LITERATURA ESPAÑOLA SIGLO XX Eduardo Marín Izquierdo Eduardo Marín Izquierdo Eduardo Marín Izquierdo 2 Eduardo Marín Izquierdo ÍNDICE IDEAS PRINCIPALES.....................................................................................4 VALORACIÓN CRÍTICA..............................................................................8 BIBLIOGRAFÍA..............................................................................................9 Eduardo Marín Izquierdo 3 Eduardo Marín Izquierdo IDEAS PRINCIPALES El problema del Modernismo en España Suelen confundirse las denominaciones Modernismo y Generación del 98 utilizándose indistintamente para designar esos dos movimientos literarios. Las diferencias fundamentales entre ambos son: - El modernismo aparece en América en 1890. Aspira a renovar el concepto de poesía con un objetivo, el esteticismo. En cambio los de la Generación del 98 son intelectuales que persiguen verdades, no bellezas; buscan la verdad de España, su interés se encuentra en Castilla. En cuanto a la técnica de expresión la del Modernismo es sintética, pues aglutina las distintas formas líricas europeas del siglo XIX. La del 98, en cambio, es analítica, escrutadora de las realidades nacionales para descubrir su autenticidad o falsedad. ¿Cómo se explica el equívoco entre Modernismo y Generación del 98? Porque la Generación del 98 se propone la regeneración de España y esto incluía un cambio en las directrices estéticas, que suponía también un cambio en la expresión literaria. El origen de la denominación de Generación del 98 se debió a una serie de artículos que publicó Azorín en ABC y que después recopiló bajo el título Generación del 98. ¿Existió realmente un grupo de intelectuales de características afines a los que puedan corresponderle el título de Generación del 98? Según Pedro Salinas existe realmente un grupo de escritores a los que corresponde el título de Generación del 98, ya que en ellos se cumplen los elementos necesarios para que exista una generación, como son: la aproximación de sus fechas de nacimiento, la homogeneidad de educación (el autodidactismo), el trato humano mutuo de sus representantes, la existencia de un acontecimiento de gran impacto como fue la pérdida de las colonias, la existencia de un lenguaje generacional (el modernismo), etc. El signo de la literatura española del siglo XX Es el signo lírico. Este lirismo se manifiesta en todo tipo de obras literarias aunque estén escritas en prosa, contrariamente al siglo XIX que se caracterizó por el prosaísmo. Esa actitud lírica es constante a lo largo de estos primeros cuarenta años del siglo y que se ha ido propagando en ondas, es decir, cada onda sería determinante de la siguiente. En la primera (1907) habría que incluir la producción poética de Unamuno, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez. En la segunda (1925), F. García Lorca, Jorge Guillén, y Rafael Alberti. En la tercera (1935) Vicente Aleixandre, y Luis Cernuda. Pero ese lirismo puede descubrirse también en las obras en prosa de novelistas o ensayistas como son Unamuno, Valle-Inclán, Ramón Pérez de Ayala, Azorín, Gabriel Miró, Eugenio D’Ors (glosas), José Bergamín (aforismos), Ramón Gómez de la Serna (greguerías). En conclusión, el viento lírico ha estado acariciando o agitando a España, a través de las obras literarias, durante estos 40 años. El cisne y el búho (apuntes para la historia de la poesía modernista) En España la poesía simbolista referida al cisne tiene como uno de los primeros y principales representantes a Enrique González Martínez. En su soneto La muerte del cisne, declara su concepción de la poesía. Para los modernistas, con Rubén Darío a la cabeza, el nuevo arte ha nacido entre el matrimonio de la poesía y el cisne. El cisne simboliza refugio delicado y acariciador, es el que lanza el grito esperanzado, depósito de la fe en la eterna luz. González Martínez alza su voz en contra del cisne y anima a retorcerle el cuello porque para él simbolizaría la retórica de amaneramiento en que muchas veces incurrieron Rubén Darío y los modernistas. Prefiere destronar al cisne y en su lugar entronizar al búho, ya que, según él, esta ave representa con más fidelidad el espíritu clásico. El clasicismo defendido por González Martínez propugna una poesía en intensidad, regida por la inteligencia. El búho entiende y responde, lo cuál es superior al cisne que sólo goza (cuerpo de Leda) e interroga (por la forma del cuello enarcado). Ese es el sentido de su soneto “Tuércele el cuello al cisne de su engañoso plumaje”. Eduardo Marín Izquierdo 4 Eduardo Marín Izquierdo Tres aspectos de Unamuno - Unamuno, autor dramático. Como autor dramático Unamuno no tuvo mucha aceptación entre el público. No obstante tuvo bastante éxito su obra El otro (1932). Su tema es el odio entre hermanos. No se trata de una obra psicológica sobre desdoblamiento de personalidad, sino del drama del alma por excelencia. Es el odio fraternal confundido con el amor hacia sí mismo, por lo que la muerte del otro viene a ser como un suicidio. - Don Juan Tenorio frente a Unamuno. Unamuno crea una nueva versión de don Juan con su obra El hermano Juan. Para Unamuno, don Juan es consciente de todas las encarnaciones del personaje desde que fue creado. Por eso sabe que su ser consiste en representarse. Es un escéptico del dojuanismo. No cree en su poder de seducción. Su tragedia es no poder amar. Dice de sí que se siente madrino más que padrino, y que es un encendedor de amores para los otros. Angustiado por la duda de ser o no ser, de ser realidad o sueño. Enamorado de sí mismo. Su compleja personalidad es un trágico misterio. - Las novelas cortas. Unamuno publicó cuatro novelas cortas que reunió en un tomo: San Manuel Bueno, mártir, la novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez, Un pobre hombre rico y Una historia de amor. Son obras antirrealistas, exentas de pormenores descriptivos y precisiones históricas. El propósito de Unamuno es el de dar a sus novelas la mayor intensidad y el mayor carácter dramático posible. Crear personas que un día saquen a la luz el alma de su alma. En ellas Unamuno sigue cumpliendo su misión de agitador de conciencias. Significación del Esperpento o Valle-Inclán, hijo pródigo del 98 Con Luces de Bohemia Valle-Inclán inaugura el género literario que el denomina Esperpento, y que en dicha obra la situación esperpéntica afecta principalmente a don Latino y a Max, pero en sus diálogos se descubre que el Esperpento se refiere sobre todo a conceptos como el sentimiento trágico de la vida, la vida miserable de España de aquella época, y la consideración de España como una caricatura de la civilización europea. Valle-Inclán recoge las ideas unamunianas, siente el dolor de España, y de esa herida brota el Esperpento. El Esperpento es un desesperado modo literario de sentir lo español del presente. La significación del Esperpento está en haber traído el Modernismo al servicio de la Generación del 98. Es decir, la preocupación estética al servicio de la postura crítica ante España. El Esperpento no lo utiliza Valle-Inclán a causa de no haber sabido hacer otra cosa mejor y es injusto Gómez de la Serna cuando lo califica de arrabalero. Es, por el contrario, el espejo esperpéntico y deformador, una máquina de moralidad, un artilugio desenmascarador, con el que se critican muchos vicios de la vida española: la ramplonería, la ignorancia, el entrometimiento, etc. Por el Esperpento Valle-Inclán ingresa en el 98. La juventud perdida de Pío Baroja A principio de siglo, Baroja publica una serie de novelas que reunió en un volumen titulado La juventud perdida. En ellas se describe la vida madrileña de 1900. En estas novelas, Baroja suele tratar el tema del fracaso vital. En ellas el protagonista y el asunto de la novela dan la impresión de gran veracidad porque parecen que surgen espontáneamente y que no obedecen a un plan preconcebido. Los personajes secundarios ofrecen una gran riqueza de detalles particulares, variados y pintorescos que parecen estar tomados de la realidad. La juventud perdida es un signo de la época. Del género chico a la tragedia grotesca: Carlos Arniches Es el género chico la única manifestación del realismo en el teatro. Es un teatro de costumbres, de inspiración directa de la realidad ambiente. Heredero de las comedias clásicas (comedias a la italiana de Lope, entremeses de Cervantes, Sainetes de Ramón de la Cruz). En la última fase del teatro de Arniches, a la que corresponde La diosa ríe, el autor consigue dotar al sainete de una categoría superior, haciéndolo más denso y de mayor valores literarios y Eduardo Marín Izquierdo 5 Eduardo Marín Izquierdo riqueza dramática. Lo consigue uniendo la comicidad externa con la gravedad profunda. Así consigue Arniches ingresar en el rango de estimación literaria, a pesar de proceder del grupo de autores teatrales puros. Una antología de la poesía española contemporánea (antología de Gerardo Diego) En su antología, Gerardo Diego recoge poesías de los poetas más representativos de la época , precedidas de una biografía y una poética con las ideas del autor. Las conclusiones manifestadas en esta antología son: la influencia avasalladora de la poesía de Rubén Darío y del Modernismo en general en los poetas de los primeros años del siglo XX. Otra lección es que a partir de 1915 el Modernismo se desvanece. No obstante Rafael Alberti y F. García Lorca reciben gran influencia del Modernismo en el lenguaje y en el verso. Finalmente, la nueva poesía considera al modernismo insuficiente, pues tiene una nueva aspiración lírica. Antonio Machado A pesar de ser andaluz y en contra del tópico de jovialidad pintoresca y cascabeleo, la poesía de Machado es interior, sobria, austera, desdeñosa de las vanidades de los sentidos. Aunque admiró a Rubén Darío, no siguió sus pasos. A su primera etapa pertenecen: Soledades, galerías y otros poemas. En 1917 aparece su libro de poemas Campos de Castilla. En esta obra Machado enseña que aunque en estos poemas se asoma al paisaje castellano él sigue buscando el alma a través de ellos. Es una visión atormentada de Castilla, tierra triste y noble, que guarda su secreto de no saber si espera, duerme o sueña. En etapa posterior escribe poesías de carácter más remansado, popular, epigramática y sentenciosa, son los proverbios y cantares. En su última época publica su cancionero de Abel Martín y el cancionero de Juan de Mairena. En ellos expone su metafísica y su poética, un poema entre filosófico y humorístico. Sucesión de Juan Ramón Jiménez En 1932 Juan Ramón Jiménez publica una serie de poemas que titula Sucesión. Según declara en esta obra la poesía no tiene nada que ver con la moda o la novedad. La poesía debe tener la apariencia comprensible, que vaya satisfaciendo la curiosidad sin llegar a contentarla nunca. La poesía no ha de ser filosófica, sino metafísica. En el crear hay un momento en que es preciso sentirse dominado y hay otro en que es necesario dominar. En los grandes retratos que hace de héroes españoles considera héroes a los españoles que en España se dedican a la ciencia y a las disciplinas estéticas. Son héroes porque tienen que soportar la indiferencia y la hostilidad. Al final de Sucesión dedica un apartado a la fuente de su poesía, insertando en el pliego sexto unos versos de Víctor Hugo, dando a entender cuál podría ser una de sus fuentes. Escorzo de Ramón Ramón Gómez de la Serna se alza solitariamente en el mundo literario de su época pues era demasiado joven para considerarlo del 98 y demasiado temprana su producción para incluirla en un grupo posterior. Sus dos obras más características son Flor de greguerías, en la cual expone su teoría sobre la greguería. La greguería no es una frase célebre, ni reflexión filosófica. Tiende a captar lo indefinible, a retener lo fugitivo. Rasgos comunes a todas las greguerías son la instantaneidad y la condensación. En su brevedad reúne poesía, arbitrariedad, realismo e ironía. En su otra obra, Los muertos, las muertas y otras fantasmagorías, reúne reflexiones sobre la muerte, epitafios recogidos de los cementerios y fantasías sobre la muerte y las muertes. Ramón cree que la muerte tiene un signo positivo, sirve para enseñar al español a ser más ágil y desembarazado. Anima a familiarizarse con la muerte. Hay que llevarla de paseo. Y debido a esa aceptación de la muerte se entrega con todo su entusiasmo a vivir. José Bergamín en aforismos Aparece en la vida literaria en 1923 con un tomo de aforismos titulado El cohete y la estrella. Las ideas no las expone en forma discursiva extensa, ensayos largos, sino que busca la brevedad y la concisión en el aforismo. Lo que importa del aforismo no es que sea largo o corto, sino certero. El aforismo perfecto es que no le falte ni sobre una palabra. Viene a ser un juego Eduardo Marín Izquierdo 6 Eduardo Marín Izquierdo mental, juego gracioso de palabras. Los aforismos son para los cultos como los refranes para el pueblo. Deshace las frases y las rehace, trastocándolas (más vale un pájaro volando que ciento en la mano). El ingenio de Bergamín es un ingenio de saeta, espíritu atormentado y angustiado que lanza el arma acerada y punzante con la que trata de abrirse paso entre las tinieblas de cada día. Un poeta y un crítico (Cántico de Guillén) El libro Cántico de Joaquín Casualdero estudia la obra de Jorge Guillén del mismo nombre. Casualdero utiliza técnicas modernas de estilística, psicología, historia de la cultura, sensibilidad aguda y certera penetración interpretativa. En la primera parte de las siete que compone el libro, dice Casualdero que la sencillez del lenguaje del poeta es fruto del trabajo colectivo. Es una poesía pura, tan distinta a la prosa, que no admite ninguna anécdota. Se critica a Guillén de poeta oscuro, pero el contenido emocional de Cántico es la claridad y su autor es el poeta de lo claro. La lírica guilleniana transmite, ante todo, alegría. La alegría es el sentido afirmativo de la existencia. El Cántico segundo es una obra más compleja y rica. Afronta el tema de la muerte con la actitud de Jorge Manrique y Quevedo, actitud religiosa y ética. El tiempo se ofrece al poeta en tres bloques: tarde, mañana y noche. De la dispersión pasa al recogimiento de la noche, a la soledad. La lírica de Cántico tiende a un gran poema de amor que se realiza en salvación de la primavera del Cántico segundo. Se tilda a Guillén de neoclásico, frío y rígido. La forma poética es obediente a los usos y formas más sencillos del idioma, lo que es un modo de señorear la lengua. Casualdero considera esta poesía como muy expresiva del drama angustioso del hombre moderno. La poesía de Rafaél Alberti Los poemas editados Árbol se refieren a la producción de los seis años anteriores a 1931. - Marinero en tierra (1924). Es el poema del mar visto por el poeta desenterrado del mar que desde la ciudad que no ve el mar le evoca, soñándolo y acariciándolo. - En Cal y Canto (1927), no imita a Góngora pero sí sigue en él la tradición gongorina. Los temas son los de la vida real moderna: estaciones, baños, ascensores, fútbol, etc. En sus poemas vive el entusiasmo por la vida. - En Sobre los ángeles (1928), hace desfilar un coro angélico de toda clase, movido por todo tipo de pasiones y defectos. Son poesías breves independientes. Con esta obra asciende a otra fase poética caracterizada por un anhelo de exploración, poesía entrañada en el desesperado misterio del mundo y aspiraciones a la claridad que aparece en las visiones de lo angélico. Dramatismo de Federico García Lorca En Lorca, lo dramático y lo poético están íntimamente unidos. Ese dramatismo que subyace en la poesía lorquiana es característica popular y tradicional en las gentes del sur. En Federico García Lorca ese dramatismo viene expresado en dos aspectos: lo dramático de cada día y el dramatismo esencial del ser humano. - Bodas de sangre. Es tragedia popular porque así son el cuadro, los personajes, la rivalidad de dos familias, el instrumento material de la tragedia (la navaja), y es popular también porque dramatiza un concepto muy arraigado en el pueblo: el de la fatalidad humana, la fuerza del sino. En su prosa se fusionan dos valores: la autenticidad del lenguaje de las gentes campesinas de Andalucía y la dignidad literaria. Dos elegías a un torero: García Lorca y Alberti Están dedicadas al torero Ignacio Sánchez Mejías, que murió en la plaza de toros de manzanares en agosto de 1934. La elegía de F. García Lorca es Llanto por Ignacio Sánchez Mejías. Se divide en cuatro partes: La cogida y la muerte. La sangre derramada. Cuerpo presente. Y Alma ausente. Se trata de una Eduardo Marín Izquierdo 7 Eduardo Marín Izquierdo poesía entrañablemente andaluza e hispánica en su expresión poética con un alcance universal y profundo: el verdadero realismo español. La elegía de Rafael Alberti, Verte y no verte. El título resume la terrible instantaneidad y lo irrevocablemente perdurable del morir (cosa de un momento y para siempre). En esta elegía presenta una síntesis de su personalidad poética: representación de las modalidades de la lírica de Alberti. Estos poemas son monólogos líricos, discursos poéticos interiores. De vez en cuando se alude a la realidad, pero en seguida se lanza a la búsqueda de la poesía no preocupada de aquella. Vicente Aleixandre entre la destrucción y el amor Es una lírica de formas de tipo surrealista. Como ya lo revela el título el poeta afirma la equivalencia entre destrucción y amor. Amor y muerte son las dos fuerzas que mueven el mundo, una creadora y otra destructora. Es una actitud espiritual romántica que identifica amor y muerte. Aunque la poesía de Aleixandre, por su lenguaje y expresión poética se parece a la poesía superrealista, se diferencia de ella porque no es como aquella incoherente, sino que está realizada con una gran lógica. Aleixandre ha dado a la poesía española un ejemplo de expresión lírica de gran altura verbal, movida, rica, fuerza plástica y sutileza. Luis Cernuda poeta Cernuda reúne su producción poética en una colección titulada La realidad y el deseo. El título condensa el drama humano que consiste en que el hombre desea sin tasa , mientras que la realidad, el mundo, sólo le ofrece concreciones limitadas. La vida y el mundo es un deslizarse entre sombras, es un desear anhelante. De ahí que el poeta se sienta siempre en soledad. En Cernuda la soledad no deja al poeta desesperado porque para él el deseo es una anterrealidad y el olvido una postrrealidad. Las formas poéticas de Cernuda son bellas versiones modernas de las clásicas. La realidad y el deseo es el último posible grado de reducción a su pura esencia del lirismo romántico español. VALORACIÓN CRÍTICA Pedro Salinas (1891-1951), además de poeta, profesor de literatura en la Universidad de Sevilla y lector en la Sorbona, fundó en 1932 la revista Índice literario. En esta revista publicó la mayor parte de los artículos y ensayos recogidos en el libro Literatura española siglo XX. Creo que esas condiciones personales de Pedro Salinas de poeta y profesor, explican no poco las características peculiares que se aprecian en este libro. Llama la atención la profundidad y originalidad con que trata todos los temas, así como la claridad y perfección expresiva del lenguaje utilizado. Los ensayos que comprende son trabajos de investigación muy didácticos, pues no se limitan a exponer una serie de datos ya conocidos, sino que, Pedro Salinas, trata de explicar, en cada uno de los ensayos, el sentido de la obra literaria, sus antecedentes y las conexiones con los demás autores y grupos literarios, aportando su original punto de vista. Evidentemente el género que emplea es el ensayo. En él destaca la originalidad y fuerza argumentativa con que expone sus opiniones. Además de esas cualidades, la lectura de este libro resulta amena e instructiva. Eduardo Marín Izquierdo 8 Eduardo Marín Izquierdo BIBLIOGRAFÍA - LITERATURA ESPAÑOLA SIGLO XX Pedro Salinas ALIANZA EDITORIAL - LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA 2º J. Fortuny, S. Martí, M. López, J. Rafols TEIDE Eduardo Marín Izquierdo 9