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JUZGADO DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
PROCEDI M I ENTO ORDI NARIO 2212013-5
(RESPONSAB|
Lt
NO
3 DE SEVILLA
DAD PATRI MONIAL-AYU NTAMI ENTO. CME 3 I 3)
SENTENCIA NO 271114
En Sevilla , a 15 de septiembre de 2014, el Sr. Magistrado-Juez del Juzgado de
lo Contencioso-Administrativo núm. 3 de Sevilla, Don Rafael Tirado Márquez, ha visto
y examinado los autos referenciados del procedimiento ordinario 2212013, seguidos a
instancia de Don Manuel Puerto Rodríguez, representado y asistido por el Letrado
Don Ramón Jesús Jiménez Falcón, contra el Excmo. Ayuntamiento de Mairena del
Alcor (Sevilla), representado y asistido por el Letrado del Servicio Jurídico de la
Diputación Provincial de Sevilla Don Félix J. Montero Gómez, sobre la desestimación
presunta de la solicitud de indemnización de daños y perjuicios formulada en
expediente de responsabilidad patrimonial 1612011, ampliado al Decreto de la Alcaldía
53612013 de fecha 6 de junio de 2013 que desestima la reclamación formulada.
Cuantía fijada en 141.285,40 euros.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Por el Letrado Don Ramón Jesús Jiménez Falcón, se interpuso recurso
contencioso administrativo contra la desestimación presunta de la solicitud de
indemnización de daños y perjuicios formulada en expediente de responsabilidad
patrimonial 1612011, ampliado al Decreto de la Alcaldía 53612013 de fecha 6 de junio
de 2013 que desestima la reclamación formulada.
SEGUNDO.- Acordada la incoación de los presentes autos, se les dio el cauce del
procedimiento ordinario, por lo que se procedió a la reclamación del expediente
administrativo. En su escrito de demanda, el actor solicitó la anulación del acto objeto
del recurso y se declare su derecho al cobro de la indemnización solicitada e
1
intereses legales. La Administración demandada solicitó la desestimación de la
demanda por resultar ajustada a Derecho la resolución impugnada. Practicada la
prueba propuesta y evacuado el trámite de conclusiones se declaró el pleito concluso
para sentencia.
TERCERO.- En la sustanciación del presente procedimiento se han observado y
cumplido las prescripciones legales, salvo el plazo para dictar sentencia por el
elevado volumen de asuntos en trámite y señalamientos de este Juzgado.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.-
Es objeto del presente recurso
desestimación presunta
contencioso-administrativo
de la solicitud de indemnización de daños y
la
perjuicios
formulada en expediente de responsabilidad patrimonial 1612011, ampliado al Decreto
de la Alcaldía 53612013 de fecha 6 de junio de 2013 que desestima la reclamación
formulada, reclamando el actor la cantidad de 141.285,40 euros, más los intereses
procedentes desde la fecha en que ocurrió el suceso, 18 de agosto de2011.
Se fundamenta su reclamación en los siguientes hechos, conforme se relatan
en la demanda: Que el día 18 de agosto de2011 el actor iba caminando por una de
las aceras de la calle Gandul, de la localidad de Mairena del Alcor, cuando a la altura
del número 92 y debido al irregular estado de una de las losetas del acerado, que
sobresalía respecto al resto, tropezó y cayó al suelo, sufriendo, entre otras, lesiones
en el miembro superior derecho (fractura múltiple). Trasladado al Hospital Virgen de
Valme de Sevilla se le diagnosticó de fractura en tres fragmentos de la cabeza
humeral del hombro derecho. Estuvo impedido para sus ocupaciones habituales
desde el 18-8-2011 hasta el alta extendida el 30-4-2012,257 días. . No hubo días no
impeditivos pues el enfermo estuvo impedido, se mantuvo y continúa impedido Por
días de baja impeditivos se reclaman se reclaman 14.546,20 euros. Como secuelas
le restan: Abolición (anquilosis) prácticamente total de la movilidad del hombro en
posición funcional (20 puntos); Limitación de la movilidad de la muñeca en supinación
en 90o (3 puntos): parestesia del nervio mediano (3 puntos). En total 26 puntos, se
reclaman 29.904,42 euros. Se reclama también por lesiones permanentes que
constituyen una incapacidad absoluta para la ocupación o actividad habitual de la
víctima (incluso si éste tiene la condición de jubilado, 63 años de edad), reclamando
96.834,78 euros.
el Excmo. Ayuntamiento de Mairena del Alcor (Sevilla) se pone de
manifiesto que el acarado, salvo esa baldosa levantada, se encuentra en perfecto
Por
estado de conservación, conforme al Dictamen del Consejo Consultivo. Existen
desperfectos de la vía pública que por ser menores y por ser buen el estado general
2
de conservación, deben ser soportados por los ciudadanos. También se exige del
ciudadano una diligencia y unos deberes mínimos de cuidado. En conclusión, el
desnivel denunciado no constituye un obstáculo que, con una simple y mínima
precaución, no pudiera y debiera ser evitado por quien deambula por la vía pública.
En cuanto a la cantidad reclamada, mientras que la indemnización reclamada en
concepto de días de baja impeditivos y secuelas, por un importe de 44.450,62 euros,
tiene el respaldo de un informe médico aportado por el actor (folios 41 a 44 del
expediente administrativo), la enorme indemnización, ascendente a 96.834,78 euros,
que también reclama el demandante en concepto de una supuesta incapacidad
permanente absoluta, acrece de dicho respaldo y de acreditación alguna, de modo
que no puede admitirse la existencia de secuelas "que inhabiliten al incapacitado para
la realización de cualquier ocupación o actividad, como exige la Resolución de
2411112 de la Dirección General de Seguros y Fondo de Pensiones para que quepa
apreciar la existencia de una incapacidad permanente absoluta.
SEGUNDO.- Pues bien, planteado así el debate, deberemos recordar que el tema
se encuentra regulado en los artículos 139 y siguientes de la Ley de Régimen
Jurídico de las Administraciones Públicas y procedimiento administrativo Común, así
como en el Reglamento de los Procedimientos en materia de Responsabilidad
patrimonial, aprobado por Real Decreto 429193, de 26 de marzo, disposiciones a
que debe entenderse referida la remisión contenida en el artículo 54 de la Ley de
Bases de Régimen Local. Esta modalidad de Responsabilidad, configurada como un
tipo de responsabilidad objetiva y directa de la Administración, según reiterada
doctrina y jurisprudencia, exige los siguientes presupuestos:
a) La efectiva realidad del daño y
perjuicio, evaluable económicamente
individualizado, en relación a una persona o grupo de personas.
b) Que el daño o lesión patrimonial sufrido por el reclamante sea consecuencia del
funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos en una relación de
causa a efecto, sin intervención de elementos extraños que pudieran influir,
alterándolo, el nexo causal.
c) Ausencia de fuerza mayor
d) Que el reclamante no tenga el deber jurídico de soportar el daño cabalmente
por su propia conducta (STS 13-7-1995).
Por tanto, la reclamación de los perjudicados se formulará, en todo caso,
conforme al procedimiento establecido en la legislación aplicable a cada supuesto; es
decir conforme a la Ley 3011992, de26 de noviembre y conforme al R.D.429l1993, de
26 de marzo, que
aprueba
el
Reglamento
de los
Procedimientos
de las
Administraciones Públicas en materia de Responsabilidad Patrimonial. En la esfera de
las administraciones locales, sin perjuicio de la directa aplicación de las normas
3
antedichas, el art. 54 de la Ley 711985, de 2 de abril de Bases de Régimen Local
establece que "Las entidades locales responderán directamente de los daños y
perjuicios causados a los particulares en sus bienes y derechos como consecuencia
del funcionamiento de los servicios públicos o de la actuación de sus autoridades,
funcionarios o agentes, en los términos establecidos en la legislación general sobre
responsabilidad administrativa" y en línea con esto, el art. 223 del RD 2568/86, de 28
de noviembre que aprueba el Reglamento de organización, funcionamiento y régimen
jurídico de las Entidades Locales dispone que "Las entidades locales responderán
directamente de los daños y perjuicios causados a los particulares en sus bienes y
derechos como consecuencia del funcionamiento de los servicios públicos o de la
actuación, en ejercicio de sus cargos, de sus autoridades, funcionarios o agentes, en
los términos
establecidos
en la
legislación general sobre responsabilidad
administrativa".
Como antes se dijo, se está ante una reclamación de responsabilidad
patrimonial y que, como se lee en la STS de 25 junio 2002 (EDJ 2002126344), un
examen sucinto de los elementos constitutivos de la responsabilidad patrimonial de la
Administración, permite concretarlos del siguiente modo: a) El primero de los
elementos es la lesión patrimonial equivalente a daño o perjuicio en la doble
modalidad de lucro cesante o daño emergente. b) En segundo lugar, la lesión se
define como daño ilegítimo. c) El vínculo entre la lesión y el agente que la produce, es
decir, entre el acto dañoso y la Administración, implica una actuación del poder
público en uso de potestades públicas. d) Finalmente, la lesión ha de ser real y
efectiva, nunca potencial o futura, pues el perjuicio tiene naturaleza exclusiva con
posibilidad de ser cifrado en dinero y compensado de manera individualizable,
debiéndose dar el necesario nexo causal entre la acción producida y el resultado
dañoso ocasionado.
Finalmente, además de estos requisitos, es de tener en cuenta que la Sala
Tercera del Tribunal Supremo ha declarado reiteradamente (así en SSTS de 14 mayo
EDJ 199414356,4 junio EDJ 199415117 ,2julio EDJ 199415780,27 septiembre EDJ
199418544,7 noviembre EDJ 1994110115y 19 noviembre 1994 EDJ 1994110114,11
EDJ 1995/1465 ,25 EDJ 199513027 y 28 febrero EDJ 1995/660 y 1 abril de 1995 EDJ
199512523 ) que la responsabilidad patrimonial de la Administración, contemplada por
los artículos 106.2 de la Constitución, 121 y 122 de la Ley de Expropiación Forzosa,
se configura como una responsabilidad objetiva o por el resultado en la que es
indiferente que la actuación administrativa haya sido normal o anormal, bastando para
declararla que como consecuencia directa de aquélla, se haya producido un daño
efectivo, eva uable económicamente e ind ivid ualizado.
I
Respecto de la doctrina jurisprudencial, se ha de señalar que los criterios del
Tribunal Supremo han evolucionado desde diversas resoluciones como recoge la
sentencia del Tribunal Supremo de unificación de doctrina de la Sala 3", Sección 64,
de 13-9-2002, (recurso 319212001 EDJ2002135965), criterio este que no se altera en
lo sustancial en la sentencia del mismo alto Tribunal, Sala y Sección, de 20-9-2004 y
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otras en las que se recoge en definitiva este criterio, en el sentido de precisar que el
carácter objetivo de la responsabilidad patrimonial de las Administraciones públicas,
que se configura como una responsabilidad sin culpa y en suma como una
responsabilidad sin causa, no lleva sin embargo a que el mero dato de la que lesión
patrimonial se produzca en el entorno de los servicios públicos, o por extensión en las
instalaciones o establecimientos públicos, sea por sí determinante de la existencia de
dicha responsabilidad patrimonial, pues para que ello ocurra es necesario que sea la
propia actividad servicial o los propios elementos de las instalaciones públicas los
determinantes de la lesión, en tanto en cuanto éstos servicios se presten, o se
encuentren estas instalaciones, por debajo de los estándares sociales razonables y
adecuados a sus características y finalidades propias, como se recoge, en sentencias
del Tribunal Supremo de: Sala 34, Sección 6", de 17-5-2001 (recurso 770912000) EDJ
2001132887;Sala 3", Sección 6", de 9-4-2002 (recurso 6338/1998) EDJ 200219777
Sala 3", Sección 3a, de 20-6-2003 (recurso 1007711998) EDJ 2003/50084 ; Sala 3",
Sección 4a, de 9-7-2003 (recurso 19212000) EDJ 2003/80808 ; Sala 34, Sección 64, de
30-9-2003, (recurso 73211999) EDJ 20031147170; Sala 3", Sección 6", de 20-12-2004
(recurso 3999/2001); Sala 3", Sección 6a, de 12-1-2005 (recurso 671812000) EDJ
200512205; Sala 3", Sección 6", de 14-3-2005 (recurso 810712000) EDJ 2005147084.
;
TERCERO.- Dentro de un proceso judicial, debemos partir de la doctrina que
considera que a las partes corresponde la iniciativa de la prueba, rigiendo el principio
civil de que el que afirma es el que debe probar los hechos, de acuerdo con el artículo
217 de la Ley 112000, de 7 de Enero, de Enjuiciamiento Civil, que establece que
incumbe al actor la carga de probar la certeza de los hechos de los que se desprenda
el efecto jurídico correspondiente a las pretensiones de la demanda, y al demandado
la carga de probar los hechos extintivos o impeditivos de las pretensiones deducidas
en la demanda, de tal forma que sobre el demandante recae la carga de probar los
hechos en los que fundamenta su demanda.
La prueba del nexo causal constituye la clave del sistema de responsabilidad
administrativa, y como principio general corresponde al recurrente. La determinación
o apreciación de la suficiencia de la prueba ha de basarse en los hechos declarados
probados, a los que llegamos tras la prueba documental contenida en el expediente
y la practicada en este proceso.
En este caso, consideramos que han resultado acreditados, esencialmente y
con las matizaciones que se harán, los hechos en la forma que expone el recurrente
en cuanto al día y lugar de la caída, así como la causa del mismo. Así, la prueba
testifical obrante en el expediente administrativo y la practicada en este
procedimiento (folios n y 2\ de Doña Patrocinio Rodríguez Navarro y D. Carlos
Manuel Joyera Lopez, testigos presenciales del momento de la caída, ponen de la
manifiesto como la caída se produce como consecuencia del mal estado del
acerado, "aunque a los pocos dias operarios del ayuntamiento lo arreglaron", según
5
señala Doña Patrocinio, que en vÍa administrativa señaló que el recurrente "se
disponía a cruzar", aunque tal circunstancia no ha quedado ratificada en su
declaración a presencia judicial, al señalar que lo vio caminando por la acera,
tropezó y se cayó, creyendo que cayó "en la loza", en la acera, reconociendo el
lugar como el que consta en las fotografías del Acta Notarial (folios 27 a 32 y
acompañado junto a la demanda el original). La testigo vive en el no 79, frente al
número 92, donde se produce la caída. La acera estaba levantada, antes del
contenedor, llevando así veinte años, viendo tropezar al recurrente. Por su parte, el
testigo D. Carlos Manuel, aclara que la caída fue en el acerado de la calle, "existía
una loza levantada en la calle, con una entidad suficiente para provocar la caída",
auxiliando al recurrente, que se dolía del hombro, llevándolo al Centro de Salud.
Las fotografías que obran en el Acta Notarial de Presencia (folios 27 a 3 y 31
y acompañada junto a la demanda) revelan que una baldosa se hallaba levantada,
como señala el informe de la Policía Local (folio 17) de 20 de octubre de 201 1, que
afirma: "Que a la altura del número 92 no existe anomalía, si bien a la altura del
número 90 existe un pequeño hundimiento en el acerado...Que pudiera existir
relación entre la caída y el hundimiento del acerado". En el Acta Notarial de 19 de
agosto de 2011, un día después de la caída, constan cuatro fotografías donde se
aprecia una baldosa del acerado levantada y sobresaliente unos tres centímetros
aproximadamente desde el nivel o ras del acerado, justo en una esquina de
prolongación de dicho acerado hacia la calzada, donde finalmente existe un árbol,
estando al lado de la prolongación, dispuestos varios contenedores.
En el informe del Arquitecto Técnico de la Gerencia Municipal de Urbanismo
(folio 19), de fecha 21 de octubre de2011, se expresa que se trata de un acerado
solado con baldosas de terrazo de relieve de color gris, la habitual colocada por el
Ayuntamiento, si bien no aprecia desperfectos en la misma, "no pudiendo precisar el
esfado en que se encontraba en el día de la fecha indicada en el siniestro".
Si observamos las fotografías del Acta Notarial de Presencia
podemos
comprobar como el ancho de la acera no llega a ser superior a la anchura de dos
losetas del mismo tamaño que la levantada, ya que se ha excluir del ancho el que
se halla ocupado por unos alcorques junto a la pared. Esto significa que el ancho de
la acera, por donde se halla la loseta levantada, contando dos losetas de ancho y
uno más de aquella, no podría llegar a metro y medio, suponiendo que las losetas
pudieran se de entre 40-50 centímetros, entre 80-100 centímetros sin contar el
tramo de la levantada, lo que significa que no era ancha.
No obstante, sí ha de significarse que era la única loseta levantada de todo el
acerado y que el hecho se produce a plena luz de un día de verano, ya que el
ingreso en el Hospital de Valme se produce a las 14:08 horas del día 18 de agosto
de 2011 (folios 4 y 6), lo que evidencia que con una cierta diligencia y precaución
por parte del viandante podría haberse percatado de que la misma estaba
levantada, además de hallarse justo en el vértice de la prolongación de la acera
6
hacia la calzada, no en el centro de acerado, lo que va a tener incidencia en orden
la apreciación de concurrencia de culpas'
a
Como consecuencia de lo expuesto, entendemos que se acredita la relación
de causalidad entre el mal funcionamiento del servicio público y el resultado lesivo
aunque también se deduce de las fotografías, lugar de la loseta y hora de caída,
que ia el perjudicado pudo, al menos, percatarse de la irregularidad o que la loseta
se hallaba levantada, encontrándose en un vértice del acerado, no en el normal
lugar de paso, que es el centro, sino a un lado, en la prolongación del acerado hacia
la- calzaida, junto a unos contenedores, debiendo tenerse en cuenta las
circunstanciasde luminosidad, que era mediodía del día 18 de agosto de 2011, es
decir, de día, auque con un acerado de la anchura antes expresada, no muy ancho
(un metro aproximadamente), pero no debe olvidarse el mal estado de la acera,
òonstituyendo un evidente peligro para los viandantes, máxime cuando hablamos de
una acera por donde se ha de esperar que transiten los peatones.
accidente se produce como consecuencia de la actuación de la
Administración Local demandada, la cual no mantuvo la vía donde ocurrió el
siniestro en buen estado, con la finalidad de evitar accidentes a los peatones,
puesto que al hallarse al menos una baldosa levantada, por un lugar en el que
El
deambulan las personas, demuestra un defectuoso funcionamiento de los servicios
públicos, ya que, el acerado y la calzada deben mantenerse siempre en condiciones
de seguriáaO, debiendo reponer, si fuera necesario las baldosas u otros elementos
del acérado, a fin de evitar un riesgo grave para el conjunto de los ciudadanos.
La lesión sufrida por el actor es atribuible al funcionamiento del servicio
público, puesto que el demandante no tiene por qué soportar un daño que se
produce como consecuencia del deficiente estado que presentaba la vía, por un
iugrr donde los vecinos tienen que pasar, sjendo imputable a la actividad
dãsarrollada por la Corporación Local en la calle donde ocurrió el siniestro, esto es,
dentro de la esfera de actuación del Ayuntamiento, pues la lesión se produjo como
consecuencia del funcionamiento del servicio público, que en el caso es el de las
vías públicas, materia encomendada a los Ayuntamientos por el artículo 25'2 d) de
la Ley 7/85 de 2 de abril, Bases de Régimen Local'
elemento de la defectuosa vigilancia ejercida por los servicios
municipales sobre el estado de la acera y su conservación, de su competencia,
que hace
tambián se aprecia un cierto descuido o falta de diligencia del recurrente,
que deba räd"r"rr" la cuantía de la indemnización, por su participación en el
evento lesivo, en la forma que se dirá.
Junto
al
(Sev) Sala de lo ContenciosoAngel;
Administrativo, sec. 2^, de fecha 2}-2-2OOB (rec.2012006. Pte: Salas Gallego,
EDJ 2008/96028), señala que:
La Sentencia de TSJ de Andalucía
7
"Así pues, el carácter objetivo de la responsabilidad impone que la prueba de
la concurrencia de acontecimientos de fuerza mayor o circunstancias demostrativas
de la existencia de dolo o negligencia de la víctima, suficiente para considerar roto el
nexo de causalidad, corresponde a la Administración, pues no sería objetiva aquella
responsabilidad que exigiese demostrar que la Administración que causó el daño
procedió con negligencia, ni aquélla cuyo reconocimiento estuviese condicionado a
probar que quien padeció el perjuicio actuó con prudencia... "
La Sentencia del TSJ Andalucía (Sev) Sala de lo ContenciosoAdministrativo, sec. 2^, de fecha 19-4-2007 (rec. 712007. Pte: Santos Gómez, José,
EDJ 2007 1281 833), recuerda:
"CUARTO.- La concurrencia de culpas como figura jurídica moderadora del
"quantum" indemnizatorio es asumida pacíficamente por la doctrina y la
jurisprudencia, pues como señala la sentencia de 14 de octubre de 2004 (EDJ
20041174279), "la jurisprudencia ciertamente ha venido refiriéndose de modo
general al carácter directo, inmediato y exclusivo para particularizar el nexo causal
entre la actividad administrativa y el daño o lesión que debe de concurrir para que
pueda apreciarse responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas, mas
no queda excluido que la expresada relación causal -especialmente en los
supuestos de responsabilidad por funcionamiento anormal de los servicios públicos,
como hemos declarado en Sentencia de 18 de julio de 2002 (EDJ 2002129129) pueda aparecer bajo formas mediatas, indirectas y concurrentes, circunstancia que
puede dar lugar o no a una moderación de la responsabilidad (Sentencias de I de
enero de 1967 ,27 de mayo de 1984, 1 1 de abril de 1986 EDJ 198612468, 22 de julio
de 1988, 25 de enero de 1997 EDJ 19971692 y 26 de abril de 1997 EDJ 199714997,
entre otras), y que, entre las diversas concepciones con arreglo a las cuales la
causalidad puede concebirse, se imponen, en materia de responsabilidad
patrimonial de la Administración, aquéllas que explican el daño por la concurrencia
objetiva de factores cuya inexistencia, en hipótesis, hubiera evitado aquél
(Sentencia de25 de enero de 1997) por lo que no son admisibles, en consecuencia,
concepciones restrictivas que irían en contra del carácter objetivo de la
responsabilidad patrimonial de las Administraciones públicas (Sentencia de 5 de
junio de 1996 ). Si bien la concurrencia de culpas y en especial la culpa de la
víctima, ya se ha dicho, que se asume por la jurisprudencia, no cabe duda, que con
arreglo a las normas generales de apreciación de los hechos; la indicada conducta
ha de ser probada. Así lo entiende el Tribunal Supremo en sentencia de 26 de abril
de 1997, cuando expresa: De los transcritos precedentes se deduce la absoluta
inconsistencia del segundo motivo de impugnación de la sentencia apelada,
esgrimido por el Letrado de la Administración demandada y apelante, pues si bien la
jurisprudencia se ha referido, en ocasiones, al carácter inmediato, directo y
exclusivo de la relación de causalidad, no obstante, como hemos aclarado en
nuestra sentencia de 25 de enero de 1997, aquella relación puede aparecer bajo
formas mediatas, indirectas o concurrentes siempre que pueda colegirse la
existencia de un nexo de causalidad entre el funcionamiento del servicio público y el
I
daño producido, como sucede en este caso, ya que, además, la prueba de la culpa
de la víctima pesa sobre la Administración que la esgrime, según dijimos en nuestra
Sentencia de 25 de octubre de 1996 (EDJ 1 99617052)...' .
En este caso, se acredita la concurrencia de culpas, no culpa exclusiva de la
víctima, por los datos ya expuestos, visibilidad y lugar de la loseta levantada,
aunque el nexo causal es claro entre la existencia de tal irregularidad o defecto que
estimamos apreciable y el evento lesivo.
Como señala la sentencia del TSJ de Andalucía (sede Granada) Sala de lo
Contencioso-Administrativo, sec. 1^, de fecha 31-3-2014 (no 88812014, rec.
130112010; Pte: Oliva Vázquez, Antonio Manuel de la) en un caso muy similar al
enjuiciado:
"Existe, en efecto, un acta notarial levantada un mes después que incorpora una
fotografía en la que, no con claridad, se puede percibir una loseta con un cierto
desnivel, que el fedatario público estima en dos centímetros. Un testigo afirmó que
las losetas se movían. Un lnforme de la Policía Local, fechado más de dos años
después, da cuenta de que no se tuvo conocimiento del accidente y que observa
una losa hundida en una de sus esquinas no más de 1 cm. Puede tenerse por
acreditado la existencia de una baldosa suelta, que presentaba un cierto
desnivel, sin que pueda afirmarse que suponga un riesgo patente y evidente
para los viandantes, que no pueden tener un deambular, carente de una
mínima atención o cuidado. Examinando las circunstancias concurrenfes, /as
pruebas practicadas y la entidad del despertecto en Ia vía, que no puede
calificarse de importante, ni tampoco intrascendente o de entidad mínima, se
Ilega a la conclusion de que no se puede fundamentar la unica concurrencia
de culpa de la víctima en el devenir del accidente, aunque algo puedo influir, si
se atiende al dato de que la zona no carecía de ilumínacion.
Por ello, la Sala llega a la conclusión de que concurrieron dos concausas en la
produccíon del accidente: la forma en que esúaba colocada la baldosa, gue se
movía y levantaba (lo gue es imputable al ente local, que debe velar por la
seguridad de los viandantes en la vía pública, ex art. 25 LRBRL), y la forma
despreocupaba en que deambulaba la recurrente; razón que justifica apreciar
una concurrencia de culpas en la causación del accidente en cuestión, que
exige graduar Ia indemnizacion instada, para reconocer a la recurrente tan
solo el 50% del "quantum" indemnizatorio solicitado, procediendo la estimación
parcial de recurso de tal sentido".
CUARTO.- Queda por fijar la cuantía de la indemnización, y sobre este particular
hay que partir de la premisa de que las bases que fija el Anexo del Real Decreto
Legislativo 812004, de 29 de octubre, se refieren a las indemnizaciones que derivan
de los accidentes de circulación y que el Tribunal Supremo tiene declarado que no
tienen más que un valor orientativo, pero este Juzgado viene utilizándolas con
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regularidad dado que introduce criterios muy objetivos en orden a la fijación de la
indemnización.
Procede actualizar las cantidades a la fecha de la presente Sentencia
utilizando el baremo vigente aprobado por Resolución de 5 de marzo de 2014 de la
Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (BOE de 15 de marzo de
2014).
Debemos tener en cuenta el informe pericial aportado por el recurrente, del
Dr. D. José Maria Lopez Puerta (folios 41 a 44), del que se desprende que D.
Manuel Puerto Rodríguez (nacido e|2111111948,62 años a la fecha del accidente),
sufrió "fractura de tres fragmentos, según clasificación de Neer de la cabeza
humeral del hombro derecho", del que se concluye, con aplicación del Baremo, lo
siguiente:
.
Días impeditivos,257 días (desde el 1810812011 al 3010412012), a razón de
58,41 euros/día impeditivo, 15.01 1 ,37 euros.
. Secuelas consistentes en: Abolición prácticamente total de la movilidad del
hombro en posición funcional; limitación de la movilidad de la muñeca en la
supinación en 90o; parestesia del nervio mediano. "6 puntos, a razon de 1.187,07
euros/punto, 30.863,82 euros.
Suman ambas cantidades (s.e.u.o) 45.875,19 euros
Por lo que se refiere a la incapacidad permanente absoluta que también se
reclama (96.834,78 euros) no podemos darla por acreditada por varias razones. En
primer lugar, en el informe pericial nada se dice sobre la misma, aclarando en el
acto de la vista el perito que se trata de una incapacidad severa por lo del brazo, no
siendo una incapacidad para cualquier profesión o actividad, aunque sí para
actividades ordinarias de la vida. Además, estimamos que la propia funcionalidad
del brazo ya ha sido valorada en el mismo informe aportado dentro de las secuelas,
como anquilosis, abolición prácticamente total de la movilidad del hombro en
posición funcional.
Aplicando un 50% del quantum indemnizatorio por virtud de la concurrencia
de culpas apreciada, suponen (s.e.u.o) 22.937,59 euros.
Atendiendo a que las cantidades fijadas en concepto de indemnización están
actualizadas a la fecha de esta sentencia, es patente que, no procede establecer
cantidad alguna en concepto de intereses de demora, conforme a lo establecido en
el artículo 141 .3 de de la Ley 30Í992 (LRJAP y PAC).
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No procede al abono de otro tipo de interés, salvo el previsto en el artículo
106.2 de la LJCA, desde la notificación de la sentencia, ya que como se ha expuesto
se trata de una cantidad actualizada a este momento.
En
consecuencia, procede
la
estimación parcial
del
presente
recurso
contencioso administrativo.
QUINTO.- No procede hacer expresa imposición de las costas
proceder la estimación parcial de la demanda.
- art. 139 LJCA - al
FALLO
Que debo estimar y estimo parcialmente el recurso contencioso-
administrativo promovido por Don Manuel Puerto Rodríguez, representado y asistido
por el Letrado Don Ramón Jesús Jiménez Falcón, contra el Excmo. Ayuntamiento
de Mairena del Alcor (Sevilla sobre la desestimación presunta de la solicitud de
indemnización de daños y perjuicios formulada en expediente de responsabilidad
patrimonial 1612011, ampliado al Decreto de la Alcaldía 53612013 de fecha 6 de
junio de 2013 que desestima la reclamación formulada, que se anula por no resultar
ajustada a Derecho, declarando el derecho del actora a ser indemnizado por el
citado Ayuntamiento en la cantidad de 22.937,59 euros, e interés legal de dicha
cantidad computado desde la notificación de la presente sentencia, conforme al
artículo 106.2 de la LJCA. Sin costas.
Notifíquese con la indicación de que esta sentencia no es firme pudiendo
interponerse recurso de apelación en este Juzgado en el plazo de quince días para
ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJA con sede en Sevilla.
Así por esta mi sentencia, de la que se llevará certificación a los autos
principales, lo pronuncio, mando y firmo.
PUBLICACIÓN. teída y publicada que fue la anterior sentencia por el lllmo JuezMagistrado que la dictó, estando celebrando audiencia pública en el día de la
fecha. Doy fe.
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