Mortalidad Materna por Abortos - Universidad Católica Argentina

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MORTALIDAD MATERNA POR ABORTOS
Por Carlos Abel RAY
Doctor en Medicina , Médico diplomado en Salud Publica y Médico legista de la Universidad
de Bs. Aires
Profesor Protitular de Medicina Legal de la Universidad Católica Argentina
Ex Profesor Adjunto y Titular de Pediatría de la Universidad de Buenos Aires
Ex Vice Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires
Ex Médico Forense de la Justicia Nacional
Concepto de mortalidad materna y de abortos
En este artículo me referiré a la mortalidad materna por abortos; en
especial trataré sobre los abortos provocados cuando el embrión tiene más
de un mes de vida y cuando para ejecutar los mismos se debe recurrir a
maniobras instrumentales o quirúrgicas.
Pero antes recordaré a los miles de millones de abortos que se
producen anualmente en todo el mundo con el uso de los dispositivos
intrauterinos (DIUS) o de las pastillas llamadas anticonceptivas, que son
abortivas cuando no permiten la implantación del huevo (óvulo ya
fecundado por el espermatozoide en la trompa de Falopio) en el
endometrio de la madre o cuando ocasionan la expulsión del embrión ya
implantado (blastocisto con centenares de células humanas vivas) en el
útero, debido a las contracciones que originan en este órgano. En Octubre
de 2002, el Congreso de la Nación Argentina ha aprobado, ilícita y
anticonstitucionalmente, el reparto gratuito de esas pastillas y dispositivos
intrauterinos.
Al tratar el tema del aborto, tanto de esos embriones pequeños que
se eliminan sin que la madre lo perciba, como de los abortos provocados
de embriones o fetos mayores (lo que a veces provoca la muerte de la
madre) debo mencionar que se habla de mortalidad materna y de madres
que fallecen por causa del embarazo, pero no se explicita que por cada
madre que fallece, también muere un niño. Este es persona humana con
toda la dignidad que le corresponde, por su cuerpo, su alma, su origen y su
destino trascendente. Sea pequeño y mida milímetros como el embrión, o
se trate de un feto que tiene varios centímetros de largo y ha estado
implantado por medio de la placenta en el útero materno.
Cuando se propone - como luego veremos- hacer abortos "limpios" en los
hospitales para evitar la alta mortalidad de los abortos "sucios" ilegales, se
dice que se trabaja para defender la salud de la madre, pero siempre se
omite agregar que eso se hace a costa de la muerte de otro ser: pequeño,
indefenso e inocente. Se denomina al acto: "interrupción del embarazo";
cuando en realidad lo que se está haciendo es: "matar a una persona
(embrión o feto) ".
Se argumenta que el niño morirá de cualquier modo porque la madre
con seguridad se hará luego un aborto clandestino. Pero hay diferencia
entre un feto que muere porque la madre se hizo un aborto (y muchas
veces ella es ignorante de las graves consecuencias del mismo), a un feto
que es asesinado a propósito , premeditadamente por medio de maniobras
instrumentales o quirúrgicas, que son ejecutadas al amparo de la ley
("injusta") por profesionales diplomados de la salud, que al graduarse
juraron defender la vida de sus enfermos.
Cifras oficiales históricas sobre mortalidad materna y por abortos.
Comienzo citando las estadísticas del año 1914 , registradas en el
Anuario Demográfico del año 1914 (1), que era llevado entonces por el
Ministerio del Interior. El Programa Nacional de Estadísticas Vitales se
incorporó al Ministerio de Salud recién en el año 1960.
En ese año de 1914, cuando la tasa de natalidad en la Argentina era
de 36,4 por mil, las muertes maternas (no se discriminaban las causas)
fueron de 1 146 madres sobre 287 318 recién nacidos "animados". Ello
significa que la tasa de mortalidad materna en ese año de 1914, fue de 39,9
por 10 000 recién nacidos vivos (tasa 11 veces superior a la actual del año
2002). No se hallan en los Anuarios estadísticos del Ministerio del Interior
(2) datos sobre mortalidad materna en años posteriores.
Citaré los datos sobre mortalidad infantil, que sirven para conocer el
estado sanitario:
Años
Nacidos vivos
Mortalidad de < 1 Tasa de mortalidad
año
infantil o/oo
1914
287 318
34 267
119,26
1938
336 193
33 762
100,42
1948
425 043
28 699
67,52
1957
474 175
31 781
67,02
2002
701 878
11 649
16,59
Respecto a la mortalidad materna, citaré las cifras de los años 1914,
1970, 1980 y 2002:
Años
Nacid.
Mort.materna Tasa mort. Abortos Hemorrag. Sepsis
vivos
materna
o/ooo
1914
287 318
1 146
39,9
--
--
--
1970
533 861
741
13,9
213
116
70
1980
685 472
486
7,1
170
69
33
2002
701 878
245
3,5
72
21
38
Ultimas cifras oficiales
En la Argentina, la últimas cifras oficiales del Ministerio de Salud
Pública de la Nación corresponden al año 2000 (3). Ese año, hubo 701 878
recién nacidos vivos y la mortalidad materna en la Argentina fue de 245
madres por causa del embarazo, parto o puerperio. Ello significa que la
tasa de mortalidad materna fue de 3,5 muertes cada 10 000 nacimientos de
niños vivos. De esas muertes, oficialmente las estadísticas registran que 72
se produjeron por abortos - sin especificar si espontáneos o provocados 21 por hemorragias y 38 por sepsis e infecciones. Estos guarismos
permiten estimar que, de esas 72 muertes maternas por abortos, la mitad,
es decir 36, lo fueron a causa de abortos provocados.
Esta cifra de 36 muertes maternas por abortos provocados en la
Argentina, es conservadora, debido a que también algunas madres mueren
por complicaciones de esos abortos, hemorragias o infecciones que se
registran como tales y no como abortos. Por ello, a esos 36 casos de
abortos, se pueden agregar un cuarto de las muertes registradas causadas
por hemorragias y por sepsis en todos los partos, lo que lleva el total
estimado de muertes maternas por abortos provocados a un total de: 36 + 5
+ 9 = 50. Esta cifra, es mayor que la de la estadística oficial citada, pues
lleva agregados los casos estimados de muertes por las complicaciones
mencionadas.
Comparando con años anteriores:
Años Descenso tasa mortalidad materna Descenso tasa mort. infantil
1914 a 1970 39,9 a 13,9 o/ooo = 3 veces menor
1970 a 1980 13,9 a 7,1 o/ooo = 2 veces menor
1980 a 2002 7,1 a 3,5 o/ooo = 2 veces menor
1914 a 2002 39,9 a 3,5 o/ooo = 11 veces menor 119,26 a 16,59 o/oo =
7,2 veces menor
Lo anteriormente señalado indica claramente que la mortalidad
materna ha estado descendiendo continuamente., aun más que la tasa de
mortalidad infantil. En los últimos 30 años es la cuarta parte menor. En los
últimos 20 años la tasa es de la mitad. Significa ello, que con la mejor
atención médica, los progresos de la medicina y las nuevas medicaciones,
se han logrado resultados aceptables. Desde luego, estas cifras pueden y
deben reducirse. Pero algo absolutamente seguro: no mejorarán con el
aborto "libre" propiciado por tantos interesados.
Cifras oficiales de mortalidad materna en adolescentes
Con frecuencia se habla de la gran cantidad de abortos en las
menores de edad y de la gran cantidad de chicas embarazadas que mueren
por estos abortos clandestinos. Se dice que hay un genocidio y una gran
"mortandad" nacional de adolescentes. Nada mas alejado de la verdad.
Repito con énfasis: nada mas lejos de la verdad. Veamos.
Las estadísticas oficiales del Ministerio de Salud de la Nación del
año 2 000 (3), indican que de 3 208 niñas menores de 15 años que tuvieron
recién nacidos vivos, sólo 2 murieron por el embarazo, parto o puerperio y
ninguna de ellas por aborto o hemorragia. A su vez, entre las 103 129
adolescentes madres de 15 a 19 años de edad, la mortalidad materna por
todas las causas fue de 28 jóvenes. De ellas fallecieron por aborto 8, por
hemorragia 2 y por sepsis 6. Todo lo que se haga para salvar la vida de una
de esas "chicas" es poco. Pero hago la misma reflexión anterior: estas
cifras no mejorarán con el aborto "libre".
Respuesta de la "Salud Reproductiva".
Frente a esas cifras de mortalidad materna (ya expresé: elevadas e
intolerables) los defensores de las actualmente llamadas propuestas de
Salud Reproductiva, recomiendan soluciones que no se puede aceptar: por
no
ser
razonables,
ni
médica,
ni
éticamente.
Presentan
cifras
exageradamente abultadas de abortos provocados y proponen soluciones
que no sólo no son efectivas científicamente, para el propósito que buscan,
sino que –además y sobre todo- son antiéticas, por ser homicidas para los
embriones pequeños o para los fetos mayores.
En efecto, los defensores del aborto libre exageran la cantidad de
abortos provocados en el país y las cifras de muertes maternas que ellos
ocasionan. Unos autores acostumbran decir que hay un aborto por cada
parto, es decir que habría 700 000 abortos clandestinos en la Argentina.
Otros, dan cifras algo menores, pero también exageradas y no
verídicas. Por ejemplo, en el diario La Nación (4) del día 17/ X/ 2002 el
Jefe de Terapia Intensiva del Hospital Lagomaggiore de Mendoza expresó
que hay un aborto cada 4 partos (lo que significaría que hay 175 000
abortos en la Argentina) con muy alta mortalidad materna. Para mayor
confusión, más adelante el mismo entrevistado agrega, que: "en aquellos
países donde el aborto es legal la mortalidad es sensiblemente menor: 0,4
cada 100 000 abortos; en tanto que allí donde es una práctica clandestina la
mortalidad asciende a 1 por igual proporción". Es probable que el autor se
haya ¡equivocado por dos ceros! y haya querido decir que la mortalidad
por abortos es de alrededor de 1 por 1000.
Esta cifra de 1 por 1000, es verídicamente aceptable. Significa que
en la Argentina, donde –como ya expliqué- mueren alrededor de 50 madres
por año por abortos provocados, la cifra de abortos clandestinos sería de 50
000. Ello significa casi 1 aborto cada 14 recién nacidos vivos. Esta cifra se
estima que puede estar cerca de la realidad. Pero, aunque no llega a las
cifras exageradas antes mencionadas que manejan los defensores del
aborto libre, es aún alta,.
Por ejemplo, en la infografía del artículo ya citado (4), la periodista
dice textualmente que: "En la Argentina, los abortos anuales, sin bien no
hay datos oficiales, se estiman entre 335 000 y 500 000". Repito, no hay
ninguna razón lógica - y si propagandística y publicitaria- para referirse a
estas cifras tan altas y diferentes.
Y ahora algo a destacar. Aunque las cifras exageradas fueran verdad
(y la cantidad de abortos fuera tan alta como dicen ) la legalización del
aborto no modificaría dichas cifras en mucho menos, pero – y esto es lo
importante- sería algo ultrajante para las costumbres y la justicia y sobre
todo para la vida de los no nacidos (5). Sobre éstos, se cometerían miles de
homicidios, no solo sin atenuante alguno, sino con los agravantes de la
impunidad, alevosía, traición y del filicidio cometido en banda.
También - y esto es valioso sanitariamente - los fondos
presupuestarios que hoy no alcanzan para cubrir las necesidades mínimas
habituales de alimentos, medicamentos, antibióticos, drogas, etc. se
invertirían en realizar, (según las cifras de la periodista del artículo ya
citado) 350 0000 o 500 000 abortos "limpios" por año (4).
Y si en la Argentina se liberalizara el aborto, ¿cuántos abortos
legales habría? Si en la Argentina, con 37 031 795 habitantes en el año
2000, se realizaran la misma proporción de abortos "legales" que hoy se
hacen en EEUU (1 500 000 abortos registrados sobre 230 millones de
habitantes, lo que significan 6,5 abortos por 1 000 habitantes ), la cantidad
de abortos "legales" que se harían en la Argentina sería de alrededor de
240 000. Presento entonces una pregunta que deberían contestar los
partidarios del aborto legal: en un país donde nacen 700 000 niños
anualmente, a muchos de los cuales no se los puede atender como
corresponde: ¿que responsabilidad y que justicia significaría dedicar
fondos públicos para realizar 240 000 abortos "legales" en institutos
sanitarios oficiales?
Dos datos estadísticos
Por otra parte, destaco dos datos estadísticos oficiales de la
Argentina del año 2 000:
el número de nacimientos en madres adolescentes y la evolución de las
cifras de mortalidad en los últimos 20 años.
a) Los nacimientos de niños vivos en niñas menores de 15 años de edad en
el año 2 000, fue de 3 208 niños (3). Es verdaderamente una pena esta cifra
tan alta que refleja las: "chicas teniendo chicos". Pero ante esa realidad:
¿deben abortarse a esas menores?. Sería una aberración médica,
psicológica y ética provocar el aborto de esos embarazos porque las niñas
son menores. Lo que hay que hacer en realidad, es tomar medidas
educativas y preventivas que luego mencionaré.
b) El segundo dato estadístico de valor - ya citado en los cuadros
anteriores- es que, en la Argentina en los últimos años la mortalidad
materna ha bajado notablemente. En los últimos años la mortalidad infantil
(la de los niños menores de un año de edad) y la mortalidad materna (por
embarazo, parto o puerperio) han bajado, más la materna que la infantil. Y
en los últimos veinte años ambas en forma coincidente.
Según las estadísticas oficiales del Ministerio de Salud Pública de la
Nación, en el año 1980 las tasas de mortalidad infantil en la Argentina eran
de 33,2 por mil recién nacidos vivos y las de mortalidad materna eran de 7
cada 10 000 recién nacidos vivos.
Pues bien, 20 años después, en el año 2 000, esas cifras se ha
reducido a la mitad: son de 16,6 por 1 000 y de 3,5 por 10 000
respectivamente. Son tasas aún muy altas. Hay que bajarlas por medios
efectivos y eficientes, pero justos y lícitos.
Por ello, de ninguna manera se puede decir –por tratarse de una
falsedad absoluta - que la mortalidad materna en la Argentina está
aumentando cada vez más debido al aumento de los abortos y que para
evitarla hay que legalizar el aborto. Con esa excusa falsa, los legisladores
nacionales y muchos provinciales, han aprobado leyes de Salud
Reproductiva que autorizan repartir gratuitamente en hospitales y escuelas,
pastillas y dispositivos a veces abortivos.
Cifras de EEUU.
Aportando datos también oficiales, destaco cifras del libro "The
facts of life" ("Los hechos de la vida") escrito por el médico
estadounidense Brian CLOWES (6):
a) ¿ cuáles cifras deben usarse para calcular el número de abortos
clandestinos teniendo en cuenta la mortalidad materna por abortos? y b)
¿cuál es la reducción de abortos y de muertes maternas que se produce con
la liberalización del aborto? . Estos dos puntos son temas de discusión y es
necesario expresar la verdad sobre los mismos.
Abortos clandestinos según la mortalidad materna por abortos: Según
estadísticas del Dr. Christopher Tietze, reconocido estadístico del
Population Council, organismo no gubernamental defensor del aborto
legal, la mortalidad materna por el aborto ilegal en EEUU en los años
1960, era de 100 cada 100 000 abortos. Como expresé en un punto anterior
esta cifra pueden considerarse valedera ( 1 muerte por cada 1 000 abortos
). Todas las otras exageraciones no tienen ningún sostén estadístico cierto.
Por eso, dado que en la Argentina serían 50 las madres fallecidas
anualmente por abortos provocados, se puede razonablemente estimar que
ellas son las madres fallecidas de aproximadamente 50 000 abortos
realizados. Según las estadísticas oficiales argentinas (3) , en el año 2000
no hubo niñas menores de 15 niños muertas por abortos entre las 3 208 que
tuvieron un hijo. Entre las 103 129 chicas de 15 a 19 años, que tuvieron
hijos, hubo 4 fallecidas por abortos provocados. Si a estas 4, se le agregan
2 más, por complicaciones de hemorragias o sepsis, se llega a un total de 6
adolescentes fallecidas por alrededor de 6 000 abortos provocados. Repito,
hay que evitar las muertes de estas 6 chicas y de las 44 madres mayores
fallecidas tan injustamente. Pero para ello, no es médicamente correcto, ni
éticamente lícito, matar indiscriminadamente a centenares de miles de
embriones o fetos humanos.
Reducción de abortos y de muertes maternas que se produce con la
liberalización del aborto. Para deducir que pasaría en la Argentina si se
despenalizara el aborto y se pudiera solicitar libremente en hospitales
públicos y clínicas privadas, se pueden tomar las cifras de lo que sucedió
en EEUU. Estas cifras son extraídas de estadísticas oficiales (6):
1- en el año 1960,la tasa de mortalidad materna era 37, 1 por 100 000
recién nacidos vivos.
2- en el año 1973, 13 años después, año que se liberalizó el aborto por la
resolución de la Corte Suprema en el caso "Roe vs. Wade", la cifra había
descendido a 16, 4 muertes por 100 000 recién nacidos vivos. Ello
significa, y así lo expresa Clowes en el libro mencionado, que en esos 13
años la declinación anual por los progresos de la obstetricia, de los
antibióticos y por la mejor atención clínica en general, fue de 1,59 muertas
menos anualmente cada 100 000 recién nacidos vivos.
3- En el año 1973, el aborto se hizo "legal" en EEUU (aunque siempre
siguió siendo éticamente ilícito) y cinco años después, en 1978, la
mortalidad materna fue de 9,6 madres fallecidas cada 100 000 recién
nacidos. Ello significó una reducción anual de 1,36 madres fallecidas cada
100 000 recién nacidos. Es decir - y destaco esto en forma prominentehubo menor reducción anual de la mortalidad materna en los años que
siguieron a la liberalización del aborto que antes del mismo; a pesar que
los progresos de la medicina, de la obstetricia y de los medicamentos,
siguieron y siguen sin pausa.
4- Por ello, pronosticar que en la Argentina se reduciría la mortalidad
materna con la liberalización del aborto es una falacia sin argumento
médico ni estadístico alguno.
5- La verdadera reducción de la mortalidad materna en los E.E.U.U. se
había producida drásticamente años antes, no con el aborto legal que no
existía, sino cuando en el año 1942 se empezó a aplicar la penicilina, para
prevenir o tratar infecciones (6). No puedo registrar el descenso que
también debe haber ocurrido en la Argentina en esos años, por no existir
tales datos en el Ministerio de Salud de la Nación.
Una médica argentina, la Dra. Mirta Rosés, ha sido elegida en
Septiembre 2002, Directora de la Organización Panamericana de la Salud.
Se la seleccionó por sus extensos trabajos sanitarios. Pero es lamentable,
que reiteradamente exprese, que es partidaria del aborto libre y de la
liberalización del consumo de drogas en los países de América Latina.
Muchos políticos, gobernantes, legisladores, periodistas, médicos y
sanitaristas, coinciden con esa postura. Es una pena que sean muchos - tal
vez mayoría- pero ello no les da la razón.
La verdad no la certifica el número, sino la coincidencia entre lo
académico, lo científico y lo ético. La vida está por encima de todos los
prejuicios y las ideologías . Hay que proteger la vida de las madres y la
vida de los hijos en sus úteros. Vida ésta de inocentes que merecen el
máximo respeto, por su condición de seres humanos pequeños e
indefensos. Y hay medidas educativas y preventivas posibles y efectivas
que se deben aplicar (7).
Medidas educativas y preventivas
Hay que reconocer que las cifras que he dado sobre mortalidad
materna , tanto de las mujeres adultas como de las adolescentes, son
elevadas. No debemos tolerarlas, aunque ya expliqué que son mucho más
reducidas que lo que dicen los defensores del aborto libre. Pero si bien
exigen que se tomen medidas preventivas y terapéuticas oportunas, no
justifican los abortos "legales" (7).
Dichas medidas deben basarse en educación sanitaria y sexual de la
población, en los consultorios pediátricos y ginecológicos a los padres y
madres en especial, pero también en los medios de comunicación, en las
aulas universitarias y en las sociedades científicas.
Junto con eso, deben promocionarse los valores de la persona
humana. Hay que explicar a las mujeres y a las madres lo que significan la
vida, la sexualidad, la feminidad y el control responsable de la natalidad.
Entre estas medidas, debe jugar un papel importante la enseñanza de la
ciclicidad genital femenina, de la fertilidad periódica mensual y de los
métodos de planificación natural de la natalidad (8) .
Como se explicó en el Simposio Internacional sobre la Vida
Humana, llevado a cabo en Septiembre de 2002 en el Hospital de Clínicas
de la Universidad de Buenos Aires (9), hay que enseñar a todas las
mujeres, a aprender a reconocer el día que ovulan y la ciclicidad de la
ovulación. Posteriormente, ellas podrán elegir métodos naturales o
métodos anticonceptivos para regular la natalidad. Esto las fortalecerá
como mujeres y como personas y no serán "atropelladas" por los técnicos o
facultativos que directamente les indican o colocan anticonceptivos. Insisto
en esto: la enseñanza y el aprendizaje debe hacerse, cualquiera sea el
método de regulación natal que luego elijan libremente. Pero esta elección
posterior voluntaria, la harán poseyendo una información completa.
Además - esto es importante- los métodos naturales, bien enseñados,
bien aprendidos y bien aplicados por los matrimonios, tienen resultados
muy favorables para la regulación de la natalidad. Resultados que no son
menores que los que dan los métodos anticonceptivos clásicos físicos de
preservativos y diafragmas, químicos de espumas y jaleas, hormonales de
pastillas, parches o implantes o los instrumentales con colocación de
DIUS.
Tiene que haber además una propaganda insistente a través de los
medios para que ante un embarazo, las mujeres – jóvenes o maduras –
periódicamente consulten al médico o a una institución sanitaria y que
hagan las visitas mensuales necesarias (8). Que reciban la vacuna
antitetánica, que controlen el peso y la presión arterial y que se hagan
análisis de sangre (grupo sanguíneo, reacciones de sífilis, HIV, Chagas,
toxoplasmosis y hepatitis B) y de orina. Y luego, que el parto lo tengan en
una institución bajo control profesional.
Las madres que por diversas razones han decidido o deciden no
cuidar y criar al nuevo niño, se les debe explicar la posibilidad de darlo en
adopción, con todas las garantías que la ley aporta para ello.
Cuidemos a nuestras adolescentes
Como médico y pediatra, termino este artículo reiterando lo que he
expresado durante muchos años como Profesor de Pediatría en la
Universidad de Buenos Aires (7, 8). Es necesario que a las jóvenes
adolescentes los padres les propongan que aprendan a reconocer desde los
primeros años de la postmenarca cual es su fisiología y la ciclicidad
femenina. Las jóvenes pueden aprender con facilidad cuales son los signos
y síntomas que indican el día en que se produce la ovulación (salida del
óvulo del ovario). Pero sólo aprenderán a reconocer ese "día pico", siempre
y cuando quien las introduzca en el tema de los signos y síntomas de la
ovulación, conozca bien la fisiología femenina y tenga verdaderas ganas de
enseñar a las chicas que quieren aprender.
Las mujeres, jóvenes o maduras, que hayan aprendido a conocer el
día de la ovulación, tendrán el orgullo y la felicidad de reconocer cuales
son sus días fértiles del mes. Conocer bien la fisiología femenina, ayuda a
las mujeres a fortificar los valores de la sexualidad, a destacar lo que
significa la feminidad y a afianzarlas en su condición de mujeres. Podrán
luego elegir lo que ellas consideren mejor, pero lo harán libremente
contando con buena información.
A las jóvenes adolescentes que lo deseen, este conocimiento las
ayudará además, a vivir una vida plena, gozando con felicidad de los
beneficios que significan la castidad, el trato con los jóvenes del otro sexo
y la pureza de corazón.
Bibliografía
1. Anuario Demográfico del Ministerio del Interior. Imprenta Penintenciaría
Nacional . Bs. As. 1914
2. Anuarios Estadísticos del Ministerio del Interior. Edit. del Ministerio. Años
1920 a 1950
3- Estadísticas Vitales. Dirección de Estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación.
Año 2002
4. Sobre mortalidad materna y abortos. Diario La Nación . Bs. As. 17/ X/ 2002
5. RODRIGUEZ VARELA A, La persona por nacer. Edit. Educa. Bs. As. 1997
6. CLOWES B, The facts of life, Edit.HLI, Front Royal, Vi, USA. 1997
7. RAY CA, Para Padres. 7ma. Edición. Edit. Claretiana. Bs. As. 1993
8. RAY CA, Pediatría. Edit. El Ateneo. Bs.As. 1993
9. Simposio Internacional sobre el Valor de la Vida Humana. Hospital de
Clínicas.Universidad de Buenos Aires. IATRIA 2002. Bs.As.
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