Vivanco Gefaell, Margarita

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LA ESTRUCTURA DE LAS CLÁUSULAS DE RELATIVO:
CONTRASTE DEL JAPONÉS Y EL ESPAÑOL
Margarita Vivanco Gefaell
Universidad Complutense de Madrid
1. Introducción
El presente trabajo pretende ilustrar algunos de los problemas básicos que surgen a la hora de
intentar determinar una estructura universal para las oraciones de relativo; para que dichos
problemas se hagan más evidentes, se comparan datos de dos lenguas tan distintas como el
español y el japonés, y se exponen las teorías de diversos autores.
En el apartado 2 se presentarán datos del japonés y el español para describir sucintamente el
comportamiento de ambas lenguas; en el caso del español la descripción se acompañará de
algunas explicaciones propuestas por Brucart (1999) y Kayne (1994), que acarrearán problemas
en relación con el japonés.
En el apartado 3 se expondrán tres diferentes análisis para las relativas del japonés, no
necesariamente excluyentes pero sí bastante diferentes, que arrojarán luz sobre ciertas
cuestiones al tiempo que abrirán nuevos interrogantes. Las hipótesis presentadas serán las de
Susumu Kuno (1974), Richard Kayne (1994) y Kaplan y Whitman (1995).
Por último, en el apartado 4 se recapitularán y pondrán en común las diferentes propuestas,
al tiempo que se extraerán diferentes conclusiones de ellas. Una primera aproximación a datos
sencillos de varias lenguas permite tener una visión de conjunto sobre algunos problemas
gramaticales básicos, tales como el estatuto sintáctico de las oraciones de relativo.
2. Datos de contraste
(1) a. (Yo) compré [SN CD un libro]. [SN SJ El libro] es interesante.
(Español)
b. [SN SJ El libro [OR. REL. que (yo) compré]] es interesante.
(2) a. Kinoo (watashi-wa)
hon-o
kaimashita.
Hon-wa
omoshiroi desu. (Japonés)
ayer (yo-Nom-Top) libro-Acc compré (pas. F.) libro-Nom-Top interesante es (pres. F)
«Ayer compré un libro. El libro es interesante.»
b. [SN SJ [OR. REL. Kinoo (watashi-ga) katta]
hon-wa]
omoshiroi desu.
ayer (yo-Nom) compré (pas. I) libro-Nom-Top interesante es (pres. F)
Las cláusulas de relativo del japonés se caracterizan por anteponerse al N que modifican
(de tal manera que el verbo de la relativa antecede directamente al N) y por presentar
obligatoriamente el verbo en su forma informal. La conjugación verbal del japonés conoce un
paradigma formal (atendiendo a su uso pragmático) y otro informal que, además de servir para
el registro coloquial de la comunicación, es el empleado en una larga serie de construcciones
marcadas, entre las que figuran todas las oraciones subordinadas.
1
En las relativas del japonés se encuentran ausentes tanto el SN relativizado como su
marcador de caso (la partícula que obligatoriamente señalaría su función dentro de la relativa).
Esto es lo que las gramáticas al uso llaman «caída de la partícula»: la partícula no puede
moverse con el SN porque éste va a desempeñar una nueva función en la oración matriz, para lo
que necesitará una nueva partícula. Esto no difiere de lo que sucede por ejemplo en español; no
obstante, autores como Brucart (1999) relacionan ese hueco que queda dentro de la relativa una
vez se desplaza el SN con la presencia del pronombre relativo o complementante, que asume su
función sintáctica dentro de la cláusula. En japonés no existen tales complementantes, y
mientras el SN se desplaza, su partícula cae, de tal manera que no queda ninguna constancia de
la función sintáctica ausente.
Nótese además que el sujeto de la relativa (watashi, en los ejemplos de 2) pasa
obligatoriamente de marcarse con la partícula de nominativo wa (2.a), que señala el tópico y/o
la información conocida, a marcarse con la partícula de nominativo ga (2.b), que señala la
información nueva.
A diferencia del japonés, en español es obligatoria la presencia de un nexo subordinante
encabezando la relativa. Para Brucart, la relación entre el hueco, el antecedente y el
complementante es fundamental: se trata de una relación anafórica que permite el
desplazamiento del SN,1 dado que el complementante desempeña la función de éste en la
cláusula incrustada (relación complementante-hueco), y dado también que permite el engarce de
la relativa con la oración matriz (relación complementante-antecedente). Así, los pronombres
relativos actúan como «unidades bifuncionales»:
(3)
El libroi [quei compré [h]i] es interesante.
Incide además Brucart en que las cláusulas de relativo son modificadores no argumentales
del SN, razón por la cual no precisan la marcación preposicional (4) que exhiben otros
complementos nominales (5). El mismo contraste se da en japonés (6-7):
(4)
(5)
(6)
(7)
El libro de la profesora.
*El libro de que compré ayer.
Sensei-no
hon.
profesor-Gen libro
«El libro del profesor»
*Kinoo katta-no
hon.
ayer compré (pas.I)-Gen libro
*«El libro de que compré ayer»
Por último, señala Brucart (1999:399) que «la necesidad de que los pronombres, adjetivos o
adverbios relativos aparezcan al frente de la oración subordinada puede derivarse de su carácter
de nexos de subordinación», es decir, que estos elementos son necesarios para legitimar la
subordinación. Obsérvese en los siguientes ejemplos que su supresión en español conlleva la
interpretación de la relativa como una oración principal (8), y que en el caso del japonés (que
carece de estas unidades) es el hecho de dejar la relativa in situ lo que provoca el mismo efecto
(9):
(8)
(9)
El profesor *(que) vino ayer es interesante.
*Kinoo sensei-wa
kita
omoshiroi desu.
ayer profesor-Nom-Top vino (pas.I.) interesante es (pres. F.)
«El profesor vino ayer es interesante»
2
En cambio, en una lengua como el inglés, la supresión del pronombre relativo es posible
siempre y cuando el SN antecedente no realice la misma función sintáctica dentro y fuera de la
relativa, es decir, siempre y cuando no haya riesgo de ambigüedad. Así, en (10) el pronombre
relativo es prescindible gracias a que el SN libro es sujeto de la oración principal, pero
complemento directo en la relativa, mientras que en (11), donde funciona como sujeto de ambas
cláusulas, la supresión del pronombre conlleva la agramaticalidad de la secuencia:
(10)
(11)
The book (that) I bought
yesterday is interesting.
el libro (que) yo compré ayer
es interesante.
«El libro yo compré ayer es interesante»
The teacher *(who) came yesterday is interesting.
el profesor quien vino ayer
es interesante.
«El profesor que vino ayer es interesante».
En cuanto al lugar que ocupan las oraciones de relativo en una estructura arbórea, el
análisis de Kayne (1994) es uno de los más extendidos actualmente. Kayne parte de la idea de
que el SN forma una unidad con el pronombre relativo y se genera en el interior de la oración de
relativo, desplazándose después para ser modificado por ella y para pasar a desempeñar una
nueva función sintáctica en la oración principal. Este análisis de ascenso tiene la ventaja de
ilustrar cómo el SN realiza dos funciones sintácticas simultáneamente, es decir, refleja que la
oración de relativo no es un simple modificador del nombre, sino que el nombre deja una huella
dentro de la relativa.
En el análisis de Kayne, la oración de relativo constituye un S(intagma) C(omplementante)
que se adjunta directamente al núcleo D de un S(intagma) D(eterminante), explicándose así los
efectos de selección que parecen darse entre los determinantes y las cláusulas de relativo:
(12)
(13)
a. Lo hizo de {esa/una/la} manera que nos sorprende.
b. *Lo hizo de la manera.
a. *We
made the headway.
nosotros hicimos los progresos.
«Hicimos los progresos»
b. The headway that we
made.
los progresos que nosotros hicimos.
«Los progresos que hicimos»
Asimismo, este análisis explica las distintas propiedades que exhiben las construcciones
[D+N] frente a [D+or. relativa] en cuanto a la violación del efecto de definitud:
(15)
a. *Hay la tortilla.
b. Hay la tortilla que sobró anoche.
Kayne explica que la oración de relativo junto con su antecedente forma un constituyente
distinto del determinante, dado que el determinante no puede tener como complemento
simplemente un SN como en los ejemplos de (12.a) y (13.a), pero sí un SN junto una oración
de relativo como en (12.b) y (13.b). Así, esto es sólo posible, en su opinión, si el núcleo del
complemento de D en los ejemplos b no está presente en los ejemplos a, de tal manera que el
núcleo del complemento de D en (12.b) y (13.b) ha de ser necesariamente el pronombre relativo
(complementante), y en consecuencia, tal complemento ha de tener el estatuto de SC. La
estructura de (16) recoge lo dicho hasta aquí utilizando el ejemplo del español de (1.b):
(16)
[SD [D el] [SC [SD el libro] [C’ [C que] [Sflex compré ayer hi]]]]
3
Desde esta perspectiva, se entiende que el SN pertenece a un SD que incluye proyecciones
funcionales que reproducen una estructura similar a la de una predicación o a la de un SC y que
son responsables de las relaciones entre el SN y sus complementos.
De lo dicho hasta aquí se derivan varios problemas atendiendo al contraste entre los
ejemplos del español y los del japonés. En primer lugar, si, siguiendo a Brucart, se asume que el
pronombre relativo en español y otras muchas lenguas sirve para legitimar la subordinación y
para establecer la relación anafórica entre el antecedente y la relativa, ¿cómo se legitiman estas
construcciones en japonés?, ¿cómo se establece en esta lengua la relación catafórica entre la
oración de relativo y su consecuente? En segundo lugar, cabe preguntarse a qué responde el
requisito de adyacencia lineal que se da en las relativas de ambas lenguas, y cuál es su relación
con las cuestiones mencionadas. Por último, parece necesario indagar sobre la naturaleza del
núcleo C del SC que constituyen las relativas según Kayne y otros muchos autores, averiguar
cómo puede estar vacío en japonés y en los casos citados del inglés, o por el contrario porqué ha
de estar lleno en español.
3. Tres propuestas para las cláusulas relativas del japonés
3.1. Orden de palabras y conjunciones. La propuesta de Susumu Kuno2
En su artículo de 1974 «The position of relative clauses and conjunctions», Susumu Kuno
realiza una interesante exposición universalista a propósito de las tendencias generalizadas en
las lenguas para la colocación de los distintos elementos sintácticos (con especial atención a los
que dan título al artículo), y de las causas de dichas tendencias.
Kuno postula que ciertos patrones sintácticos como la incrustación en el centro (17) y la
yuxtaposición de conjunciones (18) provocan dificultades en el procesamiento,3 de tal manera
que las lenguas desarrollan estrategias para evitarlos (en relación con sus órdenes básicos de
palabras) tales como la elección de la posición pre o postnominal de las relativas, o posición
inicial o final de las conjunciones.
(17)
(18)
a. *The cheese [the rat [the cat chased] ate] was good.
el queso
la rata el gato cazó comió estaba bueno.
«El queso la rata el gato cazó comió estaba bueno.»
b. *The cheese that the rat [that the cat chased] ate was good.
el queso que la rata que el gato cazó comió estaba bueno.
«El queso que la rata que el gato cazó comió estaba bueno.»
c. *John did it because, because she thought he should, Mary urged him to.
John hizo lo porque porque ella pensó él podría Mary urgió él-DAT a
«John lo hizo porque, porque ella pensó él podría, Mary le urgió a ello»
En relación a estos y otros ejemplos, KUNO (1974: 118) hace tres asunciones:
«a. Center-embedding is bad in general [7.a];
b. Successive center-embedding of clauses or phrases of the same grammatical function
or of the same shape is worse [7.b];
c. Center-embedding of clauses or phrases of the same shape or grammatical function
with conjunctions next to each other is worst [7.c].»
4
Si una lengua con el orden SOV como el japonés elige la construcción de relativo
postnominal, incurre en la incrustación en el centro, como se observa en los ejemplos de (9) y
(19):
(19)
a. *Chiisu-wa [nezumi-ga [neko-wa shikaketa] tabeta]
oishii deshita.
queso-Nom rata-Nom gato-Nom cazó (pas.I) comió (pas.I) rico estaba (pas.F.)
«El queso que la rata que el gato cazó comió estaba rico»
b. [[Neko-ga shikaketa] nezumi-ga tabeta]
chiisu-wa oishii deshita.
gato-Nom cazó (pas.I.) rata-Nom comió (pas.I.) queso-Nom rico estaba (pas. F.)
«El queso que comió la rata que el gato cazó estaba rico»
De igual manera, si una lengua como el japonés elige conjunciones iniciales, puede incurrir
en la yuxtaposición de conjunciones (puesto que el japonés no tiene pronombres relativos,
siguen los ejemplos basados en el inglés que utiliza Kuno):
(20)
a. That that [the World is round] is obvious is dubious.
que que el mundo es redondo es obvio es dudoso
«Que que el mundo es redondo sea obvio es dudoso»
b. [The world is round] that is obvious that is dubious.
El mundo es redondo que es obvio que es dudoso
«El mudo es redondo que es obvio que es dudoso»
Es por esto que, suponiendo que el japonés contara con un complementante nulo,4 éste
habría de ocupar la posición final en la cláusula de relativo (adyacente al nombre), tal y como
sucede en coreano,5 otra lengua con el orden SOV, y tal y como sucede en otras construcciones
subordinadas del japonés:
(21)
[[Uchi-e
kaetta
toki] tomodachi-ni aimashita]6
casa-Loc volvía (pas. I.) cuando amigo-Dat encontré (pas. F.)
«Cuando volvía a casa, me encontré con un amigo»
De manera paralela, el japonés tiene posposiciones, no preposiciones (las partículas se
colocan detrás de su término), y sitúa el sujeto a la izquierda del verbo. No obstante, Kuno
recuerda también que existen lenguas SOV como el bengalí, el persa o el georgiano que optan
por las relativas postnominales y por las conjunciones iniciales, si bien dichas lenguas han
desarrollado otros mecanismos para paliar los efectos de la incrustación en el centro.
Kuno presenta la perceptibilidad (fundamentalmente) como uno de los muchos factores que
intervienen en la determinación de los universales del lenguaje, los cuales dan lugar a una
coherencia interna en las elecciones paramétricas de las lenguas. Sobre la ausencia de
pronombre relativo en japonés, Kuno apunta que el paso de la forma formal a la informal y la
anteposición son suficientes marcas de subordinación.
En cuanto al orden SVO de lenguas como el español, Kuno señala que tiene de por sí más
problemas de incrustación en el centro y de yuxtaposición de conjunciones que los órdenes
VSO y SOV, de tal manera que le parece un misterio por qué tantas lenguas indoeuropeas lo
han adoptado. El sujeto se sitúa a la izquierda del verbo, como en las lenguas SOV, y el objeto a
su derecha, como en las lenguas VSO. Así, las conjunciones iniciales (22) son preferibles
atendiendo al objeto, pero no al sujeto, y las finales (23) lo son atendiendo al sujeto, pero no al
objeto:
(22)
a. *Juan dice que que [la Tierra es redonda] es obvio. (incrustación y yuxtaposición).
b. Juan dice que es obvio que la Tierra es redonda.
5
(23)
a. *John says [the world is round] that is obvious that. (incrustación en el centro).
John dice el mundo es redondo que es obvio que.
«John dice que la Tierra es redonda que es obvio que»
b. *John says everyone
knows [the world is round] that that. (incrustación y yuxtaposición).
John dice todo el mundo sabe el mundo es redondo que que
«John dice que todo el mundo sabe que la Tierra es redonda que que»
c. [The world is round] that is obvious that is dubious.
el mundo es redondo que es obvio que es dudoso
«La Tierra es redonda que es obvio que es dudoso»
Las lenguas SVO aplican mecanismos como el ascenso del sujeto o las reglas de
extraposición (mayoritariamente también relacionadas con el sujeto) para evitar la incrustación
en el centro y la yuxtaposición de conjunciones:
(24)
a. Que [sea obvio que [el mundo sea redondo]] es dudoso.
(Extraposición del sujeto de la subordinada)
b. Es dudoso que sea obvio que el mundo sea redondo.
(Extraposición del sujeto de la principal)
3.2. Richard Kayne y la antisimetría de la sintaxis
El marco teórico propuesto por Kayne impone severas restricciones a la estructura sintáctica, lo
cual resulta en muchos casos beneficioso a nivel metodológico, mientras que en otros plantea
múltiples impedimentos. Kayne parte de la asunción férrea de que en la gramática universal
(GU) sólo existe el orden núcleo-complemento, con lo que todas aquellas lenguas que (como el
japonés) exhiban un orden lineal distinto de éste han de obtenerlo mediante diversos
movimientos: «we must think of word order variation in terms of different combinations of
movements» (R. Kayne 1994: 47). La consecuencia más inmediata de esta asunción es el
rechazo frontal al parámetro de la direccionalidad de la rección propuesto por Chomsky en
1993. Dicho parámetro sería el responsable de que las lenguas pudieran elegir si sus núcleos
rigen a sus complementos hacia la derecha (como el español o el inglés) o hacia la izquierda
(como el japonés o el coreano). Sin él, es necesario reducir todos los órdenes de palabras a uno
solo del que deriven los demás.
Kayne (1994:3) afirma: «phrase structure in fact always completely determines linear order
and consequently […] if two phrases differ in linear order, they must also differ in hierarquical
structure». Esta es una idea que ha motivado el análisis sintáctico de los últimos años, y que
obedece a la intuición de que los cambios en el orden de palabras dentro de una misma lengua
han de corresponderse con diferentes contenidos semántico-pragmáticos y con diferentes
estructuras sintácticas. No obstante, aplicada a la tipología lingüística, esta misma idea tiene
graves repercusiones, pues lleva al propio Kayne a proponer diferentes análisis sintácticos
(diferentes estatus jerárquicos) para las oraciones de relativo del japonés y del inglés.
Así, en un marco teórico que prohíbe los movimientos hacia la derecha, el N en posición
final de las relativas del japonés no puede alcanzar dicha posición mediante un movimiento a
Espec,SC análogo al que se realiza en inglés, pues tal movimiento ha de producirse
invariablemente hacia la izquierda. Cabría entonces la posibilidad, apunta Kayne, de que el SC
de la relativa se moviera a Espec,SD; así podría preservarse el estatus de la relativa como SC y
la idea de su inserción en SD, y se explicaría por qué las relativas en lenguas como el japonés
preceden tanto al nombre como a su determinante (en caso de que éste aparezca o exista, pues
6
muchas lenguas de este tipo carecen de determinantes). En japonés no existen los artículos, pero
sí los demostrativos, como ilustra el ejemplo de (25):
(25)
[SD [SC katta] [D’ [D kono] [SN hon]]]
compré (pas.I) este
libro
«Este libro que compré»
Sin embargo, si se asume, como había hecho Kayne en un principio, que el N se genera en
el interior de SC, este análisis no explicaría cómo el movimiento de SC deja al N en posición
final, tras el determinante. Por esta razón, Kayne concluye que lo que se mueve no es el SC
completo, sino el SFLEX que contiene, dejando atrás tanto al nombre como al núcleo nulo C:
(26)
SFLEXj [D0 [[SN [hon] [C0 [e]j ]]]
Siguiendo con su idea de que los núcleos sólo pueden regir hacia la derecha en la GU,
Kayne postula que la estructura ‘D0 CP’ es posible mientras que «*CP D0» no lo es, y que por lo
tanto las relativas del japonés constituyen un SFlex, no un SC, aunque han de generarse en uno,
como se muestra en (26). Kayne sugiere que en lenguas como el inglés el hecho de que la
relativa permanezca in situ es lo que permite que el núcleo C se realice fonéticamente, mientras
que en lenguas como el japonés tiene que permanecer vacío.7 Además, Kayne subraya que las
lenguas como el japonés tienden casi mayoritariamente a presentar el verbo de la relativa en
alguna forma defectiva, y esto puede deberse precisamente a que no constituyan un SC.8
En definitiva, Kayne asume que en su marco teórico las cláusulas de relativo antepuestas de
lenguas como el japonés «are predicted to have different properties from relative clauses of the
N-initial sort».
3.3. La propuesta de Kaplan y Whitman.
Al contrario que Kayne, Kaplan y Whitman (1995) opinan que es necesario buscar una
estructura sintáctica válida para todas las lenguas, y que no resulta deseable a nivel teórico ni
descriptivo que un mismo tipo de construcción tenga diferentes estatus en las lenguas del
mundo. Señalan que la carencia de pronombres relativos que presenta el japonés ha suscitado
con frecuencia la idea de que las relativas tienen en esta lengua una estructura más simple que
en otras, o que pertenecen a una categoría inferior a SC.
Estos autores sostienen que, independientemente de la enorme variación sintáctica que se
da en las lenguas con respecto a las cláusulas de relativo, éstas constituyen siempre un SC
incrustado, y que existen complementantes nulos en lenguas como el japonés o el inglés que
responden a determinadas condiciones de recuperabilidad.
Proponen dos posibles análisis para el japonés, uno en el que el núcleo C queda ocupado
por el ascenso del verbo (apoyado en datos históricos y en datos del coreano), y otro en el que el
núcleo C está ocupado por un complementante nulo. Los argumentos que despliegan a favor de
esta última opción se sustentan, como ellos mismos admiten, en pruebas bastante indirectas y
empañadas por la interacción de otros problemas gramaticales. Por esa razón, este trabajo se
limitará a explorar el primer análisis.
El coreano, lengua afín al japonés, cuenta con un afijo verbal para las oraciones de relativo
que queda en la posición final propia de las conjunciones de las lenguas SOV, de acuerdo con
Kuno (1974), así lo muestra el ejemplo de (27):
7
(27)
[NP [ecey pro manna-ass-te-n]
salam]
ayer
encontrar-Pas-Ret-Comp persona.
«La persona con la que me encontré ayer»
El japonés antiguo contaba con un afijo similar que también aparecía en la última posición,
siguiendo a todos los morfemas de tiempo y aspecto y precediendo inmediatamente al nombre: 9
(28)
[SN [SC. wotoko-no
kitari-ker-u]
kariginu]
hombre-Gen llevar-pas. Comp. ropa de caza
«La ropa de caza que el hombre estaba llevando»
Otro argumento en esta dirección viene dado por el estudio de la adquisición del japonés
como lengua materna. Siguiendo a Murasugi (1991), Kaplan y Whitman recuerdan que los niños
japoneses atraviesan una etapa en la que generalizan el complementante no, extendiéndolo a las
oraciones de relativo. En japonés, no puede funcionar como posposición que rige caso genitivo
(6) o como complementante (29); los datos del dialecto Toyama muestran que es este último el
que generalizan los niños, pues dicho dialecto presenta ga en los contextos de (29), y es ga lo
que se extiende a las relativas en ciertas fases de la adquisición.
(29)
Kami-ga tyairo-no
hito.
pelo-Nom marrón-Comp persona
«La persona cuyo pelo es marrón»
De esta manera, Murasugi asume que en la GU las cláusulas de relativo son, por defecto,
SC, y que es en esa manera como las entienden los niños; añaden Kaplan y Whitman (1995:51):
«Functional categories such as CP are found universally, and there is no evidence to suggest that, in
the course of acquisition, certain functional categories are eliminated from the grammar, or, in this
case, eliminated only in one specific area of the grammar.»
Además, sucede que dicho complementante se mantiene en japonés estándar en las
llamadas relativas de núcleo interno (head-internal relative) como las del ejemplo de (30), de
manera que resulta difícil suponer que este tipo de relativas constituyen un SC mientras que las
de núcleo externo constituyen un SFlex: lo esperable es que ambas posean la misma categoría
funcional.
(30)
Taroo-wa
[Hanako-ga rooka-o
isoide
aruite
kita]
-no-ni deatta.
Taro-Nom-Top Hanako-Nom pasillo-Acc rápidamente corriendo venir (pas.I) C-Dat encontró
(pas.I)
«(a) Taro le ocurrió encontrar(se) con Hanako, que venía andando rápidamente por el pasillo»
En cambio, el complementante no no aparece en las relativas de núcleo externo porque
éstas no necesitan asignación de caso, al contrario de lo que sucede en SSNN complejos como
el de (29). Kaplan y Whitman (1995:36) caracterizan no con los rasgos [COMP, +CASO].
Para concluir, el análisis que Kaplan y Whitman (1995:31) proponen para las oraciones
relativas del japonés es el siguiente:
(31)
[SN [SC [SFLEX Kinoo pro hV hi] [ C [FLEX [v [at]+ta]]]
ayer
«La persona que (me) encontré ayer»
hito]
encontrar-pas.I persona
8
4. Recapitulación y conclusiones
Actualmente, existe bastante acuerdo en la bibliografía al considerar la cláusula de relativo un
SC, como defienden Kayne (1994) para el inglés, Kaplan y Whitman (1995) para el japonés y
Brucart (1999) para el español, independientemente de las diferencias que existen entre sus
propuestas. No obstante, como se ha podido observar, los datos del japonés se adaptan más
difícilmente a este análisis que los del inglés o los del español.
Una idea más comúnmente aceptada es que el SN se genera en el interior de la relativa y se
desplaza para ocupar una posición en la oración matriz. En la subordinación se unen dos
oraciones de tal manera que una queda incrustada en la otra y depende de ella; la cláusula de
relativo constituye un tipo de subordinada que se integra en la oración matriz a través de su
relación de modificador de un antecedente infraoracional, en lugar de incrustarse como un
argumento o adjunto del predicado principal (Brucart 1999). Así pues, este desplazamiento del
SN es, al menos en parte, responsable del engarce de ambas oraciones, como se podía observar
en los ejemplos de (1).
El desplazamiento del SN es muy similar a una topicalización, puesto que adquiere un
nuevo relieve informativo; el N libro de (1.a) se convierte en el tópico de (1.b). Ésta puede ser
una razón para que en japonés el sujeto de las relativas deba marcarse obligatoriamente con la
partícula de nominativo ga, y nunca con la partícula wa, que identifica el tópico, tal y como
mostraban los ejemplos de (2).
El SN puede ser un adjunto o un argumento dentro de la relativa, pero la relativa es un
modificador no argumental del SN cuando éste se inserta en la oración matriz. Brucart pone esto
en relación con la ausencia de una preposición que marque la dependencia entre la relativa y el
núcleo nominal, y cabe recordar a este respecto la idea de Kaplan y Whitman de que la partícula
de genitivo no no aparece junto a las relativas porque éstas no reciben marcación directa de
caso.
Si bien las relativas del español no reciben tampoco caso de una preposición, tienen al
menos una marca de subordinación (el pronombre relativo) de la que el japonés carece. Brucart
(1999) subraya la importancia de las marcas de subordinación para la identificación del tipo de
oración, y para la determinación de la relación jerárquica así como de la relación entre los
elementos que se unen. No obstante, como se vio anteriormente en el ejemplo (21), otras
construcciones subordinadas del japonés sí cuentan con este tipo de elementos, lo cual podría
remitir de nuevo a la naturaleza de las relativas como construcciones dependientes de un
elemento infraoracional comentada al comienzo de este apartado, y en el apartado 2.
Lo que sí es común a todas las subordinadas del japonés es el cambio que se produce en el
verbo, es decir, el paso de la forma formal a la informal. Como también se ha comentado
anteriormente, la forma informal del verbo (que tiene su propia conjugación) es, además de un
registro del habla, una refracción morfológica para muchas construcciones marcadas, y en este
sentido, autores como Kuno la consideran suficiente para legitimar las cláusulas de relativo. En
relación con los datos expuestos por Kaplan y Whitman (1995) cabría además pensar que los
morfemas de la conjugación informal pueden ser los que se vean atraídos por los rasgos del
núcleo C y los que arrastren al verbo a esa posición.
Por otra parte, los pronombres relativos no sólo cumplen la función descrita hasta ahora,
sino que desempeñan un papel crucial para todas las propuestas teóricas en relación con el
hueco de la relativa y con el vínculo anafórico con el antecedente. Para Brucart (1999), el
pronombre asume la función sintáctica que deja el SN en el interior de la relativa, evitando la
agramaticalidad de la secuencia, y permite el engarce de la relativa en la oración matriz a través
9
de la relación anafórica con el antecedente. Por estas razones, resulta difícil asumir la
inexistencia total de estos complementantes en japonés. En esta lengua, la relación funcional
entre el verbo de la relativa y el consecuente no queda reflejada formalmente, pero la mayoría
de los autores (entre ellos Kaplan y Whitman) asumen la existencia de un complementante nulo
para el japonés tal y como se asume para determinadas construcciones relativas del inglés, tales
como las de los ejemplos (10) y (11).
Siguiendo a Kuno (1974), el complementante nulo del japonés debería suponerse ubicado
en la posición final de la relativa. Kuno llama la atención sobre el hecho de que las lenguas
SOV que no marcan las relativas al final coinciden en ser lenguas poco estrictas con el orden de
las palabras en las oraciones principales, mientras que en las relativas mantienen un orden rígido
con el verbo siempre al final. Además, plantea que la necesidad de colocar el complementante al
final de la cláusula podría chocar con la necesidad de colocar el verbo al final, es decir, que la
inclusión de un pronombre pleno podría violar el orden básico SOV.10 Esto no supone un
problema en otras construcciones subordinadas, como la de (10), pero es un argumento
interesante si se pone en relación con las otras cuestiones anteriormente mencionadas.
La existencia de un complementante nulo para el japonés se basa en necesidades
estructurales, y se apoya en argumentos como la existencia en japonés antiguo de un afijo
complementante o como los datos basados en la adquisición del japonés como lengua materna.
Como último punto a tratar, el requisito de adyacencia lineal de las cláusulas de relativo
está también relacionado con los complementantes y su naturaleza, además de ser una
importante restricción estructural bastante generalizada en las lenguas.
Brucart (1999) sostiene que la capacidad anafórica de los pronombres relativos es más
reducida que la de otros pronombres anafóricos, cuyos antecedentes pueden aparecer más o
menos distanciados, y achaca a esto el requisito de adyacencia lineal de las relativas del español,
que sólo pueden separarse de su antecedente en contextos muy restringidos.11
El requisito de adyacencia lineal es mucho más estricto en japonés,12 lo cual puede estar
relacionado tanto con la capacidad catafórica del complementante vacío como precisamente con
su carácter nulo. La interpolación de otros elementos entre la relativa y su consecuente
provocaría serios problemas de comprensión, y con bastante facilidad estos elementos podrían
contener un N que se pudiera confundir con el consecuente.
En definitiva, parece haber algún tipo de relación entre la naturaleza de las relativas como
modificadores no argumentales de un N (más incrustadas en la estructura que cualquier otro tipo
de subordinada y sin necesidad de recibir asignación de caso) y la naturaleza de un núcleo C que
puede no manifestarse morfo-fonológicamente (japonés), realizarse como afijo verbal (coreano),
realizarse sólo si es imprescindible (inglés) o realizarse obligatoriamente (español), y que tiene
una capacidad anafórica limitada para conectar la cláusula con su antecedente.
Bibliografía
BRUCART, J. M. 1999. «La estructura del sintagma nominal: las oraciones de relativo», en
BOSQUE, I.; DEMONTE , V. (eds.), Gramática descriptiva de la lengua española. Volumen 1:
Sintaxis básica de las clases de palabras, 395-522. Madrid: Espasa Calpe.
KAPLAN, T. I.: WHITMAN. J. B. 1995. «The category of relative clauses in Japanese, with
reference to Korean», Journal of East Asian Linguistics 4, 29-58.
KAYNE , R. 1994. The antisymmetry of syntax. Massachusetts: MIT Press.
10
KUNO, S. 1974. «The position of relative clauses and conjunctions», Linguistic Inquiry 5-1,
117-36.
MURASUGI, K. 1991. Noun phrases in Japanese and English: a study in syntax, learnability and
acquisition. Tesis Doctoral de la Universidad de Connecticut.
1
Para Brucart (1999), como para Kayne (1994) el SN antecedente se genera en el interior de la relativa.
Todos los ejemplos que siguen en este apartado, excepto el de (21) están o bien tomados directamente o bien
adaptados de Kuno (1974).
3
Relacionadas con la memoria a corto plazo y otros factores.
4
Una propuesta de Kaplan y Whitman (1995) no desarrollada en este trabajo va en esa dirección.
5
Véase el ejemplo de Kaplan y Whitman (1995) en el apartado 3.3. de este trabajo.
6
Nótese que en caso de suprimir el nexo subordinante toki, la cláusula uchi-e kaetta podría interpretarse
como una oración de relativo que modificara al sustantivo tomodachi.
7
Nótese que esto es un problema en relación con lenguas como el coreano, que cuenta con un afijo verbal
complementante para las oraciones de relativo, las cuales también se anteponen, como en japonés.
2
8
Es una idea comúnmente aceptada que los núcleos C seleccionan complementos oracionales con
verbos finitos.
9
Kaplan y Whitman creen que la pérdida de este afijo pudo deberse a su reanálisis como un morfema
temporal o aspectual.
10
La realización del complementante del coreano como afijo verbal podría deberse a esto.
11
Las relativas predicativas, pueden aparecer en distintas posiciones (32.a), pero siempre tras el
antecedente (32.b):
(32)
a. Hay ocasionesi en la vida cotidiana [en las quei uno no sabe cómo actuar [ti]].
b. *Vi que lloraba de emoción a María.
Entre las especificativas con antecedente indeterminado y su antecedente se puede interponer un
elemento perteneciente a la oración matriz. El antecedente debe ocupar necesariamente la posición
posverbal:
(33)
a. Le entregué una listai a María [quei contenía [t]i todos los nombres].
b. De repente, un individuoi apareció en la sala [quei parecía [t]i sacado de una película de terror.
Por último, las relativas explicativas pueden contener un inciso parentético mientras no se introduzca un
antecedente potencial:
(34)
Me llamó tu primo ayer, que –por cierto– no sabía que era tu cumpleaños.
Todos los ejemplos están tomados directamente de Brucart (1999).
12
(35)
a. *[Watashi-wa [t]i benkyoosuru]
heya-de
PCi-wa
atarashii
desu.
Yo-Nom.
Estudio (pres. I.) habitación-Loc. ordenador-Nom-Top nuevo es.
«La habitación donde estudio en el ordenador es nuevo»
b. Heya-de
[watashi-wa [t]i benkyoosuru] PCi-wa
atarashii desu.
Habitación-Loc. yo-Nom. Estudio (pres. I.) ordenador-Nom-Top nuevo es.
«El ordenador [con el que estudio], en la habitación, es nuevo».
c. [Watashi-wa heya-de [t]i
benkyoosuru]
Ci-wa
atarashii desu.
Yo-Nom.
habitación-Loc. estudiar (pers. I.) ordenador-Nom. nuevo es.
«El ordenador [con el que estudio en la habitación] es nuevo».
11
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