fiscalización y derechos de los conductres frente al control de

FISCALIZACIÓN Y DERECHOS DE LOS CONDUCTRES
FRENTE AL CONTROL DE CONSUMO DE ALCOHOL
El 9 de enero de 2016 comenzó a aplicarse en todo el territorio uruguayo la Ley No.
19.360 que establece que toda persona habilitada para conducir vehículos de cualquier tipo o categoría, no lo podrá hacer cuando la concentración de alcohol en sangre o su equivalente en términos de espirometría sea superior a cero (0,0) gramos
por litro de sangre.
Entrevistamos al Dr. Adrián Gutiérrez, Especialista en Derecho Administrativo; Socio
y Encargado del Depto. de Derecho Administrativo de la Consultora RUEDA ABADI
PEREIRA.
¿Cuál es su opinión de la nueva normativa que rige en Uruguay, sobre la denominada
“tolerancia cero alcohol” a los conductores?.
Esta disposición se enmarca en una política definida por el gobierno uruguayo que tiene
su antecedente inmediato en la Ley No. 18.191.Consideramos que el control de alcohol a
los conductores resulta no solo conveniente, sino necesario en la sociedad actual.
La implementación de la denominada “tolerancia cero alcohol” ha dado lugar a diversas
discusiones en cuanto al cumplimiento de su objetivo esencial, esto es, la disminución de
accidentes de tránsito que tienen su causa en el consumo de alcohol.
Más allá del análisis de la conveniencia o no de la denominada “tolerancia cero”, resulta
relevante destacar que las autoridades con competencia para fiscalizar, desarrollen esta
actividad sin dejar de observar los derechos que le asisten a los conductores. Ello permitirá no solo realizar una correcta fiscalización, con las debidas garantías, sino evitar que
las eventuales sanciones que se impongan puedan ser anuladas posteriormente por el
Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA).
¿Cuál es el procedimiento que deben seguir los funcionarios al realizar una fiscalización de este tipo?.
La fiscalización se realiza habitualmente por intermedio del método de espirometría. En
estos casos, y ante un resultado positivo, el funcionario debe entregar al conductor una
constancia donde se indique la fecha, hora y lugar en que se realizó la prueba, sus resultados y disposiciones legales violadas. En tal caso, debe otorgarse al conductor un plazo
de 10 días hábiles para presentar descargos u ofrecer pruebas, como lo es la posibilidad
de agregar un examen de alcohol en sangre.
¿Qué sucede en la práctica?.
En la práctica –en la mayoría de los casos- una vez constatada la infracción se aplica
la sanción, sin brindarle al conductor esta instancia de defensa. Existe, por ejemplo, a
nivel de la Intendencia de Montevideo un procedimiento para cuestionar el resultado de espirometría, pero el mismo está previsto una vez aplicada la sanción.
¿Qué consecuencias tiene esta práctica?
La consecuencia es que, al violarse el derecho de defensa, esa sanción resulta ilegitima.
Por ello, si el conductor entiende que se ha vulnerado su derecho, debe interponer recursos administrativos contra la sanción en el plazo de 10 días corridos y, en caso de que la
autoridad competente mantenga la sanción, acudir al TCA para lograr su anulación. En
los hechos, el TCA ha anulado este tipo de sanciones administrativas (multas), sin que se
haya cumplido con esta instancia trascendental de defensa previa.
racterísticas. Así en un caso que llegó al TCA, en el que se anuló la sanción, el conductor
no pudo realizarse el examen de alcohol en sangre porque la mutualista le indicó que no
lo hacía.
Una situación parecida se presenta si el conductor se ve impedido de realizar el examen
de alcohol en sangre, tal como sucedió en un asunto planteado ante el TCA en el que el
conductor se dirigió al instituto Mateo Orfila y no se pudo realizar el examen, por encontrarse el instituto cerrado. En este caso, el TCA anuló la decisión sancionatoria.
Ante un examen de espirometría y otro de alcohol en sangre cuyos resultados son
diferentes, ¿cuál prevalece?
La jurisprudencia y los especialistas en la materia han señalado que el examen de alcohol en sangre, por ser el más preciso y el que presenta mayores garantías para todas las
partes.
En alguna oportunidad se ha señalado por el presidente de la UNASEV que los espirómetros están siendo calibrados para mostrar dos cifras (0,0 o 0,1). ¿Qué incidencia
podría tener ello en las fiscalizaciones?
La determinación de la forma más exacta posible del grado de alcohol en sangre, constituye un elemento esencial para determinar el grado de la sanción a aplicar. A modo de
ejemplo, el plazo en que puede inhabilitarse al conductor –en caso de un primer examen
de espirometría positivo- va de seis meses a un año. Por ello, la determinación precisa del
grado de alcohol en sangre, resulta relevante para graduar la infracción y como consecuencia de ello aplicar la sanción que corresponda.
Establecer un resultado de 0,0 y 0,1 limita el margen de actuación de las autoridades
competentes para determinar el grado de la sanción a aplicarse, resultando muy difícil
determinar la mayor gravedad de una infracción en un caso y en otro. Siendo ello así, en
base a estos parámetros, todas las infracciones resultarían de la misma gravedad y no
existiría margen de discrecionalidad para aplicar, por ejemplo, en un caso una sanción de
inhabilitación por el plazo mínimo y, en otra situación similar, aplicar el plazo máximo; a
excepción de que se evalúen otras circunstancias que puedan incidir en dicha determinación, las que deberán explicitarse claramente en la resolución que imponga la sanción.
¿Cuál es el tiempo qué posee el conductor para realizar el examen de alcohol en
sangre?
He escuchado que se habla de un margen máximo de dos horas. Sin embargo, la ley no
establece ninguna limitación en este sentido. En estos casos debe aplicarse un parámetro
de razonabilidad del tiempo transcurrido entre el primer y segundo examen. A tal efecto
deben evaluarse diversos factores, en lo esencial, la distancia entre el lugar en que se realizó el primer examen de espirometría y el lugar donde se realiza el –segundo- examen de
sangre. No es lo mismo que la persona se encuentra a poca distancia del laboratorio que
a 100 km del mismo.
¿Existe algún parámetro para determinar –en el segundo examen de alcohol en sangre- qué porcentaje de alcohol tenía el conductor al momento en que se le realizó el
examen de espirometría?
¿El conductor tiene derecho a un examen ratificatorio o rectificatorio del examen de
espirometía?
A nivel técnico y jurisprudencial se ha utilizado en algunas oportunidades, el método de
proyección retrospectiva que se cimienta en que la oxidación -eliminación del alcohol
etílico- sigue una línea que determina que cuando transcurre una hora sin ingesta de
alcohol, la persona reduce un 0,15 gr./l el porcentaje de alcohol en sangre, aunque no se
trata de una fórmula exacta y posee un margen de error de + - 10%.
Si, ello se encuentra expresamente establecido en la ley. El examen procede a solicitud y
costo del conductor.
¿Este tipo de procedimientos de control se aplican también en relación al control en
el consumo de cannabis?
¿Dónde puede realizarse el control de alcohol en sangre?
Si, en estos casos, se aplica el mismo procedimiento y deben observarse las mismas garantías en relación a los conductores, en especial la posibilidad de realizar un examen
ratificatorio.
La ley señala que dicho examen debe realizarse por las autoridades competentes del
MSP. Debe tenerse en cuenta que este tipo de exámenes por su especificidad debe realizarse en laboratorios preparados para ello. Se ha hablado de un listado de instituciones
autorizadas. Sin embargo, nosotros no hemos podido conocer cuál es ese listado, solo
sabemos que el Instituto Mateo Orfila realiza ese tipo de exámenes.
Las mutualistas no se encuentran obligadas a realizar un examen de sangre de estas ca-
Como es sabido, en Uruguay se encuentra prohibido y, por ende resulta una infracción
pasible de las mismas sanciones que en el caso del alcohol, conducir habiendo consumido cannabis psicoactivo, sin importar la cantidad que se hubiere consumido de dicha
sustancia. En base a ello, para los conductores existe también un régimen de “tolerancia
cero” en el consumo de cannabis psicoactivo.