Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración TEMA 7 EL S XVII: EL REFORMISMO BORBÓNICO Y LA ILUSTRACIÓN. En 1700 se instala en España una nueva dinastía, la de los Borbones. El proceso no fue fácil al generar una Guerra de Sucesión que desembocó en un conflicto internacional y, en el interior de la Península, en una guerra civil. Como resultado, la monarquía borbónica española perdió sus posesiones en Europa pero avanzó hacia la unidad del Estado español, al eliminar los fueros de Valencia, Aragón y Cataluña. El siglo XVIII es expansivo. Aumenta la demografía y crece la economía. España se sumó a la política de reformas que caracteriza al despotismo ilustrado y sus monarcas tuvieron el acierto de rodearse de ministros inteligentes y laboriosos. Los Borbones reforzaron las relaciones con nuestras colonias, con las Indias. Inglaterra, la gran beneficiada de la Guerra de Sucesión Española, buscaba enriquecerse a costa de ellas y España, convertida ya en “segunda potencia”, buscó un contrapeso con una política exterior de alianza con Francia con los llamados Pactos de Familia. Para España, cuando se estaba viviendo en una etapa expansiva y de reformas, el estallido de la Revolución francesa complicó su desarrollo político. El monarca Carlos IV no estuvo a la altura de las circunstancias y un motín, en 1808, acabó con su reinado. Poco después estallaba la Guerra de la Independencia, catastrófica para nuestro país, que acabó con el Antiguo Régimen y puso en marcha la Edad Contemporánea. Reyes borbones del S XVIII I. LOS BORBONES EN ESPAÑA 1. La Guerra de Sucesión (1701-1713). a) La cuestión sucesoria. A finales del siglo XVII España sigue conservando importantes territorios en Europa: Flandes, Milán, Nápoles y Sicilia, se por lo tanto, una potencia temida y respetada, aun cuando haya cedido a Francia la hegemonía continental. Desde el 1 Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración punto de vista internacional el panorama es el siguiente: Francia es la potencia más poderosa pero Inglaterra está en una etapa de crecimiento sin precedentes, la tradicional idea de hegemonía o predominio de siglos anteriores va a ser cuestionada por Inglaterra que propondrá un equilibrio entre países aliados. En España el testamento definitivo de Carlos II deja a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia, como heredero en todas sus posesiones; evidentemente una misma dinastía gobernando en Francia y España atentaría a la idea de equilibrio propugnada por Inglaterra, así a este testamento se van a oponer: Austria (quieren poner a su propio candidato el archiduque Carlos), Inglaterra y Holanda. En España, Castilla acepta el testamento, pero los reinos de la Corona de Aragón no aceptan a un Borbón como rey (en Francia los Borbones tienen fama de centralistas y estos reinos temen perder los fueros y privilegios que conservaban desde la Edad Media y que habían sido respetados por los Austrias). b) El desarrollo de la guerra de Sucesión. Al ser elegido Felipe de Anjou como rey de España, (Felipe V desde 1700), los borbones ganaban en influencia en Europa. Su abuelo, Luis XIV, estaba satisfecho y arrogante. El más perjudicado, Leopoldo I de Austria, al no ser elegido su hijo el archiduque Carlos, poco podía hacer sin aliados. Pero al actuar Luis XIV como si España fuera suya, ello facilitó la constitución, en 1701, de la Gran Alianza de La Haya integrada por Inglaterra, Holanda, Austria y otros pequeños estados. El objetivo de los aliados era expulsar a Felipe de Borbón de España y proclamar como rey al archiduque Carlos de Austria. Se luchó en varios frentes. En los Países Bajos, Alemania, Italia, España y los mares. En los tres primeros las derrotas borbónicas fueron sumándose una tras otra; sólo en España Felipe de Borbón lograba triunfos, aunque con dificultades. En España la situación para Felipe V se complicó cuando los territorios de la Corona de Aragón decidieron aclamar al archiduque Carlos como rey, convirtiendo la guerra exterior en guerra civil. En 1704, una escuadra inglesa se apoderó del Peñón de Gibraltar. El archiduque Carlos estableció su corte en Barcelona, desde donde dirigió campañas contra Castilla (en 1706 llegó a entrar en Madrid). La causa de Felipe V parecía perdida, pero la fidelidad del pueblo castellano lo mantuvo en el trono. En 1707 tiene lugar la decisiva batalla de Almansa cuya victoria permitió a los borbónicos recuperar Valencia. Felipe V firmó un decreto aboliendo, como castigo, los fueros; esta medida contribuyó a endurecer la resistencia catalana. Otra vez la situación se puso difícil en 1710, cuando el archiduque Carlos volvía a entrar en Madrid; sin embargo, nuevas victorias de Felipe de Borbón alejaron el peligro austríaco de Madrid y lograron abrir el camino a la recuperación de Aragón y Cataluña. 2 Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración c) El Tratado de Utrecht de 1713 y el final de la Guerra. Por el Tratado de Utrech de 1713 y Rastadt de 1714, se pone fin al conflicto y al Imperio español en Europa. Felipe V era reconocido como rey de España y de las Indias, pero se perdían los dominios de la monarquía española en Europa: Países Bajos, Milán y Nápoles pasaban a Austria. Por otro lado, Gibraltar y la isla de Menorca (ocupada en 1708) pasaban a Inglaterra, que obtuvo además ventajas comerciales en América. En España, en medio de la indiferencia de las potencias, un ejército francoespañol sitió Barcelona hasta su redición el 11 de septiembre de 1714. La isla de Mallorca se ocupó sin resistencia en 1715. 2. Reyes y ministros del siglo XVIII. a) Felipe V (1700-1746). Con él se inicia la dinastía borbónica en España. Será famoso por la centralización administrativa, lo que esperaban los catalanes, aragoneses y valencianos se cumplió. Además de centralizar la administración y suprimir los fueros de la Corona de Aragón, realizó una serie de reformas que no siempre tuvieron éxito. En la primera etapa de su reinado contó con ministros extranjeros como Orry y Alberoni, pero más tarde prefirió a los españoles como José Patiño que reorganizó el Ejército, la Hacienda y la Marina. Felipe V, en su primer matrimonio, tuvo descendencia en sus hijos Luis, que Felipe V (1683-1746) murió dos años después de que su padre abdicara en él, y Fernando. Tras enviudar, contrajo matrimonio con Isabel de Farnesio. Una mujer ambiciosa y enérgica que logró del monarca, de débil ánimo y con depresiones, cuanto se propuso. Como los hijos de este segundo matrimonio no podían ser reyes de España, intentó por todos los medios colocarlos en territorios italianos; ella era italiana, era de Parma. Los problemas internacionales van a permitir que el sueño de Isabel de Farnesio se haga realidad. En efecto, en 1733 estalló la Guerra de Sucesión de Polonia. España y Francia lucharon unidas contra Austria, firmando el Primer Pacto de Familia (1733). España atacó en Nápoles, territorio entonces de Austria. Al finalizar la guerra, el hijo de Isabel de Farnesio, el infante Carlos, se convirtió en rey de Nápoles y Sicilia. En 1740 estalla la Guerra de Sucesión de Austria, en la que otra vez Francia 3 Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración y España van unidas firmando el Segundo Pacto de Familia (1743). La guerra finalizó en 1748, dos años después de la muerte de Felipe V, y en ella el segundo hijo de Isabel, el infante Felipe, fue reconocido como duque de Parma. Los Decretos de Nueva Planta: centralización y reformas. Al iniciarse el siglo XVIII en España el poder del rey era muy diferente según las regiones. En Castilla tenía mucho poder y de ahí habían sacado los reyes de la casa de Austria hombres y recursos para las guerras en Europa en los siglos anteriores. La realidad en la Corona de Aragón (confederación de reinos semiindependientes de Aragón, Valencia, Baleares y Cataluña) era bien distinta, el poder del rey estaba muy limitado por las instituciones particulares y los fueros territoriales, las Cortes podían impedir la aprobación de un tributo o la leva de soldados para la guerra. La unidad lograda por los Reyes Católicos era una unidad débil, no había instituciones comunes entre la Corona de Castilla y la de Aragón, salvo la figura de los monarcas comunes y la política exterior. En tiempos de Felipe IV el Conde duque de Olivares había intentado una uniformización y reducir todos los reinos a las leyes de Castilla, pero se encontró con un fuerte rechazo en los territorios no castellanos que a punto estuvieron de hacer saltar la escasa unidad. El inicio de la Guerra de Sucesión entre el archiduque Carlos de Austria y Felipe de Anjou hace que los reinos de la Corona de Aragón se pongan del lado del austriaco ya que los Borbones tienen fama de centralistas y eso supone una amenaza parar sus fueros. No obstante, territorios forales como Navarra, Álava, Guipúzcoa y Vizcaya apoyaron al Borbón. Felipe V aprovechó la adhesión de los territorios de la Corona de Aragón a la causa austracista para abolir los fueros, es decir, la legislación propia y el sistema político de gobierno por el que se regía cada uno, y realizar la unidad político-administrativa con Castilla. Los decretos de abolición son conocidos con el nombre de Decretos de Nueva Planta: para Valencia y Aragón en 1707, Mallorca en 1715 y Cataluña en 1716. Más duro fue el caso valenciano porque fue el único territorio que además perdió todas sus leyes. En el caso de Aragón en 1711 se restituye parcialmente la vigencia de las leyes propias. El 9 de octubre de 1715 le llega el turno a Cataluña, que pierde sus instituciones típicas: Cortes, Generalitat (consejo que se encarga de cumplir los acuerdos de las Cortes cuando éstas no están reunidas)... y se le impone el castellano como lengua oficial. Ese mismo año, el 28 de noviembre, le llega el turno a Mallorca, con recortes más suaves. ¿Cómo justifica Felipe V estos hechos? En primer lugar como derecho de conquista esgrime que puede hacer lo que quiera con esos territorios que ha ganado por las armas en la Guerra de Sucesión, de esa manera les impone un “castigo”. En segundo lugar pretende reformar y racionalizar la administración que en muchos casos se mantiene casi invariable desde la Edad Media y hacer así más gobernables los reinos reduciéndolos todos a las leyes de Castilla. Que la idea de castigo tiene importancia queda de manifiesto por el hecho que los territorios forales que le apoyaron en la Guerra no sufrieron recortes, y que aún hoy conservan peculiaridades fiscales diferentes del resto de las actuales comunidades 4 Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración autónomas: Navarra y País Vasco. Con carácter general el rey aumenta el poder real y modifica de manera radical todo el entramado institucional vigente en los reinos españoles, logrando una centralización efectiva con muy pocas excepciones. Las Cortes independientes de cada reino dejan de reunirse, con la excepción de las de Navarra que lo hará hasta 1841, y a las Cortes Castellanas acudirán representantes de todos esos territorios, transformándose así en Cortes Generales de todo el Reino. En línea con esas ideas de reforma suprime todos los virreinatos y la división en reinos, el país se dividirá en provincias, dirigidas por un intendente representante del poder real, y las leyes ya no saldrán de las Cortes sino exclusivamente de la mano del rey. Los distintos consejos de la época de los Austrias (Castilla, Aragón, Indias...) son suprimidos, con la excepción del de Castilla, donde se concentran las funciones de todos los anteriores. Pero los Decretos de Nueva Planta van más allá de la centralización, inspirado por las ideas de la Ilustración que someten todo a la diosa razón, se van a poner en marcha toda una serie de reformas tendentes a racionalizar el funcionamiento del Estado, modernizándolo en todos sus aspectos. De destacar es la reforma de la Hacienda, para racionalizar y actualizar los tributos en función de los recursos se puso en marcha la elaboración de un catastro, Ensenada lo llevó a cabo en Castilla y Campillo en Aragón, el catastro un catálogo detallado de los bienes de cada pueblo para que los impuestos fueran equitativos y respondieran al grado de riqueza de las poblaciones. El ejército también sufrió una reforma importante, se pasa de la división en tercios típica de los Austrias, a la división en cuerpos y brigadas, copiados del modelo francés. También se puso mucho empeño en la reforma de la Armada y la construcción de una flota importante. La reacción contra la modernización (opositores a las reformas): Frente a los partidarios de las reformas: burgueses sobre todo, encontramos un hondo espíritu reaccionario en la nobleza y el clero por un lado y en el mundo rural por otro, es decir, más del 90% de la población se opone a las reformas. En general son estamentos que siguen aferrados a su catolicismo tradicional barroco desde la época de los Austrias, impermeables a cualquier renovación que no ven bien y reaccionarios con el pensamiento ilustrado que viene de fuera, de Francia sobre todo. Los nobles se sienten rechazados, son sustituidos por los burgueses, ven cómo sus privilegios son recortados, se les prohíbe que expulsen a los arrendatarios, se declara compatible su título con el trabajo, se recortan los privilegios de la Mesta y se acaba con la justicia de los señores. El alto clero sufre como terratenientes los mismos ataques, pero además se suma otra amenaza, tienen miedo a los proyectos de desamortización (expropiación de la propiedad eclesiástica, no se hará efectiva en este siglo pero sí en el siguiente y es ahora cuando surgen los primeros proyectos); tienen miedo también a las ideas ilustradas europeas que colocan a la razón por encima de la fe. La expulsión de los jesuitas les da una idea de lo que puede pasar. También las masas populares, que siguen 5 Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración viviendo en una situación miserable y las reformas no han sido lo suficientemente profundas, se muestran hostiles a las ideas reformadoras. El campesinado, analfabeto en su mayoría y controlado ideológicamente por la Iglesia, rechaza todo lo que venga del exterior. Con la Revolución Francesa estas ideas tradicionalistas (del pueblo llano, del clero y de los nobles) lucharán contra las ideas renovadoras de la Ilustración. El ideal de estas gentes se resumen en estas tres palabras: Monarquía-ReligiónTradición. b) Fernando VI (1746-1759). Felipe V, en 1724, abdicó en su hijo Luis I pero éste falleció pocos meses después por lo que Felipe V volvió a recuperar la corona. En 1746, al fallecer le sucede su otro hijo Fernando VI, casado con la portuguesa Bárbara de Braganza. Fue un rey culto, inteligente y pacífico, pero de salud quebradiza. Su objetivo fundamental fue la modernización del Estado. Este reinado va unido a la labor de su ministro el marqués de la Ensenada, que llevó a cabo importantes reformas interiores. Arreglo de caminos, construcción de carreteras y de canales, como el Canal de Castilla. Introdujo la figura de los intendentes, uno en cada provincia del reino, con atribuciones en todos los campos (ejército, hacienda, justica, urbanismo, sanidad, educación…). Quiso aplicar una reforma fiscal, introduciendo un nuevo y único impuesto proporcional a la riqueza. Para ello se realizó el llamado catastro de Ensenada (1749), es decir, un censo o registro donde figuraba la riqueza de cada contribuyente. Sin embargo, la oposición de la aristocracia y del Fernando VI (1713-1759) clero a la reforma fiscal terminó impidiendo su aplicación. También durante su mandato se firmó con Roma el Concordato de 1753. Por él la Corona obtenía el nombramiento de todos los cargos eclesiásticos importantes de la Iglesia en España. A su vez, parte de los ingresos de la Iglesia española, que partían hacia Roma, ahora se quedaban aquí. 6 Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración Fernando VI y la reina eran de talante pacífico. Así, cuando estalló la Guerra de los Siete Años (1756-1763) España se mantuvo neutral. En ella se enfrentaron Francia y Gran Bretaña. Fue un conflicto muy importante pues se decidía el fortalecimiento colonial de uno u otro país, pero España no entró en él. Un matrimonio sin hijos, en 1758 fallece Bárbara de Braganza. El fallecimiento de la reina, sobre la que el rey sentía un profundo afecto, desencadenó en Fernando VI un trastorno mental que terminó llevándose su vida pocos meses después (1759). c) Carlos III (1759-1788). Al fallecer Fernando VI le sucede Carlos III, hijo de Felipe V y de Isabel de Farnesio. Estaba como rey en Nápoles, donde llevaba 25 años de reinado. Dejó Nápoles a uno de sus hijos y regresó a España. Su reinado está unido a múltiples reformas, por lo que es considerado como un ejemplo del despotismo ilustrado. La política exterior: Al iniciarse el reinado seguía abierta la Guerra de los Siete Años; Gran Bretaña venía derrotando a Francia. España, sin embargo, decidió incorporarse a ella firmando con Francia el Tercer Pacto de Familia (1761). Se buscaba la recuperación de Gibraltar y Menorca pero no se pudo. Los ingleses también se impusieron a España. Se firmó la paz de Paris en 1763, muy favorable a Gran Bretaña. De Francia obtuvo el Canadá y las posesiones de la India; de España, la Florida. Francia decidió entregar a España, en compensación, el territorio de la Luisiana, es decir, el recorrido por el río Misisipi hasta su desembocadura en Nueva Orleans. En 1776 estalló la guerra de independencia de las trece colonias norteamericanas, pertenecientes a Gran Bretaña, origen de los actuales Estados Unidos. Francia y España intervinieron a favor de los colonos. Era una ocasión de oro para desquitarse de la derrota de 1763. Finalizó con la derrota británica firmándose la paz de Versalles en 1783 por la que se reconocía la independencia de los Estados Unidos. España, a su vez, recuperó la Florida y la isla de Menorca, pero no así Gibraltar, en donde fracasaron todos los intentos para su recuperación. La política interior: Está marcada por tres de sus principales ministros: Esquilache, Aranda y Floridablanca. Cuando Carlos III se convierte en rey de España trae consigo a ministros italianos, entre ellos a Esquilache, que protagonizó un amplio programa de reformas. En la villa de Madrid, entonces sucia y pestilente, introdujo reformas urbanísticas propias de una población moderna. Aprobó la libertad de comercio de granos, medida Carlos III (1716-1788) positiva pero peligrosa al facilitar la especulación 7 Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración con los precios agrícolas. En Madrid introdujo otra medida, muy impopular, como la de cambiar la forma de vestir, con sombreros anchos y capas largas. Se pensaba que el vestir así servía para encubrir a los malhechores. El pueblo de Madrid se rebeló contra el ministro y sus decretos (Motín de Esquilache 1766). Días después también ocurrían incidentes en otras poblaciones castellanas. El monarca dio marcha atrás destituyendo a Esquilache. A Carlos III le impresionó el motín. Se pensaba que no había sido espontáneo sino más bien promovido o instigado. Se abrió una investigación llegándose a la conclusión de que los instigadores de la revuelta habían sido los jesuitas. En el informe se aconsejaba su expulsión. Al año siguiente del motín, en 1767, los jesuitas eran expulsados de España y de América. En la actualidad, se cree que detrás del motín había intereses de grupos privilegiados, dispuestos a lanzar al pueblo a la calle con la intención de frenar una política de reformas que afectaban a sus privilegios. No se ha podido comprobar que la Compañía interviniese en el motín; sí está claro que había una ofensiva contra ellos y que el mismo monarca los veía perjudiciales para la Iglesia y para la monarquía absoluta. Conde de Aranda: Tras la caída de Esquilache, el conde de Aranda se convierte en el gobernante más influyente. Entre las medidas de su etapa de gobierno está la repoblación de territorios despoblados, así se crearon las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena, en Andalucía. Se fundaron unas veinte poblaciones, estableciéndose la capitalidad en La Carolina. Para poblar estos lugares vinieron inmigrantes alemanes, a los que se les proporcionó tierra y ganado. Conde de Floridablanca: A partir de 1776, manteniéndose hasta el final del reinado, figura al frente del gobierno el conde de Floridablanca. Los ingresos de la Hacienda venían incrementándose pero el gobierno al ampliar sus gastos decidió emitir deuda pública (“vales reales”), que, a la larga, al abusarse en las emisiones, sus consecuencias sobre la economía española fueron nefastas. Los que compraban vales reales recibían un interés del 4% anual y al cabo de veinte años quedaban amortizados. Para asegurar esta operación se creó, en 1782, el Banco de San Carlos (origen del actual Banco de España), encargado de abonar los intereses de los vales y su amortización. Para activar el comercio exterior, se amplió libertad de comercio con América, medida de la que se habla más adelante. Durante esta etapa se desarrollaron las Sociedades Económicas de Amigos del País que animaban al desarrollo de las reformas en la agricultura, la industria y el comercio. Conectaban, por tanto, con el espíritu ilustrado de la época. d) Carlos IV (1788-1808). Carlos IV (1788-1808) sucede a su padre Carlos III, es un rey débil y sin carácter, que no estará a la altura de las circunstancias. Como hecho curioso diremos que intentó derogar la Ley Sálica (las mujeres no podían reinar) pero la Pragmática Sanción (hoy diríamos Real Decreto) no llegó a publicarse; este dato es importante porque ocasionaría problemas a la muerte de su hijo Fernando VII. 8 Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración España ante la Revolución Francesa. La Revolución Francesa había estallado en 1789, todas las monarquía europeas tienen miedo a que se extienda y la población se contagie de estas ideas (recordemos que en Francia se acaba con el poder absoluto del rey y se llega a guillotinar más tarde al monarca). El marqués de Floridablanca (primer ministro) llega a cerrar las fronteras con Francia, a impedir que los estudiantes salieran a estudiar fuera y a establecer una censura sobre los libros. Llegó incluso a prohibir la enseñanza del francés para que no se extendieran libros y escrito procedentes de ese país. En 1792 el rey destituye a Floridablanca y nombra a Aranda que intenta una aproximación a Francia, estará sólo unos meses en el poder. En noviembre Aranda es derrocado y ascenderá a las más altas instancias del poder Manuel Godoy, amante de la reina, se convierte así en valido del rey y en un auténtico dictador. Dirigirá los destinos de España entre 1792 y 1808, excepto entre 1798 y 1800. Tuvo siempre en contra a los absolutistas más exacerbados y a los simpatizantes de la revolución. En política internacional Godoy se alió con Gran Bretaña cuando en 1793 los revolucionarios franceses guillotinaron a Luis XVI. Varias naciones europeas, incluida España, declaran la guerra a la República Francesa, es llamada Guerra de la Convención, por ser la Convención el principal órgano de gobierno de la Francia revolucionaria en esos momentos. La guerra conoce dos etapas muy claras, en la primera las tropas españolas, al mando del general Ricardos, invaden el Rosellón y obtienen algunas victorias a pesar de una desorganización evidente. La rápida reacción francesa y la elevada moral de los ejércitos revolucionarios dan la vuelta a la situación y Carlos IV (174-1819) los franceses toman Gerona, Guipúzcoa, Vizcaya, Álava y Navarra, volviéndose apurada la situación para los españoles. En julio de 1795 se firma la Paz de Basilea, por ella España perdió la parte Oriental de la isla de La Española (actual República Dominicana). La alianza hispano-francesa y sus consecuencias. En 1796, por el Pacto de San Ildefonso, Godoy dio un giro a la política exterior española y optó por la alianza con Francia, lo que suponía el enfrentamiento inevitable con Inglaterra. En esos momentos la Revolución había desembocado en el poder unipersonal de Napoleón. Para Napoleón España tenía mucho interés, en su enfrentamiento con Inglaterra la guerra se llevaba al frente comercial, toda Europa debía bloquear comercialmente a Inglaterra y así ésta se vería arruinada, lógicamente España entraba dentro de ese plan. En 1797 las flotas española y francesa fueron derrotadas en la batalla del 9 Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración Cabo de San Vicente, era sólo un aperitivo de lo que iba a suceder ocho años después en Trafalgar. Entre tanto la situación económica era desastrosa: malas cosechas, carestías y, fruto de ello, un riesgo de bancarrota para las finanzas reales, este último problema se intentó solucionar con una subida de impuestos –lo que motivó que aumentara el descontento contra Godoy- y con la venta, por primera vez, de tierras del clero, aquellas de los jesuitas expulsados en 1767 y las que la Iglesia destinaba a la beneficencia. En 1801 se produce la Guerra de las Naranjas, una guerra entre España y Portugal debido a la ambición de Godoy, Napoleón apoya a España frente a Portugal, tradicional aliado de Inglaterra. Francia pretende que Portugal cierre sus puertos al comercio inglés. Tras dos años de escaramuzas la Paz de Badajoz selló la paz, Portugal cerraría sus puertos y España recibirá la localidad de Olivenza. En 1805 se produce una derrota aplastante de las escuadras francesa y española frente a los ingleses en Trafalgar. Allí se hundió una flota poderosa y moderna que había sido armada con gran sacrificio a mediados de siglo. España se quedaría sin flota, y las colonias españolas de América se quedarían incomunicadas. El descontento por la derrota iba dirigido contra Godoy, y es el príncipe de Asturias – el futuro Fernando VII-quien acaudilla la oposición al primer ministro. En 1807 Godoy firma con Napoleón el Tratado de Fontainebleau para repartirse Portugal, una parte sería para Francia, otra para España y una tercera sería un principado personal para Godoy; lógicamente para llegar las tropas francesas a Portugal tenían que pasar por España, con esta excusa atravesarían la Península y tomarían las principales ciudades del país. El motín de Aranjuez y la caída de Godoy. Entre tanto un grupo de nobles, a cuya cabeza está el príncipe de Asturias, instiga al pueblo para la revuelta, es el Motín de Aranjuez, Godoy cae y Carlos IV huye a Francia, mientras su hijo Fernando reclama el trono, es el 19 de marzo de 1808. En Bayona (localidad francesa próxima a la frontera española) Napoleón reúne a Carlos IV y a su hijo para actuar como árbitro entre sus disputas, allí el 5 de Mayo de 1808 obliga a los dos a abdicar en él y proclama como rey de España a su hermano José I Bonaparte. El 2 de Mayo se produjo un levantamiento sangriento en Madrid que sería violentamente reprimido al día siguiente. II. ECONOMÍA Y SOCIEDAD. 1. Economía. En el siglo XVIII se produce en España un crecimiento de la población, se pasó de 7 a 11 millones de habitantes, siendo mayor el crecimiento en la periferia (Galicia, Asturias, País Vasco, Cataluña, Valencia, Alicante y Andalucía) que en el interior. Al crecer la población hubo una mayor demanda de productos agrarios y de tierras para cultivar. Los precios agrícolas fueron al alza, al igual que la renta 10 Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración de la tierra (la parte exigida a los campesinos arrendatarios por los propietarios agrícolas). El panorama agrario: Se produce un crecimiento en la producción, pero no por la implantación de nuevas técnicas de cultivo sino por el aumento de la superficie cultivable debido a la roturación de tierras anteriormente incultas. Es el sector económico más importante, aproximadamente el 80% de la población trabajaba en el campo. El contraste por regiones es enorme, hemos de señalar la escasa productividad de la Meseta y el Valle del Ebro, por ejemplo, donde predomina el secano, frente a zonas de alta productividad por la utilización del regadío y la introducción de cultivos rentables, el ejemplo más destacado es la franja mediterránea. Pero el modelo de propiedad de la tierra no se atrevieron a tocarlo. La tierra seguía en manos de la Iglesia, de la nobleza y de los ayuntamientos, y, jurídicamente, se encontraba amortizada o vinculada, con lo que la tierra no se podía poner a la venta por sus titulares. También se mantenía la institución del mayorazgo por la que la herencia era trasmitida a un solo heredero, sin posibilidad de venta o división de los bienes sujetos al mayorazgo. Con carácter general podemos decir que la tierra sigue en manos de la nobleza y el clero, y el campesino tiene que pagar una renta elevada por cultivarla. Con todo, la situación del campesino varía por regiones. El campesino catalán tiene más derechos sobre la tierra frente al abuso de los señores y las rentas son más bajas. En el otro extremo se encuentra los campesinos andaluces que en su mayoría son jornaleros, es decir, no propietarios y únicamente dueños de sus manos y que son empelados en las distintas campañas de recolección. El resto de los campesinos oscilan entre estos dos extremos. Desde mediados del siglo XVIII se crearon las Sociedades Económicas de Amigos del País, asociaciones para fomentar el desarrollo nacional, estas sociedades fueron fomentadas desde la Corona; desde ellas se estudiaban las distintas posibilidades de desarrollo de las localidades y campos y las propuestas de mejora. El gobierno emprendió además obras de gran envergadura para aumentar el regadío: el Canal de Castilla que irrigaba extensas zonas de la Meseta, el Canal Imperial de Aragón, etc. Pero el intento más serio de cambiar el panorama fue con Carlos III, se introducen medidas de colonización y de reparto de tierras de la Corona o de los municipios, es el inicio de la colonización interior de nuevos territorios en zonas despobladas como Sierra Morena, se crearon nuevos establecimientos como La Carolina, Guarromán... a menudo poblados por colonos alemanes que introdujeron nuevos sistemas de cultivo, Pedro Pablo de Olavide se encargaría de coordinar estos proyectos. La industria: Es verdaderamente difícil calcular cual era exactamente la producción industrial, por un censo de 1787 sabemos que el 14% de la población activa se dedicaba a esta actividad. El pequeño taller artesano era el sistema más extendido, normalmente era un negocio familiar y el mercado era muy reducido. La industria textil era la más destacada y en su proceso se distinguen dos etapas: el hilado (transformar la lana bruta en hilo o hebra) lo realizaban las mujeres en casa, 11 Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración y el tejido (tejer los hilos) lo realizaban tejedores en pequeños talleres. Los monarcas crearon manufacturas reales en las que el Estado se convertía en empresario, aportando los capitales necesarios. Eran grandes industrias a cargo del Estado que se dedicaban normalmente a elaborar productos (casi siempre de lujo) para abastecer los palacios reales, eran importantes las de porcelana del Buen Retiro en Madrid, los paños de Brihuega y Guadalajara, la Real Fábrica de Tapices...el control técnico y financiero se encuentra bajo supervisión del Gobierno. A menudo no son industrias rentables, pero se mantienen por las subvenciones estatales. Las zonas de mayor peso industrial fueron Valencia y Cataluña. En la primera se desarrolló la industria de la seda; en Cataluña, junto a la producción lanera surgió en el último tercio del siglo las manufacturas de indianas (telas de algodón) que eran enviadas al mercado interior castellano y al americano. De entre todas las industrias del país destacaron por su pujanza, llamadas así porque trabajaban el algodón que venía de las India s (de América). Los estampados de algodón adquieren un gran desarrollo desde mediados de siglo. Se caracterizan estas industrias por tener un escaso grado de mecanización pero sí una estructura capitalista: concentración de telares en un sitio, propiedad del dueño de la fábrica, ningún derecho de los trabajadores. A finales de siglo van a experimentar un gran crecimiento al importar máquinas inglesas de segunda mano. También a finales de siglo se va a producir un aumento del salario de los empleados en esta industria textil. El comercio: Dos datos podemos adelantar sobre el comercio en este siglo, en primer lugar una decadencia del comercio americano y en segundo lugar que falta un mercado nacional unificado, debido a las pésimas comunicaciones los productos no podían llevarse a larga distancia. En cuanto al comercio interior, se inicia a lo largo del XVIII la formación de un mercado nacional. Veamos la situación por zonas: En el interior había pequeñas zonas que intercambiaban dentro de ellas sus escasos excedentes, rara vez los productos salían de una zona a otra. Sólo Madrid generaba una llegada de productos de otras zonas. En la costa se produce un aumento del comercio debido, tal vez, a la mejora de las comunicaciones marítimas con el resto de España y Europa. A mediados de siglo solamente Cataluña había logrado crear un mercado regional integrado. ¿Cuáles son las causas de este escaso desarrollo del comercio? dos fundamentalmente, la casi total ausencia de comunicaciones que faciliten la movilidad de los productos y la existencia en el interior de masas de población con un poder adquisitivo nulo. El comercio exterior tiene una mayor importancia, influye el hecho de que el transporte de mercancías por barco sea el más rentable, lógicamente podemos deducir que casi todo este comercio internacional se producía en las zonas costeras. Veamos las dos zonas con las que se comerciaba principalmente: Comercio con Europa, se basaba fundamentalmente en la tradicional exportación de lana a Gran Bretaña, además se completaba con la venta de vinos y aguardientes a diversos países norteños y la reexportación de productos americanos. En el 12 Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración capítulo de las importaciones vemos que se compraba algodón hilado o en rama procedente de Malta y productos manufacturados de Gran Bretaña, Francia y Holanda. El comercio con América se basó al principio en el monopolio del puerto de Cádiz. Más tarde se concedió la libertad de comercio con América y se creó una zona de librecambio (zona sin aduanas ni tarifas) entre América y España, lógicamente esto generó un auge del comercio que se desarrollaba con preferencia desde los puertos de Cádiz (50% del volumen de intercambios), Santander, Barcelona... Importante en este siglo es la minería en América, la explotación de la plata adquirió unos niveles desconocidos, las minas más famosas estaban en el cerro de Potosí en Bolivia. Estos metales son importantes para España porque gracias a ellos se equilibra el presupuesto del Estado (diferencias entre ingresos y gastos) y la balanza comercial. 2. Sociedad. La estructura de la sociedad: Los artífices de las reformas y sus partidarios son sólo una reducida minoría. Durante el XVIII no se logra, pese a las reformas, reducir el número de campesinos y trabajadores urbanos pobres, lo que supone entre un 80 y un 90% de la población. La movilidad social es nula, en Europa ya se empiezan a romper las fronteras entre algunos estamentos, pero en España todo sigue inmóvil. La aristocracia sigue siendo rentista y recaudando impuestos, es decir, en algunos sentidos perviven aún esquemas feudales y los grandes señores tienen jurisdicción muy amplia sobre grandes zonas del país. Los Borbones con su política centralista recortarían un gran número de estos privilegios y provocarían el malestar de estos nobles al declarar, además, compatible el título de nobleza con la posibilidad de trabajar, el trabajo era considerado innoble hasta entonces, esta idea en Europa hacía tiempo que había desaparecido. Los eclesiásticos, ingresar en el clero era un medio de acceso rápido, o por lo menos de no morirse de hambre, se accedía a la cultura, al poder y a la riqueza. Como vemos se funden en este estamento gentes de origen noble y de origen plebeyo, aunque lógicamente los primeros acaparan los principales c argos, cargos que no están cerrados a los segundos y puedan llegar a ellos en virtud de su valía personal. El número de clérigos en España sobrepasaba ampliamente los 250.000, una cifra increíble y desproporcionada. La Iglesia goza de enormes privilegios, no paga impuestos y posee el 25% de la tierra cultivable del país a la llegada de los Borbones. Los reyes ilustrados ven en la Iglesia a un estamento culto que se opone a sus reformas y que al controlar la enseñanza en el país garantiza que los modelos tradicionales se reproduzcan (controlan ideológicamente al pueblo a través de la educación). El choque más frontal se dará en 1767 cuando Carlos III expulse a los Jesuitas. El campesinado, vivía en unas condiciones precarias y veía con recelo cualquier reforma modernizadora. La burguesía, va apareciendo muy lentamente a lo largo del siglo XVIII en las ciudades. Estará formada por gentes de clase media: 13 Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración funcionarios, militares, profesionales liberales y comerciantes enriquecidos (abundantes en las zonas costeras). Su máxima aspiración es el ennoblecimiento, así comprarán títulos o se emparentarán con la nobleza vieja arruinada. 2. Economía y sociedad en la América española del S XVIII El siglo XVIII fue una etapa de prosperidad para el Imperio español. Contribuyó a ello la política de los Borbones, interesados en la defensa y engrandecimiento de los dominios americanos. La población de la América española aumentó en torno al 50%. A mediados de siglo se calcula que habrían unos 15 millones de habitantes, de los cuales, unos tres millones eran blancos, un millón y medio de negros (esclavos o libertos) y, el resto, indios y mestizos. La población blanca estaba formada por españoles (peninsulares, que ocupaban los altos cargos de la Administración y del clero) y sus descendientes nacidos en América (criollos, que contaban con poder económico y prestigio social, pero apartados del poder político, lo que daba lugar a rivalidades entre ellos y los peninsulares). Al lado de los metales preciosos, se desarrollaron, plantaciones de azúcar, cacao y algodón y tabaco trabajadas por mano de obra esclava. Potenciar el comercio colonial fue otra de las preocupaciones de la nueva dinastía. El monopolio comercial que tenía Sevilla lo perdió, en 1717, al trasladarse la Casa de Contratación a Cádiz. Más importantes fueron los decretos, con Carlos III, que acababan con el monopolio comercial en Cádiz y establecían la libertad de comercio (1765 y 1778) de los puertos españoles con América. Cataluña, con su industria de indianas, se vio muy favorecida con estas medidas, siendo Barcelona uno de los puertos con mayor comercio con América. En cuanto a divisiones administrativas, el de Nueva España siguió siendo el único para los territorios de América del Norte, pero en la del Sur fueron segregados del virreinato de Perú dos nuevos virreinatos: el de Nueva Granada (actuales Colombia, Venezuela, Panamá y parte de Ecuador), con capital en Santa Fe de Bogotá, y el de Río de la Plata (actuales Argentina, Paraguay y Bolivia) con capital en Buenos Aíres. En otro orden de cosas, la expulsión de los jesuitas fue un duro golpe para las misiones (las “reducciones”) de Paraguay. En California, el esfuerzo de los jesuitas fue seguido por los franciscanos. La cultura se vio estimulada con la creación de universidades (Santiago de Chile, La Habana y Quito), el auge de las imprentas y de la prensa y las expediciones científicas, como la de Jorge Juan y Antonio de Ulloa, que exploró el Perú y que consiguió la medición de un arco de meridiano (1736-1744). 14 Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración III. LA ILUSTRACIÓN, EL DESPOTISMO ILUSTRADO Y LA REVOLUCIÓN LIBERAL BURGUESA. El siglo XVIII ha sido llamado el siglo de la Razón o de las Luces. La Ilustración es un movimiento filosófico y cultural que se extiende por Europa, sus puntos principales son: la crítica contra todo, el someter todo al análisis de la diosa razón, cuestionar los argumentos religiosos y el poder de la Iglesia, el hombre debe aspirar a ser libre y feliz, en lo político tienen que haber división de poderes. Andando el tiempo estas ideas y otras parecidas serían la base de la Revolución Francesa. El objetivo fundamental de los ilustrados españoles fue acabar con la decadencia española, cuya causa es fundamentalmente económica, por lo que hay que reformar la economía mediante varias actuaciones: Desarrollando las ciencias útiles consideradas como base para la renovación tecnológica y el resurgir económico, por lo tanto hay que reformar la enseñanza. En general se critica lo teórico en favor de la ciencia aplicada. Hacen un análisis crítico de la estructura económica y social del país y muestran un gran interés por conocer las teorías políticas europeas, sobre todo la nueva manera de concebir y justificar el poder del rey (Rousseau y el Contrato Social, Montesquieu y la separación de poderes...). La monarquía se va a apoyar en las ideas de estos hombres para transformar el país, pero de las ideas ilustradas toman sólo lo que les interesa, la idea de razón iba en contra de la idea de rey por la gracia de Dios. El poder real se justificará a través de los escritos de varios ilustrados franceses, Rousseau dice que el poder del rey no le viene de Dios, el rey gobierna porque desde tiempos inmemoriales la sociedad siente la necesidad de ser gobernada y establece un pacto con los primeros gobernantes. Los reyes gobernaban a través del despotismo ilustrado, es decir, seguían teniendo el mismo poder que en épocas anteriores (es un déspota, un rey con poderes absolutos) pero ahora su máxima preocupación es el progreso y el bienestar de sus súbditos, pero sin preguntarles a ellos, el pueblo es menor de edad desde el punto de vista político, esto se resumen en la famosa frase de “todo para el pueblo pero sin el pueblo”. Pero el despotismo ilustrado no tocaba lo esencial del sistema del Antiguo Régimen, el poder absoluto de los monarcas y la división estamental de la sociedad. Para ello era necesario aplicar los principios defendidos por Montesquieu y Rousseau, que, respectivamente, defendían la división de los poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) y el principio de la soberanía nacional. El logro de estas ideas pasaba por el triunfo de la revolución liberal burguesa, siendo la revolución francesa, en 1789, la primera en iniciarse en Europa y con la que da comienzo la Edad Contemporánea. Como veremos, España no podía permanecer al margen de este proceso revolucionario, puesto en marcha el año siguiente de iniciar su reinado Carlos IV. 15 Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración Ideas y principios fundamentales de la Ilustración. Su desarrollo en Europa 16