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EL MENTIDERO
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PASIÓN Y MUERTE DE CERATO SIMPLE
LA
PELÍCULA
DEL
LUNES no la cara con una toalla, porque Ce-
. I No se lo decíamos a ustedes 1 i No
JO repetíamos todos los díasí ¡Esa
piltrafa política de Cerato va derecha
^ ta extinción totall Cerato se consu^^••- Cerato se volatiliza... Cerato se
'^ a la... nada el día menos pensado!
, Jt en efecto, Cerato hoy ya no es en
^ poLítica mas que un cadáver insePulto y falto de peso.
Murió de un colapso el día 27 de
••uarzo de 1916, en el despacho de! presidente del Consejo.
1 ^íí'-samos la historia sucinta de los
^^chos. historia que podrá titularse
'i-'a película de Cerato».
^or eso decimos que es su-cinta.
-adelante.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
. Cuando Cerato cayó del Poder, don^^ estaba como en la cuerda floja, al
soplo helado de don Alvaro, se a^eeUra que (Jijo a sus íntimos, sin tratar
^^' contener las lágrimas:
V ~~j^o.cs lo malo el ridículo que aca^0 de. representar, sino el que me re^erva el porvenir. Esa fiera (por Ro"líLnones) me trata como si iuera la
portera. ¡Qué va a ser do mí!
. ^ cayó enferm.o, víctima de convulsiones, atravesando durante unos días
una crisis más grave todavía que la
nue le costó la pre.sidencia.
•'í'l pi'iblico no se enteró de n a d a ;
pero durante siete días estuvo C:era^^ 9ue un sudor se le iba y otro se le
enia, y hubo que administrarle, para
plvarle^ el suero antidiftérico, el Sue? de Quiñones (Prosperidad) y hasta
•'suero de requesón, con el que se le
^almó 'bastante el dolor de cabeza.
'^imüi Kimílibus curantur», que dijo
•-nopenhaüer.
r.-'^or fin, un día, cuando ya se creía
P mismo que iba a entrar en el pplodo agónico, llamó a Esteban Coi'antes y le preguntó:
~~iCómo me encuentras?
,^7"'^I'''h Eduardo. Cada día estamos
"^'la lejos del Gobierno,
'^j^igo de aspecto.
~~-pe a^'pí'cto. bastante ridículo.
.
Hablo de la salud. Me creo rnsan^ con el período agónico, Saturnino
^^ mi alma.
•pr~-'-'pJate, por Dios, de divagaciones,
^auardo. De lo oue hay que ocuparse
"^^ del oti-o período.
c Trí ^ e cuál 1—preguntó Cerato sobreíiaitado.
r~-Del período electoral, que se nos
^'^ha encima.
"~-¡ Ah ! Pero i hay elecciones 1 i Se
'.'•ementan los mauvi'stnsl ¡Van coliga
" " ^ U C u í í n t o s luchan? Habla proi.to.
19^ píos, Satur, que siento que se me
^'•'^'d el bazo de impaciencia...
g ""iiiindo se enieró de que Maura prestaba dos candidatos y que Romaj^^^es no se había ocupado de él para
' ' 1 ^ . cayó dí'svaneci'.lo sobre la alf^^hada de p'uma, y nos consta que
-^'Icció pvQvislcnfilmVnte.
^ ^^jípués comprendió que en este
uiidTi hay que ser un <a'ivo» para
^jmníar. y volvió en sí. aunque pata
^'aRo, t-onuí si no hubiera vuelto.
"•^ÜGI día tuvo que lavarle Saturni-
rato había perdido toda su energía. ,
Sin ocuparse del cabello y sin tomar
más que un poco de caldo y algunas
perlas de violeta para perfumar la boca, salió disparado con dilección a la
Presidencia del Consejo.
Había tomado, además del caldo,
una resolución. La batalla era inminente, y procuró armarse de energía,
aunque en balde. Le temblaba hasta
ct minutero dct reloj.
LA ([CONMINACIÓN»
¡YO NO SOY MENOS
: : QUE MAURA! : :
Cuando le anunciaron a don Alvaro
que Cerato aguardaba sentado en el
sillón de! recibimiento, e! presidente,
que estaba de un hamor de mil demonios, lanzó un grito estridente, de esos
tan suyos, que le hizo saljr a Brocas
d e s u despacho precipitadamente,
creyendo que le había ocurrido algo
al jefe.
—¿Qué ocurre? i Te ha pedido dinero alguien?—le preguntó.
•—Nada, Manolo. Ese histérico, q r e
viene a amargarme la existencia. ¡ Maldito sea el sulfato de cobre 1 Dile que
penetre.
—i Quién, Cerato 1
—El misino.
—Pues, mira, trátale con arrobamiento, porque ya sabes que es un hombre que al primer desplante se priva.
•—¡Ah! Pues lo que es hoy... Seguramente viene a darse el gusto de sacar un candidato, y i ¡se priva! ; Vaya
si so priva! i Se priva de ese gusto!
¡Te lo juro!
, /-, .
Poco después se presentaba Cerato
en el salón. Venía arrugado, nacido,
con todo el aspecto de un fresón dospachurrado.
Se echó en los brazos de don Alvaro sollozando y oliendo un pequeño
frasco.
—i Sales ?—preguntó el presidente.
—Por Vitoria, sí no mandas otra cosa, Alvaro. Soy un perro para ti.
•—¡,Ün perro í i t¿uc te den morcilla!
Digo que si lo que absorbes son sales
—¡ Ah, s í ; sales, Alvaro I Pero no
me trates así. Vengo en son de paz,
Ten lástima de mí. Me han dicho que
Maura presenta dos candidatos y que
tú le apovas—decía oon lágrimas en
la voz—. Tú sabe.s que yo no quiero
disgustos... Si la gente ve que yo, soy
inenos que Maura, no voy a poder salir a la calle, porque hasta las criadas
me van a echar encima el agua de
fregar por los balcones.
—¡Leñe! ¿ Y a mí qué me cuentas
con eso, querido Cerato? Yo no tengo
la culpa de que tú Qiismo vayas directo hacia el endíñaque político» vamos al decir.
—Alvaro, ¡por Dios I, dame siquiera
un candidato..., uno solo... i Por qué
uie maltratas í i Yo qué te he hecho í
—Pero ¡ quita d'hai! i De dónde me
saco yo ahora im puesto en la candidatura? Tú delirias. Además, mira, no
te enfades, ¿sabes?, pero asómbrate.
Estoy con el sulfato ae cobre preocupadísimo, Me falta tiempo para todo.
Otro día hablaremos.
Entonces se desarrolló una escena
inenarrable. Cerato s e - a r r o j ó a l03
pies de don Alvaro y empezó a retorcerse sobre la alfombra como una lom- \
briz, privado de sentido, porque, como
tiene tan poco, en seguida lo pierde.
Romanones. azorado, le echó sobre
el rostro el contenido del tintero para
que volviera en sí. Brocas tuvo que
acudir con papel secante. Se le metió
la cabeza dentro de un cubo con que
estaban fregando el recibimiento, y el
presidente tuvo que acabar por ofrecerle un puesto, con lo cual Ceralo recobró en seguida el conocimiento.
—Dos. dos—empezó a gritar—, o me
privo otra vez. ¡¡Yo no puedo ser me'-- ni' \ l a u r a ! l ¡¡¡Xo necesito dos
puestos 111
EL POCRE CERATO.—Nada, q u e m e han dejado en medio do ta vía y
a cuerpo.
EL MENTIOERO
E l l i l j o d e l csuiic3.id.a-to
—Tres puestos, Alvaro; tres puestos,
por lo que más qiiiera.s.
—Amos, hombre. Pero i t ú crees que
hacer candidatos es hacer churros ^
Ve y que te den un caldo. Pues anda
con la, matraca que se trae el pollo de
los romances, i Sabes lo que te digo í
- I Qué?
—Que todo ha terminado entre nosotros. Ahí va ese rizo que me diste el
año pasado. No quiero nada tuyo. Puedes fal!o( er cuando gustes. ¡ IlepoUu
con el histérico este !
Hubo que sacar d.i allí a Cerato en
al cesto de los papeles, derrotado, deshecho y sin candidatura.
En medio de todo, es digno de lástima, i pobre Cerato!
UN TRIUNFO DE
LA EPILEPSIA : :
A_ última hora, Romanones, compadecido de Cerato, le ha dado el otro
puesto.
Ya están arreglados; pero da lo
inismo.
LO GUE HO SE ROr^PC
Podrán romperse los pactos con ios
reformistas, el lazo amoroso con !o3
idóneos, e! anulo de hierro (¡ ven, Rodolfo!... con los demócratas; pero
los muebles que vende Antonio Mercada! en su Gran Bazar de Camas y
Muebles de la calle de Atocha, 8, lü
y 12, no se rompen jamás.
- ¡ P a p a l Cómprame una pelota de esas, que botan muy bren.
-No puede ser, chico; mo está prohibido comprar nnda que (cbote».
—Mira, pollo^ entiéndete con Alba—
acabó por decir don Alvaro, ya raalhumorado.' ' •
'•
—Es que no me recibe.
—Te daré una carta para el portero.
—Mejor es que le hables por teléfono. Hasta Nicolás se ríe de mí desde
quo cal del Poder... ¡A qué situación
héf venido a p a r a r ! ¡Situación horrenda ! 1 Situación liberal! [ Y yo que creí
que aquello iba a ser eterno! Adiós,
Alvaro; en medio de tus desvíos, gracias, gracias mil... Al fin y al cabo,
menos ha sacado don Melquíades.
Y sé marchó, no sin despertar de
nuevo la cólera del presidente, porque
9Í desplomarse había caído sobre !a escupidera y trataba de limpiarse con
una cortina. Hubo que amenazarle con
retirarle la candidatura para que se
fuer».
CERATO SE REHACE E
INTENTA EL SEGUNDO
ATAQUE... DE NERVIOS
^ Cuando Cerato regresó a su domicilio se bañó, se mudó de traje, se pu80 una inyección de extracto de sobreasada de Mallorca, y ya algo más tonificado empezó a recibir a los amigos.
El primero en estrecharle la mano
fué Sánchez Guerra, que,,como es sabido, siente por Cerato una compasión
rayana en la carcajada y (|ue le trata
también con la natural altivez.
—I Cuántos candidatoa le ha sacado
uited al conde t
—Uno, hijito. sólo u n o : y no tiene
Uflted moa de lo que he llorado para
podttr oonsoguirlo. AITWQ no ea un
hombre, es una serpiente de cascabel...
—Nada, hombre, nada ; de cascabel:
mucho ruido y nada entre dos platos.
Ahora mismo se pone usted la bufanda y ciít:t en el despacho del conde por
otro candidato m;ís. Usted podrá hacer lo que guste ; pero yo no estoj'
dispuesto a pasar por el ridículo.
—¿Yo otra vez ante el conde? ¡ Ah,
no! Todo menos eso... E-^toy muy débil... Además, hay que saber ser agradccidos. Tenga us'üd en cuenta quo
ios 'di^neoFi no tenemoa un ROIO voto
cu Mndrid. Bastante-hace Alvaro con
regalarnos un puesto.
—Está bien. Usted no es raí hombre,
usted es un braguero us.ndo. Me pondré de acuerdo con Besada y le- quit-iremos a usted de en medio. La política es lucha, es vida, y usted _ está
ya para servir de modelo a un pintor
cubista.
—¡Pene, por Dios ! ^ gritaba Cerato—. ¡ Pepe, por Dios !—como si estuviera cantando el dúo de «El piiñao
de rosas»—. i Pepe, por Dios, que me
matas!...
Tuvo que ceder y volver al despacho del conde, que no le quería recibir.
—Alvaro, no te irrites. Si pegas, no
me des en la cabeza, que la tengo dnshilachada por dentro. Vengo por tres
puestos...
—I Por tres puestos? Brocas, a r r e a :
échale a éste del despacho.
-^iMira que rae va a dar algo!
~ í Quién, Brocas í No hay cuidado.
Lárgate.
¡S!|. flniis, cáüiflinelas puesto!
Nuestro querido pero malhablado
amigo el ministro de Fomento está, como es sabido, de im humor de todos los
diablos desde que a Fresquera se le ocurrió solicitar su concurso para la "obra"
(¿qué obra será esa?) del partido liberal, privándole de las diversiones propias de 'su sexo.
La cara jovial con que le conocíamos
los "habitúes" de la Chelito ha desaparecido por completo, y su ceño de
aliora recuerda el de los traidores de
melodrama.
Las pobres víctima's de ese cambio
de carácter son los empleados que tienen que despachar con él; y es lo que
ellos dicen: "Si este señor estaba tranquilo' en su casa, ¿por qué le obligó el
conde a retirarse a la vida privada del
Ministerio? ¿No sabía que sacarle de
su fila primera número dos'era matarlo?
Hay que reconocer que la política es
inhumana; bueno; pero no hay derecho
a que los funcionarioá, o sean los justos (y eso que en Fomento son más de
los justos), paguen por los pecadores,
y no es extraño que la frase con que encabezamos' estas líneas se oiga frecuentemente en boca de los que salen de despachar con S. E.
Antes tenían el recurso de que se desahogaba con Urzáiz; pero desde que
don Ángel se queda en 'su casa riñendo
consigo mismo, mirándose a un espejot
para no perder la costumbre de reñí''
con alguien, el cuarto de kilo de bilis
que tiene que soltar Amos todas las mañanas se lo reparten buenamente entre
unos cuantos infelices que. de seguir a'si
las cosas, no ganarán para tila.
Lo mejor para la vista «Colonia Orive».
EL MENTIDERO
OTRA VEZ Lft DEHESA
v ° ss asuste nadie, que no vamos a
Pyolicar los nombres de nuevos proP'etarios, ni siquiera nos proponemos
xcitar el celo del alcalde para ciue
curse de una vez el célebre expedicnB1\
primero, porque cuatro o cinco
^fi'ioreg más no alteran el hecho, y lo
^ 1 celo do Iluiz, porque este hombro
j.J*^6 siente celoso mas que cuando se
J^ata de honrar su cargo .do inquilinaJ^t'o mayor del reino, sobre todo cuando pretende cobrar a indefensas mujeres.
Según la ley de Ensanche, los fondos de esta zona no pueden emplearse
«exclusivamente» más que en trabajos
de la misma; la Dehesa de la Villa,
mientras Titta Ruffo no disponga otra
cosa, pertenece al Extrarradio, y a
pesar del exclusivismo. citado en !a
ley, las obras hechas en la referida
Dehesa de la Villa se hicieron «con
dinero del Ensancho».
i,Que por qué se faltó a lo legislado?
Seguramente, por ignorancia de los
concejales que en la Dehesa tienen sus
hoteUtos, de los que no lo poseen, algunos de los cuales son todavía ediles,
Í d e los altos empleados que también
an logrado reunir los ahorros necesarios para ser dueños de sus finquitas
de retiro para la veiez.
Porque por mala fe es increíble, I no
les parece a ustedes?
Pero, de todos modos, bueno sería
que se revísase de nuevo este asunto,
para óxigir las responsabilidades oportunas, aunque sólo fuera por el gustazo do incoar otro expediente que después durmiera cl sueño de los justos
o de los injustos.
i La cuestión es pasar el r a t o !
. H a b l a m o s de la Dehesa de la Villa
pírt ^^'"^ presentar a la considerajp^'~-aunquo c) caso no la merece—
j ^ nuestros lectores un nuevo aspecto
•^(^ Gste escandaloso asunto.
fie extrañan las gentes de que, raícnJ^S hay calles céntricas en Madrid
'' Un estado más deplorable que la
joz de Titta Ruffo del Ronquillo,. la
,bl,^uesa de la Villa esté en inmciora•^s condiciones.
A
j. ^,nosotros,
hemos de confesar que
'"i-tandose del Ayuntamiento de esta
"«y hcrijica villa no nos extraña na^ ' por muy absurdo que sea, porque
^^6 quiere mayor absurdo que el haber En Ab:i', c^da go a vale 1.000
^ e l t o a tener la vara un hombre que
<A fracasó tan ruidosamente como don
Esto se dijo hace mucho tiempo, atrioaquin í
buyéndose cl refrán a ' P r i m o de RiveK queremos tampoco decir la cau- ra cuando era niño, y que leyó las
excelencias del compuesto arsenical
X2, del que, aplicando una sola gota
en fáciles y cómodas inyecciones en
^^ ^ falta a la ley que se cometió por esta época primavera!, se obtienen re., L y""tamicnto cuando las obras d o ' sultados sorprendentes en la curación
'^"anizacién de la Dehesa- de la Villa de enfermedades de la sangre. Labocomenzaron.
ratorio Vidiil, Orense.
P'-T™
•
^
*
^
^^
f^_sM-im.
A I . 0 8 ZXOTOREa
Mamporro protesta
Bueno \ la indignación que pescó la
otra tarde nuestro eximio
director,
don Feliz del Mamporro, no es para
descripta ni por la pluma de nuestro
amigo Miguel de Cervantes, si tuviera cl buen huinor de resucitar,
aunque le aconsejamos que no lo haga,
porque las cosas están como
puraquedarse quietecito en la tumba.
Verán ustedes lo ocurrido:
Mamporro acababa de afeitarse, porque era
sábado, y los sábados se pone la cara
que sonríanse ustedes de Valero Servas, cuando entró su señora con una
de Valdepeñas en la mano
izquierda
y EL -MENTIDERO en la derecha.
—Pero, Feliz, \, qué porquería es esta que nos colocas hoij í
—j Cuala^
-•"•
—I^sta de tu papel.
—Dácalo.i. ] Éecorchol Pero este de
la portada les mendal ]A veri La
pelliza y el garrote, que voy a estrompar a uno.
• ' , . ..
m bueno de don Feliz , tenía .más
razón que un santo ermitaño,
porque
cl nu.merito de los colorines saltó mal,
como nos tenemos que morir.
Y es que las cosas nuevas
siempre
ikolestan. (Véase las botas.) La maquinaria, sin un acoplamiento
como
el que requiere semanario de tanto
fuste como E L M E N T I D E R O , no (lió
lo que esperábamos en la ^primera
prueba, y salieron las planas
repintadas y cl colorete hecho una doble porquería idónea.
Pero como aquí tenemos
todavía
una miaja de vergüenza, estamos trabajando lo indecible para
remediar
las t^deficcncias» y que esto salga hecho un primor.
Aguanten ustedes mecha un par de
semanas {poca cosa), hasta que terminen las elecciones, y verán ustedes lo
que es canela ; porque ahora nos vamos a entregar en cuerpo y alma a
.^acar un semanario que le acabe, de
quitar el hipo a los lectores.
La rotativa es buena; los coloree,'
hurnos;
el papel, bueno;
nosotrot,
buenos; j, T/ uf^iedpsl
—Buenos, gracias.
Pues eso decimos', que sean ustedes
buenos unos díaR, hasta que el repartidor o el vendedor les entregue un n^imero acabadito y monin, para lo cuál
jios estamos esforzando, a pesar de que
la magnitud de la tirada no consiente
primores.
Pero se harán.
Palabra de Mamporro, que está acabando de montar iodo lo preciso y
mus.
£¿os quieren echar un cable
: T ^ n 3 D 3 X 0 . — L a gente se t.3 c-r.sadj ya tíü mis oquiíibnos,
parDco que esta vez me oaigo•
^
En vista de la falta de luz de todas
clases, pero principalmente de la do
gas en la vía pública, el alcalde, o lo
que sea, nos quiere echar un cable,iüstalando luz eléctrica provisional.
Pues sepa que todo lo que no sea ha^
cer una instalación con aparatos y material de Jaime Ruiz, de su fábrica de
la calle de' Samaniegp, 2, Madrid, 69
dinero perdido.
£L
MENTIDERO
pascando su gentil figura por el calleMientras tanto, todos los inc^uietanjón i con un par de banderillas!
tes problemas de la vida municipal esY el pueblo, sin enterarse de que le tán sin resolver.
Los obreros siguen sin trabajo ; las
.banderillean,..
calles, hechas una porquería en cuanto
* # •
Don Alejandro Fernández es un hom- caen cuatro gotas, y aunque no caigan ;
bre desgraciado. Todo su sueño es lle- los servicios, desatendidos ; las subsisgar a teniente de alcalde, aunque no tencias, caras, y la vida, imposible.
¡ Y aun dice que no tiene pretexto
sea más que por cinco minutos, y el
pobre señor no io consigue ni aun ha- para dimitir!
i "Es que espera a que los vecinos de
ciendo rogativas a San Expedito, que,
según saben nuestros lectores, es el Madrid desaparezcan poco a poco para^ entonces desaparecer él?
abogado de los imposibles.
Eso sería lo más práctico para toLe birlaron la 'de la Inclusa y ahora
dos, incluso para nosotros, que desle escamotean la del Congreso.
Bien es verdad que como el bueno apareceríamos gustosos y satisfechos.
Estaríamos muertos, pero no seguide don Alejandro h a notado que le toman el pelo de los bigotes, porque el ríamos soportando a ese alcalde.
de la cabeza no lo tiene muy abundante, ha decidido «meterse» con el alcalde. 1 Menos mal que ya ha tenido una
buena idea!
Hace pocos días decía el señor Fernández a un amigo suyo:
—Bueno ; en vista de que no me hacen caso, voy a «meterme» con Ruiz Noticias que conocemos con veinticinco
años de anticipación
Jiménez, y lo primero que voy a decirle es lo de los «méndigos».
En el Parque del Oeste han sido enRigurosamente exacto y verídico.
Claro os que esto no extrañará a na- contrados los cadáveres de dos suicidie, porque otros con igual léxico han das, que durante las" primeras horas
no pudieron ser identificados.
llegado a ministros, l verdad 1
Después se averiguó que se t r a t a b a
- • •
de dos ancianas, llamadas Heterodoxa
El alcalde actual ha dicho que cada Alvarez y Ccrata Simple, que, no pudía se hallaba más a disgusto con el diendo resistir los desprecios de un tal
cargo que ocupa.
don Alvaro arrepentido, decidieron
^ ; Gracias a Dios C|ue Titta está de morir juntas.
acuerdo con la opinión!
Porque ésta también está a disgusE n la corrida de toros de esta t a r d e
to con que él continúe en el cargo.
se han revelado dos verdaderos fenómenos.
LA VIDÁ^EN 1941
Uno de ellos, que es ingeniero agt'J'l
nomo, dio el cambio de rodillas coiCf
no se había dado jamás en la plaií;
de Madrid, y el otro debutante <\^*
hasta ayer fué director del InstituW|
de Oceanografía, toreó materialmen"
entre los cuernos, demostrando aa*''
gre torera.
CONSEí^\7AS**TREVIJñnO
LOGROÑO
*
•
*
•
Los progresos en Instrucción pública
son en España evidentes.
Tras la Escuela del Hogar y la cj''
rrcra de institutrices, el ministro o?
Instrucción pública, don Cristóbal ^;
Castro, ha creado algunas especialid?'
des muy convenientes: la cátedra "j
Costura p a r a afuera, la Üniversida?
del lavado fluvial, con clases práct''
cas en el Manzanares, y la Escuel?
especial del couplet y tango argcnt''
no profesional de la mujer.
Se p r e p a r a el «Instituto general }
práctico de la muchacha p a r a todo» J
la «Sociedad general p a r a el fomoo*^
de las nodrizas».
En la feria del barrio del Pacífi'f
se exhiben este año en barracones »''
gunoa fenómenos curiosos.
Allí puede verse al hombre que coií^.*
carne cruda, la mujer-elefante y d o''
ño-gorrión; pero lo que más ha ''*'
mado -la atención ha sido u n a gru^
jaula en donde se exhibe un individ"^
extraño, con un cartel en el pecho <i^
dice;
«El último reformista».
Tiene usted el voto en.Ya ha comenzado el dulce acose ^^;
elector infeliz y bonachón. Cuaoo .
más descuidado se halla éste, llani^|,;
a la puerta, entregan un sobro •
vanse.
,(
Las primeras cartas, y no nos re' i
rimos al as, dos, tres, etc., sino '^ p'
que se reciben, causan cierta ^,°
presa.
, ^i
—i Quién me escribirá 1 J Sera
.
sastre, recordándome ese piqii'"'^l!i
del tamaño de la esquina del BJUJC
;
So desgarra el sobre y se f'-^j -|,
un papeiito que dice; «Tiene usted
voto en la Sección X.»
iAh, sí? Bueno; puesto qv" I^i
tengo allí, iré a buscarle.
^;
Pero tras esa carta viene '^p^^Jii
otra, hasta que se adopta el siste^^p •
de romperlas, y entonces es cuaP
sobreviene el conflicto matrimoni&'' .
—Sé que has recibido una cartai
que la has roto.
- cS'
—Sí, era de «eso» de las eleccipn .
—No ; eso lo dices para despis*
Era una carta que te comprometía-^g
—¿A m i l Me comprometía a ^
votara en determinada sección.
g.
—¡Eres un infame! ¿A ver los V
dazosl
peP o r t o d o lo cual, los dichosos p^^^^.
utos, no sólo nos perturban la ^^ ^i, •
toncia políticamente, sino cony^^S^í ,
Conque, a dejarse de papelitos, ^j,j;.
el que quiera votar, ya hus
|
dónde.
__*-^^
CERATO.—^>ufls, sañor, no consigo tjue pogue mi candiciatura.
M A M P O R R O . — G o m o que la otra voz tontas onerudo do «Gaceta»;
pero ahora to va a oo«tar un rato.
FABRICA DE CORBATAS, fapeü "^'(jí
Camisas, guantes, pañuelos, género-' j ,
punto. Elegancia. Surtido, tconomia "'''
EL MCNTIDERO
C EXa -. T I I J X J O . — - f t - x x t e esTa, m e '
a r x a , m e e a c p l l p o e l pocadLo o r l f ' n a J .
A loB muchachoB coinenzó a darlos
Es un libro verdaderamente admirable. Como puede verso, no sirve abso- clase un profesor que designó los texlutamente para nada. ¿No lea parece tos, y que tan pronto fueron adquiriQue hay hombrea previsores lo de- a ustedes poco mérito'í
dos marchó a otra población.
Diuestra la publicación de un folleto,
Ahora los chicos no eaben a qué li6n el que dos hermanos, periodistas,
bro quedarse ni qué van a hacer con
S
I
E
M
P
R
E
FRESCA
dan completas^ instrucciones electoralos ya adquiridos, i Los venden t j ToAun en los días de más calor, el mis- man a p u n t e s ! llS'o estudian? Mampoles para candidatos, apoderados, interventores y coro general do muüi- mo domingo do Abril en que se cele- rro casi está por aconsejarles esto úlbren tas elecciones, encontraréis leche timo.
dores.
i Esto es progresar, y lo demás, ras- fresca y riquísima en la vaquería La
Ahora, que usted dirá...
carse el cogote con unos versos de Merced, de la calle de Campoaraor, 2,
que tiene establo propio en la Ciudad
Zúniga!
En el número del «Heraldo» corre»^'
i Cosa útil y curiosa!, como dicen lo3 Lineal.
pendiente ai 28 leemos los flicuicnlei
^endedores ambulantes en la Puerta
títulos: iiMontes Sierra en Sevilla»,
"^1 Sol. Coni ose librito ya sabemos
nBlanco Soria en Yecla», «Armiñáa
^íida uno lo que tenemos que hacer.
en Rondan, uSabaa en Egea».
Es decir, Mamporro ya lo sabe, y tie¡ F s t e d e s no conocen a don Celestino
Mamporro nota que Be han olvidado
'^c ultimado un programa^ definitivo,
QU6 consisto en atizarse tempranito Sanz, primer teniente alcalde' de Val- en el colega de algunos nombres p o p u ^Igo más de morapio de lo habitual depeñas y presidente de la Junta para lares ; por ejemplo, loa de Guindas,
y dormir el día de Ins elecciones ; pero !a organización de la fiesta del árbolí Pepinillos y Salmón, porque j quién
^0 todos son tan sabios como Mampo- Mamporro, tampoco; pero le consta no ha oído hablar de Guinaas en
'"''0, y para los primos que andan en que es más ilustrado que el «Blanco y aguardiente, Pepinillos en vinagro y;
esas zarandajas electorales el librito Negro», que lleva monos en todas par- Salmón en salsa t á r t a r a !
Piiede sacarles de toda clase de dudas. tes.
Políticamente tiene el defectillo de
i Que os dan un garrotazo a la puer- ser idóneo unas veces y romanonista
El ((Heraldo», ocupándose de la«
p de un colegio? Pues sacáis el librito, otras : pero esto no tiene importancia, elecciones: «Lamentamos quo no se
'e tiráiíi a una alcantarilla y echáis a
considere por todo el mundo un de'^9'"rer hacia una Casa de Socorro pró- pues como él hay muchos.
ber imperioso e ineludible la sumiLo
que
no
cabe
duda
es
que
tiene
'^'•líia.
sión a la disciplina del partido.))
un
Fondo
do
literato
que
asusta,
como
I Quo al votar os ofrecen un puro lo demuestra un bando que ha publi¡ E l e ! Lo mismo andan diciendo loa
eoinpletamente incandescente? Pues lo
candidatos cuneros, sólo que de una
cado,
en
el
qiie
dice
«que
tubo
el
hoS^arcláis, dais las gracias y, sin conmanera más prosaica.
'i^Jtar el librito, votáis por quien os nor»...
•—1 Aquí lo que debe hacerse es voI
«Tubos
1
Esto
no
es
un
teniente
de
'^e la reverenda gana, siempre que no
t a r lo que el Gobierno q u i e r a ! [ S í
alcalde;
es
una
cañei:ia.
sea por un transforniista.
que es lamentable tener opinión propia 1
¿Que un interventor gusta do bajar
^' redondel y decirlo dos epítetos
Señor Eurell, no vamos a ponerle
^fíi^esivos al elector 1 Pues éste, sin nc- una cátedra ni siquiera en la Escuela
J^esidad de consultar ningún artículo de del Hogar... apagado. Vamos a pre'*• guía, puede optar por el puñetazo guntarle (jué deben hacer los alumnos
^-^ un vacío o por la patada en la de Historia Universal del Instituto de Alcobas, Gabinetes, Salas y Despachoa.
espinilla.
Pamplona.
Atocha, 34
0
Madrid
Retorzámonos las guías
CHIRIGOfAS SUELTAS
HOTEL
DE VENTAS
fi
EL MENTIDERO
UNAS MIAJAS DE OPINIONES BÉLICAS
¿QUE OPINA USTED
DE LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA
EUROPEA? :: :: :: ::
P i r » que nueatr» hermana menor "La
Acción' (y la llamamos menor por haber nacido bastante después' que nosotros) no crea que sólo ella se codea
con perionajea políticos de fuste, hemos
enviado a varios de ntiestros espías a
interviuvarlos, entree:&ndoles impresa la
preguiuíta para que no se les olvidase.
Hemos tenido más suerte que nuestro
ColcRa. porque podemos dar muchas mas
Opiniones, y... abi van:
ROMANONES
Me parece que los alemanes la van a
•diñar"; porque como los franceses y los
rusos tes vuelvan a dar. un par de "puflalás traperas", se leS van a comer hasta los hígados; lo cual que nos vendría
bien, mientras Viffamos nosotros gobernando, por mor de las muías. Y ganareDios' tai elecciones aunque Dato no
quiera,
MAURA
SI la situación de Kspaña fuera tal que
no tuviera que temer sucesos que pue~den deiarroilarse, su actuación estaría
marcada y no podríamos dudar de las
consecuencias de ia guerra; pero como
circunstancias ininmutables la colocan
en orden a relaciones internacionales en
un campo determinado, dentro de los
convenios y pactos, se hace imposible
deñnlr una situación pretérita en momen-
tos en que el patriotismo consiste en
callar.
DATO
Aunque ya se acabó el imperio de la
vaselina, pues ni con ella he de sacar la
minoría que necesito, suplico a EL
M E N T I D E R O me perdone sí no le
hablo de las consecuencias de la guerra,
porque comprenderá que, si estando en
el poder no me ocupaba de ella, ¡menos
me voy a ocupar ahora I Que se lo pregunte' a Lema, que, aunque parezca imposible, sabe más geografía e historia
que el propio don Melquíades.
ALVAREZ
No ttngó tiempo para nada; habrá
u'sted visto la antesala llena (no había
nadie); los pleitos me agobian:
La Cierva y los Reyes Católicos son
mi obsesión; pero por complacer a EL
MENTIDERO, que me hace mucha
gracia ("pa" el gato), le diré que ante
todo Francia. ¡Ohl ¡Ahí Mis cariños
son para ella y ella también me quiere.
Diga usted que mí viaje a París fué un
triunfo; pero no pienso volver; otra vez
iré a Genova,
SÁNCHEZ D E TOCA
Los empirismos económicos y belicosos que el problema de abaratar mantenimientos produce en el intercambio
entre neutrales y beligerantes, desarrollando al margen de tales empirismos
desorganizaciones endémicas, que no
suplen deficiencias de las especulaciones,
nos hacen imposible diagnosticar las v¡-
cisitudes que la guerra irá repercutiendo en las economías nacionales; y como
el período álgido de los fenómenos intrínsecos llega fatalmente, lleno de promulgaciones menos acertada^, puede
afirmarse que nuestra situación se vislumbrará cuando se columbren afirmaciones en los ignaros derroteros del intervencionalismo.
VÁZQUEZ DE MELLA
Lo dije en la Zarzuela...: América..*
Portugal... Gibraltar...
IGLESIAS
La supre'sión de la ley de Jurisdicciones, que... ¡ahí, vamos, sí, ya entiendo.
Pues bien: cuando fusilen a todos los
que fabrican municiones, cuando maten
a tqdos los que provoquen las guerras,
cuando no quede ni un cañón ni una bayoneta, ni generales ni soldados, ni fusiles ni espingardas, entonces hablaremos de la paz, que nosotros queremos
porque somos los verdaderos amantes
de la paz y aborrecemos la pena de
muerte; y entre tanto, continúe yo de jefe socialista, y que me quiten mi apellido, porque soy de los que comen carne
de cura¿ y de frailes.
SEÑANTE
La mayor .influencia que sobre España ejercerá la paz será en el género de
"varietés", donde abundan ahora más que
nunca las estrellas, aunque mis aplausos
seguirán siendo para la "Chelito", que
es la más completa de todas.
SORIANO
¿Está por ahí Antoñíto Maura? ¿Noí
Pues voy a hablar: E'spañá está perdida;
el vino, cada vez más caro; ya lian empezado a subir la cerveza, porque hay
en Madrid muchos alemanes; dentro de
poco subirá el aguardiente, y no le hago
a usted un chiste porque con estas 's'ubidas y el acta en peligro no tengo humor.
AZCARATE
¿Habló Melquíades? Entonces, yo callo, porque sigo siendo tan republicano
como siempre y nle parece muy mal lo
que le están haciendo entre tantas monarquías a una república.
URZAIZ
No es posible que tengamos esperanzas de regeneración, ni aun después de la
guerra, mientras se concedan, tantos privilegios a las órdenes religiosas y a las
entidades azucareras, porque e's preciso y esencial que los españoles se acostumbren a comer los dulces sin azúcar,
aunque Sánchez de Toca se opnnga.
No s6 pueden quejar en Paris, porque desde que empezó la ofen&iva,
¡es mandamos unos partea que nuestros sacrmcios nos cue&tan, oon
lo caro que está el Daoel.
LEMA
¿Pero hay guerra? No me había enterado. Cuente, cuente; ¿dónde es eso?
LERROUX
No estaba en casa; pero nos enteramos que había marchado a Barcelona,
porque si Maura saca mucho's diputados
quiere hacer un viajecito a América.
MAMPORRO
Pues las consecuencias de la guerra
será que seguirá subiendo el pan y la
carne y que seg[u¡r.emos los de vergüenza sin pagar el inquilinato. •
EL MENTIDERO
11
ScgiiiíDos coDfcrPDn'.nfie
Si la guerra se termínase con palabras, es innegable que ios aliadus, a
estas horas, o un poco más temprano,
estarían ya echando al estofado todos
ios laureles de la victoria. ¡ Retíesfco,
lo que hablan !...
En París se.han pasado unos cuantos
días, entre conferencias y banquetes,
todofj los ases de las naciones aliaÜL.s,
cambiando impresiones sobre" el mejor
modo de vencer a los austroalemanes
a fuerza de discursos y Champagne.
Mientras tanto, las trincheras aijfuen
en el mismo estado que estaban, aunque los estómagos de los primeros ministros y de los segundos generales
están como para pedir una fuerte dosis de bicarbonato.
Cada día los conferenciantes ven más
próximo el ti'iunfo, y se atizan unas
cuantas raciones de salmón y de solomillo.
A nosotros, a los que apenas si conocemos nada del nuevo procedimiento
táctico-digestivo, se nos figura que—
como dicen los chulos—no es por a h í ;
pero, indudablemente, estamos equivocados, y veremos cómo apenas terminan sus discursos y sus comilonas comienzan^ a caer murallas, a derrumbarse ejórcitos y a envenenarse con cerillas generales germanos, i Es mucho ol
poder de una digestión, y no queremos
decirles a ustedes e! poder de una porción de digestiones, cuando éstas se
hacen tan plácidamente como las hacen los conferenciantes de. París !
—Pues, señor, no hay nada Interesante en el teatro de la Guerra.
Los que seguramente no están conformes con semejantes conferencias al
<ígratin» son los que están en las trincheras o sufren en las poblaciones invadidas por los alemanes. Pero, claro,
Desde algunoR.dfas a esta parte, don
es lo que dirá Asquith : «No siempre _ Roma, 29. Coméntase aquí la' deci- Feliz viene regresando del «tupi» con
sión de los austríacos de no dejarnos
llueve a gusto de todos.»
un humor embeLunadlsimo. Esto lo dice dentro de su impermea- avanzar por ninguna parte.
La Prensa publica sendos artículos 1 Apenas entra en la Redacción ie enble ingléfi y bastante alejado de las
para protestar de lá marcha que lle- cara con el botones, el cual Be OKUI
líneas de fuego.
van los acontecimientos, atribuíendo volviendo automático de los sustos qua
a Austria el dcí^eo de no verse derro- se lleva, y le larga una de cóncept
tos nebulosos que el pobre chico n o '
Un problema de álgebra tada por los ejércitos italianos.
Un.semanario festivo, «El .Macarrón tiene más remedio que'acordaraa dal
A los bomberos les han dicho que Kon Leche», inserta un artículo pre- amoníaco como única salvación.
ac vayan préparaiido para tomar parte cioso, del que copiamos las siguientes
—Tú eres un chava! inexperento y,
en la fiesta de la fuerza física del mes líneas: «Austria no comprende que de- potásico, incapaz do chanelar __ unaa
de Abril, y como a causa de! precio de jarse vencer en seguida constituiría su moléculas de la cérula revulusiva de
las subsistencias no pueden nutrirse, mayor victoria. Los aliados defienden las naciones.
se han puesto desesperadamente a "to- la Libertad, el Progreso y el Chambe—i Ya ve u s t é : coflas de la edá I
'nar Tónico Koch. del doctor Mateos. rí por Fuencarral. y, teniendo esto en
—¡Cómo de la edazl Pero ¿es que
cuenta, lo más l.ógJeó y tal sería dejar la edaz es óbice para el magnetismo
que los italianos avanzaran mucliísiu.u hidráulico y_ magnésico efervescente
Pero ya que no lo quieren por las de la fonética individualista del hibuenas, por la malas s e r á ; porque, pocondrio í
y don Feliz, después de domostrai
Petrogrado. El generalísimo Níko- gracias a Dios, contamos con una barlatoviffch se encuentra muy molesi o baridad de soldados, que se encarga al botones que se pueden decir tonteporque Cadórniga so está paseando rán de demostrar al enemigo el pe.i rías y tener lunar, se sienta en ab
gro que corre haciéndose fuerte en íuesa y comienza a liar pitillos de 0.25
triunfalmente por Pnrí« •• T.-^nH-"sus trincheras.»
con una serenidad y una máquina esDice que no deben dárseles tantos
Opinase que, en vista de este artícu pecial que asustan,
bombos (se conoce que a.,] piíau lu q-^
Bueno ; pues a nuestro director te
6n España), porque si Cadórniga Jia lo, los austríacos enviarán un jamón
avanzado mucho en e! Isonzo, é] ha con chorreras al general Cndorna, ei sobra la razón por barreños enteros.
avanzado muchísimo más. pues d'sde unión del permiso para el libre avanc< \'o hay nada que más pronto ocasioae el trastorno cerebral de la cabeza,
'a frontera alemana al Cáucaso fué un por todos lados.
lue dicen* por «ahí», como la lectura
avance formidable y casi sin detener'te ciertas cosas. Y a don Feliz, qué
lo mas que en las estaciones por don¡JOHNSON, QUÉ TIC! lee con alguna dificultad, en mayor
«e pasaba el tren.
i Ustedes han visto a Johnson dar proporción. Según un periódico pariA causa de e-te disgusto, ha contisiense, en Rerlín ha estallado o está
nuado avanzando en todo el frente, y un puñetazo? Pues era niño y ya le- para pegar un trueno la revolución so^fitá dispuesto a entrar en Con^tanti vantaba fácilmente, a pulso, tomos de cial.
'lopla. aunque para conseguirlo ten versos de Marquina, i Cómo se conoce
La aristocracia se mete con la clase
a que dar algún rodeo, i P a r a él ni, que tomaba N esfaxina por todo a.iimedia, echándole la culpa de todo ló
ay Cadórnigas que valgan' .
¡ÁdÉüte, Biafa'Tones!
Nilíolatoíifftli tiene eDviiJia,
f
La reyolocíóD "clasificada"
14
EL
MENTIDERO
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BOLÍVAR
Calman rápidamente la TOS.—Son insubstituibles por sus virtudes curativas en las enfermedades
de las vías respiratorias: CATARROS, BF^ONQUITIS, LflnmGITIS, RONQUERA, ETC.
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61 ¡Mentídero
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teniendo un cerebro d e s p e j a d o y fuerte. ¿ C ó m o se obtiene esto en estos
momentos d e luciías y preocupaciones? Pues c o m i e n d o o s t r a s , q u e es
el ma^or alimento para tonificar y d a r fortaleza. A h o r a , que esas ostras tienen que ser a e las que cría én sus parques d e Bóo f S a n t a n d e r ) la
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Comamos O S T R A S y pensaremos bien.
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