@~g~E G~1OO'~~A~5r~¡M.A.., lP':na lli<!~Y na <!ReJF~bB'en'@all~ E.~@O. Ro R. U. U. de Colo)11,bia.-DirecciónGeneral de la Guerra . .Art, ll! Cumpliéndose el prQ,ximo 13 de Febrero, un nuevo aniversario de la trágica muel-te del Doctor Ezequiel Cuarras Madrid, el patriota eximio cuya vida fué registro de las más bellas virtudes, y cuyo recuerdo, muy caro á los liberales de Colombia, ha sido culto especial de esta ciudad meritoria, se consagra el expresado día á honrar, por el Ejército, la memoria de un oopai-tidario tan noble y tan sentido. En consecuencia se ordena 1 Primero.-Que á la misa solemne (*) que por iniciativa de las matronas de Cúcuta se efectuará el lfide Febrero, como sufragio por Cuartas, asistan sendas comisiones de la Direceióu y de las Comandancias y Estados Mayores de las distintas secciones del Ejército Restaurador. Se,qundo.-EI Ejército guardará luto el día del aniver• sano. Terce1·o.-I~as bandas tocarán en las horas de Ordenanza n-tretas fúnebres en la plaza de' Santander. Por el Director General de la Guerra. ' El General Primer Ayudante General, FRANCISCO LIÉVANO M. _,(~) No tuvo lugar por encontrarse cerradas las Iglesias, no obstante haberse oí'recklo los sacerdotes, todn clase (le garantías en el ejercicio de sus funciones. á 11)DE FEBRERO DE 1S95. Las efemérides del Liberalismo colombiano guardan esta fecha como un recuerdo doloroso, página roja en donde se halla escrito con sangre el nombre de un mártir, víctima del odio banderizo y del despecho de los regeneradores vencidos. En esta fecha, después de pocas horas de un terrible cautiverio, fué atado y conducido el DOCTOREZEQUIEL OUARTA8 MADRID,idólatra de eu Causa y su bandera, á la colina ardiente que debía ser testigo de una inmolación bárbara y cruel. Allí, en medio de sarcasmos é insultos de desesperación, los sectarios' del despotismo troncharon cobardemente aquella existencia en flor, una esperanza del país, una luminosa estreHa del Foro colombiano y lln enamorado frenético de las u bertades del pueblo. , Oúcuta lloró entonces la pérdida de su ilustre huésped; Oúeuta, la ciudad liberal, le ha llorado siempre, y á despecho de la dominación regeneradora, ha peregrinado en los aniversarios al lugar que guarda las cenizas de la víctima. Le ha tocado en suerte al Ejército liberal triunfante, hacer los honores á la memoria de su querido compañero en ~~l quinto aniversario de su muerte. La Dirección General de la Guerra, en la orden generalísima que insertamos en el lugar correspondiente, dictó lo conducente á la fúnebre obasión que se tributara ayer á la memoria de uno de los más entusiastas sel vid ores del Liberalismo. Sendos decretos de las diversas oficinas y eorporaeiones , órdenes generales de los Estados Mayores de los distintos Ejércitos y de los di visionarios, secundaron la disposición oficial del benemérito Director General ele la Guerra. El batallón de artille da condujo la batería á la plaza de Santander, y disparó 21 oanonazos, tributo (le honores al malogrado Cuartas. La procesión al cementerio, esa peregriuación solemne al lugar del dprno reposo, tuvo lugar en Alorden indicado f'1I Al Decreto de la J cfatura Depal'tamen tal; tras el cortejo civil marchaba In, banda de la Dirección General de la G uerra ojeeutando una bion instrumentada pieza marcial; seguían el cuerpo de policía, el batallón Murillo Toro y el batallón Peralonso. .Antes de empezar el desfile, en la plaza de Santander, ocupó la tribuna el simpático y notable artista de la palabra Doctor l\Iaximiliano Grillo, cuyo verbo atrevido y levantado corno las montanas antioqueñas, hace estremecer los nervios y conmover el alma. Representaba¡ el Senor Doctor Grillo al Senor General Vargas Santos: y á fé que supo interpsetar fielmente el seutimiento nobilísimo de nuestro invicto Jefe. Muchos y muy merecidos aplausos le fueron tributados al modesto y enérgico orador. Luego subió el Señor Don Guillermo Vega M. y leyó una hermosa composición que fué aplaudida calurosamente. Elrec10ble de los tambores anunció la marcha; y cuando ésta empt-;zó, sentimos en el alma inefable alegría. "PJl desfile por cuartas y á paso redoblado, de nuestros soldados, nos llamó la atención. Cómo un ejército revolucionario, compuesto de honrados Ilrtesanos y labori,"f'0s agricultores, ha podido en tan corto tiempo, y en medio de los azares de una pe.nosísima campana, llegar en rigOl' de la ordenaza á colocarse á la altura de los mejores ejércitos de línea 1 Muestra elocuente es ésta de la pericia de nuestros incansables ,Tefes y de la índole estudiosa del pueblo colombiano. Cuando la comitiva llegó al cementerio, el recinto estaba tolmado do damas y caballerostle todas las clases sociales. La, tumba de Cuartas, adornada de flores y O.ecintas de rojo y negro, parecía un lugar de culto, un altar de veneración sincera, un santuario precioso depositario de verdaderos afectos. Allí tomaron la palabra: Coronel Francisco Pallié, á nombre del Ejército del Norte. Coronel Luis Alfredo Bernal, á nombre de la División Neira. General Pedro Soler Martíne», á nombré del Municipio de San José. El autor de estas líneas, á nombre del Señor Jefe Departamontal. Doctor Leopoldo Castellanos, á nombre de los empleados eiviles naciona18s. -~4 - Señor Daniel Rarnírez, á nombre del Escuadrón Libros df\ Salazar . . Doctor 'I'orres A~YiI1, como Alcalde de la ciudad Doctor Miguel M~'.:);~a. Señor Nicanor HU[,t~o. La puesta del sol, ~sa.,hora triste, la hora de las profundas nostalgias, tuvo lu~i-á tiempo en que la última guirual1 da se colocaba sobre el1i érrnoso catafalco. , ,-' ,'- TEODORIO V. SANCHRZ ---'0--• DISCURSO del Doctor lUaxirniliallo GI'illo, en I'epl'.~sent:tción elel seilol' Genel'al Gabl'jel V:u'i{as S:Ult,OS. Senores: El señorGenarnl Gabriel Vargas Santos, Director di' la Guerra y Jefe benemérito 'á quien todos obedecemos gustosos, me ha, hecho el 'pttrticllJal' honor de encargarme q U8 lo represento en la festividad qhe hoy celebra la hermosa y leal ciudad de Cúeuta, en memoria del doctor Ezequ iol Cuartas. Madrid, soldado del derecho y mártir de la libertad, sacrificado en un día nefasto por los defensores del despotismo. Ponderoso es el car8'.9, Y yo no lo hubiera aceptado á no hacerme la eOllsideracióll',de que el modesto Jefe del li beralismo al designarme pal'áq.u\3 lo reprosentt~ aquí, se propuso f'$coger al más humilde de.sus subordinados . .~~~~;¡ustas son la~ !nanifest~ciontJs de esta clase, encamitla<l~.s 11 'j.~ordar los méritos de lOs buenos servidores de la Repnb1i&i; justas, sobre todo, cuando se di¡'igen á honrar la memoria de quienes,-después de' .uua vida consagl'ada á la defensa de sus ideales, haa perecido en el martirio dejando en la historia de su patria una página llena de resplandores trágicos y sangrientos. . Al repasar los anales de'nuestra vida de pueblos emancipados, en la serie tan larga como dolorosa de las contiendas ci viles, encontramos con frecuencia piedras negras que marcan el lugar en que sectarios fanáticos y crueles han vertido bárbaramente la sangre de prisioneros, á quienes la suerte de la guerra ha puesto en sus manos, á merced de sus instintos agitados y de sus corazone,inmisericordes, Cuando sabernos _a_o que todavía suceden casos de estos, los que eonsideranos la guerra medio efectivo, pero espantable, á que los puel.los se ven precisados á recurrir para librarse de tiranos, 0l'cL.Ll.clo pensamos que aún se repiten asesiuat ,í} como el de qUQ tuó víctima el copartidario cuya muerto u.menta aún el liberalismo, no podemos hacer otra cosa que renegar de nuestra civilización y de la índole de nuestra l'a"" •• El Partido Liberal no tiene, ni " tenido natural predisposición á implantar con el carácter de ";"illCipio la crueldad con los prisioneros y vencidos. Si hay algo que distinga al que se llama genuino liberal, es- la hidalguía :. balleresea con que se porta con sus enemigos al coronar sus jo: nadas de gloria en los campos de batalla. La crueldad es atributo de los débiles y de los fanáticos. Nosotros somos bastante fuertes para ser siempre generosos. Yo he visto á nuestros soldados ser magnánimos en el combate, tender la mano al.vencido y protegerlo con noble arrogancia. Bien por nuestros soldados que saben vencer y saben perdonar; que no recuerdan á las víctimas como Cuartas para vengarlas martirizando vencidos, si no entro la lucha para inspira¡' su valer en altos ejeranlos, y después de la victoria para llev¡i.rles coronas de lau'c:\ill" pias de sangre no vertidas en leal contienda. Ue1ebl'eLu _'" el sentimiento generoso de nuestros soldados, porque su germiuaeión en todos los corazones colombianos será digo de Cuartas, y pongamos en la tumba del' mártir laureles y fiares en prueba de que si su memoria vive eu nosotros, sn muerto no la vengamos en el tallón sino con las Locas de nuestros fusiles, en lid franca donde sólo Dios y el esfuerzo humano deciden de la suerte de los combatientes. Me corresponde colocar en el sepulcro del mártir i1J}(~ral una corona, en nombre del señor General Vargas Santr.s. ---o JIDlÍ¡;¡iC1UIlR§(jJ) .Iló<tl "'<i!¡fu~.Q' ~¡¡oó¡¡!í,d't~"'oVG'!i1.t I\;:, Doctor EZEQUIEL CrrAR1rAS JJ:lADRID 1 \ Hé aquí la más inocente, noble é ilustre de las víctimas escogidas por los sicarios dé la tiranía el 15 de Febrero de 1895. Su alma era germen del bien; su corazón, fuente de amor patrio; su cerebro, foco de luminosas ideas: fué, pues, inocente, noble f:. ilustre. ,- 6- Semejantes especiales virtudes no cuadran con la íudolo perversa de los tiranos: por ello entre risas y sarcasmos consumaron tan horrendo crimen en medio de la embriaguez de las pasiones de quienes aherrojan y asesinan por instinto, pOI' ley y por sistema. . Cinco anos há que la sangre del gran patriota regó estos valles que guardan en su-seno los restos de la ilustre víctima. II Era EZEQUIELCUARTASMADRIDalto de cuerpo, colorrnoreno pálido, de mirada tauviva como su pensamiento. Lnbios grandes y rasgados, todo lo que salía de su boca era brillante, magnífico, magistral: había en él mucho como del atleta de la palabra. De carácter afable y austero, reunía en sí la ternura y la energía: había equilibrido en su corazón y en su alma: la bondad y la razón eran la norma de su vida tanto pública como privada, Amante apasionado, frenético de la Libertad, tÍ. ésta le eonsugró su pluma, sn espada y su martirio. Aborrecía á los Déspota:t y á voz en grito les pedía el reeonocimiento de las libertades públicas, que son la gran :1.1'teda del Progreso, en todas sus múltiple", amplias y bellas manifestaciones. ,, Embriagábase no con los fútiles, afeminados placeres 'de una juventud sin fé en el porvenir, sino con los goces de las g-lorias patrias, con los encantos de los hechos heroicos, y consideraba al martirio, como escala para ascender á la gloria. En las 'horas solemnes, cuando veía naufragar la IHWA ele la República y á Colombia como inepta para alcanzar la Libertad perdida, la tristeza se pintaba en su semblante como si hubiera tenido presentimiento de su áspero destino, (le su cruento sacrificio. Frío tanto en el peligro como en el infortunio; templado en todos los actos de su conciencia sin mancha; ardiente como el sol de mediodía en todas las agi.taciones patrióticas de su alma de fuego, este joven héroe de triple temperamento era así como un nevado de la extensa cordillera andina cuya base toca la tierra ysu cima alcanzaal cielo. Nacido en Antioquia, Ezequiel Cuartas Madrid, siendo aún muy joven, abandonó sus lares, sus bienes y su familia, siguió la Renda qne le mareó (-}1deber, buscó las fatigas del -7-:' ., campamento, se hizo digno de alcanzar la Victoria y muno llevando en sus manos la palma de la inmortalidad. III Cayó Ezequiel Cuartas Madrid á los golpes del verdugo: su culpa fué amar el Derecho y la Justicia, buscar la luz. El sumario de su condena es documento de gloria para la posteridad. El héroe y el mártir aun vive. Sueña con la Libertad y delira con el porvenir de su Patria. Desde la tumba abre sus ojos lanza sus rayos de fuego para aterrar al areopaqo regenerador que le condenó al suplicio de la muerte. Las arruas Liberales le hacen honores, el Pabellón Nacional cuida su tumba, la República. grita á su oído y ledice: Levanta ¡oh mártir! que la hora. de la redención ha llegado: así lo anuncian las dianas de la Victoria . .Con la sangre del héroe está grabado su nombre en el cielo colombiano: le circunda diadema luminosa de claridades tan extensas como su valor; su genio y su martirio. IV 1 Si parece un sueño l. Si semeja una ilusión ó mágico espejismo l. _.. __Milagros del tiempo 1 Secretos del porvenir 1 .. Hoy, después de cinco anos luctuosos, corridos desde el día del gran sacrificio, del doloroso martirio, la tumba de ffi7.equielCuartas Madrid, de seguro profanada por la mano de sus verdugos, se ve cubierta deéoronas emblemáticas, las que se tributan al valor y al talento .. Hoy la Comandancia de esta plaza representada por el . gallardo y prestigioso Jefe General Rafael Leal V. presenta al ilustre muerto el saludo de las armas Liberales y parece llamarle de lluevo á la vida con las vibrantes y entusiastas dianas de la Victoria. Es que servil' á la Libertad, salvar á la Nación, ser el árbitro de los destinos elevados dslvpueblo, es labor cuyo fin corona la gloria. ¡Oh Justicia social! Tu hora ha llegado para establecer diferencias, distribuir recompensas, ensalzar á los buenos y ofrendarles por toda corona, los laureles de la inmortalidad. San J08P de Cúeuta, Febrero 15 de l~OO. -8,DISCURSO del sello.' F.'mncisco A. P:lillh~. Señores: . . El Esta.do Mayor General del Ejército del Norte me ha comisionado para que lleve la palabra en este día solemne; y aun cuando ésta para mí muy honrosa comisión no se me hizo saber sino á última hora, cuandoyá no me quedaba tiempo .para prepararme, no vacilé en aceptada por que estaba convencido de que en estos momentos no se atendería á la forma de mis frases, sino á la sinceridad de mis palabras. Asi como los fieles de casi todas las religiones del globo tienen sus Santos, seres intangibles, cuya vida suponen inimitable y á los cuales recurren para pedir particular proteo- . eión 'en los momentos apurados, nosotros también tenemos los nuestros. No para implorados en el peligro, sino para, imitarlos; no para rendirles ciega adoración, como torpes fanáticos, sino para admirarlos en la medida de sus méritos. Por eso hoy hemos venido á Oficiar en una de las tumbas más sagradas para el liberalismo: la del doctor EZEQUIELCUARTAS MADRID,sublime mártir de la libertad. . No era él de un temperamento guerrero: no era un apasionado por el militarismo. Por eso luchó primero con fé, como un bravo, en los combates de la prensa. Pero euaudo vió que aquella lucha era infructuosa, al con vencerse de q 110; "cuado la tiranía lo ha osado todo es inútil opouerle otra mz ón que la de la fuerza", abandonó con presteza el gabinete . y salió en bus ea de las toldas insurgentes. Poco tiempo despues el Destino quiso que cayera en manos de sus enemigos, para quienes no existe nada sagrado: ni el hogar en la paz, ni el prisionero en la guerra. Y fué asesinado vilmente ('1 1:> de Febrero de 1895. En su cadáver se cebaron sus asesinos con furia de chacales. La Pálida Enlutada no llegó á donde él con mimos y caricias, silla con brusquedad: se gozó la muy cruel en martirizarlo antes de llevárselo consigo. El -que tal vez confiaba en el triunfo de aquella santa rebelión- debió irse con tristeza, con dolor: como la hermosa que se vé precisada á retirarse cuando apenas vá á comenzar la fiesta. y aquí cabe, señores, hacer notar una vez más el marcadísimo contraste que existe entre todas las prácticas de los Nacionalistas y las nuestras: mientras aquellos asesinan vilmente, en gavilla, á nuestros prisioneros, nosotros colmarnos (1('ateuciones á los suyos, tratando de amargar- lo manos po- -11 c_ 14 y t::i de Febrero de 1895 en el Rosario,)' en esta ciudad. En aquel tiempo, como hoy, el Gobierno Nacional que nos oprime, á fuerza de vulnerar nuestros derechos politicos y civiles, destruyó nuestras garantías sociales, nos persiguió, nos confinó, llevó al destierro á los miembros del Partido Liberal,á morir por centenares en climas deletérios, en playas extrangeras, dejando abandonadas á las madres, á las esposas, á los hijos, -á todos, sin pan para la subsistencia,- y á los sobrevi vientes sin esperanza de volver á la Patria; ahí están, entre otros, César Conto yJuan de Dios Uribe; víctimas ilustres, mártires del deber, cuyo recuerdo evoco para que se retemple y se aquilate más en el pecho de mis compañeros de armas el sentimiento de la República. Hoy que hemos entrado en lid, los excito para que convirtamos en polvo, en los campos de batalla, la cadena que han querido atar á nuestro cuello nuestrosadversarios políticos, los enemigos de la libertad! " Oinco años hace que luchábamos como ahora.spor salvar la doctrina política que como apóstoles de la verdad, siempre hemos defendido en la pI'eusa, en el parlamento yen la vida, social; á nuestro lado se hallabrbuna gallarda figura, la que .relwcsentaba al filósofo convencido, al sábio jurisconsulto y al valeroso guerrero: era Ezequiel Cuartas Madrid que unido á nosotros se aprestaba para combatir en defensa de los derechos del pueblo, el 14 de Febrero de 1895, en el Rosario de Cúeuta ; pero como en la marcha nocturna de aquel día ocupaba la retaguardia de nuestro Ejercito, fué hecho prisionero por el enemigo é inmolado al día siguiente en las primeras horas, para solazarse los asesinos con las contorciones de la Vl(~:",na mutilarla por los golpes de machete que despedazaron 1311 cerebro )T sepal'aron su cabeza del tronco. En ese crimen la "f":: -':1.dfué sustituida por la alevosía y la ferocidad de los ab:{,q: de aquellos que se escudan con la religión del Cru(~ifkélJ.( ,':l1vocan el nombre de Dios para sus empresas fratriei.ías. ~L~rtRs fué un mártir¡ recorrió la vía dolorosa des(le la "Estación Cúeuta," lugar de su prisión, hasta el punto del "Puente San Rafael" donde filé sacrificado; en ese lugar !>y;, ..,\ nna CJ'IlZ negra sobre un pedestal blanco, la cual al pie dI' :: LL colina representa un verdadero calvario. .uartas no cayó con la suavidad de la hoja qne se despl'f"d(~de la planta en alas del Céfiro; cayó como el árbol !,t'C'1,! :'l' destrozado por la violencia del hacha fratricida. En 1,1 yi, in. politir-a no fué meteoro fugaz, La. historia recojerá -12- su nombre y lo inmortalizará con la aureola luminosa eon que corona á los mártires de las Grandes Causas. San José, Febrero 15 de 1900. ---0,--- DISCURSO del seijor Doctol' Teodosio V. .S~illchez,en . presentación del señor JeCe Del)artalllelltal. 1'('_ Senores: En cumplimiento de un maudato superior vengo á MUpar esta tribuna, sin otros títulos que el amor ardiente de mi alma á la Santa Causa de la Libertad, y la veneración que me i nspira la memoria del amigo querido, del campanero de armas en la campana del 85, del ilustre mártir Docron EZEQUIELCUARTASMADRID,sacrificado vilmente por nuestros crueles adversarios, aquí, en este sitio que aún conserva húmeda la noble sangre, como triste recuerdo para nosotros los liberales de Colombia y como baldón eterno para sus despia.dados victimarios: . . .Aquí, se~lOres,en .esta $;o~a calcinada por los ardores tropicales, rend ido de fatiga y bárbaramente atado con bruscas ligaduras, vió el mártir levantarse la cuchilla que debía segar su 'cuello y extingir su interesante vida, á tiempo en que las dianas del triunfo de sus soldados rom pían vibrantes el airo, y cuando yá los pabellones rojos se di visaban en la ciudad de sus afectos, ésta que hoy como entonces vierte sus amargas lágrimas y maldice á los verdugosde tan notable vítima, Estas cenizas queridas, estos despojos venerandos no 10R cubrimos hoy con adelfas y pasionarias, flores tristes con que se adornan siempre las tumbas de los muertos. El pendón rojo, el pendón liberal, éste que flameó terrible en Peralonso.y Gramalote, y que triunfantes siempre nos guiará hasta la definitiva restauración de la República, es el mejor, el más simbólico ornamento de este santuario que si guarda la materia, también inmortaliza al modesto luchador del liberalismo, al jurisconsulto notable, al r.í1ártir simpático del 95. Para qué flores y crespones negros que eontristan el alma? Hagamos Ul-l este monumento y de este acto motivos de enseñanza para el pueblo. El viajero, á su paso, verá aquí, en este mausoleo, las prácticas de los que irónicamente se apellidan soldados de una eausu político cristiana, defensores de la moral pública, rpgenOl'a• " ' 1.u-· dores de un pueblo noble y grande. Sabrá que la Regeneración no sólo fuéen Colombia la encarnación del despotismo, la protectora del peculado y del robo, de la opresión y de la violencia, si que también se declaró en verdugo de los liberales, y «on virtió la Ley en tribunal de venganzas, el derecho ciudadano en privilegios políticos, la,fraternidad reJ?ublicana en odios banderizos Y 190 investigación legal eti perJuicios homicidas. Ella, la, que arruinó al pueblo, la que cerró los templos de Minerba,la que aherrojó el pensamiento Y enmudeció la prensa, la que hizo de la Administración pública semillero de latrocinios y convirtió á, sus servidores en turiferarios políticos. Pero en el reloj de la Justicia suena, tarde ó temprano, la hora de las reparaciones. ' El sacudimiento del pueblo colombiano clama hoy pOI' la. rehabilitación de sus derechos; Y esta protesta armada es la mejor esperanza de Colombia. Venid vosotros soldados, del Ejército RestaUJ'ador, venid contemplad estas cenizas calentadascon el fuego de nuestros afectos, y sabed que la inmolación por una causa noble y santa como la nuéstra, es ofrenda que la Patria agradece, que la Patria premia. P , ' ,, , No veáis en estas cenizas las'ihspiradorasde vsnganzas terribles. Sabed que nuestro credo pugna con todo lo inuoblo, (l011 todo lo que se aparte de la moral politíca. Enardeceos pt>ra la lucha, pero en la hora del triúnfo acordaos de la magnanimidad de nuestro esclarecido y venerable Jefe, y tened pre- , sentó estas son dogmáticas palabras: "el soldado liberal eombate pero no asesina." Acordaos dé que nuestras doctrinas son opuostas: contra la opresión, la libertad; eontr a el' peculn,do, la, honradez; contra la hipocresía y el fanatismo religioso, la franqueza yeljuieio como consecuencia de razonamientos profundos, contra la crueldad conservadora, la bondad característica del liberalismo; contra el sacrificio bárbaro de los prisionercs de guerra, el perdón que generosamente se otorga á los vencidos. . Venid todos á, entonar el himno de los libres sobre esta urna sagrada. Esas cenizas no qn~-eI'enotra santificación que la puede darles el contacto de vuestros aceros, ni más cáutieos que los gritos de triunfo en las batallas por la Libertad y la Justicia. Cubrid con vuestra rojas banderolas los despojos del mártir; éllos se removerán agradecidos al sentir el calor IIp las insignias que les sirvieron de sudario. En nombre del senor .Tefedepa1'tamentn,1 coloco esta guir- , -14- nalda, atada con las bandas roja y negm, como símbolo del duelo que aun guarda el Gobierno liberal por l{. infausta muerte del ilustre CUAUTAS. , ---01--- He dicho. DISCURSO dCI Doctor Leopoldo Castcllanos, á los emplead.os Civilcs Nacionales. , nOlllbl'C de Tengo el alto inmerecido honor, de dirigiros la palabra en nombre del elemento civil que se halla al servicio de la heróica Revolución Liberal. Desde el luctuoso día 15 de Febrero de 1895, el decidido y entusiasta republIcanismo cucuteño no ha dejado pasar una sola. vez esta fecha tan dolorosa, sin venir, lleno de respetuosa veneración, con la cabeza 'deseubierta y el corazón atribulado, á visitar esta tumba, si modesta, queridísima, que guarda y encierra los despojos mortales del que fué aquí nuestro copartidario excelente, nuestro apóstol en el ideal, nuestro cerebro inspirador y nuestro mártir inmaculado! 'I'al fué EZEQUIELCfT"~TASMADRID,tipo y modelo cumplido del verdadero libel:J, ya por el culto fervoroso y desinteresado que á los principios profesaba, ya por la absoluta abnegación que sabía desa rrollar para sostenerlos. ora, por la aquilatada honradoz que ~e era camcterística, ora, en fin, por la enérgica decisión con que voló al sacrifiioio ! Víctima más pura, comparable apenas al malogJ'[l.do cuanto gallardo Ricardo Gaitán Obeso, no ha ultimado la funesta Regeneración en Colombia: sangre más preciosa no han vertido, ni en ésta ni en otra de las Repúblicas hispano americanas, las manos torpes, misorables y degradadas de los sicarios de la Tiranía y del OScUt:~llltismo! Esta tumba simboliza á la vez una ensenanza y una pl'otesta. Ensenanza, por cuanto nos está iudicando del modo más elocuente la manera formal •y recta de llenar nuestros deberes para co~ la Patria, que es nuestra madre; para con nuestros semeJantes, que-son nuestros hermanos y para con nuestra Causa política, qtíe es nuestro culto, puesto que los hombres y las cosas surgen hoy para caer manana, ahora cambia y luégo desaparecen, en tanto que los principios, los ideales, son eternos é inmoltales como la amplitud del espacio, que perdura y pel'durará siempre al tra vés de los siglos y de las vicisitudes! -15Señores: EZEQUIELCUARTASMADRIDcumplió como bueno su deber de liberal, sin vacilar antes los obstáculos, sin trepidar ante las penalidades, sin flaquear ante el ineludible sacrificio: en todo esto se funda su gran mérito y es esa la elevada ensenanza que nos legó, especialmente á vosotros, jóvenes liberales, que defendéis con tanto brillo las banderas yá invencibles de nuestro Partido. He afirmado que. esta tum ba simboliza también una pro .. testa y esta es la verdad, por cuanto hemos venido en años anteriores, á despecho del Gobierno.regenerador. y continuaremos viniendo en lo sucesivo, nosotros, los liberales numerosos residentes en Cúcuta, á expresar ante ella de la manera más enérgica nuestra profunda indignación, nuestra repugnancia, nuestro odio, contra el salvaje sistema del asesinato, de la. alevosía, de la bajeza, cualesquiera que sean las formas que busquen para encubrirse. CUAR'rAsMADRIDfué miembro muy distinguido de la juventud liberal colombiana que alcanzó á educarse en la Uníversidad Nacional y en el Oolegio Mayor de Nuestra Senara del Rosario, y que fueron bajo la egida del Gobierno Liberal, los santuarios de la Idea republieasa, las fraguas en donde se templaban las convicciones dem6él'áticas y los altos nidos en donde el pensamiento desarrollaba sus alas poderosas para tendel' el vuelo por las regiones plácidas y serenas del Derecho y de la Ciencia! Asi, pues, el recuerdo de CUARTASMADRIDvivirá en el corazón de la Patria agradecida, redimida por las armas victoriosas del intrépido y generoso Liberalismo, cuanto en ella perduren las nociones de In verdadera Justicia, He dicho. ---o-~_. SEÑORES: Amante, admirador de todo aquello que inspira fé por la libertad, por la razón y la justicia, y viendo en esta solemne obasión una muestra de eterno reconocimiento por el amor á la Patria, me permito ofrecer al caudillo y al mártir de 1895 estas torpes estrofas á nombre del "BATALLÓNLIBRES DE SALAZAR." Cayó con noble OI'gUIJO,cual guerrero Qu.e después (1('1com bate em brabeeido, I ,-- 16- Sus ojos clava en el brillante acero Con avidez suprema, con delirio. Cayó muy léjos de sus patrios lares; Más: nada importa' al hombre si en la vida, Supo hacer del deber, del honor fuentes iguales y supo erguir la frente sin mancilla. Cayó: y luchando en su agonía imponente Ni una queja, ni un ay, dejó escapar Esa alma grande, de subido temple. Fué soldado de aquellos Espartanos Que en lucha, desigual templó su alma ~n el odio que inspiran los tiranos. DANIEL , RAMIREZ. Febrero 15 de 1900. DIS(;URSO del doetM· Alejandro Tones Amaya. Señores: " El morir es nada, lo que es horrible es dejar ne vivir." ~o VICTOR HUGo. o Venimos á este augusto recinto de la muerte, profundamente conmovidos á visitar la tumba de un mártir. Traemos coronas de siemprevivas. La naturaleza, en la manana de hoy, parecía aeompanarnos en el dolor, porque triste y opaca no dejaba espareer en toda plenitud el sol meridional. También en la carrera del triunfo, las sombras siniestras del oscurantismo, impiden que el sol de la libertad alumbre esplendoroso por todos los ambitos del país. Pero nó importa, tarde ó temprano, algún día, que está próximo, aparecerá la aurora del Derecho, se abrirá paso, destruirá las nubes !lel despotismo y brillará purísima en el cielo de la Patria, Mártir fué Jesucristo, mártir fué Galileo, mártir fué Ricaurte, mártir fué Gaitán Obeso, y mártir, que derramó su sangre preciosísima, fué el malogrado doctor EZEQUIELCUARTAS MADRID,en cuya urna funeraria venimos á llorar en el 5 <,> aniversario de su incruento saeri fieio. -17- Cobard.es son los asesinos de la ideal Infames son los opresores del Pueblo. Oh 1 Santa Democracia! coloca una guirnalda de inmortales, adornada con las insignias de la revolución y humedecida con las lágrimas de Cúcuta, sobre esa tumba querida, sobre esa caja venirada que guarda los despojos de un apóstol del liberalismo, que encierra los restos de un valiente y que conserva los huesos aun ensangrentados de una víctima preciosa de la gran causa popular. Doctor Cuartas! Duerme tranquilo! Ya los chacales de Gramalote no inrespetarán tu tumba, ni las hienas de Gramalote profanarán tus sagradas reliquias, por que hay diez mil pechos liberales que son los centinelas de tu idea, están de pié, y cuando la vangual'diade los godos grite con voz cavernosa" alerta!" nuestras heroicas avanzadas invencibles, les contestarán, con grito sonoro, firme y convencido: " j alerta está! " Doctor Ezequiel Cuartas! contémpla desde ultratumba esta manifestación solemne de un pueblo libre, como tributo á la memoria de un abanderado de la República, que á semejanza de Córdoba pagó con su vida su inmenso amor á la Li1Jertad.'t '- . Doctor Ezequiel Cuartas! unido á Juancho Uribe, el gran escritor colombia.no, y á Figueredo, el audaz joven General, también asesinado por los godos NI, esta sublime contienda, -1'l1Pga al Dios de los Ejércitos democráticos por el triunfo IIp la Re\'0hwión. He dicho. ---'0--Dli§if;~rlR§4J¡ <1lleB n ector 1V1I~~eul! NI[. ®TI:l!.yrn S~~OIl mlCil!R UEqUlEL CUA.RiA8 MADRHíI, Yo no traigo elementos dignos de vuestra corona fúnebre, solo vengo á ser testigo de la obaeión que la Patria y la H,epública tributan á sus leales hijos; pero si vengo á des«nbrirme delante del sitio nefando,ilonde asesinos ofioiales, «ortaron el hilo de vuestra preciosa existencia. Si el Gobie1'llo que encarnó la Regeneración, qne cede hoy á los golpes certeros del soldado de la ley; conspiró y persiguió el mérito y la virtud, y premió la dilación y el crimen, nosotros, soldados de una santa causa venimos á sublil11aJ'vuestro saorificio y erijir un monumento á vuestra que- -18- rida memoria, precisamente en el mismo lugar donde sufriste la última agonía, y donde tu grande ospii-itu voló en alas de su último y generoso pensamiento, hacia la infinita región de lo desconocido. -c, Doctor Ouartas: Nada sobre la tierra podrá arrancar de la tisteza de este régimen, la ignominia con qUE cubrió á todo un partido político, que desapai-seo de la escena, al decretal' tu suplicio -por el puüal asesino. Para ese Gobierno, enjéndro híbrido de desechas corrompidas y corruptores, de agrupaciones de hombres sin vínculos ningunos con la sociedad ni con la moral, tiene la historia, cuenta abierta e11la verdadera página negra, página inspirada con tu preciosa sangre y terminada con asesinatos, pillaje y latrocinios. Los hombres honrados como vos, Doctor Cuartas, como César Oonto, Juan de -Dios Uribe, Ricardo Gaitán O. etc. etc. hacían estorbo á los Gobiernistas regeneradoi-os ; por tanto los que no estu vieron al alcance del veneno y del puñal, fueron á morir en extraujera tierra. El Doctor Corito dejó en la hospitalaria Guatemala su solitaria huesa, abierta lejos de su amada Patria, y el Doctor Uribe aeab a de exhalar el último aliento en la Patria del rü~le Alf'aro, Pero vos y Gaitán, para reposar eu el eterno Bueno, en una vera del camino y en el ~onfin de Oolombia, fué preciso sujetarse á las event.ualidades de las leyes de uua.secta que surjió del fondo inquietorial, en los linderos de la edad média y de la edad 111 odern a. Pero ellos y vos excelso Doctor Cuurtas, y muchos otros héroes y mártires de la libertaI que han sucumbido luchando contra los déspotas y Pai-lamü~tas colombianos, viven porque su espíritu ha encamado en todo noble ser, en todo pecho valiente. El alma de todos vosotros se sorprenderá desde allendelos celajes celestiales al contemplar á todos nuestros hermanos de pié en la extensión del país pidiendo cuenta á los tiranos de la Patria, rédueidos ya por el inflexible destino á su inevitable pérdida y desaparición completa del escenario político donde apenas dejan los rastros de su paso por la rapacidad, por la licencia y por el vicio. Por eso concluiremo-g con el poeta: El tiempo no es el tiempo que se vive, La vida es el amor, es El recuerdo, Por eso hay muertos, ell el mundo vivos, Por eso hay vivos, en el mundo muertos! Dormid en paz querido compatriota: vuestra tumba no -19-Y' es ésta solamente: ella se abrió en ('11 corazón de todos los Repl1blicanos y tu memoria tendrá Hn la historia páginas de 01'0 y de diamantes. .,w He dicho. ----0-- Señore« : El Gran Libro de la Humanidad, tan contemplado por Donoso Cortés, ha traído al Universo, como ejemplo, el más notable de los acontecimientos de que el mundo fué testigo, en los tiempos patriarcales. Invención ó historia, un Hombre Dios se presentó á ofrendar su vid a en holocausto, para fundar una doctrina, aunque por eso hubiera de llegar á su colmo la sevicia de la rey edad Judaica. Jerusalén eB desde entonces Tierra Santa á donde los místicos concurren y los fanáticos peregrinan, para incarse do rodillas ante la efigie de su ReC1011tor,mártir de la bíblica epopeya. . ~Pues bien, nosotros también tenemos un libro en el cual Santander escribió la primera, página, ese -libro es el catálogo de los mártires de nuestra libertad, Cuartas patentizó allí su nombre escrito con la sangre que de su cuerpo hicieron verter las cobardes hazanas de nuestros avesados liberticidas. Por eso, fanáticos de nuestro-credo, venimos hoy en pe)'(~grinación á esta tierra, que también es santa, á venerar las cenizas del mártir de nuestra fé política. Esa tumba que las cierra, es el magnífico templo que guarda las aras santas sobre las cuales ofrendamos incienso al qne supo sacrificarse por nuestra redención ropublieaua, Ahí está Cuartas, Él supo estimar la libertad como el más sagrado de nuestros derechos, y supo que para reconquistar ese bien, debía lavarse con sangre el lodo con que ha «mpañado la bandera patria, el inisao sistema que ha venido apellidándose Regeneración. Daniel Hernández, Fortunato Berual, Plutarco Vargas y muchos otros, segaron las primeras simientes; Cuartas quiso ser el benéfico cultivador del preciado olivo, y, Juan Francisco Gómez, Agustín Neira y Heliodoro Ruiz P., alcanzaron á ver cosechado el fruto de su cruento sacricfiio. -20- La Patria agonizante ya, exhalaba el último suspiro, y había de necesitar del apoyo de sus valientes hijos para sal val' la vida que le dieron los Mártires de 1810. Nuestro eterno recl)~.!'do para todos los mártires del derecho y una lágrima para refrescar las flores y coronas qUA rodean la tumba de Cuartas. Cúcuta, Febrero lfí ite 1900, ,. He dicho. ------0----~ Doctol' Ez.cfllliel Cual'tas llladt'id. Para la, libertad de nuestra arnada Patria debía haber una víctima que, ceñida á sus sienes la corona'del martirio y trepando los ásperos peldaños de ignominioso gólgota, fnl'se allí inmolada por los sicarios de la Regeneración. • Esa víctima ya fué escogida. . Allí está: en el Altar de la historia, donde los ministros del Liberalismo oficiarán eternamente, representando á las generaciones venideras, (Jamo un anatema perpétuo á los tiranos, la horrorosa h'aged*del 15 de Febrer'o de 1895, cuando los sectarios inmolaron'al cordero iumaculudo, al ilustre patriota doctor EZEQUIELCUARTASMADRID,acusado tan sólo de un crímen: amor á la Libertad. Abnegado -y valiente. adalid de la Revolueión.rtal vez, al sentir sobre su frente 01 azote de sus fieros victimarios, allá, en Jos postreros instantes de su vida, entre el confuso tropel de los corceles de la tiranía que galopaban eu.vergonzosa derrota, y el lejano rumor de las dianas de victoria que entonaban las huestes libertadoras; confundido con el recuerdo santo de su hogar querido, de los séres amados de su alma, al través de la espesa tiniebla de aquella nóche del despotismo en que venía envuelta su patria adorada-vio surgir en el espléndido cielo colombiano los primeros resplandores de esa aurora de gloria. que precede á los triunfos de una causa noble, á los triunfos de la Justicia. Ya los bravos glad~ores de la República desplegan con orgullo ante sus cobardesadversarios su gloriosa bandera, Hoy como para alentar en la lucha á sus intrépidos soldados, surgen del seno mismo de la muerte las almas de aquellos mártires de la Humareda que llevaron consigo al sepulcro, por entónces, 1[J. Libertad de Colombia. También se yergue la gigante sombra de Ricardo Gaitán Obeso, el león