ETNOGRArÍA DE LA ZONA MINERA VIZCAINA: FUENTES ORALES Y TRADICIONES MUSICALES CAPÍTULO VI. ENTORNO CULTURAL (LA TRANSMISIÓN DE VALORES) La transmisión de valores culturales es un tema de interés crucial para este análisis. De qué manera y cómo se transmite culturalmente lo referente acerca de lo bueno y malo, la historia, advocaciones de tipo religioso, como temas no directamente referentes a los capítulos anteriores. El capítulo tradiciones musicales está concebido como entidad aparte. Parece ser una tendencia generalizada que la transmisión de muchos aspectos del entorno cultural no propiamente vivido y experimentado se haya interrumpido y por lo tanto las tradiciones se hayan transformado considerablemente. Se encontraron muy pocas personas jóvenes o de mediana edad (menos de 50 años) que pudieron aportar algún detalle acerca de los orígenes de estas tradiciones. Los detalles recopilados en este estudio corresponden a vivencias propias y transmisión directa intergeneracional. También esta empezando a jugar un papel clave la referencia a tradiciones ya recopiladas y hasta publicadas en forma impresa. Ellos son accesibles al informante y a la vez otra vez pueden entrar en la cadena de la transmisión oral, como por ejemplo en el caso de las leyendas. l. Leyendas e historias Leyendas y historias referentes a la mina de la época del siglo XX no se recopilaron apenas. Las recopiladas o transformadas en forma de novela son del siglo XIX y tienen un cierto grado de referencia a contenido mitológico y leyendas con fondo de acontecimientos reales. Se trata por ejemplo de leyendas relacionadas con Mari y ubicadas en la zona de Urallaga, Galdames, recopiladas por Barandiaran 1979 y de historias acerca de un tal "alma negra" suicida que vaga como espanto o espíritu errante por esa misma zona. Estas ultimas historias fueron recopiladas en el siglo XIX por Trueba, oriundo de Galdámes ( 1986). ermita originaria (en la campa de la Magdalena) se debe a los padres de una suicida que se salvó. Las creencias en apariciones sobrenaturales parecen ser ligadas a actuaciones inmorales por un lado que luego provocan apariciones de tipo "espanto" o espíritu vagante. O por el otro lado, tiene que ver con las connotaciones simbólicas de los lugares, con cierta continuidad, como forma de sincretismo religioso. Recientes referencias a apanc1ones de carácter sobrenatural parecen ser muy contados. Los entrevistadores mostraban algunas veces estupor al preguntar por este tema, negando a veces rotundamente la existencia de leyendas y mitos acerca de la minería.4< 1 En la mina Concha JI, Bodoval!e no obstante se cree que aparecieron símbolos, manchas en la pared, interpretado como ojos (B-36 y B-26). Fé de ello da la necesidad de protección sobrenatural que proporciona la estatua de Santa Bárbara47 que vigila la entrada central.48 Por otra parte, el relato del derrumbe de la zona alta del monte al lado de Urallaga, de la mina Elvira (3.12.1957) también va camino de convertirse en una leyenda (B-46B y B-46B).49 Resumen: Las creencias sobrenaturales actualmente manifestados en la zona minera muy pocas veces se refieren a la mina. Hace falta un análisis detenido para situar estas contadas manifestaciones en el contexto más general. En este, se comenta que era frecuente la creencia en la "Santa Compañía"so también la creencia en las promesas a cumplir para un muerto. La creencia en práctica en las virtudes de ciertos santuarios durante los días de su fiesta se pudo comprobar en las cercanías de la propia zona minera, adonde acudieron también muchas personas de allí.si 46 47 Las leyendas recopiladas procedentes del siglo XX tienen una referencia parcial a ello, pero también hay nuevos componentes. Según informantes existe la creencia en una Magdalena que baila con cascabeles delante la ermita y además se recopiló una jota significativa (véase anexo 2, canción 5 y 6, II parte de esta obra). Aparte, se cuenta que la fundación de la KOBIE (Anejo n." 10). año 2009 51 48 49 50 51 Se ve necesario realizar una investigación específica sobre el mundo de creencias y percepciones que indagaría en las referencias puntuales. Santa Bárbara se cita frecuentemente en refranes. en general se refiere a ella corno '·patrona de los mineros''. La imagen anterior se encontraba dentro de la entrada. Los datos proporcionados por varios informantes son contradictorios . tanto en la fecha como en los detalles. Es la procesión de los muertos que anuncia muertos próximos y es presenciado por pocos vivos (véase Lison 1983 y García Orellan 2004). Por ejemplo destacan San Pedro Zarikete y San Pantaleón en Zalla y Santa Águeda en Castresana. Barakaldo. INGRID KUSCHICK. RAPHAi'.L PAREJO-COUDERT 52 En general, las leyendas reflejan al parecer unas tradiciones algo especiales cuyo impacto y alcance se medirá más deterrninadarnente estudiando el contexto regional y el fenómeno de las creencias y prácticas religiosas. 2. Vida y Muerte La existencia del minero parece tener condicionantes ciaras en la memoria colectiva. La vida estaba sometida a durísimas condiciones de trabajo, en condiciones muchas veces insalubres y con malas condiciones de alimentación y alojamiento. Consecuencia de ello en general fue una muy alta mortalidad entre los mineros. Sufrieron accidentes, enfermedades condicionados por el medio ambiente del trabajo como la silicosis, por mala alimentación, higiene etc. Así llegar a viejo era raro. La muerte en ed~d joven parecía habitual, y tener ciertas enfermedades igualmente. Un cierto sentido de la fatalidad también se expresa. No eran los que tuvieron las peores condiciones de trabajo los que murieron antes. ~es~irnonio de, ello pueden dar muchos actuales p~n.s10111stas de ~as de 80 y de más de 90 años que v1v1eron la peor epoca, algunos hasta la edad de jubilarse. La siguiente jota cantada lo refleja A la mz!jer del minero Se la puede llamar viuda Porque el minero trabaja Y al pie de la sepultura Y al pie de la sepultura La mz(jer del minero (J-15) Un informante respecto a Triano (Abanto) confirma la actitud de los mineros ante la vida: La gente no tenía más ambición que estar allí, subsistir, hacer un poco dinero, su huerta y allí con la huerta trabajando, subsisti1; poder sacar adelante los hijos no había más aspiración, eso de un coche, teléfono no había comodidades nada la so~iedad. ~e consumo no había llegado, entonces traba_¡ar y v1vzr al día. ( PA-62 ). Los informantes razonan con cierta resignación ante experiencias familiares debido a que no había pensiones; el padre tenía que mendigar por pan,. el tío tenía que seguir trabajando en el ~avadero de rn1~era­ les a pesar de su edad e inv~hdez. D.e I~ . misma manera, que las viudas o mujeres de mvahdos se tuviesen que poner a trabajar en la mina e instalaciones asociados fue igualmente asumido. El movimiento sindical anterior a la Guerra Civil y posteriormente las mejoras (corno rnedi?~s de seguridad y protección) cambiaban las cond1c1ones rn~y lentamente. De este cambio se pudieron beneficiar a fondo únicamente los jóvenes que entraron después de la entrada en vigor de las nuevas medidas, en su mayoría a partir de los años cincuenta y sesenta. No obstante, la vigilancia a estas medidas muchas veces fue casi inexistente. Ejemplos citados son la mascarilla de polvo, la técnica de prender las mechas de la dinamita por parte de los artilleros, arriesgándose de esta manera conscientemente, por comodidad. La relación con el médico y practicante de la empresa minera fue muy limitada en el pasad~. Más bien existe hoy en día la costumbre de autorned1carse. Fé de ello da el hábito extendido especialmente entre los jubilados que pasean por el monte en la zona minera y recogen todo tipo de hierbas, vegetales para uso posterior, muchas veces para fines medicinales. La violencia existía latenternente en la vida del minero. Testigo de ello son también algunos textos de canciones recopiladas, analizados más detenidamente en el capítulo siguiente (La Arboleda, i_.,a fiera). ~llos hablan de la violencia diaria de las 111terrelac1ones humanas que según los testimonios orales era muy elevada, especialmente hasta los años treinta. Robos, novias, el honor eran motivos frecuentes de peleas y "navajazos". En esta tendencia no se distinguían de sus contemporáneos, pero igual en grado y en el contexto concreto de los acontecimientos (robos de la paga semanal, tensiones a raíz de conflictos laborales). 52 Resumen: Parece dominar una actitud fatalista entre la población referente a la existencia minera. Duras condiciones de vida, riesgos relacionados con la vida diaria y el trabajo fueron asumidos en .gran parte de la población. Mejoras a este re~pe~to ?teron pie muy poco a poco, mediante luchas smd1cahstas y mejoras decretadas. Las tradiciones orales referentes tienen una forma muy directa y descriptiva, documentando una visión de la realidad de la zona minera. Merece la pena analizar los testimonios más detenidamente. 52 Se identifican las procedencias de los violentos en Kobaron (A-49B). Acerca de un robo de la paga en el año 1932 en el túnel de Ortuella (el listero y otro murieron) se creó una copla que se cantó acompañado por acordeón. (A-58A y B). También se recogieron los recuerdos del relato de un robo de cobre de un almacén de mina (B-37). KOBIE (Anejo n." JO). año 2009 ETNOGRAFÍA DE LA ZONA MINERA VIZCAINA: FUENTES ORALES Y TRADICIONES MUSICALES 3. Advocaciones religiosas Como advocaciones religiosas en la zona minera destacan los cultos importantes de la zona a la cual se acude preferentemente el día de fiesta y en peregrinación. La Vírgen del Socorro (Carranza), La Magdalena (Galdames y La Arboleda), San Roque en El Regato (Barakaldo) siguen siendo romerías a cuales acude la gente para cumplir sus promesas. Se dan actos de fe como el besamantos. Hasta hace algunas décadassJ se observaban donaciones de exvotos dando gracia a las intercesiones de los santos en cuestión.s 4 En cierto grado, también se acude a las romerías de extrarradio como El Suceso en Carranza y Santa Águeda en Castrejana, Barakaldo. Parece ser que la referencia al contexto religioso originario de algunas fiestas se ha perdido en la consciencia de gran parte de la población, pero no obstante se sigue acudiendo a ello, en especial a sus actos y programas festivos organizados. En general, los mineros tenían fama de ser ateos y blasfemos (B-37; B-43) pero sí solían participar en las fiestas. Resumen: Las tradiciones referente a lo sobrenatural, lo bueno y lo malo, la vida y la muerte parece que se han transmitido de manera parcial y a partes de la población, habiéndose perdido parte del vínculo con las raíces de las creencias y percepciones tradicionales. Se observan paralelismos con la puesta en práctica de las creencias. En parte la motivación individual parece ser el reflejo de un costumbrismo. Son muy populares los acontecimientos al que se acude en masa como algunas romerías. Leyendas acerca del mundo sobrenatural de la zona minera escasean cada vez más. Parece que la única manera de profundizar en algún detalle más es de localizar y entrevistar detenidamente a informantes mayores "especialistas" o "afectados". 53 54 Se debió en gran parte a los efectos del Segundo Concilio del Vaticano. Así por ejemplo en la ermita de la Virgen del Socorro cuelgan todavía maquetas de barcos que se salvaron del naufragio. KOBJE (Anejo n." 10). año 2009 53