Kdtn. « 4 ) . ESPÍRITU DE LOS MEJORES DIARIOS LITERARIOS QUE SE PUBLICAN EN EUROPA, P E HOY LVNES a 6 D» JULIO DE I 7 9 O , dedicado á los Literatos y Curiosos de España» ' £ruditio Ínter prospera ornamentum , inter adversa refugium, taert. >4E3>te LITERATURA Y COMERCIO. ALEMANIA. Conclw^e ta alegoría soíre si son superiores tas lellas letras 4 las helías artes il^e. E. il placer y la alegría estarían desterrados de la tierra si no los proporcionase la música con sus cantos melod.osos y armoniosos conciertos , que mueven al hombre menos sensible ; su poder suaviza sus costumbres , desenvolviendo fá sensibilidad de su alma. Si fuésemos mas modestas, perjudicariamos á nuestra causa : digamos pues que por todos respetos merecemos s¿r preferidas á nuestras rivales. Las flores que con mano liberal sembramos entre las espinas del camino de la vida , jamás se marchitan , y adornan todas las edades. Nosotras imitamos á la naturaleza mejor que nuestras rivales; nuestras producciones obran directamente en los sentidos , y con su auxilio ocupamos agradablemente la imaginación y el corazón. La verdad da un nuevo encanto á nuestras imitaciones ; al paso que las bellas letras hacen penosos esfuerzos para copiar débilmente la naturaleza, solo trabajan para el corazón y la imaginación , debiendo la viveza de esta coarpletar el quadto- Pero no nos extraviemos en inquisiciones filosóficas sobre el mérito de esta preciosa ventaja 9ue distingue nuestras producciones. Basta que exista, y que Pp . to- a93. tbdo el mundo la conozca ; la estimación que se nos concede , á li> menos es igual á la de que pueden gloriarse las bellas letras, y aun nosotras las excedemos muchas veces en el número y la importancia de los sufragios. Quizá se nos objetará que sentimos con ri>enos fuerza que nuestras ribales, el valor de la gloria que sin dudí^ nos anima en nuestros trabajos ; pero , á su exemplo, nos será permitido unirla con la utilidad ; este es un nuevo motivo que excita la emulación , y muchas veces nuestras obras maestras , auhjentando nuestro nombre , acrecientan también muestra fortuna. La filosofía tomó la palabra , y dixo : nuestras rivales acaban de sostener su pretensión con una viveza y altanería de que no habla de necesitar una buena causa ventilada ante un juez como el nuestro. En general , no podrá menos de convenir,que en todos tiempos las hemos hecho mas justicia que la que hemos experimentado de su parte. El ingenio, necesario para producir sus obras , obra en un círculo mas estrecho , y quizá no tiene aquella elevación que caracteriza al que nos anima. A lo menos nos parece , que esta sola observación podrá justificar el tono arrogante de su apología. Nosotras pensamos con mas nobleza , y l e xos de desconocer su mérito , vamos á referir lo que también hubieran podido alegar á su favor. La religión puede parecemos mucho mas augusta con el auxilio de las bellas artes , y sus verdades sublimes hechas sensibles , y para deciilo asi , en sus producciones obran con mas fuerza en el corazón de los hombres. Los asuntos que escogen la escultura y la pintura en la historia sagrada para adornar los monumentos sagrados que levanta la arquitectura , excitan y mantienen la piedad. El grabado no puede presentarse en escena mas vasta , pero obrando en una esfera mas estrecha , conseguirá mucho mas efecto , si sus representaciones unen la expresión á la verdad. Y la música i quanto no puede arrebatar el alma en los templos , quando despujada de los adornos superfluos , habla^al corazón con una melodía pate'tica y.sencilla', desplegando todos sus medios para celebrar dignamente al sublime objeto de sus cantos' A pesar de esta justicia imparcial que hacemos gustosas» nuestra parte contraria , sin embargo creemos merecer la prefe. rencia , para laque vamos á exponer nuestros títulos. Nuestras rivales pretenden ser mas bellas que nosotras. La sagacidad de nuestro juez, hace inútil toda discusión en este punto. 49^ ío. Los efectos producidos por h belleza , son ciertas percepciones y sensaciones agradables , cuya viveza , firmeza y fuerza, determinan los diferentes matices de lo bello. Si probásemos que nosocras producimos estos mismos efectos con mas energía, y teniendo presente que la suma de nuestros medios en lo que es susceptible de una representación , excede al número de los de nuestras rivales , sin duda nos concederán la superioridad. La que no trabaja para la vista, puede á la verdad expresar muchas cosas que no pueden sus compañeras ; pero como estas por otra parte tienen la misma ventaja , resulta una compensación que á todas señala una esfera muy estrecha. Vosotras trabajáis para la imaginación y el corazón ; nosotras hacemos lo mismo ; pero obramos directamente , al paso que vosotx-as os valéis del auxilio de los sentidos. Esta circunstancia que os parece tan favorable , mirada por otro aspecto, es incapaz de acomodarse con igual color al efecto que produce una acción inmediata. Ella goza sin distracción , y con mai fuerza por el impulso que sabemos comunicarla. Pero á falta de este recurso., siempre tendremos el de modificar al infinito la representación de los objetos , y el de presentarlos á la imaginación baxo de nuevos aspectos; al paso que vosotras estáis obligadas á sujetaros á uno solo. jCon que imágenes ó armonía nos seguiréis en los diferentes grados por los que sabemos elevarnos i Y por lo que hace al corazón , i le movéis con tanta fuerza como nosotras í 5 Que estatuas , que quadro, ha hecho jamás derramar lágrimas i En este punto solo la música se nos parece en algo. Cada acción que representáis , no es ni puede ser sino la acción del momento. ; Q u e multitud de situaciones semejantes , las unas mas bellas que las otras no contiene la Eneida i ; Quintos artistas y tiempo se necesitarla para pintarlas í ; Creéis acaso que el que no hubiese leído la Eneida , la conocería perfectamente después de haber corrido esta galería í i Quántas cosas nuevas que no pueden expresar vuestros quadros hallaríais leyendo á Virgilio! Además, si observamos que es imposible á vuestros mas grandes maestros el expresar en ninguna de vuestras lenguas la beHeza intelectual , nos responderéis quizá , que esta expresión no os perteíiece; jpero dexará de ser un mérito porque sea superior á vuestras fuerzas í I Acaso los sublimes pensamientos de nuestros grandes autores no deben encantar á los buenos Ingenios ce Pp a 10- a94 todos los siglos, porque no pueden expresarlos vuestras estatuas, vuestras pinturas y cantos S Pero apresurémonos en manifestar el título mas importante en defensa de nuestra causa. Nosotras enseíiamos U virtud con tan buen éxito, que jamás le podréis igualar vosotras, aun quan-* do vuestros trabajos tuvieran este noble fin. Luego somos mas útiles que vosotras. Nuestro objeto principal es , perfeccionar el sentido moral en el hombre ; y nos vemos precisadas á renunciar al deseo de agradar , quando fuese contrario á este fin. Nosotras nos degradamos y dexamos de ser bellas , quando nos falta la belleza moral. AquelU gran Nación , dueña del mundo conocido , inmortalizó su nombre con el que nos dio llamándonos humanidades. La experiencia de muchos siglos , ha confirmado la exactitud y la verdad de esta denominación. Una Nación florece con la agricultura , el comercio , buenas leyes , y su aplicación á las ciencias exactas. ¿ Pero será feliz esta Nación I Solo lo será por medio de la virtud. Ni las rique» zas , ni las ciencias , ni las leyes , cuyo poder se ciñe á las acciones de los hombres , no le proporcionarán esta inapreciable ventaja ; y la deberá á la religión y á las verdades morales , que dexo á la inquisición del espíritu humano. No solo es útil , sino necesario el hacer amable la virtud : el sostener lo contrario, jería conocer muy poco el corazón del hombre. La Escritura Santa ofrece modelos sublimes de poesía, y de eloqüencia , cuya belleza y fuerza exceden todo lo que los conocedores mas lustrados admiran en esre género : así es que una religión divina enseñando sus verdades eternas, se acomodó al modo de pensar de los hombres, para mover mas bien su alma. Y á la yerdad es un gran honor para nosotras el que esta hija del cielo se haya dignado valerse de nuestro lenguage. Nuestros favoritos , aun imitando de lejos estos grandes modelos, se elevan al colmo de la gloria, porque entonces sus trabajos son de una utilidad general. La Religión reveló todas las verdades importantes relativas á las obligaciones que debe cumplir el hombre, y solo dexó á su inquisición algunas aclaraciones de sus lecciones sublimes. A nosotras nos toca el hacer fácil , y agradable este estudio. La ventaja que tenemos de dirigir el espíritu y el corazón del hombre en estas inquisiciones importantes, de hacerle amar sus obligaciones , y de dirigirle sin cesar acia la felicidad que le aguarda ; esta ventaja , digo, es la única de que tengamos de recho de ensobervecernos , y sin la que todos nuestros a9? tros esfuerzos , ni serian gloriosos , ni titiles. Consentimos con gusto en que las bellas artes , también puede hacer deliciosa la virtud ; pero nos atrevemos á sostener , sin miedo de que se nos desmienta,qu« sus medios son ínsutícientes para extender su imperio. Por su naturaleza, parece que es objeto de sus producciones , mas bien la belleza que la utilidad; porque lo que pueden expresar está muy circunscrito , y es incapaz de producir aquel enlace de ideas y sensaciones , que deben excitarse en el corazón del hombre , para que conozca la virtud. Ko hay duda que la música cultivada generalmente , sirve para suavizar el carácter del hombre , y hacerle mas social. La escultura , y sus amables hermanas , purifican y perfeccionan su gusto , dirigiéndole acia la belleza , representada sin cesar baxo de nuevas formas ; le hacen mas delicado en la elección de sus placeres: este mérito pertenece también á nuestras producciones , aun á aquellas que son menos lítiles que agradables. Pero todos estos esfuerzos se ciñen á una simple preparación que dispone el corazón á recibir con mas facilidad las impresiones del bello tnoral, y no bastan para hacer á una nación virtuosa : que se la den nuestras mejores obras , y en breve gozará de esta dicha. Quizá se nos objetará que olvidamos la fuerza del exemfdo de los hombres grandes ; 5 pero cónio podríamos nosotras olvidar lo que constituye nuestra gloriad j l í y bcmos prodigado siempre con mano liberal los dones mas preciosos á estos entes privilegiados que honran la humanidad i Y quién transnaice mejor que nosotras el exemplo de sus virtudes á los siglos venideros ( Nuestras ribales tienen también esta ventaba ; pero en un grado muy inferior á nosotras, i Acaso sus obras han trasmitido á la posteridad á Sócrates qual es! Ko , las muestras. Los mismos hombres grandes , cuyo exemplo es de una utilidad moial tan importante , lo son menos quando no gozan de nuestros favores. A la verdad , no por esto dexan de ser virtuosos ; pero están privados ^el motivo mas podeíoso de continuar en serlo. Supóngasenos extrangeras á toda una nación , su lengua será pobre , débil, sin finura y energía , tan impropia, para la prosa , como para la poesía ; no sabrá adornar ninguna belleza moral, ó hablará de ella en un estile bajo; todo lo útil é importante que puede expresarse felizmente en prosa , quedará ignorado; la historia no juzgando los siglos pasados , no empleará ios grandes acaecimientos para la instrucción de la posteridad, ó 196 ó los disfígurará enteramente ; en fin , yo misma , ( porgue hoy en dia me es permitido el citarme) desconocida por el método ^escolástico , solo tendré por objetos útiles inquisiciones , y vanas sutilezas, que no, tienen relación alguna con el conocimiento de hombre y su felicidad; entonces ya no seré la guia ni la amiga de la sana razón , y en vano me esforzaria en dominar la imaginación enardecida con una indiscreta «juriosidad. El mal gusto se apoderará de tojos los espíritus , y unos miserables juegos de voces ó indecentes bufonadas, sofocarán toda idea de belleza moral. Pero dense á esta nación solo algunas de nuestras producciones , ¿qué feliz revolución no conseguirán rectificando el gusto , dando á conocer el verdadero bello , y haciendo mas amable la virtudí Nnestras rivales han considerado nuestras producciones ,baxo de un punto de vista poco favorable', y sin embargo pueden servir para adornar el alma con las mas bellas Imágenes , y arrastrar el corazón con un encanto mas irresistibles que todas sUs fuerzas reunidas. La larga duración de nuestras obras es sin duda alguna el mayor per;uicio á su modo de entender. En efect o , ¿se conocería aquella Grecia tan famosa en la historia de los siglos si no hubieran llegado hasta nosotros los libros de sus hombres grandes i i Qué queda de aquella primera patria de las ciencias , de las bellas letras , y de las artes? Paisesántes fértiles, ahora esterHes y dcsicnu» por la ignorancia, y la barbarie en que vejetan esclavos indignos del nombre de svs gloriosos antepasados. Nuestro Horacio dice de sus obras; „ yo he levantado un monumento mas duradero que el bronce , mas magestuoso que las famosas pirámides de Egipto , que sobreviviera á la destrucción de los siglos. " Nuestras rivales no disputarán seguramente la verdad de esta profecía cumplida por la voz unánime dé todas las naciones civilizadas. Acaso nuestros autores que se inmortalizan con sus buenas obras, son menos apreciables porque estas no les proporcionan sino gloria , y poco provecho. Hay muchos que dexan muy detias de ellos á vuestro Rafael; ¿desmerecen acaso esta justa preferencia-, porque ciertas circunstancias extrañas que favorecen á vuestro artista , no se reúnen para aumentar su fortunaí jSeria tan ridiculo el condenar el deseo de recibí'" el premio de sus trabajos, como el establecer en la importancia de este premio la medida exclusiva del mérito de una obra. Habiendo dexado de hablar la filosofía , aguardaron ambas par- a97 partes la decisión del íuez, con una Inquietud que pintó Virgilio de un modo inimitable: Trepldantla haur'it Cerda pavor pulsans laudamque arrecia cupido. El Dios del Gusto pareció estar sumergido en un profundo sueño. No es esto decir que dudase á quien habla de adjudicar el premio ; pues se pretende que dirigió á las rivales de las bellas letras una dulce mirada en que se advertía alguna compa-» sion ; pero lo que probablemente causaba su silencio era la incertidumbrCj sobre si debia pronunciar igualmente acerca de los auxilios que merecen estas , con preferencia de la causa pública, por su mayor utilidad moral. Sin embargo su irresolución no duró largo tiempo, inmediatamente que vio que la política debia decidir este punto. En fin , quando ya iba á pronunciar fué interrumpido por un acaecimiento inesperado. El Biyle que no habla asistido á la junta , se presentó de repente con su viveza ordinaria. Al instante advirtió de que se trataba. Las bellas letras no pudieron disimular su alegría que les causó tan repentina aparición , y mucho menos sus rivales el desagrado que los ocasionó ; porque aunque no tuviesen una idea muy d^ra de la preferencia, fundada en el bello moral, sin embargo intimidadas por la mirada compasiva con que las habla honrado el Gusto , comeníí)!i.in 3 sospechar que esta indiferencia podria ser de alguna importancia. Pero el Bayle estrañó que hubiesen hablado de una belleza de que no tenían idea alguna , y no ocultó quan ^descontento e&taba de que no se le hubiese llamado. Con el tono festivo que le es propio , hizo ver el modo como hubiera abogado por su causa y la de sus amigas, y pidió con tanto empeño el que se difiriese la vista para otra junta , que, el juez permitió que se retirasen las graciosas y bellas litigantes. SANTIAGO. J^emorla sotre el descubrimiento de una mina de carian de piedra en las Puentes de Garda Rodríguez , presentada á ta Socltdad compostelana por su socio Don Jeseph Cornide , y premiada por dicho Real Cuerpo. ^' I. S. \Jn oportuno hallazgo lleva nuevamente mi pluma á la presen< a98 sencia de V. SS. dignamente congregados en este día para ofrecer un agradable holocausto al Principe mas amante de sus Fue* blos : digo holocausto agradable , porque ninguno es mas acepto en el piadoso animo de! Rey , que los esfuerzos que esta j otras respetables Sociedades hacen para procurar la felicidad de sus Pueblos , y laá comodidades de sus amados vasallos. Motivos y deseos semejantes me ocupan desde que he entrado en el gran teatro del mundo ; y mas de una vez ha visto este cuerpo que he procurado adquirirme en su presencia el honroso titulo del País que distingue á V. SS. Continuando , pues , en afianzarlo , hace mucho tiempo que la lectura de algunos libros de historia natural me había hecho reflexionar, que una Provincia en qije son tan comunes las canteras de pizarra , no podia faltar en una ú otra parte alguna de carbón fósil , cuyo hallazgo me parecía un tesoro para un País en que la leña será dentro de poco no m^nos costosa que la corteza de CeiUn. Las Provincias deMondoñedo y Lugo ocupaban principalmente mi atención , porque en ellas es donde abundan mas estas canceras; y la celebrada de pizarras Ardoesas , ó losa de Lendin, vecina á aquella primera Ciudad , me hacia discurir particularmente que en U continuación de aijuellas sierras podría descubrir alguna veta. Tenia por otra parte notíbld , ({uc c n u n o de SUS ramOS , y muy inmediato á la Villa de las Fuentes de Garcia Rodríguez, se hallaba una véneta de fierro de tan buena calidad , que había excitado la atención de un caballero , en cuya hacienda se descubría mas bien , á solicitar Real Cédula para la erección de una herrería que en efecto consiguió , y cuya fábrica no ha emprendido por el prudente rezelo de la escasez de leña. Sabia igulmente , y aun había reconocido , que entre dicha Villa de las Puentes y las Costas existieron antiguamente cinco ó seis de estos útiles artefactos, que por la misma razón, ó acaso mas bien por ignorar el manejo de la vena , se habían extinguido ( I ) quedando reducidas á una sola en el valle de Vivero (a). ^ ^__ ^ Ha( i ) Dos en el río de Puerto ÍÍ« '^aho , que entra en la ria de Cedeira , dos en el de Jubia en la Parroquia de Moeche , y otra en la de Ferreyra que parte frutos con aquella. (a) La de Brabas , que hace poco traía su vena de Vieca-ja. Había finalmente reconocido esta veta , desde h s vecindades del cabo de Ortegal , hasta la ferren'a de Pallares en distintas partes , y en distintas ramificaciones , de las quales la una solo ¿ista de esta Ciudad lo que hay desde ella á la Sionlla, y me hal}ia convenciáo que se ataba con la abundante mina llamada por jnas famosa la venera en los confines de Galicia , y de la qual se surten sus mas conocidas herrerías de Valdeorras y Quiroga. Sabia igualmente que las vetas de fierro no suelen estar lexos de las de carbón , y me confirmaba la noticia de que la riqueza de muchas de Inglaterra consiste en esta proporción ( i ) . Habia finalmente oido , que hacia la ya dicha de fierro de las Puentes , se hallaba otra de una materia pareeida al carbón, y combinadas estas especies me determiné en el próximo pasado verano á dirigirme hacia aquel País que habia atravesado en otro tiempo, pero de que conservaba muy escasas noticias; y en efecto , luego que llegué y procuré informarme de uno de los herreros que hay en él , tuve el gusto de ver confirmadas mis sospechas , y de que me conduxese sobre la veta , de la que he tomado las muestras que he presentado á V. SS. en el mes de Julio pasado , y que nuevamente ofrezco á su inspección. Por ellas conocerán V. SS. que si no hallé lo que esperaba, hallé á lo menos una materia análoga y la mas equivalente; no hallé un bitúmen schistosum de Lineo ó un Lithantrax bltumen lapide fissillmineralisatum de Walerio,pero si uq verdadei^o carbón vegetalfmineraüzado con porción de azufre como la famosa «elva subterránea de Alemania , como particularmente lo prueba un tronco quemado (con señas nada equívocas de haber sido roble) descubierto en la última cata que mandé hacer en estos días para remitir á V. SS. la porción que acompaña á esta. Para que V. SS. puedan formar concepto de la verdadera situación de esta mina, es preciso darles antes una idea topográfica del terreno. Hállase la pequeiía Villa de las Puentes , situada, en el confín del Obispado de Mondoñedo con este Arzobispado en el camino ^récto del departamento del Ferrol á la Ciudad de Lugo, en distancia de 5 leguas del primero , y 8 del segundo ; y en el margen derecho del rio Eume , de cuyo puente dista igualmente 5' Qq le(x) JEn tas de Carrón entre aquel Reyno y la Escocia, 300 leguas, y 7 de la Ciudad de Mondofiedo , á cuya Provincia en lo político peitenece, siendo la ;urisdition civil del Conde-de liemos : su asiento es sobre el mismo margen del rio (que muchas veces se pasca por la Villa).y al extremo de una vega que podrá tener como media legua en quadro, y que rodean varias collnasj en las quales por el Oriente caen lugares de la misma Parroquia, por el Norte y Poniente las de Espinaredo, Villabella y Bermuy, ( q u e pertenece á este Arzobispado) y por el Sudoest llegan los términos de Gestoso , elevándose en aquella parte , y en la del Nordest, las montañas mucho mas que las colinas vecinas, y for« mando las de esta última banda varios crestones y picachos de piwrra con muestras de mineral ferruginoso. Por una abertura que se hace en estas , entra el Eume en la llanura , y dividiéndose luego que pasa de la Villa en dos ramos , dexa en medio una isla Uaná y arenosa que cubre con sus aguas en el invierno : sobre el brazo de la derecha se eleva un poco la vega , y en la ribera que lame, y como á jpo varas de la Villa , ya en términos de Villabella , se reconoce la veta de carbón que continuando por debaxo de los dos canales y de la Ista,, aparece igualmente en la margen opuesta, cortando el río con alguna obliqüidad , y baxando hacia los montes de Gestoso , de tal modo , que desde la orilla se observa negro como el carbón todo el lecho del rio , sobre el qual , ni piedra ni arena se detie. ne , porque sin duda la misma untuosidad de la materia facilita que las aguas la remuevan» La vega es de una tierra arcillosa de color amarillo , mezclada con algún guijarro mynutlu , y con Una Capa de mantillo á residuo de vegetales , que sirve de basa á los arbustos comunes en el País , que son el toxo , queiroga , carpaza , halecho &c. cortanta dos ó tres arroyos que entran en ri Bánie, un poco mas abáxo de la veta , y asi estos , com.o las aguas que descienden de las montañas , y cuya filtración detiene la calidad compac.» ta del terreno , hacen su piso muy pantanoso en invierno, aun» que no difícil de desaguar á poca costa. En estos dias en que el rio no llevaba poca agua , quedaban descubiertas como unas lo ó l a varas verticales de veta , y jo» bre ella de 3 3 4 de arcilla y tierra. ,^_ La dirección de aquella, es de Sudoest á Nordest, y su extensión por una y otra parte no averiguada hasta ahora ; pero prq» bablemente mucha,pues según los naturales vuelve á aparecer en un arroyo que corta la vega como á media legua hacía el 2^ordest. £1 301 El modo cómo pudo formarse esta veta , aun es mas difícil de averiguar que su extensión : la tradiccion entre las gentes del País es , que una vez que se comunicó el fuego á este terreno, ardió por mucho tiempo, y esto me conduce á creer que en su origen tuvo un inmenso bosque , que trastornado con. algún terremoto, fue abismado é incendiado por los fuegos sub-« terranéús , y que impregnado por las materias sulfúreas, se reduxo á una pasta uniforme , tal qual hoy aparece á primera vista , y en la qual se hallan algunas señales de su primera naturaleza , como sucede en la mina de Biechlitz , á una legua de la Ciudad de Halle en la Saxon¡a,en la qual de en medio de una tier-. ra ó pasta bituminosa, se sacan todos los días troncos de árboles enteros y en estado de servir. Me mueve á esta conjetura la misma disposición y calidad del terreno , pues el que está á la banda del £st , es todo mineral de fierro , hallándose en el Senoruest y montes de Folgoso y la Cápela vetas calcaraas , forínando el todo como el borde de una gran crátera ó fosa , cuyo fondo es la vega por donde corre la mina , que en la violenta conmoción de un terremoto pudo aplanarse , llevándose consigo toda la superñcie, y con ella quanto contenía , mudando enteramente sti aspecto. £ n efect« un País lleno de metales , de semimetales , y de piedras calcareas , ofrécelas maiciid» mas piopla» paia excitar una fermentación que produzca un violento terremoto que trastorne todo el País vecino y aun quando la buena física no conduxese á este raciocinio, hartos exemplos nos ofrece la máquina en todas sus partes para que no lo dudemos. Están varios los naturalistas sobre la formación de estas vetas de carbón de piedra, y el sistema de los mas lo compendía brevemente el Diccionario de Valmont de Bomare , obra harto común para qué yo traslade á V. SS. lo que pueden ver en é l : no obstante diré ligeramente alguna cosa sobre la forma en que se encuentra este fósil en las entrañas de la tierra , que en unas partes es en capas orizontales y á desiguales profundidades desde lo hasta loo brazas y mas, siendo su espesor desde a pulgadas hasta 10 y l a pies: estas capas están contenidas en medio de otras que forman como caxones por lo común de pizarra , y algunas veces de piedra arenisca ó molar, y otras etitre materias calcareas. Otras veces son verticales, como se reconoce en la muestra, cuya profundidad hasta ahora no se puede determinar , y estas Qq 2 sue- 3oa suelen estar contenidas entre tierras gredosas, arcillosas j y margosas , y su formación parece de mas moderna data que las or¡zontales que acaso cuentan tanta antigüedad como el mundo. De esta clase son las ya citadas de Halle, las del Condado de Kassau , y las de Altorf en Franconia y otras^ y á ella puede reducirse la muestra. Sus calidades son varias según la diversidad de materias de que se componen ; pero en general se pueden reducir á d o s , ^ s .to es á carbón de piedra y á carbón de tierra : el primero es duro , craso , compacto , y de color negrusco lucido y azulado , y cuya textura forma como unas ojuelas ó escamas : este se enciende con dificultad , siendo preciso humedecerlo para que la mayor resistencia dé mas presa á la acción del fuego : después de encendido , da una luz clara y brillante , y despide un humo espeso , siendo el mas apreciable para ciertos usos : el carbón de tierra es mas blando ,. se deshace entregos dedos , y puesto al ayre se enciende fácilmente , pero-su llama oo es tan viva ni dura tanto. Esta diferencia consiste en que el primero se compone de «na pizarra degradada de mucho betún ó petrcolo , y de algún azufre , y que las partes integrantes del segundo , ó bien son unas tierras saponáceas y arcillosas, podridas y quemadas por la acción de los fucgu^ «ui>«o. v>a>i«,u« , ¿ovarios vegetales mas ó menos robustos , que habiendo sufrido iguales impresiones , fueron mineralizados con menos cantidad de betún , y con mas abundancia de azufre : su calidad no es tan aventajada como la primera , pero no de menos uso en la economía : su carater es el deshacerse en pedazos de figura cubica ó como dados , imitando algunas veces las fibras de la madera. A esta última especie reduaco el que presento á V. SS. y que contemplo formado como llevo dicho por el trastorno de algún ^ran bosque abrasado por los fuegos subterráneos, podrido' por las abundantes aguas que por el hundimiento del terreno concurrieron y se detuvieron sobre su superficie , mezclado con las tierras arcillosas de que se compone la vega , y mineralizado con Jas vetas azufrosas que suponen^las inmediatas de fierro. Esta especie es una de las á que Linneo no determina nombre específi«o , pero que me parece se puede colocar baxo el genérico de Litantrax bltumen , ó betún carbón de piedra , y á la que en nuestro castellano , sin meternos en mas honduras , se le puede dar el nombre de carbón fóíjl. 503 l í o me empeño en que aun este que presento reúna todas las qualldades de un buen carbón de tierra , y que por consiguiente se pueda emplear en todos los usos á que se aplican los de esta especie. Las muestras que ofrezco á V. SS. ion tomadas en el que se halla al ayre libre y por consiguiente expuesto á todas sus impresiones que pueden haberle privado de su floglstico : mi fin no es mas que excitar la curiosidad de V. SS, é indicarles un teso» ro que puede ser grande , y que puede desvanecerse en bumoj como los de los encantos. Hasta ahora no sabemos adonde se extenderá como be dli cho su profundidad , y es verosimil ( sin que tampoco sea regla segura) que quanto mas profundo será mejor , pues debe haber retenido mas bien las partes bituminosas y sulfúreas , qu« según su mayor ó menor cantidad aumentan ó disminuyen su calidad. Para reconocerlo con alguna seguridad , es preciso hacer va«> rias catas con el taladro ó sonda , según se practica en Inglaterra , y lo describe Mr. Jars de la Academia de las ciencias de Pa•^ ris ( I ) ; si correspondiese á nuestros deseos , entonces se puede hacer uso de él mas ó menos , ya sea para fundiciones , ya para las fraguas , ya solo para fábricas de cal , para las de loza, •vidrio Scc. y quando menos , para guisar. Para las operaciones metalúrgicas es preciso despojarlo de las partes azufrosas , lo que los Ingleses practican de tres modos, ya á campo libre foimAnir» montones cabiertos de tierra, y dándoles fuego como lo practican los carbouc^u» para que se vo'atlce el azufre , ya en hornos simples puestos recientemente en práctica, y en los quales no solo se evapora el azufre , sino que se aprovecha el betún que sirve de alquitrán para las carenas de los buques. Por ( I ) Mf, Gaíriel Jars viajó en et norte , en Inglaterra , jEí« cocía y Alemania , para reconocer las minas y fundiciones de estos Países , de orden del Ministro de Francia , j muerto el año de 1769 , tuvo cuidado su hermano Mr. Jars asociado á la tuis~ ma academia , de publicar sus observaciones en el año de 1774, Ifaxo e¿ título de Viages metalúrgicos. En esta obra se pueden ver varias noticias sobre diversas minas de carbón , y en la memoria, en que trata de las de NeZVcastle , el modo como se reconocen¡or medio de la sonda , desde pag* ijj en adelante. 304 Por qualquiera de estas operaciones se pone en tal disposi* fcion este fósil, que su humo que comunmente lastima el olfato y la cabeza , no se hace desagradable , sin que por otra parte baya que recelar en quanto á la salud, ni merezca crédito lo que han dicho algunos autores , pues últimamente acaba de de* fiíiostrar un célebre químico francés, que lexos de ser nocivo, es muy salutífero su uso. A este finalmente , Señores , no podremos arribar si no se excita el patriotismo de V. SS. en beneficio de la Nación. Todos V. SS. saben quanta utilidad han traído á tá Inglaterra sus miañas de este fósil, quantas á nuestros vecinos los Asturianos , cu. yas vetas no están mucho mas cerca de la marina que la nuestra, que por camino recto y bueno no dista del puente de Fubia mas de 4 legua» O ) í que se halla en el margen de un rio fácil de hacer navegable , que puede descubrirse aun cerca de la misma mar (como sospecho y no sin fundamento, ) que en su contorno tiene vetas de fierro , y aun de otros naetales m a s preciosos, de buetMs gredas , de cal, de márnióles , ¿y que se yo que mas? pues no me es licito penetrar los senos del abismo. y . SS. perciben ya quantas ventajas puede producir á Us ma^ liufacturas del real departamento del Ferrol , que antes lo saca> ba de Inglaterra, y aun hoy lo recibe de Asturias con riesgo de que una guerra como la pasada le prive de este beneficio , y le pbligue á traer como entonces el fierro de V¡«caya á lomo de ma« cho , y al exorbitante porte de ac r<»it<»« U arroba. ¡Qu.int:«« utüijcijcs resultarán á nuestras Provincias marítimas, adonde la leña escasea mucho mas que en las internas, adonde como be dicho ya á V. SS. no tardará en ser tan preciosa como la canela! ! Quantas fábricas necesarias al Reyno dexan de emprenderse por falta de materias combustibles! Basten solo las de Iqzi y vidrio que tanta utilidad pudieran traer á nuestro comercio ulti-amarino : no lo pondero mas porque V. SS. lo conoc í ) Se dehe comunicar con alguna ¿esconfiantca sobre tas distancias arregladas en el mapa de GciUcia , formado por el Geógrafo Lopet, que entre las Puentes de García Rodríguez y la de Juhia , solo pone poco mas de 3 teguas. Es indiferente dirigir el camino A dicho sitio ó á taVilla de Neda gMC solt dista • un quarto de legua rio ahaxct. 90f nocen , y solo me felta que conozcan igualmente , que si fiamos nuestro auxilio á gentes superiores , tarde saldremos de U apatía en que vivimos : quien pudiera ayudarnos , y quien dice directamente el célebre Marqués Belloni debe hacerlo ( i ) , tiene ocupados sus cuidados en otros obietos no menos importantes, y me parece que aun está muy lexos el riego que ba de fertilizar á Galicia. Volvamos pues los ojos á nuestras propias casas ¡pensemos en formar una asociación ó compañía , que previniendo las liíongeras esperanzas que solo descubrimos eft lontananza , pro» cure quanto mas antes al País un bien de que pueden resultarle tamañas utilidades. No soy, Señores, ni tan fatuo ni tan presuntuoso, que quiera persuadir á V. SS. á que por soto mi dictamen decidan un asunto como este: merece un mas circunspecto reconocimiento : merece experiencias mas científicas que las que puede producir la curiosidad : merece en ñn un reconocimiento circunstanciado , en el que se levante un plano topográfico del País, de su^ caminos y rios , y una relación exacta y reflexiva de sus producciones y estado físico ,'combinando los costos con las utilidades , para verificar si se pueden esperar ventajas. Si V. SS. adoptasen este pensamiento, algo puede valer lo ^Ue les llevo expuesto: si á esto no se detetmlnasen, bagan cuenta que nada dixe. Santiago &c. ( i ) St Marqués Belloni , famoso íatiquero Romano , ha es*fito últimamente una disertación sohre el comercio , y entre mu^as y excelentes máximas gae directamente propone para hacer^Jlarecer , es la una , que el Príncipe debe adelantar el dinero Vara las nuevas manufacturas , como lo hacia Enrique VII, dt *^glaterra , auxiliando mas ó menos según su urgencia al negó'^ante , y a-ijudando al industrioso para que asi prosperasen en el ^yno que le dexó á su succesor en el mas irillante estado. Esta ^ertacion se traduxo al castellano , y í* halla venal tn casa dé dances frente de San Felipe ti Real. CEEN- 3o6 ARTES y CIENCIAS. :^ARIS. Ohservaclones jisioUgicas sohre los órganos de la~voe , y de la eiu tonacion. Descuidos , errores , y equivocaciones Ae varios autoret célebres en m.iterias musicales , por Mr. íefehure. .JEa casa áe J^napptn el hija. Un tomo en dozavo. • Omitiremos de Intento el hablar de las observaciones que hace Mr. Lefebure en su libro sobre la música, para e-x^nilnar particularmente sus opiniones en orden á las funcione» de los órganos de la voz. Según todos los anatómicos , dice este autor , á medida que se estrecha una pequeña abertura ( la glotis) por donde se escapa el ayre al remate de la laringe ; la voz se ele•va en proporción del grave al agudo; Si esto fuera cierto , podria asegurarse, que cerrando por grados la extremidad de una flauta^ se harían percibir los treinta y seis semitanos comprehendi'. dos en tres octavas. Por otra parte si la entonación dependiera de la abertura de la glotis , sería casi imposible el cantar arreglado , porque como la mayor extensión de esta abertura no pasa de dos lineas, sería menester poder hallar en est« espacio tan corto , treinta y seis divisiones ó grados ; y esto ya se vé quan opuesto es i la recta razón, Mr. Haller dice , que los bordes ó extreiriidades de la glotis, se acercan uno á otro quando se eleva el tono déla voa, lo mismo que la boca se estrecha, quando silvando se pasa del tono grave al agudo. Para no haberse engañado en la comparación, hubiera bastado á este profesor tener presente una ext>eriencia muy fácil. Sllvando las notas de la solfa , si se separan un poco los labios interponiendo los dedos , el tono se levanta en vez de baxarse ; lo que $e opone directamente á la opinión de Mr. Haller , y prueba que la medida de esta abertura no es la misma que la de la entonación. La laringe , según Mr. Lefebure , es una especie de tantt bor formado de dos piezas. La superior es sólida y llena de car' tilagos , la inferior es musculosa , mobil , y hace el oficio de u" fuelle. Acia el tercio inferior de la porción cartilaginosa, hay u" músculo achatado , llamado cuerda vocal, que reviste interior^ mente la laringe. En fin , la parte superior de este tambor, tetv «lina en la pequeña abertura , que se llama glotis. Mr. JLefebU' 507 re no considera esta parte superior, y pasa poco movible de la laringe » como causa esencial de la entonación , según piensan los Anatomistas y Physiologos; antes la atribuye á la paite inferior y mas movible de este tambor , y cree que el ayre al pasar por este conducto j toma la qualldad de grave ó agudo, según la mayor ó menor dilatación de esta parte movible. Una de las mas fuertes objeciones contra la opinión generaltnente recibida , en orden á la función que hace la glotis, e« la siguiente : Si la glotis , dice Mr. Lefebure, fuera la que regla la entonación , se cerrarla la mitad pasada la primera octava , una quarta parte mas para la segunda, y un semi-quarto para la tercera. Asi en este semi-quarto de linea , seria preciso que cupiesen los doce semitonos de la octava , y además otros intervalos. Según este autor esta modiñcacion de la mitad , se opera en la parte movible de la laringe , guando se entona la solfa. No nos detendremos á referir por menor todas las razones que á este propósito alega Mr, í^efebure ? pero tampoco debemos omitir las pruebas de la comparación , sacadas del mecanismo del silvido. La boca se haee , quando se silva , una laringe artiñcial , que hace entonces en cierto modo, inútil á la verdadera laringe. Los labios , la lengua, y los dientes , se disponen de manera que tienen el ayre encerrado, Los labios toman la figura de la glotis, la lengua , según se arrima mas ó menos á los diente» , imita U acción del fuelle en U pditc infariov y. movible de ía laringe, j los dientes , tan firmes como el músculo, que cabi-e lo interior de la laringe natural, separan del mismo modo las dos partes de este nuevo can«ii, DIETÉTICA. Si se puede ó no sin inconvenientes disminaif la radon, ordinaria de pan , y substituirla otras substaneias. La costumbre nos ha esclavizado de tal modo , sujetando» Jios necesariamente al uso del pan , que quando por alguna ca« sualidad , ó por obstáculos invencibles , no nos podemos procuyar la ración ordinaria, nos consideramos comO infelices y su)etos á la privación mas intolerable, sin cuidarnos de recurrir á los muchos medios que ofrece la provida naturaleza , para suplir en todo ó en parte la falta de este alimento , que ya se h» hecho e](clusivo. Todas las substancias harinosas son de este nú- Kr me 508 mero , y como por lo general abundan en todas partes , y se la« puede hacer pasar pqr un sin número de preparaciones, son en todo tiempo y lugar, un recurso que apenas puede llegar el ca-« SO de faltarnos. Quando el método de hacer el pan que hoy se usa , era aun desconocido en la antigua Roma , lo que duró largo tiempo ; los Romanos se mantenían con diversas especies de papillas , de mas ó menos consistencia. Pulte autem , non, -pane vixisse tongo tent' pofe Romanos manifestum , dice Plinio. También preparaban la maja , que llaman polenta con cebada á medio tostar , y reducida después á harina. Plinio en el lib. XVIII. de su Hist. Nat. refiere los varios modos quehabia de preparar este alimento. Bien sabido es que en todos los países del mediodía , y aun en nuestras provincias meridionales , se encuentra en el maiz un abundante y pronto recurso, y qtíe el pueblo , no solamente hace con este fruto una gran parte de su alimento , sino que se preparan con ét .otros mjucUos Okanjares «anos y agradables , conáimentan- 4o su maja con lecbci miel, ó azúcar. Las legumbres de toda especie, como las )udlas , guisantes, y habas , forman igualmente Otra clase de substancias harinosas , cuya proporción se puede ir aumentando respectivamente en la comida diaria , y disminuir mucho la cantidad del pan. Tengo por excusado hablar ídel arroz , que es la basa pricipal del alimento en tantos rey-nos y.países del oriente :. materia i " » «• enctfémra'con tanta abundancia , á precios cómodos , y. cuya preparación puede va* .xiarse de tantos'nxodo* diferentes ( Gaxeta de Salud'), DIARIO ECLESIÁSTICO, PARÍS. ^ilósofoj de. los tres primeros Siglos de la Iglesia , ó quadros Zos Fii~ los paganos ,• que habiendo abrazado el . - 'Filósofos J-. r-'o' históricosIcos de -- christianisitio le defendieron con sus escritos. Por Mr. Non- notte ; en casa de Crapart. Mr. Nonnotte después de haberse distinguido éntrelos Sacerdotes celosos é ilustrados, que han impugnado los filósofos profanos, se propone en esta obra darnos á conocerá los que en los primeros siglos de la Iglesia abandonaron las diferentes escuelas de Platón ó de Epicuro para abrazar el christianismo, y ser sus mas nías célebres defensores. Estos Filósofos son primero, San Justino , uno de los primeros y mas eloqüentes apologistas de la religión, que nació el año 103 de la era christiana, y padeció su partirlo en 167 > siendo Emperador Marco Aurelio. • a." Taciano discípulo de San Justino,y que le sobrevivió muchos años- Se ignora precisamente la era de su nacimiento , y la de su muerte. 3.° Athenagoras , -mucho menos conocido ; pero cuyas obras indican también que vivió en el imperio de Marco Aurelio. 4,° Teophilo de Antioquía, que en su tercer libro dirigido á Butoleyo, nos dá un cálculo chronológlco hasta el año i ; del mis* mo Emperador y con lo que parece vivió en U misma ¿poca. 5." Clemente de Alexandría , que según la opinión mas general , murió en una edad mas abanzada al principio del tercer siglo. Luego también fué contemporáneo de San Justino. , 6." Hermias: los críticos mas ilustrados también le colocan en el segundo siglo. _ 7.° Origines llamado el Grande , nació afines del segundo siglo , y murió en 353 , de 69 años de edad. 8.° Minucio Feliz. San Gerónimo dice, que escribió en tiempo de AVexandro Severo. I o d o s los Cronologistas convienen en que vivió en el tercer siglo. . 9° Tertuliano que pertenece al mismo siglo , aunque nació en el segundo. 10°. San Cipriano que recibió la corona del martirio el año a 0 . i i . ° Amobló, que compuso su excelente obra contra los idolatras en tiempo de Dioclectano. 11.° Lactancio, discípulo de Arnobio , y después de haber sido profesor de eloqüeneia en líiconiedia , durante la persecución del mismo Emperador , fue preceptor de Chrispo hijo de Constantino, Luego vivió en el tercero y quarto siglo. En un aviso previene el autor que no hace una compilación de lo que ya han dicho diferentes escritores, sobre los mas célebres Apologistas de la Religión. En efecto, se hubiera podido creer antes de leerle, que el compendio de estos Apologistas publicado hace alguüos años por el Abate Gourey , le había servido de modelo ; pero declara no haber leído á este ni otro alguno. Sabia que cada uno tiene su modo de juzgar , de sentir , y de expresarse , y por lo mismo se ha atenido al suyo. Solo haRra bli •a l o jf- bla de lo que ha reconocido por sí mismo , leyendo las obras de «stos antiguos y verdaderos Filósofos , y de la impresión que esta lectura ha hecho en su alma , como también de la alta idea que formo de estos grandes hombres, de estos ilustres héroes, defensores y vengadores del christianismo. Este era el verdadero modo de no ser un copiante servil. No podemos menos de hacer justicia á Mr. Nonnatto , confesando qu« ha crecido SU m é r i t o , y que esta obra no puede menos de aumentar la reputación que habia adquirido con sus anteriores. Su discurso pfelirtiinar manifiesta que es preciso haber estudiado mucho , meditado y analizado los primeros defensores de la Religión , para describir con tanta perfección su carácter. Referiremos algunos retazos de este discurso , por los que se pueda juzgar del estilo , y de las cosas. :(, He aquí el espectáculo mas grande para el mundo incrédulo', y para el mundo k:Wistiano: el de esos ilustres transfugas, que desde el seno de la idolatría pasaron á militar baxo del estandarte de Jesu-Christo ; de esos hombres admirables, que después de haber brillado entre los paganos por la extensión desús luces y conocimientos , fueron después los defensores , los héroes , la glocia del mundo christiano. Be en medio de las supersticiones paganas en que hablan nacido , y se hablan criado; des., de el seno de una religión que no presentaba ^'^n<3 lisonjas para los sentidos y ailclemes para todas las pasiones , advierten algunos rayos de luz enteramente nueva ; conocen algunas verdades de la santidad de la doctrina lÉvangelica; ven virtudes sublimes, heroicas , y casi increíbles en los que la hablan abrazado. Avista de todos estos objetos , examinan , discurren , y quanio mas se esfuerzan en profundizarla , tanto mas se convencen de que en ella hay alguna cosa sobre humana , y necesariamente divina en las luces que suministra, en el valor que inspira, y con la rectitud de su alma ^ la docilidad de su corazón , y el favor de la gracia , piden con empeño ser admitidos y adoptados en 1^ sociedad de los christianos.^'' M. K. procura en el mismo discurso manifestar , quan pre-« cíosa debió serla conquista de estos Filósofos á la Religión,y las iKílidades , que la resultaron para combatir la filosofía de los Paganos. Advierte en ellos una inmensa erudición , con la que conocían j . ° todos los monumentos mas preciosos y antiguos sobre 511 bre el culto áe los primeros bombres , y todo lo que se conservaba en los escritos de la maj remota antigüedad f a." todo lo que quedaba entre los hombres relativo á las tradiciones de la Religión primitiva , y al modo con que se babia alterado poco á pbco , 3.° el origen , los progresos y excesos de los desarreglos de la idolatría ; de todas las diferentes formas que había tomado en varios pueblos , todas sus épocas , hechos , los acaecimientos que habian dado lugar á sus ritos , á sus ceremonias, y á sus estabiecimientos. Con esta erudición fueron estos sabios Apologistas la admiración, y el asombro del mundo idolatra, comenearon i disipar las tinieblas funestas en que estaba sumergido, á manifestar lo que dictaba la recta razón , y á prepararse «1 don precioso de la Religión, El Autor advierte esta extensión prodigiosa de conocimientos, principalmente en los estromatos ó colecciones de S. Clemente Alexandrino , en la notificación que le dá de la Religión christiana Teophilo de Antioquía, en sus tres libros dirigidos á Eutoleyo , en el sabio discurso que escribió Taci. no á los Gentiles, sobre las razones que habia para renunciar á su culto, y á su religión, en los ocho libros en que Orígenes responde al Filósofo Celso , en los siete en que demuestra el eloqüente Arnobio los absurdos' y falsedad de lof cuentos en que está apoyado «1 paganismo. A esta vasta e r u d i c i ó n se íuntaba. una fuersA invencible dc raciocinio que advierte el autor en el Apologético de Teituliano. El estilo és conciso , nervioso , y enérgico ; muchas veces una sola expresión forma una gran imagen ; casi se hallan tantos pensamientos como palabras,y casi tantas demostraciones como raciocinios. Athenagoras no es menos persuasivo ; no hay obra mas filosófica , mas metódica , y que conduzca mas naturalmente á la demostración y la evidencia que su tratado sobre la resureccion de los muertos. En quanto á Lactancio , las gracias que siempre acompañan á su eloqiiencia suave y armoniosa , hacen que gusten mas las verdades que presenta. El orden , el enlace de las materias tratadas en sus siete libros de Instituciones divinas , anuncian to« da la exactitud que puede desearse en un escritor , la sabidurm mas pura en el modo de pensar > y la felicidad para demostrar y persuadir. Bosquejado de este modo el carácter de estos ilustres defen- 31» sores del chrlstianlsmo se queja Mr. M. N . de ver que hoy en día sean tan poco conocidos , y qne nada se olvida para desacreditar , y para que se desprecien los sabios que disiparon las tinieblas de la Idolatría , é ilustraron al mundo con verdaderas luces. „Que los sabios del dia , exclama , nos presenten alguno de ellos que sea comparable á estos filósofos de los tres primeros siglos del Christianismo. Presenten alguno que pueda compararse con los Clementes de Alexandria , y los Orígenes en punto de extensión de conocimientos, á los Tertulianos y Athenagoras por lo que hace á la fuerza del raciocinio, á los Lactancios y Ciprianos en las gracias de la eloqüencia ; pero principalmente que nos presenten alguno en quien brillen la modestia, la dulzura , la pureza de costumbres , y el heroísmo de las mas sublimes virtudes." Para dar una idea del resto de la obra , diremos , que después de haber pintado en general los antiguos sabios del christianismo , describe M. N . mas particulai mente la historia y el carácter de cada uno de ellos , á lo menos de aquellos cuyas ac* •clones y vidas son mas conocidas. Es preciso observar con el autor , que sola la religión puede inspirar á los apologistas de ella un lenguage tan ene'rgico y propio únicamente de un órgano de Dios. Igual reflexión puede arcado de la respuesta de Octavio dirigida á Cicilio. ^Entre nosotros se preparan obsequios con la misma tranquilidad con que se goza de la vida ; no se procura hermosearlos-con coronas de flores que se marchitan en un instante ; porque aguardamos del Señor otra cuyas flores se conservarán eternamente. Nosotros somos modestos , disfrutando de los beneficios de nuestro D i o s ; la viva fe de su presencia nos anima y alienu , y la firme esperanza de nuestra futura felicidad , nos promete la mayor seguridad. "í asi ya sentimos nosotros la dicha de la resureccion , y gustamos de las delicias de aquella vida futura que contemplamos.'''' „Que el irónico Sócrates proponga qüestiones , y confesai*do que nada sabe , se gloríe sin embargo del testimonio que le da el padre de la mentira ; que Arcesilas , Carneades , Pyrrhon , y toda la secta académica examine y delibere siempre sin concluir cosa alguna ; que Simónides pida siempre nuevas delaciones ; por lo que á nosotros hace despreciamos todo ese or- orgullo filosófico. Los filósofos no son á nuestra vista sino hombres que alteran siempre la verdad , que quieren tiranizar I05 espíritus , y que siempre son eloqüentes contra los vicios de que están manchados. ííosotros no hacemos consistir la sabiduría en . la afectación del vestido , sino en la pureza del ama. Nuestros verdaderos sentimientos se manifiestan , no con grandes palabras , sino con grandes virtudes. Nos atrevemos á gloriarnos de haber hallado el verdadero bien que buscaron con tanto afán y vanidad esos filósofos. ; Podremos ser ingratos con la divinidad? Si el conocimiento de un Dios único estuvo reservado para nuestro tiempo ;lo hemos de sentir? Gozemos del bien que se nos ha presentado ; hagamos uso del conocimiento de la verdad , re^-. primase la superstición ; renuncíese á los cultos impíos , y abrácese la verdadera religión." Todo este trozo por bien traducido que esté por M. N. tiene mucha mas energía en la lengua original de Octavio , por cuya razón se ha determinado colocar el texto al lado de la traducción al que renaitimos á nuestros lectores , exórtándoles que mediten la última parte , ó la conclusión de estos análisis. Aquí hallarán todos los sentimientos que debe inspirar el conocimiento de aquello* hombres célebres que tuvo la religión , por sus dignos defi^sorfts., y se penetrarán de un nuevo respeto en favor de su autor. MOMPELLER. Vueva preparación de la quina ; por "Mr. Iiounel. Individuo dtl Colegio de Farmacia de París. El objeto de esta memoria es presentar un medio fácil y prohto de extraer de la quina todo lo que es útil, si es que sus principios separados de la substancia llgnea pueden tener la misma virtud. Las quejas que he oido de varios Médicos "sobre los inconvenientes demasiado comunes de la quina tomada en substancia, me determinaron á hacer el siguiente experimento. Hice hervir separadamente dos onzas de quina en polvo en dos quartillos de agua destilada ; al uno de estos dos cocimientos añadí seis granos de sal de tártaro. Habiendo advertido después de^haber filtrado, que habia quedado claro el cocimiento con el alkali ó car» íonate de potasa , al paso que el otrO se habia enturbiado mujt -prontamente , inferí que era útil este aumento , facilitando una mayor extracción de las partes solubles eti «I mensUuo aqueo. 1t+ Hice hervir repetidas veces quina que no habla padecido la acción de la sal , con animo de agotarla completamente , pero sin haberlo conseguido , pues conservó siempre una amargura bastante notable , al paso que la quina, según el otro método la perdió enteramente con un nuevo cocimiento de otros seis granos de sal; lo que me probó que con doce granos de esta por onza de quina , se puede , por medio del cocimiento , conseguir todo lo que puede dar la quina. Creo útil observar aquí, que para sacar mejor partido de la quina , conviene hacer el cocimiento en dos veces con seis granos de sal cada vez , parque siendo mas pura la nueva agua que sirve en el segundo , está muy dispuesta á disolver todo 2o que halla soluble en la quina que ya abandonó una parte en la primera operación. La disolución conseguida por la sal , quedó tiara y de un buen color de vino de quina por espacio de muchos dias , al paso que la otra se enturbio al enfriarse , sin embargo de que también había sido filtrada. BI residuo ligneo sujeto á U acción de la sal quedó sin sabor alguno ; al contrario , el otro residuo conservó siemb r e un gusto amargo ; prueba de que la quina perdió por el método que indicamos los principios que quizá son los únicos que sean útiles. Observamos en fin , que el extracto del cocimiento simple ó sin adición de sal, es la mitad menos que el ^ue se hace con nuestro método. Para asegurarme de si el rftiAno J« *aJa cocimiento no contenia otra cosa, le sujeté á la acción del espíritu de vino. Quatro onzas de este menstruo puestas en digestión sobre cada residuo , me hicieron conseguir del que no había sufrido la acción de la sal , seis granos de substancia resinosa ; al paso que el otro no dio sino tres granos. La disolución ó tintura de este último se enturbió con el agua sin formar depósito; al contrario la otra , le formó rriuy abundante ; prueba de que el agua sola no puede extraer de la quina sino la parte gomo-resinosa. Esta verdad se demostró con la experiencia que voy á citar. El espíritu de vino digerido en caliente con el extracto conseguido á beneficio de la sal , tomó un color verde bastante fuerte , y el aditamento del agua fría le bizo separar de la resina , mientras que en el otro fue poco sensible su acción. ( Diario de medicina, Cirugía. Farmacia ¿?'c). M A D R I D ; POR DON ANTONIO ESPINOSA. Í-Sjfe X" vhi^ aníerm-eJ Je haÜM-im en Ju XX^f luho princúi a¿,en.L íiurUu I ^ • del Sdaitej ¿e IS^ar ¿'«Jbledad. t J : ' - ^ ' r - > ' s * V ^ ^ ->''*•>••*•> "-"* "W-*?0' - 'NOTA Se admiten Stucripctanej a estaabra en.' juBespacho enfrente:) del Buen SucedoJP. y. (guarió pr^ wÉeá de Ü^ar kh Soledad,pam dentro yJUercL deMadrid, pagando mw r.V oída meé los tf. residen m k Coíiz,y nieve los de IM ÍTovinácuí. lod yrtmerotj la rié^ hiran en sius cabras -todas las Semmcui y bs se^widoá Jrmca de porte por el correo. ¡H M st admiien Jhítrcf>cú>md por menos ¿i Seil Jíeáed.