tema 8 evolución y distribución geográfica de la población española

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TEMA 8 EVOLUCIÓN Y DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA DE LA
POBLACIÓN ESPAÑOLA
Los efectivos demográficos y su evolución.
La densidad y la distribución espacial.
Los factores explicativos de la densidad y la distribución.
Esquema
Los efectivos demográficos y su evolución
Para el conocimiento de la evolución de la población española, de su distribución espacial, así
como de sus características, dinámicas de crecimiento y de movilidad espacial, se utilizan
fuentes demográficas, como los censos y los padrones. De la elaboración de estas fuentes se
encarga a nivel nacional el Instituto Nacional de Estadística (INE) La evolución de la población
española recogida en los censos refleja los acontecimientos históricos por los que ha atravesado
el país que han alterado el devenir natural de los fenómenos demográficos.
La estructura por edad y sexo que se recoge en las sucesivas pirámides de edades también
pone de manifiesto la evolución del comportamiento demográfico de la población española. En
efecto, las pirámides de edades de comienzos de siglo muestran un modelo demográfico
tradicional caracterizado por unas tasas elevadas tanto de natalidad (aunque ya mostraban una
cierta limitación de la fecundidad) como de mortalidad. Por el contrario, los últimos censos ponen
de manifiesto un modelo radicalmente distinto con bajas tasas de natalidad y mortalidad, siendo
importante destacar la rapidez con que ha disminuido la primera desde 1975, hasta el extremo
de haber transformado la imagen de pirámide que tradicionalmente ha representado a la
población, hasta adoptar en la actualidad forma de pera. La consecuencia inmediata de este
cambio de comportamiento ha sido el envejecimiento de la población actual y su previsible e
inevitable acentuación en un futuro próximo.
España alcanzó los 46.815.916 habitantes a 1 de noviembre de 2011 (fecha censal) resultado de
un largo proceso de crecimiento que ha conocido etapas de crecimiento acelerado y otras en las
que el aumento ha sido más pausado:
Durante la primera mitad del siglo XX se acentúa el ritmo de crecimiento gracias a los progresos
médicos, a las mejores condiciones sanitarias e higiénicas y a los mayores recursos alimenticios.
Todo ello hizo descender de manera significativa la tasa de mortalidad; aún así, se produjeron
algunos acontecimientos excepcionales que frenaron el crecimiento, como la guerra del norte de
África (1908-1927), la gripe de 1918 y el desastre de la Guerra Civil (1936-1939)
En las décadas de 1950 a 1970 el crecimiento de la población alcanza sus mayores cotas, fruto
de una mortalidad en declive, del mantenimiento de altas tasas de natalidad y de unas mejores
condiciones económicas y sanitarias; no obstante, la salida de emigrantes durante las décadas
de 1950 y 1960 fue un factor de contención muy importante.
Con el inicio de la década de 1980 se produce un cambio de tendencia: el crecimiento se hace
más lento debido a la fuerte caída que experimenta la natalidad. Las razones son muchas y
complejas, se destacan las siguientes: la emancipación de la mujer y su incorporación al
mercado laboral, el coste de la educación y crianza de los hijos, el comportamiento natalista
propio de cada generación, fruto de la experiencia ante la vida.
Este débil crecimiento se ha manifestado en el censo de 2001.
Sin embargo, en los últimos años se observa un crecimiento notable, consecuencia evidente del
aporte de la población inmigrante. El Censo de 2011 supone un crecimiento de casi 6 millones
de personas en una década (un aumento del 14%). Si tenemos en cuenta la información de otros
censos nunca se había producido en una década un incremento de la población tan elevado en
términos absolutos ni relativos.
El Censo de población, elaborado durante los últimos meses de 2011 y primeros de 2012, es la
operación estadística de mayor envergadura que realiza el INE cada diez años. Proporciona la
población de cada uno de los municipios de España.
La principal causa del incremento de la población entre 2001 y 2011 se debe al fuerte incremento
de la población extranjera. En ese periodo han llegado a España más de tres millones y medio
de extranjeros.
La población española ha experimentado un aumento mucho menos pronunciado en términos
relativos que la población extranjera y ha pasado de poco más de 39 millones de habitantes en
2001 a más de 41 millones y medio. Los motivos de este crecimiento son varios, como un
aumento de la esperanza de vida desde el censo anterior, un incremento de la tasa de natalidad
(sobre todo en el período 2005-2009) o el hecho de que muchos extranjeros hayan adquirido la
nacionalidad española.
Las cifras de población de los Censos de Población y Viviendas 2011 se han obtenido utilizando
la información existente en distintos registros administrativos, siendo el Padrón el principal de
ellos, así como una gran encuesta que se realizó a más del 10% de la población.
Este censo se caracteriza por ser el primero que tiene que cumplir con la reglamentación
comunitaria. Esto permitirá una mayor y mejor comparabilidad de los datos entre los países
miembros de la Unión Europea.
.
La densidad y la distribución espacial
El incremento de población en los últimos diez años se ha producido en todas las comunidades
autónomas, aunque se ha distribuido de una manera muy desigual, siendo las islas y el levante
en donde ha habido un mayor incremento y el noroeste peninsular donde el crecimiento ha sido
menor.
En cuanto a las provincias, Guadalajara ha sido la que más ha crecido seguida de Girona y
Tarragona. Sólo hay cuatro provincias que han perdido población (Zamora, Ourense, Lugo y
Palencia).
Respecto a los municipios se observa en el conjunto de la década una reducción del porcentaje
de población que vive en municipios pequeños (menores de 2.000 habitantes) y un aumento de
la población residente en municipios de tamaño medio, siendo el grupo de municipios de 50.000
a 100.000 el que presenta el crecimiento más acusado.
El proceso de ocupación y distribución de la población española sobre el territorio se puede
resumir en las siguientes características:
Aumento generalizado de la densidad de población
Oposición entre el litoral, donde se produce una fuerte concentración de población, y el
interior, que aparece medio vacío
Concentración en las áreas urbanas frente al despoblamiento de las zonas rurales.
Una consecuencia del importante crecimiento de la población española en los últimos años ha
sido el aumento en la densidad de población, actualmente en torno a 93 hab/Km2
Densidad de población española en el año 2011.
El mapa que refleja la distribución actual de la población española comenzó a gestarse en la
segunda mitad del siglo XIX, momento en el que se iniciaron los desequilibrios demográficos que
se observan hoy en nuestro país. Lo que ha cambiado en relación con la situación de entonces
es la mayor intensidad con la que se presentan ahora estos contrastes. A mediados del siglo XX
se observa ya una periferia expansiva frente a un centro deprimido.
El reparto de la población por comunidades autónomas ofrece los siguientes datos:
Las comunidades autónomas que reúne mayor porcentaje de población son: Andalucía,
Cataluña, Madrid y Comunidad Valenciana. Las de menor población Asturias, Navarra, Cantabria
y La Rioja.
Si analizamos los valores de densidad de población, las comunidades con valores más altos son
la Comunidad de Madrid, País Vasco, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana e islas
Baleares, que presentan cifras superiores a 200 hab/Km2; a éstas le siguen, Cantabria,
Principado de Asturias y Región de Murcia. Por encima de la media pero sin superar los 100
hab/Km2, se encuentran las comunidades de Andalucía y Galicia; en el polo opuesto están las
comunidades autónomas con valores que no superan los 50 hab/Km 2, como Aragón, las dos
Castillas y Extremadura.
Lugar
Nombre
Población
Porcentaje
Densidad hab./km²
01.º
Andalucía
8.424.102
17,85%
96,53
02.º
Cataluña
7.539.618
15,98%
234,83
03.º
Comunidad de Madrid
6.489.680
13,75%
809,00
04.º
Comunidad Valenciana 5.117.190
10,84%
220,05
05.º
Galicia
2.795.422
5,92%
94,52
06.º
Castilla y León
2.558.463
5,42%
27,15
07.º
País Vasco
2.184.606
4,63%
301,99
08.º
Islas Canarias
2.126.769
4,51%
285,59
09.º
Castilla-La Mancha
2.115.334
4,48%
26,62
10.º
Región de Murcia
1.470.069
3,12%
129,95
11.º
Aragón
1.346.293
2,85%
28,21
12.º
Islas Baleares
1.113.114
2,36%
222,98
13.º
Extremadura
1.109.367
2,35%
26,65
14.º
Principado de Asturias
1.081.487
2,29%
101,99
15.º
Navarra
642.051
1,36%
61,79
16.º
Cantabria
593.121
1,26%
111,47
17.º
La Rioja
322.955
0,68%
64,02
A nivel provincial la distribución de la densidad de población ofrece una visión más matizada, al
ser la provincia una unidad territorial más pequeña. Los valores oscilan entre un mínimo de Soria
y un máximo de Madrid.
Relativa (densidad) (en hab./km²)
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
Madrid
Barcelona
Vizcaya
Guipúzcoa
Alicante
Santa Cruz de Tenerife
Las Palmas
Valencia
Baleares
Málaga
809
715
521,32
370,5
332,55
304
269,73
239,59
222,97
222,53
En relación con los valores de densidad observados en otros países europeos, la española sigue
siendo baja en el conjunto de los países de la Unión Europea.
La localización de estos valores sobre el mapa refleja, pues, el intenso poblamiento existente en
el litoral mediterráneo y cantábrico y el enorme vacío demográfico del interior peninsular, con la
excepción de la Comunidad de Madrid.
Los factores explicativos de la densidad y la distribución
Las causas que explican el mapa actual de distribución de la población son muy variadas:
Los factores geográficos que presentan un mayor obstáculo para el asentamiento de la
población son el clima y la altitud. Un clima de condiciones extremas como el del interior
de la Península, no favorece la habitabilidad ni el desarrollo de las actividades
económicas. La altitud y la irregularidad topográfica representa también un desafío para
la ocupación humana (desarrollo agrícola, comunicaciones…) Así, la gran mayoría de
las provincias con bajas densidades son las que presentan unos climas más
continentalizados (interior) o están ocupadas en una gran parte por sistemas
montañosos.
Los factores demográficos están ayudando a consolidar la oposición interior-periferia,
pues las poblaciones del interior son las que presentan un menor crecimiento natural y
una estructura de población más envejecida, frente a un litoral expansivo apoyado en
una población joven.
Entre los factores socioeconómicos son hechos o situaciones de naturaleza social o
económica que atraen a la población hacia determinadas zonas geográficas o la repelen
de otras. El factor básico de las desigualdades ha sido la emigración. Las corrientes
migratorias internas se han originado por la concentración de las actividades más
productivas: industria, turismo, servicios en unas pocas áreas (Madrid, Cataluña,
Valencia...) y la reconversión del sector agrario (Almería, Murcia)
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