La presentación del trámite ante el SECLO.

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Citar Lexis Nº 0003/012841 ó 0003/012849
Título: La presentación del trámite ante el SECLO.: sus efectos y el cómputo del plazo prescriptivo. A
propósito del plenario "Martínez"
Autor: Aronin, Lisandro S.
Fuente: SJA 4/10/2006 - JA 2006-IV-648
CONTRATO DE TRABAJO - 19) Prescripción y caducidad
PROCEDIMIENTO LABORAL - 02) Nacional - p) Conciliación laboral
Comentario a:
- C. Nac. Trab., en pleno, 6/6/2006 - Martínez, Alberto v. YPF S.A.,
Completo
SUMARIO:
I. La disparidad de criterios.- II. El llamado a plenario.- III. El precio a pagar por la certeza de la
doctrina plenaria
I. LA DISPARIDAD DE CRITERIOS
Como sabemos, la ley 24635 (LA 1996-B-1683) estableció el "Servicio de Conciliación Laboral
Obligatoria" (SECLO.), que funciona dentro de la órbita del Ministerio de Trabajo. La ley estableció
una reforma del art. 65 LO. (t.o. 1998, LA 1998-A-160); se adicionó, así, un requisito más a efectos
de tener por presentada la demanda en sede laboral dentro del ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.
Naturalmente, era de esperar que la introducción de este nuevo requisito (que exige el cumplimiento de
trámites, notificaciones, etc.) previera algún efecto que mitigase las consecuencias de tales nuevos
requerimientos a la luz del instituto de la prescripción.
Así es que el art. 7 ley 24635 dispuso que el plazo de prescripción liberatoria se suspende "...por el
término que establece el art. 257 LCT. (t.o. 1976, ALJA 1976-A-128)...".
Recordemos, a la vez, que el art. 257 LCT. mencionado dice: "Sin perjuicio de la aplicabilidad de las
normas del Código Civil, la reclamación ante la autoridad administrativa del trabajo interrumpirá el
curso de la prescripción durante el trámite, pero en ningún caso por un lapso mayor de seis meses".
Lo cierto es que a pesar de la meridiana claridad que parece reflejar la remisión del art. 7 ley 24635
al art. 257 LCT., las interpretaciones respecto del plazo de prescripción aplicable han sido tan
numerosas como variadas y dispares.
Por otro lado, es útil repasar los términos del art. 3986 CCiv.: "La prescripción se interrumpe por
demanda contra el poseedor o deudor, aunque sea interpuesta ante juez incompetente o fuere
defectuosa y aunque el demandante no haya tenido capacidad legal para presentarse en juicio. La
prescripción liberatoria se suspende, por una sola vez, por la constitución en mora del deudor,
efectuada en forma auténtica. Esta suspensión sólo tendrá efecto durante un año o el menor término que
pudiere corresponder a la prescripción de la acción".
En la interpretación armónica de las normas mencionadas en los párrafos precedentes radica la razón
del primer interrogante que el plenario en análisis resolvió, y que desmenuzaremos más adelante.
En cuanto al alcance que corresponde darle a la presentación ante el SECLO. no existió controversia:
tiene efectos suspensivos en el curso de la prescripción (1) . Sin embargo, la doctrina y la
jurisprudencia no han sido pacíficas en torno al término mismo de la suspensión ni en cuanto a los
efectos que corresponde conferirle a la citación para el trámite conciliatorio ante dicho organismo (2) .
Tal como indica la Dra. Ferdman en el artículo antes referenciado (3) , las diferentes posturas
jurisprudenciales recepcionadas en la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo en torno al plazo de
la suspensión fueron básicamente dos (4) : a) suspensión por el término de seis meses; y b) suspensión
por el término de tramitación o el de seis meses si aquél fuere mayor.
El dictamen de la Fiscalía General ante la Cámara 38295, del 21/9/2004, decía: "...este Ministerio
Público Fiscal ha sostenido que el art. 7 ley 26635, en su párr. 2º claramente dispone que la
presentación del reclamo ante el Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria suspende el curso de la
prescripción `por el término' que establece el art. 257 LCT... este Ministerio Público ha señalado, con
criterio que la jurisprudencia ha compartido, que la prescripción debe ser analizada en cada caso con
criterio restrictivo, pues se ha ponderado la necesidad de favorecer la conservación de derechos... Cabe
recordar que el efecto de la suspensión impide que durante un lapso determinado continúe el plazo
prescriptivo, ...de modo que al cesar la causa de la suspensión -en este caso, el tiempo previsto por la
ley- la prescripción se reanuda inmediatamente..." (expte. 8967/00, "Molina, Carlos E. y otros v.
Siderar S.A. y otros"). En igual sentido se expidió la sala 1ª (5) : "De acuerdo con lo normado en el art.
7 ley 24635, la presentación del reclamo ante el Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria
suspende el curso de la prescripción por el término que establece el art. 257 LCT. Es decir, el propio
legislador expresa cuál ha de ser el alcance que cabe darle a este instituto, esto es, carácter suspensivo,
aunque remite al plazo máximo de seis meses previsto en el art. 257 ya citado"; también las salas 2ª,
7ª y 9ª fallaron en sentido similar (6) .
El otro criterio (suspensión por el término de tramitación o el de seis meses si aquél fuere mayor) fue
sostenido por las salas 3ª, 4ª, 5ª (7) , 8ª (8) y 10ª (9) . La sala 3ª fijó la siguiente doctrina: "...la remisión
que el citado art. 7 ley 24635 hace a esta última norma está referida exclusivamente al plazo que en
él se establece (esto es, el plazo del trámite del reclamo en sede administrativa o el de seis meses, si
aquél fuese mayor) y no al efecto del reclamo sobre la prescripción..." ("Herrera, Walter D. v. Acevedo
Miño, Hugo y otro" , del 29/10/2003), mientras que la sala 4ª estableció que "...el reclamo ante el
SECLO. suspende (y no interrumpe) el término prescriptivo por el lapso de la conciliación obligatoria"
(C. Nac. Trab., sala 4ª, 28/2/2003, "Casariego, José L. v. Trenes de Buenos Aires").
II. EL LLAMADO A PLENARIO
La situación brevemente descripta anteriormente motivó la convocatoria a plenario de las distintas salas
de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo.
Los interrogantes a resolver en el citado llamado a plenario fueron (como ya adelantáramos
anteriormente) dos, a saber: 1) La citación para el trámite conciliatorio ante el SECLO. ¿surte los
efectos de la interpelación prevista en el art. 3986 párr. 2º CCiv.?; y 2) En el contexto del art. 7 ley
24635, ¿se ajusta la suspensión al plazo de prescripción a la duración del trámite conciliatorio, aunque
dure menos de seis meses?
La posición mayoritaria consideró que la mera citación para el trámite conciliatorio ante el SECLO. no
produce los efectos suspensivos del párr. 2º del art. 3986 CCiv., ya que el proceso en cuestión no
constituiría una mera "interpelación", sino la activación de la etapa conciliatoria previa establecida en
la ley 24635 , con carácter obligatorio. Asimismo, en el art. 7 ley 24635 (10) se ha previsto un
efecto específico diverso: la suspensión del curso de la prescripción por el término que establece el art.
257 LCT., por lo que la existencia de un ordenamiento legal especial y posterior desplaza -sólo en
este caso- el régimen general y anterior del Código Civil.
En cuanto al término, se discutió si la remisión efectuada por el art. 7 ley 24635 al art. 257 LCT.
(11) se circunscribe al lapso de seis meses que allí se prevé, o si la incidencia en el curso de la
prescripción se limita solamente a lo que dure el trámite, hasta un límite máximo de seis meses.
Frente a tal cuestionamiento se sostuvo que el párr. final del art. 7 ley 24635 sólo se remite al
"término" previsto por el art. 257 LCT., que es, precisamente, el plazo de seis meses.
El análisis de cada uno de los votos del plenario puede resultar sobreabundante, por dos razones: por un
lado, porque en muchos de ellos se repiten fundamentos, pero especialmente porque la solución
adoptada finalmente por la mayoría bien puede resumirse en la exposición del fiscal general ante la C.
Nac. Trab., Dr. Álvarez: "No dejo de advertir que en la jurisprudencia contradictoria que se pretende
conjurar subyace una equívoca asimilación entre `la presentación del formulario', `la citación para el
trámite conciliatorio' y `la constitución en mora del deudor'. Pero creo que no cabe ahondar sobre la
viabilidad de una unificación de conceptos, tan comprensible como pretoriana, porque lo cierto es que
la ley ha previsto de una manera diáfana la incidencia que corresponde atribuirle a la actuación ante el
SECLO. en el transcurso del plazo de prescripción. La práctica de los sistemas de `mediación
obligatoria previa a todo juicio' puso de relieve la existencia de probables colisiones entre las normas
que regulaban la incidencia de la constitución en mora del deudor en el curso del plazo de la
prescripción liberatoria y las disposiciones que concernían a efectos del procedimiento para la
autocomposición del conflicto. Para solucionar dichas anomalías, el art. 1 ley 25561 introdujo una
modificación trascendente en el art. 29 ley 24573 (LA 1995-C-3140) y ahora, en el ordenamiento
general, que -reitero- no rige para los conflictos laborales, la mediación suspende el plazo de la
prescripción liberatoria en los términos y con los efectos previstos por el párr. 2º del art. 3986 CCiv.
Hubiese sido aconsejable, quizás, una reforma análoga en el marco del `procedimiento obligatorio de
conciliación laboral' creado por la ley 24635 , y produce cierta perplejidad advertir que la regulación
general referida a los reclamos concernientes a créditos comunes prevé un régimen, en principio, más
favorable a la subsistencia de la acción que el que rige para los acreedores laborales a los que cabría
proteger con más intensidad. Lo cierto es que existe una normativa específica que está vigente y no es
admisible dejarla de lado con sustento en un hipotético y subjetivo juicio de reproche, que se basa en
una tenue incoherencia, sólo detectable desde el `panóptico' de la ciencia. Propongo, pues, una
respuesta negativa al primer interrogante, con la aclaración algo obvia de que la proposición no
significa desplazar el art. 3986 CCiv. del ámbito de las relaciones laborales, sino simplemente
afirmar que la mera citación para el trámite conciliatorio al SECLO. no produce los efectos suspensivos
de dicha norma".
III. EL PRECIO A PAGAR POR LA CERTEZA DE LA DOCTRINA PLENARIA
En síntesis -y como ya se adelantó-, el plenario 312, del 6/6/2006, fijó la siguiente doctrina (art. 303
CPCCN. [t.o. 1981, LA 1981-B-1472]), pese a la interesante postura de la minoría (12) : "1) La
citación para el trámite conciliatorio ante el SECLO. no surte los efectos de la interpelación prevista en
el art. 3986 párr. 2º CCiv. 2) En el contexto del art. 7 ley 24635 no se ajusta la suspensión del
plazo de prescripción a la duración del trámite conciliatorio, aunque dure menos de seis meses".
La solución encuentra sólidos fundamentos, especialmente, desde el punto de vista de una regla
frecuentemente utilizada en hermenéutica legislativa: lex specialis y lex posterior. Sin embargo, y tal
como parece sugerir el fiscal general, el resultado (como generalmente ocurre con los
pronunciamientos plenarios) obliga a pagar cierto precio a cambio de la certeza que otorga: admitir que
el régimen general, en la particular cuestión, podría otorgar eventualmente mayor plazo de protección a
los créditos de naturaleza no laboral; frente a esta posibilidad será ineludible mirar de reojo la regla del
art. 9 LCT. (13) .
Carlos A. Etala señala que el párr. final de dicho artículo introduce una directiva específica para la
interpretación de las normas laborales, destinada a los operadores jurídicos; la directiva consiste en
elegir el sentido más favorable al trabajador. En efecto, la norma es un marco abierto a varias
posibilidades y puede admitir diversas interpretaciones posibles, entre las cuales el intérprete -según el
mandato de la ley- debe escoger el sentido más favorable al trabajador (14) .
Probablemente haya sido el voto del Dr. Pirolo el que con mayor énfasis ha tenido en cuenta la regla
interpretativa del art. 9 LCT. Es obvio que, a la luz del resultado del plenario, el voto mencionado
carece de utilidad práctica (respondió afirmativamente a ambas preguntas de la convocatoria, cuando el
resultado final fue precisamente opuesto), pero lo cierto es que permite observar que el modo de
sopesar los alcances del art. 9 LCT. era verdaderamente clave a la hora de decidir la cuestión. Dice el
Dr. Pirolo que "...la más autorizada doctrina concuerda respecto de que toda inquietud en torno al plazo
o a la existencia de una acción debe ser resuelta a favor del término mayor y de la posibilidad de
demandar..."; y que "...tal como lo señala el Dr. Álvarez, la situación de duda debe resolverse en el
sentido más favorable al trabajador (conf. art. 9 LCT.). Desde esa perspectiva, a mi modo de ver, la
respuesta al primer interrogante no puede ser otra que afirmativa...".
Es difícil imaginar un comentario a un fallo plenario que omita la inclusión -directa o indirecta- de
algún nivel de aprobación, porque, sin importar la valoración axiológica que el resultado pudiera
provocar, lo cierto es que se habrá alcanzado certeza a la hora de definir un pleito, circunstancia que
suele resumirse como uno de los elementos del concepto de "seguridad jurídica". En el caso particular
que nos ocupa encontramos también (como ya lo adelantáramos) que el enriquecedor debate alcanzó
una decisión con sólidos fundamentos, aunque probablemente se haya resignado una valiosa
oportunidad para dar alcances más holgados a la regla del art. 9 LCT.
Quizás haya sido el maestro Carlos Nino quien mejor resumió esta clase de difíciles procesos de
hermenéutica -como el que se adivina a través de la lectura de cada uno de los votos brevemente
mencionados-; al explicar el modo en que funcionan los principios lex superior, lex specialis y lex
posterior, el mencionado autor advertía sobre los riesgos de aplicar automáticamente estas útiles reglas:
"...muchos jueces y juristas pretenden que estos principios se aplican mecánicamente, como si las
inconsistencias que ellos ayudan a solucionar nunca hubieran existido. Sin embargo, no puede
otorgarse a estas reglas el carácter de leyes lógicas, puesto que su aplicación, como vimos, está sujeta a
evaluaciones pragmáticas, que dan lugar a excepciones irregulares. Además, si bien hay cierta
prelación entre estos principios -por ejemplo lex superior tiende a predominar sobre las restantes-, no
hay reglas de segundo nivel para resolver mecánicamente los conflictos entre ellos (sobre todo entre lex
posterior y lex specialis)..." (15) .
NOTAS:
(1) C. Nac. Trab., sala 10ª, in re "Gaus, Silvana R. v. Club Social y Deportivo Pinocho s/despido", SD.
11748, expte. 21431/01, 28/5/2003; SD. 10473, del 14/6/2002, "Moner, Fernando v. Club Atlético
Plantese A.C." ; sala 1ª, SD. 78406, del 21/8/2001, "Ulloa, Mora v. Martínez de Sucre, Virgilio y
otro"; sala 2ª, SD. 88762, 13/11/2000, "Acosta Sal, María v. Metrovías S.A." ; sala 3ª, SD. 85361,
del 28/10/2003, "Herrera, Walter v. Acevedo Miño, Hugo" ; sala 4ª, SD. 88789, del 28/2/2003,
"Casariego, José L. v. Trenes de Buenos Aires"; sala 5ª, SI. 20895, del 31/7/2000, "Silva, Luis v.
Trarco Expreso", entre otras.
(2) Para un mejor desarrollo de las distintas opiniones suscitadas en torno al tema debatido ver
Ferdman, Beatriz, "De la suspensión de la prescripción en el Derecho del Trabajo", publ. en RDLSS
2005-B-1430.
(3) Ver Ferdman, Beatriz, "De la suspensión de la prescripción en el Derecho del Trabajo" cit.
(4) En realidad, como veremos más adelante, y puede adivinarse a través del voto del Dr. Guibourg,
existió otra -tercera- posible postura, relacionada con la factibilidad de que un trámite conciliatorio
durara más de seis meses.
(5) Ver C. Nac. Trab., sala 1ª, 21/8/2001, in re "Ulloa Mora v. Martínez de Sucre Virgilio y otros".
(6) "El trámite conciliatorio llevado a cabo ante el SECLO. no constituye una mera reclamación de
carácter voluntario..., sino la activación de la instancia obligatoria establecida en la ley 24635 , la
que expresamente tiene previsto otro efecto que es, no ya la interrupción... sino la suspensión del curso
de la prescripción `por el término que establece el art. 257 LCT.'... por lo que sólo cabría remitirse a
esta última normativa en relación al `término' que en ella se establece, es decir, de seis meses y no al
que eventualmente demandara la tramitación administrativa ya que no ha sido específicamente ésa la
finalidad perseguida mediante el reenvío efectuado..." (ver C. Nac. Trab., sala 2ª, 13/11/2000, "Acosta
Sal, María v. Metrovías S.A." ); ver también la C. Nac. Trab., sala 7ª, 8/11/2004, "Olivera, Claudio
F. v. Electroar Soc. de Hecho integrada por Ocampo, Daniel A. y Danilowicz, Víctor P. y otros", donde
se dijo: "Esta sala ha adherido al dictamen 38925 ...por la fiscal adjunta ante la Cámara Nacional de
Apelaciones del Trabajo, en la cual se sostuviera que `...el art. 7 ley 24635, en su párr. 2º, claramente
dispone que la presentación del reclamo ante el Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria suspende
el curso de la prescripción "por el término" que establece el art. 257 LCT... por lo tanto... por el
término de seis meses... se suspendió el plazo que fija la norma citada (ver de esta sala, autos "Molina",
ref., SI. 25916, del 8/10/2004)'"; y C. Nac. Trab., sala 9ª, "Moscoso, Carlos v. Siembra AFJP. y otros"
: "Un nuevo análisis de la cuestión lleva a interpretar que el reenvío dispuesto en el párr. 2º del art. 7
ley 24635 al art. 257 LCT. debe interpretarse en el sentido de que a partir del inicio del reclamo ante
el SECLO. se suspende el cómputo del curso de la prescripción por el plazo de seis meses, más allá del
tiempo que dure la citada tramitación. Esta nueva interpretación armoniza con el criterio interpretativo
del instituto de la prescripción que ha efectuado la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que indica
que aquél debe ser aplicado con suma prudencia y de un modo restrictivo, y debe desechárselo cuando
existe la duda acerca de si la prescripción se encuentra o no cumplida, ya que aquélla trae como
consecuencia la extinción de la acción, lo que sólo corresponde admitir con extrema cautela...".
(7) "La reclamación ante la autoridad administrativa del trabajo suspende durante el trámite, pero en
ningún caso por un lapso mayor de seis meses" (C. Nac. Trab., sala 5ª, 31/7/2000, "Silva Luis v. Trarco
Expreso").
(8) "De la interpretación del art. 7 párr. 2º ley 24635 y lo establecido por el art. 257 LCT. cabe
concluir que la reclamación administrativa ante el SECLO. suspende la prescripción por un plazo
limitado, esto es: a) por el tiempo que dura el trámite administrativo o, en su caso, b) por el término de
seis meses, cuando el aludido trámite supera dicho plazo..." (C. Nac. Trab., sala 8ª, 31/5/2004, "Ayala,
Paula v. Deheza S.A." ).
(9) "El reclamo ante el SECLO. suspende el curso de la prescripción por el plazo que dure la
tramitación y no por seis meses, pues este último término debe considerarse como máximo, pero no el
único que prevé el art. 7 Ley de Instancia Obligatoria Laboral, que remite al art. 257 LCT." (C.
Nac. Trab., sala 10ª, 28/5/2003, "Gaus, Silvana v. Club Social y Deportivo").
(10) El art. 7 ley 24635 establece que "El reclamante por sí, o a través del apoderado o representante
sindical, formalizará el reclamo ante el Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria, consignando
sintéticamente su petición en el formulario que reglamentariamente se apruebe. Esta presentación
suspenderá el curso de la prescripción por el término que establece el art. 257 LCT.".
(11) El art. 257 LCT. dispone que "...la reclamación ante la autoridad administrativa del trabajo
interrumpirá el curso de la prescripción durante el trámite, pero en ningún caso por un lapso mayor de
seis meses".
(12) Por la minoría, en el plenario en cuestión, votaron los Dres. Guibourg, García Margalejo, Scotti,
Corach, Morando, Lescano, Pirroni, Fera y Simón. Consideramos que el voto del Dr. Guibourg puede
resumir interesantes fundamentos que hubiesen podido sustentar una conclusión contraria: "...el art.
3986 CCiv. se aplica también a las relaciones del trabajo (esto es, una intimación dirigida por el
acreedor al deudor interrumpe la prescripción por un año); pero si la actividad del acreedor consiste
específicamente en un reclamo por vía administrativa, la interrupción sólo se opera mientras dure el
trámite y, en todo caso, nunca por más de seis meses. En este aspecto, la norma laboral ha de leerse
como una excepción parcial al régimen civil, acotada al caso del trámite administrativo del trabajo.
Muchos años más tarde se promulgó la ley 24635, que estableció el Régimen de Conciliación Laboral
Obligatoria frente al SECLO. Su art. 7 , relativo a la formalización del reclamo ante dicho
organismo, dice en su párr. 2º: `Esta presentación suspenderá el curso de la prescripción por el término
que establece el art. 257 LCT...'. Frente a esta nueva norma, tres posiciones se hallan en debate: a)
que la presentación al SECLO. suspende la prescripción mientras dure el trámite, pero en ningún caso
por un lapso mayor de seis meses; b) que suspende la prescripción por seis meses, cualquiera sea la
duración del trámite; c) que la suspende por un año, de acuerdo con el art. 3986 . Escojo sin dudarlo,
la primera de las tres interpretaciones y expondré a continuación los fundamentos de esta posición. La
norma del Código Civil es claramente inaplicable, ya que, como dije, tanto el art. 257 LCT. como el
art. 7 ley 24635 son posteriores y específicos para los casos a los que respectivamente se refieren, lo
que conduce a pensar que la voluntad legislativa ha sido precisamente que tales casos quedaran regidos
por sus propias normas. El art. 3986 CCiv. sólo podría prevalecer si fuese de superior jerarquía, pero
esto no sucede: tanto el Código como las normas posteriores son leyes emanadas del mismo Poder
Legislativo y ocupan idéntico nivel en la pirámide jurídica. El art. 257 LCT. también es inaplicable,
pues rige los casos de reclamo ante la autoridad administrativa; aunque así no fuese, la sanción de la
ley 24635 , también posterior y específica, haría prevalecer esta última sobre la anterior. Pero la
controversia no tiene por centro este tema sino la interpretación del art. 7 ley 24635, cuyo texto
remite al `término que establece el art. 257 LCT.'. Una línea interpretativa (la que he identificado con
la letra b) sostiene que el texto citado remite sólo al `término' del art. 257 , y que ese término no es
otro que el de seis meses. No concuerdo con esta lectura. El art. 257 no establece, para la
interrupción de la prescripción, un término fijo sino uno variable. En efecto, dicho plazo corresponde
exactamente a la duración del trámite administrativo: el lapso de seis meses sólo se indica allí como
límite máximo de dicha variación, de tal suerte que si el trámite se demorase por cualquier causa, la
prescripción se reanudaría, a más tardar, a los seis meses de interpuesto el reclamo. Así, la referencia
del art. 7 ley 24635 indica -a mi juicio, con toda claridad- que el trámite ante el SECLO. suspende la
prescripción mientras él dure, pero si tal duración se extiende por más de seis la prescripción se
reanudará, hasta completar el tiempo restante, al fin de este límite máximo. No se me oculta que es más
que dudoso que el reclamo ante el SECLO. pueda insumir más de seis meses: el art. 18 ley 24635
otorga al conciliador un plazo de veinte días hábiles para cumplir su cometido, plazo que, con acuerdo
de las partes, puede prorrogarse apenas por quince días más. Pero una cosa es la obligación del
conciliador y otra su cumplimiento: como sucede con cualquier norma jurídica, la disposición se hace
para ser cumplida pero no puede descartarse por completo el caso de incumplimiento. ¿Qué sucedería
si el conciliador, por inadvertencia o mala fe, detuviera el trámite del reclamo, no citara adecuadamente
al reclamado o fijara audiencia para después del vencimiento de los plazos? Advertido el hecho por
denuncia del interesado o de oficio, es razonable suponer que el conciliador sería inhabilitado o sujeto a
alguna otra clase de acción disciplinaria (conf. arts. 9 a 11 ley 24635), la situación no es
fácilmente previsible, pero tampoco es imposible; y en tal caso, el plazo máximo de seis meses serviría
de tope a la suspensión cuya prolongación excesiva el legislador ha tratado de evitar (nótese que, de
otro modo, podría haber sujetado el reclamo ante el SECLO. al régimen del art. 3986 CCiv.). Las
razones que acabo de dar son por sí solas suficientes para fundar la conclusión que propongo; pero
considero útil mencionar, por añadidura, un detalle del trámite legislativo. En su redacción original el
proyecto de ley incluía como párr. 2º del art. 7 el siguiente texto: `Esta presentación suspenderá el
curso de la prescripción hasta la finalización del procedimiento de conciliación'. Nada decía del plazo
de seis meses. En el debate de la Cámara de Diputados el diputado Flores (única referencia que aparece
respecto de este tema; conf. Antecedentes Parlamentarios LL 1996-5-1576, `Ley 24635 .
Conciliación laboral') se queja de que el proyecto otorgue al trabajador menor protección que el art.
257 LCT. y solicita el texto que finalmente se aprobó para equiparar ambas normas. Más allá, pues,
de la confusión en la que parece haber incurrido ese diputado acerca del real contenido del art. 257
(que no se halla en discusión aquí), parece claro que la modificación introducida en el texto original
tenía por propósito que el art. 7 Ley de Conciliación Obligatoria contuviese la misma cláusula de
suspensión de la prescripción que el art. 257 LCT., y no -como sostiene la línea de interpretación que
critico- otra más amplia...".
(13) "En caso de duda sobre la aplicación de normas legales o convencionales prevalecerá la más
favorable al trabajador, considerándose la norma o conjunto de normas que rija cada una de las
instituciones del Derecho del Trabajo. Si la duda recayese en la interpretación o alcance de la ley, los
jueces o encargados de aplicarla se decidirán en el sentido más favorable al trabajador".
(14) Etala, Carlos A., "Interpretación y aplicación de las normas laborales", 2004, Ed. Astrea, p. 102.
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