Poder Judicial de la Nación

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Poder Judicial de la Nación
Neuquén, 19 de abril de 2012.
AUTOS
caratulados:
Y
VISTOS:
Para
“BERCOVICH,
DANTE
resolver
WALTER
en
los
C/BANCO
presentes
HIPOTECARIO
NACIONAL S/ LABORAL”, Expte. Nº 607, Folio 201, Año 1990,
sobre el planteo formulado por el Estado Nacional a fs. 507;
y
CONSIDERANDO:
sentencia
de
Hipotecario
1)
primera
Nacional
a
Que
a
fs.
167/175
instancia
condenando
abonar
actor
al
la
se
dictó
al
Banco
suma
de
$
18.704,67, crédito que devengaría un interés del 6% anual
hasta el 31/3/91 y a partir de allí, la tasa establecida por
el art. 6 de la ley 23.982.
A pedido de la actora a fs. 180 y en fecha 10 de
febrero de 1997 se emitió una aclaratoria indicando que no
USO OFICIAL
correspondía aplicar las previsiones de la ley
23.982 al
crédito del actor, por lo que los intereses posteriores a
aquélla fecha debían calcularse a la tasa activa que utiliza
el Banco de la Nación Argentina en sus operaciones habituales
de descuento.
La decisión de no aplicar la ley 23.982 al crédito
del actor fue consentida por la demandada, que a fs. 189 sólo
apeló
la
tasa
de
interés
fijada
en
la
aclaratoria
pero
admitió expresamente “que las obligaciones de mi mandante no
se
encuentran
alcanzadas
por
la
ley
de
consolidación
de
deudas”.
En su sentencia de fs. 203/209 la Alzada redujo el
importe de la condena a $ 4.108,81 y modificó la imposición
de
las
costas,
pero
no
se
pronunció
–por
no
haber
sido
materia de agravio- sobre la procedencia de aplicar la ley
23.982 al crédito del actor.
2) En este marco, aprobada a fs. 253 la planilla de
liquidación de la acreencia del Sr. Bercovich, a fs. 289 se
ordenó, de conformidad con lo dispuesto por el art. 132 de la
ley 18.345, intimar a la demandada a abonarla en el plazo
allí señalado (24/11/99), pese a lo cual, y sin que mediara
planteo alguno de la interesada, de oficio se decidió a fs.
306 rechazar la ejecución pretendida por el actor “Atento lo
dispuesto por los arts. 40, 41 y 42 del Decreto 924/97,
reglamentario
prescribe
que
de
el
la
Ley
Estado
24.855,
Capítulo
Nacional
asume
III,
el
en
cuanto
pasivo
que
generaren las acciones judiciales contra el Banco Hipotecario
Nacional, actuales o futuras, por causa o título anterior a
la fecha de entrada en vigencia del citado decreto…”.
Ello fue consentido por el actor, quien a fs. 330
adecuó la liquidación de
su crédito a las pautas previstas
por la ley 25.344.
Aprobada la nueva planilla a fs. 334, a fs. 336
vta. se expidió la certificación necesaria para iniciar el
trámite tendiente a la percepción de los bonos (14/8/2001).
Siete años después, a fs. 384 el actor solicitó la
emisión de una nueva certificación (20/8/2008) aclarando que
su anterior apoderado jamás había promovido el pedido en sede
administrativa, acreditando a fs. 398 haberlo presentado en
la Mesa de Entradas de “Deuda Consolidada” de la Coordinación
de Entes Liquidados el 25 de marzo de 2009 (fs. 398).
Tras
intimarse
al
ente
deudor
a
emitir
los
formularios de requerimientos de pago, se recibió el informe
de fs. 408/409 en el que la Dirección de Consolidación de
Deudas explicó que ante el dictado de la ley 26.546, se
estaba procediendo a confeccionar los nuevos formularios de
requerimiento
de
pago
del
actor,
motivo
por
el
cual
se
solicitaba una prórroga de noventa días, que no fue otorgada
(fs.
431).
Por
ello,
a
fs.
451
(20/12/10)
se
aplicaron
astreintes al Estado Nacional deudor, que fueron dejadas sin
efecto a fs. 458 ante el pedido de documental formulado a fs.
457.
3) Frente a la nueva intimación cursada a fs. 468,
el Estado Nacional formula el planteo de fs. 507, en el que
indica que la deuda reclamada no se encuentra consolidada
bajo el régimen de la ley 25.344 sino de la ley 23.982,
encontrándose en consecuencia mal confeccionada la planilla
de liquidación obrante a fs. 330 en base a la cual se
la
certificación
requerimiento
de
utilizada
pago,
para
pues
la
formular
fecha
de
el
emitió
pedido
corte
de
de
los
intereses no es el 31/12/1999 sino el 31/3/1991.
4)
Corrido
traslado
a
la
actora
del
mismo,
manifestó que “el monto se encuentra consolidado de pleno
derecho después del reconocimiento firme de la deuda en sede
judicial o administrativa, en el caso de
autos, desde la
sentencia de Cámara del 03 de abril de 1998”, momento hasta
el cual estima, deben liquidarse los intereses. Se opone por
Poder Judicial de la Nación
lo
demás
a
que
el
crédito
se
incluya
dentro
de
las
previsiones del Decreto 1647/09 (norma que solo sustituyó el
inciso c) del artículo 4º del Decreto Nº 2140/91 y el inciso
e)
del
Artículo
fijando
en
7º
pesos
del
Anexo
cinco
mil
IV
-$
del
Decreto
5.000-
el
Nº
1116/00
monto
de
las
obligaciones excluidas de la consolidación).
5) Llegados así los autos a despacho para resolver,
tenemos que por el art. 1 de la ley 23.982 se consolidaron en
el Estado nacional las obligaciones vencidas o de causa o
título anterior al 1 de abril de 1991 que consistan en el
pago de sumas de dinero, o que se resuelvan en el pago de
sumas de dinero.
Por
su
art.
2 se
declararon
comprendidas
en
la
consolidación las obligaciones a cargo del “Estado nacional,
Administración
pública
centralizada
o
descentralizada,
USO OFICIAL
Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, Banco Central de
la
República
Argentina,
Fuerzas
Armadas
y
de
Seguridad,
Fabricaciones Militares, entidades autárquicas, empresas del
Estado,
sociedades
participación
mixta,
del
estatal
servicios
de
Estado,
sociedades
mayoritaria,
cuentas
anónimas
sociedades
especiales,
de
del
con
economía
Instituto
Nacional de Previsión Social y de las obras sociales del
sector público. También comprende las obligaciones a cargo de
todo otro ente en el que el Estado nacional o sus entes
descentralizados tengan participación total o mayoritaria en
el capital o en la formación de las decisiones societarias,
en
la
medida
en
que
recaigan
sobre
el
Tesoro
Nacional,
excepto el Banco de la Nación Argentina y el Banco de la
Ciudad de Buenos Aires, la Caja Nacional de Ahorro y Seguro,
el
Banco
Nacional
de
Desarrollo
y
el
Banco
Hipotecario
Nacional….” Las obligaciones de este último ente quedaron así
excluidas
del
régimen
de
la
ley
23.982,
y
por
ello,
la
resolución de fs. 180 declaró inaplicable sus previsiones al
crédito del actor.
Pero
el
19
de
septiembre
de
1997
–siete
meses
después de dictada aquélla aclaratoria- se publicó en el
Boletín Oficial el Decreto 924/97, que reglamentando la ley
24.855
que
declaró
al
Banco
Hipotecario
sujeto
a
privatización, dispuso en su art. 40 que “El ESTADO NACIONAL
asume por este acto: a) El pasivo eventual que generen las
acciones judiciales interpuestas contra el BANCO HIPOTECARIO
NACIONAL, actuales o futuras, por causa o título anterior a
la fecha de entrada en vigencia del presente Decreto y cuyo
objeto sea o implique una obligación de dar sumas de dinero,
incluyéndose
capital,
actualizaciones,
intereses,
multas,
gastos, costas y demás prestaciones principales y accesorias.
...”.
A
su
vez,
el
art.
42
de
la
misma
norma
reglamentaria dispuso que “EL ESTADO NACIONAL, a través del
MINISTERIO DE ECONOMIA Y OBRAS Y SERVICIOS PUBLICOS, tomará
intervención en todas las acciones y trámites judiciales o
administrativos
presente
mencionados en
Decreto,
los artículos 40 y 41 del
subrogándose
en
todos
los
derechos
y
obligaciones del BANCO HIPOTECARIO SOCIEDAD ANONIMA, en su
carácter de continuador de los derechos y obligaciones del ex
BANCO HIPOTECARIO NACIONAL. …”.
De manera que a partir de entonces (septiembre de
1997),
el
Estado
Hipotecario
Nacional
Nacional,
asumió
que
la
estaba
deuda
del
excluida
Banco
de
la
consolidación.
Esa mera circunstancia –asunción de la deuda (o
sea,
transmisión
pasivo)
Tribunal
sin
la
de
la
obligación
conformidad
denegase
el
del
pedido
por
cambio
acreedor-
de
embargo
del
generó
de
sujeto
que
fs.
el
305,
presuntamente –pues no fue mencionado a fs. 306- por entender
que
automáticamente
régimen
de
la
deuda
consolidación
de
quedaba
deudas
comprendida
común
a
las
en
el
demás
obligaciones del Estado Nacional.
Este razonamiento fue consentido por ambas partes y
se encuentra entonces, ahora, fuera de discusión.
Lo que es necesario discernir, aceptado como está
que al transmitirse la obligación ella novó (art. 17 ley
23.982 aplicable
también a las
deudas consolidadas en el
marco del art. 13 de la ley 25.344 por la remisión que esta
misma norma formula), es cuál es el régimen legal bajo el
cual lo hizo.
Para ello será menester indagar sobre cuál es la
causa o título de la obligación del Estado Nacional de abonar
la obligación.
A
los
fines
de
dilucidar
el
punto,
estimo
de
utilidad recordar que nuestro Código Civil no ha legislado
sistemáticamente sobre la transmisión de deudas, aunque la
Poder Judicial de la Nación
doctrina dominante la acepta sin necesidad de que se acuda a
la novación (que indefectiblemente requiere de la voluntad de
ambos sujetos de la obligación), aunque apuntando que como
todo
convenio,
el
de
transmisión
de
deudas
sólo
produce
efectos entre las parte que lo suscribieron y por ello, no
puede ser opuesto al acreedor (tercero) en perjuicio de sus
intereses en la medida en que no haya intervenido en él o
consentido con posterioridad (Cfr. Ramón Daniel Pizarro y
Gustavo Carlos Vallespinos, Instituciones de Derecho Privado,
Obligaciones, Tomo 3, Editorial Hammurabi, pág. 414, Edición
1999).
Explica
clases
de
también
la
transmisiones
convenidas
sin
la
doctrina
de
que
deudas,
conformidad
del
existen
entre
diversas
ellas,
acreedor:
la
las
asunción
interna o promesa de cumplimiento –consistente en un convenio
entre el deudor y el tercero por el cual éste (en el caso, el
USO OFICIAL
Estado
Nacional)
asume
el
deber
de
liberarlo
responsabilidades de la obligación, relación a
ajena
el
acreedor-
y
la
asunción
acumulativa
de
las
la que es
de
deuda
o
expromisión, en la que un tercero viene voluntariamente a
colocarse
junto
al
deudor
originario,
que
también
queda
obligado, pudiendo el acreedor sí dirigir la acción contra
este tercero también.
En nuestro supuesto, la transmisión de deudas operó
por imperio legal, eliminando la posibilidad del acreedor de
dirigir
el
reclamo
contra
el
deudor
originario,
pero
legitimándose pasivamente a otro sujeto (Estado Nacional) que
aparece garantizando la liberación de aquél.
Encontrándose ausente el consentimiento del deudor
y
por
ende,
el
animus
novandi,
no
resultaría
posible
considerar que estamos en presencia de una novación, sino más
bien, de una asunción interna de deudas donde el acreedor se
encuentra facultado por la ley a dirigir su reclamo contra el
tercero.
Ahora
bien: ¿Cuándo nació la obligación para el
Estado Nacional? O expresado de otra manera, ¿cuál es la
fecha en que se produjo la causa fuente de su obligación?
Considerando que el Estado Nacional no ha venido a
ocupar la posición del Banco Hipotecario Nacional sino sólo a
garantizar, como tercero, el cumplimento de la obligación por
aquél asumida, entiendo que la obligación del Estado tiene
causa
fuente
legal
y
nació
con
el
dictado
del
Decreto
924/97, pues con antelación a ello, la obligación era de otro
sujeto de derecho.
Obsérvese que al 31 de marzo de 1991, fecha de
corte de las obligaciones consolidadas por la ley 23.982, el
actor
ningún
crédito
tenía
contra
el
Estado
Nacional
ni
reconocido ni litigioso, acreencia que sólo nació luego de la
entrada en vigencia del Decreto 924/97.
Así las cosas, habiéndose publicado dicha norma en
el
Boletín
Oficial
del
19
de
septiembre
de
1997,
las
obligaciones que el Estado Nacional debe asumir en virtud de
su dictado quedan a mi juicio subsumidas en la consolidación
de deudas previstas por el art. 13 de la ley 25.344.
Destaco en este sentido que la situación difiere de
otras en las que el Estado Nacional asume deudas de otros
entes liquidados, pues en nuestro supuesto, las obligaciones
del Banco Hipotecario Nacional no se encontraban sometidas al
régimen de consolidación de dudas, a la inversa de lo que
pudo haber sucedido con obligaciones remanentes de Hidronor
S.A., de YPF S.E., de Ferrocarriles Argentinos, etc., en las
que
con
tal
alcance
fueron
transferidas
al
nuevo
deudor
(Estado Nacional).
A todo lo expuesto cabe agregar que las partes del
proceso así lo
aceptaron, pues
la demandada consintió la
planilla de liquidación practicada por el actor a fs. 330 en
el marco del art. 13 de la ley 25.344,
habiendo inclusive la
Dirección de Consolidación de Deuda informado a fs. 408/409
que
en
ese
marco
se
estaban
confeccionando
los
nuevos
formularios de Requerimiento de Pago.
No resulta así aceptable que casi dos años después
concurra a formular el planteo en análisis.
Por lo expuesto, corresponderá rechazar
el pedido
de fs. 507, con costas al Estado Nacional perdidoso.
Por ello,
RESUELVO:
RECHAZAR
el
planteo
formulado
por
el
Estado Nacional a fs. 507, con costas al Estado Nacional.
Diferir la regulación de los honorarios de los profesionales
intervinientes para el momento de contar con base cierta para
hacerlo (art. 33 ley 21.839).
presente,
Regístrese
y
levántese
la
notifíquese.
suspensión
Firme
del
que
libramiento
sea
de
la
la
Poder Judicial de la Nación
cédula y oficios ordenados a fs. 480 dispuesta a fs. 508 in
USO OFICIAL
fine.
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