7-K-00 SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las doce horas del día doce de septiembre del años dos mil tres. El presente proceso contencioso administrativo ha sido promovido por GABRIEL KAFATI, S.A., sociedad mercantil, de este domicilio, por medio de su apoderada especial licenciada Vanessa Beatriz Núñez Baños, abogada, al inicio de este proceso de veintisiete años de edad y del domicilio de Antiguo Cuscatlán, sustituida por el doctor Roberto Romeo Pineda, mayor de edad, abogado, de este domicilio, contra el Centro Nacional de Registros y Registro de Comercio, Departamento de Propiedad Intelectual. Han intervenido en el presente proceso la actora en la forma indicada, licenciado Garrid Safie Parada en su calidad de Director Ejecutivo del Centro Nacional de Registros, licenciada Nadine Alvergue de Molina en su carácter de Registrador Jefe del Registro de Comercio, como autoridades demandadas, y el Fiscal General de la República representado por la licenciada Ana Ruth Martínez de Pineda, y don José Armando Amaya Canales en su calidad de tercero beneficiado con el acto reclamado. LEIDO EL PROCESO; Y, CONSIDERANDO: I. La licenciada Vanessa Beatriz Núñez Baños, en representación de GABRIEL KAFATI, S.A., en su demanda expuso: ""...Con instrucciones expresas de mi mandante, vengo por este medio a demandar al CENTRO NACIONAL DE REGISTROS, en Adelante (sic) "el Centro", particularmente a la señora Registradora Auxiliar de Comercio, licenciada SILVIA RAQUEL CHAVARRIA SANTOS, quien pronunciara una resolución que perjudica los intereses de mi mandante. c) ACTO ADMINISTRATIVO QUE SE IMPUGNA: Vengo dentro del plazo que la ley me concede de acuerdo al art. 11 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativo, en adelante LJCA, a impugnar la resolución dictada a las nueve horas y treinta y tres minutos del día quince de agosto de dos mil, en el expediente ventilado bajo el número M-124-98, del cual dicho Centro se encontraba conociendo en apelación. d) HECHOS QUE MOTIVAN LA ACCION: Es el caso Honorable Sala, que el día 14 de febrero de 1994 mi mandante solicitó al registrador de Propiedad Industrial que la marca de fábrica "CAFÉ INDIO y diseño" (sic) fuera registrada a su nombre para amparar productos comprendidos bajo la clase 30 del Convenio Centroamericano para la Protección de la Propiedad Industrial, al que de aquí en adelante me referiré como "el Convenio", diligencias que fueron tramitadas bajo el número 573/94 del Registro de Comercio. Por medio de resolución de las catorce horas y treinta y tres minutos del día 16 de octubre de 1996, y notificada el día 21 de febrero de 1997, dicha marca fue declarada en suspenso, por existir otra marca semejante en trámite al número 87/86, siendo esta la marca INDIO Clase 30 a nombre del Señor Juan Pastor Hernández y posteriormente traspasada a nombre de José Armando Amaya Canales. Mi Cliente (sic) apeló de dicha resolución el día 19 de marzo de 1997, agotando con ello la vía administrativa franqueada por el art. 27 inc. 2° de la Ley del Centro Nacional de Registros, aduciendo que la marca INDIO Clase 30, se encontraba ya CADUCADA DE PLENO DERECHO, de acuerdo al art. 229 del Convenio (…), dicha solicitud de marca se encontraba caducada desde el 17 de febrero de 1987 fecha en que se cumplió un año desde la ultima notificación, realizada el día 17 de febrero de 1986. No obstante el Centro Nacional de Registros dictó resolución a las nueve horas y treinta y tres minutos del día 15 de agosto del año 2000, la cual fue notificada el día 30 de agosto del año 2000, en la cual confirmaba la resolución pronunciada a las catorce horas y treinta y tres minutos del 16 de octubre de 1996, la cual declaró en suspenso la solicitud de registro presentada para la marca "EL INDIO y diseño", Clase 30. Dicho Centro manifestó literalmente en dicha resolución que " la caducidad de pleno derecho (el subrayado es mío), para aquellas solicitudes que no se han activado por más de un año, debe entenderse que la misma sólo puede ser declarada en sede registral; y en consecuencia, mientras ella no se produzca cualquier solicitud (sic), aún las que son susceptibles de ser declaradas caducadas continúan vigentes; por lo que la resolución venida en alzada, es conforme a derecho y procede su confirmación". e) DERECHO EN LA (sic) QUE FUNDAMENTO MI ACCION: i) El art. 229 del Convenio establece que "las solicitudes de registro y las acciones que se ejerciten bajo el imperio de este Convenio se tendrán por abandonados y caducarán de pleno Derecho, si no se insta su curso dentro de un año, contado desde la última notificación que se hubiera hecho al interesado o interesados". Es decir, que si la ultima notificación hecha al Sr. José Armando Amaya Canales fue realizada el 17 de febrero de 1986, y este no instó su curso durante un año, que se cumplió el 17 de febrero de 1987, la solicitud de registro de dicha marca quedó caducada ese mismo día. Y dicho artículo habla de "caducidad de pleno derecho", es decir, que no necesita "declaración" alguna, tal como erróneamente lo manifiesta la licenciada SILVIA RAQUEL CHAVARRIA SANTOS en la resolución de fecha 15 de agosto del año 2000. Mucho menos cierto es que "mientras ella (la declaración) no se produzca, cualquier solicitud, aún las que son susceptibles de ser declaradas caducadas, continúan vigentes". Es imposible que una solicitud de registro de marca que haya cumplido con el supuesto fáctico que establece el art. 229 del Convenio, no produzca la consecuencia jurídica que el mismo establece, y más aún, cuando el legislador es claro al decir que dicha caducidad opera de PLENO DERECHO. ii) El art. 94 inc. 4° del Convenio establece: "Si la marca cuyo registro se solicita fuera semejante a otra que se encuentre en trámite de inscripción, el Registrador dictará providencia dejándola en suspenso hasta que se resuelva si la que se halla en trámite debe o no inscribirse." De este artículo cabe deducir que para dictar una declaratoria en suspenso, la marca anterior debe tener posibilidades de llegar a ser inscrita, pero una solicitud de marca caducada carece de tal posibilidad. iii) Establece el art. 19 inc. 1º. Pr. Cv.: "Cuando el sentido de la ley es claro, no se desatenderá su tenor literal a pretexto de consultar su espíritu". Y el art. 21 del mismo Código establece: "Las palabras técnicas de toda ciencia o arte se tomarán en el sentido que les den los que profesan la misma ciencia o arte; o al menos que aparezca claramente que se han tomando (sic) en sentido diverso." De los artículos anteriores se deduce que la interpretación hecha por la funcionaria mencionada, no ha sido adecuada, ni apegada a la ley. En el presente caso, lo que correspondería era reconocer o declarar una situación jurídica previamente existente, como lo es la caducidad. No se trataba de crear o constituir una situación jurídica nueva. iv) El art. 2 LJCA, establece "Corresponderá a la jurisdicción contencioso administrativa el conocimiento de las controversias que se susciten en relación con la legalidad de los actos de la Administración Pública". El mismo artículo establece en su letra a) que "Para los efectos de esta ley se entiendo (sic) por Administración Pública: a) el Poder Ejecutivo y sus dependencias, inclusive las instituciones autónomas, semi autónomas y demás entidades descentralizadas del Estado". Por lo tanto, la resolución mencionada anteriormente, es susceptible de ser impugnada en un juicio contencioso administrativo ante Vos, Honorable Sala de lo Contencioso Administrativo. f) DOCTRINA EN LA QUE FUNDAMENTO MI ACCION: Guillermo Cabanellas en su obra "Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual", Editorial Heliasta S.R.L., 25 a. Edición, Argentina,, 1997, Tomo II, pág. 15, define "caducidad como "lapso que produce la extinción de una cosa o de un derecho. Cesación del derecho a entablar o proseguir una acción o un derecho, en virtud de no haberlos ejercitado dentro de los términos para ello." Posteriormente el autor, citando a Cortés Jiménez, hace una comparación entre la caducidad y la prescripción extintiva, en la cual establece que: "La caducidad o decadencia puede ser convencional o legal; mientras que la prescripción, el derecho nace con duración indefinida y sólo se pierde cuando haya negligencia en usarlo; en al (sic) caducidad nace el derecho sometido a un término fijo o de duración, prescindiéndose de toda consideración de negligencia en el titular. La prescripción opera generalmente a través de una excepción; en tanto la caducidad produce sus efectos de manera directa y automática (el subrayado es mío). Por ello dice Enneccerus que el plazo de caducidad ha de tomarse en cuenta por el juez, aunque sólo se desprenda su transcurso de la exposición del demandante; la prescripción se aplica únicamente a los derechos llamados potestativos. En la caducidad, a diferencia de lo que ocurre con la prescripción, no se admiten generalmente causas de interrupción o suspensión." Este mismo autor, Guillermo Cabanellas, profundiza en la obra mencionada, en la página 15, cuando define "caducidad de los asientos del registro" como: "Las distintas inscripciones y anotaciones que en el Registro de la Propiedad se efectúan, pese a su solemnidad, la solidez con que la ley las reviste, no son eternas en su eficacia. Por ministerio de la ley (el subrayado es mío) y por el transcurso del tiempo señalado en cada caso, pierden su vigor…(sic)". "Ministerio de la ley". De acuerdo al autor Cabanellas, en el Tomo V, Pág. 423, de la obra mencionada, se define como: "En virtud de ella, sin más causa ni trámite, sin necesidad de llenar ninguna formalidad (el subrayado es mío)". El Dr. Juan D. Ramírez Gronda, en su obra "Diccionario Jurídico", Editorial Claridad, S.A., Séptima Edición, Octubre de 1974, Argentina, en su página 224, define el término "pleno derecho" como: "Expresión jurídica que se utiliza para significar que un cierto resultado o consecuencia no dependen de la voluntad del interesado, ni de un tercero. Así, la mayoría de edad se adquiere "de pleno derecho" el día que el menor cumple 22 años"; la apertura de la sucesión se produce "de pleno derecho" en el instante del fallecimiento del autor de la sucesión...etc.". Por otro lado Guillermo Cabanellas en su obra "Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual" Editorial Heliastas S.R.L., 25 a. Edición; Argentina, 1997, Tomo III, pg. 101, define el término "De pleno derecho" de la siguiente forma: "Califica la constitución de una relación jurídica o la producción de un efecto jurídico por ministerio de la ley (el subrayado es mío), con independencia de acto o voluntad de las partes a quienes afecte. Así, de pleno derecho se produce la mayoría de edad, la disolución del matrimonio por la muerte de uno de los cónyuges, la transmisión del patrimonio del de cuyus desde el instante de su fallecimiento así como el devengo de intereses en ciertos casos, la solidaridad en las obligaciones, entre otros supuestos." De todo lo anterior cabe deducir que la funcionaria que dictóo la resolución que impugno, desconoció el espíritu del art. 229 del Convenio al decir que "mientras ella (la declaración de caducidad) no se produzca, cualquier solicitud, aún las que son susceptibles de ser declaradas caducadas, continúan vigentes". De igual manera, desconoció el significado del termino "pleno derecho", ya que dicha caducidad no necesita declaración alguna. Dicha solicitud de marca estaba caducada de pleno derecho (por ministerio de ley) desde el momento en que se cumplieron los requisitos que la norma establece: que no se inste su curso dentro de un año, contado desde la última notificación que se hubiera hecho al interesado o interesados. Dicho año se cumplió el 17 de febrero de 1987. Es inconcebible que 12 años después de dicha fecha, el registrador haya emitido nuevos carteles. Esta situación constituye una flagrante violación a la ley." Con base en el planteamiento anterior la parte actora terminó pidiendo que se admitiera la demanda y se declarara la ilegalidad del acto dictado por la señora Registradora Auxiliar de Comercio, a nombre del Centro Nacional de Registros, a las nueve horas y treinta y tres minutos del día quince de agosto de dos mil. Al considerar la Sala que la demanda antes relacionada debía aclararse, previno a la parte actora indicara con claridad cuáles eran los actos impugnados y quienes eran los funcionarios demandados, y en acatamiento a ello amplió su demanda mediante escrito que en lo esencial dijo: "…En tal sentido vengo a modificar la demanda interpuesta por mi persona, en el sentido que los actos impuganados (sic) y las autoridades a las que se demanda en el presente juicio contencioso administrativo, por los motivos expuestos en la demanda, son: i) REGISTRO DE COMERCIO, DEPARTAMENTO DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL, en particular a la Señora Registradora Auxiliar de Comercio, licenciada SILVIA RAQUEL CHAVARRIA SANTOS, por la resolución pronunciada con relación al expediente número 573/94, de las catorce horas y treinta y tres minutos del día dieciséis de octubre de mil novecientos noventa y seis, en la cual se declaró en suspenso la marca "LOGO EL INDIO y diseño Clase 30"(sic). ii) CENTRO NACIONAL DE REGISTROS, particularmente al licenciado FELIX GARRID SAFIE P., quien pronunciara resolución con relación al expediente número M-124-98, de las nueve horas y treinta y tres minutos del día quince de agosto del año dos mil, en la cual se confirmó la resolución anteriormente relacionada". II. La demanda fue admitida, se tuvo por parte a la sociedad actora representada por su apoderada especial licenciada Vanessa Beatriz Núñez Baños, se pidió informe al Centro Nacional de Registros y al Registro de Comercio, Departamento de Propiedad Intelectual, a efecto que manifestaran sobre la existencia de los actos atribuidos y expresaran la dirección del tercero beneficiado con los actos adversados, informes que se contestaron en sentido afirmativo. No se suspendió la eficacia de los actos administrativos impugnados, en virtud de que los mismos no producen efectos positivos. Se solicitó a los funcionarios demandados que rindieran informe en el plazo de quince días hábiles con las justificaciones en que fundamentan la legalidad de los actos impugnados y al mismo tiempo se ordenóo notificar al señor Fiscal General de la República la existencia de este proceso. Las autoridades demandadas, al contestar el informe que les fuera requerido, manifestaron los mismos conceptos, aunque en escritos separados, expresando lo siguiente: ""El acto administrativo impugnado es la resolución dictada por esta Dirección Ejecutiva de las nueve horas y treinta y tres minutos del día quince de agosto de dos mil, por medio de la cual se confirmaba la resolución pronunciada a las catorce horas y treinta y tres minutos del día dieciséis de octubre de mil novecientos noventa y seis, la cual declaró en suspenso la solicitud de registro presentada para la marca "EL INDIO y diseño", clase treinta del Convenio Centroamericano para la Protección de la Propiedad Industrial.""Del resumen de los planteamientos de la parte actora, puede verse que ésta tiene un particular concepto del termino "pleno derecho", que aparece consignado en el Art. (sic) 229 y sostiene una interpretación sui generis del Art. 94 en la parte relativa a las suspensiones de trámite, ambas del referido Convenio Centroamericano. En la resolución impugnada se tomó como concepto "de pleno derecho" el que comúnmente le da la ciencia jurídica es decir, constitución de una relación jurídica o la producción de un efecto jurídico por ministerio de ley, con independencia de acto o voluntad de las partes a quienes afecta. De modo que el efecto de pleno derecho que aparece consignado en el Art. 229 funciona en tal sentido, y de la forma prevista en la disposición, y para que cobre vida en los casos que prevé, necesariamente debe haber resolución del funcionario registral y notificación respectiva en el caso concreto, pues en el proveído de ese funcionario, además de la materialización de la figura, debe quedar constancia de la observación de todas las reglas y principios del debido proceso administrativo, que fueren aplicables, garantizados por la Constitución (Arts. 18 y 11 Cn.). La necesidad de la declaratoria de la caducidad de la instancia está reconocida por tratadistas de prestigio, pudiendo citar a los contemporáneos José Almagro Nosete, Vicente Gimeno Sendra y otros en la obra colectiva DERECHO PROCESAL (Tomo I Parte General) quienes al tratar de otros modos de terminación del proceso, además de la sentencia, y referirse a la caducidad que opera por el sólo hecho del transcurso del tiempo (pleno derecho), indican que ella se acuerda por auto. Igualmente, José María Ascencio Mellado (DERECHO PROCESAL CIVIL- Parte Primera), señala que la sola circunstancia del transcurso del tiempo sin que se produzca actividad alguna proveniente de lasla parte puede dar lugar a la declaratoria de caducidad de la instancia. Esa doctrina es recogida en el anteproyecto de Código Procesal Civil Modelo para Iberoamérica, elaborado por el Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal, y cuyo art. 209 dice en lo pertinente: "La caducidad opera de pleno derecho; no obstante no podrá ser declarada ni de oficio ni a petición de parte, luego de que se hubiera realizado algún acto, por cualquiera de los sujetos del proceso...; y en el segundo párrafo se expresa en lo pertinente: "El auto interlocutorio que declare la caducidad será susceptible de recursos...". La caducidad de la instancia de pleno derecho o por ministerio de ley, opera en igual sentido en materia registral. Mientras no exista resolución registral, que declare la figura del abandono de la instancia, no puede producir efectos jurídicos en forma automática, y erga ommes, como pretende hacer ver la parte actora, habida cuenta que en el sistema registral, existe un engraje de protección, que da seguridad jurídica a las solicitudes de registro de distintivos, desde su presentación y a partir de entonces produce distintos tipos de efectos. (Arts. 19, 20, 21, 27, 90, 95, 158 y 184 del Convenio Centroamericano). En el caso que nos ocupa, la solicitud presentada por el mandante de la parte actora confrontó la circunstancia de que la marca que pretende registrar, era semejante a otra, presentada con antelación y que se encontraba en trámite, pero cuya caducidad no había sido declarada. La figura de la caducidad de la instancia en nuestro ordenamiento jurídico, puede conceptuarse como una primicia que introdujo en la legislación adjetiva, el expresado convenio centroamericano (sic), y esa figura ha sido introducida últimamente en nuestro Código de Procedimientos Civiles, mediante adiciones que en fecha próxima entrarán en vigencia, y de la misma puede verse, que también se requiere para la caducidad por ministerio de ley, de la respectiva declaración del funcionario judicial. Entendiendo así la forma en que opera la caducidad de la instancia de pleno derecho o por ministerio de ley, tal declaración, necesariamente debe hacerse por medio de una resolución del funcionario registral. Ahora bien, como se trata de un proveído que perjudica un interés, la ley aun en ese caso, provee al interesado de recursos, que al ser ejercitados deben sustanciarse, V.g. puede ocurrir que el interesado tuvo justo impedimento para proseguir el procedimiento, en cuyo caso tiene expedita la facultad prevista en el segundo inciso del citado Art. 229 que expresa: "No procederá la caducidad por el transcurso del término señalado en el párrafo precedente, cuando la solicitud o la acción hubiere quedado sin curso por fuerza mayor o por cualquier otra causa independiente de la voluntad de (sic) interesado." De lo dicho se evidencia, que no es cierta la afirmación de que en el caso del Art. 229 la caducidad se produce: "sin exigencia de pronunciamiento legal alguno."" Portodo lo expuesto dijeron sersoy de la opinión que las resoluciones pronunciadas, por el Registro de Comercio y laconfirmadas por esta Dirección Ejecutiva del Centro Nacional de Registros, estabanson completamente apegadas a derecho, razón por lao cual esa Honorablela Sala debíae declarar la legalidad de los actos administrativos impugnados"... Así mismo se admitió la intervención de la licenciada Ana Ruth Martínez de Pineda en representación del señor Fiscal general de la República. III. El juicio se abrió a prueba por el término de Ley, en el cual la actora presentó escrito y documentación con los que reforzó los extremos de su demanda. Mientras que el licenciado Félix Garrid Safie Parada, presentó certificación de resolución de las nueve horas y treinta y tres minutos del quince de agosto de dos mil y su respectiva acta de notificación con el objeto de robustecer las justificaciones de legalidad de los actos impugnados. De conformidad con el Art. 28 L.J.C.A., se corrieron los traslados respectivos para que las partes presentaran sus alegatos y la actora expresó: ""a) Tal como comprobara durante el término de prueba, mediante copia debidamente certificada de la certificación del certificado de registro de la marca "CAFÉ EL INDIO", Clase 30 en El Salvador, mi mandante ha sido la legítima propietaria de la marca desde el 29 de septiembre de 1997. Mi mandante es también la legítima propietaria de la marca "EL INDIO Y DISEÑO" Clase 30 en Honduras desde el 7 de agosto de 1998, tal como lo comprobé al anexar durante el término de prueba el respectivo certificado de registro de dicha marca. Con tales documentos comprobé que tanto la marca "CAFÉ EL INDIO" Clase 30 y "EL INDIO Y DISEÑO" Clase 30 son parte de la propiedad intelectual de mi mandante, y que no obstante que tanto el Centro Nacional de Registros como el Registro de Comercio están obligados a velar por que la propiedad intelectual se respete en nuestro país, han desprotegido totalmente los derechos de mi cliente, garantizándoselos de forma ilegal a una tercera persona. b) Como lo demostramos mediante las copias certificadas de las resoluciones que anexamos durante el término de prueba, ha sido práctica administrativa el declarar el abandono de una marca por el mero transcurso del tiempo, sin esperar a que un tercero interesado se lo solicite. Y aún si fuera cierto que para que una marca se tenga por abandonada es requisito indispensable que esta situación sea declarada, esta declaratoria no queda a opción del Registrador. Este, al verificar que el supuesto fáctico de la norma se ha dado, debe proceder a actuar tal como la misma indica. Sin embargo, en el presente caso, el Registrador tomó de forma inexplicable la opción de proseguir con el registro de la marca, ignorando el abandono y caducidad que ya se había configurado sobre la marca y no obstante que al trámite de registro de la misma no se le había dado movimiento por más de doce años. Es obvio que nadie puede tener interés en una marca cuyo trámite de registro no ha sido impulsado por tanto tiempo. c) Establece el art. 9 numeral 5 de la Ley de la Dirección General de Registros que entre las atribuciones de tal Dirección General se encuentra la de "velar por la uniformidad de la jurisprudencia en materia de registro...". De tal forma que, como lo he probado, ha sido práctica de las oficinas demandadas, declarar la caducidad, sin necesidad de requerimiento de terceros interesados, por ello cabe cuestionar ¿Por qué en este particular caso, se pretende romper con la uniformidad de la jurisprudencia registral?, y consecuentemente, generar inseguridad jurídica y atropello a los legítimos derechos de mi mandante. d) La resolución que declara en abandono una marca, no es más que eso, una mera declaración de una situación jurídica preexistente. Esta no constituye una nueva situación jurídica, tal como en el fondo lo han querido dar a entender las autoridades demandadas en sus respectivos informes. Y el hecho de que dicha resolución no haya sido emitida, no le da vigencia a la marca. La situación jurídica de su abandono y caducidad ya existía, pero no fue declarada. Por lo Tanto la marca de mi mandante no debió ser declarada en suspenso, sino que el Registrador debió declarar en abandono la marca "INDIO" Clase 30 y proseguir con el trámite de registro de la marca "CAFÉ INDIO Y DISEÑO"(sic) Clase 30, propiedad de mi mandante. e) La finalidad de la caducidad es precisamente la de generar seguridad jurídica a la comunidad. Su propósito principal es el de precluir asuntos que han quedado pendientes y en los cuales el actor ha demostrado no tener interés durante el tiempo que la ley ha prescrito. Pretender otra cosa sería desnaturalizar una de las figuras jurídicas más importantes y que son pilar de la seguridad jurídica de nuestro sistema. f) Por otro lado, afirman ambas autoridades en sus escritos respecto del Art. 229 del Convenio Centroamericano para la Protección de la Propiedad Industrial: "Ahora bien, como se trata de un proveído que perjudica un interés, la ley aún en ese caso, provee al interesado de recursos, que al ser ejercitados deben sustanciarse, V.g. puede ocurrir que el interesado tuvo justo impedimento para proseguir el procedimiento, en cuyo caso tiene expedita la facultad prevista en el segundo inciso del citado Art. 229 que expresa: "No procederá la caducidad por el transcurso del término señalado en el párrafo precedente, cuando la solicitud o la acción hubiere quedado sin curso por fuerza mayor o por cualquier otra causa independiente de la voluntad del interesado". ¿Qué es entonces lo que se está tratando de alegar con esta afirmación? ¿Que (sic) el registro, previo a proceder a la declaratoria de abandono debe consultar al interesado si sufrió un justo impedimento para no proseguir el procedimiento? Ya hemos visto que jamás ha sido ese el criterio de esa oficina, y que por el contrario, proceden a la declaratoria en abandono de las marcas sin más trámite que la emisión de la resolución. Y en todo caso, aunque dicho impedimento existiera realmente ¿acaso no es competencia del interesado alegarlo y probarlo? Al revisar el expediente 87/86 no se encuentra un incidente relacionado. ¿Por qué ahora el Registrador pretende interpretar la ley de una forma totalmente contraría a lo que la doctrina y su propia jurisprudencia han establecido?. g) No es posible que debido a una ilógica interpretación de la ley, totalmente contraria a la doctrina, mi mandante se vea afectado en sus legítimos derechos de propiedad intelectual. 2) DOCTRINA: A fin de dar sustento doctrinario a mis argumentos, vengo a citar la doctrina siguiente: a) Para fundamentar mi posición acerca de la automático constitución de caducidad por el simple transcurso del tiempo, cito a continuación las obras siguientes: Establece la Enciclopedia Jurídica OMEBA, Editorial Bibliográfica Argentina, Buenos Aires Argentina, Tomo II, Pg. 484-485: "La caducidad que es, para algunos autores, aquella especie de prescripción extintiva que opera automáticamente por lo que es apreciable de oficio, produce la pérdida de un derecho o de una acción, por su no ejercicio durante el plazo señalado por la ley o la voluntad de los particulares, no admitiendo más causas de suspensión o interrupción que el ejercicio por parte del titular...en la caducidad el tiempo es factor más destacado, de modo que casi lo es todo. En la caducidad, la ley dice: tal derecho sólo tendrá su duración de tantos años, meses o días a contar desde su origen; en la prescripción expresa: tal derecho subsistirá mientras no se produzca el hecho de no ejercitarlo durante tantos años, meses o días. La caducidad, por tanto, es un hecho simple, de fácil comprobación y de puro automatismo; por eso no requiere litis...Por ministerio de la ley y por transcurso del tiempo señalado, se produce la caducidad de los asientos en el Registro de la propiedad, perdiendo en ambos casos su vigor las notas marginales, las menciones, las anotaciones preventivas y las inscripciones, incluso la hipotecaria (Cabanellas, Diccionario de Derecho usual, Bs. Aires, 1953.). Caduca una anotación preventiva cuando queda sin fuerza o pierde sus naturales efectos por su singular contenido, que señala o marca ya su duración, o por concepto legal que determine o fije el plazo de su duración, no siendo necesaria la expresión de la voluntad de los interesados para tales efectos o la declaración judicial o administración de la extinción (el subrayado es mío) (Morell)". b) Respecto de los efectos declarativos y constitutivos mencionados, cito a continuación las siguientes obras: Eduardo J. Couture, en su obra "Fundamentos del Derecho Procesal Civil"(...) sostiene que: "Son sentencias declarativas, o de mera declaración, aquellas que tienen por objeto la pura declaración de la existencia de un derecho. ... Se denominan sentencias constitutivas aquellas, que sin limitarse a la mera declaración de un derecho y sin establecer una condena al cumplimiento de una prestación, crean, modifican, o extinguen un estado jurídico." En el Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, (...)"(efecto constitutivo) recae por la acción constitutiva (v) interpuesta; a fin de crear, modificar o extinguir una relación jurídica, sin limitarse a la declaración del derecho y sin obligar a una prestación; tales son las dictadas en juicios de divorcio, de reconocimiento de filiación, de separación de cuerpos, para disolver la sociedad conyugal". En cuanto al efecto declarativo, en la misma obra se señala lo siguiente: "Establece la existencia o inexistencia de un derecho, sin condenar o absolver además a las partes. Entre estas sentencias se encuentran las que declaran la falsedad de un documento, la prescripción y la jactancia". c) Con el objetivo de sustentar la finalidad de la figura de la caducidad, cito lo siguiente: En el artículo titulado "Un atinado y atípico atisbo sobre la caducidad de la instancia" del autor Guillermo Parada, (...) se señala: La caducidad "es la extinción del proceso que se produce por la paralización durante cierto tiempo en que no se realizan actos procesales de parte. Quiere decir entonces que la caducidad de la instancia es un instituto procesal que implica la terminación anormal de un proceso, por haber transcurrido el plazo que la ley señala, sin que las partes hayan llevado a cabo, de una forma voluntaria y sin que opere algún impedimento, acto procesal alguno. ...¿Puede proveerse en nuestro ordenamiento jurídico de oficio?. ...es infundada e injusta cualquier opinión que excluya la posibilidad que así sea, en primer lugar porque lejos de producirse un perjuicio se insta a las partes a que resuelvan de una forma pronta y expedita su situación."; citando la obra de Alí Joaquín Salgado, titulada "Derecho procesal Cvil(sic), Método de casos", (...) se agrega: "la razón que la justifica es que el Estado, después de un período de inactividad procesal prolongado, entiende liberar a los propios órganos jurisdiccionales de la necesidad de proveer y de todas las obligaciones que se derivan de la existencia de una relación procesal", y concluye con una cita de los autores Roberto Loutayf Ranea y Julio Ovejero López, quienes en su obra "Caducidad de la Instancia" (...) sostienen que la caducidad "es una especie de renuncia tácita a un derecho"". Por su parte el Director Ejecutivo del Centro Nacional de Registros al presentar su alegato expresó: "La pretensión de la demandante es que el trámite de la mencionada marca no debió ser declarada en suspenso, sino que el Registrador de Comercio, por estar caducada de pleno derecho la otra marca semejante "CAFÉ INDIO Y DISEÑO" presentada con anterioridad, debió proseguir el trámite de registro de la marca "EL INDIO Y DISEÑO", de acuerdo al Art. 229 del expresado Convenio Centroamericano. Esta disposición en lo pertinente establece: "las solicitudes de Registro y las acciones que se ejerciten bajo el imperio de este Convenio se tendrán por abandonadas y caducarán de pleno derecho, si no se insta su curso dentro de un año, contado desde la última notificación que se hubiere hecho al interesado o interesados". Para que cobre vida el presupuesto contemplado anteriormente, no basta el sólo transcurso del tiempo sino que es necesario que exista resolución y notificación respectiva en el caso concreto, por parte del funcionario Registral, pues en el proveído de éste, además de la materialización de la caducidad, debe quedar constancia de la observación de todas las reglas y principios del debido proceso administrativo, que fueren aplicables. Mientras no exista resolución registral, la figura del abandono de la instancia, no puede producir efectos jurídicos en forma automática, habida cuenta que en el sistema registral, existe un engranaje de protección para dar seguridad jurídica a las solicitudes de registro de distintivos comerciales, desde su presentación. En el caso objeto del presente juicio, la solicitud del apoderado de la sociedad Gabriel Kafati S.A. confrontó la circunstancia que la marca que pretende registrar, era semejante a otra, presentada con antelación, y que se encontraba en trámite. Ciertamente, la marca anterior estaba afectada por el vicio de caducidad de la instancia, pero ese efecto al no existir resolución registral en el expediente respectivo, que la reconociera y declarara, en ningún caso podía dar lugar a continuar el trámite de la marca patrocinada por el actor y más aún si la pretensión se quiso hacer valer en un recurso administrativo de apelación tal como efectivamente sucedió, en el que como se sabe, la competencia del funcionario de alzada, está circunscrita a conocer exclusivamente sobre los puntos apelados, y no prorroga en ningún caso la jurisdicción por razón de la materia, que por mandato de le corresponde en exclusiva, al Registro de la Propiedad Intelectual del Registro de Comercio. La figura del abandono de la instancia puede conceptuarse como una primicia que introdujo en la legislación adjetiva, el Convenio Centroamericano Para (sic) la Protección de la Propiedad Industrial, y el procedimiento previsto para su funcionamiento es simple: Si una solicitud de registro de un distintivo comercial a los que el Convenio se refiere, no se insta dentro del término de un año contado a partir del día siguiente al de la última notificación hecha en el respectivo expediente, el Registrador ya sea de oficio o a petición de parte, puede declarar el abandono y caducidad de la solicitud de registro; empero tal declaración, necesariamente debe hacerse por medio de una resolución del funcionario registral; por ser un proveído que perjudica un interés. En el presente caso según la tesis planteada por la parte actora ésta pretende que a nivel de segunda instancia registral cuando se conoce el recurso propuesto, se reconozca la caducidad producida en la solicitud de registro de marca "Café EL (sic) Indio y diseño", la cual pertenece a un solicitante distinto y en donde no se ha pronunciado resolución que la establezca. De lo expresado se evidencia que no es cierta la afirmación de que en el caso del Art. 229 la caducidad se produce: "sin exigencia de pronunciamiento legal alguno", como sostiene la parte actora en sus planteamientos a lo largo del presente proceso"". No habiendo contestado el traslado conferido el Registro de Comercio, Departamento de Propiedad Intelectual, se le concedió audiencia para los efectos del Art. 45 L.J.C.A.; y no siendo atendibles las razones expuestas para no contestar el traslado, se impuso multa por la cantidad de DOSCIENTOS COLONES. La licenciada Ana Ruth Martínez de Pineda, en representación del señor Fiscal General de la República, al evacuar el traslado solicitó que se declarara ilegales los actos impugnados. IV. FUNDAMENTOS DE DERECHO. El juicio se encuentra en estado de dictar sentencia la cual recaerá exclusivamente sobre lo discutido en el proceso y teniendo en cuenta lo ocurrido en sede administrativa según consta en el expediente que se ha tenido a la vista. La actora ha impugnado de ilegales las resoluciones siguientes: a) La emitida por el Registro de Comercio, Departamento de Propiedad Intelectual, a las catorce horas treinta y tres minutos del dieciséis de octubre de mil novecientos noventa y seis, que declaró en suspenso la marca "LOGO EL INDIO y diseño Clase 30"(sic); y b) La del Centro Nacional de Registros, dictada a las nueve horas treinta y tres minutos del quince de agosto de dos mil, que confirma la resolución anterior. El día dieciocho de febrero de 1994, la actora presentó solicitud de inscripción de la marca de fábrica de café "EL INDIO" con su correspondiente logo y diseño, pero el Departamento de la Propiedad Intelectual del Registro de Comercio declaró en suspenso la inscripción al advertir que de sus registros aparecía una solicitud anterior de inscripción de una marca de fabrica de café "INDIO", la cual es de la misma clase y de nombre semejante, razón por la que dicho Departamento resolvió dejar en suspenso la inscripción de la marca solicitada por la actora, resolución que fue confirmada en recurso de apelación por el Centro Nacional de Registros. Los demandados sostienen la legalidad de sus actuaciones basados en el inciso segundo del Art. 94 del Convenio Centroamericano para la Protección de la Propiedad Industrial, el cual estatuye: "Si la marca cuyo registro se solicita fuera semejante a otra que se encuentre en trámite de inscripción, el Registrador dictará providencia dejándola en suspenso hasta que se resuelva si la que se halla en trámite debe o no inscribirse. Si la resolución que recayere fuera negativa, la solicitud declarada en suspenso se tramitará en forma prevista en este convenio y se entenderá protegida por el derecho de prioridad". La actora por su parte controvierte las prenotadas resoluciones expresando que las Autoridades demandadas debieron inscribir la marca por ella solicitada, puesto que la solicitud anterior se encontraba caducada, ya que desde el 20 de enero de 1986 el solicitante no había impulsado su inscripción, habiendo transcurrido hasta esa fecha más de un año, tomando como fundamento el artículo 229 el cual a su letra reza:"las solicitudes de registro y las acciones que se ejerciten bajo el imperio de este Convenio se tendrán por abandonadas y caducarán de pleno Derecho, si no se insta su curso dentro de un año contado desde la última notificación que se hubiere hecho al interesado o interesados." Las autoridades demandadas reconocen que la solicitud de inscripción de marca de fábrica presentada el 20 de enero de 1986, ciertamente estaba afectada con el vicio de caducidad (al que alude el Art. 229 del referido Convenio), pero aún así determinaron que se suspendiera la presentada por la actora, pues, para que la caducidad produzca efectos no solo basta el hecho de no instar su inscripción -como lo requiere la Ley- sino que además debe haber una resolución que la declare. Por su parte la actora ha hecho notar que la caducidad que afecta la primera solicitud es "de pleno derecho" la cual despliega sus efectos en el momento de producirse el supuesto hipotético de la norma, es decir, el transcurso del tiempo sin impulsar la inscripción, y sin necesidad de resolución alguna. Por tanto, el punto medular de controversia en este proceso se centra en determinar si la "caducidad de pleno derecho", debe ser reconocida a través de una resolución para que produzca sus efectos. Caducidad de pleno derecho. La caducidad es la acción y efecto de caducar, acabarse, extinguirse, perder su efecto y vigor, por falta de uso, por terminación del plazo u otro motivo, en pocas palabras: "dejar de ser". Las solicitudes de inscripciones registrales se encuentran sujetas al impulso y contingencia del proceso de inscripción, atendiendo los interesados las prevenciones que hiciere la autoridad en sede administrativa, así como el cumplimiento de requisitos exigidos por el legislador; para ello, la norma dispuso plazos razonables para subsanarlos impulsando su inscripción, y a la vez sancionando la inactividad o falta de impulso del titular con la muerte o extinción de lo solicitado (caducidad). El Convenio Centroamericano para la Protección de la Propiedad Industrial, sanciona con caducidad la inactividad por más de un año sin impulsar el curso de la inscripción marcaria, a través de las previsiones normativas. OcurridoReconocido que ha sido el transcurso del plazo exigido por la norma para que la solicitud caduque, es decir, para que "se tenga por no presentada", o se encuentre en la misma situación que antes de haberse presentado; es a partir deconviene precisar que desde ese momento que producirá la caducidad sus efectos, puesto que el legislador estableció que se produciría de "pleno derecho". Normalmente, la terminación de una instancia administrativa es el resultado de un acto jurídico (resolución de la administración), pero puede operar también ante un hecho jurídico (el transcurso del tiempo). Así el trámite o instancia finaliza o cesa en sus efectos cuando concurren las circunstancias que previó el legislador, como en el caso de autos al establecerse que la caducidad produciría sus efectos de pleno derecho, ante el transcurso del tiempo. Al regular que una institución procesal opere de "pleno derecho" la doctrina ha acotado que opera por "ministerio de ley", es decir, por expresa disposición de ésta, por el derecho mismo, ipso facto ipso, "por el mismo hecho", "en el acto" ,"al momento", "in continenti", "inmediatamente". Utiliza el Derecho aquella expresión principalmente para indicar que se produce sin necesidad de un pronunciamiento particular y por el mismo y solo hecho de producirseafectar una situación de las que se refiera la disposición que la impone. Obra pues, como regla general, ipso iure, por el solo derecho, no tiene que ser reconocida y declarada en resolución administrativa o judicial para que produzca sus efectos y para que se borren y desaparezcan los efectos que había producido. En síntesis, la caducidad de pleno derecho opera sin que sea necesario una declaración expresa de la autoridad. La legislación utiliza el termino "de pleno derecho" para denotar que una cosa no necesita declaración ni administrativa, ni judicial, pues consta en la misma ley. Por consiguiente, si hubiere una posterior resolución administrativa, es de valor harto relativo, pues simplemente estaría reconociendo una situación que existió desde el momento en que se dio el supuesto y no desde que se pronunció ésta, es decir sería de carácter meramente declarativa. De lo cual indubitablemente aflora que no era necesario tal declaratoria. Por lo demás, el artículo 94 del Convenio precitado habilita al Registrador para que pueda suspender la solicitud de inscripción cuando la marca que se pretende inscribir sea semejante a otra "que se encuentre en trámite de inscripción" y resulta que la solicitud de inscripción registral presentada el 20 de enero de 1986 estaba decrépita, caduca, muerta, y por ende no se encontraba en trámite de inscripción. En base a las consideraciones anteriores, no se ha configurado el supuesto establecido por la norma citada para habilitar la suspensión, y por tanto, el funcionario registral no estaba facultado para suspender el proceso de inscripción solicitado, o bien, estaba obligado a debiéndose proceder al trámite de inscripción de cualquiera otra solicitud que se presentara siempre que cumpliera con los requisitos que exige la ley de la materia. En concordancia con lo anterior, es ilegal que la Administración Pública suspenda la inscripción de una marca de fábrica, sobre la base de la existencia de una solicitud que ya no se encuentra vigente, y así lo deberá declarar esta Sala. POR TANTO, con fundamento en lo expuesto y los artículos 421, 427 Código de Procedimientos Civiles; 31, 32 y 53 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, a nombre de la República, esta Sala FALLA: a) Que es ilegal el acto administrativo del Registro de Comercio, Departamento de Propiedad Intelectual, dictado a las catorce horas treinta y tres minutos del dieciséis de octubre de mil novecientos noventa y seis, que declaró en suspenso la marca "EL INDIO" con su diseño y logo, de la clase 30; b) Que es ilegal el acto administrativo proveído por el Centro Nacional de Registros, a las nueve horas treinta y tres minutos del quince de agosto de dos mil, que confirma la resolución anterior; c) Como medida para restablecer el derecho violado el Registro de Comercio, Departamento de la Propiedad Intelectual deberá proveer nueva resolución dándole curso a la solicitud de la manerrca en referencia; d) Condénase en las costas procesales a las autoridades demandadas; e) Devuélvase los expedientes administrativos a sus oficinas de origen; y, f) En el acto de la notificación, entréguese certificación de esta sentencia a las autoridades demandadas y a la representación fiscal. HÁGASE SABER.---J. N. R. RUIZ---RENE FORTIN MAGAÑA---M. POSADA---M. A. CARDOZA A.--PRONUNCIADA POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LA SUSCRIBEN.--ILEGIBLE---RUBRICADAS.