LAS CASAS DE LA MONEDA ESPAÑOLAS Y PERUANAS DURANTE LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ (1820-1824): REFORMA LIBERAL Y GUERRA Dionisio de Haro Romeroa Universidad Rey Juan Carlos Facultad de CC. Jurídicas y Sociales 1. RESUMEN El Trienio Constitucional se sitúa en el complejo proceso de crisis del Antiguo régimen1. Paradójicamente es el reinado de Fernando VII, de marcado carácter absolutista, la fase crucial y decisiva de la crisis del Antiguo Régimen en España. Y es en este reinado cuando se enmarca la experiencia reformista liberal en los primeros compases de los años veinte. Sin embargo, hay que añadir que para otros autores, como es el caso de Gil Novales, el período de crisis del Antiguo Régimen es mucho más laxo, dando comienzo en los motines del pan de 1766 y culminando en 1837 con la consolidación del nuevo régimen liberal2. Ya a principios del siglo XIX el sistema del Antiguo Régimen no garantiza la estabilidad social y económica a corto plazo. La dramática hambruna castellana de 1803-04 es la prueba del fracaso de una estructura productiva feudal incapaz, ya no de abrir nuevas posibilidades de desarrollo en la Península, sino simplemente mantener las poblaciones existentes. Con la Guerra de la Independencia se inicia un nuevo proceso de articulación social, político y económico con el objetivo de evitar que los viejos privilegios ahoguen las posibilidades de progreso3. En definitiva, a partir de la guerra en el país comienza a enraizar una alternativa liberal, aunque muy minoritaria, al viejo sistema tradicional. La Constitución de Cádiz de 1812, con todas sus ambigüedades y moderaciones, simboliza el programa reformista y modernizador4. Tras el fracaso del primer proyecto absolutista, durante el sexenio de 1814 a 1820, el reformismo liberal vuelve a convertirse para España en un referente posible. Es un reformismo de corte moderado, para algunos autores de corte anglosajón, apoyado en capitales extranjeros y avalados éstos mediante la desamortización eclesiástica5. En cuanto a los asuntos monetarios la primera iniciativa reformista que supone la introducción de cambios de gran trascendencia para el sistema tradicional va a ser el que afecta a la esencia misma de las Casas de la Moneda. Por lo tanto, respecto a la concepción de la principal institución monetaria de un sistema metalista, la reforma de las Casas de la Moneda, debate conocido en la época como el Arreglo de las Casas de Moneda, se convierte en una discusión de sumo interés en el que se contrastan las tradicionales ideas de casas rentistas frente a la nueva concepción de fábricas de a Departamento de Historia e Instituciones Económicas, Facultad de CC. Jurídicas y Sociales, Paseo de Artilleros s/n, 28032 Madrid, [email protected]. La presente ponencia se enmarca dentro del Proyecto de Investigación: Tiempos de desconcierto. Sociedad y Política en la Independencia del Perú, 1820-1824. Referencia HAR2008-03259, financiado por el Ministerio de Educación y Ciencia, Secretaría de Estado de Universidades e Investigación. Ayudas a proyectos Subprograma Nacional de Investigación Fundamental no orientada. BOE 30-11-2007. 1 Fontana, J. (1992): La crisis del Antiguo régimen 1808-1833. Barcelona (4ª ed.), p. 7. 2 Gil Novales, A. (1980): El Trienio liberal. Madrid, p. 60. 3 Ibid., p. 8. 4 Artola, M. (1991): Antiguo Régimen y revolución liberal. Barcelona (3ª ed.), p. 157. 5 Fontana, J., op. cit., pp. 31-35. acuñación. Desde un primer instante las Cortes se plantean la necesidad de acometer una profunda reestructuración del sistema monetario nacional, modelo que se encontraba en una situación caótica y con importantes desajustes. Se considera que previo a cualquier intento de intervención en el campo monetario es necesario emprender reformas que actualicen y pongan al día a las Casas de la Moneda. Sin unas instituciones monetarias adecuadas es infructuoso acometer con éxito cambios en el contexto general monetario. Se quiere disponer de Fábricas de Moneda adecuadas a los nuevos tiempos que surtiesen a la economía española del suficiente numerario de forma eficiente. En paralelo al proceso reformista metropolitano, la América colonial se está desprendiendo de los últimos vestigios absolutistas a través del proceso de independencia del Perú. El Imperio español con una noción de crecimiento más propia de engrandecimiento, entendido como la resultante del poder político y militar capaz de imponer a través de la fuerza su ley y orden en vastas regiones ultramarinas, escribe sus últimas líneas en la guerra de independencia del virreinato del Perú. Siendo la ecuación de la fuerza y el dinero frágil en un sistema precapitalista: sin fuerza no hay dinero y sin dinero no hay fuerza, las casas de moneda y la acuñación de metales se convierten en la campaña de 1820-1824 en un elemento clave en el desarrollo histórico de la región, no exento de interesantes iniciativas reformistas que pretendían dar respuesta a un complejo entorno monetario dominado por las urgencias de la guerra. Es objeto de la presente ponencia confrontar, por una parte, el impulso reformista y sus límites para el caso de las casas de la moneda peninsulares durante el Trienio Liberal y la última fase de las guerras de independencia americanas; y por otra, las tensiones y el papel desempeñado por las cecas peruanas durante el convulso proceso de independencia. 2. INTRODUCCIÓN España se ha convertido desde el siglo XVI en el proveedor de metales preciosos para los mercados europeos6. Sin embargo, este hecho, no significa que España disponga de un sistema monetario moderno o de unas instituciones financieras desarrolladas que permitieran la irrupción del sistema capitalista en la economía española, más bien todo lo contrario. Durante el siglo XVI, y a pesar de la expansión que experimenta el comercio entre la Península y América y viceversa, España despliega un modelo de conquista netamente feudal7 en donde la rapiña y la explotación abierta se convierten en los ejes fundamentales de la expansión colonial. El fuerte impulso que experimenta el comercio con América en el siglo XVIII, a través de la producción de plata y la liberalización comercial de 1765, sólo tiene efectos muy limitados para la economía peninsular, sin modificar prácticamente su estructura tradicional8. El ciclo de guerras que comienza con la guerra de los Siete Años y que concluye con la guerra de la Independencia significa el fin del sistema colonial español y su desplazamiento por parte del capital francés y británico. De esta forma, los hechos indican que la economía española, en el circuito monetario europeo, no logra apenas retener una cantidad significativa del enorme transvase de riqueza de América a Europa que se produce durante la Edad Moderna9. Por el contrario, los caudales americanos, a 6 Sobre metales preciosos y mercados europeos, vid. Kriedte (1994, pp. 47-68), y sobre caudales americanos, vid. Tepaske (1988, 1982a, 1982b) y Hamilton (2000). 7 Sobre el modelo de conquista colonial castellana, vid. Vilar (1976). 8 Como señala Kriedte (1994, p. 99) la industria española no reunía las condiciones necesarias de competitividad requeridas por el mercado internacional. 9 Vid. Espina Montero (2001). través de las instituciones monetarias europeas, son derivados sin interrupción a las plazas comerciales del continente, sin influir lo más mínimo en el potencial proceso de modernización del sistema monetario nacional, insertándose en el proceso de formación del capital europeo10. El sistema tradicional se asienta sobre la base bimetálica o doble standard de oro y plata, en el que los dos metales son acuñados libremente en las Casas de la Moneda bajo tarifas de compra establecidas por las autoridades monetarias. Es un sistema bimetálico con base en la plata11. El oro se acuña en onzas y demás fracciones, y la plata en duros, reales de a ocho y piezas inferiores. El sistema de acuñaciones se ajusta al modelo del escudo para el oro, el real para la plata, y las piezas de cuartos, ochavos y maravedís para el cobre. La política monetaria se define a través del establecimiento de los pesos y pesas con que se negocia, la fijación de las tarifas de compra de los metales preciosos, el establecimiento de tarifas de cambio con otras monedas extranjeras y los exámenes de afinación y contrastación. Todas ellas, funciones ejercidas por la institución monetaria dependiente directamente de la Corona, la Real Junta de Comercio, Moneda y Minas, que centraliza la dirección y ejecución de la política monetaria. El sistema, de dos áreas relativamente autónomas, está caracterizado por la elevada dependencia de la región peninsular con respecto de la americana12. Tanto las Casas de Moneda de la Península dedicadas a la acuñación de oro y plata, Madrid13 y Sevilla14, como las americanas, destacando Ciudad de Méjico15 y Lima16, elaboran una moneda de alto valor intrínseco y aplican unos elevados derechos de retención, aunque en estas últimas las acuñaciones en cospeles tienen una finalización más rústica. La moneda fuerte, o bien toma el camino de la exportación, o es retirada de la circulación configurando parte de los tesoros particulares17, siendo así presa de un intenso proceso de tesaurización18. En este sentido, la oferta monetaria peninsular de oro y plata apenas se ve alterada o afectada por la fiebre productora. Por el contrario, se manifiesta una excesiva acuñación de moneda de cobre o de aleación de ínfima calidad, se amplia la circulación de moneda falsificada y se da entrada en el circuito monetario interior a monedas extranjeras muy deterioradas. La Corona, principal protagonista de este drenaje, dedica las rentas americanas al mantenimiento de la onerosa política militar19 y diplomática europea, condenando a la economía peninsular a una continua escasez de metales preciosos y a una paupérrima 10 A partir del siglo XVI podemos establecer la formación del capital monetario europeo al lograr desprenderse éste de los estrechos lazos que hasta entonces había conservado con el capital comercial, como resultado de un proceso de continua expansión y centralización, vid. Kriedte (1994, p. 67). 11 Para un análisis más detallado del sistema de acuñación, vid. Mateu y Llopis (1946, p. 270). 12 Guías mineras prácticas son: para el caso de la Península González (1832), y para la cuestión americana Pérez (1831). 13 14 Vid., principalmente, Catalina (1980) y AAVV (1994). Vid. Paula Pérez (1992). 15 Vid., principalmente, para la historia de la Casa de la Moneda de México García Martínez (1970) y Dobado y Marrero (2001) y Szászdi (1981) para el estudio detallado de las implicaciones económicas de la producción metálica de plata. 16 Vid. Burzio (1958), Lazo García (2008), Moreyra (1980) y Dargent (2006). 17 Manuel Lamas, ensayador mayor del reino en 1772 estimó que la moneda circulante en el país en 1772 ascendía a 4.886.229,132 rs. y que la escondida podía suponer alrededor de la mitad de dicha cifra, esto es, 2.443.000,000 rs. Vid. Vadillo (1846, p. 51). 18 Fenómeno estudiado exhaustivamente por Marx (1978, pp. 156-168). 19 En Ehrenberg (1922) puede encontrarse un detallado análisis del recorrido de la plata americana desde los puntos de fabricación hasta los escenarios bélicos. Un estudio detallado del papel de los metales americanos en el sostenimiento de las guerras en la Europa Moderna, vid. Flynn (1984). circulación de monedas de oro y plata, agravada de forma progresiva por el persistente déficit crónico en la balanza comercial española20. Las autoridades monetarias, con el aparente fin21 de hacer frente a la salida de capital sin contraprestación, se empeñan en una política defensiva de prohibiciones a las exportaciones monetarias con parcos resultados22. Las reiteradas disposiciones23 sobre permisos, pagos de derechos y guías de circulación se muestran como ineficaces medidas con las que disuadir la masiva exportación de capitales. La contradicción reside en que la exportación de metales se fundamenta en la propia política monetaria tradicional consistente en bajas tarifas de las Casas de Moneda, altos derechos de acuñación, y equivalencias oro/plata en torno a 1/16´5, sensiblemente desfasadas con respecto a Europa24, subvalorando la plata, y, por consiguiente, defendiendo en el país las existencias de oro, aunque dicha política empujase a la plata a la exportación a gran escala. La política monetaria tradicional no obedece a principios económicos y monetarios modernos, sino más bien, a razones de orden fiscal y defensa de los depósitos tradicionales, considerando el ramo de la acuñación como un instrumento más de su política de ingresos fiscales25. En definitiva, no se tiene como objetivo la consecución de una política monetaria que favoreciese el crecimiento económico del país. Por el contrario, se mantiene un comportamiento económico feudal cuya lógica comprende la maximización en el cobro de rentas y no se concibe al sistema monetario como un instrumento clave en una economía de mercado en desarrollo. Es decir, preserva un sistema monetario incapaz de impulsar el crecimiento económico peninsular a través de una oferta monetaria que proporcione la liquidez suficiente con la que cubrir los tráficos y garantizar las inversiones. La política monetaria tradicional, a pesar de considerarse una política absurda y antieconómica26, no deja de responder a las exigencias y necesidades de la economía tradicional27. A lo largo de la primera mitad del siglo XIX, y probablemente hasta la reforma monetaria de Figuerola, la situación del sistema monetario español, siguiendo a Keynes, se podría caracterizar como el resultado de la incapacidad del Estado central para responder adecuadamente a la demanda de dinero que, de manera natural, surge del proceso de transformación paulatina de una “economía de intercambios reales” en una “economía monetaria de producción”28. En las economías de intercambios reales, la moneda, aunque exista en mayor o menor medida, no desempeña un papel central en la 20 Vid. Fontana (1992, pp. 272-276). El Banco de San Carlos, desde su constitución, entre sus funciones destaca el encargo de todas las operaciones financieras y monetarias con el exterior, heredando así las competencias del Real Giro. De este modo la única institución capacitada para la exportación de moneda fuera de las fronteras del país es el Banco de San Carlos, y consta que estas operaciones serán de las que mayores beneficios reporte a la entidad tal como explican en sus obras Canga Argüelles (1833) y Tedde (1988). 22 AGS, Dirección General de Rentas, Extracción de moneda 1564-1806. Legajos, 4880-4942. 23 Medidas todas ellas que permanecieron en vigor anacrónicamente hasta el Decreto de 14 de agosto de 1839, aunque durante el Trienio Constitucional se debatiese sin éxito la libertad total de circulación de moneda. 24 En Gran Bretaña esta equivalencia correspondía a 1/15´2 y en Francia en torno al 1/15´4. 25 Vid. Sardá (1998, p. 19). 26 Como conceptualiza Luis Angel Rojo a la política monetaria de esta época en el prólogo de la última edición de la obra de J. Sardá editada por la Diputación de Barcelona en 1998, con motivo del cincuenta aniversario de la primera edición, vid. Sardá (1998, p. VI). 27 En Vilar (1976, pp. 135-163) puede encontrarse un interesante estudio teórico en torno al bullonismo. 28 Chick (1990, pp. 21-32) plantea, en base a la teoría Keynesiana, vid. Keynes (1980), a través de la definición de economía monetaria la ruptura teórica con el paradigma monetarista. 21 vida económica. Asimismo, en estas economías tradicionales29 las funciones convencionales del dinero se encuentran sensiblemente alteradas por los elevados índices de atesoramiento. La mayor parte de las transacciones propias de las economías de intercambios reales se resuelven sin la concurrencia del dinero. El sistema metalista tradicional se hace compatible con una economía tradicional y escasamente monetizada30, alejado del marco monetario propio de las economías modernas tras los procesos de industrialización decimonónicos. Hasta que el imperio colonial sobrevivió, el modelo monetario español del Antiguo régimen tuvo en él su persistente recurso como fuente de aprovisionamiento de plata, pero su quiebra significó el final del modelo monetario tradicional sin que se viera reemplazado de inmediato por otro más adecuado a las nuevas circunstancias. Son bastantes los historiadores que participan de la opinión arraigada en los antibullonistas del siglo XVII de que el oro nos hizo pobres. Por ejemplo, Bartolomé Bennassar que sostiene la tesis de que los metales preciosos encierran las claves de la decadencia española31 y Henry Kamen, que comparte parecida opinión cuando, relaciona la escasa iniciativa industrial española con los caudales americanos32. Perry Anderson33, sin embargo, apoyándose en los minuciosos estudios de Domínguez Ortiz sobre la sociedad y las instituciones españolas del siglo XVIII, pone de relieve, igual que ya lo había hecho P. Vilar34, la inexistencia de una estructura social y productiva capaz de transformar la moneda en capital. Desde una perspectiva más cercana, cuando se estudia la pérdida de las colonias en las primeras décadas del siglo XIX, y su repercusión sobre los flujos monetarios ultramarinos, seculares suministradores de metales preciosos que garantizaban la liquidez en el Antiguo régimen, se ponen de manifiesto también diversos enfoques con valoraciones ambivalentes acerca de las consecuencias de la suspensión de aquellos flujos. Aunque lo que nos interesa aquí es específicamente los efectos de esta suspensión sobre el sistema y la política monetaria tradicional al desaparecer la base sobre la que se sustentaban, en último término, lo más relevante es conocer como afectó a los intentos de modernización y al crecimiento económico. Pascual y Sudría35 creen que el efecto a corto y medio plazo supuso una caída de la renta nacional y un deterioro en la balanza comercial y de capital, derivando a largo plazo en una depresión que acaba explicando, en parte, el retraso en el proceso de industrialización del país. Leandro Prados36, sin embargo, se inclina por una posición más ambivalente haciendo hincapié en los efectos positivos a largo plazo que supone la pérdida de los territorios de Ultramar en el complejo proceso de modernización del país. No cabe duda de que, 29 Así queda reflejado en la obra de Marx (1978, pp. 157-158) cuando indica las primeras formas en las que la riqueza queda fijada, como riqueza social abstracta, a través de los metales preciosos en las economías de subsistencia poco mercantilizadas. 30 Keynes describe como economía de intercambio real, que con sus palabras describe como: “una economía que usa dinero, pero sólo como un lazo neutral entre transacciones de cosas y activos reales, y no le permite participar en los motivos o decisiones”. Es decir, la definición de economía de los intercambios reales vendría en contraposición de lo que sería una economía monetaria en la que el dinero, “juega su propio papel y afecta a los motivos y decisiones, y es, en definitiva, uno de los factores que influyen en la situación, de forma que el curso de los acontecimientos no puede predecirse, tanto en el corto como en el largo plazo, sin un conocimiento del comportamiento del dinero a lo largo del proceso”, vid. Chick (1990, pp. 22). 31 B. Bennasar (1983, p. 335). 32 H. Kamen (1977, p. 150). 33 P Anderson (1979, p. 80). 34 P. Vilar (1976, p. 340) sentencia que: “el feudalismo entra en agonía sin que exista nada a punto para reemplazarle”. 35 P. Pascual y C. Sudriá (1992, p. 130). 36 L. Prados (1988, p. 93). efectivamente, la interrupción de los flujos monetarios ultramarinos condujo a la economía española a una situación de deflación crónica que va a perdurar hasta las reformas monetarias de las décadas de los 50 y 60, si bien las raíces del problema no se circunscriben exclusivamente a ella. También fue decisiva en esta orientación deflacionaria la propia política restrictiva de la oferta monetaria que se impuso durante más de medio siglo. Asimismo, debe tenerse en cuenta, que más allá del análisis concreto de los efectos de la quiebra colonial en los precios, era necesario que el viejo régimen perdiera sus fundamentos económicos para que la modernización de España se fuera haciendo realidad más allá de las constituciones y las leyes liberales, y también de la agitación social y política que domina la escena peninsular a lo largo del siglo. Si las revoluciones no se hacen con leyes, las revoluciones políticas, cuando permanece la estructura social y económica, no acaban de consolidar las transformaciones profundas hasta mucho tiempo después. La percepción de que la quiebra colonial modificaba radicalmente las condiciones en las que debía desenvolverse la economía española no fue inmediata. Fernando VII aún quiso mantener la ilusión vana de la recomposición del imperio, con el correspondiente flujo metálico, para de ese modo poder perpetuar el Antiguo régimen indefinidamente. A lo largo del siglo XIX permanecen casi intactas las estructuras productivas y sociales tradicionales que caracterizan al sistema terrateniente decimonónico como una forma intermedia y sin solución de continuidad entre el imperialismo feudal y el capitalismo moderno, dotada de un régimen político liberal cuya finalidad fue siempre la de tratar de conservar su naturaleza rentista. En otro orden de cosas, la política monetaria de moneda fuerte viene también determinada por la propia debilidad de la economía española y la falta absoluta de confianza por parte de los agentes económicos hacia las autoridades monetarias, y a quienes representaba. Los procesos de envilecimiento de la moneda ejecutados por la Corona de forma abusiva durante todo el siglo XVII, las sucesivas bancarrotas de los Austrias menores, las fracasadas operaciones de los vales reales a finales del siglo XVIII, las abultadas emisiones de moneda de cobre y la ausencia de instituciones financieras y bancarias modernas en el país, entorpecen el posible desarrollo de un sistema monetario moderno y la implantación en nuestra economía del dinero signo o muestra37, cuya consolidación sólo está garantizada por el consentimiento general del público y un cierto nivel de reservas38. En definitiva, la política monetaria tradicional, lejos de favorecer la modernización del país39, se convertirá en un serio obstáculo al mantener una oferta monetaria muy restrictiva, valorada en no más de 700 millones de francos40, según las estimaciones realizadas por las comisiones parlamentarias de 1821. A la política monetaria tradicional hay que unir la escasa implantación de instituciones financieras y bancarias en cuanto a su número y variedad, constituyendo su carencia un serio obstáculo para el 37 Acerca de la moneda como signo de valor desde el concepto dinero mercancía hasta moneda crédito, vid. Marx (1978, pp. 137-153). 38 Sobre la confianza del mercado como base de los sistemas monetarios modernos, puede verse Ricardo (1962). 39 Para J. Sardá (1998, p. 21) este problema mantiene las iniciativas capitalistas aherrojadas. 40 En este sentido el Conde de Toreno realiza la siguiente aproximación: “Así, aunque nuestra riqueza es mucho menor que la de Inglaterra y Francia, la cantidad de moneda circulante podrá calcularse de unos 600 a 700 millones; pero estos son cálculos aproximativos […]. Puede también calcularse que de esos 600 millones, 80 ó 90 millones de rs. son de moneda de Francia; y de estos dos principios debemos partir para calcular lo que con esta medida se resentirá nuestra circulación, que ya lo está bastante por las circunstancias de América”. AHC: Diario de Sesiones, Legislatura extraordinaria de 1821, Tomo I, p. 706. crecimiento y desarrollo de la economía peninsular41. Esta política monetaria se mantiene gracias a la continua llegada de enormes masas de caudales americanos que durante el siglo XVIII alivian los efectos nocivos que sobre la oferta monetaria produce esta vieja política. Sin embargo, en el siglo XIX, la independencia de los territorios de Ultramar, y con ello el colapso de las importaciones de capitales, y la crisis de la monarquía absolutista, abren el debate de la necesaria transición y reforma del sistema monetario. 3. LA REFORMA MONETARIA DEL TRIENIO CONSTITUCIONAL. DEL REFORMISMO BORBÓNICO A LA POLÍTICA MONETARIA LIBERAL Los problemas monetarios se mantienen plenamente vigentes, e incluso muchos de ellos se han agudizado en el comienzo de los años veinte42, aunque desde un punto de vista de los precios el país todavía se encuentra a finales de la última fase alcista postbélica43. Las autoridades monetarias, que no son capaces de garantizar una circulación monetaria nacional estable y suficiente, estrechan sus dependencias con respecto a la moneda francesa, mantienen una abultada circulación de cobre y tienen prácticamente abandonada la resolución del problema de los vales reales, manifestándose incapaces de generar un mínimo clima de confianza, que es la base de los sistemas monetarios modernos. Podemos señalar, sin lugar a dudas, que independientemente de los aciertos o errores que se derivan de las distintas iniciativas monetarias liberales, por primera vez en el siglo XIX, se aborda el problema monetario tratando de alcanzar objetivos modernos. Nos encontramos ante una reforma44 que pretende abandonar los viejos hábitos45 que impedían que se desarrollase adecuadamente el sistema de mercado, que aunque de forma muy limitada, comienza a apuntar. El régimen liberal enfoca el problema monetario con amplitud y eso pasa por incorporar la economía monetaria de Ultramar a la peninsular, establecer la nueva planta de las Casas de la Moneda, acometer la retirada del numerario francés para poder disponer de una política monetaria propia y transformar las viejas instituciones monetarias haciéndolas más idóneas para los nuevos objetivos. En definitiva, fijar una nueva política monetaria propia que situase en el centro de su acción el crecimiento económico, desplazando de sus objetivos la preocupación por la fiscalidad46. Con objeto de financiar la reforma monetaria y conseguir un mínimo nivel de liquidez, al estar las remesas americanas interrumpidas y el crédito nacional agotado, se recurre a la negociación de empréstitos exteriores47. Los debates parlamentarios de carácter monetario se desarrollan, en su mayor parte, en cuatro iniciativas que serán aprobadas a lo largo de las legislaturas de 1820, ordinaria de 1821 y extraordinaria de 1821: Nueva moneda constitucional; Reforma de las Casas de la Moneda para convertirlas en Fábricas Nacionales de Moneda, que incluye la 41 Cameron (1974, pp. 17-19) explica la importancia estratégica que desempeñan las instituciones financieras en el desarrollo. 42 Como nos viene a indicar Gil Novales (1980, p. 1) ningún problema nacional de 1814 estaba resuelto a comienzo de la década de los veinte. 43 Acerca de los datos de nivel de precios de estos años, Vid. Sardá (1998, p. 61 y 302-305), Bustelo y Tortella (1976) y Fontana (1992, p. 278). 44 En Haro (2006) puede encontrarse un amplio estudio de la reforma monetaria del Trienio Constitucional. 45 Así define Luis Angel Rojo a la política monetaria tradicional en Sardá (1998, p. VI). 46 Aunque al final lo que resulta de la principal ley (resello) signifique el intento de modernización sin alterar el paradigma tradicional de moneda fuerte. 47 Vid. Moral (1975, pp. 178-192). abolición del señoreaje; Transformación de la Junta de Comercio y Moneda en la Junta Directiva de Moneda; y el Proyecto de Resello Nacional. A lo largo de las sesiones parlamentarias se confirman tres grupos políticos dentro de las Cortes48: los fieles a las tesis absolutistas, conocidos como serviles; los que apoyan decididamente las argumentaciones del gobierno que forman parte de las distintas comisiones especiales parlamentarias dedicadas a la redacción de los diversos dictámenes monetarios, situados en el ala más moderada del liberalismo; y los más comprometidos con el constitucionalismo y el reformismo, reconocidos como liberales exaltados que mantienen en numerosas ocasiones actitudes críticas con respecto a los proyectos gubernamentales, en especial en los debates relacionados con la nueva moneda constitucional y el proyecto de resello nacional. Para el objeto de la presente ponencia únicamente nos detendremos en la medida relacionada con la reforma de las casas de la moneda, nueva planta de las Casas de la Moneda49, que se articulará en torno al debate conocido en la época como Arreglo de las Casas de la Moneda. Independientemente de otros elementos relacionados con el cambio en la orientación de la política monetaria, la situación técnica de las Casas de la Moneda era ruinosa. La intervención realizada por el Contador50 de la Casa Nacional de la Moneda al Superintendente General describe minuciosamente la caótica realidad del conjunto de las infraestructuras de los establecimientos del ramo instando a su inmediata recuperación. Por este motivo, el decreto acomete la reforma en los siguientes términos: situar las fábricas de moneda en edificios apropiados para ejecutar una acuñación eficaz; adoptar en los nuevos establecimientos las técnicas de acuñación europeas de principios del siglo XIX; considerar las fábricas de moneda como instituciones empresariales en las que hay que incentivar la productividad, la introducción de tecnología y la autonomía en la gestión; y minimizar los costes de acuñación para evitar que el braceaje estrechase más el margen en las tarifas. Con estos objetivos se pretenden convertir las viejas casas rentistas en modernas fábricas de acuñación, y estimular la deprimida oferta monetaria incentivando la llevanza de los metales a los talleres de acuñación. Asimismo, se contempla la apertura de nuevos establecimientos y la introducción de mecanismos empresariales y de autonomía en la gestión que permitiesen la reinversión de los beneficios en mejoras técnicas y organizativas. Los cambios más relevantes son los relacionados con la reducción de los derechos de acuñación, que quedan reducidos a los costes de braceaje, y el aumento de los precios de compra de los metales que se fijan bajo las siguientes proporciones51: 3.070 reales por marco de oro fino 182,5 reales por marco de plata de igual ley Retenida: Oro nacional …………………1,24 % Oro provincial …………………1,01 % Plata nacional …………………3,08 % Plata provincial …………………3,70 % 48 Vid .Gil Novales (1991). Decreto de 25 de junio de 1821. Los debates comienzan, aunque hay algunas discusiones previas en torno a la casa de moneda de Jubia, con la intervención del superintendente de la casa nacional de moneda el 16 de mayo de 1821, finalizándose el 20 de junio de 1821 con la tercera lectura y aprobación del dictamen. AHC: Diario de Sesiones, Legislatura de 1821, Tomo I-II-III. Prieto y Haro (2001, pp. 256259). 50 Vid. Durán González (1994, p. 107). 51 Vid., Breve reseña histórico-crítica de la moneda española y reducción de sus valores a los del sistema métrico vigente (1862, p. 72). 49 De esta forma, se abandona el objetivo rentista aumentando las tarifas de compra y estableciendo el cobro de derechos únicamente sujetos a los costes de producción, suprimiendo los viejos derechos de señoreaje que ya habían desaparecido en los sistemas monetarios modernos52. Con estas medidas se espera que los obstáculos que impedían la llevanza de los metales a las Casas de la Moneda quedasen desbloqueados y que la mínima liquidez, que mediante los empréstitos extranjeros había entrado en la circulación interior, no fuese drenada de nuevo por las sacas. Además, se considera que con la alteración de las tarifas acordadas por la Real Orden de 19 de octubre de 1821, elevando la compra de pastas, se influye positivamente en los empréstitos contratados en esos años con casas extranjeras obteniendo mayor valor en los metales importados por su cuenta53. Sin embargo, la medida no logra dar una solución plenamente satisfactoria al grave problema de la circulación monetaria. Esencialmente hay dos aspectos que el decreto no aborda y que son fundamentales a la hora de definir la política monetaria en un sistema metalista. Un primer aspecto es la relación de equivalencia oro/plata, y un segundo, el relativo al fino de la moneda. Con respecto a la nueva equivalencia oficial, las tarifas de compra de los metales establecen una relación metálica de 1/16´7, por lo tanto, ligeramente superior a la establecida en la Ley de 1786. De esta forma, la plata nacional permanece muy subvalorada si la comparamos con las distintas equivalencias que imperan en los países europeos de nuestro entorno. Con relación al fino de la moneda, no existen evidencias de que se produjesen disminuciones ni en la ley, ni en el peso de la moneda. El valor intrínseco de la nueva moneda constitucional permanece invariable con la reforma monetaria54. Con respecto a este punto hay autores que han avanzado que la propia subida de las tarifas de compra de los metales suponía automáticamente una devaluación metálica de la moneda55. Sin embargo, nada de esto se produjo. Ni en el decreto del 1 de mayo de 1821, ni en el correspondiente al 25 de junio de ese mismo año, hay referencia alguna de modificación de la ley o el peso de la moneda, de tal forma que aunque se mejore la retribución de los metales llevados a las Casas, la nueva moneda sigue teniendo las mismas características en peso y ley que las monedas preconstitucionales, que se siguen rigiendo por las Leyes de Tallas de 1772 y 1786. A través de sencillos cálculos matemáticos podemos observar como la subida de las tarifas de compra no se realiza a costa de la ley o el peso de la moneda, sino más bien, a cargo de los fondos liberados una vez abolido el derecho de señoreaje y aplicada la reducción de otras retenciones. Asimismo, se cuenta con el estrecho margen de reservas propias de metales preciosos en pasta que mantienen en sus fondos las Casas de la Moneda56. De esta forma, la subida de las tarifas de compra, presumiblemente no hubiesen significado un freno significativo a las exportaciones de metal ya que, a pesar de la mejor 52 La comisión parlamentaria trabaja con el modelo de acuñación vigente en Francia. AHC: Diario de Sesiones, Legislatura de 1821, Tomo III, p. 2395. 53 Dictamen de la Comisión de Hacienda sobre acuñación de moneda procedente de barras y tejos de oro remitidos como parte del empréstito de 200 millones, Madrid, 1821. AHC: Serie de Impresos, legajo 8, números 5 y 51. 54 Vid. Breve reseña histórico-crítica de la moneda española y reducción de sus valores a los del sistema métrico vigente, p. 72. 55 Vid. Sardá (1998, p. 61). 56 En un estudio detallado del Estado o cuenta de la Casa de la moneda de Madrid se puede observar un deterioro progresivo y constante de los líquidos disponibles en metales preciosos. En concreto, tras los apuntes contables ordinarios y descontados créditos y baxas los fondos del establecimiento entre el 31 de diciembre de 1819 y el 30 de junio de 1822 se han reducido en un 40%. AHN: FCC. Hacienda, Legajo 7681, expediente 4. retribución de las pastas, el alto contenido del fino de las monedas seguía siendo una poderosa razón para continuar realizando las sacas sobre una moneda no devaluada57. 4. LAS CASAS DE LA MONEDA PERUANAS DURANTE LA GUERRA DE INDEPENDENCIA (1820-1824): MÁQUINAS SIN PLATA Y PLATA SIN MÁQUINAS. Para desarrollar el presente capítulo vamos a analizar de forma particular, por una parte, el caso de la Casa de la Moneda de Lima, principal instrumento monetario con el que cuenta durante la guerra de independencia el bando patriótico y, por otra, la experiencia de la Casa de la Moneda de Cuzco, a su vez institución clave con la que se manejará el bando realista ya en la fase última de la guerra. Antes de entrar en la historia monetaria peruana durante la guerra de independencia es necesario plantear alguna consideración de cómo se había desarrollado el problema monetario en décadas anteriores. En este sentido indicar que todas las cuestiones relacionadas con la Península, ya expuestas en anteriores capítulos, en cuanto a los efectos perversos de una política monetaria tradicional sustentada sobre un sistema que impulsa al numerario, de forma natural, hacia la exportación y el atesoramiento, están también presentes en la economía del Virreinato del Perú, acaso de forma más acentuada. Añadir que toda la política de prohibiciones y rígidas normas de circulación de numerario metálico apenas llegaron a impedir el intenso tráfico ilegal, que junto a la fuerte corriente exportadora oficial, acabaron por prácticamente “secar” los circuitos monetarios internos peruanos siendo habitual en numerosas transacciones mercantiles la práctica del intercambio real o la utilización de algún signo de representación primitivo como es el caso de ajíes, cacao u otros similares. De esta forma el virreinato se movía de forma esquizofrénica entre la deflación por escasez de numerario y la inflación debido a la difusión de dinero de ínfima calidad, como así ocurrió con la experiencia de los vales emitidos en la época de gobierno de Fernando de Abascal en 1815. La política monetaria española, al igual que con respecto a la Península, no estuvo a la altura de las demandas requeridas por la economía del Virreinato, fundamentalmente por la presiones ineludibles de la Real Hacienda, convirtiéndose ésta en el principal obstáculo para un adecuado desarrollo monetario más acorde con las nuevas corrientes de crecimiento económico. Con la Expedición Libertadora del Perú, dirigida por el general José se San Martín, y su desembarco en la bahía de Pisco en septiembre de 1820, Perú inició un largo ciclo de guerras en el que el dinero y las necesidades de financiación por parte de los bandos enfrentados adquirirá una máxima dimensión, obligando a las partes enfrentadas a explorar iniciativas monetarias novedosas con las que sortear respectivamente la paradoja de máquinas sin plata y plata sin máquinas y les permita mantener el nervio durante la larga campaña militar: Nervus belli, pecunia. El norte y la franja costera, incluida la ciudad de Lima en la que en la que se proclamó la independencia el día 28 de julio de 1821, queda bajo el control patriota; mientras que el sur y centro del país, tomando como nueva capital la ciudad de Cuzco, se mantiene bajo a egida realista. Desde la perspectiva monetaria, Lima dispone del instrumento con el que crear dinero al tener a su disposición la infraestructura de la casa de moneda aunque inmediatamente chocará con el obstáculo de la falta de materia prima; Cuzco, por el contrario dispondrá 57 Medida ya recomendada por Paradaltas (1847, p. 28) cuando señala que: “Intentaremos probar en adelante que debe disminuirse la ley y algo el peso de la moneda de plata, pero la tarifa no solamente debe elevarse del valor de esta disminución sino de la reducción de los gastos de fabricación que actualmente se exigen en las casas de moneda de España a fin de impedir la extracción de nuestra plata”. de los principales yacimientos y explotaciones de metales preciosos de la cordillera, incluyendo cerro Pasco, pero incapaz de transformar las pastas en numerario efectivo ante la falta de los ingenios precisos. 4.1 LA CASA DE LA MONEDA DE LIMA Y LA POLÍTICA MONETARIA DEL PROTECTORADO Desde el comienzo de la guerra de Independencia la compleja situación monetaria se deteriora muy rápidamente, y el principal problema monetario con el que se enfrentaba la economía peruana ya desde comienzos del siglo XIX, esto es la extraordinaria escasez de numerario, se agrava a comienzos de 1821 de manera extrema. La Ceca de Lima, principal institución monetaria del sistema colonial español en el Perú, había transitado durante el pasado lustro con más sombras que luces. La Casa de la Moneda había quedado muy rezagada tecnológicamente58, obligando a mantener unos altos derechos de retención, motivados por la razón fiscal y los costes de producción. Con respecto a la acuñación, valorada en torno a unos 5 millones y medio de pesos anuales, prácticamente en su totalidad o bien toma el camino de la exportación, o es presa del proceso de tesaurización. Por una parte, únicamente el numerario chileno desde 1817, como en parte ya ocurría en la Península con la moneda francesa desde la guerra de Independencia, viene a paliar parcialmente el pobre volumen de circulante interior, acabando por ser legal su curso a partir de agosto de 1821. Y por otra, la escasez de numerario es tan rigurosa que incluso acaba por afectar al comercio minorista limeño, dándose el curioso caso de la creación de las fichas de pulpero, piezas de plomo, u otro material, emitidas por colmados, pulperías y bodegas con el objeto de poder realizar compras que a futuro se hiciesen en el mismo establecimiento que las entregaba como cambio. Estas fichas, generalmente de un cuartillo, acaban siendo aceptadas como pago por otros comerciantes y el público en general. Las pulperías consolidan, ante la falta de respuesta oficial, una curiosa red monetaria, a modo de free banking, actuando como entidades emisoras en el estrato inferior de la circulación monetaria y logrando la confianza por parte del público en base a un cierto nivel de capitalización y un autorregulado sistema de emisiones. El modelo aún resistirá y competirá eficazmente a los cuartillos emitidos por San Martín en la fase del Protectorado59. Habiendo gran necesidad para el tráfico menor de una moneda que substituya a las antiguas señas de plomo de los pulperos que no deben permitirse, y a los cuartillos de plata que han desaparecido: he acordado y decreto. Que se acuñe en cobre una moneda valor de un cuartillo, cuyo tamaño sea el de medio real de plata, que por la una cara tenga gravado un sol, y por la opuesta en el centro su valor en esta cifra ¼ que denota un cuartillo: alrededor con el año que se ha acuñado, esta inscripción. Provisional. La referida moneda se admitirá y girará en todo género de mercado, y contrato de la misma manera que los cuartillos de plata. Y a fin que llegue la noticia de todos para su debido cumplimiento, imprímase en la gaceta. Dado en el palacio del supremo gobierno, en Lima a 18 de Febrero de 1822.- 3º Firmado.- Torre –Tagle.- Por orden de S.E.- Hipólito Unaune60. 58 A pesar de algunas iniciativas interesantes como son las de Richard Trevithick, en 1817, con relación a la adopción de la energía hidráulica en los procesos de acuñación en la Casa de la Moneda de Lima, vid. Eduardo Dargent (2006). 59 Decreto de 18 de febrero de 1822. Monedas de cobre de valor de un cuarto y un octavo de peso. 60 Colección Documental de la Independencia del Perú, Obra de Gobierno y Epistolario de San Martín, Tomo XIII, p. 102. Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº15, 20 de febrero de 1822. Con todo, en el primer semestre de 1821, la acuñación de plata por parte de la Casa de la Moneda de Lima se reduce a un tercio si lo comparamos con los datos correspondientes al ejercicio de 1820. Tras la proclamación de la independencia en julio de 1821, por parte de San Martín, en la Plaza de Armas de la ciudad de Lima, el gobierno tiene que reconstruir su nervio para la guerra con: una Casa de la Moneda previamente descapitalizada por las fuerzas realistas, una circulación monetaria casi simbólica, un crédito interior agotado por la ya larga crisis de la economía peruana y el fiasco del empréstito del virrey Fernando de Abascal de abril de 1815 y unas minas de metales preciosos que permanecen en poder de los seguidores de La Serna. Las medidas monetarias previas adoptadas por el gobierno tienen que ver con el bloqueo monetario y financiero con el objetivo de frenar la extracción de numerario y fondos; y la inyección de un fondo extraordinario a la Casa de la Moneda con el objeto de volverla a poner en funcionamiento ordinario. Así se recoge en las órdenes cursadas y expuestas a continuación: Con fecha de diez de agosto de 1821.- Se ha dirigido al administrador de la Aduana el siguiente superior decreto: Respecto a que en la Gaceta del día 4 de agosto se publicó de orden de esta superioridad; que ninguno pudiese sacar dinero de esta capital que excediese la cantidad de cien pesos bajo cualquier pretexto que fuese, sin sacar la correspondiente guía de la Aduana con la responsabilidad de la tornaguía de las administraciones a donde se dirigiesen, y en su defecto de los presidentes o jueces subalternos; so pena de decomiso: se declara con arreglo a ella, que podrán darse las guías que se pidiesen, para la extracción del dinero en el comercio y giro terrestre. –Una rúbrica de S.E.- Hipólito Unanue61. ۩ Enterado el Excmo. Sr. Protector del Perú de las crueles usuras con que gravan a la clase menesterosa las avaras manos de los compradores de plata, en pasta &c. para ocurrir a su auxilio conforme a él los sentimientos de su corazón benéfico ha ordenado se dirija al Superintendente de la Casa de Moneda el oficio que sigue rubricado por su Excelencia. Deseando el Excmo. Señor Protector del Perú, dar a los establecimientos públicos el tono y opinión que importa para la común felicidad, y conociendo que la Casa de Moneda por sus interesantes objetos, es uno de los más delicados resortes con que el Estado puede adquirir esa felicidad común, si se maneja con verdadero celo, y por principios económicos, ha dispuesto que de los fondos del Tribunal del Consulado pasen a la tesorería de Moneda diez mil pesos, para que U.S. adoptando los medios propios a que el público sepa y crea que hallará expedita la compra de plata en vajilla por su justo valor, haga útil y benéfica en todo sentido esta medida.- Espero pues del patriotismo de U.S. que acordando con el señor Conde de Villar de Fuente, Prior de dicho Tribunal, el entero de la citada suma, proceda a hacer efectivo el bien propuesto con el rescate o compra de pastas, su amonedación y pronto pago; todo según corresponde al progreso ventajoso de esta empresa, avisándome a su tiempo del resultado, y ahora el recibo de esta orden y su cumplimiento en cuanto a la percepción de los diez mil pesos.- Dios guarde a U.S. muchos años. Lima Agosto 9 de 1821.- Hipólito Unanue.- Al Señor Superintendente de la Casa de Moneda62. El fondo de los diez mil pesos, se aumentará con el producto que fuere dando en la amonedación la plata que se compre y otras cantidades que oportunamente mandará unir a su Excelencia, a fin que pueda verificarse la compra sin demora del vendedor. Este será un tanto que se nombrará con toda propiedad de rescate, pues que rescata la pequeña propiedad del pobre, del codicioso contra ley y razón se vale de sus necesidades para comprársela por menos precio que su legítimo. 61 Colección Documental de la Independencia del Perú, Obra de Gobierno y Epistolario de San Martín, Tomo XIII, p. 78. 62 Colección Documental de la Independencia del Perú, Obra de Gobierno y Epistolario de San Martín, Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, pp. 78-79. Sin embargo, dichas disposiciones tienen, con respecto a la primera, una nula incidencia práctica, y en cuanto a la segunda un efecto muy limitado debido a la escasa llevanza de pastas a la casa de la moneda y la nefasta gestión del envío de sus fondos por motivos de seguridad al puerto de Ancón. Ministerio de Hacienda—Por la razón que sigue de lo acuñado en la casa de moneda, desde el 20 de octubre último hasta el 26 de Noviembre, se ve la actividad con que se ha trabajado, y que habría sido mayor el producto si la casa no hubiera sufrido el detrimento de perder todos sus fondos en Ancon como se ha dicho en la gaceta número 31. Con más numerario habría hecho mayor número de compras de marcos de chafalonía en el banco de rescate, y circulado más cantidad de barras y piñas pagándolas prontamente, la amonedación habría por consiguiente aumentado. Bajo estas consideraciones el Excmo. Sr. Protector del Perú, después de haber oído el dictamen del director de la casa de moneda, ha resuelto que se puedan tomar algunos capitales hasta que completen la suma de cien mil pesos al seis por ciento de interés, pagaderos de seis meses en adelante, en todo, ó en partes como estipulasen los interesado, para que circule con más brevedad el giro en la referida casa, y perciba el público las ventajas que deben resultar. Razón de los marcos de plata amonedados y entregados por el administrador fiel de moneda en la tesorería de esta casa desde 20 de octubre último, hasta la fecha, con expresión del total valor que han producido. Rendiciones 20 de octubre 25 de octubre 30 de octubre 5 de noviembre 16 de noviembre 21 de noviembre 24 de noviembre 26 de noviembre Marcos 6000 6000 6000 6000 6000 6000 6000 6000 Valores 51.064. 51.037.2 51.042.1 51.080.7½ 51.042.5½ 51.063.1 51.072. 51.098.4 TOTAL 48.000 408.500.5 Contaduría de la casa de moneda de Lima y Noviembre 26 de 1821.- 1º de su independencia.- José de Boqui.- Por indisposición del señor contador- Mariano de Cruzeta. Nota: en el Plan de todos los créditos pasivos que reconoce el erario de Lima en fin de Junio de 1821 se certifica como rédito en la casa de moneda la cantidad de 471.588 pesos y 7½ reales63. ۩ Extracto que manifiesta el valor de los caudales en oro y plata pertenecientes al estado y a particulares que existían en la casa de moneda hasta el 2 de septiembre del presente año en que por orden superior del Excmo. Sr. Protector se trasladaron al puerto de Ancon para precaverlos del cualquier riesgo en las turbulentas circunstancias de aquellos días. Del total de los caudales que van a referirse se apoderó Lord Cochrane, perteneciendo a ellos los 102.031 pesos 1 y 3 cuartos reales inclusos en la razón que sobre la distribución de los fondos públicos, se insertó a la gaceta oficial nº 27, como entregados a la intendencia del ejército. Del Estado Tesorería/oro (onzas, ochavas): 114.3½ Tesorería/plata (pesos, reales): 6366.7½ Fielatura/oro (marcos, onzas, ochavas): 134.6.6 Fundición/oro (marcos, onzas, ochavas): 93.7.4/8 63 Colección Documental de la Independencia del Perú, Obra de Gobierno y Epistolario de San Martín, Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, pp. 84-87. Fundición/plata (marcos, onzas): 717.2 Oficina de rescate/plata (marcos, onzas): 4057.7 Ensayador mayor, compras por la casa/oro (castellanos, tomines): 1676.2 Idem/plata piña (marcos, onzas, ochavas): 2341.6.4 Idem/plata de Chafalonia (marcos, onzas): 638.5 Idem/oro (castellanos, tomines): 1554.2 Remitido por el presidente de Huaylas: 20300 pesos y 345 marcos, 6 onzas, 4 ochavas de plata de piña. Particulares Plata de Piña: 2170 marcos que corresponde a 19490 pesos y 2½ reales. Nota: Habiéndose nombrado de orden del Excmo. Señor protector del Perú por el director de la casa de moneda una comisión compuesta del ensayador del estado D. Buenaventura Aguilar, D. Miguel mascaro oficial 2º de la Contaduría y D. Manuel Velarde oficial del mismo ensayador para recoger únicamente las pastas de oro y plata de particulares, que existían en poder del Vice-Almirante Lord Cochrane; y solo se entregaron a dichos comisionados 1537 marcos 6 onzas de plata de piña […]. Igualmente se recibieron los libros de la contaduría y tesorería y 116 paquetes de certificaciones con las mismas monedas y pallones de los ensayos de plata de las rendiciones practicadas en los años de 1810 hasta 1819 inclusive: y 25 certificaciones de las medias monedas de los ensayos de las rendiciones de 64 oro relativas a los mismos años . Los esfuerzos militares requieren la exploración de nuevos experimentos con los que obtener la liquidez requerida ante el bloqueo o agotamiento de las vías tradicionales. La iniciativa novedosa por la que se optó con el doble objetivo de, por un lado, poder lograr los fondos monetarios precisos con los que mantener el esfuerzo público en la guerra y, por otro, lograr un mínimo de liquidez con la que sostener la precaria actividad económica interior, fue la de crear en octubre de 1821 un Banco Emisor, “Banco Auxiliar de Papel Moneda”65. Así se recoge en las siguientes disposiciones: El estado de nulidad en que quedaron los fondos públicos y privados al retirarse el ejército español, tiempo en que el de la Patria necesitaba de grandes erogaciones para continuar en el camino de la gloria, y libertar al Perú, me hicieron pensar en el establecimiento de un banco de papel-moneda. Era el único arbitrio para no acabar de arruinar al Perú con las contribuciones, que exige imperiosa necesidad. En su ejecución imita a todas las naciones ilustradas, que han usado y usan de este arbitrio en sus apuros. Si falta el metal, que representando todas las especies comerciales pueda canjearse con ellas; es preciso reponerle otro signo que circule en su lugar. La amonedación en la casa de Lima montaba anualmente de cuatro a cinco millones de pesos, y en el presente año de 1821, no pasa de poco más de un millón: falta por consiguiente en el giro al pié de cuatro millones en numerario, cuyo hueco es menester llenar, mientras que avanzando las tropas de la Patria sobre las del enemigo, las arrojan de nuestros opulentos minerales, y que exigen el papel con sus ricas explotaciones. Tal es la gran ventaja que presenta el Perú sobre los países de Europa. En sus guerras necesitan estos aumentar el papel subsidiario en la misma razón en que se prolonga la guerra, por no tener minas de donde extraer el oro y la plata para amortizarle. Empezar la guerra en el Perú hacia la sierra es comenzar a quitar del círculo, porque es abrirse los depósitos fecundos de plata para llevarla al cuño. Con el objeto de la erección del banco, hice formar una comisión de personas inteligentes, que se presentarán los planes que creyesen más apropiados a nuestra localidad, y circunstancias; y que tratasen de verificarlo sobre la garantía de un millón de pesos, que debía partirse entre el gobierno y los ciudadanos. Por este motivo debe fenecer el papel-moneda al término de dos años; caso que la adversidad sea tan grande, lo que no es de esperar, que el gobierno no lo suprima mucho antes por el 64 Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, pp. 125-128. Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº 31, 24 de octubre de 1821. 65 Ley de 14 de diciembre de 1822. laborio de minas, y beneficio de metales, que se puede decir que en ninguna parte son más ricos, que a las puertas de la capital. La comisión ha correspondido a mi encargo, presentando la memoria, y reglas que ha creído oportunas, y que ha ordenado se publiquen. La ilustre municipalidad, y el consulado han ofrecido a nombre de los propietarios y comerciantes la garantía del medio millón de pesos que se les propuso, y el gobierno ofrece la del otro medio millón sobre los fondos saneados de la nombrada caja de censos, que pasan de dos millones. Las medidas que se toman, para que la buena fe sea la base del banco, y para que no tenga el fisco la menor intervención en su giro, ni que por ningún pretexto, sean cuales fueren las necesidades del estado, se le ocupen, ni minoren sus caudales, hace esperar tomará crédito y permanencia, aun cuando ya no necesite de su auxilio la causa de la libertad. Son bien conocidas las grades ventajas que ofrecen los bancos al comercio de todos los países donde existen. El gobierno con este fin le proporcionará después recursos, que aumenten sus fondos en numerario. En el día es necesario ceñirse a lo preciso, y plantar las bases con el tino y actividad que espero de los ciudadanos conde del Villar de Fuentes, D. Andrés Salazar, y D. Antonio Alvares Villar, a quienes los representantes de los propietarios, y comerciantes reunidos en este palacio en sesión libre me han propuesto para director, tesorero y contador. Apruebo desde luego la propuesta, y ofrezco favorecer sus trabajos con cuanto penda del poder que ejerzo. Dado en el palacio protectoral de Lima Diciembre 14 de 1821.- Firmado.- San Martin.- Por orden de S.E.Hipólito Unanue66. ۩ Los inmensos gastos que son necesarios para mover contra el enemigo el ejército y la marina a fin de arrojarle del territorio, que aun profana, y la escasez de recursos para cubrirlos obligan imperiosamente a que desde el 1º del inmediato mes de febrero gire el banco el papel-moneda. Conforme a las bases sobre que se ha establecido, y que se han impreso, el estado pagará sus créditos y responsabilidades mitad en dinero y mitad en papel, y mutuamente recibirá la misma ley en sus oficinas los enteros derechos. La casa de moneda queda exceptuada conforme al artículo 7º de las operaciones del banco. Ella debe volver y pagar las pastas de oro y plata en monedas de la misma especie. El giro comenzará por mayor, esto es por vales de diez pesos para arriba. Se espera cooperando las personas de luces, y tráfico al círculo activo de este excelente proyecto resulten a la sociedad y al estado ventajosos efectos que en los laboriosos e ilustrados reinos de Europa. Los directores del banco con el objeto de hacer preceptible esta materia han dirigido al gobierno supremo las siguientes notas por el ministerio de mi cargo. Ilmo y honorable señor.- La dirección del banco auxiliar tiene la satisfacción de anunciar a V.S.I. como presidente de la junta, hallarse ya con el surtido necesario de papel-moneda para poner en ejercicio sus funciones desde el día en que V.S.I. le pareciere publicar su apertura. Persuadida de que la base de este arbitrio es la opinión, juzga que para dar principio el banco a sus operaciones, el estado como creador y protector de él debe recibir el primer suplemento bajo de la circunstancia agradable de que los reintegros en general admite el banco se le hagan en papel ó en metálico como prevenía el reglamento. Para hacer más notoria esta cualidad, con otras que recomiendan el establecimiento, y desvanecer las preocupaciones que puedan oponerse a la idea más benéfica que se ha proyectado en el Perú, conoce la dirección y la necesidad de ilustrar la materia por ser desconocida en su práctica, y por medio del adjunto aviso convida a la lectura de la obrita que está reimprimiendo con el objeto de fijar la opinión en un asunto tan interesante, si todo mereciese la aprobación de V.S.I. muchos años. Lima y enero 24 de 1822.- El conde del Villar de Fuente67. ۩ 66 Colección Documental de la Independencia del Perú, Obra de Gobierno y Epistolario de San Martín, Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, pp. 93-94. Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº 3, 9 de enero de 1822. 67 Colección Documental de la Independencia del Perú, Obra de Gobierno y Epistolario de San Martín, Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, pp. 99-100. Todos los economistas convienen en que un banco bien establecido causa felicidad del estado en que se erige: la experiencia confirma esta aserción en las naciones europeas: y es consiguiente suceda lo mismo en las americanas. En aquellas el comercio ha tratado de duplicar el fondo de su circulación con signos que representan la moneda: el gobierno ha procurado buscar auxilios en si mismo para no solicitarlo de potencia extraña, ni gravar la propia con pensiones: y el interés público consolidando la opinión ha traído el crédito, la utilidad, y el metálico de los vecinos: así es que procurando cada cual su propio provecho, el banco ha venido a ser el medio de prosperar a todos. El Perú imitando su conducta, advierte que su comercio remiso no se puede activar sin un agente que evite la demora de círculos distantes; que supla la escasez de moneda menor, insuficiente al giro, y reemplazase la extracción de la mayor, creando signos que dupliquen el caudal existente. El gobierno exhausto de fondos, precisado de gastos, y distante de las potencias prestamistas, conoce que el adeudarse consigo mismo es mejor que gravar directamente el caudal de sus miembros. Estos por conservar el estado de sus fortunas, evitan la contribución con una fianza nominal que garantiza el crédito público.; y he aquí formado el banco auxiliar del Perú con el carácter de benefactor de un montepío, que cada año se renueva en el grado de poder que se necesita: en efecto: el banco va a ser agente económico seguro para trasladar los caudales sin demoras ni riesgos por todo el reino, introduciendo el papel-moneda un ingente caudal que no existía, va a activar la circulación mercantil, a habilitar la miseria, y a fomentar la agricultura y las artes, supliendo este caudal para auxilio de todos los objetos útiles imaginables. Esta cualidad benefactora y desinteresada que recomienda al nuevo establecimiento sobre todos los bancos de Europa, hará que el de Lima aumente su opinión, y adquiera sus fondos, no para enriquecer los individuos encargados de su dirección, sino para un potentado indígena que reparta sus beneficios al tamaño de su engrandecimiento: así el Perú tendrá en su seno el recurso en las urgencias, el fomento de sus recursos, y la facilidad en sus empresas. A primera vista no es fácil concebir la extensión de estas ventajas: ni persuadirse que el banco sea capaz de causarla sin otro fondo que la garantía indicada, pero ella y su constitución le dan el crédito que es la vida y vigor del establecimiento. El gobierno y el estado han concurrido a su formación, y deben interesarse en conservarlo tan ileso como independiente, para que algún día pueda decir el Perú lo que la Inglaterra, que no puede existir sin su banco. La dirección bien penetrada de sus intereses, y convencida de que los de América se fundan en razón opuesta a las doctrinas que hablan sobre los bancos de Europa, conoce la necesidad de ilustrar la materia para desvanecer preocupaciones sobre el papel-moneda, y con este fin está reimprimiendo el ensayo que escribió José Alonso Ortiz en el año de 1796, con las adicciones oportunas para guiar el discurso hasta fijar la verdadera opinión de este arbitrio, bien conocido en todas las naciones; pero no practicado en la América. El reglamento publicado por el supremo gobierno explica las propiedades del nuevo establecimiento, cuyo giro empieza desde el día franqueando los suplementos que ofrece desde la cantidad de 200 pesos hasta la que se solicite bajo de las fianzas ordinarias de 2.000 pesos para las cantidades mayores; y la obligación de reintegrar el préstamo en los cuatro plazos del año, ya sea en dinero como allí previene, ó en papel del banco en los propios términos y modos prescriptos. No omitirá la dirección prestarse a todo el bien que le permite el reglamento, las circunstancias y facultades que prescriba la junta para el auxilio público; pero como no es fácil detallar todos los casos en que pueda concurrir el benéfico influjo del banco, se anuncia en general que la dirección está dispuesta a conformarse siempre con el título auxiliar que distingue a este establecimiento que se le confía68. ۩ 68 Colección Documental de la Independencia del Perú, Obra de Gobierno y Epistolario de San Martín, Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, pp. 100-101. Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº 9, 30 de enero de 1822. He acordado y decreto: 1º. El papel-moneda que se ha puesto en circulación desde 1º del que rige, se admitirá en el cambio sin quebranto alguno por el valor que representa, por todos los habitantes del estado. 2º. En las oficinas públicas se admitirá igualmente como dinero sonante, en la proporción que está establecido, debiendo entenderse, que para el pago de obligaciones contraídas antes de 1º de Febrero, no es admisible en cantidad alguna, sino solo desde aquella fecha en que el gobierno paga y cobra la mitad en papel, y la mitad en numerario. 3º. Todo el que reusare admitir el papel-moneda incurrirá en la pena de pagar 10 tantos más de su valor, aplicables, la mitad al tesoro público, y la mitad al denunciante. Publíquese por bando para la inteligencia del público, e insértese en la gaceta oficial. Dado en el palacio del supremo gobierno en Lima a 7 de Febrero de 1822.- 3.- Firmado.- Torre Tagle.- por orden de S.E:.- B. Monteagudo69. El modelo de sistema fiduciario es ideado por una comisión especial conformada por: Andrés Salazar, Pedro Abadía, Matías Maestro, Diego Aliaga y Antonio Álvarez de Villar. Dicha comisión toma como modelo los sistemas de crédito europeos, y en especial el caso británico, para esbozar su propuesta de papel moneda peruana con la que alcanzar la suficiencia fiscal e impulsar la actividad económica general. A pesar de las numerosas citas de autores clásicos en su exposición de motivos hay una clara referencia teórica en el modelo finalmente esbozado: Ensayo Económico sobre el sistema de la moneda-papel: y sobre el crédito público, de José Alonso Ortiz y publicada en Madrid en la imprenta real en 1796. La clave de arco del sistema se sustenta en la confianza del mercado y para ello en el escrupuloso cumplimiento de los compromisos de redención desde la esfera pública. Sin embargo, las condiciones objetivas de la economía peruana no permitían la mínima solvencia demandada por un proyecto tan ambicioso. Las razones fiscales conducen a un modelo en la práctica imposible de gestionar, fundamentalmente por dos razones: primero el extraordinario volumen de papel-moneda puesto en un mercado tan frágil; y segundo, la imposibilidad de lograr un mínimo de reservas metálicas en la esfera pública, condición necesaria, con las que sostener el impulso fiduciario. Los reiterados anuncios de cumplimiento por parte del banco de los trimestres de vencimiento son claramente insuficientes cuando por otra parte la casa de la moneda permanece inerme en su función vital de surtir de un mínimo de metálico al mercado y al propio Estado. La Dirección del Banco Auxiliar avisa al público Que está cumplido el primer plazo en que los deudores al banco deben reintegrar en metálico la mitad de los suplementos que han recibido, para que con la misma cantidad se amortice en los días 28, 29 y 30 del presente la mitad del valor de los billetes circulantes en la forma siguiente. Por cada 200 pesos que en los días señalados se presenten en billetes, entregará el banco 100 pesos en dinero metálico, y un vale de 100 pesos que ganará en razón de 4 por 100 al año hasta el segundo plazo de 30 de junio. Al deudor que presentase al banco doble cantidad en billetes de la que esté obligado a enterar en el presente plazo, se le admitirá como metálico la mitad del valor de ellos, y la otra mitad se le reducirá a dichos vales de premio. Al deudor que no se presentase doble cantidad en papel, se le admitirá que haga el entero mitad en metálico, y mitad en papel, por ser todo conforme al reglamento publicado por este establecimiento. 69 Colección Documental de la Independencia del Perú, Obra de Gobierno y Epistolario de San Martín, Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, p. 102. Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº 12, 9 de febrero de 1822. Para facilitar el despacho, todo el individuo que ocurra al banco a rescatar, ha de presentar por duplicado una nota ó razón en medio pliego firmada, en la que se expresará la clase de billetes que comprende, la cantidad total que importan, y la numeración por menor de cada una de ellas. Se despachan provisionalmente las funciones del rescate en casa del contador del banco don Antonio Álvarez de Villar, calle de Melchor-malo, de nueve a una de la mañana en dichos días. Lima y Marzo 20 de 1822.- Conde de San Isidro70. ۩ El banco auxiliar cumple con su primera obligación de rescatar en los días 28, 29 y 30 de marzo todas las cantidades que se presentan en papel, según el modo prescripto en su reglamento. El crédito del establecimiento se ve aumentado al no tener que amortizar toda la cantidad respectiva a los suplementos hechos desde la apertura del banco, porque el público ha preferido el uso del papel de pago, ó sin premio la libertad de reducir la mitad a metálico, y la otra mitad a vales de premio. Este hecho consolida la opinión del papel y refuerza la necesidad de una mayor cantidad de este para el círculo preciso del comercio y abastos, por la suma escasez de numerario. La escasez general de circulante monetario amenazaba con paralizar económicamente al gobierno y los particulares. El papel suplente del banco ha permitido mantener una mínima actividad y evitar al público contribuciones directas para sostener al estado71. El metálico con el cuño “Perú Libre”, aprobado mediante el decreto siguiente, tendría como función central el sostenimiento del impulso fiduciario: He acordado y decreto: 1º. La nueva moneda del Perú se pondrá en circulación desde el día de mañana, y será recibida por el mismo valor que la antigua, por ser de la misma ley y peso que hasta aquí ha tenido. 2º. La nueva moneda del Perú, se distinguirá por las armas provisionales del estado, que lleva en el anverso con esta inscripción, Perú libera, y en el reverso, la justicia y la paz, con una columna en el centro, y la inscripción que dice, Por la virtud y la justicia. 3º. Los que rehusaren recibir esta moneda, incurrirán en las penas establecidas por la ley. 4º. El ministro de relaciones exteriores avisará oficialmente a los gobiernos amigos y aliados, lo prevenido en el artículo 1º de este decreto, remitiéndoles las monedas del nuevo cuño para su conocimiento. Comuníquese al director de la casa de moneda, publíquese por bando, e insértese en la gaceta oficial. Dado en el palacio del supremo gobierno, en Lima a 15 de julio de 1822.- 3º.- Firmado.Trujillo.- Por orden de S.E..- B. Monetagudo72. Sin embargo, su presencia en el circuito monetario limeño es puramente anepdótica y todo un modelo sustentado en la hipótesis de una rápida recuperación militar de los yacimientos de oro y plata del interior, comienza a naufragar de forma acelerada, ayudado por la falsificación masiva de billetes de baja y media representación. La Dirección del Banco Auxiliar Deseando aumentar la seguridad de los billetes de a diez pesos, ha dispuesto que a todos los que se estampen en adelante, empezando desde el número doce mil; se les agregue en cada uno de los lados con tinta negra una línea de letras menores buriladas por el estilo de las que tienen de colorado a su respaldo: y que también lleven en el centro un sello de relieve en blanco del tamaño de dos reales en que se lea: VALE DIEZ PESOS. 70 Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, p. 106. Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº 23, 20 de marzo de 1822. 71 Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, pp. 106-107. Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº 30, 13 de abril de 1822. 72 Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, p. 114. Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº 5, 10 de julio de 1822. Los billetes de a diez pesos que circulan hasta dicho número doce mil, podrá presentarlos el público en el banco, si gusta que se le ponga dicho sello. El banco gratificará como corresponde a cualesquiera persona que denuncie a lo que con perjuicio del público, y del establecimiento falseen billetes, ó los conserven sin avisar al público73. ۩ La dirección del banco auxiliar, atenta siempre a las obligaciones que le impone su instituto, consultó al Excmo. Sr. Supremo Delegado con fecha del día 20, que exigía la experiencia y la necesidad, se creasen billetes de a cuatro reales, para facilitar el cambio de los de mayor valor; y S.E. penetrado de los mismos sentimientos a favor del crédito del banco y alivio del público, accedió a tan justa solicitud, mandándolo así por decreto del mismo día. En su virtud, desde el lunes 27 empezarán a correr dichos billetes de a cuatro reales, en la mitad del tamaño de los de a ocho reales, con las precauciones convenientes, para que el público los distinga, y no sea defraudado. Al mismo tiempo previene la dirección, que desde el día 1º de junio podrán ocurrir a cambiar los billetes mayores por menores todos los que gusten hacerlo, pues que el objeto del establecimiento no es otro, que proporcionar cuantos auxilios y comodidades sean posibles. Sin embargo de que este supremo gobierno ha opuesto ya muy en el principio medidas acertadas para que los malvados no continúen falsificando aunque con notable diferencia, el papel-moneda, con que han sido sorprendidos algunas gentes de poca inteligencia; ha resuelto S.E. sea premiado el que denunciere al delincuente con quinientos pesos, luego que se compruebe el hecho, bajo la seguridad de que jamás por motivo alguno saldrá a luz su nombre; y que a mayor abundamiento se le dará un documento que, sin designar la causa, se le declare por buen patriota, y acreedor a ser destinado ó ascendido en su respectiva clase74. Finalmente, en el mes de julio de 1822, comienza el debate interno en torno a la suspensión del modelo monetario de papel-moneda. El sistema, a pesar de sus numerosos inconvenientes, errores y futuras disfunciones, había logrado, mediante la ampliación de la base monetaria mantener en pié a un precario gobierno acorralado por unos gastos militares muy superiores a los planificados inicialmente. De esta forma, el final de la experiencia fiduciaria del Protectorado comprometía directamente la vigencia del pretendido Estado al que representaba. Una junta extraordinaria, encargada de estudiar el modo por el cual se procedería a extinguir el papel-moneda en circulación y redefiniría las funciones del banco auxiliar, dictamina sobre el caso a menos de un mes de la salida de San Martín del Perú. Deliberaciones previas en junta extraordinaria para tratar la amortización del papel-moneda. Composición del la Junta: ministros del gobierno, Presidente del Departamento, alcaldes de la Municipalidad y vocales de la Cámara de Comercio. Tras dos días de amplios debates se acuerda orden al Banco para que suspenda por ahora la extracción de más papel. Extinción del papel moneda Ser libres de una dominación extranjera, y constituirse un gobierno justo y equitativo, no puede conseguirse sino a costa de grandes sacrificios. La guerra indispensable para sacudir el yugo pide gastos muy considerables. Los pueblos los sufren en todas partes a costa de exacciones con que los gravan, y esta capital tuvo que cargarlas en otro tiempo para perpetuar sus cadenas. Al rompérselas el gobierno de la Patria, debía haberlas continuado para proporcionarse medios, así para su defensa como para 73 Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, p. 109. Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº 31, 17 de abril de 1822. 74 Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, pp. 109-110. Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº 42, 25 de mayo de 1822. librar las provincias que aun gimen. Pero S.E. el Protector de la libertad del Perú quiso aliviarle quitando todas las gabelas extraordinarias con que le oprimían los mandatarios españoles para perpetuar su injusta tiranía. Suspendidos estos derechos era preciso buscar arbitrios que la sustituyesen. No sin grandes fatigas pudieron conseguirse en el semestre corrido de julio a diciembre de 1821. Mas creciendo enormemente los gastos con la organización, y sostén de un ejército numeroso, y la formación de una marina respetable, superaron las necesidades a los medios que se tenían. Ellas demandaban imperiosamente gravar de nuevo al vecindario con las imposiciones anteriores o adoptar el papel moneda siguiendo el espíritu de las naciones más cultas. Eligióse este no solo como menos gravoso, sino como útil y benéfico en las circunstancias. Establecido el banco, se ha girado con suma economía; y se ha cumplido puntualmente consolidándole al plazo señalado. El estado ha podido con su auxilio sostener sus enormes gastos; y después de seis meses no circulan de su pertenencia trescientos mil pesos, por tener recogida parte de esa cantidad. Cien mil pesos más que el banco ha puesto en giro, corresponden a personas particulares que en sus urgencias han ocurrido a él, bajo de fianzas seguras por socorros que en las estrechas circunstancias habrían solicitado en vano de otra parte. El dinero que debían devolver al plazo señalado consolidaba el papel, y minoraba la cantidad del círculo. Así en este nunca podría haber corrido una cantidad desproporcionada al vecindario al tiempo mismo que mediante él se libraba este de exacciones ó donativos en general, y se socorría en sus apuros particulares. No obstante semejantes ventajas, no acostumbrado este pueblo al uso del papel moneda resiste el recibirlo, y lo resiste de un modo que demanda remedio. S.E. el Supremo Delegado que se desvela en proporcionarle su prosperidad y quietud, no ha querido tomar ninguno de cuantos medios dicta la razón de estado, y la salud pública, para hacer valer su cambio. Ha resuelto extinguirlo y que no circule ¿Y con cuales podría verificarse? Esto es lo que ha causado muchos afanes, y meditaciones. Repetidas veces ha reunido alrededor de sí personas inteligentes en hacienda y comercio para oír su dictamen. Después de varias sesiones parecía difícil conseguir el objeto de ellas por la escasez de numerario que no dejaba obrar los buenos deseos de los concurrentes. Pero al fin la eficacia y el asiduo trabajo de S.E. y la decidida voluntad de aliviar al pueblo generoso, a quien tiene el honor de mandar, ha alcanzado el que algunos comerciantes beneméritos, y llenos de celo por el bien público satisfagan sus deseos, sacrificando desde luego parte de sus rentas del estado que tanta falta hacen en el día, para reintegrar los capitales que inviertan. En consecuencia ha decretado. 1º. A fines del presente mes de agosto los comerciantes comisionados para la extinción del papelmoneda presentarán en el banco de su giro, 140 mil pesos consolidados en billetes de valor de 2 y 4 reales, ó el dinero efectivos para verificarlo a la mayor brevedad, por ser este el que corre en más cantidad, y que más gravan al pueblo menesteroso. 2º. Los comisionados serán reintegrados de sus desembolsos con los derechos de aduana que adeuden al término de tres meses contados desde el día de la consolidación. 3º. Para acelerarla en lo posible, se expenderá en la renta de Tabacos cuanto quiera comprar el público, por solo el referido papel, y sin necesidad de erogación pecuniaria. 4º. El banco según se le tiene ordenado no circulará absolutamente más papel, bajo de ningún pretexto, y el que se recibiese en la Tesorería del Estado se le devolverá para que cese su cambio. 5º. Si el gobierno encontrare otros recursos que poder emplear en este objeto, lo ejecutará inmediatamente que se verifique para que a la mayor brevedad posible se extinga en su totalidad el papel-moneda. Entre tanto los pequeños restos que vayan quedando en el círculo deberán ser puntualmente recibidos en todo género de contratos conforme a la ley establecida de pagarse la mitad en papel, y la otra en moneda. Publíquese en gaceta extraordinaria, y comuníquese por el ministerio de Hacienda a quienes corresponda. Dado en el palacio del supremo gobierno en Lima a 13 de agosto de 1822.- Firmado.Trujillo.- De orden de S.E.—Hipólito Unanue75. 75 Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, pp. 117-118. Gaceta Extraordinaria del Gobierno de Lima Independiente, nº 2, 13 de agosto de 1822. 4.2 LA CASA DE LA MONEDA DE CUZCO Y LAS INICIATIVAS MONETARIAS DE LA SERNA El gobierno del Virreinato, tras la fracasada conferencia de Punchauca, el 5 de junio de 1821, toma la decisión, a principios del mes de julio de trasladarse a la ciudad de Cuzco, desde la cual mantener el esfuerzo bélico. Durante más de tres años logrará el bando realista mantener el control de una buena parte del territorio peruano, en concreto el centro y el sur del país, incluyendo las áreas más ricas de producción metalista. José de La Serna, virrey del Perú, convierte Cuzco en capital del nuevo gobierno realista y emprende la ingente tarea de levantar una estructura administrativa con la que gestionar un vasto territorio y recomponer su propio nervio con el que sostener las sucesivas campañas militares. A pesar de las deficiencias en cuanto a la disponibilidad de documentación primaria con respecto al primer año de guerra76, podemos indicar, como se señala en la Colección Documental de la independencia del Perú, que la eficiente gestión de los limitados recursos disponibles y los fondos drenados de la casa de la moneda de Lima, permiten al gobierno no tener que recurrir a contribuciones extraordinarias, como así lo atestiguan los balances de las Cajas a finales de 1822. Libro Manual de las Cajas Reales, 1 de enero de 1823 Cargo sobrante de 1822: 40.747 pesos y 5 reales77. Libro Manual de 1823 en 14 de abril Adeudo 22.031 pesos 7 reales correspondientes al semestre de Navidad de 182278 Libro Manual de 1823 en 29 de agosto Adeudo 192.183 pesos correspondientes al semestre de San Juan anterior79 Libro Manual de 1824 en 26 de febrero Adeudo 64.840 pesos 5 reales correspondientes al semestre de Navidad de 182380 A finales de 1823 la Real Hacienda del Cuzco arrastra una deuda de 54.102 pesos 2½ reales, por empréstitos hechos al Fisco por el vecindario de la Intendencia en 18161817. CUPOS El estado de guerra agudiza el proceso de decadencia de la economía virreinal afectando a su vez a la capacidad fiscal y financiera del Estado, haciendo a partir de 1823, insuficiente la política prudente y de contención aplicada durante el ejercicio de 1822. Los gastos, con un comportamiento exponencial, no encuentran su equivalente en unos ingresos ordinarios en descenso y unos fondos metálicos, procedentes de la casa de la Moneda de Lima, agotados. En este punto crítico la vía explorada por La Serna será la de las contribuciones extraordinarias que vendrán a aliviar parcialmente la sed de 76 En cuanto al aspecto económico de la administración de La Serna cabe destacar la falta de un documento fundamental, el “Libro manual de las Cajas Nacionales” correspondiente al año de 1822, libro extraviado en la tesorería Fiscal que nunca se recepciona en el Archivo Histórico del Cuzco, como sí ocurre con los correspondientes a los ejercicios de 1823 y 1824. Además, es en 1822 cuando las Cajas Reales del Cuzco se convierten en Cajas Nacionales. Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 26. 77 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 26. 78 Libro Manual cit. Part. 391, fs. 64 y 64 v.- AHC. 79 Libro Manual cit. De 1823. Part. 1056, fs. 157 y 157 v.- AHC. 80 Libro Manual cit. De 1824. Part. 274, fs. 38 v.- 39.- AHC. numerario. Los instrumentos fiscales extraordinarios, ó cupos, tendrán una diversa naturaleza que a continuación desgranamos, junto con su aportación al total de los ingresos virreinales. -Préstamo Forzoso: 31 de enero de 1823 por la suma de 40,000 pesos sobre todas aquellas personas civiles y eclesiásticas cuyas rentas excedían de 2,000 pesos, y los conventos de regulares cuyas entradas lo permitan. La acotación se realiza el 15 de febrero por la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Cuzco: 16 individuos del Estado eclesiástico, cinco comunidades religiosas81, 6 miembros de la Diputación Provincial, 79 individuos del Ayuntamiento y del Comercio de la ciudad82. Todos ellos sumaron la cantidad de 17,075 pesos como aporte del cercado de Cuzco. Otros Partidos: 63 vecinos del Partido de Quispicanchis, 69 de Urubamba, 49 de Calca, 35 de Chumbivilcas, 50 de Tinta, 32 de Paucartambo, 16 de Aymaraes y 62 de Abancay, sumando la cantidad de 22,925 pesos83. -Contribución de predios rústicos: Esta contribución es decretada por el virrey el 4 de junio de 1823 por la suma de 50,000 pesos sobre haciendas y tierras de propiedad y de usufructo sin dominio. La acotación la realiza el Intendente Álvarez el 18 de noviembre de la siguiente forma: Partido Cuota Aymaraes Abancay Urubamba Calca Paucartambo Tinta Quispicanchis Chumbivilcas Cotabambas Paruro Cercado TOTAL 1,599.2 8,875.5½ 11,034.7½ 3,388.7 4,809.6½ 2,797 8,663.5 1,049.6 667.6½ 4,687.5½ 3,230.4½ 50,804.584 La recaudación, encargada a los subdelegados, no fue cumplida en plazo. Hacia el 20 de febrero de 1824, el ministro tesorero José María Sánchez Chávez insta al Intendente de Cuzco que termine la operación de recogida, pendiente todavía de 18,511 pesos ½ 81 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 30. Real Hacienda de Cuzco. Libro de correspondencia e informes al Gobierno Intendencia de la capital de Cuzco. Año de 1823, fs. 50.-AHC. 82 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 31. Libro Manual cit. De 1824. Part. 196 y 317, fs. 32 v., 33 y 52 v.- AHC. 83 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 31. Libro de Tomás de Razón para la Contaduría principal de Cuzco que da principio en 14 de enero de 1823. Fs. 89-94 v.-AHC. 84 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 32.Libro de Tomás de Razón cit. Fs. 99 v.- 100.-AHC. real por cuenta del cupo. Todavía en la avanzada fecha de 20 de julio de 1824 el partido de Abancay adeuda la suma de 3,115 5 reales85. -Cupos al Comercio En circular de 29 de abril de 1823 la Serna se dirige al Comercio español de Cuzco para que proporcione al gobierno 20,000 pesos en empréstito voluntario, tras haber realizado al misma gestión con Arequipa (250,000 pesos), La Paz (160,000 pesos), y Potosí y Chuquisaca (80.000 pesos). El Intendente Antonio María Álvarez se encarga de gestar el acuerdo que finalmente se materializa el 12 de mayo, con un préstamo que alcanza la suma de 13,375 pesos que se les satisfará del ramo de Alcabalas. El expediente siguió un sinuoso recorrido de diversos trámites terminando con una primera entrega de 10,250 pesos el 31 de junio y 10,750 pesos el 18 de noviembre, superando la cantidad fijada inicialmente de 20,000 pesos. Relación de prestamistas y cantidades: Juan Pascual Laza Juan José de Olañeta Gregrio Ponce Antonio Otazu Manuel Ezenarro Isidro Echegaray Casimiro Laurel Cipriana Torres Bernardino Carrillo Martina Castillo Felipe Cajigas Norberto Alosilla Juan Alegría José Esteban de la Peña Manuel Sarmiento Pascual Vásquez Felipe Loayza Antonia Sarmiento Bernardo Marocho 2,000 pesos 4,000 1,000 400 200 2,000 100 100 1,200 500 1,000 500 500 1,000 1,100 1,000 3,000 1,000 40086 El 20 de febrero de 1824 se decreta un segundo cupo de 20,000 pesos, debido a las serias dificultades económicas, a cargo de los comerciantes de Cuzco. El objetivo es el de cubrir de forma urgente el presupuesto del Ejército del Norte. La cantidad se distribuye entre los individuos que por su giro tengan que pagar derechos de Aduanas, a fin de que pasada la razón de la cantidad que a cada uno corresponde pagar, se pase la orden para que se le vaya reintegrando, no pagando sino la mitad de los derechos que 85 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 32. Libro de Correspondencia e Informes cit. fs. 84 v., 85 y 125.- AHC. 86 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 33. Libro Manual cit. de 1823.- Part. 944 de 31-VII-1823, y 1419 de 18-XI-1823, fs. 142 v. y 204 v.- 205.- AHC. vaya adeudando. En definitiva, el préstamo se duplicaba en el momento de cancelar derechos de aduana por futuras importaciones. El plazo máximo se fijó para el 12 de marzo, aunque tuvo que ser corregido progresivamente. La exacción se hizo extensiva a los individuos del gremio de comerciantes del Cuzco cuyo principal era mayor de 1,000 pesos. Finalmente el cupo fue reducido a 15,750 pesos, recurriendo 74 individuos, muchos de los cuales pagaron parte del cupo asignado en especie87. La Intendencia de La Paz acaba entregando a la Caja de Cuzco la suma de 61,516 pesos de un cupo inicial de 80,000, a través de dos entregas en 6 de junio y 15 de julio de 182388. En cuanto a Potosí, el 22 de diciembre consta la entrada de 12,154 pesos a cargo del comercio y 15,000 de vecinos89. Y finalmente, de Cochabamba el 6 de junio de 1823 6,000 pesos90. No hay datos relativos a Huamanga, Huancavelica, Tarma, Arequipa y Puno, aunque con respecto a esta última intendencia el contingente ordinario y mensual ascendía a 16,000 pesos. -Donativos y préstamos voluntarios Relación de los más importantes: 15 de marzo de 1823, Manuel Fernández Coronel, Subdelegado de Aymaraes, dona al Ejército realista la cantidad de 467 pesos 5 reales ½91. 4 de abril de 1823, Manuel Ranero Caballero, entrega 2,000 pesos en las Cajas de Cuzco92. 11 de julio de 1823, Francisco Ruiz de Sorsano, entrega 1,000 pesos93. 18 de noviembre de 1823, el brigadier Ignacio Landázuri, prestó 9,000 pesos94. 22 de noviembre, el Coronel Eulogio Santa Cruz, Secretario del Virreinato, cubrió la suma de 5,040 pesos95. 18 y 24 de diciembre, Lucas de la Cotera, comerciante de Arequipa, dona 8,203 y 1,050 pesos respectivamente, además de otras cantidades menores96. La Serna en su objetivo de no consumar el deterioro del crédito público devolvió, en parte, el dinero prestado a través de estos donativos y préstamos voluntarios. LA CASA DE LA MONEDA 87 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 34. Libro de Tomás de razón cit. Fs. 75 v.-77 y 253-254.- AHC. 88 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 35. Libro Manual cit. De 1823, Part. 664 y 870. 89 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 35. Libro Manual cit. De 1823, Part. 1581. 90 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 35. Libro Manual cit., Part. 665. 91 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 35. Libro Manual cit. de 1823, Part. 263, fs. 44 y 44 v.-AHC. 92 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 36. Libro Manual cit., Part. 349, fs. 57.-AHC. 93 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 36. Libro Manual cit., Part. 852, fs. 129.-AHC. 94 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 36. Libro Manual cit., Part. 1420, fs. 205.-AHC. 95 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 36. Libro Manual cit., Part. 1440, fs. 208.-AHC. 96 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 36. Libro Manual cit., Part. 1449, 1471, 1502, 1572, fs. 209, 212, 216 v., 224 v.-AHC. Sin embargo, a pesar de este incremento de la presión fiscal mediante instrumentos extraordinarios el gobierno se ve incapaz de mantener el esfuerzo bélico y éste precisa de la adopción de medidas supletorias. A su vez, la ausencia prolongada de numerario conllevaba el peligro latente de la paralización de la economía cuzqueña y del propio Estado a corto plazo. Es en este contexto en el que el gobierno emprende, probablemente, la iniciativa más sorprendente y audaz de toda la guerra, el traslado e instalación en el Cuzco de la casa de la moneda de Lima. La extraordinaria medida indica hasta que punto la cuestión monetaria es central en contextos económicos tan complejos como los bélicos. El General Canterac recibe la orden del traslado de la maquinaria de la Casa de Moneda de Lima hasta Cuzco en el mes de julio de 1823. El objetivo es doble: privar a los independentistas de este extraordinario instrumento y desbloquear la paradoja de plata sin máquinas a favor del gobierno de La Serna. Canterac informa desde Lurín el 17 de julio sobre este particular al virrey detallando la extracción de toda la maquinaria, dependientes y operarios de la citada institución. El Teniente Coronel Manuel Vigil será el encargado de llevar a cabo la operación de transporte desde Huancayo hasta Cuzco mientras la Real Hacienda concluía todos los preparativos necesarios para su final instalación en la sede del virreinato97. La orden de traslado y plantificación se resuelve en diciembre de 1823. El Convento y Hospital de San Juan de Dios98 será el local elegido para la ubicación de la futura Casa de la Moneda de Cuzco (el estado de la antigua Callana de las Cajas Reales desaconsejan esta ubicación natural), actuando José María de Lara, asesor general del Virreinato, en base a su experiencia como ensayador propietario de las Cajas de Potosí, como consejero en la cuestión de la instalación de la Casa de la Moneda99. A su vez, La Serna hace llamar, con fecha 28 de noviembre de 1823, a Cuzco a Manuel Solares, Tesorero de la Casa de la Moneda de Potosí, con el objetivo de dirigir los trabajos de instalación de la Casa cuzqueña. Los gastos de la obra entre el 26 de enero y el 26 de junio de 1824 ascienden a 15,800 pesos100 debido a las dificultades que entraña el adaptar un establecimiento al complejo sistema de producción de una Casa de Moneda, además de las inversiones en infraestructuras que implica el proveer al centro del agua suficiente para proporcionar la fuerza motriz capaz de mover la pesada maquinaria. El personal de la Casa de la Moneda está compuesto por un núcleo de profesionales que ya dirigían el establecimiento en Lima: Superintendente: Pablo Terón Guarda cuños: Fernando Barea Contador de Monedas: Domingo Arriaga Oficial de 2ª de Contaduría: Manuel Urrutia 97 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 37. Libro Manual cit. de 1824. Part. 53, 153 y 408.- AHC; y Decreto del 5-VII-1824. En “El Depositario” Vol. 759/30.- BICUC. 98 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 37. Libro de Correspondencia e Informes al Gobierno Intendencia de la capital de Cuzco. Año de 1823, fs. 81, Nº 24.- AHC. 99 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 38. Oficio al Gobernador Intendente de Potosí de 28-XI-1823. Libro de Tomás Razón cit., fs. 129.- AHC. 100 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 38. Libro Manual cit. De 1824. Part. 127, 145, 176, 214, 257, 280, 316, 335, 347, 377, 402, 426, 491, 504, 518, 558, 602 y 770.- AHC. En julio de 1824 se suman: Fiel: Martín Casuso Ensayador: Tomás Paniso De Potosí: Contador: Juan Bautista de la Rosa Ensayador: Gregorio Carril101 La Serna, en paralelo a los trabajos de instalación de la Casa de Moneda, mediante decretos de 6 de marzo y 5 de junio102, establece el rescate de plata por las Tesorerías a fin de asegurar la dotación de materia prima para una estable y constante amonedación. Por una parte, en el Banco de San Carlos de Potosí, así como en todas las Tesorerías, se fijan las siguientes tarifas de compra de metales en pasta que los mineros llevaran a vender: Piñas beneficiadas cuyo peso exceda de 30 marcos Los menores hasta 10 En piñones, piezas menudas y planchas Chafalonía y vajilla Plancha fundida no se admite 7 pesos 2 reales 7 pesos 1 real 6 pesos 4 reales/ 6 pesos 6 reales 6 pesos Y, por otra parte, se dispone que las barras que se fundan en las Cajas de Oruro y La Paz se remitan con guía a Potosí, mientras que las que se procesan en Puno, Arequipa, Tarma, Huamanga, Tacna y Huancavelica sean remitidas a las Casa de la Moneda de Cuzco. Lo mismo se decreta con el oro, debiendo de ser éste quintado y marcado previamente en la Caja correspondiente antes de ser remitido a las Casa de la Moneda. Destaca como en medio de unas críticas circunstancias de estado de guerra se logra legislar sobre la cuestión monetaria con relativa aspiración reformista con el objetivo de establecer la regularidad en la circulación de numerario, ofreciendo unas elevadas tarifas de compra a mineros y poseedores de plata. El establecimiento cumple un importantísimo papel, según consta en los registros de la Tesorería General, realizando importantes entregas de dinero al Gobierno en momentos económicos críticos, y manteniendo a su vez una eficiente y novedosa gestión de la institución monetaria. 101 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 39. Libro Manual cit. De 1824. Part. 191, 215, 312, 466 y 547.- AHC. 102 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, p. 39. Colección “El Depositario”. BICUC, Vol. 759-30. Recogido en Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XXII, Documentación Oficial Española, Vol. 3, Gobierno Virreinal del Cuzco, pp. 129-134. CONCLUSIÓN Durante la década de 1820, tanto la Península como los antiguos territorios de Ultarmar, ahora como naciones incipientes, comparten un mismo problema: la escasez de numerario. El obstinado mantenimiento, por parte de la corona española, de una política monetaria tradicional, más preocupada por el orden fiscal que por alcanzar objetivos modernos, conduce a ambas orillas del Atlántico a la necesidad de un planteamiento reformista en la esfera monetaria que permita, por una parte, salir del marasmo monetario al que ha conducido el viejo sistema y, por otro, el de crear unas nuevas condiciones monetarias y financieras que permitan a las economías desenvolverse de forma eficaz en un marco internacional que se regula mediante relaciones económicas modernas. España pretende salir de la encrucijada a través de la puesta en marcha de una amplia reforma monetaria, aun con importantes limitaciones, impulsada por el Trienio Liberal, que pretende transformar profundamente las Casas de la Moneda. En el caso de Perú, momento que coincide con la guerra de la Independencia, también contribuye a pesar de la situación excepcional a la búsqueda de soluciones que permitan salir de la situación de postración monetaria. Cada cual a su manera, desde el bando patriótico desplegando un ambicioso proyecto de implantación del sistema fiduciario que le permitiera resolver su ecuación de máquinas sin plata. Desde el bando realista, una vez sorteada la limitación de plata sin máquinas, estableciendo un sistema de tarifas de compras altamente estimulante para alcanzar elevados niveles de acuñación. BIBLIOGRAFÍA: AAVV (1994): Cien años de historia. Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Madrid. ALDAMAR, Joaquín de (1861): Informe sobre moneda. Madrid. AMAT, Juan de (1813): Balances de las cuentas de la Casa de la Moneda de Cataluña. Palma de Mallorca. ANDERSON, P. (1979): El Estado absolutista. Madrid. ANÓNIMO (1862): Breve reseña histórico-crítica de la moneda española y reducción de sus valores a los del sistema métrico vigentes. Madrid. ARTOLA, Miguel (1983): Antiguo Régimen y revolución liberal. Barcelona. BARBIER, Jarques A. y KLEIN, H. S. (1985): “Las prioridades de un monarca ilustrado: el gasto público en el reinado de Carlos III”, Revista de Historia Económica, nº 3. BURZIO, Humberto F. (1958): La ceca de Lima, 1565-1824. Madrid. BUSTELO, Francisco y TORTELLA, Gabriel (1976): “Monetary Inflation in Spain, 1800-1970”, Journal European Economic History, nº 5, pp. 141-150. CAMERON, Rondo (1974): La banca en las primeras etapas de la industrialización. Madrid. CANGA ARGÜELLES, José (1833): Diccionario de Hacienda. Madrid. CATALINA ADSUARD, Antonio (1980): La antigua ceca de Madrid: una aproximación a su historia. Madrid. COLECCIÓN DOCUMENTAL DE LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ, TOMOS XIII Y XXII. Lima. CHICK, Victoria (1990): La macroeconomía según Keynes. Una revisión de la teoría general. Madrid. DARGENT, E. (2006): Las Casas de Moneda Españolas en América del Sur. Lima DARNIS, J.M. (1988): La monnaie de Paris. Sa création et son histoire du Cosulat et de l´Empire à la Restauration (1795-1826). Levallois. DOBADO, R. y MARRERO, G. (2001): “Minería, crecimiento económico y costes de la independencia de México”, Revista de Historia Económica, Otoño-Invierno 2001, año XIX, nº 3. DURÁN GONZÁLEZ, R. (1994): “Historia de la Casa de la Moneda y Timbre”, Cien Años de Historia. Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Madrid. EHRENBERG, R. (1922): Das Zeitalter der Fugger. Geldkapital und Creditverkehr im 16. Jena. ESPINA MONTERO, A. (2001): “Oro, plata y mercurio, los nervios de la monarquía española”, Revista de Historia Económica, Otoño-Invierno 2001, año XIX, nº 3. FLYNN, Dennos O. (1984): “El desarrollo del primer capitalismo a pesar de los metales preciosos del Nuevo Mundo: una interpretación anti-wallerstein de la España imperial”, Revista de Historia Económica, marzo-septiembre, 2, pp. 29-57. FONTANA, Josep (1992): La crisis del Antiguo Régimen 1808-1833. Barcelona. - (1980): “La Hacienda en la historia de España: 1700-1931”, en Suplementos al Diccionario de Hacienda por D. José Canga Argüelles. Madrid. FRANCISCO OLMOS, José María de (2000): La moneda de la revolución francesa. Madrid. GARCÍA JIMÉNEZ, A. (1845): Índice de reales decretos y órdenes expedidas en materias de rentas (…). Madrid GARCÍA MARTÍNEZ, B. (1970): La Casa de Moneda (siglos XVI-XIX). México. GARCÍA DE PASO (2000): “La estabilización monetaria en Castilla bajo Carlos II”, Revista de Historia Económica, Invierno 2000, año XVIII, nº 1. GENER, J. (ed.) (1862): Memorias sobre la reforma del sistema monetario. Madrid. GIL NOVALES, A. (1980): El Trienio liberal. Madrid. - (1976): Rafael del Riego. La Revolución de 1820, día a día. Madrid. - (1991): Diccionario biográfico del Trienio Liberal. Madrid. GOIG, E. (1977): La moneda catalana de la guerra de la Independencia (1808-1814). Barcelona. GONZALEZ CARVAJAL, Tomás (1832): Registro de las minas de la Corona de Castilla. Madrid. HAMILTON, Earl J. (2000): El tesoro Americano y la Revolución de los Precios en España 1501-1650. Barcelona. HARO, D. de (2006): La Reforma monetaria del Trienio Constitucional. De la política monetaria ilustrada al reformismo liberal. Madrid HERR, R. (1977): “El experimento de los vales reales (1780-1808)”, en A. Otazu (ed.): Dinero y Crédito: (siglos XVI al XIX). Madrid: Moneda y Crédito. KAMEN, H. (1984): El siglo de Hierro. Cambio social en Europa, 1550-1660. Madrid. KEYNES, John Maynard (1980): Teoría General de la ocupación, el interés y el dinero. México. KINDLEBERGER, Charles P. (1988): Historia financiera de Europa. Barcelona. KRIEDTE, P. (1994): Feudalismo tardío y capital mercantil. Barcelona. KRIEDTE, P. (1994): Feudalismo tardío y capital mercantil. Barcelona. LAZO GARCÍA, C. (2008): Obras escogidas de Carlos Lazo García, Tomo III, La moneda. Lima LLOMBART, V. (1992): Campomanes, economista y político de Carlos III. Madrid. MALDONADO, J. (2000): La formación del capitalismo en el Marco del Jerez. Madrid. MALUQUER DE MOTES, J. (1994): “El índice de la producción industrial en Cataluña. Una nueva estimación (1817-1935)”, Revista de Historial Industrial, nº 5, pp. 45-71. MARICHAL, C. (1999): La bancarrota del virreinato. Nueva España y las finanzas del imperio español, 1780-1810. México. - (1997): “Beneficios y costes fiscales del colonialismo: las reservas americanas a España 1760-1814”, Revista de Historia Económica, Invierno 1997, año XV, nº 3. MARX, K. (1978): Contribución a la crítica de la economía política. Madrid. MATEU Y LLOPIS, Felipe (1946): La moneda española (Breve historia monetaria de España). Barcelona. MORAL, Joaquín del (1975): Hacienda y sociedad en el Trienio Constitucional. Madrid. MOREYRA Y PAZ SOLDÁN, M. (1980): La moneda colonial en el Perú, capítulos de su historia. Lima. MURRAY, G. (1993): “Guía de los marcos acuñados y ensayadores de la Casa de la Moneda de Madrid (1615-1868)”, Numisma, nº 233, pp. 295-387. PARADALTAS Y PINTO, Francisco (1847): Tratado de Monedas: sistema monetario y proyectos para su reforma. Barcelona. PASCUAL, P. (2004): “Moneda e industria. La reforma de 1824 y la acuñación de moneda en Barcelona (1836-1848)”, Revista de Historia Industrial, nº 26, pp. 57-100. PASCUAL, P. Y SUDRIÁ, C. (1992): “Quiebra colonial y ajuste monetario en España”, Estudis d´historia económica, nº 2, pp. 125-141. PAULA PEREZ SINDREU, Francisco de (1992): La Casa de la Moneda de Sevilla: su historia. Sevilla. PEREZ DOMINGO, Antonio (1831): Memoria sobre las minas en la península. Madrid. PRADOS DE LA ESCOSURA, Leandro (1991): De Imperio a Nación. Crecimiento y atraso económico en España (1780-1930). Madrid. PRIETO TEJEIRO, Enrique (1988): Agricultura y atraso en la España contemporánea. Madrid. - (2008): El sistema terrateniente y los límites de la economía española. Madrid. - Doce temas de Economía Política: un enfoque alternativo, Madrid, en prensa. PRIETO TEJEIRO, E. y HARO ROMERO, Dionisio de (2001): Ciento cincuenta años de política monetaria en España. Madrid. - (2003): Las reformas monetarias en la primera mitad del siglo XIX. Una aproximación a la historia monetaria de España desde el trienio constitucional hasta la Ley monetaria de 1848. Madrid. RICARDO, D. (1962): Obras y Correspondencia, vol. 6, Cartas 1818-1815, edición dirigida por Piero Sraffa. México. SAINT MARC, M. (1983): Histoire monétaire de la France 1800-1980. Paris. SALAT, J. (1818): Tratado de monedas labradas en el principado de Cataluña con instrumentos justificativos. Barcelona. SANAHUJA, X. (1997): “La çeca constitucional de Barcelona (1822-1823), Acta Numismàtica, 27, pp. 111-121. SARDA DEXEUS, J. (1998): La política monetaria y las fluctuaciones de la economía española en el siglo XIX, prólogo de Luis Ángel Rojo. Barcelona. SZÁSZDI, A. (1981): “Preliminary Estimates of Gold and Silver Production in America”, en Hermann Kellenbenz (ed.): Precious Metals in the Age of Expansion: Papers of the XVI th International Congress of the Historial Sciences, Klett-Cotta, pp. 151-224. SUDRIÁ, C.; PASCUAL, P.; CASTAÑEDA, LL. (1992): “Oferta monetaria y financiación industrial en Cataluña, 1815-1860”, Revista de Historia Industrial, nº 1. SUDRIÁ, C. y Daniel A. TIRADO (eds.) (2001): Peseta y protección: comercio exterior, moneda y crecimiento económico en la España de la Restauración. Barcelona. TALLADA PAULI, J.M. (1946): Historia de las Finanzas españolas en el siglo XIX. Madrid. TEDDE DE LORCA, Pedro (1988): El Banco de San Carlos (1782-1829). Madrid. - (2002): “La creación de la peseta y la modernización de la economía española (1848-1936)”, Cuadernos de Información Económica, nº 166, pp. 109-124. - (2005): Los proyectos monetarios de Vicente Vázquez Queipo en la España de mediados del siglo XIX. VIII Congreso de la Asociación de Historia Económica. Santiago de Compostela. TORTELLA, Gabriel (1994): El desarrollo de la España contemporánea. Historia económica de los siglos XIX y XX. Madrid. THE PAPER POUND OF 1797-1821: THE BULLION REPORT, 8 TH JUNE 1810, edited with on introduction by Edwin Cannon, 1969. TEPASKE, J.J. (1988): La Real hacienda de Nueva España: La Real Caja de México, 1576-1826. México. - (1982a): The Royal treasuries of Spanish Empire in America. Durham, NC. - (1982b): Silver production and imperial reforms in Upper and Lower Peru, 1700-1820. VADILLO, José Manuel de (1846): Reflexiones sobre la urgencia de remedio a los graves males que hoy se padecen en España por causa de muchas monedas que circulan en ella. Cádiz. VÁZQUEZ QUEIPO, Vicente (1847): Proyecto de Ley sobre la uniformidad y reforma del sistema métrico y monetario de España. Madrid. - (1862): Resumen de los informes sobre la cuestión monetaria. Madrid. VILAR, Pierre (1976): “El tiempo del Quijote” y “Los primitivos españoles del pensamiento económico. Cuantitativismo y bullonismo”, en Crecimiento y desarrollo. Barcelona. - (1982): Oro y moneda en la historia. Barcelona. ANEXO DOCUMENTAL: TESORERÍA GENERAL DEL ESTADO. ESTADO QUE MANIFIESTA LAS CANTIDADES QUE SE HAN COLECTADO POR ESTA TESORERÍA GENERAL DE EJÉRCITO Y HACIENDA, INCLUYENDO LA EXISTENCIA QUE RESULTÓ POR RESTO EN FIN DEL ANTERIOR MES. -Existencias líquidas a 31 de agosto de 1821: 47.753.2½103. Se reciben 30.000 pesos a cuenta del cupo de 150.000. La casa de moneda recibe 10.000 pesos para operaciones ordinarias. -Existencias líquidas a 30 de septiembre de 1821: 30.793.4½104. Se reciben 36.319.3¼ de pesos a cargo del cupo de 150.000. -Existencias líquidas a 2 de noviembre de 1821: 34.193.2½105. Se reciben 32.336.2 pesos a cargo del cupo de 150.000. -Existencias líquidas a 1º de diciembre de 1821: 121.037.7¾106. Se reciben 60.344.2¼ de pesos a cargo del cupo de 150.000. La casa de moneda entrega 18.000 y 23.000 pesos a cargo de derechos (Total de ingresos 342.171.7, sólo superado por aduanas con casi 60.000). Se entrega 36.000 pesos a la cas de moneda para rescate de plata labrada. -Existencias líquidas a 31 de diciembre de 1821: 83.511¼107. Se reciben 8.000 pesos de la casa de moneda a cargo de derechos de un total de 197.204.4½. -Existencias líquidas a 31 de enero de 1822: 61.639.6½108 (incluyendo cupo de 30.000 pesos). Se reciben 21.000 pesos de la casa de moneda a cargo de derechos de un total de 275.896.3½. -Existencias líquidas a 28 de febrero de 1822: 50.231.6¾109. Se reciben del banco de papel-moneda 80.000 pesos en billetes y de la casa de moneda 10.000, 10.957 y 1.119, de un total de 302.980. -Existencias líquidas a 31 de marzo de 1822: 38.386.6¼110. Se reciben 20.000 pesos del banco de papel-moneda y de la casa de moneda 5.037 y 6.417.2 de un total de 276.454.0¾. -Existencias líquidas a 30 de abril de 1822: 138.929.5½ (incluye donativo a los residentes españoles por 110.000 pesos)111. 103 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, p. 121. Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº 97, 5 de septiembre de 1822. 104 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, p. 125. Suplemento a la Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº 27, 10 de octubre de 1822. 105 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, p. 135. Suplemento a la Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº 36, 10 de noviembre de 1821. 106 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, p. 139. Suplemento a la Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº 44, 8 de diciembre de 1821. 107 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, p. 146. Suplemento a la Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº 4, 12 de enero de 1822. 108 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, p. 158. Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº 15, 20 de febrero de 1822. 109 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, p. 169. Suplemento a la Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº 23, 20 de marzo de 1822. 110 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, p. 178. Suplemento a la Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº 32, 20 de abril de 1822. 111 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, p. 192. Suplemento a la Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº 41, 22 de mayo de 1822. Se reciben 90.000 pesos del banco de papel-moneda y de la casa de moneda 4.863.4½, 4574.2¼, y 8.525.3½ de un total de 498.038.6. -Existencias líquidas a 31 de mayo de 1822: 33.752.4¼112. Se recibe del banco de papel-moneda 50.000 pesos y de la casa de moneda 14.661.4½, y 8.863.4¼ y 7674.4½ del quinto de barras de un total de 283.385.7. -Existencias líquidas a 28 de junio de 1822: 33.810.3¼113. Se reciben 50.000 pesos del banco de papel-moneda y de la casa de moneda 1.010.4¼ (cuartillos), 4.955.6 (quintos de barras) de un total de 342.582.6¾. -Existencias líquidas a 31 de julio de 1822: 22.604.4¼114. Se reciben del banco de papel-moneda 50.000 pesos y de la casa de moneda 2.077.3½ (cuartillos y 6.309.4 por derechos de barras de un total de 292.381.7¾. -Existencias líquidas a 31 de agosto de 1822: 27.077.1115. Se reciben 27.000 pesos del banco de papel-moneda y de la casa de moneda 41.758.4 de plata labrada de las iglesias, 6.027.1¼ (cuartillos), 4.559.2 por quinto de barras de un total de 248.269.7. ۩ 112 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, p. 203. Suplemento a la Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº 48, 15 de junio de 1822. 113 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, p. 213. Suplemento a la Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº 11, 31 de julio de 1822. 114 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, pp. 225. Suplemento a la Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº 17, 21 de agosto de 1822. 115 Colección Documental de la Independencia del Perú, Tomo XIII, p. 232. Suplemento a la Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, nº 25, 18 de septiembre de 1822. DOCUMENTOS DEL ARCHIVO DE SAN MARTÍN, T. IX, pp. 517-538. Comisión del proyecto de papel-moneda: Andrés Salazar, Pedro Abadía, Matías Maestro, Diego Aliaga y Antonio Álvarez de Villar. La comisión reconoce las dificultades de poner en marcha el proyecto por la desconfianza que el término papel-moneda genera entre el público general. Por lo tanto se hace hincapié en los medios y directrices que refuercen la confianza en el proyecto. Se reconoce que mediante los ingresos comunes es materia imposible sostener la creación del nuevo estado y concluir la guerra a la mayor celeridad posible. Haciendo uso de la experiencia europea se hace forzoso recurrir al crédito y al modelo británico que ha permitido alcanzar los objetivos de suficiencia fiscal y as u vez impulsar el crecimiento económico moderno. La clave para el ejemplo inglés ha estado en el escrupuloso cumplimiento de los contratos desde la esfera pública, lo que a su vez ha reforzado la confianza del mercado. Para el caso de Perú no hay posibilidad de poder ampliar la disponibilidad de fondos mediante el crédito internacional debido sobretodo a la distancia con respecto a Europa. El arbitrio más consecuente para el caso del Perú y su falta extrema de signo representativo es el de recurrir al papel-moneda. Los miembros de la comisión citan a diversos economistas de la época: De Say: “Las naciones, que se han visto empeñadas en guerras, sin haber juntado de antemano los capitales necesarios para sostenerlas, y sin bastante crédito para procurárselos por medio de empréstitos, han tenido que recurrir siempre al papel moneda, ú otra cosa equivalente” (T.2, p. 208). De Genovesi: “Con una creación de billetes en debida proporción, se aumenta considerablemente la cantidad de moneda representativa, con cuyo aumento aviva y facilita el comercio”. De Sinclair: “Cuanto más medito sobre el particular, más satisfecho estoy de que ningún país puede florecer o prosperar sin tener una circulación abundante, o lo que es lo mismo, dinero o cosa que lo valga, y lo represente a un interés moderado: cuando esto llega a verificarse mediante un banco que pague en metálico cuanto papel se le presente, es por cierto el mejor sistema: pero aun cuando esto no pueda verificarse […], es más preferible sostener una circulación activa aunque sólo sea de papel-moneda”, Historia de la hacienda nacional, gravámenes y recursos de rentas del imperio Británico. Del barón Baring: “El Banco de Inglaterra es pues el sol con respecto a la agricultura, comercio y hacienda nacional de la Gran Bretaña; y la circulación de quince millones y medio de su papel moneda es la base sobre que hasta ahora han descansado su comodidad, su derecho de propiedad y su seguridad”, El Banco de Gran Bretaña. Y llegan a la siguiente conclusión con respecto al proyecto: 1º. Que el aumento del medio circulante o representativo del dinero produce aumento de trabajo, de comercio y de ingresos por consiguiente. 2º. Que el mejor modo de conseguir este aumento es un sistema bien arreglado de papel moneda puesto en circulación. 3º. Que pudiendo entrar en circulación por este único medio hasta las fincas y bienes inmuebles del gobierno, que hoy no giran, la masa de riqueza que podría circular acallaría todas las necesidades y deseos, haciendo al gobierno poseedor de cuanto necesite para sostener el estado interiormente, y hacerse respetar en lo exterior. 4º. Que bien arreglada la circulación de este papel moneda se facilitarán ciertas entradas periódicas, que difundiéndose en el público harán cesar todo ahogo mercantil, y facilitarán que los pedidos del tesoro público, ó sea del gobierno se llenen sin quejas y sin dificultades. La comisión remarca la necesidad de mantener una absoluta independencia entre el supremo gobierno y el Banco que se propone citando a Beramendi. Idea de un Banco auxiliar: dispuesto en primer lugar con el objeto de que el ingreso anual de las rentas en dinero se duplique, creando igual cantidad en billetes para hacer pagamentos: en segundo, para rescatar y amortizar aquellos billetes con mitad en metálico y mitad en vales de premio, a saber: Fondos para pagamentos a razón de 200 mil pesos mensuales, mitad en billetes, y mitad en dinero 400.000 billetes de á 8 reales para pagar cantidades menores 40.000 billetes de á 10 pesos para cantidades mayores 8.000 billetes de á 50 pesos para id. Y reducir á estos los anteriores Fondo primitivo en billetes. Fondo primitivo en dinero Se crearán 6.000 vales de á 100 pesos, que ganarán el 4 por 100; y con igual cantidad en dinero se amortizará la mitad de los billetes Se crearán 600 vales de á 500 pesos, que ganarán el 5 por 100; y con igual cantidad de dinero se amortizará la mitad de los vales anteriores Fondo para rescatar los billetes anteriores creando vales de premio, y Creación anual en billetes Acopio en dinero durante y vales, pesos el año, pesos 400.000 400.000 400.000 400.000 400.000 400.000 1.200.000 1.200.000 600.000 600.000 300.000 300.000 Creación anual en billetes Acopio en dinero durante y vales, pesos el año pesos amortizando la mitad con dinero Se crearán 150 pólizas ó 150.000 vales de á 1.000 pesos, que ganarán el 6 por 100; y con igual cantidad en dinero se amortizará la mitad de los vales anteriores En 30 de diciembre se 150.000 entregarán en dinero para amortizar dichas pólizas Total fondo en papel, Total 2.250.000 fondo en dinero 150.000 2.400.000 Resultados 1º. Queda demostrada la circulación de más de cuatro millones y medio al año promovida por la mitad en dinero. 2º. Que duplicando el dinero con el papel, y pagando mitad y mitad, es suficiente masa para subvenir á los sueldos y gastos. 3º. Que con la creación de vales y rescates en dinero, se redimen las siete octavas partes de los billetes que sirvieron para agentes de la empresa. 4º. Que exhibiendo en dinero el 30 de diciembre los 150.000 pesos, importe de las pólizas á que vino á reducirse todo el papel, se amortiza la última octava parte de la deuda, y queda cancelado el crédito del año. 5º. Que cambiando los billetes menores en mayores á la par, y reduciendo éstos á vales de premios por sus grados, redimiendo la mitad de su valor con dinero en cada plazo; resultan recogidos 457.750, signos de moneda repartidos para el giro de esta negociación. 6º. Que el círculo propuesto de ella, puede llamarse fijo é invariable en su substancia, porque el enlace de sus propiedades, apenas permite alteración: circunstancia recomendable a la claridad y exactitud, y facilidad del manejo de la oficina, y economía de sus gastos. 7º. Que el importe de estos, y el del los intereses de tan ingente caudal se ha buscado el modo de reducirlo a 2 por ciento con la ventaja de que este gravamen cede a favor de un público benemérito y pensionado, pues el banco no utiliza nada para sí. Últimamente que los estímulos para precisar al giro, como van acompañados de la seguridad, y del premio, serán eficaces para proporcionar dinero, como para adquirir crédito: objeto principal que después de ocurrir a las urgencias actuales, ha sido la base para fundar el sistema de este arbitrio. Observaciones sobre la necesidad de establecer el papel moneda en Lima […] Hasta los pueblos más rudos del Perú saben suplir la falta de numerario con ajíes, con panes, con cacao y otras especies de trueque, que al fin son como la moneda una materia intermedia á que se reduce lo que apetece al comprador y vendedor. Sucedía esto aun en tiempos pasados en medio de la abundancia del dinero, cuando se acuñaba en Lima, Potosí y Chile, apenas sufría más que una extracción anual, o cada diez y ocho meses; cuando circulaban 17 millones en monedas macuquina, y cuando el giro mercantil hacía un curso perezoso. Pero las cosas variaron desde el año de 1780: divididos los virreinatos, redujo el de Lima su giro metálico a los 4 millones y medio que amonedaba anualmente; recogió la moneda macuquina; se acuñó con escasez la que debía circular sin extraerse, que son las piezas menores; y se acrecentó la de pesos fuertes para que saliesen más aprisa, y se activó la extracción de éstos con multiplicados registros por la ampliación del comercio: apurado éste con la escasez del dinero y abundancia de géneros abandonó su pereza y aceleró el paso; conoció el valor del tiempo que antes perdía, y que girando como antes nada ganaba; empezó a discurrir y calcular en sus empresas con el roce de algunos extranjeros, y he aquí variado el comercio de Lima, y reducido a una circulación fugaz de su numerario, insuficiente a la verdad a la cuarta parte del giro indispensable. En los primeros años de esta mudanza suplían algún tanto el defecto de moneda en círculo, los depósitos enmohecidos que había en los acaudalados, suplía también la mucha plata labrada de lujo y servicio de las casas reducida hoy a moneda; mas todo se fue apurando, hasta en gran parte la de las iglesias. La necesidad, la guerra, y el interés han acabado de fundir los restos de plata y oro de todo el Perú, y hoy está reducido el giro al producto de la amonedación anual siempre escaso de piezas; y aún de estas parece que los cuartillos ingeridos para no adoptar el cobre, o los esconden, o los acopian parta extraerlos por negocios de que hay algunos ejemplares. Si a las razones anteriores agregamos la extracción violenta de dinero, que por las circunstancias se ha hecho en el año pasado de un modo clandestino, y de otro notorio en buques extranjeros; la ocultación que ha precisado el temor de las contribuciones, y otros mil motivos, convendremos en que no hay otro modo de suplir la falta de moneda, que el de la creación de signos que la representen. Esta medida, que según lo demostrado, debió tomarse como necesaria desde el año 1800 en que variaron las circunstancias, debe adoptarse hoy como indispensable y como útil para lo sucesivo, según va a manifestarse; en el modo de hacerlo consiste el éxito, y es lo que pide más meditación, porque siendo el crédito el cuño verdadero del papel moneda, y habiéndose perdido éste con los vales creados el año de 1815, la primera base de la empresa ha de ser recuperar el crédito público con actos, y no con promesas; la segunda, auxiliar al estado y al público sin gravar a éste para utilizar para aquel; la tercera, suplir la falta de numerario actual, y la extracción futura indispensable; la cuarta, agitar el comercio paralizado, facilitar el rescate de piña sin numerario, hacer circular las pequeñas cantidades escondidas y sin giro y los capitales amortizados; proporcionar la subdivisión de grandes fondos en pequeñas porciones, la reducción de censos y evitar las conducciones en metálico de grandes y expuestas distancias. Las demás ventajas que experimentará el estado en sus rentas, el comercio, la agricultura, la navegación, las minas, y la industria, serán consecuencias necesarias de este arbitrio, como lo experimentan en todas partes donde se ha establecido. En Lima a más de ser útil, es necesario por la precisión de permitir la extracción anual del dinero para Europa como uno de los frutos de cosecha americana; su estimación debe equilibrarse en los períodos de escasez o abundancia por el signo suplente que representa la moneda, y como estos casos serán uniformes en cada año, por ser casi fija la amonedación y la creación del papel, el aprecio de una y otra especia será tan calculable, como el de las demás materias mercantiles, el particular sabrá prevenirse en tiempo de la que necesite, y la dirección del banco proveerá los medios de conservar el crédito de su papel, como único capital que maneja para auxiliar a la nación y al estado. Esta debe ser la base principal y el objeto del banco, y la razón para constituirlo independiente de la administración de rentas, y del poder ejecutivo como en Inglaterra, a fin de reducirlo a puro auxiliar a la manera de montepío, que no tira para sí más interés que el necesario a la existencia de su oficina, y el preciso a pagar al público el interés de las cantidades que suple en papel al mismo público, y a la hacienda del Estado. La balanza de la estimación del papel y el dinero, guardará su equilibrio, en razón del paso que aquel se crea, éste se acuña en doble cantidad de la que abraza el plan que se propone, y conforme el dinero sufre la extracción, el papel se amortiza en sus plazos; por eso se toma por base de la idea la amonedación anual, y se reduce a su mitad o a menos el papel circulante, no porque baste al fomento deseado, sino porque basta a suplir actuales urgencias entretanto adquiere crédito y se ven sus ventajas; ellas mismas harán desplegar a la debida proporción este arbitrio capaz de felicitar el estado en mejores circunstancias. En su ensayo no se arriesga caudal alguno, pero se multiplica el existente; se suple el déficit de la entrada con anticipación; se recauda el suplemento con desahogo; se estima la circulación sin riesgo ni gravamen público; se le evitan a este suspensiones en gran parte; se socorre al soldado y empleados en sus tiempos, y últimamente es un recurso anual que se produce y extingue a medida de la necesidad, sin aumentar la deuda, ni las pensiones. Idea general del banco La idea que se presenta del banco auxiliar se limita por ahora a prestar el auxilio a los fondos públicos y a los particulares sin buscar otra utilidad que la de adquirir crédito, beneficiando a los accionistas para que éstos se interesen en sostener el establecimiento en su cuna, hasta que por si mismo pueda crecer para felicitar al reino con su giro, y auxiliar con las utilidades en las empresas sucesivas. Consiste el auxilio que prestará el banco en suplir mensualmente a los subscriptos cantidad de papel en billetes, que no deberá bajar de 2000 pesos para ser accionistas o vocales de la junta general del banco, compuesta de todos los subscriptores con igual representación. La conveniencia que resultará a los accionistas consiste en aumentar su giro un nuevo caudal, sin más pensión que el 2 por ciento, y esto hará que se subscriban, y que se incremente la creación de papel y su crédito, porque aunque no hagan otro uso que el de conservarlo para ocurrir en sus plazos a la amortización y percibo de intereses, lejos de pedir el 2 por ciento que les cuesta la anticipación, ganarán en el cambio que pueda presentársele durante el año. Establecido el contrato de que todos los fondos públicos paguen y reciban precisamente mitad en papel y mitad en dinero, a todo comerciante le seré muy cómodo el tener papel para los pagos de derechos que ocurran en su giro, pues si no lo tienen por no estar subscriptos, lo comprarán para no hacer los enteros con sólo metálico. Esta necesidad afortunada de buscar el papel dará crédito al establecimiento, y precisará a crear cantidad competente para equilibrarlo con la amonedación anual, de suerte que la extracción forzosa del dinero se suplirá con la creación del papel para no disminuir el medio circulante, y la amortización periódica del papel conservará su estimación según se vayan desapareciendo uno y otro. Este equilibrio tan necesario en el comercio, abre campo a un nuevo giro entre el dinero y el papel sin el riesgo que éste corre en las plazas donde abunda porque no se amortiza; pero como en Lima es casi invariable la amonedación, también puede ser casi fija la creación de papel anual, y nunca será perjudicial, porque se extingue anualmente. Duplicado así el medio circulante en metálico con otro caudal representativo en papel, se duplica al giro que con ambos se hace, y su círculo aumenta los ingresos del Estado. Esta misma duplicación del caudal, facilita la enajenación de fondos, y otros bienes inmuebles que no giran, da movimiento a las masas sin círculo, estimula a que no estén ociosas las pequeñas cantidades que guardan los que no comercian, ni se atreven a dar su dinero a interés, respecto a que por sí mismos, sin riesgo, ni estrépito comprarán el papel para disfrutar el premio que pagará el banco a los vales de 100 pesos que es el 4 por ciento, o el 5 por ciento a los de 500 pesos, o el 6 por ciento a las pólizas de 1000 pesos que son más fáciles de guardar que el dinero. Últimamente el banco con solo su giro ordinario auxiliar producirá los mismos buenos efectos que los bancos lucrativos de Europa, y al año de establecido, vistos sus resultados podrá principiar con el giro lucrativo, extendiendo el beneficio común, y formando con sus progresos y utilidades un cuerpo poderoso capaz de emprender los grandes objetos a que convida el Perú para su prosperidad. Operaciones del banco Entre las oficinas del estado y el público se establece el contrato de pagarse mutuamente la mitad en dinero, y la otra mitad en papel del banco. El público entre sí contratará libremente la especie en que ha de satisfacer sus ajustes desde la cantidad de diez pesos en adelante. Hasta la cantidad de diez pesos todos los habitantes del territorio de la Provincia están obligados a recibir y pagar mitad en papel del banco y mitad en moneda acuñada. Cuando el banco estampase papel, cuya mitad del valor advierte ser como dinero efectivo pagadero en cada uno de los cuatro plazos del año, suplirá como metálico la mitad del valor de dicho papel. Las fincas o especies que se vendiesen por fondos público, las redenciones que éstos hagan, o las imposiciones que en ellos se hicieren, son comprendidas en el mismo contrato, pero no los particulares entre sí. Las imposiciones que se hicieren sobre el banco podrán ser en sólo papel del mismo. La casa de moneda en la devolución de las pastas que reciba para acuñar, no será comprendida en el contrato referido, sino obligada a devolver es la especie que recibió. Todo arbitrio que con beneficio público aumente la creación de papel, su crédito y el del banco, o que amortice el papel sin numerario, o evite el premio del papel, se supone aprobado desde ahora por el Estado. Solo el banco podrá crear papel moneda en el Perú, y lo hará anualmente en la cantidad, clases y modos más útiles del círculo y el banco. El banco debe amortizar el papel que crease dentro del mismo año, en los plazos y modos que se expresarán. El papel que por descuido no se presentase en el banco dentro del año, su valor permanecerá depositado en él como se dirá. El que presentase papel fingido en el banco será detenido allí mismo; y todo falsario papel moneda será juzgado por las leyes impuestas a los falsos monederos. Creación de papel sin premio Se crearán billetes de pago del valor de un peso, de diez pesos y de cincuenta pesos. Estos billetes de cincuenta pesos servirán para pagos, y también para reducir a ellos en cambio los de menor cuantía. También creará el banco, según conviniere, billetes moneda sin premio, cuya mitad del valor suplirá por dinero efectivo que el banco entregará en los plazos que designe, o en los cuatro designados. Conversión de los billetes de pago en vales de premio, y modo de amortizar la mitad de su valor con dinero en cada uno de los cuatro trimestres del año La mitad del valor de todos los billetes de pago se convertirá en vales de premio de a cien pesos, que ganarán a razón de cuatro por ciento anual; y la otra mitad entregará el banco en dinero en el primer plazo de 30 de marzo de cada año. La mitad del valor de estos vales de a cien pesos, se convertirá en vales de a quinientos con el premio de cinco por ciento, y la otra mitad entregará el banco en dinero en segundo plazo de 30 de junio. La mitad del valor de dichos vales de a quinientos se convertirá en pólizas de a mil pesos que ganarán a razón de seis por ciento anual entregando el banco la otra mitad en dinero en el tercer plazo de 30 de septiembre. El banco amortizará con solo dinero el importe de dichas pólizas en el último plazo de 30 de diciembre, para extinguir la deuda del año. El interés de los vales que no hubiesen ocurrido a amortizarse en sus plazos, cesará el 30 de diciembre, pero su valor quedará depositado en el banco hasta que se presenten. Los billetes que no hubiesen presentado para ser amortizados en los términos prescriptos, se presentarán después para renovarlos por billetes del año corriente, pues no deben circular los rezagados para evitar fraudes. Suplementos del banco En los primeros días de cada mes suplirá el banco a los subscriptores la cantidad de pesos estipulada, en billetes sin premio por iguales partes de las tres clases que estampase para el círculo. Los subscriptores exhibirán en el acto dos por ciento de la cantidad que reciben. La junta directiva del banco, visto el número de subscriptores, y entidad de cada subscripción, determinará la garantía que asegure al banco. Si los subscriptores se garantizan de mancomún, admitirán o repugnarán en unión de la junta las fianzas, para que los empréstitos no excedan de la posibilidad de reintegro. Todos los subscriptores estarán obligados a reintegrar en dinero la cantidad que hubiesen recibido en papel; y lo verificarán en los días 15 de marzo, 15 de junio, 15 de septiembre y 15 de diciembre de cada año. No podrán separarse los subscriptores, durante el año, de la obligación de recibir y enterar la suma porque se subscribieron. Los que se subscribiesen por menor cantidad de dos mil pesos mensuales, no serán accionistas. Ningún empleado del banco, podrá ser subscriptor, ni recibir empréstito. La junta directiva determinará el modo y cantidades que el banco ha de suplir a los que las soliciten sin ser subscriptores, no admitiendo por fianza fincas ni especies, sino personas de abono mancomunadas. Todos los caudales suplidos por el banco, o cualquiera deuda a su favor serán reintegrados, o pagada con los mismos privilegios y preferencias que las deudas del Estado. No se podrán embargar los fondos del banco, ni los caudales ligados a ellos, ni los que estuviesen depositados o impuestos sobre el establecimiento. No será allanada la casa del banco para arrestar sus individuos ni los extraños, sin las cautelas y órdenes que se previniesen. º El banco se declara caja universal de depósitos en metálico para todos los ramos públicos y particulares, sin contribución del medio por ciento de estilo. Gobierno del banco por la junta general Se establecerá una casa llamada de banco con facilidad exclusiva de estampar papel moneda, que circule en el Perú. Gozarán de inmunidad todos los caudales del giro del banco, ya sean en papel, o en metálico, y todas las propiedades que adquiera el banco, incluso la de su opinión como base de su felicidad. Ninguna autoridad podrá disponer ni gravar en modo alguno al establecimiento, como no proceda de la voluntad general de las provincias del Perú unidas en congreso, oyendo oportunamente a la junta general. El establecimiento estará bajo la tutela y dirección de la junta general compuesta de los accionistas; todos con igual representación. Serán accionistas los jefes de oficinas del Estado, los de fondos públicos, y los individuos particulares que se subscriben a recibir mensualmente dos mil pesos en papel moneda. Esta junta general determinará del edificio, y designará los departamentos para hombres, costeará los gastos actuales y los del estampe del capital, de las fianzas, que darán los empleados en calidad de suplemento para reintegrar después con la asignación, o utilidades del banco. La misma junta en lo sucesivo, y por ahora el gobierno como atributo de primera creación, nombrará los empleos de director, contador y tesorero del banco y demás que con responsabilidad a su giro se ocupen de él, señalando a cada uno el tanto por ciento que haya de tirar por medio de su dedicación, y a su respecto designará la cantidad en metálico que en calidad de fianza deba el empleado poner en el fondo del banco tirando el interés conveniente. Presidida la misma junta por el ilustrísimo señor ministro de hacienda como presidente nato, señalará las sesiones generales, aprobará los reglamentos económicos del establecimiento, y resolverá todo lo conveniente a su fomento y conservación. Nombrará también cinco señores accionistas para que unidos a los tres empleados en el banco, y presididos del señor delegado, del señor presidente que estime conveniente compongan la junta directiva para entender en el observancia del reglamento, tanteos, y demás atribuciones que se le encomienden por la junta general. Los empleados auxiliares de dichos tres empleos serán puestos a elección y costa de su respectivo jefe sobre quien gravita la responsabilidad. Los demás empleados subalternos sin responsabilidad en el giro del banco, serán nombrados por la junta directiva con sueldo fijo. Todos los individuos ocupados en el banco estarán exentos de toda ocupación, o cargo concejil que pueda distraerlos de su cargo. Para la custodia de la casa se destinará una guardia de cuatro soldados y un cabo de inválidos, con asignación fija. La junta general dará anualmente un manifiesto al público de las ventajas y resultados del establecimiento. Consistiendo la prosperidad del estado y del banco en equilibrar la moneda con el papel que la representa, la dirección del banco propondrá oportunamente los medios de conservarla, y de hacer aquellas alteraciones que son siempre dictadas por la experiencia o la necesidad. RESÚMENES LIBROS MANUALES 1823 Y 1824 AÑO DE 1823 2 de enero de 1824 1.- Cargo en esta Cuenta para distribuir y aplicar a sus destinos 152.642 pesos 2½ reales, que resultan en existencias y deudas activas pertenecientes a varios ramos y clases, según consta en el Libro Manual cerrado en fin del año anterior, y del tanteo, corte y balance que practicó D. Antonio María Álvarez de Tomás, en la siguiente forma: Caudal efectivo en arcas En Buenas cuentas provisionales hasta su liquidación Total 69,229.3½ 82,186 151,485.3½ En 11,452 Sumarios de Cruzada En 2,393 de Indulto En deudas por cobrar Total General 9,126.7½ 3,976½ 95,053.7½ 259,642.2½116 DETALLE DE CRÉDITOS PASIVOS CORRESPONDIENTES A 1823 2 de enero de 1824 2.- Por la de fin de año anterior resultan que los fondos de Hacienda Pública de las Cjas Generales de esta Provincia reconocen a consecuencia de varias cédulas citadas en los anteriores libros ochocientos siete mil cuarenta y dos pesos uno y medio reales en esta forma: los 645,000 pesos 2 reales por principales impuestos a réditos al 3, 5 y 6% en el orden que se demostrará; 54,102 pesos 2½ reales por empréstitos hechos por el vecindario de esta Provincia en los años de 1816 y 1817 deducidos los reintegros; y 107,158 pesos 5 reales por iguales empréstitos que en el año pasado de 1823 también se hecho por el mismo vecindario, rebajados del mismo modo lo que se ha reintegrado. A saber: A favor del Colegio de San Francisco de esta ciudad con rédito anual del 3% 33,665.3 A favor del Hospital de San Andrés con el del 5% 60,000 A Idem de varios interesados que constan particularmente en dichos libros anteriores por principales consolidados con el 5% 422,453.3½ Por empréstitos sin interés de los años de 1816/1817 54,102.2½ Por Idem de varios interesados con el rédito de 5% inclusos 2,000 pesos con el 6% 129,672.3½ Por Idem del mismo modo sin interés el año pasado de 1823 107,158.5 Total 807,042.1½117 RESUMEN DE CARGO, DATA Y EXISTENCIAS CON EL COTEJO DEL LIBRO MAYOR.- 1823 CARGO DATA 116 117 Libro Manual cit. De 1824. fs. 1.- AHC. Libro Manual cit. De 1824. fs. 1.- AHC. 1,335,555.5 1,184,070.1½ Existencias de dinero y buenas cuentas En especies reconocidas En deudas por cobrar 151,485.3½ 13,102.7½ 95,053.7½ Total fondo Créditos pasivos liquidados 259,642.2½ 807,042.1½ Alcance contra el fondo Al 31 de diciembre de 1823 547,399.7118 RESUMEN DE CARGO, DATA Y EXISTENCIAS CON COTEJO DEL LIBRO MAYOR.- 1824 CARGO DATA 1,473,091.7 1,439,858.7½ Existencias de dinero Idem en buenas cuentas En especies reconocidas En deudas por cobrar 5,662.7 27,570.0½ 13,161.3½ 72,582 Total fondo Créditos pasivos liquidados 118,976.3 790,437.1½ Alcance contra el fondo Al 31 de diciembre de 1824 671,460.6½119 118 119 Libro Manual cit. De 1823. fs. 236.- AHC. Libro Manual cit. De 1824. fs. 256.- AHC. DOCUMENTACIÓN OFICIAL ESPAÑOLA VOL. 3 GOBIERNO VIRREINAL DEL CUZCO pp. 129-135 CASA DE LA MONEDA DON JOSÉ DE LA SERNA E INOJOSA, TENIENTE GENERAL DE LOS REALES EJÉRCITOS, CORONEL SUPERNUMERARIO DEL REAL CUERPO DE ARTILLERÍA, CABALLERO DE LA REAL ORDEN MILITAR DE SAN HERMENEGILDO, CONDECORADO CON LAS CRUCES DE ZARAGOZA, DECLARADO BENEMERITO A LA PATRIA EN GRADO HERÓICO Y EMINENTE VIRREY, GOBERNADOR, CAPITÁN GENERAL DEL PERÚ, Y SUPERINTENDENTE SUBDELEGADO DE LA REAL HACIENDA, &.&. Por cuanto es interesantísima bajo todos respectos la publicación y exacta observancia de mis dos decretos siguientes: I.- Cuzco Marzo 6 de 1824.- Visto este expediente con lo informado por la Junta Consultora, y lo expuesto por el señor Fiscal: con la mira de precaver fraudulentas extracciones de las platas en pasta que los mineros necesitados venden a los mercaderes de este metal en manifiesta contravención de las leyes que prohíben el comercio de ellos antes de estar quintados; y proporcionar a sus dueños auxilios y fomentos que necesiten para sus labores he venido conformándome con el dictamen del señor Asesor General en ordenar: 1º. Que en el banco de San Carlos de Potosí se rescaten en el precio y método establecido por el Tit. 2º de sus peculiares ordenanzas, sin más descuento que el de un real por marco destinado a cubrir la deuda antigua de los auxilios extraordinarios que recibieron los azogueros de aquella rivera. Quedará extinguido por consiguiente el impuesto extraordinario de guerra que ha grabado sobre ellos en aquella provincia y en todas las demás de ambos virreinatos, pagándose el valor que se les regule, según su ley y calidad a dinero contado, y sin dilación, ni demora que perjudique el giro y trabajo de tan importante ramo. 2º. En todas las tesorerías principales, foráneas y menores que tuvieren minas en corriente labor y beneficio, se restablecerá el rescate de las platas que los mineros llevaren a vender como está mandado en el Art. 134 de la ordenanza de Intendentes. Procediendo con escrupuloso examen de su calidad, se satisfarán a 7 pesos 2 reales marco las piñas bien beneficiadas y depuradas de extrañas materias, cuyo peso exeda de 30 marcos. Los menores hasta 10, a 7 pesos un real, siendo igual ley. En los piñones, piezas menudas y planchas, como por lo común son de poco beneficio y ocasionan muchas mermas en su fundición, se regulará el precio entre 6 pesos 4 reales y 6 pesos 6 reales; la chafalonía o vajilla a 6 pesos. No se admitirán planchas fundidas de ella, por fraudes que cometen los plateros. 3º. Antes de procederse a la compra se requemarán las piñas y piñones con intervención y asistencia de sus dueños; de modo que queden limpias perfectamente de azogue y otros materiales, que por mala fe o impericia del beneficio aumentan el peso, no siendo verdadera plata. Deberán igualmente partirse y reconocerse en lo interior para arreglar el juicio y concepto de su valor. En caso de hallar en ellas cuerpos extraños que denoten malicia del vendedor, se procederá por el Intendente al castigo del culpado, según las circunstancias del caso. 4º. Se llevará un diario de compras, con expresión del dueño, peso y valor de las pastas, abrazando todos los cargos y datas del giro, cuyo libro equivalente al general de las oficinas de Hacienda. 5º. Cuando haya competente cantidad de plata se regularán las barras que hayan de fundirse al respecto de 180 marcos, tomándose razón antes de las piezas de que debe componerse cada una de ellas y sus precios y cuando sea menuda, del peso, calidad y precio de ella, sufragándose de la misma Tesorería las cantidades necesarias para los gastos de estas operaciones. 6º. Se remitirán cuanto antes a la Casa de Moneda de Potosí las barras que se fundan en las cajas de la Paz y Oruro: y a la de Cuzco las que se fundan en Puno, Arequipa, Tacna, Huamanga, Tarma y Huancavelica. En ellas se procederá a su compra por el orden establecido en sus peculiares ordenanzas, entregándose el precio resultivo de las primeras a las cajas principales de Potosí de cuenta de los que hayan remitido y del contingente que corresponda a su provincia: y el de las segundas a las generales de esta capital al propio objeto. 7º. Los Ministros de las Casas de Moneda instruirán a los de las cajas a quienes pertenezcan las barras compradas en ellas con certificación relativa del peso, ley y valor que ellas han tenido, para que se liquide por ella la cuenta de la fundición respectiva, y se venga en conocimiento de las utilidades que haya producido el giro, cubierto que la tesorería suplió para las compras y gastos, y demostrados los derechos reales, diezmos y cobos. 8º. El giro del rescate continuará sucesivamente sin interrupción, ni esperar el resultado de las precedentes fundiciones; pues cada una de ellas es independiente y sus cuentas relativas deben liquidarse con separación. 9º. Inmediatamente las cajas rescatadoras remitirán a las Casa de Moneda a donde correspondan los marcos y pesas de que deben servirse para las compras, a fin de que se cotejen y arreglen por los patrones y originales matrices que existan en ellas. De este modo se evitará el perjuicio de la Real Hacienda o de los particulares, emanado de la inexactitud y disconformidad que el uso de estos instrumentos, o el descuido de regularlos ocasiona de ordinario. 10º. De ningún asiento de minas se podrán sacra piñas ni planchas con otra dirección que las cajas respectivas de fundición y rescate del propio distrito, pena de perdimiento de ellas con las cabalgaduras en que se llevaren y el cuatro tanto más aplicados por tercias partes, cámaras, juez y denunciador. Se conducirán con guía de las justicias del lugar, en que se expresarán su número y peso, y las cajas a que se dirigen. Los Ministros de estas las devolverán con nota que acredite haberse presentado en ellas en los mismos términos. 11º. bajo de las propias penas se prohíbe sacar de los términos de una provincia a otra oro en polvo, pepita o tejo que no esté quintado y marcado en la caja del distrito: con esta formalidad se podrán llevar a las Casas de Moneda para su cambio y rescate, según se ha practicado. 12º. Este superior Gobierno promete los mejores resultados de esta deliberación, siempre que los Ministros de las cajas generales y foráneas indicadas se dediquen con celo y exactitud a su cumplimiento. A proporción de sus buenos efectos se tendrá consideración al servicio y mérito contraído en este ramo para las recompensas de que se hagan dignos. Imprímase y circúlese para que desde luego se pongan en ejecución.- Serna.- Eulogio de Santa Cruz.- Una rúbrica del señor general. II.- Cuzco Junio 5 de 1824.- Deseoso este Superior Gobierno de impulsar la circulación de numerario y evitar que los pueblos se resientan de ella, en cuanto lo permitan las circunstancias políticas del Perú, cuya tranquilidad y prosperidad han sido y son objetos de su constante desvelo, y que los extranjeros la impidan, ya extrayendo el que está en giro, ya las plantas que compran a ínfimos precios, y con cuyo reprobado comercio quitan y concluyen con la subsistencia vivificante del Estado; resolvió en diciembre de 1823, que se trasladasen a esta capital todas las máquinas de la Real Casa de Moneda de Lima que se extrajeron cuando el Ejército real la evacuó en julio mismo, por la nueva agresión cometida en la costa del Sud por los enemigos. Luego que regresó la campaña se dedicó a vencer todos los obstáculos casi insuperables que ofrecía la empresa. La constancia en ella los ha hecho desaparecer, y el Cuzco se va ahora con una Casa de Moneda constituida con todos sus elementos y sin que le falte artículo alguno de los necesarios para su giro, habiendo suplido la Real hacienda las erogaciones indispensables para su plantificación. Más todo será inútil si los azogueros y rescatadores no se prestan con una decidida confianza a presentar en ellas sus pastas para la amonedación, bajo la seguridad de que sus valores les serán reintegrados (sean cuales fueren las urgencias del Erario) religiosamente y sin otra demora que la que demandan las labores de las platas hasta que se pongan en estado de amonedarse: bajo tal principio que será observado con toda la buena fe, que ha distinguido y caracterizado sus resoluciones, vengo a determinar: 1º. Todas las personas que tengan barras ensayadas y diezmadas, piñas, o vajilla de plata detenidas en su poder por no haberlas podido remitir a la Casa de Moneda de Lima para cambio, las presentarán en la de esta capital o la de Potosí, y ensayadas en ella se les expedirá por la Contaduría el correspondiente libramiento, que será cubierto por la Tesorería, tan luego como se verifique la rendición de ellas, sin demora y bajo responsabilidad del jefe de la oficina que la causare. 2º. Si algún interesado a pesar de las formalidades prevenidas prefiriese entregar sus barras en cajas generales, serán admitidas por los señores Ministros de ellas, y franqueando a los dueños el resguardo correspondiente las introducirán por cuenta de la Real Hacienda en la Casa, quedando aquellos obligados al pago de las diferencias que tuvieran por ley y peso. 3º. La Real hacienda se constituye responsable a la satisfacción de las que se entregaren en sus arcas, y si fuese en oportunidad de que exista metálico en ellas, se abonará en el acto su valor en el todo, o parte a los dueños sin esperarse las rendiciones. 4º. En conformidad de lo prevenido en el decreto de 6 de marzo expedido para el exterminio del ilícito comercio de plata en piña y barras, se abre el rescate en las Cajas generales del Reino y principales provincias, según lo dispuesto en el artículo 2º de él; pero como en la concurrencia de pastas que puede suceder que no haya metálico suficiente para su pago, se verificará éste de las primeras entradas en las Tesorerías, con preferencia a todo otro, y sin que los señores Intendentes ni Ministros bajo su responsabilidad puedan proceder a hacerlo, interín que no conste no deberse cantidad alguna por razón de rescate, dando el resguardo o resguardos debidos a los interesados. 5º. No es de esperarse que en vista de tales seguridades conserve persona alguna la más pequeña desconfianza; y así como el Gobierno cumplirá exactísimamente lo dispuesto en los artículos anteriores, cuenta de igual modo que todos concurran a la perfección de una obra que tantas utilidades ha de proporcionarles: pero si contra sus deseos e intenciones se supiere que algunos continuando en sus recelos, o por otras particulares miras, no presentan las pastas que tuvieren, además de incurrir en el desagrado del Gobierno, y considerárseles como poco adictos ala causa del REY, se les recogerá y satisfará su valor con postergación a los que la presentaren inmediatamente. 6º. Todas las platas que se encontraren en dirección opuesta a la demarcada en el artículo 6º del citado decreto de 6 de marzo, serán irremisiblemente decomisadas por la vehemente presunción de que se conducen a negociarlas con los extranjeros, entendiéndose esta prohibición aun con los que caminaren con la seguridad que las leyes previenen: pues así se distraen de las Casas de Moneda, en las que son tan necesarias para el fomento de la amonedación. 7º. Los señores Intendentes dedicarán su celo a impedir toda conducción de platas a otros puntos que no sean los demarcados en el artículo citado, haciendo los más estrechos encargos y conminaciones a los Administradores de Aduana y resguardos para que llenen las intenciones de este Superior Gobierno, que castigará con la pena privación de empleo cualquier disimulo u omisión que se probare.- Imprímase, publíquese y circúlese para que llegue a noticia de todos y nadie pueda alegar ignorancia. Serna.- Eulogio de Santa Cruz. Por tanto debía de mandar y mando que ambos decretos preinsertos se publiquen por bando en la forma acostumbrada en esta capital, y en todas las de provincia y partido de este Virreinato, imprimiéndose para este fin el competente número de ejemplares y circulándose a los señores Gobernadores Intendentes quienes los comunicarán a los Subdelegados y demás personas que convengan. Dado en Cuzco a veintinueve de Junio de mil ochocientos veinticuatro años.- José de La Serna.- Eulogio de Santa Cruz, Secretario Interino del Virreynato. Es copia: Eulogio de Santa Cruz. De Colección de “El Depositario”.- BICUC, Vol. 759-30.