Ministerio de Cultura

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CATEGORIA s/Artículo 4°de la ley 1.227/03:
Ministerio de Cultura
Inc."j"- EXPRESIONES Y MANIFESTACIONES INTANGIBLES
FICHA DE REGISTRO
LEY N° 1.227
Establécese el marco legal para la investigación, preservación, salvaguarda, protección, restauración, promoción, acrecentamiento y
transmisión a las generaciones futuras del patrimonio cultural de la C.A.B.A. (PCCABA)
1.
Tipo de bien:
Técnica pictórica tradicional
Designación:
Filete Porteño
Otras
denominaciones:
Fileteado Porteño
Descripción
Información
El filete porteño es una técnica pictórica que permite crear diseños ornamentales originales a partir de ciertos elementos
tradicionales y reglas de composición visual. Se caracteriza por el uso de brillantes colores, el efecto de volumen creado
por contrastes de luces y sombras (tridimensionalidad) y la saturación del espacio.
En primer lugar, el fileteador debe preparar la superficie sobre la que hará el trabajo. Las superficies son variables
dependiendo el tipo de soporte: chapa, vidrio, madera, etc. Los soportes pueden ser móviles (vehículos y objetos como
mesas, mates, etc.) o inmóviles (vidrieras, carteles, paredes, etc).
Los aspectos técnicos del filete pueden dividirse entre el dibujo y la pintura. El dibujo resulta fundamental en la medida
que requiere el conocimiento de un repertorio de formas diverso pero finito, que permite construir un diseño o
composición. El repertorio incluye fundamentalmente hojas de acanto, espirales, volutas y filigranas. También son
habituales cintas y moños, principalmente con los colores de la bandera argentina, junto con flores, pájaros, caballos y
animales fantásticos, como caballos alados, sirenas y dragones. Los marcos (filete lineal) suelen emplearse para
encuadrar un diseño central y las llaves (formas compuestas de líneas cruzadas) dividen el espacio compositivo.
Tradicionalmente, el traspaso del dibujo sobre la superficie se realiza con un espúlvero y una muñeca. El espúlvero es un
papel manteca que contiene el diseño agujereado con un punzón en todo su contorno. El diseño es traspasado a la
superficie mediante suaves golpes hechos con una muñeca (trozo de tela relleno con talco o tiza molida). Actualmente
también se utiliza papel de calcar o carbónico para el traspaso del dibujo o lápiz dermográfico para dibujar directamente
sobre la superficie.
La etapa de la pintura requiere una serie de pasos para lograr el volumen de las formas, siendo ésta una de las
cualidades visuales más destacas del filete. El volumen se logra trabajando distintos valores tonales (uno medio de base,
uno más claro de luz y un último más claro de brillo), a lo que se agrega la sombra. El orden en que se colocan las luces
y las sombras varía según cada fileteador. La sombra se logra con el “yapán”, una preparación de barniz y pintura
sintética (generalmente, negro con “un toque” de rojo), que produce el efecto traslúcido buscado. Las letras llevan un
tratamiento especial, conocido como repiqué, que consiste en crear un efecto de luz direccional dentro de la sombra
proyectada, que completa la ilusión de tridimensión.
Técnicamente, el pintado del filete requiere una gran experticia en el uso del pincel, lo que permite crear armoniosas
líneas y curvas con pintura sintética sin cortes de continuidad. El pincel de pelo largo (entre 4 y 6 cm) se agarra con los
dedos índice y pulgar, mientras el menique se extiende hacia la superficie para obtener un punto de apoyo y sostener el
trazo. Cuando se traza una línea recta, el meñique acompaña a la mano a lo largo de todo el trayecto; mientras que
cuando se pintan líneas curvas, éste suele girar o “pivotear” sobre sí mismo, lo que permite que la mano gire de forma
continua.
Las frases que se incluyen en las composiciones reproducen el refranero popular o son creadas por el fileteador y,
frecuentemente, expresadas en lunfardo, un lenguaje que el filete comparte con el tango. Delimitados por un óvalo,
suelen incorporarse paisajes e íconos a la composición. Estos últimos incluyen ídolos populares o imágenes religiosas
significativos para la comunidad. A diferencia de la técnica, estos elementos suelen mostrar mayor variabilidad a lo largo
del tiempo, en consonancia con los cambios de comportamientos, costumbres, humor y sentimientos colectivos, entre
otros.
El siguiente esquema, construido colectivamente durante las reuniones de reflexión y discusión organizadas con
fileteadores y fileteadoras de distintas edades, resume los distintos aspectos que distinguen al filete porteño de otras
técnicas pictóricas.
Espúlvero (papel agujereado que se usa para traspasar el dibujo del
filete a la superficie que será pintada).
Distintos tipos de pinceles (pelo largo y corto) empleados en el filete.
Los portadores/practicantes son denominados fileteadores, quienes aprendieron la técnica con otro portador
experimentado como parte de un oficio, permitiendo no obstante que cada uno desarrolle un estilo propio creando
diseños originales. No solo detentan los saberes, sino que también los transmiten fomentando su práctica. Los
fileteadores identifican al filete como un patrimonio compartido con el resto de la comunidad y, por permanecer al margen
de las instituciones académicas y practicarse como un oficio, también lo consideran un “arte popular”.
Para practicar la técnica como un oficio, las personas (jóvenes y adultos) tienen que pasar por un período aprendizaje
previo, variable según sus aptitudes, hasta lograr la destreza necesaria y desarrollar un estilo propio. Entonces su talento
es reconocido por la comunidad y sus trabajos empiezan a ser solicitados. De esta forma, se preservan los principios
Comunidad,
fundamentales de la técnica, al tiempo que es recreada y aplicada en nuevos contextos y soportes de acuerdo con las
grupo o individuos inquietudes del fileteador y las necesidades de quien solicita el trabajo. En las últimas décadas la ampliación de soportes
favoreció la incorporación de mujeres al aprendizaje de la técnica, dando nacimiento a nuevos estilos con una estética
particular.
Los fileteadores establecen relaciones de solidaridad y acompañamiento entre ellos, siendo frecuente que deriven
encargos a otros colegas o a alumnos avanzados, ya sea que ellos mismos no pueden realizarlos o porque los
consideran mejor capacitados para responder el pedido. Con respecto a la relación con aquellos que solicitan su trabajo,
el fileteador establece un diálogo, con el fin de interpretar sus gustos y preferencias, que luego plasma en la obra.
Algunos de ellos también ofrecen solidariamente su trabajo a instituciones públicas y organizaciones sociales.
En cuanto a la comunidad ampliada incluye a las personas que concurren a aprender la técnica y a todos aquellos que
suelen solicitar el trabajo de fileteadores, como empresas y choferes de colectivos, camioneros, murgueros,
organizadores de milongas, comerciantes, coleccionista, "tradicionalistas", entre otros. Los fileteadores también
consideran que los fabricantes de pinceles de fileteador son un eslabón fundamental de la práctica.
Finalmente, por tratarse de una ornamentación presente en el espacio público, el filete permanece visible a los
transeúntes que lo identifican como parte de su patrimonio cultural.
Significaciones/
Sentido
El filete porteño suele asociarse a la prosperidad en el trabajo, la cual celebra con diseños de vistosos colores,
asociándose así también con la alegría y lo celebratorio. Surgido en la ciudad de Buenos Aires, su denominación de
porteño alude al puerto, fuente de trabajo permanente para los ciudades, constituyéndose en uno de los referentes de
identificación para los porteños.
Su carácter alegre y celebratorio se manifiesta en su incorporación a la estética de las murgas del carnaval porteño,
decorando bombos y levitas, con íconos actuales del rock nacional y escudos de equipos de futbol, entre otros diseños.
Sumado a vehículos de transporte, el filete celebra la prosperidad del trabajador que empleando su principal herramienta
de trabajo como soporte expresa su bienestar, sus gustos y creencias a través de frases, diseños e imágenes
personalizadas.
La recurrencia a íconos populares de distintas épocas históricas, como Gardel o Evita, fortalece la memoria colectiva, a
los que se suman los referentes contemporáneos.
2.
Condición legal del bien
Ley N° 1.941/06: declara al Filete Porteño Patrimonio Cultural de Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
3.
Localización geográfica del bien
Los soportes fileteados se ubican mayormente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, si bien también pueden encontrarse en la provincia
bonaerense y otros centros urbanos de la Argentina. Actualmente, los barrios porteños que concentran más filete en su espacio público son
San Telmo, la Boca, Boedo y el Abasto. El hecho de que muchos sean filetes actuales muestra la vitalidad de la práctica. Los soportes en el
espacio público pueden ser muebles (colectivos y camiones) o inmuebles (carteles y vidrieras).
Por su parte, la localización de los fileteadores muestra una tendencia inversa a la de soportes fileteados. De un registro parcial que reúne
información de 97 fileteadores, encontramos que las dos terceras partes viven en la provincia de Buenos Aires u otras provincias Argentinas,
mientras que tan solo un tercio habita la ciudad porteña.
4.
Fotografías de identificación
Bombos de una murga porteña.
Estructura de contención del primer asiento de un colectivo
(transporte público de pasajeros)
Mural fileteado en la esquina de Bolivar y Chile, barrio de San Telmo
(CABA).
Fileteador trabajando sobre una vidriera, donde puede verse la
postura de la mano necesaria para realizar línea rectas y curvas
Frente de un camión usado para transporte de mercancías.
Lateral de un camión con caja de madera usado para transporte de
mercancías.
Vidriera de un bar en el barrio de San Telmo (CABA).
5.
Lateral de un colectivo (vehículo para transporte público de
pasajeros).
Procesos de conformación histórica
Hacia fines del siglo XIX nació el oficio de fileteador ante la demanda de trabajadores urbanos que deseaban distinguir sus “carros”,
denominación generalizadora que reciben diferentes tipos de vehículos a tracción a sangre, en una ciudad que crecía al ritmo del comercio y
la inmigración. Como frecuentemente sucede con diversas manifestaciones culturales populares existe escasa documentación sobre el filete
porteño y lo que se conoce sobre su origen es resultado de la transmisión oral. Su primera creación se atribuye a inmigrantes italianos. En
sus inicios el filete se limitaba a líneas muy simples -su denominación proviene del latín “filo”, o sea hilo- que separaban dos colores
diferentes en los costados de un carro. El inicio de esta decoración marca una ruptura el color gris establecido hasta entonces por el
municipio, dando lugar al desarrollo de una compleja técnica pictórica, cuyos motivos se inspiran en la ornamentación de la arquitectura
neoclásica de la ciudad. De esta primera etapa, cuando el trabajo era realizado en las fábricas de carros, han trascendido los nombres de
tres fileteadores: Salvador Venturo, Vicente Brunetti y Cecilio Pascarella. La técnica fue luego usada para decorar camiones y vehículos de
transporte público de pasajeros (colectivos), imprimiéndole una estética particular a la ciudad de Buenos Aires.
La transmisión de la técnica se producía en las empresas de carrocerías o de colectivos bajo la modalidad maestro-aprendiz. La continuidad
de la práctica es afectada por una normativa de la Secretaría de Transporte (SETOP) de 1975 que limita la aplicación de filetes en los
colectivos a trazos simples y a los casos en sea necesario separar dos colores de la carrocería. Si bien esta normativa fue derogada en
2006, el uso de la impresión gráfica mecanizada (plotter) masificada durante la década de 1990, hace que la contratación de fileteadores
todavía sea lenta y paulatina. Otros factores que afectaron el oficio de fileteador fueron la estandarización en la producción de las carrocerías
de camiones; el cierre de empresas de carrocerías por sucesivas crisis económicas entre la segunda mitad de la década de 1970 y fines de
la de 1990; como así también un cambio en la lógica empresarial que desplazó al dueño de colectivo y de camión. No obstante, los grandes
maestros fileteadores transmitieron el oficio a hombres y mujeres que continuaron recreando la técnica, por un lado, sobre nuevos soportes
muebles como guitarras, bombos de murgas, mates, cofres, e inmuebles como carteles, vidrieras e interiores de comercios (donde también
compiten con el plotter); y por otro, como arte de caballete, abriéndose un lugar todavía devaluado en el campo institucionalizado del arte.
Esto hizo que el filete porteño siga siendo un patrimonio cultural con el que los ciudadanos de Buenos Aires aun hoy se sienten identificados.
6.
Metodología participativa de registro
Realizamos diversas actividades, con la aplicación de estrategias cualitativas, con amplia participación de la comunidad y su consentimiento
libre, previo e informado, que fueron registradas en audio y video, orientadas a la definición del elemento y al consenso acerca de la
pertinencia e importancia de su postulación a la Lista Representativa de Patrimonio Inmaterial de UNESCO. Las actividades realizadas en el
marco de una metodología participativa de registro son:
Talleres en las cuales un equipo de antropólogos y sociólogos trabajó conjuntamente con diversos fileteadores para identificar las
particularidades del filete porteño: las especificidades de la técnica, la composición, la ornamentación y el color, así como los materiales,
herramientas y soportes utilizados; los usos del filete en sus inicios y sus eventuales transformaciones; la definición de la comunidad y la
comunidad ampliada; los problemas y desafíos que enfrenta en la actualidad; las expectativas a futuro. Estos talleres dieron lugar a debates
y reflexiones que los integrantes de la comunidad reconocieron como sumamente enriquecedores para su práctica.
Entrevistas a fileteadores de distintas edades, estilos y trayectorias. Se elaboró una guía de pautas para entrevistas semi-estructuradas
con preguntas abiertas de modo que los entrevistados pudieran expresarse con fluidez y espontaneidad acerca de los temas trabajados en
los talleres previamente realizados, así como sobre su propia historia en vinculación con el filete porteño. Estas entrevistas fueron realizadas
tanto por los profesionales del equipo técnico como por integrantes de la comunidad, y registradas en soporte audiovisual y fotográfico,
cumpliendo siempre con el consentimiento previo, libre e informado del entrevistado. Esta actividad es continua a medida que se establecen
nuevos contactos de modo de lograr un amplio espectro de fileteadores en cuanto a estilo, soportes sobre los cuales trabaja, trayectoria,
edad, lugar de residencia, etc.
Entrevistas a integrantes de la comunidad ampliada (entendida en los términos definidos por la propia comunidad): alumnos de fileteado,
personas que consumen filete o lo contemplan y valoran, carreros, fabricantes de carrocerías, dueños o encargados de líneas de transporte
de colectivo. Se elaboró una guía de pautas con preguntas abiertas para entrevistas semi-estructuradas de modo que los entrevistados
pudieran explayarse acerca de la significación que para ellos tiene el filete. Estas entrevistas fueron realizadas tanto por los profesionales
como por integrantes de la comunidad, y registradas en soporte audiovisual y fotográfico, cumpliendo siempre con el consentimiento previo
libre e informado. Esta actividad tiene continuidad en pos de abarcar la diversidad de sentidos que tiene para quienes consumen y/o valoran
el filete porteño, las modalidades de uso y las motivaciones que inducen a su consumo. También se entrevistó a transeúntes en las calles de
la ciudad.
Observación de procesos de trabajo: con registro audiovisual en espacios y soportes diversos: fileteadores realizando su obra en
vidrieras, murales, eventos culturales o su propio taller.
Observación de procesos de enseñanza de la técnica de filete porteño, con registro audiovisual.
Participación en el Encuentro anual de Fileteadores, con intervención en los grupos de reflexión desarrollados en ese contexto.
También realizamos en forma continuada:
- Registro fotográfico de filetes en distintos barrios de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, que es volcado en un mapa
interactivo que permite visualizar su ubicación geográfica precisa.
- Elaboración (en curso) de un registro de fileteadores de todo el país.
En la página web www.fileteypatrimonio.com.ar en actualización permanente se publica el material audiovisual del trabajo realizado en las
talleres, las entrevistas y diversos eventos relacionados con el filete, así como fotografías de obras de fileteado, notas periodísticas de
medios radiales, televisivos y gráficos e información general sobre actividades vinculadas con el filete porteño.
7.
Datos de control
Entidad investigadora
Subgerencia de Investigaciones de la DGPeIH
Relevamiento fotográfico
Subgerencia de Investigaciones de la DGPeIH
Registrado por
Área Catalogaciones - DGPeIH
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