Texto completo - Centro de Estudios Andaluces

Anuncio
PÁGINA SEXTA •
ProeessmlMito y prlsldn.
i n jues, •egdn tenemos entendido, decretará
lA pirooecamieuto y prisión de Gamarra y de Felip» Martín.
E l primero acusado de robo y homicidio, en
la ook'npleta significación de ln palabra, y el se»
ando de encubridor bajo dos aspectjs: por ha»T cogitado i Gamarra y por haber participado
de Jos iwseficriM riel rabo.
Es opÍD>4n 4el Joigadn qne (Hnarra debió
percatarse aue Boixuder estaba dontm de U cata ooa»do ilaaá al timbra por primera vez, y
•DtOQoes acordó vseondersn en la escalera hasta
que le vió salir. Que penetró después y pidió á
la Talttntína an vaso H*i agua, yendo inmediatamente á la alisohck de los bree. Valle, para deseerrajare! armario.
jjne en «í^íta operación Iné sorprendido por la
criada, y él «e abalansó sobre «>lla y )a amnrda•ó para que' no gritóse, y viéndose descubierto,
la asesinó después para saprimir «1 úniou testig o de su roba
£«ta t»rd»«>8tavo Pepe Beixader en la Casa
d» CanóBJeos y ^ v l m o a eeasidn de hablar con
él. Desde íuegie auDosiipoe qne habría de tumiiiistr«rR«« dauW tntereMnIee.
hstaba ya riSQ^flo y alegre, aunque no re
puesto de la emoeión sufrida. Nos aseguró que
«1 recuerdo del día de ayer no se le olvidará de
la roemorta.
Ayeir mafiaiía—<Ui«>»-e«*ave en Bolsa y los
eompafieros me dieron una ovación. Piensan
ofreMraie na banquete por habfr ¿altík) ton Uen
del trance.
•—Sr. B«>t»der—diíiraíW.—E»íe*e la duda, por
lo malíoa para Bosottos, de si Oaroarra pudo saber ipte S4 erioontrába usted en easa de los seflores de Valle cuando ó! llamó á la puerta.
—Debió advertirlo, indudablerapnte, porque
eaando bablJS oon la criada ya estaba tomando el
té y etntando & media voz.
—¿Qoé le dijo á usted Valentina?
>-Que había dicho á Gamanra que no había
aarKe en easa.
—Y é]*¿qaó ha dicho?—repliqué yo A Valentina.
—^Nada contestóme. Pero no ha debido oreét»•elo, pnrqurt me rtird de una manera muy rara
tQuién sabe si en aquella mirada extraña había ali;nna idea del asesinato!
—MP debe iyab^t oído cantar—le dije.
•^No importa—replicó.—I^ seftorita, onando
v i e c e e l sanor Gamarra, twtá tocando moceas
Tenes lA piaoo y yo ie digo a su primo que no
esti.
Desonét m« daapadl, y «Ua dijo que si ib» á
acostar.
F<:é las últlipas palabras que cruzó conmigo.
Rl 8 n flofMdi»r supone que Gamarra defiió
qaedarse oculto en la esoalera, esperando que éi
Baliera.
I ^ d e 4ne Gamarra entró hasta <jne salió Boixadér, ««aasorrieron apenas, sagun ésta, cinco
niñatos.
Boponeai<w«ae*1 8r. Boizader habr^ hecho
idénticii» masikataoioBbs ante el juez, Sr. Bustamauta.
é T U s ropas?
La policía trabaja para descubrir el paradero
de laa ropas ensatgrer^adas que se llevaron QaB i a ^ y Felipe envueltas,en un lio & las onoo de
la mafiana de la oasa de huéspedes.
£ f orlminal no ha manilestado, que sepamos,
i é n d e ba weopdido estas ropas.
Tiimpuoó se'saba nada de la navaja.
t
Psolan GaiBftrrt.
A i M f ñ v e » y iB«dia dé la tardé, «n «puidiá
d« Seguridad s i b a del oaiaboso á Manuel dai i s sefias de éste son Us que h e a o s dado; ec
dalgado y viate malsaaente.
Loa fotógrafos 1« aníbean oon las m&qainaB en
•1 píiaillo y él no • • oeulta.
Kt^Ma ea al deenaebo del jaes, en al eual oontintaba i ¿Itima liara da te tarda*
Felipe liartfn aguarda •» on departaaanto
»« turno para d»olarar.
<
P M al daapaebo del JHea ba» desfilado varios
testigos, ouyas ao'.araoiones no ban tenido interés alguno. '
Pareea swr «roe Gamarra ba ampasado ¿ decir
qne aacuvo la larda del don fago en el barrio
da doña Carlota.
D i 4 ^ rotttnéanantetfittá. partioipaoién en el
erimen.
EB tu manHidnt» del «BaiAirrt»*.—la eonida
de t9s «heito«ii08>>—lA «anisa de Oanasm.
Anteayer, domingo, estuvieron Gamarra y Felipe alojorzando ea el merendero del Bafiáyrria,
•itnado en al Paseo de Ka)id«, eeroa del barno
de Dnfla Carlota.
Sé Labían ya desprendido do 'o9 hatillos rou U
nma iBai«eh"da de sargn*, y se hallaban ya tranquilos y satisfechos, libres de aquella pSeooüpación,
Pidiefon huevos fritos y tras pedazos de bacalao, qíie devoraron aletteBaeote, sosteniet.do durante la comida un diálouo animado y tan carifloso, por lat aotitudfis ae aipbós, que pareolan
dos enamoradoc.
Leí dsefta del merendero ae fijó eb ellos, y le
Biso notar al márid^ eée detalle.
Catea da «l»é) ei*io as donde ayer apareció
mpa caníi» d^t^Hotada enanchada desangré,
qne no tenía más que una m a n ^
f^li prenda* QAé debe pért^nMer al Gamarra,
fné ebtregada ai juez para que compruebe ai es
la qoje vestía el asesino la noolie deicñmen.
£1 Jnspeetor Cnadrapani, con dos agente», estnvo.áyer tarde reconociendo to(^oe aque'los aljwdedures en busca de las doinás prendas qne
intngTaban fs indumentaria de Gamarra.
P(^;0 despué» suspendieron esta labor para salir í prsoticar una diligenoi» urgente qoe so l^s
había ordenado.
Setnitaba, segdn ruraorei. de la detención do
on atúeto, amigo de Gamarra y de Felipe, sobre
el que recaen «ospechaei deóomplícidad en el espaBt9$9 orímen de la calle de Graviua.
militas aGloacloaes
Deelara Felipe.
^n la declaraeiÓB praatada ayer á última hera
¿a la Urárn por Felipe, hizo ésta una especifica*
da reiaeióx de la vida qoe llevé al día del orinen.
IVrfttiMarqoeaeonipafiara i Gamtrra A la
easa ('el m n e a y* per tente, «m partieifiactón,
directa ó indirecta en el beoho, refirió oémo distvibayó éi :tÍ9Brpo áqúeUa i « d « y dónde estuvo
por la noche.
A. las nueve de la Boche estuvieren Felipe y
Ottaarra en la Glorieta do Qaevede, donde estaban emboa eitades eéa naa eomiwliera de hunpadaje qae tenía el enoargode vender papeletas
para la rita de un onadroeaé la proporcionó Gamarra nirik que r m p u r a toados oofl qne peder
irse al puebla
—Ibamoa * resolver apii ella f oon una persoBa qve babía.ofrecido <l^*i*n9 oon Tetnte bÜle«M él Btfiii» dé la rúa, e s la qeeüoéotroa Uetátwmoa la tnitad dé iM fimaniriM.
Estafid0>iK, (ue dijo l^aiiólá, da répaata, otie
••BiaMhahi.
T é apMVMtté lKnM«j él Bidffiéntú paat irme
A é s « i y a t ' t 1 l - W l S d«8áAt)iima^-dóhdé qte e»'
paraban «nos anigos aflcionadoa al teatro.' ÍHóé
pédria aieetiguar esle aserto míe.
LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA
Después fní á casa y me acosté, no volviendo
á ver a Manolo hasta las dos de la madrugada, ó
sea detipués He cometido el crimen.
Por la mañana es oiiand • él me habló d« que
hal>fa visto á su prima en la calle y que le hacía
regalado cuatro duros.
—Tómalos—me dijo á continuación—y compra en el Rastro una ropa que sustituya á estos
trapos (^ue llévanos ahora.
afectiva mente; cogí las 20 pesetas, bigé al Ras-.
tro, adquirí por 16 los trajes para los dos y una
salchicha, y volví ci>n todo esto á casa.
Cuando ya estáb-imos con los tra¡(>s puestos, á
eso de las doce de la maflana, me dijo:
—Coffe ese lío y VÍÍmonos i comer por ahí.
Cngio el otro paquete por el estilo ai que me
entregó á p.'í y nos fuimos al barrio de Doña
Cariota, donde arrojamos loados bultos. •
—¡Y ahora, romo digas algo de esto, te mato!—
exclamó entonces.
AqU' lia inesperada salida de Manolo me llamó
la atenoiún, pero no hice caso, Ainvorzamos y yo
me volví á Madrid, con objoto de ver á mi madre.
Pero, al Heírar á la Puerta del Sol, el cartel de
LA CORREn>OMDXMCU OE £8PAÍU me dio la clave
de todo.
Lo que añadió Ine^ro, para terminar,consignado queda ya en la información que hemoa heoho
del sooeao.
GAMARRA, CONVICTO-Y CONFESO
Cuándo sursrid en él la Idea del robo.—Cómo
llegó al crimen.
D.espnéfi de haber dec¡Brado Felipe, y cuando
cerr.íbanios nuestra edición anterior, fué subido
de los calabozos al despacho del juez el presunto
asesino.
Hallábase muy abatido. No habíaoonido nada
desde que fué capturado y empezaba á debilitarse 80 cuerpo y á decaer su espíritu, que hasta entonoes habíase mantenido firme y glacial.
Cuando el alguacil abrió el calabtnn, lo halló
ya en las mejores disposiciones para revelar
todo lo que Sabía.
—Me alegro que rae llame el. señor juez, per»
que voy á decirl*, per fin, la verdad.
Y abrumado por tartos caraos como se habían
acumulado contra él, se lansó á referir la forma
como llevó i cabo el asesinato de la desgraciada
Valentina.
hstándo en la plaza de Santa Bárbara oon Felipe y la huéspeda de la rifa, vio oasar al matri
monio Valle, sus parientes, que iban ""de visita i
la casa de unos amigos.
Entonces sortrto en su mente la idea de aprovechRr aqueija ocasión para ir Á la calle de Oravina, 30, y robar Ip que pudiera para salir de
una situaéión tas dura y desesperada ootno la
suya.
Se apresuró A despedirse de los qne le aoompiiflaban 80 pretexto de que tenía qne hacer un
enpargo de mucha urgencia, y se encaminó á la
casa del crimen.
Snbió y llamó; pero como se hallaba todavía
en la casz. su primo, no se atrevió á pasar. Esperó en !a escalera á qne aquél eBlit>ra, coi*a que
fué casi inmediata, y en seguida volvió á llamar,
pidiendo á Valentina on raso de bgua, porrjne'
no llevaba dinero para tomarlo en un aguaducho.
Aprovechando el momento en que ella {>« al
comedor, penetró en la habitaeion y cerró la
pueria, siguiéndola hasta dicha pinza.
Bebí el agua y eché mano al pañuelo para UCDpiarme los labios. Pero en aquel instante tropecé coa Unaviúa de afeitei\ír,i. ¡oe s é ^«»é paaÓ
por mt!.„ Un penaarolento Wirrible, flB VértigQ
de sangre, como si eu tas celdillas de mi cerebro
hubieran vertido plomo ardiendo, me trastornó
por completo. Maquinalniente me levanté, j[ dejando sentada en el comedor á Valentías, dije:
—¡Buenas naohesL..
Pero en lugar de salir df la vuelta, al mismo
tiempo qne aoKa la navaja, y aoercáhdoma por
detras á la pobre muohaclía le asesté un oorte en
el ouello.
£ila hizo un esfuerza supremo para lev^n •''«e,
oprimiéndose con la m^no la hrrid.i,y quiso gritar, pero rapetí el golpe, y por si todavía le quedaba un resto de vida, le metí el pañuelo en ia
booa pnr« ainordas»rla.
Me dirigí preoipitadamenteá la qooina, dejé
correr la fuente y nae lavé las manos.
Con obieto de secarme entré luego en el cuarto inmediato, que era au alcoba, y n e serví para
eso de la misma ool^eha de la cama.
CooM) 0>i ú^ioa idea fué ol robo, penetré entonces en las habitaciones particulares de mis
primos, en donde,valiéndome de un abrochador
que había en la niesita de noche, íorcé el armarlo repero.
Saqué de él ooa hucha y una sortija^ y Tiendo
á mano la cansina de mi primo, mo la puse sobre
la qne yo llevaba, para que no se vieran las
manchas de sangre.
Había oído ruido en la escalera, y temía ser
sorprendido. ^«o pensé entonces máti que en el
modo de salir de allí, sin preocuparme de otras
alhajas y cantidades que yo sabía existían eo la
casa.
tstuve ua momento con el oído pegado á la
cerradura para ver si había alguien en la esoa>
lera. Todo estaba «a silencio. Abrí nerviobsmente la puerta y salí, sin saber cómo, huyendo de
todo el mundo.
Inmediatamente me diríeí á mi oasa y ooalté
lo que acababa do robar, lo mismo que la ropa
manehi|da de sangre.
Luego llegó Felipe.
AI amanecer le encargué que baiara al Rastro }
para adquirir ropa un poco más decente, diciéndole, para que no ie chocara verme con dinero,
qne un pariente me lo había entregado en la
ca!le.
Entretanto Felipe iba al Rastro, yo me levanté y lavé; hice tree envoltorióacon las ropas y la
hucha, y al volver le dije:
—Te voy á convidar. Coge esos líos y sí»
guemc.
Por un at\jo nos dirigimos al barrio, de Doña
Carlota. Felipe, al llegar cerca de aquel punto,
me detuvo, diciéndome:
—Oye, tú, toma un momento estos líos, que
me canaO.
Yo los cogí; pero como se rasgara un pooo el
pepeW él repuso al observar él contenido;
—¡Demontre! Esa ropa esta manoh.ida de san*
gre.
Pude tranqnilisarle dioiéndole qae era oonseoueneía' de <vna hemorragia nasal, y teguimes
and$)ndo, él delante y jTo detrás.
Aproveché la disposición en que caminábamos
para ir arrojando por lus eamDOS, una por H ^ ,
tiodas las prendas de i'opa.
Luego hice lo propio con la bucha vacía y la
navaja, que arrojé al arroyo A broñigal, y nos detuvimos, finalmente, á comei' en el merendero
del Bundurria.
! Libies de le impedimenta de todas aatas qo.
tas comprometedoraa, reoqbré un pose La traortuilidaa que había perdido, y daspués da oomer
' >4 dirigimes 4 108 «Iredaaorea de la Plasade
Tjros.
Aburridoa bajamos luege <»& direooioo ¿ Madrid, llegando baau la Puerta del SoL donde i^n
gentío inmenso s« apiñaba frente 4 « ^ COJE^ím*
MMOBüóiÁ "tu' té»A»k l é y e o # , §^ ,^¡»mk M
poesto.
Felipe se apresDró í deeixne, dééazOBado:
—¡Manuel GamarraL. Fíjate, to buscan i tí.
—Quita, hombre. Será otro. ¿Es qne no hay
más que un Manuel Gamarra en el mundo?
Felipe no se quedó satisfecho con Kqoella explicación mía, y li»blando de esto DOS dirigimos
á 811 casa, Cava Baja, 19.
Yo le esperé en la calle, y cuando bajó me puso
el alma en un puño, diciéndoroe con cierto retintin;
—Chico, he pasado un rato muy amargo» RstaIta con mi madre un agette de policía queme ha
aTihillaHo i preguntaa Si no salgo antes me
pongo malo.
i.'al mu» luego n nuestra casa, en la oalle de
.^iigustoSuárea de Figneroa, donde no seencontraija la portera, afortunadamente, y volvimos á
salir juntos momentos después.
A esa llora no'' separamos, quedando citados
para las diez de la noche en las iomediacioiiea
del Museo d» Pinturas.
Como á esa cita no acudió el Felipe, yo empecé á sospeobsr de que me bahía delatado.
Seguro de esto, por lo que habíamos hablado
por la tarde, escribí «^ntounes la carta que dirigía al juez, dispuesto amatarme sotes de queme
detuviera la Policía.
Pero como era domingo y no había modo de
adquirir un arma, me dediqué á vagar por las
calles y á desprenderme de las cosas robadaa,
que rae comprometían. _
Arrn é la libra esterlina por una alcantarilla
da la oalle de ¡Santa Tere6a: las otras monedasen
otra da la plaza de Sarta Bárbara, y las sortijas,
lo mismo que el billete de 100 pesetas, oo reouei>
do dónde.
Así luvo el juez explicada toda la odisea del
criminal en esas horas en que anduvo errante,
huyendo de la Justicia, bajo cuyo poder ha oaídu al fin.
A la a&reeL
Loados presos fueron ooníneidos anoche, á
las ocho menos cuarto, á la Cárcel Modelo.
LA ÉPOCA DE NARVABZ
CARTAS D E J W A S A
HDEVA„
España Nuet^ ha comenzado á publicar ana
interesantísima serie de documentoé llamados á
ilustraren gr«>n parte la historia íiitima de las
épocas agitadas que precedieron á la revolución
de 1868 qne cortó el leinado de dbfia Isabel U.
Es una colección de cartas de ^QS poHticoo eépañoles qtie representaron en aquel tiempo pri«
mero« papeles.
De Narváez, de González Bravo y de) marqués
de OrQvio, son las primeras publicadas por el
estimado oofega.
A juzgar por este alance, no se trsta, ni táo'
cho menos, de una faittasfa periodística, s i t ó de
un srspnal de escritos auténticos, indispotablea,
de (Jue £SspoHaA'«<e»a dispone.
Precisamente, para que quede bien probada la
autenticidad de aquellos materiales historióos,
Ikhaña ^ueva sé dispone á ofrecer los oriaínales
á la consideración pública en una Expbstción
qne trata dé instalar en sus mismas oficinas.
Fs, por otra parte, mny laudable lá sobriedad
empleada por el colega para la pDl>lioación de
eaos escritos, pues .apenas'pone de su propia eo^'
secha más que las líneas indispensables para la
ilación de los dotíomentos hiétóricos.
Son éstps positivamente importantes para él
conocimiento de cosas y personas qiíe tato poco
distan de las generaciones presente*; están llamadas, á^ 0 0 , ijcteresar en alto gj^do y oúe»
dea ¿«rvlr n^lé «f n » o r « o « ) > ^ t w « W l ^ t W
dico htstUHftó' Hiéiíffoéido i ^ Í » H t n n ün^l té*,
rreno de l^B viejas intimidades, refresqueti la
memcria personajes que aun viven hoy y que
fueron antes testigos, cuando no actores, de sucesos á Que las ofirtas de EspOñtt Sueva aluden.
Felicitamos al colega por el buen éxito que
indudablemente ha d« proporoionftrle la Beooióo
reJHrida.
PLEITQS^CAUSAS
Descuideros de panslonéi.
Se ir vierte el día ep la Sección primera, ea los
informes.
El fiscal Sr. Pérez Martín pronnnoia nno n o y
elocuente, como todos los suyos.
Después hace uso de la palabra el distinguido
letrado Sr. Martínez Martín, que lleva la repr«>
sentación d^l Estado, como acusador.
Ent<» por la oJaftan».
,
i.í ^
, ^,
Por la tardo siguen los informes, empezando
las defensas.
í l erimen de la flMnféslta.
Lacia Cachoix, la fnincesite que hace un par
dé años m.itó ^n la callo de Zuniapo i un ayuda
de cámara que con ell^ tenía relaqionás^ ynelv«
asentarse en el batiqnillo de la Sección tercera,
para que un nuevo Jiirado rectifiqua ó ratifique
el veredioío absolutorio dol anterior.
^ ,
Después de la prueba hae informado el fiscal
Sr. Laliga y el deiensor Sr. Aragón,
Conde proMsado,
Ha sido resnetta en sentido B^ativo la ajislación interpneSta por él oonde de Casa Ménialvoi
de que dimos étíentahace pooos días, peí* expresando la Sala qué Su resolución no prejnzga
la cuentión de fondo.
Q teda, por cotisigníent*, en tela dé juloio,
tanto la certeza del hecho que se le imputa, como
el carácter delictivo ooe éste podría «éner.
líj Tribunal ha estimado, además, oue no ha
habido temeridad y deelara de oficio las costas.
.,: ALVAR-ARRANZ.
EBTAUÓ Í)KVTIEMX>0
En el litoral del Norte s« han prodneido Un- j
vias pasajeras, verdaderas nubes de verano, v
han hecho señalar ti plnviómetroeHras sensibles en algunos puntes como San Sebaatián y
Bilbao.
.
En toda la región septentrional permaneee el
cielo cubierto, manteméndose limpie de nubes
en el resto de España.
Las presiones soi. desiguales, observándose
efi las del Norte, que es adonde corresponden las
mayores, y las del Mediodía, un desnivel de
unos diez milímrtros.
Soplan brisas fuertes del fnimero y evarto
cuadrantes, cs8Í«on8tantee,qOB detenninan laS
agradable» teroperatnrss que se registran.
Durante laslwíras de la madrugada, el termómetro descendió mucho en las provincias aragonesas y en las del centro de Kspafla, siendo notables liis mínimas observadas en Avila, Ségovia. Burgos y Teruel,
En el Cantábrico Jr Golfo de León, existe fuerte marejada,
ObsarvaeiaBéa
•
Presión . . . . . . . :
Viento» > ,i,f., i
I
'lesnpenawtt...^:\
í e isa iUivB» M tiataa.
¿Jázima, 7ai míis. (e m.)
Mínima, <ü¡.(81)
fóreeoióat N-4
HecoiTKils «87 klHneSMA
«'^i-^láttlí
sombra Sffl
ijéin* ?•.
S
ixima, 61,
Humedad rtí^Hva. I Miaina,
2^
P1GÍN> SEXTA
NUEVOS NOTARIOS
Aprobados con plaza.
127.
128.
129.
130.
131.
132.
133.
134.
135.
136.
137.
trago.
138.
139.
140.
141.
142.
143.
144.
145.
146.
147.
148.
149.
150.
151.
152.
153.
154.
1S&
156.
157.
158.
P.
P.
P.
P.
P.
P.
R.
P.
D.
P.
P.
Pablo de Torres Jiménez.
Carlos O'CaUagban Vives.
Antonio Sánchez Jiménez.
Ignacio Ugalde Barríocanal.
Facundo Sánchez Rogla.
Manuel Valdeuoro Moreno.
Eligid Martíne* GarcJfa.
Riego Hidalgo PuriB.
Rafael Sánchéi Fort.
Jesús Solís de Ecenarro.
José García Peauela y Martín-B«i-
El Tribunal de oposiciones á las plazas del
Notariado que fueron sacadas á oposición, ha
hecho al ministro de Gracia y Justicia la propuesta de los 158 aspirantes que han obtenido
mejor caliíÍc«cióD, segtJn el anuncio de la convocatoria.
Como bay 108 vacantes, los que estén dentro
de este número ocuparán plaza desde luego,
P. Federíco Martines Montanézquedando los otros 50 en espera do vacantes.
D. Fausto Ibáflez MaestreLa propuesta, firmada ya por el ministro, es
P. León María del Campo Ruarle.
la siguiente:
D. Manuel Gas María.
1 D. Eladio Crehuet Pardas.
U. Rafael Rodríguez González.
5. D. José Sáez Martínez.
P. Terencio Muñoz Fari&
. »:
3. D. José Borrell Nicolau.
P. José Pascual Garda Molíner.
/
4. D. José Antonio Tobar Martínez.
P.
Enrique
Mora
Arenas.
5. D. Ángel Trabal y Rodríguez.
P. José Felipe Ruiz del Gastillé FéfMb
6. D. Lázaro Lázaro Junquera.
D. Zoilo Magdaleno Miirias.
7. D. Juan V'icente Mora Berenguer.
P.. Manuel Almodóvar Sáncbéz.
8. D. Julián Vega y Sánchez de la Peza.
P. José Pinol AguUó.
9. D. Benigno Gómez Gómez.
P. Francisco Salmerón Pellón.
10. D. Antonio Sasot Mejias.
P. Juan Vázquez Palomar.
> V
11. D. Francisco Olmedo Herrera.
P. José Nin de Cardona f Ranuras.
12. p . Francisco Fernández Criado.
P. Manuel Ledilés CastEo.
13. b. José Noguera Cogollos.
P.César Olaortna Arana.
'
14. D. Lnie Ribaya Llanedo.
P. Felipe ViilaWa La9«üa.
15. D. Eladio Díaz Grande.
P. José Bustos Salazar.
16. D. -Juan Huesca López.
D. Luis Calero Luanco.
17. D. Antoaio Unzúa UnehaAo.
R. Joaquín López Morales.
18. D. Luis Rincón Lazcano.
Aprobados sin dereeho á r 1 xa.
19. D. Pascual Lacaí Fuentes.
También han sido aprobados en los tres ejair20.. D. Alejandro Martínez Azagra.
eicios, pero sin que tengan derecho á oeufMir
2L O. Alberto Villanueya Martin.
plaza, Eégún el anunció de la convocatoria, los
22. D. Nicolás Alcalá Espinosa.
señores siguientes, por el mismo orden qiáe
23. D. Tomes Forns Contrera.
los publicamos:
24. D. Alberto Rodríguez Gónaez.
25. D. Antonio Xarrie Pérez.
Martín Lunas, Mañueco Escobar, Aparicio
26. D. Victoriano Sáez de Navarrete.
Arco, Candarías Blanco, Herráez Soriaoo,
27. D. Indalecio Martínez Martínez.
Asensio Ferrer, .\lvarez Osorio, Jiménét Qit
28. D. José Clemente Pérez.
(D. Andrés), Pizarro Carrión, Antras Bioabu29. D. GQillermo Morilla Carroño.
ni, Gaspar Lasheras, Rivera Jaleus, Gómaa
30. O. Manuel Cordón García.
Sánchez, Bellod Galvis, Navarrelé Sáinz, Ga3L D. Higinio Pi Miñana.
llego G. de Candamo, Marín Gutiérrez, Herre3a. I>. Ildefonso Barrios Llamas.
ro Torrent, Alvarez Pérez, Romero Arias, Bo.
33. D. Joaquín de la Peña Sáez.
za Moreno, Collado .\rce. Martín Blas Boti34. D. Julio Bohigas Estévez,
cario, Naranjo Moreno, Ramón Laca, Bernabé'
35. Dr Braulio Velasco Carrasqnédo.
Benftez, Cánovas del Castillo y Tejada. More*
36. D. Segismundo Pérez García.
jón del Valle, Carrasco López, PablOé Pégñe,
Mayoral García, Garcja Galán, Borán Pí, La37. D. José Alonso Lópeí.
fuente Antón, Romeu Saavedra, Carrasceea
38.- p . Pedro Pablo parras BWzqnez,
Molero, Esteban Rodríguez, Brávé ¿oniSf,
39. D.Ramiro Prego Punía.
Gonzalvo Belled, Ballesta López, Óbregón del
40. P. Felipe Fernández Malón.
Castillo y Montero Rejuard.
41. D. Melchor Egerique Villalba.
42. D. José Ruarte Ecbonique.
Estos 42 opositores han presentado una ins43. D- Sérvulo Huiz Ortun.
tancia al ministro, solicitando la ampKacida
44. D. Uesiderio González García.
de las plazas, fundándose en que hay entt« Ibs
45. D. Manuel José Derqui Derquf.
otros aprobados varios que no pdedén to46. D. Antonio Belver Cano.
mar posesión, por no haber cumplido vetatti47. D. Manuel Cerdo Pujol.
cinco años de edad.
48. D. Antonio Cervera Sáez.
49. P. Constantino Girón Mallo.
50. B. Joaquín Villalonga Manar.
51. P. Antonio Cabrera Rodríguez.
l í O S MIEJICANO»
52. P. Francisco Esprín Torras.
53. P. Alejandro Morillo Rédríguez.
la premura del tiempo me hizo cortar J i lA^
54. P. Gerardo Vidal y Martínez de Vb- vista dé'la corrida de ayer al dar ]^édro £ó»ee
laaoft
•
• *
• "••
"
'.«léissi:.
8S. ti, VioéiOe eaUée AKmse.- , ,
• S6. P. Pedro de la Puente Apecechea.
A la salida hubo manifestaciones hostiles 00B«
57. D. José Rodríguez de Cepeda.
tra los diestros, y la presentación dé ést^lk iné
58. P. José Santos Fernáiide^
indudablemente un fracaso.
59. P. Eduardo Martínez Alvataz.
Yo no he de negar en abaolnfo ef eam y ét
60. P. Manuel María de Pablo Martfn.
vino i estos mnohacbos; oreo dnioso)enté dtfé sa
han preófpftado y que aún astln véjrde^cjitfé
61. P. Salvador Escribano Escribana.
ellos hay buenos ^ícador«8, V8l\énté|' p«|udétir
62. P. Francisco de ia Iglesia Varó.
lleros, 7 los propios matadores Sab^n lo' ^dé'in'
63. D. José Prada HerVlér.
traen
entre manos.
.
.
P.
Manuel Céfda Alandete.
64.
Tal
vez
oon
otro
ganado
logren
desqnftarS»
65. R José María Rueda Marín.
de su fraoasode ayer y uonfirmar eí cartel qdé
66. P . Hipólito Hermida Oubifla.
en otras plazas han oonqnfstado.
67. P. Valentín Salas Medrano.
Yo así lo celebraría, porque mi al^Q ésqaetodos logren Sda propósitos, y ^ á s lQ« prinoi-,
68. P. Alfonso Caro Ortero.
planteé y dlésíroB modestos.
69. P. Manuel Fernández Pérez.
Por eso, oreo que lo mejor és reserVl^ él Ji^70. D. Antonio Pérez iMartínez.
oto definitivo Sobré los t o f e i ^ m^iiit(t(í$ h a ^
71. D¿ Blas Infante P^réiV • i
qne los vWráos de nuevb en el rüadb;
'
72. R. David García VldíaL
73. P. Léóc Pío Alvarez Olivares.
A Madrid ha llegado Rioardé Torras, ^Mtikl*»
74. P. Joaquín Abrastant.
mente mejorado de la cogida que samóiWE;Aik«
75. P. Ignacio Jiménez Gil.
geelras el 6 del pasad**. - ,
76. D. Jtian Arana Abren.
La herida se halla bien,.y lat pr»|iMia*dal.
77. P. Ignacio Zaballoa Sáncheei
aplaudido y «acebrado teHn soo dé to(«sr.én
78. P. Baltasar Moreno Píaz.
Túulouse el donsiSgélSy loegtiaa ValiQpialab79. P. Benito Eguiagany Malgor.
corridas de feria.
-» r i .
89. D. Ramón Herrén Torrienfe.
Fa^a la Béma&ii ptóciwatime.jpfiyaetada altar i los turarae "«nsMoSi a l > I a | i # | f ó y J 4 # E
8}. P. José Sancho Businel.
á conocer la Memoria y estatutos que ha redac82. P. Juan Ranios Cerdiño.
tado d u r i B ^ el inviarn/^ .
.
83. P. Vicente Marlíaez LJgarL
C o m o q u i e r a ; ^ 9n;tféft!é«^ado sitío ss ba
84. D. Lacio José Sahria Farnáodéi.
dicho quq laa ditareBoiaa qn^ sqdatfan aatoe
85. P. Alberto Alabert Piella.
B o m b ^ ^ M o s q t i ^ i b a n oáagdnp d é a a d é s s j » 86. P. Tuáñ Antonio G^sez Aravaoa.
ñaífifl, woardp bar «Í^ID 4ateiy<«aaj»mbmfíía.
P.
JíoSé Mnftoí Onéca.
87.
verfa«oa otra ves ap el cnedp ,ma4ig3aftiik naiai.
88. R. Manuel Moltó Moltd.
Bétiafaceióo de sus mnobosamiéMi 7 q a l l l i w w
89. P. Mariano Muñoz Cartafioen general.
..
^ . P. Francisco Muñoz Moreno.
bombita so limitó á «tanifasliar %iÍ0.i$éfm9f^
91. D. Antonio Bñonas García.
ofa eí origen 4 « J»**? T""W»Wb.!F;8<N!.,P»r f » :
parte, sin prescindir da lo qaé al wae j i í n m i n .
92. P. Julio *Gutiépre» Pereira.
93. P. Eustaquio Laao BafSarea.
óindibl^ dyféjíoiíé a^mofi ^ im^Mm Mía
94. D. Jaime (Selabert Férrer.
hallar la aoluoióá.
J.
•
-< - ,
95. P. Francisco J oí re de Villegas.
Quedamos, pues, en qna B o q t l i i t a ^ era fL
Maohaquito—se bailan « B bi^ena dtayéaJmffB;.*^96. P. José Mariano Llórente Llórente.mt m« ooiista que D^ XndfJaoso. H<mw
97. P. José María García Goorflez.
Hiai ¿á g ué prolongar upf, áJlt|iai#Ma#4
98. D. Lüi6 Acqúarofii Fernández.
Dopduoe? •.,,.„••• - . , , , u.íí '99. D. Valentín Medina Labrador.
100. P. Luis Cárdenas Miranda.
en la sesunda tempojradi^ T^él
101. P- José Martín Bo¿oh.
bardo y Rafael.
102. P- Enrique Salamerú Radigalés.
To acoBseio esito pcvqiQé, éoiao aSoianadp, BM
103. P- Joaquín Pinol Agulló.
molesta vérdié p r i ñ d o dé Ué dea pria^Mtta.
101. D- Amador Madero Ortiz.
%nrBé del loréo; f domo no U é Y t r k ^ ñ í a M"
105. P. José Sáncben Carrillo.
lóu BMN^oe déaadie, no tte j ( i i P J i a « B a m « 7 :
106. D. Enrique García de los Ríos.
oentadarla.Bftblo en nombl« dé u l l i d M i t e
107. P. José Sánz Fabra.
onal verla oén goato qne todo aa a i í r t ^ n ^ T '
' 108. P. José Asían! Rlója.
TOROS Y TOREROS
ApioBádOi oon dtteebo á 13$:^
Quedan c o n o aspirantes:
109. P. Pedro Marco Urzaniqui.
110. P. José María PHéfl Twoél.
111. D. Germán Cabrero Labrador.
Ilí. P. Narciso Gulxa Almeda.
113. P. Manuel Montero v García.
114. P. Faustino García Aranda.
115. P. Luis Pardo de U Casta Sándioz.
116. P, Antpnío Coromina Briguati.
117. P. Rafael Calvo Sunches.
118. P. Mannd LejarraU SfaittértB.
119. &. NicoUs Itquiardo l i é n á a d é s .
l á a í). Paietial Mis IMa.
12L D. Nieaiid Sarcia lIddtIliHM!.
« a . D. Enrique Raind» Uafflam.
las. í). Juan J, C(>«Uo CtHittfi&b.
125.
126.
D. Teodoro xiodriguez Rivas.
P. Fernaadú Escriba Blasco.
OIM
daj_
.
, ^-,.
^. „
_.
r u d é C o m a r ^ ; é i ) R f f M « a s i otraaaí^dajaii
para la designación de agentas pro|sairtaB w M »
tnboídoa p«>c-§l comeroio á fin de preaenmal* I M
opftraoio«eí d é reoonoolmiénto de eqnipsjea r da
deapaoho de moroamMé je pa^t^taa poatalaa a a
laaAdiMiiu*<i8o»llí»9«éa.
^
PaiAÍtt^ar a»as MMUO, aa n^kUti la Hinatiii
déCoaiwf^éa jut»l«|irtiaf«i «rtiaóMHÑNá* %.Mariana Pineda, B Í O .
«ipal.
80 oéatB. bet^U. BaÍBa, i 5 dajL» y HvroTa ffi,
Descargar