Convento de San Francisco de Valencia Asignatura: Historia y gestión del Patrimonio artístico Alumno: Carlos Estellés Azofra 3ºB Profesor: Luis Arciniega García Índice • Índice (p 2) • Introducción (p 3) • Leyenda y origen (p 4-5) • Historia y transformaciones del Convento (p 6-11) • Obras pictóricas y reliquias (p 12) • Tras el derribo (p 13-14) • Conclusiones (p 15) • Bibliografía (p 16) 2 Introducción El convento de San Francisco de Valencia es uno de los numerosos conventos, monasterios e iglesias que se construyeron durante los años posteriores a la reconquista de las tierras valencianas por parte del rey Jaume I. Es la cuna de y la fuente de poder de la Orden franciscana en tierras valencianas y jugo un papel clave en la historia de la ciudad. Su valor patrimonial era excepcional al ser un convento de buen tamaño y acumular un gran número de obras artísticas además de poseer una obra gótica excelente. Sin embargo, la ruina y las necesidades militares y urbanísticas de la ciudad y del Estado acabaran pasándole factura al convento lo que provoco su demolición en el siglo XIX. Con esto, se produciría una enorme perdida patrimonial ya que aunque se consiguieron salvar un buen numero de obras artísticas que descansaban en el convento, otras y la estructura gótica no lo hicieron provocando un autentico desastre en cuanto a la perdida de tan importante edificio para el Patrimonio valenciano. 3 Leyenda y origen El origen del convento de San Francisco es casi un relato de leyenda, todo se inicia con el viaje a Valencia, en 1228 y en labor de misioneros, de dos frailes franciscanos italianos: fray Pedro de Saxoferrato y fray Juan de Perugia. El mismo año de su llegada, estos dos frailes predijeron la caída del rey almohade ZeyAbu-Zeyt y su pronta conversión al cristianismo. Al llegar a oídos del rey moro su existencia, los mando capturar, torturar y matar. Su ejecución ocurrió en lugar incierto aunque esta mayormente aceptado que ocurrió en la antigua plaza de la Higuera, cerca de la actual plaza de Zaragoza. Sin embargo, otras fuentes sitúan la ejecución de los hombres santos en un palacio árabe propiedad del rey donde se acabaría construyendo el futuro convento aunque esta información seria seguramente falsa ya que el convento se situó en extramuros mientras que el alcázar del rey se encontraría dentro de las murallas de la ciudad. A pesar de la furia del rey, las predicciones de los frailes resultaron ciertas y fue, en efecto, destronado por Zayyan que se coronaria el último rey musulmán de Valencia. El destronado señor de Valencia tuvo que huir y pactar un tratado con el rey Jaume I que tras una victoriosa campaña en la conquista de Mallorca, torno su vista hacia Valencia. Según este pacto, el destronado rey cedería diversas propiedades, apoyaría al rey en su conquista de Valencia y se convertiría al cristianismo adoptando el nuevo nombre de Vicente Belvis. Tras la reconquista del reino, recibió diversas propiedades como recompensa y su familia se constituyó como otra familia noble cristiana más del nuevo reino. Así pues, tras 527 años de dominio musulmán1, la ciudad de Valencia volvía a tener un rey cristiano que se enfrentó al problema de tener que cristianizar las recién conquistadas tierras para lo cual se apoyó en la labor de diversas órdenes monásticas. Entre estas órdenes monásticas, estaba la franciscana cuyos dos de sus miembros habían muerto ejecutados tan solo 10 años antes de la conquista de la ciudad. La decisión de la construcción del convento ya databa de antes de la conquista de la ciudad como vemos en “Notas de las Seráficas Provincias de Valencia” del padre franciscano Ángel Conrado: “En efecto: en el reparto general hecho por el Conquistador todavía acampado en su real de Ruzafa, con fecha 3 de mayo de 1238, da a los religiosos franciscanos que le acompañaban, una parcela de tierra de realengo, fuera de las murallas, para que en ella pudieran edificar un convento; también unas casas dentro de la ciudad, en Ravacaldi, es decir, muy cerca de la plaza que en el siglo XIV se llamaba de la Figuera 1 Sin contar el breve gobierno cristiano de la ciudad tras la conquista de Rodrigo Díaz de Vivar en 1094 y hasta 1102. 4 y que como ya hemos indicado antes, según la opinión más generalizada, fueron martirizados en ella Juan de Perugia y Pedro de Saxoferrato, para que se tuviesen los franciscanos un lugar donde albergarse mientras se construía el Convento de San Francisco ”.2 Así pues, gracias a esta donación real, nacería el primer convento de San Francisco en los extramuros de la ciudad, cerca de la puerta de la Boatella (cerca del cruce de las actuales calles de Cerrajeros y San Vicente Mártir). El convento seria en un principio sencillo y austero, siguiendo los preceptos de la orden pero con el paso del tiempo iría ampliando su tamaño y ganando decoración. El terreno donado resulto insuficiente para la construcción del complejo así que los religiosos solicitaron una segunda donación que se les fue concedida. Así, adquirieron las tierras en la parte delantera del convento donde pudieron construir un cementerio y una plaza pública. De forma un tanto irónica, al morir el recién renombrado Vicente Belvis fueron guardados sus restos en el Convento de San Francisco junto a los de dos de sus hijos hasta el derrumbe de este. Una vez producido el derrumbe, fueron trasladados al Convento de la Puridad y Cofradía de San Jaime donde hoy en día se cree que descansan a buen recaudo al ser un monasterio de clausura. 1-Supuestos restos de Vicente Belvis y sus hijos De esta forma quedaría asentado y en construcción el futuro convento de San Francisco, justo a las afueras de las murallas musulmanas de la ciudad y que aunque en un principio seria de realización sencilla y austera, acabaría con una enorme riqueza y valor arquitectónico. 2 La plaza del Ayuntamiento, antigua de San Francisco. Opus citatum. 5 Historia y transformaciones del Convento 2-Convento de San Francisco en el plano del Padre Tosca de 1704 La primera construcción del convento fue de factura muy sencilla con una iglesia pobre y modesta tal y como mandaban los principios de la Orden Franciscana. Sin embargo, esta sencilla estructura se volvió ruinosa rápidamente y pronto requirió una reconstrucción. De esta primera reconstrucción no conservamos imágenes por lo que no sabemos exactamente como fue el convento en el momento de su construcción inicial. Esta reconstrucción vino en la segunda mitad del siglo XIV, tras la ampliación de las murallas de Valencia por Pedro el Ceremonioso3 con la que el convento pasó a formar parte de la ciudad amurallada de Valencia. La construcción de la nueva iglesia de planta gótica corrió a cargo del Maestro racional4 Berenguer de Codinats “En vista de ello, a expensas principalmente del noble caballero Berenguer de Codinats, mayordomo del rey Pedro IV, comenzó la construcción de una nueva iglesia gótica. En consecuencia, se hicieron los espaciosos claustros y la gran sala capitular que eran también hermosos ejemplares del estilo ojival. Estos claustros 3 Ampliación de las antiguas murallas musulmanas en un nuevo recinto de 4 kilómetros entre 1356 y 1370 para encercar los nuevos arrabales de la ciudad. 4 Cargo creado por Pedro el grande en 1283 de ministro con funciones de Hacienda y Tesorería en la Corona de Aragón. 6 fueron guarneciéndose de capillas que las familias devotas levantaban para tener allí sus enterramientos”5 Las ampliaciones de Berenguer de Codinats le dieron al monasterio un diseño que se convertiría prácticamente y excepto algunos cambios, en su forma final. La iglesia se adquiriria una planta gótica, con bóvedas de crucería gótica, ábside poligonal con girola, campanario cuadrado de gran altura y capillas adosadas entre contrafuertes a los lados que se destinarían a familias “devotas” que traerían riquezas con sus donativos al convento; entre estos enterramientos destaca el del propio Berenguer de Codinats que se enterró en la nave de la Iglesia. Sin embargo, tanto estas capillas adosadas como los pórticos de entrada debieron realizarse durante la época barroca, si nos atenemos al perfil de las cúpulas que los rematan.6 La iglesia tenía 3 puertas: La primera estaba a los pies, junto al coro, y por la cual se accedía a los claustros y a la capilla de la Tercera Orden; la segunda puerta estaba en el costado opuesto dando a la plaza y la tercera se situaba junto a la sacristía y daba a los claustros. Los dos grandes claustros fueron construidos con ayuda de la ciudad en 1376 junto a la sala capitular, ambos de estilo gótico. Se cree que los claustros estaban decorados con pinturas sobre la vida de San Francisco de Asis junto a varias decoraciones de azulejos aunque solo sabemos la existencia de estas decoraciones en uno de ellos. La parte trasera del convento se destino para la construcción del enorme huerto propiedad del convento y el cementerio. Además, había un buen número de dependencias propiedad de este en la parte derecha del complejo donde actualmente esta situado el Ayuntamiento. En el año 1675, el ya centenario convento decidió adaptarse a los nuevos tiempos y renovar su estilo al nuevo gusto barroco del momento. Así, la iglesia fue decorada con una decoración muy exagerada con una cornisa cargada de flores y modillones, florones en las claves de los arcos… Esta gran decoración estrambótica y desbordante fue eliminada por completo en una restauración que se le realizo en el año 1814, devolviéndola a su estado gótico original. Durante esta época, se construyo la capilla de Nuestra Señora de los Ángeles, llamada de la Porciuncula. Esta capilla de alta cúpula fue construida por Juan Bautista Pérez Castiel7 y regida por la Cofradía del seráfico padre San Francisco. Otras capillas que conocemos son la de la Inmaculada Concepción, la capilla de Nuestra Señora de los Ángeles o la del Buen Pastor, esta ultima realizada a finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII. La capilla de la Inmaculada Concepción servia como 5 La plaza del Ayuntamiento, antigua de San Francisco. Opus citatum. Aldana Fernandez, Salvador. Monumentos desaparecidos de la Comunidad Valenciana p166 7 1650-1707. Arquitecto barroco valenciano que llego a ser maestro mayor del capitulo de la Catedral. 6 7 capilla de la Comunión y en ella se veneraba la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles. Antes de pasar a hablar de los daños ocasionados al convento durante el siglo XIX y su destrucción final, realizaremos un breve repaso al plano del Padre Tosca (1704) para situar las partes que hemos descrito del convento espacialmente. En la parte delantera del convento encontramos la antigua plaza de San Francisco, plaza pública que se acabaría expandiendo sobre en convento que le daba nombre y se convertiría en la actual plaza del Ayuntamiento. Por esta se accedía al propio convento por un jardincito arbolado con una porticada de arcos cegados que se describe en la época como “Antecede a la entrada de este Santuario un patio tan grande, que le ha mirado la ciudad muchas veces con cariño para hacer de el una famosa plaza para sus fiestas. Esta cerrado de tapias, y tiene tres puertas en triangulo divididas y en distancia de 150 pasos dentro de un ameno jardín y una divertida Alameda, le hace muy opaco y frondoso.”8 Vemos así, que ya en época antigua era codiciada parte del convento para convertirla en plaza publica y de hecho, en 1672 se realizaron algunas reformas en ese sentido aunque se quedaron paradas hasta dos siglos después. La iglesia se construyo lateralmente y de forma que cerraba todo el conjunto del convento dominado por los dos grandes claustros y un muro que rodeaba todo el convento. A la izquierda del primer claustro se encontraba el Aula Capitular del Convento en un gótico ortodoxo, tras este estaba la zona denominada “Obra Nueva” donde se situaban las dependencias de los religiosos. Detrás de toda la estructura del convento se pueden ver los enormes huertos privados y el cementerio. Hay también diversas estructuras en los alrededores del convento entre las que se destaca en el mapa el lugar donde se situaría el futuro ayuntamiento de la ciudad de Valencia. La buena época del Convento de San Francisco toco a su fin en el siglo XIX cuando esta comunidad monástica que había habitado Valencia desde su reconquista, conoció sus últimos años en la ciudad y en el convento que habían residido desde hacia siglos. En 1805, el intendente Cayetano de Urbuna ordeno que se derribaran las tapias medio derruidas del huerto del convento, se derruyeran las vallas que rodeaban a todo el complejo y se talaran los centenarios árboles del huerto. Todo ello, sin permiso de los monjes del convento y afín de ampliar la antigua plaza de San Francisco y unir las calles de la Sangre y la calle de las Barcas. El primer daño al convento a fin de realizar 8 Monumentos perdidos de la Comunidad Valenciana. Opus citatum. 8 mejoras urbanísticas había sido realizado aquella noche del 6 de octubre de 1805. Si bien, habría que destacar que esto era algo que había sido pactado realizarse 200 años antes aunque al final nunca fue llevado a cabo. En 1823 ocurrió la primera gran expropiación del convento durante las turbulentas confrontaciones entre liberales y absolutistas. Se requisa gran parte del convento para convertirlo en cuartel de caballería, relegando a la comunidad religiosa a una reducida parte de este. Los propios monjes tuvieron que acudir en persona a Fernando VII para recuperar buena parte del convento consiguiendo que las tropas se retiraran al llamado “cuartel del Rey” y en 1827, consiguieron recuperar la totalidad del convento. Sin embargo, el daño ya estaba realizado y el convento ya no volvería a ser el mismo ni a recuperar su antiguo esplendor. 3-Convento de San Francisco en 1840 La ley de Desamortización y Exclaustración de 1835, emitida durante el periodo desamortizador de Mendizábal fue el último clavo del ataúd del convento ya que se expropio el convento a los monjes y se les fue obligado a abandonar el convento. El estado ocupo el convento y lo convirtió en el Cuartel de Caballería de los Lanceros de Numancia, al que se le sumo otro cuerpo de infantería poco después. 9 4-Emblema de los Lanceros de Numancia y puerta al Cuartel de Infantería El Convento, que ya presentaba estado de ruina antes de la llegada de los soldados, no mejoro con su conversión en Cuartel y el estado de abandono del convento siguió existiendo. Como vemos en el grabado superior, los militares realizaron diversas transformaciones en el convento para facilitar su nuevo cometido como cuartel. 5-Fotografía del convento desde la plaza en 1885 Así pues, se decide abandonar el convento en el año 1891 y se procede a la demolición progresiva del convento con lo que se crean los llamados “Solars de Sant Francés”. El centenario convento queda completamente destruido y ya se comienza a vislumbrar lo que en su día será la plaza principal de la ciudad de Valencia. Además, el espacio dejado por el convento fue usado para la construcción de diversos edificios además de la futura plaza como la primitiva Estación del norte de 1852 o algunas dependencias del futuro Ayuntamiento de la ciudad. A este espacio dejado en los Solares de San Francisco se le sumaron otros en la ciudad en una ola de saneamiento para realizar nuevas urbanizaciones en la zona con la destrucción de conventos como San Fulgencio, Santa Clara o el Barrio de los 10 Pescadores. Estas destrucciones se realizaron con el objetivo de crear una nueva gran plaza publica y reconstruir la zona alrededor de esta convenientemente. 6-Fotografía de los Solares de San Francisco con el antiguo jardín al fondo Así pues, la destrucción del convento de San Francisco no se convirtió sino en una mas de las pérdidas patrimoniales que sufrió Valencia durante esta época a fin de conseguir una mejora urbanística y deshacerse de restos de la antigua ciudad que incordiaba a la nueva modernidad valenciana. Antes de hablar del futuro de los solares de San Francisco y de la incipiente nueva plaza de los valencianos, dedicaremos un breve apartado a hablar de las obras artísticas que poseían el convento y su destino tras la destrucción. 11 Obras pictóricas y reliquias. Al ser un convento de buen tamaño y con cierta riqueza, la comunidad monástica se lleno con diversas obras de arte y reliquias que fueron repartidas entre varios destinatarios tras la desamortización y demolición del convento. Sin embargo, otras como los frescos de los claustros fueron destruidas durante la destrucción de este. Algunas de las reliquias que se conservaron en este convento y que fueron trasladadas a otros cuando ocurrió la demolición de este eran los restos del rey moro Abu Zeyt del que hablábamos en el apartado “Leyenda y origen” o los restos de los dos frailes franciscanos torturados y muertos por este. Antonio Ponz Piquer visito el convento y enumero como en este había numerosas obras de arte de distintos autores como Fray Antonio de Villanueva, Esteban March José Vergara, Gaspar de la Huerta o Vicente Victoria. También describe el altar mayor, donde descansaba una de las obras de mayor importancia del convento: “formado por cuatro columnas corintias en el primer cuerpo y de dos en el segundo, es arquitectura de mejor tiempo, como también el tabernáculo, en el cual hay un Salvador de Juanes”9 Este Salvador Eucarístico de Juan de Juanes descansa hoy en el museo San Pío V de Valencia. En ella, Cristo sostiene sobre fondo dorado la sagrada Ostia y el santo cáliz en una imagen de veneración de carácter popular aunque no por ello sencillo o basto. Es difícil hacerse una idea de la cantidad de obras de arte que el convento llego a tener pero podemos estar seguros de que fueron muchas debido a los escritos que tenemos y a su importancia, con la destrucción del convento fueron en su mayor parte bien paradas ya que se consiguieron salvar y encontrar nuevos hogares aunque no corrieron la misma suerte otras decoraciones como los frescos que comentábamos antes o el mismo edificio gótico del que no se ha conservado absolutamente nada. 9 Monumentos desaparecidos de la comunidad valenciana. Opus citatum. 12 Tras el derribo Antes de comenzar a hablar del destino del lugar ocupado por el convento, hemos de remontarnos al año 1423 cuando se fundo la Plaza de San Francisco, a las puertas del convento que le daba nombre. Esta plaza pasaría por diversos nombres antes de convertirse en la actual plaza del Ayuntamiento: Plaza de San Francisco (1423-1840), Plaza del General Espartero (1840-1843), Plaza de Isabel II (1843-1868), Plaza de la Libertad (1868-1874), Plaza de San Francisco (1874-1899), Plaza de Emilio Castelar (1899-1939), Plaza del Caudillo (1939-1979), Plaza del País Valenciano (1979-1987) y, finalmente, Plaza del Ayuntamiento (1987-Actualidad). Los solares de San Francisco se utilizaron para objetivos diferentes por un tiempo, una parte de ellos se dedico para construir un gran jardín muy decorado, este parque se le llamaría Parque Emilio Castelar. Otros, los usaron para construir teatros, ferias y cines al aire libre10. Incluso durante unos años se instalo la feria de Navidad en estos solares antes de trasladarse a la Gran Vía. En 1854 se comenzó a formar la creación de la gran plaza al haberse trasladado en ese mismo año el Ayuntamiento de la ciudad de los actuales jardines del Palacio de la Generalitat al edificio de la Casa de la enseñanza a la que se le sometieron numerosas reformas, empezando en 1904, para convertirla en el Ayuntamiento que podemos ver hoy. Para la construcción de esta gran plaza, fueron necesarios la demolición del Barrio de los Pescadores (zona muy degradada), el cierre de la mancebía valenciana o el traslado de la antigua Estación del ferrocarril (1917) a su lugar actual. 7-Barrio de los pescadores con edificios modernos 10 Corbin Ferrer, Juan Luis. La plaza del Ayuntamiento, antigua de San Francisco. 1988. p 37 13 En 1927 se le ordena a Javier Goerlich Lleó realizar el proyecto de la nueva plaza en los solares ocupados originariamente por el antiguo Convento de San Francisco. Este, unio el Parque de San Francisco, la Bajada de San Francisco11 y la Plaza de los cajeros.12 Las actuaciones para la construcción de la plaza se llevaron a cabo entre 1927 y 1930 pero no seria hasta 1936 cuando los edificios que la envuelven serian terminados, dándole a la plaza casi su forma final. A esta plaza se le añadieron varios objetos decorativos que fueron eliminados como la estatua de Marques del Campo o la de Francisco Franco quedando actualmente tan solo una gran fuente circular y una estaua de Francesc de Vinatea. 8 - Comparacion de la plaza actual con el mapa del Padre Tosca 11 Calle que corría paralela entre donde hoy se encuentra el Pasaje Ripalda en la calle San Vicente y la calle Barcelonina. 12 Espacio comprendido actualmente por la calle de San Vicente, la Avenida de Maria Cristina y la Plaza del Ayuntamiento. 14 Conclusiones El convento de San Francisco es un ejemplo perfecto de un patrimonio maltratado por intereses económicos o militares. Desde los primeros momentos de su existencia, este convento ya sufría de un estado ruinoso y aunque fue reconstruido tras la ampliación de la muralla, el hecho de que apenas conozcamos nada de su estado original es muy significativo ya que conlleva una gran perdida en el conocimiento de este monumento y en la propiedad de este. A estos problemas se les suma la eliminación de sus reformas barrocas porque fueron consideradas feas, de mal gusto y excesivamente recargadas. O más tarde cuando el convento fue requisado como cuartel y abandonado a un estado de ruina y desidia solo para ser demolido como parte de un interés que ya se llevaba gestando siglos de construir una plaza publica en aquel lugar. Este interés superior a la importancia histórico-artística del convento se ve clara cuando se derribaron partes de este sin la aprobación de los frailes y de noche. Esto se ve confirmado con el derribo total del convento con el objetivo de construir una plaza y la destrucción de un patrimonio tan importante como fue el convento de San Francisco. Agrava aun mas el hecho de que con la destrucción de este convento, no solo se destruyera el propio invalorable convento sino que, además, las pocas representaciones de este se hacen insuficientes para poder valorarlo como debió haber sido. Sin embargo, el convento de San Francisco no es sino un ejemplo mas entre un mar de monumentos patrimoniales que han sido destruidos o, incluso, lo están siendo ahora mismo con interés económicos o para realizar mejoras en el tejido urbanístico de una ciudad, recordemos que una parte del convento fue derruida para conectar dos calles y que los valencianos no tuvieran que dar un rodeo alrededor del convento. Esta es una obra patrimonial irrecuperable y de la que tan solo nos han quedado unos pocos grabados y fotografías que apenas nos sirven para poder comprender la obra y que fue destruida por el abandono y el desinterés en conservarla a favor del interés de los valencianos de su tiempo en tener una plaza nueva. Ha de servir como ejemplo de lo que jamás puede volver a ocurrir, el abandono y destrucción del patrimonio por intereses estatales (o personales) es algo que debe ser prohibido y perseguido como no se hizo en este caso. Aunque hoy en día hay leyes, tanto internacionales como nacionales, que impedirían que algo así volviera a pasar, tenemos que tener el ejemplo siempre presente porque aunque puedan existir estas leyes, la avaricia y el interés propio jamás desaparece y los bienes patrimoniales y la cultura siempre son pequeño obstáculo en el camino de estos. 15 Bibliografía ALDANA FERNANDEZ, Salvador. Monumentos desaparecidos de la Comunidad Valenciana. 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