EL JURADO MÉDICO

AÑO I V .
7 deSetiembre de 1 8 8 3 .
NÚM. 33.
EL JURADO
MÉDICO-FARMACÉUTICO.
REVISTA SEMANAL
DE
JVÍEDíCmA5
pIRUJÍA
Y j^ARMACIA,
(Eco imparcial de '/a Ciencia y de los intereses. PmFesio na les.)
ÓRGANO OFICIAL DE LAS ASOCIACIONES MÉDICO-FARMACÉUTICAS DE ALIAGA, R U A R , VALOERROBRES ( T E R U E L )
y de la Academia, Molinesa [Quadalajara).
ADMINISTRACIÓN Y REDACCIÓN: A r c o de S a n t a M a r í a , 9, 2 . °
CORRESPONSALES.
D. Elias Gago,, médico en León.
D. Demetrio Mato, médico en los Barrios (León).
D. Miguel Diez, médico en Calatayud (Zaragoza),
D. Luis Alvarez Taladriz, subdelegado de Medicina y
Cirujía en Hérvás (Gáceres).
D. Julio Martínez Agosti, médico en Iníiesto (Oviedo).
D. Julián Giménez, médico en Górdoba.
D. Gerardo Salmerón, médico en Giudad-Real.
D. Eduardo Talegon de las Heras, catedrático en la F a cultad de Farmacia, de Santiago, provincia de la Goruña.
D. Jorge Alfonso, farmacéutico, Puebla de tíijar^Teruei).
D. Francisco Zaera, subdelegado de Medicina del partido
de Aliaga y médico en Villarluengo (Teruel).
D. Ildefonso Rodríguez y Fernandez, catedrático de
Historia de la Medicina de la Universidad de la Habana.
D. Luciano Glemente y Guerra, módico del Hospital
de Avila.
D. Blas Anadón, médico en Blesa (Teruel).
D. Francisco, Gerezuela, médico en Gastelserás (Teruel).
D. Manuel Torres de Más, médico en Oran (Argelia),
D. Eleuterio Azcárate, médico en Ezcaray (Logroño).
D. Remigio Villoro, id. id. del de Valderrobres (Teruel).
D. Luis Leonor Menendez, subdelegado de Farmacia en
Segóvía.
D. Mariano i.opez lOrreño, médico forense en Rioseco.
D. Florentino Izquierdo y Ordoñez, médico en Burgos.
ADVERTENCIA.
partido de Ocaña. Dotación 999 pesetas por la asistencia á
las familias pobres y las igualas entre las pudientes. Las
solicitudes hasta el 10 del corriente.
La de Médico-cirujano de Albondon (Granada), partido
de Albuñol. Dotación 980 pesetas por la asistencia á las familias pobres y las igualas éntrelas pudientes. Las solicitudes hasta el 12 del corrientes.
Una de las plazas de Médico-cirujano de Arquillos (Jaén),
partido de la Carolina. Dotación 2.500 pesetas por la asistencia á las familias pobres y Jas igualas entre las pudientes Las solicitudes hasta el d i de Setiembre.
La de Médico-cirujano de Rubíelos Bajos (Cuenca), partido de Motilla del Palancar. Dotación 500 pesetas por la
asistencia á las familias pobres. Las solicitudes hasta el 15
de Setiembre.
La de Médico-cirujano de Pedrera (Sevilla), partido de
Estepa. Dotación 995 pesetas por la asistencia á las familias
pobres y las igualas entre las pudientes. Las solicitudes
hasta el 19 de Setiembre.
La de Médico-cirujano de Valdetorrao (Teruel), partido
de Alcañíz. Dotación 500 pesetas por la asistencia á las familias pobres y las igualas entre las pudientes. Las solicitudes
hasta el 20 de Setiembre.
La de Médico-cirujano de San Pedro de Mérida (Badajoz),
partido de Mérida. Dotación 750 pesetas por la asistencia á
las familias pobres y las igualas entre las pudientes. Las solicitudes hasta el 20 de Setiembre.
La de Médico-cirujano de Villanueva de Perales (Madrid),
partido de Navalcarnero. Dotación 547*50 pesetas por la asistencia á las familias pobres, y unas 1.200 por igualas entre
las pudientes. Las solicitudes hasta el 21 de Setiembre.
La de Médico cirujano de Sierra de Luna (Zaragoza), partido de Ejea de los Caballeros. Dotación 500 pesetas, 50 cahíces de trigo y casa para vivir por la asistencia á todo el vecindario; siendo de cuenta del profesor tener un barbero
sangrador. Las solicitudes hasta el 24 de Setiembre.
Rogamos á los suscritores atiendan nuestros
a v i s o s de pago, y n o n o s p o n g a n e n l a p r e c i s i ó n
de s u s p e n d e r l e s e l e n v í o d e l p e r i ó d i c o y p u b l i c a r
l o s n o m b r e s c o n sus d é b i t o s .
E s t a m o s dispuestos á n o c o n s e n t i r t a n t a m o rosidad, y esperamos que los que se h a l l a n e n
d e s c u b i e r t o s a t i s f a g a n e n todo e l m e s de S e t i e m bre sus d é b i t o s .
E l Administrador,
A. Rico.
VACANTES.
La de Médico-cirujano de Guadahortuna (Granada), partido de Iznalloz. Dotación 999 pesetas por la asistencia á las
familias pobres y las igualas con los vecinos pudientes. Las
solicitudes hasta el diez del corriente.
La de Médico-cirujánode Lloza de Ranes (Valencia), par| tido de Jativa. Dotación 'ÍSO pesetas por la asistencia á las
familias pobres y las igualas entre las pudientes. Las solicitudes hasta el 10 del corriente.
La de Médico-cirujano de Naquera (Valencia), partido de
Sagunto. Dotación 995 pesetas porla asistencia á las familias pobres y las igualas entre las pudientes. Las solicitudes
hasta el 10 del corriente.
La de Médico-cirujano de Cabañas de Yepes (Toledo),
OBRADOR DE GRABADOS EN METALES.
AGUAS MINERO-MEDICINALES
DE
FÁBRICA DE TIMBRES EN CA00TCH0ÜC.
MARMÓLEJO,
DE
BICARBONATADAS-SÚDICAS-FERRUGINOSAS
Especiales para la curación do las enfermedades del estómago, hígado y vías urinarias.
Recomendable en extremo su uso como aperitivas antes, y como digestivas durante las comidas, solas ó mezcladas con vino preferentemente blanco.
Como agna gaseosaes %n tónico refrié erante y resulta.una
agradable bebida mezclada con agua de cebada ó de limón
Sin perder ninguna de sus virtudes "medicinales, se
venden estas aguas en las principales farmacias á los pre
cios de 3, 4 y 6 rs. botella y por cajas, de 12 en adelante
pidiéndolas al administrador en Marmolejo ó á la Direc
ccion, calle de Serrano, 35, Madrid.
VELADA
Y
SIMANCAS,
5, S a n Roque, 5, Madrid.
En este establecimiento hallarán los señores médicos y
farmacéuticos de Madrid y Provincias, membretes, inscripciones, etiquetas para los envases, rótulos de diferentes di
mensiones, etc., y todo aquello que se hace indispensable al
ejercicio de estas profesiones.
En virtud de contrato hecho con la Administración del
EL JURÍLDO, los señores suscritores óbtendrán una boniflcaeion de un 20 por 100.
Los pedidos se remiten á provincias, siendo los portes
de cuenta del interesado, prévio pago anticipado.
La correspondencia se dirigirá á los Sres. Velada y S i mancas, San Roque, 5, M a d r i d .
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PREMIADO EN IA EXPOSICION FARMACÉUTICA NACIONAL DE
MADRID Y EN LA REGIONAL DE VILLANUEVA Y* GELTRÚ.|
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PUNTOS DK VENTA AL POR MAYOR: MELCHOR GARCÍA, TETUAN, 15.
AL POR MENOR: FARMACIAS GERMÁN ORTEGO, LEÓN, 29, Y
VIÜPA DEL DOCTOR SOMOLINOS, INFANTAS, 26, MADRID.
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Se expulsa en 2 4.3 horas, tomando
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CAPSULAS TENIFUGAS
DE M O R E N O M I Q U E L .
A r e n a l , 2, Madrid, y principales
farmacias.
60 r s . frasco, y por 65, se remite
certificado á provincias.
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BOLOS &NTIGASTRALGICOS
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de millón y. medio de purgas en el úlHmo año
con la acredil-ada
AGUA DÉ L O E C H E S
(LA
«Según opinión del distinguido químico y sábio natu
ralista DR. TREMOES, el cloro fosfato calcico gelatinoso,
es la 'fórmula más racional y más apropiada bajo la cual se
puede administrar el fosfato básico de' cal por tener la
doble ventaja de ser bastante soluble y de no sufrir alteración alguna, etc., etc.» (Recórranse los folletos.)^
MARGARITA).
Cura las escrófulas, herpes, sífilis, úlceras, desarreglos
de la menstruación, flujo blanco, infartos de la matriz,
erisipelas, ictericia, malas digestiones, estreñimiento pertinaz—Venta del agua EN BOTELLAS en todas las farmacias y droguerías principales.—Depósitocentral único en
España, JARDINES. 15, bajo, donde se abonan cuatro cuartos por casco.—IMPORTANTE.—Esta agua, premiada en
todas las Exposiciones donde se ha presentado, ha obtenido
medalla de oro. premio concedido en la Exposición Especial Balneológica de Francfort (Alemania), cuyo Jurado s'fe
componía de los mismos dueños de manantiales de aquel
país, rindiendo asi justo tributo á este venero, que está
considerado como el primero en su Qlase.
Contra las indisposiciones del estómago, seoM óno dolorosas,
elaborados con arreglo á la disposición testamentaria de don
Francisco Almazan, farmacéutico que fué de Cuenca.
Las cajas llevan alrededor la firma del autor, la del L i cenciado en Farmacia Sr. Carrion y la del legatario. Se ex
penden en Madrid, García Genarro, sucesor de Carrion,
Abada, 4 y 6, y en varias otras oficinas del reino. Caja, 24
reales. Depósito central y único en la Corte, legatario de
D. Francisco Almazan, Libertad, 35, segundo. Descuento
desde seis cajas, y sea cualquiera el número que se deman
de, 25 por 100, ó sea 18 rs. caja. A 60 y,90 dias con
buenas refereneios.
• Advertencia importantísima. — L o s señores farmacéuticos y droguerías obrarán cuerdamente informándose
aquí, antes de aceptar, siempre que por otros conductos
se les ofrezca este medicamento ó sé les hagan proposiciones más ventajosas, así como está en su interés el asegurarse en este depósito, por los medios que estiníen convenientes, de las, casas que de él se surten para servir los
pedidos, pues circulan y se han remitido á provincias cajas con bolos groseramente imitados, que llevan etiquetas
y prospectos iguales á las legítimas.
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UfUIHl.
Especialista en las vías urinarias y
matriz, Montera, 5, pral.
Madrid 7 de Setiembre de 1883.
AÑO I V .
REVISTA
DE
NÚM. 33.
SEMANAL.
/VlEDICmA5 p i R Ü J Í A
Y j^ARMACIA.
(Eco imparcial de la Ciencia y de los intereses Profesionales.)
DE LAS ASOCIACIOIS MÉDIGO-FARMAClüTICAS DS LOS DÍSTHÍTOS DE ALIAGA. iÍJAfl. líALDERROBRES (TEROEL)
Mi
Y DE LA ACADEMIA M6LINESA
(GUADALAJARA.)
DIRECTOR PROPIETARIO: D. L A D I S L A O V A L D I V I E S O Y P R I E T O .
B i JURADO se e n c a r g a r á g r a t u i t a m e n t e ce a c t i v a r los e x p e d i e n tes g u b e r n a t i v o s y todo g é n e r o , de r e c l a m a c i o n e s m é d i c o - f a r m a c é u t i c a s e n los centros oficiales.
D a r á s u parecer en l a s c o n s u l t a s que de l e g i s l a c i ó n v i g e n t e l e
d i r i j a n , siempre que proceda s u c o n c u r s o p a r a l a s a c l a r a c i o n e s que
se e s t i m e n l e g í t i m a m e n t e n e c e s a r i a s .
P u b l i c a r á , s i g u i e n d o u n r i g u r o s o t u r n o de fechas, los r e m i t i d o s
que e n v í e n los s u s c r i t o r e s en c o n s o n a n c i a con n u e s t r o p r o g r a m a y
los i n t e r e s e s cientiflcos y profesionales que defendemos.
T a m b i é n d a r á c a b i d a á c u a n t o s casos c l í n i c o s notables se nos
p a r t i c i p e n para e n s e ñ a n z a p a r t i c u l a r y e n g r a n d e c i m i e n t o g e n e r a l
de l a c i e n c i a p a t r i a .
ADMIMSTRACION: A r c o d e S a n t a M a r e a . 9 .
SP.0
SUMARIO.
S e c c i ó n profesional. L o s grandes y los p e q u e ñ o s . — E x p o s i c i ó n m i n e ra ( c o n t i n u a c i ó n ) , — V o t o - d i c t á m e n del diputado D . Zoilo P é r e z , i n d i v i d u o de l a C o m i s i ó n dictaminadora del C o n g r e s o ( c o n t i n u a c i ó n ) .
— S e c c i ó n c i e n t í f i c a : R e v i s t a de t e r a p é u t i c a . — G a c e t a oficial M é d i co-farmacéutica.—Noticias.—Corresponsales.—Vacantes.—Anuncios.
SECCION PROFESIONAL.
LOS
G R A N D E S Y L O S PEQUEÑOS.
Nadie puede negar hoy las ventajas de la Asociación para todas las manifestaciones sociales: si
alguien, tan obcecado aún, se atreviera á dudar de
sus beneficios, si alguien hubiera que se atreviera
á impugnarla como desastrosa para ios fines de
mútua protección y seguro medio de conseguir
mayor prestigio, mayores consideraciones y por lo
tanto dignificar más á la clase médico-farmacéutica, bastarla á demostrar el error la irrecusable
prueba que la Academia Molinesa nos ofrece, donde con pequeño número, pero con grandiosos sentimientos, realiza fines tan nobles, actos de mutuo
apoyo y caridad tan grandes, que sólo el enunciarlos basta para bendecirla y alabarla: dar apoyo y
protección al profesor, al hermano en la ciencia,
al compañero para defender sus derechos, aumentar su consideración social y su prestigio, y llevarlo
en forma de santo óbolo á su familia, remediando
en parle el irreparable vacío que deja su muerte,
son fines que si sólo indicarlos merece aplauso,
el verlos realizados debe santificarse, porque nada
más santo hay en el órden moral, como nada de
mayores resultados hay en el órden material, que
la protección de individuo á individuo, de familia
Precios y condiciones de snscricion. M a d r i d , u n mes, u n a p e s e t a .
P r o v i n c i a s , u n t r i m e s t r e , 3 i d . : E x t r a n j e r o , i d . , 4; U l t r a m a r , u n sem e s t r e , 14. L a s s u s c r í c i o n e s se h a r á n a l contado en Madrid, y en
p r o v i n c i a s y e x t r a n j e r o por l i b r a n z a s de f á c i l cobro ó sellos de com u n i c a c i o n e s , no respondiendo de s u recibo s i i l s e r certificada s u
r e m i s i ó n . — S e c o n s i d e r a s u s c r i t o r á todo e l que, a u n q u e no renueve l a
s u s c r i c i o n , no avise s u b a j a y s i g a recibiendo los n ú m e r o s , a s i como
á c u a n t o s s e l e r e m i t a n y no los d e v u e l v a n á s u procedencia
E L JUEADO MÉDICO-FARMA.CÉUTICO se p u b l i c a r á en M a d r i d c u a t r o
v e c e s a l mes y en los dias "7, 13, 20 y 27.
L o s a n u n c i o s á precios c o n v e n c i o n a l e s .
P u n t o sde suscricion. L i b r e r í a de Moya, C a r r e t a s , 8: M a r t í n e z , P r i n ,
cipe, 25, l i b r e r í a ; B a i l l y - B a i l l i e r i . plaza de Santa, A n a , 10; G u t e n b e r g P r i n c i p e , 14, y e ú l a A d m i n i s t r a c i ó n de este p u r i ó d i c o .
á familia, de pueblo á pueblo, de nación á nación,
que fundamenta esa verdadera fraternidad universal hácia la que la humanidad dirige sus pasos.
Nada hay pequeño en los fines de la Asociación
médico-farmacéutica, como nada tiene de avasalladora y coercitiva la forma que para constituirla
defendemos; apartada de absorbente centralización, y exenta de toda reglamentación sistemática,
mantenemos sólo la pureza de los principios y perseguimos los fines á que tiende, dejando que cada
partido judicial, que cada centro asociado traduzca
en sus reglamentos, conforme con sus condiciones
y necesidades, la manera de practicar unos y conseguir otros, estableciendo después relaciones con
todos los demás para dar fuerza á la gestión en
pró de intereses comunes á todos y por lo tanto
á la clase.
Pero si bien es cierto que todo es grande en la
Asociación; si aparece que los actos de la Academia Molinesa son dignos de alabanzas, cierto también es que lucha con pequeñas miserias y bastardos intentos que estudian la ocasión y espían el
momento de entorpecer el laudable fin que se persigue. Sonroja y avergüenza leer lo que, con tristeza pero noblemente, declaraba su Junta directiva, y ver qué género de obstáculos tan indignos
como reprobados se crean á su gestión benéfica;
pero por más que sonroje y avergüence, es necesario ahondar donde está el mal y estirparlo; es
necesario combatir ese individualismo grosero que
todo lo mira bajo un estrecho punto de vista utilitario, y á esta pequenez de sentimientos oponerla
grandeza de los que nacen de la Asociación.
Triste es tener que aditar artículos de la índole
del que la Academia Molinesa se ha visto precisada
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E L J U R A D O MÉDÍCO-FARMACÉUTICO.
á hacer, porque triste es ver pedir derechos cuando
se rehuye el cumplimiento de deberes á ellos adscritos, probando esto el profundo trastorno moral
que enerva nuestra clase, el que sólo á la Asociación, interpretada tan fiel y noblemente como lo
ha hecho en la siguiente circular, es fácil reformar. Dice así:
Academia Molinesa de Higiene y Salubridad p ú b l i c a .
Sección de socorros.—Circular.
Esla Academia ha visto con la mayor satisfacción la
marcha lenta pero acompasada y regular con que se desarrollan en el terreno práctico los eternos principios de beneficencia y caridad con que esta Sección atiende á sus obligaciones y llena sus deberes.
Desde su instalación hasta la fecha ha fallecido únicamente con derecho al socorro el socio de número D. Valero
Marin, profesor veterinario, que ejercía en Tordesilos, y
cuya viuda recibió en tiempo oportuno la cantidad de 1.000
pesetas, á que ascendió el total de las cuotas satisfechas por
los socios.
L a Directiva, sin embargo, no debe ocultar que no todos los sócio;s han cumplido con puntualidad y exactitud la
obligación que les impone el art. 8.° del Reglamento; y todavía ménos debe ocultar ó desconocer que se ha querido
abusar de nuestros sentiiuientos benéficos y áun de nuestra
falta de experiencia en estos asuntos, ya por los mismos socios, ya también por las personas que se han creído en plena posesión de derechos trasmitidos por los mismos. Con
notoria falta de justicia y equidad, y constando plenamente
la renuncia y la pérdida definitiva de estos derechos con
anterioridad á la defunción, se ha querido hacer uso de
ellos, y las cosas han querido llevarse hasta el extremo de
demandarnos ante los tribunales.
L a Academia no calificará este hecho, no buscará su
etiología, no averiguará ni en poco ni en mucho el origen
y fundamento de este proceder; pero le será permitido ver
en él un nuevo ataque á la existencia de nuestra Sociedad,
un nuevo medio Ue combatirnos y un resorte oculto deque
se sirven los enemigos de esta institución; ataque, medio y
resorte que la Academia está resuelta á inutilizar, empleando únicamente para ello todos los medios que le proporcionan sus buenos deseos y la fe ciega con que siempre ha
creído que al fin de este camino es donde única y exclusivamente está nuestra anhelada regeneración social.
No importa se siembren entre nosotros desconfianzas y
temores, ni mucho meaos se eche mano de todo aquello que
pueda hacer vacilar ó entibiar nuestra fé; nosotros, siempre
firmes en nuestro propósito, atemos sólo al resultado práctico y positivo de nuestros esfuerzos, responderemos al llamamiento que se nos haga en todos los terrenos; y ora se
nos lleve ante los tribunales, ora se nos prepare el ridículo
por medio de la deserción, sostendremos á toda costa nuestras ideas, y pocos ó muchos, grandes ó pequeños, conservaremos este núcleo de inteligencias y este ensayo práctico del
único camino que ha de sostener el buen nombre y la dignidad de la clase, tras de cuyos ideales únicamente divisa el desapasionado entendimiento, el bienestar y la felicidad material.
Para cumplir este objeto, para conducir al terreno práctico esta elevada misión, la Junta general ha- creído debía
ampliar el reglamento en la parte que á esto'se refiere, y en
sesión de 10 de Junio último aprobó las reglas adjuntas,
que aprobadas también por el Sr. Gobernador de la provincia, quedan constituidas en ley de la Sociedad y agregadas
ai mismo Reglamento con toda la fuerza y valor del mismo.
Son como siguen:
Regla l.H Se crea en esta Academia una sección especial que se denominará Sección de Socorros, y cuyo objeto
será entender en todes los asuntos que se relacionen con lo
dispuesto en el capitulo 8.° del Reglamento.
¿.a Esta sección se compondrá de un Presidente y un
Secretario, nombrados por la Junta general.
3,a E l Presidente de esta sección formará parte de la
Junta Directiva; su cargo será obligatorio y se renovará
cada dos años, correspondiendo á la del Presidente, Tesorero y Secretario de la Sección de Medicina.
4. a Solo se entenderá que un socio se halla inutilizado
para el trabajo cuando padeciere defecto físico ó enfermedad
incurable, que le imposibilite para el mismo y sea absoluta
y completamente irremediable.
5. a Estos caracteres de los defectos ó enfermedades que
ocasionan la imposibilidad, serán declarados tales por tres
sócios, de los que dos pertenecerán á la clase de médicos y
uno á la del presunto imposibilitado, sin cuya declaración
no se admitirán en la Presidencia de la Academia los documentos de que tratan las reglas siguientes:
6. a Tan luego ocurra la defunción ó inutilidad de un
sócio, éste, la viuda ó en su caso los demás herederos, se
dirigirán al Presidente de la Academia en reclamación al
socorro áque tienen derecho, acompañando los documentos
necesarios para acreditar la inutilidad ó la calidad de beredero, y además el recibo talonario de haber satisfecho la
cuota correspondiente á la última defunción.
7. a Cuando conste de público y notorio á la Junta D i rectiva la citada calidad de heredero, la solicitud se reducirá
á un oficio en papel cumun á que acompañará el citado recibo.
8. a Cuando esta notoriedad no conste á la Directiva,
será necesario la certificación de dos sócios de número, á
la que acompañará un simple informe también en papel
común del señor Gura párroco del pueblo en que residió el
sócio causante, y en la que dicho señor manifieste le consta
la calidad de esposa, hijos, etc., del sócio finado.
9. a Todos estos documentos, convenientemente comprobados si se creyese necesario, se pasarán á la Sección de
Socorros dentro de los ocho días desde la fecha de su presentación, y si la comprobación exigiese más tiempo se
pasará un simple aviso deque se están practicando las diligencias necesarias.
10. Recibidos estos documentos en la Sección, el Presidente, asistido del Secretario, procederá á la extensión y
timbre d é l o s recibos talonarios, cuya operación ha de quedar terminada dentro de los ocho días siguientes á los en
que se recibieron en la Sección.
11. Pasados estos dias (ó antes si los documentos estuviesen corrientes), se remitirán los recibos íntegros al señor
Tesorero de la Sociedad, y se declarará abierto el pago,
anunciándose así en el periódico oficial.
12. E l pago deberá quedar terminado dentro de los
cuarenta dias siguientes á la publicación ó fecha de dicho
anuncio, y el señor Tesorero procederá al corte de los r e cibos á medida (¡ue se haga el pago, anotando en ellos la
fecha en que se haga y teniendo cuidado de dividir en partes,
en lo posible iguales, el timbre que ha de servir de comprobación.
13. La falta de pago dentro del plazo señalado en la
regla anterior, priva al sócio del derecho al socorro, cuya
falta se anotará en el talón correspondiente, al día inmediato del vencimiento, y cuya nota, con la firma del Presidente y Tesorero, servirá de comprobante legal en caso de
reclamación.
14. Cuando por motivos especiales un sócio no pudiese
verificar el pago dentro del plazo señalado, la Junta general,
de acuerdo con el sócio causante, y en su caso con la viuda
ó herederos, podrá conceder moratorias por el tiempo que
juzguen necesario, teniendo siempre en cuenta que el derecho al socorro queda en suspenso desde la fecha en que
terminó el plazo y aquella en que dichas moratorias sean
concedidas, y que estas no podrán estenderse á más tiempo
que el que media entre esta última, y la época más próxi ma en que en el país se acostumbran á percibir los honorarios correspondientes á las escrituras ó á las igualas.
15. No se admitirá recurso alguno en solicitud de las
mismas moratorias, si no se presentan personalmente antes
de terminar el plazo señalado en la regla duodécima.
16. Terminado el plazo de estas moratorias, se procederá á dar de baja á todo sócio que no haya verificado el
pago, cancelando su diploma y haciéndolo constar en el
libro de patentes; advirtíendo que el pago de la cuota vencida se le exigirá judicialmente ante el Juzgado de la capial de partido.
E L J U R A D O MÉDICO-FARMACÉUTICO.
17. E n ningún caso, ni el socio ausente, ni los herederos, podrán reclamar directamente del Sr. Presidente las
cuotas que no hubiesen ingresado en Tesorería, por insolvencia ó defunción de los socios demandados.
18. Cuando un socio hubiese dejado de serlo por falta
de pago, podrá ingresar de nuevo en la sociedad, satisfaciendo todas las cuotas atrasadas y prévia rehabilitación que
solicitará de la Junta general, la cual admitirá ó no el re'curso, después de practicar las diligencias y reconocimientos que crea convenientes.
19. Ningún socio podrá dejar de serlo despidiéndose
simplemente de palabra ni aun por medio de oficio. L a Directiva no dará curso ni resolverá en ningún caso de dimisión, mientras el socio no se presente personalmente
ante el S r . Presidente á cumplir las formalidades y requisitos que disponen las regias siguientes:
20. Cuando un socio quiera separarse de la Sociedad,
lo solicitará en forma al S r . Presidente, el que dispondrá
que el dimisionario se persone á autorizar con su firma d i cha dimisión en el talón correspondiente al último recibo,
el que autorizado también con la firma del Sr. Pesidente,
se hará constar puntualmente la fecha de dicha dimisión, y
desde la misma quedará de hecho admitida, y el socio completamente libre de los deberes y derechos que señala el Reglamento.
21. Tampoco se admitirá ni dará curso á ningún oficio
dirigido á comunicar el previo aviso de conformidad de que
habla el artículo 20 del Reglamento.
22. E l socio que se hallare en las condiciones de dicho
artículo, se entiende que renuncia al derecho que aquel le
concede desde la fecha de su traslación, si no ha practicado
las diligencias de que se trata en la regla siguiente.
23. Para entrar de nuevo ó para continuar en el derecho de que trata el citado artículo, el socio deberá presentarse también personalmente ante el Sr. Presidente y autorizar con su firma la resolución de continuar en el citado
derecho, cuya firma, unida á la del S r . Presidente, se estampará en el último talón de recibo, en el que se hará
constar dicha presentación, y la que en todo caso servirá
de único y exclusivo comprobante.
24. L a Junta directiva queda autorizada para llevar á
efecto de la mejor manera posible lo acordado en Junta general de 5 de Noviembre de 1882.
25. La Academia como cuerpo colectivo y cada uno de
' sus miembros en particular, declaran el derecho y la obligación en que se hallan de constituirse, de acatar y de obedecer cuanto dispone su reglamento orgánico, y cuanto se
halla consignado en estás reglas, que deberán someterse á
la aprobación del S r . Gobernador de la provincia, en la
parte que afectan al mismo Reglamento. Asimismo declaran
que respetan y desean regirse en sus^actos puramente sociales, por las prescripciones claramente expresas en dichos
reglamentos y reglas, y que en cuanto no se halle terminantemente consignado ni en el uno ni en las otras, se someten á los acuerdos de la Junta directiva y general; que
tanto aquellos como estos son completamente obligatorios,
no solo para los socios en cuanto se refiere á sus deberes y
derechos propios, sino también en cuanto hace relación á
los mismos deberes y derechos trasmitidos por los mismos
socios; que por tanto los cuerpos directivos no admitirán
demanda ni querella alguna que tienda á poner en tela de
juicio ó á rebajar en lo más mínimo estos deberes y derechos que á todo ciudadano concede la Constitución del país
y la vigente ley de asociación; que por lo mismo, ni los socios por sí, ni sus herederos en su caso, podrán entablar
contra la Academia demanda ordinaria ni de ninguna clase,
como « o sea por falta notoria á lo claro y terminantemente
dispuesto en el reglamento ó en estas reglas.
26. E n este último caso, la demanda se dirigirá y sustanciará ante el Juzgado municipal de esta ciudad en juicio
verbal, y si esta autoridad juzgase existir dicha falta, el
agraviado podrá reclamar contra ella ante el Sr. Gobernador de la provincia y en ningún caso en forma de demanda
ordinaria ante la autoridad judicial.
xMolina 20 efe Agosto de 1883.
E l Presidente,
CLEMENTE PANZANO.
E l Secretario,
GREGORIO MEGINO.
259
EXPOSICION MINERA.
A G U A S
M I N E R O - M E D I C I N A L E S .
(Continuación.)
Urbemaga de Ubilla (Marquina) es otro de los establecimientos termales de la provincia de Vizcaya que, en una
elegante y artística instalación, expone sus aguas y da á
conocer, por medio de fotografías, la pintoresca topografía
que ocupa en la meriridad de Marquina, los medios hidroterápieos de que dispone y el confort de su hospedería, presentando también modelos de pulverizadores para aplicaciones laríngeas, etc. Realmente el gusto de la instalación
responde al creciente crédito de sus aguas, clasificadas
como bicarbonatadas-azoadas-termales
(27° centígrado),
donde preponderan como sustancias fijas el carbonato cálcico, el sulfato y el cloruro de la misma base, y como gases el ázoe disuelto en la proporción 32{ 13 centímetros cúbicos por litro de agua.
Las aguas de Urberuaga de Ubilla, de escasa mineralizacion, puesto que su densidad acusa la de la mayoría de
las aguas potables, debe su aplicación medicinal á los gases
que disuelve, especialmente el nitrógeno, y á su temperatura; precisamente al ser nitrogenadas deben su importancia hidrológica, viniendo á aumentar con un precioso agente terapéutico más, á los ya ventajosamente conocidos que
nos proporcionan las renombradas aguas de Panticosa, las
de Caldas de Oviedo, etc., y. que, unido á su mediana termalidad, dan á la medicina estenso campo de aplicación, d i rigida más generalmente á combatir afectos y desórdenes
gastro-intestinales determinados de las vías urinarias y del
aparato respiratorio. Nosotros, dentro de un recto criterio
científico, no podemos encomiar las aguas de Urberuaga
de Ubilla al punto que lo hacen algunos, pretendiendo una
superioridad sobre otros manantiales, porque desligados de
todo interés, nuestra opinión se ha de ajustar á la utilidad
médica dimanada de su mineralizacion; por esto no hemos
do generalizar los usos de las aguas de Urberuaga de Ubilla
al punto de buscar competencia como bicarbonatadas con
las de Alzóla, Puerto-Llano y Lanjaron, ni como azoadas
con las de Panticosa y Caldas de Oviedo; porque tanto de
las unas como de las otras existen ejemplares de mayor
pureza, puesto que el doble carácter que estas tienen le
quitan muchos de los efectos que tendrían siendo solo bicarbonatadas ó azoadas; así, por más que en los análisis
aparezca disuelven algo más ázoe que las de Panticosa,
llevan también un correctivo poderoso á disminuir la acción
terapéutica de este gas, por cuanto el ácido carbónico
(11^68 centímetros cúbicos por litro) con que están combinadas la dificultan,*resultando por esta circunstancia que,
como aguas nitrogenadas, aunque muy buenas, resultan
no tan químicamente puras como las de Panticosa.
No por esto se crea está rebajada su importancia módica:
la tienen ciertamente muy valiosa, sin necesidad de i r á
buscarla en otras que de parecida índole dan á la terapéutica un agente más definido y más fijo para la curación
de determinadas dolencias.
Las aguas de Urberuaga de Ubilla tienen tres manantiales que difieren poco en mineralizacion.
Villaro.—Aguas sulfurosas frías (16° centígrados): es
otro de los establecimientos balnearios que concurren con
sus productos á la Exposición. No presenta más que las
aguas.
260
EL
JURADO
MÉDICO-FARMACÉUTICO.
Conocidas las aguas de Villaro desde bastante tiempo,
constituyen un buen ejemplar de los muchos que de su
clase brotan en nuestro suelo, y es lástima que su antiguo
prestigio decaiga solo por no dar al balneario las reformas
y aplicaciones hidroterápicas que el progreso científico reclaman y las comodidades que el bañista exige; por lo demás, las aguas son de reconocida utilidad en la mayoría de
las dermatosis de origen herpético y escrofuloso.
Molinar de Carranca.—Estas aguas pertenecen á las
clorurado-sódicas-termales (36° centígrados) y emergen de
varios manantiales á la orilla occidental del rio llamado
Mayor, en el lugar denominado Borobron, en el valle de
Carranza; su regular mineralizacion, donde preponderan
los cloruros y sulfatos sódicos, unido á su terraalidad^
constituyen un agente hidro-medicinal de verdadera utilidad en los afectos reumáticos^ algunas neurosis y determinados trastornos digestivos, pero los cloruros que disuelven
son un recurso eficaz contra muchas escrofúlides. No-presenta más que aguas, y como los de Villaro, precisa que
sus actuales poseedores monten la explotación de estas
aguas tanto para poder administrarlas aplicaciones de que
son objeto como para buscar la concurrencia de bañistas.
[Se c o n ü m a r á . )
VOTO-DICTAMEN
del Diputado D . Zóilo P é r e z , individuo de l a Comisión
dictaminadora del Congreso.
(Continuación.)
Aví. 80. Todo cadáver permanecerá en el depósito del
cementerio hasta cumplir veinticuatro horas después del
fallecimiento, cuyo plazo podrá ser menor si el cadáver
entra en descomposición, y mayor por prescripción facultativa.
Art. 81. Las autopsias solo se podrán practicaren los
cementerios, en los hospitales y en las Facultades de Medicina, trascurridas cuarenta y ocho horas desde la defunción.
Pueden hacerse por orden judicial, por orden de la familia, prévia autorización del alcalde, por disposición del
médico en los hospitales, prévio permiso de la familia, y
por disposición de los catedráticos de clínica en las Facultades de Medicina. En los dos últimos casos,.si la familia lo
desea, también lesera entregado el cadáver para su enterramiento, de manera que después de vestido no aparezcan las
señales de la autopsia.
Art. 82. La inhumación se verificará siempre en los cementerios, en sepulturas que tengan por lo menos metro y
medio de profundidad, quedando prohibido terminantemente el enterramiento en nichos; y del mismo modo queda
prohibido, en absoluto, todo enterramiento dentro de las
poblaciones, cualquiera que sea el estado y condición á que
perteneciera el difunto.
Art. 83. No se puede autorizar exhumación alguna sino
trascurridos cuatro años, ó dos prévio informe facultativo,
si el cadáver no procede de enfermedad contagiosa.
Los embalsamados podrán sér exhmaiados antes, prévio
informe del Consejo de sanidad municipal, en vista de
la certificación de embalsamamiento y del reconocimiento
facultativo.
Por disposición judicial puede hacerse la exhumación en
cualquier tiempo, tomando las precauciones higiénicas convenientes. Excepto en este caso, quedan prohibidas todas
las exhumaciones en tiempos de epidemias.
Art. 84. Se autoriza la cremación de los cadáveres,
prévia la. autopsia. Se practicará según los procedimientos
conocidos y por voluntad expresa del finado ó de su familia.
SECCION
OCTAVA.
Mataderos, muladares y desolladeros; cremación de animales
muertos; abonos; mercados de ganados; enfermerías para
animales.
Art. 85. Los pueblos que cuenten más de 1.000 habitantes tendrán uno ó más mataderos, establecidos fuera ó en
los confines de las poblaciones. Su establecimiento exige
informe prévio del Consejo de sanidad municipal.
E l cuidado de su higiane estará á cargo de los facultativos municipales.
Art. 86. No se permitirá la entrada de res alguna que á
juicio de un veterinario especial se halle enferma.
El cargo de veterinario especial existirá en todos los mataderos de los pueblos importantes; será provisto por los
Ayuntamientos á propuesta de los Consejos de sanidad municipales, y tendrá derechos de reconocimiento según tarifa
consignada en las aduanas municipales.
Art 87. Los muladares, desolladeros y gusaneras se situarán fuera de las poblaciones, á ser posible á i .000 metros de distancia, y en la parte opuesta de los vientos reinantes.
En este mismo sitio, en las poblaciones importantes, se
establecerá un horno para quemar los animales muertos de
enfermedades contagiosas é infecciosas; también se destinará un paraje para enterrar los demás animales muertos,
siendo de cuenta de los dueños la conducción, cremación y
enterramiento, salvo que aquellos hubiesen muerto en despoblado, en cuyo caso la cremación ó enterramiento podrán
hacerse en el paraje en que quedaron.
Se exceptúan los restos de los animales muertos que se
utilizan para fines industriales, los cuales pueden ser depositados en parajes adecuados ó en establecimientos industriales, como la higiene determina, de manera que no alteren la salubridad pública; pero queda prohibido terminantemente emplear para estos fines los restos de animales que
hayan muerto de enfermedades infecciosas ó contagiosas,
los cuales deberán ser destruidos por cremación.
Art. 88. En las afueras de cada población habrá un sitio
en el paraje más salubre, donde cada vecino pueda depositar los abonos fermentados, quedando prohibido en absoluto que se coloquen en las calles, ni aun con objeto de cargarlos para su conducción al campo.
El depósito de estas materias podrá, á voluntad de los
vecinos, efectuarse en tierras de su propiedad, siempre que
ésta se halle á 200 metros, por lo menos, de distancia de
las últimas casas de la población.
Iguales prescripciones se aplicarán al depósito de materias animales y vegetales que se destinen á fábricas de productos químicos ó aplicaciones industriales.
Art. 89. Los Municipios que tengan mercados de ganados permanentes ó transitorios, los establecerán donde no
perjudiquen á la salud pública, bajo la responsabilidad de
los alcaldes.
Todos los que se hallen en este caso, y los de grandes
poblaciones, tendrán en las afueras una enfermería para
los animales que padezcan enfermedades contagiosas e infecciosas, siendo obligación de los dueños, bajo su responsabilidad, ordenarla traslación, así como serán de su cuenta los gastos de manutención y curación.
SECClONíNOVENA.
Disposiciones generales.
Art. 90. Queda terminantemente prohibido celebrar funerales de cuerpo presente.
Art. 91. La traslación de los enfermos que padezcan
males contagiosos ó infecciosos se verificará en forma conveniente, en vehículos apropiados á este fin, nunca en coches públicos.
E l médico que asista á estos enfermos, cuando crea que
la habitación que ocupan no es higiénica, dará aviso, bajo
su responsabilidad, á la autoridad municipal, para que
ésta ordene una viíita de inspección médica que reconozca
la habitación, y si ésta no reuniere buenas condiciones higiénicas, la autoridad municipal acordará la traslación del
enfermo al punto designado para este objeto, ó á la sección
apropiada de los hospitales.
Art. 92. Se prohibe criar y mantener dentro de las poblaciones mayores de 1.000 habitantes animales de pezuña
hendida, como cerdos, cabras, ovejas, vacas, etc., á título
de industria, permitiéndose solamente corrales y establos en
las afueras, situados convenientemente, para contener el
número quo se designe de vacas, ovejas ó cabras necesario
para el surtido de leche y en las condiciones que fijen los
reglamentos.
La vigilancia de estos corrales ó establos estará á cargo
del facultativo veterinario, ei cual hará una visita mensual
por lo ménos, prévia la autorización correspondiente.
Art. 93. Los alcaldes de las poblaciones más importantes, de acuerdo con los Consejos municipales, dispondrán:
1.° Uno ó más edificios-hospitales, barracas ó tiendas
bien montadas, con el posible aislamiento, para albergar y
EL
JURADO
261
MÉDICO-FARMACÍIUTICO.
asistir en caso de verdadera necesidad á los que contraigan
enfermedades contagiosas.
2. ° E n las poblaciones marítimas y ribereñas, medios de
salvamento y demás convenientes para acudir con prontitud
en los casos de astixia por inmersión.
3. ° Lavaderos públicos dispuestos para evitar que se
mezclen en ellos y tengan contacto las ropas de las personas
sanas con las de los difuntos y de los enfermos que padezcan
enfermedades contagiosas.
4. ° Gimnasios públicos dirigidos pericialmente, para contribuir á la conservación de la salud y al desarrollo de los
jóvenes.
5. ° Baños públicos.
Art. 94. E l Gobierno cuidará del establecimiento en Madrid de un Instituto de higiene, inspeccionado por el Consejo superior de Sanidad, para el desenvolvimiento y difusión
de los conocimientos que interesan á la salud pública.
cuarentenario interior. Mas cuando circunstancias especialísimas aconsejaren la adopción de medidas coercitivas,
el Gobierno podrá disponer el modo como deban efectuarse,
habilitando los lazaretos en puntos convenientes y estableciendo acordonamientos fronterizos.
Estas medidas no se podrán tomar sin oír antes á los
Consejos de sanidad de las provincias fronterizas y al Consejo superior.
(Se continuará,.)
CAPÍTULO VIL
l A M E D I C A C I O N SALICÍLICA E N LA. F I E B R E T I F O I D E A .
E n d e m i a s , enfermedades contagiosas,
y epizootias.
epidemias
Art. 95. Siempre que una enfermedad se repita con inusitada frecuencia ó ataque á muchos individuos, todos los
médicos tienen el deber de dar inmediatamente aviso al alcalde, quien consultará con el Consejo de Sanidad municipal.
Si del dictámen de esta corporación resultara calificado
el mal de epidemia, el alcalde lo avisará al gobernador, el
cual consultará el caso con el Consejo de Sanidad pro
vincial.
Tanto el alcalde como el gobernador tomarán las medidas que estimen oportunas para detener la marcha de la enfermedad, oyendo á sus respectivos Consejos de Sanidad.
Los gobernadores, respectivos comunicarán inmediatamente el caso al Ministro de la Gobernación, que oirá al
Consejo superior de Sanidad antes de disponer lo que crea
más conveniente á la salud pública, si el caso da tregua
para la consulta, y obrará sin ella si es urgente.
Art. 96. Burante los períodos en que reinen graves epidemias, el Gobierno, asesorado del Consejo superior de Sanidad, queda revestido de ámplias facultades para disponer
cuanto crea conveniente para combatir la enfermedad reinante.
Art. 97. Es deber de los Ayuntamientos de las grandes
poblaciones tener siempre organizado un servicio extraordinario de personal y del material posible, dispuesto á entrar en función en el momento en que apareciese una epidemia, cuyo personal no devengará retribución alguna sin
funcionar. En las restantes poblaciones se hará lo posible
para satisfacer este precepto.
AKL 98. Todos los hospitales tendrán con el debido aislamiento un departamento para recibir los enfermos de males
contagiosos agudos, como las viruelas, sarampión, difteria, etc., así como se procurará en la construcción de los
nuevos hospitales, y en cuanto sea posible en los existentes, evitar á los enfermos la vista de los males de sus compañeros.
El Gobierno cuidará de la existencia en algunas localidades aisladas, de hospitales para las enfermedades crónicas trasmisibles, como la pelagra, lepra, tisis, etc., así como
de la creación en determinados puntos del litoral, de establecimientos para combatir el linfatismo y el escrofulismo
de los niños, usando las aguas de mar.
Art. 99. Los veterinarios, respecto de las epizootias,
tienen los mismos deberes que marca el art. 95 á los médicos. E n este caso obrarán igualmente los alcaldes y los gobernadores.
El Gobierno fomentará el estudio ronstarite de estas enfermedades, facilitando los medios y estableciendo premios
para las Memorias que lo merezcan á juicio del Consejo superior de sanidad ó déla Real Academia de Medicina.
Las Memorias premiadas se publicarán en la Gaceta y en
los Boletines oficiales de las provincias.
Art. 100. Los médicos y farmacéuticos que durante una
epidemia presten sus servicios á las autoridades en beneficio de los enfermos y se inutilicen para el ejercicio profesional en el desempeño de sus funciones, serán recompensados por el Gobierno con una cruz de beneficencia pensionada, prévio expediente y propuesta del Consejo superior
de Sanidad y del de Estado en pleno, cuya misma pensión
disfrutarán las viudas y huérfanos.
Estos preceptos son aplicables á los veterinarios y á sus
viudas y huérfanos, cuando aquellos quedaren inutilizados
ó fallecieren por la asistencia de una epizootia.
A.rt. 40i. Queda prohibido por regla general el sistema
SECCION CIENTÍFICA.
R E V I S T A DE TERAPÉUTICA.
I.
Pol Vernon hace un sucinto resumen de la tesis que
con este título ha presentado el Dr. Rabeau. Dice que no
se ha limitado éste á desarrollar las ideas que sobre tan i n teresanté asunto profesa el Dr. Vulpiau, sino que ha hecho
una verdadera monografía.
Antes de exponer las opiniones del Dr. Rabeau, c ú m plenos dar sumarisima idea de lo expuesto por el doctor
Vulpian con el objeto de hacer más útil el estudio de la
presente nota.
Admitido que la fiebre tifoidea reconoce por causa específica un agente infeccioso—dice Vulpian—si seria posible atacar directamente este agente con sustancias desinfectantes, que llegaran íntegras hasta el punto donde el fermento se localiza, sin perjuicio de que una vez absorbidas
las sustancias empleadas atacaran los fermentos difundidos
en la sangre. A pesar de las dificultades que presentaba tan
interesante problema, el Dr. Vulpian comenzó sus experimentos en el Hospital de la Caridad, utilizando al efecto
diversos agentes desinfectantes.
Usó primero el iodoformo qué no dio resultado como
desinfectante.
Empleó después el salicilato de bismuto á la dosis de
ocho á doce gramos diarios, y solo observó Mr Vulpian un
descenso notable en la temperatura; se desinfectaron las
deposiciones y mejoró el estado general de los enfermos;
pero se presentaron intensas disneas y abundantes hemorragias que obligaron á suspender el uso del medicamento.
El ácido bórico y el fenato de sosa no produjeron efecto
sobre la fiebre tifoidea.
En vista de tan poco satisfactorios resultados, pensó
Mr. Vulpian utilizar el ácido salicílico, ya preconizado en
Alemania, y le prescribió primero mezclado con el fosfato
de cal ó con azúcar de leche; ahora lo administra puro en
cantidad de seis á siete gramos diarios, en dósis de 25 centigramos cada dos horas. No produjo nunca los fenómenos
anormales que el salicilato de bismuto. E l efecto más notable del ácido salicílico fué el rápido descenso térmico, dos
ó tres grados en el espacio de. 24 horas, descenso que se
sostiene ó no, según se suspenda ó continúe el uso del
medicamento. E l estado general del enfermo experimenta
un notable alivio.
E l Dr. Vulpian no se atreve á deducir de tan escaso
número de experimentos conclusiones generales.
Veamos ahora lo que el Dr. Rabeau dice de la medicación salicílica en la fiebre tifoidea.
E l origen pútrido y parasitario de la fiebre tifoidea preocupa actualmente al mundo médico. Desde el famoso descubrimiento de Klebs del bacillus typhoms, frecuentemente
ha habido ocasión de observar en la sangre, en las secre -
E L JURADO MÉDICO-FARMACÉUTICO.
262
ciones y escreciones de los tíñeos numerosos micro-organismos. L a terapéutica, subordinada siempre á las actualidades
patogénicas, está naturalmente inclinada hacia los diversos
agentes de la medicación antiséptica. Así es que alternativamente se aconsejan los compuestos clorados (Bouillaud,
Chomel), las preparaciones mercuriales (Serres), iodadas
(Liebermeister), los sulfitos y el ácido fénico (Pecholies,
Desplats), el benzoato de sosa (Klebs), la resorcina (Dujardin-Beaumetz), el ácido bórico (Muller), etc., etc.
Buss, que fué el primero que tuvo la idea de emplear el
ácido salicílico en la fiebre tifoidea en 1874 en el hospital
cantonal de Saint-Gall, concluye declarando que el ácido
salicílico, á doble dósis que la quinina, parece tener igual
eficacia antipirética que ésta. Después de él, Ries Schroder,
Nathan, Fischer, Wolffberg, Ziemssen, Immermann, L i e bermeister, Ewald, Frerichs, Justi, Riegel, Jahr, Goltdammer, Gissler, Wenzel, Baelz y Wunderlich, emitieron
su opinión generalmente favorable á esta medicación. E n
Francia, Garcin (de Marseille), N. Gueneau de Mussy,
Jaccoud,'A. Robin, Oulmont, 6. Seé, Hallopean, Vulpian,
Gaussidou (d'Alger), obtuvieron también excelentes resultados de la medicación salicílica en la fiebre tifoidea.
Hé aquí el resumen de sus observaciones. La acción
hipotérmica es más segura, más poderosa y más durable
que la de todos los otros antipiréticos empleados. L a temperatura desciende progresivamente y las exacerbaciones
vespertinas cesan bajo la influencia del ácido salicílico:
en 24 ó 36 boras la temperatura desciende á370 y aun más;
el bienestar y el cambio favorable de todos los síntomas
acompañan al descenso térmico. Puede administrarse sin
peligro el ácido salicílico durante diez ó quince dias; si produce hemorragia (epistasis) ó algo de disnea y subdelirio,
se suspende durante 24 horas el uso del medicamento. Este
no está contraindicado en la albuminuria. Se dá en cantidad de cinco á siete gramos por dósis de 50 centigramos
cada hora. Cuando el descenso térmico se aproxima á la
temperatura normal, deben disminuirse las dósis. Simultáneamente puede y aun debe administrarse la medicación
tónica.
M. Ratherg y Vulpian han empleado con éxito en la
fiebre tifoidea el salicilato de bismuto antitérmico poderoso,
diaforético enérgico, restringiendo las evacuaciones intestinales y desinfectándoles (á la dósis de 6 á 8 gramos por
dia.)
E n suma: es preciso comprender que la terapéutica
contemporánea ha hecho en la medicación salicílica una
conquista de primer órden. E l ácido salicílico y sus derivados no solo son antireumáticos siempre eficaces, sino que
son también antitérmicos tan enérgicos y mucho menos costosos que el sulfato de quinina. Los resultados obtenidos en
e! tratamiento de la fiebre tifoidea, en que frecuentemente
el sulfato de quinina es impotente (! 11111), prueban sobradamente la importancia de esta proposición
II,
L A C A F E I N A Y SUS S A L E S .
Mis investigaciones—dice Tanret—han tenido por objeto obtener soluciones de cafeína lo más concentradas posible, á fin de poder utilizar este alcaloide en inyecciones
hipodérmicas, cosa que hasta ahora ha sido punto menos
que imposible en razón de la débil solubilidad de la cafeína; en efecto, ésta no se disuelve sino en 93 veces su
peso de agua á la temperatura ordinaria, esto es, apenas un
centigramo por centímetro cúbico. Respecto á sus sales diré
(y este es uno de los objetos de esta nota) que la mayor
parte de las que se han mencionado en los trabajos de terapéutica son imaginarias, y las que existen no pueden emplearse, porque en el momento de disolverse se descomponen en ácido y cafeína, que se precipita.
Las propiedades alcalóidicas de la cafeína son sumamente débiles; y tanto es así, que su reacción es perfectamente
neutra al papel de tornasol y á los reactivos ordinarios de los
alcaloides; el ioduro doble de mercurio y de potasa y el
reactivo de Bouchardat no la precipitan sino cuando sus soluciones son relativamente concentradas. No siendo alcalina
la cafeína, es incapaz de neutralizar la más pequeña cantidad de ácido, y si con alguno forma sales,-éstas no son tan
estables como la mayor parte de las de los otros alcaloides.
E l ácido acético concentrado disuelve abundantemente la
cafeína. Dejando evaporar espontáneamente esta solución,
el ácido se volatiliza por completo, y queda, no una sal de
cafeína, sino la cafeína pura. No existe, pues, el acetato de
cafeína.
E l ácido valeriánico no da tampoco valeríanato de cafeína. Saturándose de cafeína al calor una solución muy fuerte
de este ácido, se deposita por enfriamiento, no el valeríanato de cafeína, sino simplemente la cafeína, soluble por
completo en el cloroformo, y retiene mecánicamente vestigios del ácido mencionado, los cuales sirven para conservar
el olor.
Tampoco el ácido láctico se combina con la cafeína para
formar lactato de cafeína.
E l ácido cítrico no da nunca cítrato de cafeína. E l producto á que se da este nombre, no es otra cosa que una
mezcla de cafeína y ácido.
E n resumen: los ácidos orgánicos no forman sales definidas con la cafeína. Aumentan, es verdad, su solubilidad
en el agua, pero sin combinarse, y como el ácido no se modifica, resulta que con las soluciones de cafeína en los ácidos orgánicos se inyectarían ácidos libres cuyo peso sería
igual á muchas veces el de,la cafeína disuelta.
De muy distinto modo pasan las cosas con los ácidos
minerales.
E l ácido sulfúrico forma con la cafeína un sulfato difícilmente crístalízable.
Los ácidos clorhídrico y bromhídrico forman, por el contrarío, sales de las que es fácil obtener hermosos cristales.
Estas sales son perfectamente definidas, pero tan poco estables, que el agua las descompone en ácido libre y cafeína
que se disuelve ó se precipita según la cantidad de agua empleada. E l aire las altera igualmente al cabo de un espacio
de tiempo variable según la temperatura.
Así, pues, bajo el punto de vista que nos ocupa, las sales de cafeína formadas por los ácidos minerales, no tienen
ninguna ventaja sobre la cafeína pura.
En presencia del benzoato, del cinnamato, del salicilato
de sosa, la cafeína se disuelve muy poco en agua y forma
sales dobles muy solubles y muy ricas en cafeína. L a combinación se verifica según los equivalentes de estos diferentes cuerpos. Pero esta combinación es bastante débil, puesto
que estas sales, tratadas por el cloroformo, le abandonan
toda su cafeína. E n mí concepto, insiste Tanret, estas sales
dobles sólo pueden compararse á las sales hidratadas, que
pierden su agua de cristalización cuando se las trata por un
líquido neutro, en el cual el agua es soluble; asi que el sul-
E L JUKADÜ
MÉD1CÜ-FARMACÉUT1CU.
falo de cobre azul pierde su agua de cristalización y queda
blanco cuando se le sumerge en alcohol absoluto ávido de
agua.
E l cinnamato de sosa disuelve la cafeína en agua, equivalente por equivalente, 170 de cinnamato para 244 de c a feína. Esta sal doble contiene, pues, 58,9 70 de cafeína.
E l benzoato de sosa y de cafeína contiene para dos equivalentes de benzoato de sosa (288) un equivalente de cafeína (244), ó sea 45,8 % de cafeína.
E l ácido salicílico permite obtener la sal doble más rica
en cafeína; un equivalente de salicilatode sosa (160) disuelve un equivalente de cafeína (244). Esta sal doble dá 610/0
de cafeína. L a solubilidad de estas sales dobles es tal, que
pueden obtenerse fácilmente con el benzoato y el cinnamato de sosa soluciones que contengan por centímetro cúbico
20 centigramos de cafeína y aun 30 centigramos con el
salicilato.
Los ácidos benzoico, cinnáraico y salicílico me han dado
lo que buscaba, y por lo tanto, he creído supérfluo ensayar
en qué medida se obtendrían análogos resultados combinando estos ácidos con otras bases que la de sosa. Diré, sin
embargo, que he podido obtener sales dobles con los ácidos
acético, láctico, cítrico, sulfúrico, clorhídrico, etc., etc.
Merced á estas nuevas sales., de hoy en adelante podrá
administrarse la cafeína por el método hipodérmico. E s
verdad que las sales alcalinas que se les asocian tienen una
acción propia; pero esta es hoy conocida, y por consiguiente, al terapeuta incumbe estudiar los casos y las dosis.
Terminaré este trabajo diciendo que las sales dobles
podrán prepararse por simple solución en el agua, según
las proporciones indicadas más arriba. Como los benzoatos
y salicílatos de sosa del comercio tienen algunas veces una
reacción alcalina, será conveniente, antes de utilizarlas en
inyecciones hipodérmicas, neutralizar estas sales con los
ácidos correspondientes. (Société de Therapeutique).
III.
NITROGLICERINA
(1).
Descubierta por Sobrero en 1847, experimentada por
Hérinh; Field, Thoroxgood, Braldy, Fuller y en 1879 por
Williams Murrel, ha observado que los efectos de la nitroglicerina son semejantes á los del nitrito de amilo, por lo
cual la administra en la angina de pecho y obtiene satisfactorios resultados. L a dosis varía de una á seis gotas en una
solución al centésimo.
L a nitroglicerina obra especialmente sobre el sistema
circulatorio y el cerebro; al cabo de dos ó tres minutos se
observan los fenómenos siguientes: el ritmo cardiaco se
acelera, el choque precordial es más enérgico y los ruidos
más fuertes; el trazado del pulso se modifica, la línea ascendente es casi vertical, más alia; el ángulo que forma con la
línea descendente es más agudo; al mismo tiempo que el
pulso se acelera, la presión arterial disminuye frecuentemente; á los quince ó veinte minutos el pulso se hace dicroto; algunas veces se producen intermitencias, pero el sugeto
no siente jamás palpitaciones.
L a dosis de 2 gotas de la solución al centesimo determina casi inmediatamente una ligera cefalalgia acompañada
dé sensación de plenitud y calor en la cabeza y la cara.
Una dosis de 6 gotas provoca celalalgia muy molesta,
(1)
año.
V é a s e n u e s t r a Revista de Terapéutica del mes de J u l i o de este
263
acompañada de un poco de fotofobia, de una sensación
desagradable y de tensión cefálica y zumbido de oidos, síntomas que parecen atenuarse al final de cada inspiración;
además, es imposible todo esfuerzo físico ó intelectual; la
secreción urinaria aumenta ligeramente..
Las observaciones hechas por Korcynsky recayeron sobre 35 enfermos, y las afecciones en que la nitroglicerina
ha manifestado su eficacia, son:
1. ° E l asma secundario dependiente del enfisema (la
nitroglicerina puede impedir la repetición de los accesos ó
atenuarlos; tiene poca acción sobre el asma nervioso protopático).
2. ° Dos casos de cardioplegia, acompañados de un
aneurisma de la .aorta.
3. ° L a s palpitaciones, sobre todo cuando no son debidas
á una lesión cardiaca, la acción de la nitroglicerina se hace
sentir á la vez sobre los paroxismos y sobre el estado habitual.
4. ° Un caso de corea en una joven clorótica que había
tomado sin resultado el bromuro de zinc.
5. ° L a angina de pecho con ó sin ateroma arterial y
degeneración cardiaca; esta afección se alivia notablemente
con el uso de la nitroglicerina, tanto que M. Murrel ha
dicho que no solo modera la intensidad de los accesos, sino
que previene su repetición cuando dependen de un trastorno
del sistema nervioso. E s probable que la nitroglicerina dé
buen resultado en el traíamiento de la epilepsia, de las
neurosis vasculares y del síncope; no tiene influencia sobre
el histerismo fhysteria major) el temblor mercurial y la
diabetes.
Hammond recomienda el uso de la nitroglicerina contra
la anemia cerebral y las afecciones que puedan depender de
ella, la hemicránea arigio-espasmódica, la epilepsia, las
convulsiones epileptiformes y el síncope. Pocas veces se ha
visto precisado á aumentar la dosis de 1 á 2 gotas de solución alcohólica al centésimo.
También puede administrarse la nitroglicerina en pildoras, cada una de las cuales contenga de % de miligramo á
5 miligramos; pero es preferible la solución antedicha.
T r a d u c i d o por
VÍCTOR CEBRIAN Y DIEZ.
Madrid 6 de Setiembre de 1883.
GA.GETA OFICIAL MEDICO-FARMACEUTICA.
Colección mensual de leyes, decretos, reales ó r d e n e s
y circulares.
M E S DE AGOSTO.
Ultramar.—Real orden fecha 7 de Agosto, dando las
gracias á los Jueces del Tribunal de las oposiciones á la
Cátedra de Ejercicios prácticos de Osteología y Disección de
la Facultad de Medicina de la Universidad de la Habana.—
[Gaceta del 46 de Agosto.)
Marina.—RB-A orden fecha 4 de Agosto, nombrando segundos médicos del Cuerpo de Sanidad de la Armada á los
excedentes de las úllimas oposiciones D. José Marvá y
Echevarría, D. Francisco Alatnán. y Bizcarrí, D. Matías
Zaragoza y Aviñó, D. Juan Botas y Alonso, D. Joaquín del
Castillo y Peñalosa, D. Luis Ferrer y González y D. Emiliano
lliueca y Cuveis, á quienes corresponde ocupar plaza por
ser los primeros de su clase.—{Gaceta del 18 de Agosto.j
Fomento.—Real orden fecha 4 de Agosto, disponiendo
que la Cátedra de Farmacia químico-orgánica vacante en la
Facultad üe Farmacia de la Cniversidad Central por fallecimiento de D. Rafael ¡Saez Palacios, corresponaiendo su
provisión al turno de concurso, se anuncie antes á trasla-
264
EL JURADO
MÉDICO-FARMACÉUTICO.
cion, conforme á las prescripciones de la legislación vigente.—[Gaceta del 18 de Agosto.)
Gobernación.—Real orden focha 26 de Agosto, disponiendo vuelva á encargarse de la Dirección general de Beneficencia y Sanidad D. Pedro Antonio Torres.—[Gaceta del 26 de
Agosto.)
Gobernación.—Circular fecha 43 de Agosto, encareciendo
á los Directores de Sanidad marílima y de lazaretos la
mayor escrupulosidad en las listas de pasajer os para mejor
formación de la Estadística.—[Gaceta del 29 de Agosto.)
Gobernación.—Disposición de la Dirección general de
Beneticencia y Sanidad fecha 29 de Agosto, acordando la
clausura del balneario de Borines, en la provincia de Oviedo,
por no existir en dicho establecimiento agua minero-medicinal bastante para llenarlas necesidades del servicio.-^[Gaceta del 34 de Agosto.)
iNOTIOIAS.
Varios apreciables colegas, respondiendo á nuestra excitación, han dado á conocer su opinión acerca de la conveniencia de reunir un Congreso profesional; su mayoría aceptan la idea, si bien unos objetan la forma, en tanto que
otros abrigan temores sobre el éxito. Faltan aún muchos colegas que emitan la suya, y entre ellos los mas peritos en
asuntos profesionales, y realmente hasta ahora no podemos
desahuciar la idea ni tampoco ilusionarnos con su aceptación: esperamos conocer más opiniones, y con las ya emitidas por La Medicina Rural, La ¡farmacia Española y ía Gaceta Médico- Veterinaria, volveremos a insistir en tan importante asunto para las ciases médicas.
¿Nuestros colegas dé provincia darán la suya y nos harán
conocer el espíritu que anima á la clase?
E l ilustre tocólogo D. Francisco Alonso y Rubio ha sido
agraciado con la gran cruz de Carlos llí.
Tan elevada distinción la tiene bien merecida el sabio y
digno catedrático, hasta hace poco, de la asignatura de Obstetricia del Colegio de San Cános.
E n la Exposición de Amslerdan han obtenido los siguientes premios las aguas minero-medicinales españolaí:
Gran diploma: Panticosa.
Medalla de oro: ürberuaga, Loeches, Zaldivar^ Rubinac,
Ontaneda y Archena.
Medalla de plata: Elorrio, Caldas de Besaya, Pozuelo de
Calatrava, San Andrés, Ceslona, San Hilario y Puerto-Llano.
Medalla de bronce: Marmolejo.
Mención honorífica: Coamo y Juana Diaz, de PuertoRico.
L a farmacia del Dr. Cornabella, de Barcelona, ha obtenido también medalla de bronce.
Los periódicos políticos excitan y recomiendan al Alcalde
de Madrid para que los preceptos higiénicos no sean letra
muerta y que tengan una rigurosa aplicación, tanto en la
inspección de los mercados como de las viviendas.
E l recuerdo y la excitación son buenos; pero tememos
sean tan desatendidos como lo es la prensa médica, que no
pasa dia sin denunciar la imperiosa necesidad de ejercer una
cientiíica inspección higiénica; y si no, al tiempo.
De los colegas que hasta ahora se han ocupado de la
conveniencia de celebrar uu Congreso profesional, solo La
Veterinaria Española parece oponerse, y decimos parece porque no hemos podido ver en el artículo que nos dedica una
negativa explícita, y sí traer cuestiones en nuestro concepto
innecesarias á la aprobación ó desaprobación del pensamiento.
Nuestro apreciable colega no ha visto que los recursos y
argumentos con que trata de defenderse trayendo á plaza
su ruda polémica con La Gaceta Médico- Veterinaria, los tiene
contestados precisamente en nuestro artículo eu los conceptos que con gran habilidad trascribe en letra bastardilla, y
que escasa de vuelos su argumentación, ha ido á llevarla á
un litigio personal, por más que atirme lo contrario, contra
el Sr. t). Rafael Espejo, su director, sin observar que el
traerla á este terreno dá motivo á q u e algún malicioso crea
obedece á aquel fenómeno extraño de que hablamos, «cuyo
detenido análisis nos baria apartar la vista con horror y el
estómago con asco, como dijo Donoso Cortés.»
Hubiéramos deseado ver á La Veterinaria Española por
otro camino, y no llegar á confundir intereses sagrados de
la clase que representa con asuntos personales que nosotrocreemos jamás deben confundirse, y mucho menos ser
causa de oposición á la realización de ideas que, como la de
ahora, nunca podra negar, han sido inspiradas por nobles
sentimientos.
Medite nuestro estimado colega su" actitud, y para los
asuntos de interés profesional y de clase queme'esos autos
que tanto nos cita, y donde si algún espíritu suspicaz los
estudia, acaso halle, más que polémica periodística profesional, polémica rentística y administrativa.
La Farmacia Española dice apropósito del reparto de
premios de la «Exposición Farmacéutica Nacional», que en
este mismo mes se celebrará su distribución, por más que
nada se ha resuelto oíicialmente acerca de este asunto; pero
podemos atirmar que en vista de lo manifestado por muchos
expositores, es lo más probable que el Colegio se decida á
hacer el reparto susodicho cuanto antes, siquiera se vea
obligado a dar al acto un carHcter más modesto del que se
proponía. E n nuestro concepto debe apresurarse el Colegio
á entregar á los premiauos medallas y diplomas, pues de esa
manera es seguro que complace en sus justos deseos á la
mayoría, si no á todos los expositores.
La Gaceta del 6 de Setiembre publica un Real decreto
del Consejo de Estado, altamente importante para definir
de una vez derechos de médicos titulares, desconocidos por
los municipios, por lo que nos apresuramos á darlo á conocer á nuestros lectores, ¡subrayando en los considerandos
que trascribimos ios fundamentos legales y su interpretación.
Dicen así:
i
«Considerando que las facultades que la ley Municipal
señala á l o s Ayuntamientos para nombrar y separarlos empleados retribuidos con sus propios fon ios, han de ejercerse
con arreglo á h s condiciones establecidas en ciertos casos por
las leyes especiales, como las de instrucción pública. Sanidad y otras:
Considerando que en virtud del precepto contenido en el
art. 7Ü de la ley de 28 de Noviembre de 4833, la Junta Municipal no pudo resolver el expediente relativo á D. Adolfo
Gallan, médico titular de la población urbana de Bermeo,
acordando su separación de dicho cargo, sin oir antes á la
J m t a de Sanidad de la provincia:
Considerando que ni la ley Municipal vigente, ni el Reglamento de 24 de Octubre ha podido privar a los médicos
titulares de los pueblos de la garantía que les da el informe
facultativo de la Junta provincial de Sanidad:
Considerando que á tenor de lo dispuesto en el susodicho
Reglamento de 2 í de Octubre de 1873, la asistencia facultativa retribuida con fondos municipales se ha de limitar á los
enfermos pobres, y por tatito, la escritura otorgada entre el
Ayuntamiento de Bermeo y D, Adolfo Gaíian es nula, por
ser contraria á este precepto, pero sin que esta nulidad produzca la del nombramiento de titular á favor de Gallan, por
ser. cosa distinta:
Considerando, por último, que lo procedente, conforme
á las leyes, es mantener en su cargo á Galian, celebrando el
Ayuntamiento nueva escritura, en la que, á tenor del Reglamento de 24 de Octubre de 4873, solo se pacte la asistencia facultativa de los enfermos pobres, retribuida con los fondos municipales;
Vengo en absolver á la Administración del Estado de la
demanda interpuesta por el Ayuütamíento de Bermeo, y en
conlirmar la Real orden reclamada de 4.° de Octubre de
4880.»
Epidemia raray que algunos llaman «danzante».—Rn Itapagipe, arrabal ó suburbio de Bahía (Brasil), se ha manifestado una epidemia singular, cuyos principales síntomas son
de apariencia coreiforme. Como quiera que se reproducía
con frecuencia la enfermedad, el Municipio nombró una
Comisión facultativa, á fin de que estudiara su naturaleza
y causas que la hablan producido, cuya Comisión, en el
informe que ha dado, consigna que se trata de la corea en
sus más benignas formas, cuya tendencia comunicativa,
como todos los fenómenos nerviosos, es conocida hasta del
vulgo. Como tratamiento, propone la Comisión el aislamiento y evitar la presencia de las personas atacadas, las
distracciones y los ejercicios parcos y limitados, pues los
paseos largos producen una íatiga muscular, que no solo es
inútil, sino que puede ser perjudicial.
MADRID,—ESTABLECIMIENTO
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3. a No se responde de los extravíos que los libros sufran en correos. Solo se responde de los paquetes certificados, para lo cual deberá acompañarse al pedido un sello de 3 reales (ó su equivalente en
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Olavide.—Premiada en el Instituto de Francia. Dos tomos
Brochará.—Del uso de los Baños de mar en los niños. Obra premiada por-la Academia de M e dicina de P a r í s .
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Bouchardat.—Anuario de terapéutica, materia médica, farmacia é higiene para 1880
— Idem de 1881.
Vulpian.—Clínica Médica del Hospital de la Caridad.
Damaschino.—Enfermedades de las vías digestivas. Premiada por la Academia de Medina de
Rizzoli.—Clínica Quirúrgica.—Memorias de Cirugía y de Obstetricia, (dos gruesos tomos con
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raciones en general, los métodos operatorios, la higiene, el tratamiento de los heridos y operados, un voluminoso tomo con grabados
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Urbantschitsch.—Tratado de las enfermedades del oído. (Un tomo cfón grabados)
Guislain.—Lecciones orales sobre las frenopatías ó Tratado teórico práctico de las enfermedades mentales (dos tomos con grabados)
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Hofmann.—Elementos de medicina legal y toxicología (con legislación española,, francesa,
' austríaca y alemana) (un tomo)
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Morell-Makenzie.—Tratado práctico de las enfermedades de la faringe, de la laringe y de la
tráquea. (Un elegante tomo con un gran número de grabados)....
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Murchíson.—Lecciones clínicas sobre las enfermedades del hígado
Eustache.—Manual teórico-práctico de las enfermedades de las mujeres (Medicina y Cirugía).
Labadie-Lagrave.—Del frío en temperatura
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Walter Douglas.—Del uso terapéutico del ácido salicílico, sus compuestos, y accesoriamente
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Trelat.—Lecciones de clínica quirúrgica.
Girbal.—Consideraciones doctrinales y prácticas sobre la fiebre en general
Laure. —Medicación diurética..,
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Paquet (A).—Lecciones sobre la cirugía clínica de las enfermedades de las vías urinarias...
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Descroizilles.—Estudios clínicos sobre algunas enfernfMades agudas de los órganos respiratorios en los niños
Juleg Cyr.—Etiología y pronóstico de !a glucosuria y la diabetes
Lichtheim.—La hemoglobinuria periódica.
Leube y Roncke.—Terapéutica de las afecciones del estómago y Del timol y su empleo en la
cura antiséptica de las heridas
Ziegler.—Sobre la tisis y la tuberculosis
Rhinstaedter (Dr.) A. Wernich.—Metrorrágias extra-puerperales, su tratamiento radical y
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Dornblütíi.—La intoxicación crónica del tabaco
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AÑO IV DE PUBLICACION.
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precio de DOS PESETAS cada uno.
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francesa por el D r . M . Carreras Sanchis.
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Se suscribe á nombre de D. Luis Robles, Magdalena, 36,
2.° izquierda, Madrid.
Biblioteca e c o n ó m i c a de l a R e v i s t a de Medicina y
Cirugía prácticas.
por S. Tarnier, profesor agregado d la Facultad de Medicina de P a r í s , etc., y S. Chantreuil, etc.
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