S E R IE ESTU DI OS S OBRE I NT E GR A C I O N La “Caja de Herramientas” de las relaciones económicas internacionales y la integración regional: un análisis jurídico desde una perspectiva multidisciplinaria Estudio realizado en el marco del proyecto ADAPCCA Ramon Torrent Enero de 2009 El contenido de este documento es de responsabilidad exclusiva del autor y en ningún caso se debe considerar que refleja la opinión de la Unión Europea o de la SIECA. ÍNDICE PRESENTACIÓN CAPÍTULO 1.- EL MARCO JURÍDICO DE LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS 1.1.- El sentido del marco jurídico de las actividades económicas. La comparación del juego de luces 1.1.1.- El falso argumento de “los fallos del mercado” 1.1.2.- La comparación con un juego de luces 1.2.- La necesidad del derecho económico internacional. 1.3.- El plano nacional y los distintos planos internacionales. Sus distintas perspectivas. 1.4.- Las distintas relaciones “iluminadas” por el DEI (entre Estados, entre Estados y particulares, entre particulares). 1.5.- El derecho no es el único instrumento de que disponen los poderes públicos para moldear la realidad económica, ni en el plano nacional ni en el internacional 1.5.1.- Actividades públicas 1.5.2.- Redistribución de los ingresos a través de transferencias presupuestarias 1.5.3- I nstrumentos diplomáticos. CAPÍTULO 2.- EL DERECHO ECONÓMICO INTERNACIONAL (I): TIPOS DE REGLAS 2.1.- ¿Cómo podemos, mediante el derecho, incrementar los flujos económicos entre dos o más estados? 2.2.- Tipos de reglas: Discusión general 2.3.- Reglas de acceso al mercado: Naturaleza y ejemplos 2.3.1.- Reglas de acceso al mercado en los acuerdos OMC (I): GATT 2.3.2.- Reglas de acceso al mercado en los acuerdos OMC (II): GATS/AGCS 2.3.3.- El Tratado constitutivo de la Comunidad Europea: La liberalización del comercio de bienes entre estados miembros 2.3.4.- El NAFTA/TLCAN: La liberalización del comercio de bienes entre Estados Miembros 2.3.5.- El MERCOSUR: La liberalización del comercio de bienes entre estados parte 2.4.- Reglas de derecho uniforme: Naturaleza y ejemplos 2.4.1.- El NAFTA/TLCAN: Reglas aplicables al régimen jurídico de las empresas 2.4.2.- El Tratado constitutivo de la Comunidad Europea: Unificación de disposiciones básicas en materia de política económica 2.5.- Reglas de trato (I): la regla del trato de la nación más favorecida. Naturaleza y ejemplos 2.5.1.- El ejemplo clásico del GATT y la versión de la regla en el GATS SERI E E S T UDI OS S OB R E integracion 2.6.- Reglas de trato (II): Reglas de trato nacional. Naturaleza y ejemplos. 2.7.- Conclusión: ¿Cómo combinar los tres tipos de reglas? 2.8.- Dos aclaraciones adicionales: a) la confusión engendrada por la noción de “barreras no arancelarias” y b) el mito del “reconocimiento mutuo”. 2.8.1.- La noción de “barreras no arancelarias” 2.8.2.- El mito del reconocimiento Capítulo 3.- El derecho económico internacional (ii): las dos técnicas de producción del dei 3.1.- Las dos técnicas de producción de nuevo DEI 3.1.1.- Ejemplos de las dos técnicas de producción de derecho extraídos de los acuerdos OMC 3.1.2.- Ejemplos de las dos técnicas de producción de derecho extraídos de los tratados constitutivos de la Unión y de la Comunidad Europea y comparación con los ejemplos de los acuerdos OMC 3.1.3.- Conclusión: ¿Cómo diferenciar correctamente las dos técnicas? 3.2.- Unas aclaraciones sobre la segunda técnica de producción de derecho 3.3.- La segunda técnica y las pretendidas “imposibilidades constitucionales” para avanzar en la integración regional 3.4.- La confusión entre dos cuestiones: la de la existencia o no de un mecanismo autónomo de producción de derecho (segunda técnica) y la de la composición y reglas de votación del órgano o institución que lo produce 3.5.- Los dos métodos para definir el ámbito de las obligaciones 3.6.- Un comentario adicional sobre los arreglos institucionales 3.7.- Un comentario adicional acerca de la integración positiva y negativa. 3.8.- La aplicación de las distinciones al GATT y su evolución CAPÍTULO 4.- EL DERECHO ECONÓMICO INTERNACIONAL (III): SUS EFECTOS 4.1.- El error de pensar que todas las reglas jurídicas tienen los mismos efectos y que todos los afectados por ellas pueden utilizarlas de la misma manera 4.2.- Derecho entre estados y derecho para los particulares 4.3.- Derecho entre estados y derecho para los particulares en los procesos de integración económica regional 4 ÍNDICE CAPÍTULO 5.- EL USO DE LA “CAJA DE HERRAMIENTAS” EN DIFERENTES ÁREAS DE LOS PROCESOS DE INTEGRACIÓN REGIONAL: UN ESTUDIO COMPARATIVO BASADO EN EL PROCESO EUROPEO 5.1.- 5.2.- 5.3.- 5.4.- 5.5.- Comercio intra-zona de bienes Comercio extra-zona de bienes: la construcción de la Unión Aduanera Intercambios intra-zona de servicios Intercambios extra-zona de servicios Inversiones (movimiento de capitales y derecho de establecimiento) 5.5.1.- Movimiento de capitales (intra y extra zona) en el tratado de la CE 5.5.2.- Establecimiento en el yratado CE 5.6.- Las consecuencias legales, económicas y políticas de la elección de herramientas: El caso de la “acción de oro” del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas ÍNDICE 5 Presentación ÍNDICE ÍNDICE Presentación Presentación El contrato EuropeAid/125081/C/ SER/GT se refiere a una “Misión a corto plazo para el fortalecimiento de la capacidad de negociación de los países centroamericanos en el marco de las negociaciones Unión Europea Centroamérica. Elaboración de estudios relativos a las negociaciones Unión Europea – Centroamérica y asistencia técnica en la preparación, coordinación y dictado de talleres sobre el referido proceso de negociación”. ÍNDICE Según el plan de trabajo aprobado, “el objeto del contrato es proporcionar una asistencia técnica que permita trasladar las características formales y operativas del proceso de integración europea, distinguiendo con claridad sus diferentes actores e instituciones y la forma en que se interrelacionan (sobre todo, aquélla entre la Comunidad/Unión Europea y los estados miembros). Esta asistencia debe también presentar vías de reflexión útiles sobre el avance del propio proceso de integración centroamericano y su interdependencia con las negociaciones en curso con la Unión Europea. El contrato debe llevarse a cabo en el marco de las negociaciones para la suscripción de un acuerdo de asociación económica entre la Unión Europea y Centroamérica. Estos acuerdos hacen imprescindible que los negociadores centroamericanos cuenten con una visión de conjunto que permita comprender la naturaleza y desarrollo previsible de las mismas, distinguiéndolas de otras (en particular de las negociaciones con Estados Unidos) y centrándose en algunos temas específicos de especial interés para los gobiernos centroamericanos. La asistencia requerida se enmarca en el diseño y ejecución de un programa que se inscribe en el componente de política comercial del proyecto ADAPCCA, específicamente en lo que corresponde al fortalecimiento de la capacidad de negociación de los países de la región”. Siempre según el plan de trabajo, las actividades a realizar en el marco de la misión, comprenden la elaboración de dos estudios, de los cuales el segundo debe referirse al proceso histórico de construcción de la Unión Aduanera en el marco de la Comunidad Europea, y debe explicar la “caja de herramientas” utilizada para el efecto y permitir discutir cuáles son sus elementos, de modo que constituyan precedentes útiles para el proceso de integración centroamericano. Este es el presente estudio, que guarda una relación estrecha con el primero, sobre “las negociaciones entre la Comunidad Europea y sus estados miembros y Centroamérica, vistas desde la perspectiva de la Unión Europea”. Sin embargo, a fin de permitir una lectura independiente de ambos estudios, en este segundo se retoman (con la debida referencia en nota al pie) algunos de los argumentos ya expuestos en el primero. El segundo estudio se ha concentrado sobre todo en los aspectos analíticos, porque el tratamiento de los aspectos históricos del proceso de integración europea ya es objeto de otro contrato en el marco del proyecto ADAPPCA. Por otro lado, son estos aspectos analíticos los más relevantes desde la perspectiva de otro proceso de integración regional (el centroamericano), cuyo ritmo histórico es absolutamente distinto del seguido por el europeo. 7 SERI E E S T UDI OS S OB R E integracion Capítulo 1.El Marco Jurídico De Las Actividades Económicas ÍNDICE 8 ÍNDICE Capítulo 1.- El Marco Jurídico de las Actividades Económicas 1.1.- El sentido del marco jurídico de las actividades económicas. La comparación del juego de luces 1.1.1.- El falso argumento de “los fallos del mercado” La explicación más extendida sobre la intervención del estado en la economía es la presentada en muchos libros de texto sobre la base del argumento de los “fallos – o falencias- del mercado” (“market failures”). Esta explicación engendra una visión según la cual lo “normal” sería el funcionamiento de los mercados “libres”, es decir, sin intervención del estado, y lo “excepcional” sería la intervención del estado. Esta visión aún queda reforzada por tanto discurso sobre la “desregulación de la economía” (como veremos dentro de un momento, dicha “desregulación” no es otra cosa que una regulación distinta). Para comprobar si esta explicación está justificada, conviene hacer un ejercicio mental, a la vez muy sencillo y muy significativo; elaborar la lista de las ocasiones en que nos encontramos con la intervención del estado desde que nos despertamos hasta que almorzamos a mediodía: ÍNDICE • Nos despertamos y encendemos la luz; detrás de este acto tan sencillo existe un complejísimo y extenso paquete de legislación que regula todo el suministro de energía eléctrica. • Luego vamos al lavabo y nos lavamos; detrás de este acto tan sencillo nos volvemos a encontrar con otro complicadísimo paquete de legislación, la referida al abastecimiento de agua. • Pero hemos olvidado que, cuando encendemos la luz, lo hacemos en nuestro domicilio (o en un hotel), que está regulado por otro complicadísimo paquete de legislación que determina, por ejemplo, la superficie mínima de los apartamentos, la altura mínima de los techos, si las habitaciones deben o no tener ventilación externa, las calidades de los materiales, la responsabilidad legal de los constructores, el régimen de propiedad o de alquiler, etc. • Y a continuación desayunamos, por ejemplo, café con leche y pan con mantequilla. Pero ¿qué es la mantequilla? ¿una materia grasa de origen animal? Evidentemente no, es la legislación la que nos determina el porcentaje mínimo de grasa de origen lácteo que debe tener la mantequilla, los conservantes que pueden ser utilizados en su producción y comercialización y los tipos de envases utilizables, entre otras cosas. Más o menos, lo mismo sucede con el pan y con la leche. Si tomáramos chocolate, la cosa aún sería más complicada porque la legislación debe determinar si la totalidad de su materia grasa debe provenir del cacao o bien 9 SERI E E S T UDI OS S OB R E integracion otras materias grasas, animales o vegetales, pueden entrar en su elaboración (y según sea la respuesta, los intereses económicos de los países exportadores de cacao pueden verse gravemente lesionados). • Y llega un momento en que salimos a la calle. ¿Se nos ha ocurrido pensar que la calle no ha venido de Marte? La calle ha sido producida, normalmente por cuenta de una de las administraciones públicas del estado que han contratado su producción con una empresa del sector de la construcción aplicando una complejísima legislación en materia de contratación pública. • Y, muy posiblemente, para ir al trabajo tomaremos un vehículo de motor. ¿Acaso un vehículo –nuestro automóvil- es un chisme con cuatro ruedas y un motor que se desplaza sólo? No. Un tal chisme es una curiosidad científica o una pieza de museo. Un coche, para poder ser vendido y utilizado como tal, debe respetar una complejísima legislación, llena de fórmulas físicas y químicas, que determina desde la resistencia de las barras de transmisión y dirección y las carrocerías a los límites máximos de emisión de gases pasando por el número y tipo de faros delanteros y traseros y los límites de emisión de ruidos. ¡¡Y todavía no nos hemos puesto en marcha para ir al trabajo, con lo cual aún no nos hemos topado con la regulación 10 del mercado de trabajo, o la de las distintas actividades profesionales. O el régimen de la función pública o de la enseñanza o de la sanidad...!!. ¿Qué conclusión debemos extraer de todo ello? ¿Es el mercado algo tan plagado de insuficiencias, de “fallos”, que no puede existir ni funcionar si no es sobre la base de una omnipresente legislación y, por tanto, de una omnipresencia del estado? No. Con independencia de lo que cada uno pueda pensar sobre las virtudes o defectos del mercado como instrumento de organización de la economía, lo que sucede es que la explicación del libro de texto justificando la intervención del estado por la existencia de “fallos del mercado” no es adecuada. El estado no interviene en la economía porque el mercado tiene fallos sino que lo hace porque la economía es una actividad social en la que interactúan distintos agentes, con intereses no coincidentes además, y, como toda actividad social, está jurídicamente regulada. Si a alguien le gustan las frases más o menos brillantes, puede decir que el mercado sin regulación no es “el mercado” sino “el mercado negro”, que es una cosa muy distinta. Quizá es menos brillante pero aún más sugerente ver el derecho, no como un solucionador de los fallos del mercado, sino como un “creador de mercados”. Tomemos, para ilustrar esta idea, dos ejemplos de dos sectores económicos extremadamente importantes y cuya “desregulación” es predicada por muchos; el de los servicios financieros y el de la telefonía: ÍNDICE Capítulo 1.- El Marco Jurídico de las Actividades Económicas • ¿Qué es un banco y quién puede crearlo? ¿Qué “ratio de encaje” y “ratio de solvencia” debe mantener? ¿Cuál debe ser su capital mínimo? ¿Puede un banco efectuar operaciones propias de las compañías de seguros? ¿Dentro de qué límites puede dar créditos a empresas en cuyo capital participe? ¿En qué condiciones puede gestionar fondos de inversión? ¿Si los gestiona, hasta qué límite dichos fondos pueden adquirir acciones del banco gestor? ¿Cómo se puede acceder a los mercados financieros, directamente o, como en muchísimos países, sólo a través de intermediarios regulados? Éstas son tan sólo un pequeño número de las cuestiones a las que las legislaciones dan respuestas distintas. Si pasamos al plano internacional, dos hechos de importancia decisiva ilustrarán nuestra argumentación: ÍNDICE o ¿Qué ha predicado siempre el Fondo Monetario Internacional a los “países emergentes” en materia de movimientos de capitales y funcionamiento de mercados financieros? ¿Su “desregulación”? De ninguna manera. Lo que ha difundido es una liberalización de los flujos internacionales combinada con un control y una regulación más estrictos de los mercados financieros internos. Esto último es imprescindible precisamente para que no se generen crisis financieras internas que podrían ser transmitidas a todo el mundo a causa de la liberalización de los movimientos internacionales de capitales. En el presente contexto de crisis económica internacional, es la necesidad de una aún mayor regulación de los mercados financieros lo que se constata de manera unánime. o Fiándose de sus argumentos de libro de texto, muchos economistas y políticos tendían a confundir la liberalización del movimiento de capitales entre los estados miembros de la Unión Europea con la integración de sus mercados financieros. Dieciséis años después se ha descubierto, con gran sorpresa para algunos, que tras una liberalización completa de dichos movimientos de capitales, los mercados financieros de los distintos estados miembros de la UE siguen sin estar integrados porque están sujetos a complejísimas legislaciones y sistemas de supervisión que son distintos para cada estado (eso sí, entre estos distintos mercados financieros los capitales fluyen sin restricciones). • Si pasamos al sector de la telefonía fija (o a otro sector que exige la instalación de costosas redes de distribución), nos encontramos con una especie de contradicción muy pocas veces subrayada. ¿Cuál es la condición para “desregular”, como 11 SERI E E S T UDI OS S OB R E integracion tan a menudo se dice, y permitir que diversos operadores actúen en el mercado? Pues bien, como no tiene ningún sentido económico multiplicar las redes de distribución, se tiene que regular el derecho de acceso de unos operadores a la red propiedad de otro operador, obligando a este último a conceder dicho acceso a cambio de una determinada contraprestación. ¿Sin llegar a la expropiación, puede imaginarse una legislación más intervencionista? Pues bien, esta regulación tan extremadamente intervencionista es la condición para “desregular” el sector. Bastan estos dos ejemplos para no dejarse engañar nunca más por el argumento de la “desregulación”, un término que se refiere, en realidad, a “otro tipo de regulación” que persigue otros objetivos y promueve o defiende otros intereses que la regulación previamente existente. 1.1.2.- La comparación con un juego de luces Cambiemos pues de óptica. Quizá la mejor manera de comprender la relación entre derecho y economía sea a través de la comparación con el juego de luces de una modernísima y sofisticada discoteca. Por un lado tenemos la pista de baile (la realidad económica donde los distintos agentes se mueven, es decir “bailan”) y por el otro un complicadísimo juego de luces que ilumina la pista de baile y da 12 color (y casi forma) a quienes bailan (es decir, moldea la realidad económica). El juego de luces comprende focos de muy diversa naturaleza; no sólo son de color distinto sino que también es diferente su intensidad y la dimensión del círculo que iluminan. Sucede también así con el derecho económico; piezas de legislación que tratan de materias distintas (sería la comparación con el color de los focos), con orientaciones políticas distintas (podríamos compararlas con la intensidad de los focos) y con un ámbito de aplicación distinto (al comparar con la mayor o menor dimensión del círculo sobre el que se proyecta cada foco del juego de luces). Resulta así que cada punto de la pista de baile (cada pequeña parte de la realidad económica) está iluminada por una combinación de luces distinta de la de todo otro punto (como efecto de la superposición en cada caso de distintos círculos de distintos colores e intensidades). En términos económicos y jurídicos, así sucede también con cada pequeña parte de la realidad; un punto recibirá el efecto moldeador –la luz- de la normativa específica sobre telefonía y otro, el de la normativa sobre producción de leche (focos concentrados) y la orientación política – la intensidad- de estas normativas, no será necesariamente coincidente. Pero no olvidemos que esta luz de las normativas específicas se combinará con luces más o menos difusas procedentes de focos que en mayor o menor grado abarcan toda la pista o círculos más amplios de ella ÍNDICE Capítulo 1.- El Marco Jurídico de las Actividades Económicas (el foco de la fiscalidad o del régimen jurídico de las empresas o del comercio exterior, por ejemplo). ¿Qué imagen obtenemos? Pues más bien la de un cuadro de técnica puntillista, donde cada punto tiene un color distinto del de todos los otros puntos que lo rodean. Ésto nos permite reflexionar sobre dos cuestiones de importancia decisiva para la comprensión de los problemas ligados a la regulación interna e internacional de la economía: • El peligro de actitudes reduccionistas que pretenden atacar cada problema con una única pieza de legislación, sin darse cuenta de que cada punto está iluminado por una multiplicidad de luces (es decir, moldeado por una multiplicidad de piezas de legislación) que interactúan unas con otras y generan un efecto combinado, resultado de la interacción de todas ellas. ÍNDICE • La complejidad de los problemas de regulación y el peligro de querer aplicar soluciones únicas y universales a todas las cuestiones. En efecto, cada punto de la pista de baile – cada pequeñísima parte de la realidad – es distinto de todos los demás (está iluminado por una combinación específica de luces). El añadido de una norma adicional que los ilumine a todos ellos puede tener efectos distintos en las diferentes partes de la realidad económica (de la misma manera que el resultado no es el mismo si añadimos una misma luz azul a combinaciones de luces de tonalidades distintas, amarilla o verde o roja). 1.2.- La necesidad del derecho económico internacional Acabamos de ver que la economía es una actividad social jurídicamente regulada. Cada estado construye y hace funcionar el “juego de luces” con el que moldea esta actividad social. El derecho no es antitético con la economía sino todo lo contrario. Este argumento no es aplicable sólo en el plano nacional sino también en el plano internacional. Es un hecho que existen operaciones y transacciones económicas internacionales; si ello es así, surge la necesidad de un “juego de luces” internacional que regule dichas operaciones y transacciones. Pero mientras en el plano nacional existe una entidad específicamente encargada de la creación y gestión del juego de luces que moldea la realidad económica (el estado tal como cada Constitución lo configura en sus distintos poderes y niveles de gobierno), en el plano internacional esta entidad no existe. El derecho económico internacional sólo puede ser creado por tratados/acuerdos internacionales entre estados. Si seguimos con nuestra imagen del juego de luces, la existencia del derecho económico internacional implica la aparición de un segundo mecanismo que se superpone a los distintos juegos de luces nacionales. Podemos pues, mantener la comparación del juego de 13 SERI E E S T UDI OS S OB R E integracion luces (incluso de los juegos de luces superpuestos) a condición de introducir las siguientes precisiones y matizaciones: • Aunque el objetivo último del Derecho Económico Internacional (en adelante, “DEI”) siga siendo la iluminación de la pista de baile (el moldeado de la realidad económica y la participación en la misma de los distintos agentes económicos), normalmente el DEI no se proyecta de manera directa sobre la pista sino, ante todo, sobre los propios mecanismos nacionales de iluminación, obligando a los estados a apagar unos focos, encender otros, cambiar el color y/o la intensidad de algunos de ellos o bien restringir o ampliar el círculo sobre el que se proyectan. • El juego de luces o mecanismo internacional tiene muchísimos menos focos o instrumentos que los nacionales. Así, el enfoque que debe siempre presidir cualquier reflexión sobre el DEI es el de la selectividad. ¿Qué temas tocar? ¿Por qué éstos y no otros? Todo intento de simplemente trasponer al plano internacional la lógica del juego de luces nacional tendrá siempre malos resultados. • En principio, el juego de luces nacional tiene una coherencia y una unidad que derivan de la existencia de una especie de “superfoco” de rango superior a todos los demás: La Constitución. Este superfoco incluye 14 un sistema de reglas que garantiza, en particular, que la combinación de luces en cada punto de la pista de baile que absolutamente siempre se da (“combinación” porque siempre se superponen distintas luces sobre cada punto), no acabe generando contradicciones entre distintas reglas aplicables a la misma situación. Ésto no ocurre en el plano internacional. En éste, los distintos acuerdos o (sistemas de acuerdos) coexisten y afectan, cada uno por su cuenta e independientemente de los demás, al juego de luces nacional. En términos de nuestra comparación, ello significa que, por encima del juego de luces nacional, no planea un solo juego de luces o mecanismo internacional sino varios, que pueden perfectamente entrar en contradicción entre ellos, sin que necesariamente tengamos una garantía de solución de dichas contradicciones. 1.3.- El plano Nacional y los distintos planos internacionales. Sus distintas perspectivas Estas precisiones nos permiten discutir uno de los problemas esenciales de la interacción entre derecho nacional y derecho económico internacional: Las distintas perspectivas desde las que se “ve” o “ilumina” la misma realidad. Comencemos con un ejemplo, el de los servicios culturales en los países europeos. En cada país, este elemento ÍNDICE Capítulo 1.- El Marco Jurídico de las Actividades Económicas de la realidad está regulado (iluminado) por un complejísimo juego de luces entrecruzadas. Para no complicar innecesariamente el ejemplo, podemos limitarnos a los siguientes: a) Legislaciones culturales específicas; b) Presupuestos y subvenciones públicas; c) Fiscalidad; y d) Régimen de fundaciones. ÍNDICE Si nos trasladamos al plano de la Comunidad Europea, constatamos que no existe el equivalente de a), porque la Comunidad no puede armonizar las legislaciones culturales nacionales. Pero no por ello el sector cultural, en la medida en que se articula a través del mercado, deja de estar sometido a las reglas generales del mercado interior (desde las de no discriminación por razón de nacionalidad de uno u otro estado miembro a las directivas de armonización de la fiscalidad). Si nos trasladamos a otro plano o mecanismo internacional, el de la Organización Mundial de Comercio, descubrimos que los servicios culturales quedan cubiertos por el GATS, en tanto que sean prestados internacionalmente según uno de los cuatro “modos de suministro de servicios” que dicho acuerdo distingue. Y si nos trasladamos a otro plano o mecanismo internacional, el de la UNESCO y su reciente convenio sobre los bienes y servicios culturales, volveremos a cambiar de perspectiva; el foco será el de la preservación y promoción de la diversidad cultural. Así pues, un mismo sector de la realidad ha sido moldeado a partir de cuatro perspectivas distintas. En la perspectiva nacional, si bien muchas luces se proyectan sobre el sector, la dominante es la que se proyecta, muy concentrada, a partir del foco específicamente cultural. En la perspectiva de la Comunidad Europea y más allá de alguna posible subvención a cargo del presupuesto comunitario, las únicas normas que iluminan el sector son las normas, relativamente difusas porque iluminan un círculo muy amplio de actividades, de las reglas del mercado interior. En la perspectiva de la OMC, los servicios culturales son iluminados como comercio de servicios. Y en la de la UNESCO, como instrumentos de preservación de la diversidad cultural. Como los distintos focos o enfoques tienen lógicas distintas, no nos debe extrañar que se generen contradicciones entre las lógicas del plano nacional y las de los distintos planos internacionales que se superponen al mismo. El modelo es fácilmente generalizable, por ejemplo, a los servicios de suministro de agua y electricidad en los planos nacionales, de los procesos de integración regional, de la OMC y de los acuerdos bilaterales de inversiones; o a las reglamentaciones aplicables a los productos alimenticios en los planos nacionales, de la integración regional, de la OMC, y del “Codex Alimentarius” (un curioso y desconocido instrumento internacional, a caballo entre la FAO y la OMS, del que depende, entre otras cosas, algo tan importante como los aditivos de 15 SERI E E S T UDI OS S OB R E integracion todo tipo que pueden introducirse en los alimentos envasados). El problema de las distintas perspectivas desde las que se aborda un mismo segmento de la realidad (de los distintos focos de luces con que se ilumina) es uno de los problemas políticos principales de las relaciones económicas internacionales y del derecho internacional económico. 1.4.- Las distintas relaciones “iluminadas” por el dei (entre estados, entre estados y particulares, entre particulares) En el plano nacional, la comparación con el juego de luces funciona muy bien; la pista de baile es la realidad social y económica, y el estado (con su distribución interna de poderes y sus distintos niveles de gobierno) es el que construye y hace funcionar el sistema de luces. Lo único que debería añadirse es que los agentes económicos privados no solamente bailan entre sí, sino que también bailan con el propio estado, que ha descendido a la pista de baile, y también este baile está iluminado por el juego de luces (es decir, está regulado por el derecho). Forzando la comparación de otra manera, podríamos decir, y quizá sería mejor, que el estado no sólo proyecta luces sobre la pista de baile sino que también proporciona filtros (o sombrillas o gafas de sol) para que quienes bailan, se protejan de las luces. Llegados a este punto, quizá sea mejor olvidarse de las comparaciones y pasar 16 al lenguaje estrictamente jurídico. De lo que se trata es de subrayar que la regulación jurídica de la economía abarca dos tipos de relaciones: • Las relaciones entre agentes económicos privados, o relaciones entre particulares (“de igual a igual”, siendo posible que, en ciertos casos, uno de estos “particulares” sea el estado o una de sus administraciones, tratados como otro agente económico más). • Las relaciones entre estos agentes económicos privados (denominémoslos “particulares”) y el estado. Comprenderemos fácilmente que, precisamente por la omnipresencia del estado y de la regulación pública en la economía, este segundo tipo de relaciones es omnipresente. En ambos tipos de relaciones, nos encontramos con un derecho del “estado” para los particulares. Si pasamos al DEI nos encontramos con que el DEI sigue siendo un derecho económico y en tanto que tal es un “derecho para los particulares”, tanto en las relaciones que entablan entre sí en sus actividades económicas como, sobre todo, en las relaciones que tienen, en dichas actividades económicas, con el estado y sus diversas administraciones públicas. Pero el DEI es “internacional” y, es un derecho “entre estados” (y no es un derecho “del estado”). ÍNDICE Capítulo 1.- El Marco Jurídico de las Actividades Económicas La cosa no es tan complicada, si bien, como veremos en detalle en el capítulo 4, es a menudo vista y discutida de manera muy confusa. Se trata de no caer en el error muy extendido de mezclar dos cuestiones distintas: la de la materia objeto de regulación (el qué) y la del instrumento regulador (el cómo). En efecto, muy a menudo, y sin que se sea demasiado consciente de ello, se tiende a asociar el derecho internacional con una serie de problemas y el derecho nacional interno con otros; a menudo esta asociación va ligada a una evaluación de la eficacia del derecho que infravalora la del derecho internacional y sobrevalora la del derecho interno. Esta visión es incorrecta. En cuanto al “qué”, a la materia regulada, es indudable que el DEI puede tratar las mismas cuestiones que el derecho interno. Dentro de estas cuestiones, el DEI se concentra en particular en las relaciones entre estado y particulares pero sin excluir las relaciones entre particulares. En cuanto al “cómo”, el instrumento regulador, el DEI utiliza, en principio, una técnica indirecta; crear obligaciones a los estados para que ellos ajusten su juego de luces en conformidad con las reglas establecidas internacionalmente. No obstante, no debe excluirse que el DEI proyecte directamente sus normas sobre la realidad que quiere modelar. ÍNDICE En el capítulo 4 retomaremos algunos de estos argumentos. 1.5.- El derecho no es el único instrumento de que disponen los poderes públicos para moldear la realidad económica, ni en el plano nacional ni en el internacional Hemos insistido hasta ahora en la inseparabilidad del derecho y de la economía, de la regulación y del mercado. Pero ello no debe llevar a dos conclusiones muy erróneas: pensar que todos los aspectos de las actividades económicas están regulados o que el único instrumento de que dispone el estado para modelar la economía es el derecho. Como ya hemos comentado, la primera conclusión, sobre todo al referirnos al criterio de selectividad que debe inspirar al DEI (y, también, en un menor grado, al derecho interno), podemos centrarnos ahora en la segunda, que va ligada también a una cierta sobrevaloración de los efectos del derecho. Por un lado, debe siempre tenerse en cuenta que el derecho puede ser violado (incluso de manera sistemática). Si ello sucede, su capacidad de moldear la realidad puede quedar reducida a cero o incluso generar efectos contrarios a los previstos. Además, se es demasiado poco consciente del riesgo de error; que una regulación pensada para producir unos efectos acabe produciendo otros. Por lo tanto, tenemos aquí otro motivo para ser siempre cautelosos a la hora de generar reglas jurídicas. 17 SERI E E S T UDI OS S OB R E integracion No debemos despreciar la posibilidad de moldeo de la realidad de que dispone el estado sin necesidad de promulgar reglas jurídicas. En efecto, los estados disponen, además del derecho, de otros instrumentos para alcanzar dicho objetivo. Disponen en particular de otros dos: el desarrollo de actividades públicas (incluyendo la concesión de subvenciones a determinadas actividades económicas desarrolladas por operadores privados) y la redistribución de ingresos mediante transferencias presupuestarias. Estos instrumentos son también utilizables para conducir las relaciones económicas internacionales. Además, y precisamente porque estas relaciones que nos ocupan son “internacionales”, también se pueden utilizar para conducir los instrumentos diplomáticos tradicionales del diálogo y la cooperación. A efectos de análisis, todos estos instrumentos deben quedar netamente diferenciados de las técnicas utilizadas para crearlos así como de los mecanismos institucionales utilizados para asegurar su ejecución adecuada. La materia abarcada por dichos instrumentos define el contenido de las relaciones económicas internacionales, incluyendo la integración regional. Las técnicas y los mecanismos institucionales afectan a su fortaleza y su dinamismo, pero no a su contenido. El siguiente ejemplo ilustra esta distinción, sobre la que volveremos repetidamente a lo largo de este trabajo. Tanto el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN/NAFTA) como el proceso europeo, tratan el 18 tema de las compras gubernamentales mediante la promulgación de normas. Aunque el instrumento (normas) es similar y afecta a sus destinatarios (administraciones públicas y operadores privados) de manera similar, la técnica usada es completamente diferente. El TLCAN/NAFTA inserta las reglas dentro del tratado constitutivo, en cambio, el proceso europeo define gradualmente las normas a través de una organización especializada. Y también son distintos los mecanismos institucionales (papel de las instituciones regionales y control jurisdiccional) que garantizan la ejecución de las normas. Como el capítulo siguiente, y este trabajo en general, se concentran en el instrumento jurídico, las normas, puede ser adecuado cerrar este primer capítulo con una breve referencia a los otros tres instrumentos que acabo de indicar. 1.5.1.- Actividades públicas Los estados no sólo promulgan y aplican legislación de ámbito general. También financian y gestionan servicios públicos como la educación, construyen infraestructura física y conceden subvenciones a actividades económicas específicas1. La misma distinción se aplica en el ámbito internacional, y sobre todo, 1 Me refiero a todas estas actuaciones con los términos “actividades públicas” y no con el término “políticas” públicas porque las políticas también pueden desarrollarse exclusivamente con reglas jurídicas (en materia de medio ambiente, estándares sociales y laborales o educación, por ejemplo). ÍNDICE Capítulo 1.- El Marco Jurídico de las Actividades Económicas en el de la integración regional. Las actividades públicas pueden jugar un papel relevante en algunos esquemas de integración regionales. Puede incluso argumentarse que alguna actividad pública regional debe necesariamente llevarse a cabo si se quiere evitar que la integración regional tan sólo sea una versión políticamente correcta de una liberalización de los mercados con ámbito geográfico limitado. Sin entrar en el análisis del ámbito material de estas actividades públicas regionales, lo que debe enfatizarse aquí, en una discusión sobre instrumentos, es que tales actividades públicas regionales pueden ser necesarias para poder promulgar normas de liberalización. La Política Agrícola Común (PAC) de la Comunidad Europea es el mejor ejemplo de ello. ÍNDICE En los años 1950, cuando se negoció el tratado constitutivo de la Comunidad Europea, la agricultura planteaba dos problemas mayores. En primer lugar, los presupuestos nacionales la subvencionaban intensamente y este hecho habría creado grandes distorsiones de la competencia si el comercio intrazona de productos agrícolas se hubiera liberalizado. En segundo lugar, la intervención pública estaba ligada a la existencia de organizaciones de productores y sistemas de controles de precios que constituían una violación clara de los principios de la libre competencia. La alternativa era o bien excluir la agricultura del ámbito de aplicación de los tratados o bien aplicar la política agrícola como una política común. Los estados miembros eligieron la segunda rama de la alternativa y crearon un conjunto específico de normas para los mercados agrícolas que sería inconcebible fuera del marco de la agricultura. A lo largo de la historia de la PAC, estas reglas jurídicas específicas han comportado la existencia, no sólo de subvenciones, sino también de controles de precios, compras por el sector público y constitución de stocks reguladores así como carteles con límites de producción y sanciones por su sobrepasamiento. Dejando de lado sus virtudes y defectos en términos de política económica, las actividades públicas pueden tener efectos muy positivos en la conducción de las relaciones económicas internacionales y, en particular, de los procesos de integración. No me refiero al impacto resultante de la creación de poderosos lobbies en favor de la acción regional porque la existencia de sectores críticos puede neutralizar su efecto. Me refiero más bien a la propia definición y gestión de dichas políticas, que mantiene el proceso de integración en marcha incluso en periodos de estancamiento, y al efecto de demostrar que la integración se refiere a cuestiones de la vida económica real y no es una pura cuestión “de política”. 1.5.2.- Redistribución de los ingresos a través de transferencias presupuestarias Todas las actividades públicas pueden afectar la distribución de los ingresos. La redistribución de los ingresos se convierte en un instrumento regional específico cuando apunta a categorías 19 SERI E E S T UDI OS S OB R E integracion específicas de beneficiarios definidos en términos de sus ingresos o de alguna otra característica económica más o menos general. Este instrumento es típicamente europeo2. En el plano interno, una embrionaria política de redistribución de los ingresos basada sobre criterios personales data ya de los años 1950 (el fondo social). Pero este instrumento sólo adquirió verdadera significación (también en términos presupuestarios) en los años 1980 y 1990 cuando incluyó como criterio la situación comparativa de colectivos definidos geográficamente, primeramente zonas dentro de los estados miembros (en el caso de los fondos estructurales) y luego países enteros (en el caso del fondo de cohesión). En el plano externo, la primera ronda de acuerdos de la Comunidad Europea con países mediterráneos en los años 1970 y 1980 incluían transferencias presupuestarias. Más tarde, se abandonó esta práctica. La ayuda financiera externa fue excluida de los acuerdos (excepto en el caso del convenio ACP con los países excolonias de Africa, Caribe y Pacífico) y la Comunidad Europea decidió tratar el tema de manera autónoma. 1.5.3- Instrumentos diplomáticos Su uso puede promover la emergencia de políticas (sobre todo de políticas regionales) en sentido propio (ya sean ejecutadas a través de instrumentos jurídicos –legislación- ya sean bajo la forma de actividades públicas) pero no sucede así necesariamente, ni tan sólo normalmente. Estos instrumentos, si bien son diplomáticos en su origen, se extienden ahora a todas las otras áreas cubiertas por las relaciones internacionales, en particular las económicas. Este desarrollo no se limita a la integración regional ya que el número de foros internacionales en todas las áreas de la vida política, económica y social se ha multiplicado. Sus efectos sobre las relaciones económicas internacionales se ven potenciados cuando son capaces de implicar de manera efectiva a los actores sociales y económicos, en particular en el mundo de los negocios, promoviendo intercambios y actividades comunes entre ellos. Esta era, hace pocos años, una de las diferencias entre las negociaciones del Área de Libre Comercio de las Américas y las negociaciones entre la Unión Europea y el MERCOSUR. En el primer caso, los actores estuvieron implicados de manera efectiva, pero no así en el segundo. En tanto que fenómeno internacional, las relaciones económicas internacionales utilizan los instrumentos diplomáticos tradicionales del diálogo y cooperación. ÍNDICE 2 Si el FECOM del MERCOSUR se consolidara y acabara funcionando correctamente, podría ser un segundo ejemplo. 20 Capítulo 2.El Derecho Económico Internacional (I): Tipos De Reglas ÍNDICE 21 SERIE E S T UDI OS S OBRE integracion 2.1.- ¿Cómo podemos, mediante el derecho, incrementar los Flujos económicos entre dos o más estados? Si se nos preguntara cómo incrementar los flujos económicos entre estados mediante el derecho, seguramente daríamos una respuesta simple pero razonable: eliminemos, o al menos reduzcamos, aquellas normas (aquellas luces iluminadoras de nuestra pista de baile económico interno) que restringen y limitan dichos flujos económicos porque impiden el “acceso” al mercado de los respectivos estados. Pero si lleváramos a cabo esta operación, es posible que muy pronto descubriríamos que dicha acción de liberalización del acceso a los mercados de los distintos estados tiene efectos mucho menores de los esperados. Ésto se debe en buena parte a circunstancias económicas: la orientación y la magnitud de los flujos económicos internacionales dependen de muchas situaciones estrictamente económicas que siguen existiendo por mucho que modifiquemos las reglas jurídicas que restringen el acceso a los distintos mercados. Pero la falta o escasez de efectos tendría también mucho que ver con una circunstancia del todo jurídica: las divergencias en los juegos de luces que iluminan los distintos mercados nacionales. Un ejemplo nos lo hará comprender con claridad y, aunque sea bien conocido, vale la pena plantearlo con un mínimo de precisión: 22 • Supongamos que eliminamos las restricciones que impiden a los nacionales de los países A y B ejercer la abogacía en el otro país. ¿Provocará esta simple eliminación un gran aumento en la prestación de servicios jurídicos entre A y B? Lo más seguro es que no. • Efectivamente, con nuestra eliminación de restricciones de acceso, lo que hemos conseguido es impedir que A o B prohíban el acceso a sus mercados a los licenciados en derecho del otro país por el hecho de ser del otro país. Pero no hemos apagado los focos de luz que tanto en A como en B exigen que, para actuar ante los tribunales, por ejemplo, una persona deba tener un título válido y reconocido de licenciado en derecho. La noción de “título válido y reconocido de licenciado en derecho” es una idea que es objeto de focos de luz distintos en las respectivas pistas de baile social y económico de A y B. Lo normal es que las personas nacionales de cada país sean licenciados en derecho en la forma que cada país exige; pero si ello es así, resulta que no reúnen los requisitos para actuar como abogado en el otro país. El problema no surge del hecho de ser extranjero en el otro país porque partimos del supuesto de que hemos eliminado las restricciones al acceso basadas en el país de origen. El problema surge de no disponer en el otro país de un título de derecho válido y reconocido; es la discrepancia entre ÍNDICE Capítulo 2.- El Derecho Económico Internacional (I): Tipos De Reglas legislaciones la que, en la realidad, frena el incremento de los flujos de prestación de servicios. Mientras no se aborde esta cuestión, el problema seguirá en pie. ¿Cuál es la conclusión? Pues que hacer lo aparentemente más sencillo en materia de relaciones económicas internacionales, es decir, simplemente promover un aumento de los flujos económicos entre distintos estados, resulta más complicado de lo que parece y exige el recurso a distintos tipos de reglas. 2.2.- Tipos de reglas: discusión general ÍNDICE El análisis de las reglas jurídicas como instrumentos de las relaciones económicas internacionales (incluyendo la integración regional) debe referirse a tres principales enfoques o “tipos de reglas”: a) reglas de acceso al mercado; b) reglas de derecho uniforme y c) reglas de no discriminación. Efectivamente, un primer enfoque consiste en imponer obligaciones a las partes en materia de liberalización del acceso a los mercados. Un segundo enfoque consiste en crear una normativa uniforme que cree un marco jurídico común (o único, incluso) para las transacciones y operaciones cubiertas por el acuerdo internacional de que se trate. Un tercer enfoque consiste en imponer ciertas obligaciones de no discriminación en materia de normas aplicables a las transacciones y operaciones cubiertas por el acuerdo pero sin pretender armonizar o unificar el derecho aplicable por cada estado. Estos tres enfoques difieren mucho entre sí, tanto legalmente como en sus implicaciones económicas y políticas. Las reglas de acceso al mercado tienen un ámbito de aplicación estrictamente limitado a las transacciones internacionales. En cambio, las normas de derecho uniforme, así como las de trato (salvo si sólo se refieren a un trato no discriminatorio en el acceso al mercado) se aplican sobre todo a transacciones internas. Así, son mucho más “intrusivas” en las políticas internas (y, en consecuencia, mucho más difíciles de abordar) que las primeras. Pero todas estas normas son necesarias, en una combinación adecuada, para conducir las relaciones económicas internacionales. Veamos a continuación, de manera esquemática, las ventajas y los inconvenientes de cada una de ellas. La comparación del juego de luces nos ayudará a discutir algunas de ellas. Las reglas de acceso son fáciles de concebir y de comprender (otra cosa es que sus efectos económicos sean difíciles de evaluar) sobre todo porque, como acabamos de indicar, tienen un ámbito limitado (transacciones y operaciones internacionales). Tienen también una ventaja que, como veremos en seguida sobre todo cuando hablemos de reglas de trato, no es nada despreciable: existe en cada administración estatal un equipo de funcionarios expertos para aplicarlas y negociarlas, el equipo que administra y contribuye a definir las normas internas 23 SERIE E S T UDI OS S OBRE integracion a las que se refieren las obligaciones impuestas por las reglas internacionales. Pero su mayor inconveniente es que, en muchas circunstancias, como hemos visto en el apartado anterior, resultan del todo insuficientes para conseguir el fin que normalmente se pretende con ellas: la liberalización e integración de los mercados. En efecto, la realidad de los hechos demuestra que el acceso a los mercados está dificultado no sólo, y en ocasiones no tanto, por la existencia de unas normas específicas que lo limitan, sino por las divergencias en las normas aplicables internamente en cada mercado (las divergencias en los distintos juegos de luces nacionales). Los otros dos tipos de reglas plantean unos dilemas políticos muy difíciles de resolver. Las reglas de derecho uniforme son extremadamente útiles para clarificar y simplificar las relaciones económicas internacionales y el derecho aplicable a ellas (algo en principio atractivo: ¿qué puede parecer mejor que “a problema común, solución uniforme”?; ¿por qué mantener luces diferenciadas cuando una sola luz valdría para todos?), pero tienen una serie de inconvenientes extremadamente importantes: • En primer lugar, un crecimiento de su número agrava la tensión siempre existente entre génesis del derecho internacional y alternancia democrática en el poder en el plano interno. La ratificación de un acuerdo o tratado internacional por una determinada mayoría 24 parlamentaria echa el candado (locks-in, en una expresión inglesa cuyo uso se ha generalizado) sobre un sistema de reglas. Un cambio de mayorías parlamentarias, que en otras circunstancias habría permitido un cambio en las reglas aplicables, puede ahora ser impotente para modificar dicho sistema. Este inconveniente debe ser siempre tenido en cuenta, sobre todo porque todos estamos tentados a pensar que tenemos “la buena solución” que nadie debería poder jamás modificar: pero ¿quién nos garantiza que estamos en posesión de la verdad? • En segundo lugar, si bien estas reglas tienen la virtud incuestionable de dar estabilidad a las relaciones económicas internacionales y a la integración regional, si su número es excesivo o no seleccionan bien las cuestiones que abarcan, pueden amenazar la capacidad de adaptación a nuevas circunstancias que todo esquema de relaciones internacionales o de integración regional debe poseer. • En tercer lugar (y ésta es una dificultad sobre la que se reflexiona demasiado poco), las reglas internacionales de derecho uniforme son extremadamente difíciles de redactar por el hecho de darse en un contexto que no es uniforme en cuanto a tradiciones jurídicas y terminología. Una regla internacional de derecho uniforme no es, como una norma interna, una nueva planta ÍNDICE Capítulo 2.- El Derecho Económico Internacional (I): Tipos De Reglas en un jardín bien cuidado (quizá también una jungla o una selva intransitables), sino más bien un pulpo que aparece en un garaje. Se entenderá mejor esta dificultad con un ejemplo que discutiremos con mayor detalle más adelante. Si una ley interna reforma los procedimientos aplicables en materia de expropiación, podrá apoyarse y utilizar la terminología utilizada en el resto de la legislación nacional; ésto no sucede así si pasamos al plano internacional: este “contexto jurídico” no existe. ÍNDICE • En cuarto lugar, existe una dificultad, ligada a las anteriores, que “los expertos” nunca acostumbran mencionar (porque ellos son los causantes de la misma): el riesgo de consolidar (lock-in) los errores. Tanto los errores en términos de efectos (porque una regla pensada para producir unos resultados acaba produciendo otros, incluso los contrarios de aquellos que se perseguían) como los simples errores de redacción (porque un día se descubre –por ejemplo ante una decisión judicial o arbitral- que una regla pensada “para que dijera ésto” no dice ésto sino que “dice otra cosa”). En el plano interno es mucho más fácil corregir errores (cambiando la legislación) que en derecho internacional (donde se requiere el acuerdo de otras partes contratantes para cambiar las reglas). Este inconveniente se acrecienta a medida que aumenta el volumen y complejidad de las reglas de derecho uniforme. Las reglas de trato reducen drásticamente los inconvenientes de las reglas de derecho uniforme. En efecto, al ser mucho más simples, reducen el riesgo de error y son mucho más fáciles de redactar (de hecho caben en una línea: A.- Trate a todos los extranjeros igual –trato de la nación más favorecida-. B.- Trate a los extranjeros igual que a los nacionales -trato nacional-). Al dar mucho mayor margen de maniobra a las legislaciones internas, que pueden seguir aplicando criterios políticos y económicos distintos (luces de colores e intensidades diferentes), con tal que no sean discriminatorios entre nacionales y extranjeros (trato nacional) o entre extranjeros (trato de la nación más favorecida), reducen la tensión con el principio democrático y la alternancia en el poder político resultado de procesos políticos internos. También tienen inconvenientes muy graves, sobre todo cuando se refieren al “trato de las empresas”. Las reglas internacionales de acceso al mercado y de derecho uniforme siguen la misma lógica que las correspondientes reglas internas (las reglas internacionales de acceso al mercado simplemente restringen el contenido posible de las internas y las reglas internacionales de derecho uniforme unifican el contenido de las reglas internas). Esta lógica es completamente distinta en el caso de las reglas de trato. De hecho, 25 SERIE E S T UDI OS S OBRE integracion éstas presentan una especie de “doble universalidad” que las diferencia radicalmente de las normas internas y genera dificultades insospechadas: se aplican a todos los sectores y cubren todos los aspectos del régimen jurídico de aquellas actividades a las que se aplican. En el ámbito interno no existe una norma o un paquete de normas que tenga esta doble universalidad. Normas distintas se aplican a diferentes sectores (energía, agricultura o transporte aéreo, por ejemplo) y a distintos aspectos de dicho régimen jurídico (del derecho mercantil a la fiscalidad pasando por el derecho laboral o el de la expropiación, por ejemplo). En otras palabras y con nuestra comparación del juego de luces, en el plano interno, no existe una luz que defina el trato de las empresas porque todas las luces de nuestro juego de luces contribuyen a definirlo. En cambio, con una regla internacional de trato pretendemos que una sola regla o luz internacional afecte a todo este complejísimo juego de luces internos. No debe extrañarnos, pues, que esta regla tan simple engendre efectos y dificultades insospechadas. Esta dificultad se manifiesta en el momento de negociar los acuerdos internacionales. Mientras que, en materia de acceso y de derecho uniforme, la correspondencia entre normas internacionales y normas internas asegura, al menos en principio, la existencia de expertos No es así en materia de reglas de trato: ¿qué experto, ya no en un país en desarrollo sino en uno desarrollado, “sabe todo” en materia 26 de trato a las empresas? La respuesta es simple: nadie. O bien estas reglas internacionales de trato son sometidas a un escrutinio muy estrecho por todos los funcionarios de los ministerios afectados o bien se acaba firmando y ratificando acuerdos cuyo alcance nadie acaba de comprender (el mejor ejemplo de ello se ha dado, históricamente, por los acuerdos bilaterales de inversiones). 2.3.- Reglas de acceso al mercado: naturaleza y ejemplos Tras esta primera discusión general, comencemos con el primer tipo de reglas y veamos algunos ejemplos significativos de reglas de acceso al mercado en distintos acuerdos y tratados internacionales. 2.3.1.- Reglas de acceso al mercado en los acuerdos OMC (I): GATT Comencemos con el GATT. Como se verá más adelante, uno de sus dos artículos principales es el número II, que contiene su principal regla de acceso al mercado. Los párrafos más significativos del mismo son los reproducidos a continuación, que deben leerse atentamente: Artículo II del GATT - Listas de concesiones (compromisos de acceso al mercado) 1. Cada parte contratante concederá al comercio de las demás partes ÍNDICE Capítulo 2.- El Derecho Económico Internacional (I): Tipos De Reglas contratantes un trato no menos favorable que el previsto en la parte apropiada de la lista correspondiente anexa al presente Acuerdo. Acuerdo, las dos partes contratantes, así como cualquier otra parte contratante interesada substancialmente, entablarán prontamente nuevas negociaciones para buscar un ajuste compensatorio. … 6. … 4. Si una de las partes contratantes establece, mantiene o autoriza, de hecho o de derecho, un monopolio de importación de uno de los productos enumerados en la lista correspondiente anexa al presente Acuerdo, este monopolio no tendrá por efecto – salvo disposición en contrario que figure en dicha lista o si las partes que hayan negociado originalmente la concesión acuerden otra cosa - asegurar una protección media superior a la prevista en dicha lista. Las disposiciones de este párrafo no limitarán la facultad de las partes contratantes de recurrir a cualquier forma de ayuda a los productores nacionales autorizada por otras disposiciones del presente Acuerdo. ÍNDICE 5. Si una de las partes contratantes estima que otra parte contratante no concede a un producto dado el trato que, a su juicio, se deriva de una concesión enumerada en la lista correspondiente anexa al presente Acuerdo, planteará directamente la cuestión a la otra parte contratante. Si esta última, aun reconociendo que el trato reivindicado se ajusta al previsto, declara que no puede ser concedido porque un tribunal u otra autoridad competente ha decidido que el producto de que se trata no puede ser clasificado, con arreglo a su legislación aduanera, de manera que beneficie del trato previsto en el presente 7. Las listas anexas al presente Acuerdo forman parte integrante de la parte I del mismo. Fijémonos en la técnica utilizada por este artículo. A lo que obliga es a determinar un “piso” de liberalización (un “trato no menos favorable que” –apartado 1 del artículo-) cuyo respeto cada parte contratante (cada país) garantiza a las demás. Como este piso puede variar, no sólo para cada país sino para cada producto, cada país debe elaborar una “lista de concesiones”, una “schedule”, en la que consignará este “piso de liberalización” para cada producto. Estas listas quedan incorporadas en el acuerdo y son las que, en realidad, definen “el volumen de las obligaciones”. El hecho que las listas sean distintas para cada país, origina una verdadera “geografía” en la que cada país miembro del GATT aparece rodeado de unas cadenas montañosas más o menos escarpadas que dificultan el acceso al mismo. 2.3.2.- Reglas de acceso al mercado en los acuerdos OMC (II): GATS/AGCS Tomemos ahora el ejemplo del acuerdo sobre servicios de la OMC, el GATS/ AGCS. Uno de sus tres artículos principales, como también veremos más 27 SERIE E S T UDI OS S OBRE integracion adelante, es el artículo XVI, referido al acceso al mercado. Su texto es el siguiente: Artículo XVI del GATS/AGCS: Acceso a los mercados 1. En lo que respecta al acceso a los mercados a través de los modos de suministro identificados en el artículo I, cada miembro otorgará a los servicios y a los proveedores de servicios de los demás miembros un trato no menos favorable que el previsto de conformidad con los términos, limitaciones y condiciones convenidos y especificados en su lista3. 2, En los sectores en que se contraigan compromisos de acceso a los mercados, las medidas que ningún miembro mantendrá ni adoptará, ya sea sobre la base de una subdivisión regional o de la totalidad de su territorio, a menos que en su lista se especifique lo contrario, se definen del modo siguiente: a) Limitaciones al número de proveedores de servicios, ya sea en forma de contingentes numéricos, monopolios o proveedores exclusivos de servicios o mediante la exigencia de una prueba de necesidades económicas. o mediante la exigencia de una prueba de necesidades económicas c) Limitaciones al número total de operaciones de servicios o a la cuantía total de la producción de servicios, expresadas en unidades numéricas designadas, en forma de contingentes o mediante la exigencia de una prueba de necesidades económicas4. d) Limitaciones al número total de personas físicas que puedan emplearse en un determinado sector de servicios o que un proveedor de servicios pueda emplear y que sean necesarias para el suministro de un servicio específico y estén directamente relacionadas con él, en forma de contingentes numéricos o mediante la exigencia de una prueba de necesidades económicas. e) Medidas que restrinjan o prescriban los tipos específicos de persona jurídica o de empresa conjunta por medio de los cuales un proveedor de servicios puede suministrar un servicio. f) Limitaciones a la participación de capital extranjero expresadas como límite porcentual máximo a la tenencia de acciones por extranjeros o como valor total de las inversiones extranjeras individuales o agregadas. b) Limitaciones al valor total de los activos o transacciones de servicios en forma de contingentes numéricos 3 Nota a pie de página de este artículo omitida. 28 ÍNDICE 4 Nota a pie de página de este artículo omitida. Capítulo 2.- El Derecho Económico Internacional (I): Tipos De Reglas La técnica utilizada en este caso es en parte igual y en parte distinta a la utilizada en el GATT. la que cada país aparece más o menos rodeado de montañas de formas diversas que protegen su acceso. Es distinta en el sentido que se definen una serie de medidas (seis exactamente) que, en principio, estarían prohibidas. Es cierto que estas medidas están definidas de manera muy amplia, pero también es cierto que pueden perfectamente concebirse otras medidas que no quedan cubiertas por las seis enumeradas. Podría interpretarse, y así lo hacen algunos especialistas, que en principio, estas otras medidas estarían permitidas. 2.3.3.- El tratado constitutivo de la Comunidad Europea: la liberalización del comercio de bienes entre estados miembros Pero la técnica es parecida a la del GATT en el sentido que el contenido preciso del “piso de liberalización” que las partes se obligan a mantener, se determina en una lista de compromisos o concesiones, otra schedule (ver la referencia a “la lista” en el apartado 1 del artículo). La confección y lectura de estas schedules del GATS tienen sus dificultades y serán estudiadas con detalle en el marco del taller sobre servicios previsto dentro del contrato. Basta ahora con decir que su objetivo es determinar: a) en qué sectores de los servicios se adoptan obligaciones de liberalización (referidas a aquellas seis medidas precisadas en el artículo) y, por tanto, en qué sectores no se adoptan; y b) en qué medida, en los sectores donde se adoptan obligaciones de liberalización, se mantienen aún algunas de aquellas medidas en principio prohibidas. ÍNDICE Como cada país tiene su lista de compromisos distinta de la de los demás, también aquí aparece una “geografía” en Vayamos ahora al tratado constitutivo de la Comunidad Europea y estudiemos sus artículos más significativos en materia de acceso al mercado. Tomemos primero los artículos referidos al comercio entre estados miembros. Artículo 25 Quedarán prohibidos entre los estados miembros los derechos de aduana de importación y exportación o exacciones de efecto equivalente. Esta prohibición se aplicará también a los derechos de aduana de carácter fiscal. Artículo 28 Quedarán prohibidas entre los estados miembros las restricciones cuantitativas a la importación, así como todas las medidas de efecto equivalente. Artículo 29 Quedarán prohibidas entre los estados miembros las restricciones cuantitativas a la exportación, así como todas las medidas de efecto equivalente. Estos artículos no generan, como los del GATT, una “geografía” en la que 29 SERIE E S T UDI OS S OBRE integracion cada estado miembro de la Comunidad Europea aparecería rodeado de montes más o menos abruptos. La lógica de estos artículos es más bien la de la eliminación de toda geografía, si debemos seguir jugando con esta metáfora. Y ello en dos sentidos: a) porque persiguen la eliminación de toda montaña que rodee a los estados y proteja su acceso; b) porque el régimen para todos los estados es idéntico, y donde hay identidad absoluta desaparece la geografía. El texto de estos artículos no es el original del Tratado de Roma de 1956 sino que surge del trabajo de simplificación y reordenación de los tratados realizado en 1997 por el Tratado de Ámsterdam (uno de los sucesivos tratados de reforma del tratado constitutivo de la Comunidad Europea que han ido entrando en vigor a lo largo del tiempo). En el texto original, en vez del artículo 25 existían seis artículos, del 12 al 17, que definían el camino que debía conducir de la situación de origen (con derechos de aduana –aranceles o tarifas en otra terminología- aplicables entre estados miembros) a la situación de destino: la total eliminación de los mismos. Pero lo que sí ya caracterizaba a estos artículos era una cierta falta de geografía en el segundo sentido del párrafo anterior. En efecto, no se trataba de establecer un “régimen a la carta” a negociar entre las distintas partes donde éstas consignarían en distintas listas sus compromisos de liberalización, sino de un mecanismo de liberalización progresiva y automática que se aplicaba por igual a todos los países y que conducía, en plazos 30 predeterminados, a la situación final de completa eliminación de derechos de aduana. Lo mismo sucedía con los otros dos artículos, referidos a las restricciones cuantitativas. 2.3.4.- El NAFTA/TLCAN: la liberalización del comercio de bienes entre estados miembros Pasemos ahora al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el NAFTA/TLCAN. Artículo 302: Eliminación arancelaria 1. Salvo que se disponga otra cosa en este tratado, ninguna de las partes podrá incrementar ningún arancel aduanero existente, ni adoptar ningún arancel nuevo, sobre bienes originarios. 2. Salvo que se disponga otra cosa en este tratado, cada una de las partes eliminará progresivamente sus aranceles aduaneros sobre bienes originarios, en concordancia con sus listas de desgravación incluidas en el anexo 302.2. 3. A solicitud de cualquiera de ellas, las partes realizarán consultas para examinar la posibilidad de acelerar la eliminación de aranceles aduaneros prevista en sus listas de desgravación. Cuando dos o más de las partes, de conformidad con sus procedimientos legales aplicables, aprueben un acuerdo sobre la eliminación acelerada del arancel ÍNDICE Capítulo 2.- El Derecho Económico Internacional (I): Tipos De Reglas aduanero sobre un bien, ese acuerdo prevalecerá sobre cualquier arancel aduanero o periodo de desgravación señalado de conformidad con sus listas para ese bien. 4. Cada una de las partes podrá adoptar o mantener medidas sobre las importaciones con el fin de asignar el cupo de importaciones realizadas según una cuota mediante aranceles (arancel cuota) establecido en el anexo 302.2, siempre y cuando tales medidas no tengan efectos comerciales restrictivos sobre las importaciones, adicionales a los derivados de la imposición del arancel cuota. 5. A petición escrita de cualquiera de las partes, la parte que aplique o se proponga aplicar medidas sobre las importaciones de acuerdo con el párrafo 4, realizará consultas para revisar la administración de dichas medidas. En una primera lectura precipitada, la referencia a “listas de desgravación” específicas de cada parte podría hacer pensar que este artículo está más próximo al artículo II del GATT, anteriormente estudiado, que a la lógica del tratado de la Comunidad Europea. Pero no es así. ÍNDICE Efectivamente, si bien hay “listas de desgravación” distintas para cada parte, lo esencial es que estas listas, en el NAFTA/TLCAN, no son listas que establecen un “piso de liberalización” estático, sino listas “dinámicas” con un compromiso incorporado de liberalización progresiva según un calendario preestablecido. Y ésta es una diferencia decisiva con el GATT (y también el GATS), donde las listas de concesiones y compromisos no tienen en principio incorporado en ellas un calendario de liberalización progresiva. Así pues, las dos únicas diferencias de fondo con el planteamiento del tratado de la Comunidad Europea en su versión originaria, el Tratado de Roma de 1957, son las dos siguientes (siendo la más relevante la segunda): A) En este último, la “liberalización progresiva” era “automática” a partir de la situación inicial: “los derechos aplicables el 1 de enero de 1957”. En el NAFTA, se definió un “punto de partida de la liberalización en el momento de entrada en vigor del acuerdo” que no necesariamente se identificaba con la situación existente en el momento inmediatamente anterior. B) En el NAFTA, el ritmo de liberalización progresiva a partir de la situación inicial no era idéntico para todas las partes (como en el tratado de la Comunidad Europea), sino que estaba definido en cada una de las listas de los tres estados partes. 2.3.5.- El MERCOSUR: la liberalización del comercio de bienes entre estados parte Pasemos ahora al MERCOSUR. Anexo I del Tratado de Asunción: Programa de liberación comercial 31 SERIE E S T UDI OS S OBRE integracion Artículo 1 Artículo 3. Los estados partes acuerdan eliminar a más tardar el 31 de diciembre de 1994 los gravámenes y demás restricciones aplicadas en su comercio recíproco. En lo referente a las listas de excepciones presentadas por la República del Paraguay y por la República Oriental del Uruguay, el plazo para su eliminación se extenderá hasta el 31 de diciembre de 1995, en los términos del artículo séptimo del presente anexo. A partir de la fecha de entrada en vigor del tratado, los estados partes iniciarán un programa de desgravación progresivo, lineal y automático, que beneficiará a los productos comprendidos en el universo arancelario clasificados de conformidad con la nomenclatura arancelaria utilizada por la Asociación Latinoamericana de Integración de acuerdo al cronograma que se establece a continuación: Artículo 2 A los efectos dispuestos en el artículo anterior, se entenderá por: a) “Gravámenes”, los derechos aduaneros y cualesquiera otros recargos de efectos equivalentes, sean de carácter fiscal, monetario, cambiario o de cualquier naturaleza, que incidan sobre el comercio exterior. No quedan comprendidos en dicho concepto las tasas y recargos análogos cuando respondan al costo aproximado de los servicios prestados; y b) “Restricciones”, cualquier medida de carácter administrativo, financiero, cambiario o de cualquier naturaleza, mediante la cual un estado parte impida o dificulte, por decisión unilateral, el comercio recíproco. No quedan comprendidas en dicho concepto las medidas adoptadas en virtud de las situaciones previstas en el artículo 50 del Tratado de Montevideo 1980. 32 Fecha / Porcentaje de Desgravación 30/6/91 31/12/91 30/6/92 31/12/92 30/6/93 31/12/93 30/6/94 31/12/94 47 54 61 68 75 82 89 100 Las preferencias se fijarán sobre el arancel vigente en el momento de su aplicación y consisten en una reducción porcentual de los gravámenes más favorables aplicados a la importación de los productos provenientes desde terceros países no miembros de la Asociación Latinoamericana de Integración. En caso de que alguno de los estados partes eleve dicho arancel para la importación desde terceros países, el cronograma establecido se continuará aplicando sobre el nivel de arancel vigente al 1 de enero de 1991. Si se redujeran los aranceles, la preferencia correspondiente se aplicará automáticamente sobre el nuevo arancel en la fecha de entrada en vigencia del mismo. Para tales efectos los estados partes se intercambiarán y remitirán a la Asociación Latinoamericana de Integración, dentro de los treinta días de ÍNDICE Capítulo 2.- El Derecho Económico Internacional (I): Tipos De Reglas la entrada en vigor del tratado, copias actualizadas de sus aranceles aduaneros, así como de los vigentes al 1 de enero de 1991. La lógica vuelve a ser aquí, por lo esencial, si dejamos de lado las excepciones, sectoriales y por países, la del tratado de la Comunidad Europea: Partir de la situación inicial tal como existía y llegar a una situación final de completa liberalización sobre la base de un mecanismo automático idéntico para todos los estados miembros. 2.4.- Reglas de derecho uniforme: naturaleza y ejemplos Pasemos ahora al segundo tipo de reglas, las reglas de derecho uniforme, y veamos algunos ejemplos. 2.4.1.- El NAFTA/TLCAN: reglas aplicables al régimen jurídico de las empresas El NAFTA/TLCAN contiene una serie de disposiciones sobre el régimen jurídico de las empresas extraordinariamente ambiciosas en su campo de aplicación. Debe recordarse, en este sentido, que el derecho comunitario europeo no ha pretendido jamás regular este tipo de cuestiones. Veamos alguna de ellas: ÍNDICE Artículo 1105. Nivel mínimo de trato 1. Cada una de las partes otorgará a las inversiones de los inversionistas de otra parte, trato acorde con el derecho internacional, incluido trato justo y equitativo, así como protección y seguridad plenas. 2. … 3. … Artículo 1110: Expropiación e indemnización 1. Ninguna de las partes podrá nacionalizar ni expropiar, directa o indirectamente, una inversión de un inversionista de otra parte en su territorio, ni adoptar ninguna medida equivalente a la expropiación o nacionalización de esa inversión (expropiación), salvo que sea: (a) por causa de utilidad pública; (b) sobre bases no discriminatorias; (c) con apego al principio de legalidad y al artículo 1105(1); y (d) mediante indemnización conforme a los párrafos 2 a 6. 2. La indemnización será equivalente al valor justo de mercado que tenga la inversión expropiada inmediatamente antes de que la medida expropiatoria se haya llevado a cabo (fecha de expropiación), y no reflejará ningún cambio en el valor debido a que la intención de expropiar se conoció con antelación a la fecha de expropiación. Los 33 SERIE E S T UDI OS S OBRE integracion criterios de valuación incluirán el valor corriente, el valor del activo (incluyendo el valor fiscal declarado de bienes tangibles), así como otros criterios que resulten apropiados para determinar el valor justo de mercado. 3. El pago de la indemnización se hará sin demora y será completamente liquidable. 4. En caso que la indemnización sea pagada en la moneda de un país miembro del grupo de los siete, la indemnización incluirá intereses a una tasa comercial razonable para la moneda en que dicho pago se realice, a partir de la fecha de la expropiación hasta la fecha de pago. 5. Si una parte elige pagar en una moneda distinta a la del grupo de los siete, la cantidad pagada no será inferior a la equivalente que por indemnización se hubiera pagado en la divisa de alguno de los países miembros del grupo de los siete en la fecha de expropiación y esta divisa se hubiese convertido a la cotización de mercado vigente en la fecha de expropiación, más los intereses que hubiese generado a una tasa comercial razonable para dicha divisa hasta la fecha del pago. 6. Una vez pagada, la indemnización podrá transferirse libremente de conformidad con el Artículo 1109. 7. Este artículo no se aplica a la expedición de licencias obligatorias 34 otorgadas en relación a derechos de propiedad intelectual, o a la revocación, limitación o creación de dichos derechos en la medida que dicha expedición, revocación, limitación o creación sea conforme con el capítulo XVII, “propiedad intelectual”. Para los efectos de este artículo y para mayor certeza, no se considerará que una medida no discriminatoria de aplicación general es una medida equivalente a la expropiación de un valor de deuda o un préstamo cubiertos por este capítulo, sólo porque dicha medida imponga costos a un deudor cuyo resultado sea la falta de pago del adeudo. Estas reglas se refieren a inversiones que ya han “accedido” al mercado de los distintos estados partes del NAFTA/ TLCAN. Su objeto es definir de manera uniforme la “luz” que ilumina algunos aspectos de su régimen jurídico en el plano interno. La dificultad de redactar e interpretar este tipo de reglas, discutida al inicio, se hace patente en ellas. Ilustrémosla sólo con dos ejemplos: • ¿Qué significan “trato justo y equitativo, así como protección y seguridad plenas”, el estándar de trato previsto en el artículo 1105 como “nivel mínimo de trato”, o bien “expropiación indirecta”, la noción introducida en el artículo 1110? Unas nociones como éstas serían ya bien criticables, por imprecisas, si estuvieran incorporadas en una legislación interna. Pero, en el plano ÍNDICE Capítulo 2.- El Derecho Económico Internacional (I): Tipos De Reglas interno, existirían al menos en una constitución, un contexto jurídico y un sistema judicial que podrían servir de marco de referencia. En el plano internacional, nada de esto existe: estas expresiones, o bien quedan vacías de todo contenido o bien constituyen espadas de Damocles que planean sobre los estados que las han aceptado como obligaciones. En el marco del NAFTA, Canadá descubrió muy pronto el riesgo incurrido al aceptarlas cuando resultó que, en el marco de un procedimiento de arbitraje, una ley interna canadiense fue considerada contraria a dichas obligaciones y Canadá tuvo que pagar una exorbitante indemnización a la empresa que fue perjudicada por la misma. ÍNDICE • En las negociaciones en el seno de la OCDE de un acuerdo multilateral de inversiones, de 1995 a 1998, surgió un caso extremadamente pedagógico: ¿Cómo debe juzgarse una legislación interna que obliga a una empresa editorial extranjera establecida en el país a ceder unos pocos ejemplares de las obras que publica a algunas bibliotecas nacionales a fin de preservar el patrimonio cultural del país? En el plano interno, el contexto jurídico da la respuesta: a nadie se le ocurriría decir que esta legislación constituye un caso de expropiación sin indemnización. ¿Pero qué sucedería en el plano internacional? Tomada en sí misma y fuera del contexto jurídico interno, ¿no es cierto que tal legislación impone una cesión de unos activos de una empresa sin compensación alguna? Como la respuesta sólo puede ser afirmativa, ¿cómo garantizar que dicha legislación no será considerada, en el contexto internacional, como si operara una expropiación sin indemnización? Como ya hemos apuntado anteriormente, cuando este tipo de disposiciones fueron sometidas a un escrutinio estrecho en el marco de unas negociaciones entre países desarrollados (las negociaciones del AMI/OCDE), se constató que, como reglas de derecho uniforme, eran demasiado “peligrosas”. Esta constatación fue una de las causas principales del fracaso de las negociaciones. 2.4.2.- El tratado constitutivo de la Comunidad Europea: unificación de disposiciones básicas en materia de política económica El Tratado de Maastricht constituyó una de las reformas de mayor alcance de los tratados que regulan el proceso de integración europeo. Veamos algunos de los artículos que introdujo en materia de política económica. Artículo 101 1. Queda prohibida la autorización de descubiertos o la concesión de cualquier otro tipo de créditos por el Banco Central Europeo y 35 SERIE E S T UDI OS S OBRE integracion por los bancos centrales de los estados miembros, denominados en lo sucesivo «bancos centrales nacionales», en favor de instituciones u organismos comunitarios, gobiernos centrales, autoridades regionales o locales u otras autoridades públicas, organismos de derecho público o empresas públicas de los estados miembros, así como la adquisición directa a los mismos de instrumentos de deuda por el BCE o los bancos centrales nacionales. 2. Las disposiciones del apartado 1 no afectarán a las entidades de crédito públicas, que, en el marco de la provisión de reservas por los bancos centrales, deberán recibir por parte de los bancos centrales nacionales y del BCE el mismo trato que las entidades de crédito privadas. Artículo 102 1. Queda prohibida cualquier medida que no se base en consideraciones prudenciales que establezca un acceso privilegiado a las entidades financieras para las instituciones u organismos de la comunidad, gobiernos centrales, autoridades regionales, locales u otras autoridades públicas, organismos de derecho público o empresas públicas de los estados miembros. 2. Antes del 1 de enero de 1994, el consejo, con arreglo al procedimiento previsto en el artículo , especificará definiciones para la 36 aplicación de la prohibición a que se refiere el apartado 1. Artículo 104 1. Los estados miembros evitarán déficits públicos excesivos. 2. … (existe un mecanismo para examinar)… la observancia de la disciplina presupuestaria atendiendo a los dos criterios siguientes: a) Si la proporción entre el déficit público previsto o real y el producto interior bruto sobrepasa un valor de referencia, a menos que: — la proporción haya descendido sustancial y continuadamente y llegado a un nivel que se aproxime al valor de referencia, — el valor de referencia se sobrepase sólo excepcional y temporalmente, y la proporción se mantenga cercana al valor de referencia. b) Si la proporción entre la deuda pública y el producto interior bruto rebasa un valor de referencia, a menos que la proporción disminuya suficientemente y se aproxime a un ritmo satisfactorio al valor de referencia. Los valores de referencia se especifican en el protocolo sobre el procedimiento aplicable en caso de déficit excesivo, anejo al presente tratado. (apartados 3 a 14: condiciones de aplicación del artículo) ÍNDICE Capítulo 2.- El Derecho Económico Internacional (I): Tipos De Reglas Tampoco estas disposiciones se refieren a la liberalización de los intercambios (de bienes, servicios, capitales, trabajadores) entre estados miembros ni a las condiciones de establecimiento de las empresas de un país en otro. Lo que hacen es crear un derecho uniforme para tres cuestiones (¡internas!) sumamente controvertidas en materia de política económica: • El artículo 101 pura y simplemente prohíbe hacer lo que, por ejemplo, la República Argentina hizo cuando se hundió el régimen cambiario/ monetario de convertibilidad en 2002: modificar la ley reguladora del banco central y reintroducir la posibilidad de que, dentro de ciertos límites, éste pudiera conceder créditos al estado. • El artículo 102 trata de otra cuestión puramente interna de cada estado miembro: ¿en qué condiciones las administraciones públicas pueden acceder al crédito privado? El artículo prohíbe cualquier forma de acceso privilegiado (privilegiado respecto a los particulares). • El artículo 104 (y el protocolo que lo completa) uniformiza parcialmente un aspecto decisivo del régimen presupuestario de los estados miembros: el relativo a la posible magnitud del déficit público. ÍNDICE También estos ejemplos (sobre todo el tercero) muestran las dificultades inherentes en este tipo de reglas. Por un lado, por mucho que se haya querido afinar en el plano comunitario la definición de “déficit”, y por mucho que haya un arsenal de técnicas de contabilidad pública establecidas, ha sido inevitable la génesis de formas de “contabilidad creativa” para desplazar hacia el futuro gastos efectuados hoy y así evitar “déficits excesivos”. Por otro, la excesiva uniformización ha llevado a una violación muy generalizada de este tipo de reglas precisamente por parte de varios de los principales estados miembros de la UE. La presente crisis económica y la generalización del uso de políticas de expansión del gasto público para sostener la demanda efectiva han ampliado el número y dimensión se estas violaciones y han demostrado, una vez más, el riesgo de error en el que se puede fácilmente incurrir a la hora de redactar reglas de derecho uniforme y que ya he discutido anteriormente. 2.5.- Reglas de trato (i): la regla del trato de la nación más favorecida. Naturaleza y ejemplos 2.5.1.- El ejemplo clásico del GATT y la versión de la regla en el GATS Artículo I GATT- Trato general de la nación más favorecida 1. Con respecto a los derechos de aduana y cargas de cualquier clase de impuestos a las importaciones o a las exportaciones, o en relación con 37 SERI E E S T UDI OS S OB R E integracion ellas, o que graven las transferencias internacionales de fondos efectuadas en concepto de pago de importaciones o exportaciones, con respecto a los métodos de exacción de tales derechos y cargas, con respecto a todos los reglamentos y formalidades relativos a las importaciones y exportaciones, y con respecto a todas las cuestiones a que se refieren los párrafos 2 y 4 del artículo III*, cualquier ventaja, favor, privilegio o inmunidad concedido por una parte contratante a un producto originario de otro país o destinado a él, será concedido inmediata e incondicionalmente a todo producto similar originario de los territorios de todas las demás partes contratantes o a ellos destinado. 2. … Artículo XIII GATT - Aplicación no discriminatoria de las restricciones cuantitativas 1. Ninguna parte contratante impondrá prohibición ni restricción alguna a la importación de un producto originario del territorio de otra parte contratante o a la exportación de un producto destinado al territorio de otra parte contratante, a menos que se imponga una prohibición o restricción semejante a la importación del producto similar originario de cualquier tercer país o a la exportación del producto similar destinado a cualquier tercer país. 38 2. … Estamos aquí ante una regla extremadamente curiosa a primera vista. Aunque estos dos artículos se refieran a los regímenes de acceso al mercado (importación y exportación), el objeto de la regla no es determinar el grado de apertura (o cierre) de un mercado. Su objeto es simplemente decir: no discrimine entre extranjeros; no trate a unos extranjeros mejor que a otros. Este tipo de regla no necesariamente debe aplicarse en el área del acceso a los mercados. También puede aplicarse a cualquier otra área cubierta por el derecho interno, por ejemplo, en materia de régimen general aplicable a las empresas o en materia de régimen de la propiedad intelectual. Veamos dos ejemplos en estos campos: • En los acuerdos bilaterales sobre inversiones, aparece habitualmente una regla como la siguiente: “En todas las materias regidas por el presente acuerdo, el trato otorgado por una parte a las inversiones realizadas por inversores de la otra parte, no será menos favorable que el otorgado a las inversiones realizadas en su territorio por inversores de un tercer país”. • En el acuerdo sobre propiedad intelectual que forma parte del sistema de acuerdos OMC, figura el artículo 4, referido al trato de la nación más favorecida, que establece: “Con respecto a la protección de la propiedad intelectual, toda ventaja, favor, ÍNDICE privilegio o inmunidad que conceda un miembro a los nacionales de cualquier otro país se otorgará inmediatamente y sin condiciones a los nacionales de todos los demás miembros. Quedan exentos de esta obligación toda ventaja, favor, privilegio o inmunidad concedidos por un miembro que: (siguen a continuación cuatro excepciones a la regla general)” En el GATS/AGCS, que es un acuerdo del sistema OMC que se refiere no sólo al acceso al mercado sino también al régimen jurídico aplicable internamente a las empresas extranjeras después de su establecimiento en un Miembro de la OMC (rebautizado como “presencia comercial”), la primera regla substantiva del acuerdo es su artículo II (el artículo I está dedicado a la definición de la noción de “servicio”), que precisamente impone la obligación de otorgar el trato de la nación más favorecida. Artículo II GATS Trato de la nación más favorecida ÍNDICE 1. Con respecto a toda medida abarcada por el presente acuerdo, cada miembro otorgará inmediata e incondicionalmente a los servicios y a los proveedores de servicios de cualquier otro miembro un trato no menos favorable que el que conceda a los servicios similares y a los proveedores de servicios similares de cualquier otro país. … 2. Un miembro podrá mantener una medida incompatible con el párrafo 1 siempre que tal medida esté enumerada en el anexo sobre exenciones de las obligaciones del artículo II y cumpla las condiciones establecidas en el mismo. El sentido de una regla de estas características, una de las dos reglas fundamentales del GATT y, desde 1994, una regla fundamental también de todo el sistema de acuerdos OMC, sólo puede ser bien comprendido en una perspectiva histórica. En efecto, el sentido profundo de esta regla no es otro que intentar evitar la versión quizá más peligrosa del capitalismo como sistema mundial (la versión que precisamente vuelve a acechar ahora en el contexto de la presente crisis económica internacional y para evitar la cual precisamente los acuerdos de la OMC son la mejor arma de que disponemos): el “capitalismo de bloques” que ensangrentó el mundo (de manera real, no simplemente figurada) desde finales del siglo XIX hasta 1945 y que acentuó, durante los años 1930, la gran depresión en que el capitalismo mundial quedó sumido en aquellos años. El capitalismo de bloques desarrolló una estrategia de guerras comerciales que no sólo se caracterizó por desencadenar una espiral de cada vez mayor proteccionismo sino también por un reparto del mundo en zonas de influencia de las “grandes potencias” y un equilibrio inestable entre todas ellas. Este reparto y equilibrio inestable estaba basado en el otorgamiento de un trato preferencial más favorable a los países de 39 SERI E E S T UDI OS S OB R E integracion cada respectiva zona que no se extendía a aquellos de fuera de la zona. La regla o principio de la nación más favorecida (es decir, de la no discriminación entre extranjeros) intenta atajar desde sus raíces este desarrollo nefasto en sus consecuencias político-militares y económicas. La regla o principio del trato de la nación más favorecida es aún muy curiosa en otro sentido: puede ser defendida desde posiciones ideológicas muy distintas. Unos pueden defender la regla como aquella que mejor permite que se manifiesten las ventajas de la liberalización internacional de los flujos económicos. Otros pueden defenderla como aquella que garantiza que los estados o bloques económicos más poderosos no se repartirán el mundo en zonas de influencia que giran cada una en torno de uno de ellos gracias a los acuerdos discriminatorios que ligan cada centro con su respectiva periferia. Pero, si bien, el principio de la nación más favorecida debe ser defendido como extraordinariamente positivo (al menos así es para el autor de este trabajo), tampoco puede negarse que existen motivos justificados para apartarse de él. Los dos clásicos, y ya incorporados en los acuerdos OMC, son el de la integración regional y el del trato más favorable para los países en desarrollo. Pero pueden existir otros, por ejemplo en sectores donde por detrás de la economía laten realidades políticas y sociales que aproximan a unos países y no a otros. El ejemplo más claro es el de los servicios 40 culturales, muy ligados a comunidades lingüísticas transnacionales dentro de las cuales un trato preferencial tiene toda lógica (al menos cultural). Pero nunca debe olvidarse que el trato preferencial genera excluidos y, al no ser casi nunca un trato entre iguales, permite a los poderosos afirmar sus agendas internacionales y generar clientelas y zonas de influencia. Quizá convendría acostumbrarnos a observar sistemáticamente los acuerdos preferenciales (es decir, que violan dicha regla) desde la perspectiva de los estados que no son parte en los mismos en vez de hacerlo desde la de aquellos que los han suscrito. Esto nos daría una mejor visión de su vertiente negativa: ¿Por qué se excluye a unos países del trato preferencial dado a otros? Es obvio que, en el caso de acuerdos preferenciales entre países desarrollados y países en desarrollo, esta pregunta debe dirigirse a los primeros: son ellos los que deben dar una explicación por la exclusión a que someten a aquellos países en desarrollo que no son aceptados como parte en dichos acuerdos. 2.6.- Reglas de trato (ii): reglas de trato nacional. Naturaleza y ejemplos Hay otra regla de trato extremadamente importante, la de trato nacional. Es habitual subsumir las dos reglas (la de trato de la nación más favorecida y la de trato nacional) bajo un mismo epígrafe como reglas “de no discriminación”. Este proceder tiende más bien a engendrar ÍNDICE confusión porque, si bien las dos reglas son similares en su enfoque técnico, son muy distintas en su lógica. Para comenzar, mientras que la regla de la nación más favorecida toma sentido tanto en materia de acceso al mercado como en materia de normativa aplicable internamente una vez los bienes o las empresas o los trabajadores o los capitales ya han accedido al mercado, la regla de trato nacional sólo toma sentido en la segunda perspectiva. Hablar de “trato nacional” en el acceso es un sinsentido porque en general los bienes, empresas, trabajadores, etc. nacionales ya están dentro del mercado y no deben acceder a él. En otras palabras, lo que puede haber es una mayor o menor liberalización en el acceso al mercado desde el extranjero pero siempre será distinta la situación de los extranjeros (que deben acceder al mercado) y la de los nacionales (que ya están en él). ÍNDICE La norma de trato nacional tiene una lógica principal, que consiste en complementar las obligaciones y reglas de acceso al mercado. Si un país se ha obligado a garantizar un determinado acceso a sus mercados (por ejemplo a los bienes originarios de otro país), no se trata de anular dicha concesión aplicando un trato discriminatorio a dicho bien una vez ya ha entrado en el mercado (por ejemplo, aplicando a su venta unos impuestos mayores que los aplicados a las ventas de bienes nacionales similares). En este sentido, la regla de trato nacional equivale a una especie de regla de “no haga trampas”, no quite con otra mano lo que ha dado con la mano del acceso al mercado. Veamos unos ejemplos típicos de reglas de trato nacional que siguen esta lógica, tanto en el GATT como en el NAFTA/ TLCAN o en el tratado constitutivo de la Comunidad Europea, referidas todas ellas a trato nacional en materia de bienes: Artículo III GATT - Trato nacional en materia de tributación y de reglamentación interiores5 1. Las partes contratantes reconocen que los impuestos y otras cargas interiores, así como las leyes, reglamentos y prescripciones que afecten a la venta, la oferta para la venta, la compra, el transporte, la distribución o el uso de productos en el mercado interior y las reglamentaciones cuantitativas interiores que prescriban la mezcla, la transformación o el uso de ciertos productos en cantidades o en proporciones determinadas, no deberían aplicarse a los productos importados o nacionales de manera que se proteja la producción nacional.* Los productos del territorio de toda parte contratante importados en el de cualquier otra parte contratante no estarán sujetos, directa ni indirectamente, a impuestos interiores u otras cargas interiores, de cualquier clase que sean, superiores a los aplicados, directa o indirectamente, a los productos 5 Se omitieron las notas a pie de página de este artículo. 41 SERI E E S T UDI OS S OB R E integracion nacionales similares. Además, ninguna parte contratante aplicará, de cualquier otro modo, impuestos u otras cargas interiores a los productos importados o nacionales, en forma contraria a los principios enunciados en el párrafo. 1.* 2. Los productos del territorio de toda parte contratante importados en el territorio de cualquier otra parte contratante no deberán recibir un trato menos favorable que el concedido a los productos similares de origen nacional, en lo concerniente a cualquier ley, reglamento o prescripción que afecte a la venta, la oferta para la venta, la compra, el transporte, la distribución y el uso de estos productos en el mercado interior. Las disposiciones de este párrafo no impedirán la aplicación de tarifas diferentes en los transportes interiores, basadas exclusivamente en la utilización económica de los medios de transporte y no en el origen del producto. 8. a) Las disposiciones de este artículo no se aplicarán a las leyes, reglamentos y prescripciones que rijan la adquisición, por organismos gubernamentales, de productos comprados para cubrir las necesidades de los poderes públicos y no para su reventa comercial ni para servir a la producción de mercancías destinadas a la venta comercial. 42 b) Las disposiciones de este artículo no impedirán el pago de subvenciones exclusivamente a los productores nacionales, incluidos los pagos a los productores nacionales con cargo a fondos procedentes de impuestos o cargas interiores aplicados de conformidad con las disposiciones de este artículo y las subvenciones en forma de compra de productos nacionales por los poderes públicos o por su cuenta. 10. Las disposiciones de este artículo no impedirán a ninguna parte contratante establecer o mantener una reglamentación cuantitativa interior sobre las películas cinematográficas impresionadas, de conformidad con las prescripciones del artículo IV. Artículo 301 NAFTA/TLCAN: Trato nacional 1. Cada una de las partes otorgará trato nacional a los bienes de otra parte, de conformidad con el artículo III del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), incluidas sus notas interpretativas. Para tal efecto, el artículo III del GATT y sus notas interpretativas, o cualquier disposición equivalente de un acuerdo sucesor del que todas las partes sean parte, se incorporan a este tratado y son parte integrante del mismo. 2. Las disposiciones del párrafo 1 referentes a trato nacional significarán, respecto a un estado ÍNDICE o provincia, un trato no menos favorable que el más favorable que dicho estado o provincia conceda a cualesquiera bienes similares, competidores directos o sustitutos, según el caso, de la parte de la cual sea integrante. 3. Los párrafos 1 y 2 no se aplicarán a las medidas enunciadas en el Anexo 301.3. Artículo 90 Tratado constitutivo de la Comunidad Europea: Fiscalidad indirecta Ningún estado miembro gravará directa o indirectamente los productos de los demás estados miembros con tributos internos, cualquiera que sea su naturaleza, superiores a los que graven directa o indirectamente los productos nacionales similares. ÍNDICE En ciertos casos, la regla de trato nacional se “autonomiza” respecto a las obligaciones de acceso al mercado. El caso típico es el del GATS/AGCS, en cuyo marco es perfectamente legítimo conceder a los servicios originarios de terceros países así como a sus prestadores un derecho de acceso al mercado pero reservarse la posibilidad de tratarlos discriminatoriamente (es decir, de manera menos favorable que a los servicios y prestadores de servicios nacionales) una vez han accedido al mercado. Efectivamente, tal es el contenido y efectos del artículo XVII que, aunque esté redactado en términos de la imposición de una obligación, deja perfectamente claro que esta obligación sólo existe en los casos determinados en la respectiva lista de compromisos de cada miembro de la OMC y, por tanto, no existe en los otros casos. Artículo XVII GATS/AGCS. Trato nacional 1. En los sectores inscritos en su lista y con las condiciones y salvedades que en ella puedan consignarse, cada miembro otorgará a los servicios y a los proveedores de servicios de cualquier otro miembro, con respecto a todas las medidas que afecten al suministro de servicios, un trato no menos favorable que el que dispense a sus propios servicios similares o proveedores de servicios similares6. 2. Todo miembro podrá cumplir lo prescrito en el párrafo 1 otorgando a los servicios y proveedores de servicios de los demás miembros un trato formalmente idéntico o formalmente diferente al que dispense a sus propios servicios similares y proveedores de servicios similares. 3. Se considerará que un trato formalmente idéntico o formalmente diferente es menos favorable si modifica las condiciones de competencia en favor de los servicios o proveedores de servicios del miembro en comparación con los servicios similares o los proveedores de servicios similares de otro miembro. 6 Nota a pie de página de este artículo omitida. 43 SERI E E S T UDI OS S OB R E integracion En este contexto, ya no podemos hablar de “hacer trampas”, si no se concede el trato nacional después del acceso. Al ser una obligación autónoma, podríamos apuntar otra interpretación de ella. Sería una especie de substituto del derecho uniforme, unificaría, al menos, un aspecto del derecho divergente de los distintos estados: el referido al eventual trato discriminatorio recibido por los extranjeros, que quedaría prohibido. La libertad de establecimiento comprenderá el acceso a las actividades no asalariadas y su ejercicio, así como la constitución y gestión de empresas y, especialmente, de sociedades, tal como se definen en el segundo párrafo del artículo 48, en las condiciones fijadas por la legislación del país de establecimiento para sus propios nacionales, sin perjuicio de las disposiciones del capítulo relativo a los capitales. Esta lógica se acentúa en el caso de una de las patas esenciales del tratado constitutivo de la Comunidad Europea: sus reglas de trato nacional, que en muchos casos van unidas a la atribución a la comunidad de una competencia expresa para generar un derecho uniforme en la materia. Veamos un ejemplo en este sentido muy característico, relativo al derecho de establecimiento de profesionales y empresas: Artículo 44 Tratado constitutivo de la Comunidad Europea Artículo 43 Tratado constitutivo de la Comunidad Europea En el marco de las disposiciones siguientes, quedarán prohibidas las restricciones a la libertad de establecimiento de los nacionales de un estado miembro en el territorio de otro estado miembro. Dicha prohibición se extenderá igualmente a las restricciones relativas a la apertura de agencias, sucursales o filiales por los nacionales de un estado miembro establecidos en el territorio de otro estado miembro. 44 1. A efectos de alcanzar la libertad de establecimiento en una determinada actividad, el consejo decidirá, mediante directivas, con arreglo al procedimiento previsto en el artículo 251 y previa consulta al Comité Económico y Social. (...) Efectivamente, como el derecho de establecimiento es un derecho altamente regulado (iluminado por muchas luces de nuestro juego de luces) el derecho al acceso que reconoce el artículo 43 no es uno absoluto sino más bien condicionado al cumplimiento de una normativa, que, eso sí, debe ser no discriminatoria entre los profesionales y empresas nacionales y los procedentes de otros estados miembros. Por su parte, el artículo 44 confiere a la Comunidad Europea una competencia para ir creando un derecho uniforme y así reducir los efectos negativos de hecho que tienen, sobre el derecho de establecimiento de profesionales y ÍNDICE empresas procedentes de otros estados miembros, las divergencias que existen entre todos ellos en materia de normativa reguladora del mismo. 2.7.- Conclusión: ¿Cómo Combinar Los Tres Tipos De Reglas? La explicación de las secciones anteriores conduce a una conclusión bien sencilla pero extraordinariamente significativa para este trabajo: • Ya sabemos cuál es nuestro arsenal jurídico esencial para abordar la regulación de las relaciones económicas internacionales, incluyendo la integración regional: tres tipos de reglas, dos de las cuales son relativamente sencillas de redacción (como las de acceso y trato) mientras que la tercera es mucho más complicada (o, mejor dicho, tan complicada como sus normas internas equivalentes). Este tercer tipo son las reglas de derecho uniforme. ÍNDICE • Pero sabemos también que todas estas reglas tienen ventajas e inconvenientes. Por lo tanto, no podemos confiar en que un solo tipo de las tres nos permitirá alcanzar los objetivos previstos. Debemos combinar las tres. ¿Cómo? Esto depende de los objetivos que persigamos. El arte del derecho económico internacional consiste en saber adecuar nuestro arsenal jurídico a dichos objetivos (lo cual lleva a una conclusión derivada muy sencilla pero también enormemente significativa: es imposible ser un buen artista si no se tienen claros los objetivos a los cuales debemos adecuar la elección de los instrumentos jurídicos de que disponemos en nuestro arsenal). 2.8.- Dos Aclaraciones Adicionales: A) La Confusión Engendrada Por La Noción De “Barreras No Arancelarias” Y B) El Mito Del “Reconocimiento Mutuo” Las distinciones del apartado precedente permiten aclarar dos nociones, y dos tipos de problemas, sobre los que existe una confusión generalizada que ha tenido efectos prácticos muy negativos. 2.8.1.- La noción de “barreras no arancelarias” La noción de “barreras no arancelarias”, de uso generalizado, es peligrosa porque abarca dos áreas que son completamente distintas desde los puntos de vista político, jurídico y económico. Por un lado, las barreras directas al comercio (o medidas aplicables en la frontera) que se aplican exclusivamente a importaciones y exportaciones (contingentes o cuotas, impuestos ligados a la importación o exportación –incluyendo derechos antidumping- y licencias, entre otras). Por otro, las barreras indirectas al comercio que resultan de la aplicación a todo el comercio (tanto internacional 45 SERI E E S T UDI OS S OB R E integracion como interno) de normas internas que pueden ser distintas entre los países (el tipo de barreras que hemos discutido anteriormente, en el marco de la prestación de servicios, con el ejemplo de las regulaciones distintas de los títulos de abogado; o que, en materia de producción y comercio de bienes, resultarían de la divergencia en las normativas internas que prohíben el uso de ciertos materiales peligrosos para la salud en los juguetes para niños, por ejemplo) . Si nos situamos en la perspectiva de un proceso de integración regional, deberíamos concluir que las barreras directas al comercio deberían desaparecer en su marco, tanto si son arancelarias como si no lo fueran (salvo excepciones determinadas con precisión y, preferiblemente, sometidas a un cierto control o autorización de las instituciones regionales). Las barreras indirectas, por el contrario, nunca desaparecerán del todo, a menos que la IER acabe desembocando en un estado uniformizado o unitario al 100%, cosa que, evidentemente, nadie contempla. Por tanto, el objetivo en relación con las barreras indirectas nunca puede ser el de su eliminación completa sino el de la eliminación de sólo algunas, bien identificadas y relevantes. Cuando veamos que se proclaman objetivos maximalistas del tipo “la eliminación de todas las barreras no arancelarias (refiriéndose también a esas barreras indirectas)”, la única conclusión a la que podemos llegar es que, o bien se está tomando el pelo a la opinión pública 46 o bien quien proclama dicho objetivo no sabe de qué está hablando. Lo más aconsejable sería dejar de utilizar una expresión tan confusionaria como la de “barreras no arancelarias” y distinguir entre “barreras no arancelarias aplicables al comercio internacional” y “barreras indirectas al comercio internacional resultantes de la aplicación de normativas internas” o nociones equivalentes. Esta argumentación podría haber sido útilmente desarrollada en términos de nuestra distinción sobre los tipos de reglas: • Cuando nos referimos a las “barreras no arancelarias aplicables al comercio internacional”, nos estamos refiriendo a reglas nacionales de acceso al mercado que pueden ser eliminadas, o cuya aplicabilidad puede quedar reducida, por reglas internacionales de liberalización del acceso al mercado. • Cuando nos referimos a las “barreras indirectas al comercio internacional resultantes de la aplicación de normativas internas”, nos estamos refiriendo al problema de la divergencia en normativas nacionales sobre los regímenes de producción y comercialización aplicables tanto a productos nacionales como extranjeros. Esta divergencia genera “barreras” porque puede provocar que los productos producidos y comercializados en un país en conformidad con su legislación no puedan ser comercializados en otro. ÍNDICE Pero, en el plano internacional, este problema sólo puede ser atacado, en principio, mediante nuestro segundo tipo de reglas: las reglas de derecho uniforme que eliminen dichas divergencias. Sólo cuando se ha comprendido bien esta argumentación y se tiene claro el problema, que tampoco es tan complicado, se puede entender la jurisprudencia “Cassis de Dijon” del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, tan genial desde la perspectiva de la promoción de la integración como confusionaria desde la perspectiva analítica, y tan mal explicada en casi todos los lados. En efecto, en esta jurisprudencia, el Tribunal de Justicia se descuelga con una interpretación del artículo 30 del tratado de la Comunidad Europea (el artículo 28 en la versión actual), que yo estoy seguro que no había cruzado la imaginación de ninguna de las personas que lo negociaron y redactaron (lo cual confirma nuevamente algo que se ha apuntado anteriormente: el gran riesgo que casi ningún “experto” tiene la modestia de reconocer, el de “errar” cuando redacta reglas internacionales y engendra artículos que acaban diciendo otra cosa que aquella en que se pensaba al redactarlos). ÍNDICE Dicho artículo se refiere a la prohibición “de las restricciones cuantitativas a la importación entre estados miembros, así como todas las medidas de efecto equivalente”. Parece evidente que los redactores de este artículo pensaban en medidas como licencias no automáticas, que tienen “efectos equivalentes” a las de una cuota o restricción cuantitativa. Pues bien, el tribunal interpreta que esta regla, claramente una de acceso al mercado en nuestra tipología, también se aplica a un problema distinto: el de las divergencias en normativas internas no discriminatorias, aplicables por igual a productos nacionales y extranjeros. Es evidente que esta audacísima interpretación abre una caja de pandora de la que todo puede derramarse. En efecto, como una economía de mercado se caracteriza porque en ella todo liga con todo, ¿qué legislación nacional no tiene ciertos efectos restrictivos sobre los flujos comerciales en procedencia de otros estados miembros? No es, en consecuencia, una medida de efecto equivalente a una restricción cuantitativa y no está, en segunda consecuencia, prohibida por el artículo 28? Efectivamente, el problema para el tribunal, una vez abierta la caja de pandora, es más bien, cómo volverla a cerrar y dejarla tan sólo entreabierta. El tribunal hace ello en tres fases. • En primer lugar, ya desde el primer momento, buscando en el propio tratado un artículo que le permita cerrar parcialmente la caja: el antiguo artículo 36, actual artículo 30, que permite en ciertos casos introducir restricciones a la importación a partir de otros estados miembros (y respecto a la aplicación del cual el tribunal es mucho más permisivo cuando se trata de legislaciones internas no 47 SERI E E S T UDI OS S OB R E integracion discriminatorias que cuando se trata de medidas propiamente comerciales no arancelarias). • En segundo lugar, reescribiendo dicho artículo con el fin de añadir a las circunstancias definidas explícitamente en el mismo otras “exigencias imperativas” que el tribunal se va sacando de la manga caso por caso cuando quiere declarar la conformidad con el tratado de normas nacionales divergentes cubiertas en principio por la jurisprudencia “Cassis de Dijon”. • En tercer lugar, haciendo un paso atrás explícito en su jurisprudencia. En efecto, en la sentencia Keck, de noviembre de 1993, el tribunal efectúa un cambio explícito de jurisprudencia y pura y simplemente restringe el ámbito de aplicación de su jurisprudencia “Cassis de Dijon”. Y no debe nunca olvidarse que, si el edificio de la jurisprudencia “Cassis de Dijon” se sostiene, ello es debido a que, como veremos en el próximo capítulo, la Comunidad Europea dispone de una competencia para producir derecho uniforme que le permite asumir la función de reglamentación del mercado cuyo ejercicio por parte de los estados miembros, aquella jurisprudencia, dificulta. Así, el derecho uniforme comunitario puede entrar en un detallismo y “reglamentismo” que está vedado al derecho interno de los estados miembros. 48 2.8.2.- El mito del reconocimiento mutuo La jurisprudencia “Cassis de Dijon”, invento audaz pero atemperado por el propio Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas y manejado por él con mucha prudencia, ha originado un mito que no tiene nada que ver con dicha jurisprudencia y del que, por tanto, ninguna culpa tiene el tribunal: el del “reconocimiento mutuo”. En ocasiones se presenta de manera poco rigurosa aquella jurisprudencia y se la hace equivalente a la obligación de “reconocimiento mutuo”. Como si, en su virtud, los estados miembros estuvieran obligados a “reconocer” y aceptar las normas (técnicas, sanitarias, etc) de otros estados miembros, al menos por lo que se refiere a los bienes (o servicios o todo otro tipo de flujo) en procedencia de ellos. Dado este paso, se pretende que las barreras indirectas al comercio, y a otras operaciones y transacciones entre estados miembros, puedan ser eliminadas a través de dos métodos alternativos (armonización y reconocimiento mutuo). Y dado este segundo paso, ¿cómo evitar la tentación de afirmar que todo este problema de la armonización de normas y de producción de derecho uniforme es un problema innecesario? Con lo sencillo que es el reconocimiento mutuo… Esta argumentación engendra una confusión muy peligrosa y está completamente infundada. En la jerga de Bruselas, en efecto, el denominado reconocimiento mutuo no es sino la adición de dos factores. ÍNDICE • El primero es ciertamente la jurisprudencia “Cassis de Dijon” que, a su vez, procede en dos fases: o ¿Son las normas internas divergentes “medidas de efecto equivalente” a restricciones cuantitativas o no lo son (nunca lo han sido todas y su número se ha reducido aún después de la mencionada sentencia “Keck” de 1993)? o Si lo son, ¿están justificadas por el antiguo artículo 36 – actual artículo 30- y las otras excepciones que el tribunal ha todavía añadido a las que ya figuraban en este artículo? Sólo si la respuesta a la primera pregunta es positiva y la respuesta a la segunda es negativa, es la normativa interna contraria al tratado. Como puede verse, aquí no hay “reconocimiento mutuo” de estándares o normas técnicas sino, más bien, una prohibición parcial de aplicación de estándares a los bienes importados (por “injustificados”). ÍNDICE menos reconocimiento mutuo o algo que se le parezca: las normas nacionales divergentes se siguen aplicando con total conformidad al tratado y las barreras indirectas al comercio entre estados miembros siguen existiendo. La única alternativa que le queda entonces a la comunidad es entrar en la vía de la producción de derecho uniforme. Así pues, es mejor olvidarse del mito del reconocimiento mutuo. La verdadera alternativa es la que existe entre: • No aplicar estándares porque no están suficientemente justificados. • Cuando están justificados: o Armonizarlos (producción de derecho uniforme) o Aceptar la existencia de estándares que entran en conflicto entre sí y generan barreras indirectas al comercio o a los otros flujos económicos entre estados miembros de que se trate. • ¿Y qué sucede si, como ocurre en una multitud de casos, las normas internas divergentes están justificadas por el antiguo artículo 36 y las otras excepciones que el tribuanal ha todavía añadido a las que ya figuraban en este artículo? Pues, obviamente, aquí aún hay 49 SERI E E S T UDI OS S OB R E integracion Capítulo 3.El derecho económico internacional (ii): las dos técnicas de producción del dei ÍNDICE 50 ÍNDICE Capítulo 3.- El derecho económico internacional (ii): las dos técnicas de producción del dei 3.1.- Las dos técnicas de producción de nuevo dei Hay dos técnicas diferentes para generar normas regionales y proporcionar un marco para actividades públicas. La distinción tradicional entre “intergubernamental” y “supranacional” intenta definirlas. Pero esta distinción ha sido utilizada de manera muy descuidada, sobre todo para comparar el proceso europeo (que sería la encarnación de la supranacionalidad) con otros procesos. Por un lado, el proceso europeo tiene un elevadísimo grado de intergubernamentalidad. Para tomar sólo dos ejemplos, la eliminación de aranceles en el comercio intra-zona fue conseguida, esencialmente, a través de un método intergubernamental. El sistema monetario europeo fue, de principio a fin, un mecanismo intergubernamental basado sobre un acuerdo entre bancos centrales sin ningún tipo reintervención por parte de la Comunidad Europea. Por otro lado, la Organización Mundial de Comercio (OMC), como otras organizaciones internacionales, tiene un importante componente de supranacionalidad (por ejemplo cuando aprueba waivers – exenciones ad hoc-) . ÍNDICE a) Introducir normas en un tratado que los estados que son parte contratante del mismo deben cumplir. b) Crear, en el marco del acuerdo o tratado, algún mecanismo capaz de producir derecho. Es cierto que la Comunidad Europea – una entidad con personalidad jurídica y competencias propias- proporciona el paradigma del uso de la segunda técnica. Pero el proceso de integración europeo se basa igualmente en la primera técnica: el propio tratado contiene un conjunto de normas que imponen muy amplias e importantes obligaciones a los estados miembros cuando ellos ejercen sus propias competencias, obligaciones que están enmarcadas por la obligación general de no discriminación por razón de la nacionalidad (de uno u otro estado miembro) en ninguna área cubierta por el tratado. El NAFTA/TLCAN, en contraste, tan sólo confía en la primera técnica. Muchos acuerdos bilaterales con terceros países de la Comunidad Europea (en solitario o acompañada de sus estados miembros) también utilizan la segunda técnica: la creación de una institución común capaz de producir derecho adicional que da mayor profundidad al contenido del En consecuencia, es mejor substituir esta terminología por otra, más neutral, que se refiere a las dos técnicas que pueden ser utilizadas para producir normas internacionales, no sólo en materia de relaciones económicas e integración regional sino en cualquier área. Las dos técnicas son: 51 SERI E E S T UDI OS S OBR E integracion acuerdo7. Hay ventajas e inconvenientes en ambas técnicas. La primera tiende a dar fortaleza y credibilidad pero incurre en el riesgo de falta de flexibilidad y de capacidad de adaptación; la segunda tiende a tener efectos opuestos. Desarrollemos ahora un poco esta discusión introductoria general sobre la base de unos ejemplos. Es especialmente pedagógico (y muy interesante políticamente) precisamente comenzar con ejemplos de los acuerdos OMC y no hacerlo con ejemplos de derecho comunitario europeo. Así nos desharemos ya de entrada de esta idea tan engañosa que “derecho comunitario europeo = supranacionalidad” y “supranacionalidad = derecho comunitario europeo”. 3.1.1.- Ejemplos de las dos técnicas de producción de derecho extraídos de los acuerdos OMC Tomemos para comenzar el ejemplo de un artículo del acuerdo constitutivo de la 7 Este desarrollo supranacional, olvidado casi siempre, demuestra hasta qué punto se ha abusado de la distinción entre intergubernamentalismo y supranacionalidad (y demuestra también lo erróneo de la conclusión que la supranacionalidad es difícil de concebir fuera del contexto europeo). Por ejemplo, el acuerdo marco firmado en 1997 por la Comunidad Europea y sus estados miembros por un lado y México por el otro fue “rellenado” más tarde por dos decisiones del Consejo conjunto y no por unos acuerdos suplementarios independientes. La elección de los procedimientos internos seguidos por la distintas partes contratantes antes de que sus representantes en el consejo conjunto adopten las decisiones depende de las características constitucionales de cada parte. En algunos casos se parecen a las utilizadas para la aprobación de acuerdos internacionales; en otros son completamente distintas o incluso no existentes. 52 OMC que ilustra bien la primera técnica de producción de derecho económico internacional. Artículo X Acuerdo OMC: Enmiendas 1. Todo miembro de la OMC podrá promover una propuesta de enmienda de las disposiciones del presente acuerdo o de los acuerdos comerciales multilaterales del anexo 1 presentándola a la conferencia ministerial. Los consejos enumerados en el párrafo 5 del artículo IV podrán también presentar a la conferencia ministerial propuestas de enmienda de las disposiciones de los correspondientes acuerdos comerciales multilaterales del anexo 1 cuyo funcionamiento supervisen. Salvo que la conferencia ministerial decida un período más extenso, durante un período de 90 días contados a partir de la presentación formal de la propuesta en la conferencia ministerial toda decisión de la conferencia ministerial de someter a la aceptación de los miembros la enmienda propuesta se adoptará por consenso. A menos que sean aplicables las disposiciones de los párrafos 2, 5 ó 6, en esa decisión se especificará si se aplicarán las disposiciones de los párrafos 3 ó 4. Si se llega a un consenso, la conferencia ministerial someterá de inmediato a la aceptación de los miembros la enmienda propuesta. De no llegarse a un consenso en una reunión celebrada por la conferencia ministerial dentro del período establecido, ésta decidirá ÍNDICE Capítulo 3.- El derecho económico internacional (ii): las dos técnicas de producción del dei por mayoría de dos tercios de los miembros si someterá o no a la aceptación de los miembros la enmienda propuesta. A reserva de lo dispuesto en los párrafos 2, 5 y 6, serán aplicables a la enmienda propuesta las disposiciones del párrafo 3, a menos que la conferencia ministerial decida por mayoría de tres cuartos de los miembros que se aplicarán las disposiciones del párrafo 4. 2. Las enmiendas de las disposiciones del presente artículo y de las disposiciones de los artículos que se enumeran a continuación surtirán efecto únicamente tras su aceptación por todos los miembros: Artículo IX del presente acuerdo; Artículo IX del presente acuerdo; Artículos I y II del GATT de 1994; Artículo II, párrafo 1, del AGCS; Artículo 4 del acuerdo sobre los ADPIC. ÍNDICE 3. Las enmiendas de las disposiciones del presente acuerdo o de los acuerdos comerciales multilaterales de los anexos 1A y 1C no comprendidas entre las enumeradas en los párrafos 2 y 6, que por su naturaleza puedan alterar los derechos y obligaciones de los miembros, surtirán efecto para los miembros que las hayan aceptado tras su aprobaciób por dos tercios de los miembros, y después, para cada uno de los demás miembros, tras su aceptación por él. La conferencia ministerial podrá decidir, por mayoría de tres cuartos de los miembros, que una enmienda hecha efectiva en virtud del presente párrafo es de tal naturaleza que todo miembro que no la haya aceptado dentro del plazo fijado en cada caso por la conferencia ministerial podrá retirarse de la OMC o seguir siendo miembro con el consentimiento de la conferencia ministerial. 4. Las enmiendas de las disposiciones del presente acuerdo o de los acuerdos comerciales multilaterales de los anexos 1A y 1C no comprendidas entre las enumeradas en los párrafos 2 y 6, que por su naturaleza no puedan alterar los derechos y obligaciones de los miembros, surtirán efecto para todos los miembros tras su aceptación por dos tercios de éstos. 5. A reserva de lo dispuesto en el párrafo 2 supra, las enmiendas de las partes I, II y III del AGCS y de los correspondientes anexos surtirán efecto para los miembros que las hayan aceptado tras su aceptación por dos tercios de los miembros, y después, para cada miembro, tras su aceptación por él. La conferencia ministerial podrá decidir, por mayoría de tres cuartos de los miembros, que una enmienda hecha efectiva en virtud de la precedente disposición es de tal naturaleza que todo miembro que no la haya aceptado dentro del plazo fijado en cada caso por la conferencia ministerial podrá retirarse de la 53 SERI E E S T UDI OS S OBR E integracion OMC o seguir siendo miembro con el consentimiento de la conferencia ministerial. Las enmiendas de las partes IV, V y VI del AGCS y de los correspondientes anexos surtirán efecto para todos los miembros tras su aceptación por dos tercios de éstos. 6. … 7. Todo miembro que acepte una enmienda del presente acuerdo o de un acuerdo comercial multilateral del anexo 1 depositará un instrumento de aceptación en poder del director general de la OMC dentro del plazo de aceptación fijado por la conferencia ministerial. 8. Pero tomemos a continuación dos ejemplos más del mismo acuerdo que regulan dos cuestiones también extremadamente importantes: a) la posibilidad de conceder exenciones ad hoc, waivers, de las obligaciones ya adquiridas y aceptadas y b) las accesiones de nuevos miembros. Vemos en ellos una segunda técnica de producción de derecho económico internacional: Artículo IX Acuerdo OMC: Adopción de decisiones … 9. … 10. … He resaltado en negrita aquellos pasajes que son más significativos para esta sección. Son pasajes que indican con claridad que las enmiendas a los acuerdos OMC, con independencia de los procedimientos más o menos complicados utilizados para discutirlas, negociarlas y determinar su texto (procedimientos en los que juegan un papel muy importante los órganos de la propia organización) están sujetos a aceptación por parte de los miembros. Es muy probable que esto no sorprenda a nadie. Es la idea que, sin necesidad 54 de ser expertos, todos tendemos a tener del derecho internacional: no hay nuevas obligaciones internacionales (o una modificación de los existentes) sin aceptación por parte de los estados8. 1. La OMC mantendrá la práctica de adopción de decisiones por consenso seguida en el marco del GATT de 19479, salvo disposición en contrario, cuando no se pueda llegar a una decisión por consenso la cuestión objeto de examen se decidirá mediante votación. En las reuniones de la conferencia ministerial y del consejo general, cada miembro de la OMC tendrá 8 No obstante, conviene no pasar por alto que, en algunos casos, las enmiendas pueden entrar en vigor aunque no todos los miembros las hayan aceptado. Un buen ejemplo de ello es la modificación del acuerdo TRIPS/ADPIC que está actualmente en curso de ratificación. 9 Se considerará que el órgano de que se trate ha adoptado una decisión por consenso sobre un asunto sometido a su consideración si ningún miembro presente en la reunión en que se adopte la decisión se opone formalmente a ella (nota al pie en el texto del propio artículo). ÍNDICE Capítulo 3.- El derecho económico internacional (ii): las dos técnicas de producción del dei un voto. Cuando las Comunidades Europeas ejerzan su derecho de voto, tendrán un número de votos igual al número de sus estados miembros 10que sean miembros de la OMC. Las decisiones de la conferencia ministerial y del consejo general se adoptarán por mayoría de los votos emitidos, salvo que se disponga lo contrario en el presente acuerdo o en el acuerdo comercial multilateral correspondiente11. 2. … 3. En circunstancias excepcionales, la conferencia ministerial podrá decidir eximir a un miembro de una obligación impuesta por el presente acuerdo o por cualquiera de los acuerdos comerciales multilaterales, a condición de que tal decisión sea adoptada por tres cuartos 12de los miembros, salvo que se disponga lo contrario en el presente párrafo. a) Las solicitudes de exención con respecto al presente acuerdo 10 El número de votos de las Comunidades Europeas y sus estados miembros no excederá en ningún caso del número de los estados miembros de las Comunidades Europeas (nota al pie en el texto del propio artículo). 11 Las decisiones del consejo general reunido como órgano de solución de diferencias sólo podrán adoptarse de conformidad con las disposiciones del párrafo 4 del artículo 2 del entendimiento sobre solución de diferencias (nota al pie en el texto del propio artículo). ÍNDICE 12 Las decisiones de conceder una exención respecto de una obligación sujeta a un período de transición o a un período de aplicación escalonada que el miembro solicitante no haya cumplido al final del período correspondiente se adoptarán únicamente por consenso (nota al pie en el texto del propio artículo). se presentarán a la conferencia ministerial para que las examine con arreglo a la práctica de adopción de decisiones por consenso. La conferencia ministerial establecerá un plazo, que no excederá de 90 días, para examinar la solicitud. Si durante dicho plazo no se llegara a un consenso, toda decisión de conceder una exención se adoptará por tres cuartos de los miembros. b) Las solicitudes de exención con respecto a los acuerdos comerciales multilaterales de los anexos 1A, 1B o 1C y a sus anexos se presentarán inicialmente al consejo del comercio de mercancías, al consejo del comercio de servicios ervicios o al consejo de los ADPIC, respectivamente, para que las examinen dentro de un plazo que no excederá de 90 días. Al final de dicho plazo, el consejo correspondiente presentará un informe a la conferencia ministerial. 4. En toda decisión de la conferencia ministerial por la que se otorgue una exención se indicarán las circunstancias excepcionales que justifiquen la decisión, los términos y condiciones que rijan la aplicación de la exención y la fecha de expiración de ésta. Toda exención otorgada por un período de más de un año será objeto de examen por la conferencia ministerial a más tardar un año después de concedida, y posteriormente una vez al año hasta que quede sin efecto. 55 SERI E E S T UDI OS S OBR E integracion En cada examen, la conferencia ministerial comprobará si subsisten las circunstancias excepcionales que justificaron la exención y si se han cumplido los términos y condiciones a que está sujeta. Sobre la base del examen anual, la conferencia ministerial podrá prorrogar, modificar o dejar sin efecto la exención. 5. Las decisiones adoptadas en el marco de un acuerdo comercial plurilateral, incluidas las relativas a interpretaciones y exenciones, se regirán por las disposiciones de ese acuerdo. Artículo XII Acuerdo OMC: Adhesión 1. Todo estado o territorio aduanero distinto que disfrute de plena autonomía en la conducción de sus relaciones comerciales exteriores y en las demás cuestiones tratadas en el presente acuerdo y en los acuerdos comerciales multilaterales podrá adherirse al presente acuerdo en condiciones que habrá de convenir con la OMC. Esa adhesión será aplicable al presente acuerdo y a los acuerdos comerciales multilaterales anexos al mismo. 2. Las decisiones en materia de adhesión serán adoptadas por la conferencia ministerial, que aprobará el acuerdo sobre las condiciones de adhesión por mayoría de dos tercios de los miembros de la OMC. 56 3. … Si leemos estas disposiciones con atención descubriremos, quizá con enorme sorpresa para algunos, que no aparece por ningún lado la palabra “aceptación”. • ¿Significa ello que la OMC es capaz de crear derecho nuevo, por ejemplo en una cuestión de tan enorme importancia como la accesión de China a la organización, sin que exista ningún procedimiento nacional interno de ratificación o aceptación? Para comprender correctamente el sentido de esta cuestión debe tenerse claro que la accesión de un nuevo miembro a la OMC no significa simplemente que este nuevo miembro “firma y dice sí” al derecho antiguo ya existente. Al contrario, la accesión se lleva a cabo a través de un voluminoso protocolo de aceptación lleno de reglas jurídicas que antes no existían. • ¿Significa ello que los derechos adquiridos con la ratificación de los acuerdos de la ronda Uruguay pueden quedar substancialmente recortados al concederse un waiver, por ejemplo a la Comunidad Europea, sin ningún tipo de procedimiento de aceptación o ratificación de este recorte por parte de los parlamentos nacionales? La respuesta es muy sencilla: Sí. La mejor manera de comprobarlo es ir a la página web de la OMC y leer allí las ÍNDICE Capítulo 3.- El derecho económico internacional (ii): las dos técnicas de producción del dei decisiones de los órganos de la OMC que conceden waivers o los protocolos de accesión de nuevos miembros, que son protocolos entre cada nuevo miembro y la OMC en tanto que tal (y no con los miembros de la organización). En la próxima sección trabajaremos con un cierto detalle dos de aquellos waivers, especialmente significativos para los estados latinoamericanos y que recortaron sus derechos frente a la Comunidad Europea. 3.1.2.- Ejemplos de las dos técnicas de producción de derecho extraídos de los tratados constitutivos de la Unión y de la Comunidad Europea y comparación con los ejemplos de los acuerdos OMC Tomemos en primer lugar un ejemplo bien sencillo pero de extraordinaria importancia: el relativo al establecimiento del arancel exterior común de la Comunidad Europea, una verdadera unión aduanera. Veremos que este ejemplo confirma que, en algunas cuestiones, es cierto que el tratado constitutivo de la Comunidad Europea utiliza la segunda técnica de producción de derecho económico internacional. Artículo 26 ÍNDICE El Consejo, por mayoría cualificada y a propuesta de la comisión, fijará los derechos del arancel aduanero común. (por unanimidad antes del acta única) Comprobamos que es la Comunidad Europea, por medio de una decisión del consejo a propuesta de la comisión, quien determina el arancel aduanero común que luego deberán aplicar, en todos los puntos de entrada, las autoridades aduaneras (que siguen siendo nacionales). Hemos oído todos hablar tanto de la “supranacionalidad” de la Comunidad Europea que una tal disposición no nos sorprende. ¿Qué puede parecernos más natural que el hecho de que la comunidad, una verdadera unión aduanera, determine “su” arancel externo? Pero precisamente porque hemos oído hablar tanto de la “supranacionalidad” de la Comunidad Europea, lo que nos sorprende es descubrir que la liberalización del comercio intrazona se llevó a cabo utilizando la primera técnica, es decir usando un mecanismo que algunos deberían denominar un proceso intergubernamental absolutamente clásico. Efectivamente, retomemos las disposiciones básicas en esta materia, que ya nos han servido en el capítulo precedente para ilustrar el primer tipo de reglas que hemos distinguido: las de acceso al mercado. Artículo 25 Tratado constitutivo de la Comunidad Europea Quedarán prohibidos entre los estados miembros los derechos de aduana de importación y exportación o exacciones de efecto equivalente. Esta prohibición se aplicará también a los derechos de aduana de carácter fiscal. 57 SERI E E S T UDI OS S OBR E integracion En el TCEE de 1957 (Tratado de Roma), figuraban aquí todas las disposiciones transitorias relativas a: • La progresiva eliminación de aranceles en el comercio entre estados miembros. • La progresiva unificación del arancel externo común. Estas disposiciones fueron eliminadas por el tratado de Amsterdam para simplificar el texto de los tratados. Artículo 28 Tratado constitutivo de la Comunidad Europea Quedarán prohibidas entre los estados miembros las restricciones cuantitativas a la importación, así como todas las medidas de efecto equivalente. Artículo 29 Tratado constitutivo de la Comunidad Europea Quedarán prohibidas entre los estados miembros las restricciones cuantitativas a la exportación, así como todas las medidas de efecto equivalente. ¿Dónde aparecen en estos artículos la comunidad o sus instituciones? ¿Dónde se habla de la creación de nuevo derecho por ellas? La respuesta es de nuevo bien sencilla: En ninguna parte. Estos artículos no son hijos de la Comunidad Europea sino de sus estados miembros que, en un tratado entre ellos, se impusieron las obligaciones 58 enunciadas en ellos, obligaciones que luego cumplieron escrupulosamente modificando sus correspondientes legislaciones internas. Tampoco debe sorprendernos por ello que, artículos equivalentes o similares, se encuentren en otros esquemas legales reguladores de relaciones económicas internacionales y respecto a los cuales nadie hable de “supranacionalidad” (el NAFTA/ TLCAN, por ejemplo). Y debe seguir sin sorprendernos que el procedimiento de reforma de los tratados constitutivos de la Comunidad y de la Unión Europea 13siga la lógica de la primera técnica y se aproxime mucho, en el fondo, al procedimiento previsto para la reforma de los acuerdos OMC: una fase de discusión/negociación en la que los órganos de la organización participan activamente y otra fase (la decisiva en términos de adopción y entrada en vigor) que se desarrolla fuera de la organización, en el interior de cada uno de los estados miembros (la palabra clave, en el acuerdo OMC, era “aceptación” por los miembros y, en el caso de los tratados CE y UE es “ratificación” también por los miembros: se trata, en el fondo, de lo mismo). Artículo 48 Tratado de la Unión Europea, aplicable también al tratado constitutivo de la Comunidad Europea 13 Como se verá, la Comunidad Europea y la Unión Europea siguen siendo dos animales jurídico-políticos distintos, regulados también por tratados distintos, el tratado CE y el tratado UE, si bien hay referencias cruzadas entre los dos tratados. ÍNDICE Capítulo 3.- El derecho económico internacional (ii): las dos técnicas de producción del dei El Gobierno de cualquier estado miembro, o la comisión, podrá presentar al consejo proyectos de revisión de los tratados sobre los que se funda la unión. Si el Cconsejo, previa consulta al Parlamento Europeo y, en su caso, a la comisión, emite un dictamen favorable a la reunión de una conferencia de los representantes de los gobiernos de los estados miembros, ésta será convocada por el presidente del consejo, con el fin de que se aprueben de común acuerdo las modificaciones que deban introducirse en dichos tratados. En el caso de modificaciones institucionales en el ámbito monetario, se consultará también al consejo del banco central europeo. Las enmiendas entrarán en vigor después de haber sido ratificadas por todos los estados miembros, de conformidad con sus respectivas normas constitucionales. Podríamos incluso afinar la comparación diciendo que los tratados UE y CE son aún “más intergubernamentales” en este punto que el acuerdo OMC porque no contemplan ningún caso de posible reforma que pueda entrar en vigor sin la aceptación/ratificación de absolutamente todos los estados miembros, mientras que, como hemos visto, el acuerdo OMC sí lo contempla para algunos aspectos. ÍNDICE Lo que quizá sí debe ya sorprendernos (pero a la vez nos hará enterrar definitivamente muchas vulgaridades que hemos oído y leído en materia de “supranacionalidad” e “intergubernamentalismo”, si no es que, como sería bien aconsejable, nos hace enterrar definitivamente esta terminología) es descubrir que, en una materia tan importante como la accesión o adhesión de nuevos miembros, mientras que los acuerdos OMC utilizan, como ya hemos visto, la segunda técnica (la “supranacional”) los tratados de la unión y de la Comunidad Europea utilizan la primera: la “intergubernamental”. En efecto, veamos la disposición del tratado de la Unión Europea que regula la adhesión de nuevos estados miembros: Artículo 49 del tratado de la Unión Europea, aplicable también al tratado de la Comunidad Europea Cualquier estado europeo que respete los principios enunciados en el apartado 1 del artículo 6 podrá solicitar el ingreso como miembro en la unión. Dirigirá su solicitud al consejo, que se pronunciará por unanimidad después de haber consultado a la comisión y previo dictamen conforme del Parlamento Europeo, el cual se pronunciará por mayoría absoluta de los miembros que lo componen. Las condiciones de admisión y las adaptaciones que esta admisión supone en lo relativo a los tratados sobre los que se funda la unión serán objeto de un acuerdo entre los estados miembros y el estado solicitante. Dicho acuerdo se someterá a la ratificación de todos los estados contratantes, de conformidad con sus respectivas normas constitucionales. 59 SERI E E S T UDI OS S OBR E integracion Como con el procedimiento de reforma de los tratados, hay una fase en la que intervienen las instituciones regionales, pero lo decisivo es que el acuerdo no es un acuerdo con la organización (como en el caso de la OMC) sino un acuerdo con “los estados miembros”, sometido, por tanto, a la ratificación de todos ellos. se mezcla y confunde erróneamente con otras distinciones y se asocia también erróneamente con ciertas características de dicho derecho). 3.1.3.- Conclusión: ¿Cómo diferenciar correctamente las dos técnicas? comunitario, comenzando por el de la OMC. La primera técnica de producción del derecho internacional debe ser siempre utilizada al crear un marco jurídico específico para las relaciones económicas internacionales: siempre debe haber un tratado o acuerdo internacional que lo cree y que deberá ser aceptado o ratificado por las partes. Y este tratado o acuerdo puede ser siempre completado o modificado por otro instrumento de las mismas características, aceptado o ratificado de la misma manera que el primero. De lo que se trata es de si este acuerdo o tratado, que crea el derecho “primario” o “originario”, instituye o no un mecanismo de producción de nuevo derecho que será aprobado y entrará en vigor sin necesidad de un acto de aceptación o ratificación por las partes. A este derecho lo podemos denominar derecho “secundario” o “derivado”. Esta distinción es ampliamente conocida con referencia al derecho comunitario europeo (si bien, como veremos más adelante, hay también mucha incomprensión en torno a ella y 60 Causa, en general, enorme sorpresa comprobar que es aplicable igualmente a otros ordenamientos jurídicos internacionales que no son el derecho 3.2.- Unas aclaraciones sobre la segunda técnica de producción de derecho La distinción entre derecho primario y derecho derivado no es una sutileza jurídica sin efectos prácticos. Al contrario, resulta esencial ya no para desarrollar sino para concebir adecuadamente la regulación jurídica de las relaciones económicas internacionales y, de modo especial, de la integración regional. En efecto, dicha distinción, como discutiremos más adelante, tiene que ver con las diferentes “dimensiones” de la integración regional: • Tiene toda lógica (sobre todo política) tratar en dos planos los problemas de la integración: en el plano del derecho primario, establecer las obligaciones fundamentales, que definen el proceso y aseguran su continuidad y estabilidad en el tiempo y, en el plano del derecho secundario, las normas más de detalle y más ÍNDICE Capítulo 3.- El derecho económico internacional (ii): las dos técnicas de producción del dei susceptibles de ser cambiadas, que precisamente persiguen la adaptación del proceso a circunstancias cambiantes. Así, la distinción entre derecho primario y secundario ayuda a pensar los procesos, así como su articulación jurídica y política. • La existencia o no de un mecanismo autónomo de producción de derecho secundario predetermina la elección de los temas. Por ejemplo, la experiencia parece demostrar que es imposible tratar el problema de las normas técnicas sobre la base del derecho primario. Se trata de un problema que, aunque sólo sea por su complejidad, únicamente puede ser abordado por el derecho secundario, de manera pausada y gradual a lo largo del tiempo y permitiendo la adaptación de las normas al progreso técnico y, en general, al cambio de circunstancias. ÍNDICE • Finalmente, también se trata de una distinción que tiene que ver con la propia credibilidad del derecho de la integración. En efecto, como el propio derecho OMC demuestra, es mejor disponer de un mecanismo para producir un derecho secundario relativo a excepciones, que pretender fijar en mármol las reglas en forma de derecho primario, sin ninguna posibilidad de excepción; o bien inscribir también en el derecho primario un número de excepciones que lo desnaturalice. Sin este derecho secundario de las excepciones, es muy posible que la única alternativa sea la violación pura y simple de las reglas de derecho primario, con la pérdida de credibilidad que dicha violación acarrea para el conjunto del proceso. Lo que estamos discutiendo es la creación del nuevo derecho internacional que liga a las partes. La pregunta es: ¿Se establece un mecanismo autónomo de creación de derecho secundario o derivado, o bien todo derecho nuevo debe ser “derecho primario” que exige la negociación, aprobación y ratificación de un nuevo tratado o acuerdo internacional? Cuáles sean, en ambos casos, los efectos de este derecho en el plano interno de cada país desde la perspectiva de los particulares es, una cuestión completamente distinta que no debe confundirse con la de la existencia del derecho entre Estados y los estados. Evidentemente, la segunda técnica de producción del derecho ha de tener un ámbito de aplicación muy preciso. Si no fuera así, se daría una especie de cheque en blanco a un mecanismo internacional, que podría llegar a vaciar de contenido a los propios estados que lo han engendrado. Por ello, uno de los principios fundamentales del proceso de integración europeo es el que se ha denominado como “principio de atribución de competencias” a la comunidad. La comunidad no tiene la capacidad de determinar su propia competencia sino, muy al contrario, sólo dispone de aquéllas que le han sido atribuidas en los tratados. Por eso, cada pieza de legislación de la Comunidad 61 SERI E E S T UDI OS S OBR E integracion Europea debe comenzar con una identificación del artículo específico del tratado que le atribuye la competencia para producir derecho en el ámbito material de que se trate (este artículo es la “base jurídica” del acto). Puede ser útil comprobar cómo este principio queda incorporado en el artículo 5 del tratado constitutivo de la Comunidad Europea: “La comunidad actuará dentro de los límites de las competencias que le atribuye el presente tratado y de los objetivos que éste le asigna”. La segunda técnica de producción de derecho tiene grandes ventajas pero también encierra grandes peligros. Es una técnica que aleja aún más el derecho de los ciudadanos (comenzando por la producción del mismo). Refuerza el poder de los gobiernos (que son quienes están representados en los órganos o instituciones internacionales que producen el derecho derivado) frente a los parlamentos (que, en relación con el derecho primario, conservan al menos el poder de aprobar su ratificación o no). Por ello debemos ser cautos en su utilización. Vale aquí la misma reflexión con la que cerrábamos el capítulo precedente: se trata de saber que disponemos de dos técnicas de producción de derecho, el arte consiste en saber utilizarlas adecuadamente. 3.3.- La segunda técnica y las pretendidas “imposibilidades constitucionales” para avanzar en la integración regional 62 Se argumenta en muchas ocasiones en América Latina que una de las dificultades con la que se enfrentan los procesos de integración en la región es la que, en algunos países (se cita normalmente a Brasil en primer lugar), la constitución impide la existencia de un mecanismo de producción de derecho derivado como el que hemos estado discutiendo. Acabamos de comprobar, de la mejor manera posible -es decir por la experiencia y no en base a argumentos apriorísticos abstractos-, que ello no es así. Todos los países que son miembros de la OMC han aceptado sin pestañear ni rechistar la existencia de un mecanismo autónomo de producción de derecho derivado. Como hemos de asumir que la membresía de la OMC no es anticonstitucional, debemos concluir, simple y llanamente, que aquellas pretendidas “imposibilidades u obstáculos constitucionales” son tan sólo una manera disfrazada de referirse a la falta de voluntad política para aceptar, en el marco de los procesos de integración regional con los vecinos, aquello que sí se acepta en el marco de las relaciones con Estados Unidos y la Comunidad Europea y sus estados miembros en el seno de la OMC, por ejemplo. Esta constatación sobre la inexistencia de “obstáculos constitucionales” para la utilización de la segunda técnica de producción de derecho, debe conducirnos a mirar la realidad lúcidamente y eliminar fantasmas jurídico-políticos. Ilustraré esta actitud con el ejemplo siguiente. ÍNDICE Capítulo 3.- El derecho económico internacional (ii): las dos técnicas de producción del dei ÍNDICE Supongamos que estamos redactando un tratado de integración y llegamos a uno de los artículos finales, el de la posible accesión de nuevos miembros. Para muchos sería un dogma que la entrada de nuevos miembros debe seguir la primera técnica de producción del derecho: la firma y ratificación de un nuevo tratado internacional entre los miembros “fundadores” y el nuevo miembro. Todo tipo de argumentos serían seguramente utilizados para justificar el dogma, comenzando por el de la “imposibilidad constitucional” de hurtar a los parlamentos su poder de autorizar la ratificación de tal tratado. Pues bien, acabamos de descubrir que ésto no es un dogma sino una cuestión abierta, a apreciar y decidir en términos políticos: efectivamente, todos los países han aceptado sin rechistar la utilización de la segunda técnica de producción de derecho para la accesión de nuevos miembros a la OMC y no han vacilado en hurtar a sus parlamentos toda posibilidad de ratificar el acuerdo internacional sobre la base del cual se ha producido la accesión de China a la OMC, por ejemplo, para citar uno de los hechos más relevantes ocurridos en el panorama de las relaciones económicas internacionales en la última década. Y tal posibilidad fue aceptada por los propios parlamentos cuando aprobaron en 1994 la ratificación de los acuerdos de la ronda Uruguay. Y que quede claro que yo no estoy convencido en absoluto de la bondad de tal procedimiento de accesión; pero una cosa es mi juicio político y otra negarse a ver la realidad como es. Para cerrar este argumento apuntaré simplemente una idea complementaria que debe permitir acabar de convencerse que estas pretendidas “imposibilidades constitucionales” pura y simplemente no existen. Aun sin ser unos especialistas, todos sabemos que el consejo de seguridad de Naciones Unidas tiene en ciertos casos el poder de adoptar (y efectivamente adopta) decisiones obligatorias para todos los miembros de la organización, ¡¡incluso para aquellos miembros que ni siquiera forman parte del consejo!! ¿No constituye este hecho el mejor ejemplo de nuestra segunda técnica de producción de derecho? ¿Es anticonstitucional en algún país la pertenencia a Naciones Unidas? 3.4.- La confusión entre dos cuestiones: la de la existencia o no de un mecanismo autónomo de producción de derecho (segunda técnica) y la de la composición y reglas de votación del órgano o institución que lo produce El derecho secundario o derivado no llueve de Marte o Júpiter. Si existe no es sólo porque un tratado (derecho primario) lo permite, sino porque se ha instituido un órgano o institución con el poder de crearlo. Y quienes componen este órgano o institución tampoco son extraterrestres venidos del espacio: no pueden ser otra cosa que representantes de los gobiernos de los estados que son parte contratante del tratado o personas nombradas por ellos. Este hecho evidente 63 SERI E E S T UDI OS S OBR E integracion ha quedado oscurecido por dos malas informaciones o interpretaciones muy generalizadas en torno al proceso de integración europeo, que se presenta no sólo como el paradigma (lo cual podría ser correcto) sino como el único caso (lo cual, como hemos visto, es del todo incorrecto) de “supranacionalidad”, como confusamente se califica nuestra segunda técnica de producción del derecho. • La mala información se refiere a cuál es la institución que dispone del poder de producción del derecho derivado en el marco de la Comunidad Europea: contrariamente a lo que muchos piensan, dicha institución no es la comisión sino el consejo, compuesto por los representantes de los gobiernos de los estados miembros (siempre a propuesta de la comisión y con una participación variable, y en algunos casos muy importantes totalmente nula, del parlamento europeo). • La mala interpretación deriva del adjetivo “intergubernamental” con que muchas veces se califica al consejo. Al hacerlo se genera una confusión muy perniciosa entre la “composición” del consejo, ciertamente compuesto por representantes de los gobiernos, y su naturaleza, absolutamente “supranacional”, si se quiere aún seguir utilizando el objetivo, porque es precisamente él quien encarna el mayor atributo de la supranacionalidad: la capacidad de producir autónomamente derecho. 64 No afecta tampoco a la naturaleza de la segunda técnica de producción del derecho -ni a la del derecho creado a través de ella- cuáles son las reglas de voto mediante las cuales se adoptan las correspondientes decisiones de los órganos o instituciones que crean el nuevo derecho. Examinemos de nuevo la experiencia en vez de enzarzarnos en discusiones apriorísticas y abstractas. El consejo de la Unión Europea, la institución compuesta por representantes de los gobiernos que, como acabo de apuntar, crea el derecho comunitario derivado, toma sus decisiones con una gran variedad de reglas de voto (con distintos tipos de mayoría y, en algunos casos, por unanimidad, entendida como la existencia de votos a favor sin ninguno en contra, aunque hayan abstenciones). Pues bien, la naturaleza del consejo y la naturaleza del derecho creado por él no varía en absoluto en función de dichas reglas de voto. Aclaremos el punto con el siguiente argumento: • Lo que realmente afecta internamente a la construcción jurídico-políticoconstitucional de los estados miembros es la existencia o no de un mecanismo internacional autónomo de producción de un nuevo derecho (porque este nuevo derecho secundario escapará a las exigencias formales, incluyendo la intervención del parlamento, previstas para la aprobación del derecho internacional primario). ÍNDICE Capítulo 3.- El derecho económico internacional (ii): las dos técnicas de producción del dei • Las reglas de voto aplicables dentro de este mecanismo autónomo ni quitan ni añaden nada a la primera cuestión. En el fondo constituyen un problema de pura política internacional que puede plantearse, simplificadamente, de la manera siguiente: ¿Qué nos importa más en cada caso: poder bloquear una decisión que cuente con el acuerdo de los otros miembros o que nadie nos pueda impedir una decisión que nos interese y que cuente con un mínimo grado de acuerdo de otros miembros? Si nos importa más lo primero (actitud “defensiva”) estaremos a favor de la regla de la unanimidad (que nos da un poder de veto) y si nos importa más lo segundo (actitud “ofensiva”) estaremos a favor de una regla de mayoría poco cualificada que dificulta la génesis de minorías de bloqueo. ÍNDICE • Resumiendo, el tema de la existencia o no de un mecanismo autónomo de producción de derecho puede discutirse en términos de “soberanía” (o, para ser más precisos y no tan grandilocuentes, de distribución de competencias entre el estado y el mecanismo u organización internacional que creamos). El tema de las reglas de voto no tiene nada que ver con todo esto, es un puro problema político de equilibrios de poder en el plano internacional, que es muy posible que queramos resolver de manera distinta según los casos. Hay un caso concreto que ilustra muy bien los problemas que acabamos de discutir. Se trata del problema de la creación de derecho derivado dentro del MERCOSUR. Existen dentro del marco del MERCOSUR órganos dotados de la capacidad de creación de derecho, al menos así lo establecen con toda claridad el Tratado de Asunción y el Protocolo de Ouro Preto añadido al mismo. Estos órganos, compuestos por representantes de los gobiernos de los estados parte (como el consejo de la Unión Europea, no lo olvidemos nunca) deciden por consenso. ¿Cuál es el problema de la creación de derecho derivado en el MERCOSUR: cambiar la regla de voto del consenso por una regla de voto por mayoría que permitiera a los otros tres estados parte minorizar a Brasil? Es evidente que éste no es el problema. Es cierto que en algún caso muy concreto podría pensarse en decisiones por mayoría, por ejemplo para autorizar medidas de salvaguarda transitorias por algún miembro (no olvidemos que, en el marco de la OMC, todos los países del MERCOSUR han aceptado esta posibilidad sin rechistar para los waivers). Pero con carácter general, a nadie le pasa por la imaginación que el MERCOSUR pueda funcionar con una regla que permita minorizar a Brasil. Por tanto, el problema no es la regla del consenso. El verdadero problema es que el mecanismo de producción del derecho derivado del MERCOSUR no es en realidad autónomo, aunque dicho derecho haya sido creado por consenso por los 65 SERI E E S T UDI OS S OBR E integracion correspondientes órganos, todos ellos compuestos por representantes de sus gobiernos. Y no es en realidad autónomo porque este derecho no entra en vigor como derecho del MERCOSUR hasta que ha sido “internalizado”, es decir, convertido en derecho interno. Por tanto, para resolver el problema del derecho derivado del MERCOSUR, la cuestión central no es ni la de la composición de los órganos que lo producen, ni la de las reglas de voto aplicables en estos órganos, sino la de permitir que dicho derecho entre en vigor tras su aprobación (como sucede en la OMC con los waivers o con la accesión de nuevos miembros) en vez de someterlo a un procedimiento de “internalización” cuyo único efecto es el de enviar al limbo por un periodo indeterminado, el derecho emanado de sus órganos. de servicios en el marco del GATS y otros foros han puesto de moda (al menos entre expertos y practicantes) la jerga del método de listas “positivas” y “negativas” para definir el ámbito de las obligaciones en dichas áreas. Estas técnicas son aplicables a otras áreas cubiertas por procesos de integración regional y, más en general, por cualquier tipo de normas de derecho económico internacional. Es posible definir obligaciones generales como reglas sujetas a ciertas excepciones. Estas normas por lo tanto aplican “excepto si…”. Las excepciones, por su parte, pueden formularse en dos formas diferentes: 3.5.- Los dos métodos para definir el ámbito de las obligaciones • La primera consiste en excluir de la aplicación de las normas generales ciertos sectores, aspectos o áreas específicas. Este es el caso, por ejemplo, del artículo II del GATS (la obligación NMF) o de muchas obligaciones impuestas por los tratados bilaterales de inversión promovidos por los Estados Unidos. Ya he mencionado en el estudio referido a “las negociaciones entre la Comunidad Europea y sus estados miembros y Centroamérica vistas desde la perspectiva de la Unión Europea”, realizado en el marco de este mismo proyecto14, que las negociaciones internacionales en materia de comercio • La segunda, se basa en no excluir a priori ningún sector y, en cambio, definir ciertas circunstancias bajo las cuales las partes a un acuerdo dejan de estar obligadas a aplicar la norma. Este es el caso, por ejemplo, de la serie de excepciones previstas por el GATT. 14 Torrent, Ramón (2009) “Las Negociaciones entre la Comunidad Europea y sus estados miembros y Centroamérica vistas desde la perspectiva de la Unión Europea”, estudio realizado en el marco del proyecto ADAPCCA, Sección 2.4. Si bien la jerga de la “lista negativa” se refiere al primer tipo de excepción, no debemos olvidar que las excepciones en 66 ÍNDICE Capítulo 3.- El derecho económico internacional (ii): las dos técnicas de producción del dei el segundo sentido pueden constituir de alguna manera una alternativa a la lista “negativa”. Por otro lado, también es posible definir el contenido de las obligaciones y determinar su ámbito de aplicación en una “lista de compromisos”. En este caso, las obligaciones aplican “en cuanto…” o “en la medida en que…”. Para muchos, esta técnica, bautizada como la “lista positiva”, es sinónimo de GATS (que, como veremos más adelante, hace uso, sin lugar a dudas, de dicha técnica). Sin embargo, el artículo II del GATT también recurre a este método. En efecto, las listas de compromisos previstas en esta disposición no son más que “listas positivas”, como aquellas previstas por el GATS. Los expertos en el tema generalmente afirman que las listas “negativas” y “positivas” pueden llevar a resultados iguales. Este argumento es a la vez obvio y confuso: ÍNDICE • Por supuesto, el contenido de una obligación general puede ser prácticamente anulado si el alcance de las excepciones (la lista negativa) es amplio y profundo (o si se prevé una excepción “horizontal” amplia). Al mismo tiempo, el contenido de una obligación, cuyo alcance es determinado a través de una lista positiva, puede ser muy vasto y profundo si la lista es lo suficientemente amplia. • Sin embargo, la lógica que subyace a ambas técnicas, es muy diferente. En el caso de la lista negativa, la lógica (y la práctica, en los casos más relevantes) establece un horizonte (como mínimo) de liberalización plena (en el caso de reglas de acceso a mercados) o de trato irrestricto y no discriminatorio (en el caso de una norma de trato). En el caso de la lista positiva, la lógica subyacente es distinta: la idea es definir un “piso” de liberalización o de trato no discriminatorio, que no puede pasarse mediante cambios en las políticas nacionales. Asimismo, si consideramos la “doble universalidad” (ver más arriba) de la noción de trato a las empresas, podemos argumentar que una lista de excepciones específicas solo implica la consecución de una “universalidad a un nivel más bajo”, pero universalidad al fin. En cambio, una lista positiva de sectores, jamás alcanzaría ningún nivel de “universalidad”. 3.6.- Un comentario adicional sobre las arreglos institucionales Los arreglos institucionales (incluidas la solución de controversias y el control judicial) no son en sí mismos instrumentos (o “herramientas”) de la integración. Pueden plantearse, en todo caso, como “instrumentos al servicio de los instrumentos”. Puede afirmarse que los mercados están más o menos integrados en función de las normas de liberalización del comercio de bienes o de los movimientos de capital, 67 SERI E E S T UDI OS S OBR E integracion por ejemplo (o bien, por normas de armonización de estándares, en otro caso). Las medidas institucionales coadyuvan a incrementar o a reducir, según sea el caso, la efectividad de estas normas y a facilitar su adaptación. Sin embargo, no integran, por sí mismas, los mercados. y Tribunal por el lado de la de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC). En este contexto, se está nuevamente en presencia de una clara distinción entre los instrumentos (las normas regionales comunes) y los arreglos institucionales (asignados a cada parte) para su implementación. Un examen comparativo comprueba que, mientras las normas sean efectivas, la integración (o el riesgo de fracaso) procederá exitosamente sin importar las disposiciones institucionales adoptadas en cada proceso. El TLCAN y la Comunidad Europea comparten algunos éxitos a pesar de abordar las instituciones de manera completamente distinta. MERCOSUR, por su parte, tiene un andamiaje institucional mucho más sencillo y, sin embargo, comparte muchos de los fracasos de la institucionalmente “densa” Comunidad Andina. La existencia o no de un presupuesto regional debe ser también discutida como un problema de arreglos institucionales y no de adecuación de los instrumentos jurídicos. Las actividades públicas regionales pueden ser implementadas a través de presupuestos nacionales o regionales, o bien mediante una mezcla de ambos. Hay dos ejemplos ilustrativos en la experiencia europea. El primero es el caso de la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC). En su concepción original en el Tratado de Maastricht, la PESC preveía dos maneras alternativas de implementación presupuestaria: a través del presupuesto de la Comunidad Europea y a través de los presupuestos nacionales. El segundo ejemplo se refiere al caso de la Política Agrícola Común, cuyo futuro depende, al menos en parte, de si la actual implementación a través del presupuesto de la comunidad es mantenida o al menos parcialmente transferida y financiada a través de los presupuestos nacionales. Cada alternativa impacta significativamente en la fuerza y dinamismo del proceso. Este argumento puede aplicarse incluso a las políticas que rigen la competencia regional. Aparentemente, ésta no podría existir sin las instituciones o entidades regionales encargadas de implementarlas. No obstante, el ejemplo del Espacio Económico Europeo (“European Economic Area”) prueba exactamente lo contrario. Si bien el Tratado Constitutivo incluye disposiciones en materia de política de competencia, su implementación fue dejada en manos de las instituciones en ambos lados del acuerdo: las instituciones preexistentes por el lado de la Comunidad Europea, y las nuevas Autoridad de Vigilancia 68 3.7.- Un comentario adicional acerca de la integración positiva y negativa ÍNDICE Capítulo 3.- El derecho económico internacional (ii): las dos técnicas de producción del dei Como es bien sabido, la distinción entre integración “positiva” y “negativa” se remonta a los trabajos de Tinbergen15. Pinder introdujo dicha distinción en la discusión sobre la integración europea16. Desde entonces, ambos conceptos han sido ampliamente utilizados, por ejemplo por Nicolaodis17, y han recibido un nuevo ímpetu con el más reciente trabajo de Sharpf18. Sin embargo, aún resulta difícil precisar lo que significa exactamente. En Tinbergen, la integración “positiva” parece estar relacionada principalmente con la existencia de normas comunes, ya sea mediante la cesión de competencias a alguna entidad supranacional o a través de acciones conjuntas; mientras que la integración “negativa” estaría vinculada a la no-discriminación en las normas y políticas económicas nacionales sujetas al control conjunto. Por el contrario, en Sharpf, la distinción es presentada en términos de enfoques políticoideológicos en las políticas económicas. Así, la integración “negativa” está ligada básicamente a una aproximación basada en la liberalización y la desregulación, mientras que la integración “positiva” 15 Tinbergen, J. (1951) “International Economic Co-operation”, Amsterdam y Bruselas, Elsevier; Londres, Cleaver Hume Press, 1954. 16 Pinder J. (1968) “Positive Integration and Negative Integration: Some Problems of Economic Union in the EEC”, World Today 24/3. ÍNDICE 17 Nikolaodis, K. (1997) “Mutual Recognition of Regulatory Regimes: Some Lessons and Prospects”, Working Paper Nº 8/97 Jean Monnet Center, New York University School of Law. 18 Scharpf, Fritz W. (1997), “Balancing Positive and Negative Integration: The Regulatory Options for Europe”, MPIfG Working Paper 97/8 (http:// www.mpifg.de/pu/workpap/wp97-8/wp97-8.html). está orientada a la intervención pública en la economía (a través de normas y políticas regionales). Pinder parece ubicarse entre ambos extremos: las normas conjuntas o comunes resultarían insuficientes para tildar la integración como “positiva”, a fin de calificar en dicha categoría, el proceso debería tener además algún propósito de bienestar. De todas formas, la distinción entre integración “positiva” y “negativa” continúa siendo particularmente útil como un mecanismo para definir, en un plano muy general, distintas aproximaciones a la integración (y así se utilizará en las líneas siguientes): una más orientada a la eliminación de las restricciones al acceso a mercados y la otra basada en mayor medida, en el establecimiento de una normativa para la regulación de un mercado más o menos unificado. No obstante, esta diferenciación parece muy difícil de aplicar a casos significativos. Bastarán dos ejemplos para argumentar sobre este punto: Las directivas de la Comunidad Europea para la liberalización de los movimientos de capitales aparentan ser un claro ejemplo de integración “negativa”. Sin embargo, fueron promulgadas de acuerdo a lo que, en términos de Tinbergen, sería un claro ejemplo de integración “positiva” (y serían defendidas como tales por muchos en la comisión europea), porque eran “legislación comunitaria secundaria”. En términos políticos, el capítulo XI del TLCAN sobre inversiones podría 69 SERI E E S T UDI OS S OBR E integracion ser considerado por muchos alrededor del mundo, como un ejemplo típico de integración “negativa” ya que reduce sustancialmente la capacidad de los gobiernos para intervenir en la economía. Es innegable, no obstante, que el capítulo XI constituye una excelente ilustración de normas comunes que claramente trascienden la liberalización de acceso (por ejemplo, en la protección de las inversiones). Por tanto, el mismo también podría presentarse como un excelente ejemplo de integración “positiva”. El marco analítico desarrollado en el presente trabajo puede obtener los mismos resultados que la distinción entre integración “positiva” y “negativa”, siendo al mismo tiempo mucho más preciso para otros propósitos. 3.8.- La aplicación de las distinciones al gatt y su evolución Las tres distinciones presentadas en los apartados precedentes permiten arrojar mucha luz sobre el análisis de la arquitectura del GATT (a fin de simplificar, me referiré al GATT de 1994 y al Acuerdo OMC). • En lo concerniente a los tipos de normas, el GATT utiliza solamente el primero y el segundo: o Normas de acceso aplicables a las importaciones (artículo II en particular). o Normas de trato: 70 Una norma de Nación Más Favorecida (en adelante, “NMF”) aplicable a las importaciones (artículo I). Una norma de Trato Nacional (en adelante, “TN”) aplicable a la legislación interna (artículo III). Pero esta legislación interna no es objeto del tercer tipo de normas (normas de derecho uniforme). o Sin embargo, en la evolución del GATT desde sus inicios y, en particular, en las rondas de negociaciones de Tokio y Uruguay, comenzó a aparecer la necesidad de algún grado de uniformidad legal. Dicha necesidad explica el nacimiento de algunos de los otros acuerdos del anexo 1 A del acuerdo OMC y, en particular, los referidos a las barreras técnicas, asuntos sanitarios y fitosanitarios y subsidios (y agricultura, en lo que se refiere a subsidios). • En lo que respecta a la técnica de producción de las normas, el GATT utiliza (quizás para la sorpresa de muchos, incluyendo numerosos expertos) los dos mecanismos que distinguimos en los capítulos anteriores: o El GATT opera principalmente a través de derecho primario. o También utiliza la segunda técnica, en la medida en que ÍNDICE Capítulo 3.- El derecho económico internacional (ii): las dos técnicas de producción del dei instituye un mecanismo capaz de producir derecho secundario que entra en vigor una vez que es aprobado por los órganos de la OMC, sin necesidad de ningún tipo de acto de ratificación o transposición por parte de los miembros. Este mecanismo se utiliza en asuntos extremadamente importantes: • Aprobación de “waivers” (a través de una disposición horizontal aplicable a todos los acuerdos de la OMC: el artículo IX.3 del acuerdo OMC). • Accesión de nuevos miembros y definición del conjunto de derechos y obligaciones que resultan de dicha incorporación (una vez más, a través de una disposición aplicable a todos los acuerdos de la OMC: el artículo XII del acuerdo OMC). • En lo que concierne a la técnica de definición de las obligaciones: ÍNDICE o El GATT utiliza el segundo tipo (“listas positivas”) para la definición de sus obligaciones principales de consolidación de cierto nivel de liberalización: las listas de concesiones que cada estado miembro anexa al Aacuerdo que, conforme al artículo II, son parte integral del mismo. o Sin embargo, sin llegar a introducir la técnica de las “listas negativas”, el GATT está provisto de una serie de excepciones 19que aplican a todas las obligaciones. Si se comparan el GATT y el GATS desde esta perspectiva, las diferencias pueden verse más claramente: • Con respecto al segundo aspecto (técnicas de producción de las reglas), la situación es la misma en ambos acuerdos, porque este aspecto está regulado de manera “horizontal” en el acuerdo OMC. Sin embargo, el GATS introduce posibilidades específicas de uso de la segunda técnica (derecho secundario). Así, el art. VI.4 encomienda al Consejo de Comercio de Servicios la producción de “disciplinas” que aseguren que las regulaciones domésticas autorizadas por dicho artículo, no constituyan barreras innecesarias al comercio. Que dichas posibilidades no se hayan puesto en práctica (de manera nada sorprendente a la vista de la sensibilidad del tema al que se refieren), no significa que no existan. • En relación al primer aspecto (tipo de reglas), el GATS se 19 Las excepciones del GATT pueden ser clasificadas en: a) Excepciones políticas generales (arts. XX y XXI). b) Excepciones relacionadas con la “arquitectura” del sistema multilateral (arts. XXIV y XXXVI). c) Excepciones justificadas por consideraciones de política interna (arts. XII y XIX). d) Anti-dumping y medidas compensatorias (art. VI). e) Excepciones ad hoc –“waivers”- (art. IX del acuerdo OMC). 71 SERI E E S T UDI OS S OBR E integracion limita también a reglas de acceso y trato. La necesidad de derecho uniforme también se hizo presente, en particular en ciertos sectores (Documento de Referencia de Servicios de Telecomunicación), pero el intento de usar este tipo de reglas en sectores de servicios en el marco del GATS sigue siendo embrionario. • En lo que respecta a la definición de las obligaciones, pueden encontrarse grandes diferencias entre el GATS y el GATT incluso si, como en el caso del marco del GATT, la liberalización de acceso a mercados es definida a través de una “lista positiva” de compromisos20: o Primero, además de una serie de excepciones similares a las del GATT, el GATS introduce la técnica de la “lista negativa” para definir el ámbito de aplicación de la regla general de NMF establecida por el art. II. o Segundo, la obligación de TN no es aplicable con carácter general como la establecida por el art. III del GATT. En cambio, solo es aplicable en aquellos sectores y aspectos incluidos en una “lista positiva21”. 20 Sin embargo, la técnica de la “lista negativa” se aplica una vez que un sector o subsector es incluido en una lista de compromisos: se liberaliza el acceso al sector excepto para aquellos aspectos específicamente indicados en la lista. 21 La técnica para la liberalización del acceso explicada en la nota al pie aplica también a la definición del ámbito de aplicación de la obligación de TN. 72 ÍNDICE Capítulo 4.El derecho económico internacional (iii): sus efectos ÍNDICE 73 SERI E E S T UDI OS S OB R E integracion 4.1.- El error de pensar que todas las reglas jurídicas tienen los mismos efectos y que todos los afectados por ellas pueden utilizarlas de la misma manera La discusión sobre los efectos del DEI queda viciada en muchas ocasiones por una incomprensión de qué es el derecho. Evidentemente, no es éste el lugar para una profunda y difícil discusión sobre teoría general del derecho, pero sí es indispensable aclarar algunos puntos que nos permitan, al menos, no emprender caminos incorrectos a la hora de utilizar la “caja de herramientas” estudiada en el presente trabajo. Las primeras ideas a retener son las siguientes: • Las reglas jurídicas tienen distintos atributos y efectos. Los particulares no se encuentran en la misma posición ante todas las estas reglas. Cuales sean los efectos de las regulaciones y la posición de los particulares ante ellas, es importante pero tampoco es decisivo para examinar el grado de eficacia que tiene el derecho para iluminar o modelar la realidad. Lo que cuenta es que el derecho “funcione”. Un derecho “pobre” en sus atributos o efectos pero que sea cumplido y obedecido será más eficaz para regular la realidad que un derecho muy “rico” en atributos 74 y efectos pero que sea ignorado o sistemáticamente violado. • La observancia del derecho depende de muchos factores, en buena parte de la “cultura política y cívica”, algo que en sí mismo depende de muchas circunstancias y de su evolución en el tiempo. Pero lo que es evidente es que la frase “no hay derecho sin policía” – es decir, sin represión en caso de violación – es falsa. Y ello, no porque la inversa de la frase no sea cierta (efectivamente todos sabemos que puede haber mucha represión sin que por ello se respete el derecho en vigor): este contraargumento no necesariamente privaría de validez aquella afirmación. La razón por la que aquella frase es falsa es porque existen casos empíricamente comprobables de derecho que ha funcionado relativamente bien (incluso muy bien) sin tener ningún mecanismo represivo o sancionador detrás. El ejemplo típico, muy pertinente para este trabajo, es precisamente el del derecho comunitario europeo, que durante decenios ha regido eficazmente un proceso de integración sin disponer hasta 1992 del más mínimo poder coercitivo o sancionador (y que es bien escaso a partir de esa fecha). Otro ejemplo pertinente es el del derecho del TLCAN/NAFTA, que también ha funcionado sin disponer de poder coercitivo. ÍNDICE Capítulo 4.- El derecho económico internacional (iii): sus efectos Conviene ilustrar la explicación de la primera de estas dos ideas con algunos ejemplos e introduciendo algunos términos especializados: • Supongamos que nosotros somos compradores finales de productos importados, que el estado aumenta los aranceles sobre dichos productos y que este incremento de aranceles es repercutido sobre los precios. Es indudable que nosotros hemos sido perjudicados por este hecho. Nuestro poder adquisitivo se ha reducido como consecuencia del cambio de legislación. Quizá nosotros pensemos que el cambio legislativo que introdujo los nuevos aranceles más altos es contrario al derecho (por ejemplo porque viola una norma de rango superior). ¿Qué podremos hacer, al menos en muchos países europeos, por ejemplo, comenzando por España? La respuesta es bien sencilla: nada, absolutamente nada, porque no tenemos “legitimación” para atacar aquella legislación (que tendríamos, en cambio, si no fuéramos los compradores finales sino los importadores). Es posible que algún lector argumente: pues en mi país sí podríamos atacar esa legislación. Si es así, tanto mejor para lo que discutimos: resulta que la misma norma o tipo de norma puede tener efectos distintos en diferentes países sin por ello dejar de ser una norma en todos ellos. ÍNDICE • Supongamos que una ley emanada del parlamento afecta negativamente nuestros intereses (y quizá pensemos que nuestros derechos). Es evidente para muchos latinoamericanos que, si eso sucede, se puede intentar una acción ante los tribunales invocando la anticonstitucionalidad de la ley. Pues bien, es igualmente evidente en muchos países europeos que ello es imposible porque los particulares no pueden atacar las normas con rango de ley formal ante los tribunales; la inconstitucionalidad de las normas de rango legal sólo puede ser invocada ante un órgano especial que aunque en muchos casos se llame “Tribunal Constitucional” no tiene nada que ver con los tribunales ordinarios y tiene sumamente restringido el acceso a él por parte de los particulares. No hace falta multiplicar los ejemplos. No todas las reglas tienen los mismos efectos, ni es igual la posición de los particulares ante ellas. Incluso algo tan aparentemente evidente como el dogma de que se pueden atacar ante los tribunales las normas que lesionan nuestros derechos o intereses legítimos resulta erróneo. Pero, a pesar de ello, todas esas reglas con distintos efectos pueden funcionar si son respetadas. 4.2.- Derecho entre estados y derecho para los particulares La idea errónea que hemos comenzado a discutir en el apartado anterior se combina a menudo con otra que tiende a negar toda efectividad al derecho internacional y atribuir al derecho 75 SERI E E S T UDI OS S OB R E integracion nacional interno todas las virtudes en cuanto a instrumento de regulación de la realidad. Es mejor reemplazar esta visión por otra más modesta y realista según la cual el problema de la efectividad del derecho es una cuestión de grado porque ningún derecho, sea interno o internacional, tiene una efectividad total y absoluta (porque, para comenzar, todo derecho es más o menos violado). En esta visión realista debe reconocerse, tanto que el derecho interno es en ocasiones muy poco eficaz cuanto que el derecho internacional tiene, al menos en ocasiones, un grado de eficacia elevada. Si pasamos al ámbito específico del DEI, aquella idea errónea va unida, sobre todo en América Latina, a otra idea equivocada sobre la naturaleza y características del derecho comunitario europeo, visto como el prototipo de derecho internacional “que funciona”: la idea de que ello es así porque este derecho comunitario europeo es “directamente aplicable”, tiene los mismos efectos que el derecho nacional y puede ser invocado directamente por los particulares ante los tribunales. Aunque el presente trabajo no pueda entrar en el análisis en profundidad de la naturaleza del derecho comunitario europeo, conviene subrayar que esta caracterización del derecho comunitario europeo es rigurosamente falsa y, por tanto, no puede tomarse como base para el argumento sobre su buen funcionamiento como instrumento regulador de la realidad. Volveré dentro de un momento sobre este tema. 76 Aclaremos, pues, las cosas. El DEI, como todo derecho internacional, es ante todo, un “derecho entre estados” que, por tanto, debe funcionar bien como tal. Es cierto que, por lo que se refiere a su contenido, es un derecho que regula relaciones en las que entran los particulares (relaciones entre ellos o, sobre todo, entre ellos y el estado). Pero esto no debe obsesionarnos en pretender convertir este derecho entre estados en un equivalente del derecho que los estados crean hacia sus particulares. Si el DEI funciona bien como “derecho entre estados”, acabará funcionando bien como “derecho para los particulares” porque ya se preocuparán de ello los respectivos estados. La mejor prueba de ello lo constituyen el derecho de la OMC y el NAFTA/TLCAN que, sin tener ningún efecto en el plano interno (al menos en Estados Unidos), posiblemente funcionen mejor “para los particulares” que otros derechos de la integración regional en América Latina que quizá tengan “más efectos” en el plano interno de los distintos países pero que funcionan mal como derecho entre estados. En cambio, es del todo imposible pretender que un DEI que no funciona bien como “derecho entre estados” acabe funcionando bien como “derecho para los particulares” por mucho que queramos darle atributos o efectos propios más bien de los derechos internos. El hecho que los particulares puedan hacer uso directamente de manera limitada de las reglas del DEI (como ha sido y es el caso, no sólo en el marco comunitario europeo sino en aquellos ÍNDICE Capítulo 4.- El derecho económico internacional (iii): sus efectos países que han decidido, en su marco constitucional, permitir este uso directo del derecho internacional por parte de los particulares) puede, sin duda, reforzar la eficacia de las normas internacionales pero nunca transformará en bueno un mal “derecho entre estados”. 4.3.- Derecho entre estados y derecho para los particulares en los procesos de integración económica regional Existen tantos malentendidos sobre “los efectos” del derecho comunitario europeo y estas equivocaciones han generado tanta confusión (y daño) en América Latina, que conviene desarrollar con más detalles las cuestiones simplemente apuntadas con carácter general en el punto anterior, anticipando un poco las explicaciones que serán retomadas más adelante. Convendrá también establecer una comparación con el derecho del MERCOSUR que, por un lado, aclarará la naturaleza de su derecho secundario y por el otro puede ayudar a comprender el problema más general. ÍNDICE Efectivamente, la interpretación más difundida en América Latina del derecho comunitario europeo, incluso en círculos bien informados respecto a los procesos de integración, es, como acabo de indicar, aquella según la cual el derecho comunitario europeo (DCE) se caracterizaría por ser directamente aplicable en el plano interno. No se acaba de definir con precisión qué significa esta “aplicabilidad directa”, pero normalmente se tiende a dar la idea que el DCE goza de los mismos atributos que los derechos nacionales. Pues bien, esta interpretación es rigurosamente falsa. Tan sólo los reglamentos son directamente aplicables. No lo son las directivas ni, en principio, el derecho primario (los tratados). La Comunidad Europea legisla sobre todo mediante reglamentos en las áreas donde existen de verdad políticas comunes (política comercial, pesca, agricultura, algunas cuestiones monetarias) pero incluso en ellas también legisla mediante directivas. En otras áreas, la Comunidad Europea legisla normalmente mediante directivas (sobre todo en materia de armonización de normativas nacionales), y en ciertos casos, la opción entre reglamentos y directivas no existe porque la comunidad sólo tiene competencia para producir normas (no directamente aplicables, conviene repetirlo). Otra cuestión es la de si, en ciertos casos, aunque el derecho comunitario relevante no sea directamente aplicable, algunas reglas concretas pueden ser invocadas ante los tribunales. Esta es la cuestión del “efecto directo” o “eficacia directa”. Efectivamente, en algunos casos, disposiciones de derecho comunitario que no son directamente aplicables tienen “eficacia directa” en el sentido indicado. Para ello deben ser claras, precisas e incondicionales (unos atributos cuya existencia no es tan fácil de determinar). Y la determinación de estos atributos debe hacerse caso por caso. Por tanto, es posible que ciertas 77 SERI E E S T UDI OS S OB R E integracion disposiciones de una directiva las posean y otras no. La eficacia directa no es, como la aplicabilidad directa, un atributo formal que cierto clase de legislación poseería y otra no (como sucede con la aplicabilidad directa que todos los reglamentos poseen por el simple hecho de ser reglamentos). Es un atributo que va ligado a la substancia de algunas disposiciones. Esta eficacia directa es mucho más limitada de lo que comúnmente se piensa. Cuando existe, que no es siempre, como acabamos de ver, tan sólo sirve a los particulares para oponerse, ante los tribunales nacionales, a la aplicación a ellos por parte del estado de una legislación nacional que viole una disposición de derecho comunitario no directamente aplicable. Se da, por tanto, tan sólo en las relaciones verticales descendentes entre estado y particulares; no en las relaciones ascendentes (permitir al estado aplicar una directiva contraria a una legislación nacional en vigor) o en las relaciones horizontales entre particulares. Así, si una directiva regula relaciones entre particulares (por ejemplo, entre accionistas mayoritarios y minoritarios de una empresa) y la legislación nacional aplicable a este caso no es conforme a dicha directiva, la posible eficacia directa de la directiva no sirve para reclamar su aplicación al caso en litigio. Las directivas están tan lejos de ser directamente aplicables que podría incluso afirmarse que toda su lógica deriva del hecho de no serlo. Como las 78 directivas no son directamente aplicables pero el sentido último del derecho comunitario es el de ser un instrumento para los ciudadanos, la obligación que corresponde a los estados como destinatarios de las directivas no es la de “aplicarlas” en cada caso concreto sino la de “trasponerlas” en derecho nacional a fin de que el contenido normativo de las directivas “llegue” a los ciudadanos de la misma manera, y con los mismos efectos, que toda otra norma. Así, el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, cuando debe juzgar, por una u otra vía, la conformidad de una normativa nacional con una directiva, rechaza de manera sistemática la alegación de que el estado en cuestión ya “aplica en todos los casos la directiva”. Efectivamente no es esto lo que se discute, sino si el estado ha hecho llegar a los ciudadanos el contenido de la directiva (en otras palabras, si el estado ha “completado” el trabajo legislativo de la comunidad y ha creado el derecho directamente aplicable a los ciudadanos que la directiva no ha creado). Por tanto, para comprender bien el “éxito” de las directivas (y también del resto del derecho comunitario) no debemos concentrarnos sólo (ni aún en muchos casos principalmente) en su naturaleza como “derecho para los particulares” sino en su buen funcionamiento como “derecho entre los estados y para los estados”. En otros términos y si nadie se ofende por la frase: el éxito de las directivas y del derecho comunitario en general, como marco regulador del proceso de integración europeo, es un resultado, en primer lugar, ÍNDICE Capítulo 4.- El derecho económico internacional (iii): sus efectos de su éxito como derecho internacional entre estados. Ha habido éxito porque los estados cumplen la obligación de respetar el derecho comunitario. Vale la pena ampliar un poco la explicación mediante un ejemplo que también nos servirá para elucidar la naturaleza del derecho derivado del MERCOSUR. Supongamos, una directiva de la Comunidad Europea sobre el uso de pesticidas en la producción agrícola que sustituye una directiva precedente más permisiva (es pues una nueva directiva “más medioambientalista” pero que lesiona económicamente a una categoría de agentes económicos: aquellos productores que antes usaban unos pesticidas que en el futuro quedarán prohibidos22). Imaginemos que la directiva fue adoptada el 31 de diciembre de 2007 y fija un plazo hasta 31 de diciembre de 2010 para su transposición en derecho nacional. La directiva, siempre que sea “derecho para los estados”, entra en vigor inmediatamente el 1 de enero de 2008 (o en una fecha posterior si así lo establece). La obligación que impone a los estados es la de tener en vigor, a más tardar el 31 de diciembre de 2010, una pieza de legislación aplicable a los particulares que incorpore el contenido normativo de la directiva. ÍNDICE 22 La ventaja de este ejemplo radica en el hecho que el nuevo derecho es un derecho que restringe derechos en vez de ampliarlos. Así, pone de manifiesto mucho más claramente que si se tratara de una normativa ampliatoria de derechos, cuál es la situación a medida que este nuevo derecho derivado, va cobrando vida. Cada pieza de legislación nacional que trasponga la directiva determinará su fecha de entrada en vigor (es incluso posible que la legislación existente sea ya conforme a la directiva, con lo cual no se requerirá producir nueva legislación interna). Así, la situación típica será que la mayoría de estados miembros tendrán en vigor sus respectivas piezas de legislación nacional antes de la fecha límite del 31 de diciembre de 2010 (o en esta fecha como más tarde). Si un estado miembro no tiene su legislación nacional en vigor en esa fecha, estará violando el derecho comunitario. Pero este hecho no impedirá a los otros estados miembros que han cumplido sus obligaciones “haber dado vida” al contenido jurídico de la directiva a través de su legislación nacional. Esta lógica es bien distinta de la del derecho derivado del MERCOSUR. La naturaleza de dicho derecho derivado no estaba clara en el primer periodo (1991-1994). En 1994, el Protocolo de Ouro Preto, en sus artículos 38 a 42, intentó clarificarla. De estos artículos, tiene una importancia decisiva el número 40 que establece que, con la finalidad de garantizar la vigencia simultánea en los estados partes de las normas emanadas de los órganos del MERCOSUR, esos reglamentos entrarán en vigor simultáneamente en los estados parte 30 días después de la fecha en que la secretaría del MERCOSUR ha comunicado que todas ellas han sido “internalizadas” por todos los estados miembros. El texto exacto es el siguiente: 79 SERI E E S T UDI OS S OB R E integracion “Con la finalidad de garantizar la vigencia simultánea en los estados partes de las normas emanadas de los órganos del MERCOSUR previstos en el artículo 2 de este protocolo, deberá seguirse el siguiente procedimiento: i) Una vez aprobada la norma, los estados partes adoptarán las medidas necesarias para su incorporación al ordenamiento jurídico nacional y comunicarán las mismas a la secretaría administrativa del MERCOSUR; ii) Cuando todos los estados partes hubieren informado la incorporación a sus respectivos ordenamientos jurídicos internos, la secretaría administrativa del MERCOSUR comunicará el hecho a cada estado parte; iii) Las normas entrarán en vigor simultáneamente en los estados parte 30 días después de la fecha de comunicación efectuada por la secretaría administrativa del MERCOSUR, en los términos del literal anterior. Con ese objetivo, los estados parte, dentro del plazo mencionado, darán publicidad del inicio de la vigencia de las referidas normas por intermedio de sus respectivos diarios oficiales.” (negrita añadida) Este artículo mezcla dos cuestiones cuya naturaleza (no sólo jurídica sino también política y económica) son bien distintas: la de la entrada en vigor del derecho emanado de los órganos del MERCOSUR en tanto que derecho para los estados y la de la entrada en vigor 80 de las normas nacionales que lo hacen llegar a los ciudadanos. Al subordinar la primera a la segunda, dicho artículo torpedea por debajo de la línea de flotación el derecho del MERCOSUR en tanto que derecho para los estados. Este efecto no es suficientemente corregido por el simple hecho de interpretar (como hizo en 2001 el cuarto laudo arbitral emitido en el marco del Protocolo de Brasilia -que crea un mecanismo de solución de diferencias para el MERCOSUR-, y han hecho los laudos sucesivos) que hay una obligación para los estados miembros de internalizar las normas emanadas de los órganos del MERCOSUR. Y ello porque esta interpretación no neutraliza ni puede neutralizar el principal efecto del artículo 40 del Protocolo de Ouro Preto, que no es otro que enviar al limbo el derecho secundario del MERCOSUR tras su aprobación en cuanto su entrada en vigor como derecho para los estados está diferida hasta que el más reticente de ellos para internalizarlo ha completado dicha internalización. Para ver este efecto con claridad, retomemos el ejemplo de los pesticidas, utilizado para ilustrar la naturaleza y efectos de las directivas en derecho comunitario europeo. Así, supongamos que nos encontramos en la misma situación, pero que se trata de una resolución del grupo Mercado Común, uno de los órganos que tienen encargada en el marco institucional del MERCOSUR la producción de derecho derivado. La diferencia se ve con toda claridad: ÍNDICE Capítulo 4.- El derecho económico internacional (iii): sus efectos • Hasta que no haya entrado en vigor la nueva resolución, menos permisiva, el derecho derivado que está en vigor es el anterior, más permisivo en el uso de los pesticidas. • Por tanto, si un estado del MERCOSUR “internalizara” la nueva resolución y la aplicara a sus particulares, estaría imponiendo unos estándares más restrictivos que violarían el derecho secundario del MERCOSUR en vigor, que es más permisivo. • El resultado es, mientras que, en el caso europeo, la nueva normativa comienza a cobrar vida, cara a los particulares, a partir del momento en que el estado “más cumplidor” la ha traspuesto, en el caso del MERCOSUR sucede lo contrario: es el estado menos cumplidor o más reticente, el que más retrasa su internalización, el que fija la fecha en que el nuevo derecho entrará en vigor. ÍNDICE Discutamos el problema en términos más políticos y de menos técnica jurídica. ¿Cuál es el efecto real del mecanismo introducido por el protocolo de Ouro Preto? El de generar una doble posibilidad sucesiva de veto para impedir la entrada en vigor del nuevo derecho derivado del MERCOSUR. La primera posibilidad de veto es la que deriva de la regla del consenso para aprobar los actos de los órganos del MERCOSUR que crean dicho derecho derivado. Pero a ésta se añade una segunda: cada estado puede también postponer dicha entrada en vigor simplemente retrasando la internalización de dicho derecho. Este retraso impide la entrada en vigor de dicho derecho. Veamos aún dos efectos deletéreos adicionales del artículo 40 del protocolo de Ouro Preto sobre la credibilidad del derecho derivado del MERCOSUR: • Como el nuevo derecho derivado no entra en vigor hasta que todas las correspondientes normativas nacionales de internalización están ya en vigor, ¿de qué sirve dicho derecho derivado a los particulares? La respuesta es que, en el fondo, de bien poco. Para que les sirva de algo, ha de haber entrado en vigor, pero como sólo entra en vigor cuando la normativa interna también ha entrado en vigor, ¿para qué preocuparse entonces del derecho del MERCOSUR en tanto que tal? No debe por tanto sorprendernos que los particulares hayan acabado llegando a la conclusión de que, en sí mismo, el derecho del MERCOSUR sirve de bien poco y que lo único que en realidad cuenta es el derecho interno de cada estado miembro23. 23 Claro que, una vez haya entrado en vigor el nuevo derecho derivado (y, como paso previo, las correspondientes normativas nacionales que lo internalizan), dicho derecho derivado tendrá siempre un valor en tanto que podrán compararse con él las normas nacionales y eventualmente atacarlas, de un modo u otro, por violación del mismo. Pero pensemos que si, a la hora de internalizarlo, un estado no está conforme con el derecho derivado del MERCOSUR, lo que normalmente hará no será “internalizarlo mal” sino simplemente no internalizarlo, con lo cual ejercerá su “segundo veto” impidiendo la entrada en vigor del mismo como derecho del MERCOSUR. 81 SERI E E S T UDI OS S OB R E integracion • Como existe “la segunda posibilidad de veto”, es decir la inacción a la hora de internalizar el derecho derivado, puede haber una cierta despreocupación respecto a lo que sucede en el momento de la adopción de las decisiones que crean el nuevo derecho derivado. La actitud puede ser (y desgraciadamente ha sido en muchas ocasiones) la de “tanto da; siempre nos queda el recurso de no internalizar…” ÍNDICE 82 Capítulo 5.El uso de la “caja de herramientas” en diferentes áreas de los procesos de integración regional: un estudio comparativo basado en el proceso Europeo 1 ÍNDICE 1 El análisis aquí presentado se limita a comercio de bienes, servicios e inversiones (es decir, movimiento de capitales y el derecho de establecimiento). Podría ser fácilmente extendido a las áreas restantes y, en particular, a movimiento de trabajadores. 83 SERIE E S T UDI OS S OBRE integracion Luego de haber presentado los ejemplos de GATT y GATS, examinaremos ahora cómo se utilizan las herramientas estudiadas en el caso de las principales áreas de la integración regional en el tratado de la Comunidad Europea y otros tratados. Artículo 29 5.1.- Comercio intra-zona de bienes Artículo 12 En esta área, el tratado de la CE usa, en primer lugar, reglas horizontales de liberalización de acceso (arts. 25, 28 y 29) e impone la obligación de trato nacional (obligación general del artículo 12 y otros artículos específicos, como el art. 90, referido a impuestos internos indirectos). Todas estas disposiciones fueron promulgadas mediante la primera técnica (derecho primario) y a través del primer método de definición de las obligaciones (sin lista negativa, pero con una importante serie de excepciones, en particular, las previstas en el art. 30). Artículo 25 Quedarán prohibidos entre los estados miembros los derechos de aduana de importación y exportación o exacciones de efecto equivalente. Esta prohibición se aplicará también a los derechos de aduana de carácter fiscal. Artículo 28 Quedarán prohibidas entre los estados miembros las restricciones cuantitativas a la importación, así como todas las medidas de efecto equivalente. 84 Quedarán prohibidas entre los estados miembros las restricciones cuantitativas a la exportación, así como todas las medidas de efecto equivalente. En el ámbito de aplicación del presente tratado, y sin perjuicio de las disposiciones particulares previstas en el mismo, se prohibirá toda discriminación por razón de la nacionalidad. El consejo, con arreglo al procedimiento previsto en el artículo 251, podrá establecer la regulación necesaria para prohibir dichas discriminaciones. Artículo 90 Ningún estado miembro gravará directa o indirectamente los productos de los demás estados miembros con tributos internos, cualquiera que sea su naturaleza, superiores a los que graven directa o indirectamente los productos nacionales similares. Artículo 30 Las disposiciones de los artículos 28 y 29 no serán obstáculo para las prohibiciones o restricciones a la importación, exportación o tránsito justificadas por razones de orden público, moralidad y seguridad públicas, protección de la salud y vida de las personas y animales, preservación de los vegetales, protección del patrimonio artístico, histórico o ÍNDICE Capítulo 5.- El uso de la “caja de herramientas” en diferentes áreas de los procesos de integración regional: un estudio comparativo basado en el proceso Europeo arqueológico nacional o protección de la propiedad industrial y comercial. No obstante, tales prohibiciones o restricciones no deberán constituir un medio de discriminación arbitraria ni una restricción encubierta del comercio entre los estados miembros. En este sentido, NAFTA y MERCOSUR son muy similares (aun cuando MERCOSUR no regula restricciones a las exportaciones y se concentra mucho más que los otros dos procesos en aranceles a las importaciones). Este es el enfoque generalmente conocido como “liberalización automática”. La gran diferencia entre estos tres procesos se refiere al uso de reglas de derecho uniforme (o armonización). El ámbito del sofisticado mecanismo de producción de derecho secundario instaurado por el Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea (en adelante, TCE) (en particular, arts. 94 y 95) se refiere a esta cuestión. Artículo 94 El consejo adoptará por unanimidad, a propuesta de la comisión y previa consulta al Parlamento Europeo y al Comité Económico y Social, directivas para la aproximación de las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los estados miembros que incidan directamente en el establecimiento o funcionamiento del mercado común. ÍNDICE Artículo 95 1. No obstante lo dispuesto en el artículo 94 y salvo que el presente tratado disponga otra cosa, se aplicarán las disposiciones siguientes para la consecución de los objetivos enunciados en el artículo 14. El consejo, con arreglo al procedimiento previsto en el artículo 251 y previa consulta al Comité Económico y Social, adoptará las medidas relativas a la aproximación de las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los estados miembros que tengan por objeto el establecimiento y el funcionamiento del mercado interior. 2. El apartado 1 no se aplicará a las disposiciones fiscales, a las disposiciones relativas a la libre circulación de personas ni a las relativas a los derechos e intereses de los trabajadores por cuenta ajena. 3. La comisión, en sus propuestas previstas en el apartado 1 referentes a la aproximación de las legislaciones en materia de salud, seguridad, protección del medio ambiente y protección de los consumidores, se basará en un nivel de protección elevado, teniendo en cuenta especialmente cualquier novedad basada en hechos científicos. En el marco de sus respectivas competencias, el Parlamento Europeo y el consejo procurarán también alcanzar ese 85 SERIE E S T UDI OS S OBRE integracion objetivo. 4. Si, tras la adopción por el consejo o por la comisión de una medida de armonización, un estado miembro estimare necesario mantener disposiciones nacionales, justificadas por alguna de las razones importantes contempladas en el artículo 30 o relacionadas con la protección del medio de trabajo o del medio ambiente, dicho estado miembro notificará a la comisión dichas disposiciones así como los motivos de su mantenimiento. 5. Asimismo, sin perjuicio del apartado 4, si tras la adopción de una medida de armonización por el consejo o la comisión, un estado miembro estimara necesario establecer nuevas disposiciones nacionales basadas en novedades científicas relativas a la protección del medio de trabajo o del medio ambiente y justificadas por un problema específico de dicho estado miembro surgido con posterioridad a la adopción de la medida de armonización, notificará a la comisión las disposiciones previstas así como los motivos de su adopción. 6. La comisión aprobará o rechazará, en un plazo de seis meses a partir de las notificaciones a que se refieren los apartados 4 y 5, las disposiciones nacionales mencionadas, después de haber comprobado si se trata o no de un medio de discriminación arbitraria o de una restricción encubierta del comercio entre estados miembros 86 y si constituyen o no un obstáculo para el funcionamiento del mercado interior. Si la comisión no se hubiera pronunciado en el citado plazo, las disposiciones nacionales a que se refieren los apartados 4 y 5 se considerarán aprobadas. Cuando esté justificado por la complejidad del asunto y no haya riesgos para la salud humana, la comisión podrá notificar al Estado miembro afectado que el plazo mencionado en este apartado se amplía por un período adicional de hasta seis meses. 7. Cuando, de conformidad con el apartado 6, se autorice a un estado miembro a mantener o establecer disposiciones nacionales que se aparten de una medida de armonización, la comisión estudiará inmediatamente la posibilidad de proponer una adaptación a dicha medida. 8. Cuando un estado miembro plantee un problema concreto relacionado con la salud pública en un ámbito que haya sido objeto de medidas de armonización previas, deberá informar de ello a la comisión, la cual examinará inmediatamente la conveniencia de proponer al consejo las medidas adecuadas. 9. Como excepción al procedimiento ÍNDICE Capítulo 5.- El uso de la “caja de herramientas” en diferentes áreas de los procesos de integración regional: un estudio comparativo basado en el proceso Europeo previsto en los artículos 226 y 227, la comisión y cualquier estado miembro podrá recurrir directamente al Tribunal de Justicia si considera que otro estado miembro abusa de las facultades previstas en el presente artículo. 10. Las medidas de armonización anteriormente mencionadas incluirán, en los casos apropiados, una cláusula de salvaguardia que autorice a los estados miembros a adoptar, por uno o varios de los motivos no económicos indicados en el artículo 30, medidas provisionales sometidas a un procedimiento comunitario de control. El NAFTA no prevé tal mecanismo (y, como consecuencia, renuncia a cualquier intento de armonizar la legislación interna aplicable a la producción y distribución de bienes). El MERCOSUR prevé la producción de derecho secundario pero, como se explicó en detalle en el capítulo precedente, el mecanismo que utiliza es extremadamente endeble y no ha funcionado bien. ÍNDICE Como hemos ya visto anteriormente, la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas (Caso “Cassis de Dijon”24) ha confundido en cierta medida las áreas cubiertas por las reglas de acceso y aquellas cubiertas por el proceso de armonización de la legislación interna, 24 Caso C – 120/78, E.C.R. 1979,p. 649 en tanto y en cuanto ha calificado como “medidas equivalentes a restricciones cuantitativas” a legislación interna no discriminatoria que, en su aplicación a bienes producidos en otros estados miembros, podría impedir su venta en el estado miembro que las ha importado. A pesar de esta confusión, la diferencia entre estas dos áreas permanece intacta, por dos razones: a) debido a que el ámbito de aplicación de esta jurisprudencia es limitado (y mucho más limitado a partir de que la sentencia Keck 25lo redujo aún más); y b) porque un número significativo de estos casos se encuentran justificados por el conjunto de excepciones previstas por el art. 30 (anteriormente, art. 36) y, como resultado, las “barreras indirectas” permanecen, excepto si han sido removidas como resultado del proceso de armonización, es decir, por la promulgación de reglas de derecho uniforme a través de derecho secundario26. 5.2.- Comercio extra-zona de bienes: la construcción de la unión aduanera Esta área no está cubierta por el NAFTA, un tratado que no tiene una “dimensión externa”. El TCE trata esta cuestión por tres vías combinadas. 25 Casos conjuntos 267/91 and 268/91, Procedimiento penal contra Bernard Keck y David Mithouard, 1993 E.C.R. I - 6097 26 Ver la Sección 2.8.1. supra 87 SERIE E S T UDI OS S OBRE integracion Primero, mediante una regla de acceso, que determina un arancel externo común. En un principio, dicho arancel estaba definido por el derecho primario (a traves de un mecanismo de convergencia automática de los aranceles27). Una vez que dicho arancel se definió, sus modificaciones fueron y son realizadas mediante el derecho secundario (art. 26). El régimen común preveía especificidades para ciertos miembros, que sólo fueron eliminadas en 1992-93, e incluso posteriormente en algunos casos, mediante períodos de transición que duraron hasta el siglo XXI (y aún hoy se carece de un régimen común para armas). La existencia de estas especificidades implicó, en la medida en que existían, la derogación del principio de libre circulación de las importaciones, plasmado en el derecho primario (ya que sin dicha derogación la especificidad podría haber sido fácilmente sorteados mediante importaciones a través de otro estado miembro). Dicha derogación estaba sujeta a un procedimiento, y requería la producción de cierto derecho secundario (Art. 134). Artículo 26 Artículo 134 Con objeto de asegurar que la aplicación de las medidas de política comercial, adoptadas por cualquier estado miembro de conformidad con el presente tratado, no sea impedida por desviaciones del tráfico comercial, o cuando diferencias entre dichas medidas provoquen dificultades económicas en uno o varios estados, la comisión recomendará los métodos para la necesaria colaboración de los demás estados miembros. Fallando esto, la comisión podrá autorizar a los estados miembros para que adopten las medidas de protección necesarias, en las condiciones y modalidades que ella determine. En caso de urgencia, los estados miembros solicitarán a la comisión la autorización para adoptar directamente las medidas necesarias y ésta se pronunciará lo antes posible; a continuación, el estado miembro de que se trate lo notificará a los demás estados miembros. La comisión podrá decidir en todo momento la modificación o supresión de dichas medidas por los estados miembros afectados. El consejo, por mayoría cualificada y a propuesta de la comisión, fijará los derechos del arancel aduanero común. Deberán elegirse con prioridad las medidas que menos perturbaciones causen al funcionamiento del mercado común. 27 La simplificación del TCE introducida por el Tratado de Ámsterdam eliminó las disposiciones referidas al período de transición que llevaría a la completa liberalización del comercio intra-zona de bienes. El equivalente a dichas disposiciones puede encontrarse ahora en los tratados de accesión de nuevos miembros. El MERCOSUR recurrió solo a la segunda técnica de producción de normas que, como en todas las otras áreas cubiertas por esta técnica, no ha 88 ÍNDICE Capítulo 5.- El uso de la “caja de herramientas” en diferentes áreas de los procesos de integración regional: un estudio comparativo basado en el proceso Europeo funcionado satisfactoriamente. En segundo lugar, el TCE incluyó también una regla de acceso promulgada como derecho primario, prevista en el tratado mismo: la regla de libre circulación de las importaciones a partir de su ingreso legal por cualquier punto de entrada en el territorio aduanera común (art. 23.2). Artículo 23 1. … 2. Las disposiciones del artículo 25 y las del capítulo 2 del presente título se aplicarán a los productos originarios de los estados miembros y a los productos procedentes de terceros países que se encuentren en libre práctica en los estados miembros. ÍNDICE Este es el principio que está faltando en los procesos de integración latinoamericanos. En su ausencia, estos procesos no son “uniones aduaneras incompletas”, sino simplemente áreas de libre comercio con un arancel externo común más o menos armonizado (no son “uniones aduaneras incompletas” porque nunca constituyen un territorio aduanero único, ni siquiera en el caso en que los aranceles aplicados a las importaciones de terceros países sean idénticos: los aranceles deben ser pagados nuevamente cuando estas importaciones circulan entre los estados miembros luego de su primera importación). La promulgación del principio de libre circulación a través de derecho primario generó la necesidad de construir un territorio aduanero unificado. Esto requirió el uso de una tercera vía: la producción de una considerable cantidad de derecho secundario, referido no solo a los procedimientos relacionados con el acceso, sino también a algunos aspectos de legislación interna. El resultado final, el “código aduanero de la CE”28 constituye el más extenso y complejo producto del derecho secundario comunitario. 5.3.- Intercambios intra-zona de servicios El TCE se refiere a las importaciones y exportaciones de servicios de la misma manera, mutatis mutandis, que al comercio de bienes (art. 49). Sin embargo, como las “barreras directas” a las importaciones de servicios son mucho menos numerosas y sofisticadas que las que existen en el ámbito del comercio de bienes, el problema de las “barreras indirectas” al comercio de servicios que resulta de las diferencias en las legislaciones internas (aun si son no discriminatorias), cobra más relevancia. Este problema ha sido enfrentado de la misma manera que en el 28 Regulación del consejo (EEC) Nro. 2913/92 del 12 de Octubre de 1992, desarrollada por la regulación de la comisión (EEC) Nro. 2454/93 del 2 de Julio de 1993, que prevé una serie de disposiciones para la implementación de la regulación del consejo (EEC) Nro. 2913/92, que establece el Código Aduanero Común [Boletín Oficial L 253 del 11.10.1993]. La comisión presentó en noviembre de 2005 una propuesta para un nuevo código aduanero que aun se encuentra siendo discutido en el consejo y en el parlamento. 89 SERIE E S T UDI OS S OBRE integracion área de comercio de bienes: mediante la producción de normas uniformes a través de derecho secundario (arts. 52 y 55). Artículo 49 En el marco de las disposiciones siguientes, quedarán prohibidas las restricciones a la libre prestación de servicios dentro de la comunidad para los nacionales de los estados miembros establecidos en un país de la comunidad que no sea el del destinatario de la prestación. El consejo, por mayoría cualificada y a propuesta de la comisión, podrá extender el beneficio de las disposiciones del presente capítulo a los prestadores de servicios que sean nacionales de un tercer estado y se hallen establecidos dentro de la comunidad. Artículo 52 1. A efectos de alcanzar la liberalización de un servicio determinado, el consejo, a propuesta de la comisión y previa consulta al Comité Económico y Social y al Parlamento Europeo, decidirá mediante directivas, por mayoría cualificada. 2. Las directivas previstas en el apartado 1 se referirán, en general, con prioridad, a los servicios que influyan de forma directa en los costes de producción o cuya liberalización contribuya a facilitar los intercambios de mercancías. 90 Artículo 55 Las disposiciones de los artículos 45 a 48, ambos inclusive, serán aplicables a las materias reguladas por el presente capítulo. La necesidad de este tipo de armonización ha sido reducida en cierta medida por una jurisprudencia similar a la “Cassis de Dijon”, aunque no ha sido totalmente eliminada (por las mismas razones). De hecho, el nivel de armonización necesario para suprimir las “barreras indirectas” aun existentes llevó a la comisión europea a proponer al consejo y al parlamento la llamada “Directiva Bolkenstein”29. Esta propuesta, bajo el rótulo de “armonización”, intentó en realidad producir, a través de derecho secundario, una norma que no había sido incluida en el TCE como derecho primario: que los servicios pueden circular entre los estados miembros siempre y cuando cumplan con las reglas aplicables en el país de origen y sin tener que ajustarse a las reglas del país de destino. La directiva fue finalmente aprobada con una gran cantidad de excepciones, y aun es muy temprano para juzgar su contenido práctico real y sus efectos. El NAFTA no es muy diferente del tratado de la CE en relación a la inclusión en su derecho primario de normas de liberalización de acceso y ÍNDICE 29 Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo 2006/123 del 12 de Diciembre de 2006, OJ L 376, p. 36. Capítulo 5.- El uso de la “caja de herramientas” en diferentes áreas de los procesos de integración regional: un estudio comparativo basado en el proceso Europeo de trato nacional en los intercambios intra-zona de servicios (capítulo XII). Sin embargo, el NAFTA limita el ámbito de las obligaciones no solo a través de excepciones, sino también mediante una lista negativa de sectores excluidos (arts. 1206 y 1207). La gran diferencia entre el NAFTA y el TCE se encuentra, como siempre, en el hecho de que el NAFTA es completamente estático, en el sentido de que no prevé ningún mecanismo de producción de derecho secundario y, como consecuencia, abandona cualquier intento de armonizar las legislaciones internas. Artículo 1206: Reservas 1. … 2. … 3. Los artículos 1202, 1203 y 1205 no se aplicarán a cualquier medida que una parte adopte o mantenga respecto a los sectores, subsectores o actividades, tal como se indica en su lista del anexo II. ÍNDICE El MERCOSUR no preveía en el Tratado de Asunción ninguna norma de derecho primario referida a los intercambios de servicios. En principio, esto debía ser regulado por el derecho secundario. En realidad, no se ha producido derecho secundario, sino simplemente una adición al derecho primario: el Protocolo de Montevideo de Servicios, copiado –salvo excepciones menores- del GATS (y, al igual que el GATS, incluyendo las inversiones extranjeras directas en los sectores de servicios, bajo el rótulo de “presencia comercial”). 5.4.- Intercambios extra-zona de servicios Ni el TCE, ni el NAFTA, ni el MERCOSUR cubrieron esta área mediante el derecho primario. En principio, la misma ha permanecido fuera del ámbito de la integración regional. Sin embargo, el TCE (y solo él) preveía la posibilidad de extender a esta área el ámbito de su derecho secundario: a) directamente (art. 49.2, citado en el apartado anterior, nunca aplicado); y b) como un aspecto de las normas internas adoptadas por la comunidad como derecho uniforme sobre la base de los arts. 52 y 55 (también citados en el apartado anterior). No obstante, esta segunda posibilidad ha sido empleada de un modo muy limitado, y el régimen jurídico aplicable a las importaciones y exportaciones de servicios desde y hacia terceros países continúa siendo un área cubierta esencialmente por las legislaciones de los estados miembros, fuera del ámbito del derecho comunitario. El primer cambio significativo de esta situación encuentra su origen en la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas (TJCE), en su dictamen 1/94 30 (de aplicación obligatoria) sobre la distribución de competencias entre la Comunidad 30 Opinión del tribunal del 15 de Noviembre de 1994 sobre la competencia de la comunidad para concluir acuerdos internacionales en materia de servicios y de protección de la propiedad intelectual – artículo 228 (6) del tratado CE, 1994 E.C.R. 1994 p. I-05267. 91 SERIE E S T UDI OS S OBRE integracion Europea y los estados miembros en materia de acuerdos de la OMC. Si bien el tribunal reconoció la competencia de los estados miembros en materia de intercambios extra-zona de servicios, consideró que el modo 1 del GATS (suministro transfronterizo) estaba cubierto por la competencia externa exclusiva de la Comunidad Europea. Sin embargo, esta decisión del TJCE no ha producido ningún efecto práctico, ya que la Comunidad Europea ha sido incapaz de legislar en esta área, que, por lo tanto, continúa cubierta tanto interna como externamente (mediante acuerdos internacionales) por los estados miembros individuales. El segundo cambio significativo fue introducido por el Tratado de Niza sobre el Tratado de la CE. En el nuevo artículo 133 (política comercial), el Tratado de Niza importó la noción del GATS de “comercio de servicios” y extendió la competencia conferida a la Comunidad Europea por dicho artículo. Sin embargo, a falta de alguna jurisprudencia específica del TJCE, el alcance de este cambio es aún incierto. Artículo 133 1. La política comercial común se basará en principios uniformes, particularmente por lo que se refiere a las modificaciones arancelarias, la celebración de acuerdos arancelarios y comerciales, la consecución de la uniformidad de las medidas de liberalización, la política de exportación, así como las medidas de 92 protección comercial, y, entre ellas, las que deban adoptarse en caso de dumping y subvenciones. 2. Para la ejecución de esta política comercial común, la comisión presentará propuestas al consejo. 3. En el caso que deban negociarse acuerdos con uno o varios estados u organizaciones internacionales, la comisión presentará recomendaciones al consejo, que la autorizará para iniciar las negociaciones necesarias. Corresponderá al consejo y a la comisión velar por que los acuerdos negociados sean compatibles con las políticas y normas internas de la comunidad. La comisión llevará a cabo dichas negociaciones consultando a un comité especial, designado por el consejo para asistirla en dicha tarea y en el marco de las directrices que éste pueda dirigirle. La comisión informará periódicamente al comité especial sobre la marcha de las negociaciones. Serán aplicables las disposiciones pertinentes del artículo 300. 4. En el ejercicio de las atribuciones que le confiere el presente artículo, el consejo decidirá por mayoría cualificada. 5. Lo dispuesto en los apartados 1 a 4 se aplicará asimismo a la negociación y a la celebración de acuerdos en los ÍNDICE Capítulo 5.- El uso de la “caja de herramientas” en diferentes áreas de los procesos de integración regional: un estudio comparativo basado en el proceso Europeo ámbitos del comercio de servicios y de los aspectos comerciales de la propiedad intelectual, en la medida en que dichos acuerdos no estén contemplados en dichos apartados y sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado 6. No obstante lo dispuesto en el apartado 4, el consejo decidirá por unanimidad sobre la negociación y la celebración de un acuerdo en uno de los ámbitos contemplados en el primer párrafo cuando dicho acuerdo contenga disposiciones para las que se requiera la unanimidad para la adopción de normas internas o cuando tal acuerdo se refiera a un ámbito en el que la comunidad todavía no haya ejercido, mediante la adopción de normas internas, sus competencias en virtud del presente tratado. El consejo decidirá por unanimidad sobre la negociación y la celebración de un acuerdo de carácter horizontal siempre que también se refiera al párrafo precedente o al segundo párrafo del apartado 6. Lo dispuesto en el presente apartado no afectará al derecho de los estados miembros de mantener y celebrar acuerdos con terceros países u organizaciones internacionales, siempre y cuando dichos acuerdos respeten el derecho comunitario y los demás acuerdos internacionales pertinentes. ÍNDICE 6. El consejo no podrá celebrar un acuerdo si incluye disposiciones que excedan de las competencias internas de la comunidad, en particular por tener como consecuencia una armonización de las disposiciones legales o reglamentarias de los estados miembros en un ámbito en que el presente tratado excluya dicha armonización. A este respecto, y no obstante lo dispuesto en el primer párrafo del apartado 5, los acuerdos en el ámbito del comercio de los servicios culturales y audiovisuales, de los servicios de educación, así como de los servicios sociales y de salud humana serán competencia compartida entre la domunidad y sus estados miembros. Por consiguiente, la negociación de tales acuerdos exigirá, además de una decisión comunitaria adoptada de conformidad con las disposiciones pertinentes del artículo 300, el común acuerdo de los estados miembros. Los acuerdos negociados de esta forma serán celebrados conjuntamente por la comunidad y por los estados miembros. La negociación y la celebración de acuerdos internacionales en el ámbito de los transportes seguirán sujetas a las disposiciones del título V y del artículo 300. 7. Sin perjuicio de lo dispuesto en el primer párrafo del apartado 6, el consejo, por unanimidad, a propuesta de la comisión y previa consulta al Parlamento Europeo, podrá hacer extensiva la aplicación de los apartados 1 a 4 a las negociaciones y 93 SERIE E S T UDI OS S OBRE integracion acuerdos internacionales relativos a la propiedad intelectual, en la medida en que no estén contemplados en el apartado 5. 5.5.- Inversiones (movimiento de capitales y derecho de establecimiento) El concepto de “inversiones” puede resultar confuso. Es importante distinguir tres áreas en las cuales pueden surgir cuestiones jurídicas en relación a las inversiones de terceros países (me concentraré en las dos primeras): • Movimientos de capital. • Condiciones para el establecimiento en los distintos sectores económicos. • Los reglas aplicables luego del establecimiento. Como se explicó en detalle en el estudio referido a “Las Negociaciones entre la Comunidad Europea y sus Estados Miembros y Centroamérica vistas desde la Perspectiva de la Unión Europea”, realizado en el marco de este mismo proyecto31, si bien siempre existe un 31 Torrent, Ramón (2009) “Las Negociaciones entre la Comunidad Europea y sus estados miembros y Centroamérica vistas desde la perspectiva de la Unión Europea”. Estudio realizado en el marco del proyecto ADAPCCA, Sección 2.3. Si bien muchas de las ideas presentadas en este capítulo ya fueron desarrolladas en el citado estudio, se considera oportuno recordarlas aquí, ya que resultan necesarias para seguir el razonamiento que se incluye más adelante. También por esta razón se incorporan en el texto algunos de los artículos citados del tratado CE. 94 vínculo entre ambos, los movimientos de capitales provenientes de otro país y el establecimiento de nacionales o capitales extranjeros en un estado constituyen dos cuestiones completamente diferentes. • Los movimientos de capitales provenientes de otros países son transacciones o transferencias que involucran activos monetarios o financieros entre dichos países y el estado en discusión. No se encuentran necesariamente relacionados con el establecimiento en un país diferente de aquel en el que el capital en cuestión se origina. • El establecimiento en un estado determinado de un nacional o una compañía de otro país presupone la formación de una sucursal, filial o agencia32, o la adquisición parcial o total de una entidad ya existente. El capital necesario para dicha formación o adquisición no debe necesariamente provenir del tercer país del nacional o la compañía en cuestión, ni de cualquier otro país: puede haber sido obtenido en el mercado financiero nacional del estado miembro en el que el establecimiento tiene lugar. El tratado de la CEE dedica capítulos separados (en el título III de la parte tres) por un lado a la cuestión de los movimientos de capital (capítulo 4, “capital y pagos”) y por el otro a las 32 Para los fines de este trabajo no es necesario desarrollar más los conceptos de “sucursal”, “filial” o “agencia”, ni considerar si existen otras formas de establecimiento. ÍNDICE Capítulo 5.- El uso de la “caja de herramientas” en diferentes áreas de los procesos de integración regional: un estudio comparativo basado en el proceso Europeo condiciones de establecimiento (capítulo 2, “derecho de establecimiento”). Pese a que el Tratado de la Unión Europea modificó el capítulo 4 del TCE sobre “capital y pagos”, reemplazando los antiguos artículos 67 a 72 por los nuevos artículos 73b a 73g (actualmente artículos 56 a 60), no cambió dicha distinción. Existe una diferencia esencial en relación a las inversiones de terceros países entre el capítulo 4 (movimientos de capital) y el capítulo 2 (derecho de establecimiento) del tratado de la CE: el capítulo 4 cubre no solo el movimiento de capitales entre los estados miembros, sino también el movimiento de capitales provenientes de terceros países; el capítulo 2, a su vez, cubre en principio 33solo los problemas de establecimiento en los estados miembros de nacionales y compañías de otros estados miembros. ÍNDICE El NAFTA, por el contrario, cubre ambos aspectos (movimiento de capitales y derecho de establecimiento) en el mismo capítulo (cap. XI). Como en la totalidad del marco del NAFTA, solo se utiliza la primera técnica de producción de normas (derecho primario). Por otro lado, dicho tratado hace uso de los tres tipos de normas: normas de acceso, normas de trato nacional e incluso normas de derecho uniforme, en particular, referidas a un tema tan sensible como la protección de inversiones. Finalmente, el NAFTA utiliza la técnica de listas negativas para definir el ámbito de las obligaciones. 33 Ver más abajo. En cuanto a MERCOSUR, el Protocolo de Colonia sigue el enfoque adoptado por el NAFTA. Sin embargo, este tratado no ha entrado aún en vigor, y es probable que nunca lo haga. 5.5.1.- Movimiento de capitales (intra y extra zona) en el tratado de la CE Aun antes de Maastricht, los artículos 70 y 72 del capítulo 4 del título III de la parte tres del tratado CEE ya se referían a los movimientos de capitales entre estados miembros y terceros países, imponían ciertas obligaciones a los estados miembros y atribuían ciertas competencias a la comunidad. Artículo 70 1. La comisión propondrá al consejo medidas encaminadas a la coordinación progresiva de las políticas de los estados miembros en materia de cambio, respecto a los movimientos de capitales entre dichos estados y terceros países. Con tal fin, el consejo adoptará, por unanimidad, directivas, procurando alcanzar el más alto grado de liberalización posible. 2. En caso que la acción emprendida en aplicación del apartado anterior no permita la eliminación de las divergencias entre las regulaciones de cambio de los estados miembros y cuando tales divergencias puedan inducir a las personas residentes en uno de los estados 95 SERIE E S T UDI OS S OBRE integracion miembros a utilizar las facilidades de transferencia dentro de la comunidad, tal como están previstas en el artículo 67, con objeto de eludir la regulación de uno de los estados miembros respecto de terceros países, dicho estado podrá, previa consulta a los demás estados miembros y a la comisión, adoptar las medidas apropiadas para eliminar dichas dificultades. Si el consejo comprobare que tales medidas restringen la libertad de los movimientos de capitales dentro de la comunidad más de lo necesario para alcanzar los fines del párrafo anterior, podrá decidir, por mayoría cualificada y a propuesta de la comisión, que el estado interesado modifique o suprima tales medidas. Artículo 72 Los estados miembros mantendrán informada a la comisión sobre los movimientos de capitales a terceros países y desde éstos de que tengan conocimiento. La comisión podrá dirigir a los estados miembros los dictámenes que considere oportunos al respecto. En un primer momento, estas competencias fueron ejercidas de manera limitada por la directiva del consejo 72/156/CEE del 21 de Marzo de 1972 referida a la regulación de los flujos internacionales de capital34 y, posteriormente, fueron desarrolladas de manera más amplia por la directiva del consejo 88/361/CEE del 24 de junio de 1988 sobre la implementación del artículo 67 del tratado35. Los artículos 73b a 73g, actualmente artículos 56 a 60, incorporados al TCE por el Tratado de la Unión Europea, reemplazaron los antiguos artículos 67 a 73 y extendieron el ámbito de aplicación tanto de las obligaciones impuestas a los estados miembros como de los poderes atribuidos a la comunidad con respecto a los movimientos de capitales de terceros países. Artículo 56 1. En el marco de las disposiciones del presente capítulo, quedan prohibidas todas las restricciones a los movimientos de capitales entre estados miembros y entre estados miembros y terceros países. 2. En el marco de las disposiciones del presente capítulo, quedan prohibidas cualesquiera restricciones sobre los pagos entre estados miembros y entre estados miembros y terceros países. 34 Directiva del consejo 72/156/CEE del 21 de Marzo de 1972 sobre la regulación de los flujos internacionales de capital y la neutralización de sus efectos indeseados en la liquidez doméstica (OJ No L 91, 18.4.1972, p. 13). Esta directiva fue derogada por la directiva 88/361/CEE a la que nos referimos más abajo. 35 DOCE No L 178, 8.7.1988, p. 5. 96 ÍNDICE Capítulo 5.- El uso de la “caja de herramientas” en diferentes áreas de los procesos de integración regional: un estudio comparativo basado en el proceso Europeo Artículo 57 1. Lo dispuesto en el artículo 56 se entenderá sin perjuicio de la aplicación a terceros países de las restricciones que existan el 31 de diciembre de 1993 de conformidad con el derecho nacional o con el derecho comunitario en materia de movimientos de capitales, con destino a terceros países o procedentes de ellos, que supongan inversiones directas, incluidas las inmobiliarias, el establecimiento, la prestación de servicios financieros o la admisión de valores en los mercados de capitales. ÍNDICE 2. Aunque procurando alcanzar el objetivo de la libre circulación de capitales entre estados miembros y terceros países en el mayor grado posible, y sin perjuicio de lo dispuesto en los demás capítulos del presente tratado, el consejo podrá, por mayoría cualificada y a propuesta de la comisión, adoptar medidas relativas a los movimientos de capitales, con destino a terceros países o procedentes de ellos, que supongan inversiones directas, incluidas las inmobiliarias, el establecimiento, la prestación de servicios financieros o la admisión de valores en los mercados de capitales. Se exigirá unanimidad para adoptar medidas en virtud del presente apartado que supongan un retroceso respecto de la liberalización contemplada en la legislación comunitaria sobre movimientos de capitales con destino a terceros países o procedentes de ellos. Artículo 58 1. Lo dispuesto en el artículo 56 se aplicará sin perjuicio del derecho de los estados miembros a: a) Aplicar las disposiciones pertinentes de su derecho fiscal que distingan entre contribuyentes cuya situación difiera con respecto a su lugar de residencia o con respecto a los lugares donde esté invertido su capital. b) Adoptar las medidas necesarias para impedir las infracciones a su derecho y normativas nacionales, en particular en materia fiscal y de supervisión prudencial de entidades financieras, establecer procedimientos de declaración de movimientos de capitales a efectos de información administrativa o estadística o tomar medidas justificadas por razones de orden público o de seguridad pública. 2. Las disposiciones del presente capítulo no serán obstáculo para la aplicación de restricciones del derecho de establecimiento compatibles con el presente tratado. 3. Las medidas y procedimientos a que se hace referencia en los apartados 1 y 2 no deberán constituir ni un medio de discriminación arbitraria ni una restricción encubierta de la libre 97 SERIE E S T UDI OS S OBRE integracion circulación de capitales y pagos tal y como la define el artículo 56. Artículo 59 Cuando en circunstancias excepcionales los movimientos de capitales con destino a terceros países o procedentes de ellos causen, o amenacen causar, dificultades graves para el funcionamiento de la unión económica y monetaria, el consejo, por mayoría cualificada, a propuesta de la comisión y previa consulta al BCE, podrá adoptar respecto a terceros países, por un plazo que no sea superior a seis meses, las medidas de salvaguardia estrictamente necesarias. Artículo 60 1. Si, en los casos contemplados en el artículo 301, se considerare necesaria una acción de la comunidad, el consejo, con arreglo al procedimiento previsto en el artículo 301, podrá tomar las medidas urgentes que sean necesarias sobre movimiento de capitales y sobre pagos respecto de los terceros países de que se trate. 2. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 297 y hasta tanto el consejo no haya tomado medidas con arreglo al apartado 1, un estado miembro podrá, por razones políticas graves y por motivos de urgencia, tomar medidas unilaterales contra un tercer país en lo relativo a los movimientos de capitales y a los pagos. La comisión y los demás estados 98 miembros deberán ser informados de dichas medidas a más tardar en la fecha de entrada en vigor de las mismas. El consejo, por mayoría cualificada y a propuesta de la comisión, podrá acordar que el estado miembro de que se trate deba modificar o suprimir tales medidas. El presidente del consejo informará al Parlamento Europeo de las medidas que tome el consejo. El presente trabajo no pretende analizar en detalle cada una de las disposiciones del Capítulo 4 (movimientos de capital) y 2 (derecho de establecimiento) del título III de la parte tres del tratado. En relación a las normas generales aplicables al movimiento de capitales provenientes o destinados a terceros países de acuerdo a lo dispuesto en los artículos 56 a 60 (antiguos artículos 73b a 73g) bastará con indicar que: • Los poderes de los estados miembros deben ser ejercidos dentro de los límites de las obligaciones impuestas por los artículos 56, 57 (1) y 58. • La comunidad tiene competencia potencial con respecto a todos las normas aplicables a los movimientos de capitales (artículo 57 (2), primera frase) y que tiene competencia exclusiva para adoptar las medidas previstas en el artículo 57 (2), segunda frase y en el artículo 59. • Los párrafos 1 y 2 del artículo 60 establecen ciertos parámetros ad hoc ÍNDICE Capítulo 5.- El uso de la “caja de herramientas” en diferentes áreas de los procesos de integración regional: un estudio comparativo basado en el proceso Europeo para el caso particular descrito en dicho artículo. Los actuales artículos 56 a 60 son esencialmente normas de acceso ya incorporadas en el derecho primario. No se prevén excepciones en la forma de listas negativas para los movimientos intra-zona, pero sí se exceptúan, para los movimientos extra-zona, todas las medidas restrictivas del acceso que ya existieran en 1992. Las circunstancias bajo las cuales algunas excepciones son aplicables para los movimientos intra-zona se definen de manera muy restrictiva, mientras el margen para la aplicación de excepciones en el caso de los movimientos extra-zona es más amplio. Finalmente, el ámbito en que se puede producir derecho secundario es muy reducido en lo que respecta a los movimientos intra-zona, siendo algo más amplio en relación a los movimientos extra-zona. En consecuencia, la “liberalización automática” en el caso de los movimientos intra-zona es más profunda y tiene menos excepciones que en el área de comercio de bienes (y se extiende también parcialmente a los movimientos extra-zona). Como veremos en la próxima sección, esto resulta muy significativo desde la perspectiva de la política económica. ÍNDICE 5.5.2.- Establecimiento en el tratado CE los flujos intra-zona como los extrazona, el capítulo sobre derecho de establecimiento del TCE “no contiene ninguna disposición que regule el problema del primer establecimiento de nacionales de países terceros”36. Sin embargo, “el hecho que el único objetivo expresamente indicado en los capítulos relativos al derecho de establecimiento y a la libre prestación de servicios, sea la realización de estas libertades en beneficio de los nacionales de los estados miembros de la comunidad no se desprende, sin embargo, que se prohíba a las instituciones comunitarias hacer uso de las facultades que les son conferidas en este ámbito para definir el trato que debe otorgarse a los nacionales de países terceros.”37 Es decir, que el derecho secundario puede aplicarse al derecho de establecimiento de nacionales y compañías de terceros países. De hecho, el legislador comunitario ha incorporado, a través de actos basados sobre los artículos del capítulo sobre derecho de establecimiento, una serie de disposiciones que se aplican a un sector económico específico o a un aspecto específico de las actividades de las inversiones, como por ejemplo38: 36 Dictamen del Tribunal de Justicia 1/94 del 15 de noviembre de 1994, ya citado, párrafo 81, recopilación, p. I-5412. 37 Ibid, párrafo 90, p. I-5415. Mientras que el capítulo sobre movimiento de capitales cubre tanto 38 Los únicos ejemplos provistos en este trabajo son aquellos analizados por el Tribunal de Justicia en la antes mencionada opinión 1/94. 99 SERIE E S T UDI OS S OBRE integracion • La segunda directiva sobre bancos39. • La directiva sobre servicios de inversión en el ámbito de los valores negociables40. • Las directivas sobre seguros41. • La directiva sobre requisitos de publicidad de ciertas sucursales.42 A fin de comprender cómo el capítulo del TCE referido al derecho de establecimiento utiliza la caja de herramientas, debe destacarse que el derecho de establecimiento, tiene una 39Segunda directiva del consejo 89/646/CEE de 15 de diciembre de 1989, sobre la coordinación de las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas relativas al acceso y ejercicio de la actividad de las entidades de crédito y por la que se modifica la directiva 77/780/CEE) (DOCE No L 386, 30.12.1989, p.1). 40 Directiva 93/22/CEE del consejo, de 10 de mayo de 1993, relativa a los servicios de inversión en el ámbito de los valores negociables (DOCE No L 141, 11.6.1993, p. 27). 41 Directiva del consejo 90/618/CEE del 8 de noviembre de 1990 que modifica, en particular en materia de seguros de automotores, la cirectiva 73/239/CEE y la cirectiva 88/357/CEE referidas a la coordinación de leyes, regulaciones y disposiciones administrativas relacionadas con seguros directos distintos de los seguros de vida (DOCE No L 330, 29.11.1990, p. 44). Segunda directiva del consejo 90/619/CEE del 8 de noviembre de 1990 sobre la coordinación de las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas relativas al seguro directo de vida, por la que se establecen las disposiciones destinadas a facilitar el ejercicio efectivo de la libre prestación de servicios y por la que se modifica la directiva 79/267/CEE (DOCE No L 330, 29.11.1990, p. 50) 42 Undécima directiva del consejo 89/666/EEC del 21 de diciembre de 1989, relativa a la publicidad de las sucursales constituidas en un estado miembro por determinadas formas de sociedades sometidas al derecho de otro estado (89/666/CEE) (DOCE No L 395, 30.12.1989, p. 36). 100 lógica muy diferente a la de la libertad de movimiento de bienes, servicios y capitales. De hecho, el ejercicio del derecho de establecimiento es de alguna manera previo a la colocación de los bienes, servicios y aún los capitales en el mercado (o, por lo menos, los activos financieros por los que se intercambiarán los activos monetarios) que luego circularán dentro o entre los estados miembros. El acceso al mercado de bienes, servicios, capitales o trabajadores de su propio país puede estar más o menos restringido (por ejemplo, por motivos de edad, en el caso de los trabajadores), pero nunca se requiere un acto legal para ingresar al mismo. En contraste, este es exactamente el significado del “establecimiento”: los nacionales deben “establecerse” (como firma o como profesional) dentro de su propio mercado. Visto desde la perspectiva de otros estados miembros o de terceros países, el establecimiento es también previo a la producción de bienes, la provisión de servicios o la creación de activos financieros en el país anfitrión. Sería perfectamente posible, por ejemplo, que el establecimiento desde otro estado miembro o desde un tercer país fuera autorizado pero que cierta actividad específica no lo fuera. Por lo tanto, en lo que se refiere al derecho de establecimiento, existe una distinción esencial entre un derecho irrestricto al establecimiento (en realidad, un derecho al establecimiento poco regulado –como en el caso de la apertura de una juguetería-, porque siempre existen requisitos que deben ÍNDICE Capítulo 5.- El uso de la “caja de herramientas” en diferentes áreas de los procesos de integración regional: un estudio comparativo basado en el proceso Europeo ser cumplidos para establecerse como profesional o crear una compañía) y un derecho de establecimiento regulado o altamente regulado. Cuando el derecho de establecimiento se encuentra regulado (y, en principio, siempre se encuentra más o menos regulado), aparecen dos problemas desde la perspectiva de la CE: establecimiento de los nacionales de un estado miembro en el territorio de otro estado miembro. Dicha prohibición se extenderá igualmente a las restricciones relativas a la apertura de agencias, sucursales o filiales por los nacionales de un estado miembro establecidos en el territorio de otro estado miembro. • La posible discriminación entre profesionales y empresas de otros estados miembros. La libertad de establecimiento comprenderá el acceso a las actividades no asalariadas y su ejercicio, así como la constitución y gestión de empresas y, especialmente, de sociedades, tal como se definen en el segundo párrafo del artículo 48, en las condiciones fijadas por la legislación del país de establecimiento para sus propios nacionales, sin perjuicio de las disposiciones del capítulo relativo a los capitales. • Las diferencias entre distintas legislaciones nacionales y las “barreras indirectas” al establecimiento desde otros países que estas crearían. Como resultado, la lógica principal del capítulo referido al derecho de establecimiento del tratado de la CE no es el de la liberalización del acceso sino: • La obligación de trato nacional (art. 43.1 y 43.2), en lo que se refiere a derecho primario (interpretado enérgica y extensivamente por el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas). 1. A efectos de alcanzar la libertad de establecimiento en una determinada actividad, el consejo decidirá, mediante directivas, con arreglo al procedimiento previsto en el artículo 251 y previa consulta al comité económico y social. • La producción de normas de derecho uniforme a través de la creación de derecho secundario (arts. 44 y 47) a fin de desarrollar progresivamente un área o mercado común integrado. 2. El consejo y la comisión ejercerán las funciones que les atribuyen las disposiciones precedentes, en particular: Artículo 43 ÍNDICE Artículo 44 En el marco de las disposiciones siguientes, quedarán prohibidas las restricciones a la libertad de a) Ocupándose, en general, con prioridad, de las actividades en las que la libertad de establecimiento contribuya de manera especialmente útil al desarrollo de la producción y de los intercambios. 101 SERIE E S T UDI OS S OBRE integracion b) Asegurando una estrecha colaboración entre las administraciones nacionales competentes a fin de conocer las situaciones particulares, dentro de la comunidad, de las distintas actividades afectadas. c) Eliminando aquellos procedimientos y prácticas administrativos que resulten de la legislación nacional o de acuerdos celebrados con anterioridad entre los estados miembros, cuyo mantenimiento suponga un obstáculo para la libertad de establecimiento. d) Velando por que los trabajadores asalariados de uno de los estados miembros, empleados en el territorio de otro estado miembro, puedan permanecer en dicho territorio para emprender una actividad no asalariada, cuando cumplan las condiciones que les serían exigibles si entraran en el citado estado en el momento de querer iniciar dicha actividad. e) Haciendo posible la adquisición y el aprovechamiento de propiedades inmuebles situadas en el territorio de un estado miembro por un nacional de otro estado miembro, en la medida en que no se contravengan los principios establecidos en el apartado 2 del artículo 33. f) Aplicando la supresión progresiva de las restricciones a la libertad de establecimiento, en cada rama de 102 actividad contemplada, tanto en lo que respecta a las condiciones de apertura, en el territorio de un estado miembro, de agencias, sucursales o filiales, como a las condiciones de admisión del personal de la sede central en los órganos de gestión o de control de aquéllas. g) Coordinando, en la medida necesaria y con objeto de hacerlas equivalentes, las garantías exigidas en los estados miembros a las sociedades definidas en el segundo párrafo del artículo 48, para proteger los intereses de socios y terceros. h) Asegurándose que las condiciones para el establecimiento no resulten falseadas mediante ayudas otorgadas por los estados miembros. Artículo 47 1. A fin de facilitar el acceso a las actividades no asalariadas y su ejercicio, el consejo, con arreglo al procedimiento previsto en el artículo 251, adoptará directivas para el reconocimiento mutuo de diplomas, certificados y otros títulos. 2. Con el mismo fin, el consejo, con arreglo al procedimiento previsto en el artículo 251, adoptará directivas para la coordinación de las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los estados miembros relativas al acceso y ejercicio de las actividades no asalariadas. Será ÍNDICE Capítulo 5.- El uso de la “caja de herramientas” en diferentes áreas de los procesos de integración regional: un estudio comparativo basado en el proceso Europeo necesaria la unanimidad durante todo el procedimiento previsto en el artículo 251 para aquellas directivas cuya ejecución en un estado miembro al menos implique una modificación de los principios legales vigentes relativos al régimen de las profesiones en lo que se refiere a la formación y a las condiciones de acceso a las mismas de las personas físicas. En los demás casos, el consejo decidirá por mayoría cualificada. 3. En cuanto a las profesiones médicas, paramédicas y farmacéuticas, la progresiva supresión de las restricciones quedará subordinada a la coordinación de las condiciones exigidas para su ejercicio en los diferentes estados miembros. En otras palabras, estamos en las antípodas del enfoque de la “liberalización automática” que se aplica en el caso del comercio de bienes y del movimiento de capitales. ÍNDICE 5.6.- Las consecuencias legales, económicas y políticas de la elección de herramientas: el caso de la “acción de oro” del tribunal de justicia de las comunidades europeas43 La elección de las herramientas a la hora de tratar una cuestión concreta en el marco del derecho económico internacional, no es una cuestión meramente teórica, sino que tiene consecuencias prácticas de extremada importancia. De hecho, el problema posiblemente más importante que hoy existe en el marco del proceso de integración europea, por lo que se refiere al “moldeado” de la realidad económica, puede ser planteado en términos de dicha elección. Es por ello que conviene discutirlo con detalle para cerrar el presente estudio. Muchos estados miembros introdujeron durante los años 1990 cláusulas de “acción de oro” en diferentes secciones de sus legislaciones nacionales, en particular en aquellas referidas a las privatizaciones de compañías públicas. 43 Esta sección es un resumen de Torrent, Ramón (2007) “Derecho comunitario e inversiones extranjeras directas: Libre circulación de los capitales vs. regulación no discriminatoria del establecimiento. De la golden share a los nuevos open skies”, en la revista española de derecho europeo, n.22, Abril-Junio 2007, en donde el lector interesado podrá encontrar un desarrollo en profundidad del argumento aquí presentado. 103 SERIE E S T UDI OS S OBRE integracion Sobre la base de dichas cláusulas, los gobiernos se reservaban algún poder de veto sobre ciertas operaciones futuras de dichas empresas (o relacionadas con ellas). La mayoría de estas disposiciones fueron redactadas pobremente (y copiadas entre ellas) y omitieron referirse a un poder general de supervisión sobre las actividades económicas de las empresas que devendrían operacionales bajo ciertas circunstancias. En cambio, se concentraron exclusivamente en las operaciones orientadas a la adquisición o control de algunos de sus activos. La Comisión Europea inició una serie de procedimientos ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas atacando estas cláusulas, alegando que violaban disposiciones del capítulo sobre movimiento de capitales del tratado de la CE44, es decir, normas de derecho primario. Los estados miembros aceptaron este enfoque, y el tribunal falló a favor de la comisión (con la excepción de una norma belga, para la que el tribunal se las arregló para improvisar una excepción sin fundamento alguno en el tratado).45 Con el paso del tiempo, la jurisprudencia se ha ido estandarizando (y banalizando). Por tanto, lo mejor es recoger la versión 44 La comisión también atacó estas disposiciones en el marco del capítulo referido al derecho de establecimiento, pero se trató de un argumento subsidiario que ni siquiera fue tratado por el tribunal. 45 La jurisprudencia nace con las sentencias de 4 de junio de 2002, Comisión/Portugal (C-367/98, Rec. p. I-4731), Comisión/Francia (C-483/99, Rec. p. I-4781) y Comisión/Bélgica (C-503/99, Rec. p. I-4809). 104 que se da de la misma en una sentencia más reciente que las primeras de 2002, la de 2 de junio de 2005 en el asunto comisión contra república Italiana (asunto C- 174/04). Los párrafos decisivos son los siguientes: 26 Con carácter preliminar, procede recordar que el artículo 56 CE, apartado 1, instaura una libre circulación de capitales entre estados miembros y entre estados miembros y terceros países. A tal efecto, dicho artículo establece, en el marco de las disposiciones del capítulo del tratado titulado «capital y pagos», que quedan prohibidas todas las restricciones a los movimientos de capitales entre estados miembros y entre estados miembros y terceros países. 27 Aunque el tratado no define los conceptos de movimientos de capitales y de pagos, es sabido que la directiva 88/361, junto con su nomenclatura anexa, tiene valor indicativo para definir el concepto de movimientos de capitales (véanse la sentencia Comisión/Reino Unido, antes citada, apartado 39, y la de 16 de marzo de 1999, Trummer y Mayer, C-222/97, Rec. p. I-1661, apartados 20 y 21). 28 En efecto, los puntos I y III de la nomenclatura anexa a la directiva 88/361 y las notas explicativas que allí figuran indican que una inversión directa en forma de participación en una empresa mediante la posesión ÍNDICE Capítulo 5.- El uso de la “caja de herramientas” en diferentes áreas de los procesos de integración regional: un estudio comparativo basado en el proceso Europeo de acciones, así como la adquisición de títulos en el mercado de capitales, constituyen movimientos de capitales en el sentido del artículo 56 CE. Con arreglo a las mencionadas notas explicativas, la inversión directa, en particular, se caracteriza por la posibilidad de participar de manera efectiva en la gestión y en el control de una sociedad. 29 A la luz de estas consideraciones, procede examinar si constituye una restricción a los movimientos de capitales entre los estados miembros el decreto-ley nº 192/2001, que establece una suspensión automática de los derechos de voto correspondientes a las participaciones superiores al 2 % en el capital social en las empresas que operan en los sectores de la electricidad y del gas cuando tales participaciones son adquiridas por empresas públicas que no cotizan en mercados financieros regulados y que ocupan una posición dominante. ÍNDICE 30 A este respecto, procede señalar que la suspensión de los derechos de voto establecida en dicho decreto impide que la categoría de empresas públicas a la que éste se aplica participe de una manera efectiva en la gestión y en el control de las empresas italianas activas en los mercados de la electricidad y del gas. Dado que la finalidad perseguida por el decreto-ley nº 192/2001 consiste en impedir «ataques anticompetitivos por parte de entidades públicas que operan en el mismo sector en otros estados miembros», este decretoley produce el efecto de disuadir de adquirir acciones de las empresas italianas que operan en el sector de la energía, en particular a las empresas públicas establecidas en otros estados miembros. 31 De lo anterior resulta que la suspensión de los derechos de voto prevista en el decreto-ley nº 192/2001 constituye una restricción a la libre circulación de capitales, prohibida, en principio, por el artículo 56 CE. A continuación, el tribunal pasa a “analizar aún si esta restricción a la libre circulación de capitales puede justificarse a la luz de las disposiciones del tratado”. 35 A este respecto, procede recordar que la libre circulación de capitales, como principio fundamental del tratado, sólo puede limitarse mediante una normativa nacional justificada por razones contempladas en el artículo 58 CE, apartado 1, o por razones imperiosas de interés general. Además, para que pueda justificarse de esta manera, la normativa nacional en cuestión debe ser adecuada para garantizar la realización del objetivo que persigue y no ir más allá de lo necesario para alcanzarlo, a fin de respetar el criterio de proporcionalidad. Y, en general, excepto en el mencionado asunto Comisión/Bélgica, el tribunal 105 SERIE E S T UDI OS S OBRE integracion concluye que dicha justificación no existe y, en consecuencia, declara que el estado miembro atacado por la comisión ha incumplido sus obligaciones. Una vez llegado a esta conclusión, si la compatibilidad/incompatiblidad con el capítulo sobre derecho de establecimiento ha sido también alegada (no lo fue en el asunto C- 174/04), el tribunal considera innecesario examinar el asunto en esta perspectiva con el argumento siguiente: La comisión solicita además que se declare la existencia de un incumplimiento de los artículos 52 a 58 del tratado, a saber, de las disposiciones relativas a la libertad de establecimiento en la medida en que se refieren a las empresas. A este respecto, debe señalarse que, en la medida en que la normativa controvertida contiene restricciones a la libertad de establecimiento, dichas restricciones son consecuencia directa de los obstáculos a la libre circulación de capitales examinados anteriormente, de los que no pueden disociarse. Por consiguiente, puesto que se ha declarado la existencia de un incumplimiento del artículo 73 B del tratado, no es necesario examinar separadamente las medidas controvertidas a la luz de las disposiciones del tratado relativas a la libertad de establecimiento.(puntos 55 y 56 de la sentencia de 4 de junio de 2002, comisión contra R. Francesa, asunto C483/99). El enfoque adoptado por la comisión, aceptado por los estados miembros y seguido por el tribunal es, por lo 106 menos, discutible. La distinción entre política macroeconómica y políticas sectoriales es bien conocida, y el sentido común económico y político indica que la regulación de los movimientos internacionales de capitales se refiere a la primera y no a las segundas. En contraste, las cláusulas de acción de oro no tienen nada que ver con el momento o el tipo de capital extranjero que entra o sale de un país, ni con las típicas cuestiones de “equilibrio macroeconómico” dentro de cuyo marco se discute la liberalización de los movimientos de capitales. Se refieren en cambio a políticas específicas (y reglamentaciones específicas) en sectores específicos. Si este sentido común generalmente aceptado se hubiera aplicado en los casos referidos a las cláusulas de acción de oro, el capítulo en el marco del cual debía discutirse su conformidad con el derecho comunitario no habría sido el de movimiento de capitales, sino el del derecho de establecimiento. Y este cambio de marco habría tenido una importancia decisiva, precisamente porque el enfoque seguido por el capítulo sobre derecho de establecimiento es completamente diferente del adoptado en el referido a movimiento de capitales en dos de nuestras tres distinciones: • Se concentra en trato nacional y derecho uniforme (armonización de las condiciones de establecimiento) en lugar de focalizarse en la liberalización del acceso (de capitales). ÍNDICE Capítulo 5.- El uso de la “caja de herramientas” en diferentes áreas de los procesos de integración regional: un estudio comparativo basado en el proceso Europeo • Su técnica preferida es la del desarrollo progresivo de derecho secundario en lugar de la aplicación directa de prohibiciones impuestas por el derecho primario. La cláusula de acción de oro se ve de manera totalmente diferente si se enmarca en el capítulo de derecho de establecimiento. En dicho contexto, debe analizarse bajo el estándar del trato nacional.46 Si cumple con el mismo, las diferencias entre las normas nacionales (y las barreras indirectas que indudablemente surgen de las mismas) solo pueden ser evitadas mediante la armonización a través de la creación de derecho secundario. ÍNDICE Este argumento puede plantearse en términos de la popular distinción entre integración “negativa” y “positiva”: en un ámbito tan esencial para la integración europea como el régimen jurídico para las inversiones extranjeras entre estados miembros, la Comisión Europea y el Tribunal Europeo han decidido, conscientemente, el camino de la “integración negativa”, jugando el juego en el marco del capítulo de movimiento de capitales en lugar de jugarlo en el contexto del capítulo referido al derecho de establecimiento. Pero a fin de comprender por qué este argumento es válido debemos recurrir a las distinciones presentadas en este trabajo. El argumento es correcto porque los tipos de reglas y las técnicas utilizadas para producirlos son diferentes en cada caso. 46 Y podría haberse encontrado que muchas disposiciones violan dicho estándar. 107 La Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA), es el órgano técnico regional, cons­tituido como persona jurídica, cuya función principal consiste en asistir técnica y administrativamente al proceso de integración económica centroamericana. La secretaría realiza sus labores en coordinación con otras secretarías e instituciones especializadas, a efecto de promover el desarrollo armónico y equilibrado de los aspectos económicos con los políticos, sociales y culturales, dentro del Sistema de Integración Centroamericana (SICA). De conformidad con la actual estrategia de la integración económica de Centroamérica, la SIECA concentra sus actividades en el perfeccionamiento del Mercado Común Centroamericano y en la inserción de la región en la economía y comercio mundiales. Con el apoyo de: