LA FLOTA MERCANTE GRANCOLOMBIANA O UNA VIDA AL

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LA FLOTA MERCANTE GRANCOLOMBIANA O UNA VIDA AL SERVICIO
DE LA REPUBLICA
Palabras
del
Presidente
Betancur en el banquete
ofrecido al doctor Alvaro Díaz
Sarmiento. Casa de Nariño,
Marzo 29 de 1984.
Estamos reunidos por un doble motivo: celebrar los primeros 38 años
de la Flota Mercante Grancolombiana y exaltar los servicios a la nación
durante el mismo período, por el ex ministro Alvaro Díaz. No es posible
desvincular la historia de la Flota, de la vida de Alvaro Díaz, pues se
confunden en una misma realidad como las dos caras de una moneda.
Permítanme recordar algunos antecedentes de creación de nuestra empresa
y su evolución a través del tiempo.
1.-
El Ideal Bolivariano
Fue grande el interés del libertador Bolívar por el incremento de las
actividades productivas y del comercio internacional; y por la integración de
América Latina, para todo lo cual convocó el Congreso Anfictiónico de 1826
en Panamá y expedió varios decretos, uno de ellos sobre creación de la
marina mercante para la Gran Colombia, idea que no se pudo llevar a la
práctica por diversas dificultades, entre ellas, el reducido presupuesto
nacional y las débiles posibilidades de inversión del sector privado. Solamente
en el caso de la navegación a vapor por el río Magdalena, se organizo una
empresa a la cual le tocó luchar con toda clase de obstáculos naturales y
administrativos.
Es que las ideas tienen una alta tasa de mortalidad: precisamente un
pensador colombiano afirma que pocas cosas mueren con la rapidez de las
ideas y que pocos cadáveres inspiran similar indiferencia. No obstante, la idea
bolivariana de una flota mercante, no murió sino que se constituyó en
preocupación de dirigentes y legisladores. En efecto, en nuestra historia
legislativa aparecen distintas referencias a la necesidad de crear una flota
marítima: las leyes 75 de 1914, 17 de 1919 y 95 de 1935, son ejemplo del
deseo de los colombianos por tener su propio transporte marítimo.
2.-
Los Consejos de la Grace
Como lo recuerda don Manuel Mejía en el libro que publicó con motivo
de sus 20 años como gerente de la Federación Nacional de Cafeteros (19371957), desde los años treintas los distintos congresos cafeteros venían
insistiendo en la necesidad de organizar una empresa marítima para
contrarrestar los altos fletes impuestos por la acción oligopolística de
empresas extranjeras: varias de las Compañías que prestaban el servicio a los
puertos colombianos, operaban simultáneamente en Colombia como
exportadores de Café, en virtud de lo cual recibían un trato preferencial para
sus cargamentos, con discriminación para los otros exportadores, lo cual se
reflejaba en el nivel de precios que éstos podían practicar en el interior del
país.
De acuerdo con la tradición oral, cuando don Manuel le pidió al
Gerente de la "Grace Line” que bajara los fletes para el café, éste le
respondió: "Señor Mejía, si Usted quiere manejar los fletes, no le queda más
remedio que fundar su propia empresa".
Años más tarde, cuando la Grace Line entró en dificultades financieras,
en parte por haber perdido rutas vitales en América del Sur, el Gerente de
esa empresa le reclamó a “Mr. Coffee” por la escasa participación de Grace
en el transporte del café colombiano. Don Manuel se limitó a recordarle al
Señor Grace, que lo único que había hecho era seguir su recomendación de
crear una empresa marítima internacional.
3.-
Lleras, Betancourt y Velasco
La iniciativa de los cafeteros fue impulsada por el presidente Alberto
Lleras, quien conjuntamente con los presidentes Rómulo Betancourt de
Venezuela y José María Velasco de Ecuador, decidió la creación de la Flota
Mercante Grancolombiana como homenaje a las ideas integracionistas del
Libertador. Acogida la idea por los mandatarios de los países vecinos, se
firmó la escritura de constitución en la Quinta de Bolívar, el 8 de junio de
1946: fue la primera vez en que tres naciones de América Latina acometían
un proyecto de integración, inspiradas en la visión del Padre de la Patria. Ya
podíamos participar con voz propia en las conferencias navieras
internacionales que regulan los fletes.
Álvaro Díaz, don Manuel Mejía y don Fernando Salazar, representaron
a nuestro país en la Comisión de creación de la empresa, asesorados por
especialistas en aspectos legales, comerciales y técnicos. En la primera Junta
Directiva reunida en 1946, se ofreció la gerencia al doctor Díaz, entonces
ministro de Obras Públicas de la administración Lleras: difícilmente se hubiera
podido encontrar un candidato mejor. Una breve referencia a la vida del
doctor Díaz, ilustra esta afirmación, sin duda corriendo el riesgo de ofender
su modestia.
4.-
La Trayectoria de Alvaro Díaz
El doctor Díaz estudió ingeniería hidráulica en Francia en la década de
los veintes; fue gerente de las empresas públicas de Tunja y luego
representante a la Cámara por Boyacá. Años más tarde, el presidente Alfonso
López Pumarejo lo nombró gobernador de Boyacá, su departamento
adoptivo, ya que él nació en Vélez, Santander. En legislaturas posteriores fue
senador, llegando a presidente del senado. En 1942, López lo nombró
ministro de correos, cartera en la cual inició la racionalización de los servicios
de comunicaciones y estableció las bases para la creación de lo que hoy es
TELECOM. Luego fue superintendente de control de precios y al entrar Lleras
a la presidencia, fue nombrado ministro de obras. Desde este nuevo cargo
dio muestras de dinamismo en la ejecución y construcción de carreteras,
hidroeléctricas y obras de todo género: no hay duda de que fue uno de los
grandes ministros de obras que ha tenido el país. Esa capacidad la puso al
servicio de la Flota.
5.-
Crecimiento y Evolución de la Flota
El crecimiento de activos e ingresos de la Flota ha sido permanente,
sin que para ello se haya requerido de subsidios directos del estado. En 1948
la Flota facturó fletes por 13.3 millones de dólares y en 1982 llegó a superar
los 332 millones de dólares o sea que la cifra inicial se multiplico por 25. De
la misma manera, los activos totales pasaron de 24 millones de pesos en
1948, a cerca de 36 mil millones de pesos en la actualidad.
Hoy la Flota opera 26 buques en 22 líneas diferentes; tiene un
recorrido de 195.000 millas marítimas y hace escala en 140 puertos de 51
países del mundo. La empresa se ha preocupado siempre por ampliar la
gama de sus servicios y es así como las modernas unidades multipropósito
adquiridas en los últimos años, cuentan con la capacidad necesaria para el
transporte de cargas refrigeradas, carga en contenedores para líquidos y a
granel, estando equipadas para el transporte de piezas con características
especiales de peso y medida. Sus modernos implementos de ayuda a la
navegación, garantizan tal seguridad de su personal a bordo (más de 1.200
marinos) y de la carga, que le ha permitido ser honrada con premios
internacionales de seguridad, manteniendo sus unidades con la más alta
clasificación otorgada por Lloyd’s de Londres.
Desde el punto de vista cafetero, la acción de la Flota se ha traducido
en estabilización de fletes y los itinerarios han facilitado el embarque de café,
según los programas de exportación del país. Todo lo cual ha demostrado
que era válido el criterio de los cafeteros, ya que nos ha permitido mantener
en las conferencias un sistema de fletes equilibrados, en beneficio de todos
los importadores; los cuales, gracias a ello, tienen el privilegio de pagar los
fletes en Colombia a la llegada de la mercancía, lo que significa una economía
anual considerable, que se traduce en beneficio de los consumidores
colombianos.
Para el resto del comercio exterior colombiano, la Flota se ha
comportado como las demás navieras de los países desarrollados,
estableciendo fletes en función de la conferencia respectiva.
6.-
La Recesión Internacional
En los últimos años la recensión internacional ha desatado una crisis
en el transporte marítimo. Algunas de las principales navieras del mundo, han
sido nacionalizadas y otras han tenido que reducir su capacidad instalada en
forma dramática. En ese contexto de crisis y de quiebras, el balance de la
Flota es sorprendente: la calidad de sus activos y el bajo nivel de
endeudamiento muestran una empresa sólida y bien manejada.
Esta evolución de la Flota es resultado de la gestión del doctor Alvaro
Díaz, del apoyo de su principal accionista, la Federación Nacional de
Cafeteros; y de un excelente equipo de colaboradores a lo largo de los años,
entre ellos evoquemos la memoria del doctor José Vicente Dávila Tello, tantos
años a su lado en el segundo timón de a bordo.
También es claro que fue gran acierto el haber organizado a la Flota
desde un principio, como una sociedad anónima manejada con criterio de
eficiencia y alejada de interferencias políticas. Hacia el futuro debemos
mantener ese esquema y debemos continuar el proceso de fortalecimiento y
modernización de la Empresa.
Señores ex presidentes, doctor Alvaro Díaz, señores ministros, señores
funcionarios, señoras y señores:
Pocas veces tenemos la oportunidad de admirar en nuestro país una
trayectoria tan brillante como la del doctor Alvaro Díaz. Durante más de 50
años ha puesto inteligencia y capacidad al servicio del país. Esa constancia,
esa seriedad, esa honestidad y esa eficiencia deben servir de ejemplo a las
nuevas generaciones. El doctor Díaz y los cafeteros, han demostrado que se
pueden acometer grandes obras de desarrollo de beneficio nacional, cuando
se trabaja en forma seria, persistente, con fe en el país, en su destino. Por
eso le he pedido al doctor Díaz que siga prestando sus servicios a la patria,
como embajador para asuntos marítimos. Me complace anunciar que él ha
accedido.
Permítanme felicitar a la Junta Directiva de la Empresa y al Comité
Nacional de Cafeteros por el acierto al designar como sucesor del doctor Díaz,
al también ex ministro de obras doctor Enrique Vargas Ramírez, eminente
servidor público cuya trayectoria lo acredita con excelente puntaje; formulo
votos para que bajo su mandato la Flota continué la dinámica trayectoria que
ha traído y que es orgullo de todos los colombianos.
Todo lo anterior, representa más de un considerando que justifica que
el gobierno nacional se honre otorgándole la Gran Cruz de la Orden Nacional
al Mérito, a quien, como el doctor Alvaro Díaz, es ejemplo admirable para
América y para sus compatriotas.
MUCHAS GRACIAS.
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