Los Canteros del Románico - Universitat per a Majors

Anuncio
-1-
ÍNDICE
• Preámbulo…………………………….
4
• .. La Edad Media ……………………….
5
• El feudalismo …………………………
5
• La vida en la época feudal ……………
7
• La ciudad medieval …………………
10
• La sociedad medieval …………………
12
• La economía medieval ……………….
13
• Los canteros románicos ……………...
16
• Signos lapidarios ……………………
22
• Conclusiones …………………………
26
• Bibliografía …………………………...
27
-2-
-3-
PREÁMBULO
Teniendo que hacer un pequeño trabajo para que nos den el diploma de Titulado
Universitario Senior
nos pareció bien, hacer un trabajo sobre un tema, que tiene
mucho de fascinante y también un poco olvidado en la vida medieval: “Los Canteros
del Románico”. Un estudio sobre los antepasados nuestros que hicieron esas fabricas de
piedra que nos llaman tanto la atención, pues aun las mas sencillas tienen su gracia y
bien hacer. Así pues nos pusimos a buscar y estudiar sobre el tema y este es el
trabajo que hemos realizado.
Los signos de los canteros nos llamaron siempre la atención y nos preguntábamos, el
porqué de esos signos, ciertamente son signos de salario, pero hay también signos que
no se sabe todavía que querían decirnos. Después de leer la opinión de algunos
expertos sobre el tema podemos afirmar que hay signos que quieren decirnos algo
más. Hay piedras en las que los canteros marcaron los juegos (tres en raya) con los
cuales se entretenían entre talla y talla y entre colocación de piedra y subida de hilada.
Queremos con este trabajo empezar a ver la construcción de estos monumentos, a través
de
pequeñas firmas; cuándo pasaron y cuántos edificios construyeron los mismos
canteros. Esto es un trabajo de investigación y para gente preparada, pero nuestra
intención es seguir a estos expertos y con ellos saber un poco más de estos artesanos
del medievo que con su esfuerzo y sacrificio hicieron posible estas fabricas, que aun
las más humildes (éstas mas si cabe) nos recrean el espíritu y nos trasmiten su
tranquilidad y paz.
-4-
LA EDAD MEDIA
En esta época, continuación de la desmembración del Imperio Romano, se gestaron
muchos cambios importantes. El occidente europeo esta marcado por el feudalismo.
Este régimen se inicia al final del imperio y principio de la alta edad media y se iría
debilitando a lo largo del medievo para acabar en el nacimiento de los estados modernos
y afianzamiento del poder real. El siglo XI marco la cumbre del sistema feudal.
En esta época la iglesia se convirtió en una institución fundamental de la sociedad,
acaparadora de la cultura, pero muy intolerante en cuanto a lo religioso.
A finales del siglo XII empiezan a nacer las ciudades como centros de desarrollo. En
estas empieza a desarrollarse una sociedad “la burguesía” que buscando sus mejoras se
aliaban con los reyes buscando la protección frente a los señores feudales fue así como
los reinos fueron recuperando el poder.
FEUDALISMO
Los grandes señores poseedores de la tierra al desaparecer la autoridad estatal, con las
segundas invasiones bárbaras, se convierten en dueños de hombres libres por medio del
acto de vasallaje, prestando a éstos tierras y protección.
El vasallo, dependiente del señor le debe fidelidad y obediencia a cambio de la
protección y préstamo de las tierras. La tierra se convierte en el beneficio, la riqueza, lo
que da beneficio al feudo.
Fue hacia el año 1000 cuando el termino feudo comenzó a emplearse en sustitución de
“beneficio “este cambio de términos refleja una evolución de la institución. A partir de
este momento se aceptaba de forma unánime que las tierras entregadas al vasallo eran
-5-
hereditarias, con tal de que el heredero que las recibiera fuera grato al señor y pagara un
impuesto de herencia llamado “socorro”.
El vasallo no solo prestaba el obligado juramento de fidelidad a su señor si no también
un juramento especial de homenaje al señor feudal, el cual a su vez, le investía con un
feudo. De este modo el feudalismo se convirtió en una institución tanto política como
militar basada en una relación contractual entre dos personas individuales las cuales
mantenían sus respectivos derechos sobre el feudo..
El feudalismo alcanzo su madurez en el siglo XI y tuvo su máximo apogeo en los siglos
XII y XIII. Su cuna fue la región comprendida entre los ríos Rin y Loira dominada por
el ducado de Normanda .Al conquistar sus soberanos al final del siglo XI el sur de Italia
Sicilia e Inglaterra y ocupar Tierra Santa en la primera cruzada establecieron en todas
estas zonas las instituciones feudales.
España también adoptó un cierto tipo de feudalismo en el siglo XII al igual que el sur de
Francia, el norte de Italia y los territorios Alemanes.
En definitiva se trata de unas relaciones de producción y dependencia entre el
campesino y el Señor, teniendo como fuente de riqueza una base predominantemente
agrícola.
La base de las relaciones feudovasallisticas era la fidelidad mutua. El rey ,el señor
feudal estaban tan vinculados y obligados por la fidelitat como sus vasallos. Violar un
juramento de fidelidad equivalía a convertirse en perjuro, hecho de una importancia
muy grande en una sociedad tan religiosa. Entre los vasallos, los del rey eran
considerados mejor, que los vasallos de los condes obispos, y abades.
La autoridad feudal se halla fuertemente jerarquizada. En la cúspide se encuentra: el
rey, al que siguen duques, condes y barones y los caballeros que sirven de base al
régimen feudal.
-6-
En su forma mas clásica el feudalismo occidental asumía que casi toda la tierra
pertenecía al príncipe soberano – bien el rey el duque el marqués o el conde que la
recibía “de nadie sino de Dios”.
El príncipe cedía los feudos a sus barones, los cuales le rendían el obligado juramento
homenaje y fidelidad por el que prestaban su ayuda política y militar según los términos
de la cesión .Los nobles podían ceder parte de sus feudos a caballeros que le rindieran a
su vez homenaje y fidelidad y le sirvieran de acuerdo a la extensión de las tierras
concedidas.
La iglesia consideraba que los gobernantes lo eran por la gracia de Dios y estaban
revestidos de un derecho sagrado .El florecimiento del comercio y de la industria dio
lugar al desarrollo de las ciudades y a la aparición de una incipiente burguesía, la cual
exigió a los príncipes que mantuvieran la libertad y el orden necesarios para el
desarrollo de la actividad comercial. Esa población urbana también demando un papel
en el gobierno de las ciudades para mantener sus riquezas. Con los impuestos que
obtuvieron de las ciudades, los príncipes pudieron contratar sirvientes civiles y soldados
profesionales de este modo pudieron imponer su voluntad sobre el feudo y hacerse más
independientes del servicio de sus vasallos.
LA VIDA EN LA EPOCA FEUDAL
Hay que distinguir dos grandes grupos sociales en la época feudal: el de los nobles y
caballeros y el de los campesinos.
Los nobles y caballeros con castillo propio o castellanos de otros nobles de mayor
categoría, hasta el S. XII vivieron en los castillos con escasas comodidades .De ahí que
prefieran vivir al aire libre.
La guerra y la caza eran los placeres favoritos de los caballeros .Desde muy jóvenes los
nobles servían a su señor como escuderos y una vez entrenados eran armados
-7-
caballeros. Educados en la violencia y crueldad, tratados con dureza en su juventud los
nobles no alcanzarían algún refinamiento hasta el S. XII.
La iluminación en los castillos y casas se hacía por medio de teas y velas de sebo y cera,
pero por lo general era la luz del hogar la que iluminaba y daba calor a la estancia
principal. El resto de habitaciones y estancias de los castillos solían ser oscuras y sus
ventanucos eran altos y estrechos.
Muy pocas personas sabían leer, escribir o contar, salvo los clérigos. Algunos caballeros
empezaron a leer las horas canónicas y después los libros de misa .Para sus servidores
quedaba el cuidado de las armas y los caballos sus rebaños y sus tierras. Las damas
rezaban, tejían y bordaban.
Los campesinos constituían la masa de la población. Su vida discurría en pobres
cabañas de adobe de piedra o de madera, era una vida mísera y austera. Su trabajo se
regía por la marcha del sol. Las faenas agrícolas les ocupaban de sol a sol. Aun así se
distinguían dos clases fundamentales: los villanos y los siervos.
Los villanos; habitantes de las villas, libres en sus personas y sujetos a rentas fijas y
prestaciones menos pesadas, que podían trasladarse libremente y legar sus bienes y
muebles a sus herederos.
Los siervos: carentes de libertad personal sujetos a la tierra, cuyas rentas y prestaciones
no eran fijas, debían solicitar permiso al señor para contraer matrimonio y no podían
legar nada a sus hijos.
-8-
-9-
LA CIUDAD MEDIEVAL
En antiguas ciudades que aun no habían desaparecido del todo, con las invasiones tanto
normandas como musulmanas, la gente tiende a refugiarse en estas ciudades protegidas
por el castillo o monasterio con recintos amurallados.
Los siervos dejan la tierra y se agrupan entorno al castillo o monasterio, de donde con el
tiempo surgirán los “burgos”, que se convertirán en centros de mercado. La ciudad
medieval es un recinto amurallado de calles estrechas con una plaza central, la iglesia,
más tarde catedral, las casonas de la gente pudiente y el ayuntamiento. La rivalidad
entre las diversas ciudades es lo que a la postre originará su decadencia.
Al principio, los habitantes de la ciudad, estaban sometidos a múltiples cargas,
impuestas por su señor, quien se reservaba el “bao”derecho de dar órdenes (o derecho
de bando). El tribunal del señor era el encargado de administrar justicia en la esfera civil
y criminal, pero el señor podía usar de su poder, para robar a los mercaderes
exigiéndoles gravámenes, impuestos o apoderándose de sus mercancías. Fue preciso,
que al lado del derecho feudal se desarrollara un nuevo derecho mercantil, que
protegiera los intereses económicos de las gentes que poblaban villas y ciudades.
Los mercaderes para protegerse, se asociaban. En muchas ciudades los comerciantes
constituían el sector principal el grupo con mayor fuerza económica que poblaban los
“burgos”. Seguros de su fuerza los burgueses protestaron contra los derechos arbitrarios
que les exigían los señores de la ciudad (laicos o eclesiásticos) en particular al entrar o
sacar mercancías de la ciudad. Los oficiales del señor apostados en las puertas de las
murallas controlaban fácilmente las cargas de los animales y carros y exigían los
portazgos correspondientes.
Los comerciantes y artesanos constituyeron sus ghildas, hansas o gremios, asociaciones
protectoras de sus intereses, que pronto iban a ser suficientemente fuertes para
enfrentarse a los Señores.
-10-
Al asociarse se ligaban por juramento unos a otros con objeto de garantizarse mutua
seguridad y de este modo los conjuramentados pasaban a constituir una comunidad o
comuna.
Dentro del recinto amurallado, comunicado con el exterior por puertas bien protegidas y
flanqueadas por torreones de base cuadrada o circular se extendían las calles principales
y secundarias en líneas sinuosas. La anchura solía oscilar entre los dos y cuatro metros.
La superficie viaria solía representar el 20 % de la extensión de la urbe .La mayor parte
de las casas eran de madera de adobe o tapial con techumbre de barro y paja. Las casas
no tenían más que una planta, dos a lo sumo, al principio. En las cuales solían convivir
las personas con los animales .La estrechez de las calles y los saledizos de las casas
tamizaban la luz. Pocas calles estaban empedradas y muy pocas tenían cloacas y
carecían de iluminación nocturna.
La permanencia de los siervos durante un año y un día dentro de sus muros, sin que
fuera reclamado por su Señor, le convertía en hombre libre, cuando se presentaba al juez
ante testigos.
En las plantas bajas de las casas de las calles principales, se abrían pequeñas tiendas y
obradores donde vendían y trabajaban, los comerciantes y artesanos en su oficio. En las
principales ciudades los artesanos del mismo oficio se agrupaban en determinadas calles
a las cuales dan nombre.
La incorporación de los
arrabales al recinto mediante cinturones más amplios de
murallas, se extendían las zonas artesanas por ámbitos mas grandes y permitía una
mayor especialización artesana. Ceramistas, olleros, herreros y canteros trabajaban al
exterior .
Entre los edificios de la ciudad destacaban el palacio del Señor, y el del Obispo, la
catedral iglesias y monasterios, el palacio comunal o (ayuntamiento) y las casas de los
principales caballeros, eclesiásticos y burgueses que residían en la ciudad.
-11-
Los hogares medievales no tenían nada que ver con lo que conocemos hoy. El
campesino pasaba la mayor parte de la jornada fuera de casa. Las casas tenían muchas
corrientes de aire y escasa luz. Las ventanas no tenían cristales. Las velas se hacían
pelando un junco y lo mojaban en manteca y así ardía como una vela. Las familias
comían dormían y pasaban su tiempo libre juntas. Por el contrario las casas de los ricos
eran mucho mas complicadas. Los suelos se cubrían de baldosas adornadas y los muros
con tapices.
Otra diferencia entre las clases era la comida: los pudientes podían permitirse una gran
variedad de comida, incluyendo los frutos secos, las almendras y las especias asiáticas
que eran productos muy caros.
LA SOCIEDAD MEDIEVAL
La sociedad medieval, estaba organizada en base a un sistema feudal (entrega de bienes
a cambio de servicios). Así aparece la servidumbre de una gran masa de población
agrícola, sujeta a cargas y prestaciones personales y a los abusos de los señores.
La persona con potestad para otorgar tierras eran: el Rey, los nobles, obispos, etc, a
cambio le ofrecían su ayuda en tiempos de guerra. Estos nobles generalmente los más
importantes, juraban fidelidad al Rey en un acto llamado homenaje, en el cual el noble
se arrodillaba ante el Rey y a raíz del cual se convertía en vasallo (servidor del Rey)
Estos a su vez repartían las tierras entre otros nobles mas inferiores o caballeros que se
convertían en vasallos suyos.
En el escalón más bajo se encontraban los campesinos que trabajaban la tierra y estaban
vinculados a ella (siervos de la gleba ) con pocos derechos, escasas propiedades y
ningún vasallo.
Según las leyes medievales, un campesino no era dueño de si mismo .Todo cuanto
poseía incluida la comida pertenecía al señor del feudo. Estaban obligados a trabajar
-12-
para su señor. Les estaba prohibido marcharse del feudo sin permiso. La única forma
que tenía un campesino de conseguir su libertad era ahorrar lo suficiente para poder
comprarse un lote de tierras, casarse con una persona libre o huir a la ciudad, y al pasar
un año y un día dentro de la ciudad sin ser reclamado automáticamente era considerado
libre.
La labranza y la cría del ganado era un trabajo que absorbía toda la jornada. El 90% de
la población vivía del campo y trabajaba la tierra.
LA ECONOMIA MEDIEVAL
En esta época el dinero escaseaba y las principales fuentes de riqueza eran la ganadería
y la agricultura, ésta basada principalmente en el latifundio. A partir del siglo X la
población aumentó, lo que hizo que en el siglo XI hubiera que buscar nuevos recursos,
trabajar nuevas tierras, aumentar la ganadería y se dé un aumento del comercio. Es a
partir de estos nuevos impulsos cuando se empezaron a construir los gremios como
asociaciones de un doble carácter: cofradías religiosas, bajo el patronazgo de algún
santo o virgen y los gremios artesanos o profesionales, estructurados en maestros,
oficiales y aprendices. Estos gremios se intensificaron y llegaron a convertir el mundo
laboral en un círculo cerrado de rígidas estructuras.
Los gremios eran organismo que regulaban la producción (cantidad, calidad, salarios y
precios). En los comienzos de la industria urbana no existía reglamentación de ningún
tipo, el artesano trabajaba para un gran mercader que le proporcionaba al mismo tiempo
la materia prima y fijaba las características de la obra que debía realizar. Pero pronto la
pertenencia a un mismo oficio, creó entre los artesanos una comunidad de intereses y de
problemas que se reflejó en la aparición de asociaciones de tipo religioso y caritativo de
cofradías puestas bajo la advocación de un patrono al que se rendía de culto, la
solidaridad entre los cofrades se manifestaba en la oración de un sistema de ayuda
mutua.
-13-
Estas primeras organizaciones se transformaron en gremios a medida que aumentaba el
número de artesanos de un oficio y adquiría importancia su industria. La creación de los
gremios no fue sin embargo otra exclusiva de los artesanos. Sus orígenes deben
explicarse por la coincidencia de intereses de los grandes mercaderes y los trabajadores
o artesanos.
Existen muchas hipótesis acerca de los orígenes de los gremios. El gremio medieval fue
el resultado de la conducción de dos acciones: la de la libre asociación de los artesanos
urbanos que a partir del siglo XI constituyeron cofradías con fines religiosos y
asistenciales y la de los poderes públicos en su intento de controlar la calidad y el precio
de la producción artesanal. De hecho hay que distinguir las cofradías de los gremios que
son corporaciones caracterizadas por unos privilegios para la defensa de sus asociados y
por unas obligaciones que les somete al control de los poderes públicos (generalmente
el municipio) para defender a los consumidores urbanos, garantizándoles la calidad de
la producción artesanal.
Los gremios organizaban el oficio mediante estatutos gremiales que obligaban en
conciencia a todos los afiliados. Los gremios solían tener tres categorías: aprendices,
oficiales y maestros.
Los aprendices vivían durante varios años, de tres a ocho, en casa de los maestros. Una
vez sabido el oficio, pasaban a ser oficiales pudiendo trabajar en un taller u obrador
ajeno y percibir un salario e incluso tener algún aprendiz a su cargo. Si después de un
tiempo deseaba llegar a maestro, debía de someterse a un examen, ante un tribunal del
gremio, formado por maestros presentar ante el mismo una “obra maestra” que
acreditara sus conocimientos de oficio. Admitido como maestro debía de inscribirse en
el gremio y podía abrir su taller.
-14-
-15-
LOS CANTEROS
En esta época hay una actividad febril por construir, siendo que entonces la Iglesia era
la que tenía la cultura y a la postre la que disponía de una economía boyante, empezaron
a surgir, bien en los monasterios bien en los pueblos las iglesias en las cuales se reunía
el pueblo en los días festivos. Fue así como a través de la iglesia se fueron haciendo esas
obras románicas, que procuraban fuese lo más digna posible, muchas veces el pueblo
ayudaba a construir con trabajo voluntario “pro médium pécate”, aun cuando
normalmente eran canteros profesionales los que llevaban el peso de la obra. Siendo
ésta en función de las posibilidades de cada cual. De ahí esa disparidad entre unos
monumentos y otros aun siguiendo todo el mismo estilo. Durante el románico la talla de
la piedra y sus posibilidades constructivas volvieron a ser lo que fueron en otras épocas,
tras superar el vació detectado en la época alto medieval. De los eremitorios escavados
en las rocas pasamos al volumen de las fábricas del románico.
Los canteros de esta época apenas entendían de “latines” y solían ceñirse a un programa
estipulado que era impuesto por el promotor. Aunque no podían eliminar del todo la
creatividad del cantero, la escultura románica era todavía una actividad de artesanos.
Cuando contemplamos los ábsides románicos no podemos dejar de pensar en el carácter
seriado de las piezas. Los talleres rurales elaboraban series validas para completar los
perfiles de las ventanas y los aleros, independientemente del destino final de tal
producción.
El material pétreo se adquiría por encargo era producto claramente estandarizado
aunque estuviera sujeto a los altibajos y modas de la construcción. Así pues, en muchos
edificios de pequeña factura hay piezas que no encajan bien y las combinaciones son
forzadas, recicladas con ornamentaciones cambiantes. Los constructores se veían
sometidos fuertemente al uso de materiales de serie, adaptados a las necesidades de
diversos espacios y las variadas posibilidades económicas de cada promotor.
Aunque la perfección técnica de los edificios punteros es tan singular que ocho siglos
después todavía nos sorprende.
-16-
No podemos pasar por alto la absoluta preponderancia de las humildes construcciones
rurales, perfectamente adaptadas a las necesidades de pequeñas comunidades cuyos
recursos no pasaban de ser muy pobres en el mejor de los casos discretos (en realidad
constituyen el grueso de las edificaciones). Las mejores manifestaciones se debieron a
la iniciativa monacal, el resto de fábricas recurren a canteros locales, con mejor
voluntad que acierto.
La personalidad del artesano pasaba siempre desapercibida. El verdaderamente
importante fue el pagador. Las escasas inscripciones referidas al entorno de la
construcción suelen consignar quien consagraba la iglesia y quien había dotado los
medios económicos precisos. Raramente aparece el nombre profesional a lo sumo el del
constructor.
Las famosas rayas marcadas angulares en zigzag, circulares y trapezoides, que vemos en
cualquiera de las caras de los sillares que componen los aparejos medievales y que, lejos
de ser concertaciones simbólicas, resultaban simples destajistas útiles a efecto de
contabilidad y autoría; pieza labrada y marcada pieza cobrada. Hay otras marcas de
colocación y de posición idóneas para los ensamblajes de dinteles dovelas esculturas
exentes y arquivoltas que se tallaban a nivel de suelo y luego habían de colocarse en el
sitio idóneo. También en los talleres de los monjes cistercienses ciertos capiteles se
tallaron in situ, cuando el bloque estaba ya asentado en su posición final.
El grueso de los canteros románicos debieron limitarse a la labra de sillares placas
dovelas, escalones, miniaturas y elemento. Sólo los más dotados alcanzaron a componer
piezas decoradas (capiteles, basas, chambranas, tímpanos,) celosías, mensuras,
arquivoltas y claves.
Las más de las veces con sugestivos repertorios vegetales, en otras desplegando un
atractivo mundo figurativo, bestiarios las raíces clásicas, la tradición propia, ceremonial
litúrgico. No es de extrañar que los mismos artífices apenas comprendieran el
-17-
significado de tales escenas, lo cual comportaría ciertas distorsiones iconográficas. La
escultura no se entendería sin la apoyatura de pintura ya desaparecida.
Las manifestaciones artísticas medievales están rígidamente sujetas a los principios de
copia y reproducción. Los libros de modelos, los apuntes y las plantillas, van en manos
de los especialistas que los trasladan de una fábrica a otra. Es por lo que vemos muchos
capiteles, iguales en las distintas obras del románico. Los mismos escultores se
trasladaban de una construcción a otra. Grupos de canteros se trasladaban cuando
acababan en una obra a otra.
A la hora de saber técnicas y métodos de elaboración nada mas tenemos la iconografía
de la época (los frescos de Saint-Jarrín-Sur-Carternpe, las cantigas de Alfonso X) pero
se carece de documentación escrita. Los monasterios estaban más interesados en hacer
saber su renta de dominios y títulos de propiedad que en consignar los avatares
edificatorios de sus respectivas fabricas, por eso los aspectos constructivos y artísticos
sea prácticamente nula la información.
Aquellas ilustraciones muestran a los constructores sobre los muros de sus fábricas y
junto a sus herramientas de trabajo: la pica el hacha, el trinchante, la paleta, el puntero y
la maza, la regla, el compás, el nivel, y la plomada. En el suelo los peones
especializados preparan los morteros (cementerios) que junto a los sillares, eran
elevados hasta los andamiajes y plataformas superiores. Ciertos orificios que se
conservan aun en los aparejos exteriores de nuestros ábsides certifican el uso de tales
estructuras autoportantes capaces de soportar el peso de operarios y materiales a medida
que el muro iba ganando altura. Toda actividad destinada a elevar un edificio en piedra
comportaba unos grandes recursos de madera. Cimbras escaleras, tablones, planos
inclinados, pequeñas grúas y los lógicos sistemas de cubiertas.
Podemos ver las marcas dejadas en los sillares por las distintas herramientas. Se pueden
ver las hachas de uso percutido, viendo como las superficies adquieren finas incisiones
diagonales o incontables punteados irregulares. Otros solían tratarse con piqueros para
obtener planos rugosos, para recibir estucos y enlucidos.
-18-
Hay que aclarar unos de los tópicos mas extendidos, que la arquitectura románica casi
nunca dejaba los muros vistos, a lo sumo remarcaba las llagadas y mas habitualmente
recurría a los revestimientos, en primera instancia mediante morteros, más tarde y
dependiendo de la economía con pinturas murales y tejidos.
La actividad constructiva debía de paralizarse durante los crudos inviernos, pues la
colocación del aparejo peligraba en las heladas. En la cantera se aprendía a conocer el
rendimiento y el comportamiento de cada piedra, sirviendo para que los operarios que se
iniciaban en el aprendizaje de las técnicas de la extracción y talla mas somera.
Evidentemente el transporte encarecía el precio de la piedra. En la jerarquía de los
constructores medievales, los simples operarios cobraban tres veces menos que los
escultores y canteros cualificados.
Las obras de las iglesias románicas tenían siempre un responsable que seguía la obra
de principio a fin era el “ magíster muri.” El maestro tenía conocimientos específicos
para concluir la obra y a la vez grandes responsabilidades ya que debía encargarse de la
organización del trabajo inventar nuevos sistemas de construcción, construcción de
maquinas desplazamientos de materiales y toda la componenda de la obra.
Dependían de el capataces que eran sus mas directos colaboradores, pero los albañiles
eran también, unos pequeños maestros, pues resolvían todos los problemas prácticos
que iban apareciendo a medida que iban apareciendo a medida que realizaban el trabajo
a ellos encomendado. En torno a un buen maestro se reunían también, pintores,
escultores, cortadores de piedra, marmolistas, leñadores y carpinteros.
Para hacer las grandes obras se llamaba a uno, o varios de estos grupos: Corporaciones
que al estar compuestos por obreros especializados, eran libres de aceptar o no el
encargo.
Dependiendo de la importancia del encargo y al tener la iglesia un poder económico
grande, se llamaba a corporaciones incluso del extranjero con lo cual los magíster muri
-19-
eran hombres cultos y muy viajeros que transmitían sus conocimientos a lo largo de los
países que visitaban. El proyecto de la obra estaba en la cabeza del maestro, que cada
día realizaba un boceto a tamaño natural y en una colada de yeso, de las partes a realizar
en ese
día
-20-
Autor: PAVON, Néstor, Canteros en el camino de Santiago, Burgos, Ayuntamiento de Burgos, 2000, p. 19.
-21-
SIGNOS LAPIDARIOS (muescas de canteros)
.
Sobre las muescas de los canteros, que hemos tenido ocasión de leer y estudiar un poco,
esta muy bien detallada en la obra” Canteros en el camino de Santiago” de Néstor
Pavón.
En la cual repasando algunas iglesias del camino de Santiago nos informa de las
diversas marcas de canteros en dichas iglesias. Explicando el significado y la cantidad
de veces que se repiten. Es por lo que ponemos algunas de las explicaciones que nos da
en dicha obra.
Así pues nos explica que la pata de oca es un signo frecuente en las iglesias del camino.
Que significaba: pues tiene diversas interpretaciones: signo de la amistad, incluso en
posición vertical representaba un hombre muerto, dice si se marcaría cuando moría un
hombre en la obra.
Los ángulos 30,º 45,º60,º 90º grados indicaban el nivel profesional del cantero siendo el
ángulo recto el de máximo nivel.
Otro signo frecuente es el de dos patas de oca enfrentadas por el vértice formando una
cruz en aspa plana, indicaría la aparición y el ocaso del sol.
El signo de la cruz griega o latina es muy frecuente.
Las estrellas con predominio de las de cinco puntas- pentalfa y la de seis puntas
conocida como estrella de David o sello de Salomón.
Refiriéndose a la estrella de cinco puntas si el vértice esta caído, es decir con la punta
hacia abajo indica maleficio, si esta invertida su significado indica el bien y la
protección.
Para los judíos representa los cinco libros mosaicos. Otros signos que se reproducen
mucho a través de las iglesias del camino y eso nos demuestra que los canteros iban de
-22-
una a otra obra que estén muy ligados a los “maestros muri “la letra N o Z según su
posición en el sillar la letra M las letras P, S y b minúscula , la A con sus características
románicas y góticas, cruces en aspas patas de oca y flechas.
Hay también en algunos sillares, graffitis atribuidos a peregrinos, artistas canteros que
iban por el Camino de Santiago ,pero estas marcas se diferencian de las del cantero por
ser menos profundas y normalmente pintadas o rayadas en la piedra.
-23-
-24-
Así pues podemos saber, por las diversas marcas en las iglesias, casi con seguridad a los
talleres donde procedían los canteros de las diversas iglesias del camino. En cada
región hay distintas marcas que nos indican la tendencia del taller.
Quisiéramos acabar aquí este trabajo, es posible que enfocado de una manera
grandilocuente, y con la única intención en primer lugar hacer un trabajo, que esta
incluido en el plan de estudio de la universidad para mayores y por curiosidad de entrar
en ese mundo interesantísimo y fascinante de la edad media y sobre todo por lo que
algunas marcas o signos nos pueden decir de aquella población que vivía en un mundo
muy atrasado y que con sus grabados querían transmitirnos lo que para ellos era su
vida.
Ha sido para nosotros muy gratificante leer y profundizar un poquito en este estudio y
es posible que incluso nos sirva más adelante para recorrer no solo como espectador
estas iglesias con otra visión.
-25-
CONCLUSIONES
Damos por terminado este trabajo, con el conocimiento de que no hemos hecho otra
cosa que asomarnos a un mundo, que es fascinante, que nos lleva a un paisaje de
colores muy difusos y que por lo menos nosotros, no logramos verlo tan claro como
quisiéramos, por lo que se ha despertado en nosotros las ganas de seguir entrando en
este mundo tan sugerente.
Este pequeño trabajo, nos ha servido para saber que hay, costumbres, y maneras de
vivir y trabajar; las cuales fueron, “soportadas” por nuestros antepasados. Trataremos
de seguir en las publicaciones especializadas las nuevas investigaciones sobre este tema
y procuraremos cuando visitemos estos monumentos seguir in situ todos estos temas.
Quisiéramos ahora agradecer la ocasión que nos ha ofrecido la Universitat per a majors
de desarrollar la inquietudes que todavía nos quedan a nuestra edad, y dar las gracias al
Profesor Dr. Víctor
Mínguez por tener la buena disposición de atendernos
y
orientarnos en este trabajo.
-26-
BIBLIOGRAFIA
HAMA, Lasouska,
El románico: historia ilustrada de las formas artísticas, Madrid,
Alianza Editorial, 1995
LÓPEZ FUENTE, Juan Luis, Firmado en la piedra, León, Ediciones Ediles Esencias,
2001
MATARREDONA SALA, Francisco, El románico en la ciudad de Burriana, Burriana,
Ayuntamiento de Burriana, 1991
MAYER, Schafiro, Estudios sobre el románico, Madrid, Alianza Forma, 1985
PALOMERO, Felix, El arte románico burgalés, León, Ediciones Lancia, 1995
PAVON, Néstor, Canteros en el camino de Santiago, Burgos, Ayuntamiento de Burgos,
2000
PAVON, Néstor, Signos lapidarios de los canteros en la catedral de Burgos, Burgos,
Excma. Diputación de Burgos, 1998
RIU, Manuel, Lecciones de Historia medieval, Barcelona, Teide, 1985
VAQUERO PIÑEIRO, Manuel, “Construir con cal una cuestión de solidez” en El
mundo medieval. Un pasado por descubrir, nº 10, 2003, pp.45-51
VV.AA., Historia del arte, Barcelona, Salvat
YARZA, Joaquín, Arte medieval II: Románico y Gótico, Barcelona, Editorial Gustavo
Gili, 1982
YARZA, Joaquín, Arte medieval I: Alta edad media y Bizancio, Barcelona, Editorial
Gustavo Gili, 1982
-27-
Descargar