LA UNCIÓN REAL EN LOS ORÍGENES DE LA MONARQUÍA DEL PUEBLO DE ISRAEL COMO FIGURA MESIÁNICA EN LOS LIBROS DE SAMUEL HÉCTOR HERNÁN MOLANO CORTÉS PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE TEOLOGÍA BOGOTÁ, 2010 1 LA UNCIÓN REAL EN LOS ORÍGENES DE LA MONARQUÍA DEL PUEBLO DE ISRAEL COMO FIGURA MESIÁNICA EN LOS LIBROS DE SAMUEL Estudiante HÉCTOR HERNÁN MOLANO CORTÉS Trabajo monográfico presentado como requisito para optar al título de Magister en Teología Director JOSÉ SANTOS TORRES M. C.M.F PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE TEOLOGÍA BOGOTÁ, 2010 2 ADVERTENCIA “La universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por los alumnos en el trabajo de tesis, solo velará porque no se publique nada contrario al dogma o a la moral católica y porque la tesis no tenga ataques o polémicas puramente personales, antes bien se vea en ella el anhelo de buscar la verdad y la justicia” (Reglamento de la Pontificia Universidad Javeriana, Artículo 23 de la resolución No. 13, del 6 de junio de 1969) 3 NOTA DE ACEPTACIÓN ____________________________________________________________ ____________________________________________________________ ____________________________________________________________ ____________________________________________________________ ____________________________________________________________ FIRMAS __________________________ Director de la monografía José Santos Torres M. C.M.F ___________________________ Segundo evaluador de la monografía Luis Guillermo Sarasa Gallego, S.J. ______________________________ Jurado calificador Bogotá D.C., 23 de septiembre de 2010 4 DEDICATORIA A Dios fuente de toda sabiduría y conocimiento, quien le plació salvarme. 5 AGRADECIMIENTOS A Dios por su gran misericordia. A mi amada esposa Luisa Fernanda, una verdadera mujer virtuosa, quien conoce todo el proceso, por su amor, apoyo, compañía, etc. A mi querida hija Camila Andrea, por seguir alegrándome la vida. Al Reverendo Wui Dong Kim, a la Misión Presbiteriana Coreana, y todos los hermanos particulares que apoyaron estos estudios. A mis estudiantes quienes fueron pacientes en escuchar en momentos en que se necesitaba catarsis. Al pastor Cosme Damian Vivas por prestarme varios de sus libros sin limitaciones. A mis padres por su apoyo constante. A todos mis hermanos en la fe que oraron por mis estudios y por la elaboración de este trabajo. A las personas que me ayudaron a conseguir y/o recomendaron materiales y libros para esta investigación como Milton Acosta, Grace Mullen, Alison Salvensen, Robert Gordon. También a los queridos bibliotecarios William y Andrés. Al profesor José Santos por llevarme a investigar sobre este tema. Al profesor Luis Guillermo Sarasa, segundo lector, por sus apreciaciones sobre este trabajo. 6 TABLA DE CONTENIDO NOTA DE ACEPTACIÓN ……………………………………………………. 4 DEDICATORIA ……………………………………………………………….. 5 AGRADECIMIENTOS ……………………………………………………….. 6 INTRODUCCIÓN ……………………………………………………………. 9 CAPÍTULO 1. ESTUDIO DE LOS TÉRMINOS «MESÍAS» Y «UNCIÓN» 13 1.1 La palabra Mesías en los Profetas Anteriores ………………………. 15 1.1.1 Campo lexical ………………………………………………….. 17 1.1.1.1 Estudio etimológico ……………………………………. 17 1.1.1.2 Estudio sintagmático …………………………………… 24 1.1.1.2.1 Posición adjetival ……………………………… 24 1.1.1.2.2 Nomen Regens ………………………………… 25 1.1.1.2.3 La aparición de la palabra x;yvim' con sufijo …… 26 1.1.1.2.4 x;yvim' en relación a los verbos que lo gobiernan. 27 1.1.1.2.5 Nomen rectum …………………………………. 30 1.1.1.3 La traducción de x;yvim' al griego en la LXX …………… 30 1.1.1.4 Conclusión sobre el campo lexical ……………………… 31 1.1.2 Campo Semántico ………………………………………………. 32 1.1.2.1 Sacerdote ……………………………………………….. 32 1.1.2.2 Profeta ………………………………………………….. 35 1.1.2.3 Rey ……………………………………………………... 38 1.1.2.4 Elegido ………………………………………………….. 40 1.1.2.5 Señor ……………………………………………………. 40 1.1.2.6 Salvador ………………………………………………… 41 1.1.2.7 Conclusión campo semántico …………………………... 42 1.2 La palabra unción en los Profetas Anteriores ………………….….. 1.2.1 Campo lexical ………………………………………………….. 1.2.1.1 Estudio etimológico ……………………………………. 1.2.1.2 Estudio sintagmático del verbo ungir ………………….. 1.2.1.2.1 Sujeto …………………………………………. 1.2.1.2.2 Objeto ………………………………………… 1.2.1.2.3 Instrumento para la unción …………………… 1.2.1.2.4 Otras consideraciones sintagmáticas …………. 1.2.1.3 La traducción de xv;m' al griego de la LXX ………….. 1.2.1.4 Conclusión campo lexical ……………………………… 1.2.2 Campo Semántico ……………………………………………… 1.2.2.1 Los verbos sinónimos de xv;m' ………………………… 43 43 43 47 47 48 49 50 50 52 52 53 7 vd;q' …………………………………………. 1.2.2.3 El verbo %l;m' ………………………………………….. 1.2.2.4 El verbo !h;K' …………………………………………… 1.2.2.2 El verbo 53 54 55 1.2.2.5 Conclusión campo semántico ………………………….. 55 1.3 Conclusión del estudio de las palabras Mesías y unción ……………. 56 CAPÍTULO 2. LOS LIBROS DE SAMUEL Y LA FIGURA DEL MESÍAS 57 2.1 Generalidades de los libros de Samuel ……………………………… 2.1.1 Consideraciones sobre el contexto histórico …………………… 2.1.2 Sobre la autoría de los libros de Samuel ……………………….. 2.1.2.1 La Historia Deuteronomista …………………………… 2.1.2.2 Aproximaciones literarias holísticas …………………... 57 58 60 61 65 2.2 Estudio de pasajes en dónde se cita la palabra Mesías ……………… 2.2.1 En 1S 2,10 al final del cántico de Ana ………………………… 2.2.2 En 1S 2,35 al final del oráculo a Elí …………………………… 2.2.3 En 1S 9,16 en la historia de la elección de Saúl ……………….. 2.2.4 En 1S 24,6 cuando David le perdona la vida a Saúl …………… 2.2.5 En 2S 22,51 al final del salmo de alabanza de David …………. 2.2.6 La promesa a David 2S 7 ……………………………………… 2.2.7 Conclusiones al estudio de los pasajes bíblicos ……………….. 66 66 70 72 74 76 77 80 2.3 Personajes reales ……………………………………………………….. 2.3.1 Saúl …………………………………………………………….. 2.3.2 David …………………………………………………………… 23.3 Salomón ………………………………………………………... 81 83 86 92 2.4 La acción salvífica de los reyes ………………………………………… 96 2.4.1 ¿Es Saúl una figura mesiánica? ………………………………… 102 2.4.2 ¿Es David una figura mesiánica? ………………………………. 105 2.4.3 ¿Es Salomón una figura mesiánica? ……………………………. 107 CONCLUSIONES …………………………………………………………….. 109 BIBLIOGRAFÍA ……………………………………………………………… 113 8 INTRODUCCIÓN Es bien conocido que la palabra ‘Cristo’ es la traducción griega de la palabra hebrea ‘Mesías’. Las dos han pasado a la lengua castellana como sinónimos de ‘ungido’, un significado que no aparece tan claro al fiel cristiano común. Incluso con frecuencia se piensa que ‘Cristo’ es el nombre propio de ‘Jesús’ y que ‘Mesías’ es un título adicional. A esto se suma el hecho de que muchos cristianos consideran el ‘mesianismo’ un fenómeno exclusivo del Nuevo Testamento. Desconocen, así, que la propia palabra con la que se autodenominan los seguidores de Jesús es una palabra tremendamente mesiánica. La palabra cristianismo bien pudiera ser sinónimo de mesianismo. Y el interés de este trabajo es mostrar las raíces veterotestamentarias de la figura mesiánica en Israel. Para el cristiano corriente son claras las afirmaciones hechas en el párrafo anterior, pero para muy pocos es conocido el trasfondo veterotestamentario de lo que significaba ser un Mesías, sus implicaciones y lo que lograba para el pueblo de Israel en su época. Si bien, se han realizado investigaciones sobre cómo se veía Cristo en el Antiguo Testamento, no muchas muestran un estudio sobre partes específicas de la Biblia Hebrea, como por ejemplo el inicio de estos desarrollos mesiánicos. Al leer el texto del Antiguo Testamento se puede dilucidar que las bases para estas ideas mesiánicas son colocadas en los libros conocidos como Profetas Anteriores; es en estos libros bíblicos en los que aparecen las figuras de los ungidos: reyes, profetas y sacerdotes. En el libro de Josué se muestra la conquista que el pueblo de Yahvé hizo para obtener la tierra de Canaán; en dicha tierra se establecería tanto el reino de Israel, como los reinados que son narrados desde el tiempo de Samuel, hasta aproximadamente el 586 a.e.c. en los libros de Samuel y Reyes1. En estos tiempos se empieza a vislumbrar la figura mesiánica en especial con la persona de David, con su reinado y con la promesa hecha a él de una dinastía eterna que le sucedería2. El ascenso de David al trono es narrado entre 1S 16-2S 7, donde el escritor se encarga de enaltecer este 1 2 Fee y Stuart, How to read the Bible book by book, 82. Sicré, De David al Mesías, 20. 9 personaje y de ponerlo como digno de ese cargo. A pesar de que en la sucesión del trono se manifiestan las dificultades que pudo tener, es claro que la afirmación sobre la “no retirada” del reino sobre los descendientes de él, se mantiene en los libros de Reyes, con lo que se nota la repetición profética hecha a David desde segundo de de Samuel. Es por todo esto, que en los Profetas Anteriores se están dando las bases para el mesianismo, manifestado en el reinado y en el mantenimiento de la promesa davídica de tener reyes de sus descendientes. En esta investigación se pretenden describir las unciones reales en los orígenes de la monarquía, unciones que se suceden en los libros de Samuel. La razón que sea en estos libros del texto bíblico es porque en allí prima el tema del origen de la monarquía, base primaria para entender el concepto de Mesías. La pregunta que se pretende responder con la investigación es: ¿cuál es el significado de la figura de la unción real y su función como mediación salvífica en el origen de la monarquía? Y su objetivo principal es describir la figura de la unción real en Israel que aparece en los libros de Samuel y su función como mediación salvífica/mesiánica. Cuando se habla de figura de la unción, no se trata de centrarse en el acto como tal de ungir, sino en la persona sobre la que recae la unción. Al referirse esta pregunta al significado de la figura, se quiere saber qué representan para el pueblo las figuras de la unción, quiénes son estos personajes. Con referencia a la acción salvadora, se pretende responder cómo esas figuras ayudaban al pueblo en su salvación, cómo los libraba, cómo eran sus mesías. Para lograr lo planteado en los párrafos anteriores se realizará inicialmente un estudio del término Mesías y lo que representa la acción de ungir, investigación que se circunscribirá a los libros fruto de la investigación. La razón de presentar un pequeño estudio inicial de los términos es enfocar las ideas sobre el mesianismo en los Profetas Anteriores, esto se hará usando las pautas de los estudios léxicos y semánticos, con la ayuda de diversos diccionarios y del análisis de las apariciones de los términos en el texto bíblico; se incluirán las observaciones personales orientadas a dar claridad y puntualizar lo que tiene que ver propiamente con el tema de la investigación. 10 Seguidamente, se revisará el texto bíblico para entender cómo esas unciones sobre los reyes pueden ser consideradas imágenes mesiánicas. Cuando se hace referencia al estudio del texto bíblico, es importante aclarar que no se pretende hacer una exposición exegética al modo de versículo por versículo en los libros de Samuel, lo que sería un comentario de todos los libros, sino tomar aquellos pasajes en donde se nombra la palabra Ungido con el fin de entender lo que significa ser ungido en el pueblo de Israel. Estos estudios serán fruto de la observación de los pasajes, en su narración y presentación, además se usarán diversos comentarios al texto. En el mismo capítulo se tratarán las acciones salvadoras de estos reyes; teniendo claro que la mención de salvación puede traer a la mente de muchos lectores el tema de “la alianza”; al respecto, se presenta cómo es que las figuras están unidas a la alianza, pero esta investigación no desarrollará todo el gran tema de la alianza en la Biblia porque sería desviar el trabajo a esa otra categoría. Es importante aclarar que en el desarrollo del estudio de los libros de Samuel, se considerará la Historia Deuteronomista, con el propósito de dar a conocer la teoría que considera que este grupo de libros de Dt-2Re3 fue escrito por un solo redactor final, postura que fue presentada por Noth. Este acercamiento será el aceptado para el presente trabajo y su presentación obedece a la necesidad de aclarar la unidad de los libros como un todo y de identificar la época y el autor de los textos que se tomarán para desarrollar el trabajo. Las conclusiones de la investigación darán luz para un mejor entendimiento de lo que representa para el cristianismo la figura del Mesías desde su origen, y dejarán abierta la puerta para posteriores investigaciones del mismo tema en otras partes de las Sagradas Escrituras, como en los salmos, los profetas posteriores y la literatura sapiencial. Finalmente, se debe aclarar que las citas bíblicas transcritas en este trabajo corresponden a la Biblia de las Américas, ya que dicha biblia intenta ser una traducción cercana a lo literal de los manuscritos hebreos y griegos, que en su caso usa la Biblia 3 Mckenzie, “Deuteronomistic History” En Anchor Bible Dictionary, 161. 11 Hebraica Stuttgartensia, y griego que emplea el Novum Testamentum Graece de Nestle Aland en su edición vigésima sexta. Otra característica de esta biblia es que el nombre de Dios, el tetragrámaton, es traducido como Señor y cuando aparece seguido de Adonai, es traducido Dios.4 A lo largo de este trabajo se usa en las trascripciones de los versículos esta guía y en el texto normal se usa indistintamente el nombre Yavhé o Dios.5 4 The Lockman Foundation. La Biblia de las Américas, vii (es también conocida por las siglas LBA). Para las fuentes hebreas y griegas se ha usado el programa Bibleworks 7.0. Las abreviaturas de los libros bíblicos siguen el Instructivo: Políticas y Procedimientos, elaborado para oficina de publicaciones de la Facultad de Teología de la Universidad Javeriana. 5 12 CAPÍTULO 1 ESTUDIO DE LOS TÉRMINOS «MESÍAS» Y «UNCIÓN» La Biblia ha llegado a este tiempo fruto de un gran grupo de autores y quizá redactores que le han dado forma a lo que hoy tenemos. Los actuales estudios sobre el texto bíblico no han dejado de lado lo valioso que resulta acercarse a éste como tal sabiendo que es el resultado de muchas manos, pero sin desconocer que es la fuente principal para hacer teología6. Aunque tradicionalmente la Biblia Cristiana se divide en Antiguo y Nuevo Testamento, esta separación obedece no solo a una cronología –los libros veterotestamentarios son anteriores al siglo II, a.e.c., y los cristianos son únicamente del siglo I, e.c.–, o a una temática o a una comunidad de fe, sino que detrás de ella subyace una nueva comprensión de la acción de Dios. Pero al mismo tiempo que se presentan enormes diferencias, se dan significativas continuaciones. Una de ellas, y tal vez la más destacada, es la importancia creciente que la figura del ungido, Mesías para el Antiguo Testamento y Cristo para el Nuevo, tiene para las dos testamentos. El evangelista Mateo y Pablo de Tarso han hecho de este hilo conductor la «clave» fundamental para comprender el significado de la acción de Jesús dentro del plan de Dios. En esta investigación, se va a trabajar en una parte del Antiguo Testamento en la que aparecen por primera vez y de manera explícita unas referencias al Mesías, ungido del Señor, enviado a salvar a su pueblo. Debido a que el origen del texto para las actuales iglesias cristianas está basado en el texto que usaban los hebreos, se hará referencia en este escrito a las divisiones de aquella tradición. La Biblia judía, que corresponde a lo que nosotros conocemos como Antiguo Testamento, es llamada Biblia hebrea, y se ha dividido en tres partes principales: la Torá, los Profetas y los Escritos. Dentro de la parte conocida como los Profetas también existe una división, pues allí están los llamados Profetas Anteriores y Profetas Posteriores. Se dice que los Profetas Anteriores son escritos sin una inscripción que mencione quién los escribió, y en general, tratan de la relación que existió entre Dios y su pueblo escogido desde el 6 Martínez, Aproximación a las racionalidades especializadas y a sus métodos en el quehacer teológico. En Baena, et al Los Métodos en Teología. Bogotá: Javeriana, 42. 13 momento del ingreso a la tierra prometida hasta que es llevado al exilio; todo este material sirve de base para comprender la acción de los Profetas Posteriores.7 Son parte de los Profetas Anteriores, los libros de Josué, Jueces, primero y segundo de Samuel y primero y segundo de Reyes. En el libro de Josué se explica la conquista que realizó el pueblo elegido de Dios para obtener la tierra prometida; en Canaán se establecería el reino de Israel, con características similares a las de los reinos del cercano medio Oriente, descritos en los libros de Samuel y de Reyes.8 Durante este período de monarquías en Israel, se puede ver al rey como una figura mesiánica, en particular con la persona de David, debido a lo que realizó en su reinado, y en especial, a la promesa que le hizo Yavhé acerca de una dinastía eterna que lo sucedería.9 El cómo llegó David al trono se narra en 1S 16-2S 7, donde se muestra a este rey como digno de ese cargo por una elección divina y por sus cualidades particulares. A pesar de los errores que éste cometió, narrados en lo conocido como la “sucesión al trono”, Yavhé le hace una promesa de que el reino permanecería en su casa, pacto que se mantiene en los libros de Reyes. Por todo lo mencionado, los libros conocidos como Profetas Anteriores, presentan las bases para el mesianismo, el cual es manifestado en los reinados, y en especial, en el mantenimiento de la promesa hecha a David. Como se puede observar, es de vital importancia el estudio de los Profetas Anteriores, pues en ellos se narran las historias de cómo llegaron a convertirse en un reino, de cómo colocaron reyes y de cuál era el procedimiento que tenían para seleccionarlos. Es en particular en estos libros donde se suceden las palabras que se estudiarán en este capítulo, las cuales aparecen precisamente en medio de este desarrollo de formación del pueblo como nuevo imperio. Se estudiarán las palabras Mesías y unción en estos libros, porque son ellas las que están dirigidas en particular al tema objetivo de la investigación. Se revisarán desde el punto de vista gramatical y semántico, con el fin de saber qué significan estas palabras, de dónde provienen, y con qué otras palabras se pueden relacionar; esto dará una base 7 Harrison, Introducción al Antiguo Testamento: El pentateuco, los profetas anteriores, Vol. II, 210. Fee y Stuart, How to read the Bible book by book, 82. 9 Sicré, De David al Mesías, 20. 8 14 para entender qué era lo que tenían en mente los escritores o redactores cuando hacían mención de las mismas y brindará a la segunda parte de la investigación el conocimiento de lo que significaba la unción y el Mesías. 1.1 La palabra Mesías en los Profetas Anteriores Al estudiar una palabra se debe reconocer que ella está formada por una raíz o lexema y por unas terminaciones o morfemas derivativos. Si se sabe cuáles son éstas y se investiga lo que la raíz significa, se puede determinar la definición de la palabra.10 También, es importante conocer el campo semántico de ella, esto es, la afinidad que la palabra pueda tener con otras palabras, la cual, se da por el significado y no necesariamente se tiene que relacionar en su forma o raíz particular con la palabra de estudio.11 Aunque no es el propósito de este trabajo hacer un análisis de las investigaciones sobre el estudio de términos, algo que debe considerarse antes de entrar a realizar el estudio, es la posibilidad que existe de que se esté usando la metodología adecuada y no se cometan errores. Por ejemplo, algunos pueden argüir que el estudio de una palabra usando el significado de la raíz para encontrar el significado de la misma, es una falacia; de hecho, se dice que el uso de la etimología no garantiza que se llegue al sentido de la palabra,12 es así como algunas raíces de palabras pueden tener más de un significado.13 Igualmente, existe la dificultad de intentar capturar el sentido de una palabra de un idioma a otro totalmente diferente, por ejemplo pasar de la concepción hebrea a la griega; lo claro es que no hay forma de equiparar una palabra de un idioma a otro.14 Si esto es así ¿cómo entonces se puede estudiar el origen y el significado de una palabra sin el uso de la etimología? 10 Sendek y Periñan, Griego para Sancho, 3. Ortiz y Jiménez, Análisis Semántico-Teológico del Nuevo Testamento, 44. 12 Carson, Exegetical Fallacies, 28. 13 Barr, The Semantics of Biblical Language, 102. 14 Ibid., 21-26. 11 15 Si se adopta como absoluta la postura de que no se puede conocer la palabra conociendo la raíz, se puede caer en el extremo de decir que las palabras no tienen ningún origen, o que el significado de las palabras se puede expandir de tal forma que no se pueda encontrar;15 Barr al respecto afirma, que la etimología de una palabra depende del uso que se le dio y que además, se debe revisar dicho uso en la historia de la aparición de la misma.16 Entonces la pregunta obvia sería: ¿es entonces adecuado el método de acercamiento etimológico para una palabra? Barr responde diciendo que sí, siempre y cuando se haga dicho estudio considerando el contexto y la historia de la palabra.17 Carson también dice que el significado de una palabra sí puede estar definido por el significado de sus componentes. Con estas consideraciones en mente, en este capítulo se estudiarán las palabras en su etimología, en sus relaciones sintácticas y en sus campos semánticos, para que el estudio evite caer en la sola mención etimológica y la misma sea validada por los otros estudios. En lo que tiene que ver con el desarrollo histórico de las palabras de estudio, es pertinente aclarar que en este trabajo se está asumiendo que los Profetas Anteriores son fruto de la mano de un solo redactor, por lo que se consideran escritos en forma final en un período histórico particular. Ésta teoría desarrollada por Noth se mostrará en el siguiente capítulo con más detalle; las menciones de los textos que no correspondan a este período se han validado en el estudio particular de los Profetas Anteriores. Regresando al estudio que se va a iniciar, la palabra que ocupa un lugar especial en esta investigación es Mesías y resulta pertinente revisarla etimológicamente para ver su origen y formación, lo cual podrá ofrecer un significado del término para usarlo en el resto del trabajo y en el análisis de los textos. Se estudiará el campo lexical y el campo semántico, ya que se deben revisar no solo las palabras que se deriven de ésta en etimología, sino también aquellas que trasmitan la misma idea sin ser necesariamente iguales morfológicamente. 15 Carson, Exegetical Fallacies, 28. Barr, The Semantics of Biblical Language, 109. 17 Ibid., 158. 16 16 1.1.1 Campo lexical Cuando se trata el campo lexical, se pretende además de revisar la palabra etimológicamente, encontrar las palabras que son derivadas de aquella que se estudia. Se une en este punto un estudio sintagmático del término Mesías, que brinda las relaciones que pueda tener el término con las palabras conexas. 1.1.1.1 Estudio etimológico Mesías, desde lo mencionado por el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, es un título atribuido al Hijo de Dios; y en su segunda acepción se refiere a alguien, que puede ser real o imaginario, en el que está depositada la confianza frente a su venida.18 Los dos conceptos presentados por el diccionario de la Real Academia están marcados por una lectura netamente posterior a los acontecimientos de la presencia de Jesús en la tierra y surgida dentro de una óptica cristiana que conoce el contenido y el sentido del Nuevo Testamento. La palabra española Mesías, aparece en las biblias en español solo unas cuantas veces en el Antiguo Testamento, de hecho, en las pesquisas realizadas sólo se encontró en tres oportunidades, es en la versión Reina Valera revisión de 1909,19 siendo su primera aparición en el texto de 1S 2,10. La biblia de Jerusalén,20 la versión Reina Valera revisión de 1960,21 la biblia de las Américas22 y la nueva biblia de los hispanos23 reportaron sólo dos ocasiones de uso del término Mesías, ellas son Dn 9,25 y 26. La versión Nacar Colunga,24 Dios habla hoy,25 y la Nueva Versión Internacional26 no 18 Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, Vol. II, 1494. Spanish RV Bible 1909, CD-ROM. Versión 7.0. Estados Unidos: e-sword, 2005. 20 La Santa Biblia (Versión Biblia de Jerusalén, 1976). CD-ROM. Versión 7.0. Estados Unidos: esword, 2005. 21 La Santa Biblia Antiguo Testamento, Versión de Casiodoro de Reina revisada por Cipriano de Valera, revisiones 1862, 1909, 1960. CD-ROM. Versión 7.0. Estados Unidos: e-sword, 2005. 22 La Biblia de las Américas, 1997. CD-ROM. Versión 7.0. Estados Unidos: e-sword, 2005. 23 Nueva Biblia de los hispanos, 2005. CD-ROM. Versión 7.0. Estados Unidos: e-sword, 2005. 24 Biblia Nacar-Colunga, 1944. CD-ROM. Versión 7.0. Estados Unidos: e-sword, 2005. 25 La Santa biblia Dios Habla Hoy, 1996. CD-ROM. Versión 7.0. Estados Unidos: e-sword, 2005. 26 La Santa Biblia Nueva Versión Internacional, 1984. CD-ROM. Versión 7.0. Estados Unidos: e-sword, 2005. 19 17 mostraron la palabra en el Antiguo Testamento, dejando su presentación exclusiva al Nuevo Testamento. Obviamente, la revisión del diccionario en español y de dónde se presenta el término en las biblias en español, sólo puede servir como información ya que es claro que el término Mesías tiene su origen en el hebreo. El término hebreo para el español Mesías es x;yvim' palabra que aparece en 11 ocasiones en la biblia hebrea o tanak; es un término preferentemente usado por los libros de Samuel, tres ocasiones en el primer libro y cinco en el segundo, las restantes oportunidades corresponden a Lm 4:20 y Dn 9,25-26. La palabra x;yvim' puede ser usada como adjetivo o como sustantivo27. El verbo desde el cual se deriva este término es sustantivo verbal de xv;m' xv;m', resultando entonces que la palabra Mesías es un ungir. Los sustantivos verbales provienen generalmente de los participios e infinitivos de los verbos, en muchos casos, las mismas flexiones verbales son los sustantivos. El verbo xv;m' ungir corresponde a lo que en hebreo se conoce como un verbo lamed gutural28 o CCG29, donde cada una de las C, equivale a una consonante fuerte siendo la segunda, la lamed, la G corresponde a la gutural x het.30 Debido a su forma, este verbo no es conjugado como un verbo fuerte31 y se debe recurrir a un paradigma de conjugación para identificarla en la que se sucede el sustantivo x;yvim'; al observar el paradigma se encuentra que corresponde al infinitivo del verbo.32 De acuerdo a la 27 Harris, Archer y Waltke, Theological Wordbook of the Old Testament, Vol. I, 530. Davidson, The Analytical Hebrew and Chaldee Lexicon, 26. 29 Sanford, Manual de Hebreo Bíblico, Vol II, 176. 30 Meyer, Gramática del Hebreo Bíblico, 102-106. 31 Los verbos fuertes son aquellos que mantienen las consonantes o radicales en todas sus conjugaciones, en tanto que los débiles pueden perder una de sus radicales. En Deiana y Spreafico, Guía para el Estudio del Hebreo Bíblico, 37. Generalmente los verbos fuertes no tienen en su raíz ninguna consonante gutural, ni la letra waw, ni yod, ni nun En Sanford, Manual de Hebreo Bíblico, Vol II, 174-175. 32 Davidson, The Analytical Hebrew and Chaldee Lexicon, 26. 28 18 gramática de Gesenius33, los sustantivos que son producto de un infinitivo, a menudo denotan acción o estado, por lo que se podría decir que el término Mesías está indicando un estado, esto es, quien se llame de esta manera, es alguien que tiene unción o está ungido. De acuerdo al sistema desarrollado por Barth, los sustantivos del sistema perfecto con vocales clase “a”, como es el caso de la palabra de estudio, son formaciones de sentido transitivo.34 Con esto se está diciendo que la acción de ungir recae sobre quien la recibe, de manera que la palabra Mesías indica, quien es el que recibe la unción: el ungido. Ya teniendo una definición básica del término, se va a observar en qué lugares tiene lugar en el Antiguo Testamento, en especial dentro de los profetas anteriores. La expresión x;yvim' aparece en igual forma en 11 ocasiones en todo el Antiguo Testamento, que están distribuidas en especial en los libros de Samuel: 1S 24,7.11; 26,16; 2S 1,14.16.21; 19,22 y 23,1, y tres lugares adicionales en Lm 4,20; Dn 9,25-26. En otras 27 ocasiones la palabra está unida a prefijos y sufijos, con lo que se completa un total de 38 oportunidades en todo el Antiguo Testamento.35 A continuación se presentan en una tabla estos resultados: x;yvim' Palabra en igual forma Número de apariciones y forma 11 x;yvim' Referencias bíblicas 1S 24,7.11; 26,16; 2S 1,14.16.21; 19,22; 23,1; Lm 4,20; Dn 9,25-26 Con sufijo de tercera 7 persona masculino singular Con sufijo de segunda 6 persona masculino singular Ax)yvim. 1S 2,10; 12,3.5; 16,6; Sal 2,2; ^yx,_yvim. ^x<)yvim. 2Cro 6,42; Sal 84,10; 89,39.52; 20,7; 28,8 132,10; Ha 3,13 Con artículo 4 x:yvi²M'h; Lv 4,3.5.16; 6,15 Con preposición be 3 x:yviîm.Bi 1S 26,9.11.23 33 Kautzsch, ed. Gesenius’ Hebrew Grammar, CD-ROM. Versión 7.0. Estados Unidos: Bibleworks, 2006. 34 Ibid. 35 Bushell y Tan, Bibleworks 7.0. CD -ROM. Versión 7.0. Estados Unidos: Bibleworks, 2006. 19 Con preposición le y sufijo 3 Axyvim.li 2S 22,51; Sal 18,51; Is 45,1 2 yx'êyvim.Bi 1Cro 16,22; Sal 105,15 1 yxi(yvim.li Sal 132,17 1 yxiÞyvim. 1S 2,35 de tercera persona masculino singular Con preposición be y sufijo de primera común singular Con preposición le y sufijo de primera común singular Con sufijo de primera común singular Tabla 1. Aparición de la palabra x;yvim' en el Antiguo Testamento. La palabra Mesías está en los profetas anteriores en 16 ocasiones y se refiere al rey de Israel, presentándose como su sinónimo36; en 14 oportunidades se está refiriendo a Saúl, mientras que solamente en dos ocasiones a David. El ungido o Mesías, se presenta como un título que le da honor y estatus a quien lo recibe, en este caso al rey, y de alguna manera muestra la especial relación que éste tiene con Dios.37 Entre las referencias en que se presenta el término en los profetas anteriores, se diferencia claramente el uso que aparece en 2S 1,21; allí el apelativo de ungido es dado a un escudo, el de Saúl, del que se dice que no fue ungido con aceite. Al parecer, la práctica de la unción de los escudos era típica, de hecho en Is 21,5 se alude al tema diciendo que unjan el escudo para aprestarse a la batalla. Alonso Schökel menciona que ese texto pertenece a las categorías del uso profano del término, y que el ungido tiene un uso cultual, que se presenta en las unciones a sacerdotes y reyes.38 No obstante, podría entenderse este texto 2S 1,21 también como una mención a uso cultico,39 al explicarlo con detenimiento: el escudo, que típicamente era de piel de animal, se podía ungir con aceite con el propósito de protegerlo de las inclemencias del tiempo, pero también podía 36 Harris, Archer y Waltke, ed. Theological Wordbook of the Old Testament, Vol. I, 531. Ibid. 38 Alonso, Diccionario Bíblico Hebreo Español, 463. 39 “It also possible that the act of oiling a shield was held to have ritual or formal significance” En VanGemeren, ed. New International Dictionary of Old testament Theology and Exegesis, Vol. II, 1124. 37 20 ser usado para consagrarlo para la batalla. En esta parte del texto, David se está lamentando por lo que le ha sucedido a Saúl y a Jonatán, sin embargo, la mención de estas frases puede no ser coincidencia si se considera que la unción es para consagración o elección y que, además, la palabra escudo es usada en algunas ocasiones en el Antiguo Testamento como soberano o líder tribal. Por ejemplo, en el Sal 7,10 se habla de Dios como “el escudo que me cubre”, entonces el autor estaría escondiendo en el sentido literal algo como: el soberano Saúl, ya no es más ungido con aceite.40 Con esto se podría decir que el término ungido, dentro de los profetas anteriores, tiene un típico uso cultico o de mención a alguna ceremonia para consagrar a alguien al oficio de rey, descartando su uso profano. Al respecto, Mettinger sugiere que el texto es del período en que se inicia una separación semántica entre la palabra Mesías y la palabra “ungido con aceite” (la diferencia entre estas dos palabras se presenta por el cambio de una vocal “i” larga por una “u” larga), y que dio como resultado que la palabra Mesías se tomara para el uso exclusivo al título de la persona.41 Dentro de las consideraciones que se deben tener en cuenta respecto al uso de la palabra Mesías en el Antiguo Testamento, es pertinente decir que a excepción del texto que se ilustró en el párrafo anterior, el término ungido es usado con exclusividad para personas, sean los sacerdotes: “si el que peca es el sacerdote ungido” (Lv 4,3); los profetas: “no toquéis a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas” (1Cro 16,22); y en especial los reyes: “a su rey dará fortaleza, y ensalzará el poder de su ungido” (1S 2,10). Estos tres oficios de profeta, sacerdote y rey, nos brindan también información sobre lo que es un ungido; los tres cargos son oficios en los que el ungido tiene una posición de servicio dentro de su pueblo, sea para presentar los oráculos, para practicar los ritos religiosos o para gobernarlos. Son posiciones que separan a los ungidos del resto del pueblo, esto es, son puestos para un servicio específico; también los ungidos se relacionan de forma especial con Dios: los sacerdotes deben ministrar delante de Dios, los profetas deben hablar las palabras de Dios y el rey debe regir de acuerdo al deseo de Dios. Adicionalmente, se puede decir que los ungidos se hallan presentados en el Antiguo Testamento como elegidos por Dios, son los ungidos de Yavhé. Aquellos que 40 Pratt, ed. Spirit of the Reformation Study Bible, 448. Salvensen, En Semantics of Ancient Hebrew database, http://www2.div.ed.ac.uk/research/sahd/ mjyx.pdf (consultado el 27 enero de 2010) 41 x;yvim' 21 se enfrentan a un ungido es como si se enfrentaran con Dios mismo; como son ungidos de Yavhé se asume que ellos gozan de un favor especial de Dios y de su protección.42 Los acontecimientos de elección de cada uno de estos ungidos se pueden ver así ejemplificados en el Antiguo Testamento: - Para el sacerdote: este momento de elección es mandado por Dios y se refleja en especial en el libro del Éxodo, luego que Yavhé ha dado las instrucciones a Moisés sobre la construcción del tabernáculo, de su mobiliario y de las vestiduras sacerdotales, en el capítulo 29, se establece la consagración de Aarón y de sus hijos quienes se dedicaran al sacerdocio. El versículo uno dice: “Esto es lo que harás para consagrarlos (…)” y en el versículo siete la mención de la unción para ellos es: “Luego tomarás el aceite de la unción, y lo derramarás sobre su cabeza, y lo ungirás”. - Para el profeta: la misma raíz de la palabra profeta es una indicación de que son hombres escogidos por Dios. Nabi en hebreo, quiere decir llamado y conlleva en ello una vocación;43 un ejemplo de esto es evidente en la historia de Samuel, quien habiendo sido dedicado por su madre al servicio a Dios, recibe un llamado especial por parte de Yavhé cuando se encontraba al servicio de Elí. Este acontecimiento se narra en el capítulo tres del primer libro de Samuel, quien se presenta en repetidas ocasiones ante su amo Elí creyendo que él era quien lo llamaba, pero era Dios quien lo invitaba a escuchar su palabra. El texto lo describe así: “y Elí dijo a Samuel: ve y acuéstate, y si Él te llama, dirás: “habla, Señor, que tu siervo escucha.” Y Samuel fue y se acostó en su aposento.” Evidentemente la voz de Dios es escuchada por el joven y su elección como profeta es ratificada con la presencia de Yavhé en su vida; en el versículo 19 del mismo capítulo tres dice: “Samuel creció, y el Señor estaba con él (…)”. - Para el rey: en el primer libro de Samuel se narra cómo Dios le habla al profeta Samuel, mandándole que le unja un hombre para que sea el rey sobre el pueblo. De acuerdo a la narración, el día siguiente a la palabra de Yavhé, Samuel se encuentra con 42 VanGemeren, ed. New International Dictionary of Old testament Theology and Exegesis, Vol. II, 1125. 43 Pongutá, Por medio de los profetas, 44. 22 Saúl y recibe de parte de Dios este mensaje: “He aquí el hombre de quien te hable. Este gobernará a mi pueblo” (1S 9,17). Hacia el capítulo diez del mismo libro, se presenta el acto mismo de la unción a Saúl: “Tomó entonces Samuel la redoma de aceite, la derramó sobre la cabeza de Saúl, lo besó y le dijo: ¿No te ha ungido el Señor por príncipe sobre su heredad?”. Todos los reyes de Israel eran ungidos, de hecho uno de los títulos más empleados para referirse al rey era el ungido de Yavhé. Otra característica especial de la palabra Mesías en el Antiguo Testamento, además de la elección y de su separación para un servicio, es que Yavhé pone su Espíritu en él, y al parecer, el Espíritu le capacita para cumplir la misión que se le encomienda. El sitio en donde mejor se refleja esto es en el libro primero de Samuel hacia el capítulo 16 y en el versículo 13: “Entonces Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos; y el Espíritu del Señor vino poderosamente sobre David desde aquel día en adelante. Luego Samuel se levantó y se fue a Ramá.” El profeta Samuel es mandado por Dios para que vaya a Belén a ungir al nuevo rey de Israel ya que Yavhé había desechado a Saúl “Y el Señor dijo a Samuel: ¿Hasta cuándo te lamentarás por Saúl, después que yo lo he desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite y ve; te enviaré a Isaí, el de Belén, porque de entre sus hijos he escogido un rey para mí.” (1S 16,1). Luego de que los hijos de Isaí pasaron delante de Samuel, Dios le indicó que era David al que debía ungir, a pesar de lo joven que era; al ungirlo el Espíritu de Dios viene sobre él: “Entonces Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos; y el espíritu del Señor vino poderosamente sobre David desde aquel día en adelante.” (1S 16,13). Una referencia adicional a este punto del descenso del Espíritu sobre el ungido es claramente mostrado en el texto de Is 61,1, que corrobora que el ungido recibe de parte de Yavhé el Espíritu que lo capacita: “El Espíritu del Señor Dios está sobre mí, porque me ha ungido el Señor para traer buenas nuevas a los afligidos; me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los cautivos y liberación a los prisioneros” (Is 61,1). 23 1.1.1.2 Estudio sintagmático44 A este punto del estudio se tiene algún conocimiento sobre la palabra Mesías, de qué verbo proviene, a quienes se está refiriendo y en dónde se presenta en el Antiguo Testamento; ahora se quiere estudiar la palabra en relación a sus palabras conexas. Al decir sintagmático45 se pretenden mostrar las relaciones que existen entre la palabra Mesías y las demás palabras, por ejemplo, no es simplemente exponer que tiene sufijos o prefijos sino analizar a qué se refieren esas modificaciones morfológicas. 1.1.1.2.1 Posición adjetival La palabra x;yvim' sucede en posición adjetival en cuatro oportunidades en el Antiguo Testamento; la posición adjetival se presenta porque la expresión x;yvim' tiene el mismo artículo con la palabra que modifica y aparece luego de ésta. Las ocasiones en que aparece son Lv 4,3.5.16 y 6,15, y en todas ellas está en relación a la palabra sacerdote, de manera que el término Mesías califica a la palabra sacerdote. Como se vio arriba, es una de los oficios con los que se usa la palabra ungido. Se destaca entre estas citas la de Lv 4,16 ya que en ella el sacerdote ungido se presenta ante Dios como representante del pueblo que ha pecado. Esto sucede luego de que los ancianos del pueblo han colocado sus manos sobre la cabeza del animal que va a ser sacrificado, el sacerdote debe tomar la sangre del animal y cumplir con el rito de expiación. Aquí se puede observar como el ungido es alguien que representa al pueblo delante de Dios y es el único que está investido por Yavhé para cumplir con esta expiación. Sin embargo, se debe expresar que el sacerdote ungido era uno que también pecaba, como lo mencionan los textos de Lev 4,3 y 5. 44 x;yvim' Para está parte se toma como referencia el material de Salvensen, . En Semantics of Ancient Hebrew database, http://www2.div.ed.ac.uk/research/sahd/mjyx.pdf (consultado el 27 enero de 2010) 45 Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, Vol. II, 2071. 24 1.1.1.2.2 Nomen Regens Se refiere a que la palabra en frases nominales, aparece como la principal o la que gobierna la frase. Para este estudio, la palabra x;yvim' es seguida del nombre divino de Yavhé en once oportunidades que son: 1S 24,7 (en dos ocasiones), 1S 24,11, 1S 26,9.11 (en el versículo 11 en dos ocasiones), 1S 26,16.23, 2S 1,14.16, 2S 19,22 y Lm 4,20. La aparición de x;yvim' como nomen regens predomina en los libros de Samuel, donde se está haciendo referencia principalmente a Saúl como el x;yvim' de Yavhé. De acuerdo al relato del libro primero de Samuel las palabras surgen de David, quien pudiendo tomar la vida de Saúl, no lo hace, porque lo considera como un elegido de Dios: una ocasión en una cueva y la otra cuando David y Abisaí entran al campamento de Saúl de noche sin ser vistos. Estas fueron oportunidades claras para que David se librara de su gran enemigo pero él prefiere guardarle respeto por su elección como el ungido de Yavhé. En el texto de segundo de Samuel capítulo uno, David le recrimina al mensajero que viene con las noticias de la muerte de Saúl, éste se presenta como el que había hecho la gran hazaña, sin embargo, la reacción de David no es la que espera el supuesto héroe sino que le recrimina por haber levantado su mano contra el elegido por Dios. En dos de los textos en los que aparece la palabra x;yvim' como nomen regens, no se hace referencia a Saúl como el ungido. Uno de ellos es Lm 4,20 en el que el escritor se duele porque el rey fue incapaz de evitar la caída de la ciudad bajo los Caldeos; el otro es 2S 19,22, donde la mención de ungido recae sobre David y es Abisaí al decir: “¿No ha de morir Simei por esto, porque maldijo al ungido del Señor.” El celo por el cuidado del rey que tenía Abisaí, uno de los principales oficiales del ejército, era tal que deseaba quitar la vida a aquel que se había atrevido a maldecir a David (ver 2S 16,7-9). 25 1.1.1.2.3 La aparición de la palabra x;yvim' con sufijo En la tabla de arriba se había hecho mención de la aparición de éste término unido a un sufijo; si se suman las diferentes referencias a las palabras con sufijos, sean de primera, segunda o tercera personas da como resultado veinte palabras. Todos estos sufijos, están referidos a Yavhé, esto es, se habla de “su/tu/mi/mis ungido(s)”, lo cual se evidencia en los siguientes ejemplos: - Ax)yvim. con sufijo de tercera persona masculino singular en 1S 2,10: “Los que contienden con el Señor serán quebrantados, Él tronará desde los cielos contra ellos. El Señor juzgará los confines de la tierra, a su rey dará fortaleza, y ensalzará el poder de su ungido”. - ^yx,_yvim con sufijo de segunda persona masculino singular en 2Cro 6,42: “Oh Señor Dios, no rechaces el rostro de tu ungido; acuérdate de tus misericordias para con tu siervo David”. - Axyvim.li con preposición le y sufijo de tercera persona masculino singular 2S 22,51: “Él es torre de salvación a su rey, y muestra misericordia a su ungido, a David y a su descendencia para siempre”. - yx'êyvim.Bi con preposición be y sufijo de primera común singular 1Cr 16,22: “No toquéis a mis ungidos ni hagáis mal a mis profetas”. - yxi(yvim.li con preposición le y sufijo de primera común singular Sal 132,17: “Allí haré surgir el poder de David; he preparado una lámpara para mi ungido”. - yxiÞyvim. con sufijo de primera común singular 1S 2,35: “Pero levantaré para mí un sacerdote fiel que hará conforme a los deseos de mi corazón y de mi alma; y le edificaré una casa duradera, y él andará siempre delante de mi ungido”. 26 Es interesante notar que la palabra usada en la mayoría de ocasiones como nomen regens y ahora con sufijo, es el ungido de Yavhé. Esto permite insinuar que el ungido es una persona que le pertenece o está en estrecha relación con Dios, porque los escritores bíblicos quieren que quede claro que no es cualquier ungido. 1.1.1.2.4 x;yvim' en relación a los verbos que lo gobiernan El término aparece en Levítico sujeto a verbos activos, y en este libro se está hablando en especial de la palabra relacionada con el sacerdote. Los verbos pecar, tomar, entrar y ofrecer, se encuentran con la palabra que está en posición adjetival. Lo interesante es que todas las acciones tienen que ver con realizar algún acto litúrgico para expiar un pecado. Sólo el sacerdote ungido podía realizar ciertos ritos, él era encargado y además representaba al pueblo, lo cual se resalta sobretodo en el capítulo cuatro de Levítico. Por ejemplo, en el versículo tres dice: “si el que peca es el sacerdote ungido, trayendo culpa sobre el pueblo (…)”, el mal que hizo el ungido recayó sobre el pueblo; asimismo, en el versículo 13 el texto declara: “si es toda la congregación de Israel la que comete error (…)” y el sacerdote ungido que es el delegado por Dios para presentar la ofrenda por el pueblo debe realizar el rito de expiación, así lo dice el versículo 16: “entonces el sacerdote ungido traerá sangre del novillo a la tienda de reunión”. Las acciones del x;yvim' eran para liberar al pueblo del castigo que merecía por haber desobedecido las leyes divinas, y si era el x;yvim' quien pecaba, entonces le imputaba su pecado al pueblo. La palabra x;yvim' está siendo objeto de verbos pasivos en Dn 9,26 y Lm 4,20. En Daniel se afirma que el Mesías será muerto o será quitado y en Lamentaciones se habla del Mesías que fue atrapado; los dos verbos que lo acompañan (lajad y karat) se encuentran en estructura nifal, que es la que usa la lengua hebrea “(…) para expresar el aspecto pasivo-reflexivo de la acción”.46 Se puede notar que en estos casos, el referente al Mesías está mostrando acciones sobre él de connotaciones negativas, como ser cortado o quitado y ser atrapado. El Mesías es presentado en Daniel como una 46 Deiana y Spreafico, Guía para el estudio del Hebreo Bíblico, 74. 27 figura por venir, en tanto que en Lamentaciones es probable que se esté refiriendo al mismo Saúl. También la palabra x;yvim' aparece gobernada por verbos que muestran actitudes hostiles o acciones violentas, los textos son: 1S 24,7; 26,9.23; 2S 1,14.16; 19,22; Sal 2,2; 89,39.52; 105,15; 132,10; 1Cro 16,22; 2Cro 6,42. En los libros de Samuel los verbos son: - xl;v' que se puede traducir como “extender”, se entiende como una acción hostil porque se une como predicado “mi mano”. Siempre son palabras de David que se niega a extender su mano contra Saúl, el ungido de Dios (1S 24,7; 26,9; 26,23). - tx;v' traducida como destruir. También son palabras de David refiriéndose a Saúl y recriminando al que creía haber traído buenas noticias por haberlo matado (2S 1,14). - tAm' en la misma escena del verbo anterior, David conjura a muerte al mensajero por haber matado al ungido de Yavhé (2S1,16). - ll;q' este verbo que se traduce como maldecir, está en boca de Abisaí, quien desea la muerte de Simei por haber maldecido al rey. Es entonces la única vez dentro de este grupo de verbos en que no aparece en boca de David (2S 19,22). Es interesante notar que de todas estas acciones con connotaciones negativas, las que recaen sobre el ungido se deben a que éste ha dejado de ser el preferido de Dios, como le sucedió a Saúl, o ha cometido una falta grave, como lo hizo David. El x;yvim' deja de tener un respaldo pleno de parte de Yavhé. El término Mesías igualmente se presenta siendo objeto de verbos que muestran bondad o acciones benéficas; cuando esto sucede, en general, el sujeto es Yavhé. Las citas 28 bíblicas en este caso son: 1S 2,10; 26,16; 2S 22,51; Sal 18,51; 20,7; 28,8; 84,10, 132,17; e Is 45,1. A continuación se consideran las citas de los libros de Samuel, aunque el texto de Is 45,1 merece un comentario especial: allí, el texto relata que es Ciro quien es llamado ungido: Ciro no conocía a Yavhé y sin embargo recibe un título que parecía exclusivo para el pueblo de Dios. Esto se puede entender como una delegación de Yavhé para que a través de Ciro, el pueblo pudiera recibir el retorno a su tierra y viera en él una figura salvadora. Retomando los textos en Samuel vemos que: - En 1S 2,10 menciona que Yavhé ensalzará el poder de su ungido. Se encuentra en el canto que Ana hace, cuando llevó a su hijo Samuel para consagrarlo al servicio del templo. - 1S 26,16 David se queja porque los hombres de Saúl no lo protegieron ~T,²r>m;v.- al{) cuando él estuvo cerca de Saúl; la protección humana falló, pero el celo que David tenía porque Saúl era un escogido de Dios, hizo que no cometiera un asesinato. - En el canto de alabanza que hace David a Dios por haberlo salvado de las manos de Saúl en el capítulo 22 del primer libro de Samuel, hacía el versículo 51 menciona que “Él es torre de salvación a su rey, y muestra misericordia ds,x,ó- hf,[o)w> a su ungido, a David y a su descendencia para siempre”. Es claro que las acciones mostradas en 1S 2,10 y en 2S 22,51 demuestran cómo es que Yavhé está de parte de su ungido, fortaleciéndolo y mostrándole misericordia. Por un lado lo capacita para luchar con todos aquellos que no siguen a Dios y por el otro, cuando está en peligro, le da de su misericordia para protegerlo. Sin duda, estas acciones muestran la preferencia de Yavhé por el x;yvim'. 29 1.1.1.2.5 Nomen rectum Se puede decir que el Nomen Rectum es la palabra regida de la frase o la que se encuentra en genitivo respecto al Nomen regens. En el caso de estudio, el término x;yvim' sucede únicamente en dos lugares como nomen rectum, que son Sal 89,52 y 1S 2,10. En el caso del Salmo se dice: “(…) han injuriado los pasos de tu ungido”; el salmista se queja ante Dios por el aparente abandono y el porqué los enemigos han hecho esto con el elegido de Yavhé. En el libro primero de Samuel se encuentra en el canto de Ana, y ella exclama sus buenos deseos para con el ungido: “El Señor (…) enaltecerá el poder de su ungido”. 1.1.1.3 La traducción de x;yvim' al griego en la LXX La traducción de la biblia hebrea al griego, conocida como la Septuaginta, traduce en casi todas las ocasiones el término de estudio como cristo,j. La excepción está en Lv 4,3 que traduce lo como kecrisme,noj que proviene del verbo cri,w y se traduce generalmente como ungir. Louw y Nida47 afirman que es asignarle a una persona una tarea con la implicación de recibir órdenes sobrenaturales, bendiciones y capacitación para la labor. El léxico de Lidell-Scott48 lo presenta como ungir con ungüentos aromáticos o aceite; en la LXX se refiere a ungir como señal de consagración.49 Una excepción un tanto extraña en la traducción de este término que hace la versión de los setenta está en Lv 4,5: “Luego el sacerdote ungido (…)” aunque sólo aparece la palabra Mesías en hebreo, los traductores de la LXX traducen o` cristo.j o` teteleiwme,noj. Esta segunda palabra significa “habiendo perfeccionado (las manos)”. Al parecer, los traductores quieren anotar que el sacerdote ya ha quedado completamente limpio de la falta que había cometido. 47 Louw y Nida, Greek English Lexicon of the New Testament based in Semantic Domains, CD-ROM. Versión 7.0. Estados Unidos: Bibleworks, 2006. 48 Lidell y Scott, The Abridged Liddell-Scott Greek-English Lexicon, CD-ROM. Versión 7.0. Estados Unidos: Bibleworks, 2006. 49 Lidell y Scott, A Greek English Lexicon, http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text? doc= Perseus% 3Atext %3A1999.04.0057%3Aentry%3Dxri%2Fw (consultado el 4 de febrero de 2010). 30 Luego de revisar las excepciones, se encuentra que la palabra cristo,j es la que más se traduce en la LXX por el término Mesías y en los diccionarios corresponde a “ser ungido”50. Este término es el que se usa en el Nuevo Testamento para hablar de Jesús como el ungido y aparece en 529 oportunidades en cualquiera de sus formas en ese testamento. 1.1.1.4 Conclusión sobre el campo lexical A través del presente estudio de la palabra Mesías, se encontró que se puede considerar que cuando es sustantivo viene del verbo ungir y que el ungido está expresando el estado en el que está la persona que recibe la unción. Este estado hace referencia en especial a los reyes de Israel y es visto como un sinónimo de ellos; en general se está haciendo alusión a Saúl y a David. Además, se aclaró que dentro de los considerados Profetas Anteriores, el ungido no es usado para objetos, sino que su utilización está limitada al título que se le da a una persona que adquiere la unción. El ungido es un elegido, elección que se muestra en sacerdotes, profetas y reyes; éstos reciben de manera especial el Espíritu de Yavhé y de esa forma tendrán la capacidad de realizar la misión que les sea encomendada. Cuando se refiere a los reyes se habla de los ungidos de Dios y los ungidos reciben de los beneficios que les brinda el mismo Yavhé. Como se ha observado en este estudio, el Mesías es el ungido, aquel que ha sido elegido, que tiene una relación especial con Yavhé, y que recibe de sus bondades; pero no se debe entender que esa especialidad no se pueda perder, de hecho el Mesías pierde el respaldo de Dios por la desobediencia. El Mesías representa al pueblo delante de Dios para ofrecer sacrificios y para realizar los ritos de expiación. 50 Lidell y Scott, A Greek English Lexicon, http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text? doc=Perseus% 3Atext %3A1999.04.0057%3Aentry%3Dxristo%2Fs (consultado el 4 de febrero de 2010). 31 1.1.2 Campo Semántico Luego de realizar el estudio lexical, se deben revisar los campos semánticos del término en cuestión. Se habla de campo semántico al grupo de palabras o de “elementos significantes con significados relacionados”51. Ortiz y Jiménez se refieren a éste como “conceptos afines con diversas formas de afinidad”52, la semejanza entre las palabras no es necesariamente en su etimología sino en el significado. Como se pudo observar en el estudio lexical del término, es claro que dentro del campo semántico de la palabra Mesías están por lo menos sacerdote, profeta y rey. Otras palabras que se pueden considerar en este campo semántico serían: - elegido o escogido, el ungido es alguien que Dios separa de un grupo para cumplir una labor especial; - señor, el Mesías aparece en algunos momentos con este nombre; - salvador, puede verse que el Mesías cumplía labores de salvación para el pueblo. 1.1.2.1 Sacerdote El sacerdote es una de las personas en el pueblo de Israel que es ungida; ya en el estudio del campo lexical se veía que el sacerdote era uno que era elegido por Dios para cumplir una labor especial dentro del pueblo. A continuación se estudiará esta palabra para mirar su relación con el Mesías. Al observar las actividades de los primeros sacerdotes nombrados en la Biblia, se encuentran a Melquisedec en Gn 14,18 y a Jetro en Ex 18:12; de lo que hacen y del término hebreo !heKo se pueden encontrar algunos datos. Desde el hebreo es alguien que ministra en las cosas sagradas en especial en lo que tiene que ver con los sacrificios53. Por ejemplo Melquisedec, además de dar una bendición a Abraham, levanta una bendición a Dios; por su parte Jetro, además del reconocimiento del poder de Dios por haber liberado el pueblo de las manos de los egipcios, hace un holocausto. Se lee en Ex 18,12 “Y Jetro, suegro de Moisés, tomó un holocausto y sacrificios para Dios (…)”. 51 Campo Semántico. En http://es.wikipedia.org/wiki/Campo_sem%C3%A1ntico (consultado el 4 de febrero de 2010). 52 Ortiz y Jiménez, Análisis Semántico Teológico del Nuevo Testamento, 43. 53 Harris, Archer y Waltke, ed. Theological Wordbook of the Old Testament, Vol. I, 431. 32 De acuerdo al relato bíblico, en el principio, el mismo hombre era el encargado de ser su propio sacerdote.54 Así, en Gn 4,3 se menciona que Caín le trajo una ofrenda a Dios, lo que quiere decir que no existía la figura de intermediación que posteriormente tuvo el sacerdote en los asuntos rituales. Posteriormente, la figura sacerdotal recae sobre el jefe del clan, Gn 8,20: “Y edificó Noé un altar al Señor, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocaustos en el altar”. Después, cuando el pueblo de Israel fue sacado de Egipto, el deseo de Dios era que todos fueran sacerdotes, como lo indica Ex 19,6: “y vosotros seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa (…)”. Pero la relación entre la unción y el sacerdote se ve reflejada en la elección de Aarón y su familia como un grupo especial dentro del pueblo para cumplir con los ritos que Dios demandaba. Esta elección especial de la familia de Aarón, se hace mediante un rito de consagración con aceite que se le ponía a los elegidos en la cabeza (Ex 29,7). Ellos serían encargados de oficiar los actos religiosos en el santuario, y de actuar como mediadores entre Dios y los hombres.55 Otros de los asuntos que implica el sacerdocio son nombrados por Moorehead:56 - Selección divina: un personaje que puede mostrar esta elección divina es Moisés. Él fue llamado por Dios en medio de una zarza ardiente para que cumpliera una función especial en el pueblo cautivo en Egipto (Ex 3,4); Moisés vino a ser el representante del pueblo delante de Dios (Ex 18,19) y además cumplió labores sacerdotales. Así lo indica por ejemplo Ex 40,29: “y puso el altar del holocausto delante de la entrada del tabernáculo de la tienda de reunión, y ofreció sobre él el holocausto y la ofrenda de cereal (…)”. - Representación para aparecer delante de Dios: el sacerdote debía acercarse delante de Dios como quien representaba al pueblo. Aarón al llevar en el efod dos piedras memoriales, indicaba que él llevaba sobre sus hombros los nombres de los hijos de Israel (Ex 28,12). Otro lugar que ya se ha mencionado sobre la 54 Ibid. Moorehead, “Priest.” En The International Standard Bible Encyclopaedia, Vol. IV, 2439. 56 Ibid., 2439-2440. 55 33 importancia de esa representación es la que presenta Lv 4,3, si el que peca es el sacerdote ungido traía culpa sobre el pueblo. - Ofrecimiento de sacrificios: en los rituales ordenados por Yavhé, el sacerdote debía oficiar los sacrificios. El libro de Levítico muestra con amplitud las acciones de los sacerdotes en este aspecto. (ver Lv 1). - Intercesión: el sacerdote actúa a favor del pueblo para pedir a Dios por perdón; si bien la intercesión no se nombra expresamente, sí se puede deducir de sus funciones. Moorehead menciona que no existe una efectiva defensa a menos que la culpa se haya expiado adecuadamente. Regar la sangre en el altar y hacer los ritos propios de la expiación, hacía que la intercesión de Aarón fuera recibida por Yavhé, luego de que esto sucedía, entonces podía salir a bendecir al pueblo (ver Lv 9). - Otras labores cúlticas: no son mencionadas por Moorehead, pero también son labores propias de los sacerdotes, por ejemplo alzar el arca del pacto; en Jos 3,13 se lee: “Y sucederá que cuando las plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el arca del Señor (…)” era el momento en el cual el pueblo se disponía a atravesar el Jordán. También eran los encargados de hacer sonar las trompetas, en general para llamar al combate. En Nm 10,8 dice “Además, los hijos de Aarón, los sacerdotes, tocarán las trompetas (…)”. Un aspecto relevante en el uso del término sacerdote es cuando se aplica a todo el pueblo de Israel; Yavhé llama a Moisés y le da un anuncio que debe ser comunicado al pueblo, al inicio del mismo se lee en Ex 19,5.6 “Ahora pues, si en verdad escucháis mi voz y guardáis mi pacto, seréis mi especial tesoro entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra; y vosotros seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa (…)”. El sacerdocio corporativo del pueblo se daba, siempre y cuando el pueblo se rigiera por las estipulaciones del pacto, las cuales están expuestas entre el capítulo 20,1 y el capítulo 23,33, en lo que se conoce como “el libro del pacto”. Allí están incluidos los diez mandamientos. 34 En resumen, se puede decir que la actividad sacerdotal está circunscrita a todo lo que tiene que ver con el culto y la representación del pueblo delante de Dios. Los sacerdotes constituían un grupo especial dentro del pueblo, aunque sin olvidar ese deseo de Dios que todos lo fueran. No obstante, aquel grupo sacerdotal era quien llevaba la responsabilidad de presentarse delante de Dios. Dentro de las menciones a sacerdotes, el sacerdote ungido, se presenta como quien mejor representa al pueblo. 1.1.2.2 Profeta El profeta también es un ungido, por lo que resulta importante revisar lo que es el profeta, además de saber cuál es su función y de esa forma observar cómo se relaciona con el Mesías. Varias palabras hebreas muestran a los profetas en el Antiguo Testamento, se llama en ocasiones ha,ro siervo de Dios y vidente, hz<Ax ‘~yhil{a/h'¥ vyaiÛ observador, %a'l.m; mensajero, ‘~yhil{a/h' db,[, hombre de Dios. A continuación se presentan algunas observaciones sobre ellas: - El vidente ha,ro: la palabra hebrea para este término se deriva del verbo ha'r' que “quiere decir ver, gozar de la vista (1S 3,2), percibir algo aunque no sea con la vista (Gn 16,4), observar, inspeccionar (Gn 16,4)”57. El pasaje más importante de mencionar para el estudio de esta palabra relacionada con el profeta es 1S 9,9: “Antiguamente en Israel, cuando uno iba a consultar a Dios, decía: Venid, vamos al vidente; porque al que hoy se le llama profeta, antes se le llamaba vidente.” Aparentemente era una forma de llamar al profeta en la antigüedad y se le nombraba de esa forma porque estaba en capacidad de mirar los lugares celestiales,58 por lo menos así lo atestigua el escritor en 2Cro 18,18: “Respondió Micaías: Por tanto, escuchad la palabra del Señor. Yo vi al Señor 57 58 Pongutá, Por medio de los profetas, 47. Ibid. 35 sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba a su derecha y a su izquierda.” - El observador, también traducido vidente hz<Ax: en las 11 apariciones de esta palabra en la Biblia hebrea, se refiere a alguien con el oficio de profeta;59 en textos como Am 7,12 es claro el oficio profético del observador: “Y Amasías dijo a Amós: Vete, vidente, huye a la tierra de Judá, come allí pan y allí profetiza”. El diccionario teológico del antiguo testamento apunta que éste término es una palabra más elegante que ha,ro.60 A diferencia del anterior, con este término se quiere enfatizar lo que es la contemplación, aunque no se deja de lado el escuchar la palabra de Dios para comunicarla al pueblo. Pongutá se expresa así del que llama también vidente: “tiende a indicar una especie de función carismática que tiene como base esa experiencia de la que procede lo que comunica. En virtud de dicha experiencia la palabra que trasmite el vidente se llamará visión.” 61 Un ejemplo es el profeta Balaam, quien en Nm 24,4 se expresa así: “oráculo del que escucha las palabras de Dios, del que ve la visión del Todopoderoso (…)”. - El mensajero %a'l.m;: aunque la palabra mensajero puede incluir una amplia gama de entornos, en el caso particular de estudio se refiere a que los profetas son los mensajeros de Dios; este término también incluye la representación de Dios mismo, de hecho, en 2Cro 36,15-16 la unión entre los dos aspectos, el de llevar el mensaje y el de ser representantes de Dios se observa claramente “Y el Señor, Dios de sus padres, les envió palabra repetidas veces por sus mensajeros, porque Él tenía compasión de su pueblo y de su morada; pero ellos continuamente se burlaban de los mensajeros de Dios, despreciaban sus palabras y se mofaban de sus profetas, hasta que subió el furor del Señor contra su pueblo, y ya no hubo remedio.” Un caso interesante de mencionar para este 59 Harris, Archer y Waltke, ed. Theological Wordbook of the Old Testament, Vol. I, 275. Ibid. 61 Pongutá, Por medio de los profetas, 47. 60 36 estudio, es que a David se le llama el mensajero de Dios, resaltando en cada oportunidad alguna característica de lo que David representaba de Yavhé: - en 1S 29,9 cuando Aquis, el rey filisteo exalta la inocencia de David ante las posibles acusaciones de los generales enemigos, - en 2S 14,17, la mujer de Tecoa es descubierta en la treta que era tramada por Joab, y declara que David tiene la sabiduría de un mensajero de Dios; - en 2S 19,27 se espera la benignidad del rey para con Mefiboset, quien es recriminado por el mismo David de no haberle acompañado, no obstante David había decidido no hacerle ningún mal.62 - El siervo de Dios ‘~yhil{a/h' db,[,: la idea de siervo evoca en el pueblo de Israel el cautiverio que tuvieron que vivir en Egipto, donde estuvieron como esclavos; dicha evocación no quitó del entorno judío la idea de la servidumbre. Sin embargo, el manejo dentro de ellos era diferente al trato egipcio, y siempre se mantenía consideración con los siervos, de manera que el título de siervos se le podía dar a oficiales del rey (ver 1S 19,1). A los profetas se les daba ese apelativo, como de hecho sucede en 24 oportunidades en todo el Antiguo Testamento.63 Es relevante destacar que los profetas no eran siervos de un amo humano, sino que servían en esencia a Yavhé y como tales sus palabras eran las palabras de Dios. En Dn 9,6 se expresa: “No hemos escuchado a tus siervos los profetas que hablaron en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra.” es la queja que Daniel hace de su propia generación que no escuchó la voz de Dios. Además de los anteriores términos relacionados, la palabra más importante para profeta en el Antiguo Testamento es aybin es a Abraham. aybin". A la primera persona que se le atribuye el término También Moisés puede ser considerado dentro de uno de ellos y tal vez es con quien se inicia el profetismo, ya que de acuerdo a algunos textos (Dt 62 63 Harris, Archer y Waltke, ed. Theological Wordbook of the Old Testament, Vol. I, 465. Harris, Archer y Waltke, ed. Theological Wordbook of the Old Testament, Vol. II, 640. 37 18,15ss. 34,10), es un parámetro de comparación de otros profetas.64 aybin, no es originario del pueblo hebreo sino del acadio, allí era nabum, que se traduciría como llamado. Considerando este origen, algunos eruditos ven en el término la señal de vocación, de hecho, es una que es dada por Dios para hablar en nombre de él.65 Se concluye diciendo que el profeta es una persona dentro del pueblo que tiene la capacidad de recibir los mensajes de Dios, porque puede “entrar” a esos lugares “celestiales”, se dispone como un siervo a llevar el mensaje que se le indique y es un llamado por Dios. 1.1.2.3 Rey Ya se había comentado que uno de los títulos más empleados para referirse al rey era precisamente el ungido de Yavhé; al estudiar el término rey podremos conocer un poco más acerca de los ungidos. La palabra rey %l,m, que significaría aquel que reina, puede tener orígenes en otras lenguas no hebreas como proveniente de aconsejar. Sin embargo, en la lengua del pueblo judío se toma comúnmente como reinar,66 y es un título que se le puede asignar a los que para hoy serían, los comandantes, gobernadores, jefes, señores, legisladores, príncipes, etc.67 No obstante, es también cierto que la palabra rey se relaciona directamente con la monarquía, y es en este punto en donde se debe considerar el desarrollo de esta idea dentro del pueblo de Israel. En el inicio, el pueblo era gobernado por los patriarcas, pero debido a que no tenían una tierra fija de habitación, el concepto de monarquía o de jefatura como tal, no se puede dar sino hasta el momento en que el pueblo pasa de su nomadismo al sedentarismo, por supuesto debido a las presiones de los pueblos extranjeros en especial los filisteos.68 La idea de rey era propia de los pueblos circunvecinos a Israel, por ejemplo, para los egipcios el rey es la 64 Harrison, Introducción al Antiguo Testamento: los profetas mayores y los profetas menores, 3. Pongutá, Por medio de los profetas, 49. 66 Jenni y Westermann, ed. Diccionario Teológico Manual del Antiguo Testamento, Vol. I, 1030. 67 Harris, Archer y Waltke, ed. Theological Wordbook of the Old Testament, Vol. I, 507. 68 Jenni y Westermann, ed. Diccionario Teológico Manual del Antiguo Testamento, Vol. I, 1241. 65 38 personificación del gobierno que ejerce en los cielos Horus;69 lo clave en esta concepción sobre el rey y el reinado, es que los reyes tenían un poder que venía directamente de la divinidad. En el pueblo de Israel, el rey se consideraba una persona sacra aunque no estaba involucrado en los asuntos del sacerdocio, él gobernaba y se le veía como el hijo de Yavhé (ver 2S 7,14), como el primogénito de Dios (ver Sal 89,27), su ungido (ver Sal 2,2) y, por estas razones, todos los que se opongan contra él no podrán vencerlo sino que el rey del pueblo de Dios los someterá.70 La estrecha relación que tiene el rey con Yavhé se ve en la asignación del título de Mesías al rey; debido a la unción, el rey tiene inmunidad como lo muestra por ejemplo 2S 1,14: “Y David le dijo: ¿Cómo es que no tuviste temor de extender tu mano para destruir al ungido del Señor?”. También ese apelativo se le da por la cercanía con el espíritu de Dios, así se relata en 1S 16,13: “Entonces Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos; y el Espíritu del Señor vino poderosamente sobre David desde aquel día en adelante (…)”.71 Otra palabra que está muy unida a rey, es príncipe o jefe dygIn", término que se puede traducir como uno que está colocado al frente, que es exaltado o que es designado y de acuerdo a Salvesen, es un título para líder nacional en los libros de Samuel y de Reyes.72 También éste término está asociado con la palabra “ungido” en 1S 10,1: “Tomó entonces Samuel la redoma de aceite, la derramó sobre la cabeza de Saúl, lo besó y le dijo: ¿No te ha ungido el Señor por príncipe sobre su heredad?” Además, con “elegido” de en medio del pueblo en 1R 14,7: “(…) se sentará en mi trono y reinará en mi lugar; porque le he escogido para que sea príncipe sobre Israel y sobre Judá”.73 El rey o príncipe es una persona escogida por Dios para estar delante de su pueblo; puede ser una característica del pueblo de Dios que se copió de los pueblos vecinos y 69 Ibid., 1241. Harris, Archer y Waltke, ed. Theological Wordbook of the Old Testament, Vol. I, 509. 71 Jenni y Westermann, ed. Diccionario Teológico Manual del Antiguo Testamento, Vol. I, 1244. 72 Salvensen, En Semantics of Ancient Hebrew database, http://www2.div.ed.ac.uk/research/sahd/ ngyd.pdf (consultado el 18 de febrero de 2010) 73 Ibid. 70 dygIn 39 que se da en Israel en la sedentarización y debido a presiones internas y externas. El rey como ungido goza de inmunidad y de estrecha relación con Yavhé. 1.1.2.4 Elegido Luego de este recorrido por el término Mesías, es claramente deducible que es un escogido o elegido de Dios; es así, como los términos revisados en este campo semántico claramente muestran una elección, sea para representar al pueblo ente Dios, para llevar un mensaje de parte de Dios o para dirigir al pueblo. El término hebreo para elegido es ryxiB' y se usa típicamente para mostrar la relación que existe entre el poseedor de este título y Dios. Es así, como en el relato se presenta a Dios mismo mostrando que ese escogido es alguien que recibió la elección no por mano humana sino divina,74 tal como se observa en 2S 21,6: “(…) delante del Señor en Guibeá de Saúl, el elegido del Señor. (…)”. Sin embargo, cuando se refiere el texto bíblico a la elección de reyes, en ocasiones puede parecer que la elección la realizó el pueblo, por ejemplo en 1S 12,13: “Ahora pues, aquí está el rey que habéis escogido, a quien habéis pedido (…)”. No obstante, la acción que mostraba esa elección era precisamente la unción, acto que era mandado por Dios para mostrar la predilección que él tenía sobre el ungido (ver 1S 10,1)75. 1.1.2.5 Señor En los libros de Samuel, la relación que existe entre el ungido y el término señor se reduce a tres ocasiones: 1S 24,6.10 y 1S 26,16. Generalmente, el ungido de Yavhé está en aposición a la palabra señor, por ejemplo en 1S 26,16: “(…) porque no protegisteis a vuestro señor, el ungido del Señor”; pero estas referencias al ungido como señor se hacen del rey y a este se le llama señor en 34 ocasiones en los libros de Samuel, cinco en el primer libro, ejemplo claro en 1S 24,8: “(…)¡Mi señor el rey! (…)” y 29 en el 74 75 Jenni y Westermann, ed. Diccionario Teológico Manual del Antiguo Testamento, Vol. I, 101. Kittel y Friedrich, ed. Compendio del Diccionario Teológico del Nuevo Testamento, 507. 40 segundo libro, un ejemplo en 2S 15,15: “(…)todo lo que nuestro señor el rey quiera.” Con esta sencilla estadística se aclara el porqué el ungido es también un señor. El término hebreo !Ada' de acuerdo a Alonso Schökel muestra “la relación de superioridad respecto a un correlativo: amo/criado, dueño/propiedad (…)”76, no obstante otros aspectos que el término abarca pueden ser la cortesía y el deseo de dar honra a otras personas (ver por ejemplo Gn 31,35. 32,5).77 Es claro que para el caso de este estudio, se quiere mostrar principalmente un título que implica gobierno sobre quien lo dice. 1.1.2.6 Salvador El ungido puede aparecer como salvador, en especial, cuando se está refiriendo a un elegido que guía al pueblo o lo lleva a liberarlo de la opresión enemiga, por ejemplo, los jueces fueron personajes que Yavhé colocó para que libraran al pueblo de la opresión filistea. El redactor deuteronomista menciona dicha labor en palabras como las citadas en Jc 2,16: “Entonces el Señor levantó jueces que los libraron de la mano de los que los saqueaban.”; su acción de dirección era salvadora, en el entendido que el pueblo de Dios estaba siendo atormentado por sus enemigos. En otros lugares del libro de jueces son llamados libertadores o salvadores,78 siendo un ejemplo de estas citas Jc 3,9: “Cuando los hijos de Israel clamaron al Señor, el Señor levantó un libertador a los hijos de Israel para que los librara, a Otoniel, hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb.” (ver también 2,18; 3,15; 3,31; 6,14; 6,36; 7,7; 8,22). Los jueces son personajes que aparecen luego de la muerte de Josué, quien fue designado por Dios como el reemplazo de Moisés para ser el jefe del pueblo y el encargado de llevarlo a la tierra prometida. Debían liderar al pueblo en épocas de conflicto y de gobernarlos en épocas de paz,79 viniendo a ser los mesías de su tiempo. 76 Alonso, Diccionario Bíblico Hebreo Español, 31. Jenni y Westermann, ed. Diccionario Teológico Manual del Antiguo Testamento, Vol. I, 80. 78 En otras ocasiones puede que no se coloque el calificativo de salvador, pero sus acciones tienen esa clara función. En Croatto, Historia de Salvación: la experiencia religiosa del pueblo de Dios, 118. 79 Carson, et. al. Ed. Nuevo Comentario Bíblico siglo veintiuno, CD-ROM. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas, 1989. 77 41 Para el tiempo del reinado, los reyes eran los mesías que tenían la labor de salvarlos de los filisteos, de guiarlos en las batallas y de gobernarlos para el establecimiento del reino en la tierra de Canaán. En los libros de Samuel la cita más relevante que resalta está acción está en 1S 9,16: “Mañana como a esta hora te enviaré un hombre de la tierra de Benjamín, lo ungirás para que sea príncipe sobre mi pueblo Israel, y él librará a mi pueblo de la mano de los filisteos. Porque yo he visto la aflicción de mi pueblo, pues su clamor ha llegado hasta mí.”. Los ungidos eran los salvadores del pueblo, pero esta labor se explicará con mayor detalle en el siguiente capítulo. Por el momento, baste decir, que dentro del campo semántico del término de estudio se incluye la palabra salvador. 1.1.2.7 Conclusión campo semántico La revisión del campo semántico de alguna forma apoya lo que ya se había visto en el estudio del campo lexical. Es claro que el Mesías es un elegido de Yavhé, aquel en quien Dios depositaba su confianza, sea para gobernar al pueblo o para presentarse ante él. Al considerar a los sacerdotes como ungidos y mirando el deseo de Dios de que su pueblo fuera uno de sacerdotes, es pertinente decir que el pueblo de Israel tenía una elección especial de parte de Yavhé, era su pueblo ungido. Sin embargo, dentro del pueblo siempre existió un grupo reducido de personas a los que se les manifestaba Dios especialmente, ellos eran los mediadores entre Dios y el pueblo. En lo que respecta al ungido como profeta, se puede concluir que eran los mensajeros de Dios, que tenían la capacidad de recibir mensajes y darlos al pueblo; eran llamados para cumplir con esta labor especial, aparecen como siervos, mensajeros y videntes. Con referencia al rey como ungido, él es uno que tendrá el poder para vencer sobre los enemigos y que estará al frente del pueblo, su poder venía directamente de la divinidad. El pueblo lo consideraba como una persona sacra aunque de manera diferente a cómo veía a los sacerdotes. El rey contaba con las bendiciones de Yavhé, quien lo protegía y le daba la victoria sobre los adversarios, y recibía una unción especial debido a la 42 presencia del espíritu de Dios en ella; era el preferido de Yavhé y tenía una cercana relación con él. Es importante resaltar dentro de esta conclusión, al término salvador, que si bien no aparece de manera escueta en el texto hebreo, sí se sucede el verbo “salvar” y el sustantivo “salvación”. Los salvadores eran ungidos, seleccionados por Dios para librar a su pueblo de la opresión enemiga; luego de la muerte de Josué y ante el desorden reinante y dominación extranjera, aparecen los jueces como esas figuras que libertan al pueblo de su mal. Posteriormente en el reinado, son los reyes los encargados de organizar al pueblo y enfilar sus esfuerzos para salvarlos de los males que les causaban naciones como la filistea. 1.2 La palabra unción en los Profetas Anteriores En la parte inicial de este capítulo se realizó el estudio del término Mesías, cuyo significado básico es ungido, se revisó someramente su procedencia y el centro del estudio radicó en el término mismo. En esta parte se va a presentar el estudio de la palabra unción, sus derivados y se profundizará en el verbo ungir. 1.2.1 Campo lexical En esta parte se trata de revisar la etimología de la palabra y las que se derivan de esta, también, se realizará el estudio sintagmático como se hizo para el término Mesías. 1.2.1.1 Estudio etimológico Unción en español significa “la acción de ungir o untar”80 proviene igualmente del verbo ungir hx'v.m'. Este sustantivo xv;m', es un sustantivo verbal también llamado deverbal. Al verbo se le añade la terminación h" para formarlo y en este caso la palabra formada es femenina. 80 Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, Vol II, 2252. 43 El término hx'v.m' no está en la biblia hebrea sin la compañía del artículo definido “la”, formando así hx'v.Mih;, traducido “la unción”; su aparición está limitada a los libros de Éxodo (14 ocasiones), Levítico (8 ocasiones) y Números (2 ocasiones). Generalmente se está hablando del aceite de la unción, que servía para consagrar los elementos del tabernáculo y también para la unción sacerdotal. En la siguiente tabla se presenta la aparición de la palabra en el Antiguo Testamento en cualquiera de sus formas: Número de hx'v.m' apariciones y Referencias bíblicas forma Palabra de igual forma 0 hx'v.m' Ex 25,6; 29,7.21; 31,11; 35,8.15.28; Con artículo 16 hx'v.Mih; 3729; 39,38; 40,9; Lv 8,2.10.12.30; 21,10; Nm 4,16 Con preposición le Palabra en estado 2 7 constructo Con sufijo masculino plural 1 hx'äv.m'l. tx;v.mi Ex 29,29; Nm 18,8 Ex 30,25 (dos veces); 30,31; Lv 7,35 (dos veces); 10,7; 21,12 ~t'²x'v.m' Ex 40,15 Tabla 2. Aparición de la palabra hx'v.m' en el Antiguo Testamento. La unción le da a lo que recibe o a quien la recibe, un estado de separación de un uso común, para ser dedicado a un uso cúltico, sea porque se colocaba en el tabernáculo en donde el sacerdote se encontraba con Dios, o sea con el sacerdote que se separaba de la congregación para estar en la presencia de Dios; la unción es consagración. No se puede dejar de estudiar en este tema el verbo ungir xv;m'. Si bien la palabra unción no aparece en los Profetas Anteriores, sí hay 29 ocasiones en las que el verbo está en estos libros. Resulta importante mencionar la primera aparición en el relato 44 bíblico del verbo, que se da en Gn 31,13, donde se dice que Dios le habla a Jacob para que retorne a la tierra y le recuerda que es el Dios al cual Jacob le ungió una piedra. Este hecho sucede cuando Jacob sueña y ve una escalera que llegaba al cielo y los ángeles de Dios bajaban por ella; al final del sueño Jacob toma la piedra y la unge, como un acto de consagración por ser el lugar en donde Dios se le reveló. La aparición de los verbos en los Profetas Anteriores se encuentra reflejada en la siguiente tabla: Número de apariciones xv;m' Qal infinitivo y forma constructo con 1 Referencias bíblicas x:voïm.li Jc 9,8 ~yxi’v.mo Jc 9,15 ATÜx.v;m.W 1S 9,16 ^ôx]v'm. 1S 10,1 ^åx\v'm.li 1S 15,1 ^ôx]v'm.YIw: 1S 15,17 T'äx.v;m'W 1S 16,3; 1R 19,15 preposición le Qal participio masculino plural 1 absoluto Qal perfecto segunda persona 1 masculino singular, waw conversiva y sufijo de tercera persona masculino singular Qal perfecto tercera persona 1 masculino singular, sufijo segunda persona masculina singular Qal infinitivo constructo con 1 preposición le, sufijo de segunda persona masculino singular Qal imperfecto tercera persona 1 masculino singular, waw conversiva y sufijo de segunda persona masculino singular Qal perfecto masculino segunda singular con persona 2 waw conversiva 45 Qal imperativo masculino singular 1 con sufijo de tercera persona tercera persona 2 WhxeÞv'm. 1S 16, 12 xv;äm.YIw: 1S 16,13; 1R 1,39 x:yviîm' 2S 1,21 Wxv.m.YIw: 2S 2,4; 5,3; 1R 1,45; masculino singular Qal imperfecto masculino singular con waw conversiva Qal participio pasivo masculino 1 singular absoluto Qal imperfecto tercera persona 4 masculino plural con waw conversiva Qal perfecto tercera persona común 3 2R 23,30 Wxïv.m' 2S 2,7; 5,17; 1R 5,15 x:Wvåm'W 2S 3,39 ^)yTiÛx.v;m. 2S 12,7; 2R 9,3.6.12 Wnx.v;äm' 2S 19,10 xv;äm'W 1R 1,34 xv;îm.Ti 1R 19,16 (en dos plural Qal participio pasivo masculino 1 singular absoluto con conjunción waw Qal perfecto primera común singular 4 con sufijo de segunda persona masculino singular Qal perfecto primera persona común 1 plural Qal perfecto masculino tercera singular con persona 1 waw conversiva Qal imperfecto segunda persona 2 masculino singular Qal imperfecto ocasiones) tercera persona 1 Whxu_v'm.YIw: 2R 11,12 masculino plural, waw conversiva y sufijo de tercera persona masculino singular Tabla 3. Aparición del verbo xv;m' en el Antiguo Testamento. 46 Es relevante anotar que todas las apariciones del verbo están en la estructura qal o simple del hebreo, que denota “(…) la acción elemental indicada por la raíz verbal”.81 Si bien en el hebreo prima el aspecto del verbo sobre el tiempo, se dice que una acción está completa si está en perfecto e incompleta si está en imperfecto.82 Si se agrupan las citas de los verbos en estos aspectos, se puede decir que el verbo está en 17 oportunidades en perfecto y en seis ocasiones en imperfecto.83 Esto sólo nos da una indicación de que la mayoría de las apariciones del verbo en el relato bíblico están referidas a acciones ya realizadas y completadas, con ello quizá se quiera indicar que son ciertas y no simples promesas o posibilidades para un futuro. Otro aspecto para resaltar es que las unciones se dan principalmente sobre David y Saúl. También se debe decir que quiénes las hacen generalmente son los profetas como Samuel, Eliseo o Natán. A continuación se presenta un estudio sintagmático del verbo que dará mayor información sobre cómo está acompañado este término en estos libros. 1.2.1.2 Estudio sintagmático del verbo ungir84 Tal y como se mencionó en el estudio del término Mesías, se trata de estudiar el verbo ungir con relación a las palabras conexas. 1.2.1.2.1 Sujeto Se quiere revisar en este punto cuál es el sujeto que domina el verbo xv;m'. Aunque gramaticalmente prima en seis ocasiones el mismo Yavhé, la acción es realizada por un profeta, aparece así en 1S 10,1; 15,17; 2S 12,7; 2R 9,3.6.12. Específicamente 2R 9,3 dice : “Entonces toma el frasco de aceite, derrámalo sobre su cabeza, y di: "Así dice el Señor: Yo te he ungido rey sobre Israel. Abre luego la puerta y huye, no esperes.” Se 81 Deiana y Spreafico, Guía para el Estudio del Hebreo Bíblico, 37. Ibid., 37. 83 Se debe considerar en este conteo, que los verbos que están en perfecto o en imperfecto y que tienen una waw conversiva, cambian de perfecto a imperfecto y viceversa. En Deiana y Spreafico, Guía para el Estudio del Hebreo Bíblico, 61-62. 84 Para está parte se toma como referencia el material de Salvensen, . En Semantics of Ancient Hebrew database, http://www2.div.ed.ac.uk/research/sahd/mjx.pdf (consultado el 27 enero de 2010) 82 xv;m' 47 observa como los ungimientos aparecen como realizadas por el mismo Dios, mostrando la directa relación entre él y su ungido. El siguiente sujeto en cantidad de apariciones es Samuel con cinco oportunidades, quien bajo órdenes de Yavhé cumple la misión de ungir a un rey, sea a Saúl como en 1S 15,1: “Samuel dijo a Saúl: El Señor me envió a que te ungiera por rey sobre su pueblo, sobre Israel; ahora pues, está atento a las palabras del Señor” (ver también 1S 9,16), o también a David como en 1S 16,13: “Entonces Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos; y el Espíritu del Señor vino poderosamente sobre David desde aquel día en adelante. Luego Samuel se levantó y se fue a Ramá.” (ver también 1S 16,3.12). Otros sujetos del verbo son el sacerdote Sadoc en 1R 1,34.39.45, el profeta Elías en 1R 19,15.16, el profeta Natán en 1R 1,34.45, el pueblo de Israel en 2S 19,10 y 1R 15,1, la casa de Judá en 2S 2,4.7 y los ancianos de Israel en 2S 5,3 (ver también 2S 5,17). Al revisar los sujetos se distinguen los profetas, ya sea Samuel, Natán o Elías, quienes recibían la orden de Dios para ungir a los elegidos, e incluso, ellos mismos eran considerados ungidos. De hecho, a Elías se le ordena que unja a Eliseo como su reemplazo en 1R 19,16, por lo que se puede concluir que los ungidos ungen a su vez a los ungidos. Otro aspecto a mencionar, es que los sujetos del verbo siempre están en el pueblo de Israel y la acción de elegir a alguien en el pueblo le pertenecía a personas que se encontraban en el mismo pueblo; si bien, en algunos pasajes aparece que es el pueblo de Israel el que unge, no se puede considerar como si todo el pueblo lo hiciera sino que seguramente lo hacían sus representantes, sean ancianos, profetas o sacerdotes. 1.2.1.2.2 Objeto En este numeral se trata ahora de revisar qué objeto o persona recibía la unción o era ungido. En primer lugar se distinguen los reyes en especial David, pues en cinco ocasiones se menciona de su unción (1S 16,12.13; 2S 2,4.7; 5,3; en 2S 3,39 aunque no 48 está directamente como sujeto del verbo, sí es David quien habla85); éste rey aparece en el texto bíblico como sobre quien desciende el espíritu de Dios luego que es ungido, tal como lo muestra el texto en 1S 16,13: “Entonces Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos; y el Espíritu del Señor vino poderosamente sobre David desde aquel día en adelante. Luego Samuel se levantó y se fue a Ramá.” Le sigue en apariciones como objeto de la unción, Salomón, con cuatro (1R 1,34.39.45; 5.1), después Saúl, con tres (1S 10,1; 15,1.17), Jehú, con tres (1R 19,16; 2R 9,3.6); los demás con una ocasión: Joacaz (2R 23,30), Joás (2R 11.2) y Hazael (1R 19,15). En los Profetas Anteriores es clara la preferencia por mostrar a David como el ungido de Dios, seguido por su hijo Salomón, reyes sobre los cuales hay una definida predilección. Los reyes ungidos en su mayoría son reyes de Israel, aunque está Joás como rey de Judá luego de la división del reino, y también se nombra con un poco de extrañeza a Hazael ya que es ungido rey pero sobre Siria; se entiende la unción de éste último como la elección por parte de Dios para cumplir la misión de ayudar a purificar a Israel de su culto por Baal, junto con Jehú y el profeta Eliseo según se atestigua en 1R 19,15-18. Precisamente Eliseo es también objeto del verbo ungir en este pasaje. 1.2.1.2.3 Instrumento para la unción La unción se realizaba con aceite que se debía preparar de acuerdo a las instrucciones ordenadas por Yavhé en Ex 30,23-25: “Toma también de las especias más finas: de mirra fluida, quinientos siclos; de canela aromática, la mitad, doscientos cincuenta; y de caña aromática, doscientos cincuenta; de casia, quinientos siclos, conforme al siclo del santuario, y un hin de aceite de oliva. Y harás de ello el aceite de la santa unción, mezcla de perfume, obra de perfumador; será aceite de santa unción.” Este aceite !m,v,Þ juega un rol importante en las ceremonias de consagración y simbolizaba las abundantes bendiciones de Dios sobre el consagrado.86 A juzgar por lo que dice Dt 33,24 en la bendición que hace Moisés sobre sus descendientes, se describe el aceite como símbolo de prosperidad “(…) sea favorecido por sus hermanos, y moje su pie en aceite”. 85 En el texto de 2S 1,21, un escudo es objeto de la unción, pero al parecer se está refiriendo a la unción que Saúl perdió. La explicación se presentó en el campo lexical de la palabra Mesías sección 1.1.1.1 86 Harris, Archer y Waltke, Theological Wordbook of the Old Testament, Vol. II, 937. 49 Gilderstone va más allá diciendo que: “(…) el aceite santo con el que eran ungidos el sacerdote y el rey y los utensilios del tabernáculo era símbolo del Espíritu Santo.”87 Se nombran dos elementos en los cuales se colocaba este aceite, en un frasco (1S 10,1; 2R 9,1.3) y en un cuerno (1S 16,13; 1R 1,39). Lo que se puede observar por las palabras hebreas a las que corresponden estas palabras, es que el frasco era un recipiente pequeño que tenía un labio para poderlo verter;88 del cuerno, se dice que fue usado para guardar líquidos, sin embargo es interesante anotar que en el Antiguo Testamento el cuerno es símbolo de poder físico;89 quizá el aceite para la unción se colocó en este recipiente para mostrar que contenía un líquido que capacitaría a quienes lo recibieran con dicho poder. 1.2.1.2.4 Otras consideraciones sintagmáticas En general, cuando se ungía a un rey, se hacía para que éste estuviera sobre el pueblo de Israel (1S 9,16; 15,1.17; 2S 5,3.17; 12,7; 19,11, 1R 1,34; 19,16 y 1S 10,1 este último dice sobre la heredad de Yavhé). En dos pasajes: 1S 9,16 y en 10,1, se dice que se unge para sea un príncipe, pero el sentido y el contexto confirma que era para ser reyes sobre el pueblo. Si bien el propósito de los reyes era el de gobernar a los pueblos en donde eran ungidos, en 1S 9,16 se dice que es para salvar al pueblo: “Mañana como a esta hora te enviaré un hombre de la tierra de Benjamín, lo ungirás para que sea príncipe sobre mi pueblo Israel, y él librará a mi pueblo de la mano de los filisteos. Porque yo he visto la aflicción de mi pueblo, pues su clamor ha llegado hasta mí.” Estas ideas adicionales están confirmando que la unción es en especial para los dirigentes del pueblo de Israel que tenían la potestad de dirigirlos y de instruirlos en sus batallas para salir victoriosos. 1.2.1.3 La traducción de xv;m' al griego de la LXX De las 68 apariciones del verbo en toda la biblia hebrea, en 58 oportunidades la Septuaginta usa el verbo cri,w. Para los libros de los Profetas Anteriores, en las 29 87 Gilderstone, Sinónimos del Antiguo Testamento, 191. Orr, ed. The International Standard Bible Encyclopaedia, Vol. V, 3049. 89 Harris, Archer y Waltke, Theological Wordbook of the Old Testament, Vol. II, 815. 88 50 ocasiones en que sucede el verbo hebreo xv;m' corresponde al verbo griego cri,w 28 veces. Ya se había dicho en el estudio de la palabra Mesías, que el léxico de LidellScott90 lo presenta como ungir con ungüentos aromáticos o aceite y en la LXX se refiere a ungir como señal de consagración91. También es interesante notar que de las 28 oportunidades en que se traduce de esa forma, el verbo en griego está en 23 ocasiones en modo indicativo, modo en el cual se considera que quien habla “(…) concibe la acción como algo real y objetivo”92; esto indica que los traductores de la LXX93, también consideraron los eventos de unción como verdaderos y realizados y no como promesas futuras. La excepción al uso del verbo cri,w se encuentra en 2S 3,39, donde se usa el verbo kaqi,sthmi que quiere decir dirigir, constituir o designar.94 El texto en cuestión es: “Hoy soy débil, aunque ungido rey (…)”, desde la LXX sería: “Y que yo soy un pariente hoy, y he sido designado para ser rey (…)”;95 la idea de que la unción es la que lo ubica como un rey no se pierde al usar este verbo; la traducción desde el hebreo quiere quitar todas las posibles sospechas que se pudieran levantar contra David y el escritor quiere que no queden dudas de la inocencia del rey.96 Quizá la traducción de la LXX quiere mostrar cómo David justifica su realeza siendo pariente del anterior rey, sin embargo, este texto es de difícil interpretación y algunos eruditos han considerado a los versículos 38 y 39, igual que el 28 y el 29, como añadidos por el redactor para mostrar el castigo merecido a Joab, y también para dar una disculpa de la poca o casi nula actividad jurídica de David.97 90 Lidell y Scott, The Abridged Liddell-Scott Greek-English Lexicon, CD-ROM. Versión 7.0. Estados Unidos: Bibleworks, 2006. 91 Lidell y Scott, A Greek English Lexicon, http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text? doc=Perseus3Atext %3A1999.04.0057%3Aentry%3Dxri%2Fw (consultado el 4 de febrero de 2010). 92 De Sendek y Periñan, Griego para Sancho, 28. 93 Al igual que la biblia hebrea cuando se hizo referencia a la estructura qal. 94 Balz y Schneider, Diccionario Exegético del Nuevo Testamento, Vol I, 2117. También en Lidell y Scott, A Greek English Lexicon, http://www.perseus.tufts.edu/ hopper/text?doc=Perseus%3Atext% 3A1999.04.0057%3Aentry%3Dkaqi%2Fsthmi (consultado el 6 de marzo de 2010). 95 Vanderpool, ed. The Apostolic Bible, http://septuagint-interlinear-greek-bible.com/ (consultado el 6 de marzo de 2010). 96 Hernández y Jiménez, “Los libros de Samuel” En Comentario Bíblico Latinoamericano, Vol. I, 693. 97 Anderson, “2 Samuel” En Word Biblical Commentary, CD-ROM. Compubiblia. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas, 1989. 51 1.2.1.4 Conclusión campo lexical La unción hacía que quien la recibía se separara de lo que era común y se consagrara para tener un servicio especial hacia Yavhé; el verbo ungir siempre aparece como algo cierto y real, las unciones se hacían para la mencionada consagración y el relato bíblico quiere resaltar que no eran simples actos futuros sino efectivos en su tiempo. Estos actos de unción fueron realizados sobre los reyes, especialmente sobre David y Saúl, aunque la preeminencia es para David, a quien el relato muestra como receptor de la unción en cinco ocasiones. A partir de esto, se puede decir que existe una clara preferencia en el texto bíblico por resaltar que el ungido es David. Aunque las acciones efectivas las realizaba un profeta, ya sea Samuel, Eliseo o Natán, lo relevante de mencionar es que el que ungía era también un ungido y el sujeto que los movía o el que aparece como sujeto de la acción, es el mismo Dios, por lo que el ungido era de Yavhé, quien lo seleccionaba dentro del pueblo para sus propósitos divinos, y en ese caso el profeta simplemente es un sujeto pasivo de la acción. La unción se hacía con un aceite preparado con ciertos requisitos; se guardaba luego en frascos o cuernos, simbolizando las bendiciones de parte de Yavhé. 1.2.2 Campo Semántico Los primeros verbos que surgen para analizar son aquellos que son sinónimos del verbo ungir, qc;y" y %Ws. Adicionalmente, de acuerdo a Gilderstone, hace parte de este campo semántico el verbo vd;q' santificar98; también al considerar dos de los ungidos que suceden en el Antiguo Testamento, los sacerdotes y los reyes, se debe entonces revisar dentro de este ítem los verbos %l;m' nombrar rey y !h;K' ordenar como sacerdote. 98 Gilderstone, Sinónimos del Antiguo Testamento, 185. 52 1.2.2.1 Los verbos sinónimos de xv;m' El verbo qc;y," que tiene como definición básica el derramar o verter un líquido,99 aparece en los Profetas Anteriores en 19 ocasiones , de las cuales solamente en tres lugares tiene relación directa con el acto de ungir, ellas son: 1S 10,1 en donde se derrama el aceite de la unción sobre David por medio de Samuel; en 2R 9,3.6 allí el profeta Eliseo manda a otro profeta a que unja por rey sobre Israel a Jehú. En las otras ocasiones se habla de verter agua sobre alguien o de verter aceite sobre vasijas y no sobre personas con fines ceremoniales como en los casos indicados. El verbo %Ws se ha usado para el ungimiento del cuerpo con aceite de oliva luego de un baño (2S 12,20), también con fines cosméticos (Rt 3,3) y como señal de hospitalidad (2Cro 28,15); y aunque tiene su aplicación en los momentos en que se derramaba aceite con fines santos100 (Ex 30,32), en los Profetas Anteriores no tiene ese uso. En 2S 12,20 y 2S 14,2 su aparición obedece más a cuestiones cosméticas que a actos de consagración. 1.2.2.2 El verbo vd;q' Una de las acepciones de significado que tiene este verbo y que se une con la idea de la unción es “separar”,101 esto es, que cuando algo se santifica o es santo se separa de su uso regular para un uso cultico. Si a alguien se le unge, se le está separando de la comunidad para que cumpla con una tarea específica ordenada por Dios. En especial en la estructura piel, se usa para efectos de llevar a cabo una consagración,102 aunque Alonso muestra otras posibles traducciones “consagrar, santificar, purificar, declarar sagrado”.103 Tiene su aparición en los libros de estudio en 18 ocasiones de las cuales cinco están en estructura piel: Jos 7,13; 1S 7,1; 1S 16,5; 1R 8,64 y 2R 10,20. El texto 99 Harris, Archer y Waltke, Theological Wordbook of the Old Testament, Vol. I, 395. Harris, Archer y Waltke, Theological Wordbook of the Old Testament, Vol. II, 619. 101 Ibid., 787. 102 La estructura piel es intensiva en su forma. En Deiana y Spreafico, Guía para el Estudio del Hebreo Bíblico, 77. 103 Alonso, Diccionario Bíblico Hebreo Español, 650. 100 53 que más hace una alusión directa a la separación por una unción es el de 1S 16,5 en donde el profeta Samuel le dice a la familia de Isaí que se prepare para el sacrificio, momento en el cual él ungiría al rey: “Y él respondió: En paz. He venido a ofrecer sacrificio al Señor. Consagraos y venid conmigo al sacrificio. Samuel consagró también a Isaí y a sus hijos y los invitó al sacrificio.” 1.2.2.3 El verbo %l;m' De acuerdo a Jenni y Westermann, este verbo aparece en varias oportunidades en paralelismo con el verbo ungir en estructura hifil,104 lo que se ve con claridad en 2R 11,12 y 2R 23,30 “(…) Entonces el pueblo de aquella tierra tomó a Joacaz, hijo de Josías, y lo ungieron y lo hicieron rey en lugar de su padre.”. %l;m' en hifil sucede en 24 ocasiones en los Profetas Anteriores, en las cuales la acción de “poner por rey” está más enfocada a ser una acción propia de un pueblo por querer tener un gobernante. Sin embargo, en algunos textos se une el mandato divino por colocar un rey, indicando que el pueblo actúa fruto de ese mandato; un ejemplo es el de Saúl, pues Dios le había dicho a Samuel que escuchara la voz del pueblo de colocarles rey (1S 8,22 y 9;16), posteriormente Samuel lo unge (1S 10,1) y luego el pueblo lo hace rey (1S 11,15). Colocar un rey sobre el pueblo, alguien que les brinde dirección y que les ayude en su organización política interna y externa, era entonces una acción que se hacía designando a un escogido dentro del pueblo, que contaría con el respaldo de la elección divina. El hecho de designar un rey, hace de ese evento un acto que unía al pueblo, o por lo menos una parte de éste, alrededor de un líder. 104 Jenni y Westermann, Diccionario Teológico Manual del Antiguo Testamento, Vol. I, 1243. Hifil es la forma causativa del verbo. En Deiana y Spreafico, Guía para el Estudio del Hebreo Bíblico, 81. 54 1.2.2.3 El verbo !h;K' Su significado básico de “ser sacerdote de, oficiar, ejercer el sacerdocio”,105 no aparece en los Profetas Anteriores. Su ocurrencia es preferencial dentro de los primeros libros de la Biblia, en especial en el libro del Éxodo. Allí se mencionan principalmente las acciones de consagración y de unción para que un hombre o grupo de hombres, se encargara de los ritos culticos ordenados por Dios (ver Ex 28,41). Es claro que hacer sacerdote a alguien tiene un sentido electivo dentro del pueblo, solamente ciertas personas podían ser elegidas como sacerdotes y siempre que pertenecieran a la familia de Aarón (ver Num 3,3). 1.2.2.4 Conclusión campo semántico Esta parte del estudio está corroborando lo que ya se ha venido afirmando con referencia a la unción, que es un acto de separación, de elección. En los Profetas Anteriores la unción se hacía en especial para colocar reyes quienes dirigirían al pueblo como sus nuevos líderes; colocar reyes se puede ver como una acción corporativa del pueblo sin desconocer que era un mandato divino. En la unción, derramar el aceite de la unción sobre la persona es un símbolo quizá para mostrar el derramamiento de las bendiciones de Yavhé sobre quien la recibía. El verbo derramar qc;y cuando se refiere a la unción, también se hace sobre el rey; la consagración mostrada en especial con el verbo santificar vd;q' muestra la separación que se le daba a una persona para que se dedicara a una tarea especial que Yavhé le ordenaba; el reinado y la unción se ven claramente unidos por la aparición del verbo reinar en paralelismo al verbo ungir %l;m. 105 Alonso, Diccionario Bíblico Hebreo Español, 351. 55 1.3 Conclusión del estudio de las palabras Mesías y unción Al concluir este estudio en su primera parte, se ha visto que el texto bíblico usa estas palabras para mostrar que quienes son receptores de la unción o son ungidos, son personas escogidas por el mismo Yavhé, aunque pueda que el pueblo también realice cierta elección o que la selección hecha por Dios luego sea manifestada públicamente, en reconocimiento de la elección o en actos externos. La unción se realizaba con aceite, previamente preparado, con el simbolismo de llevar en él un poder hacia el ungido. Se mostró que los ungidos eran en preferencia los profetas, los sacerdotes y los reyes, todos teniendo una relación directa con Dios y también teniendo una representación del pueblo ante Yavhé. Los ungidos ungían a los ungidos, pues al parecer, era la manera en que se podía legitimar la aparición de nuevos ungidos, sin embargo entre los ungidos, el relato quiere resaltar a los reyes. Especialmente Saúl y David son resaltados en los relatos como los ungidos; no obstante, las frases y repeticiones de quién es el ungido recaen sobre David, es sobre él que el texto quiere indicar que viene una bendición de Dios de una manera especial; el mismo espíritu de Yavhé desciende y le da una preponderancia sobre todos los demás ungidos. Ellos dos son las figuras de la «unción real». Finalizando esta parte, se puede aseverar que la unción era un acto que separaba al que lo recibía para realizar una labor especial dentro del pueblo; las figuras de la unción real en el inicio de la monarquía son Saúl y David, ellos son destacados por Dios y por los hombres. La unción sobre ellos les dio la capacidad para gobernar al pueblo que se estaba formando, asunto que se seguirá revisando en el siguiente capítulo, en donde se revisarán algunos pasajes de los libros de Samuel y se mostrará cuál es la función salvífica que tienen las figuras reales. 56 CAPÍTULO 2 LOS LIBROS DE SAMUEL Y LA FIGURA DEL MESÍAS A este punto de la investigación es claro que el Mesías es el elegido por Dios, que lo escoge para dedicarse a una misión en especial, sea de sacerdote, profeta o rey. Ahora, el trabajo se centra particularmente en los libros de Samuel y cómo en ellos se presenta el ungido específicamente relacionado con el reinado. Se iniciará con la presentación de los libros de Samuel en lo que tiene que ver con la razón de su nombre y el contexto en el que se da; también se estudiarán algunos pasajes en los que aparece la palabra Mesías y se terminará mirando los tres reyes del inicio de la monarquía en Israel focalizándose en la posibilidad de ser o de no ser figuras mesiánicas. 2.1 Generalidades de los libros de Samuel En primer lugar, decir libros de Samuel puede que no brinde la información más apropiada referente a la autoría o al contenido de los mismos. Su nombre fue colocado quizá sin la preocupación que tenemos actualmente acerca de su autor y si se tratase de una historia de este personaje, estaría mejor descrito en los libros. De hecho, puede ser considerado parte de los personajes secundarios de la historia pero no el principal.106 Sin embargo, el nombre pudo ser colocado por dar una pertinente relevancia a la figura del profeta en el inicio de los libros, aunque en el segundo libro no aparece;107 no obstante, se ha considerado que Samuel era el autor de los libros, como por ejemplo la tradición talmúdica lo hace,108 o por lo menos que él escribió hasta lo descrito antes de su muerte (ver 1S 25,1). Adicionalmente, en el libro primero de Crónicas 29:29 se lee: “Los hechos del rey David, desde el primero hasta el último, están escritos en las crónicas del vidente Samuel, en las crónicas del profeta Natán y en las crónicas del vidente Gad”, así que mucha de la tradición pudo intuir que gran parte de lo que aparece 106 Gordon, 1&2 Samuel: A commentary, 19. McCarter, I Samuel: A new translation with introduction, notes & commentary, 3. 108 The order of the prophets (Nevi´im) is: Joshua, Judges, Samuel, Kings (…) En Schiffam, Babylonian Talmud Bava Batra 14b-15a: the order of the scripture, http://cojs.org/cojswiki/Babylonian_Talmud_ Bava_Batra_14b-15a:_The_Order_of_Scripture (consultado el 4 de mayo de 2010). 107 57 en los libros de Samuel fue escrito por el profeta que lleva este nombre y que luego de su muerte los profetas Natán y Gad terminarían el relato.109 Los libros de Samuel fueron considerados en la tradición hebrea como si fueran un solo volumen, la división se dio en el siglo XV pero se vio sólo cuando los textos se imprimieron en las biblias rabínicas de 1516/17.110 La LXX no usa el nombre de Samuel para considerar estos libros, sino que, los une con los de Reyes, llamándolos los Reinos aunque sí los divide. Las divisiones en los libros se hacían al considerar la típica costumbre de terminar un libro con la muerte de algún personaje, por ejemplo, con la muerte de Jacob y José al final del Génesis, con la muerte de Josué el final del libro que lleva su nombre, y en este caso con la muerte de Saúl al final del primer libro de Samuel.111 Luego Jerónimo les dio el nombre de “Los libros de los Reyes”. Estos libros en la biblia hebrea pertenecen a los Profetas Anteriores, los cuales comprenden los libros que van desde Josué hasta Segundo de Reyes, y esto quizá porque en éste último libro considera al final lo que tiene que ver con los Profetas Posteriores que tuvieron su influencia en el siglo VIII y VII antes de Cristo. En los Anteriores el énfasis está en el carácter autoritativo de la verdadera profecía y en la necesidad de la sujeción de la comunidad a la palabra profética como una condición previa para poder disfrutar de la protección de Yavhé. 2.1.1 Consideraciones sobre el contexto histórico Al observar la narrativa que sigue el autor de los libros con el propósito de considerar la época que narran los libros de Samuel, se estaría hablando desde los últimos días del templo en Silo hasta cerca del fin de reino de David, que podría ser cerca del 1080 al 970 antes de Cristo, 112 esto si se toman como fechas aproximadas para el reinado de 109 Youngblood, “1, 2 Samuel.” En The Expositor´s Bible Commentary: Deuteronomy, Joshua, Judges, Ruth, 1&2 Samuel, Vol. III, 554. 110 Ibid. 111 Ibid. 112 La consideración de fechas siempre es un poco arriesgada cuando se hace un estudio de libros que posiblemente recibieron ediciones posteriores o que fueron escritos en tiempos de las monarquías o aún post-exílicos. Se han colocado estas fechas como punto de referencia pero no como dogmatismo. Los primeros escritos pueden haber aparecido para la época del reinado davídico, ya que este personaje tomó 58 Salomón desde el 970 al 931 (ver 1R 11,42), de David desde el año 1010 al 970 (ver 2S 5,5) y el reinado de Saúl desde el 1052 al 1010 (ver 1S 13,1), considerando que Samuel tenía alrededor de treinta años cuando unge a Saúl como rey.113 A grandes rasgos se puede ver en los libros cómo Silo, sitio predominante de adoración, es cambiado por Jerusalén y cómo, Israel cambia su organización de una liga tribal a un reino unificado.114 En lo que tiene que ver con la organización como un reinado, no se puede olvidar la lucha continua que tuvo Israel con el pueblo filisteo; éste se había ubicado en zonas cercanas a Asdod, Ecrón, Gat y Gaza,115 por lo que su presencia era una amenaza para el naciente reino. Es tan importante la resistencia filistea, que muchos consideran que la organización como reino por parte de Israel se debió a que era necesario unificar el gobierno para hacerle frente a esta amenaza. Por supuesto el centralismo de un gobierno no era bien visto por algunos líderes religiosos.116 Con referencia al cambio de sitio de adoración se puede anotar que Silo había entrado en decadencia por la corrupción que los sacerdotes encargados tenían. Así lo expresa el capítulo dos del primer libro de Samuel en sus primeros versículos relatando el comportamiento pecaminoso de los hijos de Elí. En Silo se encontraba el arca del pacto, que simbolizaba la presencia de Dios y guardaba la ley, pero salió de allí hacia Afec, sitio en donde se daba lugar a una batalla con los filisteos para que su presencia diese la victoria al pueblo de Israel. Los israelitas pierden y el arca es capturada (ver 1S 4), y desde ese momento, el arca no retornará a Silo sino que inicia un camino que la llevará hasta la ciudad de David; primero permanece en Quiriat-jearim y desde ese lugar la figura de un héroe y de un prototipo de rey; luego, por la profusa actividad profética, estos escritos pudieron ser reconfigurados, por ejemplo, en lo que tiene que ver con Elías y Eliseo se habla del siglo IX. Finalmente, la conocida reforma de Josías pudo tener injerencia en los textos (siglo VII). De este modo, las fechas que se han puesto son las que una lectura de la misma narrativa del texto puede aportar. Ver Campbell y O´brien, “1-2Samuel” En Comentario Bíblico Internacional, 525. 113 Youngblood, “1, 2 Samuel.” En The Expositor´s Bible Commentary: Deuteronomy, Joshua, Judges, Ruth, 1&2 Samuel, Vol. III, 555. 114 Gordon, 1&2 Samuel: A commentary, 22. 115 Los filisteos querían controlar las rutas vitales de la zona. Además, debido a su dominio sobre los procesos metalúrgicos del hierro es posible que subyugaran a los israelitas económica y militarmente. En Tsumura, The First book of Samuel, 36. 116 Campbell y O´brien, “1-2Samuel” En Comentario Bíblico Internacional, 525. 59 es llevada hacia Jerusalén (ver 2S 6).117 Es importante recalcar que Jerusalén era una ciudad neutral con respecto a la tensión existente entre las tribus del norte y del sur, así que ubicar el centro de gobierno y el sitio de adoración allí, puede ser considerado un ardid político de David para unificar la nación.118 2.1.2 Sobre la autoría de los libros de Samuel No se puede decir categóricamente quien escribió los libros de Samuel, pero lo que se ha podido concluir al respecto, es que muchas manos participaron en su escrito, y que por lo menos ha sido editado en varias etapas. Tres pueden ser los documentos de base: lo que se conoce como la historia del arca de Dios (ver 1S 4,1-7,1) pudo haber sido lo primero que se tenía de estos libros, posiblemente en un tiempo antes de David; las historias de Saúl y David relatadas entre los capítulos 16 y 31 del primer libro junto con la historia del rey David narrada principalmente en el libro segundo, las cuales pudieron ser redactadas en el tiempo de los reinados de David y Salomón.119 Es probable que la mano de Samuel haya estado involucrada en la escritura del texto, como se había mencionado antes y aún el mismo David puede ser visto como autor de textos como la elegía por la muerte de Saúl y Jonatán (ver 2S 1,19-27) y el lamento por la muerte de Abner (ver 2S 3,33-34).120 También se han rastreado los relatos básicos de redacción hasta las fuentes Yavhista (J) y Elhoista (E), las mismas que fueron usadas para el desarrollo del Pentateuco según la teoría de Graf-Wellhausen; otros como Eissfeldt adicionan a este grupo de partes del texto la llamada fuente L.121 Las más recientes hipótesis sobre la autoría de los libros de Samuel están centradas en dos enfoques, el primero es el que corresponde a la teoría de Noth, y el segundo a las aproximaciones literarias holísticas. A continuación se presentan estos dos enfoques, desarrollando un poco más la postura de Noth debido a que en este trabajo se asume el 117 De Vaux, Instituciones del Antiguo Testamento, 394. Campbell y O´brien, “1-2Samuel” En Comentario Bíblico Internacional, 531. 119 Tsumura, The First book of Samuel, 11. 120 Auzou, La Danza ante el Arca, 26. 121 Harrison, Introducción al Antiguo Testamento: Los Profetas Anteriores, 250. 118 60 acercamiento de un redactor final como compilador de todos estos escritos y que la historia de la conformación del pueblo en la tierra prometida tiene una figura central. 2.1.2.1 La Historia Deuteronomista El título de «Historia Deuteronomista», típicamente, se le ha asignado a los libros comprendidos entre el libro de Deuteronomio hasta el último libro de los Reyes, considerando la ubicación hebrea de los libros. Ese nombre fue acuñado luego de que Martín Noth postulara una tesis que mantiene como base que el libro de Deuteronomio es sobre el que se forman los demás libros; el título refleja el origen de los textos pero evita llamarse simplemente Deuteronomio para no ser confundido con el libro que lleva ese nombre122. Una revisión del contenido de estos libros y de los aspectos más importantes de los mismos, lleva a pensar que evidentemente son procedentes de la mano de un mismo editor,123 ya que quiere mostrar cómo el pueblo es guiado por Josué a la tierra prometida y cómo el pueblo se estableció allí. A continuación se presentan cinco eventos relevantes de esta historia: - El libro de Deuteronomio termina con la transferencia del poder sobre el pueblo, de Moisés a Josué; se quiere mostrar en el relato que Josué tiene el aval divino para llegar a la tierra prometida, lo que se lee en Dt 31,1-3: “Fue Moisés y habló estas palabras a todo Israel, y les dijo: Hoy tengo ciento veinte años; ya no puedo ir ni venir, y el Señor me ha dicho: "No pasarás este Jordán." El Señor tu Dios pasará delante de ti; Él destruirá estas naciones delante de ti y las desalojarás. Josué es el que pasará delante de ti, tal como el Señor ha dicho.” - El libro de Josué presenta al inicio de su relato cómo es que el nuevo líder, quien cuenta con el respaldo de Yavhé (ver Jos 1,1-3), es encaminado para conquistar a Canaán; inicialmente Josué envía un par de espías para tener un concepto de primera mano sobre el terreno a conquistar, pues al parecer la propia presencia 122 123 Mackenzie, “Deuteronomistic History.” En The Anchor Bible Dictionary, Vol. IV, 160. Instituto Internacional de Teología a Distancia, Introducción al Antiguo Testamento, 3-9. 61 de los hebreos había traído temor al pueblo, en este caso de Jericó, por lo que la premonición de una victoria no era exagerada, así se puede leer en Jos 2,9: “(…) el Señor os ha dado la tierra, y que el terror vuestro ha caído sobre nosotros, y que todos los habitantes de la tierra se han acobardado ante vosotros.” Luego de la derrota infringida a la ciudad de Jericó por parte de las tropas hebreas, la conquista de la zona de Canaán era en alguna medida más fácil, pues una ciudad amurallada como aquella brindaba mayor seguridad a sus habitantes; el libro de Josué narra las conquistas del Sur y del norte de Canaán. La unión entre el final de Deuteronomio y el cómo se está iniciando el libro de Josué, es una muestra de la propuesta del escritor de la Historia Deuteronomista, para mostrar cómo llegó este pueblo a convertirse en reino. - Josué dejó establecido a Israel en la tierra, pero su tiempo estaba pasando, su muerte y despedida del pueblo se aprecia en el final del libro que lleva su mismo nombre en los capítulos 23 y 24. El texto narra además, que en vida de los líderes de Israel el pueblo mantuvo su fidelidad a Dios. El libro de Jueces inicia mostrando una falta de liderazgo claro, que se puede apreciar en Jc 1,1: “Después de la muerte de Josué, los hijos de Israel consultaron al Señor, diciendo: ¿Quién de nosotros subirá primero contra los cananeos para pelear contra ellos?”, preparando el momento para exponer la necesidad de un líder único; el libro muestra un continuo ciclo de pecado, opresión al pueblo, arrepentimiento y restauración bajo el mando de un juez, sin embargo, el epitafio del libro es claro en explicitar la necesidad de un rey para el pueblo, como se dice en Jc 21,25: “En esos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía bien ante sus ojos.” - El último de los jueces que también es un profeta, Samuel, contiene una historia que empalma perfectamente el libro de jueces, pues es precisamente por mano de Samuel que se establecerá un rey para Israel. Su historia está narrada en los primeros doce capítulos del libro; hacia el capítulo ocho, el pueblo pide un rey y Dios lo concede. Se lee en 1S 8,22: “Y el Señor dijo a Samuel: Oye su voz y nómbrales un rey (…)”. Seguidamente, se presenta a Saúl como el primer rey de 62 ese pueblo, aunque casi se puede decir que es transitoria su aparición pues ya en el capítulo 17, en la famosa pelea contra Goliat entra en escena David, quien va a ser eje central en la historia hasta terminar el primer libro de Samuel y en todo el libro segundo. David es el rey por excelencia del pueblo y su espacio en el texto lo corrobora. - Salomón, el hijo que David tuvo con Betsabé, será quien inicie la historia en el libro primero de los Reyes; él heredaría el trono (ver 1R 1,13) que había sido condenado por Dios por la rampante desobediencia de David su padre. El rey Salomón será el rey sabio, su historia se narra entre los capítulos uno y once del primer libro de reyes, hasta que luego de su muerte se divide el reino, Roboam comienza a reinar en el sur en 1R 12,17: “Pero en cuanto a los hijos de Israel que habitaban en las ciudades de Judá, Roboam reinó sobre ellos”, entre tanto Jeroboam va a ser el rey del norte, la cual se menciona en 1R 12,20: “Y aconteció que cuando todo Israel supo que Jeroboam había vuelto, enviaron a llamarlo a la asamblea y lo hicieron rey sobre todo Israel. No hubo quien siguiera a la casa de David, sino sólo la tribu de Judá.” El primer libro de Reyes y hasta el capítulo diecisiete del segundo libro, se va a enfocar en el reino del norte hasta que cae, esto es narrado en 2R 17,6: “En el año noveno de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria y se llevó a Israel al destierro en Asiria, y los puso en Halah y en Habor, río de Gozán, y en las ciudades de los medos”; la última parte del libro narra la caída de Israel del sur en manos de Nabucodonosor y el terrible cautiverio. Adicionalmente a esta unidad en la narrativa, Noth también observa124: - Un lenguaje típico que va en toda la historia. - La relevancia dada a los discursos que dan ciertos personajes como Josué, Salomón o Samuel. - Una forma de cronología sin aparente discontinuidad. - Teología similar. 124 Braulik, “Introducción a la Historia Deuteronomista”. En Comentario Bíblico Internacional, 479. 63 Para Noth el deuteronomista125 es el escritor “(…) no es solo un redactor sino el autor de toda la obra histórica de Israel (…)”126 quien la pone por escrito hacia la mitad del siglo VI antes de Cristo.127 Los destinatarios se deben encontrar en el exilio babilónico y la Historia Deuteronomista les quiere mostrar que este castigo del destierro es debido a su deslealtad con Yavhé y con ley plasmada en el Deuteronomio.128 En la misma historia, el deuteronomista no puede dejar a un lado que la promesa que Dios le hizo a David parece también fallar, pero retoma su esperanza en la narración de la liberación del rey Joaquín de la prisión.129 La consideración de un solo autor para la Historia Deuteronomista no significa que éste pudo tomar sus ideas de fuentes anteriores a él, de hecho, el mismo texto narra la aparición de otros libros, de los que no se poseen copias, pero que su sencilla mención es un indicativo de ser fuente de obras posteriores, tal es el caso de los libros de las crónicas de Israel o de los reyes de Judá130. Algunos más han podido ver fuentes de carácter sacerdotal en lo relacionado con la construcción del templo y con de historias 125 Se debe diferenciar el término deuteronomista de deuteronómico; éste último se refiere a que está relacionado con el Deuteronomio y aquél con la Historia Deuteronomista. Claro está que lo deuteronomista viene a depender de lo deuteronómico. En Lohfink, Las Tradiciones del Pentateuco en la época del exilio, 40. 126 Baena, “Introducción a la Historia Deuteronomista”. En Comentario Bíblico Latinoamericano, 599. 127 Aunque en este trabajo se asume la postura de Noth, a manera de información se plasman algunas objeciones sobre la misma: la autoría de la Historia Deuteronomista por un único autor ha sido discutida: Nicholson y Weinfeld han dicho que puede ser producto de un círculo de tradiciones deuteronomistas. Nicholson conceptúa que la fecha de redacción final dada por Noth puede ser válida pero que el trabajo comenzó en tiempos pre-exílicos. Weinfeld por su parte, anota que la composición se llevó en tres partes, en primer lugar, el libro de Deuteronomio en la segunda parte del siglo VII; en segunda medida la edición de Josué hasta Reyes en la primera parte del siglo VI, y por último, la serie de escritos de sermones de Jeremías en el mismo siglo VI. Weinfeld igual que Nicholson consideró la fecha final de Noth como válida. Otros autores han argüido que existen niveles redaccionales o múltiples redactores, por ejemplo Jepsen puntualiza que el libro de Reyes es fruto de dos redactores, un sacerdote y un profeta; este profeta de Jepsen sería el mismo deuteronomista de Noth. Para Smend la Historia Deuteronomista tiene más de un redactor, halla un texto básico dentro de la historia que sería igual al deuteronomista de Noth, pero coloca a un redactor posterior que estaría más ligado a gentes que fueron expulsadas por los israelitas. En Mackenzie, “Deuteronomistic History.” En The Anchor Bible Dictionary, Vol. IV. También puede verse la discusión sobre este tema en Lohfink, Las Tradiciones del Pentateuco en la época del exilio. Con referencia a la fecha, algunos ven en estos escritos y en especial en la fecha de composición del libro de Deuteronomio, la clave para desentrañar por ejemplo las fechas de la escritura del Pentateuco. En Lohfink, Las Tradiciones del Pentateuco en la época del exilio, 24. 128 Ibid., 161. 129 Ibid., 161. El tema de si la Historia Deuteronomista quiere mostrar el castigo o dejar abierta la esperanza, ha sido tratado en disputas teológicas por Noth, y autores como Von Rad y Wolff. Otros autores han dicho que el propósito puede ser brindar un soporte a las medidas reformistas de Josías, tal es el caso de Cross. 130 Braulik, “Introducción a la Historia Deuteronomista”. En Comentario Bíblico Internacional, 481. 64 de profetas como Elías o Eliseo que se iban recogiendo una tras otra;131 otros reconocen como fuente, textos en los cuales se hace una decidida difusión positiva de la realeza.132 Debido a la aparición de otras fuentes, puede creerse que lo que se halla en la Historia Deuteronomista es una “colcha de retazos”, pero existen elementos unificadores en ella que le dan cohesión. La reiterativa mención de la recepción de una palabra de parte de Dios a un profeta o a un rey, es una clara muestra del deseo del escritor por darle un lugar especial a las palabra venida de Yavhé, palabra que viene a ser confirmada por lo que le sucede al pueblo, esto es, hay coherencia entre lo que Dios dice y lo que pasa en la historia; esta palabra que por un lado trae un mensaje de juicio frente a la desobediencia de su pueblo, también le lleva esperanza y organización. La esperanza la marca una repetida mención de la promesa hecha a David a pesar de la falta de permanencia de los reyes sucesores a éste en sus estatutos,133 por eso, se puede afirmar sin reparos que los libros de la Historia Deuteronomista tienen como centro la figura de un ungido o de un Mesías, en especial el rey David.134 Otros aspectos que dan cohesión a la Historia Deuteronomista son los repetidos usos de fórmulas de introducción (ver por ejemplo 1R 15, 24 “Y durmió Asa con sus padres y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David su padre; y su hijo Josafat reinó en su lugar”) y de conclusión (ver por ejemplo 1R 15,11 “(…) hizo lo recto ante los ojos del Señor (…)”) sobre el accionar de los diferentes reyes, que tienen como fin brindar continuidad a la línea real.135 2.1.2.2 Aproximaciones literarias holísticas Para la segunda mitad del siglo XX los eruditos bíblicos se alejaron un poco de los estudios histórico críticos y a cambio de revisar las diferentes redacciones y compilaciones hechas al texto, se dedicaron a mirar el texto en su forma final con sus temas e ideas revisando cómo estos se relacionaban con el mundo del que ellos mismos hablaban. Todo esto se inició por la influencia de los estudios lingüísticos de Saussure, 131 Instituto Internacional de Teología a Distancia, Introducción al Antiguo Testamento, 3-12. Braulik, “Introducción a la Historia Deuteronomista”. En Comentario Bíblico Internacional, 481. 133 Instituto Internacional de Teología a Distancia, Introducción al Antiguo Testamento, 3-17. 134 Braulik, “Introducción a la Historia Deuteronomista”. En Comentario Bíblico Internacional, 476. 135 Gottwald, La Biblia Hebrea: una introducción socio-literaria, 232. 132 65 que daban prioridad a la sincronía en el estudio, y por la aplicación del estructuralismo al criticismo literario. Estos métodos se enfocan más en los análisis literarios que en la información referente a las fechas de composición y de la autoría del escrito, aunque autores como Alter no han dejado a un lado los estudios diacrónicos.136 Hacia las décadas de los ochenta y noventa del siglo pasado, la influencia de la hermenéutica pos-moderna se hizo sentir en la interpretación de los libros de Samuel. Con estos enfoques se considera al autor irrelevante y un sinsentido del sentido, puntualiza Tsumura. El uso de la deconstrucción y la intertextualidad, es característico de estos acercamientos, en los que se llega a interpretar los textos considerando en ellos una polisemia, de tal forma que no se puede recibir una interpretación como la única o última.137 2.2 Estudio de pasajes en dónde se cita la palabra Mesías En esta parte del trabajo se revisarán aquellos pasajes en los cuales el texto bíblico menciona el término Mesías en los libros de Samuel, se revisarán las relaciones que pueden existir con esas figuras reales y cómo pueden prefigurarlo. 2.2.1 En 1S 2,10 al final del cántico de Ana La primera aparición del término x;yvim' del cántico de Ana en 1S 2,1-10. en los libros de Samuel, sucede hacia el final Ana, una mujer estéril que era atormentada por Penina quien era la otra esposa de Elcana, canta en adoración a Dios por haberle concedido un hijo. Ana había hecho una alianza con Yavhé de tal forma que si él le daba el hijo prometido, ella se lo devolvería para su servicio; la forma como se presenta la alianza y la respuesta que da el sacerdote Elí a Ana al inicio del libro (ver 1S 1,17), esté marcada por el verbo dar !t;n"; Wenin resalta que el sacerdote Elí dice, el Dios de Israel te dé la petición que haces, esto sin conocer lo que ella pedía, y que ese don que 136 Autores representativos en estos acercamientos son Gunn, Jobling, Fokkelman, Sternberg y otros. En Tsumura, The First book of Samuel, 20-21. 137 Se destaca Miscall. En Tsumura, The First book of Samuel, 20-21. 66 se daría no iba a ser solamente para Ana sino para todo el pueblo que estaba en un retroceso en su relación con Yavhé, tal y como se percibe al final del libro de los jueces.138 Algunos han reconocido en este pasaje una estructura concéntrica, que intenta resaltar quién es Yavhé, que sería el centro del canto en los versículos seis y siete: “El Señor da muerte y da vida; hace bajar al Seol y hace subir. El Señor empobrece y enriquece; humilla y también exalta” mostrando que Dios es quien abate y exalta; Tsumura139 considera que es mejor analizarlo como si fuera una ronda y lo presenta de la siguiente forma: - Soberanía de Yavhé (1b-3): Mi corazón se regocija en el Señor, mi fortaleza en el Señor se exalta; mi boca sin temor habla contra mis enemigos, por cuanto me regocijo en tu salvación. No hay santo como el Señor; en verdad, no hay otro fuera de ti, ni hay roca como nuestro Dios. No os jactéis más con tanto orgullo, no salga la arrogancia de vuestra boca; porque el Señor es Dios de sabiduría, y por Él son pesadas las acciones. - Inversión de la fortuna humana (4-5): Quebrados son los arcos de los fuertes, pero los débiles se ciñen de poder. Los que estaban saciados se alquilan por pan, y dejan de tener hambre los que estaban hambrientos. Aun la estéril da a luz a siete, mas la que tiene muchos hijos languidece. - Soberanía de Yavhé (6-7): El Señor da muerte y da vida; hace bajar al Seol y hace subir. El Señor empobrece y enriquece; humilla y también exalta. - Inversión de la fortuna humana (8a): Levanta del polvo al pobre, del muladar levanta al necesitado para hacerlos sentar con los príncipes, y heredar un sitio de honor. 138 139 Wenin, Samuel, juez y profeta: lectura narrativa, 16. Tsumura, The First book of Samuel, 141. 67 - Soberanía de Yavhé (8b-10a): pues las columnas de la tierra son del Señor, y sobre ellas ha colocado el mundo. Él guarda los pies de sus santos, mas los malvados son acallados en tinieblas, pues no por la fuerza ha de prevalecer el hombre. Los que contienden con el Señor serán quebrantados, Él tronará desde los cielos contra ellos. - El tema del reinado (10b): El Señor juzgará los confines de la tierra, a su rey dará fortaleza, y ensalzará el poder de su ungido. Entonces Elcana se fue a Ramá, a su casa. Y el niño servía al Señor delante del sacerdote Elí.140 El reinado parece ser, desde esta perspectiva una adición o un comentario del redactor, que presenta el reinado como fruto de esa soberanía divina para que logre la exaltación del desvalido y la humillación de los adversarios. Además, este pasaje puede ser visto como una inclusión que se presenta por la aparición al inicio con el verbo exaltar ~Wr en los versículos uno y diez, y con el término !r,q, traducido en sentido figurado como fortaleza siendo su sentido propio el de cuerno,141 que como se indicó en el capítulo anterior era uno de los elementos usados para colocar el aceite de la unción. Hacia el final del cantico, 1S 2:10: “(…) El Señor juzgará los confines de la tierra, a su rey dará fortaleza, y ensalzará el poder de su ungido” se quiere mostrar que si Yavhé es el que juzga toda la tierra, él le entregará su poder a su ungido para que sea el representante o el regente por él, debido a lo que el pueblo ve en el rey, el dominador colocado por Dios. En este punto, es importante resaltar que el juzgar (!yDi) desde el hebreo no se limita a una acción solo judicial sino que abarca todas las áreas actualmente conocidas como ejecutiva y legislativa, lo que quiere decir que se unen en el verbo todas las acciones referentes al gobierno;142 Liedke anota que en este pasaje el 140 Wenin presenta una estructura macro que iría desde 1S 1,1-2,21, siendo de forma concéntrica y teniendo en el medio el nacimiento de Samuel en 1S 1,19b-20. En el análisis que se presenta, no es que Tsumura esté olvidando la historia de Samuel, sino que su acercamiento al cántico se concentra en las relaciones de los diferentes versos; allí resalta cómo este Dios soberano exalta al pobre y culmina con la prefiguración de un ungido futuro. Ver Wenin, Samuel, juez y profeta: lectura narrativa, 13. y Tsumura, The First book of Samuel, 74. 141 Alonso, Diccionario Bíblico Hebreo Español, 674. 142 Harris, Archer y Waltke, Theological Wordbook of the Old Testament, Vol. I, 188. 68 término podría ser traducido como “defender el derecho”.143 Todo esto está indicando que el rey, el ungido de Dios, gobernaría sobre el pueblo y defendería su causa delante de los enemigos de Dios y de su gente; en este contexto, se puede decir que el enemigo serían las fuerzas filisteas, que el rey será el salvador del pueblo, gobernándolo para salvarlo de la derrota en las guerras y ubicándolo triunfante sobre la tierra que les prometió. Este cántico quiere también resaltar el protagonismo que tendrá Samuel, quien vendrá a ser un juez como los anteriores a él,144 y que marcaría la transición hacia un estado monárquico. Al respecto de la relación del cántico con la monarquía, se ha tratado de ubicar su aparición en tiempos de los reinados, o redactado por sacerdotes o por un grupo de profetas que meditaron al respecto de la monarquía.145 Por supuesto, se ha asociado más al período monárquico146 sin desconocer que aunque sucede en ese momento, el escritor evita la inclusión de un nombre en particular.147 No obstante, si se sigue la hipótesis de Noth sobre un editor final, es claro que dicho editor trata de mostrar que David es quien inicia su cumplimiento, pues hacia el final del segundo libro de Samuel se lee en 2S 22,51: “Él es torre de salvación a su rey, y muestra misericordia a su ungido, a David y a su descendencia para siempre.”, en este caso hay una identificación directa entre el ungido y David. David vendría a ser la figura que gobernaría al pueblo como si lo estuviera haciendo el mismo Yavhé, su unción le investiría de las capacidades necesarias para afrontar el reto de llevar al pueblo a ser victorioso sobre los enemigos. El canto de Ana, quien representaría al pueblo acorralado, prefigura un reinado que va hasta los confines de la tierra y en el que David tendría su representante. 143 Jenni y Westermann, ed. Diccionario Teológico Manual del Antiguo Testamento, Vol. I, 634. Gibert, Los libros de Samuel y de los reyes: de la leyenda a la historia, 17. 145 Ibid., 52-53. 146 Youngblood, “1, 2 Samuel.” En The Expositor´s Bible Commentary: Deuteronomy, Joshua, Judges, Ruth, 1&2 Samuel, Vol. III, 583. 147 Tsumura, The First book of Samuel, 20-21. 144 69 2.2.2 En 1S 2,35 al final del oráculo a Elí El segundo momento en el que se da la aparición de la palabra x;yvim' es cuando un mensajero de Dios se acerca a Elí, el sacerdote de Silo, que le trae juicio por el comportamiento pecaminoso de sus hijos (ver 1S 2, 27-36). La profecía sobre la destrucción de su casa y de su descendencia es acompañada con el lapidario mensaje de la muerte de sus hijos, Ofni y Finees, pero con la certeza que Dios se buscaría a un sacerdote fiel que lo reemplazará y que estaría en presencia de su ungido siempre. Así lo presenta el texto en 1S 2,35: “Pero levantaré para mí un sacerdote fiel que hará conforme a los deseos de mi corazón y de mi alma; y le edificaré una casa duradera, y él andará siempre delante de mi ungido.” Algunos han afirmado que esta profecía se refiere en primer lugar al mismo Samuel, Wenin148 dice: “En este punto del relato el lector piensa espontáneamente que este anuncio se refiere a Samuel: su presencia como servidor en Silo y la cercanía de que goza con el Señor hacen creer que éste ha decidido ya su elección”.149 Por supuesto, el texto menciona a un sacerdote y no a un profeta al lado del ungido por lo que es probable que se refiera a Sadoc (ver 1R 2,35; 2S 15,24-37). También es importante resaltar que la fraseología usada en el versículo en cuestión se repite en varias oportunidades refiriéndose a David como el ungido de Dios, por ejemplo en 2S 7,16: “Tu casa y tu reino permanecerán para siempre delante de mí; tu trono será establecido para siempre.” Las mismas ideas suceden en 1S 13,14 y en 1S 25,28 siempre hablando de David. En lo que tiene que ver a esta similitud de ideas, Tsumura anota que en los libros de Samuel los roles de sacerdote y de rey están muy asociados.150 Por lo anotado en el anterior párrafo, la frase de “mi ungido” se refiere sin duda al rey y nuevamente se apunta a David como el predilecto de Yavhé. Esta idea similar a la presentada en el análisis del versículo anterior, puede corroborarse por la estructura 148 Wenin, Samuel, juez y profeta: lectura narrativa, 21. Gordon aclara que la confusión con Samuel se debe al uso desde el texto masorético del verbo traducido como establecer, que se usa en dos ocasiones: en 1S 2,35 como participio y en 1S 3,20 cuando se confirma a Samuel como fiel profeta de Dios: “Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, supo que Samuel había sido confirmado como profeta del Señor.” En Gordon, 1&2 Samuel: A commentary, 88. 150 Tsumura, The First book of Samuel, 170. 149 !m;a' 70 quiástica que hay en el texto en el capítulo dos que tiene en los extremos del arreglo literario la mención al ungido:151 A. El cantico de Ana, que concluye con la referencia al ungido de Yavhé (2,1-10) B. Samuel ministra delante de Yavhé (2,11) C. El pecado de los hijos de Elí (2,12-17) D. Samuel ministra delante de Yavhé (2,18-19) E. Elí bendice a los padres de Samuel (2,20-21a) D’. Samuel crece en la presencia de Yavhé (2,21b) C’. El pecado de los hijos de Elí (2,22-25) B’. Samuel crece en la presencia de Yavhé (2,26) A’. Oráculo del hombre de Dios, que concluye con la referencia al ungido de Yavhé (2,27-36) En el centro del quiasmo se ubica la bendición de la familia piadosa por el representante de la familia descarriada; Elcana y Ana adoraban y consagraron su hijo al servicio a Dios, en tanto que los hijos de Elí, supuestos consagrados al servicio del templo, no rendían el culto que Dios se merecía. Elí se convertía en un padre permisivo que prefería a sus hijos antes que a Dios; entonces hay un marcado contraste entre estas dos familias. No obstante, el capítulo se puede ver como una sola unidad por la estructura presentada, ya que al inicio del mismo aparece la palabra ungido en boca de una mujer que está agradecida por el favor recibido, y al final del capítulo la palabra está en una reprimenda hecha a Elí. Tanto en la adoración como en la condena, se presenta al ungido como un estado ideal, por un lado con gobierno poderoso, y por el otro, con la guía divina gracias a la compañía permanente de un sacerdote, que le comunicaría el mensaje de parte de Dios. El ungido entonces gobernará con la sabiduría que viene de lo alto. 151 Youngblood, “1, 2 Samuel.” En The Expositor´s Bible Commentary: Deuteronomy, Joshua, Judges, Ruth, 1&2 Samuel, Vol. III, 588. 71 2.2.3 En 1S 9,16 en la historia de la elección de Saúl Dentro de la historia de Saúl como rey, narrada entre el capítulo nueve y el quince, se encuentra su elección y unción por parte del profeta Samuel. En el versículo 16 se menciona la unción como una acción que nombra a Saúl como príncipe del pueblo con el propósito de que salvará a Israel y peleará por ellos como las otras naciones: “Mañana como a esta hora te enviaré un hombre de la tierra de Benjamín, lo ungirás para que sea príncipe sobre mi pueblo Israel, y él librará a mi pueblo de la mano de los filisteos. Porque yo he visto la aflicción de mi pueblo, pues su clamor ha llegado hasta mí.” Es interesante notar que la elección de Saúl está motivada inicialmente por el rechazo del pueblo a que Dios se mantuviera como su rey (ver 1S 7, 7), debido a que Samuel ya no estaba en condiciones de ser juez para el pueblo como los típicos jueces que los habían gobernado y a que sus hijos, los que él posiblemente había asignado como jueces, no gobernaban adecuadamente. El hecho de que Samuel actuara como juez, se hace evidente en textos como en 1S 7,15 “Samuel juzgó a Israel todos los días de su vida”,152 de esa forma, Samuel vino a ser el último de los jueces y el primero de los profetas;153 su vida es de alguna manera la que marca un cambio significativo para Israel, porque pasa de ser un grupo de tribus a ser un reino. Como se desarrolló en el capítulo anterior, la unción está separando a la persona para que cumpla una labor particular. Si bien es cierto que la unción podía tener otras interpretaciones en el antiguo cercano oriente, típicamente cambio de status, para Israel la unción se convierte en un rito que le brinda al que lo recibe, una parte de la santidad154 del propio Dios; es por eso que Saúl va a ser investido por el Espíritu de Yavhé (ver 1S 10, 6).155 152 Wenin, Samuel, juez y profeta: lectura narrativa, 9. El oficio de profeta inicia prácticamente a la par que la monarquía, y termina un poco después de que aquella acaba. En Youngblood, “1, 2 Samuel.” En The Expositor´s Bible Commentary: Deuteronomy, Joshua, Judges, Ruth, 1&2 Samuel, Vol. III, 620. 154 Entiéndase santidad como separación, de acuerdo a la raíz hebrea de donde proviene. 155 Tsumura, The First book of Samuel, 274. 153 72 Revisando el versículo que nos atañe, se destacan varios aspectos de la elección de Saúl: - Perteneciente a la tribu de Benjamín: en lo que tiene que ver con su procedencia de la tribu benjaminita, se debe recordar que era la más pequeña de todas las tribus, sin embargo Benjamín, era el preferido de Jacob. Entonces, por un lado, se muestra la aparente humildad de Saúl156 pero por el otro, la importancia de la elección de un descendiente de esa tribu especial. Su padre llamado Cis, quien es descrito como un hombre poderoso, también puede entenderse como perteneciente a una élite guerrera o también identificado como un hombre de riqueza.157 Esto quiere decir que aunque la tribu era la más pequeña, Saúl provenía de las mejores familias de ésta y posiblemente estaba asociada a lo militar;158 si la elección tiene el propósito de luchar contra los filisteos, entonces ésta era la adecuada. Además, el pueblo quería tener un rey como las otras naciones, una persona que pudiese dirigirlos en batalla (ver 1S 8,20)159 y que fuera admirado por ellos, de tal forma que pudieran regocijarse con orgullo, aún por su apariencia física (ver 1S 10,23). - Sería príncipe sobre el pueblo: el término hebreo para príncipe dygIn se estudió en el capítulo anterior en el campo semántico de Mesías, cuyo significado principal es elegido o designado y en el caso de Saúl, sería comandante designado. Algunos autores consideran que se le confiere el título de príncipe en tanto que Dios continua siendo el rey sobre el pueblo, sin embargo posteriormente el término rey es aplicado a Saúl como fruto de su unción (ver 1S 15,1). Otros aseguran que el término príncipe se aplica a Saúl en su momento, debido al estado transitorio de la monarquía y que Saúl no era el hijo de un rey.160 Lo importante por recalcar es que la unción le 156 Youngblood, “1, 2 Samuel.” En The Expositor´s Bible Commentary: Deuteronomy, Joshua, Judges, Ruth, 1&2 Samuel, Vol. III, 622. 157 Gordon, 1&2 Samuel: A commentary, 112. 158 Tsumura, The First book of Samuel, 262. También en Youngblood, “1, 2 Samuel.” En The Expositor´s Bible Commentary: Deuteronomy, Joshua, Judges, Ruth, 1&2 Samuel, Vol. III, 618. 159 Youngblood, “1, 2 Samuel.” En The Expositor´s Bible Commentary: Deuteronomy, Joshua, Judges, Ruth, 1&2 Samuel, Vol. III, 618. 160 Tsumura, The First book of Samuel, 275. 73 selecciona como la persona que va a cumplir una función de liderazgo sobre el pueblo. - Libraría al pueblo del enemigo filisteo: este nuevo líder tendría la capacidad de salvar al pueblo, de derrotar al enemigo en batalla, sería un salvador para su gente. La salvación es vista en el Antiguo Testamento como la liberación de una opresión enemiga. Al parecer Saúl no cumplió completamente con esta función, pero posteriormente en el punto sobre figuras reales, se explicarán las razones. Por el momento baste decir que algunos hombres no estuvieron de acuerdo con dicha elección, esto es, que en el pueblo se presentó una escisión por la elección de Saúl (ver 1S 10,27). 2.2.4 En 1S 24,6 cuando David le perdona la vida a Saúl La relación directa que hay entre el rey y el ungido de Dios es muy clara en este pasaje; la frase “el ungido del Señor” está en aposición de rey: “Y dijo a sus hombres: El Señor me guarde de hacer tal cosa contra mi rey, el ungido del Señor, de extender contra él mi mano, porque es el ungido del Señor”. En este caso, las palabras están puestas en boca de David y el rey referido en ese momento es Saúl. David tiene la oportunidad de matar a Saúl quien lo persigue para matarlo; éste había movido su tropa hacia En-gadi y en un momento del camino entra a una cueva en la que estaba David y sus hombres; el relato cuenta que Saúl, quizá desprevenidamente, entra allí para hacer sus necesidades y David, escondido en el mismo lugar, si quería lo podría acabar. Sin embargo David no lo hace, sino que corta un pedazo de su manto (ver 1S 24,4), luego tuvo remordimiento por lo que había hecho y le dice a sus hombres que no puede hacer nada contra el ungido de Dios. En esta ocasión el ungido aparece vulnerable ante su perseguidor, no obstante es importante recordar que a Saúl ya se le había quitado su investidura como el preferido por Dios161 en 1S 16,13-14 se describe: “Entonces Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos; y el Espíritu del Señor vino poderosamente sobre 161 Gordon, 1&2 Samuel: A commentary, 179. 74 David desde aquel día en adelante. Luego Samuel se levantó y se fue a Ramá. El Espíritu del Señor se apartó de Saúl, y un espíritu malo de parte del Señor le atormentaba.” El elegido era David, aunque él mismo evita colocar su mano por quien considera que es elegido por Dios. Con referencia a lo que sucede en este encuentro existen dos aspectos a considerar: por un lado, hay una elección por parte de Dios del ungido y, por el otro, existe un reconocimiento del pueblo debido a quién era; en este caso, David lo sigue reconociendo elegido aunque se había ido de él el Espíritu de Dios. El acto de cortar un pedazo del manto, que puede parecer tan sencillo, tenía un profundo valor simbólico en Mesopotamia y puede ser considerado como una acción que le quitaba a Saúl su autoridad y que se la transfería a David; de hecho, con algunos paralelos en la literatura encontrada en Mari, el acto de David podría ser considerado como rebelión, tanto es así que a David le remordió la conciencia por lo que había hecho, como se expresa en 1S 24,5: “Aconteció después de esto que la conciencia de David le remordía, porque había cortado la orilla del manto de Saúl.” Esta expresión de David encuentra comparación cuando se confiesa pecador por haber mandado contar al pueblo, en 2S 24,10: “Después que David contó el pueblo le pesó en su corazón. Dijo, pues, David al Señor: He pecado en gran manera por lo que he hecho. Pero ahora, oh Señor, te ruego que quites la iniquidad de tu siervo, porque he obrado muy neciamente.”162 A pesar que la intención inicial de David pudiese ser considerada mala, tal como se evidenció, su actitud posterior al acto y las palabras pronunciadas a sus hombres y luego al rey Saúl, lo presentan como respetuoso de Saúl, el ungido. Al respecto, Gordon afirma que ese acto de cortar el borde del manto no solo podía significar rebelión sino también sumisión, así David quedaría librado de culpa por el relator. No obstante, la ambigüedad es clara, David ya era el elegido, a Saúl ya no lo asistía el Espíritu de Yavhé, entonces David trató de colocarse en el trono que ya era suyo. El pedazo de manto es visto en la cultura como medio de autenticación,163 como una marca representativa de la persona; al tenerlo David, podría estar diciendo que ya Saúl estaba en sus manos, que él ahora era el representante de Dios; todo esto corrobora que estas historias quieren resaltar la figura de David como el elegido y el verdadero 162 Youngblood, “1, 2 Samuel.” En The Expositor´s Bible Commentary: Deuteronomy, Joshua, Judges, Ruth, 1&2 Samuel, Vol. III, 746. 163 Gordon, 1&2 Samuel: A commentary, 179. 75 ungido de Dios, Saúl fue ungido en un momento en el que el pueblo estaba aprendiendo sobre esta figura en Israel, pero David era el ungido por excelencia. 2.2.5 En 2S 22,51 al final del salmo de alabanza de David David entona un salmo de gratitud a Yavhé por haberlo librado de sus enemigos164, en éste exalta el poderío de Dios y todo lo que hace para protegerlo; si las personas creen que es el rey el que los salva, David les deja claro que es por la mano de Dios. Terminando el salmo, se menciona al ungido directamente en relación a David, 2S 22,51: “Él es torre de salvación a su rey, y muestra misericordia a su ungido, a David y a su descendencia para siempre.” Algunos han visto este salmo como una ampliación del cantico de Ana que se presenta en 1S 2,1-10 con la sustancial diferencia que aquí en segundo de Samuel, la dinastía davídica es la que claramente recibe la bendición de Dios y allí en el primer libro de Samuel se veía más oscuro.165 También se ha dicho que se encuentra un paralelo con el Salmo dieciocho, de hecho es un pasaje clave para la teoría y la práctica del criticismo textual.166 Con referencia al caso concreto de la mención del ungido, se dice que es David y que Yavhé representa para el ungido dos cosas, por un lado, es la torre de su salvación y por el otro, le muestra misericordia. La torre167 de la salvación es un lugar de refugio en donde el necesitado busca protección, entonces David reconoce que Dios lo protege, le da seguridad y lo salva de los enemigos; aunque en las batallas el rey guiaba a su pueblo a la lucha, David sabe que su salvador es Yavhé. Por otro lado, Yavhé le muestra su misericordia. Si se considera que en el versículo existe un paralelismo sinonímico, entonces la misericordia se ve reflejada precisamente en salvarle; sin embargo se enriquece el acercamiento con el significado del término ds,x,Þ que sería no sólo una 164 Algunos consideran que el salmo está compuesto por dos partes, una entre el versículo 2 al 31, que sería hecha por un individuo que celebra la victoria sobre el enemigo, y la otra, entre el versículo 32 al 51, que correspondería a un monarca que celebra la dispersión de un enemigo. Estas partes se unirían por mano de un editor. En Youngblood, “1, 2 Samuel.” En The Expositor´s Bible Commentary: Deuteronomy, Joshua, Judges, Ruth, 1&2 Samuel, Vol. III, 1064. 165 Gordon, 1&2 Samuel: A commentary, 309. 166 Youngblood, “1, 2 Samuel.” En The Expositor´s Bible Commentary: Deuteronomy, Joshua, Judges, Ruth, 1&2 Samuel, Vol. III, 1064. 167 Es probable que se refiera a la muralla que rodea a una ciudad para protegerla. En Harris, Archer y Waltke, Theological Wordbook of the Old Testament, Vol. I, 151. 76 disposición de ser bueno sino una acción hacia la bondad, no es la emoción de ser misericordioso sino expresar el amor de manera tangible.168 El ungido es receptor de los actos amorosos y salvadores por parte de Dios. Es pertinente mencionar que este texto se presenta como un preámbulo del poema que está en el capítulo siguiente (ver 2S 23,1-7) donde el tema central es la alianza con la dinastía davídica. Lo que el profeta Natán anunció para David y su hijo en el capítulo siete (ver 2S 7, 5-17) ahora es colocado en términos de una alianza eterna en 2S 23,5: “En verdad, ¿no es así mi casa para con Dios? Pues Él ha hecho conmigo un pacto eterno, ordenado en todo y seguro. Porque toda mi salvación y todo mi deseo, ¿no los hará ciertamente germinar?”169 2.2.6 La promesa a David 2S 7 En este capítulo no se nombra la palabra ungido, pero su contenido es tan apropiado con el tema de la figura mesiánica, que no se puede dejar sin revisión; este capítulo, en especial los versículos que van del 1 al 17,170 es donde aparece la base para el pacto que Yavhé hace con David. Al respecto, se dice que aún la misma palabra pacto está ausente pero que las líneas generales de éste están claramente definidas; de hecho, las palabras del texto son tomadas en otros lugares del Antiguo testamento y leídas como si fueran un pacto, como por ejemplo en 2S 23,5: “En verdad, ¿no es así mi casa para con Dios? Pues Él ha hecho conmigo un pacto eterno, ordenado en todo y seguro. Porque toda mi salvación y todo mi deseo, ¿no los hará ciertamente germinar?” (ver también Sal 89,3,28,34; 132,12, 1R 8,23, 2Cro 13,5, Is 55,3, Jr 33,21). Es así como este capítulo se convierte en el clímax ideológico de la Historia Deuteronomista y para algunos, aún, es el clímax de todo el Antiguo Testamento;171 de hecho, algunos consideran que este pacto recibe más atención que el mismo pacto que Dios hizo con Moisés en Sinaí y que 168 Kittel, Friederich y Bromiley. Eds. Compendio del Diccionario Teológico del Nuevo Testamento, 222. Gordon, 1&2 Samuel: A commentary, 309. 170 El capítulo siete se podría considerar como un todo, siendo que entre los versículos 18 al 29 aparece la respuesta de David al oráculo que le acaba de dar Natán; sin embargo, existe casi un unánime acuerdo entre estudiosos del tema, que desde el versículo 1 hasta el 17 se debe manejar como una unidad. En Youngblood, “1, 2 Samuel.” En The Expositor´s Bible Commentary: Deuteronomy, Joshua, Judges, Ruth, 1&2 Samuel, Vol. III, 880. 171 Gordon, 1&2 Samuel: A commentary, 235. 169 77 se convierte en la fuente de la expectativa mesiánica que posteriormente se desarrolla en los profetas y los salmos.172 La idea del pacto de Dios con su pueblo se ha enmarcado típicamente con los pactos hititas de la clase soberano-vasallo, aunque éste pacto davídico se podría considerar más como uno de concesión entre Dios y David. Los pactos soberano-vasallo tenían condiciones pero el que aparece en éste capítulo se presenta como incondicional, Yavhé se compromete irrevocablemente con la casa de David aunque recompensará o disciplinará a cada rey conforme haya sido su comportamiento.173 El capítulo inicia con una introducción apropiada para el oráculo de Natán. David ha traído el arca a Jerusalén y se encuentra en su casa; considera que es pertinente dar un lugar apropiado para la presencia de Dios en medio del pueblo, no solo para darle un lugar central para la adoración del pueblo, sino también para mostrar a quién se debían sus logros, lo cual no es exclusivo de David sino es una costumbre típica de los reyes del cercano oriente.174 Anderson anota que la dedicación a la construcción de templos de culto se da luego de un gran período de paz y de estabilidad,175 como ese tiempo aún no se está viviendo en Israel, entonces algunos consideran que el capítulo no está allí cronológicamente ubicado sino que pertenece a una época posterior.176 Entre los versículos cinco al siete se presenta la negativa por parte de Dios para que David le construya un templo; en efecto, le arguye diciendo que siempre ha habitado en tiendas y que no ha exigido que su pueblo le construya un templo. De hecho, la construcción de un templo para establecer el lugar de culto no fue bien recibida por todo el pueblo, algunos consideraron que era romper con la tradición yavhística y que correspondía más a una asimilación de las culturas paganas (ver Jr 5,1-17).177 Es interesante notar que en el oráculo se llama a David siervo y no rey, lo que puede 172 Youngblood, “1, 2 Samuel.” En The Expositor´s Bible Commentary: Deuteronomy, Joshua, Judges, Ruth, 1&2 Samuel, Vol. III, 881. 173 Ibid., 882-883. 174 Gordon, 1&2 Samuel: A commentary, 236. 175 Anderson, “2 Samuel” En Word Biblical Commentary, CD-ROM. Compubiblia. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas, 1989. 176 Gordon, 1&2 Samuel: A commentary, 235. 177 Ibid., 237. 78 indicar una actitud de humillación y de adecuada recepción del mensaje por parte de David.178 Desde el versículo 8 y hasta la primera parte del 11, se presenta un breve recorrido del ascenso de David al poder y al estatus de rey,179 las promesas que se cumplieron durante ese recorrido y entrelazadas a aquellas promesas futuras. El versículo nueve le promete a David un gran nombre entre los grandes, lo que puede ser una reminiscencia de la promesa hecha a Abraham en Gn 12,2 “Haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.”. Luego se le promete a Israel un lugar para habitar, y pareciera que se hablara de Canaán como si aún no lo hubiesen poseído, lo cual puede tener pertinencia sobre todo para los lectores en el exilio que anhelaban el retorno a su tierra.180 Desde la segunda parte del versículo 11 y hasta el 16 está la promesa dinástica.181 Una de las palabras relevantes en esta promesa es casa, que en el versículo 11 la acompaña el verbo establecer, en el 13 edificar, en el 16 permanecer, aunque no será David quien la construya sino su descendencia.182 De esta forma se unen nuevamente lo prometido a 178 Youngblood, “1, 2 Samuel.” En The Expositor´s Bible Commentary: Deuteronomy, Joshua, Judges, Ruth, 1&2 Samuel, Vol. III, 886. 179 Anderson, “2 Samuel” En Word Biblical Commentary, CD-ROM. Compubiblia. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas, 1989. 180 Gordon, 1&2 Samuel: A commentary, 238. 181 Esta parte puede considerarse escrita en verso, Anderson presenta la siguiente distribución En Anderson, “2 Samuel” En Word Biblical Commentary, CD-ROM. Compubiblia. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas, 1989. 'Cuando tus días se cumplan y reposes con tus padres, levantaré a tu descendiente después de ti, el cual saldrá de tus entrañas, y estableceré su reino. 'Él edificará casa a mi nombre, y yo estableceré el trono de su reino para siempre. 'Yo seré padre para él y él será hijo para mí. Cuando cometa iniquidad, lo corregiré con vara de hombres y con azotes de hijos de hombres, pero mi misericordia no se apartará de él, como la aparté de Saúl a quien quité de delante de ti. 'Tu casa y tu reino permanecerán para siempre delante de mí; tu trono será establecido para siempre.'" Conforme a todas estas palabras y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David. 182 En 1R 5,3 Salomón da la razón por la cual su padre no pudo construir la casa para Yavhé “Tú sabes que mi padre David no pudo edificar una casa al nombre del Señor su Dios a causa de las guerras en que 79 Abraham con un hijo que le nacería y ahora esta promesa a David con el hijo que vendría en el futuro (ver Gn 17,7-10, 19; 15,4);183 es interesante notar que la realeza pasa a ser por herencia desde ese momento, es el hijo de la dinastía quien estaría siempre en el trono. La promesa eterna del versículo 13: “Él edificará casa a mi nombre, y yo estableceré el trono de su reino para siempre”, solamente se podrá cumplir por quizá la más solemne declaración del capítulo: “Yo seré padre para él y él será hijo para mí (…)”. Ésta frase contiene la base judicial para poder darle un trono eterno, no obstante los hijos desobedientes recibirán el castigo por parte de Yavhé: “(…) Cuando cometa iniquidad, lo corregiré con vara de hombres y con azotes de hijos de hombres.” Ser hijo implica que el heredero de David debía cumplir con lo ordenado por su padre y ser receptor de todos los privilegios por el hecho de ser hijo de Yavhé, sería tratado como un hijo libre que podría pecar, pero que aunque fuera disciplinado no dejaría de ser hijo. El versículo 15 corrobora la incondicionalidad de esta nueva relación: “pero mi misericordia no se apartará de él, como la aparté de Saúl a quien quité de delante de ti.”184 Este capítulo muestra nuevamente la preferencia del redactor por David, es su descendencia la que tendrá el beneplácito de Dios, es con su hijo que crea una filiación eterna, es incondicional no como la que le dio a Saúl. 2.2.7 Conclusiones al estudio de los pasajes bíblicos Luego de revisar los textos en los cuales se nombra “el ungido” se pueden obtener algunas conclusiones que brindan información pertinente acerca de lo qué hace un ungido y lo que significa para el pueblo, además, se encontraron datos para revisar a cada una de las figuras reales en lo que tiene que ver con su función salvífica. se vio envuelto, hasta que el Señor puso a sus enemigos bajo las plantas de sus pies.”. En tanto que en 1Cro 28,2 es David quien da una respuesta sobre el porqué no construyó la casa para Yavhé “Pero Dios me dijo: No edificarás casa a mi nombre, porque eres hombre de guerra y has derramado mucha sangre.” En Gordon, 1&2 Samuel: A commentary, 239. 183 Youngblood, “1, 2 Samuel.” En The Expositor´s Bible Commentary: Deuteronomy, Joshua, Judges, Ruth, 1&2 Samuel, Vol. III, 890. 184 Esta metáfora de la unión padre-hijo era usada en Mesopotamia por ejemplo, para expresar que la paternidad podía equivaler a la soberanía, en tanto que la filiación indicaría vasallaje. En Youngblood, “1, 2 Samuel.” En The Expositor´s Bible Commentary: Deuteronomy, Joshua, Judges, Ruth, 1&2 Samuel, Vol. III, 892-893. 80 Primeramente se tiene que decir que las unciones están dirigidas a los reyes quienes serían los comandantes o líderes del pueblo; ellos serían los encargados de llevarlos al triunfo sobre los enemigos y de brindarles la estabilidad necesaria para que se establecieran como pueblo en su nuevo territorio. En el caso de David, su unción lo hace ser el representante de Yavhé delante de los hebreos, de hecho la figura de que el rey fuese la imagen de la divinidad no es extraña para el entorno mesopotámico.185 El ungido real es presentado como un estado ideal de gobierno, el rey es gobernante sobre el pueblo como si el mismo Yavhé gobernará sobre ellos; para garantizar el buen gobierno, el rey recibía las órdenes de parte de Dios quien le daría de su sabiduría, comunicada de forma directa o con la ayuda de un sacerdote. También lucharía por el pueblo aunque reconociendo que la victoria le pertenecía al mismo Dios. Con la alianza realizada con David se resaltan la filiación que Dios hace con él y con sus descendientes, lo llama su hijo y le garantiza que sus descendientes regirán el destino del pueblo; si era desobediente recibiría castigo pero no perdería su posición de hijo. 2.3 Personajes reales En esta parte del estudio se quieren revisar someramente las vidas de los principales reyes de la naciente nación de Israel, la información sobre sus vidas, ascenso y reinado, puesto que brindan más conocimiento sobre los ungidos reales y se obtienen más datos para posteriormente analizar en qué forma ellos funcionan como mediación salvífica para su pueblo. La llegada de la monarquía a Israel puede verse desde dos contrastantes ópticas; por un lado, se presenta como un rechazo del pueblo al señorío que Yavhé tenía sobre ellos; en 1S 8,4-7 se ve que los líderes se reúnen para pedir un rey, la respuesta de Samuel y el mensaje siguiente dado por Yavhé muestran el total desacuerdo con la petición, como lo 185 Mowinckel, He that cometh, 69. 81 presenta el relato en 1S 8,6-7: “Pero fue desagradable a los ojos de Samuel que dijeran: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró al Señor. Y el Señor dijo a Samuel: Escucha la voz del pueblo en cuanto a todo lo que te digan, pues no te han desechado a ti, sino que me han desechado a mí para que no sea rey sobre ellos.” Por otro lado, la monarquía es vista como algo positivo que le sucede al pueblo, es enviada por Dios como un acto misericordioso de él ante la aflicción que están viviendo186, 1S 9,16 recalca esta acción: “Mañana como a esta hora te enviaré un hombre de la tierra de Benjamín, lo ungirás para que sea príncipe sobre mi pueblo Israel, y él librará a mi pueblo de la mano de los filisteos. Porque yo he visto la aflicción de mi pueblo, pues su clamor ha llegado hasta mí.” Desde el punto de vista político del momento, la monarquía se hacía necesaria; las fuerzas militares enemigas, especialmente filisteas, estaban organizadas y unidas, mientras que las diversas tribus de Israel no tenían dicha unidad, reunirse en torno a una figura les garantizaba un ataque unido.187 Al frente de este reinado se ubican líderes que son puestos por mandato divino, un profeta los nombra y también el pueblo los proclama como tales188. Desde que la monarquía se inicia y hasta que se divide, son tres las figuras reales: Saúl, David y Salomón; con referencia a Saúl, el relato no menciona al inicio de su elección que es un rey (%l,m,) sino que usa el término dygIn", traducido como jefe. Al respecto, Bright anota: “Tal vez esto indique que ni Samuel ni los ancianos de las tribus tenían la intención de elevar a Saúl a la realeza en el sentido convencional de la palabra, sino que solo deseaban servirle como caudillo militar electo de las tribus, con base permanente.”189 No obstante, como se indicó en el capítulo anterior en los campos semánticos de Mesías, es un término unido al rey, además, de acuerdo al trato dado a Saúl por el pueblo y al uso común entre los vecinos de Israel, sin duda Saúl fue el primer rey.190 Quizá el inicio monárquico que brinda Saúl no es sino una preparación para la llegada del rey David, pues aquél no parece tener todas las capacidades de gobierno que sí tenía David; además, este nuevo rey es uno que tiene un corazón dispuesto a Yavhé (ver 1S 13,14). Lo interesante de este cambio de rey, es que el elegido pierde su elección y su 186 Sicré, De David al Mesías, 36. Gottwald, La Biblia Hebrea: una introducción socio-literaria, 252. 188 Sicré, De David al Mesías, 37. 189 Bright, La Historia de Israel, 228. 190 Ibid. 187 82 sucesor no lo es por herencia sino por disposición divina, mientras que el reinado de Salomón sí llega por herencia.191 Con respecto al reinado de Salomón es interesante anotar que el relato no menciona al Espíritu de Yavhé venir sobre él, como sí sucedió con su padre, el rey David (ver 1S 16,13). Aunque en los estudios de los pasajes se presentaron en alguna medida estos personajes, ahora se quiere presentar una pequeña biografía de cada uno de ellos en la que se resalta cómo llegaron al trono. 2.3.1 Saúl Saúl viene a ser quizá el último de los jueces,192 él aparece como quien rescata a su pueblo luego de la correspondiente asignación divina. Este personaje con un temperamento extraño fue el primer rey de Israel; por un lado aparece como el ungido de Yavhé, luego desobedece lo mandado por ese Dios que lo elige, después se convierte en el perseguidor de su sucesor y termina quitándose la vida. El texto bíblico presenta tres diferentes momentos193 en los que se muestra su elección: - Un primer evento es narrado en el primer libro de Samuel en los capítulos nueve y diez. El capítulo nueve inicia ubicando a Saúl dentro de la tribu de Benjamín, que al ser una de las más pequeñas, hizo que no existiesen, por lo menos inicialmente, recelos en torno a la elección de un rey para gobernar sobre todo Israel.194 Es importante recordar que Benjamín era el preferido de Jacob, quien era hijo de su amada Raquel y que permaneció con él; en tanto que José, el otro hijo de su amada, había sido vendido a Egipto, con lo que se quiere indicar que esta tribu tenía cierta preferencia dentro de las demás por los orígenes de su representante. Adicionalmente a que Saúl pertenecía a esta tribu, se destacan los atributos físicos (ver 1S 9,2) y su disposición de ayuda y de respeto a la autoridad, cuando es encomiado por su padre a buscar unas asnas que se le habían perdido (ver 1S 9,3-6). Debido a la infructuosa búsqueda, Saúl decide ir 191 Sicré, De David al Mesías, 37. De Vaux, Instituciones del Antiguo Testamento, 142. 193 Sicré, De David al Mesías, 35. 194 Bright, La Historia de Israel, 226. 192 83 a consultar a Samuel, fruto de este encuentro y siguiendo el mandato de Yavhé, Samuel lo unge como rey. - En un segundo momento, Saúl es proclamado rey por el pueblo. Este segundo relato presenta a Samuel haciendo una convocación de las tribus, y luego de proferir unas frases que tienen un tinte negativo respecto a la monarquía, se elige dentro de las tribus a la de Benjamín, luego a la familia de Matri y luego es escogido el propio Saúl. Nuevamente el relato destaca sus condiciones físicas diciendo en 1S 10, 23 “(…) y cuando estuvo en medio del pueblo, de los hombros para arriba sobrepasaba a todo el pueblo”. Asimismo se relata que Saúl estaba escondido195 (ver 1S 10,22), lo que quizá quiera expresar que su elección no dependió de su condición física, ya que si no se encontraba en el momento de las suertes,196 Samuel no tendría por qué saber sobre su aspecto. - En una tercera ocasión, precisamente en 1S 11,14-15, se menciona que el pueblo coloca a Saúl como su rey. Esto sucede luego que Israel obtiene la victoria bajo el mando de Saúl sobre los amonitas, quienes por su amenaza de hacer un pacto con los de Jabes de Galaad, con la condición de quitarles el ojo derecho, desatan la ira de Saúl. En este caso Saúl se presenta como defensor de los oprimidos, se muestra compasivo frente a su llamado de liberación, por supuesto con gran liderazgo para convocar para la batalla y desarrollando una buena estrategia militar. En este caso el versículo 6 resalta que el Espíritu de Yavhé capacita a Saúl, así pues “(…) la unción sanciona de algún modo la manifestación del Espíritu de Dios dado a Saúl para liberar a su pueblo, al modo de los jueces.”197 El desarrollo de su reinado está marcado por los triunfos bélicos que obtuvo, inicialmente la ya mencionada victoria contra los amonitas, seguida de la batalla contra 195 Hernández y Jiménez, dicen que entre las palabras buscar (saal) y Saúl, quien es el buscado, existe un juego de palabras. Hernández y Jiménez, “Los libros de Samuel” En Comentario Bíblico Latinoamericano, Vol. I, 680. 196 La suerte era algo típico en la antigüedad para elegir un líder; no se puede especular sobre la metodología de este acto, aunque al mirar el texto de 1S 14,41 en donde Saúl quiere saber quien ha pecado en el pueblo, de acuerdo a Sicre, la traducción sería: “si somos culpables yo y mi hijo Jonatán, salga Urim; si es culpable tu pueblo Israel salga tummin”. En ese caso el urim y el tummin podrían ser los elementos usados. 197 Cazelles, Introducción crítica al Antiguo Testamento, 315. 84 los filisteos (ver 1S 13−14), luego la batalla contra Amalec (ver 1S 15) y finalmente, se menciona su lucha contra los gabaonitas tal vez porque estos se habrían convertido en aliados de los filisteos (ver 2S 21,1-4);198 sus triunfos muestran en alguna medida, la asignación divina para ser un salvador al estilo de los jueces. La elección hecha por Dios a favor de Saúl y su respaldo, va decayendo por causa de los pecados cometidos por él. Primero se tomó por su cuenta la atribución sacerdotal haciendo un sacrificio en Gilgal (ver 1S 13,7-10), debido a esto Samuel declara que su reino no perduraría y además recibe una noticia desagradable para él, en 1S 13,14 se lee: “(…) El Señor ha buscado para sí un hombre conforme a su corazón, y el Señor le ha designado como príncipe sobre su pueblo porque tú no guardaste lo que el Señor te ordenó.” Dios ya tenía un reemplazo ante el error cometido por Saúl y quizá esto desencadenó sus problemas personales de inseguridad y sus posteriores arrebatos para destruir al elegido por Dios.199 El siguiente error de Saúl fue guardar parte del botín en su batalla contra los amalecitas, nuevamente Samuel le recrimina y le declara que ya no será rey; Saúl tiene, en apariencia, una actitud conciliadora y de arrepentimiento, pero al invitar a Samuel a adorar a Dios y no ser escuchado, se agarra del manto de Samuel para no dejarlo ir (ver 1S 15,22-29). La tercera y confirmatoria acción errada de Saúl, fue la consulta a la adivina de Endor, una historia extraña en medio de las consultas directas a Dios, pero es precisamente cuando la palabra de Yavhé no viene a Saúl (ver 1S 28,6) que él acude a este acto prohibido en el Pentateuco (ver Lv 19,26 y Dt 18,14); nuevamente, pero esta vez desde ultratumba, Samuel recrimina y confirma la sentencia de retirada del reino de su mano, además de declararle su inminente muerte y la derrota de Israel (ver 1S 28,12-19).200 Sin lugar a dudas, adicionalmente a los pecados enunciados en el párrafo anterior, una de los eventos más bochornosos en la historia de Saúl como rey, fue su persecución contra David. El joven pastor se había convertido en un héroe nacional, según el relato, al vencer a Goliat, además llegó a ser fiel amigo de su hijo Jonatán y estaba casado con 198 Bright, La Historia de Israel, 226. Ibid., 230. 200 Douglas, Nuevo Diccionario Bíblico Certeza, CD-ROM. Compubiblia. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas, 1989. 199 85 su hija Mical; Saúl veía que David se estaba llevando su gloria y tenía miedo de que el pueblo lo nombrara rey, entonces trata de matarlo en varias ocasiones (ver por ejemplo 1S 19, 9-17).201 La obsesiva persecución que le hizo a David, sin duda le quitó su concentración en las guerras con otros pueblos, su última batalla contra los filisteos de antemano se había declarado perdida (ver 1 S 28, 19),202 no obstante Saúl lucha contra ellos y es derrotado en Gilboá. La muerte de Saúl es narrada trágicamente al final del primer libro de Samuel, las flechas lo alcanzan y viéndose desvalido, se suicida (ver 1 S 31,3-6). El relato inicial del libro segundo de Samuel aparentemente enseña otra posible causa de la muerte de Saúl en batalla, pues es encontrado herido por un amalecita quien ante su petición le da muerte (2S 1,1-10); Hernández y Jiménez consideran que el amalecita quería “(…) congraciarse con David y obtener una recompensa (…)”,203 pero su triquiñuela le cuesta la vida. 2.3.2 David Desde que el nombre David hace su entrada en la Biblia no desaparece de la escena fácilmente, 1132 veces que se nombra en la Escritura brindan un claro respaldo de lo que este personaje representa para el pueblo judío y posteriormente para la comunidad cristiana primitiva. Algunos le dan el significado al nombre David de amado, mientras que otros se muestran escépticos ante ese sentido diciendo que su origen es dudoso;204 sin embargo ese significado refleja lo que David fue para el pueblo y para Yavhé, ya que era uno que tenía su corazón conforme al corazón de Dios. Como sucedió con Saúl, existe más de una proclamación de su reinado en el relato bíblico. Inicialmente, de manera privada en el primer libro de Samuel al comienzo del capítulo 16, se lee cómo Samuel se lamenta por Saúl y Dios lo guía a la familia de Isaí; allí en una ceremonia secreta es ungido y al parecer ni siquiera sus hermanos se dieron 201 Bright, La Historia de Israel, 231. Ibid., 234. 203 Hernández y Jiménez, “Los libros de Samuel” En Comentario Bíblico Latinoamericano, Vol. I, 690. 204 Harris, Archer y Waltke, ed. Theological Wordbook of the Old Testament, Vol. I, 184. 202 86 cuenta de este acto, pues en 1S 17,28 la actitud de su hermano Eliab supone un desconocimiento de ello.205 Existen otros dos eventos públicos de proclamación de su reinado, uno de ellos es el ungimiento por los hombres de Judá (ver 2S 2,4), mientras que en el otro, son los ancianos de Israel o de las tribus del norte quienes lo hacen (ver 2S 5,3).206 Al respecto de estos dos últimos actos, se dice que David quizá “(…) juntó los reinos de Israel y Judá en una unión personal, mediada por su gobierno personal desde la ciudad-estado de Jerusalén, conquistada independientemente”.207 Lo que sí es claro, es que la figura de David unificó a estos pueblos, aunque no necesariamente por pretensiones personales, sino porque el pueblo reconoce que en él estaba el espíritu de Yavhé.208 Sin lugar a dudas, David se convierte en todo un modelo para estos dos pueblos. Campbell y O´brien209 mencionan siete factores que sirven para que esta idea se consolide: - Termina con la amenaza filistea. - La continua presencia de Yavhé en su vida. - Convierte a Israel en un reino unificado, colocando su centro en una ciudad neutral. - Siempre es visto como hombre de fe, y cuando falla, reconoce su pecado. - Expresa el deseo de construir el templo para el arca en Jerusalén. El arca se había llevado previamente a Jerusalén por mandato de Yavhé (ver 2S 6), lo que confirmaba una vez más el beneplácito divino por este hombre. - Yavhé le hizo la promesa que su reino estaría por siempre. - Ser aparentemente el autor de varios salmos, hizo que su fama fuera aún mayor. También se ha visto a David como un hombre astuto que da pasos estratégicos para ascender a ese trono que le había sido prometido;210 la llegada al reinado es mostrada en 205 Cazelles, Introducción crítica al Antiguo Testamento, 315. Sicré, De David al Mesías, 59. 207 Gottwald, La Biblia Hebrea: una introducción socio-literaria, 253. 208 Bright, La Historia de Israel, 230. 209 Campbell y O´brien, “1-2 Samuel.” En Comentario Bíblico Internacional, 530. 210 Sicré, De David al Mesías, 72. 206 87 el relato bíblico con eventos más anecdóticos que fruto de un estructurado plan. Inicialmente se dice que el muchacho tenía cualidades musicales, las cuales fueron puestas al servicio del rey Saúl quien ya empezaba a mostrar sus desequilibrios personales (ver 1S 16,14-23); el joven David tiene la oportunidad de estar cerca del ungido de Dios. Pero en el capítulo siguiente, se acerca al rey debido a que llega a cumplir un mandato de su padre de ir a visitar a sus hermanos al campo de batalla; en ese momento escucha el desafío que constantemente estaba haciendo el filisteo Goliat al ejército de Israel, y se presenta ante Saúl para entrar al combate con el retador (ver 1S 17, 31-39), lo vence y su fama crece exponencialmente, tanto que Saúl no lo puede soportar, lo persigue por envidia y lo intenta matar (ver 1S 18,10-11). Anterior a este intento de asesinato, el relato presenta la profunda amistad entre Jonatán, hijo del rey, y David. Algunos leen esta amistad como un pacto entre estos hombres para que David fuese el rey de Israel (ver 1S 18,1-5), una especie de conspiración para apoderarse del trono quizá desasiéndose de Saúl. Por ejemplo, se presenta a Jonatán intercediendo por David ante su padre en el capítulo 19 del primer libro de Samuel, y en el capítulo 20 sostienen un encuentro secreto con David; a pesar de esta profunda amistad, el texto presenta a un David, incapaz de levantar su mano contra el ungido de Yavhé (ver 1S 24 y 26). David queda libre de estas acusaciones y se entiende que Saúl fue quitado del trono por el mismo Dios debido a sus faltas.211 Otra supuesta estrategia puede ser el matrimonio de David con Mica (ver 1S 18,17-29), hija de Saúl; éste queriendo deshacerse de David le impone una dote peligrosa, cien prepucios de filisteos,212 pero su desafío le salió al revés y David queda aún más cerca de convertirse en rey de Israel al ser nuevamente el hacedor de una gran hazaña. El relato bíblico deja entrever que no existen malas intenciones de David contra Saúl, en cambio presenta una profunda reverencia al que considera el ungido de Yavhé, lo cual, se corrobora por ejemplo con la elegía que hay al inicio del libro segundo de Samuel. Allí se muestra el profundo dolor por la pérdida de Saúl y su hijo, además del castigo 211 Ibid., 74-75. Un interesante y ameno análisis de este acto en: Acosta, Cien prepucios de filisteos, http://pidolapalabra1.blogspot.com/ (consultado el 28 de marzo de 2010). 212 88 que le infringe a aquel que le lleva la noticia como si fuese un héroe, cuando para David era un asesino (ver 2S 1). Luego de la muerte de Saúl, el trono quedaba vacante; aunque se puede anotar que en el pueblo de Israel no existía en ese momento la trasferencia del poder por herencia, es posible que muchos vieran a Is-boset, hijo sobreviviente de Saúl, como candidato a reemplazar a su padre.213 Abner, quien era el comandante del ejército de Saúl lo llevó y lo hizo rey en Galaad (ver 2S 2,9), pero pronto se evidenció que no era un fiero guerrero como su padre y el pueblo empezó a ver a David como una posibilidad de ser su rey (ver 2S 3,17).214 Por su parte Abner tal vez con la intención de tomar el trono ante un rey débil, se casó con Rizpa, la concubina de Saúl (ver 2S 3,6-7); a Is-boset no le hizo gracia este acto y le recrimina, Abner se mueve entonces para colocarse mejor bajo el mando de David y le dice a los ancianos que actúen de igual forma que él (ver 2S 3,917). Abner es asesinado por Joab, un líder guerrero de David, quien quería vengar la muerte de su hermano Asael a manos de Abner, pero la idea que tenía Abner de mover al pueblo bajo el dominio de David permanece luego de su muerte (ver 2S 3,26-27). Isboset se quedó sin apoyo y fue asesinado por dos de sus oficiales, quienes tomaron su cabeza y se la llevaron a David esperando congraciarse con él, pero éste les manda matar para no ser acusado de tomar parte en el asesinato del hijo de Saúl (ver 2S 4,112).215 Así quedó el camino expedito para que David fuese el rey único de todo Israel. La historia de David se puede dividir en dos etapas, una de ellas es conocida como la “historia del ascenso”, comprendida entre el primer libro de Samuel capítulo 16 hasta el segundo libro el capítulo cinco, donde se inicia lo que se conoce como “la narrativa de la sucesión”, que se prolonga hasta el libro primero de Reyes en el capítulo dos; Mckenzie presenta un esquema resumido de estas dos historias, así216: Historia del ascenso de David 1S 16-17 David es ungido y llega a la corte de Saúl 213 Bright, La Historia de Israel, 235. Ibid., 236. En este punto David ya era rey sobre Judá. 215 Ibid., 236-237. 216 Mckenzie, King David: A Biography, 31. 214 89 1S 28-20 Tensión entre David y Saúl 1S 21-27 David huye al desierto de Judá con Saúl en persecución 1S 28-2S 1 Saúl es muerto en batalla contra los filisteos mientras que David está lejos 2S 2,1-5,3 David viene a ser rey de Judá y luego rey de Israel Historia de la narrativa de la sucesión, Reino de David 2S 5,4-10,19 David consolida su reino en Jerusalén 2S 11-12 Adulterio de David con Betsabé 2S 21-24 Historias misceláneas, poemas y listas del reino de David 1R 1-2 Muerte de David y la sucesión por Salomón Como se puede apreciar, gran parte de estos libros hablan de David, él es la figura central en esta narración y de él se exaltan sus hazañas victoriosas217, sus cualidades personales, su elección por parte de Dios. No obstante, la historia bíblica narra por lo menos cuatro eventos que no lo dejan en buena posición: - Uno de ellos es cuando David se colocó bajo el servicio de Aquis (ver 1S 21,1015), inicialmente temeroso de éste se finge loco, pero posteriormente su servicio es evidente (ver 1S 27,5-7), aunque en verdad David engañaba a Aquis. Esto es claro por ejemplo cuando le reporta los lugares en dónde atacó cambiando su informe (ver 1S 27,7-10);218 este seudo-cambio de bando en la vida de David es relatado de tal manera que no exista duda que fue el último recurso que tenía de huir de Saúl y que en medio de su permanencia entre los filisteos219 su verdadera fidelidad seguía siendo a Yavhé y a su pueblo. - El segundo evento se trata del bochornoso acto de adulterio y asesinato que cometió. Se narra que David no salió a la batalla como era costumbre de los 217 Sicré apunta que se trata de dos narradores: el que narra la ascensión al trono es benévolo y resalta las capacidades de David, en tanto que el narrador que describe la sucesión, parece atacar a David. En Sicré, De David al Mesías, 82-83. 218 Sicré, De David al Mesías, 75-76. 219 El hecho que los filisteos hubiesen recibido a un enemigo entre sus filas es parte de su estrategia de guerra; para ellos lo importante era dividirlos para poder vencerlos. En Bright, La Historia de Israel, 235. 90 reyes, sino que se presenta con una actitud un tanto perezosa: sale a pasearse por la azotea, ve a una mujer bañándose, pregunta por ella y le declaran su nombre y su estado, Betsabé esposa de Urías heteo. David sabe de antemano que ella no está disponible y que además su esposo es uno de sus valientes hombres de guerra, sin embargo la manda a llamar y comete adulterio con ella; luego por cubrir su error, intenta que el fiel Urías se acueste con ella, lo que no logra y entonces organiza todo un plan para su muerte (ver 2S 11). Es importante recalcar que David cae en esta falta cuando está disfrutando de su prosperidad y durante un tiempo de ociosidad. Posteriormente el profeta Natán con la parábola de las ovejas y la corderita, le llama a reconocer su falta, David asiente frente al enviado de Dios y se arrepiente de su pecado.220 Pero su arrepentimiento no quitó las consecuencias de su pecado, Natán le advirtió de la lucha encarnizada que habría en su casa la cual se puede ver reflejada en los capítulos siguientes y además el hijo que nacería de esta ilícita relación moriría (ver 1S 12,9-14). - El tercer evento en el que David no queda muy bien, es el referido a lo sucedido luego de la violación de Tamar por parte de Amnón; David se entera de lo sucedido pero solamente se enoja pero no hace nada para corregirlo (ver 2S 13,22); posteriormente Absalón mató a Amnón por su mala acción y venga a su hermana. A pesar de conocer la razón, luego de la muerte de Amnón, no hay en el texto un indicio de la indignación por parte de David por el comportamiento de su hijo (ver 2S 13,32-33). La LXX añade unas palabras que dan la razón por la que David no recriminó a Amnón: “(…) y no contristó el espíritu de Amnón su hijo, porque le amaba, porque su primogénito era”.221 Sicre apunta al respecto: “Esta debilidad con sus hijos será la que provoque innumerables muertes en la historia de la sucesión al trono.”222 - El último está referido al momento del retorno de las tropas a mando de Joab que habían luchado contra el rebelde Absalón quien fue muerto en batalla. David no 220 Robinson, “David.” En The International Standard Bible Encyclopaedia, Vol. II, 797. Los salmos 51 y 32 han sido típicamente asociados a estos momentos, el Salmo 51 es de confesión y el 32 de perdón. 221 Jünemann, La Sagrada Biblia: versión de la septuaginta al español. CD-ROM. Versión 7.0. Estados Unidos: e-sword, 2005. 222 Sicré, De David al Mesías, 81. 91 felicita a sus tropas sino que se lamenta profundamente, Joab se enoja sobremanera y casi que lo obliga a presentarse delante de la tropa para congraciarse con ellos (ver 2S 18,33-19,8). No hay duda que estas malas acciones alcanzan a empañar la figura de David, sin embargo no se puede desconocer que con él se estableció Israel como un estado unificado, logrando victorias sobre diferentes pueblos como los filisteos, los amonitas, los moabitas y los de Edom. David fue el rey perfecto para que se consolidara Israel ante un “(…) vacío político en el antiguo Próximo Oriente cuando ninguna potencia importante luchaba por el control del corredor sirio-palestino.”223 Los últimos diez años de David parece que fueron de reposo y tranquilidad, fue un tiempo cuando Israel no tenía problema con sus vecinos y la amenaza de la usurpación del trono por parte de Absalón no estaba. No obstante en este tiempo se produjo en la tierra los tres días de pestilencia que fueron profetizados por el profeta Gad, lo que sucedió debido a que David había censado a su pueblo con el propósito de colocarles impuestos (ver 2S 24). Luego de esto, la vida de David se fue apagando poco a poco, sus hijos Adonías y Salomón se peleaban por el trono, los dirigentes del pueblo se dividieron alrededor de ellos. David muere luego de dar sus últimas palabras a su sucesor, Salomón.224 2.3.3 Salomón Con Salomón se da un cambio en la manera en que se llega a ser rey, si bien luego de la muerte de Saúl el pueblo pudo ver en sus descendientes un heredero al trono, sólo se consolida la monarquía hereditaria con Salomón. Iniciando el libro primero de Reyes se puede leer como Adonías, hijo de David y Haguit, tenía las pretensiones de ser el heredero del trono de su padre; Adonías quien tenía el respaldo del sacerdote Abiatar y de Joab, jefe del ejército, aparentemente se autoproclamó como rey (ver 1R 1,13), pero David le había prometido a Betsabé que 223 224 Gottwald, La Biblia Hebrea: una introducción socio-literaria, 253. Robinson, “David.” En The International Standard Bible Encyclopaedia, Vol. II, 797. 92 Salomón sería su sucesor. Salomón tenía a favor de él, no sólo por la importante promesa hecha por su padre, sino que también apoyaban su elección el profeta Natán, el sacerdote Sadoc y el jefe del ejército personal del rey David. El profeta Natán intercede por Salomón ante el anciano rey David, quien le concede su petición de acelerar el acto de proclamación real para su hijo; aunque las fuerzas grupales de Adonías y de Salomón podrían haberse enfrentado por la pugna del trono, es indudable que las palabras de David a favor de su hijo dirimieron una posible contienda225. A pesar de la proclamación de rey hecha a Salomón y de la unción realizada en Gihón, hecha por el profeta Natán y el sacerdote Sadoc, no hubo ninguna manifestación carismática ni una orden anterior expresa por palabra de Dios.226 Con eso se indica que la elección divina se ha dejado a un lado, o por lo menos ya no se presenta como sucedió con Saúl y David. El respaldo divino de la elección de Salomón y la confirmación de un acto humano de entronización pudo llegar en el momento en que Yavhé le pide que escoja lo que quiera que él se lo daría. Salomón pide sabiduría para gobernar a su pueblo, como se lee en 1R 3,9-10: “Da, pues, a tu siervo un corazón con entendimiento para juzgar a tu pueblo y para discernir entre el bien y el mal. Pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan grande? Y fue del agrado a los ojos del Señor que Salomón pidiera esto.” La frase final del “agrado de Dios por su escogencia de sabiduría”, es vista por algunos como la confirmación de su correcta elección para ser el rey sucesor de David.227 El relato bíblico presenta dos eventos en los cuales se resalta esta sabiduría de Salomón, el primero es el pleito entre dos prostitutas por un hijo (ver 1R 3,16-28) y el otro, fue la visita de la reina de Saba quien vino a probarle con preguntas difíciles (ver 1R 10,1). Luego de iniciado su reinado, su padre David muere, y aparece nuevamente Adonías con pretensiones reales queriendo casarse con Abisag la concubina de su padre, Salomón entonces actúa prontamente y lo manda matar; el antiguo aliado de Adonías, el sacerdote Abiatar, es desterrado y se le retira de su cargo; por su parte Joab, el otro 225 Drane, Introducción al Antiguo Testamento, 105. Bright, La Historia de Israel, 252. 227 Douglas, Nuevo Diccionario Bíblico Certeza, CD-ROM. Compubiblia. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas, 1989. 226 93 asesor del pretendiente real, también es asesinado por mano de Benaía.228 Terminado el capítulo segundo del libro primero de Reyes, se lee que el reino se confirmó en las manos de Salomón, cuando sus antiguos enemigos fueron muertos. Salomón recibió un reino con cierta estabilidad que había sido lograda en la época davídica y su labor consistió en fortalecer la política económica y las relaciones con los vecinos de su territorio. Las alianzas en la época se finiquitaban por medio de matrimonios con mujeres de los otros reinos; dentro de estos convenios se destacan los hechos con el faraón de Egipto (ver 1R 3,1) y con el rey de Tiro (ver 1R 5,1-12). El faraón le entregó la ciudad cananea de Gezer como dote. Bright ve en este hecho un aumento de la fuerza de Salomón frente a un decrecimiento del poderío egipcio, pues es poco probable que el faraón hubiese hecho una acción tan agresiva solo para entregarla de dote. Continúa afirmando Bright, que es tal vez el intento de los egipcios de recuperación territorial en Palestina que es bloqueada por las ya constituidas fuerzas israelíes. Con Hiram, rey de Tiro, la alianza fue la culminación de un proceso que se había iniciado con David; dicha alianza le brindó a Salomón grandes posibilidades comerciales con Chipre, Silicia, Cerdeña, España y África del Norte.229 En lo que tiene que ver con el desarrollo gubernamental, en tiempo de Salomón, el reino fue dividido en distritos administrativos, los cuales debían pagar un impuesto al rey por cada uno de los meses del año, de tal forma que la corte se mantuviera. Las imposiciones presupuestales al parecer no eran sencillas para sus súbditos (ver 1R 4,7; 4,22-23), además se vio en la necesidad de reclutar esclavos israelitas para llevar a cabo sus grandes proyectos de construcción. 230 Todas estas medidas no fueron bien vistas por su pueblo, esto se puede comprobar en el asesinato de Adorinam, quien era el jefe de los trabajos forzados (ver 1R 12,18).231 Toda la obra de Salomón hace que el reino de Israel se fortalezca como el dominador de la zona de comercio en Siria y Palestina; la centralización del reino permitió que su 228 Bright, La Historia de Israel, 253. Bright, La Historia de Israel, 254. 230 Douglas, Nuevo Diccionario Bíblico Certeza, CD-ROM. Compubiblia. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas, 1989. 231 Gottwald, La Biblia Hebrea: una introducción socio-literaria, 254. 229 94 gobierno estuviera en iguales condiciones que sus vecinos para comerciar de igual a igual. Sin embargo, el gobierno central causó que un grupo de nobles estuviera en posiciones de privilegio y se creó una brecha grande entre ricos y pobres; los ricos obtenían más riquezas comprando tierras a los necesitados que se habían metido en deudas por sus territorios. Todo esto también creó desconfianza del pueblo en los líderes quienes se habían convertido en “sanguijuelas” que exprimían a sus víctimas hasta desposeerlas.232 En todo caso, el manejo económico permitió que durante el reinado salomónico se construyera un templo imponente para colocar allí el arca de la alianza, proyecto que había sido deseado por David (ver 2S 7,1-17). El mismo Salomón ofició algunos ritos religiosos (ver 1R 3,15) y bendijo al pueblo (ver 1R 8,14-61), labores que le correspondían al sacerdote. Para Saúl y David, estas acciones no fueron permitidas y en cambio castigadas con rigor (ver 1S 15,10-35), pero no se dice que fueran recriminadas por Dios. Drane apunta que esto fue debido a la importancia que asumió Jerusalén como centro de gobierno y culto, además de dejar el momento de censura al rey para cuando éste inclinó su corazón a las deidades de las mujeres extranjeras con quienes se había casado (ver 1R 11,1-13), y de esta forma Salomón olvido “(…) los valores genuinos de la alianza.”233 Esto unido a los altos impuestos arriba mencionados, fueron el disparador del declive del reino; la desigualdad en el trato tributario entre las anteriores tribus de Saúl y las de David no dio más tregua (ver 1R 4,7-19) y la división del reino no se hizo esperar.234 Tras la muerte de Salomón, lo sucede su hijo Roboam, que a cambio de tener una política de reconciliación optó por seguir el consejo de su jóvenes amigos (ver 1R 12,120). El norte se fue con Jeroboam, quien regresó de su exilio en Egipto, y el sur con el necio Roboam235. 232 Ibid., 256. Drane, Introducción al Antiguo Testamento, 109. 234 Ibid. 235 Bright, La Historia de Israel, 276. 233 95 2.4 La acción salvífica de los reyes Para poder identificar la acción salvadora de estas figuras, es relevante hacer mención de “la alianza”, pues “toda alianza supone una acción salvífica (…)”,236 en la que se muestran las acciones de Dios a favor de su pueblo y en el caso del reinado podremos entender cómo los reyes actuaban como ejemplos de ese Dios. Puede decirse que la alianza es el centro de la Biblia237 y la que se llevó a cabo en Sinaí plasmada en las tablas entregadas a Moisés, estaba elaborada con los rasgos más tradicionales de la época, 238 donde el soberano también jugaba el papel de protector de su vasallo.239 Allí se estaba realizando la mayor salvación hecha que se pueda recordar en la época, los israelitas celebran una alianza con el Dios que los salvó del terrible lugar de esclavitud y tristeza como lo era Egipto. Así lo expresa el deuteronomista en Dt 4,20: “Pero a vosotros el Señor os ha tomado y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que seáis pueblo de su heredad como lo sois ahora.” La expresión “los saqué de la tierra de Egipto” se va a repetir una y otra vez en la Historia Deuteronomista, puntualizando la salvación conferida al pueblo.240 En la alianza sinaítica Israel se convierte en el “pueblo de Dios”, de la misma forma que el reino vasallo se incorporaba al imperio que lo dominaba.241 Si bien todas las cosas, las naciones y los territorios le pertenecen a Yavhé, los israelitas después de esta alianza se perciben como propiedad divina (ver Ex 19,5-6). En aquella alianza la figura que llevó al pueblo a salir de la opresión fue Moisés, él era un escogido de Dios, quien le colocaba de su espíritu. Así lo muestra el texto de Nm 11,29 en boca de Moisés: “(…) ¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta, que el 236 Croatto, Historia de Salvación: la experiencia religiosa del pueblo de Dios, 129. Croatto, Alianza y Experiencia Salvífica en la Biblia, 61. 238 No es parte del alcance de este trabajo elaborar los paralelos entre las alianzas del Antiguo Testamento y las encontradas en las excavaciones arqueológicas que las relacionan con el imperio hitita. Baste decir que la alianza del Sinaí cumplía con las cláusulas de aquellas alianzas soberano-vasallo; en la alianza hitita se definían las obligaciones del estado pequeño hacia su soberano, el reino poderoso. Los aspectos más importantes de la alianza eran: introducción del interlocutor, contexto histórico, exigencias, el documento, testigos, maldiciones y bendiciones. En Drane, Introducción al Antiguo Testamento, 109. 239 Croatto, Alianza y Experiencia Salvífica en la Biblia, 80. 240 Croatto, Historia de Salvación: la experiencia religiosa del pueblo de Dios, 77. 241 Croatto, Alianza y Experiencia Salvífica en la Biblia, 61. 237 96 Señor pusiera su Espíritu sobre ellos!”. Moisés era el profeta por excelencia de su tiempo y de esta alianza, Dt 34,10 lo puntualiza diciendo: “Desde entonces no ha vuelto a surgir en Israel un profeta como Moisés, a quien el Señor conocía cara a cara”. Aunque en el pueblo podían existir otros profetas, solamente con Moisés, Yavhé se relacionaba de una manera tan personal. Dada esta elección, Moisés fue quien libertó al pueblo de mano de los egipcios, por supuesto con la dependencia continua de Dios. Las normas estipuladas en esta alianza son impuestas por Yavhé, entre las que se destaca que el pueblo no podría pactar con los dioses de los habitantes de la zona, como un reconocimiento claro de que Yavhé fue su libertador y, además, su continuo protector. Dentro de lo que se conocen como los diez mandamientos, los primeros están referidos a la atención que debe tener el pueblo de Israel, vasallo de Yavhé, con el soberano que lo libertó. Las demás estipulaciones implican que el pueblo tenga buenas relaciones unos con otros, en lo que esta alianza se asemeja mucho más con los tratados hititas; en aquellos se prohibía los compromisos con otros pueblos e igualmente se prohibían la enemistad con los amigos del soberano. En el caso del pueblo de Israel, cada israelita está obligado a mantener buenas relaciones con los demás dado que todos y cada uno tienen una relación con el que los libertó, esto es, todos son amigos del soberano.242 El cumplimiento de esta alianza haría que el pueblo pudiese entrar en la tierra que Dios les iba a dar para que se establecieran como una nación.243 Esta alianza sinaítica sería mencionada en toda la obra del deuteronomista y el incumplimiento de ella mostraba el caos que podría haber en el pueblo. Este desorden por su desobediencia se muestra en la época de los jueces, en donde hay un ciclo de apostasía-arrepentimiento-clamor-liberación. Yavhé, ante el clamor de su pueblo, les daba jueces que los guiaban en sus batallas y les impartían justicia para la resolución de sus conflictos (ver Dt 17:8-9). Para el tiempo del inicio de la monarquía, precisamente en el cantico de Ana, se está describiendo una nueva era, un cambio de lo que era una época en las que según Jc 21,25: “(…) no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía bien ante sus ojos” 242 243 Croatto, Alianza y Experiencia Salvífica en la Biblia, 48. Croatto, Historia de Salvación: la experiencia religiosa del pueblo de Dios, 77. 97 a una en la que Yavhé pesaría las acciones de los hombres y equitativamente reajustaría las desigualdades de la vida, como lo hace Ana en 1S 2,3: “(…) porque el Señor es Dios de sabiduría, y por Él son pesadas las acciones.” Y en 1S 2,6-8 se afirma: “El Señor da muerte y da vida; hace bajar al Seol y hace subir. El Señor empobrece y enriquece; humilla y también exalta. Levanta del polvo al pobre, del muladar levanta al necesitado para hacerlos sentar con los príncipes, y heredar un sitio de honor (…)”. Este reino soberano de Yavhé fue visto a través de la exaltación del rey, y estas predicciones de una dinastía real avanzaron en su realización a través de la figura de Samuel, quien fue un profeta como lo fue Moisés y al igual que él, era un juez. Samuel le transferirá al rey toda la autoridad política.244 El reino de Dios es visto en el reino de la monarquía y se presenta una simbiosis entre los dos, como lo expresa Waschke: “La esfera divina de autoridad es la arena política del rey. Justicia y rectitud son los pilares de su trono, así como éstas soportan el trono de Dios.”245 Para el reinado se deben tener presentes algunos aspectos sobre las coincidencias entre lo que representa un rey para Israel y lo que representaba para el pensamiento del antiguo cercano oriente. Esto nos ayudará a entender algunas de las relaciones que se presentaron entre los reyes hebreos y Yavhé, además de analizar los pormenores de la alianza hecha entre ellos. Levinson246 presenta seis aspectos a considerar: - La idea que el rey era el hijo adoptivo del dios; en el caso bíblico el Sal 89,27-28 menciona esta relación entre Yavhé y el rey: “Yo también lo haré mi primogénito, el más excelso de los reyes de la tierra. Para siempre conservaré mi misericordia hacia él, y mi pacto le será confirmado.” Esta clase de lenguaje muestra la estrecha relación entre Dios y el rey. - Unida a lo antes mencionado, existía la noción de que el dios le concede al rey una especial revelación sobre la justicia. Este aspecto es visto en el Sal 72,1: “Oh Dios, da tus juicios al rey, y tu justicia al hijo del rey.” Por supuesto, en la 244 Briggs, Messianic Prophecy, 125. Waschke, “The significance of the David Tradition for the Emergence of Messianic Beliefs in the Old Testament”, En Word and World. Vol. 23, No. 4, 415. 246 Levinson, “The reconceptualization of Kingship in Deuteronomy and the Deuteronomistic Histrory´s transformation of Torah.” En Vetus Testamentum. Vol. 51, 512-518. 245 98 petición que hace Salomón es mucho más clara esta idea, su deseo altruísta es solo el estándar de la sabiduría judicial en el oriente próximo, en 1R 3,9 se lee: “Da, pues, a tu siervo un corazón con entendimiento para juzgar a tu pueblo y para discernir entre el bien y el mal. Pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan grande?”. - Debido al empoderamiento divino de una sabiduría para ejercer juicio, una tarea primordial del rey era administrar justicia, particularmente él era responsable de asegurar la igualdad social a los marginados y el acceso a la protección legal. El Sal 72,4 expresa esto acerca del rey: “Haga él justicia a los afligidos del pueblo, salve a los hijos de los pobres, y aplaste al opresor.” - Al parecer, los monarcas babilonios al ascender al trono, proclamaban una remisión de deudas, dejaban libres a esclavos, devolvían la tierra a sus dueños, ajustaban los precios y se aseguraban de tener pesas y medidas justas. En el texto hebreo se aprecian estas ideas en el reino de David, 2S 8,15 dice: “David reinó sobre todo Israel, y administraba justicia y derecho a todo su pueblo.” Y también con el rey Salomón, mostrando así que este era un ideal de esta dinastía, 1R 10,9: “Bendito sea el Señor tu Dios que se agradó de ti para ponerte sobre el trono de Israel; por el amor que el Señor ha tenido siempre a Israel, te ha puesto por rey para hacer derecho y justicia.” - Como Hammurabi, que muestra en sus inscripciones y en el prólogo de las leyes, el deseo de reparar y reconstruir los templos, los reyes israelitas se mostraban como defensores del culto a Yavhé. En este aspecto es claro el anhelo de David por hacer casa a Dios, descrito en 2S 7,2 “el rey dijo al profeta Natán: Mira, yo habito en una casa de cedro, pero el arca de Dios mora en medio de cortinas.” Y la posterior construcción de la misma por Salomón, explicitado en 1R 8,19-20: “Sin embargo, tú no edificarás la casa, sino que tu hijo que te nacerá, él edificará la casa a mi nombre. Ahora el Señor ha cumplido la palabra que había dicho, pues yo me he levantado en lugar de mi padre David y me he sentado en el trono 99 de Israel, como el Señor prometió, y he edificado la casa al nombre del Señor, Dios de Israel.” - El rey también era el comandante en jefe, esto es, se esperaba que éste guiara a su pueblo en la guerra. El texto bíblico por ejemplo, muestra como Saúl reúne y guía a las tribus para pelear contra los Amonitas, en 1S 11,11: “A la mañana siguiente Saúl dispuso al pueblo en tres compañías; y entraron en medio del campamento a la vigilia de la mañana, e hirieron a los amonitas hasta que calentó el día. Y sucedió que los que quedaron fueron dispersados, no quedando dos de ellos juntos.” Como se ha podido observar el rey en Israel cumplía los requisitos típicos de esa época, pero ahora es menester examinar cómo esas características están ligadas a la alianza, para esto se debe volver la mirada a este pacto, lo que es y lo que esperaban sus partes a través de él. Ya se mencionó que en el Sinaí se había constituído Israel como un pueblo con organización y carácter estatal, luego de esto el pueblo tenía la esperanza de llegar a la tierra que se le había prometido, como se lee en Ex 3,8: “Y he descendido para librarlos de la mano de los egipcios, y para sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al lugar de los cananeos, de los heteos, de los amorreos, de los ferezeos, de los heveos y de los jebuseos.” El pueblo hebreo tenía el anhelo de ingresar a esa tierra prometida. Israel entra a la tierra de Canaán y el libro de Deuteronomio muestra en diversas oportunidades que el arribo a esta tierra se logró gracias a la presencia de Yavhé. Luego de cada acción salvífica, el texto bíblico presenta una alianza, se pueden nombrar la del Sinaí, la del país de Moab y la del santuario en Siquem. En la primera se da la promesa de la tierra y en las otras, se dan directrices para el pueblo después de conquistar la tierra. Hay entonces varias alianzas pero todas dependiendo de una, la principal: “vosotros seréis mi pueblo y yo seré su Dios” y existen alianzas que tienen a ésta como base y la desarrollan. Para el cumplimiento de la alianza en Sinaí en la que se promete tierra al pueblo de Dios (alianza principal), Yavhé salva a su pueblo de los enemigos de su tierra, dándoles la victoria en las batallas. Dios quiere la independencia 100 de su pueblo en un espacio físico, al entrar en Canaán, ingresan a la tierra de Yavhé;247 Croatto describe esta entrada de la tierra en el propósito salvador de Dios así: Después de la posesión de Canaán, Israel es ya un pueblo, incorporado en los planes soteriológicos de Yavhé, y disfruta de los bienes de la tierra bendita. Nada extraña entonces que la tierra de Canaán sea llamada la “heredad” de Yavhé (cf. Ex 15,17; Dt 12,9 ss) título idéntico al atribuido al mismo Israel (cf. Dt 4,20; 9,26.29; Jr 2,7; 12,7-9) Esta teología de la “tierra”, subraya nuevamente la continuidad y perduración del Dios de los padres, que es por esencia el Dios de la historia salvífica.248 De acuerdo a lo expuesto, en lo referente a la tierra como parte importante de la alianza, una de las labores salvíficas que van a tener los reyes, serán las conquistas de la tierra y la protección de la misma. Cuando un enemigo ataca al pueblo, no es sólo la tierra del pueblo sino la heredad de Yavhé la que está en juego; así como los reyes del cercano medio oriente, el rey en Israel es el jefe de las batallas y las guerras vienen a ser actos salvíficos.249 De igual manera, las guerras de Israel son las guerras del mismo Dios, y en algunas partes de los textos bíblicos Yavhé es considerado un guerrero (ver Ex 15,3), y los enemigos de Israel son considerados enemigos de Dios (ver Jc 5,31 y 1S30,26).250 Por supuesto, entrar a la tierra y permanecer en ella, incluye el cumplimiento de los estatutos dados por Dios al pueblo, como lo expresa el Deuteronomio en 4,1: “Ahora pues, oh Israel, escucha los estatutos y los juicios que yo os enseño para que los ejecutéis, a fin de que viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, el Dios de vuestros padres, os da.” Entonces un segundo aspecto salvífico que hace el rey con el pueblo es propender porque se comporte conforme a los estatutos establecidos en la alianza, esto es todo lo que hiciera justicia o se acoplara a la voluntad de Dios. Por ello, el cantico de Ana presenta esa reforma social como anhelo del reino (ver 1S 2,6-8); si el 247 Croatto, Alianza y Experiencia Salvífica en la Biblia, 99. Croatto, Historia de Salvación: la experiencia religiosa del pueblo de Dios, 113. 249 Ibid., 131. 250 Como Yavhé es guerrero, las victorias se aseguran con su presencia en el campo de batalla. Esto se puede ver claramente en la presencia del arca en medio de una batalla en 1S 4. En Borowski, Daily Life in Biblical Times, 36-37. 248 101 rey hacía cambios para mejorar la vida del pueblo cumpliendo la alianza, estaba haciendo una acción salvífica.251 Aunque no es como tal una acción salvífica, el rey como un arquetipo del pueblo lo representaba delante de Dios, sin embargo, el rey no era un sacerdote como los otros aunque sí cumplía funciones para mantener el culto, el rey “(…) se convertía en persona sagrada (…) puede actuar como jefe religioso (…)”,252 por ejemplo, ser el guardián del lugar santo en donde se colocaban las palabras de Yavhé. Para el caso de Israel, el rey es sacerdote según el orden de Melquisedec de acuerdo al Sal 110,4: “El Señor ha jurado y no se retractará: Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.”253 También algunos reyes hicieron sacrificios y bendijeron al pueblo desde el santuario, pero el proceso normal del culto lo llevaba un sacerdote (ver 2R 16,15). Resumiendo esta información para entender las acciones salvíficas de los reyes, se recuerda que toda salvación está ligada a la alianza, en la que Israel sería un pueblo para Dios y Yavhé sería el Dios de Israel. Que luego de cada acción salvífica en la historia se hacía una alianza, realizada por el rey y Yavhé, además, que dentro de lo que representaba un rey para Israel había clara correspondencia con los modelos de la época. El rey era hijo de Dios, guiaría a su pueblo en las batallas, protegería el culto, haría reformas sociales e impartiría justicia con la ayuda divina. Las acciones salvíficas claras de los reyes serían: la guía en batalla, la protección de los enemigos y las reformas sociales que hacían que la alianza se cumpliera a cabalidad. 2.4.1 ¿Es Saúl una figura mesiánica? Habiendo revisado el término de Mesías y lo que representaba para el pueblo que alguien fuese ungido y llevara este título, es adecuado ahora mirar en cada uno de los personajes reales si fue una figura mesiánica. Sobre Saúl se puede decir que al inicio de su reinado es probable que su pueblo lo viera de esa manera, él fue ungido con el 251 Ibid., 131. De Vaux, Instituciones del Antiguo Testamento, 168. 253 Cazelles, El Mesías de la Biblia, 51. 252 102 propósito de librar al pueblo de los terribles enemigos de los israelitas, 1S 9,16 dice: “Mañana como a esta hora te enviaré un hombre de la tierra de Benjamín, lo ungirás para que sea príncipe sobre mi pueblo Israel, y él librará254 a mi pueblo de la mano de los filisteos. Porque yo he visto la aflicción de mi pueblo, pues su clamor ha llegado hasta mí.” El rey era visto por el pueblo como el gobernador que Dios colocaba para estar el frente de ellos y Yavhé le entregaba de su poder para efectuar esa tarea. Su unción fue guiada por Yavhé de manos de Samuel255 inicialmente en forma privada, pero luego su elección se hizo pública; los hechos son narrados en 1S 10, donde el pueblo se reúne y Samuel dice en el versículo 24: “(…) ¿Veis al que el Señor ha escogido? En verdad que no hay otro como él entre todo el pueblo. Entonces todo el pueblo gritó, y dijo: ¡Viva el rey!”. Posterior a esto, Saúl hace lo ordenado por la alianza hecha con Yavhé, de escribir en un libro las palabras de dicha alianza (ver 1S 10,25 y Dt 17,14-20); en el capítulo siguiente de Samuel se ve como Saúl libra a los israelitas de los amonitas cuando se sienten desprotegidos y envían mensajeros a Saúl, quien es investido con el poder del espíritu de Dios y los ataca venciéndolos (ver 1S 11,11). Es claro que en el momento de la unción se dijo que libraría al pueblo de los filisteos y no de los amonitas, al respecto se puede decir que: los filisteos no sólo son aquel pueblo llamado con ese nombre, sino que “filisteos” es un término que aglutina a todos los enemigos del pueblo de Israel, es así como los amonitas habían sido condenados al unirse a los moabitas en la contratación de Balaam y se les había prohibido entrar en la congregación,256 desde ese entonces su actitud había sido hostil con el pueblo de Israel y la actitud de su líder Nahas al sitiar a Jabes de Galaad es una clara agresión al pueblo. Por otro lado, algunos eruditos han considerado que el acto contra los amonitas es la confirmación para que pueda pasar de ser un regente a ser verdaderamente un rey, de hecho el término que se usa en 1S 9,16 al referirse a príncipe es dygIn y no %l,m, que es la palabra corriente para llamar al rey.257 254 Puede traducirse también como salvará. Existe la hipótesis que fueron los círculos proféticos los que llevaron al pueblo a que tuviera un rey. En Birch, “The Development of the Tradition on the Anointing of Saul in I Sam 9:1-10:16.” En Journal of Biblical Literature. Vol. 90, 63. 256 Douglas, Nuevo Diccionario Bíblico. CD-ROM. Compubiblia. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas, 1989. 257 Youngblood, “1, 2 Samuel.” En The Expositor´s Bible Commentary: Deuteronomy, Joshua, Judges, Ruth, 1&2 Samuel, Vol. III, 622. También en Tsumura, The First book of Samuel, 275. 255 103 La lectura del versículo siguiente a la lucha contra los amonitas, muestra que Saúl ya era considerado como rey. Samuel pide que traigan a los hombres que habían puesto en duda la elección que se había hecho, como se expresa en 1S 11,12: “Y el pueblo dijo a Samuel: ¿Quién es el que dijo: "¿Ha de reinar Saúl sobre nosotros?" Traed a esos hombres para que los matemos.” (ver también 1S 10,27). Indudablemente, Samuel no quería que se levantaran facciones contra el rey que había sido elegido por Dios, sin embargo, las palabras de Saúl muestran que la victoria no se debió a su mano sino a Yavhé; su acto podría ser visto como misericordia y gracia (ver 1S 10,13),258 y como cumplimiento de lo que era un rey para un típico pueblo de la época, un rey con una especial revelación de lo que es justo. De hecho, el Deuteronomio dice que no se debería derramar sangre inocente, Dt 19,10: “(…) que no se derrame sangre inocente en medio de tu tierra que el Señor tu Dios te da por heredad, y seas culpable de derramar sangre.” La acción salvífica de Saúl también es vista en la batalla contra los filisteos, descrita en el capítulo 13 del primer libro de Samuel (también ver 1S 14,47), en la que primero, sabiamente elije a los hombres (ver también 1S 14,52) y los distribuye para el combate; la victoria se describe como realizada por Jonatán pero la dirección es de Saúl. También se ve la osadía de Jonatán en el capítulo 14 y la victoria que da Dios a Saúl en ese momento, salvándolos. A pesar de las victorias iniciales, Saúl realiza un holocausto pero no la ofrenda de paz, como lo debió haber hecho y lo había mandado Samuel (ver 1S 10,8); Saúl es reprobado y Dios se buscará un rey conforme a su corazón. Saúl fue visto en cierto momento como la figura mesiánica que los salva y que levanta a los oprimidos. No obstante, en la revisión que se hizo de los textos en donde aparece la palabra ungido con relación a Saúl, se pudo observar que aunque estos afirman que Saúl es un ungido, es claro que el redactor está haciendo una “propaganda” en especial a David. El texto muestra que el reino de Saúl fue el resultado de una petición precipitada 258 Knierim, “The Messianic Concept in the First Book of Samuel.” En Jesus and the Historian: written in honor of Ernest Cadman Colwell, 34. 104 e inoportuna por parte del pueblo de Israel, la cual dio como resultado una monarquía fallida259 y se debería considerar más como un trámite hacia ella. 2.4.2 ¿Es David una figura mesiánica? En los relatos de la unción de David, existen ciertos paralelos con los relatos de la unción de Saúl, ambos tienen una unción privada, por Samuel, y una pública, por el pueblo. Quizá el redactor quiera mostrar la aprobación de una monarquía que en algunos momentos parece ser una escalada de David para usurpar el trono de Saúl. Sin embargo, como se anotó estudiando la vida de David, hay muchas cosas que él hizo que lo colocan como la figura mesiánica por excelencia. La primera acción salvífica de David se puede observar en la lucha que tiene con Goliat; ésta es colocada en el capítulo 17,260 y está corroborando la unción que Samuel le había hecho en 1S 16,13: “Entonces Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos; y el Espíritu del Señor vino poderosamente sobre David desde aquel día en adelante (…)”. En el enfrentamiento del pueblo de Israel con los filisteos en el valle de Ela, si Dios hubiese estado con Saúl, ni él ni sus tropas debieron haber temido, sino que el temor debió estar en las tropas enemigas; en ese momento la anterior confianza de Saúl pasó a ser miedo. Por su parte David, que es el representante del pueblo, en su lucha contra Goliat declara el nombre de Dios, y Yavhé le da la victoria confirmando su elección.261 También se puede observar en el texto bíblico, que inmediatamente después de la promesa hecha a David de tener en su descendencia el rey sobre el trono (2S 7), se narran las victorias sobre los filisteos en 2S 8,1: “Después de esto, sucedió que David derrotó a los filisteos y los sometió, y David tomó el mando de la ciudad principal de mano de los filisteos.”. Es claro que la promesa davídica resalta a David como el 259 Clements, R. “The Deuteronomistic Interpretation of the Founding of the Monarchy in I Sam VIII.” En Vetus Testamentun Vol. 24. 407. 260 Es interesante notar que la primera acción que se narra sea contra este representante de los filisteos y que la última sea también contra los descendientes de éste (ver 2S 21,15-22). 261 Knierim, “The Messianic Concept in the First Book of Samuel.” En Jesus and the Historian: written in honor of Ernest Cadman Colwell, 35-36. 105 verdadero Mesías entre los reyes, y se coloca como lo más importante en la alianza. Kaiser muestra que entre el reinado de David y el propio gobierno de Yavhé hay una profunda relación: “(…) la teocracia y el reino davídico, en virtud de su lugar especial en el pacto, se consideraron como una sola cosa”,262 el gobierno de Dios está representado en el gobierno de la dinastía davídica (ver 2Cro 9,8). Primero se había mostrado que era un rey que tenía el corazón conforme a Yavhé, luego tiene una confesión pública contra los enemigos de quién es Dios y, posteriormente, muestra el anhelo de defender el culto queriendo construir un templo. La respuesta divina es una alianza de carácter incondicional, en la que se establece una relación padre-hijo, entendiendo al padre como el soberano y al hijo como el vasallo, si el hijo peca será disciplinado pero no dejaría de ser hijo, así se expresa en 2S 7,15: “pero mi misericordia no se apartará de él, como la aparté de Saúl a quien quité de delante de ti.” El Mesías debía librar al pueblo de las amenazas extranjeras, y David lo cumple uniendo a Israel en torno a su figura, ubicando estratégicamente la ciudad de Jerusalén como el centro de gobierno, la cual, no había pertenecido ni a las tribus del norte ni a las del sur, y que había sido conquistada por él mismo (ver 2S 5,6-10). Además, hizo llevar el arca a Jerusalén, la que significaba para el pueblo la presencia del mismo Yavhé en medio de ellos (ver 2S 6).263 Todas estas acciones hicieron que David se convirtiera en el caudillo que el pueblo necesitaba para guiarlos en Canaán, por un lado para tener justicia con sabiduría y, por el otro, para librarlos de los enemigos. Con respecto a las reformas sociales o al establecimiento de justicia de acuerdo al pacto, el relato resalta que David lo hacía con esmero, en 2S 8,15: “David reinó sobre todo Israel, y administraba justicia y derecho a todo su pueblo.”264 Como antes se mencionó, ésto está mostrando las coincidencias con las características de los reyes en el cercano oriente, lo que incluía la eliminación de la explotación y la opresión; su actuación se puede igualar a la de los jueces pero en David representaba en una forma suprema. 262 Kaiser, Hacia una Teología del Antiguo Testamento, 193. Drane, Introducción al Antiguo Testamento, 101. 264 Frick conceptúa que el cambio del vocabulario típico de pobreza en la Historia Deuteronomista se puede interpretar como una propaganda al reinado y que el redactor no tenía interés en analizar las estructuras de pobreza en la sociedad. En Frick, “Cui Bono?- History in the Service of Political Nationalism: The Deuteronomistic History as Political Propaganda.” En Ethics and Politics in the Hebrew Bible, 88-89. 263 106 Si tomamos las ideas obtenidas en la revisión realizada de los textos en donde se cita el ungido, se puede apreciar que desde el cántico de Ana se ve una “propaganda” proDavid. Aunque se mencione a Saúl como el ungido, es David el verdadero Mesías, un ungido que toma el poder con discreción, de tal forma que sus ardides para conquistar el poder, se presentan de manera inocente. David también es el receptor de la promesa eterna sobre sus descendientes como herederos del trono; quizá la promesa sobre sus hijos está reconociendo que se esperan mejores reyes, puesto que él mismo cometió muchos errores y no podía mantenerse en el pueblo a un rey que actuara en contravía de lo establecido por Dios en la ley. No obstante, su nombre se perpetúa al decir que es su casa la que será bendecida; es la dinastía davídica la que llevará el triunfo sobre los enemigos. A pesar de los errores de David y de que no se le permitió construir un templo para el arca de Dios, nunca se dice en el texto que a David le fue quitado el Espíritu de Yavhé, como sí sucedió con Saúl. Con esto el redactor quiere indicarnos que la alianza incondicional hecha por Dios con David al final de los días había arrancado ya con él mismo. A pesar de sus pecados, Yavhé le mostró con su apoyo que lo amaba y que con él, el reinado tomó las particularidades de una intervención directa de Dios en pro de su pueblo.265 2.4.3 ¿Es Salomón una figura mesiánica? La historia de Salomón no se encuentra en los libros de Samuel, en estos apenas se nombra su nacimiento, no obstante una frase es suficiente para mostrar el cumplimiento de la promesa que Yavhé le había hecho a David, en 2S 12,24: “Y David consoló a Betsabé su mujer, y vino a ella y se acostó con ella; y ella dio a luz un hijo; y él le puso por nombre Salomón. Y el Señor lo amó”. Luego vino la palabra de Yavhé sobre Natán para que los llamaran Jedidías, que significa amado de Dios. La recepción de esta palabra trajo indudablemente consuelo a David y el reconocimiento de que la alianza seguía en vigencia; si bien el primer hijo que tuvo con Betsabé había muerto, David debía reconocer que era el castigo por su incumplimiento de los mandatos de Dios. 265 Abrego, “Esperanza mesiánica en los libros proféticos.” En Estudios Bíblicos Vol. 62, 416. 107 Con Salomón se inicia la llegada al trono no por elección divina sino por herencia. Por supuesto, el texto quiere mostrar que la aprobación divina está con esta sucesión en el momento en el que él pide sabiduría para gobernar a su pueblo y no riquezas y fama; ésta sabiduría le ayuda a dirimir situaciones cotidianas pero también a mantener un gobierno que su padre le había dejado con alguna estabilidad. En sus acciones de gobierno, tanto en resolver asuntos internos como en el fortalecimiento de su reino a través de convenios con otros reinos, se muestra la salvación para el pueblo de Israel. Waschke266 dice que el restablecimiento de la condición del orden está íntimamente ligado al nombre de un legislador de la dinastía davídica; sin duda, Salomón pudo ser en sus inicios, ese rey que tenía una sabiduría especial para lograr el establecimiento en propiedad de un reino. Su mesianismo no es tan marcado como el de su padre y de hecho algunas de sus acciones gubernamentales causaron esclavitud dentro de su gente, además se crearon clases sociales marcadamente opuestas, nobles y pobres, de manera que la opresión que había sido externa y que Salomón logró salvar con alianzas, pasó a ser interna. En un momento de su vida, Salomón pudo verse como una figura mesiánica pero un tanto similar a Saúl, pues perdió esa distinción al traer dificultades al interior de Israel. Quizá por ello y por las posteriores dificultades que tuvo Israel con los imperios de Asiria y Babilonia, la comunidad empezó a ver la promesa hecha a David sobre su descendencia eterna con una mirada al futuro rey que vendría, el Mesías verdadero. 266 Waschke, “The significance of the David Tradition for the Emergence of Messianic Beliefs in the Old Testament”, En Word and World. Vol. 23, No. 4, 416. 108 CONCLUSIONES Al finalizar este estudio se han podido dilucidar las funciones de los ungidos, el comportamiento de los reyes con relación a su pueblo y a Dios, se han revisado aspectos importantes de los libros de Samuel y su relevancia en la narración de la monarquía. A continuación, se escriben algunas de las conclusiones a las que se ha llegado: - La palabra «Mesías» es típicamente traducida como “ungido” en el Antiguo Testamento. En los Profetas Anteriores esta palabra es usada sobre personas y no sobre objetos, aquellas personas son principalmente los reyes de Israel, en especial David y a Saúl. - El ungido es un elegido, se presenta en esencia escogido por Yavhé, aunque también existe una elección o confirmación de la elección divina por parte del pueblo. El ungido cumplirá en el pueblo funciones particulares, en esencia serán profetas, sacerdotes o reyes. Estos elegidos tienen una relación especial con Dios y representan al pueblo delante de él. Si bien Dios quería que todo su pueblo fuera ungido o apartado de los demás, en medio del pueblo había un grupo especial de personas seleccionadas por él. - El rey, como el ungido de Yavhe, es considerado como una persona sacra en medio del pueblo, su elección lo colocaba por encima de los demás, quienes le debían respeto por su dignidad. El rey era protegido por Dios quien le daba su poder del mismo Espíritu de Yavhé para llevar a buen término sus acciones. El rey es la figura que gobernaría con la guía divina y que tendría una estrecha relación con Yavhé, que consistía en ser su hijo. - Dentro de los reyes, la figura de David es la más prominente. El texto presenta mayor cantidad de apariciones en que David era ungido sobre cualquier otro. - Los ungimientos eran realizados por otro ungido, aunque el relato resalta que el mandato divino era el iniciador de esa acción. En repetidas ocasiones los reyes aparecen como los ungidos de Yavhé. 109 - Los ungimientos se realizaban con un aceite previamente preparado que se depositaba en recipientes especiales, como por ejemplo un cuerno, que simbolizaba poder para vencer sobre los enemigos. Derramar el aceite sobre la persona podría querer dar a entender que así como el aceite caía sobre el ungido, Yavhé derramaba sus bendiciones sobre él. - En los libros de Samuel se describe la formación de la monarquía, el pueblo de Israel pasa de su tribalismo a ser un imperio como los demás de la época. El fortalecimiento de los israelitas se da en medio de una oposición fuerte por sus enemigos en especial los filisteos. Primero se unge a Saúl, elegido por Dios y ungido por el profeta Samuel, su reinado puede ser visto como preparatorio o transitorio; luego viene el rey de David, quien realiza la unión entre los grupos del norte y del sur y finalmente Salomón es el rey que consolida el reino. Con Salomón se inicia el reinado por trasferencia hereditaria y no como sucedió con la selección de Saúl o David. Salomón es el primer rey que cumplía la promesa hecha a David sobre su descendencia. - No se puede concluir con exactitud quién o quiénes fueron los escritores de los libros de Samuel, las discusiones aún están abiertas, sin embargo la hipótesis de Noth es plausible. Él indica que una sola mano está puesta en el relato y lo ubica en el siglo VI a.C. - El ungido real es el estado ideal del gobierno, con él al frente del pueblo, se puede considerar como si el mismo Yavhé estuviese al mando. Los pasajes estudiados y la gran aparición de la vida de David en los libros de Samuel, indican con creces que la figura principal dentro de los ungidos es David, quien llega a ser la imagen de la divinidad. El texto bíblico está presentado de tal manera que en todo momento se le está haciendo “propaganda” a David. Su unción guarda similitudes con la que se hizo con Saúl, quizá para garantizar la continuidad, pero su reinado se diferencia en especial por la promesa divina hecha a él; ésta alianza está por encima de una alianza del tipo soberano-vasallo y se podría enmarcar con carácter incondicional. 110 - David, como el centro del texto bíblico en los libros de Samuel, es el Mesías por excelencia en la naciente monarquía; su labor de unificación del reino en torno a su figura y a una ciudad, hicieron de Israel el estado ideal. Sus acciones salvíficas se inician con el triunfo sobre Goliat, representante de los filisteos, y su fama crece exponencialmente desde ese momento al punto de crear celos en Saúl. - Los ungidos reales pueden fallar y en el caso de Saúl perder su unción; David también falla y aunque recibe castigo, Yavhé le dispensa misericordia, con lo que inicia en él mismo, el cumplimiento de la promesa divina. - Los ungidos reales fueron figuras salvíficas para el pueblo; esto fue manifestado en los triunfos contra sus enemigos, en especial los filisteos. Sus batallas eran consideradas como las batallas de Yavhé y la tierra que defendían era también su heredad. - Las acciones salvíficas también fueron vistas en las reformas sociales y en el correcto manejo del gobierno; la sabiduría prodigada a los reyes por parte de Yavhé, hacía que ellos se consolidaran como los monarcas que el pueblo necesitaba; esa sabiduría les ayudó también a formar el imperio, a defenderse de los enemigos y mantener al pueblo dentro de “la alianza”. - Recogiendo las ideas sobre el significado que tienen para el pueblo las figuras de la unción, se puede afirmar que son personajes especiales elegidos por Dios, sobre quienes Yahvé derrama capacidades excepcionales para cumplir labores específicas en medio el pueblo. Con relación a los reyes, el pueblo de Israel en principio los veía como los seres designados por Dios para llevarlos a la victoria sobre sus enemigos, y dotados de una sabiduría extraordinaria que les permitiría consolidarse como una nación al estilo de las demás naciones del cercano medio oriente. La mediación salvífica es vista tanto en la dirección como en las victorias en las batallas contra los enemigos; los reyes venían a ser los representantes del Dios guerrero Yahvé, quienes recibían sus órdenes y las ejecutaban para vencer. Además, eran percibidos como salvadores en el sentido 111 de que con su sabiduría en el gobierno, hacían que el pueblo estuviese en línea con “la alianza”. - Los ungidos reales son elegidos directamente por Yahvé y no por una aparente superioridad humana. Así es, como al revisar los pasajes que hacen mención a la familia posiblemente guerrera de Saúl y a su apariencia física, el relato evita ubicarlos como razones para ser elegido rey, quizá preparando la elección de la figura real por excelencia, David. Éste es presentando como un hombre sencillo, músico y pastor, cualidades presumiblemente irrelevantes para el cumplimiento de su labor real. Estas “inhabilidades” humanas en la apariencia, los ubican como dependientes de su Dios para realizar las funciones salvadoras en el pueblo. Ellos vienen a ser instrumentos en las manos de su elector y salvan al pueblo solamente debido al depósito especial de sabiduría divina que les es conferido. Su gobierno era considerado por el pueblo como si el mismo Yahvé estuviera gobernando y su permanencia como mediadores de la salvación estaba supeditada al cumplimiento de “la alianza”. 112 BIBLIOGRAFÍA Abrego, José. “Esperanza mesiánica en los libros proféticos.” En Estudios Bíblicos Vol. 62. 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