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AÑO IV.
MADRID 20 DE SEPTIEMBRE DE
DIRECTOR
ctOSH d e
ElaEIZEGUl
Se publica el 1,10 y 20 de cada mes.
Esiniíis lia yroWaUea.
Es, en razón de la escasa frecuencia del proceso espondilítico, así como por la ordinaria tenacidad del mismo, que lo hace resistir á las
medicao'ones corrientes, que encontramos interesante la publicación de este caso, debidamante comprobado por los diversos pro:eclimientos
cUnicos ó de laboratorio, ya sea en su diagnóstico, ya sea en su curación á influencia del tratam'ento opoterápioo.
Salvador Ve..., de cuarenta años, casado.
Fig. 1.
italiano, con diez y ocho años de residencia en
la Argentina, y s n ningún antecedente personal ó hereditario de importancia, es enviado
del Azul, por un colega, quien refiere que allí
tuvo lina íiobre tifoidea típica, durante la
efervescencia de la cual hubo un aumento de
la inatitez hepática, dolorosa, febril, que d'ó
lugar á varias punciones en blanco; así como
frotes pleurales derechos. Pero lo' que motiva
(íl envío del enff^nno no es este cuadro banal de
una dotienentería, sino eil desarrollo consecutivo f» dicho pro(!eso de manifestaciones articulares, discretas en el mes de (Jciubie de 1913 y
repartidas en las grandes articulaciones, hom-
NúM. 132
1914
bros, rodillas, etc. ; pero generalizadas á las pequeñas articulaciones de las manos y de los
pies en el mes de Noviembre, y extendidas,
en la fecha del ingreso al servic'O', Diciembre
29 de 1913, sobre todo á las articulaciones vertebrales. L a s manifestaciones articulares de los
miembros h a n mejorado algo en diversas oportunidades, pero sin guardar relación con ia administración de medicamentos, y todo el conj u n t o de síntomas, salvo u n período casi apirético, en Noviembre, y que duró unos cortos
días, ha ido acompañado de una elevación térmica m u y intensa, de tipo continuo, con l'gerísimas remisiones matinales, exacerbaciones
vesperales y sudores copiosos. E l dolor al nivel
de cada articulación tomada es intenso, tanto
á la comprensión como por los movim'entos espontáneos. L a excursión de los segmentos de
miembros es casi n u l a ; el sujeto marcha en. corvado y necesita ser sostenido entre dos personas cuando ingresa en la sala. E l exam3n revela trastornos puramente locales, al nivel de
los músculos y art'culaoiones.
Todos los músculos de los miembros superiores é inferiores presentan grado más ó menos marcado de atrofia, así como los intercostales y los músculos de la cintura torácica. La
fuerza es casi nula, no sólo por el grado de
atrofia de la musculatura, cuanto por los dolores
articulares que, espontáneos ó provocados, las
articulaciones producen.
No hay un movimientoi en cualqu'er articulación de los miembros, sean superiores como
inferiores, que puedan hacerse dentro de un
grado fisiológico.
Nótase los reflejos tendinosos algo exaltados,
pero aparte de esto no hay la menor sintomatología nerviosa en el sujeto.
E n cuanto al raquis, se encuentra anquilosado desde la reg'ón cervical á la región lumbar,
sobre todo en el segmento' dorso-lumbar, á cuyo
nivel todo movimientoi de flexión ó de ext&nsión es imposible. La flexión del tronco se hace
á expensas d e la articulación coxofemoral, así
comO' los movimientos laterales.
Los músculos de las goteras vertebrales tienen un grado marcado d© atrofia, á punto que
la piel reposa casi sobre las lám'nas veitebrales.
E l eleotrodiagnóstico, practicado por el doctor Caffera, en el I n s t i t u t o de fis'oterapia del
hospital de cflínioas, confirma ampliamente todos estos datos, indicando lo siguiente: hipoexitabilidad para ambas corrientes en los
miísculos gran dolor, romboides, serrato mayor, infraespinoso y masa común, con mayor
intensidad en el lado' izquierdo; r e a c i ó n de
liemak en la m a s a común y no existiendo reacción degenerativa de E r b .
QE'XBHTE
ejiCRLiOS
GK^TKZO
Hipoexitabilidad para ambas corrientes en
los músculos de los miembros superiores é inferiores de ambos lados, con exclusión de los
tibiales anteriores, extensores comunes y gemelos.
L a radiografía, debida á la amabilidad y
competencia del profesor Dr. Alfredo L a m a r i ,
como se ve e n la figura, adjunta, es demostrativa, pues constátase procesos proliferativos al
nivel de las articulaciones intervertebrales,
combinados á rareface'ón de las trabas óseas.
E l asiento de. estas deformaciones es sobre todo
al nivel del segmento dorsolumbar, ó sea don-
Fig. 2.
de ios movimientos están m á x i m a m e n t e dificultados, y siendo, al parecer, m á s intensas las
proliferaciones óseas que las artisulares.
L a punción lumbar, ensayada infructuosam e n t e en diversas ocas'ones, d'ó por fin resultado positivo, al permitir la salida de líquido,
á tensión noi*mal, en, e l cual se con tato m u y
escasos linfoeitos y algún eritrocito. E l líquido
contenía 0,-25 grs. do albúmina, y para llegar á
él la aguja debió vencer resisteno'as desusadas,
como que los ligamentos amarillos estaban reforzados por las proliferac'ones aludidas.
E l examen de la sangre indica un leve grado
de anemia v cierta variación de la fórmula
ESPAÑA
leucooitaria. E n efecto, e n Dioiembr© 29 de
1913,
dio:
Eritrocitos
Leucocitos
Hemoglobina
Valor globular
Eelaeión globular
.
3.960 000
14.000
70
0,89
1 x 233
P O E CIENTO.
Polinucleares neutrófilos. .
Linfocitos
.
F o r m a s de transición. . . .
(No h a y poikilocitosis.)
77,00
22,00
1,00
L a s reacciones de' Wassermann, Ghcdini y
Sahottmüller han dado resultados negat vos ; no
así la de Widal, positiva hasta 1 x 150.
L a falta de antecedentes blenorrágicos, de
sífilis, el carácter febril, crónico, anquilosante
del proceso, los sudores copiosos, los caracteres radiológicos de las deformacionss óseas, el
grado de ereotismo cardíaco—por otra parte, la
ún'ca alteración circulatoria^—hioiéro'nnos pensar en la insuficiencia tiroidea postinea. De ahí
que inmediatamente da su ingreso al servicio
se le instituyera como único tratamien':o la opoterapia tiroidea, sobre la base de la Thvrenine
G r e m y . L o s detalles del tratamiento opotarápico, las p a u t a s que se tiene para segu'rlo, son
h a r t o oonoc'dos, y se encuentran sintetizados,
así como los magníficos resuUados obtenidos
en el cuadro siguiente:
I n g r e s o : Diciembre 29 de 1913, 44 kilos;
t r a t a m i e n t o tiroideo, 1 y 2 comprimidos altern a t i v a m e n t e , diar'os.
E n e r o 5 de 1914, 45,500. kilos; 2 comprimidos diarios.
E n e r o 1 1 , 46,500 kilos ; reposo por varios
días.
E n e r o 19, 47,500 kilos; 1, 2, 3 comprimidos,
según los dolores, las variaciones diarias de
peso, la frecuenc'a del pulso, y las sensaciones
subjetivas del enfermo, sobre todo extrasístoles.
E n e r o 26, 48,600 kilos; igual tratamiento,
sujeto á idénticas consideraciones.
Febrero 3, 50 kilos; habiendo para esta fecha desaparecido la hiperfcermia, estableciéndose la temperatura normal. E n efecto, el enfermo, desde su ingreso, tuvo u n a temperatura
oscilante entre 36,8° y 38,2°, como términos
extremos. Desde el 3 de Febrero, ella n o pasó
d e 36,7°, salvo u n día qu© subió á 37°.
Eritrocitos. . . . . . . . .
Leucocitos:
.
Hemoglob'na. . . '
Valor globular
Relación globular
4.010.000
12.000
75
0,93
1 x 330
POH
Polinucleares neutrófilos.
Polinucleares eosinófilos.
Linfocitos. .
iMononucleares
F o r m a de transición. . .
CIENTO.
59,00
5,00
SOCO
1,83
4,66
(ÍNTO h a y poikilocitosis.)
Febrero 9, 51,250 kilos; igual tratamiento.
Febrero 14, 52,500 kilos; igual tratamiento.
Febrero 2 1 , 54 k ' l o s ; igual tratamiento.
Febrero 28, 55 kilos; igual tratamiento.
Marzo 4, 56 kilos; n o siente dolor alguno.
Alta.
Para comparación, demos el estado detallado del enfermo, al abandonar el servicio: la
marcha es normal, la flexión y extensión del
tronco se hace sin la menor dificultad, así como
cualqu'era d e los movimientos de los miembros, sean espontáneos ó provocados, y ellos
no sólo por la potencia de los músculos, sino
MEDICA
xina t a n violenta como la difterotoxina ó la
tetanotoxina, es tal la gran cantidad de hormones y elementos de defensa de todas suertes que contiene, que inyectado á u n individuo atacado de u n a enfermedad infecciosa
Eritrocitos
5.000.000
cualquiera le ayuda á dominar la infección sin
Leucocitos
9.000
que haya que invocar u n a acción antitóxica
Eelac'ón globular
1 x 556
específica.
Hemoglobina
95
Darier aduce observaciones de interés refeValor globular
0,95
rentes al resultado de la aplicación del suero
antidiftérico en la pulmonía, y lo m á s intereP o B CIENTO.
sante es que la m i s m a eficacia de resultados
dice que se obtiene con la inyección que por
55,50
Polinucleares neutrófilos. .
ingestión, lo que resuelve el medio de evitar
1,00
Polinucleares eosinófilos. .
el peligro de la analilaxia; siendo tales sus
43,50
Linfocitos
convicciones, que advierte «que Guando el prác(ÜSÍo hay poikilocitosis.)
tico se penetre de la idea de que una simple poDebemos dar, por otra parte, los siguientes
ción de suero es el más poderoso tónico biológiresultados del electrodiagnóstioo practicado al co y antiinfeccioso, no dudará en beneficiar d
abandonar la sala I X : responden norm?lmente
sus enfermos con un tratamiento sin peligro y
á ambas corrientes los músculos del t o d e o s , de alta potencia'».
bíceps, tr¡c3ps, flexores y extensores comunes,
Ya anteriormente Talamon comunicó (Febrerectos anteriores, extensores comunes d e los ro de 1901) á la Societó Medícale d e s Hópitaux
dedos del pie, gemelos, peroneos, músculos de de París, sus brillantes resultados con la serola masa común, trapecio supraesp'noro. E l in- terapia antidiftérica, aplicada en 115 casos de
fraespino;o izquierdo presenta u n a reacción de pulmonía, hablando d e curar algunos casos en
Erb,
pero n o hay reacción de degeneración.
veinticuatro ó treinta y seis horas, y Launois
también canta iguales victorias. Pero m á s seDr. Alfredo Vitón.
ductoras son las afirmaciones de P a t o n con respecto á la broncopneumonía, pues dice no ha'•••••
ber perdido u n niño ni u n viejo afectado de
broncopneumonía desde que trata esta enfermedad por la seroterapia antidiftérica. Prescribe en el adulto 8 gramos de suero como primera dosis, y después 2 gramos á las cuatro, se's,
ocho y doce horas ; y e n el niño 2 gramos como
prirnera dosis, repetidos cada seis ú ocho horas.
Mongour dice haber obtenido también bueDadas las encontradas opiniones que se susnos resultados en la broncopneumonía del niño
citaron entre d'stinguidos profesores de Madrid
acerca d e los resultados obtenidos por la apli- y del adulto, pero a u n así son pocas las publicaciones que hay acerca de estas experiencias,
cación del suero antidiffcérico en la pulmonía,
á las cuales hay que agregar en E s p a ñ a las coes una idea plausible la de exponer en esta Revista el juicio que hayan formado los que em- municac'ones de los Sres. González Alvarez y
plearon este tratamiento, y antes d e manifes- Hernández Britz, especialmente, que son ardientes partidarios del procedimiento.
tar el nuestro diremos algunas palabras acerca
Nuestra práctica, cimentada, en los muchos
de los precedentes del asunto.
Desde luego, si se t'ene en cuenta que a u n pneumónicos que en nuestra clínica del Hospital vemos frecuentemente, m á s los numerocon los sueros específicos n o se obtuvieron resos enfermos de nuestra visita particular, se
sultados m u y satisfactorios en la pulmonía,
parece que deben obtenerse menos con el sue- refiere á l a pneumonía y broncopneumonía del
ro antidiffcérico que no es un suero específico adulto, porque n o tenemos sufic'ente cant'dad
de esta enfermedad. ¿ P u e d e , sin embargo, este de observaciones e n el niño para foranar opisuero favorecer l a curación d e la pulmonía? nión, y desde luego no somos t a n optimistas
Sólo las investigaciones clínicas pueden res- como los referidos observadores.
E n aquellos casos de infección é intoxicación
ponder.
Tanto en la pulmonía como en otras infeccio- atenuada nos ha ido bien con el suero antidifnes se emplearon dist'ntos sueros y se entona- térico, su empleo es racional, es u n recurso
ron alabanzas para todos ellos, entre los cua- útil, fácil de aplicar, que a t e n ú a algunas veces
con rapidez los síntomas generales del proceso.
les se empleó el suero antiestrectocócico de
Mas como los casos d e esta índole se curan orEómer, el suero d e levadura de cerveza de
Deutschmann, al cual se considera como ex- dinariamente con m u y poca terapéutica, porque en sujetos h a s t a entonces sanos la pneutraordinariamente polivalente (2), puesto que
monía sigue su curso sin complicac'ones, y con
despliega su actividad en las infecciones por
moderada intensidad, en la mayoría d e los caestafilococos, estrectococos y pneumococos, y
de ahí que no sean éstos los que deban
por la misma razón fundamental que obran es- sos,
aducirse para ensalzar el procedimiento, porque
tos sueros empléase también el antidiftérico.
en ellos la mortal'dad es escasa.
La literatura acerca de esta terapéutica es
Aplicadas las inyecciones d e suero antidifescasa, pero Darier h a publicado recientemente
una obra (3) en la cual se ocupa en u n a parte térico' con la mayor oportimidad posible (1) en
aquellos casos que se inician con signos y síndel suero antipneumocócico de Romer, y en
tomas que por su s'gnificación pronostica cootra d e la seroterapia paraespecífica.
E l fundamento de esta seroterapia está en noo'da se califican de graves y ponen al cL'nico
en guardia ante el peligro que a m e n a z a ; en las
que por razón de la gran cantidad de anticorps,
antitixinas, inmunisinas, bacteriolisinas y otros pulmonías asténicas, en aquellas que recaen en
elementos d e defensa que adquiere el suero de sujetos cuyas circunstancias individuales no son
favorables, n o hemos conseguido evitar la grau n animal cuando se inmuniza contra u n a tovedad del caso a u n advertidos por los signos
iniciales, y aplicando suficiente cantidad de
(1) iPublicado en la Revista Clínica de Madrid.
(2) Wolf-Eisner. «Tratado de sueroterapia y terasuero.
por el perfecto estado d e las articulaciones. L a
radiografía (fig. 2) es bien ilustrativa, comparada á la anterior.
L a sangre proporciona los siguientes d a t o s :
El
de la pnlmonia
por el suero anllillrlco ^''
péutica experimental.
(S) A propós de «vaoeins, seruua et fermenta,
dans la practique journaliere» (Parí.s, Oet. Doin.
editeur).
(1) Según Talamon, el quiíito dia de pulmonía es
ol límite para el uso eficaz del suero.
ESPAÑA
MEDICA
P a r a e s t e g r u p o d e e n f e r m o s e n q u i e n e s la
l u c h a t e r a p é u t i c a t i e n e q u e s e r a c t i v a y oportuna, e n los cuales l a extensión y localización
del p r o c e s o a c u s a u n a i n f e c c i ó n c o n s i d e r a b l e ;
en q u i e n e s el e d e m a c o l a t e r a l , l a e x p e c t o r a c i ó n
fluida, h e m o p t o i c a ú o b s c u r a y n e g r u z c a , la
hiperpirexia, las intoxicaciones b u l b a r e s y miocardítioas, t o d o c u a n t o a c u s a i n t e n s i d a d e n la
infección é i n t o x i c a c i ó n , t r á t e s e d e p n e u m o n í a
crupal ó d e b r o n c o p n e u m o n í a , n o o b t u v i m o s
por la a p r c a c i ó n d e l s u e r o d i s m i n u c i ó n a l g u n a
en l a cifra d e m o r t a l i d a d i n h e r e n t e á e s t a s form a s c l í n i c a s . V a r i o s c o m p a ñ e r o s han, l u i h a d o
con n o s o t r o s , m u c h a s v e c e s e s t é r i l m e n t e , c o n
esos e n f e r m o s , p a r a q u i e n e s es p r e c i s o una, seroterapia específica al e n c o n t r a r s e con u n cuadro s i n t o m á t i c o p r o d u c t o d e una, i n f e c c i ó n intensa, d e u n a i n t o x i c a c i ó n i n v e n c i b l e ó d e u n a
septicemia p n e u m o c ó e i c a .
E l día q u e s e h a g a el d i a g n ó s t i c o d e la v a r i e dad del a g e n t e c a u s a l d e c a d a c a s o , y s e t e n g a
ACADEMIA
DE MEDICINA
DE
PARÍS
Sesión del día 21 de Julio de 1914
Analgesia obstétrica.—El D r . Ribemont-Dessaignes : Desde que el empleo de los anestésicos se ha
generalizado en medicina y cirugia son contados los
tocólogos que no hayan deseado poseer u n medio
seguro ó inofensivo de calmar ó, cuando menos, do
mitigar el dolor, á veces cruel, que acompaña á
las contracciones del útero en la parturiente, conservando su contracción, factor esencial del parto,
su ritmo y su energía.
En Francia, en 1878, el profesor Pinard, en su
tesis de agregación sobre «La acción comparada del
doral," del cloroformo, del opio y de la morfina»,
saca la conclusión de que la morfina calma los dolores; pero, en cambio, disminuye la intensidad de
las contracciones, que no tardan en cesar por completo y que el cloroformo empleado en inhalaciones
prolongadas afecta la retraetiiidad de útero, y la
contractilidad del músculo uterino.
Doleris,, en 1900, ensayó la cocaína primero en
toques locales, después en inyecciones intrarraquidianas, pero hasta una ó dos horas después, en el
período de explusión, no obtuvo la analgesia suficiente ; el empleo de la cocaína no se ha generalizado en obstetricia.
Steinbuehel y después varios tocólogos alemanes,
en particular Kronig y Gaus (de Friburgo), han
aconsejado un método llamado de mediosueño,
fundado en el empleo de la escopolamina asociada á
la morfina. Loa peligros de este método, reconocidos por varios autores, y las dificultades de su aplicación, justifican su fracaso.
La mezcla de Schleich (cloruro de etilo, cloroformo y éter) sólo se ha empleado en el período de
expulsión.
En resumen; durante el período de expulsión,
que dura, por lo común, dos horas á dos horas y
media, ha sido posible, por medio del cloroformo,
de la cocaína ó de la mezcla de Schleich, calmar y
hasta suprimir el elemento dolor sin modificar el
elemento contracción; pero hasta ahora no ha sido
posible emplear sin inconveniente estos agentes anestésicos durante el período de dilatación, mucho más
largo, más doloroso, y, por lo tanto, peor soportado
por la parturiente.
El problema considerado durante mucho tiempo
como imposible de resolver: supresión del dolor,
conservación integra de la contracción, creo que
está hoy resuelto muy satisfactoriamente gracias á
iin medicamento muy ppco tóxico, que tiene la propiedad de hacer el trabajo del parto indoloro ó casi
indoloro sin hacerle más lento y sin peligro para
el feto.
Este medicamento ha sido preparado por Paulin
y Laurens, haciendo obrar la levadura de cerveza
sobre una solución de clorhidrato de morfina.
He empleado este medicamento en inyecciones
hipodérmicas en 112 parturientes. El efecto analgé-
u n a s e r o t e r a p i a específica p a r a c a d a u n o ó p o l i v a l e n t e , t r i u n f a r á s e d e l a p u l m o n í a , p e r o d e la
seroterapia paraespecífica n o podemos sentar
m á s que las conclusiones siguientes:
1.^ Q u e e n l o s c a s o s l e v e s d e m e d i a n a int e n s i d a d el s u e r o a n t i d i f t é r i c o e s u n b u e n rec u r s o q u e f a c i l i t a la c u r a c i ó n , d e n t r o d e la esc a s a m o r t a l i d a d q u e p o r sí ofrece l a p u l m o n í a
llamada típica.
2.°' Q u e e n c a s o s g r a v e s , á p e s a r d e h a b e r
e m p l e a d o la i n y e c c i ó n e n los p r i m e r o s d í a s de
l a p n e u m o n í a c r u p a l , y d e la b r o n c o p n e u m o n í a , n o h e m o s c o n s e g u i d o d i s m i n u ' r n i la g: av e d a d -ni la m o r t a l i d a d e l e v a d a d e los m i s m o s .
3.'^ P u e s t o q u e el p e l i g r o d e la anafilaxia.
e n l a a p l i c a c ' ó n d e l s u e r o a n t ' d i f t é r i c o s e evita
administrándolo por ingestión, pueden ampliarse las observaciones y a u m e n t a r las estad í s t i c a s q u e h a n d e d i l u c i d a r el a s u n t o .
Dr. Jacobo L. E l i z a g a r a y .
Del hospital General.
sico de una inyección intramuscular de uno y medio centímetro cúbico dura varias h o r a s ; después
de esta inyección puede hacerse una segunda y hasta una tercera de medio centímetro cúbico. L a s intervenciones obstétricas corrientes han sido indoloras. La primera inyección no debe hacerse hasta
que ha principiado francamente el parto y la dilatación del orificio externo del cuello adquiere las dimensiones de una moneda de plata de 50 céntimos
ó' de u n franco.
Deduzco de mis observaciones las conclusiones siguientes :
I.'' E B posible, sin exponer á la mujer á peligro
alguno, obtener la analgesia suficiente para que el
trabajo del parto sea indoloro en absoluto ó casi
en absoluto.
2.* E l trabajo, en vez de hacerse m á s . l e n t o ,
parece que se acelera en algunos casos.
. 3.* De cada tres niños, uno nace en estado de
apnea ó de oligo-apnea, que es á veces ventajoso y
fácil de corregir.
4.* Las consecuencias del parto son influidas
de un modo favorable, según prueba la regresión
más rápida del útero.
E l D r . Pouchet, que ha hecho el estudio farmacológico de este medicamento, m e ha dirigido la siguiente nota :
«Desde el punto de vista químico se asemeja bastante á la oxidimorfina de M a r m é ; es, al parecer,
un producto de hidrogenaoión de la morfina, de la
que no posee ninguna de las reacciones químicas
consideradas como características. Precipita poco todos los reactivos generales de los alcaloides.
»Desd6 el punto de vista fisiológico constituye una
substancia dotada de propiedades farmacodinámicas interesantes. Pone el organismo animal, por decirlo así, en estado de receptibilidad extremada para
ciertos medicamentos, como la estricnina y la digitalina, cuyas manifestaciones atenúa, sin embargo,
en proporción considerable y de una manera distinta por completo á la de la morfina.
»Ejerce como ésta, efectos vasomotores enérgicos
é influye sobre la mecánica respiratoria de un modo
notable. Aumenta bastante la excitación refleja. Influye de una manera particular sobre el cerebro y
el gran simpático.
»En los animales se diferencia francamente de la
morfina por una excitación mareada de las secreciones salivales é intestinales y de la secreción urinaria, pero en menor grado. Se observa constantem e n t e diarrea mucosa y sanguinolenta á dosis tóxicas (que son siempre muy elevadas : dos ó tres
centigramos por kilogramo de peso animal). L a influencia cerebral se manifiesta, al principio, por fenómenos análogos á la embriaguez alcohólica.
»Estos datos, tanto desde el punto de vista químico como fisiológico, deben ser comprobados por
investigaciones m á s minuciosas.»
El Dr. Bazy : H e emp'eado este producto en cuatro enfermos; uno de adenectomía, otro de tumor
do la vejiga, uno de apendicectomía y otro de ure-
trotomía interna. E n los tres primeros la inj'ección
de uno y medio centímetro cúbico del producto,
hecha antes de la anestesia general, hizo que se obtuviera ésta con m u y poca cantidad de cloroformo.
E n el cuarto enfermo, m u y pusilánime, la inyección
de uno y m,edio centímetro cúbico del producto permitió instilar la solución de cocaína al 2 por ICO en
la parte posterior de la uretra y practicar sin inconveniente la uretrotomía.
E l D r . B o u r q u e l o t : Conviene saber cuál es el
producto de que habla Ribemont para afirmar que
no se trata de u n remedio secreto.
Nuestro colega ha dicho que este nuevo medicamento se prepara haciendo obrar sobre la morfina un
fermento : la levadura de cerveza. E s t e dato es vago
é insuficiente, porque sabemos que existen varias
levaduras de cerveza.
Según Pouchet, cuyo trabajo no está terminado,
Se trata de una oxidimorfina. E s t a preparación se
obtuvo en 1886 en mi laboratorio añadiendo á una
solución de morfina, en contacto con el aire, el jugo
de un hongo del género Russula, que contiene en
abundancia fermento oxidante; se forma u n producto de oxidación que precipita poco á poco. Algunos
años después Bougauít demostró que este producto
es la oxidiniorfina, y yo observó que se forma además haciendo obrar sobre la morfina la goma arábiga, que contiene también u n fermento.
L a comunicación de Ribemont me ha recordado
otro medicamento antiguo que antes se empleaba
mucho : el láudano de Rousseau. E n la preparación
de este medicamento se añadía miel á una maceración de opio, y después de hacia fermentar el
azúcar de la miel, agregando levadura de cerveza.
Si la levadura de cerveza ejerce realmente sobre la
morfina los resultados referidos, habrá que admitir
que el láudano de Rousseau posee propiedad que no
poseen ni el láudano de Sydenham ni las otras preparaciones de opio, lo que no confirman los terapeutas.
E l Dr. Pinard : E l agente medicamentoso llamado
tocanalgina se empica, desde hace poco tiempo, en
la Clínica de Baudelocque; pero debo decir que, según lo que he observado en las mujeres durante el
parto á las que se han hecho inyecciones subcutáneas de la solución de este agente, confirmo lo expuesto por Ribemont.
Igual que en la Maternidad de Beaujon son excepcionaies las mujeres refractarias á los efectos de
la solución analgésica, y m u y variable la duración
de la analgesia. Tampoco se h a observado accidente alguno en las parturientes ni en sus hijos. Hemos
visto en u n a mujer analgesiada que el alumbramiento artificial fué felicísimo y que no hubo hemorragia.
H a y u n extrenio sobre el que creo debo insistir :
el que muchos niños nacen m á s ó menos apneieos.
No nacen en estado de m u e r t e aparente, parece
que se olvidan de respirar, y esto á veces durante
lo menos diez m i n u t o s , lo que prueba que en ocasiones afecta en ellos el centro respiratorio, fenómeno importante desde dos puntos de vista. E n primer lugar, es probable que esta acción sea útilísima en ciertos casos, en los que es de temer la respiración prematura. Además, y es lo m á s interesante,
porque así las vías respiratorias casi nunca están
obstruidas, puesto que no se ha producido la tentativa del acto respiratorio. Ahora b i e n ; conviene saber que no es necesario en estos casos, para que
principie la respiración, despertar el reflejo respiratorio por la insuflación pulmonar, medio t a n enérgico como peligroso aun con el tubo perfeccionado
de Ribemont-Dessaignes. Basta, como aconseja éste,
suspender, sin perder tiempo, al niño de los pies
durante algunas segundos, y después hacer tres ó
cuatro insuflaciones seguidas de boca á boca.
E l Dr. Reclus : Sólo diré unas palabras. Nuestro
colega Bazy dice que en las uretrotomías internas
prefiere la anestesia localizada por la cocaína, á la
que se obtiene con la novocaína-adrenalina. E s un
paso atrás. F u i el primero que empleé la anestesia
localizada en la uretrotomía interna y expuse la técnica. Al principio erripleaba la cocaína, pero la
abandonó porque, con la novocaína-adrenalina, se obtiene una anestesia, t a n completa como con la cocaína, y además dicho producto es cuatro veces
menos tóxico que la cocaína á igual dosis. Añadiré
que empleaba la solución al medio por 100, mientras que la usada por Bazy es al 2 por 100. Por
consiguiente, á igualdad de analgesia, mi anestésico es cuatro veces menos tóxico y la dosis cuatro
veces m e n o r ; es decir, que en total la hace ochoveces menos peligrosa, dato que no carece de valor.
Podría creerse que en aplicación sobre la mucosa
son menos de temer los efectos tóxicos. Nada m á s
inexacto, sobre todo en lo que se refiere á las mucosas uretral y vesical. Se han observado casos de
m u e r t e . Se ve, por consiguiente, cuánto mayor e s
mi seguridad con la navacaína adrenalina actual que
con la cocaína. Pongo en guardia á los prácticos, que
carecen de la prudencia y habilidad de nuestro colega, contra esta fórmula: cocaína al 2 por 100,
ESPAÑA
que es peligrosa en manos ignorantes ó inexpertas.
• El Dr. Bazy : La cuestión plantea,da por Reolus
nada tiene que ver con la coniunioación de Ribenaont-Dessaignes.
La cuestión del empleo de la cocaína no exige la
habilidad operatoria que me atribuye Reclus. Basta
depositar una substancia sobre una mucosa, y todo
el mundo puede hacerlo. Como á pesar de mi paciencia no he tenido con otras substancias los excelentes resultados que con la cocaína, he vuelto á
emplearla, y no he observado con ella el menor accidente.
•
»»
LOS RRGONflUTflS
(1)
Después del almuerzo los pasajeros del Goethe oyeron sonar á proa la banda de música,
oon, la lejanía soñolienta que infunde la inmensidad del Océano á todas las vibraciones.
— V a n á vacunar á los de tercera—dijo Malj
t r a n a , siempre enterado de lo que ocurría en
el buque.
E s t a b a n aún frente á la isla, costeando sus
rugosas m o n t a ñ a s , pétreo oleaje de antiguas
erupciones llegadas h a s t a el mar. Bajaban por
las laderas como ovejas en tropel blancas viviendas, medio ocultas algunas de ellas en los
repliegues sombreados de verde. Por encima
de las cumbres iba pasando la caperuza nevada del Teide como una cabeza curiosa, ocultándose ó apareciendo según el buque marchaba cerca ó lejos d© la costa.
Maltrana no podía mantenerse tranquilo en
el jardín de invierno mientras tomaba el café
oon Fernando. Ocurría á bordo algo extraordinario sin que él lo presenciase.
—^¿Le parece que vayamos á ver la gente de
tercera?... Debe ser interesante.
Descendieron las escaleras de dos pisos y
saliendo del castillo central vióronse en la explanada de proa, al pie del palo trinquete.
Bajo el gran toldo que sombreaba este espacio aglomerábase el hedor sudoroso de u n a muchedumbre. E l médico del buque y varios ayudantes, todos con blusas blancas, ocupaban
el centro junto á una mesa cargada de botiquines. Y al son de la música pasaban los emigrantes en interminable fila, todos con u n brazo descubierto que presentaban á la lanceta
del vacunador. E l primer oficial, secundado por
los ayudantes de la comisaría, organizaba el
desfile, cuidando de que todos después de arremangarse el brazo presentasen con la otra mano
el papel de su pasaje.
E l acto d e la vacunación era á la vez un recuento. Al partir de Tenerife, última escala
del viejo mundo, empezaba el gran viaje; nadie había de entrar en el buque hasta América, y la comisaría necesitaba conocer el número de las gentes que iban á bordo. Los marineros recorrían los sollados, los obscuros pasadizos, las bodegas, hasta los más apartados rincones, en busca de viajeros ocultos, empujando á los fugitivos que pretendían evitarse esta
operación.
L o s oficiales alemanes llamaban á cada mom e n t o para dar sus órdenes á un empleado de
la comisaría, hombre grueso y de bigotes canos que se expresaba en distintos idiomas, pasando de uno á otro con asombrosa fa-oilidad.
Maltrana y él se saludaron afectuosamente.
-—Ese es don Carmelo—^dijo á Ojeda—, un
compatriota nuestro. Habla todas las lenguas
de E u r o p a ; a d e m á s el árabe, y creo que un
poco el japonés. Y con toda su sabiduría aquí
le tiene usted ganando unos cuantos marcos,
sin otra satisfacción que ostentar una gorra de
uniforme y que los emigrantes le llamen oficial. Lo busco todos los días en su despacho,
(1) Capítulo de la obra que con este título, recientemente ha publicado el ilustre literato V. Blasco Ibáñez.
que- está abajo, siempre con la luz encendida,,
y charlamos de lo que ocurre en el buque.
i Qué h o m b r e ! Ahí donde le ve, hizo sus estudios en Málaga, él sólito, yendo por el puerto de barco en barco y diciendo á todo marino
que encontraba aburrido: «Vamos á echar un
párrafo e n su idioma, compañero.»
Mientras hablaba Isidro de la mujer y los
hijos de su amigo, andaluces trasplantados á
Hamburgo, y de las escaseces pecuniarias de
éste, que le obligaban á buscar entre los pasajeros ricos uno que quisiera entretener los
ocios de la travesía, estudiando idiomas, don
Carmelo gritó con el acento de su tierra :
—¡ Too Dios con er papó en la m a n o ! \ que
se vea bien!
Y repetía la orden en italiano, en francés, en
portugués y en árabe.
H a b í a n desfilado los hombres, y eran ahora
las mujeres con una escolta d e chiquillos Has
que se iban presentando á recibir la vacunación. P a s a b a n ante el médico brazos membrudos con la blancura y la firmeza de la carne
septentrional; brazos grasosos en los que se
hundían los dedos de los operadores; brazos de
redondez ambarina, semejantes á los de las
mujeres de Ticiano, pero que ostentaban en su
parte alta u n obscuro triángulo de roñosa suciedad.
Luchaban al destaparse las mujeres con las
mangas.de la camisola ó de la gruofía elástica,
j en este forcejeo se les abría el pecho, mostrando escapularios y medallas sobre las flaeideces de la maternidad. L a s hembras árabes,
morenas y huesosas, iban casi desnudas bajo
sus batones r a y a d o s ; las gruesas napolitanas,
de cabello revuelto y ojos de brasa, devolvían
al corpino con tranquilo impudor las saltonas
exuberancias surg'das al desabrocharse; las
castellanas angulosas, de pelo aceitoso y retinto, peinadas como vírgenes prerrafaelistas, cubrían prontamente su brazo con tr'ples forros
y se alejaban ruborizadas, moviendo la corta y
bailarinesca balumba d© los zagalejos trasudados. Unos chiquillos berreaban agarrándose á
sus madres, trémulos de pavor al ver las blusas l)lancas de los operadores; otros, con el
sombrei'o en el cogote y mostrando la sonrisa
marfileña de sus dientes de lobo, se disputaban por quién avanzaría primero el brazo, como
si aquello fuese u n a fiesta.
Maltrana explicaba á su amigo el orden en
que iban divididos los emigrantes. L a proa era
para «los latinos»: españoles, italianos, portugueses, franceses, árabes, judíos del Mediodía y hasta egipcios. Nadie podía adivinar el
latinismo de estas últimas gentes ; pero así los
había encasillado la comisaría. E n la parte de
popa se aglomeraban otras naciones: alemanes, rusos y judíos, muchos judíos de diversas
procedencias, polacos, galitzianos, rutenos,
moscovitas y balkánicos, cocinando aparte según las preocupaciones y ritos d e su religión.
Los israelitas llevaban carne sacrificada por
los rabinos de H a m b u r g o . La bulliciosa latinidad gozaba el privilegio sobre las otras castas de beber vino en las comidas dos veces por
semana y tomar chocolate al amanecer otras
dos veces, en vez del café habitual.
L a s lamentaciones de don Carmelo*, que juraba para él solo con grandes aspavientos, iuterrupieron á Maltrana.
— ¡ M a r d i t a sea mi a r m a ! Ya m e extrañaba, yo que hisiésemos er viaje sin sorpresas,
i Pero c á m a r a ; qu© no haya medio de librarse
de esa g e n t e ! . . .
Cambió algunas palabras en alemán con el
primer oficial y luego giitó á unos camaleros
españoles que estaban al servicio de «los latinos» :
—^A ve esos s;üenos nio/os; ¡tráiganlos
pa a c á !
MEDICA
Avanzaron seis jóvenes, con l a cabeza descubierta, las ropas haraposas y los pies metidos en zapatos rotos ó alpargatas deshilaohadas.
— ¿ D e m o que no tenéis pasaje y os habéis
metió aquí de polisones sin má ni má, como si
esto juese la casa é toos? ¿Y creéis que esto va
á quear ansí?... Tú, ¿de ótid© eres?
Y los seis polisones fueron contestando al
interrogatorio de don Carmelo. Uno era de Tenerife y los restantes procedían de Andalucía
y Galicia. Se habían introducido ocultamente
en varios buques que los echaron en tierra al
Uegar á Canarias. ¡ Y á buscar de nuevo un
escondrijo en la bodega de otro barcD!... Así
pensaban llegar, fuese como fuese, adonde se
habían propuesto. Los seis querían ir á Buenos
Aires, y como bestias humildes, resignadas de
antemano á los golpes que creían merecer, bajaban las cabezas, contentos oon su desgracia
si lograban alcanzar el término del viaje.
Don Carmelo habló e n voz, baja con el primer
oficial.
— B t á bien — dijo solemnemente —. Pero
como aquí nadie viene s'n pasaje y el buque
no pué retroceder por vosotros, vais á golveros
nadando á Tenerife. L a isla está ahí cerquita.
Y señalaba la costa que se veía en lontananza, entre la borda del buqué y el filo del toldo.
E l oficial se acariciaba impasible la barba rubia mientras el intérprete traducía sus órdenes. L a s mujeres abrían los ojos con asombro
y terror.
—Que pongan una escaleriya pa que sartén
oon m á s faciliá—ordenó don Carmelo.
Los camareros le obedecieron, co'ocando una
peqiieña escalera contra la borda, mientras el
intérprete repetía la orden, «j Al agua, muchachos ! E un remojonsito na m á s . »
Los polisones de más edad seguían con la
cabeza baja, entre incrédulos y aterrados, dudando igualmente de que todo fuese una burla habituados á durezas y castigos en los buques que les habían servido d e refugio. Uno,
que era casi u n niño, se atrevió á mirar por enc'ina de la borda, apreciando con ojos de espanto la distancia enoiTne que se extendía entre el buque y la costa.
—¡Yo no quiero I... i n o quiero morir!... ¡Yo
i Maquiero ir á Buenos Aires ! ; Madre !
mita!
Y se echó al suelo gimiendo, agitando las
piernas para repeler á los que se acercasen.
Comenzaron á partir suspiros y exclamaciones
de los gnapos de mujeres. Don Carmelo in'tó
al primer oficial, que seguía, acariciándose la
barba.
•—Güeno, niños ; será pa m á s tarde. A la niche os iréis nadando. Alientras , tanto que os
vacunen,y luego comeréis... A v e r : unos pantalones viejos pa estos güénos mozos; no es
caso de que vayan enseñando las vergüenzas
al pasaje... Pero queda convenido, ¿eh, niños?,
á la noche os marcháis nadando.
Siibitamiente, tranquilizados los -polisoneií,
se dejaron llevar por Jos marineros, que los empujaban rudamente, acogiendo este trato con
humildad y agradecimiento.
— H a y que ser enérgico—dijo don Carmelo
á los dos amigos, poniendo un gesto feroz—-.
Si no juese así, too er buque se llenaría de gente sin pasaje. Cuatro van ir á las máqu'nas;
siempre basen farta fogoneros; y los dos más
pequeños ayudarán á la limpiesa de las cubiert a s . Podíamos desembarcarlos en Eío Janeiro,
pero er comandante es bueno y de seguro que
los yevaremos hasta Buenos Aires. Los tunantes van á salirse con la suya.
La m ú s ' c a continuaba sonando y se reanudó el desfile de los brazos arremangados ante
el grupo de blusas blancas.
Ojeda estaba impresionado por la escena an-
ESPAÑA
MEDICA
terior. Creía oir a ú n los gemidos del mozuelo
pataleando en la cubierta. «¡ Yo no quiero morir I ¡ Yo quiero ir á Buenos Aires!...» E l vagatundo de los puertos tenía la. misma ilusión
que él y casi todos los que habitaban las cubiertas superiores. Domiitando entre los fardos y barricas de u n muelle, había visto t a m bién á la diosa alada y sin c a b e z a ; había sentido la caricia de la esperanza. Y allá marchaban todos, afrontando la nostalgia del recuerdo ó las necesidades del p r e s e n t e ; revueltos,
confundidos, igualados por la ilusión común...
¡ Buenos Aires I ¡ Qué magia poderosa la de
este nombre, que hacía correr á los miserables,
como ratones hambrientos, p a r a ocultarse en
las entrañas de los b u q u e s ! . . .
S© impacientó Maltrana ante la monotonía
del desfile.
—Después de éstos vacunarán á los de popa,
gente menos limpia y presentable que «los latinos», con largas melenas y gabanes de piel de
camero. Arriba estaremos mejor.
V. Blasco Ibáñez
CÁNCER DE Lfl LARINGE
MÉTODO DCi. TRABAJO ESPCCiAL
^ ^
El constante equilibrio bio-químico que man- día que ingresó el enfermo, y que en este caso
tiene en el organismo in vivo, los atributos de fueron tomados del libro de la sala segunda de
la sinergia funcional (normal ó desviada), fisio- cirugía del Hospital Nacional de Clínicas.
lógica ó patológica, cesan e n virtud d e la muerte total, la m u e r t e somática. Cuando desaparece eO' las fuentes originarias de los seres organizados el dinamismo biológico es susceptible
«un prolongar sin discontinuidad la investigación al estudio de su continente :. la arquitectura anatómica, la morfología general.
De este elemental examen de conjunto se deduce, desde luego, la sucesión de aspectos diferentes) ó sean los cambios isócronos de modalidad, que ha de ser la regla invariable de un
estudio como el que nos ocupa, aspectos ó
•cambios que es posible establecer con exactitud
aun en la impenetración de sus líneas divisorias, á lo que nosotros llamamos faces, que,
por razones de lógica, en nuestro estudio ocupan
«1 orden siguiente:
1.° La faz clínica, que comprende los datos
pioporcionados por la anamnesia levanta/da, el
Fig. ¡.—(Esquemática.) Corte del tumor, inclusión paraflna. Coloración Van Qieson.
fotografía en que se observa netamente el
tumor y el espesamiento peritumoral.
2.° L a faz anatómica (después del deceso),
]3or las conclusiones deducidas como diagnóstico anatómico, según ios datos de las lesiones
orgánicas reveladas por la autopsia y registrados e n el protocolo, que con el número d e orden y de fecha se hallan catalogados en el
I n s t i t u t o de Anatomía patológica.
3.° L a faz histopatológica,
que comprende
el estudio de u n corte tomado de la pieza que se
conserva en la vitrina del Museo de Anatomía
patológica, y sometido al tratamiento previo de
preparación según los progresos recientes de la
técnica y los recursos de investigación puestos
al alcance del Laboratorio (fijación, inclusión,
coloración, fotografía de la pieza conservada,
miorofotografía del corte preparado, esquema,
etcétera); y
4.° L a /a« biológica, que comprende la asociación de los elementos de juicio, para llegar
á u n a conclusión determinada por el estudio
metódico—comparativo y diferencial—de las
distintas fases, seguidas mediante la observación en gradación ascendente hasta la estructura fina, como el límite físico del análisis, relacionados al medio y á la naturaleza íntima de
la lesión.
HISTOEIA
Cama n ú m e r o 29. Nombre : F . G. Edad: sesenta y cinco años. Estado : casado. Profesión :
agricultor. Nacionalidad : italiano. Domicilio :
Zapiola, 2.257.
Fecha de entrada: Julio 8 d e 1913..
Fecha de muerte : Julio 16 de 1913.
Diagnóstico.—Epitelioma
intrínseco de la laringe (supra é infra glótieo).
Tratamiento.—Se
le hace la traqueotomía por
encontrarse afixiado sin conocimiento.
Antecedentes
hereditarios.-—Sus padres haai
sido m u y sanos y h a n m u e r t o de edad m u y
avanzada. No h a y antecedente d e t u m o r e n la
familia.
Antecedentes
-persorudes.—No recuerda enfermedades de la infancia.
No h a tenido n u n c a enfermedades venéreas.
No ha tenido paludismo ni r e u m a t i s m o . No es
bebedor. H a sido poco fumador.
Enferm,edad actual.—^Hace tres años empezó su enfermedad, notando u n a ligera afonía,
sobrevenida bruscamente. Consultado u n m é dico, se le hizo diagnóstico de laringitis crónica, y como tal fué tratado d u r a n t e u n mes en la
ciudad de Córdoba, sitio en donde residía. Se
trasladó entonces á Europa, e n donde fué visto
por varios especialistas sin obtener mejoría
alguna.
Vuelto á Córdoba, en vista de que no tenía
m á s molestia que la ronquera ya mencionada,
abandonó todo tratamiento, entregándose á sus
tareas.
Así siguió (la ronquera a u m e n t a b a paulatinam e n t e ) h a s t a hace cuatro meses en que á l a
afonía se le agregó ligera disfagia (podía muy
bien deglutir los sólidos, pero, e n cambio, los
líquidos le determinaban tos, que sólo desaparecía con la expulsión de lo deglutido) y ligera
fatiga : la inspiración comenzaba á ser difícil.
E s t o s síntomas fueron acentuándose cada vez
m á s . D u r a n t e estos tres últimos meses ha tenido tres fuertes ataques d e sofocación (cianosis de la cara, inspiración s u m a m e n t e difícil,
tos, etc.), que pasaron rápidamente con el uso
de medicamentos antiespasmódicos.
N u n c a se le ha hecho t r a t a m i e n t o mercurial.
H a enflaquecido bastante. Duerme relativam e n t e bien. No tiene dolor alguno.
Tiene escasa tos, unas veces seca y otra*
acompañada de expectoración muco-purulenta
con sangre en poca cantidad.
Estado actual.—Sujeto
en estado de nutri-
Se observa mejor la zona ulcerada, especialmente en la parte superior izquierda.
ESPAÑA
ción bueno. Ligera disminueión en la coloración de las mucosas. Esqueleto y musculatura
bien. Panículo adiposo poco abundante. Piel
trigueña.
Facies.—IJay
ligera cianosis. Ojos.—Pupilas
reaccionan perezosamente á la luz y á la acomodación. Agudeza visual, u n poco disminuida. Agudeza auditiva, bien.
Boca.—Lengua
húmeda y muy sabural.
Conserva escasos dientes. Mucosa palatina, veJo
del paladar, faringe, amígdala, bien.
Cuello .—Uno que otro pequeño ganglio submaxilar, indoloro, no adherente. L a r i n g e : espesada y consistente á la palpación.
Examen
laringoscópico. — L a cavidal laríngea en todo el espacio comprendido entre la
cara laríngea de la epiglotis y los repliegues
ariteno-epiglóticos están ocupados por u n tumor
de superficie irregular de coloración blanco rojiza, m á s bien rosada, dividido en dos porciones
por un surco irregular á dirección antero-posterior, que no a u m e n t a ni disminuye de luz con
los, actos respiratorios ni con la palabra.
Una porción de aspecto mamelonado ocupa
la cara posterior ó laríngea de la base de la
epiglotis, es rojiza y fija. No se ven cuerdas
vocales seguramente invadidas por el tumor.
La palpación de a m b a s regiones carotídeas no
muestras la existencia de ganglios.
Voz, intensa áfona; Tórax, buena conformación. Aparato respiratorio .—Disnea subjetiva y
objetiva (acción de los músculos auxiliares de la
respiración: E . C. M., escalenos), cornaje, tiraje manifiesto. 34 respiraciones. Percusión
normal. A la auscultación : Murmullo vesicular
rudo y muchos ronquidos. Tos poco frecuente,
con expectoración muco-purulenta con sangre.
Aparato circvlatorio.—Área
cardíaca bien.
Tonos débiles. Pulso, 100 pulsaciones, hipotenso y rítmico.
Abdomen.—Nada
de particular.
AUTOPSIA
Nombre: P . G. Sexo: masculino. Edad: sesenta y cinco años. Estado : casado. Color:
blanco. Nacionalidad:
italiano.
Profesión:
agricultor. Fallecido : el 15 de Julio' en el Hospital de Clínicas. Sala n ú m . 2. Cama n ú m . 29.
Autopsia practicada por el doctor Elizalde.
Diagnóstico anatómico, epitelioma
laríngeo.
Congestión pulmonar. Adherencias pleurales
dobles. Endocarditis generalizada. Insuficiencia mitral. Congestión hepática. Litiasis biliar.
Esplenomegalia. Nefritis parenquimatosa aguda. Traqueotomizado.
- Cadáver d e hombre de u n m e t r o 82 centímetros, en buen estado de nutrición, esqueleto
bien desarrollado, buena musciáatura. E n la
línea media, en el cuello, por encima del esternón, hay una incisión de cinco centímetros sobre la tráquea, de la cual cuatro anillos han
sido seccionados y dan paso á una cánula que
e n t r a en su luz (Traqueotomía).
L a laringe en las cuerdas vocales, y hasta
la inserción en la epiglotis, está con mucosa
transformada en tejido ulceroso, vegetante, rosado-rojizo, bordes irregulares, infiltrando hasta las capas profundas, y en cuyo centro es
duro, blanco nacarado, rebordes salientes.
L a s pleuras, adheridas en toda su existencia.
Los pulmones, rojizo-obscuros, consistencia
a u m e n t a d a , • dan al corte buena cantidad de
sangre. El corazóón, con el , endocardio opaco
blanquecino, especialmente aurículas é inserción de los pilares carnosos y falsos pilares. La
mitral espesada, borde rugoso como rosario con
cuerdas tendinosas espesadas y acortadas. E n
la aorta, algunas placas lechosas, y en el cayado, ateromatosas.
E l hígado, cápsula transparente blanda, rojoobscuro, al corte da abundante sangre, y el parénquima está blando y por zonas de un amari-
MEDICA
todavía por la neoplasia, á pesar de la marcha
de ésta hacia la profundidad. El esófago se
encuentra libre. En la pieza, por no tener más
que la lengua y la laringe, n o nos. ha sido posible estudiar la presencia de ganglios, que tendría gran importancia para el diagnóstico del.
cáncer.
La disposición del tumor no nos permite sacar mayores conclusiones; de estar situado en
una de las cuerdas vocales nos haría pensar en
el c á n c e r ; si fuera de las dos, en tuberculosis
laríngea.
Con el objeto de hacer el estudio macroscópico sacamos trozos de dos p a r t e s : de pleno
tumor y de la zona inflamatoria peritumoral.
EXAMEN MICEOSCOPICO
Fig, 3.—Celoidina- Hematoxilina - Picro índigo
carmín.
liento verdoso. L a vesícula, distendida y ocupada por, 11 (once) cálculos, de los cuales los
dos m á s grandes soo como una nuez mediana,
y los más pequeños u n poroto y upa arveja.
El bazo, aumentado' de volumen uniformemente duro, al corte da abundante sangre, y el
estroma es friable.
Los ríñones de cápsula, que se despende bien,
con la substancia cortical aumentada de espesor, y en la separación con la medular no se
reconocen límites, están de color rojizo.
EXAMEN
MACEOSCOPICO
El examen macroscópico' de la pieza nos permite observar exteriormente una laringe aumentada-de tamaño y m á s dura que lo' n o r m a l ; y en
su interior, un tumor ulcerado, de fondo y
bordes irregulares, y que ocupa las cuerdas vocales de los dos lados y toda la parte anterior
de la laringe. L a s cuerdas vocales han desaparecido, invadidas por la tumoral. E s t a masa
ulcerada, y especialmente el tumor, se extiende profundamente é invade los tejidos vecinos
hacia la parte anterior y laterales; nos present a , en su parte superior ó izquierda, una zona
ulcerada bien neta, como puede observarse en
las fotografías adjuntas. Toda la mucosa situada alrededor de este t u m o r se encuentra espesada, especialmente en los repliegues aritenoepiglóticos y en la parte posterior de la epiglotis.
La coloración del tumor y de las partes veornas no es posible ahora reconocerla, por ser
vieja la pieza ; p-^ro', según consta en el protocolo de la autopsia, tenía un color rosado rojizo
en la periferia, y blanco nacarado en el centro.
Eeconstituyendo la pieza abierta, se observa
que la luz de la laringe queda considerablemente disminuida, tanto por el tumor como por la
región peritumoral.
Los órganos vecinos no han S'do invadidos
Fig. 4. (Microfotügrafía)-Cpl( idina-Van Gieson.
Detallaremos las características que hemos,
encontrado en ios muchos preparados hechos,
y luego sacaremos las conclusiones que nos parezcan m á s exactas.
H e m o s dibujado el campO' de una de las preparaciones en que aparece el t u m o r puro. E n la
descripción detallaremos todo' lo que hemos
visto en el preparado.
Se observa un epitelio pavimentoso estratificado m u y espesado, descamado en su periferia,.
y que por su parte profunda emite prolongaciones que penetran en el tejido conjxmtivo del
corión, y que avanzando m á s y m á s , disocian
las fibras musculares y ulceran el cartílago.
E s t a característica basta para hacernos pensar en cáncer.
Si estudiam'OS ahora este cáncer, observamos
que en medio de unas amplias' mallas de tejidoconjuntivo se encuentran masas de células, cuyas características describiremos después ; estas
masas celulares parecen orientadas de la periferia al centro, y por proliferación invaden cada
vez más nuevas zonas de tejido' nonnal. En algunas partes se h a pro'ducido una gran hiperplasia del tejido conjuntivo, como si quisiera
aislar á este cuerpo extraño. De vez en cuando, y en la parte media de estas masas celulares, observamos unas zonas que han tomado
con mayor intensidad la coloración por el ácidopícrico, y en las cuales los núcleos van desapareciendo cuanto m á s cerca del centro observemos. Los vasos marchan por las trabéculas del
tejido conjuntivo.
E n una de las preparaciones se observa unepitelio, que detallaremos d e s p u é s ; una zona
inflamatoria con glándulas, una capa cartilaginosa, y entre ésta y m á s profundamente,
muchas glándulas, que son las que hemos dibujado. E n la laringe existen normalmenteglándulas acinosas del tipo mucoso, es decir, á
grandes células claras y algunas' más obscuras,
llamadas medialuna de Gianuzzi; pero estaa
glándulas se encuentran en pequeño número y
en la submuco'sa.
E n el caso presente han proliferado grandesm e n t e . E s t e desarrollo' exagerado, debido á un
proceso inflamatorio, ha traído como consecuencia una gran hiperplasia del tejido conjuntivo,
pero las relaciones de éste coni las glándulas están perfectamente conservadas. Observadas con
más aumento se ve la composición típica de las
glándulas mucosas. Los conduotos excretores,
de los cuales se ven algunos cortados longitudinal y trasversalmente, se encuentran aumentados de tamañO' y en relación con: el aumento
del tejido glandular, pero su epitelio está intacto.
E n el preparado n ú m . 3 que hemos dibujado se ve la mucosa laríngea. E l epitelio es cilindrico, estratificado' poT partes y en otras pavimentoso estratificado; como estamos en una
zona inflamatoria, se observa la invasión por
los leucocitos polinucleares ; el corión está espesado, con vasos dilatados y con una infiltración leucocitaria abundante. E n la parte supe-
Í]SPAÑA
MEDICA
íior se ve u n tubo excretor, éste se encuentra
muy dilatado, pues normalmente mide de 100
•á 120 u, pero su eapa epitelial cilindrica estratificada n o tiene degeneración de ninguna especie. Observamos, por último, en la submucosa glándulas en mucha cantidad, en medio de
una capa celulograsosa y con los mismos caraoteres que las ya descritas.
En el n ú m . 4 estamos en pleno foco' de infamación. Se observa en medio de u n tejido,
abundante y rico en vasos m u y dilatados (en
xonas hay edemas), u n a glándula degenerada.
-En efecto, los acini se encuentran dilatados
por una degeneración mucosa de sus elementos, üiio de ellos lia sido invadido por los leucocitos y encontramos en su cavidad, junto á
•estos elementos, abundantes céluilas epiteliales que tapizan las paredes. Toda esta glándula lo mismo que el resto del campo- es asiento de u n a infiltración leucocitaria intensa.
das vocales, esófago, etc^), mientras que los
segundos se originan en. los epitelios cilíndrÍDos
de revestimiento ó en las glándulas, cilindricas.
Cada uno de ellos tiene sus características.
E l epitelioma cilindrico se caracteriza por el
desarrollo- en el seno del tejido conjuntivo, de
cavidades neo-glandulares tapizadas por una ó
varias capas de células cilindricas. Desde ya
podemos descartarlo porque no es nuestro caso.
Enj el epitelioma pavimentoso se puede establecer dos variedades: el pavimentoso lobulado y el tubulado.
E l epitelioma pavimentoso lobulado ó á globos córneos se caracteriza por la formación de
mamelones, de lóbulos y hasta de repliegues
cutáneos ó mucosos formados de células epiteliales malpighianas modificadas, que se invaginan en el espesor mismo del tejido conjuntivo (dermis ó eorion) de la región en vías de
cancerización. (Letulle.)
Estos caracteres, vistos con mayor aumento, se encuentran en las figuras números 5 y 6.
La fig. 7 es la masma zona inflamatoria que
•anteriormente. Un epitelio aquí pavimentado,
«stratifieado', espesado en una infiltración leucocitaria debajo de él. Además una gran congestión con edema y en medio del campo una
glándula, que, como todas las situadas en una
zona inflamatoria, se encuentran atacadas de
tlegeneración mucosa ó coiloide que trae aparejada el aumento en tamaño de los acini que
tienden á transformarse en quiste.
Si un corte, en estos tumores, se hace paralelamente á su superficie, se ven masas formadas de epitelio y reunidas las unas á las otras
por expansiones epiteliales. E n secciones paralelas á la superficie del tumor, no se ven nada
más que cortes de lóbulos aislados. E s t a s masas ó lóbulos tumorales están form.ados por oélulas del tejido malpighiano m u y parecidas á
las de e p i d e r m i s ; á medida que de la periferia
nos acercamos al centro d e . e s t e órgano observamos la transformación de las células, igual
CONCLUSIONES
De la descripción microscópica sacamos como
•consecuencia que se t r a t a :
De un epitelioma pavimentóse, con globos
córneos, y con una zona inflamatoria peri-tumoral en la que se observa un adenoma de las
glándulas mucosas, de origen inflamatorio, por
la vecindad del epitelioma.
En efecto-:
El epitelioma (cancroide de los autores anti.guos, cáncer ó cáncer epiteliar de los moderíios) es el término científico por el cuall debe
"designarse, en nuestros días, todo tumor resultante de una proliferación abundante y desor•denada de células epiteliales, dotadas de múltiples propiedades anormales, m á s bien dicho
monstruosas; la principal entre ellas (por no
•decir la sola patognomónica) es la facultad de
penetrar, por efraceión, en los espacios del tejido conjuntivo-vascular y de poder vivir y
-multiplicarse sin límites. (M. Letulle.) E n
nuestro caso estas propiedades están bien típicas.
Los epiteliomas se dividen en dos grandes
•categorías según las células que lo fo^rman, pavimentosas ó cilindricas. Los primeros toman
"Origen en todos los epitelios (piel, boca, cuer-
Fig. 5.—(Esquemática)
Fig. 7.—(Esquemática.) Celoidina - Van Gieson.
á la producción d e la asfixia q u e m a t ó al sujeto, y 2.°, por los errores de diagnóstico que
puede dar en las biopsias, cuando en vez de
extraer u n trozo de tumor, se toma de la zona
peri-tumoral. E n algunos casos, en efecto, el
espesamiento del epitelio por la reacción inflam'atoria, y que en ciertos puntos se observa en
nuestro caso, puede hacer pensar en un papilom a , t u m o r berdgno.
E n nuestro caso una preparación de u n tró•zo de los repliegues aríteno-epiglóticos nos podría hacer pensar en un adenoma típico, mient r a s que es u n adenoma, pero de origen inflamatorio.
E l adenoma (hipertrofia glandular de Lebert
tumor adenoide, heteroadenoma, pólipO' mucoso de otros autores) es un t u m o r constituido por
la hiperplasia simple y circunscripta de un tejido glandular epitelial. A s í comprendido el
adenoma es á las glándulas lo que el papiloma á
las mucosas : • u n a producción hiperplásica epitelial benigna. A la inversa del cáncer, en efecto,
respeta, de la manera más estricta, el sostén
conjuntivo vascular, aunque imponiéndole un
trabajo hiperplásico general. (M. Letulle.) E s
decir, que podemos hacer la diferencia al microscopio de un carcinoma glandular y u n adenom a ,porque en el primero observaremos dos
glándulas en contacto sin interposición del tejido conjuntivo, mientras que en el segundo
Fig. 6.—(Microfotografía.)
nunca sucede esto. (T. Susini.)
Los adenomas, verdaderos neoplasmas, pueá la que sufren cuando nos acercamos á las
den confundirse con los adenomas inflamatocapas superficiales de la epidermis; es decir
rios porque, como lo hace notar M. Letulle,
que encontramos después de las células básaexisten conexiones íntimas que unen, en mules, una capa de células dentelladas, en las
cuales los filamentos de unión e s t á n mucho chas circunstancias, estas dos clases de tumores.
más desarrollados que al estado n o r m a l ; desY en este- caso particular, la Anatomía patopués células planas córneas, transformándose
lógica ha ya establecido la filiación constante
de una manera insensible hasta el centro. E s que existe entre las inflamaciones crónicas y el
tos globos córneos así formados caracterizan
desarrollo de los adenomas
el epitilioma lobulado, (Brault.)
Se pueden diferenciar 1.°, por el t a m a ñ o ;
L o que nos interesa es el reconocimiento de
u
n
adenoma neoplásico es mucho m á s grande
las células dentadas, es decir del aparato filaque un inflamatorio; 2.°, el primero extirpado
mentoso de Eanvier que se pone de manifiesto
reincide, el otro n o ; 3.°, las condiciones conpor la acción del ácido ósmico.
comitantes.
E l epitelioma tubulado nace igualmente de
E n nuestro caso se t r a t a indudablemente d's
u n epitelio pavimentóse y se diferencia microscópicamente del anterior porque los cilindros un adenoma de origen inflamatorio.
ó prolongaciones epiteliales, al hundirse en el
tejido conjuntivo subyacente se quedan estreDe todos los datos que hemos recogido pochos, alargados y sin formar globos cómeos
(Letulle). Sin embargo, esta afirmación no es demos tratar de sacar conclusiones sobre la
causa de i la m u e r t e d e í sujeto.
absoluta y hay casos en que se observan epiE l cáncer en este caso no h a evolucionado
teliomas tubulados con globos córneos.
completamente porque no ha alcanzado órgaE s t a pequeña reseña sobre epiteliomas nos
afirma en el diagnóstico de epitelioma pavi- nos vecinos ni h a producido metástasis. Adem á s , el estado del sujeto era de buena nutrimentoso con globos cómeos.
ción y sabido es que los cancerosos, cuando no
Respecto de la zona inflamator-'a peri-tumose complican, m u e r e n caquécticos.
ral nos hemos extendido en los dibujos y en la
E n el sujeto en cuestión la lesión m á s mardescripción por s e r : 1.°, interesante en este
cada es la disminución de la luz de la laringe
caso porque debe haber contribuido en mucho
ESPAÑA
MEDICA
bió á los ocho días, víctima del agotamiento este Instituto, habiéndose abierto al público
del corazón atacado ya de una endocarditis ' después del Congreso Internacional de Londres.
que trajo como consecuencia una insuficiencia
*
mitral.
**
Saturnino M. Zayas y Carlos A. Correas.
«La noción de los descalabros, como de los
Buenos Aires.
buenos éxitos de nuestros predecesores, no se
adquiere solamente para ensanchar nuestros
conocimientos; debemos e n ella inspirarnos
continuamente.»
E n el curso de sus investigaciones, Mr. WelI
come h a UegadO' á esta conclusión como consecuencia de las m u c h a s investigaciones llevadas á cabo de los pueblos primitivos, en las
sección especial del Congreso, y no era pre- cuales h a adquirido muchos conocimientos soNunca se pensó, hasta ahora, en Inglaterra cisamente ni la menos concurrida ni la menos bre el arte de curar empleado por éstos, y pareíi u n Museo d e e s t a índole, dedicado exclusi- interesante. L a relación del Congreso con el ticularmente en la cirugía. E n sus comunicaMuseo animó grandemente á Mr. Welcome en ciones h a demostrado que algunas razas ansu e m p r e s a ; la cooperación de la sesión histótiguas poseían ya el origen de conocimientos
rica había de demostrar grandemente su utique nosotros consideramos hoy absolutamente
lidad.
modernos.
El Museo, por lo demás, fué de un gran
¡ Cuántas cosas han sido encontradas en
atractivo. E l estudio de las costumbres de tiempos primitivos, que, después de diversas
otros tiempos apasiona los espíritus en los ac- desapariciones en otras épocas, han sido últituales.
m a m e n t e admitidas en nuestros d í a s ! Antiguos
Los que han tenido ocasión de examinar una remedios, viejos procedimientos, aparatos pricolección de esta naturaleza y de volver, si va- mitivos, no' han dejado de ser empleados de
le la frase, sobre los pasos de la humanidad u n modo continuo á través de los años.
para ver lo que nuestros antepasados hicieron
El Dr. Heisner, durante sus excavaciones
y creyeron, lo que los habitantes de los países en Nubia, h a descubierto unas tablillas de
lejanos han pensado y piensan sobre la enfer- bambú, de las usadas en cirugía, perfectamenmedad, comprenderán cómo estos espectácu- te acondicionadas, que datan de dos ó tres mil
los maravillosamente estimulan á la imagina- años antes de la era actual. E l capitán Anderción y la fecundan.
son h a encontrado tablillas similares, hace alíío podemos imaginar colecciones m á s ricas gunos años, en el Sudán meridional. Mr. Wely más variadas de objetos raros y preciosos. come mismo las h a visto emplear en la región
E l esfuerzo que representa el reunirlos es ver- del Nilo Azul superior. E n Mayo de 1913, en
la villa de Marakech, h a encontrado tablillas
daderamente gigantesco. ,
exactament/e iguales, y las ha adquirido para
Decía Mr. W e l c o m e :
«Cuando, hace ya algunos años, yo concebí la su Museo.
*
idea de formar una Exposición de cosas anti**
gües de interés histórico y que se refirieran
L a historia de la Medicina debe mirarse en
Sillón en el que estaba sentado Jennes, el iná la Medicina y á aquellas ciencias con ella
dos
fases distintas, según hace observar sir
ventor de la vacuna, cuando murió. Retratos,
unidas, yo no creía, d& ningún modo, que mi
diplomas, certificados, etc., que pertenecieron
Norman Moore, presidente de la sesión históriproyecto
tomaría
las
proporciones
actuales.»
al ilustre sabio.
Mr. Welcome tiene la. intención de fundar ca del citado Congreso. E s t a s fases están típivamente á la historia de la Medicina. El Con- en Londres un Instituto de investigaciones camente representadas en dos de las estatuas
greso Internacional de Medicina celebrado el científicas, cuya dirección general será confia- que en el Museo de Wigmore street puede ver
año pasado fué una ocasión favorable para la d a al Dr. Andrew Balfour, director hace trece á su entrada el espectador. L a primera (figuinauguración de u n centro de este género, la años de los laboratorios de investigaciones tro- r a 1) es una creación extraña de figura human a ; lleva una. máscara negra, con los ojos
que tuvo lugar en Wigmore Street.
picales de Khartom.
L a historia de la medicina constituía una
El Museo histórico será una dependencia Je blancos y redondos, cubierto de plumas gro>
seras, ornado de un collar de dientes de ballena, sosteniendo en su m a n o u n curioso instrum e n t o de sortilegio; el índice de la mano derecha extendido, la boca horriblemente^ abierta:
tal es Ixtlñton, «el hermanito negro» la deidad
médica de los antiguos mejicanos, á la cual
los enfermos y afligidos acudían llevándole
ofrendas, implorando su ayuda para que los
librara de sus miserias.
Se puede, por lo t a n t o , considerar á Ixtlilton
como el símbolo de la medicina original, toda
impregnada de supersticiones locales y apoyando su prestigio en un fárrago de objetos eteix5ditos j encantamientos y amuletos y de extravagantes prácticas rituales.
L a otra fase de la historia de la medicina
está simbolizada por un modelo de la estatua
del Apolon de Beldevere, magnífica representación escultural de la inteligencia humana, al
mismo ticimpo que de la fuerza y de la belleza
viril, e s t a t u a sublime de un dios que,, según
la mitología griega, se encuentra unido á la
Medicina, á la curación de las epidendias, y,
por una curiosa asociación de ideas, ala. causa
m i s m a de las enfermedades. Apolon y sus hijos, Asklepios, e n la e s t a t u a s e ofrecen igualm e n t e á las miradas de los visitantes, y aquellos que sean reflexivos pueden considerar perfectamente los dos aspectos de la-"Medicina.
Estos son los gloriosos antepasados de HipóLa sección de esculturas. En esta sección sé ven las dos divinidades antiguas el Centauro Chiron.
crates, de Galeno y de Avicena, el cual, como
padre de la Farmacia, y Sxtlilton, divinidad de los antiguos mejicanos.
se h a podido- demostrar recientemente, observó
y trató ya de curar la diabetes.
por el tumor y por la inflamación, peritum-oral,
que ha traído como consecuencia un gran trabajo de los pulmones y del corazón; en un momento dado, la asfixia se hizo tan intensa que
el sujeto perdió el conocimiento, siendo necesario traqueotomizarlo; y, por último, sucum-
EL i i IDINiRi ILH SE LOIDi
•7
ESPAÑA
MEDICA
Cuando se lee á Hipócrates, cuajado se estudia á Galeno y cuando pasamos la vista, por las
sólidas páginas de Avicena, ise adquiere el convenoimiento de que el camino que h a n seguido
estos tres hombres, y posteriormente Harvey,
GlisQon, Sydenham, Claude B e m a r d , Pasteur
y Lister, por largo que sea, es un camino continuo, y que estos hombres del pasado poseían
la misma fuerza del espíritu, el mismo modo de
pensar, el mismo fervor al estudio que los sabios de las épocas contemporáneas.
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Los visitantes á quienes interesa la Medicina de las primeras edades ó de los pueblos primitivos, la Medicina simbolizada por Ixtlilton,
encuentran en el vestíbulo donde detener fvi
atención. Existen innumerables fetiches é ídolos del África Oriental y Occidental referentes
al arte de curar, vestimenta de médicos del
África Occidental y Central, de numerosas armas de uso en las tribus paganas, la singular
figura del dios de la Medicina en Nueva Zelanda. El m u r o está decorado con caretas empleadas por los médicos indígenas y los danzadores demoníacos en África, en Ceylán, en el
Thibet y las islas del Pacífico.
Los arqueólogos pueden, en e s t a misma sección, estudiar muchas piezas patológicas hermosas encontradas por Mr. Welcome sobre los
restos h u m a n o s de tma necrópolis etiópica.
*
*
* situadas á los lados
En las salas, espaciosas,
respectivos de Ixtlilton y de Apolon, se encuentra la diosa Ygia, los dioses que presiden la
Medicina entre los caldeos, los, egipcios y demás pueblos de la antigüedad, el Centauro,
Chiron, el «padre de la Farmacia», como le
llama Homero.
Chiron es el pr'mer personaje tradicional entre los griegos que empleó las plantas medicinales. Se cuenta que él había aprendido su
ciencia de Apolon, que también la transmitió
á su hijo Asklepios. Conviene recordar que su
nombre se perpetúa en la planta llamada Centauro, que él aplicaba, dice la leyenda, á las
heridas que recibía cuando cazaba con D'ana
en el monte Polion.
En la sala oriental se ve al dios chino', así
como los faimosos pavog reales de bronce llamados «Pavos de los Angeles», el ídolo de los
adoradores del demonio, una almohada esculpida én madera, que revela un mérito extraordinario, en la que cada extremidad representa la cabeza de un tigre que los indígenas suponían tenía la virtud de tornar los sueños
desagradables en agradables.
s
•-•«
<:--,s:i5-,''<j'v*ía
Fetiches del África central y del África occidental en la sección de Medicina primitiva.
Ija 'sala eg'pcia contiene las jarras, los frascos y los vasos con ungüentos, en alabastro,
empleados para los usos medicinales; dos papiros originales descubiertos en un templo de
Tliebas; diversas figuras patológicas en barro
cocido y diversas drogas variadas : gomas, resinas, dátiles, etc., etc. ; diversas estatuas en
])lata, en bronce, en marfil, en cristal, etcéter a ; antiguas deidades curadoras, instrumentos
de cirugía., de aseo, etc.
Se admiran entre las esculturas los demonios babilónicos de las enfermedades, con cuerpo de hombre y cabeza de animal, y que. se les
consideraba ei poder de destruir los enemigos
de la salud.
Un templo griego, construido sobre el modelo del Erechtheion, conteniendo las ofrendas vetativas romanas, interesantes desde 1cs
puntos de vista anatómico, patológico ú obstétrico, y que provienen principalmente de las
investigaciones hechas e n el templo de Esculapio, de la isla del Tiber, y en el templo de la
Maternidad de Capua, así como reproducciones de ofrendas votativas existentes en el Museo de E o m a .
Un gran torso masculino presenta u n a abertura obo'dea entre la extremidad inferior del
esternón y el ombligo, y dentro las visceras
torácicas y abdominales dispuestas conveneionalmente. E s t e tronco, encontrado en Isola
Earnesia, h a conservado de un modo claro la
pintura color de carne que tenía en su época.
Diferentes grupos de esta m i s m a materia, encontrados en el Tíber, y figurando u n grupo
])ortador de una patera de sacrificio y de \¡n
niño recién nacido envuelto, que había servido
de ofrenda en acción de gracias por u n parto
feliz.
Particularmente ourioso' es u n busto femenino destinado á mostrar el anamakaliston,
form a griega de vendaje para sostener los senos.
Existe una figura de mujer arrodillada y
ejerciendo presión sobre su abdomen con las
dos manos. E s t a posio'ón se ve frecuentemente
sobre los monumentos griegos y egipcios, representando el alumbramiento. Puede ser esta
estatua representación de u n a antigua divinidad romana simbolizadora del parto, á quien
las mujeres imploraran en estos casos.
E n t r e otros muchos objetos dignos de citarse
figura, por último, un fragmento del célebre
plátano de la Isla de Cos, en el cual, según la
trad'ción, se apoyaba Hipócrates para conversar de Medicina con sus discípulos, regalo lied l o por el Eoval CoUege of Surgeons.
A. C.
•f^
< Si
ft»nf*T*TT'''i p^'
Instrumentos de contención y de tortura de la Edad Media.
Una farmacia en Londres á principios del siglo XVii
10
ESPAÑA
TRABAJOS
ORIGINALES
(CONCLUSIÓN).
Claro que de modo direeto pudo hacerse ol
diagnóstico de tumor pelviano, excluyendo la
posibilidad de u n proceso inflamatorio ó tuberculoso; pero si era también presumible la
naturaleza maligna y sarccmatosa, no era tan
fácil precisar su localizaoión y punto de partida. E l volumen, forma y consistencia de la tumoración, el modo de evolución, lentamente
primero y rápidamente después, la reacción febril y la edad del sujeto, nos hacían afirmar su
naturaleza maligna, seguramente sarcomatosa.
Pero, ¿ y el punto de partida ? ¿ E r a el intestino, la vejiga, los ganglios pelvianos, las paredes óseas ? Los fenómenos intestinales, representados por la astricción, sin dolores, ni cólicos, ni hemorragias, haeían pensar en su or'gen. extra-intestinal y en la compresión secundaria del intestino, pero no podía afirmarse de
modo, absoluto la integridad de la porción superior del rectO' y ese ilíaca. L a poliuria, ia polaquiuria, y con intervalos el tenesmo^ de vejiga, podían hacer pensar en el punto dé partida
vesical, pero la. falta de dolor á la micción, de
sangre ó pus en la orina, hacían creer que los
fenómionos vesicales eran de compresión por
u n a neoplasia extraves'cal, confirmada por la
exploración de este órgano y el tacto rectal.
Se pensó también, en su origen parietal, óseo,
ó en los tejidos subperitoneales de las aponeurosís superiores del periné, para no rechazar
e s t a hipótesis hasta el momento de la intervención, y, por último, nos fijamos en el detalle d é l a monorquid'a, asignando como posible
origen del sarcoma al testículo en ectopia.
Si él enfermo hubiera sido siempre monórquido, cabía pensar en la falta absoluta del testículo de ese lado; pero ante la afirmación del
paciente de que fué monórquido' después de la
curación de; la hernia, quedaba reducido el problema á esperar el m o m e n t o de la intervención
y ver s' hallábamos eh testículo en la cavidad
abdominal.
E l 13 de Enero del año actual se operó al
enfermo, practicándole una laparatomía infraumbilical. Hallamos el peritoneo parietal fuert e m e n t e adherido al visceral y al tumor, el
cual tenia adherencias con todo® los órganos
pelvianos, especialmente con la vejiga, colon
descendente (ese ilíaca y recto é intestino
delgado). Convencidos de la imposibilidad de
la extirpación del tumor, sin extensas resecciones de los órganos adheridos, le incindimos
sobre la parte más blanda que parecía fluet u a n t e con objetó de vacrarlo en paxte y poder
precisar s u p u n t o de partida, dando salida á
una m a s a sin textura aparente, grisácea, semilíquida, formada por tejidos neoplásicos degenerados, que le daban un aspecto caseoso, por
lo que, á la vista de las lesiones macroscópicas,
n o desaparecían las dudas sobre la naturaleza
del proceso ni sobre su punto de partida, ya
que aceptado que era sin duda u n a neoplasia
embrionaria degenerada, no podíamos menos
de recordar que las lesiones macroscópicas de
ciertas formas de tuberculosis simulan á veces toda clase de neoplasias.
E l enfermo murió á los cuatro días, y la autopsia arrojó los siguientes interesantes d a t e s :
el riñon derecho parecía aumentado de volumen, aunque sin lesiones aparentes, especie de
hipertrofia compensadora ante las les'ones profundas del riñon izquierdo. E s t a s eran típicas
de una nefritis atrófica por uronefrosis simple,
debida á compresión mecánica del uréter y retención aséptica con dilatación pielo-renal y
esclerosis lipomatosa peri-renal y peri-ureteral.
Se halló, en efecto, el riñon izquierdo, pelvis
y uréter considerablemente dilatados, y el primero reducido á u n a cascara cortical atrófica.
E n cuanto á la neoplasia, tenía la situación,
extensión y relaciones y adherenciais que dejamos señaladas. La porción sigmoidea del colon estaba invadida por la neoplasia, q u e se
adhería además á la cara posterior de la vejiga, al uréter y á la aponeurosis superior del periné. H e c h a u n a disección minuciosa, no parecía arrancar de ninguno de estog órganos ni
de las paredes óseas. Se buscó con detenimiento el testículo por fuera de la neoplasia y en el
centro y paredes de ésta, mediante cortes múltiples' en todos sentidos, sin hallar trazas ni
rastro alguno de dicho órgano genital. E l laboratorio confirmó el diagnóstico' de sarcoma en
pleno reblandecimiento y degeneración.
Insinuamos al principio que el testículo eictópico podía ser el punto de partida de la neoplasia, y al final de la historia creemos poder
confirmar dicha presunción. ¿ Por qué ? Por
varios hechos, consignados en la exposición del
caso y por los. propios datos negativos de la
aut'0p.sia.
E n primer lugar, se trataba de un enfermo
con anomalías congénitas de formación, con
una hernia congénita por persistencia del conducto peritoneo va,g;',nal, y cuyo testículo ocuparía, seguramente, la luz de este conducto, y
cuyo descenso tardío sería, evidentemente, la
causa de esta hernia, siendo objeto dicho testículo, con motivo del tratamiento de la hernia, de roces, presiones, traumatismos y otros
estímulos mecánicos, reintroduciéndole en el
abdomen bajo la acción de los estímulos sufridos. Aun suponiendo que no fuese o'erta la
afirmación del enfermo, de que el testículo descendió al escroto y fué reintroducido en el abdomen con la hernia, no cabe duda que la falt a de descenso del testículo le predispone á 'a
evolución atípica de sus tejidos á degeneraciones y neoplasias. El no hallar ningún punto de
pa.rtida claro y preciso al tumor que parecía
haber naci'do en el seno de la pelvis, entre rect o y vejiga y fosa ilíaca izquierda, confirmaba
que había nacido en un órgano que ya había
desaparecido devorado por la neoplasia, y este
órgano no podía ser otro más que el testículo,
de que no se encontraron rastros de ninguna
especie.
E s t a ausencia absoluta de testículo es, á
nuestro juicio, el dato que más valor tiene para
pensar ó p a r a afirmar que este órgano fué el
punto de partida de la lesión, presunc'ón que
adquiere caracteres de evidencia al ser cie.rta
la a:firmación del enfermo de que el testículo
estuvo en el escroto en los primeros años de
su vida.
Como, por otra parte, el hecho no es único
ni nuevo de tumo.nes malignos desarrollados sobre testículos de ectopia, no dudamos en afirmar que este órgano, recluido en el abdomen,
fué el p u n t o de partida de la neoplasia.
Dr. Rafael Molla.
NOTA CLÍNICA
k(ñ m e ¡ n el salvanan y neosalvarsan
SOBRE LA BLENORRAGIA
Jules J a n e t y A. Levy Bing en la Gazette
des Hopitaux del 20 de Febrero de 1913 (número 21) dan cuenta de las experiencias y observaciones hechas con el objeto de averiguar
la acción que ejerce el neosalvarsan sobre la
blenorragia.
MEDICA
Los citados autores, en su trabajo, manifiestan :
1.° Que el neosalvarsan hace desaparecer
rápidamente el gonococo de la vagina, cuando se aplica e n inyecciones y curas so-bre el
cuello uterino.
2.° Que en algún caso de blenorragia eoinoidieudo con chancro sifilítico, aquélla ha desaparecido sin más tratamiento que las inyecciones intravenosas aplicadas para combatir la
sífilis.
3.° Que hasta la fecha de la publicación de
su artículo no h a sido empleado el neosalvarsan en lavados uretro-vesicales para tratar la
blenorragia en el hombre.
E n Mayo de 1913 Levy Bing y Louis Duraex dan cuenta en los Ármales de Maladies
Veneriennes (número 5) de un caso, de reumatismo grave tratado por el neosalvarsan en el
que han conseguido resultados verdaderamente extraordinarios y la desaparición del gonococo d e la gota uretral.
L a marcada oposición que existe entre las
manifestaciones 2^ y 3." de los citados autores y los resultados por mí obtenidos, me hicieron creer útil dar á conocer las experiencias
realizadas con anter;orida.d á las publicaciones
de aquéllos, y lo que h e observado en todos los
casos que podían servir de estudio para conocer la acción que ejerce el neosalvarsan sobre
la blenorragia y sus complicaciones.
El s a l v a r s a n en aplicación local.
Pocos meses después del notable descubrimiento de E r h c h , movido por el frecuente
afán de buscar en todo nuevo medicamento la
ansiada panacea, he pensado en ensayar el salvarsan en el tratamiento local de la blenorragia.
E n Febrero de 1911 elegí entre mis enfermos
dos con uretritis gonocócica crónica no complicada y dos con uretritis aguda.
Al primer caso de los crónicos se le practicaron lavados uretro-vesicales con solución de
salvarsan al 1 por 1.000 en los primeros días;
más tarde al 1 por 500, y en los últimos días
al 1 por 4 0 0 ; á los treinta días de lavados, el
examen .del flujo demostraba la presencia de
gonococos.
Al segundo enfermo, además de los lavados
se le hicieron curas permanentes con solución
a l l por 300 é instilaciones al 1 por 100. A los
treinta días el examen del flujo es positivo.
Los casos agudos fueron sometidos solament e á lavados uretro-vesicales, y después de 28
'de éstos no he podido apreciar modificación alguna favorable.
Durante el tiempo del tratamiento se sujetaron á las reglas higiénicas de rigor en la blenorragia y no hicieron uso de otras medioaoiones.
A ninguno de los enfermos aquejó molestia
alguna que pudiera atribuirse al salvarsan.
E n vista de estos resultados h e decidido suspender los ensayos ya difíciles de comenzar,
por lo poco dispuestos que están los enfermos
de las clínicas particulares á someterse á pruebas de éxito dudoso ó nulo co-mo en estos casos,
¿Procede continuarlos?
Yo he desistido de hacerlo porque, aun suponiendo que con quince ó veinte días más de
tratamiento hubiera conseguido la curación de
la blenorragia, no tendría esto gran utilidad
toda vez que y a contamos hoy con recursos
terapéuticos que nos permiten curar en el espacio de tiempo que duraron las pruebas y que
tienen la ventaja de ser m u c h o menos costosos
que el salvarsan.
El s a l v a r s a n y n e o s a l v a r s a n e n inyección
intravenosa é intramuscular.
H e tenido ocasión de observar 47 casos en
ESPAÑA
MEDICA
los que coincidían en el mismo enfermo sífilis
y uretrítis gonocócica ; 12 de éstos fueron tratados por las inyecciones de neosalvarsan y los
mercuriales; 19 por neo solamente, y los 16
restantes los he sometido en mi clínioa, á la
vez que al tratamiento antisifilítico, al conveniente para curar la blenorragia.
Ni en uno solo de los tratados con el neo y
mercurio y neo sólo he conseguido ver desaparecer su gouococia, no obstante haber practicado á varios de éstos hasta 8 inyecciones de
neo (5 gr. 40 cm.). B u los 16 tratados á la vez
como sifilíticos y gonocócicos, no he podido
apreciar modificación alguna favorable en el
curso del tratamiento que m e hicieran creer
en la beneficiosa acción del neosalvarsan.
Sólo dos casos he tenido en los que coincidían sífilis y reumatismoi gonocócico, y u n tercer caso que, padeciendo' reumatismo gonooócico, fué diagnosticado, por error de u n colega, como sifilítico y sometido á las inyecciones intramusculares de salvarsan. E n los tres,
el resultado fué negativo: ni mejoría llegó á
conseguirse.
Fundándome e n las expuestas experiencias
y observaciones, m e veo precisado' á oponer, á
las afirmaciones de los ya citados autores, las
siguientes:
El salvarsan, en lavados uretro-vesicales, y
el neosalvarsan en inyecciones intravenosas, no
benefician en nada ni la uretritis, ni el reumatismo gonocócico.
Dr. M. Villar Iglesias.
11
EL PROGRESO ENTRE LOS CANÍBALES
DE
IBNCE
¡Cómo "cambean,, los Hempos!
E n tiempos originales,
que apestan á ciertos críticos,
iban los hombres políticos
á las aguas minerales,
y al curar sus afecciones,
también, entre vaso y vaso,
largaban, como de paso,
muy buenas declaraciones.
i Qué de programas tan bellos
para la vida española
se han lanzado desde Alzóla,
Mondariz y Paracuellos!
¡ Y qué oposición tan fiera
poniendo el dedo en la llaga,
se cometió en Uberuaga,
Sobrón ó F u e n t e . . . cualquiera!
Nunca quedaron ociosas
las palabras comentadas,
ora bicarbonatadas,
calcicas ó sulfurosas.
Y aquellos santos varones
cuidaban nuestros E s t a d o s
al par que sus averiados
hígado, pecho ó ríñones.
Hoy no. Quien marchó á una fuente
siendo político activo,
se hizo el muerto como un vivo
más ó menos eminente,
y sobre los manantiales,
curándose los humores,
ni aun sus más leves rumores
brinda á los corresponsales...
' ¡ Ya no' puede u n ciudadano
gustar, bien aderezadas,
las que antaño eran llamadas
fantasías de verano!
¡Deliciosos tiempos idos,
se os recuerda y os saluda!...
i Erais amenos, sin duda,
y la mar de divertidos !
(De Gedeón.
El modo menos complicado de asimilarse la civilización.
EiM en la deUnatíón ratitativa
la alimina en las oías pe
examelilenoielramina (uronopina).
E n el n ú m e r o 3 de este semanario (JDe-MÍscfce
Medizinische
Woohenschrift)
publicó Schmiz
la curiosa observación de que en la determinación cuantitativa de la albúmina por el método
de Esbaoh, e n orinas de pacientes sometidos
á la medicación con urotropina, se obtenía un
resultado falso, por formarse una doble combinación de la urotropina con el ácido pícrico,
que a u m e n t a el precipitado. Según dicho autor,
para investigar la albúmina, en tales casos, hay
necesidad de averiguar antes la presencia de la
urotropina, lo cual puede practicarse con una
solución de potasa al 15 por 100 en caliente,
que produce una coloración roja en caso afirmativo.
Eespecto á este último punto, séame permitido hacer algunas observaciones. L a reacción
que describe Schmiz no es exclusiva de la urotropina, sino que la producen también las orinas diabéticas. Jaffé, en 1886, la observó con la
creatinina, y yo, en 1904, en muchas orinas
concentradas.
E s casi seguro que se trata de una reacción
del formaldehido, análoga á la que se produce calentando la urotropina cloromercúrica
(CH,) g N^. 2 H g Cl 2 con lejía de potasa y
resorcina, que da origen al isopurpurato potásico, por la formación de ácido cianhídrico ó
cianuro potásico que, con el ácido pícrico, d a n
ácido isopicrámico ó isopurpurato potásico.
E n m i s investigaciones pude observar que el
compuesto que da la coloración roja descrita
por Schmiz es' debido á una reducción del picrato potásico. Por esa razón d a n la misma
reacción otros cuerpos que tengan propiedades
reductoras, como la glucosa, creatinina, creatina. Y por la misma razón el hidrógeno naciente también la produce con dicho picrato, lo mismo ([ue el formaldehido', como reductor que es.
Los cuerpos que pueden formarse en la reducción del ácido pícrico s o n :
OH
NO
./\
OH
NO.,
NO.,
/ \
\
NH.
NO,
OH
/ \
OH
NO.,
NH . y ^
NH,
\ /
NOa
(Acido
p íc|rico.)
NO 2
(Acido
picrámico.)
Empleando
NHg
íAcido
isopicrámico.)
el hidrógeno
^&
NHj
(Triaminofenol.)
naciente,
según
ESPAÑA
12
que la t e m p e r a t u r a sea más ó menos elevada,
la reducción es mayor ó menor y se forman
unos ú otros.
De todo lo expuesto se deduce que en la orina que contenga exametilenotetramina, puede
también resultar errónea la determinación de
la glucosa por el licor Tehling. También observaron Gothieb y Stangasinguer que el picrato
potásico da la coloración roja con el sulfuro
amónico y con el sulfato ferroso, cuerpos reductiores.
Aütes de practicar la determinación d e la
albúmina por el método d e Esbaeh, habrá, por
consiguiente, que investigar la presencia del
aldehido fórmico, para lo cual se añaden á 5 ce.
de orina X gotas de una soluoión alcohólica al
1 por 100 de floroglucina, vertiendo después
por las paredes del tubo de, ensayo 2 ce. de potasa al 15 por 100 y aparece en la zona de contacto u n a coloración roja.
CONCLUSIONES
1.* L a reacción citada por Sohmiz n o es es*
pecífiea de la exametilenotetramina.
2." Dioha reacción resulta d e la reducción
del picrato potásico á cuerpos amínicos. De
ahí que produzcan la reacción cuerpos reductores como la glucosa y el hidrógeno naciente.
3.* E n el caso de la urotropina (exametilenotetramina), la reacción, es debida á las propiedades reductoras del formaldehido.
•í.'^ Paira cerciorarse d e la presencia de la
urotropina es suficiente una reacción de formaldehido.
.
5.=' E n la determinación cuantitativa de la
glucosa e n la orina por al licor d e Fehling, hay
que tener en cuenta la presencia de la urotropina.
J. Schumacher.
{Deutsche
Medizinische
Wochenschrift,
23
Julio 1914, Berlín. Traducción del Dr. L . Máiz.)
la pogitiiÉi lie los nis
IMÉS
(CONCLUSIÓN).
8.° Periodo de la pubertad (17." año); período del idealismo sintetizante afectivo infantil, tendencias estéticas y éticas ilusionistas,
períodos fisiológicos de depresión y excitación
psíquica ;
9.° Periodo de la segunda adolescencia (22.°
año); período racionalista, especulativo; époc a del inteleotualismo ilusionista precrítico ;
tendencias metafísicas y filosóficas precoces.
E n esa clasificación hemos suprimido intencionadamente todo lo que no tiene aplicación
inmediata á nuestro propósito, de hacer encuadrar las diferentes formas psicodegenerativas
en esos grupos biológicos; y bastará la lectura
de la ficha psicológica característica, present a d a para las diferentes etapas, para ver que
con esa clasificación conseguimos efectivamente algo sencillo y práctico.
Los niños psicodegenerados representan de
hecho, en sus más variadas formas, uno ú otro
de esos periodos psicogenétioos, en el cual su
energética mental, h a sido fijada, y dentro de,
la cual evolucionará, sin poder atravesar los
límites, en cambio, del niño normal, que atraviesa sucesivamente, si bien en forma individ u a l m e n t e m u y variable (también según la
r a z a y sexo hay diferencias), todas esas fases.
L a s etapas que, según la ley fundamental
hiopsicogenética, aparecen como fases sucesivas de
recafitulción
filopsicogenétíca,
atravesadas en
la marcha evolutiva del desarrollo psíquico on-
togenético normal, representan para el niño
•atrasado, no escalones pasajeros progresivamente ascendentes, sino etapas más ó menos
definitivas, «no fases, sino estados».
Las degeneraciones psioofísioas m á s profundas, que equivaldrían á los primeros gr'ados
psicogenéticos normales (período 1-3), existen
efectivamente; pero como no representan la
maduración necesaria para poder mantener una
vida individual, independiente de la madre,
son eliminados antes ó después del nacimiento
(anencéfalos-amielos y hemiannencófalos avanzados). A lo sumo, los representantes del tercer tipo, con diferenciación suficiente de sus
centros reflejos bulbares, pueden subsistir un
tiempo limitado (días y á veces s e m a n a s ) ; hemos presentado tales casos s u m a m e n t e interesantes para los estudios psicobiológicos al último Congreso científico, Buenos Aires (1910);
aquí no interesan esos fenómenos por su corta
vitalidad, debido á la energética insuficiente de
los procesos de respiración y circulación, para
los cuales es indispensable el desarrollo é influjo energético de los centros nerviosos regularizadores subcorticales ; vida y cerebro están
aquí en u n contacto tan íntimo, que Flourens,
con mucha razón biológica, los ha expresado
en su concepto del, «nudo vital», y con m á s derecho podía Descartes haber buscado en esa dirección también su «centro del alma».
El cuarto tipo psicogenético existe ya entre
los psicodegenerados : él es representado por
los niños hemiencefálicos y anencefálicos parciales con desarrollo suficiente de bulbo y tronco encefálico (hipotálamo y estriado); generalmente subsisten también rudimentos del hemisferio y de la corteza, si bien ineptos para
una función ordenada. Tales seres pueden vivir varios años una vida exclusivamente vegetatiya, m u e s t r a n los reflejos é impulsos incoercibles de esa esfera y no presentan naturalmente ni rastros de percepción ó asimilación
consciente. E s t o s organismos, representando la
forma h u m a n a sin su contenido, están m á s
bajos todavía que la cuarta categoría de los
idiotas, según Esquirol; disponiendo exclusivamente de la psicoenergétioa subcortical, representarían ellos en sentido filogenético el período de los vertebrados más inferiores acorticales, los pescados, de los cuales se distinguen,
sin embargo—y no á su favor—, por la sinergia insuficiente de sus aparatos ancestrales rudimentarios vegetativos.
El quinto período psioocrepusoular es representado por los idiotas de tercer grado ya mencionados, seres sin articulación, sin fijación,
sin asociación; formando su vida psíquica crepuscular un mosaico incoherente, así como su
órgano cortical u n conglomerado disarmónico,
pero actos corticales aislados ya existen, así
como una mímica afectiva rudimentaria.
Al sexto período (6 a) de las fijaciones elementales pasajeras pertenece el número mayor
de los idiotas del segundo grado de Esquirol,
y el (6 b) correspondería á los del primer grado
más ó menos. Como nuestro propósito es aquí
únicamente el de oiientar sobre las grandes líneas de división, no entraremos e n cuestiones
de importancia secundaria; respecto de las manifestaciones sintomáticas, bastará lo explicado en la clasificación psiquicogenótica n o r m a l ;
oaraoterístico para el sexto grado es la falta absoluta de inhibición de la esfera impulsiva.
Como se ve, nosotros no separamos ambos grupos como algo fundamentalmente d i s t i n t o : así,
como lo hacía Esquirol, es psicológicamente
una categoría única (1).
(1) Nuestra actuación como médico del servicio
de idiotas del hospicio de las Mercedes (1902-1910)
nos ha permitido juntar un material precioso de observación clínico y anatomopatológico, qué en otra
oportunidad se publicará en sus detalles.
MEDICA
E l séptimo período psicogenético es representado por los dos grados de la
imbecilidad;
mientras que el idiota, en nuestro concepto,
no forma asociaciones, sino fijaciones más ó
menos pasajeras, el imbécñ de primer grado
llega á asociaciones estables concretas; el del
grado superior también á tales abstractas elementales.
E l octavo período nuestro representa el débil
de espiritu, para, quien es característico lo instable, variable de sus actos psíquicos; como
precisamente también lo mencionamos en la
fase correspondiente biológica, también el carácter ilusionista de sus actos y conceptos es
patognomónico para el diagnóstico diferencial.
Finalmente, los desequilibrados guardan estrecho parentesco en su vida psíquica con noveno, el período del racionalismo juvenil, incapaz de pasar por esa época al periodo crítico y
activo de la vida madura productora.
Habiendo terminado la paralela, que creemos fériiil para la psicopatología infantil, sobre
todo por sus bases biológicas y psicogenéticas,
y porque t a l criterio es el único que permite
una clasificación sencilla y completa á la vez
de todas las formas, ya en el estado actual de
nuestros conocimientos, nos orientaremos en la
m i s m a forma abreviada sobre las principales
causas d e la psicogénesis degenerativa y las
medidas preventivas.
E n una gran parte de las formas estudiadas
entran las causas degenerativas y a con el plasmo germinativo paterno y m a t e r n o ; la falta de
una legislación consciente en muchos países
para las uniones matrimoniales, la insuficiencia de instrucción y conciencia higiénica y moral en la masa grande de la población, y otros
factores secundarios, favorecen así la producción de material humano inválido; muchísimos gastos económicos, inútiles, preocupaciones morales y cargos de conciencia irremediable podría evitarse la humanidad en este punto capital de la profilaxis consciente de la degeneración psicofísica de la raza h u m a n a . Los
estragos del alcoholismo, de otras intoxicaciones crónicas, de la sífilis hereditaria transmitida, son del dominio público y, sin embargo,
poco se mueve en u n asunto t a n serio. L a transferencia de las demás enfermedades familiares, de disposiciones mentales cerebrales y nerviosas patológicas es igualmente conocida, y
sería tiempo para la legislación higiénica de tom a r medidas, á veces m u y dolorosas para el
individuo en bien general de la raza.
E l segundo punto importante de la profilaxis
de la psicodegeneración hereditaria es el cuidado de la madre en el estado del embarazo y
durante y después del parto. L a s legislaciones
empiezan aquí ya á ocuparse de la reglamentación del trabajo de la mujer joven, embarazada, parturienta y en estado lactante.
E l seguroi para los últimos estados, la facilidad de entradas en maternidades higiénicas,
amplias y a b u n d a n t e m e n t e distribuidas con
consultorios externos gratuitos, hay que fornentar m á s a ú n como medida sistemática. La ayuda á ese fin de las parteras, en sentido higiénico sobre todo, podría hacerse m á s eficaz todavía, intensificando su instrucción y actuación. E l niño recién nacido debe ser examinado por facultativos en los primeros días después del parto, porque así se podrán constatar
y evitar á tiempo numerosas deficiencias y gérmenes para futuras enfermedades, y esa inspección sanitaria debe repetirse en determinadas épocas: el Estado no debe perder al niño
nunca de vista, debe despertar en los padres
indolentes ó ignorantes el interés por é l : mens
sana in corpore sano.
Niños idiotas que, según n u e s t r a clasificación biológica, encuadrarían al 4.°, 5.° y 6.°
período psicogenético, deberían aislarse, hos-
ESPAÑA
MEDICA
13
pitalizarse forzosamente, ellos no pertenecen á
la familia, á la vida sana, pueden causar daños
á otros niños menos profundamente degenerados, y casi nunca e n las familias pueden ser
objeto del t r a t a m i e n t o médico-higiénico y médico-pedagógico necesario.
Con ellos no nos ocuparemos por eso aquí.
Los del 7." y 8.° grupos deben tratarse ya
desde el 4.° añO' en instituciones extraurbanas,
de ubicación campestre, silvestre, montañosa
y marítima de tipo colonial ad hoc creadas, por
estilo de los K i n d e r g a r t e n ; también á los imbéciles conviene aislarles t e m p r a n a m e n t e de
los niños sanO'S, que los m a l t r a t a n inconscientemente.
E n ©sos establecimientos para niños débiles
dominarían bajo dirección médica las enseñanzas prácticas sensomotores, de educación de
los sentidos, del lenguaje, de la higiene elemental, de música, dibujo, de trabajos manuales de jardinería.
Esas instituciones (tipo colonial) conviene
establecerlas en parques ó mucho mejor en
bosques naturales, donde la naturaleza estimule cuerpos y almas.
Deben ser preferentemente del sexo femenino los maestros, personas cuidadoras y custodiantes, y especialmente elegidos para saber
despertar sentimientos afectivos en esos corazones tímidos y débiles, y los médicos deben
unir condiciones morales análogas, asociadas á
las exigencias técnicas y psicológicas especiales.
Paora los grados menos avanzados bastarán
<ílases y escuelas anexas intraurbanas, combinándose esa educación con una permanencia
repetida y prolongada (por ejemplo en las vacaciones) en los institutos extraurbanos arriba
indicados : todo eso vigilado é indicado por módico y maestro en consulta higiónico-pedagógi<^a. Desearía llamar la atención sobre el efecto benéfico de excursiones prolongadas escolares junto con los maestros y la enseñanza directa en y con la naturaleza, que ahora en Alemania transforma completamente la enseñanza escolást'ca antigua ; las tendencias biológicas empiezan también en la pedagogía á romper el esquematismo duro nunca vivificante y
á veces mortífero para el psiquis delicado del
niño débil, y, ¿qué niño no lo es en el fondo'.'
Falta aquí en la Argentina muchísimo en ese
sentido, y tal reforma tiene que empezar de
arriba, con el magisterio, su; cultura y posición
social hay que elevarla antes de poder dar ese
gran paso adelante.
Las medidas fundamentales en las tenden-
¡BUEN SÍNTOMA!
cías psicoengenéticas en oposición á la psicodegeneración, podemos por eso dividirlas en
cinco grandes categorías, según las esferas biogenéticas, todas igualmente importantes y de
aplicación y profundización,
indispensables
también en la Argentina.
I. Esfera pregerminativa:
salud física y
psíquica de los padres, lucha antialcohólica,
antisifilítica, medidas coercitivas contra la prostitución, los vicios, el juego, leyes sociales é
higiénicas del trabajo, del seguro, de la inyalidez y enfermedad, parques y bosques de re(ireo, fomentación del sport higiénico y estético, baños públicos fluviales, instrucción higiénica, etc.
II.
Esfera germinativa:
certificado m é d i c o
para los que contraigan matrimonio, prohibición definitiva de casamientoi para degenerados
profundos físicos y psíquicos, prohibición pasajera para personas débiles y enfermas, advertencia oficial módica en caso de intento de easamiento d e los demás degenerados ó en caso
de parentesco en familias con tara hereditaria,
castigos severos penales para delitos sexuales
,Y matrimoniales.
III.
Esfera fetal: creación de maternidades abiertas intraurbanas, consultorios, para
embarazadas y puérperas dirigidos por médicas, reglamentación del trabajo de la mujer
embarazada y lactante, seguro de ella en esos
períodos, cultura de las parteras, examen médico del niño recién nacido y creciente.
. IV. Esfera infantil: institutos de puericultura, dispensarios de leche, consultorios externos, selección de los degenerados en asilos
colonias especiales, aislamiento de los tipos
avanzados, asilos colonias campestres, silvestres, montañosos y marítimos para niños enfermos,
creación de bosques periurbanos (ointurón higiénico periurbano de bosque), juegos en
parques y praderas.
V. Esfera escolar: métodos biológicos de
educación física y psíquica á la vez, formación
de caracteres, no de «inteligencias»,.instituciones pedagógicas extraurbanas coloniales para
imbéciles y débiles, clases y escuelas anexas
intraurbanas para débiles, colonias para períodos de descanso en las vacaciones, excureioues
sistemáticas pedagógicas (sistema de las «golondrinas emigratorias», Wandervógel),
disminución y modificación de los exámenes y supresión absoluta en las épocas de calor. Y, finalm e n t e , elevación de la cultura y posición social del magisterio.
Con todas esas medidas m á s ó menos fácilm e n t e aplicables, nosotros no eliminaremos,
n a t u r a l m e n t e , la miseria d e los niños degenerados, p e r o : in mttgnis voluisse sat est, y,
¿ qué hay para nosotros m á s grandioso que el
psiquis h u m a n o y sus creaciones? Si nuestro
psiquis representa efectivamente u n reflejo de
la energética cósmica en el espejo de la oi^anización vital h u m a n a , velemos con todos nuestros esfuerzos por conservarlo blanco y brillante : ird majorem humanitatis
gloriam.
Dr. Chr. Jakob
-•-•-•-
Precaaciones contra la peste.
—¿Cómo está tu padre?
~Ya está bien, porque le da todos los días una
paliza á mi madre.
iPack, de Nueva York.)
L a Inspección general de Sanidad exterior
dirige á loe gobernadores civiles d e las provincias marítimas, comaindantes generales d e Ceuta y MeliUa y gobernador militar del Campo
de Gibraltar ima interesante circular, que dice
lo siguiente:
«Las noticias de nuestros cónsules, y las que
BUSCANDO UN PLAN
J
—Tiene usted que abandonar la bebida.
—Pero si no bebo más que agua, doctor,
—Bueno, pues abandonará el tabaco.
—Es que no fumo.
—En ese caso, ¿no tiene usted nada que abandonar? Corriente; pues buscaremos otro plan.
algunos E s t a d o s , á los efectos del Convenio sanitario internacional de París, vienen comunicando acerca de las manifestaciones d e peste,
acusan tal extensión en esas manifestaciones,
que puede afirmarse que ninguna de las cinco
partes del m u n d o se halla exceptuada de eUas,
siendo en algunas distintos los E s t a d o s ó regiones en que existen, ©n la mayoría de las que no
adquiere la intensidad que en otros tiempos
hacía d e esta pestilencia uno de los más crueles azotes de la humanidad, grac'as al conoíimiento que se posee del modo de propegación
del mal y de las medidas que se oponen á su
desarrollo.
» E n t r e éstas, una de las m á s principales es la
extinción d e ratas, las que por poseer u n a especial a p t i t u d para sufrir y desarrollar la acción
del agente microbiano, productor d e la enfermedad, y de propagarlo á las pulgas que se albergan en su piel, hace de éstas, al picar al
hombre, el medio m á s frecuente de transmitir
la pestilencia á la especie h u m a n a .
«Alojadas en los barcos rateas infectas procedentes de los puntos invadidos, que al tocar
aquéllos en éstos ofrecieron ocasión para el embarque de las ratas, se convierten éstas en agentes de contaminación de las que con anter'oridad existieran en los buques, y éstos, á su vez,
en medios transmisores, por el paso de sus rat a s á regiones hasta entonces indemnes, sin
que el origen limpio de viajes de los barcos ni
el de i^rocedeneia de ios efectos ó mercancías
sean bastantes á eludir todo temor, pues es de
aceptar la posibilidad del paso en puertos limpios de ratas de barcos, procedentes de puntos
contaminados, ya con manifestaciones humanas, ya sin é s t a s ; pero bon la pestilencia entre
dichos roedores, desconocida ó no bien aprec'ad a al tiempo de salida, á barcos de origen limpio, que por ello pueden ser med'o de transmiS'ón á su llegada á los puertos.»
14
ESPAÑA
L . PoNS Y MARQUES.—«Un caso d e chancro sifilítico de la conjuntiva bulbar.» (Archivos
de oftalmología, E n e r o 1913.)
Kvmjki
Revista de Oftalmología
DK.
C H . OGUCHI (Tokio).—«Influencia
de las
inyecciones sanguíneas en el cuerpo vitreo y
sus relaciones con la retinitis LLamada proliferante.»
E l autor trata d e establecer las relaciones
que existen entre las hemorragias del cuerpo
vitreo llamadas t r a u m á t i c a s y la retinitis proliferante. N o nos detendremos en describir el
aspecto oftalmoscópico de la referida retinitis
que es bien conocido; sólo diremos que desde
el descubrimiento de ésta por Jaeger, u n gran
número de autores se ocupa constantemente de
su patogenia, sin llegar á ponerse de acuerdo.
L a s opiniones t a m b ' é n divergen en lo que se
refiere á las alteraciones anatómicas;
actualm e n t e hay dos teorías. Leber sostiene la dependenc'a absoluta de la retinitis llamada proliferante con u n a hemorragia anterior del cuerpo vitreo. Many y otros autores consideran á
esta afección como específica de carácter proliferante y niegan la existencia de una hemorragia. Ú l t i m a m e n t e E . von Hippel, Goldz'eker y Asayana se hani adherido á ésta opinión.
Oguohi ha. hecho sus investigaciones sobre 35
ojos de conejos, inyectando sangre fresca en el
cuerpo vitreo, examinando todos los ojos "macroscópica y microscópicamente y agrupando
estos resultados alrededor de los hechos clínicos y anatómicos. Oguchi h a llegado á estas
dos conclusiones:
1.^ L a m a s a sanguínea inyectada en el vitreo sufre u n a descomposición, la m a y o r parte
es absorbida por las celdillas emigradoras que
por u n a irritación mecánica provocan u n a gran
proliferación de las celdillas glomatosas de la
retina.
2." L a s moléculas de fierro contenidas en la
hemoglobina obran de una m a n e r a tóxica sobre la retina de modo que degeneran sus capas
e x t e m a s y las celdillas pigmentarias se introducen aUí.
D E KÜMMEL (Erlangen).—«Acerca del aument o d e la tensión en las quemaduras y las cauterizaciones. Observaciones acerca del glaucoma.» {Arohiv. für Augenheilkunde,
1913.)
E l autor cita, cuatro casos de heridas graves
del ojo y uno de quemadura por alcohol en los
que se observó un a u m e n t o de la tensión. E l
limbo estaba afectado en una extensión m á s
ó menos grande, lo cual es importante para
explicar el a u m e n t o de la tensión. E s t a comienza á a u m e n t a r al cuarto ó quinto día y
dura próximamente dos semanas. L o s vasos
que soportan el aflujo de los líquidos oculares
s6 encuentran obliterados, sea por obliteración
directa ó por u n proceso de reacción como la
endo-vasculitis. U n examen anatómico hecho
en un caso de Loeb, mostró u n aumento en la
profundidad de la cámara anterior que se pue-
de explicar a s í : la mayor presión existe en los
sen os y en el segmento anterior, y por otra parte el iris y el cristalino rechazan hacia atrás
al cuerpo vitreo que al principio tiene una tensión normal. Se ha demostrado experimentalm e n t e que l a obstrucción de la cámara anterior produce un aumento de tensión, con aumento de la cantidad de albúmina Contenida
en el humor acuoso.
Según el autor, en el glaucoma ordinario, el
aumento de la presión afecta primero al segmento posterior; en el glaucoma verdadero la
obliteración del seno es secundaria.
HARMS.—«Ceguera doble por oclusión simultánea ó no de las arterias retinianas.» (Archiv.
für Ophtalm. 1913.)
ET a u t o r se ocupa principalmente de investigar las relaciones estrechas que existen por
una parte, entre las afecciones de los vasos y
las perturbaciones concomitantes del ojo, especialmente de la retina, y por la otra de las
enfermedades generales del sistema circulatorio y de otros órganos del cuerpo, así como de
las lesiones que los acompañan.
E s t e trabajo trata del asunto m u y conoc'do
de la embolia de la arteria central que, por regla general, es unilateral, de la que cuenta 200
observaciones. Eespeeto á la embolia bilateral
sólo existen 11 casos descritos en la literatura.
Para H a r m s la embolia es debida á un pequeño coáguJlo sanguíneo arrastrado por la sangre hasta la arteria central cuando los dos ojos
son atacados s i m u l t á n e a m e n t e ; pero si pasa
algún tiempo para q u e el otro ojo se afecte, lo
más probable es que se trate de u n a obstrucción local que depende de un proceso ateromatoso de la pared interna de la arteria central de
la retina.
SiGNORiNO.—«Valor etiológico de i a auto-intoxioao'ón intestinal en algunas afecciones oculares, especialmente en la querato-eonjuntivitis flictenular.» (Archivio
di Ottalm,ologia, 1913.)
El autor no cree que la presencia del indican en la orina sea un signo de auto-intoxicac'ón intestinal, indican m á s bien u n a u m e n t o
de la putrefacción en el intestino. E n la mayoría de los enfermos el autor h a encontrado azúcar y albúmina en la orina, la cuti-reacción y
la reacción de Wassermann.
H a observado 40 casos de tracomas, 5 cataratas seniles, 7 iritis, 5 glaucomas primarios,
una esoleroderm'tis y var'os casos de oftalmía
simpática; en la atrofia del nervio óptico encontró acetona ó indican. E n 53 casos de querato-conjuntivitis fiictenular, el indican se ha
encontrado excepcionalmente. E n resumen,
debe u n o mostrarse escóptico en el papel de la
auto-intox'cación heterogénea como causa de
las enfermedades oculares.
Pastillas nutritivas K7íIIiinson
MPDJCA
E n u n a joven de diez y nueve años existía
en la parte superior de la conjuntiva l?ulbar una
ulceración acompañada de equemosis, edema
del párpado superior, adenopatia submaxilar y
cervical. Vino después una opacificación completa de la córnea. L a infección cedió después
de usar algunas inyecciones de c'anuro de mercurio. E l diagnóstico d e chancro sifilítico se
confirmó algunos días después por la aparición
de una erupción papulosa generalizada.
B . PBANKE.—«Eelaciones entre la iinfocitosis
y las afecciones traumáticas del ojo, seguidas ó no de oftalmía simpática.»
L a linfooitosis fué señalada la primera vez
por Axenfeld en el catarro de pr'mavera. Easquin ha encontrado que la linfocito8'"s tiene
gran importancia en la sífilis ocular. Gradle ha
estud'.ado completamente esta cuestión mencionando la presencia de linfocitosis en 30 casos de irido-c'clitis traumáticas y post-traumáticas, susceptibles de provocar ia oftalmía simpática.
Gradle da una gran importancia á la presencia de l a linfocitosis desde el p u n t o de vista del
diagnóstico y del pronóstico de la oftalmía simpática.
Ormondo, Pons y Browning h a n confirmado
estas relaciones entre la linfocitosis y la oftalmía simpática.
G-lbert asegura que la linfocitosis dism-'nuye
y desaparece después de la enucleación de ojos
atacados de alteraciones post-traumáticas ó de
uveitis crónicas simples. Elschnig no admite
que la linfocitosis sea la reacc-ón específica exclusiva de la oftalmía simát'ca, sino simplem e n t e la de una invasión de cualquier materia
inflamatoria. Sin embargo, la opinión de Gradle
os sostenida por Sattles, Wolfrum, Fuitseher
y KoUer.
E n el trabajo que nos ocupa, F r a n k e resume
los resultados de las investigac'ones hechas por
su antiguo discípulo N e u m a n n , e n casos de inflamaciones post-traumáticas y sobre procesos
de naturaleza sifilítica ó tuberculosa. Con el
fin de estudiar y comprobar todo lo relativo á
esta cuestión, Franke ha examinado á.lOO enfermos con afecciones oculares diversas y distingue entre los casos traumáticos u n primer
grupo con lesiones que d a t a n de menos de un
mes, u n "segundo grupo con signos manifiestos
de u n proceso inflamatorio crónico y, por último, un tercer grupo en el que falta iodo fenómeno irritativo.
F r a n k e lárhenta no haber pod'do hacer el
examen microscópico de los casos de la primera
categoría, á fin de asegurarse de las alterac'ones de la uvea, según F u c h s , casi específicas
de la oftalmía simpática. Serla m u y interesante demostrar la coincidencia ó no coincidencia
de ésta con la linfocitosis.
E l material de la segunda categoría que comprende casos con signos manifiestos de procesos inflamator'os post-traumát'cos, impone una
conclusión práct'ca, formulada por Franke en
el sentido de que la linfocitosis falta con frecuencia en los casos en los que el cuadro cll-
extracto malta 4 hip fosRtos
de cal y $osa ana 0,25 |ramo$.
ESPAÑA
MEDICA
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nico no deja lugar á duda acerca de la naturaleza simpátiea de la afección y necesita la
enucleación.
, Franke h a encontrado cierta predominancia
de la L-nfocitosis e n el tercer grupo que comprende todos los casos en los que no había ningún signo de irritación post-traumática.
Así, pues, acepta m á s bien la opinión de
Elschnig y admite que la linfooitosis no desempeña papel d:'agnóstico ni pronóstico en la
oftalmía simpátiea. P e r o puede ser útil recordar con Franke que Bernheimer, Peters, Stouer
y otros, h a n encontrado algunas relaciones entre la, oftalmía simpática por u n a parte y las
afecciones tuberculosas por otra, y que en estas últimas la linfooitosis se presenta con mucha frecuencia.
Bajo la presidencia del Sr. Sanz Escartín,
gobernador civil de esta provincia, se reunió la
Comisión ejecutiva encargada de llevar á efecto el proyecto de organización de u n a brigada
sanitaria de auxilio de los pueblos, compuesta
dol inspector provincial de Sanidad y de los señores alcaldes de San Lorenzo d e E l Escorial,
Alcalá y Colmenar Viejo, q u e son los que han
resultado elegidos por los demás alcaldes de la
provincia para que ostentaran su represen;ao'ón, tomándose los acuerdos siguientes:
1.° Consignar la satisfacción con que h a n
risto que todos los alcaldes d s la provincia hayan respoad'doal llamamiento para la creacóri
del servicio y constitución de la Comisión que
ha de llevar© á la práctica.
2.° Proseder inmediatamente á su organización, adquiriendo el material indispensable para
el objeto.
3." Dar ai vehículo ó vehículos automóviles
que se utilicen para el servicio forma perfecta-
-¿Peío me he de tomar toda esta poción? ;Sí con la mitad hay para matar un burro!...
-Pues no tome más que la mitad.
m e n t e apropiada al objeto á que se van á destinar.
4." Trasladarse inmed'atamente,. como así
lo efectuaron los señores de la Comisión, á los
despachos de la iHispano Suiza, para entablar
las negociaciones pertinentes para l a rápida
construcción del material necesar'o.
Por estos antecedentes se comprende que
pronto veremos organizada la br'gada sanitar'a,
cuya ind'scufble utilidad ha encomiado la Prensa política y profesional.
Por Eeal orden se h a declarado des'erío el
concurso de traslado- anuno'ado para proveer la
cátedra de Patología médica, con su clínica,
vacante en la Universidad de Granada, disponiendo que se anuncie n u e v a m e n t e al t u m o
que corresponda.
L a Gaceta del 14 ha publicado u n a Keal orden disponiendo que la cátedra de Patología
módica y su clínica, vacante en la F a c u l t a d
de Medicina d e la ü n i v e r s ' d a d d e Granada, se
agregue para su provis'ón á las oposie'ones
anuno'adas p a r a proveer en t u r n o de auxiliares l a cátedra de igual denominao'ón, vacante
en la Facultad provincial de IMedicina de Sevilla.
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ESPAÑA
16
Medicina I n t e r n a se celebrará en la Keal Universidad d© Genova del 11 al 14 de Octubr,?.
Los t e m a s oficiales son los s'guientes:
1." L e u c e m i a y enfermedades afines.—Ponentes : profesores E u m m o , Castellino y Ferrata.
2." Lesiones n o tuberculosas del vértice pulmonar.—'Ponentes: profesores Devoto y Tedeschi.
3.° Neurosis gástrica.—Ponentes: Schupfer y P e r r a n n i n i .
Además, la Comisión organizadora i-eclama
la atención de los señores congresistas sobre estos dos asuntos d e actualidad: a) Pneumotót a x artificial. 6) Albuminuria no nefrítica.
L a s cuotas de adhesión (12 liras) pueden dirigirse á l a secretaría del Congreso, E . Universidad, vía Balbí, Genova.
E l premio y m e d a l l a s Weber-Parkes, que se
otorga por el E e a l Coleg'o de Médicos de Londres, y que consiste en 150 guineas y dos medallas de plata, se concederá en 1915 e n concurso abierto á los médicos de todo el mundo,
al t e m a siguiente:
« E s t u d i o original sobre el t r a t a m i e n t o de la
tuberculosis pulmonar por medio de substancias que sean especialmente aaitagonistas del
organismo patógeno y de sus productos.»
L a s investigaciones deben ñaberse practicado desde el año 1911.
E l trabajo debe fundarse en investigaciones
y observaciones originales (experimentales ó de
otro género) del autor, y comprender una exposición detallada d e lo? métodos empleados y
de su modo de aplicación.
Todos los trabajos, incluso las preparaciones
destinadas á su ilustración, deben d'rigirse ál
secretario archivero (Eegistrar) del Colegio, du-
rante la primera semana del mes de Mayo de
1915, conforme á los reglamentos que se remitirán á quien lo solicite.
Los premios se distribuirán antes del 18 de
Octubre de 1915.
PaU Malí E a s t , Londres. S. W. J. A. ü r m e rod, M. I). Eegistrar.
buscrjpc:on para el monumento al doc'or
Esquerdo:
Suma anterior, 16.026,75 pesetas.
Obtenido en la subasta del cuadro regalado
por D . Eieardo de Madrazo, adjudicado á doña
Giacomina Bellami, 1.000 p e s e t a s ; Ayuntamiento de Carabanchel Bajo, 100 ; Dr. Francisco Llorca Lloret, 5 0 ; D . José Eovira, 5 0 ; don
Francisco Miguel Zaragoza, 2 5 ; D. Rafael Torroella Cardoner, 25 ; D. Mariano Moreno, 25 ;
D. Felipe Pantoja García, 2 5 ; D . Gabriel Cañete Venero, 2 5 ; Dr. Ángel Montilla Aliaros,
2 5 ; D . Luis Castillo Fonseca, 2 5 ; D . Bienven d o Lombardero, 2 5 ; Dr. Pedro Eodn'guez
Cano, 25 ; D. Simón Piedrabuena, 26 ; D . Féb'x
Ferrero Santiso. 25 ; D. Romualdo Becerro, 20 ;
doña Dolores Gallego Euiz, 20 ; D . Teodoro Lanuza Eioo, 2 0 ; Dr. Sebastián Tinoco García,
20; D. J u a n Eodríguez Cabrera, 15 ; D . Eafael Soto Crespo, 1 5 ; Dr. Blas Baldasano, 1 5 ;
D. Manuel Coello, 15 ; D . E d u a r d o L a u n e , 15 ;
Dr. Diego H e r r e r a Muñoz, 15 ; D . Eodolfo Aragón, 1 0 ; D . Fernando Algalia, 1 0 ; D. Bautis^
t a Mestanza, 1 0 ; Dr. Eamiro Graciano, 1 0 ;
B . F e r m í n Lavín Suárez, 10; D. Eigoberto
Cervantes López, 1 0 ; D . Doroteo Segura Pérez, 1 0 ; Dr. José Gal'ano Bandera, 1 0 ; D . Eieardo Almaraz, 1 0 ; D. Victoriano Soria Eíos,
10; D . Fel-ciano Cremades, 1 0 ; D. Tomás Izquierdo, 10 ; D . Casimiro Quintana, 1 0 ; D. Pedro García Puchol, 1 0 ; Dr. An'onio Argensola,
10; I). Valer'ano J u n q u e r a , 1 0 ; D. Julián Canales, 1 0 ; doña Eosario Caminero, 5 ; D. Bernabé Diez Hernández, 5 ; D. Alfonso V Uamartín, 5 ; D. Nicolás Suárez Barragán, 5 ; D. Arturo G. Cañizares, 6 ; D.' Manuel Avellanos, 5;
D. Joaquín Adango López, 5 ; I). Diego Sabur £ d o , 5 ; D. J u s t o Eamírez E e ' n a , 5 ; D . Bernardo Ginestal Zarza, 5 ; D . Salva^^^or EipoUés,
5 ; Dr. Leoncio Marínez Martín, 5 ; D. Mariano Mazarrón Andrés, 5 ; D . J u a n Pérez Patrón, 5 ; D . Antonio Cásate jada, 5 ; D . Amancio' P a l m a , 5 ; D. Pascual Miranda P a z , 5 ; don
Luis Peiró Lloret, 5 ; D. S^'meón Cortés Vallejo, 5 ; D . jNIel'-tón Eastoll, 5 ; D. Francisco
Camapanario, a, y D . Manuel Asensio, 5. Total, 17.951,75 pesetas.
E l tesorero, Juan Godoy.
Carabanchel, 4 de Septeimbre de 1914.
S'gue abierta la suscripción.
Los donativos se admiten en Madr'd en el
Colegio de Módicos, Mayor, 1 ; D . Santiago
Mollinedo, Conde de Romanónos, 12, coloniales ; D. Miguel Gómez, Núñez de Arce, 14,
camisería; D. Fidel Fernández, Desengaño,
10, farmacia; D . Lorenzo Pérez, Montera, 8,
entresuelo, sastrería; Calabantes, Atocha, 67,
almacén de vinos ; Café de Correos, Puerta del
Sol, 1 0 ; Café de Platerías, Mayor, 4 0 ; Cen^
tro Instructivo republicano de Hospital-Congreso, Atoeha, 68 ; D, J u a n Godoy (tesorero),
Carabanchel.
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D i r e c t o r e s sanitarios de Puertos, muy
próximas. Contestaciones al programa, por
el doctor Calvin. 36 pesetas. Programa,
1,50. Pedidos, a D. B. Campos. Reyes, 19.
2.0, M a d r i d .
I m p r e n t a de Antonio Marzo, San Hermenefiildo. 33 dupiio.
S U E R O N E U R O T O N I C O H BISE Bí ROOH OE M i
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Al p o r m e n o r en todas las farmacias; al por mayor, MartfnQy Duran, P é r e z Martin y C.^ yi^^centros farmacéuticos.
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