Universidad de Chile Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas Departamento de Ciencia de los Alimentos y Tecnología Química. PATROCINANTE Q.F. Luis López Valladares. Departamento de Ciencia de los Alimentos y Tecnología Química. Universidad de Chile. DIRECTORES Q.F. Luis López Valladares. MV. Luis Cáceres Tobar Departamento de Ciencia de los Alimentos Departamento de Higiene y Calidad y Tecnología Química. La Piccola Italia. Universidad de Chile. INCIDENCIA DE Staphyloccus aureus EN PLATOS FRIOS LISTOS PARA EL CONSUMO EN LOCALES DE COMIDA ITALIANA Y MEDIDAS PARA SU CONTROL MEMORIA PARA OPTAR AL TITULO DE INGENIERO EN ALIMENTOS LUIS FELIPE RIQUELME GYIMESY Santiago – Chile 2007 "Puedes ser solamente una persona para el mundo, pero para alguna persona tu eres el mundo." Gabriel García Márquez ii AGRADECIMIENTOS • A la familia Vanella e industria de alimentos La Piccola Italia por financiar y permitirme participar en este estudio. • A Sebastián Vanella por su apoyo, preocupación y gran compromiso. • A mis directores de memoria, Luis López V. y Luis Cáceres T., por su dedicación, apoyo y orientación en el desarrollo de este trabajo. • A Rima Juzam, Jefe Dpto Higiene Calidad La Piccola Italia, por su orientación, apoyo profesional y personal. • A mis padres y hermana por su apoyo incondicional, dedicación y orientación durante todos los procesos vividos a lo largo de mi vida. • A todos mis profesores y al personal de la universidad por haber contribuido en mi formación académica. • A mis amigos, compañeros y todas las personas especiales que condimentan mi vida. iii ÍNDICE I. RESUMEN vi SUMMARY vii INTRODUCCION 1 1.1 Staphylococcus aureus. 1 1.1.1 Aspectos microbiológicos 1 1.1.2 Factores de virulencia 3 1.1.3 Enfermedades causadas por S. aureus 3 1.2 Estado del portador 4 1.3 Intoxicación alimentaria y contaminación cruzada 5 II. HIPÓTESIS 7 III. OBJETIVOS 8 3.1 Objetivo general 8 3.2 Objetivos específicos 8 MATERIALES Y METODOS 9 4.1 Lugar donde se desarrolla el estudio 9 4.2 Muestreos nasofaríngeos 9 IV. 4.2.1 Detección de portadores nasofaríngeos 9 4.2.2 Criterio de exclusión 10 4.2.3 Tratamiento 10 4.3 Muestreo de manos y guantes 10 4.4 Muestreo de superficies 10 4.5 Análisis microbiológico 11 4.6 Muestras de alimentos 11 4.6.1 Análisis microbiológico V. 13 4.7 Diagnóstico de buenas prácticas de manipulación 14 4.8 Evaluación 14 RESULTADOS Y DISCUSIÓN 15 5.1 Registro histórico de alimentos con recuento de S. aureus 15 5.1.1 Auditorias internas 15 5.2 Incidencia de S. aureus en platos de sección Cocina Fría iv 15 5.3 Incidencia de S. aureus en platos de sección Cocina Fría por local 18 5.4 Eficacia del control de portadores nasofaríngeos asintomáticos 21 5.4.1 Portación nasal: situación inicial 21 5.4.2 Después del tratamiento 22 5.5 Muestreo de manos y guantes 22 5.6 Muestreo de superficies 25 5.7 Diagnostico de buenas prácticas de manipulación 26 5.7.1 Condiciones higiénicas del local y la sección 26 5.7.2 Procedimientos de limpieza y sanitización de utensilios, superficie de mesones, pisos y de materia prima 27 5.8 Conocimiento de los manipuladores en materia de contaminación alimentaria y de intoxicación por S. aureus 28 5.9 Disposición de los trabajadores a la incorporación de nuevas metodologías de trabajo 31 6.0 Incidencia de S. aureus en platos preparados después de implementar medidas correctivas 32 VI. CONCLUSIONES 37 VII. BIBLIOGRAFÍA 38 VIII. ANEXO: Cuestionario aplicado en locales 43 v RESUMEN El riesgo de contaminación microbiológica en platos preparados, elaborados en los servicios de alimentación masiva, es materia de estudio actual. El objetivo de esta investigación fue determinar la incidencia de Staphylococcus aureus en platos fríos listos para el consumo en ocho de los nueve restaurantes y en la fábrica central de alimentos de La Piccola Italia y aplicar medidas para controlar el riesgo de contaminación alimentaria. Se evaluó la incidencia de S. aureus en platos de la sección Cocina Fría de los establecimientos estudiados mediante el análisis microbiológico de 113 muestras en el período comprendido entre febrero y junio de 2007. El 25% de las muestras presentaron un recuento igual o superior a 100 UFC/g de alimento. Se realizó un muestreo nasofaríngeo, de manos y guantes a los manipuladores. El 34% resultó portador asintomático de la bacteria en las fosas nasales; el 2% presentó recuento de S. aureus en guantes y el 8% en manos. Como medida preventiva se derivó al personal portador a una especialista en salud pública, tratándose con mupirocina ungüento intranasal. Se analizaron microbiológicamente las superficies en contacto con alimentos, utensilios de cocina y manillas de equipos refrigerados. No se detectó la presencia de la bacteria en superficies ni utensilios. El 25% de las manillas muestreadas resultó positiva a los análisis. Aplicando un cuestionario escrito, se determinó el nivel de conocimiento del personal manipulador en materia de contaminación cruzada y riesgo de intoxicación. Mediante un programa de capacitaciones las respuestas correctas aumentaron de un 54 a un 92%. Finalmente, se determinó la incidencia de S. aureus en platos fríos listos para el consumo, luego de aplicar las medidas correctivas, mediante el análisis microbiológico de 49 muestras recolectadas en el período comprendido entre julio y septiembre de 2007. El 10% de las muestras presentaron recuento de esta bacteria. Estos resultados indican que es posible disminuir la contaminación microbiológica a través de la aplicación y actualización de planes de manipulación, complementadas con una adecuada capacitación. vi implementando acciones correctivas SUMMARY INCIDENCE OF Staphylococcus aureus IN READY TO EAT FOODS FROM ITALIAN RESTAURANTS AND ITS MEASURES OF CONTROL Currently, the risk of microbiological contamination in ready to eat foods from massive food services, is matter of research. The objective of this study was to determine, in 8 “La Piccola Italia” restaurants and the central food factory, the incidence of Staphylococcus aureus in cold meals ready to eat; and then to apply measures to control the risk of food contamination. The incidence of S. aureus in meals from the “Cold Kitchen” section was evaluated by means of microbiological analysis of 113 samples during the period of time between February and June, 2007. It was found that 25% of the samples were equal or higher than 100 CFU/g of food. A nasal, bared and gloved hands sampling in food handlers was performed. 34% of workers were nasal carriers; 2% showed contaminated disposable gloves and 8% contaminated hands. As a contingency plan, nasal carriage was treated with mupirocin nasal ointment. Surfaces in contact with foods, cooking utensil and refrigerator handle were assayed. Bacteria was not found, except in the 25% of sampled refrigerator handles. By observational approach, a diagnostic of good manufactuting practices and kitchen instalations were made. No important risks of cross contamination were found. The level of knowledge about S. aureus and cross contamination of workers was controlled by a writting test. Then, an instructive program was elaborated and applied. The correct answers up from 54% to 92%. After the implementation of corrective measurement, the incidence of S. aureus in ready to eat meal was evaluated. 49 samples were collected during the period of time between July and September of 2007. 10% of samples were positive to S. Aureus. This result showed that applying and updating the manipulation programs, was possible to eliminate the risk in the kitchen and throught an adecuated learning program a reduction of the microbiological vii contamination. I. INTRODUCCIÓN En Chile existen más de 9.000 restaurantes (INE, 2004), y muchos platos servidos en estos establecimientos pueden ser contaminados con microorganismos debido a la incorrecta manipulación y/o a las inadecuadas condiciones de almacenamiento durante los procesos productivos. Son numerosos los microorganismos responsables de brotes toxiinfecto alimentarios en seres humanos, tales como, Escherichia coli, Salmonella spp., y Staphylococcus aureus, entre otros; todos presentes en platos compuestos por vegetales, carnes y alimentos procesados (Soriano y col, 2001). En la Región Metropolitana de Santiago se observó un aumento en los brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos (ETA); de 190 casos el año 1999 a 260 en el 2000. Entre esos años, se determinó que el 63,5% fueron originados en los hogares, y el 33,1% en establecimientos expendedores de alimentos. Salmonella del grupo no typhi junto a Staphylococcus aureus destacan como los agentes bacterianos más importantes de brotes en Chile (Prado y col., 2002). Staphylococcus aureus es uno de los patógenos más importantes presentes en alimentos listos para el consumo, y la intoxicación por la enterotoxina de este microorganismo es considerada una enfermedad autolimitada (Murray, 2005), de baja mortalidad y, según estudios, la tasa de hospitalización alcanza el 14% (Aycicek y col., 2005). 1.1 Staphylococcus aureus 1.1.1 Aspectos microbiológicos Dentro de la familia Micrococcaceae se encuentran los géneros Micrococcus y Staphylococcus. A esta última pertenece la especie Staphylococcus aureus, la cual se caracteriza por ser gram positivo, catalasa positivo, no formador de esporas y con tendencia a agruparse en racimos especialmente cuando crece en medios sólidos. Es aerobio y anaerobio facultativo, cualidad que le distingue del género Micrococcus (Gaspar, 1995; Fueyo, 2005). 1 Los estafilococos han sido clasificados en más de 23 especies y subespecies, y dependiendo de ellas y de las condiciones de cultivo, las células pueden alcanzar hasta 1,5 µm (Bohach y Jablonski, 2001; Sandel y Mc Killip, 2004). El óptimo desarrollo de S. aureus se logra a los 37 ºC, pH cercano a la neutralidad y Aw de 0,98. Las condiciones que favorecen la producción de enterotoxinas se logran a temperaturas entre los 40 y 45 ºC, pH 7-8 y Aw equivalente a 0,98 (Roberts y col., 1996). Staphylococcus aureus se caracteriza por su crecimiento rápido en medios sólidos, agrupándose en estructuras redondas y de bordes bien definidos. Entre los medios selectivos desarrollados para el crecimiento de S. aureus, los más utilizados son Agar Baird Parker y el Agar manitol sal. El Agar Baird Parker es un medio que posee piruvato sódico como estimulante del crecimiento selectivo. Contiene litio y telurio potásico para inhibir el desarrollo de otros microorganismos y permitir el crecimiento de S. aureus. Los pocos microorganismos distintos a S. aureus que pueden crecer, son Staphylococcus saprophyticus y algunas cepas de Bacillus. S. aureus produce en este medio colonias negras (por la reducción de telurito a teluro), convexas y con un halo claro del medio debido a la actividad proteolítica. El Agar manitol sal o medio de Chapman, basa su formulación en un alto contenido de sal, lo que inhibe el crecimiento de la mayoría de los microorganismos, a excepción de Staphylococcus aureus. Esta bacteria fermenta el manitol para dar colonias de color amarillo (Gaspar, 1995). Durante mucho tiempo, el método de detección de S. aureus fue la prueba de coagulasa. Este ensayo está basado en la capacidad que posee esta bacteria para producir esta enzima extracelular que coagula el plasma de conejo (Biomerieux, 2006). Actualmente se reconocen otros métodos de detección de Staphylococcus aureus basados en la aglutinación de hematíes o partículas de látex (Fleurette, 1990). Las cepas de S. aureus poseen un receptor proteico para un fragmento del fibrinógeno. Este receptor está presente en un 96% de las cepas de origen humano y en la mayoría del resto de los biotipos (Hajek y Marsalek, 1976). 2 1.1.2 Factores de virulencia S. aureus posee la particularidad de formar un amplio espectro de sustancias asociadas a enfermedades, que van desde compuestos presentes en la estructura de la pared celular, como el ácido teicoico, hasta la formación de numerosas exoenzimas y toxinas (Roberts y col., 1996). Las enzimas con actividad patogénica formadas por S. aureus son: catalasa, coagulasa, hialuronidasa y betalactamasa, entre otras. En cuanto las toxinas, se pueden mencionar la alfa, beta, gama y delta toxina, leucocidina, exfoliacina y enterotoxinas (Gaspar, 1995). Son las enterotoxinas producidas por S. aureus las responsables de diversos cuadros asociados a toxiinfecciones alimentarias es seres humanos. Se han descrito 8 variedades de enterotoxinas antigénicas estafilocócicas. Todas se caracterizan por presentar estructuras y pesos moleculares similares. Desde el año 1962, se identifican con una letra del abecedario, según se han ido descubriendo (A-H). En el año 1998, se ha argumentado parcialmente la existencia de al menos dos nuevas variedades (Roberts y col., 1996; Bohach y Jablonski, 2001; Sandel y Mc Killip, 2004). La toxina estafilocócica es termoresistente y puede permanecer estable incluso a 100ºC por 30 minutos (Roberts y col., 1996). Es producida en cantidades muy pequeñas durante la mayor parte del crecimiento exponencial, logrando un aumento considerable al final de la fase de crecimiento o al principio de la fase estacionaria logrando acumular hasta 350 µg/mL, dependiendo de la cepa productora (Bohach, 2001). 1.1.3 Enfermedades ocasionadas por S. aureus Esta bacteria es capaz de producir cuadros clínicos en la piel y tejidos blandos, infecciones profundas y diseminadas e intoxicaciones producidas por enterotoxinas (Gaspar, 1995). A la intoxicación por enterotoxina de S. aureus, se asocian síntomas que incluyen náuseas, vómitos, dolores abdominales y diarrea, efectos que se hacen notar entre 1 y 8 horas (preferentemente entre 2 a 4) de ocurrida la ingesta de alimentos contaminados (Roberts y col., 1996; Kérouanton y col., 2007). En casos severos, puede presentarse 3 fuertes dolores de cabeza y escalofríos. La recuperación es rápida, por lo general, dentro de 48 horas (Roberts y col., 1996). Con respecto a la dosis infectiva, no existe exactitud. Se han descrito casos en los cuales 1 ng de toxina por gramo de alimento es capaz de desarrollar los síntomas asociados a la intoxicación. Un brote perfectamente documentado, reveló que un mínimo de 144 µg es capaz de provocar la intoxicación en niños de edad escolar. Otro estudio realizado con voluntarios declaró que la dosis de toxina purificada necesaria para provocar la emesis es de 0,4 µg por kilo de peso corporal (Raj y Bergdoll, 1969). En la actualidad, casi la totalidad de intoxicaciones provocadas por S. aureus en establecimientos de alimentación colectiva son atribuidas a manipuladores de alimentos que inoculan los productos durante la preparación y dan las condiciones adecuadas para el desarrollo de esta bacteria y posterior producción de toxinas durante la etapa de almacenamiento. 1.2 Estado del portador El hábitat primario de S. aureus son las mucosas y la piel de seres humanos. Este microorganismo puede existir de manera permanente o transitoria como miembro de la microflora normal sin causar síntomas en el huésped (Acco y col., 2003; Fueyo 2005). S. aureus puede estar presente en diferentes lugares del cuerpo, principalmente en la zona nasal anterior (30 – 40%), en la región axilar y perineal (3%) (Fueyo 2005; Matthew y col., 2006). Sin duda, la fuente usual de infección estafilocócica es la colonización de las fosas nasales, cuya diseminación se realiza por la aerolización desde las fosas nasales anteriores o, en menor medida, por contacto directo entre un individuo sano y uno portador (Sanabria y col., 2007). La portación nasal de S. aureus en manipuladores de alimentos no es una enfermedad, sino más bien una condición no deseada que debe ser controlada para evitar la contaminación de los alimentos y las consecuencias a que ello conlleva. 4 1.3 Intoxicación alimentaria y contaminación cruzada Los seres humanos, son la primera fuente de contaminación al alimento, al proveerlo de dicho microorganismo y crear las condiciones óptimas para su desarrollo. Dentro de los factores de riesgo que pueden desencadenar un brote toxiinfecto alimentario cuenta la manipulación incorrecta o negligente de quienes se desempeñan como preparadores de alimentos. La causa primaria de contaminación es la falta de higiene de manipuladores, utensilios o superficies donde se elaboran las preparaciones y constituyen la causa primaria de contaminación (Lues y Van Tonder, 2007). Una forma de sobrevivencia bacteriana es la creación de biofilms cuando el microorganismo se adhiere a superficies. Esta protección le otorga mayor resistencia frente a condiciones desfavorables del medio, y sin duda, conlleva a un alto riesgo de contaminación cruzada si los procedimientos de higiene no son los suficientemente adecuados (Herrera y col., 2007). La mantención de alimentos en ambientes a bajas temperaturas mantiene un control sobre la carga microbiana, pero está demostrado que aún a bajas temperaturas puede suceder la supervivencia de algunas bacterias, y peor aún, la contaminación cruzada. En equipos refrigerados, el aire enfriante emitido por los evaporadores se transforma en un canal de transmisión de microorganismos al interior de la sala o equipo. En un estudio se detectó la presencia de S. aureus en murallas, techos y evaporadores al interior de cámaras de refrigeración, aún después de aplicar protocolos de limpieza (Evans y col., 2004). En superficies secas, el riesgo de contaminación por contacto se supone bajo. Sin embargo, existen bacterias que son capaces de permanecer en estas condiciones por un largo periodo de tiempo. Investigaciones previas han demostrado que se puede aislar S. aureus en superficies secas al cabo de 4 días cuando el nivel de contaminación inicial es mayor a 105 UFC/cm2 (Kusumaningrum y col., 2003). La higiene en superficies, equipos y utensilios es uno de los pilares de la inocuidad alimentaria, considerando que entre el 6 y el 15% de los alimentos posee algún tipo de contaminación, cifra que podría aumentar en el mercado de producción a macro escala como lo hacen las industrias de alimentos en la actualidad. La respuesta a estos niveles de contaminación es variada. Algunas de ellas se basan en que existen microorganismos 5 capaces de sobrevivir a las temperaturas de cocción y a los programas de higiene establecidos por cada empresa (Arzú y col., 2007). Estudios avalan la habilidad de ciertos patógenos, como S. aureus, de ser transferidos desde alimentos o superficies contaminadas a otros alimentos o superficies donde se procesan alimentos al interior de las cocinas (Pérez-Rodríguez y col., 2007). 6 II. HIPÓTESIS Reduciendo la prevalencia de S. aureus en manipuladores de alimentos portadores e implementando y controlando medidas de higiene personal y de limpieza y sanitización de utensilios, así como también, las condiciones y almacenamiento de los alimentos durante la jornada de trabajo, es posible disminuir la incidencia de esta bacteria en platos preparados en sección Cocina Fría y controlar el riesgo de intoxicación humana por la enterotoxina de S. aureus. 7 III. OBJETIVOS 3.1 Objetivo general Controlar y disminuir la incidencia de S. aureus en los platos fríos listos para el consumo, preparados en sección Cocina Fría de una cadena de restaurantes de comida italiana. 3.2 Objetivos específicos El propósito de este estudio es determinar la incidencia de S. aureus en platos preparados en la sección Cocina Fría, listos para el consumo, en 8 de los 9 restaurantes de la cadena y en la fábrica central de La Piccola Italia. En base a estos datos, se determinarán los factores de riesgo en la preparación de los alimentos y la manipulación de ellos que puedan contribuir a la contaminación y desarrollo de S. aureus. Determinar y reducir la prevalencia de portadores nasofaríngeos de S. aureus en manipuladores de alimentos en la sección Cocina Fría de cada local de la empresa. Realizar un diagnóstico de los hábitos de higiene del personal, de los procedimientos de limpieza y sanitización de los utensilios, superficies y materias primas durante la jornada de trabajo en la sección Cocina Fría de cada local y proponer medidas correctivas. Evaluar la incidencia de S. aureus en platos fríos y compararlas con los registros históricos de cada local. 8 IV. MATERIALES Y MÉTODOS 4.1 Lugar donde se desarrolla el estudio El estudio ha sido realizado en 8 locales de La Piccola Italia ubicados en la ciudad de Santiago, y en la fábrica central ubicada en Colina, específicamente en la sección Cocina Fría. Es en esta sección donde se elaboran los postres, ensaladas y afines. 4.2 Muestreo nasofaríngeo Se practicaron muestreos nasofaríngeos, en manos y guantes a 70 manipuladores que desempeñan su función en la sección Cocina Fría en los 8 locales estudiados y en la fábrica central. El universo en estudio estuvo compuesto por 35 hombres y 35 mujeres entre 18 y 49 años que dieron su consentimiento informado verbalmente para participar en el estudio. 4.2.1 Detección de portadores nasofaríngeos El examen se aplicó utilizando tórulas estériles AssureSwab® (BioControl Systems) con medio de enriquecimiento. Las muestras fueron tomadas en cada local al personal de dicha sección. Se procedió a introducir el vástago algodonado seco del dispositivo por un orificio hasta el cornete nasal, procurando realizar un suave “raspado” de la superficie interna de la nariz. Luego se repite el procedimiento con la misma tórula en el otro orificio. Posteriormente, el vástago es colocado al interior del estuche contenedor de líquido de enriquecimiento. Finalmente, las muestras fueron trasladadas en cooler al laboratorio de microbiología de La Piccola Italia y analizadas dentro de 2 horas. 4.2.2 Criterio de exclusión Todos aquellos manipuladores que al momento de practicar el examen nasofaríngeo, estaban bajo un tratamiento con antibióticos o aquellos que lo habían terminado 2 semanas antes. 9 4.2.3 Tratamiento Los portadores nasales de S. aureus fueron tratados con mupirocina 2% en ungüento intranasal cada 8 horas por 7 días. Aquellos trabajadores que presentaban congestión nasal, debieron esperar hasta superar dicha afección para dar inicio al tratamiento (Parra, 2007). 4.3 Muestreo de manos y guantes El examen se aplicó utilizando tórulas estériles AssureSwab® (BioControl Systems) con medio de enriquecimiento. Las muestras fueron tomadas en cada local al personal de dicha sección. Se procedió a humedecer el vástago algodonado con líquido de enriquecimiento de forma aséptica y luego se puso en contacto con la superficie del guante equivalente a palma, dedos y entre los dedos de una mano, y luego de la otra utilizando la misma tórula. Posteriormente se procedió a retirar los guantes y se repitió el ensayo en las manos con una segunda tórula. Finalmente, las muestras fueron trasladadas en cooler al laboratorio de microbiología de La Piccola Italia y analizadas dentro de 2 horas. 4.4 Muestreo de superficies Se realizó un muestreo de tablas para picar, superficies de mesones, cuchillos y manillas de equipos de frío. El ensayo se realizó utilizando tórulas estériles AssureSwab® (BioControl Systems) con medio de enriquecimiento. Las muestras fueron tomadas en cada local. Se procedió a introducir el vástago algodonado en líquido de enriquecimiento y posteriormente, el cotón fue friccionado contra 100 cm2 de superficie. Posteriormente, el vástago es colocado al interior del estuche contenedor de líquido de enriquecimiento. Finalmente, las muestras fueron trasladadas en cooler al laboratorio de microbiología de La Piccola Italia y analizadas dentro de 2 horas. 10 4.5 Análisis microbiológico De cada tórula, se tomó una alícuota de 0,1 mL del líquido de enriquecimiento y posteriormente fue sembrado en placas Agar Baird Parker (BioMerieux). Las placas fueron incubadas en estufa para cultivo a 35 ºC por 24 - 48 horas. Las colonias con morfología típica (Circular, negra, convexa y con halo circundante transparente) fueron sometidas a confirmación usando Slidex® Staph-Plus(BioMerieux). 4.6 Muestras de alimentos En este estudio se incluyeron 8 locales y la fábrica de alimentos de La Piccola Italia. Se tomaron 113 muestras de alimentos preparadas en las secciones Cocina Fría, entre las que cuentan crema chantilly, crema pastelera, panqueque celestino, poroto verde cocido, zanahoria cocida, pimentón cocido, brócoli cocido, choclo cocido, ceviche, pollo a la parrilla, atún, lechuga, mayonesa, salsa golf, queso fresco, apio, ricotta, salame, carpaccio, carne mechada y pastas de ave. Éstas fueron recolectadas entre febrero y junio de 2007. El detalle de estos alimentos y sus preparaciones, se muestra en la tabla 1. Todas las muestras fueron recolectadas asépticamente en bolsas estériles y transportadas en cooler, a temperatura controlada, al laboratorio de microbiología de La Piccola Italia y analizadas dentro de 2 horas. 11 Tabla 1. Alimentos muestreados y elaborados en Local. Alimento Ingredientes Preparación Crema Chantilly Crema, Azúcar Batido Poroto Verde Cocido Poroto, Sal Sanitización y Cocción Ceviche Congrio, Vinagre, Sal, Cebolla, Especias Mezclado Crema Pastelera Crema Pastelera --- Pollo Parrilla Ensalada Pollo, Sal, Especias Parrilla Atún Atún, Sal --- Lechuga Lechuga Sanitización Pimentón Pimentón Zanahoria Cocida Zanahoria, Sal Salsa Golf Mayonesa, Ketchup Mezclado Recipiente Alusado, Refrigeración Panqueque Celestino Huevos, Leche, Hatina Cocción Plato Alusado, Refrigeración Choclo Cocido Choclo, Sal Cocción Mayonesa Mayonesa --- Queso Fresco Queso Fresco Picado Apio Apio Brocoli Cocido Brocoli, Sal Ricotta Ricotta --- Salame Salame Picado Carpaccio Salmón Carne Mechada Carne --Porcionado, Cocción Pasta Ave Pasta Ave Sanitización, Cocción Sanitización, Picado, Cocción Sanitizado, Picado Sanitización, Cocción --- 12 Almacenamiento Pote Metálico Alusado, Refrigeración Bandeja Metálica Alusada, Refrigeración Bandeja Metálica Alusada, Refrigeración Bandeja Metálica Alusada, Refrigeración Recipiente Alusado, Refrigeración Bandeja Metálica Alusada, Refrigeración Bandeja Metálica Alusada, Refrigeración Bandeja Metálica Alusada, Refrigeración Bandeja Metálica Alusada, Refrigeración Bandeja Metálica Alusada, Refrigeración Empaque Original, Refrigeración Bandeja Metálica Alusada, Refrigeración Bandeja Metálica Alusada, Refrigeración Bandeja Metálica Alusada, Refrigeración Empaque Original, Refrigeración Bandeja Metálica Alusada, Refrigeración Plato Alusado, Refrigeración Empaque Original/Plato Alusado, Refrigeración Empaque Original, Refrigeración 4.6.1 Análisis microbiológico 25 g de la muestra y 225 mL de Agua Peptonada fueron colocados en bolsas estériles y luego homogenizadas en Stomacher por 1 minuto. De la preparación inicial, se tomó una alícuota de 0.1 mL y fue sembrado en placas Agar Baird Parker (BioMerieux). Las placas fueron incubadas en estufa para cultivo a 35 ºC por 24 - 48 horas. Las colonias con morfología típica, como se muestra en la figura 1 (circular, negra, convexa y con halo circundante transparente), fueron sometidas a confirmación usando Slidex® Staph-Plus (BioMerieux), como se muestra en la figura 2. Figura 1. Colonias de S. aureus con morfología típica. Figura 2. Confirmación de colonias sospechosas usando Slidex® Staph-Plus (BioMerieux). 13 4.7 Diagnóstico de buenas prácticas de manipulación Se visitó cada local con el objeto de obtener un diagnóstico de las buenas prácticas de manipulación, mediante inspección visual, interrogatorios verbales y escritos y fotografías para determinar lo siguiente: - Condiciones higiénicas del local y la sección. - Procedimientos de limpieza y sanitización de utensilios, superficies de mesones, pisos y de materia prima. - Conocimiento de los manipuladores sobre la intoxicación por S. aureus. - Uso y estado higiénico y de funcionamiento de máquinas de frío y congeladoras donde son almacenados los alimentos listos para el consumo. - Nivel de capacitación de los manipuladores. - Posibles riesgos de contaminación cruzada durante la preparación de alimentos. - Disposición de los trabajadores a la incorporación de nuevas metodologías de trabajo. 4.8 Evaluación Se procedió a determinar la incidencia de S. aureus en platos preparados después de implementar las medidas correctivas necesarias, determinadas previamente en el diagnóstico, mediante el muestreo de alimentos de manera periódica (cada dos semanas) durante 2 meses. 14 V. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 5.1 Registro histórico de alimentos con recuento de S. aureus 5.1.1 Auditorias internas La política de la empresa es realizar auditorias sanitarias internas en cada local una vez cada 30 días. Los registros utilizados para cada auditoría son los siguientes: - Check List. El registro utilizado en esta etapa, incluye la evaluación de la situación sanitaria, estado de las instalaciones y las buenas prácticas de elaboración del local, describiendo los puntos objetados. - Registro Fotográfico. Para corroborar los registros del check list, se fotografían los puntos objetados. - Análisis Microbiológicos. Se analizan dos platos de la sección Cocina Caliente y dos platos de Cocina Fría. En ellos se realiza el recuento de bacterias aerobias mesófilas, enterobacterias, coliformes totales, E. coli, S. aureus y Salmonella spp. 5.2 Incidencia de S. aureus En platos de sección Cocina Fría En la tabla 2 se muestra la incidencia de S. aureus en los alimentos muestreados a nivel empresa. Las muestras fueron obtenidas de la sección de Cocina Fría y registrados en las auditorias internas como platos potencialmente riesgosos al momento de la inspección, ya sea, porque no se encontraban envasados (cubiertos con un film plástico); habían sido preparados el día anterior; no se encontraban en condiciones de refrigeración; o porque su manipulación no fue la correcta. 15 Tabla 2. Incidencia de S. aureus en platos de sección Cocina Fría a nivel empresa. Alimentos Crema Chantilly Poroto Verde Cocido Ceviche Crema Pastelera Pollo Parrilla Ensalada Atún Lechuga Pimentón Zanahoria Cocida Salsa Golf Panqueque Celestino Choclo Cocido Mayonesa Queso Fresco Apio Brocoli Cocido Ricotta Salame Carpaccio Mechada Pasta Ave Total Positivas 5 1 2 0 2 0 4 0 1 0 0 3 0 0 0 0 1 0 1 2 6 28 Totales 21 9 5 7 6 2 15 1 3 1 1 9 3 4 3 1 2 2 6 3 9 113 % 24% 11% 40% 0% 33% 0% 27% 0% 33% 0% 0% 33% 0% 0% 0% 0% 50% 0% 17% 67% 67% 25% La crema Chantilly presentó una incidencia equivalente al 24%, en un total de 21 muestras. Este producto es preparado por cada local y almacenado en grandes cantidades en potes metálicos, cubiertos con un film plástico y en condiciones de refrigeración. El medio de contaminación es el contacto con las mangas dosificadoras utilizadas para aplicar pequeñas porciones a los postres. Estos utensilios almacenan 6 porciones de crema y son constantemente manipuladas durante la jornada laboral. Cuando estos utensilios son vaciados, se lavan y depositan en bandejas que contienen solución de hipoclorito (1.000 ppm). Para evitar una contaminación cruzada y facilitar la manipulación, se propuso la incorporación de dispensadores de crema de acero inoxidable. El ceviche, a pesar de presentar un pH entre 3,9 y 4,7 presentó dos muestras positivas de un total de 5. La carne de pescado utilizada en esta preparación no era sometida a escaldado. Se propuso implementar un procedimiento de elaboración que incluyera un proceso térmico que eliminara toda contaminación presente en el pescado. 16 El pollo para ensaladas es cocinado en la sección Parrilla y posteriormente es trasladado hasta la sección Cocina Fría. Allí se mantiene al ambiente hasta que disminuya su temperatura. El tiempo expuesto al ambiente supera los 15 minutos. Los riesgos de contaminación están asociados principalmente a la manipulación y la utilización de cuchillos y tablas para picar utilizados en el trozado de la pieza. Posteriormente, es cubierto con film plástico y almacenado en refrigeración. Cabe destacar que no se cuenta con un porta film, por lo que el rollo de este material se mantiene en la cocina expuesto al ambiente y es altamente manipulado. Un estudio demostró que la mayor adherencia de S. aureus al polipropileno se logra a los 12ºC a las 2 y 4 horas de contracto (Pompermayer y col., 2000). La lechuga es mínimamente procesada. El proveedor la entrega picada, sanitizada y empacada. Pese a lo anterior, presenta recuentos bacterianos según consta en los registros del laboratorio de la empresa. Como medida correctiva, es sanitizada en cada local antes del “missed and place” con yodo (100 ppm) en los lavaderos de la sección. Un muestreo de platos preparados listos para el consumo realizado en restaurantes españoles que trabajan bajo un sistema HACCP, muestra una incidencia de Staphylococcus aureus equivalente al 2% en lechuga (Soriano y col., 2001). El procedimiento correctivo para la sanitización de lechuga consistió en utilizar cloro en una concentración de 200 ppm por 5 minutos. La zanahoria, brócoli, y el choclo son cocidos en agua hirviendo por un tiempo de 5 a 7 minutos. Bajo estas condiciones, no presentan recuento de S. aureus. El vehículo de contaminación en estos alimentos está asociado a la deficiente manipulación y al uso de los mismos utensilios para porcionar distintos alimentos (Tebbutt, 1984). Con el fin de disminuir este riesgo, se implementó la utilización de utensilios de colores con el fin de que cada color sea específico para el vegetal que se desea porcionar (Codex Alimentarius Comission, 1999). La mayonesa utilizada en la cadena de restaurantes, corresponde a un producto envasado, la cual es utilizada en su empaque original y no presenta recuento de bacterias, sólo si es manipulada correctamente. En la carne mechada recién preparada (cocinada sobre los 80ºC por más de 15 min.), no se evidencia presencia de S. aureus. Se advierte que la contaminación ocurre durante el rebanado. Científicos describen un modelo logarítmico decreciente para la 17 transferencia de esta bacteria durante este proceso en carne cocida utilizando una hoja cortante contaminada (Pérez-Rodriguez y col., 2007). La pasta de ave se utiliza para la elaboración de sándwiches. La presencia de la bacteria evidencia una manipulación deficiente de este producto. El empaque contiene pasta equivalente a 20 emparedados. Se sugirió el uso de empaques más pequeños (contenedores de 6 porciones) para no exponer tanto alimento fuera del equipo refrigerador. Los factores que más influyen en el desarrollo de microorganismos en alimentos son: la preparación de alimentos con más de medio día de anticipación; almacenamiento a temperatura ambiente; inadecuada temperatura de refrigeración; cocción deficiente; y uso de materia prima contaminada (Roberts, 1982). 5.3 Incidencia de S. aureus en platos de sección Cocina Fría por local En el gráfico 1 se muestran los alimentos que registran un recuento superior a 100 UFC/g de alimento, límite máximo que establece la empresa (Reglamento Sanitario de los Alimentos, 2007). Con el fin de mantener la confidencialidad de los locales evaluados, se utilizaron siglas de fantasía. Los resultados de la evaluación muestran que el Local PO no presentó contaminación de los productos con S. aureus en ninguna de las muestras analizadas durante el periodo de estudio. Cabe destacar, que en ese mismo local no se detectó la presencia de portadores nasofaríngeos asintomáticos. Paralelamente, el local AN presentó solo un 8% de incidencia, a pesar que los dos manipuladores de los alimentos que componen la sección, resultaron ser portadores asintomáticos de la bacteria. Esta baja incidencia se debe a que el personal cumple con las buenas prácticas de elaboración de productos (uso correcto de mascarilla y guantes desechables entre otros). El local AB registró un 50% de platos contaminados y una prevalencia del 32%. El resultado sugiere una deficiente utilización de la indumentaria exigida para evitar la contaminación con S. aureus (guantes y mascarilla) o un recambio poco constante. La incidencia total promedio alcanzó un 24%. 18 % Muestras Positivas por Local 100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% RO LA MU PO AB AN LF IT LC Local Gráfico 1. Resultados de las muestras positivas por local entre febrero y junio de 2007. El gráfico 2 muestra la incidencia del microorganismo del total de muestras realizadas en cada local a nivel empresa, en el muestreo comprendido entre febrero y junio de 2007. El local PO presentó una incidencia total del 0% y los locales LA y AN, presentaron una incidencia total del 4% en el porcentaje del total de las muestras positivas. % M uestras Positivas del T otal por Local LC; 11% RO; 18% IT; 7% LA; 4% LF; 11% MU; 18% AN; 4% PO; 0% AB; 29% Gráfico 2. Resultados de las muestras positivas del total por local entre febrero y junio de 2007. 19 La incidencia más alta se vio reflejada en los locales AB, MU y RO quienes presentaron un 29, 18 y 18% respectivamente de las muestras positivas a S. aureus del muestreo general. En el local AB se observó deficiencias en las prácticas de manipulación o en el no cumplimiento de los procedimientos de limpieza y sanitización establecido por la empresa. Prevalencia e Incidencia de Sau por Local 100% 80% 60% 40% 20% 0% AB PO IT AN LF RO LC MU LA LA MU LC Local RO LF AN IT PO AB Prevalencia 0% 17% 33% 67% 40% 100% 50% 0% 32% Incidencia 8% 42% 20% 42% 27% 9% 17% 0% 50% Prevalencia Incidencia Gráfico 3. Comparación de la prevalencia de manipuladores portadores y la incidencia de S. aureus (Sau) en platos preparados. En el gráfico 3 se muestra el estado de prevalencia de manipuladores portadores nasofaríngeos de S. aureus y la incidencia de dicha bacteria en platos preparados en la sección. Los locales LA y PO no presentaron portadores de la bacteria. De ambos locales, sólo LA presentó muestras positivas. De ser la portación nasal y posterior diseminación por causa del proceso respiratorio del manipulador portador, no debiera existir incidencia en dicho local. Bajo ese mismo supuesto, era de esperar que el local AN, con un 100% de prevalencia, presentara una incidencia en platos preparados mayores que el resto de los establecimientos, sin embargo, esto no ocurrió. Para el caso del local LA, la explicación se fundamenta en la contaminación cruzada, el incorrecto uso de mascarilla, mal procedimiento de lavado de manos o en la falta de frecuencia de cambio de guantes. Por el contrario, los manipuladores de alimentos del local AN, quienes si hicieron uso correcto 20 de mascarillas, ejecutaron eficientemente los procedimientos de limpieza; constantes lavado de manos y alta frecuencia de recambio de guantes. 5.4 Eficacia del control de portadores nasofaríngeos asintomáticos 5.4.1 Portación nasal: situación inicial Se visitó cada local de la cadena de restaurantes durante el mes de Mayo de 2007 y se determinó la prevalencia de portadores nasofaríngeos de S. aureus. En la tabla 2 se muestra la situación por local. Dos de los nueve establecimientos, no presentaron manipuladores portadores; el promedio general fue de 34% (13 hombres y 9 mujeres de un total de 70 personas). La portación nasal de S. aureus en manipuladores de alimentos es equivalente a un tercio de la población (Goncalvez y col., 1988, Acco, 2003; Fueyo, 2005,). Tabla 2. Portadores por establecimiento. Local Portadores Trabajadores de la sección % de Portadores LA MU LC RO LF AN IT PO AB 0 1 2 4 4 2 4 0 7 5 6 6 6 10 2 8 5 22 0% 17% 33% 67% 40% 100% 50% 0% 32% TOTAL 24 70 34% Los manipuladores de alimentos portadores de alguna bacteria, no juegan un papel significante en casos de intoxicación alimentaria, a excepción de aquellos que están colonizados por S. aureus. En muchos casos de brotes se ha aislado la misma cepa del manipulador portador en el alimento involucrado en el episodio tóxico (Roberts, 1982). 21 5.4.2 Después del tratamiento Una vez identificado el personal portador, fueron derivados a una especialista, quien recomendó mupirocina ungüento intranasal. Este antibiótico es altamente efectivo contra S. aureus (Masahiko, 2000; Gaspar, 2005). Transcurrido el período de tratamiento, fueron evaluados nuevamente. Todas las muestras recolectadas resultaron negativas. El 100% del personal en estudio, dejó el estado de portación nasal al menos por el período comprendido entre los 7 a 20 días después de finalizado el tratamiento. Al cabo de 5 meses se realizó un nuevo muestreo para determinar la prevalencia de la población que resultó portadora inicialmente. De los 24 portadores detectados en el universo en estudio, 6 dejaron de pertenecer a la empresa y no se pudo realizar el seguimiento. De los 18 portadores restantes, sólo 1 resultó positivo (6%) a los 5 meses después de haber terminado el tratamiento con mupirocina. El estudio de portación nasal de S. aureus en población adulta reconoce 3 estados (Gaspar, 1995): - Portadores persistentes, siempre colonizados, equivalente al 10-20%. - Portadores intermitentes, equivalente al 60-80%. - No portadores, nunca colonizados. 5.5 Muestreo de manos y guantes El procedimiento de lavado de manos se realiza de la siguiente manera: Se debe mojar las manos y antebrazos (hasta la altura del codo). Luego, del dosificador, obtener jabón triclosán (0,5%) y refregar durante 5 minutos. Posteriormente se debe enjuagar y retirar el producto de la piel. Finalmente, utilizando papel secante del dispensador se procede a secar la piel. Los manipuladores, luego de lavar sus manos, deben colocarse guantes para iniciar la elaboración de alimentos. Se ha demostrado que el compuesto activo triclosán es efectivo contra S. aureus. Sin embargo, existen variedades de esta bacteria que presentan una leve resistencia a este químico a concentraciones que van desde 0.025 a 1 mg/L. La exposición de esta bacteria durante 5 minutos y a una concetración de 7.5 mg/L permite reducir en casi 1 log la población de S. aureus (Suller y Russell, 2000). Estudios revelan que el efecto residual de 22 esta sustancia sobre la piel alcanza incluso las 2 horas después de aplicado (Bartzokas y col., 1983). Desde Julio en adelante, se instaló una bocina, la cual emite una señal sonora cada 45 minutos, indicando la hora de lavado de manos, recambio de guantes y mascarillas. Se realizó un muestreo de manos y guantes durante las horas de punta a todos los manipuladores de alimentos de la sección en estudio, sanos y portadores, durante y después de terminado el tratamiento con mupirocina. Se determinó que la incidencia de S. aureus en manos de manipuladores alcanzó el 8% y en guantes 3% (tabla 3). El uso de guantes desechables es una medida efectiva que actúa como barrera frente al traspaso de contaminación microbiológica desde las manos al alimento durante la manipulación (Aycicek y col., 2004). La presencia de S. aureus en manos superó levemente a la detectada en guantes. Entre quienes resultaron positivos al ensayo en manos se encuentra el personal en tratamiento durante el muestreo, uno no portador nasofaríngeo y dos manipuladores que dejaron el estado de portación nasal después del tratamiento con mupirocina. Existe la posibilidad que al momento del recambio de guantes, no hayan realizado el procedimiento de lavado de manos, traspasando la contaminación de ellas a la superficie de dichos implementos (Paulson, 1996). Un estudio realizado en Sudáfrica por Lues y Tonder (2007) detectó una prevalencia de 88% en manos de manipuladores de alimentos, sin describir el procedimiento de lavado de manos ni la calidad del agua utilizada para tales efectos. La calidad del agua asociada a los procedimientos de lavado de manos es un factor influyente a la hora de evaluar esta operación. Mujeres que lavaban sus manos con agua no clorada mostraron niveles de contaminación mayor que aquellas que lo hacían con agua tratada (Luby y col., 2001). El agua con que lavan sus manos los trabajadores corresponde a agua potable obtenida de los acueductos que abastecen a la Región Metropolitana. Aquellos casos en que se evidenció la presencia de la bacteria en guantes, corresponden a personal que estaba en tratamiento. No se detectó la presencia del microorganismo en guantes de personas no portadoras. Se desprende que dichos manipuladores contaminaron sus manos y guantes por aerolización y/o contacto directo con la nariz. Por otro lado, el uso correcto de guantes resulta eficaz reduciendo la carga microbiológica de las manos, especialmente en establecimientos en que la higiene en las 23 manos no se realiza o donde trabaja personal inexperto (Aycicek y col., 2004). A pesar de existir un procedimiento de lavado de manos conocido por los trabajadores y de utilizar una alarma sonora para indicar el lavado de manos de los trabajadores, se sugiere establecer un programa de muestro periódico de manos y guantes a manipuladores que desempeñan sus labores en cocinas. Tabla 3. Situación, por local, de portación nasal en manos y guantes durante y después de terminado el tratamiento nasofaríngeo. Local %Portadores NF %Portadores NF en tratamiento %Positivos manos %Positivos guantes LA MU LC RO LF AN IT PO AB 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 20 0 0 0 0 25 0 0 0 20* 0 0 0 9 0 0 0 0 20* 0 0 0 0 (*) Corresponde a los mismos manipuladores en tratamiento. 5.6 Muestreo de superficies En la tabla 4 se muestran los resultados del muestreo de superficies en cuatro locales al azar. 24 Tabla 4. Porcentaje de tablas para picar, superficie de mesones, cuchillos y manillas de equipos de frío con recuento de S. aureus analizadas. Local Tablas para picar Superficie mesones Cuchillos Manillas equipos de frío LA RO LF IT 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 25%* 0 (*) Existen dos manipuladores en tratamiento al momento del muestreo. De estos resultados se desprende que la mayoría de estas superficies e instrumentos involucrados en la manipulación de alimentos o vehículos de transmisión del microorganismo, no se evidenció la presencia de S. aureus, salvo en las manillas de los equipos de frío. Analizando los procedimientos de limpieza, la sanitización de tablas de picar, superficies y utensilios de cocina en general, durante la jornada de trabajo se observa que en el horario de mayor demanda de platos, dichas operaciones no se realizan minuciosamente o con la frecuencia requerida. Asimismo, las manillas de puertas y equipos de frío escasamente estaban incluidos o especificados dentro del programa de limpieza. Existe evidencia indirecta de contaminación cruzada en sitios como manillas y llaves en general, las cuales solo tiene contacto con las manos (Hayson y Sharp, 2007) agravados por la supervivencia de S. aureus en superficies secas (Kusumaningrum y col., 2003). Además de llaves, los teclados utilizados en cajas o en oficinas de administración son un reservorio de patógenos (Bures y col., 2000), que pueden llegar a las cocinas con la entrada de personal encargado de bodega e inventarios o administradores, quienes ingresan las secciones durante las preparaciones y apoyan sus manos en superficies de mesones o en puertas. Cabe destacar que este muestreo se realizó finalizado el tratamiento de portadores nasofaríngeos de la bacteria, excepto en el local LF y antes de ajustar los programas de aseo. Lo anterior sugiere que dichos manipuladores, a través de sus manos o guantes contaminados, transfirieron el microorganismo por contacto directo a las manillas. 25 5.7 Diagnóstico de buenas prácticas de manipulación 5.7.1 Condiciones higiénicas del local y la sección Durante el mes de junio fueron reparados 4 equipos de frío correspondientes a los establecimientos en estudio. A finales de dicho mes, todos los equipos se encontraban operativos y en óptimas condiciones de funcionamiento. El control de temperatura de cámaras y refrigeradores contenedores de alimentos es fundamental para evitar el riesgo de proliferación bacteriana (Pérez-Rodriguez, 2007) así como la higiene al interior de las superficies internas de la estructura (Evans y col., 2004). Las secciones Cocina Fría de todos los locales fueron encontradas en óptimas condiciones de higiene. El retiro de los colectores de basura se realizaba de acuerdo a los procedimientos acordados con la empresa encargada de la recolección de dichos residuos. El local AN presentó deficiencias estructurales menores que no afectaron directamente a la sección en estudio. Lo anterior fue subsanado en los primeros días de julio. En general, las campanas de extracción presentaban excesiva acumulación de grasa, por lo cual, fue necesario realizar una limpieza profunda y/o mantención de las estructuras. Durante el inicio de la jornada laboral y en las horas punta, se observó focos de desorden, tales como excesiva acumulación de papel absorbente, paños desechables y utensilios sucios producto de las preparaciones y el escaso tiempo existente para llevarlos a copería (sección de lavado de vajilla y utensilios de cocina en general). Los niveles de contaminación aumentan durante el día conforme al trabajo de las cocinas, observándose un peak después de las preparaciones (Hayson y Sharp, 2005). En las cámaras de frío el orden fue un denominador común, salvo unas pocas excepciones. No se apreciaron estanterías sucias ni con presencia de productos vencidos. La atisba estaba organizada y diseñada para evitar el cruce de alimentos cocidos y crudos, cárnicos y vegetales, etc., con el fin de evitar una contaminación cruzada. Las manillas, altamente manipuladas durante la jornada, se encontraban con material graso adherido. Ese hecho puntual representa un foco de contaminación susceptible a ser diseminado por 26 las manos o guantes de los manipuladores que tocan esa estructura. Se debió reforzar la limpieza de dichas zonas con el objeto de eliminar el riesgo asociado. La mayoría de los locales presenta basureros con tapa y un orificio central que permite desechar los desperdicios, pensando en que el manipulador no toque la superficie del bote de basura. Los basureros llenos, eran retirados y llevados a una zona específica para el vaciado y posteriormente, sanitizados utilizando detergente clorado para luego ser reintegrado a la sección de elaboración de productos. La sanitización de frutas y verduras fue realizada con hipoclorito de sodio (200 ppm). Dado que el dilutor automático de cloro adosado a la llave de agua funciona en base al principio de Venturi, los cambios en el caudal de la red pública, afectan la concentración del químico. Se controló dicha concentración utilizando bandas medidoras de hipoclorito 3M®. Se observó un alto tránsito de trabajadores desde y hacia la sección en estudio. El caminar eleva partículas transportadoras de bacterias elevando el riesgo de contaminación, más que la ventilación y el barrido (Hambraeus y col., 1978). 5.7.2 Procedimientos de limpieza y sanitización de utensilios, superficies de mesones, pisos y de materia prima Se detalla, de manera resumida, los procedimientos de sanitización de todos los utensilios involucrados exclusivamente en la manipulación de alimentos por los trabajadores al interior de la sección Cocina Fría. - Cuchillos, cucharas, tenedores y mangas de repostería. Luego de manipular un tipo específico de alimento, son enjuagados con agua de la red y restregada con esponja abrasiva para remover impurezas visibles. Luego, dicho utensilio es puesto al interior de bandejas que contienen solución clorada (1.000 ppm) por un tiempo superior a 10 minutos. Por lo general son llevadas a la sección Copería del local para su enjuague o en su defecto esta última operación la realizan los manipuladores de la propia sección en el lavadero más cercano. A contar de Julio de 2007, las mangas utilizadas para manipular crema son sustituidas por dosificadores de crema de acero inoxidable. 27 - Tablas para picar. Se utilizan tablas plásticas con colores según tipo de alimento (alimentos cocidos, vegetales, repostería, pescados y carnes). Luego del uso, son enjuagadas con agua de la red y restregadas con esponja abrasiva para remover impurezas visibles y puestas en bandejas que contienen solución clorada (1.000 ppm) distintas a las utilizadas para sanitizar los utensilios de cocina descritos en el punto anterior. 4 veces por turno son llevadas a la sección Copería para un lavado y sanitizado general. - Mesones y superficies de acero inoxidable. Se limpian y posteriormente son sanitizadas con solución clorada (1.000 ppm) utilizando paños remojados en dicho producto. 5.8 Conocimiento de los manipuladores en materia de contaminación alimentaria y de intoxicación por S. aureus En general, sólo un cuarto de los manipuladores reconoce como fuente de esta bacteria al ser humano. Su presencia, algunos la destacan en pelo, nariz y boca, pero en general identifican la zona naso buco faríngea como el lugar único de alojamiento de la bacteria. Un bajo porcentaje de los trabajadores advierte la presencia del microorganismo en afecciones a la piel o en otras zonas del cuerpo. En cuestionarios verbales ninguno de los trabajadores hizo mención de la enterotoxina producida por el microorganismo, señalando que “la bacteria era la responsable directa de los síntomas producidos en caso de intoxicación”. Cuando se les preguntó por los efectos que puede provocar la bacteria, muchos advirtieron que “atacaba el estómago”, “producía vómitos y diarrea” y “podía provocar la muerte”. Frente a la aseveración planteada: “usando mascarilla podemos eliminar en su totalidad el riesgo de contaminación por S. aureus”, todos opinan que es correcta. Ninguno hace mención de la posibilidad de transmitir la bacteria por contaminación cruzada o por realizar actos distintos a la elaboración de alimentos usando los mismos implementos y utensilios de cocina. Los procedimientos de aseo son conocidos por todos y expresan: “eliminan eficazmente a todos los microorganismos presentes en superficies e implementos de 28 cocina”. La totalidad desconoce que S aureus es capaz de elaborar biofilms y permanecer en superficies secas y aún después de la sanitización. Los manipuladores desconocen absolutamente que la intoxicación por S. aureus es una enfermedad autolimitante, de baja mortalidad, provocada por la enterotoxina del microorganismo, que puede estar presente en afecciones a la piel, que existen otras zonas del cuerpo que pueden portar la bacteria, que puede permanecer viable en superficies sanitizadas y que la intoxicación ocurre a las horas de ocurrida la ingesta. A su vez, ven total seguridad en la manipulación de alimentos si usan implementos como guantes, mascarillas y cofias. La idea, “puede provocar la muerte”, resulta un aspecto positivo para la empresa, pues el trabajador asume un mayor compromiso y responsabilidad en el desempeño del sus labores. A raíz de este diagnóstico, se elaboró un programa de capacitación para instruir en esta materia a los manipuladores de alimentos que trabajan en la sección en estudio. En la tabla 5 se muestra el porcentaje de respuestas correctas al cuestionario descrito anteriormente y después del proceso instructivo. Se aprecia que casi la totalidad del personal conoce y comprende que el proceso de sanitización de superficies bien realizado permite disminuir la contaminación cruzada. Un estudio realizado por el FDA determinó que cerca del 70% de los restaurantes fiscalizados no realiza una sanitización efectiva de superficies y equipos de trabajo (Flynn, 2000). Se logró aumentar de un 54 a un 92% el número de respuestas correctas después de las charlas educativas (tabla 5). Se sugiere hacer extensiva esta metodología para los demás microorganismos patógenos frecuentemente aislados en cocinas y relativas a contaminación cruzada. 29 Tabla 5. Comparación de conocimientos específicos del personal manipulador en materia de intoxicación por S. aureus y contaminación cruzada. Aspectos Evaluados S. aureus Antes S. aureus es una bacteria Después Es posible detectar la presencia de S. aureus y su enterotoxina mediante observación y degustación del alimento. La intoxicacion alimetaria provocada por la enterotoxina de S. aureus causa la muerte del paciente. S. aureus está presente sólo en la zona anterior nasal de las personas y en ninguna otra zona del cuerpo. La única forma de no contaminar los alimentos con S. aureus es utilizando mascarilla. Antes Después Antes Después Antes Después Antes Después CONTAMINACION CRUZADA Después de lavar sus manos y colocarse guantes, saluda a un compañero dando la mano e inmediatamente manipula alimentos. El procedimiento de lavado de superficies indica que el sanitizante debe permanecer 5 min y luego se debe enjuagar. Si permanece sólo 2 minutos… Utilizar las mismas tablas de picar y cuchillos sin sanitizar para procesar pescado, pollo, queso fresco y apio. Manipular alimentos utilizando las manos (sin guantes) cuando existen heridas, costras, llagas o padastros en los dedos. Dejar alimentos correctamente cubiertos con film plástico al interior de equipos de refrigeración en buen estado y con las puertas cerradas. Nivel promedio de respuestas correctas Establecimiento Capacitación Antes Después Antes Después Antes Después Antes Después Antes Después Antes Después LA MU LC RO LF AN IT PO AB Total 75% 20% 0% 17% 0% 0% 0% 60% 45% 24% 100% 80% 85% 85% 90% 100% 85% 100% 95% 91% 75% 60% 34% 51% 77% 0% 68% 80% 65% 57% 100% 80% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 95% 97% 0% 0% 0% 34% 0% 50% 0% 80% 35% 22% 75% 60% 68% 100% 52% 100% 85% 100% 75% 79% 25% 0% 51% 34% 52% 0% 34% 60% 45% 33% 75% 100% 100% 85% 100% 100% 100% 100% 100% 96% 0% 20% 17% 39% 100% 0% 60% 75% 35% 100% 100% 85% 100% 100% 51% 100% 95% 92% LA MU LC RO LF AN IT PO AB Total 75% 20% 51% 51% 39% 50% 85% 100% 25% 55% 100% 80% 85% 100% 65% 100% 100% 100% 100% 92% 100% 100% 100% 100% 90% 100% 100% 100% 100% 98% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 80% 85% 85% 65% 100% 100% 100% 85% 89% 100% 100% 85% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 98% 25% 40% 85% 100% 39% 100% 34% 100% 95% 69% 75% 100% 100% 100% 65% 100% 85% 100% 100% 92% 100% 20% 68% 17% 13% 100% 68% 60% 75% 58% 100% 58% 93% 60% 36% 86% 100% 47% 92% 85% 51% 94% 77% 41% 85% 50% 60% 95% 100% 49% 91% 100% 80% 100% 95% 65% 96% 85% 54% 92% 100% 30 0% 100% 5.9 Disposición de los trabajadores a la incorporación de nuevas metodologías de trabajo La motivación es un factor principal para lograr la adopción de nuevas conductas o hábitos por parte de los trabajadores durante la jornada laboral. Durante el estudio, se ha evidenciado que felicitaciones verbales entregada por puestos jerárquicos más altos, son efectivos y apreciados por los manipuladores. Requiere mucha supervisión la implementación de un nuevo procedimiento o cambio en uno ya existente. Suele apreciarse en la práctica, que los manipuladores no realizan bien los procedimientos cuando se enfrentan a las siguientes situaciones: - Horas de alta demanda de platos en la sección. - Escasa supervisión de los procedimientos realizados. - Personal nuevo que no ha sido capacitado correctamente. - Disgustos sufridos en el trabajo o a nivel personal. - Falta de insumos o implementos necesarios para realizar los procedimientos. - Bajo nivel sociocultural o malos hábitos. - Inmadurez. - Bajo nivel de preparación técnica en las labores a desempeñar. - Desconocimiento de las consecuencias de sus actos. - Complejidad del procedimiento. En general, las personas con mayor edad son quienes presentan dificultades en la adopción de nuevas metodologías. Por el contrario, los más jóvenes y responsables aprenden y ejecutan las operaciones de manera fiel. Las mujeres superan a los hombres en la prolijidad y cuidado durante la realización de actividades al interior de las cocinas. Un estudio realizado por Redmond y Griffith (2004) en Reino Unido reveló que las mujeres con al menos un hijo pequeño son más higiénicas durante la elaboración de alimentos que los ancianos y los hombres jóvenes solteros. 31 6.0 Incidencia de S. aureus en platos preparados después de implementar medidas correctivas. Bajo el análisis de platos positivos antes descritos y después de aplicar medidas para subsanar la alta incidencia de Staphylococcus aureus, se realizó un nuevo muestreo entre los meses Julio y Agosto de 2007 (tabla 6). Tabla 6. Incidencia de S. aureus en platos de sección Cocina Fría a nivel empresa después de aplicar medidas correctivas. Alimentos Crema Chantilly Pasta Pollo Parrilla Ensalada Atún Lechuga Canelon siciliano Ensalada surtida Salsa Golf Queso Fresco Ricotta Ceviche Total Positivas 1 1 0 0 1 0 1 0 1 0 0 5 Totales 16 5 4 1 7 1 7 1 2 1 4 49 % 6% 20% 0% 0% 14% 0% 14% 0% 50% 0% 0% 10% Los locales IT, LF, MU y PO no presentaron platos positivos a S. aureus durante la etapa final de evaluación. El local LA presentó un aumento en el número de platos contaminados alcanzando un 33% versus el 8% antes de iniciar el estudio. Lo anterior se explica por la alta rotación de personal que afectó a la sección del local durante los meses de julio y septiembre. 32 % Muestras Positivas por Local 100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% RO LA MU PO AB AN LF IT LC Local Gráfico 4. Resultados de las muestras positivas por local entre Julio y Septiembre de 2007. Al analizar los resultados a nivel empresa, se mantiene la tendencia en todos los locales (gráfico 5). La incidencia disminuyó desde un promedio de 24% a un 10%. Estudios realizados por Carrera y col., (1998) en Cuba, por Fang y col., (2003) en Taiwán y por Aycicek y col. (2005) en Turquía, en alimentos listos para el consumo expendidos en casinos, supermercados y cafeterías, que incluían vegetales y carne fría como ingredientes, hablan de un nivel de incidencia de S. aureus equivalente al 6%, 9% y 18%, respectivamente. % Muestras Positivas del Total Por Local LC; 2% RO; 2% M U; 0% PO; 0% LA; 4% IT; 0% AN; 0% LF; 0% AB; 2% Gráfico 5. Resultados de las muestras positivas por local del total entre Julio y Septiembre de 2007. 33 En el gráfico 5 se muestra que la disminución en la incidencia de platos contaminados fue absoluta en todos los locales en referencia a los resultados expresados en el diagnóstico. Si bien es cierto, la incidencia de S. aureus disminuyó con las medidas aplicadas, se debe continuar fortaleciendo los pilares que ejercen mayor influencia sobre la calidad microbiológica de los alimentos elaborados: la implementación y el personal. El estudio presencial de los procedimientos de elaboración de alimentos permite conocer las falencias o etapas de riesgo al interior de las cocinas. Muchas de ellas derivan de problemas estructurales o carencia de utensilios que conducen a malas prácticas, como lo es por ejemplo, no contar con cucharones o tablas de picar diferenciados para alimentos crudos o cocidos, vegetales o cárnicos, etc., orientados a evitar la contaminación cruzada. Por otro lado, la alta rotación del personal que trabaja en las cocinas de la empresa, ya sea por despido, renuncia o traslado del puesto de trabajo dentro del mismo local, hace difícil el entrenamiento continuo del nuevo trabajador responsable de las preparaciones. Se sugiere iniciar un plan de organización del recurso humano e incluir la integración de jóvenes con algún grado de preparación técnica en colegios o institutos con mallas curriculares orientadas a los servicios de alimentación. Actualmente La Piccola Italia opera bajo las Buenas Prácticas de Elaboración y durante el años 2008 se inicia la implementación de HACCP. El diseño de los diagramas de flujo de cada proceso, la identificación de los puntos críticos y el monitoreo constante de ellos, sin duda permitirá a la empresa asegurar de manera fehaciente un producto inocuo a sus clientes y de alta calidad microbiológica. Existen empresas transnacionales de comida rápida que operan en Chile, en las cuales se puede observar que el personal en cocina no utiliza guantes ni mascarilla durante las preparaciones. La explicación radica en el hecho que dichos alimentos se preparan en la medida que son solicitados y para su consumo inmediato. Dado que la Piccola Italia abastece los restaurantes desde la fábrica central (algunos platos son cocinados en el local), adoptó la metodología de preparar alimentos, o missed and place, durante la mañana y a media tarde, para responder de manera oportuna a las solicitudes de sus clientes. Es por lo anterior que se hace necesario el uso de cofias, mascarillas y guantes por parte del personal manipulador de alimentos mientras se encuentre al interior de las cocinas, además de la rigurosa aplicación de las medidas que exige el Reglamento 34 Sanitario de los Alimentos. La indumentaria utilizada para controlar el riesgo de contaminación en los alimentos pierde efectividad si no se recambia constantemente. El uso de la bocina sonora para indicar el lavado de manos, cambio de guantes y de mascarilla es una medida acertada pero que merece ser verificada por quienes son responsables de velar por el cumplimientos de las Buenas Prácticas de Elaboración. El control y seguimiento de manipuladores portadores nasofaríngeos de S. aureus, en conjunto con las medidas enunciadas anteriormente, permite reducir el número de alimentos contaminados al interior de la sección. El uso de información obtenida mediante la observación de las preparaciones en las cocinas durante la jornada de trabajo permite identificar las rutas de exposición de los alimentos y evaluar el riesgo de contaminación cruzada asociado, y a partir de ello se puede elaborar y promover hábitos y/o conductas responsables en los manipuladores orientadas a eliminar el riesgo. Medidas simples y puntuales generan cambios importantes durante el trabajo en las cocinas, como por ejemplo, someter a tratamiento térmico el pescado utilizado en la elaboración de ceviche logró controlar la incidencia del microorganismo en este producto. La sumatoria y configuración de mínimas reestructuraciones generan los resultados esperados cuando son aplicados correctamente. La frecuencia, eficacia e implementación necesaria para realizar los procedimientos de limpieza de superficies son igual de importantes que el químico utilizado para dichos efectos. El desinfectante provee de un cierto margen de seguridad, pero su uso descontrolado por personas poco capacitadas genera un falso sentido de tranquilidad y riesgo. Durante las visitas a los restaurantes, se observó la aplicación de gran cantidad de sanitizante por un tiempo menor al recomendado y sin refregar durante la operación. Los trabajadores sorprendidos en dichos actos acusaron falta de implementos, gran carga de trabajo y desconocimiento del tiempo necesario de acción de la sustancia. Frente a esto, se hace necesario reforzar constantemente la metodología de aseo específica para cada superficie. La poca dotación de personal en las cocinas aumenta el riesgo de contaminación cruzada, ya que, es el mismo manipulador quien debe elaborar diversas preparaciones a la vez utilizando materias primas de distinto origen. Se sugiere la asignación de trabajos 35 que involucren las mismas familias de alimentos, tales como, vegetales, crudos, cocidos, etc. 36 VI. CONCLUSIONES - La incidencia de S. aureus en platos de sección Cocina Fría a nivel empresa alcanzó un 25%, siendo los locales AB (50%), RO (42%) y MU (42%) los que concentraron el mayor número de muestras positivas. Luego de implementar las medidas correctivas, la incidencia de este microorganismo disminuyó a un 10% a nivel empresa y a un 14% en AB; 17% en RO; 0% en MU. - El 34% de los trabajadores de la sección estudiada resultó ser portador nasal asintomático de S. aureus. Luego de tratar al personal con mupirocina ungüento intranasal, el total de los manipuladores examinados dejó el estado de portación al menos dos semanas después de terminado el tratamiento. Al cabo de 5 meses se realizó un tercer seguimiento, detectando una muestra positiva de un total de 18. - El local LA mostró una incidencia del 25% en manos de manipuladores. Al momento de realizar el muestreo, no existían portadores nasofaríngeos. En LF se obtuvo una incidencia del 20% en manos y 20% en guantes. Los trabajadores que resultaron positivos al ensayo, eran portadores nasofaríngeos de S. aureus en tratamiento. De las muestras obtenidas en los demás locales, no se detectó la presencia del microorganismo. - Del análisis de superficies, el 25% de las manillas de los equipos de frío del local LF resultaron positivas a S. aureus. El resto de las superficies estudiadas en 4 locales al azar, no presentaron la bacteria. - Las condiciones higiénicas de los locales en estudio no representan un factor de riesgo de contaminación importante. En todos operan procedimientos para la sanitización de superficies, retiro de basura y de aseo general. - El test escrito aplicado a los manipuladores de alimentos de la sección en estudio reveló que cerca de la mitad de ellos posee conocimientos básicos relativos a S. aureus y contaminación cruzada. El proceso de instrucción y capacitación resultó efectivo elevando a 92% el número de respuestas correctas. - El control y aplicación de acciones correctivas eficaces logran disminuir el riesgo de contaminación e incidencia de S. aureus en locales de preparación de alimentos listos para el consumo, como lo demuestra el presente estudio. 37 VII. BIBLIOGRAFIA • Acco M, Ferreira F., Henriques J., Tondo E. Indentification of Multiple Strain of S. aureus Colonizing Nasal Mucosa of Food Handler. Food Microbiology 20: 489-493. 2003. • Arzú O., Peiretti H., Rolla R., Roibón W. Evaluación de riesgo microbiológico en superficies inertes y vivas de manipuladores en áreas de producción de un supermercado del noreste Argentino (estado de avance). Cátedra Bromatológica e Higiene Alimentaria-Facultad de Cs. Veterinarias. UNNE. 2003. • Aycicek H., Aydogan H., Kücukkaraaslan A., Baysallar M., Celal A. Assesment of the bacterial contamination on hands of hospital food handlers. Food Control 15: 253-259. 2004. • Aycicek H., Cakiroglu S., Stevenson H. Incidence of Staphylococcus aureus in readyto-eat meals from military cafeterias in Ankara, Turkey. Food Control 16: 531-534. 2005. • Bartzokas C.A., Corkill J.E., Makin T., Pinder D.C. Assessment of the Remanent Antibacterial Effect of a 2% Triclosan-Detergent Preparation on the Skin. J. Hyg. Camb. 91: 521-528. 1983. • Biomerieux. Slidex® Staph-Plus, guía prueba de aglutinación de partículas de látex y hematíes para la identificación de cepas de Staphylococcus aureus a partir de los medios de aislamiento. REF 73112. Páginas 1-3. 2006. • Bohach G., y Jablonski L. Microbiología de los Alimentos I. Staphylococcus aureus, capítulo 19. Editorial Acribia, Zaragoza, España. 2001. • Bures S., Fishbain J., Uyehara C., Parker J., Berg B. Computer keyboards and faucet handles as a reservoirs of nosocomial pathogens in the intensive care unit. Department of Medicine, Tripler Army Medical Center. Am J. Infect Control 28: 465-470. 2000. • Carrera J., Caballero A., Legomín M. Vigilancia de Staphylococcus y Salmonella en alimentos. Revista Cubana de Alimentación y Nutrición 12(1):16-9. 1998. • Codex Alimentarius Comission (CAC). Principles and Guidelines for the Conduct of Microbial Risk Assesment CAC/GL-30. 1999. 38 http://www.codexalimentarius.net/download/standards/357/CXG_030e.pdf. Visitada el 16.10.2007. • Evans J., Russell S., James C., Corry j. Microbial contamination of food refrigeration equipment. Journal of Food Engineering 62: 225-232. 2004. • Fang T., Chen Y., Kuo Y. Microbial quality and incidence of Staphylococcus aureus and bacillus cereus in vegetarian food products. Food Microbiology 16: 385-391. 1999. • Fleurette J. Staphylocoques et microcoques in L. LE MINOR. M. Veron, Bactériologie médicale, 2éme edition, Flammarion. 1990. • Flynn, J.F. FDA Study Declares Unsanitized Food Preparation Surfaces and Equipment Among the Greatest Risk of Foodborne Illness. Chlorine Chemistry Council. 2000. • Fueyo J.M. Frecuencia y tipos de toxinas superantígenos en Staphylococcus aureus de diferentes orígenes: relaciones con tipos genéricos. Tesis Doctoral Universidad de Oviedo. 2005. • Gaspar M. Detección y Erradicación de la Colonización Nasal por S. aureus. Eficacia de Mupirocín. Tesis Doctoral Universidad Complutense de Madrid. 1995. • Goncalvez M., Fujimura C., Peckman C. Staphylococcus aureus: Portadores entre manipuladores de alimentos. Rev. Saúde Públ., S. Paulo, 22(1):36-40. 1998. • Hajek V., Marsalek E. Evaluation of classificatory criteria for staphylococci. Zbl. Bakt. Hyg. I. Abt. Orig., Suppt 5: 11-21. 1976. • Hambraeus A., Bengtsson S., Laurell G. Bacterial contamination in a modern operating suite. 3. Importance of floor contamination as a source of airborne bacteria. Journal of Hygiene, 80 (2): 169-174. 1978. • Hayson I., Sharp A. Bacterial contamination of domestic kitchens over a 24 hour period. British Food Journal 107 (7): 453-466. 2007. • Herrera J., Cabo M., González A., Pazos I., Pastoriza L. Adhesión and detachment kinetics of several strains of Staphylococcus aureus subsp. Aureus under three different experimental conditions. Food Microbiology 24: 585-591. 2007. • Instituto Nacional de Estadísticas. Anuario de Comercio y Servicios 2004. http://www.ine.cl/canales/chile_estadistico/estadisticas_economicas/servicios/2004/anu ario_comercios_servicios2004.pdf Visitada 22.10.2007 39 • Kérouanton, A., Hennekinne J. A., Letertre C., Petit L., Chesneau O., Brisabois A., De Buyser M. L. Characterization of Staphylococcus aureus strains associated with food poisoning outbreaks in France. Journal of Food Microbiology 115: 369-375. 2007. • Kusumaningrum H., Riboldi G., Hazeleger W., Beumer R. Survival of foodborne pathogens on stainless steel surfaces and cross-contamination to foods. International Journal of Food Microbiology 85: 227-236. 2003. • Luby S.P., Agboatwalla, M., Raza A., Sobel J., Mintz E.D., Baier K., Hoekstra R.M., Rahbar M.H., Hassan R., Quresh S.M., Gangarosa E.J. Microbiologic effectiveness of hand washing with soap in a urban squatter settlement, Karachi, Pakistan. Epidemiol. Infect. 127: 237-244. 2001. • Lues J.F.R., Van Tonder I. The occurrence of indicator bacteria on hands and aprons of food handlers in the delicatessen sections of a retail group. Food Control 18: 326-332. 2007. • Masahiko, Y., Yuichiro D., Masatoshi I., Toshimasa T., Hitoshi S., Morito M. Preoperative intranasal mupirocin ointment significantly reduce post operativ infection with Staphylococcus aureus inm patients undergoing upper gastrointestinal surgery. Jpn J Surg 30: 16-21. 2000. • Matthew F., Loannis B., Konstantinos F. Oral rifamin for eradication os Staphylococcus aureus carriage from healthy and sick populations: A systematic review of the evidence from comparative trials. Association for professionals in infection Control and Epidemiology. 2006. • Murray R.J. Recognition and managment of Staphylococcus aureus toxin-mediated disease. Internal Medicine Journal 35: S106-S119. 2005. • Parra Ruiz, Ximena. Doctora en Medicina. Especialista en Salud Pública. Entrevista personal realizada 2.04.2007. • Paulson D. Foodborne disease: controlling the problem. Enviromental Health, May, 1519. 1997. • Pérez-Rodriguez F., Valero A., Todd E.C.D., Carrásco E., García-Gimeno R.M., Zurera G. Modeling transfer of Escherichia coli O157:H7 and Staphylococcus aureus during slicing of a cooked meat product. Meat Science 76: 692-699. 2007. 40 • Pompermayer, D., y Gaylarde, C. The influence of temperature on the adhesión of mixed cultures of Staphylococcus aureus and Escherichia coli to polypropilene. Food Microbiology 17: 361-365. 2000. • Prado V., Solari V., Álvarez I., Arellano C., Vidal R., Carreño M., Mamani N., Fuentes D., O’Ryan G., Muñoz V. Situación epidemiológica de las enfermedades transmitidas por los alimentos en Santiago de Chile. Período 1999-2000. Revista Médica de Chile 130 (5) 22-31. 2002. • Raj H. D. y Bergdoll M. S. Effect of enterotoxin B on human volunteers. Journal Bacteriol. 98: 833-834. 1969. • Redmond E., Griffith C. Microbiological and observational analysis of cross contamination risks during domestic food preparation. British of Food Journal 106 : 581-597. 2004. • Reglamento Sanitario de los Alimentos. Versión electrónica. http://www.minsal.cl/juridico/977_DE_1996.doc. Visitado el 17.11. 2007. • Roberts D. Factors contributing to outbreaks of food poisoning in England and Wales 1970-1979. Journal of Hygiene 89 (3): 491-498. 1982. • Roberts T., Baird-Parker A., Tompkin R. Microorganism In Food. Microbiological Specifications of Food Patogens. Chapter 17. Blackie Academic And Professional. First Edition. 1996. • Sanabria R., Laspina F., Balmaceda MA., Samudio M., Fariña N., Campuzano de Rolón A., Aparicio de Real C., Acosta A., Ortíz G. Portacion Nasal de Staphylococcus aureus en Personal Hospitalario. Frecuencia y Patrón de Sensibilidad Antimicrobiana. 2007. Versión electrónica. http://www.iics.una.py/PORTACION%20NASAL.pdf. Visitada el 12.04.2007. • Sandel M., Mc Killip J. Virulence and recovery of Staphylococcus aureus relevant to the food industry using improvements on traditional approaches. Food Control 15: 5-10. 2004. • Soriano J. M., Rico H., Moltó J. C. y Mañes J. Incidence of microbial flora in lettuce, meat and Spanish potatoes omelette from restaurants. Food Microbiology 18: 159-163. 2001. 41 • Suller M.T.E., Russell A.D. Triclosan and antibiotic resistance in Staphylococcus aureus. Journal of Antibiotic Chemotherapy 46: 11-18. 2000. • Tebbutt G. A microbiological estudy of various food premises with an assessment of cleaning and desinfection practices. Journal of Hygiene 92: 356-375. 1984. 42 Anexo 43 CUESTIONARIO S. aureus 1. Staphylococcus aureus es una bacteria. a) Verdadero (si) b) Falso (no) 2. Si un alimento está contaminado con S. aureus, podemos saberlo con solo mirarlo, probarlo y olerlo. a) Verdadero (si) b) Falso (no) 3. La intoxicacion alimetaria provocada por la enterotoxina de S. aureus causa la muerte del paciente. a) Verdadero (si) b) Falso (no) 4. S. aureus está presente únicamente en la zona nasal interior y en ningún otro punto del cuerpo humano. a) Verdadero (si) b) Falso (no) 5. La única forma de no contaminar los alimentos con S. aureus es utilizando mascarilla. a) Verdadero (si) b) Falso (no) CONTAMINACIÓN CRUZADA 1. Después de lavar sus manos y colocarse guantes, saluda a un compañero dando la mano e inmediatamente manipula alimentos. a) SI, existe contaminación cruzada b) NO existe contaminación cruzada 2. El procedimiento de lavado de superficies indica que el sanitizante debe permanecer 5 min y luego se debe enjuagar. Si permanece sólo 2 minutos… a) La superficie queda sanitizada de todas maneras. b) Existe la posibilidad que los microorganismos no mueran del todo y después se contaminen los alimentos que se elaboren allí. c) La superficie queda sanitizada si enjuago más de lo normal con agua de la llave. 3. Utilizar las mismas tablas de picar y cuchillos sin sanitizar para procesar pescado, pollo, queso fresco y apio. a) SI, existe contaminación cruzada b) NO existe contaminación cruzada 44 4. Manipular alimentos utilizando sólo las manos (sin guantes) cuando existen heridas, costras, llagas o padastros en los dedos. a) SI, existe contaminación cruzada b) NO existe contaminación cruzada 5. Dejar alimentos correctamente cubiertos con film plástico al interior de equipos de refrigeración en buen estado y con las puertas cerradas. a) SI, existe contaminación cruzada b) NO existe contaminación cruzada 45