NUM. 34. PRECIO PE LA snscRicro».—IHADRÍD: por niimcrns Kiicllfís A '1 rs.; tres meses 32 rs.; seis meses 1-2 rs.: rin ;iiln 80 rs. _ MADRID 2 4 D E ^ „ AGOSTO DE „ 1867. ningún modo mejor poflia celebrar aqiiol sucoso el jefe del imperin francés, (¡no indidtanilo, como lo ba liecbo, del lodo i'i parle de la pena que estaban sufriendo á í,31;i condenados civiles y I iS militares. Itueno es que con la alegría de los dicbosoíí, se me/.cle la lágrima de los desgraciados, y mas cmindo tanbis son REVISTA DE I.A SE^IANA. i'Stos. I,a lectura del censo de la poiilacion indigente do Pai'is nos lia impn sionado de una manera probmfla, liacifiidonos ver (¡iie no es oro lodo lo ijiie reluce. Su cifra ascendía en \f<(\'i ii ÍO.Oiífl familias, compuestas lie i()l,;)7i) individuos; en IStiH ba subido á Í7,fi4i familias con tO;;,llO individuos, resultatio ns [liiliilirns siíjuinra ÜCCTespantoso, que revela elocnentemenle lo (pie bay d e (;¡i diíl iiriticijiiil aconlncibajo del oropel con qne la moderna |{>dnlonia cubre su iiiicnlo lio In.s riltiiiios lÜas. esqueleto, y ipie tanto fascina con su a|iarente brillo á [,a llc^'aila ili; lus royes la nudlitud irrellexiva. lio l'orliiíííil ii líspaFia. Im (l;i(lo motivo á gramlcs fftsVA pai.a lia dirigido á lodos los prelados liel orbe ^''1 lojn.s en la-s pnblacinnns católico qno acudieron al Centr'nar de San Pedro, un interrogatorio, cuya res]iiii'sta cs|)era, y qne ba de ser ^ ; - ^ loila.s rilas en nbsp(|iliar á la norma para ipie la Santa Sr^de pre[iaro las cuestiolossirnpálicnsviajiM'd.s, cu- nes principales qne se someb'rán á los debates del ya breve pcniíaiieiicia w> Cimcilio ecuménico, al cual [larece. serán invitados lia peniiiliiio diininslracio- muclios soberanos. Lis lanío Impie so lia liablado rospectii de la alianza !.,„ |„ 1.. „„„,. I . , , ip.s Imlavía nía.'; espléinüaustro-francesa, y son tan distintos los pareceres sobre I as lie. la prnvnrhia Kriniír.r;:!.,,! i . ' i i \it(.iM, San SdMStian, Vallad.,l¡(|, Avila v Sa . ildc- el particular, t]uo verdadei'ameiib! nadie sabe á tjuó onso, acLiial resiiieiuMa < c la i-rtriñ • 1 atenerse. \í\ ConslUulionnel, peritíiüro francés, nega:.a!ana<!as para recibirlos, so o s n , f . ; . , r ? " ' " ' " ' í ' ' ' " ' ba lüas liá, que la jiroyectada entrevista i[t\ los einperailores de Au.slria y Francia, tuviese obpdo ni á lo. bailes, á lo. n , e , . s a r S S . l t ' S ; ? r i importancia política alguna; al paso (pío los periíjdicos las iiuisicasy otra.s analnf^as. siicndió mV, v • austriiicos veiaii la posibilidad do (¡uo en ella se ac(n'bicieron A .Madrid, la parada dH dolnin:." í s l í ' ' " ' (iase una alian/.a di' las dos grandes potencias. Persorientc, que presenciaron, conin igualnientn el ánS\\l nas previsoras opinan, sin endiargo, que sólo una aiíri'sioii ruso-prusiana que tendiese iliroctamente á la ,le las tropas, desde c.\ edincio donde está la Acade tilia de San Fernando. La cnncnrrencia Á este a d o disolución y reparto ib'! imperio austríaco, baria fjiie r¡ie inmensa, á pesar de lo poco animado que está Ma- el Au.slria recurriese á la alianza francesa como m e drid, pndiendo asegurarse (¡uc rara vez se lia visto dio deses|)orado de salvación. mayor en Í.l Piierla del So!, calle de Alcalá y Prado, Hice La España qne la goerra del Pacífico se baUa pimíos prinri|iales de la línea. Tenninaiio el desfile terminada de becbo, y se lelicita do olio en interés do de las Lro[i¡is, los reyos do I^ortiiíjal so dirigieron á la •a bumanidad v de la civilización. Asi parece indi''Stacion ilel leri'O-carril del .Mnliuclía, y á las oidm <le carlo también ía redacción de las últimas noticias de la noclie partieron do esl;v ctjrlc, seíjiiii lo anunciai'on Cbile, eslo e s , de las qne alcanzan al 3 r|e ¡utio, y liis salvas IUÍ ordonanza, l*;i tiempo soberbio, tan s o - según las cuale.s el gobierno de aquella rein'i'blica bii lierbio, (]uo si jironlo nu refresca vamos á derretirnos. declarado que (islá en guerra, pero en ^nierra defenTambién lia babido en París, con imtlivo de los dias siva contra Kspaña . üñadienilo ipic el tnini.'itro del 'iel emperador Napoleón, diversiones de todo género. ramo babia declarado en el Gontíres)» que era muy Iiic no mencionamos, limilándonos á decir que de problemática la vmdla á aquellas aguas de la escuadra Pnnvi\c[*s.—TrcsrapsPs 9Srs ¡seis meses SO rs.; m. 3,,. M rs.-r.oA.i-r.nTn-ii.c» VKST^ANJK,.,,. . - „ ANO X I , un HÍii) 7 pfsns.—AHKHILI Y ASIA, IÜ :I l.i JIC.MIS. española, con cuya deiHaracion se babian calmado algo los temores del cdmercio. Por otra parte, un desl¡acbo telegráfico de Nueva-Voik (3 de agosto) r e c i liiilo en París el W. anuncia que los elídenos esperan la Neniada de la escuadra española; (pie el abuiranlo noi'te-anifU'icano 'l'ucker lia .sido llamado otra vez por el Perú para tiunar (d mando de la escuadra peruana, y (pie !(is preparativos de guerra continúan allí cotí actividad. Por los ¡leríi^dicos de Nueva-Vork se sabe igualmente que. Méjico [ireparaba á Juárez una entrada triunfal, que por lo grandiosa escediese á cuanto allí se ba visto liasta abora, v en ¡M Época de esta céirle leemos (jue acpnd acalia de inaugurar la restiuiracion de la república con un aclo de alta moralidad y d o CfUicía administrativa: la siqiresíiin en id Estado m e jicano de la lotería y de los garifos i'i casas de juego. Ilicose qne el general imperialista MaríjUez lu-ganiza un iniportanbi ejército contra Juárez y que la guerra comienza de nuevo, presentándose como enemifios del nuevo i'irden de cosas los generales G(uuez y Canales (]ue. desde el Kstado ilc Tainaulipas, inspiran serias iiiipúctudes á Juárez. Parece Í|UO se confirma la prisiíin de López, fundada, se,^un varios peri('jdicos, en abusos cometidos Énienlras bie olicial de Ma.ximiliano. li^niirase, no ídislantií. sdbi'e esto y sobre el anuncio de su pn'iximo fnsilaiidfuito, la verdad del caso. May liespaclios ilo Nueva-Vork ¡pie confirman ya la noticia de (|ue Juárez será elegido presidente ile la república mejicana por una gran mayoi'ia. y otros que (d ejército ¡liiie su reelección, nombrando para la vice-pi'esiiicncia á Lerdo de Tejada. Ya lia debiilo celebrar la primera sesión en I*arís ol congreso médico internacimia! en e! gran anfiteatro de la escuela de la l'acultarL Mas de setecientos p r o fesores loman parte en esta reunión cieidiln-a, que nada menos se propon(í malar á ia Muerte. Si se (raíase de malar á la Vida, la empresa parecería litúnica, V sin embargo, una triste y secuhir esperiencia d e muestra que es lo mas fácil y lo mas llano d(d mundo; p(iro so trata de un sor, si es licito bablar asi, (|ue no existe, de una negación, de !a Muerle, en b n , y esta circunstancia, ¡lue por sí sola debia asegurar la victoria, es precisamente objelu de serias discusiones, y liace que el ejército enemigo se arme de todas armas y ¡luc los arsenales rarmacéiiticos redoblen su activi-^ ^Í«Í: 266 EL MUSEO UNIVERSAL. fiad pnrn que ni los males ordinarios ni las cpidemins cojiín iles|irnvenido.s i'i Ins snlrladns de la ciencia dp (Mirar, ciencia que solnnienle los ifiíinrantos crnen on lamentable atraso, pei'o que, como toilas, avanza rá|iidami'nte. por la vía del progreso haciendo cada dia niieva-s y preciosas conquislas. La pedagogía francesa se va generalizando, ni nías ni menos que sus modas. E\ sallan y el laicoim del .lapon han pedido al coiperador Napoleón, qne.señale maeslros piira educar respccUvamente á su Idjo y á su hermano, sucesores l e g a t e s d e dichos prínc-i[)es. Cfín arreglo á los puestos que están Hámulos á ocu])ar! Será curioso ver la aplicación que liaeen en sus paises ios educandos, de lo que aprendan en tdro cuyas ideas, cuyas costumbres, cuyo clima, cuya religión, cuyas necesidades, e l e , se parecen lanío á los de Turquía y {\ los del Japón como la noelie al (Ha. Nuestro popular poela don José Zorrilla ha sido nombrado unánimemente por la di|)nlacion provincia! de Vallailolid, cinuisla de la misma. Es nmy digno ZinTÍlla de esta distinción, que elogiamos tanto mas cuanto nos va á proporcionar el gusto de conocer I onio prosista a! ilustre poela. Por la revista y la parle no firmada de este número, VENTURA RUI?. AGIH.EHA. la nieve. Nada delendiá al sol en su carrera , sino la vcronle. .silencio á liis plantas; tú, que encendiste en el mano incontrarrestable que lo lanzi'i á los espacios; espacio, dominador augusto del caos y de la muerte, nadie sino Dios es el arbitro de su i>rlo y de su ocaso. el sol y la luna, la eslrella lija y el cometa fugitivo, el ;_Qu(- diré fiel sol, de ese astro que abisma la iiile- astro y (d planeta, la exhalación momentánea y la auligeocia niiis audaz? ;Cómo hablar dignamenle ilc ese rora boreal, y los mil satélites y his mil constelaciones monarca de la Creación vísildp, i[ue ciirmlo mus se que sirven de asombrosa comiliva al astro [iríncípal do observa mas prodigioso parece? Abrid el Libro Sagrado, sus respectivos sistemas; tú. Señor , que lanías loaray el rey-profeta os lo describirá con iiiiiiiitable conci- villas creaste en beneficio del hombre, jbeiidilo seas, y bendito tu nombre tres veces santo, en los cielos, sión y belleza de estilo, oídle: "¡Contemplad el sol: Aiielanla en su marcha como en la tii'rra, en los mares, en los abismos, dol uno ¡d el nuevo esposo qiu' abanitona e| tálamo nupcial; lán- otro polo, y allí donde quiera penetran la luz de esos zase como un gigante ansioso de recnin'r su carrera; inmensos globos qneá tu sobo sirven de edad en edad, remóntase alo mas alto de los cielos, y nada se ocul- de inimitable alfombra! ta á sus ardientes rayos.i> iSf cnnlmmra.l •Queréis una revelación mas grandiosa de Dios, una deinostracion ntas brillante de su existencia, de su MANUEL MARÍV EiAMAsr. sidiiduría y ile su hondnd'.' Pues oíd de nuevo al inspirado David; "Los cielos publican su gloria; el día lo imuncía al dia, la noche lo revela á la imclie. l^^ie lenguaje s u ESPOSICION RETIIOSPECTIV-V blime es inteligible á lodos los hombres y á lodos los pueblos: ps un gríloque resuena en toda la tierra, y ot initci:i.o.\\. estiende su ero li ista las eslremidades del mundo.» IIL Es un hecho muy constante, salvo raras escencio;Conoceis algo mas encanlador que la noche? El si- n e s , el enlace y relación que tienen en cada siglo las lencio (|ue en ella reina penetra en el corazón como producciones de loilo género, porque jior efecto de alun bálsamo que le Ikva la p¡iz y el consuelo; y la au- guna influencia poderosa que predomina , quedan t o gusta magestad en que se envuelve, llena el alma ile das las inteligencias como supeditadas á sus leyes; y DIOS, iíL IIOMÜBR Y L.\ SOCIEDAD. un religioso respeto. Todo en la noche es bello y s o - esta relación y enlace se notan quizá mas marcadamenlemne. Las soiubras, que le prestan un atractivo in- te en las obras que impresionan á lossenlidos, i]uo en (CONTIMACJON.) descriptible, sirven de fondo y embelesador conlraste las piiramenle inlelectualcs. Asi aconlece por lo geneá esos rutilantes astros, cuya magnilicencia y cuyo ra! que, al extasiarse en las formas arquitectónicas, ó /:". II. número porleuloso serian sin ellas perdidos para la en las de un mueble, de un objeto cerámico ó cualquiera otro objeto de mobiliario, nuestra imaginación ,;Nuni-a, decid, nunca en las serenas nuches dol contemplación y el estuilio, ni'üvidn estío, babeis alzado vuestros ojos al ürma¡Cuánlo mas dulce es la noche que el dia! Mientras se traslada al momento á la época en (pie dicho objeto niento? ,;Nunca liabeis goz:ido de ia intima lelicidad de enéste toilo es tumullo, ilisípacíou <• inquietud, lodo fue construido ; y por la asociaciim de ideas y el paesa contemplación tan digna de la razón humana'/ en aquella es reposo, reconcentración reflexiva y so- rentesco que hemos diclio existía entre Ins diferentes ¡Qu¿ magestad tan augusta reina en esos mundos que siego reparador. Mientras en el primero el hombre vi- formas de una misma época, nos es muy fácil irlas sohrc nosotros silenciosameole giranl Mientras aquí ve ageno á sí misino, y malgasta sus hierzas, disemi- encadenando con los colores , tipos. posturas peculiatodo os agitación é inslabiliilad. todo alh' presenta el nándolas locamente en un torbellino de vanas sensa- res ili' cada época . y basta con los hábitos y costumcarácter dclo inntntahle y lo inlinílo. Pasan los impe- ciones, víctima de las alucinaciones de la riqueza, j u - bres que la caracterizan. rios, los reinos, los tronos, las dinastías, his monu- guete de los estravíos de la ambición, presa infeliz de En las secciones de arquitectura, muebles y utensimentos ilcl orgullo; vieuen al suelo las murallas de los furores de la política, en la segunda recobra iu- lios de toda clase; en las de cerámii'a y cristalería y Haliílouia; las colosales esfinges de granito y las so- sensiblenienle toda la plcnilud de su ser, adquiere la en la de cerrajería, bronces, etc., hay ancho campo berbias pirámides de Egipto se sepultan en las a r e - conciencia de sí mismo, el sentimiento íntimo de su para el estudio que vamos á indicar. nas de los desiertos, ó se cul)ren con su propio polvo; individualidad , sentíiuienlo perdido en el revuelto La arquitectura está representada por algunos piay mientras acá lodo es inquietuil y desolación y r u i - piélago de los negocios que durante el dia le agitan de nos de edificios antiguos de la ciudad, habiendo tamnas, todo allá anuncia ia grandeza, el sosiego, la mil maneras, y con mil géneros de zozobras le abru- bién un acabailo modelo en mármol de la fachada solidez y la eternidad. man , y reconquista la posesión de su inteligencia y de principal de la catedral de Tarragona; algunos fragmentos del derribado Paiau ; ihCerentes tnízos de mo¡Cuántas miriadas de generaciones humanas no ha sus sentidos. visto crecer, derratnarso con vano estruendo por la El corazón lacerado por los desencantos, herido por saicos y restos romanos; varios motivos de arle grietierra, casi siempre regada non la sangre y las lágri- el desaliento, inseiiaralile com|ianero de los largos in- go y árabe nacional, de cuyo gusto hay ile manilieslo mas de ia triste raza de Adán , y desaparecer al Un, la fortunios, se dilata en una atmósfera ile bienestar que bien combinados y brillantes azulejos; y luego una mas diminuía de las estrellas á que alcanzi nuestra la pluma no alcanza lí encarecer debiilamente, A la colección de capiteles, desde los de las épocas primivista! El globo cpic habitamos lia sido aznlado mil ve- vista del cielo tachonado de estrellas, nuestro ser se tivas del estilo románico, hasta los mas típicos lie esta ces por las revoluciones políticas, sociales y reli^'iosas; engrandece y dignifica; la inspiradora idea de lo inli- parte de ia ¡lenínsula, y cuyos bellos ejemplos c o n mil veces desolado por las guerras ; mil veces tras- nílo se apodera de nosotros; paréconos oír cercano el servamos en la colegiala de Santa Ana, en Santa Maformado por los cataclismos ocurridos en sus entrañas paso de la Divinidad por la Creación sensible; nos ria ái'. Junqueras, Moiiserral y en muchos otros p u n y en sn superlicio, á causa de su constitución iiile- sentimos arrastrados por desconocidas fuerzas hasta tos, etc., etc. rior y por la Tuerza irresistible de los agentes que Aquel que sienta su trono sobre océanos de íneslínTocante amuebles, una silla faldistorio enriquecida ohrail en su seno, l'orque no siempre tal lago se esleii- guible luz; y absortos, embebidos en esta especie de diü por la llanura que hoy embellece; im siempre tal estática conlemplacion que ros purifica y Irasligiira, de mosaicos de marfil, metal, ébano y boj con asiento nionlañ;i rodeó el valle qiie hoy protege: no siempre miramos con el desden con que mirados ser deben, el Y respaldo de vaqueta, nos remonta á la época de los tai costa se vio bañada por los mares que hoy la cir- pasajero fausto, los efímeros goces, los transitorios Reyes Católicos, y unas cajas ilel siglo \ ^ 4 , " l l a m a cundan; no siempre la licrraba presentado su faz ac- favores de la forluna, la frivola inquicliid y los cnga- das cajas de novia, entalladas y lloradas al gusto g ó tico y con pinturas de la viila de la Virgen en el intetual. gosos señuelos de la ambición, que tanto nos ator- rior, nos traen á la memoria la importancia que se menta, que tan infelices nos hace durante el dia, y lia dado eu otros tiempos á esos trascendentales aconNo asi el firinanienlo. Ese espleniloroso maulo de la tpielan tristemente acelera nuestro paso por la tierra. tecimientos de familia. Divinidad no sufre allei'aciones, ni mctamóribsis; á él no llegan la piqueta destructora de los hombres, ni |a Entre los objetos destinados á iguales ó parecidos ¿Qué no es exiguo, comparailo con la inmensidad de implacable segur del tiempo, ni los delirios de la am- la Via Láctea? ;,nué no es opaco, comparado con el usos que los anteriores, y entre la multitud de sitiabición, ni los furores de !a venganza, ni las fascina- resplandor de Sirio? ,;Oué no es insignilicante, coni- les y otros distintos trabajos, descuellan unas ricas ciones de una falsa gloria. Inníutabio como Dios, á paradojcon la belleza de la luna? Al hombre que con es- cajas y arquillas de mosaicos y ataracea de! siglo XVIf; quien sirven de escabel sus soles innumerables, las pa- fas gigantescas sensaciones logra familiarizarse; al un banco y sillón de lines dé dicho siglo, do nuestra siones humanas rugen nn siglo y otro, sin que en na- que aprende á conlemplar el cielo, ¿puede ni un sólo real Audiencia, ile severa v elegante traza; unas s o da alteren la armonía de los mundos incsplorables que momento alucinarle el liviano brillo ile las magnificen- berbias camas dechicaranila, llamadas de pilares, de pueblan el espacio. cias terrenas? Este estudio puede llegar á ser la base bien combinadas molduras y colunmilas. iiretlominanilo en el lodo la línea salomónica, y cuyo aspecto de ¡Cuan pequeño parece el poderío humano, cuan de la prudencia y la mas sana moral. grandeza las hace armonizar con dos grandes arquimezquinos sus recursos, cuan impotente su acción, Confunden en la noche sus dolores y sus alegrins el llas lie ébano fiíiisiinauíenle moldurado, enriquecidos cuando se comparan con la inmensiiiad de medios, rico V el pobre, el señor y el esclavo. Dios envia las con las facultades inconcebibles que la formación del liníeblas sobre la tierra para que, mensajeras del sue- sus numerosos recuadros con representaciones mitolirmanienlo revela, y con la ciencia divina que trazó ño, brinden los l)eneficios ile ésle á todos los seres lógiVas pintadas sobre vidrio y al estilo de líubens las leyes inalterables que rigen la rotación de los as- animados. El sueño nivela las coniiíciones mas opuesEn papeleras, arquillítas, cofrecítos y joyeros, en Iros! Imaginad reunidos todus los monarcas y pode- tas en el orden social y en e| nrften intelectual. Y pa- relojes, espejos y cornuco[iias, hay escogidos y ilelirosos del mundo; imaginad congregados lodos los sa- ra que ese sueño sea á todo^ los hombres ignaluieute caiios trabajos; y en algunos no se sabe tiué ajireciar bios, todos los tesoros, lodos Tos ejércilos, todas las lienélico y seguro, manda Dios á la fiera ipie se retire mas, sí las ricas materias en (¡110 están lalirados é inescuadras de los dueños de ia lit'rra, ilesensos de in- á su antro; al pajaríllo que suspendasu cántico en la cnistadt.s, ó el mérito artístico deque se liaban agratroducir la mas ligera modificación v,n los movimien- enramada; al insecloquo se escoiidaeii la concavíiiad dablemente revestidos. tos de una imperceptible nebulosa: ;lo conseguirán? de la peña ó en el añoso tronco; al rio 'ine se ilesüce Eu la ¡nirlede cerámica, cristalería y vidriería, hay ¡Ah! La estrella que se pierde en los conlines del cie- sn.segado, yá la luna que ilerninie su plácido resplnn- una colección de objetos antiguos egipcios y romanos, lo, es nn sol que no acelerará ni retrasará un m o - dor, celestial emblema dei reposo universal, por valles (¡ue ha espuesto nuestra Excelenlísimad¡])utacioii, conmento su marcha triunfal jior la esfera de huígo en y montes. sistente en Ídolos, lámparas sepulcrales, lacrimatoque está trazada su órbita. La primavera no se antirios, ánforas, e t c . , y entre los objetos mas moderno.^ jAh, Señor! Itendíganle las generaciones humanas cipará ú las anteriores ]iriuiaveras, m el verann al de uso comiiu, hay preciosas inayi'dicas en variadas y fin toda la sucesión de los siglos. T ú , que diseminaste verano de las generaciones que hieron, y la Naturabellas formas , platos historiados, jarrones, elegantes le/.a, eij sus relaciones con los cuernos celestes, no sobre abismos sin fin las mugidoras aguas oceánicas; arañas, deliciosas copas y tazas venecianas, finos vatú. que hiciste la tierra tan hermosa y lan fecunda; tú, sulnralanieuorperlurbaoion. qne poblaste aquellas y ésta de millones do seres vi- sos del pais, algunos de ellos Con víctores y el n o m Ai ticm,)o sfinalado por el Ser Sui)renio en el reloj vientes v de millones de peregrinas ]ilantas y precio- lirc á quien iban dedicados, conservándose entre esos *-' n l í ^"'''^'=?'.^ 'ÍTra se engalanará con visto- .sos productos; tú, que dictaste las leyes inmutables objetos un tradicional cáliz de vidno de elegante for, . sas flores se cubrirá de ricas mieses, brindará c o - que rigen las estaciones, ia sucesión de los días y las ma y con iloblc asa. jjiosos frutos, y se envolverá en el monótono maplo d(? noches, y el curso 'le las lunibreras f|ue ruedan e'p rpEq cerrajería y bronces hay típicos braseros, um EL MUSEO UNIVERSAL. lie !a catedral iabnidn en el siglo XIII; otro de la Auilieiicin; y olrü que descuolla por siis fírnndfs propori:ioiies y ijuc perloiicciú á los venerables concelleres. Hay dos f-randes candelabros de liierro ¡k una ib; las iglesias de Tarrasa, iileatins y labrados con perlecla iiílelifíiMiciii; una cania debierro del sij^lo W l . la cual iiunque no se conserva'('Oin¡)!i?ia, puede servir de e s idilio á niicsíi-os const nieto res. Algunos velones, láni¡laras y jaj'i'onesde bronce, y una rnleccinn de píalos de cneslaeion con bajos relieves en su fondo, i'epre:;6Ulando á Adán y Hva. á bien la biclia de San Jorge, y en casi lorias ellas, basla (ui las mas simples, una ú iiias lajas con inscri[)ciunes, Casi (odas ellas perlencren :i los siglos \ V y .\V|, iiabiemlo mía de nuestra c;ilcilrnl con caracteres ái-abes. San Jorge en las grandes orlas y recuadros, qne así en buen gusto como en magnííicencia liien podrían servir lie tipo á las de mayores pretensiones que boy dia se cijustruyeran. El bordador que trabajó las imágenes que enriquecen esas vestimentas sagrada.s bien jiodia llamarse artista, pues que están liecbas con Inda la ¡ulencn^n y conocimíeulo que el arte exige. El nunca bien ¡londerado frontal de San Jorge, ijue representa la ludia del santo con el dragón , está asimismo bordado á gran relieve y es obra que reúne la escelencia de dos ramos a|iarle. E! rpie ídei'i hw lineas, tonos y matices liabiade ser nínlor, y e| f¡ue lo ejeculó y dio (al valor é intención a aquellos cuerpos y espresion á sus rostros, había de ser otro. Si el artilice bordador lo bizo todo, éste queda con ambos honores, porque cuandojla obraos veniaderamonte digna, la posterídaii se encarga de peiqietuar la memoria del autor que la hizo, añadiendo cada generación una hoja al laurel de su corona. V las coronas de los artistas lie la Edad Media eran modestísimas, En berraíjes etnpleailos como á detalles de consl.riii'CÍoii arf[ui!ecl{jiiica, bay primorosos renitiles procedenles de las verjas de iiiieslra Seo, visagra.s, llaves y oíros olijelos, en ciiyus Iraliajos los lierrei'i)s lian üslentailo en oíros tienijios las galas de su ingeniosa y delicada ejecución al lomar el tilu'o ile maosEn la sección de ropajes, tejidos y bordados de iroft con qui' los honraba su gremio ¡•espectivo. uso común vénse algunos trages de señora , de rasos, Otro rajiio , quizá el mas impoi'lanle pur la delii.:a- [isíis de plata y oro , ta])icer¡as, tules, blondas y e n deza (¡ue reipiiere sn ejecución y por el valor inlrrii- cages de todos géneros, v distintas prendas sueltas, seco que sus inaUíriales representan, es el de plaleria- desem[ieñando buen papel los lleco-i, recamos, r a n j oye ría. das y toda suerte de bordados; y además preciosas En el grupo ile alliíijas y joyas sagradas están e s - maulas, toballas, capucbitas, chinelas, zapatillas, surnueslns ¡lor i'irden cronológico Ires cruci'S esliiciona- tido de abanicos y varios .liges y útiles pro|iiüS de laíes; una, lii/iantina del siglo \ l de la parniijuia de San bores ile señora. Enlre la multílud de esa clase de obVicente de lliells, labi'aila ron la rudeza de tales jetos bay una toballa árabe bordada, del siglo XIV íiempos, si liien conseiva vi-sligios de la rique/a de y un la|)íz también árabe de gran semejanza con el ]jedrer¡a de ipie se jiallaba salpicada. Otra, del siglo Mil arte granadino; una ric:i colcha de seda y algodón dtd al XIV d'' nuestra iglesia iMleiIral, de iijjas líneas si'- siglo W l l , nn tapiz chino y otro ameríca'no ; nn gorro verainenle bellas con ¡iiteresanies esmaltes (pie r e - marroquí y trages de este país y del Japón. jiresentan pasajes de la vida de Jesucristo y los Evan¡ Eáslima que asi como hay algunos trages complegelistas y otros santos en su anverso y i'eversn. I.a tos de señora, no los baya de caballero, y que no se iercei'a, pertenece á úllimos del siglo XV y forma pai'te remonten á mas lecha esas importantes prendas de lie unas pocas, pero preciosas albajas de la parroquia vestir, para [loder establecer algunos puntos de e s ileSanGinés de Vilasar. íJonserva las buenas Iradi- tudio J comparación en este ramo! ciones del arle giilieo, pero un poco recargada en proPara concluir con esUi narración de los mas imporfusión de detalliíS. tantes o])jetos de la primera Esposicion retrospectiva Cuatn) relicarios maguílicos nos vienen á marcar en ICspaña, diremos cuatro palabras sobre la sección también la fecba de otras lautas épocas. Pertenecen de armería y la de instrumentos músicos, ¡ Agradable ¡lia catedral, audiencia y municipio de líarcelona y á agrnpaniiento! ¡ I.a música de la paz con la música de ¡a parroquia ile Vilasar. El primero, es ile la Santa Es- la guerra! Si en la esfera del arle no fuese todo bello pina y tiene en dos brazos lalerales dos ángeles ado- y agradable como e s , diríamos que la dulzura de la rando, comí) solia usarse en el siglo XIV. El segundo, una de estas secciones había de servir para neutralidel siglo XV, tiene preciosas pedrerías y esmaltes. E! zar el dolor qne ¡luede causar el sólo aspecto de ciertercei'o, es de igual 6poca y de igual carácter ([ue la tas armas ofensivas. Mas como liemos dicho, no es cruz procesional i'iilimamente cilada; el ilel munici- asi. De unos y otros veremos sólo las formas arlistipio es un gran relicario del siglo XVII, elegante en la c a s q u e , no siendo muy escogidas en lo referente al proporción, sembrado de pedrería, y de grandes di- grupo do instrumentos" músicos, sólo i'ilaremos d i este entre las liras, citaras y laudes, clavicordios y mensiones. salterios e t c . , un licren , por ser instrumento hebreo En cálices hay también tn-s é|ioras bieii manilies- de gran fecba, un archilaiid de origen morisco cons las. Unos, que pertenecen i\ esos tan IÍJJÍCOS á la par triiidoen Harcelona y un inodeslo viulin que ba per que sinqdes ile mediados del siglo XIII; n l r o , i l e la leuecidoal célebre S'lradivarius. época de los Iteyes Católicos; otro, de principios del sigliiXN'l con ilelicaiia ornamentación, y por iillimo, oti'o En armería bay dos casi completas armaduras, un i de ese gusto incatilicable en ipie mas pi'edomina e| de mallas y otra cuhíerla tie terciopelo carmesí que capricbo ipie la razón, ilay lambien un elegante copou perteneció al esclarecido (Iranollaes; diferentes cascos, del Itenacinneido, de plata sobi'edíu'ada . y un dona- yelmos, labrados bacinetes y adargas del siglo XVI, tivo de la tmiy ilustre señora abadesa doña Eleonor buen surtido de espadas de las llamadas de verdude Coi'bera, en lí.'IO. Tal es un rico báculo de ele- guillo, lie! perrillo y de la fábrica de Tomás de Ayala; gantísimas proporciones, delicados delalles y rica [le- espadines y dagas de artística labor y de reconocido dreria que lia espueslo la señora abadesa actual de buen temple, según las marcas que las acreditan, briSan l'edro ile las Puedas. llando jior sus galladlas y artísticas formas buen núMuy característicos de forma y ricos de esmalte mero de alabardas de todas proporciones; unas verson unos incensarios bizantinos y una navela y oan- daderamente ofensivas, otras de ceremonia, casi todas delero de la misma época , lo propio que una arqueta ellas de liien entendidos dorados, calados y trabajos á cincel. Multitud de piezas bay Iraidas de otros países, de reliquias, en forma de vertieuti's y tamíjien esiual como de Asia, América, África etc., etc., quesería lada por sus seis caras. prolijo enumerar; llenando el grupo algunas javalinas. Una porción de ohjelosde menor imnorlancia.como partesanas, ricas hachas de armas, mazas de acero, cruces pectorales, candeleros. una rica ¡uratoriacon ballestas, estribos, espuelas, trabucos, pistolasv piselegantes temas de cyMlo plateresco etc.^ son los que toletes, brazales, bastones de mando, etc., etc." consideramos deber mencionar en el grupo religioso. En el profano y ,ie uso común hay una porción de Concluiremos, para no ser esces¡vanv>nle difusos, platos, fuentes y demás vag.ilapor entre los que des- dando plácemes á los señoreí espositores que han taca nn grandioso velón de plata cincelada de sobre contribuido con sus colecciones á aumentar el brillo un me rn de elevación ; platos y cajitas .le liligrana y de ese paciüco certamen, rti'cíhalos asimismo la Acaotros delicados y elegantes cofrécílos combinados de demia por haber llevado á cabo tan trascendental penIlúdales preciosos y materias ricas , como el marlil, samiento. ¡Ojalá que tan agradables é instructivos nácar, concha eliano, pebeteros árabe-^ de metal, hneuos ratos como ha pasadr^todo el publico contemjoyas, piezas de esmalte y primorosos "cincelados, plando con interés la Esposicion, se vean sin lardar sorbías, pendientes, medallones, coleantes, relojes, reproducidos, y ojal^i que el lín que se propuso la diges, soguillas , imágenes de metales y piedras nro- Academia no quede infructuoso! Si asi sucede, si ha c i o s a s . e l c , etc. Mas no pretendemos traspasar los li- ile ser este el primor paso dado en nuestros días, que mites propuestos, pues deseamos dar cabida á la es- [i,>:í conduzca a conocimientos mas senos y profundos celente sección de tejidos brocados y bordados. del arfe en todas sus manifestaciones, esperemos con Una curiosa reliquia se conserva bajo cristales y se placerolra jornada en que .se repiíau lales aconteciremonta al parecer á larga fecha. Es una milra toda mienlos, y en él entre lanío recordemos las ventajas carcomilla, í]ue se dice baber pertenecido al obispo que nos pueden reportar ellos con su estudio. Adjunto San Olaguer; jiarece ser de tisú de oro y plata y ijenií es un grabado, que représenla los .salones de pintura en su superficie nueve medallones con imágenes de en la referida Esposiidon. santos bordados con primor y se bailan también en •IAIME SERHA. él vestigios de |)edrer¡a. Mas en donde hay incalculable valor artístico en esle género es en el lenio de la capilla de San Jorge de nuestra audiencia. I£SP0SICION UNfVlíHSAL. Suntuosas capas pluviales, dalmáticas y casullas de brocado iie terciopelo verde, carmesí y oro lian á e s OLl'ARiAMKMu l)L MliKIll.tS EN LA SECCIÓN INGLESA. tiis vesiimienijs el aspecto de la mayor nuue/.a, y "^slán todas ellas sembradas de bien rombinaiios dibuEn el departamento de muebles de la sección inglejos con imaginaria v represeulaciuiies de la vida iba de la Esposicion de París, cuyo grabado damos 267 en el présenle número, hay algunos objetos de adorno, aunque en su mayor parte, no sido Ld diseño sino la ejecución, se debe ;í artistas no ingleses. El gabinete de éliano tallado, liecho por los señores Jaclison y Graliam, formado de Ires compartimentos, y con incruslaciones de marfil trabajadas con la mayor delicadeza y adornadas de (-abezas. animales y follaje del mejor estilo del renacimienlo italiano, se ha dicho que era uno de los mas notables objetos de esta clase en la Esposicion. Sin llegar hasta ese punto, podemos decir qne los diliiijos del.fríso y de los lados, son de muy buen guslo, y en cuanto á la obra de mano en general, apenas podria producirse un oljjeto mejor, cualesquiera ([ue fuesen el tiempo y el dinero empleados en ello. La iiicruslacion, (jiie es muy difícil en una madera lan dura como el ébano, es perfecta en t o das sus partes; las incruslaciones de marlil, aunque se miren con ww cristal de aumonlo, no se cnciienlra en ellas el mas leve defecto, y el grabado sobre el marfil es tan artístico y casi tan delicado como sí estuviera hecho sobre cobre ó acero. La parle superior termina con un ony.'i de Argelia, cuyos ángulos d e biau estar labrados para armonizar con todo el resto. Los mismos señores Jackson y Crabam ban presentado también otros muebles, y entre idlus una silla de ébano con arabescos de marfil incrustado según el ilíbiijo del señor üweu Jones, y una magnilica mesa ovalada de uiailera de Amboiua con bonitas incrustaciones de siconuuM, llamado lambien madera de púrpura y roble de Ííolany-Uay, sostenida por un pilar ceidral y macizo y cuatro pies labrados. Los señores liillow é hijo han presentado un gabinete de ébano, cuyos centros líenen incrustaciones de p(H]ueñas planchas e.mialtadas, que contienen las máscaras clásicas de la comedia y de la trajedia. En los huecos cóncavos de las alas de los lados, que son de madera de Ambnina incrustada de ébano, bay dos hermosos vasos de bronce pálido llamado artístico. l:sle escelenle mueble es de una forma original y atrevida; las columnas estriadas, ([ue avanzan con sus r i cas bases terminadas en garras, son de un efecto original. El ancbo ropero de encima, con hojas y frisos llenos de ¡ncriislaciones de varias maderas de c o lores y labores de realce, presenlado por los mismos señores Cillow é hijo, uierece una atención particular por ser un objeto lie un trabajo escelente. Los señores 'frollope é hijo lian presentado lambien un gran gabinete de ébano de forma original y atrevida, con incrustaciones muy bien hechas en los costados, cuyos centros están adornados de plancbas circulares líe esmalte, fpie contienen cabezas copiadas de Rafael y ile Miguel Ángel, con pequeños medallones de la misma clase en algunas parles del friso. Esle gabinete está ailornado con dibujos de bronce macizo dorado á fuego, que forman cabezas de leones, y de grifos y arabescos, cuyo electo es muy helio; venladerainenle. no se podría baber llegado á una combinación mas artística de la madera y el melal i]ue la que ofrece tan precioso mueble. Enlre los demás objetos presentados por los mismos artistas, bay dos gabinetes de ébano tallado, sencillos en la forma, jicro de un estilo atrevido. V.n el centro de los lados de uno de estos gabinetes hay dos cabezas de niños rodeadas de guirnaldas de hojas, de un dibujo gracioso y lleno de vigor al mismo liempo y hechas de realce en un estilo sumamente artístico. V.\ mueble, sin embargo, en que estos artistas cifran mas su orgullo, es una gran uiesa octógona de madera de Amboina, incrustada con un bellísimo arabesco de ébano y roble y molduras de bronce mate dorado á fuego. Esla mesa se baila soslenida por un pedestal de ocho pies de ébano tallado, cuyos costados tienen incrustaciones. Al lado de los muebles de los señores Trollope hay un alto aparador gótico dt-dibujo fantástico, presenlado por los señorcs'lloltand é hijos. Parece ser de roble con incruslaciones y llorados en algunas parles, y tiene letreros de bronce, propios de un hanquete, con leí ras de realce sobre un fondo dorado mate. El señor Colman ha exhibido un bonito piano de madera de limonero, con la parle inferior perfectamente dibujada V labrada con arabescos que representan á Orfeo recibiendo la lira de manos de Apolo y encanlando al Cerbero en e! momento de bajar á las regiones infernales, El mismo fabricante lia presentado lambien una mesa de despaclio y un cajón para papeles, de un estilo análogo al piano, en cuanto al dibujo y la eji^cucion. Los señores Wright y Manslields han presenlado un ropero de señora, de madera lina, con motdurasy dorados de bronce dorado á fuego. Los costados están adornados con incruslaciones (lue comprenden grupos y liguras solas, sobre nn fondo de un verde agradjdile. Ue los señores lleal é hijo y Howanl é lujos, bay algunos muebles ile un estilo amanerado que no tienen n i n gún mérílo artístico particular, y los úllimos ban enviado un estante de ébano con incrustaciones que representan bojas de laurel y de hiedra y coronado |(or vasos griegos, de los cuales el del centro está sostenido por grifos de bronce dorailo á fuego, cuyas colas se desarrollan en los arabescos mas caprichosos. Rn esta sección si; bailan lambien algunos lapices y alfombras de verdadero niériio, que representan su- 2tí8 EL MUSEO imVERSAL. cesos moíleruos. Estas obras de tapicería son muy r p - Escuela Militar, y so. eslrcníle paralela JÍ ella. Para lleconn>niÍiil)les por su (iiiracioii y por la Facílúlad con I yará esta sección, es necesario atnivesar loilo el eiümiepueileiiliacersc en ellas ;i!^'inins cnniposturasciiaii- licio, ó penelrar pttr una eulraJa que tiene en la ptierilo se hallen i^aslailaspor ei lieni|H). ta (le Tonrville. M. Una |)arLe de esias formas nuevas, se e\li¡bió tamIjíen en líillancourt, bailándose el interés principal en el jardín mismo. Como era imposible conceder el espacio snliciente para Ids gramles modelos c]ue represenLOS AKBOLES FRUTALES tan mejor este ramo de borlicuUura, y tamíjien b u La paile ilel jardín reserviulo, ilestínaila para la biera sido muy difícil trasportar cualquiera de ellos, lisposicion lie IOÍ; árboles fruíales, es'á eonliyiia á la los árboles en f^eneral son baslante jüveneSj y no tie- ESPOSICDN HETROSI'ECTIVA EN LA ACADEMIA DE ¡ÍZLIKS toda Europa en estos i'tilimos años. Inglaterra ba utilizado los recursos de su talento mecánico para construir iiivernaiieros sin igual, con objelode madurar frutas estrañas. y por la creación de biiertos en eslufas, lia popularÍ7a(Io la alicion á su cultivo de un morloque rra imposible basta acioi; el resto de Europa ba permaneciiio casi indiferente á esta clase de cultivo; pero en el de los árboles finíales, liecbo al aire libre, los franceses y los |jtdj:as lian tenido siempre, y tienen aun lioy, un puesto muy disliufiuido. • l''^ subdivisión general de la propiedad en Francia y en Bélgica, lia creado una clase nunuTOsa de pequeños propietarios muy apefíados íí sus tierras, y deseosos lie sacsr un buen produelo de ellas. Esla clase es a mas a proimito para distinguir las teorías falsas de fT i r . ' ; . ' ? ' " '""^"^'''^ ^" cuanto%ea posible, lia) poco, g r a d e s propieiarios tjue ge dedl^quen nen m a s q u e li altura necesaria para dar una idi>u exacta de! sistema de caiia uno de ellos. I'or falla tambii"'n ile espurio para sus raices, y por bailarse demasiailo aliogaiios unos por oíros, al mismo tiemiio que por el cambio reciente de sil.uacidii y iiun de clima, lia faltado la fruta que debian baber dado á su tieiiipu. Teniendo eslo en cuenta. Iiay muciio en esta sección que llama la atención del (diservailor inleliyenlií, y una ocasión como ésta, no es fácil i|ue se vuelva á presentar. La liorlicuilura lia becliri rápidos ]iro;,'re.sus en ra^i ARTES DE BARCELONA.—SALOKES DEPIHTURA, á trabajos de horticultura (|ue requieran mucltos f^astos; el cultivo de los árboles Irnlales no está en manos de esla clase, sino en las de los pequeños propietarios {¡UH cultivan sus tierras para sacar nn produelo ([ue necesilan, y que tienen nn gran t-onociniienlo de lo que es útil y provecboso. Ks satisfaclorio ver que en esta clase lamhien, los principios dominantes con respecto al cullivo de los árboles frutales, lian beelio grandes progresos, v que las muestras iiresenladas manifieslan el reconocimiento de estos principios. Nadie que visita la Esiiosidou, puede dejar de ailvertir la coincidencia general de la alicion á la simeIría regular de forma unida ai cuiíiado de los pormenores. No puede citarse ni un sólo ejem]ilnr que eslé en contradicción con esla teoría. No hay nada que se asemeje n las formas irregulares y tan nial distribuidas que se ven frecuentemente en Inglaterra en esta clase, y que atribuyen, aunque sin razonj á lo varia- íib' de su clima; pero aun los contrarios i'i la regidaridad de la forma, convieni^n en que este modo de cultivar, es mas á propósito jiara el clima de Inglaterra. El aíiciouado, y especialniímie e! que jiosoe algún huerto, echará de ver con satisfacción mucbos ejemplares nuevos y admirables, dispueslos con la mayor pr'rfeccion para economizar el apreciado es]iacio ijUd ocupan. Algunos son tan nuevos , que apenas puede esperarse hallarlos descritos en obras de liorlicuilura; otros, aunque no desconocidos, apenas han alraido la atención que merecen. También es evidente la modilicacion que han sulridu las iiieas en estos últimos años, con respecto al cultivo de los árboles fruíales. En el .lia se plantan nuicbos mas árboles (¡ne antes, de formas que permiten el camhio. En la actualidad se requiere una arga .sene qne comprenda variedades nuevas y- notables. Las venlajaa de tal práctica son evidentes y comprenden a l - EL MUSEO UNJVEnSAL. 209 KSPOSTCION UINIVERSAL DE P A R Í S . Dtl'AIlTAMtNTÜ DE MUIiDLES t>N LA lU.Cl >:. l?iCLESA.' yuiian dií las [)ritiri|iahís C(J11(IÍI;¡ÍIIII'S ilul biHíii cullivd. llivü. lis iiislriiiüivc) y snlÍNriicloriü al niisiiii) lieiiipu, ver tjiie se lia lli'giiihí i'i f(»nrliisiüii('s ¡driilícas que t'ii O'.ros [laisps. aiiiiqiii' |ini'niiiaguiiiriiin», y al eiiiisiilfrar L|II(> (-SIP rosiilladu ki lia Iriiiilti una dase útí lioniIjres [iniclicus ú iiit'.'ligeriles qutí no licneri grandes l'U.Mn-A nioilios, pslaniiw(;inil|ili!t:tni('iile Coilveiiciilus Je si) a l - , lllflült! fití sigue én Frauciii y_, eli líélgícu ,I y.1 líillcslra" , ^ „ .,.fj „.. . . ''••o siiliita vonlail y coiivcnipin ¡a. ol mejor estilo nioiiemo para liacor (|ue los ;íi-boles Ií\islíín do3iÍe Ini'^'u varias cHCiiclas iniii ri'pn'senlan se psliendan. lis ciildüdiisa i'ii los ponnenorps y evil.i l.isiís dislintaí» luiodeti r.itarsi^ ilisliiiHiiirsi'. J . . 1 . U 1 1 . - i|iio ijiii: [iiii.,ui-ii 1 I u n .it: y I 11 b.-iii i i p i n i i , - ! - . iI,a ,,i II111,1 i M I ^ 1 i i i i i i N i i i i , r-ii ^ i ; i i i ; i i i i , i ; s I J I R [ i i l i . l l l < i > l U I M loda ¡rn'i;tilai'id;iil; Pii yiíiiund, es liiieiiapii las lumias iniiü mas antigua ile Oslas, es lanscufln de liloiilrpiiil, , desarrollailas. l!ii i)ri'[nio ile iTlmera clase, se lia da.ii> ieu Cüiiücitla, de nombre por lu mimos; in-incijial- i ;í las fbrinas ¡iresenladas por Mr. Clievali<T (iii;iyor) y IJODLE C 0 ^ ALAS OHLICL'AS. se concedió uno seijunilu á Mi-. (;il](>diens de líélgica por árbolf's ác esta chsp. i,os árboles de Mr. Cbeválifir coniprcnilpn una palmita ü jialinera ¡iPíiueña , do. 30 ¡lies de alta, con ramas bori/oiilalcs cuyos vastagos ü coursoiwes, [•oino ilimian ¡os rraiiecscs á rsfos vásUifíos de 4 ;í íi piiif-'adas que se dejan cuando liay que quitar los demás, son á la Muiitreuil y dignos de notarse por los alicionados á esla oscnela; ]iero aun loa mayores parliilnricí^ de ella, estarán couíbniíes con nosotros en confosar que los intervalos enlre las LÍNEA DOULE LiE COUDONES DIACONALES DE PERAL, ramas nuiestran los deíeclos inliercnles ;i ilicbo sistema, el cual deja demasiados vacies. 0|ro árbol del mis'lio agricultor, es también una paliiiiía ondeada con dobles gnias centrales; ambas son /irkilcs de espaldera. Mr. Cillcjcbens lia presentado asimismo algunos liermosos melocotoneros (lanibieii de la fornia á la Montreuil uil) Rn los que e.stá adoptado el <inl)le guia central, lísl ;ste sistema Tavorcce la savia principal; sirve para ayudaar ¡Has ramas mas bajas, V t'y uno de bj^ mejores ejeni nipiares presentados én esüi sección. Aliora seliallamu en boga, y se usa con nniclia freciioncia en l'aris y en lliilancourt. Los árboles que rcpre.senlan otra escuela distinla de miiclia reputación, la escuela de] ¡irolesor bubreuil, son los cordones oblicuos (í^diagonales, principalnienle para perales y manzanos. Casi lodos estos tienen muy cortados sus vastagos. Mr. Cuillecliens lia jjresenladü un ejemplar interesante del sistema de Mr. Dnbreuil. que - • " consiste en un melocotonero á cordón vertica' con los vastagos de los lados, de 12 á 13 pulgadas di 2'/0 largo. Aunqup la poiIa liii impeiliilo siempre psla forma', pueJo aun ailqilarse para Ins inclocoloiieros nn algmias locrtlidaik-s, y en loilo caso el sisli'ma fiicvieslion es nuevo para la'mayor parle Je ios laltraiioros. lín osta seceioii liay conioiies tiiaf/inialcs de pernles V matizauus, y algunos litmbien del pror<>sor Oresseul, (>n lüllancmin. En Trente de estos eunlmiesdiagonales en la Ksposicinn y en Hillancoun, se von aquellos cordones de manzanos bajos y laterales que so lian licclio que se alar^ai-in cslendu-ndose sobre alatnlires y llevamio en sí los iniücios il<' la segunda eslaeion en los retoños podados nuiy á raiz; estos árboles se liariín jironlo cnmunes en loilas partes para (bi-mar vallas. ()lros cordones cruzados liedlos en los manzanos se ven aun en la Esposicion y son dignos de c i tarse. I,a escuela mas moderna, fundada por Mr. Crin, de Cbarlrcs, no se halla representarla atptí, por d e s gracia, mas fpii! por iiniladores. Su iidlueneia sobre 1;LS ideas modernas, es sin embargo, bástanle visible en la oscnipnlosa alenrion consagrada á cpiiLir los vastagos inúlilcs al íinal doÍ verano y en el otoño, di' manera que quede poco i|ue cortar en el invierno. Antes era lo contrario de esla regla. Es ile sentir, por lo tanto, que no se liaya presentarlo en la ICspostci^ui ninguna muestra del trabajo del mismo Mr. Crin. Su sistema, esfremadamenle eouipriniido, podrá juzgarse mejor examinando los árboles mismos, l.os que lian sfignídü el sistema do Mr. (¡rin lian obtenido escelentes resollados, sin (¡ue por lo diclio queramos entregarlos á csle sistema. EL MUSEO UNIVERSAL. Pero jiosferiores investigaciones parecen poner en claro que la memoria, aunque formada sobre los conocidos sucesos de la vida de Roilríguez del Padrón, no pasa de ser una narración, en la mayor parle á lo menos, de ]nu"a invención, como se ccbai'á de ver por los apuntes que siguen, debidos al autor del articulo antes copiailo:—Fl verdadero nombre de este trovador es Juan Rodriizuez de la tlánuira , llauíánilose muchas veces del Padrón |ior ser natural de aipiel l)ueblo. Asi SI' ve que en el Cancionero manuscrito de Stúñiga se bailan composiciones suyas con los dos nOTobres, atribuyóndose la célebre (|ue comienza, Vive leda si podrás, Cervantes vivió basta los últimos años ilel reinado de don Juan II, en cuya época cree el señor l'idal romo nosotros que no existía ya Rodríguez del Padrón. Pues aun cuando en un códice de la liiblioteca del excelentísimo señor du(]ue de tlsuna,. se le llama criado del cardenal de San í'edro. las feclias demuestran que no pudo serlo, y ciue por lo tanto, si no rico, era nn iiiilalgo bastante bien acomodado en su patria, el Padrón, como lian dícbo todos los autores siginendo á Argote de Molina, que fue el primero que lo esju-esó. fundándose en estos versos suyos, que forman la conclusión de Los siete gozos de amor: Sí te place (pie mis días yo fenezca mal logrado tan en breve, plégate que con ^Iacias ser merezca septdtado y decir debe do la sepultura sea; una tierra los crió, una muerte los llevó, una gloría los posea. á Juan HodrigMCZ de la Cámara, siendo como es c o nocidamente de Juan llodrigiiez del Padrón. — Lo mismo sueeile en los Cancioneros que describe e| s e ñor Oclioa en su Catálogo de los manuscrilos españoles lie la fíiblioleca de'Parts, págs. :i88, -ISO, :ilíi y lilO, etc., donile indistintamente se le ilaii ios dos nombres y se atribuye á Rodríguez de la Cámai'a la coimciiia composición titulada Los siete (¡ozos de amor, que lio se duda ser ile Rodrigue?, del Padrón, págiRodríguez del Padrón pasó en su juventud á la corna i\'¿-i. Fslo aparecí? aun mas comprobado en una composición en prosa y verso que se halla en un có- te del rey don Juan I de Castilla, donde se educó, dice de la liiblioteca Nacional, que viene á ser una sieuilo muy apreciado por su facilidad en el arte lie es|iecie de novela de los amores de Arliiulier j Lies- versificar. uPues la ¡loesía, dice el señor marqués de sa, la cual comienza así: — nFste es el primer titulo l'idal, era entonces como en todos tiempos, y mas t o del siervo libre de lanor, (j^iie hizo Joban Rodríguez davía que en los demás tiempos, una de las manifestade la Cámara, criado del seimr don l^edro de Cervan- ciones mas brillantes del saber; en aquella edad cabates, cardenal ile San Pedro, arzobispo de Sevilla.»—- lleresca y galante era además un adorno indispensalínlre los árboles [lara espaldera que se ban presen- V desjuies de una especie de proemio, principia la |iri- ble para distinguirse en las cortes y brillar entre las tado, liay escelentes |i;dimlas dublés horizontales, con mera parle de i'sle modo: —njohan Koilriguez del P a - damas. Por una y otra razón debía ser naturalmente las ramas en esla ilirecí'ion, diagímales ó ar(]ueailas drón, el menor de los dos amigos eijuales en bien el arte de trovar una cualidad nuiy necesaria en loque hacia abajo, lista i'dtiTua forma para cercas bajas en amar ai su mayor líonzalo de Medina, juez de Mon- entonces se llamaba un caballero, es decir, en la jierlocalidades liúmedas es esceleníe. Una palmita con doueilo, requiere jias et salud, etc.»—EÍ sitio pr¡iici[ial sonilicacíon del valor, del pundonor, d é l a galantería guias diddes centrales y las estremidailes de las ramas de los sucesos de esta novela lo pone el autor en las y lie la discreción, llevados al grado mas (•mínente, vueltas hacia arriba. ;i la Verrier, es perfecla. Ks un orillas del mar de Calicia, y en ol sitio de Iría ó el l'or eso vemos hacer versos muy desde los principios peral y esla forma cojivendria á cualquier árbol, e s - Padrón, cuyas cercanías, antigüedades y armas d e s - á nuestros nías principales caballeros, y por eso los ce])to á los cerezos. Las muestras de estas formas con cribe con marcada afición y complacencia, dando á bístoríadores y cronistas tenían gran cuidado en d e las guias principales, solamente, son comunes en la entender tanto en esto como en su dedicatoria al juez cirnos que metrilicaban altamente y que hacían muy lispüsicion; el ejemplar mas bernioso es nn gran de Moiidoñedo, (¡onzalo de Medina, ser natural de Ca- ilulces decires y canciones. Pero sea por éstas ó jior melocotonero, como palmita ;i la Verrier. M.M. Jaiiin licia, como afirma la tradición, y no de Aragón, c o - otras cansa.? diferentes, ello es constante que la ¡loey lUirand ban recibido premios por albarieoqueros y mo supone la memoria antigua. Resulta, pues, que sia castellana en el siglo XV y en los anteriores, ciroleros y [lor pirámides. Kste i'iUiuio ha presenlailo Juan Rodríguez era gallego, no aragonés, criado ilel resiilia principalmente en los palacios de los reyes y escelenles formas, (pie son muy á propósito para i-e- cardenal lie San Pedro, no ile los reyes de Castilla, de los grandes señores, no sólo porque estos m i s sislir á la violencia de las tempestades. Un peral fine ni por eonsiguieiite. caliallero, rico heredero de un mos eran en su mayor parte poetas , sino porque presenta cuatro alas, con las eslremidades de las r a - principal mayorazgo, y de las mas nobles casas de halagaban ó favorecían á los trovadores de mas i n mas vueltas hacia arriba y Hgailas á la mas próxima Aragón: que vivió en el reinado de don Juan II, sien- ferior calidad.» Si Rodríguez del Padrón fué á busde encima, es muy liermoso. May también un gran do muy cuestionable que haya alcanzado á Knri- car fortuna en la corto de Castilla por su mérito como peral de esta Ibrma (que algunos llaman de estan- qiie |V", y i[ue no aparecienilo adicionado en el Can- poeta, aunque presumible es dillcil decirlo, purliéndarte) en el punió conoeido por el nombre (le .lardiii cionero tic Huma, compuesto para uso de don Juan II, (lose inuclio menos asegurar si lo consiguió, pues el cargo de cronista licl monarca con qtic le adornan del Kmnerador, presentado por liallid (de Troves] ipie y hallándose en él al fol. l.'iO la celebraila canción los escritores franciscanos, nos parece un tanto g r a (•siá admirableinenle ealcnlado pai'a recibir la luz y tuito, y no creemos que se funde en ningiin ilocumeni1 aire, además de o[ioner resisiencia al viento. lo auténtico. Lo ipie está Hiera de toila duda, es ijue Viv» leda si podrás, entregado á galanteos, según la costumbre de su siglo, Hay, asimismo, otras formas (|ue no merecen c i tarse especialmente; las que hemos di'scritn y de las no puilo ser compuesta ni en el tiempo, ni para el ob- en qui' el amor i'ra una de las necesidades de la viila cuales publica grabados F.L MUSKO de hoy, son las (]iie |eto que en la memoria antigua si' supone, siendo cortesana, y favorecido >'< no por las damas, pasó larcaracterizan nu'jor el gusto moderno. Tienen lo.las por lo mismo en esto como en las liemás circunstan- gos años adormecido entre las delicias de la poesía en las condiciones necesarias para el buen cultivo de his cias JUICO conforme á la realidad de los beidios la nar- unión con (d célebre Maclas (2J su compatriota y ainiárboles frutales, como la simelria regular de la for- ración de la espresida memoria.u ma, etc., etc., y maniüestan un cuidado especial y Oinformes en un todo con esta ojiínion, que venisistemático en ileteni'r los vastagos en el verano. Kl mos sosteniendo ilesde un princijiio, no lo estamos con Í1| l'iieiíloqne es lina ili! las tridiciones acerca de nuestro pneque visite la Ksposicion no hallará en esta [lai'te la algunas i!e sus partes: prescindiendo d e q u e Reilri- (.1 i;nela mucriede Matías ocaaiunó su retiro al claustro, nu creeirregularidad que tanto gusta en Inglaterra, y (]ue á gucz del Padrón y Rodríguez de la Cámara sean uno mos inútil referir lo que sobre este astinlo di|u don Tomis Antonio Sancliez en su Colección de poesías caslrllimas anteriores iil sila verdad, es tan contraria ;i la aiauonia auTi en la mismo ó disliiitos personajes, diremos, sin embargo, ff/íi.Vl'.tomo. l.pniís. loS y sujuieiiles. lUaíias el enamorado, bien afiííioii que hay al pre-seute á los cuadros geoméli'icos que e! primero no pudo ser ci'iado del cardenal de San conncido de iiuijsinis poetas antiguos y modernos por sns amores, fue gallego . paisano Ue Juan llodrijíuez ilel [>adron , vecinos ambos de llores, ])or lo menos t'.n los jardines pequeños, ilon- Pedro ÍH vinciilis, Cervantes ( t ) , que no nbjuvo el a r acaso ilel lugar de este apeliidü, como lo da íi entender este poeta en de no puede evitarse el verla. zobispado de Sevilla basta l'iíit, y sólo gobernó a<[iie- sn ijllima copl.i de los Siete goios de amor [nae insertamos en olrn Se puede dudar SI Macias es nombre ú apellido. AniiguamcuLas mueslrasdfi cepas de Hillancourl tienen alguna lla iglesia hasta 1 l.-i:f, por cuyo líem[io debía tener lugarj. le se dccm Macíax ¡lor Matías, y aun se los llama con rl iirimer nomrelación con esto, pero en su mayor parle son fmanas Rodríguez del Padrón, si vivía, oidienta años por lo bre en tierra de balamanca. Maclas, siendo escudero de! famoso Tínil(í viñas y ileben estudiarse en tal concepto. Mon- menos, i'ues habiendo contribuido en pai'te á la fun- riqnc de Villena, se enaniorii de una criada ile sn amo. l^ste la casii liaUindnse Maclas ausente, con un liiilalgo de Porcuna ; pero no pur sieur Charmeux, ile Tbornery, ha llevado 'd prendo por dación del convento de Santa María de [lebrón, (¡ue eso cesaron los amores de Marías. >o puilicndo el liirialKO sufrir e?su sistema, que goza ¡legran repidacioii en Francia. i.'omo veremos des|iues, se verilícó en nflfi, bahía de losamortas, diil cuenta á su amo, el cual, después de mucbas retener por lo menos treinta en este año. y así no pudo inenMones infructuosas, resolviú ¡innerle preso en Arjonilla, lugar Algunos ejemplares [tara viñi'ilos pueilen tomarse de ilel orden ile Calatrava, de que don Knrique era maestre, cinco leguas las cepas arqueailas, que son tan jiroliticas. Los ingle- entrar ;d servicio del cardenal, sino en una ediid muy de Jaén. I'reso alli en dnras cadenas, lo estaba niuclio mas en los ses dicen que los labi-adores del Sur de Francia íian avanzada, lo que tainjioco es posible, por eslai' pro- amores de su señora, !\ quien desde la ptiüion escrihia lastimosas canHay una de ellas en un libro de iriivas que se guarda en el tomado do ellos algunas iib'as ipie era de esjterar que bado (jue ya ]j(U' entoiu'es era religioso, y que vivió ciones. constantemente en su convento. Si se siipune (¡ue en- Ríconal, de donde la sacó Ar^oie de Molina, y l:i trae en la Nohlem adoptaran antes lo.s de los distritos del \(,rie. (le Andalucía , y es la primera de las cuatro que le atribuye el Hartró al servicio de Cervantes cuando estaba (?ii la corte que^de^anlillana. En general, se puede visitar C(m gusto esla parte de y era obispo de Segovía. la diferencia de edad nos pala lísposicion y aiívertir el cuidado especial ¡pie tie- rece bastante pequeña, además que él mismo dice en Cativo de miña tristura nen los labradores franceses con detalles de que nos- sus versos: ya Iodos premien e-^paiilo, otros iiü hacemos caso. Es de seidir que en uuesli'u e [ireguirau quí: ventura ioy que me atormenta tanto'.' jiais, con un suelo en general tan fértil, nuestros laComienso mí triste planto Mas no sé no munilo ami-^n nradores no estudien bien las mejíU'asipie los adelanque mais de usar quebranto faser en mi juventud; tos modernos han introducido en lodos los ramos de tlign deslo que vos digo, que bem ser nunca debia la agricultura, porque si se dedicaran á ello ron ardor prueb;i de (lUC tomó el hiibílii siendo todavía joven, y al |)ei)sarque faz solía. verian coronados sus esfuerzos con los mas brillantes (iuyilé subir con alteza resultados. {!) lliinJtiui! V niulon l'eilrdCervniítcs. nariii en Si'^illn c'i '^^-2. pur cobrar mavor estado, .(¡Kuiíi liis csluiliDS en Sala nía iiiM, liasia jírailuarsp ilc iliiriur ™ II>TII>é caí en tal pobreza M. IO.S, y rleicgrrsoásij |i.|f¡a obliivo el arcfiliaii^uo uiuisr dn aque hi <|ue nioiro desamparado caltíilral, cirgu uue.'-nviii liasia ser iinnibrailo abi>¡>'> il'^ Avila en 11-21. con pesar 6 con deseio: lie ruva silla lomii pnsesum al afio sicuieníe , sieml" cri'ailo rarilrnal quevos.direi mal fadado ilt'la SaiiU Iglesia Humana, cun el ijloln lie Sioi Peilro i- MnniUs. lo quB yo •• ben oveio, IMS,) i ftonia í recibir el eapein, donile fu<! (lelenlili» por el poiillüre cuando ó loco cay mns alto, Mitriino V, iiiie le nnmtiró ohiiípii ilc üsii.i. Su siioesar, l-.U|,'eiiÍo tv, subir puede mayor salto , le envió cimio Irpaila a\ conciliü ún Itasilea, piTU 1"^ sucesos (|uo liil'ero (¡ue pobre ssndecc JUAN RODRÍGUEZ DEL PADRÓN. vicron lupr en aquella ctlebre asamblea , le piisieniii en (lesRracia • porque me den ú pCíar; con el .Sanm I'ailre, i[iie ilespues de vanas vicisiiudes, le ¡lermitiii represar íi Castilla. I'frmiiiii entonces su iglesia de Avila pnr ia de mifia locura asi ("rere - ,, ;' . (COMÍNÜAC.ION. Segnvia, por liaber ]iasado !•>, Lope Itariienios, ijuc la Kobernaha, íi que moiro por entonar; • " - ^ . • •, la tic Cuenca; mas nn debiii iiermanccer mucho tiemtio en esle puesm, pnri|ue en UIS 'w- clefiidí) arinbispo ile Sevilla, diiVesis que minenpero mas non íi verey ' ' , Mas ('agámonos alu.ra cargo .le lo que dice (d señor irt it regir vencidas alnuiias di lien Hades en 111'.', y donde niuriil en ÍD si nonver i! deseiar, marques de Pidal al publicar por segiinda vez el m e n - do noviembre de 1J53. OKTII DE ZCÍICA: Ana/es ¡le ScviHa; MI'SANA 6 por en asi direy, •• . . . cíonailo manuscrito. ..Hasi¡, aquí !o impreso en 1S30. Villa ilel cardenal Cervimles. qucn cSirel solé viver en rSrcel soboin mtiríT. Mifia ventura en ilf ma.iil;i 271 EL MUSEO UNIVERSAL. fio, con quien vivió proliahlemonle. Poro d trislp fin ii(? t's[(! jiijctii Ifiaft'Cló ÚP tiil [n;iiii'iM, que rfüitncii'i ;il mundiiy sn rctirú al cnnvi'ufo lii' ?{[ [liitriii, limnií' no lanli') en lomar fi! liáliilo. Mas lio loilos los aiilores SP, hallan conformes on ilnoir qne la mticrln ilc Maciis fue hi can^a df su ilohTminacinn , sosIcniíMulo alí:;iinos qno provino ile dosiiirc's lid tina ilama il<; piiiacin, nm quien se liallalia r,n amorosas nilaciones, en ctiyo taso [jiidriii lener cierta vrros¡milil"il la liisloria del manusrriln, liiiidada indudahienienle en esla espciMc, iiimí]iH! alterada eon sucesos novelescos, vinieiulo taniljien en npoyo de nuestra opinión ilequesnlo luiho mi personiije de este nomijre. Meólas Aidonio, l.iieiis WIUÜIIÍJO y otros. le, suponen Tnndador del convento á ijue se, reiin'j, por ln que diré el primero que lo-; rranriscüiios le ronoren ron el nonibrede Junn do. Ilcbrai. pues asi se llatnalia aquella casa religiosa , aunque eí aulíir di; la Bibtiot.hcca llis¡>(¡na ¡niade ([iie era proljahlemeiite el apellido de su lauíilia; pero esta noticia carece de exactitud, pues WiidiuLio, áfpiien la rclicre. lo ilnma Juan Rodrif^uez i\al ¡'ador, y en la Biblioleai l'nkcisal Franciscajia, se le da sii vcrdailero niirulire de Juan Hoiirif^ucz riel I''adron. No es menos inexacta la de que fue fiuuiiulor del convento á (pie se retin'i. porque e s piritual y lomporaiuieute se llevó á ealio esta riiiidacion por el padre fray üonzalu Marino, á quien se hizo donación en l.'iíHí, se^un consta ile escrilma pública, del campo llaniado Loiigara, perteneciente la mitad al cahildó del f'adrou. y la olra mitad ;i los i'eli;,'reseH de S:inta .María dn lleluiui para la liindacinn ó traslación de este monasterio que se liallaha en el railrnn, aunque añade la Cronolofjia de la ¡irovinciii de Santiayo de (¡aliria, del padre Jaeoho de Castro, de iliimic tomamos estas nolii'ias, (.que aymlaron nuií'hos á su estension (la del convento) las donaciones de don Francivco Itermudcz de (.lastro, y juntamente las limosnas lie Juan Itodriguez. del Padrón, quien lúe r e ligioso') y cuya vida reliere. En el claustro se distineuiú nniclio nuestro poeln por sus penitencias, austeridades y lodo género de virtudes, manirestando asi en su vida ejemplar la viTdad de sn conversión. Ignórase la lecha do su nacimiento, lo mismo que las demás ú é| relativas, deliiomlii s u ponerse por la de ri'Jij. época de lii fundación de la casa en que vivió, que liui)o de morir entrado ya ol sigo XV, según dice la BibUolfca FraDciscaua ,^ ]ior cuya época es probable escribiese sus obras religiosas, pudiendo atribuirse las profanas ;i los úiluuos años del siglo XIV en ¡pie se hallaba en la i;órledel rey de Castilla don Juan i , y acaso en la de don Enrique 111, el Doliciilc, pues el reinado de don Ju. n II, que comenzó en f-tOlJ. le lialló siendo franciscano en Santa María de llebron. L l IGLESIA. Saliendo del templo un nii"ii),, al que pur la vez primera llevó el materno cariño, en su infantil desaliño se espresó de esla inaneía: —Pálido el rosti'O y herido de cirios mil IKU' la luz hattia un honilire dormido, sólo y de iieyro vestido y con las manos eu ( T U / . No lejos de allí y en tiente, blanco el veslido basta el SIICID, y alredeilor niuclia gente, al bañar de agua su l'renle sollo/aba un ¡leqiii'ñiielo.— Calló, y iitostrando ausied.id á su madre, uiiró alentó el niño; tiene la edad en (pie es la curiosidad la iturnra del piuisamiento. Ella le al/ii tui dulce iduazo llevada de auior sin nombre ¡el lie madre! á su regazo: ¡beudeciiio fue este lazo ilel mismo liios berbo bombrel V luego le respondiií: "Aliismado en la desdicha tin tiempo el tmiudo pasó; mas la Cruz s'' levantó símbolo de eterna dicha. V (d Justo , en pago de iugraln muerte, con divino celo redimir el uiimdo Irala. y fundó la li^ílesia qiu' ala á la tierra con el cielo. Sii-mpre á su lado , asistida de conslanle y santo aiiioi', recibe al hombre en la vida :i- le vuelve, concluida, á los brazos del Señor. Supremo de los poderes, lodos ;Í sus plantas \\\ y alumbrar su misión fué "la senda de los deberes con la antorcha de hi le. El que coustaiile en su empeño de los ileheres vá en pos, de la virtud se haee dueño: sólo es el hombre pequeño cuando so aleja de Dios. iSe coniiiiuará.) Josi: S. BiKiiMA. ini? |iuíO t Un iluiJaila, t|iie mi corazón me ninmla nucscjíi siempre negaila; pero may rioii satuTiin lie niifi-i rnUn iiizilraila (• pur en a^i ilinin; i-iiii raliinso ú CÜJÍU brava lie su si'íiorse (¡ue irabu. Eslas c(i[,las ll('[;aron íi manos Jei liiiiaign, et tual irrilailo fué ii Arjonilla, y nivo modo tic arrojar ;i Martas una lanía con uuc le iiuilo i;i viilj.-~su cueriio fue seiniliailo en la iRlesia ile inania ("nlalina i'iniirlio lugar, V en su sciiuliiira (lUidri la lanza v ima memoria cii A'juesla lanza sin Tal'a ¡ay rojlailiil Non me la il.eiuii ilel muro, Nin la prise yo en batalla. i Mal ]ieeailol Mas viniendo á ti sequío, Amor falso é |Jcrjuro ™ie Üriii éíln laritaiiza '••f"c lal b mi andanza sin veniiiro. ii«f-XK; Anales fvles¡iUtir«r i . i[i.'ii;. 171 , ilire ijuí: la \'¿\PM h\mii parroi|uiai;y'pV¿Í'h''rÍK,^'''''''í'' l"^ '"" ''(^'"P"'^ anitnuos la romonKisi;,dcsusonu|cr^Mi;„^^'''''''''''' "} cni""Cirado Macl;is... --""'"• ' " •'"on.ie se lee de letras aniipuas lo Siguiente: Aun Otro l¡etn[)n alcanzarás, y de! dormido la calma entonces comprenderás: ¡ay, tú también dormirás ese sueno, hijo ilel alma! V que presto en lid estado el peipieñuefo aílígido se verá, le lo ha moslrado lo cérea ijue oi l)autizado está del hombre dormido. Pues del que nace el destino al del muerto, en realidad, es el Irecbo imiy mezquino: sieiiqire fue eorin el eatníno que lle\a á la elernidad. De quien violara en tu cuna el suiuio de, U inoceiu:ia el consep) no ¡mporliiiia: lio empuñes con nubi; alguna el cielo de lu conciencia.» Í\IÍ:OI„\S MlíÑ'iz V \\\\/.. LOS PALACIOS DE YILLENA, ÍI-VKMIA 7E11CERA V IITIMA. '-» ii:itrr;i¡.\ <;>:M:[HI.IO\. En cnlranild vi sentado en una silla ¿ MACIAS, lio las lieridas Uagailo i|nr dieronfiníi i-osdias, e lie nures roronado en son de Irislc amador, diciendo conjuran dolor, una cadena al|icse.uezo, lie su canción el empiezo; l.oiidii .sfas, amor, pí)r cuanlus penas ¡niilezo.» li. OESAMUCIO tSeU.NTÁNEO. Alientras tanlo, ú por mejor decir, pocos momento antes, otro sucesíi tan eslraño como el que dejamos iniciailo, lialiia ocurrido en aipiel mismo silio, es d e cir, i'n las inmediaciones ilet restaurado [lalacio ilel marqués de Villena. Una c-abalgata sali,i [n'iblicamente del mismo, seguida ile gran número dií carruajes ordenados en lila, sin escolla alguna, M frente de la cabalgata iba, caballero eu una h u milile Ulula modestamente paramenta.la, e| mas a[)iteslo palatlindesu época, don Diego López Paiheco, dtique de Escalona, conde de Cangas de Tíneo y m a r qués de Villena. En ai|indlos carruajes iba todo el movilíario de! palacio del miunio nombre, (d cual quedaba tolalmenle abandonado por la familia de su dtieño. La noticia de este suceso estraño, se propagó como una chispa eléctrica por los alrededores, atrayendo á los buenos loledanos ipie en gran número se iban presonlando, aun á pesar ihd frío, en aquellos sitios, íinpulsailos por un doble instinto de curiosidad y de sorpresa, de interés y lie senliniiento, revelados por la ansiedad que se rellcjara en sus movíiníentns á |irimera vista. V en verdad,,'qué [utdiera motivar aipiel aconlecimiejito inlempeslívo en lal hora y en medio di\ la crudeza de la nocbe'.'^'Se trataba acaso del doslierro del nolile duque? ¡Uli! en esta suposición, ó en otra cualquiera análoga, una simple voz did noble procer bastara para sublevar en su favor á la ciudad en masa, y ¡trovocir un sangríenlo tumulto, no muy fácil de aplacar en aquel baluarte de las hazañas ben'iicas dií las Comunidades de (bastilla, cuyos rencores dormian no obstante, no del lodo aplacados, á ¡lesar del suplicio de los héroes Uravoj. I.Maldonado, Padilla y demás, bárbaramente iimioladcis. V además, á medida que la cabálgala y el convoy SR alejaban, aquel mismo |iUfdilo, ¡ttónilo, veia multiplicarse la sohiaibísca eu aquellos sitios, invadir el palacio y reemplazar la íaiiiilia del propietario con un a|)resiirauiicnlo pasmoso, y todo eu el mayor éirdeii y silencio, con una verdadera impasibilidad tan l'ria como la noche misma en que el hecho se verilicabas. IIL YACE . í | . , c U s EL E.N.V> Aieolr de Molina, en el lutar cii.i,i,i « „i bre la ropla eierilo cinco do las t r e S i . i ' i l ? " ' ' ^ " ' •'''''''• ^'"'^'^ ^''• ésle poeta hace memoria de Wacias re,i,. L ? ' ' '^^ ^^"'^- '^'^ 1'"= lilsioria. (larri Sánchez (le Badajoi. en su A/; J.? s"*"3ncia ile esta y US) i|ue se halla en el C^nciontra 'mier,,!de •<',?.ii l'T'' 1^"'- *^" de Maclas en eslos términos: >--eilia, habla lambien próximamente, redujera ;Í ruinas gran palle de su fábrica , era todavía mas visible a([uel movimiento d(' Irupas rpie entraban y sallan, de gente que serpenteaba en vehículos, precedidos de antorchas y escuderos y rodeados de ese l)oato tradicional y nuichas veces ruinoso (¡lie suelen despli'gar, las clases privilegiadas por la forlima. Preguntábanse lodos, y nadie (piedaba salisfecho respecto á aquella novedad tan inusitada, y que sin embargo, debía resfionder á utt aconleciiiiienlo de gran bulto, á juzgar [mr las a|ntriencias, com[)aralivamenle ciui ia quií'tinr-y el silencio que rodeaban á aquellos sitios mismos en" circunstancias normales. Luego, mas entrada la noche, cuando aun á pesar del rigoroso misterio de que se rodeara aquel acontecimiento, pudo indagarse al lin su objeto, lus gru|ios de paisanaje que por un ínijiiilso de ciiriosiilad jioblabaii aquellos sitios, eiupezaroii á retirarse, coiiui partii;iparido de tm movimiento de repulsión, y luego bis calles qncilaron desiertas; por m a s q u e los buenos toledanos, reiinidus en toiiio ild lut^^ar, y al amor de un buen fuego, é inspirados por .sendos tragos unos, y otros por (d entttsíasmo de una corivcrsaciou nutrida de ese caballeresco patriotismo ipie ba formado el mejor disliulivo did piiidjio de Castilla en lodos tiempos, concitidian la exallacion y el odio de las masas liácia un acto que, según los mas higosos tribunos, acababa de manchar el blasón lie. la imperial nielrtipoli, y sobre lotio, el de una ilustre casa, ¡iroleclora del pueblo, la del marquesado de Vüleiia, en id palacio solari"yo de su nombre, y (pie dejamos ya iiiciicionailo. Al.AItMA V l'llOTl.srA. l,a noche cerraba á toda prisa, y hacia un b io glacial, un frió que enrarecía el ambiente y tqirimia los pnhnones de los loledanos. Era el 11 de diciembre de l.'iíi;. Apenas circulaba alnm viviente |)or bis calles; sólo Todos los poelas anliguos y modernos han lomailo i Maclas por ¡dgunos pelotones de soldados patrullaban yendo y viüsunto de sus versos ó composiciones, siendo ba).tanle célebre un niendo apresuradamente con cierta inquiotuil eslraordrama moderno, escrito para referir sus -iraores y sii muerle, v una dinuria, (pm. did ^n qué iieiisar á mas de un curioso novela del mismo autor, sefinr Larra, lilulaila El Jlonrel de don Kn- ávido de novedades ó tic inventarlas sobre el mas leve l'lt"^ el holienle ile la cual le etijiíó por protai;oni-ia el malogrado punto en que ajiovarse. •"'Karo. Kn la Colnxwn de Ciimediiueiicoijlilas de noi, yol. AH, -i.", "?"'"« denominada Elffiíiñol mas amanle, en (¡tic lisura en primer Sobre todo, en fas avenidas del palacio de Villena. (Prnilnu tan despaciado |mela. reedilicado después del terremoto que un siglo atrás, .MK.NSAJE I M I ' E R I A I . . ib'! aquí la causa que molivara la salida del marqués Clin su familia y serviikunbre del castillo á aquella hora, y la ocupación militar subsigiiieiite. Don Diego liabia recibido pocas horas antes un r e cado del emperador, rogándole diese albergue, y hospitalidad durante los dias de su permanencia en la corle lie Toledo al célebre Carlos de líorbon, duque do este titulo y condestable de Ci-aucia, caballero de Sancli-Spíritus', y lleudo muy cercano do rranclsco I, jirisioneroá la sazón en Madrid, on la torre di^ bis Lupines. Era tan apremiante el compromiso, y tan preiusos los lérminos del mandato, ipie no bahía medio posilile de eludirlo, sino á trueque de incurrir eu la desgracia y alto desagrado de! monarca. El marqués, según su coslmulire on casos graves como el presente, recurrió al consejo de su confesor luosen Benedicto de la Concepción, anciano sacerdole cuya mlUieiicia era omnipolculo cu el palacio, ilomle 272 EL MUSEO UNIVERSAL. imperial metrópoli lañian desesperadamente y despí'rtaban á los buenos vecinos al sonido de los arcabuces y en medio de un clamoreo incesante que iba en progresivo aumenlo. Era el (oque de rebato, que anunciaba un incendio. [•:i sitio de este siniestro aparecía marcado por una humareda aplomada y densa ([lie eslendía en los aires su innamado [lenacbo, liero, amenazador y crugienle con lodo el im|)Cti[ abrasador del elemenlo mas voraz de lodos. Era el palacio de Villena que ardia con todos sus departamentos por sus cuatro ángulos á la voz. y cuyos hundimientos continuos a [dañaban sus bóvedas, sus criijias y sus arcos, calcinando lascortinasdnsiismuros, los torreones y barhacana.s envueltos en circuios de llamas como lenfíuas de fucRo; todo lo cual daba á los oi¡jelos un tinte ranlásiico, maj^é^siiioso y sublime, PALMITA nOllLE Á I.AVKRRIER. Carlos V, que,.estaba á la sazón en su galiíri'''i'> dicen que salió picado de curiosidad á la ventana, y coiüempló con envidia aquel cuadro, cuyo autor balda pasado [lor cima do su grandeza misma, con un rasf^o, cuyos ipiilates no había sabido apreciar liasla entonces. —.Afortunadamente , dijo para sí, hay otra cosa mas [lotente que mí venganza, vencida moralmenle y contra cuya fuerza no hay arma posible, ni es fácil, detener su triunfante marcha. PKUM. E!s rninu HE KSTANFIAHTE, CON ruATiin ALA.S. PALMITA noriLr: r.ny AI,AS ARQUEMIAR. Una sombra de palidez cruzó por aquellas facciones de ordinario impasibles, y retirándose del alféizar volvió á sus tareas de gabimde, en el linlíilalía:<lps(Io iniicfin ÜIIIPS dol n;iCÍniiPnto IIIÍ SU acIV. cual le esperaba una di|iutacion llamenca que mereció liiíil ilitcno. el bocbormí de mía despedida después de tenerle olorA.MÍ->'\/A llIl'KlUAi. NO lUMMZAnA. —Salid (Ifi iu|iii, (liji)li', rjín Inilí) viipsirn si'qiiilo, y gada auiiieneia. cuanto i.)s [iLTÍnnozca; [tom sin rsi-áridadt y sin (\\\i\ las Cocas boros baslarou para la evacuación did palaI'orque era lal la pesadiimhro del í^ésar, que ni aun m;isa.s rlnl pii<!l)lo su aitTcilian, |)ara ln ciinl podéis elcf^ir las primeras doras ríe la nnflte: iiaiia doieis pii cio por parto de su dueño, con lodo e¡ moviliario ipie I"" jiermilíó desayunarse aquel día. á impulsos de los eonlenia, S('^un queda dicho. celos ([lie devoraran á aquel corazón tan generoso á este sitio, que será morada did ci'inieii desde que l;i Lue^o landiien, cerrada la noche, enlraba á ocupar- veces como egoisla oirás, en fuer/a de su graiujeza [danta de es(! traidor personaje traif^ía la f)ro(;inacion á ella y la contamine con sn presencia aleve, líl hlason lo su nuevo biiésped, el condeslable, que con una misma y do sus ambiciones. de Villena, puro ('• inmaculado, no se envilei^orá con fuerte escolta acababa de He^'ar, mereciendo el honor [Se i-iinclnirá.i de que id mismo omperadoj' Carlos V saliera á recilal mancha. Josii PARTO» HR I.A IVICA. birle personalmeníe, acompañándole jiasla su alojaliiijf) don [l¡e;,'o lii r,a¡)cza, re.siirllo á acatar id dic- iniímlo. tamen del anciano, tan coinduyente que no admitía Cliocó al monarca la desnudez de aquellas parcde-s réi>l¡ca; pero parecíií vacilar sin iluda ante el temor sin lapices, de aquellos pavimentos sin allbiubras, de (le arrostrar la cillera imperial que pudiera no perdo- aijiiidlos depiírlameiuos lodos, en fin, e.vbauslos de GBROGLIFIGO. narle aipiel rasyo sifínilicativo ile orfíulio, mii(d)les y en un cnniplelo eslado de abandono, sin un — ¡Y bien! añadiij e! viejo, comprendiendo el temor silial siquiera en quñ s"ntar.S{!. del marfpiés, naila tenéis que temer por vuestra conCarlos V ¡¡arecii'idevorar en silencio su sonrojo ailducta fíi oliniis en tal sentido: yo os f,'aranli/,o el r e - lo aipiolla acción del marqués, ijue venia á enaltecer sultado, y lomo ;i mi car/,'o las eonsi'cniencias que pu- su propio carácter bien á cosía do su sobi'i'auo, y por poi dieran derivarse di' ese ras^o dfi la altivez castellana su J'ostro criizii un relá lampaf^o de ira ipio ebiú desque U(i dehe desdei'ii' de su tradicional carácter, aun á costa lie lodo. i'^a. salid coii dido lo vuestro, sin perlar un juranienlo riícóndito de vciií,'anza en su obligarme ú romper anles de tiempo un arcano (|ue pecho. —Kstii bien, murimiró, la iJrden queda irrevocable, debe conrundiros, y cuya revelación acerca d plazo y mi justicia oblendrá el ih'Sii^ravio rpie merece; ya lalal de mi miiei'le. proveereiiKis á lo demás cual cumplí' al decon) del Tomó la mano al marqués y la estroclió con pater- monarca, puesto en reto por un vasallo rrbelile. ¡Olí! nal efusión entre las suyas. Trias y liuesosas. aíorlunaiiamontt', no liay rinctni en la tii'rra ¡pie no Y haciendo llamar al mensajero del emperado]', ipie síuidee un rayo ihd sol poiieroso de mi nombre, ni esperaba res[iues(a á su misión: mis dominios, ipic se cstiimden de Orieiit(r ii l icciden—Volved, ílij(i, y poned en coiiocimienlo de su te, podrán dar alberf.;ue á la vícíima de mis rencores. majf'slad que el marqués de Villena, no pudiendo negar cosa alf^'una á su (¡randoza, ofrece desde lucRO á s u disposición, no sólo su casa, si que íamhion todo VI. cuanto poseo, menos su lionra, que deja siempre ;Í KL INCENDIO. salvo para Dios y [lara su descemlencia, á cuyo efecto desde este instante, la abandona con su servidumbre; Pocos dias después, abandonaban el condestable y pero que después que la haya [u'ofanado con su p r e - los suyos el jiahicio iln Villena. sencia el traidor condesíable delfoidwn, no sólo no Los toledanos, con siis demosti'aciones na.s que involverA á habitarla jamás, sino que la rcilucirá á c e - diferentes, parecieron haber hecho caso omiso de niza con todas sus itependencias, para escarmiento de este sucoso por mas de un concepto estraonlinario. y inlatni-s que-, como él, faltando al honor jurado á bis ni aun siifiieron ocullar cierta repulsión mareada h á oantlfinis de su soberano, se envilecen y defjradan, <;ia aquel personaje á quien ni las demostraciones del vendiéndolas con su iierlidia y atravéndüse la repro- emperarlor, ni las de sus cortesanos pudieron qiiiUir bación de todos los buenos. el calilicativo de perfidia que manchara su nombre, La solución de ésic on el número pn'j.ximo. El anciano.,li6 un Urna de íinneza y de autoridad á (le réyia alcurnia, y sobre manera ilustre, bast;t esa s„s palabras, qnp.p.recian vibrar con lodo el acento acción ruñi y mi,senibIo que anuló su lealtad, y la ,1, la juvenl.iKl vigorizadas por un entusiasmo soste- de la cual no han podido al)solvi'rle las ííeneraciones. mniCCTOH Y KDITOR R E S P O N S A B L E , I). JOSÉ ÍIAKI^MI. nido V creciente. . iMPüENU iií. Lí,\sr.ii[ V iiim; EoirniiEsi si.vi'iui'. niiiMai'K , t. Una mañana muy temprano , la.s campanas de la PERAL DE ESTASDARTr:, EN niLr.ANCOLRT.'