CAMINOS DE SANTIDAD III: DESTELLOS QUE ILUMINAN

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CAMINOS DE SANTIDAD III: DESTELLOS QUE ILUMINAN
CAPÍTULO I INTRODUCTORIO
1. DESTELLOS
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua da varias definiciones a la palabra
«destello»: acción de destellear. Y destellear lo define como: despedir destellos o emitir
rayos, chispazos o ráfagas de luz, resplandor vivo y efímero; ráfaga de luz que se
enciende y amengua o apaga casi instantáneamente. Y en sentido figurado: Atisbo,
vislumbre.
En el volumen anterior --Decálogos- hemos presentado, en breves síntesis de diez
puntos, rica doctrina que nos «enseñaba» el camino que pretendemos llevar hasta llegar
a la «meta» de la santidad.
En este que tienes en tus manos, con el título tan significativo de Destellos,
pretendemos ofrecer unas pistas, no tan simétricas, ya que unas veces serán bastante
breves y otras más extensas, rica doctrina que nos iluminará en las tinieblas de la noche
que estamos atravesando desde el tiempo a la eternidad.
Por ello bien podemos acudir con confianza al Padre Misericordioso con esta bonita
oración:
Guíanos, Padre y llévanos en tus brazos:
Condúcenos, Señor, desde tu amor, por los caminos de la misericordia.
Los caminos de la misericordia llegan siempre hasta los pobres, los pequeños y los que
sufren.
No permitas que nos desviemos por los caminos fáciles de los poderosos, los violentos y
egoístas, los hipócritas y los astutos.
Condúcenos por el camino que lleva a la Pascua, las rutas de la justicia y el servicio, de
la solidaridad y la entrega.
Y cuando llegue el camino de la cruz, cógenos en tus mismos brazos y fortalécenos,
Padre.
Que no nos falte nunca la luz y la sonrisa de tu rostro.
2. CAMINO...
Está dentro de lo cotidiano escuchar expresiones como «llevar malos pasos», «va por
buen camino»... etc.
En todas las culturas se usa la metáfora del viaje, del camino para describir la vida y la
búsqueda de su sentido.
Desde antiguo, se ha utilizado el tema de los caminos, puertas, sendas. Desde el
Deuteronomio y todas las enseñanzas de Moisés, hasta el más antiguo catecismo
cristiano: la Didajé o la Carta a Bernabé, el tema se repite con insistencia.
El mismo Jesús nos dice: «Yo soy el camino... «(Jn, 14, 6).
«Entrad por la puerta estrecha, porque es ancha la puerta y espacioso el camino que
lleva a la perdición, y son muchos los que entran por él. En cambio, es estrecha la puerta
y angosto el camino que lleva a la vida, y son pocos los que lo encuentran (Mt 7, 1314).
La puerta y el camino anchos son visibles, están ahí.
La puerta y el camino estrechos están escondidos y hay que encontrarlos.
Dos caminos, dos puertas. Un dilema para nosotros, debernos elegir...
Uno es fácil de hallar y seguir... Otro hay que encontrarlo, hay que hacerlo, hay que
entenderlo y, sobre todo, caminarlo, vivirlo. El camino es la meta, caminar es llegar. El
camino es una imagen clara para designar la vida ética del ser humano, su existencia
moral.
No obstante, con frecuencia no está claro cuál es el camino correcto... Lo que sí está
claro es que no todos lo seguimos, o hacernos, el mismo camino.
Esto significa dejar un espacio al libre albedrío y al actuar por principios; y también
para la tensión y la controversia, y no digamos para perdernos totalmente y, quién sabe,
hasta para encontramos.
Los educadores-as, se sitúan ante personas que poseen todo un potencial de
posibilidades, que están llamados a hacer su camino... y deben servirles, acompañarles,
pues ellos los necesitan.
Sabemos que el camino empieza donde están ellos, los hijos o los alumnos. Nos
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comprometemos y buscamos ese camino que resulta de caminar con sentido y
esperanza.
Muy bien lo dijo el gran pensador Ortega y Gasset:
«Sólo conoce los caminos rectos quien erró alguna vez por los torcidos; y la mejor
intención no es, quizá, la del hombre impoluto, sino la del que tiene en el alma la
cicatriz de muchas rectificaciones».
Para esta aventura tendremos que enseñarles que hay que preparar, construir o hacer un
equipaje, la necesidad de equipar para el camino. Quizá nosotros mismos somos,
durante el tiempo que sea necesario, un elemento del equipaje.
No hay un solo camino, todos hacemos camino, también otros hacen camino.
En el camino nos encontraremos con dilemas que nos obligarán a tomar decisiones,
opciones, etc... Las opciones son etapas del camino.
En el camino, nuestra utopía es la Buena Nueva.
«Muéstranos, Señor, tus caminos» (Salmo 25).
Un poeta carmelita -el P Luis María Llop + 1945- describió el Camino que nos conduce
a Cristo, a la santidad, con estas ricas expresiones:
¡Qué hermoso es el camino de mi vida! ¡qué senda tan florida, a pesar de las cruces y
dolores!
Las lágrimas de un Dios martirizado me lo han hermoseado y sus espinas me parecen
flores.
Con la cruz del dolor casi arrastrando iba yo andando... andando... por sendero de
espinas y de abrojos; el alma entre las zarzas destrozada, la carne ensangrentada y
enrojecidos de llorar los ojos.
- Ven, alma, en pos de mí Jesús me dijo y tu dolor prolijo en mi dolor encontrará el
consuelo. El camino soy Yo. Los que me siguen descanso y paz consiguen y la corona
perennal del Cielo.
Ansioso le seguí. Su amor divino perfuma mi camino y aligera este carga tan pesada, y
cuando a veces el cansancio siento me infunde dulce aliento el fuego celestial de su
mirada.
¡Qué hermoso es tu¡ camino, desde el día que hallé la compañía de mi Dios dolorido y
ultrajado! Jamás lo pospondría a otro sendero seguro y verdadero, de rosas y de perlas
alfombrado.
3. LA LLAMADA A LA SANTIDAD ME EXIGE SER «HOMBRE NUEVO»
El camino nos lo ha marcado la Virgen. Ella, la «llena de gracia», es modelo de
santidad para todo el pueblo de Dios.
María, modelo de la Iglesia y del cristiano de nuestro tiempo, nos enseña el camino de
nuestra peregrinación en un continuo crecimiento.
La Virgen es no sólo ayuda, sino también modelo para realizar en nosotros la nueva
criatura. Jesucristo, en virtud de su resurrección, ha creado en cada persona un hombre
nuevo.
¡Cómo impresiona el testimonio de Mytia en Los hermanos Karamazov de
Dostoievski!:
- «Aliocha, en estos últimos tiempos he descubierto en mí un hombre nuevo que ha
resucitado en mi alma. Este hombre lo he llevado siempre oculto en el fondo de mí
mismo, pero jamás hubiera tenido conciencia de él si Dios no me hubiera enviado esta
prueba. La vida es misteriosa y espantosa. Pero, ¡qué importa que tenga que manejar el
pico aquí abajo, en la mina de Siberia, durante veinte años! Esto ya no me aterra. Tengo
otro temor, que es ahora mi temor único, mi gran temor: temo que el hombre que ha
resucitado en mí me abandone».
Cada uno llevamos en el fondo de nuestra alma ese hombre nuevo que ha resucitado.
Hay que hacerle surgir del hondón de nuestro ser; sería terrible que nos abandonase. Ese
hombre nuevo es el santo que siempre hemos deseado ser y en el que nos queremos
convertir. Hay que despertarle y decir-le lo mismo que el ángel a la Iglesia de Éfeso.
Después de enumerar todas las cualidades de esa comunidad, la culpa es porque ya no
está impregnada de suficiente amor, porque de alguna manera se ha apagado. Ha
perdido su primer enamoramiento (Ap 2, 1-7).
Todos los convertidos, los que un día dieron el paso decisivo y se convirtieron,
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decidieron seguir a Jesucristo a toda costa y contra todos los obstáculos que pudieran
sobrevenirles, todos unánimemente hacen suyo este testimonio recogido en Los
hermanos Karamazov, a todos les aterra la posibilidad de que les abandone el hombre
que ha resucitado en ellos, es decir, tienen temor de volver a la situación anterior.
La vida de los santos, amasada de barro como la de un hombre cualquiera, se inició a
partir de un encuentro con Cristo, que fue un encuentro definitivo.
4. CAMINO, VERDAD Y VIDA
Jesús se siente gozoso con los apóstoles aunque sabe que faltan breves horas para su
dolorosa Pasión y Muerte. Antes de despedirse quiere, atar algunos cabos que todavía
no llegan a entender sus discípulos a pesar de hacer tanto tiempo que conviven con Él.
Ni siquiera tienen ideas claras de quién es el Maestro ni a dónde se va a marchar. El ya
les ha dicho en varias ocasiones que es Luz, Vid, Sal, Pan, Agua, Resurrección...
Ahora, a una pregunta de Tomás, les va a dar otras tres definiciones de su Persona.
Tomás viene con sus problemas y sus cuestiones. Refleja la opinión de todos los
discípulos, que estaban muy lejos de sintonizar con Jesús.
- «No sabemos, no entendemos a dónde quieres ir, cuál es el camino».
Esta intervención de Tomás propició una bellísima respuesta de Jesús:
- «Yo soy el camino, la verdad y la vida».
No responde Jesús con un programa de vida para poder llegar al Padre. Hubiera sido
fácil echar mano de la doctrina de los dos caminos, tan reiterada en los salmos, profetas
y libros sapienciales, el camino del bien y del mal, de la luz y las tinieblas.
Podía haberles repetido las Bienaventuranzas y las Malaventuranzas, o una síntesis del
Sermón del Monte o elite estudiasen bien lo que decía el Padrenuestro.
Personaliza la respuesta, en línea del « Yo soy». Toda la moral y toda la vida espiritual
se encarnan en Cristo. Yo soy el camino para llegar al Padre.
El camino no es un conjunto de doctrinas y exigencias, sino tina persona. Lo que
importa, por tanto, es creer en ella, seguirla, imitarla, compenetrarse con ella. Si Cristo
es Canino, comulga con él, asume sus sentimientos y actitudes, déjate impregnar por su
Espíritu. Sigue a Cristo, e irás bien. Hazte Cristo y correrás al Padre.
Si quisiéramos alguna concreción, podríamos decir que Cristo está en el hermano,
especialmente en el pobre. Si te acercas a ellos y les sirves, caminarás por Cristo.
Cierto, el camino para llegar a Dios pasa por el hombre. Acércate al doliente, sé
samaritano, y alcanzarás a Dios.
La vida es una travesía de «un desierto» hacia la «Tierra prometida», donde
celebraremos la Pascua con nuestro Padre Dios... (Jos 5, 9-12).
El hijo pródigo -la parábola del perdón y del camino- puede ser un buen reclamo para
que estos destellos luzcan con potente luz sobre nosotros (Le 15, 11-32).
El primer camino es de salida, de obscuridad, de pecado, de abandono del amor paterno.
Dice la parábola:
- «El hijo menor marchó a un país lejano».
Pecar es «salirse de la órbita de la acción de Dios».
El segundo camino es de vuelta a la casa paterna, vuelta a la acción de Dios, retorno al
amor:
- «Me pondré en camino a donde está mi Padre y le diré: he pecado...»
Bien recoge estas ideas de pecado, de vuelta a la gracia, de camino y perdón, es decir,
de luz, de destellos, esta bella canción tan popular:
Hoy vengo de lejos, de lejos, hoy vuelvo a tu casa, Señor, a mi casa, y un abrazo me has
dado, Padre del alma. Salí de tu casa, Señor, salí de mi casa, anduve vacío, sin ti Perdí
la esperanza, v una noche lloré, lloré mi desgracia.
Camino de vuelta, Señor, pensé en tus palabras, la oveja perdida, el pastor, el pan de tu
casa, y a mis ójos volvió, volvió la esperanza. Tu casa mi casa será, será mi morada,
banquete de fiesta, mi hogar, vestido de gracia, y una túnica nueva para la Pascua.
5. EL SEÑOR NOS HACE UNA OFRENDA:
l . ¿Qué quieres que te dé?, pregunta al campo la nube que en el cielo se destaca: El
campo está sediento y le responde: - Dame agua.
2. ¿Qué quieres que te dé?, la flor pregunta a la zumbante y laboriosa abeja. La abeja,
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sin pararse, le responde: - Dame néctar.
3. Cuando el sol se levanta todo hermoso, le preguntan los pájaros: ¿Qué quieres que te
demos?, y él responde: - Dadme cánticos.
4. Y tú, Dios, me preguntas: ¿Qué deseas? Yo sé que todo es tuyo, y sé que Tú me lo
darías, pero quiero verte, y sólo te respondo:
- Dame luz.
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ALEGRÍA
«¿Cómo quejarme de mis pies cansados cuando veo los tuyos destrozados?» (Him.
Vísp. viernes I sem.).
1. 1. LA ALEGRÍA CRISTIANA
«La alegría es una experiencia exaltante que vale la pena vivir».
«Hay más alegría en el hecho de dar que en el de recibir».
«La alegría nace de la paz interior».
San Pablo reconocía y se gozaba de que sus queridos filipenses habían aprendido que la
fe era una fiesta. Es el caso de Lidia y el carcelero, que «se alegró con toda su familia
por haber creído en Dios» (Hch 16, 15-34).
Cuando los habitantes de Samaria escucharon el evangelio de Felipe, «hubo una gran
alegría en aquella ciudad» (Hch 8, 8).
Los primeros cristianos se apartaban de fiestas oficiales y de espectáculos públicos.
¿Sabéis por qué? Porque no los necesitaban, porque la fiesta la llevaban dentro. «El
cristiano está siempre alegre en el Señor», siempre.
1. 2. EL POR QUÉ DE NUESTRA ALEGRÍA
La fuente de nuestra alegría es más bien secreta y misteriosa. No viene, desde luego, de
este mundo.
El cristiano se goza más en el servicio que en el poder, más en la pobreza que en el
confort, más en el anonimato que en el éxito.
No es una alegría que tenga relación directa con el placer o la comodidad o la fortuna.
Tampoco es cuestión de temperamento o de receta psicológica o de terapia vitalista.
Está en las antípodas de la diversión prefabricada o del fármaco hedonista o de las
euforias del alcohol.
La alegría cristiana viene del Señor. Es un don o fruto del Espíritu.
1. 3. UNOS CONSEJOS DE AMIGO
1. Sonríe alegremente en la prosperidad y valientemente en el dolor.
2. Cuando sufras, ten más alegría, como organista que se sobrepone al ruido pulsando
con más vigor las teclas.
3. La sombra de la cruz es con frecuencia más larga que la cruz misma. ¡Son tan negras,
tan tristes, tan abrumadoras las cruces soñadas!
4. Si sonríes, alegras y atraes al prójimo, glorificas a Dios y suavizas el sacrificio.
5. Con la alegría el entendimiento se hace más lúcido (mayor talento) y más viva la
imaginación (mejor poesía).
6. La sonrisa sincera tonifica el organismo (mejor salud), acelera los cambios nutritivos
(mejor digestión), afloja las tensiones (mejor descanso), plancha las arrugas (mayor
belleza).
7. Los ojos que sonríen son diamantes preciosos que lanzan alrededor rayos de alegría.
8. Piscina de salud es la alegría, bañémonos en ella cada día. 9. La alegría es un
misionero invisible que predica a Dios.
l. 4. LA ALEGRÍA HERMOSEA LA CARA Y EL ESPÍRITU
1. La alegría es asunto de inteligentes y de buenos.
¿Hay alguien que no tenga experiencia de tristeza y de alegría? ¿Y que prefiera la
tristeza? Todos queremos -¡y podemos! disfrutar siempre del bien, que es la mayor
fuente de felicidad. ¿Y quién no es capaz de generar bien, mucho bien? Los buenos -los
de mente abierta y positiva, corazón solidario y sensible son los que más felicidad
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generan y los que más felices son. Lástima que algunos sean... tan cortos en
expresiones.
2. Dale a tu cuerpo alegría.
La alegría hermosea la cara y la persona. Guapo es quien más alegría vive y transmite.
El cuerpo, los ojos y el semblante son el espejo del alma. Hay pues que cuidar el alma.
Y hay pues que cuidar el cuerpo: que exprese corporalmente lo que la persona es y
siente.
3. Sincronizados cuerpo, espíritu y Espíritu.
El día en el que el cuerpo y el espíritu, sincronizados, se alegren por lo bueno y lo bello
que hay en nosotros y en nuestro entorno, la vida con sus múltiples tentáculos de placer
nos hará tantas cosquillas que hasta podremos morir de alegría. ¿Y qué pasará cuando la
alegría, el gozo, la fiesta, el humor... sincronicemos cuerpo, espíritu y Espíritu? Pues
que en ese momento ya no hay muerte: habremos entrado en la eterna felicidad. Eso es
la espiritualidad de lo cotidiano, la más evangélica, y si estuviéramos bien entrenados, la
más fácil.
4. Dame, Señor, cosquillas.
¡Cuántas cosas pedimos en la oración! Sería quizás muy recornendable que cada uno y
las asambleas cristianas, y las familias, y los grupos de catequesis..., rezásemos a
menudo y con gran fe:
Señor de la alegría, del optimismo, de la felicidad, de la risa, dame cosquillas por todo
mi cuerpo y ni¡ alma para reír a rabiar.
Esa alegría que a nadie molesta, y que a todos contagia. Que sanea, anima y
desdramatiza los ambientes...
1. 5. EL CRISTIANO ES TESTIGO DE ALEGRÍA
* Porque se siente fruto de una bendición: Ha sido pensado y bendecido antes de nacer
y aun antes de la creación del mundo. Alguien ha pensado en él desde el principio.
* Porque no se siente solo: Encuentra siempre en su camino muchos rostros familiares
y muchos corazones abiertos. Y en todos ellos descubre otra presencia misteriosa y
amistosa que lo envuelve y lo penetra «hasta su centro más profundo», hasta «lo más
íntimo de su intimidad».
* Porque se siente constantemente protegido, como si los ángeles custodios velaran
cada uno de sus pasos. No teme la noche ni lo desconocido. «Aunque camine por
cañadas oscuras, nada teme». Nada le preocupa. Y no es que se libre de los problemas,
pero sabe que Alguien lo sostiene en los problemas.
* Porque conoce el camino y vislumbra la meta. Se podrá ir más despacio o más
deprisa, pero, si vas por buen camino, todo terminará bien. Sólo es libre el que sabe a
dónde va y por dónde camina. Sólo está libre del miedo el que no se siente perdido.
Sólo vive confiado el que se siente bien orientado. La alegría y la libertad son hermanas
mellizas.
* Porque conoce el valor de las cosas. Sabe dónde se encuentra el tesoro escondido; por
eso, no le importa «desprenderse con alegría de todos sus bienes», para conseguir ese
tesoro. Ni se apega nunca a las cosas que tiene, porque aprecia más el valor de lo que es.
* Porque no teme la riqueza ni la pobreza. La riqueza le lleva a compartir, porque sabe
que «hay más dicha en dar que en recibir» (Hch 20,35). Y la pobreza resulta liberadora,
porque le permite cultivar otros valores, como la confianza, la esperanza, la solidaridad.
1.6. ALEGRÍA POR EL AMOR
Todas las razones que tenemos para estar alegres vienen a resumirse en una: el amor.
Sólo el que se siente amado y ama, puede vivir la intensa y grande alegría. Adán, por
ejemplo, no se entusiasmó con las maravillas del paraíso terrenal, ni con todos los
bienes que poseía, hasta que no encontró a la mujer y nació en su corazón herido -por lo
de la costilla- el amor. Entonces dio un grito, danzó de entusiasmo.
Cuando amamos a una persona, ella es la fuente de nuestro gozo. Cuando nos sentimos
amados, una seguridad y satisfacción enormes nos invaden. El amor da ritmo y color a
la vida.
El profeta Sofonías dice que el Señor «danza de alegría» (3, 17). ¿Por qué danza Dios?
Porque «te ama», porque eres su novia. «El se goza y se complace en ti». Pero ¿cómo
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me puede amar Dios de esa manera? Yo comprendo que ame a la Iglesia, incluso que
me ame a mí, pero compasivamente, que me ame como la madre al niño más débil y
enfermo. Pero ¿cómo se puede enamorar Dios de mí?, ¿cómo me puede amar con
pasión? Conoce Dios mi barro perfectamente: mis caídas, mis olvidos, mis cansancios,
mis rutinas, mis traiciones. ¡Si hasta me avergüenzo yo de mí mismo!
Lo que pasa es que no conozco nada del amor, y menos aún del amor de Dios. El amor
no busca motivos para amar. El amor de Dios siempre es gratuito. La belleza y la
perfección nunca es la causa del amor de Dios, sino el efecto. Su amor nos crea, nos
recrea, nos deleita y nos santifica.
]'conclusión: Si Dios te ama y se entusiasma contigo, tú también debes amarte y
alegrarte en ti. No le ofendas a Dios con tu tristeza y tu falta de aceptación. Dios no
sólo te acepta, sino que se maravilla contigo. No vas a tener tú mejor gusto que Dios.
2" conclusión: Tú debes mirar y amar a los hermanos de la misma manera que Dios te
mira y te ama a ti. Debes compenetrarte con la mirada y con la persona de Jesucristo.
1. 7. UN CRISTO SONRIENTE
La imaginería cristiana no abunda en imágenes del Señor, de la Virgen y de los santos
sonriendo. A mí me gustará muchísimo que los pintores y escultores pintaran y
esculpieran imágenes sagradas sonrientes, alegres. Por ello me encanta el Cristo de
Javier.
Es un Cristo Crucificado (talla del siglo XII) famoso por su sonrisa, que se venera en la
iglesia de San Francisco Javier en JAVIER (Navarra).
Son muchos los turistas y peregrinos que acuden a visitarlo.
Admira contemplar el temple de este Cristo que sufre con aguante y fortaleza sin perder
la sonrisa de sus labios. Ayuda a cuantos sufren a ser valientes en la prueba.
Vale la pena ir a rezarle para aprender a «sonreír» a cuantos encontremos en nuestro
caminar hacia la Patria.
1. 8. RÍETE Y PÁSALO BIEN
- «Qué poco sentido tienes, pareces una niña pequeña», decía una persona mayor a su
amiga con el ceño fruncido y un rictus de desaprobación en la boca. Todo porque ésta se
reía, contaba chistes, palmoteaba, se lo estaba pasando bien. Y es que en las
generaciones pasadas lo tuvieron muy «lejos» eso de pasarlo bien, de reír, de disfrutar.
«Pasarlo bien, reírse, disfrutar», eran palabras cargadas de sospechas.
-«Cómo sería la cosa, me decía una amiga mayor, que cuando lo estabas pasando bien te
sentías culpable y pensabas: «Algo no debe estar marchando bien cuando estoy
disfrutando de esta manera».
-«No habías dado tres pasos y ya habías cometido dos pecados -me decía otra mujer
mayor con cierta ironía y rabia--. «Lo que te gustaba, o te sentaba mal, o engordaba, o
era pecado. Así que, ¡vaya panorama!».
Hoy día la risa está considerada por muchos como signo de salud y longevidad. Un
doctor especializado en medicina geriátrica concluyó que todos sus pacientes ancianos
saludables tienen una cosa en común: un buen sentido del humor.
Ríete, sonríe. Una sonrisa que sale del corazón es buena a cualquier hora del día. ¡Ah,
no cuesta nada y vale para mucho!
1. 9. ¡ALEGRAOS!
- Alegraos... la buena gente: padres, madres... todos.
-Alegraos... las personas honradas y caritativas.
-Alegraos... las personas que fomentáis la buena convivencia sois vínculo de paz y de
unidad. - Alegraos... quienes enjugáis lágrimas y dais consuelo. - Alegraos... porque
Dios se complace en la bondad. - Alégrate... si no has engañado, calumniado ni
estafado. - Alégrate... si no mientes y dices la verdad. - Alégrate... si en tu interior no
hay pizca de odio ni resentimiento ni de rencor.
- Alégrate... porque el Señor, que ve el interior de las personas, te recompensará con
creces.
- Alégrate... si tus manos están limpias de todo mal y llenas de buenas obras. El ángel
Rafael será tu valedor.
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-Alégrate... si te han dañado injustamente. Dios-tarde o temprano- te hará justicia.
- Alegraos... la gente sencilla, humilde y esperanzada.
- Alegraos... quienes desde el anonimato, la insignificancia, la pequeñez, hacéis un
mundo más humano, más justo, más fraternal.
- Alegraos... quienes buscáis -antes y después de una planificación, acción u obracomplacer a Dios.
- Alegraos, sí, porque vuestros nombres estén escritos en el Libro de la Vida.
- Alegraos, sí, porque sois amados y queridos por Dios.
1. 10. SONRÍE PARA...
Levantar el corazón; mantener el buen humor; conservar la paz del alma; ayudar a la
salud; embellecer el rostro; inspirar generosidad. Sonríe a los tristes. Sonríe a los
tímidos. Sonríe a los amigos. Sonríe a los jóvenes. Sonríe a los ancianos. Sonríe en tu
familia. Sonríe en tus penas. Sonríe en tus pruebas.
Sonríe hasta que tu severidad y seriedad se hayan desvanecido.
Deja que todos se alegren con la simpatía y belleza de tu cara sonriente.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (1) , n. 1.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (II), n. 1.
Caminos de santidad: Bienaventuranzas que animan (IV), TODAS.
Caminos de santidad: Ejemplos que edifican (V), n. 1.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
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AMOR Y AMISTAD
«Muéstraine, Señor, el camino de tus leyes, y lo seguiré puntualmente» (Sal 118).
2. 1. DEFINIENDO EL AMOR Y LA AMISTAD
«El amor es un encuentro entre dos libertades».
«Arriar es buscar la felicidad del otro, y buscándola, encontrar la propia».
«Os invitamos -decía Pablo VI- a ser constructores abnegados de la civilización del
amor».
- «¿Qué es el amor?».
- «La ausencia total de miedo», dijo el Maestro. -«¿Y qué es a lo que tenemos miedo?».
- «Al amor», respondió el Maestro.
«No dejes crecer la hierba en el camino de la amistad».
«El victorioso tiene muchos amigos, el vencido buenos amigos».
«La amistad duplica las alegrías y divide la angustia por la mitad».
«Vosotros sois mis amigos... Ya no os llamo siervos..., no tengo secretos para vosotros»
(Jn 15, 14-15).
Ama y sabrás algo de Dios.
El amor no trata de comprender al amado, sino de unirse a Él. Amas a Dios y te acercas
a Él, y brota una empatía, una misteriosa comunión, un sabroso saber. Es el
conocimiento claros curo del enamoramiento o la comunión.
2.2. AMOR AL PRÓJIMO
«Ama a tu prójimo más que a tu vida...
Comparte todos tus bienes con tu prójimo y no digas que algo te es propio, pues si sois
partícipes en los bienes incorruptibles, ¿cuánto más lo debéis ser en los corruptibles?»
(Ep. Bernabé 19,5-8).
«El amor, como si fuerais mazorcas, os guarda para sí mismo.
Os desgrana, para que estéis desnudos.
Os cierne, para limpiaros de vuestro hollejo. Os muele, para que estéis blancos. Os
amasa, para que seáis blandos. Y luego os destina a su sagrado fuego, para que podáis
llegar a ser pan de holocausto en las sagradas fiestas de Dios» (G. K. Gibran).
Al amor fraterno verdadero le llamamos en cristiano CARIDAD.
Madre Teresa de Calcuta decía: «Amar debe ser tan natural como respirar».
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Fray Luis de León añadía: «La caridad es la belleza del alma».
2.3. ESTAMOS DIVINIZANDO EL AMOR
Es lo máximo. Se te pide que tu amor no sea humano, sino divino: que ames como
Cristo, con el mismo amor de Dios. ¿No ves que parece imposible? ¿Quién puede amar
con la generosidad, la intensidad y la gratuidad de Cristo? Él rompe todos nuestros
límites (Ef 1; Cor 13). ¿Quién puede amar con el poder y la misericordia de Dios?
Sería blasfemo solamente pensarlo. Pero Dios mismo «viene en ayuda de nuestra
flaqueza» porque nosotros «no sabemos amar como conviene», pero «el amor de Dios
ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado»
(Rm 5, 5).
Y ahora sí que podemos decir que amamos con el amor de Dios, que Dios mismo sigue
amando en y por nosotros.
«Amar es aquello que a los que están libres reduce a esclavitud y a los esclavos da la
libertad» (R. Lull).
2. 4. DAR Y DARSE
*«Si alguien te pide agua, no le des de beber; enséñale el camino que va a la fuente».
*«Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no a llevarla».
*«Dar-recibir, es mejor compartir».
*«Dar con amor no humilla al que recibe, eleva y dignifica al donante».
2.5. NO HUYAS DE TI MISMO
Existe una vieja leyenda popular, según la cual el cervatillo almizclero se dejó un día
seducir por el deseo de un misterioso perfume que lo atraía como si fuese una confusa
llamada, a la vez cercana e inalcanzable.
Desde aquel momento, la vida del almizclero se convirtió en un ansioso ir y venir
errante, sin conseguir jamás identificar la fuente de donde procedía aquel extraño y
atrayente perfume.
El último capítulo de la vida del almizclero es una tragedia: cada vez más fascinado y
fuera de sí por la atracción secreta, el cervatillo encuentra la muerte despeñándose por
un precipicio mientras buscaba su tesoro...
Y sólo entonces, del vientre destrozado por la caída, brota la bolsa rota del almizcle, que
esparce su aroma en aquel lugar de muerte.
2.6. «SI HAY AMOR, NO HAY PESO»
«Esta carga no es un peso para quien la lleva, sino alas para quien va a volar.
En efecto, las aves llevan el peso de sus alas. ¿Qué decir? Lo llevan y son llevadas por
él...
Si queriendo mostrarte misericordioso con el ave, sobre todo en verano, y diciendo:
«esta desdichada ave arrastra el peso de sus alas», se lo quitas, quedará en tierra aquella
a quien tú quisiste ayudar.
Carga, pues, con las plumas de la paz; recibe las alas de la caridad. Esta es la carga; así
se cumple la ley de Cristo».
«Para el que ama todo es suave y para el que no ama todo es pesado». (S. Agustín,
Serm. 164 y 30).
2.7. EL HOMBRE, MI HERMANO
¿El hombre es para el hombre «lobo» fiero? ¿O tal vez sea un «dios», un gran señor?
¿Es acaso un «infierno» de terror? ¿Un rival, un enemigo traicionero? Puede ser un
objeto placentero, o quizá sea un comercio tentador. Para otros es un voto de valor, o un
número, un dato de fichero. Sea para ti un dios humano, imagen de Dios viva y
encarnada, prolongación de ti mismo, otro hermano, carne de tus costados arrancada,
baremo de amor para el cristiano, encarnación de Cristo prolongada.
2.8. CÁNTICO A LA AMISTAD
Así define la amistad el Diccionario de la Real Academia: «El afecto personal, puro y
desinteresado, ordinariamente recíproco, que nace y se fortalece con el trato».
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«La amistad es el más perfecto de los sentimientos del hombre, pues es el más libre, el
más puro y el más profundo» (Lacordaire).
«La amistad que se puede concluir, nunca fue verdadera» (San Jerónimo).
«Una amistad delicadamente cincelada, cuidada como se cuida una obra de arte, es la
cima del universo» (Ortega y Gasset).
Conocido es este cántico a la amistad:
«Es el más noble de los sentimientos y es siempre el más humilde.
Crece al amparo del desinterés, se nutre brindándose y florece cada día con la
comprensión.
Su sitio está junto al amor, y únicamente los honrados pueden tener amigos, porque a la
amistad, el más ligero de los cálculos la lesiona.
Como es un bien reservado a los elegidos, resulta el sentimiento más incomprendido y
el peor interpretado. No admite sombras ni dobleces, rusticidades ni renunciamientos;
exige en cambio sacrificio y valor, comprensión y verdad.
¡Verdad! sobre todas las cosas».
2.9. EMPATÍA; COMPRENDER Y AMAR AL OTRO
La empatía, actitud fundamental de la comunicación humana, es lo mismo que
comprensión cordial del otro.
Es tener en cuenta al prójimo, interesarse por él, situarse entre él desde él mismo y no
desde nosotros.
Es «saberse meter en la piel del otro»...
Condición necesaria para la empatía es la benevolencia incondicional para con los
demás.
Es estar bien dispuesto hacia los otros, en postura que nos hace recibir cálidamente del
otro todo cuanto de él nos venga: su propia persona original e irrepetible (distinta de la
nuestra), con su propia historia, sus cualidades, sus limitaciones, sus sentimientos... (Lo
cual no significa aprobación de posibles ideas o comportamientos).
Sentir el mundo interior del otro como si fuera propio. Esfuerzo por salir de la propia
postura, del personalismo, modo de ver las cosas o sentirlas desde los otros.
2. 10. PALABRAS DE AMOR DE JESÚS
Son las más intensas y cariñosas:
«He deseado ardientemente comer esta Pascua con vosotros» (Lc 22, 15).
«Vosotros habéis perseverado conmigo en mis pruebas: y yo os voy a dar el Reino...
para que comáis y bebáis a mi mesa en mi Reino» (Lc 22, 28-30).
«Yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca» (Lc 22, 32).
«Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo» (Jn
13,1).
«Hijos míos, aún estoy un poco con vosotros» (Jn 13, 33). «Volveré otra vez y os
tornaré conmigo» (Jn 14, 3). «No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros» ((Jn 14,
18). «La paz os dejo» (Jn 14, 27).
«Padre Santo, guarda en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno, como Tú
y yo somos uno» (Jn 17, 1 1).
2. 11. GESTOS Y SIGNOS DE AMOR
A veces, las palabras son insuficientes; por eso se recurre a los gestos y los signos, que
se graban mejor.
* El lavatorio.
Es una expresión de amor delicado, humilde y servicial. Hay que fijarse en cada
detalle:
«Se levantó de la mesa»: se bajó, se puso a los pies de los discípulos. Es un grado más
en sus descendimientos.
«Se quitó el manto»: se despoja más y más.
«Se ciñó la toalla»: se puso en traje de faena.
«Echó agua en la jofaina»: los medios son sencillos, todavía no hay ducha ni baño en
casa. Jesús se ha encarnado en su tiempo.
«Comenzó a lavar los pies de sus discípulos»: es un servicio de esclavos. Pero esos pies
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sucios serán dichosos: son los pies de sus amigos; son los pies que anunciarán la paz.
Este gesto nos indica que hay muchas maneras de amar, que se puede amar con el
corazón y con las manos. ¡Hay tantas maneras de ayudarse y lavarse unos a otros!
Fijarse también que importa el hecho material, pero no sólo. Hay que añadir el respeto y
el cariño a la persona, servirla de abajo a arriba, ver en ella la presencia de Dios.
- «Si yo, el Señor y Maestro, os lavé los pies, también vosotros os los debéis lavar unos
a otros». No haría falta la explicación; pero, para que no nos quedemos sólo en
interpretaciones espirituales, Jesús nos ofrece esta enseñanza clara. Que nuestro amor se
parezca al suyo. Que nuestras manos continúen la obra que Él empezó.
«Dichosos vosotros si ponéis en práctica estas cosas que ya conocéis».
Una nueva bienaventuranza y una nueva llamada de atención.
Que no basta con saber muchas cosas: que lo que importa es practicarlas, al menos
alguna: que no amemos sólo de palabra, sino con los hechos y de verdad.
* Pan partido y copa rebosante.
- Es el signo más grande de su amistad y generosidad.
- Por la entrega. Como el pan se parte y la copa se derrama, así, su cuerpo se parte y su
sangre se derrama por nosotros.
- Por la unión. Como el alimento nos vivifica y se incorpora a nosotros, así, Cristo, al
dejarse comer, nos da vida y se hace uno con el que come. «El que me come vivirá por
mí».
- Por la permanencia. Es la mejor manera de quedarse con nosotros para siempre. Es el
mejor regalo de amistad; no nos regala cosas, sino que se regala Él mismo.
2.12. AMOR A CRISTO = AMOR A LOS POBRES
El mundo aplaudió a Jesucristo cuando Calcuta veneró los restos de Teresa de Calcuta.
Ella fue una obra de Jesucristo. Ella imitó a Jesucristo mirando a los pobres como lo
hacía Él.
Escogió los más pobres de los pobres por Jesucristo: «Mi sangre y mi origen son
albaneses. Pero soy ciudadana india. Soy monja católica. Por profesión, pertenezco al
mundo entero. Por corazón pertenezco por completo al Corazón de Jesús». Siempre dijo
que la explicación de su alegría era la Eucaristía.
Al Cardenal Arzobispo de Saint Louis, en Estados Unidos, que le pedía unas palabras
para su breviario, le puso:
- «Deje que Jesús se pueda servir de Vd. sin permiso».
¿De quién aprendió a tratar a los pobres?... De Jesucristo. «No se trata de hacer siempre
cosas por los pobres, sino de estar con ellos. Es lo que hacían San Juan y nuestra Madre
bendita al pie de la Cruz».
En los crucifijos que presiden las capillas de las Misioneras de la Caridad por todo el
mundo, puede leerse: Tengo sed, una de las palabras que Cristo pronunció en la Cruz.
- «Nuestro propósito es mitigar la sed infinita de Jesucristo en la Cruz por el amor de las
almas. Nosotros servimos a Jesús de entre los pobres, lo cuidamos, lo alimentamos, lo
vestimos y lo visitamos». Madre Teresa nos invita a mirar con más amor a los pobres.
¿Hay motivos más exigentes que cuidarle, alimentarle, vestirle, visitarle, hoy como lo
cuidaba, alimentaba, vestía y visitaba su Madre o los que fueron sus amigos en
Palestina?».
2.13. «COMO YO OS HE AMADO»
Esta es la verdadera novedad, el amor de Cristo.
Si se nos pide un amor como el suyo, estarnos ante una realidad distinta. Si se nos
manda que nos arriemos como Cristo, se trata, desde luego, de un mandamiento nuevo.
El amor de Jesucristo fue una realidad tan distinta, tan novedosa, que los que la
experimentaron tuvieron casi que inventar una palabra para expresarla: ágape, que
como sustantivo es un neologismo.
El amor de Jesucristo no tiene nada que ver con el amor que nosotros frecuentamos,
siempre mezclado con tantas impurezas e intereses o marcado por tantas limitaciones.
El amor de Jesucristo es: auténtico, limpio, gratuito, respetuoso, paciente, entrañable,
compasivo, oblativo, ilimitado, incondicional, universal, definitivo.
No es amor que se cultive en esta tierra.
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Imposible que estas doce cualidades, por poner un número, .se encuentren juntas en un
amor humano. Es más bien un amor propio de Dios.
No sabríamos qué admirar más. Damos alguna pincelada de los aspectos más
novedosos.
- Ama misericordiosamente, compasivo y enternecido ante cualquier miseria humana.
- Ama con preferencia a los más pobres y pequeños, los que menos seducen, los que no
pueden pagar, los que más necesitan.
-Ama a todos, superando exclusivismo o privilegios, haciendo del más lejano un
hermano, un próximo.
- Ama gratuitamente, desinteresadamente, sin pedir nada a cambio.
-Ama incondicionalmente, para siempre, pase lo que pase y suceda lo que suceda.
-Ama en comunidad, forjando comunión.
-Ama hasta el fin, hasta darlo todo, hasta darse del todo, amando más que a sí mismo,
hasta la muerte.
Esto es lo que distingue a los cristianos: vivir un amor como el de Jesucristo. No por las
cruces o los ritos se conoce a los cristianos, sino por el amor.
2.14. EL MEJOR REGALO: AMOR
- Muestras de afecto. Sé generoso en besos, abrazos y caricias. El amor necesita signos
y nunca debe darse por supuesto.
-La sonrisa. Quizá alguien pueda decirte un día: «Me he enamorado de una sonrisa».
- El buen hunior. Siembra alegría en los que amas. Olvida tus quejas y tus penas y
enciende la risa en el alma del otro.
- Escuchar. Es una de las cosas más importantes que puedes hacer por los demás. Así,
demuestras tu cariño y matas la soledad del otro. Escucha a fondo, sin interrumpir y sin
preparar la respuesta. Escucha, sin más.
- Escribir. El corazón siempre se esponja ante una carta, una postal, una nota... sencilla
como un «te quiero», o creativa como un poema.
- El cumplido. Demuestra que te fijas en los demás y que los otros cuentan para ti con
frases como estas: «te sienta bien ese traje», «me encanta tu vestido», «¡qué guapa estás
hoy!»...
- Jugar. Todos tenemos un juego que nos encanta. Busca el del otro y compártelo con
él.
- Respetar la soledad. Respeta la intimidad. Escabúllete a tiempo y dulcemente, dejando
al otro con su mismidad.
- La oración. Haz una lista mental de las personas que quieres y recórrela con Jesús.
Rezar por alguien es una forma de decir: «te aprecio tanto que a menudo le hablo a Dios
de ti».
2. 15. QUINCE PENSAMIENTOS SOBRE EL AMOR
1. No es la riqueza, sino la pobreza, la que no está bien repartida.
2. El amor es un piropo de Dios a los pobres.
3. «¿Me quieres?» -preguntó ella-. Pero no se preguntó: «¿le quiero?».
4. Hay palabras que respiran amor: hermano, ternura, belleza, santidad...
5. El undécimo, escuchar.
6. Quisiera estar enfermo de amor de Dios.
7. No te importe alegrarte, que hay una alegría buena. Pero alégrate con alguien.
8. Nunca es tarde si podemos amar un poco.
9. Todos los hombres deberíamos morir de amor, y nada más que de eso.
10. El matrimonio es un acto de amor que no acaba sino con la muerte.
11. A los hombres hay que amarlos siempre. Porque todos somos pobres en algo y
necesitamos afecto.
12. El dolor de los buenos es pasar inadvertidos.
13. El amor es el deseo... limpio.
14. Decía siempre «buenos días», pero no se los deseaba a nadie.
15. Recibió el disgusto con una sonrisa, y lo mató.
2.16. CUALIDADES DEL BUEN AMIGO
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«La amistad supone sacrificios, y sólo el que está dispuesto a hacerlos sin molestia
comprende la amistad» (Noel Clarasó).
«Cada virtud necesita un hombre, pero la amistad necesita dos» (Montaigne).
-Estas serían las cualidades más importantes del verdadero amigo:
-Te acepta como eres y te aprecia por ti mismo.
-Está junto a ti cuando lo necesitas.
-Respeta tu forma de pensar y te respeta y valora siempre.
-Es tu amigo aunque todos te abandonen.
-Te comprende también en los momentos de enfado.
-Jamás te traiciona ni habla mal de ti a tus espaldas.
-No es posesivo, te deja ser tú y ejercer tu libertad.
-Es comprensivo y fiel y jamás te aprecia por interés.
-Sabe tanto perdonarte como pedirte perdón.
-No admite jamás chismes ni cotilleos sobre ti.
-No es acaparador ni te quiere para sí de manera exclusiva.
-Te permite que estés abierto a otras amistades.
-Sabe salvar la amistad después de los enfados mutuos.
-Sabe guardar secretos y es sincero contigo.
-No gasta bromas pesadas que puedan molestarte.
-Te quiere tanto para lo bueno como para lo malo.
-Te dice los defectos con tacto y cariño.
-Sabe sacrificarse por conservar y fomentar la amistad.
-No es envidioso de tus éxitos. Al contrario, se alegra de tus éxitos como si fueran
propios.
-No te exige que seas perfecto; acepta tus limitaciones.
-El verdadero amigo está más interesado en dar que en recibir.
2.17. EL VERDADERO AMIGO
El beato Elredo, así veía al verdadero amigo:
«Este es el verdadero, perfecto, estable y constante amigo:
el que no se deja corromper por la envidia;
el que no se enfría por las sospechas;
el que no disuelve sus lazos por la ambición;
el que, puesto a prueba de esta manera, no cede;
el que, a pesar de tantos golpes, no cae;
el que, batido por tantas injurias, se muestra inflexible».
2.18. LETANÍAS DEL AMOR FRATERNO
L. Dios Padre que te das al Hijo, T. ten piedad de nosotros.
L. Jesucristo que te das al Padre, T. ten piedad de nosotros.
L. Espíritu Santo, fuente de toda generosidad, T. ten piedad de nosotros.
L. Del odio y de la envidia, T. líbranos, Señor.
L. Del resentimiento y del rencor, T. líbranos, Señor.
L. Del deseo de venganza, T. líbranos, Señor.
L. Del prejuicio y de la crítica amarga, T. líbranos, Señor.
L. De toda forma de egoísmo, T. líbranos, Señor.
L. De la injusticia y la mezquindad, T. líbranos, Señor.
L. De la tendencia a juzgar y de la murmuración, T. líbranos, Señor.
L. Del juicio temerario y de la calumnia, T. líbranos, Señor.
L. Del orgullo y la presunción, T. líbranos, Señor.
L. De la susceptibilidad y de la impaciencia, T. líbranos, Señor.
L. De la tendencia a aislarnos y encerrarnos, T. líbranos, Señor.
L. De la sospecha y la desconfianza hacia los demás, T. líbranos, Señor.
L. De cualquier forma de indiferencia y frialdad para con los hermanos, T. líbranos,
Señor.
L. De las palabras duras, T. líbranos, Señor.
L. De la descortesía y de la suspicacia, T. líbranos, Señor.
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L. Del ofuscamiento de las pasiones, T. líbranos, Señor.
L. Para que sepamos querer de verdad a nuestros hermanos, T. escúchanos, Señor.
L. Para que consigamos un solo corazón y una sola alma, T. escúchanos, Señor.
L. Para que nuestros sentimientos sean como los tuyos, T. escúchanos, Señor.
L. Para que nunca se divida nuestro espíritu, T. escúchanos, Señor.
L. Para que sepamos comprendernos y ayudarnos, T. escúchanos, Señor.
L. Para que reconozcamos nuestros errores y sepamos perdonarnos mutuamente, T.
escúchanos, Señor.
L. Para que gocemos sirviéndonos los unos a los otros, T. escúchanos, Señor.
L. Para que seamos sinceros y confiados entre nosotros, T. escúchanos, Señor.
L. Para que el mundo te vea en nuestro amor, T. escúchanos, Señor.
L. Para que cese la lucha de clases, T. escúchanos, Señor.
L. Para que la justicia social se cumpla en el amor, T. escúchanos, Señor.
L. Para que todos nos amemos en ti, T. escúchanos, Señor.
L. Jesús, que viniste al mundo para servir a los hombres, T. haznos semejantes a ti.
L. Jesús, que amas a los pobres, T. haznos semejantes a ti.
L. Jesús, que consuelas a los afligidos, T. haznos semejantes a ti.
L. Jesús, que sufriste por los pecadores, T. haznos semejantes a ti.
L. Jesús, que hablaste con cariño a los que te abofeteaban y traicionaban, T. haznos
semejantes a ti.
L. Jesús, que escuchaste el buen pensamiento del ladrón, T. haznos semejantes a ti.
L. Jesús, que alabaste al samaritano, T. haznos semejantes a ti.
L. Jesús, muerto en la cruz por nosotros, T. haznos semejantes a ti.
L. Jesús, que continúas renovando tu muerte por nosotros, T. haznos semejantes a ti.
L. Jesús, que te das en el alimento hasta a quienes te son infieles, T. haznos semejantes
a ti.
L. Santa María, Madre de los hombres, T. ruega por nosotros.
L. Nuestra Señora de la Visitación, T. ruega por nosotros.
L. Nuestra Señora de la Caridad, T. ruega por nosotros. Amén.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (1) , n. 3.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (II), n. 2. .
Caminos de santidad: Bienaventuranzas que animan (IV), AII, 1,2,3.
Caminos de santidad: Ejemplos que edifican (V), n. 2, 3.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI), n.
3
ANCIANOS
«Apártate del mal, obra el bien, busca la paz y corre tras ella» (Sal 33).
3. 1. ILUSIÓN POR LA VIDA
* «Necesito ayuda; la que tú me puedas dar».
* «Gracias por querer aprender de la experiencia de los mayores».
* «Ellos con su pasado hicieron posible nuestro presente».
* «Los viejos sin los niños son más viejos».
Con agradecimiento cantad a Dios de corazón, y cualquier actividad vuestra, de palabra
o de obra, hacedla en honor del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de
Él (Col 3, 16-17).
3.2. DIEZ NORMAS DE LOS ABUELOS PARA SER FELICES
1. Vivid con alegría esta etapa final del camino, el atardecer, descubriendo que, junto a
sus limitaciones, tiene también sus alegrías.
2. Aceptar pasar a un segundo plano en la vida de los hijos: en la toma de decisiones,
en la disposición de las cosas, en lo que se refiere a vuestros nietos...
3. Buscad el mayor conocimiento de un Dios que os espera con la misma ternura con
que vosotros esperabais, al caer de la tarde, el retorno de vuestros hijos.
4. Redescubrid el amor a ese hombre o a esa mujer con quien un día ya lejano fundasteis
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un hogar, tuvisteis unos hijos y fue envejeciendo junto a vosotros.
5. Cuidad el amor a vuestros hijos los cuales, a la vez que problemas, os aportan un
verdadero enriquecimiento intelectual, afectivo, de carácter...
6. Estrenad gozosos el amor a vuestros nietos -en los que habéis reencontrado a vuestros
hijos- dándoles vuestro ejemplo, vuestra conversación y vuestra ternura.
7. Entregaos, en asociaciones con vuestros mismos ideales, al servicio de la sociedad.
No dejéis que se pierdan estériles, vuestros valores y vuestra experiencia.
8. Aceptad las enfermedades que conllevan vuestras limitaciones. Pero tras ellas
descubrid la mano providente de Quien todo lo dirige al bien de los que ama.
9. Recordad finalmente, que hay cuatro palabras que os pueden ayudar para proceder
con acierto en el atardecer de la vida: arriar, comprender, disculpar...
10.... sonreír.
3.3. LECCIÓN DE VICENTE ALEIXANDRE
- «Vivir es conservar la capacidad de entusiasmo. Seguir vibrando por toda la vida que
sientes a tu alrededor y participar en ella.
- Vivir es saberse vivo hasta el instante final. Los años sólo enriquecen.
- Desde la altura de mi edad, puedo sentir la vida con conocimientos nuevos, pero con
los entusiasmos de siempre.
-Yo veo la vejez como un enriquecimiento; como un acumular saberes y experiencias.
Pero también es una conservación de la vida.
- Mientras se vive, se mantiene la capacidad de vivir, de sentir. La capacidad de
entusiasmo.
- La vejez... Esos viejos que se sientan a esperar la muerte, ya no viven.
- Mientras se vive hay que esperar la vida...».
3.4. ORACIÓN DEL JUBILADO
¡Señor!, enséñame a envejecer como cristiano.
¡Señor!, convénceme de que no son injustos conmigo:
- los que me quitan responsabilidad; - los que ya no piden mi opinión;
- los que llaman a otra persona para que ocupe mi puesto. ¡Señor!, quítame el orgullo de
mi experiencia anterior y pasada. ¡Señor!, quítame el orgullo de creerme indispensable.
Pero ayúdame, Señor, a ser todavía útil a los demás:
- que contribuya con optimismo y entusiasmo a los que ahora tienen responsabilidades;
- que viva sereno y humilde en medio de un mundo que cambia;
- que no me envuelvan las lamentaciones por el pasado que se fue;
- que acepte salir de los lugares de mis actividades profesionales, como acepto con
naturalidad sencilla la puesta de sol del atardecer.
¡Señor!, te doy las gracias por lo mucho que me has amado durante las horas de mi larga
vida.
¡Señor!, concédeme que mire con fe y esperanza cristiana el destino feliz y la vida
eterna que me tienes preparada.
¡Señor!, confío en Ti y desde el misterio de la Cruz redentora ayúdame en los días que
me queden en la nueva etapa de mi vida y oriéntame cada día en el camino hasta la
patria verdadera del Cielo, al que aspiro con todo mi amor.
3. 5. ORACIÓN DE LOS MAYORES
Oh, Dios Trinidad, somos los mayores de tu Iglesia. Aumenta en nosotros la Fe, la
Esperanza y la Caridad a fin de que Tú puedas:
- revelar tu amor a los niños por nuestra bondad,
- animar a los jóvenes por nuestra comprensión,
- ayudar a los adultos por nuestra disponibilidad,
- dar la paz a los mayores por nuestra serenidad,
- volver la confianza a los enfermos por nuestra atención,
- sostener a los probados de la vida por nuestra arnistad.
Gracias porque nos haces comprender que cuentas también con nosotros para dar
testimonio de tu Sabiduría a los hombres de hoy.
Por María y nuestros amigos del Cielo, nosotros nos confiamos a tu Amor; y, esperando
14
el día bienaventurado en que nos colmarás de felicidad, te ofrecemos nuestras vidas para
tu Gloria y salvación del mundo, oh Dios que nos amas ahora y siempre. Amén.
3.6. SÚPLICA AL ATARCEDER
Desde lo hondo de mi corazón me dirijo a Ti, Señor:
Da nueva luz a mis ojos para que vea tu fuerza en mis debilidades, y reconozca tu
presencia en mi soledad.
Enséñame a recordar el pasado y vivir el presente, a estar solo y acompañado.
Ayúdame a aceptar mis sufrimientos con paciencia y a gozar de las cosas pequeñas
que me regalas.
Alienta los latidos de mi corazón para que ame hasta el final y espere, agradecido la
Vida que no tiene fin.
3.7. ORACIÓN DEL ANCIANO ENFERMO
Padre Nuestro, te presentamos a los ancianos enfermos y te damos gracias porque has
sostenido su caminar y los has acompañado a lo largo de su vida. Ahora, Señor,
ayúdales a vivir el tiempo de la enfermedad con paciencia y esperanza.
Ayúdanos también a nosotros a atenderles con cariño, a aliviar sus sufrimientos, y a
reconocer en ellos tus dones. Ahora, Padre, en el atardecer de su vida, aviva en ellos la
fuerza de tu Luz porque sólo Tú eres la Vida sin ocaso. Amén.
3.8. ORACIÓN DE LA TERCERA EDAD
Será bueno que el anciano se haga muy amigo de esta preciosa Oración de la tercera
edad y la recite con frecuencia:
Señor, enséñame a envejecer. Convénceme de que la sociedad no comete ninguna
injusticia contra mí, si me va quitando responsabilidades, si no pide ya mi opinión, si ha
dicho a otros que me sustituyan.
Aparta de mí el orgullo de la experiencia adquirida y el considerarme indispensable.
Que mi salida del campo de acción sea sencilla y natural, como una feliz puesta del sol.
Señor, enséñame a envejecer. Amén.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad.- Decálogos que dirigen (I) , n. 4.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (II), n. 3.
Caminos de santidad: Bienaventuranzas que animan (IV), AY ,9, 10, 11.
Caminos de santidad: Ejemplos que edifican (V), n. 4.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
4
ÁNGEL DE LA GUARDA
«Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en ¡ni sendero» (Sal 118).
4. 1. EXISTENCIA Y DEVOCIÓN
La existencia de Ángeles Custodios ha sido confirmada desde el Génesis hasta el
Apocalipsis en las Sagradas Escrituras.
En el Nuevo Testamento los ángeles figuran en la Encarnación, en la Ascensión del
Señor, y siguen al lado de los apóstoles defendiéndolos de las insidias de sus enemigos.
Toda la Historia Santa está llena de su presencia. ¡Cómo, pues, no creer firmemente en
su existencia!
Los Ángeles Custodios nos enseñan a seguir el camino de la verdad; acuden a librarnos
de las malas tentaciones, si solicitamos su ayuda.
La experiencia nos enseña claramente que cada uno de nosotros tenemos nuestro propio
Ángel Custodio. Como no nos detenemos a reconocerlo, nos pasa desapercibido, pero...
¡de cuántas calamidades nos ha librado!
También cualquier colectividad, bien sea vecinal, regional o nacional, goza de su gracia.
Tiene su Ángel Custodio.
La fiesta de los Ángeles Custodios fue establecida por un Decreto del Papa Pablo V, el
15
año 1608, y el Papa Clemente X la introdujo en la liturgia de toda la Iglesia,
determinando que se celebrara el día 2 de octubre.
La palabra ángel significa mensajero. En la vida de la Iglesia los ángeles ejercieron con
frecuencia esta misión; así sabernos que estuvieron presentes en los momentos más
trascendentales de nuestra religión. En la Anunciación a María como Madre de
Jesús. En el Nacimiento de su Hijo Nuestro Señor, en su Pasión y Muerte, en su
Resurrección...
Conocemos el nombre de algunos ángeles: San Gabriel, San Rafael y San Miguel, y
otras veces se les llama simplemente «Ángeles del Señor» o «Custodios».
Recordemos la prodigiosa liberación de San Pedro. Una vez en libertad se dirigió a la
casa de San Marcos, y todos sorprendidos al escuchar su voz dijeron: «Será su
custodio» (Hch 12, 15).
No olvidemos, pues, a nuestro Ángel Custodio; la fe nos dice que no tiene más misión
que atendernos, custodiarnos, defendernos. Es un enviado de Dios para cuidar de
nosotros, pobres criaturas. Debemos, pues, tenerle muy presente y ser agradecidos.
4. 2. ORACIÓN A SAN RAFAEL ARCÁNGEL
¡Arcángel Rafael!, protector de peregrinos, viajeros y caminantes...
A ti, cuyo nombre significa «Medicina de Dios», suplico - que seas compañero durante
mi peregrinar por la vida... - me ayudes a encontrar solución para mis necesidades... - y
a conservar la alegría en la salud, - la serenidad en la enfermedad - y siempre la
esperanza. Amén.
4.3. DIÁLOGO DE LA VIRGEN DEL CARMEN, EL ÁNGEL Y EL ALMA
El alma al Ángel:
- «Ángel de la Guarda, ¿estás aquí? Buenos días nos de el Señor a ti y a mí. Si vas a la
gloria, a la Virgen del Carmen le das memorias. Si te pregunta que quién se las manda,
dile que una pecadora que por el mundo anda...».
La Virgen del Carmen al Ángel:
- «Dile a esa pecadora que me las ha mandado, que a la hora de su muerte estaré a su
lado».
4.4. AHORA SÍ CREO EN EL ÁNGEL DE LA GUARDA
Carlos era un niño un poco rebelde. Un día dijo a su madre:
- «Madre, yo no creo en los Ángeles, yo sólo creo en Jesús. ¿Por qué tengo que creer en
unos señores voladores?».
Evidentemente, a Carlos le faltaba por aprender un par de cosas sobre sus mejores
amigos, y su madre así se lo explicó:
- «Tu Ángel de la Guarda ha hecho muchísimo por ti desde el momento de tu
concepción y seguirá haciéndolo en cada momento de tu vida: Te avisa cuando tienes
algún peligro, te inspira cuando vas a hacer algo mal, para que no lo hagas, reza
constantemente por ti y te ilumina. Todos tenemos nuestro Ángel de la Guarda. Son
muy buenos amigos nuestros».
Después de esta charla, durante la cual Carlos guardó mucho silencio, se marchó sin
estar convencido. No llegaba a entenderlo del todo.
Transcurridos muchos años, cuando Carlos era mayor, tuvo que viajar lejos de su casa
para trabajar. Un día llamó a su medre:
- «Madre -dijo con una voz ronca-, ahora entiendo lo que me explicaste».
-«¿Sobre qué?», le preguntó su madre.
- «Sobre los Ángeles, por supuesto. Son reales -exclamó entusiasmado-. Esta mañana
salía de rezar de una iglesia y me sentía todo lo feliz que puede sentirse un hombre.
Carniné entre la muchedumbre de la plaza, crucé la calle para dirigirme a la parada del
autobús y, de pronto, sentí la presencia de algo resplandeciente junto a mí. Hacía un día
maravilloso y pensé que era el reflejo de la luz del sol. Pero me equivocaba. Se trataba
de un hermoso Ángel, con una serena sonrisa en el rostro. Comencé a ponerme
nervioso. Entonces volví la cabeza para mirar hacia una plaza y comprobé que cada uno
tenía su propio Ángel. Subí al autobús y miré a mi alrededor. Cuatro o cinco niños
hacían travesuras al fondo del autobús y sus Ángeles jugueteaban sobre sus cabezas. Un
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par de ancianas chismorreaban y sus Ángeles miraban con tristeza. Cuando miré por la
ventana, vi a un borracho sentado en la acera y su Ángel le cogía del hombro,
intentando consolarlo».
- «Dios quería que supieras que existían los Ángeles», le dijo su madre llena de alegría.
Ojalá todas las noches le recemos la oración que compuso san Juan Berschmans:
«Ángel de la Guarda, dulce compañía. No me desampares ni de noche ni de día. No me
dejes solo que me perdería».
4. 5. INVOCACIONES AL SANTO ÁNGEL DE LA GUARDA
Santo Ángel, mi consejero, inspírame; Santo Ángel, mi defensor, protégeme; Santo
Ángel, mi fiel amigo, pide por mí; Santo Ángel, mi consolador, fortaléceme; Santo
Ángel, mi hermano, defiéndeme; Santo Ángel, mi maestro, enséñame; Santo Ángel,
testigo de todas mis acciones, purifícame; Santo Ángel, mi auxiliar, ampárame; Santo
Ángel, mi intercesor, habla por mí; Santo Ángel, mi guía, dirígeme; Santo Ángel, mi
luz, ilumíname; Santo Ángel, a quien Dios encargó de conducirme, gobiérname.
4.6. LETANÍAS DE LOS ÁNGELES DE LA GUARDA
Señor, ten piedad. Cristo, ten piedad. Señor, ten piedad. Cristo, óyenos. Cristo,
escúchanos. Dios, Padre celestial,
Dios Hijo, Redentor del mundo, Dios Espíritu Santo, Santísima Trinidad que sois un
solo Dios, Santa María, Santa Madre de Dios, Reina de los Ángeles, San Miguel, San
Gabriel, San Rafael,
Todos los Santos Ángeles y Arcángeles, Santos Ángeles de la Guarda,
Santos Ángeles de la Guarda, que contempláis sin cesar el rostro del Padre Celestial,
Santos Ángeles de la Guarda, que nunca os apartáis de nuestro lado,
Santos Ángeles de la Guarda, que estáis junto a nosotros con amistad celeste, Santos
Ángeles de la Guarda, nuestros fieles exhortadores.
5
APOSTOLADO
«Me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el sendero
justo» (Sal 22).
5. 1. MANOS QUE EVANGELIZAN
No tenemos en nuestras manos las soluciones para los problemas del mundo, pero,
frente a los problemas del mundo, tenemos nuestras manos.
Cuando el Dios de la historia venga, nos mirará las manos.
Pero quizá entonces encontraremos muchas sorpresas. No todo aquel que predicó,
escribió o recibió aplausos como celoso apóstol sea quien salvó las almas... Pudo hacer
mucho más la oración de una viejecita o el sacrificio callado de una madre de familia
que el apostolado externo de un fogoso misionero o apóstol.
En este sentido es bonito recordar que en la vida de San Buenaventura se cuenta que el
Hermano Juan, un día admiraba la sabiduría del Doctor Seráfico y se lamentaba de no
tener tanta ciencia como él para poder salvar almas.
San Buenaventura, que estaba escribiendo cosas muy serías de Teología, dejó la pluma
y se volvió al Hermanito Juan y le dijo:
-«Hermano Juan, ahora veo lo ignorante que es Vd. ¿No sabe que cualquier viejecita,
que no sabe leer ni escribir, puede amar más a Dios y salvar más almas que yo?».
El Hermano Juan, como si hubiera visto el cielo, abrió la ventana de la habitación y
comenzó a gritar:
-«¡ Viejecita, viejecita! ¿Sabes que puedes amar más a Dios y salvar más almas que el
Padre Buenaventura?».
5. 2. VIDA CONTEMPLATIVA
Hoy recordamos a esas antorchas que iluminan nuestras noches. No se repara en ellas,
pero dan luz. Son personas, mujeres v hombres, que se han dejado coger por el Amor. Y
ha prendido rn ellos de tal forma, que han empezado a arder.
Dios pone en ellas el Fuego, la Llama, el Espíritu. Es una energía de amor. Ellas ponen
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la cera, la materia que alimenta la llama. Ponen su fe y su acogida; ponen su cuerpo y su
alma; ponen su oración y su trabajo; ponen su caridad y sus servicios; ponen su
capacidad de escucha y entrega. El Amor que reciben las convierte en amor.
Hablamos de la vida contemplativa. Son los que se recogen, no ya para contemplar, sino
para amar. Hacen silencio, para escuchar la Palabra y las palabras. No sólo escuchan a
Dios, sino que escuchan al hermano, escuchan los gemidos de la humanidad.
Se retiran para estar más cerca de todos, pero en el corazón. Quieren ser, como la
doctora Teresa del Niño Jesús, el corazón de la Iglesia, el corazón del mundo.
Hablan a Dios de los hombres, hablan a los hombres de Dios.
Son testigos de la experiencia divina, algo que tanto necesitamos.
Son profetas del mundo futuro.
Viven un anticipo del Reino: por su caridad, por su unión, por su alegría. Viven en Dios
y para Dios.
5. 3. LAS CARTAS DE COMUNIÓN Y LA FRATERNIDAD
Cuando un cristiano salía de viaje, recibía de su obispo una carta de recomendación, una
especie de salvoconducto, en virtud del cual siempre que llegaba a una comunidad de
fieles, era acogido amistosamente y alojado de balde.
Esta institución, cuyo origen se remonta a la época apostólica, no era sólo ventajosa
para los seglares, por ejemplo los comerciantes cristianos, sino también para los
obispos. Sin grandes dispendios podían enviar mensajeros y cartas a todas las partes del
imperio. Sólo así se explica la activísima correspondencia que los prelados mantenían
entre sí.
Estos salvoconductos eran conocidos con el nombre de cartas de comunión o cartas de
paz, pues acreditaban que el viajero pertenecía a la comunión y, por consiguiente, podía
recibir la Eucaristía.
A menudo se las llama también, sucintamente, tesserae, palabra usada aun hoy en
italiano para indicar toda clase de contraseñas o cédulas de identidad. De ahí que
Tertuliano llame al sistema entero Contesseratio hospitalitatis, la «cédula de la
hospitalidad».
Hoy también los misioneros en las misiones y cada cristiano en su propio pueblo o
ciudad debe procurar ser «carta de comunión, de hospitalidad y de paz». Muchos no
verán otra carta que nuestras propias personas.
5.4. HAREMOS MORADA EN ÉL
Es una palabra de amor: «haremos morada en él». Hasta qué punto Dios nos ha amado,
que no sólo nos habla desde fuera, sino que se hace palabra en nosotros; que no sólo se
acerca, sino que se hace intimidad en nosotros; es un amor entrañado en nosotros.
Ser morada de Dios es lo más que podemos desear.
No hace falta aspirar al cielo, porque ya el cielo está en nosotros, porque ya somos un
cielo.
No hace falta ir al templo, porque te has convertido en templo. Eres lo más valioso de la
Creación.
Dios mora en nosotros, pero no de una manera pasiva. Dios está recreando,
pronunciando su palabra, amando.
Cada vez que dice su palabra, cada vez que ama, nos transforma, nos diviniza, nos hace
partícipes de su Palabra y Amor, dicho de otra manera, nos llena de su Espíritu.
Algunas consecuencias:
- Ya nunca puedes sentirte solo. Tienes una divina compañía.
Ya nunca puedes sentirte triste o débil. Tienes el consuelo y la fuerza de Dios contigo.
Ya no puedes despreciarte o deprimirte. Tienes una maravillosa dignidad.
Ya no puedes marginar o menospreciar al pobre ni a nadie, porque también ellos están
tocados por la divinidad.
Ya no puedes quedar indiferente ante los hermanos que viven arruinados física y
espiritualmente, porque son profanaciones de la morada de Dios.
- Ya no puedes guardar para ti estos tesoros, tendrás que hacer como Cristo, llevar al
mundo la palabra y el amor.
- Y ya no podrás conformarte con dedicar un ratito a la oración, sino que debes orar
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siempre, abierto a la presencia de Dios.
- Ya no podrás hacer nada por tu cuenta, debes escuchar el parecer de los que te habitan.
-- Ya no puedes vivir para ti, has de vivir para ellos y has de vivir como ellos, creando
la comunión.
5. 5. SEÑOR, ENSÉÑANOS A SER APÓSTOLES
* Para ser verdaderos apóstoles de la paz, enséñanos a ser amables con los demás.
* Para ser verdaderos apóstoles de la libertad, enséñanos el respeto hacia los demás.
* Para ser verdaderos apóstoles de la justicia, enséñanos a sufrir con los demás.
* Para ser verdaderos apóstoles de la esperanza, enséñanos a estar alegres con los
demás.
* Para ser verdaderos apóstoles del amor, enséñanos a escuchar el clamor de los demás.
* Para ser verdaderos apóstoles de la Iglesia, enséñanos la fidelidad y la militancia.
* Para ser verdaderos apóstoles de la fe, enséñanos tu verdad.
5. 6. SÚPLICA A JESÚS DE UN SANTO CARDENAL
Jesús mío, ayúdame a esparcir tu fragancia dondequiera que yo vaya:
Inunda mi alma con tu espíritu y tu vida; penetra todo ¡ni ser y toma de él posesión de
tal manera, que mi vida no sea en adelante sino una irradiación de la tuya.
Quédate en mi corazón con una unión tan íntima, que las almas que tengan contacto con
la mía puedan sentir en mí tu presencia y que al mirarme, olviden que yo existo y no
piensen sino en Ti.
Quédate conmigo. Así podré convertirme en la luz para los otros...
Esa luz, oh Jesús, vendrá toda de Ti; ni uno solo de sus rayos será mío: yo te serviré
apenas de instrumento para que Tú ilumines a las almas a través de mí.
Déjame alabarte en la forma que te es más agradable, llevando mi lámpara encendida
para disipar las sombras en el camino de otras almas.
Déjame predicar tu Nombre con palabras o sin ellas... con mi ejemplo, con la fuerza de
tu atracción, con la sobrenatural influencia de mis obras, con la fuerza evidente del amor
que mi corazón siente por Ti (Cardenal Newman).
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (1) , n.5.
Caminos de santidad: Ejemplos que edifican (V), n.7.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
6
CAMINAR
Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo» (Sal 22).
«¡Oh hombre!, no descanses; procura descanso a los demás».
6. 1. DIOS CAMINA CONMIGO
Una noche soñé que iba andando por la playa con Dios.
Y que se proyectaban en el cielo muchas escenas de mi vida. En cada cuadro veía
huellas de pisadas en la arena. A veces las de dos personas y otras solo las de una.
Observé que durante los períodos más difíciles de mi existencia, se veían las huellas de
una sola persona.
Y dije:
- «Me prometiste, Señor, que siempre caminarías a mi lado. ¿Por qué cuando más te
necesité no estabas conmigo?». Él respondió:
-«Cuando viste las huellas de una sola persona, hijo mío, fue cuando tuve que llevarte
en brazos».
6.2. CANTA, PERO CAMINA COMO JESÚS, COMO MARÍA
1. El canto nos ayuda a caminar, el camino estimula nuestro canto. El canto mismo se
hace camino, y el camino se convierte en canción.
2. Para nosotros, el camino se escribe con mayúsculas. So¡nos «los seguidores del
Camino» (Hch 9, 2). Seguir este Camino es la más bella sinfonía. Y para nosotros el
19
canto del Camino es el Amor (también se escribe con mayúscula).
3. Se canta más con el corazón que con la lengua; se canta más con la vida que con las
palabras; se canta con la melodía del amor.
4. Somos, pues, los gozosos y exultantes seguidores del Camino, los caminos que no
dejan de cantar; o, dicho de otro modo, somos los que creen y los que viven en el amor;
somos pequeños Cristos cantores, caminantes por las rutas del amor.
5. Seamos también, si me lo permitís, las Madres de Cristo. Me imagino a María
caminando por las montañas de Judea al encuentro de Isabel. Cada uno de sus pasos
sería un canto bellísimo. Todo el cielo pendiente de sus pasos y de su canto. Caminaba
en Cristo y para el amor. Cantaba desde el Espíritu, del que se sentía llena. Acordes
inefables, los que brotaban de su corazón.
6. María, embarazada de Dios e inspirada por su Espíritu de amor, María es el Cantar de
los cantares. Y la Virgen de la Visitación es la Virgen de la caridad, la que camina.
6.3. DESEOS DE SUPERACIÓN: SIEMPRE ADELANTE
El día 30 de enero de 1948, a las cinco y cuarto de la tarde, en el jardín de Birla House
de la ciudad de Delhi, fue asesinado Gandhi. Cayó víctima de los disparos que hizo
sobre él Nathuram Godse.
Cuando Gandhi, aquella tarde, cayó bajo las balas, las últimas palabras fueron:
-«¡Hai Rama, Ha¡ Rama! (¡Oh Dios, Oh Dios!).
En la mañana de aquel mismo día Gandhi oró con la plegaria de este antiguo himno
gujarati, que mandó cantar a su nieta Manubhen:
«Ya te sientas fatigado o no, ¡oh hombre!, no descanses; no ceses en tu lucha solitaria
sigue adelante y no descanses.
Caminarás por senderos confusos y enmarañados
y sólo salvarás unas cuantas vidas tristes. ¡Oh hombre!, no pierdas la fe, no descanses.
Tu propia vida se agotará y anulará y habrá crecientes peligros en la jornada.
¡Oh hombre! soporta todas esas cargas, no descanses.
Salta sobre tus dificultades aunque sean más altas que montañas, y aunque más allá sólo
haya campos secos y desnudos. ¡Oh hombre!, no descanses hasta llegar a esos campos.
El mundo se oscurecerá y tú verterás luz sobre él y disiparás las tinieblas.
¡Oh hombre!, aunque la vida se aleje de ti, no descanses. ¡Oh hombre!, no descanses;
procura descanso a los demás».
6.4. SER CAMIONERO
Aunque en este apartado nos referimos al caminar hacia Dios... queremos también
colocar aquí estos dos apartados que hacen referencia al caminar por los caminos
humanos...
¿Qué es ser camionero?:
• Ser camionero es ser un nuevo caballero andante de la ruta. Es poseer la fuerza y la
destreza pero emplearlas para ayudar al débil e inexperto. Es sacar la mano para frenar
al que adelanta temerario o para animar el avance del tímido. Es ejercer un difícil
magisterio: ser catedrático en la universidad del asfalto.
• Ser camionero es tejer la intrincada madeja de todos los caminos, convirtiéndose en
verdadero experto en relaciones públicas. Gracias a él se abrazan a diario regiones y
pueblos que sin su esfuerzo jamás se hubiesen conocido. Él une el norte con el sur, el
este y el oeste. Él sube lo de abajo y baja lo de arriba. Él nos trae lo otro y nos lleva lo
nuestro.
• Ser camionero es convertirse en eterno forastero. Es vivir alejado de la propia familia
con el honrado afán de que otros seres no carezcan de nada al lado de la suya. Es no
tener un horizonte como propio porque tiene infinitos tras de cada cambio de rasante.
* Ser camionero, no uno, ni cien, sino millones de hornbres, es dotar a cada sociedad de
una especie de glóbulos que integran esa sangre que vigoriza la riqueza de un mercado
nacional cuyas arterias son las propias carreteras.
* Ser camionero es todo eso. Y por eso, justamente por eso, tengo el orgullo de, además
de ser hombre... ¡ser camionero!
6. 5. ORACIÓN DEL AUTOMOVILISTA
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Dame, Señor, mano firme y mirada vigilante, para que a mi paso no haga daño a nadie.
A Ti, Señor, que das la vida y la conservas, suplico guardes hoy la mía en todo instante.
Libra, Señor a quienes me acompañan de todo mal: choque, enfermedad, incendio o
accidente.
Enséñame a hacer uso también de mi coche, para remedio de las necesidades ajenas.
Haz que no me arrastre el vértigo de la velocidad, y que, admirando la hermosura de
este mundo, logre seguir y terminar mi camino con toda felicidad.
Te lo pido, Señor, por los méritos de tu Santísima Madre, que también lo es nuestra, y
por intercesión de San Cristóbal, especial protector de los conductores.
Amén.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (1) , n.6.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (II), n. 4.
Caminos de santidad: Bienaventuranzas que animan (IV), Al, 12.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
7
CONVERSIÓN
«Has puesto mis pies en un camino ancho... Piedad, Señor que estoy en peligro» (Sa
30).
7. l. ¿QUÉ ES CONVERTIRSE?
«Ya ha llegado el tiempo. El Reino de Dios está muy cerca; convertíos y creed en la
Buena Noticia» (Mc 1, 15). «Para venir a lo que no sabes, has de ir por donde no sabes.
Para venir a lo que no posees, has de ir por donde no posees. Para venir a la que no eres,
has de ir por donde no eres...» (S. Juan de la Cruz).
7.2. PENITENCIA CON AMOR
• Las penitencias, si no van bien movidas y alentadas por el amor, habremos perdido el
tiempo y a lo mejor hasta la salud o, al menos, la alegría. No puede haber ejercicio
cuaresmal que no nos llene de amor y de alegría.
• Es todo un círculo virtuoso: cuando hacernos las cosas por amor sacamos más amor.
El 6 de julio de 1591 San Juan de la Cruz escribía a la Priora carmelita de Segovia:
«Donde no haya amor, ponga amor, y sacará amor».
• Si rezamos, por ejemplo, desde el amor, terminaremos amando más. Y si amamos
más, rezaremos mejor. Y así decimos que rezamos desde el amor y para amar,
ayunamos desde el amor y para amar...
* El mismo Juan de la Cruz (+14. 12. 1591), escribió en sus Avisos: «A la caída de la
tarde seremos juzgados en el amor» (A. 59).
7.3. UN CORAZÓN PERMANENTEMENTE NUEVO
* A lo largo del tiempo de Cuaresma y Pascua se nos insiste sobre la necesidad de
cambiar de corazón. Pedimos al Señor, con los profetas, que cambie nuestro corazón de
piedra por un corazón de carne, que nos dé un corazón nuevo, grande, sensible,
generoso, como el corazón de Cristo.
* Este cambio de corazón, es decir, de lo más profundo de nuestro ser, las mismas raíces
de nuestra personalidad, es lo que llamamos conversión. Sabernos que esto, por
desgracia, no se va a hacer en un día ni en una Cuaresma, sino que habrá que
convertirse día a día, progresiva y permanentemente. Tenemos que vivir en estado de
conversión.
* Esta es la exigencia radical de nuestro bautismo y de los sacramentos de la iniciación
cristiana; sacramentos que de algún modo están presentes en toda la liturgia cuaresmal y
pascual.
* Sacramentalmente hemos muerto con Cristo para resucitar con Él y vivir la vida nueva
de su Espíritu. Si esto lo tuviéramos ya perfectamente conseguido, no necesitábamos
más celebración.
* Pero la verdad es que tenemos que estar muriendo cada día con Cristo y resucitando
cada día con Cristo, crucificando nuestros pecados cada Cuaresma, para confirmarnos
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con Cristo resucitado cada Pascua.
* Es la conversión permanente.
7.4. TRES CARAS DEL CORAZÓN
Al hablar del corazón nuevo, nos hará bien recordar un sencillo pensamiento de Fray
Luis de Granada. Decía este clásico que el hombre debiera tener:
- un corazón de hijo para con Dios, un corazón de madre para con los demás,
- un corazón de juez para consigo mismo.
Puede ser una buena ¡neta para decidir y alcanzar una auténtica conversión.
7. 5. ¡TARDE TE AMÉ, OH HERMOSURA!
San Agustín de Hipona (354-430), hombre dotado de toda clase de dones, no fue feliz
hasta que se encontró con el Señor, con la Divina Hermosura. Así nos lo cuenta él en su
Libro de las Confesiones:
«Yo buscaba el camino para adquirir un vigor que me hiciera capaz de gozar de ti, y no
lo encontraba hasta que me abracé al mediador entre Dios y los hombres, el hombre
Cristo Jesús, el que está por encima de todo, Dios bendito por los siglos, que me
llamaba y me decía: Yo soy el camino de la verdad y la vida, y el que mezcla aquel
alimento, que yo no podía asimilar...
¡Tarde te amé, Hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé!
Y tú estabas dentro de mí y yo fuera, y así por fuera te buscaba; y deforme como era,
me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste.
Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo.
Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no existirían.
Me llamaste y clamaste, y quebrantaste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y curaste
mi ceguera; exhalaste tu perfume, y lo aspiré, y ahora te anhelo; gusté de ti, y ahora
siento hambre y sed de ti; me tocaste, y deseé con ansia la paz que procede de ti».
7.6. CAMBIO-CONVERSIÓN
* Cambia la orientación de tu vida. No seas un hombre:
- que vive para trabajar,
- que trabaja para lucrar,
- que gana para consumir,
- que consume para volver a trabajar,
- y se embrutece en círculos viciosos, convertido en esclavo manipulado.
* Debes ser un hombre:
- que trabaja para vivir,
- que vive para crear,
- que crea para compartir, - que comparte para unir,
- que se une para más amar, desarrollando en plenitud, libre y solidario, la imagen
perfecta de Dios.
* Cambia el estilo de vida y los verbos que utilizas para conjugarla. Cambia el tener por
el ser, el poder por el servir, el placer por el amar. Pasa del acaparar al compartir, del
rivalizar al cooperar, del juzgar al comprender, del convenir al crear.
• Cambia los gestos de tu vida. No sean desconfiados, violentos, tristes, egoístas. Fíjate,
por ejemplo, en tu mano, solamente en la mano. La mayoría de las veces va cerrada y
aún apretada en puño. Significa apego y violencia. Cambia. Lleva la mano abierta en
actitud generosa y pacífica, y dispuesta a buscar otras manos abiertas, para enlazar en
actitud amistosa y solidaria.
• Cambia tú: no un poco; cambia mucho; no de vestido, sino de piel; cambia
radicalmente, como si volvieras a nacer, pasando por el fuego, como si te trasplantaran
cerebro y corazón a la vez. Es la conversión.
* Una mente nueva y un corazón nuevo, con los criterios, ideales, sentimientos y
actitudes del hombre nuevo. Sé otro, que en el fondo es pedirte que seas tú mismo.
•
No es fácil. No se consigue sin dramáticos combates intensos y sin la ayuda del
gran Médico.
• Cambia todo: no sólo tu vida, sino el entretejido de todas las vidas, las estructuras que
envuelven unas vidas y otras, la sociedad. Y cambia, desde luego, la Iglesia, que ha dee
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ser siempre reformada, siempre joven, siempre nueva. Porque «lo contrario de un
pueblo cristiano es un pueblo de viejos» (Bernanos).
7.7. ¡PERDÓNAME, SEÑOR!
Dios, Padre lleno de clemencia, corno el hijo pródigo, que marchó hacia tu encuentro, te
digo:
«He pecado contra ti, ya no merezco llamarme hijo tuyo». Cristo Jesús, Salvador del
mundo, como el ladrón al que abriste las puertas del paraíso, te ruego:
- «Acuérdate de mí, Señor, en tu reino».
Espíritu Santo, fuente de amor, confiadamente te invoco:
- «Purifícame, y haz que camine como hijo de la luz.
Recuerda, Señor que tu ternura y tu misericordia son eternas; no te acuerdes de los
pecados ni de las maldades de mi juventud; acuérdate de mí con misericordia, por tu
bondad, Señor.
Misericordia, Dios mío, por tu bondad. Aparta de mi pecado (u vista, borra en mí toda
culpa. ¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme.
Jesús, Hijo ele Dios, apiádate de mí, que soy un pecador.
Dios mío, con todo mi corazón me arrepiento de todo el mal que he hecho y de todo lo
bueno que he dejado de hacer. Al pecar, te he ofendido a ti, que eres el supremo bien y
digno de ser amado sobre todas las cosas. Propongo firmemente, con la ayuda de tu
gracia, hacer penitencia, no volver a pecar y huir de las ocasiones de pecado. Señor: Por
los méritos de la pasión de nuestro Salvador Jesucristo, apiádate de mí».
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Ejemplos que edifican (V), n. 8.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
8
DIOS PADRE
«Roca mía, ¿por qué voy andando sombrío, hostigado por mi enemigo?» (Sal 41).
8. 1. CONFIANZA EN DIOS
El papa san Pío X desde niño repetía: - «Dios proveerá».
Quiso crear el Instituto Bíblico de Roma. Ante la falta de recursos, hace nueve novenas.
Aparece el donante y comenta a un jesuita:
- «Lo esperaba, como se espera la llegada del tren, aunque traiga retraso. Aquí nuestra
desconfianza ha causado el retraso».
8.2. MANOS DE DIOS
La Biblia habla 348 veces de las manos de Dios. Se han podido besar las manos de
Dios, besando las manos de Jesucristo.
¡Oh las manos de Jesucristo! Trabajando, consolando, levantadas para orar, abrazando,
bendiciendo...
¿Qué serían las manos de Jesús Niño unidas para orar a Dios Padre?
¿Y las de María abrazando a su Hijo Jesús?
(Cfr. Caminos de santidad: II Semillas que dan vida, cap. 4, Nos: 6-10).
8.3. DIOS ES AMOR
1. Nuestro corazón es un poco parecido al de Dios, porque estamos hechos a su imagen
y semejanza
2. No preguntéis a vuestras pasiones, sino a vuestro corazón.
3. No preguntéis a vuestras razones, sino a vuestro corazón.
4. En el núcleo íntimo de vuestro ser tenéis un sello divino.
5. En vuestras mejores aspiraciones y deseos late una llamada de Dios.
6. En vuestros mejores sentimientos hay una vivencia de Dios.
7. En vuestra delicadeza, generosidad y entrega encontráis una realidad de Dios.
Entenderéis a Dios, amando; encontraréis a Dios, amando; participaréis de Dios,
amando. «Porque Dios es amor» (1 Jn 4, 8. 16).
Jesús continuó explicándonos todo su amor, amándonos.
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8. 4. HAY UN DIOS
* Hay un Dios creador, purísimo, omnipotente, cuya gloria publican los cielos con sus
inenarrables excelencias, cuyo poder ostentan luminosamente los astros que se
columpian en el espacio y en ese firmamento estrellado que sirve de manto a la tierra.
Los mares son una muestra de su omnipotencia.
*Los valles con su rica vegetación, los montes con sus árboles y cascadas, las llanuras
matizadas de árboles y arbustos, los campos atravesados por ríos y arroyos, heraldos son
de su infinita grandeza.
* Las aves que cruzan la región del aire, llenándola de armonía, pregonan su admirable
solicitud.
* El día con sus torrentes de luz anuncia su majestad a otro día, y la noche con sus
innumerables estrellas cuenta a la siguiente noche las alabanzas del Creador.
8. 5. PERDÓN DE DIOS
* Eres grande, Señor, en esos mundos que del vacío suspendió tu mano.
* Eres grande, en el mar indómito y arcano, de senos insondables y fecundos.
* Eres grande en las mudas soledades de las nieves intactas y la arena.
* Grande es tu poderío cuando enfrenta tu voz las fragosas tempestades.
* De imponderable majestad blasonas cuando bates y humillas al impío...
* Pero es más grande tu poder, Dios mío, cuando al contrito pecador perdonas.
8. 6. IMITADOR DE DIOS
Uno de los documentos más antiguo del cristianismo nos enseña a serlo
«¿Cómo amarás a quien hasta el extremo te amó antes a ti? - Amándole te convertirás
en imitador de su bondad.
Y no te maravilles de que el hombre pueda venir a ser el imitador de Dios.
Queriéndolo Dios, el hombre puede.
- Porque no está la felicidad en dominar tiránicamente sobre nuestro prójimo, ni en
querer estar por encima de los más débiles, ni en enriquecerse y violentar a los
necesitados.
- No es ahí donde puede nadie imitar a Dios, sino que todo eso es ajeno a su
munificencia.
- El que toma sobre sí la carga del prójimo;
- el que está pronto a hacer bien a su inferior en aquello justamente en que él es
superior;
- el que, suministrando a los necesitados lo mismo que él recibió de Dios, se convierte
en Dios de los que reciben de su mano, ese es el verdadero imitador de Dios» (Carta a
Diogneto X, 36).
8. 7. VIVIR LA TRINIDAD
•Dios es Padre, Donación total, Amor fecundo, Responsabilidad inmensa.
•Dios es Hijo, Gracia y Agradecimiento, Dependencia querida, Entrega confiada,
Palabra amorosa.
•Dios es Espíritu, Abrazo de amor, Flor de amor, Energía de Comunión, Donación total.
•Nosotros sólo podemos entender a Dios si vivimos, con nuestras limitaciones, estas
relaciones.
• Sólo desde el amor podemos conocer a Dios. «Todo el que ;una ha nacido de Dios y
conoce a Dios» (1Jn 4, 7). Sólo el que vive la responsabilidad -el que da respuesta del
otro- entiende algo de la Trinidad; como diría bellamente San Agustín: «Creer en la
Trinidad es vivir la caridad».
8. 8. UNO ES LO QUE ADORA
- Si Dios es Trinidad, hemos de vivir en comunión, en comunidad.
- Si Dios es Amor, viviremos por los demás.
- Si Dios es Vida, viviremos, agradeceremos la vida, la cultivaremos y la propagaremos,
llevaremos frutos, combatiremos la muerte y no la temeremos.
24
- Si Dios es Don, viviremos en generosidad y gratuidad.
- Si Dios es Relación, multiplicaré las relaciones, me responsabilizaré de los demás, con
ellos y para ellos.
- Si Dios es Persona, cultivaré mi personalidad, ayudaré a que los demás sean personas,
defenderé la dignidad de todos.
- Si Dios es Libertad, nos dedicaremos a romper yugos y cadenas, en cada uno y en los
demás.
- Si Dios es Alegría, hemos de vivir gozosamente y debernos consolar a los tristes y
afligidos.
- Si Dios es Riqueza, optaremos por los pobres, para servirles, lucharemos contra las
miserias humanas, repartiremos los dones de Dios.
- Si Dios es Comunicación, nos abriremos al otro, nos abriremos a Él. Defenderemos la
palabra y el diálogo. Compartiremos lo que tenemos y lo que somos.
- Si Dios es Com.unión, viviremos la unidad, superaremos lo que desune, forjaremos
familia, aprenderemos todas las lenguas, repartiremos gratuitamente besos y abrazos,
soñaremos con la unidad consumada.
- Si Dios es Esperanza, seremos portadores de buenas noticias, nos esforzaremos para
que todos se pongan a soñar y crean en el mañana.
- Si Dios es Siempre Más, no nos conformaremos con cualquier cosa, no recortaremos
nuestras alas, ni enterraremos nuestros talentos. Trabajaremos para la superación
constante y la trascendencia.
8. 9. DIOS CON NOSOTROS
La Palabra de Dios nos habla de la cercanía de Dios. Ese Dios tan grande y misterioso
ha querido estar junto a nosotros y en nosotros. Así, nuestro Dios:
- Es un Dios que se deja oír, que tiene palabras de vida.
- Un Dios que vino a buscarse una nación.
- Un Dios que liberó a su pueblo de Egipto.
- Un Dios que escucha al nombre de Padre.
- Un Dios que se queda con nosotros todos los días.
- Un Dios que se derrama en el corazón.
8. 10. SANTÍSIMA TRINIDAD
Jesucristo nos ha revelado la Trinidad. Jesucristo es el Dios cercano, el Dios con
nosotros. Es la Palabra del Padre. Es el Ungido por el Espíritu Santo.
El Padre y el Espíritu Santo quieren que no se apague en nuestra vida el asombro ante
un Dios que se hizo uno de nosotros.
Esta plegaria salió de un corazón que ya en el mundo contemplaba, cada vez más
sorprendida, cada vez más admirada, «el Abismo de sus grandezas».
Así oraba la beata carmelita Isabel de la Santísima Trinidad i +-1906):
«Oh ni¡ Astro, fascinadme para que no pueda salir de vuestra irradiación.
Oh Fuego que consume, Espíritu de amor, venid sobre mí para que se produzca en mi
alma una encarnación del Verbo: que yo sea para El una humanidad de añadidura, en la
que renueve todo su misterio.
Oh Padre, inclinaos hacia vuestra pequeña criatura, cubridla con vuestra sombra, no
veáis en ella otra cosa que el Bienamado, en el que tenéis vuestras complacencias».
8. 11. ESTE ES MI DIOS
- Un Dios amor que espera al hombre entre las zarzas del camino para sacarlo
cuidadosamente del enredo y limpiar las heridas que las espinas hayan podido
producirle.
- Un Dios liberador que le manda tirar la camilla, abandonar el bastón, dejar el sudario,
triunfar de la parálisis letal de la muerte, para empezar una vida nueva, personal,
madura y responsable.
- Un Dios misericordia que come con los pecadores y con los publicanos y que mira
directamente al fondo del corazón de sus criaturas, para encontrar allí los sentimientos
capaces de purificarlas y renovarlas.
- Un Dios pastor que va en busca de la oveja perdida, para regocijarse íntimamente
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cuando la encuentra.
-Un Dios que advierte contra el peligro de juzgar y el de condenar.
- Un Dios capaz de mirar, sin avergonzarse, a la adúltera y de limpiarla con el brillo de
su mirada.
-- Un Dios que se revela a los pobres y a los humildes y desprecia a los grandes del
siglo tras de los que vamos todos, sin excepción.
- Un Dios que ha llamado bienaventurados a los mansos, a los limpios, y a los que
sufren, aun cuando ha trabajado duramente para que el dolor sea menor en la tierra.
- Un Dios que quiere ser adorado en espíritu y en verdad y no exclusivamente en el
templo, donde no siempre se encuentra la pureza de corazón necesaria para pensar
sencillamente en Él.
- Un Dios que lanza al hombre un reto inigualable y le dice, para animarle a que lo
consiga, que estará junto a él hasta la consumación de los siglos.
- Un Dios que se manifiesta en la alegría del vino nuevo y en el acto sublime de partir el
pan oloroso y recién amasado.
- Un Dios que abarca el mundo entero y para el que no habrá distinción entre judío y
gentil, sabio y tonto, blanco y negro, pobre y rico, porque lo que le interesa es el hombre
en sí mismo y con independencia de sus cualidades.
- Un Dios que no se manifiesta ya en el rayo y el trueno, sino en el misterio insondable
de una Cruz, donde agoniza en medio del dolor y del asombro del mundo y de los
suyos.
- Un Dios que cuando resucita, asa el pescado para los que con El han compartido el
camino y el cansancio lo encuentren preparado y a punto.
- Un Dios que se aparece a Magdalena para reconfortarla y a Tomás para confirmarlo en
su fe y que llamará bienaventurados a todos aquéllos que, sin haberle visto, crean en El
a través de los tiempos.
- Un Dios, en una palabra que no será Señor a quien se ofrezcan espléndidos sacrificios,
sin que se pueda pronunciar su nombre o mirar el arca en la que habita.
- Un Dios que será Padre -este es el trazo final del trabajo- y que ve al hombre no tanto
como criatura cuanto como hijo y quiere que el hombre vea al hombre como hermano,
sin que esta afirmación sea sólo un eufemismo sin contenido.
- Un Dios Padre al que podrá llegar sin duda alguna la viuda humilde con su pequeña
limosna y el hombre consciente de su nada y de su grandeza.
- Un Dios que es vida y movimiento y alegría y entrega. Un Dios que quiere recorrer el
mundo, ahora que está a punto de
dejarlo, y para ello reunirá en Galilea a los que le acompañaron en su aventura terrena,
para darles el encargo de trabajar en la mismísima tarea que él llevó a cabo con una
fidelidad admirable.
- La Ascensión no es final. Es, sencillamente, un camino más en la obra más sublime de
todos los tiempos. Es el capítulo en el que irrumpe en el mundo, con misión propia, la
comunidad cristiana, para seguir paso a paso el camino de Cristo.
¿Conseguirá esta comunidad revelar el verdadero rostro de Dios?
8.12. EXHALÓ SU ALIENTO SOBRE ELLOS
Toda esta influencia o irradiación de Cristo hacia los que le miran con fe se hace por
medio del Espíritu. Es un nuevo gesto creador, como aquel soplo de Dios al principio;
gesto lleno de poder y de ternura. Es como la madre que quiere dar la vida a su hijo, o el
amigo al amigo, y le hace la respiración boca a boca. Ellos se encontraban en una
situación crítica, y el amigo, con su aliento, les salvará de la muerte.
Y el aliento era el Espíritu. «Recibid el Espíritu Santo.» Máxima donación de Cristo. El
Espíritu es su vida íntima. Nos entrega su vida resucitada, «Cristo, vida nuestra». Cristo
se está dando a sí mismo para que los suyos vivan; pero no con la vida miedosa que
antes tenían, sino con la vida nueva de su Espíritu.
Vida divina regalada. Dios mismo penetrando en nosotros y siendo nuestra más íntima
realidad. Desde esa profundidad, Dios nos unge, nos cura, nos ilumina, nos fortalece,
nos santifica con su amor.
Múltiples y enriquecedoras formas de actuar. Podríamos decir que esa acción del
Espíritu de Jesús en nosotros es:
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-- Curativa, porque quita los miedos y tristezas y los innumerables traumas que vamos
acumulando, acción liberadora.
- Santificadora, porque perdona los pecados y envuelve en
gracia. «A quienes perdonéis...» El Espíritu es experiencia de perdón.
- Vivificadora, es el aspecto positivo de lo que venimos diciendo. El Espíritu restablece
la fe y llena de frutos, y va contagiando de la vida de Cristo.
- Pacificadora y gozosa: Jesús saluda con su paz y devuelve la alegría. Esa paz y alegría
indefinibles son marca del Espíritu.
- Comunitaria, porque crea unidad, porque reúne a los dispersos, porque Cristo se pone
en el centro, porque los corazones se sienten unidos y porque los bienes se ponen en
común.
- El Espíritu crea comunidad y la comunidad hace presente a Cristo. Esto es lo que
sucede en cada Eucaristía.
8.13. CREEMOS EN LA TRINIDAD
Nuestra fe es trinitaria. Estamos consagrados a la Trinidad desde el bautismo y no
dejamos de invocar su santo nombre. Todas nuestras oraciones, nuestro culto, nuestros
ritos, empiezan y terminan con la fórmula trinitaria.
Creemos que Dios es Padre, Abba querido, que nos crea, protege y regala con
misericordia y generosidad. Es hermoso sentirse hijos de Dios. La boca se nos llena con
esta palabra, cuando rezamos. Aunque Jesús no nos hubiera enseñado otra cosa que
llamar a Dios «Padre», hubiera sido una hermosa misión.
Creemos que Dios es Hijo, encanto y reflejo del Padre, confianza y entrega filial,
cercanía salvadora. Asume nuestra carne para salvarnos, y se queda con nosotros para
siempre. Nos viste de su filiación y nos hace a todos hermanos. Es gozoso y, a la vez,
comprometido el saber que todos somos hermanos.
Creemos que Dios es Espíritu, comunión del Padre y el Hijo, viento creador,
comunicación de los dones y carismas, Señor que vivifica. Amor. Se nos da como
Huésped, Defensor, Maestro. Es como el alma de nuestras vidas y de la vida de la
Iglesia. Nada más gratificante que el saberse ungidos por el Espíritu.
Creemos, por lo tanto, que Dios es Donación, Comunicación Y Comunión. El Padre es
Donación plena, se entrega todo al Hijo, sin reservarse nada. No hay nada que tenga el
Padre que no lo tenga el Hijo, excepto el ser Padre. Y se entrega todo a los hijos.
H Hijo es Comunicación, diálogo y apertura plena; se abre todo al Padre y se entrega a
Él confiada e incondicionalmente. El Espíritu es Comunión íntima y respetuosa, abrazo
que une, amor personificado.
8.14. LOS SABIOS Y DIOS
Muchos son los sabios que creyeron en Dios. Que amaron a Dios. He aquí a algunos:
- Kepler, uno de los mayores astrónomos: «Dios es grande, grande es su poder, infinita
su sabiduría. Alabadle, cielos y tierra, sol, luna y estrellas con vuestro lenguaje. ¡Mi
Señor y mi Creador! La magnificencia de tus obras quisiera yo comunicarla a los
hombres en la medida en que mi limitada inteligencia puede comprenderla».
- Newton, fundador de la física clásica: «Lo que sabemos es una gota, lo que ignoramos
un inmenso océano. La admirable disposición y armonía del universo no ha podido sino
salir del plan de un Ser omnisciente y omnipotente».
- Linneo, fundador de la botánica sistemática: «He visto pasar de cerca al Dios eterno,
infinito, omnisciente y omnipotente, y me he postrado de hinojos en adoración».
- Volta, descubridor de las nociones básicas de la electricidad: «Yo confieso la fe santa,
apostólica, católica, romana. Doy gracias a Dios que me ha concedido esta fe, en la que
tengo el firme propósito de vivir y de morir».
-- Anlpere, descubridor de la ley fundamental de la corriente eléctrica: «¡Cuán grande es
Dios, y nuestra ciencia una nonada!».
- Caucliy, insigne matemático: «Soy cristiano, o sea, creo en la divinidad de Cristo,
como todos los grandes astrónomos, todos los grandes matemáticos del pasado».
--- Gauss, uno de los más grandes científicos y matemáticos alemanes: «Cuando suene
nuestra última hora, será grande e inefable nuestro gozo al ver a quien en todo nuestro
quehacer sólo hemos podido alumbrar».
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-Roberi Mayer, uno de los grandes científicos naturalistas (la ley de la conservación de
la energía): «Acabo mi vida con una convicción que brota de lo más hondo de mi
corazón: La verdadera ciencia y la verdadera filosofía no pueden ser otra cosa que una
introducción a la religión cristiana».
- Darwin, teorizante de la evolución: «Jamás he negado la existencia de Dios. Pienso
que la teoría de la evolución es totalmente compatible con la fe en Dios. El argumento
máximo de la existencia de Dios me parece la imposibilidad de demostrar y comprender
que el universo inmenso, sublime sobre toda medida, y el hombre hayan sido fruto del
azar».
- Edison, el inventor más famoso (1200 patentes): «Mi máximo respeto y mi máxima
admiración a todos los ingenieros, especialmente al mayor de todos ellos: Dios».
- Marconi, el inventor de la telegrafía sin hilos y premio Nobel: «Lo declaro con
orgullo: soy creyente. Creo en el poder de la oración, y creo no sólo como católico, sino
también como científico».
- Millikan, gran físico americano y premio Nobel: «Puedo, por mi parte, aseverar con
toda decisión que la negación de la fe carece de toda base científica. A mi juicio, jamás
se encontrará una verdadera contradicción entre la ciencia y la fe».
- Einstein, fundador de la física contemporánea (teoría de la relatividad) y también
premio Nobel: «A todo investigador profundo de la naturaleza no puede menos de
sobrecogerle una especie de sentimiento religioso, porque le es imposible concebir que
haya sido él el primero en ver las relaciones delicadísimas que contempla. A través del
universo incomprensible se manifiesta una inteligencia superior, infinita».
- Hathaway, padre del cerebro electrónico: «La moderna física me enseñó que la
naturaleza no es capaz de ordenarse a sí misma. El universo supone una enorme masa de
orden. Por eso requiere una "Causa Primera" grande, que no está sometida a la segunda
ley de la transformación de la energía, y que, por lo mismo, es sobrenatural».
- Wernher Von Braun, el constructor alemán-americano de los cohetes espaciales: «Por
encima de todo está la gloria de Dios, que creó el gran universo, que el hombre y la
ciencia van escudriñando e investigando día tras día en profunda adoración»...
8. 15. ES DIFÍCIL HABLAR DE DIOS
San Francisco Javier, se quemó en el afán de dar a conocer a Dios. Pero no eran
precisamente las lenguas su fuerte. La misión del Japón le resultó especialmente difícil
por muchas razones, una de las cuales, fue sin duda, el japonés. Inicialmente para decir
Dios utilizó la palabra Daynichi. Después se enteró que con esa palabra se aludía a un
Dios impersonal, como una luz, como un gran sol. ¡Qué gran error, Dios mío! El apóstol
trató de corregirlo como pudo, pero ¡qué difícil ya! El apóstol de Dios no se lo
perdonaría nunca. Menos mal que predicaba mejor con su paciencia y su impaciencia,
con su entrega, su generosidad y su perdón.
Realmente es un atrevimiento humano hablar de Dios, y hablar con tanta seguridad y
tanto desparpajo. Da a veces sensación de que sobre Dios ya lo sabemos todo. Y si no,
pues doctores tiene la Iglesia, Pero uno sólo es nuestro Doctor, el Espíritu.
Es difícil hablar de Dios, y cuando hablamos, debemos ser conscientes de que
utilizamos un lenguaje analógico, siempre relativo. Otros prefieren no hablar, para no
manchar o empequeñecer su nombre. Dios es inefable, y así lo afirman cuantos de Dios
han tenido alguna experiencia.
¿Cómo podríamos encerrar a Dios en nuestras categorías conceptuales y verbales? Si ya
el mismo hombre es siempre más, Dios es siempre Otro, siempre mucho más.
Cuando queremos hablar con Dios, algo tenemos que decirle, algo que nos salga muy de
dentro. Tendremos que decirle Padre o Madre, Luz, Vida, Fuerza, Intimidad,
Hermosura, Don, Verdad, Amor. Alguien se atrevería a llamarle Amigo, Esposo, mi Tú,
mi Yo. Puede valer lo que se diga, cualquier palabra bonita, siempre que se sienta, y
siempre se siente que no es eso.
Vamos a preguntar, muy de pasada, a nuestros místicos, que nos hablen de Dios.
Preguntemos, por ejemplo, siguiendo un orden cronológico, a:
- Ignacio de Antioquía (siglo I1): «Me muero de ganas de llegar a El. Siento que me
llama un agua viva que murmura dentro de mí, y desde lo íntimo me está diciendo: Ven
al Padre». Y nos dejó siete cartas para explicarlo.
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- Orígenes (siglo III): «Hay que asemejarse a Dios lo más posible» para conocerlo, hay
que dejarse herir con «heridas de amor». Y nos explicó hermosamente el Cantar de los
cantares.
- Gregorio de Nisa (siglo IV): «Siento vértigo cuando pienso en Él, como quien mira al
abismo. No sé cómo llamarle. ¿Con qué nombre he de llamarte a Ti, que estás por
encima de todos los nombres? Tú, el por-encima-de-todo». Pero «el semejante es
conocido por su semejante... el que ama conoce a Dios. Verá la imagen de la naturaleza
divina en su propia belleza». Siguió explicándonos el Cantar de los cantares.
-Agustín de Hipona (siglo V): «¡Oh eterna Verdad, oh verdadera Caridad y amada
Eternidad!... Vos estabais más dentro de mí que lo más interior de mí mismo, y más
elevado y superior que lo más elevado y sumo de mi alrna». Además de grandes
tratados sobre Dios, nos regaló sus Confesiones y Cantos de alabanza.
- Benito (siglo VI): Reza y calla, alaba y ama, trabaja y acoge. «Temed a Dios con
amor». Nos dejó unas pautas hermosas para la oración y la vida.
- Dionisio Areopagita (siglo VI): «Has de adentrarte hacia el no saber y hacia la unión
con aquel que está por encima de todas las cosas y de todo conocimiento... Te abrirás al
rayo de la divina oscuridad, que supera todo ser». Y nos dejó una teología mística de
extraordinaria influencia.
- Columbano (siglo VII): «Nadie tenga la presunción de preguntarse sobre lo
indescifrable de Dios, qué fue, cómo fue, quién fue. Estas son cosas inefables,
inescrutables, impenetrables... Busca el conocimiento supremo, no con disquisiciones
verbales, sino con la perfección de la buena conducta». Sus instrucciones siguen siendo
luminosas.
- Beda (siglo VIII): «Él entra para comer con nosotros y nosotros con Él, porque el don
de su amor habita en el corazón de los elegidos, para saciarlos con la luz de su divina
presencia». Y él fue una luz, «la última reverberación de la Patrística».
- Rábano Mauro (siglo IX): Probable autor del Veni Creator Spiritus. Sólo por el
Espíritu podemos conocer a Dios. A este gran Abad del Fulda le estaremos siempre
agradecidos por este himno.
- Odón (siglo X): Significativo abad de Cluny, monjes benedictinos que tanto gustaban
de alabar a Dios con himnos y salmos. Un ejemplo luminoso en medio de la noche
eclesial.
-- Anselmo de Canterbury (siglo XI): «Deseando te buscaré, buscando te amaré, amando
te hallaré y hallándote te amaré», el mejor camino y argumento para conocer a Dios.
- Bernardo (siglo XII): Da a Cristo-Dios primero un beso arrepentido, después un beso
de amigo, después un beso enamorado. Son como los tres grados de la ascensión
espiritual. No dejemos de leer su comentario al Cantar de los cantares.
- Buenaventura (siglo XIII). En línea de Francisco, el que se quemaba en amor y nos
dejó como argumento una vida crucificada: «Pregunta a la gracia, no al saber humano;
pregunta al deseo, no al entendimiento; pregunta al gemido expresado en la oración, no
al estudio y la lectura: pregunta al Esposo, no al Maestro; pregunta a la oscuridad, no a
la claridad; no a la luz, sino al fuego que abrasa totalmente». Nos marcó El itinerario de
la mente hacia Dios. También lo hizo Tomás de Aquino (+ 1274), el que se negó a
escribir cuando al final de su vida tuvo una experiencia muy viva de Dios.
- Ruysbroeck (siglo XIV). En línea de La nube del no-saber, que utiliza «el dardo del
amor» para atravesar la Nube, se expresa al final de sus Bodas del alma: «No hay más
que un abrazo exultante que funde con amor... Silencio tenebroso donde quedan
perdidos todos los que aman». Nos enseña los caminos para llegar a unirnos en amor
con el Uno y Trino.
-Tomás de Kempis (siglo XV): «¿Qué te aprovecha disputar altas cosas de la Trinidad si
no eres humilde, por donde desagradas a la Trinidad?». Conocerás a Dios por el amor y
la imitación de Cristo. Fue su tema favorito.
- Juan de la Cruz (+ 1591), en la línea de la Madre Teresa de Jesús (+1582), la que se
esponjaba en la Trinidad, pero con otro estilo. «Para venir a saberlo TODO, no quieras
saber algo en NADA... Para venir a serlo TODO, no quieras ser algo en NADA». Y
para conocer a Dios hay que preguntarle a Cristo, y no hay más que hablar. Su canto nos
eleva. «Que bien sé yo la fonte que mana y corre, aunque es de noche».
- Pascal (siglo XVII). «No el Dios de sabios, sino el de Jesucristo». Y se llenó de
29
«certeza, de alegría, de fuego». ¡Qué hermosos sus pensamientos!... «Tú no me
buscarías, si no me hubieras ya encontrado».
-Alfonso M'de Ligorio (siglo XVIII): «Desde que existo, yo te amo», dice Dios. Son los
lazos del amor los únicos que nos acercan a Dios. Nos dejó hermosos tratados y ejemplo
de estos lazos de amor.
- H. Newm.an (siglo XIX): « Guíame, luz bondadosa. Las tinieblas me rodean, guíame
hacia adelante». Él mismo, guiado por la Luz bondadosa, encontró la verdad, y fue para
muchos una brillante luz.
- C. Foucauld (siglo XX): «Dios es tan grande, hay una tal diferencia entre lo que es
Dios y todo aquello que no es Él..., que yo cierro los ojos y sólo quiero ponerme en sus
manos. Y nos dejó todo un perfume de presencia de Dios en la sencillez de la vida.
Así podríamos preguntar a tantos y tantos que han tenido experiencia de Dios, aun de
otras religiones. Todos coinciden en que Dios es otra cosa, que está más allá de la mente
y la palabra, que está rodeado de «cien mil velos de luz y de oscuridad».
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (1) , n.12.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (II), n. 9 y n. 4.
Caminos de santidad: Ejemplos que edifican (V), n.12.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
9
EDUCAR
«Andaré por uncamino ancho, buscando tus decretos» (Sal 118).
9. 1. ¿QUÉ ES EDUCAR?
- «La educación no siembra semillas en ti, pero hace que tus semillas crezcan».
- «La educación nos convierte en lo que somos».
- «No eduques enseñando lo que sabes. Educa enseñando lo que eres».
- «Nos educan para hacer, no para ser, y es un error».
- «Educar, enseñar, es permanecer vivo, en marcha y en evolución con su época y con
las generaciones nuevas».
- «La educación no tendría que ser una preparación para la vida; tendría que ser vida».
- «Se enseña más con la vida que con la palabra».
- «Educar es fundamentar la vida sobre tierra firme».
- «Educar la inteligencia es ampliar el horizonte de sus deseos y de sus necesidades».
- «El intelectual hace libros, el catequista hace personas».
- «Hay dos maneras de educación: la que te enseña a ganarte la vida, y la que te enseña
a vivir».
- «Es necesario enseñar a los hijos que no todo es posible». - «Educar ES creer que la
obra de Dios es irrepetible en cada persona».
- «Educar ES enseñar a sacar partido de las facultades personales».
- «Educar ES mostrar el uso de la libertad».
- «Educar ES respetar, después de haber dado buenos criterios».
9.2. LOS NIÑOS APRENDEN LO QUE VIVEN
- Si un niño vive en un ambiente hostil, aprende a pelear...
- Si un niño vive entre criticones, aprende a condenar... - Si un niño vive entre
miedosos, aprende a ser celoso...
- Si un niño vive compadecido, aprende a sentir lástima de sí mismo...
- Si un niño vive entre los que temen el ridículo, aprende a ser tímido...
- Si un niño vive entre celosos, aprende lo que es la envidia... - Si un niño vive entre los
que se avergüenzan, aprende a sentirse culpable...
9.3. MÁXIMAS DE BUENA EDUCACIÓN
- El aseo en la persona... muchos bienes proporciona.
- Buen porte y buenos modales... abren puertas principales.
- El que de amigos carece... prueba que no los merece.
- Dios al humilde levanta., y al orgulloso quebranta.
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- La calumnia y la mentira... de Dios provocan la ira.
- Propio es del justo y del sabio... el perdonar un agravio.
- Da apoyo y tiende la mano... al enfermo y al anciano.
- Nunca trates con desprecio... ni aún al que tengas por necio.
- Quien se entrega a las pasiones... labra él mismo sus prisiones.
- El que es fiel a su palabra, su propio crédito labra.
- Pobres o ricos, iguales... son ante Dios los mortales.
- Si salud y dicha quieres... pon límite a los placeres.
- Siempre que puedas haz el bien... y no repares a quién.
- El pudor es un esmalte... que preserva y da resalte.
- No hay nada que a Dios resista... ni que se esconda a su vista.
- La conciencia es a la vez... testigo, fiscal y juez.
- Al juzgar un hecho ajeno... mete la mano en tu seno.
- Sigue a la sana razón... más que a la vana opinión.
9.4. CARTA DE UN NIÑO A TODOS LOS PADRES DEL MUNDO
1. No me des todo lo que te pido. A veces sólo pido para ver cuánto puedo tomar.
2. No me grites. Te respeto menos cuando lo haces y me en señas a gritar a mí también,
y yo no quiero hacerlo.
3. No me des siempre órdenes. Si en vez de órdenes, a veces me pidieras las cosas, yo lo
haría más rápido y con más gusto.
4. Cumple las promesas, buenas o malas. Si me prometes un premio, dámelo, pero
también si es un castigo.
5. No me compares con nadie, especialmente con mis hermanos. Si me muestras mejor
que los demás, alguien va a sufrir, y si me muestras peor que los demás, seré yo quien
sufra.
6. No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer. Decídete y mantén esa
decisión.
7. Déjame valerme por mí mismo. Si tú lo haces todo por mí, yo nunca podré aprender.
8. No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que las diga por ti, aunque sea para
sacarte de un apuro. Me haces sentir mal y perder la fe en lo que me dices.
9. Cuando hago algo malo, no me exijas que te diga el «porqué lo hice». A veces ni yo
mismo lo sé.
10. Cuando estés equivocado en algo, admítelo y crecerá la opinión que yo tengo de ti.
Y me enseñarás a admitir mis equivocaciones también.
11. Trátame con la misma amabilidad y cordialidad con que tratas a tus amigos. Que
seamos de la familia no quiere decir que no podamos ser amigos.
12. No me digas que haga una cosa si tú no la haces. Yo aprenderé y haré siempre lo
que tú hagas, aunque no lo digas, pero nunca haré lo que tú digas y no hagas.
l 3. Cuando te cuente un problema mío, no me digas: «No tengo tiempo para tonterías»
o «eso no tiene importancia». Trata de comprenderme y ayudar-me.
14. Quiéreme y dímelo. A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas necesario
decírmelo.
15. Abrázame, necesito sentirte in] amigo, mi compañero a toda hora.
9. 5. YO SOY IMPORTANTE
-Yo soy importante. Para que mi educación sea completa debo procurar reconocer y
apreciar mi valía. Esta es una verdad de la que cada uno debe estar convencido.
Solamente cuando llegamos a esta convicción, podemos explotar en toda su posibilidad
nuestros talentos. Y sólo cuando estamos persuadidos de nuestra importancia como
persona, es cuando aprendemos a valorar a los demás.
- Pero, ¿por qué soy yo importante? Todos somos importantes, porque como seres
humanos, somos las criaturas más perfectas que Dios ha creado en nuestro mundo.
- El hombre no sólo posee las cualidades físicas comunes a todos los animales. El está,
además, dotado de cualidades espirituales, como la inteligencia y la voluntad. Los
animales tienen que aceptar el mundo tal como lo encuentran; el hombre, por el
contrario, puede transformar el mundo que le rodea.
- Sí, yo soy importante. Y puedo afirmarlo con orgullo, en primer lugar, por formar
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parte de la raza humana. Pero además soy importante, aun como individuo particular.
Yo tengo mi propio y específico valor corno hombre. Yo no soy como una máquina o
un bolígrafo, fabricados todos en un molde común. Yo soy diferente de todos los demás
seres humanos, con mis propias características:
mi talento, mis cualidades físicas y morales, mi personalidad única. Y con ellas yo
puedo contribuir a la transformación y mejoramiento del mundo, mi contribución, por
pequeña que sea, en esta transformación es necesaria y por lo mismo es importante.
Luego, yo soy importante.
- todo lo que me pertenece es asimismo de importancia: mi salud, mi educación, mi
trabajo, mi vida moral y religiosa. La influencia que yo ejerzo en mi familia, en mis
amigos, entre mis compañeros de trabajo, es también de suma importancia.
- Yo debo cuidar de mi salud; debo desarrollar mis talentos; debo perfeccionar mis
cualidades físicas y morales, para que mi vida sea la más perfecta y plena que me sea
posible: porque yo soy un ser importante.
- No es vanagloria sin sentido el pensar así de mí. Más bien, esta verdadera apreciación
o estima de uno mismo, ayuda para conservarnos humildes.
- La propia estima ayuda también para reflexionar y ver si siempre hemos cumplido en
el pasado con la responsabilidad que tenemos como seres humanos; y esta reflexión nos
conducirá, lógicamente, a tomar más en serio nuestras responsabilidades en el futuro.
9.6. CONSEJOS DE SANTO TOMÁS DE AQUINO A SU DISCÍPULO JUAN
Preguntas cómo deberás estudiar para adquirir el tesoro de la ciencia.
- He aquí mi consejo y tu norma:
* No entres de golpe en el mar, llega hasta él por los ríos, pues a lo difícil se ha de llegar
por lo fácil.
*No hables demasiado. Ni te entregues a distracciones.
* Ama la pureza de conciencia.
* Entrégate a la oración.
* Ama la soledad de tu celda, si quieres llegar a entrar un día en la morada del saber.
* Sé amable con todos.
* No te preocupes de lo que otros hagan.
* No tengas demasiada familiaridad con nadie, pues la familiaridad excesiva, perjudica
y roba tiempo al estudio.
* No te metas en asuntos ajenos.
* Huye, sobre todo, de perder el tiempo.
* Aspira a la perfección, imitando el proceder de los que ya la alcanzaron.
* Todo lo útil que oigas, sin preocuparte de quién lo dice, consérvalo en la memoria.
* Procura entender todo lo que leas y oigas y aclara las dudas.
* Esfuérzate en adquirir para el tesoro de tu mente todos los conocimientos que puedas,
pero no pretendas buscar lo que sea superior a tus fuerzas.
* Si haces todo esto, tendrás y producirás útiles frutos en la heredad del Señor.
* Cúmplelo y obtendrás lo que deseas».
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caninos de santidad: Decálogos que dirigen (1) , n. 13.
Caminos de santidad: Destellos que iluminan (II), n. 10.
Caminos de santidad: Ejemplos que edifican (V), n. 14.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
10
ENFERMOS
«Encomienda tu camino al Señor, confía en él, y él actuará» (Sal 36).
10. 1. JESÚS Y LOS ENFERMOS
Lo que más llama la atención al observar la actitud de Jesús con los enfermos no es
tanto la curación como su actitud misma frente a ellos: gestos, palabras, silencios... Por
ejemplo:
- Jesús siente afecto por los amigos enfermos: Por la suegra de Pedro (Lc 4, 38); por
Lázaro (Jn 11, 3).
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- Jesús estimula la fe y el seguimiento: «Le seguían algunas mujeres curadas de sus
enfermedades» (Lc 5, 17; 8, 2).
- Jesús atiende, examina al enfermo: le oye, le ve, le toca, le toma de la mano, camina
junto a ellos, se detiene (Jn 9, 1).
- Jesús respeta sus circunstancias personales: Su temperamento, sus pecados (Lc 24,
13). Acoge a todos, ayuda a vivir, provoca su cambio (Jn 8, 1; Mt 9, 18).
- Jesús no sólo atiende al enfermo, también a su familia: «No llores», le dice a la madre
del joven fallecido (Lc 24, 13). Y a Jairo: «No temas, cree» (Lc 8, 50). «Mujer, grande
es tu fe», dice a la cananea (Mc 15, 28). Y pregunta a Marta y a María con ocasión de la
muerte de su hermano: «¿Dónde le habéis puesto?» (Jn 11, 34).
- Jesús resume a veces todo un conjunto de enseñanzas en una sola curación.
Recordemos la parábola del buen samaritano (Lc 10, 29ss).
Llega donde está el hombre, y en lugar de pasar de largo, se detiene. (Acercamiento).
Viéndole medio muerto, le da lástima. (Compasión).
Se acerca, le echa vino y aceite en las heridas, se las venda. (Acción-curación).
Le monta en su propia cabalgadura y le lleva a una posada. (Compromiso).
Le ordena al posadero que lo cuide, le paga, y le asegura que le pagará más. (Compartir
los bienes).
10. 2. EL ENFERMO EN LA SAGRADA ESCRITURA
* En el Antiguo Testamento:
a. La enfermedad y la muerte consecuencia del pecado:
- Parto con dolor (Gen 3, 16) - Muerte de Abel (Gen 4, 3-9)
- Exterminio y confusión: diluvio y Babel (Gen 6 y 7; 11, 1-9)
- Liberación de los israelitas y castigo de los egipcios (Ex 7 y 11)
- María, hermana de Moisés, leprosa (Num 12, 1...)
- Ozías cubierto de lepra (II Par 26, 16-21)
- Epidemias y enfermedades varias (Deut 28, 15-69)
b. Los agentes naturales causan también enfermedad.
- Vejez (Gen 27, 1)
- Caída (II Sam 4, 4)
- Circuncisión (Jes 5, 8)
c. Dios prueba a los justos:
- Muerte de Abel (Gen 4, 3-9)
- Job: todo el libro
- Tobías: todo el libro
- Dios los prueba y los halla dignos (Sab 3, 4-6)
d. La oración de los enfermos:
- Piden ser curados y confían en que serán escuchados (Salmos 6, 21, 30, 37, 38,68)
- Agradecen a Dios su curación (Sal 21, 31, 40, 106)
- Sentido de humildad, de esperanza y de confianza (Sal 9, 10, 9-4. 33, 36; 68, 33-34;
85, 1-2)
e. Signos de liberación en la enfermedad:
- El «agua» del Jordán cura a Naamán 21 Re 5, 1...)
- La “oración a Yavé devuelve la salud a Ezequías (1
- El «cumplimiento de la ley» exigencia para la liberación (Lev 13 y 14)
f Esperanza en el libertador:
- Promesa después de la caída (Gn 3, 1-24)
- La liberación está ya cerca (Is 7, 10-14)
- Constante llamada al Salvador (Is 11, 7; 34, 6. Am 9, 13)
- Dios salvará a su pueblo (Jer 31, 7)
- Los tiempos mesiánicos propicios para la curación (Is 33, 24)
-Tiempos de prosperidad y bienestar (Is 65, 17-25. Os 2, 11-22; 14, 7)
- El Mesías nos traerá el bien y la paz (Is 2,4; 9, 4; 11, 9. Jer 31, 14)
- El Mesías inaugurará una tierra nueva y unos cielos nuevos, libres de enfermedad y de
muerte (Is 65, 17-25).
* En el Nuevo Testamento:
1. Diversos enfermos curados:
33
- Cojos (Mt 11, 5; 15, 30; 21, 14)
- Sordos (Mt 11, 5; Mc 7, 32)
- Ciegos (Mt 11, 5; 12, 22; 15, 30; 20, 21. Mc 8, 22)
- Paralíticos (Mt 9, 1-7; 8, 6. Lc 7, 2)
- Mudos (Mt 9, 33; 15, 30; 12, 22)
- Leprosos (Mt 8,2; 11, 5; Lc 17, 11-19)
- Posesos, lunáticos, endemoniados (Mt 8, 28-34; 17, 14-20; Mc 5, 1-20; 9, 14-29; Lc 8,
26-39; 9, 37-43)
- Enfermos crónicos: mujer encorvada, hemorroísa, paralítico de la piscina; (Lc 8, 4345; Mc 5, 25-34; Jn 5, 1)
- Próximos a la muerte: oficial del rey, siervo del centurión, hija de Jairo (Jn 4, 46-52;
Lc 7, 2; Mc 5, 22).
2. Se identifica con ellos:
- Cuanto hiciereis a uno... (Mt 25, 40)
- Tuve hambre y me disteis de comer (Mt 25, 35-36)
- Un vaso de dado agua por mi amor (Me 9, 41)
-Seremos juzgados en razón de nuestras obras de caridad (Mt 25,31-36).3. Son los
privilegiados del Reino:
- A ellos primeramente se anuncia el reino (Mt 4, 23; Me 6, 1-5; Le 4, 14-30)
- A ellos principalmente predica y dedica su tiempo (Mt 4, 23-24; 8, 16-17; Me 1, 39)4.
Las curaciones obradas por Cristo tienen valor de signo:
-Valor apologético (Mt 11, 2-6; Le 7, 18-23) 3, 10-11; 1, 29) 10; Rom 8, 17-29; Fil 9,
1)- Expulsión de demonios como signo de la victoria sobre el reino de Satanás (Me
1,23; Le 8, 2)
- Conduce a la glorificación (Rom 8, 18-39; 2Tim 2, 10-11 )- Es exigencia del discípulo
de Cristo (Mt 10, 38; Mc 8, 34; Lc 14, 27; Rom 1, 17; 2Cor 4, 11)- Curación del ciego,
como signo de luz; Cristo es la luz (Jn
- Resurrección de Lázaro, como anticipo y por qué Jesucristo es la resurrección y la vida
(Jn 11).5. Jesús cura, pero exige fe:
- Hemorroísa (Le 8, 43-49; Me 5, 25-35)
- Siervo del centurión (Mt 8, 5-14; Le 7, 1-10)
- Mujer cananea (Mt 15, 21-29)
- Hija de Jairo (Me 5, 35-43; Le 8, 49)
- Paralítico de Cafarnaúm (Le 5, 17-27)
- Resurrección de Lázaro (Jn 11)
- Ciego de nacimiento (Jn 9)
- Hijo de un oficial real (Jn 4, 46-54)
- Cura a ciegos (Mt 9, 27-32)
- Diez leprosos (Le 17, 11-20)
6. Resurrecciones obradas por Cristo:
- Lázaro (Jn 11)
- Hijo de la viuda de Naín (Le 7, 11-17)
- Hija de Jairo (Me 5, 21-24; 35-43).
7. Os anunciamos la vida:
- Caminamos hacia la vida siempre en continuo cambio (Mc 9, 1-13)-Yo soy el camino,
la verdad y la vida (Jn 14, 1-7)-Yo soy la resurrección y la vida (Jn 11, 17-27; Mc 12,
24-27)
- Resucitemos con Cristo (Rom 6, 1-11).
8. Valor del sufrimiento:
- Es el camino seguido por Cristo (Fil 2, 5-11; Me 8, 31; 10, 33; Jn 18 y 19)- Completa
la pasión (Col 1, 24)- Es expiatorio (Is 53; Zac 12, 10)
- Es purificador y nos identifica con Cristo (Jer 9, 6; Sal 65,9. Sentido de nuestro
cuerpo:
- Es un miembro de Cristo (1 Cor 6, 13-20)
- Unidad en la variedad (1 Cor 12, 12-17)
- Cristo le dará la vida (Rom 8, 8-13)
- Lo corruptible se volverá incorruptible (1 Cor 15, 51-57)
- Nacidos del Espíritu (Jn 3, 1-8).10. 3. JESÚS ESTÁ CERCA DE LOS
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ENFERMOSJesús tiene una peculiar manera de hacer:
- Acoge con amor a los marginados (Me 1, 40-42)- Está cerca de los débiles y los
defiende (Jn 8, 1-11)
- Está atento a las necesidades de los otros (Me 6, 32-42)- Escucha y acompaña al padre
que le ruega por la hija enferma de gravedad (Me 5, 21-24)
- Se conmueve delante de la viuda que ha perdido a su único hijo (Lc 7, 11-16)
- Llora ante la muerte de su amigo Lázaro (Jn 11, 1-36)
Jesús nos dice:
- «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré» (Mt 11, 28).
- «Yo he venido para que tengáis vida, y la tengáis en abundancia» (Jn 10, 10).
- «Todo lo que hagáis a uno de esos mis pequeños hermanos, a mí me lo hacéis» (Mt 25,
40).
- «Levántate, toma tu camilla y anda» (Me 2, 9).
10. 4. RAMOS DE FLORES A LOS ENFERMOS
- Está bien llevar ramos de flores a las tumbas de los seres queridos.
Pero estaría mejor llevárselos antes de que mueran, para que puedan oler el perfume de
nuestro cariño. - Está bien llevarles flores cuando han muerto. Pero aún estaría mejor
consolarlos y alegrarlos en su enfermedad.
- Que nadie se nos vaya sin sentir nuestro cariño y cercanía. Esto vale más que los
homenajes y elogios póstumos.
- Unos indios de la selva ecuatoriana lloraban sentados alrededor de la abuela
moribunda. Un forastero les preguntó por qué lloraban delante de ella si todavía estaba
viva. Y ellos le contestaron:
- «Para que sepa que la queremos mucho. Que no se nos vaya sin saber nuestro cariño.
Que lo sepa a tiempo. Que vea el amor que le hemos tenido y ahora se lo expresamos
con pena al saber que ya no va a quedarse con nosotros».
10. 5. PLEGARIA LITÁNICA DEL ENFERMO
- Jesús, que curaste a los ciegos (Mt 11, 5; Me 8, 22)
ILUMÍNANOS, SEÑOR.
- Jesús, que limpiaste a los leprosos (Mt 11, 5; Lc 17, 12)
LÍMPIANOS, SEÑOR.
- Jesús, que diste voz y oído al sordomudo (Me 7, 31-37)
ESCÚCHANOS, SEÑOR.
- Jesús, que sanaste al paralítico de Cafarnaúm (Mt 8, 1-8)
LEVÁNTANOS, SEÑOR.
- Jesús, que curaste al siervo del Centurión (Le 7, 1-10).
- Jesús, que curaste al hombre de la mano rígida (Le 6, 6-1 1).
- Jesús, que curaste a la mujer con flujo de sangre (Mt 9, 20-22)
- Jesús, que curaste a la suegra de Pedro (Me 1, 29-31)
- Jesús, que curaste a la mujer encorvada (Le 13, 10-17)
AYÚDANOS, SEÑOR.
- Jesús, que limpiaste al poseso de Cafarnaúm (Mc 5, 1-20)
- Jesús, que limpiaste al ciego y mudo (Mt 12, 22)
- Jesús, que limpiaste a los posesos de Gerasa (Me 5, 1-20)
- Jesús, que limpiaste a una joven posesa Cananea (Mt 15, 21-28)
PURIFÍCANOS, SEÑOR
- Jesús, que resucitaste a Lázaro (Jn 11, 1-45)
- Jesús, que resucitaste al hijo de la viuda de Naín (Lc 7, 11-16)
- Jesús, que resucitaste a la hija de Jairo (Mt 9, 18-26)
- Jesús, que resucitaste Tú al tercer día (Mt 27, 62; 28, 10)
RESUCÍTANOS, SEÑOR.
- Jesús, que convertiste el agua en vino (Jn 2, 1-11)
- Jesús, que convertiste a Mateo en tu Apóstol (Le 5, 27-29)
- Jesús, que convertiste a Zaqueo en discípulo (Le 19, 1-10)
TRANSFÓRMANOS, SEÑOR.
- Jesús, que caminaste sobre las aguas (Mt 14, 22-23)
35
DANOS SEGURIDAD.
- Jesús, que apaciguaste la tormenta (Mt 8, 23-27)
DANOS FE EN LA PRUEBA, SEÑOR
- Jesús, por tu bautismo (Jn 1, 29-34)
- Jesús, por tus ayunos (Mt 4, 1-3)
- Jesús, por tus noches de oración (Le 6, 12)
- Jesús, por tus sufrimientos en la Pasión (Mt 26 y 27)
SANTIFÍCANOS, SEÑOR.
- Jesús, por tu perdón a la adúltera (Jn 8, 1-11)
- Jesús, por tu perdón a la pecadora (Lc 7, 36-50)
- Jesús, por tu perdón al paralítico (Mc 2, 1-12)
PERDONA A LOS QUE TE HEMOS OFENDIDO.
- Jesús, por tu espera al pródigo (Lc 15, 11-32)
- Jesús, por tu promesa al buen ladrón (Lc 23, 43)
NO TE CANSES DE NOSOTROS.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (I) , n. 14.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (II), n. 11.
Caminos de santidad: Bienaventuranzas que animan (IV), A I, 7, 8.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
11
ESPÍRITU SANTO
«El Señor asegura los pasos del hombre, se complace en- sus caminos; si tropieza, no
caerá, porque el Señor lo tiene de la mano» (Sal 36).
11. 1. PENTECOSTÉS ES SIEMPRE
El Espíritu es autodonación de Dios. Y Dios se fue dando ya desde el principio.
También antes de Jesucristo aparecen hombres llenos del Espíritu, y actúan movidos por
Él, y lo derrama con generosidad. Ni se agota el Espíritu ni se agota la generosidad. En
Cristo, el Espíritu es catarata interminable.
Viene el Espíritu Santo sobre toda carne, sobre niños, jóvenes y viejos, sobre mujeres y
hombres, sobre sanos y enfermos. Viene el Espíritu Santo sobre todos los que creen y
los que aman.
Ven, Espíritu Santo. Ven sobre todos los discípulos de Jesucristo.
- Sin ti no podemos creer: ¿Cómo podremos entender tantos y tan profundos misterios?
¿Cómo podernos dar respuesta a tantas dudas? ¿Cómo podremos resistir a un ambiente
tan hostil o agnóstico? ¿Y cómo no cansarnos de recitar el Credo? ¿Y cómo podremos
entender las Escrituras? ¿Y cómo podremos decir: Jesús es el Señor?
-- Sin ti no podemos confiar. Nos llenamos de temores. Empezamos teniendo miedo a
Dios. Dudamos de que nos perdone, que nos quiera. Seguimos teniendo miedo a la vida,
al trabajo, al futuro, a la enfermedad, a la vejez, a la muerte. Terminamos teniendo
miedo unos de otros, desconfiando.
- Sin ti no podemos orar: ¿De qué servirá tanto Padre Nuestro? Sin ti la oración es
monótona, fría, interesada. Decimos palabras, a lo mejor bonitas, pero no
«comoconviene”. Hacemos ritos y liturgias, pero se convierten en teatro. Ofrecemos
dones, decimos misas, bendecimos cosas, encendemos velas, pero son negocios
espirituales. Hacemos triduos y novenas y hasta horas santas, pero para asegurarnos la
protección de arriba o ganar indulgencias o conquistar el cielo.
- Sin ti no podemos servir: Puede que trabajemos mucho, pero como los constructores
de la torre de Babel. Construimos una ciudad imponente, pero no solidaria. Trabajamos
sin libertad, con estrés. El trabajo nos agobia, no nos gratifica, aunque ganemos mucho.
Nuestras profesiones y servicios, sin ti, se quedan a mitad de camino, y llevan el virus
del interés egoísta.
- Sin ti no podemos «comulgar»: No hay koinonía, sino separación y rivalidad. Sin ti no
hay manera de entenderse, cada uno habla su propia lengua, cada vez más rara y
complicada. La casa resulta una fonda, la familia es coexistencia, la fraternidad una
carga, la amistad conveniencia, la comunidad un fastidio, si no un infierno, el amor una
36
pasión utilitaria. Sin ti los pueblos rivalizan y se destruyen, las Iglesias se separan, los
creyentes compiten por su Dios.
- Sin ti no podemos crecer. O crecemos unidimensionalmente. Nuestras mejores
cualidades se atrofian. Crecen nuestras manos, a lo mejor nuestra cabeza, pero no
nuestros sentimientos, nuestro corazón. Jugamos a ser superman y gigante, pero
terminamos en robot. Nos falta espíritu, nos falta carisma, nos falta calidad, tanto a nivel
de persona, como de sociedad, como de humanidad. ¿Cómo podemos dar un salto
cualitativo? Crecemos sólo en cantidad.
- Sin ti no podemos amar. S i nos falta el Amor, ¿cómo podremos amar? Miraremos al
otro con mirada distante o interesada. El prójimo estará cada vez más lejano. Nos
engañaremos. Diremos palabras que no sentimos, por cumplir o por sacar algún
provecho. La palabra amor será viciada de raíz, asesinada, y la utilizaremos como
comodín para cualquier cosa. Diremos amor al placer, diremos amor a la conveniencia,
diremos amor al paternalismo, diremos amor al refugio, diremos amor al sentimiento,
diremos amor al capricho, diremos amor al egoísmo refinado.
- Sin ti no podemos sufrir. Nos resultará insoportable cualquier sufrimiento o molestia.
Buscaremos la vida fácil, divertida, placentera. La vida light. Nos atiborraremos de
calmantes y analgésicos. Alejaremos de nuestra vista las personas que sufren o son
deprimentes. Evitaremos las cargas, la de los hijos, la de los viejos, la de los enfermos.
Viviremos una vida muy divertida, el estilo joven, pero leve, estéril, alineante,
insatisfecha.
- Sin ti no podemos esperar. La esperanza exige capacidad de soñar y deseos de
cambiar. La esperanza supone insatisfacción y mirada al futuro como promesa. La
esperanza supone insatisfacción y mirada al futuro como promesa. La esperanza
necesita paciencia y compromiso. Pero sin ti nos burlamos de los sueños y utopías,
preferimos el plato de lentejas. ¿Por qué mirar al futuro incierto, si el presente es tan
sugestivo? ¿Para qué tanto aguantar, si hay soluciones más fáciles? ¿Por qué tanto
luchar si no va a servir para nada? Seremos realistas, muy realistas, pero con las alas
cortadas.
- Sin ti no podemos ser. Viviremos, creceremos, tendremos muchas cosas, pero sin
alma. Trabajaremos, construiremos, crearemos, pero serán cosas, serán máquinas. Nos
relacionaremos, hablaremos, conviviremos, pero sin conocernos, sin comprendemos, sin
querernos. ¡La cosificación de nuestra vida y la manipulación de nuestras relaciones!
Nos convertiremos en objetos, no personas. Existiremos, pero sin sentido. Estaremos
aquí, claro, aquí, claro, aquí estamos, pero no seremos.
11. 2. DIOS, RÍO DE AGUA VIVA
Necesidades humanas de .......... Abundancias divinas
Agua... «Vendrá a nosotros como la lluvia, como aguacero que empapa la tierra» (Os 6,
3), «viva» (Ap 22, 1; cfr Ez 47). Seguridad... «Roca... alcázar... refugio» (Ps 62); «roca
salvadora» (Dt 32, 15); «soldado victorioso» (Sof 3, 17). Luz... «Maravillosa» (1 Pe 2,
9), «intensa» (Is 9, 1); «sol» (Lc l, 78); «como el cristal» (Ap 22, l). Saber...
«Yacimiento de la prudencia» (Job 28, 12); «todos los tesoros del saber y del conocer»
(Col 2, 3) buena entraña... «Volverá a compadecerse..., destruirá nuestras culpas» (Miq
7, 19), «el Compasivo» (Is 40, 19) alegría... «Más alegría que cuando abundan el trigo y
el vino» (Ps 4, 8); «el desierto y el yermo se regocijarán» (Is 35, 1; cfr Flp 4, 4ss) paz...
«Que supera todo razonar» (Flp 4, 7); «dehesas de paz» (Is 32, 18); «tu delicia» (Is 58,
14). Fuerza y poder... «Para Dios nada hay imposible» (Me 10, 27); «creó Dios el cielo
y la tierra» (Gn 1, 1); «fuerza exuberante» (1 Tes 1, 5) de todo... «Bendiciones sin
cuento» (Mal 3, 10); «ubres abundantes» (Is 66, 1 1); inagotable esplendidez» (Ef 3,
16); «ni ojo vio ni oído oyó» (Jer 64, 3); «¿cómo es posible que con El no nos regales
todo?» (Rom 8, 32).
Pero donde la contemplación de la generosidad de Dios se hace avasalladora es al verle
traspasado en la cruz, «viendo ahí al Padre» (Jn 14, 9); «a quien el Padre no perdonó»
(Rom 8, 32). Cuando, traspasado, «salió sangre y agua» (Jn 19, 34); Dios rompe
incontenible, «derramando un espíritu de compunción y de pedir perdón, al mirar al que
traspasaron» (Zac 12, 10).
Y es en ese día en el que «brotará un manantial en Jerusalén... Y el Señor será Rey de
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todo el mundo» (Zac 12, 8-9), porque «cuando a mí me levanten, tiraré de todos hacia
mí» (Jn 12, 32) y «reuniré a los hijos de Dios dispersos» (Jn 11, 52); y es en la
asimilación de los trabajos que pasó por nosotros donde se nos irá desvelando su
inmensa generosidad y vendrá a saciarnos: «por los trabajos de su alma verá la luz, el
justo se saciará de conocimiento» (Is 53, 11).
¿Y cómo saciarnos de tanta riqueza y abundancia de «ubres», «bendiciones sin cuento»,
«plantíos», «vinos famosos», «leche», «oro», «plata», «trigo», «trajes», «vegetales»,
etc..., tan generosamente brindados a nuestra sed y a nuestra búsqueda?...
11. 3. CARTA AL ESPÍRITU SANTO, PADRE DE LOS POBRES
Oh Santo Espíritu, Padre y Señor mío, Tú que eres el Don de ¡)los, Tú, que estás hecho
para dar, que te lanzas cuando ves un vacío para llenarlo. Tú que eres pura generosidad,
mira mi pobreza, Tú que eres Padre de los pobres.
- Te abro de par en par las puertas de mi casa, que está tan vacía; sólo encontrarás
abundancia de deseos -¿son sólo sueños los deseos, son adornos ficticios?- y tinajas
vacías, hambrientas (le plenitud.
- Dicen que tienes siete dones y multitud de gracias y carismas.
- Pongo mis zapatos en la ventana, por si quieres hacerme algún regalo.
- Podría ser la Sabiduría, porque soy torpe e ignorante, o algo de tu luz, de tu ciencia y
tu consejo.
- Podría ser la fortaleza, porque soy cobarde y tímido para todo.
- Podría ser la piedad y el santo temor, para que sepa decir «¡Padre!».
- Pasa por mi casa, por favor, ¡oh Padre de los pobres!
Respuesta del Espíritu Santo:
«Llegó hasta mí tu carta, pobre, que Yo mismo te he inspirado.
Yo escucho siempre la súplica del pobre, Yo iré de nuevo a la casa del pobre, a la tuya,
que es pobre.
Dejaré en ella mis regalos. Me quedaré allí yo mismo como regalo, y seré tu huésped
para siempre, rico a la vez y pobre».
11. 4. ¡AVIVA TU ESPÍRITU, SEÑOR!
1. El Espíritu de Dios aletea en todos los confines de la tierra.
2. El Espíritu de Dios empuja la vida en todos los rincones del orbe.
3. El Espíritu de Dios alienta en mí el aire de la libertad.
4. El Espíritu de Dios alienta en mí el aire de la justicia.
5. El Espíritu de Dios alienta en mí el aire de la verdad.
6. El Espíritu de Dios alienta en mí el aire de la paz.
7. El Espíritu de Dios alienta en mí el aire de la vida.
8. El Espíritu de Dios alienta en mí el aire del silencio.
9. El Espíritu de Dios alienta en mí el aire de la palabra profunda.
10. El Espíritu de Dios alienta en mí el aire de entrega y santidad.
11. El Espíritu de Dios alienta en mí el aire de la solidaridad.
12. El Espíritu de Dios aviva en mí todo lo que está dormido.
13. El Espíritu de Dios aviva en mí todo lo que está marchito.
14. El Espíritu de Dios aviva en mí todo lo que languidece.
15. El Espíritu de Dios aviva en mí todo lo que muere en tristeza.
16. El Espíritu de Dios aviva en mí todo deseo de las cosas de arriba.
17. El Espíritu de Dios aviva en mí todo anhelo de perfección.
18. El Espíritu de Dios aviva en mí todo gesto de acogida del hermano.
19. Espíritu de Dios que tu Iglesia siga siendo lugar de paz.
20. Espíritu de Dios que tu Iglesia siga siendo ámbito de libertad.
21. Espíritu de Dios que tu Iglesia siga siendo luz y sal de la tierra.
22. Espíritu de Dios que tu Iglesia siga siendo samaritana.
23. Espíritu de Dios que tu Iglesia siga siendo misericordiosa.
24. Espíritu de Dios que tu Iglesia siga siendo casa de los pobres.
25. Espíritu de Dios que tu Iglesia siga siendo espejo de verdad.
26. Espíritu de Dios danos fuerzas para participar en el parto de los cielos nuevos y la
tierra nueva mientras llega el reino definitivo prometido por Jesús. Amén.
38
11. 5. EL ESPÍRITU ES PADRE DE LOS POBRES
El Espíritu no es el Padre, pero para los pobres es un padre.
Es su protección, ayuda y enriquecimiento: es su consuelo, fuerza y liberación; es su
compañía, su huésped y su amor.
Pobres lo somos todos; pero nos referimos especialmente a los débiles, los que sufren, a
lo que carecen de bienes, a los desvalidos, a los faltos de cultura y de cariño. Si el
Espíritu es Amor, necesariamente ha de volcarse sobre quienes más lo necesiten.
Por eso:
- Donde hay vacío, el Espíritu se hace plenitud.
- Donde hay miseria, el Espíritu se hace tesoro.
- Donde hay sufrimiento, el Espíritu se hace consuelo.
- Donde hay tristeza, el Espíritu se hace alegría.
- Donde hay debilidad, el Espíritu se hace fuerza.
- Donde hay orfandad, el Espíritu se hace madre.
- Donde hay ignorancia, el Espíritu se hace sabiduría
- Donde hay marginación, el Espíritu se hace acogida.
- Donde hay opresión, el Espíritu se hace libertad.
- Donde hay explotación, el Espíritu se hace recompensa.
- Donde hay soledad, el Espíritu se hace huésped.
- Donde hay olvido, el Espíritu se hace memoria.
- Donde hay desamor, el Espíritu se hace cariño.
- Donde hay muerte, el Espíritu se hace vida. ¡Padre de los pobres, defiende y enriquece
a tus hijos!
11. 6. ¡VEN, ESPÍRITU SANTO!
I
Envía tu Espíritu, Señor, que es agua y es fuego, que es nube y es viento. Llueve el agua
de tu Espíritu, que sea un torrente inmenso, lave al mundo de sus manchas limpie el
corazón entero. Manantial inagotable, multiplica los veneros de agua viva, que se sacien
todos los hombres sedientos. Bautízanos en esta agua, que renazca el hombre nuevo,
que toda la tierra seca se convierta en semillero.
II
Espíritu, hoguera viva, prende en nosotros tu fuego, que purifique la escoria y queme
todo lo viejo. Padecemos tanto el frío de interminables inviernos, sé Tú calor verdadero,
sé Tú nuestro horno secreto.
III
Una noche protectora aparece en nuestro cielo, presencia de Dios, Espíritu, paloma de
limpio vuelo. Da sombra a los desvalidos y da a los tristes consuelo, acompaña al que
está solo, pacifica a los violentos.
IV
Brisa suave y penetrante, soplo creador y viento, dinamiza nuestras vidas y ponlas en
movimiento. Créanos constantemente, pon espíritu w el cuerpo, reanima nuestros
cansancios, líbranos de todo miedo.
11. 7. ¡DERRAMA TU ESPÍRITU, SEÑOR!
1. Envía tu Espíritu sobre joven y viejo, sobre hombre y mujer, sobre alto y bajo, sobre
este y oeste.
2. Derrama tu fuego en el corazón del hombre, en la boca del hombre, en los ojos del
hombre, en las manos del hombre.
3. Envía tu Espíritu sobre los que creen, sobre los que dudan, sobre los que aman, sobre
los que están solos.
4. Derrama tu fuego en las palabras de los hombres, en el silencio de los hombres, en el
hablar de los hombres, en las canciones de los hombres.
5. Envía tu aliento sobre los que construyen el futuro, sobre lo que conservan los
valores, sobre los que protegen la vida, sobre los que crean belleza.
6. Envía tu Espíritu sobre las casas de los hombres, sobre las ciudades de los hombres,
sobre el mundo de los hombres, sobre todos los hombres de buena voluntad.
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7. Aquí y ahora, sobre nosotros derrama tu Espíritu y que esté con nosotros para
siempre.
11. 8. CRISTIFICADOS POR EL ESPÍRITU
Espíritu de Cristo, vivo aliento, aliéntame, Señor, con energía, libérame de viejas
cobardías y aliente yo en Jesús cada momento. Penetra en mis entrañas como ungüento,
que es óleo de amor y de alegría, la vida de Jesús sea la mía, y haz de mi corazón tu
dulce asiento. Y siento que una llama me enamora, me quema y me libera desde dentro;
y graba con sus dedos en mi centro una imagen de Cristo encantadora; y escucho una
palabra: desde ahora tú eres Cristo, Él en ti, ¡dichoso encuentro!
11. 9. ESPÍRITU, EMBRIÁGANOS
Espíritu de Dios, aliento vivificante, alienta en mí tu nueva vida, alienta tu corazón, tu
grito al Padre, confiado y victorioso: ¡Abba! Alienta tu fuerza irresistible, tu viento
electrizante, que arrastra y que libera. Alienta tu amor, tan poderoso, que enciende
fuego vivo, brasas de santa Hoguera, llama que no se apaga. Inspire yo tu aliento
creador, oxigenando bien mi sangre y mis tejidos. Y adore yo con tu santo aliento, viva
en amor con tu vivo aliento, muera de amor con tu dulce aliento, para sumergirme en tu
limpia atmósfera, inspirando y expirando eternamente tu divino aliento.
Espíritu divino, huésped mío, suave aceite, tormenta electrizante, aliento creador,
vivificante, de aguas vivas fecundo y santo río. Maestro y abogado en quien confío;
gran Amor, que enamora a los amantes; gran Dador, que donando hace donantes; gran
Hoguera, que quita todo frío. Enciende nuestras velas apagadas y cura con tu aceite las
heridas, alienta y oxigena las moradas, abrásanos con ascuas encendidas y embriáganos,
mi Esposo y mi Señor, con las dulces reservas de tu amor.
11. 10. EL ESPÍRITU DE DIOS
1. Reza
- Dedo de Dios, transmítenos vida.
- Dedo de Dios, expulsa nuestros demonios.
- Dedo de Dios, cura nuestras enfermedades.
- Dedo de Dios, cárganos de energía.
- Dedo de Dios, dibuja en nosotros a Cristo.
- Dedo de Dios, escribe tu ley en nuestro corazón.
- Dedo de Dios, pon en nuestro dedo la alianza de tu amor.
- Carne espiritualizada.
2. «Pentecostés es el derramamiento del espíritu de Dios en el recipiente de la carne y
de la iglesia» (San Ireneo).
3. Lluvia de Dios.
El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios.
«A nosotros, los nacidos por el sacramento del bautismo, se nos concede un gran gozo,
ya que experimentamos en nuestro interior las primicias del Espíritu Santo, cuando
penetra en nosotros la inteligencia de los misterios, el conocimiento de la profecía, la
palabra de sabiduría, la firmeza de la esperanza, los carismas medicinales y el dominio
sobre los demonios sometidos. Estos dones nos penetran como llovizna y, recibidos,
proliferan en multiplicidad de frutos» (San Hilario).
4. Fuerza de Dios.
«No es posible dar testimonio de Cristo sin la fuerza del Espíritu Santo..., porque si
«ninguno puede decir: Jesús es el Señor sino bajo la acción del Espíritu Santo» (1Co 12,
3), ¿quién podrá dar la vida por Jesús sino bajo la acción del mismo Espíritu Santo?»
(Cirilo de Jerusalén).
5. Risa de Dios.
«El Espíritu es como el amor misterioso del Padre para con el Verbo... y este mismo
amor es el que el Verbo usa en retorno para con el Padre... Así, el Espíritu es el gozo
eterno en el que los tres se complacen en común. Este gozo es el que es enviado a
aquellos que son dignos de él» (Gregorio Palarnas).
6. Iconógrafo de Dios.
La tradición de la Iglesia, oriental y occidental, es unánime al afirmar que aquel que
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imprime en el hombre la imagen de Dios es el Espíritu Santo. Este es considerado el
«iconógrafo» (aquel que pinta los iconos sagrados) de la imagen de Dios en el hombre
para que, mirando a Cristo como modelo, pinte en el hombre la imagen viva del
Redentor y, de esta manera, cristifique progresivamente al fiel (Cf Pseudo-Macario,
Homilías, XXX, 4).
7. Amor de Dios.
«Puede decirse que en el Espíritu Santo, la vida íntima de Dios uno y trino se hace
enteramente don, intercambio del amor recíproco entre las personas divinas, y que por
el Espíritu Santo Dios «existe» como don.
El Espíritu Santo es, pues, la expresión personal de esta donación, de este ser-amor. Es
Persona-amor. Es Persona-don. Tenemos aquí una riqueza insondable de la realidad y
una profundización inefable del concepto de persona en Dios, que solamente
conocernos por la Revelación» (Dei V. 10).
8. Nueva creación
«Revestíos de la fuerza que brota del espíritu y convertíos en constructores de un mundo
nuevo, un mundo diferente, fundado en la verdad, la justicia, la solidaridad y el amor»
(Juan Pablo II a los jóvenes, 1991).
9. Manantial y regalo de Dios.
«El Espíritu es regalo del Padre. El Espíritu es entrega del Hijo.
El Espíritu es amor entre el Padre y el Hijo. El Espíritu es fuente de amor verdadero. El
Espíritu es manantial de gracia. El Espíritu es fuerza en la lucha. El Espíritu es ánimo en
el combate. El Espíritu es triunfo sobre el mal. El Espíritu es vida del alma. El Espíritu
es hálito divino» (A. Moreno).
10. 7estigo de Cristo
«El Espíritu Santo es cristológico.
No tiene intención de hablar sino de uno solo: de Jesucristo. Desde el momento en que
al Espíritu Santo se le separa de
Cristo y de su propio cometido de testigo, se esconde» (A. Maillot).
11. Consuelo y, fuerza de Dios
«Ven ya, óptimo consolador del alma que sufre...
Ven, tú que purificas de las fealdades, tú que curas las llagas. Ven, fuerza de los débiles,
sostén de los decaídos. Ven, doctor de los humildes, vencedor de los orgullosos. Ven,
oh tierno padre de los huérfanos...
Ven, esperanza de los pobres...
Ven, estrella de los navegantes, puerto de los náufragos. Ven, oh gloria insigne de todos
los vivientes...
Ven, tú que eres el más santo de los Espíritus, ven y habita en mí.
Hazme conforme a ti» (Juan de Fécarnp, año 1060).
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (I) , n. 15.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (II), n. 12.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
12
FAMILIA-MATRIMONIO PADRES
«Confía en el Señor, sigue su camino; él te levantará a poseer la tierra». (Sal 36)
12. 1. ¿QUÉ ES LA FAMILIA?
La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la
protección de la sociedad y del Estado.
«Muéstrame el rostro de tu madre, yo te diré quién eres».
La familia cristiana es:
1. La que vive en la ternura. La ternura es como el aire de la casa. Todos se sienten
aceptados y queridos, por encima de sus merecimientos. Se sienten necesitados unos de
otros, sea del consejo, sea del servicio, sea del beso o de la sonrisa.
2. La que construye comunidad. Se trata de poner en común: los bienes materiales y
espirituales, los sentimientos y los deseos, también las ideas y los criterios. Quiere decir
que hay que dialogar y no encerrarse en su recinto exterior o en su concha interior. Hay
que dedicar tiempo y espacio para cultivar lo común.
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3. La que anima a la creatividad. No es cuestión de repetir siempre las mismas
tradiciones y comportamientos. Hay que limpiar el polvo de la rutina. Hay que estar
abiertos a la sorpresa. Hay que estimular el crecimiento, no sólo vegetativo, sino
espiritual.
4. La que se ejercita en la austeridad. La austeridad, hoy sobre todo, es virtud y es
necesidad. La familia, sabemos, es campo abonado para el consumismo. Difícil para los
amos y las amas de casa no caer en esa trampa.
5. L a que asume las dificultades y la dureza de la vida. La primera dificultad es vivir la
comunidad. La convivencia prolongada puede originar cansancio, roces o simplemente
aburrimiento. Para convivir es preciso conmorir. Para compenetrarse hay que vaciarse.
Para compartir hay que ceder.
6. La que está siempre abierta a los problemas de otros. No puede entenderse una
familia encerrada en sí misma. Hay que tener las puertas abiertas para oxigenarse con el
viento vital del Espíritu, que lo abre todo. Puertas abiertas significa en primer lugar
acogida y hospitalidad. Que todo el que entre sea acogido como amigo y hermano, y
algo más, como el mismo Cristo.
12.2. ATENCION, PADRES
1. Un buen nivel de autoestima impulsa al niño a:
1. Sentirse valioso, satisfecho y capaz y a disfrutar de sus pequeños éxitos.
2. Expresar con facilidad y sinceridad sus pensamientos y sentimientos.
3. Aceptar contratiempos y asumir responsabilidades.
4. Ser más servicial y comprensivo con los demás.
5. Adoptar actitudes positivas y de esperanza.
IL Un nivel bajo de autoestima:
1. Produce ansiedad e inseguridad ante las dificultades.
2. Infunde en el niño desconfianza en sus capacidades.
3. Le conduce a no asumir su responsabilidad.
4. Le hace sentirse inferior a los demás, inseguro y cohibido.
5. Produce timidez y falta de aprecio de sí mismo.
6. Convierte al niño o adolescente en un ser desvalido e influenciable o muy agresivo y
hasta malvado para compensar el sentimiento de verdadera valía que nadie le reconoce.
12.3. PARA FOMENTAR LA GENEROSIDAD DE LOS HIJOS
1. Enseñarles desde pequeños que ninguno de los bienes materiales que poseen les
pertenecen plenamente. No tienen derecho a romper los juguetes que les han regalado.
2. Hacer patente a los hijos que los padres tampoco tenemos como propios estos bienes.
3. Acostumbrarles a cederse mutuamente juegos, útiles de trabajo, libros, etc.
4. Los padres tienen que ser generosos en el tiempo que dedican a sus hijos para
ayudarles en el estudio, para descansar con ellos, etc. Es un ejemplo muy importante de
entrega a los demás.
5. Los chicos, desde pequeños, que sean generosos con su tiempo. A veces tendrán que
dejar un trabajo o el mismo estudio, un encargo, para atender otro más importante.
6. Además de los pequeños servicios que se les solicita para ayudar a la convivencia
familiar, es muy adecuado asignar algún cometido fijo, asequible a su edad, que suscite
su sentido de responsabilidad y suponga un pequeño vencimiento (detalles de orden
material, cuidado de alguna zona de la casa, atención a algún hermano menor, etc.). En
todo caso, conviene tener flexibilidad en los encargos. Es más importante fomentar la
unidad y el mutuo servicio que el estricto cumplimiento de un encargo concreto.
7. Enseñarles a mirar a la Cruz cuando les cueste entregar algo. Al fin y al cabo todo lo
que tienen lo han recibido de Dios. La entrega de Cristo en la Cruz es nuestro ejemplo.
8. Desde pequeños hay que sembrar en sus corazones y en su memoria las razones
últimas que mueven a un cristiano a comportarse de un modo concreto y determinado.
9. Tener prudencia en las expresiones y conversaciones en las que se ensalza o se añora
la consecución de los bienes materiales a los triunfos estrictamente humanos.
Especialmente cuando se empieza a abordar el terna (le las carreras profesionales.
10. Tener mucha constancia en fomentar la generosidad, aunque parezca que no se
avanza nada. En realidad se está encauzando una tendencia natural -el instinto de
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conservación-, deteriorada por el pecado original.
11. Cuidar de que una parte de su dinero la entreguen como limosna. Que ahorren para
hacer regalos a sus padres y hermanos.
12. Fomentar las acciones de gracias desde pequeños. El agradecimiento nos lleva a
corresponder y a ser generosos con quien primeramente nos ha hecho el bien.
13. Ejercitar obras de misericordia corporales, acompañados de los hijos, de modo que
el contacto con los que sufren, con los desheredados, sea, además, el mejor antídoto
contra el aburguesamiento.
14. Conviene que los hijos sepan -del modo más conveniente en cada caso- que se
ayuda económicamente a la parroquia, labores sociales, formativas o benéficas.
12. 4. PADRES: ¡RESPETAD A VUESTROS HIJOS!
1. Vuestros hijos no son vuestros hijos. Son los hijos y las hijas de cuanto la Vida desea
para sí misma.
2. Son concebidos por medio de vosotros, pero vienen de Dios.
3. Aún estando con vosotros, no os pertenecen. Podéis otorgarles vuestro amor, más no
vuestros pensamientos.
4. Ellos poseen sus propios pensamientos.
5. Podéis dar cobijo a su cuerpo, mas no a su alma. Porque sus almas habitan en la
morada del futuro, la cual no podéis conocer, ni siquiera en vuestros sueños.
6. Podéis esforzaros por ser como ellos, mas no intentéis que ellos sean como vosotros.
Porque la vida no anda hacia atrás ni se fija en el ayer.
7. Sois los arcos, de los cuales vuestros hijos han sido disparados como dardos vivos. El
Arquero ve el blanco en el camino del infinito. El os doblegará con su poder para que
sus dardos puedan ir lejos y raudos.
8. Permitid que por placer sea la mano del Arquero la encargada de doblegarlos. Pues
aún cuando Él ama al dardo que vuela, también siente pena por el arco en tensión.
12. 5. LOS HIJOS PIENSAN DE SUS PADRES...
1. A los siete años: Papá es un sabio, todo lo sabe.
2. A los catorce años: Me parece que papá se equivoca en algunas cosas que dice.
3. A los veinte años: Papá está un poco atrasado en sus teorías, no es de esta época.
4. A los veinticinco años: Papá no sabe nada... Decididamente, está de la cabeza.
5. A los treinta años: No sé si ir a consultar este asunto con papá... Tal vez pudiera
aconsejarme.
6. A los cuarenta y cinco años: ¡Qué lástima que haya muerto el pobre papá! La verdad
es que tenía una clarividencia notable.
7. A los setenta años: ¡Pobre papá..., era un sabio!, ¡lástima que yo lo haya comprendido
tan tarde!
12.6. PARA MEJORAR LA RELACIÓN DE LOS ESPOSOS
1. Mírense uno al otro los ojos. Todos los días.
2. Mírense también hacia el interior, desde el fondo del corazón.
3. Acepten la idea de que la relación puede mejorar. Decidan trabajar en ello. Háganse
responsables (le la calidad y del futuro de la relación.
4. Creen un ambiente de seguridad y respeto, donde cada uno pueda verdaderamente ser
y expresarse.
5. Aprendan a comunicarse. La comunicación tiene técnicas. Hay artículos, libros,
cursos y encuentros matrimoniales que pueden ayudarles.
6. Digan «yo». Para comprenderse bien, hay que comenzar por expresar lo que siento, lo
que deseo, lo que hay en mí. Pero cuidado: no es «yo pienso (o yo siento) que tú...».
7. Grábense esto: el otro no tiene una bola de cristal. Por más años de casados que
tengan, ninguno sabe lo que el otro siente, teme o piensa. Es necesario decirlo. No son
adivinos.
8. Para comunicarse mejor, hay que buscar el momento adecuado y hablar con claridad.
9. En los conflictos es inútil buscar quién comenzó o quién es culpable. Sean mejor
conscientes de cómo y por qué mantienen el conflicto para luego pensar en propuestas.
10. No existe tal cosa como el acuerdo total, la unión perfecta. Siempre habrá que ir
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buscando el equilibrio, a veces ceder, a veces buscar un punto intermedio... Siempre
comprender.
11. Eviten preguntas vagas que puedan contestar con monosílabos («¿Cómo te fue?».
«Bien».). Es mejor preguntar, por ejemplo: «¿Qué sucedió con el proyecto que
presentaste?».
12. Aprendan a pedir lo que desean. Claramente, sin rodeos. Y aprendan a rehusarse, si
es el caso, con amabilidad. «¿Quieres acompañarme al supermercado?» no es una
orden: es una invitación.
13. Todo deseo necesita ser entendido, aunque no siempre pueda ser satisfecho.
Escuchemos los deseos de nuestra pareja sin responder de entrada «no se puede». Tal
vez sólo se trata de compartir ilusiones.
14. Saber rehusar implica proponer otra cosa, poder negociar, escuchar ambos puntos de
vista.
15. La relación no debe ahogar la personalidad de ninguno de los dos. Cada uno
necesita ser plenamente él o ella misma (o), respetarse, amarse...
16. Hay que amar sin apego, es decir, sin considerar al otro una posesión, sin crear
dependencias inmaduras, permitiéndole el espacio necesario para ser.
17. Aprender a dar: sin condiciones, sin esperar respuesta, sin pensar que por fiar tengo
derechos. Dar generosamente, no para manipular, no por miedo, no para controlar, no
para hacer méritos.
18. Aprender a recibir: con gracia, con gratitud, sin sentirse condicionados o
comprometidos.
19. Planeen su tiempo juntos. El que han de dedicarse uno al otro no es «el tiempo que
te quede libre», sino un tiempo bueno, suficiente, enriquecedor. Si planean, además,
habrá menos contratiempos, tensiones y pleitos.
20. Compartan el gozo. Disfruten lo que tienen.
21. Ayúdense siempre.
22. Crean en el amor. El amor es la fuerza más poderosa que existe. Dios es amor, y
estamos hechos a su imagen y semejanza.
12.7. ORACIÓN DE LOS ESPOSOS
Señor:
1. Haz de nuestro hogar un sitio de tu amor.
2. Que no haya injuria, porque Tú nos das comprensión.
3. Que no haya amargura, porque Tú nos bendices.
4. Que no haya egoísmo, porque Tú nos alientas.
5. Que no haya rencor, porque Tú nos das el perdón.
6. Que no haya abandono, porque Tú estás con nosotros.
7. Que sepamos marchar hacia Ti en nuestro diario vivir.
8. Que cada mañana amanezca un día más de entrega y sacrificio.
9. Que cada noche nos encuentre con más amor de esposos.
10. Haz, Señor, de nuestras vidas, que quisiste unir, una página llena de ti.
11. Haz, Señor, de nuestros hijos lo que Tú anhelas; ayúdanos a educarles y orientarles
por Tu camino.
12. Que nos esforcemos en el consuelo mutuo.
13. Que hagamos del amor un motivo para amarte más.
14. Que demos lo mejor de nosotros para ser felices en el hogar.
15. Que cuando amanezca el gran día de ir a tu encuentro, ¡los concedas hallarnos
unidos.
12.8. LA MADRE
«Hay una mujer que tiene algo de Dios, por la inmensidad de su amor, y mucho de
ángel por la incansable solicitud de su amor.
Una mujer que siendo joven, tiene la reflexión de una anciana y en la vejez trabaja con
el vigor de la juventud.
Una mujer que si es ignorante, descubre los secretos de la vida con más acierto que un
sabio, y si es instruida, se acomoda a la simplicidad de los que ama, y, siendo rica, daría
con gusto su tesoro para no sufrir en su corazón la herida de la ingratitud.
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Una mujer que, siendo vigorosa, se estremece con el vagido de un niño, y, siendo débil,
se reviste a veces con la bravura de un león.
Una mujer que mientras vive, no la sabemos estimar, porque a su lado todos los dolores
se olvidan; pero después de muerta, daríamos todo lo que tenemos y todo lo que somos,
por mirarla de nuevo un solo instante, por escuchar un solo acento de sus labios...» (A. J.)
12.9. ¡MADRE!, LA PALABRA MÁS BELLA
Escribió el Cardenal Mundszenty:
«Debemos acercarnos a la madre. Una madre no puede ser entendida, sino amada. Sus
besos, las lágrimas que brotan de sus ojos, su oración, te dicen lo que es la madre...
¡Madre, madre querida! ¡Cuánto dicen estas palabras! En ellas palpita una fuerza
hechizadora.
¿Hay algún vocablo que nos conmueva más hondamente que la palabra «madre»?
Cuanto más avanzamos en la vida y nos vamos adentrando en los secretos del mundo,
tanto más debemos admirar el milagro de la madre. Y a medida que la vida nos va
enseñando más cosas, la palabra «madre» nos parece más bella y más profunda. Pero,
¿qué es la madre?
Tú eres la fuente de la que yo bebí, tú eres la raíz de la que yo broté, tú eres el dintel, a
través del cual yo entré en la vida.
*La madre es el fuego, y los niños, la luz. La claridad de la luz nos revela la intensidad
del fuego.
* La madre es la viña, y los hijos los racimos. En los racimos podemos entrever la
calidad de la viña.
* La madre es el árbol, y los hijos los frutos. El Salvador dijo: «Por sus frutos los
conoceréis».
* La madre es el reloj, y los hijos las agujas. Estas indican la hora que es.
* La madre es la pluma, y los hijos son lo escrito. En la escritura queda plasmado lo
escrito.
* La madre es el timón, y los niños, la navecilla. Esta va donde los guía aquél.
* La madre es la reina, y los niños, los súbitos. Bajo el cetro de una madre inteligente
los niños viven confiados y felices.
En la madre se encierra un gran milagro y un gran misterio. Todos los hombres, felices
o infortunados, se estremecen y conmueven ante esta palabra: MADRE.
¡Ángel custodio! -como la llama el gran Agustín y Ozarram-. Ángel custodio que nos
cobija bajo sus alas y nos muestra la senda a seguir en el mar turbulento de la vida.
Madre, tú eres el reflejo de la Providencia divina, la mirada vigilante del ángel
custodio... Pero todo esto son meras imágenes y símbolos.
¡Jamás un hombre podrá expresar lo que significa para él su madre! Lo único que puede
decir es que su madre es para él, después de Dios, la mayor gracia y el mayor bien que
posee».
12. 10. CARTA A MI MADRE
«¡Cuánto recuerdo ahora, madre mía, aquel dulce mirar con que afrontabas el sol del
otoño al acabarse el día!
¡Cuántas dichas entonces me augurabas, mientras, viendo nacer mis sentimientos, con el
alma en los ojos me mirabas!
12.13. PARA QUE REINE LA CONFIANZA EN EL HOGAR
1. Decir siempre la verdad llana y simple.
2. Fomentar la naturalidad y espontaneidad en la expresión de pensamientos y
sentimientos.
3. Dar ejemplo de respeto a sí mismo y a los demás y exigirlo a todos los miembros de
la familia.
4. No consentir amenazas, chantajes ni Intromisiones de unos con otros.
5. Propiciar el diálogo, la generosidad, los intercambios de opiniones, el interés por las
dificultades y problemas de los demás, etc.
6. Pactar unas normas de convivencia aceptadas por todos, hechas y discutidas por todos
y reflejadas por escrito para saber a qué atenerse en las situaciones de conflicto.
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7. Huir del autoritarismo y promover la comprensión, la flexibilidad y la tolerancia
mutua, sin caer en el abuso descarado.
12.14. LA BENDICIÓN DE LA MESA
En algunos ambientes cristianos se ha perdido la buena costumbre de bendecir la mesa,
quizá como una aplicación desacertada de la teoría de la secularidad, que en sí misma es
acertada.
Puesto que para los cristianos nada es profano y todo es santo, ¿para qué sacralizar el
acto de comer? Pero se olvida que aquellas energías que no se ejercitan, se atrofian, se
debilitan o se pierden.
En la primera epístola a Timoteo se censura a los gnósticos, que prohibían determinados
alimentos por una falsa espiritualidad de tendencia maniquea, según la cual la materia es
obra del diablo. «Todo lo que Dios ha creado es bueno, y no se ha de rechazar ningún
alimento que se coma con acción de gracias, pues queda santificado por la palabra de
Dios y por la oración» (4, 4-5).
Los primeros cristianos, siguiendo la tradición del Antiguo Testamento y la práctica de
Jesús, siempre bendecían a Dios antes de tomar cualquier alimento.
Por eso, es muy bueno que bendigamos a Dios antes de las comidas, dándole gracias por
sus dones. En realidad, más que bendecir los alimentos deberíamos bendecir a Dios que
nos los da, por medio de la naturaleza y de los hombres.
Lo mínimo que podríamos decir es algo así como: «Te bendecimos, Padre, y te damos
gracias por estos alimentos que de tu generosidad vamos a recibir. Por J.C.N.S.»,
añadiendo el «gloria», y, si se intercalara un «Padre Nuestro», por aquello del pan de
cada día, tanto mejor.
Así comeremos como hijos de Dios, que nos alimenta como una buena madre que da el
pecho a su niño, y tomaremos nuestro alimento como una comunión, como un regalo de
su amor».
12.15. ORACIÓN PARA QUE EL HOGAR SEA CENTRO DE SANTIDAD
-Señor: haz de nuestros hogares verdaderos centros de santidad.
-Donde Tú estés siempre presente con tu gracia;
-Donde se ore en común;
-Donde cada uno de sus miembros aspire a la perfección, con los medios que la misma
vida de familia le procuran;
* Y dentro del cumplimiento de sus propios deberes.
-Donde ser forjen los espíritus de los futuros hijos, dignos de la Iglesia.
-Donde haya calor y fuego suficientes para irradiarlos en los que nos rodean.
-En fin, donde Dios se goce, porque se hace siempre su santísima voluntad. Amén.
MÁS SOBRE ESTE' TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (I) , n. 21.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (II), n. 13.
Caminos de santidad: Bienaventuranzas que animan (IV), A I,4,5,6;B,7.
Caminos de santidad: Ejemplos ue edifican (V), n. 15, 28.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
13
FE
«Envía tu luz y tu verdad: que ellas me guíen y me conduzcan hasta tu monte santo,
hasta tu morada» (Sal 42).
13. 1. ¿QUÉ ES LA FE?
«La fe no se puede razonar, pero podemos tener una razón de la fe».
«La fe es la capacidad de superar las dudas». «La fe es siempre un riesgo».
«La fe profunda en acción es amor; y el amor en acción es servicio».
«Yo no intento comprender, intento creer». Yo soy amor y del amor camino; soy blanca
nave del sagrado puerto; por mí postrado en el peñón desierto canta el asceta su triunfal
destino. Soy consuelo del triste peregrino que cruza el mundo de pesares yerto; soy
árbol santo del eterno huerto; rosa bendita del rosal divino. Sin mí la pena se desgarra y
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llora; sin mí el dolor sus amarguras vierte, sin mí el sepulcro con furor devora;
aspirando mi luz el alma es fuerte, la pena se hace amor; la noche aurora; la tumba
claridad; faro la muerte (B. 1- G.).
13.2. LA DUDA
«El que no duda, no cree».
«La solución de una duda es el descubrimiento de una verdad».
«No menos que saber, dudar me gusta».
«Quien no duda, no puede conocer la verdad».
13.3. ACTO DE FE
En el nombre del Dios de los amores, canto la fe que llena el alma mía, y le ofrendo un
tributo de poesía, que ha brotado en mis labios pecadores. Ante la faz del mundo, sin
temores, como los hombres de mi raza un día yo confieso, con firme valentía, la fe que
me legaron mis mayores. Y como en ella vivo, en ella adoro, y en ella cifro mi
esperanza suma, mi escudo intacto y mi mayor tesoro. Ante esta edad burlona y
descreída la confieso y la afirmo con mi pluma... ¡y si fuera preciso, con mi vida! (José
Mª Pemán).
13.4. LA RELIGIÓN ES POESÍA DEL CORAZÓN
1. La religión no es una esclavitud a lo desconocido, sino una identificación con lo
amado.
2. La religión no es una mera conveniencia, sino íntima vivencia.
3. Es bueno conocer la religión, pero es mejor practicarla.
4. La religión no se memoriza, se vitaliza.
5. La religión no es un conjunto de preguntas y respuestas, sino una sucesión de
emociones espirituales que enriquecen la vida y las verdades eternas que orientan la
inteligencia y calientan la voluntad.
6. Religión que se «dice» es dudosa; religión que se «vive», es evidente.
7. La religión, más que ser una marcha hacia Dios, es Dios mismo que se recibe en
continua donación de amor.
8. Renunciar a la religión es renunciar a la vida del amor, porque el amor perfecto se
llama Dios.
9. La religión tiene encantos que nadie puede expresar: es la poesía del corazón.
13.5. NO TENGÁIS MIEDO
Si sois hombres tentados por el miedo, si lo nuevo os aterra, si os habéis acostumbrado
a la rutina, si no sabéis por dónde vais, si os espanta todavía la cruz... ¡No tengáis
miedo!
¡Está vivo! y camina, como Señor, delante de vosotros. Si vuestros ojos se llenan de
sueño, si no veis nada detrás de las cosas, si la realidad sólo es lo que veis, si buscáis y
sólo encontráis la frialdad del silencio, si clamáis y Dios no os responde al instante...
¡No tengáis miedo!
¡Está vivo! y camina, como Señor, delante de vosotros.
Si el cansancio os abruma,
si la palabra no os dice nada, si las palabras os faltan,
si no encontráis las razones de vivir tantas veces buscadas, si habéis perdido la ilusión,
si ya todo es noche sin chispa de luz...
*¡Dios no es justo! ... en relación conmigo, olvida mis ínfidelidades, y se acuerda sólo
de mi amor..
¡No tengáis miedo!
*¡Dios no es justo! A nuestra manera, ¡afortunadamente!
¡Está vivo! y camina, como Señor, delante de vosotros.
Si sentís el corazón triste, si ya no veis las flores, si sólo escucháis cantos de derrota, si
ya no quedan lágrimas en vuestro lagrimal, si tenéis ya la ventana abierta para arrojarlo
todo, si ya no hay esperanza para vuestra desesperanza... ¡No tengáis miedo! ¡Está vivo!
y camina, como Señor, delante de vosotros.
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MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (1), n. 16.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (II), n. 14.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
13.6. DIOS NO ES JUSTO
A veces, leyendo la Palabra de Dios, pueden venirnos tentaciones contra la fe porque
nos parece que Dios no es justo. Habrá que llegar a profundizar más y más en esta
Palabra para que nuestra fe se robustezca. Así podemos decir:
-¡Dios no es justo! Hace salir el sol sobre el que tiene fe y el que no la tiene (Mt 5, 45).
-¡Dios no es justo! Prepara un banquete al hijo pródigo y no hace nada especial por el
hijo «fiel» (Lc 15, 29).
-¡Dios no es justo! El obrero de última hora recibe la misma paga que el que ha sido
contratado a las nueve (Mt 20,10).
-¡Dios no es justo! Regaña al que le devuelve el talento que había recibido sin haberlo
hecho fructificar (Mt 25, 28).
''` ¡Dios no es justo! Abandona noventa y nueve ovejas para correr tras la descarriada
(Mt 18, 12).
-¡Dios no es justo! Deja perder al que cumple la ley y acoge ~1I yue no la observa (Lc
18, 14).
-¡Dios no es justo! Abre el cielo a las prostitutas y hace en(i ¡ti, en primer lugar a los
ladrones (Lc 23, 43).
14
FELICIDAD
«Que yo me acerque al altar de Dios, al Dios de mi alegría; que te dé gracias al son de
la cítara, Dios, Dios mío» (Sal 42).
«No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices» (Stevenson).
14. 1. LA PERSONA FELIZ
«La felicidad es la vocación del hombre» (Lacordaire).
1. La persona feliz se acepta como es, quiere ser lo que es y se conforma con su suerte y
con la vida que le ha tocado vivir.
2. La persona feliz se mueve siempre en un terreno de sencillez, de naturalidad, de
espontaneidad y de humildad. Sabe tejer el bello, amplio y policromado tapiz de la
felicidad de su vida con los variados y múltiples hilos de las pequeñas felicidades de
cada día.
3. La persona feliz sabe que en el balance final solamente queda la felicidad que hemos
dado a los demás. Invertir en buenas y nobles acciones es invertir en felicidad.
4. La persona feliz jamás se afana o se inquieta por poseer mucho; su secreto está en
disfrutar plenamente de lo que tiene, en la calidad de lo disfrutado, no en la cantidad.
5. La persona feliz se crea su propia felicidad, se la gana cada día, porque sabe que no
es algo que se encuentra por casualidad o se recibe como regalo. Es una elección, una
opción y un tesoro que cada cual ha de descubrir y desarrollar dentro de sí mismo.
6. La persona feliz no se inquieta ni se siente desgraciada por no poder hacer siempre lo
que quiere. Para evitarse problemas y disgustos concentra todas sus energías físicas,
mentales y psíquicas en querer siempre aquello que tiene que hacer.
7. La persona feliz hace depender su felicidad de una vida en paz consigo mismo,
sembrada de buenas y nobles acciones y de una sana y natural alegría corno constante.
8. La persona feliz cultiva cada día con la misma entrega y esmero la virtud, la
sabiduría, la bondad y la paz del espíritu, porque sabe que son «pájaros del mismo
plumaje», notas de una misma sinfonía que se llama ¡felicidad!
9. La persona feliz es incapaz de entristecerse por envidias. Muy al contrario, su
corazón se desborda como su boca en alabanzas sentidas y sinceras para los demás y se
alegra y disfruta de la buena suerte, de los dones, de las riquezas y valores de los otros,
como si fueran propios.
10. La persona feliz lo es, sobre todo y principalmente, porque ha decidido serlo. No
admite para sí otro estado natural que el de la coherencia interna, el buen entendimiento
consigo mismo, la libertad del espíritu, la paz interior, la alegría de una vida entregada a
48
causas nobles, la felicidad como proyecto.
11. La persona feliz aprende a descargarse de preocupaciones inútiles, de culpas
paralizantes, de necesidades imperiosas y de temores absurdos. Se entrega por completo
a disfrutar de lo que la vida le va proporcionando cada día y no espera ni exige
demasiado para sentirse lleno de dicha.
12. La persona feliz rebosa alegría, paciencia y esperanza; no se inquieta ni se deprime
en los momentos de infortunio, porque sabe que al anochecer siempre sigue un
amanecer radiante y luminoso.
14.2. FELICIDAD HOGARENA
De la paz interior individual, nace la felicidad hogareña, la que pinta el poeta Gabriel y
Galán en estos magistrales verso,
La vida era solemne;
puro y sereno el pensamiento era; sosegado el sentir como las brisas; mudo y fuerte el
amor, mansas las penas, austeros los placeres, rasgadas las creencias, sabroso el pan,
reparador el sueño, fácil el bien y pura la conciencia. ¡Qué deseos el alma tenía de ser
buena, y cómo se llenaba de ternura cuando Dios le decía que lo era!
14.3. ¿POR QUÉ NO SER FELICES?
La preciosa novela Quo Vadis dice que Popea, la emperatriz, la que se bañaba cada día
en leche de trescientas burras, no era feliz porque Ligia, la extranjera, era más guapa
que ella.
Esto mismo sucede hoy a muchos y muchas que creían que iban a ser «felices»:-Unos,
porque no pudieron casarse, otros porque se casaron.
-Unos, porque no tienen hijos, otros porque tienen demasiados.
-Unos porque son guapos, pero tontos; otros porque son listos, pero feos.
-Uno, porque es abogado sin pleitos; otro, porque es continuo pleito sin abogado
posible.
-Uno, porque tiene mucho dinero y más zánganos alrededor que una colmena. Otro,
porque no tiene «padre, ni madre, ni perro que le ladre».
-Este, porque perdió la salud. Aquel, porque nunca la pudo encontrar.
-Uno, porque es cabrero y quisiera ser príncipe.., para variar de compañía. Otro, porque
es príncipe y desearía ser cabrero... también para librarse de tanto parásito corno tiene
por compañía...
* Todo ese mundo que se dice «feliz» cojea de un pie.
* La razón de todo esto está formulada por San Agustín: «Nos hiciste, Señor, para Ti, y
nuestro corazón anda inquieto hasta que descanse en Ti».
* Y no descansamos en Dios sino cuando lo conocemos por la FE; cuando vamos hacia
Él por la ESPERANZA, cuando le amamos por la CARIDAD.
14.4. LOS MANDAMIENTOS DEI, RICO Y DEL POBRE
Los del rico:
1. El primero, tener mucho dinero.
2. El segundo, despreciar a todo el mundo.
3. El tercero, comer vaca y camero.
4. El cuarto, comer bien, aunque sea Viernes Santo.
5. El quinto, beber vino blanco y tinto.
6. Estos mandamientos se encierran en dos: todo para mí nada para vos.
Los del pobre:
1. El primero, no tener nunca dinero.
2. El segundo, ser despreciado por todo el mundo.
3. El tercero, no comer vaca ni carnero.
4. El cuarto, ayunar, más que sea Viernes Santo.
5. El quinto, no beber vino blanco ni tinto.
* Estos mandamientos se encierran en dos: rascarse y que sea por amor de Dios.
14.5. FELICIDAD DE LAS COSAS SENCILLAS
«Puede ser bueno que los demás vean hasta qué punto somos buenos» (Chesterton).
49
«Todo acto (le bondad es una demostración de poderío» (Unamuno).
«Sucede con frecuencia que con tal ahínco deseamos ser ángeles del cielo, que nos
olvidamos de ser hombres de bien en la tierra» (San Francisco de Sales).
Un proverbio chino dice: «El hombre que consigue ver las cosas pequeñas tiene la
mirada limpia».
«La senda del justo es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es
perfecto» (Prov 4,18.).
Alguien ha cantado las cosas sencillas de cada día: «Redescubrir las cosas normales:
el encanto sencillo de la amistad,
las flores para un enfermo,
una puerta abierta,
una mesa acogedora,
un apretón de manos,
una sonrisa,
el silencio de una iglesia,
el dibujo de un niño,
una flor que se abre,
un pájaro que canta,
una hilera de álamos,
•
un riachuelo, una montaña...
La vida se vuelve una fiesta cuando sabes disfrutar de las cosas normales de cada día.
14. 6. SÉ FELIZ
Para ser feliz no hieras a nadie, y pasa haciendo bien y sonriendo como un rayo de sol
por los trigales. Sea tu mirada, mirada de ángel, y tan queda tu voz que sólo llegue
solamente al que tenga que escucharte. Y tus manos sean dos lirios fragantes, dos lirios
que al tocarlos se deshagan derramando el perfume más amable. Y oye: si te hieren,
sonríe al cobarde; sonríe por tu herida cual flor bella y así serás feliz, viajero amable
(M.G.).
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (I) , n. 17.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (11), n. 15.
Caminos de santidad: Ejemplos que edifican (V), n. 16.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
15
GRACIAS
«Dios mío, tus caminos son santos:¿ qué dios es grande como nuestro Dios?» (Sal 76).
15. 1. GRACIAS, SEÑOR, POR LA SALVACIÓN QUE NOS DAS
Te adoramos, Dios altísimo, porque:
Has descendido a la tierra y nos has elevado;
te has humillado y nos has exaltado;
te has hecho pobre y nos has enriquecido.
Has nacido en este inundo y nos has hecho renacer;
has recibido el bautismo y nos has purificado;
has ayunado y nos has saciado;
•
has combatido y nos has dado fuerza.
* Te montaste sobre un asno y nos has asociado a tu cortejo;
*
has sido conducido prisionero ante el sumo sacerdote y nos has liberado;
•
has sido sometido a interrogatorio y nos has hecho tomar parte como jueces;
has guardado silencio y nos has enseñado.
Fuiste abofeteado corno un esclavo y nos has emancipado;
te despojaron de tus ropas y nos has revestido;
fuiste atado a una columna y nos has desatado;
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te crucificaron y nos has salvado.
Bebiste vinagre y nos has empapado de dulzura;
fuiste coronado de espinas y nos has hecho reyes;
moriste en la cruz y nos has hecho revivir;
te pusieron en una tumba y nos has despertado.
Resucitaste en la madrugada y nos has alegrado;
fuiste revestido de gloria y nos has llenado de admiración;
Has ascendido a los cielos y nos has elevado;
•
nos envías el Espíritu y hemos sido santificados. Bendito seas, tú que vienes
radiante de bondad.
15. 2 ¡ENSÉÑAME, SEÑOR, A SER AGRADECIDO!
* Señor, vengo hoy a darte gracias. Quisiera que mi vida toda fuera una auténtica
acción de gracias por los muchos beneficios que de Ti he recibido durante toda mi
existencia.
* Con frecuencia soy desagradecido. Me olvido de cuanto Tú has hecho por mí. A Ti
debo cuanto soy y cuanto tengo.
* Por ello hoy vengo con confianza filial a rogarte que me enseñes, que me instruyas en
el camino de la gratitud.
* Enséñame, Señor, a ser dulce y delicado en todos los acontecimientos de la vida, en
los desagrados, en la inconsideración de otros, en la insinceridad de aquéllos en quienes
confiaba, en la falta de fidelidad de aquéllos en quienes yo descansaba.
* Déjame que yo me ponga a un lado, para pensar en la felicidad de otros, que oculte
mis penillas y mis angustias para que así sea yo el único en sufrir sus efectos.
* Enséñame a aprovecharme del sufrimiento que se me presenta en mi camino.
* Déjame que lo use de tal manera que sirva para suavizarme, no para endurecerme y
amargarme: de modo que me haga paciente, no irritable: generoso en mi perdón, no
mezquino, altivo e insufrible.
* Que nunca alguien sea menos bueno por haber percibido mi influencia. Que nadie sea
menos puro, menos veraz, menos bondadoso, menos digno, por haber sido mi
compañero de camino en nuestra jornada hacia la VIDA ETERNA.
* En tanto que voy dando vueltas de una distracción a otra, déjame susurrar de rato en
rato una palabra de ¿lino¡- a Ti Que yo viva mi vida en lo sobrenatural, llena de energía
para el bien y vigorosa en su empeño de santidad.
15. 3. ¡GRACIAS, JESÚS! ¡GRACIAS, MARÍA!
Esta es la invocación o jaculatoria que yo me esfuerzo por repetir al levantarme y al
acostarme y también procuro sembrar todo el día de esta hermosa jaculatoria.
Te copio el texto que he colocado en el dorso de una estampita y que he difundido
copiosamente por todas partes:
«¡Gracias, Jesús!, ¡Gracias, María!¡Te amo, Jesús!, ¡Te amo, María!».
Te recomiendo reces, medites y vivas esta jaculatoria.
Al igual que al Peregrino ruso ayudó la oración de Jesús, te ayudará esta en el camino
de tu propia santificación.
• Gracias a Jesús y a María: ¡Tenemos tantos motivos para darles gracias por los
beneficios que nos han concedido!...: La vida, la Iglesia, la fe, los sacramentos, la
familia, la propia vocación, los fundadores, los bienes materiales, los amigos, la salud o
la enfermedad, los oficios desempeñados. Jesús sintió la ingratitud (Lc 17, 12) y María
fue muy agradecida (Le 1, 46).
• Amor a Jesús y a María: Amor afectivo: de palabras; y amor efectivo: de obras; «Este
pueblo me honra...» (Mc 7, 6). «No todo el que me diga: Señor...» (Mt 7, 21).
Por ello, si les digo: «Te amo...», tendré que poner los medios: cumplir el Evangelio, los
Mandamientos, mis deberes personales y evitar el pecado, el mal.
• Al levantarme y al acostarme, a la vez que beso el crucifijo, el escapulario o la
medalla, será bueno que rece esta jaculatoria y procure convertir en vida cuanto dicen
mis labios. También repetirla, aunque sea mentalmente, a lo largo del día.
Es un buen medio para vivir la presencia de Dios y hacerlo todo bien.
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15. 4. ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS
Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.
Apareció la bondad en Jesucristo. Aleluya.
Fue bueno en Navidad, la ternura. Aleluya.
Fue bueno en Nazaret, lo sencillo. Aleluya.
Fue bueno igualándose a nosotros, el despojo. Aleluya.
Fue bueno en sus palabras salvadoras. Aleluya.
Fue bueno con los pobres y los enfermos, compasivo. Aleluya.
Fue bueno asumiendo nuestras cargas, solidario. Aleluya.
Fue bueno perdonando los pecados, la clemencia. Aleluya.
Fue bueno multiplicando nuestros panes, generoso. Aleluya.
Fue bueno al quedarse con nosotros, amistad pura. Aleluya.
Fue bueno entregándonos su vida, amor grande.
Fue bueno en el triunfo de la Pascua. Miles de antorchas encendidas y la noche
iluminada, el sol saliendo del sepulcro, la tristeza superada, queda el amor, queda la
vida.
Dad gracias al Señor porque es bueno,
- porque su amor es eterno,
- su amor encarnado en Jesucristo,
- su amor derramado en el Espíritu,
- su amor, que redime y resucita,
-su amor, que transforma el mundo entero, que transfigura.
15.5. ¡ GRACIAS POR TODO, SEÑOR!
«¿Cómo podré agradecer al Señor todas las mercedes que me ha hecho?» (Salmo 115).
Gracias, porque me miraste,
Gracias, porque me elegiste,
Gracias, porque me llamaste,
Gracias, porque me quisiste.
Gracias, porque te he seguido,
Gracias, porque te he cuidado,
Gracias, porque te he servido,
Gracias, porque te he amado.
Gracias, por lo que he gozado,
Gracias, por lo que he reído,
Gracias, por lo que he llorado,
Gracias, por lo que he sufrido.
¡GRACIAS POR TODO, JESÚS! ¡GRACIAS POR TODO, MARÍA!
16
HUMOR
«He examinado mi camino, para enderezar mis pies a tus preceptos» (Sal 118).
El buen humor es necesario para alcanzar la santidad. En el capitulillo primero ya
hemos tratado el tema de la ALEGRÍA. Los santos eran personas muy alegres y algunos
se hicieron famosos por su buen humor, p. e. San Felipe Neri, San Juan Bosco, etc...
Traemos aquí unos cuantos apartados que ayudarán a vivir el BUEN HUMOR.
16. 1. ESPIGANDO EN LOS PROVERBIOS
-Quien desprecia a su vecino es un insensato; el hombre discreto se calla.
-Anillo de oro en nariz de un puerco, mujer hermosa pero sin gusto.
-Hay quien gasta y todavía crece; y hay quien ahorra para venir a menos.
-Quien desordena su casa, hereda viento.
-El que ama la instrucción ama la ciencia; el que odia la reprensión es tonto.
-Más vale hombre sencillo que se basta a sí mismo, que hombre glorioso a quien falta el
52
pan.
-El necio tiene por recto su camino, pero el sabio escucha los consejos.
-Quien habla sin tino, hiere como espada; la lengua de los sabios cura.
-El hombre cauto oculta su ciencia, el insensato proclama su necedad.
-Hay quien se hace el rico y nada tiene; hay quien se hace el pobre y tiene gran fortuna.
-Fortuna rápida vendrá a menos; quien junta poco a poco irá en aumento.
-Anda con los sabios y serás sabio; quien frecuenta a los necios se hará necio.
-Quien escatima la vara, odia a su hijo; quien le tiene amor, le castiga.
16.2. GREGUERÍAS
-Cuando sientas en tu pecho ira, cuenta 100 y luego piensa lo que ibas a hacer.
-Cuando sientas en tu pecho envidia, cuenta 100 y luego abofetea a tu contrario; tu
contrario eres tú.
-Cuando sientas en tu pecho gula, come 100 veces lo que te apetezca y luego piensa en
lo que has hecho... Estos son los tres pecados capitales.
-Cuando quieras odiar a una persona, dile que la amas.
-Cuando estés triste, arranca una hoja de un árbol y bésala.
-Cuando estés demasiado alegre, báñate en el mar.
-Cuando estés dormido, lo mejor, amigo, es que pidas a Dios que te deje seguir
durmiendo. Pero cuando despiertes, pídele a Dios que no te deje cerrar los ojos.
-Cuando te sientas poeta, enciérrate en una habitación desnuda y oscura.
-Cuando dudes de Dios, intenta cantar.
-Cuando veas que las hojas se caen de los árboles, coge una y guárdala en un libro.
-Cuando veas a un lobo sonriendo, piensa que tiene hambre y huye: es prudencia, no
miedo.
-El día en que un gusano se coma a una gallina, sube a un precipicio y arrójate desde él.
-Cuando llueva, sal de casa en traje de baño, te lavarás.
-Cuando te escupan, no saques el pañuelo hasta que se haya marchado el que teescupió.
-Cuando te chillen, ¡por amor de Dios, no se te ocurra chillar!
-Cuando veas a un hombre haciendo una corona de espinas, acércate y llárnale
monstruo. Pero si le ves ponerse cualquiera de las coronas en la cabeza, cuenta 100 y
luego aléjate despacio.
16.3. AFORISMOS
-Con la inteligencia se puede hacer mucho camino en la Iglesia, pero no en la religión.
-Es fácil pasar del rechazo de la Iglesia-Institución al rechazo de la Iglesia-Misterio.
-Quien conoce a otros es inteligente, quien se conoce a sí mismo es sabio.
-Cuenta poco lo que sabes; cuenta mucho lo que haces.
-Un trabajo inmediato, aun si es mediocre o infructuoso, vale más que las más brillantes
fantasías.
-Nadie, antes del cristianismo, había dicho que Dios es amor.
* La vida pertenece a la voluntad, no al intelecto o al corazón.
* Dios sigue existiendo aun para aquellos que creen que él no existe.
-El silencio es el más grande lujo de nuestro tiempo.
-La soledad total existe solamente cuando falta Dios.
-Está quien sabe utilizar incluso los imprevisibles caprichos del viento para conducir en
puerto la nave.
-La inteligencia es corno un fósforo; para encenderla se necesita frotarla con algo
áspero.
-Las mentiras más convincentes están constituidas por muchas pequeñas verdades.
-No se hace religión con la religión, se hace religión con la vida.
-La ciencia cambia la tierra, pero no cambia al hombre.
-Ningún genio fue jamás barrido por el viento de los críticos.
-El momento más bello para abandonarse a Dios es cuando parece que Él nos abandona.
-El diablo no puede nada contra la voluntad, puede poquísimo contra la inteligencia y
puede todo contra la fantasía.
-El hombre prudente es como el alfiler: la cabeza le impide entrar más a fondo.
-Sufrir a causa de la Iglesia es más fecundo que sufrir por la Iglesia.
53
-El amor es ciego; el matrimonio devuelve la vista.
-El amor disminuye apenas deja de aumentar.
-El amor no debe ser un egoísmo entre dos.
-Nada es más interesante que la conversación de dos enamorados silenciosos.
-En la juventud se ama con la propia fuerza, en la vejez con la propia debilidad.
-Para muchos cristianos la religión es una actividad dominical, sin ninguna relación.
-El envejecimiento es el lento despojarse de la tierra, de la planta humana.
-No juzguemos a los ancianos como si envejecer fuera un delito y nosotros no
debiéramos envejecer jamás.
-La vida sin amor no tiene sabor, y sin dolor no tiene valor.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (1) , n.18.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (II), n.16.
Caminos de santidad: Bienaventuranzas que animan (IV), A I, 17; II. 7.
Caminos de santidad: Ejemplos que edifican (V), n. 22.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
17
JESUCRISTO
«Yo soy el CAMINO, la verdad y la vida» (Jn 14, 6). Andad según el Espíritu y no
realicéis los deseos de la carne» (Ga 5, 16).
17. 1. CÁNTICO A JESÚS RESUCITADO
El amor de Dios brilla en los brazos abiertos de CRISTO. «Oh cruz gloriosa del Señor
Resucitado, árbol de mi salvación.
De él yo me nutro, de él me deleito, en sus raíces crezco, en sus ranas yo me extiendo.
Su rocío me alegra, su brisa me fecunda, a su sombra he plantado mi tienda. En el
hambre, alimento; en la sed, manantial; en la desnudez, vestido.
Angosto sendero, mi camino estrecho; escala de Jacob, lecho de amor; donde nos
desposó el Señor. En el temor, defensa; en el tropiezo, sostén; en la victoria, corona; en
la lucha, tú eres premio. Árbol de vida eterna, pilar del universo, osamenta de la tierra,
tu cima roza el cielo, y el amor de Dios brilla en tus brazos abiertos». (De una homilía
de San Hipólito sobre la Pascua).
17. 2. AMOR A CRISTO
* «Preséntame un corazón amante y comprenderás lo que digo...
Preséntame un corazón hambriento, un corazón que, sintiéndose solo y desterrado en
este mundo, esté sediento... y asentirás en lo que digo... Muestra una rama verde a una
oveja y verás cómo atraes a la oveja. Enséñale nueces a un niño y verás cómo lo atraes
también... Es atraído por el amor...
Si estos objetos atraen, ¿no va a atraernos Cristo revelado por el Padre? ¿Qué otra cosa
desea nuestra alma con más vehemencia que la verdad... para comer y beber la
sabiduría, la justicia, la verdad y la eternidad?» (S. Agustín. Tratado 26, 4-6).
* Al morir Catalina de Siena, las últimas palabras que pronunció fueron: «Sangre,
sangre, sangre». Sangre es un vocablo que salpica de rojo todas las páginas de los
escritos de la Santa: para saludar, para despedirse, para expresar las ideas más hondas de
la vida espiritual y mística...
Sangre, que en su pluma significa amor de Cristo, caridad, perdón, dulzura infinita, luz
divina, vestido nupcial, los sacramentos, el mismo Cristo; y en aquella época, en que...
los fieles se enfervorizaban con la devota invocación: ¡Sangre de Cristo, embriágame!,
y los artistas pintaban al Redentor con las llagas abiertas y goteantes... la palabra sangre
se convierte en el mejor símbolo de aquel siglo.
17.3. V EN DERSE POR CRISTO
En ocasiones, los primeros cristianos llegaron hasta el don de sí mismos.
«Muchos de los nuestros -escribía San Clemente Romano se han vendido como esclavos
y con el precio de su libertad han alimentado a otros».
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Conocernos algunos nombres:
San Pedro el Colector mandó a su tesorero que le vendiera en provecho de los
indigentes.
San Serapión se entregó a una pobre mujer para que le vendiera a unos juglares griegos.
17.4. JESUS, FUENTE DE VIDA
Las fuentes siempre están en el mismo punto.
Jesús, Tú no permaneces en el mismo punto, como las fuentes.
Jesús, Tú no eres algo así como una fuente que se deja encontrar.
Jesús, Tú eres como una fuente que busca de por sí misma al sediento, cosa que jamás
se ha oído decir de otra fuente.
Por eso se te puede encontrar siempre y en todas partes (S. Kierkegaard).
17. 5. JESÚS ES AMOR
* «Para mí Cristo es amor para amar, amar para ser amado, camino para ser recorrido,
verdad para ser dada, luz para ser encendida, vida para ser vivida, amor digno de ser
amado, fuerza para entregarse en servicio a los pobres».. (M. Teresa de Calcuta).
* «Cuando muere un amor, cuando muere una flor, ¿qué hace un poeta? Crea un amor,
siembra una flor y espera, espera ...» (A. Colón),
* «Muchas y grandes son mis dolencias; sí, son muchas y grandes, aunque más grande
es tu medicina» (S. Agustín).
17.6. CONOCIMIENTO Y AMOR A JESUCRISTO «La vida eterna consiste en eso:
que te conozcamos a Ti, el único Dios, y a Jesucristo tu enviado» (Jn 17, 3).
Hace algunos años un colaborador de Pablo VI fue invitado a visitar una leprosería en
Honolulu.
Estando al lado de un enfermo, a quien la lepra había devorado los ojos, las orejas, la
nariz, los labios, el capellán de la leprosería dijo al leproso:
- «El Papa ha enviado a su secretario a darle su bendición. ¿Qué quiere que le diga de su
parte al Papa cuando regrese a Roma?
El rostro destrozado del enfermo se transfiguró con una sonrisa luminosa:
- «Diga al Papa, sí, que le dé gracias al buen Dios por mi lepra. Sin lepra no habría
conocido a Jesucristo».
Lo que importa es conocer a Jesucristo. El leproso de Honolulu ha aceptado pagar un
gran tributo por conocer a Cristo. ¿Qué sacrificios nos hemos impuesto nosotros para
conocer a Jesús?
Hay que saber cosas de Jesucristo, pero no hay conocimiento de Cristo sin oración.
Puede costar, pero vale la pena.
17.7. ENCUENTRO CON CRISTO
De Lubac ha escrito: «Jesucristo es el vencido del mundo y el Salvador del mundo».
¡Cuántos muros de Berlín derribados, y el mundo sigue mirando a Jesucristo!
¿Sentimos el agradecimiento de todo lo que significa la Encarnación de Dios hace XX
siglos? Sin Jesucristo ni los sufrimientos ni la muerte de Dios, ni la Iglesia y los
sacramentos, ni María. Sin Él seguirían cerradas las puertas del cielo.
¿Sentirnos una gran pena por el mundo que intenta vivir sin I?I, que lo desprecia, que lo
margina, que lo olvida? Francisco de Asís y María Magdalena de Pazzi repetían:
«¡El Amor no es amado!»...
La gran pregunta es ésta: ¿Le amo más? ¿Le siento más necesario? ¿Es verdad, la gran
verdad, que sin Él mi vida no tiene sentido?
Alegra el corazón pensar en tantos amadores de Jesucristo durante XX siglos: María,
José, María Magdalena, Pedro, Juan, Agustín, Tomás, Ignacio, Teresa de Jesús, María
Magdalena de Pazzi, Teresa del Niño de Jesús, Padres Tito y Kolbe, los mártires de
siempre, los santos (canonizados o no), los sacerdotes, religiosos o seglares que han
vivido y viven de Él, que han sufrido y sufren con El, que han esperado y esperan en Él.
Es un río de amor que comenzó en Nazaret, que atraviesa la historia hasta su final.
¡Oh Jesucristo!, ¡bendito seas!
Pablo VI supo decirlo bellamente en su Testamento sobre la muerte: «Delante de la
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muerte, maestra de la filosofía y de la vida, afirmo que el acontecimiento más grande
para mí, lo mismo que para cuantos han tenido igual fortuna, ha sido el encuentro con
Jesucristo».
17.8. JESUCRISTO SEGÚN PABLO VI
Pocos cristianos han hablado de Jesucristo como Pablo VI.
Escojo algo de lo que dijo en Manila el 30 de noviembre de 1970:
* «Yo no acabaría jamás de hablar de Él. Él es la luz, la verdad, más: Él es «el Camino,
la Verdad y la Vida» (Jn 14, 6).
* Él es el pan, la fuente de agua viva para nuestro hambre y para nuestra sed; Él es
pastor, nuestro guía, nuestro ejemplo, nuestro consuelo, nuestro hermano.
* Como nosotros y más que nosotros. Él ha sido pequeño, pobre, humillado,
desgraciado, trabajador y paciente.
* Para nosotros É1 ha hablado, ha hecho milagros, ha fundado un Reino nuevo, donde
los pobres son felices, donde la paz es principio de convivencia, donde los limpios de
corazón y los que lloran son exaltados y consolados, donde aquellos que desean la
justicia son reivindicados, donde los pecadores pueden ser perdonados, donde todos son
hermanos...
* ¡Jesucristo! Recordad: este es el perenne anuncio, es la voz que hacemos resonar por
toda la tierra (Rom 10, 18) y por toda la hilera de los siglos (Rom 9, 5).
Recordad y meditad: el Papa ha venido a vosotros y ha gritado: ¡Jesucristo!».
17.9. «JESÚS ES EL SEÑOR» (Rm 10, 9)
Di con el corazón y los labios:
*¡Jesús es el Señor! Repítelo, repítelo... Te salvarás.
*Jesús es Señor: victoria sobre toda muerte, bandera blanca en el centro del mundo, en
lo más alto de la tierra, nadie la podrá quitar.
*Jesús es Señor: de Él brota la vida, una fuente hermosa, ya no hay muerte.
*Jesús es el que es, el que vive, el que hace vivir, ayer, hoy y siempre, la Fuente.
*Jesús es el Señor: ya no hay más señores: los señores del dinero, los señores de las
armas, los señores de las leyes, los señores de la carne, los señores del templo... todos
los príncipes del mundo, señores de las tinieblas... ¡están vencidos!
* Jesús es mi Señor, clavó su bandera en mi corazón, no hay parcela en mi vida que no
domine, ya no me siento esclavo de nada: Jesús es mi Señor: ¡Te salvarás!
Sea yo, Jesús, tu servidor resucitado.
17. 10. JESUCRISTO EXALTADO, PARA QUE YO VAYA A ÉL
Palmas y alabanzas el Domingo de Ramos conjuntadas con cruces y vituperios el
Viernes Santo. Hoy es el día de la exaltación. Hasta las piedras aplaudirían, si no lo
hicieran los niños. Voces de niños y voz del cielo. «Lo he glorificado y de nuevo lo
glorificaré» (Jn 12, 28).
Exaltado, o sobre un pollino, o sobre una cruz. Es la paz que camina con las manos
abiertas y lágrimas en los ojos. Es el amor puesto en alto, brazos abiertos para estrechar
a todos, pies clavados para esperar a todos los pródigos.
Exaltado:
1. Para atraer las miradas de todos y los corazones.
2. Para curar a todos los mordidos de serpientes.
3. Para hacer bandera de amor universal.
4. Para que de la alta roca de su pecho brote el agua salvadora.
5. Para que todos puedan acercarse y recibir su sangre.
6. Para que todos crean que es el Señor.
7. Para elevar unos metros a la humanidad entera.
Y exaltado, porque antes se había abajado hasta convertirse en un hombre cualquiera,
un gusano débil y despreciable, un burro de carga. Por eso, «Dios lo levantó sobre
todo».
Siempre así. «El que ama su vida, la pierde; pero el que pierde su vida, la gana».
Jesús jugó fuerte: supo perderlo todo.
Y el discípulo de Jesús debe seguir a su maestro. Estamos en la hora del despojo, del
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abajamiento, de jugar a perder.
Cuando Dios quiera, vendrá la exaltación.
Pero cuando Dios quiera, no cuando nosotros nos empeñemos.
17. 11. GENEROSIDAD DEL SEÑOR
Lo da todo, sin que nosotros merezcamos nada. Se da del todo, aunque nosotros no
sepamos aceptarlo.
Nos da sus bendiciones, su aliento vital, su ayuda y protección constante. Nos da su
palabra, que es luz y alimento. Nos da su cercanía y amistad. Nos da a su Hijo y a su
Santo Espíritu, «sin medida».
1. En el Antiguo Testamento:
En bellas expresiones se cantan las generosidades divinas:
1. «Y vendrá a nosotros como la lluvia invernal, como lluvia de primavera que empapa
la tierra» (Os 6, 3; cf. Sal 71, 6).
2. «Luego me mostró el río de agua de vida, brillante como el cristal, que brotaba del
trono de Dios y del Cordero» (Ap 22, 1; cf Jn 7, 37).
3. «Los montes destilarán vino nuevo y las colinas fluirán leche; por todas las
torrenteras de Judá fluirán las aguas y una fuente manará de la Casa deYahveh que
regará el Valle de las Acacias» (J14, 18; cf. Am 9, 13).
4. «Habrá sobre todo monte alto y sobre todo cerro elevado manantiales que den aguas
perennes» (Is 30, 25; cf 7a 14, 8).
5. «El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios» (Sal 45, 5).
6. «A ver si no os abro las esclusas del cielo y no vacío sobre vosotros la bendición
hasta agotarse» (Ml 3, 10).
7. «Iahveh te hará rebosar de bienes... Iahveh abrirá para ti los cielos, su rico tesoro,
para dar a su tiempo la lluvia necesaria... y para bendecir toda su obra de tus manos» (Dt
28, 11-12).
8. «Mamaréis y os hartaréis del seno de sus consuelos, de modo que chupéis y apuréis
las delicias de los pechos abundantes de su gloria... tiende hacia ella como un río la paz»
(Is 66, 11-12)
9. «Les das a beber del torrente de tus delicias porque en ti está la fuente de la vida»
(Sal 35, 9-10).
10. «Todos los sedientos, id a por agua, y los que no tenéis dinero, venid, comprad y
comed... sin pagar, vino y leche» (Is 55, I; cf. Ap 21,6; 22,17; Os 2,10).
11. «Sacaréis agua con gozo de los hontanares de la salvación» (Is 12,3; cf. Jr 2,13).
11. En el Nuevo Testamento:
No se cansa de alabar y de bendecir a Dios por su extraordinaria generosidad para con
nosotros:
1. Dios es «Padre de las misericordias y Dios de toda consolación» (2 Cor 1,3).
2. «De su plenitud hemos recibido todos, gracia sobre gracia» (Jn 1,16).
3. «El Dios de la esperanza os colme de todo gozo y paz... hasta rebosar la esperanza
por la fuerza del Espíritu» (Rm 15,13).
4. «¿Cómo es posible que con él no nos dé gratuitamente todas las cosas?» (Rm 8,32).
5. «En Cristo habéis sido enriquecidos en todo, en toda palabra y en todo conocimiento»
(1Cor 1,5; 2 Cor 8,9).
6. «Nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales» (Ef 1,3).
7. «La riqueza de su gracia que ha prodigado sobre nosotros en toda sabiduría e
inteligencia» (Ef 1,8).
8, «La riqueza de la gloria otorgada por Él en herencia a los santos y cuál la soberana
grandeza de su poder para con nosotros» (Ef 1, 18-19).
9. «Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó... nos vivificó... con
Cristo... a fin de mostrar la sobreabundante riqueza de su gracia» (Ef 2, 4-7).
10. «Conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que os vayáis
llenando hasta la total plenitud de Dios» (Ef 3,19).
17.12. CAMINO = SEGUIR A JESÚS
1. No es fácil seguirte, Señor.
2. No es cómodo seguir tu camino.
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3. Tú quieres hombres recios y arriesgados.
4. Tú dijiste: «la mies es mucha y los obreros pocos», «sois la sal de la tierra», «sois la
luz del mundo», «sois el fermento en la masa».
5. Señor, aquí estoy: aquí estoy con mi corazón apagado y miedo a incendiar vidas y
arder yo mismo.
6. Aquí estoy con mi luz para mí solo, con mi lámpara sin brillar.
7. Aquí estoy con mi sal desvirtuada, mientras los otros me piden sabor.
8. Aquí estoy con mi fermento seco, mientras los otros me piden fuerza.
9. Quiero ser fermento, luz, sal.
10. Quiero arriesgar mi vida por la tuya, arriesgar mi vida por mis hermanos.
11. Señor, los hombres están sedientos, de amor, de paz, de alegría, de Ti.
12. Te quiero presente, Señor, en las diversiones, en el cine, en la peña, en el bar.
13. Te quiero presente en nuestras amistades, en nuestro trabajo, en nuestra vida.
14. Quiero proclamar que tú vives, que estás vivo.
15. Quiero ser fermento, luz, sal, para mí y para los otros.
16. Quiero comprometerme. Nada fácil, Señor.
17.13. ¿PARA QUÉ COMIJLGAMOS?
1. Si comemos de este pan y bebemos de esta copa, si nos alimentamos de este amor, se
notará enseguida que hemos recibido una santa energía.
2. Comulgamos para vivir la comunión con Cristo-Dios, naturalmente, pero también
con todos los hermanos; abiertos a la comunión con el mundo; preferencia y
predilección con los más necesitados.
3. Comulgamos para aprender a compartir. No puede haber amistad verdadera y unión
sincera, si se dan desigualdades, injusticias y marginaciones.
4. Comulgamos para ejercitarnos en el servicio. Sigue habiendo tantos pies que lavar,
tantas llagas que curar, tanta oscuridad que iluminar, tantas cadenas que romper.
5. Comulgamos para urgir el compromiso. Es otra manera de servir, pero intentando el
cambio de sociedad; trabajar para que el inundo cambie en sus raíces y en sus
estructuras.
6. Comulgamos para llegar a la entrega. Porque la Eucaristía es fundamentalmente dar
vida por amor. Pues habrá que aprender a amar hasta gastarse. Te alimentas de un amor
oblativo, ya no puedes vivir para ti.
17.14. ESCUCHA: JESÚS TE AMA Y TE AYUDA
1. Si nadie te ama, mi alegría es amarte.
2. Si lloras, estoy deseando consolarte.
3. Si eres débil, te daré mi fuerza y energía.
4. Si nadie te necesita, yo te busco.
5. Si eres inútil, yo no puedo prescindir de ti.
6. Si estás vacío, ¡ni plenitud te colmará.
7. Si tienes miedo, te llevo sobre mis espaldas.
8. Si quieres caminar, iré contigo.
9. Si me llamas, vengo siempre.
10. Si te pierdes, no duermo hasta encontrarte.
11. Si estás cansado, soy tu descanso.
12. Si pecas, soy tu perdón.
13. Si me hablas, trátame de tú.
14. Si me pierdes, soy don para ti.
15. Si me necesitas, te digo: aquí estoy, dentro de ti.
16. Si te resistes, no quiero que hagas nada a la fuerza.
17. Si estás a oscuras, soy lámpara para tus pasos.
18. Si tienes hambre, soy pan de vida para ti.
19. Si eres infiel, yo soy fiel.
20. Si quieres conversar, yo te escucho siempre.
21. Si me miras, verás la verdad de tu corazón.
22. Si estás en prisión, te voy a visitar y a liberar.
23. Si te quiebras, te curo todas las fracturas.
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24. Si te manchas, no quiero que salves las apariencias.
25. Si piensas que soy tu rival, yo no quiero quedar por encima de ti.
26. Si quieres ver mi rostro, mira una flor, una fuente, un niño.
27. Si estás excluido, yo soy tu aliado.
28. Si todos te olvidan, mis entrañas se estremecen recordándote.
29. Si no tienes a nadie, me tienes a mí.
30. Si eres silencio, mi palabra habitará en tu corazón.
17.15. JESÚS, LA SALVACION
1. Si quieres curar tus heridas, Jesús es el médico.
2. Si el ardor de la fiebre te da sed, Jesús es la fuente.
3. Si las culpas te remuerden, Jesús es el perdón.
4. Si tienes necesidad de ayuda, Jesús es la fuerza.
5. Si la muerte te da miedo, Jesús es la vida eterna.
6. Si aspiras a la patria celestial, Jesús es nuestra esperanza.
7. Si las tinieblas te afligen, Jesús es la luz.
8. Si tienes hambre de seguridad, Jesús es la verdad.
9. Si te falta la comida que sacia, Jesús es el pan que nutre para la vida eterna.
17.16. AMOR DE CRISTO
1. Amor que estrecha a los suyos.
2. Amor traducido en lágrimas.
3. Amor que lava y acaricia.
4. Amor que defiende y alerta.
5. Amor que consuela y perdona.
6. Amor que excusa y olvida.
7. Amor probado con sangre.
8. Amor regalado en comida.
9. Amor que lo entrega todo.
10. Amor que obedece y calla.
11. Amor que nunca se cansa.
12. Amor que abre los brazos hasta el infinito.
13. Amor que se eleva sobre la tierra.
14. Amor que rompe el corazón.
15. Amor que muere y aún vive.
16. Amor que vence a la muerte.
17. Amor que es la fuerza del mundo.
18. Amor que llega hasta el colmo.
19. «Como hubiese amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el
extremo».
17.17. ¿DÓNDE ESTÁ JESÚS?
1. Jesús es el pan de vida, que se debe comer.
2. Jesús es el hambriento, que debe ser sustentado.
3. Jesús es el sediento, que debe ser saciado.
4. Jesús es el desnudo, que debe ser vestido.
5. Jesús es el sin casa, que debe ser albergado.
6. Jesús es el enfermo, que debe ser asistido.
7. Jesús es el hombre solo que debe ser amado.
8. Jesús es el despreciado, que debe ser acogido.
9. Jesús es el leproso, a quien se deben lavar las heridas.
10. Jesús está en el mendigo, a quien se debe dar una sonrisa.
11. Jesús está en el embriagado, a quien se debe escuchar.
12. Jesús está en el enfermo mental, a quien se debe proteger.
13. Jesús está en el pequeño, a quien se debe abrazar.
14. Jesús está en el ciego, a quien se debe conducir.
15. Jesús está en el mundo, a quien se debe hablar.
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16. Jesús está en el paralítico, a quien se debe acompañar.
17. Jesús está en el drogado, a quien se debe dar compresión.
18. Jesús está en la prostituta, a quien se debe socorrer y dar compresión.
19. Jesús está en el preso, a quien se debe visitar.
20. Jesús está en el anciano, a quien se debe servir.
17.18. JESÚS, TU TODO
1. Jesús es Salvador, agradécelo.
2. Jesús es evangelio, predícalo.
3. Jesús es luz, irrádiala.
4. Jesús es paz, siémbrala.
5. Jesús es medicina, cúrate.
6. Jesús es libertad, defiéndela
7. Jesús es cruz, compártela.
8. Jesús es Pascua, celébrala.
9. Jesús es amigo, ámalo.
10. Jesús es esposo, cásate.
11. Jesús es amor, enamórate.
12. Jesús es Espíritu, respíralo.
13. Jesús es Dios, en-Diósate. Amén.
17.19. EL SEÑOR ES MI TODO
1. Mi fuerza y mi fracaso eres tú.
2. Mi herencia y mi pobreza.
3. Tú mi justicia, Jesús.
4. Mi guerra y mi paz.
5. ¡Mi libre libertad!
6. Mi muerte y mi vida, tú.
7. Palabra de mis gritos.
8. Silencio de mi espera.
9. Testigo de mis sueños.
10. ¡Cruz de ¡ni cruz!
11. Causa de ni¡ amargura.
12. Perdón del egoísmo.
13. Crimen de mi proceso.
14. Juez de mi pobre llanto.
15. Razón de mi esperanza, ¡tú!
16. Mi tierra prometida tú...
17. La Pascua de mi pascua.
18. ¡Nuestra gloria por siempre, Señor Jesús!
17. 20. CRISTO SIEMPRE Y EN TODO
San Patricio, apóstol de Irlanda, así veía a Cristo:
1. Cristo conmigo.
2. Cristo dentro de mí.
3. Cristo delante de mí.
4. Cristo detrás de mí.
5. Cristo a mi derecha.
6. Cristo a mi izquierda.
7. Cristo en mi casa.
8. Cristo en la calle.
9. Cristo en el camino.
10. Cristo en mí puesto de trabajo.
11. Cristo en todos los ojos que me ven.
12. Cristo en todos los oídos que me escuchan.
13. Cristo en la boca de todo hombre que me habla.
14. Cristo en el corazón de todo hombre que piensa en mí.
15. Cristo conmigo y yo en Cristo. Siempre y en todas partes.
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Amén.
17.21. TODO POR CRISTO
1. Por ti, oh Cristo, aceptamos perderlo todo.
2. Lo hacemos con el fin de alcanzarte a ti, que ya nos has cautivado.
3. Nos abandonamos al Dios vivo y oramos contigo.
4. «Padre, no lo que yo quiero, sino lo que tú quieres».
5. Perderlo todo para vivir de ti, oh Cristo, es atreverse a una opción: renunciar a sí
mismo para no seguir ya más dos caminos a la vez:
- decir no a lo que frena en nuestra marcha en pos de ti,
- y sí a lo que nos empuja hacia ti y, por ti, hacia aquellos que tú nos confías.
17.22. ALABANZAS AL DIOS ALTÍSIMO
1. Tú eres santo Señor, Dios único, que haces maravillas.
2. Tú eres fuerte, tú eres grande,
tú eres altísimo,
tú eres rey omnipotente,
tú Padre Santo, rey del cielo y de la tierra,
tú eres trino y uno,
Señor Dios, de los dioses.
3. Tú eres el bien, todo bien, sumo bien, Señor Dios, vivo y verdadero.
4. Tú eres amor, caridad.
5. Tú eres sabiduría.
6. Tú eres humildad.
7. Tú eres paciencia.
8. Tú eres hermosura, tú eres mansedumbre.
9. Tú eres seguridad, tú eres quietud.
10. Tú eres gozo, tú eres esperanza y alegría nuestra.
11. Tú eres justicia, tú eres templanza.
12. Tú eres toda nuestra riqueza y saciedad.
13. Tú eres protector.
14. Tú eres custodio y defensor nuestro.
15. Tú eres fortaleza, tú eres refrigerio.
16. Tú eres nuestra esperanza, tú eres nuestra fe.
17. Tú eres nuestra caridad.
18. Tú eres toda nuestra dulcedumbre.
19. Tú eres nuestra vida eterna: ¡grande y admirable Señor!
20. ¡Dios omnipotente, misericordioso Salvador!
17. 23. SEÑOR, TÚ ERES:
1. El Hambre que debe ser saciada,
2. la Sed que debe ser apagada,
3. el Desnudo que debe ser vestido,
4. el Sin techo que debe ser hospedado
5. el Enfermo que debe ser curado,
6. el Abandonado que debe ser amado,
7. el No aceptado que debe ser recibido,
8. el Leproso que debe ser lavado,
9. el Mendigo que deber ser socorrido,
10. el Borracho que debe ser escuchado,
11. el Loco que debe ser abrazado,
12. el Ciego que debe ser acompañado,
13. el Sin voz que necesita que alguien hable con él.
14. el Cojo que necesita que alguien camine por él.
15. el Drogado al que debe ofrecerse amistad,
16. la Prostituta que debe ser reconducida al camino recto.
17. el Anciano que deber ser vestido.
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17.24. El, NOMBRE DE JESÚS
- Jesús, bendiga yo tu Santo Nombre.
- Jesús, mi voluntad en Ti se emplee.
- Jesús, tu nombre sólo deletree.
- Jesús, yo te confiese Dios y Hombre.
- Jesús, lóete yo cuando te nombre.
- Jesús, con viva fe por Ti pelee.
- Jesús, con tu ley santa me recree.
- Jesús, sea tu gloria mi renombre.
- Jesús, mi corazón en Ti se inflame.
- Jesús, medite en Ti mi pensamiento.
- Jesús, de mis entrañas, yo te amo.
- Jesús, viva yo en Ti todo momento.
- Jesús, óyeme Tú cuando te llame.
17.25. AMO A JESUCRISTO
-Encarnado por nosotros, en el seno de María.
-Ofreciéndose allí al Padre, como víctima.
- Visitando a Juan, desde el sagrario de María.
-Reclinado en el pesebre oscuro de Belén.
-Adorado por pastores, ángeles y reyes.
-Durmiendo en los brazos amorosos de su Madre.
-Ofrecido en el Templo por María, sin rescate.
-Prófugo y desterrado en las orillas del Nilo.
-Niño agraciado en la ciudad de Nazaret.
-Sentado entre doctores en el Templo del Señor.
-Trabajando sudoroso en el taller de San José.
-Bautizado y exaltado en el Jordán.
-Ayunando en el monte de la Cuarentena.
-Predicando el Sermón de la montaña.
-Amansando las olas del Tiberíades.
-Caminando sediento por las sendas de Judea.
-Curando paralíticos, ciegos y leprosos.
-Multiplicando panes y resucitando muertos.
-Pasando en soledad largas noches de oración.
-Buscando ovejas perdidas y abrazando pródigos.
-Transfigurado en la cumbre del Tabor.
-Descansando en el hogar apacible de Betania.
-Bendiciendo complacido a los niños inocentes.
-Triunfador, el Domingo de Ramos, entre hosannas.
-Lavando de rodillas los pies de sus discípulos.
-Instituyendo la Eucaristía y el sacerdocio.
-Promulgando el mandamiento nuevo del amor.
-Condenado a muerte por el Sanedrín.
-Juzgado en el pretorio por Pilato.
-Despreciado, como loco, por Herodes.
-Azotado cruelmente con látigos de sangre.
-Coronado de espinas, como ley de burla.
-Cargado con la cruz camino del Calvario.
-Clavado y levantado en ella, como malhechor.
-Excusando y perdonando a sus verdugos.
-Dándonos su Madre, como Madre nuestra.
-Muriendo por nosotros en la cruz.
-Resucitando del sepulcro, en mañana de gloria.
-Entregando a Pedro el rebaño de la Iglesia.
-Volviendo al cielo en su Ascensión triunfal.
-Enviando desde el Padre al Espíritu Paráclito.
-Ofreciéndose a sí mismo cada día en el altar.
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-Morando, día y noche, en el sagrario.
-Esperándonos a todos en el cielo.
-Recibiendo, cada día, la llegada de los justos.
-Contemplando, al fin del mundo, el Cristo místico glorioso.
17.26. VIA CRUCIS
El papa Juan Pablo II inauguró una nueva fórmula del «Vía Crucis»,
cimentado en los pasajes del santo Evangelio.
En el pueblo cristiano el «Vía Crucis» fue y sigue siendo siempre una
forma válida de oración, de dolor de los pecados, de conversión y de
meditación de la Pasión de Cristo en sus diversos formularios
existentes.
Puede seguirse la fórmula tradicional o esta nueva. Son los siguientes
pasos:
1. Jesús en el huerto de los olivos.
2. Jesús, traicionado por Judas y arrestado.
3. Jesús es condenado por el Sanedrín.
4. Jesús es negado por Pedro.
5. Jesús es juzgado por Pilato.
6. Jesús es flagelado y coronado de espinas.
7. Jesús carga con la cruz.
8. Jesús es ayudado por el Cirineo.
9. Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalén.
10. Jesús es crucificado.
11. Jesús promete su reino al buen ladrón.
12. Jesús crucificado, la Madre y el discípulo.
13. Jesús muere en la cruz. 14. Jesús es depositado en el sepulcro.
17.27. JESUCRISTO FUE TODO PARA MÍ
* Tuve desilusión. Todo era nada,... y me diste ánimo.
* Tuve violencia. Todo era odio,... y me diste paz.
* Tuve egoísmo. Todo era mío,... y me diste amor.
* Hoy, recordando tu bondad, sé que eres amigo que nunca falla, y grito desde lo hondo
de mi alma que tú nunca a nadie defraudas.
*Tuve miedo. Todo era vacío,... y me diste la mano.
* Tuve rechazo. Todo era perverso,... y me diste casa.
* Tuve ofuscación. Todo era tribulación,... y me liberaste.
* Hoy, recordando tu bondad, me agarro con fuerza a ti, que mi gozo inunde a los
demás, que mis reservas no se agoten, y jamás, ocurra lo que ocurra, nada ni nadie logre
apartarme de ti, porque, cuando te necesito, ahí estás como amigo fiel.
17.28. ESCALA MUSICAL AL SAGRADO CORAZON
DO-rmir tranquilo quiero
RE-clinado en tu amante Corazón
MI-tigando tus penas y amarguras
FA-lleciendo al impulso de tu amor.
SOL-o amarte y sufrir será, Bien mío,
LA única ambición que he de anhelar
SI-amarte y padecer en tu regazo
DO siempre confiado descansar.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (1) , n. 19.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (II), n. 18.
Caminos de santidad: Ejemplos que edifican (V), n. 23.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
18
MENSAJES
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«El Señor soberano es mi fuerza, él me da piernas de gacela me hace caminar por las
alturas» (Ha 3, 19.)
Quiero luchar, y no busco tus armas.
Quiero defenderte, y a veces, por comodidad, callo. Quiero justicia, pero que la
hagan otros. Quiero pobreza, pero soy comodón. Quiero poseerte, y me aparto de
Ti. SEÑOR, a tus pies hoy dejo mis contradicciones.
Las acepto, y por ellas te doy gracias, te alabo y te bendigo. Disponlas Tú según tu
Voluntad. Amén.
18. 1. DEL PAPA JUAN XXIII
Lo tenía siempre en la mesa de trabajo, y, sobre todo, en su corazón y en su vida:
1. Vivir alegre.
2. Hacer el bien.
3. Dejar cantar a los pájaros.
18.2. DESEOS INCUMPLIDOS
QUIERO SEÑOR...
Quiero amarte, y te ofendo en otros.
Quiero servirte, y no te pregunto cómo.
Quiero ser amable, y suelto respingos.
Quiero orar, y no encuentro tiempo.
Quiero gozar, y la angustia me ahoga.
Quiero obedecerte, y me resisto a hacerlo.
Quiero la paz, y no la tengo yo mismo.
Quiero cambiar el mundo sin cambiar yo primero.
Quiero alabar, y sólo encuentro faltas.
Quiero ayudar, sin embargo, entorpezco.
Quiero descansar, y no busco tu compañía.
Quiero perseverar, y soy perezoso.
18. 3. SE BUSCA
Hombre o mujer que:
trabaje con alegría,
sea educado en el hablar, tenga espíritu reconciliador,
no se canse nunca de ofrecer una sonrisa,
respete al semejante,
tenga siempre actitudes constructivas,
colabore donde se le necesite
y sea feliz con el progreso de los demás.
Si le encontramos, este hombre o esta mujer no tienen precio.
18.4. BUENAS ACCIONES = BUENA VIDA
A la larga, todo hombre sufre el castigo de sus malas acciones.
El hombre que comprenda esto: no se enfadará con nadie, no ofenderá a nadie, no
humillará a nadie, no culpará a nadie, no se enfrentará a nadie (Epícteto).
18.5. LA MUERTE
En una cafetería con un grupo de amiguetes surgió el tema de la muerte. Ciertamente no
está de moda. La conversación fue interesantísima y todos agradecimos el haber
compartido aquella tertulia de algo que es tan connatural como el propio nacimiento.
En España, como en el resto del mundo, utilizamos varias expresiones, quizá para evitar
pronunciar lo que consideramos malsonante: la muerte.
Expresiones como «irse al otro barrio», «estirar la pata», «la palmó», etc.
Me llama la atención las frases utilizadas en otros países, quizás algo más espirituales,
y, en mi opinión, más acertadas. Señalo simplemente alguna:
en la India: «fundirse en el infinito».
en Filipinas: «festejando allí arriba».
en Irán: «su ser se ha roto».
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en Hungría: «oler las violetas por debajo».
en Japón: «dirigirse a la tierra del agua de manantial amarilla».
en Sudáfrica: «dirigirse al coto de la felicidad».
Será siempre bueno hablar, por lo menos alguna vez, de muerte y resurrección,
aprovechar para compartir, plantear, cuestionar lo que otros tratan de ocultar,
descafeinar o amenizar.
18.6. EL MENSAJE DE MADRE TERESA DE CALCUTA
-¿El día más bello?
-Hoy.
-¿El obstáculo más grande?
-El miedo.
-¿La cosa más fácil?
-Equivocarse.
-¿El error más grande?
-Abandonarse.
-¿La raíz de todos los males?
-El trabajo mal hecho.
-¿La peor derrota? - El desaliento.
-¿Los mejores profesores? - Los niños.
-¿La primera necesidad? - Comunicarse.
-¿Lo que más hace feliz? - Ser útil a los demás.
-¿El peor defecto? - El mal humor.
-¿La persona más peligrosa? - La mentira.
-¿El sentimiento más ruin? - El rencor.
-¿El regalo más bello? - El perdón.
-¿Lo más imprescindible? - El hogar.
-¿La ruta más rápida? - El camino correcto.
-¿La sensación más grata? - La paz interior.
-¿El resguardo más eficaz? - La sonrisa.
-¿El mejor remedio?- El optimismo.
-¿La mayor satisfacción? - El deber cumplido.
-¿La fuerza más potente del mundo? - La fe.
-¿Las personas más necesitadas? - Los padres.
-¿La casa más bella del mundo? - El AMOR.»
18.7. LA MUERTE DEL PECADOR
-Abre, que llaman.
- ¿Qué pasa? ¿A qué viene este temor?
- ¿Quién es?
- La muerte, señor.
- Dile que no estoy en casa.
- Es que veros le precisa.
- Dile que aguarde un momento.
- Dice que viene deprisa.
- Pues hazla entrar, y los dos...
- Voy sin perder un instante.
- Heme aquí, necio arrogante, que vengo en nombre de Dios.
- Más, ¿podré saber, señora, qué os trae tan de repente?
- Anunciarte solamente que ya de partir es hora.
- ¿Quién parte en estos instantes, estando tan mal dispuesto?
- Para prevenirte a esto ya tuviste tiempo antes.
- ¿Yo, señora?
- Vano intento.
- No hablo más. Ven ya, que impaciente estoy.
- Mas decidme, ¿dónde voy?
- ¡Infeliz, ya lo sabrás!
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18.8. MÁXIMAS DE PERFECCIÓN
«A la tarde te examinarán en el amor.
Aprende a amar como Dios quiere ser amado y deja tu condición».
(S. Juan de la Cruz; en «Dichos de Luz y amor» n. 59).
«Olvido de lo criado, memoria del Criador, atención a lo interior y estarse amando al
Amado». (S. Juan de la Cruz).
«Nada te turbe, nada te espante; todo se pasa; Dios no se muda; la paciencia todo lo
alcanza. Quien a Dios tiene nada le falta: Solo Dios basta». (Santa Teresa de Jesús).
18.9. MENSAJE: VOLVER A LA CASA DEL PADRE
«Con cuerdas humanas los atraía, con lazos de amor» (Os 1 1, 4).
«Así, dice Iahvé: De ti recuerdo tu cariño juvenil, el amor de tu noviazgo» (Ji- 2, 2).
«Qué encontraron vuestros padres en mí de torcido, que se alejaron de mi vera, y yendo
en pos de la vanidad se hicieron vanos» (Jr 2, 5).
«¡Cuánta ligereza la tuya para cambiar de dirección!» (Jr 2, 36).
«Vuelve, Israel apóstata..., no estará airado mi semblante contra vosotros» (Jr 3,12).
«Me iré detrás de mis amantes, las que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi
aceite y mis bebidas» (Os 2, 7).
«Yo cerraré su camino con espinos... Entonces dirá: voy a volver a mi primer marido»
(Os 2, 8-9).
«Y se marchó a un país lejano, donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino»
(Lc 15,13).
«Me levantaré, volveré a mi Padre y le diré...» (Lc 15, 18). Es la parábola del amor de
Dios.
18. 10. UN LEMA INTERESANTE Y EFICAZ
Muchas personas tienen su lema o mote que procuran vivir y que les sirve de estímulo
en su obrar de cada día. Yo también tengo el mío que te brindo por si quieres aceptarlo
como tuyo:
«Jesús-María: ayudadme a mejor conoceros, amaros, imitaros e irradiaros».
• Conocer a Jesús y a María: Nadie ama lo que no conoce. Es necesario leer buenos
libros sobre ELLOS. La lectura y la reflexión sobre ELLOS me ayudará a vivir las otras
tres partes de mi lema. El conocimiento es la semilla del amor y de la imitación. «El que
ignora no desea», decían los antiguos.
• Amar a Jesús y a María: Si conozco su vida y su obra y cuanto dicen la Palabra de
Dios, el Magisterio de la Iglesia y la sana Tradición sobre ELLOS... no podré menos de
amarles. Mi amor será afectivo: «¡Jesús, te amo! ¡María, soy tu hijo!». Pero sobre todo
será efectivo, de obras. Recordaré lo que decía Jesús: «No todo aquel que dice...» (Mt 7,
21). «Este pueblo me honra con sus labios...» (Mc 7, 6).
• Imitar a Jesús y a María: El amor para que sea verdadero debe acabar en imitación.
Cuando se ama de veras se quiere ser igual que el ser amado. Jesús y María son los
«modelos» que debo copiar, el «ideal» al que debo aspirar. Les imitaré si vivo el
Evangelio. Si cumplo los Mandamientos. Si obedezco a la Iglesia. Debo imitarles, sobre
todo, en la caridad, humildad, alegría, servicio, pureza, oración, trabajo, fiel
cumplimiento de mi deber...
• Irradiar a Jesús y a María: Es decir, ser apóstol de Jesús y de María. Si les conozco,
les amo y les irnito, lógicamente querré que también otros lo hagan. Seré apóstol con la
palabra y con la pluma, pero, sobre todo, con el buen ejemplo. Debo ser «carta» (2 Cor
3,3), «perfume» (ib. 2, 15) «espejo» (ib. 3, 18), «campo» (1 Cor 3, 9), «edificio» (ib. 3,
9), «testigo» (Hech 1, 8)... siempre y en todas partes.
• Esta debe ser mi jaculatoria, mi súplica ardiente, mi aspiración de día y de noche. Mi
deseo de niño, de joven o adulto. Si me esfuerzo, Jesús y María me ayudarán a alcanzar
la gracia de vivir este «lema».
18. 11. MENSAJE DE CRISTO DESDE LA CRUZ
La imagen de Cristo muerto es el mejor libro de Cristología. Podemos contemplar que
le rompan el costado, de donde brotarán los ríos de la vida.
Podemos dejarnos lavar por el agua y por la sangre. Podemos esperar que lo bajen de la
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cruz, para besar todo su cuerpo.
Y sólo diremos una cosa: «Me amó y se entregó por mí» (Gál 2, 20). Pero después
tendré que preguntarme:
-«¿Qué puedo yo hacer por él?
-¿Qué puedo yo hacer por ellos?
-¿ Qué puedo yo hacer?.
Él mismo me da la respuesta en esta poesía:
Puesto en alto, Jesús crucificado es un fuego de cinco resplandores: el primero es
perdón a malhechores. El segundo, oración al Padre a/nado, el tercero es limpieza de
pecados, el cuarto es la paciencia en sus dolores, y el quinto, la expresión de sus
amores, que brotan como ríos del costado.
Enciéndeme., Jesús, en este fuego, adéntrame, Señor, en esta llama, quema mis
impurezas, mis apegos, y prepara una pira con mis ramas. A Ti, Fuego divino, yo nre
entrego: y sea en adelante brasa que ama.
19
MUJER
«El Señor, tu Dios, te ha llevado como a un hijo por todo el camino» (Dt 1, 31).
19. 1. LA MUJER Y EL AMOR
* Porque eres mujer, has nacido, sobre todo, para amar.
No hay cosa en el mundo que más pueda elevarte que el amor. Ansia de amor y de luz
debe ser tu vida. Fomenta siempre tan sublime ansiedad.
Sólo de este modo realizarás la sublime ascensión que te llevará al cielo.
El Talmud explica así la creación de Eva, la primera mujer:
- ¿Por qué fue creada de un pedazo de carne tomado del costado de Adán y no de otra
parte?
- ¿De la cabeza?.... hubiera sido demasiado soberbia;
- ¿Del ojo?.... demasiado fisgona;
- ¿Del oído?... demasiado curiosa;
- ¿De la boca?... demasiado habladora;
- ¿Del corazón?... demasiado empalagosa;
- ¿De las manos?... demasiado sobona;
- ¿De los pies?... demasiado corretona.
- Fue creada, por el contrario, de una parte del hombre que está junto al corazón.
Dios lo hizo así para que fueran iguales. Y se amaran.
19.2. LO QUE HAN DICHO DE, TI, MUJER
* El corazón de una mujer no envejece nunca; cuando deja de amar es que ha dejado de
latir (P. Rocheped).
*Un hombre sin corazón es una estatua que parece que piensa; una mujer sin corazón es
menos todavía: es una estatua que se mueve (J. Selgas).
*En el origen de todas las cosas grandes hay siempre una mujer (Lamartine).
*Un libro bueno y una mujer buena corrigen muchos defectos. Un libro malo y una
mujer mala dañan no pocos corazones. Hay hombres que en uno y otro caso no
consideran más que la encuadernación. ¿Y se quejan después de ser engañados?
(Varenne).
*Por la educación de las mujeres es por donde debe comenzar la de los hombres (J.B.
Say)
* El peor dolor para un corazón femenino es la indiferencia o la ingratitud (Stendhal).
* El alma puede triunfar siempre del dolor y del pecado. Todo hombre lleva en sí el
Adán de su caída y el Cristo de su redención.
*Mal guardado está el honor de la mujer cuando le guardan llaves o espías. No hay
mujer casta si ella no quiere serlo (DuPoY)
* El honor es lo mismo que la nieve, una vez perdida su blancura, es imposible volverla
a recuperar (Duclos).
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19.3. MUJERES SÍMBOLO-TIPO-FIGURA
*Que EVA nos de la esperanza para escoger la vida y conservarla después de perder el
paraíso.
*Que la MUJER de NOÉ nos conceda el arte de saber guiar a las criaturas de la tierra.
*Que recibamos de SARA la fe para seguir su sueño por el desierto y para creer que lo
imposible es posible.
*Que AGAR nos oriente hacia la libertad segura para salir de la esclavitud.
*Que REBECA nos ayude a vencer la opresión de la costumbre.
*Que LÍA nos dé aguante y perseverancia en la soledad.
*Que RAQUEL nos enseñe compasión y amor hacia nuestros hermanos y hermanas a
fin de aliviar su dolor.
*Que aprendamos de DINA a correr los riesgos de romper el aislamiento y buscar
amistad con otras gentes.
*Que RAJAB nos enseñe a abrir las puertas de nuestra casa y nuestro corazón a los
extranjeros y a los diferentes y a entender el mensaje que traen.
*Que MIRIAM nos ayude a encontrar siempre palabras de gozo, alabanza y bendición.
*Que DÉBORA nos ayude a ver al Señor marchando delante de nosotros y a tomar la
palabra con valentía.
*Que con ANA tengamos la audacia de pedir al Señor lo imposible.
* Que junto a RUTH sepamos conservar lo mejor que nos han dejado nuestros mayores.
*Que JUDIT nos anime a participar en los caminos de liberación de nuestros pueblos.
* Que ISABEL, la madre de Juan, nos enseñe cómo hacer fértil lo que parece estéril.
*Que MARÍA, la madre de Jesús, nos muestre el fruto bendito de su vientre.
*Que la mujer CANANEA nos regale su atrevimiento, su audacia y su libertad.
*Que como la SAMARITANA, volvamos a casa anunciando
que Jesús nos ha devuelto el sentido de la vida y nuestra dignidad.
*Que con MARÍA MAGDALENA no tengamos miedo a amar ni a pedir perdón.
*Que MARTA y MARÍA, las amigas de Jesús, nos ayuden a vivir de forma integrada.
*Que como la ADÚLTERA, escuchemos de Jesús palabras de salvación.
*Que la MUJER ENCORVADA nos transmita su valentía ~,ara vencer las propias
opresiones.
*Que MARÍA, Madre de la Iglesia, nos haga perseverar, con iodos los discípulos, en la
oración, en la fracción del pan y en el servicio.
19.4. EL «SI» DE LA MUJER
-Si te sientes delicada como una flor y firme y recia como un tronco,
-si eres consciente de que la vida es un don maravilloso como un ovillo de lana de tejer,
-si te sientes tan limpia como el agua y tan ingrávida, a veces, como si tuvieras alas;
-si tus pies se arrastran pesados sobre la tierra y no buscas para ellos alfombras de rosas,
-si sabes mirar sin miedo hacia el futuro, y hacer un reto de cada dificultad;
-Si te sientes dueña de ti misma, sin convertir en egoísta tu existencia, porque sabes tus
fronteras exactas; si ya sabes llamar las cosas por su nombre, sin confundir el sofisma
con la verdad, ni el amor con la pasión;
-si al pensar en los hijos del mañana, no te recuerdas de las muñecas de tu infancia;
-si no buscas un padre o una sombra protectora cuando te imaginas al hombre de tu
vida;
-Si no dejas a la Providencia o al destino lo que pueden hacer tus manos, y sabes
esperarlo todo confiadamente cuando ya tus manos no pueden hacerlo;
-si crees sin hipocresía, esperas sin presunción y amas sin mezquindad;
-si puedes tener confianza en ti misma cuando alrededor tuyo todos la pierden,
-si te sientes a veces incomprendida por los soberbios fabricantes de esquemas;
-Si eres capaz de aceptar las personas como son, y no como reflejos tuyos;
-si puedes tener fe cuando todos duden, y sin embargo los puedes comprender;
-si sabes alargar la esperanza sin convertirla en la inútil espera de los que fabrican
sueños,
-si puedes, cuando te calumnien, no caer en la tentación de la revancha;
-si cuando eres traicionada no das el vuelto en odio, sin creer que por eso seas
excepcional;
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-si puedes pensar y razonar sin que la inteligencia férrea anule tu vida;
* Si puedes hacer las cosas más bellas en tus sueños, sin dejar, por eso, que te dominen;
-si puedes mirar con igual serenidad al triunfo que al fracaso sin caer en la vanagloria ni
en la frustración;
-si puedes soportar sonriendo la malicia de los rufianes que tergiversan la verdad;
-si cuando todo se derrumba en torno a ti, sólo piensas en los nuevos cimientos;
-si cuando estás convencida de una verdad o del valor de un ideal no te importa jugarte
a cara o cruz todos los logros de tu vida, sin lamentarte por ello;
-Si pueden más las razones de tu cerebro que las del corazón; más las órdenes del
corazón que las de los nervios, y tus sentimientos más que tu emotividad;
-si te crees capaz en la mañana de comportarte fuera de tu casa como una reina, dentro
como una madre para todos;
-si en medio de los muchos que gritan, puedes sentirte entre los pocos que piensan;
-Si puedes sentir a tus amigos, sin entregar el alma más que a uno;
-si eres capaz de llenar los sesenta segundos de cada minuto con ideas y ternura...
entonces, eres una mujer preparada para ser madre, hija mía... Te miraré partir,
resignado y alegre, y esperaré a que vuelvas con mis nietos... hija mía (R. Kipling).
19. 5. LA MUJER VISTA POR EL HOMBRF,'
La decisiva influencia de la mujer, como esposa y como madre, en el hogar, en el
matrimonio, se desprende de la entidad e importancia que entraña la mujer en sí misma.
Apuntarnos unos cuantos elogios, entre los muchos que se podían seleccionar:
«La mujer es la mejor mitad de la humanidad» (Gandhi);
«La mujer representa toda la capacidad de ofrenda del inundo» (Quoist);
-«El hombre es sacerdote, pero a la mujer le fue dado el poder de sacrificio» (Claudel);
-«La mujer, este tiesto del paraíso, el único fragmento del paraíso perdido del jardín de
Dios, que pudo llevarse el hombre consigo al páramo del mundo» (Van der Meer).
-«La mujer, misterio de entrega, un ser hacia fuera, un volcarsee en los demás, un sercon, un ser-para, alterocéntrica, pues se sitúa en otra persona a quien ama y de quien
quiere ser amada».
-«La mujer, la última pincelada de la creación».
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (1) , 11.22.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (II), n. 20.
Caminos de santidad: Ejemplos que edifican (V), n. 29.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
20
NATURALEZA
«Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida» (Sal 114).
20. 1. ¿QUÉ ES?
«La tierra es insultada y ofrece sus flores a cambio».
•
«Dios perdona siempre, el hombre algunas veces, la naturaleza nunca».
«Dios hizo el campo, el hombre la ciudad».
«Si sabes contemplar la naturaleza y meditarla, no necesitarás creer en Dios... Lo
verás».
«Si deseas ver los valles, trepa a la cima de la montaña».
20.2. MATINAL
Pajarito que cantas en la ventana, ¿qué vienes a decirme cada mañana? Lo primero
que escucho es tu pío, pío, fresco como las gotas hechas rocío. Abro entonces los ojos.
Por el postigo se me cuela un rayito de sol amigo. Porque a ti y al rayito Dios ha
encargado que despierten a todo lo que ha creado. Pajarito que vienes a mi ventana, no
dejes de cantarme cada mañana.
69
20.3. CANTOS DE PÁJARO
Tengo yo un pajarillo que el día pasa cantando entre las flores de mi ventana; un canto
alegre a todo pasajero dedica siempre. Tiene mi pajarillo siempre armonías. Hará
alegrar el alma del que camina...
¡Oh, cielo santo!
¿Por qué no harán los hombres lo que los pájaros? Cuando mi pajarillo cantos entona
pasajeros ingratos cantos le arrojan; mas no por eso niega sus armonías al pasajero.
Tiende las leves alas, cruza las nubes, y canta junto al cielo con voz más dulce: - ¡Paz a
los hombres, y gloria al que en la altura rige los orbes!
20.4. UN CIELO NUEVO
Es medianoche y las campanas de la iglesia de San Rufino en Asís doblan con inusitada
alegría. El pueblo entero, que se ha acostado con el sol y duerme en paz, se levanta
sobresaltado y se congrega en la plaza central. ¿Qué sucede? ¿Hay un incendio? ¿Un
ataque? ¿La peste?
Es Francisco, que aún no lleva el sobrenombre de Asís, quien ha lanzado las campanas
al vuelo a medianoche, y ahora sale de la iglesia ante la multitud expectante. Con el
brazo extendido señala el horizonte lejano y les dice encariñado:
-«¿No veis qué luna tan bella tenemos esta noche?».
Y se quedó extasiado mirando al cielo.
No cuentan las crónicas cómo reaccionó la gente del pueblo. Tampoco se ti-ata de poner
el despertador y levantarse a media noche para ver cómo está hoy la luna. Pero sí se
trata de dejarse enamorar por la belleza que nos rodea calladamente, De apreciar los
momentos de emoción artística que nos ofrece la vida, de desear que todos compartan
con nosotros el gozo inocente y profundo de disfrutar de lo bueno y lo bello cuando
surge en nuestro camino, como la luna llena en el horizonte.
El corazón abierto para disfrutar y para compartir lo que se disfruta. Ese es el secreto
del santo que habla con los pájaros y acaricia las flores y le canta al sol. Alerta para
discernir la alegría latente en las sorpresas del día y de la noche, y pronto a invitar a
todos los demás a que vean lo que yo veo y gocen como yo gozo.
¡Despertad, vecinos de Asís! ¡Ved la luna que Dios os regala esta noche!
20.5. ALIMENTOS PARA MILES DE MILLONES
- ¿Por qué hay hambre en el mundo?, nos podemos preguntar.
Según datos publicados recientemente, si combinásemos nuestra capacidad tecnológica
actual y el potencial productivo del planeta sería posible producir alimentos para unos
veinte mil millones de personas. Sin embargo, somos «sólo» seis mil millones y las tres
cuartas partes de la humanidad muere de hambre.
A todas luces, no se trata de que la tierra sea incapaz de dar de comer a todos, sino de un
problema de injusticia, de reparto no equitativo de la riqueza.
Era algo que san Basilio (329-379) ya tenía claro en el siglo IV, como demuestran estas
sus palabras:
- «Es del hambriento el pan que tú retienes;
- es del desnudo el vestido que guardas escondido;
- es del que está descalzo el calzado que se enmohece retenido por ti;
- es del necesitado el dinero que tienes amontonado.
Por eso, tú te haces responsable del mal que le viene al necesitado a quien puedes
ayudar».
20. 6. TODO EL UNIVERSO CANTA A DIOS
* Cantad a Dios, todas sus criaturas y bendecid su nombre por los siglos.
* Cantad a Dios, los ángeles del cielo, las aguas todas, bendecid a Dios.
*Cantad a Dios, estrellas, sol y luna, lluvia y rocío, fríos y heladas.
*Cantad a Dios, rocíos y nevadas, calor y fuego, bendecid a Dios.
*Cantad a Dios, ensálcelo la tierra, lo que germina en ella cante a Dios.
*Cantad a Dios, las cumbres de los montes, los manantiales den su gloria a Dios.
*Cantad a Dios los mares y los ríos, todos los peces y aves de los cielos.
* Cantad a Dios, las fieras y ganados, con vuestras voces, bendecid a Dios.
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* Cantad a Dios, los hijos de los hombres, los sacerdotes, bendecid a Dios.
* Cantad a Dios, los jóvenes y niños, todos los hombres, bendecid a Dios.
*Cantad al Padre, al Hijo y al Espíritu, todos con himnos, bendecid a Dios.
*Cantad a Dios en todo el universo, cuanto respira que bendiga a Dios.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (1) , n. 23.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (II), n. 21.
Caminos de santidad: Ejemplos que edifican (V), n. 31.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
1
21
NORMAS DE VIDA
«Justos y verdaderos son tus caminos, ¡oh Rey de los siglos!» (Ap 15, 3).
21. 1. CONCIENCIA
¡Conciencia nunca dormida!, mudo y pertinaz testigo que no dejas sin castigo ningún
crimen en la vida.
La ley calla, el mundo olvida; más, ¿quién sacude tu yugo? Al Sumo Hacedor le plugo
que, a solas con el pecado fueses tú, para el culpado, delator, juez y verdugo.
(G. Núñez de Arce)
21. 2. EXAMÍNATE A TI MISMO
Reflexiona de cuando en cuando sobre la manera como usas tu facultad de la palabra
cuando conversas con otros.
Considera estas sabias palabras del libro de los Proverbios de la Biblia:
«En el mucho charlar no falta el pecado; el que refrena su lengua es sabio» (10, 19).
«Los labios sinceros permanecen por siempre, la lengua mentirosa dura un instante»
(10, 32).
21.3. MÁXIMAS PRÁCTICAS
1. No puede llamar a Dios «Padre» aquel que no trata a los hombres como «hermanos».
2, Quien razona, no blasfema; quien blasfema, no razona.
3, Como los árboles, debemos dar fruto donde Dios nos ha plantado.
4. Si cada uno barre su casa, el mundo estará más limpio.
5. Al que reparte flores, le quedan las manos perfumadas.
6. No tienes culpa de la cara que tienes, pero sí de la que pones.
7. Quien no vive para servir, no sirve para vivir.
8. El placer de vivir sin pena, vale la pena de vivir sin placer.
9. Antes de aprender a conducir, hay que aprender a conducirse.
10. Al pobre le faltan muchas cosas; al avaro, todas.
11. La gente ocupada no tiene tiempo para envejecer.
12. La mano de Dios es la misma cuando hiere o cuando acaricia.
13. Hay dos maneras de perseverar: no caer nunca o levantarse siempre.
14. Quien enjuga lágrimas ajenas, no tiene tiempo de llorar.
15. Lo peor de los cristianos es que somos casi iguales a los que no lo son.
16. Mejor que hacer lo que te gusta, es gustar de lo que haces.
17. Ya que no puedes dar más tiempo a tu vida, da más vida a tu tiempo.
18. Nunca las cosas están tan mal, que no pudiesen estar peor.
19. Agradar a Dios es: Querer lo que Dios hace y hacer lo que Dios quiere.
20. El mejor bien que puede hacer el tabaco es no hacer mal.
21. Dar a todos dulce respuesta, mucho vale y poco cuesta.
22. No me señales mis defectos con tu dedo sucio.
23. Mujer fuerte no es la que encuentra rosas en su camino, sino la que las siembra.
24. El que tropieza y no cae, da un paso más largo.
21.4. DESIDERATA
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Desiderata, es un documento anónimo escrito en inglés en 1692, que fue encontrado en
una iglesia de Baltimore (U.S.A.):
- «Marcha plácidamente entre el ruido y la prisa y recuerda la paz del silencio.
- Conserva, dentro de lo posible y sin claudicar, una buena relación con todas las
personas.
- Habla tu verdad con claridad y mesura y escucha a otros, incluso al obtuso y al
ignorante: ellos también tienen su historia.
- Evita las personas ruidosas y agresivas: ellas constituyen vejaciones para el espíritu. Si
te comparas con otros, puedes convertirte en vanidoso, mordaz y desagradable; siempre
habrá personas mejores o peores que tú.
- Disfruta tus logros tanto como tus proyectos. Conserva siempre el interés en tu propia
profesión, pero con humildad; es una posesión real en los cambiantes hados del tiempo.
- Actúa con prudencia en tus negocios, pues el mundo está lleno de ardides, pero que
esta realidad no te ciegue frente a la virtud y la honestidad; muchas personas son
grandes idealistas y en cualquier parte la vida está llena de actos heroicos.
- Sé tú mismo. Sobre todo no finjas ni seas pesimista con respecto al amor, pues frente a
la aridez y el desencanto, el amor es perenne como la yerba...
- Acepta cordialmente el paso de los años, renunciando airosamente a los logros de la
juventud: recia crianza del espíritu para protegerte de una brusca desdicha. Y no te
turbes con las fantasías.
- Muchos temores nacen del cansancio y la soledad. Dentro de una disciplina edificante,
sé benévolo contigo mismo. Tú eres una criatura del universo, no inferior a los árboles y
las estrellas. Tú tienes derecho a estar aquí. Y aunque sea o no claro ante tus ojos, no
hay duda de que el universo está desarrollándose como debe ser.
- Por lo tanto, permanece en paz con Dios, en cualquier forma que tú concibas su
existencia y cualesquiera que sean tu trabajo y tus aspiraciones en la estridente
confusión de esta vida: vive en paz con tu alma.
-Con toda su farsa, su tráfago y sus ensueños destrozados, el mundo es todavía hermoso
en muchos aspectos. Cuídate. ¡Haz todo lo posible por ser feliz!».
21. 5. COLABORAR SIEMPRE
La bondad y la comprensión son dos virtudes encantadoras e imprescindibles para toda
convivencia:
Comprensión con los ancianos, que la necesitan mucho. Atención a los jóvenes, para
ayudarles suavemente a asimilar el nuevo estilo de vida.
Los Superiores que nunca han sufrido del estómago, pidan a Dios el milagro de
comprender la desgana que produce el dolor de estómago.
Hace unos años murió un sacerdote que había sido excesivamente duro e irónico como
profesor. Alguien comentó:
- «Ahora se da uno cuenta que no valía la pena. Hay que ser exigentes. Y a la vez
aprender la lección de Jesús: «Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón»
(Mt 11, 29).
Mauriac decía de una comunidad religiosa que era un «rebaño de soledades
yuxtapuestas». ¡Hay que desapuntarse!
Tampoco vale el «arte de fastidiar al prójimo en el nombre del Señor». Reunirse y vivir
en el nombre del Señor sólo puede hacerse en un clima de amor y de comprensión.
- «Que los hermanos y hermanas, recomendaba Foucauld, sean mansos entre sí. Que la
cólera, la rudeza, la amargura, la tirantez, la impaciencia, la frialdad, estén lejos de sus
corazones y de sus labios, como lo estaban del corazón y de los labios de Jesús».
Palabras que parecen el eco de los consejos de San Pablo: «Si mutuamente os mordéis y
os devoráis, mirad que acabaréis por consumiros unos a otros» (Gal 5, 15). «Nada de
brusquedad, coraje, cólera, voces ni insultos: desterrad eso y toda inquina» (Fil 4,31).
La convivencia exige practicar la virtud de la eutrapelia. Consiste en la alegría apacible
y moderada. Es poner entusiasmo y gozo en la vida común, en tomo a una mesa, en las
comidas, en las reuniones.
San Pablo también la recomienda: «Sea vuestra conversación agradable, salpicada de
sal, de manera que sepáis cómo responder a cada uno» (Col 4, 6).
Cada miembro de la comunidad debe colaborar para que todos puedan decir como
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Pedro en el Tabor: «¡Qué bien estamos aquí!» (Mt 17,4).
Tiene vigencia permanente la oración de una niña:
«Haz, Señor, que los malos sean buenos, y que los buenos sean simpáticos».
La convivencia exige también delicadeza y atención a los pequeños detalles de los
otros:
21. 6. EXIGENCIA DE LA SANTIDAD
«El que nos consideren mejor de lo que somos nos obliga a serlo» (Benavente).
La obstinada generosidad de confiar en quien creemos que no lo merece, puede
conseguir frutos espléndidos.
Gandhi se atrevió a hacer la prueba: «Siempre he creído en la lealtad de mis enemigos.
Y a fuerza de creer en ella, la he encontrado.
Aprovecharon in¡ actitud para engañarme once veces seguidas.
Me engañaron, y yo, con estúpida obstinación, volví a creer en su lealtad.
A tal punto que en la duodécima ocasión no pudieron menos que ser leales.
Descubrir su propia lealtad fue para ellos una feliz sorpresa, y también para mí».
Pero confesemos noblemente que no es fácil obrar así:
«Es más difícil romper un prejuicio que romper el átomo» (Einstein).
21.7. CONVIVENCIA-CARIDAD
Suele decirse que si nos cae un terremoto, no sabemos si nos encontrará unidos, pero
seguro que nos encontrará reunidos. Hay que aprovechar la reunión para valorar las
cualidades positivas cíe los ausentes. Si no, es mejor callarse. El P. Nieremberg, en sus
Avisos Espirituales, escribe:
- «El corazón de los necios está en su boca, y la lengua de los sabios en su corazón. Las
águilas reales son mudas, y las pequeñas avecillas, parleras».
Por otra parte, Balmes en El Criterio afirma que «no hay persona tan mentirosa que no
diga más verdades que mentiras».
El conocido escritor Pronzato nos brinda este ejercicio provechoso, un buen
entretenimiento. Recomienda mucha gimnasia. A la mañana, estando solo en la propia
habitación.
El ejercicio fundamental es éste: cierra la mano derecha hasta formar el puño y luego
dirige con precisión el puño a la altura del pecho. Pero comprueba si en realidad no hay
nadie más que tú en la habitación, porque instintivamente el puño tiende a lanzarse
hacia el pecho del otro. Golpea rítmicamente, con fuerza creciente, repitiendo cada vez
las palabras: por mi culpa, por ¡ni culpa, por mi culpa... El ejercicio debe completarse
fijando la atención en un hecho desagradable cualquiera en el que hayas tomado parte.
Esta gimnasia se puede apellidar «reeducación de la conciencia». Efectivamente, el
ejercicio propuesto tiene la finalidad de crear en ti una especie de reflejo condicionado,
en virtud del cual, de ahora en adelante, deberás sentirte responsable y culpable de las
cosas que van mal.
Este ejercicio lo puedes practicar también al comienzo de la Misa. Pero pon atención.
No basta que el puño sea tuyo. Es indispensable que también el pecho sea el tuyo, no el
de otro. Y pon atención a las palabras: «por mi culpa, la inía, la mía». Pronuncia bien,
para evitar equivocarte, este mía. Y saca las consecuencias.
En esta línea se movía aquel hombre público, que cuando le hablaban mal con
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insistencia de alguno, ordenaba:
-«Presentádmelo. Quiero conocerlo. Debe ser sin duda un gran tipo».
21. 8. HACERLO TODO LO MEJOR POSIBLE
Cuando escuches con atención las divinas palabras reveladas en tu tiempo y lugar,
lograrás encontrar a Dios, crear con Él tu propia relación personal e íntima y llegar a
conocer lo que Dios desea de ti.
Entonces serás capaz de entender el antiguo axioma que enseña:
- «Conocer la voluntad de Dios es el tesoro más grande de la vida. Cumplir la voluntad
de Dios es el placer mayor de la existencia».
Algunos experimentarán una sensación intuitiva en sus entrañas, en lo más profundo de
su ser.
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Otros percibirán la sensación fortalecida de su conciencia, de un espíritu que les llama.
21.9. PROVERBIO CHINO
No digas todo lo que sabes, no hagas todo lo que puedas, no creas todo lo que oyes, no
gastes todo lo que tienes, Porque:
El que dice todo lo que sabe, el que hace todo lo que puede, el que cree todo lo que oye,
el que gasta todo lo que tiene, Muchas veces:
Dice lo que izo conviene, hace lo que no debe, juzga lo que no ve, gasta lo que no
puede.
21. 10. CUMPLE ESTAS NORMAS
Salvada el alma, todo está salvado.
Perdida el alma, todo está perdido. Para salvar el alma:
- Huye del pecado mortal y de las ocasiones de cometerlo.
- No vivas en la tibieza, y a este fin piensa en la muerte, en el juicio, en el cielo y en el
infierno.
- Reza todos los días.
- Frecuenta los sacramentos de penitencia y eucaristía.
- Guarda fielmente los domingos y fiestas.
- Haz en todo la santísima voluntad de Dios.
-'Ten una tierna devoción a María Santísima y a San José.
- Huye de las ocasiones de pecar.
- Piensa en las postrimerías: muerte, juicio, infierno y gloria.
- Vive en la presencia de Dios.
- Procura estar siempre ocupado.
- Ama a la Iglesia como a tu madre.
- Pide todos los días la gracia de una muerte anta.
- Haz esto y tendrás seguro el cielo.
21. ll. ¡BUENOS SEAMOS!
A Dios piadoso debí el nacer;
Él me dio padres para mi bien; me da el aliento, templa mi sed...
Buenos seamos: ¡que Dios nos ve!
Dios hizo el Cielo con su poder; hizo la tierra y el mar también; el sol y las estrellas
brillan por Él...
Buenos seamos: ¡que Dios nos ve! Si el desvalido pide merced, si al triste aflige suerte
cruel, ese que llora tu hermano es...
Buenos seamos: ¡que Dios nos ve! No al malo envidies, aunque tal vez impune ostente
gloria y poder; que allá en el cielo hay otro Juez...
Buenos seamos: ¡que Dios nos ve! Él es mi escudo, El es mi sostén....
Buenos seamos: ¡que Dios nos ve! Dios el camino muestra del bien, y un ángel guía mi
débil pie; Al sueño nunca me entregaré, nunca a la aurora veré nacer sin bendecirle
Dios de Israel....
Buenos seamos: ¡que Dios nos ve!
(F. Martínez de la Rosa).
21.12. HAY QUE DECIR QUE NO
1. A una falsa vida religiosa en que se busca una fe sin dogmas, una moral sin leyes, un
evangelio a gusto del consumidor, un Cristo prefabricado conforme a nuestros criterios.
2. A un concepto falso de la libertad según el cual ser libre es hacer lo que uno quiera;
esto no es libertad, sino libertinaje que esclaviza y mata.
3. A la degradación del amor, la gran fuerza de la vida, sin la cual todo es egoísmo y
camino hacia la destrucción.
4. A un exagerado concepto de la autenticidad, equivalente muchas veces a un
endiosamiento de las posiciones personales que hacen de cada persona un tirano o un
juguete.
5. A una crítica sistemática y destructiva a todo lo que no somos nosotros; los padres, la
autoridad, la Iglesia, la sociedad en que vivimos. Este criticismo que condena al que lo
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hace.
21.13. ORACIÓN PARA UN AMANECER
* Padre mío, que estás en el cielo, en la tierra, en el universo entero.
*Padre mío, que estás dentro de mí, que cuidas de mi vida, que derramas tu luz en mi
retina.
*Padre mío, que sabes de mis luchas, desaciertos, errores, desventajas, de mis pequeños
logros.
*Padre mío, que entiendes mis complejos, mis miedos, mis inquietudes.
* Padre mío, que me alumbras cuando me vence la impotencia.
* Padre mío, que me descubres lo profundo de las cosas.
* Padre mío, maestro que enseñas:
- a reparar las fuerzas,
- a buscar el consuelo en tu regazo,
- a abandonarme a ti,
- a dejarme llevar,
- a confiar en ti.
* Padre mío, que guías mis pasos permitiéndome ver el fondo del abismo y me salvas
de tremendos peligros.
*Padre mío, que me encubres el mal para que no me dañen sus espectros.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (1) , n. 25.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (Il), n. 23.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
22
ORACIÓN
«Sus caminos son justos, es un Dios fiel, sin maldad; es justo y recto» (Dt 32).
22. 1. ¿QUÉ ES LA ORACIÓN?
«Dios no habla, pero todo habla de Dios».
«Quien escucha la Verdad no es menos que quien la dice». «Orar es tratar con quien
sabemos que nos ama».
«La oración es la omnipotencia del hombre y la debilidad de Dios»...
- Madre, me han dicho los sabios que no hay cosa más veloz que la luz, que en un
momento recorre sin dilación miles de leguas. ¡Ay, madre, quién fuera rayo de sol!
- Hijo mío, di a esos sabios que aún corre más la oración, porque antes de que asome a
los labios ya la está escuchando Dios.
22.2. EL OFICIO DEL CRISTIANO: REZAR
La oración no es un simple elemento de la vida religiosa del hombre, algo que sería muy
útil y aun necesario, no; es mucho más: en la oración se condensa la religión misma.
Orígenes enseña que para el verdadero cristiano «la vida es una gran oración».
Santo Tomás declara: «La oración es el acto propio de la religión».
Lutero emplea una comparación muy expresiva: «Del mismo modo que el zapatero hace
zapatos y el sastre trajes, un cristiano debe rezar, el oficio de un cristiano es rezar».
22.3. LA MEJOR ORACIÓN: LA QUE NACE DEL AMOR DE DIOS
Se cuenta en la Vida del piadoso cura de Ars que todas las mañanas entraba un aldeano
en la iglesia, y allí, sin libro y sin rosario, permanecía largo tiempo sentado o de
rodillas, fijos los
ojos en el Sagrario.
-- «Pero, ¿qué estáis haciendo ahí, mi buen amigo'? -le preguntó un día el cura de Ars--.
Jamás os veo que mováis los labios ni que recéis».
Y el aldeano, señalándole con el dedo el Sagrario, le contestó con la mayor sencillez:
- «Yo le miro a Él y Él me mira».
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¡Oh, qué bien rezaba, aun sin decir palabra alguna, aquel corazón limpio y puro!
- «No hay necesidad de hablar tanto -decía el cura- para rezar bien; sabemos que Dios
está realmente en el Sagrario y ante el Señor le enviamos con nuestra mirada nuestro
corazón y nos complacemos con su divina presencia».
¡Qué hermosa oración!
22.4. MEDITACIÓN DE LA MADRE TERESA DE CALCUTA
*«¿Quién decís que soy yo?» (Mt 16, IS)
Tú eres Dios.
Tú eres Dios de Dios.
Tú eres Engendrado, no creado.
Tú eres Uno en Sustancia con el Padre. Tú eres el Hijo de Dios vivo.
Tú eres la Segunda Persona de la Santísima Trinidad. Tú eres Uno con el Padre.
Tú estás con el Padre desde el principio: Todo fue creado por Ti y por el Padre.
TÚ eres el Hijo amado en quien el Padre halla todas sus complacencias.
Tú eres el Hijo de María, concebido por el Espíritu Santo en el Seno de María.
Tú naciste en Belén.
Tú fuiste arropado en pañales por María y puesto en un pesebre lleno de paja.
Tú fuiste calentado por el aliento de un borriquillo que llevó a tu Madre contigo en su
seno.
Tú eres el Hijo de José el carpintero, según te conocía la gente de Nazaret.
Tú eres un hombre corriente, sin mucho saber, según te juzgan los sabios del pueblo de
Israel.
* ¿ Quién es Jesús para mí? Jesús es la Palabra hecha Came. Jesús es el Pan de Vida.
Jesús es la Víctima ofrecida por nuestros pecados en la Cruz. Jesús es el Sacrificio
ofrecido en la Santa Misa por los pecados del mundo y los míos.
Jesús es la Palabra... para ser hablada.
Jesús es la Verdad... para ser dicha. Jesús es el Camino... para ser andado. Jesús es la
Luz... para ser encendida. Jesús es la Vida... para ser vivida. Jesús es el Amor... para ser
amado.
Jesús es la Alegría... para ser compartida. Jesús es el Sacrificio... para ser ofrecido. Jesús
es la Paz... para ser dada.
Jesús es el Pan de Vida... para ser comido. Jesús es el Hambriento... para ser
alimentado. Jesús es el Sediento... para ser saciado. Jesús es el Desnudo... para ser
vestido. Jesús es el Desalojado... para ser acogido. Jesús es el Enfermo... para ser
sanado. Jesús es el Solitario... para ser amado. Jesús es el Indeseado... para ser querido.
Jesús es el Leproso... para lavar sus llagas. Jesús es el Mendigo... para ser sonreído.
Jesús es el Borracho... para ser escuchado.
Jesús es el Loco... para ser protegido. Jesús es el Pequeño... para ser abrazado. Jesús es
el Ciego... para ser guiado.
Jesús es el Mudo... por quien se ha de hablar. Jesús es el Lisiado... con quien se ha de
caminar. Jesús es el Drogadicto... para ser su amigo.
Jesús es la Prostituta... para apartarla del peligro y acogerla. Jesús es el Preso... para ser
visitado. Jesús es el Anciano... para ser servido.
Para mí:
Jesús es mi Dios. Jesús es mi Esposo. Jesús es mi Vida.
Jesús es mi único Amor. Jesús es mi Todo en el todo. Jesús es mi Totalidad.
JESÚS, te amo con todo mi corazón, con todo mi ser.
Yo le he dado todo a Él, incluso mis pecados, y El me ha desposado Consigo en ternura
y amor.
Ahora, y para toda la vida, soy la esposa de mi Esposo Crucificado. Amén.
22.5. ACCIÓN DE GRACIAS
-Es maravilloso, Señor, tener brazos abiertos... ¡cuando hay tantos mutilados!
-Mis ojos perfectos,... ¡cuando hay tantos sin luz!
-Mi voz que canta... ¡cuando tantas enmudecieron!
-Mis manos que trabajan... ¡cuando tantas mendigan!
-Es maravilloso volver a casa,... ¡cuando tantos no tienen donde ir!
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-Es maravilloso amar, vivir, sonreír, soñar,... ¡cuando hay tantos que lloran, odian,
resuelven pesadillas, mueren antes de nacer...!
-Es maravilloso, Señor, sobre todo, tener tan poco que pedir... ¡y tanto que agradecer!
22.6. ENSEÑANZAS DE JESÚS SOBRE LA ORACIÓN
Jesús ora y enseña a orar a sus discípulos «cuando recéis, decid: Padre nuestro que
estás...» », (Luca11,1). En la oración del Padre nuestro señala las actitudes y los
contenidos de la oración cristiana:
confianza en el Padre,
apertura a sus caminos,
búsqueda del Reino,
preocupación por los problemas de la vida humana,
petición del perdón de las propias culpas,
actitud de perdón hacia el prójimo,
súplica de ayuda para no sucumbir en la tentación.
En otros lugares del Evangelio Jesús nos invita a:
-evitar en la oración la hipocresía (Mateo 6, 5-6)
-no dejarse llevar por la palabrería (Mateo 6, 7-8)
•-no separar la oración de la vida concreta y de sus exigencias: «No basta decirme:
¡Señor, Señor! Para entrar en el Reino de Dios, hay que poner por obra el designio de
mi Padre del cielo» (Mateo 7, 21)
-la perseverancia en la oración (Lucas (11, 5-13)
-hacer la oración «en espíritu y verdad», es decir, movidos por el Espíritu y cumpliendo
lo que Él, la Verdad, ha enseñado (Juan 4, 23-24)
-pedir que se comunique el Espíritu (Lucas 11, 13).
22.7. CARACTERÍSTICAS DE LA ORACIÓN CRISTIANA
Del modo cómo oró Cristo y de sus enseñanzas sobre la oración podemos deducir las
características principales de la oración de un cristiano:
*oración llena de confianza en el Padre. Gracias a Cristo, y al Espíritu, como dice S.
Pablo, nosotros lo podemos llamar «Abba», porque somos hijos suyos (Gálatas 4, 46;
Romanos 8, 15).
*oración de esperanza alegre y comprometida en el servicio del prójimo; no basta
escuchar la Palabra de Dios hay que poner la en práctica (Mateo 7, 21)
*oración de acción de gracias y alabanza por lo que Dios hace en nuestra vida y en
nuestra historia (Filipenses 4, 4-7)
*oración que se hace en comunión con Jesús, «en su nombre» (Juan 16, 23-24)
*oración en conexión con la vida de cada día.
22.8. ORAR
No se trata de una lista de definiciones sin más. Se trata, sobre todo, de que, detrás de
cada definición, hay un aspecto de la multiforme riqueza que tiene la oración. No las
leas corriendo.
Son para pensar, para leer despacio.
*Orar es recibir lo que Dios guarda para nosotros.
*Orar es abrirse al perdón, que Dios nos quiere otorgar.
*Orar es acoger a Dios, que está a nuestra puerta con un secreto de amor inmenso.
* Orar es ofrecerse a Dios, para que Él haga de nosotros aquello que está deseoso de
hacer desde siempre.
*Orar es dejar que Dios nos diga aquello que quiere decirnos.
*Orar es descubrir que Dios nos ama.
* Orar es abrimos a Dios, para que Dios nos abra a los demás.
*Orar es un momento de intimidad con Dios, es la apertura a la vida verdadera.
*Orar es dejar que Dios tome progresivamente posesión de nosotros, de todo nuestro
ser, de toda nuestra vida, y que pueda realizar en nosotros el plan que Él tiene, a pesar
de nuestros pecados y resistencias.
*Orar es hacer nuestra la oración de Jesús, que se dirige al Padre.
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*Orar es un estado del alma, que mira a Dios sin palabras, únicamente para
contemplarle.
*Orar es tratar a Dios como amigo cercano.
*Orar es descubrir que Dios es cercano y, al mismo tiempo, distante.
*Orar es dejar que el Espíritu ponga en nosotros toda la vida y tensión hacia el Padre
por medio de Jesús.
*Orar es admitir nuestros fallos y pobreza.
*Orar es aceptar que somos pobres y caminar hacia Dios...
22.9. DIOS ME DIO LO QUE NECESITABA
- Yo le pedí fuerza...
Y Dios me dio dificultades para hacerme fuerte.
- Yo le pedí sabiduría...
Y Dios me dio problemas para que los resolviera.
- Yo le pedí prosperidad...
Y Dios me dio inteligencia y fuerza para trabajar.
- Yo le pedí coraje...
Y Dios me envió un peligro para que lo superase.
- Yo le pedí amor....
Y Dios me dio gente en dificultades para que los ayudase.
- Yo le pedí favores...
Y Dios me dio oportunidades. No recibí nada de lo que quería.
Y he recibido cada cosa que necesitaba. Mi oración ha sido escuchada,
«Mirad los pájaros del cielo: ni siembran, ni siegan, ni almacenan, y sin embargo,
vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos?» (Mt 6, 26).
22. 10. PADRE, CONCÉDEME CUANTO TE PIDO
* Oh Padre, hazme consciente de la vida de gracia que ha sido depositada en mí.
*Persuádeme de que es más real que la vida misma.
*Convénceme de su valor divino, en el que está el sentido último de mi vida.
*Dame gran seriedad en todo lo que se refiere a la fe.
*Enséñame a reconocer de qué tengo necesidad para madurar y dar fruto.
22. 11. PLEGARIA QUE MAHATMA GANDHI ENSEÑÓ A SUS DISCÍPULOS
*Humildemente me esforzaré en amar.
*En decir la verdad.
* En ser honesto y puro.
*En no poseer nada que no me sea necesario.
*En ganarme el sueldo con el trabajo.
*En estar atento siempre a lo que como y bebo.
*En no tener nunca miedo.
*En respetar las creencias de los demás.
*En buscar siempre lo mejor para todos.
*En ser un hermano para todos mis hermanos.
22.12 «PUES YO RECONOZCO MI CULPA» (Sal 50).
I.* He pecado. Dicen que he pecado, pero yo no reconozco mi culpa. Pues ¿a cuántos he
ofendido? ¿A quién he perjudicado? ¡Todavía el complejo de culpa! Moralistas fariseos
han hecho mucho daño. ¿A quién paso yo factura ahora de tanta libertad reprimida, de
tanta vida enterrada, so pretexto de pecado? Pero dicen que he pecado, dicen.
-Pues dime, ¿quién lo ha prohibido o quién lo ha preceptuado? ¿Es realmente cosa de
Dios? ¿Era cosa de Dios lo del sábado, lo de la sangre, lo del ayuno, no comer animales
impuros, los sacrificios humanos? ¿Eran cosa de Dios los holocaustos, los diezmos del
anís y del comino, las purificaciones...? ¡Pecado, pecado, tanto pecado!
II. * Y sin embargo, alguien me dice interiormente que he pecado.
-Enséñame tú, Dios mío. Que vea, ponme delante tu espejo.
-Cura esta ceguera, esta soberbia mía de creerme perfecto.
-Quizá mi pecado sea no ver, no ver la cantidad de orgullo que me ciega. Estar tan
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seguro, tan lleno de mí mismo, no ver al otro. No lo mato ni lo robo, no, pero le olvido,
me resulta indiferente, le dejo que se muera, ¿qué más da?
-Quizá mi pecado sea encerrarme en mí mismo, en mi burbuja, en mi mentira, no
abrirme a los vientos del Espíritu, no crecer en libertad, no soñar, no preocuparme del
otro, no amar.
-Mi pecado será no creer, no atreverme a decir: «Sí, hágase». No querer salir de casa, no
quemar mis naves y mis bienes.
-Dame, Señor, tu luz, dame un corazón limpio y transparente, hazme consciente de mi
suciedad, de lo poco que he crecido, del vacío de mi vida, y que diga así convencido:
¡He pecado!
-He pecado contra Ti, Señor, y pequé contra el hermano. Sí, he pecado.
22.13. «DIOS MÍO, DIOS MÍO, ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?» (Sal 21)
No es lo peor esta cruz horrorosa, no es lo peor el cáncer, la silla de ruedas, la cárcel
injusta, la tortura, la exclusión y la pobreza.
Lo peor es el vacío del alma, el sinsentido, el no tener razones, la tiniebla, no saber para
qué sirve todo eso, la duda radical de la existencia.
Entonces, si Dios no existe, si no sirven utopías y poetas, si todo es relativo, cuestión de
suerte, ¿para qué esa estúpida palabra: la paciencia? ¿por qué tengo yo que resignarme?
¿para qué se quieren mártires y profetas?
Dios mío, tu lejanía y tu silencio son el peor tormento de la tierra.
Acércate, por favor, repíteme tu palabra, dime una vez más:
-- «Hijo mío, no temas; tu lucha y tu dolor son semillas que tienen valor de vida nueva».
-- Sí, Padre, ya te escucho, ya te siento.
-- Sí, Padre, repítelo con fuerza.
-- Sí, Padre, me pongo en tus divinas manos.
-- Sí, Padre, haz en mí lo que Tú quieras.
22.14. BELLOS PENSAMIENTOS PARA MEDITAR....
1.
* En nuestra vida, al lado de lo dulce tenemos también lo amargo.
* Todas las cosas tienen dos caras;
- los caminos tienen dos direcciones;
- el tiempo presenta dos estaciones;
- los gobiernos mantienen dos posiciones, según las conveniencias;
- los hombres presentan dos conductas...
* A veces, da la sensación que el gran valor que es nuestra vida nos lo jugamos a cara o
cruz.
2.
- Si tenemos pensamientos tristes, nuestro rostro reflejará tristeza;
- si vivimos pensando en tragedias, éstas llegarán un día a nuestras vidas;
- si nos dejamos dominar por la timidez, el miedo será nuestro acompañante;
- si pensamos que estamos enfermos, sin estarlo, estamos preparando nuestra propia
sepultura;
- si nuestro pensamiento vive angustiado, el fracaso será nuestra meta;
- si nos compadecemos a nosotros mismos, seremos débiles ante la vida;
- si te recreas en lo negativo, les preparas el camino para que entren en tu vida;
- pero si tenemos pensamientos alegres, viviremos satisfechos y realizados.
* Sé fuerte y seguro de ti mismo y piensa siempre en lo bello que es vivir y hacer felices
a los demás.
3.
- Hoy aprendí que el obstáculo más grande es el miedo;
- el día más bello es hoy;
- los mejores maestros son los niños;
- el mayor error es darse por vencido;
- el más grande defecto es el egoísmo;
- la mayor distracción es el trabajo;
- la mayor bancarrota es el desánimo
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- el sentimiento más vil es la envidia;
- el regalo más hermoso es el perdón;
- el mayor conocimiento es Dios;
- lo más maravilloso del mundo es el amor;
- y la felicidad más grande es la paz.
4.
- Ve siempre con buenos ojos los éxitos de los demás. Especialmente los de tus
compañeros de trabajo.
-Alaba mucho a los hijos de los demás, tanto como a tus propios hijos. Es la mejor
alabanza de ti mismo.
- Aprende a escuchar. Si de algo debes preocuparte en serio, es de saber escuchar. Si
sabes escuchar, también sabrás hablar.
- Practica la virtud de la humildad y de la sencillez y verás cuántos te buscan.
- La paciencia y 1 a perseverancia hacen llegar muy lejos en la vida.
5.
- El abrazo es el símbolo del alma. En la forma de abrazar se manifiesta el tipo de
personalidad que somos.
- Nada hay como un abrazo cuando éste es sincero y sentido.
- El abrazo amigo de brazos abiertos y manos apretadas es expresión de un alma grande
como el horizonte.
- El abrazo entre esposos, entre padres e hijos, es símbolo de unidad, de calor de hogar.
- Manos extendidas para abrazar a quien nos necesite es la expresión más grande del ser
humano.
- Ojalá no nos cansemos nunca de alargar nuestros brazos y apretar fuerte, muy fuerte.
6.
- La realidad es la que es. Eres tú, con tu actuar de cada día, quien define cuál será tu
realidad.
- Si quieres de verdad ser feliz, empieza por serlo en este preciso momento.
- Busca la forma de hacerte feliz. Aquí y ahora, pero ya. La felicidad de mañana puede
que no exista nunca.
- Si no eres feliz, pregúntate el porqué no lo eres. Anota las causas negativas en una
hoja y las positivas en otra y actúa en consecuencia.
7.
- Distribuye adecuadamente el tiempo.
- Conserva una actitud mental positiva.
- Controla con serenidad y equilibrio tus emociones.
- Practica diariamente la relajación física y mental.
- Evita la lectura y los pensamientos negativos de preocupación o de temor.
- Respira profundamente en sus dos dimensiones de inhalar y exhalar.
- Construye tu vida con hábitos positivos.
- Ama el estudio y el trabajo.
- Mantén la calma siempre, aunque a tu lado todo se derrumbe.
- Evita discusiones inútiles.
8.
* Amor mío, no quiero nunca perderte, porque al perderle yo a ti, tú y yo habremos
perdido.
* Yo, porque tú eres lo que más amo; y tú, porque yo soy quien más te ama.
* Pero de nosotros dos, tú perderás más que yo : porque yo podré amar a otros como te
amé a ti, pero a ti nadie te amará como yo hoy te amo.
9.
- Ser joven es cuestión de voluntad, es armonía en las emociones, es deseo de vivir en
plenitud, es poseer unas ganas muy grandes de vivir.
- El envejecimiento no llega por los años, llega cuando se abandonan los ideales.
- No permitas que tu corazón se cubra con el manto del pesimismo, porque es señal
inequívoca de envejecer. Aunque tu cuerpo aún no lo indique, tu alma está ya
envejeciendo.
- Eres joven por tus grandes ideales, viejo en tus temores y preocupaciones;
- eres joven por tu alegría y entusiasmo, viejo por tus dudas y vacilaciones;
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- eres joven cuando los otros vienen hacia ti y viejo cuando tu rostro aleja a las
personas.
* Cuando has dejado caer tus brazos, en señal de rendición y todo te da igual, es la señal
inequívoca de que estás envejeciendo.
10.
- El ser feliz depende de ti, sólo de ti;
- La vida es el escenario de tu representación. Y tú eres el actor principal.
- Analiza bien el personaje que tú interpretas.
- Empieza por crear el guión de tu vida.
- Y con paciencia y perseverancia lleva adelante lo que has planificado.
- Si eres servicial y altruista, habrá muchas personas a tu alrededor.
- Cuando equivoques el camino no temas rectificar. Vuelve a empezar.
- Hoy vives de las reservas de ayer, pero tu mañana depende de lo que hagas hoy.
- Sé siempre positivo en tu mente y en tu corazón.
- Sonríe siempre, y si puedes a menudo reír a carcajuda limpia, mucho mejor.
11.
- Elige amar en lugar de odiar.
- Elige reír en lugar de llorar.
- Elige crear en lugar de destruir.
- Elige perseverar en lugar de renunciar.
- Elige alabar en lugar de criticar.
- Elige curar en lugar de herir.
- Elige dar en lugar de robar.
- Elige actuar en lugar de aplazar.
- Elige bendecir en lugar de blasfemar.
- Elige vivir en lugar de morir.
12.
El pez nadaba feliz en el gran océano. No encontraba límites en su accionar de cada día;
jugando con otros peces, hacía miles de piruetas y, a veces, saltaba sobre la superficie
del océano. Imitando al mejor de los acróbotas, daba su voltereta en el aire y volvía a
zambullirse en el inmenso mar.
Pero un día pensó que era muy aburrido hacer siempre lo mismo y pensó que fuera del
mar sería mucho más feliz. Dando el mayor salto de su vida, fue a terminar en medio de
una hermosa playa de blanca y fina arena.
El sol lucía fuerte en el horizonte y su calor se dejaba sentir en el ambiente.
Apenas el pez hubo aterrizado, sintió que su cuerpo le ardía y empezó a dar pequeños
saltos tratando de librarse del calor que empezaba a sentir.
La respiración empezó a fallarle. Notaba que se ahogaba. Su cuerpo ya no recibía aire.
En pocos segundos sintió que aquello era el fin.
13.
sonríe...
- a las primeras personas que encuentras en la mañana para que tu jornada tenga un buen
comienzo;
- a tus compañeros de trabajo, porque con ellos pasarás varias horas y te sentirás mejor
si hay armonía y buena convivencia entre todos;
- al que te vende el periódico en la mañana o te ofrece el primer cafecito del día; ellos,
de alguna forma, están para hacerte más llevadera la jomada;
- a todos los que se relacionan contigo en la búsqueda de una sociedad mejor, más justa
y más humana. Una sonrisa no cuesta nada, pero ¡cuánto consigue!
14.
- Si te acostumbras a ver siempre el lado positivo de las cosas:
- En las dificultades, te superarás con más facilidad.
- En los desaciertos, te sobrepondrás con voluntad.
- En las dadas, sabrás discernir con mayor seguridad.
- En los problemas, la solución te resultará más fácil.
- En los momentos de soledad, el pesimismo no te doblegará.
- En la enfermedad, sabrás luchar con fe.
- Ante el desprecio, tu ánimo no decaerá.
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- En las horas difíciles, una luz interior te guiará.
* Y, por sobre todas las cosas, un bello mañana empieza ya hoy a ser realidad.
22.15. UNA EXTRAÑA PETICIÓN
Dame, Dios mío, lo que queda.
Dame lo que no te piden nunca.
No te pido descanso, ni tranquilidad del alma o cuerpo.
No te pido riquezas, ni éxitos, ni siquiera salud.
Todo esto, Señor, te lo piden tanto, que ya no debe quedarte nada.
Dame, Dios mío, lo que te queda.
Dame lo que no te aceptan: inseguridad, inquietud, obstáculos, tormentas.
Y dámelo, Señor, definitivamente, para siempre, porque luego ya no tendré humor para
pedírtelo.
Dame, Dios mío, lo que te queda.
Dame lo que otros no quieran.
Pero dame también el valor, la fuerza y la fe.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (1) , n. 27.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (lI), n. 24.
Caminos de santidad: Ejemplos que edifican (V), ri.33.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
23
PALABRA DE DIOS
«El Señor tu Dios, te ha educado como un padre educa a su hijo... para que sigas sus
caminos y lo temas» (Dt 8, 6).
23. 1. PALABRA Y OBRAS
«Los pájaros cuando escuchan de nuestros labios la Palabra de Dios, quedan admirados
de su belleza y sublimidad;
pero luego, al contemplar nuestras obras y ver que no concuerdan con nuestras palabras,
empiezan a blasfemar, diciendo que todo es fábula y mentira» (Homilía S. ll`).
23.2. «BUENOS DÍAS, ¿PODRÍA HABLAR CON DIOS?»
En una casa parroquial de Suiza hay un cartel con unas indicaciones muy importantes
para tener una buena conferencia telefónica con Dios. Son las siguientes:
1a. ¡Atención al prefijo! No marcar el número a la ligera, ni hablar sin pensar.
2a. Una conferencia telefónica con Dios no es un monólogo. No hables tú todo. Escucha
también lo que se te dice desde el otro lado de la línea.
3a. En las interrupciones, mira si no eres tú el que, con tus distracciones, has
interrumpido la comunicación.
4a. No te acostumbres a hacer con Dios «solo» llamadas de emergencia.
5a. No llames por teléfono a Dios únicamente en tiempos de tarifa reducida, esto es, las
fiestas y los domingos. También durante la semana debería haber una comunicación
telefónica regular con Él.
6a. La llamada es gratuita, esto es, que paga aquel que la recibe.
7a. Puedes llamar por teléfono cuando quieras. Dios está en todo momento al aparato.
8a. Cuando hables con Dios o le escuches, no mires nunca el reloj para contar los pasos
o los minutos. ¡Ojalá fueran horas! En este teléfono puedes alargarte todo lo que
quieras. Tu conferencia la paga siempre Dios.
Al lado de esta información del semanario, hay una fotografía de una joven hablando
por teléfono. Debajo de la misma, esta inscripción: «Pon con regularidad una
conferencia telefónica con Dios».
- Buenos días, ¿podría hablar con Dios?
- Soy yo, sí, Dios, tu padre Dios. ¡No sabes la alegría que nie das con tu llamada!
23.3. OS CONVIENE QUE YO ME VAYA
82
Salimos ganando con la Ascensión de Jesús:
- Porque está más dentro de nosotros, en la mayor intimidad.
- Porque puede estar con todos nosotros, sin limitación de espacio.
- Porque puede estar siempre con nosotros, sin limitación de tiempo.
- Porque está con nosotros en su Espíritu, la presencia más lograda y más rica. Es una
presencia divina que acompaña y transforma. Es como si el mismo Cristo viviera en
nosotros, hasta convertimos en otros Cristos. Presencia dinámica y transformadora.
- Porque está con nosotros en su Palabra, presencia que se convierte en luz para el
camino.
- Porque está con nosotros en el pan partido y en los sacramentos, presencia real, que
acompaña, consuela, fortalece y ¿¡Ir menta.
- Porque está con nosotros en los hermanos, en los que le recuerdan y le aman, en los
que le comulgan, en los que se unen, en los que se comprometen.
- Porque está con nosotros en los pobres y en los que sufren, presencia ardiente, llagas
dolorosas del cuerpo del Señor.
- Dios y el hombre ya no pueden separarse. Lo humano está definitivamente en Dios, y
Dios está en el hombre para siempre.
- Cristo es presencia de Dios humana. Cristo está presente en el hombre.
- ¿Por qué tú no lo ves?
- Es porque te falta fe y te falta amor.
- Di a Cristo: Señor, que te vea, que vea.
23.4. DÓNDE ENCONTRARÁS AYUDA CUANDO ESTÉS...
-Agradecido: Salmo 100; 1Tes 5, 18.
-Amargado o en crisis: 1Cor 13.
- En peligro: Salmo 91; Salmo 118; Le 8, 22-25.
-Angustiado: Mt 5, 5; 2Cor 1, 3-7.
-Ansioso: Salmo 46; Mt 6, 19-34; Filip 4, 6.
- Cansado: Salmo 90; Mt 11, 28-30; 1Cor 15, 58.
- Con dificultades: Salmo 16; Salmo 31; Jn 14.
-Con miedo: Salmo 34; Mt 10, 28; 2Tim 1, 7; Heb 13, 5-6.
- Derrotado: Rom 8, 31-39.
- Desalentado: Salmo 23; Salmo 42; Sal 55; Mt 5, 11-12; 2Cor 4, 8-18; Filip 4, 4-7.
- Dejando el hogar: Salmo 121; Mt 10, 16-20.
- Deprimido: Salmo 34.
- Dudando: Mt 8, 26; Heb 11.
- Enfermo o con dolor: Salmo 38; Mt 26, 39; Rom 5, 3-5; 2 Cor 12, 9-10; 1 Pe 4, 12; 13, 19.
- Enfrentado a una crisis: Salmo 121; Mt 6, 25-34; Heb 4, 16.
-En Oración: Salmos 4 y 42; Lc 11, 1-13; Jn 17; 1Jn 5, 14-15.
- Fallando el amigo: Salmo 41; Lc 17, 3-4; Rom 12, 14-21; 2Tim 4, 16-18.
- Fallando en la fe: Salmo 42; Heb 11.
- Necesitando dirección: Salmo 32, 6-10.
-Necesitando paz: Jn 14, 1-4; 16, 33; Rom 5, 1-5; Filip 4, 6-7.
- Necesitando reglas para vivir: Rom 12.
- Preocupado: Mt 6, 19-34; lPedr 5, 6-7.
- Solitario: Salmo 23; Heb 13, 5-6.
-Tentado: Salmos 1 y 139; Mt 26, 41; ICor 10, 12-14; Filip 4, 8; Santiago 4, 7; 2Pedr 2, 9 y 3, 17.
- Triste: Salmo 51; Mt 5, 4; Jn 14; 2; 2Cor 1, 3-4; I Tes 4, 13-18.
- Vencido: Salmo 6; Rom 8, 31-39; lJn 1, 4-8.
-Viajando: Salmo 121.
-Volviendo atrás: Salmo 51; 1Jn 1, 4-9.
23.5. SELECCIÓN DE ORACIONES DEL ANTIGUO TESTAMENTO
1. Súplica de Abraham por un hijo propio. Gén 15, 2-3
2. Intercesión de Abraham por Sodoma. Gen 18, 23-33.
3. Oración de disponibilidad de Abraham. Gen 22, 1.
4. Oración de Jacob que teme el encuentro con Esaú. Gén 32, 10-13.
5. Moisés se queja ante Dios de la situación del pueblo. Ex 5, 10-13.
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6. Alabanza a Dios por el paso del Mar Rojo. Ex 15, 1-18.
7. Oración de intercesión por el pueblo. Ex 32, 11-13.
8. Oración de bendición de los sacerdotes sobre el pueblo. Núm. 6, 24-26.
9. Oración de súplica de Moisés en la que pide ver la tierra prometida antes de morir. Dt
3, 24-25.
10. Oración que recuerda lo que Dios ha hecho por su pueblo
Se recitaba cuando se ofrecían a Dios las primicias. Dt 26, 5- 10.
11. Queja y súplica de Josué después de una derrota. Jos 7, 7-9.
12. Confesión colectiva del pecado de idolatría. Jue 10, 10- 15.
13. Salmo de acción de gracias de Ana, la madre de Samuel, por haberlo tenido un hijo.
1 Sin 2, 1-10.
14. Oración de disponibilidad a la voluntad de Dios. 1 Sm 3, 10.
15. Oración de aceptación de la voluntad de Dios. 1 Sm3, 18.
16. Oración de David en la que alaba la fidelidad y bondad de Dios con él y con el
pueblo. 2Sm7, 18-19.
17. Petición de perdón de David y súplica de intercesión por el pueblo 2 Sm 24, 10-17.
18. Oración de Salomón pidiendo sabiduría para cumplir su misión. 1 Re 3, 6-9.
19. Oración de Salomón en la dedicación del templo de Jerusalén. 1 Re 8, 23-52.
20. Elías pide a Dios una señal que demuestre que Él es el Dios de Israel. 1 Re 18, 36-37.
21. Elías, perseguido y desalentado, pide a Dios la muerte. 1Re 19, 4.
22. Oración del rey Ezequías pidiendo el auxilio de Dios ante el asedio de los enemigos.
2 Re 19, 15-19.
23. Oración del rey Ezequías pidiendo ser curado. Me 20, 3.
24. Oración de acción de gracias de David a Dios por haberle permitido acumular los
materiales para la construcción del templo. 1 Cr 29, 10-19.
25. Súplica de Josafat a Dios pidiendo su auxilio contra los enemigos que atacan al
pueblo 2Cr 20, 6-12.
26. Petición de perdón a Dios y confesión de las culpas del pueblo hecha por Esdras.
Esd 9, 6-15.
27. Súplica de Nehemías por el pueblo y confesión de sus infidelidades. Neh 1, 5-11.
28. Queja y súplica de Tobías por la liberación de las penas y sufrimientos del destierro.
Tob 3, 2-6.
29. Queja-súplica de Sara por sus sufrimientos. Tob 3, 11-15.
30. Acción de gracias de Tobías por el regreso de su hija Tob 13, 1 -17.
31. Oración de acción de gracias de Judith después de la victoria sobre los enemigos. Jdt
16, 1-17.
32. Súplica de Ester para que Dios salve a su pueblo. Est 14,4-19.
33. Súplicas del pueblo contra los enemigos. Mac 3, 50-53.
34. Oración de aceptación de la voluntad de Dios. Job 1, 21.
35. Profesión de fe en Dios todopoderoso e incomprensible. Job 42, 1-6.
36. Salomón pide a Dios sabiduría para cumplir su misión. Sab 9, 1-18.
37. Petición de la sabiduría de Dios y para que Él libre de los pecados. Ecles 23, 1 -ó.
38. Oración de acción de gracias porque Dios ha librado de los peligros. Ecles 51, 1-12.
39. Canto de acción de gracias por la liberación del pueblo. Is 12, 1-ó.
40. Oración de esperanza pidiendo la liberación. Is 33, 2-5.
41. Acción de gracias a Dios de Ezequías por haberle librado de la muerte. Is 38, 10-20.
42. Canto de alabanza a Dios. Is 42, 10-12.
43. Petición de una intervención de Dios en favor de su pueblo como en el pasado. Is
51, 9-11.
44. Queja-súplica de Jeremías ante las dificultades de su misión profética. Jr 15, 15- 18.
45. Súplica de Jeremías a Dios cuando Jerusalén está a punto de caer en manos de los
enemigos. Jr 3, 17-25.
46. Queja de Jerusalén ante la destrucción y desolación. Lam 5,1-22.
47. Oración de los tres jóvenes condenados al fuego pidiendo por el pueblo. Dan 3,26-45.
48. Oración de los tres jóvenes alabando a Dios por su liberación. Dan 3,52-90.
49. Súplica de Susana, acusada injustamente. Dan 13,42-43.
50. Acción de gracias de Jonás por haber escapado de la muerte. Jon 2,3-10.
51. Queja-súplica del profeta ante el silencio (le Dios frente a la injusticia humana. Hab
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1, 2-4.
23.6. SELECCIÓN DE ORACIONES DEL NUEVO TESTAMENTO
1. Disponibilidad de María ante la voluntad de Dios. Lc 1,38.
2. Canto de acción de gracias de María por lo que Dios ha hecho en ella y en la historia.
Le 1,46-55.
3. Canto de acción de gracias de Zacarías por lo que Dios ha hecho en favor de su
pueblo. Lc 1,68-79.
4. Canto de acción de gracias de Simeón porque Dios le ha permitido ver al Salvador.
Le 2,29-32.
5. Oración de acción de gracias de Jesús porque el Padre revela a los pequeños su plan
de salvación. Le 10, 21-22.
6. El publicano confiesa su pecado y pide perdón. Lc 18,13. 7. Jesús intercede por sus
verdugos. Lc 23, 34.
8. Oración de entrega de Jesús en el momento de morir. Lc 23,46.
9. La oración del PADRE NUESTRO. Mt 6, 9-13.
10. Oración de Jesús en la agonía del huerto. Mc 14,36.
11. Oración de acción de gracias de Jesús cuando resucita a Lázaro. Jn 11 41-42.
12. Jesús pide al Padre que lo glorifique al llegar la hora de su muerte y resurrección. Jn
12, 27-28.
13. Oración sacerdotal de Cristo para la unidad de los creyentes. Jn 17,1-26.
14. Petición de la comunidad para que Dios dé a conocer su voluntad. Hch 1,24-25.
15. Oración comunitaria en la que se pide fortaleza para anunciar la Palabra de Dios.
Hch 4,24-30.
16. Oración de Esteban al morir y perdón de sus verdupos. Hch 7,59-60.
17. Himno de alabanza a la sabiduría de Dios en sus caminos. Rom 11,33-36.
18. Petición de la bendición divina sobre la comunidad. Cor 13,13.
19. Oración de Pablo pidiendo fortaleza interior para los Creyentes y capacidad para
comprender los planes de Dios. Ef3, 1421.
20. Oración de Pablo por la comunidad. Flp 1, 9-11.
21. Cántico de alabanza en honor de Cristo. Ap 5,9-13.
22. Canto de alabanza a la Jerusalén nueva, la morada definitiva de Dios entre los
hombres. Ap 21,3-4.
23. Petición de la venida del Señor. Ap 22,20.
23.7. JESÚS, EL ORANTE BÍBLICO
La revelación plena de Dios en todos los aspectos se da en Cristo. No podemos rezar
con la Biblia a lo cristiano si no tenemos en cuenta lo que Jesús enseñó sobre la oración
con su ejemplo y con su doctrina, perfeccionando así las experiencias y enseñanzas del
Antiguo Testamento.
El primer dato que aparece en los Evangelios sobre la oración de Jesús es que El oró
con su pueblo y como su pueblo, tanto en las sinagogas (Lucas 4, 16-21); como en el
templo de Jerusalén (Lucas 2, 41-43); participando en las fiestas religiosas (Juan 7, 14).
Antes de morir celebra con sus discípulos la pascua y recita con ellos las oraciones y los
salmos prescritos (Marcos 14, 36).
Junto a estos datos los Evangelios ponen de relieve que Jesús reza de unaa manera
nueva, que lleva a los apóstoles, que ya oraban como israelitas, a pedirle que les enseñe
a rezar (Lucas 11, 1).
Muchas veces los Evangelios destacan la oración de Jesús. El vive en continua
comunicación con el Padre. Ora en todos los momentos de su vida y en las más diversas
circunstancias:
en el silencio y la soledad: Lucas 6, 12; 11,1; 22, 39-40
en momentos de alegría y gozo: Mateo 11, 25-26
en momentos de prueba y sufrimiento: Marcos 14, 32-36
cuando realiza milagros: Juan 11, 41-42
en el culto de las fiestas en el templo: Juan 5,1; 7,14
en el momento de las comidas: Juan 6, 11; Mateo 26, 30
85
cuando es bautizado: Lucas 3, 21-22
en las tentaciones recurre a la Palabra de Dios: Lucas 4, 1-13
antes de escoger a los apóstoles: Lucas 6, 12-13
en la Transfiguración: Lucas 9, 28-31
en la Última Cena, antes de su Pasión: Juan e. 17
en la agonía del huerto: Marcos 14, 32-36
en la cruz: Marcos 15, 34; 23, 24
antes de morir: Lucas 23, 46
La oración de Jesús está caracterizada por la confianza filial que tiene en el Padre. De
hecho en todas las oraciones públicas se dirige a Él con esa palabra: «Padre». Más
todavía, como nos lo transmite el Evangelio de Marcos, usa el diminutivo ABBA
(equivalente a nuestro «Papá»): «decía: ¡Abba! ¡Padre!: todo es posible para ti, aparta
de mí este cáliz, pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú» (Mc 14, 36).
Otra característica importante de la oración de Jesús es que está en conexión con los
acontecimientos de su vida concreta de principio a fin: comienza su vida apostólica
orando y la concluye con una plegaria (Lc 3, 21; 23, 46).
En la oración Jesús expresa su vida; su experiencia de Dios y de sus caminos en la
historia (Lc 10, 21), las exigencias del Padre y la reacción humana ante ellas (Mc 14,
35-36).
23.8. EN CONEXIÓN CON LA PALABRA DE CRISTO
La Palabra de Cristo no pasa.
Él sigue transmitiendo a la vez por infinidad de antenas y emisoras.
Lo que importa es saber conectar, elegir la onda por la que Él me habla.
Si quiero escucho:
-Una palabra íntima: Reza en silencio. O acércate a una persona contemplativa, con
experiencia de Dios. Escucha.
-Una palabra viva: Acércate con fe a la Eucaristía o a la Penitencia u otra celebración
litúrgica fuerte. Escucha.
-Una palabra compasiva: Acércate a alguien que sufre. Escúchale, escucha.
-Una palabra solidaria: Recuerda las inmensas necesidades de la Humanidad. Escucha
el clamor de los pobres, de los refugiados, de los esclavos, de los encarcelados, de los
endeudados. Escucha.
-Una palabra de esperanza: Recuerda, por ejemplo, tal caso el de un matrimonio que
tiene problemas con un hijo. Para ellos nunca es un caso desahuciado. Ellos ayudan,
rezan y esperan. Escucha.
-Una palabra de paciencia: Has visto a personas que llevan su cruz, pero la llevan con
elegancia, incluso con alegría. Dicen que hay cruces peores. Escucha.
-Una palabra de gracia y alegría: Ella se sentía muy acogida por la misericordia de
Dios, que era su Roca, su refugio, y no podría contener las lágrimas, pero de alegría.
Escucha. Otro lloraba en el dolor, pero lágrimas de consuelo y de gozo. Escucha.
-Una palabra de entrega: Meditabas la vida y la muerte de Jesús. O leías la historia de
este misionero, o de algún mártir, o de algún testigo heroico de la caridad. Escucha.
«HOY, si escucháis la voz del Señor, no endurezcáis vuestro corazón» (Salmo 94).
23. 10. DEBO SER ANTE MIS HERMANOS LOS HOMBRES
«Vosotros sois CARTA de Cristo»(2 Cor 3, 3).
«Vosotros sois ESPEJO de Cristo»(2 Cor 3, 18).
«Vosotros sois PERFUME de Cristo»(2 Cor 2, l5).
«Vosotros sois CAMPO de Dios»(] Cor 3, 9).
“Vosotros sois EDIFICIO de Dios»(1 (-'or 3, 9).
«Vosotros sois mis TESTIGOS»(Hech 1, 8).
23. 11. PLEGARIA DE LOS POBRES QUE CONFÍAN EN LA PALABRA DE
JESÚS
-Hijo de David, ten piedad de nosotros (Mt 9, 27).
-Di sólo una palabra (Mt 8,8).
86
-¿No te importa que muramos? (Mc 4, 38).
-Sálvanos, Señor, que perecemos (Mt 8, 25).
-Señor, ¡sálvame! (Mt 14, 30).
-Si quieres, Señor, puedes curarme (Mt 8, 2).
-Señor, que yo vea (Le 18, 41).
-Ten piedad de mi hijo, Señor. Tus discípulos no han podido curarlo (Mt 17, 15 ss).
-Pon tus manos sobre ella y vivirá (Mi 9, 18).
-Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no hubiera muerto (Jn 11, 21)
-Piedad de mí, mi hija es cruelmente atormentada por un demonio (Mt 15, 22).
-Creo, ayúdame en mi incredulidad (Me 9, 24).
-Señor, dame de tu agua para que no tenga más sed (Jn 4, 15).
-Señor, dame siempre de tu pan (Jn 6, 34).
-Señor, muéstranos al Padre (Jn 14, 8).
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (1) , n. 28.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (II), n. 25.
Caminos de santidad: Bienaventuranzas que animan (IV), A II, 16.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
24
PAZ
«Guarda las consignas del Señor, tu Dios, caminando por sus sendas» (1 R 2, 2).
24. 1. LA NO VIOLENCIA Y LA PAZ
-«Señor, haz de mí un instrumento de paz» (S. Francisco de Asís).
-«La paz sobre la tierra no se puede instaurar ni conseguir si no se guarda íntegramente
el orden establecido por Dios» (Juan XXIII).
-«Tenemos que trabajar unidos para cambiar la historia futura del mundo. No más
guerra, la guerra nunca más» (Pablo VI).
-«La no violencia es la fuerza de la verdad» (Mahatma Gandhi).
-«La justicia procura la paz y la injusticia la guerra. Las palabras humildes están en el
inicio de la paz y las palabras soberbias en el inicio de la guerra» (R. Llull).
-«Por tu bondad y tu amor porque lo mandas y quieres; porque es tuyo mi dolor bendita
sea, Señor, la mano con que me hieres» (J. Ma Pemán).
24.2. ¡PAZ, SEÑOR!
- Paz, Señor, en los cielos y tierra; Paz, Señor, en las olas del mar;
Paz, Señor, en las flores que mueren sin saberlo la brisa al pasar.
- Tú que haces las cosas tan bellas y les das una vida fugaz, pon, Señor, tu mirada sobre
ellas y devuelve a los hombres la paz.
- Hoy he visto, Señor, en el cielo, suspendido de un rayo de luz, dos palomas que
alzaron el vuelo con las alas en forma de Cruz.
24.3. RAÍCES DE NUESTRA PATOLOGÍA VIOLENTA
1. Instinto de poder. Nos conduce a una tremenda y constante competición para dominar
y prevalecer sobre los demás..
2. Instinto de tener. Nos lleva a una lucha despiadada por conseguir lo que
ambicionamos y por defenderlo, una vez conseguido.
3. Instinto del placer. Si se deja solo al instinto, se convierte en fuerza avasalladora,
opresiva, despótica.
4. Estructura competitiva. Sólo hacía falta que a la fiera que llevamos dentro la
pongamos en un ambiente hostil. Nuestra sociedad es hostil.
5. Cultura violenta. La que nos llega a través de las pantallas y los medios de
comunicación.
6. Ambiente consumista. La prevalencia del tener sobre el ser, de lo cuantitativo sobre lo
cualitativo, nos conduce a un callejón sin salida.
7. La injusticia y todo tipo de egoísmo, que da origen a las desigualdades, opresiones y
87
subdesarrollo.
8. Ideologías. No son ideales, son fanatismos. Son ideas convertidas en ídolos.
Oremos: Oh Jesús, Señor de la paz, expulsa de nosotros estos ocho demonios, realmente
peores que los de la Magdalena. Haz de nosotros hombres pacíficos. Que nunca más
defendamos ni ha-amos la guerra. Que seamos instrumentos de tu paz. Que seamos paz.
24.4. EL PADRE NUESTRO DE LA PAZ
PADRE, que miras por igual a todos tus hijos, a quienes ves enfrentados.
NUESTRO, de todos. De los millones de personas que poblamos la tierra, sea cual sea
nuestra edad, color o lugar de nacimiento.
QUE ESTÁS EN LOS CIELOS y en la tierra, en cada hombre, en los humildes y en los
que sufren.
SANTIFICADO SEA TU NOMBRE, pero no con el estruendo de las armas, sino con el
susurro del corazón.
VENGA A NOSOTROS TU REINO, el de la paz, el del amor. Y aleja de nosotros los
reinos de la tiranía y de la explotación.
HÁGASE TU VOLUNTAD, siempre y en todas partes. En el cielo y en la tierra. Que
tus deseos no sean obstaculizados por los hijos del poder.
DANOS EL PAN DE CADA DÍA, que está amasado con paz, con justicia, con amor.
Aleja de nosotros el pan de cizaña que siembra envidia y división.
DÁNOSLE HOY, porque mañana puede ser tarde. Los misiles están apuntando y quizá
algún loco quiera disparar.
PERDÓNANOS, no como nosotros perdonamos, sino como tú perdonas, sin lugar al
odio y al rencor.
NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN de almacenar lo que no nos diste, de
acumular lo que otros necesitan, de mirar con recelo al de enfrente.
LÍBRANOS DEL MAL que nos amenaza. De las metralletas, de los misiles, de los
millones de toneladas de armas, porque somos muchos, Padre, los que queremos vivir
en paz.
24.5. POR LA PAZ
* Señor, haz de mí un instrumento de tu paz: donde haya odio, yo ponga amor;
- donde haya ofensa, ponga perdón; donde haya discordia, ponga unión;
- donde haya error, ponga verdad;
- donde haya duda, ponga fe;
- donde haya desesperanza, ponga yo la esperanza;
- donde haya tinieblas, ponga la luz, y
- donde haya tristeza, yo ponga alegría.
* Haz, Señor, que yo no busque tanto:
- ser consolado, como consolar;
- ser comprendido, como comprender;
- ser amado, como amar.
*Ya que
- dando, es como se recibe;
- dándose, es como se encuentra uno a sí;
- perdonando, es como se obtiene el perdón, y
- muriendo, es como se resucita a la vida eterna (S. Francisco de Asís).
24.6. «SÍ» A DIOS. SEÑOR, AYÚDAME A DECIR «SÍ»
1.
- Me da miedo decir sí. ¿Adónde me acabarás llevando?
- Me da miedo sacar la paja más larga.
- Me da miedo firmar la hoja en blanco.
- Me da miedo decir un sí que traerá cola.
- Y con todo, no puedo vivir en paz.
- Tú me sigues, me cercas por todos lados. Y yo busco el ruido porque me da miedo
oírte, pero tú te deslizas en el menor silencio.
-Yo cambio de camino cuando te veo venir. Pero al fin de este nuevo sendero Tú me
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estás esperando.
- ¿Dónde me esconderé? En todas partes te encuentro.
- No hay modo de escaparse de Ti.
-Y yo tengo miedo de decir sí, Señor.
- Tengo miedo de darte la mano: Te quedarías con ella.
- Tengo miedo de cruzarme con tu mirada: eres un seductor.
- Tengo miedo de tu exigencia: eres un Dios celoso.
- Estoy acorralado, y trato de esconderme.
- Estoy cautivo, pero me debato y lucho sabiéndome vencido.
- Tú eres más fuerte, Señor. Tú posees el mundo y me loquitas.
- Cuando extiendo la mano para coger a una persona o una cosa, todas se desvanecen
delante de mis ojos.
* Y no, no es agradable eso de no poder cogerse nada para uno:
- si corto una flor, se me marchita entre los dedos,
- si lanzo una carcajada, se me hiela en los labios,
- si danzo un vals, me quedo jadeante y nervioso.
-Y todo me parece vacío, todo se me hace hueco.
- En tomo a mí, tú has hecho el desierto.
-Y tengo hambre, y sed, y el mundo no podría alimentarme.
- ¡Pero si yo te amaba, Señor! ¿Qué es, entonces, lo que yo te he hecho? Yo trabajaba
por Ti, yo me entregaba. Oh gran Dios terrible. ¿Qué me quieres?
II.
Hijo mío, Yo quiero más de ti y del mundo. Antes tú me dabas tu acción, y eso no me
sirve para nada.
- Tú me invitabas a bendecirla, a sostenerla, querías interesarme en tu trabajo. Pero
fíjate bien, al hacerlo, hijo mío, tú invertías el juego.
Yo antes veía tu buena voluntad, te seguía con los ojos, pero ahora quiero más: No se
trata de que tú hagas tu acción, sino la voluntad de tu Padre del Cielo.
- Di sí, hijo mío. Necesito tu sí como necesité antaño el de María para venir al mundo,
porque soy yo quien debe meterse en tu trabajo, entrar en tu familia, en tu barrio. Yo y
no tú.
- Porque es mi mirada la que penetra, y no la tuya, es mi palabra la que arrastra y no la
tuya, es mi vida la que transforma y no la tuya.
- Dame todo, ponlo todo en mis manos.
- Yo necesito tu sí para desposarme contigo y descender a la tierra. Yo necesito tu sí
para seguir salvando al mundo.
III.
- Señor, tus exigencias me dan miedo, pero ¿quién puede resistirte? Para que tu Reino
llegue y no el mío, para que se cumpla tu voluntad y no la mía, ayúdame a decir sí.
24. 7. ACEPTA A TODOS COMO SON Y TENDRÁS PAZ
Piensa que:
Los que te han hecho sufrir, tal vez no sean tan malos;
los que no son de mis ideas, tal vez no sean intratables;
los que no hacen las cosas como yo, tal vez no sean unos locos;
•
los que discurren de otro modo, tal vez no sean unos ignorantes;
los que no me son simpáticos, tal vez sean buenas personas;
los que son más jóvenes que yo, tal vez hay que dejarles que se equivoquen para
que adquieran experiencia;
los que tienen más éxito, tal vez se lo hayan merecido;
los que me contradicen, tal vez me abran los ojos;
los que tienen más dinero que yo, tal vez sean muy honrados;
•
los que han dicho una palabra amable, tal vez lo hayan hecho con sentimiento y
desinterés;
•
los que me han hecho un favor, tal vez lo han hecho de mil amores;
•
los que «pasan» de lo que a mí me importa, tal vez me ayudan a buscar lo
89
verdaderamente importante;
*
los que no van en mi misma dirección, tal vez buscan lo mismo por otros caminos;
•
los que no me lo ponen fácil, tal vez me obligan a renovar el esfuerzo y la ilusión
día a día.
24.8. ¿CUÁNDO HABRÁ PAZ?
• Los seres humanos -hombres y mujeres que nacieron con buen corazón aprenden de
algún modo fanatismo y odio suficientes, antipatía y enemistad bastantes, para llegar a
convertirse en reyes, presidentes y generales y lanzarse -con sus hijos y sus hijas- al
combate, hasta matar y morir.
* Habrá paz cuando no haya soldados que combatan, ni generales que manden, ni
presidentes que declaren la guerra.
* Porque, como enseñó el filósofo Banich Spinoza: «La paz no es una ausencia de
guerra, sino una virtud, un estado mental...».
* Hay paz en el mundo cuando existe paz en el seno de las naciones.
* Hay paz en el seno de las naciones, cuando existe paz en las comunidades.
* Hay paz en las comunidades, cuando existe paz dentro de los hogares.
* Y hay paz dentro de los hogares, cuando existe paz en cada uno de los corazones.
24.9. SEÑOR, QUE SEAMOS PUENTE DE PAZ...
- Eirenepoios es el que hace la paz. No se trata de una simple disposición de ánimo, sino
de acción.
- La paz, a la vez que se ama, se construye.
- La bienaventuranza que promete la paz es un bien de irradiación al exterior.
- Se ordena amar a los otros para procurar la paz, derribando muros, construyendo
puentes para que florezca el entendimiento y la concordia, repartiendo perdones,
suscitando el diálogo, sembrando libertades.
- Ojalá sea toda nuestra vida un puente entre los hombres y el amor de Dios como
recoge esta poesía:
- Un puente que, partiendo de mi nada, llegue a la orilla de tu eternidad.
- Un puente al que todos pisar puedan en busca de tu amor y tu amistad.
- No importa que el dolor de mil pisadas marque en él huellas ensangrentadas.
-Yo sólo quiero ser puente divino y que seas tú final de este camino.
- Señor, haz que este puente no se rompa mientras pueda servir a mis hermanos.
-Y cuando nadie ya lo necesite, destrúyelo a tu antojo entre tus manos.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (I) , n. 29.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (II), n. 26.
Caminos de santidad: Bienaventuranzas que animan (IV), A II, 13, 14.
Caminos de santidad: Ejemplos que edifican (V), n. 34.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
25
SACERDOTE
«¿Cuál es el buen camino?; seguidlo, y hallaréis reposo» (Jr 6, 16).
25. 1. ¿QUÉ ES?
«Los presbíteros son llamados a prolongar la presencia de Cristo, único y supremo
Pastor, siguiendo su estilo de vida y siendo como una transparencia suya en medio del
rebaño que les ha sido confiado» (Juan Pablo II).
«¿Quién eres tú, sacerdote?
- No vienes de ti, sino de la nada.
- No tiendes a ti, porque eres puente hacia Dios.
- No eres para ti, porque eres esposo de la Iglesia.
- No eres tuyo, porque eres siervo de todos.
- No eres tú, porque eres «Dios».
- ¿Quién eres, pues?
-¡Nada y todo, oh sacerdote!» (Atribuido a S. Agustín).
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25.2 UN TESTIGO DEL EVANGELIO
Tendría que ser según un manuscrito de un sacerdote de la Edad Media:
I. Alguien que ha luchado con Dios,
- una fuente de santificación,
- un pecador que Dios ha perdonado,
- que sabe dominar sus deseos,
- un siervo de tímidos y débiles.
II. Alguien que no se inclina ante los poderosos pero sí ante el pobre;
- un mendigo con las manos generosamente abiertas,
- un portador de innumerables dones,
- una presencia constante en donde hay lucha.
III. Alguien que tenga la sabiduría de su edad
- y la confianza del niño,
- con la mirada en lo alto
- y los pies en el suelo,
- rebosante de alegría.
IV. Alguien que conoce el sufrimiento;
- amigo de la paz,
- que habla con franqueza,
- enemigo de la pereza,
- siempre constante...
25.3. ASÍ LO VE UN LITERATO
Escribió el escritor argentino Hugo Wast:
* «Cuando se piensa que ni los ángeles, ni los arcángeles, ni Miguel, ni Gabriel, ni
Rafael, ni príncipe alguno de aquellos que vencieron a Lucifer, pueden hacer lo que un
sacerdote.
* Cuando se piensa que ni la Santísima Virgen puede hacer lo que un sacerdote.
* Cuando se piensa que nuestro Señor Jesucristo, en la última Cena, realizó un milagro
más grande que la creación del universo con todos sus esplendores, y fue convertir el
pan y el vino en su Cuerpo y Sangre para alimentar al mundo; y que este portento, ante
el cual se arrodillan los ángeles y los hombres, puede repetirlo cada día un sacerdote.
* Cuando se piensa en el otro milagro que solamente un sacerdote puede realizar:
perdonar los pecados, y que lo que él ata en el fondo de su humilde confesionario, Dios,
obligado por su propia palabra, lo ata en el cielo, y lo que él desata, en el mismo
instante lo desata Dios.
* Cuando se piensa que la humanidad se ha redimido y que el mundo subsiste porque
hay hombres y mujeres que se alimentan cada día de ese Cuerpo y de esa Sangre
redentora que sólo un sacerdote puede consagrar.
* Cuando se piensa que el mundo moriría de la peor hambre si llegara a faltarle ese
poquito de pan y ese poquito de vino.
* Cuando se piensa que eso puede ocurrir, porque están fallando las vocaciones
sacerdotales; y que cuando eso ocurra se conmoverán los cielos y estallará la tierra,
como si la mano de Dios hubiera dejado de sostenerla; y las gentes aullarán de hambre y
de angustia, y pedirán ese pan, y no habrá quien se lo dé; y pedirán la absolución de sus
culpas, y no habrá quien se las absuelva, y morirán con los ojos abiertos por el mayor de
los espantos.
* Cuando se piensa que un sacerdote hace más falta que un rey, más que un militar, más
que un banquero, más que un médico, más que un maestro, porque él puede reemplazar
a todos, y ninguno puede reemplazarle a él.
* Cuando se piensa que un sacerdote cuando celebra en el altar tiene una dignidad
infinitamente mayor que un rey; y que no es ni un símbolo, ni siquiera un embajador de
Cristo, sino que es Cristo mismo que está allí repitiendo el mayor milagro de Dios.
* Cuando se piensa todo esto:
- Uno comprende la inmensa necesidad de fomentar la vocaciones sacerdotales.
- Uno comprende el afán con que, en tiempos antiguos, cada familia ansiaba que de su
seno brotase, como una vara de nardo, una vocación sacerdotal.
- Uno comprende el inmenso respeto que los pueblos tenían por los sacerdotes, lo que se
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reflejaba en las leyes.
- Uno comprende que el peor crimen que puede cometer alguien es impedir o desalentar
una vocación.
- Uno comprende que si un padre o una madre obstruyen la vocación sacerdotal de un
hijo, es como si renunciaran a un título de nobleza incomparable.
- Uno comprende que más que una iglesia, y más que una escuela, y más que un
hospital, es un seminario o un noviciado.
- Uno comprende que dar para construir o mantener un seminario o un noviciado es
multiplicar los nacimientos del Redentor.
- Uno comprende que dar para costear los estudios de un joven seminarista es allanar el
camino por donde ha de llegar al altar un hombre, que durante media hora cada día, será
mucho más que todas las dignidades de la tierra y que todos los santos del cielo, pues
será Cristo mismo, sacrificando su Cuerpo y su
Sangre, para alimentar al mundo».
25.4. EL SACERDOTE, CONTINUADOR DE LA OBRA DE JESUCRISTO.
El dice a cada sacerdote: «Necesito:
-de tus manos... para seguir bendiciendo, -de tus labios... para seguir hablando, -de tu
cuerpo... para seguir sufriendo, -de tu corazón... para seguir amando,
-de toda tu persona... para seguir salvando a los hombres».
25.5. CÓMO DEBE SER EL SACERDOTE
(En Salzburg se ha hallado un precioso manuscrito medieval que trae esta preciosa
definición). «El Sacerdote debe ser:
- Muy grave y a la vez muy pequeño,
- de espíritu noble como si llevara sangre real y sencillo como un labriego,
- héroe, por haber triunfado de sí mismo, y hombre que llegó a luchar contra Dios,
- fuente inagotable de santidad y pecador a quien Dios perdonó,
- señor de sus propios deseos y servidor de los débiles y vacilantes,
- uno que jamás se doblegó ante los poderosos y se inclina, no obstante, ante los más
pequeños.
- dócil discípulo de su Maestro y caudillo de valerosos combatientes,
- pordiosero de manos suplicantes y mensajero que distribuye oro a manos llenas,
- animoso soldado en el campo de batalla y madre tierna a la cabecera del enfermo,
- anciano por la prudencia de sus consejos y niño por su confianza en los demás.
- alguien que aspira siempre a lo más alto y amante de lo más humilde.
- Hecho para la alegría,
- acostumbrado al sufrimiento, ajeno a la envidia,
- transparente en sus pensamientos,
- sincero en sus palabras,
- amigo de la paz,
- seguro de sí mismo.
- Completamente distinto de mí»
-comenta humildemente el amanuense.
25.6. LAS CUALIDADES DEL BUEN PASTOR
*«Cuatro son las condiciones que debe reunir el buen pastor:
- En primer lugar, el amor: fue precisamente la caridad la única virtud que el Señor
exigió a Pedro para entregarle el cuidado de su rebaño.
- Luego, la vigilancia, para estar atento a las necesidades de las ovejas.
- En tercer lugar, la doctrina, con el fin de poder alimentar a los hombres, hasta
llevarlos a la salvación.
-Y, finalmente, la santidad e integridad de vida
Esta es la principal de todas las virtudes. En efecto, un prelado, por su inocencia, debe
tratar con los justos y con los pecadores, aumentando con sus oraciones la santidad de
unos y solicitando con lágrimas el perdón de los otros» (SantoTomás de Villanueva).
25.7. ¿CUÁNTO GANA UN SACERDOTE?
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La pregunta «tiene tela».
Mucha gente se siente picada por la curiosidad de conocer las «ganancias» de los
sacerdotes.
Yo, más de una vez, he respondido con la sinceridad más absoluta: un sacerdote gana
más que nadie.
Ante la mirada atónita de mi interlocutor, suelo explicar los «tesoros» que enriquecen
nuestra vida, más o menos así:
- «Yo soy un pobre hombre que un día fue invitado a desempeñar la más alta dignidad.
Llamo a Dios y me obedece. Tengo cada jomada -entre mis manos- al dueño del inundo.
- Puedo perdonar todos los pecados de los hombres y en mi casa hay bienes para todos.
- Los pobres, los que tienen hambre y sed de amor pueden saciarse en mi mesa, porque
allí hay manjar abundante.
- Mi familia es el mundo y tengo en mis alforjas un mensaje de paz, que es salvación
para toda la Humanidad».
El tesoro del sacerdote está en eso.
La otra ganancia, la que se recibe cada mes, no pasa del salario de un humilde obrero.
Es por este contraste, tan rico en favores de Dios, y tan pobre en recompensa material,
por lo que la vida del sacerdote, a pesar de sus debilidades, tiene una dimensión
grandiosa, que los buenos cristianos saben valorar.
El testimonio de hombres valiosísimos, adornados con una buena base cultural, y
dedicados las veinticuatro horas del día al servicio de los hermanos, sólo se comprende
desde una riqueza espiritual, que surge de haber descubierto en Dios el tesoro escondido
y la fuente de la felicidad.
¿Cuánto gana un sacerdote? Está claro: Gana más que nadie.
25.9. TODOS OPINAN DEL CURA
Es el blanco de todas las miradas.
Es el blanco de todas las opiniones y juicios.
Es el blanco de todos los caprichos e imaginaciones.
Aunque no hay nada escrito sobre gustos... él es el blanco de todos los gustos.
-Si es gordo, lo critican; si es flaco, también.
- Si es viejo, lo quieren joven.
- Si es joven, lo quieren de más edad y experiencia.
- Si es alegre y chistoso, lo quieren serio.
- Si es feo, no les agrada.
- Si es «buen mozo», es una lástima.
- Si es negro, lo quieren blanco.
- Si es muy simpático, lo critican por eso.
- Si es antipático, por eso lo critican.
- Si fuma, es un vicioso.
- Si no fuma, no es un hombre.
- Si canta mal, sobra tema para los chapetones.
- Si canta muy bien, es un vanidoso, sólo sabe cantar.
- Si es suave, lo quieren de más carácter.
- Si es tranquilo, lo quieren de más nervio.
- Si es muy generoso, lo consideran manirroto.
- Si es medido, lo tienen por avaro.
- Si sale a la calle, lo critican porque nunca está en la Iglesia.
- Si no sale, lo critican porque es un solitario.
- Si va con los pobres, se quejan los ricos.
- Si va con los ricos, se quejan y lo desprecian los pobres.
- Si trata a los hombres, se quejan las mujeres.
- Si trata con mujeres, es objeto de la maldicencia de los hombres.
- Si da preferencia a los niños, hablan mal los mayores.
- Si toca algún instrumento de música, es un disipado y liberal.
- Si va a ver un partido de fútbol... ¡horror!
- Si nunca va a un deporte, es un anticuado y antideportista.
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* Y usted... ¿cómo lo quiere?
25.9. SÚPLICAS A JESÚS SACRAMENTADO EN FAVOR DEL CLERO
1. A nuestro Santo Padre... Envuélvelo en tu gracia, Señor
2. A los Cardenales y delegados... Envíales tu luz, Señor
3. A los Arzobispos y Obispos... Dales tus dones, Señor
4. A los sacerdotes Párrocos... Dales tino, Señor.
5. A los sacerdotes Vicarios... Guíalos, Señor.
6. A los sacerdotes Misioneros... Protégelos, Señor
7. A los sacerdotes Predicadores... Ilumínalos, Señor
8. A los sacerdotes Directores de almas... Instrúyelos, Señor
9. A los sacerdotes Religiosos... Hazlos perfectos, Señor
10 A los sacerdotes de Seminarios... Dales tu ciencia, Señor.
11. A los sacerdotes tentados... Dales el triunfo, Señor.
12 A los sacerdotes en pecado... Dales tu gracia, Señor
13. A los sacerdotes celosos... Ayúdales, Señor
14. A los sacerdotes pobres... Socórrelos, Señor
15. A los sacerdotes débiles... Fortalécelos, Señor
16. A los sacerdotes turbados... Dales la paz, Señor
17. A los sacerdotes aislados... Acompáñalos, Señor.
18. A los sacerdotes atados a las cosas de la tierra... Rompe sus cadenas, Señor
19. A los sacerdotes enfermos... Sánalos, Señor
20. A los sacerdotes ancianos... Sostenlos, Señor
21. A los sacerdotes difuntos... Dales la gloria, Señor
22. De toda la Iglesia militante y purgante... Apiádate, Señor
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (1) , n. 32.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (11), n. 30.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
26
SACRAMENTOS
«Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo» (Sal 115).
26. 1. EL SAGRARIO
Escribía el famoso obispo de los Sagrarios, siervo del Dios D. Manuel González:
«Señor, me dicen amigos agoreros, que nunca faltan, que me queda que sufrir mucho.
Me han entristecido con sus sombríos augurios. Pero me he vuelto a poner contento
cuando he pensado que mis amigos no me han dicho toda la verdad. No me han
mentado el Sagrario, que también tendré en esos días. Y me he dicho: ¿Sufrir con
Sagrario es sufrir?...
Sabedlo, demonios que queréis perderme, tentaciones que tratáis de sonsacarme,
enfermedades que ponéis tristezas en mi vida, contrariedades, ingratitudes, desengaños
que arrancáis lágrimas a mis ojos y gotas de sangre a mi corazón, pecados que me
atormentáis con vuestros remordimientos, sabedlo, que el fuerte, el magnífico, el suave,
el vencedor, el buenísimo Corazón de Jesús está allí en el Sagrario mío».
26. 2. CRUZ Y EUCARISTÍA
Es interesante visitar el Santísimo Misterio de San Juan de las Abadesas (Gerona). Un
grupo escultórico, el descendimiento de Cristo, del siglo XIV, con figuras espléndidas,
grandes, impresiona al visitante. Es fácil rezar ante tanta belleza cristiana, enmarcada en
la luz de un ábside románico. Aquellas figuras emiten mensajes. Muchos.
Impresiona la genial idea de poner en la cabeza del Crucificado la Eucaristía.
Perfectamente teológico. Un día en el paraíso nuestros padres quisieron comer del árbol
de la vida, para ser como Dios. El orgullo les cegó. Detrás del gesto vino el sufrimiento
y la muerte. En la cruz Dios se humilló. El árbol de la vida, desde entonces, es la cruz.
Cristo, muriendo, nos dio la vida, nos dio el Espíritu Santo. Nos dio la Eucaristía,
simbolizada en la sangre que salió del costado abierto.
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Conmueve profundamente la paz que respiran las figuras del Santísimo Misterio. Todas
las figuras parecen olvidar el drama inmenso que viven. ¿Anuncian la Resurrección? ¿O
dicen que la cruz es nuestro consuelo, que la Eucaristía, según Santo Tomás (+1274),
«es el más grande consuelo de aquellos a los que entristecía el alejamiento de
Jesucristo»?
26.3. PARA DIALOGAR ANTE EL SAGRARIO
I
Señor, tú lo eres todo.
- Tú, mi Maestro. Yo, tu servidor
- Mándame - obedeceré.
- Envíame - iré.
- Pídeme - daré.
- Pruébame - aceptaré.
- Empléame - os contentaré.
- Ayúdame - trabajaré.
- Sostenme - me levantaré.
- Aliéntame - me sacrificaré.
II
Tú, mi Director. Yo, tu dócil discípulo.
- Háblame - os escucharé.
- Dirígeme - os seguiré.
- Enséñame - te creeré.
- Ordéname - haré.
- Repréndeme - me corregiré.
- Fórmame - me doblegaré.
III
TÚ, mi Padre. Yo, tu amante hijo.
- Mi voluntad estará siempre unida a la tuya.
- Mi corazón estará siempre unido al tuyo.
- Mi vida estará siempre unida a la tuya.
- Tus deseos serán mis deseos.
- Tus alegrías serán mis alegrías.
- Tu protección será mi fuerza.
- Tu amor será mi refugio.
- Siempre contaré contigo.
- Siempre me entregaré a tu paternal protección.
IV
-Tú, mi Pastor Yo, tu fiel oveja.
- Me sentiré dichoso junto a Ti
- Lo aceptaré todo de Ti
- Lo esperaré todo de Ti
- Me entregaré enteramente a Ti
- Seguiré siempre detrás de Ti
- Viviré, trabajaré, padeceré, moriré junto a Ti
-¡Oh Maestro, oh Padre, oh Pastor, qué bien se está junto a Ti!
26.4. SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
No hace mucho, un gran humorista dibujaba una viñeta en la que un ángel del cielo le
preguntaba a Dios:
- «Tú, que nunca duermes y que vives desde toda la eternidad, ¿no te aburres?, ¿qué
haces todo el tiempo?».
A lo que el benévolo y buen Dios respondió:
- «YO PERDONO».
¡Exacto! El oficio y la gran tarea de Dios es perdonar. Entrar dentro de nosotros
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mismos sin dureza, sin herimos, sin violencia...; pero sí para descubrir que tenemos
necesidad de perdón, que tenemos necesidad de misericordia y de conversión.
26.5. LA CONVERSIÓN
Es palabra que salpica todo el Evangelio.
No es un golpe de gracia momentáneo, sino un esfuerzo constante para no envejecer por
dentro.
Quizá estamos acostumbrados a pensar que sólo necesitan cambio y conversión los
grandes pecadores: los terroristas, los que trafican con droga, los que cometen grandes
injusticias. Pero, ¡no!... Todos necesitamos convertimos.
Jesús de Nazaret es siempre para nosotros, los creyentes, una llamada urgente al cambio
de vida o conversión:
«Convertíos porque está cerca el Reino de Dios». «El que esté sin pecado, tire la
primera piedra». «Es preciso nacer de nuevo, ser criatura nueva».
«Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos».
La actitud de Jesús, el misericordioso, ante el pecador, es muy distinta de la que
solemos tener los hombres. Bella la página que dedicamos a este tema en SEMILLAS
(vol. II) cap. 31, n. 2, al que remitimos en este punto.
26.6. SACRAMENTO DE LA UNCIÓN DE ENFERMOS
I. JESÚS ESTÁ CERCA DE LOS ENFERMOS
Jesus tiene una manera de hacer:
* Acoge con amor a los marginados (Mc 1,40-42).
* Está cerca de los débiles y los defiende (Jn 8, 1-11).
* Está atento a las necesidades de los otros (Mc 6, 32-42).
* Escucha y acompaña al padre que le ruega por la hija enferma de gravedad (Mc 5, 2124).
* Se conmueve delante de la viuda que ha perdido a su único hijo (Lc 7, 11-16).
* Llora ante la muerte de su amigo Lázaro (Jn 11, 1-36). Jesús nos dice:
- «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré» (Mi 11,28).
«Yo he venido para que tengáis vida, y la tengáis en abundancia» (Jn 10,10).
- «Todo lo que hagáis a uno de esos mis pequeños hermanos, a mí me lo hacéis» (Mt.
25, 40).
- «Levántate, toma tu camilla y anda» (Mc. 2, 9).
II. LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS ES.
Un sacramento por el cual el sacerdote y la Comunidad cristiana oran por el enfermo,
ungiéndole con el aceite sagrado.
- Un sacramento para ayudar a los enfermos a vivir cristianamente su enfermedad,
ancianidad o minusvalía.
- Una oración que anima a creer que la vida vale la pena ser vivida.
- Una acción de Cristo y de la Iglesia por el ministerio del sacerdote.
- Cristo se acerca al enfermo que expresa su fe en Él.
- Uniéndose a Cristo en su dolor, el enfermo participa en su gloriosa Resurrección.
III NO ES:
- Un sacramento para el último momento de la vida (moribundos).
- Menos aún para cuando ya ha fallecido la persona. (Para estos momentos la Iglesia
tiene otras acciones propias).
- Un rito mágico para recobrar la salud.
- Un anuncio de la muerte cuando la medicina no tiene nadaque hacer.
IV ¿QUIÉNES HAN DE RECIBIRLA Y CUÁNDO?
Los enfermos graves.
Quienes van a ser sometidos a una operación grave.
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Aquellos ancianos que presentan limitaciones físicas severas o bien las
manifestaciones de un envejecimiento patológico o acelerado.
•
Los enfermos graves que han perdido el conocimienlo, y de quienes puede
suponerse que pedirían el sacramento si pudieran.
•
Los niños enfermos graves si comprenden la significación de este sacramento.
V. EFECTOS QUE PRODUCE
La unción de los enfermos da al enfermo una GRACIA especial del Espíritu Santo con
la cual:
- Es ayudado en su salud.
- Es confortado por la confianza en Dios.
-Es robustecido contra las tentaciones del mal y la angustia de la muerte, de tal
modo que pueda soportar sus males con fortaleza y luchar con ellos.
- Consigue la salud del cuerpo si conviene para su salvación.
- Recibe el perdón de los pecados.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (I) , n. 33.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (II), n. 31.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
27
TENTACIONES
El Señor es justo en todos sus c:aminos» (Sal 144).
27. 1. LAS PUERTAS ABIERTAS
Alguien ha dicho:
*Se puede esperar, pero sin abrir las puertas.
*Se pueden tener las puertas abiertas y no esperar nada.
*El secreto del Adviento está en esperar con las puertas abiertas.
*Hay que descalzarse,... ir por la vida con pisadas de pobre... humildemente.
*Muchas cosas pequeñas, en muchos lugares pequeños, hechos por mucha gente
pequeña, pueden transformar al mundo.
27.2. TENTACIONES UNIVERSALES
Tentación universal, no tanto por lo quee se pide, cuanto por el modo con que se pide.
Son oraciones mágicas, pasivas, que no comprometen, que dejan a Dios toda la
responsabilidad. Un Diossupermercado, no el Dios de Jesucristo, que no convirtió las
piedras en pan, ni nos salvó por los medios económicos.
Las tentaciones que sufrió Jesús en el desierto son una buena enseñanza para nosotros:
a) «Si eres hijo de Dios, dile a esa piedra que se convierta en Pan»
- Dios, dame pan.
- Dios, dame riquezas. Que me toque la lotería. Que tenga suerte en la bolsa. Haré
muchas limosnas y ofrendas.
- Dios, ayúdame a conseguir esta colocación.
- Dios, dame salud, que me cure, que se me quite el dolor; que no envejezca.
- Dios, que no sufra accidente, y, en caso de choque, que me salve.
- Dios, que tenga un buen novio/a.
b) « Te daré el poder y la gloria»
- Dios, dame éxito. Dios, haz que triunfe, que haga bien el examen, que saque la
oposición, que me salga bien el sermón.
- Dios, que gane mi partido; es un partido cristiano y podremos hacer mucho bien si
triunfamos.
- Dios, que gane mi equipo; que meta un gol; o que no nos metan gol; que gane una
medalla.
- Dios, que ganemos esta guerra santa.
- Dios, que me aplaudan, que me quieran.
- Dios, también te pido por la Iglesia, que sea respetada y admirada, que aumenten sus
ingresos, que sus leyes sean obedecidas y sus instituciones prevalezcan sobre todo.
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c) «Tírate de aquí abajo»
- Dios, quiero ser un santo. Quiero ser el más santo y el más humilde, para ser después
el más exaltado. Tan humilde que sea el primero allí.
- Dios, quiero llenarme de los carismas del Espíritu. Quiero profetizar y hablar en
lenguas y hacer muchos milagros. Quiero curar a los enfermos, por mi oración y por
imposición de mis manos.
- Dios, que se me aparezca la Virgen y sea este lugar un centro de peregrinación.
- Dios, que mi parroquia sea la mejor, la que te dé más gloria y preste mejores servicios,
que tenga mejor organización y mayor audiencia. Que mi congregación progrese y
tenga muchas vocaciones y a mi fundador lo hagan santo.
- Dios, que mi misa sea la más bonita y concurrida, que pueda salir en T.V. y que mi
programa religioso convierta a todos.
* ¡Ah, la tentación refinada del espíritu! ¡Cuánto orgullo espiritual se mete en muchos
de nuestros deseos y actitudes religiosas! ¡Qué peligroso siempre resulta el
comparativo!
27.3. SEÑOR, MI GUÍA
Ante la tentación será muy bueno que acudamos con confianza filial al Padre. Ojalá
sean estos nuestros sentimientos:
Yo amo al Señor, yo amo su palabra, quisiera ser un seguidor de ella; fructificar mi vida
en su semilla, y seguir su caminar en esta vida.
Te amo a ti, te busco a ti, mi sed de amor se sacia en tu presencia.
Quisiera ser amigo fiel, de todo aquel que busca y no te encuentra.
A ti, Señor, te pido que me guíes, y pueda verte en todos mis hermanos, en ellos vea que
tú estás presente, descubrirte en sus vidas muy cercano.
Caminaré, oh Dios, por tus caminos, voy hacia ti, renuevo mis deseos, de conseguir en
esta vida errante, el perdón, fe y amor para seguirte.
A ti, Jesús, camino como un niño, acógeme, tú sabes cómo hacerlo, enséñame que tú
eres la vida, lléname de tu fe que da energía.
27.4. VOLVEMOS A LA CASA DEL PADRE
Que la tentación no nos aleje de la casa del Padre Dios. Somos débiles. El Señor y
nosotros ya contamos con ello.
La tentación no nos dejará hasta que estemos en el ataúd. Por ello colocaremos nuestra
vida en el Corazón del Padre y con sinceridad le diremos:
Quiero volver cada día a tu regazo. Marchar y volver, volver y marchar.
Nuestra vida es un continuo abandono de tu casa y de tu compañía.
Tomamos la hacienda y nos vamos, y la malgastamos. Malgastamos el tiempo y la vida,
la inteligencia, las fuerzas, el dinero.
Malgastamos el amor...
Y no labramos tus campos, y no cultivamos la hacienda, la tuya y nuestra, y pasamos
hambre. El hambre nos trae tu recuerdo.
¡Qué vergüenza que sea precisamente el hambre, la soledad, la falta de dinero para
volver a malgastarlo! Estómago, corazón y cartera... ¡Qué vergüenza que no seas Tú!
Pero volvemos y te damos un abrazo apretado.
Y tú estás contento, muy contento, aunque sepas que volvemos por hambre.
Y pones música y una buena mesa, la fiesta de la familia, eucaristía de retornos, abrazos
y aleluyas. ¿Mañana, nos iremos otra vez?
27.5. QUIERO CAMINAR...
No está permitido pararme. «Divieto di sosta» está escrito en las calles de Roma:
Prohibido parar, estacionar.
Por ello yo quiero caminar, seguir y seguir, Así se lo pido al buen Padre Dios:
Padre, quiero caminar porque el día en que me siente soy hombre muerto.
No quiero descansar, ni llegar a la meta.
Quiero ser sólo un caminante hacia Ti.
Nunca la verdad entera, nunca respuesta para todo, siempre delante el misterio de la
vida y de la muerte.
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No quiero vivir tranquilo con las respuestas que me dieron de niño, ni con las
costumbres que adquirí entonces.
Siempre estudiando en los libros y en la vida las huellas de tus pasos.
Caminar en la penumbra con la candela de la fe. No llegar nunca a la definitiva
conversión. No mirar a los otros desde la cima. Ir con ellos en ruta.
Prefiero tu vela vacilante a mi bombilla fija, tu amor prometido a ¡ni amor poseído, tu
campo a través a mi camino hecho, tu futuro a mi presente.
Te prefiero a ti, éxodo, promesa, esperanza.
27.6. ACOMPÁÑAME, SEÑOR, EN LA TRIBULACIÓN (Salmo 90)
* Acompáñame, Señor, en la dificultad,
- en el peligro, la responsabilidad,
- en la persecución y el fracaso.
* Acompáñame en la tiniebla,
- en la duda mortificante,
- la vida que, como un globo, empieza a desinflarse,
-el sinsentido y el desencanto, todo arropado en un manto gris.
* Acompáñame en la tristeza,
- soledad y depresión,
- ese mundo horrible de la nada,
- que da vértigo suicida, la noche.
* Acompáñame, Señor, en pleno día,
- en el éxito, el halago y la conquista,
- en el placer y el enriquecimiento,
- en los premios, los aplausos y los afectos...
* Te necesito más en esta tentación, pero acompáñame siempre,
- porque no es cuestión sólo de ayuda,
- es un tema de amor.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (1), n. 37.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (11), n. 32.
Caminos de santidad: Bienaventuranzas que animan (IV), B, i.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI)
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TIEMPO
«En su camino beberá del torrente, por eso levantará la cabeza» (Sal 109).
28. 1. UN AÑO MÁS
Pasó la primavera con sus flores, pasó con sus espigas el verano, el otoño pasó con sus
racimos, pasó el invierno con sus nieves cano; las verdes hojas que en las selvas vimos,
pasaron, y nosotros a porfía, en nuestro engaño inmóviles vivimos.
Precioso y edificante es el soneto que Adelardo López de Ayala dedicó a su hermana en
un cumpleaños:
Un año más; no mires con desvelo la carrera veloz del tiempo alado, que un año más
en la virtud pasado, un paso es más que te aproxima al cielo. Llora sí con amargo
desconsuelo, pues nunca lo bastante habrás llorado el año que al morir te haya dejado
de alguna falta, el interior recelo. El tiempo que bien obres, no es perdido, pues los
años de paz, hermana mía, que en la santa virtud hayas tenido, se convierten en siglos
de alegría en el etemo Edén que hay prometido, al alma justa que en su Dios confía.
28.2. LOS MESES
Enero es un viejo que viste de blanco.
Febrero es un loco que viste de tul.
Marzo llorón cuerdo.
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Abril es poeta.
Mayo es invertido.
Junio es la siesta.
Julio es arrogante.
Agosto sensual.
Septiembre es el amar.
Octubre es un libro.
Noviembre, una vela.
Diciembre es un Niño que nace y que tiembla
(Gloria Fuertes).
28.3. REFRANERO DEL AÑO
- De enero a enero el dinero es del banquero.
- Si no lloviese en febrero, ni buen prado ni buen centeno.
- Marzo marcero, por la mañana rostro de perro; por la tarde valiente mancebo.
- En el mes de abril toda el agua cabe en un barril; pero si el barril está desfondado, todo
el mundo está anegado.
- Mayo hortelano, mucha paja y poco grano.
- Junio brillante, año abundante.
- Por poco que julio quiera ser, poco ha de llover.
- Agosto y vendimia no es cada día y si cada año; unos conganancia y otros con daño.
- Septiembre o lleva los puentes o seca las fuentes.
- Por Todos los Santos, hielo y nieve en los altos.
- Por San Andrés, hielo y nieve en los pies.
28.4. PEQUEÑOS TABORES
No es bueno quedamos en el Tabor del tiempo. Es necesario «moverse». Hay que
colaborar con el Dios Creador por hacer un mundo mejor.
El verdadero Tabor, es el de Jesús y el nuestro. Pero hay otros que no son verdaderos.
Hay un Tabor fácil y barato, como el que soñaba San Pedro cuando decía: «¡Qué bien se
está aquí!». Ese es el Tabor que nosotros también deseamos tantas veces.
¿Pretendo subir o quedarme en alguno de estos Tabores?:
- El Tabor de los descansados, cuando nadie nos molesta y nada nos preocupa; el Tabor
del sofá y la poltrona; el nirvana anticipado.
- El Tabor de los divertidos, cuando nos sentamos ante la pantalla o nos metemos en el
juego y el espectáculo; cuando dejamos correr la fantasía; cuando no tomamos nada en
serio. Una fiesta barata.
- El Tabor de los embotados por el placer, el consumo o cualquier tipo de drogas. El
Tabor de la mesa y la cama. Las pasiones satisfechas. No hay nada más que esperar.
- El Tabor de los aplaudidos ante el éxito personal o profesional, cuando todos nos
miran con respeto y simpatía, cuando todos me invitan y me canonizan. El Tabor de la
popularidad.
- El Tabor de los queridos, cuando sólo encontramos miradas amistosas y corazones
abiertos, cuando me envuelve una nube de afectos y generosidades.
- El Tabor de los encumbrados, de los enriquecidos...
28. 5. AL AÑO NUEVO
A primeros de enero de un año cualquiera, con amores y nombres ya seleccionados,
con los huesos cascados y ya con larga vida os prometo solemne no sufrir demasiado.
Si me pegan, que peguen, si me aciertan, me han dado, y si pierdo en la «lote» será
porque he jugado. Me fastidian las penas, me da alergia el enfado con el ceño fruncido
parezco un feto raro. Año nuevo, vida nueva (¡Qué tópico más sano!) Nueva luz ilumina
m¡ ascensor apagado de subir a deshora, de estar comunicando, de hacer la angustia
en verso, de hacer el tonto en vano, de sembrar mis insomnios de tachuelas y clavos. En
mi vida vivida de par en par sonrisa y puerta abro, que no quiero acabar por los
pasillos con el corazón apolillado.
PROMETO no volver a ahogaros en mi llanto, PROMETO no volver a sufrir, sin un
motivo muy justificado (Gloria Fuertes).
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28.6. LECCIÓN DE VIDA
Ya es tiempo de sementera y en los surcos de la arada se escucha ya la tonada que ayer
se escuchó en la era. Ya el arroyuelo ondulado riega alegre y sosegado el prado, cuyos
verdores marchitaron los calores..., y al calmar su sed el prado se lo agradece con
flores. Y ya va el gañán a arar las tierras de sementera, con la mano en la mancera y
en los labios el cantar
... ¡Tierra pródiga y jugosa de mi fértil heredad!
¡En esta mañana hermosa me has dado una generosa lección de fecundidad./
Toda la tierra está henchida de preñez de sementera..., ¿y yo he de hacer de mi vida
rama estéril y podrida, digna sólo de la hoguera?
Dios me ha dado el poderío del sentir hondo y con brío y el pensar sereno y claro...
¿Y he de sentirme yo avaro de lo que, al cabo, ni es mío? No he de guardar mis ardores
avaros en el corazón: he de seguir la lección de los campos y las flores. Jamás una flor
sencilla nos negó la maravilla que en sus pétalos encierra; jamás le negó la tierra su
calor a la semilla. Y yo, que debo al Señor un alma y un cuerpo llenos
de fecundidad ,v de amor..., ¿me resignaré a ser menos que la tierra y que la flor? La
vida que no florece, y es estéril y escondida, y ni fecunda ni crece, es vida que no
merece el santo nombre de vida.
La vida es campo que espera que lo cruce la mancera y lo remueva la azada, y es ir y
venir de arada, y es bregar de sementera... La vida es cuesta empinada de una montaña
cimera... Mas no temáis a la vida, que si la cumbre es erguida y es pedregoso el atajo...,
¡el cariño y el trabajo hacen dulce la subida! Por eso yo con profunda ansia de vida y
de amor, quiero regar mi sudor y hacer mi vida fecunda, como le place al Señor Quiero
que la vida mía no sea un germen enfermo, quiero remover el yermo y hacer fecunda la
ería. Y quiero dar en amores cuanto mi espíritu encierra, y deshacerme en sudores para
que, al dar en la tierra, produzca la tierra flores, ¡Cuerpo mezquino y cansado!
¡Espíritu amedrentado! ¡Basta de necio temor!... ¡A devolver al Señor cuanto el Señor
os ha dado! ¡Alma da cuanto poseas, hasta las últimas sobras!
¡Tú, voluntad, date en obras!
¡Tú, inteligencia, en ideas!
Aquel que da a sus hermanos rosas de consejos sanos y palabras bondadosas, le queda
siempre en las manos algún perfume de rosas.
¡Y tú, hirviendo de pasión cual deshace el ventarrón las nieves sobre las cimas,
entrégate, corazón, deshecho en cantos y en rimas!
Esta alma mía abrasada en un anhelo encendido, no ha de ser grano perdido en los
bordes de la arada.
Ha de ser como esas flores que, en medio de los rastrojos, sin cuidados ni labores se
ofrecen a nuestros ojos, y nos brindan sus olores,... Compartir quiero mis días con
otras almas hermanas, y partir mis alegrías que, en lo que tienen de humanas, tan
suyas son como mías. Abrir a todos mis brazos y consolar sus pesares y entre risas y
cantares gastar la vida a pedazos. Y al fin rendido quisiera poder decir cuando muera:
Señor, yo no traigo nada de cuanto tu amor me diera... ¡Todo lo dejé en la arada en
tiempo de sementera! Allí sembré mis ardores; vuelve tus ojos allí, que allí he dejado
unas flores de consuelos y de amores... ¡Y ellas te hablarán de mí! (J. Ma Pemán).
28.7. ¿CÓMO SERÁ EL AÑO QUE EMPIEZA?
Cuando empieza un año, la pregunta se impone: ¿Qué será de mí, qué será de mi
sociedad, de mi mundo? Los que tenemos fe ofrecemos respuestas que no pueden
ofrecer los no creyentes.
Luis XVI, Rey de Francia, tenía una hermana santa, Isabel. En la cárcel le rezó así a
Dios:
«¿Qué me pasará este año? No sé nada. Lo que sí sé es que nada me ocurrirá que Tú no
lo hayas previsto y ordenado, desde toda la eternidad.
Esto me basta, Dios mío, esto me basta: adoro tus designios, eternos e impenetrables, y
a ellos me someto con todo el corazón, por amor tuyo.
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Quiero todo, te hago un sacrificio de todo, y uno mi sacrificio al de Jesucristo, mi
Salvador.
En nombre de Él y por sus méritos infinitos te pido la paciencia en mis penas, y aquella
perfecta sumisión que te es debida por lo que quieres o permites. Amén».
¿Qué será de mí, de nosotros, el año que empieza?... No lo sé. Sé que Dios me amará y
me dará ocasiones de manifestarle mi amor.
La visión cristiana de la vida no me impide, al contrario, me empuja a prever lo que
normalmente sucederá.
Empiezo el año dando gracias a Dios por tantas gracias que me ha concedido en el año
que hemos acabado...
28.8. FIN Y PRINCIPIO DE AÑO: EL PRÓXIMO AÑO, SÍ
Otra de las bonitas palabras: Sí.
Opción por la afirmativa. Es una actitud permanente de apertura y acogida, de
participación y compromiso, de ilusión y de esperanza.
- Decir Sí es creer, es esperar, es amar.
- Sí a Dios, sí al otro, sí a la vida, sí a la historia, sí a sí mismo.
- Dios dijo Sí, y fue la Creación.
- Cristo dijo Sí, y fue la Redención.
- María dijo Sí, y fue la Encamación.
- La Iglesia dice Sí, y es la Creación continuada, la Redención continuada.
- El hombre dice sí, y es el progreso liberador.
- Ahora, ante el próximo año, Sí. Es la aceptación del regalo y del compromiso.
- Sí a todo lo que Dios me vaya dando y me vaya pidiendo.
- Sí al gozo y la esperanza, sí al trabajo y la siembra, sí al sufrimiento y la contrariedad,
sí a la relación amistosa o novedosa, sí a lo cotidiano o sorpresivo, sí a la palabra y al
silencio, sí al amor como quiera que se me ofrezca o se me solicite.
- Bonito ejemplo también el de D. Hammarshjóld:
- «Por todo lo que ha sido, gracias, A todo lo que ha de ser, sí... Un día dije Sí a Alguien
o a algo, y ya no puedo volverme atrás».
- Sí, pequeña y gran palabra. El no es pequeña y fea, a no ser que sea la otra cara del sí.
Porque a veces se dice no, pero es sí; como los noes y las nadas de San Juan de la Cruz:
no para que sí.
- Un no a un placer puede ser un sí a la felicidad, Un no a un consumo puede ser un sí a
la libertad, un no a la petición de un hijo puede ser un sí al hijo, un no a una relación
amorosa puede ser un sí al amor...
- No importa tanto el sonido, sino el sentido; no la letra, sino el espíritu; no la forma,
sino el fondo, no la fórmula, sino el dinamismo; no la palabra, sino la actitud.
- Sí, también es una de las más hermosas palabras.
- Quedaría bien para terminar. La Biblia termina diciendo: «Sí»... «Amén», que es un
redondo Sí.
28. 9. GRACIAS AL ATARDECER
* Gracias, Jesús: por este atardecer suave, por el sol que ya se esconde, y por tus
criaturas que se retiran a descansar.
Gracias Jesús: por la gente que llena ahora las calles; unos porque regresan de su
trabajo, otros porque salen a pasear.
Y enseguida, padres e hijos, se juntarán en los hogares a compartir la mesa y el
descanso.
Gracias Jesús: porque nos has hecho así: trabajamos y nos cansamos, descansando
recuperamos las fuerzas. Nos separamos y volvemos a reunimos. Y cada uno en su
tarea, todos juntos; colaboramos para hacer un inundo cada vez más bello y más
humano.
Gracias, Jesús: por los hombres que han trabajado, por el día que se acaba, por la luz
que ya nos alumbra, por la luna y las estrellas.
Porque así lo hiciste todo, GRACIAS JESÚS.
28. 10. EN MI VIDA APRENDL..
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1. A dar la razón a casi todo el mundo.
2. A no discutir con nadie.
3. A comer a gusto sin perturbaciones digestivas.
4. A aprender algo de casi todo el mundo. Aprender a aprender.
5. A gozar la contemplación de las formas, de la belleza de las formas.
6. A esperar sin impaciencia. Es uno de los aprendizajes más difíciles.
7. A apreciar en los demás todo lo bueno que tienen.
8. A no buscar el éxito. Y si viene sin buscarlo, saludarlo afectuosamente con un ¡hola
tú!
9. A estar convencido de que nunca sucede lo peor.
10. A gozar en la contemplación y el olor del mar.
11. A mantener el fuego de una chimenea, sin gastar muchos leños.
12. A leer en diagonal, así en un minuto leo una página y me entero de todo.
13. A hacer germinar semillas de difícil germinación. Es un secreto que aún no he
revelado a nadie...
28. 11. EL SÍ Y EL NO DEL GRAN VIAJE
* Lo que no nos llevaremos al otro mundo:
1. La cuenta corriente del banco.
2. Los trajes de noche.
3. Las reseñas de los periódicos en las que se hablaba de nosotros.
4. Los años de servicio a un partido político.
5. Los méritos de nuestros padres.
6. Los grandes deseos (le reformar el mundo.
7. Nuestras opiniones sobre lo que convendría reformar en la Iglesia.
8. El coche o el ordenador.
9. Nuestra gran experiencia financiera.
10. Las ediciones de nuestros libros.
11. Nuestros profundos conocimientos sobre la cultura y la ciencia.
12. Nuestra gran visión de la política internacional.
13. Nuestros planes y proyectos para el año próximo.
14. Las buenas obras de nuestra esposa o de nuestros hijos.
* Lo que sí nos llevaremos al otro mundo:
1. Nuestras buenas obras.
2. Nuestras malas acciones.
3. Nuestra vida de sacrificio en servicio de los demás.
4. Nuestro tiempo escamoteado al cumplimiento del deber.
5. Aquello que diste a un pobre y que te impidieron comprarte una corbata.
6. Nuestras oraciones y nuestras comuniones.
7. Nuestra ausencia de Dios.
8. El hijo que vino a costa de restringir el presupuesto.
9. Todos los hijos que no vinieron debiendo haber venido.
10. Las horas de oficina aprovechadas.
11. El mal humor al ir al trabajo.
12. Aquella visita al pariente pobre.
13. Aquellos pasos de todos los domingos para llevar un poco de amor al necesitado.
14. Tu arrepentimiento.
28.12. LAS DOCE RAMAS DEL AÑO
El año nuevo es como un árbol con doce ramas, cuyos nombres son los más hermosos
de nuestro vocabulario. En cada rama cuelga una esperanza, una oración y un
compromiso.
- La primera rama es la Vida. Espero que no se quiebre para nadie. Pido por los
enfermos y por los niños que nacen. Me comprometo a cultivar una planta, y a dar
gracias a Dios cada segundo por la vida que me regala.
- La segunda es la Verdad. Espero que prevalezca sobre toda mentira e hipocresía. Pido
por los que llevan caretas. Mi compromiso es el de seguir buscando apasionadamente la
Verdad.
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- La tercera es la Libertad. Espero que en esta rama puedan posarse todas las aves, sin
miedo a tiranos cazadores. Pido por los que están en la cárcel y por los que no pueden
llegar a ser hombres.
- La cuarta es la Justicia. Espero que no sea una palabra vacía o un cachondeo. Pido por
los que están despojados de todos sus derechos, por los que no tienen voz. Quiero tener
siempre hambre y sed de justicia.
- La quinta es la Solidaridad. Espero que las manos de todos los hombres se encuentren.
Pido por los que viven en ghetos y por todos los parias de la tierra. Me comprometo a
estar más cerca de los que están lejos.
- La sexta es la Amistad. Espero que nadie se sienta solo. Pido por cuantos no
encuentran una mano amiga y por los que no creen en el hombre. Me comprometo a
llenar de nombres mi corazón.
- La séptima es la Alegría. Espero iniciar y terminar cada día con una sonrisa fresca,
aunque el año sea bisiesto. Pido por los deprimidos y por los que lloran. Aprenderé
muchos chistes y enjugaré las lágrimas que pueda.
- La octava es el Trabajo. Espero que el cáncer del paro empiece a ser vencido. Pido por
los que tienen ya sus manos atrofiadas. Quiero que mi trabajo sea más para crear que
para ganar, más para servir que para dominar.
- La novena es la Paz. Espero que sea como un torrente en crecida. Pido por las víctimas
de las guerras y el terrorismo. Quiero ser objetor de conciencia y objetor fiscal.
- La décima es la Fe. Espero que todos tengan una razón para vivir y aun para morir.
Pido por los que pasan de todo. La fe será mi gozo y mi victoria.
- La undécima es la Esperanza. Espero que nadie desespere. Pido por los que están a
punto de desesperar. Decido esperar contra toda esperanza.
- La duodécima es el Amor. Espero que esta rama crezca y crezca, y se convierta en el
tronco de todos los árboles. Pido por los que no tienen corazón. Quiero conjugar el
verbo amar en todos sus tiempos y modos, siempre.
28.13. REGLAS DE ORO PARA EL NUEVO AÑO
1. En cualquier situación o circunstancia por difícil que sea hay un aspecto positivo,
trata de encontrarlo para vivir, a pesar de todo, desde el entusiasmo, desde la paz del
espíritu y desde la alegría.
2. No construyas tu vida emocional en función de la conducta de los demás, ni permitas
que condicionen o dominen las circunstancias y el ambiente para darte a ti mismo
menos autoamor y comprensión.
3. Ser empático te hará mejor persona y serás más tolerante y comprensivo al tratar de
ver las cosas desde el punto de vista de los demás.
4. La vida de que dispones es todo tu patrimonio, cuídalo pero sin olvidarte de vivir aquí
y ahora tu vida como la más apasionante de las aventuras. Esto es tarea tuya porque tu
vida nadie pueda vivirla por ti.
5. Vive conscientemente desde tu propia libertad interior, pero impulsado por unos
valores humanos cuidadosamente seleccionados, meditados, interiorizados y asumidos.
6. Encuentra tu ideal, tu porqué para vivir, la razón de tu existencia, vívelo de forma
apasionante y procura que sirva para sentirte dichoso contribuyendo al bien y a la dicha
de los demás.
7. Acepta con la mayor serenidad posible lo irremediable cuando llegue y no te
inquietes más por lo que ya es y no puede dejar de ser.
8. Recuerda que todo debe subordinarse a la entrega gozosa de construirte cada día a ti
mismo con amor y por amor. En consecuencia, sé amor y convierte tu vida en amor.
28.14. LOS CAMINOS DEL SEÑOR
1. Recuerda, Señor, por favor, pero no recuerdes mis pecados, sino tu amor tu
misericordia. Tú perdonas y olvidas.
2. No es verdad que tengas un libro para apuntar nuestras deudas. Tú perdonas y creas.
3. Tú sólo apuntas nuestros haberes, no se te escapa ninguno, ni el vaso de agua fresca
que dimos en tu nombre. Tú perdona y salvas, ¡oh Dios de la misericordia!
4. Y ahora, Señor, enséñame tus caminos. Enséñame el camino bueno, el que conduce a
la Luz y la Pascua.
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5. Y llévame de la mano para que no desfallezca en las dificultades, ni me engañen los
espejismos, ni me desvíe de las encrucijadas.
6. Sé, Tú, luz y fuerza en el camino, pan y vino para el viaje.
7. Llévame, condúceme, Señor, en ascensión trascendente hacia la meta más alta, un
amor hecho llama.
8. Quiero caminar en ti, mi Camino, en purificación transformadora, hacia la intimidad
más profunda, una comunión plenificante.
28.15. GASTA BIEN TU TIEMPO
Hay que gastar el tiempo en lo que realmente merece la pena
y saber «tomarse tiempo» para las cosas importantes de la vida:
•
Tómate tiempo para la alegría.
Dicen que la alegría es la música del alma.
•
Tómate tiempo para pararte y reflexionar.
La reflexión te llevará a lo más profundo de ti mismo.
•
Tómate tiempo para la sana ilusión y la esperanza...
Dicen que estar ilusionado, esperanzado, es fuente de energía y juventud.
• Tómate tiempo de descansar.
Un cuerpo y un espíritu cansados poco rendirán.
Tómate tiempo para orar.
San Agustín dice: «Cuando hayamos aprendido a rezar, habremos encontrado el secreto
de bien vivir».
• Tómate tiempo de ir a misa los domingos, las fiestas de guardar y otros días para
honrar, pedir y dar gracias a Dios y celebrar la fe con los hermanos.
• Tómate tiempo para ser fuerte espiritualmente. De esta manera nada ni nadie
podrán dañarte. ,
Tómate tiempo para dedicarlo a familiares y amigos; a enfermos y a necesitados.
Te ayudará a vivir mejor tu vida.
• Tómate tiempo para dar y darte a imitación de Jesucristo, que pasó por el inundo
haciendo el bien. Es el camino de la felicidad.
28.16. LA MEJOR COSECHA
Desde el alba hasta el ocaso eres un sembrador. Con cada gesto plantas en los otros
gérmenes de bien o mal. Tu misión es trazar para todos un derrotero de luz con tus
buenas acciones que son valiosas semillas. Como Francisco de Asís siembra amor
donde haya odio, perdón donde haya ofensa, fe donde haya duda.
Siembra esperanza donde haya desesperanza, alegría donde haya tristeza, luz donde
haya tinieblas.
La cosecha será espléndida si plantas con amor y cultivas con esperanza. Al discemir
con la luz del Espíritu percibirás que a la larga cada cual recoge lo que sembró. El dicho
popular lo sentencia: «siembra vientos y recogerás tempestades».
Inicia cada día con la ilusión de plantar lo mejor en el corazón de los otros y en el tuyo
propio: los frutos serán estupendos.
28.17. BUEN USO DEL TIEMPO
En la pared del Hogar para niños en Calcuta hay un cartel que dice:
*«Tómate tiempo para pensar. Tómate tiempo para rezar. Tómate tiempo para reír....
Es la fuente de poder. Es el mayor poder sobre la tierra. Es música del alma.
*Tómate tiempo para jugar.
*Tómate tiempo para amar y ser amado.
*Tómate tiempo para dar.
Es el secreto de la perpetua juventud. Es el privilegio que nos da Dios. El día es
demasiado corto para ser egoísta.
* Tómate tiempo para leer.
*Tómate tiempo para ser amable.
*Tómate tiempo para trabajar.
Es la fuente de la sabiduría. Es el camino hacia la felicidad. Es precio del éxito.
* Tómate tiempo para hacer caridad. Es la llave del cielo».
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*Todo necesita su tiempo. No olvides que el tiempo es corto para amar. No lo emplees
en tonterías. Aprovéchalo.
28. 18. ORACIÓN AL TIEMPO
El reloj de la gracia marcó la hora, el momento por siglos esperando; el viejo Adán sería
liberado de su larga prisión desoladora. Ha llegado ya la fiesta redentora y Jesús ha de
expiar por los pecados.
«Oh Dios, qué infiemo! ¡Dios, me has engañado! ¡Padre, líbrame!», grita Jesús. Llora.
Mas de nuevo Jesús vio aquella gloria que del Padre ya había recibido, vio encendidas
las luces de la historia y vio a Adán de gloria revestido, y supo que la cruz era victoria,
y dijo Sí de nuevo, estremecido.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (1) , n. 38.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (II), n. 33.
Caminos de santidad: Bienaventuranzas que animan (IV), II, 5, 18.
Caminos de santidad: Ejemplos que edifican (V), n.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
29
TIEMPO LITURGICO
«Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios» (Sal 49).
29.1. ESTO ES NAVIDAD
Un racimo de letras y palabras navideñas
29.2. CUERPO Y SANGRE QUE SALVAN Y CURAN TODA ENFERMEDAD
Hoy hemos contemplado a Nuestro Señor Jesucristo sobre el altar.
Hoy hemos apretado el ascua, con cuya sombra entonan himnos los querubines (Is 6, 2
ss, o tal vez Ez 10, 2.5).
Hoy hemos oído la grande y dulcísima voz que decía: Este cuerpo abrasa los espinos de
los pecados e ilumina las almas de los hombres.
Este cuerpo, habiéndolo tocado la mujer hemorroísa, quedó libre de su dolencia (Mt 9,
29 ss).
Este cuerpo, habiéndolo conocido la hija de la cananea, fue curada (Mt 15, 22.ss).
Este cuerpo, habiéndose acercado con toda su alma la pecadora, limpió el fango de sus
pecados (Lc 7, 37 ss, 44-50). Este cuerpo, habiéndolo agarrado Tomás, exclamó
diciendo:
«Señor mío y Dios mío» (Jn 20, 27 ss).
Este cuerpo grande y grandísimo, es para nosotros salvación. Pues de nuevo, el mismo
Verbo y vida nuestra dijo: «Esta sangre derramada por vosotros y entregada para el
perdón de los pecados».
Hemos bebido, queridos, sangre santa e inmortal; hemos bebido, queridos, la sangre que
manó del costado del Señor (cf Jn 19, 34), la cual cura toda enfermedad y hace libre a
toda alma.
Hemos bebido la sangre por la que hemos sido comprados, por la que hemos sido
también redimidos, hemos sido reconocidos y hemos sido iluminados.
Ved, hermanos, qué cuerpo hemos comido; ved, hijos, qué sangre hemos bebido; ved
qué pactos damos a Dios; a fin de que no seamos avergonzados en el terrible día de la
cuenta (Liturgia bizantina, siglo IV).
29.3. LAS LLAGAS DE CRISTO Las llagas de Cristo:
• Han ayudado a creer, porque prueban la realidad del Dios encamado y de Cristo
resucitado. Cristo no es una idea o un mito, es una realidad palpitante.
• Han ayudado a rezar, porque son objeto de gran devoción y suscitan la mayor
confianza. A través de esas llagas se quiere penetrar en Dios. Y, por otra parte, esas
llagas son oración permanente ante el Padre.
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* Han ayudado a sufrir, porque Cristo se hace presente en todas las llagas, porque todas
las llagas se unen a las de Cristo, y esta comunión de llagas produce consuelo y
fortaleza. Ahora podríamos fijamos en cuáles son las llagas más dolorosas de Cristo
hoy.
• Han ayudado a luchar. Si Cristo recibió tantas heridas en su combate, ¿nos vamos a
asustar nosotros porque tengamos algún rasguño? «No habéis resistido todavía hasta la
sangre» (Hb 12, 4).
• Han ayudado a amar. Las llagas son prueba del amor más grande, capaz de dejarse
romper por nosotros, pues amor con amor se paga. A más entrega, más amor.
29.4. BAUTIZADOS EN SU MUERTE
Hemos sido bautizados en la muerte de Cristo. Quiere decir que el bautizado si no es un
«hombre muerto», sí debe entrar en un dinamismo de muerte.
Debemos reconocer nuestra inmadurez cristiana. La semilla bautismal encuentra
muchos obstáculos para su desarrollo. Vamos a ponerlo todo a los pies de Cristo
crucificado, para clavarlos allí, en la cruz, para clavamos nosotros con Cristo
crucificado.
- Pon arriba, en lo alto de la Cruz, lo que queda en ti de orgullos y ambiciones, de
protagonismos y competitividades, y pon ahí también tu incredulidad. Tus dudas, tu
autosuficiencia.
- Pon en medio, en los lados de la cruz, lo que queda en ti de codicias, consumismos,
retenciones injustas, caprichos, lujos y todo tipo de apegos y seguridades. Y pon ahí
también las alienaciones y las dependencias del placer.
- Pon abajo, a los pies de la cruz, lo que queda en ti de inconformismos y comodidades,
de miedos e irresponsabilidades, de insolidaridad, de pacifismo barato.
- Pon en el centro, en el corazón de la cruz, lo que queda en ti de los odios, los
resentimientos y envidias, las violencias y las mezquindades, las intolerancias y los
rechazos, las infidelidades y rupturas, todas las faltas de acogida y amor.
Así podemos decir que «nuestro hombre viejo fue crucificado con él, a fin de que fuera
destruido este cuerpo de pecado y cesáramos de ser esclavos del pecado».
29.5. EL BUEN PASTOR
Para hablar de Dios nos valemos de símbolos e imágenes. Una de las más hermosas y
queridas es la del pastor. Dios es un buen Pastor, un maravilloso pastor, hoy diríamos
un magnífico líder.
¡Qué cosas más lindas dicen los profetas de Dios-Pastor!
*Que reúne el rebaño cuando éste se dispersó el día del nublado y la tormenta.
*Que lo cuida abnegadamente, «que no pase hambre ni sed; lo conduce hacia fuentes de
agua viva; impide que lo dañe el sol y el bochorno».
*Que lo cuida tiernamente: a las ovejas heridas, perniquebradas, flacas y débiles.
* Que lo defiende victoriosamente del ataque de lobos, de todos los peligros.
*Que lo quiere con exceso, acaricia a las ovejas y «lleva en brazos a los corderillos».
Es todo un contraste de esos pastores humanos, los jefes y responsables políticoreligiosos, que son interesados, despreocupados, cobardes, que se apacientan a sí
mismos, aprovechándose de las ovejas.
Jesús se aplica a sí la imagen de Dios-Pastor: «Yo soy el buen pastor», el que conoce a
las ovejas, el que las guía y apacienta, el que las reúne y defiende, el que es capaz de dar
la vida por ellas. Jesús es buen Pastor, porque posee en grado sumo todas las virtudes
que un pastor necesita para ser bueno. Señalemos cinco:
- Autoridad, para unir y guiar al rebaño.
- Fortaleza, para defenderlo de los peligros externos e internos.
- Humildad, para estar al servicio del rebaño y no para dominarlo.
- Generosidad, para dar y darse a las ovejas y no aprovecharse de ellas.
-Amor, para estar siempre cerca del rebaño y estar dispuesto a dar la vida por sus ovejas.
29. 6. PUERTA
Esta metáfora parece algo prosaica, pero es realmente significativa aplicada a Cristo. La
puerta es algo sugestivo, rompe la monotonía y el aislamiento del muro. Es una
107
invitación a la relación y el encuentro. Recordad la imagen de la nueva Jerusalén, con
doce puertas, «y las doce puertas son doce perlas» (Apc 21, 21).
Cristo es la puerta, perla preciosa, siempre y enteramente abierta. Sus heridas son otras
tantas puertas por las que podemos penetrar en el misterio de Dios.
«Pues Vos con tantas puertas en pies, manos, costado, estáis de puro abierto casi
descuartizado».
Por algo se rasgó el velo del templo cuando murió Cristo. En su muerte se superaron
todos los obstáculos que nos impedían el acceso al Padre. Cristo es efectivamente
camino y puerta abierta para encontramos con Dios. «Nadie va al Padre sino por Mí»
(Jn 14,6).
Cristo es puerta también para entrar en el rebaño. Es decir, Cristo no es sólo Pastor, sino
que es la puerta que hace pastores, la puerta que configura y moldea a todo el que quiera
apacentar el rebaño, por aquí ha de entrar el que quiera ser pastor.
Sólo el que entra por Cristo se licencia en la «Carrera Pastoral». No hay estudios
eclesiásticos ni decisión jerárquica que puedan dar el verdadero título de pastor. Sólo
vale como pastor el que entra por Cristo, el que se amolda o se empapa de Cristo, el que
se cristifica. El que no entra por esta puerta, es «ladrón y bandido».
29.7. DOMINGO DE RAMOS
La entrada solemne de Jesús en Jerusalén como Mesías es una victoria:
- la victoria de la paz sobre las violencias humanas. Hoy se anuncia la paz y se opta por
la mansedumbre.
- la victoria de la humildad sobre las grandezas humanas. Hoy se prefiere a los pequeños
y a lo pequeño.
- la victoria de la alegría del Espíritu sobre las tristezas humanas. Hoy se desborda el
entusiasmo que viene de Dios.
- la victoria de la esperanza sobre los desencantos humanos. Hoy se acoge y se bendice
la utopía.
- la victoria de Dios sobre todas las grandezas humanas y sobre todas las miserias
humanas.
Hoy Dios viene al encuentro del hombre para anunciamos su amor y su salvación.
Hoy es el triunfo del Dios humilde, no del dios sabio de los escribas o el dios encerrado
en el Templo de y por los sacerdotes.
Este reino de Dios, este rey manso y pacífico llega hoy a nosotros. Debemos aclamarlo
y acogerlo. Viene con el regalo de su paz.
29.8. LAS PALABRAS DE JESUCRISTO EN SU PASIÓN
No fueron muchas las palabras de Jesucristo en su pasión. Habló más con el silencio.
-«¿No respondes nada?... Pero Jesús seguía callado» (Mt 26, 62-63). Así ante el Sumo
Sacerdote, al que sólo contestará cuando se lo pida en nombre de Dios, bajo juramento.
Jesús no se defiende: «No respondía nada», comenta Marcos (14, 61).
- «Pero él a nada respondió, hasta el punto que el procurador se quedó muy extrañado»
(Mt 27, 14). Nada respondió a las acusaciones de los sumos sacerdotes y los ancianos.
- «Pero Jesús no le respondió» (Jn 12, 9). Se refiere a Pilato, que tiene que apelar a su
autoridad para forzar la respuesta de Jesús.
- «Pero él no le respondió nada» (Lc 23, 9). Se refiere a Herodes, el que preguntaba
«con mucha palabrería» y curiosidad. Aquí sí que le hubiera sido fácil a Jesús salvarse
con una palabra complaciente.
- Tampoco contestó nada «a los hombres que le tenían preso... se burlaban de él... y le
preguntaban» (Lc 22, 63-64).
-Y no dijo nada a Pedro después de sus negaciones, solamente «miró a Pedro» (Lc 22,
61).
Naturalmente que esta mirada y estos silencios valen por muchos discursos y tratados.
¡Cuánto nos enseñan! ¡Cuánto bien nos hacen!
Las pocas palabras que Jesús pronunció en su Pasión tenemos que recogerlas
piadosamente y guardarlas, como María, y meditarlas en el corazón.
Estas fueron sus siete Palabras desde la Cruz:
1. «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lc 23, 34). El amor perdona sin
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límites, excusa sin límites.
2. «Hoy estarás conmigo en el paraíso» (l.,c 23,43). Por tu fe, te regalo el Paraíso. Ya
siempre estaremos juutos. E7 amor es comprensivo y no termina nunca.
3. «Mujer, ahí tienes a tu hijo; hijo, ahí tienes a tu Madre» (Jn 19 26-27). La Madre no
puede quedar sola y el hijo no puede quedar huérfano. Da a la Madre muchos hijos, y, a
los hijos, una Madre.
4. «¡Dios mío!, ¿por qué me has desamparado?» (Mi 27, 46; Mc 15, 34). El amor todo
lo espera. Es esperar contra toda confianza.
5. «Tengo sed» (Jn 19, 28). Es el amor que necesita amar, y que pide nuestro amor.
6. «Todo se ha cumplido» (Jn 19, 30). La difícil misión encomendada se ha realizado
con éxito. El amor todo lo puede. Dios es nuestra victoria.
7. «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu» (Lc 23, 46). Es la entrega total al
Padre, la confianza plena: «Me duermo en tus brazos». Y así muere Jesús, totalmente
confiado en los brazos de su Padre.
29.9. LA SANTA CRUZ ES CAMINO PARA EL CIELO
En la Cruz está la vida y el consuelo, y ella sola es el camino para el cielo.
En la Cruz está el Señor de cielo y tierra, y el gozar de mucha paz, aunque haya guerra;
todos los males destierra este suelo, y ella sola es el camino para el cielo. Es una oliva
preciosa la Santa Cruz, que, con su aceite, nos unta y nos da luz. Hermano, toma la cruz,
con gran consuelo, que ella sola es el camino para el cielo. El alma que a Dios está toda
rendida, y muy de veras del mundo desasida, la cruz es el árbol de vida y de consuelo, y
un camino deleitoso para el cielo. Después que se puso en cruz el Salvador, en la cruz
está la gloria y el amor, y en el padecer dolor, vida y consuelo, y el camino más seguro
para el cielo.
29. 10. ¿QUÉ ES LA PASCUA? Es el paso del mal al bien:
Morir con Cristo -----------------Resucitar con Cristo
(Renuncias)-----------------------(Profesión de fe)
Egoísmo---------------------------Amor
Violencia--------------------------Mansedumbre
Error--------------------------------Verdad
Indiferencia-----------------------Aprecio a todos
Criterios materiales---------------Criterios evangélicos
Posesión------------------------------ Desprendimiento
Irresponsabilidad------------------- Compromiso
Tristeza ------------------------------ Alegría
Recelo de los hombres------------- Fe en los hombres Dominio
Dominio------------------------------ Servicio
Injusta posesión--------------------- Comunicación cristiana
Discriminación---------------------- Fraternidad
Esclavitud--------------------------- Libertad
Cobardía y comodidad ------------ Valentía y sacrificio
Imposición-------------------------Respeto
Cerrazón----------------------------- Apertura
Confiarlo todo en el dinero -----Pobreza
Fatalismo---------------------------- Providencia
Venganza--------------------------Amor a los enemigos
Soberbia---------------------------Humildad
29. 11. POR LA RESURRECCIÓN SEREMOS HOMBRES NUEVOS
Así, crucificado, resucitarás. De la cruz brotará la vida. Crucificado el hombre viejo,
nacerá el nuevo Adán, según el modelo de Cristo. Serás hombre nuevo, testigo de la
resurrección, pequeño Cristo resucitado.
1. El corazón de piedra será transformado en un corazón de carne.
2. La piedra dura se transformará en manantial de agua inagotable.
3. El ciego de nacimiento llegará a ser luz del mundo.
4. La plañidera triste será testigo de la alegría.
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5. El pesimista y deprimido profetizará un nuevo mundo.
6. El gusanito débil se convertirá en trillo dentado que tritura montañas.
7. El que estaba muerto vivirá y dará vida para siempre. Testigos de la resurrección.
Cada uno de nosotros debemos ser un gozoso Pregón Pascual. Hombre nuevo:
1. El que no quiere ser servido, sino servir.
2. El que no quiere acaparar, sino compartir.
3. El que no quiere prevalecer, sino unir.
4. El que no vive para sí, sino para los demás.
5. El que no siembra discordia, sino paz.
6. El que no anuncia catástrofes, sino que cree en la utopía.
7. El que no se fía de sí, sino de Dios.
29.12. PASCUA: RENOVACIÓN BAUTISMAL
l. Que tomes conciencia de tu dignidad, de que eres hijo de Dios y templo del Espíritu.
2. Que te sientas incorporado a Cristo, inmerso en su misterio Pascual.
3. Que vivas con gozo las exigencias de tu bautismo: el morir al pecado, el crucificar el
hombre viejo que hay en ti, y así llenarte de la vida nueva de Cristo resucitado.
4. Que renueves tus compromisos bautismales. Que te adhieras por la fe a Jesucristo y
seas su profeta y testigo.
Como ves, el bautismo te pide una renuncia y una adhesión:
- renuncia a ti, a lo viejo que hay en ti, al pecado que hay fuera de ti:
- y adhesión a Jesucristo, pero adhesión viva, incorporación entrañable, entrar de lleno
en su misterio pascual.
29.13. ESTAMOS RESUCITADOS
El hijo del Hombre ha resucitado. La noticia puso en marcha a los discípulos, que llegan
hasta nosotros para gritamos la buena nueva, Era verdad. Nosotros lo vimos
resplandeciente y sonriente.
Le buscábamos en el sepulcro sin comprender nada. Allí sólo observamos vendas y
sudarios por el suelo, trofeos de la batalla.
Vimos al amado y nos explicó las Escrituras. Nos partió el pan y nos preguntó si le
queríamos. Nos invitó a palpar sus heridas y nos enseñó a hacer buena pesca.
Así que nos quitó el miedo, encendió la esperanza, hizo arder el corazón y nos regaló
una paz indecible. En una palabra, nos resucitó también a nosotros.
Cristo ha resucitado. Pero ahora lo importante es que ha resucitado para nosotros. Si por
nosotros dio la vida, para nosotros la recobró. Ha resucitado, para que no estemos solos:
- para alegramos y colmar nuestra esperanza.
- para recoger y reunir a los dispersos.
- para seguir diciendo palabras de vida.
- para partir el pan con nosotros.
- para soplar sobre nosotros su mismo Espíritu de amor.
- Ha resucitado para enseñamos el camino de la resurrección.
29.14. PASCUA: «SUS CINCO LLAGAS GLORIOSAS»
Producen en nosotros:
* Alegría interminable. Nadie la podrá quitar. Ella quita todas las penas y depresiones y
engendra testigos de alegría.
* Paz indecible, que llena y embriaga. Supera todo conocimiento. Sus hijos trabajan
siempre por la paz.
* Fuerza invencible, que levanta todas las losas, supera todas las dificultades y quita
todos los miedos.
* Presencia amistosa. Ya nadie debe sentirse solo. El Amado se hará siempre presente.
* Vida abundante y para siempre. La muerte se viste de blanco,
29. 15. LA PASCUA NO TIENE FIN
Pregón gozoso para una celebración comunitaria cristiana:
1. Declaramos que, para los creyentes en Cristo Resucitado, todos los días son de fiesta.
2. Afirmamos que quien aporte a la comunidad más motivos de celebración y de alegría
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será tenido como el primero entre nosotros.
3. Acordamos que todos los días serán de acción de gracias y que quienes no encuentren
nada que agradecer es que no marchan bien.
4. Declaramos que todos los aguafiestas, todos los pesimistas, todos los torturadores y
los que entierran todo antes de rracer, serán amonestados por la comunidad.
5. Nos reafirmamos en que se considera también denuncia profética señalar con el dedo
y muy concretamente todo atentado contra la alegría y el gozo de vivir.
6. Determinamos que toda palabra que no sirva para estimular, animar y vivificar, será
considerada como un peligro social.
7. Acordamos que sonreír y reír será muy bien visto en la comunidad.
8. Declaramos convencidos de que la mayor parte de nuestros complejos y desánimos,
son fantasmas irreales y que por lo tanto les será retirado el carnet de conducir por los
caminos de la comunidad.
9. Denunciamos como subversivas y de gran peligro social las frases expresiones como
éstas: «Todo va mal». «Este mundo no hay quien lo aguante». «La vida es un asco».
«Vamos cada vez peor».
10. Se subvenciona a perpetuidad cualquier promoción de la bondad, de la delicadeza,
de la acogida y de la comprensión, del respeto y del amor.
11. Se titularán hijos de Dios a todos los efectos a quienes quieran recorrer el riesgo y la
aventura de hacer felices a los otros.
12. Finalmente y en atención a las aspiraciones más profundas de la gente y por el amor
entrañable de Dios, nuestro Padre, se declara este mundo en estado permanente de
esperanza.
29.16. NO HAY PASCUA SIN CRUZ
Para llegar a la Vida, a la Pascua, hay que pasar por la muerte. No hay Pascua sin cruz.
Para llegar a ser hombre de Pascua, debo crucificar:
1. El hombre orgulloso que hay en mí. Coger soberbias y ambiciones, y clavarlas en la
parte alta de la cruz.
2. El hombre consumista que hay en mí. Coger codicias y deseos de tener, y clavarlos
en los brazos de la cruz.
3. El hombre hedonista que hay en mí. Coger comodidades y ansias de disfrutar, y
clavarlas en los pies de la cruz.
4. El hombre egoísta que hay en mí. Coger apegos e insolidaridades, y clavarlas en el
centro de la cruz, donde está el corazón, para que adquieras un corazón nuevo de
Pascua.
De la cruz brota la vida. Si pasas por la cruz de Cristo, serás hombre nuevo, pequeño
Cristo resucitado. Es lo que celebramos en la Eucaristía.
29.17. YA ESTAMOS RESUCITADOS
La Pascua significa, no que un día resucitaremos, sino que ya estamos resucitados, que
ya poseemos las primicias de la Resurrección, que ya y cada día es Pascua en nosotros.
El paso de la muerte a la vida hay que darlo constantemente.
Vivir resucitados es vivir en el amor.
Vivimos estos signos pascuales:
1. Escuchar la Eucaristía y sentirse enardecido.
2. Partir el pan, compartir los bienes y sentirse a Cristo en medio.
3. Buscar ansiosamente a Cristo y encontrarle en el jardinero o en el pobre.
4. Llorar el pecado y confesar repetidamente el amor.
5. Trabajar fatigosamente y ver a Cristo en la orilla o en el tajo.
6. Integrarse en la comunidad y sentir la presencia palpable del Resucitado.
7. Sentarse a la mesa y dejar un sitio para el pobre, para Cristo.
29.18. LA PASCUA CAMBIA
1. Donde había odio, él puso el amor.
2. Donde había ofensas, él puso perdón.
3. Donde había discordias, él puso unión.
4. Donde había error, él puso verdad.
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5. Donde había duda, él puso fe.
6. Donde había desesperanza, él puso esperanza.
7. Donde había tristeza, él puso alegría.
8. Donde quiera que había tinieblas, él puso luz.
29.19. LA PASCUA CAMBIA LOS NOMBRES DE LAS CALLES
1. La calle de la mentira por la calle de la verdad.
2. La calle de la ambición por la calle del servicio.
3. La calle de la injusticia por la calle del respeto.
4. La plaza de la insolidaridad por la de la fraternidad.
5. El callejón de la desesperanza por el de la ilusión.
6. La cuesta de la violencia por la de la paz.
7. La avenida del egoísmo por la del amor.
29.20. LA PASCUA CONVIERTE
1. Las armas se convertían en instrumentos de trabajo.
2. Las insignias de poder, en símbolos de amistad.
3. Las puertas blindadas, en puertas trasparentes de apertura automática.
4. Los Bancos capitalistas, en Cajas de solidaridad.
5. Los instrumentos de tortura, en máquinas de curación.
6. Las cadenas, en ramos de flores.
7. El dinero, en vehículo de desarrollo,
29.21. LA PASCUA TODO LO HACE NUEVO
1. La naturaleza entera pasa a ser un sacramento.
2. Los bienes serán panes compartidos.
3. El sexo, lugar de encuentro.
4. El cuerpo, templo del espíritu.
5. El dolor, comunión con Cristo.
6. El hombre, un Cristo en flor.
7. La muerte, dama del alba.
8. La existencia toda, víspera de Pascua.
29.22. YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA
1. Jesús es nuestra esperanza. quien resucitó a Lázaro tiene poder sobre la muerte, sobre
todo tipo de muerte. «¡Lázaro, sal fuera!». Y el difunto escuchó la voz del amigo. El
amigo puede sacamos de todos los sepulcros. «Yo mismo abriré vuestros sepulcros». El
nos dice hoy:
2. Sal fuera del sepulcro de la rutina y la tibieza.
3. Sal fuera del sepulcro de tus desesperanzas y escepticismos.
4. Sal fuera del sepulcro de tus miedos e incapacidades.
5. Sal fuera del sepulcro de tus tristezas y aislamientos. No te vayas a morir por falta de
riego.
6. Sal fuera, amigo. Yo soy la vida. Yo soy la fiesta.
7. Sal del sepulcro de todos tus egoísmos.
8. Salid, amigos todos, de vuestros sepulcros. Los de la duda, los del vicio, los del
consumo.
29.23. SI CRISTO HA RESUCITADO...
1. Puesto que Cristo ha resucitado, es él la esperanza de nuestra futura resurrección.
2. Puesto que Cristo ha resucitado, el mundo nuevo está en marcha y no lo detendrá
fuerza alguna.
3. Puesto que Cristo ha resucitado, estamos en la revolución permanente, y es preciso
cambiar el mundo desde sus cimientos.
4. Puesto que Cristo ha resucitado, hay que construir una sociedad nueva, donde el
hombre no sea lobo para el hombre.
5. Puesto que Cristo ha resucitado, hay una casa donde reina el amor y todos nos
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sentimos hermanos.
6. Puesto que Cristo ha resucitado, creemos en una Tierra Nueva, donde reine la paz y la
justicia.
7. Nosotros creemos y esperamos que la Resurrección de Cristo no será baldía para
tantos y que desde la cruz seguirá atrayendo todas las cosas.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (1) , n. 39.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (II), n. 34.
Caminos de santidad: Bienaventuranzas que animan (IV), A 11, 8-14.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
30
VIDA NUEVA HOMBRE NUEVO
«El Señor nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas» (Is 2, 4)
30. 1. VIVIR LA VIDA
«Un día estaba sentado cerca del Himalaya, a la orilla de un río. Saqué del agua una
piedra hermosa, dura, redonda y la rompí. Su interior estaba completamente seco. Esta
piedra hacía mucho tiempo que estaba en el agua, pero el agua no había penetrado en
ella.
Lo mismo ocurre con los hombres en Europa. Hace tiempo que fluye en tomo suyo el
cristianismo, pero éste no ha penetrado y no vive dentro de ellos. La falta no está en el
cristianismo, sino en los cristianos» (Sadhu Sundar).
30. 2. MUERTE AL «YO»
En tener a raya mis sentidos y potencias, en dominarles yo y no ellos a mí, está el
secreto de la santidad. Así es como se vencen toda clase de tentaciones y se empieza
una vida nueva,. Se es un hombre nuevo (Jesucristo) y se da muerte al hombre viejo
(Adán). Bien lo explica este suceso de los Padres del yermo:
-«¿Qué has hecho hoy?» -preguntó a uno de sus religiosos el abad de un monasterio.
-«¡Ah, Padre!, contestó el fraile, tenía que hacer tantas cosas que, sin el auxilio de Dios,
mis fuerzas no hubieran bastado para tanto. He domado dos halcones; he aprisionado
dos ciervos; he sujetado dos gavilanes; he vencido un gusano; he domesticado un oso y
he cuidado un enfermo.»
- «Pero... ¿qué me cuentas? -dijo con risa el abad. No hay modo de hacer esto entre
todos los que estamos en el Monasterio.»
- «No obstante, así es:
«Los dos halcones son mis ojos, que he debido tenerlos a raya para que nadie ni nada
que no deba pasase por ellos.
«Los dos cuervos son mis piernas..., a las que he debido ¡mpedirles que corrieran hacia
el pecado.
«Los dos gavilanes son mis manos... He de obligarlas a que continuamente trabajen y a
que hagan buenas obras.
«El gusano es mi lengua, que tantas veces he oprimido para que no hablase cosas vanas
y pecaminosas.
«El oso es mi corazón, contra el que he debido luchar continuamente para hacer
desaparecer el desmesurado amor que se tiene a sí mismo y contra los movimientos de
vanidad.
«Y el enfermo es todo mi cuerpo, que ha sido quien más trabajo me ha dado. La lucha
que con él he debido sostener a lo largo de todo el día, ha sido titánica y más que dura.»
30.3. LOS SUEÑOS DE MARTIN LUTHER KING
*«Hoy, en la noche del mundo y en la esperanza de la Buena Nueva, afirmo con audacia
mi fe en el futuro de la humanidad.
* Me niego a creer que las circunstancias actuales hagan incapaces a los hombres para
hacer una tierra mejor. Me niego a creer que el ser humano no sea más que una brizna
de paja azotada por la corriente de la vida, y sin tener posibilidad alguna de influir en el
curso de los acontecimientos.
113
* Me niego a compartir la opinión de aquellos que pretenden que el hombre es, hasta un
punto tal, cautivo de la noche sin estrellas, del racismo y de la guerra; que la aurora
radiante de la paz y de la fraternidad no podrá nunca llegar a ser una realidad.
* Me niego a hacer mía la afirmación de que los pueblos irán cayendo, uno tras otro, en
el torbellino del militarismo, hacia el infierno de la destrucción termonuclear.
*Creo que la verdad y el amor sin condiciones tendrán la última palabra. La vida, aun
provisionalmente vencida, es siempre más fuerte que la muerte.
*Creo firmemente que, incluso en medio de los obuses que estallan y de los cañones que
retumban, permanece la esperanza de un radiante amanecer.
* Me atrevo a creer que, un día, todos los habitantes de la tierra podrán tener tres
comidas al día para la vida de su cuerpo, educación y cultura para la salud de su
espíritu, igualdad y libertad para la vida de su corazón.
* Creo igualmente que un día toda la humanidad reconocerá en Dios la fuente de su
amor. Creo que la bondad salvadora y pacífica llegará a ser, un día, la ley. El lobo y el
cordero podrán descansar juntos, cada hombre podrá sentarse debajo de su higuera, en
su viña, y nadie tendrá ya miedo.
* Creo firmemente que lo conseguiremos».
(Discurso en la recepción del premio Nobel de la Paz de 1964).
30.4. BAUTIZADOS EN SU RESURRECCIÓN
Lo mismo que en la Eucaristía «anunciamos la muerte de Jesucristo y proclamamos su
resurrección», también en el Bautismo celebramos la muerte y la Pascua.
Si hemos muerto con Cristo, ahora viviremos en El; ya no viviremos para nosotros
mismos, sino para Dios y para los demás. Ya no guardaremos la vida, sino que la
entregaremos. «En toda ocasión y por todas partes llevamos en el cuerpo la muerte de
Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo» (2Cor 4, 10).
* Si hemos crucificado nuestro orgullo, seremos humildes, servidores, considerando
superiores a los demás. Aprenderemos a lavar los pies a los hermanos.
* Y si hemos crucificado nuestra autosuficiencia, seremos hombres de fe, de oración,
abiertos a la superación y la trascendencia. Aprenderemos el significado del Abba.
* Si hemos crucificado las codicias, seremos generosos, austeros, justos y solidarios,
aprenderemos lo que significa partir el pan.
* Y si hemos crucificado nuestras ansias de placer y diversión, seremos libres, limpios,
dichosos. Aprenderemos el sentido de las bienaventuranzas.
* Si hemos crucificado nuestros conformismos, seremos comprometidos, testigos,
constructores de la paz. Aprenderemos a ser profetas y expulsar demonios.
* Si hemos crucificado nuestros odios, seremos compasivos, amistosos, cercanos,
abiertos. Aprenderemos a vivir la comunión.
- «No es que lo tenga ya conseguido o que sea ya perfecto, sino que continúo mi carrera
por si consigo alcanzarlo, habiendo sido yo mismo alcanzado por Cristo Jesús» (Flp 3,
12).
30. 5. ¿DÓNDE ESTAS, RESUCITADO?
* ¿Dónde estás, Resucitado?
- En la lluvia y en la flor,
- en el gozo y en la pena
- y en el beso del amor.
* ¿Dónde estás, suplico, Amigo?
- En la noche de la espera,
- en el alba de la vida,
- en el viento de la sierra,
- en la tarde despoblada,
- en el sueño que no sueña,
- en la niña enamorada,
- en el hambre desgarrada y en el pan para la mesa,
- en el hombre que me busca y en aquel que se me aleja,
- en el canto del hogar y en el llanto de la guerra,
- en el gozo compartido y en la aislada amarga pena.
114
* En el silencio sellado y en el grito de protesta,
- en la cruz de cada día
- y en la muerte que se acerca,
- en la luz de la otra Orilla
- y en mi Amor como respuesta.
* Que ¿dónde estoy?, me preguntas.
- Vivo y camino en la tierra
- peregrino hacia Emaús
- para sentarme a tu mesa,
- que al partir de nuevo el pan
- descubrirás mi Presencia.
* Que ¿dónde estoy?, me preguntas.
- Estoy aquí con vosotros,
- con el alma en flor despierta
- en esta Pascua de Amor
- galopando por la venas
- de vuestra sangre empapada
- de un Dios que vive y que sueña.
* Que ¿dónde estoy?, me preguntas.
- Desnúdate a la sorpresa,
- abre los ojos y mira hacia dentro y hacia afuera,
- que en el lagar del dolor y en la noria del amor, Yo, tu Dios, llamo a la puerta.
- Que ¿dónde estoy?, me preguntas.
- Resucitado a tu vera.
- Gritad conmigo: ¡Aleluya!
- Ha merecido la pena.
Seréis testigos, amigos, de esta verdad verdadera:
- Resucité del sepulcro y cielo se hizo la tierra.
* Que ¿dónde estoy?, me preguntas. -En tu vida, es la respuesta.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (1) , n. 42.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (II), n. 36.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
31
VIRGEN MARÍA
«Se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá»
(Lc 1, 39). «Caminemos a la luz del Señor» (Is 2, 5).
31. 1. EL SÍ DE MARÍA
Todo el mundo está esperando Virgen Santa vuestro sí; no detengáis más ahí al
mensajero dudando... Dad presto consentimiento; sabed que está tan contento de vuestra
persona Dios, que no demanda de Vos sino vuestro asentimiento (C. de Castillejo).
31.2. MARÍA ES ESTRELLA DE LA EVANGELIZACIÓN
Escribe Alain: «De la navegación nos ha venido la idea paradójica según la cual para
saber dónde nos encontramos, hay que mirar al cielo».
En los albores del tercer milenio levantemos los ojos a María, Estrella de la
evangelización, para saber dónde nos encontramos personal y socialmente. Ella es
nuestro Norte, Nuestra Estrella y nuestra Brújula...
31.3. MARÍA Y DIOS
Don Miguel de Unamuno escribió en su Diario íntimo:
«He llegado hasta el ateísmo intelectual. Imaginaba un mundo sin Dios, pero ahora veo
que siempre conservé una oculta fe en la Virgen María... En momentos de apuro, se me
escapa maquinalmente esta exclamación: «María, Madre de Misericordia,
115
favoréceme»...
María es, de todos los misterios, el más dulce. La mujer es la base de la tradición en las
sociedades, es la calma en la agitación, el reposo en las luchas. La Virgen es la
sencillez, la ternura. Sedes Sapientiae, y no Scientiae. Asiento de la sabiduría...
Pasan imperios, teorías, doctrinas, glorias, mundos enteros, y quedan en pie la eterna
calma, la eterna virginidad y la eterna maternidad.
El misterio de la pureza y el misterio de la virginidad».
31.4. MARÍA - MAYO
¿Qué le grita mayo a la Virgen? Le grita en la rosa y en su color encendido: amor y en
su fragancia: simpatía. Le grita en el lirio: admiración. Y en el narciso: emoción y
lirismo.
Toda la naturaleza es un piropo a la Virgen. Pero ese es un mundo inanimado. Hay otro
mundo que es el nuestro: el del pensamiento y el del corazón. «Un solo pensamiento
vale más que todo el universo», afirma Santo Tomás.
¿Qué le grita este mundo del pensamiento humano y del corazón humano, qué le grita a
la Virgen en este mes de mayo?
Un pensamiento blanco, un pensamiento puro es el reflejo de la Virgen, y reflejar a Ella
es la mayor aspiración del cristiano y también de María.
Un corazón ardiente, con inclinaciones y pasiones sanas, serenas y limpias, es un espejo
de María. ¡Feliz el cristiano, que refleje limpiamente!
La naturaleza en mayo es una sinfonía para María; pero la dedicación de esa sinfonía la
tiene en el corazón y en el pensamiento, solamente el hombre.
31. 5. CON FLORES A MARÍA PARA MAYO
1. Rosa
CARIDAD
2. Nardo
FE
3. Romero
ESPERANZA
4. Violeta
HUMILDAD
5. Amapola
GLORIA
6. Dalia
FORTALEZA
7. Albahaca
GOZO ESPIRITUAL
8. Alhelí
RECTITUD
9. Jacinto
JUSTICIA
10. Madreselva
VIGILANCIA
11. Sensitiva
RECATO
12. Maravilla
PRUDENCIA
13. Narciso
MEDITACIÓN
14. Hortensia
PAZ
15. Magnolia
DISCRECIÓN
16. Margarita
BONDAD
17. Mejorana
FELICIDAD
18. Tulipán
GENEROSIDAD
19. Lila
MANSEDUMBRE
20. Azucena
CASTIDAD
21. Lirio
PUNTUALIDAD
22. Geranio
AUSTERIDAD
23. Azahar
BUEN EJEMPLO
24. Jazmín
AMABILIDAD
25. Girasol
PRESENCIA DE DIOS
26. Pasionaria
MORTIFICACIÓN
27. Clavel encamado FRATEMIDAD
28. Crisantemo
ORACIÓN POR DIFUNTOS
29. Clavel blanco
ALEGRÍA
30. Gladiolo
OBEDIENCIA
31. Siempreviva
PERSEVERANCIA
31. 6. LOS SIETE DOLORES DE MARÍA
116
1º María acoge en la fe la profecía de Simeón (Le 2, 34-35).
2° María huye a Egipto con Jesús y José (Mt 2, 13-14).
3° María busca a Jesús perdido en Jerusalén (Le 2, 43-45).
4° María encuentra a Jesús camino del Calvario (Le 2, 43-45).
5° María está junto a la cruz de su Hijo (Jn 19, 25-27).
6° María recibe en su seno a Jesús bajado de la cruz (Me 15, 42-45).
7° María entrega al sepulcro el cuerpo de Jesús en espera de la resurrección (Jn 19, 4042).
31.7. MARÍA, CONSOLADA Y CONSOLADORA
María es la consolada con el dulce consuelo del espíritu. Desde el principio Dios la
sonríe y la bendice con bendición entera y radical. Estos son los ecos de esta bendición:
*- «Alégrate, María».
*- «Bendita tú... y bendito el fruto de tu vientre».
*- «Dichosa tu que has creído».
*- «Dichosa me dirán todas las generaciones».
*María es la hija de la bendición y del consuelo, como lo fue, en figura lejana, Sara, a la
que Dios hizo reír con la bendición del hijo; como lo fue Raquel, a la que Dios «le quitó
su afrenta» (Gn 30, 23) con el hijo José; como lo fue Ana, madre de Samuel la que
cantó el primer Magnificat: «Mi corazón exulta en el Señor... porque me he gozado en
tu socorro» (1 S 2, 1).
*Cuando Dios bendice y consuela a María, le está regalando pañuelos para que ella
pueda enjugar las lágrimas de Eva. Porque no había consuelo para ella. Así como Pedro,
cada vez que cantaba el gallo se echaba a llorar, Eva, cada vez que veía a la serpiente o
a la manzana, era un río de lágrimas. Así hasta que apareció María.
*María está hecha para consolar a Eva. Es realmente un llanto difícil de consolar.
Porque llora Eva en todas las mujeres apenadas y en todos los hombres dolientes:
-llora Eva en Raquel «que llora por sus hijos y no quiere consolarse, porque ya no
existen» (Mt 2, 18; cf Jr 31, 15);
-llora en Jerusalén: «Llora que llora por la noche, las lágrimas surcan sus mejillas: Ni
uno hay que la consuele entre todos sus amantes» (Lam 1, 2);
-llora en Sión sin consuelo: «Llamad a las plañideras, que vengan,... que entonen por
nosotros una lamentación. Dejen caer lágrimas nuestros ojos y nuestros párpados den
curso al llanto (Jr 9, 16).
-llora en todas las plañideras de todos los tiempos por ellas mismas y por los demás (cf
Mt 9, 23);
-llora en las mujeres piadosas que van detrás de todos los condenados: «Llorad por
vosotras y por vuestros hijos» (Lc 23, 28);
-llora en Job y en todos los torturados de la vida: «Como alimento viene mi suspiro,
como el agua se derraman mis lamentos» (Jb 3, 24).
-llora en todos los desterrados y desgraciados: «Son mis lágrimas mi pan de día y de
noche» (Sal 41, 42, 4).
-María sabe consolar divinamente. Ella prolonga la compasión y el consuelo de Cristo,
el que sabía decir: «Mujer, no llores» (Le 7, 13). Y el que se atreve a llamar dichosos a
los que lloran.
-Te recordamos, Madre, que muchos hijos tuyos siguen llorando. Podríamos presentar
una lista muy larga. No parecen tener consuelo. Llénales de tu temura. Míralos con esos
tus ojos misericordiosos. Diles que pueden ser dichosos, que Dios está con ellos. Para
nosotros no te pedimos tanto el consuelo, sino que nos ayudes a ser consoladores, que
sepamos consolamos mutuamente.
31.8. DIALOGANDO CON MARÍA
*Tú eres, María, la experiencia más bella del Evangelio. En Ti Dios se ha hecho Noticia
Buena para el hombre.
*Eres como la luz del alba que abre camino al Sol; eres esa estrella matutina que
anuncia el Día.
*Eres la mujer creyente que acoge y guarda la Palabra, la mujer joven que entra en el
plan de Dios libre y gozosa.
117
*Eres estilo de vida, nuevo y fascinante en la historia.
*Eres, María, la Virgen bella y fecunda de Nazaret.
-Mi corazón joven se alegra ante tu presencia luminosa;
- mi corazón joven busca en el tuyo un camino de verdad;
- mi corazón joven se abre a tu vida limpia y profunda;
- mi corazón joven busca en tus ojos un camino en libertad.
* Me siento feliz porque eres Madre y eres Virgen;
- me siento feliz porque eres como un lago profundo de paz;
- me siento feliz porque eres limpia como la luz de las estrellas;
- me siento feliz porque eres libre como el agua de manantial.
* Eras joven, María, cuando revolucionaste la Historia;
- eras joven cuando Dios, de puntillas, llamó a tu puerta;
- eras joven cuando dijiste «sí» a su proyecto de vida;
- eras joven cuando diste, decidida, respuesta a su plan.
* Eras joven y te abriste a Dios como la flor al sol;
- eras joven y dejaste a Dios que entrara libre en tu tienda;
- eras joven y tus alas alzaron el vuelo hasta la cumbre;
- eras joven y en tu vida, con Dios, entró el ritmo de la fiesta.
* Tu corazón joven dijo: ¿Cómo podrá ser esto? ¿Cómo?
* Tu corazón joven dijo: He aquí la esclava.
* Tu corazón joven dijo: Mi alma glorifica al Señor.
* Tu corazón joven dijo: Hágase en mí según tu palabra.
* Tu corazón joven dijo: Tus caminos son mis caminos.
* Tu corazón joven dijo: ¡qué quieres, Señor, que yo haga?
* Tu corazón joven dijo: Tu proyecto es mi proyecto.
* Tu corazón joven dijo: Me alegro en el Dios que me salva. * Gracias, María, por tu
corazón bueno y disponible.
*Gracias, María, por tu corazón de ojos límpios y puros.
*Gracias, María, por tu corazón sincero y transparente.
*Gracias, María, por tu corazón claro y luminoso.
*Gracias, María, por tu corazón sencillo y humilde.
*Gracias, María, por tu corazón lleno de luz y de amor.
* Gracias, María, por tu corazón abierto al infinito.
*Gracias, María, por tu corazón joven, sencillamente joven.
* Aquí me tienes, en busca de un camino libre de fe.
- Aquí me tienes, en busca de un proyecto de vida.
-Aquí me tienes, en busca de Alguien en quien dejar mi amor.
- Aquí me tienes, en busca de semillas de alegría.
- Aquí me tienes, en busca de paz y bien.
- Aquí me tienes, en busca del rostro de Dios vivo.
- Aquí me tienes, en busca de la libertad perdida.
¡Gloria a ti, María, Casa donde Dios mora!
¡Gloria a ti, Madre de Cristo y Madre mía!
31.9. NUEVA LETANÍA
El 14 de febrero de 1983 la Sagrada Congregación para los Sacramentos y el Culto
Divino aprobaba el ritual de la coronación de una imagen de Santa María Virgen,
preparado por la Comisión Episcopal Española de Liturgia, en el que se incluye esta
nueva «súplica litánica»:
Santa María, Madre de Dios,
Santa Virgen de las vírgenes.
Hija predilecta del Padre.
Madre de Cristo Rey.
Gloria del Espíritu Santo.
Virgen Hija de Sión.
Virgen pobre y humilde.
Virgen sencilla y obediente.
Esclava del Señor.
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Madre del Señor.
Colaboradora del Redentor.
Llena de gracia.
Fuente de hermosura.
Conjunto de todas las virtudes.
Fruto escogido de la redención.
Discípula perfecta de Cristo.
Imagen Purísima de la Iglesia.
Mujer nueva.
Mujer vestida de sol.
Mujer coronada de estrellas.
Señora llena de benignidad.
Señora llena de clemencia.
Señora nuestra.
Alegría de Israel.
Esplendor de la Iglesia.
Honor del género humano.
Abogada de la gracia.
Dispensadora de la piedad.
Auxiliadora del pueblo de Dios.
Reina de la caridad.
Reina de la misericordia.
Reina de la paz.
Reina de los ángeles.
Reina de los patriarcas.
Reina de los profetas.
Reina de los confesores.
Reina de las vírgenes.
Reina de todos los Santos.
Reina concebida sin pecado original.
Reina asunta a los cielos.
Reina del mundo.
Reina del cielo.
Reina del universo.
31. 10. OTRA NUEVA LETANÍA
Señor Padre, escúchanos.
Cristo Niño, escúchanos.
Señor Padre, óyenos.
Padre de los Cielos, mira que somos pequeños.
Hijo Jesús, Redentor, mira que somos pequeños. Espíritu Santo del Amor, mira que
somos pequeños.
Tres en Uno por que os amáis, mira que somos pequeños.
Señora del agua, que seamos limpios.
Hierba para que tu hijo pise, que seamos humildes.
Árbol para estar junto al camino dando sombra y sin pedir nada, mira que te
necesitamos.
Reina de corazones, danos corazón. Lengua de los pájaros, danos tu música. Libro
abierto, danos sabiduría.
Lámpara del mundo, déjanos andar en Luz.
Luna para los hijos de la noche, danos tu caridad azul. Lluvia para las tierras secas, da
frescura a nuestra alma. Manos para la fiebre, da caricia a nuestra fiebre. Nube para el
mediodía, danos sombra compasiva. Señora del mar, danos la sal que evita la
corrupción. Ojos para la vista, ten piedad de los ciegos. Color de las mariposas, haznos
de viento y sol. Oasis de caminantes, danos naranjas. Envidia de la paloma, haznos
blancos. Garganta de risa fresca, déjanos sonreír. Sol contra tinieblas, déjanos sombra.
Mediodía del tiempo, adelanta nuestros relojes. Avergonzadora de tormentas, no nos
dejes con miedo. Vida que se renueva, no nos dejes morir a Cristo.
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31.12. BIENES QUE TRAE EL REZO DEL SANTO ROSARIO
(Pareados)
Quien quiera bendiciones, paz y alegría, rezar, debe EL ROSARIO, todos los días.
Para guardar los hijos en inocencia, rezarás EL ROSARIO con reverencia.
Si de casa, los males, ahuyentar quieres, templada, en EL ROSARIO, un arma tienes.
La puerta del infierno tiene cerrada, alma que, del ROSARIO, siempre está armada.
Las cuentas DEL ROSARIO son escaleras, para subir al Cielo, las almas buenas.
Labrador, si tú quieres frutos del campo, los obtendrás copiosos con EL ROSARIO.
Joven, si tú deseas, luz en tu mente, reza a María EL ROSARIO fr:ecuentemente.
Si tu pureza, joven, quieres guardar, reza pronto EL ROSARIO, al despertar.
El alma de los niños, guarda María, si rezan EL ROSARIO, en cada día.
Si en el hogar deseas la bendición, reza en familia EL ROSARIO, con gran amor.
Si en tu vida, EL ROSARIO fue tu vivir, hallarás gran consuelo en el morir.
Si EL ROSARIO propagas con valentía, obtendrás bendiciones toda la vida.
Si la Paz en el mundo quieres hallar, reza siempre EL ROSARIO, y la hallarás.
Sacerdote, si al alma quieres salvar, di que EL ROSARIO rece y la salvarás.
Si EL ROSARIO rezare el pecador, le alcanzará María, su conversión.
Si tus pecados quieres que Dios perdone, EL ROSARIO en tus manos, no lo abandones.
Si alcanzar de Dios quieres a tí el perdón, reza EL ROSARIO, hermano, con gran
fervor.
Si deseas, cristiano, larga tu vida, tu oración sea EL ROSARIO, en cada día.
Si al enemigo malo quieres vencer, si rezas EL ROSARIO, ¡no has de perder!
El consuelo halla siempre en la tentación, quien rezare EL ROSARIO con gran amor.
Quien a María en vida EL ROSARIO rezó, le acogerá, en su muerte, su Corazón.
Nunca te canses, hijo, EL ROSARIO de rezar, que, en el Cielo ¡seguro! te has de
alegrar.
Gozan paz y contento toda la vida, los que EL ROSARIO rezan siempre a María.
EL ROSARIO es el arma con que se vence inundo, demonio y carne, hasta la muerte.
¡Cristianos!, cada día, sea nuestra oración, rezar siempre EL ROSARIO con devoción!
A quienes lo rezan, alcanzará María la Vida Eterna.
31.13. EL ESCAPULARIO DEL CARMEN: VESTIDO DE MARÍA
Los carmelitas nacieron en las laderas del Monte Carmelo, en Palestina, a finales del
siglo XII.
Ya en Europa, el General de la Orden, San Simón Stock, saludaba a la Virgen
pidiéndole protegiera a la Orden mientras le recitaba esta plegaria compuesta por él y
que los carmelitas cantan cada día:
«¡Oh flor del Carmelo!, viña florida, esplendor del cielo, Virgen fecunda y singular.
¡Oh Madre tierna!, intacta de hombre, a los carmelitas proteja tu nombre (da
privilegios), estrella del mar».
Según la tradición, el 16 de julio de 1251 se le apareció la Virgen María, y, mostrándole
el santo escapulario del Carmen, le dijo:
«Recibe, hijo amadísimo, este escapulario. Él será privilegio para ti y para todos los
carmelitas: quien muriera con él no padecerá el fuego del infierno, es decir el que
muera con él se salvará.
Pronto se extendió esta devoción por toda la Iglesia.
Por ello el 11. 2. 1950 en la preciosa Carta que el papa Pío XII escribió sobre el
Escapulario del Carmen, decía:
«Entre las devociones que los cristianos dedican a honrar a María debe colocarse, ante
todo, la devoción del escapulario de los carmelitas».
* La Iglesia recomienda vivamente que se lleve día y noche el escapulario -vestido de
María-, aunque su uso permanente no sea indispensable para ganar las indulgencias.
* El escapulario de tela -que se recomienda por simbolizar mejor el vestido y
consagración a María- puede ser sustituido por la medalla-escapulario.
* Quien viste el escapulario del Carmen debe distinguirse por una profunda, sincera y
120
filial devoción a la Santísima Virgen, esforzándose siempre por:
a) conocer,
b) amar;
c) imitar;
d) irradiar a María, ya que la Orden del Carmen -a la que pertenece por vestir su hábitotiene como finalidad vivir su vida y extender su culto.
• El papa Juan Pablo II decía en una parroquia de Roma el 15. 1. 1989: «Así como el
bautismo me concedió la primera gracia... que el vestir el Escapulario del Carmen me
ayude a no mancharla. Gracias, Madre del Carmen, por el don de tu vestido».
• La Virgen del Carmen es la advocación mariana más popular en el pueblo cristiano.
Es la Patrona de la gente del mar, de las almas del Purgatorio y de muchas naciones y
entidades. Así se autopresenta la Virgen del Carmen: «En la vida, protejo; en la muerte,
ayudo; y, después de la muerte, salvo».
• El cardenal Gomá (+1940) decía que esta devoción del Escapulario del Carmen «es
devoción universal o católica, como la misma Iglesia».
• El papa Pío XII el 5.8.1950 afirmaba ante miles de peregrinos carmelitas:
«Esta devoción del escapulario del Carmen ha hecho correr por el inundo un río
inmenso de gracias espirituales y temporales».
31. 14. PRECES LITÁNICAS PARA LA FIESTA DE SANTA MARÍA REINA
Para que María desempeñe mejor su oficio de Reina, Dios le concedió un claro
conocimiento de todas nuestras necesidades, un corazón compasivo para desear
remediarlo y un poder soberano para socorremos.
Repetiremos con fe plena: Reina y Madre, en Ti confiamos.
- Porque eres Reina y Señora de todo lo creado, Reina y Madre, en Ti confiamos.
- Porque hemos experimentado la bondad en tu purísimo Corazón, Reina y Madre, en Ti
confiamos.
- Porque eres Reina y Madre de misericordia, Reina y Madre, en Ti confiamos.
- Porque eres Mediadora entre Dios y los hombres, Reina y Madre, en Ti confiamos.
- Porque eres Dispensadora de todas las gracias, Reina y Madre, en Ti confiamos.
- Porque eres la puerta por la que, aun los más grandes pecadores, si a Ti acuden
sinceramente arrepentidos, logran entrar en el cielo, Reina y Madre, en Ti confiamos.
- Porque por Ti se santificaron cuantos santos hay en el cielo, Reina y Madre, en Ti
confiamos.
- Porque te amamos de todo corazón y deseamos amarte más y verte en el cielo. Reina y
Madre, en Ti confiamos.
Oremos: Oh Señor y Dios nuestro, todopoderoso y eterno, que tantas maravillas hiciste
en aquella humilde Virgen, Madre tuya, a la que también miramos como verdadera
reina y Madre nuestra, concédenos por su intercesión que logremos servirte fielmente en
la vida, para glorificarte con Ella eternamente en el cielo.
Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo que contigo vive y reina en unión del
Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Así sea.
31. 15. LETANÍAS A MARÍA
Santa María, madre de Dios Virgen, madre de Cristo
Santa María, madre de Jesús el Emmanuel madre de Jesús, el Salvador
Santa María, madre concebida sin pecado madre de los pecadores
Santa María, madre del amor hermoso madre de la vida.
Santa María, madre de la misericordia madre de la esperanza
Santa María, madre de la Iglesia madre de todos los hombres
Santa María, virgen llena de gracia virgen toda santa.
Santa María, virgen humilde virgen pobre
Santa María, virgen dolorosa virgen gloriosa
Santa María, sombra de Dios, heredera de la promesa
Santa María, sierva del Señor oidora de la Palabra
Santa María, arca de la Alianza nave de Cristo
Santa María, templo del Espíritu Santo campo florecido
Santa María, estrella que no se apaga puerta del cielo
121
Santa María, lámpara perenne mujer bendita entre las mujeres
Santa María, mediadora de la gracia dispensadora de la paz
Santa María, tierra nueva libro abierto a los hombres
Santa María, bendición del mundo puerto de la vida
Santa María, consuelo de los que lloran abogada de los oprimidos
Santa María, salud de los enfermos refugio de los pecadores
Reina elevada al cielo Reina del mundo que ha de venir.
31.16. ORACIÓN A LA VIRGEN
María:
cercanía del Señor, diste a luz a Jesús, el Salvador. Engéndranos también a nosotros en
el amor. Queremos ser hijos también tuyos, de Dios. Danos, Señora de la aurora, tu
bendición.
María, perfección consumada, ideal humano, amiga, esclava. María, no eres diva,
poderosa, rica, primera dama, entre nubes lejana.
María, eres pequeña y pobre, estás en la calle, en casa; María, más que en los templos,
estás en el corazón, muy dentro.
María, maravilla de humanidad. Naciste y viviste en la verdad.
Bordada e impregnada en caridad.
Siempre libre, siempre humilde, entregada a los demás. Has vencido al enemigo,
Satanás. Haznos fuertes y valientes contra el mal. Bella rosa, limpia esposa de la santa
Trinidad.
31.17. SER COPIA - REFLEJO DE MARÍA
Chiara Lubich, fundadora del Movimiento Focolar es profundamente mariana. Un día
reveló este secreto sobre el papel que la Virgen María debe ocupar en nuestra vida:
«Entré un día en la iglesia, y con el corazón lleno de confianza pregunté:
- ¿Por qué quisiste quedarte en la tierra, en todos los lugares de la tierra, en la dulcísima
Eucaristía, y no encontraste -Tú que eres Dios- un modo de traer y dejar también aquí a
María, la Madre de todos nosotros que peregrinamos en el inundo?
En el silencio parecía responder:
- «No la traje porque quiero volver a verla en ti. Aunque no seáis inmaculados, mi amor
os virginizará; y tú, vosotros, abriréis los brazos y el corazón de madres a la
Humanidad, que, como entonces, tiene sed de su Dios y de la madre de Él. A vosotros,
pues, os corresponde mitigar los dolores, las llagas, enjugar las lágrimas. Canta las
letanías y trata de reflejarte en ellas».
Cuentan que en seguida fue a compartir esta experiencia de su oración con sus
compañeras del focolar, y que desde entonces comprendieron bien lo que Dios quería de
ellas es hacer de María realmente su «deber ser».
31.18. MARÍA, SENDERO DE DIOS
Hoy se llena mi vacío, cuando te llamo, María, tú eres nuestro amparo y guía, por los
caminos de Dios. Buscando voy por la vida, quien me conduzca a Jesús, y ese sendero
eres tú, María, y ese sendero eres tú. No hay amargura en tu vida, sólo amor y
comprensión, tú eres de Dios ilusión, María, tú eres de Dios ilusión. Quisiera vivir
contigo, tu dedicación a Dios, hazme sentir tu canción, María, hazme sentir tu canción.
Saber que cuento contigo, hace mi vida feliz, quiero prolongar tu «sí», María, quiero
prolongar tu «sí».
31.19. ¡MADRE!, ¡QUE NO NOS CANSEMOS...!
¡Madre Inmaculada! ¡Que no nos cansemos! ¡Madre nuestra! ¡Una petición: Que no nos
cansemos!
Sí, aunque el desaliento por el poco fruto o por la ingratitud nos asalte, aunque la
flaqueza nos ablande, aunque el furor del enemigo nos persiga y nos calumnie, aunque
nos falten el dinero y los auxilios humanos, aunque vinieran al suelo nuestras obras y
tuviéramos que empezar de nuevo... ¡Madre querida!... ¡Que no nos cansemos!
Firmes, decididos, alentados, sonrientes siempre, con los ojos de la cara fijos en el
prójimo y en sus necesidades, para socorrerlos y con los ojos del alma fijos en el
122
Corazón de Jesús que está en el Sagrario, ocupemos nuestro puesto, el que a cada uno
nos ha señalado Dios.
¡Nada de volver la cara atrás! ¡Nada de cruzarse de brazos! ¡Nada de estériles lamentos!
Mientras nos quede una gota de sangre que derramar, unas monedas que repartir, un
poco de energía que gastar, una palabra que decir, un aliento de nuestro corazón, un
poco de fuerza en nuestras manos o en nuestros pies, que puedan servir para dar gloria a
Él y a TI y para hacer un poco de bien a nuestros hermanos...
¡Madre mía, por última vez! ¡MORIR antes que cansamos!
(Obispo D. Manuel González).
31.20. ACTO DE CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN
Virgen del Carmen, llevo tu santo escapulario como signo de consagración a ti. Y por
eso me siento posesión tuya.
En tus manos, Madre, pongo todo lo que soy y todo lo que quiero ser: mi vida y mi
muerte.
Ya que te pertenezco totalmente, me atrevo, Señora, a invocar tu protección sobre la
Iglesia, la Orden del Carmen y el mundo entero. En particular, te pido por mis
necesidades y las de mi familia.
Abogada nuestra, vuelve esos tus ojos misericordiosos a tus hijos, los hombres, para
alejar de ellos la guerra, la opresión, el paro, el hambre, la enfermedad, el sufrimiento...
Virgen del Carmen, que ¡ni consagración a ti, empezada ahora en el destierro, se
consume en la Patria por toda la eternidad. Amén.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caninos de santidad: Decálogos que dirigen (1) , n. 43.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (II), n. 37.
Caminos de santidad: Bienaventuranzas que bendicen: A II, n.8, 9, 14.
Caminos de santidad: Ejemplos que edifican (V), n. 49.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
32
VIRTUDES Y VICIOS
«Jamás olvidaré tus decretos (caminos), pues con ellos me diste vida» (Sal 118).
32. 1. AMBICIÓN
Ese mal de la ambición que hace al alma tanto daño, míralo con desengaño, pero nunca
una pasión. Marcha por sendas andadas, va siempre con pasos fijos, para él no hay
padres ni hijos, ni hay hermanos ni hay amadas. Siempre con afán creciente, en cuanto
mira delante ve sólo un inconveniente. Brillar, vivir de este modo y, ceñirse una corona.
Esto para el que ambiciona es amor, es dicha, es todo.
Los honores y el dinero son un castillo precioso, en que se halla prisionero el corazón
ambicioso.
Rueda el dinero, y el hombre corre tras él sudoroso; cuanto más dinero alcanza se
vuelve más ambicioso.
32.2. CARIDAD
Caridad. Palabra bella que como lluvia en la fuente con un pespunte silente borda
fragmentos de estrella, y al copiar las luces de ella que nos inunde de amor y en una
cuna hecha flor le diga a la cristiandad: ¡La falta de caridad es el pecado mayor!
32.3. ESTO ES CARIDAD
* El anarquista Mourchol había intentado estrangular en París al cura Dellaplache.
El desgraciado fue condenado y encerrado en un manicomio en octubre de 1904.
¿Pero quién se haría cargo de los cinco hijos que él dejaba sumidos en la miseria?
No es difícil adivinarlo: el cura Dellaplache.
* San Ambrosio escribía ser cosa vergonzosa tener vasos de oro en los altares mientras
hubiera cautivos que rescatar.
* Años más tarde, al ver Italia devastada por el hambre y por la invasión de los
123
bárbaros, se cuenta que San Gregorio tenía tal concepto de sus obligaciones, que se
abstuvo de decir misa, cual si hubiese cometido un asesinato, al saber que un pobre
hombre fue encontrado en Roma, muerto de hambre.
32.4. APOLOGÍA DE (S. PABLO) LA CARIDAD
«La caridad es paciente, es benigna, la caridad no es envidiosa, la caridad no es
inconsiderada, no se infla de orgullo, la caridad no hace nada inconveniente. No busca
interés, no se irrita, no se alegra del mal, excusa todo, espera todo, soporta todo» (1 Cor,
13).
32. 5. DELICADEZAS DE LA CARIDAD
Respecto a las comodidades, nuestro lema ha de ser: «No lo que yo quiera, sino lo que
quieran los demás».
*¿Me piden el asiento?... Lo cedo.
*¿Les gusta una corriente de aire que a mí me molesta?... Lo soporto.
* ¿Es preciso que pierda el tiempo en una conversación?... Lo pierdo.
*¿Me exigen un trabajo inútil que a alguno va a dar gozo?... Lo ejecuto.
*¿Me obligan a fastidiarme e interrumpir una plegaria o un estudio para escuchar a
alguien y prestarle un servicio?... Me fastidio.
*¿He de renunciar a una excursión largo tiempo esperada, para que la aproveche otro
que tiene gran ilusión en ella?... Renuncio.
- Dios devolverá con creces lo que regale a los demás. - Seré de todos, para ganarlos a
todos para Jesucristo.
32.6. CARIDAD QUE NO CUESTA DINERO
- Forzar la imaginación para reconstruir fielmente la situación del prójimo
- Ponerse en su lugar y obrar en consecuencia.
- Aprobar cuanto de bueno se hace en el mundo.
- Cultivar la simpatía de todos y a todas las horas.
- Estimular los buenos deseos y animar todo lo grande.
- Hacer limpieza en el archivo de nuestros recuerdos.
- Olvidar sin guardar rencor.
- Perdonar y pedir perdón.
-Aparecer como si se estuviera de buen humor, aunque se esté del todo lo contrario.
- Ponerse a disposición de los demás, aunque no nos lo pidan.
- Adivinar los deseos de los demás.
- Respetar las ideas, no los errores.
- Crear buen ambiente a la buena causa.
- Facilitar la labor de otros.
- Aguantar a pesados y tratar con antipáticos.
- Ponerlo todo.
32.7. ESPERANZA
A quien nos pregunta por qué somos hombres de esperanza, a pesar de la actual crisis, le
puedo responder:
- Porque creo que Dios es nuevo cada mañana.
- Porque creo que está creando el mundo en este mismo momento.
- No lo ha creado en un pasado nebuloso, dejándolo en el olvido desde entonces.
- Está sucediendo ahora; por eso tenemos que estar dispuestos a esperar lo inesperado de
Dios.
- Los caminos de la Providencia son absolutamente sorprendentes.
- No están sujetos al determinismo ni a los sombríos pronósticos de los sociólogos.
- Dios está aquí, junto a nosotros, imprevisible y amoroso.
- Soy hombre de esperanza y no por razones humanas ni por un natural optimismo, sino
sencillamente porque creo que el Espíritu Santo actúa en la Iglesia y en el mundo,
incluso allí donde su nombre es ignorado.
- Soy optimista porque creo que el Espíritu Santo es siempre el Espíritu creador que
ofrece cada mañana, a quien sabe acogerlo, una libertad nueva y una gran dosis de
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alegría y de esperanza.
* La dilatada historia de la Iglesia está llena de maravillas del Espíritu Santo.
- Juan XXIII fue una de ellas. El Concilio, otra.
No esperábamos ni al uno ni al otro.
- ¿Quién se atrevería a decir que la imaginación y el amor de Dios se han agotado?
- Esperar es un deber, no un lujo.
- Esperar no es soñar, sino el modo de transformar un sueño en realidad.
- ¡Felices los que tienen la audacia de soñar y están dispuestos a pagar el precio
necesario para que su sueño tome cuerpo en la historia de los hombres! (Cardenal
Suenens).
32.8. EL DOLOR
No hay como saber sufrir con entereza el dolor para saber combatir; que el dolor es la
mejor enseñanza de vivir. Él ayuda con su mano las empresas duraderas del vivir
fecundo y sano' él sabe aventar del grano la suciedad de las eras.
32.9. EL DINERO
El nos enseña a tener siempre el alma apercibida, y a esperar, y a no temer, y a dar su
justo valor a las cosas de la vida. Nos enseña a caminar por la vida, y a luchar con
ánimo bien templado para no desesperar ni aun esperar demasiado. (José Mª Pemán)
En la vida es el dinero, el más esencial factor; hace rico al pordiosero toma en mendigo
al banquero, es ley, justicia y amor.
Trafica en cuerpos humanos y cotiza almas banales vive entre hediondos gusanos que,
al tocarlos con sus manos, se convierten en caudales. Es canalla y es honrado es
bendito y condenado es mentira y es verdad: Siempre serás un pecado si no hay en ti
caridad.
32. 10. GRACIAS
Gracias, Señor, por nuestra vida.
Gracias, Señor, por la ilusión.
Gracias, Señor, por la esperanza.
Gracias de todo corazón.
Gracias, Señor, por cada hora.
Gracias, Señor, por cada flor.
Gracias, Señor, porque esperamos a que mañana brille el sol.
Gracias, Señor, por la sonrisa.
Gracias, Señor, por el calor.
Gracias, Señor, por cada hombre que aún confía en el amor.
Gracias, Señor, por los amigos. Gracias, Señor, por el amor.
Gracias, Señor, porque creemos en tu callada Redención.
32. 11. EFECTOS DE LA GRACIA
Hace obras tan maravillosas la gracia divina, que podemos decir que es la gran
maravilla entre las maravillas. Estos son sus efectos:
- Borra nuestros pecados y nos hace justos y santos.
- Participamos de la misma naturaleza divina.
-Nos hacemos hijos de Dios, herederos, por consiguiente, del cielo.
- Nos pone en condiciones de hacer obras meritorias.
- Por ella recuperamos los méritos que perdimos cuando cometimos un pecado mortal.
Vale, pues, la pena adquirir un tesoro tan valioso.
Es muy importante acercarse al santo tribunal de la Penitencia enseguida de haber
cometido un pecado mortal.
Y, una vez adquirida esa gracia santificante, conviene conservarla debidamente,
cumpliendo con exactitud todos nuestros deberes.
32.12. LA HONRADEZ
Jamás el puro espejo de tu conciencia sana empañes con la mancha de deshonrosa
acción; jamás con las miserias de la maldad liviana desmientas tu cristiana y honrada
125
educación. Jamás en el combate del bien y la impureza sucumba deshonrado tu noble
corazón, ni al tentador halago de terrenal riqueza, ni al material impulso de material
pasión. La honradez es ¿in tesoro tan verdadero, que no lo compra el oro del mundo
entero, pues la mayor riqueza de la existencia es la santa pureza de la conciencia. El
que ha ya manchado de lodo inmundo, un hombre despreciado será en el mundo, y el
que la haya perdido será ante el cielo réprobo maldecido más que en el suelo. No
extrañes que no premien en la existencia los sentimientos puros de tu conciencia. ¡El
hombre honrado por el Juez de los jueces será premiado!
(Gabriel y Galán).
32.13. FIDELIDAD
«La lámpara, al unirse, arde largamente; al separarse, en un momento se apaga».
«Sólo el que manda con amor es servido con fidelidad». «Que el amor siempre puede
perderse, es un hecho que no podemos aceptar como verdad».
«Si amas algo, déjalo libre. Si vuelve a ti, es tuyo. Si no vuelve, nunca lo fue».
«La fidelidad nos traerá la felicidad».
32.14. HOSPITALIDAD
«El servicio a la persona es siempre de un alto valor humanitario y cristiano».
«Sólo el enfermo que hemos asistido nos puede sanar». «Juan de Dios, el hombre para
los demás, apoyo de enfermos y necesitados».
«Yo dormía, y soñé que la vida era alegría. Me desperté y vi que la vida era servicio.
Serví, y comprendí que el servicio era alegría».
32.15. HUMILDAD
«La humildad es andar en verdad y sinceridad».
«Las estrellas no temen parecer gusanitos de luz».
«Solamente el humilde es el que nunca se siente humillado».
•
«Ignoro la verdad absoluta. Pero soy humilde ante mi ignorancia, y en ello residen
mi honor y mí recompensa».
•
«Se estima más a un humilde virtuoso que a un soberbio levantado».
•
«A quien se humilla, Dios le ensalza».
«El que es verdaderamente humilde, teme las alabanzas de los hombres».
32.16. LETANÍAS PARA ALCANZAR LA HUMILDAD
¡Jesús, manso y humilde de corazón!
Óyeme.
Líbrame, Jesús...
Del deseo de ser estimado.
Del deseo de ser lisonjeado.
Del deseo de ser alabado.
Del deseo de ser honrado.
Del deseo de ser aplaudido.
Del deseo de ser preferido a otros.
Del deseo de ser consultado.
Del deseo de tener aceptación.
Del temor de ser humillado.
Del temor de ser despreciado.
Del temor de ser reprendido.
Del temor de ser calumniado.
Del temor de ser olvidado.
Del temor de ser puesto en ridículo.
Del temor de ser injuriado.
Del temor de ser juzgado con malicia.
Que otros sean más amados que yo.
Que otros sean más estimados que yo.
Que otros crezcan en la opinión del mundo y yo me eclipse.
Que otros sean alabados y de mí no se haga caso.
126
Que otros sean empleados en cargos y a mí se me juzgue inútil.
Que otros sean preferidos a mí en todo.
Que todos los demás sean más santos que yo, con tal que yo sea todo lo santo que
pueda.
Jesús, concédeme la gracia de desearlo.
Oración:
¡Oh Jesús que, siendo Dios, te humillaste hasta la muerte y muerte de cruz, para ser
ejemplo perenne que confunda nuestro orgullo y amor propio! Concédenos la gracia de
aprender y practicar tu ejemplo para que, humillados como corresponde a nuestra
miseria aquí en la tierra, podamos ser ensalzados hasta gozar eternamente de Ti en el
cielo. Amén. (Cardenal Rafael Merrv del Val)
32.17. LAS MANOS BUENAS
Mano de la madre que acaricia al niño, no hay otra caricia de mayor cariño; mano del
infante ¡qué torpe pareces y cuántos milagros realizas a veces! Mano de la amada,
blanca mariposa; mano de la hermana, mano de la esposa: tenéis el secreto, manos de
mujer todo el halago que inspira el querer Mano del amigo, ¡recia mano buena, el
mejor consuelo si existe una pena; mano siempre augusta la del confesor, que absuelve,
bendice y nos da el Señor. Señor, si algún día del recto camino, cansado o vencido, me
voy a apartar, ¡que siga buscando mi eterno destino, que una de estas manos me sepa
guiar!
32.18. PEREGRINO
Como florece al borde del camino la zarza que motea la llanura
y ofrece al caminante su hermosura, oreando el ambiente campesino, así la, fe que guía
al peregrino en el abismo de la noche oscura, le sirve de acicate y de ventura para
llegar al fin de su destino. Llegará con la ropa destrozada, con la carne maltrecha '
lacerada, apoyado tan sólo en su bordón; pero la fe que le sirvió de guía, en tanto que
su cuerpo se moría, sostuvo, florecido, el corazón.
32.19. PERDÓN
«Podemos elevamos muy por encima de aquellos que nos ofenden,
perdonándolos».
«No hay amor sin perdón. No hay perdón sin paz».
« El perdón es la venganza de los hombres buenos».
«La paz no es ausencia de guerra, sino justicia querida por Dios».
32.20. NORMAS DE PRUDENCIA
No escribas más que lo que puedas firmar.
Habla bien de todos, y si no se puede, calla. El mejor aliado de la prudencia es el
silencio. La humildad es la base de todas las virtudes.
La valentía que no se funda sobre la base de la prudencia se llama temeridad.
32.21. OFRENDA AL CREADOR
El peregrino dijo:
Vengo a ofrecerte, Señor, el río caudaloso de la vida. Ese río que corre sin cesar, que se
precipita siempre sin volver los ojos, y en el que soy una gota perdida.
Té ofrendo la música armoniosa del Universo, la música que se derrama del mundo a
cada instante, en la que soy una nota imprescindible.
*ofrendo la luz inmarcesible de los astros, que brilla y germina en la naturaleza, en la
que soy un destello desconocido.
*ofrendo toda la gloria de las edades, todo el fulgor y toda la fuerza del tiempo infinito,
en el que soy un momento fugaz.
Quiero ofrendarte, en fin, el torrente insondable del dolor humano, que brota incesante
de las almas y de los cuerpos, y en el que mi dolor es un gemido ignorado.
32.22. LA PRUDENCIA
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¡Ah!, la prudencia, amigos míos, es la virtud de los viejos... Algunos jóvenes obran con
precipitación, a tontas y a locas, y no hay que extrañar que sus obras tengan siempre mal
resultado. Aprended bien de memoria estas reglas sobre la prudencia que daba «un viejo
muy prudente»:
- Antes de hablar, meditad bien lo que vais a decir.
- No os metáis en camisa de once varas, es decir, no os metáis en asuntos que no os
importan.
- No toméis una determinación seria sino después de tres días de reflexión.
- Por último, preguntaos si lo que vais a hacer no os causará ningún remordimiento
cuando os encontréis a punto de morir.
32.23. ¿PESIMISMO O REALIDAD?
Frágil barro, polvo inerte fuiste, mortal, al nacer; no es dado esquivar la suerte;
cuando viniere la muerte barro volverás a ser Cual flor que el céfiro riza y a la tarde
arrastra el viento, polvo de caña, paja, así, tras breve momento montón serás de ceniza.
Bien haya el que sin cesar recuerda que ha de morir, y con amargo pesar, más quiere
con Dios llorar que con el mundo reír
Humilla la enhiesta frente, mortal orgullo y vano, que contra el cielo, insolente, no ha
de alzarse el vil gusano cual si fuera independiente.
*que tan hinchado vas que a todos tienes en poco donde tú, soberbio estás, tan engreído
y tan loco, ¿qué eres tú? Polvo, no más.
32.24. ¿COLABORACIÓN AL MAL?
Un pájaro inocente, herido de una flecha guarnecida de acero y de plumas ligeras,
decía en su lenguaje con amargas querellas: «¡Oh crueles humanos, más crueles que
las fieras! Con nuestras propias alas que la Naturaleza nos dio, sin otras arrias para
propia defensa forjáis el instrumento de la desdicha nuestra, haciendo que, inocentes,
prestemos la materia. Pero no, no es extraño que así bárbaros sean aquellos que en su
ruina trabajan y no cesan: los unos y otros fraguan armas para la guerra, y es dar
contra sus vidas plumas para sus flechas» (Samaniego).
32.25. EL BUEN PASTOR DA LA VIDA POR SUS OVEJAS
Pastor que con tus silbos amorosos me despertaste del profundo sueño. TÚ, que hiciste
cayado de este leño en que tiendes los brazos amorosos, vuelve los ojos a mi fe,
piadosos, pues te confieso por mi amor y dueño, y la palabra de seguir empeño tus
dulces silbos y tus pies hermosos. Oye, Pastor, que por amores mueres, no te espante el
rigor de mis pecados, pues tan amigo de rendidos eres. Espera, pues, y escucha mis
cuidados, pero, ¿cómo te digo que me esperes, si estás, para esperar, los pies clavados?
(Lope de Vega)
32.26. BUEN SENTIDO
Un penitente, que vivía en una isla, fue a tierra firme a confesarse. Hacía un año que no
acudía al Sacramento de la Penitencia, y el sacerdote que lo atendió le preguntó por qué
no lo hacía con más frecuencia.
- «Padre, -dijo el isleño-, no dispongo del tiempo necesario para venir en barco».
-«¿Por qué no vienes en avión?»
-le preguntó el sacerdote.
- «El avión es demasiado caro para pecados veniales y demasiado arriesgado para
pecados mortales» -fue la respuesta.
32.27. RECONOCER LO QUE SOMOS
Existen cuatro clases de hombres:
1. El que no sabe e ignora que no sabe: es un tonto; huyan de él.
2. El que no sabe y reconoce que no sabe: es un ingenuo; enséñenle.
3. El que sabe e ignora que sabe: está dormido; despiértenlo.
4. El que sabe y reconoce que sabe: es un sabio; síganlo.
Quizás lo más duro que hay para cualquiera de nosotros, es ver claramente lo que
somos.
128
Muchos de los problemas que hay en el mundo provienen, como algo natural, de
aquellos que tratan de imponer un falso concepto de sí mismos a los demás. Nunca
podremos ayudar verdaderamente a los otros si no somos primero honrados con
nosotros mismos.
32.28. PERDÓN, SEÑOR
1. Por nuestra pequeñísima fe:
- Por nuestras dudas y desconfianzas.
- Por nuestros miedos y vergüenzas.
- Por nuestros cansancios y comodidades.
- Por nuestra falta de testimonio.
- Por nuestra rutina y desgana para orar.
2. Por nuestra débil esperanza:
- Por nuestros desánimos y desencantos.
- Por nuestros pesimismos y fijaciones.
- Por nuestro aturdimiento consumista y alienante.
- Por nuestras prisas e impaciencias.
- Por nuestra modorra y falta de vigilancia.
- Por nuestro olvido de la palabra de Dios.
3. Por nuestra tibia caridad:
- Por nuestra insolidaridad con los hermanos.
- Por nuestros gastos excesivos.
- Por la dureza de nuestro corazón.
- Por nuestras injusticias personales o estructurales.
- Por no preferir a los pobres.
- Por nuestras violencias y agresividades.
- Por nuestros rencores y enemistades.
- Por nuestro racismo y xenofobia.
- Por nuestras críticas y juicios temerarios.
- Por no ser constructores de la paz.
- Por nuestra insensibilidad ante el sufrimiento de los demás.
4. Y por todos nuestros pecados:
- Nuestras mentiras e hipocresías.
- Nuestras impurezas y deseos camales.
- Nuestro consumismo y deseos de tener.
- Nuestros excesos en la bebida o el tabaco.
- Nuestras faltas generalizadas de prudencia.
- Nuestra poca preparación profesional.
- Nuestro fraude social con Hacienda o en el trabajo.
* Por todos nuestros pecados de acción o de omisión, de pensamientos, palabras y
obras, ante Dios y ante los hombres. Oremos: Danos, Señor, la gracia de la conversión;
bautízanos con el fuego de tu Espíritu y haz de nosotros hombres nuevos, capaces de tu
amor y tu justicia.
32.29. RESIGNACIÓN
El cristiano e inmortal José María Pemán nos regaló esta hermosa poesía que él llamó
«Resignación», pero muy bien podía
llamarse «Conformidad» o «Aceptación de la voluntad de Dios».
Bendito seas, Señor, por tu infinita bondad; porque pones, con amor, sobre espinas de
dolor rosas de conformidad! ¡Qué triste es mi caminar!... Llevo en el pecho escondido
un gemido de pesar, y en mis labios un cantar para esconder mi gemido, es agua
murmuradora de corriente mansa y grave. Mi poesía soñadora que, al murmurar, no se
sabe si es que canta o es que llora. Y es que temiendo, Señor, que este inundo burlador
se burle de mis pesares, voy ahogando entre cantares los ayes de mi dolor No quiero
que en mi cantar mi pena se transparente; quiero sufrir y callar, no quiero dar a la
gente migajas de mi pesar. Tú sólo, Dios y Señor, Tú que por amor me hieres, Tú que,
con inmenso amor; pruebas con mayor dolor a las almas que más quieres. 7ú solo lo
129
has de saber, que sólo quiero contar mi secreto padecer a quien lo ha de comprender y
lo puede consolar
¡Bendito seas, Señor, por tu infinita bondad; porque pones, con amor, sobre espinas de
dolor rosas de conformidad! Será el dolor que viniere en buena hora recibido, venga,
pues que Dios lo quiere... ¿qué me importa yerme herido si es mi Dios el que me hiere?
Yo no me quejo, Señor; yo sé que el goce es dolor si se sufre por amar, y el padecer es
gozar si se padece de amor Sé que para el peregrino que gusta el placer divino de
padecer por amores, las espinas del camino se van convirtiendo en flores. Yo no me
quejo, Señor, yo quiero el alma tener lacerada de dolor, que el padecer por amor es
muy dulce padecer. Yo quiero sufrir, Señor; quiero, por amor, gozar la dulzura del
dolor; quiero hacer mi vida altar de un sacrificio de amor.
Vivir sin penas de amores es triste vivir sombrío, como el agua de un río que sin
árboles ni flores, va por un campo baldío.
Vida de falsa alegría, yo no te envidio; que el día que fuera mi vida así, temblando de
horror diría:
¡Dios se ha olvidado de mí! No huyáis penas y dolores con flaqueza de cobarde, ni
busquéis falsos amores que mueren, como las flores, en el morir de la tarde. Saber
sufrir y tener el alma recia y curtida es lo que importa saber; la ciencia del padecer es
la ciencia de la vida. No hay como saber sufrir con entereza el dolor para saber
compartir, que el dolor es la mejor enseñanza del vivir. El ayuda con su mano las
empresas duraderas del vivir fecundo y sano; él sabe aventar del grano la suciedad de
las eras. (J. Ma Pemán)
32.30. SOLEDAD Y COMPAÑÍA
No se puede vivir a solas. Como no se puede ser feliz a solas, ni trabajar a solas, ni
hacer nada a solas. Como diría el poeta:
«Poned atención: un corazón solitario no es un corazón».
«Pues: poned interés una persona solitaria vive al revés; una persona solitaria persona
no es». (A. Machado)
Si vive solitaria, se aísla, se achica, se amarga, se pudre, como el agua que no corre.
Pero, cuando hay convivencia, hay fiesta, hay enriquecimiento, hay libertad, hay vida.
Podríamos volver a la imagen de Dios, que no es, desde luego, una monada solitaria,
sino un abrazo fecundo, una familia unida, mejor, fusionada, una risa compartida, una
palabra comunicada.
32.31. SERENIDAD
Tuve el corazón dormido y la pasión apagada y con esto he conseguido una vida
sosegada. Dormida la juventud que dentro del alma había del corazón la inquietud, al
mismo tiempo dormía. Que los sentidos del alma permaneciendo en descanso son del
corazón la calma y de la pasión remanso. ¡Qué dulzura y bienestar y qué plácido vivir
sin tener que despertar para empezar a sufrir!
No desesperes jamás, si un día te sientes triste. El sol que quizá no viste relucirá luego
más.
Deja el alma entre las cosas que toques durante el día. (El jardín buscaba rosas sin saber
que las tenía).
Porque el descanso del sueño, si se duerme la pasión pone risa en nuestro ceño y paz en
el corazón. Sólo para la dulzura tenemos el alma abierta, mas el bienestar no dura
cuando la pasión despierta. No despiertes, corazón, de aquella serenidad, y en tu callada
oración lograrás la eternidad.
No te inquiete el ser famoso como una estatua de barro. El sendero más glorioso te
llegará uncido al carro de una estrella... Fugaz huella deja en la tierra su anhelo.
Más ella - tras su destino sigue un camino que lleva derecho al Cielo.
32.32. SERVICIO
El servicio es una forma estupenda de darse.
El servicio es una forma estupenda de amar.
No puede decir que ama quien permanece indiferente ante las necesidades de los
130
•
demás.
Debes ser posada siempre, abierta a las necesidades de todos.
Pozo que da agua a los sedientos.
Camino que se utiliza y se olvida.
32. 33. VERDAD
•
«No digas: He hallado la verdad, sino más bien: He hallado una verdad».
•
«¿Tu verdad?... No; la verdad. Y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela» (A.
Machado).
32.34. VIRTUDES TEOLOGALES
Hay una antorcha divina que aún al hombre que no ve alumbra, guía, ilumina.
¿Qué antorcha es ésta?... LA FE.
En la noche más sombría se ve un faro a lontananza, que sirve de norte y guía.
¿Cuál es éste?... LA ESPERANZA.
Para bien de los humanos, hay un ángel de bondad que a todos los hace hermanos. ¿y
cuál es?.... LA CARIDAD.
32.35. A SOLAS
¡Qué bien se vive así, qué bien, Dios mío!
¡Qué bien se vive así a Dios amando!
¡Qué bien se vive así por Dios viviendo!
¡Qué bien se vive así por Dios obrando!
Pero... no se llega hasta el Dios tres veces Santo, no se llega hasta Vos, oh rey divino,
por caminos de flores alfombrados.
¡Se llega con los pies ensangrentados por las duras espinas del camino!
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Caminos de santidad: Decálogos que dirigen (1) , n. 44.
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (II), n. 38.
Caminos de santidad: Ejemplos que edifican (V), n. 1, 5, 6, 8, 15, 18-21, 24, 32, 41-48.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI).
33
VOCACIÓN
«Considero tus decretos, y odio el camino de la mentira» (Sal 118).
33. 1. LLAMADAS DEL SEÑOR
A mi puerta llamaste con la aurora.
Yo apenas pude oír, que vivía perdido hora tras hora en soñar y reir.
Me llamaste mediada la mañana; mas tampoco te oí y persiguiendo una ilusión lejana,
la mañana perdí.
De nuevo me llamaste al mediodía. Si cantaba el amor en mi casa, y el oro, y la alegría,
¿cómo abrirte, Señor?
Por la tarde, repites tu llamada; y yo empiezo a temer que te canse mi puerta tan cerrada
y no quieras volver.
Mas ahora, ya noche, me has llamado; al fin, te dejo entrar, y me dices, sentándote a mi
lado: Acabo de llegar...
33.2. DIGNIDAD Y ALEGRÍA DE SER JÓVENES
Porque:
- «Somos jóvenes, somos un pueblo nuevo, muy diferente al pueblo antiguo: se nos ha
enseñado el bien totalmente nuevo.
Para nosotros:
- la fecundidad de la juventud,
- el ardor de conocer siempre más.
- Somos siempre jóvenes, siempre nuevos.
- Es preciso que seamos nuevos nosotros, que tenemos parte de la verdad del Verbo.
131
- Los que participan de lo eterno, deben parecerse a algo incorruptible.
- Se nos llama adolescentes.
-Toda nuestra vida es primavera, porque tenemos en nosotros la verdad, que no
envejece; y porque esa Verdad anima nuestra vida» (Clemente de Alejandría, s. III).
33.3. EL AMOR ES ETENO. NO ENVEJECE
«De ti recuerdo tu cariño juvenil, el amor de tu noviazgo» (Jr 2, 2).
Recuerdo tu amor, tu cariño juvenil, tus deseos de encontrarme y de seguirme.
Dejaste en tierna edad la casa de tus padres, pasaste los años duros del desierto con frío,
con hambre y con nostalgias.
Pero tu amor se crecía con las pruebas, y Yo mismo era tu calor y tu alimento.
Dejaste por mí otros amores, pero tu corazón, hecho una llama, estaba lleno.
Y ahora, amor mío ¿qué ha pasado?...
¿Por qué ya no hablamos como otras veces, despacio, como amigos?...
-nunca tienes tiempo. Ya eres importante, y tienes la agenda recargada, ya tienes
cantidad de admiradores y quizá otros amores.
Podría descargar contra ti toda mi ira, podría despojarte de todos mis regalos, podría
rechazarte y castigarte con mi olvido. Pero no, yo no te olvidaré.
«La novia no se olvida de su cinta», ni la madre de su hijo, ni el amante de su amor
primero.
-espero, esposa mía. Temo por ti, pero te espero.
-van a empobrecer, te pueden destruir, pero te espero. «Con amor etemo te amaré».
33.4. VOCACIONES RELIGIOSAS
* Son vocaciones de especial entrega y consagración, que tratan de vivir a tope las
exigencias de su fe y de su bautismo, que prestan a Jesús todas sus cualidades y
capacidades.
* No buscan su interés propio, sino el de Jesucristo y el de los demás, lo que en el fondo
se identifica.
*Por Jesucristo y por los demás, lo dejan y lo dan todo, se dejan y se dan del todo, se
ofrecen y se dan a todos.
* Lo dejan todo: familia, herencia y todo tipo de bienes materiales y aun culturales; así
pueden darlo todo.
*Se dejan del todo: desprendidos de todo apego, incluso de sí mismos. Desean vivir
crucificados con Cristo, «muriendo su misma muerte», para experimentar la fuerza de
su resurrección; así pueden darse del todo.
*Se ofrecen y se dan a todos: porque todos son hermanos, porque todos son ovejas de
Cristo. Pero hay una preferencia en su afecto y entrega: son los pobres y los pequeños,
predilectos también de Cristo, hambrientos de justicia y amor.
* Son testigos de la esperanza en un mundo desencantado, del perdón en un mundo de
violencia, de la solidaridad en un mundo de egoísmos; son profesionales del respeto y
del servicio; son los signos vivos del Evangelio del Señor.
33.5. PROPAGANDA VOCACIONAL
Sin rodeos:
-Si has pensado seguir a Jesús de cerca.
-Dedicar tu vida al servicio de los demás,
-Llenar tu vida de sentido y felicidad.
-Si el ritmo que llevas te deja insatisfecho.
-Si te interesa la vida religiosa, sacerdotal o misionera: Una respuesta: infórmate,
visítanos.
33. 6. «ENVÍAS TU ALIENTO» (Salmo 103)
- Envía, Señor de la Vida, tu Aliento vivificante.
- Sin tu Aliento, ¿qué nos queda?
- Sin tu Aliento, un cadáver cósmico gira y gira en el vacío.
- Sin tu Aliento, un frío insoportable, un absoluto sinsentido.
132
- Pero si Tú alientas, todo el espesor del mundo se convierte en energía inteligente, en
explosión de vida.
- Exhala tu Aliento sobre el mundo, que crezca en perfección y en armonía.
- Sopla sobre esta tierra nuestra, que se llene de música y primavera.
- Exhala tu Aliento sobre las Iglesias, para que sea imparable el camino de la
reconciliación y la unidad.
- Alienta en nuestros cuerpos de barro,
- Que se esponjen de espíritu y embellezcan,
- Transfigurados, dignificados.
-Alienta en nuestras almas nobles, espejos de tu Gloria, templos contagiados de
divinidad, pura belleza y gracia.
-¡Dios mío, qué grande eres!, todo está vestido de tu benevolencia.
-Vístenos de misericordia.
-Revístenos de Jesucristo para gloria de tu Nombre.
-¡Gloria a Dios por siempre!
33.7. VEN A MI
¡Cómo te deseo, cómo te necesito, Espíritu de Dios, Espíritu de Jesús, Espíritu Santo!
Ven a mí.
Tú eres consolador y yo no sé cómo superar la tristeza.
Mi tristeza tiene nombres concretos: por María, por Miguel, por José...
No es tristeza gratuita, tú lo sabes.
Aleja mi tristeza con tu Aliento, y encuentre el sentido de esa cruz.
La de Juan, la de Antonio, la de Carmen..., y cantemos el himno de la Pascua.
Tú eres santo, y yo me encuentro manchado; límpiame en el baño de tu gracia.
Ven a curar mi debilidad, mi miedo, mi cansancio, Tú que eres Fuerza divina.
Ven a ablandar mi corazón, que está reseco y duro. Tu, Espíritu sensible y
misericordioso.
Ven, Espíritu de Amor, hazme amor en Ti, o hazte amor en mí.
El amor de Cristo en mí.
El perdón de Cristo en mí.
La generosidad de Cristo en mí,.
Ven Espíritu, con tus ricos dones, hazte don en mí.
33.8. ORACIÓN DE LOS GENEROSOS
Señor, quiero ser generoso contigo.
Yo sé que necesitas ayuda para implantar el reino.
Aquí estoy, Señor, si te sirvo:
- para consolar las almas afligidas,
- para animar a los jóvenes en sus luchas,
- para predicar tu palabra de vida,
- para perdonar en tu nombre los pecados,
- para defender la justicia,
- para apoyar la verdad con sangre,
- para renovar cada día tu sacrificio de la cruz,
- para dar a comer tu Cuerpo,
- para evangelizar a los pobres,
- para elevar y transformar el mundo,
- para ser sal de la tierra,
- para dar, si es preciso, la sangre por tu nombre,
- para seguirte donde quiera que vayas,
- para ser sacerdote para siempre.
* Jesucristo, humildemente te pido:
- poder trabajar a tu servicio,
- seguirte siempre, dejadas todas las cosas. Amén.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
133
Caminos de santidad: Semillas que dan vida (II), n. 39.
Debo, puedo y quiero ser santo (VI),
CONCLUSIÓN
Hemos llegado al final.
Hemos hecho pasar ante nuestros ojos -y ojalá también ante nuestra mente y nuestro
corazón- más de 400 destellos, que han pretendido ser «luces», «lámparas»... que,
mientras vivimos en la Iglesia peregrina, iluminan nuestro camino hacia la Casa del
Padre.
Los creyentes sabemos de dónde venimos.
También a dónde vamos.
Pero a veces, densos nubarrones se ciernen sobre el horizonte, que nos pueden
desorientar.
Siguiendo estos «destellos», caminaremos seguros y, con toda certeza arribaremos al
«puerto».
Allí nos esperan:
- el Padre, que nos creó,
- el Hijo, que nos redimió, y el Espíritu Santo, que nos está ayudando -iluminando con
sus «destellos»- en la consecución de la «meta».
Toda gracia de la Santísima Trinidad nos viene por medio de Nuestra Madre
MARÍA, que es: Hija del Padre, Madre del Hijo y Esposa-Sagrario del Espíritu Santo.
En su Corazón Inmaculado depositamos estos «destellos».
134
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