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MURCIA 14 DE N O V I E M B R E D B 1902
ANUNCIOS i. PREC'KkS ECONÓMICOS
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P3ECI0S OE SUáCRIPCION
En Mnroia, un mes
peuetas 1
Faera, trimestre
»
3
NO 8B OKvoELVB» LOS o&iamxum
El otro, que no trataba de evitar nin- ^Descubierto, alentado y protegido por
guna dase de responsBbilidades, prefi- un aficionado muy rico, el hijo malo
rió pmplear de un modo distinto su ac- marchaba rápidamente ^or el camino
tividad. Sus aficiones le arrastraban al de la fortuna y do la gloria.
estudio de la pintura. En vano sus paPero sus padres habían muerto, sin
dres le manifestaron que aquello era un sospechar jamás el maravilloso cambio
capricho pas.ijero, y que se hacía ilusio- que en su hijo s6 había de operar con el
nes eiigañosaa acerca del porvenir.
tiempo.
De ayer i hoy, el aspecto fle l& criEl hijo malo no quería que nadie se ' Dejaron da existir, teniéndole siemsis ha variado completameute. Ya el
ocupase en labrar su felicidad. Para pre por un hombre incapaz de sacraello era condición iadiapangable que se mentos.
señor Romero Robledo no presta su
respetase su vocación. Y, fuesen las que
E. Osmont.
concurso para la formación del nuevo
fuesen las dificultades que se le presen~— .Tt-i.rr-afr-f^l^ll^-mMh-irir-tasen, prefería arrostrarlas á renunciar
gabinete. El que ayer parecía aliado,
á su ideal.
amigo, casi correligionario, es hoy un
El hijo bueno llevaba una vida en exenemigo iracundo, apasionado.
tremo regular y metódica. Diariamente
partía á la misma hora para su oficina.
El Sr. Sa gasta manifestóle en la
Al llegar á su despacho se sentaba con
entrevista que ambos prohombres ceel mismo monótono movimiento,, y colebraron ayer tarde, que no era posible
Fosco, impasible, fiero;
menzaba á esparar pacíficamente la hora de s.TÜda.
como inhumano déspota, implacable,
acceder á que ocupara la' cartera de
Durante él curso de aquella vida neu- como esbirro cruel, desapiadado,
Grobernación, por oponerse á ello la
tra, logró disfrutar de lo que pudiera lla- atormenta el invierno á los humildes...
opinión del partido liberal: y como el
marse^ una felicidad perfecta. Y hasta
llegó á interesarse por una serie de pedilema de Romero era dicha cartera ó
A los humildes!... Vedíos
queños detalles que le proporcionaron
temblar acobardados
dos de las otras, yá ninguna de amua placar no sospechado al ingresar en
en los umbrales fríos
bas cosas se accedía, quedaron termila carrera administrativa. No había día
de la morada rica
en que no arrancara oon verdadera denadas las negociaciones y puede delicia la hoja del calendario. Antes de ti- que el invierno servil jamás traspone...
cirse que rotas las hostilidades.
rarle al suelo leíael contenido del dorso
¡Vedlos vagar errantes
El Sr. Romero Robledo, ha juzgado
y luego se permitía echar una mirada á de hueco en hueco por la helada sombra,
la página siguiente.
en términos muy vivos, en el salón de
silenciosos y tristes,
Esto ejercicio le proporcionó infinidad
Conferencias del Congreso, la concomo almas condenadas
de conooimientos de indiscutible utili
ducta que con él han seguido el señor
dad: los aniversarios históricos, las fa- por al cierzo inclemente combatidas!...
ses de la luna, número de dias transcuSagasta y los prohombres del partido
Gime la madra en el portal en vano;
rridos desde el comienzo del año y de
libera!.
los que faltaban hasta el 31 de Diciem- trata de cobijar á sus hijuelos
Fracasadas las negociaciones para
bre, las fiestas religiosas y el nombre y
que tiritan de frió...
las señas del impresor.
un|gabinete coa el concurso personal
Vacila y cae de bruces
Su sitio sa distinguía por una colecdel Sr. Romero Robledo, se ha vuelto á
el anciano sin fuerzas
ción
de
reglas,
da
portaplumas,
de
lápihablar de UQ gabiaete liberal homogé- í
que sin calor de nadie,
ces y de gomas, alineados segúu su tamaño, con un corrección absoluta.
neo, del cual formaría parte, ocupando
¡siente desamparado
Indudablemente se habí aficionado
la cartera de Hacienda, el Sr. López
penetrar en sus huesos
de un modo especial á los objetos da esel frió de la muerte!...
Puigtarver.
critorio.
Dando
fia al trabajo con el dia,
Conocía hasto diecisiete maneras de
No falta quien afirma, que también
cortar
lápices,
y
hacía
mil
combinaciosin
fuerzas, extenuado,
este intento ha fracasado y que en su
nes ingeniosas para convertir un perió
fustigado
el
obrero miserable
vista no sería difícil que el Sr. Sagasdico sn varios objetos de aspecto decopor
el
frió
del
cielo y de los hombres,
rativ', p.ijaritas, barquillos, saleros,
ta declinara hoy mismo ante el monardesesperado
marcha
abanicos y acordeones. Sus uñas se perca el encargo que este le confiara,
filaban en puntas maravillosas.
sin que alumbre su paso ni una estrella...
abriéndose paso de este modo el adveLos padres estaban encantados ante ¡les señala su rumbo el negro caos
aquella vida tan ordenada, ^ a la mesa
nimiento de una situación conservade la noche fatídica!
hfioían á su hijo muchas preguntas acerdora.
ca da su trabajo y de su jefe, y á fin de
De muy deplorable efecto habría de
mes sa regocijaban ante la idea del dinero qde ei hijo ^había ganado oon el suser solución tal para la opinión liberal
Se diría que tiemblan los hogares
dor de su rostro.
del país, pero nadie podría acusar al
de los desheredados
Así es que ei padre decía con frecuenPlácida. S a j e r &Q l i a r r a .
Sr. Sagasta de no haber hecho todo lo
al aliento glacial estremecidos..,
cia, lleno de orgullo:
-^«4a»-««»>-wai>««
-¡Esa muchacho hace honor ala fa- Pueden temblar á f é,que está á sus puertas
posible por evitarlo.
milia!
oon todos sus tormentos,
UM CüiHTO D!AR!0
Desde un ministerio de amplia conY la madre añadía:
¡el verdugo implacable de los pobres!
centración, con el concurso del Duque
~iEst)y segura de que hará una gran
Vicente Medina.
carrera!
í
de Tetuán y el general López DomínEi
hijo
malo
llevaba
una
vida
en
ex•
guez, hasta un ministerio liberal hotremí desarreglada. Como no tenía
mogéneo, todo lo ha intentado el ilusninguna obligación que le llamara fuera
de casa, solía quedarse en ella por espatre jefe del partido liberal, y á tocia de mucho tiempo. Muellemente tendas las puertas ha llamado con patriódido en un sofá, tomaba notas acerca de
ticos requerimientos.
Había una vez dos hermanos: el bueno lo que habí! observado en la sociedad ó
Refiere la siguiente, el cronista de
Si fracasa, no será suyo el fracaso, y el malo. El primero era uno de esos leía excelentes libros, deseoso de utilique figuran entre los mejores zar con gran provecho su inteligencia. «La Varguardia» de Barcelona:
y sí de los que por falta de patriotis- imbéciles
alumnos de su clase. Sin ninguna idea Pero como no ofrecía la impresión maEl Sr. Don N. de N., un caballero de
mo, no se han prestado á secundar sus personal, é incapaz de reflexión, hacía terial de una actividad visible, sus pa- buena
casa, habitante en esta condal ciunobles propósitos, en bien de la España con indiferencia todo cuanto le manda- dres creían que pasaba el tiempo sin dad, se lesionó gravemente una tarde al
ban hacer y era en extremo aplicado. hacer nada.
apearse de un coche tranviario, y vióse
liberal.
Como carecía de imaginación, se había
Decían de él que no tenía el fuego sa- , obligado por ello á permanecer, prillenado
el
cerebro
de
fórmulas
hechas
i"®>ía(e»®>!!Esa!6si!«»»«"»»«»«"'«
grado propio de los hombres de proT«- ' mero, bastantes dias en cama, después,
que no siempre comprendía, pero que oho.
! muchas semanas en un sillón. Para maISISTaNTANEAS
en momentos dados le prestaban un
Cuando
durante
el
día
pensaban
en
su
' tar el fatigoso aburrimiento de su forgrandísimo servicio.
hijo, no podían imaginárselo iaolinado zada inmovilidad, y siguiendo los senSus padres estaban orgullosos de él y sobre una mesa trabajando. No hablan satos consejos de un amigo leal, se condecían.
logrado que se ocupara en algo, y se- sagró al coleccionismo de postales. Y de
—¡Es una criatura excelente!
mejante situación les tenía el alma llena : esta suerte, buscando direcciones en reEl segundo era la desesperación de de terribles angustias.
I vistas nacionales y extranjeras, y borroBUS profesores. Su inteligencia, siempre »• |A veces, para ver si abandonaba su neando tarjetas, se le fueron dulcemenSeñores, los que tengáis
despierta, no podía fijarse en los adoce- conducta y se corregía de un modo de- : te las horas sin experimentar ya más
una peseta de más
nados programas del colegio y había flnitivo, le citaban el buen ejemplo de el peso abrumador del tedio.
y queráis hacer cumplida
materias que le inspiraban una repug- su hermano.
i Una vez curado, se dedicó oon mayor
una obra de caridad,
nancia invencible. Otras le gustaban,
—¡Ya v,es—le decían—cómo sabe ga- afán, si cabe, á su afición, que fué topero las comentaba de tal modo que oar dinero!
yo os puedo decir de un pobre
mando vastas proporciones. N. de N.
desconcertaba con sus palabras á sus
que llora hace días ya
tuvo corresponsales en las cinco partes
Pero
el
hijo
malo
se
limitaba
á
son•
rutinarios maestros. Siempre soñador y reírse desdeñosamente.
del mundo, entre ellos un mandarín
una miseria imprevista
corriendo en pos de alguna quimera, no
auténtico; también en el Celeste ImpeEl
interés
de
su
vida
le
parecía
mil
•
por un incendio voraz.
hacía caso de las explicaciones que se veces más importante que la fortuna,
rio se cultiva la seba postal, y nuestro
|
No se trata de una fábrica
daban en clase, por cuyo motivo era
conciudadano experimentó una de iss
Quería
pertenecerso
á
sí
mismo
ó
no
;
castigado con frecuencia.
de un riquísimo industrial
nada, y las privaciones que se le im- j más inefables emociones de su vida al
Sus padres estaban disgustadísimos ser
ni se trata de un palacio
ponían no lograron aminorar sus entur- ' recibir una mañana una cartulina muy
Oon él y decían con amargura:
siasmos juveniles.
j bonita, fechada en Ning-Po y firmada
ni de almacén ni bazar;
—¡Demonio de muchacho! ¡Qué malo
Sus padres vertían en secreto abun- ' por un Li Pu-Ching, que le trataba mase trata de una barraca
es!
dantas
lágrimas.
| jestuosamente de «Aatro rutilante del
eon cuatro zarzos no más
Cuando los dos hermanos estuvieron
El padre repetía oon tristeza:
{ Occidente.» A N. deN. le gustó muchíen edad de elegir carrera, sus padres
simo eso de «Astro rutilante», que cosque el tio Pepe el de la grea,
—Ese
muchacho
es
un
haragán
que
no
trataron de hacerles ingresar en la Ad- sirve para nada. ¡Qué desdicha tan gran- quilleaba agradablemente su amor proproveedor de esta ciudad,
ministración pública.
de la de tener un hijo así!
| pio y le hizo concebir de sí mismo la
en el Cabezo de Torres
más lisonjera opinión.
El hermano bueno aceptó con entuY
la
madre
añadía:
i
tenia para habitar
siasmo la proposición, sin duda para
—¡Esa criatura nos hará morir de ' Nuestro coleccionista era al propio
siendo todo el mobiliario
evitarse el trabajo de meditar. Y como pena!
; tiempo, ó mejor dicho, es un grafólogo
temía la lucha por la existencia, se dejó
de su vasia propiedad
distinguido y convencido.
II
tentar por la perspectiva de una vida
Con lo cual, al placer de ver diariacuatro platos, una orza
tranquila, sin brillo, pero sin sufrimienmente
engrosar sus álbums, unía el de
Al
cabo
de
diez
años
el
hijo
bueno
y una cama; de este hogar
tos; sin grandes provechos, pero sin pe- ganaba trabajosamente tres mil francos estudiar las diferentes escrituras llegaardieron en un momento,
ligros de ningún género.
anuales.
das de Norte y Sur, Este y Oests. Ver-
DE ACTUALIDAD
LA CIuISIS
los chismes del industrial,
quedándose mi iio Pepe
sin lecho en que descansar,
sin casa donde albergarse
y hasta sin ropa y sin pan.
Gomo no hubo compañía
que quisiera asegurar
de incendios esta vivienda,
no hay sospecha por allá
de que el iio Pepe haya hecho
con intención cosa tal,
que lo deja en la miseria
implorando caridad.
Hay que reunirle unas cuantas
pesetas para enjugar
esas lágrimas del pobre
que hoy sin uaa casa está
donde poder refugiarse
y pasar la Navidad.
Que las persones piadosas
reúnan el mismo caudal
para hacerle una barraca
al vendedor popular
con una cama modesta
y ropa con que dará
abrigo á sus desnudeces
on este tiempo invernal.
Hay que hacerlo .sin reparo
por razón de caridad
y por razón de juaticia
que protege a! iadustri^!,
y si no fueran bistantes
los motivos que se daa
y qiiiorea ua faadamanto
donde poder apoyar
el donativo que aprecien
eso ña trasoendental
que e! iio Pepe ha realizado
desde inuoho tiempo acá:
él vende greda y la greda
Sé la destina á quitar
las manchas: por consiguiente
es una obra colosal
la del iio Pepe, quitando,
como había quitado ya
más manchas y auciodadas
á esta nuestra sociedad
que estrellas tienen ¡os cielos
y arenas tiene la mar.
Lo que preven.^o al que tenga
una peseta de más.
I lijo km j el lijft m o
Por caridad
..-j^r.uaj.yugO'.
ñ k los polres
m ih
dad que la inmensa mayoria.de las veces no tenía gran cosa que analizar,
dada la costumbre general, entre ooleooionistas, de no poner más que dirección, fecha y firma Pero tampoco faltan corresponsales, espeeialmentefentre
el sexo femenino, que gastan menos
concisión y experimentan la necesidad
de ser más amables y expresivas. Y
N. de N. so entretenía eü «penetrar» las
condiciones morales dé los desconocidos
coa quienes tenía entablada oomunicació», hilvanando en sus tiditítros una
serie de «retratos», según los datos que
iba sacando de sus respectivas caligrafías.
De estas fué interesándole progresivamente una, trazada por las blancas
manos de una corresponsal habitante
en Andalucía, muy asidua y activa en el
cambio.
De la forma de los rasgos alfabéticos
detenidamente examinados, sacó el barcelonés gran acopio de importantes datos; á las 20 ó 25 pístales' cambiadas,
había adquirido N. N. la íntima convioción de que la señorita X. reunía las si guientes oondioioaes:
Bondad.
Generosidad.
Firmeza de carácter.
Lealtad.
Orden y compostura.
Espíritu cultivado.
Optimismo.
Nervios equilibrados.
Genio alegre.
Honestidad y recato.
Tendencia al ahorro, sin tacañería.
Y alguna cosa más.
—Pues señor,—se dijo una noche N.
N., después de recibir tres postales de su
desconocida—esta mujer ha da ser una
perla., una verdadera perla, como pooas
veces se encuentra. ¿Pero ¿será fea ó
bonita?... ¿joven é madurita?... ¿Casada 6
soltera?... No, casada no es: de seguro
que no lo es; lo habría conocido ya. Las
casadas no tienen esas íes ni esas jotas
peculiares á las hembras en estado da
merecer. Por consiguiente, es soltera y
capaz de hacer la felicidad de un hombre quj sepa comprenderla. Y no sé...
pero me parece que un hombre oomo yo,
colecci ¡nista, grafólogo y buen muohacho, sabría comprender á una mujer de
relevantes prondas, cual lo es esa.
Para abreviar detalles, diré en pocas
palabras que picado nuestro hombre por
creciente curiosidad, se trasladó ua día
á Cádiz ó á Sovilia ó á IVlálaga, en fin, á
la ciudad en qurj habitaba su corresponsal. Sabiendo su nombre y su domicilio,
no le fué muy difloil desentrañar la incógnita que le preocupaba. Y oon íntima
satisfacción suya se convenció de que
era aún joven, muy guapa moza, da
acomodada fíimilia y sin compromis),
—Está vidto—díj'isa el barcelonés—
que la sabia Providencia ha arreglado
todo eso con su benéfica mano, para
hacer la felicidad de una muchacha tan
digna como esta y de un sujeto tan apreciado oomo yo. Couque á declararse tocan.
Se declaró, en efecto, y pooas semanas
después el cura lo declaraba casado cou
la salerosa sevillana, gaditana, malagueño, ó lo que fuese.
La historia téi mina oon una nota de
ingratitud.
El nuevo matrimonio no volvió á ocuparse de la grata afición á que debía su
felicidad.
"««arüW» «»'in»» 9'mmmtmmm
Tiro Nacional
El próximo domingo 16 del corriente
se verificarán prácticas durante todo el
día, dando principio á las nueve de la
mañana y á las dos y media de la tarde.
A las once se celebrará misa en la
capilla del Cristo, situada en el campo
de tiro.
Se disputará á primera hora el premio D. M. sobre blanco circular de 0*60
metros á 400 con posición y armas libres y también el permanente sobre silueta de infante á pió, sin perjuicio de
ejercitarse sobre blanco de 1'20 metros
quien no quiera optar á premio alguno.
Después á la distancia de 200 metros
sobie blanco ovalado de 20 zonas podrán adquirirse las oinoo matrículas que
restan para optar al premio del fusil
Maüsser y por la tarde se proclamaráal
que haya resultado vencedor entre los
35 matriculados.
Se abrirá á continuación una nueva
matrícula que dará también derecho á
un fusil Maüsser, pero con la diferencia
respecto á la anterior, que el blanco no
será igual para todos, sino que serán
proporcionados á la categoría de loa tiradores resultante del Concurso Naóional.
Las zonas que á cada t»teg<jtíi oo>
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