Diversidad geográfica mundial y de México II.

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INTRODUCCIÓN
Con esta asignatura se busca que los estudiantes normalistas adquieran conocimientos geográficos,
amplíen la información con que cuentan, desplieguen habilidades para seleccionar y procesar
información sobre temas de geografía y su enseñanza, y desarrollen valores y actitudes para
orientarse como futuros maestros de educación secundaria en la elaboración de estrategias de
trabajo y en la selección o diseño de recursos y medios didácticos.
Los dos cursos de esta asignatura tienen como propósitos específicos que los alumnos analicen tanto
los aspectos naturales y culturales como los procesos económicos que tienen lugar en el mundo, así
como la forma en que se interrelacionan; a partir de ese análisis, comprenderán cómo estos
elementos se han conjugado para dar origen a la diversidad geográfica.
El concepto central de estos cursos es la diversidad, que permite entender las razones por las cuales
una región natural, una cultura, o las actividades para el aprovechamiento de un recurso, no se
distribuyen de manera homogénea en el espacio ni presentan las mismas características. Por
ejemplo, aun cuando el concepto bosque tropical es genérico, existen diferencias entre el bosque
tropical de América con el de África o el de Asia. En ese sentido, es importante que los normalistas
identifiquen las condiciones y características generales de un recurso y reconozcan las diferencias
que puede presentar por su ubicación en regiones geográficas distintas.
La constante referencia al contexto nacional y mundial ayudará a concebir mejor el concepto de
diversidad y a trabajarlo bajo una perspectiva que derive en el desarrollo de actitudes de respeto y
valoración hacia la naturaleza y el ser humano; además, es necesario abordar los conceptos de
patrimonio natural y cultural de la humanidad, para que los alumnos conozcan sus características e
importancia, su valor educativo para propiciar un mayor conocimiento sobre el legado que
heredamos y adquieran un compromiso para evitar su destrucción. Así, la discusión sobre el efecto
causado a las zonas arqueológicas por las visitas masivas poco controladas; la destrucción del
patrimonio cultural en nombre de la modernización o de las ideologías; la tala clandestina de áreas
selváticas o de bosques; la construcción de centros turísticos en zonas costeras, entre muchos otros
ejemplos, pueden generar el análisis y la reflexión del peligro y las consecuencias presentes y
futuras de tales acciones en el contexto local y mundial.
Este tipo de ejemplos permiten a los alumnos desarrollar su juicio crítico informado y adoptar una
actitud frente a situaciones en las que se ve afectado nuestro patrimonio. El sentido de pertenencia,
la solidaridad, la tolerancia, el respeto a lo propio y a lo diferente, son actitudes que se favorecen
con el estudio de estos temas. Además, observar, comparar, inferir, analizar y disentir a partir de la
consulta de diversas fuentes bibliográficas, audiovisuales y electrónicas (internet), interpretar
cartografía temática o realizar prácticas de campo, favorecerán el despliegue de las habilidades
propias de la asignatura, al tiempo que son un medio ideal para analizar cómo los adolescentes
adquieren las nociones básicas de: espacio geográfico, localización, relación e interacción,
temporalidad y cambio, distribución, representación y, por supuesto, diversidad.
Es conveniente que a lo largo de ambos cursos se haga alusión y se promueva la reflexión sobre la
forma en que los temas de esta asignatura son estudiados en la secundaria y cómo favorecen el
pensamiento geográfico en los adolescentes.
En el primer curso se estudian los principales factores que han originado la diversidad natural y
cultural en nuestro planeta, tales como el relieve, el suelo, el clima, la vegetación y la ubicación
geográfica. De igual modo, se analizan la historia, la religión, la lengua y las costumbres como
elementos que definen la diversidad cultural. Cabe aclarar que, para efectos de estudio en el curso,
los contenidos se organizan en dos bloques, uno destinado a la diversidad natural y el otro a la
cultural, lo cual puede constituir una ventaja para conocer las regiones naturales y la riqueza
cultural de México y del mundo, ya que lo que se busca es integrar ambos en el concepto de
diversidad geográfica. Para ello, se recomienda que al hacer referencia a los aspectos naturales se
vinculen éstos con las acciones humanas y viceversa.
El curso se orienta al análisis de regiones representativas a nivel mundial, por lo que se abarcarán
todos los continentes para identificar los diferentes ámbitos y tener la posibilidad de establecer
contrastes. Se propone que los normalistas estudien las características naturales y culturales, los
factores que dieron origen a la conformación de los diferentes espacios geográficos y los recursos
con que cuentan, lo cual, a su vez, permitirá localizar áreas con gran riqueza natural y/o cultural
que han despertado un interés creciente por su grado de conservación y han sido declarados,
1
“patrimonio de la humanidad” por la UNESCO, a fin de resguardarlos y considerarlos como lugares
potencialmente educativos.
En este curso se emplearán distintos recursos didácticos para conocer la diversidad natural y
cultural de nuestro planeta: el aprovechamiento del entorno desde el punto de vista educativo;
prácticas de campo; mapas temáticos; fotografías de satélite; medios audiovisuales; el análisis
documental de libros, revistas, periódicos, compendios, atlas, enciclopedias, entre otros; medios
electrónicos como CD e internet; visitas a parques naturales, zonas de patrimonio natural y cultural
y jardines botánicos. Es muy importante no perder de vista que al utilizar estos recursos los futuros
maestros analizan ampliamente las posibilidades que tienen para emplearlos al enseñar Geografía a
los adolescentes.
Durante el desarrollo de la asignatura interesa, de manera especial, que los alumnos normalistas
sean capaces de acceder a diferentes medios impresos y sepan buscar y seleccionar información,
para lo cual se recomienda la consulta de publicaciones periódicas como: Las 100 maravillas de
México, de Clío; Ciencia y Tecnología, de Conacyt; ¿Cómo ves?, de la UNAM; Scientific American y
otras que se consideren de interés y respondan a los criterios de consistencia y validez en la
presentación de la información.
Con la utilización de estos recursos los estudiantes continuarán desarrollando las habilidades de
observación y manejo de criterios de selección para el estudio de una región, trabajadas en Métodos
y Procedimientos en el Análisis Geográfico, en cuarto semestre, sobre todo mediante visitas a zonas
patrimoniales, jardines botánicos y/o prácticas de campo, en las que puedan identificar los factores
que originaron la diversidad natural y cultural –por ejemplo, los tipos de vegetación y fauna, el
relieve, las costumbres de un grupo de población y sus actividades productivas. La apropiación de
estas habilidades por parte de los estudiantes normalistas favorecerá su futuro desempeño docente.
El empleo de estrategias como el debate en grupo, la argumentación fundamentada, la indagación
de información geográfica mundial y nacional, su organización y presentación en reportes escritos,
ensayos, exposiciones, murales, elaboración de cápsulas informativas son, entre otros, recursos que
permiten compartir y complementar los hallazgos individuales.
Este curso considera los antecedentes trabajados en los cursos Interacción: Relieve, Agua y Clima I
y II, y tiene continuidad con Diversidad Geográfica Mundial y de México II, en sexto semestre;
además, se relaciona de manera estrecha con Naturaleza, Sociedad e Impacto Ambiental y el
Seminario: Efectos Económicos y Sociales de la Globalización.
PROPÓSITOS GENERALES
Uno de los propósitos de la asignatura Diversidad Geográfica, Mundial y de México I es que el
estudiante normalista establezca y analice la relación entre los recursos naturales y culturales, la
influencia que tienen en el desarrollo económico, así como la forma en que se interrelacionan a
partir de ese análisis, comprenderán cómo estos elementos se conjugan para dar origen a la
diversidad Geográfica.
El estudiante normalista tendrá que comprender que el espacio geográfico no es homogéneo, y que
existen diferentes regiones en todo el mundo.
Promover en los estudiantes la puesta en juego de los conocimientos, habilidades y destrezas, en el
estudio de los temas propuestos.
Que el alumno valore la importancia del aprovechamiento racional de los recursos naturales y del
ambiente, así como promover el cuidado y preservación de patrimonios culturales.
Favorecer en el estudiante manejo de recursos didácticos para conocer la diversidad natural y
cultural de nuestro planeta, así como promover el trabajo de campo, viéndolo desde el punto de
vista educativo. También que se utilice los medios electrónicos para este aprendizaje.
2
BLOQUE I
DIVERSIDAD NATURAL MUNDIAL Y DE MÉXICO
TEMARIO
1. Factores que han originado la diversidad natural de México y el mundo: relieve, situación
geográfica y clima.
2. La interacción entre relieve, suelo, clima, vegetación y fauna en la conformación de las regiones
naturales. Distribución de las regiones naturales en el mundo y en México.
3. Regiones naturales que forman parte del patrimonio natural de la humanidad en el mundo y en
México. Respeto, valoración y conservación de la diversidad natural.
ACTIVIDADES QUE SE SUGIEREN
TEMA 1: Factores que han originado la diversidad natural de méxico y el mundo: relieve,
situación geográfica y clima.
1. Con el propósito de conocer la gran diversidad que existe en México y el Mundo, en binas has un
escrito de lo que entiendes por diversidad y biodiversidad.
2. Socializado en el grupo y como producto realicen un pequeño ensayo con las aportaciones de
todos los equipos.
3. Leer y analizar el texto de Ángel Bassols Batalla, RECURSOS NATURALES DE MÉXICO, con los
elementos analizados hacer un escrito sobre los recursos naturales de nuestro país.
TEMA 2: La interacción entre relieve, suelo, clima, vegetación y fauna en la conformación
de las regiones naturales, distribución de las regiones naturales en el mundo y en México.
1. Leer el artículo “El clima y su relación con los seres vivos”, Importancia de la biosfera. Las
grandes regiones naturales: localización y relación con las actividades económicas, exponer ante
el grupo los siguientes puntos:
•
Situación de la tierra
•
Movimiento de la tierra
•
Inclinación del eje terrestre
•
Forma de la tierra
•
Atmósfera
•
Hidrosfera
•
Corteza terrestre
2. Qué importancia tienen estos factores para la vida en la tierra.
3. En equipo realizar exposiciones sobre el clima y su clasificación de Koeppen localizar en el
mundo y México, así como analizar el cuadro 5.4 y observar las interacciones del las mismas.
4. En un mapa de la república mexicana localiza las regiones biogeográficas, puedes auxiliarte con
la figura 5.25 de la lectura que se menciona en la actividad 1.
5. Analiza e identifica los diferentes ecosistemas, donde encontraras las variadas características de
flora, fauna y clima entre otros, auxíliate con el mapa de la figura 5.26, los más importantes
son:
•
Selva
•
Sabana
•
Región monzónica
3
•
Desierto
•
Región mediterránea o maqui
•
Estepa
•
Bosques mixtos
•
Bosques fríos O DE CONÍFERAS (taiga)
•
Tundra
TEMA 3: Regiones naturales que forman parte del patrimonio de la humanidad en el
mundo y en México, respeto, valoración y conservación de la diversidad natural.
1. Realizar por el equipo el estudio de las diferentes regiones naturales que conforman nuestro país
auxíliate del texto “LOS RECURSOS BIÓTICOS DE MÉXICO” de Arturo Gómez Pompa.
2. “LA JUNGLA”, “DESIERTO”, "ÁRTICO Y ANTÁRTIDA”, videocintas de la colección Testigo Ocular,
analizar el respeto, valoración y conservación de esta diversidad natural, realizar un pequeño
ensayo sobre la misma.
3. Al término de estas actividades realiza una propuesta que puedas aplicar con tus alumnos de
secundaria para la conservación de la diversidad natural.
BLOQUE II
DIVERSIDAD CULTURAL MUNDIAL Y DE MÉXICO
TEMARIO
1. Los principales grupos de población. Historia, lengua, religión y costumbres: elementos que
definen la diversidad cultural del mundo y de México.
2. La riqueza cultural como patrimonio de la humanidad. Respeto y valoración de las diferentes
expresiones culturales de los grupos humanos.
3. La interacción de los aspectos naturales y culturales en la conformación de una diversidad
geográfica mundial. Formas de apropiación del espacio natural por los diferentes grupos de
población.
4. Diseño de estrategias didácticas que propicien en los alumnos de secundaria la comprensión de
los conceptos diversidad natural y cultural. El fomento en los adolescentes del sentido de
pertenencia a una cultura; las actitudes de respeto y tolerancia hacia las diferentes
manifestaciones culturales del mundo y de México; el cuidado de los bienes naturales y
culturales.
5. Medios para la enseñanza de la diversidad natural y cultural en la escuela secundaria: el
entorno, las prácticas de campo, los mapas temáticos, los audiovisuales, la revisión documental
(enciclopedias, compendios, atlas, revistas, periódicos, entre otros), las visitas a parques
naturales, zonas de patrimonio natural y cultural y jardines botánicos; el uso de CD e internet.
ACTIVIDADES QUE SE SUGIEREN
TEMA 1: Los principales grupos de población, historia, lengua, religión y costumbres:
elementos que definen la diversidad cultural del mundo y de México
1. Realiza la lectura PROBLEMÁTICA DE LA POBLACIÓN MUNDIAL, Evolución y estructura de la
población mundial, a partir de esta y la investigación que se realicen por Internet (ver
direcciones en el apartado de bibliografías) elabora un cuadro comparativo en donde menciones
los principales grupos de población mundial con las siguientes características:
RAZA
4
HISTORIA
RELIGIÓN
LENGUA
CULTURA
5
2. En un planisferio localizar los grupos raciales, separando por colores:
•
Variantes del grupo blanco o caucasoide
•
Variantes del grupo amarillo o mongoloide
•
Variantes del grupo negro o negroide
TEMA 2: La riqueza cultural como patrimonio de la humanidad respeto y valoración de las
diferentes expresiones culturales de los grupos humanos.
1. Solicitar que selecciones un país de cada continente. Los localicen en un atlas, señalar la capital,
mencione algunos rasgos físicos del país, establecer relaciones con la distribución de la población
y sobre todo identificar su riqueza cultural, toda esta investigación será sistematizada y
entregada a tu asesor para evolución.
TEMA 3: La interacción de los aspectos naturales y culturales en la conformación de una
diversidad geográfica mundial, formas de apropiación del espacio natural por los
diferentes grupos de población.
1. Leer el texto completo Enrique Leff, “MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO EN MÉXICO”
2. Formar equipos para exponer lo siguiente:
•
Interacción de aspectos naturales y culturales
•
Hablar de la sobreexplotación de los recursos
•
Manejar las posibles causas
•
Qué consecuencias nos trae
•
Normas para la protección del medio ambiente
•
Posibles alternativas de solución
TEMA 4: Diseño de estrategias didácticas que proporcionen los alumnos de secundaria la
comprensión de los conceptos diversidad natural y cultural; las actitudes de respeto y
tolerancia hacia las diferentes manifestaciones culturales del mundo y de México; el
cuidado de los bienes naturales.
1. En la medida de lo posible realice una práctica de campo en donde visite un patrimonio natural
y/o cultural, se puede acudir a:
•
El lecho de un río
•
Una elevación de un cerro
•
Una región natural
•
Un parque nacional
•
Una reserva ecológica
•
Una zona arqueológica
•
Una zona de cultivo
•
Un aserradero
•
Algún puesto, aeropuerto
Esta práctica de campo tiene como finalidad de proporcionar experiencias de aprendizajes y
fomentar el sentido de pertenencia, respeto y tolerancia a las diferentes manifestaciones culturales y
naturales, Brindado la oportunidad para promover la participación de los alumnos y el grupo en la
apropiación y comprensión del conocimiento Geográfico que complemente la formación brindada en
el aula. El maestro ha de planear muy bien la práctica de campo, tomando en cuenta las tres etapas
básicas definidas por el tipo de actividad a efectuar:
6
a) La etapa previa de carácter efectuar
b) La de realización de la práctica
c) La de presentación de resultados por medio de un informe
El la primera etapa, el maestro elabora el proyecto de trabajo de la práctica, donde señala el
objetivo o los propósitos que se persiguen, el itinerario, las actividades a efectuar, los materiales y
el equipo necesario. Lo presenta al grupo como a las autoridades para su aprobación.
En la segunda etapa el grupo efectúa las actividades previstas y algunas otras que en el momento
se consideren de apoyo para el trabajo.
Una vez concluida la actividad de campo, los alumnos prepararan un informe con lo trabajado
durante las prácticas así como sus conclusiones.
Este informe se presenta ante el grupo para su discusión, pudiendo abrirse un foro de presentación
para su discusión. Los alumnos se auxiliarán de sus registros, notas, croquis y fotografías tomadas
durante el desarrollo de la práctica para presentar el reporte final.
La práctica de campo puede ser una experiencia que convoque a los alumnos a tomar parte en una
actividad formativa de actitudes de cooperación, participación, organización, respeto hacia los
demás y hacia el entorno, respeto a la diferencia entre los seres humanos y la naturaleza, de
valoración de los recursos humanos y naturales, de aprecio y respeto a las manifestaciones de la
cultura y de la naturaleza.
TEMA 5: Medios para la enseñanza de la diversidad natural y cultural en la escuela
secundaria
1. A continuación enumeramos algunas estrategias de trabajo para la enseñanza de la diversidad
natural y cultural en la escuela secundaria, apoyarse en el libro para el maestro de geografía,
para desarrollar estas estrategias aquí únicamente te las mencionaremos para que tú las
desarrolles con algún contenido de educación secundaria:
•
Escritos breves
•
Ensayo
•
Exposición de temas
•
Álbum
•
El trabajo en grupo
•
Equipos de análisis y plenaria
•
Planteamiento de un problema eje
•
Ficha bibliográfica por autor
•
Noticias del periódico, revista y televisión
•
Estudio del caso
•
Prácticas de campo.
EVALUACIÓN
La evaluación es una actividad que se debe desarrollar de manera continua en la tarea educativa y
propiciar la emisión de juicios de valor de tipo cualitativo y cuantitativo acerca del trabajo de los
alumnos; se realiza con el propósito de mejorar los procesos de aprendizaje de estos y la práctica
escolar.
El asesor junto con los alumnos determinarán los rasgos a evaluar, aparte de los que se mencionan
a lo largo de las actividades, así como la ponderancia a cada uno de ellos, sin olvidar que debemos
tomar en cuenta los contenidos a desarrollar como son: actitudinales, procedimentales y
conceptúales.
7
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
•
Bassols Batalla Ángel. “RECURSOS NATURALES DE MÉXICO”
•
Fabián Ceniceros Eva C. “GEOGRAFÍA GENERAL”. Climas: Clasificación de Koeppen, localización
en el mundo y en México p.p. 257 a 271
•
Gómez Pompa Arturo. “LOS RECURSOS BIÓTICOS DE MÉXICO”
•
SEP/ILCE (1996) “LA JUNGLA” “DESIERTO” “ÁRTICO Y ANTÁRTIDA”. Videocintas de la colección
Testigo Ocular México (biblioteca de la normal).
•
Fabián Ceniceros Eva C. “GEOGRAFÍA GENERAL”. Problemática de la población mundial pp. 285
a 289.
•
Leef Enrique (1990). “MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO DE MÉXICO”. Vol. II
•
SEP (2000) Libro para el maestro, educación secundaria: GEOGRAFÍA
INSTITUCIONES Y PUBLICACIONES POR INTERNET
•
Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad: http://www.conabio.gob.mx
•
Consejo Nacional de Población: http://conapo.gon.mx
•
Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática: http://sedesol.gob.mx./ini/ini.htm
•
México desconocido: http://www.mexicodesconocido.com.mx
•
National Geographic: http://www.nationalgeographic.com
•
Population Reference Bureau, ONU: http://www.prb.org
•
Organización de las Naciones Unidas: http://www.un.org/spanish/
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MATERIAL
DE
APOYO
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RECURSOS NATURALES DE MÉXICO
Ángel Bassols Batalla
TEORÍA, CONOCIMIENTO Y USO
La estructura orográfica como factor determinante del ambiente natural
La orografía es en México –tanto se ha insistido- decisiva y ello no puede negarse, de tal manera
que en numerosas ocasiones se afirma que el nuestro es “un país montañoso por excelencia”. Nadie
niega que por lo que se refiere al gran cuerpo continental de la República y a extensiones
considerables de Baja California, el principio anterior resulta válido, pero no debe olvidarse que de la
superficie total de la República debe descotarse una no despreciable área que abarca casi toda la
península de Yucatán, excepto sitios aislados del Centro-Sur en Campeche y Quintana Roo, y
también las planicies costeras, que no pueden considerarse montañosas. La gran península del EsteSureste comprende aproximadamente 120 000 kilómetros cuadrados de tierras no montañosas y las
zonas bajas de la costa están integradas por no menos de 160 000 km2 lo que reúne un total de
280 000 km2 o sea alrededor del 14% de toda la superficie nacional.
Ahora bien, se dispone de las cifras aproximadas del área que en todo el país alcanza altitudes que
no sobrepasan los 300 metros sobre el nivel del mar y su consideración es importante ya que
pueden estimarse como terrenos con escasa deformación orográfica: el 29.11% de la superficie, o
sea 573 7000 km. .1 Resulta
importante tener conciencia de lo anterior para evitar
generalizaciones peligrosas y porque su especial interés consiste en mostrar algo que teóricamente
sería aprovechable en agricultura fuera de los valles y mesetas altas; sin embargo, por si sola la
altura sobre el nivel del mar no es decisiva y de las regiones montañosas del país habría que
separar aquellos segmentos no utilizables en materia agrícola por diversas causas, entre ellas la
falta o abundancia de agua, problemas de suelo y subsuelo, etc. En relación directa con el área
montañosa y vinculando el territorio al uso actual o futuro en materia agrícola o ganadera, se hace
imprescindible ir más adelante y tomar en cuenta las áreas que por su escasa pendiente ofrecen
mayores probabilidades de servir económicamente. Según la mencionada obra de Tamayo, se
calcula en no más de un 5% del total (10 millones de hectáreas) el conjunto de tierras que pueden
considerarse casi planas y que no necesitan obras de defensa para su utilización provechosa en
cultivo o pastizales, por no tener pendientes mayores de 2%; por otro lado, las superficies que
tienen entre 0 y 10% de pendiente (incluyendo en ellas a las áreas antes calculadas como de
planicie no montañosa y también a otras regiones de las grandes altiplanicies internas) representan
poco más de la tercera parte del país. En estas últimas zonas de escasa pendiente se hace necesario
llevar a cabo distintas obras para cultivar y defender el suelo cultivado o por abrirse al cultivo: la
cifra de terrenos teóricamente aptos para agricultura en México alcanzarían de esa manera n total
de aproximadamente 70 millones de hectáreas. Pero todos los problemas y elementos negativos
reducen -como veremos más tarde- el área cultivable de la república a sólo unos 35 millones de
hectáreas (17% de la superficie) lo cal demuestra que si bien el relieve juega papel decisivo, no es
ni con mucho el único aspecto natural que debe tomarse en cuenta, pues por desgracia las
realidades climáticas, de suelos, vegetación y disponibilidad del recurso agua, reducen notablemente
un área que de otro modo podría estimarse suficiente e incluso ofrecería posibilidades todavía muy
amplias para la agricultura mexicana.
Lo que podríamos llamar “el México montañoso” comprende entonces aproximadamente n 86% del
área nacional y en sus caracteres sustanciales lo integran diversos sistemas orográficos, varios de
los cuales tienen importancia general y otros destacan en ambientes más modestos. Entre los
complicados y vastos sistemas de montañas deben sin duda mencionarse aquellos que se nos obliga
a estudiar desde la escuela primaria y otros que por ser menos conocidos a menudo no se
recuerdan. Entre los primeros están las Sierras Madres Occidental y Oriental, del Sur y de Chiapas,
en tanto que de los segundos deben destacarse la Sierra Madre de Oaxaca, la Cordillera
bajacaliforniana, los conjuntos montañosos que pueden denominarse Serranía Norte de Chiapas
(incluyendo la llamada, en ocasiones, Meseta de Chiapas), al igual que diversas sierras transversales
que corren del sur de Zacatecas, a San Luis y Guanajuato. Especial mención merece el llamado “Eje
Volcánico” (Cordillera Volcánica Transversal), que constituye una verdadera barrera en sentido
1
Geografía general de México, IV tomo.
12
longitudinal, desde los volcanes del centro de Nayarit, hasta las grandes moles de Veracruz, Puebla,
Tlaxcala y el Estado de México, con una aislada prolongación en el volcán de San Martín.
Entre los grandes sistemas montañosos se encuentran comprendidas las enormes altiplanicies
Septentrional (también denominada Mexicana, en el Norte y Centro-Norte) y Meridional (Meseta de
Anáhuac) al sur de aquella y hasta los límites que significa la cordillera Neovolcánica. Algunas
depresiones ocupan espacios muy diversos, sobresaliendo entre ellas la gran depresión del río
Balsas. Concomitantemente, resulta natural que México sea un país de grandes y pequeños valles
de altura, estructurados por ríos de variable caudal y que pueden tener gran importancia económica,
como es el caso del Bajío (en realidad su nombre original es el de “Los Bajíos”, de los valles
centrales de Oaxaca y Chiapas, lo mismo que alrededor de Toluca y en Puebla, Tlaxcala (además de
la cuenca de México), abundando los pequeños valles en todas las zonas montañosas, desde
Chihuahua a las Huastecas, y de Colima a Chiapas.
No contamos en nuestro país con imponentes cordilleras que puedan siquiera compararse a los
Himalaya, los Andes o el Tien Shan- Pamir, que alcanzan en muchos sitios alturas superiores a 7 y 8
mil metros sobre el nivel del mar, pero la preponderancia cuantitativa de eso que puede llamarse el
México montañoso queda demostrada por el hecho de que en la superficie total más de un 52% está
situado entre los 900 y los 2 700 metros, mientras otro 17% yace de los 300 a los 900 metros de
altura. Entonces, esta configuración orográfica tan complicada debe inevitablemente evidenciarse en
múltiples formas de influencia sobre todos y cada uno de los demás integrantes del medio natural.
Lo que Hernán Cortés caracterizó al referirse a México como un territorio semejante a “un papel
arrugado”, presenta una zonalización de climas, suelos, vegetación y fauna, que arranca desde la
mínima altura sobre el nivel del mar y termina sólo en las cimas de las cordilleras más altas. Claro
que dicha sucesión de franjas en vegetación y fauna, en tipos de suelo y caracteres climáticos es
variable según la mayor cercanía o alejamiento del ecuador e influyen también multitud de
peculiaridades locales. Puede concluirse diciendo que en México las leyes de la zonalización o
división en regiones horizontales (que se expresan principalmente del Noroeste al sureste de la
República) actúan como en cualquier otra parte del mundo de similares condiciones, pero que de
igual o mayor interés resulta la zonalización vertical.
IMPORTANCIA DECISIVA DE LA SITUACIÓN
México está situado en latitudes (de los 14º 30’ a los 32º 43’ de latitud Norte) que le colocan bajo la
influencia directa de dos grandes fajas naturales; la desértica del Norte y la tropical al Sur.
Precisamente a la altura del norte de la república se extienden en otros continentes los grandes
desiertos del Sahara, Libia, Arabia, de Irán y de Thar; mientras que al sur -entre los 10º y los 20º hay en Asia, América y África, muy amplias regiones tropicales, desde Birmania, Vietnam y el sur de
China a la India y las innumerables islas del Caribe. Si otra hubiera sido nuestra historia geológica y
las grandes serranías de hoy no existieran, el panorama general sería muy distinto y
contemplaríamos quizá una citación en la cual el desierto hubiese invadido la mayor parte del
cuerpo nacional, en lucha frente a la resistencia inevitable de los factores tropicales procedentes del
sur. En este sentido, las montañas han sido elementos salvadores y a pesar de que ofrecen
numerosas dificultades tanto para el desarrollo de las comunicaciones como para el progreso de la
agricultura, no deberán menospreciarse nunca sus aspectos positivos, que van desde la influencia
sobre el clima y otros factores físicos, hasta los recursos minerales y de otro tipo que en la historia
de México han desempeñado n papel capital.
El hecho de que nuestro país se encuentre “cortado” casi a mitad por la línea imaginaria del Trópico
de Cáncer y colocado entre dos grandes océanos, explica -pues- la influencia sobre su territorio,
ejercen fenómenos naturales originados lejos de él. Entre estos hechos generales, que deben
mencionarse ahora sin análisis alguno, se antoja útil recordar la gran importancia de los vientos
alisios del Atlántico que chocan con los procedentes del Pacífico y con las masas montañosas,
trayendo lluvia de verano u otoño, cuando es particularmente significativa la acción de las masas de
aire húmedo llamadas huracanes o ciclones tropicales. Además, otros vientos húmedos o fríos se
desprenden del centro de alta presión sobre Canadá y los Estados Unidos, tomando la dirección sursuroeste entre diciembre y febrero.
También, en el territorio de México se encuentran los límites y se interrelacionan la vegetación y
fauna neotropical -procedente del sur- y la neártica (especies de ambiente templado y árido,
principalmente) avanzado del norte; esos límites entre las dos zonas deben conocerse exactamente,
13
pero al mismo tiempo no debe olvidarse que muchas plantas y animales penetran más allá de los
puntos de contacto, cada uno en sentido opuesto y en distintas porciones del territorio nacional. Por
ello es lógico que México -puente de dos mundos naturales- presente muchas formas de transición
en las áreas de vegetación y fauna. 2
LAS REGIONES GEOGRÁFICAS
La interacción de todos los factores del medio natural cuyas bases son -como se acaba de ver- la
situación en el mapa del mundo y la estructura del relieve, puede concretarse cabalmente en
nuestro caso (como en el de cualquier otro país similar) sólo en el marco de las regiones naturales,
es decir, de una división integral de su territorio en áreas diversas que incluyan las peculiaridades
del relieve y los climas, la hidrología y el tipo de suelo, la vegetación y fauna. No siendo el presente
un estudio de geografía física, malamente pretendería invadir campos que no le corresponden, pero
pensamos que es de gran utilidad incluir antes del análisis de los recursos en sí mismos, una breve
reseña del ambiente natural donde existen esos recursos y donde se lleva a cabo la acción de
explotar las riquezas y formar la vida económica de la nación. Hemos escogido a las regiones
llamadas en muchos casos geográficas3 y donde -al menos- se pueden señalar algunos muy breves
rasgos de relieve, vegetación u otras expresiones de la naturaleza. Esas regiones geográficas se ven
integradas por las regiones (unidades) geomórficas orogénicas, en las cuales se toma como decisivo
el factor relieve, que tiene tan gran importancia en más de un 80% de la superficie, pero también
en muchos tratados se estudian los tipos de clima y otros caracteres.
A pesar de lo anterior, no debe olvidarse la acción milenaria de la historia geológica, estructurando
el tipo de subsuelo; como tampoco merece despreciarse el impacto que los vegetales, minerales,
fenómenos climatológicos y seres vivos tienen en la formación del suelo, al igual que el mar
constituye un factor muy destacado -directa e indirectamente- en la integración de las regiones
geográficas.
Como es fácil advertir, si en la mayor parte de las regiones de este tipo el papel rector lo juegan el
relieve en cuanto fenómeno que modifica la altura sobre el nivel del mar) y la situación en el mapa
(por la influencia de leyes universales y particulares), en el caso de México y de otras naciones de
parecida estructura, la ubicación de una región al exterior o interior de las vertientes tiene también
gran interés. Por otro lado, en varias de esas regiones geográficas puede destacar como
característico ya sea uno u otro factor distinto al relieve o la situación en sí; en algún caso puede ser
lo más destacado la existencia de la vegetación tropical o desértica, el tipo de suelo o la ausencia de
corrientes fluviales. Los integrantes del medio actúan -según se constató anteriormente- todos al
mismo tiempo, aunque unos de ellos pueden ser relativamente más importantes que otros y un
estudio completo debe preceder al análisis de todos y cada uno de los factores.
Es necesario señalar aquí que no existe en México un estudio integral de nuestras regiones naturales
y que las llamadas geomórficas representan, como queda dicho, sólo un intento de agrupar
fenómenos diversos en un conjunto armónico. Particularmente urgente resulta que los biólogos y
geógrafos mexicanos unan sus esfuerzos para estudiar en detalle el territorio y presentar un mapa
moderno de regiones naturales de República, con su correspondiente análisis de conjunto, ya que sí
existen investigaciones serias y mapas de regiones hidrográficas y fauna.4
Una de las mejores divisiones del país en regiones “naturales” es la de Ticul Álvarez y Francisco de
Lachica, biólogo que al definir dichas regiones dicen que se deben tomar en cuenta no sólo las
plantas y los animales, sino también datos geológicos, fisiológicos y edáficos. De esta manera se
pueden agrupar comunidades (vegetales y animales) diferentes “que se desarrollan en un clima
semejante o en regiones con una historia geológica parecida”. Álvarez y Lachica se basan en la
clásica regionalización de Robert C. West (1964), pero se subdivide el espacio y se hacen
modificaciones, de tal manera que resultan 31 comarcas “con afinidades faunísticas” (de los
anfibios, reptiles y mamíferos), agrupados en 5 regiones: 1) Extratropical seca (ocupa buena parte
del Norte y Noroeste); 2) Tropical alta (altiplano del Centro y valles altos del Sur); 3) Tropical baja
(costas y vertientes exteriores, de Sinaloa y las Huastecas a Yucatán); 4) Extratropical alta (Sierras
2
Ver los famosos trabajos de Isaac Ochoterena y otros biólogos mexicanos. Últimamente apareció un mapa de este
tipo en Middle América.
3
Este nombre se aplica también en otros casos a las regiones puramente geomorfológicas.
4
Una magnífica aportación es el libro de Starker Leopold Fauna silvestre de México.
14
Madres Occidental y Oriental), y 5) Subhúmedo extratropical bajo (extremo noroeste de la Baja
California).
Los autores hacen ver que las regiones naturales del Norte se continúan en el suroeste de los
Estados Unidos y que la vegetación y la fauna de las comarcas del golfo de México y las del Pacífico
(Tropical Bajo) son bien diferentes, aunque se comunican por el Istmo de Tehuantepec. Esta región
Tropical Baja tiene relación directa con la fauna y flora de Guatemala, así como la extratropical alta
(Sierra Madre y los Altos de Chiapas). Entre todas las comarcas vecinas de diversas regiones hay
afinidades faunísticas variables, pues no existe límite infranqueable, que impida el movimiento de
las especies. Best consideraba a las regiones 4 y 5 como áreas de transición, pero son más bien
continuación de la 2 (Tropical Alta), desde el punto de vista de la vegetación y la fauna. Pero son
muy distintas por su orografía e historia geológica.
A continuación, pues, se presentan los más sintéticos resúmenes sobre las 25 regiones orogénicas
(cubriendo los grandes cuerpos montañosos del país) o geomórficas de México, que constituyen un
esquema de regiones geográficas y no pretenden ser regiones naturales completas, por lo que sólo
se trata de subrayar algunos de los caracteres físicos.
1. Al occidente de la Cordillera bajacaliforniana, el desierto peninsular ocupa por cerca de 1 250
kilómetros de largo la planicie costera entre la Sierra de San Lázaro y los valles del extremo
noroeste de Baja California. El clima es en general de lluvias muy rara, aunque con numerosas
nieblas de invierno y primavera que convierten al de Vizcaíno y la Magdalena en “desiertos
floridos” con abundante agua subterránea. El paisaje desértico se transforma entre San Quintín
y Tijuana en zonas de chaparral, con clima mediterráneo.
2. En el centro-norte de Baja California, bordeadas materialmente por el desierto del Colorado y
por las tierras de clima mediterráneo, se encuentran las Sierras Juárez y San Pedro Mártir,
donde la altura forma valles de buen suelo negro y más arriba el panorama presenta incluso
aislados bosques de hojas y pinares.
3. El desierto ocupa casi toda la Cordillera bajacaliforniana, larga masa de rocas con antigua
actividad volcánica, en lo alto de la cual crecen sólo aislados bosques de encinos y coníferas.
4. Más ardiente y árido que el de Vizcaíno es el desierto oriental de Baja California, que se extiende
desde el gran Valle de Mexicali a la región de La Paz. La planicie es bien estrecha, desprovista de
rica vegetación y con muy escasos recursos hidrológicos al sur del río Colorado, pero aflorando
aquí y allá los yacimientos mineros, casi agotados en Santa Rosalía o aún ricos en las islas del
Carmen y San Marcos, en el bello Golfo de California.
5. El extremo sur de la península recibe de vez en cuando los vientos húmedos que conducen los
ciclones del pacífico y ofrece mejor perspectiva general para la agricultura, pues cuenta además
con pequeñas corrientes que descienden de la Sierra de San Lázaro, con su clima subtropical y
bosque deciduo.
6. Ya en el cuerpo continental, todo el occidente de Sonora está ocupado por el desierto de Altar
(en ocasiones arenoso y en otras de carácter pedregoso) y por el semidesierto, hasta la altura
del valle del Yaqui. Extrema escasez de lluvias, ríos aislados que no alcanzan el mar y montes
cubiertos por xerófitas. Si alguna región de México es desolada y dura esa es el noroeste de
Sonora.
“La Montaña” de Sonora se levanta en cadenas sucesivas al oriente del desierto bajo, con muy
escasas lluvias todavía y aislados bosques mezclados, donde los ríos como el Yaqui y sus
afluentes han formado enormes cañones. La vegetación es de origen templado y predomina en
forma absoluta la flora desértica, con mezquite, encinos y pastos en las altas mesas.
7. La Sierra Madre Occidental, desde la frontera con Estados Unidos al noroeste de Jalisco y el
oriente de Nayarit, se levanta imponente y complicada en sus 1 250 kilómetros de extensión,
poblada en al sección superior por bosques mezclados o por inmensos pinares regados entre la
roca de granito; abajo aparece de lleno -al interior del país- la vegetación desértica o bien -hacia
la planicie costera de Nayarit y Sinaloa- la flora tropical.
En la gran Sierra se originan multitud de broncos ríos que bajan al Pacífico desde el centro de
Sonora al norte de Nayarit; además, escasas pero muy valiosas corrientes van al interior de la
Altiplanicie Septentrional. Rica minería y valles aislados de pastos, en suelo café o negro.
8. Es también enorme la Altiplanicie que desde el norte de Chihuahua y Coahuila recorre toda la
porción septentrional de México hasta el centro-sur de Zacatecas y San Luis Potosí. Constituye
una gran mancha de vegetación desértica a una altura promedio de 1 100 metros, bordeada por
15
la formación mezquital-pastos en las vecindades de los cuerpos montañosos que la aíslan al
occidente y al oriente. Ríos afluentes del Bravo, escasas corrientes en cuencas endorreicas y
antiguas lagunas casi extinguidas que dan vida a la aislada agricultura de riego en Delicias, la
Comarca Lagunera, el Valle de Juárez, etc. y a la de temporal en Durango, Zacatecas o San Luis.
Numerosas riquezas minerales, tanto de polimetales en el interior, como de hierro en Durango y
Chihuahua, carbón de piedra en la cuenca de Sabinas, se encuentran en esta gran zona natural,
prácticamente toda ella comprendida entre el área donde llueve -al igual que en Sonora y Baja
California- menos de 400 milímetros, imponiendo restricciones enormes al desarrollo agrícola sin
riego.
9. Al otro extremo del cuerpo nacional se alza la Sierra Madre Oriental que desde Coahuila y Nuevo
León hasta su unión con el Eje Volcánico en la zona Centro-Sur, se estructura a base de casi
aislados trozos en el extremo noreste, que se vuelven sistemas exterior, en las propias
Huastecas, y la Sierra Norte de Puebla, chocan los vientos húmedos procedentes del Atlántico y
crece el bosque tropical perenne, en tanto que hacia el norte y en las partes altas, vastos
espacios quedan cubiertos por una mezcla de pinos y bosques templados de hojas (mientras la
vegetación desértica sube por la vertiente interior).
10. La gran Planicie Costera del Noroeste -rota por aisladas serranías- está ocupada por bosques
tropicales en el norte de Veracruz, conjuntos espinosos al sur de Tamaulipas y pastizales con
mezquite en todo el centro y norte de ese Estado y de Nuevo León. Al norte de Tampico
aparece, pues, la transición franca hacia el trópico y las abundantes lluvias sobre la Sierra Madre
Oriental permiten la formación de grandes ríos que se suceden (sede el Tamesí y el Pánuco)
hasta el centro-este de Veracruz, donde la montaña llega casi hasta el mar.
11. Del sur de Sonora al norte de Nayarit se extiende la planicie noroeste-centro, donde el
semidesierto de Sonora se ha transformado ya hacia el norte de Sinaloa en una extensión
semiárida con flora espinosa y más tarde en vegetación francamente tropical de sabana entre
16
Mazatlán y San Blas, Nay. Los poderosos once ríos bajan a la región plana de Sinaloa, en tanto
que el caudaloso Santiago divide en dos porciones al Estado de Nayarit, proporcionando
abundantes recursos para riego o energía.
REGIONES O UNIDADES (GEOMÓRFICAS)
(Según J.L. Tamayo y A. Starker Leopold, con modificaciones de Angel Bassols Batalla)
1.
2.
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20.
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22.
23.
24.
25.
Vertiente Occidental bajacaliforniana.
Sierra San Pedro Mártir
Sistema bajacaliforniano.
Vertiente Oriental bajacaliforniana.
Sierra San Lázaro.
Planicie Costera Noroeste (desierto Sonora, con la Montaña).
Sierra Madre Occidental.
Altiplanicie Septentrional.
Sierra Madre Oriental.
Planicie Costera Golfo (Noreste).
Planicie Costera Noroeste-Sur.
Cordillera Neovolcánica. (Eje Volcánico).
Altiplanicie Meridional.
Planicie Costera Golfo (Oriente).
Planicie Costera Pacífico (Occidente-Sur).
Sierra Madre del Sur.
Depresión del Balsas.
Sierra Madre de Oaxaca.
Portillo Istinico.
Planicie Costera Istmo-Chiapas.
Sierra Madre de Chiapas.
Valle Central de Chiapas.
Meseta Central y Serranía Norte de Chiapas.
Planicie Costera Suroriental.
Plataforma de Yucatán.
12. El largo Eje Volcánico -900 kilómetros- ocupa una de las áreas más importantes de la República
con bosques mezclados y de coníferas, significando por su dirección, su historia geológica y su
altura, una verdadera barrera que rompe en dos porciones al país. Sin embargo, la división de
los dos tipos de vegetación, el neártico y el neotropical, no sigue estrictamente a la Cordillera
sino que arranca al norte de Mazatlán en el Pacífico, bordea por el sur el mismo Eje y la
depresión del Balsas, pasando luego a los valles centrales de Oaxaca, a la vertiente exterior de
la Sierra Madre Oriental y acaba al norte de Tampico, constituyendo -como ya se dijo- una faja
de transición. En la propia Cordillera Neovolcánica se pueden observar todos los efectos del
volcanismo reciente y al mismo tiempo están las montañas de mayor altura: no sólo el Pico de
Orizaba sino verdaderos sistemas que encierran los valles y cuencas con mayores
concentraciones de población.
13. Entre las montañas del Eje Volcánico y las serranías transversales de Zacatecas, Salinas,
Guanajuato, San Miguelito; Sierra Gorda y las dos Sierras Madres, yace comprendida la región
de la Altiplanicie Meridional, con los “Bajíos” y las cuencas de lagos que todavía se conservan
(Chapala, Cuitzeo, Yuriria) o han desaparecido casi del todo en Jalisco, Michoacán norte,
Guanajuato y Querétaro. El río Lerma y sus afluentes forman un importante sistema, necesario
para el riego en esas zonas de clima semiárido. Los valles centrales del Bajío se transforman
más al sur en otros valles con altura media de 2000 metros, en Toluca, Puebla y el Mezquital,
quedando también la cuenca de México entre dos prolongaciones de la Cordillera Neovolcánica.
El límite norte de la lluvia anual superior a 800 milímetros corre bordeando las partes bajas de la
Cordillera Neovolcánica, por lo que es natural que en esos bajíos el medio ofrezca graves
problemas para una agricultura próspera de temporal.
14. Desde el centro-este de Veracruz al Istmo se extiende la Planicie Costera Oriental, que es amplia
en la baja Cuenca del Papaloapan-San Juan y del Coatzacoalcos. Región netamente tropical, se
encuentra cortada -como Sinaloa- por numerosas corrientes que bajan de la Sierra Madre
Oriental y de Oaxaca, ofreciendo una vasta reserva de potencialidad hidroeléctrica, pero al
mismo tiempo representando amenazas de inundación. Suelos de calidad para las plantaciones
tropicales y pastos abundantes en valles y en laderas de la región de Los Tuxtlas, en Oaxaca y
centro de Veracruz.
17
15. Otra larga planicie se extiende por la costa centro y sur del Pacífico, siendo siempre estrecha
(con no más de 50 kilómetros en promedio dentro de los Estados de Oaxaca, Guerrero, Colima,
Michoacán y Jalisco, porciones pequeñas del suroeste de Nayarit). Esta unidad geomórfica no
comprende solamente los terrenos bajos y llanos, sino que incluye también los últimos cerros de
la vertiente exterior de la Sierra Madre del Sur -pegados casi al mar- que tienen semejante clima
tropical de ardiente calor y lluvias irregulares como en la pequeña planicie. Se combinan allí
sababa, la selva espinosa y el bosque tropical de hojas caducas, en sitios de mayor lluvia y
suelo.
16. El cuerpo de la Sierra Madre del Sur, relativamente estrecho en el occidente del Estado de
Michoacán, se amplía en Guerrero y alcanza su mayor anchura -150 km- en Oaxaca oeste,
constituyendo el “mar de montañas” de Las Mixtecas: cordilleras, mesetas y montes aislados se
suceden unos a los otros, separados entre sí por los cauces de innúmeros ríos que bajan al
Pacífico. Algunos valles de importancia en Oaxaca y Guerrero ofrecen mayor oportunidad para la
agricultura en ese paisaje “arrugado” del sur de México continental. Predomina la vegetación
mezclada en lo ancho de las serranías y las coníferas cubren extensas áreas de altura, en tanto
que la influencia de la vegetación “árida tropical” se deja sentir incluso en La Cañada y los valles
centrales de Oaxaca, partes de Guerrero y el sur de Michoacán que ve a la depresión del río
Balsas.
17. Esta unidad geomórfica llamada “depresión del Balsas” o “Austral” abarca no sólo la sección
baja, inmediata al cauce, sino todas aquellas partes que integran el declive de las Sierras Madres
del Sur y de Oaxaca, lo mismo que de la Cordillera Neovolcánica y de donde bajan los principales
afluentes del Mezcala-Balsas en su cuenca media y baja. Este hundimiento es un fenómeno
natural de gran importancia para el sur de México, pues la vegetación de xerófitas ocupa en él
extensiones enormes, en tanto los bosques templados se refugian en partes altas, al
concentrarse allí las más elevadas precipitaciones. En la depresión no llueve más de 800
milímetros y se conservan las altas temperaturas que han hecho famosa a la “Tierra Caliente” de
Michoacán y Guerrero, donde se ha registrado uno de los polos del calore en toda la República,
calor que es casi permanente y no presenta la notable disminución invernal que muestran los
climas extremosos de Mexicali o Monterrey.
18. La Sierra Madre de Oaxaca (identificada todavía por algunos -erróneamente- con los llamados
“nudos” Mixteco y de Zempoaltépetl) ocupa el norte del Estado y partes del sureste de Puebla,
constituyendo otra barrera donde chocan masas de aire húmedo procedentes del Atlántico y el
Mar de las Antillas. De allí de deriva la existencia de bosques tropicales y “de neblina” en la
vertiente exterior, que se convierten en mixtos de hojas y coníferas en el cuerpo alto,
combinándose en el interior con la vegetación xerófita.
19. En el Istmo oaxaqueño, separado del tupido bosque tropical de hojas perennes por la Sierra
Atravesada y las montañas donde se forman los afluentes de Coatzacoalcos, se presentan
evidentes caracteres tropicales debido a la ausencia de heladas, pero la lluvia es relativamente
escasa y apenas alcanzan a formarse algunas áreas de sabana y bosque tropical de hojas
caducas.
20. -23. Chiapas ofrece una sucesión extremadamente interesante de regiones geomórficas y por lo
tanto grandes contrastes naturales, que van desde la planicie costera de sabana (entre Tonalá y
la frontera) y grandes bosques del Soconusco, a la Sierra Madre que aísla el Valle o Depresión
Central y la Serranía Norte-Meseta, con sus grandes diferencias de clima, vegetación y suelos.
En la llamada “Meseta Central”, a la que sucede al norte la Serranía, se alzan extensos bosques
templados, tanto en el país indígena de San Cristóbal Las Casas, como en las cadenas
montañosas externas, pero hacia Comitán y el valle del Alto Grijalva esa vegetación se convierte
en bosque tropical deciduo.
La muy peculiar Sierra Madre de Chiapas constituye otra barrera natural de interés y en sus
alturas se pueden encontrar bosques de tipo templado y lluvioso, en tanto que más abajo
aparecen las combinaciones de coníferas y bosques de hojas; hacia la planicie costera,
principalmente, y al Valle Central en menor medida, la vegetación tropical es abundante y rica.
En el Soconusco y en el norte de Chiapas se localizan los “polos” de la lluvia (superior en varios
lugares a 4000 milímetros) y en general son terrenos con fuertes precipitaciones (promedio
superior a 1 600 milímetros). El alto bosque tropical del oriente chapaneco presenta un
espectáculo que en gran medida nos recuerda la gran selva ecuatorial de Suramérica.
Disminuye la lluvia bruscamente en los valles internos y la vegetación de xerófilas juega incluso
papel importante en la flora de la “depresión”. Encerrada casi por sus accidentes naturales,
18
Chiapas es un mundo peculiar, paraíso para el estudio biológico lo mismo que museo infinito de
variada actividad humana, disímbola pero cuyas partes se complementan.
24. La planicie suroriental se estructura entre el Golfo de México, la plataforma calcárea del sureste
y las estribaciones de la Serranía Norte de Chiapas y los montes del Istmo veracruzano. Casi sin
accidentes naturales que la deformen y nivelada por la acción reciente de los ríos GrijalvaUsumacinta, Tonalá, Coatzacoalcos y Candelaria, esta vasta llanura tiene no obstante en La
Chontalpa, el sureste de Veracruz y el occidente de Tabasco algunas depresiones pantanosas e
inundables tanto por las avenidas de los ríos como por el agua de huracanadas y abundantes
lluvias. El bosque tropical que bordea la sabana tabasqueña, se continúa a Chiapas, Campeche y
Quintana Roo, constituyendo reservas importantes para el país. Los ríos, siempre caudalosos,
ofrecen también una gran riqueza que permitirá con el tiempo crear no sólo zonas de próspera
agricultura donde le agua sobra, sino incluso regiones industriales a base de la energía eléctrica
y usando el agua misma.
25. Finalmente, la península entera de Yucatán es -desde el punto de vista geomórfico- bastante
uniforme, pues representa una gran masa calcárea, sin ríos superficiales importantes pero con
corrientes subterráneas y cenotes. El clima francamente semiárido aunque tropical por la falta
de heladas y con vegetación de arbustos espinosos, que se observa en la costa noroeste, se va
transformando lentamente en una variedad semihúmeda y después húmeda en las porciones
centro y sur de Campeche y Quintana Roo, donde se extienden grandes bosques de hojas
perennes. Asimismo, los suelos de terra rosa, son extremadamente delgados en el norte de la
península, y se convierten en suelos más gruesos y ricos en humus, hacia el sur, pero abundan
los pantanos y los bosques húmedos, que ofrecen resistencia considerable al esfuerzo humano
por conquistar la naturaleza de nuestro trópico, de cualquier manera una de las reservas para el
futuro.
LOS RECURSOS DE VEGETACIÓN
Sobre la diversidad y las peculiaridades geobotánicas
Como se ha señalado en diversos pasajes de este libro existe un desconocimiento muy acentuado
sobre la verdadera magnitud de nuestros recursos físicos y uno de los ejemplos notables al respecto
es el de la vegetación, pues no contamos con la división del país en zonas de vegetación natural,
cuya escala se aproxime a ofrecer el cuadro detallado real del país. Mucho han contribuido a
esclarecer los hechos, distintos trabajos de investigadores nacionales y extranjeros, entre los cuales
pueden contarse Starker y Leopold, Miranda, E. García, T. Gutiérrez, Tamayo, Vivó, E. Beltrán y
otros. Pero aún queda mucho más por hacer en la investigación biológica y geobotánica de la
República. Los actuales levantamientos aéreos terrestres que lleva a cabo el INEGI, al concluirse,
podrán quizás darnos un buen mapa de recursos vegetales.
De cualquier manera, puede afirmarse que México es -como consecuencia de su particular situación
en el mapa, de sus variadas condiciones orográficas, climáticas, de suelos, agua e historia geológica,
a que hemos aludido en las primeras páginas de la obra- uno de los más interesantes, contrastados
y complejos países del mundo en especies vegetales (como lo es también en fauna). Existe la clara
división, enunciada ya en la página 64, en dos tipos de grandes regiones biogeográficas: la neártica
y la neotropical. La primera abarca sustancialmente vegetales y animales que se adaptan a vivir en
climas de carácter “templado”. Lo mismo en regiones áridas que en las húmedas, no tropicales. La
segunda, por lo contrario, incluye las especies de climas tropicales. Sin embargo, en México la
inmensa variedad climática explica la existencia de numerosos ejemplares en áreas de transición,
donde aquéllos se mezclan en complicadas asociaciones, por lo que no existen muchas veces líneas
fijas entre uno y otro tipo. Para simplificar los hechos se ha trazado un límite simbólico entre
vegetación y fauna neártica neotropical, arranca desde el norte de la Sierra madre del sur y la
Oriental, hasta la altura del sur de Tamaulipas, de donde se dirige hacia el Golfo de México. “Al
norte (de ese límite) la flora es neártica, excepto la pequeña porción meridional de la Sierra Madre
del Sur en que existe flora de transición y por lo que hace a la fauna toda ella es neártica; al sur de
esa línea la flora es de transición y la fauna neotropical”.5
5
Geografía moderna de México
* Para mayores detalles véase “Vegetación de México”, por J. Rzedowski, libro aún no superado que incluye excelentes
mapas y fotografías.
19
Con anterioridad hemos presentado un cuadro general de los tipos de vegetación de México, que
creemos conveniente ampliar ahora, para más tarde considerar algunos aspectos específicos de
diversos tipos de vegetación.
Pueden encontrarse en nuestro país casi todas las zonas vegetales pero éstas deben entenderse
cabalmente sólo mediante el estudio de las condiciones locales, únicas que pueden desentrañar el
porqué de situaciones a primera vista inexplicables. Algunas de esas zonas se extienden
horizontalmente de norte a sur o de este a oeste, de acuerdo con las leyes generales (modificadas
por la orografía), pero la mayoría aparecen en sentido vertical, comenzando por los manglares y
bosques tropicales, hasta la vegetación “templada” y la de alta tundra*
Algunos de los bosques o selvas tropicales del sur de tabasco, sureste de Veracruz, norte y noreste
de Chiapas, tienen caracteres cercanos a los del bosque ecuatorial, sin alcanzar la riqueza y
magnitud comunes en el Amazonas o el Congo. Más extendidos son los bosques netamente
tropicales, que corresponden a los climas lluviosos de ese tipo, con período de sequía bien marcado:
se localizan al centro y sur de la península de Yucatán, y en vertientes exteriores de la Sierra Madre
Oriental, de la Cordillera Volcánica y de las sierras madres de Chiapas y de Oaxaca, aunque varias
regiones de Nayarit, costas de Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco, Chiapas y Oaxaca, también
pertenecen a las provincias neotropicales.
La transición o sea la asociación herbácea de sabana y árboles aislados, es visible en las planicies
costeras y en zonas aledañas del Pacífico (del sur de Sinaloa al Istmo) y del Golfo en Veracruz, norte
de Tabasco y parte de Tamaulipas, centro de Chiapas y norte de Yucatán: también aquí se ha
dejado sentir la acción humana, que a través de la roza y de la agricultura ha contribuido a
disminuir las áreas de típica vegetación tropical de bosque y selva.
En enormes extensiones de nuestro territorio, se nota la presencia de flora desértica, tanto en los
sitios con clima estepario, como en los semidesérticos, y de carácter muy seco y extremoso. Los
desiertos típicos de México, es necesario insistir, son las porciones del noroeste, centro y oriente de
la Baja California, el noroeste de Sonora y extremo norte de Chihuahua. Hay diversas zonas de
semidesierto hasta norte de Sinaloa, Zacatecas y San Luis Potosí. En todo el resto de la Altiplanicie
Septentrional, igual que en el Bajío, el valle del mezquital, este de Puebla, costa sur de Sonora,
Sinaloa y mesetas de Oaxaca, las asociaciones son de pradera, con mayor riqueza en vegetación
que las típicamente desértica con ejemplares provenientes de la región neotropical, y depende la
mayor abundancia de una u otra clase, de condiciones locales de clima, suelos e hidrología. En la
depresión del Balsas, bajo condiciones netamente tropicales, abunda la vegetación desértica, al
igual que en el sur del Istmo y el interior de Chiapas central.
El bosque mixto o mezclado se extiende en las zonas montañosas de alta media, tanto sobre el
cuerpo del Eje o Cordillera Volcánica, como en las sierras madres Oriental, Occidental, del Sur y de
Chiapas. Son muy abundantes allá el pino, cedro, oyamel, ahuehuete, junto al encino, fresno, nogal
y roble. En algunos casos, se forman bosques compactos de encinos, que son como anticipo a la
aparición de los bosques de pináceas, los cuales forman una zona especial a mayores alturas sobre
el nivel del mar.
Una franja de bosque de coníferas ocupa diversas porciones altas de la Sierra Madre Occidental,
sobre todo formando los macizos del occidente de Chihuahua y Durango; en la Codillera Volcánica,
se encuentra esparcida esta asociación vegetal por el sur de Jalisco, centro de Michoacán y México,
Distrito Federal, norte de Morelos y partes de Puebla. Otra faja independiente puede delinearse en al
parte alta de la Sierra Madre Oriental y las Huastecas, el occidente de Veracruz y oriente de Hidalgo,
continuándose al norte de Oaxaca; hay también varios manchones de pináceas en las sierras San
Pedro Mártir, Madre del Sur y de Chiapas y aislados terrenos en la Altiplanicie Septentrional.6
Es tan complejo el panorama de la vegetación en México que conviene hacer hincapié en algunos
aspectos especiales, típicos de cada clase y con ello ayudaremos a comprender el todo y sus partes.
Sobre los bosques de pinos y encinos, el observador francés Aubreville, escribe que “son una de las
grandes riquezas de México, por su superficie considerable y por la belleza de algunos de ellos, me
sorprendió la variabilidad extremada de los límites altitudinales inferiores de aparición de los pinos.
Han surgido a 800 metros, otros a 2 000 m. e incluso en el istmo de Tehuantepec, hay pinos a 280
m. de altitud, mientras que la vegetación tropical -en estas mismas estaciones bajas en que se
encuentran los pinos- se eleva mucho más. Su expansión no puede, por tanto, más que verse
favorecida por los desmontes y el pastoreo repetido que llevan a reemplazamiento de la vegetación
leñosa por praderas en las que los pinos pueden instalarse espontáneamente. Las plantaciones de
6
Geografía económica de México
20
baja altitud podrían, pues, ser debidas a “descensos” de pinos desde las cimas a los pastos de baja
o mediana altitud”. Los pinos tienen también capacidad “de adaptación a altitudes bajas, en tanto
que no haya competencia con la vegetación de las especies frondosas. De hecho, todos los pinares
de débil altitud que he visto -dice- tenían muchos pastos, lo que mantiene el estado descubierto del
suelo”.
“Los encinos son, a este respecto, aún más extraordinarios, ya que he visto al nivel del mar (otras
pequeñas formaciones a altitudes de 100 a 100m) en las regiones de Acayucan, sobre los campos
de lava, mezcladas con arbustos tropicales (región de San Martín), etc. La explicación propuesta
para los pinos apenas me parecería válida en el caso de los encinos. Quizás haya que buscarla más
lejos, en el tiempo, y considerar estos encinos como reliquias, más o menos bien adaptadas a las
condiciones actuales, de una extensión en un período cuaternario más frío que el presente,
mantenidos ahí donde la competencia interespecífica de la flora tropical no es excesiva”. Resultan de
sumo interés las notas de Aubreville sobre el bosque seco bajo deciduo y el matorral deciduo.
“Fue para mí muy sorprendente -agrega- comprobar que bajo un clima tan árido, pudiera
mantenerse una vegetación forestal tan densa, incluso en condiciones de sequía agravadas aún más
cuando se establece sobre pendientes rocosas abruptas y no obstante las intromisiones humanas.
No he observado casos comparables en África, donde bajo condiciones climatológicas tales se
encontrarían sabanas boscosas y bosques claros, es decir, formaciones abiertas. Pienso también que
la influencia marina debe ser tenida en cuenta y también, sin duda, un cierto estado figurado de las
rocas, propició al enraizamiento de los árboles y arbustos de estos bosques bajos y matorrales”.
Luego, “cuando el medio se vuelve más árido, estos matorrales se abren, los arbustos toman sus
distancias y el matorral se transforma en estepas arbustivas o en estepas espinosas, cuando los
arbustos espinosos son numerosos, o aun en estepas de suculentos (cactus, agaves, bromeliáceas)”.
Por otro lado son variadísimos los tipos de bosque tropical en México, desde el húmedo perenifolio
“evergreen” del sueste de Veracruz y Tabasco, el cual es probable que “recubriera en otro tiempo
toda una banda de terrenos eocénicos que se extiende al este y al sur de Coatzacoalcos, en el valle
del río de este mismo nombre y que atraviesan en parte la carretera de Acayucan a Tehuantepec.
Esta región del istmo de Tehuantepec también estuvo seguramente cubierta de bosque denso
húmedo perenifolio hasta cerca de Matías Romero, no muy lejos del Pacífico. Hoy está cubierta de
pastos y cultivos, pero quedan aún algunos grandes árboles testigos del antiguo bosque,
especialmente grandes ceibas (Ceiba pentandra) y palmeras (Scheelea)”. En Yucatán es distinto:
“Entre Escárcega y Chetumal la carretera atraviesa primero muchas formaciones secundarias,
después, cortando la depresión interior de Quintana Roo, en donde las lluvias se acumulan sin
derramamiento, atraviesa numerosos «matorrales sobre suelos periódicamente inundados» (tintal),
caracterizados florísticamente por la abundancia de un árbol bien conocido, Haematoxylon
campechianum. Es sobre todo entre Chetumal y Peto, cobre el territorio de Quintana Roo, donde es
posible y fácil observar bien este bosque de la península de Yucatán reputado por estas tres
especies que le dan su valor: la caoba (Swietenia macrophylla), el cedro (Cederla mexicana) y el
zapote (Achras zapota) productor de chicle. La carretera atraviesa durante 150 Km. o más un
bosque intacto, no desmontado. En un «bosque denso seco deciduo» o solamente «semi-deciduo»
cuando los grandes árboles, tales como Achras zapota de hojas persistentes, son abundantes. Los
árboles raramente alcanzan grandes dimensiones en diámetro, lo que no es de extrañar sobre
terrenos de caliza kársica, donde el suelo propiamente dicho es muy superficial y en las condiciones
de clima de Quintana Roo”.
Termina Aubreville con una observación muy importante: los bosques templados en zona tropical,
son “bosques tropicales de alta montaña”. “Es cierto que existen en estos bosques géneros que se
consideran representativos de la zona templada, tales como liquidámbar, Quercus, Pinus. Hay que
comprender más bien que estos géneros tienen representantes a la vez en la zona templada y en la
zona tropical. Las especies en una y otra zona no son las mismas, salvo excepciones que
probablemente encontrarán su explicación en la historia de las floras y de sus migraciones. Se
puede concebir “perfectamente, biológicamente hablando, que no haya necesariamente un hiato
entre una flora templada y una flora tropical y que pueda existir una flora de transición
(subtemplada = subtropical)”. Como es de observarse, muchas de las ideas del autor francés deben
considerarse como meras hipótesis, pero no dejan por ello de tener interés al estudiar los tipos de
bosque en México.
Recordemos que fue también Alejandro de Humboldt quien en su ENSAYO POLÍTICO dio la clave
para entender las causas de la diversidad de tipos de vegetación en México, al afirmar que “no se
podría formar idea exacta de la riqueza territorial de un estado sin conocer el armazón de las
montañas, la altura a que se hallan las grandes llanuras de lo interior y la temperatura propia de
21
unas regiones en que, por decirlo así, se suceden los climas por capas, unos encima de otros”.
Además, agregó Humboldt, los climas y demás recursos renovables no dependen “precisamente de
su distancia al polo, sino al mismo tiempo de su elevación sobre el nivel del mar, de su proximidad
al Océano, de la configuración del terreno y de otras muchas circunstancias locales”.
RECURSOS DE FAUNA
Inmensa variedad de la fauna terrestre
Al hablar en el capítulo anterior de la diversidad de la flora y las peculiaridades geobotánicas de
nuestro territorio, insistíamos tanto en el relativo desconocimiento que existe sobre la magnitud real
de los recursos de vegetación como de la ausencia de una regionalización del país que en forma
detallada mostrara las particularidades de la distribución de la extraordinariamente rica flora
mexicana. Sin embargo, también señalábamos que se continuaba profundizando en la materia. Lo
mismo podemos ahora afirmar al referirnos a la fauna, terrestre y acuática, de la República. A
trabajos como los de Smith, Stuart, Goldman, Leopold, West y otros autores extranjeros, se han
sumado en los últimos años serias investigaciones de biólogos mexicanos, entre los cuales conviene
destacar a Bernardo Villa, Gastón Guzmán, M. Alvarez del Toro, Alfredo Barrera y Ticul Alvarez. En
verdad, debe hacerse observar que muchas obras de este género, tanto de los pioneros Isaac
Ochotorena, Osorio Tafall, Miranda y J. Ramírez, como de sus continuadores, lógicamente se
refieren no sólo a aspectos aislados de fauna sino también a la distribución de la flora, pues ambas
están íntimamente ligadas y en su relación con otros integrantes del sistema de la naturaleza
forman las regiones naturales, en tanto “las provincias bióticas incluyen las asociaciones faunísticas
así como su marco natural representado por los vegetales, teniendo en consideración las
dimensiones espaciales que las integran”.7 El trabajo de Ticul Alvarez y Francisco de Lachica, del
cual tomamos la cita anterior, es una valiosa contribución al conocimiento de las provincias bióticas
y las regiones naturales.
Como lo han señalado todos los especialistas, hay una variedad fabulosa de especies animales en
México, debido -como hemos repetido a lo largo de este libro- a la especial situación del país en el
mapa; a su constitución orográfica, historia geológicas influencias oceánicas; a su carácter de
“puente” entre Norte y Centroamérica, etc. que crearon una gran diversidad de climas, suelos, tipos
de relieve, litorales, caracteres limnológicos e hidrológicos y de vegetación. Parece innecesario
repetir conceptos acerca de la variedad geobotánica del territorio nacional y sólo mencionaremos
algunas ideas sobre las dos grandes regiones zoogeográficas y la división en provincias bióticas y
“naturales”. La región neártica -dicen Lachica y Alvarez- “comprende casi todo Norteamérica, desde
el altiplano mexicano y las cadenas montañosas que lo bordean, la península de Baja California, la
zona desértica sonorense y la planicie costera tamaulipeca, hacia el norte. Se consideran como
extremo sur de esta región los altos valles de la Sierra Madre del Sur y el altiplano chiapanecoguatemalteco, en los Andes Centroamericanos. La región Neotropical comprende Centro y
Sudamérica, más las tierras bajas tropicales mexicanas que rodean la región neártica”. Las barreras
biogeográficas entre ambas regiones, agregan dichos autores “no son absolutas. Su efectividad es
limitada por la adaptación y poder de desplazamiento de los grupos animales que chocan con éstas,
así como por el tiempo y las circunstancias. Esta característica provoca que las faunas neártica y
neotropical no sean detenidas bruscamente en los límites, permitiendo que ambos elementos se
mezclen profundamente y formen una compleja zona de solapamiento de faunas”. (Zona de
Transición Mexicana). Según barrera el límite aproximado de ambas faunas en las Sierras Madres es
una faja alrededor de los 1 500 metros sobre el nivel del mar, pero éste varía según la latitud,
alejamiento del Ecuador, situación externa o interna de las distintas áreas y caracteres locales y
microrregionales. Entre los mamíferos más importantes de la región neártica se encuentran los osos,
berrendos, lobos y coyotes, musarañas, murciélagos, conejos, roedores diversos y ardillas, en tanto
que en la fauna neotropical son más abundantes (monos, tapires, osos hormigueros, venados,
armadillos, jaguares, etc.) A los “grupos compartidos por las dos regiones americanas” pertenecen
los pumas, ocelotes, linces, cacomixtles y demás especies, de uno u otro origen. Se han separado
17 provincias bióticas y las 5 grandes “regiones naturales” de West, a su vez subdivididas en 31
comarcas, principalmente sobre la base de afinidad faunística de los vertebrados terrestres.
7
Zoogeografía de los vertebrados de México. En El escenario geográfico, INAH, 1974, p. 241
22
GEOGRAFÍA GENERAL
Los climas: clasificación de Köeppen, localización en el mundo y en México
La clasificación de climas realizada por Wilhelm Köeppen es universal. Los elementos básicos en que
se asienta son los regímenes térmicos y los pluviométricos junto con el tipo de vegetación.
Para facilitar el estudio de esta clasificación en la figura 5.22 se encuentran los elementos básicos
para la clasificación de climas. La combinación de éstos forma la nomenclatura de cada uno de los
climas.
En la tabla 5.4 se ofrecen símbolo, nombre y características más sobresalientes de cada uno de los
climas. Este cuadro se completa con los datos de vegetación, característica y fauna correspondiente.
También se agregan las actividades de cada región como resultado de clima, flora y fauna, así como
la localización de cada uno.
Figura 5.22 Elementos básicos para la clasificación de los climas según Wilhelm Köeppen
TEMPERATURA
PRECIPITACIONES
Lluvia
f: Diaria
w: En Verano
s: En invierno
m: Monzónica
x: Escasa
Otros Climas
BS: Seco estepario
BW: Seco desértico
ET: Polar de tundra
EB: Polar de alta montaña
A: Tropical
B: Seco
C: Templado
D: Frío
E: Polar
Esta clasificación fue adoptada por la mayoría de los países del mundo, por lo que se considera
universal. Tiene trece tipos de climas, que a continuación se enumeran.
Tropicales:
Af con lluvias diarias
Am con lluvias de monzón en verano
Aw con lluvias en verano
Secos:
Bs estepario
BW desértico
Templados: Cf con lluvias diarias
Cw con lluvias en verano
Cs con lluvias en invierno
Cx’ con lluvias escasas todo el año
Fríos:
Df con lluvias diarias (nevadas en invierno)
Dw con lluvias en verano
Polares:
ET de tundra
EB de alta montaña
23
24
Tabla 5. 4 Cuadro de clasificación de los climas basado en w. köeppen
Símbolo
Af
Am
Nombre
Flora
Fauna
Tropical con
lluvias
de
convención
diariamente.
Bosque
tropical
lluvioso o selva:
tiene vegetación
exuberante
de
árboles de gran
tamaño (40 a 50
m. de
altura),
arbustos, plantas
parásitas, etc.
Como
la
vegetación
es
exuberante exisTen
monos,
reptiles aves de
bello plumaje y
gran variedad de
insectos.
raices, semillas, y
hojas;
esporádicamente
caza.
Agricultura
de manutención y
migratoria.
Tropical con
lluvias
Bosque Tropical:
poco a poco ha
ido
desapareciendo
para dar paso al
cultivo de arroz.
Vegetación
de
jungla.
Pantera,
tigre,
león,
mono,
puma,
jabalí;
ganado va-cuno
y porcino, aves
de corral.
Agricultura;
industria
de
la
seda,
pesca
en
litorales.
Explotación
maderas precio-
monzónicas
(verano)
Actividades
económicas
Recolecciónde
frutos,
sas.
Localización
Cuenca
del
Amazonas,
del
Congo, costas del
golfo de Guinea,
Malasia,
Nueva
Guinea.
Sur de Asia; este
de
La india, Birmania,
Tailandia,
Viet
Nam, sur de China,
Japón
(zona cercana a la
Selva)
Aw
Tropical con
lluvias
En verano.
BW
Seco
desértico
con
Lluvias
escasas.
BS
Seco
estepario
con
Lluvias
irregulares
Sabana:
herbácea, pastos
altos, bosque en
la orilla de los
ríos
llamados
bosques galerías.
Carnívoros, león,
tigre,
sheeta,
her-vívoros,
elefante
Agricultura
de
productos
tropicales:
café,
plátano,
tabaco,
caña.
Ganadería
comercial.
Venezuela,
Colombia,
Brasil,
centro de África
(zonas cercanas a
la selva).
Desierto: plantas
espinosas,
xerófitas
y
cactus. En los
oasis, palmeras
datileras
y
hortalizas.
existen zonas sin
vegetación.
Camello, caballo,
Comercio. En los
oasis
pastoreo,
horticultura.
En
algunas zonas se
extrae petróleo y
fosfatos.
Desiertos: Sahara,
Estepa:
pastos,
gramíneas,
plantas forrajeras
(maíz,
trigo,
centeno,
etcétera);
en
algunas regiones
plantas xerófitas
y
árboles
espinosos.
Ganadería en general; roedores;
tuza, liebre, rata
de campo.
Agricultura
de
riego y ga-nadería
muy desarrolladas:
pastoreo
en
algunos
países.
Comercio
e
Industria.
Praderas:
centro
de E.U., Pampa
Argentina, estepas
ucranianas. Zonas
que
rodea
el
desierto.
rinoceronte,
jirafa;
aves;
Ganado vacuno.
reptiles,
arácnidos,
ganado cabrío.
Victoria, Arabia,
Kalahari, Atacama,
Arizona,
México.
Nuevo
Cf
Templado
con llu-vias
diarias.
Bosque
mixto:
árboles de hoja
caduca, oyamel,
brezo, nogal y
algunas
gomíferas, como
el abeto.
Conejo,
llama,
aves
canoras
migratorias,
ardilla,
puerco
espín.
Explotación
forestal, made-ras,
celulosa,
pegamzentos,
papel; comercio.
Japón,
Nueva
Zelanda, centro y
oeste de Europa.
Oeste de Canadá,
noroeste de E.U.
Cw
Templado
Bosque
Roedores, zorro,
Explotaciòn forestal
Sureste
mixto:
de
E.U.,
25
Cs
con llu-vias
en verano.
árboles de hoja
caduca,
nogal,
castaño,
roble,
encino, etcétera;
se
cultivan
algunas
gramíneas.
ci-ervo, ganado
vacu-no, porcino
y otros.
e
industria
derivada.
Ganadería
comercial.
este de Argentina,
oeste de Europa.
Templado
con llu-
Maquì
o
mediterráneo:
matorrales, vid,
olivo y cítricos;
pinos
enanos;
arbustos
y
árboles pequeños
de hoja perenne.
Vegetación
original
de
madroño y laurel.
Ganado
general;
animales
domésticos.
Agricultura
productos me-
Cuenca
del
Mediterrá-neo,
suroeste
de
Australia.
vias
en
invierno.
en
de
diterráneos: olivo,
vid,
cítricos
y
ganadería. Industria
alimenticia
vitivinícola.
Comercio
Df
Frío
con
lluvias
de
convección
diaria.
Taiga o floresta:
bosque
de
coníferas,
principalmente
pinos.
Venado;
animales
de
pieles
finas:
marta,
armiño,
visón.
Explotación
forestal.
Industrias
derivadas.
Caza y cría de
animales de pieles
finas.
Alaska, centro de
Canadá, oeste de
Rusia,
Suecia,
noruega, Finlandia
y Siberia
Dw
Frío
con
lluvias en
Bosque
de
coníferas: pinos,
abetos, oyamel.
Animales
pieles finas.
de
Cría de animales
de
pieles
finas.
Explotación forestal
e
industrias
derivadas.
Noreste de china
este de Siberia.
Verano.
ET
Polar
tundra.
de
Tundra:
suelos
cubiertos
de
musgos, líquenes
y pinos enanos
(un
metro
de
altura).
Reno,
oso
blanco,
foca,
morsa, balle-na.
Su riqueza se mide
por
cabezas
de
reno. Pastoreo y
pesca durante el
verano.
Norte de Alaska y
Canadá, norte de
Suecia, Noruega y
Finlandia
EB
Polar de alta
mon-
Alta montaña: la
vegetación varía
de acuerdo con la
altura
hasta
desaparecer.
Cóndor,
ca-bra.
águila,
Minería;
explotación forestal
en las laderas.
Sierras:
Rocallosas, Andes,
Himalaya,
Cáucaso, Alpes
No
tiene
vegetación.
Pingüino en la
Antárida;
oso
blanco
en
Groenlandia;
ballena,
lobo
marino y foca.
Algunas
actividades científicas en diferentes
esta-ciones.
Groenlandia,
Antártica,
zonas
polares.
Taña.
EF
Polar
de
hielos
perpetuos.
CLIMAS DE MÉXICO
Gracias a su localización geográfica, México está dentro de dos zonas térmicas: la tórrida o tropical y
la templada norte, ya que el Trópico de Cáncer altravieza su territorio. También está entre dos
grandes océanos, zonas donde se originan corrientes de aire cargadas de humedad que se mueven
26
hacia el continente, y se encuentran con las Sierras Madre. Una gran porción continental se extiende
a.C. el norte del país, por donde penetran los vientos fríos y secos. A una latitud norte de 30º se
localiza la zona de calma descendente subtropical (CDST), donde se localizan los desiertos;
gradualmente dan lugar a otro tipo de vegetación, fauna y suelo de acuerdo con su latitud dentro
del globo terrestre.
En el territorio de México se encuentra una gran diversidad de climas y ecosistemas, lo que en gran
parte se debe a la presencia de las Sierras Madre Oriental, Occidental y del Sur, las Sierras de
Zacatecas, San Luis, Guanajuato y el Eje Volcánico Transversal, entre otras, además, como
contraste se tienen las altiplanicies y las grandes costeras.
Los climas que se encuentran en México son (figura 5:24):
• Af. Tropical con lluvias todo el año: este clima se encuentra en la Sierra Madre Oriental en
Puebla, sureste de Veracruz, estado de Tabasco, norte de Chiapas, sur de Campeche, norte de
Yucatán y oeste de Quintana Roo.
• Aw. Tropical con lluvias en verano: llanuras costeras del Pacífico, desde Sinaloa hasta Oaxaca;
llanuras costeras del Golfo, desde Tampico, Tamaulipas, hasta Alvarado, Veracruz y gran parte de la
península de Yucatán; Valle central de Chiapas, noroeste de la Sierra Madre de Chiapas.
•
Am. Tropical con lluvias mozónicas: se encuentra en una pequeña región costera de Tamaulipas
(noroeste).
•
Bs. Seco estepario: se localiza en la Altiplanicie Septentrional o Llanuras Boreales, también al
sur de la península de Baja California, en la depresión del Balsas y al noroeste de la península de
Yucatán; en zonas pequeñas situadas en la vertiente oriental de la Sierra Madre Occidental.
•
BW. Seco desértico: bolsón de Mapimí, desierto de Altar, desierto de Vizcaíno y gran parte de la
península de Baja California.
•
Cw. Templado con lluvias en verano: sur y centro de la Altiplanicie Mexicana, meseta de
Anáhuac, meseta de Chiapas, oeste de la Sierra Madre Occidental, sureste de la Sierra de Puebla
y de Zacatecas, valle de Toluca y cuenca de México.Cs. Templado con lluvias en invierno:
solamente se encuentra en la Sierra de Juárez y en la de San Pedro Mártir, al noroeste de la
península de Baja California.
•
Cf. Templado con lluvias todo el año: vertiente sur de la Sierra Madre Oriental (Huasteca
Veracruzana), Sierra de Oaxaca; regiones altas del Eje Volcánico Transversal.
•
Cx. Templado con lluvias irregulares durante todo el año: este tipo de clima lo encontramos en
una pequeña región de la parte norte de los estados de Sonora, Chihuahua y Durango.
•
EB. Polar de alta montaña: en las cumbres de las montañas más altas, a más de 4 000 m de
altitud como el Citlatépetl, el Popocatépetl y el Ixtlaccíhuatl.
27
28
EL CLIMA Y SU RELACIÓN CON LOS SERES VIVOS
Importancia de su biosfera. Las grandes regiones naturales: Localización y relación con las
actividades económicas.
La vida en la Tierra no sería tal y como se conoce sin la intervención de los factores geográficos y
astronómicos, algunos de los cuales son los siguientes:
•
Situación de la Tierra: la Tierra forma parte del Sistema Solar, en donde ocupa el tercer lugar en
cuanto a distancia media al Sol (150 000 000 km). Por esta circunstancia recibe una gran
cantidad de luz y calor solar que ha propiciado el desarrollo de la vida. La posición de la Tierra,
en relación con la galaxia, en realidad carece de importancia, ya que, por nuestro tamaño,
dependemos de la acción directa del Sol.
•
Movimiento de Tierra: la Tierra forma parte del Sistema Solar, en donde ocupa el tercer lugar en
cuanto a distancia media al Sol (150 000 000 km) propiciado el desarrollo de la vida. La posición
de la Tierra, en relación con la galaxia, en realidad carece de importancia, ya que, por nuestro
tamaño, dependemos de la acción directa del Sol.
•
Movimiento de la Tierra: si la tierra no tuviera los movimientos de rotación y traslación, la vida
no sería posible, porque las condiciones meteorológicas serían diferentes; si la Tierra siempre
presentara la misma cara al Sol, la insolación en un hemisferio tendría temperaturas altísimas,
mientras el otro sumergido en la oscuridad, tendría perpetuamente temperaturas de muchos
grados bajo cero.
•
Inclinación del eje terrestre: su inclinación junto con el movimiento de traslación originan los
cambios de estaciones, de luminosidad, variaciones de humedad, temperatura y presión,
conocidas como estaciones astronómicas, que influyen en la reproducción, desarrollo y muerte
de los vegetales y animales que determinan, a su vez, el desarrollo de diversas actividades del
hombre como son caza, pesca, agricultura, ganadería y otras.
•
Forma de la Tierra: la diferencia de luminosidad y calor solar por el diferente ángulo de
incidencia de los rayos solares produce las zonas térmicas, cuyas diferentes manifestaciones
vitales no existirían si la Tierra fuera plana.
•
Atmósfera: tiene los elementos indispensables para el desarrollo de los seres vivos. Los
fenómenos meteorológicos que se producen en ella influyen en todas las manifestaciones de la
vida.
La atmósfera es la envoltura gaseosa que rodea la Tierra; se considera vital porque en ella se
encuentra el aire que respiramos. Diariamente nuestros pulmones filtran alrededor de 15 kg de aire,
aunque sólo absorbemos 2.5 kg de agua y poco menos de 1.5 kg de alimentos.
Como te pudiste dar cuenta, la atmósfera está formada por una mezcla de gases: vitales (oxígeno),
raros (argón, esporas, polvo, cenizas volcánicas, hollín…), además de vapor de agua, por el cual se
forman las nubes que originan las lluvias.
En la atmósfera se distinguen varias capas: troposfera, estratosfera, ionosfera y exosfera.
Primeramente te hablaremos de la troposfera, que es la capa atmosférica más importante para el
desarrollo del hombre, ya que dentro de ésta se encuentra la biosfera, considerada como “zona de
vida”, en los primeros 5 000 metros de altura desde la superficie terrestre, donde se reúnen las
condiciones necesarias para el desarrollo de los seres vivos. Para que tengas una idea más completa
de la estructura de la atmósfera, te explicaremos las características generales de cada una de las
capas anteriores.
El conjunto de las capas atmosféricas que te hemos explicado protege a nuestro planeta de los miles
de cuerpos que vagan por el espacio. Muchos de ellos se desintegran por el calentamiento que
experimentan al rozar con la atmósfera mientras penetran en ella. Esta envoltura gaseosa que nos
rodea desempeña una tarea importante: proteger la Tierra, al conservar el calor ideal para el
desarrollo de la vida.
•
Hidrósfera: el agua es vital para la vida. La presencia de los mares hace posible, mediante la
acción de los rayos del Sol, la formación de lluvias, que influyen directamente sobre las
actividades del hombre. Los ríos. Mares y lagos han facilitado el desarrollo de las civilizaciones,
del comercio y de las industrias.
•
Corteza terrestre: los seres vivos guardan íntima relación con las características y cualidades
superficiales de la corteza terrestre. Además, el hombre extrae de ella gran diversidad de
productos que sirven para el desarrollo de la humanidad.
29
•
Distribución de tierras y aguas: la desigual distribución de tierras y aguas influye en los climas
que, a su vez, tienen marcada influencia sobre el hombre. Como consecuencia de esta
distribución encontramos mayor desarrollo de la civilización en el hemisferio norte.
La energía, los átomos, los electrones, las moléculas y las diferentes células que forman los
organismos están presentes en el mundo cósmico donde se desarrolló la Tierra. Por ello, se afirma
que la vida es un fenómeno donde intervienen factores cósmicos y geográficos.
Grandes regiones biogeográficas, localización y actividades principales
La biogeográfica es la ciencia que se encarga de estudiar la distribución de las diferentes especies
vegetales y animales sobre la superficie de la Tierra, así como los factores que las determinan y su
posible relación con diferentes hechos y fenómenos geográficos. Respecto al hombre, el tema de
estudio de la biogeografía son las relaciones de dependencia o acción según el medio físico en que
vive y se desarrolla.
La República Mexicana se divide en dos grandes regiones biogeográficas, que a su vez se
encuentran seccionadas en 23 distritos continentales y oceanográficas, tomando como base la
distribución de su flora y fauna característica, además de las especies que el hombre ha introducido
en ellas por medio de la agricultura y la ganadería. Las características fisiográficas de su territorio
también se toman en cuenta para dicha división. En el mapa de la figura 5.25 se encuentran
localizadas las dos grandes provincias: Neártica y Neotropical; además, en cada una de ellas, se
ubican los diferentes distritos.
Existen una íntima relación entre la distribución de los factores climáticos, edáficos (suelos),
hidrológicos, topográficos, etcétera, y la vegetación. Así, se puede observar que en las zonas donde
la lluvia es abundante durante todo el año aparecen vegetales que se desarrollan en forma
exuberante (bosques). Estas regiones poco a poco se degradan generalmente por la acción del
hombre, para dar lugar a las sabanas en las zonas cálidas o a las estepas en regiones secas.
Además, en realidad que disminuyen las precipitaciones decrece también la vegetación, para dar
lugar a las zonas desérticas. Ello quiere decir que las asociaciones vegetales varían de acuerdo con
el régimen térmico y la cantidad de lluvia que reciben. Estas asociaciones y los distintos factores
geográficos que intervienen dan como resultado los diferentes ecosistemas (figura 5.26).
Los ecosistemas tienen variadas características de flora, fauna y clima entre otros. Los más
importantes son:
•
Selva: zona ecuatorial con clima tropical lluvioso (Af). Las lluvias se producen gracias a la
convergencia de los vientos alisios en ambos hemisferios. La temperatura es alta ya que los
rayos del Sol caen perpendicularmente sobre la zona. El calor y la humedad propician el
desarrollo de una vegetación exuberante, con gran variedad de especies, desde árboles de gran
tamaño hasta vegetales microscópicos y una gran maraña de plantas trepadoras y parásitas. Los
animales que viven en esta región no son de gran tamaño, pues necesitan moverse entre una
vegetación muy tupida. En ocasiones, el hombre se dedica a la explotación forestal, la cual
presenta grandes dificultades. En esta región existen maderas preciosas como la caoba y el
ébano además del hevea, de donde se extrae el caucho. La madera de teca, que se utiliza para
la fabricación de embarcaciones, se desarrolla principalmente en Birmania. Los ríos son
caudalosos por la abundante lluvia que recibe la región.
•
Sabana: tiene clima tropical con lluvias en verano (AW). Aunque la temperatura es elevada, sólo
se encuentran abundantes lluvias durante el verano, lo que disminuye el desarrollo de plantas
que forzosamente son diferente, al tener que soportar una estación de sequía: sus tallos se
endurecen y disminuye su tamaño para dar paso a los pastos altos, arbustos de pequeño
tamaño y árboles cercanos a los ríos (galerías). En esta región viven grandes carnívoros, como
el león, la pantera, el leopardo, etcétera, y hervíboros de gran tamaño como el elefante, la
jirafa, el rinoceronte y otros.
La población se dedica a la agricultura, a la ganadería y en ocasiones a la caza. La sabana más
extensa se encuentra en África.
•
30
Región monzónica: tiene tropical con lluvias monzónicas (Am). Al sur de Asia y a causa del gran
tamaño del continente se produce una región de características propias: en invierno sopla el
viento frío y seco del continente hacia el mar (monzón de invierno); en verano sopla un monzón
cálido y húmedo que se forma sobre el mar y sopla en dirección al continente, lo cual forma
lluvias abundantes durante toda la estación. En ocasiones, las intensas lluvias provocan
inundaciones que destruyen las cosechas de arroz y té, principalmente. Esta región está
sobrepoblada como se comprueba en Bangladesh, situado el noreste de la India.
•
desierto: su clima es seco desértico (BW). Se localiza a los 30º de latitud norte y sur. La
ausencia de lluvias se debe al descenso de los vientos contralisios (altas presiones
subtropicales). La oscilación térmica es extremosa por la falta de vegetación que sólo está
formada por plantas xerófitas, como nopal, biznaga, maguey y otros cactus que almacenan agua
en sus tallos y hojas. A veces, en estas regiones de arena y roca aparecen oasis, que son
lugares donde existen manantiales como resultado del surgimiento de algunos ríos subterráneos
que atraviesan el desierto. En estos lugares el hombre se dedica principalmente al cultivo de
palma datilera, al pastoreo de cabras y al comercio.
•
Región mediterráneo maquí: tiene clima templado con lluvias en invierno (Cs) lo que quiere
decir que su verano es seco y su invierno lluvioso. Su vegetación típica es de matorrales, por lo
que la abundante población se dedica al cultivo de la vid, el olivo y los cítricos, así como a
industrias conexas, como la vitivinícola y la aceitera. En costas encontramos la pesca y sus
industrias derivadas que constituyen actividades económicas de gran importancia. También se
practica la ganadería, sobre todo de ganado bovino, sobre la cual se asienta la industria de
lácteos, pieles, etcétera.
•
Estepas: tienen clima seco estepario (BS). Las estepas, localizadas en regiones cercanas a los
desiertos, son grandes llanuras continentales de clima extremoso y lluvias escasas; sus tierras
grises, rojizas y amarillas, de acuerdo con la composición del suelo, favorecen el desarrollo de
las gramíneas que forman parte de los cultivos que genera el hombre. Entre ellos se destacan el
trigo y la cebada que se cultivan en las tierras negras o chernozen en Ucrania, Hungría y la
llanura rumana, que constituyen los graneros del mundo. En esta región crecen abundantes
pastos por lo que la ganadería forma parte de las actividades del hombre, cuya industria origina
un gran movimiento comercial. En los Estados Unidos de América toma el nombre de pradera y
en Argentina de pampa.
•
Bosques mixtos o bosques de regiones templadas: su clima templado con lluvias en verano (Cw)
propicia que estas regiones sean las más pobladas del mundo. Así las grandes ciudades como
Japón, Nueva Cork y México se encuentran en esta región. Crecen árboles de hoja caduca como
el encino, el roble, el nogal y el castaño. También encontramos las mejores redes de
comunicación, una gran diversidad de industrias, un elevado movimiento comercial y el
desarrollo creciente de la civilización.
•
Bosques fríos o de coníferas: encontramos clima frío con lluvias diarias (Df). Las coníferas como
el pino y el abeto, principalmente, son los árboles característicos de esta región, ya que pueden
soportar bajas temperaturas con abundante lluvia, que durante el invierno se convierte en nieve.
Los animales que habitan son explotados comercialmente como la marta, el armiño, el visón y el
zorro, entre otros. La población, además de la explotación forestal, se dedica a la cría de los
animales de pieles finas; Liberia ocupa el primer lugar en el mundo como centro productor de
pieles finas. En los litorales encontramos pueblos dedicados a la pesca de altura. En Canadá
toma el nombre de floresta y en Siberia de taiga.
•
Tundra: (ET) el clima polar de la tundra se debe principalmente a su cercanía con las zonas
polares. Tiene un invierno prolongado. Su suelo aparece cubierto de nieve las tres cuartas partes
del año y sólo durante el verano surgen musgos, líquenes y pinos enanos que no miden más de
un metro de altura. El hombre que habita estas regiones aprovecha el reno i caribú como animal
de trabajo, para alimentación y vestido. También aquí viven el oso blanco, el zorro blanco, las
focas y los pingüinos del hemisferio sur.
En las regiones montañosas se encuentra una gran diversidad de climas, propiciados principalmente
por la altitud; sin embargo, intervienen también la latitud los vientos dominantes, los tipos de suelo,
etcétera. Podemos localizar regiones de clima estepario BS, en el sotavento de las cordilleras, como
son las sierras Madres Oriental y Occidental, en México, y en los Andes, en Sudamérica. En las
cimas de algunas montañas se localizan nieves perpetuas EB, como por ejemplo en el Kilimanjaro,
en África, que está situado muy cerca del Ecuador terrestre y el Pico de Orizaba, que se encuentra
dentro de la zona tropical. En estas regiones predominan los musgos y líquenes, a veces algunas
plantas herbáceas. A 4 000 metros de altitud sólo se localizan los desiertos helados semejantes a la
tundra.
En el mapa de la figura 5.26 se localizan los principales ecosistemas del mundo.
31
CAUSAS Y EFECTOS DEL IMPACTO DEL HOMBRE EN LAS REGIONES NATURALES:
Importancia de la conservación de la biodiversidad
Cuando destruimos la naturaleza, se destruye la biodiversidad, producto de más de 4 000 años de
evolución de millones de especies de plantas, animales y microorganismos que conviven en el medio
natural.
Los ecosistemas están formados por diversos factores como la situación geográfica, la historia
geológica, los factores y fenómenos del clima, los seres vivos, tanto animales como vegetales, el
hombre y las relaciones que guardan en conjunto.
El hombre, para poder utilizar las materias primas y extraer los recursos naturales que necesita,
debe regenerar el equilibrio que guarda el ecosistema. Actualmente se ha observado que este
equilibrio tiene un gran número de alteraciones, entre ellas la destrucción de enormes zonas de
bosques, casi siempre para dar lugar a la agricultura y a la ganadería; la extinción de un gran
número de especies animales y vegetales; la contaminación en todas sus formas que ha afectado
suelo aire y agua; la explotación desmedida de los recursos naturales y mucho más. Es necesario
conocer el medio geográfico donde se vive, para valorar la riqueza natural que representa y aplicar
los conocimientos científicos, además de toda la tecnología, para conservarlo.
PROBLEMAS GLOBALES DEL DETERIORO AMBIENTAL
La contaminación del medio es la presencia de materia o energía producida artificialmente que
altera las condiciones naturales del ambiente, lo cual pone en peligro la salud de todo ser vivo.
La contaminación es el cambio de las características químicas, físicas y biológicas del aire, agua y tierra, que puede
perjudicar la salud e impedir la sobre vivencia o las actividades de los seres vivos.
Contaminación del aire
El esmog o smog (de las palabras inglesas que viene de smoke, humo y fog, niebla), propio de los
centros industriales, es muy dañino porque afecta las vías respiratorias. En las grandes ciudades,
como Nueva Cork, Tokio y México, la contaminación atmosférica es mayor por la acumulación de los
gases expulsados por la gran cantidad de vehículos de transporte que utilizan gasolina y sus
derivados. Además, existe la contaminación industrial que, como sabemos, constituye un grave
problema (figura 5.27).
Las fuentes principales de contaminantes son los desechos domésticos, las emisiones industriales y
el gas del escape de los automóviles, así como los incendios forestales y la quema de basura, entre
otros.
Observe la figura 5.28.
Los diez principales elementos contaminantes
•
Bióxido de carbono
•
Mercurio
•
Monóxido de carbono
•
Plomo
•
Dióxido de azufre
•
Petróleo
•
Óxidos de nitrógeno
•
DDT y otros plaguicidas
•
Fosfatos
•
Radiación nuclear
Los contaminantes que afectan la calidad del aire de las principales ciudades del mundo, entre ellas
México, son, en orden de importancia:
Ozono (Oз): es un gas de color azul pálido que consiste en oxígeno triatómico y es un compuesto
vital en la capa superior de la atmósfera, que filtra los rayos ultravioleta del Sol. Sin embargo,
cuando se encuentra a nivel del suelo, constituye un contaminante que irrita y daña el aparato
respiratorio. El ozono no es producido directamente por vehículos o fábricas, sino que se forma en el
aire en días soleados a partir de otros contaminantes precursores (óxidos de nitrógeno) y de los
hidrocarburos.
32
33
34
LOS RECURSOS BIOTICOS DE MÉXICO (REFLEXIONES)
Arturo Gomez – Pompa
LOS RECURSOS BIÓTICOS Y EL HOMBRE PRIMITIVO
El hombre como parte y producto de la Naturaleza, depende de ella irremediablemente. Los
productos que requiere para su subsistencia constituyen sus recursos naturales. Aire, suelo, agua
rocas, plantas y animales son los recursos naturales básicos, no sólo para la vida del hombre, sino
para todo ser viviente de nuestro planeta.
Cada organismo tiene necesidades distintas; sin embargo, podemos identificar claramente que
existen algunas que son comunes para ciertos grupos de seres vivos; así por ejemplo, los peces
requieren de agua y aire en forma distinta a las aves; sin embargo, ambos precisan de otros
organismos para s alimentación.
Es difícil definir con exactitud los recursos que requiere una especie determinada para su sobre
vivencia, pero esto se ha logrado saber para algunas especies que interesan al hombre, como es el
caso de plantas y animales domesticados. En estos casos lo que conocemos son las necesidades
esenciales que el hombre puede manejar, más no los recursos que en la naturaleza podría utilizar la
especie de planta o animal, como recurso para satisfacer sus necesidades. Así por ejemplo, a un
pavo en cautiverio el hombre le da agua, minerales, vitaminas y nutrimentos que requiere,
convirtiéndose por ello, en un aportador de los recursos naturales indispensables para la vida del
pavo.
En cambio, en estado silvestre, las aves cubren estas necesidades de los recursos naturales del
medio en el que viven, como puede ser agua de charcos y otros cuerpos de agua, minerales y
vitaminas de las plantas o del suelo, y sus nutrimentos de las mismas plantas o de los animales
silvestres, que integran su dieta. La diversidad de recursos que dispone una especie silvestre o
salvaje es enorme y conocerla con detalle es objeto de estudios muy minuciosos y difíciles, que
irremediablemente serán incompletos, ya que sólo incluyen información de una o unas cuantas
poblaciones y no de la totalidad de las mismas de la especie.
Un buen ejemplo de esto lo tenemos en el estudio de los hábitos alimenticios del venado cola blanca
en la Reserva de la Biosfera de la Michilía en el Estado de Durango, como se puede apreciar en la
lista de especies que se identificaron como alimentos del venado; éstos son sólo algunos de los
recursos alimenticios para esta población en este sitio, ya que se sabe –por estudios en otras zonasque en caso de escasez pueden utilizar cono alimento otras especies de la misma región.
La población conoce sus recursos alimenticios actuales y potenciales. Pero no sólo esto, sino que
también reconoce las especies que son tóxicas y éste es un temo aún muy poco conocido y
apasionante, ya que el saber los mecanismos de aprendizaje de los animales sobre sus posibles
enemigos –plantas o animales tóxicos o venenosos- podría ser de gran utilidad para el hombre
mismo, porque se ha descubierto que muchas especies tóxicas tienen propiedades medicinales. Si
buscáramos en la bibliografía, seguramente encontraríamos que para otras poblaciones de venado
cola blanca en otros sitios distintos, los recursos de la especie serán similares pero nunca iguales, ya
que la flora y fauna de cada región cambia y con ello los recursos disponibles.
Con el ejemplo anterior nos podemos dar cuenta lo difícil y complicado que es el poder determinar
cuáles son los recursos para una especie determinada. Esto es de especial interés por lo que se
refiere al hombre y sus recursos naturales, ya que el mismo problema esbozado anteriormente se
aplica al mismo. En este sentido, los recursos naturales de un grupo étnico amazónico son
diferentes a los de un australiano o un europeo. Evidentemente todos requieren agua, aire, suelo,
plantas y animales, pero difieren especialmente en la clase de plantas y animales que usan como
alimento, medicina, vestido y construcción.
La especie humana, al igual que otros animales, ha evolucionado en un ambiente variable y
ambiente produciendo la gran diversidad de seres vivientes que han existido, y existen, en nuestro
planeta. Parte importante de su adaptación ha sido, precisamente, el haber desarrollado el
conocimiento de la diversidad biológica a la que se enfrentaba, y enfrenta, para poder subsistir.
Esta característica de diversidad en el espacio y en el tiempo, es la que diferencia más claramente a
los recursos bióticos de los demás. Con mucha frecuencia se ha clasificado a los recursos naturales
35
en renovables y no renovables; sin embargo, esta clasificación no es del todo satisfactoria, ya que
los recursos vivos, que son los renovables por excelencia, pueden llegar a ser totalmente
irrenovables por extinción. Todo es cuestión de tiempo. Lo mismo puede aplicarse a los no
renovables, como el carbón y el petróleo, que fueron producidos por organismos del pasado y que
pueden producirse por los seres vivos de la actualidad; todo es cuestión de tiempo o de técnicas.
Independientemente del criterio que se siga en la clasificación –que en definitiva, es sólo un
problema de semántica- es indudable que los recursos vivos, los bióticos, forman un grupo muy
aparte de los demás y permiten, por tanto, un tratamiento por separado. Así también, es necesario
entender que tanto los recursos bióticos como los no bióticos, son a su vez, los recursos de las
especies vivas y por ello el mismo hombre es un recurso para otras especies.
Esta forma de ver los recursos difiere un tanto de la forma tradicional, en donde sólo se consideran
como tales si son recursos para el hombre. Evidentemente, como miembros de esta especie notable
de la tierra, nos interesa sobremanera entender cuáles han sido, son y podrán se nuestros recursos
bióticos con el objeto de conocerlos mejor para saber utilizarlos, transformarlos, mejorarlos,
incrementarlos sin destruirlos, o sea, para conservarlos.
No podemos desprendernos de una posición egocéntrica en donde el hombre es el objetivo principal
de nuestra preocupación y que todo gira a su alrededor. En este sentido, por mi parte, considero a
los recursos bióticos como el conjunto de especies de plantas, animales y microorganismos que
influyen directa o indirectamente el bienestar y subsistencia del hombre. En este libro nos
concentramos en México; sin embargo, esto no nos atará para discutir otras varias poblaciones
humanas y sus recursos, así como otras especies y recursos.
Todas las culturas pasadas y presentes están totalmente ligadas a sus recursos bióticos y sus
costumbre influenciadas por ellos. El hombre primitivo que vivía de la caza y la recolección de
plantas dedicaba, quizá, la mayor parte de su tiempo a la búsqueda de sus alimentos y al
descubrimiento de nuevos recursos. Seguramente, en sus exploraciones buscando nuevas áreas con
más recursos, se tenía que enfrentar a la necesidad de identificar las especies, y experimentar con
aquellas que no conocía. Probablemente muchos de nuestros antepasados prehistóricos fallecieron
“investigando” nuevos recursos bióticos y otros proliferaron al descubrir nuevos y abundantes
recursos.
Poco sabemos de los hábitos, costumbres y alimentación de nuestros antepasados, pero sin lugar a
36
dudas, todos estuvieron ligados a nuevos recursos o a nuevos usos para los mismos. Podemos
imaginarnos a la sociedad humana antes y después del fuego; el cambio que se produjo debió haber
sido extraordinario pues tuvo impacto en su forma de cazar, alimentarse, calentarse y con esto
último la exploración de zonas más frías, pero con abundantes alimentos.
La leña y el carbón aparecen como recursos bio-energéticos importantes, perdurando hasta nuestros
días en donde pueden representar el 90% de la energía disponible para millones de seres humanos
en zonas rurales de países del tercer mundo. En 1980 la leña representó el 94.3% del combustible
utilizado en Molowi y el 91.4% en Tanzania. En México, poco sabemos sobre el uso de leña y carbón
en zonas rurales, pero seguramente juegan un papel importante en el consumo global de
energéticos.
Desafortunadamente, en los estudios y pronósticos de las necesidades energéticas de México, el
recurso leña y carbón no ha sido tomado debidamente en cuenta a pesar de su disponibilidad,
renovabilidad y bajo costo. Sin embargo, si el recurso llegara a escasear o faltar, como ya sucede en
algunas zonas del país, podría tener un consto ecológico y social muy alto que no se ha previsto en
nuestro país. Un ejemplo notable de esto lo tenemos en el desierto de Sahel, en África, donde la
deforestación por problemas ecológicos y sociales de gran magnitud, que han impactado al mundo,
y movilizado grupos de científicos para entender y resolver los problemas.
Así como el fuego jugó un papel importante en la evolución del hombre y su relación con los
recursos, también podemos citar el otro gran evento de la sociedad humana primitiva, que fue el
descubrimiento de la posibilidad de cultivar algunas de las especies que apreciaba. ¿Cómo sucedió?.
Nadie lo sabe realmente; sin embargo, varios científicos han esbozado hipótesis sobre este tema.
Independientemente de lo que verdaderamente sucedió, podemos imaginarnos al recolector de
frutos, semillas y raíces que llevaba su morada alimentos para su familia, tal como lo hacen muchos
otros animales, y algunos de ellos, se almacenaban para el futuro. Nada difícil sería que varios de
éstos propágalos germinaran y produjeran una nueva planta. Esto seguramente fue observado por
el hombre provocando el deseo de experimentar; con ello se inicia el cultivo de los recursos
vegetales silvestres, o sea, la agricultura.
Aparentemente este importantísimo evento en la historia de la humanidad ocurrió en forma paralela
e independiente en varias partes del mundo, a donde el hombre recolector y cazador había llegado.
El resultado fue el cultivo de distintas especies por diferentes grupos étnicos, lo cual trajo consigo no
37
sólo la evolución de varios cultivos, sino la evolución de las propias etnias en relación a las especies
cultivadas, hecho que perdura hasta nuestros días.
Ejemplo de este proceso cultural lo tenemos en el maíz, alrededor del cual gira una buena parte de
las costumbres, prácticas agrícolas, nutrición, creencias mágicas y religiosas de muchos grupos
Étnicos. Lo mismo podemos decir del arroz para los asiáticos; cereales para las culturas
mediterráneas; yuca o casava para los habitantes del trópico americano.
Es interesante mencionar que los cinco cultivos de alimentos básicos más importantes en el mundo
no son descubrimientos nuevos; todos fueron herencia de las culturas primitivas. Vale mencionar
que las mejoras genéticas que la ciencia moderna ha realizado, si las comparamos con los
antecesores silvestres de los cultivos, apenas representan un porcentaje pequeño.
Es notable el hecho de que la totalidad de estas especies que constituyen el alimento básico de la
humanidad, son todas plantas herbáceas de producción en ciclos de vida menores a un año. Esto es
fácil de explicarse si nos remontamos a nuestros antepasados primitivos y sus primeras
observaciones y experimentos en plantas usadas para su alimentación: las que germinaban más
rápido y produjeron semillas en corto tiempo, fueron las anuales.
Un hecho también muy notable es que el hombre actual de la sociedad moderna industrial, sigue
dependiendo de esas cinco especies originales. Esto parece ridículo, si sabemos que existen en el
mundo más de un cuarto de millón de especies de plantas superiores y de ellas un número
considerable se sabe que son comestibles y de buena calidad nutricional. Sin embargo, la mayoría
de estas últimas sólo son cultivadas y conocidas localmente y representan recursos bióticos
potenciales probados de gran valor, que pueden tener una importancia enorme hacia el futuro.
Junto con la agricultura, el advenimiento de la ganadería, o sea, la domesticación de animales
salvajes para fines de alimentación, fue también un evento de gran trascendencia al permitir al
hombre cambiar de cazador al de pastor. Con ello se desarrolló el conocimiento y apreciación de los
forrajes, tanto naturales como de sus esquilmos agrícolas.
Al igual que para las plantas, la historia de la domesticación de animales se remonta a nuestros
FIGURA 4. El maíz ha evolucionado notablemente por la intervención del hombre. Del maíz primitivo a las
razas indígenas, el cambio fue más notable que el de las razas indígenas al maíz híbrido moderno, a
teosinte; b, híbrido Chalco teosinte y Argentina popcorn; c, maíz de 8 hileras; d, maíz híbrido moderno de
16 hileras. (Ilustraciones de Manuel Escamilla, basadas en material proporcionado por H. Iltis).
38
remotos antepasados y a sus actividades y observaciones sobre los recursos faunísitcos salvajes. De
ellos fueron seleccionando aquellos más apreciables y disponibles; tal es el caso del pavo y el perro
escuintle en México, o bien cabra, oveja, vaca, en otras zonas geográficas. Lo mismo que para las
plantas, debemos admitir que los cinco animales domésticos usados como alimentos básicos, todos
son legados de antiguas culturas.
Para cerrar este capítulo introductorio solo deseo señalar que para analizar la vida del hombre en la
tierra, no puede hacerse sin tomar en cuenta los recursos bióticos y su interrelación con el resto de
los recursos. En todos los aspectos de la vida humana aparecen los recursos biológicos; si es en la
pintura, colorantes vegetales; en la música, instrumentos de madera; en literatura, el papel; en
medicina, las plantas han sido y son base fundamental; en el vestido, construcción e industria los
recursos biológicos son también fundamentales.
Pocas actividades humanas pueden entenderse sin la participación de los recursos entenderse sin la
participación de los recursos vivos; sin embargo parece que por obvio, a menudo pasa inadvertido
este hecho, y sólo cuando los agotamos o los ponemos en peligro, nos damos cuenta de ello.
LOS RECURSOS BIOTICOS DEL MUNDO
Si empleamos el término recurso en su sentido amplio y no sólo en lo referido a los utilizados para el
hombre, de hecho, los recursos bióticos del mundo son todas las especies de animales, plantas y
microorganismos que existen en la tierra, ya que, sin excepción, todo organismo requiere de otros
para su subsistencia, convirtiéndose así en recursos vivos. Incluso, si quisiéramos restringirnos a los
recursos bióticos para la especie humana, tendríamos gran dificultad para hacer una clasificación
satisfactoria.
En este sentido, toda la biota terrestre y acuática es un recurso biótico actual o potencial para la
especie humana y como tal debe tratarse.
Los recursos bióticos disponibles para el hombre son enormes y la única limitación es su capacidad
para conocerlos, estudiarlos y eventualmente utilizarlos. La especie humana, gracias a su capacidad
de estudiar lo que le rodea y a su facultad de obtener conocimientos, acumularlos y transmitirlos, ha
permitido crear la conciencia de la dependencia irremediable del hombre con los demás seres
vivientes y las infinitas posibilidades que nos abre la investigación científica de los organismos con
los que compartimos nuestra vida en esta tierra.
La generación de conocimientos sobre los recursos bióticos es tan antigua como el hombre mismo,
ya que de ello ha dependido su vida. El distinguir sus alimentos de otras especies, especialmente de
las tóxicas, es asunto de vida o muerte y esto sigue siendo válido para cualquier sociedad o cultura
por avanzada o atrasada que se le considere. Pero no sólo esto es importante; la cantidad de
conocimientos de las distintas culturas actuales o pasadas, sobre sus recursos vivos, es de tal
magnitud que ha rebasado todas las posibilidades de analizar, o sencillamente, acumular al respecto
la sabiduría humana.
Este hecho es de gran importancia ya que estamos refiriéndonos a la sabiduría humana en su
totalidad, y no sólo a la generada por ciertas culturas que predominaron en el pasado, o predominan
en el presente. Así, por ejemplo, tan importantes son los conocimientos de los recursos bióticos de
los mayas en Yucatán como los de los suizos en los Alpes.
Las plantas y los animales que usan unos y otros pueden ser totalmente distintos, pero todos ellos
son recursos bióticos potenciales para toda la humanidad; además, lo más notable es que los mayas
quizá tengan mayores conocimientos, ya que su vida depende sólo de ellos; en cambio, los suizos
pueden obtener los recursos bióticos para su subsistencia de otras regiones, a menudo distantes.
Aunado a esto, los mayas tienen un medio ambiente biológicamente muy rico, en contraste con el
empobrecido ambiente biológico de los Alpes.
Sin embargo, para nuestros fines, la mayor diferencia que se encuentra, es que el conocimiento de
los recursos de los mayas sólo está disponible para ellos, ya que su aislamiento y por ende su falta
de comunicación con el exterior, ha impedido que sus conocimientos sean incorporados al
patrimonio cultural del hombre. Quizá ello explique la indiferencia de ciertas sociedades modernas
hacia los conocimientos étnicos, que aún conservan vasta información no incorporada a la ciencia
moderna.
39
Para darnos una idea más clara de lo que esto significa, debemos darnos cuenta que existen en el
mundo miles de grupos humanos con conocimientos abundantes y precisos de sus recursos bióticos
locales, que aún no han sido registrados e incorporados al acervo cultural del hombre.
Con el objeto de ilustrar con datos concretos lo expuesto anteriormente, a continuación resumiré la
información de varios estudios realizados en tres comunidades indígenas de México, y que
representan los esfuerzos de científicos por conocer y capturar la información tradicional sobre los
recursos bióticos locales. Es menester mencionar que estos estudios no son exhaustivos y no
tuvieron el objetivo único de conocer los recursos bióticos, sino como parte de la investigación
antropológica y etnobiológica, el conocer los recursos fue un aspecto importante de la investigación.
Los recursos vegetales alimenticios de los seris, tarahumara y huastecos
He escogido estos tres étnicos por diversas causas: primero porque existen buenos estudios sobre
ellos, segundo, representan tres zonas ecológicas características de México, desiertos, bosques
templados y selvas; y tercero, son grupos humanos con una gran riqueza cultural biológica, muy
representativos de la diversidad mexicana.
Los seris. Los seris son un grupo étnico que habita en la costa del estado de Sonora. Esta región se
caracteriza por un clima extremadamente árido en donde la precipitación pluvial promedio es de
aproximadamente 200 mm pudiendo ser aún menor en diversas regiones y en distintos años
Los seris viven de la caza, pesca y recolección de plantas. Los estudios realizados 6 sobre este grupo
étnico son de gran interés que nos presenta tanto una insospechada riqueza de recursos bióticos
como de conocimientos de los mismos. A través de generaciones, los seris han venido explorando y
experimentando con los recursos disponibles con lo que lograron sobrevivir en un medio que para
cualquiera podría resultar inhabitable. Este conjunto de conocimientos es un ejemplo notable de la
aportación cultural de este grupo étnico al patrimonio cultural y genético de la humanidad.
Como ejemplo, sólo presentaré la lista de las especies vegetales comestibles de los seris, que
constituye una porción importante de sus recursos bióticos.
Los tarahumaras. Uno de los grupos étnicos más importantes del norte de México son los
tarahumaras. Habitan en la parte norte de la Sierra Madre Occidental en una región caracterizada
por su abrupta topografía con grandes cañones, partes altas y bajas, que le dan una diversidad
ambiental muy grande.
La vegetación es muy variada debido a los distintos climas que se presentan en la zona y se
encuentran tanto bosques templados de pino y encino en las partes altas con mejor precipitación y
temperatura más baja, como selvas tropicales en el fondo de los cañones, con especies arboreras
típicas de selvas tropicales del sur de México, como es el caso de chicozapote, achras sapota, de
varias higueras, Ficus spp. En las zonas de transición existe vegetación típica de zonas áridas, con
abundancia de cactáceas y leguminosas espinosas y distintas agaváceas.
El estudio más importante realizado sobre el medio ambiente y los recursos bióticos de esta cultura
es el de Pennington y del mismo hemos extraído una lista de plantas comestibles que usan los
tarahumaras. Este autor considera a este grupo como semiagrícola, ya que parra ellos los recursos
silvestres son tan importantes como sus cultivos y rebaños.
LOS RECURSOS BIÓTICOS DEL MUNDO
Agave dentiens
X
Agave chrysoglossa
X
Agave fortiflora
X
40
Hierba
verde
Flores
Tallos
Raíces
tubérculos,
bulbos
Fruto
Semillas
Recursos vegetales alimenticios de los seris (tomando de felger y moser, 1976). Los más importantes
estan en negritas.
Agave pacifica
X
Agave pelona
X
Agave subsimplex
X
Allenolfea occidentalis
X
Allium cf. haematachiton
X
Amaranthus fimbriatus
X
Amaranthus watsonii
X
Amoreuxia palmatifida
X
X
Batis maritima
X
X
X
Boerhavia coulteri
X
Bumelia occidentalis
Carnegia gigantea
X
X
Celtis tala
X
X
X
Cercidium floridum
X
X
X
Cercidium microphylum
X
X
X
Chenopodium murale
X
Cnidoscolus palmeri
X
Echinocereus fendleri
X
Ferocactus cf. acanthodes
X
X
Ferocactus covillei
X
X
X
Ferocactus wislizenni
X
X
X
Ficus padifolia
X
Ficus petiolaris
X
Ficus radulina
X
Jacquinia pungens
X
Lantana sp.
X
Lemaireocereus thurberi
X
X
Lippia palmeri
X
Lophocereus schottii
X
Lycium andersonii
X
Lycium exsertum
X
Lycium fremontii
X
Machaerocereus gammosus
X
Mammillaria spp.
X
Marsdenia edulis
X
Matelea cordifolia
X
Matelea pringlei
X
Muhlenbergia microsperma
X
Oligomeris linifolia
X
Otneya tesota
X
Opuntia arbuscula
X
Opuntia bigelovii
X
Opuntia fulgida
X
Opuntia leptocaulis
X
41
Opuntia phaeacantha
X
Opuntia versicolor
X
Opuntia violacea
X
Orobanche cooperi
Pachycereus pringlei
X
X
X
Pasiflora anda
X
Passiflora palmeri
X
Phaseolus sp.
X
Phoradendron californicum
X
Physalis crassifolia
X
Physalis sp.
X
Plantago insularis
X
Proboscidea altheifolia
X
Prosopis glandulosa
X
X
Randia thurberi
X
X
Rhizophora mangle
Sacrostemma crispum
X
X
X
Setaria macrostachya
Simmondsia chinensis
X
X
Sporobolus virginicus
X
Tricerma phyllanthoides
X
Triteliopsis palmeri
X
Vallesia glabra
X
Washingtonia robusta
X
Wilcoxia strita
X
Yucca arizonia
X
Zizyphus lycioides
X
Zostera marina
X
LISTA DE ESPECIES SILVESTRES COMESTIBLES DE LOS TARAHUMARAS (TOMADO DE PENNINGRON, 1963)
Especies
Acacia cymbispina (s)
Erodium cicutarium(h)
Pinus reflexa(s)
Achras zapota
Eryngium carlinae(h)
Phitesellobium dulce(f)
Agave hartmani
Exogonium bracteatum®
Plantago argyea(h)
Agave chihuahuana
Ferocactus spp.(f)
Plantago geleottiana(h)
Agave patonii
Ficus cotinifolia(f)
Plantago hirtella(h)
Agave shottii
Ficus goldmanii(f)
Plantago mahor(h)
Amaranthus bibliotoides (s )(h)
ficus padifolia(f)
Portulaca oleracea(h)
Amaranthus hibridus
Ficus petiolaris(f)
Potentilla thurber var strigosus(f)
Anaranthus palmeri (h) (s)
Ficus radulina (f)
Prionosciadium serratum ( r)
Amaranthus powelli (h)
Fraxinus papillosa (h)
Prosopis juliflora (f) (s)
Anmaranthus retroflexus (s) (h)
Fraxinus velutina (h)
Prunus brachybotrya (f)
Arbutus arizona
Gaultheria af. Gaucifolia (f)
Prunus capuli (f)
Arbutus glandulosa
Gossypium mexicanum (f)
Prunus virens (f)
42
Arbutus xalapensis
Guazuma ulmifolia (f)
Psidium guajava (f)
Arctostaphylos pungens(s)
Helianthus anuss (f)
Quercus albocincta (s)
Aremaria alsinoides(h ( e)
Hieracium sendleri (h)
Quercus durifolia (s) (h) ( j)
Arracacia edulis (h)
Ipomoea arborecens (f)
Quercus emoryi (s)
Asclepias brachystephana (h)
Ipomoea purpurea (h)
Quercus epileuca (h) (j)
Asclepias glaucescens (h)
Juglans major (s)
Quercus hypoleucoides (a) (h) (j)
Begonia gracilis
Juniperus pachyphlaea (f)
Quercus omissa (a)
Bidens bigelovii (t )(h)
Karwinskia humboldtiana (f)
Quercus watsoni (s)
Brassica campestris (h)
Lantana involucrata (f)
Randia echinocarpa (f)
Brassica juncea (Ih)
Lemairocereus thurberi (f)
Randia laevigata (f)
Caesalpinea pulcherrima
Lepidium virginicum (h)
Randia watsoni (f)
Calliandra humilis var resticulate
(s)
Lippia berlandieri (h)
Rivina humilis (f)
Casimiroa edulis
Lippia palmeri (h)
Rorippa mexicanum (h)
Casimiroa sapota
Mammillaria heyderi (f)
Rubus idaeus (f)
Carya illinoiensis (s)
Martynia frageans (s) (h)
Sabal uresana (t)
Ceiba acuminata (s)
Martynia tragens
Salix bonplandiana (f)
Celtis iguanaeuus (f)
Metelia sp. (h)
Salix goodingi (i)
Celtis goldmanii
Mentha canadensis (h)
Salix lasiolepis (i) (h) (j)
Cephalocereus leucocephalus
Mimulus guttatus (h)
Saracha jaltomata (j)
Cephalocereus thurberi
Morus microphylla (f) (h)
Solanum nigrum (h)
Citrus medica (f)
Oenothera laciniata (h)
Sonchus asper (h)
Cosmos pringlei (h)
Oenothera triliba (h)
Sonchus olearaceus (h)
Crescentia alata (f)
Opuntia spp. (f) (h)
Thryallis glauca (f)
Chenopodium album (h)
Oxalis decaphylla (h) (f)
Tragia nepetaefolia (h)
Chenopodium ambrosioides (h)
Oxalis diversis (h)
Ulmus divaricata (f)
Dasylirion wheeleri (t)
Pachycereus
pecten.aboriginum
Ulmus leseuri (f)
Dasylirion durangense (t)
Phaseolus metcalfei (s)
Ulmus mexicana (f)
Descuarainia pinnata (h)
Phoradendron engelmanni (f)
Ultica gracilis (h)
Eclipta alba (h)
Physalis sordida (f)
Viguiera helianthoides (h)
Echinocereus dasycanthys (f)
Physalis spp. (f)
Viola umbraticola (h)
Eugenia capuli (f)
Phsalis aff. Sordida (f)
Vitex mollis (f)
Equisetum laevigatum€
Pinus ayacahuite (s)
Vitis arizonica (f)
Eriogonum atrorubens ®
Pinus cembroides (s)
RECURSOS VEGETALES ALIMENTICIOS DE LOS HUASTECOS (TOMADO DE ALCORN, 1982).
Recursos alimenticios
Parte comestible
Recursos alimenticios
Parte comestible
Abelmoschus esculentus
semilla
Bidens pilosa
hoja, vástago
Acacia angustissima
corteza
Bidens squarrosa
enredadera
acacia cornigera
fruto
Beoerhaavia erecta
hoja
Acanthocereus pentogonus
tallos tiernos
Bombax ellipticum
semilla
Acrocomia mexicana
fruto
Bromelia karatas
fruto
Adelia Barbinervis
hoja tierna
Bromelia sylvestris
fruto
43
vástago
Brosimum alcastrum
fruto
Agave sp. (silim)
savia
Buettneria aculeata
vástago
Agave sp. (wiich)?
savia
Bumelia celastrina
fruto
Allium kunthii
planta entera
Bunchosia lanceolata
semilla
Allium sativum
bulbo, hoja
Alophia drummondii
bulvo
Bursera simaruba
hongo
Amaranthus crassipes
hoja
Cajanus indicus
semilla
Amaranthus hybridus
hoja
Cannavalia villosa
flor
Amaranthus leucocarpus
semilla, hoja
Canna edulis
semilla
Ananas comosus
atole
Canna lutea
rizoma
fruto
Capsicum annuum
fruto
fruto
Annona globífera
fruto
var annuum
Annona reticulata
fruto
Capsicum annuum
Annona squamosa
fruto
var glabriusculum
Anredera leptostachys
hojas
Carica papaya
fruto, raíz
Ardisia compressa
fruto
Cassia pendula
fruto
Ardisia escallonioides
fruto
var pendula
Bauhinia dipetala
flor
Chaetoptelea mexicana
fruto
fruto
fruto
Begonia franconis
hoja, vástago
Chamissoa altissima
hoja
Guazuma ulmifolia
fruto
Chenopodiun ambrosioids
hoja
hedeoma drummoindii
hoja
Chiococca alba
fruto
heliocarpus donnell-smithu hongo
Chlorophora tinctoria
fruto
hylocereus undatus
Crysophyllum mexicanum
fruto
Cissampelos pareira
fruto
Hymenocallis sp.
raíz
Citrullus lanatus
fruto
Inga spuria
fruto
Citrus aurantifolia
fruto
Inga spura
pulpa que rodea
Citrus limetta
fruto
Ipomoea batatas
las semillas
Citrus limonaria
fruto
Ipomoea dumosa
tubérculo
Citrus pardisi
fruto
Fatropha curcas
hoja
Citrus reticulata
fruto
Funglans hirsuta
semilla
Citrus sinensis
fruto
Lablab purpurea
fruta
Clidemia petiolaris
hoja
Lantana camara
semilla
Cnidoscolus multilobus
vástago
Lentinus cf. Lepideus
fruto
flor
Leucaena pulverulenta
hongos
tallos tiernos
fruto
Cocos nucifera
fruto
vástago
coffea arabica
fruto
corteza ?
Conostegia xalapensis
fruto
Lobelia berlandieri
fruto
Coriandrum sativum
vástagos
Lycopersicum esculentum
hoja
Costus ruber
tallo
Malvaviscus arboreus
fruto
Croton draco
hongo
Croton reflexifolius
hoja
Mangifera indica
Cucumis melo
fruto
Manihot esculenta
44
var. Mexicanas
fruto
fruto
Cucurbita ficifolia
semilla
Manilkara achras
tubérculo
Cucurbita mixta
fruto, flor
Maranta arundinaceae
fruto
Curcuma longa
rizoma
Mastichodendron capiri
raíz
Dendropanax arboreus
hongo
Dioscorea alata
tubérculo
Mastichodendron sp.?
Dioscorea bulbifera
tubérculos aéreos
Melondria pendula
fruto
Dioscurea macrostachya
tubérculo
Mentha sp.
fruto
Dioscurea matagalpensis
tubérculo
Merremia quinquefolia
hoja
Diospyros digyna
fruto
Musa paradisiaca
hoja
Ehretia anacua
fruto
Eleutherine bulbosa
bulbo
Nopalea df. Cochenillifera
cormo
Enterolobium cyclocarpum
semilla
Opuntia cf. Ficus-indica
tallos, flores
Eryngium foetidurn
hoja
Oryza sativa
tallos
Erythrina americana
flor
Oxalis latifolia
semillas hervidas
hoja
Oxyrhynchus volubilis
hoja, té
fruto inmaduro
Pachypteris alliacea
semilla
flor
Pahyrhizus erosus
habichuela
Eugenia aff. Capuli
fruto
Parathesis serrulata
tubérculo
Eugenia capuli
fruto
Parmentiera edulis
fruto
Eugenia jambos
fruto
Passiflora foetida
fruto
Eugenia oerstediana
fruto
Peperomia cf. macuosa
fruto
Fernaldia pandurata
hoja, flor
Peperomia macuosa
hojas
Ficus obtusifolia
fruto
Persea americana
hoja
Ficus padifolia
fruto
Persea americana
fruto
Gonolobus niger
fruto
var. Drymifolia
fruto
Gossypium hirsutum
semilla
Persea sp.
hojas
fruto
Phaseolus coccineus
fruto
semilla
Phaseolus coccineus
semilla
subsp. Polyanthus
semilla
Erythrina stendleyana
Gossypium lanceolatum
fruto
var. Tempisque
fruto
fruto
Selenicereus cf.
Spinulosus
Phaseolus lunatus
semilla
Phaseolus vulgaris
semilla
Phyllanthus adenodiscus
fruto
Senna occidentalis
semilla
Physalis gracilis
fruto
Sesamum indicum
semilla
Physalis melanocystis
fruto
Smilax aristolochiifolia
vástago
Smilax cf. Domingensis
fruto, vástago
var melanocystis
fruto
flor
Phsalis virginiana
fruto
Smilax sp.
raíz
Physalis virginiana
fruto
Solanum diphyllum
fruto
Physalis viscosa
fruto
Solanum hirta
fruto
Phytolacca icosandra
hoja
Solanum torrum
fruto
Pimienta dioica
hoja
Sonchus oleraceus
hoja
fruto
Sorghum vulgare
semilla
Pithecellobium calostachys
pulpa que lo rodea
Spondias mombin
fruto
Pithecellobium dlce
arilo cornoso de
corteza
45
Polygala nitida
la semilla
Spondias purpurea
fruto
raíz rugente
Stizolobium deeringianum
semilla
Syngonium podophyllum
fruto
var. Lithophila
Porophylium macrocephalum
hoja
Tabehuia rosea
hongo
Portulaca oleracea
hoja
Talinum paniculatun
hoja
Pouteria campechiana
fruto
Talinum triangulare
hoja
Pouleria hypogluca
fruto
Tamarindus indica
pulpa que rodea
Pouteria mammosa
fruto
semilla
la semilla
Trophis racemosa
hoja
Prosopis laevigata
fruto
vástago
Prunus persica
fruto
Ustilag zeae
cocinado
Psidium guajava
fruto
Vanilla planifolia
fruto
Psidium guineense
fruto
Vigna unguiculata
semilla
Punica granatum
fruto
Vitis mesoamericana
fruto
Randia laetevirens
fruto
Rhipsalis baccifera
fruto
Xanthosoma sp.?
raíz
Rhynchosia longerasemosa
semilla
Xanthosoma violaceum
raíz, hoja
Rubus sp.
frutos cocidos
Xylosma flexuosa
tallo
Sabal mexicana
frutos cocidos
Yucca cf. Treculeana
flores
agua en el tallo
vástago, corazón
fruto
escarabajo rojo
Yucca elephantipes
flor
Saccharum officinarum
tallo
Zamia sp.?
"fruto"
Sapindus saponaria
semilla
Zea mays
semilla
Saurauia scabida
frutos cocidos
Zingiber officianale
hoja
Schizophyllum commune
hongo
Sechium edule
frutos cocidos
fruto
Los huastecos. Los teenek son un grupo étnico también conocido como huastecos, que habitan
principalmente el norte del estado de Veracruz y de San Luis Potosí, en la región nombrada como “la
huasteca”.
Es un grupo poco estudiado desde el punto de vista etnográfico, que habita esta zona por más de
3000 años. Los teenek se han desarrollado en un ambiente tropical y aun cuando se sabe muy poco
de ellos, se cree que tienen una relación directa con los mayas.
Hoy en día los huastecos son aproximadamente unos 60000 y aún conservan una buena parte del
conocimiento de sus recursos silvestres. La región que ocupan estuvo cubierta por selvas y bosques
de distintos tipos, con una gran diversidad biológica, que es característica de los climas cálidos
tropicales. Desafortunadamente la zona en donde viven ha sido muy modificada y quizá muchos
recursos ya no existen o son muy escasos.
El estudio efectuado por Alcorn sobre la etnobotánica huasteca nos demuestra la riqueza cultural de
los teenek y su preciso conocimiento de la naturaleza y sus recursos.
Como muestra de esas riquezas, es suficiente señalar las especies comestibles que se mencionan en
ese trabajo.
La riqueza etnobotánica. Del los ejemplos presentados anteriormente podemos darnos cuenta de la
riqueza de especies comestibles (seris 75, tarahumaras 137, huastecos 201) y considero preciso
mencionar que la información recogida es solo parcial, ya que en los tres casos, el número de
informantes es reducido y no se trató de hacer exhaustiva la lista de especies comestibles de las
regiones estudiadas.
46
Es importante señalar que los recursos a los que me estoy refiriendo con los ejemplos anteriores, en
su mayoría sólo se usan localmente y que la ciencia moderna no los ha evaluado en su totalidad.
Son, de hecho, recursos para la humanidad, que están en reserva y en cierta forma son un legado
de esas culturas, que desafortunadamente están amenazadas con desaparecer.
Hago gran hincapié en esto porque creo que el futuro de la humanidad estará muy ligado al
descubrimiento de nuevos recursos, alimentos, medicinas, materias primas industriales y creo que
en la naturaleza está la respuesta; hace falta estudiarla y recuperar el conocimiento de culturas
indígenas ya que representa siglos de experiencia e investigación empírica. Si unimos estos recursos
con los bióticos, que utilizamos en forma más generalizada (maíz, trigo, etc.) y que son
ampliamente conocidos, tendremos la base biológica con que cuenta la humanidad para su
desarrollo.
Ahora bien, estos recursos son los que ya se conocen, pero quedan aún todos los otros que existen
en nuestra biosfera y que ningún hombre o cultura ha estudiado; por tanto, se desconoce su posible
uso o papel que puedan jugar para su beneficio. Estos constituyen preciadas opciones de la
humanidad.
En la actualidad se conoce un cuarto de millón de plantas superiores, que son la base fundamental
de nuestra vida, ya que de ellas dependemos nosotros o los animales que requerimos. Los botánicos
piensan que este número aumentará conforme se estudien muchas zonas aún inexploradas de
nuestra tierra, especialmente en el trópico.
En las regiones tropicales es donde encontramos la mayor riqueza bilógica de nuestro planeta; más
del 70% de las especies conocidas de plantas superiores son tropicales.
Esto aclara perfectamente el porqué se considera a la zona tropical como el reservorio genético más
importante de la humanidad. Desafortunadamente la investigación científica de los recursos bióticos
tropicales, ha sido escasa y por ello hoy en día se le da alta prioridad a los estudios de estas
regiones.
Coincidente con esta diversidad y riqueza biológica, también tenemos una impresionante diversidad
de culturas humanas que han surgido y florecido en este ambiente; sin embargo, la mayor parte de
ellas o han desaparecido o han estado aisladas de las culturas dominantes; por esta razón su aporte
a la llamada “cultura universal” ha sido aún pequeño. En especial, la carencia de una transferencia
escrita de los conocimientos de una generación a otra ha sido un gran obstáculo: de aquí la gran
importancia de apoyar estudios y formación de personal local que aprenda y capture para la ciencia,
los conocimientos que en estas culturas, sólo se transmiten verbalmente.
Debemos admitir que muchas culturas antiguas desarrollaron una ciencia empírica muy eficiente que
nos legó la mayor parte de los alimentos, medicinas y fibras, que son la base de nuestra civilización.
Debemos aprender aún mucho de esas culturas ya que en el incierto futuro de nuestra civilización,
seguramente tendremos que echar mano de sus conocimientos.
Un interesante ejemplo de lo anteriormente mencionado, nos lo da el sistema agrícola de cultivos
múltiples, que por siglos han utilizado los agricultores en diversas partes del trópico del mundo,
pasado por alto por los investigadores agrícolas, cuando pensaron que era ineficiente, al no poder
someterse a las prácticas agrícolas convencionales de mecanización, fumigación y fertilización.
Las investigaciones modernas demostraron que, para el trópico, los cultivos mezclados son más
eficientes no sólo por la sobreproducción que ofrecen y que aún la ciencia moderna no puede
explicar, sino por su mejor adaptación a las plagas de insectos y a su capacidad competitiva con
malezas, además de la mayor protección al suelo.
En México una de las combinaciones más extraordinarias ha sido la del maíz-frijol-calabaza. La
calabaza, siendo una planta rastrera de hojas grandes, cubre el suelo e impide el crecimiento de
muchas malezas que son en su mayoría heliófilas; el frijol, trepador, que se siembra cuando la
planta de maíz ya ha crecido suficiente, aprovecha al maíz como soporte sin competir por luz con él,
ni con la calabaza. A su vez el frijol, enriquece el suelo con sus nódulos con bacterias fijadoras de
nitrógeno. Este hermoso ejemplo de una técnica tradicional para el manejo de recursos agrícolas, es
sólo uno de tantos, de lo que aún nos queda por aprender de las culturas tradicionales y el respeto y
humildad que debemos tener ante ellas.
47
RECURSOS BIÓTICOS DE MÉXICO
México posee una diversidad y riqueza biótica única en la tierra, que es objeto de estudio de muchos
biólogos de todo el mundo.
México y sus culturas han dado a la humanidad especies de enorme importancia como maíz,
calabaza, chile y pavo. En fechas recientes, también dio al mundo el barbasco, dioscorea spp.
Materia prima para obtener hormonas esteroides y sus derivados, como es el caso de la píldora
anticonceptiva; la joroba, arbusto del desierto de Sonora de cuya semilla se extrae un aceite
sustituto del de ballena.
Estos son solamente unos ejemplos notables, pero México tiene muchos más; así por ejemplo, se
encuentran más especies de pinos, magueyes, cactos y encinos, que en ningún otro país del mundo;
la avifauna posee 1000 especies distintas lo que constituye casi la quinta parte de la mundial. La
flora, está compuesta por más de 25000 especies lo que significa un 10% de la flora mundial y
mayor cantidad que Estados Unidos de América y Canadá juntos.
Esta enorme riqueza de nuestro territorio se debe a la gran variedad de climas, complicada
topografía y complejo mosaico geológico, que produjeron la gran diversidad de habitats que han
dado como resultado la riqueza ecológica y biológica. En nuestro país encontramos desde los
desiertos hasta las selvas; altas montañas con nieves eternas, hasta los manglares costeros. En esta
diversidad de ambientes evolucionó nuestra flora y fauna, hasta nuestros días.
Los mexicanos somos depositarios y responsables de este legado de la naturaleza y del cual muy
poco tuvimos que ver. Sólo las culturas antiguas tomaron parte de este legado lo seleccionaron y
mejoraron para darnos la gran diversidad de cultivos de maíz, calabaza, frijol, nopales, que ahora
disfrutamos. Desafortunadamente, en tiempos recientes muchas personas ignorantes de esta
situación y movidos por intereses ajenos, han venido poniendo en peligro nuestra riqueza biótica
nacional.
La investigación de los recursos bióticos en México ha sido escasa y sólo hasta fechas muy recientes
se le ha venido dando la importancia que merece. Sin embargo, tan importante como la
investigación es el uso de la misma y en esto también estamos muy atrasados; los mecanismos de
contacto y difusión de la investigación hacia los usuarios han sido muy deficientes, aunando a esto
el poco interés por probar nuevas ideas a todos los niveles. Se tiene confianza de que, en el futuro,
estas barreras desaparecerán tanto por convencimiento como pro sobrevivencia.
Principales regiones ecológicas de México y sus recursos bióticos
Con el objeto de poder hacer una presentación organizada de los principales recursos bióticos de
México, se decidió discutirlos de acuerdo a las grandes zonas climáticas en donde se les encuentra,
aprovechando con esto, hacer algunas reflexiones sobre su manejo actual y futuro.
El hacer una clasificación detallada de las principales zonas ecológicas de México, se decidió
discutirlos de acuerdo a las grandes zonas climáticas en donde se les encuentra, aprovechando con
esto, hacer algunas reflexiones sobre su manejo actual y futuro.
El hacer una clasificación detallada de las principales zonas ecológicas de México sale de los
objetivos planeados para este libro. Existen varias clasificaciones y descripciones muy completas
sobre las principales regiones ecológicas del país, que pueden dar toda la información necesaria al
lector interesado.
En este capítulo sólo incluiremos una clave para la identificación de los principales tipos de
vegetación de México que puede darnos un panorama, a grandes rasgos, de nuestra diversidad
ambiental y un mapa que nos permite ubicarns en el espacio.
Es necesario señalar que existe una coincidencia lógica entre tipos de vegetación y grandes zonas
ecológicas, ya que la vegetación es la mejor expresión sintética de las grandes variables
ambientales: clima, suelo, topografía.
48
Figura 6. Perfil de vegetación. En la figura se representa el del volcán San Martín. Los
Tuxtlas, Veracruz (Según Arturo Gómez-Pompa).
No hemos incluido, prácticamente, en esta clasificación y en esta libro, a los ecosistemas acuáticos
ya que ellos, por si mismos, requerirían un libro aparte, y sólo serán mencionados como parte de
esquemas de desarrollo propuestos para algunas zonas.
49
50
CLAVE PARA LOS TIPOS DE VEGETACIÓN EN MÉXICO
A. Vegetación dominante formada con árboles (plantas leñosas o mayores de 4 m de alto)
A.A. Vegetación dominante formada por arbustos o plantas herbáceas
B. Comunidad arbórea muy densa con varias especies dominantes de árboles; frecuentemente con
diferentes plantas trepadoras (Selvas)
C. Perennifolia. Árboles dominantes mayores de 30 m de alto
C.C. Árboles con hojas caducas
D. Árboles mayores de 15 m. Hasta el 25% de los árboles con hojas caducas…………………………
……………………………………………….. Selva alta o mediana subperennifolia
D.D.
Árboles menores de 15 m. Más del 75% de los árboles
caducas……………………………………………………………………………………..Selva baja caducifolia
tienen
hojas
B.B. Comunidad de árboles abierta con pocas especies dominantes de árboles (generalmente 1 o 2)
y escasas plantas trepadoras (Bosques)
E. Más del 50% de los árboles son caducos ………………………. Bosque caducifolio
E.E. Más del 75% de los árboles son perennifolios
F. Comunidades terrestres de árboles……………………….. Bosque (pino-encino, enebro)
F.F. Comunidades pantanosas de árboles……………………. Manglar
G. Comunidades terrestres
H. Vegetación dominada por plantas herbáceas
I.En zonas cálidas de baja altitud…………….Sabana
II. En tierras altas templadas y en zonas frías………………………………………………………. Pastizal
H.H.Vegetación dominada por arbustos o plantas espinosas de menos de 8 m. de altura
GG. Comunidades parcial o totalmente sumergidas en el agua parte del año o todo el año…
Vegetación acuática (pantano)
ZONAS ÁRIDAS Y SEMIÁRIDAS
(Climas B de Koeppen)
Estas regiones ocupan la mayor parte del territorio nacional. Se caracterizan por una evaporación
potencial de la superficie del suelo que excede a la precipitación y ésta generalmente es inferior a
los 500 mm por año. Debido a la escasez de agua la población humana es baja, con menos de 20
habitantes por km².
En contraste con esta limitante, en estas regiones es donde se encuentran las zonas agrícolas más
importantes del país, ya que los principales ríos han sido embalsados y utilizados para crear distritos
de riego de enorme importancia. Esto no es un caso especial; se sabe que en el mundo las mejores
zonas agrícolas precisamente están en estas áreas ya que los suelos a menudo son de buena calidad
y las condiciones de aridez, sea por falta de agua o intenso frío estacional, disminuyen el peligro de
plagas.
El resto de las zonas áridas o semiáridas el hombre las utiliza para una combinación de agricultura
temporalera (en las zonas de mayor humedad), ganadería de pastoreo abierto y principalmente para
el aprovechamiento de recursos bióticos silvestres de los que viven cientos de miles de familias
campesinas.
51
India
1.2
Irán
10.0
Filipinas
1.6
Argentina
14.0
México
3.8
Japón
60.0
Paquistán
4.5
Taiwan
79.0
Tailandia
4.7
Países Bajos
Colombia
9.0
113.0
Figura 7. Número de investigadores agrícolas por cada 100,000 individuos dedicados a la agricultura 1960. Fuente
USDA. Changes in Agriculture in 26 Developings Nations. 1948-1963.
Agricultura
Tal como se mencionó anteriormente, existen dos tipos de agricultura en estas zonas: la de riego y
la de temporal.
Agricultura de riego
Los distritos de riego de las zonas áridas y semiáridas de México cubren una superficie aproximada
de 5 400 000 hectáreas lo cual nos da un primer lugar en Latinoamérica.
Aunado a esta superficie tenemos que añadir las zonas con disponibilidad de agua provenientes de
pequeñas obras hidráulicas para la agricultura. Estas zonas de riego, en las regiones áridas de
México, constituyen la fuente más importante de producción de granos del país y también una
región de primerísimo importancia en el cultivo de hortalizas de exportación, que después del
petróleo y el café constituyen una de las más importantes fuentes de divisas del país.
El éxito del desarrollo agrícola en estos distritos de riego, especialmente los del noroeste, ha sido de
tal importancia que ha rebasado nuestras fronteras, ya que aquí se llevó a cabo la llamada
“revolución verde” que le dio al Dr. Norman Borlaug el Premio Nobel de la Paz. Esta revolución
consistió, fundamentalmente, en el desarrollo de nuevas variedades de trigo altamente productivas,
que respondieron notablemente al riego, mecanización, fertilizantes y a los plaguicidas.
Desafortunadamente y a pesar del enorme éxito de este acontecimiento, en México, esta tecnología
solo puede aplicarse en zonas de riego similares a las del noroeste, ya que restricciones ecológicas,
económicas y técnicas, limitan su uso en otras regiones.
Entre las restricciones ecológicas, en las zonas áridas y semiáridas, se incluye la falta de ríos
adicionales para embalsar, y el riesgo del uso masivo de plaguicidas y fertilizantes que pueden
influir negativamente en la producción de otros ecosistemas importantes distantes, como pueden ser
las lagunas costeras. Entre las económicas, se encuentra el costo mismo de estos insumos y su
disponibilidad oportuna, cuando se les requiere.
Este último hecho adquiere gran importancia si lo vemos en una perspectiva mundial. Así, por
ejemplo, si la India aplicara fertilizantes a sus cultivos en la misma cantidad a la que aplican los
holandeses, India requeriría casi la mitad de los fertilizantes que se producen a nivel mundial, y
quizá no tendría ni las divisas para adquirirlos ni estos estarían disponibles¹³. Entre las limitantes
técnicas, se encuentra la falta de extensionistas agrícolas que asesoren a los agricultores y la de
investigadores agrícolas ya que el solo hecho de aumentar la cantidad de fertilizantes o aplicar un
plaguicida, no siempre trae como consecuencia un aumento en la cosecha.
Entre los principales cultivos de estas zonas de riego están: sorgo, trigo, algodón girasol y
hortalizas.
52
Otra agricultura de riego
Además de la agricultura antes mencionada, existen otras experiencias en estas zonas que merecen
ser señaladas ya que quizá, hacia el futuro, pueden llegar a ser de gran importancia.
Dado que el factor limitante es el agua y que los distritos de riego son muy ineficientes en el manejo
de este valioso y escaso recurso, ya que por evaporación en presas, canales y láminas de riego se
pierde un alto porcentaje de esta vital líquido, los investigadores han venido ideando otros sistemas
menos derrochadores de agua entre los cuales podemos mencionar los siguientes: sistemas
cerrados (invernaderos) riego por goteo, riego subterráneo.
Sistemas cerrados. Los sistemas cerrados, son muy eficientes en lo que respecta al consumo de
agua que se evapora, la cual puede recogerse por su condensación en las paredes del invernadero.
Tiene, además la ventaja de que se disminuyen notablemente las plagas, e incluso, su control es
más sencillo y menos peligroso para el hombre y los ecosistemas naturales, al tenerlo concentrado
en una zona totalmente controlada.
Los fertilizantes también se optimizan, tanto por poder recircularlos como por la disminución
drástica de malezas que los utilizan; aunado a esto se encuentra también la reducción a cero del
impacto ecológico de estos insumos. Obviamente la cantidad usada es mucho menor, lo que tiene
ventajas económicas.
Los sistemas cerrados o más bien semi-cerrados, tienen además la posibilidad de utilizar agua
salada que usa el mismo invernadero para su desalinización. En Israel, en forma experimental, han
empleado estos invernaderos que usan aguas salinas tanto para riego como para consumo humano.
En México se han desarrollado modelos experimentales de diversos tipos siendo el más notable el
realizado por el Laboratorio de control Ambiental de la Universidad de Arizona en Puerto Peñasco,
Sonora, en colaboración con la Universidad de Sonora. Estos invernaderos se consideran de los más
avanzados en el mundo por el control preciso de todos los factores para la producción de hortalizas
de alta calidad, y recientemente para la de camarones.
Son varios los problemas que presentan estos sistemas cerrados; los más importantes son los de
carácter económico ya que el costo de construirlos es muy grande y hasta la fecha son pocos los
productos cuya producción es rentable. La tecnología desarrollada en Puerto Peñasco se utiliza
comercialmente en los Estados Unidos de América y Kuwait para la producción de hortalizas de alta
calidad, y por lo mismo de alto precio.
Existen otras tecnologías mucho más sencillas y menos costosas que ya se han experimentado en
México pero su masificación está aún distante, principalmente por razones económicas. Se prevé
que en un futuro este tipo de producción para zonas áridas pueda llegar a ser muy importante ya
que el agua cada vez es más escasa y costosa. Los mantos acuíferos subterráneos fósiles son
irrenovables y su uso para fines domésticos tendrá mayor prioridad, como de hecho ya sucede en
algunos lugares de los Estados Unidos. Si a esto añadimos el azolvamiento de presas y salinización
de los suelos en distritos de riego, cuyo costo para remediarse es muy alto y requiere más agua,
obviamente las soluciones alternativas que nos ofrecen los sistemas cerrados son de gran interés.
Quizá por este motivo los científicos israelitas están dedicando mucha atención a la construcción de
invernaderos para zonas áridas. Varias compañías fabrican elementos estructurales especiales para
estos fines; tal es el caso de las láminas de plástico con circulación de agua, que elimina el
sobrecalentamiento de estos invernaderos, y constituía uno de los grandes obstáculos, y ahora se
consiguen por pedido normal en varias casas comerciales.
Riego por goteo. Es también una de las alternativas más eficientes para la utilización del agua para
fines agrícolas en zonas áridas. El sistema consiste en una serie de tubos horadados conectados a
un tanque de agua. Cada horadación tiene una válvula que permite la salida del agua en forma
regulada. Cada salida coincide con una planta, con lo que el agua que se riega esta dirigida
únicamente a la planta sembrada y con ello se evita el desperdicio del riego por lámina.
53
Existen muchas variaciones del riego por goteo y varios trabajos se han escrito al respecto; sin
embargo, los más avanzados son los israelitas que han hecho casi un arte de riego por goteo en su
país. Evidentemente este sistema también tiene la gran restricción del costo de su instalación y
mantenimiento pero, nuevamente, si consideramos el valor del agua y su escasez, esta técnica será
cada vez más común en los países áridos avanzados, como lo esperamos que sea México.
Figura 9. El riego por goteo es una alternativa para la producción agrícola con escasez de agua.
(Foto Adalberto Ríos S.)
Riego subterráneo. Es un paso más allá en la optimización del uso del agua y consiste en sistemas
parecidos al riego por goteo, sólo que esto se hace por debajo de la superficie del suelo, con lo que
se evita incluso la pérdida por evaporación de la poca agua que usa el riego por goteo. En México se
ha utilizado experimentalmente un sistema a base de tubos y filtros de material poroso que da
buenos resultados. Al igual que el anterior, la principal limitante es el costo de la instalación de
tubos y filtros.
Una muy novedosa modificación a un sistema desarrollado en la Universidad Autónoma de
Chapingo, se ha venido ensayando en el Instituto Nacional de Investigaciones sobre Recursos
Bióticos (INIREB) de México y consiste en la utilización de jarros de barro enterrados con su boca
tapada y conectada al exterior con un pequeño tubo de cualquier materia. Estos jarros se les llena
de agua y sobre la superficie del suelo, arriba de ellos, se plantan las semillas que se deseen. El
barro, al ser material semipermeable, permite la lenta salida del agua que es superficie para
abastecer las necesidades de las plantas deseadas. Cada semana, o periódicamente, se revisa el
nivel del agua de los jarros y si es preciso se les llena hasta que las plantas lo demanden o el clima
lo exija.
Los fertilizantes pueden suministrarse en el agua, con lo que se hace un ahorro considerable de los
mismos. Las ventajas de este sencillo procedimiento es el bajo costo de su instalación y
mantenimiento, pero tiene el inconveniente de requerir una gran cantidad de mano de obra. El
sistema es aún experimental pero puede tener un gran futuro en nuestro país, donde la mano de
obra existe y los alimentos básicos escasean.
54
Agricultura de temporal
A pesar de la escasa lluvia y la impredictibilidad de la misma, los campesinos de estas zonas,
especialmente de las más húmedas, practican sus siembras básicas (maíz) año con año recogiendo
cosechas escasas cada 5-10 o más años. La cantidad de trabajo que dedican a esta actividad es
grande a pesar de los mínimos resultados.
Con frecuencia, los investigadores se han preguntado los motivos existentes detrás de esta
frustrante actividad y hasta la fecha no hay respuesta satisfactoria. La única que se puede intuir es
que su economía familiar y su subsistema no dependen de esta cosecha y que si se logra, sólo
representa un ingreso adicional. Por otro lado sabemos que si bien el maíz que se obtiene
anualmente no produce granos, la parte vegetativa siempre existe y se usa como forraje para sus
escasos animales domésticos, que sí representan parte importante de la economía familiar. Si
tomamos en consideración estos aspectos podremos entender la buena acogida que ha tenido la
técnica de riego subterránea por jarritos sugerida por INIREB.
Además de esta incierta agricultura temporalera de maíz en las zonas áridas y especialmente en las
semiáridas, existen otras especies perennes que se cultivan van ampliamente, entre las cuales se
destacan nopales y magueyes.
Los nopales han sido un recurso importantísimo para el habitante de las zonas áridas y semiáridas
tanto como alimento directo, caso de algunas especies cuyas pencas jóvenes y frutos son
comestibles y de gran demanda, nopalitos y tunas. Estas especies comestibles alcanzan gran talla y
son ampliamente cultivadas.
El origen de su cultivo no se conoce con precisión; sin embargo, se sabe que estas plantas fueron
semi-cultivadas, desde épocas remotas, habiéndolo seleccionado las mejores variedades nuestros
antecesores. La mayoría de las especies cultivadas son polipoides, o sea, que tienen varios juegos
de cromosomas básicos y esto se produce en la naturaleza por la hibridación de dos especies cuyo
producto estéril multiplica sus juegos cromosómicos logrando así ser fértil.
La pregunta que nos salta es ¿el hombre intervino en esta hibridación? o sólo observó las
características favorables del polipoide o reprodujo ampliamente gracias a la propagación vegetativa
de estas plantas. En realidad no lo sabemos, pero haya sido como sea, lo que heredamos fueron
unas plantas impresionantes con una notable capacidad de adaptación a la sequía y grandes frutos
de un sabor exquisito.
Un cultivo notable de una especie de Opuntia (O. Picus-indica), se puede ver en Milpa Alta, en el
Distrito Federal, en donde campesinos xochimilcas han logrado hacer un cultivo intensivo con
fertilización (principalmente orgánica) y técnicas locales muy elaboradas al grado de lograr cosechas
de más de 80 toneladas por hectárea por año en suelos pobres y en zonas con escasa precipitación
pluvial, lo que lo hace uno de los cultivos temporaleros más eficientes del mundo.
Existen muchas variedades silvestres y cultivadas reconocidas por los campesinos que los botánicos
no han podido aún clasificar con precisión. Las siguientes especies son las principales reconocidas
por su fruto como comestibles: Opuntia streptacantha, O. megacantha, O. amyclaea, O. robusta, O.
Picus-indica, O. leucotricha, O. cantabrigiensis, O. hyptiacantha, O. lasiacantha,
Se han venido haciendo estudios para seleccionar mejores variedades en sabor, presentación y
especialmente sin espinas. Sin embargo aún queda mucho por hacer. Será muy necesario crear un
jardín botánico, solo para nopales, en donde se introduzcan para su estudio las especies y
variedades cultivadas, además de las silvestres, para realizar estudios genéticos y de mejoramiento
de las variedades actuales.
Además del uso directo como alimento humano, o sea, los nopalitos, las especies de Opuntia gracias
a su abundancia y ausencia de sustancias tóxicas se han usado en las zonas áridas, en forma
amplia, como forraje para el ganado, muchas, especies silvestres, e incluso las cultivadas. El
problema más importante para este uso es la abundancia de espi8nas y lo que se hace, es quemar
las pencas antes de cortarlas (el “chamuscado”).
Desafortunadamente, y al igual de lo que sucede con otros recursos silvestres, esta explotación de
nopales Para forraje se ha estado haciendo sin estudios previos y una evaluación de los mismos, con
lo que se pone en peligro la riqueza silvestre, y con ello, la posible pérdida de un recurso importante
que puede ser totalmente y a corto plazo, renovable.
55
Para dar una idea de la magnitud de esta explotación, a continuación se presentan algunas
estadísticas disponibles de la introducción de estas plantas para fines forrajeros, sólo a la ciudad de
Monterrey.
Figura 10. El riego con jarros de barro ensayados por el INIREB, es una alternativa
ecológicamente sensata para campesinos de escasos recursos en zonas con poco agua.
Figura 11. Los nopales silvestres o semicultivados son fuente de ingresos y recursos
alimenticios de gran consideración para los campesinos de las zonas áridas
56
DATOS SOBRE EL VALOR NUTRITIVO Y EL APROVECHAMIENTO DE DIFERENTES ESPECIES
DE NOPAL COMO FORRAJE.
Materia
Materia
Proteína
Grasa
seca
orgánica
cruda
cruda
Nopalea spp.
10.69
73.79
8.92
Opuntia crysacantha
15.52
73.45
O. tenuispina
12.45
O. megacantha
Genotipo
Fibra
Ceniza
E. L. N.*
1.50
17.21
26.21
50.70
3.54
1.10
4.32
26.55
64.43
70.20
4.42
1.04
5.14
29.80
59.52
10.12
74.51
7.71
1.38
3.75
25.49
68.87
O. rastrera**
14.41
59.81
2.78
0.76
6.18
40.11
43.23
O. azurea
12.55
68.88
4.54
1.35
3.98
30.12
58.84
O. cantabrigensis
11.89
68.46
4.79
1.09
3.70
31.54
58.87
O. engelmanii
15.07
68.41
3.32
1.19
3.58
31.59
60.32
O. lucens
17.45
69.59
3.67
0.57
2.58
30.43
62.75
O. lindehimeri*
11.57
74.50
4.15
1.03
3.02
25.50
66.25
O. robusta**
10.38
81.41
4.43
1.73
17.63
18.59
57.61
O. streptacantha**
16.10
79.38
3.17
1.99
18.88
20.62
55.34
4.50
74.00
7.56
2.66
14.00
26.00
49.78
O. imbricada
17.71
84.25
7.11
1.75
11.51
15.75
63.86
O. cacanapo
16.95
72.51
5.19
2.06
11.20
27.49
54.04
O. stenopetala
13.24
77.87
8.84
1.74
9.14
22.13
58.16
O. duranguensis
10.34
82.94
4.51
1.29
8.23
17.06
68.91
11.29
86.93
3.80
1.38
7.62
13.07
74.13
O. leucotricha**
O.
Picus-indica
Amarillo oro
var.
*Elementos libres de nitrógeno (E. L. N.)
** Principales especies de Opuntia utilizadas como forraje, además de O. microdusys, O. pilifera y O.
Máxima que no figuran en el cuadro.
Porcentaje de digestiblidad del nopal (Opuntia Picus-indica) reportado por varios autores
Materia
Proteína
Grasa
orgánica
cruda
cruda
Bovino
69.00
12.00
Bovino
71.00
Ovino
Ovino
Especie
Fibra
E. L. N.*
71.00
37.00
80.00
55.00
70.00
46.00
78.00
64.00
56.00
74.00
13.00
76.00
68.60
68.00
31.00
53.20
73.80
57
Porcentaje de digestibilidad de cinco raciones alimenticias (Hare, 1908)
Alimento
M.S.
Ceniza
Proteína
cruda
Grasa
Cruda
Fibra
E. L. N.
M. O.
Nopal solo
64.91
35.69
45.56
68.46
47.66
80.77
72.76
Alfalfa sola
55.88
39.29
65.56
37.94
40.35
69.84
57.75
Harinolina sola
73.70
23.70
88.40
93.30
55.50
60.60
76.10
Nopal y alalfa
68.41
80.59
60.65
52.28
37.37
78.65
64.38
Nopal y harinolina
74.86
57.32
73.70
103.30
35.55
68.77
76.19
Es evidente que esta situación no debe prolongarse por un mayor tiempo y se hace necesario aunar
esfuerzos y sabiduría de los agricultores de nopal de Milpa Alta y otros lugares, con los
conocimientos agronómicos, botánicos y ecológicos, para definir las políticas del aprovechamiento
forrajero de los nopales silvestres y realizar a toda costa su cultivo y repoblación.
Un uso interesante de Opuntia se le conoce principalmente del estado de Oaxaca en donde una
especie de este género se le utilizó para cultivar una cochinilla o grano que es un insecto
(Dactylopius spp) del que se extrae un colorante carmín muy apreciado en la industria textil. Este
uso fue muy importante durante la colonia, pero por motivos de competencia con otros países
durante la independencia y más sintéticos, su uso decayó y el cultivo se abandonó. Sin embargo, en
tiempos recientes su demanda aumenta y quizá podría rehabilitarse su cultivo ya que la industria lo
demanda. Actualmente México lo importa de Perú y esto es un absurdo.
Para aquellos que se interesen en conocer con mayor profundidad estas mexicanísimas plantas
inmortalizadas en nuestro escudo nacional, les recomiendo consultar la obra Las Cactéceas de
México de H. Bravo.
Loa magueyes. Son miembros del género Agave y pertenecen a la familia de las Agaváceas. Al igual
que los nopales sus especies son áridas y subáridas de México. La mayor parte de las mismas son
nativas de México y sólo se conocen tras especies en Estados Unidos de América, Caribe y centro y
norte de Sudamérica. Varias de sus especies son de interés económico y se cultivan en muy
diversas partes del mundo, sido quizá la más conocida a nivel mundial, el sisal.
La historia de los magueyes es muy parecida a la de los nopales. Sabemos que se usan y cultivan
desde antaño pero poco nada se sabe de cómo se seleccionaron y mejoraron. Los estudios
arqueológicos nos indican que los mexicanos han domesticado magueyes desde hace 9 mil años¹.
Lo que tenemos en la actualidad es una serie de interesantes e importantes especies y variedades
de Agave que manipularon nuestros antepasados y que con el auxilio de la ciencia moderna estamos
tratando de entender. En los magueyes es interesante también el hecho de que los grandes y
majestuosos magueyes cultivados son también poliploides, incluso pentaploides.
Al igual que los nopales, los magueyes tienen muchas especies de interés económico diverso y
algunas de ellas han tenido, y tienen, una enorme importancia industrial, además de la alimenticia,
como es el caso de las especies productoras de fibras y bebidas alcohólicas.
Magueyes pulqueros. Varias especies de Agave se cultivan para la obtención de pulque y a pesar de
que el consumo de esta bebida alcohólica está en descenso, sigue siendo un recurso importantísimo
para muchas comunidades rurales. La savia que fluye al hoyo producido por el corte del ápice
(cogollo) del maguey es producida por las hojas no cortadas y se conoce como “aguamiel” y cuando
se fermenta se denomina “pulque”.
El proceso para obtener este aguamiel es muy interesante y consiste en que una vez que un
maguey se reconoce que va a florecer, el recolector de pulque, conocido como “tlachiquero”, corta
con un instrumento especial al centro del maguey y va raspando hasta dejar una cavidad en la base
de las hojas. En esa cavidad, que se tapa con una piedra o con otro objeto, se acumula la savia que
diariamente producen las hojas y que el campesino bebe para calmar su sed o la puede extraer por
succión con un recipiente especializado. Este aguamiel se lleva para su fermentación a los beneficios
y de ahí se distribuye a las pulquerías.
58
El pulque, contrariamente a lo que se cree, es una bebida alcohólica moderada (similar a la
cerveza), nutritiva, que ha caído en desuso por mala propaganda y mal manejo sanitario del
producto. Sin embargo, creemos que su rehabilitación no sólo es posible, sino deseable, ya que
implica un recurso biótico de zonas en donde otros cultivos no son posibles y genera trabajo para
muchos mexicanos de estas zonas marginadas.
Figura 15. Los magueyes pulqueros son un importantísimo recurso vegetal. En esta foto puede observarse un maguey
en explotación. Las hojas centrales se han eliminado para sacar el aguamiel. La piedra sirve de tapón una vez extraído
el aguamiel del día. (Fot. Arturo Gómez-Pompa)
Lo que sin duda se requiere, es desarrollar una tecnología para la extracción, procesamiento y
comercialización del pulque que sea sanitariamente aceptable y rentable.
En México ha existido una Comisión del Maguey y del Nopal que se supone debió haber hecho esto.
Sin embargo, parece que sus objetivos se desviaron a otras áreas de menor importancia nacional.
Ojalá pronto se retome el camino adecuado y se rehabilite esta bebida tan mexicana y tan
importante. Si el vino y la cerveza son aceptados como bebidas, el pulque tiene mejores
credenciales para su uso por los mexicanos.
Se han reconocido seis especies de magueyes productores de pulque pero probablemente existen
otras más. Las identificadas son: Agave salmiana, Agave mapisaga, Agave atrovirens, Agave feroz,
Agave hookeri y Agave americana. Dentro de ellas existen múltiples variedades sólo conocidas por
los campesinos y nunca descritas científicamente.
Las plantas de maguey pulquero, además de servir como productoras de esta bebida, tienen otros
innumerables usos: las hojas secas se usan como leña, para techos y bardas; de las hojas se extrae
una fibra de múltiples usos, la base de las hojas y el meristemo del tallo son comestibles
(masticados), las flores y los tallos florales jóvenes (“quiotes”) de algunos magueyes son también
comestibles, las espinas terminales se utilizan como agujas, la planta seca se usa como leña, la
cutícula de la hoja para envolver y en sus hojas vive la larva de una mariposa que es comestible
(“gusano de maguey”).
Además de estos usos los magueyes pulqueros se siembran en hileras como cortinas rompevientos,
para delimitar terrenos y en lomeríos siguiendo los contornos de las pendientes para controlar la
erosión; a estas hileras se les denomina “metapancles” y se les conoce desde épocas prehispánicas.
Su importancia parra los antiguos mexicanos fue tal que deidificaron al maguey.
Los magueyes pulqueros, al igual que muchas otras especies de Agave, son monocárpicos, o sea,
que florecen una sola vez en su vida y esto sucede cada 8-12 años según la especie y el ambiente.
59
Después de florecer mueren y quedan brotes vegetativos (hijuelos) que reemplazarán a la planta
madre.
Figura 16. los magueyes pulqueros se usan para delimitar terrenos agrupados en hileras
(metapancles), para controlar la erosión y como cortinas rompevientos. (Fot. Adalberto Ríos S.)
La cutícula de las hojas, usada como papel por los antiguos mexicanos, se sigue utilizando hoy en
día para preparar el “mixtote”, guiso de borrego envuelto en la cutícula del maguey, muy apreciado.
Un uso importante de estos magueyes es como forrajes y esta utilidad es reciente y ofrece muchas
posibilidades.
Magueyes para fibra. Muchas especies de Agave se usan para obtener las fibras de sus hojas, con
las cuales se elaboran una multitud de productos: costales, cuerdas, petates, etc. las más conocidas
son, henequén, sisal y el ixtle de lechuguilla.
El henequén y el sisal pertenecen a dos especies distintas: Agave fourcroydes y Agave sislana. La
calidad de su fibra es también distinta y dentro de ellas existen muchas variedades aún poco
conocidas científicamente. Estas especies se cultivan ampliamente en las zonas semiáridas de la
Península de Yucatán, y en menor escala en varias partes de la República, siendo notables las
plantaciones del sur del estado de Tamaulipas.
En el pasado, el henequén y el sisal jugaron un papel muy importante en la economía de Yucatán,
pero en el presente la situación ha sido desfavorable por la competencia internacional de otros
países que introdujeron nuestras especies y ofrecen el mismo producto a menor precio y mejor
calidad, y también por la competencia con las fibras sintéticas que han desplazado a los productos
de estas fibras. Este problema se ha tornado muy grave para México ya que el clima y los suelos de
las zonas en donde se cultivan, no favorecen otros usos alternativos, con excepción de algunos
frutales.
Por estos motivos se hace imprescindible mejorar nuestras plantaciones y la tecnología, para ofrecer
mejor producto al mercado internacional y al mismo tiempo, favorecer la investigación científica y
tecnológica para diseñar nuevos usos para esta materia prima.
Afortunadamente el Gobierno Federal ha creado el Centro de Estudios Científicos de Yucatán (CICY)
con el principal objetivo de estudiar estos productos y encontrarles nuevos usos. Entre los más
interesantes es el utilizar el bagazo (lo que queda después de extraer la fibra) para obtener
sapogeninas (siendo la hecogenina la principal) que puedan utilizarse para la elaboración de algunas
hormonas esteroides. Desafortunadamente esta opción no ha tenido éxito por la competencia con
60
otras sapogeninas de mejor calidad y menor precio. Sin embargo, esta posibilidad queda aún
abierta.
Figura 17. El henequén, Agave sisalana, fue la base de la economía de Yucatán (Fot. Adalberto
Ríos S.)
Otro uso para estos recursos, que ha estado en estudio, es el usarlas como materia prima para la
fabricación de papel. Si llegara a materializarse este uso, sí sería de gran importancia ya que México
es un importador de celulosa y papel. Aunado a ello está el hecho de que México está usando pinos
para la fabricación de papel, en lugar de utilizarlos para otros fines más rentables y necesarios.
En contraste con los magueyes cultivados antes mencionados, el Agave lechuguilla es una especie
de la que se extrae una fibra conocida como “ixtle de lechuguilla” que además de usarse en
cordelería, tiene gran demanda para hacer cepillos. Este maguey crece en forma silvestre y
abundante en las zonas áridas de varios estados del norte del país. De la extracción de esta fibra
viven cientos de miles de campesinos de estas regiones.
El mercado para esta fibra tiene problemas similares a los anotados para el henequén y el sisal y
también es notable la falta de investigaciones científicas y técnicas acerca de esta especie y sus
productos. Se sabe que existen variedades y quizá especies distintas, pero nadie las ha estudiado
con detenimiento. Tampoco se ha intentado su selección y su posible cultivo, quizá debido a su
abundancia en el estado silvestre. La lechuguilla representa otro recurso biótico de las zonas áridas
mexicanas que requiere una mayor atención por parte de los centros de investigación nacionales.
Magueyes para bebidas alcohólicas. Dos de las bebidas alcohólicas nacionales son elaboradas de
especies de Agave: tequila y mezcal.
La primera se elabora de una sola especie, Agave tequilaza, que se cultiva principalmente en el
estado de Jalisco. El tequila es el producto destilado de la fermentación del tronco de los magueyes
que incluye la base de las hojas. El mezcal se produce en forma similar pero más rústica y se usan
varias especies siendo la más conocida Agave angustifolia. Prácticamente no existen estudios de la
taxonomía de las variedades cultivadas localmente de estas importantes especies.
Además de la especie antes mencionada se conocen otras varias de agave empleadas para la
elaboración de mezcal; entre ellas podemos citar al Agave rhodacantha, A. shrevei, A. palmieri, A.
61
potatorum, A. weberi, A. wocomahi, del que obtienen el “tesguino” los tarahumaras, A. scabra, A.
durenguensis.
Se conocen para México más de 80 especies de Agave y la gran mayoría han sido poco estudiadas.
Es notable mencionar que en fechas recientes se han descrito varias especies nuevas para la ciencia
y quizá queden aún algunas más. Para aquellos que deseen saber más de este importantísimo
género de plantas recomendamos la lectura de los trabajos de Gentry,
Figura 18. Las cabezas de Agave tequilaza, están constituídas por la base de las hojas y el
tronco de la planta del llamado maguey azul. En la figura inferior, plantación del mismo
(Fotografías H.S. Gentry)
62
Los frutales. Otros cultivos importantes de las zonas áridas y semiáridas son los frutales, que si bien
requieren humedad y algunos riegos de auxilio en su establecimiento, pueden tener amplias
posibilidades hacia el futuro, especialmente con el apoyo de riego por goteo.
Entre las especies más importantes podemos mencionar a los nogales que producen la nuez de
castilla y la nuez encarcelada que pertenecen a géneros Carya y Juglans, respectivamente, ambos
nativos y cultivados en México desde tiempos remotos. Otras plantas introducidas en forma
importante son diversas variedades de la vid, Vitis vinifera, que se han adaptado estupendamente a
varias zonas áridas de México y de cuya fermentación se obtienen vinos de excelente calidad.
Aún cuando, en todo el mundo, las regiones áridas son zonas marginales, poco pobladas y con
muchas carencias, existen ejemplos que nos indican posibilidades hacia el futuro. Tal es el caso de
Israel, que en zonas con una aridez extrema, ha logrado desarrollar una agricultura de riego por
goteo sorprendente, y que es una de las líneas más importantes de exportación de ese país. Claro
está que la inversión en infraestructura ha sido impresionante y difícil de igualar en países en
desarrollo, pero muchos de sus avances están disponibles.
Otro ejemplo, realizado con gran éxito en México, han sido las comunidades menonitas de varias
zonas áridas y semiáridas del norte del país, que con trabajo, organización y técnicas realmente
notables, han logrado resultados dignos de emularse. También en este caso, tenemos la inversión
de capital, pero en una escala mucho menor, y no muy alejada de los niveles de inversión que
hemos manejado, para fines de desarrollo, de zonas áridas de México en el pasado. La diferencia
está en la desorganización, falta de técnica y mala administración de los recursos disponibles.
Entre los frutales que tienen una buena potencialidad para su introducción en las zonas áridas
mexicanas están el pistache. Pistacia spp, y el almendro, Prunus communis, que hasta la fecha no
se han introducido, pero que tienen sus productos buena demanda nacional e internacional.
RECURSOS SILVESTRES
La flora y fauna de estas zonas del país es muy rica en especie. Esta región geográfica de México
tiene una larga historia geológica lo que ha permitido la evolución de una flora única en el mundo.
Los endemismos son muy abundantes y por ello ha sido objeto de estudios por científicos de todas
partes.
Debido a la escasez de agua, estas zonas no han sido densamente pobladas en el pasado y la mayor
parte de las culturas antiguas que las habitaron fueron principalmente de cazadores y recolectores.
En la actualidad esto aún prevalece en unión de otras actividades complementarias de gran
importancia, como es la ganadería extensiva de pastoreo.
Los recursos bióticos silvestres más importantes en estas regiones son: plantas forrajeras, plantas
útiles para el consumo familiar, fauna silvestre para el consumo familiar y fauna silvestre de interés
comercial.
RECURSOS FORRAJEROS
La ganadería sin da, es la actividad económica más importante de las zonas áridas y semiáridas. El
ganado vacuno y el caprino son los más importantes. La ganadería en estas regiones es del tipo
extensivo y en el caso del ganado vacuno, principalmente para cría. El fundamento para lograr esta
actividad lo dan los recursos vegetales forrajeros de estas zonas.
Los pastizales son los recursos forrajeros por excelencia. Aun cuando especies de gramíneas se
pueden encontrar en todas las regiones, las zonas más favorecidas, en donde llegan a dominar, son
las regiones semiáridas de colindancia con los bosques achaparrados de encino, piñoneros y enebro.
Descripciones completas de algunos de estos pastizales se pueden encontrar en diversas
publicaciones.
Estos pastizales son ricos en especies forrajeras entre las que se destacan: Bouteloua gracilis, B.
curtipendula y optras.
La información disponible sobre la calidad de las plantas forrajeras mexicanas es muy escasa a
pesar de la importancia que esta tiene. Lo mismo sucede con la relacionada a los coeficientes de
agostadero, o sea, la cantidad de cabezas por unidad de superficie. Dado que este último dato tiene
63
grandes implicaciones políticas, ya que define la máxima cantidad de tierra que una persona puede
poseer, la información es vaga y rara vez sustanciada con datos experimentales. Consecuencia de
todo esto es que la gran mayoría de nuestros terrenos de agostadero nos e usan adecuadamente;
generalmente son sobre pastoreados, provocando pérdida de recursos forrajeros y del suelo.
Las técnicas para un buen manejo de los pastizales están disponibles gracias a los esfuerzos de
investigadores mexicanos, siendo de especial mención los trabajos del Rancho Experimental en La
Campana, de Chihuahua. Vale mencionar que las técnicas para el manejo de estos pastizales son las
mismas que las que se recomiendan para los Estados Unidos de América ya que tienen condiciones
ecológicas muy similares. Es importante también hacer una mención especial a los trabajos que
realizan los investigadores del Instituto de Ecología, en la zona de influencia de la Reserva de la
Biosfera del Desierto de Mapimí en el estado de Durango, en relación al conocimiento y manejo de
los recursos forrajeros de esa zona.
En fecha también reciente se han venido estudiando una serie de plantas de alta calidad forrajera
para estas regiones; tal es el caso de la llamada costilla de vaca Atriplex canescens, que podría
cultivarse con estos fines en distintas zonas del país. Lo mismo sucede con muchas otras especies
nativas que son recursos potenciales forrajeros de enorme importancia.
Una idea innovadora y de gran potencialidad para el futuro, la han venido desarrollando
investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones sobre Recursos Bióticos (INIREB). Consiste
en establecer pequeñas unidades de producción animal, con ganado estabulado o semiestabulado, al
que se le alimenta de esquilmos agrícolas y especies forrajeras cultivadas para ese fin, como puede
ser nopal, costilla de vaca u otras plantas que localmente se seleccionen para su cultivo, añadiendo
a estas, forrajes silvestres de calidad conocida como mezquites y huizaches. En estas unidades se
podrían criar cerdos, conejos, gallinas y pavos, además de vacas y cabras. En estas unidades se
experimenta también el riego por jarros, antes mencionado.
PLANTAS ÚTILES PARA EL CONSUMO FAMILIAR
Sería imposible hacer una lista de estos importantísimos recursos bióticos ya que, tal como se
mencionó anteriormente, cada grupo humano vive en un medio distinto y ha desarrollado su propio
conocimiento de los recursos que le rodean y que utiliza en forma cotidiana sea para alimentación,
medicina, construcción, leña y otros usos.
Para ilustrar la riqueza de estos recursos, a continuación se presenta una lista de plantas
medicinales de una comunidad en el desierto de Nuevo León.
64
PLANTAS ÚTILES DE INTERÉS INDUSTRIAL
En las zonas áridas existen varias especies que se utilizan industrialmente y otras que han venido
estudiándose con el mismo propósito. A continuación haremos referencia a las que se consideran
más importantes.
Candelilla. Esta planta tiene una amplia distribución en el norte de México en donde se le utiliza para
extraer la cera de la que está cubierta. El nombre científico de esta planta alude a su uso en la
medicina popular y es el de Euphorbia antisiphilitica, la cual pertenece a la familia de las
Euforbiáceas que es a la que pertenece a la flor de nochebuena, Euphorbia pulcherrima.
La cera de candelilla tiene múltiples usos: fabricar grasas para calzado, pisos y autos gracias a sus
propiedades lustradoras, en la fabricación de pinturas, como impermeabilizante tiene diversos usos,
como sustituto de otras ceras de menor punto de fusión y muchos otros más. Hace pocos años se
descubrió su empleo como protector de la deshidratación de cítricos de exportación. La cera se
extrae en forma muy rudimentaria, en el mismo campo, en grandes ollas de agua hirviendo.
La explotación de la candelilla ha sido muy intensa en algunas regiones habiendo terminado con
grandes poblaciones de la planta. Hasta la fecha no hay un plan bien definido para asegurar su
explotación conservacionista. Esto podría ser indispensable si la demanda del producto aumentara
en un futuro.
Un hecho de gran importancia, en relación a este recurso, es que la población que se dedica a la
recolección y extracción inicial de la cera son personas de muy escasos recursos que a menudo
combinan el “tallado” de la lechuguilla para extraer el ixtle, con este otro recurso, ya que ambos se
les encuentra con frecuencia en las mismas zonas; candelilla y lechuguilla constituyen, a menudo su
única fuente de ingresos adicionales. Solo por este motivo vale la pena que todos los involucrados
en el proceso, desde la investigación hasta la exportación, coordinen sus esfuerzos para buscar
nuevas técnicas, nuevos usos y más mercados.
Guayule. Desde la Segunda Guerra Mundial se identificó el guayule como un recurso hulífero
potencial. Desde esa época se hicieron estudios minuciosos sobre la taxonomía de esta notable
especie, Parthenium argentatum, de la familia de las Compuestas, a la que también pertenece el
girasol, Helianthus annus. Además de estos estudios se investigó su genética y posible cultivo. En
México renació por esta planta gracias al trabajo del Centro de Química Aplicada (CIQA) que
desarrolló, hasta nivel de planta piloto, la extracción de hule de bastante buena calidad, a partir del
guayule. Sin embargo, la falta de continuidad en las acciones y la aparente baja rentabilidad de la
posible industria, detuvieron los trabajos. Pero el guayule seguirá siendo un recurso potencial de
gran importancia para México, máxime si sabemos que se importan cientos de toneladas de hule
natural al año.
El hule natural del comercio internacional proviene del árbol tropical, hevea brasiliensis, también de
la familia de las Euforbiáceas, originario del brasil, pero cultivado extensamente solamente en
Malasia. La razón por la que no se cultiva extensamente en América tropical es debido a un hongo
que ataca las plantaciones y que no se ha podido controlar.
En México también cultivamos el hule del Brasil y hasta ahora no hemos tenido la terrible fungosis,
pero si esto llegara a suceder, el guayule podría ser una alternativa importante, al igual que el hule
mexicano del trópico, Castilla elastica, especie de la familia de las moráceas. Independientemente
de todo lo anterior se considera que el guayule es un recurso que no debe ser abandonado en su
investigación y desarrollo. Es necesario que México se adelante a los problemas y no sólo responda
a los mismos, cuando se presentan.
Jojoba. Desde hace algunos años se conoce este interesante arbusto de los desiertos de Sonora y
Baja California que pertenece a la rara familia de las Buxáceas y cuyo nombre es Simondsia
chinensis. Este arbusto produce unas semillas con aceite de gran calidad, que sustituye al de las
ballenas. Este aceite ha tenido una gran aceptación en la industria de los cosméticos, con lo que ha
adquirido un gran valor. Sin embargo, su empleo industrial en el futuro será su uso más importante.
Esta especie es dioica, o sea, que existen plantas masculinas y femeninas y esto ha dificultado su
cultivo, aun cuando permite fácilmente el mejoramiento genético. Actualmente existen plantaciones
comerciales en el estado de California en los Estados Unidos de América, y en el estado de Sonora,
en México. Sin embargo, se tienen introducciones y esfuerzos para su cultivo en Israel, Australia,
India, Sudáfrica y Brasil.
65
A pesar de que México es el país de origen de esta especie y en donde existe la diversidad genética
más importante, no es aquí donde se tiene el liderazgo de la investigación. Esta es una situación que
debería remediarse, ya que la joroba es un nuevo recurso para nuestras zonas áridas, en donde
estas oportunidades no se dan con frecuencia.
OTROS RECURSOS VEGETALES
Existen un sinnúmero de especies de plantas de estas zonas que actualmente se usan, o que tienen
un potencial comercial. Entre ellas podemos citar el sotol que es una bebida alcohólica que se
obtiene de la fermentación del tronco y base de las hojas de la especie, Dasylirion texana. De la
Yucca carnerosana, se consigue una fibra de muy buena calidad de la punta de las hojas, que recibe
el nombre de “fibra de samandoca”.
Del mezquite, que es una Leguminosa del género Prosopis, del cual se conocen varias especies, se
comercializan sus frutos principalmente para alimento de animales. La producción de frutos puede
llegar a las cuatro toneladas por hectárea sin riego, la goma que se obtiene de heridas en sus
troncos puede ser un sustituto de la gomo arábiga que se importa, en grandes cantidades, para
dulces y medicinas.
La semilla de varias especies de izote, Yucca spp), tienen una buena cantidad de sapogenina, la
sarsapogenina utilizada para la fabricación de algunas hormonas esteroides; sin embargo, hasta la
fecha esto no se ha llevado a cabo, dado que en nuestro país existen otras materias primas mejores
y más económicas. La gobernadora, Larrea divaricada, arbusto muy abundante en las zonas áridas y
subáridas -y a menudo la especie dominante- se le ha venido estudiando para v el la posibilidad de
su aprovechamiento por las sustancias antioxidantes y antimicrobianas que contienen así como por
su potencialidad forrajera.
Otro recurso potencial de descubrimiento reciente por científicos del Instituto Nacional de
Investigaciones sobre Recursos Bióticos (INIREB) e Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores
de Monterrey, es la barreta, Helietta parvifolia, de la que se han aislado una serie de aceites
esenciales con propiedades biocida para un amplio espectro de plagas, el famoso orégano, Limpia
spp, es un recurso silvestre de las zonas áridas mexicanas que requiere estudios para su
domesticación ya que tiene gran demanda comercial.
Un recurso biótico notable de nuestras zonas áridas y que hasta ahora sólo se explota en el Valle de
México es el alga Spirulina geitleri. Esta interesante alga microscópica solo puede vivir en aguas con
grandes concentraciones de sal como las que se dan en algunas cuencas cerradas de zonas áridas y
tiene la importante característica de poseer un contenido proteico muy alto (hasta 70%) de buena
calidad y fácil asimilación. Como en estas condiciones ecológicas de alta salinidad son muy pocos los
organismos que sobreviven, esta planta puede cultivársela con cierta facilidad. Las propiedades
alimenticias del alga eran conocidas desde la antigüedad y sólo recientemente se le ha dado la
importancia que merece.
En condiciones naturales, únicamente era conocida como recurso natural y usada como tal, en
México y en Chad (África). En México, existe una compañía (Sosa Texcoco) que la recolecta, seca y
vende. Al igual que en muchos otros casos, la falta de investigación y visión hacia el futuro nos ha
dejado atrás de otros países, que viendo la importancia del recurso, lo han estudiado
profundamente y ahora lo cultivan en condiciones controladas con mejor calidad y a precios
competitivos.
La tecnología para el cultivo comercial de Spirulina la han desarrollado principalmente Japón, Francia
e Israel. Ojala pronto dediquemos más atención a este recurso biótico de alto contenido proteico ya
que nuestro déficit en este renglón, tanto en alimento humano como de animales domésticos, es
grande. Basta mencionar que una hectárea de cultivo de Spirulina puede dar 28 toneladas de
proteína que, comparada con los 100 kgr. Por hectárea de proteína que nos da el maíz, es
notabilísima la diferencia y por tanto la importancia.
Una mención especial como recursos de las zonas áridas y subáridas merece la familia de las
Cacatáceas, que cuenta con más de 278 especies silvestres en México.
Estas plantas son fuertemente codiciadas por viveristas y colectores aficionados, por su rara belleza
y alto precio que alcanzan algunas de sus especies. En todo el mundo se han formado grupos de
aficionados al cultivo de estas notables plantas mexicanas y por ello la demanda de las mismas.
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También los jardines botánicos de todo el mundo tienen secciones dedicadas a esta familia y a
exhibiciones especiales de estas plantas, como es el caso del Jardín Botánico de Mónaco.
Desgraciadamente, en México, poco hemos hecho para cuidar y propagar este importante recurso.
Nuestro descuido ha llegado al grado que prácticamente se han extinguido, algunas especies, en la
vida silvestre. El resultado de esto, es que los coleccionistas, al saberlo, pagan precios muy elevados
precisamente de especies raras o en peligro de extinción, con lo que el problema se agrava.
Lo que procede es suspender todos los permisos de cualquier tipo que amenacen este recurso.
Establecer convenios con los países importadores para pedir su ayuda y evitar el contrabando y
estimular en México los estudios de estas plantas y los jardines botánicos que se encarguen de
propagar las más raras. Identificar las zonas que se consideren reservas biológicas nacionales de
cactáceas y prohibir en estas zonas toda explotación.
Al mismo tiempo estimular a viveristas mexicanos a propagar especies raras, que les darán los
jardines botánicos autorizados con fines de comercialización. Evidentemente esto requerirá un
esfuerzo y una organización a la que no estamos acostumbrados, pero será la única manera de
conservar y aprovechar adecuadamente nuestras hermosas cactáceas.
Figura 22. Las cactáceas mexicanas son apreciadas en el mundo entero por su notable
hermosura. El jardín botánico de Mónaco, uno de los más importantes, las usa como atractivo
principal. (Fot. Jardín Botánico de Mónaco).
FAUNA SILVESTRE
Los animales salvajes de las zonas áridas y semiáridas son un recurso importante para sus
habitantes. Con frecuencia constituyen un complemento a la dieta familiar.
Los especies silvestres comestibles comunes son los conejos, Sylvilagus spp, liebres, Lepus spp,
venado, Odocoileus virginianus, jabalíes, Tayassu spp, armadillos, Dasypus novencinctus, y varias
especies de aves comestibles como paloma, Columba spp, codorniz, Colinus virginianus, e incluso el
guajolote silvestre, Agriocharis ocellata, en algunas zonas.
Existe otro número de especies animales silvestres que también son comestibles pero cuya
abundancia es menor; tal es el caso de la tortuga del desierto, Gopherus flavomarginatus, que en la
región de Mapimí era muy apreciada y que por este motivo llegó a estar en peligro. Sin embargo,
gracias a la actividad del Instituto de Ecología y a la comprensión de los habitantes de esa zona, la
especie está ahora protegida no sólo por la ley sino lo que es más importante, por los habitantes de
la región.
67
Muchas de las especies antes mencionadas, además del valor local que tienen por ser comestibles
tienen otro adicional, que puede ser incluso más valioso, el cinegético.
La cacería deportiva en México ha sido un pasatiempo importante, al que no se le ha dado la
importancia que merece. El cazador deportivo está dispuesto a pagar un precio mucho mayor por
sus piezas que el valor intrínseco de las mismas. Sin embargo, las leyes y las costumbres no han
Figura 23. La tortuga del Desierto de Mapimí, Gopherus flavomarginatus, que estaba a punto
de extinguirse, se le protegió dentro de la Reserva de la Biósfera de Mapimí del Instituto de
Ecología y ahora está a salvo (Fot. Instituto de Ecología, A.C.)
logrado sacar una mejor partida de este recurso biótico de nuestras zonas áridas y semiáridas.
Hasta la actualidad nadie se considera dueño de la fauna silvestre, y aparentemente, cualquiera
puede penetrar en un terreno deshabitado, que no sea de su propiedad, a cazar sin tener que pagar
nada a nadie. Muy distinto es el caso del ganado doméstico, que está protegido totalmente y hasta
el abigeato llegó a estar penado incluso con la muerte.
Este concepto de que la fauna silvestre es de todos y de nadie nos ha llevado al caos que rige hasta
la fecha en la administración de este recurso.
Esta desorganización ha hecho que disminuya notablemente el recurso e incluso ha extinguido
poblaciones enteras en varias regiones del país y puesto en peligro la existencia misma de muchas
especies, como berrendo, Antilocapra americana, oso gris, Ursus Nelson, oso negro, Euarctos
americanus, borrego cimarrón, Ovis canadensis, cocodrilo, Crocodytus moreletii, caimán, Caiman
crocodilus, tapir, Tapirella bairdii, puma, Felis concolor, tigrillo, Felis wiedii y muchas otras menos
conocidas, están a punto de desaparecer en México.
Caso especial es el de comercio de aves conoras y de ornato, que ha llegado a ser un escándalo
internacional el tráfico ilegal de este recurso mexicano. Muchas de estas aves son nativas de las
zonas áridas y semiáridas de México y dado que, especialmente las aves de presa como águilas,
halcones y gavilanes, alcanzan precios elevados gracias a los aficionados a la cetrería, los
campesinos atrapan a estas aves y las venden a precios irrisorios.
El resultado final es que estas aves en su mayoría mueren a los pocos meses de atrapadas, y se
eliminan de la naturaleza a depredadores escasos que juegan un papel importante en el equilibrio
68
ecológico de los ecosistemas. Es evidente que hace falta una legislación muy estricta; pero más que
eso, se requerirá una concientización de la ciudadanía para informarla y prevenirla.
La solución a muchos de los problemas antes señalados, estará en un ordenamiento del territorio
nacional con legislación que favorezca el uso racional de nuestra fauna, y restrinja y sancione a las
personas o actividades que la pongan en peligro. Es indispensable que se le dé a la fauna silvestre el
valor que se merece y estimular la creación de cotos de caza, que bien manejados, protegen la
fauna y estimulan la actividad regional.
En España, por ejemplo, existen cientos de Cotos de Caza de diversos tipos que son manejados
principalmente por concesionarios que pagan al propietario del predio y al gobierno una cuota por la
explotación del sitio. Todo cazador debe estar registrado y paga por ese derecho; con él puede ir a
cualquier coto en donde se le fijan el número de piezas que se le permiten cazar y sobre ellas
también deberá pagar.
Las ventajas de una organización así, es que se restringe al cazador furtivo ya que el propietario,
concesionario y las propias autoridades, vigilarán que esto no suceda. Al mismo tiempo vigilarán en
cada coto que la fauna no disminuya y al contrario favorecerán la cría en cautiverio para su posterior
liberación (Fig. 24). Por otro lado el cazador también se ve favorecido al tener sitios seguros y bien
manejados para practicar su deporte.
Esta solución, que es muy viable para México, la han adoptado un buen número de países, con gran
éxito. Dada la riqueza de la fauna mexicana en estas zonas áridas y semiáridas y la belleza de los
paisajes, seguramente podría ser también un atractivo turístico de importancia. Para dar una idea
de la magnitud de lo que esto podría significar, sólo cabe mencionar que en algunos países europeos
la cacería es una actividad que representa varios miles de millones de dólares al año.
Sin duda, que esta actividad no sólo es para zonas áridas y subáridas sino para todo el país,; sin
embargo, se piensa que es en estas zonas en donde sería más sencillo iniciar esta actividad por su
baja densidad de población humana, su más accesible control y en donde existe una gran necesidad
de actividades productivas basadas en sus recursos silvestres.
ZONAS TEMPLADAS Y FRÍAS
(Climas C de Koeppen)
Estas regiones, se encuentran situadas principalmente en las zonas montañosas de nuestro país en
donde la precipitación excede a la evaporación potencial del suelo y generalmente es superior a los
500 mm y la temperatura promedio del mes más frío inferior a los 18º C.
En esta categoría climática entran una gran diversidad de ecosistemas que incluyen pinares,
encinares, oyametales y matorrales de muy diverso tipo e incluso algunas selvas y bosques de
zonas húmedas y templadas del sur de México, como es el caso de los bosques caducifolios de
liquidámbar y las selvas altas subperennifolias de lauráceas.
Por su clima agradable, estas regiones han sido preferidas para establecer centros de población
desde la antigüedad y muchas capitales de los estados de la República están ubicadas en esta gran
región climática. Por este motivo sus recursos naturales han estado sometidos a una enorme presión
poblacional, que se ha traducido en un gran deterioro ambiental. Dada la característica montañosa
de estas regiones, la agricultura y ganadería, si no se practican adecuadamente, son causantes de
erosión y esto es un fenómeno que, desafortunadamente, caracteriza a toda esta región.
Los recursos bióticos más importantes, además de los agropecuarios, son los forestales y a ellos se
hará referencia especial en este capítulo.
AGRICULTURA
Son las regiones de agricultura de temporal por excelencia. En ellas se produce la mayor parte del
maíz y frijol de México, además de un sinnúmero de otros cultivos de importancia nacional. Desde la
papa que se cultiva en las altas montañas. Hasta el cafeto en las laderas de las zonas húmedas en
donde habitan, o habitaban, los bosques de encino y liquidámbar.
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El intentar hacer una descripción, aunque fuera somera, de las actividades agropecuarias sería
inadecuada ya que son de tal importancia y diversidad que rebasan los objetivos de este libro. Pro
este motivo sólo se hará referencia a estas actividades, en relación a otros recursos.
Un hecho muy importante de señalar es que en estas zonas es en donde nacen todos nuestros ríos,
y por ello, son la fuente de agua para todo el país, esta agua que escurre superficialmente o que
penetra a los mantos acuíferos que brota en manantiales o permanece en el subsuelo, es de
fundamental, importancia para estas regiones y el resto del país y no se le ha dado el valor que
tiene.
Lamentablemente este hecho tan sencillo no ha sido tomado en cuenta para el desarrollo de estas
regiones y con frecuencia se han cometido errores costosos e irremediables. Para poder entender
esto es necesario conocer, aunque sea superficialmente, el ciclo del agua en la naturaleza.
El agua que llueve en estas zonas montañosas proviene principalmente de la evaporación del agua
del mar que llega a la tierra en forma de grandes masas de aire húmedo, que al ascender en las
montañas, el aire se enfría y el agua se condensa y precipita,. Esta es la razón por la cual las zonas
más húmedas del país son las montañosas. La humedad de estas regiones proviene principalmente
de la precipitación, pero además, una fuente muy importante es la humedad atmosférica que se
condensa en las hojas, ramas y tallos de las plantas y que también tiene un papel importante en la
recarga de acuíferos y en el microclima local.
La vegetación forestal, que es la natural en estas regiones, juega un papel múltiple en lo que se
refiere al agua. Además de ser un condensador de la humedad ambiental, es un amortiguador de la
lluvia y granizo, que si cayeran directamente al suelo provocarían su erosión y al mismo tiempo la
vegetación funciona a manera de esponja, acumulando humedad y agua que desciende más
lentamente al suelo con que se permite una mayor penetración de agua al interior del suelo y menos
escurrimiento superficial.
Este sencillo sistema hidráulico es producto de una evolución de millones de años y permite,
precisamente la conservación del suelo, agua y recarga de acuíferos, y con ello, la vida en todas sus
manifestaciones.
Cuando en estas zonas montañosas reemplazamos al bosque por un cultivo herbáceo anual, todo
este equilibrio se pierde. La lluvia arrastra el suelo hacia las zonas bajas por escurrimientos
superficiales. En una región de Veracruz de Perote, se ha calculado que en estas circunstancias se
pierden hasta 100 toneladas de suelo por año.
Además de esto, la falta de capa forestal, con su efecto concentrador de humedad y amortiguador
pluvial, impide la recarga normal de acuíferos, con lo que manantiales de zonas bajas resienten la
disminución, o sencillamente, se secan.
Esta serie de situaciones, presentada en forma sencilla, es una de las mayores tragedias de México.
Muchas zonas montañosas han sido descubiertas de sus bosques, y dedicadas a cultivos anuales
fuertemente erosionadotes, con lo que se aumentan los problemas, y el resultado es la pérdida de
millones de hectáreas de suelos forestales, azolvamiento de cuerpos de agua y disminución de los
acuíferos con todas las consecuencias que estos tres efectos producen en otros aspectos de las
actividades humanas.
Este problema no es de reciente descubrimiento, ya nuestra legislación forestal lo prevé, al prohibir
los desmontes en terrenos con pendientes de más de 12%. Si esto sólo se hubiera respetado,
México sería un país totalmente distinto y con muchos menos problemas ecológicos.
Las soluciones al problema resultan evidentes, aunque no fáciles de llevarse a cabo, y serían:
permitir sólo cultivos forestales en zonas con pendientes pronunciadas; en caso de requerir cultivos
que producen erosión exigir obras de conservación de suelo y agua, como pueden ser terrazas,
estanques o cortinas de árboles que actúen de amortiguadores de la erosión y recargadotes de
acuíferos. Este es un problema que no sólo tiene México, sino muchos otros países, que lo han
resuelto, y bien podríamos copiarles sus buenos métodos de conservación de suelo y agua.
RECURSOS FORESTALES
La capacidad ecológica de las regiones montañosas y frías es la forestal. Los bosques de estas zonas
son los recursos bióticos silvestres más importantes, no sólo por las materias primas que ellos
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proveen, sino por el papel ecológico que cumplen en relación al ciclo hidrológico y a la conservación
de suelos, antes mencionados.
En la actualidad la superficie ocupada por estos ecosistemas es de aproximadamente 30 millones de
hectáreas lo cual nos da una comparable a la de países netamente forestales como lo son Finlandia
y Suecia con la diferencia de que nosotros no somos autosuficientes. Las razones para que esto
ocurra son varias: abrupta topología de nuestras zonas forestales, que hace muy costoso su acceso
y extracción; desorganización de nuestra industria cuyos planes casi nunca son a largo plazo, como
debería ser para este tipo de recursos, lo cual está ligado a una ineficiente y a menudo corrupta
administración pública de nuestros recursos forestales.
Aunado a todo esto se tiene una presión de población sobre estas zonas que las reclama para fines
agrícolas y ganaderos, a pesar de que su capacidad no lo sea, por los motivos antes expuestos; sin
embargo, como la presión es ejercida por grupos campesinos económicamente marginados y en
cierta forma expulsados de otras zonas del país, el gobierno ha tenido que permitir estas
actividades, a pesar de que violan la ley y a sabiendas de los daños irreparables que producen. El
resultado de todo esto es la disminución progresiva de nuestros bosques en las zonas templadas y
frías.
Otro factor, no menos importante, es que una vez que se tiene una explotación forestal
concesionada, las zonas de corte son inmediatamente usadas por pastores de borregos, cabras o
vacas, con lo que la regeneración natural, tan importante y características de estos bosques, no
ocurre, y en cambio el sobrepastoreo favorece la erosión, y con ello, se hace incluso difícil la
reforestación posterior.
Esta situación ha prevalecido por muchos años, prácticamente desde la conquista, y lo que sucede
es que sólo hasta tiempos recientes nos hemos dado cuenta del proceso, debido a la mayor
demanda de productos forestales y a la presión de la población por nuevas tierras que cultivar.
La situación es de tal gravedad que amerita una acción de emergencia nacional que detenga el
proceso y recupere muchas de las zonas, climáticamente forestales, y que ahora están abandonadas
por el proceso erosivo o por el empobrecimiento edáfico.
La importancia de una acción de esta magnitud no sólo es por la recuperación ecológica y su
impacto en suelos, agua y microclima, sino porque los pronósticos de necesidades de productos
forestales de México hacia el inmediato y mediato futuro, exceden cualquier cálculo conservador. Lo
mismo es aplicable a todo el mundo y sus necesidades de estos recursos bióticos.
Ahora bien, si analizamos el potencial de México en estos recursos forestales, la situación es
totalmente positiva. La riqueza biológica de nuestros recursos forestales en las zonas templadas y
frías es enorme, y en muchos sentidos, un patrimonio de la humanidad.
Para dar una idea más clara de lo que esto significa, debemos mencionar que México cuenta con
más especies de pino y encino que ningún otro país del mundo, y algunas especies de pinos
mexicanos se utilizan ampliamente en programas de reforestación en muchas áreas del planeta. De
hecho, contamos con el germoplasma más rico de este género de árboles.
Además, algunos pinos mexicanos tienen un crecimiento muy rápido, lo cual ha sido una adaptación
a los benignos climas templados de nuestro país, con poca fluctuación de temperatura entre verano
e invierno. Lo mismo puede aplicarse a los encinos, Quercus spp, aun cuando sus aplicaciones y uso
forestal ha estado más restringido, pero hacia el futuro tendrán también una gran importancia.
Dada la gran diversidad geográfica en donde se encuentran estos bosques, existen un elevado
número de comunidades diferentes caracterizadas, principalmente, por las especies arboreas
dominantes. Los bosques de estos climas templados y fríos van desde los piñoneros, Pinus
cembroides, y encinos achaparrados que viven en colindancia con matorrales de zonas semiáridas,
hasta los majestuosos bosques de oyamel, Abies religiosa, de las altas montañas del país y los
gigantescos bosques de Liquidambar macrophylla de las laderas muy húmedas de la Sierra Madre
Oriental y Sierra Madre del Sur.
Descripciones detalladas de la vegetación forestal de algunas zonas de México pueden verse en los
trabajos de Gómez-Pompa y Rzedowski.
71
FAUNA SILVESTRE
La situación de la fauna en estos ecosistemas es muy similar a la descrita para las zonas áridas y
semiáridas, y de hecho comparten mucho de las especies, ya que con frecuencia estos ecosistemas
están muy cercanos unos a otros y sólo los diferencia la altitud, lo cual no es un obstáculo para
muchos animales que se mueven de un lugar a otro.
La situación es distinta conforme vamos hacia el sur, en donde los bosques templados están en
colindancia con selvas y sabanas, que son los ecosistemas más típicos de las zonas tropicales cálidohúmedas, y en estos casos, la fauna es compartida con la de estos ecosistemas.
De la fauna silvestre que tiene un interés como recurso podemos citar a las siguientes especies que
son comunes a todas estas zonas y que tienen un valor como complemento alimenticio: conejo,
liebre, venado, armadillo, jabalí, etc.
Entre las especies típicas de estos bosques y que tienen un valor cinegético podemos citar al
borrego cimarrón, Ovis canadensis, especie muy rara en vías de extinción, que habita las altas
montañas de Baja California y Sonora, oso pardo, Euarctos americanus, escaso en los bosques de
los estados del norte de México, puma americano, Felis concolor, lince Lynx rufus, etc.
Todas estas especies están fuertemente amenazadas y la mejor solución es la anotada
anteriormente para la fauna de las zonas áridas y subáridas y es la de ordenar su aprovechamiento
por medio de Cotos de Caza.
En los bosques de las zonas húmedas del sur del país la fauna silvestre es aún más rica, ya que
incluye la selvática de las zonas de baja altitud con la típica de las montañas, además de los
endemismos. La fauna de los bosques de neblina (bosques de encino y liquidambar) ha sido poco
estudiada y por la poca información disponible merece ser protegida a la mayor brevedad, ya que
estos bosques son escasos y están siendo amenazados de destrucción para abrir nuevas tierras al
cultivo y pastoreo.
En uno de estos bosques, en la región del Triunfo en el estado de Chiapas, Mario A. Ramos y
colaboradores del Instituto Nacional de Investigadores sobre Recursos Bióticos (INIREB), han venido
estudiando la interesante avifauna de estas montañas de Chiapas; encontraron poblaciones de
pavón., Oreophasis derbianus, especie considerada en peligro de extinción en México y lograron
conocer más de su biología.
Un hecho notable es que lograron incubar en condiciones artificiales varios huevos, logrando obtener
crías que están en perfecto estado de salud y con ello asegurar, al menos, la continuidad de este
patrimonio genético.
Esto fue logrado gracias al profundo conocimiento de este grupo de aves que tiene el científico
mexicano Jesús Estudillo, que ha logrado en toda una vida de trabajo, tener una de las mejores
colecciones vivas de crácidos del mundo. Ojala en un futuro cercano podamos usar en México esa
experiencia para repoblar nuestros bosques, selvas y matorrales con las especies que el mismo
hombre, prácticamente exterminó. En el bosque en el que se encontró el pavón, se han visto
algunos individuos del elegante y hermoso quetzal, Pharomachrus mocinno, ave también
amenazada de extinción en México.
En un estudio realizado sobre la avifauna de uno de estos bosques en el Estado de Veracruz, se
encontraron las aves indicadas en la lista que aparece en la página siguiente.
Sin duda alguna, los recursos bióticos de esta zona climática de México son de enorme importancia
y se requerirá una acción conjunta de los habitantes para lograr conservarlos y enriquecerlos.
Hecho interesante es que la mayor parte de los Parques Nacionales de México están localizados en
las regiones templadas y frías. Quizá se explique esto por coincidir con los centros de población más
importantes del país, que han exigido contar con zonas verdes preservadas para fines recreativos, a
lo que se aúna el agradable microclima que ofrecen estos bosques. Sin embargo, como veremos
más adelante, la situación de estos Parques dista mucho de ser la ideal.
72
LISTA DE LAS AVES EN LA SIERRA DE LOS TUXTLAS, VERACRUZ.
A. Especies características de la selva alta perennifolia y selva de neblina.
Tinamus major
Trogon massena
Onocostoma cinereigulare
Crypturellus soui
Trogon collares
Ornithion semiflavum
Crypturellus boucardi
Trogon violaceus
Leptopogon amaurocephalus
Chondrohierax uncinatus
Hylomanes momotula
Pipromorpha oleaginea
Harpagus bidentatus
Momotus momota
Cyanocoraz yncas
Accipiter bicolor
Galbula ruficauda
Henicohina leucosticta
Leucopternis albicollis
Aulacorchynchus prasinus
Turdus assimilis
Spizaetus tyrannus
Pteroglossus torquatus
Turdus infuscatus
Micastur semitorquatus
Piculus rubiginosus
Myadestes unicolor
Micastur ruficollis
Celeus castaneus
Catharus mexicanus
Crax rubra
Centurus pucherani
Catharus aurantiirostris
Penélope purpurascens
Phloeoceastes guatemalensis
Smaragdolanius pulchallus
Odontophorus guttatus
Dendrocincla anabatina
Vireo olivaceus
Columba speciosa
Sittasomus griseicapillus
Hylophilus ochraceiceps
Columba nigrirostris
Dendrocolaptes certhia
Hylophilus decurtatus
Leptotila verreauxi
Xiphorhynchus flavigaster
Cyanerpes cyaneus
Leptotila plumbeiceps
Lepidocolaptes souleyetii
Parula pitiayumi
Geotrygon lawrencii
Lepidocolaptes affinis
Myoborus niniatus
Geotrygon montana
Anabacerthia variegaticeps
Basileuterus culicivorus
Bolborhynchus lineloa
Automolus ochrolaemus
Basileuterus belli
Pionopsitta haematotis
Xenops minutus
Amblycercus holosericeus
Amazona autumnalis
Formicarius analis
Chlorophonia occipitales
Otus guatemalae
Grallaria guatimalensis
Piranga leucoptera
Pulsatrix perspicillata
Pipra mentales
Habia rubica
Ciccaba virgata
Cotinga amabilis
Habia gutturalis
Phaethornis superciliosus
Attila spadiceus
Lanio aurantius
Phaethornis longuemareus
Empidonax flavescens
Eucometis penicillata
Campylopterus cursipennis
Myiobius sulphureipygius
Chlorospingus aphthalmicus
73
Campylopterus hemileucurus
Onychohynchus mexicanus
Caryothraustes poligaster
Colibrí thalassinus
Platyrinchus mystaceus
Cyanocompsa cyanoides
Amazilia condida
Tolmomyas suphurescens
Atlapetes Brunei-nucha
Lampornis amathystinus
Ryhynchocyclus brevirostris
B. Especies que se encuentran principalmente en la orilla de los bosques,
arbustos y árboles y pastizales en las zonas húmedas.
matorrales,
hileras
Buteo magnirostris
Glaucidium brasilianum
Platypsaris aglaiae
Buteo nitidus
Nyctibius griseus
Tityra semifasciata
Herpetotheres cachinnans
Nyctidromus albicollis
Tityra inquisidor
Falco albigularis
Anthracothorax prevostii
Tyrannus melancholicus
Ortalis vetula
Paphosia helenae
Legatus leucophsius
Columba flavirostris
Chlorostilbon canivetii
Myiodynastes luteiventris
Columbigallina minuta
Amazilia tzacatl
Myiodynastes maculatus
Columbigallina talpacoti
Ramphastos sulfuratus
Megarynchus pitangua
Claravis pretiosa
Centurus aurifrons
Myiozetetes similis
Aratinga astec
Veniliornis Fumigatus
Pitangus sulphuratus
Coccyzus minor
Synallaxis erythro
Myiarchus tyrannulus
Piaya cayana
Taraba major
Myiarchus tuberculifer
Crotophaga sulcirostris
Thamnophilus doliatus
Contupus cinereus
Tapera naevia
Pachyramphus major
Elaina flavogaster
Myopagis viridecata
Osinicikax oryzivorus
Thraupis abbas
Psilorhinus morio
Tangavius aeneus
Phlogothraupis sanguinolenta
Campylorhynchus zonatus
Cassidix mexicanas
Saltador atriceps
Thryothorus maculipectus
Dives dives
Saltador mexicanus
Troglodytes musculus
Icterus prosthemelas
Saltador coerulescens
Turdus grayi
Icterus wagleri
Tichmondena cardinales
Tamphocaenus rufiventris
Icterus cucullatus
Cyanocompsa parellina
Cyclarhis gujanensis
Icterus mesomelas
Tiams olivacea
Coereba flaveola
Tanagra musica
Sporophila torqueola
74
de
Chamaethlypis polisephala
Tanagra affinis
Volatinia jacarina
Basileuterus rufifrons
Tanagra lauta
Spinus psaltria
Zarhychus wagleri
Tanagra gouldi
Arremonops rufivirgatus
Gymnostinops montezuma
Thraupis virens
Aimophila rufescens
C. Especies características de bosque caducifolio, orillas de bosques matorrales, hileras de árboles o
arbustos en zonas áridas.
Crypturellus cinnamomeus
Zanaida asiatica
Columbigallina passerina
Colinus virginianus
Scardafella inca
Amazona ochrocepala
ZONAS TROPICALES
(Climas A de Koeppen)
Estas regiones se encuentran en el sur del país y este término lo usamos en el sentido general
climático y no en el geográfico. En ella incluimos todas las zonas que tienen una precipitación mayor
de 600 mm y la temperatura media del mes más frío es superior a los 18º C. Con estos límites se
incluyen a casi todas las planicies costeras abajo del Trópico de Cáncer, lo cual cubre una superficie
del país.
Los ecosistemas naturales de esta región son muy diversos y van desde selvas bajas espinosas
hasta las altas perennifolias, incluyendo manglares y otros ecosistemas pantanosos, palmares,
sabanas y bosques.
Las regiones tropicales de México, al igual que las del mundo, son las zonas biológicamente más
ricas del planeta y al mismo tiempo las menos conocidas. Se ha estimado que la biota de estas
regiones en el mundo puede alcanzar cifras superiores a los 5 millones de especies, de las cuales la
mitad todavía son desconocidas para la ciencia.
Tal como se mencionaba en la introducción de este libro, en esas regiones se han desarrollado una
infinidad de culturas que han vivido y sobrevivido de sus recursos bióticos locales. Gran parte de
ellos desconocidos para la ciencia moderna; son recursos bióticos potenciales para toda la
humanidad.
En contraste con su gran riqueza biológica, la gran mayoría de las zonas tropicales tienen suelos
muy pobres, que han requerido el desarrollo de sistemas de producción agrícola complejos y aún
poco estudiados.
Desgraciadamente, la exhuberancia de la vegetación aunada a una topografía poco accidentada, ha
hecho pensar que estas regiones podían convertirse en el granero del mundo, lo que ha llevado a
sonados fracasos.
Es notorio el hecho de que la mayoría de las naciones en vías de desarrollo están situadas en los
trópicos del mundo y no podemos afirmar s el subdesarrollo es por razones climáticas o si el estilo
de desarrollo que se quisiera para esos países, por parte de los países templados, no es el apropiado
para esos climas. Evidentemente, la agricultura tipo “revolución verde” no ha tenido impacto notable
en ningún país tropical, como tampoco han tenido éxito las “plantaciones” forestales
monoespecíficas típicas de países templados.
En cambio, la riqueza biológica de los ecosistemas tropicales, tan utilizados por las antiguas culturas
tropicales, prácticamente no se toman en cuenta en esquemas de desarrollo propuestos para países
o regiones tropicales. Esto es un hecho muy importante que debe entenderse y que tiene una base
cultural muy fuerte.
En cualquier zona tropical sus habitantes conocen infinidad de especies comestibles, medicinales u
otras, que tienen en el patio de su casa, huerta familiar o cerca de sus campos de cultivo. Estas
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zonas en donde se tienen plantas cultivadas, semi-cultivadas o silvestres, juegan un papel
importante en la comunidad y en ocasiones la propia comunidad protege estos lugares de donde
puede obtener alguna especie cuando la necesite.
AGRICULTURA TROPICAL
Este tema, por su importancia y complejidad, requeriría un tratamiento especial que sale del
objetivo de este libro. Sin embargo, no podemos dejar pasar la oportunidad de dar algunos breves
comentarios sobre su problemática en México y varias opciones hacia el futuro.
Lo primero que debe quedar claro es que los trópicos, incluso el climático aquí reconocido, son un
mosaico de suelos y climas y por tanto no puede hablarse de una sola agricultura tropical. Por lo
pronto, debemos reconocer que existe un trópico semiárido o subhúmedo en donde la agricultura
puede ser de riego para poder asegurar cosechas.
La ventaja de esta zona es que no presenta un invierno frío y si existe agua, se pueden tener
cosechas todo el año. La precipitación se presenta sólo en el verano y puede ser de 600 a 1200 mm.
por año. Este clima permite entonces, una cosecha de temporal, y con riego, se agrega una o dos
más. La presencia de una temporada seca tiene la ventaja adicional de que las plagas potenciales
disminuyen en esa época, por que la mayor parte de los ecosisitemas naturales entran en descanso.
La vegetación natural en estos climas son las selvas bajas caducifolias o las selvas bajas espinosas.
Un hecho notable para estas zonas es que en ellas se han descubierto recientemente, tanto en
Veracruz como en el sur de la Península de Yucatán, evidencias de sistemas agrícolas hidráulicos
prehispánicos muy extensos. Aun cuando no se sabe con seguridad cómo funcionaban y qué
cultivaban, por su forma se presume que eran muy similares a la agricultura actual chinampera del
Valle de México, que tiene la reputación de ser el sistema agrícola más eficiente que se conoce en el
mundo.
En contraste con esa zona tropical tenemos a las regiones cálido-húmedas con precipitaciones
anuales superiores a los 1200 mm de lluvia por año y el mes más seco con más de 50 mm. en estas
regiones existe también una gran diversidad de suelos pero la gran mayoría se caracterizan por
pobreza de nutrientes cuando se les desprovee de su cubierta vegetal. La razón de esto es muy
sencilla; en este clima la precipitación es elevada y también la temperatura. Ello trae consigo una
gran actividad biológica que descompone los detritos orgánicos con gran rapidez, liberando los
nutrientes básicos que al ser solubles en agua, o se pierden por lixiviación o los toman las plantas y
los incorporan nuevamente en sus cuerpos.
La evolución biológica tomó el camino de la rápida incorporación y por tal motivo, los
investigadores, al analizar en la selva el agua que logra penetrar en el suelo debajo de las raíces
para incorporarse a los mantos freáticos, han encontrado una agua sin nutrientes, casi destilada.
Todos son recirculados una vez que se descomponen en el suelo. Esto nos explica la exhuberancia
de la vegetación selvática ya que es un verdadero banco viviente de nutrientes.
Cuando este delicado equilibrio se rompe y la selva se destruye para dedicarla al cultivo de alguna
especie, los nutrientes acumulados en el suelo se liberan y el cultivo inicial se ve favorecido, pero al
paso de loa años los nutrientes se pierden y el suelo queda infértil. Este es el motivo por el cual
encontramos grandes áreas abandonadas cubiertas de una vegetación muy distinta a la original y
sin cultivar o dedicadas a una ganadería extensiva e ineficiente.
La solución que se le ha querido dar, ha sido la de aplicar grandes dosis de fertilizantes, con lo que
se logra una mejora en los cultivos, pero en este proceso también se deteriora la estructura del
suelo lo cual es de muy difícil solución y esta es costosa.
Para poder entender algunas de las posibles alternativas de agricultura tropical apropiada, será
necesario conocer varios de los sistemas agrícolas tradicionales de los habitantes del trópico. Pero
antes de esto, quisiera dejar asentado que los fracasos agrícolas del trópico, no han sido de los
grupos que tradicionalmente han vivido en él, sino de programas diseñados por técnicos entrenados
en agricultura templada, que han querido imponer esta agricultura en estas zonas, con poco éxito.
Ahora bien, los habitantes del trópico son los que, en realidad, sufren de estas experiencias y
participan en ellas con desconfianza, abrigando la esperanza de resolver sus problemas en una
forma más sencilla. Pero las experiencias nos han demostrado lo contrario, y cada vez la situación
alimentaria del trópico se hace más crítica, no solo en México sino en el mundo, ya que nuestros
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países tienen que importar sus alimentos básicos de los templados y los esquemas de desarrollo
agrícola para los países tropicales no han funcionado como se quisiera.
Creemos que de un análisis de algunos sistemas agrícolas tradicionales que funcionan en el trópico,
podemos sacar experiencias para entender el problema y entonces, quizá, resolverlo.
Probablemente, el sistema agrícola tropical más ampliamente distribuido en el mundo es el
denominado agricultura nómada, o agricultura de rozatumba, quema, y también agricultura
itinerante. Ha sido tema de investigación de muchos científicos y a pesar de ello aún queda mucho
por aprender.
Este sistema está perfectamente adaptado a la delicada dinámica de nutrientes y agua de estos
ecosistemas.
En pocas palabras, consiste en que el campesino tumba los árboles de la selva que ha escogido para
su cultivo, una vez tumbados roza la vegetación con su machete y la deja secar. Generalmente esta
práctica se hace al final de la época de sequía. Una vez que está suficientemente seca le prende
fuego, cuidando por lo general, que éste no se extienda a las selvas vecinas, para lo cual con
frecuencia deja callejones desprovistos de vegetación llamados guardarayas. Una vez quemada la
vegetación, planta las semillas o los tubérculos de las especies que seleccionó para su siembra. Al
cabo de algunos meses obtiene sus cosechas, que generalmente son buenas, y después de un
deshierbe y quizá otra quema, repite la misma operación de siembra.
El ciclo se prolonga por unos cuantos años, las cosechas van disminuyendo a través del tiempo y las
malezas van siendo cada vez más abundantes, hasta hacer incosteable la actividad agrícola y en ese
momento el campesino abandona el sitio y busca otra selva en donde iniciar un nuevo ciclo. Al cabo
de algunos años el campesino puede regresar al sitio original y repetir todo el procedimiento, ya que
el lugar abandonado se ha “recuperado” y se ha desarrollado una selva secundaria.
Existe una infinidad de variantes del sistema antes descrito, pero con lo señalado nos es suficiente
para analizarlo. Al cortar, tumbar, rozar y quemar, el campesino está haciendo una liberación
masiva de los nutrientes acumulados en la vegetación y los a disposición de sus cultivos. La quema
libera más rápidamente los nutrientes que la acción microbiana en el suelo y también elimina, al
menos en una primera etapa, a las malezas que pudieran competir con sus cultivos. El mantener
bajo cultivo la zona asegura el utilizar los nutrientes liberados, y el deshierbe y quema, además de
quitar competencia, también regresa nutrientes al suelo.
Al cabo de cierto tiempo los nutrientes se han perdido, ya sea por la utilización que de ellos hacen
las plantas cultivadas, como por el acarreo de los mismos en corrientes de agua superficiales, o su
lixiviación a los mantos freáticos subterráneos. Esto es muy visible en zonas con este tipo de
agricultura, cuyos ríos tienen aguas turbias, a diferencia de los ríos de la selva con aguas cristalinas.
La zona abandonada para su recuperación, experimenta una serie de cambios progresivos conocidos
como sucesión ecológica secundaria, que son una respuesta natural de los ecosistemas para
reestablecer un nuevo equilibrio de nutrientes que fue alterado por la acción del hombre. Este
período, conocido como barbecho, puede ser de 5 o más según la zona y densidad de población.
En algunos sitios densamente poblados, el tiempo de barbecho se ha venido acortando con lo que el
tiempo de recuperación no es suficiente y las cosechas van siendo cada vez menores y los tiempos
necesarios de recuperación mayores. El abandono de un sitio, para abrir otro, en ocasiones no sólo
es por los nutrientes, sino por las malezas y plagas cuyo control llega a ser de tal magnitud, que el
campesino prefiere abrir una nueva zona o a cambiar de sistema de cultivo.
Este sistema de agricultura ha sido practicado por siglos en los trópicos del mundo y ha probado
estar bien adaptado a la dinámica natural de los ecosistemas tropicales. El problema fundamental de
este sistema nómada, es que requiere amplias extensiones de terreno para su práctica, dependiendo
de los ciclos de barbecho.
Así por ejemplo, en una zona con un ciclo de 10 años, si la familia requiere la cosecha de una
hectárea para el suministro de sus alimentos básicos por un año, se requerirán 10 hectáreas por
familia. Evidentemente que en zonas densamente pobladas este sistema no puede prevalecer.
Un hecho muy importante y poco mencionado es que el sistema de agricultura nómada se practica,
fundamentalmente, en zonas de vegetación secundaria, ya que los ciclos de barbecho no son lo
suficientemente largos para permitir la regeneración de la selva. Por otro lado, la tumba y la roza
son más fáciles en acahuales (vegetación secundaria) que en la selva alta.
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Esto permite un mosaico ambiental con zonas de selvas altas, vegetación secundaria de diversas
edades y los campos de cultivo. Evidentemente que en estas condiciones y poca presión sobre la
tierra, este sistema es ideal pues permite la convivencia de los tres tipos de ecosistemas para la
producción de recursos bióticos para el hombre: agroecosistemas, vegetación secundaria y
vegetación primaria.
Es interesante mencionar que este sistema “primitivo” de agricultura tropical se considera como el
más eficiente en el uso de energía en relación a la obtenida. Así, por ejemplo: En un cultivo de maíz
en África, se calculó que la energía invertida en horas hombre fue de 450 horas lo que equivale a 85
980 kilocalorías y la cosecha fue de 896kg. Que equivalen a 85 kg de proteínas y a 3.248,149
kilocalorías, lo cual nos da una relación de 37.8 kilocalorías cosechadas por kilocalorías cosechadas
por kilocaloría invertida.
En contraste, en los Estados Unidos de América una hectárea de maíz pro ejemplo puede producir
5,080 kg. Equivalentes a 457 kg. de proteína a 17.900,000 kilocalorías; y para producir esto se
precisaron 22 horas hombre que equivalen a 12,000 kilocalorías y a una inversión de energía fósil
(tractores, combustibles, fertilizantes, plaguicidas, etc.) de 6.644,000 kilocalorías, o sea, de energía
invertida de 6.656,000 kilocalorías lo cual nos da una relación de 2.6 kilocalorías cosechadas por
kilocalorías invertida.
Este contraste nos permite ver con claridad la ineficiencia energética de los sistemas de producción
agrícola industriales, en comparación con la eficiencia energética del “primitivo” sistema tradicional.
Obviamente esto sólo se ha podido desarrollar y justificar gracias al costo, tan barato, de la energía
del petróleo. O sea, que la diferencia de precio está subsidiada por los energéticos fósiles que la
naturaleza nos dotó gratuitamente.
Sin embargo, esta situación no podrá seguir así indefinidamente, ya que los energéticos fósiles son
irrenovables y la fecha de su agotamiento se acerca irremediablemente y con ello los precios
tendrán que subir. Quizás esta razón y no otra, es suficiente para seguir estudiando estos sistemas
de producción agrícola “primitivos” de los trópicos.
En vista de que las limitaciones del sistema agrícola nómada están dadas por la baja producción por
unidad de superficie, necesidad de grandes áreas de cultivo y presión del crecimiento de la
población, vale la pena explorar las soluciones que las propias culturas tropicales han dado a estos
problemas.
La primera opción fue la de diversificar sus cultivos y tenerlos múltiples en el tiempo y en el espacio.
En el desarrollo de estas opciones se descubrieron muchas combinaciones de alta productividad, y lo
que incluso es más importantes, es que se observó que los cultivos mezclados daban una mayor
producción en comparación con los cultivos sencillos. Este interesantísimo hecho esta siendo
estudiado por agroecólogos para descubrir la base de este sinergismo ecológico.
Existen muchas combinaciones de cultivos mezclados en distintas partes del mundo. El más
conocido en México es del de maíz, frijol, calabaza, que ya fue mencionado en el Capítulo 2, pero
existen muchos otros más de los cuales mencionaré algunos. El cultivo múltiple es practicado por
muchos agricultores tropicales en diversas partes del mundo, especialmente en zonas en donde el
terreno disponible para el mismo es pequeño. La clave de este sistema en el de reconocer las
diferentes formas biológicas, ciclos de vida, hábitos de crecimiento y comportamiento ecológico de
las especies por mezclar.
El sistema más frecuente es el de especies de tamaños diferentes y épocas de maduración distintas.
Por ejemplo, en Indonesia, es frecuente ver el cultivo mezclado de maíz, arroz y yuca, en el cual el
maíz se cosecha a los 3 meses, el arroz a los 4 y la yuca queda para su cosecha al año, o para
fechas posteriores que se le desee. Otras combinaciones conocidas con maíz, son soya con caña de
azúcar; y muchísimas otras combinaciones.
Las ventajas de este sistema de cultivo múltiples, en tiempo y espacio, además de la producción
adicional que se ha reportado en algunas combinaciones, es la de asegurar las cosechas, ya que se
sabe que se reducen los riesgos de las pérdidas totales de la cosecha por plagas, se optimiza el
tiempo del campesino para la producción, y se requieren menos superficie.
Las desventajas principales es que dificulta su mecanización y requiere muchas horas adicionales de
trabajo. Sin embargo, dadas las necesidades de la población creciente de los trópicos y sus
limitaciones de capital, este sistema puede ser una buena alternativa.
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Este sistema de agricultura intensiva tropical también está adaptado a las condiciones ecológicas del
equilibrio de nutrientes antes mencionados. La diversidad de especies en los cultivos aun cuando
mucho menor a la que se observa en condiciones naturales, la asemeja, y por tanto, hace mejor uso
de los nutrientes disponibles que cada especie tiene necesidades distintas y de ahí, quizá, la
explicación de la sobreproducción.
Al mismo tiempo, el trabajo de cuidado de las plantas y el suelo, hace necesaria la atención continua
a estos factores, especialmente fertilidad y textura de los suelos. En este sentido, en muchas zonas
tropicales que practican este tipo de agricultura intensiva, se tienen además prácticas de fertilización
de suelos con estiércol y materia orgánica, incluso proveniente de las selvas cercanas, con lo que los
factores de pérdida de nutrientes y cambios estructurales del suelo se eliminan.
Estas condiciones de cultivo intensivo en el trópico, permiten zonas tropicales con altas densidades
de poblacional de 708.5 hab/Km2 (en 1959) basada en agricultura intensiva tropical, lo cual la hace
la zona más densamente habitada de la tierra; y es una región tropical.
Para dar una idea de la potencialidad de este sistema de agricultura nos referiremos a un
experimento realizado en el Instituto Internacional de Investigación de Arroz en Filipinas (INFI) en el
que se cultivaron en un año, cuatro especies en el mismo pedazo de tierra (arroz, camote dulce,
soya, maíz) y se calculó que si se usaban los estándares filipinos de 2 600 calorías de 55 gm. de
proteína por persona y por día, un acre, 4 047M2, podría dar suficientes calorías para 29 personas y
proteínas para 53.
Si a este sistema intensivo de agricultura añadimos la cría de algunos animales domésticos y
piscicultura, tenemos un sistema agroecológico diversificado y autosuficiente en los alimentos
básicos y esto, precisamente es lo que encontramos que hacen los campesinos en muchas zonas
tropicales en sus pequeños predios.
Desafortunadamente estos sistemas se han generalizado en la mayor parte de las zonas tropicales
del mundo por diversos motivos: ignorancia del sistema, falta de semilla o pies de cría, mercado
para los excedentes de producción crédito para este tipo de sistema, mano de obra, o sencillamente,
usar otros más sencillos que requieren menos trabajo.
Otra alternativa interesante se ha venido desarrollando en el Instituto Internacional de Agricultura
Tropical en Nigeria, y consiste en mantener la fertilidad de los campos de cultivo con la adición de
materia orgánica producida en cultivos arbóreos, que se hacen en zonas contiguas. Las especies
arbóreas que se están experimentando son especies de Leguminosas Leucaena, Gliricidia, u otras
especies de descomposición lenta. Como este sistema se lleva a cabo en callejones alternos de
agricultura con los de vegetación arbórea, se le ha denominado “agricultura de callejones”.
En cierta forma es un sistema deducido de la agricultura nómada, ya que lo que se hace es utilizar
la capacidad de recuperación anual de los nutrientes por la vegetación secundaria –representada por
los árboles de rápido crecimiento que se reintegran a los suelos bajo cultivo, mejorando, además, su
estructura. El sistema funciona y valdría la pena experimentar con él en México. Es interesante
mencionar que dos de las especies tropicales de rápido crecimiento más prometedoras para este
tipo de agricultura son mexicanas. Leucaena glauca y Gliricidia sepium. Las dos se usan como
forrajeras.
En México, el Instituto Nacional de Investigaciones sobre Recursos Bióticos (INIREB) ha venido
promoviendo otro tipo de sistema de producción diversificada para el trópico, incluyendo algunos
elementos novedosos, como son las técnicas chinamperas para el cultivo de hortalizas, empleo de
digestores de materia orgánica para la producción de gas metano, fertilizantes que también se usan
como alimento de animales y producción de árboles para fines de reforestación frutales.
La idea es el diseñar sistemas agropecuarios, piscícolas y forestales, que semejen a los ecosistemas
tropicales, naturales, en donde exista una eficiente recirculación de nutrientes, uso óptimo del agua
y que energéticamente sea eficiente.
Si entendemos estos dos extremos de la agricultura tropical, nos será fácil comprender el por qué
han fracasado sistemas de monocultivo con grandes necesidades de capital y energía fósil, en suelos
tropicales de gran fragilidad.
Esto también nos permite entender el por qué la ganadería extensiva está prácticamente invadiendo
todas las zonas son abandonadas, y en estos suelos empobrecidos algunas gramíneas pueden
sobrevivir bien, lo que las hace de inmediato una zona potencial para criar ganado. Con la “ventaja”
79
adicional que esta actividad no requiere muchos conocimientos, ni usan gran cantidad de mano de
obra y los créditos son fáciles de conseguir. De aquí el dicho popular “con agua, tierra y dinero,
cualquier tonto puede ser ganadero”
Ante esta perspectiva muchos empresarios invierten en esta actividad –que por otro lado casi no
tiene problemas de mercado- ya que los países industriales tienen déficit de proteína animal barata
que importan, precisamente, de países tropicales.
Sin lugar a duda la ganadería extensiva en los trópicos ha sido una de las causas más importantes
del empobrecimiento de las tierras, y de los hombres, además de ser directamente responsable de
la disminución alarmante de las selvas, con su diversidad biológica.
Es evidente que se requieren cambios drásticos al rumbo que ha tomado nuestro país para sus
zonas tropicales. Se requerirán decisiones trascendentales para dar mayor énfasis a la agricultura
tropical, pero no a la transplantada de las zonas templadas, sino a la basada en los sistemas
tradicionales intensivos. Sin duda, que en algunos suelos que sí lo permitan, se deberá practicar la
otra agricultura, pero siempre en coordinación con la población local, ya que son ellos quienes
conocen mejor sus tierras y la capacidad de la población para similar nuevas tecnologías.
La investigación debe reorientaarse, en una buena parte, hacia la agricultura intensiva de pequeñas
granjas y crear y diseñar nuevas variedades y maquinaria para esta escala. Así también deberán
revisarse los esquemas de comercialización y organización de productos para fomentar el
cooperativismo, y con ello, el compartir conocimientos, técnicas y crédito. Esta última parte no es
ninguna novedad, ni para México ni para el mundo; lo que se requiere es el cambio.
Si se lograra lo anterior, tendríamos un trópico diversificado, altamente productivo, con empleos
productivos para muchos mexicanos y más acorde con la naturaleza tropical, que quitaría la presión
sobre los ecosistemas naturales tropicales que contienen el patrimonio biótico del país y que se está
destruyendo, innecesariamente, en perjuicio de nosotros y futuras generaciones.
SILVICULTURA TROPICAL
El cultivo de árboles tropicales con fines forestales y el manejo forestal de las selvas, adolece de
muchos de los mismos defectos anteriormente referidos a la agricultura tropical, con el agravante,
en México, de que no se practica absolutamente ningún sistema. En el trópico mexicano
prácticamente no existen plantaciones de árboles con fines forestales. Las únicas que existen están
en campos experimentales o son de muy pequeña extensión.
Por lo que respecta al manejo de las selvas con fines forestales, se hace de una manera tan
ignorante que más bien asemeja a una explotación minera. Las selvas naturales de México tienen
una serie de especies cuya madera es altamente apreciada y por tal motivo adquiere alto valor en el
mercado. Esto ha inducido a personas deseosas de enriquecerse rápidamente -a costa de los
recursos del país- conseguir concesiones forestales o permisos de desmonte con “fines” agrícolas y
sacar las maderas de alto valor y venderlas -confabulados con ellos- a madereros sin escrúpulos que
no les interesa si el recurso se acaba; ya que todos sobemos que estas concesiones jamás realizan
reforestación, ni un manejo conservacionista de los recursos.
Para cerrar el círculo destructivo, todas estas actividades se hacen con el conocimiento y aprobación
de las autoridades forestales, quienes a su vez, llevan una participación en este botín.
Desafortunadamente todo el problema se complica, ya que siempre existe la justificación de la
apertura de nuevas tierras de cultivo, que como ya vimos no es más que el disfraz de los ganaderos
para adquirir más terrenos o rentarlos, lo cual cierra este círculo de destrucción de nuestras selvas
tropicales.
¿Ante todo este panorama tan desolador, qué alternativas existen?. Afortunadamente existen
muchas alternativas, pero todas ellas requieren de decisiones de muy alto nivel gubernamental y
una participación activa de los propietarios de las selvas y de los verdaderos empresarios forestales,
con conciencia nacionalista.
Para poder entender las alternativas que presentaremos es importante conocer algo de la estructura
y funcionamiento de las selvas naturales y el uso que les ha dado las culturas tradicionales.
Afortunadamente para México, algunos de los estudios ecológicos más importantes en el mundo
sobre estos temas se han realizado por investigadores mexicanos.
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Un primer punto que es necesario señalar es que existen muy diversos tipos de selvas en México y
obviamente en el mundo y por este motivo no se pueden hacer generalizaciones ni dentro de México
ni mucho menos fuera del mismo. Son tres los factores que influyen en estas diferencias entre las
selvas: cantidad de distribución de la lluvia; tipo de suelo; e historia biológica de la zona.
En relación a la precipitación pluvial, lo que más influye en la vegetación es la presencia de meses
secos (con menos de 50 mm.); de esta sola característica se pueden desprender dos grandes grupos
de selvas, las llamadas perennifolias, o sea, que son siempre verdes y las caducifolias, es decir, las
que pierden las hojas en el período de sequía algunas de sus especies de árboles dominantes.
Existen muchos tipos intermedios de selvas dependiendo de la época de sequía, se es muy
pronunciada o no, duración, etc. En México existe una relación muy estrecha entre lo pronunciado
de la época de sequía con la cantidad total de lluvia; así por ejemplo, en zonas con 1200mm. de
lluvia al año podemos casi asegurar que tienen un período de secas de 5 o más meses; en cambio,
una zona de 3000 mm podemos casi con seguridad, afirmar que no tienen meses secos.
En relación al suelo, también este factor es importantísimo para definirnos distintos tipos de selvas.
Así por ejemplo, en suelos arcillosos inundables, tenemos un tipo de selva muy distinto en su
composición biológica al de una selva contigua con suelos bien drenados. Lo mismo respecto a la
roca madre que les dio origen, que nos pueden dar selvas colindantes biológicamente distintas.
La historia biológica de la zona, es un factor más complejo y tiene que ver con el origen geológico
de la misma y el contingente biológico disponible; tal sería el caso extremo de Australia, cuya flora y
fauna evolucionó independientemente por muchos millones de años, o el caso más sencillo de las
selvas en islas. Ahora bien, la historia biológica no se restringe sólo a largos períodos de tiempo,
sino también a cortos y en este caso, por ejemplo, la historia de ocupación humana en una zona
puede tener una notable influencia en la composición biológica de las selvas.
Con base en lo anterior, a continuación nos referiremos principalmente a las selvas altas que
habitan, o habitaban, las zonas más húmedas de baja altitud de nuestro país y que constituyen uno
de los recursos biológicos más importantes y también uno de los retos más notables para las
ciencias ecológicas y forestales.
En México, estas selvas ocuparon extensiones considerables en el pasado, que ahora están
desmontadas y ocupadas por otros ecosistemas, los cuales fueron ya mencionados antes. Las pocas
extensiones que aún nos quedan están restringidas a zonas poco comunicadas en los estados de
Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Campeche y Quintana Roo.
El futuro de estas pequeñas extensiones de selvas altas no parece muy prometedor por las razones
anteriormente expuestas, salvo que se rectificara totalmente el rumbo al tipo de desarrollo para el
trópico húmedo de México.
Como aún queda algo de optimismo, haremos algunas consideraciones acerca de lo que se podría
hacer para devolver a estas áreas su riqueza biológica y asegurar un desarrollo más estable para las
selvas y los hombres, en estas regiones.
Uno de los hechos más notables, que asombraron a los científicos que han estudiado las selvas
vírgenes de México y Centroamérica, es la abundancia de especies útiles al hombre. Incluso algunos
de los árboles dominantes son recursos notables para el mismo.
Ejemplos de estas especies son: el chicozapote, Achras sapota, que nos da el sabroso fruto bien
conocido y el chicle natural, latex que se extrae de su tronco, su madera muy dura usada pro los
antiguos mayas en la construcción de sus templos y que aún la podemos ver en diversos sitios
arqueológicos; el ramón u osh de los mayas, Brosimum alicastrum, cuyo fruto es dulce y comestible
de muy buen sabor, su semilla se usa molida y combinada con maíz para hacer tortillas, lo cual las
enriquece, -ya que se ha encontrado que estas semillas tienen una calidad protéica superior a la del
maíz- las mismas semillas tostadas y molidas se emplean como sustituto de café y son, además, un
alimento de excelente calidad para animales, lo mismo que sus hojas (en la actualidad esta especie
se cultiva en algunas regiones con este propósito), su madera también es dura y de buena calidad.
Estas dos
pasado, y
Zaptal, El
actual nos
plantas probablemente son las más abundantes en las selvas de la actualidad y en el
de hecho, algunas poblaciones deben su nombre a estas especies; tal es el caso de El
Ojital, El Ojochal, que aluden a nombres comunes de estas plantas, cuya distribución
puede dar una idea de la extensión de las selvas altas en el pasado.
81
Pero no son estas especies útiles las que se encuentran en las selvas vírgenes, existen muchas otras
más son: zapote negro, Diospyros digyna, anonas, Anona spp, caimito, Chrysophyllium caimito,
mamey, Calocarpum zapota, cacao silvestre, Theobroma cacao, variedad silvestre encontrado en la
selva lacandona, tepejilote, Chamaedorea tepejilote, vainilla, Vainilla planifolia, pitaya, Selenicereus
spp., cedro rojo, Cedrella spp., caoba, Swietenia macrophylla, pimienta, Pimienta dioica y el hule,
Castilla elastica, entre los mas conocidos.
Esta riqueza de especies útiles al hombre nos hace sospechar mucho de la “virginidad” de estas
selvas. Máxime si consideramos que todas estas regiones en el pasado, y en menor grado en el
presente, estuvieron ocupadas por culturas muy desarrolladas como es la maya.
Las selvas que hoy llamamos vírgenes, se les encuentra sobre todas las zonas arqueológicas. Los
científicos, en el pasado, habían dado por un hecho de que el abandono de los sitios permitió que la
selva los cubriera después de siglos de abandono. Sin embargo, esto no nos explica la riqueza de
especies útiles en la selva original. La información clave sería saber qué existía en los alrededores
de las zonas arqueológicas como Palenque, Bonampak, Yaxchilán, etc. ¿serían grandes campos de
cultivos nómadas agrícolas? O ¿eran zonas cubiertas por grandes selvas? P ¿existían cultivos
perennes para abstenerse de ciertos productos que ellos deseaban?
En realidad no lo sabemos, y quizá nunca lo leguemos a saber con absoluta seguridad; sin embargo,
si revisamos con esta óptica las prácticas de los mayas modernos, encontramos varias claves que
nos hacen creer que una mezcla de las tres actividades fue la que permitió sobrevivir a estas
culturas, en densidades de población superiores a las actuales.
En los estudios sobre los mayas actuales y sus prácticas agrícolas y de manejo de recursos se ha
observado que el maya no distingue entre agricultura y silvicultura; para ellos es una sola actividad,
el cultivo de la tierra y el uso de los recursos.
Antes de iniciar la tumba-roza-quema existe una interesante ceremonia en el que se pide permiso a
los dioses para destruir la naturaleza. Prácticas clave en este sistema, se encuentran en el proceso
de la tumba al conservar algunos árboles útiles y en la roza al dejar “tocones” (o sea tallos cortados
a cierta altura de suelo a manera de poda) de especies útiles, usadas en medicina, alimento,
construcción, ceremonias, etc., que las “elimina” temporalmente como competencia para sus
cultivos, pero que, en el momento del abandono del lugar, juegan un papel primordial como
elementos de regeneración del ecosistema.
¿Cuál es el resultado de estas dos prácticas? Al cabo de los años la zona se va enriqueciendo con
especies útiles no sólo forestales sino de otras formas biológicas (hierbas, arbustos, bejucos). Con
este tenemos una buena aproximación para resolver el misterio de las selvas vírgenes útiles. Pero si
indagamos un poco más y buscamos saber qué especies son importantes para ellos en su vida
cotidiana, podremos saber mas sobre las que sus antepasados también apreciaban. Para saber esto,
el mejor lugar es el huerto familiar, sitio en donde la familia tiene a la mano las especies que más
les gustan y necesitan.
Precisamente si analizamos los huertos familiares mayas encontramos en ellos muchas de las
especies ya citadas de nuestras selvas “vírgenes” y con ello podemos elucubrar sobre el origen de
las actuales.
Es muy probable que, en el pasado, se siguieran las mismas técnicas y que el mismo principio que
da origen a los huertos con toda su diversidad, pudiera ser ampliado a extensiones mayores, unidas
a la agricultura nómada, con una vegetación secundaria “dirigida” por los “tocones” al momento del
abandono, que incluye a los árboles útiles que se respetaron en la tumba.
Esta combinación de selvas hechas por el hombre (tipo huerto), dirigidas por el hombre (abandono
en el nomadismo agrícola), con selvas verdaderamente originales, quizá es la mejor explicación a lo
que tenemos en la actualizad. Si a todo esto añadimos en conocimiento de sus recursos bióticos
silvestres y su uno cotidiano, tendremos un panorama más complejo del suelo y manejo de las
selvas por estas antiguas culturas tropicales.
Para darnos una mejor idea de la magnitud del acervo cultural biológico de estas culturas podemos
mencionar a 625 especies medicinales registradas hasta esa fecha por R. Mendieta y S. del Amo R. y
la Flora de Estado de Yucatán lo que significa que una de cada tres plantas tiene un uso medicinal; y
este trabajo no está completo.
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Si aunamos a esta las plantas comestibles, usadas en la construcción, melíferas, forrajeras,
ornamentales y ceremoniales, quizá nos encontremos con una flora casi totalmente útil en la
Península de Yucatán, en donde aún viven los mayas herederos de este patrimonio biológico y
cultural.
Desafortunadamente, para otras zonas, nuestro conocimiento todavía es menos completo debido a
la ausencia de estudios o a la falta de herederos de estas culturas antiguas. Sin embargo, incluso
regiones donde aún persisten grupos étnicos muy influenciados por la cultura dominante y en donde
la destrucción de los recursos y la cultura han sido dramáticos se puede aún rescatar mucha de su
sabiduría. Un ejemplo de esto nos lo dan los trabajos recientes de Alcorn y Zizumbo con los
huastecos y huaves, respectivamente, que todavía conservan buena parte de su acervo cultural
biológico.
Con los zoque-popoluca de la comunidad de Piedra Labrada, Veracruz, encontró 102 especies
plantas medicinales de las cuales 45.36% provenían de la selva alta perennifolia, 22.5%
vegetación secundaria que crece al tumbar las selvas, 21.7% de huertos familiares y 10.4%
pastizales. Otro ejemplo interesante es el estudio de Villers en el que menciona 45 especies
árboles usados para construir la casa tradicional maya.
de
de
de
de
Un hecho importante digno de destacarse es que en cualquier zona del trópico mexicano, las selvas
tienen este potencial biótico que incluso muchas veces es ignorado por los propios campesinos que
las habitan, como la demuestra el excelente trabajo de Caballero en la zona de Uxpanapa, Veracruz,
en donde campesinos recién llegados a estas selvas carecían del conocimiento de las mismas, pero
en pocos años los adquirieron de habitantes de zonas vecinas o conocimientos extrapolados de
especies igual o similares de sus lugares de origen. En ese trabajo se citan 244 especies de plantas
y animales silvestres útiles en esa región.
Consideramos que este tipo de conocimiento es muy importante, que no está registrado, y lo que es
aún más lamentable, que cuando se dispone del mismo tampoco se usa, ya que no existen
mecanismos para transferir este tipo de conocimientos en una forma accesible para los campesinos
que emigran voluntaria o involuntariamente, a nuevas zonas.
SELVAS DE ZONAS TROPICALES SECAS
En una gran extensión de la tierra de baja altitud del trópico mexicano encontramos una zona
ecológica caracterizada por una relativamente baja precipitación pluvial de 700-1200 mm y esta se
concentra en unos pocos meses del año. En esta zona la vegetación natural que domina son selvas
de pequeño tamaño, hasta de unos 10 m de alto con gran riqueza y diversidad biológica. Las
especies de árboles dominantes a menudo son caducifolios o espinosos micrófilos, como es el caso
de los mezquites y huizaches.
Esta zona ecológica es muy importante desde el punto de vista agrícola y frutícola. Una buena parte
de las zonas bajas del norte de Veracruz, sur de Tamaulipas, noroeste de la Península de Yucatán,
Sinaloa, Morelos, Guerrero, Michoacán, Jalisco y muchos otros estados de la República tienen este
tipo de condiciones ecológicas.
Los suelos con frecuencia son de buena calidad agrícola y cuando existe la disponibilidad de riego,
su potencial es grande.
Sin embargo, la mayor parte también se dedicaban a la ganadería extensiva, por los mismos
motivos mencionados con anterioridad. Lo más grave es que en algunos distritos de riego en estas
zonas, también están siendo dedicadas a la ganadería extensiva, lo cual es un verdadero absurdo,
ya que infraestructuras que tanto le han costado al país para fijes agrícolas, están siendo
desaprovechadas.
Creo que en un futuro, será necesario imponer castigos económicos a quien utilice inadecuadamente
concesiones de recursos naturales de la Nación, o infraestructura agropecuaria y forestal
desarrollada con fondos del pueblo de México. Me parece que la norma de que “el que contamina o
deteriore al ambiente debe pagar” es válido y debería aplicarse a la mayor brevedad.
83
RECURSOS SILVESTRES
Dada la riqueza biológica y cultural de estas zonas sería inadecuado intentar hacer una lista de los
recursos bióticos de las mismas, ya que sería irremediablemente, incompleta; sin embargo, el
intentarlo sería un proyecto que bien valdría la pena emprender.
Para los fines de este libro haremos mención de algunos ejemplos notables que ilustran la diversidad
e importancia de los recursos bióticos del trópico mexicano.
RECURSOS VEGETALES
Las maderas tropicales mencionadas con anterioridad, son recursos silvestres de gran importancia
que manejados adecuadamente y con base en criterios ecológicos, podrían convertirse en una
riqueza permanente en México.
Son muchas las especies de maderas mexicanas tropicales que actualmente tienen demanda
comercial; sin embargo, es menester indicar que dicha demanda esta dada por el conocimiento que
tiene el mercado de las mismas, y en el caso de las maderas tropicales, existen muchas especies
aún no conocidas ni por el mercado, ni por la ciencia. En el libro de Pennigton y Sarukhtán se
mencionan 149 especies de árboles tropicales de potencial forestal. Entre las más conocidas están;
caoba, cedro, primavera (tabebuia sp), guanacaste (Enterolobium cyclocarpum), mangle rojo
(Rhizophora mangle), ceiba (Ceiba pentandra), balsa (Ochroma lagopus) y muchos otros más.
Entre las plantas alimenticias silvestres en México podemos citar el cacao, Theobroma cacao, que se
sabe se cultiva desde épocas prehispánicas y cuyas semillas se llegaron a usar como moneda; en el
mismo caso está la vainilla, Vainilla planifolia, orquídea trepadora de cuyas vainas se extrae la
esencia de vainilla natural y cuyo cultivo se remonta a la antigüedad. La yuca y guacamote, Manihot
esculenta, que también es un alimento tropical muy antiguo, lo mismo que la chaya, Cnidoscolus
chayamansa, cuyas hojas comestibles son muy apreciadas en la Península de Yucatán y Tabasco y
que es una de las pocas “verduras” prehispánicas conocidas que se cultivan en México.
La lista de plantas comestibles silvestres no cultivadas sería muy larga, ya que cada región tiene sus
propias plantas, y como mencionamos anteriormente, muchas de estas especies se van protegiendo
y semi cultivando en los huertos o en las milpas. Tal es el caso de multitud de árboles frutales
tropicales.
Es interesante señalar que las especies alimenticias más importantes de México y ampliamente
cultivadas: maíz, Zea mais, chile, Capsicum spp, y frijol, Phaseolus spp, también se cultivaron, y se
cultivan, en el trópico mexicano con variedades especialmente desarrolladas por nuestros
antecesores para estas zonas. Debe destacarse, que los cultivos anuales desarrollados en las zonas
tropicales (en sentido geográfico) han tenido una mayor amplitud en su adaptación ecológica.
Así, vemos al maíz, chile frijol sembrados desde las altas montañas con climas fríos hasta el trópico
cálido-húmedo. Lo cual es válido para el arroz cuyo cultivo se inicia en el sur de Asia y África, y que
ahora cubre zonas muy amplias y distintas de la tierra. Esto no es aplicable a cultivos originarios de
zonas extratropicales como son avena, cebada, centeno y trigo.
Otro recurso vegetal tropical de gran importancia son las plantas medicinales. Su uso por las
culturas tradicionales es muy extenso como ya se ha mencionado anteriormente.
Desafortunadamente son pocos los estudios serios que se han realizado para evaluar estos
importantes recursos.
A nivel internacional, la especie mexicana que quizá haya tenido mayor importancia en los tiempos
modernos, es el barbasco, Dioscorea composita, de cuyo rizoma se extraen sapogeninas
(principalmente diosgenina) a partir de la cual se fabrican diversos productos esteroides; entre ellos
se destacan las hormonas sexuales, masculina y femenina y sus derivados, cortisona, píldora
anticonceptiva y muchos otros productos más. Este recurso biótico mexicano ha sido la base de la
industria químico farmacéutico con valor de varios cientos de millones de dólares.
El barbasco es una especie silvestre de las selvas del trópico cálido-húmedo mexicano. Abunda en la
vegetación secundaria que se desarrolla después del abandono de las milpas. Los campesinos que
dedican parte de su tiempo para la extracción y venta de este producto (llamados “barbasqueros”)
localizan la planta y extraen parte del rizoma dejando pequeños trozos de tierra, de los cuales se
regeneran nuevas plantas que podrán ser explotadas en dos o más años. Este sistema de
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explotación ha permitido que las poblaciones silvestres se mantengan en todas las zonas en donde
se conserva la vegetación secundaria y la agricultura nómada.
Ante la importancia de estos productos, las empresas buscaron materias primas alternativas para el
caso de que llegara a escasear el barbasco y las encontraron en varias plantas; entre ellos podemos
citar soya, magueyes, Agave spp, izotes, Yucca spp, y muchas otras plantas más.
Desafortunadamente políticas inadecuadas, respecto a la administración del recurso y una falta de
visión a mediano plazo, han venido desplazando a México como principal país productor de
esteroides a un plano inferior; a pesar de que tenemos el recurso silvestre, industria instalada,
sabemos cómo explotarlo y cultivarlo y la diosgenina mexicana es de muy buena calidad. Ojala
podamos recuperar el liderazgo en algún futuro, y si no es así, que nos sirva de experiencia para no
repetir los mismos errores.
Como nos podemos dar cuenta, la potencialidad del trópico es grande, y si a ella añadimos la
posibilidad de introducir plantas tropicales de otras partes su valor se incremente. En el trópico de
nuestro país queda todo por hacer. La potencialidad forestal y agrícola es enorme, siempre y cuando
se respete su capacidad ecológica. Aunado a esto, los recursos bióticos silvestres son un banco
biológico que se tiene que estudiar y del cual podemos descubrir nuevas medicinas, aceites,
alimentos y otros productos.
Lo que no podemos seguir haciendo es empobrecerlo con prácticas agrícolas y pecuarias
equivocadas, ni seguirlo explotando como si fuera un recurso no renovable, y con ello de hecho, lo
convertimos en no renovable, como ya ha sido probado con trabajos realizados en nuestro país.
RECURSOS ANIMALES
La fauna silvestre de los trópicos, al igual que la flora, es de una riqueza incomparable que ha sido
poco estudiada y está fuertemente amenazada por algunas actividades humanas que
innecesariamente, han agredido a nuestros ecosistemas naturales del trópico.
Anteriormente ya mencionamos que existen varias especies tropicales de aves y mamíferos
amenazados en su existencia en México y seguramente otros grupos animales también lo están,
pero tenemos pocos estudios que nos permiten asegurarlo.
Los estudios sobre recursos faunísticos del trópico mexicano son escasos a pesar de su importancia.
Sin embargo, sabemos que al igual que con la flora, los conocimientos de nuestras futuras antiguas
tropicales sobre su fauna fue muy grande, y hasta la fecha pocos científicos se han dedicado a
estudiar esta cultura zoológica de México.
La fauna silvestre constituyó un complemento proteico de gran importancia en las antiguas culturas,
y en varias zonas lo sigue siendo. En muchos lugares del trópico se puede aún comer venado,
armadillo, tepescuintle, pescados locales, jabalí, etc. Pero esto va siendo cada vez más difícil, ya que
los ambientes en donde estos animales se crían se han venido destruyendo, y con ello a los
animales. Al igual que lo expresado para la fauna de las zonas áridas, en el trópico también debería
haber una mejor administración de su fauna para beneficio de sus habitantes y del recurso mismo.
Las actividades cinegéticas en el trópico, adolecen de los mismos defectos antes mencionados para
la fauna de otras zonas. Muchas especies como jaguar, tapir, tigrillo, mono sarguato, mono araña,
están cercanos a su extinción en México. Al igual que muchas aves tropicales, que por el alto valor
que adquieren en el tráfico ilegal internacional, se ven fuertemente presionadas las poblaciones, con
el peligro que las eliminemos definitivamente. Tal es el caso de las águilas, halcones, papagayos,
pericos y otras aves.
En relación con la fauna silvestre de las zonas tropicales, es importante mencionar que muchas
especies de valor económico son muy características de la vegetación secundaria y que esto es muy
conocido por los campesinos. En este sentido cobra aún mayor importancia el sistema agrícola
nómada, ya que en el abandono para el “barbecho” no sólo se recupera la fertilidad del suelo y se
logran obtener especies vegetales de interés económico, sino que también es un sitio ideal para la
reproducción natural de fauna de interés alimenticio y cinegético. Los mayas lo sabían bien y quizá
el nombre como se conoce a Yucatán de la “tierra del faisán y del venado” tuvo mucho que ver con
este manejo de la fauna en la sucesión secundaria.
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En la selva Lacandona se realizó un importante estudio sobre las plantas y animales de la vegetación
secundaria usados por los lacandones y se identificaron más de 50 especies de plantas y 19 especies
de animales de importancia económica que se alimentan, principalmente, en las milpas y los
acahuales.
Entre las especies más importantes de animales mencionados están el agutí, Dasyprocta mexicana,
venado cola blanca, Odocoileus virginianus, mazate, Mazama americana, cuatimundo, Nasua Larica,
tejón, Procyon lotor, conejo, Sylvilagus brasiliensis, y jabalí de collar, Tayassu tajacu.
Un ejemplo de nuestra desatención a la fauna silvestre nos la da la ignorancia de los peces
comestibles mexicanos. La ictiofauna de nuestros ríos, lagunas y lagos es muy rica; sin embargo,
nos hemos empeñado en ignorarla y en lugar de dedicar nuestros esfuerzos en conocerla y
manejarla, la hemos venido cambiando por peces exóticos, como carpas y tilapias, que si bien son
un recurso adicional bien manejados, al no serlo, se convierten en enemigos de la propia fauna, al
introducir en enormes cantidades poblaciones de estos peces en nuestros cuerpos de agua.
Lo mismo sucede con otra fauna acuática como tortugas, caracoles, cocodrilos, y manatíes, que han
venido siendo diezmadas sus poblaciones por actividades irracionales como es la sobre pesca.
La pesca en aguas tropicales, sin duda, es un recurso importante más que por su volumen, por sus
especies, que adquieren grandes precios como es el caso del camarón. En general, los mares
tropicales no son lo que mucha gente piensa en relación a su productividad pesquera; lo son mucho
más los mares fríos y por ello, las corrientes frías del Pacífico son las más productivas, desde el
punto de vista pesquero.
Los recursos pesqueros en México son muy importantes y también han estado muy descuidados y
mal administrados. La investigación ha sido escasa e insuficiente para darnos bases y establecer
cuotas de pesquerías, que sean confiables.
La pesca, en realidad, es una actividad de “cazadores” ya que lo que se hace es recoger lo que la
naturaleza produce, sin el auxilio del hombre.
Muchos científicos piensan que estamos llegando ya a los límites para muchas especies. Es muy
conocida la lucha que se ha librado, a nivel internacional, para terminar con la cacería de las
ballenas y cómo unos cuantos países (Japón, Unión Soviética, Noruega y otros) se han negado a
suscribir tratados para proteger a estos maravillosos y sorprendentes mamíferos.
El mito de alimentos inacabables e insospechados del mar, se ha acabado, y se sabe que estas
enormes masas de agua, en realidad son grandes desiertos.
Por el contrario, las lagunas costeras con todo el aporte de nutrientes continentales y sus aguas
superficiales tienen aún una gran potencialidad. Esto es cierto especialmente para México que tiene
una superficie de lagunas costeras de aproximadamente 12,550 km y que no han sido
aprovechadas adecuadamente. En las lagunas costeras, existen enormes oportunidades para que,
con la intervención del hombre, se pueden incluso mejorar sus condiciones y aumentar su
productividad; pero está aún pendiente de realizarse, ya que la escasa incluso mejorar sus
condiciones y aumentar su productividad; pero está aún pendiente de realizarse, ya que la escasa
investigación unida al desbarajuste administrativo del sector pesquero, lo dificultan sobremanera.
La acuacultura tiene un enorme porvenir tanto en lagunas costeras como en cuerpos de agua
continentales artificiales. Estudios realizados sobre el tema, demuestran que la cantidad de proteína
animal que produce una hectárea de estanques, bien manejados, no la supera ningún otro método
conocido de cría de animales. Teniendo la ventaja de que la infraestructura hidráulica puede
utilizarse para otros fines igualmente productivos, como es el riego agrícola.
En Asia tropical se ha desarrollado esta actividad a un grado no alcanzado en ninguna otra zona
tropical, logrando una excelente combinación de agricultura con acuacultura. Así por ejemplo, en
Indonesia es frecuente ver que en los campos inundados de arroz se siembran peces para
engordarlos por unos cuantos meses y después se venden para sembrarse en estanques definitivos.
La acuacultura llega a un refinamiento y eficiencia tal que en los mismos campos inundados de arroz
se cultiva un helecho acuático, Azolla spp, que tiene la propiedad de tener algas simbióticas
fijadoras de nitrógeno atmosférico con lo que enriquecen el suelo del arrozal y la calidad de medio
acuático. Sólo por la presencia de este helecho pueden explicarse los altos rendimientos sostenidos
de arroz en estas zonas (1-2 ton. por Ha) sin fertilizantes químicos.
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El reconocimiento de este hecho fue conocido por siglos, aun cuando no su interpretación científica
moderna, y quedó plasmado en un templo que existe en Vietnam dedicado a este pequeño helecho
acuático tropical que tanta importancia ha tenido para los pueblos de Asia tropical quienes, en ese
templo, rindieron el único tributo, conocido por nosotros, a un recurso biótico silvestre tropical.
PERSPECTIVA HACIA EL FUTURO DEL TRÓPICO
Para terminar este capítulo queremos dejar establecido que el futuro de México está muy ligado al
trópico. Se requerirá un esfuerzo extraordinario para retomar el camino que nos marcaron nuestros
antecesores y que a la luz de la ciencia moderna parece el más adecuado y lógico a seguir.
Las posibilidades están ahí, la silvicultura tropical con el enfoque de diversificación y manejo de
vegetación secundaria aunado a plantaciones con nuevas técnicas, es más que una posibilidad. Los
conocimientos básicos los tenemos en México, no necesitamos tecnología extranjera; lo que si se
requiere es confiar en nosotros mismos y aprender de nuestros errores con humildad. Reconocer en
donde nos hemos equivocado y plantear alternativas realistas.
La agricultura intensiva, diversificada, es también una realidad que requerirá mucha paciencia para
enseñar las nuevas o antiguas técnicas, a campesinos que no las conocen, y precisará también
algunos cambios en la administración, sistemas de créditos y comercialización para las nuevas
unidades de producción, sean granjas, ejidos o empresas.
La ganadería extensiva, debe dejar de serlo y convertirse, a la brevedad posible, en ganadería
estabulada o semiestabulada intensiva, y dejar libre terrenos para la reforestación masiva para el
futuro y para la agricultura extensiva que se requiera. Los suelos cuya capacidad se justifique,
deberán dedicarse a cultivos extensos de productos que requiera la economía nacional, como caña
de azúcar o alguna otra especie que lo amerite; la acuacultura debe convertirse en una realidad.
El hacer esto nos dará un trópico más productivo, diversificado, con más empleos, menos
dependiente de insumos importados, menos deterioro de nuestros ecosistemas naturales, más
ligado e identificado con nuestras culturas tradicionales y, por ende, más humano. El seguir
imponiendo sistemas destructivos, poco productivos, intensivos en capital y deshumanizados nos
alejará, cada vez más, de una solución racional a los problemas de todo México.
LA CONSERVACIÓN DE LOS RECURSOS BIOTICOS
Hemos dejado para este último capítulo la discusión sobre la conservación de los recursos bióticos
de México, como corolario de las reflexiones antes presentadas.
Entendemos por conservación, en su sentido amplio y moderno, aquella actividad que implica la
utilización racional y sostenida de los recursos naturales a largo plazo.
De hecho, todas las discusiones antes presentadas, tienen este objetivo conservacionista, que no
sólo es una actitud hacia la naturaleza, sino toda luna filosofía. Desgraciadamente muchas de las
tendencias desarrollistas no son conservacionistas y sólo ven el corto plazo y algunas veces el
mediano, pero el largo plazo, generalmente está ausente y eso cambia toda la visión.
Se ha presentado a la conservación como antagónica al desarrollo y esto ha causado mucho daño,
porque personas poco informadas se confunden, o lo que es peor, las confunden a propósito.
Desgraciadamente muchos factores que han estado incidiendo sobre México han hecho Tamar
decisiones equivocadas en lo que se refiere a nuestros recursos naturales y han provocado crisis,
como la que vivimos en la actualidad.
Quisiéramos resolver todos nuestros problemas con el uso de un solo recurso no renovables; el
petróleo, desatendiendo otras posibilidades nacionales como es agricultura, silvicultura, acuacultura,
o lo que es aún peor, se atendieron parcial y equivocadamente, aumentando la marginación
económica de muchos mexicanos y deteriorando nuestros recursos renovables.
Pero no deseo terminar este libro con una repetición de la crítica que se ha hecho en otros capítulos,
sino plantear ideas adicionales sobre acciones que deberían tomarse en cuenta hacia el futuro.
Un aspecto fundamental que se tendría que considerar, ineludiblemente, es el crecimiento de la
población. Las demandas de recursos siempre estarán en aumento, si aumenta la población.
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Dado que este problema será crucial tarde o temprano, es necesario crear una conciencia, en todos
los mexicanos, que nuestro país es ya un país densamente poblado. Si tomamos en cuenta el
número de habitantes en relación con la superficie de tierras laborables, la relación para México es
de 1/3 de hectárea laborable por habitante, lo cual es sólo ligeramente superior a la de Asia que
tiene 1/5 y que se considera una de las regiones más pobladas de la tierra y en donde en algunas de
ellas el hambre es una realidad cotidiana.
Se puede argumentar que su sistema económico, social y religioso, es un impedimento para mejorar
la situación. Sin embargo, la situación poro cambiaría. Un ejemplo notable, en este sentido, ha sido
China que también compite con India en población por tierra laborable, habiendo logrado un cambio
benéfico para las grandes mayorías hambrientas del pasado, no muy remoto, a costa de
restricciones que ha tenido que afrontar todo el pueblo chino. Entre otras ha sido su impresionante
freno al crecimiento poblacional. Esto ha permitido lograr una mayor estabilidad y usar sus recursos
naturales, técnicos y científicos, para planear mejor su desarrollo. En una forma distinta y por otros
mecanismos, países como Japón, Francia, la Unión Soviética, han logrado también una mayor
estabilidad poblacional.
México ha iniciado con bastante éxito, su política de planeación familiar, pero creemos que aún no
es suficiente y esto es de gran urgencia.
Para el año 2000 serán aproximadamente 130 millones de mexicanos a quienes nuestro país deberá
proveer de alimentos, medicinas, casa, etc., y las medidas para lograrlo deben empezar a tomarse
desde ahora.
Nuestros recursos bióticos deberán proveer las materias primas que requerirá el México futuro. Los
árboles que se requerirán en el año 2000 deberán empezar a plantarse de inmediato; no podemos
pensar que seguiremos importando papel y otros productos celulósicos, ni que otros países nos
darán la madera para construcción que necesitaremos, ya que las proyecciones son ellos también la
necesitarán y habrá un déficit mundial.
Además de las medidas para disminuir el crecimiento de nuestra población, debemos, a la mayor
brevedad, empezar a planificar, en serio, el uso de la tierra y los recursos naturales renovables.
Se deberán tomar grandes decisiones respecto a las prioridades nacionales de recursos bióticos y
estimular las prácticas que hagan un uso conservacionista de los mismos y eliminar las que los
pongan en peligro. Las decisiones del uso del suelo y sus recursos no pueden seguir quedando al
arbitrio de cada persona, sea o no, dueño de la tierra.}
Muchos países socialistas y no socialistas, tienen cierta planificación del uso del suelo, ya que es la
única forma en que puede asegurarse que no se cometan demasiados errores. Esto para México
tendrá implicaciones políticas porque atenta contra la pequeña propiedad ganadera y muchas de las
concesiones de desmontes y forestales. Sin embargo, no queda otro remedio; si una zona debe ser
forestal no debe haber influencia alguna que lo impida. Al igual, para zonas agrícolas, ganaderas,
urbanas, turísticas, industriales, etc.
Parte importantísima de esta planeación debe ser la inclusión del área de preservación, ecológica
que nos permitan conservar, para el futuro, la diversificación natural biológica de nuestro país.
Hasta el momento esto ha sido un esfuerzo de buenos deseos, que no ha tenido el respaldo
gubernamental que requiere, dada su importancia, incluso estratégica, hacia el futuro. El Sistema
Nacional de Parques Nacionales y Áreas Protegidas es ridículo, si consideramos la riqueza biótica del
país, y más ridículo aún resulta si analizamos el estado de preservación de este sistema.
Para empezar, las tierras protegidas deberían ser propiedad de la nación, sin embargo, la mayoría
no lo son. Lo único que asegura su protección es la buena voluntad de los dueños de los parques, de
sus vecinos, o lo que es incluso más interesante, la presión de la opinión pública como ha sido el
caso reciente del Desierto de los Leones. Sin embargo, por ignorancia, el cambio de tenencia
perjudicó al Parque ya que se le da un uso recreativo, lo cual lo pone también en gran peligro.
ÁREAS DE PROTECCIÓN A LA NATURALEZA
Parte importante de una política sensata de manejo conservacionista de los recursos naturales debe
ser el incluir zonas representativas de la diversidad biológica y ecológica del país, que estén
protegidas de actividades que las pongan en peligro.
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Estas zonas deben formar parte del patrimonio nacional y ser propiedad de la Nación y esta debe
tener la responsabilidad de su cuidado y protección.
Estas áreas protegidas nacionales tienen como principal objetivo servir de bancos biológicos para el
futuro. Como hemos visto en este libro, la investigación sobre los recursos bióticos silvestres está
aún muy retrasada, pero sabemos ya el potencial que estos recursos representan para la
humanidad.
Estamos conscientes que muchas de las especies que debemos proteger ya son usadas por culturas
tradicionales, pero que la investigación de esas culturas está por hacerse. Sabemos que estamos en
una carrera contra el tiempo y si esto no se hace con la seriedad y rapidez que se requiere, iremos
perdiendo opciones para el desarrollo futuro.
La erosión biológica, que es la pérdida de genes de nuestras poblaciones de plantas y animales, es
uno de los grandes peligros y riesgos que corre nuestra civilización.
Lo hemos aprendido bien, en relación a plantas cultivadas, hasta fechas recientes, pero aún no es
suficientemente entendida para plantas y animales silvestres. Es lógico que esto sea así, ya que la
mayor inversión en investigación está dedicada a las plantas y animales domésticos, de los que
depende la existencia de la mayor parte de las culturas actuales.
Esto explica la existencia de organismos multinacionales dedicados al arroz, trigo y maíz (IRRI y
CYMMYT) que han descubierto la importancia de la preservación de la diversidad biológica de estas
especies y sus parientes silvestres.
En el Instituto Internacional del Arroz en Filipinas (IRRI) tienen un banco de germoplasma de
variedades de arroz provenientes de diversas partes del mundo. Según Swaminathan se tienen en
este banco actualmente 65,000 cultivos de los 120,000 que se cree existen en el mundo. Un
ejemplo notable que relata este autor, es que en el noroeste de los Himalayas, las variedades
locales son resistentes a un ortóptero, cuyo combate con insecticidas es muy difícil por su capacidad
de desarrollar resistencia a los mismos, y las razas de esa zona resistentes no solo a esa plaga sino
a otras más y gracias al banco de germoplasma en Filipinas, se pueden usar esas variedades locales
para mejorar otras. Ejemplos como este abundan en la bibliografía sobre estos cultivos básicos.
Sin embargo, conforme nos vamos alejando de ellos, vamos encontrando menos información, y
desde luego, menos acciones para conservar estos bancos de germoplasma. Un ejemplo notable es
la casava, conocida en México como yuca, que representa un cultivo básico para muchos países; y
sin embargo, poco se ha hecho para tener un banco de germoplasma de sus variedades y especies
cercanas silvestres.
Este último ejemplo nos puede servir para ilustrar la importancia de un sistema nacional de áreas
protegidas. Muchos de los parientes silvestres de la casava son mexicanos y se les encuentre en
distintos ecosistemas naturales del país por lo que si protegemos dichos ecosistemas, seguramente
protegeremos algunos de esos parientes silvestres de yuca en su estado natural. Evidentemente,
que cuanto mayor sea la diversidad ecológica que protejamos, será mayor el número de especies o
biotipos que conservaremos.
Otro ejemplo importante y distinto de la importancia de la conservación de ecosistemas nos lo dan
los parientes silvestres del maíz, Zea mexicana, Zea perennis, Zea diploperennis, que se han
descubierto en varias partes de México. Para conservar este banco de germoplasma será necesario
proteger y mantener las prácticas antiguas de cultivo de maíz que permiten la coexistencia de los
maíces silvestres. Así también será necesario proteger las zonas en donde existen esto agrosistemas
antiguos y evitar con ello su destrucción. Al mismo tiempo, se deberán conservar y reproducir estas
especies en jardines botánicos para asegurar su conservación.
El uso del término banco es muy apropiado, ya que efectivamente, en el guardamos reservas para
alguna eventualidad en el futuro. Cuando más guardemos, mejor estaremos en el futuro. Debemos
vivir de los réditos y no del capital; si nos lo gastamos estaremos con las manos vacías y las futuras
generaciones nos lo reprocharán.
El sólo uso de las áreas protegidas para estos fines las justifica plenamente, sin embargo, tienen
otros empleos de comparable importancia, como puede ser protección del suelo y agua contra la
erosión, papel que pueden jugar en el ciclo hidrológico local y zonas de valor estético y recreativo.
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Una función importantísima de estas zonas es la de proveer a la investigación biológica y ecológica
de regiones para estudiar a los organismos en su medio natural, y de esta información derivar bases
para el manejo de recursos naturales en otras áreas.
Al mismo tiempo, estas áreas pueden proveernos de material biológico para mejorar otros recursos
y aprender para el manejo de los mismos o sencillamente, darnos material de propagación de
nuevos recursos bióticos.
Existen muchos nombres en México para referirse a estas áreas protegidas, que se han ido
acumulando a través del tiempo y reflejan la imprecisión y falta de entendimiento del papel que
deben jugar dentro de nuestra sociedad. Entre los nombres más conocidos están: Parques
Nacionales, Reservas de la Biosfera, Parques Naturales, Reservas Faunísticas, áreas de Protección
Forestal, Santuarios, Reservas Ecológicas, Parques Ecológicos, Estaciones de Biología, etc.
Dada la imprecisión de las definiciones disponibles para cada uno de estos términos, me referiré
solamente a cuatro de ellos.
PARQUES NACIONALES
Esta es la categoría mejor conocida de área protegida. De acuerdo con la Comisión de Parques y
Áreas Protegidas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y sus Recursos
(UICN) los parques nacionales deben ser áreas protegidas propiedad de la nación. Si nosotros
aplicamos al pié de la letra esto nos encontramos con que en México no tenemos prácticamente
ningún Parque Nacional, sencillamente por el hecho de que no son propiedad de la Nación. Si a esto
añadimos la falta de protección de los mismos y la obvia incorrección de varios de ellos, como es el
caso del de Coyoacán -que podrá ser todo menos un Parque Nacional- tendremos que admitir que es
urgente una revisión a fondo, de lo que queremos que sea nuestro Sistema de Parques Nacionales.
Sin duda alguna, el inicio de nuestra política abierta en este sector, que se inicia en el gobierno del
Gral. Lázaro Cárdenas, fue bueno y hecho con muy buenas intenciones, pero desafortunadamente
no se hizo correctamente y posteriormente no hubo el deseo de corregirlo. Lo que sucedió
posteriormente fue que se crearon otros sistemas paralelos de áreas protegidas, que también
adolecieron de imprecisión en lo que respecta a la tenencia de la tierra. Seguramente este “tendón
de Aquiles” del país es también el causante de los problemas en nuestros Parque Nacionales;
desafortunadamente la demagogia con la que se ha manejado nuestra Reforma Agraria no ha
permitido una sana política del patrimonio nacional natural.
Quisiéramos ver hacia un futuro cercano, que las prioridades en tenencia de la tierra cambiaron y
que se diera una primerísimo prioridad a las tierras que deben ser reservadas y protegidas por su
valor para todos los mexicanos y que estas tierras deben quedar en propiedad de la Nación, tal
como lo expresa nuestra misma Constitución.
En la lista de Parques Nacionales de México, que sigue a continuación, nos encontramos, además,
con la notoria falta de este tipo de zonas para el trópico cálido-húmedo y para muchas otras zonas
ecológicas del país.
Por lo anterior, resulta claro que los Parques Nacionales no juegan el importantísimo papel que les
corresponde en la conservación de nuestros recursos bióticos, y por ello, será necesario hacer
grandes cambios a la política en este sector.
RESERVAS DE BIOSFERA
Ante la preocupación internacional por la conservación del patrimonio biológico de la humanidad, la
UNESCO, por medio de su programa internacional El Hombre y la Biosfera (MAB), concibió la idea de
una red mundial de áreas representativas de la diversidad biológica de la Tierra en donde se
incluyera no sólo las zonas en donde la naturaleza estuviera bien preservada en sus condiciones
naturales, sino también zonas vecinas bien manejadas por el hombre que sirvieran de base para la
investigación científica y programas de desarrollo experimental. Este concepto de unidad de
conservación ecológica tuvo amplia aceptación, precisamente por su novedad de incluir al hombre y
el desarrollo.
Cada país escoge zonas ecológicas representativas del mismo y las pone a consideración de la
UNESCO para su aprobación y consiguiente inclusión en la Red Internacional México tomó un papel
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bastante activo en este Programa y propuso tres Reservas: Desierto de Mapimí, Sierra de la Michilía
y Montes Azules. Las dos primeras en el estado de Durango, que representan ecosistemas de zonas
áridas y de bosque de zonas semiáridas (pino-encino), respectivamente; y la tercera, en la Selva
Lacandona, en el Estado de Chiapas, representando, principalmente, a las selvas altas perennifolias.
Las reservas de Durango han funcionado razonablemente bien gracias a la participación activa y
permanente del Instituto de Ecología y al apoyo recibido tanto por las autoridades locales como de
las federales. En cambio la de Montes Azules, hasta la fecha no ha funcionado y existen problemas
de tenencia de la tierra, que tendrán que resolverse para poder tener realmente una reserva de la
biosfera que verdaderamente funcione.
Para México esta última zona es de vital importancia ya que es la última región importante con estos
ecosistemas tropicales y por lo mismo, ofrece oportunidades únicas para colaborar en el desarrollo
conservacionista de toda la zona lacandona.
ESTACIONES BIOLÓGICAS
En México, este concepto de unidad de conservación ecológica nació en el Jardín Botánico del
Instituto de Biología de la UNAM, como una necesidad para la investigación científica en el trópico.
La idea básica es la de tener un centro de investigación ligado a una reserva natural, que permita
investigaciones a largo plazo.
En la actualidad existen tres estaciones de este tipo. Las primeras fueron la Estación de Biología
Tropical “Los Tuxtlas”, en Veracruz, y la Estación de Experimentación e Investigación de Chamelia,
en Jalisco, que pertenecen al Instituto de Biología de la UNAM y la tercera y última en crearse es la
Estación de Investigación de Recursos Bióticos de la Mancha, Veracruz, que pertenece al Instituto
Nacional de Investigaciones sobre Recursos Bióticos (INIREB).
Las dos primeras han hecho una labor notable en la investigación básica en biología tropical y son
ejemplos a seguir; y la tercera, es una estación más reciente, con el objetivo de estudiar tanto
aspectos básicos como aplicados y del desarrollo. Las tres tienen un área anexa bien preservada y
facilidades para llevar a cabo, en el lugar, investigaciones científicas.
Me parece que este tipo de iniciativas institucionales deberían ser ampliamente respaldadas en lo
económico y en lo político, ya que abre un amplio margen para que instituciones públicas o
privadas, contribuyan a la preservación del patrimonio biótico de México y as u investigación.
RESERVAS ECOLÓGICAS
Dentro de este rubro se incluyen a todas aquellas reservas que m con la misma filosofía de las
Reservas de la Biosfera de la UNESCO, se puedan establecer en el país dentro de un marco nacional
y no internacional.
La parte importante de este tipo de unidades es la inclusión del hombre y sus actividades dentro del
desarrollo conservacionista de carácter experimental.
El resto de los nombres usados para áreas protegidas pueden caer en una de estas cuatro
categorías. De hecho lo importante no es el nombre, sino que cumplan la función que les
corresponde.
JARDINES BOTÁNICOS Y PARQUES ZOOLÓGICOS
Además de las áreas protegidas existen otro tipo de organizaciones para introducir, proteger
estudiar, domesticar, propagar o reproducir especies raras o en peligro de extinción o para
propagar, reproducir, estudiar y exhibir plantas o animales de interés para el hombre.
Estas instituciones son de muy diversos tipos; pueden ser centros de experimentación, de
introducción de plantas o animales, institutos de investigación, universidades, etc. sin embargo, las
instituciones cuyos principales objetivos son los mencionados anteriormente, son los jardines
botánicos y los parques zoológicos.
91
Aun cuando estas instituciones han tenido una fuerte tendencia a dedicarse a la educación y
divulgación, su papel fundamental ha sido el de ser centros de investigación y experimentación
sobre cultivos y cría de plantas o animales, de interés para el hombre.
En el mundo existen miles de estas instituciones, en su mayoría cumpliendo estos objetivos. Estas
instituciones cumplen la función de intercambio de semillas y propágulos en el mundo entero, en el
caso de los jardines botánicos o de intercambio de animales en el de los zoológicos. No es raro el
caso de que cultivos de gran importancia económica hayan sido introducidas a un país
primeramente a través de un jardín botánico; tal sucedió con el hule de Brasil al Asia tropical por
medio de los jardines botánicos de Kew en Gran Bretaña, o de la palma de aceite africana al Asia
por los jardines botánicos de Java.
En México existe una larga tradición para este tipo de instituciones que se remonta hasta la época
prehispánica. Los antiguos mexicanos tenían jardines especiales en donde cultivaban especies útiles
procedentes de diversas zonas; fueron notables los de Texcoco, Chapultepec y Oaxtepec.
En la actualidad son pocas las instituciones de este tipo que existen en México y que cumplan
adecuadamente sus funciones. De los jardines botánicos sólo son dos los que funcionan
normalmente el Jardín Botánico de la UNAM y el Jardín Botánico Francisco Javier Clavijero del
INIREB en Xalapa. Afortunadamente existen muchos jardines botánicos nuevos en formación, que
esperamos puedan llegar a tener un funcionamiento aceptable. Existen otros que tuvieron un
excelente inicio pero que por diversas razones se han abandonado; tal es el caso del Jardín Botánico
de Tuxtla Gutiérrez, en Chiapas; y el de la Universidad Agraria Antonio Narro, en Saltillo, Coahuila.
En relación a los zoológicos sólo existe uno que puede ser considerado como completo: el Zoológico
de Tuxtla Gutiérrez, que bajo la dirección del notable zoólogo Prof. Miguel Álvarez del Toro, ha
logrado tener una institución con funciones de investigación, reproducción en cautiverio de especies
mexicanas en peligro de extinción, así como funciones de educación, divulgación y canje con otros
zoológicos de México.
El otro zoológico importante es el de Chapultepec, que desafortunadamente tiene instalaciones
inadecuadas, y no ha cumplido totalmente sus funciones, por la presión del público y restricciones a
la investigación, dentro del esquema burocrático que le impone el Departamento del Distrito
Federal, a donde está adscrito.
Existen otros muchos zoológicos en el país que cumplen sólo las funciones de divulgación y recreo
(iguales a las de un parque común) que son de gran importancia, pero no las más importantes en
un país como el nuestro urgentemente necesitado de investigación científica y técnica en su fauna
silvestre.
Por otro lado un zoológico mal planeado y no bien cuidado, es un espectáculo que poco ayuda a una
divulgación adecuada de amor y respeto por los animales salvajes.
MUSEOS DE HISTORIA NATURAL
En general, los museos ofrecen una posibilidad extraordinaria para la divulgación y educación del
público deseoso de adquirir cultura. México bien puede enorgullecerse por los nuestros, en todos los
campos de las artes y ciencias.
En el caso de los Museos de Historia Natural la situación no ha sido del todo halagadora. Nuestro
gran inicio se hizo a principios de este siglo gracias a la tenacidad y capacidad del eminente
mexicano Don Alfonso L. Herrera, que formó nuestro primer Museo de Historia Natural de categoría
internacional; el Museo del Chopo.
Después de este brillante inicio el Museo sufrió una serie de cambios institucionales que fueron
perjudicando sus instalaciones, colecciones, y por tanto, su prestigio. Ese museo murió en las
manos de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien se comprometió a formar uno nuevo,
digno del prestigio de nuestra máxima casa de estudios y del país.
El único Museo de Historia Natural que actualmente funciona, es el localizado en el Nuevo Bosque de
Chapultepec y pertenece al Departamento del Distrito Federal. Su función educativa y de divulgación
la cumple muy bien; sin embargo, la falta de investigación integrada al mismo le resta dinamismo.
También pienso que su adscripción al Departamento del Distrito Federal no es lo más adecuado. Lo
que sí necesita es un apoyo económico sustancial para modernizar sus instalaciones y exhibiciones.
92
En Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, existe un pequeño Museo de Historia Natural dedicado a Chiapas, que
es un ejemplo de los que se puede hacer con pocos recursos e imaginación. Sin duda, este museo
requiere mayor apoyo para cumplir cabalmente sus funciones de educación, divulgación e
investigación.
ALGUNAS REFLEXIONES FINALES
Nuestro bienestar está dado por una serie de factores que deben reflejar las necesidades básicas,
intereses y aspiraciones para tener una buena calidad de la vida.
La calidad de la vida es un concepto difícil y varía de una persona a otra y de una cultura a otra; sin
embargo hay componentes esenciales que todos reconocemos: alimentación Suficiente, vestido,
casa, medicinas, educación y cultura. La base material para obtener estos satisfactores nos dan los
recursos de la naturaleza y de ellos los recursos bióticos son de fundamental importancia.
Esto no debe extrañarnos, somos parte de la naturaleza viviente y no podemos prescindir de ella.
Somos una especie más entre millones que han existido y existen en nuestro planeta. Nuestras
funciones vitales son las mismas que las de cualquier otro organismo, al igual que ellos, precisamos
de los recursos naturales para seguir viviendo.
Nuestra inteligencia, carácter que nos ha dado cierta capacidad de dominancia en la tierra, a veces
nos hace olvidar nuestro origen y ligas materiales, poniendo en peligro la existencia misma, al igual
que la de muchas otras especies. Olvidamos lo importante por lo cotidiano y en esta actitud pasar
por alto lo trascendente por lo intrascendente.
En México nos está pasando esto en relación a nuestros recursos naturales. Por resolver problemas
urgentes hemos olvidado de hacerlo con los importantes y eso nos está revirtiendo. Son demasiadas
las zonas erosionadas y empobrecidas; son muchos los ríos y lagunas inutilizados; el fantasma del
hambre campea ya en muchas zonas de nuestro país. No podemos darnos el lujo de seguir
destruyendo la base misma de nuestro bienestar. Fuimos excelentemente dotados por la naturaleza
y de la hemos vivido y seguiremos haciéndolo.
Los recursos bióticos de México nos pertenecen a todos y por ello debemos entender que el
cuidarlos es nuestra obligación y el exigir que se cuiden, un derecho.
Para terminar sólo deseo hacer notar la importancia que tiene para nuestro país la investigación
científica de los recursos naturales. Sólo ella nos podrá dar la información que requerimos. El tener
los recursos, no nos asegura su buen uso, ni siquiera el conservarlos nos lo asegura; es la
investigación el único camino para avanzar. El bienestar que ahora goza una buena parte de la
humanidad ha sido gracias a esta actividad única de la especie humana, que la diferencia de todas
las demás especies.
De la investigación científica de nuestros recursos bióticos es de donde saldrán los nuevos
alimentos, nuevos controles biológicos de plagas, nuevas medicinas, nuevos insumos industriales
de origen biológico. Este es nuestro reto.
93
PROBLEMÁTICA DE LA POBLACIÓN MUNDIAL
Eva Fabián Ceniceros
EVOLUCIÓN Y ESTRUCTURA DE LA POBLACIÓN MUNDIAL
Los diversos pueblos distribuidos sobre la superficie terrestre presentan entre sí caracteres de
semejanza y deferencias de conformación que han permitido clasificarlos en cierto número de
grupos, a los cuales se les ha dado el nombre de razas (aspecto biológico).
Respecto al origen de las diversas razas se ha especulado mucho, pero aún no se tiene una
explicación concluyente. Sin embargo, la antropología las clasifica en:
•
Raza blanca o caucasoide (se piensa que se originó en el cáucaso al norte de Europa) que tiene
las características siguientes: ángulo facial de 85° aproximadamente, cara oval, frente alta y
espaciosa, cráneo ovoide, nariz más o menos aguileña, dientes perpendiculares al maxilar, ojos
horizontales, piel blanca o sonrosada; comprende actualmente a los pueblos más civilizados
(nórdicos, mediterráneos, alpinos e indoarmenios).
•
Raza amarilla o mongoloide (originaria de Asia) que se distingue por su ángulo facial de 75° a
80° aproximadamente, cara ancha y aplastada, pómulos salientes, nariz aplastada, fosas nasales
muy abiertas, ojos rasgados y oblicuos, cabellos espesos y negros y piel aceitunada; se
encuentran dentro de este grupo los subgrupos mongólico, indonesio, esquimal y amerindio.
Este último se distingue por su cara ancha, pómulos salientes, menor que el mongoloide, ojos
grandes y oblicuos, cabellos negros y lacios y piel cobriza.
•
Raza negra o africana (originaria de África) que tiene un ángulo facial de 70° a 77°, rostro
alargado y estrecho, con la parte superior deprimida, diente oblicuos hacia adelante y más
largos que en los otros grupos, nariz ancha y aplastada, labios gruesos, boca grande y cabello
grueso y lanudo.
Como se afirmó al principio todos los grupos tienen rasgos de semejanza y de diferencia, por lo cual
algunos antropólogos no aceptan el origen único de razas puras y que tampoco existen razas
superiores.
Entre los factores de diferenciación se encuentran:
•
La similitud y uniformidad que existen en las funciones de la vida orgánica, duración media de la
vida, época de la pubertad, etcétera.
•
Las diferencias que se atribuyen al medio geográfico (clima, relieve, etcétera), hábitos, régimen
alimenticio, emigración, medio social, talla, tipo orgánico y fisiológico, fuerza muscular, vitalidad
y mortalidad.
Los grupos raciales difieren entre sí en diversos aspectos, tales como color de su piel, cabello, forma
del cráneo, cara, ojos, nariz y boca y proporciones del cuerpo; sin embargo, considerados en su
estructura total, se observa que se asemejan mucho entre sí; la conclusión a la que se llega es que
todos tienen un mismo origen: son homo sapiens, es decir, del género homo y de la especie
sapiens. Además por la antigüedad de la humanidad no existen razas puras, por lo cual las actuales
son consecuencia de un largo proceso mestizaje a lo largo de la historia humana.
Los tipos raciales son:
•
•
94
Blanco o caucasoide, cuyos grupos representativos son nórdicos, alpinos, eslavos,
mediterráneos, indios, camitas y semitas. Por condiciones externas, su piel tiene diferencias de
pigmentación. Dentro de este grupo distinguimos cuatro subgrupos.
-
Europeos (piel clara): nórdicos, eslavos, latinos, georgianos y armenios.
-
Asiáticos (piel oscura): indios, uranios uránicos y aínos.
-
Africanos (piel oscura): bereberes, nilóticos, semitas (árabes y judíos) y camitas (etilopes y
somalíes).
-
Oceánicos: polinesios, micronesios y maoríes.
Amarillo o mongólico, con grupos representativos como mongol, esquimal, malayo y amerindio.
Al igual que en el grupo anterior encontramos:
•
-
Europeos: lapones y fineses.
-
Asiáticos: paleosiberianos, tibetanos, indonesios, malayos, centroasiáticos (turcos, tártaros,
uroaltaicos), chinos, japoneses, coreanos, indochinos, birmanos y tailandeses.
-
Americanos: esquimales, amerindios, dakotas, aleutianos, sonoras, californianos, pueblos
andinos, amazónicos, pampeanos, patagónicos y fueguinos.
Negra o negroide, cuyos representativos son negros nilóticos, pigmeos, melanesios y negritos.
Dentro de este grupo encontramos:
-
Negros primitivos: australianos, tasmanes.
-
Oceánicos: neocaledonios, papúes y melanesios.
-
Asiáticos: veddas.
-
Africanos: bosquimanos, hotentotes, pigmeos, sudaneses, nilóticos, cafres y bantúes.
Blanco o caucasoide:
•
Norte y este de Europa: alemán, holandés, sueco, noruego, inglés, belga y francés.
•
Centro de Europa: austriaco, francés, italiano, y suizo.
•
Este y sureste de Europa: ruso, polaco, checo, eslovaco, búlgaro y yugoslavo.
•
Sur de Europa: portugués, griego, albanés.
•
Sur y sureste de Asia: indio, afgano, persa.
•
Sureste de Asia y norte de África: árabe y judío.
Amarillo o mongoloide:
•
Centro y este de Asia: mongol, chino, coreano, tibetano, ruso, siberiano.
•
Sureste de Asia: birmano, indonesio, malgache, malayo, siamés y anamita.
•
América: amerindio, indígenas de todo el continente americano.
Negro o negroide:
•
Centro y sur de África: sudanés, bantú, bosquimano, hotentote y cafre.
•
Sur de Asia e islas de Malasia: malasio, papúa, australiano, dravidiano (veddas).
•
África Ecuatorial e islas Filipinas: pigmeo y delta de Filipinas.
95
96
MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO EN MÉXICO
Enrique Leff
(Coordinador)
El caso de la Laguna de Términos
La laguna de Términos (la más extensa del país si se toman en consideración las lagunas tributarias
directamente conectadas a ella) posee 2,500 kilómetros cuadrados de aguas abiertas. Se encuentra
situada en el sureste de la República mexicana, en el Golfo de México, Lat W 91° 15’ -92|°00? Y
long. N18°15’-19°00’. El clima es tropical húmedo de tipo Amw con regímenes de nortes en invierno
y turbonadas en verano. La laguna es somera: cuatro metros de profundidad en promedio, excepto
en las dos bocas de comunicación al mar, en las que la profundidad es de 10 metros o más. La
corriente que entra del Golfo de México a la laguna por la boca de Puerto Real va de este a oeste y
sale por la boca del Carmen. Los ríos tributarios son numerosos, con aportes de carácter estacional.
La sanidad fluctúa entre 18% y 38%, y en general, al sueste de la Isla del Carmen se presentan los
ambientes más marinos de la laguna.
La aglomeración urbana más importante de la zona es Ciudad del Carmen (100,000 habitantes en
1985), cabecera municipal, base naval y puerto de altura y cabotaje, ubicada al oeste de la Isla del
Carmen. Las actividades principales de la ciudad se encuentran ligadas a la pesca y a la explotación
petrolera. Posee varios astilleros (para construcción y reparación de la flota) y numerosas
congeladoras yempacadoras de camarón. La explotación maderera ha sido una actividad muy
importante incluso antes del auge camaronero y petrolero.
Existen otras poblaciones alrededor de la laguna: Isla Aguada (3000 habitantes), Atasta y Palizada
donde se combinan actividades agrícolas y pesqueras.
La laguna es un área muy diversificada en hábitat naturales de aguas someras que incluyen áreas
de manglar, de pastos marinos, y bancos de ostión y almeja.
Todos estos habitat proporcionan una alta productividad biológica que ha sido la base de las ricas
pesquerías que tradicionalmente se han practicado en la laguna o en su zona de influencia (Sonda
de Campeche) y que incluyen moluscos (ostión y almeja, crustáceos (sobre todo el camarón pero
también cangrejos y jaibas), y una gran variedad de peces comestibles (robalo, pargo, mero,
mojarra, corvina y tiburón).
La laguna no presenta aún niveles de contaminación que afecten a sus poblaciones naturales. El
desarrollo histórico de toda esa zona de la Sonda de Campeche, en la que se encuentra incluida la
Laguna de Términos, había sido pesquero por vocación. Recientemente, el descubrimiento y
explotación de los yacimientos de petróleo de la Sonda de Campeche han provocado profundos
cambios en toda la región, con implicaciones indirectas patentes en el intenso desarrollo urbano que
ha provocado en Ciudad del Carmen. De no tomarse medidas preventivas necesarias, estas
actividades afectarán negativamente la dinámica ecológica de la laguna, así como el potencial de sus
recursos naturales.
UTILIZACIÓN ACTUAL DE SUS RECURSOS RENOVABLES
El camarón
En Ciudad del Carmen se encuentra basada la flota camaronera más importante del país, con
registros de embarque que se remontan a 1947. El camarón (blanco, rosado, café) constituye la
principal fuente por concepto de pesca en la zona. El camarón se comercializa tanto en el Sureste,
como en la ciudad de México y también se exporta a los Estados Unidos y, en menor medida, a
Japón. En 1984, el total de las exportaciones por concepto del camarón en México ascendió a 401
millones de dólares, clasificándose como la quinta exportación en importancia para el país.
Esta pesquería, a veces considerada de media altura por las distancias de la costa a las que en
ocasiones se pesca, se encuentra íntimamente ligada a la laguna, ya que estos organismos pasan
una quinta parte de su vida en las lagunas durante sus estadios juveniles.
Las estadísticas pesqueras indican que para 1981 la captura del camarón en el estado de Campeche
(Ciudad del Carmen siendo, por mucho, el centro más importante) fue de 8,270 toneladas y aportó
906’784,000 de pesos. Desde entonces, el incremento de los precios al consumidor ha sido
97
dramático. Esto, aunado al deslizamiento de la moneda mexicana, ha hecho de gran incentivo la
exportación del producto.
El precio del camarón alcanzó entre 10 y 12 dólares por kilo, en junio de 1985, en los centros de
reparto del Distrito Federal, y se llegó a cotizar hasta en 16 dólares en los supermercados de la
capital.
El camarón mexicano, en el mercado Fulton de Nueva Cork, varió de 6.25 dólares (categoría U-10)
para el camarón blanco y de 5.15 dólares (categoría 26-30) a 9.55 dólares (categoría U-10) para el
camarón café (precios de junio 1985).
El ostión
Los bancos ostioneros (Crassostrea virginica) de Laguna de Términos se encuentran localizados
sobre todo en las lagunas tributarias y en el complejo Atsta.Pom. Éstos han sido objeto de
explotación desde tiempos remotos; sus conchas han sido utilizadas como material de construcción
desde antes de la conquista española (ruinas alrededor de Huarixé en Isla del Carmen). La
pesquería ha sido hasta ahora fundamentalmente de consumo regional, pero dado que la demanda a
nivel nacional va en aumento y que no se va a poder cubrir a corto plazo, es una pesquería que
ofrece amplias posibilidades de expansión, sobre todo en cultivo.
La cooperativa de “Los Tamarindos” es la única concesionaria para la captura del ostión, a razón de
tres rejillas de ostión al día por socio cooperativista. Estas cuotas no son respetadas y el excedente
se vende directamente a mercados o restaurantes de la ciudad.
El precio del ostión en junio de 1985 (datos de la Oficina de Pesca en el Distrito Federal, de la
Secretaría de Pesca) varió de 10.40 a 12.50 dólares (sin concha) en los centros de reparto del
Distrito Federal. Su predio al consumidor fue de 300 a 360 pesos en frasco chico (30 piezas) en los
supermercados de la capital (la tasa de cambio era entonces de 240.70 pesos por dólar). Los precios
98
de mayoreo en Estados Unidos variaron de 33 a 36 dólares por galón sin concha, en el mismo
período.
La producción de ostión para el estado de Campeche era, de 1968 a 1978, de 1,731 toneladas
anuales en promedio, en tanto que para el mismo periodo, tabasco producía 9,19 toneladas en
promedio y Veracruz, 20,652.26 estos datos indican que la pesquería del ostión es secundaria en el
área de Ciudad del Carmen, y no ha alcanzado, ni remotamente, los niveles de producción del
estado de Veracruz.
a. La almeja
Se localiza en las lagunas adyacentes y tributarias de la Laguna de Términos, principalmente en el
complejo Atasta-Pom, en menores cantidades en las lagunas de Atasta, del Este, Balchacah,
Palizada, Chacahito y Panlau. Son varias especies de almejas comestibles asociadas (Rangia
cuneata, Rancia flexuosa y Polymesoda coraliana). Al igual que el ostión, la almeja es un organismo
filtrador que se desarrolla en aguas salobres y no tolera salinidades por encima de un 19%. Su
explotación tradicional y de tipo artesanal se encuentra hoy amenazada.
b. Los peces
Existe una enorme variedad de peces que se captura en la Laguna de Términos o frente a ella, en la
Sonda de Campeche. En Términos globales, los peces de grupos específicos constituyen la segunda
pesquería del sur del Golfo de México; entre éstos se pueden nombrar, por su mayor valor
comercial, los meros, corvinas, chernas, pargos huachinangos, robalos, cazones, pámpanos y
tiburones (cuya utilización es total: dientes, piel, carne, aleta)
Los ingresos generados por concepto de estas pesquerías y los volúmenes de captura se pueden
observar en la tabla 1; corresponden a los años entre 1977 y 1982 la captura se destina al consumo
local y a la ciudad de México, sobre todo.
La captura por unidad de esfuerzo en la zona se ha calculado, en promedio, de 53 kg/h con amplias
variaciones durante el año (incluye camarón y fauna acompañante).
Los estudios realizados indican que no se han alcanzado aún niveles de sobre-explotación.
c. Otras especies comestibles
Son pesquerías menores, sobre todo de cangrejos y jaibas (Callinectes sapidus), muy apreciados en
los restaurantes locales y generalmente restringidos al consumo local, de tal manera que la
evaluación de captura real se dificulta mucho. Su área de localización y pesca en la laguna se
encuentra asociada a las áreas de vegetación sumergida, en particular, al noroeste de la laguna. Los
langostinos o acamayas (Macrobrachium) se capturan en ríos tributarios de la laguna. También se
captura caracol (Melongena, Strombus spp. Y Fasciolaria gigantea).
d. Acuicultura
La Laguna de Términos ofrece posibilidad de desarrollo de especies comerciales en cultivo, en
especial moluscos (almeja y ostión) aunque también peces. Esta actividad, como ya se menciono
más arriba, reservada a las cooperativas, se encuentra en fase muy primitiva. Se limita a la
resiembra de ostiones prevista por la ley para quien pesca ostión (desgraciadamente, se pasa por
alto esta obligación en muchas ocasiones) y a cultivos experimentales hechos por la Secretaría de
Pesca y el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM. Se incluyen ahí moluscos y peces.
Hay que mencionar también el importante criadero de caimanes “El Fénix”
EXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS NO RENOVABLES Y DESARROLLO URBANO
La extracción de arena, grava y concherío para construcción es de tipo local y no afecta aún al
ecosistema en forma perceptible. En cambio, la explotación petrolera de los pozos localizados frente
a la Laguna de Términos sí ha tenido impacto sobre ésta aunque, hasta ahora, de manera indirecta,
99
reflejándose, en particular, en el intenso desarrollo urbano, las construcciones con fines de
comunicación que por lo mismo se han hecho necesarias, y los desechos de tipo doméstico se han
ido en aumento. Las construcciones que mayor impacto han tenido sobre el medio son dos: 1) La
construcción del canal que une al mar con Ciudad PEMEX a través de la Laguna de Pom (Figura 2),
que ha eliminado gran parte de la almeja que ahí se explotaba; y 2) el Puente de la Unidad,
inaugurado en 1983, que une a Isla del Carmen con Isla Aguada y cuyo impacto aún no se conoce
pero estará derivado del freno a la corriente que impone a las aguas del Golfo de México en la
entrada de la boca de Puerto Real.
OTROS USOS
Las lagunas costeras son áreas de protección reconocidas de muchas especies, en particular en sus
fases larvarias y juveniles, y la Laguna de Términos no es una excepción. Los estudios realizados en
ella indican que sirven de área de crianza para el camarón (Pennaeus aztecas, P. duorum y P.
setiferus) y para diversos peces de la plataforma continental adyacente.
En la laguna encuentran también refugio los manatíes (Trichechus manatus), mamíferos marinos en
peligro de extinción, y cuya veda permanente está en vigor. De éstos se utilizaba la carne, la piel,
los huesos y se extraía aceite. También se encuentran caimanes, aunque por los usos recreativos de
la laguna se prefiere tenerlos en cautiverio y cultivo. Asimismo, periódicamente se encuentran
grandes cantidades de “cacerolitas de mar” (Limulus polyphemus) que ya en Estados Unidos
consideran preservar por los usos recientes que se les da en investigación.
Se ha desarrollado mucho el transporte marítimo a través de la Laguna de Términos, ya que Ciudad
del Carmen, la concentración urbana de mayor importancia, se encuentra en una isla.
Las actividades ligadas a la extracción de hidrocarburos han provocado incremento en el transporte,
en especial del mar a Ciudad PEMEX. El impacto de esta modalidad de uso se traduce principalmente
en niveles de mezcla a acrecentados en el agua que por lo somero afectan, de algún modo, a la
productividad lagunar (quizás acrecentándola) y potencialmente en derramamientos accidentales.
Por otro lado, es muy reducido el turismo y las actividades de recreación asociadas a los deportes
acuáticos que se practican en Laguna de Términos. La laguna en sí es muy bella y existen algunas
playas de indudable valor estético (Bajamitos, El Playón). Sin embargo, el interés fundamental de la
ciudad ha sido el de desarrollar, prioritariamente, la industria camaronera y petrolera, por lo cual no
se da auge a las posibilidades de desarrollar, prioritariamente, la industria camaronera y petrolera,
por lo cual no se da auge a las posibilidades de desarrollo turístico. Como actividades recreativas,
se practica el esquí acuático, sobre todo en los esteros, y la pesca deportiva, capturándose (para
efectos de torneos), sobre todo el sábado (Tarpón atlanticus) por ser de gran tamaño. Éste es más
frecuente cerca de las desembocaduras de los ríos. También son objeto de captura la barracuda y el
robalo blanco.
Los desechos domésticos de Ciudad del Carmen son vertidos directamente a las aguas circundantes,
no existiendo siquiera drenaje. De igual manera se tratan los desechos industriales derivados
principalmente de las plantas de tratamiento de camarón y pescado.
Sin embargo, en virtud de las características de las corrientes principales dentro de la laguna (de
este a oeste) y de la posición de Ciudad del Carmen, todos los desechos salen casi de inmediato al
mar, por lo que no contaminan la laguna. Los desechos derivados de las actividades agrícolas llegan
a la laguna acarreados por los ríos y pasando por las lagunas tributarias. Si bien ya hay niveles
detectables de estos productos, como el DDT y el Dieldrin, sus niveles son aún bajos: se han
detectado, en ostiones, valores de 11 ppb de DDT y de 0.03 ppb. De Dieldrin que no amenazan aún
la salud humana. Esto se debe, probablemente en parte, a la poca sofisticación de la agricultura
circundante que propicia pocos niveles de desechos de este tipo a los ríos.
Por lo arriba expuesto sobre la situación actual y el desarrollo histórico del área, se puede deducir
que la problemática principal a la que se enfrenta la zona de la Laguna de Términos se encuentra
ligada a dos causas:
a) Conflicto de intereses en la explotación de sus recursos.
b) Fallas en la gestión actual y en el aprovechamiento racional de sus recursos renovables.
100
ALTERNATIVAS DE SOLUCIÓN
Conflicto de intereses en la explotación de sus recursos
El rico potencial de uso de los recursos renovables derivados de este ecosistema complejo y
diversificado, se enfrenta desde hace unos diez años a las presiones de desarrollo industrial
impuestas por la explotación de los ricos yacimientos petroleros del área. Esta disyuntiva constituye
la piedra angular de toda planeación en el manejo de la zona. Por otro, lado, tenemos las pesquisas
tradicionalmente explotadas, que requieren de la preservación ecológica de la laguna y áreas de
influencia, para asegurar que los rendimientos se mantengan o incrementen. Por el otro, tenemos la
“bendición” de la riqueza de los yacimientos petroleros del área que si bien son fuente de trabajo, de
divisas y de satisfactores básicos para parte de la población, han originado problemas de
contaminación directa o indirecta, y provocado cambios sociales, demasiado bruscos y desiguales.
De hecho, sólo cierta fracción de la población se ha visto directamente beneficiada (como
comerciantes y prestadores de servicios) por el auge petrolero. La mayoría, sin embargo, sufre por
la grave inflación que los “petroleros” han provocado en la zona. Es patente el resentimiento hacia
es nueva clase privilegiada de fuereños, que, además de afectar seriamente el antiguo ritmo de vida
en la ciudad, ha provocado aumento alarmante en la criminalidad y prostitución del área. PEMEX,
por su parte, ha hecho ciertos esfuerzos de servicio social en la zona como, por ejemplo, el
establecimiento de una gran tienda de autoservicio a precios populares, y el financiamiento de
investigaciones sobre la contaminación y los recursos de la zona. Sin embargo, entre la población no
directamente beneficiada por la explotación petrolera, y que constituye la mayoría, prevalece la
sensación de que la riqueza petrolera que les pertenece no les llega en forma alguna.
Aunque las presiones de desarrollo urbano e industrial se pueden enmarcar dentro del mismo
proceso que está acabando a pasos acelerados con los ecosistemas costeros del sureste del país (en
particular la zona de Coatzacoalcos), los desechos urbanos y el área creciente ocupada por los
asentamientos humanos no han afectado aún el equilibrio ecológico de la zona. Inclusive el derrame
del pozo petrolero Ixtoc, ocurrido frente a sus costas en junio de 1970, y calificado como el peor
accidente en la historia de la explotación petrolera (425,9000 toneladas de petróleo derramadas al
mar), no tuvo consecuencia sobre la productividad pesquera de la región. Esto, empero, fue debido
a la conjunción de diversas circunstancias, factores climáticos e hidrodinámicos fundamentalmente,
que se conjugaron favorablemente. De hecho, se siguen emprendiendo estudios para conocer el
impacto causado a largo plazo sobre la fauna del lugar, y se ha puesto de manifiesto la posibilidad
de que ocurra una tragedia ecológica en cualquier momento.
En cuanto a las presiones sobre el medio que origina el crecimiento de la población urbana, la
tecnología existente (plantas de tratamiento de aguas negra, por ejemplo) permite limitar su
impacto, pero hay que implementar las instalaciones necesarias.
Es tecnológicamente posible desarrollar ambas actividades provechosamente, siempre y cuando se
implante una política ambiental en la que las actividades industriales se desarrollen en armonía con
el medio ambiente natural y no en su contra, y en la que el desarrollo industrial no se base
únicamente en una explotación incrementada con el fin de obtener mayores ganancias a corto plazo,
a costa de destruir el medio.
Sería deseable, para implementar esta solución, incrementar el nivel de concientización tanto del
sector público como de ciertos grupos del sector privado poco acostumbrados a tomar en
consideración la preservación del eso-sistema en sus proyectos de inversión.
Existen ciertas señales que permiten un optimismo cauteloso en este sentido. Por ejemplo, el
proyecto de Puerto de Dos Bocas (Laguna de Mecoacán, Tabasco) de PEMEX, cuya primera etapa
prevé sustituir las funciones de abastecimiento que cumple actualmente Ciudad del Carmen a las
instalaciones de la Sonda de Campeche. Es evidente, desgraciadamente, que esta sustitución
afectará de manera adversa a la Laguna de Mecoacán.
FALLAS EN LA GESTIÓN ACTUAL Y EN EL APROVECHAMIENTO RACIONAL DE SUS
RECURSOS NATURALES
Además de las fallas ya comentadas en la sección anterior (incapacidad de las cooperativas para
explotar o cultivar racionalmente a las especies sobre las que tienen exclusividad y que son las más
atractivas comercialmente; desaprovechamiento de la fauna acompañante del camarón; falta de
acatamiento de las vedas) se pueden señalar las siguientes:
101
a) A pesar de estar prohibido por la ley, se practican arrastres dentro de la laguna con mallas de
luz pequeña, lo cual daña considerablemente el potencial de explotación futura al afectar a los
criaderos del producto no sólo del camarón sino también de los peces. El control sobre esa
práctica ilícita es actualmente imposible, dados los recursos limitados con que se cuenta y la
enorme extensión de la laguna.
b) La captura por unidad de esfuerzo del Camarón es baja en comparación con la que se registra en
embarcaciones estadounidenses (en 1874 éstos últimos obtuvieron el doble por unidad de
esfuerzo). Esto puede deberse, por un lado, a la menor sofisticación de las embarcaciones
mexicanas, y por otro, al fuerte aumento en el número de embarcaciones sin que el recurso lo
justifique, lo cual implica, mayor número de lances y de gastos para obtener los mismos
resultados. También contribuyen las cantidades no registradas de captura, lo cual nos lleva a
considerar un tercer factor:
c) La confiabilidad relativa de las estadísticas pesqueras disponibles. Desde luego, esa falla no es
exclusiva de México, sino que se da a nivel mundial. Ha sido una de las preocupaciones de los
estudiosos de las pesquerías, indicada en varios foros internacionales. La FAO, por ejemplo, en
la segunda y cuarta reuniones de la COPACO, señala la necesidad de que las estadísticas sobre
camarones, peces de fondo y capturas incidentales sean más completas y amplias y se
recomienda mejorar el contenido de las que producen, en general, los países miembros. Si se
llega a superar esta deficiencia se podrán aprovechar adecuadamente los datos obtenidos.
d)
Los estudios sobre las potencialidades de los recursos pesqueros de la zona (y del país) son
insuficientes. No sólo se debe cubrir esta deficiencia en lo relativo a las especies explotadas, sino
en lo que se refiere a las potencialidades de consumo de la fauna acompañante del camarón,
que parecen sumamente prometedoras. Éstas pueden contribuir, de manera apreciable, a cubrir
necesidades básicas de alimentación popular.
e) La comercialización de los productos pesqueros es deficiente. No sólo el consuma a nivel
nacional es muy bajo (6.5 kg/habitante/año), sino que la introducción de especies no
consumidas tradicionalmente presenta problemas de rechazo en la población. Esto se agrega al
problema de la marcada estacionalidad de la demanda (limitada a Cuaresma y Navidad). Es
notable, asimismo, que la propaganda que pretende impulsar el consumo de pescado se haga
exclusivamente durante la época de mayor demanda natural por le producto y no a lo largo del
año. Una campaña propagandística de información y educación popular sostenida en el tiempo
contribuirá, sin duda, a la solución de estos problemas. Además, el producto de la pesca es caro
para la población, rebasando los precios por kilo de carne, lo cual obviamente desalienta el
consumo. Los altos precios de los productos pesqueros, en general, están ligados tanto a la
comercialización deficiente, como a la cadena de intermediarios que ahí intervienen y al
desperdicio de diferentes etapas del producto (por técnicas inadecuadas de captura,
conservación o transporte). El comercio derivado de la pesca debe y puede ser una actividad
muy rentable que además beneficie a la población proporcionándole alimento de alta calidad a
precio accesible.
f)
El mercado de demanda del ostión (para consumo nacional y para exportación) crea incentivos
para explotarlo racionalmente e iniciar su cultivo intensivo en la zona. La Secretaría de Pesca, a
través de la Dirección General de Acuicultura, está creando actualmente en el país 20
cooperativas adicionales para cultivo de ostión. Éstas, sin embargo, al igual que unos 19
desarrollos importantes ya existentes (12 de ellas en aguas interiores), muy probablemente se
encaminarán, sobre todo, a la exportación, con lo cual la demanda nacional no será cubierta a
corto plazo. Ante estos incentivos, parece deseable intensificar la explotación e iniciar su cultivo.
Una vez más, antes de emprender esta actividad, se debe contar con estudios ecológicos que
indiquen tanto la factividad, como la zona más adecuada de cultivo.
g) Se debe explorar la factibidad de cultivo de otras especies susceptibles de consumo popular
(peces, por ejemplo). Igual que el punto anterior, ésta es una tarea de profesionales que
requiere de estudios previos para obtener resultados positivos. Al respecto, no hay que olvidar
que la transferencia de tecnología y las obras de infraestructura necesarias para la acuicultura
pueden ser no sólo muy costosas, sino poco redituables si vienen de países con condiciones
climáticas diferentes. Es impactante notar la extraordinaria similitud de los métodos usados en
acuicultura lagunar ideados por pueblos de muy distintos orígenes: concentrándose en el control
de las migraciones animales y el mejoramiento de las reservas de peces, se obtienen en África e
Indonesia, con tecnología tradicional, capturas cercanas a los niveles máximos sostenibles sin
102
que haya evidencia de sobre- explotación. Estos ejemplos indican que se pueden implementar, a
bajo costo, instalaciones muy productivas y que se puede aprender bastante de modelos
tradicionales de explotación en cultivo. Es necesario analizar las fallas de los sistemas actuales
de acuicultura en el país, cuyo rendimiento nunca ha correspondido a las expectativas, y
preguntarse si lo que ha fallado es una tecnología inadecuad, recursos humanos poco
capacitados, o los dos a la vez.
h) Las condiciones de vida de los pescadores son altamente desiguales. Existen varias categorías
de pescadores: los afiliados a cooperativas y los “libres”. Se designa con el nombre de “rateros”
a los pecadores libres que, ilegalmente, pescan camarón dentro y fuera de la Laguna de
Términos. Aquí sólo mencionaremos dos hechos relevantes: 1) La organización en cooperativas
no ha resuelto las demandas de mejores condiciones de vida y de trabajo de sus afiliados: los
pagos por las capturas se hacen de manera muy poco equitativa. En efecto, el dueño de la
embarcación con motor se lleva la mayor parte del dinero, ya que obtiene la recuperación del
capital invertido inicialmente en la operación, el gasto de gasolina y el 50% de las ganancias que
quedan. El resto se reparte, también según su categoría, entre los tripulantes. Los bajos
ingresos de los pescadores poco especializados (la mayoría) y las malas condiciones de trabajo,
aunados a problemas de alcoholismo, muy generalizados en ese sector de la población, y
servicios médicos deficientes, constituyen un problema social digno de atención dentro de la
problemática pesquera.
La adaptación más conveniente a la localidad seleccionada, tomando en cuenta su entorno, más
que la sofisticación ofrecida, constituirá la solución adecuada al manejo armonioso de las técnicas de
cultivo.
Para concluir sobre la problemática que presentan las pesquerías en la Laguna de Términos, se
considera que, además de los estudios previos y de la formación de recursos humanos
especializados, sería conveniente considerar la incorporación del sector privado a la explotación de
las especies hasta ahora reservadas a las cooperativas.
El sector privado, además de hacer las inversiones necesarias a la modernización o implementación
de la tecnología existente, por su alta competitividad estimularía a la industria pesquera. Se debe
acompañar esta medida de una legislación prudente que tienda a proteger el recurso y asegurar que
esta riqueza sea repartida también entre la población local. Parece más lógico, de cualquier modo,
otorgar permisos de pesca a mexicanos, interesados en desarrollarla, que a barcos extranjeros,
como es el caso, desde 1976, con lo pesca del camarón.
La legislación actual es otro rubro que merece atención en materia pesquera, por ser obsoleta.
Como ejemplo se puede mencionar que las medidas previstas por la ley cuando el mar territorial era
de tres kilómetros, siguen en vigor, ahora que la zona económica exclusiva tiene 200 millas
náuticas.
Además, poco o nada se ha hecho en el área de la Laguna de Términos para aprovechar las
extensas áreas de manglar que la rodean y cuyas utilizaciones son variadas. Para ello sería
necesario realizar estudios ecológicos que definan si es mejor aprovechar la porción aérea del
manglar (explotación maderera y extracción de taninos) o la porción sumergida (para acuicultura).
i)
Turismo y recreación. La zona posee atractivos turísticos y recreativos indudables, como ya se
mencionó, pero el desarrollo de esas actividades, además de ser en cierta forma incompatible
con la intensa industrialización del área (pesquera y petrolera), incrementaría las presiones
poblacionales y demandas de agua y servicios que parecen difíciles de cubrir. El área no resulta,
por ello, apta para el desarrollo de la industria turística. Las áreas de recreación existentes
(playas hacia el mar o la laguna) se deben preservar para esparcimiento de la población local.
j)
Transporte. El transporte marítimo en la laguna no presenta niveles críticos ni en volumen ni en
impacto ambiental. El incremento de tráfico hacia las zonas de plataformas de la Sonda de
Campeche conlleva, desde luego, riesgos de derrame accidental. Agreguemos aquí que en lo que
se refiere al transporte terrestre, la carretera alternativa que pasa por Escárcega (no. 186) ha
venido a aliviar grandemente el tráfico que antes tenía que circular por la carretera 180,
atravesando la isla hacia la Península de Yucatán, o viniendo de ella.
k) Zona de desechos. En este caso, un azar venturoso reemplazó la planeación cuidadosa, pues
Ciudad del Carmen se encuentra idealmente situada en el lugar de salida de la corriente de la
laguna (Figura 2). Los desechos provenientes de los ríos no presentan aún problemas, pero es
103
necesario un programa de monitoreo constante para impedir su deterioro futuro, producto de
una agricultura más intensiva o sofisticada en el área.
l)
Zona de protección y crianza de especies comerciales y zona de protección de especies en
peligro de extinción. en este rubro existen algunas deficiencias; la más importante es la que se
refiere a la captura de especies en peligro de extinción. el caso más conocido es el de manatí,
cuya carne se vende como “ternera” en los mercados de Ciudad del Carmen, y cuya piel, huesos
y grasa se aprovechan al margen de la ley. Para resolver este problema y evitar la extinción de
la especie, sería conveniente contar con patrullas de vigilancia que al mismo tiempo evitarían los
arrastres ilícitos que se practican ahí. Se ha pensado en el ámbito científico declarar a la Laguna
de Términos o algunas de sus partes, santuarios de la flora y fauna costeras. Es predecible que
una medida así se enfrentaría a numerosos obstáculos si no es planeada con sumo cuidado, por
los usos intensivos y diversificados que se la da actualmente.
m) Obras de infraestructura. En la Laguna de Términos la obra de infraestructura que más impacto
ha tenido es la del canal que comunica a Ciudad PEMEX con la costa a través de la Laguna de
Pom (Figura 2). Este canal, cuyo impacto biológico sobre las almejas ya se comentó, no satisfizo
necesidades de transporte más que para PEMEX. Sería deseable (y fácil) complementar la
comunicación por vía acuática abriendo un canal hasta el río San Pedro y San Pablo, que sería de
utilidad para la población aledaña. Sin embargo, hay que insistir en que se deberán estudiar
previamente las consecuencias ecológicas de una obra así.
El puente de la Unidad, que conecta a Isla del Carmen con Isla Aguada, es otra obra importante
inaugurada en 1983. Reemplaza útilmente a las tradicionales pangas, que, además de poco
prácticas, estaban sujetas a accidentes trágicos, como el sucedido poco antes de que se inaugurara
el puente, en el que perdieron la vida unas 30 personas. Su ubicación es ecológicamente delicada,
ya que impone cierto freno a la corriente que penetra del Golfo a la laguna. Las consecuencias
previsibles son relativas al cambio en las tasas de sedimentación cercanas a la boca de Puerto Real,
pero oficialmente no se ha previsto aún estudiarlas.
CONCLUSIONES
En el caso particular de la Laguna de Términos, la riqueza misma de la zona ha provocado un
desarrollo desmedido y desorganizado, inflación y violentos conflictos de intereses.
Dadas las magníficas condiciones del área y el avance de la tecnología moderna, es evidente que se
podrían desarrollar armoniosamente, y con enorme provecho, actividades pesqueras e industriales,
con el menor deterioro ambiental y social posibles.
El criterio ecológico general que parece aplicarse ahí es el de preservar del impacto directo de las
actividades industriales los criaderos y zonas de pesquerías naturales.
De manera general, a lo largo de este estudio se han puesto de manifiesto varios puntos
problemáticos que son comunes a todos los subsistemas de la zona costera de nuestro país. El que
quizás encabeza la lista de prioridades a resolver es el que se refiere al estudio de los subsistemas
naturales y la formación de recursos humanos. En efecto, un rasgo común a los países en vías de
desarrollo es desconocer sus potencialidades y no darle el peso adecuado a los estudios
ambientales. Esto los pone directamente en desventaja al entrar en negociaciones bi o multilaterales
que involucran sus recursos naturales. Como un ejemplo, mencionaremos que, en la cuestión
pesquera, es claro que al no conocerse las condiciones ecológicas de desarrollo y los rendimientos
máximos sostenibles de las especies comerciales, México no puede tener una idea clara de las
cuotas permisibles en los convenios con países extranjeros.
En el caso de las lagunas costeras, este desconocimiento conduce a técnicas equivocadas de
explotación y a la destrucción del recurso. La importación de tecnologías diseñadas en países con
otras características, a menudo no funciona y crea dependencias que pueden resultar muy costosas.
La determinación de la “vocación” de cada laguna y su manipulación (o no) para optimizar la
explotación de sus recursos, depende, de la comprensión del funcionamiento ecológico y
socioeconómico local y de su integración a la dinámica nacional.
La formación de recursos humanos que lleven a cabo estas investigaciones reviste carácter
primordial. En este sentido, son de notarse los esfuerzos realizados en estos quince años por el
gobierno mexicano, para dotar al país de investigadores y técnicos de alto nivel en las áreas de
104
ciencias del mar. El CONACYT, a través de su programa de becas y apoyo a los proyectos
investigación, ha jugado un papel fundamental en esta formación. Además, existen ya, en
República mexicana, 32 planteles de educación secundaria técnica pesquera, 27 centros
educación tecnológica del mar (todos dependientes de la SEP) y una docena de instituciones
investigación vinculadas con las ciencias del mar.
de
la
de
de
A pesar de este número relativamente importante de instituciones formativas, lo cierto es que la
formación de recursos humanos es muy variable y el nivel académico obtenido dista aún de alcanzar
niveles de excelencia. Las instituciones de investigación, por su parte, son casi todas de reciente
creación.
La descentralización debe formar parte del desarrollo de dichas instituciones y de cualquier
programa de investigación en la zona costera. Una manera de consolidar a estas instituciones es
dotar al personal de satisfactores básicos decorosos (vivienda, escuelas, hospitales, medios de
esparcimiento), de infraestructura necesaria a su trabajo (equipo y bibliografía) y de alicientes
económicos. Es importante reclutar personal originario del área para minimizar los problemas
derivados del desarraigo. En Cancún se nota un esfuerzo decisivo en lo referente a escuelas y
hospitales, pero el abastecimiento es aún muy insuficiente y los precios elevadísimos.
105
EDENES PRODUCTIVOS DEL LITORAL MEXICANO: ARRECIFES CORALINOS, MANGLARES Y
PASTOS MARINOS
Viviane Solís-Weiss
LOS TRES ECOSISTEMAS que aquí se analizan: arrecifes coralinos, manglares y pastos marinos,
reúnen características similares: su gran valor estético y gran productividad, que los convierten en
recursos importantes para el país; su alta complejidad por ser ecosistemas clímax y su baja
resistencia al impacto humano al que se encuentran sometidos por su cercanía a la costa.
1. LOS ARRECIFES CORALINOS
Los arrecifes coralinos se presentan no sólo como las comunidades marinas de aguas costeras
tropicales más evolucionadas y complejas del mundo, sino además, como las más elogiadas desde el
punto de vista estético. Los arrecifes coralinos se componen tanto de la asociación simbiótica de
corales pétreos (hematípicos) y algas, denominada comunidad coralina, como de formaciones
geológicas estructurales (rocas calcáreas originadas por coral muerto y concherío fósil). A éstos se
encuentran asociados grupos numerosos y diversificados de animales y vegetales típicos de estos
ambientes.
Su distribución geográfica se encuentra limitada por la isoterma de 18%. La alta productividad que
los caracteriza se debe a la buena penetración de la luz que favorece los procesos fotosintéticos y al
funcionamiento eficaz de nutrientes en el seno de la comunidad. Es notable que las aguas
transparentes que los rodean presentan una bajísima productividad.
El coral es el organismo de mayor importancia de la comunidad entera, razón por la cual, el
conocimiento de sus factores limitantes de desarrollo es fundamental para la protección del recurso
en términos globales.
Una de las características básicas para la comprensión ecológica y manejo del recurso es saber que
los corales se caracterizan por tasas lentas de recuperación. La alta complejidad de la comunidad y
el delicado equilibrio en que se encuentra propician un alto potencial de uso, pero igual que en las
lagunas costeras, esta propiedad lleva implícita una baja resistencia al impacto humano. Es común
el impacto severo por aguas negras y desechos industriales vertidos directamente al mar, pues la
posición de los arrecifes tan cercana a la costa y de aguas tan someras propicia que la
contaminación los afecte de inmediato.
DISTRIBUCIÓN EN LA REPÚBLICA MEXICANA
Su distribución en la República mexicana se limita a dos zonas con características diferentes:
a) En el litoral del Caribe (estado de Quintana Roo): se encuentran arrecifes de barrera extensos y
muy desarrollados, abarcando cerca de 200 kilómetros de largo.
b) En el Golfo de México: se encuentran formaciones arrecifales de densidad y extensión mucho
menores, entre las cuales las más importantes están frente a Veracruz, en Cayo Arcas, Arrecifes
de alacranes y Triángulos.
En el resto del país se encuentran muy poco desarrolladas algunas comunidades coralinas que no
han podido evolucionar a arrecifes y que, por lo tanto, no se tratarán aquí.
UTILIZACIONES ACTUALES Y POTENCIALES DE LOS ARRECIFES CORALINOS EN MÉXICO
Las características más sobresalientes de los arrecifes coralinos, en lo que respecta a su
aprovechamiento en México, son los siguientes:
Constituyen una infraestructura turística natural de inapreciable valor. La gran belleza de los
arrecifes coralinos y la claridad de sus aguas han propiciado que en otros países como Tahití, Hawai
y Filipinas se hayan aprovechado como base fundamental del desarrollo turístico. En México,
tenemos como ejemplo equivalente Cozumel que, careciendo de playas, vive únicamente del
106
turismo asociado al arrecife (hoteles, renta de equipo de buceo, de lanchas y lancheros) y cuya
ocupación de cuartos (aproximadamente 17,000 en 1985) es comparable a la de Cancún).
En Cancún, el desarrollo turístico que se está implementando depende, tanto del arrecife, como de
las playas, considerando en esto la calidad y color de la arena que le da, a su vez, esa tonalidad tan
especial al agua. Los arrecifes determinan la sedimentación en las playas, su formación y
estabilidad, así como la calidad de la arena. La destrucción de estos arrecifes pondría fin a las playas
de Cancún, quitando de un agolpe los dos atractivos que sustentan su existencia.
Ofrecen especies de alto valor gastronómico o comercial. Como langosta, cangrejo, caracol y
diversos peces finos de consumo. De ahí se sacan también peces de ornato, algunos muy raros, así
como conchas de colección o para la artesanía. El mismo coral sirve como base de artesanías y
joyería de lato valor (coral negro, coral rojo, coral blanco y coral bambú). Para darse una idea del
potencial comercial de estas especies hay que considerar que, por ejemplo en Filipinas, los
mercados locales de corales abarcan una pequeña porción del mercado, mientras que las
exportaciones del mismo constituyen el 90% del comercio. En 1977, las exportaciones de coral
desde Filipinas superaron los dos millones de dólares, con ganancias al por mayor de entre 10 y
20%. Por otro lado, los precios de la materia prima originaria del coral son muy elevados. Tomemos
sólo dos ejemplos: el kilo al público de coral negro era, en julio de 1982, de 534 a 638 dólares, y
desde entonces se ha encarecido mucho por su rareza y la dificultad que presenta su extracción (a
más de 70 metros de profundidad). La langosta se vendía, en mayo de 1985, al equivalente de 16
dólares por kilo en el mercado de la Viga (Distrito Federal). Los precios de las conchas (sin contar el
trabajo artesanal) pueden ser elevadísimos y no existe control posible sobre ellos.
Son fuentes naturales de fármacos. La alta diversidad biológica ha provocado en muchos habitantes
del arrecife sistemas de defensa con potencial tóxico o antibiótico muy fuerte y de amplio espectro
biológico, cuyas potencialidades y aplicaciones son muy poco conocidas aún a escala mundial. Como
ejemplo citaremos las toxinas y antibióticos (de las esponjas) y las prostaglandinas (de los corales).
Las prostaglandinas, en particular, son objeto de investigación médica en muchos países
desarrollados, ya que sus aplicaciones son amplísimas. Se utilizan, entre otros, para regular la
presión sanguínea, en el tratamiento de algunos tipos de cáncer, como antiabortivos y
antiasmáticos. Los extractos naturales provienen del coral denominado Plexaura homomalla, que
sólo se halla en los arrecifes del Caribe y Atlántico occidental.
La comercialización de estos productos puede ser muy provechosa, ya que los precios de algunos de
los fármacos antes citados pueden alcanzar actualmente de 200 a 400dólares por kilo. Las
prostaglandinas son mucho más caras: las sintéticas varían entre 31 y 107 dólares por miligramo.
En cuanto a los extractos naturales, su precio es tan elevado que en los catálogos las compañías
americanas suelen indicar: “Pregunte personalmente y llegaremos a algún acuerdo”
Actúan como estabilizadores de la costa. La posición y desarrollo que alcanzan los arrecifes, los
hacen de importancia fundamental en la conformación de la dinámica costera, ya que actúan como
estabilizadores y protectores de la acción de huracanes y ciclones sobre la costa. Esto resulta de
importancia fundamental en aspectos de planeación urbana, puesto que la protección otorgada a la
costa por la presencia de arrecifes (como un rompeolas natural) permite planear concentraciones
urbana costeras sin temor a catástrofes como las que sufren, por ejemplo, las ciudades costeras
americanas de los estados de Texas y Georgia en época de ciclones, cuando las olas penetran varios
kilómetros tierra adentro. Aquí no sólo se evita la destrucción de la costa gracias al arrecife, sino
que se logra preservar las playas de interés turístico.
Potencial minero. El minado de arrecifes vivos como fuente de caliza para construcción, común en
otras partes del mundo, como India e Indonesia, afortunadamente no se ha implementado en
México. En práctica es muy poco recomendable porque las lentas tasas de recuperación de los
corales hermatípicos los convierte, de hecho, en un recurso no renovable.
PROBLEMÁTICA Y ALTERNATIVAS DE SOLUCIÓN
El desarrollo turístico que se finca en la belleza de los arrecifes coralinos y de sus playas
circundantes constituye, también, la piedra angular de la problemática a la que se enfrenta este
recurso.
107
En efecto, la protección que le dan los arrecifes a la costa y la preservación de sus playas
constituyen un aliciente y cierta seguridad para implementar en esos lugares complejos turísticos de
alto valor. Sin embargo, el desarrollo mismo del turismo conlleva un riesgo para el arrecife por dos
causas fundamentales: la contaminación del medio y la sobre-explotación de los recursos.
Finalmente, la explotación petrolera amenaza también a los corales y sus playas, por lo que es
incompatible con el desarrollo turístico.
LA CONTAMINACIÓN DEL MEDIO
La lenta tasa de recuperación de los corales pétreos (la formación de un arrecife se mide en cientos
de miles de años, que no incluyan eventos catastróficos inusitados) y sus exigencias biológicas de
temperatura, alta calidad y transparencia de las aguas, los hacen especialmente vulnerables a los
efectos de la contaminación.
Además, una vez que sufren daño de este tipo y mueren en masa, son rápidamente utilizados como
substratos por especies más competitivas, lo que impide la recolonización por coral durante largo
tiempo. Esto ha sucedido recientemente en el Mar Rojo en donde, a raíz de la muerte de los corales
en un área cercana a instalaciones industriales, se cubrió el área de un tapete algal que impedirá,
aún si se retira la fuente de contaminación, la reinstalación de los corales.
En México se tienen cerca de las comunidades arrecifales fuentes de contaminación de tipo tanto
doméstico como industrial. Así, en la Isla Verde de Sacrificios, los estragos causados por los efectos
de las aguas negras y actividades portuarias de Veracruz alcanzan hoy den día, niveles alarmantes y
quizás irreversibles. Cayo Arcas, otro bello arrecife del Golfo de México, está siendo sacrificado por
completo a la industria petrolera, ya que es utilizado por PEMEX como reservorio de petróleo para
buques tanque. En Cancún se muestran también ciertas señales de deterioro, sobre todo debidas a
contaminación por aguas negras.
Al sur de Puerto Morelos (Quintana Roo) el único impacto que se da a la fecha, dado el escaso
desarrollo de la zona, es causado por los aportes de breas y alquitranes, producto de vertimientos
accidentales de buques que transitan por el Caribe.
La lucha contra la contaminación reviste primordial importancia para este recurso, en especial si se
requiere mantener la industria turística generadora de divisas y conservar la estabilidad de las
playas bajo su influencia.
Es necesario, para no enfrentarse a los poderosos conflictos de intereses, determinar
cuidadosamente la “vocación” de cada área y después actuar en congruencia con esto. En este
sentido, parece acertada la decisión de utilizar Cayo Arcas para fines industriales. En efecto, si bien
están condenados a desaparecer los organismos marinos y las aves moradoras del lugar, esto al
menos se hace en un cayo aislado y tiene por función proteger a la costa de derrames accidentales,
producto de las operaciones de carga y descarga del petróleo.
En cambio, se debe proteger totalmente la zona del Caribe. En este caso se enfrenta uno al
resultado de la tardía integración del estado de Quintana Roo a la dinámica nacional, mas no al
impacto de esta dinámica. Esto ha propiciado, en particular, una situación en que son pocas las
normas de protección para impedir el deterioro del recurso por contaminación. Aunque se ha
avanzado en la protección (mediante promulgación de leyes a nivel federal), falta implementar
mecanismos que permitan su debida aplicación. El retraso de México en este sentido contrasta con
el hecho de que prácticamente todos los países que poseen arrecifes coralinos han implementado
una estructura diseñada para salvaguardar su recurso sin importar si se trata de países
desarrollados o en vías de desarrollo. Esto incluye:
a) Normas jurídicas de protección.
b) Asesoría permanente
especialistas.
y
estructurada
a
nivel
gubernamental
de
científicos
y
técnicos
c) Recursos logísticos para implementar el cumplimiento de la ley.
Sería conveniente establecer en México una estructura similar, partiendo del establecimiento de la
legislación necesaria para la protección del recurso. Las disposiciones deberán ser ejecutadas a nivel
municipal y estatal, particularizando cada caso. Las decisiones de protección total implican gran
responsabilidad y deben, por tanto, ser tomadas al más alto nivel del Ejecutivo Federal, ya que
108
pueden enfrentarse los intereses de las poblaciones locales y el interés nacional, o inclusive entre
países y acuerdos internacionales de protección.
Existe otra forma de impacto humano más sutil que la descarga de aguas negras en aguas aledañas
al arrecife y es la acción del hombre sobre él. El incremento del turismo y la mayor accesibilidad al
arrecife para el hombre moderno, gracias a las técnicas de buceo autónomo, provocan daños cada
vez mayores al coral por descuidos o depredación del tipo colecta de “recuerdos”, o anclas de
embarcaciones de recreo.
En Cozumel se inauguró, recientemente, una figura de Cristo que se colocó en el mar y cuyo fin,
entre otros, es ofrecer alternativas de visita a los buceadores en lugar de que se concentren siempre
en el arrecife.
LA SOBRE-EXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS
Varias especies comestibles típicas del ambiente arrecifal ya se encuentran sobre-explotadas, entre
las que cabe resaltar la langosta y el caracol, por ser las más importantes. Como no se poseen datos
sobre los rendimientos máximos sostenibles de ninguna pesquería, se recurre a métodos empíricos
para evaluar la sobre-explotación, como fluctuaciones en las capturas o bajas consideraciones en los
índices de captura por unidad de esfuerzo, que indican desaparición gradual del recurso.
La langosta del Caribe (Panulirus Aarhus) se encuentra sujeta a vedas sostenidas, en vista de su
gradual desaparición. En 1980, contribuía en 17.3% a la captura nacional de langosta y en 32% al
valor total de ésta. La especie se pesca a mano o con trampas y se exporta principalmente a
Estados Unidos. Su alta sensibilidad a la contaminación, así como la gran dificultad de reproducirse
en cautiverio, la hacen poco apta para acuicultura. La recuperación de la pesquería depende de
estudios biológicos pesqueros con el fin de conocer las medidas necesarias para implementar su
población. Su alto valor comercial, y calidad de exportación. Su captura se encuentra reservada a
las cooperativas.
El caracol burro (Strombus gigas) es un molusco que goza de gran demanda, sobre todo como
alimento pero también para fines artesanales, y constituye el segundo recurso pesquero del Caribe,
después de la langosta. Sin embargo, actualmente escasea por sobre-explotación. Se pueden
observar en los alrededores del banco Chinchorro (sur de Quintana Roo) grandes “cementerios” de
conchas de caracol desechadas después de su consumo. Con el fin de preservar el recurso, se ha
tratadote orientar a los pescadores hacia otras especies (tiburón y atún entre otras) por iniciativa de
la Secretaría de Pesca y del estado de Quintana Roo. Además, se han establecido cuotas de captura
(500 kilogramos al mes por cooperativa) y tamaños mínimos de captura (19 centímetros). Sin
embargo, la iniciativa más importante para preservar el recurso viene de la Secretaría de Pesca y ha
consistido en emprender el cultivo de caracol en su Centro Regional de Investigación y
Experimentación en Maricultivos, con resultados aparentemente prometedores. El proyecto se
encuentra en desarrollo desde 1983 y había producido ya en 1985 más de 50,000 ejemplares.
LA EXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS BIÓTICOS DEL CORAL
Por falta de estudios y personal capacitado, la explotación de varias especies y el manejo general de
los recursos, es inadecuado, empírico e insuficiente.
Se trata de los peces de ornato que pueden ser objeto de comercialización muy provechosa y que
ahí abundan, de las conchas de colección y de los corales utilizadosen joyería. En este caso, se
necesita un programa de explotación racional basado en estudios previos y en una legislación
prudente. Consecutivo a esto, se debe implementar un programa de comercialización adecuado
sobre todo para la exportación.
La investigación sobre las propiedades farmacológicas de las esponjas no s ha desarrollado aún
suficientemente, por lo que no se conoce le potencial de riqueza o explotación de este recuso.
La investigación sobre prostaglandinas del coral blanco Plexaura homomalla ya se encuentra
avanzada, puesto que los programas científicos de estudio se iniciaron hace más de siete años. Sin
embargo, el país aún no cuenta con directivas de comercialización o explotación de este importante
recurso, cuyo potencial generador de divisas es muy alto. Se recomienda, en este caso, intensificar
109
los estudios tanto biológicos como económicos sobre ellos y la formación de recursos humanos
especializados para dirigir su gestión racional.
En general, se puede decir que falta una política de explotación que aproveche las potencialidades
de sus recursos y norme el manejo racional del arrecife, estableciendo las prioridades pertinentes.
Esto incluye el planteamiento y ejecución de estrategias estatales y federales en el sector turístico y
pesquero. En este último caso, se deben implementar métodos de captura diametralmente opuestos
a los de captura de los peces de cardumen. Para el manejo adecuado de las diferentes
potencialidades que presenta el coral, se deberán superar fundamentalmente tres causas de
ineficiencia:
a) falta de conocimiento y falta de recursos humanos especializados en su manejo y protección.
b) Desvinculación entre el sector científico y los sectores público y social.
c) Falta de legislación adecuada y de medios para implementarla.
El gobierno mexicano ha hecho, durante los últimos años, esfuerzos considerables por formar
recursos humanos de alto nivel. Existen instituciones descentralizadas en la región (CIQROO,
estación de investigaciones marinas del ICML, UNAM, y el Centro Regional de Investigación y
Experimentación en Maricultivos de la Secretaría de Pesca), ambas en Puerto Morelos, la institución
que más apoyo ha dado al estudio de los corales, desde el punto de vista integrado, (ecología y
explotación) es el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM. Todas estas instituciones
son de formación reciente y se encuentran en etapa de consolidación. Además, las posibilidades de
trabajo para los especialistas del ramo son muy escasas fuera de las universidades y centros de
educación superior, lo cual limita el reclutamiento de estos recursos.
La falta de satisfactores básicos prevaleciente en la zona del Caribe (falta de buenas escuelas y
hospitales y alto costo de la vida) dificulta la instalación de centros permanentes de investigación.
La desarticulación entre los diferentes sectores provoca duplicidad de esfuerzos, derroche del gasto
público y poco aprovechamiento de los recursos humanos preparados con considerable costo para el
país.
El sector científico se encuentra generalmente desvinculado de la problemática regional, ya que no
se le permite injerencia en la toma de decisiones. Dada la reciente creación del estado de Quintana
Roo, parecen darse ahí condiciones ideales para iniciar la cooperación entre los tres grupos
involucrados.
Finalmente, y en vista de que la protección y aprovechamiento de los recursos del arrecife son una
fuente de riqueza para México y para el estado de Quintana Roo, se plantea la necesidad de su
protección a través de la creación de parques naturales. Actualmente existen tres parques naturales
de corales: La Blanquilla en Veracruz, Xel-há y Sian Ka’an (reserva de la biosfera) en Quintana Roo,
que se aprovechan también para recreación y estudio. Se debe estudiar la posibilidad de crear más
parques naturales, sobre todo en vista de la importancia creciente de Cancún.
Los lineamientos generales para la creación de parques naturales ya han sido planteados en
organismos internacionales (Programa MAB-8 de UNESCO y Comisión Nacional de Parques
Nacionales y Áreas Protegidas de IUCN-1978). Se sugiere guiarse por ellos con las adaptaciones
locales a que se dé lugar, siempre tratando de asegurar la cooperación entre el sector público y el
científico, y asesorarse de especialistas familiarizados con la dinámica nacional.
LOS MANGLARES
El manglar es un tipo de vegetación arbórea característica de las zonas costeras tropicales u
subtropicales del mundo. Constituye una comunidad anfibia intermedia entre el mar y la tierra, de
altura variable (de 3 a 30 metros) y composición florística variada. Se distinguen fácilmente de otro
tipo de vegetación por crecer en zonas permanente o periódicamente inundadas, por poseer
sistemas radiculares modificados muy conspicuos y por su gran tolerancia a cambios de salinidad.
Los manglares se encuentran tanto en lagunas costeras, riberas de ríos y sistemas estuarinos, como
directamente expuestos al mar, su vigor y crecimiento se encuentran relacionados en cierta medida
con la salinidad y con variaciones fuertes de mareas en playas sin oleaje. La temperatura es un
factor limitante, ya que no toleran temperaturas mínimas inferiores a 20ª C y, por lo tanto, su
distribución se limita hacia el norte a los 30ª de latitud, aproximadamente.
110
Los manglares son comunidades muy bien representadas en los litorales del mundo; se estima que
casi el 70% de la línea costera del planeta (en zona tropical y subtropical) está cubierta por
manglar. Desde luego, influye grandemente el tipo de substrato, ya que las diferentes especies
dominantes de manglar no se pueden establecer en litorales rocosos o, con la excepción de
Avicennia, arenosos. El sustrato debe ser blando, fangoso y de preferencia rico en materia orgánica
y arcilla fina.
Desde el punto de vista biológico, el manglar es una comunidad muy compleja y productiva por
representar estadios avanzados de evolución ecológica. La fauna y flora características del manglar,
muy variadas y abundantes, reflejan la dualidad de los ambientes involucrados: agua-tierra.
Las potencialidades de uso de este ecosistema son muy variadas. De las 55 especies que se conocen
mundialmente como manglar, cuatro están representadas en México: Rizophora mangle (mangle
rojo), Laguncularia racemosa (mangle blanco), Avicennia germinans (mangle negro) y Conocarpus
erectus (mangle botoncillo).
La vegetación del manglar puede alcanzar hasta 30 metros de altura. Sin embargo, en México es
raro el mangle alto; por lo general es achaparrado y cubre áreas menos extensas que sus
contrapartes en el sureste de Asia. El lento crecimiento del mangle se atribuye, generalmente, a la
baja salinidad y a la mejor repartición de nutrientes en el medio. El manglar favorece la fijación del
sedimento, lo cual tiene dos efectos directos:
a) Juega un papel fundamental en la protección y estabilización de la línea costera. Esto ha sido
objeto de controversia al observarse que, en primer lugar, el manglar crece en zonas
relativamente protegidas donde los procesos de sedimentación son activos; sin embargo, aun así
el manglar se puede considerar indicador de esas condiciones costeras; su implantación y
desarrollo indudablemente consolidan e intensifican estos procesos.
b) Construye suelo, lo cual provoca, a su vez, sucesión ecológica y colonización por plantas
totalmente terrestres.
Debido a la complejidad que han desarrollado evolutivamente, las comunidades de manglar
constituyen un equilibrio susceptible de ser fácilmente alterado por el hombre. La tala irracional de
las plantas, ya sea con el fin de aprovechar la madera o con el fin de destruir el manglar para
colocar en su lugar alguna construcción (de tipo turístico o industrial) puede tener graves
consecuencias, tanto sobre el entorno marino (pesquerías dependientes del manglar) como sobre el
terrestre (ya no hay freno a la erosión o inundación del mar).
En los manglares de México se han hecho diversos estudios tanto en la distribución del mangle en sí,
como de la flora y fauna asociados a él.
Aunque existen antecedentes más antiguos y extensos que en el caso de los arrecifes coralinos,
estos estudios son poco confiables por su falta de precisión en cuanto al mangle en sí (distribución y
abundancia) y, en cuanto a la fauna acuática que los acompaña; los estudios son muy incompletos,
por ser superficiales o localizados.
DISTRIBUCIÓN EN LA REPÚBLICA MEXICANA
En contraste con los arrecifes coralinos, cuya distribución es muy conocida y está restringida a
ciertas áreas del país la distribución del manglar, y con más razón de las diferentes especies que los
componen, no es conocida con precisión. En efecto, los estudios con que se cuenta para tratar de
delimitar su distribución son muy inexactos. Los mapas que proporciona la SARH tienden a
generalizar áreas extensas como manglares, siendo que las colectas efectuadas en las zonas
mencionadas no siempre reflejan esta distribución (comparación con ejemplares de herbario). De lo
poco que se conoce actualmente, se puede decir que en el Golfo de México su distribución está
generalizada en todo le litoral, incluyendo la porción del Caribe mexicano.
En el litoral del Pacífico se encuentran desde la porción sur de la Península de Baja California,
alrededor del paralelo 24, y en la costa d Sonora, hasta las costas de Chiapas. La distribución es
más discontinua en el Pacífico que en el Golfo. Desde luego que en los dos casos hay que
considerar el tipo de costa propicio a la implantación del manglar, así como los factores climáticos
dominados por las temperaturas mínimas anuales que tolera el mangle.
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USOS ACTUALES Y POTENCIALES DEL MANGLAR EN MÉXICO
Las características de mayor interés para el aprovechamiento de este recurso en México son las
siguientes:
Recurso maderero
Los árboles de manglar pueden ser directamente aprovechados como madera, y su uso incluye la
producción de carbón, la construcción de vigas y postes, barriles, galeras tabacaleras (esto
localizado en San Andrés Tuxtla, Veracruz) y costillas de pequeños barcos. La dureza y resistencia a
la acción del agua del mangle rojo hace que se utilice tradicionalmente este material para
construcciones marinas, fabricación de remos e instrumentos relacionados con las artes de pesca.
Se llega a utilizar también el mangle rojo y blanco en durmientes de ferrocarril, muebles e
instrumentos musicales. Rhizophora mangle ha sido también utilizado como adhesivo en la
fabricación de “triplay”.
Producción y aprovechamiento de substancias químicas o farmacológicas
El mangle rojo (Rhizophora) es conocido por el alto contenido de taninos de su corteza, que se
emplean en el curtido de pieles, así como para teñir cuerdas, redes y sedales. Este recurso
comercial no es aún aprovechado en México, ya que se importan los taninos en lugar de explotar la
fuente natural que poseemos. Las propiedades farmacológicas de diferentes partes del mangle aún
no han sido investigadas científicamente, pero las poblaciones aisladas que las utilizan garantizan
sus propiedades curativas contra diversos males, como tuberculosis, lepra, disentería y otros males
menores como fiebre, heridas y picaduras o mordeduras de animales venenosos marinos.
Lugar de protección y cría de especies marinas comerciales
La protección, así como la gran producción de materia orgánica que proporciona el manglar
provocan que sea éste la base de una cadena alimenticia y un medio muy adecuado para el
crecimiento de especies de interés comercial, como son, en primera instancia, el camarón (fases
juveniles), pero también el ostión, mejillón, pata de mula, lisa y mojarra. Se cree que la explotación
de estas pesquerías, en especial la producción camaronera, ofrecen, potencialmente mayores
ingresos que la producción forestal del manglar.
Aprovechamiento de las tierras de manglar para uso agropecuario
La construcción de suelo, a la que ya se hizo alusión, favorece esta utilización en ciertos casos.
Existen investigaciones y experimentos en países como Sierra Leona, Nigeria y Senegal, que
prueban que se puede explotar la tierra del mangle negro (Avicennia), con arrozales y cocales.
Desde luego, la tierra debe pasar por un proceso de lavado con agua del mar (durante tres o cuatro
años), para bajar la acidez de estos suelos. Durante el período de lavado, se puede aprovechar el
área inundada para criar peces, hay que tener precauciones, ya que si se carece de estudios
previos, se corre el riesgo de obtener tierras inutilizables por diversas causas (inundaciones,
deslavamiento, salinidad excesiva, etcétera).
Recurso turístico
El manglar, por la rica fauna que posee (aves, peces) y por su valor estético natural, puede ser
aprovechado turísticamente como lugar de recreación y de caza o pesca deportivas. Por ejemplo,
cerca de San Blas (Nayarit), de Acapulco (Guerrero) y de Mazatlán (Sinaloa), se explota
limitadamente este potencial. Agua Brava y los dos extremos del Mar Muerto, los más ricos en caza
y pesca, se encuentran lejos de centros turísticos organizados.
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Lugar de desecho
En ocasiones, se utiliza el manglar como vertedero de basura cuando se encuentra cerca de zonas
habitadas. Por ejemplo, en Ciudad del Carmen (Campeche), cerca de la playa de la Manigua, se
encuentran depósitos de basura a cielo abierto sobre el manglar. Por cierto que en esa zona,, a
continuación se compacta un poco la basura, se tira al manglar y se construyen viviendas populares,
con desconocimiento de las mas elementales nociones de higiene.
PROBLEMÁTICA Y ALTERNATIVAS DE SOLUCIÓN
La extensión que cubren los manglares en la zona costera mexicana es muy grande. Además, las
utilizaciones posibles derivadas de su complejidad ecológica y de su condición anfibia son variadas.
Estas características, aunadas al conocimiento insuficiente de su funcionamiento ecológico, han
provocado fallas en su manejo racional. En este caso, la problemática se deriva fundamentalmente
de cuatro causas:
a) Desconocimiento del recurso.
b) Aprovechamiento deficiente y en ocasiones incompatible con usos alternativos.
c) Hostilidad natural del medio.
d) Falta de normas de protección del manglar.
Desconocimiento del recurso
No se conoce aún con precisión la extensión de los manglares en México, ni la proporción que ocupa
cada especie. Los estudios que se han hecho hasta la fecha han sido sobre ciertas problemáticas de
origen local y muy pocos a nivel de conjunto. Destaca, en esta categoría, el estudio general
realizado en los manglares de México por Rollet, 1974, por parte del PNUD. Este desconocimiento
provoca actitudes de subaprovechamiento y destrucción del recurso. Para corregir esta deficiencia,
es prioritario emprender un programa nacional de inventario de recurso. Para esto, sería
conveniente utilizar los recursos humanos existentes en las instituciones de investigación del país y,
en el proceso, formar más recursos humanos de nivel medio y superior. La colaboración con el
sector público es fundamental para llevar a cabo una acción de tal importancia. Este inventario,
complementado con estudios ecológicos, servirá para determinar la “vocación de área” de las
diferentes localidades y efectuar un plan a largo plazo de explotación racional del potencial más
conveniente (maderero, pesquero, turístico o una combinación de éstos).
Lo anterior deberá acompañarse de estudios socioeconómicos y de comercialización que permitirán
optimizar los beneficios resultantes de la explotación, la cual, también requiere de recursos
humanos especializados. Además de promover su formación a alto nivel, se debe formar personal
originario de la zona. Esto tiene la ventaja d minimizar los problemas de adaptación (choque
cultural) del personal, a la vez que se integra a la problemática regional.
Aprovechamiento deficiente en ocasiones incompatible con usos alternativos
Del desconocimiento tanto de su fragilidad ecológica como de las consecuencias de su destrucción se
deriva, en gran medida, la tala inmoderada del manglar. En efecto, no sólo se tala el mangle con el
fin de explotar la madera con las diferentes utilizaciones que ya se mencionaron, sino con el fin de
limpiar la zona para uso agropecuario o turístico.
Las áreas que se quieren destinar a uso agropecuario deben ser preparadas durante varios años
para adecuarlas a través de la eliminación del exceso de acidez. Esto supone costos, a menudo no
evaluados con anterioridad, y el resultado es que el uso resulta incompatible con el beneficio
esperado.
Las áreas que se talan con el fin de colocar asentamientos humanos o turísticos provocan también
resultados inesperados. Es difícil, en efecto, para los que no son especialistas, comprender cómo la
tala de “árboles” afecta negativamente a las pesquerías aledañas. Sin embargo, es así, como lo
pudieron comprobar los pescadores del área de Mandinga (Veracruz), después de que se taló una
extensa área para instalar ahí asentamientos humanos de tipo turístico. En ese caso, no se tomó en
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cuenta el componente acuático del manglar y su función como exportador de materia orgánica y
área de protección que sostiene a las poblaciones objeto de explotación pesquera. Este caso ilustra,
convenientemente, los conflictos que se enfrentan en el manejo del manglar, principalmente por sus
componentes terrestres y acuáticos.
Otros efectos de la tala que pueden llegar a inutilizar el cuelo que se dejó libre incluyen
deslavamiento, inundaciones y erosión incontrolada. Así pues, es conveniente decidir a qué tipo de
explotación se va a dedicar el área para no entrar en conflicto de utilizaciones como puede
actualmente. En efecto, las áreas de mangle aledañas a poblaciones serán de mayor beneficio para
el hombre si se intensifican las actividades que ayuden a desarrollar la vocación particular del área,
como son:
a) áreas se prestan para la instalación de parques naturales, utilizando los mismos lineamientos
que se sugieren para las comunidades coralinas. Sería conveniente crear vastos parques
naturales, cuyo aprovechamiento viene a ser muy redituable: no sólo se preserva el área y con
esto se protege su productividad pesquera, sino que los ingresos, por concepto de visitas a estos
santuarios, pueden ser muy provechosos. Además, como áreas de estudio aportarán, a largo
plazo, interesantes alternativas de explotación suplementaria.
b) acuicultura. Esta actividad, generalmente no entra en conflicto con el ecosistema y se adapta
bien a las medidas de conservación. Sin embargo, en ciertos casos, es necesario manipular el
ecosistema a través de obras importantes de infraestructura, como aperturas de canales (para
favorecer las migraciones de camarón y ostión) o construcción de pozas (para criadero de
peces). Por lo delicado del equilibrio ecológico del manglar, es necesario contar con estudios
previos de impacto ambiental, para asegurar la obtención de los beneficios esperados y no un
costoso desastre ecológico.
Por otro lado, las áreas que se destinen a uso agropecuario o forestal deberán ser escogidas en
función de la tradicional explotación de la zona (siempre y cuando no se demuestre que otra
utilización sería mucho más provechosa). Se puede conservar el recurso sometiéndolo a explotación
moderada en condiciones naturales. Son convenientes los sistemas de rotación, regulación y
supervisión. Además, se deben tomar en cuenta las necesidades de tierras de cultivo de las
poblaciones implicadas. Es muy difícil convencer a una población necesitada de alimentos (y que no
depende de la pesca) de que debe proteger el recurso. La instalación de industrias deberá seguir el
mismo precepto y, además, tomar en cuenta la mano de obra existente en cada caso. Una vez más,
hay que recalcar la importancia de los estudios previos que den la posibilidad de evaluar qué
exportación es la más deseable o cuál acarrea daños calculados menores.
La extracción y comercialización de taninos y otros productos de interés farmacéutico debe ser
iniciada, al menos para cubrir la demanda nacional. Para esta aplicación congruente con la
utilización forestal del manglar, es necesario contar con estudios previos sobre factibilidad,
tecnología y comercialización.
Hostilidad natural del medio
La utilización del manglar por el hombre se ve restringida dado que es un ambiente, en cierta
medida, hostil, ya que favorece el crecimiento de especies propagadoras de enfermedades,
ponzoñosas o peligrosas. Entre las primeras tenemos a los diferentes artrópodos (moscas,
mosquitos, garrapatas), que propagan enfermedades como la malaria, filiariasis, fiebres endémicas
y dengue, entre otras. Las larvas y evadíos juveniles de éstos encuentran, en el manglar, un medio
ideal para cría por los charcos pantanosos o el agua acumulada en ciertas epífitas (bromeliáceas).
Hay enfermedades, son terriblemente molestos y no reaccionan ante repelentes normales. Los
piquetes, a veces dolorosos, pueden provocar reacciones alérgicas importantes. También la
humedad y el calor propician las enfermedades bacterianas y virales. Entre las especies peligrosas,
se cuentan las que atacan al hombre con fines de depredación, como los caimanes.
Estos inconvenientes afectas, sobre todo, las utilizaciones terrestres del manglar como explotación
maderera y colocación de asentamientos humanos para resistencia o turismo.
Son necesarios estudios sobre especies peligrosas con el fin de combatirlas o neutralizar sus efectos
dañinos sobre el hombre. Esto incluye estudios de investigación médica patológica, bioquímica y
biológica, investigaciones sexológicas y comercialización de vacunas, antídotos y repelentes
efectivos para las especies endémicas.
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Falta de normas de protección del manglar
No existen programas gubernamentales destinados a proteger el manglar. También es predecible
que la enorme extensión que se presume ocupa el manglar, sea un factor que dificulte
logísticamente la vigilancia y protección cuando se cuente con la legislación adecuada.
La contaminación marina afecta grandemente al manglar pero también la de tipo terrestre. En
efecto, en algunas áreas se usan como depósitos de basura. Dichos lugares, por la escasa
circulación de aguas, se vuelven, por la humedad y el calor, focos importantes de infecciones. Se
deben tomar medidas para evitar que los desarrollos urbanos aledaños al manglar lo afecten de
manera irreversible. La educación de la población a través de los medios masivos de información es
necesaria para este fin.
Al igual que en el caso de los arrecifes coralinos, es necesaria la acción concertada del sector público
con el sector científico en los niveles municipal, estatal y federal para planear y llevar a cabo una
explotación racional provechosa del manglar.
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