ESPÍRITU DE LOS MEJORES DIARIOS LITERARIOS taert.

Anuncio
Kdtn. « 4 ) .
ESPÍRITU DE LOS MEJORES DIARIOS LITERARIOS
QUE SE PUBLICAN EN
EUROPA,
P E HOY LVNES a 6 D» JULIO DE I 7 9 O ,
dedicado á los Literatos y Curiosos de España»
' £ruditio Ínter prospera ornamentum , inter adversa refugium,
taert.
>4E3>te
LITERATURA Y COMERCIO.
ALEMANIA.
Conclw^e ta alegoría soíre si son superiores tas lellas letras 4
las helías artes il^e.
E.
il placer y la alegría estarían desterrados de la tierra si no los
proporcionase la música con sus cantos melod.osos y armoniosos
conciertos , que mueven al hombre menos sensible ; su poder
suaviza sus costumbres , desenvolviendo fá sensibilidad de su alma. Si fuésemos mas modestas, perjudicariamos á nuestra causa : digamos pues que por todos respetos merecemos s¿r preferidas á nuestras rivales. Las flores que con mano liberal sembramos entre las espinas del camino de la vida , jamás se marchitan , y adornan todas las edades. Nosotras imitamos á la naturaleza mejor que nuestras rivales; nuestras producciones obran
directamente en los sentidos , y con su auxilio ocupamos agradablemente la imaginación y el corazón. La verdad da un nuevo encanto á nuestras imitaciones ; al paso que las bellas letras
hacen penosos esfuerzos para copiar débilmente la naturaleza,
solo trabajan para el corazón y la imaginación , debiendo la viveza de esta coarpletar el quadto- Pero no nos extraviemos en
inquisiciones filosóficas sobre el mérito de esta preciosa ventaja
9ue distingue nuestras producciones. Basta que exista, y que
Pp
.
to-
a93.
tbdo el mundo la conozca ; la estimación que se nos concede , á
li> menos es igual á la de que pueden gloriarse las bellas letras,
y aun nosotras las excedemos muchas veces en el número y la
importancia de los sufragios. Quizá se nos objetará que sentimos
con ri>enos fuerza que nuestras ribales, el valor de la gloria que
sin dudí^ nos anima en nuestros trabajos ; pero , á su exemplo,
nos será permitido unirla con la utilidad ; este es un nuevo motivo que excita la emulación , y muchas veces nuestras obras
maestras , auhjentando nuestro nombre , acrecientan también
muestra fortuna.
La filosofía tomó la palabra , y dixo : nuestras rivales acaban
de sostener su pretensión con una viveza y altanería de que no
habla de necesitar una buena causa ventilada ante un juez como
el nuestro. En general , no podrá menos de convenir,que en todos tiempos las hemos hecho mas justicia que la que hemos experimentado de su parte. El ingenio, necesario para producir sus
obras , obra en un círculo mas estrecho , y quizá no tiene aquella elevación que caracteriza al que nos anima. A lo menos nos
parece , que esta sola observación podrá justificar el tono arrogante de su apología. Nosotras pensamos con mas nobleza , y l e
xos de desconocer su mérito , vamos á referir lo que también
hubieran podido alegar á su favor.
La religión puede parecemos mucho mas augusta con el auxilio de las bellas artes , y sus verdades sublimes hechas sensibles , y para deciilo asi , en sus producciones obran con mas
fuerza en el corazón de los hombres.
Los asuntos que escogen la escultura y la pintura en la historia sagrada para adornar los monumentos sagrados que levanta la arquitectura , excitan y mantienen la piedad. El grabado no
puede presentarse en escena mas vasta , pero obrando en una esfera mas estrecha , conseguirá mucho mas efecto , si sus representaciones unen la expresión á la verdad. Y la música i quanto
no puede arrebatar el alma en los templos , quando despujada
de los adornos superfluos , habla^al corazón con una melodía pate'tica y.sencilla', desplegando todos sus medios para celebrar dignamente al sublime objeto de sus cantos'
A pesar de esta justicia imparcial que hacemos gustosas»
nuestra parte contraria , sin embargo creemos merecer la prefe.
rencia , para laque vamos á exponer nuestros títulos.
Nuestras rivales pretenden ser mas bellas que nosotras. La
sagacidad de nuestro juez, hace inútil toda discusión en este punto.
49^
ío. Los efectos producidos por h belleza , son ciertas percepciones y sensaciones agradables , cuya viveza , firmeza y fuerza,
determinan los diferentes matices de lo bello. Si probásemos que
nosocras producimos estos mismos efectos con mas energía, y teniendo presente que la suma de nuestros medios en lo que es
susceptible de una representación , excede al número de los de
nuestras rivales , sin duda nos concederán la superioridad.
La que no trabaja para la vista, puede á la verdad expresar
muchas cosas que no pueden sus compañeras ; pero como estas
por otra parte tienen la misma ventaja , resulta una compensación que á todas señala una esfera muy estrecha.
Vosotras trabajáis para la imaginación y el corazón ; nosotras hacemos lo mismo ; pero obramos directamente , al paso
que vosotx-as os valéis del auxilio de los sentidos. Esta circunstancia que os parece tan favorable , mirada por otro aspecto,
es incapaz de acomodarse con igual color al efecto que produce una acción inmediata. Ella goza sin distracción , y con mai
fuerza por el impulso que sabemos comunicarla.
Pero á falta de este recurso., siempre tendremos el de modificar al infinito la representación de los objetos , y el de presentarlos á la imaginación baxo de nuevos aspectos; al paso que
vosotras estáis obligadas á sujetaros á uno solo. jCon que imágenes ó armonía nos seguiréis en los diferentes grados por los que
sabemos elevarnos i Y por lo que hace al corazón , i le movéis
con tanta fuerza como nosotras í 5 Que estatuas , que quadro,
ha hecho jamás derramar lágrimas i En este punto solo la música se nos parece en algo.
Cada acción que representáis , no es ni puede ser sino la acción del momento. ; Q u e multitud de situaciones semejantes , las
unas mas bellas que las otras no contiene la Eneida i ; Quintos
artistas y tiempo se necesitarla para pintarlas í ; Creéis acaso que
el que no hubiese leído la Eneida , la conocería perfectamente
después de haber corrido esta galería í i Quántas cosas nuevas
que no pueden expresar vuestros quadros hallaríais leyendo á
Virgilio!
Además, si observamos que es imposible á vuestros mas grandes maestros el expresar en ninguna de vuestras lenguas la beHeza intelectual , nos responderéis quizá , que esta expresión no
os perteíiece; jpero dexará de ser un mérito porque sea superior
á vuestras fuerzas í I Acaso los sublimes pensamientos de nuestros grandes autores no deben encantar á los buenos Ingenios ce
Pp a
10-
a94
todos los siglos, porque no pueden expresarlos vuestras estatuas,
vuestras pinturas y cantos S
Pero apresurémonos en manifestar el título mas importante
en defensa de nuestra causa. Nosotras enseíiamos U virtud con
tan buen éxito, que jamás le podréis igualar vosotras, aun quan-*
do vuestros trabajos tuvieran este noble fin. Luego somos mas
útiles que vosotras. Nuestro objeto principal es , perfeccionar
el sentido moral en el hombre ; y nos vemos precisadas á renunciar al deseo de agradar , quando fuese contrario á este fin.
Nosotras nos degradamos y dexamos de ser bellas , quando nos
falta la belleza moral. AquelU gran Nación , dueña del mundo
conocido , inmortalizó su nombre con el que nos dio llamándonos humanidades. La experiencia de muchos siglos , ha confirmado la exactitud y la verdad de esta denominación.
Una Nación florece con la agricultura , el comercio , buenas
leyes , y su aplicación á las ciencias exactas. ¿ Pero será feliz
esta Nación I Solo lo será por medio de la virtud. Ni las rique»
zas , ni las ciencias , ni las leyes , cuyo poder se ciñe á las acciones de los hombres , no le proporcionarán esta inapreciable
ventaja ; y la deberá á la religión y á las verdades morales , que
dexo á la inquisición del espíritu humano. No solo es útil , sino
necesario el hacer amable la virtud : el sostener lo contrario, jería conocer muy poco el corazón del hombre.
La Escritura Santa ofrece modelos sublimes de poesía, y de
eloqüencia , cuya belleza y fuerza exceden todo lo que los conocedores mas lustrados admiran en esre género : así es que
una religión divina enseñando sus verdades eternas, se acomodó al modo de pensar de los hombres, para mover mas bien su
alma. Y á la yerdad es un gran honor para nosotras el que esta
hija del cielo se haya dignado valerse de nuestro lenguage. Nuestros favoritos , aun imitando de lejos estos grandes modelos,
se elevan al colmo de la gloria, porque entonces sus trabajos son
de una utilidad general. La Religión reveló todas las verdades
importantes relativas á las obligaciones que debe cumplir el
hombre, y solo dexó á su inquisición algunas aclaraciones de sus
lecciones sublimes. A nosotras nos toca el hacer fácil , y agradable este estudio. La ventaja que tenemos de dirigir el espíritu
y el corazón del hombre en estas inquisiciones importantes, de
hacerle amar sus obligaciones , y de dirigirle sin cesar acia la
felicidad que le aguarda ; esta ventaja , digo, es la única de que
tengamos de recho de ensobervecernos , y sin la que todos nuestros
a9?
tros esfuerzos , ni serian gloriosos , ni titiles. Consentimos con
gusto en que las bellas artes , también puede hacer deliciosa la
virtud ; pero nos atrevemos á sostener , sin miedo de que se
nos desmienta,qu« sus medios son ínsutícientes para extender su
imperio. Por su naturaleza, parece que es objeto de sus producciones , mas bien la belleza que la utilidad; porque lo que pueden expresar está muy circunscrito , y es incapaz de producir
aquel enlace de ideas y sensaciones , que deben excitarse en el
corazón del hombre , para que conozca la virtud. Ko hay duda que la música cultivada generalmente , sirve para suavizar
el carácter del hombre , y hacerle mas social. La escultura , y
sus amables hermanas , purifican y perfeccionan su gusto , dirigiéndole acia la belleza , representada sin cesar baxo de nuevas
formas ; le hacen mas delicado en la elección de sus placeres:
este mérito pertenece también á nuestras producciones , aun á
aquellas que son menos lítiles que agradables. Pero todos estos esfuerzos se ciñen á una simple preparación que dispone el
corazón á recibir con mas facilidad las impresiones del bello
tnoral, y no bastan para hacer á una nación virtuosa : que se
la den nuestras mejores obras , y en breve gozará de esta
dicha.
Quizá se nos objetará que olvidamos la fuerza del exemfdo
de los hombres grandes ; 5 pero cónio podríamos nosotras olvidar lo que constituye nuestra gloriad j l í y bcmos prodigado
siempre con mano liberal los dones mas preciosos á estos entes
privilegiados que honran la humanidad i Y quién transnaice mejor que nosotras el exemplo de sus virtudes á los siglos venideros ( Nuestras ribales tienen también esta ventaba ; pero en un
grado muy inferior á nosotras, i Acaso sus obras han trasmitido á la posteridad á Sócrates qual es! Ko , las muestras.
Los mismos hombres grandes , cuyo exemplo es de una utilidad moial tan importante , lo son menos quando no gozan de
nuestros favores. A la verdad , no por esto dexan de ser virtuosos ; pero están privados ^el motivo mas podeíoso de continuar
en serlo. Supóngasenos extrangeras á toda una nación , su lengua será pobre , débil, sin finura y energía , tan impropia, para
la prosa , como para la poesía ; no sabrá adornar ninguna belleza moral, ó hablará de ella en un estile bajo; todo lo útil é importante que puede expresarse felizmente en prosa , quedará ignorado; la historia no juzgando los siglos pasados , no empleará ios grandes acaecimientos para la instrucción de la posteridad,
ó
196
ó los disfígurará enteramente ; en fin , yo misma , ( porgue hoy
en dia me es permitido el citarme) desconocida por el método
^escolástico , solo tendré por objetos útiles inquisiciones , y vanas
sutilezas, que no, tienen relación alguna con el conocimiento de
hombre y su felicidad; entonces ya no seré la guia ni la amiga
de la sana razón , y en vano me esforzaria en dominar la imaginación enardecida con una indiscreta «juriosidad. El mal gusto
se apoderará de tojos los espíritus , y unos miserables juegos de
voces ó indecentes bufonadas, sofocarán toda idea de belleza moral. Pero dense á esta nación solo algunas de nuestras producciones , ¿qué feliz revolución no conseguirán rectificando el gusto , dando á conocer el verdadero bello , y haciendo mas amable
la virtudí
Nnestras rivales han considerado nuestras producciones ,baxo de un punto de vista poco favorable', y sin embargo pueden
servir para adornar el alma con las mas bellas Imágenes , y arrastrar el corazón con un encanto mas irresistibles que todas sUs
fuerzas reunidas. La larga duración de nuestras obras es sin duda alguna el mayor per;uicio á su modo de entender. En efect o , ¿se conocería aquella Grecia tan famosa en la historia de los
siglos si no hubieran llegado hasta nosotros los libros de sus hombres grandes i i Qué queda de aquella primera patria de las ciencias , de las bellas letras , y de las artes? Paisesántes fértiles,
ahora esterHes y dcsicnu» por la ignorancia, y la barbarie en que
vejetan esclavos indignos del nombre de svs gloriosos antepasados. Nuestro Horacio dice de sus obras; „ yo he levantado un
monumento mas duradero que el bronce , mas magestuoso que
las famosas pirámides de Egipto , que sobreviviera á la destrucción de los siglos. " Nuestras rivales no disputarán seguramente la verdad de esta profecía cumplida por la voz unánime dé
todas las naciones civilizadas.
Acaso nuestros autores que se inmortalizan con sus buenas
obras, son menos apreciables porque estas no les proporcionan sino
gloria , y poco provecho. Hay muchos que dexan muy detias de
ellos á vuestro Rafael; ¿desmerecen acaso esta justa preferencia-,
porque ciertas circunstancias extrañas que favorecen á vuestro
artista , no se reúnen para aumentar su fortunaí jSeria tan ridiculo el condenar el deseo de recibí'" el premio de sus trabajos,
como el establecer en la importancia de este premio la medida
exclusiva del mérito de una obra.
Habiendo dexado de hablar la filosofía , aguardaron ambas
par-
a97
partes la decisión del íuez, con una Inquietud que pintó Virgilio
de un modo inimitable:
Trepldantla haur'it
Cerda pavor pulsans laudamque arrecia cupido.
El Dios del Gusto pareció estar sumergido en un profundo
sueño. No es esto decir que dudase á quien habla de adjudicar
el premio ; pues se pretende que dirigió á las rivales de las bellas letras una dulce mirada en que se advertía alguna compa-»
sion ; pero lo que probablemente causaba su silencio era la incertidumbrCj sobre si debia pronunciar igualmente acerca de los auxilios que merecen estas , con preferencia de la causa pública,
por su mayor utilidad moral. Sin embargo su irresolución no duró largo tiempo, inmediatamente que vio que la política debia
decidir este punto. En fin , quando ya iba á pronunciar fué interrumpido por un acaecimiento inesperado.
El Biyle que no habla asistido á la junta , se presentó de
repente con su viveza ordinaria. Al instante advirtió de que se
trataba. Las bellas letras no pudieron disimular su alegría que
les causó tan repentina aparición , y mucho menos sus rivales el
desagrado que los ocasionó ; porque aunque no tuviesen una
idea muy d^ra de la preferencia, fundada en el bello moral,
sin embargo intimidadas por la mirada compasiva con que las habla honrado el Gusto , comeníí)!i.in 3 sospechar que esta indiferencia podria ser de alguna importancia. Pero el Bayle estrañó
que hubiesen hablado de una belleza de que no tenían idea alguna , y no ocultó quan ^descontento e&taba de que no se le
hubiese llamado. Con el tono festivo que le es propio , hizo ver
el modo como hubiera abogado por su causa y la de sus amigas,
y pidió con tanto empeño el que se difiriese la vista para otra
junta , que, el juez permitió que se retirasen las graciosas y bellas litigantes.
SANTIAGO.
J^emorla sotre el descubrimiento de una mina de carian de piedra en las Puentes de Garda Rodríguez , presentada á ta Socltdad compostelana por su socio Don Jeseph Cornide , y
premiada por dicho Real Cuerpo.
^' I. S.
\Jn oportuno hallazgo lleva nuevamente mi pluma á la presen<
a98
sencia de V. SS. dignamente congregados en este día para ofrecer un agradable holocausto al Principe mas amante de sus Fue*
blos : digo holocausto agradable , porque ninguno es mas acepto en el piadoso animo de! Rey , que los esfuerzos que esta j
otras respetables Sociedades hacen para procurar la felicidad de
sus Pueblos , y laá comodidades de sus amados vasallos. Motivos y deseos semejantes me ocupan desde que he entrado en el
gran teatro del mundo ; y mas de una vez ha visto este cuerpo
que he procurado adquirirme en su presencia el honroso titulo
del País que distingue á V. SS.
Continuando , pues , en afianzarlo , hace mucho tiempo que
la lectura de algunos libros de historia natural me había hecho
reflexionar, que una Provincia en qije son tan comunes las canteras de pizarra , no podia faltar en una ú otra parte alguna de
carbón fósil , cuyo hallazgo me parecía un tesoro para un País
en que la leña será dentro de poco no m^nos costosa que la corteza de CeiUn.
Las Provincias deMondoñedo y Lugo ocupaban principalmente mi atención , porque en ellas es donde abundan mas estas
canceras; y la celebrada de pizarras Ardoesas , ó losa de Lendin,
vecina á aquella primera Ciudad , me hacia discurir particularmente que en U continuación de aijuellas sierras podría descubrir alguna veta.
Tenia por otra parte notíbld , ({uc c n u n o de SUS ramOS , y
muy inmediato á la Villa de las Fuentes de Garcia Rodríguez, se
hallaba una véneta de fierro de tan buena calidad , que había excitado la atención de un caballero , en cuya hacienda se descubría mas bien , á solicitar Real Cédula para la erección de una
herrería que en efecto consiguió , y cuya fábrica no ha emprendido por el prudente rezelo de la escasez de leña.
Sabia igulmente , y aun había reconocido , que entre dicha
Villa de las Puentes y las Costas existieron antiguamente cinco
ó seis de estos útiles artefactos, que por la misma razón, ó acaso
mas bien por ignorar el manejo de la vena , se habían extinguido ( I ) quedando reducidas á una sola en el valle de Vivero (a).
^
^__
^
Ha( i ) Dos en el río de Puerto ÍÍ« '^aho , que entra en la ria de
Cedeira , dos en el de Jubia en la Parroquia de Moeche , y otra
en la de Ferreyra que parte frutos con aquella.
(a) La de Brabas , que hace poco traía su vena de Vieca-ja.
Había finalmente reconocido esta veta , desde h s vecindades
del cabo de Ortegal , hasta la ferren'a de Pallares en distintas
partes , y en distintas ramificaciones , de las quales la una solo
¿ista de esta Ciudad lo que hay desde ella á la Sionlla, y me hal}ia convenciáo que se ataba con la abundante mina llamada por
jnas famosa la venera en los confines de Galicia , y de la qual
se surten sus mas conocidas herrerías de Valdeorras y Quiroga.
Sabia igualmente que las vetas de fierro no suelen estar lexos de las de carbón , y me confirmaba la noticia de que la riqueza de muchas de Inglaterra consiste en esta proporción ( i ) .
Habia finalmente oido , que hacia la ya dicha de fierro de las
Puentes , se hallaba otra de una materia pareeida al carbón, y
combinadas estas especies me determiné en el próximo pasado
verano á dirigirme hacia aquel País que habia atravesado en otro
tiempo, pero de que conservaba muy escasas noticias; y en efecto , luego que llegué y procuré informarme de uno de los herreros que hay en él , tuve el gusto de ver confirmadas mis sospechas , y de que me conduxese sobre la veta , de la que he tomado las muestras que he presentado á V. SS. en el mes de Julio pasado , y que nuevamente ofrezco á su inspección.
Por ellas conocerán V. SS. que si no hallé lo que esperaba,
hallé á lo menos una materia análoga y la mas equivalente; no hallé un bitúmen schistosum de Lineo ó un Lithantrax bltumen lapide fissillmineralisatum de Walerio,pero si uq verdadei^o carbón
vegetalfmineraüzado con porción de azufre como la famosa «elva
subterránea de Alemania , como particularmente lo prueba un
tronco quemado (con señas nada equívocas de haber sido roble)
descubierto en la última cata que mandé hacer en estos días para remitir á V. SS. la porción que acompaña á esta.
Para que V. SS. puedan formar concepto de la verdadera situación de esta mina, es preciso darles antes una idea topográfica del terreno.
Hállase la pequeiía Villa de las Puentes , situada, en el confín
del Obispado de Mondoñedo con este Arzobispado en el camino
^récto del departamento del Ferrol á la Ciudad de Lugo, en distancia de 5 leguas del primero , y 8 del segundo ; y en el margen derecho del rio Eume , de cuyo puente dista igualmente 5'
Qq
le(x)
JEn tas de Carrón entre aquel Reyno y la Escocia,
300
leguas, y 7 de la Ciudad de Mondofiedo , á cuya Provincia en
lo político peitenece, siendo la ;urisdition civil del Conde-de liemos : su asiento es sobre el mismo margen del rio (que muchas
veces se pasca por la Villa).y al extremo de una vega que podrá
tener como media legua en quadro, y que rodean varias collnasj
en las quales por el Oriente caen lugares de la misma Parroquia,
por el Norte y Poniente las de Espinaredo, Villabella y Bermuy,
( q u e pertenece á este Arzobispado) y por el Sudoest llegan los
términos de Gestoso , elevándose en aquella parte , y en la del
Nordest, las montañas mucho mas que las colinas vecinas, y for«
mando las de esta última banda varios crestones y picachos de piwrra con muestras de mineral ferruginoso.
Por una abertura que se hace en estas , entra el Eume en
la llanura , y dividiéndose luego que pasa de la Villa en dos ramos , dexa en medio una isla Uaná y arenosa que cubre con sus
aguas en el invierno : sobre el brazo de la derecha se eleva un
poco la vega , y en la ribera que lame, y como á jpo varas de la
Villa , ya en términos de Villabella , se reconoce la veta de carbón que continuando por debaxo de los dos canales y de la Ista,,
aparece igualmente en la margen opuesta, cortando el río con alguna obliqüidad , y baxando hacia los montes de Gestoso , de
tal modo , que desde la orilla se observa negro como el carbón
todo el lecho del rio , sobre el qual , ni piedra ni arena se detie.
ne , porque sin duda la misma untuosidad de la materia facilita
que las aguas la remuevan»
La vega es de una tierra arcillosa de color amarillo , mezclada con algún guijarro mynutlu , y con Una Capa de mantillo á
residuo de vegetales , que sirve de basa á los arbustos comunes
en el País , que son el toxo , queiroga , carpaza , halecho &c.
cortanta dos ó tres arroyos que entran en ri Bánie, un poco mas
abáxo de la veta , y asi estos , com.o las aguas que descienden
de las montañas , y cuya filtración detiene la calidad compac.»
ta del terreno , hacen su piso muy pantanoso en invierno, aun»
que no difícil de desaguar á poca costa.
En estos dias en que el rio no llevaba poca agua , quedaban
descubiertas como unas lo ó l a varas verticales de veta , y jo»
bre ella de 3 3 4 de arcilla y tierra.
,^_
La dirección de aquella, es de Sudoest á Nordest, y su extensión por una y otra parte no averiguada hasta ahora ; pero prq»
bablemente mucha,pues según los naturales vuelve á aparecer en
un arroyo que corta la vega como á media legua hacía el 2^ordest.
£1
301
El modo cómo pudo formarse esta veta , aun es mas difícil
de averiguar que su extensión : la tradiccion entre las gentes
del País es , que una vez que se comunicó el fuego á este
terreno, ardió por mucho tiempo, y esto me conduce á creer
que en su origen tuvo un inmenso bosque , que trastornado con.
algún terremoto, fue abismado é incendiado por los fuegos sub-«
terranéús , y que impregnado por las materias sulfúreas, se reduxo á una pasta uniforme , tal qual hoy aparece á primera vista , y en la qual se hallan algunas señales de su primera naturaleza , como sucede en la mina de Biechlitz , á una legua de la
Ciudad de Halle en la Saxon¡a,en la qual de en medio de una tier-.
ra ó pasta bituminosa, se sacan todos los días troncos de árboles
enteros y en estado de servir.
Me mueve á esta conjetura la misma disposición y calidad
del terreno , pues el que está á la banda del £st , es todo mineral de fierro , hallándose en el Senoruest y montes de Folgoso y la Cápela vetas calcaraas , forínando el todo como el borde
de una gran crátera ó fosa , cuyo fondo es la vega por donde
corre la mina , que en la violenta conmoción de un terremoto
pudo aplanarse , llevándose consigo toda la superñcie, y con ella
quanto contenía , mudando enteramente sti aspecto. £ n efect«
un País lleno de metales , de semimetales , y de piedras calcareas , ofrécelas maiciid» mas piopla» paia excitar una fermentación que produzca un violento terremoto que trastorne todo el
País vecino y aun quando la buena física no conduxese á este raciocinio, hartos exemplos nos ofrece la máquina en todas sus partes para que no lo dudemos.
Están varios los naturalistas sobre la formación de estas vetas
de carbón de piedra, y el sistema de los mas lo compendía brevemente el Diccionario de Valmont de Bomare , obra harto común
para qué yo traslade á V. SS. lo que pueden ver en é l : no obstante diré ligeramente alguna cosa sobre la forma en que se encuentra este fósil en las entrañas de la tierra , que en unas partes es en capas orizontales y á desiguales profundidades desde lo
hasta loo brazas y mas, siendo su espesor desde a pulgadas hasta 10 y l a pies: estas capas están contenidas en medio de otras
que forman como caxones por lo común de pizarra , y algunas
veces de piedra arenisca ó molar, y otras etitre materias calcareas.
Otras veces son verticales, como se reconoce en la muestra,
cuya profundidad hasta ahora no se puede determinar , y estas
Qq 2
sue-
3oa
suelen estar contenidas entre tierras gredosas, arcillosas j y margosas , y su formación parece de mas moderna data que las or¡zontales que acaso cuentan tanta antigüedad como el mundo.
De esta clase son las ya citadas de Halle, las del Condado de
Kassau , y las de Altorf en Franconia y otras^ y á ella puede reducirse la muestra.
Sus calidades son varias según la diversidad de materias de
que se componen ; pero en general se pueden reducir á d o s , ^ s .to es á carbón de piedra y á carbón de tierra : el primero es duro , craso , compacto , y de color negrusco lucido y azulado , y
cuya textura forma como unas ojuelas ó escamas : este se enciende con dificultad , siendo preciso humedecerlo para que la
mayor resistencia dé mas presa á la acción del fuego : después
de encendido , da una luz clara y brillante , y despide un humo
espeso , siendo el mas apreciable para ciertos usos : el carbón
de tierra es mas blando ,. se deshace entregos dedos , y puesto
al ayre se enciende fácilmente , pero-su llama oo es tan viva ni
dura tanto.
Esta diferencia consiste en que el primero se compone de
«na pizarra degradada de mucho betún ó petrcolo , y de algún
azufre , y que las partes integrantes del segundo , ó bien son
unas tierras saponáceas y arcillosas, podridas y quemadas por la
acción de los fucgu^ «ui>«o. v>a>i«,u« , ¿ovarios vegetales mas ó menos robustos , que habiendo sufrido iguales impresiones , fueron
mineralizados con menos cantidad de betún , y con mas abundancia de azufre : su calidad no es tan aventajada como la primera , pero no de menos uso en la economía : su carater es el
deshacerse en pedazos de figura cubica ó como dados , imitando algunas veces las fibras de la madera.
A esta última especie reduaco el que presento á V. SS. y que
contemplo formado como llevo dicho por el trastorno de algún
^ran bosque abrasado por los fuegos subterráneos, podrido' por las
abundantes aguas que por el hundimiento del terreno concurrieron y se detuvieron sobre su superficie , mezclado con las
tierras arcillosas de que se compone la vega , y mineralizado con
Jas vetas azufrosas que suponen^las inmediatas de fierro. Esta especie es una de las á que Linneo no determina nombre específi«o , pero que me parece se puede colocar baxo el genérico de
Litantrax bltumen , ó betún carbón de piedra , y á la que en
nuestro castellano , sin meternos en mas honduras , se le puede
dar el nombre de carbón fóíjl.
503
l í o me empeño en que aun este que presento reúna todas las
qualldades de un buen carbón de tierra , y que por consiguiente se pueda emplear en todos los usos á que se aplican los de esta
especie. Las muestras que ofrezco á V. SS. ion tomadas en el que
se halla al ayre libre y por consiguiente expuesto á todas sus impresiones que pueden haberle privado de su floglstico : mi fin no
es mas que excitar la curiosidad de V. SS, é indicarles un teso»
ro que puede ser grande , y que puede desvanecerse en bumoj
como los de los encantos.
Hasta ahora no sabemos adonde se extenderá como be dli
cho su profundidad , y es verosimil ( sin que tampoco sea regla
segura) que quanto mas profundo será mejor , pues debe haber retenido mas bien las partes bituminosas y sulfúreas , qu«
según su mayor ó menor cantidad aumentan ó disminuyen su
calidad.
Para reconocerlo con alguna seguridad , es preciso hacer va«>
rias catas con el taladro ó sonda , según se practica en Inglaterra , y lo describe Mr. Jars de la Academia de las ciencias de Pa•^
ris ( I ) ; si correspondiese á nuestros deseos , entonces se puede
hacer uso de él mas ó menos , ya sea para fundiciones , ya para las fraguas , ya solo para fábricas de cal , para las de loza,
•vidrio Scc. y quando menos , para guisar.
Para las operaciones metalúrgicas es preciso despojarlo de las
partes azufrosas , lo que los Ingleses practican de tres modos,
ya á campo libre foimAnir» montones cabiertos de tierra, y dándoles fuego como lo practican los carbouc^u» para que se vo'atlce el
azufre , ya en hornos simples puestos recientemente en práctica,
y en los quales no solo se evapora el azufre , sino que se aprovecha el betún que sirve de alquitrán para las carenas de los buques.
Por
( I ) Mf, Gaíriel Jars viajó en et norte , en Inglaterra , jEí«
cocía y Alemania , para reconocer las minas y fundiciones de estos Países , de orden del Ministro de Francia , j muerto el año
de 1769 , tuvo cuidado su hermano Mr. Jars asociado á la tuis~
ma academia , de publicar sus observaciones en el año de 1774,
Ifaxo e¿ título de Viages metalúrgicos. En esta obra se pueden ver
varias noticias sobre diversas minas de carbón , y en la memoria,
en que trata de las de NeZVcastle , el modo como se reconocen¡or
medio de la sonda , desde pag* ijj en adelante.
304
Por qualquiera de estas operaciones se pone en tal disposi*
fcion este fósil, que su humo que comunmente lastima el olfato
y la cabeza , no se hace desagradable , sin que por otra parte
baya que recelar en quanto á la salud, ni merezca crédito lo
que han dicho algunos autores , pues últimamente acaba de de*
fiíiostrar un célebre químico francés, que lexos de ser nocivo, es
muy salutífero su uso.
A este finalmente , Señores , no podremos arribar si no se
excita el patriotismo de V. SS. en beneficio de la Nación. Todos
V. SS. saben quanta utilidad han traído á tá Inglaterra sus miañas de este fósil, quantas á nuestros vecinos los Asturianos , cu.
yas vetas no están mucho mas cerca de la marina que la nuestra,
que por camino recto y bueno no dista del puente de Fubia mas
de 4 legua» O ) í que se halla en el margen de un rio fácil de
hacer navegable , que puede descubrirse aun cerca de la misma
mar (como sospecho y no sin fundamento, ) que en su contorno tiene vetas de fierro , y aun de otros naetales m a s preciosos,
de buetMs gredas , de cal, de márnióles , ¿y que se yo que mas?
pues no me es licito penetrar los senos del abismo.
y . SS. perciben ya quantas ventajas puede producir á Us ma^
liufacturas del real departamento del Ferrol , que antes lo saca>
ba de Inglaterra, y aun hoy lo recibe de Asturias con riesgo de
que una guerra como la pasada le prive de este beneficio , y le
pbligue á traer como entonces el fierro de V¡«caya á lomo de ma«
cho , y al exorbitante porte de ac r<»it<»« U arroba.
¡Qu.int:«« utüijcijcs resultarán á nuestras Provincias marítimas, adonde la leña escasea mucho mas que en las internas, adonde como be dicho ya á V. SS. no tardará en ser tan preciosa como la canela! ! Quantas fábricas necesarias al Reyno dexan de
emprenderse por falta de materias combustibles! Basten solo las
de Iqzi y vidrio que tanta utilidad pudieran traer á nuestro comercio ulti-amarino : no lo pondero mas porque V. SS. lo conoc í ) Se dehe comunicar con alguna ¿esconfiantca sobre tas distancias arregladas en el mapa de GciUcia , formado por el Geógrafo Lopet, que entre las Puentes de García Rodríguez y la de
Juhia , solo pone poco mas de 3 teguas.
Es indiferente dirigir el camino A dicho sitio ó á taVilla de Neda gMC solt dista • un quarto de legua rio ahaxct.
90f
nocen , y solo me felta que conozcan igualmente , que si fiamos
nuestro auxilio á gentes superiores , tarde saldremos de U apatía en que vivimos : quien pudiera ayudarnos , y quien dice directamente el célebre Marqués Belloni debe hacerlo ( i ) , tiene
ocupados sus cuidados en otros obietos no menos importantes,
y me parece que aun está muy lexos el riego que ba de fertilizar
á Galicia.
Volvamos pues los ojos á nuestras propias casas ¡pensemos
en formar una asociación ó compañía , que previniendo las liíongeras esperanzas que solo descubrimos eft lontananza , pro»
cure quanto mas antes al País un bien de que pueden resultarle tamañas utilidades.
No soy, Señores, ni tan fatuo ni tan presuntuoso, que quiera persuadir á V. SS. á que por soto mi dictamen decidan un
asunto como este: merece un mas circunspecto reconocimiento : merece experiencias mas científicas que las que puede producir la curiosidad : merece en ñn un reconocimiento circunstanciado , en el que se levante un plano topográfico del País,
de su^ caminos y rios , y una relación exacta y reflexiva de sus
producciones y estado físico ,'combinando los costos con las utilidades , para verificar si se pueden esperar ventajas.
Si V. SS. adoptasen este pensamiento, algo puede valer lo
^Ue les llevo expuesto: si á esto no se detetmlnasen, bagan cuenta que nada dixe.
Santiago &c.
( i ) St Marqués Belloni , famoso íatiquero Romano , ha es*fito últimamente una disertación sohre el comercio , y entre mu^as y excelentes máximas gae directamente propone para hacer^Jlarecer , es la una , que el Príncipe debe adelantar el dinero
Vara las nuevas manufacturas , como lo hacia Enrique VII, dt
*^glaterra , auxiliando mas ó menos según su urgencia al negó'^ante , y a-ijudando al industrioso para que asi prosperasen en el
^yno que le dexó á su succesor en el mas irillante estado. Esta
^ertacion se traduxo al castellano , y í* halla venal tn casa dé
dances frente de San Felipe ti Real.
CEEN-
3o6
ARTES y
CIENCIAS.
:^ARIS.
Ohservaclones jisioUgicas sohre los órganos de la~voe , y de la eiu
tonacion. Descuidos , errores , y equivocaciones Ae varios autoret
célebres en m.iterias musicales , por Mr. íefehure. .JEa
casa áe J^napptn el hija. Un tomo en dozavo.
• Omitiremos de Intento el hablar de las observaciones que hace Mr. Lefebure en su libro sobre la música, para e-x^nilnar particularmente sus opiniones en orden á las funcione» de los órganos de la voz. Según todos los anatómicos , dice este autor , á
medida que se estrecha una pequeña abertura ( la glotis) por
donde se escapa el ayre al remate de la laringe ; la voz se ele•va en proporción del grave al agudo; Si esto fuera cierto , podria
asegurarse, que cerrando por grados la extremidad de una flauta^ se harían percibir los treinta y seis semitanos comprehendi'.
dos en tres octavas. Por otra parte si la entonación dependiera
de la abertura de la glotis , sería casi imposible el cantar arreglado , porque como la mayor extensión de esta abertura no pasa de dos lineas, sería menester poder hallar en est« espacio tan
corto , treinta y seis divisiones ó grados ; y esto ya se vé quan
opuesto es i la recta razón,
Mr. Haller dice , que los bordes ó extreiriidades de la glotis,
se acercan uno á otro quando se eleva el tono déla voa, lo mismo que la boca se estrecha, quando silvando se pasa del tono
grave al agudo. Para no haberse engañado en la comparación,
hubiera bastado á este profesor tener presente una ext>eriencia
muy fácil. Sllvando las notas de la solfa , si se separan un poco
los labios interponiendo los dedos , el tono se levanta en vez de
baxarse ; lo que $e opone directamente á la opinión de Mr. Haller , y prueba que la medida de esta abertura no es la misma
que la de la entonación.
La laringe , según Mr. Lefebure , es una especie de tantt
bor formado de dos piezas. La superior es sólida y llena de car'
tilagos , la inferior es musculosa , mobil , y hace el oficio de u"
fuelle. Acia el tercio inferior de la porción cartilaginosa, hay u"
músculo achatado , llamado cuerda vocal, que reviste interior^
mente la laringe. En fin , la parte superior de este tambor, tetv
«lina en la pequeña abertura , que se llama glotis. Mr. JLefebU'
507
re no considera esta parte superior, y pasa poco movible de
la laringe » como causa esencial de la entonación , según piensan los Anatomistas y Physiologos; antes la atribuye á la paite
inferior y mas movible de este tambor , y cree que el ayre al
pasar por este conducto j toma la qualldad de grave ó agudo,
según la mayor ó menor dilatación de esta parte movible.
Una de las mas fuertes objeciones contra la opinión generaltnente recibida , en orden á la función que hace la glotis, e« la
siguiente : Si la glotis , dice Mr. Lefebure, fuera la que regla la
entonación , se cerrarla la mitad pasada la primera octava , una
quarta parte mas para la segunda, y un semi-quarto para la tercera. Asi en este semi-quarto de linea , seria preciso que cupiesen los doce semitonos de la octava , y además otros intervalos.
Según este autor esta modiñcacion de la mitad , se opera en la
parte movible de la laringe , guando se entona la solfa. No nos
detendremos á referir por menor todas las razones que á este
propósito alega Mr, í^efebure ? pero tampoco debemos omitir las
pruebas de la comparación , sacadas del mecanismo del silvido.
La boca se haee , quando se silva , una laringe artiñcial , que
hace entonces en cierto modo, inútil á la verdadera laringe. Los
labios , la lengua, y los dientes , se disponen de manera que tienen el ayre encerrado, Los labios toman la figura de la glotis,
la lengua , según se arrima mas ó menos á los diente» , imita U
acción del fuelle en U pditc infariov y. movible de ía laringe, j
los dientes , tan firmes como el músculo, que cabi-e lo interior
de la laringe natural, separan del mismo modo las dos partes
de este nuevo can«ii,
DIETÉTICA.
Si se puede ó no sin inconvenientes disminaif la radon, ordinaria
de pan , y substituirla otras substaneias.
La costumbre nos ha esclavizado de tal modo , sujetando»
Jios necesariamente al uso del pan , que quando por alguna ca«
sualidad , ó por obstáculos invencibles , no nos podemos procuyar la ración ordinaria, nos consideramos comO infelices y su)etos á la privación mas intolerable, sin cuidarnos de recurrir á
los muchos medios que ofrece la provida naturaleza , para suplir en todo ó en parte la falta de este alimento , que ya se h»
hecho e](clusivo. Todas las substancias harinosas son de este nú-
Kr
me
508 mero , y como por lo general abundan en todas partes , y se la«
puede hacer pasar pqr un sin número de preparaciones, son en
todo tiempo y lugar, un recurso que apenas puede llegar el ca-«
SO de faltarnos.
Quando el método de hacer el pan que hoy se usa , era aun
desconocido en la antigua Roma , lo que duró largo tiempo ; los
Romanos se mantenían con diversas especies de papillas , de mas
ó menos consistencia. Pulte autem , non, -pane vixisse tongo tent'
pofe Romanos manifestum , dice Plinio. También preparaban la
maja , que llaman polenta con cebada á medio tostar , y reducida
después á harina. Plinio en el lib. XVIII. de su Hist. Nat. refiere los varios modos quehabia de preparar este alimento. Bien
sabido es que en todos los países del mediodía , y aun en nuestras provincias meridionales , se encuentra en el maiz un abundante y pronto recurso, y qtíe el pueblo , no solamente hace con
este fruto una gran parte de su alimento , sino que se preparan
con ét .otros mjucUos Okanjares «anos y agradables , conáimentan-
4o su maja con lecbci miel, ó azúcar. Las legumbres de toda
especie, como las )udlas , guisantes, y habas , forman igualmente Otra clase de substancias harinosas , cuya proporción se puede ir aumentando respectivamente en la comida diaria , y disminuir mucho la cantidad del pan. Tengo por excusado hablar
ídel arroz , que es la basa pricipal del alimento en tantos rey-nos y.países del oriente :. materia i " » «• enctfémra'con tanta
abundancia , á precios cómodos , y. cuya preparación puede va*
.xiarse de tantos'nxodo* diferentes ( Gaxeta de Salud'),
DIARIO ECLESIÁSTICO,
PARÍS.
^ilósofoj de. los tres primeros Siglos de la Iglesia , ó quadros
Zos Fii~
los
paganos
,• que
habiendo abrazado el
. - 'Filósofos
J-.
r-'o'
históricosIcos de
--
christianisitio
le defendieron
con sus escritos. Por Mr. Non-
notte ; en casa de Crapart.
Mr. Nonnotte después de haberse distinguido éntrelos Sacerdotes celosos é ilustrados, que han impugnado los filósofos profanos, se propone en esta obra darnos á conocerá los que en los primeros siglos de la Iglesia abandonaron las diferentes escuelas
de Platón ó de Epicuro para abrazar el christianismo, y ser sus
mas
nías célebres defensores. Estos Filósofos son primero, San Justino , uno de los primeros y mas eloqüentes apologistas de la
religión, que nació el año 103 de la era christiana, y padeció su
partirlo en 167 > siendo Emperador Marco Aurelio.
• a." Taciano discípulo de San Justino,y que le sobrevivió muchos años- Se ignora precisamente la era de su nacimiento , y la
de su muerte.
3.° Athenagoras , -mucho menos conocido ; pero cuyas
obras indican también que vivió en el imperio de Marco Aurelio.
4,° Teophilo de Antioquía, que en su tercer libro dirigido á
Butoleyo, nos dá un cálculo chronológlco hasta el año i ; del mis*
mo Emperador y con lo que parece vivió en U misma ¿poca.
5." Clemente de Alexandría , que según la opinión mas general , murió en una edad mas abanzada al principio del tercer
siglo. Luego también fué contemporáneo de San Justino.
, 6." Hermias: los críticos mas ilustrados también le colocan
en el segundo siglo.
_ 7.° Origines llamado el Grande , nació afines del segundo
siglo , y murió en 353 , de 69 años de edad.
8.° Minucio Feliz. San Gerónimo dice, que escribió en tiempo de AVexandro Severo. I o d o s los Cronologistas convienen en
que vivió en el tercer siglo.
. 9° Tertuliano que pertenece al mismo siglo , aunque nació
en el segundo.
10°. San Cipriano que recibió la corona del martirio el
año a 0 .
i i . ° Amobló, que compuso su excelente obra contra los idolatras en tiempo de Dioclectano.
11.° Lactancio, discípulo de Arnobio , y después de haber
sido profesor de eloqüeneia en líiconiedia , durante la persecución del mismo Emperador , fue preceptor de Chrispo hijo de
Constantino, Luego vivió en el tercero y quarto siglo.
En un aviso previene el autor que no hace una compilación
de lo que ya han dicho diferentes escritores, sobre los mas célebres Apologistas de la Religión. En efecto, se hubiera podido
creer antes de leerle, que el compendio de estos Apologistas publicado hace alguüos años por el Abate Gourey , le había servido de modelo ; pero declara no haber leído á este ni otro alguno. Sabia que cada uno tiene su modo de juzgar , de sentir , y
de expresarse , y por lo mismo se ha atenido al suyo. Solo haRra
bli
•a l o
jf-
bla de lo que ha reconocido por sí mismo , leyendo las obras de
«stos antiguos y verdaderos Filósofos , y de la impresión que
esta lectura ha hecho en su alma , como también de la alta idea
que formo de estos grandes hombres, de estos ilustres héroes,
defensores y vengadores del christianismo. Este era el verdadero modo de no ser un copiante servil.
No podemos menos de hacer justicia á Mr. Nonnatto , confesando qu« ha crecido SU m é r i t o , y que esta obra no puede menos de aumentar la reputación que habia adquirido con sus
anteriores.
Su discurso pfelirtiinar manifiesta que es preciso haber estudiado mucho , meditado y analizado los primeros defensores
de la Religión , para describir con tanta perfección su carácter.
Referiremos algunos retazos de este discurso , por los que se
pueda juzgar del estilo , y de las cosas.
:(, He aquí el espectáculo mas grande para el mundo incrédulo', y para el mundo k:Wistiano: el de esos ilustres transfugas,
que desde el seno de la idolatría pasaron á militar baxo del estandarte de Jesu-Christo ; de esos hombres admirables, que después de haber brillado entre los paganos por la extensión desús
luces y conocimientos , fueron después los defensores , los héroes , la glocia del mundo christiano. Be en medio de las supersticiones paganas en que hablan nacido , y se hablan criado; des.,
de el seno de una religión que no presentaba ^'^n<3 lisonjas para
los sentidos y ailclemes para todas las pasiones , advierten algunos rayos de luz enteramente nueva ; conocen algunas verdades
de la santidad de la doctrina lÉvangelica; ven virtudes sublimes,
heroicas , y casi increíbles en los que la hablan abrazado. Avista
de todos estos objetos , examinan , discurren , y quanio mas se
esfuerzan en profundizarla , tanto mas se convencen de que en
ella hay alguna cosa sobre humana , y necesariamente divina en
las luces que suministra, en el valor que inspira, y con la rectitud de su alma ^ la docilidad de su corazón , y el favor de la
gracia , piden con empeño ser admitidos y adoptados en 1^ sociedad de los christianos.^''
M. K. procura en el mismo discurso manifestar , quan pre-«
cíosa debió serla conquista de estos Filósofos á la Religión,y las
iKílidades , que la resultaron para combatir la filosofía de los
Paganos.
Advierte en ellos una inmensa erudición , con la que conocían j . ° todos los monumentos mas preciosos y antiguos sobre
511
bre el culto áe los primeros bombres , y todo lo que se conservaba en los escritos de la maj remota antigüedad f a." todo
lo que quedaba entre los hombres relativo á las tradiciones de
la Religión primitiva , y al modo con que se babia alterado poco á pbco , 3.° el origen , los progresos y excesos de los desarreglos de la idolatría ; de todas las diferentes formas que había
tomado en varios pueblos , todas sus épocas , hechos , los acaecimientos que habian dado lugar á sus ritos , á sus ceremonias,
y á sus estabiecimientos. Con esta erudición fueron estos sabios
Apologistas la admiración, y el asombro del mundo idolatra, comenearon i disipar las tinieblas funestas en que estaba sumergido, á manifestar lo que dictaba la recta razón , y á prepararse
«1 don precioso de la Religión,
El Autor advierte esta extensión prodigiosa de conocimientos,
principalmente en los estromatos ó colecciones de S. Clemente Alexandrino , en la notificación que le dá de la Religión christiana Teophilo de Antioquía, en sus tres libros dirigidos á Eutoleyo , en el sabio discurso que escribió Taci. no á los Gentiles,
sobre las razones que habia para renunciar á su culto, y á su
religión, en los ocho libros en que Orígenes responde al Filósofo Celso , en los siete en que demuestra el eloqüente Arnobio los absurdos' y falsedad de lof cuentos en que está apoyado
«1 paganismo.
A esta vasta e r u d i c i ó n
se íuntaba. una fuersA invencible dc
raciocinio que advierte el autor en el Apologético de Teituliano.
El estilo és conciso , nervioso , y enérgico ; muchas veces una
sola expresión forma una gran imagen ; casi se hallan tantos pensamientos como palabras,y casi tantas demostraciones como raciocinios.
Athenagoras no es menos persuasivo ; no hay obra mas filosófica , mas metódica , y que conduzca mas naturalmente á la
demostración y la evidencia que su tratado sobre la resureccion
de los muertos.
En quanto á Lactancio , las gracias que siempre acompañan
á su eloqiiencia suave y armoniosa , hacen que gusten mas las
verdades que presenta. El orden , el enlace de las materias
tratadas en sus siete libros de Instituciones divinas , anuncian to«
da la exactitud que puede desearse en un escritor , la sabidurm
mas pura en el modo de pensar > y la felicidad para demostrar
y persuadir.
Bosquejado de este modo el carácter de estos ilustres defen-
31»
sores del chrlstianlsmo se queja Mr. M. N . de ver que hoy en
día sean tan poco conocidos , y qne nada se olvida para desacreditar , y para que se desprecien los sabios que disiparon las
tinieblas de la Idolatría , é ilustraron al mundo con verdaderas
luces.
„Que los sabios del dia , exclama , nos presenten alguno de
ellos que sea comparable á estos filósofos de los tres primeros siglos del Christianismo. Presenten alguno que pueda compararse con los Clementes de Alexandria , y los Orígenes en punto de
extensión de conocimientos, á los Tertulianos y Athenagoras por
lo que hace á la fuerza del raciocinio, á los Lactancios y Ciprianos en las gracias de la eloqüencia ; pero principalmente que nos
presenten alguno en quien brillen la modestia, la dulzura , la pureza de costumbres , y el heroísmo de las mas sublimes virtudes."
Para dar una idea del resto de la obra , diremos , que después de haber pintado en general los antiguos sabios del christianismo , describe M. N . mas particulai mente la historia y el
carácter de cada uno de ellos , á lo menos de aquellos cuyas ac*
•clones y vidas son mas conocidas.
Es preciso observar con el autor , que sola la religión puede inspirar á los apologistas de ella un lenguage tan ene'rgico y
propio únicamente de un órgano de Dios. Igual reflexión puede
arcado de la respuesta de
Octavio dirigida á Cicilio.
^Entre nosotros se preparan obsequios con la misma tranquilidad con que se goza de la vida ; no se procura hermosearlos-con coronas de flores que se marchitan en un instante ; porque aguardamos del Señor otra cuyas flores se conservarán eternamente. Nosotros somos modestos , disfrutando de los beneficios de nuestro D i o s ; la viva fe de su presencia nos anima y
alienu , y la firme esperanza de nuestra futura felicidad , nos
promete la mayor seguridad. "í asi ya sentimos nosotros la dicha de la resureccion , y gustamos de las delicias de aquella vida futura que contemplamos.''''
„Que el irónico Sócrates proponga qüestiones , y confesai*do que nada sabe , se gloríe sin embargo del testimonio que le
da el padre de la mentira ; que Arcesilas , Carneades , Pyrrhon , y toda la secta académica examine y delibere siempre
sin concluir cosa alguna ; que Simónides pida siempre nuevas
delaciones ; por lo que á nosotros hace despreciamos todo ese
or-
orgullo filosófico. Los filósofos no son á nuestra vista sino hombres que alteran siempre la verdad , que quieren tiranizar I05
espíritus , y que siempre son eloqüentes contra los vicios de que
están manchados. ííosotros no hacemos consistir la sabiduría en .
la afectación del vestido , sino en la pureza del ama. Nuestros
verdaderos sentimientos se manifiestan , no con grandes palabras , sino con grandes virtudes. Nos atrevemos á gloriarnos de
haber hallado el verdadero bien que buscaron con tanto afán y
vanidad esos filósofos. ; Podremos ser ingratos con la divinidad?
Si el conocimiento de un Dios único estuvo reservado para nuestro tiempo ;lo hemos de sentir? Gozemos del bien que se nos
ha presentado ; hagamos uso del conocimiento de la verdad , re^-.
primase la superstición ; renuncíese á los cultos impíos , y abrácese la verdadera religión."
Todo este trozo por bien traducido que esté por M. N. tiene mucha mas energía en la lengua original de Octavio , por cuya razón se ha determinado colocar el texto al lado de la traducción al que renaitimos á nuestros lectores , exórtándoles que
mediten la última parte , ó la conclusión de estos análisis. Aquí
hallarán todos los sentimientos que debe inspirar el conocimiento de aquello* hombres célebres que tuvo la religión , por sus
dignos defi^sorfts., y se penetrarán de un nuevo respeto en favor de su autor.
MOMPELLER.
Vueva preparación de la quina ; por "Mr. Iiounel. Individuo dtl
Colegio de Farmacia de París.
El objeto de esta memoria es presentar un medio fácil y prohto de extraer de la quina todo lo que es útil, si es que sus principios separados de la substancia llgnea pueden tener la misma
virtud. Las quejas que he oido de varios Médicos "sobre los inconvenientes demasiado comunes de la quina tomada en substancia, me determinaron á hacer el siguiente experimento. Hice hervir separadamente dos onzas de quina en polvo en dos quartillos
de agua destilada ; al uno de estos dos cocimientos añadí seis
granos de sal de tártaro. Habiendo advertido después de^haber filtrado, que habia quedado claro el cocimiento con el alkali ó car»
íonate de potasa , al paso que el otrO se habia enturbiado mujt
-prontamente , inferí que era útil este aumento , facilitando una
mayor extracción de las partes solubles eti «I mensUuo aqueo.
1t+
Hice hervir repetidas veces quina que no habla padecido la acción de la sal , con animo de agotarla completamente , pero sin
haberlo conseguido , pues conservó siempre una amargura bastante notable , al paso que la quina, según el otro método la
perdió enteramente con un nuevo cocimiento de otros seis
granos de sal; lo que me probó que con doce granos de esta por
onza de quina , se puede , por medio del cocimiento , conseguir
todo lo que puede dar la quina. Creo útil observar aquí, que para sacar mejor partido de la quina , conviene hacer el cocimiento en dos veces con seis granos de sal cada vez , parque
siendo mas pura la nueva agua que sirve en el segundo , está
muy dispuesta á disolver todo 2o que halla soluble en la quina
que ya abandonó una parte en la primera operación. La disolución conseguida por la sal , quedó tiara y de un buen color de
vino de quina por espacio de muchos dias , al paso que la otra
se enturbio al enfriarse , sin embargo de que también había sido filtrada. BI residuo ligneo sujeto á U acción de la sal quedó
sin sabor alguno ; al contrario , el otro residuo conservó siemb r e un gusto amargo ; prueba de que la quina perdió por el método que indicamos los principios que quizá son los únicos que
sean útiles. Observamos en fin , que el extracto del cocimiento
simple ó sin adición de sal, es la mitad menos que el ^ue se hace
con nuestro método.
Para asegurarme de si el rftiAno J« *aJa cocimiento no contenia otra cosa, le sujeté á la acción del espíritu de vino. Quatro onzas de este menstruo puestas en digestión sobre cada residuo , me hicieron conseguir del que no había sufrido la acción
de la sal , seis granos de substancia resinosa ; al paso que el otro
no dio sino tres granos. La disolución ó tintura de este último
se enturbió con el agua sin formar depósito; al contrario la
otra , le formó rriuy abundante ; prueba de que el agua sola no
puede extraer de la quina sino la parte gomo-resinosa. Esta verdad se demostró con la experiencia que voy á citar. El espíritu
de vino digerido en caliente con el extracto conseguido á beneficio de la sal , tomó un color verde bastante fuerte , y el aditamento del agua fría le bizo separar de la resina , mientras que
en el otro fue poco sensible su acción. ( Diario de medicina, Cirugía. Farmacia ¿?'c).
M A D R I D ; POR DON ANTONIO ESPINOSA.
Í-Sjfe X" vhi^ aníerm-eJ Je haÜM-im en Ju XX^f luho princúi a¿,en.L íiurUu
I
^ •
del Sdaitej ¿e IS^ar ¿'«Jbledad.
t
J
: ' - ^ ' r - > ' s * V ^ ^ ->''*•>••*•> "-"* "W-*?0' -
'NOTA
Se admiten Stucripctanej a estaabra en.' juBespacho enfrente:)
del Buen SucedoJP. y. (guarió pr^
wÉeá de Ü^ar kh Soledad,pam
dentro yJUercL deMadrid, pagando
mw r.V oída meé los tf. residen
m k Coíiz,y nieve los de IM
ÍTovinácuí. lod yrtmerotj la rié^
hiran en sius cabras -todas las
Semmcui y bs se^widoá Jrmca de porte por el correo.
¡H M st admiien Jhítrcf>cú>md por menos
¿i Seil Jíeáed.
Descargar