Narrativa sobre la conservación del Archipiélago Islas Marías

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ESTUDIO:
NARRATIVA SOBRE LA CONSERVACIÓN DEL ARCHIPIÉLAGO
ISLAS MARÍAS
INFORME ÚNICO
CONTRATO: INE/ADA-079/2007
VIDA EN AISLAMIENTO
Apuntes para una historia natural del archipiélago Islas Marías
VIDA EN AISLAMIENTO
Apuntes para una historia natural del archipiélago Islas Marías
El presente documento es el resultado de la información proporcionada por
Karina Santos del Prado Gasca y Gerardo Jesús Negrete Fernández, por lo cual
para citar cualquier información deberá hacerse de la siguiente manera: Santos
del Prado, K*., Negrete, G**., Sánchez, A***.
*
Subdirectora de Conservación de Especies. Dirección de Conservación de
Ecosistemas.
** Subdirector de Ordenamiento Ecológico General del Territorio y Local.
Dirección de Ordenamiento Ecológico.
***Consultora.
2
INDICE
1
Índice comentado ............................................................................................................... 4
2
Cercar de agua por todas partes: descripción del archipiélago ............................................... 6
3
Abstraer, apartar los sentidos o la mente de la realidad inmediata: la contemplación del
paisaje ................................................................................................................................... 16
4
Dejar solo y separado de otras cosas: la biodiversidad y los endemismos ........................... 24
5
Apartar a alguien de la comunicación y el trato con los demás: la historia humana del
archipiélago........................................................................................................................... 39
6
Separar un elemento o un cuerpo de una combinación o del medio en que se halla,
generalmente para identificarlo o analizarlo: los problemas ambientales y la reserva......... 54
7
Impedir el paso o la transmisión de la electricidad, el calor, el sonido, la humedad, etcétera:
el esfuerzo de conservación .................................................................................................. 67
8
Anexos................................................................................................................................. 77
9
Referencias Bibliográficas............................................................................................. 77
3
VIDA EN AISLAMIENTO
Apuntes para una historia natural del archipiélago Islas Marías
1 Índice comentado
(A partir de los significados de aislar, según la Real Academia Española)
I Cercar de agua por todas partes: descripción del archipiélago
El origen volcánico y la antigüedad de las islas. Su ubicación en el globo; la
distancia que las separa del continente. Descripción de las características
físicas de María Madre, María Magdalena, María Cleofas y San Juanito: climas,
temperatura, precipitación, vientos, huracanes. Relieve, materiales geológicos,
hidrología. El ambiente marino: litorales, fondo marino, mareas y corrientes
marinas. Composición y temperatura de las aguas que rodean el archipiélago.
El medio físico como determinante de las características biológicas de las islas.
II Abstraer, apartar los sentidos o la mente de la realidad inmediata: la
contemplación del paisaje
Descubrimiento de las islas. El archipiélago visto desde el aire. El acceso. Viaje
por mar. La llegada a tierra. Impresiones de los visitantes. Recorrido por las
islas. Suelos: origen y composición. Descripción y distribución de los
ecosistemas de cada isla: bosque tropical, matorral y manglar. Las dunas
costeras. Los cuerpos de agua.
III Dejar solo y separado de otras cosas: la biodiversidad y los endemismos
Las especies isleñas: vida en aislamiento. Vegetación característica de cada
ecosistema. Comparación con otras zonas cercanas. Fauna terrestre y fauna
marina de cada isla. Comunidades de particular interés. Especies exclusivas
del archipiélago. Dos casos: la tortuga carey y la selva baja caducifolia. Rutas
migratorias de algunos mamíferos marinos. Primeras expediciones a las islas.
IV Apartar a alguien de la comunicación y el trato con los demás: la historia
humana del archipiélago
Las Islas Marías como territorio nacional. Primeras explotaciones de los
recursos. Las especies introducidas. Establecimiento de la colonia penal.
Cárcel de agua para reos peligrosos. Motivos de reclusión. Administración del
penal. Población actual: los reclusos y sus familias. La vida en el penal. Los
campamentos. Actividades productivas: agropecuarias, pesca, otros trabajos.
Interacción de los internos con la naturaleza. Agua dulce. Servicios e
infraestructura. Organizaciones sociales. Las influencias externas.
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V Separar un elemento o un cuerpo de una combinación o del medio en que se
halla, generalmente para identificarlo o analizarlo: los problemas ambientales y
la reserva
La riqueza biológica única de las Islas Marías y la necesidad de preservarla. Las
especies introducidas y su impacto en las islas. Dos casos: gatos y palmeras.
Perturbaciones de los ecosistemas terrestres y marinos. Degradación de los
suelos. Aprovechamiento ilícito de especies silvestres. El crecimiento
demográfico. Problemas económicos y sociales. Participación local y externa
para caracterizar el territorio. Visitas de prospección y trabajo de gabinete.
Diagnóstico científico del estado de las islas. El archipiélago es declarado área
natural protegida.
VI Impedir el paso o la transmisión de la electricidad, el calor, el sonido, la
humedad, etcétera: el esfuerzo de conservación
Conciencia del valor biológico del archipiélago. Programas para preservar los
ecosistemas terrestres y acuáticos de las Islas Marías. Protección de las
especies endémicas: estrategias. El manejo de los recursos naturales de las
islas. La restauración de los ecosistemas alterados. El conocimiento
compartido sobre los ecosistemas. La creación de una conciencia ecológica. La
gestión para el buen funcionamiento de la reserva. El ordenamiento ecológico
del archipiélago. Acciones futuras.
VII Anexos
VIII Referencias bibliografía
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2
Cercar de agua por todas partes: descripción del archipiélago
El origen volcánico y la antigüedad de las islas. Su ubicación en el globo; la
distancia que las separa del continente. Descripción de las características
físicas de María Madre, María Magdalena, María Cleofas y San Juanito: climas,
temperatura, precipitación, vientos, huracanes. Relieve, materiales geológicos,
hidrología. El ambiente marino: litorales, fondo marino, mareas y corrientes
marinas. Composición y temperatura de las aguas que rodean el archipiélago.
El medio físico como determinante de las características biológicas de las islas.
El archipiélago de las Islas Marías, integrado por las islas María Madre, María
Magdalena, María Cleofas y San Juanito, se localiza en el océano Pacífico, frente a las
costas del estado de Nayarit. Se ubica a 386 km del puerto de Manzanillo, Colima, a
176 km de Mazatlán, Sinaloa, y a 132 km de San Blas, Nayarit.
Las Islas Marías se encuentran orientadas en sentido NW-SE, entre las
coordenadas 21º42’ y 21º16’ de latitud norte y 106º39’ y 106º12’ de longitud oeste, en
el borde de la plataforma continental y a 116 km en promedio de distancia de la costa,
donde la profundidad máxima es de 200 m. La superficie cubierta conjuntamente por
las cuatro islas es de 27 429 hectáreas.
Por su estructura geológica, se considera que las Islas Marías están en la región
noroeste de México, correspondiente al movimiento tectónico de la placa Riviera, que
se mueve al oeste-noroeste por medio de las fracturas de Riviera y Clarión.
En cuanto a su litología, las Islas Marías son semejantes a la región de Los
Cabos (BCS); presentan rocas metamórficas y granitos paleozoicos como basamento
subyacente a una plataforma de rocas ígneas del Eoceno-Oligoceno; esto responde al
fenómeno del rift que levantó la Sierra Madre Occidental.
Aparentemente, la fractura y el aislamiento del bloque San Lucas y la placa
Riviera se originaron a finales del Oligoceno; en el Mioceno, dicho bloque alcanzó la
península de Baja California y el archipiélago fue llevado a su actual posición. La
distribución de los materiales geológicos en las islas muestra una orientación en fajas,
con dirección noroeste-sureste en general.
Los materiales más antiguos en el archipiélago corresponden a la era
Mesozoica, específicamente al Cretácico; los más tempranos, que se reconocen como
arenisca-conglomerado, son de origen sedimentario del Cretácico inferior, presentes en
la isla San Juanito. Del mismo periodo, pero de origen ígneo intrusivo, se tienen rocas
ácidas en San Juanito y en María Madre. Sólo en María Magdalena se encuentran
materiales ígneos extrusivos básicos (basaltos).
De la era Cenozoica, del periodo Terciario, se tienen conglomerados en San
Juanito; en la isla María Madre se presentan rocas ígneas extrusivas ácidas; y
finalmente, del Terciario superior, se observa la presencia de calizas en todas las islas,
excepto en San Juanito, y rocas ígneas extrusivas ácidas en María Cleofas. También
de la era Cenozoica, pero del periodo Cuaternario, se encuentran conglomerados en la
isla María Madre, y es muy reciente la presencia de suelos en María Magdalena.
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Los materiales geológicos han dejado su huella en los diferentes tipos de suelo
de las islas, por lo que aquéllos mantienen una identidad muy cercana con los suelos
formados.
Para la definición del tipo climático se consideró la información procedente de la
estación meteorológica 18-010, localizada en la isla María Madre, cuyos datos
representan al menos 35 años de registros de temperatura y precipitación.
El clima del archipiélago se define como seco, muy caliente, con lluvias en
verano, con menos del 5% de la precipitación anual en invierno, y muy extremoso.
Según la clasificación de Köppen, modificada por Enriqueta García, el clima de
la Reserva de la Biosfera Islas Marías es BSo(h´)w(w)(e), que se define como Tipo
Seco: el más seco de éstos (BS0); subtipo seco muy cálido con lluvias en verano (h’)w;
porcentaje de lluvia invernal menor al 5% de la anual (w), y extremoso (e).
La temperatura media anual es de 24.9 °C, con una oscilación térmica de 7.6 °C.
El mes más cálido es julio, con 28.7 °C en promedio, y los meses más fríos son enero y
febrero, con una media de 21.1 °C. Los registros mínimo y máximo históricos son,
respectivamente, 17.5 °C en enero y 32 °C en julio.
La precipitación media anual es de 564.2 mm, de los cuales el 95% (536.1 mm)
se precipita de junio a diciembre; hay una marcada estación seca que se extiende de
noviembre a mayo, siendo éste el mes más seco (0.0 mm). El 70% de la lluvia anual se
registra entre junio y octubre, y es septiembre el mes más lluvioso (164.6 mm). Las
lluvias invernales representan menos del 5% (26 mm).
Los vientos dominantes durante los meses de invierno son del noroeste, y
durante el verano dominan los del oeste al suroeste. Asimismo, hay un régimen de
brisa marina después del mediodía, que decrece tras la puesta del sol.
Por su ubicación en la entrada al Golfo de California, las Islas Marías están
sujetas al impacto de huracanes y tormentas tropicales, particularmente comunes
durante los meses de septiembre y octubre, que es el final de la temporada de
huracanes.
El registro más antiguo de impactos de huracanes en las Islas Marías data de
1938, cuando se registraron grandes daños, sobre todo en el campamento de Puerto
Balleto, donde el fenómeno destruyó varias construcciones y embarcaciones.
De acuerdo con las estadísticas del Servicio Meteorológico Nacional y del Centro
de Huracanes de Miami, entre 1980 y 2002 se registraron 16 fenómenos tropicales que
tuvieron alguna influencia sobre las Islas Marías, cuyas categorías se distribuyen de la
siguiente manera: depresión tropical, 3; tormenta tropical, 6; huracán, 7. De estos
fenómenos, los más cercanos a las islas fueron los siguientes:
Madeleine (1998), que pasó por encima de las islas, con categoría 1;
Greg (1999), como tormenta tropical, pasó muy cerca de las islas;
Norman (2000), que pasó sobre las islas como depresión tropical; y
Kenna (2002), que pasó muy cerca como huracán categoría 4.
Las Islas Marías presentan una topografía abrupta típica de volcán. La isla San Juanito
tiene un relieve plano sin exposición definida, con altura menor a los 100 msnm,
mientras que la isla María Madre está conformada por dos conos con una orientación
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oeste-este, donde la mayor altura es de 640 msnm, con pendiente suave en sus
litorales norte y sur, y más prolongada en la porción sureste.
La isla María Magdalena, cuya máxima altitud es de 550 msnm, presenta tres
conos con la misma orientación que las islas; en general, las pendientes son suaves en
el litoral norte y más abruptas al sur. En cuanto a María Cleofas, en esta isla se
observan las pendientes más abruptas, con una altura máxima de 350 msnm en la
porción suroeste, y con pendientes más suaves en su vertiente nordeste.
Las unidades identificadas en María Madre son las siguientes: (a) Faceta de
volcán. Material geológico constituido por roca extrusiva ácida y poco alterada. Suelos
jóvenes ligeramente ácidos y de textura media, poco profundos y con evidencias de
erosión fuerte, cuyo horizonte superficial varía de úmbrico a ócrico sin evidencia de
lixiviación. Relieve fuertemente accidentado, con inclusiones de colinas. Caracterizado
como sitio donador. (b) Faceta de ladera volcánica. Material geológico formado por
roca extrusiva ácida con derrubios (clastos), con manifestaciones de alteración. Suelos
de textura media poco desarrollados, con presencia de un horizonte cámbico y
profundidad promedio de 60 cm, asociados con suelos sin horizonte de profundidad.
Pendiente ondulada, disectada por escurrimientos superficiales de tipo dendrítico recto.
Erosión leve a moderada. Caracterizado como sitio receptor-donador. (c) Faceta de
acantilado. Material geológico de toba volcánica extrusiva ácida, descubierta. Suelos
jóvenes, de textura gruesa con permeabilidad moderada, poco profundos y con
evidencias de erosión fuerte, con horizonte ócrico. Relieve moderadamente
accidentado. Caracterizado como sitio donador. (d) Faceta de planicies aluviales.
Material geológico de sedimentos arenosos, cuarzosos, apenas transportados
fluvialmente y reacomodados por el oleaje marino. Suelos de textura desde media a
gruesa poco desarrollados, muy profundos y bien drenados, con permeabilidad rápida a
muy rápida; horizonte superficial ócrico. Relieve de plano a levemente ondulado,
disectado por escurrimientos superficiales. Caracterizado como sitio receptor.
Las unidades identificadas en María Magdalena se describen a continuación: (a)
Faceta de volcán. Material geológico poroso félsico del tipo de la riolita, con arenas
volcánicas silicatadas. Sitio de acumulación con erosión laminar moderada. Suelos
poco desarrollados con horizonte de acumulación orgánica en los que se manifiestan
procesos incipientes de formación de suelos. Relieve fuertemente accidentado, con
inclusiones de colinas. Caracterizado como sitio donador. (b) Faceta de ladera
volcánica. Material geológico de roca extrusiva félsica asociada con arenas volcánicas
silicatadas, con suelos asociados. Suelos poco desarrollados con horizontes A y B
incipientes. Pendiente ondulada, disectada por escurrimientos superficiales de tipo
dendrítico recto. Evidencia de erosión desde leve a moderada. Caracterizado como
sitio receptor-donador. (c) Faceta de planicies aluviales. Material geológico de
sedimentos arenosos, cuarzosos, apenas transportados fluvialmente y reacomodados
por el oleaje marino. Suelos de textura gruesa, profundos, sin desarrollo ni presencia
de horizonte A. Relieve de planicie aluvial, de topografía plana.
Los datos anteriores provienen de información digitalizada.
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Las microcuencas que constituyen la red hidrográfica de las Islas Marías cubren una
superficie de 23 721 ha, con un volumen medio de escurrimiento (VME) de casi 64
millones de m3 en total.
En la isla San Juanito fueron delimitadas cinco microcuencas sin una red de
drenaje definida, que cubren conjuntamente una superficie de 880 ha, todas con un
gradiente altitudinal de 80 m y un VME de 1.6 millones de m3 en total. No existen
cauces principales ni poblaciones dentro de las microcuencas. La primera es de forma
elongada, con litorales de acantilado que miran principalmente al este. La segunda es
de forma trapezoidal, con litorales mixtos de acantilado y playas. La tercera es también
trapezoidal, de relieve ligeramente ondulado a plano, con litorales de playa y aguas
poco profundas alrededor. La forma de la cuarta microcuenca es paralelepípeda; el
relieve es ligeramente ondulado, con disección de drenaje más marcada que la
anterior. La quinta microcuenca tiene forma triangular y relieve con litorales de
acantilado.
En la isla María Madre se delimitaron siete microcuencas, con una superficie
total de 14 180 ha y un VME de casi 38 millones de m3. Las redes de drenaje están
bien definidas, y su gradiente altitudinal varía desde 460 hasta 620 m. La primera
microcuenca tiene forma típica de boca abierta; su cauce principal es el Arroyo Hondo,
con un manantial que se usa para consumo humano y abrevadero en las localidades
de Bugambilias y El Aserradero, siendo éste el único poblado dentro de la
microcuenca. Aguas arriba el relieve es escarpado con cauces encañonados; en la
parte media existen lomeríos ondulados, y aguas abajo se observa un declive ondulado
con litorales de acantilado. En la segunda microcuenca, de forma triangular, no existen
cauces principales ni poblados. Hay lomeríos desde ondulados a escarpados, y se
manifiesta disección del material más consolidado aguas abajo, con litorales de
acantilado. La tercera es de forma triangular, y su cauce principal es un manantial que
se usa para consumo humano en las localidades de Zacatal, Balleto, Rehilete y Nayarit,
las cuales, junto con El Mirador, son los poblados localizados dentro de la microcuenca.
Las partes altas de la microcuenca manifiestan dos tipos de materiales: la vertiente sur
es escarpada y tiene mayor densidad de disección, con cauces encañonados, mientras
que la vertiente norte tiene lomeríos desde ondulados a escarpados, y una red de
drenaje menos definida. La parte baja de la microcuenca es un declive con litoral de
playa en su parte central; los extremos, con acantilados poco pronunciados.
La cuarta microcuenca tiene forma de paralelepípedo con terminación peninsular
en la parte sur. El cauce principal es un manantial que se usa para consumo humano
en las localidades Laguna del Toro y Morelos. Otros poblados dentro de la microcuenca
son Punta Halcones y Borbollones. En la parte alta el relieve es escarpado, con
lomeríos desde ondulados a escarpados, y valles intramontanos. La parte baja de la
microcuenca está compuesta por un declive más pronunciado al oeste y más plano
hacia el este y el sur, con litorales de arrecife más pronunciados hacia el oeste.
Una quinta microcuenca es de forma paralelepípeda; sus cauces principales son
el arroyo El Platanar y un manantial que se usa para consumo humano en la localidad
de El Papelillo. Éste es el único poblado de la microcuenca, cuyo relieve es escarpado,
con cauces encañonados. En la sexta microcuenca, de forma triangular sin cauces
principales, el único poblado es Camarón. El relieve es escarpado con cauces
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encañonados en su porción norte, y se presentan lomeríos desde ondulados a
escarpados. La séptima es una microcuenca de forma triangular donde se localiza un
cuerpo de agua (laguna Los Patos). Se encuentran dentro de ella los poblados
Bugambilias y Punta del Morro. El declive es escarpado en la parte alta y ondulado en
la parte baja.
En María Magdalena, las siete microcuencas delimitadas cubren una superficie
de 6761 ha y presentan redes de drenaje bien definidas. El VME es de 19 millones de
m3; el gradiente altitudinal varía entre 380 y 540 m. La primera microcuenca es de
forma trapezoidal; su cauce principal es el Arroyo Seco. En la parte alta el relieve va de
escarpado a muy escarpado, con cauces encañonados; en la parte baja, relieve con
lomeríos escarpados con litoral en playa. La segunda microcuenca tiene forma y relieve
similares a la primera. Su cauce principal es el arroyo Los Limones. La tercera es una
microcuenca de forma triangular. Su cauce principal es el Arroyo Lagarto. En la parte
alta el relieve es muy escarpado con cauces encañonados; en la parte media, lomeríos
escarpados con valles intramontanos, con litoral de playa. La cuarta microcuenca es de
forma triangular, con relieve de lomeríos escarpados con montículos y cauces
encañonados. La quinta tiene forma elongada, de relieve muy escarpado con cauces
encañonados profundos. La sexta es de forma paralelepípeda, de relieve muy
escarpado con lomeríos ondulados en la porción norte, con litorales de playa. El cauce
principal de la séptima, de forma trapezoidal, es el arroyo La Joya. En la parte alta el
relieve es muy escarpado con cauces encañonados; en la parte baja, lomeríos
escarpados.
En María Cleofas se delimitaron seis microcuencas con redes de drenaje bien
definidas en la mayoría y sólo un cauce principal, sobre una superficie de 1892 ha. El
gradiente altitudinal varía de 280 a 380 m, y el volumen de escurrimiento calculado es
de aproximadamente 5.6 millones de m3. La primera es una microcuenca de forma
típica; su cauce principal es el arroyo Los Cocos. De relieve escarpado con valles
intramontanos y en la parte baja vestigios de un domo volcánico; litorales en acantilado.
La segunda microcuenca tiene forma paralelepípeda. En la parte alta, lomeríos
escarpados, en parteaguas; comparte un domo volcánico. En la parte media, lomeríos
ondulados, y la parte baja, plana. La tercera es de forma paralelepípeda. De lomeríos
ondulados con promontorios en la parte alta, que tiende a suavizarse en la parte media
y baja; el parteaguas de la parte sur pasa por una meseta disectada, ligeramente
ondulada. La cuarta microcuenca es de forma elongada. Hay lomeríos desde
ondulados a fuertemente ondulados en la porción suroeste, con litoral de acantilado; en
el extremo sureste termina en una península formada por una meseta ligeramente
ondulada. La quinta es de forma elongada, de relieve fuertemente escarpado, con
cauces encañonados y litorales en cantil. La sexta microcuenca es de forma triangular;
en la parte baja tiene relieve formado por un valle intramontano; en las partes media y
baja, lomeríos escarpados con litoral en cantil.
La superficie de las islas tiene características geológicas heterogéneas que
guardan relación directa con el relieve: en los relieves más abruptos se encuentran
rocas ígneas intrusivas ácidas o básicas y extrusivas ácidas; en las pendientes
onduladas hay presencia de calizas, y en las suaves dominan suelos y conglomerados.
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Los suelos de las Islas Marías no han sido muy estudiados, por lo que la información
que sigue corresponde sólo a las islas mayores.
Los suelos predominantes en María Madre son phaeozem háplico, regosol
éutrico y cambisol éutrico, que se hallan en más del 50% de la superficie de la isla. Los
primeros se caracterizan por tener una capa superficial oscura, suave, rica en materia
orgánica y en nutrientes; son muy profundos y útiles para la agricultura en terrenos
planos, y menos profundos en laderas, donde su principal limitante es la roca y son
fácilmente erosionables. Los segundos tienen poco desarrollo y por ello no presentan
capas muy diferenciadas entre sí; son pobres en materia orgánica, su fertilidad es
variable y su productividad está condicionada a la profundidad y a la pedregosidad. Por
último, los cambisoles también son jóvenes, poco desarrollados; se caracterizan por
presentar en el subsuelo una capa con terrones que tienen vestigios del tipo de roca
subyacente; son de moderada a alta susceptibilidad a la erosión.
En la isla María Magdalena predomina el leptosol éutrico, seguido por los
regosoles dístrico y éutrico; también en menor proporción se encuentran el leptosol
arénico y el phaeozem háplico; el leptosol se caracteriza por su profundidad menor de
10 centímetros, limitada por la presencia de roca.
El litoral y el área marina de las zonas núcleo y de amortiguamiento de la reserva se
caracterizan por la presencia de acantilados, playas arenosas, puntas rocosas, islotes,
arrecifes rocosos y fondos arenosos. La mayor parte del litoral oeste de las islas María
Cleofas, María Magdalena y María Madre lo conforman acantilados y puntas rocosas
de 100 m de altura en promedio, que separan angostas playas arenosas.
La isla María Magdalena presenta hacia el noroeste una amplia planicie costera
de 2.5 km2 de superficie, donde se tiene la playa arenosa más extensa de la isla.
En la isla María Cleofas también se observa una planicie costera hacia el
noreste, de aproximadamente 1.5 km2, con playas arenosas no tan extensas como en
María Magdalena, pero que aparentemente componen una barrera submarina que
forma una caleta; asimismo, hacia el sur de la isla se presenta una caleta con playa
arenosa limitada hacia el este por una punta rocosa de aproximadamente 1 km de
longitud.
Hacia el este de la isla María Madre, en Punta Morelos, la zona se caracteriza
por ser de relieve bajo, con una depresión hacia la punta que funciona como poza de
evaporación; esta parte de la isla ha sido utilizada tradicionalmente para la evaporación
de agua de mar con el fin de extraer sal.
La isla San Juanito, la más pequeña y de relieve más bajo de las cuatro islas,
presenta, a diferencia de las otras tres, más playas arenosas hacia el lado oeste,
limitadas hacia tierra por una terraza de 20 m de altura. La mayor parte del fondo
marino está constituido por grandes bloques de roca con pendientes pronunciadas,
grietas y bajos rocosos. A profundidades entre 15 y 30 metros, el fondo está constituido
por planicies arenosas con algunos parches rocosos. Hacia la parte sureste de la isla,
el fondo se caracteriza por una amplia terraza rocosa cubierta con poca arena.
Los fondos de las caletas de la isla María Cleofas, descritas en un párrafo
anterior, están constituidas principalmente por arenas.
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No se cuenta con un mapa detallado del fondo marino de la reserva; sin
embargo, se utilizó la carta de navegación 21017 de la Armada de Estados Unidos para
interpretar de manera general la batimetría del la región Islas Marías.
El área presenta una plataforma somera hacia el este, con profundidades
alrededor de los 200 m; en el extremo noreste de la isla San Juanito se aprecia un
cambio pronunciado en la pendiente con orientación noroeste-suroeste, donde las
profundidades varían entre los 300 y 660 m.
En el lado oeste del área hay una plataforma somera muy estrecha, que cambia
drásticamente hasta alcanzar profundidades mayores de 1000 m.
Entre las islas se presentan tres canales relativamente someros que las separan;
entre la isla María Cleofas y María Magdalena el canal tiene una profundidad promedio
de 13 m; el canal entre María Magdalena y María Madre tiene una profundidad
promedio de 30 m; y el canal más somero y estrecho está entre María Madre y San
Juanito; su profundidad promedio es de 8 m.
El régimen de mareas en la Reserva de la Biosfera Islas Marías es del tipo
semidiurno mixto: dos pleamares y dos bajamares de diferente amplitud, con un
intervalo de mareas de 1.0 m aproximadamente, durante mareas vivas.
La reserva está ubicada en una región complicada desde el punto de vista
oceanográfico, ya que se encuentra en el punto terminal de la Zona de Transición que
separa la Provincia Subtropical de la Ecuatorial del Pacífico norte.
De acuerdo con Badan, frente a la boca del Golfo de California coinciden una
serie de procesos atmosféricos y oceanográficos que le confieren a esta región una
importancia y una complejidad particulares. Allí confluyen las masas subárticas del
Pacífico, acarreadas por la Corriente de California; las aguas tropical de superficie y
subtropical subsuperficial traídas por la Corriente Costera de Costa Rica; el agua
intermedia del Pacífico, que participa principalmente por mezcla lateral, y la masa de
agua generada dentro del Golfo de California, en menor proporción. Por lo mismo, esta
región es el punto terminal de la Zona de Transición del Pacífico, que marca el extremo
septentrional del agua subártica y el punto de partida de la Corriente Norecuatorial.
En periodos largos, la ubicación geográfica del sistema hace suponer que la
región debe cambiar notablemente en escalas interanuales con el paso, por ejemplo,
de ondas de El Niño. Pero es en la escala estacional donde se registran los cambios
más notables.
Wyrtky distingue tres épocas del año, cada una caracterizada por intensidades y
configuraciones diferentes de las corrientes. La más duradera y estable, que se
extiende desde agosto hasta diciembre, donde la Contracorriente Ecuatorial está más
desarrollada, fluye al sur y alrededor del Domo de Costa Rica, y alimenta la Corriente
Costera de Costa Rica (que se encuentra intensificada y fluye hacia el norte
alcanzando la boca del Golfo de California). Por el norte, la Corriente de California (con
una temperatura y una salinidad superficiales en las inmediaciones del área que varían
en invierno entre 15 y 20 °C y 33.5 ups respectivamente, y en el verano de 20 a 25 °C y
34.0 ups respectivamente) se desprende de la costa a los 25° N y alimenta la Corriente
Norecuatorial al norte de 20° N. En enero, la Convergencia Intertropical se desplaza
hacia el sur, la Contracorriente Ecuatorial se debilita y la Corriente de California se
intensifica en forma correspondiente.
12
El segundo periodo se extiende desde febrero hasta abril. La Convergencia
Intertropical se encuentra en su posición más septentrional, cerca de los 3° N, y la
Contracorriente Norecuatorial está esencialmente ausente. En esta época, la Corriente
Costera de Costa Rica está muy debilitada, el flujo al norte de Tehuantepec es hacia el
sureste, y aparece como extensión de la Corriente de California.
El tercer periodo se extiende de mayo a julio. La Convergencia Intertropical
regresa a su posición boreal y la Contracorriente Ecuatorial reaparece, rodeando al
Domo de Costa Rica para alimentar a la Corriente Costera de Costa Rica hasta Cabo
Corrientes, Jalisco. La Corriente de California permanece bien desarrollada, y
contribuye aún una fracción considerable de la Corriente Norecuatorial. Finalmente, la
Corriente de California se debilita progresivamente de julio a agosto.
Esta interrelación de estos sistemas de corrientes tiene una participación
fundamental en los procesos de surgencias que regulan buena parte de la climatología
costera y determinan la productividad biológica de la región.
Santamaría del Ángel y sus colaboradores clasifican a esta zona como Región
Biogeográfica XIII con base en imágenes de satélite del Coastal Zone Color Scanner, y
la identifican como la región más oceánica del Golfo de California y con características
oligotróficas; a su vez, Stevenson reporta valores superficiales medios de
concentración de clorofilas que se incrementan desde 0.6 hasta 1.0 mg/m3 en la
entrada del Golfo de California, con los valores mayores cerca de las islas Tres Marías
(nombre con el que a veces se les conoce).
Otro aspecto importante a resaltar es que en esta región se reporta la influencia
de El Niño, fenómeno que ha provocado cambios en las características físicas y
químicas de las aguas del Golfo de California y que también modifica la productividad
fitoplanctónica y la abundancia del zooplancton, cetáceos y especies pelágicas de
peces y, en consecuencia, de las pesquerías. Sin embargo, poco es lo que se sabe
acerca del potencial daño sobre las comunidades bentónicas costeras. Reyes-Bonilla
reporta que el evento El Niño 1997-98 provocó blanqueo de corales en las zonas
someras de las Islas Marías.
Otro fenómeno importante que ocurre en las inmediaciones del área de la
reserva es la marea roja, y aunque no hay reportes de su presencia en la zona, son
muy comunes en las costas de Jalisco, Nayarit y Sinaloa. De hecho, en una imagen de
satélite de marzo de 2000, obtenida por el satélite SEAWIFS de la NASA, se observa
claramente una mancha extensa de pigmentación relacionada con la presencia de una
marea roja; este evento lo reportaron Cortés-Lara y sus colaboradores en la Bahía de
Banderas, Jalisco-Nayarit, distante 150 km al sureste del área.
El archipiélago de las Islas Marías se sitúa en una región compleja desde el punto de
vista oceanográfico, ya que se ubica en el punto de transición que separa la Provincia
Subtropical de la Provincia del Pacífico Norte. En esta zona ocurre la confluencia de las
masas subárticas del Pacífico traídas por la Corriente de California; las aguas
superficiales tropicales y las aguas subsuperficiales subtropicales atraídas por la
corriente de la costa de Costa Rica; y las aguas intermedias del Pacífico. Por esta
razón, la región representa el último punto de la zona transicional del Pacífico, marca el
13
extremo norte de las aguas subárticas y el punto de partida de la corriente ecuatorial
del norte.
Los valores de la temperatura de la superficie del mar en la región responden a
los cambios estacionales en la dominancia de los sistemas de corrientes marinas
mencionados anteriormente, de tal manera que durante el invierno la temperatura del
agua varía entre 23 y 24 °C y en el verano entre 29 y 30 °C; por su parte, las
variaciones en salinidad son más uniformes, con valores extremos entre 32 y 36.5‰.
De manera general, las aguas circundantes a la reserva presentan en cuanto a
sus parámetros fisicoquímicos las siguientes características.
Parámetros físicoquímicos en las aguas circundantes a las islas.
Parámetros
Transparencia del agua
Oxígeno disuelto superficial
Concentraciones superficiales de nitratos
Concentraciones superficiales de nitritos
Fosfatos en superficie
Silicatos
Valor
50 m
4 a 6 ml/l;
0.6-13.0 μg-at/l
0.01-0.09 μg-at/l
0.4-1.7 μg-at/l
0-25 μg-at/l
Es de esperarse que algunos de estos valores disminuyan y otros aumenten
conforme las aguas son más someras y cercanas a las islas, debido a la influencia de
las masas terrestres y a la mezcla promovida por el oleaje y las corrientes de marea,
así como a los cambios temporales debidos a la influencia de los sistemas de
corrientes marinas que afectan a la región en las distintas épocas del año.
La vegetación es la parte más evidente del ecosistema, por lo que facilita su
clasificación; dado que también se utiliza como un indicador de las condiciones
climáticas, de la productividad de los suelos y de las actividades antropogénicas, el
conocimiento de la flora y la vegetación es de interés primordial para el desarrollo de
las actividades de planeación y aprovechamiento de los recursos naturales.
De acuerdo con los estudios consultados, en las Islas Marías se han registrado
387 taxones de plantas vasculares, agrupadas en tres divisiones, dos clases, 77
familias y 252 géneros, incluyendo 11 taxones endémicos de las Islas Marías.
La división Magnoliophyta es la más importante dentro de la región, con más del
90% (374) de los taxones registrados, distribuidos entre las clases Magnoliopsida (330
taxones) y Liliopsida (44 taxones).
De las 77 familias registradas, en tan sólo 13 están agrupados 124 géneros con
230 taxones, 5 de éstos endémicos. Las familias más importantes por su diversidad en
las Islas Marías son Fabaceae y Euphorbiacea, las cuales constituyen un 13.17% y un
8.52% respectivamente del total de la flora.
Por otra parte, 31 (40%) de las 77 familias encontradas constan de un solo
género, además de que 27 de esas 31 familias son monoespecíficas, constituyendo un
7% del total de la flora.
Respecto a los 252 géneros registrados, en 16 de ellos se encuentran
representadas 85 taxones que corresponden al 22% del total de la flora. Los géneros
14
más diversos corresponden a Euphorbia, Ipomoea y Solanum, con 12, 10 y 9 taxones
respectivamente.
15
3
Abstraer, apartar los sentidos o la mente de la realidad inmediata: la
contemplación del paisaje
Descubrimiento de las islas. El archipiélago visto desde el aire. El acceso. Viaje
por mar. La llegada a tierra. Impresiones de los visitantes. Recorrido por las
islas. Suelos: origen y composición. Descripción y distribución de los
ecosistemas de cada isla: bosque tropical, matorral y manglar. Las dunas
costeras. Los cuerpos de agua
Aun cuando no hay consenso acerca de su descubrimiento, de acuerdo con Álvarez las
Islas Marías figuran en la historia desde la época de la Colonia, durante la cual fueron
descubiertas por Diego García Colio y Juan de Villagómez a finales de 1526 o
principios de 1527. Juan de Dios Bojórquez, en su libro “María Madre, del archipiélago
Islas Marías del Océano Pacífico” (1937), citando a José López Portillo, dice que en
aquella fecha Francisco Cortés de San Buenaventura, sobrino de Hernán Cortés, quien
había sido enviado por su tío como gobernador de Colima, había enviado una
expedición de conquista rumbo al norte. La expedición regresó por la zona montañosa
junto a la costa; una mañana, García Colio y De Villagómez descubrieron en el mar los
picos de unas islas. Francisco Cortés se limitó a consignar el descubrimiento y no
ordenó después su exploración.
Hernán Cortés y Nuño de Guzmán reclamaron para sí no sólo el descubrimiento,
sino la posesión. En un documento fechado el 18 de enero de 1531 y que forma parte
de Papeles de la Nueva España, recopilado por Francisco del Paso y Troncoso, se
narra cómo Nuño de Guzmán ordena a Francisco Verdugo que prepare dos
bergantines para que Andrés Núñez vaya a explorar las islas recién descubiertas por
Gonzalo López, quien había sido enviado por el mismo Nuño de Guzmán a la conquista
y pacificación de las provincias de Zacualpan, Jalisco, y Ahuacatlán, en la costa del
Mar del Sur. Las órdenes de Nuño de Guzmán no pueden ser ejecutadas por Francisco
Verdugo, ya que la Audiencia había ordenado que los dos bergantines le fueran
entregados a Hernán Cortés. No se tienen datos que confirmen la posesión de las islas
por Hernán Cortes o Nuño de Guzmán, aunque de poco habrían servido los reclamos,
pues las islas no fueron aprovechadas sino hasta el siglo XIX.
Las Islas Marías han navegado en un mar de trámites, por los distintos
propietarios que han tenido. El señor Vicente Álvarez de la Rosa se las rentó al
gobernador de la nación en octubre de 1857. El 12 de febrero de 1872 se las quitaron
por incumplimiento del contrato. El 5 de mayo del mismo año le fueron dadas en
propiedad al señor José López Uranga, quien las había solicitado en recompensa de
sus servicios; pero cuando pasó a servir al Imperio, le fueron confiscadas; sólo que el
astuto López Uranga se acogió a la ley de amnistía dictada por Juárez el 14 de octubre
de 1870, y en agosto de 1878 se las devolvieron; en junio de 1879 las vendió en 45 mil
pesos al señor Manuel Carpena, quien comienza la explotación de las islas trabajando
las salinas y sacando maderas preciosas.
En enero de 1905, la viuda del señor Carpena, la señora Gila Azcona, las vendió
al Gobierno Federal en 150 mil pesos, y el 12 de mayo de 1905, por decreto del
16
presidente Porfirio Díaz, las Islas Marías se destinan al establecimiento de una colonia
penal.
Del continente al penal, el acceso se hace por mar a través de un buque de la Armada
que zarpa los jueves del puerto de Mazatlán, Sinaloa, y desembarca el viernes de cada
semana, tanto personas como mercancías, todo supervisado y autorizado por la
Secretaría de Gobernación.
Por aire, la comunicación se realiza con avionetas comerciales con residencia en
Mazatlán y Tepic, bajo la autorización de la Secretaría de Gobernación.
Transcribimos abajo un extracto de una bitácora que describe un recorrido por algunos
lugares del archipiélago.
Primer día. Arribo a la Colonia Penal Federal Islas Marías en el barco
“Matamoros PO117” de la SEMAR. Revisión de equipaje en el muelle. Revisión
de personal y equipaje por elementos de la SSP en la aduana de entrada.
Recorrido por el camino periférico de la isla, partiendo del campamento de
Balleto (centro-este de la isla María Madre, en donde se ubican las oficinas
administrativas y se concentra la infraestructura operativa) con rumbo al sur.
La primera parada fue en el campamento Morelos, lugar donde se envía a los
internos de nuevo ingreso para observación y clasificación.
La segunda parada se realizó en la salina, que actualmente no está en
funcionamiento, y que es uno de los íconos de la isla por ser el lugar donde
Pedro Infante filmó “Islas Marías”.
De la salina continuamos rumbo al suroeste y luego hacia el noroeste; pasamos
por los pozos de agua caliente y agua fría. Más adelante entramos a una zona
de acantilados ubicados al oeste de la isla; no muy lejos de allí se encuentra el
campamento Papelillo, al cual se envía a los internos castigados por mal
comportamiento.
De Papelillo continuamos hacia el norte hasta llegar al campamento Camarón,
que actualmente no está en funcionamiento. Continuamos hacia el noreste y
llegamos al campamento Bugambilias y, unos kilómetros más adelante, nos
encontramos con el campamento Aserradero, que tampoco está en
funcionamiento, ambos ubicados al norte de la isla.
De Aserradero, ya en dirección sureste, regresamos al campamento de Balleto.
En este tramo pudimos observar el “basurón,” que es el lugar donde se confina
la basura a cielo abierto.
Durante el recorrido se observó la vegetación de la periferia de la isla, se
ubicaron los pozos y manantiales de agua dulce, los campamentos que se
encuentran en funcionamiento, las áreas que anteriormente se destinaban a
las actividades agropecuarias, la infraestructura existente, y los problemas
más evidentes como el ganado suelto -vacas, chivos, caballos y burros- y la
basura, principalmente en los campamentos.
17
Segundo día. Recorrido por pisos altitudinales. Salida del campamento de
Balleto y visita a la planta de electricidad. De allí fuimos al campamento
Zacatal, que actualmente no está en funcionamiento y que se ubica en la parte
alta de la isla, en el camino hacia la antena repetidora de canales de televisión.
Del campamento Zacatal fuimos a la antena, que se ubica en la parte más alta
de la isla, a 640 metros sobre el nivel del mar. Desde la antena se observa el
oeste, norte y este de la isla, y es posible observar el islote San Juanito y la
piedra El Morro (al norte). En días despejados es posible observar Isla Isabel.
De la antena bajamos al campamento Laguna del Toro, ubicado al suroeste de
la isla, y de allí volvimos a Balleto pasando por el campamento Morelos.
En Balleto visitamos la planta de electricidad, que funciona con un motor que
desecha mucho aceite, el cual se conduce por un canal y se vierte a un pozo. En
época de lluvias el agua baja de manera perpendicular al pozo y lo desparrama.
A pesar de que existen esfuerzos por colectar en contenedores el aceite y
sacarlo de la isla en el barco, la ubicación de la planta no es adecuada, ya que
se encuentra en el paso de la corriente de agua.
En la parte alta de la isla, desde los 300 msnm aproximadamente, se observó
vegetación de selva mediana subcaducifolia con cedro y caoba. Entre los 120 y
300 msnm la vegetación dominante es selva baja caducifolia. Tanto en la selva
baja como en la transición entre la mediana y la baja se observaron muchos
elementos crassicaules, particularmente cactáceas columnares de múltiples
ramas en forma de candelabro, conocidas como “cardones”. En la selva baja los
individuos son muy jóvenes, casi no hay adultos, y los pocos que hay son del
género Ficus. De la antena hacia el campamento Laguna del Toro se observó
una fuerte deforestación sobre la brecha, ocasionada por tala para uso leñero,
además de cardones derribados. En época de secas es una zona muy vulnerable
a incendios, sobre todo de tipo antrópico. Cerca de Laguna del Toro se observó
selva baja caducifolia con matorral crassicaule y fuerte erosión provocada por
las cabras. Se observaron iguanas, cardenales, tórtolas, correcaminos,
codornices, entre otras muchas aves. En la selva mediana subcaducifolia y baja
caducifolia se encuentran boas y mapaches.
Tercer día. Recorrido por mar en una embarcación interceptora de la SEMAR.
Del muelle ubicado en Balleto salimos con rumbo al sureste hacia la isla María
Magdalena. En ésta se observaron muchos chivos en la playa, y sobre las
paredes en la línea de costa también se observó que hay mucho maguey
henequenero (Agave fourcroydes). La isla presenta erosión por el pisoteo de
chivos; tan sólo en la costa este, durante el recorrido por mar, se contaron
alrededor de 25 animales.
De allí fuimos hacia la isla María Cleofas; es la isla más cercana a Nayarit y la
mejor conservada de las tres islas, aunque es donde abundan más los
cazadores furtivos. Desde el mar se observó un refugio que pertenece a la
18
colonia penal pero que también utilizan los pescadores. Rodeamos la isla María
Cleofas y regresamos a la isla María Madre.
Durante todo el trayecto y en las islas se observaron pelícanos cafés y bobos de
patas cafés. En un islote entre las islas María Magdalena y María Cleofas (más
cercano a María Cleofas) se observaron muchos pájaros bobos de patas cafés
anidando.
Cuarto día. Preparativos para la salida de la isla en barco.
Quinto día. Arribo al puerto de Mazatlán.
Según Sánchez-Mejorada, en la isla María Madre se distinguen cuatro tipos de
vegetación: selva mediana subcaducifolia, selva baja caducifolia, matorral crassicaule
con selva baja espinosa, y asociación de dunas costeras; estos tipos varían en su
composición de acuerdo con su ubicación geográfica dentro de la isla.
Por otra parte, en la isla de San Juanito predomina la selva baja caducifolia o de
matorral crassicaule con selva baja caducifolia, cuyos árboles no sobrepasan los tres
metros de altura. Asimismo, es conveniente destacar la presencia de manglares a lo
largo del litoral, en María Magdalena.
De acuerdo con el INEGI, en las Islas Marías podemos encontrar los siguientes
tipos de vegetación: selva baja caducifolia, palmar, vegetación secundaria y agricultura
de temporal. No obstante, en un análisis de las fotografías aéreas de las Islas Marías
no se observó palmar.
Con base en el análisis de las fotografías aéreas, y de acuerdo con el sistema de
clasificación propuesto por Rzedowski, en las Islas Marías se distinguieron los
siguientes tipos de vegetación: bosque tropical subcaducifolio (BTSC); bosque tropical
caducifolio (BTC); matorral subtropical (MST: matorral crasicaule con selva baja
espinosa); manglar (MA, sólo en María Magdalena y en María Cleofas); dunas costeras
(DU); vegetación de acantilados (VA); vegetación secundaria.
De acuerdo con los datos generados mediante la digitalización de las fotografías
aéreas, el tipo de vegetación más representativo de María Madre es el matorral
subtropical, con 6600 ha, seguido de la asociación de bosque tropical caducifolio (4440
ha). El aparente buen estado general de los ecosistemas de María Madre puede
inferirse de la superficie modificada por actividades humanas (áreas cultivadas,
vegetación secundaria y áreas de desmonte), la cual es relativamente baja (1433 ha)
considerando el uso al que se ha destinado la isla desde hace casi 100 años.
En María Magdalena, por su parte, la vegetación que ocupa una mayor
superficie (4111 ha) es el bosque tropical caducifolio, mientras que el bosque tropical
subcaducifolio se distribuye en 1773 ha. En esta isla es importante mencionar la
existencia de 184 ha de manglar, así como de 525 ha de vegetación de acantilado.
La vegetación más representativa de María Cleofas es el bosque tropical
subcaducifolio, distribuido en una superficie de 953 ha, seguida por el bosque tropical
caducifolio (652 ha) y el matorral subtropical (141 ha).
Con mayor detalle, la distribución de la vegetación en las Islas Marías es la
siguiente.
19
María Madre
Agricultura de temporal permanente (860.04 ha). Son áreas agrícolas que circundan los
centros de población, ocupando terrenos de poca pendiente. La mayor superficie
ocupada por esta vegetación está en el extremo noroeste de la isla.
Agricultura de temporal permanente con cultivos perennes (35.72 ha). Son pequeñas
parcelas ubicadas en las cercanías de Balleto.
Bosque tropical subcaducifolio cerrado (383.8 ha). Es uno de los tipos de vegetación
mejor conservados; se asocia con los barrancos del centro de la isla en su exposición
norte, llegando hasta las cimas.
Bosque tropical subcaducifolio abierto (363.39 ha). Uno de los tipos de vegetación más
explotados en el pasado, lo que le da su apariencia abierta. Se localiza en el centro de
la isla, asociado con la parte alta de las laderas y barrancas cercanas a la localidad de
El Zacatal.
Vegetación secundaria de bosque tropical subcaducifolio (0.89 ha).
Bosque tropical caducifolio cerrado (1654.85 ha). Se localiza en grandes áreas,
principalmente en el centro de la isla, ocupando laderas con pendientes pronunciadas;
se extiende hasta las partes altas, preferentemente con exposición norte y oeste.
Bosque tropical caducifolio cerrado con erosión (886.46 ha).
Bosque tropical caducifolio abierto (1888.34 ha). Se ubica principalmente al centrooeste de la isla, asociado con terreno abrupto y probablemente sometido al embate de
los vientos marítimos dominantes, ya que se localiza en las laderas expuestas al oeste.
Matorral subtropical cerrado (6350.50 ha). Es la vegetación más representativa de la
isla, en cuanto a su extensión. Abarca principalmente los terrenos de poca pendiente al
sur, hasta las laderas de pendientes pronunciadas y lomeríos del norte y este.
Matorral subtropical abierto (249.06 ha). Posiblemente está sujeto a presión por
pastoreo; se ubica principalmente al norte de la isla, cercano a zonas de cultivos en
terrenos de poca pendiente.
Vegetación secundaria de matorral subtropical abierto (467.17 ha). Se encuentra
repartida en pequeños manchones en áreas cercanas a los centros de población. Son
terrenos de poca pendiente que fueron desmontados o están sujetos a pastoreo.
Vegetación de acantilado (423.98 ha). Se halla principalmente en los acantilados del
litoral oeste, aunque se distribuye en todo el litoral.
Vegetación de duna costera (301.50 ha). Vegetación directamente asociada con las
playas arenosas, ocupando una estrecha franja alrededor de la isla, con mayor
presencia en los litorales sur y oeste.
Área sin vegetación (69.46 ha). Son áreas desprovistas casi por completo de
vegetación, poco representativas en cuanto a su tamaño, provocadas principalmente
por desmontes en la cima de la isla y por cauces de arroyos intermitentes.
María Magdalena
Bosque tropical subcaducifolio cerrado (450.74 ha). Se encuentra sobre terrenos con
pendientes superiores al 50%, formando pequeños manchones repartidos en la parte
20
alta del centro de la isla. Es la vegetación mejor conservada y se halla principalmente
asociada con barrancos y cauces de ríos.
Bosque tropical subcaducifolio cerrado con erosión (463.54 ha). Se ubica en la parte
más alta de la isla, asociado con cañadas y grandes barrancos. Presenta grandes
áreas con indicios de erosión hídrica.
Bosque tropical subcaducifolio abierto (858.78 ha). Vegetación localizada hacia el
centro y la parte oeste de la isla, en cañadas con pendientes del 25 al 50%. Presenta
un regular estado de conservación, con evidencias de pastoreo.
Bosque tropical caducifolio cerrado (2697.72 ha). Es la vegetación más representativa
de la isla. Presenta buen estado de conservación; se encuentra en la parte oriental de
la isla, sobre lomeríos con pendientes suaves, inferiores al 25%.
Bosque tropical caducifolio cerrado con erosión (533.10 ha). Son áreas de vegetación
en buen estado, aunque se observan zonas con alto índice de erosión, expuestas a los
vientos dominantes. Se halla en el centro y sur de la isla, en zonas abruptas, de
pendientes superiores al 50 %.
Bosque tropical caducifolio abierto (880.33 ha). Áreas abiertas al parecer sujetas a
pastoreo; se localizan sobre lomeríos y laderas del sur y noroeste, con pendientes que
varían del 25 al 50%.
Manglar con laguna costera (160.02 ha). Se ubica en la parte noreste de la isla, donde
existe un pequeño plano costero con lagunas temporales y vegetación de palmar en
buen estado de conservación.
Laguna costera (24.53 ha). En un plano costero ubicado en la punta noreste, con
pendientes inferiores al 25%, se encuentra una franja de laguna costera separada del
mar por una barra de arena, con mangle en las orillas.
Vegetación de acantilado (524.99 ha). En la costa sur y oeste, con pendientes mayores
al 75%, se hallan grandes paredes rocosas con vegetación de acantilado, desde la
orilla del mar hasta las partes altas.
Vegetación de duna costera (120.93 ha). En todo el litoral se observan angostas franjas
de arena de pendientes menores del 25%, con vegetación de duna costera asociada
con playas.
Área sin vegetación en cauces de ríos (14.57 ha). En la parte centro-norte de la isla,
con pendientes del 25 al 50%, se encuentran áreas sin vegetación aparente asociadas
con cauces de ríos.
Área sin vegetación con erosión (18.17 ha). Son pequeñas áreas sin vegetación
ubicadas en las partes altas al centro de la isla, principalmente en las cabeceras de las
microcuencas, con pendientes mayores del 75%, asociadas con parteaguas.
Área sin vegetación en islas rocosas (2.58 ha). Frente a la costa sur de la isla se hallan
pequeños islotes rocosos diseminados frente al litoral de acantilados.
Área en recuperación (9.78 ha). En la parte noreste, sobre terrenos de pendiente
inferior al 25%, se observa una zona con evidencia de haber sido habitada y que
actualmente se encuentra en proceso de recuperación natural. Asociada con plano
costero.
Cuerpos de agua (3.71 ha). En la parte noreste existen pequeños cuerpos de agua
costeros con abundante manglar en sus márgenes y con agua todo el año. Asociados
con plano costero.
21
María Cleofas
Bosque tropical subcaducifolio (914.20 ha). Por la superficie en la que se distribuye, es
la vegetación más representativa de María Cleofas, y cubre todo el centro de la isla, en
terrenos con pendientes del 25 al 50%. Se encuentra en buen estado, asociada con
barrancas y partes altas.
Bosque tropical subcaducifolio abierto (38.69 ha). Cubre una pequeña porción de la
parte oeste de la isla, con pendientes superiores al 50%. Su apariencia abierta puede
ser efecto de incendios, y actualmente se halla en recuperación. Asociada con lomeríos
y cañadas.
Bosque tropical caducifolio cerrado (498.52 ha). Presenta grandes áreas en buen
estado de conservación, repartidas por toda la isla. Se encuentra en barrancos con
exposición norte y pendientes del 25 al 50%. Asociada con lomeríos y cañadas.
Bosque tropical caducifolio abierto (153.40 ha). Vegetación poco densa, posiblemente a
causa de incendios, en regular estado de conservación. Se localiza en la parte sureste
de la isla en terrenos con pendientes del 25 al 50% y asociada con lomeríos.
Vegetación secundaria de bosque tropical caducifolio (3.67 ha). Se encuentra en el
este, en terrenos planos con pendientes inferiores al 25%. Posiblemente son parcelas
que fueron desmontadas para cultivos, actualmente en recuperación natural.
Matorral subtropical (140.98 ha). Vegetación en buen estado desarrollada en terrenos
de poca pendiente ubicados en la parte este. Asociada con lomeríos y plano costero.
Vegetación secundaria de matorral subtropical (3.12 ha). Se desarrolla sobre terrenos
del este de la isla, con pendiente inferior al 25%, en pequeñas parcelas que fueron
desmontadas para cultivos. Actualmente en recuperación natural.
Manglar (7.56 ha). Ubicada en la parte sur, es la vegetación con menor presencia en la
isla; se encuentra en la playa junto a una pequeña laguna costera. Asociada con plano
costero.
Vegetación de acantilado (97.77 ha). En el litoral sur existen grandes acantilados con
vegetación en buen estado desarrollada desde el nivel del mar. Asociada con
acantilados.
Vegetación de duna costera (31.65 ha). A lo largo de todo el litoral, en pendientes
menores al 25%, se extiende una angosta franja de playas arenosas con vegetación de
duna costera. Asociada con playas.
Área sin vegetación (27.72 ha). Las áreas sin vegetación aparente se hallan
principalmente en los islotes rocosos ubicados frente al litoral suroeste.
Bajo la denominación vegetación de dunas costeras se agrupa a comunidades
vegetales que se desarrollan en zonas arenosas a lo largo del litoral, en donde existen
especies que se han adaptado a sobrevivir bajo condiciones de salinidad ambiental y
edáfica, en suelos pobres en materia orgánica. Estas comunidades están constituidas
principalmente por plantas herbáceas y leñosas, postradas o rastreras, algunas
desarrollando tejidos crasos, que forman grandes colonias. Las plantas que crecen en
estos terrenos en su mayor parte son pioneras, pues gracias a ellas se fija la arena,
22
que así ya no es arrastrada por el viento, y retienen los residuos vegetales, con lo que
aumenta el contenido de matera orgánica.
Las especies más representativas de esta comunidad son Batis marítima,
Ipomoea pes-caprea, Canavalia maritima, Pectis arenaria, Caesalpinia bonduc y
Abronia marítima.
El manglar es un tipo de vegetación característico de esteros, desembocaduras
de ríos y algunos hábitats similares localizados cerca del litoral, inundados por aguas
salobres y tranquilas. Se desarrolla en suelos arenosos con alto grado de salinidad y
bajo intensa insolación. Es una comunidad sobresaliente por su fisonomía y su
composición florística; en ocasiones alcanza la forma y la altura de un bosque, pero
más frecuentemente se presenta como una cubierta continua de 3 a 5 m de alto
apoyada sobre una maraña de raíces aéreas leñosas. La comunidad carece por
completo de elementos herbáceos, y el número de especies arbustivas es muy
limitado, con diversidad vegetal muy baja.
Entre las especies más comunes están Conocarpus erecta, Rhizophora mangle,
y Avicenia germinans. Otras plantas que se pueden encontrar conviviendo a veces en
el manglar, pero más bien hacia la parte continental, son Hippomane mancinella,
Pithecellobium lanceolatum, y Talipariti tiliaceum var. pernambucensis.
Ya mencionamos que en la isla María Madre hay una microcuenca en forma de
paralelepípedo con terminación peninsular en la parte sur. El cauce principal es un
manantial que se usa para consumo humano de las localidades Laguna del Toro y
Morelos. Existe otra microcuenca de forma triangular en la que se localiza un cuerpo de
agua (laguna Los Patos); se encuentran dentro de ella los poblados Bugambilias y
Punta del Morro.
23
4
Dejar solo y separado de otras cosas: la biodiversidad y los
endemismos
Las especies isleñas: vida en aislamiento. Vegetación característica de cada
ecosistema. Comparación con otras zonas cercanas. Fauna terrestre y fauna
marina de cada isla. Comunidades de particular interés. Especies exclusivas
del archipiélago. Dos casos: la tortuga carey y la selva baja caducifolia. Rutas
migratorias de algunos mamíferos marinos. Primeras expediciones a las islas.
™Las especies isleñas: vida en aislamiento.
La flora y la fauna de las islas en general son particularmente interesantes, ya que su
adaptación y su evolución reflejan el obligado aislamiento al que han estado sujetas a
lo largo del tiempo.
En muchos de los casos esta evolución y adaptación se refleja en formas de vida
únicas, o bien, lo más frecuente, en la formación de especies y subespecies de
distribución restringida, es decir, endemismos. Lo que hasta la fecha se conoce de la
flora de las Islas Marías parece estar más relacionada con la flora de la porción
occidental de la República Mexicana.
Las Islas Marías son un archipiélago enclavado en el trópico seco mexicano;
constituyen el hábitat de un conjunto de ecosistemas frágiles cuya riqueza en especies
de flora y fauna silvestres de relevancia biológica, económica, científica y cultural, se
manifiesta tanto en las selvas que conforman su paisaje terrestre, como en los
arrecifes, costas y ambientes pelágicos que se encuentran en el mar que las rodea.
Asimismo, las Islas Marías se consideran como un relicto de la biota del trópico
seco mexicano que ha permanecido aislado del continente durante más de ocho
millones de años, y actualmente funcionan como un rico reservorio de especies de
fauna silvestre endémicas de México.
Un análisis de similitud Sorensen entre la flora de las Islas Marías y la flora de tres
regiones próximas (Islas Revillagigedo, Bahía de Chamela y Península de Baja
California) arrojó el siguiente resultado.
Índice de similitud entre floras cercanas a las islas.
Islas Marías
Bahía de
Chamela
Islas
Revillagigedo
Península
de
Baja California
24.5%
13.79%
4.84%
Es probable que la mayor similitud con la Bahía de Chamela se deba a la
cercanía de las Islas Marías con el continente, del que se encuentran separadas
solamente por 136 km a partir de Punta Mita, Nayarit.
Considerando el postulado de que a menor distancia entre áreas florísticas se
incrementa el índice de similitud, se esperaría que éste fuera menor con respecto a las
24
Islas Revillagigedo, debido a que se encuentran a mayor distancia (544 km) de las Islas
Marías que la Península de Baja California (337 km).
No obstante, las Islas Marías presentan mayor similitud con las Islas
Revillagigedo que con la Península de Baja California (13.79% y 4.84%
respectivamente), lo cual se debe a que las floras de las islas tienen un origen
mayormente tropical; en cambio, aunque la flora de Baja California es también de
origen tropical en sus desiertos, incluye elementos holárticos y se distribuye en una
mayor superficie. A continuación se describen las comunidades vegetales de particular
interés.
Matorral subtropical (matorral crasicaule con selva baja espinosa). Está constituido por
una gran cantidad de especies espinosas pertenecientes a diversas familias, tales
como Cactaceae, Rubiaceae, Leguminosae, etc. Las formas de vida dominantes son
los arbustos de hasta 5 m de altura, con predominancia de cactáceas arbustivas,
formando un cubierta más o menos cerrada, pero sin que muchos de los arbustos del
estrato superior se toquen entre ellos. Las cactáceas desempeñan un papel importante
en la fisonomía de la vegetación, proporcionándole un aspecto peculiar y un verdor
perenne. Las leguminosas así como la mayor parte de los otros componentes son de
hoja decidua, aunque algunos durante un periodo breve.
Entre las especies que podemos citar están Acacia cochiacantha, Plumeria
rubra, Randia thurberi, Prosopis laevigata, y las cactáceas Acanthocereus occidentalis,
Opuntia sp. Pereskiopsis porteri, Pachycereus pecten-aboriginum, Selenicereus
vagans, Stenocereus standleyi, Cephalocereus aff. purpusii, y Mammillaria spp.
Bosque tropical caducifolio. Esta comunidad se distingue porque la mayor parte de los
elementos que la integran son árboles y arbustos bajos, de 3 a 10 m de altura; con
frecuencia tienen copas cuyo diámetro iguala o sobrepasa la altura.
La característica prominente de este bosque es la pérdida de hojas en forma
casi total durante un lapso de 5 a 8 meses, de modo que la vegetación tiene dos
fisonomías contrastantes: el desolado de tonos grises durante la época de sequía, y el
verde y vital de la época de lluvias. Sin embargo, el periodo seco no está desprovisto
de atractivo, ya que a finales de dicha época muchas plantas leñosas se cubren de
flores, y el bosque presenta un estrato bajo compuesto por plantas herbáceas.
Entre las especies observadas podemos citar las siguientes: Acacia
cochiacantha, A. farnesiana, A. pennatula, Prosopis juliflora, Ateleia standleyiana
Croton roxannae, Bunchosia palmeri, Cordia sp. Bromelia plumieri, Plumeria rubra,
Lysiloma microphyllum, Thevetia ovata, y algunas cactáceas como Acanthocereus
occidentalis, Hylocereus purpusii, Nopalea karwinkiana, Opuntia sp., Pachycereus
pecten-aboriginum, Selenicereus vagans y Stenocereus standleyi.
Vegetación de acantilados. Esta denominación se utiliza para aquellas comunidades
vegetales que se desarrollan en los riscos o acantilados sobre el litoral; son plantas
herbáceas y arbustivas, y la gran mayoría son especies suculentas, adaptadas a suelos
con poca profundidad y a grandes periodos de insolación, y expuestas a la brisa
marina.
25
Entre ellas se puede encontrar a Acanthocereus occidentalis, Mammillaria
mazatlanensis, Agave rhodacantha y A. Angistifolia, principalmente.
Bosque tropical subcaducifolio. Este tipo de vegetación está constituido principalmente
por árboles de 20 a 30 m de altura, más frecuentemente de 25 m; es una comunidad
densa, de manera que en época de lluvias el suelo se encuentra en condiciones de
penumbra; los árboles del estrato dominante son de fuste recto y desprovistos de
ramas hasta lo alto de la copa, con diámetros de 30-60 cm.
En general, aproximadamente la mitad de los árboles pierden las hojas en época
de sequía, lo cual permite que haya condiciones de luminosidad más favorables, y
muchas plantas arbustivas y herbáceas aprovechan este periodo para florecer, lo
mismo que la mayor parte de los árboles. Se desarrolla en las cañadas, donde hay un
suelo más profundo y húmedo.
Entre las especies características de esta comunidad encontramos Ceiba
aesculifolia, Crataeva tapia, Dendropanax insulare, Cardioptera ameliae, Cedrela
odorata, Trichilia hirta, Bursera simaruba, Ficus spp., Ateleia insularis Cordia sp.
Jacaratia mexicana, Hylocereus undatus, Selenicereus vagans, Stenocereus standlyii y
Pachycereus pecten-aboriginum.
Vegetación secundaria. Se incluye en general bajo esta categoría a las comunidades
naturales de plantas que se establecen como consecuencia de la destrucción total o
parcial de la vegetación primaria o clímax, realizada directamente por el hombre o por
el ganado.
Es difícil definir los límites entre vegetación secundaria y clímax, pues el grado
de alteración causada puede ser leve y sólo afectar a algunas especies o a algunos
estratos de la comunidad clímax, sin que ésta se desvirtúe por completo.
A continuación describimos los invertebrados marinos de cada isla.
Esponjas. De este grupo, el único trabajo que menciona específicamente la presencia
de esponjas en las Islas Marías es el de Gómez y Bakus (1992), quienes reportan dos
especies nuevas de esponjas pertenecientes a la familia Verongida: Aplysina
gerardogreeni y A. aztecus. Sin embargo, no se descarta la existencia de un mayor
número de especies, ya que en las zonas rocosas de las costas cercanas, como
Mazatlán, Sinaloa, Wilson-Montoya y Carballo-Cenizo (2002) reportan la presencia de
32 especies de esponjas. Asimismo, reportan fluctuaciones en la riqueza de especies:
entre 18 y 25 dependiendo de la estación del año.
Corales y arrecifes de coral. Uno de los grupos que recibieron atención por parte de los
investigadores extranjeros en el siglo pasado es el de los corales, aun cuando las
visitas a las Islas Marías para estudiarlos han sido escasas. Hanna (1926) reportó la
existencia de arrecifes coralinos en la parte este, norte y sur de la isla María Madre, así
como cerca del penal; en la isla María Magdalena cita la presencia de corales y
arrecifes en las costas este y oeste de la zona norte. Para la isla San Juanito también
menciona la presencia de arrecifes, a los que considera peligrosos para la navegación.
26
Squires (1959) realizó el primer crucero dedicado al estudio de corales por el
Golfo de California y el Pacífico mexicano. En su amplio recorrido tuvo la oportunidad
de hacer un reconocimiento de la fauna coralina en las Islas Marías, definiendo de
manera preliminar la existencia de 9 especies; en algunos de los lugares que Squires
visitó, los estudios recientes (Reyes, 1993) han registrado un mayor número de
especies, como en el caso de Cabo Pulmo, BCS, por lo que esta lista puede ser
considerada como preliminar, además de que los estudios se hicieron en áreas
someras, sin muestreos adecuados y detallados, lo que aumenta la posibilidad de
ampliar el conocimiento sistemático de los corales hermatípicos de las islas,
principalmente por la forma de obtención de los datos y ejemplares.
La revisión reciente de la riqueza específica de los corales de México indica la
presencia de una especie endémica de las Islas Marías: Porites baueri; desde el punto
de vista sistemático, las sinonimias de géneros y especies han cambiado.
El registro de especies para las Islas Marías incluye a Porites baueri,
considerada endémica; la lista se completa con Pocillopora verrucosa, meandrina y
elegans (esta última es considerada un sinónimo menor de P. verrucosa), Porites
californica (considerada un sinónimo menor de P. panamensis), Psammocora stellata,
Cycloseris (actualmente identificado como Fungia) curvata y distorta (identificadas por
Squires (1959) como elegans y mexicana, respectivamente), y Tubastrea aurea
(azooxantelada).
Recientemente, Carriquiry y Reyes-Bonilla (1997) realizaron una revisión sobre
los arrecifes coralinos de Nayarit, e incluyen los corales de las Islas Marías. Asimismo,
Reyes-Bonilla y López-Pérez (1998), al hacer un análisis de la distribución geográfica
de los corales hermatípicos del Pacífico mexicano, reportan la posible presencia de 13
especies de corales en la región de las Islas Marías.
En cuanto a octocorales, no se tienen reportes específicos acerca de su
presencia en las islas; sin embargo, Small (1998) indica la presencia de abanicos
marinos (probablemente del género Pacifigorgia) en el canal entre María Magdalena y
María Madre.
Anélidos. No existen trabajos publicados sobre la presencia de este grupo en la
reserva. Sin embargo, es posible que asociadas con los arrecifes de coral se
encuentren especies de las Familias Amphinomidae, Eurythoe, Sabellidae y
Serpulidae, reportadas para la Isla Isabel por Cupul-Magaña y Medina-Rosas, dada la
cercanía de esta última con el archipiélago de las Islas Marías.
Moluscos. Este grupo es uno de los más conocidos de las Islas Marías. Se tienen
reportes como el de Stearns (1894), donde se presenta un listado de 89 especies de
moluscos de las Islas Marías, principalmente de la isla María Madre; de éstos, 6 son
Pelecípodos y 83 Gasterópodos. Posteriormente, Strong y Hanna (1930) amplían el
listado de moluscos de las islas a 211 registros, de los cuales 57 corresponden a
Pelecípodos y 152 a gasterópodos. Recientemente, Small (1998) menciona que desde
1962 no se habían realizado trabajos sobre malacología de las Islas Marías debido a la
presencia del penal, que hace prácticamente imposible la visita a las islas.
27
Small reporta la presencia de 123 especies de gasterópodos, algunos de los
cuales aparecen en el trabajo de Strong y Hanna (1930). Asimismo, menciona que la
zona ha sido muy efectivamente protegida por su condición de colonia penal.
De acuerdo con lo anterior, el registro de moluscos para la reserva es de 30
Pelecípodos y 249 gasterópodos. A pesar del número de especies registradas para las
Islas Marías, sólo cuatro especies se encuentran bajo alguna categoría en la NOMECOL-059-2001; éstas son la concha nácar o madre perla (Pinctada mazatlanica), el
caracol de tinte (Purpura patula pansa), la lapa gigante (Patella mexicana) y la almeja
burra (Spondylus calcifer).
Equinodermos. Para la región de las Islas Marías, Caso (1980 y 1983) reporta la
presencia de Echinometra vanbrunti, Eucidaris thouarsii, Clypeaster rotundus y C.
Ochrus. Por otra parte, es muy posible encontrar equinodermos que se presentan en la
Isla Isabel en las partes constituidas por arrecifes y corales, como por ejemplo, de la
Clase Asteroidea, organismos de las familias Acanthastaridae y Ophidiasteridae; de la
Clase Ophiuroidea, las familias Ophiodermatidae y Ophiocomidae; de la Clase
Echinoidea, las familias Cidaridae, Diadematidae, Arbaciidae, Toxopneustidae,
Echinometridae, Clypeasteridae y Spatangidae; y de la Clase Holothuriidae, las familias
Stichopodidae y Holothuriidae.
Describiremos ahora los vertebrados marinos.
Tiburones y rayas. De acuerdo con Robertson y Allen (2002), en la zona de influencia
de la reserva es posible encontrar hasta 21 especies de tiburones y 10 de rayas,
algunos de ellos de importancia comercial, como los tiburones martillo Sphyrna lewini y
S. Mokarran, el tiburón cazón Mustelus lunulatus; los del género Carcharhinus, como C.
altimus, C. galapagensis, C. leucas, C. limbatus, C. obscurus, C. porosus, Nasolomia
velox, Alopias superciliosus y Rhizoprionodon longurio.
Peces. La SEMARNAP (2000) reporta un total de 114 especies para la reserva,
algunas de ellas con alto valor potencial pesquero, como la sardina, el pajarito, la
cabrilla, la palometa, el huachinango, la bota y el botete.
No obstante, al utilizar la base de datos de Robertson y Allen (2002), se obtiene
para la zona de influencia de la reserva un total de 302 especies de peces, de los
cuales las familias con más representantes son Carangidae, con 24 especies; Labridae,
con 11 especies; Lutjanidae, con 10 especies; y Pomacentridae, con 9.
Mamíferos marinos. No contamos con información bibliográfica específica acerca de la
presencia de mamíferos marinos en la zona de influencia de la reserva. Sin embargo,
por su posición y su cercanía con áreas bien documentadas acerca de la presencia de
este grupo, como son Isla Isabel, Nayarit, Bahía de Banderas, Jalisco-Nayarit y el Golfo
de California, es posible que se encuentren en la reserva, durante su trayectoria
migratoria, algunas especies de ballenas, como la ballena jorobada (Megaptera
novaeangliae), la ballena de Bryde (Balaenoptera edeni) y la ballena gris (Eschrichtius
robustus), orcas (Orcinus orca) y delfines, como el delfín moteado (Stenella attenuata)
28
y el delfín nariz de botella (Tursiops truncatus). Asimismo, se ha reportado la presencia
del lobo marino de California (Zalophus californianus).
Fauna terrestre. El grupo del que se tiene más información es el de las aves, del que
incluso existe un extenso enlistado en la CONABIO. En cuanto a anfibios y reptiles,
existe un trabajo de Casas-Andreu (1986). De los grupos restantes de vertebrados
terrestres existen unas cuantas referencias, particularmente de quirópteros.
Mamíferos. Durante una expedición realizada en 1976, Wilson (1991) pudo confirmar la
presencia de la mayoría de las especies de mamíferos reportadas para las Islas Marías
por Nelson (1899). De acuerdo con este último, en las Islas Marías habitaba un total de
13 especies de mamíferos nativos, algunos de ellos distribuidos en todo el archipiélago.
Hasta la fecha se tienen registradas 19 especies de mamíferos distribuidas en
las cuatro islas (Casas-Andreu, 1986). La lista incluye especies introducidas, tales
como el venado cola blanca (Odocoileus virginianus) y la rata común (Rattus rattus),
así como algunos animales ferales, como gatos y cabras, que pueden ser un problema
para los ecosistemas.
Aves. En las bases de datos de la CONABIO se tienen registradas158 especies de
aves, pertenecientes a 110 géneros y agrupadas en 46 familias. De éstas, las mejor
representadas son Tyrannidae, con 7 géneros y 9 especies; Parulidae, con 9 géneros y
16 especies; Scolopacidae, con 11 géneros y 20 especies, y Fringilidae, con 11
géneros y 14 especies.
En cuanto a la estacionalidad, 48 especies son descritas como residentes; 21
son residentes de invierno; 55 son citadas como transitorias, y 24 como ocasionales.
Robert Hamilton (2002) hace referencia a algunas de las especies de aves endémicas
que merecen resaltarse:
Clarín dorso oscuro (Myadestes oscurus insularis). Esta especie fue reportada
por última ocasión en 1930. Previamente se consideraba común en las partes altas de
las tres islas mayores. Puede ser considerada una de las especies en mayor riesgo de
estas islas, severamente amenazada, si es que no ha desaparecido. Se recomienda
intensificar su búsqueda durante los meses de verano.
Colibrí pico ancho (Cynanthus latirostris lawrencei). Stager (1957) la reportó
como una especie común en todas las islas, excepto San Juanito; no obstante, en la
expedición del grupo Ecología y Conservación de Islas (2002) se observó que en esa
isla es una especie común. Esto último pudiera ser debido a la presencia de una planta
de flores azules que es la principal fuente de néctar de esta ave, y que también es
común por la ausencia de cabras en la isla. Potencialmente amenazada.
Granatelo mexicano (Granatellus venustus francescae). Aparentemente esta
especie nunca ha sido común. Aunque persiste en Maria Magdalena y Maria Cleofas
en bajas cantidades, las especies introducidas representan una grave amenaza.
Potencialmente amenazada.
Paloma arroyera (Leptotila verreauxi capitalis). En el reporte de Stager (1957) se
describe como extremadamente abundante en todas las islas, excepto San Juanito. Se
29
observaron restos de estas aves en las excretas de gatos colectadas. Potencialmente
amenazada.
Mulato azul (Melanotis caerulescens longirostris). Stager (1957) también indica
que es una especie excesivamente común en los bosques densos de Maria Cleofas.
Actualmente se le considera potencialmente amenazada.
Mirlo dorso rufo (Turdus rufopalliatus graysoni). Se le consideraba también como
muy abundante (excepto en San Juanito) por Stager (1957), quien reporta parvadas de
150-200 aves en los cañones boscosos. Continúa siendo una especie común, pero su
abundancia ha disminuido. Potencialmente amenazada.
Paloma morada (Columba flavirostris). Stager (1957) reporta haberla observado
"en números considerables en todas las islas, excepto en María Cleofas" Es una de las
especies cuyos números han disminuido más drásticamente. Severamente
amenazada.
Anfibios y reptiles. Casas-Andreu (1986) registró, distribuidas en las cuatro islas, tres
especies de anfibios del orden Anuros, así como 24 especies de reptiles pertenecientes
a 4 órdenes. Las tres especies de anfibios fueron registradas en María Madre, mientras
que en María Magdalena se registró una especie; en María Cleofas y en San Juanito
no existen registros de anfibios.
Respecto a los reptiles, la isla María Madre presenta la mayor diversidad, con 18
especies registradas; le siguen María Magdalena con 16 especies, María Cleofas con
10 y San Juanito, con 6 especies.
El mismo autor destaca la notable la similitud entre los anfibios y reptiles de las
Islas Marías y los del continente, similitud que es particularmente estrecha con las
especies del sur de Sinaloa, Nayarit, Jalisco y Colima (83-91%), lo cual atribuye a la
juventud de las islas y a la reducida extensión de las mismas, lo que no permite el
desarrollo de cambios evolutivos.
Durante la visita que el grupo Ecología y Conservación de Islas realizó en 2002 a
la reserva, se registró una lagartija cola de látigo aún sin identificar, capturada en el
islote blanco al noroeste de María Cleofas, lo que constituye el primer registro de ese
reptil en el islote. También en esta visita se observaron en la isla San Juanito boas, que
previamente no habían sido reportadas aquí.
De acuerdo con la NOM-059-ECOL-2001, un total de 23 especies de aves cuentan con
alguna categoría de protección, donde se incluyen 16 especies bajo protección especial
y otras cuatro como amenazadas; de las 20 especies agrupadas en estas dos
categorías, 12 son endémicas. Una de las especies amenazadas que se considera
entre las más relevantes es el loro de cabeza amarilla de las islas Tres Marías
(Amazona oratrix tresmariae). Además, el loro nuca amarilla (Amazona auropalliata) y
la parula de las Islas Marías (Parula pitiayumi insulares) se encuentran en peligro de
extinción, mientras que el tecolote enano (Micrathene whitneyi graysoni) tiene la
categoría de “probablemente extinto”.
Del grupo de los reptiles, es destacable la presencia del cocodrilo de río
(Crocodylus acutus) y de la iguana verde (Iguana iguana), ambos en la categoría de
protección especial, mientras que la boa (boa constrictor) y la iguana negra
30
(Ctenosaura pectinata) tienen la categoría de amenazadas. Por último, la tortuga carey
(Eretmochelys imbricata bissa) se halla en peligro de extinción.
Las especies en alguna categoría de protección en la NOM-059-ECOL-2001, y
que pueden encontrarse en la zona de influencia de la reserva, se presentan en el
cuadro siguiente.
Especies de fauna de las Islas Marías protegidas por la NOM-059-ECOL-2001.
Grupo
Mamíferos
Nombre común
Nombre Científico
Categoría
Conejo de Tres Marías
Sylvilagus graysoni
Mapache de las Islas Procyon insularis
Marías
A*
P*
Tortuga carey
Iguana negra
Iguana verde
Cocodrilo de río
Boa
Eretmochelys imbricata bissa
Ctenosaura pectinata
Iguana iguana
Crocodylus acutus
Boa constrictor
P
A*
Pr
Pr
A
Chipe de Potosí
Rabijunco pico rojo
Loro cabeza amarilla de las
Islas Marías
Perico Catarina
Loro nuca amarilla
Parula de las Islas Marías
Aguililla negra menor
Gavilán pico gancho
Halcón peregrino
Gaviota ploma
Clarín jilguero
Charrán elegante
Colibrí canela de Tres
Marías
Aguililla cola roja de Tres
Marías
Cardenal rojo de Tres
Marías
Colibrí pico ancho de Tres
Marías
Granatelo de las Islas
Marías
Bolsero dorso rayado de las
Islas Marías
Paloma arroyera de Tres
Marías
Mulato azul
Oporornis tolmiei
Phaethon aethereus
Amazona oratrix tresmariae
A
A
A*
Forpus cyanopygius
Amazona auropalliata
Parula pitiayumi insularis
Buteogallus anthracinus
Chondrohierax uncinatus
Falco peregrinus
Larus heermanni
Myadestes occidentalis
Sterna elegans
Amazilia rutila graysoni
A*
P
P*
Pr
Pr
Pr
Pr
Pr
Pr
Pr *
Buteo jamaicensis fumosus
Pr *
Cardinalis cardinalis mariae
Pr *
Cynanthus latirostris lawrencei
Pr *
Reptiles
Aves
Granatellus
venustus Pr *
francescae
Icterus pustulatus graysoni
Pr *
Leptotila verreauxi capitales
Pr *
Melanotis
caerulescens Pr *
longirostris
Mirlo dorso rufo de las Islas Turdus rufopalliatus graysoni
Pr *
Marías
31
Grupo
Nombre común
Nombre Científico
Chivirín feliz de Tres Marías Thryothorus felix lawrencei
Categoría
Pr *
Simbología: A = Amenazada; P = Peligro de extinción; Pr = Protección especial; * = Endémica. E = Probablemente extinta.
Especies de fauna marina de las Islas Marías protegidas por la NOM-059-ECOL-2001.
Grupo
Moluscos
Nombre científico
Pinctada mazatlanica
Purpura patula pansa
Patella mexicana
Spondylus calcifer
Equinodermos
Isostichopus fuscus
Elasmobranquios
Rhincodon typus
Peces
Chromis limbaughi
Hippocampus ingens
Holocanthus passer
Pomacanthus zonipectus
Reptiles
Eretmochelys imbricata
Lepidochelys olivacea
Mamíferos marinos
Balaenoptera edeni
Megaptera novaeangliae
Feresa attenuata
Grampus griseus
Orcinos orca
Pseudorca crassidens
Stenella attenuata
Stenella longirostris
Steno bredanensis
Tursiops truncatus
Eschrichtius robustus
Zalophus californianus
Nombre común
Categoría
Concha nacar o madre perla
Caracol de tinte
Lapa gigante
Almeja burra
Pr
Pr*
Pr*
Pr
Pepino de mar
Pr
Tiburón ballena
A
Castañeta mexicana
Caballito de mar del Pacífico
Angel real
Angel de Cortés
Pr*
Pr
Pr
Pr
Tortuga carey
Tortuga golfina
P
P
Ballena de bryde
Ballena jorobada
Orca pigmea
Delfín chato
Orca
Orca falsa
Delfín moteado
Delfín tornillo
Delfín de dientes rugosos
Delfín nariz de botella
Ballena gris
Lobo marino californiano
Pr
Pr
Pr
Pr
Pr
Pr
Pr
Pr
Pr
Pr
Pr
Pr
Simbología: A = Amenazada; P = Peligro de extinción; Pr = Protección especial; * = Endémica. E = Probablemente extinta.
En las Islas Marías se han registrado 11 taxones endémicos o de distribución
restringida, que constituyen el 2.84% del total de la flora. De estos endemismos, las
familias que mayormente contribuyen son Euphorbiaceae, con cuatro taxones, y
Rutaceae con dos.
Taxones endémicos de las Islas Marías.
Familia y Taxones
Acanthaceae
Justicia nelsonii Greem.
Araliaceae
32
No.
1
%
9.09
1
9.09
Familia y Taxones
Dendropanax insulare (Rose) R.C. Schneld
Aristolochiaceae
Aristoilochia tresmariae Ferris
Boraginaceae
Cordia insularis Greenman
Euphorbiaceae
Acalypha verbenacea Standl
Croton roxannae Croizat.
Euohorbia tresmariae Millsp.) Standl.
Gymnanthes insolita Ferris
Fabaceae
Ateleia insularis Standl
Rutaceae
Zanthoxylon ferrisae Standl
Zanthoxylon nelsonii Rose
No.
%
1
9.09
1
9.09
4
36.36
1
9.09
2
18.18
Cabe mencionar que la lista de la NOM-059-ECOL-2001 no refleja del todo la flora que
debiera protegerse o conservarse, ya que los taxones registrados en este trabajo como
endémicos locales no se encuentran enlistados, por lo que es recomendable que las
especies endémicas de las Islas Marías sean incorporadas en la citada NOM.
A continuación describimos las especies de particular importancia, y endémicas o
enlistadas en la NOM-059-ECOL-2001.
El conejo de Tres Marías (Sylvilagus graysoni) y el mapache de las Islas Marías
(Procyon insularis) son especies endémicas, y además están registradas en la NOM059-ECOL-2001 como amenazada y en peligro de extinción, respectivamente.
En cuanto a tiburones, sólo el tiburón ballena Rhincodon typus se encuentra
enlistado bajo protección especial en la NOM-ECOL-059-2001.
Sólo cuatro especies de peces se encuentran sujetas a protección especial en la
NOM-ECOL-059-2001: Chromis limbaughi, Hippocampus ingens, Holocanthus passer y
Pomacanthus zonipectus.
El archipiélago de las Islas Marías está registrado como un Área de Interés para
la Conservación de las Aves (AICAS) de la CONABIO, con la clave AICA C-35, como
un centro de endemismos a nivel subespecífico.
Por otra parte, 23 de las especies registradas cuentan con algún señalamiento
de protección de acuerdo con la NOM-059-ECOL-2001; destaca la familia Psitacidae,
cuyas tres especies presentes en las islas cuentan con alguna categoría de protección.
Cinco de las 24 especies de reptiles registradas cuentan con algún estatus de
protección en la NOM-059-ECOL-2001.
Sobre las rutas migratorias de algunos mamíferos marinos, transcribimos a
continuación un extracto de una bitácora.
Trabajo de campo realizado en febrero de 2007. Objetivo: llevar a cabo una
prospección de presencia y abundancia de la ballena jorobada (Megaptera
novaeangliae) en aguas adyacentes a las Islas Marías.
33
Puesto de observación: Punta Halcones. Coordenadas UTM: 340498 °N;
2383108 °W; ángulo de visión: 83-280°; esfuerzo de observación de ballenas: de
8:10 a 18:00.
Durante las 10 horas de observación se registraron 21 avistamientos de
ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) y uno del delfín Tursiops
truncatus. Los delfines se observaron aproximadamente a 100 m de la costa y
presentaban conducta de alimentación.
Condiciones ambientales: la nubosidad fue de un 20% la mayor parte del día. A
partir de las 10:30 de la mañana el viento del NW fue constante, aumentando
de intensidad a partir de las 15:30, por lo que las condiciones del mar
cambiaron de Beaufort 1 a 2 y aumentó la bruma, lo que dificultó la ubicación
de las ballenas con el teodolito.
Puesto de observación: Punta Borbollones. Coordenadas: 21.600735°N;
106.5125966°W; ángulo de visión: 202-357° desde la torre de observación del
destacamento de los marinos; esfuerzo de observación de ballenas: de 7:54 a
17:21.
Durante las 9.5 horas de observación se registraron 24 avistamientos de
ballena jorobada (Megaptera novaeangliae).
Condiciones ambientales: Desde el inicio de las observaciones las condiciones
del mar fueron de Beaufort 2, a excepción de la zona cercana a la costa, donde
fueron de Beaufort 1. La nubosidad fue de un 5% la mayor parte del día. Se
observó bruma hacia la isla María Magdalena. El viento del NW fue constante
desde el inicio al término de las observaciones, lo que dificultó la ubicación de
las ballenas con el teodolito, principalmente en las horas de la tarde.
Puesto de observación: Punta Morro. Ángulo de visión: 86-244° desde la torre
de observación del destacamento de los marinos; esfuerzo de observación de
ballenas: de 7:56 a 18:18.
Durante las 10 horas de observación se registraron 20 avistamientos de
ballena jorobada (Megaptera novaeangliae). Además se observaron 3 tiburones
y 2 tortugas muy cerca de la costa.
Condiciones ambientales: Sin viento. Desde el inicio de las observaciones las
condiciones del mar fueron de Beaufort 1. La nubosidad fue de un 5% hasta las
14:00, de 30 % a partir de las 14:09, y de 50% a partir de las 15:29. Se observó
bruma hacia los 290°.
Trabajo de campo realizado en marzo de 2007. Navegación en la embarcación
de la Armada de México-Secretaría de Marina, con el objetivo de conocer si las
ballenas se distribuyen alrededor de María Magdalena y María Cleofas.
Esfuerzo de observación: 9:33 a 13:11. Se navegó entre el sur de María Madre y
el norte de María Magdalena, así como en las aguas adyacentes a la costa de
María Magdalena y María Cleofas. Se observaron dos grupos de delfines y
aproximadamente 18 avistamientos de ballena jorobada. La mayoría de las
34
ballenas fueron observadas navegando en grupos de dos y ocasionalmente
saltando.
Puesto de observación: Faro Papelillo. Ángulo de visión: 150-228° desde la base
del faro; coordenadas UTM: 0331293°N; 23899422W°; esfuerzo de observación
de ballenas: de 8:24 a 17:08.
Durante las 8.5 horas de observación se registraron 27 avistamientos de
ballena jorobada (Megaptera novaeangliae). Además se observaron 2 grupos de
delfines.
Condiciones ambientales: las condiciones del mar fueron de Beaufort 1 hasta
las 9:55, Beaufort 2 de las 9:56 a 10:57, y posteriormente de Beaufort 1 hasta
las 15:35, a partir de la cual fue de Beaufort 3. La nubosidad fue de un 70%.
En cuanto a la prospección de ballenas, en general se observaron a una
distancia a la costa de entre 100 m y 6 km. Principalmente se registraron
navegando en parejas o solas y ocasionalmente saltando o golpeando la
superficie del mar con la aleta caudal o pectoral. En algunos casos se
registraron grupos de 3 a 5 individuos en actividad de cortejo. En Punta Morro
se pudieron distinguir dos parejas de hembra con cría. El único día sin viento
fue el 5 de marzo.
En todos los días de trabajo se contó con el apoyo de la Secretaría de Seguridad
Pública. También para la observación de ballenas desde tierra y en el mar se
contó con la ayuda del personal de la Secretaría de Marina-Armada de México,.
Las investigaciones científicas en las Islas Marías se iniciaron desde el siglo XVIII, con
observaciones biológicas de Dampier (1729) sobre focas cercanas a las islas; sin
embargo, los reportes no continuaron sino hasta el siglo XIX, cuando el coronel Andrew
Jackson Grayson las visitó desde 1865 hasta 1867, para estudiar su historia natural.
A partir de entonces, las islas fueron visitadas por expediciones principalmente
extranjeras para investigar la fauna y los vertebrados terrestres; fue hasta 1976 cuando
se iniciaron los primeros trabajos científicos por parte de mexicanos, y existen pocas
publicaciones específicas sobre organismos marinos.
A continuación se presenta una lista en orden cronológico de la mayoría de las
visitas científicas que se han realizado a las Islas Marías desde 1703 hasta 1993,
donde se incluye la institución o investigador, el año, el país de procedencia y el
estudio realizado en las islas.
Visitas científicas a las Islas Marías.
Institución/
Investigador
Dampier
Grayson
United States National Museum
Ridgway
Forrer
British Museum.
Boulenger
Año
País
1703
EUA
1865, 1866
y 1867
1878
EUA
1881
Gran
Bretaña
EUA
1885-1887,
Gran
35
Estudio
Isla
Primeras observaciones
biológicas. Focas
Geografía física e historia
natural. Aves y reptiles
Aves
Aves. María Madre
Reptiles
Institución/
Investigador
Günther
Herrick
Nelson, Goldman, Herrick y Maltby
Bailey
Chamberlin, R. V. Albatross Tropical
Pacific Expedition
Hanna
California Academy of Sciences
McLellan
California Academy of Sciences
Slevin
Colburn
Ferris
Heilfurth
Burth, Willett y Pemberton
Museum of Zoology University of
Michigan
Hartman, O.
Allan Hancock Pacific Expedition
Stager
Los Angeles County Museum
Zweifel
Expedición Puritan -American Museum
of Natural History.
Grant y Cowan
University of British Columbia
McDiarmid, Copp y Breedlove
Natural History Museum of Los Angeles
County
Fauchald, K. Allan Hancock
Huerta, Wilson, Scott, Geluso y Robbins
Dirección General de Flora y Fauna
Silvestre, y Fish and Wildlife Service
Universidad de Nuevo León
Dirección General de Flora y Fauna
Silvestre
Boyas y Ruiz
Instituto Nacional de Investigaciones
Forestales
Sánchez-Mejorada
Instituto de Ecología
Konrad
García Aldrete
Instituto de Biología, UNAM
Toral
Año
País
1889, 18931896
1882-1902
Bretaña
1897
1897
Gran
Bretaña
EUA
EUA
Estudio
Isla
Reptiles
1906
1919
EUA
EUA
Aves
Plantas, crustáceos, reptiles,
aves, mamíferos
Aves
Poliquetos. María Madre
1925
EUA
Anfibios, reptiles, aves y fósiles
1925
EUA
Aves. María Madre
1925
1926
1927
1930
1938
EUA
EUA
EUA
EUA
EUA
Reptiles
Aves. María Magdalena
Flora
Aves
Aves. María Magdalena y María
Cleofas
1939
EUA
Poliquetos. María Madre
1955
EUA
Aves
1957
EUA
Invertebrados, anfibios, reptiles,
mamíferos
1957-1963
Canadá
Peces y aves
1964
EUA
Reptiles. María Magdalena y
María Cleofas
1972
EUA
1976
México y
EUA
Poliquetos. María Madre, María
Magdalena y San Juanito
Anfibios, reptiles, mamíferos.
Cambios faunísticos
1979
1980 - 1984
México
México
Aves y mamíferos
Aves
1981
México
Flora. María Magdalena
1981
1982
México
México
1984
1984
EUA
México
1985
México
Flora (cactáceas). María Madre
Prospección para establecer área
protegida
Aves (pericos) e historia natural
Insectos (Psocoptera). María
Madre y San Juanito
Crustáceos. María Madre
36
Institución/
Investigador
Secretaría de Marina
Casas-Andreu
Instituto de Biología, UNAM
Reguero y Garcia-Cubas
Góngora-Garza, G. y J. A. de LeónGonzález
Grupo de Ecología y Conservación de
Islas A.C.
Año
País
Estudio
Isla
1986
México
Anfibios y reptiles
1989
1993
México
México
Moluscos
Poliquetos. María Madre
2002
México
Fauna terrestre
Respecto a la flora, se ha documentado un total de 387 plantas vasculares, con un total
de 11 especies de plantas endémicas (cifra que se considera baja); la flora en su
mayoría está relacionada con la flora continental cercana, es decir, la de las costas de
Sinaloa, Nayarit y Jalisco.
En 1871 Grayson, en una visita breve a la isla María Madre, proporciona algunos
datos sobre la flora; en 1897 Nelson Goldman y T.S. Maltby visitaron las islas, y
posteriormente Rose (1899), como parte del “reporte” de esta visita, se refiere en
general a la flora de las islas. En 1925 la Academia de Ciencias de California, a bordo
del dragaminas Ortolan, realizó una expedición a las islas del Pacífico de la costa
mexicana. Participaron por parte de EUA el botánico Herbert L. Mason, acompañado
de Octavio Solís, director del Jardín Botánico de Chapultepec, México, y de J.N.
Rovirosa, también del Jardín Botánico.
En octubre de 1925, Roxana Stinchfield Ferris realizó una visita de una semana
a la isla María Madre, durante la estación lluviosa. De las 185 especies identificadas,
135 no habían sido registradas previamente en las islas, y varias resultaron nuevas
para la ciencia, incluido un género nuevo de las Euphorbiaceae: Celaenodendron
Standl. gen. nov.
González-Ortega (1936) publicó un informe basado en Ferris sobre las plantas
de las Islas Marías. En 1937 Bojórquez, usando los nombres vulgares, publicó una lista
de 54 plantas que crecen en las islas.
Durante 1939, miembros de la Allan Hancock Pacific Expedition a bordo del
Velero III, alcanzaron la isla María Magdalena. Según Gentry, en el mes de mayo de
1949 el botánico H. Elmore colectó unas 10 especies.
En 1986 F. Chiang, del Instituto de Biología de la UNAM, colectó entre
noviembre y parte de diciembre en las islas María Madre y María Magdalena la mayoría
de los ejemplares que están depositados en el MEXU. Otras personas que han
colectado brevemente en las islas han sido A. Valiente B. y O. Téllez V., de la UNAM.
El estudio más reciente y completo es el de Lenz (1995), el cual consigna la
presencia de 398 taxones de plantas vasculares, distribuidas en 80 familias, y 225
géneros, con un bajo porcentaje de endemismo (.047%), con 18 especies. Lo anterior
es comprensible por la cercanía de las islas a la parte continental de México, con la que
están estrechamente relacionadas.
Respecto a la vegetación, es decir las comunidades vegetales que pueblan el
archipiélago, éstas son mencionadas muy someramente, destacándose los bosques
magníficos de cedro (Cedrela odorata), o bien que estos bosques posteriormente
37
fueron transformados en comunidades con predominio de especies espinosas
características del continente cercano, en parte de Sinaloa y Nayarit. O bien, al
referirse a la pequeña isla San Juanito, Hanna menciona en 1926 que estaba
“densamente cubierta por un bosque”.
En 1925 Ferris visitó la isla María Madre y menciona el corte a gran escala del
cedro español (Cedrela odorata) y su sustitución por áreas agrícolas, con el incremento
de malezas, y que los cerros y lomeríos originalmente cubiertos por un bosque siempre
verde o perennifolio ahora están cubiertos con un matorral espinoso similar al que se
encuentra alrededor de Mazatlán (vegetación secundaria) y en la planicie costera de la
porción occidental de la tierra firme en México.
El mismo Lenz, que ha escrito el trabajo más completo sobre las plantas de las
Islas Marías, no se refiere especialmente a la vegetación, es decir a las comunidades
vegetales, sino que su trabajo es eminentemente florístico.
38
5
Apartar a alguien de la comunicación y el trato con los demás: la
historia humana del archipiélago
Las Islas Marías como territorio nacional. Primeras explotaciones de los
recursos. Las especies introducidas. Establecimiento de la colonia penal.
Cárcel de agua para reos peligrosos. Motivos de reclusión. Administración del
penal. Población actual: los reclusos y sus familias. La vida en el penal. Los
campamentos. Actividades productivas: agropecuarias, pesca, otros trabajos.
Interacción de los internos con la naturaleza. Agua dulce. Servicios e
infraestructura. Organizaciones sociales. Las influencias externas.
Las Islas Marías son conocidas desde hace más de cuatro siglos, y han tenido
diferentes ocupantes y funciones a lo largo de su historia. A partir de entonces y hasta
principios del siglo XIX, sirvieron de refugio para los piratas que navegaban por el
Pacífico. Supuestamente después de esa época, al conocerse la existencia de
maderas preciosas, se estableció una aldea de madereros en la isla María Madre,
iniciándose así la explotación de las salinas y del cedro español.
En 1905 el Gobierno Federal instaló una colonia penal en la isla María Madre,
donde vivían 281 prisioneros en 1925; en 1986 la población era de aproximadamente
5000 habitantes. Las otras islas no presentan asentamientos humanos permanentes.
Actualmente, la colonia penal es manejada por la Secretaría de Seguridad Pública, con
la colaboración de la Secretaría de Marina y de la Secretaría de Gobernación.
Una aproximación a la explotación de recursos de los mares adyacentes a las islas
puede identificarse en buena medida a partir de los datos proporcionados por
SEMARNAP (2000) para los estados de Nayarit y Sinaloa, tomando en cuenta que
Mazatlán es no sólo uno de los puertos más importantes del noroeste, sino de todo el
país, y su área de influencia incluye el “triángulo dorado” que define la gran área de
pesca regional. Tal triángulo es una zona marina relativamente menos profunda y de
aguas más productivas, ubicada aproximadamente entre Punta Mita (costa sur de
Nayarit), las Islas Marías (al oeste) y Mazatlán (sur de Sinaloa).
Describiremos en seguida las áreas de pesca y de extracción de otros recursos.
La legislación nacional ha implementado una serie de normas oficiales mexicanas en
diferentes años; la más conocida en torno a las Islas Marías es la prohibición en las
aguas adyacentes en un rango de 12 millas náuticas (alrededor de 24 kilómetros). Las
más recientes (SEMARNAP 2000), y referidas al Pacífico mexicano y en particular a las
costas de Nayarit y el sur de Sinaloa, se concentran en la reglamentación para la
“pesca responsable”, y en el establecimiento de prohibiciones temporales y de manejo
sobre especies tales como el atún, los delfines, el camarón, la sardina, la langosta, flora
acuática, totoaba y vaquita, lisa y tiburón, además de restringir algunas artes de pesca
para captura de camarón (redes suriperas y chinchorros de línea), por su impacto sobre
las tortugas.
Las 18 especies de tortugas (4 de agua dulce y 14 de agua salada) son las que
la legislación protege con vedas específicas y de tiempo indefinido, para todo el país,
39
por ser especies en peligro de extinción. Otras especies con veda temporal y que
tienen que ver directamente con Nayarit y el sur de Sinaloa son las langostas azul,
verde e insular, en zonas de jurisdicción federal. También con este tipo de vedas se
encuentran la lebrancha o liseta, la lisa, y sólo para Sinaloa los ostiones de placer
(Crassostrea corteziensis) y el ostión de roca (Crassostrea Indiscens).
Todas las vedas mencionadas se aplican temporalmente, en especial para los
meses de invierno y primavera y en algunos casos parte del verano, ya que se
pretende cuidar la reproducción de las poblaciones más amenazadas o más
explotadas.
Las organizaciones sociales del litoral nayarita y sinaloense relacionadas con la
pesca y la acuacultura son las que han tenido interés por los mares adyacentes a las
Islas Marías, y en su mayoría son cooperativas de pescadores. En el estado de
Sinaloa, la población dedicada a la actividad pesquera hasta el 31 de diciembre de
2001 estaba organizada en su mayoría en cooperativas (11 410 pescadores), además
de otras organizaciones similares denominadas Unidades Ejidales y Unidades de
Pescadores. Considerando que Sinaloa tiene dos puertos de altura (Topolobampo y
Mazatlán), la mitad de la flota en altamar desembarca en Mazatlán, mientras que las
cooperativas de Nayarit concentran sus esfuerzos en la pesca ribereña y en la
acuacultura, por lo que sus embarcaciones son menores y poco salen a altamar.
Las localidades más importantes que se encuentran en vínculo directo con el
área marítima de las Islas Marías son, demográficamente hablando, cinco: Mazatlán,
Teacapán, Isla del Bosque, San Blas y Las Varas. Sin embargo, y a pesar de que todas
son mayores de 2500 habitantes, no todas tienen la misma capacidad, ni mucho menos
la posibilidad de relacionarse directamente con las islas.
Mazatlán es la localidad que tiene mayor interacción con las islas en la
actualidad, pues es ahí donde la Marina carga y descarga pasajeros, bienes y servicios
esenciales para la supervivencia de la colonia penal.
Le sigue en importancia San Blas, localidad que ha variado en distintas etapas
históricas sus relaciones con las islas. En la actualidad se reducen al transporte de
hielo de una fábrica local y a las incursiones furtivas de algunas embarcaciones
pesqueras menores.
Teacapán e Isla del Bosque son localidades que también presentan vínculos
furtivos con los mares que rodean las islas. En cambio, Las Varas no presenta vínculos
notorios con la zona aledaña a las islas (quizás porque su orientación turística mira
tierra adentro y no hacia el mar).
En contraparte, existen localidades menores de 2500 habitantes que el censo
del año 2000 (INEGI) señala como de cierta importancia demográfica, y que mantienen
vínculos furtivos constantes por la pesca en los mares que rodean las islas. En este
caso se han contado al menos nueve localidades
Localidades importantes con menos de 2500 habitantes en la costa del “triángulo
dorado”.
Localidad
Chametla
Novillero
Palmar de Cuautla
Municipio
Rosario, Sin.
Tecuala, Nay.
Santiago I., Nay.
40
Habitantes
1973
1028
1410
Mexcaltitán de Uribe
Boca de Camichín
Los Corchos
Santa Cruz de Miramar
Aticama
Rincón de Guayabitos
Santiago I., Nay.
Santiago I., Nay.
Santiago I., Nay.
San Blas, Nay.
San Blas, Nay.
Compostela, Nay.
1019
1155
860
1607
1257
1435
Basado en INEGI (2003).
En 1905 el Gobierno Federal, mediante un decreto emitido por el general Porfirio Díaz,
instaló una colonia penal en la isla. En 1925 la colonia contaba con 281 prisioneros y
en 1986, con 5000, alcanzaba la cifra más alta de internos en su historia; a partir de
entonces el número ha decrecido.
Durante sus primeras décadas, a la colonia penitenciaria fueron enviados
criminales de alta peligrosidad y presos políticos que eran sometidos a trabajos
forzados. Sin embargo, a mediados del siglo XX se convirtió en una prisión en la cual
sólo se ingresaba por solicitud expresa de los reos, llamados “colonos”, y se autorizó
que éstos convivieran allí con sus familias.
Para acceder al beneficio de ingresar a la colonia penal de las Islas Marías, los
internos deben reunir varios requisitos: 1) buen comportamiento en sus penales de
origen; 2) no estar sentenciados por crimen organizado, delitos sexuales o secuestro;
3) tener un perfil socioeconómico bajo; 4) tener una edad entre 20 y 50 años; 5)
encontrarse sano física y mentalmente; y 6) no presentar ningún grado de minusvalía o
discapacidad.
En la actualidad, la colonia penal es una prisión de alta seguridad cuyas “rejas”
son los kilómetros de agua que la rodean, aunque el perfil criminológico de los internos
que alberga es de media a baja peligrosidad. Cuenta con infraestructura para albergar
hasta a 3000 colonos y personal administrativo, así como con servicios educativos,
centro de salud, iglesia, biblioteca, auditorio y canchas deportivas.
Este penal es considerado un caso ejemplar y único en el mundo como colonia
penitenciaria, ya que ofrece oportunidades reales para la rehabilitación y la
readaptación social, a través de la convivencia de los internos con sus familias y la
realización de actividades comunes a la vida cotidiana, sobre todo del medio rural.
La colonia penal es administrada por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP),
que se apoya en la Secretaría de Marina-Armada de México (SEMAR) para las
actividades de vigilancia. Está regida por un director, quien al mismo tiempo tiene el
carácter de gobernador de la isla.
Los datos sobre educación son escasos. Vargas reportó para 1982 que entre la
población de 15 ó más años de edad el 6% eran analfabetos. Un estudio de 1985 (S/A),
señala que todos los servicios educativos se concentraban en la isla María Madre, y se
proporcionaban por igual a hijos de empleados y colonos. Las escuelas existentes eran
jardín de niños, primaria, secundaria y preparatoria. Además, existía educación abierta
para adultos en los niveles básico, medio básico y medio superior. Se reporta también
una biblioteca para todos los niveles. De acuerdo con Vargas (1983), el 4.01% de los
pobladores (114) dijeron hablar alguna lengua indígena.
41
Población penitenciaria de 1990 a 1999.
4000
Número de personas
3500
3000
2500
2000
1500
1000
500
0
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
Periodo
Reclusos
Familiares
Total
La instrucción básica para adultos era obligatoria, tanto para colonos como para
sus esposas, instrucción que era impartida por internos capacitados por la Secretaría
de Educación Pública (SEP) y el Instituto Nacional de Educación para Adultos (INEA).
En la isla existían 18 maestros adscritos a la SEP, quienes impartían clases en los
diferentes niveles y escuelas. Entre los reclusos extranjeros había quienes ofrecían
cursos voluntarios de idiomas para los colonos.
Las autoridades de la colonia proporcionaban el transporte de los niños de
primaria y preescolar para los diferentes campamentos.
Los aspectos demográfico y económico ofrecen datos que pueden tener sesgo,
dadas las características sui generis de la colonia penal. En el primer caso, los
movimientos poblacionales obedecen principalmente a los traslados de reos o del
personal administrativo; en el segundo caso, es obligación de los presos trabajar para
la colonia penal, "la melga", trabajo por el cual no se recibe retribución económica, si
bien algunos trabajos son compensados con unos vales canjeables en las tiendas que
hay en los campamentos.
De acuerdo con datos de 1982, la población total en la colonia penal era de 2840
personas, de las cuales el 85% de la población era menor de 40 años, y casi el 97 %
tenía menos de 50 años. En cuanto al grupo más joven de la población, se observó una
drástica disminución: los niños de 0 a 9 años constituían entonces el 14.6%, mientras
que el grupo de los 10 a 19 años representaba el 4.6 % de la población. Esto se debe
básicamente a una reglamentación estricta respecto a los jóvenes que cumplen 16
años, quienes sin excepción deben dejar la isla una vez cumplida la edad.
La isla María Madre es el lugar donde se asienta la colonia penal federal, y por lo tanto
la única habitada hasta 1982. La colonia contaba entonces con siete campamentos:
Balleto, Nayarit, Rehilete, Hospital, Venustiano Carranza, Morelos y Bugambilias; sin
embargo, en algunos campamentos se abrieron nuevos asentamientos (ya sea a través
42
de albergues o viviendas individuales), algunos de manera temporal y otros de manera
definitiva.
La mayor parte de los asentamientos humanos en la isla María Madre contaban
ya en 1982 con líneas telefónicas y eléctricas.
Localización de los campamentos y las zonas habitadas en 1982.
Campamento
y
zonas
habitadas
MORELOS
Borbollones
Punta Halcones
Laguna del toro
Papelillo
Camarón
Zacatal
El Mirador
BUGAMBILIAS
Aserradero
NAYARIT
BALLETO
Microondas
REHILETE
HOSPITAL
VENUSTIANO CARRANZA
Localización
(latitud N, longitud W)
21°36’, 106° 31’
21°35’, 106°31’
21°33’, 106°32’
21°35’, 106°33’
21°36’, 106°37’
21°38’, 106°38’
21°38’, 106°36’
21°38’, 106°35’
21°40’, 106°37’
21°41’, 106°36’
21°39’, 106°33’
21°38’, 106°33’
21°37’, 106°35’
21°38’, 106°33’
Sin datos
Sin datos
La carretera perimetral de la isla María Madre comunica a todos los
campamentos y se calcula que su extensión es de 50 kilómetros; tiene un ramal a
“Caleras” de 5 kilómetros, y mide 4.60 metros de ancho. Es de terracería transitable
todo el año.
Los únicos campamentos con calles trazadas son Balleto y Morelos; sin
embargo, en 1985 se reportaban en mal estado. Morelos y Balleto son de los pocos
campamentos que tienen áreas verdes de tipo urbano.
Papelillo, Zacatal, Aserradero y Rehilete contaban en los años ochenta con
tanque de agua para consumo humano. El agua es un recurso escaso, pues aunque en
todos los campamentos hay corrientes superficiales, la mayoría son intermitentes y de
agua salitrosa. El agua que se consume en el penal se obtiene de los 11 pozos
construidos en los principales campamentos, y se complementa con la aportación de
un manantial.
En general los suelos son sumamente permeables. El sistema de drenaje
superficial es de régimen intermitente y de fuertes pendientes. El drenaje subterráneo
se limita casi exclusivamente a la parte donde se han hecho perforaciones para la
extracción de agua. En Morelos, Laguna de Toro, Papelillo y Bugambilias existen
acueductos subterráneos.
En Bugambilias y Balleto se reportó en 1982 la existencia de centros de servicios
médicos, y se señaló que el segundo tenía más equipo y personal. En el campamento
Hospital se localizan otros servicios médicos del penal.
Entre el campamento Nayarit y el de Rehilete se encuentra una pista
pavimentada que tiene una longitud aproximada de 1600 metros, y que en 1985 estaba
43
en buenas condiciones. En el campamento Nayarit están las residencias del director y
de algunos empleados.
Laguna Del Toro, Papelillo, Bugambilias, Aserradero, Rehilete y Balleto contaban
en 1982 con un templo católico en cada campamento.
Balleto es el campamento más grande. Es el puerto donde cada semana llega el
barco que zarpa de Mazatlán, y por eso mismo es un campamento que tiene faro. Allí
se encuentran la zona comercial, el área administrativa y de servicios, así como el
correo, los telégrafos y el teléfono con servicio al exterior de la isla. Existen también
pequeñas industrias, como la refresquera, la procesadora de henequén, la
rehidratadora de leche y el taller mecánico industrial. Cuenta además con un
cementerio y otras instalaciones de tipo urbano.
Rehilete cuenta con una granja avícola, instalaciones para la crianza y
reproducción de ganado caprino y para la engorda de ganado porcino. Cuenta además
con un vivero.
En el campamento Venustiano Carranza se desarrollan actividades en la granja
cunícula, además de la fabricación de tabique y azulejo.
En Morelos habitan los colonos (reclusos) sin familia y que realizan los trabajos
más pesados y difíciles en las salinas y caleras y en la recolección de henequén, entre
otras labores.
En el campamento Bugambilias opera (1982) el Centro de Investigación y
Capacitación Agropecuaria (CICA), y es el sitio donde se localizan las instalaciones
agropecuarias del penal.
Vamos ahora a describir los servicios y la infraestructura con los que cuentan las islas.
Vías de comunicación
Del continente al penal, el acceso se hace por mar a través de un buque de la Armada
que zarpa los jueves del puerto de Mazatlán, Sinaloa, y desembarca el viernes de cada
semana, tanto personas como mercancías, todo supervisado y autorizado por la
Secretaría de Gobernación.
Por aire, la comunicación se realiza con avionetas comerciales con residencia en
Mazatlán y Tepic, bajo la autorización de la Secretaría de Gobernación.
La comunicación entre los campamentos se da a través de la carretera de
terracería, pero además a través de brechas y veredas (temporales) con las que
cuentan Morelos, Borbollones, Laguna de Toro, El Mirador, Bugambilias, Aserradero,
Nayarit y Balleto.
La comunicación dentro de la isla María Madre se realiza también por un sistema
de telefonía local que comunica a los diferentes campamentos.
En Rehilete se encuentran las instalaciones de comunicación por radio
(conectada a la misma frecuencia de la Oficina de Prevención Social en la Ciudad de
México y con la agencia comercial en Mazatlán), y una planta generadora de energía
eléctrica. En Microondas hay también una instalación de comunicaciones. En el sitio El
Mirador (la parte más alta de la isla) se encuentra un centro de telecomunicaciones con
una antena receptora que capta la señal vía satélite para el sistema de televisión.
44
Educación y recreación
Desde 1938 en Rehilete existe la llamada “Ciudad Escolar”, compuesta de seis
pabellones hechos de mampostería, donde se imparte la instrucción escolar a niños y
reclusos. Cuenta con un amplio patio de recreo, donde está instalada una cancha de
básquetbol, en la cual los reclusos se dedican a este deporte en las horas libres.
Anexa al teatro hay una biblioteca, aunque muy escasa de ejemplares, donde
algunos reclusos pueden dedicarse a la lectura, y existe también en el mismo local un
gimnasio donde los reclusos reciben clases de deportes bajo la vigilancia de su
instructor.
En 1985 se reportaron dos escuelas en Rehilete y dos más en Balleto. En otros
campamentos, como Bugambilias, se imparten clases al aire libre. En las instalaciones
de Rehilete y Balleto se concentran los alumnos de casi todos los campamentos.
Alimentación
En 1985 se reportó que la alimentación de los internos era proporcionada regularmente
por las autoridades dos veces al día, basada en un requerimiento nutricional mínimo.
Se reportó la existencia de fondas, tiendas y vendedores ambulantes, para atender las
necesidades de las familias. Para los empleados sin familia en las islas, se señaló un
restaurante administrado por PRODINSA en el campamento Balleto, o los comedores
de los campamentos como sus lugares de consumo. Los colonos solteros (sin familia)
reciben alimentación en los albergues colectivos, mientras que los colonos con familia
reciben cada semana la despensa correspondiente de acuerdo con el número de
integrantes de la unidad familiar.
Salud
En 1987 se reportó que el hospital “20 de Noviembre” tenía 43 camas y un equipo de
rayos X; su personal eran 4 médicos y 4 enfermeros. El servicio era coordinado por la
dirección general del penal, la cual enviaba a los enfermos que no podían ser atendidos
en la isla, a un hospital de Mazatlán.
Para entonces se marcaban como problemas importantes la falta de transporte
para atender a toda la población, la falta de equipo, recursos humanos, medicamentos
y campañas sanitarias para la prevención de enfermedades.
Las enfermedades más comunes son las de tipo parasitario, por la falta de agua
de buena calidad y de prácticas de higiene para obtenerla. En épocas de frío se
reportaban las enfermedades bronquio-respiratorias, mientras que en la época de calor
inciden más las enfermedades gastrointestinales. Más esporádicos han sido los casos
de enfermedades infecto-contagiosas, como sarampión, parotiditis y varicela.
En cuanto a las actividades productivas, el trabajo es muy variable, sobre todo entre los
presos; hay quienes trabajan en los hornos de cal o cortando pencas de henequén, y
hay quienes laboran en las oficinas administrativas, en el restaurante, cuidando las
cabras, o en el trabajo agrícola; hay también los que prácticamente no trabajan, pues
nada hay qué hacer, como es común que suceda en los campamentos más alejados,
donde la disciplina se encuentra muy relajada; este es el caso de los campamentos de
castigo.
45
Respecto a la población económicamente activa (PEA) por actividad económica,
en 1982 se encontró que la mayor parte de la población económicamente activa de las
islas se concentraba en el sector terciario, pues se contó a empleados y administrativos
junto con sus familias. En 1985, contando sólo a los reclusos y sus familias, se tiene
que el sector primario es el de mayor porcentaje, con un 58.40%, seguido por el
terciario, con un 28.24%
Dadas las condiciones de la colonia penal, el sector servicios concentraba las
labores más importantes y a las personas mejor preparadas. Sin embargo, la PEA en
las actividades manufactureras era importante, pero insuficiente para cubrir las
necesidades de la población de las islas. Esto último vale también para la producción
en el campo, la cual, a pesar de alcanzar la autosuficiencia en algunos rubros y por
temporadas, siempre requirió o fue sometida a una política de introducción de
alimentos proporcionados a bajo precio por las instancias del Estado, como
CONASUPO o DICONSA.
En 1985, del total de internos y sus familias (3067, el 65.27% de toda la
población), 2330 era la población económicamente activa. De este grupo se reportó
entonces que el mayor porcentaje se dedicaba a las actividades agropecuarias (y en
este caso se justificaba señalando que la mayor parte de los colonos eran de origen
campesino). Sin embargo, la PEA en servicios no era muy distante del 26.13% en
agricultura, pues alcanzaba el 28.24%.
Las actividades que complementaban el sector primario con alto porcentaje de
PEA eran la forestal, con 16.95% y la ganadería, con 15.32%. El sector secundario
concentraba el 13.18%.
En lo que atañe a las principales actividades económicas por sector, en 1982 las
ocupaciones principales eran las siguientes: 487 artesanos y obreros (24.2%); 431
trabajadores agropecuarios (21.2%); 280 trabajadores de servicios públicos (13.9%); y
202 oficinistas (10%).
Entre los trabajadores administrativos se cuentan algunos de los oficinistas, así
como a 111 en protección y vigilancia; 25 inspectores y supervisores y 15 funcionarios
y directivos. Otras ocupaciones notables son las de trabajadores de la educación (48) y
trabajadores del arte (19).
Sin embargo, cabe señalar que según los datos recabados en 1982, 1788 de las
personas ocupadas (88.7%) son clasificadas como “trabajador familiar no remunerado”
y sólo el 7% (141) se cataloga como empleado u obrero. En esta misma clasificación, 9
personas (0.4%) aparecen como “jornalero o peón”; 7 (0.3%) son “trabajador por su
cuenta”, y 2 (0.1%) son clasificados como “patrones”.
Lo anterior se refleja en las estadísticas de ingresos: de las 2015 personas que
tienen alguna ocupación, 1910 no reciben ingresos y 13 reciben un salario mínimo o
menos; 6 trabajadores tienen ingresos de entre 1 y 2 salarios mínimos; 64, entre 2 y 5
salarios mínimos, y uno percibe más de 5 salarios mínimos.
En lo que se refiere a ingresos económicos, los recursos principalmente ingresan
a la isla desde el continente, y el servicio de telégrafos y correos juega un papel
indispensable para su entrada. La mayoría de los internos reciben ayuda económica de
su familia desde el continente, dinero indispensable para que la vida en las islas pueda
satisfacer no sólo a los que reciben estos ingresos, sino también para que puedan
46
subsistir los pequeños comercios de venta de artículos, y las pequeñas fondas donde
se vende comida.
Debido a que no es autosuficiente, la colonia penal federal depende
completamente de los recursos que le son suministrados desde el continente a través
del barco de la SEMAR que arriba a la isla una vez por semana. En época de
huracanes y tormentas tropicales, la colonia penal es propensa a quedar aislada del
continente por tiempo indefinido, hasta que el barco pueda navegar y volver a arribar.
Sobre las actividades productivas, desde 1938 la única y principal explotación es
la de sal, en ínfima escala. En la elaboración de este mineral, anteriormente se
empleaba el sistema de marquetas y evaporación del agua por la radiación solar, que
para 1982 había sido substituido por una máquina refinadora que, por lo deficiente,
aporta escasos e irregulares rendimientos.
Para obtener agua potable se procesa la que sacan de los pozos (que no es
totalmente desalinizada); para ello se utilizan dos métodos con la idea de obtener agua
dirigida al consumo humano: el primero es por ósmosis inversa, y el segundo por
evaporación; por esta razón el agua es vendida al personal.
La colonia cuenta con talleres de herrería, carpintería, tenerías, sastrería y
mecánico; éste es el de mayor importancia, por el servicio que presta en las actividades
diarias de la isla.
En el taller de tenerías se curten pieles de reses sacrificadas y de reptiles. En el
de carpintería, que controla el ramo de curiosidades, se hacen trabajos de madera en
tallado y se construyen muebles. En el de sastrería se manufactura ropa para reclusos,
pero todo en pequeña escala.
Sobre la producción agropecuaria puede decirse que, en términos generales, las
características edáficas y climáticas del archipiélago Islas Marías no permiten el
desarrollo de una agricultura intensiva, y en el caso del uso pecuario, éste queda
condicionado a un notable manejo de especies estabuladas, ya que el carácter de isla
limita fuertemente la ganadería extensiva.
Respecto a la agricultura, los rendimientos de frijol entre 1980 y 1985 se
calcularon en un intervalo de 423 a 899 kilogramos por hectárea, sobre una superficie
de hasta 178 hectáreas de temporal. El maíz sembrado en los mismos ciclos que el
frijol tuvo un rendimiento promedio de 993 kilogramos por hectárea en una superficie de
hasta 110 hectáreas, mientras que el sorgo se produjo con buenos resultados en los
ciclos 1975-76 y 1976-77, pues llegó a las 3 toneladas por hectárea. Sin embargo, este
cultivo eleva sus costos por lo accidentado del terreno y por la necesidad de
maquinaria agrícola. En cuanto a la producción agropecuaria, hay crías de ganado
menor, como borregos, conejos y aves de corral, así como cría de ganado mayor pero
en baja escala. Este ganado es atendido dentro de un sistema de actividades
obligatorias de los presos. El ganado mayor ha variado conforme cambian los
programas llevados a cabo por los directores. Se han introducido especies finas que no
han logrado reproducirse bajo los sistemas de manejo adoptados, y también por la
elevada demanda de carne de parte de la colonia.
En el caso de la actividad de la pesca por parte del personal de la isla, se
encuentra que ésta es por comisión de trabajo: se comisiona para esta actividad a los
47
reclusos que se considera más convenientes y preparados, además de que se les paga
un salario.
Las especies que principalmente se sacaban en los años noventa son
guachinango, pargo, tiburón limón y tiburón zorra. Este tipo de pescado es considerado
como de primera calidad. También se extraía pescado que se consideraba como de
segunda calidad: pez cirujano, pez perico, mojarra, pez gallo y pez perra.
No se puede decir que exista un tipo de artesanía típica de las Islas Marías, y el
trabajo artesanal que se realiza es el que introduce la gente que viene de otros
penales; por lo general, el tipo de artesanía es el que se hace en el estado del que
proceden. Así, es común que el material producido, cuando estos artesanos
abandonan la isla, se lo llevan con ellos, aunque es también común que se enseñen
unos a otros, de modo que durante un tiempo se mantiene cierto tipo de artesanía en
las islas. La característica que tiene la producción en este penal es la baja
productividad, propia de los grupos marginales.
En 1982 existían algunos talleres bien montados que producían juegos de
dominó, y donde los mismos internos empleaban a otros presos para realizar el trabajo,
ya que estos juegos tenían una buena demanda fuera de las islas. La artesanía en
carey era muy común, pues las islas son un lugar de desove de las tortugas caguamas,
pero con la prohibición de su captura y la vigilancia de los marinos, este tipo de
artesanía ya no se produce.
El muelle, sobre todo en los días cuando llega el barco, se llena de vendedores
que muestran, prendidas sobre un paño oscuro, pulseras, aretes, collares y otros
objetos de hueso, madera y piel. También aquí se puede encontrar artesanía hecha
con coral, el que mandan traer del continente, así como trabajos hechos con la concha
del abulón. Asimismo es común encontrar algunos artesanos que calan monedas,
dejando figuras o rostros que se aprecian mejor cuando se hace que el sol proyecte la
sombra de la moneda.
En la actualidad no se tienen reportes de sitios arqueológicos o monumentales;
tampoco existe evidencia suficiente de la belleza escénica que probablemente tienen
algunos lugares de las islas.
A continuación abordamos por ecosistemas los resultados de la interacción de los
habitantes de la isla María Madre con los recursos naturales, y los problemas y
oportunidades que dicha interacción supone.
Selva mediana subcaducifolia. Problemas: falta de manejo para el aprovechamiento
maderable sustentable. Impactos negativos del ganado suelto que ramonea y pisotea, y
por la extracción de madera que se hace por corte a pie de caminos para uso como
leña. El tipo de vegetación caducifolio y la amplia temporada de secas la hace
vulnerable a incendios. Oportunidades: vínculo entre la SSP, la SEMARNAT, y otras
instancias gubernamentales y de educación superior para implementar programas de
capacitación sobre manejo de especies maderables. Presencia y operación de viveros,
los cuales se están enfocando hacia acciones de reforestación que se pueden
reorientar hacia la recuperación de áreas con especies maderables en su zona de
distribución natural. El clareo y saneamiento del bosque para su recuperación mediante
48
la recolección de madera muerta que puede ser aprovechada. El cierre del aserradero
y las caleras está permitiendo la recuperación de las poblaciones maderables.
Diversificación productiva mediante la implementación de Unidades de Manejo para la
Conservación de Vida Silvestre. Reducción de la densidad poblacional que se viene
dando desde 1985, lo cual disminuye la presión sobre los recursos naturales. La isla
como área natural protegida.
Selva baja caducifolia. Problemas: invasión de ganado suelto. Presencia de gran
cantidad de árboles y otras plantas trozadas o desarraigadas por el ganado. Tala de
árboles no selectiva para ser usados como leña. Reducción del ecosistema por el
cambio de uso del suelo en el área de Balleto. La presencia de potreros y pastizales
hace vulnerable a Arroyo Hondo por cambio de microclima y arrastre de sedimentos.
Oportunidades: vínculo entre la SSP, la SEMARNAT, y otras instancias
gubernamentales y de educación superior para implementar programas de capacitación
de manejo de recursos naturales y actividades agropecuarias. Accesibilidad física para
aplicar las acciones en el campo. Diversificación productiva mediante el manejo
planificado de diversas especies y la implementación de Unidades de Manejo para la
Conservación de Vida Silvestre. Reducción de la densidad poblacional a partir de 1985,
lo cual ha disminuido la presión sobre los recursos naturales. La isla como área natural
protegida.
Selva baja caducifolia con matorral crassicaule. Problemas: impacto negativo por el
ganado suelto que ramonea y pisotea, el cual se intensifica en las zonas planas. Tala
no selectiva de árboles y cactáceas columnares para aprovechamiento de leña, que
afecta la disponibilidad de agua y de hábitat para muchas especies de fauna. El tipo de
vegetación y la amplia temporada de secas la hace vulnerable a incendios.
Oportunidades: vínculo entre la SSP, la SEMARNAT, y otras instancias
gubernamentales y de educación superior para implementar programas de capacitación
de manejo del recurso. Accesibilidad física para aplicar las acciones en el campo.
Diversificación productiva mediante el manejo planificado de diversas especies y la
implementación de Unidades de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre.
Reducción de la densidad poblacional desde 1985, lo cual disminuye la presión sobre
los recursos naturales. La isla como área natural protegida.
Campamentos fuera del área de Balleto. Problemas: basura sin una disposición
adecuada. Generación de focos de infección por presencia de excremento de ganado
en áreas habitacionales. Oportunidades: la distribución de los colonos en campamentos
reduce la presión en una sola área de la isla y aumenta la capacidad para un desarrollo
sustentable. Reducción de la densidad poblacional desde 1985, lo cual ha disminuido la
presión sobre los recursos naturale. La isla como área natural protegida.
Zona marina y Puerto de Balleto. Problemas: en Balleto se concentra casi toda la
infraestructura y el equipamiento urbano, lo cual convierte a esta zona en el área más
vulnerable por contaminación de desechos urbanos y desechos peligrosos. Es la más
vulnerable a la contaminación por las actividades humanas. La disposición del
49
“basurón” a cielo abierto permite la dispersión de los desechos por efecto del ganado
vacuno que accede a él y por los vientos. Concentración de fauna introducida,
particularmente gatos. Oportunidades: vínculo entre la SSP, la SEMARNAT, y otras
instancias gubernamentales y de educación superior para implementar programas de
capacitación de manejo residuos sólidos, orgánicos y peligrosos. Capacitación para la
elaboración de artesanías con basura. Capacitación para el uso de tecnologías de
energía alternativas. Presencia permanente de elementos de la Secretaría de MarinaArmada de México. Vinculación de acciones entre la SSP y la Secretaría de Marina.
Existencia de infraestructura para recibir técnicos para la investigación y capacitación.
Uso de energías alternativas, como la solar.
Zona marina circundante. Problemas: pesca furtiva. Artes de pesca inadecuadas para
algunos recursos. Oportunidades: vínculo de la SSP con la Secretaría de MarinaArmada de México, la SAGARPA y la SEMARNAT. Delimitación de una zona prohibida
al acceso para pesca alrededor de la isla.
Lo que sigue es una breve descripción de los problemas y las oportunidades generales.
Problema: aprovechamiento furtivo de boa, iguana, tortuga carey. Oportunidades:
vínculo de la SSP con la SEMARNAT y otras instituciones de investigación para la
implementación de Unidades de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre que
contribuyan a un aprovechamiento sustentable de iguanas y boas.
Problema: algunas de las actividades productivas primarias no están funcionando por
falta o deterioro de infraestructura y apoyo económico para su reactivación; es el caso
de la ganadería, la agricultura y la apicultura. Oportunidades: trabajo de la SSP que se
está realizando para reactivar y enriquecer los programas y acciones productivas en un
contexto más sustentable. Vínculo de la SSP con la SEMARNAT y otras instituciones
de investigación, para capacitar e implementar los programas y acciones productivos.
Problema: especies introducidas. La principal problemática se presenta con los gatos,
cuya población ha crecido descontroladamente por toda la isla, y se alimentan de
iguanas, huevos de tortuga carey y huevos de aves. Un problema grave también se
presenta por sobrepoblación de borregos, chivos, burros y caballos. Oportunidades:
posibilidad de utilizarlos para diferentes fines. Vínculo de la SSP con la SEMARNAT y
otras instituciones de investigación para la transferencia de tecnologías y capacidades
para el control y manejo de fauna introducida.
Problema: falta de manejo de la basura. Oportunidades: programa existente de control
de envases pet, externación de aceites usados, acumuladores y baterías. Vínculo entre
la SSP, la SEMARNAT, y otras instancias gubernamentales y de educación superior,
para implementar programas de capacitación de manejo de basura. Posibilidad de
50
utilizar la basura inorgánica para la fabricación de artesanía, y la orgánica en la
elaboración de composta.
Problema: generación de energía. Oportunidades: posibilidad de explorar la utilización
de energías alternativas, como la energía solar, y utilizar estufas solares, Lorena y
Patsari.
Problema: falta de agua potable para consumo humano. Oportunidades: posibilidad de
utilizar el agua de lluvia mediante su captación con metodologías sencillas y baratas.
Es importante conocer los principales agentes sociales que intervienen en el manejo de
las islas. Entre éstos, el papel de la Dirección General de Servicios Coordinados de
Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Gobernación es el más
importante. El segundo lugar lo ocupa la Armada Nacional a través de la Infantería de
Marina, la cual tiene como papel principal la vigilancia del penal y los mares
adyacentes.
Un segundo grupo de agentes sociales lo forman las comisiones de las
diferentes secretarías de Estado y sus dependencias; así, en el aspecto educativo
intervienen profesores de la Secretaría de Educación Pública y del Instituto Nacional de
Educación para Adultos; en cuanto al ámbito de las instalaciones eléctricas, interviene
un grupo de técnicos de la Comisión Federal de Electricidad; en el abastecimiento de
combustibles se cuenta con la presencia de Petróleos Mexicanos; para el manejo de la
producción, la asesoría proviene de la Secretaría de Agricultura y Recursos
Hidráulicos; Telégrafos Nacionales interviene para el manejo de los sistemas de
comunicación; en el abastecimiento de diversos productos existen informes que
mencionan a CONASUPO y a DICONSA.
Otras instancias importantes son el Instituto Mexicano del Seguro Social, en su
momento la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, y la Secretaría de
Comunicaciones y Transportes.
Un tercer grupo de agentes sociales que intervienen son los particulares que
ofrecen diversos servicios, como la agencia comercial establecida en Mazatlán, el
restaurante administrado por PRODINSA dentro de la isla María Madre, lo mismo que
las empresas que hacen viajes con avionetas desde Tepic y Mazatlán. De igual forma,
aparece una serie de abastecedores de las islas que no necesariamente las visitan,
sino que hacen las transacciones desde Mazatlán.
Por último, existen otros agentes aislados que también tienen impacto sobre las
islas. Se trata de los visitantes de los colonos, que llegan en el barco cada semana
desde Mazatlán. A éstos se suma otro tipo de personas que atienden asuntos
informativos (periodistas) o científicos. Entre esta población se encuentran los
principales consumidores de las artesanías de los colonos.
En lo que se refiere a las influencias externas sobre las islas, sin duda la influencia más
acusada en la colonia penal proviene del hecho mismo de ser una prisión. Actualmente
es un lugar donde se confina a presos provenientes de muy diversos penales, con la
idea de recrear las condiciones de vida que podrían tener en la libertad; es por eso que
51
se permite que en este lugar vivan los presos junto con su familia; si bien lo anterior
suaviza la vida en el interior de este penal, no por eso deja de ser un lugar violento; en
los campamentos más aislados, y sobre todo en los campamentos de castigo, la
violencia aflora, y en cualquier momento surgen hechos brutales.
Otro factor de importancia es el lugar de origen de los pobladores, incluyendo a
los reclusos, ya que los habitantes de la colonia proceden de 31 entidades federativas
de México, y algunos son extranjeros.
De un total de 2840 habitantes que Vargas contó en 1982, los estados con más
representatividad son Veracruz y Jalisco, con 17.3 y 15.8% respectivamente. Les
siguen Tabasco y Michoacán, que son cada uno el lugar de origen de casi el 10% de
los pobladores. Además, en la colonia se encuentran 18 extranjeros, que representan
el 0.6 % de la población.
Las influencias regionales que son consideradas en adelante se basan en
aspectos históricos sobre el manejo de los recursos, particularmente en el mar que
media entre las islas y la costa mexicana.
Ubicación de las localidades costeras con mayores vínculos con las Islas Marías
Tres tipos de influencias internacionales pueden destacarse. En primer lugar se
encuentra el mercado de productos marinos que tiene la región (los mares en torno a
52
las islas) con los Estados Unidos. El manejo de los recursos marinos de la zona y de
los mares mexicanos del Pacífico occidental depende en gran medida de las
condiciones en que se encuentre la demanda norteamericana. Se trata principalmente
de los vínculos que se han establecido con empresas pesqueras mexicanas y de
capital norteamericano para extraer algunas especies en particular: camarón y túnidos
principalmente. De esta forma, se explican las variaciones productivas de la pesca
regional, especialmente el auge durante la Segunda Guerra Mundial, un nuevo auge en
los años setenta, y la decadencia en la demanda de túnidos de los años noventa.
En segundo lugar, se encuentra el mercado turístico que ofrecen puertos como
Cabo San Lucas y Mazatlán, los cuales funcionan como centros que gestionan la
entrada de embarcaciones al área que rodea las islas, principalmente para la pesca
deportiva y recreativa.
En tercer lugar, existe una influencia indirecta de los Estados Unidos sobre el
mercado laboral regional, sobre todo por las inversiones que inciden en el área
productiva, y el mismo efecto atractivo que ejerce la economía norteamericana sobre la
población trabajadora que busca nuevas alternativas de ingreso migrando a la frontera.
En general esto genera altas y bajas en la explotación de los recursos locales,
especialmente en las pesquerías.
53
6
Separar un elemento o un cuerpo de una combinación o del medio
en que se halla, generalmente para identificarlo o analizarlo: los
problemas ambientales y la reserva
La riqueza biológica única de las Islas Marías y la necesidad de preservarla. Las
especies introducidas y su impacto en las islas. Dos casos: gatos y palmeras.
Perturbaciones de los ecosistemas terrestres y marinos. Degradación de los
suelos. Aprovechamiento ilícito de especies silvestres. El crecimiento
demográfico. Problemas económicos y sociales. Participación local y externa
para caracterizar el territorio. Visitas de prospección y trabajo de gabinete.
Diagnóstico científico del estado de las islas. El archipiélago es declarado área
natural protegida.
El conocimiento de los usos de la vegetación y de la fauna silvestre, así como de los
usos potenciales de especies no utilizadas actualmente, es importante para estar en
condiciones de propiciar un manejo sustentable de la flora, que por un lado permita el
mantenimiento del recurso en la isla y contribuya a disminuir la presión sobre especies
muy utilizadas, y por otro, permita a los internos hacer un uso sustentable de la
vegetación, ya sea sólo con fines de autoconsumo o de obtención de recursos
económicos. Es imperativo conocer cómo se usa la flora y la fauna silvestre de la
Colonia Penal Federal de la Isla María Madre, dónde se distribuye y en qué estado de
conservación se encuentra, con la finalidad de lograr el desarrollo de programas para
su conservación y manejo sostenido, e identificar nuevas especies susceptibles de ser
usadas.
Las islas son ecosistemas altamente vulnerables a la presencia de fauna
introducida; su erradicación representa la acción más importante en la puesta en
marcha de cualquier plan de conservación y restauración. La planeación para erradicar
la fauna introducida es una tarea fundamental para tener éxito, es decir, para lograr
erradicar por completo la fauna introducida (islas María Magdalena, María Cleofas y
San Juanito), o para lograr un verdadero control poblacional de especies introducidas
utilizadas en la isla María Madre. Para ello, es necesario evaluar la abundancia de las
poblaciones de especies de fauna introducida, su distribución, el impacto de ésta sobre
las especies nativas, la factibilidad de la erradicación en las distintas islas del
archipiélago, determinar las mejores técnicas de erradicación y establecer la secuencia
idónea de las erradicaciones, así como realizar un cálculo de costos y tiempo.
Extracto tomado de una bitácora, donde se narra la búsqueda de especies
introducidas.
Se realizaron recorridos terrestres en las islas María Cleofas, María
Magdalena y María Madre, así como en el islote San Juanito, para verificar la
presencia de fauna introducida y sus efectos sobre la flora y fauna nativa.
Se hicieron búsquedas diurnas y nocturnas de las diferentes especies
introducidas reportadas, identificando su presencia a partir de avistamientos
directos y rastros (huellas, heces, madrigueras, etcétera); se llevó a cabo su
54
captura mediante trampas Tomahawk y Sherman. Se registró el número de
rastros encontrados de las diferentes especies, con lo cual se determinará, con
los datos obtenidos de la siguiente salida, la abundancia relativa.
Es necesario conocer la distribución de las especies introducidas. Durante las
caminatas de reconocimiento se registró la posición geográfica de los avistamientos y
los rastros de las especies de fauna exótica; éstos fueron ubicados en mapas
topográficos de las islas.
Para observar los impactos sobre especies de flora nativas, se hicieron
transectos en banda en algunas localidades de las islas, de dimensiones 6 x 150 m, en
los cuales se contaron las especies vegetales que presentaron algún tipo de ramoneo,
así como la altura y el porcentaje de daño.
Con el fin de hacer un muestreo de fauna nativa, se realizaron las siguientes
acciones: para reptiles y anfibios, recorridos a pie en busca de individuos y rastros de
las diferentes especies; captura a través de trampas de caída con guía para reptiles.
Para aves, transectos de puntos de conteo, con 150-200 m de separación; se
registraron durante 10 minutos las especies de aves identificadas y su abundancia.
Para mamíferos, recorridos a pie en busca de individuos y rastros (madrigueras y
heces, rascaderos); colocación de trampas Sherman y Tomahawk, además de redes
de niebla y detectores acústicos para identificar murciélagos. Los resultados se
muestran a continuación.
María Cleofas
Mamíferos introducidos: se observaron 12 chivos y 1 gato. Observaciones adicionales:
los animales toman agua de mar. No se capturaron ratas ni ratones en las trampas. La
densidad de especies introducidas es baja.
Mamíferos nativos: no se capturaron ni se observaron rastros de nativos, a excepción
de un conejo (Sylvilagus graysoni graysoni).
Reptiles y anfibios: se observaron cuatro especies de lagartijas, la iguana negra
(Ctenosaura pectinata), la lagartija rayada (Aspidoscelis comunis) -ambas muy
abundantes-, una especie de gecko (Phyllodactylus tuberculosus) y una lagartija de
árbol (Anolis nebulosus).
Aves: se registraron 22 especies; el pájaro carpintero (Picorides scalaris) y la párula
tropical (Parula pitiayumi) fueron los más abundantes.
Vegetación: es necesario contrastar con más observaciones y contar con un número
mayor de muestreos. Sin embargo, las observaciones preliminares indican la existencia
de herbivoría baja y alteración marcada en algunas especies vegetales.
María Magdalena
Mamíferos introducidos: se observaron 117 chivos, 12 venados, 4 gatos y 1 rata.
Observaciones adicionales: no se capturaron ratas en las trampas pero se observaron
individuos, heces y frutos comidos. Existe mayor abundancia de mamíferos
introducidos en relación con otras islas.
Mamíferos nativos: se capturaron 9 murciélagos (Glossophaga soricina) y se observó
una colonia de aproximadamente 300 individuos del murciélago Macrotus waterhousii.
55
Se observaron 3 conejos. La información de los Anabats se encuentra en proceso de
análisis.
Reptiles y anfibios: se observaron huellas de cocodrilo y cuatro especies de lagartijas:
iguana negra, lagartija rayada, gecko nativo y lagartija de árbol; las dos primeras
especies son las más abundantes. Se observó un ejemplar de la única especie de
anfibio -una ranita (Syrrhophus modestus)- existente en la isla.
Aves: la información preliminar indica la presencia de 24 especies, de las cuales el
cardenal (Richmondena cardinalis mariae), la párula, el pájaro carpintero, la calandria
(Icterus pustulatus graysonii) y el loro cabeza amarilla (Amazona oratrix tresmariae)
fueron las más abundantes.
Vegetación: las observaciones preliminares indican que existen zonas donde la
herbivoría es alta; esto coincide con la observación de una gran densidad de cabras en
dichas zonas.
San Juanito
Mamíferos introducidos: no hay evidencia de especies de fauna exótica.
Mamíferos nativos: se observaron dos conejos (Sylvilagus graysoni hadistes). Las
observaciones preliminares indican una baja densidad para la especie.
Reptiles: se observaron tres especies de reptiles (iguana negra, lagartija rayada y otro
tipo de lagartija).
Aves: se observaron seis especies. Las aves más abundantes fueron bobo café (Sula
leucogaster), bobo patas azules (Sula nebouxii) y pelícano café (Pelecanus
occidentalis).
María Madre
Mamíferos introducidos: se observaron 12 cabras, 30 gatos y 2 ratas negras.
Mamíferos nativos: se observaron dos mapaches (Procyon lotor insularis), seis conejos
y 15 individuos de murciélagos (Glossophaga soricina).
Reptiles: se observaron las tres especies de lagartijas nativas, además del gecko
introducido (Hemidactylus frenatus), tres especies de serpientes (Drymarchon corais,
Dryadophis melanolomus, Leptophis diplotropis) y un sapo (Bufo mazatlanensis).
Aves: se observaron 19 especies; entre las más abundantes se encuentran el loro
cabeza amarilla, la párula tropical, el cardenal y dos especies de palomas (Columbina
passerina y Leptotila verreauxi).
Vegetación: la vegetación en muchas zonas se encuentra impactada, particularmente
por cabras. No se observaron zonas específicas de descanso —echaderos— y
pastoreo intenso, pues se encontraron evidencias de ramoneo en diferentes puntos
sobre los arroyos y senderos recorridos.
Las islas son ecosistemas altamente vulnerables a las actividades humanas y la isla
María Madre no es la excepción. Los residuos sólidos generados por la población
humana representan no sólo un problema ambiental, sino un problema de salud pública
en la colonia penal. Para lograr un manejo adecuado de los residuos sólidos, es
elemental elaborar un inventario sobre su generación y su disposición para, con esta
base, elaborar una propuesta para su manejo integral, así como capacitar en técnicas
56
de reutilización que coadyuven en el reciclaje de materiales reutilizables y en la
obtención de satisfactores para la población.
En 1987, la SARH informó que 13 409 hectáreas (de 14 787) de la isla María Madre se
encontraban cubiertas por vegetación nativa, parte de la cual se aprovechaba como
agostadero para la explotación pecuaria extensiva, donde pastaba ganado bovino,
ovino, equino y fauna silvestre. Para entonces se reportaron 600 hectáreas ocupadas
por praderas cultivadas de zacate buffel, pasto guinea y estrella africana, estos dos
últimos introducidos experimentalmente con resultados positivos.
La misma SARH informó que en los años ochenta se aprovechaban especies
forestales en diversos tipos de explotación, como la extracción de madera para postes,
principalmente guayacán, tepehuaje y palo fierro. También se aserraban maderas finas,
como cedro, palo prieto, caoba y ébano blanco. Asimismo, se extraían fibras y material
de construcción, como henequén y palo colorado. Lo mismo se producía leña (de
tepemexquite, huinol, mezquite, eucalipto y huizache) y carbón para consumir dentro
de la isla.
Para 1982 la única isla que presentaba un uso agrícola era María Madre en su
porción noroeste (campamento Bugambilias), con aproximadamente 562 hectáreas, así
como una pequeña porción de aproximadamente 25 ha en Morelos y otro tanto en
Laguna del Toro, por lo que el uso agrícola de la isla era de 612.5 ha, y en 1987 se
reportaron 768 hectáreas de uso agrícola.
De la zona agrícola de Bugambilias, en 1985 destacaban 324 hectáreas de
cultivos básicos, principalmente maíz, frijol y sorgo, además de hortalizas.
El henequén se cultivaba en una superficie de 215 hectáreas, y para las mismas
fechas se tenían cultivadas 229 hectáreas de palma de coco, piña, tamarindo, papaya,
café y caña de azúcar.
A pesar de que en 1985 se reportó un nivel de infraestructura instalada, como
maquinaría agrícola, las prácticas agrícolas eran tradicionales, excepto para la
conservación de suelos, la cual era programada y adecuada por técnicos de la SARH.
Sobre el aprovechamiento de las especies silvestres, no existen registros de algún uso
ritual de las especies de fauna. Respecto al uso comercial, se tiene conocimiento, por
información de pescadores de la zona de San Blas, de que los internos del penal
elaboran artesanías con coral y conchas de tortugas, y las envían ilegalmente al
continente para generarse ingresos. Asimismo, se menciona la captura de polluelos de
loros cabeza amarilla, que son enviados de contrabando al continente para su venta,
aun cuando las medidas de seguridad en el penal son rigurosas en este sentido.
También es sabido que algunos pescadores que ingresan sin permiso a las islas
María Cleofas y María Magdalena capturan cabras y tortugas para comercializarlas en
el continente.
En general, el movimiento de la población humana en el penal ha sido muy variable; la
tasa de crecimiento anual de la población en 1982 era de 2.73%.
Para 1985, la población total de la isla María Madre era de 4699, dato que
incluye a la población no recluida, es decir, los empleados del penal y sus familias. El
57
rápido crecimiento de la población se refleja en la apertura de nuevos campamentos y
en el aumento de la población en los ya existentes. En la distribución de los colonos en
los campamentos aparecen asentamientos en las otras dos islas, María Magdalena y
María Cleofas, en las cuales sólo se establecen hombres.
En 1987 la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH) contó 2275
habitantes y en el periodo de 1990 a 1999 se tiene un máximo de 3489 para el primer
año (INEGI 2000).
Es importante señalar que las islas han mantenido un crecimiento de población
superior al 2% hasta la actualidad. Por lo anterior, resulta notorio el efecto sobre los
recursos naturales, ya que de los 225 habitantes de 1938 se llegó en 1999 a 2786
habitantes. A continuación se describen sus características generales.
Escolaridad
Apoyados en el Programa de Readaptación Social de la Colonia, las autoridades del
penal lograron abrir una serie de cursos de capacitación en diferentes áreas
productivas, impartidas por “expertos” enviados como apoyo por parte de diferentes
secretarías de Estado; sin embargo, los cursos no tuvieron los resultados esperados
por falta de un programa de seguimiento, y sobre todo por la constante rotación de
colonos capacitados por el término de su condena.
En un diagnóstico de 1987 (SARH), se señala que los tres problemas de la
educación en la isla son la dispersión de esfuerzos, el bajo nivel académico de los
asesores y la insuficiencia de recursos humanos. Este panorama deja ver que las
problemáticas de la educación varían según las administraciones de la colonia penal y
según las fuentes informativas.
Las condiciones de los colonos distan mucho de las que viven los empleados; es
por eso que después de cumplir con “la melga,” la gente busca cómo obtener un poco
de dinero, sobre todo los que tienen viviendo con ellos a su familia, pues la
alimentación que da la colonia penal es insuficiente. Por lo anterior, es común entre los
presos comerciar con trabajos artesanales con los marinos, las visitas y los empleados.
En el monte existen animales de los que se puede aprovechar su piel, como las
boas, o las iguanas, que existían en impresionante cantidad y que actualmente sólo se
pueden ver si se sube a la montaña. Con la piel de estos animales se confeccionan
cinturones, carteras, zapatos; con la carne complementan su dieta. Aunque este tipo de
actividades se encuentran prohibidas, se siguen produciendo las artesanías. La captura
de estas especies se mantendrá mientras la colonia penal no ofrezca otras alternativas
que hagan más rentable el tiempo que invierten en la captura y las artesanías que
hacen con la piel de estos animales.
Organización social de la producción
La información reciente destaca que la deforestación es considerable, ya que en
anteriores épocas se explotaron sin consideración las diferentes especies de maderas
que existían en las islas. Se han hecho intentos de reforestar la zona pero no han
funcionado, ya que el suelo suele ser seco y salitroso, además de que las altas
temperaturas tampoco lo permiten.
58
La siembra por medio de riego suele provocar problemas de suelo: el agua
utilizada para esta actividad suele saturar de sales los terrenos, además de que no hay
incorporación de materia orgánica, lo cual dificulta aun más la situación, y es por esto
que constantemente se buscan nuevos terrenos para la siembra dentro de las islas.
La siembra de maíz refleja las escasas alternativas para la producción en las
condiciones en que la colonia penal la ha manejado, pues lo rendimientos se
encuentran muy por debajo de la media nacional (4 toneladas por hectárea).
La introducción de maquinaria puede tener resultados desastrosos, dadas las
condiciones del terreno y la disponibilidad de agua para riego, además de los
requerimientos de capacitación.
De igual forma, la expansión de la frontera agrícola y pecuaria sobre las zonas
de vegetación nativa ha acarreado más carencias que beneficios en el largo plazo,
explicando así una mayor dependencia de la colonia penal respecto al exterior (y al
erario).
Agentes sociales
El papel de la Dirección General de Servicios Coordinados de Prevención y
Readaptación Social de la Secretaría de Gobernación no siempre ha sido la mejor
instancia coordinadora, pues en diferentes etapas ha dependido de los intereses
(positivos o negativos) de sus personas al frente. Lo mismo se puede decir para las
comisiones de la Armada, dado que existe información de diversas fuentes que indican
la entrada de diferentes drogas (ilegales) para consumo de los colonos.
Infraestructura y servicios
Las instalaciones de la colonia penal han mejorado lentamente al paso de los años; sin
embargo, la información más reciente destaca la falta de infraestructura para obtener
agua suficiente y de buena calidad, tanto para consumo humano como para la
producción.
Existe poca información sobre las condiciones actuales de los medios de
comunicación al exterior, particularmente la telefonía, la cual es prioritaria en la vida de
la colonia, puesto que en los reportes de los años ochenta reflejaba problemas
constantes.
En cuanto a los servicios hospitalarios, también había una serie de demandas
particulares, las cuales se enfocaban en la adquisición de más instrumental y
medicamentos, así como su distribución en los diferentes campamentos.
En el aspecto educativo, la demanda de una única instancia rectora en el manejo
de este servicio ya era señalada en los informes de los años ochenta.
Alimentación
En este rubro destaca la dependencia de las islas respecto al exterior, una
dependencia a veces artificial, ya que los programas productivos de la isla terminaban
por caerse debido a la política de introducir, a bajos precios para la dirección, alimentos
que bien se podían producir en la isla, especialmente hortalizas, las cuales se echaban
a perder porque no se cosechaban.
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Un diagnóstico demográfico, económico y social en la zona de influencia arroja los
siguientes puntos.
La historia de la extracción de recursos del área del “triángulo dorado”, y los
problemas que enfrentan las organizaciones vinculadas con la explotación de recursos
de la misma zona, indican puntos importantes a considerar en el futuro, básicamente la
situación alternada en la historia reciente de la explotación de los mares en torno a las
islas, con épocas de fuerte extracción y épocas de escasa extracción -oscilación debida
a los cambios en el mercado internacional y nacional- de productos del mar,
principalmente el camarón.
Por otro lado, vale la pena considerar la situación dispar entre el área de
influencia del puerto de Mazatlán y sus vínculos productivo–comerciales con el exterior
(básicamente con Estados Unidos) y el área de influencia de San Blas y las pequeñas
localidades de pescadores del litoral nayarita, los cuales se manifiestan ávidos de
pescar en alta mar, pero se ven limitados por las escasas inversiones del gobierno y
del sector privado en el ramo.
Una conclusión válida ante tal panorama es que existe una planeación histórica
que obliga a los gobiernos nacionales y locales a mantener a Nayarit (como a otros
estados con litoral sin empresas pesqueras importantes) como un estado de reserva
ecológica y turística, a pesar de las iniciativas privadas medianas y pequeñas que van
a contracorriente, es decir, luchando por llevar la producción pesquera nayarita a los
niveles de Mazatlán.
En estas contradicciones histórico–sociales se desata una serie de debates
acerca del futuro necesario para las islas, los cuales reflejan las condiciones
sobreexplotadas de algunos recursos de la tierra y el mar en la región. Las poblaciones
locales pueden, en todo caso, ser el centro de atención de cualquier programa de
desarrollo de las islas y sus mares circundantes, dado que su opinión versa
continuamente sobre la conservación y el desarrollo local en cada municipio de la
región.
La principal problemática en los mares que rodean las Islas Marías tiene que ver
con la pesca ilegal en la zona bajo resguardo federal. De acuerdo con los datos
proporcionados por la Secretaría de Marina, en los años 2000 a 2002 se decomisaron
1309 kilogramos de productos del mar en la zona, además de asegurar otros
productos, artes de pesca, embarcaciones y personas.
En total se detuvo a 25 embarcaciones, la mayoría consideradas “menores”. Sin
embargo, más que las cantidades por sí mismas, la pesca furtiva en la zona refleja las
condiciones de escasez en la zona ribereña del “triángulo dorado” (Punta Mita-Islas
Marías-Mazatlán), además de las condiciones desesperadas en que se encuentran
pequeñas empresas de pescadores, una vez debilitadas las cooperativas y las
empresas mayores de la región.
El elemento principal que anima a los pescadores a hacer incursiones en la zona
prohibida adyacente a las islas es la seguridad de encontrar una amplia variedad de
especies, ahora muy difíciles de encontrar en los mares costeros del continente, dada
la sobreexplotación de los recursos. Tal seguridad es crucial puesto que la pesca se ha
convertido en una actividad cada vez más azarosa.
60
Entre los pescadores es común platicar de la abundancia de otros tiempos:
“antes sacábamos mucho pescado... con pura piola llenábamos en un rato la canoa...
pero ahora no.” Se refleja entre ellos una incertidumbre ante el futuro, que parece ser
menos prometedor, ya que “no habrá qué pescar”. Ante este problema, algunos
pescadores argumentan que “el pescado ya se está terminando porque ahora hay
mucha gente y ya no alcanza para todos”, o bien que “hay mucha técnica moderna”
(refiriéndose a la pesca comercial en alta mar) y eso está acabando con el pescado.
Hay clubes de extranjeros que practican la pesca deportiva en la zona de las
islas, ya que es allí donde llegan las especies como el pez vela, ideales para la pesca
deportiva; estos extranjeros tienen yates equipados con lo necesario para realizar esta
actividad, lo que les permite movilizarse sin problemas.
A partir del año 2000, cuando las Islas Marías fueron decretadas área natural
protegida, la agenda ambiental tuvo que comenzar a incorporarse a las políticas
públicas y productivas de la Colonia Penal Federal Islas Marías. El decreto reconoce el
asentamiento de la colonia penal y establece que las acciones necesarias para
contribuir al desarrollo socioeconómico deben realizarse mediante el aprovechamiento
sustentable de los recursos naturales y el desarrollo de programas de asesoría.
Uno de los mandatos de la SSP en la colonia penal es la rehabilitación y la
readaptación social, por lo que todos los programas deben incorporarlo.
Tras poco más de 100 años de colonización de la isla, el deterioro de los
recursos naturales se hizo evidente, ya que éstos han sido utilizados sin programas
adecuados de manejo sustentable.
Se hizo evidente la necesidad de realizar un Diagnóstico Ambiental Participativo
en la Colonia Penal Federal Islas Marías mediante la participación local y externa para
caracterizar el territorio.
Para hacer un diagnóstico científico del estado de las islas, se han realizado
visitas de prospección y trabajo de gabinete.
Las actividades realizadas en el taller de planeación participativa fueron divididas
en cuatro rubros: 1) sensibilización de funcionarios del penal en temas específicos de
ecología y territorio, 2) visitas prospectivas mediante recorridos de campo, 3) trabajo de
grupo y 4) trabajo de gabinete.
Para sensibilizar a los funcionarios del penal, se presentó una ponencia ante
más de 30 personas que colaboran de manera institucional en la Colonia Penal Federal
de Islas Marías.
Como visitas prospectivas, se realizaron recorridos de campo por los distintos
ecosistemas de la isla para identificar tipos de vegetación, fauna asociada,
infraestructura existente y problemática general. Estos recorridos los realizó el equipo
técnico, en vehículo y a pie en puntos específicos. Durante los trayectos se comentaron
aspectos relacionados con el estado de los recursos naturales, su uso y algunas
problemáticas asociadas.
El tipo de participantes puede dividirse en dos grupos. Por una parte, el equipo
técnico, compuesto por personal institucional del INE y de la SSP, que participó en todo
el proceso logístico, de recopilación y sistematización de la información. Por otra,
61
participantes en el taller de planeación participativa: colonos y personal de la SSP y de
la SEMAR que participaron directamente en las actividades del trabajo de grupo.
El trabajo de grupo se desarrolló con la participación del equipo técnico,
autoridades de la SSP, personal de la SEMAR y colonos del penal que se identificaron
como informantes “clave”. En el grupo se trabajó aplicando herramientas de planeación
participativa para conformar un diagnóstico rápido del territorio de la isla y el mar
circundante.
Se elaboraron mapas de ubicación de recursos naturales, ubicación de zonas de
trabajo y utilización de recursos naturales. Se identificaron las actividades productivas
primarias, secundarias y terciarias, así como la problemática asociada. Se identificaron
las necesidades de recursos naturales para las actividades productivas, y las
oportunidades para su desarrollo.
El trabajo de gabinete consistió en la sistematización de la información obtenida
en recorridos de campo y trabajo de grupo. Se elaboraron los siguientes productos:
mapa de zonificación ambiental, matriz de diagnóstico por ecosistema, matriz de
problemas y oportunidades por ecosistema, matriz de problemas y oportunidades
generales en la isla María Madre, matriz de priorización de acciones por ecosistema. A
continuación describimos los resultados del diagnóstico ambiental por ecosistema y
uso.
Selva mediana subcaducifolia
Entre los elementos maderables sobresalen los siguientes: cedro, caoba, palo prieto,
palo fierro, palo amarillo, amapa, parota, guayacán, ceiba, pochotle, calixtle. Se
observa una fuerte deforestación en las áreas inmediatas al camino de brecha, desde
la antena hacia el campamento Laguna del Toro; además se observan cactáceas
columnares derribadas. Es una zona muy vulnerable a incendios, sobre todo de tipo
antrópico, debido a la condición subcaducifolia del tipo de vegetación, por lo que existe
una gran cantidad de hojarasca. También se observan muchos individuos derribados
por el ganado y por gente que extrae la leña. En el lado sureste, cerca de Laguna del
Toro, se observa selva mediana asociada con matorral crassicaule. El terreno presenta
una fuerte erosión provocada por las cabras. En las áreas con selva baja y mediana los
individuos son muy jóvenes; casi no hay adultos y los pocos que hay son del género
Ficus. Se pueden observar iguanas, cardenales, tórtolas, correcaminos, codornices,
entre otras muchas aves. Además se encuentran boas y mapaches.
Usos: aprovechamiento de árboles maderables; corte para leña. Ubicación del
campamento Zacatal y antena de comunicaciones.
Selva baja caducifolia
Se ubica en una franja alrededor de la selva mediana. La mayor amplitud y las
pendientes más suaves se ubican en la zona norte y noroeste de la isla, entre los 200 y
300 msnm. En este ecosistema se observó el mayor impacto en las especies
maderables, sobre todo para uso de leña y también para artesanías. En el extremo
noroeste de la isla se ha sustituido la vegetación natural por potreros y pastizales. Se
observó una fuerte invasión de ganado. Cuatro de los ocho manantiales y pozos se
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ubican aquí. Entre las especies vegetales con mayor representatividad e importancia se
encuentra el encino, la parota, el pochote, la ceiba y cactáceas columnares.
Usos: madera para leña y para artesanías. Actividad apícola. Extracción de agua dulce
y líneas de conducción. Actividad agrícola (nopalera y hortalizas). Ganadería (potreros
y pastizales). Emplazamiento de campamentos (Camarón y Aserradero no están
funcionando). Por el momento, el campamento Bugambilias es el que alberga al mayor
número de colonos. Vías de comunicación.
Selva baja caducifolia con matorral crassicaule
Se distribuye en gran parte del territorio sur de la isla y centro-oeste en una franja
paralela a la costa. Algunos de los elementos dominantes son el huizache original,
huizache blanco, cactáceas columnares, biznagas, maguey, candelilla, mezquite,
zacate, entre otras. En estas áreas también se observa mucho ganado suelto: vacas,
chivos, caballos y burros. En la porción sur las extensiones de terreno más amplias se
dedican a la actividad agrícola, sobre todo en áreas de menor pendiente y con
disponibilidad de agua. En las laderas, hacia el interior de la isla, se observan áreas
erosionadas por el pisoteo del ganado y la pérdida de sustrato vegetal. En esta zona el
tipo de sustrato rocoso permite la formación de manantiales. La porción sureste es la
más seca de la isla. Se ubican tres campamentos con aproximadamente el 30% del
total de colonos (Papelillo, Laguna del Toro y Morelos), y tres manantiales.
Usos: emplazamiento de campamentos. Potreros. Cultivo de hortalizas. Plantación de
árboles frutales. Carretera principal. Aprovechamiento de maguey henequenero.
Apiario. Aprovechamiento de frutos (pitaya, tuna).
Campamentos fuera del área de Balleto
Ubicados en la periferia de la isla. Se observan desechos inorgánicos a cielo abierto sin
una disposición específica. El tiradero más grande se encuentra en la zona noreste y a
él acude el ganado vacuno, que contribuye a la dispersión de los desechos. Alrededor
de los campamentos, donde hay acumulación de desechos, éstos se constituyen como
puntos de atracción para el ganado vacuno, equino y mular. En los campamentos
abandonados, sobre el cemento, se observa mucho excremento de vaca que puede
convertirse en foco de infección. En los campamentos se pueden observar especies
arbóreas introducidas. En la parte este de la isla se ubican las dos plantas de
tratamiento de aguas residuales, pero no están en funcionamiento.
Usos: infraestructura y equipamiento urbano. Comercio. Flujo de personas y
mercancías. Áreas recreativas, deportivas y culturales.
Zona marina y Puerto de Balleto
El campamento Balleto es el sitio de mayor concentración de la población (personal
relacionado con la administración de la isla y colonos). La zona presenta una gran
perturbación, y el ecosistema de selva baja caducifolia se ha sustituido con especies
introducidas como, por ejemplo, tamarindo, tabachín, palmera cocotera, palma dulce.
Predominan las poblaciones de árboles frutales. Aquí se ubica la mayor parte de la
infraestructura y el equipamiento urbano. La zona marina, inmediata al muelle, es la de
63
mayor susceptibilidad a la contaminación por residuos sólidos y desechos peligrosos,
dada la concentración de actividades industriales y de servicios.
Usos: embarque y desembarque de mercancías. Emplazamiento de siete
campamentos que en conjunto albergan casi al 50% de los colonos. Equipamiento
urbano: escuelas, hospital, cocinas, etcétera. Oficinas administrativas: de la SSP,
Infantería de Marina, registro civil, ministerio público, entre otras. Principales tiendas de
productos de uso cotidiano, comercios pequeños, establecimientos de servicios
personales (taller mecánico). Infraestructura: planta de luz, desaladora, pista de
aterrizaje, muelle, tanque elevado para almacenamiento de agua. Talleres:
procesamiento de henequén, de costura, carpintería. Viviendas para empleados (203
personas incluidos los familiares).
Zona marina circundante
Es la zona que rodea a la isla excepto el área donde se ubica el campamento Balleto.
Hacia el este de la isla la plataforma continental es amplia y somera, y el talud es poco
pronunciado, con profundidades de alrededor de los 200 metros. Hacia el oeste de la
isla la plataforma continental es muy reducida y el talud es sumamente pronunciado,
llegando rápidamente a profundidades mayores a los 1000 metros. Los recursos
marinos incluyen moluscos como el caracol, la lapa gigante, ostión, almeja burro,
calamar y pulpo; tiburones como el tiburón martillo y el tiburón cazón; rayas; coral
blanco; langosta; y peces de valor comercial como la sardina, pajarito, cabrilla,
palometa, huachinango, dorado, medregal, mero, mojarra, curvina, barrilete, pámpano,
sierra, amarillo, cirujano, cochi, perra, gallo, toro, diablito, perico y coconaco, entre
otros. Las aguas aledañas a la isla son parte de la ruta migratoria de mamíferos
marinos como la bellena jorobada, ballena gris y ballena de Bryde, y se encuentran
grupos de delfines. La gran diversidad de recursos marinos indica que la zona tiene
una alta productividad primaria. Las artes de pesca utilizadas atrapan fauna de
acompañamiento, como tortugas marinas y probablemente mamíferos marinos.
Usos: pesca de escama. Colecta de langosta y caracol. Vigilancia por parte de la
Secretaría de Marina Armada de México. Extracción de agua. Regulación del ciclo
climático de la isla. Hábitat de especies.
En 1998, como producto del Taller de Identificación de Regiones Prioritarias para la
Conservación de México de la CONABIO, el archipiélago de las Islas Marías fue
catalogado como Área Prioritaria para la Conservación, bajo el encabezado de
Marismas Nacionales. Dicha inclusión estuvo fundamentada en el buen estado de
conservación de sus ecosistemas y en el grado de endemismo de algunos vertebrados,
aun cuando no se tienen suficientes estudios para determinar su problemática actual y
establecer un programa de manejo. La falta de estudios sobre organismos marinos
ocasiona que los datos y criterios que se mencionan estén enfocados principalmente al
ambiente terrestre.
La declaratoria oficial de protección fue publicada en el Diario Oficial de la
Federación el 27 de noviembre de 2000, mediante el decreto que declara área natural
protegida, con el carácter de “reserva de la biosfera”, el archipiélago conocido como
Islas Marías, ubicado en el mar territorial mexicano del océano Pacífico, con una
64
superficie total de 641 284-73-74.2 hectáreas. De acuerdo con el estudio técnico
justificativo para el decreto, los ecosistemas de las Islas Marías no se encuentran
significativamente alterados, por lo que el archipiélago reúne los requisitos para
constituirse como una reserva de la biósfera.
Por otra parte, en 2003 el diputado José Manuel Quintanilla Rentería presentó
ante el Congreso de la Unión una iniciativa en la que propone derogar el estatuto de las
Islas Marías, así como declarar parque nacional el arco insular formado por las Islas
Marietas, las Islas Marías y la Isla Isabel. Esta iniciativa, turnada originalmente a la
Comisión de Gobernación y Seguridad Pública, se halla actualmente en la Comisión de
Seguridad Pública de la actual legislatura.
Los ambientes naturales representativos de las diferentes regiones biogeográficas, así
como la diversidad genética de las especies silvestres, conforman el patrimonio natural
que el Estado tiene el deber de proteger para beneficio de los mexicanos, ya que su
aprovechamiento sustentable y su conservación hacen posible la supervivencia de los
grupos humanos.
De acuerdo con lo señalado en el artículo 48 de la Ley General del Equilibrio
Ecológico y la Protección al Ambiente, las reservas de la biosfera son áreas
biogeográficas relevantes a escala nacional, en las que existen varios ecosistemas no
alterados significativamente por la acción del hombre, y en los cuales habitan especies
representativas de la biodiversidad nacional, incluidas algunas de las consideradas
endémicas, amenazadas y en peligro de extinción.
La importancia de la biodiversidad de las Islas Marías se manifiesta por la
presencia de 30 especies de fauna terrestre reconocidas en la Norma Oficial Mexicana
NOM-059-ECOL-2001 en alguna categoría de protección, incluyendo 17 especies
endémicas, algunas tan importantes como el loro cabeza amarilla de las Islas Marías
(Amazona oratrix tresmariae), el mapache de las Islas Marías (Procyon insularis) y el
conejo de Tres Marías (Sylvilagus graysoni).
La fauna marina de las Islas Marías está representada en la NOM-059-ECOL2001 por un total de 12 especies, entre ellas tres endémicas y dos en peligro de
extinción; estas últimas son la tortuga carey (Eretmochelys imbricata) y la tortuga
golfina (Lepidochelys olivacea).
Respecto a la flora, en las Islas Marías han sido registrados 11 taxones
endémicos o de distribución restringida, y cuatro de las especies conocidas
comúnmente como “mangle” se encuentran sujetas a protección especial.
Por otro lado, considerando que en las Islas Marías se halla establecida una
colonia penal federal, administrada actualmente por la Secretaría de Seguridad Pública,
se hace necesario incorporar a la normatividad de la vida comunitaria de esa colonia
penal los conceptos actuales relacionados con el medio ambiente, la racional
explotación de los recursos naturales y el desarrollo sustentable.
La reserva incluye las cuatro islas y la zona marítima circundante.
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Especies protegidas según la NOM-059-ECOL-2001
Se registraron 6 taxones bajo alguna categoría de protección: cuatro taxones bajo la
categoría “sujetas a protección especial”, que corresponden a aquellas especies
conocidas comúnmente como “mangles”, y dos taxones en la categoría “amenazadas”.
Especies de flora protegidas por la NOM-059-ECOL-2001.
Familia
Burseraceae
Combretaceae
Rhizophoraceae
Verbenaceae
Zamiaceae
Zygoiphyllaceae
Taxones
Bursera arborea (Rose) Rilley
Conocarpus erecta L.
Rhizophora mangle L.
Avicenia germinans L.
Zamia loddigesii Miq
Guaiacum coulteri A. Gray
Categoría Distribución
A
Endémica
Pr
Pr
Pr
A
Pr
-
Desde el punto de vista de su biodiversidad, el archipiélago es particularmente
interesante, ya que alberga 30 especies de fauna reconocidas por la NOM-059SEMARNAT-2001 en alguna categoría de riesgo, incluyendo algunas especies
endémicas de vertebrados (aves y mamíferos).
Se consideran un área de importancia para la conservación de las aves (AICA)
con unas 157 especies, con endemismos a nivel subespecífico. La herpetofauna esta
representada por tres especies de anfibios y 24 de reptiles.
Entre la fauna marina, muy bien representada, destacan 12 especies en alguna
categoría de riesgo de extinción, como la tortuga carey y la tortuga golfita. (El
archipiélago de las Islas Marías forma parte de la restringida área de anidación de la
tortuga carey en el Pacifico oriental.) Además se han registrado 21 especies de
tiburones, 10 de “rayas” y más de 100 de otros peces.
66
7
Impedir el paso o la transmisión de la electricidad, el calor, el
sonido, la humedad, etcétera: el esfuerzo de conservación
Conciencia del valor biológico del archipiélago. Programas para preservar los
ecosistemas terrestres y acuáticos de las Islas Marías. Protección de las
especies endémicas: estrategias. El manejo de los recursos naturales de las
islas. La restauración de los ecosistemas alterados. El conocimiento
compartido sobre los ecosistemas. La creación de una conciencia ecológica. La
gestión para el buen funcionamiento de la reserva. El ordenamiento ecológico
del archipiélago. Acciones futuras.
Las Islas Marías constituyen un área de topografía accidentada cuyas altitudes varían
de los 616 msnm a los 700 msnm; tienen una amplia representatividad de ecosistemas,
entre los que destacan el medio marino pelágico, las costas, los arrecifes, los
manglares, las selvas bajas deciduas y las selvas medianas subdeciduas, que
contienen el patrimonio genético de la humanidad.
En el año de 1905 las Islas Marías se destinaron, como ya apuntamos en varias
ocasiones, al establecimiento de una colonia penal federal, la cual se maneja desde
1908 en el ámbito de competencia de la Secretaría de Gobernación, y cuyo estatuto
establece, a partir de 1939, la facultad del Ejecutivo Federal para organizar la
explotación de las riquezas naturales de dichas islas.
Entre las características más sobresalientes de la reserva se puede mencionar la
presencia de numerosas especies de flora y fauna con carácter de endémicas, así
como los ecosistemas terrestres y marinos con una elevada riqueza biológica y en
buen estado de conservación, lo que le otorga gran relevancia científica y brinda
grandes oportunidades para generar información en las ciencias biológicas.
En este contexto surge el Programa de Conservación y Manejo para la Reserva
de la Biosfera Islas Marías, el cual emana del decreto de creación y refleja la acción
coordinada de diversas instituciones del Gobierno Federal y de la comunidad científica,
así como la participación de universidades, centros de investigación y organismos no
gubernamentales, unidos con el objetivo de salvaguardar la riqueza natural, la
biodiversidad y la importancia estratégica de las islas y áreas marinas del archipiélago.
El programa de conservación y manejo tiene por objetivo aportar elementos
básicos que permitan conformar e integrar las estrategias y acciones para la
conservación, el uso y el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales de las
Islas Marías, afín a los programas de la reserva, así como promover la gestión eficaz a
través de programas operativos anuales bien consolidados.
El programa es una herramienta básica mediante la cual se organiza un área
natural protegida, y se fundamenta en los conocimientos de los recursos naturales y el
ambiente social que envuelve al área, para establecer las estrategias y acciones que
permitan alcanzar los objetivos de conservación y manejo de los ecosistemas y su
biodiversidad, en congruencia con los lineamientos de sustentabilidad que establecen el
Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, el Programa Nacional del Medio Ambiente y el
Programa de Trabajo de la CONANP.
67
Se establecen los siguientes subprogramas, que señalan los objetivos y acciones
que el área protegida tendrá que instrumentar.
1.- Subprograma Protección
2.- Subprograma Manejo
3.- Subprograma Restauración
4.- Subprograma Conocimiento
5.- Subprograma Cultura
6.- Subprograma Gestión.
Las Islas Marías representan una amplia variedad de ecosistemas entre los que
destacan el medio marino pelágico, las costas, los arrecifes, los manglares, las selvas
bajas deciduas y las selvas medianas subdeciduas, todos con una elevada riqueza
biológica y un buen estado de conservación; por estos aspectos fue importante la
expedición de la declaratoria de las Islas Marías como reserva de la biósfera.
En el Subprograma Protección se abordan los criterios de protección y manejo
necesarios para asegurar la permanencia de los procesos naturales con el
aprovechamiento de los recursos. La reserva alberga un número considerable de
especies en riesgo (amenazadas, sujetas a protección especial o en peligro de
extinción). En particular, en la fauna se reconocen 42 especies bajo alguna categoria de
protección, de las cuales 20 son especies endémicas y dos consideradas en peligro de
extinción. No obstante que queda mucho por investigar, deben tomarse medidas para
conservar estos recursos a través de un manejo adecuado de las poblaciones y los
recursos abióticos. Los objetivos del subprograma son los siguientes:
Establecer los mecanismos de control y vigilancia para evitar la extracción ilegal
de recursos naturales, y sobre todo la extracción o colecta de especies endémicas o de
aquellas que se encuentran amenazadas o en peligro de extinción.
Contar con los mecanismos de control y vigilancia que permitan supervisar que
las actividades pesqueras cumplan con las normas establecidas en la legislación
vigente, tales como vedas, tallas mínimas de pesca, artes de pesca y cuotas de captura
autorizadas.
Proponer los mecanismos de prevención, control y combate de incendios.
Prevenir el establecimiento de especies introducidas por el hombre, accidental o
deliberadamente.
Las estrategias que plantea el subprograma parten de que los objetivos se lograrán
fortaleciendo la coordinación interinstitucional para apoyar la vigilancia del área.
Asimismo, ejecutando las acciones de inspección y vigilancia necesarias para verificar el
cumplimiento de la normatividad establecida en la legislación vigente, el decreto de
creación del área, las autorizaciones que se otorguen y lo dispuesto en el Programa de
Conservación y Manejo, y fortaleciendo los mecanismos de vigilancia para hacer cumplir
la reglamentación y la normatividad para la captura de especies adecuadas para pesca
deportiva o pesca comercial, de acuerdo con la zonificación de la reserva y con las artes
y equipos de pesca autorizados
La conservación está ligada de manera directa con las actividades encaminadas
a prevenir la pérdida de los recursos por causas atribuibles al mal uso originado por la
68
extracción, así como por la presencia de flora y fauna introducida. La superficie
terrestre del archipiélago queda restringida al uso público por decreto, por lo cual el
componente se orienta principalmente a garantizar la protección de los recursos
marinos.
Una de las amenazas que han afectado la cubierta vegetal es la ocurrencia de
incendios, naturales o provocados por descuido. Es necesario prevenir la pérdida de la
cubierta vegetal y de especies de fauna a causa de incendios; evitar la introducción de
especies ajenas a las Islas Marías mediante un programa de educación y vigilancia;
definir los métodos de control o erradicación de las poblaciones de flora exótica;.
erradicar las especies exóticas de mamíferos, e implementar el control de especies
nocivas o plagas.
Los hábitats y recursos naturales presentes en las Islas Marías constituyen uno de los
principales valores ecológicos y de interés recreacional para los usuarios. Los paisajes
y la naturaleza de estas islas, así como la presencia de especies endémicas y
carismáticas, se traducen en un valor de mercado que no debe ser comprometido, sino
reforzado a través de actividades económicas compatibles con los objetivos de
conservación y sustentabilidad del ANP. Los objetivos del Subprograma Manejo son los
siguientes:
Establecer los criterios de manejo para el desarrollo, y normar el desarrollo de
actividades turísticas, de pesca e investigación.
Garantizar la congruencia entre las acciones de conservación de la reserva y el
aprovechamiento sustentable de los recursos.
Alcanzar el uso sustentable de los recursos a mediano y largo plazo.
Los objetivos de este subprograma se lograrán realizando y ejecutando, en su caso, las
recomendaciones, resultado de proyectos de investigación en materia de ecología
básica, de pesquerías, flora y fauna terrestre y marina. La sustentabilidad de los
sistemas agrícola-ganaderos implica preservar o mejorar la capacidad productiva del
sistema desde el punto de vista agronómico, económico y ambiental, y la calidad de los
recursos renovables y no renovables incluidos en el sistema productivo (suelo, agua,
aire, biodiversidad, etcétera). Entre estos recursos, se destaca el suelo como recurso
finito no renovable; es por ello que es el elemento esencial a cuidar en la reserva
durante la práctica de estas actividades, y es muy importante conservar su calidad para
evitar un desequilibrio en los ecosistemas frágiles que sostiene.
El manejo forestal sustentable es aquel que asegura la producción de bienes y
servicios a perpetuidad, ocasionando la mínima alteración de los ecosistemas; esto se
logra poniendo en práctica los principios de ordenación forestal y de restauración o
rehabilitación forestal. Al implementar esta actividad de manera adecuada en la
reserva, se obtiene un doble beneficio: el social, que contribuye a crear nuevas
actividades productivas que ayuden a la readaptación de los presos, y el de la
protección de los ecosistemas, ya que el aporte humano ayudará a la restauración y la
rehabilitación de los ecosistemas degradados.
El concepto de uso sustentable implica el uso de los recursos naturales
renovables de una manera tal que se garantice a futuro la producción de una cantidad
69
de satisfactores equivalente a la obtenida por la generación presente, sin que se ponga
en riesgo la existencia de las poblaciones o el equilibrio de los ecosistemas.
La sustentabilidad debe ocurrir tanto en los recursos que dan lugar a la
producción como en los medios para conservarlos, buscando la productividad óptima a
largo plazo en lugar de hacerla máxima a corto plazo; esto implica racionalizar las
demandas de consumo. Una producción continua depende del mantenimiento de los
procesos ecológicos sobre los cuales se basa ,y de ahí la importancia de resolver los
conflictos que surgen entre producción y conservación.
Es necesario establecer las condiciones propicias que permitan conservar los recursos
naturales, tales como flora y fauna silvestre, recursos abióticos como el agua y el suelo,
así como aquellos elementos paisajísticos mediante actividades para la conservación, a
fin de reducir el número, la intensidad y la dimensión de los impactos negativos sobre
ellos, o mejorando esquemas que provean estabilidad al sistema y mejoras en la
calidad del hábitat. Por lo anterior, el Subprograma Restauración está dirigido hacia un
esquema de rehabilitación, recuperación y restauración de ecosistemas que han sido
de alguna forma alterados o impactados, a fin de garantizar su permanencia y
restablecer las condiciones que propician la evolución y la continuidad de los patrones
y procesos naturales, incluyendo la biodiversidad, flujos energéticos y ciclos. Los
objetivos del subprograma son los siguientes:
Identificar los sitios, poblaciones y comunidades susceptibles al deterioro o
degradación de los recursos naturales, y realizar las acciones preventivas y correctivas
correspondientes.
Identificar zonas con alto grado de erosión y ejecutar las actividades para
controlar la pérdida del suelo.
Los objetivos de este subprograma se lograrán promoviendo ante las autoridades
competentes las acciones de saneamiento, recuperación de poblaciones, vedas o
suspensión de permisos, cuando el estado de las poblaciones en aprovechamiento lo
amerite, y creando zonas de investigación permanente y acciones de restauración, con
un enfoque integral que integre la conservación y el estudio de las relaciones entre la
vegetación, la fauna, el relieve, los suelos y el clima, con especial énfasis en las
especies endémicas.
Un aspecto particularmente importante es la recuperación de especies
prioritarias. De la revisión de los listados obtenemos que en las categorías de
protección se distribuyen de la siguiente manera las especies: 9 amenazadas, 1
probablemente extinta, 5 en peligro de extinción, 26 bajo protección especial y 29
endémicas. Sin embargo, no se mencionan las acciones pasadas y actuales que se
han llevado a cabo para la protección o recuperación de estas especies.
En la situación actual, la estabilidad poblacional de algunas especies se
encuentra amenazada por los deterioros ocasionados por las especies introducidas, así
como por fenómenos naturales tales como incendios, erosiones y perturbaciones
ciclónicas, lo cual hace prioritaria la aplicación de medidas que conlleven a la
recuperación de dichas especies.
70
Se busca recuperar las poblaciones de especies de interés que están bajo algún
estatus de conservación o extintas en el medio natural, mediante el establecimiento de
estrategias y programas coordinados con especialistas en el tema.
Las actividades de conservación de suelos son claves en el manejo de los
recursos naturales, dado que las prácticas de conservación reducen la evaporación, la
erosión, y con ello la desertificación. La disminución de la erosión y la reforestación
representan la posibilidad de captar e infiltrar el agua de lluvia e incrementar la belleza
escénica.
Las causas que generan la pérdida de suelos en la reserva presentan dos
vertientes: las de origen natural, como la pendiente, la fuerza del viento, de las lluvias
ciclónicas, etcétera, y las de origen antrópico, como deforestación, incendios,
explotación de bancos de materiales e introducción de especies.
Ante la perspectiva de los deterioros ocasionados por la flora y fauna
introducida, así como por fenómenos naturales tales como incendios, erosiones y
perturbaciones ciclónicas, los trabajos para eliminar los elementos ajenos al
ecosistema y revertir los procesos de deterioro acelerados por el hombre constituyen
una de las labores más importantes para la protección de la reserva.
La investigación y el monitoreo biológico, ecológico y social son instrumentos de
múltiple propósito en un área natural protegida; son una base para la toma de
decisiones en su manejo. Además permite identificar, conocer y explicar procesos y
fenómenos que inciden en las condiciones actuales de los recursos naturales y sus
ecosistemas.
Es por esto que el Subprograma Conocimiento es la base para orientar las
acciones en la reserva, de acuerdo con la generación de conocimiento sobre la
dinámica propia de los ecosistemas, las interacciones de las especies entre sí y con el
medio. Los objetivos del subprograma son los siguientes:
Coordinar la participación de investigadores de universidades e institutos de
investigación en la elaboración de los inventarios de los recursos naturales de la
reserva, así como promover el desarrollo de investigaciones sobre las condiciones
actuales y potenciales del aprovechamiento de los recursos naturales en la reserva,
para respaldar y realimentar las acciones de conservación, uso público y control de
flora y fauna exótica.
Identificar los sitios con problemas de sobreexplotación o degradación de
recursos naturales para realizar las acciones correctivas correspondientes.
Monitorear especies indicadoras para evaluar los cambios ocasionados por el
uso humano de los ecosistemas.
Los objetivos de este subprograma se lograrán promoviendo y estimulando la
investigación científica, de tal manera que se contribuya a incrementar el conocimiento
sobre los recursos naturales y los ecosistemas terrestres y marinos de la reserva, así
como los fenómenos, procesos y ciclos naturales que en ella ocurren. Asimismo,
realizando proyectos de monitoreo de las condiciones biológicas y ambientales, y de
los efectos ocasionados por la ejecución de las acciones emprendidas.
71
Es importante priorizar las necesidades y los mecanismos básicos para lograr
una adecuada realización de estudios e investigaciones que conlleven a un incremento
de los conocimientos y a un mejor manejo de la reserva.
El registro continuo y sistemático de los parámetros ambientales constituye una
herramienta de gran utilidad en el manejo de los recursos naturales, y apoyado en la
elaboración de inventarios básicos, prospecciones y estudios relacionados con la
distribución de los recursos naturales, necesarios para el mejor conocimiento de las
características físicas, biológicas y ecológicas de las Islas Marías, deberán generar la
información suficiente para la planificación de su manejo.
El monitoreo ya se lleva a cabo en la reserva; sin embargo, se requiere ampliar
la cobertura de las estaciones de monitoreo para constituir una red. Asimismo, se
requiere diseñar y establecer un sistema de monitoreo, sustentado en el diseño de
indicadores biológicos y ambientales, para brindar un seguimiento continuo a los
procesos ecológicos del área.
Los sistemas de información son bases de datos organizadas que deben proveer
información. Esta puede ser actual o histórica, acerca de la abundancia de la biota, la
diversidad del sitio, la condición de hábitats particulares y cambios en el ambiente. De
igual forma, ayudan a predecir el efecto de las actividades humanas en los procesos
ecológicos que se generan, de acuerdo con las necesidades y características del área.
Éstas pueden ser sociales, económicas o políticas. Son además una herramienta en la
toma de decisiones y, dependiendo del procesamiento de información, es posible
utilizarlas para realizar análisis.
La instrumentación del Programa de Conservación y Manejo, y la participación activa,
consciente y coordinada de cada uno de los sectores involucrados, representan la base
principal de su éxito; por ello, la calidad y las formas de transmisión de la información
en torno a las características, valores, objetivos y acciones que se pretende realizar en
el área deben ser un proceso cuidadosamente planeado, ejecutado y supervisado. Los
objetivos del Subprograma Cultura se enlistan a continuación:
Promover la formación de conciencia ecológica y la participación de los
diferentes sectores que desarrollan actividades en la reserva, en las tareas de
conservación y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales.
Dar a conocer a la ciudadanía la relevancia del área en aspectos biológicos,
ecológicos y sociales.
Los objetivos de este subprograma se lograrán informando a los diferentes usuarios
sobre la importancia de la conservación de los recursos naturales y de la preservación
de la reserva; instrumentando actividades de difusión a los diferentes sectores de la
sociedad; estableciendo los mecanismos para divulgar a través de talleres, simposios,
congresos y publicaciones, los avances en la investigación científica y las actividades
realizadas dentro de la reserva, y estimulando la participación de la comunidad
científica para que contribuya con trabajos de investigación y monitoreo en la reserva,
para su divulgación.
Un aspecto importante del manejo de recursos naturales lo constituye sin duda
la divulgación científica. La difusión de la información generada durante las diversas
72
investigaciones realizadas en el ANP constituye la herramienta y la materia prima de
otras investigaciones.
La educación ambiental es el medio para impulsar la toma de conciencia de los
usuarios de la reserva sobre los valores naturales y los problemas ambientales, con el
fin de lograr un cambio de actitudes en pro de la conservación y el uso racional de los
recursos naturales.
El buen funcionamiento de la reserva dependerá de la adecuada coordinación de
acciones entre los diferentes sectores involucrados, por medio de instrumentos
operativos eficientes y acuerdos de coordinación consensuados, así como de la
posibilidad de contar con una plantilla básica de personal, con la infraestructura mínima
que permita su operación, y con fórmulas de financiamiento a largo plazo.
Para lograr lo anterior, es necesario diseñar una administración eficiente en
donde se contemplen los mecanismos de concertación adecuados, el financiamiento de
la reserva, la capacitación del personal, la elaboración de manuales y reglamentos
administrativos internos, y la adquisición y mantenimiento de infraestructura, entre
otros. Los objetivos del Subprograma Gestión son los siguientes:
Consolidar la administración de la Reserva de la Biosfera las Islas Marías, de
manera que se garantice la operación y la adecuada instrumentación del Programa de
Conservación y Manejo.
Contar con la participación institucional en el manejo de la reserva.
Satisfacer la demanda de equipos y materiales necesarios para el logro de los
objetivos planteados.
Incrementar y diversificar la obtención de fuentes alternativas de recursos
financieros, materiales y humanos, provenientes de instituciones nacionales e
internacionales, para el logro de los objetivos de creación de la reserva.
Los objetivos de este subprograma se lograrán definiendo la estructura administrativa y
operativa de la reserva de modo que garantice la adecuada instrumentación del
Programa de Conservación y Manejo; definiendo los elementos mínimos necesarios
para la ejecución del Programa de Conservación y Manejo de la reserva; coordinando
las acciones que se realicen en la reserva; diseñando el presupuesto anual;
capacitando al personal adscrito a la reserva; gestionando recursos para remodelar,
habilitar y dar mantenimiento a la infraestructura o en su caso instrumentar acciones
para construirla; estableciendo el Consejo Asesor de la Reserva de la Biosfera Islas
Marías; estableciendo los mecanismos que permitan la concertación entre los tres
niveles de gobierno, los sectores social y privado, universidades e institutos de
investigación, ONG, etcétera, para considerar los diferentes enfoques sobre
conservación, desarrollo social e investigación y monitoreo ambiental en la reserva;
estableciendo un sistema claro de señalamientos para orientación en la reserva, y
promoviendo la correcta y expedita aplicación de las acciones legales necesarias para
el mejor funcionamiento de la reserva.
La reserva requiere de una base sólida de operaciones que permita un
funcionamiento y una ejecución eficientes de los programas encaminados a tener el
control del área, facilitando su funcionamiento.
73
Para el manejo y la administración de la Reserva de la Biosfera Islas Marías es
necesario contar con una adecuada infraestructura y señalización. De hecho, se cuenta
ya con las instalaciones pertenecientes a la SSP, conformadas por siete campamentos
y los servicios urbanos necesarios.
Sin embargo, existen otros requerimientos, como equipo para el manejo y
operación de lanchas y demás embarcaciones menores, para la vigilancia, equipo para
estaciones climatológicas, de control de siniestros, así como un sistema de
señalización que permita informar a los usuarios del área acerca de las normas
establecidas para su comportamiento y que facilite su orientación.
En lo que a áreas naturales protegidas se refiere, la legislación mexicana
comprende un gran número de leyes y reglamentos aplicables. Esto implica de manera
directa la aplicación y la difusión de ordenamientos legales cuya observancia está
encargada a distintas dependencias de la administración pública federal, por lo que es
importante plantear el fácil acceso a toda esa gama de instrumentos legales que es
necesaria para la operatividad de la reserva.
Una acción prioritaria en el manejo de un ANP es establecer la estructura de
consulta y asesoría que permita canalizar y aprovechar las manifestaciones de los
distintos sectores de la sociedad en beneficio de la protección y el uso sustentable de
sus recursos naturales.
En este sentido, para el manejo y la administración de la Reserva de la Biosfera
Islas Marías, la SEMARNAT en su oportunidad constituirá el Consejo Asesor (CA) del
área, que tendrá por objeto asesorar y apoyar a la dirección del ANP.
La operación y el funcionamiento básico, es decir, las actividades directas de
manejo, protección y administración de las distintas categorías de áreas protegidas en
el país, se han financiado con recursos fiscales asignados por el Gobierno Federal
principalmente. En algunos casos los gobiernos estatales y municipales apoyan, de
manera total o parcial, la operación de algunas áreas. En años recientes se ha contado
con apoyo de organismos e instituciones de conservación tanto nacionales como
internacionales. Algunas de éstas financian partes substantivas de las operaciones en
ciertos casos.
La formación de personal es indispensable para laborar en áreas naturales
protegidas, ya que se debe tener el conocimiento sobre protección, conservación
ecológica, manejo y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales.
El ordenamiento ecológico del territorio es una herramienta básica para lograr la
protección del medio ambiente, la preservación y el aprovechamiento sustentable de
los recursos naturales; entre sus objetivos se incluyen regular los usos del suelo con la
finalidad de proteger el ambiente; preservar, restaurar y aprovechar de manera
sustentable los recursos naturales para establecer los criterios de regulación ecológica
para la protección.
Considerando que las Islas Marías son una zona muy importante en el ámbito
nacional y local por la presencia de los frágiles ecosistemas que ahí habitan, y por su
gran riqueza de especies de flora y fauna silvestres de relevancia biológica, científica y
cultural, se hace necesario conservar sus recursos naturales estableciendo una
zonificación.
74
Sobre la base de la propuesta vertida durante el proceso de concertación del
programa de manejo, y como producto del análisis que realizaron sobre el ANP los
actores sociales en dicho proceso, se vio la necesidad de establecer una
subzonificación, dentro de la zona de amortiguamiento, que siguiera criterios de
gradualidad en el manejo de los recursos naturales.
Esta subzonificación se definió con fundamento en las características naturales
de la región, su estado de conservación, la presencia de ecosistemas o hábitats
especiales, la importancia de éstos como parte de procesos físicos, y los usos del suelo
actuales y potenciales.
Las subzonas propuestas son las siguientes:
• Subzonas de aprovechamiento sustentable
• Subzonas de aprovechamiento sustentable de los ecosistemas
• Subzonas de uso restringido
• Subzonas de asentamientos humanos
• Subzonas de recuperación.
La zonificación propuesta pretende llegar a ser un instrumento de manejo del área y
sus recursos en el corto, mediano y largo plazo. Además, esta zonificación no es
estática, y buscará adaptarse a las condiciones socioeconómicas y a los estudios
físicos y ecológicos que avalen una nueva configuración de las zonas.
Como ya se mencionó, la reserva cuenta con una gran diversidad de especies
silvestres; sin embargo, es imperativo promover e impulsar la investigación científica en
su territorio. Primero, con el propósito de identificar las particularidades y la importancia
de la región y, en segundo término, para estar en posibilidad de establecer las pautas y
estrategias de manejo adecuadas para lograr la conservación y la preservación de sus
recursos bióticos.
De acuerdo con la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al
Ambiente, las reservas de la biosfera, como las Islas Marías, se organizan
espacialmente a través de regiones mejor conservadas o no alteradas, que constituyan
o alojen ecosistemas, fenómenos naturales de especial importancia o especies bajo
protección especial; dichas regiones son denominadas “zonas núcleo”. Además, las
superficies que protegen a la zona núcleo del impacto exterior son conceptualizadas
como “zonas de amortiguamiento”, en las que podrán realizarse actividades
productivas compatibles con la conservación de los recursos naturales, sujetas a
normas técnicas ecológicas y a las limitantes de usos del suelo y agua que se
establecen en el decreto de creación.
Con la finalidad de llevar a cabo acciones de manejo, bajo la normatividad
vigente y aplicable en la reserva y conforme a la zonificación y a los objetivos
establecidos en el decreto de creación, se consideran diversos elementos, como las
características físicas y biológicas del área, el uso actual del suelo, su vocación natural
y su accesibilidad, para asegurar su conservación a mediano y largo plazo y la gestión
de acciones controladas, por lo que se requiere que la zonificación optimice la
aplicación de los recursos financieros, administrativos, operativos y humanos.
Las zonas núcleo son las zonas mejor conservadas o no alteradas, que alojan
ecosistemas o fenómenos naturales de especial importancia, o especies de flora y
75
fauna que requieran protección especial. Subzonificadas como de uso restringido, en
ellas podrá autorizarse la realización de actividades de preservación de los
ecosistemas y sus elementos, la investigación científica y la educación ambiental, y
limitarse o prohibirse aprovechamientos que alteren los ecosistemas.
Dentro de la Reserva de la Biosfera Islas Marías existen tres zonas núcleo que
abarcan una superficie total de 14 844-14-35.2 hectáreas, definidas como sigue:
Isla María Magdalena: es la zona núcleo más grande de la reserva; abarca un
total de 9440-32-51.8 hectáreas.
Isla María Cleofas: 3654-19-30.1 hectáreas.
Isla San Juanito: ésta es la zona núcleo más pequeña de la reserva; abarca un
total de 1749-62-53.3 hectáreas.
En estas áreas habitan poblaciones silvestres de flora y fauna, incluidas algunas
catalogadas en condición de riesgo, de conformidad con la NOM-059- SEMARNAT2001. Las categorías de protección se distribuyen de la siguiente manera: 9 especies
amenazadas, 1 probablemente extinta, 5 en peligro de extinción, 26 en protección
especial y 29 endémicas.
Dentro de la flora en las Islas Marías se han registrado 11 taxones endémicos, y
cuatro especies conocidas comúnmente como “mangle” se encuentran sujetas a
protección especial (Conocarpus erecta, Rhizophora mangle, Avicenia germinans y
Guaiacum coulteri), además de dos especies en la categoría de amenazadas: Zamia
loddigesii y Bursera arborea, esta última endémica.
En lo que respecta a la fauna, existen dos especies en peligro de extinción: la
tortuga carey (Eretmolchelys imbricata) y la tortuga golfita (Lepidochelys olivacea).
Dentro de las especies endémicas importantes tenemos el loro cabeza amarilla de las
Islas Marías (Amazona oratrix tresmarie), el mapache de las Islas Marías (Procyon
insularis) y el conejo de Tres Marías (Sylvilagus graysoni).
Zona de amortiguamiento
Esta zona, que abarca 626 440-59-39.0 hectáreas, es la superficie que protege a las
zonas núcleo de los impactos provocados por el desarrollo de actividades antrópicas
que realizan las comunidades que se localizan en estados de Nayarit, Sinaloa y Baja
California Sur, y que ponen en riesgo la evolución de los procesos naturales de los
ecosistemas y sus elementos, contenidos en la reserva. Aquí sólo podrán realizarse
actividades productivas emprendidas por la SSP en la colonia penal que ahí habita, y
que sean estrictamente compatibles con los objetivos, criterios y programas de
aprovechamiento sustentable en los términos del decreto respectivo y del Programa de
Conservación y Manejo, considerando las previsiones de los programas de
ordenamiento ecológico que resulten aplicables. Se divide en las siguiente subzonas:
a) Subzona de aprovechamiento sustentable de los recursos naturales I: ubicada desde
los límites exteriores de las zonas núcleo hasta 2.5 millas antes de los límites exteriores
de las zonas de amortiguamiento.
b) Subzona aprovechamiento sustentable de los recursos naturales II: comprende
desde los límites exteriores de las subzonas de aprovechamiento sustentable de los
76
recursos naturales I, hasta los límites exteriores de las zona de amortiguamiento de la
reserva.
c) Subzona de aprovechamiento sustentable de los ecosistemas: comprende las áreas
en María Madre que han sido utilizadas para las actividades pecuarias, ganaderas y
agrícolas, además de una porción donde se realicen aprovechamientos forestales de
forma sustentable.
d) Subzona de uso restringido: las zonas de vegetación conservadas que se localizan
en la isla María Madre.
e) Subzona de asentamientos humanos: comprende los asentamientos de la colonia
penal ubicados en la isla María Madre, donde se encuentran los siguientes
campamentos con sus correspondientes subdivisiones: Morelos (Borbollones, Punta
Halcones, Laguna del Toro, Papelillo, Camarón, Zacatal y El Mirador), Bugambilias
(Aserradero), Nayarit, Balleto (Microondas), Rehilete, Hospital y Venustiano Carranza.
f) Subzona de recuperación: comprende aquellas superficies donde los recursos
naturales han resultado severamente alterados o modificados, y que serán objeto de
programas de recuperación.
8
Anexos
Tablas e información adicional.
9 Referencias Bibliográficas
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Islas Marías” Borrador. Agosto de 2006. 132 pag.
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y el manejo sustentable de su territorio. Gaceta Ecológica num. 81. Instituto
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Santos del Prado, K. Negrete, G. y Josefina G. 2006. Diagnóstico Ambiental
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Nacional de Ecología. Dirección General de Investigación en Ordenamiento
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marzo de 2007. Instituto Nacional de Ecología. Dirección General de
Investigación en Ordenamiento Ecológico y Conservación de los Ecosistemas.
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Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social,
Secretaría de Seguridad Pública. Junio de 2007. 13 pag.
Santos del Prado, K. y Gerardo, N. comp. 2007. Programa para la Conservación
y Manejo Sustentable del Archipiélago Islas Marías. Informe de actividades de
campo: 14 a 21 de junio, 2007. 54 pag.
78
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