UGT gana una sentencia a favor de un becario tras varias

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UGT gana una sentencia a favor de un becario tras varias
contrataciones consecutivas por obra y servicio determinado con
cargo a un proyecto de investigación.
La Universidad Autónoma tendrá que readmitir o indemnizar a
un investigador que encadenó cinco contratos durante los cuatro años
que duró el proyecto en el que trabajaba. Una sentencia de la Sala de
lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Madrid declara que su
despido fue improcedente.
La investigación de la Autónoma financiada por la Comunidad
de Madrid disponía de un plazo de años renovables otros dos más
entre 2006 y 2009. Durante ese tiempo, el investigador firmó cinco
contratos diferentes de entre seis y 12 meses con un sueldo mensual
de 1.970 euros. La sentencia obliga ahora a la Autónoma a que lo
contrate de forma indefinida o le pague una indemnización de 10.491
euros más los sueldos que no ha cobrado desde que le despidieron
hasta la publicación del fallo del tribunal.
Los contratos del científico suponen un "fraude de ley", según
el TSJM. La universidad debió "realizar una contratación que se
acogiera a esa temporalidad [dos años prorrogables otros dos] y no a
un total de cinco contrataciones con idéntica obra y servicio
determinado". La Autónoma argumentó que el cambio de contratos
correspondía a varios proyectos, pero el tribunal entiende que no es
así porque los realizaba en el mismo puesto del mismo laboratorio,
con igual categoría profesional y tareas idénticas. La sentencia se
basa en el artículo 15.5 del Estatuto de los Trabajadores que
establece que una empresa debe asumir a un trabajador si se
producen más de dos contratos temporales durante un plazo superior
a 24 meses en un periodo de 30 meses.
UGT considera la sentencia "un claro avance contra la
precarización de jóvenes investigadores que pese a su currículo de
alta especialización mantienen su condición de becarios durante
muchos años para mantener su vocación investigadora", según una
nota del sindicato. "Las instituciones no deben encadenar contratos
precarios para amedrentar a sus investigadores", añade Juan Antonio
Gil, abogado de UGT.
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