[Homenaje póstumo al doctor Ezequiel Cuartas Madrid] /

Anuncio
@~g~E G~1OO'~~A~5r~¡M.A..,
lP':na
lli<!~Y na <!ReJF~bB'en'@all~ E.~@O.
Ro R. U. U. de Colo)11,bia.-DirecciónGeneral de la Guerra .
.Art, ll! Cumpliéndose el prQ,ximo 13 de Febrero, un nuevo aniversario de la trágica muel-te del Doctor Ezequiel Cuarras Madrid, el patriota eximio cuya vida fué registro de las
más bellas virtudes, y cuyo recuerdo, muy caro á los liberales de Colombia, ha sido culto especial de esta ciudad meritoria, se consagra el expresado día á honrar, por el Ejército,
la memoria de un oopai-tidario tan noble y tan sentido.
En consecuencia se ordena 1
Primero.-Que á la misa solemne (*) que por iniciativa
de las matronas de Cúcuta se efectuará el lfide Febrero, como sufragio por Cuartas, asistan sendas comisiones de la Direceióu y de las Comandancias y Estados Mayores de las
distintas secciones del Ejército Restaurador.
Se,qundo.-EI Ejército guardará luto el día del aniver•
sano.
Terce1·o.-I~as bandas tocarán en las horas de Ordenanza
n-tretas fúnebres en la plaza de' Santander.
Por el Director General de la Guerra. '
El General Primer Ayudante General,
FRANCISCO LIÉVANO M.
_,(~) No tuvo lugar por encontrarse cerradas las Iglesias, no obstante haberse
oí'recklo los sacerdotes, todn clase (le garantías en el ejercicio de sus funciones.
á
11)DE FEBRERO
DE 1S95.
Las efemérides del Liberalismo colombiano guardan esta fecha como un recuerdo doloroso, página roja en donde se
halla escrito con sangre el nombre de un mártir, víctima del
odio banderizo y del despecho de los regeneradores vencidos.
En esta fecha, después de pocas horas de un terrible cautiverio, fué atado y conducido el DOCTOREZEQUIEL OUARTA8
MADRID,idólatra de eu Causa y su bandera, á la colina ardiente que debía ser testigo de una inmolación bárbara y cruel.
Allí, en medio de sarcasmos é insultos de desesperación, los
sectarios' del despotismo troncharon
cobardemente
aquella
existencia en flor, una esperanza del país, una luminosa estreHa del Foro colombiano y lln enamorado frenético de las u
bertades del pueblo.
,
Oúcuta lloró entonces la pérdida de su ilustre huésped; Oúeuta, la ciudad liberal, le ha llorado siempre, y á despecho de
la dominación regeneradora, ha peregrinado en los aniversarios al lugar que guarda las cenizas de la víctima.
Le ha tocado en suerte al Ejército liberal triunfante, hacer los honores á la memoria de su querido compañero en ~~l
quinto aniversario de su muerte.
La Dirección General de la Guerra, en la orden generalísima que insertamos en el lugar correspondiente,
dictó lo
conducente á la fúnebre obasión que se tributara ayer á la
memoria de uno de los más entusiastas sel vid ores del Liberalismo.
Sendos decretos de las diversas oficinas y eorporaeiones ,
órdenes generales de los Estados Mayores de los distintos
Ejércitos y de los di visionarios, secundaron la disposición oficial del benemérito Director General ele la Guerra.
El batallón de artille da condujo la batería á la plaza de
Santander, y disparó 21 oanonazos, tributo (le honores al malogrado Cuartas.
La procesión al cementerio, esa peregriuación solemne al
lugar del dprno reposo, tuvo lugar en Alorden indicado f'1I Al
Decreto de la J cfatura Depal'tamen tal; tras el cortejo civil
marchaba In, banda de la Dirección General de la G uerra ojeeutando una bion instrumentada
pieza marcial; seguían el
cuerpo de policía, el batallón Murillo Toro y el batallón Peralonso.
.Antes de empezar el desfile, en la plaza de Santander,
ocupó la tribuna el simpático y notable artista de la palabra
Doctor l\Iaximiliano Grillo, cuyo verbo atrevido y levantado
corno las montanas antioqueñas, hace estremecer los nervios
y conmover el alma. Representaba¡ el Senor Doctor Grillo al
Senor General Vargas Santos: y á fé que supo interpsetar fielmente el seutimiento nobilísimo de nuestro invicto Jefe.
Muchos y muy merecidos aplausos le fueron tributados
al modesto y enérgico orador.
Luego subió el Señor Don Guillermo Vega M. y leyó
una hermosa composición que fué aplaudida calurosamente.
Elrec10ble de los tambores anunció la marcha; y cuando
ésta empt-;zó, sentimos en el alma inefable alegría. "PJl desfile
por cuartas y á paso redoblado, de nuestros soldados, nos llamó la atención. Cómo un ejército revolucionario, compuesto
de honrados Ilrtesanos y labori,"f'0s agricultores, ha podido
en tan corto tiempo, y en medio de los azares de una pe.nosísima campana, llegar en rigOl' de la ordenaza á colocarse á la
altura de los mejores ejércitos de línea 1
Muestra elocuente es ésta de la pericia de nuestros incansables ,Tefes y de la índole estudiosa del pueblo colombiano.
Cuando la comitiva llegó al cementerio, el recinto estaba
tolmado do damas y caballerostle
todas las clases sociales.
La, tumba de Cuartas, adornada de flores y O.ecintas de rojo
y negro, parecía un lugar de culto, un altar de veneración
sincera, un santuario precioso depositario de verdaderos afectos.
Allí tomaron la palabra:
Coronel Francisco Pallié, á nombre del Ejército del Norte.
Coronel Luis Alfredo Bernal, á nombre de la División
Neira.
General Pedro Soler Martíne», á nombré del Municipio
de San José.
El autor de estas líneas, á nombre del Señor Jefe Departamontal.
Doctor Leopoldo Castellanos, á nombre de los empleados
eiviles naciona18s.
-~4 -
Señor Daniel Rarnírez, á nombre del Escuadrón Libros df\
Salazar .
. Doctor 'I'orres A~YiI1, como Alcalde de la ciudad
Doctor Miguel M~'.:);~a.
Señor Nicanor HU[,t~o.
La puesta del sol, ~sa.,hora triste, la hora de las profundas nostalgias, tuvo lu~i-á
tiempo en que la última guirual1
da se colocaba sobre el1i érrnoso catafalco.
,
,-'
,'-
TEODORIO
V.
SANCHRZ
---'0--•
DISCURSO del Doctor lUaxirniliallo GI'illo, en I'epl'.~sent:tción elel seilol' Genel'al Gabl'jel V:u'i{as S:Ult,OS.
Senores:
El señorGenarnl Gabriel Vargas Santos, Director di' la
Guerra y Jefe benemérito 'á quien todos obedecemos gustosos, me ha, hecho el 'pttrticllJal' honor de encargarme q U8 lo
represento en la festividad qhe hoy celebra la hermosa y leal
ciudad de Cúeuta, en memoria del doctor Ezequ iol Cuartas.
Madrid, soldado del derecho y mártir de la libertad, sacrificado en un día nefasto por los defensores del despotismo.
Ponderoso es el car8'.9, Y yo no lo hubiera aceptado á no
hacerme la eOllsideracióll',de que el modesto Jefe del li beralismo al designarme pal'áq.u\3 lo reprosentt~ aquí, se propuso
f'$coger al más humilde de.sus subordinados .
.~~~~;¡ustas son la~ !nanifest~ciontJs de esta clase, encamitla<l~.s
11 'j.~ordar los méritos de lOs buenos servidores de la Repnb1i&i; justas, sobre todo, cuando se di¡'igen á honrar la memoria de quienes,-después de' .uua vida consagl'ada á la defensa
de sus ideales, haa perecido en el martirio dejando en la historia de su patria una página llena de resplandores trágicos y
sangrientos.
.
Al repasar los anales de'nuestra vida de pueblos emancipados, en la serie tan larga como dolorosa de las contiendas
ci viles, encontramos con frecuencia piedras negras que marcan el lugar en que sectarios fanáticos y crueles han vertido
bárbaramente la sangre de prisioneros, á quienes la suerte de
la guerra ha puesto en sus manos, á merced de sus instintos
agitados y de sus corazone,inmisericordes,
Cuando sabernos
_a_o
que todavía suceden casos de estos, los que eonsideranos la
guerra medio efectivo, pero espantable, á que los puel.los se
ven precisados á recurrir para librarse de tiranos, 0l'cL.Ll.clo
pensamos que aún se repiten asesiuat ,í} como el de qUQ tuó
víctima el copartidario cuya muerto u.menta aún el liberalismo, no podemos hacer otra cosa que renegar de nuestra civilización y de la índole de nuestra l'a"" ••
El Partido Liberal no tiene, ni " tenido natural predisposición á implantar con el carácter de ";"illCipio la crueldad
con los prisioneros y vencidos. Si hay algo que distinga al
que se llama genuino liberal, es- la hidalguía :. balleresea
con que se porta con sus enemigos al coronar sus jo: nadas de
gloria en los campos de batalla. La crueldad es atributo de
los débiles y de los fanáticos. Nosotros somos bastante fuertes para ser siempre generosos. Yo he visto á nuestros soldados
ser magnánimos en el combate, tender la mano al.vencido y
protegerlo con noble arrogancia. Bien por nuestros soldados
que saben vencer y saben perdonar; que no recuerdan á las
víctimas como Cuartas para vengarlas martirizando vencidos,
si no entro la lucha para inspira¡' su valer en altos ejeranlos,
y después de la victoria para llev¡i.rles coronas de lau'c:\ill"
pias de sangre no vertidas en leal contienda. Ue1ebl'eLu _'" el
sentimiento generoso de nuestros soldados, porque su germiuaeión en todos los corazones colombianos será digo de Cuartas, y pongamos en la tumba del' mártir laureles y fiares en
prueba de que si su memoria vive eu nosotros, sn muerto no la
vengamos en el tallón sino con las Locas de nuestros fusiles,
en lid franca donde sólo Dios y el esfuerzo humano deciden
de la suerte de los combatientes.
Me corresponde colocar en el sepulcro del mártir i1J}(~ral una corona, en nombre del señor General Vargas Santr.s.
---o
JIDlÍ¡;¡iC1UIlR§(jJ)
.Iló<tl "'<i!¡fu~.Q' ~¡¡oó¡¡!í,d't~"'oVG'!i1.t I\;:,
Doctor EZEQUIEL
CrrAR1rAS JJ:lADRID
1
\
Hé aquí la más inocente, noble é ilustre de las víctimas escogidas por los sicarios dé la tiranía el 15 de Febrero de 1895.
Su alma era germen del bien; su corazón, fuente de amor patrio; su cerebro, foco de luminosas ideas: fué, pues,
inocente, noble f:. ilustre.
,- 6-
Semejantes especiales virtudes no cuadran con la íudolo
perversa de los tiranos: por ello entre risas y sarcasmos consumaron tan horrendo crimen en medio de la embriaguez de
las pasiones de quienes aherrojan y asesinan por instinto, pOI'
ley y por sistema.
.
Cinco anos há que la sangre del gran patriota regó estos
valles que guardan en su-seno los restos de la ilustre víctima.
II
Era EZEQUIELCUARTASMADRIDalto de cuerpo, colorrnoreno pálido, de mirada tauviva como su pensamiento.
Lnbios grandes y rasgados, todo lo que salía de su boca era brillante, magnífico, magistral: había en él mucho como del atleta de la palabra.
De carácter afable y austero, reunía en sí la ternura y la
energía: había equilibrido en su corazón y en su alma: la
bondad y la razón eran la norma de su vida tanto pública
como privada,
Amante apasionado, frenético de la Libertad, tÍ. ésta le
eonsugró su pluma, sn espada y su martirio.
Aborrecía á los Déspota:t y á voz en grito les pedía el reeonocimiento de las libertades públicas, que son la gran :1.1'teda del Progreso, en todas sus múltiple", amplias y bellas
manifestaciones.
,,
Embriagábase no con los fútiles, afeminados placeres 'de
una juventud sin fé en el porvenir, sino con los goces de las
g-lorias patrias, con los encantos de los hechos heroicos, y
consideraba al martirio, como escala para ascender á la gloria.
En las 'horas solemnes, cuando veía naufragar la IHWA ele
la República y á Colombia como inepta para alcanzar la Libertad perdida, la tristeza se pintaba en su semblante como
si hubiera tenido presentimiento
de su áspero destino, (le su
cruento sacrificio.
Frío tanto en el peligro como en el infortunio; templado
en todos los actos de su conciencia sin mancha; ardiente como el sol de mediodía en todas las agi.taciones patrióticas de
su alma de fuego, este joven héroe de triple temperamento
era así como un nevado de la extensa cordillera andina cuya
base toca la tierra ysu cima alcanzaal cielo.
Nacido en Antioquia, Ezequiel Cuartas Madrid, siendo
aún muy joven, abandonó sus lares, sus bienes y su familia,
siguió la Renda qne le mareó (-}1deber, buscó las fatigas del
-7-:'
.,
campamento, se hizo digno de alcanzar la Victoria y muno
llevando en sus manos la palma de la inmortalidad.
III
Cayó Ezequiel Cuartas Madrid á los golpes del verdugo:
su culpa fué amar el Derecho y la Justicia, buscar la luz. El
sumario de su condena es documento de gloria para la posteridad.
El héroe y el mártir aun vive. Sueña con la Libertad y
delira con el porvenir de su Patria. Desde la tumba abre sus
ojos lanza sus rayos de fuego para aterrar al areopaqo regenerador que le condenó al suplicio de la muerte.
Las arruas Liberales le hacen honores, el Pabellón Nacional cuida su tumba, la República. grita á su oído y ledice:
Levanta ¡oh mártir! que la hora. de la redención ha llegado:
así lo anuncian las dianas de la Victoria .
.Con la sangre del héroe está grabado su nombre en el
cielo colombiano: le circunda diadema luminosa de claridades tan extensas como su valor; su genio y su martirio.
IV 1
Si parece un sueño l.
Si semeja una ilusión ó mágico espejismo l. _.. __Milagros del tiempo 1 Secretos del porvenir 1
..
Hoy, después de cinco anos luctuosos, corridos desde el
día del gran sacrificio, del doloroso martirio, la tumba de
ffi7.equielCuartas Madrid, de seguro profanada por la mano
de sus verdugos, se ve cubierta deéoronas emblemáticas, las
que se tributan al valor y al talento ..
Hoy la Comandancia de esta plaza representada por el
. gallardo y prestigioso Jefe General Rafael Leal V. presenta
al ilustre muerto el saludo de las armas Liberales y parece
llamarle de lluevo á la vida con las vibrantes y entusiastas
dianas de la Victoria.
Es que servil' á la Libertad, salvar á la Nación, ser el árbitro de los destinos elevados dslvpueblo, es labor cuyo fin corona la gloria.
¡Oh Justicia social! Tu hora ha llegado para establecer
diferencias, distribuir recompensas, ensalzar á los buenos y
ofrendarles por toda corona, los laureles de la inmortalidad.
San J08P de Cúeuta, Febrero 15 de l~OO.
-8,DISCURSO del sello.' F.'mncisco A. P:lillh~.
Señores: .
.
El Esta.do Mayor General del Ejército del Norte me ha
comisionado para que lleve la palabra en este día solemne;
y aun cuando ésta para mí muy honrosa comisión no se me hizo saber sino á última hora, cuandoyá no me quedaba tiempo .para prepararme, no vacilé en aceptada por que estaba
convencido de que en estos momentos no se atendería á la
forma de mis frases, sino á la sinceridad de mis palabras.
Asi como los fieles de casi todas las religiones del globo
tienen sus Santos, seres intangibles, cuya vida suponen inimitable y á los cuales recurren para pedir particular proteo- .
eión 'en los momentos apurados, nosotros también tenemos
los nuestros. No para implorados en el peligro, sino para, imitarlos; no para rendirles ciega adoración, como torpes fanáticos, sino para admirarlos en la medida de sus méritos. Por
eso hoy hemos venido á Oficiar en una de las tumbas más sagradas para el liberalismo: la del doctor EZEQUIELCUARTAS
MADRID,sublime mártir de la libertad.
. No era él de un temperamento guerrero: no era un apasionado por el militarismo. Por eso luchó primero con fé,
como un bravo, en los combates de la prensa. Pero euaudo
vió que aquella lucha era infructuosa, al con vencerse de q 110;
"cuado la tiranía lo ha osado todo es inútil opouerle otra mz ón que la de la fuerza", abandonó con presteza el gabinete
. y salió en bus ea de las toldas insurgentes. Poco tiempo despues el Destino quiso que cayera en manos de sus enemigos,
para quienes no existe nada sagrado: ni el hogar en la paz,
ni el prisionero en la guerra. Y fué asesinado vilmente ('1 1:>
de Febrero de 1895.
En su cadáver se cebaron sus asesinos con furia de chacales. La Pálida Enlutada no llegó á donde él con mimos y
caricias, silla con brusquedad: se gozó la muy cruel en martirizarlo antes de llevárselo consigo. El -que tal vez confiaba
en el triunfo de aquella santa rebelión- debió irse con tristeza, con dolor: como la hermosa que se vé precisada á retirarse cuando apenas vá á comenzar la fiesta.
y aquí cabe, señores, hacer notar una vez más el marcadísimo contraste que existe entre todas las prácticas de los
Nacionalistas y las nuestras: mientras aquellos asesinan vilmente, en gavilla, á nuestros prisioneros, nosotros colmarnos
(1('ateuciones á los suyos, tratando de amargar- lo manos po-
-11 c_
14 y t::i de Febrero de 1895 en el Rosario,)' en esta ciudad.
En aquel tiempo, como hoy, el Gobierno Nacional que nos
oprime, á fuerza de vulnerar nuestros derechos politicos y
civiles, destruyó nuestras garantías sociales, nos persiguió,
nos confinó, llevó al destierro á los miembros del Partido Liberal,á morir por centenares en climas deletérios, en playas
extrangeras, dejando abandonadas á las madres, á las esposas,
á los hijos, -á todos, sin pan para la subsistencia,- y á los sobrevi vientes sin esperanza de volver á la Patria; ahí están,
entre otros, César Conto yJuan de Dios Uribe; víctimas ilustres, mártires del deber, cuyo recuerdo evoco para que se
retemple y se aquilate más en el pecho de mis compañeros
de armas el sentimiento de la República. Hoy que hemos
entrado en lid, los excito para que convirtamos en polvo, en
los campos de batalla, la cadena que han querido atar á nuestro cuello nuestrosadversarios
políticos, los enemigos de la
libertad!
"
Oinco años hace que luchábamos como ahora.spor salvar
la doctrina política que como apóstoles de la verdad, siempre
hemos defendido en la pI'eusa, en el parlamento yen la vida,
social; á nuestro lado se hallabrbuna gallarda figura, la que
.relwcsentaba al filósofo convencido, al sábio jurisconsulto y
al valeroso guerrero: era Ezequiel Cuartas Madrid que unido
á nosotros se aprestaba para combatir en defensa de los derechos del pueblo, el 14 de Febrero de 1895, en el Rosario de
Cúeuta ; pero como en la marcha nocturna de aquel día ocupaba la retaguardia de nuestro Ejercito, fué hecho prisionero
por el enemigo é inmolado al día siguiente en las primeras
horas, para solazarse los asesinos con las contorciones de la
Vl(~:",na mutilarla por los golpes de machete que despedazaron
1311 cerebro )T sepal'aron su cabeza del tronco. En ese crimen
la "f":: -':1.dfué sustituida por la alevosía y la ferocidad de los
ab:{,q:
de aquellos que se escudan con la religión del Cru(~ifkélJ.( ,':l1vocan el nombre de Dios para sus empresas fratriei.ías. ~L~rtRs fué un mártir¡ recorrió la vía dolorosa des(le la "Estación Cúeuta," lugar de su prisión, hasta el punto
del "Puente San Rafael" donde filé sacrificado; en ese lugar
!>y;, ..,\ nna CJ'IlZ negra sobre un pedestal blanco, la cual al pie
dI' :: LL colina representa un verdadero calvario.
.uartas no cayó con la suavidad de la hoja qne se despl'f"d(~de la planta en alas del Céfiro; cayó como el árbol
!,t'C'1,! :'l' destrozado por la violencia del hacha fratricida.
En
1,1 yi, in. politir-a no fué meteoro fugaz, La. historia recojerá
-12-
su nombre y lo inmortalizará con la aureola luminosa eon
que corona á los mártires de las Grandes Causas.
San José, Febrero 15 de 1900.
---0,---
DISCURSO del
seijor Doctol' Teodosio V. .S~illchez,en
.
presentación del señor JeCe Del)artalllelltal.
1'('_
Senores:
En cumplimiento de un maudato superior vengo á MUpar esta tribuna, sin otros títulos que el amor ardiente de mi
alma á la Santa Causa de la Libertad, y la veneración que me
i nspira la memoria del amigo querido, del campanero de armas en la campana del 85, del ilustre mártir Docron EZEQUIELCUARTASMADRID,sacrificado vilmente por nuestros
crueles adversarios, aquí, en este sitio que aún conserva húmeda la noble sangre, como triste recuerdo para nosotros los
liberales de Colombia y como baldón eterno para sus despia.dados victimarios:
.
. .Aquí, se~lOres,en .esta $;o~a calcinada por los ardores tropicales, rend ido de fatiga y bárbaramente atado con bruscas
ligaduras, vió el mártir levantarse la cuchilla que debía segar
su 'cuello y extingir su interesante vida, á tiempo en que las
dianas del triunfo de sus soldados rom pían vibrantes el airo,
y cuando yá los pabellones rojos se di visaban en la ciudad de
sus afectos, ésta que hoy como entonces vierte sus amargas
lágrimas y maldice á los verdugosde tan notable vítima,
Estas cenizas queridas, estos despojos venerandos no 10R
cubrimos hoy con adelfas y pasionarias, flores tristes con que
se adornan siempre las tumbas de los muertos. El pendón rojo,
el pendón liberal, éste que flameó terrible en Peralonso.y Gramalote, y que triunfantes siempre nos guiará hasta la definitiva restauración de la República, es el mejor, el más simbólico ornamento de este santuario que si guarda la materia,
también inmortaliza al modesto luchador del liberalismo, al
jurisconsulto notable, al r.í1ártir simpático del 95. Para qué
flores y crespones negros que eontristan el alma? Hagamos Ul-l
este monumento y de este acto motivos de enseñanza para el
pueblo.
El viajero, á su paso, verá aquí, en este mausoleo, las prácticas de los que irónicamente se apellidan soldados de una eausu político cristiana, defensores de la moral pública, rpgenOl'a•
" '
1.u-·
dores de un pueblo noble y grande. Sabrá que la Regeneración
no sólo fuéen Colombia la encarnación del despotismo, la protectora del peculado y del robo, de la opresión y de la violencia, si que también se declaró en verdugo de los liberales, y
«on virtió la Ley en tribunal de venganzas, el derecho ciudadano en privilegios políticos, la,fraternidad reJ?ublicana en odios
banderizos Y 190 investigación legal eti perJuicios homicidas.
Ella, la, que arruinó al pueblo, la que cerró los templos de Minerba,la que aherrojó el pensamiento Y enmudeció la prensa, la
que hizo de la Administración pública semillero de latrocinios
y convirtió á, sus servidores en turiferarios políticos.
Pero en el reloj de la Justicia suena, tarde ó temprano, la
hora de las reparaciones.
'
El sacudimiento del pueblo colombiano clama hoy pOI' la.
rehabilitación de sus derechos; Y esta protesta armada es la
mejor esperanza de Colombia.
Venid vosotros soldados, del Ejército RestaUJ'ador, venid contemplad estas cenizas calentadascon el fuego de nuestros afectos, y sabed que la inmolación por una causa noble y
santa como la nuéstra, es ofrenda que la Patria agradece, que
la Patria premia.
P ,
'
,,
,
No veáis en estas cenizas las'ihspiradorasde
vsnganzas
terribles. Sabed que nuestro credo pugna con todo lo inuoblo,
(l011 todo lo que se aparte de la moral politíca. Enardeceos
pt>ra la lucha, pero en la hora del triúnfo acordaos de la magnanimidad de nuestro esclarecido y venerable Jefe, y tened pre- ,
sentó estas son dogmáticas palabras: "el soldado liberal eombate pero no asesina." Acordaos dé que nuestras doctrinas son
opuostas: contra la opresión, la libertad; eontr a el' peculn,do,
la, honradez; contra la hipocresía y el fanatismo religioso, la
franqueza yeljuieio como consecuencia de razonamientos profundos, contra la crueldad conservadora, la bondad característica del liberalismo; contra el sacrificio bárbaro de los prisionercs de guerra, el perdón que generosamente se otorga á
los vencidos.
.
Venid todos á, entonar el himno de los libres sobre esta
urna sagrada. Esas cenizas no qn~-eI'enotra santificación que
la puede darles el contacto de vuestros aceros, ni más cáutieos que los gritos de triunfo en las batallas por la Libertad y
la Justicia. Cubrid con vuestra rojas banderolas los despojos
del mártir; éllos se removerán agradecidos al sentir el calor
IIp las insignias que les sirvieron de sudario.
En nombre del senor .Tefedepa1'tamentn,1 coloco esta guir-
, -14-
nalda, atada con las bandas roja y negm, como símbolo del
duelo que aun guarda el Gobierno liberal por l{. infausta muerte del ilustre CUAUTAS.
,
---01---
He dicho.
DISCURSO dCI Doctor Leopoldo Castcllanos, á
los emplead.os
Civilcs Nacionales.
,
nOlllbl'C
de
Tengo el alto inmerecido honor, de dirigiros la palabra
en nombre del elemento civil que se halla al servicio de la heróica Revolución Liberal.
Desde el luctuoso día 15 de Febrero de 1895, el decidido
y entusiasta republIcanismo cucuteño no ha dejado pasar una
sola. vez esta fecha tan dolorosa, sin venir, lleno de respetuosa
veneración, con la cabeza 'deseubierta y el corazón atribulado,
á visitar esta tumba, si modesta, queridísima, que guarda y
encierra los despojos mortales del que fué aquí nuestro copartidario excelente, nuestro apóstol en el ideal, nuestro cerebro
inspirador y nuestro mártir inmaculado!
'I'al fué EZEQUIELCfT"~TASMADRID,tipo y modelo cumplido del verdadero libel:J, ya por el culto fervoroso y desinteresado que á los principios profesaba, ya por la absoluta
abnegación que sabía desa rrollar para sostenerlos. ora, por la
aquilatada honradoz que ~e era camcterística, ora, en fin, por
la enérgica decisión con que voló al sacrifiioio !
Víctima más pura, comparable apenas al malogJ'[l.do cuanto gallardo Ricardo Gaitán Obeso, no ha ultimado la funesta
Regeneración en Colombia: sangre más preciosa no han vertido, ni en ésta ni en otra de las Repúblicas hispano americanas, las manos torpes, misorables y degradadas de los sicarios
de la Tiranía y del OScUt:~llltismo!
Esta tumba simboliza á la vez una ensenanza y una pl'otesta. Ensenanza, por cuanto nos está iudicando del modo
más elocuente la manera formal •y recta de llenar nuestros deberes para co~ la Patria, que es nuestra madre; para con
nuestros semeJantes, que-son nuestros hermanos y para con
nuestra Causa política, qtíe es nuestro culto, puesto que los
hombres y las cosas surgen hoy para caer manana, ahora cambia y luégo desaparecen, en tanto que los principios, los ideales, son eternos é inmoltales como la amplitud del espacio,
que perdura y pel'durará siempre al tra vés de los siglos y de
las vicisitudes!
-15Señores: EZEQUIELCUARTASMADRIDcumplió como bueno
su deber de liberal, sin vacilar antes los obstáculos, sin trepidar ante las penalidades, sin flaquear ante el ineludible sacrificio: en todo esto se funda su gran mérito y es esa la elevada ensenanza que nos legó, especialmente á vosotros, jóvenes liberales, que defendéis con tanto brillo las banderas yá
invencibles de nuestro Partido.
He afirmado que. esta tum ba simboliza también una pro ..
testa y esta es la verdad, por cuanto hemos venido en años
anteriores, á despecho del Gobierno.regenerador.
y continuaremos viniendo en lo sucesivo, nosotros, los liberales numerosos residentes en Cúcuta, á expresar ante ella de la manera más enérgica nuestra profunda indignación, nuestra repugnancia, nuestro odio, contra el salvaje sistema del asesinato,
de la. alevosía, de la bajeza, cualesquiera que sean las formas
que busquen para encubrirse.
CUAR'rAsMADRIDfué miembro muy distinguido de la juventud liberal colombiana que alcanzó á educarse en la Uníversidad Nacional y en el Oolegio Mayor de Nuestra Senara
del Rosario, y que fueron bajo la egida del Gobierno Liberal,
los santuarios de la Idea republieasa, las fraguas en donde
se templaban las convicciones dem6él'áticas y los altos nidos
en donde el pensamiento desarrollaba sus alas poderosas para tendel' el vuelo por las regiones plácidas y serenas del Derecho y de la Ciencia!
Asi, pues, el recuerdo de CUARTASMADRIDvivirá en el corazón de la Patria agradecida, redimida por las armas victoriosas del intrépido y generoso Liberalismo, cuanto en ella
perduren las nociones de In verdadera Justicia,
He dicho.
---o-~_.
SEÑORES:
Amante, admirador de todo aquello que inspira fé por
la libertad, por la razón y la justicia, y viendo en esta solemne obasión una muestra de eterno reconocimiento por el
amor á la Patria, me permito ofrecer al caudillo y al mártir
de 1895 estas torpes estrofas á nombre del "BATALLÓNLIBRES
DE SALAZAR."
Cayó con noble OI'gUIJO,cual guerrero
Qu.e después (1('1com bate em brabeeido,
I
,-- 16-
Sus ojos clava en el brillante acero
Con avidez suprema, con delirio.
Cayó muy léjos de sus patrios lares;
Más: nada importa' al hombre si en la vida,
Supo hacer del deber, del honor fuentes iguales
y supo erguir la frente sin mancilla.
Cayó: y luchando en su agonía imponente
Ni una queja, ni un ay, dejó escapar
Esa alma grande, de subido temple.
Fué soldado de aquellos Espartanos
Que en lucha, desigual templó su alma
~n el odio que inspiran los tiranos.
DANIEL
,
RAMIREZ.
Febrero 15 de 1900.
DIS(;URSO del doetM· Alejandro Tones
Amaya.
Señores:
" El morir es nada, lo que es horrible es dejar ne vivir."
~o
VICTOR HUGo.
o
Venimos á este augusto recinto de la muerte, profundamente conmovidos á visitar la tumba de un mártir.
Traemos coronas de siemprevivas.
La naturaleza, en la manana de hoy, parecía aeompanarnos en el dolor, porque triste y opaca no dejaba espareer en
toda plenitud el sol meridional. También en la carrera del
triunfo, las sombras siniestras del oscurantismo, impiden que
el sol de la libertad alumbre esplendoroso por todos los ambitos del país. Pero nó importa, tarde ó temprano, algún día,
que está próximo, aparecerá la aurora del Derecho, se abrirá
paso, destruirá las nubes !lel despotismo y brillará purísima
en el cielo de la Patria,
Mártir fué Jesucristo, mártir fué Galileo, mártir fué Ricaurte, mártir fué Gaitán Obeso, y mártir, que derramó su
sangre preciosísima, fué el malogrado doctor EZEQUIELCUARTAS MADRID,en cuya urna funeraria venimos á llorar en el
5 <,> aniversario de su incruento saeri fieio.
-17-
Cobard.es son los asesinos de la ideal Infames son los
opresores del Pueblo. Oh 1 Santa Democracia! coloca una
guirnalda de inmortales, adornada con las insignias de la revolución y humedecida con las lágrimas de Cúcuta, sobre esa
tumba querida, sobre esa caja venirada que guarda los despojos de un apóstol del liberalismo, que encierra los restos
de un valiente y que conserva los huesos aun ensangrentados de una víctima preciosa de la gran causa popular.
Doctor Cuartas! Duerme tranquilo! Ya los chacales de
Gramalote no inrespetarán tu tumba, ni las hienas de Gramalote profanarán tus sagradas reliquias, por que hay diez
mil pechos liberales que son los centinelas de tu idea, están
de pié, y cuando la vangual'diade
los godos grite con voz
cavernosa" alerta!"
nuestras heroicas avanzadas invencibles, les contestarán, con grito sonoro, firme y convencido:
" j alerta está! "
Doctor Ezequiel Cuartas! contémpla desde ultratumba
esta manifestación solemne de un pueblo libre, como tributo
á la memoria de un abanderado de la República, que á semejanza de Córdoba pagó con su vida su inmenso amor á la
Li1Jertad.'t
'- .
Doctor Ezequiel Cuartas! unido á Juancho Uribe, el gran
escritor colombia.no, y á Figueredo, el audaz joven General,
también asesinado por los godos NI, esta sublime contienda,
-1'l1Pga al Dios de los Ejércitos democráticos por el triunfo
IIp la Re\'0hwión.
He dicho.
---'0--Dli§if;~rlR§4J¡ <1lleB n ector
1V1I~~eul!
NI[. ®TI:l!.yrn
S~~OIl mlCil!R UEqUlEL CUA.RiA8 MADRHíI,
Yo no traigo elementos dignos de vuestra corona fúnebre, solo vengo á ser testigo de la obaeión que la Patria y la
H,epública tributan á sus leales hijos; pero si vengo á des«nbrirme delante del sitio nefando,ilonde
asesinos ofioiales,
«ortaron el hilo de vuestra preciosa existencia.
Si el Gobie1'llo que encarnó la Regeneración, qne cede
hoy á los golpes certeros del soldado de la ley; conspiró y
persiguió el mérito y la virtud, y premió la dilación y el crimen, nosotros, soldados de una santa causa venimos á sublil11aJ'vuestro saorificio y erijir un monumento á vuestra que-
-18-
rida memoria, precisamente en el mismo lugar donde sufriste
la última agonía, y donde tu grande ospii-itu voló en alas de
su último y generoso pensamiento,
hacia la infinita región
de lo desconocido.
-c,
Doctor Ouartas: Nada sobre la tierra podrá arrancar de
la tisteza de este régimen, la ignominia con qUE cubrió á todo un partido político, que desapai-seo de la escena, al decretal' tu suplicio -por el puüal asesino. Para ese Gobierno, enjéndro híbrido de desechas corrompidas y corruptores,
de
agrupaciones de hombres sin vínculos ningunos con la sociedad ni con la moral, tiene la historia, cuenta abierta e11la
verdadera página negra, página inspirada con tu preciosa sangre y terminada con asesinatos, pillaje y latrocinios.
Los hombres honrados como vos, Doctor Cuartas, como
César Oonto, Juan de -Dios Uribe, Ricardo Gaitán O. etc. etc.
hacían estorbo á los Gobiernistas regeneradoi-os ; por tanto
los que no estu vieron al alcance del veneno y del puñal, fueron á morir en extraujera tierra. El Doctor Corito dejó en la
hospitalaria Guatemala su solitaria huesa, abierta lejos de su
amada Patria, y el Doctor Uribe aeab a de exhalar el último
aliento en la Patria del rü~le Alf'aro, Pero vos y Gaitán, para reposar eu el eterno Bueno, en una vera del camino y en
el ~onfin de Oolombia, fué preciso sujetarse á las event.ualidades de las leyes de uua.secta que surjió del fondo inquietorial, en los linderos de la edad média y de la edad 111 odern a.
Pero ellos y vos excelso Doctor Cuurtas, y muchos otros
héroes y mártires de la libertaI que han sucumbido luchando
contra los déspotas y Pai-lamü~tas colombianos, viven porque
su espíritu ha encamado en todo noble ser, en todo pecho
valiente. El alma de todos vosotros se sorprenderá desde allendelos celajes celestiales al contemplar á todos nuestros
hermanos de pié en la extensión del país pidiendo cuenta á
los tiranos de la Patria, rédueidos ya por el inflexible destino á su inevitable pérdida y desaparición completa del escenario político donde apenas dejan los rastros de su paso por
la rapacidad, por la licencia y por el vicio.
Por eso concluiremo-g con el poeta:
El tiempo no es el tiempo que se vive,
La vida es el amor, es El recuerdo,
Por eso hay muertos, ell el mundo vivos,
Por eso hay vivos, en el mundo muertos!
Dormid en paz querido compatriota:
vuestra tumba no
-19-Y'
es ésta solamente: ella se abrió en ('11 corazón de todos los
Repl1blicanos y tu memoria tendrá Hn la historia páginas de
01'0 y de diamantes.
.,w
He dicho.
----0--
Señore« :
El Gran Libro de la Humanidad, tan contemplado por
Donoso Cortés, ha traído al Universo, como ejemplo, el más
notable de los acontecimientos de que el mundo fué testigo,
en los tiempos patriarcales.
Invención ó historia, un Hombre Dios se presentó á ofrendar su vid a en holocausto, para fundar una doctrina,
aunque por eso hubiera de llegar á su colmo la sevicia de la
rey edad Judaica.
Jerusalén eB desde entonces Tierra Santa á donde los
místicos concurren y los fanáticos peregrinan, para incarse
do rodillas ante la efigie de su ReC1011tor,mártir de la bíblica
epopeya. .
~Pues bien, nosotros también tenemos un libro en el cual
Santander escribió la primera, página, ese -libro es el catálogo
de los mártires de nuestra libertad, Cuartas patentizó allí su
nombre escrito con la sangre que de su cuerpo hicieron verter las cobardes hazanas de nuestros avesados liberticidas.
Por eso, fanáticos de nuestro-credo, venimos hoy en pe)'(~grinación á esta tierra, que también es santa, á venerar las
cenizas del mártir de nuestra fé política. Esa tumba que las
cierra, es el magnífico templo que guarda las aras santas sobre las cuales ofrendamos incienso al qne supo sacrificarse
por nuestra redención ropublieaua,
Ahí está Cuartas, Él supo estimar la libertad como el
más sagrado de nuestros derechos, y supo que para reconquistar ese bien, debía lavarse con sangre el lodo con que ha
«mpañado la bandera patria, el inisao sistema que ha venido
apellidándose Regeneración.
Daniel Hernández, Fortunato Berual, Plutarco Vargas
y muchos otros, segaron las primeras simientes; Cuartas quiso ser el benéfico cultivador del preciado olivo, y, Juan Francisco Gómez, Agustín Neira y Heliodoro Ruiz P., alcanzaron
á ver cosechado el fruto de su cruento sacricfiio.
-20-
La Patria agonizante ya, exhalaba el último suspiro, y había de necesitar del apoyo de sus valientes hijos para sal val'
la vida que le dieron los Mártires de 1810.
Nuestro eterno recl)~.!'do para todos los mártires del derecho y una lágrima para refrescar las flores y coronas qUA
rodean la tumba de Cuartas.
Cúcuta, Febrero lfí ite 1900,
,.
He dicho.
------0----~
Doctol' Ez.cfllliel Cual'tas llladt'id.
Para la, libertad de nuestra arnada Patria debía haber
una víctima que, ceñida á sus sienes la corona'del martirio y
trepando los ásperos peldaños de ignominioso gólgota, fnl'se
allí inmolada por los sicarios de la Regeneración.
• Esa víctima ya fué escogida. .
Allí está: en el Altar de la historia, donde los ministros
del Liberalismo oficiarán eternamente, representando á las
generaciones venideras, (Jamo un anatema perpétuo á los tiranos, la horrorosa h'aged*del
15 de Febrer'o de 1895, cuando
los sectarios inmolaron'al cordero iumaculudo, al ilustre patriota doctor EZEQUIELCUARTASMADRID,acusado tan sólo
de un crímen: amor á la Libertad. Abnegado -y valiente. adalid de la Revolueión.rtal vez, al sentir sobre su frente 01
azote de sus fieros victimarios, allá, en Jos postreros instantes de su vida, entre el confuso tropel de los corceles de la tiranía que galopaban eu.vergonzosa derrota, y el lejano rumor de las dianas de victoria que entonaban las huestes libertadoras; confundido con el recuerdo santo de su hogar
querido, de los séres amados de su alma, al través de la espesa tiniebla de aquella nóche del despotismo en que venía envuelta su patria adorada-vio surgir en el espléndido cielo colombiano los primeros resplandores de esa aurora de gloria.
que precede á los triunfos de una causa noble, á los triunfos
de la Justicia.
Ya los bravos glad~ores
de la República desplegan con
orgullo ante sus cobardesadversarios
su gloriosa bandera,
Hoy como para alentar en la lucha á sus intrépidos soldados, surgen del seno mismo de la muerte las almas de aquellos mártires de la Humareda que llevaron consigo al sepulcro, por entónces, 1[J. Libertad de Colombia. También se
yergue la gigante sombra de Ricardo Gaitán Obeso, el león
Descargar