la h`ierba joven - Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio

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CAMARA OFICIAL AGRICOLA DE LEON
RAMÓN BLANCO
Ingeniero-Profesor del Instituto Nocional Agronómico
Agregado a Ia Misión Biológica de Galicia
LA H'IERBA JOVEN
0
una realidad increible en los
dli^nentos concentrados de (a ganadería
(Conferencia correspondiente pl día 18 de diciembre
de 1938, en el Cursillo General de Enseñanzas Rurales
organizado por la Cámara Oficiol Agrícola de León).
ACABÚSE DE IMPRIMIR
ESTE TRABAJO EN LA IMPRENTA
DE EL «FARO DE VIQO»
EN MAYO
DE 1839
AÑO DE LA VICTORIA
L. ^D.
i
Copyríght by Ramón Blanco j
Año 1939
Ou^da h^cho •I d^pó^ilo qu•
marca la L^y.
A mis amigos D. Cruz A. Gallástegui Unamuno
y D. Migusl Odriozola y Pietas.
El Autor.
ADVERTENCIAS
Ai acabar su conferencia en la sala del Instituto Nacional de
5egunda Enser^anza de León, el autor se vió sorprendido por unas
bondadosas palabas del Presídente de la Cámara Ojícial Agrícola,
D. Francísco del Rio, anunciando la publícación de este trabajillo.
Prevíamente, el Secretario de la Corporacíón D. Isidoro Aguado
Smolínski, habia hecho en cariñosisimas frases "kz presentación del
conferenciante."
Séale permítido al autor, antes de pasar adeiante, expresar aquí
su gratitud inestinguíble a tan ílustres personalidades.
*
^
*^
Parecerá acaso, que el título de esta publicación presenta cíerta
semejanza formal con el de algunos sciinetes. Y es que tambíán hag
sainetes.., en Al{ricultura.
Nuestro tema quezá diera Iugar a uno, porque--aunqne frecuenteel hecho de Ilevar el Hombre docenas de siglos sin saber lo que vate
una eosa qne tiene delante de 1as narices, no deja de tener gracia. Un
descubrímiento siempre consuela.
Pero, que sean los que no saben; que sean unos labradores españoies de un apartado rincón del mundo-finís terree-en la costa de
Pontevedra, los que víenen desde cientos de años, hacíendo las cosas
como sí supieran, es motívo de genuíno alborozo.
^
^*
El autor se ha propuesto sín embargo, dívulgar con la escueta y
obligada claridad, un descubrimiento cíentífíco de importancia económica, ínédito en España, en cuanto al fondo del asunto, aunque, como
va dícho, relativamente ínédito en cuanto a las apiícaciones.
Aspira con ello a colaborar desde su puesto, en el espíritu del
mote de nuestro gloríoso Escudo Nacíonai, que Fran^;o ha sabido instaurar por Dios y por ict Patría.
R. B.
Enero de 1939-III A. T.
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N ^^ u. ^_ I,iurr^ ^ alc la prusapia da ó5la, ^1^ ^ nde ^ ^ ur .,añadiiltu^^^-i^n I' ^ •^ ^ ,c ^^ne rr,l ^ ii ^^ , ^iu ^i ^^ 1+ ^noc.i^íu-"j^a, ocurri^cln I^ ^ ntil^ ^ ^l ^lo la 1li5lucia dt; tapaña", 5e ^'G^+ dob^le^^ i ^ ci ^ t ^s ^ra^^c cl ^^cca^du: ^1 ^^^ descurtesí<i. .^ ^Iu[ ^^l labrí ^^^;•n Es5 t^d ^ ^
^^.n se,^ ^iur, ^ lu^, ticnu ^i ;^al^ ^ emhuñar l^a nlattccra, ^,;; c ^^ gener^+^
^Eli(icilísi ^ nu sa^lir de IrancE,s como ésle; y en e.spe^•.i^,l ]u e5 para.
[ní; ^ao^r f"^ilt^^ ^d^ ^+ cu ^^ dícivn^>> ii^iLurafe^ y aítn cul6i^° ^^^ las. Yor
és^u cluisier:.i ^^nc ^^^ ^^ trarmc cun ^ ^uc ^L^^ ^ol^e, uasi 1. ^ ur ln^ilagr^^,
^r}uedara ^,rr ^lba^du c ^^ vnestru e5píriLu i^^ n justu y caudalus ^^ ra. ^.^ ^^la.l^^d ^^s cxpresit^t^ s ^r^labras ^juc^ r ^;frcjarr^ n^i ^;ratihtd lta ^si^a voq•
ul^ro5: t^ 1a ^(7ámar^^ , Ofi ^^;ial Aarí^^ola de Lcón, en pri ^uer tér ^nini^,
^ ^ or el buti^d:^ dusu rci^±uurdo qu^* ha teilido de mí; u^ las ilutitre;;
E^rs ^ ^5^^ nr^5 ctue aduí c,b^án rc;p ^ ^e,enóáizdolu, ,y al audilorio iume^rcei^do_ que mu ahrumr^ c ^^ n su ^ritenci^ó ^ r.
i^1o po^día. ^>i ^ neg^^ rnic a^semejante re ^.luerin.^ ienLu, l,or ^a ^_^ ^:
si i^o saelo ir donde nF^ rue^llaman, me cuesta lo ii^decible ne}^•ac mi g^raiiilu de arena ^^ esia obr ^^ cnvidiable de 1a (;^ámara,
Iconesa, que 1^ ^^ e^de servir ^le u^odel ^ , <^l resto de los españoles:
ante todo, ^ ^ or s ^ i espii^iti^ ;llicía.d-el gesto de ol'r^^cer las^ ^^ri^^^ icias ^dc i ^ n can ^ po a Nues6ra Santa i14^adre la Iglesia (^atdlica.,
^ ^s seguir centra.ndo eu tierra lconcsa la I^istoria d^u Espa,^ña-,
^^, un Segand^o lu^ar, l^or su eficacia ^u ^^te^rial, cons ^'^cuencia ^ 1 ^^
^ un l^lan bien pens^ido ,y experi^menta,do. Por cirn^i. ^de los puer-^
^f-^^5 ^de Picdeafi^la ,y de 'Bi•añuf^las, h:^ii lleaa ^lo h ^^ ce tYemp^ re.hosando 1a altura, lus eco5 de ^dicha ohra., ^^^ la 5iempre verd^e
l^ierra ^•adle^a, lierrn^ana limí(a•ofc, cuando no coni'undida,, con
^el Anti^uo Reino de ^León.
^ Besl>ués... 5au Isidoro, la Catedral, ^ati 11-1^a^rr,os, la (;asa- dr^
^ lus Guzmanes.., iLe^ón, en suma. ^ Quién resiste a la delícia de
^^ ii _festín semejante?
Y aquí esto,y, ^lueriendo ^iustiíicar ^todo ese montón ^Iieter^^g•éneo de impresic^^ies, con lt^s ^deshilvanad^a5 cuaríillas due
^•ais a oír
. . ,
^
En el problenla de 1 ^^, alimentac^ión clel g^^.na.do existe para.
niuchas naciones la diflcultad de abastecerse de piensos con-
^. g ,_
^ entrados, que c^s tanto como decir ricos en p^rotefnas. tta}^
países exportadores do proteinas, c^mo hay peíses qus producen grasas e hidrocarbonados con uu déf3cit de proteinas.
España, como otros tantos, bien porque la econotnía agrícola
t^o ha evolucionado en determinado sentido, bien, ,pnr una
política ag^rícola desa^strosa, bien por ambas causas a la vez,
es una nacibn pobre de proteínas, que importa normalmente
plensos coneentrados para su ganaderfa. F.1 ^íaiz era el renglón m^ás importante, y por fortuna, ya estén lejanas las cifras
de los i00 millones de pesetas-oro que salíau al año de nuestro país, po^r dicho cereal.
Las circunsta,ncias anormales por que atravesatnos ^ro
cuentan para alegrarnos de que no haya importacion'es.''Lb
primero es lo primero... Sin emb^rgo, los alimentos concentra,dos son en Espafía una necesidad de la ganade^ría, y pre ^ isaknento parque escasean son znás caros.
$i yo os dijera de repente que en Espanu podemos, si
clueremos, producir aulimento concentradu con bien pequerlo
esfuerzo, y es nbás, que lo producimos y qué lo despreciamos
por ignorancia, os costa.ría trabajo creerlo. Y si os dijora que
adem^ás de producirlo en cantidad, es par añadídura, de la
mejor calidad, vuestro asombro subiria de punto.., Pues todo
eso vengo a deciros en e1 dfa de hoy: eualquiera de vos^ •tros,
laluadores y ganaderos, especialmente de Ia zona de Ios pastos, tiene en sus praderas-de la clase que sean-una, fáfbrica
de las m^ás calificadas proteínas que se conocen, rI'odo ello
parece una quimera. Es sin embargo, uua realidad +experimantal y pr^áctica que no deja lugar a dudas.
Uiez años do investigación, experimentacióri, pruebas y
ensa os de todas clases, diez años que terminaron b^rillantemen^e en i935, supone el iYnportante hallazgo realizado por
un grupo de investigadores ingleses de Ia .E'scuela de Agricultura de la Universidad de ^Cambrid^e, comprobado después poi•
nu•merosos agrónoni^os de otros paases.
No quíero impacientaros m^ás: Ia explotación corriente de
las praderas, según todos sabemos, produce un forraje poco
concentrado, cuando se siega verde la hierba, tal camo se hace
normalmente, y, ouando se henifir,a, par ser demasiado leñoso,
rico en flbra celul^ósica y pobre en protefnas. El heno, e1 preciado y oloroso heno, es a pesar de su importancin., un alimento que jam^s ha tenrdo la nota d^e concentrado.
Compren^lo vuestra desorientacibn del mamentaR n^ el
heno, ni la hierba vende cartada en la explotación corriente...
yQué otra co^a-direis-produce una pradera?
^Algo hay que se nos escapa, porqu^e la hierba, en cambio,
que se siega--o se pasta-cuando es corta, joven y sin entallar,
cuando sus tejidos se parecen a los de la hoja, cuando tiene,
+en resumen, poca altura, es un alimento de los més conceu
trados, po^r su riqueza en proteína digestible y por su extraor-
- g _
dinaria catid^a.d, tanto que desde unos pocos--,muy pocos-añss
a esta parte, se considera mejor pienso concentrado, que el
mejor de los conocidos.
Ya está el velo corrido, o al menos, empexado a levantar.
[;la.ro es que hay mucho m^s que os interesa saber. Lo ^rirnero, en justo homenaje, el nornbre hoy famoso, del descu^ridor.
"Escarb8 el gallo y descubrió el cuchillo"-díce bien y con
gracia, el refnán castellano, aludiendo en silencio a los c,tros
porsonajillos del corral. El gallo es aquí Woodm^an, de la ya citada Escuela cantabricense, Agrónomo, Doctor en Filosofí:r y
Doctor en ( ;iencias. Il^espués, sería impe^rdonable no rne^.icionar a sus dos principales colaboradores, Blunt y Btewart, de
lir rnisma Escuela.
Y cnn lo dicho, a modo de preliminares necesarios, entremos en materia.
. . .
l.a verdad es cíue del valor nutritivo de la hierba de los
prt^ dos, sabíamo^ todos a.lgo. ^^abíamos de la hierba alt^a^, hermosfl, crecida y abundanle siu ilegar a la madurez, de ia hier:•a
verde, en una. palabra; ,y ta'mbién de la hierba madura ^^a, convertida en heno. Sin emba^rgo, nada conocíamos-ni por an^i3 •
si5, ni pc^r olros motivos-qu^ se refiriera al valor nutritivo de
ltr hierba en etapa,^ anteriores. Nada se sabia, pues, en relación
a la hierba corta. Woodman y sus colaboradares se propitsieron estudiar esta lagwra, y el primer experimento fundame ^3ta1
da.ta de íf125.
pesbrozado el ca^mino-y aquí me permitiría rogaros que
no solo os ÍijP,iS en los result^.dos que voy a enunciar, sino e.a
la finrrra del métc^do seguido, por las numerosas sugererrcirs
que para, el invesl.igadnr ofrece--desbroza,db el camino, fué
planteado el prohlema desde el punto de vista técnico, estu^liando tres tipos de aprovec}^ramient.o de prado.
I^;l "primer fi,ipo" se define por su intensidad extraordinr^ria^.
F,n estas prade^ras la hierba se pasta o se corta casi incr,saatemente y sin rlesr,anso, no permitiéndola creccr a mó,s de 7 u S
cr,ntímetrns de aJtnra.
,
1:1 "sogundo lipo" es iin aprov^echamíonto en^el cual 1as
praderas, después de h^^ber sido pastadas, o sega.das al rape,
se dejan herher,^r libremente, durante un pe.riodo aproximado
u un mes, antes cle ser aprovechadas de nuevo.
E1 "tercer tipo" o aprovechamiento extensivo es el que
se omplea corrientemente por todas partes. Nada se hace para
impedir el adelanto de ]a hierba, ^antes bien, se desea su crecimiento y hasta. sc de,ja sobremadurar para heniflcar. Dan siempre estas praderas 1'orra,je voluminoso, abundante en flbra celulósica y lignina, y su valor alimenticio decrece a partir del
nromento en clue se realiza la fecur^dación de la.s 1'lores, y decrece en grave progresión.
.
`. i a ._
^- Nasotras : para entendernos, al aproveahamiento del pritilet tipo; vamog a llamar "sistema contfnuo" ; al segundo, "sistema rotatarioM, y al tercero, "sístema corriente".
"' L^i cads uno^de estos tres sistemas de explatación se estr^di^:ron los siguísntes'datos: produccidn, composición y valox
ni^tritivo de la hi^rba. Hay c^ue advertir que en tadps íos casos
8espués de cada corte, el forraje se pesaba y se hacla la tonaa
d^e muestra para ® i laboratorio químico. 4tra parte, constituida
por una masa conveniente de hierba, pasaba al laboratorio dé
l^rtetabo.lismo de la Fscuela de Agricultura, d^ande antes de ser
crtilizada se extendía, en capa de paco espesor sobre suelo piedra-evitando así la P,IP.vación de temperatura-y al siguiente
dfa ^se revolvía bien, se pesa.ba y por ú ltimo se daba a comer a
los, gai^ados sometidos a las pruelaas de digestióp, Fl experimento primero se dividid en d^iez periaclos. No interesan por el
.
momento otras premisa.s.
Pasemos ahora, nosotros, revista lo má,s completa posibie,
dentro de la impuesta rapidez, .a los resultados todavía .inédi-
tas en•nuestro país.
f
R
R
+^ EI "sistema contínuo" de explotación pratense comenxd
acotando una gran parcela que fué dividida eri siete partes
de: iguai extensitSn. Cada. día se cortaba una d^e ellas ,y esto,
^tur^a,nte, tado sr^ perícxlo de producción. El corte se 1 ^ izc^ con
una^-guadaHadora de césped movida pa^r un niotorcita. F.s máquina que todos conaceis por ser del tipo de ]a que se emplea
en los jardines de las grandes poblaciones, y que más que
4orta^, se dirla que "afeita" o rapa las praderas. Después do
segar; el prado presentaba el mismo aspecto que si lrubíera
siti^ recién pastado por el ganado lanar adulto... i,y ya es decir!
(La hierba de esta parcela se ^ortaba, pues, cad^ siete días
y so vió que cuando se mantiene corta, modiante frecu^entes síegas, o pastoreos eflcientes, el forraje contiene un gran parcent.aje ^de proteínas. Apraximadmmente, 1a "cuarta parte" de su
materia seca es proteína, o lo que es ig^.^al, conti^ene "dos vecea
y^media más", que la hierba que se de,ja crecer basta. el punto
,de corta.rla para heni[icar.
Es de notar que esta elevada tasa de proteína se mantiene
^
durante tod^o el periodo de produceión de los prados, porque,
rro baj^a ni atín en .l^a segun^da,mitad, según acontece en prados'
mal pastados, o, mal r.ortados, ^y en los que se deja la liier9^a
llegar a estados avanzados de madurez.
Lm cantidac] de flbra d^e la hierba joven sin entallar, es muubo menor que en el heno. ^tientxas la. materia seca de la
lrierba segada semanalmente cont,enía en mayo de i:t a i^
por ciento ^cle fibra, el porcentaje de la liierba .de,ja^dá para
heno; en el mismo campo, subía, al :3Q ^%. "I`ambíen ,contenia
mayor cantidad de grasa que el heno, y esie favorable contras-
-- i i ---
.
te se extiende asimismo a la composición mineral. La materia
seca de nuestra hi^erba es, en números redondos "dos veces"
más rica en cal y en fosfa.to que la del heno.
Muy notables fueron también los ensayos de digestión en
aquel año 1025 ya que la hierba en cuestión sobrepasó en digestibilidad a la torta de lino, es muy s^uperíor a la de palma,
así como a la dígestibilidad del heno. En rela.ción con las dos
tor"ta8 Cita{la5 la hierba joven se digiere en un 84 %, en tanto
que el mismo ganado digería el 80% de la torta de lino y el
70,$^o de la de palma, No hace falta decir que el coeflciente
de digestibilidad^ es el "juez" económico de la riqueza de un
a^limento.
Respecto ^1 heno, su fibra es ían leñosa que 1a dig^estihilidad decae. ^ En cambio, en .la hie^rba joven, cortada tras pausas Solllan&leS, la fibra es digerida casi co.mo un ^hidra^to de
carbono, ba cbrte casi constante-o el pasto, de ritmo análogo-evitan la lignificación de las pare^des celulares flbrosas,
y esta es la ra.zón por la cual la fibra de la planta joven se encuent^a en forma de celulosa simple, que es muy digestible, y
sin mezcla alguna de la celulosa llamada ligno-celulosa, mñe
r^irbonosa y ©nteramente indigestible.
Esto suscita una consecuoncia de no poca importancia.
Puest.o quc la envolvente de la5 células de la hierba joven es
de f^ácil digestión, mediante la acción ba.cteriana en la panza,
o rutnen, o primer estómago de los rumiantes, se deduce que
los otrus principios-la proteina y los hidrocarbonados--conte^nidos en las células, han de salir rápidamente del interior,
libenándose de su encie^rro, y por ello, son también rápidamente alcanzados por los fermentos digestivos del tracto
intestinal. A esta 1'eliz circunstancia hay que atribuir la extraordinaria digestíbilidad de proi.eínas e hidrocarbonados de la
lrierba joven. Por el contrario, en el lreno, las membranas celubares se encuentran muy lignificadas y por tanto, la proteína
y los hidroca.rbona^ios del contenido celuíar-iguales química
y esencial.meute a los de la hierba joven-tienen baja digestiliilidad: se encuentran aprisionados en células cuyas paredes
nn se digieren fuícilmente, y son por ello escasamente ac ^ esibles a la aeción de las enzimas digestivas.
1)esde que Kellner demostró q ue la 8bra digestible tiene
igual va^lor que el almidcSn en la ceba de rumiantes-vacuno ,y
lana,r---es- ovidente que la f3bra de la hierba joven, que es digestible, no puede ser conside^rada ya como un ingrediente sin
utilidad, como lo es cn el caso de los forrajes corrientes, sino
cam^ alimenlo d^e elevado ^ralor nutritivo por su gran digesi^i'•ilidad, al ser consumida l^o^ el lanar, cabrío y vacuno.
l^ay, pllBS, que convenir en que la materia seca de la
.
hierba joven, participa m^s, del caráctaer ^ de los alimentos concentrados que de l05 forra,jes corrientes de las praderas. Es un
producto, como vamos a ver, más indicado para ración de
..._. f2 producci^bn qu^e pana ración de sostenimiento, aunque tal aserto
cause maraválla.
1?^e znodo general, f 00 kilos de su sustancia seca contienen
unas 24 kgs, d^e proteína digestible y 70 kgs. en equivalente de
almidón----y ya^sabemos que en este moda energética de valarar alimentos, los piensa^c carrientes varian d©1 20 al 45% y las
ptensos concentrados del 80 al 80%.
gegún é sto, el elevado valor nutritivo de la hierba joven
surgirá al saber quc i3'800 kilos de su matería seca^--cantidad media qu^e una vaCa lechera suele consumir a diario-suministran el valor almidón suficiente para producir unos 27 1itros de leche por dfa, y la cantidad suficiente también de proteína digestible para la producción de ^i0 litros de leche, diarios. Esto, sin contar con que está a la vez, asegurado el sastenimienta del animal sano. Como veis, nos excedemos. M.ás
adetante volvere-mas sabre este punto.
Es ^ade'más digno de observar que el alimento procedente
de esla hi^erba siempre corta, posee ventajas que no tienen otras
muchos alimentos cuncentrados, puesta que presenta a.demás
excelente aeopio de todas las vitaminas irnportantes, así c^^mo
de principios minerales indispensables en la buena formación
de los huesos y de la leche, tales como son la cal y las fosfatos.
Veamos esto.
Una vaca lechera que hroduzr,a par ^iía 18 lítros-no os
aculta el trabajo que me ha producído el tener que reducir
al sistema métrico un buen puñado de cifras expresadas en
las endiabladas unidades inglesas--la vfica de los i 8 litros,
decín, exige aproximadamente i00 gramos de cal (^;a0) ,y
otros 100 grs. de fosfórico ( P,06 ) en su ración diaria. Si este
anim^al consumiera los f 3'800 kilos de la materia seca de
i^ierba joven, ingerirfa 2f0 grs. de cal y^4! grs. de fc^sfóric,a,
que superan las cifras de arluella.s exigencias para el sostenimiento y la producción de dir,ha vaca. Y aquí no quiero dejar
de transcribir literalniente un párrafo que es como un "ritornello", q ue Woadman, no ha deja^da de estampar en cada uno
de sus trabajos sobr,e el asunto, desde los experimentos dé
1925 hasta su resumen de diez añas dest^ués. ^ E^s como sigue:
"POR LO TANTO, NO I}S F,XA^Gk:^RAD^O D'F.(,IR Qi.IE LA
I1E M^E^TOR ^CAlLIDAD, 2.A TLENE EL LABRADOR EN SiJ PROPIA FINGA Y AL A'LC:ANf:)• D^E LA M^AN^O".
Pasemos ahora a consignar a. modo de carolarios y escalía^,
ciertas consi^d,eraciones utilísímas en el estudio de^l sistema
contínuo. La primera es que el alta valor nutritivo de la hierlxa
que en él se obtiene, se puede mantener pr.ácticamente durante toda la é poca de vegetación activa, pero, especialmente
cuando la lluvia y su distribucidn sostenga la productividad del
prado durante el vera.no y eí otaño. La sequía del verano, clara
e^stá, lleva a un descensa eri el contenido de proteína y en su
ti'alor nutritivo; pero apenas lleg^an 1^• ^.s primeras lluvias, mejo-
^ 13 =
ran pragresivamenta las cifras de la producción y se acaba por
olatener los mismos resultados íavorables que caracterizan a la
hierba cortada en primavera.. Y cuando en pastos de bueñas
condíçiones de suelo, humedad y composicián boóánica se logra un buen crecimi^ento durante l^r época d.^e la hierba, el
verano produce una depresión casi insigniticante.
1.a hierba pastada inadecuadamente, de modo inoportuno,
r,onduce a un despílfarro en el valor del producto durante el
verano, porque crecen las plantas haciéndose fibrosas, disminuyéndose la d^igestibilida+d. Por ello el uso pertinente d^e la
guadañadora. es de recomendar cuando par el pasto de lo^
^intmalés no logremos mantener 1^^ , hierba joven, segíui
^ahemos.
Otro punto verdaderamente chocante para el agrónomo y
aaín para el profano, ^supone una conclusión desconcer^ante, s.i
se ti,ene r.,n cuenta que ia riciueza de la hierba joven en prot.eírna. y en valar almidón e5 independienl.e dcl car^ácter botánico
de .la flora pratense, es decir, de ^i tieue o na tales o r.rrales
p)antas. ^La cosa. suena casi, casi a 1 ^ ere,jia agroncímica, y por
esto 05 satgo al paso; pcru es así. Ile ariuí, ol,ra revelación que
nns lleva de la niano a dedi^cir que la cumnosici.^ón botánica de
nn pasto ^es cosa secundaria, y rlue el murio de aprovechamiento del mismo-que no sulo ^e reticre al mado de cnrtar, sino
al de abonar, asegurando la convenicnle densidad o número
de plante^^s por unidacl supertlcial ,y el buen vigor en el crecimiento---es el i'actor más deci^sivo dc la explotación pratense.
Holánicamente hablando, es de deseur c{«^e rrn prado contenga
cierto número de especies quc, en dil'crenbes épocas de rendimiento, escalonen en sucesián coniinua de cre,cimientos, la
pPOd^uceíón de la hi.erb^ti, a pa^rtir de los comienzos de ia primavera hasta las postrimerías ^del utoñu. l+a necesario, ad^ernás
de lo dicho, enfocar cl prublen^a de la supresión de ]a floración
,y por cousiguiente de la 1'ri ^ cbiticación [',uando esto no se lrace,
es evider^ ta que la cose^cha de los pr^ido^ que se llevan por el
Sistema corriente, o sea seg^,ndolas a la, hora "de las mangas
verdes", depende de la. cumposición b^^tánica d^e la pradera, y
é,sto es una. de,sventa.ja. f.a ^^enia,ja etit^á cl^^ra al considerar, que
"d^e jóvenes, las plrrntes prritenses sun lodas rica^s", inciuso 1as
que más pobre5 aparecen por Su valnr nutritivo cuando adultas.
La "Agrostis ^tuluní.fera" que pa;a como productora de nn forraje pobre, llega. a cifrar en tin materia seca, hasta un 28%
cle proteína cuando e^s jov^en.
^
Comprendercis mi asombro cuando ,yo rne enteré de estos
últimos resulta^iu^^, ^i us dig^^ rlue llevo cerca de v^einte años
haciendo praderas artiticiales, que al^rrendí a ha.cerlas^ con ilustr^es agrónr^mos de 3^;spaña y de fuera de 1^;^spaña, que he enseí^ ado a mur,ha gente a ca^lcular ]as mez^^las pratenscs haciendo
la elección de planias, rlue he he^ho bnFn número de pradus
^en este niundo, y-perdona^dme ]a, franc,a inmodestia-que me
--- i! he cre#do ca az de hacer pradAS en la punia de un altller...
Pu^s no Iq o^v#demos: la eomposícidn botánica ds un p.asto es
.
casa de fm^orlar,cia secundaria.
A1 "sisterna rotatorio„ ttegaron los investigadores b^l»
i.^nicos al ir a.dvírtíendo algunos inconveníentes clue el sistéma
^
contfnao ^resentaba.
^n prrmer lugar, }a. hierha del sistama contínuo, es tan
r;oncentrada en proteínas que cuando están los animales sometidos irnicamente a ella, no logran realizar la justa armortta d^e los princípias en la ración, precisamente por su gran
ríqueza.
I':sta circunstancia podria remediarse a primera. vista,
reduciendo eI tiempo qun pasten los animales, o reduciendo la
ración al punto estricto necesario para que el animal satisfaga
sus exigeneias en proteínas digestibles, y carnpletando despu^és
el restó de su menester nutritivo con alimentos hídrocarbonados. po^dgía ll^amarse ^a .éste, un método ideal quo resultaría
tmpracticabie a mucl^os la.bradores, por no estar en condícíones de adoptarlo. Veis, pues nue de la gran riqueza de proteína
en nuestra híerba, aparece un primor inconveniente.
En segundo lugam, los pra^dos sometidos al sistema contínuo osbán expuestas a d;urfsimas peripecias durante la scquía, y por otra parte dan--aun en ventajosas condíciones-mucha menor produr_cíón de alimento ríco, por hecGárea que
los prados beneflciados mediante intervalos de tres semanas,
o de mes en mes, entre suceaivos y contSguos aprnv^et^Yrarnlento^s.
.
De aqud ha nacido el sistema rotatario que ímpliea menor
frecuencia^ en ]<^^s enrtes, o sea, due los prados s^on benefluladOS menos intensamente c{ue en el sistema anterior, aténdic^ndo a un mejor resuttado flnai en Ia producción, composición y^^alor nutritivo de la cosecl^a. I!,1 llamado sistema rolatorio, es el mod^^ mejor r- m^i:s seg^rrro de aprovechar las praderas direr,ta;mente.
I'or Io que atriñe a digestibilad y valor nutrit,ivo, ea^iste
por,a diferencia entre la ^hierba que se corta a se pasta con
icipsos de,una, do^; y hasia tres semanas. También se sabe quN
a^lar^gando estas treguas diarante las cuales la hierbft so dejri
crer,er, Ia relación de tos princípios nr ^ tri^tivos de la misma
varía, haci^é,ndose más a propósito para ctue por sí sola, _;^r ^ e^i
al#mentar a satísfacción a los animales, corrigiendo así el inc •^ nvenieni:e que presenta ],i 1 ^ ierba joven qu^e se c^rte de
semana en somana.
Refirié,ndanos siempre a la materia seca, los prome+lios d^e
protc^ína va.rían de este mndo con Ios intervatos:
La Uierbal cortada. de semana en semana tiene 2fi % de
protefna,
-I:a hierba cortada de dos en dos semanas, tiene 23'50% de
proteina.
^ i ^, ^
La hierb^a corlada de tres en tres samanas liene 21 ,% de
protefna.
Na se para^ron aquí los investigadores, sino que alargando
msás el plazo entre dos cortea, llegaron a. dejar crecer la hierba
tlurante un mes, encontrando entonces unos resultados curioslsimos.
^
^Cuando en el año añterior-f[jaos en esta circunstanci^.-la prad'era 1^ aya sido cartarla frecuentemente, existe escasa diferencia entrs la hierba intensivameni:e aprovechada y la ^ quo
se corta ^de mes en mes, pueslo que la materia seca de ésta,
^lcanza la cifra de 20^/^ de proteína di^gestíble, con un 70% de
valor almid^ón. Yor consiguientc, como ^^cis, sigue siendo en
realidad un pienso concentrado, y esto ocurre aproximadámentc hasta mitad de Mayo. 17esde esta fectia cn a^delante pierde
riqueza de proteína, porclue haja a í:3'/o con un 8f1'^i % de equi^^alente en almidón. Aquí se puede apreciar r,on qué grado de
tinura experirneni,al los invesl,igadores mencionados encuenlran exá•^to destino pnáctico, ^^ la hierba. ^de un nies.
Una ración dc esta hierba que suponga en maleria secta.
lo^s consabidos 1:3'f300 ^kilos, lleva con^igu í^'070 lígrs. de valor
nlmidón y 1.800 Kgrs. ^l^e proteína digestible. I.a vaca lechera de
2Z a 23 litros diarios, tiene con dicho alimento, exactamentó
Lodo lo necesario para^ la m.enc,ionada producción, ^ tanto éñ
cguivalente almidón como en proteina. Ya tenemos, pues, corregid^i aquel iñconveniente ^tle que antes os hahl^, procedente
d^^ la excesiva riqueza de la hierba •ortadn de semana en ^semana. Y antes de pas^ar adelante, no quiero de,jar de hacer ohservar que cuandu aquí ^e dice clue una .raci^án produce tal
cantidad de lechc, bablando en ^ términos usuales, !hay ^quc
enten^der-y casi me da ^•er‚ iienza el decírosla-la reeíprocn,
esto es: que para. pro^ilucir tantos ^^ cua,ntns litros de leche,
es necesur^o suministrár tal o cual ración, y esto se ha rl^e
ent:end^er en animales aptos, o^sea especializados al efecto.
Salvada la digresión, agrcauemns en^éguicta, lcis tS3'(i00
kilos de maleria seca de la liierba de un mes, suministra.ré,r^.
+^dom^s 170 gramos dc ca] ^- 141 grs. de <ícido tosfórico, cuando se sabe que para los zZ ^ti 23 litros de leche bastarían ros^^ ectivamente 113':^ g•ramos de ^ la primera ,y ^116'25 del
segundo.
f:on vacas que produzcan m^^,s d^e los 23 lit,ros habría que
su.plementa.r. No ha,,y ^l<<e ocriltar qu^e en este casu sur,girían
diflcultade, relativas al ^^olun^en exceaivo dc la ^ración.^ ^F,u
camYrio esta diflciilt^^cl puedc d^acirse quc no existe cuandu sP
trata de v^cas que procluzr^,zn de ^3 litros diarios .para abn.jo,
puesto cl^ae con ella5 ^c puede hacer uso exclusi^^o de la hierUa
obtenida con inl^crvalus de un mes de crecimiento. ^La vaca de
F^os 22 a 23 litros diarin5 de prodncc•iún lechera, es, pue5, el
^t^imal ideal para el l,ibra^9ur inlelik^ente cn P^raticultura.
.
1To _he de oculGúro5lu: para. mí estos esperimentos, inde-
- 1 f1 -pendíentemente de su gran valar intrfnseco, tienen, además,
alga de ,la elegante prec ^ sián de un teorema de Geometrfa...
. . .
^
^;>i este punto ias cosa^s, sabemos ya más de to que a primera vista parece, de ia expJotaci^n m^ás extensiva de los
prados, ílamada por nosotros para. entendernos "sistema r,orriente", en el r,i^al la hierba :^e corta, por de(lr^ ición, can treguas de crecimierrto s^rperinrea a un mes. Ya sc ^ha dicho que
1a henifir,ación de 2^n prado r^r^^nstiluye una mala p^^{ret,ica para
aprovecharlo en el aspecto ^íe hierba joren, al siguiente año.
llat^ná q^re Lenerlo en cucnt.a y no insistiretnos mtá,s en ello, por
ser dato experimental.
I,a materia seca. de una hierba obtenida en primavera, de
acuerdo con el sistema corrir.nte, solamente alcanza un valor
^
almidón de 56 % y posee 12,5 % de proteína digestible.
iLns l3'(300 kilu^ ^rle iuateria ser•a eqaivrLlen a 7'800 kgs. en
vN.lor al^mid^ón. Sirven aproximadamente para una, var,a qué^
prndujera unos 1.^ lit^ros díario, de. leche. F.1 cáiculo confirjna
lo que ya se sat,ía experímenfalmente, pues^to que 'I'OI)OS LO^
A[^Rt^GU^t,T(^RES SABEN Q^UF^ F:N PRIMAVI+'.^RA NO SE NF.(:f';S1TA S^UP^f.^F.'M^I+rN`TAR I:ON NADA FI^ PN,OI}UC:TO DE
'I'AI^1!:8 PRALldS, ( ::t1ANI}O 2,A8 VAC.AFs PROI^Ut:EN DE !:5
iLIZ1I%O•S PARA A^BAJO; L4S 15, Q,OS i^:. l+.n sabiendo de esta,5
cifras nn hr+y olro remedio rtue el de r,ompletar la ración.
Advi^ért^,se, sin embargo, que para. las vacas tipo, las de
22 a 23 litros, contiene sufir,iente P roteína est,v. hierba y rlue
por consigniente, el snplemento no necesita ser rir,o en principios nitrogenados.
A medida que avanza la estación, ei sistema corriente har,e decaer el valor de su hierba y ésta apenas supera al Kíel
huen heno. Estamos en el • ano de una ración de sostenimiento
y no de una raciíjn dc prod^.icción. F.n estas condicioues "hay
que suplementar a partir dc los cinco lit^ros" diari^s de leehe,
v en las í^ltimas etapas, }iasta par^^ obtener los 5 prim•erns
Íit.ros. jUn negocio en quíebra?
Pstas conclusionea ^dicen con elocuencia y persuasión suficíeni^es, cuanfo cab© derir del reducido valor nutritivo de
los prados explr^tados por el sistren^a corriente. No gasta^r^, ^
I'ati^+^ndoos, nn minuto nawís en ellas, autes de pa,sar a otra eos^.
•
r
•
Hablemos ahora de la conservaci^Gn d^el hallazgo realizadr^
I^or los agrónomos de ^Camhridge. A la vez tocaremos, ,y al
'vuPla, los resultados nhtenidos en el cebo de lanares, var.uno
y de eer^la.
Todos aal.^éis que el proceso de i^a heniflcari^ón-uuo de
los m^ás antíguos 'y cara.ctei•í^tícos de la Agricultura-tiende a
-- i 7' -convertir la^ híerba fresc^a en heuo, r,on el fin dc alimentar los
,
ganados duraute el larg^u invíerno.
:3emeja.rrte, también se plante8 con la hierbs joven el problema de su r,onservacióu ^Las difir.,ultacies fuerorr rnayores,
porque la heniticación se liace-saivo rara excepción que rnás
adelanEe v^eremos-en plenn ve^rano, va}iéndose de la fuerz.a.
^lel sol en asociación con el viento. Pero en el caso de la hierha.
joven, durante el verano baja la producción, en tanla que, durante e}^ resto dc^ }a época de mayor producción, ni el sol ni
la lluvia favorecen la desecación. Por otra parte, corr }a hierha.
^egada para heno, s^ pueden hacer gavi^llas, ma^.dejas, etc., quo
dispuestas convenienfemente, el viento seca con rapidez. Con
la lriorba corta, no.
Conservar el sobrant^^ de hierba ,joven es asunto de importancia, una vez conocida, como conocemos, su riqueza extraordinaria, poryue tal conservación supone la =slrstitución
v^ntajosísima de los piensos concentrados.
Uos métados p^rincipales se han puesto en pr+áctica para
ello: la desecacióu artificial, prensando después la hierba an
pastíllas o moldes, ,y el ensilado.
Cuando se publicaa•tfn los primerps resaltados de ^}os experimentos de conservación de la hier.ba joven, dice Woodmaii
yue fué }o bastante atrevido para hacer l:r siguiente predicción:
",Una generación futura ha de ser testigo de la utilización
de ñrandes supe:rflcies pratenses dedicadas al iínico objeto do
producir proteínas concen^radas Los prados se pueden segar
con frecuente regularidad durante su época de crecirhiento
y su nutritivo y rico prcidu,cir, se puede guardar pa^ra }os anirnales en estabulación."
^Se ha demustrado err efecto, que la hierba joven deseca.da
,y pernsada en forma de bloques o hriqueta.s, como antes os
decía, se conserva durante varios años, consti^tuyendo una forrna perfecta para su a}macenamiento y transparte.
El pri,mer experim•ento de corrservación en Cambridple,
data de 19^7. Se desecó ,y comprimió una pequeña partida de
hierba joven. A ello siguieron varios ensayos en gran escala
sin pé^rdida- de íiempo, llevados a cabo bajo ]os auspicios de
la Imperial Cremical Industries, Q.td., que, en colaboración con
la Escuela de Agricultura, emprendió diríamos el "esquilado"
sistemático de varias superficies de prado, en las cercanías de
su f^actoría de Billingharn. l;e regularizaron perfectam^ente los
cortes para obtener siempre hierba joveu sin entallar. ^ápidamente se procedía a su desecación por medio del vapor, y
después la hierba se comprimía en la; forma COrIOCa^da ^con
prensas hidr^áulicas.
.
El tamaño de estos verdaderos comprimidos de rica hierba
es de i5 x i2 x i cenlfinetros, y tienen uria densidad aproximada a Q,$97. Lo cual yuiere decir que cada bloque pesa al ^o
m^s de iEli gramos y que en un metro cúbico-que natural-
-- '1!! ^esará
89fi
kilos,
casi
íos 900-adebe entr^,r un. iotal
tñénCé _
.
.'
de 6.555 pastillas.
''.1^s de notar que estos bloques conserva.n el r^is^o r,oió^•
vérd^ de la l^ierlsa y un a.roma agradable; C^ntienen 8,% de
hu^iredad y 26 96 de p roteina; Cuando se: remojan aurn,enta>t
de 'voiumen considerablemente y se desagregan. EI lauar .y
^et vacuno Ios consumen con avides, tanto en se^Co como ert r'e^=
rnojo: Se Ilegó a decir por "ias destripadores de cuento.sn; que
iss pastiilas de hierba nc^ se conservarían bien, porqu^ adqpif^trian pronía nr^és bumedad y se enmohecenían. ^anviene por
ello agregar que varios ejemplares se han conservado dúr&nl.e nrás de "siote aí^os^ en cajas abie.rtas, sin ^que presentaran
el rnenor deterioro. Su contenido en humedad se esta,éion^ó
en torno al 8 % .
Pasxdo aígún tie,rnpu se hizo con la hierba joven . el ensayo
de experimentar su ^ valor nutritivo, cuando la desecaciíón .a1+^anza í00° C. E^s curioso, que ni aún asf el vaaor nutritivo del
t^lír^rento, ni su gran digestibilidad amenguaron. Y tra:s lo cíicho
^ ^ hari venido realizando otros muchos experimentos, que nr.^
hemos de especificar ahora, y que se refirieron a_ comprobar
una vea ^n^ás en vivo, eíue_ esta hierba ^deseeada s^tituye a.
aó^ ^.concentrados como l^,s tortas y'cereeles, n0 sol0 en las raciones de prodctiación técher^, sino ^^n el ^ engorde ' o ceba dei
-gariado vacuno. ^Fn este vltimo caso al final del período de a,limentación, ls.capa dó los animales pr$sentaba la lucidez, suavidad y loaania.del "buen pela"; ta°n -raizuscado por él eonrprad q^r. ^,a carne fué •de calidad excelente y los canales, se
r,lasi4iearon entre los rnejores.
^
Puede decirse que la técnica de lá desecaeibn ha desple•^ádo desde entorrces una actividad incesante. ^e han hecho
^verdaderas diablu^ras con la hierba: fué desecada eléctrica.rnente a i i5° U., por ejemplo, sin que por eso la ^temperatura
de la hierba subiera de 50 mientras dura la aetividad de 1H,
e^+ápe•ración y aicanzando la de 90^ en los rnomentos fínales,
cibteniéndose hierba cor• 2,h0 % de humedad; m^s sus caraeteristicas de oior y color. E'n esta-ocasión no se prensó el pr ‚• `ducto, sino que fu.é almacenado simplemente en-un montón
-compacto, en una habitación seca de una g.ranja, porque dicho
prensádo ^supone aumento en el coste de conservación y st;
andica tan sola, en los casos de consumo a largo plazo y cuando
los transportes ^lo aeonsejan.
,
^Cuándo la hierba haya de ser consumida durante el invierno inmediato a su corta y en la misma finca, es de recumendár su conservación después de desecar, en montones o en
sacos, o en forma de balas o pacas. Solamente hay una ^exighn ‚ia que cumplir: el sitio de su almacenamiento tiene que
^ser . seco y aireado, bastando lo dicho para qué no ^ierda
.v.alor nutritivo ni digestibilidad.
^
:. Hay un caso de desecaei^ón que merece ser divulgado,..ya
.... i Q .--.
q;^é ta hi^erba iué s©nrótida a 700• C., mi^er^tras conaerv.a2ta hu^médad; y coii tal: de que se retire rápidamente cuando se` eqi^
;c^aentre seca, conserva su valor. Aún en e ^te easo, sigue l^i
^ti^érbt^ en posesión de la tnayor p^arte de! caroEéno, y úsadá
cocrio ali^nento dura;ntó el invierno on vacas lecherás, .la colcaracián a^rrarilla de lá mantecá, fué compárable a la que ^ e
obtenía éle Vacas aliinen^tadá^ con hierba, en el vera.no. A^simismo; 1$ vitamina A conservó toda su importancia y valor.,
No hay que decir que upenás publicamos los experimen=
tus primeros tie ^Cambritlge, empezaron varias naciones a comprobarlos, principalmente agrónomos de Dinamarca, $uecia,
Aleniania y Estados Unídos: Es dato curioso el saber que i^o
se discutió nunca ,el hecho del valor nutritivo y de la gran
digestibilidad de la hierba joven, sino tan solo, acerca dei
modo más económico de obtener lá desecación.
Guatro palabras, ahora, relativas a la práctica del e#isilad^;;
por rxredi0 ^del c:ual las cosechas ri^e hierba joven se almácenán
en condicián:fresca y jugosa en recipientes muy varia^dos, conir^
5abéis, Tambi^én así, las resultados han sido excelentes. So
Ilenaron tres siios; con hierba joven, el primero; con esta
hierl^a, ttrezclada con pulpa de remol^a.cha, el segundo, y,. por
^iltimó, el tereero mezclando la hierba con resfduos de gaju,
glumas, ete., de 'avena.
^1 .siia ^n^,cada caso, fué de huena calidad y apetecido por
el g^^rádó.
., Pór últi^no, se esperán con interés los resultados de la
l^ierbá. joven, por e.l novisimo méto,^a finlandés A. T. V. con
el que se hace la conserv^acián de los forrajes agregando a la
masa una débil soluci^ón de ácido mineral, en el momento
de llerrar él silo.
:
•_
. . .
Las conclúsi^i'nes en i035, que en su mayoría he acá^aáa
rle exponero^ sucintamente, ofrecen una uue deseo destacar
Pn pocas palabras, 'relativa al valor de la hierba joven domo
a.limento del ganado de cerdá, porque en este ganado falla parcialmente, en cuanto a eficacia, por una razón muy sençilla
que vais a air.
.
El ganadá porcino al comer nuestra hierba, y en comparar..ión con el lánar y el vacuno, digiere, en menos, por cada
i00 kilos, la friolera de i6 ^,5 menos. Es una diferencia verdaderamente impórtante.
`
La explioación hay que buscarla en su morfología intes=
tinal, Ya hemos hablado t^ntes, de lá digestión bacteriana que
stifren las paredos celulares, siempre más o menos fibrosas,
en el primer estómago' de los rumiantes. Esta^ acción bact$riana sobre la fibra, en el gánado no rumiante como es el
de cerda., se verifica en el ci^ego y en el co,íon, es decir en loa
últimos trarnos del tubo digestivo, y por consiguiente, des^pués que el alimento ha estado sonietido : a la .actividad ^e
-?01as ^nzitnas. Pr^r r^ta r;^ z ^ín, en la hierba .joven qua ingierF ^et
ga ^^adn de ^•rrrla,, u ^^ se rea.lizarn luti cambias E,rel ^ ara.toríns que
r.n la ^lige5l^íón d ^? 1 ^^ s ruroianles, ,y la tra ^^ sl'urrnación de prineipios k^les có ^ uo la pri,teíua, y^lr^s hidrucart^onado5 pi^r l05
fernienios solubleti, sc restring^e a causa de la. prote ^;cióu, ^^ ,
^•^c^raza que prese•nta el material de las paredes de la c8tula.
I)e aquí la quiebra q ^^ e en cl ganado de cerda-uomo en
Ius é ^ ^uidos-presenla ^u alimentación, con hierba ,joven.
. s .
Aunque los ínvierni ^ s--y ni^ris en rlimas frios-no se ca^rai^teriza.n por la pro^l ^^ eciún de I ^ ierba, nos falta con ^ j ^ let^ar
e^t lirublerua sobre este hunt:o.
Cun invíernos suavcs y taenignos, la hi^erba joven iiue sF
ubtiene Last^a dici^embrc+, ^i^s inferior en proteínas, cal y fosfat,ns a la de prin^^ avera. :^u digestibilidad y valor nuErítivo tarnbién bajan, pues adq ^^ ieré cousiderable gra,do de ligniticación
lle a^luí que la I ^ ierba invernal no pueda competir co^ ^
It^ de la épuca na.tural de producc;íón.
Nn es, pues, í^ nicam•enGe debido el valor de, la hierba j ^^wen
:^ ^ la Trecuencia y severidad de los eortes, sino a que se reqúieren, a^dem^ás, otras coñdiciones especiaimente m^eteorológic^as, y s•e atribuyen los pobres re.sultados del invie.r ^'ZO ^^ I^^
^uiortiguación dc actividad en el erecimiento, al frío y al
hielo, y a que, como consecuencia, se verifican en la planóa,
determinados procesc^5 iisiológicos yue tienden a reorganizar
sus principios, reaccionando en forma d^e defensa contra las
inclemenr,ias del ambiente.
l^o cabe engaño con ta hierba invernal, aunque se Presente
a nuestros ojos, joveu y sin entallar: su valor no pu^ede comparars^e al extraordinario de la hierba corta, prod^^ucida desdc
]a primavera al otoño.
Cuando se ^leiaga la suerie de vivir en climas donde los
•iuviernos sean prirnaverales, la dificultad que ahora se enuncia,
no ^ existe. Toda la costa de hontevedra, no produce hi^erba.
tn^,s que durante los n^eses que van de octubre a^marzo, y en
el resto del año, no se ve una sola pradera natural o artiftcial
-quiero d^ecir procedentc de haber sembrado para hierba-.
Allí, cuando el maiz está en plena vegetación, d;5stribuyen rr
voleo ,desde final de julio hasta íiltimos de septiembre, 1a
semilla de un "ray-plrass" que según el P. M^r^no, es "Lolium multiflorum", llamado también "Hierba de Vigo", A primeros de noviembre empíezan a segar, dando dus o tres cortes,
sin conlar el último, ^^ue dejan invariablement•e para henificar
--conviene fi jarse-en el mes de abril, por tener que sembrar de nuevo el maiz, en la misma parcela.
P^ero con ser esto ya, inusitaáo para tantas gentes, lo más
- 21 118mativo para nuestr^u tema, no estí^ en li.r dictro, sino en lrr
inveterada, cosi.umhr^ de los lahradores poni,evedreses de la^
^ n^la, que "sie^an la, hierha siempre jo^^nn ^^ sin enlalla.r"
l^ara ^que en este estado la consuma el ganado vac^rno.
^^be esta zona precisament^e j^^ roced^en los famosos cebones
^^^• alt^egos, cuya carne }an solo es comparable a la ^tue se come
en Simpson's, del S^t^ranri de t.^^n^lres, o sea, probablemente,
la m^ejor del mnndo.
Y es curioso de obs©rvar que estos labradores, con legítimo orgullo, conocedores d^e la rx ^ ,+gnífir,a realidad de sus b ^.reyes cebados, a los ^{uc solamente ^iurani.e cl i,iempo d^e la hierba, ven luci^dos; estos lahradores ^tue i-r^en^^n adclanté.ndose en
ruuchos años, a los mejure5 cspecialistas íngbeses en ohtener
"el mejor y m^s ha,rato de lus pii^usos concent,rados" ; estos
labra^dores que entreg•an al n^erca^do .,us g^^nados ceha^os, exactan7ente cuarrdo de,jan de cnr}ar híerha joven, creen ^lue la espléndid^, crrlidad ^le su Productn se dehe... al maiz gallego.
Sin qr^e, en n^i ^ánimu, prelenda levanta.r un falso tes^timorrio al ma'iz-qne tan iml^uriani.e t^al^el desemperia en todas
partes y más en ^Ca,licia-, para mi, el mayor acierf,o de dichos
lahradores, estaá en el modo ult^ramoderno-,y- iiltra,viejo-del
,il,rut^crl^^^mi^^nlu rle su^; t^rados.
Si el invierno de la cosia ponl.e^^^edrrsa es como la^ prima^i^'h``de otrtis^ sftios-podrían a(est^ig•uarlo sus naranjos, sus limoneros, ^•arnelías, mim^osas, etc.-, es evidente r{ue la hierba
jow^t^ que de nnvienrbi^e a. marzo ^e prod^ure^, Podrá ser comparada con ^ta ^{ue <r purtir d^c at^ril y mayo, se ohtenga 'en ),as
zona5 'de_^ primav^ra^ c^^nh^^^^iti^ normulmente... ^,^Qué ca.bría.
^icr,ir de^^la hierba ^tne dc ^ihril a^^ci.ubre, por e,j^emplo, se poriríri producir?... No se SaY^r,, h'.n di^^^ho inlervalo, en la costa no
^c ve un ‚oto prado, sebiín ^^a se ha dicho. Solamente maiz ^^
pai,al^^ ronsti^iuyen ot^jeti^^o ^de r.nitivo. á.a patata es normalm^ent^^ iin cu1}ivo económico, en fianlo ^tne el m^aiz, lo es tan
solo a ir^:^^ n^ayores rendimientos, pur hecf^^area, que los ^uc
^^ctualmenle 1^_^aran-como son los quo proceden de la Misión
Biológica, ^lue ^nn maices d^e cuatrc^i y cinco mil kilos y m^ás.
Fero el maiz c^-; alli un articulo d^e primera n^ecesidad, porque todo e.l canil,^^ ^•^^me pan de maiz y ascgura así su sustento.
Una parte va a l^l gan^^dería., hero su principal dcstino es el de
la alimentació^n t^umane. ^t:umo-y est^a. es la i^rag^edia de aqu^eI^los labradores-la enorme d^^n^id^^^l de población, o, to que
es lo mismo, la fatta de tie^^r^i, no l^^ermite dedicar superficie
^l^una a nad^a m,ás, result,a ^lu^e no se oultiva, hi,erba ICn la,
época normal y más propicia, par^+ su cultivo. No sabemos,
pties, ,aun^luc no s^^rían difíciles de pronosticar, los resultados
en ^^na zona donde ];l hierba crece hasía en las paredes y
tejadns sin-interrupción, dnrant^e }odo cl año.
^ii Ca.stilla, q^i.e es nri I^ierra, hu^liera camhiar tri{^o-redi-
-22tt^iendu de la horona ^t1 labraiinr dc la coeta gallega-por e.l
pienso couccntrad^t de la liit?rba jo^^^^n tlue sobrara a Galicia,
^luizú pudiera realizarye un mutuo heneficio. No ^é... ^.os
economi5las-;siemi^^ re los tn^ismos!, diría Menénd^ez ^^ PeI^t^^o--lo^ e^^onumi^tas, digu, i^ienen la palabra.
s
w
w
Las ^^cniajas }^ aplir.acione^ rlue rie modo general y paríicular se derivan de lu dicli^^, i^ ^ reden st^r resumidas como sigu^e:
F:xi^ie uu ^ iuiy^-n tnud^^ de ^^xplc^lr^ r It^, culti^^os prat,enses
ynt^ riud^ c^in Ya.r•ilidart ^tilimeulus ruurenfrados, t^n tanl-o c{ue
rl Si^trmx curri^^cute, n^^ los d^i.
1'^i si^leni^t cont^ínut^ rle aprtwecliamiento prnd^uce demasiada concentrac.ivín ^^ con^^iene ^^rn especial a la obt,ención de
hierba de5tinad^t u ^^^ ^ u:r,rv:^ r, r^^ ^ ^^r,z de r..nl,rega^rla ^al con:^ ^ mo tlirecto.
^Lc^s incnnve^nientes del .i^lt•ma cnntínuo ^e rectifican pc^r
medi^^ dcl sislemzt rntaturi^^, dc gran utilidad ltnáctica para el
la hrad^^r.
Lo^ ^.^^tnce^ntrados de I ^ ierl^a .joven se r,onsideran como alirnentr^ s m^^ís apropist^io^ i^^ra las racione: cl^e producción le^•1 ^^era y ceba dc rum^iante^^, yuc cumo raci^brt dc sttsf,enimiento.
EI pien^o cuncentr^^ dn de hierba • oven no rind^e toda çu
Nlicaria en los gauados de ^^erda ui cn los é quidos.
tLa c^^n^er^'a^'ión tlc la hie^rva jttven sobrante, puede 1 ^ acerse ^en bu,c^nas coni^iici^^nes, metiiante té^^^nicas senci^llas tlue ^^
},ertniten sn ui.ilizaciún ^inra.nl^e el in^^ierno.
Existcn tét^n^icas de c^^n^crvac•.iGu en gr^nde escala que
^uministrau, ya in^u^lrializ^ult^, un alinientt^ concentrado ideal.
De^ecadu ln hi^erl^^a ,j^^r^en, cunser^-a su riyueza, no solo en
i^ rincipios nutrii,ivos dige^tihles y en miueraie5, ^ino labién
e ^t vita.mina^, asi romu Ins i,igntenl^os neccs^^trins pa.ra mantener el ctilc^r cl^e Itt l,et:^ha, crt^m^i, manler^.rt ,y liue<<oc, durante la
p,trada int^ernal, en que l^t I ^ i^rba ur^ crece. ( :on cllo es factihle el aumeut^^ de ^ a }7rn^^i^i^ón ^ítil ilc picnsns concentna^dos y
^•on^igtiienie ^n^ent^e lin dt^ ser rodncida l,t impor(arión de tortas,
c,:reales, etc., lo cual st ^ pi ^ ne nn pr^ sn dccisivo en e1 sen^tid ^^ ^ie
li^erar al la.hrador de lt ^. adi7uisicidn dr, piensos.
w
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Q^as venta,jas aparece^n tan claras ^en ti^empo de giterrt ^ , qut•^
ur^ ncce^itan enatmitt... Sahe'mos quF^ dtu•a.nte el conf^^cl.u
europeo, uno ^ ie los m^á5 gra^^es prc ^ l^ ^ lemas, entre Ibs que ^e
plantearon a las nacion^e;, consistió e nencontrar proteínas cuti-^
cenl.radas, pa.ra la alimentación del ganado. I^,sta diflcultud 9no
debería prest^nlr+rse er ^ l^ ^ ^ucesi^o, pueci,o qne la me,jur ;^ar^^teína cunceulrada, na^^e en la misrna flnr^a del l^rh^tdor^ `M:^ti
aún, ios corles d^e 1 ^ i^rba que se cittrt cuidatiosun ^ ente en^^jartíi-
-2^3nes públi^^,us y en h ^°ivados, campos de deporte^, e6c., cieberían ^er conser^^adus í^ tilmenle.
Y^aunquc rro p,rra el momento, sinu para. urr fuiuro dc
realidade5 próxi^nas, ^ no creéis, coruo yo, qu^e ]a ]rierba joven
conser^^ada en pasiillas, serí ^^ de una corrveniencia incalculable-sin 1 ^ ablar ^-a de las regioues propiarnente ganaderas-en
nuestras secanos, donde si ha.y pa5tos, son efímeros, yuedándose e1 gana^do in^•ariablemente ,i " ^nedia n^ iel", porque invariablem^ent,e desal.^ arccen ^^ ^:^enas cesan las lluvia,s de primavera?
Pensad cun ^ riig•o ^^u lu ^^na supnn ^lría la invasión d^e estos
concentradu^ orr nuu5lru^ secano^. í l^.sie si qae es asunto de
arnplítud! ^.A la 1 ^ ierha ,jo^•en en p:rstillas, no le falta m^,s du^e
paja y anna; a la pxja nada ^ u^ás que agua y hierba joven conservada. La paj,^ de ce ^ +e^ ^ ies tendría su óptimo cornplemento, y
bastaría con tr+arrsportar la r,onserva ^de hierba, puesto que es
más sencillo que transp^^,rtar la paja. ^,Cómo podría en^;ontrarse, a tantas y tantas tonei^ ^ das ^de paja, un destino técnicarnente me,jor, r ^ i una rcvalnrizaciGn más inmediata ,y ^egura, como
alirnento ?^, N;n qué vendría a dar la prodigiosa rusticid^ad d^o
la gana•dería lanar de nuesiros secanos? Bastaría qu^e su au`^n^^nin ninn^•ric^o l,rudujcrr^ un aunrento de estiércol que equi^aliera a la innovación, para darnos por satisfechos, seg • n la
ieoría económica ^d^el {^•auado, ^ lue practican lus alemanes. En
^^nuc.,lro caso, en Clasti^lla, la falta dc estir^rcol, después ^de la de
^^1ltrvi^a, es la rna^•or desvent ^^ ra agrícola. ‚ reo vo clue ^ti alg,o
ní^s que ^ ^ p;^^ g^t.ir cl ^^ uni^ento de estíércol, ha de hrestarse un
astr^tto en que jueaan factores d ^^ tan clevad^o va,lor como
sabemos.
En !Galicia, en eslsL ^-ariadísirna y rica zona leonesa, en As^turias, en ^Santand•er, ^clonde la pradera natural vive como reina
y señora, en las Provincias VaSCOngadas y en Navarra, hay
materia príma. ^,Y nuestros r+e^radíos? Ln especial los grandes
rebradíos nuestros que retínen fierlilidad, agua y calor, y tieneu,
en cambio esCasez dc 1>lan^tas económicas, aparecen indicadísimas para la prod^ucción intensiva de hi•erba joven, industrializarrdo su conserva.
'Gomo os digo, hay nrateria prima en España, para empezar, y creu ya que lo ^dif3cil va a ser que no se empiece, en
cuanto se divulguen, y hasia se ^ensayen por lo m^s reacios,
estas nuevas nuticias que, ai corresponder°, como Dios me da
a entender•, a la in4^ítación inmerecida de la Gámara Agrícola
de Lebn, os brindo hoy con tanto gusto, iDos puntos fs,irven
de apoyp a mi ^esperauza: confío en la bondad del tema, cuyo
valor 1 ^ e procurado 1 ^ acerus llegar, y dcspués, en la resonancia que esta Corporación le presta,
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^ ^^ ^^ ^
Parecc uu ^ueííu y^ nu I^^ ^;. ha uu dc1^^iLosu tuonientu ^1^^
iu^u cuir^^di^^ ^lr. L,^I,E^, un l,cr^i^n^,je dicc a ulru:
-No cruas en en5ueños.
^^
Y el segundc^ conlestu:
-Nu sé q^eo Ie responda, pues siempre sueño que sop
pubre, y, desl^ ierto, soy lo misnio...
Aunque no ^ea obligaturio et soiiar, }iut poden ^ os soiiur
^lue somo^ cic^u5, y, L)i^» mediante, resulíai• verdad.
íllisión Biol&gici^ de Galicia.-Puntevedra.
llía de lu Inmaculada l:uacepción.
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