Cuestión de vida o muerte para las auditoras

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Cuestión de vida o muerte para las auditoras
Bruselas quiere limitar la cuantía de las reclamaciones por daños
derivados de un examen contable
La Comisión Europea quiere limitar la cantidad que las compañías pueden
exigir a las empresas que auditan sus cuentas en demandas por daños,
alarmada por la creciente tendencia a litigar contra las auditoras y el riesgo
para su viabilidad en caso de tener que afrontar condenas millonarias, según
una información recogida por la agencia EFE.
<<Un estudio advierte de que la quiebra de una gran auditora, como
sucedió con Arthur Andersen en 2002, afectaría a las grandes
corporaciones>>
<<Las aseguradoras cada vez asumen menos riesgo y las auditoras
tienen que recurrir a sus fondos propios para afrontar hipotéticas
demandas>>
El Ejecutivo comunitario destaca que las firmas auditoras encuentran cada
vez más dificultades para asegurar los riesgos de su actividad, por lo que
existe una posibilidad "real" de que alguna de las cuatro grandes compañías
del sector -KPMG, Deloitte, Ernst & Young y PricewaterhouseCooperstengan que hacer frente a una demanda cuya cuantía ponga en peligro su
existencia.
Bruselas encargó el año pasado a la consultora británica London Economics
un estudio sobre la situación del negocio auditor, cuyas conclusiones han
servido de base para las propuestas que acaba de sacar a consulta pública.
El informe de London Economics pone de manifiesto que el mercado
internacional de auditoría para grandes compañías está dominado por las
cuatro firmas citadas anteriormente y asegura que las posibilidades de que
aparezcan otras nuevas al mismo nivel en los próximos años es muy
reducida.
Incide, además, en que el nivel de riesgo que las aseguradoras están
dispuestas a cubrir se ha reducido dramáticamente, lo que obliga a las
auditoras a recurrir a sus fondos propios para afrontar hipotéticas demandas
por daños, con el consiguiente riesgo para su estabilidad financiera.
El estudio advierte de que la quiebra de una gran auditora -como sucedió en
2002 con Arthur Andersen- afectaría negativamente a las grandes
corporaciones, que tendrían cada vez más dificultades para encontrar quien
audite sus cuentas, y para evitarlo se inclina por limitar la responsabilidad de
las auditoras ante posibles demandas.
Aunque dada la diversidad de situaciones dentro de la Unión Europea,
donde algunos países ya cuentan con un régimen para limitar la
responsabilidad de las auditoras, la comisión reconoce que resulta difícil la
implantación de un modelo único.
En concreto, Austria, Bélgica, Alemania, Grecia y Eslovenia regulan por ley
la cantidad que una compañía puede reclamar a su auditora en caso de
daños o pérdidas.
En España no existe un límite general establecido por ley, pero se puede
limitar la responsabilidad contractualmente, aunque ese tope no se tiene en
cuenta en caso de negligencias graves o fraude.
En ese contexto, Bruselas ha decidido abrir un debate público y propone
cuatro opciones distintas.
Como primera posibilidad, la Comisión Europea sugiere introducir un límite
monetario para las demandas para toda la Unión Europea, aunque
reconoce que sería muy difícil de aplicar.
Otra opción sería fijar un tope variable en función del tamaño de la
compañía (en términos de capitalización) o vinculado a las tarifas que cobra
al cliente por el servicio de auditoría.
Por último, se podría introducir un principio de responsabilidad proporcional,
en virtud del cual cada parte -la compañía auditora y la auditada- tendrían
que responder por los daños y pérdidas de los que sean responsables.
Fuente: EL PAÍS / NEGOCIOS - 21/01/2007
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