Capítulo 8

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Capítulo 14
Agroquímicos
14.1
Aspectos generales
El uso de productos químicos para el control de plagas se remonta a los primeros años del siglo
XX. Desde esa época hasta nuestros días se han ido diversificando y esparciendo sobre la
superficie de la tierra una amplia gama de productos a los cuales se les denomina con el nombre
genérico de “pesticidas”.
Con estos productos, se dio origen a un círculo vicioso. “Por un lado, el crecimiento de la población
mundial exige cada vez más alimentos, pero por otro, para poder obtenerlos es necesario mejorar
las técnicas agrícolas y combatir a las especies que invaden o compiten con los cultivos”.
“Los cultivos son entonces irrigados con agroquímicos para mejorar las cosechas temporalmente,
pero en esta lucha, los organismos invasores se hacen cada vez más resistentes al producto
aplicado y entonces, se hace necesario incrementar las dosis y diversificar los productos, en una
lucha sin fin...”
FIGURA 14.1 USO DE AGRO—QUÍMICOS COMO PRÁCTICA NORMAL DE CULTIVO. FUENTE: AUTOR
Durante los últimos cien años el uso de agroquímicos se volvió una práctica tan común que
difícilmente se concibe una forma de cultivo diferente. Y como consecuencia de ello, sus residuos
pueden encontrarse en prácticamente cualquier rincón del planeta.
El incremento de estos residuos en las fuentes de agua y en los suelos afecta no sólo a los
organismos para los cuales fueron diseñados, sino también al ecosistema en general y, con ello, al
ser humano.
Desde una concepción mas técnica, se designa con el nombre de “agroquímicos” a todas las
sustancias que se utilizan para mejorar la productividad agrícola, desde aquellas aplicadas para
2
restituir o mejorar las condiciones del suelo (fertilizantes) hasta aquellas aplicadas para combatir a
las especies que compiten con la nuestra por el alimento (pesticidas).
Desde el punto de vista ambiental, es importante tener en cuenta que los pesticidas son productos
diseñados para causar el mayor destrozo posible en los organismos invasores. Esto significó en los
inicios de esta era, productos altamente tóxicos para causar el mayor daño posible y productos
altamente persistentes en el medio para prolongar su efecto.
En la actualidad y por consideraciones ambientales, se prefieren productos altamente específicos
sobre los altamente tóxicos y los fácilmente biodegradables sobre los altamente persistentes. Sin
embargo, y paradójicamente, muchos de los pesticidas modernos biodegradan en sustancias más
estables, pero también mucho más tóxicas y menos específicas que el producto original1.
14.2
Fertilizantes
Un fertilizante es un producto natural o sintético, que se utiliza para mejorar la eficiencia en la
productividad vegetal. Y puesto que todas las plantas sintetizan sus propios nutrientes esenciales
(aminoácidos, vitaminas, etc.), los fertilizantes en realidad, están compuestos por unos pocos
elementos que se adicionan a los suelos de forma que puedan ser absorbidos por las raíces de las
plantas. Esto es, en forma soluble. Estos elementos pueden ser mayoritarios, como el nitrógeno, el
fósforo y el potasio, o minoritarios como el cinc, el boro, el cobre y el manganeso.
Aunque el nitrógeno se encuentra en la atmósfera en cantidad suficiente, la mayoría de las plantas
no pueden absorberlo de esta forma y por eso se dosifica como urea, nitrato, amonio o amoniaco
puro. Estas son las principales fuentes de nitrógeno que tienen las plantas.
Por su parte, el agua y el aire constituyen las principales fuentes de hidrógeno, oxígeno y carbono
en las plantas. El agua se absorbe del suelo a través de las raíces y el aire se toma de la atmósfera
a través de las hojas.
Adicionalmente, las plantas requieren cantidades variables de magnesio, hierro, boro, cobre,
cobalto y cinc. Aun cuando estos elementos resultan en muchos casos, indispensables para la
agricultura y su toxicidad es mucho menor que la de los pesticidas, su aplicación no controlada
suele acarrear problemas de contaminación de fuentes hídricas, por lixiviación. La “eutrificación” de
cuerpos de aguas y la “salinización” de suelos y acuíferos, constituyen dos ejemplos típicos de
contaminación por fertilizantes.
La eutrificación es el enriquecimiento de los lagos y embalses, en los elementos esenciales para el
crecimiento vegetal (fósforo y nitrógeno, principalmente) y la consecuente superpoblación de la
masa vegetal acuática, que en la mayoría de los casos, termina por asfixiar los lagos (embalse del
Muña en Bogotá, para mencionar un ejemplo). Dicho enriquecimiento puede darse, bien por
contaminación del cuerpo de aguas receptor con vertimientos agrícolas o bien por contaminación
con aguas residuales domésticas.
A su vez, la salinización de suelos se produce como consecuencia de la aplicación continuada de
sales inorgánicas en un mismo lugar, durante largos periodos de tiempo, particularmente cuando el
drenaje del suelo es deficiente. Dicha salinidad puede afectar a los acuíferos o embalses
subterráneos cuando las zonas agrícolas se ubican sobre suelos altamente permeables y el nivel
freático se halla cerca.
1
Para la reflexión, se recomienda ver y discutir el programa de TV, “Cosecha de miedo”, Discovery, 2003.
3
14.3
Pesticidas
Los “pesticidas” son una herramienta importante en la agricultura y en la preservación de la salud
humana. Su uso ha contribuido sustancialmente al incremento de la producción agrícola y al
bienestar de nuestra especie. No obstante, el uso incontrolado de estos productos y su
implementación como “práctica normal de cultivo” han generado consecuencias adversas
igualmente importantes.
Un “pesticida” es un producto químico preparado y aplicado con el propósito de combatir, de
manera efectiva, cualquier tipo de organismo que compita con el ser humano por el alimento
disponible o que represente un riesgo para su salud o para su integridad.
En un sentido genérico, los pesticidas pueden ser “plaguicidas” o “herbicidas”, dependiendo de si
su acción está dirigida hacia el control de plagas o hacia el control de malezas.
Los primeros indicios sobre el uso de pesticidas se remontan a finales del siglo XIX, en Francia, en
donde se empleó el “caldo bordelés” (mezcla de sulfato de cobre e hidróxido de calcio) para
combatir el “Mildiu velloso” de los cultivos de uva. Simultáneamente, 1856, aparecieron las
primeras denuncias sobre la presencia de residuos de “caldo bordelés” en las uvas de mesa de
vino.
También por esta misma época, en 1867, se comenzó a usar en los Estados Unidos el “Verde de
París” (acetatoarsenito de cobre) para combatir el escarabajo de la papa. Este fue el primer
compuesto de arsénico utilizado intencionalmente como insecticida. Y su uso se propagó
rápidamente por todo el mundo. Este compuesto fue luego sustituido por los arseniatos de plomo y
calcio.
Cu(SO4) / Ca(OH)2
Caldo Bordelés
(CH3COO¯)Cu2(AsO3≡)
Ca3(AsO4)2
Pb3(AsO4)2
Acetatoarsenito de Cobre
Arseniato de Ca
Arseniato de Pb
Los pesticidas se desarrollaron ampliamente en la década de 1940, en Estados Unidos y Europa,
en donde se le consideró como una alternativa tecnológica importante en la agricultura, para
responder a las nuevas exigencias de la productividad.
14.4.
Clasificación de los pesticidas
Los pesticidas pueden clasificarse de muchas y muy variadas formas. Así, por ejemplo, existen
clasificaciones de tipo cronológico, clasificaciones por toxicidad, clasificaciones por composición
química y clasificaciones por especificidad, entre otras.
14.4.1
Clasificación Cronológica
Desde el punto de vista cronológico, los pesticidas pueden ser de primera, segunda o tercera
generación. Los pesticidas de primera generación corresponden a los compuestos inorgánicos y a
los extractos vegetales con los cuales se inició, intencionalmente, el control de plagas.
4
En lo referente a los extractos vegetales, su aparición histórica no es bien definida, pero
probablemente anteceda al uso de productos químicos inorgánicos. De hecho, se sabe que desde
1746 se utilizaba el regadío de plantas con extracto de tabaco en Inglaterra y Alemania para
combatir los pulgones.
Los productos vegetales juegan un papel muy importante en algunas experiencias de la agricultura
alternativa, siendo el control biológico de plagas una de sus variantes más prometedoras.
La producción industrial del DDT (1,2,3—Tricloro, 2,2—bis(para—dicloro fenil etano) marca el inicio
de los pesticidas de segunda generación, que corresponde a la era de los “compuestos órgano—
clorados (figura 14.2). Bajo este nombre se agrupan no sólo los compuestos orgánicos que
contienen átomos de cloro en sus moléculas, sino en general, todos los que contienen en su
estructura, cualquier átomo halógeno.
El DDT fue utilizado por primera vez en 1940 para combatir una epidemia de tifus, atacando a los
piojos, propagadores de esta enfermedad, mediante aplicaciones directas sobre el cuerpo de los
afectados. Poco tiempo después surgieron los primeros reportes cuestionando su efectividad para
el control de diferentes variedades de insectos. De hecho, la capacidad de los insectos para crear
resistencia a dosis tóxicas de diferentes sustancias implica la necesidad de aumentar cada vez
más las dosis aplicadas.
Para el caso particular del DDT, en muchas regiones del mundo se llegó a utilizar dosis 100 veces
mayores que las utilizadas la primera vez para el control de una misma plaga. Este exceso provocó
una amplia dispersión del DDT en el ambiente, que se agrava si se tiene en cuenta el efecto de la
“bio—acumulación” de sustancias en las cadenas tróficas.
Aumento en concentración, ¡ 7 millones de veces !
En general, los compuestos organoclorados son fuertes agresores ecológicos, debido a su inercia
química en diferentes ambientes, es decir, a su elevada estabilidad química o a sus largos
periodos de vida media. La dispersión de estos productos ha sido tan amplia que sus vestigios han
sido hallados hasta en las regiones árticas, tanto en el hielo como en los animales.
20 ppms
2,0 ppms
0,2 ppms
CDDT = 001 ppms
CDDT = 000003 ppms
5
FIGURA 14.2 BIO—ACUMULACIÓN DE CONTAMINANTES EN CADENAS TRÓFICAS. FUENTE: AUTOR
En Colombia se prohibió el uso del Endrin en 1985 y del DDT en 1986 como insecticidas de uso
agrícola, manteniéndose su uso exclusivamente para el control de la malaria. En 1988 se prohibió
el uso del Aldrín, el Heptacloro, el Dieldrín, el Clordano y el Canfecloro. En diciembre de 1994, el
Ministerio de Salud prohibió el Dodecacloro, el Pentaclorofenol, el Dicofol y Lindano. Por esa
misma época y ante las presiones ambientalistas, se retiró el DDT de las campañas contra la
malaria.
La aparición de los compuestos organofosforados, hacia finales de 1950, marcó el inicio de la era
de los pesticidas de tercera generación. Estos compuestos tuvieron su origen en el desarrollo de
gases tóxicos utilizados durante la segunda guerra mundial, como armas químicas.
En efecto, durante esta época se formularon una gran variedad de gases neurotóxicos, entre los
que se cuentan el Tabún, el Sarín, el Somán, el Folidol y cerca de otras 300 sustancias venenosas
diferentes. Corrobora este triste legado la célebre frase de Fritz Haber, director del Instituto de
Desarrollo de Gases Tóxicos y colaborador de Bayer: “...Si las experiencias acumuladas en la
guerra las aplicamos contra las plagas agrícolas en tiempos de paz, convertiremos los medios de
destrucción en fuentes de nuevo bienestar...”.
Sarín
Tabún
Somán
FIGURA 14.3 PESTICIDAS NEUROTÓXICOS. FUENTE: WWW.BIOL.UNLP.EDU.AR/.../ PLAGUICIDAS.HTML
Los compuestos organofosforados son por lo general, mucho mas tóxicos que los organoclorados,
pero tienen un efecto residual menor, razón por la cual se produjo, en los comienzos, una amplia
sustitución de estos, que disminuyó rápidamente debido a la alta toxicidad de los primeros, que los
hace especialmente peligrosos para quien los manipula.
El átomo central de esta familia de compuestos es el fósforo, el cual cuando se halla asociado a
átomos con carácter electrofílico (azufre, oxígeno, etc.) inhibe la acción de la enzima acetilcolinesterasa, la cual es vital para la transmisión de los impulsos nerviosos.
Además de los compuestos organofosforados, pertenecen a esta generación otras familias de
insecticidas y herbicidas tales como los fenoxiacéticos, los bipiridilos, los triazoles y los
dinitrofenoles.
Una clase particular de compuestos utilizados en la lucha del hombre contra las plagas la
constituyen los piretrinas, repelentes naturales efectivos contra los insectos, pero muy costosos e
inestables a la luz del sol.
Otras sustancias artificiales, preparadas a imagen de las piretrinas (los piretroides), han sido
utilizadas en la lucha contra las plagas, sobre la base de su eficiencia y baja toxicidad en los seres
6
humanos. Sin embargo, recientes investigaciones han demostrado importantes efectos crónicos de
estos productos sobre la salud humana, y una alta toxicidad en hormigas, abejas y otros insectos
benéficos.
Fenvalerato, (Insecticida)
FIGURA 14.4 PESTICIDAS DEL GÉNERO PIRETROIDE. FUENTE:
14.4.2
Imidac Loprid, (Insecticida)
IPMWORLD.UMN.EDU/ CHAPTERS/WARE.HTM
HT
TH
Clasificación por toxicidad
Dependiendo del grado de toxicidad del principio biológicamente activo, los pesticidas pueden ser,
desde altamente tóxicos hasta moderadamente tóxicos, dependiendo del valor del LD50, Este
parámetro, que se conoce como “dosis letal”, corresponde a la cantidad de miligramos de producto
tóxico por kilogramo en peso del animal, que al ser ingerida por una población de roedores es
suficiente para matar al 50% de la población. Así, cuanto menor es el LD50 de una sustancia, mayor
es su toxicidad.
B
B
B
B
•
Pesticidas de categoría I altamente tóxicos. Son todos aquellos productos cuya LD
inferior a 5 mg /kg.
•
Pesticidas de categoría II o medianamente tóxicos. Son todos aquellos productos cuyo
LD50 se halla comprendido entre 5 y 50 mg /kg.
B
•
B
es
B
Pesticidas de categoría III o moderadamente tóxicos. Son todos aquellos productos cuya
DL50 se halla comprendido entre 50 y 500 mg/kg.
B
•
50
B
B
Pesticidas de categoría IV o ligeramente tóxicos: Incluye aquellos compuestos cuya DL50
es mayor de 500 mg/kg.
B
También desde el punto de vista de su peligrosidad, ya no por ingestión sino por cualquier otra
forma de contacto con algunos de los componentes del producto, los pesticidas pueden ser:
•
Poco peligrosos: Si pueden ser manipulados sin aditamentos especiales de ropa o equipos
ya que solamente son tóxicos por ingestión. Constituyen ejemplos el Difocol, el azufre, el
pertane, el Tetradifon, el Carbaryl, el Malatión, el Metaldenido y el Mirex.
•
Moderadamente peligrosos: Pertenecen a esta categoría, aquellos pesticidas tóxicos por
ingestión o contacto o que pueden absorberse directamente a través de la piel. La
manipulación de estos productos exige tomar precauciones, tales como el uso de ropa y
equipos especiales que eviten su contacto con la piel. Algunos ejemplos de esta clase de
pesticidas son el Aldrín, el Lindano, el Dimetoato, el Clordano, el Heptacloro, el
Endosulfán, el Diazinón, el Toxafenol, el Dieldrín y el Binopacril.
B
7
•
Altamente peligrosos: Son productos de alta peligrosidad que deben ser manipulados
solamente por personas que estén debidamente informadas sobre los riesgos e
implicaciones de la exposición a estos productos y debidamente dotadas con los equipos
de protección necesarios. Pertenecen a esta categoría el Aldicarb, el Metilparatión, el
Carbofurán, el Monocrotofos, el Azinfosmetil, el Paratión Etílico, el Endrín, el Fosfamidon y
el Disulfoton.
14.4.3
Clasificación por composición
La clasificación por composición atiende a la estructura química de la sustancia biológicamente
activa, es decir, al tipo o familia de compuestos químicos a la que pertenece el producto. De esta
clasificación derivan nombres tales como los de organoclorados, organofosforados, los
fenoxiaceticos, los dinitrofenoles, los bipiridilos y los triazoles, entre otros.
•
Compuestos organoclorados: Son compuestos orgánicos sintéticos de los cuales el DDT
constituye su principal exponente. Aunque inicialmente fue utilizado como plaguicida para
combatir el tifus, posteriormente se utilizó como herbicida. Actualmente su uso está
prohibido en casi todo el mundo y, por tanto, su interés es principalmente histórico.
U
U
FIGURA 14.5 PESTICIDAS ÓRGANO—CLORADOS. FUENTE: WWW.BIOL.UNLP.EDU.AR/.../ PLAGUICIDAS.HTML
HT
•
TH
Compuestos organofosforados: Son compuestos orgánicos sintéticos, derivados del ácido
fosfórico y sus éteres, amidas y/o tioles. Sus compuestos más representativos son el
Malatión y el metil Paratión o Folidol, aunque sus orígenes se hallan más relacionados con
las armas químicas usadas durante la II Guerra Mundial. En efecto, el Sarín, el Somán y el
U
U
8
Tabún, todos ellos compuestos órgano—fosforados, constituyen las sustancias más
tóxicas que se conocen.
FIGURA 14.6 PESTICIDAS ÓRGANO—FOSFORADOS. FUENTE: WWW.BIOL.UNLP.EDU.AR/.../ PLAGUICIDAS.HTML
HT
•
TH
Compuestos fenoxiacéticos: Son compuestos orgánicos sintéticos que derivan del acido
fenoxiacético y se emplean en el control de los ácaros de las plantas, particularmente en
aquellas sensibles al azufre.
U
U
Análogamente, existen otros compuestos orgánicos sintéticos, utilizados ampliamente como
plaguicidas y que derivan de familias de compuestos orgánicos tales como los Dinitrofenoles, los
Bipiridilos y los triazoles.
Tetradifón, un Órgano—Sulfurado
Carbaril, un Carbamato
Dinitrofenoles, otra Familia
de Pesticidas
FIGURA 14.7 OTRAS FAMILIAS DE PESTICIDAS. FUENTE: IPMWORLD.UMN.EDU/ CHAPTERS/WARE.HTM
HT
14.4.4
Clasificación por función
TH
9
Una de las clasificaciones más importantes y más ampliamente extendidas entre los usuarios, es la
que corresponde a la aplicación específica para la cual se diseña el producto. De acuerdo a ella,
los pesticidas pueden clasificarse como Herbicidas, (empleados para el control de malezas) o
plaguicidas, (empleados para el control de plagas). Estos últimos, a su ves, pueden clasificarse
como insecticidas, (empleados para el control de insectos), Fungicidas, (empleados para el control
de hongos) y Nematicidas, (empleados para el control de nemátodos), entre otros.
Fungicidas
Son pesticidas que se emplean para la eliminación de hongos (fungus—hongo) o para prevenir o
retardar el desarrollo de infecciones por hongos. El principio activo de estos productos ejerce su
acción por inhibición del crecimiento o de la reproducción del hongo. Los fungicidas a su vez
pueden clasificarse en los siguientes grupos:
Protectores: Son aquellos que actúan mediante la creación de una capa o barrera de protección
que impide el contacto de los hongos con el material vegetal. Su aplicación debe realizarse antes
de que el patógeno invada el material vegetal. Estos productos son utilizados para el tratamiento
de semillas y suelos.
FIGURA 14.8 HONGOS FILAMENTOSOS. FUENTE: ENCICLOPEDIA ENCARTA 2004
Fungicidas curativos o terapéuticos: Son productos, generalmente a base de azufre inorgánico,
que se aplican para minimizar los daños cuando el cultivo ya ha sido infectado.
Fungicidas de follaje: Son principalmente de carácter erradicante o protector. Constituyen
ejemplos el bromuro de metilo, el formol, el Vapam y el Captan.
Fungicidas de semillas: Estos Fungicidas tienen como finalidad eliminar el patógeno localizado
en la semilla externamente. Constituyen ejemplos el Captán y el DTMT.
Fungicidas cúpricos: Son Fungicidas de amplio espectro que se utilizan para la protección
frutales y hortalizas. Generalmente están constituidos por una suspensión coloidal de sulfato
cobre y lechada de cal. Una de las aplicaciones más conocidas en nuestro medio es
aplicabilidad en la lucha contra la “roya” del café. Otro funguicida de este tipo es el oxicloruro
cobre, CuCl2.3CuO.H2O.
de
de
su
de
10
Fungicidas de azufre inorgánico (S6): Son productos a base de azufre elemental, formulados
como polvos mojables o de espolvoreo. Son utilizados principalmente en el control de oídios, royas
y ácaros; no deben ser aplicados cuando la temperatura exceda de los 24 oC.
Fungicidas ditiocarbámicos: Son derivados del ácido ditiocarbámico (H2N – C – S - H) que se
utilizan para el tratamiento de semillas. Constituyen ejemplos el Dimetil Ditiocarbamato férrico, el
dimetil ditiocarbamato de cinc, el etileno bisditiocarbamato de sodio y el etileno bisditiocarbamato
de cinc.
Fungicidas fenoliticos: Se emplean para el control de oídios y ácaros, en especial en las plantas
que son sensibles al azufre. Constituyen ejemplos el crotonato de 2,4-dinitro -6- caprifenil, el trifenil
acetato de estaño (recomendado para tratar enfermedades de maní, gota de papa y enfermedades
de apio) y el trifenil hidróxido de estaño, (usado para el control de la gota de la papa y el mildeos
vellosos.)
Hidrocarburos halogenados: Se utilizan principalmente como erradicantes del suelo. Algunos
ejemplos son el bromuro de metilo, la cloropicrina y el dicloropropano.
Insecticidas
Son pesticidas que se emplean para el control de insectos y/o de sus larvas. Al igual que muchos
de los pesticidas, los insecticidas ejercen su acción mediante la interrupción de al menos uno de
los principios vitales del metabolismo del parásito.
FIGURA 14.9 DÍPTEROS, UN TIPO DE INSECTO AMPLIAMENTE EXTENDIDO. FUENTE: ENCICLOPEDIA ENCARTA 2004
Algunos productos, como el Captán, actúan por inhibición de la acción de algunas de las enzimas.
Otros, como el Glyodin y algunos detergentes, actúan interfiriendo la permeabilidad de las
membranas celulares, de forma irreversible.
Insecticidas arsenicales: Son un grupo de venenos estomacales para insectos que generalmente
están compuestos por una o mas sales de arsénico. Algunos insecticidas típicos de este grupo son
el arseniato de plomo (LD50 = 125 mg/kg en conejos) el arseniato de calcio (DL50 = 35 mg/kg. En
11
LD50 = 125 mg/Kg en conejos) y el arsénico blanco o trióxido de arsénico (LD50 = 30 mg/kg),
utilizados para el control de chapulinas, cucarachas e incluso de roedores.
Primera Generación
Segunda Generación
Clasificación
Cronológica
Tercera Generación
Biológicos
Transgénicos
Funguicidas
Insecticidas
Plaguicidas
Nematicidas
Acaricidas
Rodenticidas
Clasificación
Funcional
De Presiembra
Herbicidas
Pre—emergentes
Post—emergentes
FIGURA 14.10 CLASIFICACIÓN DE LOS PESTICIDAS. FUENTE: AUTOR
Insecticidas a base de flúor: fueron desarrollados para reemplazar los insecticidas arsenicales,
debido a la alta peligrosidad de los residuos de estos últimos sobre productos alimenticios. Los
más frecuentes son el Fluoruro de Sodio (NaF), el Fluorosilicato de Sodio (Na2SiF6) y el
fluoroaluminato de sodio o criolita (Na3AlF6).
Insecticidas orgánicos naturales: Son productos que se encuentran en pequeñas cantidades en
las plantas y que se extraen, concentran y aplican posteriormente para el control de varias plagas.
Estos productos tienen la ventaja de no dejar una fracción residual tóxica y de ser rápida y
fácilmente biodegradables. Constituyen ejemplos la nicotina, usada para el control de insectos
chupadores (LDL50 = 25 mg/kg), y las piretrinas.
Herbicidas
Los herbicidas son un tipo de pesticidas utilizados para el control de las malezas y en nuestro
medio, de los cultivos ilícitos. Históricamente su uso se remonta al año de 1900, época en la que
se pudo comprobar que las soluciones de nitrato de cobre, de sulfato de amonio y de algunas sales
de potasio eran efectivas para el control de las malezas en los cultivos de cereales. Dependiendo
de la época en que se apliquen, los herbicidas pueden ser:
12
Herbicidas de pre—siembra: Son los que se aplican antes de la siembra del cultivo a proteger.
Estos productos se incorporan al suelo antes de la siembra con el propósito de que el cultivo de
interés inicie su desarrollo en un medio estéril. Algunos ejemplos son el Treflan y el Planavin.
Herbicidas pre—emergentes: Son los que se aplican después de la siembra, pero antes de la
germinación del cultivo y de las malezas. Estos productos deben cumplir con la condición de tener
una baja fototoxicidad y una gran compatibilidad. Constituyen ejemplos el Herban, el Kármex y el
Corotán.
Herbicidas post—emergentes: Estos productos se utilizan después de la germinación del cultivo
y las malezas, y deben cumplir con la condición de ser altamente compatibles y de baja toxicidad
en relación con los anteriores. Constituyen ejemplos el Kármex y el Glifosato.
14.5
Composición y formulaciones
Un pesticida es una formulación constituida por una pequeña cantidad de un compuesto
biológicamente activo y por otros componentes que constituyen el vehículo o material de relleno del
producto. La formulación contiene, además, una serie de aditivos que tienen por objeto focalizar la
acción del principio biológicamente activo.
FIGURA 14.11 PESTICIDAS, PRESENTACIÓN COMERCIAL. FUENTE: AUTOR
Aunque el compuesto biológicamente activo es quien ejerce la acción del producto, las
formulaciones son necesarias por cuanto permiten que éste alcance el blanco con las menores
dosis y la mayor eficiencia posible.
Las principales características que debe cumplir el ingrediente que actúa como principio
biológicamente activo son:
Especificidad: Es deseable que el compuesto biológicamente activo sea altamente especifico
contra la especie para la cual se aplica, es decir, que no ejerza acción tóxica alguna contra las
demás especies presentes en el hábitat.
Así por ejemplo, un insecticida eficaz contra la mosca de la fruta, pierde mucho de su aplicabilidad
si ataca indiscriminadamente a cualquier tipo de insecto, (abejas, por ejemplo).
Fitotoxicidad: Es el efecto negativo que pueden tener algunos de los ingredientes de un pesticida
sobre un cultivo. Así, por ejemplo, se ha encontrado que algunos aditivos utilizados en algunas
formulaciones han causado quemaduras en las hojas, enanismo de la planta, caída de flores y, en
13
general, baja productividad en el cultivo. Idealmente, el pesticida debe actuar exclusivamente sobre
el patógeno sin causar daño alguno sobre el cultivo.
Compatibilidad: Es imprescindible que los pesticidas en general, sean compatibles con otros
productos agroquímicos (otros pesticidas, fertilizantes, etc.) de uso frecuente en el cultivo. La
incompatibilidad entre diferentes productos puede traducirse en pérdida de la efectividad de los
productos mezclados, aumento de la fitotoxicidad y disminución de la productividad.
Tenacidad: Es la resistencia del producto, principalmente la del principio biológicamente activo, a
las condiciones del medio en el que se aplica. Desde el punto de vista de la plaga, es deseable que
el producto sea estable a las condiciones naturales del medio para que pueda ejercer su acción
durante un tiempo más prolongado. Sin embargo, desde el punto de vista ambiental, es muy
importante que el pesticida sea fácil y rápidamente biodegradable con el objeto de minimizar sus
efectos sobre las demás partes del ecosistema.
Idealmente, un pesticida debería ser altamente específico contra la especie para la cual se aplica,
no tener efectos adversos sobre el cultivo y ejercer su acción rápidamente sin dejar residuos en el
ambiente. Adicionalmente, debería ser compatible con la mayoría de agroquímicos de uso
frecuente.
14.6.
Pesticidas, salud y medio ambiente
La ruptura del equilibrio ecológico que ocasiona la proliferación de los monocultivos trae como
consecuencia inevitable la superoblación de las especies que se alimentan preferencialmente de
dichos cultivos, es decir, de “las plagas”. Ésta es la fuerza principal que presiona la producción y
aplicación de pesticidas.
La agricultura intensiva de la denominada revolución verde aumentó el uso de fertilizantes en los
últimos 35 años en nueve veces, mientras que duplicó el uso de pesticidas. Estas prácticas de
cultivo ocasionaron una amplia dispersión de plaguicidas en el ambiente, dispersión que se debe
tanto al uso extensivo como a la inercia química de algunos de estos productos, es decir a su
resistencia a la degradación en diferentes ambientes y a su acumulación en las cadenas tróficas.
Por otra parte, las condiciones ambientales y los fenómenos metereologicos unidos a practicas
erróneas, facilitan el transporte de los plaguicidas a sitios fuera del “blanco”, originando eventos de
contaminación difusa que afectan a los individuos que se hallan tanto adentro como afuera de los
procesos de producción agrícola.
Los efectos de los pesticidas sobre la salud humana suelen ser de dos tipos: agudos o de Corto
plazo y crónicos o de largo plazo. Los primeros incluyen lesiones externas, enfermedades e incluso
muertes por exposición accidental o fortuita, mientras que los segundos tienden a ser de tipo
mutagénico, oncogénico (tumores) y neurológico.
En el caso particular de Colombia, la lucha contra la proliferación de cultivos ilícitos como la
marihuana, amapola y coca, ha traído como consecuencia la fumigación indiscriminada de grandes
extensiones de tierra, principalmente con Paraquat y Glifosato.
Vale la pena destacar que en 1979, el gobierno norteamericano consultó ante la comunidad
científica sobre la factibilidad de utilizar los herbicidas Paraquat, Diquat y Glifosato para el control
de los cultivos ilícitos, siendo la recomendación final, la de no utilizar ninguno de estos productos y,
14
en cambio, iniciar una investigación en productos de bajo impacto sobre la salud y el medio
ambiente.
Esta misma comunidad científica recomendó que mientras se desarrollaba dicha investigación, se
utilizaran como opciones para la erradicación los métodos manuales, mecánicos y la quema
puntual controlada. No obstante, la responsabilidad y el compromiso nacional ante el mundo, en la
lucha contra las drogas, obliga a este tipo de procedimientos. El anexo 14.1, ilustra y resume estos
hechos.
Lecturas y referencias sugeridas
Este capítulo ha sido estructurado tomando como referencia, en buena parte, el trabajo de grado
“Manual Descriptivo Sobre el Uso de Pesticidas en Colombia”, de los estudiantes Mauricio Ávila
Romero y Patricia Guzmán Caipa, 2000, del Proyecto Curricular de Tecnología en Saneamiento
Ambiental, Facultad del Medio Ambiente, Universidad Distrital Francisco José de Caldas. En dicho
trabajo se explora un poco más sobre los aspectos políticos y legales del uso de pesticidas en
Colombia.
Adicionalmente, existe una excelente recopilación bibliográfica, particularmente en lo relacionado
con estructuras químicas, seguridad y medio ambiente y formas de actuación de estos productos,
en los siguientes sitios Web:
Documental “Cosecha de Miedo”. Discovery
ipmworld.umn.edu/ chapters/ware.htm
http://www.isaaa.org/
http://www.agbios.com/main.php
http://www.epa.gov/pesticides/biopesticides/reg_of_biotech/eparegofbiotech.htm.
www.biol.unlp.edu.ar/.../ plaguicidas.html
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ANEXO 14.1 PRINCIPIO ACTIVO DE ALGUNOS CULTIVOS ILÍCITOS EN COLOMBIA Y ESTRUCTURA DE LOS PESTICIDAS
UTILIZADOS EN SU CONTROL.
Cocaína
Amapola
Marihuana
Agente Psicotrópico
Cocaína
Canabis
Herbicidas utilizados en su erradicación
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