ORIGINAL ¿El abuso de fármacos en pacientes con migraña crónica influye en la efectividad del tratamiento preventivo con topiramato? Manuel Gracia-Naya, Natalia Hernando-Quintana, Ana M. Latorre-Jiménez, Consuelo Ríos, Jorge Artal-Roy, M. José García-Gomara, Sonia Santos-Lasaosa, Sara Sánchez-Valiente, José Ángel Mauri-Llerda Introducción. Los pacientes con migraña crónica (MC) y abuso de medicación son difíciles de tratar y tienen peor calidad de vida que otros pacientes con migrañas. Objetivo. Valorar si la presencia de abuso de fármacos disminuye la efectividad del topiramato. Pacientes y métodos. Una serie de pacientes con MC fueron agrupados según presentasen criterios de abuso o no abuso de fármacos. Se les aconsejó la supresión del fármaco del cual abusaban. Se ajustó el tratamiento de sus crisis y se inició tratamiento preventivo desde el principio con topiramato. Se valoró el número días con cefalea y migrañas intensas en el mes previo y al cuarto mes de tratamiento. Resultados. Fueron seleccionados 262 pacientes con criterios de MC, y de ellos 167 (63,7%) cumplieron criterios de abuso. En ambos grupos hubo una reducción significativa del número de días con cefalea/mes y número de crisis de migraña/mes al cuarto mes de tratamiento con topiramato. Porcentaje de reducción de días con cefalea/mes en MC sin abuso, 59,3 ± 36,1%; y con abuso, 48,7 ± 41,7% (p = 0,0574). Porcentaje de reducción de migrañas intensas/mes en MC sin abuso, 61,2%; y con abuso, 50% (p = 0,0224). Tasa de respondedores según número de días con cefalea/mes en MC sin abuso, 69%; y con abuso, 57%. Tasa de respondedores según número de migrañas intensas/mes en MC sin abuso, 76,8%; y en MC con abuso, 61% (p = 0,0097). Conclusiones. El topiramato fue efectivo en pacientes con MC sin y con abuso de fármacos, aunque con menor efectividad en estos últimos. Palabras clave. Cefalea por abuso de fármacos. Cefaleas. Migraña. Migraña crónica. Prevención de la migraña. Profilaxis de la migraña. Topiramato. Hospital San Jorge (A.M. LatorreJiménez); Huesca. Hospital Universitario Miguel Servet (M. Gracia-Naya, N. HernandoQuintana, J. Artal-Roy). Hospital Royo Villanova (C. Ríos, M.J. GarcíaGomara). Hospital Clínico Universitario (S. Santos-Lasaosa, S. Sánchez-Valiente, J.A. MauriLlerda); Zaragoza, España. Correspondencia: Dr. Manuel Gracia Naya. Hospital Universitario Miguel Servet. Isabel la Católica, s/n. E-50009 Zaragoza. Fax: +34 976 351 893. E-mail: [email protected] Declaración de intereses: Este trabajo no ha recibido ningún tipo de financiación oficial o de la industria farmacéutica relacionada con el fármaco que se estudia. Aceptado tras revisión externa: 30.09.14. Introducción Los pacientes con historia de migraña que presentan en los últimos tres meses 15 o más días de cefalea, de las cuales la mitad son migrañas o se han corregido con tratamiento antimigrañoso, están bien clasificados como pacientes con migraña crónica (MC) según la segunda clasificación de la Sociedad Internacional de Cefaleas [1], modificada en el apéndice de la International Classification of Headache Disorders (ICHD)-2 del 2006 [2], y en su reciente modificación, ICHD-III (versión beta, marzo de 2013) [3] (Tabla I). El tratamiento de estos pacientes es difícil y complejo, e incluye: actuar sobre los factores desencadenantes de crisis y sobre aquellos que predisponen a la cronificación de la migraña, tratar las crisis agudas con los fármacos más apropiados y eficaces –generalmente triptanes o antiinflamatorios no esteroideos (AINE)–, siendo preciso asociarlos, en oca- www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 59 (9): 385-391 siones, y establecer un tratamiento preventivo de la migraña [4-7]. En la actualidad, los fármacos utilizados para la prevención de la migraña episódica pueden utilizarse en el tratamiento de la MC, según las características del paciente y del fármaco. No obstante, se han llevado a cabo pocos estudios bien diseñados con estos fármacos para valorar su eficacia en la prevención de la MC. El fármaco mejor estudiado y más utilizado es el topiramato, ya que ha demostrado eficacia en pacientes con MC, aunque su eficacia queda reducida por el gran número de abandonos (hasta un 25% en algunos estudios), debido a los frecuentes efectos adversos que produce [8-13]. Otra alternativa reciente en el tratamiento preventivo de los pacientes con MC es la onabotulinumtoxina A, avalada por un estudio bien diseñado y con gran número de pacientes, que ha demostrado eficacia en cuanto a la reducción del número Cómo citar este artículo: Gracia-Naya M, HernandoQuintana N, Latorre-Jiménez AM, Ríos C, Artal-Roy J, García-Gomara MJ, et al. ¿El abuso de fármacos en pacientes con migraña crónica influye en la efectividad del tratamiento preventivo con topiramato? Rev Neurol 2014; 59: 385-91. © 2014 Revista de Neurología 385 M. Gracia-Naya, et al Tabla I. Criterios diagnósticos de la migraña crónica (ICHD-III beta) [3]. A. Cefalea (migrañosa o tensional) ≥ 15 días al mes, al menos tres meses y que cumple los criterios B y C B. En pacientes que han tenido al menos cinco ataques, cumpliendo los criterios de migraña con/sin aura (1.1 o 1.2) C. Al menos ocho días al mes, durante al menos tres meses, cumpliendo uno o más de los siguientes criterios: 1. Criterios C y D para 1.1. Migraña sin aura 2. Criterios B y C para 1.2. Migraña con aura 3. Percibido por el paciente al inicio del ataque como migraña, el dolor se alivia por triptanes o ergóticos D. No atribuible a otro diagnóstico de la ICHD-III ICHD: International Classification of Headache Disorders. Tabla II. Criterios de inclusión y exclusión. Pacientes de ambos sexos mayores de 18 años Cumplir criterios de migraña con/sin aura Criterios de inclusión Cumplir criterios de migraña crónica Precisar tratamiento preventivo Consentimiento verbal del paciente previo al ingreso en el estudio Haber llevado un tratamiento preventivo anteriormente Cólicos nefríticos Criterios de exclusión Mujeres embarazadas o en período de lactancia Enfermedad concomitante grave de cualquier tipo Antecedentes de abuso de alcohol, drogas u otros agentes tóxicos Contraindicación conocida al topiramato o a alguno de sus excipientes de días con cefaleas al mes y de otras variables secundarias estudiadas [14-20]. De ahí que cada vez su utilización vaya en aumento, sobre todo en aquellos pacientes que no han respondido a los tratamientos preventivos orales convencionales o que presentan problemas de intolerancia a dichos fármacos [20-23]. Un factor de cronificación frecuentemente asociado a la MC es la presencia de abuso de los fármacos utilizados por estos pacientes para tratar sus crisis (analgésicos, AINE, ergóticos, triptanes, combinaciones) [24,25]. Hasta un 70% de pacientes con MC presenta abuso cuando acude a consulta [26]. Al estar considerado el abuso de estos fármacos 386 como una causa de cefalea secundaria según la clasificación [2], a la hora de tratar a estos pacientes se plantea la dificultad de intentar suprimir primero el abuso de fármacos y, posteriormente, instaurar un tratamiento preventivo de la migraña o instaurar el tratamiento preventivo desde un principio, ya que sigue sin definirse si el abuso es causa o consecuencia de la cefalea. Los tratamientos preventivos más utilizados en la cefalea por abuso de medicación (CAM) son los que se usan habitualmente para tratar la migraña episódica, y que también han demostrado ser eficaces en la migraña trasformada, en la MC y en la cefalea crónica diaria [27]. Se desconoce su mecanismo de acción y, además, existen pocos estudios con grupos de pacientes con CAM. Usando datos de dos estudios de topiramato en MC [8,9], y valorando aquellos pacientes que cumplían los criterios de CAM, también se encontró que el topiramato fue efectivo en estos pacientes [27]. A raíz del trabajo de Diener et al [9], en donde se trató con topiramato desde el primer momento, independientemente de que hubiese abuso o no de medicación, y se comprobó que la presencia de abuso no influía en su eficacia, aumentó la tendencia a utilizar el tratamiento preventivo lo antes posible sin necesidad de retirar previamente el tratamiento analgésico [28]. El estudio PREEMPT también ha demostrado que el abuso de fármacos no afecta a la eficacia de la onabotulinumtoxina A [18,19]. En este trabajo seleccionamos un grupo de pacientes con MC a quienes por primera vez se les puso tratamiento preventivo, en este caso topiramato, comparamos la efectividad del fármaco en el grupo de pacientes que presentaron abuso de fármacos frente a aquéllos no abusadores, y analizamos si la efectividad del fármaco se modificó en presencia de abuso. Pacientes y métodos La selección y seguimiento de los pacientes se llevó a cabo, a lo largo de estos últimos ocho años, en consultas ambulatorias de neurología, y se realizó por los neurólogos participantes en este trabajo, todos ellos interesados en cefaleas. Se estableció un modelo de recogida de datos igual para todos los pacientes y específico para este estudio, y todos los sujetos seleccionados cumplieron los mismos criterios: mayores de 18 años, con MC en los tres meses previos, según el apéndice de la ICHD-2 de 2006 de la Sociedad Internacional de Cefaleas [2]. Los pacientes nunca habían llevado un tratamiento pre- www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 59 (9): 385-391 Abuso de fármacos en pacientes con migraña crónica ventivo para sus migrañas previamente. Las pacientes no estaban embarazadas ni presentaban contraindicación alguna para tomar el fármaco prescrito (Tabla II). En la primera visita se recogían los datos epidemiológicos y clínicos. Se analizaba cómo trataba el paciente sus crisis y cefaleas, y se modificaba el tratamiento agudo si era preciso para hacerlo más efectivo (Figura). Se le insistía al paciente en evitar el abuso de fármacos, y se ponía ya, desde el principio, tratamiento preventivo con uno de los fármacos en uso, preferentemente con topiramato; no obstante, se tenían en cuenta las características del paciente, su morbilidad y, dentro de la mejor práctica clínica habitual, si el topiramato no se consideraba el fármaco idóneo, se pautaba el que a juicio del médico fuese más adecuado y el paciente no se seleccionaba para este estudio. La dosificación con topiramato se iniciaba con 25 mg en una dosis nocturna, seguida de una pauta ascendente de 25 mg semanales hasta alcanzar la dosis total de 100 mg/día repartidos en dos tomas de 50 mg a partir de la cuarta semana. En la consulta de revisión, a los cuatro meses del inicio del tratamiento preventivo con topiramato, se recogieron datos sobre efectividad, tolerancia y satisfacción del paciente con el tratamiento. Los pacientes con intención de tratar y que abandonaron por mala tolerancia, falta de efectividad o cualquier otra causa también fueron incluidos en los análisis de efectividad y tolerabilidad del fármaco a los cuatro meses. Se establecieron dos grupos en función de que los pacientes cumplieran criterios de abuso o no de fármacos según los criterios de la clasificación de la Sociedad Internacional de Cefaleas [2]. En ambos grupos analizamos varios parámetros de efectividad: reducción del número de crisis de migraña intensa durante el cuarto mes de tratamiento comparándolo con el número de crisis en el mes previo a la toma del fármaco, y reducción del número total de días con cefalea en el cuarto mes de tratamiento con relación al mes previo a llevar tratamiento con topiramato; calculamos el porcentaje de reducción de crisis/mes y de días con cefalea/mes conseguido con el fármaco en ambos grupos comparando sus resultados y la tasa de respondedores (porcentaje de pacientes que alcanzaron una reducción del 50% o más de sus crisis o días con cefalea). También se recogió el número de abandonos y los efectos adversos referidos por los pacientes de ambos grupos (abusadores y no abusadores). Los pacientes, al final del estudio, manifestaron si estaban satisfechos con el tratamiento recibido www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 59 (9): 385-391 Figura. Fármacos utilizados con mayor frecuencia en el tratamiento de las crisis de migraña crónica (MC). AINE: antiinflamatorios no esteroideos. (sí/no) y, además, se midió el grado de satisfacción mediante una escala tipo Likert de 7 puntos (7: mejor imposible; 6: muy satisfecho; 5: bastante satisfecho; 4: indiferente; 3: poco satisfecho; 2: bastante insatisfecho; y 1: muy insatisfecho). Para simplificar y facilitar los resultados de satisfacción con el fármaco, los pacientes se reagruparon en tres grupos: aquellos que presentaron algún grado de satisfacción con el fármaco (comprenderían los tres subgrupos 7, 6 y 5 de la escala de Likert), los indiferentes (que corresponderían al subgrupo 4 de la escala de Likert) y los que presentaron algún grado de insatisfacción con el fármaco (agruparían los tres subgrupos 1, 2 y 3 de la escala de Likert). Las diferentes variables se incluyeron en una ba­ se de datos del programa estadístico Starview 4.02. Se realizó estadística básica de todas las variables en estudio. Los resultados se muestran por su media ± desviación estándar para las variables continuas y como porcentajes para las variables nominales. Las variables continuas (número de días con migraña intensa/mes y días con cefaleas/mes antes y en el último mes del estudio) se analizaron mediante la t de Student sin parear para medias a dos lados y un intervalo de confianza al 95% (IC 95%), y se determinó el riesgo relativo (RR) al comparar algunas variables. Los valores se consideraron estadísticamente significativos cuando el valor de p ≤ 0,05. Las variables nominales se analizaron mediante test no paramétricos y la prueba de χ2 para valorar el grado de significación estadística, y mediante la prueba exacta de Fisher cuando fue necesaria. Las comparaciones entre variables continuas y nominales se analizaron mediante el test de ANOVA. 387 M. Gracia-Naya, et al Tabla III. Estado de los pacientes con migraña crónica (MC) previamente al tratamiento preventivo con topiramato. MC sin abuso (n = 95) MC con abuso (n = 167) p 81% 88,5% 0,0946 36,4 ± 12,1 40,3 ± 13,1 0,0178 Media de crisis de migraña intensas/mes 6,6 ± 4,9 9,2 ± 7,1 0,0014 Media de número de días con cefaleas/mes 22,4 ± 5,3 23,8 ± 5,1 0,0473 Mujeres Edad media (años) Resultados Fueron seleccionados 262 pacientes que cumplían los criterios de MC según el apéndice de la ICHD-2 de 2006 [2]. De ellos, 167 (63,7%), además, cumplían los criterios de CAM [2]. A todos se les indicó tratamiento con topiramato, era la primera vez que eran tratados con un fármaco preventivo para sus migrañas y todos cumplían los criterios de inclusión/exclusión (Tabla II). Las variables edad y sexo en ambos grupos y la situación clínica en el mes previo al tratamiento mediante las variables número de crisis de migraña intensa/mes y número total de días con cefalea/mes (migrañas o no) en el mes previo figuran en la tabla III. Al cuarto mes de tratamiento se analizaron diferentes variables en ambos grupos y se hicieron estudios comparativos de las variables analizadas (Tabla IV). Ambos grupos mostraron una reducción de migrañas intensas/mes y del número total de días con cefaleas/mes en el cuarto mes de tratamiento con topiramato, y hubo una mejor respuesta al tratamiento en el grupo de pacientes con MC sin abuso, con diferencias significativas. La reducción media de migrañas intensas/mes al cuarto mes de tratamiento dio como resultados un 61% en el grupo de MC sin abuso y un 50% en el de MC con abuso (p = 0,0224), y la tasa de respondedores (porcentaje de pacientes con una reducción de más del 50%) en relación con la reducción de crisis de migraña intensa/mes fue del 77% en el grupo de no abusadores y del 61% en el de abusadores (p = 0,0097; RR = 1,26; IC 95% = 1,07-1,48). La variable número total de días con cefalea/mes también mostró una reducción en ambos grupos del 58% de media en el número de días con cefalea/ mes en el grupo de no abuso y del 49% en el de abu- 388 sadores (p = 0,0758), y la tasa de respondedores fue del 69 y del 57% en el grupo de no abuso/abuso, respectivamente, tras el tratamiento con topiramato (RR = 1,27; IC 95% = 1,05-1,53). El 70% de los pacientes con MC que no presentaban abuso previo al tratamiento con topiramato dejó de cumplir los criterios de MC al cuarto mes de tratamiento, frente al 60% de los pacientes que presentaban abuso previo (p = 0,0131; RR = 1,26; IC 95% = 1,06-1,49). El porcentaje de abandonos del tratamiento con topiramato fue mayor en el grupo de abusadores (26,5%) que en el de no abusadores (21%) (p = 0,3711), y un 64% de los pacientes con abuso presentó efectos adversos frente al 45% de los pacientes del grupo sin abuso (p = 0,0041). En ninguno de los dos grupos hubo efectos adversos graves. La satisfacción con el tratamiento fue mayor en el grupo de no abusadores (72%) que en el de abusadores (58%) (p = 0,0183; RR = 1,26; IC 95% = 1,07-1,48). Discusión El abuso de fármacos es el factor de riesgo presente con mayor frecuencia en la MC, como ya se ha comentado [25-27]. Saper y Lake [29] establecieron que los pacientes que abusaban de fármacos durante mucho tiempo eran más difíciles de tratar, sufrían frecuentes recaídas, asociaban frecuentemente otras comorbilidades, como patología psiquiátrica, y tenían peor pronóstico que aquellos con abuso de fármacos de menos de un año de duración. Los 262 pacientes de nuestro estudio cumplían los criterios de MC y, de éstos, 167 abusaban de fármacos, por lo que, de acuerdo con la clasificación de la Sociedad Internacional de Cefaleas, presentaban, además, una CAM [1-3]. Es decir, el 64% de nuestros pacientes con MC presentaba abuso de fármacos cuando acudió a nuestras consultas. Nuestros datos se aproximan a otros trabajos y apoyan la alta frecuencia del abuso de fármacos en las series de pacientes con MC [26]. También destacamos que los pacientes con MC y abuso mostraban una mayor intensidad del proceso, ya que presentaban más días con migraña intensa/mes y mayor número de días con cefalea/mes que el grupo de pacientes con MC sin abuso, cuando acudieron a consulta y antes de instaurar tratamiento preventivo con topiramato (Tabla III). Se ha descrito que la MC es muy frecuente en el sexo femenino y todavía más frecuente en la CAM [30]. Así sucede en nuestra muestra, donde el porcentaje de mujeres en el grupo de MC sin abuso fue www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 59 (9): 385-391 Abuso de fármacos en pacientes con migraña crónica del 81%, siendo mayor su porcentaje en el grupo de MC con abuso (88,5%) (p = 0,0946). La edad media en nuestra muestra de pacientes con MC con abuso también fue más elevada (40,3 ± 13,1 años) que la de pacientes con MC sin abuso (36,4 ± 12,1 años) (p = 0,0178), como sucede en otras series [30,31]. El tratamiento de las crisis agudas de migraña se basó en triptanes, AINE o analgésicos. Si el paciente, previamente al estudio, había tomado alguno de estos fármacos con buena respuesta (supresión o disminución importante del dolor a las dos horas de haber tomado el fármaco), se mantenía dicho fármaco; en caso contrario, se modificaba y, en ocasiones, se asociaban grupos de fármacos, generalmente triptanes y AINE (Figura). A pesar de que los pacientes con MC presentan una peor calidad de vida que los pacientes con migraña episódica, como ya se ha comentado, todavía un porcentaje alto no recibe tratamiento preventivo. En un estudio previo que realizamos en nuestro medio, sólo un 23% de los pacientes con MC que fueron enviados a consulta de neurología había llevado o estaba con algún tratamiento preventivo [31,32]. Recientemente, un amplio estudio internacional llevado a cabo por Blumenfeld et al [33] aporta que el 65,9% de pacientes con MC estaba con tratamiento preventivo. Para evitar algunos sesgos en la selección de nuestros pacientes, todos eran pacientes de novo en cuanto a recibir tratamiento preventivo. Así evitamos aquéllos que ya tuvieran experiencia con estos fármacos y que hubieran abandonado por intolerancia, poca efectividad o cualquier otra circunstancia. Desde el primer día, a todos los pacientes se les puso tratamiento preventivo con topiramato, si no había contraindicación para el uso de este fármaco, independientemente de que el paciente abusase o no. Existen discrepancias sobre si hay que poner tratamiento preventivo a los pacientes con CAM y cuándo ponerlo, si al principio o una vez suprimido el abuso de fármacos (ya que se considera que, cuando hay abuso, el tratamiento preventivo no es efectivo). Zeeberg et al [34] valoraron el efecto de la supresión de la medicación de abuso a los dos meses, como único tratamiento, en un grupo probable de CAM. La mitad de los pacientes abandonó el estudio y, de los restantes, el 45% mejoró, el 48% no presentó cambios y el 7% empeoró de sus cefaleas. Bigal et al [25] analizaron retrospectivamente a 456 pacientes con migraña transformada y CAM. Todos los pacientes de ese trabajo recibieron tratamiento preventivo. Después de un año de seguimiento, el 70% de los pacientes no abusaba y sus cefaleas habían disminuido www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 59 (9): 385-391 Tabla IV. Estado de los pacientes con migraña crónica (MC) al cuarto mes de tratamiento preventivo con topiramato. MC sin abuso (n = 95) MC con abuso (n = 167) p 2,3 ± 3,1 4,6 ± 6,0 0,0006 Porcentaje de reducción de crisis 61,2% 50% 0,0224 Tasa de respondedores a las migrañas 76,8% 61% 0,0097 Tasa de respondedores a las cefaleas 69% 57% Porcentaje de reducción de cefaleas 59,3 ± 36,1% 48,7 ± 41,7% 0,0574 Media de cefaleas al cuarto mes de tratamiento 8,9 ± 8,4 11,8 ± 10,2 0,0217 Porcentaje de pacientes con efectos adversos 45% 64% 0,0041 Tasa de abandonos en tratamiento preventivo 21% 26,5% 0,3711 Algún grado de satisfacción 72% 58% 0,0183 Media de crisis al cuarto mes de tratamiento en un 74%, y se atribuyó el porcentaje y la persistencia de la buena respuesta al tratamiento preventivo. En nuestro trabajo, todos los pacientes recibieron tratamiento preventivo desde el inicio y el porcentaje de buenas respuestas (reducción ≥ 50% de días con cefalea/mes) fue del 57%, menor que el obtenido en la serie de Bigal et al, aunque el porcentaje en el grupo de no abusadores (69%) fue similar. Estos datos apoyarían el uso de tratamiento preventivo desde el principio asociado a la supresión del fármaco de abuso, como se aconseja en revisiones recientes [28,35,36] y como muestra nuestro trabajo, donde el topiramato fue efectivo desde el principio del tratamiento sin necesidad de tratar, en primer lugar, el abuso. En ambos grupos hubo una respuesta efectiva al tratamiento con topiramato independientemente de que hubiese o no abuso de fármacos. Así, los pacientes con MC sin abuso pasaron de una media de 6,5 crisis intensas al mes a una media de 2,2 crisis, y los pacientes con MC y abuso, de una media de 9,2 crisis en el mes previo al tratamiento a una media de 4,5 crisis en el cuarto mes de tratamiento con topiramato. Este resultado indicaría que el topiramato fue efectivo, en ambos grupos, al conseguir una reducción del número de crisis intensas, aunque no podemos establecer si la presencia de abuso pudo influir negativamente en la efectividad del fármaco, ya que el grupo de MC con abuso siempre presentó mayor número de crisis que el grupo de MC sin abuso. 389 M. Gracia-Naya, et al El análisis de la otra variable de efectividad también mostró una reducción del número total de días con cefalea/mes, al cuarto mes de tratamiento con topiramato, en ambos grupos. Los pacientes con MC sin abuso pasaron de una media de 22,4 días con cefalea al mes a 8,9 días con cefalea, y los pacientes con MC y abuso pasaron de una media de 23,8 días con cefalea en el mes previo al tratamiento a 11,8 días en el cuarto mes de tratamiento con topiramato. Este resultado también indicaría que el topiramato fue efectivo en ambos grupos al conseguir una reducción del número total de días con cefalea al mes, aunque estos resultados tampoco nos permiten establecer si la presencia de abuso pudo influir en la efectividad del topiramato. En el estudio valoramos otros parámetros de efectividad del topiramato: la tasa de respondedores (porcentaje de pacientes que consiguieron una reducción ≥ 50% de sus crisis intensas o días de cefalea al cuarto mes de tratamiento). El topiramato mostró ser efectivo, ya que la tasa global de respondedores en cuanto a reducción del número de crisis intensas fue del 66,7%, siendo la tasa en el grupo de no abusadores del 76,8% frente a la del grupo de abusadores, que fue del 61% (p = 0,0097). La tasa de respondedores en cuanto al número de días con cefalea al mes también indica la efectividad del topiramato y también fue mayor en el grupo de no abusadores (69%) que en el grupo con abuso (57%). Estos datos sí avalarían que el topiramato se muestra más efectivo cuando no hay abuso. La presencia de abuso en un paciente con MC es un indicador de mal pronóstico en cuanto a respuesta al tratamiento preventivo, como ya mostró un trabajo de Katsarava et al [37]. En nuestro estudio, el 70% de los pacientes con MC que no presentaban abuso previo al tratamiento con topiramato dejó de cumplir los criterios de MC al cuarto mes de tratamiento, frente al 60% de los pacientes que presentaban abuso previo (p = 0,0131; RR = 1,26; IC 95% = 1,06-1,49). La tasa de abandonos del topiramato por efectos adversos fue elevada y alcanzó al 24,5% de los pacientes, muy próxima a otros trabajos [33]. Al no haber diferencias significativas en los dos grupos (p = 0,3711), la menor efectividad del fármaco en el grupo de pacientes con abuso no podría atribuirse a su abandono, sino quizás a una mayor gravedad del proceso. En conclusión, el abuso de fármacos se asocia con alta frecuencia a pacientes que desarrollan una MC. Nuestro trabajo confirma el claro predominio femenino y la mayor edad de los pacientes con rela- 390 ción a aquellos con migraña episódica o MC sin abuso. El topiramato, como ya se ha demostrado en otros trabajos, sería una buena opción de tratamiento de estos pacientes, aunque destaca su elevado índice de efectos adversos y el importante número de abandonos. Todos los parámetros valorados en este trabajo indican que su efectividad disminuye en aquellos pacientes con MC y que, además, asocian abuso de fármacos. Bibliografía 1. International Headache Society. The International Classification of Headache Disorders: 2nd edition. Cephalalgia 2004; 24 (Suppl 1): S9-160. 2. Headache Classification Committee, Olesen J, Bousser MG, Diener HC, Dodick D, First M, et al. New appendix criteria open for a broader concept of chronic migraine. Cephalalgia 2006; 26: 742-6. 3. 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In all, 262 patients with CM criteria were selected and 167 (63.7%) of them fulfilled abuse criteria. In both groups there was a significant reduction in the number of days with headache/month and number of migraine attacks/month at the fourth month of treatment with topiramate. The percentage of reduction in the number of days with headache/ month in CM without abuse was 59.3 ± 36.1%, and with abuse, 48.7 ± 41.7% (p = 0.0574). The percentage of reduction in the number of days with intense migraine/month in CM without abuse was 61.2%, and with abuse, 50% (p = 0.0224). Response rate according to the number of days with headache/month in CM without abuse was 69%, and with abuse, 57%. Response rate according to the number of intense migraines/month in CM without abuse was 76.8%, and in CM with abuse, 61% (p = 0.0097). Conclusions. Topiramate was effective in patients with CM with and without medication abuse, although effectiveness is lower in the latter case. Key words. Chronic migraine. Headache due to medication abuse. Headaches. Migraine. Prevention of migraine. Prophylaxis of migraine. Topiramate. www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 59 (9): 385-391 391