rx | meningitis infecciosa Debido a que su sistema inmunitario aún no está desarrollado, los recién nacidos son el grupo etario con mayor incidencia de infección de las meninges Meningitis infecciosa Cerebro bajo amenaza Más frecuente en niños –sobre todo en recién nacidos–, esta enfermedad puede dejar secuelas o ser letal en su variante bacteriana. No obstante, un tratamiento oportuno conduce a un buen pronóstico María Cristina Sanhueza Definida como la inflamación de las meninges, membranas que envuelven y protegen el cerebro y la médula espinal, la meningitis puede ser no infecciosa –sólo inflamatoria– o infecciosa, en cuyo caso es producida por virus (la más común) o por bacterias, una variante muy temida, pues puede resultar grave. Por razones no del todo esclarecidas, virus y bacterias que se encuentran en el ambiente (algunas de ellas, incluso, viven en el tracto respiratorio superior sin generar daño al organismo) y causan enfermedades, comienzan a reproducirse y se abren camino en la zona nasofaríngea, atravesando los tejidos hasta llegar a inflamar e infectar las meninges y el líquido cefalorraquídeo. De ese modo logran acceso a las estructuras del sistema nervioso central (SNC), donde se depositan y provocan la meningitis 26+SALUD infecciosa. El mal se puede desarrollar también por complicaciones de una lesión en la cabeza o por cirugía del cerebro. Aunque esa vía –denominada “por contigüidad”– de generación de meningitis infecciosa es la más frecuente, algunos microorganismos también pueden propagarse e invadir el SNC a través del torrente sanguíneo cuando superan las defensas del organismo, como puede ocurrir con las bacterias de la tuberculosis y la neumonía, o en casos de artritis séptica, amigdalitis, sinusitis u otras infecciones. La no infecciosa, según el infectólogo Alfonso Guzmán, puede derivar de enfermedades como la leucemia, el linfoma o el lupus, o de medicamentos, químicos, hongos o parásitos. El tratamiento de este tipo de meningitis es farmacológico y depende de la causa que la origina. meningitis infecciosa | rx Variantes infecciosas Alejandro Rísquez, pediatra epidemiólogo, explica que si bien todas las patologías infecciosas son contagiosas, la bacteriana requiere de una relación más estrecha que la viral, la cual es de más fácil contagio. Ésta se puede transmitir a través de secreciones de la nariz y la garganta, y al compartir vasos, cubiertos o toallas. De allí la importancia de tomar medidas de prevención –aislando al enfermo y separando sus utensilios– cuando se presenta algún caso en dormitorios compartidos, guarderías, cárceles o asilos de ancianos. Entre los gérmenes más frecuentes que causan meningitis infecciosa se cuentan diversos tipos de bacterias y prácticamente todos los virus responsables de enfermedades en humanos. • Viral. Casi siempre benigna, a menos que se complique en su curso con alguna bacteria, la infección viral no reviste mayor gravedad y en muchos casos su cura depende del reposo y la indicación de fármacos antivirales. Entre los agentes con mayor capacidad de desarrollar esta variante de meningitis se cuentan los enterovirus (en su mayoría) y los virus del herpes, la rubeola, el sarampión, la parotiditis y la gripe. • Bacteriana. De acuerdo con los especialistas, la meningitis bacteriana diagnosticada en las primeras 24 horas desde la aparición de los síntomas y tratada de inmediato, hoy tiene buen pronóstico. No obstante, de no ser atendida rápidamente –y dependiendo del tipo de bacteria, su grado de virulencia y las condiciones físicas y edad del paciente–, puede causar la muerte en pocas horas o dejar en quien sobrevive severas lesiones neurológicas permanentes, como hidrocefalia, daños estructurales al cerebro similares a los de un accidente cerebrovascular, así como sordera, epilepsias, déficit cognitivo y hasta retardo mental y retraso psicomotor en pacientes de muy corta edad. Los microorganismos más frecuentes que causan hoy la meningitis bacteriana son el Streptococcus pneumoniae (neumococo) y el Neisseria meningitidis (meningococo). Hasta 1990 el más común era el Haemophilus influenzae tipo b (Hib), controlado desde entonces mediante la vacuna contra ese agente. Tanto el neumococo como el meningococo pueden llegar a producir septicemia cuando ingresan al torrente sanguíneo y al resto del cuerpo, multiplicándose de forma acelerada. Este cuadro se revela en el paciente con dolores en las articulaciones, presión sanguínea baja y pequeñas manchas rojas y brillantes en la piel. 27+SALUD rx | meningitis infecciosa Registro letal Un informe de la Organización Mundial de la Salud revela que la mayor frecuencia de la meningitis bacteriana se presenta en África subsahariana (en el llamado “cinturón de la meningitis”, que va desde el oeste de Senegal hasta el este de Etiopía). En ese continente durante 2009 hubo una epidemia en la que 14 países reportaron 88.199 casos, que incluyeron 5.352 muertes. En Venezuela, según el Ministerio del Poder Popular para la Salud, entre los años 2007 y 2009 perdieron la vida 680 personas –de diferentes edades– a causa de meningitis. Manifestación clínica Similares a los de la variante viral en su presentación clínica inicial, los síntomas de la grave enfermedad bacteriana pueden aflorar en forma súbita y fulminante. El paciente sufre fiebre alta y escalofríos, dolor intenso de cabeza, letargo, confusión mental, náuseas o vómitos, sensibilidad a la luz y rigidez en el cuello, signo característico del mal, el cual hace difícil llevar el mentón en dirección al tronco. Rísquez precisa que en los recién nacidos y niños de muy corta edad –grupo con mayor incidencia de la infección, por tener el sistema inmunitario aún no desarrollado y la barrera hematoencefálica más permeable– los síntomas clásicos son más difíciles de detectar. Los pequeños presentan fiebre fluctuante, irritabilidad, llanto agudo, respiración agitada, aletargamiento, rechazo al alimento, frecuencia cardíaca rápida y fontanela (parte superior de la cabeza) suave y abultada al tacto; y en los de mayor edad, cabeza y cuello arqueados hacia atrás. Punción determinante El rápido progreso característico de la meningitis infecciosa señala la importancia de un pronto diagnóstico y tratamiento. “Al sospechar la enfermedad mediante el examen clínico fundamental, el médico procede con celeridad”, apunta Guzmán. “Un cuadro 28+SALUD por meningococo que no se descubre en el primer momento y obliga al paciente a regresar a las 48 horas, enfrenta 70% de posibilidad de muerte”, advierte el especialista. Ante la imperiosa necesidad de establecer, por la similitud de los síntomas, si la infección es viral o bacteriana, se efectúa la punción lumbar (PL), prueba concluyente en este caso. Por lo general, el médico ordena otros exámenes, como análisis de sangre, tomografía computarizada o resonancia magnética. Si bien la PL ofrece resultados preliminares a las pocas horas de efectuada, el estudio completo exige 72 horas para develar el tipo de gérmenes. “Si el líquido extraído se ve a simple vista purulento y espeso, sospechamos que contiene bacterias e iniciamos cuanto antes el tratamiento”, indica Rísquez. Para contrarrestar la infección bacteriana se administran antibióticos, tomando en cuenta el agente invasor. “Los más utilizados son los derivados de la penicilina, porque alcanzan una concentración efectiva en el cerebro”, precisa Guzmán. “Es importante tratar de desinflamar las meninges rápidamente para evitar secuelas, y para ello se adicionan otros fármacos antiinflamatorios”, acota el especialista. Bebés comprometidos La meningitis bacteriana es más común en el período neonatal, aunque la mortalidad –estimada hoy en 30% de los afectados, según la pediatra infectólogo Yanell García– ha disminuido en relación con el pasado, gracias a las medidas preventivas aplicadas, el tratamiento con antibióticos y el desarrollo de cuidados intensivos en esa etapa. García explica que el germen más común en el recién nacido es el Streptococcus agalactiae (betahemolítico del grupo B) seguido por el Escherichia coli y una serie de bacilos denominados Gram negativos. “A veces están presentes en la vagina, el intestino meningitis infecciosa | rx La vacuna figura hoy como una poderosa arma de prevención contra algunas bacterias que producen meningitis infecciosa o el ano de la madre, quien se los puede transmitir al bebé durante el parto. Lo más frecuente es que se deba a infecciones urinarias”, precisa García. De ahí la importancia de los cuidados prenatales para determinar si la madre es portadora de bacterias que podría transmitir al hijo tanto en útero (por sangre) como durante el parto (por contacto). El bebé puede también contraer la infección en el ambiente hospitalario, por inmadurez de su sistema inmunitario o por una condición propia de alto riesgo. Dependiendo del caso, el médico puede utilizar antibióticos en forma profiláctica durante el parto para reducir la incidencia de infección durante los primeros cuatro días de vida del niño. A partir de los tres meses de edad, los microorganismos más frecuentes de meningitis son -al igual que en los adultos- el meningococo y el neumococo, considerando que una infección viral respiratoria previa puede ser determinante en la generación de un cuadro bacteriano posterior. que comprende la hexavalente, la cual previene enfermedades que podrían causar meningitis e incluye la defensa contra el Hib; y la conjugada, que inmuniza contra 13 serotipos del neumococo, productor de meningitis, neumonía y septicemia, recomendada no sólo en niños, sino también en adultos mayores residentes en asilos. En cuanto a la vacuna conjugada tetravalente aplicada contra el meningococo, causante del cuadro más severo de meningitis –puede producir la muerte en 24 horas desde el inicio de los síntomas–, puede ser administrada desde los 9 meses. “Nosotros observamos dos picos de incidencia: uno en menores de 5 años y otro en adolescentes y adultos jóvenes”, señala García. Esta vacuna se recomienda en los siguientes casos: • Preadolescentes entre 11 y 12 años. • Adolescentes de 13 a 18 años que no se hayan vacunado antes. • Viajeros a zonas con brotes de meningitis o donde la enfermedad sea frecuente. • Personas sin bazo (órgano que posee la función de eliminar bacterias, particularmente las encapsuladas). • Personas con VIH/Sida y quienes tienen bajas defensas contra las infecciones. • Universitarios que conviven en dormitorios colectivos. • Pacientes que consumen esteroides en forma continua (por asma, lupus, esclerodermia o neoplasias hematológicas), pues tienen un sistema inmunitario debilitado. • Inmunización preventiva Hoy se cuenta con las vacunas como una poderosa arma de prevención contra algunas bacterias que producen meningitis infecciosa. Rísquez recomienda a los padres atender –desde los dos meses de vida– el esquema que ofrece el Estado venezolano, F ue n t es c o n su l t a d a s º Alfonso Guzmán S., internista infectólogo. Centro Médico de Caracas. º Alejandro Rísquez, pediatra epidemiólogo. Centro de prevención Vacuven. Profesor de la Universidad Central de Venezuela. º Yanell García, pediatra infectólogo. Hospital de Niños J.M. de los Ríos y Maternidad Santa Ana. º www.medlineplus.gov 29+SALUD