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Araceli González
CE[ CJ\erst de C{)afpor'luero
En memoria de Isidoro González
Málaga 20 11
Edita: Arael·li Gonz:ilez
ISBN 978·84-615·0022·2
Depósito Legal: MA-645-20 I I
Imprime: Graficas Esga, S.L. - Telr: 952 32 63 97
A¡jradecimíenlos
A Maruj a, Beatriz y Beni gno Candanedo González por la ayuda en ajustar los rec uerdos.
A Gloria Va lle Ca ndanedo.
A Sa l vador y A mancio Diez.
A M elc hor e Ira.
A Hi pó lilo Vidal por su cuidado con las rOlos.
A Manue l Ol medo Checa, Académ ico de San Te llllo, a c uyo cuidado ha estado este libro.
En rec uerdo de Isidoro Gonzá lez. mi padre.
qntroáucción
Alejada de León desde hace años, aunque solo en la distancia, he seguido puntualmente la transformación que se ha producido en mi ciudad de origen, así como los cambios que ha experimentado cllugar
donde pasé la mayor parle de las vacaciones de mi infancia y adolescencia; Valporquero.
Ten iendo en cuen ta esos cambios y dado que di sponía de documentos gráficos y referencias curiosas, algunas inéditas, que ti enen gue ver con la historia de ese pequeño pueblo donde nació mi padre, así
como algunas publicaciones suyas en la prensa leonesa hace 75 allos, he creído gue deberían figurar en
una publicación para que quede constancia de ellos y tal vez puedan servir a futuros investigadores que
estudien la historia de ese lugar.
Asimismo este trabajo ha sido fruto de mis recuerdos de infancia y adolescencia, de lo vivido durante las vacaciones en una tierra privilegiada por la naturaleza. Cuando llegaba Jun io, viajábamos hacia
la libertad. Hacia la montalia. Y en aque l castillo perd ido entre nubes permanecíamos hasta que llegaban
las nieves de septiembre, para regresar a las aulas carmelitas. Val porquero era un lugar donde el tiem po se
detenía, donde no había obligaciones, donde podíamos dedicarnos a vivir aventuras prohibidas y sobre
todo entrar en el recinto sagrado de la cueva, el karst mágico, el reino de la piedra y el agua. De aquellas
exploraciones f.lb ulosas, todavía conservo en la mesa de mi despacho algunas piedras recogidas en sus
lagos cristalinos, que son un vínculo indisoluble con aquella tierra. Algunas de ellas, de singulares formas,
Ilustran estas palabras prelimi nares, e igualmente otra muestra geológica que, adoSolda a una pequeúa placa de mármol, recuerda una pila de agua bendi ta, y qu e hemos querido figure como colofón de esta obra.
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Escnbiendo este tr.lb.1JO he vucl to.1record.u la cordialidad de sus gentes, el olor del campo, el silencio de la noche, el sonido acomp.1s.1do de la c.1l11pana Ilam.lIldo a misa el domingo, o su toque .1presur.1do
cuando llamaba a rebato alertando de un fuego que abrasaba el monte, el olor .1 p.1sto húmedo, .1 leli.1
quemada, el sabor dulce de las avellanas, el estruendo de los arroyos .11 precipitarse por los barrancos,
el zumbido de las abejas aleteando junto J las fuentes, d C.1I1to de los pájaros, el sabo r de las manzanas
verdes, el despertar de las culebras al levantar una láb:ma, sorprender una lagartija millletizada sobre una
piedra, llenar un cántaro de agua bajo 1.1lllirad.l cauta de las ranas, el gusto de la mantequ illa recién hecha
sobre una rebanada de pan de centeno, el pi cor de las ortigas, d mugir dd ganado, el sonar de las esquilas,
el chancletear de las m.1dreiias, el inútil intento de ordeJi;lr las c.lbras, el ladrido de los perros, enfrentar el
mi edo at ravesand o el p.ueblo de noche dibujando con la linterru sombras misteriosas, y en algunas ocasiones, oír ya anochecido el grUli.ido de una manada de lobos pasa ndo bajo la ventana.
Este libro tiene como soporte grafico parte de I.t colección de fotografías de Isi doro Gonz.i!ez y su
fami lia, así como algunas f.lcilit.ldas por vecinos de Valporqucro, particularmente la f.unilia Candanedo,
Manija, Beatriz y Benigno, Salvador y Amancio Díez, Melchor e Ita y los espeólogos Manuel Riesco y
Manuel Martín Solé. Todas las imágenes est;ín en blanco y negro y fueron hechas el pasado siglo por
aficionados con los med ios precarios de la época. Otras de princi pios del siglo XX pertenecen al fotógrafo Vinocio. Esas fotografías nos permi ten conocer algunos aspectos de la vida en un pequel'lo pueblo
del norte de León hace casi cien alios. Son testimonios de un momento preciso de su historia, mCllloria
grtlfica de un instan te congelado en el tiempo. Forman parte del patrimonio cultural de aquellas gen tes.
Testigos oculares y registro informativo, social, e histórico de la vida de Val porquero.
Ama/¡ GOlluílez
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<{)alporquero
Valporquero, es un pueblo de la mo ntana cent ral leonesa perteneciente a la cordillera ca ntábrica. Dicen que su nombre tiene origen en la época visigoda, después de la dominación árabe durante
el reinado de Ordoño 1. Sus moradores eran pastores, los adporcarios, porearíos o porqueros¡ según indica
el docu mento de Purcllo, gobernador de Astorga de 8S4, documento que pertenece a la Catedral de
Oviedo, donde se señala la actividad de sus habitan tes. El entorno efa propicio porque es un lugar donde
se encuentra el alimento básico de esos an"imales; la bellota, la encina y el pasto abundante que pcrmití:I
criarlos en libertad, solo con lo que ofrecía el medio ambiente.
El pueblo tiene una altitud de 1.370 metros y esta situado a 47 1cilómetros de León ya 90 de Oviedo. Puede accederse bien por carretera, por tren o anda ndo a través del cami no que llega hasta Villamanín, cruzando el Formigoso.
En los años cincuenta y sesenta para ir desde León a Val porquero, lo habitual era viajar en el ferrocarril de vía estrecha que tenia un servicio di recto León Bilbao, y que salía de la capital leonesa circulando
a ritmo lento atravesando Villa Q!Jibmbre, Villasi nta de Torio, San Feliz de Torio, Palazue10 de Torio,
Garrafe, La Flecha de Torio, Manzaneda, Matueca, Pedrún de 10 rio y Pardavé hasta llegar a la Estación
de Matallana.
Al llegar a Matallana el viaje se continuaba en autobús de línea, propiedad de la empresa Reyero de
Cármenes, o C0l110 se le conocía familiarmente: ('1110$ coches de Eusebio, que era el nombre de su propietario
En los primeros anos utilizaban pequelios coches de línea con linos bancos corridos de madera y más tarde
ya circulaban con modernos autobuses. El vehículo cruzaba Vegaccrvera para penetrar en las Hoces, un es~~o desfiladero calcáreo de un kilómetro de longitud producto de la erosión del río Torio encerrado entre
altlSlmas paredes de formaciones k.irsticas de unos 200 metros de altu ra, y I S metros en la base.
Río tru~hero, impetuoso en invierno y siempre cristal ino, cuyo nombre, según cuentan, le dieron
Cu celtas dedIcado al dios Thor. El Torjo que nace en las montanas de Piedra~ta, entre el Berncsga y el
rucilo, pasa en su curso alto por Vegacervera recibiendo distintos aportes de agua, entre otros, de la
:va de Valporquero, uno de sus brazos subterráneos, hasta desembocar en el Bernesga cerca de León.
~de entrar en las Hoces, al pasar el autobús por Vegacervera nos cruzábamos, a veces, con grupos de
""- _ els que paseaban vestidas con camisa blanca y falda azul. Eran las mujeres universitarias que cu mrwne s '.
.
crVICIOSOCIal y que pasaban el mes de verano en el albergue que había en aquella localidad.
los
· 9·
(El ( ~rst dI.' ' Oofpor'luI.'ro _ __ _
El paso de las Hoces, en trc paredes verticales, prácticamente desnudas y sin rastro de vegeta ció n que enmarca n el Torio tenía cierto riesgo. El autoblls debía hacer la ruta en zigzag atravesando el
río de lado a lado por los puentes de piedra, pero el paso de uno de ellos, que era de madera, tenía sus
dificultades, debido al ma l estado de la estru ctura y del tabl ero. Algunas de las vigas del piso se habían
ca ído al río dejando tramos al descubierto por los que se podían ver en el fondo discurrir las aguas.
Cuando el autobús se acercaba a ese punto se paraba y los pasajeros abandonaban el vehículo
para cruzar a pie por las tablas que seguían en bucn estado aliviando así el peso. Antonio el condu ctor,
hijo de Eusebio, dirigía co n pericia la maniobra. En estas fotos del aúo 56 se ve claramente la diferencia
entre los puentes de piedra y el de madera.
Estremece ver el estado en el que
se encontraba el puente de madera por
el que pas.1ban a diario coches yautobuses dejando patente la desidia de las
administraciones y la va len tía y/o necesidad de los ciudadanos que aún con
aquellos inconvenientes estaban obligados a util izar vías tan poco seguras.
Poco antes de la llegada al pueblo
de Fclmin, a la derecha de la carretera
se encontraba el Calero y pasado ese
edilicio un puente de piedra daba acceso al pueblo. En ese punto, los viajeros
que iban a Valporquero, abandonaban
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_ _ _ %S,"\I,¡moria
el J utobús que continuaba su ruta hacia Carmenes y crul.lban a pie el puente. Era obligado hacer una
parada en el bar que estaba a la entrada en el primer edificio a la izquierda para reponer fuerzas y prepararse para 1.1 subida. En el bar solía esperar, bien un taxi o Beatriz, la hija de José Candanedo el cartero de
Val porquero, con una caballería equipada de un serón para subir el equ ipaje.
UrrlllllStll (/el purblo d, Fe/mm.
Esta imagen esta tomada desde el Otero de Val porquero. Puede verse a la derecha la carretera que
viene de las Hoces, el calero, el curso del río, yel puente por el que se accede a Felmín, así como las primeras casas del pueblo y tres tramoSdel camino veci nal que sube a Val porquero serpenteando la montaña.
Los viajeros se preparaban para seguir viaje por un cam ino veci nal esca rpado con desniveles del 1%
a16%que iba ascendiendo por la ladera del monte por donde resbalaban, entre pequeilas láminas de pizarra, múltiples regueros de agua plateada que venían de la cima. La travesía de Felmin, una calle estrecha de
unos 200 metros con múltiples obstáculos, impedía el paso a los autobuses. El día que el primero de ellos
logró atravesar esa calle, gracias al es(uerlo y tenacidad de los viajeros, fue una aventura que cuenta con
todo detalle Isidoro González en uno de los artículos que incl uimos al fi nal de esta publicación.
Al subir por la carretera zigzagueando, se dejaba atrás El Canto de la Cerra, El Canto Verdugo hasta
llegar a La fue nte del Llano en la últi ma curva antes de enfila r la gran recta qu e llevaba a la entrada del
puebloj el alto del O tero.
· 11 .
También había otr,l vía de acceso a Val porquero, lo que los vecll10s del lugar 11am.m el CtlllII/lO
VICJO que discurría por el fondo del barranco, baJo la carretera y que .¡cortaba sensiblemente la distanci.\.
Había que ,ltrave5.1r un espeso bosque de avellanos, escobas y Oores haciendo una travesía de explor.1dor,
apartando las ralllas con un palo para abrirse paso. En verano subir por allí era un paseo delicioso, naturalmente si se tenían pocos alios. Y desde lo alto del Otero se divisaba al fondo el hoyo de Felmin, y en el
horizonte a la derecha, se adivinaban más que se veían entre nubes, los pueblos de Rodillazo y 'l"3.bancdo.
Las seIias de identidad de Val porquero han sido el bosque y la piedra. A la entrada del pueblo se encuen tra la pequelia explanada del O tero, flanqueada a su derecha por la Iglesia, dedicada a nuestra seIiora
de la Asunción y el cementerio adosado a la misma. A principios de siglo los vecinos de reunían en ese
lugar en concejo al toque de campana. Así se anunciaba la fiesta, los nacimientos, f.1I1ccimicntos, incendios, reun iones para acordar trabajos com unitarios, arreglo de caminos, etc. La campana era el modo de
com un icación del colectivo. Vozdcl pueblo, voz del cielo.
Uml mwgt'¡
IlJicó!im da Cfmtrllmo dOlldl' UpOSlIll
1',1/"11/5 gCllcmcio-
IIts di I'tCIIIO$ dI' Ví¡lj>on¡lItro, UllIlqllt mtollCts ",llIn/lIg,¡r "119' ¡lOCO
uf¡/¡="do, mSI "bIllJdO/Jddo, CIIbierfo por la II/ah" y /05 "/l/tOlOS.
- 12 -
____ (1e,!,t'V moria
A la izquierdJ del Otero el transformador de luz y junto a él, la Escuela, lino de las pocas construcciones revocada y pintada de blanco, a
continuación la casa de Diego y Virginia y calle arriba, a la derecha, la de
Micaela. Siguiendo la ascensión y ya. fuera de la localidad se llegaba a Los
Prados del Cueto, la Peña Las Crespas, La Mamosa/la Peña del Perro y Las
Ccbaieas.
A la entrada del pueblo a la derecha junto a la Iglesia subiendo hacia lo alto del pueblo la casa de Ped rines, Pedro González y Rosa, y más
arriba, al terminar la calle antes de torcer a la izquierda, la casa de Talín,
Rosario, Nieves, Pilar, Santa y Filo.
A finales de los años cincuenta ya era notorio el estado de abandono del pueblo, como puede apreciarse en esta fotografía tomada desde la parte alta, muchas casas tenían los tejados desplomados, aunq ue
las paredes de piedra seguían en pie. Las que estaban en buen estado
pertenecían a los pocos vecinos que seguían viviendo en el pueblo, o a
las que sus propietarios, que entonces viv ían la mayor parte en Asturias,
seguían cu idando para pasar el verano.
En aquellos años los habitantes de Valporquero y los que venían
a veranear eran exclusivamcntc los nat ivos o sus descendientes directos.
Todavía no se había despertado el interés turíst ico por las cuevas que
más tarde atrajeron a muchos a busca r una casa para rehabil itar y utili+
zarla como segu nda residencia o bien a construir una de nueva planta.
- 13·
Esta vista del pueblo tomada sobre la boca de la cueva, casi lo abarca en su totalidad reconociéndose al fondo a la derecha, como un rnro,la escuela pintada de blanco y a la izquierda la Iglesia, nanqueando
la entrada a Valporquero. Al fondo a la izquierda puede verse la última casa, junto a la "Fuentede la Carrera:
donde vivían 1s..1.ac y Trinidad, con sus hijos Diego, TIno, Tomas, Isabel, Rosa y Lolo. Al pasar la fuente
se llegaba al Pico de la Carrera. El camino seguía hacia Gacilla de donde venia el Reguero de la Hoz que
bajaba hasta la cueva. Abajo, podían verse los prados perfectamente cercados con muros de piedra. Estas
cercas seguía n líneas caprichosas y variadas combinando piedras grandes y pequeilas sin argamasa en un
paisaje salpicado de árboles de gran belleza.
DeS/le 1// fuellte de /t, carrera /lila vISta dd putblo (mI Sil/lIador
D,ez y su l/mlla/ul Mar~A'IgclC'.S y /lilas anugas'
Las viviendas eran de piedra en canto trabado, alguna de ellas con barro y tejados a dos aguas con
tejas curvas. Sin balcones y con pequeñas ventanas al exterior para defenderse de los crudos inviernos. En
las fo tos de entonces que figuran en este libro la fisonomía del pueblo es la misma que habían conocido
sus habitantes en su época de esplendor a principios del XIX. La arquitectura y la organización urbanístiC.1 de Val porquero, seguía in tacta. El pueblo había progr~sa ndo armónica mcntc adaptando su fisono mía
a las necesidades de sus habitan tes. Hoy con la remodelación que se ha producido en algunas de las antiguas viviendas y la construcción de otras nuevas, se han abandonado las pautas estéticas que habían sido
las propias de la localidad, adoptando modelos utilizados en cualquier otro entorno, perdiendo el pueblo
poco a poco sus señas de identidad, la armonía de antaño, su autenticidad, y el equilibrio con el que sus
habitantes habían modelado su /lábitat generación tras generación.
En una publicación de la Diputación Provincial de León de 1974 todavía puede verse alguna panorámica de yalporquero con sus colores tradicionales, el gris de la piedra, algunas casas revocadas de blanco, el
rojo de los tejados y muchas ventanas rodeadas con un trazo blanco como ojos vigilantes. Queden ahí esos
ejemplos de lo que fue antes de su lenta trans(omlación hacia modelos sin personalidad yajenos a su tradición.
· 14 -
_ __ _
(~0'(pnorla
La arquitectura popular de los pueblos debería respetarse del mismo modo que su entorno porque es
part~ del patrimonio cultural de los naturales del lugar y da fe del modo de vida que sus vecinos imprimieron
a su entorno durante generaciones respct.Hldo la naturaleza y el medio ambiente. Los poderes públicos deberían vigilar que así fuera.
casas de Val porquero de piedra gris tenían casi todas un piso al to y algunas, entre dos edificios
EI calero~ apelativo que se le da en Asturias al horno donde
dejaban una pequciia separación que llamaban M
se queman las piedras para hacer cal, y que en Valporquero no era mas que el nombre de un water rustico.
Las cuadras y pajares solían estar o bien en dependencias propias, a las que se podía acceder por la entrada
principal de la casa, o en construcciones anejas al edificio principal. La estructura interior de las viviendas
era de madera y casi todas disponían de un corral. AJguna casa tenía además una portalada, que era una
pequeña edificación situada a la entrada donde guardaban los aperos de labranza, por donde se accedía al
corral y al resto de las dependencias fUl1i liares.
L.lS
Como referencia tenemos una imagen de la
residencia del maestro Diego Gonz;.llez, una de las
más grandes, que constaba de cinco edificaciones
mas una portalada y estaba situada muy cerca de
la Escuda, en el camino de la cueva.lenÍJ una pequeiia explanada delante de la port.llada, y una vez
atraves.1da ésta, abría a un gran corral rodeado por
una cerc.l, que servía de mirador, de unos 1S metros
de largo cubierta de lábanas de piedra. Ysaliendo al
corral, las distintas construcciones familiares: una
dedicada a pajar con un piso alto, otras dos también
con piso alto destinadas a cuadras y otras dos más
que constituían la vivienda familiar con un piso alto.
Las casas del pueblo estaban situadas de tal
modo que tenían cerca una fuente. L.1 casa de Diego
González estaba muy próxima a "UI Pel1d;ca~ donde
se surtían de agua para todos los usos, excepto para
beber. El vaso estaba rodeada de ortigas por lo que
si no se tenía mucha precaución al recoger el agua,
éstas solían dejar una caricia urticante en las manos.
Para beber utilizaban el agua de una fuente también
próxima que se encontraba bajando hacia la hoya de
la cueva -LajI/ente de abajo"a la que se accedía por un
<:'lInino en pendiente rodeado de escobas.
En aquellas fechas todavía se conservaba en el pueblo, como
una reliquia de otros tiempos, una palloza donde los hombres y los
animales convivían en el mismo lugar. Estaba situada en la parte
baja del pueblo junto a lafuellte de abajo. Reunía en una sola pieza
el dormitorio, la cuadra, y el hogar. El techo estaba cubierto de paja
de centeno y en el centro había un agujero para la salida de humos.
Construcciones de ese tipo habían existido en otros tiempos en VaIporquero y de ellas habla Isidoro González en uno de sus artículos
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(f.;r 'l<e,rsl dI' (()grporqurro _ _ __
cU:lndo cuenta sus aventuras de nirio en la cueva con sus vecinos en 1909. Al explica r el modo de il urninJr
sus exploraciones en la cueva decía que 10 hacían con: m(l l/ojos de P(~(I l/lIe_wTcabmr de fos lechos del "Pillto", "El
Zazo~ y del7ío Pericón". Todavía en los años cincuenta y sesenta esta vivienda estaba en perreCt,lS cond iciones habitada por dos hermanos¡ Pedro y Manuela.
Una vista del corral de una de las casas de Valporguero¡
como en casi todas con dos pisos. En la roto Marcela, Am eli a, Angeles y las niñas Mari Diez y una amiga. Los niúos eran relices en
aquel lugar ya que podían tirarse por el suelo impunemente sin
que las reprendi eran.
UIIII de iasfa mi/ias de Villpon/Ilero, la de IsaaeGo/!llilrz y 511 esposa
Trimdad El gnlpo rodea a la abutllllsal!tf Frmámlez acompaiilldos de 10sllllOSdel matnmOIllO, TillO, Tomás, Jtll Rosü y Lv!t~
Olra imagen posleriord,' la familia de lStllley T'rillidacl rodelldos dI' SIIS
hijos TillO, Tomás e /tl/.
U/! II visll/ cid pueblo fIl la
podemos ~'fr eOIl drllll/e
los prados cerCildos COI/ pIedra,ya 111 derteha /a monne
boca de la roeva.
Ijl /t
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{le.~ m o ri Q
En c<,t.1 fotogrJ.fía tambIén tomada sobre de la boc.1 dc la Clleva pueden apreciarse los pequeños
G11111110'> .1 la derecha y la "aguad.\ que desciende hacia 1.1 hondoluda donde se encuentra la entrada al
recinto. Es.l zona estaba siempre verde porque por ,¡lli discurría un reguero, que recogía
el agu,l que desbordaba de 1.1 PI/elite de AbíljO
y tcrmin,lba uniéndose al Reguero de la Hoz
para adcntr.\rSc en las profundidades de la
cueva. LJ~ GlSJ.S parecen depositadas sobre el
lomo dc la montana, apoyadas en [,1" curvas
del terreno, en una perfecta adapt.lron .1[ medio, aprovechando los huecos (lUC quedaban
libres entre bs rocas escarpadas sin hacer desmontes para su ubicación.
El pueblo, era estrecho y largo, haciendo una ligera curva cerrada en sus dos extremos. Y así lo retrata una callción popular de Val porquero.
Val porquero, Val porquero
Es muy estrechito y largo
Sel''loritas no hay ninguna
Pero hay muchachas con garbo.
VJlporqucro, Val porquero
Es un ramo de laurel
Vivan los mozos y Illozas
Que se pasean por el
Guadalupe González cantaba un romance referido a Val porquero que hemos localizado posteriormente en el Romancero de León que decía así:
En el pueblo ' e Valporquero,
lugar de mucho tener
vivían tres colll.ldruelas
de un mismo barrio las tres.
Hicieron una merienda,
Junque muy grJnde no es:
una llevaba los huevos,
de dos docenas o tres¡
Estando en estJS razones,
llegó el marido de Inés,
palo a una, palo a otra,
palo daba a todas tres,
en la que más palos dJba,
era en la pobre Inés.
También había una segunda versión:
El lugar de Valporqucro
es lugar de mucho ver,
se juntaron tres comadres
de un barrio todas las tres.
Hicieron una merendera,
ella no muy grande es:
una puso treinta huevos
y les tocaron a diez;
Otra puso cien sardinas,
salieron a treinta y seis,
otra puso un pellejuelo
de dos cántaros a tres.
Beber una, beber otra,
Lo pusieron pez con pez,
Una dice que pal jarro,
parece un niño en tres pies
Otra dice las estrellas
parecen reales de a tres,
otra dice que la luna
parece un bollo francés.
Ellas que estaban en esto,
vino el marido de Inés,
palo a una, palo a otra,
los mayores en Inés.
No las dejó hueso sano
sino el del gargalés,
ese sí se 10 ha dejado
pa volver allá otra vez.
Visita de unos amigos de Oviedo
en los años cincuenta con Isidoro González a la derecha. La casa blanca que destaca al fondo a la derecha es la de Petra y
José Candanedo, el cartero del pueblo, y
en la parte baja a la derecha puede verse
el techo de la única palloza que quedaba.
Nótese que los visitantes llevaban todos
una cacha con la empuñadura curva, que
es propia de pastores, pero que junto con
un simple palo en Val porquero era un elemento indispensable para salir a pasear
que tenía múltiples usos.
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____
~,S.~morlll
HistóricJmente el pueblo vivió de la agricultura, y la g.madería cultivando trigo, centeno, y todo
tipo legumbres, hortalizas, patatas, alubias, lentejas, etc. En el siglo XIX y principios dd XX tos abuelos
recordaban gue había arrieros en Val porquero que compatibilizaban ese trabajo con la agricultura.
Los cerdos que están en el origen del nombre de Valporqucro en el XIX no era lo más significativo
en su (.lb.lIla ganadcrJ. De hecho solo había los necesarios para el consumo f.lmiliar del que aprovechaban los productos tradicionales que consumían bien curados o conservados en manteca. La matanza,
como en todos los lugares de España, era una ocasión para reunirse los vecinos ayudándose unos a otros
en aquellas tareas tradicionales.
Perosin embargo lo más importante desu caba l"'a han sido las cabras de las que siempre han tenido grandes rebaños que conservaron aún cuando quedaban muy pocos habitantes. Desde principios
del XIX fue un elemento básico para la alimentación y la economía del pueblo puesto que aquellos
productos 'lue no consumían, los vendían una vez curados. De esta venta y dist ribución se ocupaban
los arrieros que fueron esenciales para el desarrollo de aquellos pueblos perdidos. Compatibi lizaban
aquel trabajo con la agricultura llevando para su venta a otros lugares las mercancías que se producían
en el pueblo; la carne, cecina, queso, manteca, pieles, etc. para traer aceite, vino, pi mentón, sal, utensilios,
etc. Contaban los mayores con admiración historias de a'luellos hombres que recorrían largas distancias camin:1I1do en fila con sus mulas po r ca minos int rans itab les de montaiia para llevar sus mercancías.
y sobre uno de aquellos arrieros hablaban en Valpor'luero con admiración, juan y MrdlO, era su
apelativo, que tenia algun lazo familiar con la familia González al que consideraban una celebridad no
solo por su envergadura personal sino por su talante sentencioso. Su nombre era Juan, pero se ganó el
apodo de jllan y MedIO al parecer en una discusión que tuvo en una taberna con un desconocido. En
medio de la disputa, su oponente, de cierta relevancia social, le increpó diciendo:
¡Respétamf a mi, que soy cabal/eroj
y Juan le contesto,
iRespétamf a ""~ que soy juan y Medioi
y con ese nombre se quedó. Aquel los arrieros ejercían un oficio arriesgado y no exento dc peligros Viajando por caminos sol itarios a expcnsas de cllal'luier contratiempo teniendo en cuenta 'l ue llevaban junto con las Illercandas que transportaban, todo su dinero. Pero hay que reconocer que llevaron
a pueblos aislados y con vías de comunicación precarias, los elementos necesarios para hacer su vida un
poco más agradable y en cierto modo los pusieron en contacto con la modernidad.
A finales de los cincuenta y ya con muy pocos vecinos todavía contaba Valporqllero con una importante cabaña de cabras. Cada familia disponía de veinte o treinta animales. Tenían contrat.ldo a un
pastor para su cuidado y éste comenzaba su trabajo diario bien de l11afialla recorriendo el pueblo de un
~.tremo a ~tro para reunir todo el rebaño. Iniciaba el camino partiendo de casa de Agustín, Benita y su
~ Manolm, que era la ultima casa en un extremo del pueblo. Pasaba delante de cada vivienda acom~do de su perro recogiendo al paso los animales que le esperaban para unirse al rebalio que se iba
ando poco a poco. Cuando llegaba al final del pueblo, junto a la casa de Trinidad, el grupo ya estaba
::;Ieto y entonces enfilaban el sendero que les llevaba a los pastos com unales por el Camino de la
Inverstta donde pasaba toda la jornada. Al anochecer el pastor regresaba con su rebaño y hacia el camino
o, avisando So noramente de su llegada. Cada vecino recogía al pasar las cabras que le pertenecían
tarea del ordelie.
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(E! ( ~rsl4c (Olllp(w'Iucro _ _ __
El ganado vacuno tambIén era Importante en Valporquero. En los años SO cada veemo, de los pocos quequcdaban, tenía una media de 8 o 10 vaCas que utlllzaban bien para el trabajo! para leche o ca rne
y los jatos para venderlos. A partIr de los años sesenta vendían la producción de leche a empresas que
venían al pueblo cada qUInce días a recoger el producto. Hemos conocido en los ..lIios sesenta a VC"clnos
que poseían 9 vacas. En todas las caSas había aves de corral para el consumo familiar de huevos y carne y
algunos conejos. Enfrente de la Iglesia, en la parte baja, en una de las cuatro fuentes del pueblo La POUl,
había un gran pIlón donde podían beber los animales. Como estaba muy cerca de la casa de José Candanedo recordamos a su hIjo BenIgno, entonces un nIño, llevando a abrevar las vacas. Cada vaca tenía un
nombre propio lo que indica los lazos afectivos que mantenían con sus propietarios. Manija, hija de José
Candanedo recuerda el nombre de a.lguna de las suyas: "La Majlta ", M
La Mi",osa ~, ~ La CI//"Iosa", etc.
La leche también la aprovechaban para elaborar artesanalmente queso y mantequilla. Para preparar esta ultima, utilIzaban una curiosa mazadora de aluminio en forma de torpedo de I met ro de largo
que manejaban en el aire moviéndola de derecha a izquierda para batir la leche, que había sido cocida
previamente y separada su nata. Generalmente eran las mujeres las que se ocupaban de ese menester.
Cambiaban de vez en cuando el ritmo haciendo reposar la mazadora sobre el regazo dándole entonces
un movimiento de vaivén. Dado que el recipiente era de alumin io y no podían ver el interior ni como
avanzaba la operación¡ ésta era controlada por el ruido que hacia la masa batida. Cuando dejaba de oírse el
golpear de la leche en las paredes de la mantequera, decían que esta/m dor",ida. Era el momento en que ya
se anunciaba el final del proceso de elaboración de la mantequilla. La mantequera no podía dejar de 1110verse porque si detenían aquellas sacudidas rítmicas se podía cortar la leche. El objetivo era lograr a fueria
de movimientos sincopados separar el suero y la mantequilla. La calidad del producto era excepcional.
ISidoro Ole: y Jla ro Ala/ro al 4jllt-lIalllr¡bml d
1" tm Los lUJos drl/'IIt-blt) l/l/e yil
liD I-JL~lIn u//¡ d~.frllt<lb"'l pilrtlClpmrdo (H /¡¡j
/uborrs del (/l/Il/Ji) Cl/iludo PIi.w lllll1 el Wfrl/W
Cup/ld/! ro
con SI/S j,lIlII/¡ilU$.
El verano era una época de mucho trabajo. Era el tiempo de la siega y recogida de la hierba con
la que podrían dar de comer a los animales en invierno y así ahorrar gasto en pienso. Todas las tareaS se
hadan a mano. Los praos estaban diseminados en el entorno y a veces, en lugares inaccesibles para los
carros, lo que era una dificultad añadida. Algunas fincas dependiendo de la posibilidad de disponer de
agua podían tener dos cortes de hierba al año. La siega la hacían a guadaña y con hoz. Dejaban la ",e'.~ .
esparcida unos días para que secara y cuando estaba lista la recogían con forcas y rastrill os y la llevaban
un carro al pajar para almacenarla. Esta era una tarea muy dura para los hombres y las mujeres que se
cargaban de esa labor debido a el polvo que se origInaba dentro del pajar, que solo tenia una p~:;~:::;~~;;,
1,lIla por la que introducían la hierba, además del esfuerlO que debían hacer al pisarla lo que les
almacenar la mayor cantidad posible. Cuando comenzó el éxodo de los vecinos, las fincas de 1105 ause , u~
Ylas del comu nal las dedicaron al pastoreo de vacuno para las reses que venían de Asturias en ve,rano 'IJI
se quedaban pastando en la zona hasta el 0101;0.
- 20-
_ _ __ %%morla
Los carros tenían las ruedas macizas para poder circular por aquellos ca minos pedregosos y una filera con cuerdas en ambos lados y así transportar la mayor cantidad posible de hierba en cada viaje; y para
trillar los aperos que se utilizan cnla montaña para majar el centeno en la era y, aventado, conservando la
paja larga para utilizarla en distintas labores.
Hacían el pan en las casas y 10 cocían en los hornos de los que disponían la mayor parte de los vecinos. Las conservas también las guardaban en orzas de manteca. El agua la transportaban a brazo y la recogían en las 4 fuentes que había en el pueblo. La PI/elite de la Carrera, que estaba en la parte alta del pueblo, La
deAbajo, cerca de la hondonada de la cueva, La Pelldica, cerca de la Escuela y La Poza, en la parte baja de la
Iglesia. Utilizaban madrenas en invierno para caminar sobre la nieve y también el resto del año, pero en este
caso solo para atender a los an im ales en la cuadra.
En los montes que rodeaban Valporquero había toda clase de plantas medicinales. En el siglo XIX
las mujeres ayudaban a la economía familiar recolectando te, pericón, tomillo, orégano, manzanilla, poleo,
etc. que, primero, los arrieros llevaban para vender y posteriormente algunos laboratorios farmacéuticos
recogían periódicamente. La abuela recordaba que en aquellas excursiones recolectoras en las que las mujeres siempre iban en grupo, todavía encontraban ejemplares de osos pardos que pasaban el día comiendo
en el bosque pero que huían de la presencia del hombre cuando se acercaban.
Había y hay grandes extensiones de avellanos, hayas, escobas, castaños, brezo, piorno y robles así como la flora característica de alta montai1a. Flores de todo tipo, amapolas y unos
preciosos lirios azules entre los que se deslizaban las lagartijas y
las culebras. Y en el cielo podían verse volar a los alimoches y
algun halcón peregrino, entre otras aves menos singulares.
No era difícil ver a los rebecos subir y bajar a toda velocidad por los riscos que rodeaban el pueblo y sobre todo en los
alrededores de la cueva. En pleno invierno, y en las noches frías,
también se oía el gruilido de alguna manada de lobos al pasar
bajo las ventanas atravesando el pueblo.
:\.miln(io y umr~ano despr¡/.s de rma Jomada de
Cilla, Con/a escopeta y rmas perdrces or el ZI¡rrón
Los más JOL>e'Les siempre I"IJ compafríIL de 105
adultos qrre les adrestrabrm y vigilaban
Valporquero celebra su fiesta anual desde tiempo inme~oriallos .días 1S Y 16 de Agosto. La Virgen de Agosto, que allí
la man Bomas en honor de la Virgen de la Asunción y el día 16
lIade San ~oque. La celebración religiosa iniciaba la fiesta. Para
todmar a mIsa había repique de campanas en la que intervenían
tu os aquellos que conocían los toques festivos guardando su
rno de intervención y haciendo una larga cola formada en la
escalera de piedra de la iglesia que subía al campanario.
- 21 -
lEl l"e,rsI de ({)tIlporqucro _ _ __
Los vcrmrcíllllcs, como llamaban a los hijos o nietos del pueblo que vivían fuera, y que venían a pas.lr
el verano, rivalizaban en destreza tocando las cam panas uno tras otro y aquella justa musical podia durar
mis de una hora. Las fotos del cam panario de la Iglesia pertenecen J aquella época.
Después tenia lugar la procesión con la imagen de la
Virgen que paseaban en unas andas precedida por el pendón del pueblo y acompaliando al cortejo un t.lmborilero
y un dulz.1 inero. A veces también una gaita, dependiendo
de la economía de los vecinos. Las mujeres del pueblo tocab.lI1la pandereta, instrumento que no faltaba en ninguna
caSJ.
Esta foto de 1930, IIIlIes/m 1111 detalle de la I'romró,r(Il 111 que el /Ulles/ro [),ego
GOIJz,í/e;: lIem 11110 dt' 105filro/N y 5/1 luJO Fmralldo ¡liS alldas de la Vrrgen. Josl
C(//"{dlJedo, ti (;Ir/ero, llCOIII¡ltIiill rl cortejo.
La tradición se mantuvo y en los alias sesenta la procesión segufa teniendo lugar recorriendo algunas calles del pueblo. En la foto el cortejo vuelve por el O tero hacia la Iglesia precedida por el pendón.
Los pendones eran
estandartes que identificaban a los pueblos en la
provincia de León y cuyo
manejo exige fuerla y pericia. En la foto los remos
o cordones van portados
por Salvador y la autora.
En la Edad Media
identificaban al grupo
que los portaba en las
batallas. Hoy salen en las
procesiones o en las fiestas y forman parte del patrimonio colectivo.
- 22-
___
Una de bs costlll11br~s de Valporq tle ~
ro era b celebración de La DÜ/I1a, un acto
fest ivo que tenia lugar el día 16 de agosto,
nesta de San Roque, o como allí decían El
día SlglIICll tC de Boíuas. Muy temprano los jóvenes del pueblo iban casa por casa y entre
bromas entraban en tromba en bs habitaciones y a bs mozas que sorprendían en la
cama bs levantaban y las sacaban a la calle
tal y como estuvieran vestidas. Al mismo
tiempo pedían a la dtlerla de la casa algun
regalo. Generalmen te solían ofrecerles la repostería que habían preparado para la nesta,
pastas, dulces, brazo de gitano, galletas, magdalenas, y .llguna botella de orujo. Por la tarde hacían de nuevo otro recorrido para seguir recolectando alimentos y al anochecer,
todos juntos con aquel botín preparaban
una cena a la <¡ue estaban invitados los jóvenes del pueblo. La celebración tenía lugar
bien en la casa de Concejo o en el Atrio de
la Iglesia. Yal terminar la cena había un baile
con pandereta, instrumento <¡ue las mujeres
de Valporqucro tocaba n con gran maestría.
ge.~oyla
Cammo de la 19leslIl, Augfles, Ameba, Man Drazy ROj{lno.
/glt5ra rI 15 de ¡Igos /o.
algullas, van
nguro.!amwlt de lu/o, por tlfallcmmtIJ/iJ de wlfall"llIIr. Man/jll /tI hija
de José Candmledo, por la IIwer/e dI' Pe/M, 511 I/wdre, y la autorll y 511
madre, (/Il'nmer támino, pOI' la IIUlfrll' de Sil (11111..111 mI/lema, llevan
rosario.!, gu(mtrs negros de I' ll mjl' y II/1Stll. Debil)O, Imlbll5 COIJ BeatriZ,
Gn/pO de I/W)eftS tnlos aHOSStSm/tl ml/ww ,le la
La.! mu}ertsll(VavtIIl 11(10 IlII nllr a mIsa y m tS/'1 IIIl11gtIJ,
Otra costumbre del pueblo tenía lugar la noche del Sábado de Gloria conocida
como Las Albricias, nombre qu e se les daba
a unas murlccas que los mozos de Valporquero colocaban en el balcón de la joven de
la que estaban enamorados.
Ill'rml/llll
de Manl)l/.
También la noche de San Juan, el 24
de Junio, celebraban la nesta de los Ramos,
en la que los mozos colgaban en las ventanas de las 11101..1S, bien un ramo de nores,
un paquetito de caramelos, un pañuelo, etc.
Se subían a las ventanas para depositarlos y
aprovechaban aquella incursión para llevarse lo que el vecino tuviera en el alfei1..1.r de la
ventana para orear que podía ser un queso,
una pierna de cordero, etc, Y por la noche
Con aquel botín, todo el pueblo celebraba la
llegada del solsticio de verano con una cena
y Una hoguera en El Otero. Era la noche del
fuego.
- 23-
También cc1ebrabJn torneos de bolos en 1,1 explanada
del Otero junto .lb Escuda. En
la mo(:blid,ld que se juega en
León en el C1stro, COIl nueve
bolos y el miche. La foto muestra el campo de juego donde
esta la malla desde la que se lan·
zan 1.1S bolas que son semiesféricas y partidas por la mitad. La
foto es de 19\ 7 Y esta tomada
junto a 1.1 escue!.l y como nota
curios,l vemos que detds de los
jugadores, como espectador, a
su izquierda, un guardia civi l vigila. Este eS un juego de hombres que visten rigurosamente con tr.ljc, cJmisa blanca abrochada al cuello y
boina negra. En e! grupo no hay mujeres. Solo una niña.
El O tero era el luga r
de reunió n de los vecinos de! pueblo y los veraneantes también partici paban de esa cost umbre
p,lra celebrar sus tertulias.
Ademis desde ese lug;u
podía n ver la carretera y
,lsí estar atentos a la llegad J. de cualquier persona
q ue se acercara al pueblo.
Se esperaba la llegad,¡ del
cartero cuand o enfilaba
la últi ma curva o hacían
apuestas sobre qu ien era
el viajero desconocido. La
fotografía es de 1950. Actualmen te, esa imagen evocadora de vecinos y veraneantes charla ndo
bi,ldo. Lamen tablemente hoy pued e verse en el lugar en que Se encuentran sentados
un moderno contenedor de resid uos q ue da la bienvenida a los visi tan tes y para completar la
una mara iia de cables sobre SllS cabezas corta el cielo claro de en tonces.
Desp ués de Navidad el 26 de Di ciembre tenía lugar la fiesta del protomá rtir San Esteb"n, ,;(.
ocurre en muchos países europeos. La celebración tiene su origen en la Edad Media y la cos,toO
era ofrecer regalos, alime ntos o d in ero a personas necesi tadas. Esa tradición tJmbien la conse"'"
en Valporq uero con el no mbre de la fiesta de 105 Torrcwos¡ aunque aquí seguían sie ndo los ·
los protagonistas y los be neficiarios. Gloria Va lle Candanedo nos fac ili ta la let ra de las COI"as, qu
jóvenes ca ntaban cuan d o iban pid iendo donat ivos por las casas.
- 24·
_ _ __ 'le,!. M¡rnoriu
D",//lOS 11111.'1'05
°tarrallos
Alegraros compmiems
que ),alo PCO I'flllr
(DI! el torrL!Zl!o mla /1/(1110
los h//fI'os 1.'/1 el /lumdd
)' dllllTO pam pa/I
para sostelle,. la gellte
qlle trae IIlles/ro cap/M/I
51 1I0S da/S (} 110 /lOS dais
aquí 110 05 detl.'lIgais.
Quidesc COH Dios soiom,
hasta el mio IIl.'lIidrro
y 1t'lIga sall/d y sl/erle
¡}(1m dan/OS t'I torrez/lO.
SOlllOS polm!s cscolrmtt'5
y It'IIl.'lI1os/IIlIcho qlle am/ar
fil/lllOS a pedIr a Frallela
/lOS d/erml 10/ gallo negro
El gallo tielle I/lIa falta
(/IIt' sr /lOS 1111.'111.' HU/nelldo.
Salga la seliora salga
51 (1'1/1.'1'1.' 1'1.'1' al I.' lifermo
y si l/O le quiere 111.'1'
5(1(1111.'1105111 / bUeII tonnllo.
Una vez hecha la colecta, con lo recaudado preparaban una l11eriend.l en la que participaban todos los mozos del pueblo y bailaban ,11 son de la pandereta que era el
instrumento por excelencia que util izaban en Valporquero. Las mujeres tenían una gracia especial para manejarla
adoptando unas posturas armoniosas que acomp,lsaban
con el ritmo del toque. Tenían un ampl io conocimiento
de la música tradicional, el baile ·agarrao~ habaneras, jotas
yotros sones. Dejaban resbalar con destrcz.1 1os dedos por
la tensa piel de la pandereta produciendo sugerentes repi ques y haciendo sonar rítmicamente las so najas golpeándolas en distintas partes del cuerpo para producir ruidos
secos y sincopados; pero siempre con un gran sentido del
"tmo.
5flltmfos ,M.mlc de 1" EsO/ela, Am<!llc/O y 11 I,m Gatoíle=.
Alfondo /11 (l/SI/ de MICllih
F.stafoto plTtmca" ,,, fiesla dd ¡mcMo m d mio /927 y fslll la·
mad,/,'n d 51(.'rro ,M Cog¡¡l/olI. El Cogullon l'S 1111 miSIl/l/O na/u/mi" Clerlll difimltad e/ (¡1rml, ,,l0.l'
m/ slfrwdo sol'rl' 1I1 (/1('\11/111'
"r¡/¡m¡fmml!' m
"'lllellll t'PIl(1I {'(Irlfoto mI wllllllrd,'. Jl!I(¡/C wrst'
a los 1IIIIsIW5 I¡III' IlII lcm.::al'''1I (l/II/llldl" O(ll.5Iml
tllllllJ(Jnlrro
1" romcría; 1111
y 1111 gmtrro. JI/n/a "ll1l1la de ( Imll,ld Mal/c'l Ennl/lIt'
GOII:ála y (/cbaJiI x'lI/ada (1m 1111 som/m'ro y Im)e oxwv sl llrerIml/JI) r-mll/mlo
GOII::lÍle::.
- 25-
En verano regresaban al pueblo los antiguos
vecinos y sus familias. A finales de los :uios cincuenta empez.lron a celebrar la fiesta de La cordera
con una romería. Los veraneantes adquirían una
oveja que pagaban a escote y celebraban un banquete popular, en un prado cere.lElO a la entrada actual
de la cueva donde intervenía todo elmulldo en la
preparación y en la celebración del festín.
Al final del verano, en septiembre, con la
llegada del frío, el pueblo se 31etargab3 qued3ndo
casi vacío coincidiendo ese tiempo con b desped ida de los veraneantes y a menudo la llegada de
las primeras nieves.
ISIdoro C;ollz/llcz y IIIWS wmgos de Ovu'llo bIIJOc/ CogulMII. NóleSt'
lodos lIew/II 105 ulSCllr/fablcs pillos y cac1ws el! /I¡ !/IIUfI) I'am
qUé'
aymlllrst el! {II (XWI1IÓIl.
O/ro gnll10 el! Cueto (011 HlgllllO. Evt'/l(lo, Allln y 511
IIIllIln', G/oria, ManlJ/I, El1llqw:, G¡uullllulICe Isidoro GOllztila.
1111é'
eslll datldo md,caaones alJolágmjo paro (JIC/latlmr 11I foto.
Esta es una imagen de un grupo de vecinos del pueblo hecha en el invierno de 1.927 po r
ro Gonzálel delan te de la Escuela. Los hombres
visten con traje oscuro y camisa blanca sin cuello,
abrochada hasta el últi mo botón y casi todos con
boina para protegerse del frío y madrelÍas para la
nieve. Uno de ellos con una forca para recoger la
hierba y la mayoría con los clásicos palos. En la
imagen hay mujeres jóvenes con ropa más mo derna de color claro pero las mayores visten de
negro riguroso y con palÍ uelo en la cabeza en una
imagen qu e podríamos encontrar en cualquier
rincón de España.
- 26-
- ___ %0'Vm orIQ
El 26 de diciembre, día de San ESlcb,m, COll d pueblo nevado, se cclebrab.llllos Palurd/Os (expresión
del asturi.lllo orien tal guc significa palurdo, tosco, grosero) Era una fiesta en 1.\ que los mozos de Valporquera se vestían con pieles de oveja simulando ser 3ninulcs y con la e.tra tapada.
L1cv.lban cencerros y una bolsa con ceniza, Era un código comunicativo en el que los va lores de la
masculinidad quedaba p.llen!c. Probabkmcnte tenía su origen en un rito cclta recogido por los c.mtabros.
La adopción de rasgos zoomórficos señala su antigucdad.
Espcrab.\Il .1 la salid3 de la misa a las mozas que ese día iban naturalmente bien vestidas. Llegaban
atronando con el ruido de los cencerros y a las jóvenes que podían sorprender, las rociaban con ceniza
manchándolas el traje y la cara. Después de aquel ataque incruento, del que solo sufría la ropa, iban a pedir
por las C.lSaS y recogían todo tipo de alimentos que servían para organizar por la tarde una fiesta donde,
como de costumbre había un baile con pandereta.
Foto hecha probablemente en 1945 delante dl' la Iglesia. Por un mal tratamiento del originalse han
deformado los personajes pero la incluimos porque en ella hay Illuchos vecinos de Val porquero, aunque
no podemos identificar a todos. Según indica Gloria C1 ndanedo fue hecha por el sacerdote el día de la
loma de posesión de aquella parroquia.
I¡ d En la foto se encuentran Beatriz, NUC.l, ¡tJ, Carmi na, Isabel, Petra con Gloria en brazos, Manuela
de e ~edro. Los hijos de Benita, Leónid.ls y Petra, las hijas de Adoración; Isabel y Gloria, Lorenzo hijo
M J~us, Manuel, Diego marido de Virginia, Rosa la de Pedrines, Manuela la de Pedro, Trinidad} Felipa,
¿cedes, Domitila, Genovcva, Rosa la dl' Juan, Antonio, Adoración, Micaela, Obdulia, Lolo, Lorenzo,
uet Pedro
- 27-
If:l lKe,1"S1 de « )ulpon:,uel'o _ _ __
Curiosamente en Valporquero cuando citan el
nombre propio de una persona suelen .liíadir ~e l de" o "la
de· )' aliaden el nombre del padre, de la madre, o del patriare.) dc la familia y asimismo suelen identificar a cada
persona con el prefijo tío o tía que nada tiene que ver con
el lazo f.1I11ilia r. Puedc ser Juan el del tio Manud, o Luisa
la de la tía Dolores, etc. Pero este modo de identificarlos
nunca es despectivo.
Olra mUlgm 1/1l11gllll, Ile 1m II/I/r.s Cl/llrfllla (011 II/gIIIUI5 1I111/trej 111'1 pU/'b/a.
I::qwrrd,¡¡
CUllrI"lupf,
/a ¡mmCfa d('/II
"I/xmw, 5//
IIl'ml/1II1I A l lmdll:~:5/1
IUJiI
11//1/,
//1
dI' 1)""&0 Cml::lllr::,/wlla 11
Jlfqrlclli1 Nut"<l. '/illlll>lI'lI /115
El earll' dI' "da t'S u/ólh,o 1'11 ((wlad,IS, ¡".taplo
m /11 I/1II)'or qut Ile\'a t/ el/Isrea I/wlio dt hu ptrsollrls de ((llId.
IlCOIII/wlml alrll5 ¡'I'WI!l5.
Esta fOlagrafi/1 puede tflltr 1I/10S60 mros y ell el/a ~ t l/(I/tu/mll
Marll/II Camlllll('(/a embarazada dc SIl /U/il JOSt~ ~\hlCl'slao, Mrcatl/I, Pedro, Ba//Il5tlr, Rr//I, dOSS4I(udoles )'('[gwws pI'OO"iIS/IIa5.
Es/II otm I/lItdl,lll di! pmlClJl,osdr los DI/cu(n/" ft'{O/l(){tmosa Clla-
da/I/JIt' GorrzIJ/;'Z, Mil/lIJa, el (11m del ,111<,11/0 y 5/1 mm/rr, MllllaMo
el d( E/lril//lt, AII/III/C/O yo/ru ¡xrsDJlu q/IA! /la podm/05 rllentrfimr.
Trmullld nía Ftnllil1l/l':: «()¡I /SITrrmdatl mU/rr tr"lld/mlo",
domo
y gl'll("ms¡j;
mili
1111",/11111'51/
de
IIWI
pr(::II. AI/II; (11 Sil IIII"'/ltud.
nIego ¡:"~'r"l1lllli{r::, ("-tro Dll'gij¡r", p"-
tire (Ir Tmud,ul. N!./ssim·det'!I'IIlI'I/1
JI"m rmm{ar a /05 hombrrss Ile SIl
gl'llt'nl(iÓ/I 1I1</' frrmm cml Sil eifr/I'r::0
los arlifiu.!i ,Ir {,I pro.sl¡md"d qllr
cl¡lII/'blo
1111 '(1 ('/1
su 1/101/11'11/0. COI!
1<'l/ill.Y gmt'rosid,lIl ¡"Ollstnl)'tfOlI COII
$lIS P'0l'lIb lI1,m05 I11 (.!imdll /'IIf(l
tlmer.m 111 oportlllu d¡¡d de t5w/an::w"S( l'II /1/1 sr/lO tau
que sus lu/os
rl'motll.
- 28-
~ cyamilia
de <])iego GonE:áfeE:
La f.1l1lilia González Gonzálcz eran naturales de Valporq ucro. Diego Gonzálcz Fernández, había
nacido el3 enero 1.870 y Maria González CJIlSeCO, su esposa, el 18 febrero del mismo .lllo. Disponemos de los cc rtihcados de nacimiento, matrimonio y defunción de ambas estirpes, desde \.700. Todos
nacidos en Valporqucro excepto algun an tepasado que procedí;l de Vcgaqucmad.l.
El padre de Maria, Ca rlos Gonzálc'l y su esposa Antonia Canscco fallecieron respectivamen te en
\.8S 1 y 1.840 en Valporqucro y los de Diego, Francisco Gonzjlcz e Int's Fcrnándc'l cn 1870 y 189 1. Las
actas de matrim onio de los padres de Diego)' de Maria describen los requisitos que era n precisos en
1.866 para con traer matrimonio.
-_.......p .......
,
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trU.HUKL ItOUIUOUf.l. OIP2. W~1IT1tAIXlR DIE U. PARROQUIA.
"M.If.I'11lA SOORA OI! LA.\IlJNClOtI" Df¡ VA1..l'OR(jUERO DE TORIO
0-,
CHRTl fI CI\.
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Il& TOIIIO
w.N1A:.L lt:ODIUOVE.Z DIl!.l. CUJV..AUM.lNISTlWIOR OI! lA PARIl.OQtJlA
"NtJUl1lI<!EAoRA DE LA A$I.JNCI()t<I" DE VAl.l'ORQUERO DE TORIO
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I5r.-'_ ..
V ...... .... _ ...
,..-ccrifi<:odo, .. v..~
. Toño .OOÍii. F.-.. .... ....-.-_yooloo,
- 29-
(El ( Ke,1"S1 dI' <Oalpon lul'ro - - - -
El modo de red,Kción y el contenido de los documentos de la époc.\ nos reveb algunos datos de la
vida en Val porquero. Transcribimos el testamento de 'lt'res.l Gonzjlez C.mseco hermana de Maria Gonz.ilez, dictado el 4 de sept iembre de 1902 en el pueblo. Teresa no s,lbía leer ni escribir. El analfabetismo
entonces era una bcra de la sufrían particularmente las mujeres. Así se explica que en aquellos pueblos las
costumbres y tradiciones locales pasaran de generación en generación por tradición oral siendo las leyendas y los romances el modo habitual de contar b histona y los .\Contecimientos del lugar. Transcribimos el
test.unento de Teresa Gonz.ilcz Canseco hermana de Maria Gom:i!ez, d1Ctado el4 de septiembre de 1.902.
TESTAMENTO de Terestl GOllzález Camero
111 dics l1m¡lillanml
El! Valporque/"O a las vfÍnte de la tarde del
día tres de septit'l/zbrede mrlnoveciCIIlos dos, drgo
yo Teresa C(J/lzále: Cmlseco de warC/lta y ocho
mios de edad .'ecilla de dre/IO pl/eblo, parroqwa
de IIuestra Sra. De [a ASWlcióII comorte de [51doro Salllz y COl!zález de la I/l/sma lIatumlezll
y I/cmldad e hIJa legrtlllra de Carlos CO/lzóle::. y
AI/tollía Ctmscco )'a difulltos IIIIS COllvmllOS que
Ira sido y vcclI/a del mltcdie/w Va[porquero¡ que
Iwllálldome enjerma ell ca",a de ulla etifemledad que Dios /luestro selio/' se Ira servido darme
pero ell mr S(llIO juicio e/ltellCli",it'llto y volulltad
creyendo COIIIO fimlClllc/lte crco C/I el misleno de
[a SmztfslIIUl Trillidad y demás dogmas deje que
lielle y cree I/ues/ ra S(III/cr madre la Iglesia Católica y Apostólica y rO/l/mili ell CIIya je e lIivido y
(Juit'ro monr otorgo este mi testalllC/lto CI! [a jor",a siguie"te.
Es mi volulltad que verificado
"/- .... ~;.
,..•• , >l •
10 __
..c.......
jalleci//Ilel/to sea ",i cadáver depositado el/ la (orr"spOlldlelltecajCj y sea sepultado ell el cementerIO de
la parroqwa donde teuga lugar mi jallemmellto.
Es 1/11 lIolulltad que se alumbre sobre mi sepultura cuatro aiios cOlIsccutnlOs a CO/ltar desde el día en q""
jallecim¡ento, COIIIIIW luz ell cada en cada tillO y que se lile ofrCllde segúI. costumbre de parroquia
1111
oc,,"',
lO
Mellldo a la Clsa Sarrta de jerusa[éll y redellció/z de C(mtibor 105 deree/lOs de costumbre. Qliero se ,¡p/iq'"
por mi a[IIIa treillta misas rezadas Sil estipmdio wra peseta. Cm l mas 1/11(1 para e/ etenro des(mlso de m; padre
por lIIi madre otra por mi difw,to marido y olm por mis ¡!Cmlmlo Isidoro y Mal/ue/a olm por lI1i lrer/IJ{l/W
otra por mi suegro. Q /Íero se aplique/! por mi a[lIIa [as siguielltes ,,¡isas votillas; Ulla al santo de lI1i "o,"b,"e, otra'
salita állgel de mi glwrda, otra al sallto del día CII que ¡rad, otra al SClIItO del día el! que OCllrra 1111 (al¡lccj l llj,,"t<\ oI!
a la VirgCl! de la guía que gllít' mi a[lIIa lrasta palier/a ell e/fdrz estado cuque deseo, otra a [a de la portería,
- 30 -
/!I1t's/m st'/iora de la AS/ll/ció" $rl t'strpmdlO eu !'C1II(¡OllCO cflrtllllOs cada rllla, otm para l/liS abuelos Sil estipe/ldio
///I(/I,,'se/as. f)cdaro {/lIe de mi aifimto "/Imda y cM legItImo matnmolllo ha IltIlm{o dos IUJas/lamadas Antouia y
Maria de la ASWICiól1 SaiHz lo que será IIIJrlsto c¡l/e dt10 en 1111 COl/ccpto el/ mt10ra a mi hija AII/ol/ia S"illz la parte
de casa qm' /lit' (orrespollda el/ la casa II/atmw, lego" 1111 IIIJo polítICO Patncio GOllzálcz la tierra dellollllllada las
jlel/tes que !lIIda al este COII Salllos GOlluilez alllort" COII cl/l/ismo Sal//os C01lzdlez cOllla colldiciólI y cargo que
estas 1I/1.7ora$ a Al/toma y Patricio es altmrbrar sobre IIl1sepllltul"O IlII mio C01I II/Ia l/lz. Item dejo y IIImrdo el blley
que esta 1'11 /1" casa hoy día de lajec/1tI a III1II1JO Pa/nc/O COI/ el cargo de pagarlos C/l/CI/Cllta dI/ros que se deben 1.'/1
¡"j.'llIlill a Clc/l/el/te GOllzález ídem/e ccdo ajaLlor de II/i hijo
Al I/lCllciollado Patricio toao lo ql/e IIIC Plleda (orrespomler el! el e'rdo Gral/ae COI/lO igl/a/mente le malldo
dos camcros Y la jata quc compré a //11 COIILICCJIIO Diego Díaz. Ytambié" es lIIi vo{¡mtad dc malldar y de por dispuesto
que OCllrrido IIl1jalfecmllCII/o de c//tdarles/os gil/lados a ""5 dos hijas ell/ajorll/a sigwellte. Malldo a lIIi hrja Maria
dt'/a ASUllció//!allaca gral/de, ítelllll/wldo a lIIi hija AI/toll/a el Jato y la jata pequflia y las o/lejas las dividirál/ por
partes Iguales las dos, íte//llllaluJo a /IIi Ilija Marra de /a AsunCIón cl regadto IIIejor que tellgo, íte", mando ami niefa
Maria el /lrcwteo dc patio Ilegro. Yasilllisl/lo a la automlad judicial que mtervt.'llga eH este lIIi tes/all1.clI!O y 1I0mbro
por invCl/ta/"ladores tasadores de todo 1111 mpltal y al IIUSIlIO tiempo d,Visores extrajudicialcs a Diego González. y
FrallciSfo Blal/co l'eCllIOS del mellClollado p/leblo a qwmes dejo por albaceas y testalllmtarios para que tan luego
owrra lIIija/lccilllit'llto se apodewl de todo 1111 capital a vt.'llir de /osl1lejores y II/as biCI/ parados ve/ldal/ CII publica
almolleda oJI/era de ella hasta completar dcjinifil'wlICllte (lWl/to por el biCI/ de mi alma dCfo dISpuesto y i/lStitllyo
por mis ríl/icosl,emleros a mis doslrlJas Antollia Smrz y Marra de la Asullción 5aHz y por este 11 11 /estalllCl/to revoco
al/lila walltostl.'stalllelltos hubiera hecho (/lItes de aflOra por esento o de Pí¡labra pueseSllli volulltad /la tengal/ valor
algllllo y qWfro 5" tellga este por balido C/I todos Sl/$ partcs el prcsc/lte tes/ame/Ita y así digo estar
COllforme m/te /05 testigos que lo 5011 D. LeÓII Ascllsio Crrado párroco de este pueblo y Pedro GOl/zdlez Duz
y Santiago GOllzález F('málldez, Fro¡]ml GOII¡:.ález y Gregario Huerta y por 110 salJCI-jimrar la testadora lo hace /111
testIgo {/ mego que lo es Mallud GOllzález y COllzálcz que IIImlifiesta 1(1 testadora de hallarsc cOIiforme COII todas
sus partes de que cOllt/cl/CIIlas $iglllt.'lltes; Es 1111 Jlo/'mtad que {iS/sta a /111 {'lIt,erro el párroco o tllcarro de la parroquia
dedOllde o(l/rl"c/ 1111 jaf!eel/lliolto, Y por e$tar COIifo1"1I/1.' firmo COII los tcstlgos ell Valporqllero a Cl/atro de septiembre
de mrlllOVecit.'lltos dos.
Abajo figuran las firmas de todos y cada uno de los asiste ntes al acto.
Transcribimos asimismo el acta de matri monio de Diego y Maria del Registro Civil de Vcgacervera:
Acta de IlIscripClóII de 1I/(lll"ill1ollio ((/l/óllieo celebmdo por D. Diego GOllzdlez Fcnuflldez y D/ia. Maria
GOllzdlez Cal/seco.
En Valporqllero ¡¡ veil/tiséis ae julio de II/il oc/rocín/tos I/ovellta y tres hallá/ldome yo el infrascrito D.
uel
¡al/ GOllzález, jl/ez MI/IIIC/pal de este Dlsinto el/ la Iglesia Pt¡rroq/l/a/ de Nuestra Seliora dc la Asullción a
lIJe trasladé para asistir 1.'11 CIImp/mllellto de lo dispuesto CII el artíw/o 77 del Código Civil a la celebraciólI
el /lIatrimollio callól/ico COI/traído filtre Diego GOllullez Fenuí1Uiez y Maria GOl/zá/ez Cal/scco C1/ virtl/d de
/"de
·31 ·
\f:r ( Ke,rst dI.' ({fillpor'lul.'ro _ __ _
.,
aviso que recibí declaro que el! mi presencia ha procedido el presbiterio D. Pedro Diaz SlIárez cura ecónol11o de
la Iglesia citada a/mir ell /llt/lrimollio ((lnó"ico a los rqendos Diego GOII:ti/ez Femá/ldez de edad de veintitrés
míos de estado so/tero, lIatl/m/ de Va/porquero, residellte ell e/mlslllo, IlIjo ¡egí/1ll1O de Francisco e IlIés ya María
GOllzó/ez Ca meco, edad de veintitrés mios, de estado soltera, /latura/ de Va/porquero y residIendo ('11 el núslI/o,
IIIJa legítima de Carlos y Alllollia as/stlwdo a dIcho acto los testigos Diego Dícz y Agllstín GOllzó/ez de Va/porquero y Vegacervem respec/l\lamt.'lIte. Los cOII/rayentes han cOlllparecido alltt.' este juzgado para la crlebración
del matrilllonio ell la Jorma que la Ley prellime. )' para (/lIe cOllste illscril}o la presmlí' acta ell 1'1 Libro Registro
de este jllzgado secc/ó" de lIIa/rlmollios a los eJectos del artículo 77 del Código CivI/ CItado firmálldola comlllgo
los cOIltrayClltes y testigos mellcimlados lo qlle certifico.
Diego y Maria se casaron el 26 de julio de 1893, tcní.1l1 23 años. Tuvieron siete hijos, Inés, Pedro
qu e nació en [899, Gregorio que nació en 1900, Isidoro en 1904, Enrique en [908, Guadalupe 'lue nació
en 191 OYFernando.
Las familias de b époCJ solían tener muchos hijos para asegurar su descendencia y estar mas protegidos al llegar a viejos. En aquel pequeiio pueblo de montaila el horizonte de sus habitantes era solo el
trabJjo. El hombre se ocupaba del campo y los animales y la mujer atendía a la prole, JI marido, cocinabat
amasaba, cosía, y en Val porquero además tenía que cu mplir una de las tareas nus duras; lavar. Para llevar a
cabo esa labor, tenía que desplazarse a la fuente con la carga de ropa y a veces romper e! hielo para poder
utilizar el agua. Los hijos, dependiendo de su edad, echaban una mano en las labores que les encomendaban, y si la familia podía, los enviaban a la ciudad para que tuvieran otras oportunidades.
- 32 -
____ 1..1e, !,,'V'moriu
DIego G0I17;llc7, hUl'rt:mo de p3dre desde muy nillO, gurdo .1[ cuidJdo de "iU [,mili,lo Estudio btín y
hU11l.lIlKbde~ con un dónrlllc ,l!1tc~ de conseguir su
titulo de nuestro. El protesor con el que se pn:p.lró en
León cr.lllll .¡migo de b t:u11ili3 p que un hermano de su abuela I11,Hern.I,Jo~0 FernándC7 Lópcz fue sacerdote dur.lI1tc 2-l .lIl0:::.t'll V.llporquero donde tuvo gran predicamento por sus conocimientos}' rectitud.
Tal veldebido a ,"iU ejemplo siempre hubo una gran inquietud cultural en la t3milia 3Icnt.ld.\ porel p.ltriarca
que disponía de una buen.\ b¡bliolt'c.1 así como una amplia cob.:ción de periódicos que L'ntollccs, t'n un
pueblo 1.111 .üsl.tdo, efa una rarCZ<l, pero que permitió a la famili3 seguir llluy de cerca los Jcontccilllicntos
del país. En los .llios sesenl.\ lodavía se conserv.lban en la CJsa,.1 pesar de ll.lber t'st.ldo cerrada durante IllUchos aúo,>, dentro de grandes baliles de l1udera forrados de cuero para protegerlos de [.¡ humedad, todos
esos tesoros así como el aju,lr (Imili.lr. O!ledaban muebles antiguos y algunos recuerdos sacros del tío José
de indudable c~lli(lJd artístic,\. COllserv.11l10S unJ talla en Iluder:t de un Cristo ensangrentado de nl.lgniflca
factura frt'nle .11 clue rezaba el cura todas l.ts noches y recordamos un pequeflo y curioso arlll.lrito con Ull
espejo giratorio quc élUliliz.lba para ateitarse.
En el ROI11.1llcero General de León de 1899-1989, public,ldo por l,¡ Fundación Ramón Menéndez
Pidal y 1;1 Diput,lCión Provincial de León sobre tradiciones orales !eones,ls y su recopil.lCión de rOI11,II1(eS
y cuentos dI.' tradición or;ll, encontramos noticias directas de Diego Gonzálcz y su e~poSJ Mari.l. En la
recuper,lción de eS,lS tradiciones or.\les fu e decisivJ ].¡ labor de los colectores que salvaro n de! olvido, localizando y recogiendo directamente de los recitadores la tradición or.li de las distintas !oc.llicbdes. Ellos
los transcribieron y enviaron para su rL'copibción y catalogación. En aquellos pueblos se había 111.lIltenido
viva la tradición romancer.1 que se remonta a v;uios siglos, yque había pasado de gc'ncración en generación
manteniendo la cul tura popular de sus antepasados.
El m.lestro Diego González fue uno de aquellos colecton.'s instruido por el propio Menéndez Pidal
para la re,lliz.1ción de eS.1 larea. El contaba;¡ sus hijos .lquella Jntigu.l relación con el filólogo. Hay IltllllerOSas
versiones de rOm,IIlCeS localizados en Val porquero por Diego González, que recogió muchos de ellos directamente de parientes suyos. En alguno identificJ a la recitadora, Maria González Canscco, como su seliora.
La tradldón filmi]¡ar y el gusto por esta lorm.1 de poesía la encontramos I,unbién en las hermJllJs
de Maria y en otros f.lIni li.lres muy próximos, Agust ina González Canseco y Viccnl.l González, Enrique
González, Isidoro Fernández, Antonia González, Rosal ía Fern.indez y Agustina Gonzálcz CIIlSCCO, entre
otras. Ll tradición continuó y !legó 11.lSI,1 J.¡ hij.\ de Diego, Gu.Kblupe, llue i..'ra unJ. conocedor.1 excepcional
de ese tipo de pocsí.lo Podí.! recitar de memoria muchísimos romances que no solo declamaba sino que
también los cant.ilxl y tral.lba de tr.lI1smitirsclos en los alias de nÍlicz a la ,Iutora, siguiendo el modo como
ella los habí,l.1prendido de boca dt' sus padres, abuelos y convecinos,
Diego GOllúle'lcnvió para su recopi].¡ción y c;¡t:llogación en 19 17 numerosos recitaciones L'saitas
a mal1~ como sc indic.1 cn el mencionado estudio. Algunos de los que se recuperaron en aquella zon.1
fueron conserv.ldo~ graci.ls.1 la Illt'l1loriJ. de Maria Gonz:ílez, esposa de Diego y sus f.1mili.lres más directos. De esos romances, ll1uchos se c.lIlt.lban, .\Unque en su m.lyor partl' solo enviaban la letra, porque los
medios de entonces no pcnnitían incluir la composición musical.
bn
Recordamos algunos de esos rOIl1J.nccs que no solo conocía y recitaba la t:1I11il ia Gonz.ilez sino que
,aban parte dcl.lCervo cultural del pueblo de Valporquero y también eran conocidos por sus l1.lbitalltc~
~ los rnantuvieron vivos hasta que se produjo la di.ispora de sus vecinos. Hoy probablell1ente casi nadie
recuerda.
- 33-
GERlNELDO y LA CONDES ITA
Mes de Mayo, ",es de III(1)'O,
(I/audo fas }lCrtcs cafores,
(l/alldo los loriles bl'llllall,
los mballos corredores,
C!/{lJ/(lo los emllllO/udos
go::abmr de sus amores.
Il'Ístccrlo de mí,
metido en estas prISIones,
sin sabcr Cllillldo e5 de día,
y 1I1C110S Cl/mulo es de lIoe/re.
Si IJO es por fa tortolita,
quc c{l/rla/m por los 1II0lltes.
)'0
Mes de //layo, //les de II/ayo,
(I/m,do Gcrmeldo iba,
a dar agua a sus caballos,
a las eorrimtes de/111m;
",ielltras los caballos I,elml,
Gerilleldo edra WI cal/tm:
La romera qllt' le eSCl/c¡'a,
IlIego le empezó a flalllari
Gerineldo, Germeldo,
paje del rey lIIás querido,
sifueras nco elllwciellda
C0/l10 eres gafán pulido,
dicllOsi/a de la dama,
que se ((lsaril con/igoj
COIllO soy vI/estro criado,
seljora burláis CO/lllIIgo.
No lile burlo Gerillcfdo,
que de veras tt' fo digo.
Si lile lo dt'cís ae veras
a que hora he de ir al castillo?
A las diez se aCl/esta el rey,
ya las ""ce está dOn/udo
ya/as doce es la OcaS/Óll
ellmldo cmlta el gallo pío.
A eso de la media lIoche,
el rey /ll/s/le/l0 Iw tolido
que le duermeHcon/a illfan /a,
que le arroball el (astillo.
·34·
- - -- 'le.S<"Vmoria
Sefi'CSf para la sala
dOlldf 1/1 lIifimlllIrll dOrHudo,
les el/COI /tmse dl/nllloldo
cuma IIlIijcry
mando.
)lb Sl lIlflfo {/ fa Ílifalltillll,
quedo 111/ rCll/O perdido
y 5/ mato a Gcrllleldo,
lí' crié desde cJuqllllfo
Aquí dCJari mi ('spada
pa qlle sln'a de testIgo.
C OIl e/frío del acero
/a iHftmt(¡se IUI t'strt'll /wao
Genlleldo, Gerilleldo¡
'¡lit' /IIi padl"l! 1105 Iza IIIStO.
¿Por olUie bl'Jar¿)'o
que l/O sea w/wcido?
Ca/:a zapato deseda
(/IIt' /zo seas (ollocida,
!mjarás por los jardines
cortí/lldo rosas y lirios.
El rey, COIIIO ya lo sabe,
al ellcuentro /t. 11(/ salido:
¿DI a ólIde v/clles, Gerillddo,
tal! blanco y descolorido:'.
Vf'IIgo de Corri!r lasgarzas,
de las orillas del río.
Esa garza Germeldv,
/l uís acá fa habrás teH/do
o te has de (astlr (011 dfa
(} !tI has de bllscnr /l/arido.
¿Cómo IIIt' he de casar COII ella
si 110 tellgo pi/l llestido?
jCólllprasde desayal
qlle lo tlellt' mert'Cido
Twgo IIecllo votoy promesa
a la VI/gen de la Estrella,
de /10 casarme con dama
qu(' haya donllldo eO/I ella.
- 35 -
Ir:! I ~rsl
,,k C()ulpor'lurro _ _ __
)~I St'
Jw forlll{/do 111111 guerra
el/ AmgóH y Portugal
y al (O/ule de Ce/"/IIcldo
Je hall /lolllbmdo gel/em/.
Gewrddo, si tt' I'as
¿Qué trmrpo podrás faraar?
S, a los siete mios 110 vmgo,
dO/ reel!a, te podrds ((/5m:
Se pelselnJ/1 siete mios
y algullos días de más
de los siete pa 105 oc!ro
le salierO/r el Il11s((Ir
y m el medio del ({/l/lUlO
1111
pastorcito meolltr(/¡:
Por DIOS te pido, p(l5to/;
por DIOS y por (andad,
{111t' JIU' IIifgues 111 mCHI/m
J' me digas la I'mlad.
¿De qlllell es tmlto gmwdo
COII tmllo Irierro y sellal ?
Es del conae Call1eldo
maiiana st' II{/ (/ ((15m:
TOllla esle doblóII de oro
y I!évomc 11511 parla!
a pedir Hlwlill10sIIa
que el conde /t' salió (I dm:
¿Eres //Iujer o demomo,
que 11/1.' VIClles a tCIIlar?
So)' mlljer, 110 50)' dell/olllo,
so)' IlImllJer /lolllral.
OJledCII (011 DIOS los sC/iorrs
los que 1111 bod{1 esperáis
que yo lile 110)' COI/mi esposa
que lile ha vellido {/ buse(/¡:
- 36-
_ ___ (1e,!..M,fmoriu
CA SADA DE TIERRA S LEJA NAS
U/la (asadll/tI
de tierras l(]tmas,
COI1 /a escoba bmTt',
COI! los ojos /'lega
COI! /a bom din'
¡Q!lifll fill'ra soliera;
LCI'llJlta IJlflndo,
mt qucrós
a /a '11 madnm
lile la llamaréis
5111/('11
Levallte, madr;((I
de dI/ice dormir
que la blal/((/ Iwi"
quería 1'(/"":
Si la bllil/ca pare
y pare varó"
d/a rel'mlase
por el wm:óll.
Pare, //IlmllJO;
(011
la Vlrgm SIllita
'lile a la IIIll11adrtc(/
/10 la eneol/lré ell casa.
LCI'(lIIfa,
marido,
si bicll lile queras
a la flllzcmlll/J/ ú!
lile la llamareis.
Lel 'lm!ll /¡crlllaH/CtI,
del dulce do","r
que la b¡mI({j ,wio
quería panr
Si fa blall((/ par('
y pare varó",
dla m 'enlase
Por el corazóll.
LePall/d, marido,
S, b'CII me queréIS,
a la mi lIIadnca
lile la l/amare/s,
mmquc es/aba lejos
IlIego volveréis
-37 -
Lc?I'ilJlte I/lIsHegrc¡
del dll/n' do,."ur
'Iue fa bl,mm ,mia
l¡/I(Tía panr
VUdl'e(I.',
l/U yenlO.
vl/élvde a tus puertas
qm' qlledo am¡¡'-ulI!do
/as mas (IIgue/tas
Levanta, pavero,
y vete iI los pavos
y escoge clmás gordo,
y e/mejor (rjado
Ya viene sI/l/ladre
por pellas y /"/Seos,
yá call1al! /05 gaflos
y emplllall los pICOS;
yá vJe/le s/lmadre
por mcos y pl.'llt/S
yti SI/CllilH tocar
campallas lall bellas.
Dime pastomto
que guardas ovejas,
dime por qrlÍl.'I1 toal/J
campal/as tml bellas
Uf/a casadma
de tierras lijmlll:i
que IIII/rió de parto
por 110 haber partem
por mala cwiada
y peor SUfgnl.
LA INFANTA PRE¡'Í/ADA
Un peral había 1.'11 Roma
que lilldas peras cnaba,
fa dama que las comiera
se quedaba embarazada:
Las comió la hija del ny
y se quedo emiJamzada.
- 38-
- - -- (le,\¡\!.flllorig
UI/ día ,/)(/ po misa,
/a lHadre fa n?l'amvlI.
-¿QJlé t/elle fa Sdl'lillita,
'¡/le la saya pillga y larga?
-/.,(/ wlpa la tU I'O el sastre
que la d90 mal corlada.
-\le, Sill'mw, 1'11 (asa
11
pOl/erle olra lilas ¡(liga.
'ríl seJlle po/"(! el jardín
dOIle/t' el jardillcrv esta va;
y fIItrt' dos serrlllas blal/cas
W I IIIlio
panó Sdl'OIw.
Estando CII t'stas raZOlles,
1111 pobre a fa puerta lIalllll,
-Vey COI I Dios, el pcn:grill o,
que estoy /l/uy oCllpada.
-¿QJlé mal I/cm'la se/iora?,
'lile yo se fo remediara.
-De tres /¡ijtl5 r¡l/e tmía
/a/llo)'or la t{'llgo ",ala.
Mrite/e Vl/t'IIOS cameros,
le de ((In/e salada,
que m WIIIICS o trdllta días
110
Sllllal la
a 1111511110
!'aya,
está la iglesia IIII/y fría
y St' 11(/ a pOller más mala.
SANTA IRENE
A las doce de la lIoche
/111 pobre pidió posada;
los padres como mm dÓCIles.
dios luego St' la daban
De las tres llijas del rey
le pidió la 1I1(ls salada;
el padre d,ce que tia,
que el/lO se la otorgaba.
sacó por 11/1 balcón
COII Jmlor de W/{l CrIada;
la cogió elltre los brazos,
y al caballo la /l/olltaba.
L(i
- 39-
Side leguas Iln'II ¡lIldcld(1)
lral,lm- /l/U! /la/lllml.
-¿Por qul /10 IIIt' I",blaslwlc,
Irme por que 110 HIt' Jwblds:'
Sil!
¡COIIIO le tt'llgo que 1IIII,/(lr,
si lile Ilewrs arrolJada!
EH casa dc /05 IIU5 padrt's
cm yo la más slI/ada;
a/rom q!lt: Hle /rallo IUfld,
soy yo la más desgmClach Ya la cogió por los /¡rcrzos,
del cabal/o la tm1l"1,
IJi:o lo que '/lIiso ddlll,
hastll eSClCl'irle ell /11 (¡Ira,
y le carló lel calJeza
para más martiri:tlrla;
la tIró pllwr ,,(dregld,
dOllde ge/lte /lO pelsallll.
AIIi se Irizo 111111 emuta
muy blmrra y lIIuy drbul'lda:
COlr los/rl/esos 1115 paredes,
COlI 105 cnbdloslas laters,
(ol1 /as cejas di' 5115 ojos,
tejn para n.:tejilrhr
LA MUERTE DE DON GATO
Estmldo el selior gatIto
ell SIlla de oro mltado,
le Vt'/ríeill cartwlltls
'/lIe había de ser casado
COlllllra gata llroft'lra
de DO/r José SCl(atmpo~.
Paso In gata morella
por cilllll de aquel tejado,
Elgato, por elm-Ie wr /Ieso,
cayó dd tejildo CII bajo,
rompió sicft' costrl/Jtas
y la prmtlla del raho
____ CJe, !.I"\V:mor la
LA VIRGEN ROMERA
lv/ayo, por {/Iular de III(/yo
l/lit! e5 (¡C/IIpO
de p/"lllllllft'm,
)'0 l'cstmrt',)'o calame
y fume para la feria
I\lIIullI(,
l/O
lll/le
y I///IIC/lleJlli
he CIlcoutrado liada ell ella
51110
es ¡lila /'VII/enta
que 1'5 mlÍs lillda que !lila estrella
Los suspiros qlle el rey daba
todos 501/ por la romera:
}'tIlo oía lI/r paJee/fo
que trelle" Sil cabcCt'nI.
¿Por qlflm suspiras hum rey
por quiell suspira, Sil alteza?
SlIspiro por /a rOlllera
"'it' ay{'" farde 11/ C/I fa fena,
Si te place, pajwlfo
por DIOS, lile vayas por ella,
Ni por oro 111 por plata
11() lile dejes de traerla
[Jeme las snias, Ime" ny
las se/ias de la romera,
1'0/"(1//(' rolllt'rt/S hay muchas
y l/sí poder collocer/a
Trae saya sobre saya
y el/cimll sl/ya de seda,
IlIIa cmlUsa de lro/muJa,
y 1111 jllbólI df nw te/a
Y/a ((/111;5(/ de !ro/llllda
bordada COII seda /legra,
d Pillo (011 que afirmaba
de la filia plat!, era
Uosario COII que rcwba
sirte extrell/O$ de oro lleva.
Ya la ellcol1tmim pCllullldo
11 sOll/bra tlt' IIIIa alall/eda
· 41 ·
Dios la guardr " usted, sc/ior".
VOl, maller/m, e/I l/IIclla/lOra.
Lo que le I'engo a cfmr
quc aSIsta el rey (l/a lIlC5cl.
)~ SI (15IslIr/c /10 quiere
por dOllcella de /a n'llIa.
Ni por oro 111 por plata,
/li por (IIalllo el rey tUII/Cra.
Si el rey rell1a CII Sil rClIlado,
yo relllaba 1.'/1 ciclo y ticrra.
Pues qllede eDil Dios, st'liOf(t,
la Virgen c/ ucde COII ella.
Ve, mmlcebo, CIIlrora l!IIclla,
quc /" VirgclI yo /0 era.
La g/aria tiCHCS guardada,
te/I (IIidado /10 /a 1J1crdas
LA DEVOTA DE LA VIRGEN Y EL YERMO
"¡Ja tCllia el rey,
y ella so/a tClliai
Piden/a duques y condes
y gOlte de mayoría,
P¡dio/a el rey de Ti¡n)/I
para 1m/rijo qut' 1t:1IÍ!1.
UIW
El/a díce que /10 {Jllíere,
/Ii pC/lSQ/lllellto tcnía,
qllc quería ser devota,
de la Sagnlda ¡"'arlll.
Siempre acostumbra a re':(II;
trcs rosarios Clllllr día;
11110 reza a/a /IImla/la,
otro reza a/ mc,l,odía,
otro rczaba a /a/loclle,
lIIiclltms la gellte dormía.
Estmrdo IHI día rezando,
l)(ljó la Vil~ell Maria.
¿Q!/é /races aqllí, devota,
dcvota del (l1"la /llfa?
¿Q!/é quía 'lile llaga, St'liora,
lo qllc otras veces solía.
____
ge,~\\rtnor;"
)~lla coge por la lilaila,
l' la saca Cl/esta afnbu.
ir ti dar (l/cilla
ti /111 padre q//e yo tmía,
Dt'lI'llIC
!sp/erre, ¡sluertt', 1111 padrt',
ISl'icrtc co// cortesía,
que dt'1lfro de SI/5 palanos
baJó la VlIgell Mana.
tí/la cogt' por la /lumo,
fa ~a((/ ti IlIla CIIest{/ alTlba,
cOl/sejas la iba dal/do
COlllO W/a II/tu/re el II/W
hija:
Ti¡ si te quieres casm;
yo tambléll te casaría;
SI te quieres /l/eter mOllja,
yo tmllviéll ft' metería.
MOIIJO, /l/OIIJa, /a sCllor",
y de SO/l/a G 'fal;lUl.
EII el medio di' la Cl/esta
III(ll/a IlIIa JI/fllte lIIuyfría.
Aquí te 1IIt' has dí' quedar
S,e!í' tilIaS 111/.'1105 1111 día,
$;1/1'Cr padre lIi madre,
111 tampoco a/llla nacída.
Solo lllra po/vI/lita bhll/((/
le bajará la (omida,
y CII el pico te traerá
11/10 flor III/ly amarilla.
el olor di' {a flor
111 (l/erpo se sostel/dría
al cabo de siete mios,
/)(JJó /a Vi/gel! María.
COII
¿Quc lracl.'saqllí, devota.
devota del alma mía?
¡Que ([IIIC" que haga, Sc/1om,
lo (lile otras V('CfS solía;
- 43 -
Lm WIII/JtlIIIT5 de los CIelos
ya 10((/11 COII clfcgríll,
por f ' aflllll de la deLlo/a
t¡ue pllm los m'fos 111/1.
EL ALMA EN PENA PEREGRINA A SANTIAGO
Era /111 afilia pecadora,
que para Sall/iago ibll.
EI1Wlllrabllll1l río hOlldo,
que pasarlo 110 podíll.
Daba voces el alllla al C/ICI'I'0'
que pasar/o 110 podía
Ya la oyera 1111 caballero,
(Jue CII/" su CllIII" dormí/l,
ya se atrel'e y le pn:g/lll/e/
(/ aquefltl afilie/ qu/' tt'/IIa.
Cumldo salí del ",,//Ido
cstaba getlle dOfll/lda
camldclllO me t'IIcelll/itTO/I
otra cosa tlOte/lía
A,-rílllllte a las l/lISas
que has oído mll/lmlll.
¡Ay de IIU, tnste, ellltado¡
Ordo 1Ii1lgW/{/ h"bía
CIItre la IlOst/O y el (If/¡z
siempre Hle IlCIllalm dormida.
Arrima/e "las li/lloSI/(IS
que has dado el! la tu \l/da
jAy de mi, Insk, wite/dc/j
yo aado IllIIgwlIl había
si 110 es 11/1 Irisk hm'1'o
/lila llel a !ll1Il panda.
,-Arrímate a los rosanos
has ram/o CII la tll vida,
Eso si, gracias a Dios
a dos ya Ire5 cada díll.
qlle
Siete (l/arel/tellas tellgo,
la IIl1a te prometítl.
- 44 -
_ _ _ _ Cle,!l'Vmorl A
Cm {'slo Ct/1I1;,1tI da/lila
({lII
CO/ltwto y afegrÍlI.
A la !luelfa de Salltwgo
el alma por allí lIohJÍa.
Si dormís, el ((I/Ji/llel"O,
Dios 1'05 de bUella dormida
{lile sal¡I(lslc )I/lcstm 11111/11
y tamblé" salvaste /a ",ia
LAS SEÑAS DEL ESPOSO
[sIl/mio yo
(/ f(/s mis puerlas
labralldo la filia sed,!,
VI !'Cm/" /111 caballcro
por alto Sierra Alorma
Alrt'llí,"e)' pregllll/é/t·
si FOlia dI' la gue,-r!!.
-De la guerra 110, se/lora,
pero ¡'(ligo ({Tea de dla,
¿Por qwén prt'gulltlls, casada,
por 'lwéll prcgullta, la ¡,e11(l ?
¿Pft'glllltas por padre o /ll1U/r",
o porgmte de la lierra:'
NI por padre /U por "!(Idrc,
ni por gmtc de /a tlerm.
pregullto por lIIi /IIarido,
s/de mios va que allda CII dla.
·Da",e fas 5t'IIt/5, casada,
Dallle !as snías, fa I,ella.
El caballIto em fordo,
la sIlla doradll y l1egra.
)' t'Il elllledw de /a s¡/{i/
IlIIa rellJÓCllfI: estrella,
-El Sil /l/ando, se/iora,
//Iuerto queda II/:{a guerra,
-¡Ay de mi, triste (uilada,
¿Cómo pOlldré toca negra?
-Venga CO/IIlIIgO, miora,
yo te la pondré de seda,
- 45 -
Vci COI/ D/Os, el wbaflero,
que la tellgo )'0 lIluy !1IIt'l1Cl.
De dos hIjas que tnllll,
daHllws labmbml la sed",
51 bielllabmbatl la blal/cll,
t",,,bléll y 11190r la negra.
U" IIIJo qllcyo tellía
lo ellviaré (/ la escllela
/a primem letm 'lile escriba
a 5/1 padn: Ir(l de pallCl" 1'11 die!
Otro día cm domillgo,
pa misa la delmltem,
C/lII/W mallo flella pmr,
ell otra vino y cem
En el medio del camHlo
COlI el caballero ellwmtra.
BLANCA FLOR Y FILOMENA
Por 105 campos de Va/llt'n/e
dO/ia Isabel se p"sea
C01l dos hijas de la mallO,
Blcmcaflory Frlol/lelw
Estándose p(ls('(lIldo,
rey -nl/·quilla vill o a llcr/as.
Buellos días, rey 7im/JII!l0
Bllel/os días, las dallcel/mi
Una de /eu tres SlI s IlIjlJS
yo lile casaré (011 ella.
Escoja, escoJa, el ((¡bollero,
escoja usted la 'lile quiera
Él pidiem la mayor,
le dieroll la más pe{/IICliai
y al IIIOlllt'llto de casarse
se la I/elló a la Sil tierra.
S/llIIadre le sllp!im!m
'lile buen tmtallliCllto diera.
Na tenga pena, SOlom,
1/0 tCllga IJClW por e!ltl.
- 46 -
_ _ __ '_ Ie, !.I'V:moriu
Q¡e del p(m qllc yo COllllcre,
(amb,éll ha de coII/er ella,
y del VII/O que)'o beba,
fmllbibl ha de beber el/a.
Se casafQll, $ ( velaron,
y 51.' la I/t'I'Ó (i 5/1 Ilerra.
Se pasaroll /IIICI'C mios
5111 volver a ver Sil s/legra
y al cabo de los /llIe lle
rey Turqllilfo V;/IO a verlas.
BiCI/vellido, rey Tllrquif/o.
BiCI! hallada sea mi suegra.
Lo primero que prcgwltó,
Blallcaflor SI queda buena.
Blal/rajlor quedaba [1//('11(/,
y ell días de ptlrir queda;
Q/c //I/lcho me ha eucargado
juese Fifolllwo a Feria.
Fllomella /lO está CII casa,
aguardarás a q/le I'ellga
Esta/Ido (11 estas pala/mIS,
ya llega/m Filomena.
BieH hallado, rey T'lIrqu¡{/o
Bimvmiaa, Filomella.
Lo primero que preg/lnto,
B/allcajlor si queda bllella,
8lrmcaJlor quedaba buella
y CII días de pan/" queda;
Lo que mI/dIO lile ha wcargado,
que va)'OS tú, FiloHlC/la.
El montó etJ Sil caballo,
ella f11111/(/ yegua /legra
La llevó por II/IOS montes
dOllde 110 '/abía cosa VUCII(lj
hizo de ella lo que quiso,
hasta cortarle la {ellgua.
- 47 -
PliSÓ por allí 1111 primo .'i1l)'0,
qlle 1'!'IIia de la oC!/d"
le IlIzo seiias (01110 puclo,
quc 111/(/ Ciu'ta It' {'Knllicm,
ESfríl1e/1If' tú /I/Ia Ci/rta
J' la /l/millas ami tlcrra.
No ICIIgo Imta m pluma,
que se me quedó 1.'11 !tI esC!/ela,
COI! /111 pelo d/' lu bt/rb"
y la stlngrt' elf IIl1lengl/a,
BlanrajfO/; (¡umelo lo SI/pO,
de 1111 /l/al sluto /l/ellparit'ra,
y al hÍJo qUi' malpariÓ
guisolo t'1I 11111/ Ci/::uelll,
CI/al/do llegó SI/ marido,
de Ct'11Cl st' la pusIera
¿Qué 1IIt' Iws dado, Hlancaflor
elllt' (/ m; lilllli,,'{i l1 /IIC SlIplem :'
Mejor Ii.' sabríall, Im/dor
los besos de F¡(ol/lC/la,
¿Qliéll tt' lo ha dicho, trmdor¡¡
qHléll te lo Iw dicho ti tI, perm ?
Me lo ha d,cho /111 prllllO 111/0,
I¡I/C IICllía de /(/ csC!/e!d.
La cogIó de los cabellos,
la ({Isa barrió (Cm d/a,
Padres '1Ut' t!'llglÍls fmllllm,
casádlas ell III/{.'stra tIerra;
yo para dos '¡lit' tcnía,
iÍmbas lI1uertas CII tlclTa aJ!'IIa
/a
11//(/
IIIlIrió IIPlllia!ada
la otra quedo smll.'lIgutl,
Las condiciones de vkb en un pequeño pueblo de 1,1ll1ontalia leones,l ,1 finales del XIX Cr.ln muy
difíciles y ,lun más par.l unJ. (ul1ilia numerosa, En el caso dI;' la t3milia González el sueldo del Estado no
era suficiente así que ayudaban ,11 mantenimiento de 1.1 casa con el trabajo de 1,1 agricultura y la ganadería.
Tratando de encontrar un horizontc mcjor P~!"l sus hijos, y habiendo comenzado el fenó meno
masivo de la emigración, J.nim.ldos seguramente por las informaciones de paril-tltes y VL'cinos, dos de los
hijos de Diego, Pedro y Gregorio decidieron ir a Améric.1 a vivir una aventura y t,ll vez J quedJrse para
_ ___
( ~!.I'Wmorlu
encaUZJr su vida en el nuevo mundo. En ,lqllelIa época ¡} tinJlcs de siglo, SJlio l11ucl1.l gL'ntc al
extrJnjero Y p.lrticlIl.lnnente muchos leoneses.
Pero no solo se fueron los más necesitados sino
los más decididos porque otros del mismo pueblo, fueron a buscar esas oportunidades en ciudades m,ís próximas y con menor riesgo. Buen
ejemplo son muchos vecinos de Val porquero
que emigraron masiv.ul1en te a Asturi.ls.
BId joto jul'
hu/ld eXIIIl:smumll' (11 1111 es/udlO jotognifico de
l.ron /mles de t'mprmdt'fd (lhlJC ti Amir/m de Pcdm y Gregor/(/.
Eri! ti les/llllOllio que los pl/dres Ijljt'.IIIII gwmlm' dI' Ijwe" se Iba
IIlII/tJOS y /lO wb¡íllI SI I'Oh~·rillll. O/ego GOI/:;d/,,:; slt'm¡lft· (II/!
sombrtnJ. y $tillado mlll' dos JOl't'I/{¡/OS(0// trllJes O$(/Ifl );, (h,lItcoy wmlm'm P{t!fO, tllIllI)'Or, l/mi reloj del1llle SI' 1,'/a (<ldm,¡
cruzal/do el pre/IO. Gr~gono I'or Sl'f e/mtis JíIt" ,/, 5J.)/o lall'! 16
mios, 110 /1' 1I~'1·¡1.
Los dos hermanos se fueron :1 b Argen tina especialmente recomendados a cas..l de unos amigos
del abuelo Diego. El viaje tuvo que ser una aven tura durísim.l por la dificultad del trayecto. Los relatos
que se hacen de los viajes en barco en aquclb época, largos y penosos, hacian la aventura tod:1vía más
dificil. Corno los hermanos tenían buenos contactos en el país, no tuvieron probl ema para adaptarse y
comenzaron a trabajar de inmediato en la administración de una hacienda. Disponemos de tres fotos de
esa estancia en América que enviaron a sus padres.
La primera foto esta hecha en el patio de la hacienda. El propietario con pajarita yel encargado
COn corbata, están sentidos en dos si llones y el resto de los empleados de pie. Curiosamente casi todos
guardan una pose muy simi lar. Mano a la cintura, Pedro, el tercero a la izquierda, apoya su mano en el
-49-
\¡::r t ~rsl de (Ualporqu l'r o _ _ __
sillón del dueilo. Hay que notar que el traje de Pedro sigue record.mdo .11 tipo de ropa qll~ vestía cuando
abandono España, aungue ahora la chaguet,l es más entallada que la de entonces, parece un.1Ievita, y es
más elegante.
Sin embargo en la que envían un poco I11;lS t.1rde
ambos hermanos hay una notable diferencia tan to en los
gestos,como en el modo de vestir y hasta en el corte de
pelo. Todo es Inucho menos rormal. Hasta el estilo
de llevar el sombrero es distinto. Más desenradado.
Pedro lleva un colgante en la solapa y un pai'tuclo
en el bolsillo izquierdo de la chaqueta. Los dos hermanos han cam biado notablemen te. Gregario ya no
es el ni,;o del sombrero negro al que el traje, también
negro, le iba un poco grande. Ha madurado y se nota.
Ahora va sin som brero, con el pelo corto)' el traje claro. A
notar que las corbatas son idén ticas.
La terCera foto dL' la etapa americ.ma de los herma nos
Gonzálcz es la de Pedro .\ G1ballo. Era el modo con el que recorría la est.\l1cla. Pero siempre con sombrero y corbata. Si la
compar.unos con la foto tomJda .mtes de emprender
h:lcia el nuevo mundo poco tiene que ver. Ya ha " ¡" pl:ado un
:tire complet.1mente distinto. H:lst.\ el color de la ropa, que
Pedro siempre ha sido más rormal , es m.\s alegre y moderna.
Los dos hermanos s.llieron de Espal;a en 19 15 y
saron en 1918, dos años después con Gregorio muy .""Ienna
Pedro le :tcom pzlI;ab:t en el viaje de regreso. El Ide novicml..
de ese mismo :lilo falleció G regorio. Tenía 18 años. Aq uel
viaje siempre estuvo
rodeado de un halo de misterio y tristeza en la ramil ia. DL'cía n en
el pueblo refiriéndose al regreso de Gregorio: VO!t,/Ó y ya IJO salió
de casa·. De aquella aventura americana solo quedaron un par
de recuerdos. Un enorme mosquitero blanco y un bando neón
con las teclas naca radas que al;OS más tarde los nÍl;os todb:tmos
incansablemente sentados en la cerca del corral mientras el instrumento iba perdiendo poco a poco los sonidos y los adornos.
Aqu ellos recuerdos de América volvieron a actualizarse cuando
en los al;OS sesent.l regresaron :tlgullos de los emigrantes triunradores, los jl/dimlOs, con coches de gra n tam;\1;o, los haigas, que
rrecuen temen te tenían enormes dificultades para circular por
las estrechas yescarpad:ts carreteras de los pueblos de mont:t l;a.
· 50 -
_ _ _ _ %!.M.¡morla
!/lh, /« Irq" I/UIYI" ¡~\'Ud¡I¡'1I fII la f!lS.II rol/ /¡,,¡ /mios. parf,rul"rmen/t' (011 las
dios, 11 d':Clf 1/1' ,IU I¡rnu"/Id Lupe. 1'1'11 IlIld 1Il<ll/"Ylf¡¡
BId joto ",'dra ni 1m rs/wllO f%gnlfico de /.l'lhl t'II /9/4. ((111 Sil "mll/IIJ,I
más pequC!!!'-'-
"'mI
I'{quáj¡~ (;udlllulJ{'
Inés habíJ heredado la vocación por l.l enseiíanz.\ de su padre, y comenzó sus estudios de MJgistcrio en
la NOmlJIde M.lestras de León ciuebd a la que se trasladó, regresando al pueblo solo en vac.1ciones.5in CI1lbargo una enfermed.ld repentina que no pudo superar .lCabó con su vida en 1921. Falleció cu.mdo estudiaba
4° curso de m.lgisterio. E!lla foto con sus profesores y sus comp.ll;cras de l.t Escuela Normal. Ella es la segunda
por la izquierda de la última fila. Q,¡edan algunos recuerdos gráficos en la prensa lamentando su r.lllecimiento,
así como referencias del e.lbo de ailo en 1922 y alguna gacetilla de sus comp;uicras lamentado su muerte.
- 51 -
, R. l. P.
,.tire! D. Diega y D.a Maria;
hl'nl¡.ar.os D Pedro, D. h ;d'JfO,
'Enrique. IV CdadaJupe y D. F."a'",'
\lo. )' dcrms pariente5,
'participar a
.. Al
·'ssu::.~:~,S\j
des tan spnsiLlo. o
rQf'gan la eRcomie ode~ a
en
El primer destino de Diego como maestro nacional fue en una escuela de nueva creación en
el
pueblo de Horta, del municipio de Carullen, en el Bierzo, junto J Villafranca. Allí se trasladó con toda la
familia porque intuía que esta ría mucho tiempo. Horta esta enclavada en una zona de pcqueilos valles
entre montañas. Hayas, bosques encantados, cipreses, encinas, castulos, :lecbo. Había jabalís, ciervos, lo-
bos, corzos. Con un clima riguroso, IllJlas comu nicaciones, y (.,h.\ de servicios básicos. Así pues, no hahía
grandes cambios en la vida a la que estaban acostumbrados, y allí permanecieron un os ailos.
Diego González que deseaba acercarse a su pueblo consiguió un traslado desde Harta a Pontedo,
partido judicial de Canncnes, muy cerca de Valporqucro donde también permaneció varios años
Pero esta vez la familia no se fue con él y se instalaron en Val porquero dado que la distancia con
Pontedo no cra mucha y permitía que Diego viajara semanalm ente a caballo entre ambos pueblos. En
uno de aquellos viajes, una noche, se vio sorprendido por un grupo de hombres que intentaron asaltarle.
Pudo reaccionar a tiempo porque vio brillar entre la maleza la brasa del cigarro de uno de los emboscados
y apresuró el paso. Eran varios y cuando pasó a su lado se abalanzaron sobre el caballo para detenerle,
pero picó espuelas y logró huir. Sin embargo aquel episodio fue traumáti co y el recuerdo de los brazos
de los asaltantes intentando agarrarle no podía olvidarlo y lo recordaba a menudo. A partir de entonces
tomo precauciones viajando solo de día y comenzó a hacer gestiones para conseguir el traslado a su pueblo. Afortunadamente esa fue posible 4 ailos
más tarde 10 que le permitió tornar posesión
de su plaza en Val porquero como maestro
nacional donde estuvo en activo hasta el I
dc julio de 1931 fecha en la que se jubilo a
los 65 ailos.
Asf em /11 (scuda de VtIIJlon¡utro (rlllm/o Drtgo Gmrzála:
e¡rmó como miles/m CO/rstruula ¡¡ la mtrat/a del ¡mm/o, (Ir
rI Olao, COII UII/MIrO adosiIIlo 04Vlerto en su md,u/ por U/I
t'7lldo donde grmrdllbtm IllldrJ Jlllnl/ll es/lifa tu Im'Im/o
- 52-
L.l Cunilia ya hJ.bía perdido a dos de sus miembros, qUl'd,¡ndo cinco hijos vivos. Este es un recuerdo
en el patio de la casa cuando sc reunía n todos con
mot ivo de I.t fies ta en agosto. Pedro conserva la imagen de siempre, elegante con su traje impecable y un
pariuelo en el bolsillo de la chaqueta, Guadalupc con
un esti lo que conocemos por otras fo tos anteriores,
Enrique siempre con el pelo revuelto y cierto ai re ro mántico, Fernando con su traje de pana, e Isidoro con
un traje Illas claro que los de sus hermanos y siempre
con sombrero que en esta fo to reposa en el regazo de su m,ldre. Diego González también lo util iz.aba
siempre un poco ladeado.
El cuidado del ganado era tarea diari,l del trabajo en la e.lsa. Como detalle curioso hay que hacer notar 'lUí' todos los que ejercían esa. ocupación lo hacían
con un guardapolvo para nOlllancharse.
Cuando venian los hijos en verano solían acompañar a sus padres y ayudar en las tareas del campo.
Aquellos dias los recordah.ln como una fiesta porque al
realizar aquellas tareas, recuperaban parte de su infuncia.
ISldoro y Sl4 IIII11/re CIlla era.
15uloro y Pellro (0/1 $J/$ padres reco!ecl,mdo el ctIJ /tlJa
Trillando en /a era. La abur/a, mire dos opt'T"ilnos. t'I ¡¡huelo dmgJelll/o /05 wlmllos. Eunque de pIe 11 su lado y 5wlado ni IlI/uerbll, Pedro.
- 53 ·
IEl lKe,r-sl de (Ollrpon¡Ul.'ro _ _ __
Drego GOII:lIl!ez, srmrJlfl COtl sombmv, mur mIlis IlIreilS dtl campo./" t,bue/a, Elln'lue, Petlro y oJlrranos Inllllndo.
Mari,¡ Ca/mile::, srl'mJ!rc 1I.'mbll
píllilll'/('
m(/tio.
1411
negro y e/ pl'/(/ rrwgrdo (ti 1m
DH:gO Gotlzález falleció C1I 1935. Este es el recordatorio de slIfa/lecIIIIIC1lto.
En el
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Unaln
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0... . . . , D. l' ,,_,,<Jo: "~ poIIfic<». Do/Ie Pf.
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1., T-'
.... ~ c;o.u.u-. ..... ~, .....
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.......,.n.-l ......... II
...
. . . . _ _ _ .1.
.. . . '11'·
_ ........... . . - - . . . . '
Ir
a
~u
doña
Los periódicos de León y Oviedo publicaron 1.1 esquela de su f.111ecimiento y algunas gacetillas lo
recordaron.
~ 00IIMJ,a . ~.4.NDIIII
dla .del ............ _
anlverMl'lQ ... la mue""
DIego 0 0 _ " • . . maestro que tu' ele l. ~
do Val porquero (Leda) .
por
IU eterno c:IeIIcanm ae . .
una nUN de requ1em. en ti
O:U_A_ pueblo, ,Y en la Ir......
."tal,
Dieco de etlta
A IU viuda. do6a liada GouIe hijO&, ásl como • la 1 _ -
..... u... envlamoe ~- el teotlmonlo de ...-..
wpU............. _
amlstadel 11M ora'"
alma.
La guerra fue también un duro golpe para la familia González.
Todos sufrieron en aquella contienda puesto que la mayor parte de
sus miembros viv ían en una zona especial mente conflictiva; la ciudad
de Oviedo. Pero para la abuela Maria, a pesar de vivir en un pequeño
pueblo de la montarla de León, también fue una prueba muy difícil de
superar. So n incontables sus penalidades por el hecho de tener varios
hijos jóve nes, sufrie ndo la crueldad de quienes sin piedad la acosa ron y torturaron para que ser"lalara
donde se encon traban. La Iglesiol1a
de Gijon, donde la mantuvieron en
¡IdJal/((lIIuCIl /OIle 51/CSI'0SD,
.\wnn quedó 11111)' life(/ada (limo lo
lIIutstraes/IIJ%grafilt
cautividad 8 meses fué testigo de su
calva ri o. Cuando termino el conflicto armado Maria ya no fué la misma.
A partir de entonces se fue apagando poco a poco. Benigno Ca ndancdo recuerda el momento especia lm ente traumático de la llegada al
pueblo de Isidoro )' Fernando, con su madre de cuerpo presente, al
día siguiente de su fa lleci miento para asistir al entierro, mientras José
s~ padre, construb la caja. El rostro de Maria, en la última rotografl<l que d isponelllos muestra la huella de sus padecimientos durante
aquella durísima etapa. Falleció en el alÍo 39.
- 55 ·
~s
<J-Iüos de[ <'patriarca
<'pedro
Pedro, el hijo mayor, volvió de Argentina acomparlando.1 su hermano Gregario. El pensab.l regresar. Pero antes de podl'r hacerlo falleció su hermana Inés y ya no pudo volver. Oc allucll.l avcntllr~1 en el
nuevo mundo siempre le quedó una cierta nostalgi.l y era particularmente sensible.1 su recuerdo cuando
oía algún tango. Se instaló en Ov iedo donde se dedico a los negocios. Se caso y tuvo dos hijos. Y siguiendo la tradición iniciada por el ;lbuclo, una de ellos se dedico a la ensl'l''lanza y el ot ro al derecho. Falleció
en Oviedo.
- 57 -
A Isidoro lo envi.non a Ovicdo cuando
contaba 7 .1I10S )' .llli se ed ucó, y trabajó hasta
después de la guerr.l civil traslaJ.indose a León
donde se casó y tuvo una hija cuya .lCtividad ha
sido el derecho y el periodismo.
En Isidoro encontralllo~ mas que en sus
hermanos la huella del tio José. Aunque se dedicó a los negocios, su voc.lCión fue la música,
tenia muy buena VOZ)' después de tomar clases
de canto pensó dedicarse profcsiOll.llmente a
la zarzuela, aunq ue la guerra rompió aquellos
plane~. Todavía conservamos de su archivo los
libros de música que utilizó en l.lS clases.
La fotografía y la literatura en otra d e sus
pasiones; articulista y colabor.\dor asiduo en la
prensa asturiana y leones.l. Fue fundador del
centro Castellano de Oviedo en marzo del ano
1932, ent idad que tuvo su sede en la calle Jovellanos nO8 y que por con tingenci,ls de la guerra, se reinstaló en 1943 en la calle Uria nO 19.
Por encima de todo mantuvo un vinculo mu)' fuerte con el
pueblo donde nació al que viajaba frec uentemente p,:ua ver a su madre mientras est uvo en vida. Cuando ésta falleció, continuó esta relación un poco más esporádica, debido a su pJs ión por la cueva. El
fue un pionero de esta maravilla de la naturalez.l y el primero que
escribió y reclamo públicamente atención p.lr.l el la.
E" esta fotografla Jlet/", e/I OL'lrdo (sM de /¡jlo
por Sil hermmJO GregoriO. Lo ,,¡¡lIw la (¡lila
/Icgr,lljue cruz"
h, 51)/1'i)(/ (Id /mjc.
Isidoro fuc soldado de cuota. En esta fotogr.llh hace gUJrdia en
Oviedo. Se eximiJ del servicio mili tar a jóvenes que tenían la posibilidad de hacererectiva en b caja de! Estado las Glntidades que se estimaban para redimirse del servicio. Elegían la unidad donde querían servir
y corria a su cargo el vestuario)' e! equipo debiendo abonar 5.000 pesetas, lo quc era mucho dinero para la époCJ. Según contaba solo tuvo
que hacer el periodo de instrucción y Jlgun.l guardia.
· 58·
_____
I~Id(ffl) t'n 01'1(1/11 ,1 /41
d(,fu/m de
11/
ja/II cml 1I1mgo gl'ls y somlnao. El!
.,1
,,'l/1m .1/1 S¡) ¡lfm¡)
( ~ !.I'V,"oriQ
P¡·dn/o, ("01/ Ilmltllló"
1>t'ml~ldro, -,<,gl¡l/ld I/wd.. dI' Id Cl)()(¡/
En/os mm.! /mll/JI (// ()¡I/(do
de .111.1 ul/mlí/.! fotos CII Olllrdo.
I {¡¡f¡¡/luido IlIIce algllllo.llllios y de.lClIIlS<1 m el mar
1/j" 1\ Miaga.
Unll
- 59 -
G uadarupe
Todos 1m herm,Ulos a excepción de Fernando, el más joven,
se fueron siendo niiios ,1 Ovicdo donde vivieron toda su vidJ. Gtl.ldalupc, que no se casó. vivió con sus hermanos Enrique y Fernando.
Falleció muy joven por un problema dI.' corazón. En esta fotografía
hecha en Ovicdo contaba 20 aflOS.
Dc su vid,l en V.llporqucro le quedo el gusto por la poesía y
sobre todo por los rol11ancc~, hered.ldo de sus padres y convecinos de
los que conocía un gran núml'ro y le gustaba recitarlos. Algunos los
cantaba introduciendo a menudo variantes propias por lo que siempre er,Ul nuevos para su auditorio. Uno de sus preferidos era El Úlgo
de ¡soba al que le d,lb,l un aire mist~rioso en la declamación contando
como un os santos que ibJIl ,1 Santiago buscaron pos,ld.l en el pueblo
de Isoba. Por mucho que pidieron a)'uda no encontr.lron a nadie que
les socorrier.l. Allleg.lr.l la última casa del pueblo, que era la del cura,
éste les dio cobijo pero como no h.lbía sit io bastante para todos los
viajeros pidieron albergue en otra casa, situada a las afiJer,15 del pueblo donde vivía una mujer que llamaban la pecadora y que gustosamente les recibió y dio asilo. A la l11añana siguiente los peregrinos se
fueron pero al salir del pueblo uno de ellos extendiendo sus manos
hacia el ciclo lanzo una maldición diciendo ¡HúlIdase IsobllllletWS la (lisa dd Cllra y la dI' la pecadora¡ y se inundo
el valle formándose el Lago de ¡soba.
En el pueblo también existían supersticiones y algunos conjuros y
buena prueba de ello es la persistencia en la memoria de sus h.lbitantes
del romance El alma ell pella peregrma a SmltUlgo que tiene que ver con los
ritos que rodean a la muerte y las relaciones de los vivos y los muertos. Los
muertos vienen del otro mundo a dar avisos a los vivos por medio de las
almas en pena.
y con respecto a los ritos y conjuros hay uno de ellos qUl' Guadalupe uti lizab..l cuando la autora era niria, y sufría algun .lecidente producido
por un corte, que necesariamente debía ser hecho con un cuchillo y dd
que brotara sangre. Uno de los remedios más encaces, a parte de desinfec·
tarlo convenientemente y vendarlo, era una salmodia que decía:
¡CI/chillo, lI1ochillo que vas {/ Imscar
Salim da boca
E mciwso solar;
EsI,rjolo esla IO/I/I/d" en el C!impo
gnmdl' de Or'redo n)JJ /11 iIIllor4J.
y soplaba tres veces sobre la herida con mucho misteriu Aquello no curaba,
¡Pero era mano de s.1nto¡.
Guadaltrpe era una experta cn manualidadcs, le gustaba la música, cantaba Illuy bien, tocaba con gran
Illacstrí.lla pandereta y era una excelente repostera. Ll elaboración del Belén en Navidad era una de sus especialidades que había convertido en un arte heredado de las costumbres que h.lbía adquirido en V.1!porqucro.
""
- -
_ __ _ (Je,!}I.rmot"ia
CEl1ri'lue
EnrillUC, el más
Soñ.ldor c introvertido
dI.' los hermanos, tam bién p.1SÓ ~u vida en
Oviedo donde ~e caso }'
tuvo una hij,l. F.lllcció en
\,'S<1 ciudad. Esta foto fue
tom,Ki.! en un estudio
de b (iud.H.l ovetense
cu.mdo tenía 23 alias de
C'Lbd.
CFerl1anáo
Ell11as joven. También vivió y trabajó en Oviedo toda su
vid.l junto a sus hermanos Enrique y Gu,ld.l1 upe. Tenia el pelo
muy rubio con tonalidades rojizas y por eS.1 razón sus amigos le
1I.1Ill.lbal1 Ell"Ox/O. Oc carácter jovial, cariñoso y cercano. T.1ll1bién
le gustJ.b.l dt.:'clarnar romances. Su relación con la autora fue muy
estrccl1.l e inolvidable y el impu lso de rcaliz.U' este lIbro se debe a
su deseo. El fue cl último descendiente directo de Diego Ganólez. Y en su farnili:l tambien se cumplió la tradición docente que
había inici,ldo el maestro, su p,ldre. Sus dos hijos son profesores
en la Universidad de Oviedo. H,l fallecido recientementc. Esta
foto fue hccha d urante el cumplim iento del Servicio Militar en
Oviedo.
- 61 •
Afaultas C uriosidades y ~cuerdos
Una curiosidad de aquellos alias en Val porquero eran las alpargatas de esparto que utili7..1ban los
milOS, calz.11io h,tbitual para pasar el verallo el1 un lugar con un suelo muy pedregoso. Pero a algunos les
prcp.\rab.Ul especialmente .¡quel caludo
a ~n de que durara todo el periodo de
vacaciones, clavando sobre la suela de esparto otra de cuero rodeJ.da de tachucbs.
Pero el resultado no era el deseado. L.l
suela es cierto que quedaba intacta, pero
la tela f.,lIaba. Más tarde, aqudmodelo
fue sust ituido por las clásicas bambas
que eran más cómodas y daban mejor
resultado. En esta foto la autora con sus
primos Pedrito y Pi larina a los que el fotógrafo ha cortado limpiamente la cara,
pero que nos permite ver en primer pb-
no 1.1S curiosas sudJS.
El palo para apoyarse era un instrumento imprescindible en V.\lporquero.
Los veraneantes disponi.1n de unas elegantes filcJ¡as, de empuiiJ.dur.l curva, sin
las que no salían a dar sus paseos y el que
no la tenia, utilizaba sencillamente un palo.
Tanto la cacha como el palo no solo servía
como punto de apoyo sino parJ. otros liSOS
como, apartar las ortigas, levantar una l;íbana por si había alguna culebra debajo, ayudarse en 1.\ marcha, espantar una lagartija, o
recostarse sobre la misma.
Lru j'ldJCS a \'Í¡lpoTl¡w:ro mili mr lII't'fl/rml. CI/mulo 110 subía ti /ILU ¡{"sd" Canrrenr5 p"'" /",..ro IIn'ar t1 105 "lalm" 11II1,í" /¡r/r Il<ICfrrl ¡mw'LO iIJ,dlmdalu/,[rztlr ')(Ira /1'I1II5p¡w/ilrd 1"/111/11111' wra cabillltrúl. E/l/tlfato WI gil/po m el O/ero, 1I punto d,' !,ilr/lr. E'l el strólllM w/'/lllo //15
l1Ialr//ls blt'IIII/I!dm. RccOlIlJ(t'mos 11 1-'1/1I"fllllO, a N ..ry, GI/ml/dl/pr, Man y su mad,....
- 63 -
1\ las ai/d,mt,', Clumdo ya IIrg,¡I),m
1.,-, ,mtobu
ses al plle/JIo, qllt' )01111 w/Jlejdlr ron ,¡[gIll1<l I'.\"
rur"S¡¡.iu IIll'rmnl'U! o ,dfimd dd l'i:nmO, Irmall
lug'lr 105 5l,/III/as y 1115 /hl','du¡II5. Fu fltdjot<J
gr¡¡fí<1
1m
,¡¡!tós ,d 1'1'rlU1¡) (¡JII I.dlu',',mo,
Prdnl
el dd e l/m, Dm<l, ¡\/<1/11/111'1y Hellln::.
de VlllpOrtlUI'TO CII IIII'ItntO eJI 105
mios L'emlc desd( la CirCII dc /11 C11511 de Dugo
Uml
l'ISIII
GOllzdlez..
EII
los mios cJ'jwmtil, e,tll f<Jlogmfírl (jl,1
tO/lUlda
de;;de el
flm'll/t,
ISidoroy su iSJl05i1111111 "'/liga dt' As-
111I51t10 fugllf 01 L-eral/O (0/1
limas y WI()SmIl()';
- 64 -
(le, !J\I.I:'moria
AfI<'lIl/'roS dI' I¡¡ fimulw GOllzdlt'Z 1'11 vt'r!mo m d (lJmd
11.. 111 (/mi fllnl/ur, Br"ln::, Guml/llupr. A!¡¡n y Sil 111'"
dre, P,I,mwl y 11II<l/l<'r51.11111 sm IdmtifrC/lr.
A.,i (.,Ii/b,¡ Id l'0rl,¡I,ul,lllr 1" (¡ISd d.' DI<'&o GOII:,ílc:: ,'JI
la, ,lIios (lI/CUt'JI/¡¡ IJtspué> ,Mfi,llmmrmlo lit' /" "/md,,
\ I,ma, 1" (,/jll (sIUl'o (,n'I,dll dWWllt' mue/ros mlas;r le
,1ut' dftmOl,¡//ulo /,OCO 11 1'0(1,). El e,pacw '/llt' .'t' t'I1(1/I"II,\I
,/ 1,1 I:I/Ulefl/'l dd I'()f/JII, .....l'lIflhldol.. Ilc' {'I (,Isa I/r 111
I"dll. es lo qU('II",,,,¡baJl d G,lr((t
t" I'0rta/¡/¡{¡¡ )'(11'11 Ilías dc n:~I<I!m/(/ól1 (11 las mios SCS(II/<1 (mI Isido/'¡} y SUI'SptIS¡I, G/¡ww,
lid I'uc¡'¡o.
Rcatrr: y (l/ras I'f(ÚlílS
lf.J \ Kersl dr rOulpol''1url'o
EI1 ((1$" dI' /su/on' (;oll::,ih':: mI h""I/I/<1/ n:(l/I/r /"5 WIt5/all/t'5I'ISI/(/$ dt /¡J<; l/Il('m/'/V~
dd gmpo dI' eSl'firá/og"s qlll' 1I/1/¡::al'<l1I511 domlnlw rol/lO I'lm/o de tIIwtll/m SIWI
¡In: Irabúl ",odulaJ (Im¡lfdlmtllt'l para/I/$ tXC/lrtWllf$ " {I/ (11m/.
ISldo/V 511 t.<P05{1 f
IIIJII d~llIIltf
d( $11 W$d.
5{' j"mllll',m gnll'0s y SI: 'urdiUr frrCllnltts
d en/onto. EI1 eS/11 0(<151(;11 el gwl'0 (11 rI Clldo
compuI'sto de 1::'1/" 11 ddw por Pr/<lnllII, GlIlIlla/ll/lf, PI'dm, Man
y 511 ",,,,In:. Aljoll/lo ",Ilt/l/"s I'"stdllllo en IlbcrtdlL
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- 66 -
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,'I"rUn,H.
1711 1//1<11/1.' ¡dS I/aufas
dI.' (,I/III','i;0I11"1.' mOl/rol""'1
m ¡','f,mo ti enll'o do'
!J¡I'SII,
,;1.
Espt"l,'¡jhlgos (1m AmI/licIO,
/(lst' ¡\I/glld, ~1I11'II,h,,; A/!II /llllml, /l1(/1'I'y
m"d'1',
F" d el/t'/" Aml/I/ó(l, VIISO, Al", Mi/l'li/, M,m y
d,) pt'f)()IIt1S jll1l1/l'11/ifi,t1/:
- 67 -
(~!J~mor¡ u
CEf CKefst de COafpor'luero
Los Karst son formaciones que se originan al disolverse las rocas sol ubles, principalmente la
caliza. El agua al filtrarse por las grietas va ,lbriéndose P,lSO y dcj,llldo su hudl.t form,mdo cavernas. Al
erosionar produce formas exocársticas insólit.ls, cincelando y fracturando el conjunto, con !apiJces,
simas, grandes sumideros, así como otras formas cndod rsticas que dan como result:tdo un mundo
mágico de estalactitas, estalagmi tas, coladas, moles de piedra, rampas, bgos, columnas, terrazas yespacios misteriosos.
L.l cueva de Valporquero formada a fi nales del mioceno la co mpon en tres niveles que se comunican entre si por pozos verticales y simas profundas de 3,5 kilómetros de longitud. Los dos superiores
son un conju nto de galerías con infinidad de esta lactitas y estalagmitas. Un nivel inferior por donde
discurre un río subtcrdneo, el arroyo de Valporqucro, que desemboca 6 kilómetros m,1S abajo sJliendo por la Covo na y cayendo en cascada por la Forfogucra en la marge n derecha del río Torio, ya en las
Hoces de Vegacervera.
Para llegar a la cueva desde el pueblo se podían seguir múltiples senderos que los vecinos l1Jbían
utilizado ancestral mente y q ue convergían en el fondo del barranco donde se encontraba la boca de
entrada. Todavía podían verse las ruinas del Molino El Cllbo jun to a b boca, dando testimonio de un a
J.ntigua actividad. El agua del Reguero de I.t Hoz bajaba impetuosa por la mon tal'la y se sumía cerca de
la boca de b cueva penetrando en sus profundidades y volviendo a resurgir en la Covona siguiendo su
CUrso hacia el Torio. Muy cerca, La Costanilla y la Val1ina del Torno.
y sobre el trazado subterráneo de la cueva e! sierro de! Cogul1on, una enorme formació n rocosa
y Fuepantiga s, donde cuentan que en tiempos existía una mina de Cuarzo llamada Nuestra Sra. de
Boinas. Siguiendo por el Alto de la Manrosa se encontraba Pozo G rad o la Cueva de los G rajos co mo
la conocen los vecin os de Valporquero y cerca del Camino del Ferrero, la Covo na próxima a la Forfoguera y al Fontin.
La promoción y difusión de esta m::travilla d e la naturalcz::t que han permanecido inalterada
~ran.t e mil es de años, ha sido real izada, p rimero, por los vecinos del lugar que sentían como propio
tTlllagro de la naturaleza, mu cho antes (lue el turismo y las instit uciones se decidieran a ponerlas
en valor.
d
·69 -
Isidoro, hijo de Diego Gonzjlez, tuvo ~ie l1lpre un J1l.lfcado interés por su pueblo. Primero desde Ovicdo
y más tarde en León, nUIlGI dejo de estar .ltento a el desarrollo y los avat.lrl'S de sulug.lr de origen. Fue un
entusiasta de I.t maravi lla geológic,l qu e es la Cueva y COIlll'n7Ó bs explor.lC,on e~ en su Interi or cuando
todavía era un ni i10, actividad qu e entonces a muy pocos interl's.lba. De jovencito, :1COmpaI1.1do por sus
primos, particularmente Evencio, y alguno de sus herman os h.lCbn (recuentl's incurSiones al interior, ,1I1te
la incomprensión de propios y extraños, .lyudados solo por c.lrburos, cuerd.l~ y algun.l pequ ella e~c.ll era .
Estamos h:1blando de 1.910. Hace de esto más de cien allo~.
Isidoro Gonz.ilcz ha sido un pionero en la deli.'ns.l y promoción de la Cueva de V.llporquero y la
reivindicación de un rkil acceso para aqucllugar. Disponemos de p,ute de su archivo rotogrMico y perio·
díc;;tico en el que nos desvela algunos ,lspectos desconocidos de hechos que han tenido lugaren la histori.l
de las comunicaciones de Valporquero, de su cam ino vecInal}' dct.llks de primer.l nun o de 1,1 hi storra de
la cueva. Manuel Riesco en el libro que d Grupo Espeleólogo Leon es publico en 1956 ~ob re la Cueva
de Valporquero sCl''ralaba: que el Grupo, pese al esJller::.o desplegado, 5010 había podIdo l/vOl/zar aglf/J5l1bajo por
11/ galería de 105 lagos !l1I05 250 a 300 mt'lros /IIás de lo ya explorado por /su/oro GOII:=ález, d lIIijory Huís 1/IIIIgUO
cOl/ocedor de la weVII, del quepuede deCIrse que lIació ell ella.
EsI"fOIO, 10111,1(1" t'fI J 9171,or e11"tsllgIOSiJ fológr.ifo \'lIIoáo, es WUI dc 1115 prmrmlS '¡lIr sr fOH5m''' Udel ur/aior de 1,1 wcr'l/ '/lIe jwrlO cml
otr./j dO$ de IIIIIQ{II,/flll.' filmb,ill COII SI~I"1S, SOll/di IIhl$ 1U!llgl4llS ,/I'r hm!os lomlr::lld(l ('/1 Sil arclm'o, E,! 1,ll'rm rtTIl dI" 1'111/5 esltl rl propiO
Isidoro GOlr::lÍle:: en Id JI,"lf "lla dI" I"jolll 01/1 dldl/llt'ld 0-,(Jtr¡1 Y Ct/l m S11 bll/I/ca.
• 7(1 .
Folo:
Cortesía de \'mono.
/)<"1'116 de I"s pnHlmu obras para wl11nll"" la cl1/rada.
I.qdOf() COI/l/l/e;: y 1m ¡¡l/ligo.
Esta fotografia está tomada a la entrada de la cueva J. principios de los ailos veinte y corresponde ,l una
visita de amigos del maestro Diego Gonz.ílez a la cueva de Valporqucro En el centro de la fotogr,lfía José
Candanedoel cartero, y Ferna ndo González, hermano de Isidoro sentado en primcrplano a la derl'c11.l junto
a dos niños. Detrás del grupo el cura y un vecino del pueblo sentado con un carburo en I,lmano que era el
modo con el que se iluminaban para poder visitar el recinto.
y una curiosidad que tiene que ver con el acceso a la cueva. En 1978, siendo presidente de la Diputación Provincial D. Emiliano Alonso Sánchcz Lombas, Isidoro Gonz.ilcz vendió a la institución una finca
rustica de su propiedad en el termi no de Fuepantigas, ya que aquel espacio era necesario para Jcondicionar
el nuevo acceso a la cueva.
- 71 -
IfJ I ~rst dI.' ' tMporqul.'ro _ _ __
Hllsajt5 d.. \'alporqllffo
Es/af%grafia pmm/f l'fr /" bow dI' (/l/mil" 11111 CIIe1'll y d I/!Vllo/i/0 dtls/(ffl) d../ CogullólI como 1m I'lgi<l IImdo dtl rmlJlm /o.
Fotografía de los mios (lit/mIta d~ /11 boúl de /11
CII('I~1.
UIl detallr dc!t, ¡me" de /11 wml y las mIos dd
IIW/IIID.
- 72 -
La denominación de los distintos itincrarios de la cueva; salas, lagos, zonas de terr,lzas, arroyos,
to!'macioncs de est,l1actita!l y CJlllpOS de estalagmitas, etc. se hicieron dependiendo de la fantasía de los
primeros exploradores, que fueron los n.lti vos del lugar, posteriorm ente los espeleólogos dd Grupo
de Valporquero que ali.ldieron algunas denominaciones .\ las distint,ls salas que no habían sido bautiz.\das previamente y a las lllle denominaban según su fantasía. HJy nombres tan evocadores como La
Silla de las "M(mwillas',
"GHIII
V{a", HTorres catedralicias", "Puerta de D(lIIte~, etc.
Entonces las distintas sa las las numeraban correlativamente para identificar los descubrimientos.
En la primera, a la entrada, estaban los pequeños lagos en terrazas, los Gours. En la segu nda quedaban
seliales inequívocas de haber contenido grandes cantidades de agua, la tercera con enormes estaLtctitas y estalagmitas, las magnificas CO/lll11l1as Gemelas, El cúmlllo de VidriO, la conocida hoy como Torre
de Pisa. La cuarta sala, la más gr,mde de todas entonces bautizada como de Ambas Aguas donde confluían también aquellas que en traba por la boca de la cueva, desde el Arroyo de la H oz. Una formación
sugerente llamada La Virgen y el NÍlio, la Sala de las Hadas junto a la que discurre el rio Torio llegando
hasta una sim,l de I S metros de al tura. En otras salas, grandes derrumbam ientos, El CeHlel/teno, y una
misteriosa puerta en una d e las paredes que daba paso a otras enormes dependencias.
Había lugares donde se encol1tr,lban enormes trozos de estalactitas
desprendidas del techo, la Gran Vía
con Imponentes murallas de J 2 metros de altura, subidas resbaladizas,
pasadizos, desniveles, hasta una sala
presidida por una enomle columna de
10 metros de altura "La colllmlla solitarla", una gran cantidad de estalactitas
y estalagmitas, pilastras de todo tipo y
fo rmaciones en forma de enormes hojas que colgaban del techo como si de
un bosque tropical se tratara.
La Sala de las Maravillas es una
de las más espl'ctaculares del recinto
(011 formaciones trasl ucidas, pa recid.ls al .llabastro. Allí se encuentran
t.unbién las mismas formaciones
colg.ll1 do del techo semejando enor!l1C~ hojas, o pendones en formación,
unos junto a otros. Y muchísi mas
est,\lJctitas. La Pal",era Florida, El
Hos(JlIi' Pétn'o. O tras estalagmitas en
fOfllla de champi¡iones gigantes surgie ndo del sucio. "Las Torres CatedraJ¡cill( ~La Pllt'rta de Dclllte ~ con una
gran can tidad de estalactitas donde
se repite n las hojas tropicales que
cuelgan de un.l altura 15 metros.
- 73 -
74 -
y los múltiples lagos de lodos los t:l1n~ii.os y colores. Algunos de ,1gU,lS t,lIl claras y quiet,ls que el visi t;mte no los descubría has t~ sorprenderse dentro del mbmo. "ElllIgo del E1IClI1ItO " con proftlnd,dJ.de~ de
8 a 10 metros y un gr,m caud,ll de agua. En aquelb época las barrer~s p.lr~l la explor~ción que encontraban
los que se adentrab.lO en ella las est~blecía fundament,llmente el agua que exigía unos equipos del que los
espeleólogos de entonces no disponían, ,lllllque y.l se iniciaron los primeros intentos con un bote neu mático. Hay que recordar que Isidoro González y !lLlS primos, según recuerda en un articulo periodístico
que figura en este libro ya a principios de 1.900 habían intentado, una tra\'esía fallida con un baño de nÍlio.
Manuel Ricsco pedía en aquella época
,lV.H1Z,lr por la Covon.l y b,ljar a las !lin1.ls de 1.1
Manre~a y sobre todo J POlO GrJil, de insond,lble
fondo, al que por los vecmos de Valpor(luero ll.lIllJban el Pozo de los Gr.ljos.
Muy cerca de ,l(jud entorno, en la cumbre
de unJ de las montañas podía l'ncontrarse hielo
durante lodo el afiO. Benigno Cand.medo recuerda
que est.mdo M,lri.l González, mi abucla, muy enferma durante e1mcs de agosto, y necesitando hielo
para aliviarla, subieron a buscarlo a aqucllugar.
fotografías que figuran en este libro de
la cueva han sido realizadas con pocos medios y
desde luego sin la luz apropiada, pero tienen el
merito de haber sido hechas por los pioneros que
lograron con esas imágenes despertar el interés de
otros por la espeleología así como el de las instituciones.
L.1S
fu
fll mIS/mI Sllfa, fll ·r¡'rrr
11 p/alltas troprw/es.
,Ir Pisa
(0/1 JomlllclO/ltS (fllt
rtoltnl'lII
'-le.!;\I,¡mol'ia
U'UI de la5 mlÍll1plrs fomuwmres qlle podrí"" ser colrmma5 /lflrll sr/slmlar Jm ((Iifirro c%s,,/ prmrorosm"r"lr (lcmUlIIll/Il5.
- 75-
"/.Á).(s,'me!os' m rm Immt'rl,lmro.sorrdospodm)!b ,·stalagllrrt.l~ Fu ti d('tlll/r st Clprroa
la 1t.\lrml de/,1 Jwdm ({)H dll',nrlsIOIlillrd¡ldt'.( desrr) nlg(l~,I) nmw la I"d dt' mr tltJal1te.
EH
',1 s('gwuia f%snifúl )t' IIUl'dt' ¡¡prmar
rll1,ll'dlro¡lÍm¡CII de SI/
- 76 -
me/m ...
,\/u/lIt,d.l.. "JI,I/,,¡IIt¡¡~ (Uds,m lid 1....110 ,///( I'llt'I/¡'// s.:r losJI!',,),; 11..
1111111<1111(//10 rllIIl"lrln de 11I1'l1) ,/r"l'lIó; d,'ulI<I /¡Jfll1ml,1 .Ir IlIITt".
hWnlII'Csl"II'S"III,1 COIl /IIhIIJ<I~' ¡lrlisfIWlI1t'11lclmbll/IU{,1 q//!' ,;,' 1'11
"/",·,mdo.v W{,IIIII,I filIo '1""l'mlri,' ser /,'figu"'l/e UlIII dU'I",dIIlL
- 77 -
·78 -
_ _ _ _ (Ie,%morl¡;¡
I
i1
I;'rron/I(.$ ¡'ullJO).
- 79 -
IEl (Ke,rsl dI' c{)arpor'lu('ro _ _ __
Drllll/f d~ la jom",cióll bulbosa que lamb,o,
- 80 -
recurre/a a dUUllplliollt5 glglll1lr1.
[IIorllles III"StI$ defomwc/Ollt5 nlgoSttl, /lila call/lllml arbórta mlrt gralldt.S ¡!/JI'ls troll,w/es COIIIO CIIdllllo5.
- 81 -
- 82-
Otro 9rlllplo tle lroJas ((/~(lI!tts..
UIlO de los m,ílt'ples lagos rorledClo porformarw"a bulbo$l.IS y ajiladas Iw/,l5.
____
C()m('/l/e~
(-'e ~,\!!,m orlu
dI.' aglU/ fmllspart'llle cuya I,mfll/uf¡
d"d JlI4tdr msmiar all'lsr/anlt.
- 83 -
La wlda tI( la CIIeva por la Cowua rn la Garganta ti" la r-orfogzllm, cerca del Calero di Fermíll, 1/11 dt511gUt' del ktlrl5 de Vil/porquero
111( v/trte al río 1¡mo por medIO di.' dos (dS(a/lus.
Otra vista de la slIllda de 1" COJIO/!// e/mIde putr/e IIf!r5I.' (/ regutro d(
agua qut l'it hacra el TOflo.
· 84·
_ _ __ ge,SM.fmorio.
La primera explorJ.ci6n del único acceso vertical a la cueva de Val porquero, fue una de las aportaciones del grupo espeleólogo leonés. Este acceso era conocido desde siempre por los vecinos de Val porquero pero es en el año 1955 que armándose de valor llevaron a cabo los primeros intentos para bajar a
las profundidades de aquella sima.
y uno de sus protagonistas fue M:lIluel Riesco, maestro de profesión, y espeleólogo de vocación.
Era el decano del grupo. Nunca retrocedía an te las dificultades. Exploraba por su cuenta si n ningllll tipo
de tl'mor y si n el concurso de nadi e. Pero siempre lo hacia con la responsabilidad que le caracterizaba.
En esta imagen esta prestando ayuda a los compañeros que habían iniciado el
descenso a la Sina. La bajada la realizaban
naturalmente con una simple cuerda sujeta a un travesaño de madera precariamente apoyado a ambos lados de la boca de la
sima. La persona que sujeta la cuerda es su
nieta. Hay que resaltar la valentía y el arrojo
de aquellos pioneros que con material rudim entario para realizar aquellas tareas tan
peligrosas, se esroraron hasta cllímite en su
arán por descubrir los misterios que encerraba la cueva. Hace de esto 57 años .
A Mulo de curlos/dlld reprodUCimos el rt'I'ITSO de la fotografía ti! ti
que figura el primer dibUJO que hizo MmHlt! Rimo de la traycctoria df la
sima lIasta I/egllr alfotl/lo.
•
- 85 -
Miembros del Grupo espeleólogo leonés de los qUl' podemos
Identilic.lr .1 Jos\.~ Miguel en primer
término con su IIlsepar.lble piolé
bJ.jo el SICITO del CoguHoll, cami no
de la cUCVJ..
El sit'rro del eogullon, cerC.l
de 1.\ M.lI1rO'i.l, que discurre sobre
I.ts g,llcríJ.~ dc la CUL'V,l con Jlgunos
C0l11p<1I1eros del grupo de espeleó-
logos.
Hemos resc.ltado algunos de
los artículos public.ldos por Isidoro
González sobre \;t Cueva de Val porquero ysu deplorable acceso, donde
quedan reAejados sus esfuerLOs por
dar a conocer a la opinión pública
el estado en el que se encontraban
y las reclamaciones insistentes a las
autoridades para activar el arreglo
de la vía de acceso hasta el pueblo
así como sus llamadas de atención
para la promoción de la cueva.
- 86-
En c~tm .lrtículo.; \1.' clIenl,1 I.t
hi~tori,l que precede .1 1m (.ullbio~ que
.tfortllnadalllenll.' hoy !ll' h.111 produ(ido, t,mto en 1.1 VI.I de .lCce.;o .1 V.llparquera como b puesta en v"lor de I.t
ellCV.l_ Muchos de .lquello!l .lrtículos se
h.lJl extr,lVl.ldo, y no 11.1 ~ldo poslbll.' su
localiz.Kión por luber sido public.ldo!l
en b pn:nsJ leonesa antes JI.' 1.1 guerra
)' no Ji . . poner de un.l COPI,I de aquellos
L'lcmpl.lres.
Al]uellos artícul o" fueron public.ldo\ en los periódicos leoneses La
f)clllocrllóll y La 1\1m1al1l1. DUl/"1(l !WI1Ó
IlUlrpnu/¡t'l1fe, ambos rotatIvos deil.lp.lrecidm. durante la guerra. Afortul1.ld.lmente Isidoro Con·d lez conservó algun ejl'mpl.lr de .. L.I Mallana~ donde seliab las carencias y olvidos
que sufría el pueblo de V.llporlluero rel.tti\'o~ .11 arreglo del camino \'ecin.11 que impedían el acceso a los
tllris t a~.1 b cueva. Era en el alio 19~6. De esto h.lCe setenl,l y cinco .lños. "l~unbié n Jisponemos de .llguno
public.ldo en el exti nto diMio ¡Jroa en 1953. P.lr.1 EICilit.lr su lectura, debido a la m.lb conservación de los
originales, los trall'iCribimos.
-87 -
ktícuros de >prensa
LA MANANA .)UEV'-S
26 MARZO 1936
INTERESES PROVIN CIALES
¿QUÉ PASA CON EL CAM INO VECINAL DE FELM IN A
VALPORQUERO?
Esta es la pregunta ll lle (/ todas horas 1105 hacemos y
se hacw!os vedlJos de Vafporquero. Lí' h(iccmos extwsiva al
Preslde"t/! de la ComISIón Gestora D. RamIro Arlllcsto, que
fama posesión el 20 del mes CII CIIrso, y también a{ JlIgmiero
jefe de Obras PllvllCas, para saverquc del,to ha cometido ese
CliII lIlIO, pon/l/e hace dos mi05 que se paralizaron los trabajos y liD se Iw vI/ello a saber /lJ{/S de él 111 de Sil proyecto. Sellares de la Gestora I/ablamos del camlllO vecillal de Fe/mili
a Vc¡lporCJucro.
Dada la lIIarclw ICllla y desordwada qut' estos trabajos /levaban, se veía que /a cosa ,ba para /argo¡ sill embargo,
como algo se aml/zaba, fel/ramos la esperO/110 que el propio
cOl/cesiouario! ((/IIII)j(lIIdo los proccdimieutos! o bil'll airas, a
quien él pudIera traspasarla obra la ter/llmarall algllll día.
Pero //0 Jlle así sc/iores de la Ceslam! ((/50 imólito, si//O que
este Sf/ior SI' empe/ió 1.'11 colltllluarlas de IlIIa mall fra desarllCIIlada, trabaJOIldo dos meses COII trelllta obreros, /111 lIIes
COII ochenta! seis ",eses Sillllillgll/IO ... sin (1111.' nadie le i"'pidiera lIacer aquello que Juem de Sil al/tojo y obligarle a
wlllplir eslnctamC/lte el comprollllso COI/traído a Sil tle",po.
Puesto que /1//0 de los obstáCIIlos que se opollía a la contilluación de las obras del citado cami/IO era la lelltitud
qlle el contratista llevaba 105trabajos (que era demasiada) y la imposibilidad de continllarlos miSil/OS, la Diputación! creemos, que COII blll'll aWCI"do! resolvió dejar sil! ifeclo el co"'promiso.
(011
- 89·
(El ( ~rst de C{)alporqul!1"o _ __ _
Como a/lOm tiellt; que s(,lir 'lIIclla/l1ellte a subllstll) la Diputación debe exall/inar el proyecto dictaminando, aUllque 1/0 sabemos si cabe algllllll resoluciólI del Ministerio de Obras Publicas) o éste es ya competencia de la
propia imtitucióll para hacer lo que proceda) por lo que pedimos que se pOllga1/ imnaliatametlfe ell marcha los
medios IIccesarios, m las próximas sesiones que se celebre'l)para que mmque sea la propia admillisfracióll o la diputacióII les dell Jil!. Puesto que ya hay aprobado UlI presupuesto es apre",iante dar comiellZo a los tmbajos allOra qlle /lega la primavera y el verallo. Esta obra Izay que abordarla COII etlergía ya elfo 110 llay de restar esfuerzos.
El IIombramimto de Impector de Caminos ha recaído en 0011 Vicente Martín Mamsa, persona que C01/sideramos COIl aptitudes mas que suJicimtes para el citado cargo. Esperamos ql/e tenga ell wellta que es 1/1Ia
C01l5trucción wyo tipo de sllbasta se aproxima a las 150.000 pesetas y de las mismas ya se /levan invertidas
ullas 90.000 pesetasy teniendo ell wet/la el presupuesto total es considerable; habiélldose, sacrificado los pl/eblos
ajectados con el anticipo del fallto por ciwto correspolldiente y las expropiaciolle5, si'l que puedml ver corollados
SIlSdeseos con la pronta realización del proyecto y elJin de fas obras, (e,/imdo m C/wlta que de limite a limite esta
el terrellO explanado.
El ingeniero, mior Izquierdo, c01l0cedor de los tramites que este camillo ha llevado, puede i"jormar sobre
el ",is1llo asf co"'o de la inversión que en él se llevll hecha y la urgellte necesidad de dar comietlzo a los trabajos,ya
que en ml/chos sitios los 1I1uros se derrumban y la tierra de los deslllO/ltes se cae sobre el call1i/lO, cegálldolo hasta
dejarlo cO/ifimdido cOllla vertiellte de las mO/ltmias, a callsa de las lluvias y las grandes nevadas, cOlltribuymdo
a aU1llentar el presupuesto del -pobre" call1ino de Felmin a Valporquero qlle, sin saber los motivos, se IIal/a wcarpetadoy olvidado, considerado como WI ente metajfsico.
Se,ior PresidC11te de la Comisión Gestora: Hay que defender fa i,¡vertido que es IItla cuantía conSiderable)
leniC11do e11 we"ta la inversión de tantos mi/es de pesetas, 110 hay que relegar al olvido WJa obra que redundaría m bmeJicio de la provincia, teniendo C1I WC11ta que estos pueblos atraviesan 11110 de sus periodos de mayor
estrechez económica y que COIl la realización inmediata de las obras) se mitigaría el paro, que en proporciones
alarmantes existe ell aquel/os pueblos.
Otro de los motivos, que es la causa principal de la construcción de este camino, que miade más urgmcia
a la realización de las obras) es jacilitar el acceso a las maravillosas e importantes -Grutas de Va/porquero" que
destacan en belleza sobre las existentes C11la POlfnsula.
En la actualidad los turistas, para llegar a Valporquero tienell que lJacer la mar de sacrificios cabalg(mdo
a lomos de burros por aquellos cuatro kilómetros cuesta arriba) donde se IIacw imíliles las ci,,,I/(/s, tabarras y
albardas que I/evan a eswrrirse por la trasera de los animalesj y los que 110 displmen de estos medios de "locomoción" no les queda mas remedio que N
echar el kilo ~ (/Illes de llegar al pueblo, llev(/lldo l/na impresión mediocre
al resto de Espatia. Sabido es que el turista es 11110 de los principales jactores para promocio'Jar ,westra tierra al
conocer su bellcw y Sil paisaje. Estas impresiones las transmitirán jUllto con nuestra cultura a otros pueblos) po"imdo en valor los tesoros turísticos de ,westra provi'lcia que dispone de magnificas lugares como éste.
- 90 -
LA MAÑANA. SÁBA DO 2S AlmlL 1936
NOTAS DE LA REGiÓN
¿PERO CUANDO SE TERMINA EL CAM INO VECINAL DE
FELMIN A VALPORQUEROf.
i SEÑO RES DE LA GESTORA!
Ya e/I o/ra ocasió" i"dicalllos C/I estas páglllas nuestro
deseo //Iás ferviente para que la Gestora Provi"cial dedi((//"(j
al ((/I/mlO veeJ/lal de Fe/mili a Valporquero 1I1U1lltt'llClÓU lilas
Cludada. Hoy tlsmusl/IO indicaremos etI estaspágmlls tllgwlOS
detalles para Cfllt'jijfll Sil atflle/ÓII e'l el/a las personas 'lile ompa/l allos cm~"05 Cilla Ges/ora y e//la DiplltaciólI Provlllcial.
Trataré e'l este artículo de prmsar lo más sommmlfl/te pos/ble, los rasgos ¡mne'pales de la sitllaciól/ fII que se fII meHtra el camillo IIcchw{ de Fcfmi,r a Va/porquero.
Qlllsiera que ItI Ccstom consit/('ram COI! tnmqlll/¡dad este ,IS/lIItO y t//lllera en C/lenta los proM'mas cal/sados
por la dCJada de las aH/eriores Gestoras COI! este camilla. 1lasta el día de hoy, 'IV Jllt' más '1/1(' 1/1/ pasaje olVidado y
1111 caso de desprc()wpaCló,rpaterrte, q/le se prdcmlió relegar a/ olt1ülo, SIII temor a rozar el mlíwlv, cosa '/Ut' mios
paises ClLl/lizados no podría OC/IIT11:
Ilay que mllll/wr COIJ (I/('IIC/6n estas meS/IOIIes. Porqu(' St',io/"t.'s de la Ges/ora, tmgall ell C/ICllta qUf)'a 5t'/ra
lltilizado de! erano dc Dlputaclá" la (mmliosa sUllla de 90.000 pesetas que aproximadmllfnlr st'llevmr 1II1'ertrdas
01 es/os trabajOSy //0 pUt'de ser qlu' ClIprichos(I/l/cllte se abandonc e! proycdo Slll chirle I/ltis l/I/por/ancJa. Sena I/I)usto, IIIdx/llle ClIlII/{lo la difert?llcia eXIstente C/Itre lo IIIt'tTtido y d prC$llpllCslo lotal de las olmls es cc1//SIdcmble.
Velllos que I{/s scsiolres Si' sucede" y el proyecto /IICI/CWIUldo, slgrle el CIIrso inlcmrillc/ble del olvido, porque 110
'1111)0 /11/ solo gestor {/ue se Icval/tara el/ las sC5lOnes Iwb,das, pam dt-cir plibltcml/el/te que em I/ecesarío Izacer jl/s/icin
y 110 dejar para IIImimw el pro)'t'Cto ponlue 110 Izaría /II'is quc mmlmtar cO//SIdemble/llelltc el presupuesto d{/do el fa IIICl/tah/c aspccto que pl"C5Clltclll/as o/mis actrUllIIICl//e lIIotll'ado por los cl"lldos klllpom/es de !lanos //IV/en/os; los /1/1/ 1"051.'11 /l/uclzos sitios l'sMl1 co/llIerlidos ('// ten·nplelles, y CII otros, los desmolltcs '10 dmr se/iales de '/{/bcr sido exp/i/lU/dos.
Vell/os quellegó la prlllllll'era, y COI/ el/t/ el/lllt'II tiempo, Slll q/le se haya I,ccho I/(ula pe/m COl/till/Ulr el ((11111110.
}' por lo que se mlll)'c llcgartÍ el l'emlJO y eslarcmos lo I/IISIIIO: los trabajos colltmuaran paralizados y e/pro)'ecto
fomumí parle de 111/0 de tal/tos papeles olVidados que temlil/(I/"{/ ardl/vado ·per sewla sce/llonlll/ ·.
la D'IJIIlaciól/ actuara COI/lO le colTCspol/de yJt/mm 5115 gestOft'S co/l/prt'llsil'os, les podríamos Izacer sab!'r a
éstos, lisa y Ifarwmfll!e, que de IIIl/guIJa mal/era el proyecto ¡}lIt'de c/I/edar así, pI/esto que cslmllos en ¡lila fast' tal, que
110 ¡)//rdm o l/O debel/ Ifllme o/mis paralizadas COII prcs/lpuestos Iml elevado.', sobre fodo, ('// las que ya St' hall heellO
gmlldcs irlt'ersiollcs t:II 5US trabajos, aballdol/adas por paSIVidad al collsidcmrlas adcmás, 5111 Importal/cia a~IIIUI, y
puesto quc ésta la /it'IIt'/al/nola[,h', /10 debe (('j"'"Sí' ell el c/l/pe/io dt' darle jil/, qm'/Io Izaría I//{IS tI"e prestigiar a /11lcs/m
provincia, ya la propm DIputaCIón Prol'lIIcia{. Todo esto es 1m eml/amiiado asunto qm' ajrcla eCOtIÓ/IIIcalllt.'llte a fa
Dlpll/aClólI, por o/m parte, rmlenlo ¡wber drellO ell otra ocas/ó/I, que "'l/gil/U! disO/lpa es admISIble COII respecto al
desarrol/o gCl/em/ de las obras, pues es/e proyecto es tallfillldall/ell!a/ q/le sobre SIl base descallsa la atalaya t/lrística lilas
Ilel/a de Esparla y IIICI"ece por tallto 111/ alláltSlS mtÍs cuidadoso.
SI
- 91 -
\1:::1 (Kersr d" ({)alpor'lul'ro _ _ __
LA MANANA. SÁllADO 20 JUN IO 1936
NOTAS DE LA REGIÓN
DE VALPORQUERO
¿CUÁNDO VAN A EMPEZAR LAS OBRAS DEL CAM INO VECINAL DE F ELMIN A VALPORQUERO?
Hoy recibo III/a /loticia coI/soladora que //le da 111/
amigo, de esos hl/mos que /ellelllOS ell todas par/es. Si lectOl;
¡Alji/l¡. Segríll parece 1II1 problellla solllcionado para alegría
de todos, por la ComisiólI Gestora actlla¿ desde hace //Iuy pocos días, y creo que mm desconocido por el pl¡b/¡co.
Es sesión celebrada el día 12 del corriente mes, se aprobó el proyecto reformador del cdado call1i/lO de Felmil/ a
Valporqllero por/a cantidad 65.732 pesetas y 1111 plazo de
ejewciól/ de las obras de 8 IIIeses.
Hall de tmer en Cllellta se/jores de la Gestora, que /05 II/lIle(IJOSelllpicum IIII/y prol/to por aquel/as IIIolltmias
yes I/ecesario que allwcer /a sl/lJasta se le haga ver al co"tralista de las obras la apremiallte necesidad de darles ji" ell
el mio actllal. ¿No le parece selio/" ¡u/I/ierdo? No IIl/ellIa a owrrir lo que COI/ el COl/tmtista ml/aiO!; que t!lllO elll//armiadoslos trabajos por espacio de varios mios.
Porq/le buella falta ha(t' que las olJras del camilla vecitwl de Fehllill (/ Va/porquero dw COI/Jieuzo I!IJ e/lapsus
de tiempo más ¡mve. La bllel/a gel/te ha recibido fa I/oticia roll mucha alegría J, /l/lO, COI/tribuye a esa alegría COI/
es/as breves lí/Jeas de aplauso a la Ges/ora pral/il/cial y al illgelliera jefe de Obras Publicas.
ReCl/erdo quecombatí COII todo ardor la leulitlld CO/Iquese llevaron los trámites y all'l'r COI/IO pel"lllllllCClÓ por
espacio de varios mios ese camil/o atTil/col/ado del qlle vil/O a sacade de susllelio la Gestora aclllal y por tallto Ilay
qlleaplaudir y remiar lo que se ha hecho afallor de/miSil/O.
No queremos celebrar a destiempo las gestlOlles de todos fas quc hall illtt?rvcllido COlllllterés Cl/ el proyecto ¿No
le parece se¡iorlzquierdo? Olvidcmoslas inhibicioncs de In Gestora pasada y ompélllOllOS de la actual, que Iras 1111
breve tiempo el! fimciolles jijó 511 a/Cllc¡ón ell los problemas más latentes de IIl1es/m provil1cia dispuesta a sllbsmwr
los yerros habidos)1 afrollt(llJos COII toda entereza.
EII mallto se hizo eco esta IlOticia por aquellos pueblos, la recogieron COII ellOmle alegría, COIIIO se recibe el
re/OnlO del//lejor amigo quepor espacio de mucllO tiempo pcrll1(/l/cció ausellte. Urge compel/sar la falta de diligellcia
(/l1lt'l"iol", pOl/iC/ldo en ejecucióII las obras el! proyecto. Hay que abrcviar los tnimites y prowmr por todos los medIOS
que los mafos mtos pasados se tnlllsforlllCII CI/ alegrí'I, que salo puede asegumrla fa wlltidad de operarios destillados
a los trabajos.
Las calamidades ocaslOl1adas en las obras por las pasadas i"clemel1cws del tIempo y 105 tramites p"mlizndos, dt~bell quedar reducidos tal/lo CI/ sus proporciones COIIIO ell sus efectos tel/Jmdo ell C1/enta 511 illlport(mcUI el! las
esferas de la Diputació/J que correspolldml y COII gel/erosidad, aplicando ellínico medio posible. ¡"u·abajo!, ¡MudlO
trabajo! Para calmar /a ¡I/q/lietud de la pob/adólI y co/lSeguir el objctillO marcado.
- 92 -
____
'Je~ m (»'ia
Miremos Ilacla los plleMospeque/iosy teugamos ('1/ melito Sil desamparo. Hablemosy preocupémonos de ellos; es
fa que IIuiCIws/IIC hall pedido. ¡-faz ¡'el" cilla ciudad losslifrlllllclltos de los pueblospeque/iosy explica lo dw'o que es para
ellos el fracaso del proyecto cilado. Muchas veces, 1/0 se (Jumlas, se ha cIIgmiado a esos honrados y laboriosos pueblos,
y, de este //Iodo, fas gel/tes scncdlas, los paisanos crédulos, los aldea/lOS que 111.'/1 trmlscw1'ir Sil vida el' fas aldeas calladas
y humildes, refugiadas bajo el abrigo de altísimos pimclws blancos de IIIolltaila, l/O SIIP/Cro" de los políticos más que el
el/gaiio de sus promesas y cO/IOC/cm" el dolor de la decepCIón
Las humildes aldeas de qumce o veinte casas descollocen e ¡gl/orall q/le pcrlmccctl a IIIIa gral/ lIanólI, CO"JO
oCllrre en /III/chos pueblos de I/I/estm provil/cia, qlle 110 recibeH de el/a lo necesario, y si cmgas y ulcrijicios. Esas aldeasy
pueblos ell Sil mayoría carecen de lo lI11presci/ldible, eSCllelas, vías de COIIIWlicaClÓIl, etc. y Cl/lllUcllOS de ellosfalta Irastel los
elementos s(mifanos imprescindibles. Tengan ell ct/cllta a esos hlllllil1es y gastados pucblos que C(JIISU esfuerzo tmlluiéll
cvlltribuyt'll al descubrimiento y progreso del Nuevo MUl/do CO/l SIIS emigra/ltes y que hoy se VOl de5(illlparados m todo.
SinlaHestaslílleas de llamada de atCllciólI a qllit'll corresponda por SI de casualidad, se les ocurre pemar e/l e{{os.
Las situaClolles il/justas que fueroll ocasiolladas porel trabajo de la Gestora al/tenO/; /lO se puedell n:peti/; SI el/
1I1OIIIel/tos pUl/tllales pudieroll belleficiar a 105 pueblos implicados, IlOy se siC/ltC/l¡JCljlldicados parla Imtitud de CÓIIIO se
l/eIJarol/ los trabaJOs, y eH elmoll/t'IIto actual, las perspt'clil'as S01l poco Im/agiielias. Espmill/Os ql/ecambie /a situaClólI y
que el ntlllo eX(fsivamellte Imlo de la época al/terior varíe por otro más acelerado COIIIOel que esperamos le imprillliníll
los hombres que COlI/pOI/CH la actual Gestora y los (lIle OC/lpaH altos cmgos ell la DipulaClólI Provlllc/aL Creo que todos
y cada 1/110 de ellos sabrán cUlllpltr la última parte del proyecta COII justicia, para que II/mlmw sea O/gullo turístICOde
/lues/m prollincia y de Espmla.
No olvldarmws a D. ÁI/gel Abrcu (lile pliSO lodo 511 esfllerzo eillterés t'II el call1ÚWI'ecil/al de Fellllill {/ Valporquero adwuis de l1Iuchos sacrificios, porque el creía que erall I/ecesarios y porque cm de JUStICW. Es/aba dispuesto a pOI/C/"SC
el! cllado de sus OpOI/Cl/tes para m(OlIIrarww SOIrICIÓIl a (l/alquier problcllla COI! el csjÍlerzo qucfucra necesario, haciel/·
do de él, 11110 de /05 principales colabomdores de hiS citadas obm5.
Sellares de la Gestora, es necesario que col/siderCII la si/uació" e" que se ellCll"ltm e/ camillO "ecil/a} de Fe/111m a
Valporquero y su proyecto, tellgan ell CIIell/(1 que por haberlellido que rescmd". el colllpromiso COI/ e/ contratista, por 110
Clllllplir lo pactado, y dado queestas obras 5011 de illCllmbCllcia eXclllSiv(1de /a Diputacióll, el/a es quiell tiClle que 5(i({/r/as tUle¡lcllllCllle (1 subasta y darles ji" de /a11lejor11lmlem posil,/e, mil/que yo dCSi~aría que sea el/a I11I5I1W quien debiera
col/Irolarla (0/1 lo qlletodos saldríall/os gal/alldo. Hí' aquí otro dato lIIás; la sitlwcióll ell gel/cml por la que atraviesa}a
provincia es de gral'e crisl.5, y miade illterés (1 I/uestm petició",ya que existm ell todos aquellos pueblos multItud de p(lrados que COI/ el fOlllellto de esas obras y otras que a callsa de ésla Se pomiliall ell marcha, podría rcmediarse la situaciólI
de IIIUcJUiS júllli/i(ls.
Mirmldo aquellas crestas blallcas COII (ifilados picos, las/J/"IIIIUiS COIIIO palO/llas qlle se rdlej(1II 1'11 el río y las//IOII/tuias {/ue jlI/Ito a él guardm¡ CIl SIIS fIItra/ias palacios //wraviffo50s que IIOS rCCIlerdal/los descritos por D(lIIte 1'11 511 "La
O/villa cOllledü(, l/O podclllos /l /Cllos que repetir que las "C/lellaS de Valporquero : las/luls bellas de Espmia, 110 mCrt'(C1I
que este proyecto se estallque.
Ellurista que 1105 Ilisita está deseoso de podel' colltelllpl(lrla belleza que le bril/([a el pil/toresco pueblo de Valporquera, y admirar hiS CIItra/ias delsul)sucJo que le ofrecCII aquellas lIIolltmias. Esos tunstas!fevar(1/I 5115 impresiOtles por
distilltos lugarcs de Espmla y lalllel/tablelllCllte podráll COI/ 1M el abmu{o/lo ell que se mCllelltral1 hiS vías de cOl/lllllicaciÓ" que para {legar a eU(iS yeso seliores de /a Gestora, es/o que hay 'lile evitar,)' para ello, pedilllos ¡justICIa !, ¡Justicia!,
¡Justicia!.
ISIdoro GOl/uf/ez. 22 de (¡bnl de 1936.
- 93 -
,I
(El \ Ke,rsI 4r (Ocdponlucro _ _ __
PROA. JUEvEs 7 MAYO 1953
CADA DíA UN REPORTAJE
LAs GRANDIO!'oAS y OLVIDADAS CUEVAS DE VALPORQUERo.
EL CAM INO HACIA ELLAS, INTRANSITAI\LE.
Res/dta difícil Cl!COl/tmr pala/mIS plira descnlnrla gnmdws"lad de las martll'dlosllsgmttb de Valporquero (U'ÓII).
La adl/lImciÓIl del IIlSIfmlte al collfemp[¡¡r tlllrla lIraml11lla l/O solo por el atrt'vil/lIellto de las esbdtíslllJa5 COIIlIllIU/S (lile sc IrmUl/l ti s05tOler la teclHIH¡/JrC de e5e 1I!11/C//SO
palacio (/ue la /I(¡furale::.a creó pmu adllllrtleiólI dcllrombre,
SI/lO tal/1/¡ió/ por la5 elWl'llIe5 galo'fas que 110;, propor(ÍOIum
mt! SCl!SílciOIlCS. A cada paso 1" e uem 1105 ofiwe la5 I/uís sug¡;sfll'as fol'llwS de la I/aturtlleza.
A/lfe /losotros surge la Ilisió" de catac{¡slllo5 geológicos owrridos 1'11 tIempos lejmlOs ... Impresiollcs quc IIOS
haci'l/5L'1/tir miedo)' /lOS parcct'I! oír aquellas /erril,!cs palabras de Dal/te kLasciate ogl/i sperallza". P(/re(l.~ que atraIlt'S(//lJ(}S 1111 1/1111,,10 de 'lwmera donde espíritu y fal/tasía se IIIc::.d(lII. E/mil/mullo de las tlguas se oye por doqlúer y
a/lll11álldol/oS ¡Sigile adelallt", /luís ade/allteJ' te lIIostmr¿ los tesoros (JIICposca!.
Alife la v/siólI delos detalles de fllufautásfiCtlsgalerías el cspectador S(' sobrecoge. Allr todo es IIlIsterio, I/l/IIIW/do descO/lOcido, mwulo de sdcl/cJ() que modela/! al co/llpeü de las gotas de agua figllras I/JI/lwgll/ables. Loca fimtasía
qlle mom CIIlas sombras para que Sil lellto trabajO de siglos IIOSdeleIte con mdl01lCs deformas capnclwsas' Bos'llles
III111et1S0S dc estalacl!tl/sy estalag"lItas, (Olllllll/as labradas lIIamllillosallli'llte po/' el CII/(e/ dc artistas desfOl/oódos
'1/((' IIOSasombra/I, wprichosfOI]ados para sugestIOnar al tlisital/te qlle desafían las leyes de Irl grm'edad
A mallda que l/11m Izamos por aquellos 11!/I/eIlSOs salolJes, C!lal SI fumlll catedrales de/más r«fillado estilo,
cOl/templclH/Os figuras que parece" estar CI! pemulIIC/lfe omciÓl1 y otras que se contorS/olI(HI ('U horrible sllplicio.
jAqllellas cscall1latas parecel/ cOl/duclI' {/ la gloria y las eswltul'lls de poderosa /)elleza I'ealzem el eSIJle/ldor de sus
salones, J1/ntw/do a oral' al tlisital/tej.
¡{vII/pe ese II111/C/IS0 sifCJIcio el beso cllIspemJte de la gota de agua a la estalagmita y la vIsta l/O pl/cde 5l1strdel'se
al adl1llfar la belleza COI/ que ha I/coII/pasado el tiempo SIlSCOU!il/l/OSwmblOs de tlpariCllcia.
El COlIstelllte e/¡scumr de lasl/guas a tra/'is dc IIquellas IIItemlilll/lJIes galerías, deja oír Ulr /'ludo sordo selllCJallte al 11I111'111Ul/O dt' /11111 lIIultltud que se acerca. Por todas partes se aparecen lagos de tl'(/l/el/úlas agllas CO"IO el cnsta/
de verdes trallsparel/ClIls. Aguas III/ldas el/ CIIyo cspt'l0 se /llIra el resplandor lI/CIerto de fa 1HZ.
La escultura s/l/)Ierrá/!ea y silCIJóosa ha estilizado lal dlllersidad de formasy col/crecÍlmes calcáreas, que 110
deja de sorpremlemos. EII este mlllldo lmljo todo {'S j(mltlsfico. Todo se Imllsjorma. Lt¡ /'mlidad el/ falltasía y la
fal/tasía ell rea¡'dad. Se goul de las visiol/cs 'l/le más re(/lcrdos dejan C1/ el espíritu. Mundo de ¡Iusión srllludo etcnra11IC/1lt' e/llas sombras e/ue ratifica clmllagro de la gota de agua el/ S/l fmlo fr~baJo de SIglos.
EstalactItas y eslalagl/J/tas el]sus II/últlples facetas y sorprClldClltes detalles. La Pelia de las Tres Estatuas de
ml'ergad/lra recfrlíllea, las (lile baJO los {jectos de d/stmtas posiciolles callsau asombro, cnspaclOlles '11/1' OCllsioua la
vISIta al e/austro sllbterríÍlleo, si/lletas jil1ltasl1lales, al/Iros mvel'llosos I/IIsteriosos y CllJOC/O//OlltCS COI! SI/S cO/U/llllaS,
salas y bóvedas /l/expbcables.
-94 -
____ ((e,!,¡'Vmor1a
)1'JI/cm de !tu grillas pCII.SlIIIICJ5 que FlIrt'ce IJII/I(I$/II!" l/lit' solalllwlt' 1/05 separa del /'t'/I/ado de fa I'jz la cor1('::(1 lerr¡;sfl"t' y el espíntll se c/1si/I'c!w IIUCva/llClltC flullldo /a 11/:: 1IIIII/mlllOS del/I/el!'e {/ la Illda. Y contemplalldo la
d¡fi'rC/lria que ('.\"Istc mire los dos HU/lUlos, esas S('/lsaCIOIlCS límCllS ql/e 1,1 \l1.~ita IIOS proporCUJ/lIl¡ /" pcsadllllllJre 1I0S
embarga al col/sidcrar qllt' visitar aque/llm/ellso palano alltore/Ia t'lI IIIaI/O, que podría ser Joya del Turismo IlaCiol/al y Pral/lllelal, hoyes poco me/lOs que Imposible a caUSiI de 1(15 pés/I//as condiciones del camlllo peclllal de Fe/lllill (/
Va/porquero, ese camlllo que (onduce a fas grutas y que es llllpm((¡ctlblc para el tnmsrto. Ese trayecto esta pid/CHdo el
gntos UN AnnECLO UnCENTE.
El! el diario ~Pllcb/o ~ Ida rWClltemCllte que 'qulllee /lid turistas l'lsitt¡ro/lla c/l/dad de LeÓII el pasado mio ~
La //l/Silla ilifcmllaC/óI/ IlaCla resaltar que I/uestm prolllllcia Cl/ellta fOil los belfos paisajes de H/... as COlijas de Prl oro~,
San Miguel de Escalada, Hoces de Vegaccn'era, etc.
y me pregulllé ¿Qué se JIIZO de las ill'preslOllallfes grillas de Valporq/ICI"o? ¿Pasaroll a la historia? ¿Es posible
(lile 'lila de las primeras rutas turísticas de la prOl/JIlcia y de Espmia, se ('/lC//mtre o/pulada por IIuestm DlputaClólI
ProvillC/(/l, por el Patr()lwto de 71lr/smo y por las (/Utone/ades 1/lle velan por eI¡mtrilllOl/io artístico?
A Valporquero illteresa vISItarlo por dos 1110111'05: por 511 pmsilJe y para admlnlr la bel/czI¡ de sus gl"/ltlls i,l-
comparables. Situado CII alta MOlllmia, aselltado sobre rocas posee /111 el/Wllto romántico. Allí todo es trtlllsparcllte
y SI/ el/tomo es claro y diáfal/o. ¿A que /IIsistir f/I desmulI' sus múltIples bellczas C/I WI artíclllo periodístICO? Serla/l
lIecesanas IUI/cllas págillas para dctal/ur aquel COI/jImio mamvllloso.
Todo Va/porquero esta /lello de lugares clICllIIla¡{ores d'SCHIIIUU{OS por Ilalles ml/oios. Es UII f)ellíslllw t'mplazamie/1to. LI/gar de 11lI11I/I/embles palloramas. Multllud dt' lI1ellados piCOS Illle l/tl/! dOll/mado por siglos esta n:giólI
IÍllica. Serrallías estériles de 1'0((/5 peladas bamdlls por/a fima de los pimtos y las profimdils gnctils y alJismos de
agudo corte ell la blanca y dlÍct¡{ ca/mi. Los soberallos de esfos altIVOS rISCOS qm' se yerguell sobre Valporquero 5011
"Pt'lia la Gral/de ~ y el "Sierro del Cogullól/ ".
Valpon¡uero ellla dIstal/na da la smsaClólI de ser ilJ(l(ceslble. Y lo esta reallllmte para el mlfoHuív¡] Verll CULO DE LA C/VIUZACJON. Desde la ","1(1 carretera que serpClltea por elltre !Jwias, por la que 105 coches
qlle se atrevclI a SI/bit; fielle" que deslizarse sortealldo 1'1101"1111'5 dificultades.. El petardeo de los /IIotores Jlor aqlldlas
CIIestas arri!Ja obhga ti hacer paradas y más paradas para 110 !lcr el 1110101" saltar el! pedazos por el /I1a!ísllllO cmwllo
l't'WIIII que ya dejo de ser tal, trollcJlillldo ramas y foUa}/', espmos, esqui1'(/l/{lo peiitlscos y morrillos que obligal/ a
parar m seco. Lalllaqullltl fielle UII jadeo de callsal/cio por cs/e camillo bárbaro. No puede resistí/: Nos referimos al
coche de ElIsdJ/o, el de CarlllC/leS, IÍIIICO que Imee jrel/te a las mayores difiCIIltades.
Muchos espmioles y extranjeros trataro/l de lIcgor a las Gnllas dc Va/porquero siélldoles i/llposlble a causa
dd mal estado del camillo IlCcilla/. Creemos de IlCrdad que apremia dictar lIIedldas para hacerlo lmllsila[,{e y más SI
se tlel/e m (l/el/la que la 10llgitl/d del HUSillO 50114 kilómetros 642 //Ietros solalllel/te. La el/trega tofal de las obras se
JI/ZO e/I d mio J947. El estado del /1/151/10 l/oyes lastimoso.
La$ deficiel/cias q/lc presmta /111 call1lllO de termil/ación fall reciellte 50/1: La falta de uaralldillas el/los pllelltes q/le represe"tal/ UII gral/ pe{¡gro. Los desmolltes que se ilH/OlltOl/(/1/ sobre el ((///11110. PCliascos desprendIdos y
ascntados ell el celltro de la ruta y que para quitados 110 hay otro /l/edio ql/e la dinamita. El/lIIl/chos sitios los muros
de (O/llel/ció" estáll dcrnslllbados, las pIedras delji,.,IIc ell pI/lila y ellforma esq uelétIca por haber sido apisolladas
(011 1111 roddlo so/alllC/lte IlIlpld/C/Ulo el paso de 10sl'eh¡CIIlos y slrviClldo de calzas al paso de los 111/511105.
y habrelllos de seglllr
. 9S-
(El ~rsT de ()a[por'luero _ _ __
PROA. V I ERNES 22JuLlO
1955.
v.ttfD. U le
LAS CUEVAS DE VALPORQUERO INASEQUIBLES AL TURIS¡\'lo.
ELCAM INO VECI NAL DE FELM I N A VAL/'ORQUERO DEII E
QUEDAR Am ERTO A L TRÁNSITO
La. Cue... de
muequibles al
El camino veailla! de F~:;;;
debe quedar abierlo a! ...
I
¿Por quéJIO se arregla la travesía del call1lllO vecllJal de
Felmill, de solo /50 metros, qlle impide el paso de vellículos a
las uCuevas de Valporq'lero ~?
Esta es la pregllllta que 1105 haccmos lIosolrosy se hace
lodo el que illlellte visllar talllllarm¡j!Josas gflj/as de ese pueblo.
/-lace 111105 meses y ell 1111 aulocar parlió el grupo de
espeleólogos leollés con el aviluaflmmelllo predso pam CO II limlar las exploradO/les que se estáll lIevalldo a cabo ell fall
importalltes gndas.
El vehículo se deslizaba S¡laIJe/llellte por las márgems
del Tono, IIIUl carretera que a trozos está CO/ II0 para practicar
el tllrisll/o ya trozos CO IIIO para /lO col/timlar por ella. El/ las
Hoces de Vegacervera II/IIi1ll0S que (ll'eamos todos para que el
aulocar pI/diese atravesar el pl/eHte de /IIadera ... i
Al llegar la expedició'l al pueblo de Felmill surge lo tan
terriblemente esperado. Hay obstáwlos eHorllles p(lra q/le el coche pueda cOlltimlar a través de las tortuosas calles
pero es propósito de todos los expediclOl/arios llegar m
al/tocar por I'nmera Fez ellla historia del CC/111111O has/a
Valporquero.
Al ell trar por aquellas callejas las gmtes IIOSgnfaball ·¡No se puede pasar!. Pero lioso/ros imis!íamosy
como 1/11 solo hombre empezamos /lira tiMl/iea labor;
IllIOS a qllltar pCliascos, otros espillOS, y /l/aderas /l/edlO
atravesadas ellla mta, otros a IJigdar para queel auloCa r
pudiera salir airoso de tall dura pflleba.
¡Daba pella !. P,edras por todas partes, esquillazas de /lila casa destmida¡ paredes il1tr/lsadas, espillOSy
maderas hasta el1 la mitad del camillo. Todo //luy bim
colocado para que 110 pase la civilizaCIón y los coches 110
puedall atravesar aquellas calhyas.
Al pueblo de Fe/mili le mteresa que esa travesía
cOl/timíe así por ser la ¡jl/iea II/allera de estar siempre a
salvo de la vigilal/cia de la Diputación.
96 -
NUt's/ro asombro fue mm IIU/yor Cl/alldo vanas /l/uJeres salier"" fII fl/ rt'cidas (/ l/l/estro paso. Por todos los
medIOs se 0pollían tl que (]uitcíramos!(15
piedras qlll' estaban lile/USO fucra de la
demarcaClólI de SI/S casas e igua/me/!le fado obstáCIIlo para ql/e el vehíCII/o
pudiese COII/ilU/O/:. ¡La ira desatada!.
A(gwws desde las I'C/ltal/as 1105 illcrepaball para ver si COII 5115 gritos y actiII/d colérica 1105 ob/igaball a desistir de
"I/estra empresa de alrallesar el pueblo
de I-el",ill COII 1111 autoc(/!: ¡BoclIOI1IOso!. Ni U/ra ayuda por parte de IIadie;
¡"'pasibles allte el progreso. No les illteresa dejarlo pasar. Hay que opollme COII todas 5115 fuerzas para dete"erlo.
¡Ol/e cspcctáCl/lo si Iwlnéralllos sIdo turistas extranjeros! Cmlllllle sillcemmC/ltc ¡hlmCllfable ¡.
y lIOSO/roS pn'glll ltamos. ¿De qmclI es la competi'llcra C/I la travesía de ese Ct/llIÍI/Osoja dt' 150 lIIetros por
el pueblo de Fcflllil/:'. No lit'ne el pueblo firmado /111 compromiso de fxpropiaciólI volll/llana y Slll IIIdemllizaciólI
algulla y IÍllicalllCllte cOlllpellsalldo al peljudicado COII 1111 lugar de los terrenos CO/lllllw/es esos pocos metros que se
precise filia expropiaciál/?
Pero todo esto, seglÍl/ parece¡ ha de ser de comlÍn aCllerdo y elllre el/os solamenle. Parece ser que ell d fimdo lo
que OC/IITe es /liJa etema aversiól/lUlcia ese [(/millO ya su fra l'es(a. Creemos que ese ;'lleró /10 debJe/'(/ prel'flfccer sobre
el progreso ya que por WI obstáclllo así 110 se puede dejar Slll cOllllmicaCJólI a fas Grutas de Va/porquero (/u(' estml
necesario para f{lllorecer el turismo ae IIlIestra prollillcia.
El P(/Saao mio la DlputaciólI (¡rreglo desde las afueras del pueblo de Felmilllrasta Valporquero 4 krlómetros
y medio, qlledalldo ellmagllificas comliciO/les para el trmlSlto de toda e/ase de 1Ie1líCltlosy COII ello se hizo justicia a lo
que tall necesario era y que COII fallto i/lterés pedímllos desde las COltlllllUls ae PROA de 7y 8 de mayo.
Pero5111 que se sepa ahora porque /Ilativo y Clta/soll los IIItereses que se OpOI/CII¡ ese camillo esta tapollado para
e! tmllsito por 150 metros que tiCHe la travesía de Felmill y que /la se hizo por la DiputaciólI desde el pUCIIle de! río
1(¡rio hasta la /l/tima casa del pueblo.
E'I el caso de tener quc rcaliza/" expropiaciolles estas serian ilJsig"ifiallJtes ya qlle se reduciríall sola/IJw/ea dos
o tres vecillos ya 111105 ciCllto cillCltenta metros cl/adradosya que seglÍll parece 110 es preCIso derrilmr edificio a/gullo.
Nuestra Valse alza Iroy para decir lII/el/(//Ilenteque las /lJaravillosas Cltevas de Valporquero no PlledCllfigllrar
como primera ruta turfstica miClltms exista oposiciólI dmtro de! pueblo de Fe!/lJill a dejar el paso libre, viélldose hoy
forzados los turistas a teller que dCJar los autocares o coches t'lI die/ro puebloy teller ql/e sl/bir (l/ulmldo 4 kilómetros
y medio IIIalográlldose por tal motivo grall mímcro de eXCltrslOlICS que se proyectan a las citaaas grutasy que por
lall fo tiellell que quedarse en proyecto al CIIterarse que el autocar 110 pl/edl.' pasar.
PedllllOs por tallto al E.xcmo. S,; Gobenwdor civil de la prol/incia, DlputaClólI Provlllcia~ y Patrollato de 'lilrismo se illteresCII por sa/llar ese ol)stáwlo 'lile se opolle al paso, tellieuao en Cl/c!Jta que el valor actual de las obras rw/izadas ell el camilla de Fdmill a Va/porquero quizás rebase los tres m¡llolles de pesetas, si estas hubiera que i/lidarlas hoy.
·97 -
lellgase 1'11 cul'llta qlie elllombrt' de las importantes Grutas de Valporquero yll t/elle resolUmcia 1'11 toda
Espmia y creemos por tal/to que en bien del tunsmo 11'0111'5, las primems {/IItol'ldades de Iwe5tra provlIIcia cO/l5lderarall la importancia de las Cuevas de Va/porquero e iguallllt'IJte los olJstáCl/los que se OpOl/eH para el paso libre y
Slll dificultades e/I el ",islllo pueblo de Fefmlll,
Así lo esperamos y deseamos villmllellte que lo que hoyes mIO calfejuda sea mllliana IlIIa gran aVCllida y el turista pueda pasar
IIbreme/lte a admirar las maravIllosas CllellaS
de Valporqllero orgullo de llUestra provi/lcia
y qlle sl/lIombre pueda traspasarfrollteras,
F.sta foIl/grafía que /lO St' hlc/uye en rlllrtíwloy mmplrtll
el rrporlllJf (011
Olero f/!
1<1
llegada dc los rX/lCdlrlOllIlm'5 11/
\I¡III'0n/llt'ro,
PROA, VIERNES
8 MAYO 1960,
LAS GRUTAS DE VALPORQUERO, PRIMERíSIMO
RUTA TURÍSTICA, SE ENCUENTRAN OLVIDADAS,
DE INTERÉS PROVINCIAL Y NACIONAL.
Si" duda algww lo 5011 la5l11a/'(/vlllosas grutas
de Valporquero (León) ulla de las mas importmttes
de Europa, algo qm' la pluma /la puede detallar 1'11 {'l
corto espacio de WI artiCl/lo.
La ellorme boca (25 x 60) 1'11 I/lIa lte1ldidura
bastatlte prommciada del terreno, a 400 metros del
pueblo /Jos hace sC/ltir ¡"'pactados.
EllcmdenlOs los candllcs para descubrir los
secretos de aql/el mUlldo portmtoso que desll/mbra al
visitmlte despllés de i/ltefllarse a través de SI/S tremelldas fallces.
galerías se Ilall descubierto
hoy 1'11 las grutas de Valporqllero; ulla que alas J50 ",etros parte IraC/a la dereclw que mas corta. Otra IJacJa la
izquierda que se i"tema IJacia el su/mIelo del ",islllo pucblo. Al fre"te la del agua de C/Jormes dimellsiolles por el
trabajo cOlltilluado que ha hecho arrastralldo la tierra que CII ella había. Paralela a la del aglw otra (la de mayor
amplitud) 110 explorada ell su totalidad porque a los 1600 metros, hay WIOS grandes lagos q/le impldC/J segwr los
deswbrilllielltos¡ y por ultimo a 1500 metros fue descubierta otra 1Iuel/(/ galería totalmellte lIilgeH y 1/0 hollada por
el hombre de /lila riqueza 110 cOllocida de estalactitas y estah/Slllitas.
Ci/lCO ÍlJllJellsas
Tratamos de esCl/driiíar los sardos dt' mlufllas cavemas illcolllp(irables CJllI/lestra pmí/lSu/a y para lIoSOtroS
i"ji"itllmt'"te superiores a las del Drach y Artá w Mal/orca y podemos asegurar que 5Ilperiores ell riqueza calcárea
)' capaculad a las de Fardi"ac, Dargdml)' Lombrive C1I Francia, Hall$ur-Lessc 1'11 Bé/gica, Aggelek en HUllgría y
otras tm/ibiólfamosfls.
Repmtilul/)lmtey elr e! transcursv de pocos seglllldos apareCt'll mágicalllt'llte allte lIf/estros ojO$COII el rcsp/mldar de los calldi/es 11/1 ImUldo de asolllbro e ilusiólI sumido fIZ sombms demas que 1I0S so fm:coge. No acertamos a
comprellder el porque de la crcaciólI de aquel lugar defimtasía que reta a dos Ilaciones esellcia/es la del espacio y fa
del tiempo COII illji/litas modalidadt's de t'scultllra.
Paso a paso cOlltemplamvs aquellas imllemas galerías collmilloues dt'jiligrmlas b/mrcas COIIIO la espllma y
de tal variedad qlle es difícil caplar trlllla belleza.
Collllllllas esbeltas y eorpult'lltas que asemejan gigmltescos árboles eVII capiteles que lIIariposean por aquellas
bóveda$ cual bandadas de pájaros que buscan rejugiv. Alluras illlpollt'lltes dt' 80 Y 100 me/ros, lagos t'II los qlle
duermell sus aguas desde hace siglos (Juietos como la 1IIl/t'rle Imimdo ell ellfllta que aquel aglla mmca tuvo pliegue
ni irisación alglllla.
El/ IIII/chos lugares se vell las estalagmitas como si esluvieran cobijadas IJCljo los resplandores de las aguas
cristalillas o eu lllla vitrÍ/1a de cristal.
El! aquel ámbito fado es silencio tvdo esta inmóvil y mudoj perdido t'1I /lila asombrosa oSCl/ridad de quietud
y muerte.
Pell5amos ell algllll momellto ¡Lallida seJue! Ya corta distancia vemos como pendw del techo de las bóvedas
millolles dt' t'sta/aditas CO I/lO lagrilllolle$ lIorados por las il!filtraciolles de agua Ilasta colISeguirjormas que allOra
IIOSdes/ulllbrml.
UJI(i mirada retrospectiva I IOS hace pensar que, dural/te mlu:JlOs siglosy llasta ulla épom reciellte no Jra habido olro propósito de la sabia nalllraleui que el de adamar CO/I el mayor lujo, esplelldory armO/lía aqlJd dmuito de
ilusi6n sumido en las sombras etemas, para maravillar y complacer /a Ilista del visitante.
Al salir lIuevamente a la luz, la tristeza 110$ embarga al cO/ltemplar el olvido el/ que se tielle a ese maravilloso
palacio. Y pedimos por tanto que reSl/cite/! para el lur;$//Io leonés, como primerísi",a ruta las Cuevas de Va/porquero, y el urgente arreglo del camillo vecinal que condl/ce a ellas.
La cO/ltillllClciólI del camilla a través del pueblo de Fellllill, ($1111 problema que no ha podido reso!.lerse desde
'lue se iniciaron los primeros tmbajo$de explanación /raee 20 mios aproximadamente y sin que Se sepan las causas
de porlJllC 110 se hizo /lada en el trecho de Felmill, sie/ldo poco mC1lOS que impo$ible que pueda malliobmr 1111 coche o
1111 camiólI a través de aquellas tortuosas y estrechísimas calles.
Hoy COII 1111 coste re/atilla",ellte pt'{/llCIio podríml arreglarse y explanarse los 150 metros illtrallSitables que
hay desde la mirada hasta la salida del citado pueblo derribando si e$ preciso 1111 pajar queJlle Íllwldiado durallte
IIIlestra guerra de Liberación y qlleJue recOllstruido y que segrín parece eslaba sujeto a expropiación
-99 -
El citado pajar es 111/0 de los obstáculos de /IIayor //IIportm/wl y ul/a llez I"t'sllclto este proble/lla se lIIióaría
{ti recia dd Cal/1ll1O IIt'ci/lal desde el pllC1ltr at' ¡....dllllll sobre el río Torio COIII/CIIZO dd ttlllril/O (200 lIletros) hasta la
salida dd citado Pllcblo.
i Si se/lores! Este pro/JIclHa el! Sil aspecto práctICO y ('collómico 110 l/a sido resllello por la DIJmtaClól/ /li por el
Patrol/ato de Ti/ris",o ya q/le COII la mdifcrfllcia de dejar para mmi(ll/{/ aquello qu/' pila/(' hacerse hoy se hubiera
protegido I/I! illlerés de iI/calwlable llalor como cs el acceso a Valporqr/fI"O. No se ha tellido c// el/ellfa el coste el/orille
de las obras ya realizadas y la posibilidad de sub//" y bajar de aquellos sufridos puehlos cÓl/lOdamellfc sill soportar
el cal/S(lIIcio y el agotamiC/lto por las colllillllas pendiwtes. Por olm parte 511 solución es imperativa dada la gnlll
tif/ucllcia de t¡//"Islas I/aciol/ales y e.\"traujeros p(ira admirar lasgral/diosas Grlltas de Va/por(llIero.
Sfliores, ¡ Hay ql/e ocuparsr dc estas (osas ¡.
00-
'Ef Grupo 'Espeófo60 ~,onés
La cueva fue explorada de fo rma continuada en los ailas cincuenta por el grupo Espeleólogo Leones haciendo un enorme esfuerzo con los medios de qu e disponían y llegando hasta donde éstos les permi tieron. Exploraron y to ma ron nota de todo lo que vieron llegando a lugares ignorados hast.} entonces
bautizand o alguno de ellos. Pero 10 mas im po rtante de su acción es que iniciaron un camin o que ha sido
fundamental para despertar el interés de la adm inistración. Si n d uda su peripecia y su tenacidad queda
patente en el trabajo y en la memoria de las gentes de en to nces y ha q uedado reflejado en alguna de sus
publicaciones. Lo hicieron sin material adecuado y sin ayuda de ningún tipo pero con entusiasmo y tenacidad siendo capaces a base de constancia de despertar el interés de quienes tenían la capacidad de poner
en v;llor lIna parte tan importante del patrimoni o medioa mbiental de la provincia.
En el primer trabajo que publicaron en 19S6 contaron sus experiencias y los resultados de sus exploraciones en la Cueva de Valporquero y allí dejaron los componentes del Grupo plasmadas sus vivencias y
aportaciones. DecíJ en el prologo el presidente de la Diputación de entonces, D. José Eguiag:tray, que era la
pri mera \'ez que se había publicado la labor de un grupo organizado de sus experiencias y logros. Ya entonces
el Grupo plantcJba solicitar a la Excma. Diputación que creara un Patronato para ocuparse de conservar y
adecuar la QleVJ para el disfrute de propios yextralios. Reclamaban ya b ayuda de las entidades pert inentes
y también hacían un llamamiento J los jóvenes para que se int('resaran en continuar tJn apasionante tarea.
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1f.( {Kersl ¡({' COarporqucro _ __
Su llJIll.Ulliento no hJ sido en V.lIlO y h.ly qu e recordJr y agradecer la labor de Diego Mella, Felipe
Frick, Isidoro González, Fajardo, Trofilo Alonso, Manuel Ri esco, Eduardo Miller, Cmito,José Miguel, y
Manuel Martín Solé, entre o tro~.
F-l/Ils SOll milis dt IdS úlfmlll5 fi'fos de llUflll
/lms del gmpo t"Il!llW de 5145 .'¡illt5(/ Ff¡/IICJ(1
y" A/fll/lUm.
102 -
Recuperamos del archivo de Isi doro GOllzález cll11alluscrito de su colaboración en la citada publicación, en el que ofrece datos inéditos, tanto sobre la historia del pueblo como de las primeras exploraciones de la cueva de Valporqucro hechas por los propios vecinos, sus verdaderos descubridores, que hace
101 ailos, antes de la llegada de exploradores foráneos, ya entraban sin miedo en las profund idades de la
tierra para descubrir sus secretos.
____
ge~'Vmor i"
CE[ é)urismo ¡fe a)'er )' ¡fe no)'
Me gustaría que esta colaboración tuviera el poder fasci nador que tienen las grutas, y que esa descripción sirviera como una llamada para que de todas partes acudieran turistas a Val porquero para co ntemplar sus bellezas y visitar su maravillosa gruta.
El turismo de hoy en nuestra provinci:t ocupa un lugar importante, siendo uno de los f.1clo res a
tener en cuenta, el enorme impulso que puede darle la cspclcológica. Las grutas suelen ejercer sobre nosotros un irresistible atractivo, tanto por su belleza como por su misterio al que pocos pueden sustraerse.
Hablar del turismo que ayer se practicaba y compararlo con el de hoy, es un tanto difícil a causa de
los inconvenienles que existían tanto por la falta de infraestructuras como por los medios de locomoción.
Tengo a b vista un fo lleto editado por la Junta Provincial de Turismo de León del alÍo 1929 en el
que muestra la insignifica ncia con que resaltaba las Grutas de Valporqucro.
El turismo en nuestra provincia hacc 30 años, apenas se le daba importancia, y solamente la Cate'dral de León era visitada por mi les de españoles y extranjeros, tanto por su magnifica arquitectura como
por el fe rvor religioso que despertaba en los visitantes.
También eran lugares muy visi tados, San Isidoro, San Marcos, Palacio de los Guzmanes, etc, etc.
por la evocación de nuestro pasado cultural; pero no se alzo la voz de ningún hijo de nuestra provincia ni
del organismo responsable pJra hacerlo, a favo r de las Cuevas de Val porquero que debian ser una de las
primeras rutas del turismo leones.
El recuerdo de algunas deficiencias lamentables, como el acceso al pueblo de Valporquero, es la impresión que se llevaron de nuestra provincia miles de turistas. Esperamos que esas dificu ltades se corrijan
ensa nchando el trozo de camino que atraviesa el pueblo de Felmin.
Según bs estadísticas del Patronato de Turismo de 19S5, visitaron León 20394 personas, de ellas
IS32S españoles y 5.069 extranjeros. Por lo tanto crecmos qu e deberían con tar en la Oficina de Turismo
con folletos ilustrativos, fotografías y rutas indicadoras, en las que se detallara el itinerario hasta la Cueva
de Val porquero, ofreciendo siempre un ejemplar a cada turista que nos visite.
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(El <Ke,rsl lÍe Valpor'luero _ _ __
En el aúo 1925, el turista aficionado a la espeleológica, que se atrevía o intentaba subir a Val porquera, debía hacerlo por cami nos intransitables, unas veces a lomos de burro y otras andando. Cuando
llegaban al pueblo lo hacían jadeantes y sudorosos por subir aquellas cuestas empinadas, apoyándose en
cachas y palos que cortaban de los espi nos que iban encon trando aliado del camino.
Por aquellas fechas era un gran sacrificio el viaje a causa de los deficientes medios de locomoción,
puesto gue no existía el coche de línca de Matallana a Carmenes, hoy tan importante, y aunque sigue
existiendo la dificultad del paso por Fclmin, ha permitido gracias a él que se tenga en cuenta esta ruta en
los proyectos de algunas excursioncs.
<Espereo[°tl ía
Raro vocablo de entonces, pero que en mi ni¡,ez, 1909, ya practicábamos algunos en Valporquero,
con la ilusión que nos daba nuestra edad.
Ningún valladar se opon ía a nuestros impulsos. Todo nos parecía faci!. Nada ni nadie se podía oponer en nuestro cami no porque todo lo arrollábamos.
Esperábamos la llegada de algun visitante valiente (antes de la construcción del camino vecinal)
porque ese era el calificativo que merecían, ya que entonces no era em presa mcil subir por aquellos caminos de cabras. La lleg<tda del turista solitario o de la expedición para la visita a las Cuevas, era la disculpa
que poníamos en nuestra casa para servirles de cicerone y colmar nuestros deseos para descubrir los secretos de la cueva.
Aun me parece estar viendo los tres molinos que había a la entrada de la boca de la cueva -El Carrocera: "El del Medio"" y" EI Trasgo¡{
En el exterior y a pocos metros de la boca, todavía están los restos, claramente reconocibles, de otro
antiguo molino -El Cubo" que molía con el agua que venía de la Fuente de Gocillo en el Cuayón, Las
Tragua ncias y el Reguero de la Hoz.
Las aguas pasadas por dicho molino, discurrían entre saúcos y filegranales y eran tr:tgadas por las
fa uces de la cueva de Valporquero. Pero esas aguas cambiaron su curso y se hace necesario que vuelvan a
pasar en todo tiempo por la entrada de la cueva, cosa que podría llevarse a cabo con poco esfuerzo.
Cuantas veces sin saber nada nuestros padres y sin medir los peligros que nos acechaban, nos adentrábamos a desentraliar los múltiples secretos que guardan en sus entrañas las grutas de Valporquero. Unas
veces haciendo de cicerone a atgun turista, otras por nuestra Cllenta y sin permiso de nadie. Después de
varias horas de explorar en sus profu ndidades, saliarnos al exterior con la ropa y el calzado hecho jirones.
Retrocediendo en mi relato a los años 1925 ha de quedar bien patente que en nuestras visitas al
interior carecíamos del material apropiado para aquellos menesteres confiando solamente en nuestro esfuerzo y en unos matojos de paja para alumbrarnos que acopiabamos de los techos del "Pinto: NEf Zazo"y
del /Tío Pericó,.: candiles de petróleo, y unas cuerdas con bastantes nudos, era todo el material que teníamos y por verdadero milagro, en más de una ocasión, no nos despeñamos en alguna de las oscuras simas.
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_ _ _ _ !Je,S,,\!,moria
Recuerdo um. de las expediciones que hicimos Salvador e Higinio Diez, Pedro el de "Quico", Tomas y Cele Diez, que llevábamos un balio de nilio para poder atravesar uno de los lagos que nos impedía
el paso para con tinuar COllllUestros descubrimientos, pero por no tener la estabilidad suficiente el balio,
se fue al fondo de un lago, y nunCJ lo pudimos recuperar.
Entre las Illuchas expediciones <-l ue llevamos a cabo, la que más resonancia tuvo fue una que hici mos Roberto, Pepe y Eduardo Tapia, Pedro el de "Quieo", Salvador e Higinio Diez. Entramos t'nla cueva
a las 10 de la mañana y sal im os a las 8 de la noche, habiendo estado 10 horas dentro.
Cuando salimos estaba todo el pueblo esperando en la boca con luces, cuerdas y herramientas,
temiendo que nos hubiese ocurrido algo. No creo necesario detallar el recibi mi ento gue hicieron mis padres ... me esperaba una cena con el correspondiente postre .. . Sin embargo, ¡Que felices aquellos días¡.
Días en gue la espeleológica la sentíamos profundamente, nos lanzábamos a la conquista del mundo subterráneo aun sin los elementos necesarios pero con el entusiasmo del converso. Nunca decíamos adiós a
las grutas, sino hasta maliana. Y al día siguiente, volvíamos.
Podemos decir gue los avances hechos en la Cueva de Val porquero desde entonces no han sido
Hay que tener en cuenta que aquellos espeleólogos de hace 30 a!''los, eran héroes y bien
merecen que citemos sus nombres para el recuerdo.
signi~cativos.
Nos agrada saber que existe la posibilidad de la creación de un Patronato, integrado por la Diputación Provincial, que construyo las primeras vías de comunicación, el Patronato de Turismo, Excmo. Sr.
Gobernador Civil de la Provincia, etc. La misión de dicho Palronato será, resolver cuantas necesidades
existen hoy tales como; cierre de la cueva, alumbrado de la misma, arreglo del interior, mejorar el acceso y
por ultimo resolver con la mayor urgencia la travesía de Felmin que impide el paso de vehículos grandes.
Desde Fclmin se ve la si lueta de la Escuela y la Iglesia Valporquero, encaramadas ambas en lo alto
del Otero, el lugar más pintoresco dcllugar, desde el que se divisa la ruta que conduce al pueblo. Su privilegiada situación nos hace recordar al clásico cuando decía La mal/tafia ve llel/ir las cosas desde lI1uy lejos, tielle
la mirada larga, el pecho libre, la cabeza fría.
El serpenteo de la carretera ascendiendo por I3ragoyo, en zigzaguean tes curvas, llega hasta Urrion
y vuelve para deslizarse suavemente por aquellas veredas tan enriscadas de La Cerra y Las Go lpeeras.
Corre en busca del verdor de los prados del Brimero, con sus espinos desmedrados, sigue por la Fuente
del Llano, pasando por El Retorno, para terminar con un respiro en el majestuoso mirador del Otero, de
paisaje claro, limpio. Planicies suavemente quebradas y circundadas por armoniosas colinas, atalaya de la
montalia leonesa con diversidad de matices que paulatinamente van adquiriendo tonalidades diversas.
Yerguese con orgullo La Pelia La Grande, La Vallina, El Torno y Muezca, de escarpas casi inaccesibles,
con mesetas recortadas en la roca. El paisaje es impresionante.
Cuando asoma el verano, Valporquero va recobrando paulatinamente la alegría con los que van llegando, muchos turistas e hijos del pueblo que en su mayoría, vuelven a su guerido pueblín, lugar de gratos
recuerdos, para residir durante la época estival, y recibir las caricias de la brisa del lugar que les vio nacer.
Como mirador y recreo para todos ellos se reúnen tertulias diarias en el "El Otero", "El Clleto"
"Tejeo")' los "Cabros". Desde allí se domina todo el horizonte y esos lugares se calma la nostalgia de los
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11::1 { Ke,~ d" ( Mpor quero _ _ __
mont:ulescs al volver a su hogar. Val porquero, ha tenido suertt.' con sus hijos, que saben aun desde lejos,
mantener el amor por su tierra y son capaces de cualquier sacrificio por volver.
Todos los ~Ulos espera n la llegada de la fies ta anual de la patrona en la que toman parte los vecinos
y los hijos del pueblo que regresan (.'n esas fechas para la celebración. Augusto, Pedro, y Enrique el del
· CurJ~ Emeterio, Enrique, ~ EI tío Salvado r~, "El Majetón ~, Isidoro etc. Todos juntos rememoran las viejas
costumbres y recuerdos de sus antepasados.
Rindamos un pequeilo tributo al fallecido y perpetuo presidenteJuan La iz ~Calores ~ todo entusiasmo en fervo r y sacrificio por su pueblo, del qu e dio prueba en todo momen to con abnegación y temple
que iba en consonancia con su figura de gigante. Para el pediríamos una placa conmcm orativa en 10 alto
del Otero.
Soy un enamorado de las cosas de mi tierra. Desde las columnas del desaparecido diario -La Mariana· y "Proa " en mis asiduas colaboraciones, siem pre he manifest.ldo el amor que siento por ella. Recuerdo
co n te viva mis montaiias porque nací en ellas y como hijo agradecido le devuelvo a través de mis escritos
todo lo que de ellas he recibido.
Isidoro GonZiÍlcz
León 19S6.
06 -
Introducción
7
Val porquero
9
La famili a de Diego González
29
Los hijos del Patriarca
57
Algunas curiosidades y recuerdos
63
Kart s de Valporquero
69
Artículos de prensa
89
El Grupo espeleólogo Leonés
101
El turismo de aye r y de hoy
103
Esta obra se ha realizado en recuerdo de mis an tepasados de Valporquero
y se termin ó de imprimir en Málaga el día 2S de abril de 20 1 I
festividad del evangelista Sa n Marcos
+
LAVSDEO
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