Llamado a contribuciones Políticas petroleras en tiempos de crisis América Latina Hoy Número 53 Revista cuatrimestral del Instituto Interuniversitario de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca. Indexada ISOC-CSIC, Réseau Amérique-Latine, Ulrich's, Catálogo LATINDEX, Hispanic American Periodical Index (HAPI), REDALYC, DIALNET, Thompson Gale, IBBS, DOAJ. Consultar el último número en: http://iberoame.usal.es/americalatinahoy/presentacion.htm Editor científico Guillaume Fontaine: [email protected] Justificación Observamos una creciente toma de conciencia, a escala mundial, de la necesidad de reformar la matriz energética para enfrentar las crisis energética y ambiental globales. Sin embargo, este cambio no será inmediato, puesto que hasta 2020, la demanda de petróleo de los países en desarrollo debería aumentar a un ritmo anual del 3,7%, frente al 1,3% en los países industrializados, según la Agencia Internacional de Energía. Ello se debe a que, desde la caída del muro de Berlín, varios países emergentes han emprendido una carrera descabellada para emular el consumo individual y el crecimiento industrial que caracterizaban tradicionalmente a los países desarrollados con economía de mercado. Ahora bien, este modelo de desarrollo descansa en una matriz energética que depende de los hidrocarburos en más del 80%. Este fenómeno ofrece, a su vez, una clave para explicar el cambio de tendencia de los precios de productos petroleros en los mercados internacionales desde una década. En efecto, tras 14 años de decrecimiento, los principales precios de referencia en los mercados internacionales se han multiplicado por 5 (caso del WTI y el Brent) y 5,6 (en el caso del Dubai), entre 1998 y 2007. A medio plazo, la participación del petróleo en esta matriz no debería alterarse de manera significativa, aunque la geografía de la demanda sí está cambiando, tenido cuenta de las diferencias entre países en desarrollo y países industrializados.1 En estos últimos, en particular aquellos importadores de petróleo, los altos precios del crudo provocados por el doble choque petrolero de la década del setenta fueron un estimulo para mejorar la eficiencia energética. En la siguiente década, el proceso de reducción de la intensidad petrolera se aceleró, en particular con el aumento relativo del sector terciario en el PIB, a costa de las industrias pesadas. En cambio, la intensidad energética del PIB en muchos países en desarrollo tan solo empezó a decrecer en la década del noventa y sigue siendo muy superior a aquella de los países industrializados2. Tal es el caso de la China, empeñada en diversificar su consumo energético y sustituir poco a poco el carbón por el petróleo y el gas – irónicamente para reducir sus emisiones de CO2 y tratar de lograr los objetivos del Protocolo de Kioto. América latina ocupa un rango secundario en el mercado internacional de hidrocarburos. Sus reservas probadas de petróleo, estimadas en unos 123.400 millones de barriles, representan alrededor del 10% de las reservas mundiales; y sus reservas de gas, estimadas en unos 7,5 billones (1012) de m3, un 4,2%. La producción de petróleo se acerca al 13%, con 3.690 millones de barriles por año, contra un 8,5% para aquella de gas (240.700 millones de m3 por año). El país latinoamericano que juega el rol más significativo es Venezuela, que ocupa el 6º rango internacional, con un 7% de las reservas probadas (87.000 millones de barriles). Le siguen Brasil y México (en los 15º y 16º rangos), cuyas respectivas reservas representan el 1% del mundo (12.600 y 12.200 millones de barriles). Luego aparecen el Ecuador (25º rango), Argentina (30º), Colombia (37º), el Perú (41º) y Trinidad y Tobago (42º). La producción de Venezuela, que representó un 3,4% del total mundial en el 2007 (con 2,6 millones de barriles diarios), es muy superior a su consumo, que alcanzó 596.000 barriles diarios en el mismo momento. Aunque en menor medida, la balanza petrolera de México, el Ecuador, Colombia y Argentina es también positiva. En cambio, Brasil sigue siendo un importador neto de petróleo, con una producción de 1,8 millón de barriles diarios y un consumo interno de 2,2 millones de barriles diarios. 1 Puesto que el consumo de petróleo varía en función del crecimiento del PIB, la tasa de crecimiento es un buen indicador a mediano plazo de la evolución de la demanda de petróleo. Sin embargo, esta relación es alterada por dos factores: el incremento en la intensidad petrolera del PIB (es decir, el volumen de petróleo necesario para generar una unidad de PIB) y la eficacia energética (es decir, la cantidad de energía consumida para las actividades humanas). 2 A inicios de la década actual, la intensidad petrolera del PIB en América Latina representaba 1,4 toneladas equivalentes de petróleo por mil dólares, contra 0,07 para Europa occidental, 0,11 para América del Norte y 0,19 para la China y Asia no-OCDE. 2 Estas cifras indican que los grandes y medianos productores de América Latina y el Caribe – a excepción de Brasil – son también exportadores. Sus excedentes de producción deben suplir parcialmente la demanda de los pequeños productores y de países sin petróleo, en el mercado regional, además de aquella de los mercados norteamericano, asiático y europeo. En este contexto es que se contrarrestan dos modelos de políticas petroleras al nivel regional: el uno centrado en el rol del Estado, con fuerte orientación nacionalista; el otro centrado en el rol del mercado, con una fuerte orientación a la apertura hacia las inversiones extranjeras directas. Ello nos lleva a preguntarnos ¿Cómo han evolucionado las políticas petroleras en América Latina y el Caribe, en la última década? A partir de esta problemática, queremos analizar si el ciclo de vida de estas políticas respondió a las alteraciones de la gobernanza sectorial, no solo debido al contexto de doble crisis – energética y ecológica – que se ha mencionado antes, sino también a las apuestas políticas de múltiples niveles – locales, nacionales, regionales y mundiales – que enfrentan los gobiernos nacionales. La hipótesis central que se pretende validar, en este dossier de América Latina Hoy, es que en este contexto los instrumentos y procesos que caracterizan las políticas públicas tradicionales están cada vez más complementados por nuevos instrumentos de planificación, procesos multisectoriales de toma de decisión, rendición de cuentas y distribución de los beneficios. Se privilegiarán las aproximaciones comparadas que impliquen a varios países latinoamericanos o un país latinoamericano con otros países de Europa, Norte América, Asia o África. Calendario • Llamado a contribuciones: 09/2008 • Fecha límite de recepción de propuestas: 31/11/2008 • Fecha límite de recepción de artículos: 28/02/2009 • Fecha límite de aceptación de artículos: 09/2009 • Fecha de publicación: 12/2009 3