EXPLICACIONES RACIONALES Diario “Notitarde La Costa”, 19 de

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EXPLICACIONES RACIONALES
Diario “Notitarde La Costa”, 19 de julio de 2010
José Alfredo Sabatino Pizzolante
SABATINO PIZZOLANTE ABOGADOS MARÍTIMOS & COMERCIALES
Puerto Cabello – Venezuela
A pesar de las políticas proteccionistas que desde la década de los
cuarenta del siglo pasado se vienen aplicando, especialmente el mecanismo de la
reserva de carga; a pesar de la legislación que en este sentido se ha elaborado a
nivel internacional, tales como el Código de Conducta de la UNCTAD y decisiones
emanadas de bloques sub-regionales como la CAN, la que si bien liberalizó el
tráfico marítimo dejó a salvo el cabotaje; a pesar de que nuestro país promulgó el
año 2000 la Ley de Reactivación de la Marina Mercante Nacional y al año
siguiente aprobó un importante paquete de leyes acuáticas, introduciendo
significativos incentivos para el abanderamiento de buques, a pesar de todo eso
no tenemos a la fecha la flota que muchos deseamos y que el país necesita. Las
razones que determinan la ausencia de una flota nacional, desde luego, son
muchas y su interpretación varía de acuerdos a los protagonistas de la actividad
naviera, los conocedores del tema y los expertos en el área. Mientras unos
explican la ausencia de una flota nacional por la diabólica confabulación de las
grandes compañías que manejan contenedores (Maersk, MSC, CMA CGM,
Evergreen, etc.), las cuales cartelizan las rutas mundiales, otros buscamos
explicaciones más racionales indagando en el pasado, en la experiencia vivida y
en los patrones de conducta de la extinta CAVN, pues indudablemente a nuestra
línea nacional la quebraron y no fueron precisamente los intereses foráneos, sino
los muy criollos, ello a pesar de contar con una legislación para la promoción y
desarrollo de la marina mercante, de haber operado en una época de bonanza
económica y en la que las importaciones alcanzaban niveles míticos y, finalmente,
de ser una empresa estatal con muchas prerrogativas.
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Sería muy presumido tener todas las respuestas, lo que no significa que no
podamos formularnos algunas preguntas que nos ayuden a encontrar esas
explicaciones racionales, que tan necesarias resultan para la búsqueda de
soluciones en nuestro sector: ¿Por qué si la Ley de Protección y Desarrollo de la
Marina Mercante estableció el mecanismo de reserva de carga y otros incentivos
para la industria naviera, la flota nacional no creció en la década de los setenta y
los ochenta? ¿Cómo es que la CAVN siendo una compañía estatal con grandes
privilegios y recursos económicos no pudo adquirir y mantener una flota moderna
y eficiente? ¿Por qué no se desarrolló el tráfico de cabotaje o costanero en
Venezuela, cuando éste siempre ha estado reservado a los intereses nacionales?
Las explicaciones racionales apuntan hacia la ausencia de una política integral
dirigida al desarrollo de la marina mercante nacional; la errónea creencia de que la
problemática nuevamente será resuelta con una legislación proteccionista y de
que una flota estatal es garantía para la promoción de la flota. Desde esta
perspectiva, ni la eventual aprobación de una ley de reserva de cargas cuya
redacción actual presenta serias deficiencias, tampoco la creación de una
compañía naviera estatal garantiza la solución del problema, si no se entienden
como elementos necesarios pero dentro del marco de una política integral, que a
la fecha no se ha formulado.
Convendría concentrar los esfuerzos en proponer las reformas legislativas
que permitan solventar las barreras que en lo laboral, aduanero y fiscal atentan
contra el abanderamiento de buques, insistiéndose en una clara política de acceso
a las cargas del Estado. Es decir, abogar por una verdadera Política que
promueva nuestra marina mercante, antes que pedir a gritos sólo una ley de
reserva y una flota estatal que indudablemente son elementos de aquélla. Otra
cosa sería incurrir en los errores del pasado.
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