SECUENCIA DIDÁCTICA Aprendizajes esperados

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SECUENCIA DIDÁCTICA
II. La diversidad de propiedades de los materiales y su
clasificación química.
Bloque
1. Mezclas, compuestos y elementos
Tema
1.3. Clasificación científica del conocimiento de los
materiales.
Subtema
•
•
La segunda revolución de la química: el orden en la
diversidad de sustancias
Aportaciones del trabajo de Cannizzaro y
Mendeleiev
Aprendizajes esperados
•
•
•
Reconoce que el conocimiento científico es tentativo y está
limitado por la sociedad en la cual se desarrolla.
Valora la importancia de la predicción de “nuevos elementos”
hecha por Mendeleiev, así como la organización y
sistematización de sus resultados.
Valora la experimentación y la sistematización de resultados
como característicos del trabajo científico realizado por
Cannizzaro.
ANTECEDENTES/IDEAS PREVIAS
Un antecedente al estudio de la importancia de la clasificación se puede encontrar en la
asignatura de Ciencias I. Bloque I. La biodiversidad: resultado de la evolución. Subtema
1.2. Importancia de la clasificación. Se toma como antecedente la importancia de la
clasificación ya que es fundamental que los alumnos reconozcan que los sistemas de
clasificación han cambiado de acuerdo a las necesidades y el contexto histórico social.
Además es necesario promover la reflexión de los alumnos en torno a la naturaleza de la
ciencia y la tecnología, destacando su validez y su carácter provisional.
Un antecedente al estudio de las aportaciones de los científicos a la humanidad se puede
encontrar en la asignatura de Ciencias II. Bloque V. Conocimiento, sociedad y
tecnología. Integración y aplicación 4. Ciencia y Tecnología en el desarrollo de la
sociedad. En el análisis de las aplicaciones tecnológicas relacionadas con la salud y la
comunicación existe el uso de nuevos materiales, como las sustancias radiactivas y la
fibra óptica.
1
Ideas previas de los alumnos.1
Persiste en el aula la idea de que el conocimiento científico se basa en la aplicación
rigurosa del “método científico” que debe comenzar por la observación de los hechos,
de la cual deben extraerse las leyes y principios. Por lo tanto ven a la ciencia como una
colección de hechos objetivos, regidos por leyes que pueden extraerse directamente si se
observan esos hechos con una metodología adecuada y los productos de la ciencia son
saberes acabados y definitivos.
Tradicionalmente, la enseñanza de la ciencia ha tratado de promover en los alumnos una
actitud científica, es decir intentar que adopten como forma de acercarse a los
problemas los métodos de indagación y experimentación usualmente atribuidos a la
ciencia. Son muchos quienes creen sin embargo que esa actitud de indagación y
curiosidad ya existe de hecho en los niños desde muy pequeños y por tanto todo lo que
hay que hacer es mantenerla viva y enriquecerla con la enseñanza de métodos
adecuados de acercamiento a la realidad.
Guy Claxton dice al respecto: 2
…si las sociedades necesitan científicos, necesitan personas que quieran llegar a ser
científicos; y esto significa que estas personas deban adquirir una imagen más o menos
precisa y positiva del trabajo científico, así como los principios de alguna compresión
científica, cuando son jóvenes. Se les debe dar una idea de lo que implica la
investigación científica y de los distintos tipos de ciencia que hay –desde vivir con
gorilas en las montañas africanas hasta sintetizar nuevos tipos de conservadores
alimenticios- para que les pueda gustar ganarse la vida con ella. Necesitarán “saborear”
de alguna manera cuáles son las recompensas y las satisfacciones, así como algunos
problemas éticos y prácticos que comporta la ocupación real de “hacer ciencia”
21
Actividades sugeridas
Tiempo estimado: 7 horas
Actividad de inicio.
Tiempo estimado: 10 minutos
Orientaciones para el profesor.
•
•
•
Breve introducción de los contenidos y los aprendizajes esperados del subtema
“Clasificación científica del conocimiento de los materiales”
Establecer con los alumnos los criterios de evaluación en cada una de las
actividades a desarrollar.
Todos los productos que se elaboren individualmente, en equipo y en grupo
formarán parte del portafolio para que estén disponibles en caso de ser necesaria su
consulta.
2
Rodrigo, Ma. José y J. Arnay (1997), Construcción del conocimiento científico escolar, España, Paidós, p.
41.
1
J.I. Pozo y M. A. Gómez Crespo (1998), Aprender y enseñar ciencia, Madrid, Morata, pp. 24,25 y 41
2
Clasificación de objetos cotidianos
Tiempo estimado: 60 minutos
Orientación didáctica
Se pide a los alumnos que clasifiquen los objetos cotidianos que se les proporcionen,
con el fin de que se cuestionen sobre los pasos que deben seguir y con qué propósito se
realiza una clasificación.
Formar equipos de 4 a 5 integrantes y proporcionar a los alumnos varios objetos baratos y
de uso cotidiano, para que lleven a cabo la clasificación. No dar más información a menos
que la soliciten, acerca del propósito y los pasos a seguir para la clasificación.
Concluida la actividad:
•
•
Explicar los criterios que utilizaron para su clasificación.
Comentar ¿Qué tan fácil o difícil resultó la actividad?
En plenaria, resaltar los criterios que utilizaron para clasificar, la necesidad de tener un
propósito y seguir un procedimiento, comparar los pasos que siguieron, con un
procedimiento estructurado para clasificar.
•
Expresar por escrito cinco frases que incluyan la palabra clasificar.
Procedimiento para clasificar:3
Defina el propósito, observe los objetos del conjunto e identifique sus características.
Identifique semejanzas y diferencias. Establezca relaciones entre las características
semejantes y diferentes. Identifique las variables correspondientes a las características
semejantes y diferentes. Seleccione las variables en que los objetos son, de alguna manera,
semejantes y diferentes. Defina el o los criterios de clasificación. Identifique los grupos de
objetos que comparten las mismas características, con respecto a las variables elegidas y
asigne cada objeto a la clase correspondiente. Anote o describa los conjuntos que forman
las clases. Verifique el proceso y el producto.
Evaluación diagnóstica:
Evaluación de las ideas iniciales de los alumnos. Escucharlas, registrarlas y relacionarlas
con la temática y su posible desarrollo.
Tomar decisiones oportunas para valorar si la actuación docente está en correspondencia
con las demandas de los estudiantes.
Identificar los obstáculos comunes para los procesos de enseñanza y aprendizaje que
servirán como referencia para que el docente diseñe sus propuestas en función de lo que
va a evaluar.
Actividades de desarrollo.
Actividad 1
Tiempo estimado: 120 minutos
Contexto histórico de sistematización de información en la Tabla Periódica
3
Margarita A. de Sánchez,. (1994) “Procesos Básicos del pensamiento” Desarrollo de Habilidades del
pensamiento, México, Trillas, pp. 78-81
3
Orientación didáctica
Se pretende que los alumnos comprendan que el conocimiento científico se genera con
ideas o hipótesis, las cuales se comprueban por medio del rigor de los métodos de
investigación científica, como la actividad experimental, la propuesta de modelos, la
elaboración de conclusiones, estas ideas o hipótesis pueden ser acertadas o erróneas,
además este conocimiento está limitado por la sociedad en la cual se desarrolla y su
momento histórico.
Una de las aportaciones de Cannizzaro
Formar equipos de 4 a 5 integrantes y proporcionar a los alumnos la lectura del tema a
tratar para marcar los hechos sobresalientes, que después serán ilustrados en una historieta
interesante y sencilla.
•
•
Una historieta sencilla, con un lenguaje claro y preciso. Hacer una narración
amena, divertida e interesante, empleando personajes imaginarios que narren la
historia.
Aspectos a tomar en cuenta, para la elaboración de la historieta:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
¿Qué personalidad tenía el científico?
¿Cuál era su nacionalidad?
¿Cuáles fueron sus principales contribuciones experimentales a la Ciencia?
¿Por qué Kekulé convocó a la 1ra Reunión Científica Internacional a los
químicos más importantes de Europa, en ese tiempo?
Nombra algunos de los científicos asistentes al congreso.
¿Cuál fue la contribución de Cannizzaro en el congreso?
¿Qué beneficios resultaron de su contribución?
¿A que actividades se dedicó durante su vida?
¿Cómo influyeron las condiciones sociales de su época en sus aportaciones a la
ciencia?
Stanislao Cannizzaro
Químico italiano, nacido el 3 de julio de 1826, muere el 10 de mayo de 1910, en Roma.
En 1841 se inscribe en la universidad de Palermo con la intención de estudiar medicina,
pero pronto cambió de idea y se dedicó a la Química.
En 1845 y 1846, trabajó como ayudante de Raffaele Piria (1815-1865), que era entonces el
profesor de química en Pisa.
Fue un hombre orgulloso que gozaba con las polémicas, lo que le llevó al principio de su
vida al agitado mundo de la política. En 1848 agitó a Europa una serie de revoluciones,
una de las cuales afectó al reino de Nápoles, del cual entonces formaba parte Sicilia.
Durante la revolución siciliana de independencia de 1848, Cannizzaro fue uno de los
revolucionarios sirviendo como oficial de artillería en Messina y diputado por Francavilla
en el parlamento siciliano. Después de la caída de Messina en septiembre de 1848 se
instaló en Taormina. Tras la derrota de los insurrectos tuvo que huir, escapando a Marsella
en mayo de 1849.
Mientras esperaba a que fuese segura su vuelta a la patria trabajó en Francia, donde
después de visitar varias ciudades francesas llegó a París. Allí entró en el laboratorio de
Michel-Eugene Chevreul, y junto con F. S. Cloz (1817-1883) hizo su primera contribución
a la investigación química en 1851, cuando prepararon cianamida por la acción del
amoníaco sobre el cloruro de cianógeno en una solución etérea.
4
En el mismo año fue designado profesor de química y física en el Colegio Nacional de
Alessandria, Piamonte, donde en 1853 descubrió un método para descomponer un tipo de
compuestos orgánicos denominados aldehídos aromáticos mediante una reacción que
todavía se conoce como reacción de Cannizzaro. Pero aún tenía por delante logros mucho
más importantes.
Durante los años de 1850 se había llegado en Química a un enorme grado de confusión.
En esta época la teoría atómica de Dalton era aceptada de forma generalizada, pero los
métodos que existían para dilucidar las estructuras de los compuestos en términos de
moléculas y átomos originaban grandes discusiones. La dificultad se encontraba en la falta
de acuerdo respecto a las masas atómicas de los elementos y por ello no podía conocerse
nada acerca de la formulación elemental de diferentes compuestos. En 1828, Berzelius
publicó una excelente tabla de masas atómicas y Stas trabajaba en la preparación de otra
mejor, pero no existía acuerdo en cómo se debían de usar.
Finalmente, Kekulé, sugirió una conferencia (1ra Reunión Científica Internacional de la
historia) a la que asistieron los químicos más importantes de Europa a fin de discutir el
asunto. Esta reunión se llamó Primer congreso Internacional de Química (y tuvo lugar en
1860 en Karlsruhe). Entre los 140 asistentes se encontraban Kekulé, Mendeleiev, Kolbe,
Frankland, Wöhler, Liebig, Dumas y Cannizzaro.
Cannizzaro publicó una memoria sobre el asunto titulada "Sunto di un corso di Filosofia
chimica" (1858) insistiendo en la distinción, antes hipotetizada por Avogadro, entre
masas moleculares y atómicas, que había estado olvidada durante medio siglo
(Avogadro había muerto dos años antes). Vio que la hipótesis podía usarse para
determinar la masa molecular de varios gases, pudiéndose determinar la composición de
los gases a partir de su masa molecular. Dio una brillante conferencia sobre la hipótesis de
Avogadro, describiendo la forma de usarla y explicando la necesidad de una distinción
clara entre átomos y moléculas. Distribuyó copias de su memoria y al final del Congreso
había convencido a muchos de los asistentes y discusiones posteriores convencieron a
otros más. Kekulé mejoró el método de representar las fórmulas de los compuestos y los
químicos pudieron ponerse de acuerdo en cuanto a las fórmulas de los compuestos más
importantes.
En el otoño 1855 fue nombrado profesor de química en la universidad de Génova, y
después de remotos profesorados en Pisa y Nápoles, aceptó la cátedra de química
inorgánica y orgánica en Palermo. Allí pasó diez años, estudiando los compuestos
aromáticos y continuó su trabajo sobre las aminas, hasta que en 1871 fuera nombrado para
la cátedra de química en la universidad de Roma.
En 1860 gracias a Napoleón III de Francia se estaban unificando los pequeños estados que
existían en Italia y Cannizzaro se unió al ejército de Garibaldi en el ataque contra Nápoles.
La eminencia científica de Cannizzaro en 1871 le aseguró la admisión al senado italiano,
del cual fue vicepresidente, y como miembro del Consejo de Instrucción Pública rindió
importantes servicios a la causa de educación científica en Italia.
Por su contribución en el congreso de Karlsruhe, de importancia fundamental para la
teoría atómica en química, le concedieron la Medalla Copley de la Royal Society en 1891.
Al revisar la actividad:
•
•
Cada equipo presenta su historieta ante el grupo, explicando la historia de
Cannizzaro.
En plenaria destacar su aportación sobre las masas atómicas de los elementos,
resaltando su capacidad interpretativa y de aplicación de la hipótesis de Avogadro;
contribución a la ciencia, indispensable tiempo después para ordenar los elementos
químicos.
5
•
Como evaluación de la sesión se considerará el trabajo para elaborar las historietas,
el análisis realizado para ver si contienen información correctamente comprendida
y los comentarios que emitan los estudiantes sobre la actividad.
Actividad 2
Tiempo estimado: 120 minutos
Clasificación de los elementos químicos.
La tabla periódica de los elementos fue propuesta por Dimitri Mendeleiev y Julius Lothar
Meyer quienes, trabajando por separado, prepararon una ordenación de los 63 elementos
conocidos, basándose en las propiedades químicas (Mendeleiev) y físicas (Meyer) con la
variación de sus masas atómicas. Esta tabla fue publicada en 1869, sobre la base de que
las propiedades de los elementos son función periódica de sus masas atómicas.
Orientación didáctica
Es importante que los alumnos valoren las aportaciones de cada investigador,
considerando que el discurso científico tiene su historia y que ésta expresa los
esfuerzos, discrepancias, límites, excesos, anticipaciones y acuerdos, ya que en su
elaboración se involucran seres humanos con enormes virtudes, pero también con
defectos. De tal manera que la ciencia se construye socialmente, mediante
aproximaciones, ajustes y convenciones.
Primera parte.
Formar equipos de 4 a 5 integrantes y proporcionar a los alumnos la lectura del tema a
tratar, para marcar los hechos sobresalientes, que después serán comentados en el grupo.
Contestando las siguientes preguntas:
•
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•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
¿En qué fechas sucedieron los acontecimientos?
¿Cómo se llaman los científicos principales de los que trata la lectura?
¿Cuál era su país de origen?
¿Cuál era su profesión y que intentaban hacer?
¿Qué criterios utilizaron para clasificar los elementos químicos?
¿En qué fecha publica cada uno su trabajo?
¿Quién publicó su trabajo en alemán? ¿Por qué?
¿Cuál fue la razón por la que no compartieron el crédito los dos científicos?
¿Qué fue lo sobresaliente del trabajo del científico?, ¿a quién le dieron todo el
crédito?, ¿cómo explicó su trabajo?
¿De qué manera respondieron los químicos prestigiados de ese tiempo ante la
propuesta de su trabajo?
¿Cómo logró demostrar que estaba en lo correcto?
¿Tú a quién le hubieras dado el premio Nobel?, ¿por qué?
Los dos científicos trabajaron duro, sin embargo uno sobresalió. ¿Cuál era su
actitud?
Ejemplo de lectura a entregar.
6
. «EL METAL PREDICHO» 4
A riesgo de hacerse objeto de burlas, algunos químicos siguieron intentando establecer
orden en la lista de los elementos. Cerca de 1870 lo intentaron independientemente dos; a
saber, el alemán Julio Lotario Meyer y el ruso Dimitri Ivanovich Mendeleiev.
Habían transcurrido cinco años desde que Newlands había propuesto un ordenamiento de
los elementos conocidos y ahora se afinaba más. Tanto el alemán como el ruso ordenaron
los elementos por masas atómicas, pero ambos se guiaban también por otras propiedades
atómicas. Sin entrar en detalle, Meyer hacía uso del volumen atómico y Mendeleiev de la
valencia.
Los dos notaron que cuando los elementos se disponían por orden de masas atómicas, las
demás propiedades, tales como el volumen atómico y la valencia, aumentaban y
disminuían en un orden determinado, es decir en forma periódica. Reconocieron también
que el período de aumento y disminución no comprendía siempre el mismo número de
elementos; al comienzo de la lista el período era de siete elementos, pero después se hacía
más largo. Tanto Meyer como Mendeleiev consiguieron publicar su trabajo. Mendeleiev
logró hacerlo imprimir antes y lo publicó en 1869, mientras que Meyer lo publicó en 1870.
Era de esperar que, aun así, saliese perdiendo Mendeleiev, pues en general, los químicos
europeos no entendían el ruso, y los descubrimientos rusos solían quedar ignorados; pero
Mendeleiev fue lo bastante previsor para publicar en alemán.
Así y todo, los dos podían haberse repartido el crédito, si no hubiesen seguido
orientaciones tan distintas. Meyer era tímido, nada deseoso de comprometer su carrera
científica adelantándose demasiado a las líneas frontales, presentó sus conclusiones en
forma de gráfico. No aventuró interpretaciones; dejó hablar por sí mismo al gráfico, que
habló en voz muy baja.
En cambio Mendeleiev construyó una verdadera «tabla periódica de los elementos», como
había hecho Newlands, en la cual las diversas propiedades variaban de modo periódico. A
diferencia de Newlands, Mendeleiev se negó a consentir que ninguna columna contuviese
elementos dispares. Si un elemento parecía ir a caer en una columna que no le cuadraba, lo
corría a la siguiente, dejando un hueco.
¿Cómo explicar esos vacíos? Mendeleiev indicó audazmente que era obvio que no todos
los elementos estaban descubiertos aún, y que cada vacío correspondía a un elemento por
descubrir. Newlands no había contado con elementos aún desconocidos. En cuanto a
Meyer, su gráfico estaba arreglado de manera que no había huecos; y él mismo confesó
más tarde que nunca hubiese tenido el valor de razonar como Mendeleiev.
Éste llegó a afirmar que hasta podía predecir las propiedades de los elementos
desconocidos, fijándose en las propiedades de los demás elementos de la columna en que
estaba el hueco. Escogió en particular los huecos que quedaban bajo los elementos
aluminio, boro y silicio, en sus tablas primitivas. Esos huecos, dijo, indican elementos por
descubrir; los llamó provisionalmente «eka-aluminio», «eka-boro» y «eka-silicio».
Se consideró, por ejemplo, el eka-aluminio. Juzgando por el resto de la columna y por su
situación general en la lista, Mendeleiev dedujo que su masa atómica estaría alrededor de
68; que tendría una densidad moderada, unas 5.9 veces mayor que el agua; que su punto
de ebullición sería alto, pero el de fusión bajo, y que poseería una porción de propiedades
químicas cuidadosamente especificadas.
Ante esto, la reacción del mundo químico registró desde la risa de indulgente burla al
bufido de desprecio. Bastante mal estaba jugar con los elementos, edificando con ellos
complicadas estructuras; pero describir elementos que nadie había visto, basándose en
esas estructuras, parecía misticismo y nada más, cuando no charlatanería.
4
Isaac Asimov, (1978), Los lagartos terribles y otros ensayos científicos, Madrid España, Editorial Alianza,
p. 188.
7
Lecoq de Boisbaudran ardía en deseos de descubrir también elementos. Aplicando una
nueva técnica, pasó quince años sometiendo al análisis espectral cuantos minerales caían
en sus manos, orientándose con sagacidad hacia los minerales más idóneos para
proporcionarle los nuevos elementos que buscaba.
Al fin dio con un mineral que había sido llamado por los mineralólogos primitivos galena
inanis o «mena de plomo inútil». Resultaba inservible, porque era una mezcla de sulfuro
de zinc y de hierro, y los procedimientos ideados para extraerle el plomo que no contenía
fracasaban, naturalmente. Ahora se llama esfalerita, de una palabra griega que significa
«traidor», por haber engañado tantas veces a los mineros primitivos.
Para Lecoq de Boisbaudran nada tuvo esa mena de inútil y de traidora. En febrero de
1874, sometió el mineral al análisis espectroscópico y descubrió dos líneas espectrales que
nunca había visto.
Corrió a París, donde repitió sus experimentos ante varios químicos eminentes. Empezó
luego a trabajar con cantidades mayores de mineral y en noviembre de 1875 había
obtenido ya un gramo de un cuerpo nuevo; suficiente para presentar parte a la Academia
de Ciencias de París y sacar muestras del resto, para analizarlas.
El nuevo metal resultó tener un peso atómico un poco inferior a 70; una densidad 5.94
veces mayor que el agua; un punto de fusión bajo: de 30oC; un punto de ebullición alto: de
unos 2.000oC; y presentaba una serie de reacciones químicas características.
En cuanto se anunció esto, Mendeleiev, desde la remota Rusia, proclamó muy excitado
que lo descrito por Lecoq de Boisbaudran era precisamente el eka-aluminio, que él había
deducido de su tabla periódica, cinco años antes.
El mundo científico quedó estupefacto. Las propiedades del eka-alumnio, predichas por
Mendeleiev, corrían impresas; las descritas por Lecoq de Boisbaudran, de su nuevo
elemento, corrían impresas también. Ambas coincidían casi exactamente en todos los
detalles.
No era posible negarlo: tenía que estar en lo cierto Mendeleiev. La tabla periódica tenía
que ser una descripción útil del orden y sencillez ocultos tras los elementos.
Por si alguna duda quedaba, los otros elementos predichos por Mendeleiev fueron
descubiertos también a los pocos años, y sus predicciones coinciden también con la
realidad. Así como antes todo el ridículo cayó sobre Mendeleiev y no sobre Meyer, ahora
en cambio Mendeleiev acaparó toda la fama. En 1906, pocos meses antes de morir, estuvo
a punto de lograr el premio Nobel; se lo quitó por un voto Moissan, el descubridor del
flúor.
Segunda parte.
• En equipos ilustrar la vida de Mendeleiev a través de una historieta sencilla. Con
los datos más sobresalientes que se obtuvieron de la lectura.
Al revisar la actividad:
• Cada equipo presenta su historieta ante el grupo, explicando la historia de
Mendeleiev y su aportación a la ciencia.
• En plenaria los alumnos destacan la importancia del trabajo de Mendeleiev y de
Meyer, es importante resaltar la hazaña de Mendeleiev, al predecir nuevos
elementos químicos, así como la sistematización de sus resultados; lo anterior
ayuda a ejemplificar la capacidad predictiva y tentativa de la ciencia.
• Retomar de la actividad de inicio, la importancia de la clasificación, la necesidad
de tener un propósito y seguir un procedimiento, igualmente retomar de la
actividad uno, lo trascendental del trabajo de Cannizzaro, para la posterior
clasificación de los elementos químicos.
8
•
Como evaluación de la sesión se considerará la comprensión de lectura plasmada
en historietas con información que refleje la información analizada, además de la
participación de los estudiantes para exponer este trabajo.
Actividad 4
Exposición de las tablas periódicas
Tiempo estimado: 75 minutos
Orientación didáctica
Lo importante es que los alumnos comprendan el desarrollo que ha tenido la tabla
periódica, las aportaciones que a lo largo de su vida realizaron diversos científicos y
que en la actualidad aun se siguen proponiendo arreglos y maneras alternativas de
presentar los elementos en una tabla. Los alumnos ya tienen idea del trabajo de
Mendeleiev y Meyer y podrán profundizar en él con su investigación, pero vale la
pena orientarlos un poco más para que localicen información sobre los intentos de
clasificación previos de Döbereiner, Chancourtois y Newlands, por ejemplo.
Formar equipos de 4 o 5 integrantes, para realizar una indagación sobre el desarrollo de la
tabla periódica hasta las que encontramos actualmente en Internet.
Con los siguientes datos:
•
¿Quién es el autor?
•
¿En qué fecha la propuso?
•
¿Qué criterio utilizó para ordenar los elementos?
•
¿Qué datos contiene la tabla periódica?
Realizar una exposición con las tablas periódicas, por fechas, sin olvidar incluir las
historietas de Cannizzaro y Mendeleiev, resaltando las contribuciones que realizó cada
científico a la clasificación de los elementos químicos.
•
Cada equipo expondrá su trabajo dando respuesta a las anteriores preguntas.
•
En plenaria concluir la actividad destacando el criterio que actualmente se utiliza
para clasificar los elementos químicos e identificar algunos datos que contiene la
tabla periódica (símbolo y nombre del elemento, número atómico, masa atómica y
valencia).
•
Para la evaluación de la actividad se considerará todo el trabajo realizado por los
estudiantes y la forma en la que lo expongan, además de incitarlos a que expresen
las dudas que aún tengan.
Actividad 5. Cierre.
Tiempo estimado: 45 minutos
El trabajo científico
Orientación didáctica
Lo importante es que los alumnos elaboren conclusiones respecto al trabajo
científico, destacando las habilidades y actitudes del quehacer científico durante su
desarrollo.
9
Formar equipos de 4 o 5 integrantes, proporcionar a los alumnos los productos que se
elaboraron durante las actividades: una de las aportaciones de Cannizzaro, la clasificación
de los elementos químicos y la indagación de las diferentes versiones de tablas periódicas.
• Revisando los productos de las actividades, destacar lo positivo, negativo e
interesante del Trabajo Científico.
POSITIVO
•
NEGATIVO
•
INTERESANTE
•
•
Este es un momento adecuado para volver a rescatar el hecho de que cada época,
con sus avances, sus formas de comunicación, sus comodidades y dificultades,
condiciona el desarrollo de la actividad científica, misma que está en constante
evaluación y renovación.
•
Para concluir la actividad destacar que los trabajos realizados por todos los
científicos hacen posible el progreso de la ciencia, pero hay algunos que en
particular dan un impulso decisivo a determinado campo y es necesario hablar un
poco más de ellos. Como es el caso de Cannizzaro y Mendeleiev.
•
La evaluación del conjunto de actividades debe considerar todos los productos
obtenidos y los comentarios de los estudiantes sobre las facilidades y dificultades
que tuvieron para lograrlos.
Bibliografía.
D. Cruz, J. A. Chamizo, y A. Garritz,. (1988), “Emplear la historia para enseñar
química” Contactos, vol III, No 4. México, Universidad Autónoma Metropolitana, pp. 5461.
Isaac Asimov, (1978), Los lagartos terribles y otros ensayos científicos, Madrid España,
Editorial Alianza, p. 188.
J. I. Pozo Municio y M. A. Gómez Crespo (1998) Aprender y enseñar ciencia. Madrid,
Morata, pp. 41.
J. L. Hidalgo Guzmán (2000), La ciencia en la escuela, México, D.F., Graphos y
Entornos, p.25.
J. Méndez Vivar (2001), “Una odisea a través del espacio, de la tabla periódica y de la
mitología” Contactos, 40. México, Universidad Autónoma Metropolitana, pp. 53-67.
M. A de Sánchez (1994), “Procesos Básicos del pensamiento” Desarrollo de habilidades
del pensamiento, México, Trillas, pp. 78-81.
M. de los D. Ayala Velásquez (1997), “Intercambio de experiencias en la enseñanza III.
Un científico” Contactos 22, México, Universidad Autónoma Metropolitana. pp. 30-36.
Rosalind Driver et al. (2000), Dando sentido a la ciencia en secundaria. Investigaciones
sobre las ideas de los niños, México, Visor/SEP (Biblioteca para la actualización del
maestro), pp. 103-108.
Páginas en Internet visitadas.
http://es.wikipedia.org/wiki/Stanislao_Cannizzaro
http://www.lenntech.com/espanol/tabla-periodica.htm
http://www.geocities.com/erkflores/Tabla.htm
http://www.educaplus.org/sp2002/index1.html
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