Núm. 37 - Biblioteca Virtual de Defensa

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CENTRO SUPERIORDE ESTUDIOSDE LA DEFENSANACIONAL
ClON
Junio-Julio, 1969
Núm. 37
SUMARIO
1.
ORGANIZACION
Las fuerzas estratégicas y aéreas de la China Popular.
—
y.
ESTUDIQS TACTICOS
—
Y LOGISTICOS
Paz y poder.
IX. CUESTIONES TECNICAS
—
El carro de combate
—
El carro de combate en evolución.
—
El carro de combate en la guerra moderna.
—
Capacidad combativa de los carros de combate y deter
(i)
minación de la misma.
—
El carro de combate “Leopard”.
—
El carro de combate
—
¿Qué hay sobre los carros de combate rusos en realidad?.
—
El carro de combate para
—
Los misiles para entrenamiento y reconocimiento.
X.
70
1975-80
VARIOS
—
Investigación y dirección
—
Problemas administrativo-industriales
ción militar y su desarrollo.
SECCION BIBLIOGRÁFICA
de la investiga
27
jp,o
37
eR&WIIZ,aCIgM
—
L AS FUERZAS ES TRATEGICASY 4 EREAS DE LA CHINA POPIJLA R
1
CESEDE
LAS FUERZASESTRATEGCAS YAEREAS DE LA CHINA POPULAR
(orces
Ariennes
Françcilsos, núm. 257, abril 1969)
¡•
Junio—Julio, 1969
P)
BOLETIN
DE INIORMACION NUM. 37
—
El aviador francasque asiste a un “briefing” en una sala de operacionesbelga
o americanario se siente fuera de ombiente;_podem0SinC150
suponerque un “briefing”
en una unidad aérea de un paísdel Este, salvo la barrera del idioma, le seguiría dando
la ¡mpresicSn
de un mundofamiliar. Porel contrario, este mismoaviador y sin dudatam
bin su colega del Este, quedaríanalgo desconcertadospor las practicas chinasen mat
rio de vuelo; al menos,es lo que parecedesprendersede derfos artícu los de la prensa
china. El lector podr juzgar por sí mismoleyendo los varios extractos del peri6dico
“Pekin—lnformation”que siguen4i los que se han añadido los subtítulos).
—
“Se trata de una escuadrilla de las fuerzasaéreasdel Ejército Popularde Libe
raci6n de China, infinftamente fiel al PresidenteMao, a su pensamientoy a su línea
revolucionaria proletaria. Constituye una heroica colectividad que se consagraa la de
fensa del espacio aereo chino. Losmiembrosde esta unidad se han mantenidoen la li
neo revolucionaria proletaria del PresidenteMao y han derribadoo averiado catorce
aviones enemigosen poco m6sde diez añós. Que el pensamientode Mao Tse—tung
ocu
pe todo posici6n en nuestroespíritu.
—
—
El Ministerio de DefensaNacional ha conferido a.esta unidad el título de “He
roica Escuadrilla”.
Aviad6nyPolítica
“Acababan los aviadoresde dominar las técnicas fundamentalesdel vuelo cuan
do tuvieron que hacer frente a los provocacionesde los aviones de los imperialistasnor
teamericanOs. Rebosantes
de odio, deseabanardientementecombatir al enemigopero
el Kruschefchino y el revisionista contrarrevolucionario Pen Thehuai1trataron de conte
nerlos con el prtexto de que la guerra modernadependía&nicamentedel acero, de 1a
técnica o del material. Estosrevisionistasexpresaronsusdudasde que estosaviadores,
hijos de familias pobres, poco instruidos y sin contar en su activo mcs que con veinte o
treinta horasde vuelo, pudieranvencer a los asesde la aviaci&l pirata americana.
Poniendo plenamenteen juego el factor humanoy dando pruebasde un notable
valor en el combatede cerca, derribarontres aviones enemigosen su primera ¡nterven
ci6n. Estavictoria constituy un terrible golpe a la arroganciade los piratas del aire
americcinosque se autodenominaban“poderosos”e hizo pedazosla absurdaidea de que
la técnica primordial en todo, idea preconizada por el Kruschefchino y por el revisio
nisto contrarrevoluciofl jo PengThe—huai. Demuestraplenamenteque la mayor fuerza
de combatereside, no en el acero, en la técnica o en el material, sino en el hombre
animado por el pensamientode Mao Tse-tung.
PensamientodeMaoycombustible
“En septiembre de 1 966, en el momento en ue la gran revolucin cultural pro
letona se desarrollaba victoriosamente en toda China, los irnperiaistos americanos, a
morzados por esta revolucin,
enviaron de nuevo sus aiione piratas o violar el espacfo
aireo chino
“Desplegad todos vuestros e:fuezos y no dejeis de aniquilar o todo enemigo in
truso”. Con esta cita del Presidente Maa e! comandante en tierra dio la orden de ha:
cerse al aire. “Aplicaremos
mements esta directriz suprema”, contestaron los pilotos.
Y cuatro aviones tomarcn la salida.
A la vista de nuestros aviones, el astuto enemigo dio media vuelta y huy ha
cia el sur. Los aparatos enemigos, dotados de msiies teleguiados; huían a una veloci
dad impresionante, pero los pilotos de a Heroica Escuadrilla se lanzaron en su persecu
ci6n, determinados a dar una severa ieccin al enemigo y hacerles probar et duro puño
de hierro del pueblo chino, templado en la gran revolucicn cultural proletaria. En el
momento en que los aviones se aproximaban ci aiemigo, Liu Yensiau, piloto del avi6n
nmero cuatro, not que el nivel de su combustible descendía, io que significaba que
debia regresar InmediaTamenTea su oase. ¿Que huno? Si continuaba su persecucion
corría el riesgo de tener dificultades para volver sano y salvo. No pensando ms que
en las enseñanzasdel Presidente Mao, sin preocuparso de su seguridad personal, conti
nu lapersecuci&y castiga
a losavknes americanos”,
—
—
PensamientodeMaoyreglamentodecaza
“El presidente Mao ha dicho que la historia de la humanidad es un movimiento
constante del reino de la necesidad hacia e! reino de la libertad. Apoyndose en el
pensamiento de Mao, los pflotos de la Heroica Escuadrilla, han transformado el reino
de la necesidad en los aires en un”reino de libertad”, rompiendo con los clichs y dog—
mas revisionistas estereotipados del extranjero parc vencer cd enemigo y hacerse con la
victoria.
—
“Un día en que llevaban a cobo ejercicios tcticos en tierra, Chao Teh—an,
que hacía el pape,I de piloto del cvin de cabeza y Cháng Yt—lin el de su punto, manio
braban modelos reducidos de aviones en formacin persiguiendo al enemigo. Cuando
Chang anunci6 que había localizada un avin ‘erorligo”,
volando a baa altitud a su
derecha, Chao Teh—an, siguiendo el viejo reglamento: ciavinguíaatacaye!punto
lecubre, dio la orden habitual “Yo ataco, tu me cubres”. Chan cbjetó que en esta si
tuaci6n era preferible que atacase el punto. ¿Por qi han de ser lan:ados todos los ata
ques por el avin de cabeza y nunca por el punto’?, :Dregunt Chao Teh—anqued6 muy
confuso. La pregunta merecía ser seriamente estudiada: ¿había algo de err6neo en los
viejos reglamentos que rigen las relaciones entre e! piloto de cabeza y el punto?.
—
—
-3-
En la animada discusn que sigui6 tomaron la decisi& de rechazar los dogmas
extranjeros que pertenecían al concepto militar revisionista y de avanzar triunfalmente
siguiendo la línea del Presidente Mao en materia de edificaci&i del Ejrdto.
Se atu
vieron a la siguiente enseñanza del Presidente Mao: “La elasticidad en la utilización
de f.ierzas es el principal medio para cambiar la situaclin a nuestro favor y para apode
ramos de la iniciativa’.’ “Aplicando así una serie de principios tcticos formulados p
el vicepresidente Un Piao y basndose en su propia experiencia practica, elaboraron
unas tcticas muy flexibles según las cuales el ataque podría confiarse de igual forma
al piloto de cabeza o al punto, segi5n la stuaciSn, asegurando con ello una estrecha
coordinaci6n entre ambos”.
—
LaGuerraPopularenloscombatesaéreos
“Uno de los problemas surgidos a la Heroica Escuadrilla durante la aplicacicn
de la línea militar del Presidente Mao era el siguiente: ¿Deberían ono las fuerzas a
reas hacer una guerra popular y c6mo hacerla?.
Poco despus de la instalaciSn de la escuadrilla, se desatc una violenta tor
menta y la pista qued6 inundada. La poblcici6n ayuda durante toda la noche a secar
el terreno, estimando que de este modo participaba tambin en la guerra aérea”.
Losaviadores de la Heroica Escuadrilla han aplicado ¡gualmente las tcficas de
la guerra popular a los combates aéreos, aprovech&idose de las altas montañas, de las
nubes y dé la niebla como cobertura de sus relampagueantes ataques—sorpresacontra
aviones enemigos.
—
Nuestros aviones despegaroni un día para salir al encuentro de dos aviones en
migos de reconocimiento en msin de/hostigamiento. El enemigo creía poseer la ven
taja de una mayor velocidad y gritaba con arrogancia: “INo tienen importancia 1
dcmosnos con ellos Nos lanzamos contra el enemigo a toda velocidad. Como un re—
lmpago nuestras ametralladoras derribaron a uno de los dos aviones. Horrorizados, los
piratas del aire del otro aparato vociferaron a Taiwan: “1XX ha hecho explosicn. Ha
sido alcanzado por un mtsfl teleguiado comunistaj”
Oraci6ndelpiloto
“Con un afecto y fidelidad infinitos hacia el Presidente Mao, los hombres de
la Heroica Escuadrilla han realizado tltimamente un retrato bordado suyo de tres metros
de largo. De pie, ante el retrato, han tomado el compromiso siguiénte: “10h1 Presi
dente Mao, Presidente Mao, sois el representante de nuestra época, de nuestro partido
de los masasy del proletariado. Sois el guía m6s grande del pueblo chino y de ios pue
bios revolucionarios del mundo. El seros fiel es la primera necesidad de nuestra era,
de la revolucicSny del proletariado. Nuestro ideal ms noble y nuestra mayor dicha
son la de consagrarnos enteramente a vos. Sitenemos que dar nuestra vida combatien
do al enemigo en los cielos, hasta en ese momento os reiteraremos nuestra fidelidad
sin limites.
*
*
*
Presentadosa modo de prembulo estas citas, indudablemente, lejos de forni—
Ucrizar al lector con el universo aeronatico chino, ms bien tendrn corno resultado
mostrarle la prudencia con que ha de adentrarse en este terreno. Lo omnipresencia del
Pensamiento del Presidente Mao Tse—tung, la referencia qe de ¿1 se hacea prop6rito
del problema que sea, importante o míimo, la soturaci& que rc-aUza en tcdos los es
calones, tiene, en efecto, que sorprender.
i
Este estudio cuyo marca rabosa el de ¡a aviaci6n para extenderse hasta las
fuerzas estratégicas, se esforzare principalmente en mostrar de qu forma este pensa
miento de Mao se aplica sucesivamente a ¡cs diferentes niveles; al de las concepciones
estratégicas, al de la rganizaci&
medios y, por 6ltimo, al de las tinidades y persa—
•nal con el problema psicolgico do Lasmotivaciones que ello implica.
—
No hay que decir que en China como en todo país donde existe una ideología
en su.fase activa, donde un pensamiento tnico parece inspirar la accin a todos los ni
veles yen todos los campos, la vida política impregna, polarizo todos los dems facto
res de la vda nacional, que forman entonces un todo extremadamente homogneo, de
modo que es difícil analizar un componente sin referirse a este todo y a las otras partes;
se comprender fcilmc-nte por ello que un estudio de las fuerzas estratégicas y careas,
lejos de reducirse a una seca nomenclatura de! material, debe relcicionarse constante
mente con otros campos de la vida militar y política.
1.
Papeldelasfuerzasestratgi
cas y areas en el cuadro do la Defensa Nacional
Hasta 1960 e incluso
hastaCi principio de la revolucien cultural,
bajoel im
pulso del “Kruschef chino” (el ex—Presidente
LiuChao—chi,destituido
en noviembre
del pasado año) y delantiguojefedelEstadoMayor Lo Jui—chin,China,al abrigode
—
0
la sombrilla
atornica
de la USS, pcooarenunciar
a lasarmasnucleares,
al menos es—
tratgi cas, y consagrar sus esfuerzos a unas fuerzas clsicas modernas. El retomo a
una mayor ortodoxia con respecto a las concepciones de Mao, objeto de la revolucin
cultural, ha originado evidentemente aigunos cambios en los fines de la política china
y por consiguiente en ias concepciones cstrctgiCas.
—
.
La ambici6n fundamental de Mao Tsc4ung es conseguir una transformaci6n ro
dical de las relaciones entre los hombres, operacin que pasa por diferentes cambios
salo en las “estructuras” sino todavía ms en ¡os mismos hombres. El contenido de esta
transformacn
nos interesa menos aquí que sus campos de aplicaci6n que se elevan a
dos: el uno, en ci interior mismo de China dcnde esta en curso un vasto experimento
con alternativas de éxito y de fracaso difíciles de. apreciar; Ci otro concierne, ni ms
ni menos, si bien a largo plazo, a! rosto del mundo con una etapa intermedia, sin du
da, que mecta a 1 os paires del Tercer vundo.
—
—
—
Ya se trate de China o de otro país. el xito de la empresa descansaen una
con jund6n de la propia virtud de la deologíci maoísta y de la voluntad interior del
—
-
país llamado a beneficiarse. Esto significa, en otros términos, que, oficialmente, la—
nueva reUgicn no debe ser extendida a punta de espada como o hizo el Islam en los pri
meros siglos de la Hj ira. Sin embargo, es necesario recordarlo, la historio dejada a
mismo, tiene ó menudo lentitudes imprevistas, reticencias en seguir’ los esquemasque se
le proponen, yo sean marxistás, leninstas ó mcoistas, al guol que una ideología inclu—
sohicientífican encuentra a veces con apuros su camino; se comprender por ello que
una política exterior activa hecha de ayudo; de intervenci6n, de intimidaci6n, de pre
siones diversas, pueda endere2ar y cpresurdr una evoluci6n que se obstino en resistir4
——
A estos obstculos, en cierto modo naturales, hay que añadir los de mayor
importancia, que alzan los imperialistas” e incluso los revisionistas sviticos,
En el
camino que lleva al maoismo, el imperialismo; (sobre todo si es americano y en grado
ligeramente menor inglés o francas) es, en efecto el enemigo Evidentemente, es difí
cil decir c6mo espera Chinc vencerlo y es importante, antes de cualquier evaluoci6n a
este respecto, tener en cuenta ciertas características particulares de los chinos: en pri
mer lugar, prudencia y paciencia unidas a una concepci6n del tiempo diferente de la
nuestra y después una confianza invencible en el éxito del pensamiento de Mao, al me
nos en lós elementos responsables y dinmicos,. lo que a veces les conduce a atribuir a
¿1 equivocadamente el éxito de ciertos movimientos de agitcci6n que les obliga, en Afri
ca por ejemplo, aunas intervenciones muy mal adaptadas, pero que en compensacin,
les hace obstinados a pesar de erróres de diagncSsticóy de fracasos.
—
—
—
Podemos afirmar asimismo que no es atacndolo de frente como los chinos es
peran vencer al1mperalismo sino utilizando contra l diferentes fen6menosde agitaci6n
actuales o venideros. Bien sea por el exterior oponiéndole el Tercer Mundo o bien por
el interior, ya que, como buenos marxistas, cuentan siempre con la fuerza revoluciona
ria que nace de las fricciones entre el proletariado y la clase dirigente de los países ca
pitalistas, lo que no excluye que concedan mucha atenci6n a estas formas mcs recientes
de contradicciones que parecen surgir en las sociedades evolucionadas y que, atn no po
seyendo la fuerza necesaria para realizar una revoluci6n, tienen al menos la ventaja
de debilitar en el interior a estas sociedades.
—
Aunque cuente con el dinamismo intrínseco de su ideología, con las necesida
des del Tercer Mundo para escapar del subdesarrollo y con las contradicciones del mundo
captalista que le permitirían hacer el ahorro de una guerra, no por eso deja Mao de con.
siderar seriamente la eventualidad de un vasto conflicto armado contra el imperialismo.
A lo que podría temer es a un conflicto que se desarrollase en espiral desde un punto ca
liente del tipo Corea o Vietnam, a una agresin de los “imperatistas” bajo la forma de
una guerra preventiva o, en fin, a plazo ms largo y comó iltima maniobra desesperada
ante el xito de su ideología, a un ataque en el propio corazSn del sistema chino.
—
En cuanto a la querello Mosc—Pekin, presenta unos caracteres bastante par
ticulares que a veces la hacen parecer ms viva que la existente entre chinos y america
nos. Se trata, a pesar de todo, de un desacuerdo de otra naturabza que, dentro del so
cialismo, opone teiricamente adosconcepciones sobre el camino o seguir y pr6cticarn
te a dos países para el liderazgo de las fuerzas comunistas en el mundo.
-6-
Pero todo transcurre como si por ambas partes y sobre todo del lado ruso, se
diesen cuenta que cualquier conflicto armado importante, entorpecería considerablemen
te lá idea misma del socialismo. Es pues probable qeen tant.o no se alcen entre chinos
y rusosintereses nacionales vitales, la querellq seguir siendo feroz, pero sin degenerar
en cónflicto armado. Por el momento parece que ambas partes esperan, ayudndolo un
poco, un fracaso en los planos interior y exterior del equipo dirigente del Hermano Socia
lista; del lado sovttico se cuenta con el exceso d la revoluci&i cultural; del lado chi
no, con ci debiU+amiento progresiVo de un socialismo preocupado de reformas econmi—
cas y del bienestar material al mismo tiempo que busca enfrentar a Moct con los ele
mentos. revolucionarios del Tercer Mundo obligcndole a reaccionar contra las provocacio
nes chinas con medidas denunciadas enseguida como complicidades con los imperialistas.
Sin embargo, sea como sea el arte que se den los chinos en mantener esta que
rella, an conservndola dentro de ciertos límites, la verdad es que este género de ma
niobra lleva en sí unos gérmenesde conflicto m& grave que quiz no hayan scapado a
las preocupaciones de los jefes nilitaresde ambosbandos. Parece bastante cierto, no
obstpnte, que del lado chino, donde se tiene la iniciativa de las provocaciones siempre
fci!es de dosificar en funci&) de las reacciones del adversario, no se han tomado medi
das mUtares de importancia en las fronteras del norte y del noreste (a excepci6n quiz6’
de preocupaciones justificadas por las tentativas soviti cas de explotar el descontento de
ciertas poblaciones fronterizas).
—
Del lado sovlitico, los ¡efes militares, presos entre la incertidumbre en que
se encuentrcrflsobre las intenciones reales de los chinos ye1 deseo de no caer en la red al
tomar unas medidas militares espectaculares como la retirada, por ejemplo, de las tropas
estacionadas en Europa, han tomado un cierto numero de precauciones ms dliscretas: re
fuerzo del cuerpo de guardias fronterizos, ayuda a Mongolia, programacicSnadecuada de
las unidades de misiles estratégicos, y, en fin, el interés de los s6viets en los transpor—
tes aéreos pesadosno puede ser extraño a sus preocupaciones sobre estas fronteras leja
nas.
En la perspectiva que acaba de ser tratada, los recientes choques chino —sovk
ticos, dejando a un lado la hip6tesis de un accidente siempre posible en esta inmensa
frontera, pueden ser interpretados como maniobras.
—
A estas ambiciones que se refieren única y realmente a la ideología, hay que
añadir otras que detr& de las justificaciones ideol6gicas están ligadas sobre todo a la
existenCia de China en cuanto a naclin: ¿no tiene que obtener rectificaciones de fronte
ras, no tiene ideas precisas sobre la suerte futura de Hong—Kong, Macao y Taiwan? ¿No
puede China pensar con simpatía en el porvenir de ciertos grandes países vecinos y con
interés en los terrilorios de los ms pequeños?.
—
Hay que añadr, para terminar, que China debe ser capaz de defenderse mili
tarmente contra cualquier ataque, incluso aunque éste no sea una consecuencia de las
actividades chinas.
—
Tales son, al parecer, algunos de los imperativos que pueden determinar una
poliica militar china y que podemos resumir as( en el plano interior, un experimento a
intentar; en ci exterior, extender un determinado modelo de revoluciGn1 llevar una po
lítica nacionalista y asegurar una defensa del territorio.
El ejército, que desempeña un importante papel en los asuntos chinos, no es—
t
concebido como una herramienta de Conquista militar sino ms bien como el auxiliar
indispensable que debe asegurar el éxito de la ideología revolucionaria: en el interior,
donde participe activamente en ci experimento; en el exterior, donde la fuerza que re
presenta asegura el empuj&1 para realizar las ambiciones de los dirigentes y, por tltimo,
en el plan defensivo, donde asegura la plataforma de partida de la revoluclin.
En el
Ejército de Liberaci6n Popular (ELP) podemosdistinguir si no tres tipos de fuerzas, sí, al
menos, tres vocaciones distintas, colocadas por orden de ¡mportancia decreciente: las
Fuerzas Populares, las Fuerzas Estratégicas y las FuerzasClsicas o principales.
La importancia dada a las Fuerzas Populares esta justificada por consderacio
nes de orden sociol6gico m& que mi!itar; compuestasesencialmente de soldados de ¡nf&
terca sobrios, resistentes y armados de forma rudimentaria, estas fuerzas que constituyen
lo principal del ELP, hallan sus tradiciones en la Larga Marcha y en los combates contra
los japoneses o contra las tropas de Chang Kai—chek. El ELP es un ejrcifo que cierta
mente esta muy pr6ximo al pueblo del que extrae sus hombres y sus cuadros de mando y
que rodea de numerosas tareas extra—militares. A pesar de la supresi6n de grados, es un
ejército jerarquizado, politizado, adoctrinado y probablemente adicto en su conjunto al
estado. En el plano estrictamente militar, la misiSn de las Fuerzas Populares es la de
asegurar una defensa en superficie destinada a ‘enligar” a un adversrio, por muy moder
nizado que esta. Sin embargo, a pesar de la importancia concedida por Mao a la guerra
popular, es en ci plano de la política interior donde hay que buscar la raz&1 de ser de
este tipo de fuerzas que representan un instrumento precioso para asegurar la cohesi6n
del país, ideol6gica en primer término e ¡nciuso sencillamente física; tejiendo una sl
da trama a traves del pais, perm.iten a los dirigentes lanzar las campañas periodicas do
examen de este o aquel aspecto de la vida china, campañasque, en ausencia del ELP,
terminarían a menudo en la anarquía. Sin embargo, la tltima de estas campañas, la Re
voluci&i Cultural, parece haber agitado de tal modo al país que se alcanzaron los límf
tes de la anaqufa; el ejército sacudido asimismo, ha seguido siendo a pesar de todo el
tnico armazcSnposible y ha desempeñado, sin duda, un papel que rebasaba el que tos di
rigentes le asignaban.
El que hayamos situado aquí tan solo en segunda posici6n ,a las Fuerzas Estro—
tgicas es, en primer lugar, porque estn en estado embrionario y despuésporque no sir
ven ms que indirectamente a la política china. No dejan de constituir un elemento
esencial de la estrategia global desempeñandoun papel ofensivo y defensivo: defensivo
porque aseguran o asegurar&1 por medio de la di-suasi6n, la seguridad de China, país
del nuevo experimento socialista y plataforma de salida de la ideología hacia el resto
del mundo; papel ofensivo, ya que pcrad6jicamente, el arma at6mica sirve eficazmente
a la expansi6n de una ideología pues represeñta un símbolo fcilmente percepflble de la
—
•
potencia econ6micadel país, de su capacidadcientífica, y hastase convierte en una es
pecia de índice del valor de la ideología, de la convicci6n y de la buena fe de los ha
bitantes y, en definitiva, se revela muchoms fcil y eficaz a este respectoque la rea—
lizaci6n del pararsosocialista.
Por el efecto conjugadode estosdos papeles, la posesliSn
de un stock de ar
mas at6rniccsoperativas dar6 a China un pesoconsiderableen los asuntosinternaciona
les, Qumentar su margende maniobraen las intervenciones exterioresy le permitirc co
rrer unos riesgos, mientrasq por el momento, China muestratodavía una extrema pru
dencia en lo que se refiere a EE.UU. en particular, e incluso a la URSS.
Quedan en tltimo lugar las fuerzas prindpalos compuestasde unidadesterres
tres mejor equipadas(algunasblindadas), de fuerzas aéreasy de defensaaraa y de la
Marina. La carda del “Kruschef” chino, les ha supuestociertamenteun rudo golpe y su
situaci6n pareceestacionaria desdehace casi dos años. Representan,al menosen cali
dad, fuerzasmuy inferiores a las de los dos grandesy no añadengran cosaal efecto de
disuasiSn realizado por las FuerzasEstratégicasy la perspectivade un atasco de varios
años en los combatesde guerrilla en China.
Por ello hay que buscar las causasde su mantenimientoen otras drecciones.
Estas Fuerzassiguen siendo superioresa todas las de susvecinos con excepci6n de la URSS,
lo que daría a China posibilidades de ¡ntervenci6n, de intimidaci6n, de disuasi6ny, en
una palabra, una posici5n de fuerza con relaci6n a estosvecinoso incluso a Inglaterra
o Portugal por lo que se refiere a .1-long—Kong
o Macao.
Aparte de estasposibilidades de agreskSndirecta, de las que hace, por otra
parte,unusomuyprudente,ChinoCorreSiemPleetriesgo de verse irpIicada en los focosde
agitaci&i del Sudesteasitico comoCorea, Vietnam y Taiwan, que la amenazanuclear
mantendr dentro de las normasconvencionales. Ademas, China se ve a menudocompli
cada en accionesde menormonta, desembarçode comandos,sobrevuelosde aviones de
reconocimiento, etc. Las FuerzasPrincipales le permitenestablecer entoncesuna línea
de defensaperifrtca que le asegura, frente a acciones limitadas, una cierta estanquci
dad de las fronteras, y frente a acciones de envergadura, una primera línea de defensa
antes de confiarseen las virtudes de la guerra de superficie.
En fin, y esto se aproxima ms al pensamientomilitar tradicional de Mao Tse—
tung, cuandosobrevieneesta guerrade superficie, las FuerzasPrincipalesproporcionan
una masade maniobraa basede unidadesclsicas que puedeser desplazaday concen
trada con el fin de atacar al enemigoen puntosescogidosdonde la guerrilla lo ha pues
to ya en mala situaci6n.
Do estasmisionesde las FuerzasPrincipalesse desprendencon bastanteclari
dad las de las FüerzasMreas que contribuyen a la “amenazaflclsica china y a la de
fensa periférica, principalmente con la aviacliSnde apoyo y la de defensaacrea y que
participan en la accin de la masade maniobracon la flota de transportey la aviacion
deqpoyo.
1!. Organizaci6n
La divisin que acabade ser presentadaen FuerzasPopulares,Estratégicasy
Principales, correspondea tres conceptosque no se reflejan de formaabsoluta en la
ganizackn de las fuerzasarmadas.. Estas,dirigidas por ci Gobierno, y con el ministro
de la Defensacomo intermediario, dependen,en realidad de un orgcinismopolíticoproce
dente del partido y que inspira las Irneasprincipales de la poirtica en materia de Defen
sa Nacional. El EstadoMayor de: Ejrdto de Liberaci6n Populardependedel Minstr
de laDefensay cubrelosdiferentes
ejércitos,
pero ms particularmenteel Ejrcito de
Tierra. Estosejércitos
erantres,loscliSsicos,
pero pareceserque, siguiendo
el modelo
sovtico, ha sidocreado un ejrcito especial de misiles, mientrasque la Defensaaérea
sigue siendo, por el contrario, una rama de las FuerzasMreas.
Teniendo en cuenta la casi inexistencia de bombarderosestratégicosen las
Fuerzas Mreasy la presenciade s6lo uno o dos submarinosestratégicos—detipo antiguo
y que slo puedenllevar misiles aerodinmicos—es muy probableque las FuerzasEstrat
gicas chinastoman, o tomaranprestadosen tos añosvenideros, susmediosde la Fuerza
de Misiles.
—
Las FuerzasPopularesestán constituidas por una parte del Ejército de Tierra,
ms o menosgrande segi5nlas circunstancias, por fuerzas locales que dependendel mis
mo, por las milicias aunqueastasestén en desgraciadesdela revoluci6n cultural y, de
forma general, por el puebloarmado y encuadradoen elEjrcitode Liberaci6n
Popular.
Las FuerzasPrincipalescomprendenlas grandesunidadesdel E1rcito de.Tie
rra (con mayorrade ej&citos a basede Infantería),, la Marina de quien dependela avia
cion naval y el E1erc,todel Aire que incluye la DefensaAerea.
El Ejrcfto del Aire, parte ¡ntegrantedel E1&cito de LiberccicSnPopular, es—
tcl puestobajo la autoridad de un Comandantedel Ejército del Aire que dependedel EM
del ELP. No se conoce la articulaci6n de la Defensaaérea, si bien losdiferentes
tipos
de los aviones en servicio puedenhacer suponeruna estrecha relaci6ri entre las fuerzas
areas y la defensaaérea.
El Ejército del Aire estr compuestode ej&citos aéreosque a su vez compren
den divisiones y astasregimientosde únostreinta aviones. Al parecer los regimientosde
reconocimientoy de transporte
sonaut6nomos. El territorio chino estc dividido en nue
ve regionesaéreas. La Defensaarea poseeuna infraestructura
de mando paraasegurar
la protecci6n del territorio en el marco de regionesde defensaaérea que nose corres
pande exactamenteconlas regionesaéreas.
Los efectivos del ELPalcanzan casi tres millones de hombresde los cuales
doscientos mil son de la Marina y otros tantos del Ejrcito del Aire (comprendidala De
fensa Mrea). A estosefectivos hay que añadir los de las Milicias que sumande ocho a
—
diez millones.
-10-
III. Material
Los chinos han reaRzadoocho experimentosnuclearesde los cuales dos co
—
rrespondena explosionesde bombasH. La serie, bastanterápida ya que se ha escalono
do en dos años, se habradetenido a fi nales de 1967 por el fracasode uno de los expe
rimentos y se ha vuelto a poneren marchamuy recientemente. Podemossuponerque
los chinosson capacesahora de miniaturizar bombas,por lo menosatcSmicas.
—
Una de estasexplosionesfue realizada utilizando un vehrculo portador lanza
do a una distancia de aproximadamente600 Kms. Esteexperimento poco corriente en
las otras potencias ahmicas, ha sido realizado posiblementepara obtener unos resulta
dos ms poiflicos que cientrficos, lo que autoriza a interrogarsesobre la naturaleza del
vehfculo portador: misil bali’stico o aerodinmicó o quizá, ello es posible, cualquier
avión preparadopara las necesidadesde esta pruebo.
—
—
Sea cual fuere la urgencia de China en exhibir su capacidad de proporcionar
un vehrculo a susbombas,es de suponerque disponende l en el momentoactual o que
estén a punto de tenerlo en los mesesfi.ituros;es posible que los rusoscedieran a China
antes de 1960 algunosmisiles estratgicos de alcance intermedio del mismotipo que los
entregados a Cuba y de los presentadosmuchasveces con motivo de desfiles militares
en Mosc3, misiles que han podido ser empleadosdirectamente, copiadoso utilizados co
mo modelosde misiles fabricados localmente. En todo casoes cierto que se efectan
disparos en el Sinkiang. El alcance de los misilessoviHcos originales esde 3 04.000
Kms. El recorrido de 600 kmsdel vehrculo portador, medido con ocasi6n de uno de los
experimentos, hacia suponerque se trataba masbien de un misil aerodinamicodel mismo
tipo que los que llevan los submarinossoviéticos G de los que los chinos poseenun ejem
pIar (quiz dos); no obstante, este 5Itimo no parecehallarse en estadode llevar estos
misiles.
—
—
—
Los chinos poseendos tipos de bombarderoscapacesde transportarbombasabS
micas:
—
—
Un pequeñonGmerode TU—1
6 (menosde una docena), bombarderosmedios
subs6ncos que puedenllevar 4,5 toneladasde bombascon un radio de acci6n
de 2.700 Km;
—
Bombarderos11—28,
aviones ligeros subs6nicosde corto radio de acci6n, muy
vulnerables a la caza modernay que puedencargar 3 toneladasde bombas..
Existen 250 aviones de este tipo en China y es posible que algunosde ellos
hayan sido transformadospara llevar una bombaat6mica.
Sin embargo, con un vehículo portadorasí, el arma abSmicano tendría ya su
carcter estrat*gico y por consiguientesusposibilidades de disuasi6nse yerran reduci
das. No podría ser empleadoms que en ofensivas limitadas contra paies vecinos, lo
que parece poco verosimil, o tambi& como arma defensva para apoyar a las Fuerzas
Principales en su resistenCia periférica. Si admitimos, pues al 11—28como vehrculo
portador, hay que suponer igualmente que no se trata ms que de una soluci6n de espe
ra antes del despliegue operativo de vehrculos portadores estratégicos. El submarino
no cumpUr tampoco esta condici6n; dotado, de un sistema de propulsi6n cltsica, es
vulnerable no s6lo I sino también sus misiles aerodinmicos cuyo alcance, velocidad
y altitud son pequeños y que hay que lanzar en superÑcie. En fin, si se une a esto el
corto ntmero de bombarderosestratigicos medios que no ha variado desde hace varios
años, todo autoriza a pensar que los chinos han escogido los misiles balrsticos al me
nos como primera etapa de su fuerza de disuasin.
—
—
Decir cu6ndo estar6n en servicio operativo estas armas queda en el terreno
de la conjeturo. Ciertas fuentes de informacin americanas han dado 1 970 como la
fecha de entrada en servicio de misiles de alcance intermedio y 1972 la de los misiles
intercontinentales.; otros piensan que scr ms pronto.
—
Las Fuerzas Mreas, poseedoras‘de unos 2.700 aviones, cuentan, ademas
de los 300 bombarderosmencionados ms arriba, con 2.000 cazas, estando constituido
el resto por aviones de transporte y helic6pteros. A esto hay que añadir un ntmero
desconocido pero ciertamente importante de aviones ligeros de enlace, unos del tipo
AN—2 soviticos y otros de concepci6n nacional.
—
—
Los bombarderosson todos subs6nicos asr como casi todos los cazas. La ma
yorfa de estos Gltimos est constituida por Mig—17, aviones sovliSticos antiguos an6lo—
gos al Mystre—lV y que posiblemente han sido construidos bajo licenda en China du
rante varios años. Los chinos poseen tambi& unos centenares de Mig—19, dlgunos en
tregados por los rusos antes de la ruptura de 1960 y otros que se fabrican actualmente
con licencio. Este av6n ligeramente supers6nico y cuya concepci6n no es excelente,
esta ya anticuado.
Por i5ltimo, existen ciertamente en China algunas decenas de aviones de
Mach 2, bien de origen soviético, bien de concepdcSn nacional.
—
No m6s moderna, Ici aviciclin de transporte se compone de bimotores ligeros
de origen sovitico y ms o menos inspirados en el DC—3. Aviones de carga medios so
viáticos Antonov de cuatro turbopropulsores equipan también ci las FuerzasAéreas y pa
rece cierto que la URSSha seguido suminsfrcndolos hasta mucho después de 1960.
La Defensa Mrea utiliza los cazas de las Fuerzas Mreas, dado que estos
aviones todavra poco “sofisticados1’ son aptos tanto para la interceptacin como para
el apoyo. Dispone asimismo de unidades de artillería antiaérea procedentes del Ejrci
to de Tierra, así como de misi les SA—2; muy probabternente es a estos 6ltimos a los que
hay que achacar la destrucci6n en los cielos de China de algunos aviones de observa—
ci6n V—2, fuera del alcance, en misicSnnormal, de los cazas del tipo utilizado por los
—
—
—12
-
chinosi La cobertura radar de acuerdo con lo que puedesaberse,es bastantebuena. Es
t aseguradapor material de construccin china, al menosen parte, ya sed derivado d
materiales americanosantiguos o soviHcos, o bien de concepd6n nacional.
Comparada con las aviaciones americanay soviflca que rebasanambaslos
1 0.000 aviones y cuyas unidadesalcanzan velocidadesde Mach 2, la aviacliSnchina,
por su n3meroy sobretodo por la calidad de susavionesesta muy retrasada.
La evoluci6n actual muestraque China no parecedesearmejorareste estado
de susFuerzasMreas en proporcionesimportantes. No hoy que atribuir esto a una im—
posibilidad técnica ya que los chinos serían, sin duda, capacesen varios añosde crear
una aviacion modernay numerosa. Hay que achacarlo masbien a las concepciones es
tratgcas del actual equipo en el poderque relego a un tercer plano a las fuerzas cl—
sicas convencionales, así comoa consideracionesecon6micasque han obligado a volcar
se en las fuerzasestratégicas(Vehículosportadoresbalísticos y cargasmilitares) en de
trimento de las fuerzas chsicas.
IV. Algunosaspectospsicol6gicos
Muchos francesesoyeronhablar por primeravez del pensamientodel Presiden
te Mao Tse—tung,el día que los periodicos contaron la anécdota de dos chinos campeo
nes de ping-pong que atribuían su victoria al pensamientode Mao. Podemos
reimos co
mo lo hicieron entoncesnumerososperiodicos, pero vale ms preguntarse“como se pue
de ser chino” y en este caso, piloto chino, puestoque el inevitable pensamiento parece
introducirse en las cabinas de pilotale con la mismaintensidad que en otra parte.
Nadie osaría negar el ¡nters de los problemasligados a las motivaciones
——
profundas del personal navegante destinado a ejercer una difícil profeshn en condicio
nes de riesgo. Se concibe que el pensamientode Mao pueda constituir una excelente
fuente para animar el espíritu de Cuerpo, justificar el gusto por el riesgo, etc. Pero,
y esto es lo que deja perplejo, su papel va mucho ms lejos ya que interviene en todos
los peldañosde la vida del piloto, y que, en particutar, le permite tras echar una ojeo
da al retrcto de Mao colgado en su cabina, hallar la soluciSn prctca a un problema
técnico planteado en el curso del vuelo. Sería arriesgado dar una explicacicSn definiti
va a este fen6rneno y parece preferible presentar una serie de hiptesis posibles.
—
—
Lo primero, no hay que excluir la posibilidad de una propaganda deliberada
y al uso exclusivo del lector occidental o chino, ni la de una ¡nterpretaci6n de los he
chos por un periodista demasiado imbuído en el pensamiento de Mao.
Sin negar que exista una parte de propaganda, la explicaciSn sigue siendo in
suficiente y hay que admitir que ciertamente el pensamiento de Mao interviene realmen
te en la vida de los aviadores, ya seo como un catecismo obligatorio difundido por el
oficial político que impone unasexplicaciones oficiales a todas las actividades de la es
cuadrilla, o bien comouna experiencia vivida por los miembros de sta.
e
—13—
Hay unos argumentos que abogan por la hip6tesis de un catecismo impuesto: la
aviacicSn, en efecto, como la marina, son a menudo acusadasde “profesionalismo”, here
j(a constatada igualmente en los sabios at6micos y opuesta a las concepciones del ejrcT
to popular fundado en las cualidades revolucionarias del soldado. El “profesionalismo’T
consiste, al contrario, en poner ci acento en la técnica la cual plantea los suficientes
problemas complejos para que el”profesional” se contente fcilmente y considere su ra
ma de actividad como un fin en sr. Olvida entonces las ambiciones de la revolucicSn y
tiende a considerar las lecciones cotidianas de maoísmo como una molestia para su labor;
necesitando orden y estabilidad y no apreciando las diversas campañasde adoctrinamien
to, se Inc Una claramente hacia el aburgoesamento;en pocas palabras, el “profesionalis
mo” abre el camino al “revisionismo”.
En e1 seno de la aviacin,
ejército esencialmente tccnico, esta tendencia tic
ne ciertas probabilidades de manifesfarse y m6s particularmente en los pilotos antiguos;
ci gobierno ha tenido que tomar medidas para paliar esto, bien modificando el recluta
miento (pilotos procedentes de familias pobres) o bien intesificando la propaganda pol(ti
,I
1
ca. La. Heroica Escuadrilla podria ser muy bien un mito y servir de imagen para ilus
trar el texto de un pequeño libro rojo para uso de los aviadores. Puede tambkn ser una
unidad real y un poco excepcional o bien una nueva unidad reclutada en forma diferen
te en cuanto al medio y a la edad.
-
•
•
•
.
•
—
Pero en el caso en que la “Heroica Escuadrilla” existiese tal como la descri
be Pekin—lnformation y tuviese mulos mSso menosnumerosos, habr6 que considerar la
hp6tesis de que’el contenido del librito rolo es realmente vivido, “interiorizado” por
los aviadores ; ¡nteriorizad6n que puede ser superficial, debido al machaqueo periodrs
fico y a las explicaciones a posteriori, por el pensamiento de Mao, de cualquier éxito
sea cual sea la causareal o profunda debido al baño de maoísmo en el quenada el chino desde hace muchos años, en familia, en la escuela y en el ejrcito.
-
--
El tal pensamiento puede tambin tener un valor didcctico considerable, par
ticularmente para formar ¡6venes pilotos “procedentes de familias pobres”, lo que signi
fica sIn duda, reclutados en medios rurales y quiz ms politizados que formados en las
disciplinas
cieritfficas.
Es posible
que estosreclutas
hayan planteado
un problemaan—
logo al creadon laformacknde pilotos
del TercerMundo; estosjvenes, educadosen
el medio tradicional
y alejados
de latécnicamodernaa laque se enfrentan
ya tarde,
tienen entonceslasmayoresdificultades
parapensaren un problematécnicoen trminos
técnicos, inclinndose mas, por ejemplo, en atribuir a alguna fuerza.transcendefltal la
explicacicSn de una aver(a que en buscar la v6lvula que faMa. Este género de dificultad
se agrava en el aire por los riesgos y el temor resultante, lo que puede conducir a una —
especie de pasividad o a upa actitud supersticiosa. Situado en el mismo registro efecti—
yo merced a su aspecto casi religioso, el pensamiento de Mao puede oponerse a tales
dencias inspirando una especie de voluntad m(stica de triunfar; despus y salo después,
por lq mediac6n de numerosasmximas que le salpican y en la que una por lo menos se
relacioria de cerca o de lejos con la situacin creada para cualquier dificultad,
el pen
samiento de Mao permite encontrar a asta una soluclin tcnca o tctica que cua’quier
—
-14-
piloto occidental, sovlitico y hasta un piloto “profesional” chino habrían resuelto direc
tamente por el sentido comun y la experiencia.
El ejemplo del punto que ataca es a este respecto significativo; sancionado
por una larga experiencia, un reglamento de caza tiene por objeto, evidentemente, el
de proporcionar unas reglas prccticas vilidas para la mayoría de los casos. A menudo,
en el momento en que entra en un combate areo, es probable que el gurasin haber qui
z captado el conjunto de la situaci&, tenga que tomar una decisi6n; el reglamento d
caza le da ¡nstantneamente, soluciones que por lo menos le ponen al abrigo de sorpre
sas. Naturalmente si en ciertas ocasiones ci punto esté mejor situado para disparar y el
jefe de patrulla para cubrir, este i5ltimo no dará la orden de invertir las posiciones por
la nicasatisfacci6n de obedecer al reglamento. Para realizar esta experienCia, el pilo—
fo chino se refiere a Mao. Por lo dems, las citas de Mao que con ms frecuencia se
emplean en la vida practica, no denotan ninguna originalidad y son a menudo máximas
morales que incitan al esfuerzo, exaltan el valor, el espíritu de sacrificio y el bkn co—
mn contra el individualismo, el egoísmo, etc. , o también dan consejos prcticos que
la mayoría de las veces emanan de la sabiduría popular. La fuerza del maotsmo sería
pues la utilizacliSn del culto de la personalidad de Mao para sensibilizar a ciertas capas
de la poblad6n con estos aforismos poco originales pero eficaces.
—
—
—
Las diferentes hipttesis enumeradas —propagandapara uso externo, catecismo
impuesto y convicci6n profunda— tienen cierta probabilidad de ser exactos en cierto gro
do. Lo importante sería poder conocer este grado. Es imposible, naturalmente, saber lo
que piensa cada piloto chino en su fuero interno ye1 propio Mao es un diosecillo dema
siado pequeño para “sondear los corazones” de sus sGbditos. Por lo demcSs,lo que impar
taría casi tanto es saber lo que estos pilotos, animados o no con el pensamiento de Mao,
valen en la prtctica.
Si se juzga por los extractos de prensa citados al principio, los pilotos chinos
pueden parecer una banda de fan6ticos que, en 20 horas de vuelo, se lanzan a bordo de
sus viejos Mg—17, al asalto de los “piratas del aire” americanos. Con ocasiSn de losen
frentamienfos que se engendran de vez en cuando como “derivaciones” de la guerra del
Vietnam, los pilot6s chinos dan muestras, por el contrario, de una gran prudencia unida
a cierta habilidad para sacar partido de las circunstancias. Ademas, el modo en que la
prensa habla de los “piratas del aire aparentemente poderosos” deja entrever un cierto te
mor hacia ellos. Todo esto da a entender que los chinos no se hacen ilusiones sobre las
posibilidades reales de su avacicSn frente a la de los americanos.
En un orden de ideas algo diferente, conviene mencionar otro aspecto psicol6
gico. Se refiere a la concepd6n particular del arma atmica que la propaganda china
trata de inculcar en el soldado y en la poblacin; al mismo tiempo que se orquestaba una
gran alegría popular para saludar las primeras explosiones que elevaban a China al rango
de potencia tmica, se minimizaban los efectos de destrucci&i de estas armas, y los cal—
culos hechos a este respecto por los ppfses atSmicos presentados como exageraciones des
tinadas a intimidar a las otras naciones. La bomba atSmtca lejos de ser descrita como un
-15-
arma apocalíptica, poseía unos efectos aceptables que importaba conocer para dominar
los. Todo ocurre, al parecer como si los dirigentes tratasen de no dar un lugar demasia
do importante a este arma y quisieran evitar que inspire un miedo exagerado a los chinos:
fiel ante todo al Ej6rcito Popular y a las cualidades b6sicas del soldado, Mao no quiere
un ej6rcito como el de los parses occidentales o el de la URSSorganizados casi exclusi
vamente en torno al hecho nuclear. Por añadidura, quiere, sin duda, evitar lo que ocu
rre en los países evolucionados donde la bomba, espada de Damocles at6mica, generalf
za una angustia difundida en la opini6n ptblica que debilita en cierto modo el efecto
de disuasi6n; basado en el miedo a los efectos de las bombasnucleares, parece como si
los dirigentes chinos quisieran queel efecto de disuasi6n actuase en un sentido tnico a
saber, hacia el exterior solamente. Seguidos por una opini6n piblica un6nime y entu
suasta, los dirigentes chinos, podrian asi blandir a placer la amenaza de una guerra ato
mica y acrecentar de este modo sus posibilidades en el plcnode la política exterior.
Conclusi6n
Tanto el futuro de las fuerzas estrat6gicas como el de las fuerzas a6reas no de
pende de ningtn modo de las posibilidades t6cnicas que no parecen faltar a los chinos.
M6s bien habr6 que atenerse a consideraciones políticas, econ6micas y militares para pre
ver algunas líneas posibles de evoluci6n. Es probable que durante todo el tiempo que eT
equipo en el poder alimente los mismosdesignios, la prioridad —dejando aparte a las
Fuerzas Populares—vaya a las armas estrat6gicas en detrimento de las fuerzas de tipo c16
sico y en particular de la aviaci6n. Los misiles estratégicos seguir6n siendo un arma de
disuasi6n y de prestigio, necesaria ciertamente para la expansi6n ¡deol6gica externa y
que los dirigentes van a blandir sin tener ¡ntencit5n de utilizarla incluso —estoforma par
te de la disuasi6n— aunque pretendan lo contrario. China, por el momento, ha permane
cido moderadamente activa en el exterior. Puede pensarseque se trata de un repliegue
justificado por los fracasos en Africa y por las dificultades internas. Es bastante verosi—
mil que el repliegue sea preludio de nuevas expansiones. La posesi6n de armas nuclea
res dar6 a China m6s audacia y le conducir6 a correr riesgos. Por razones de origen ideo
l6gico, China se expone, practicando una política de ayuda e intervenci6n, a verse
implicada, corno la URSSahora, en complicaciones dplom6ticas y en conflictos larva
dos o reales y armados, dependientes cada vez m6s de una política de gran potencia.
Igualmente al querer “defender las conquistas del maoísmo” es decir, asegurar la defen
sa china, se expone para asegurarse un parapeto periférico de países simpatizantes y pa
ro intervenir en los asuntos de sus vecinos: En pocas palabras, una ideología en su fase
de virulencia, respaldada por un armamento nuclear estrat6gico, incluso defensivo, con
ducir6 a China a una cierta audacia en política exterior lo que aumentar6 los riesgos de
guerra nuclear mientras que el miedo a esta última (sobre todo en los adversarios de los
chinos) sin dismunuir por ello la vitalidad de las oposiciones, har6 que surjan aquí y
ah6 m6ltiples cr6teres de violencia. Este encadenamiento volver6 a llevarnos a los ar
mamentos cl6sicos; que lo quiera o no, China se ver6 obligada a mantener sus fuerzas Ha
modas “convencionales” a un cierto nivel cuantitativo y a seguir en sus armamentos, par
ticularmente los de aviaci&’, los progresost6cnicos. Aunque los medios economicos chi
—
—
—
—
—
-16
nos (con exclusi5n del Ejrcito Popularque no cuestamuy caro) permitan 3nicamente
ahora el desarrollo de las armasnucleares, el crecimiento econ6micoposterior despeja
r el camino para la financiackSnde armamentoscltsicos. Así, pus, lelos de ir der
“reino de la necesidadal de la libertad”, susambiciososdesigniosms bien llevarcn a
China de necesidaden necesidad.
—
El segundoaspectode la alternativa sería el retomo al poderde un equipo
dirigente revisionista” ya sea por una revoluci6n de palacio, por los excesosde la re—
voluci6n cultural o bien, en fin, porqueel “revisionismo” constituye una línea de fuer
za importante. Tal eventualidad no significaría necesariamentela vuelta al regazoso
vhtico ni una parada en la fabricaci6n de armamentosat6micas; tendría, no obstante
repercusionesen la defensanacional ya que, menospreocupadapor la Revolucin que
por loslogros
tcnicos,Chliiaintensificaría
el esfuerzo
para desarrollarunas fuerzas
—
atomices y convencionalesmas conformes
con losmodelosamericanoy sovietico.
Aunque seaun poco prontoparaconocerlos últimos desarrollosde la siti.a
ci6n en China, si el equipoMao—Lin se afianzadefinitivamente
en el poder,el sorpren
dente Pensamientodel PresidenteMao Tse—Tung
seguir siendo el tnico hilo director
que anudareentre ellos todos los aspectosdo la vida china, inspirando a la vez al país
la estrategianuclear y al piloto la conductaa seguir durante el vuelo. Aun descartan
do la realizacin del sueflode Mao, que es la de transformardeflnitivamerite al hom
bre y a la sociedad y que l mismoaplaza hasta dentro de varias generaciones,queda
que este Pensamientodo Mao puede, en un inmediato futuro, soldareste inmensopaís
y darle una fuerza interior y exterior que corre el riesgo cie plantear incesantementeal
gunos problemasa la humanidad.
—
—
—
Ji
¡ue&t4aa
37
ESTUVII’S
TAt TIC€J5
YIt/JISTICtZ
—
PAZ
Y PODER
CESEDEN
Y
PODER
por ZBIGNIEW BRZEZlSKI
(Publicado en “lncounter” y reproducido en la
revista inglesa “SURVIVAL”, noviembre 196
Junio-JuliO,
1969
LCLETlI’ DE INFORMACION NUM. 37—V
El poder tienta no s6lo sirvc a la política. En la prxima dcada el poderro
de los dos superostados comenzarcía solaparsea escala mundicil y como consecuencia la
rivalidad entre los Estados Unidos y la Unin Sovtica
pudiera hacerse ms intensa y
menos estable; especialmente cuando las condiciones en algunas reas puedan ofrecer
atractivos objetivos pera las grandes potencias. Ambas pueden, entonces, verse empeña
das en hostiles confronta c ¡ o no, aunque quiz6s no los desean actualmente. La tcrmin
cian de la guerre en ci Vietnam, lelos de desembocar en una era de “dtente” entre
Washington y MoscG pudiera verse seguida de una fase ms cor.ipicla en la polrtica inter
nacional, ci no ser que se pienso ahorci cmo construrun
nuevo marco para la paz en
d&ada 19708O.
—
Lci naturaleza y problemas de la nueva fase se podrn percibir mejor si las enfo
camos con perspectiva hist6rica. Los iitimos ciñas han producido un tremendo cambio en
las cictitudas respectivas de ambas potencias. Los EE.UU han fcrtcilccido la idea del
II
compromiso pacifico u y ta UR, rc generalmente, no es descrrci ya como la principal
amenaza o enemigo. Esta, por otra parte (especialmente desde la carda de Khrushchev),
parece adoptar hacia EE.UU una actitud reminiscencia do la do John Foster Dufles hacia
MoscG, en la que la condencici6n moral se combina con el &ifcisis sobre la Ucontenci6nll
de las desenfrenadas ambiciones de Washington.
——
•
.
—
—
—
.
El cambio cii ta acriwd oílclal norteamericana cononzo en los ultimos chas de
la administrcicn
do Eisenhower por J. F. Dulles y Christian Herter.
Al concepto de contoncin se añadi el de coiaboracin.
La administracin
de
Kennedy dio gran prioridad a osto ltirno elemento, especialmente despus.de la confron
taci6n do Cuba, en el año 1962. El discurso a la Universidcid norteamericana con su
acento sobre la necesidad de “un nuevo punto de partido”, fue claramente proyectado
para comunicar a MoscG la nUCYCI
interpretaci6fl norteamoricCifla sobre las relaciones de
ambas parsos. El presidente Johnson contin6 por el mismo camino y el 7 de octubrede
1966, ci pesar de la creciente discordancia ruso—norteamericana respecto a Vietnam, abo
por una gran reconciliaci6n Estc-Oeste. Al hacerlo, revis6 sustancialmente algunos
conceptos claros ¡jara EE.UU. Subraya que la reunificacn
do Europa deberra tener lu
gar antes que la de Alemania y picii unas relaciones m6s estrechas tanto con la URSS co
mo con Europa Oriental, lo que ¡mplfcitamentc suponra un abandono de la tctica de se
parar ci la Europa Oriental do Moscu.
—
—
Lci nueva postura norteamericana no salo era debida ci un smple deseo doarre—
gb entro la URSS y EE.UU. Rcflojciba una creciente preocupacin
por la necesidad de
“educar” a Mosc6 en compartir un sentimiento de responsabilidad nuclear dentro de un
mundo en posesin creciente do numerosas y devastadoras armcis nucleares. Los EE.UU
continuciron buscando el incremento de sus débiles relaciones con Mosci, incluso cuan
do se intensific
la guerra del Vietnam; se procura moderacn
en el lenguaje, aun a
pesar de los violentos insultos cintinorcamoricanos
por 1arte de MoscG, muchos de ellos
dirig ¡-dos
personalmente al Presidente1 insultos sin paralelo desde los años 1950; se
tinu sin culpar a la URSS de desear prolongar la gucrrci del Votnam, a pesar do que
—
—
—
—
—
los embarques do armas soviéticas estaban dirigidos a apoyar la guerra en el Sur del
Vietnam y no simplemente a la defensa dci Norte; se evit6 explotar la ¡nvasi6n rusa
de Checoeslovciquici para no aumentar los scntimientos antirusos; se si0uli la político
de calibrar cautelosamente los programas do defensaa fin de no provocar excesivo re
celo en losrusos.
—
Quizs do manera general la ruptura del bloque monolítko “cstalinista”y
la
disputa chino—rusaanimaron las esperanzasnorteamericanas de una importante evolu——
ci&i en las concepciones soviticas y la actitud de EE.UU se encaminS claramente a
favorecer dicha evoluci6n.
—
Los primero. temaes, canalizados por la seguridad nuclear, dieron paso a la
esperanza, sólo ocasionalmente nublada por las bravatas misilísticas rusas.
-
Si el cambio de actitud norteamericana puede representarse con una línea re
lativamento contínua durante un período de una dcada, la postura rusa respecto a EE.
UU ha zigzagueado de una forma ms pragmtica. En cierto modo, la caída de Krthei
en el otoño de 19ó4, puede considerarso como el punto do inflexi6n. Aunque en los
años precedentes la política de Krushev había estado lejos de ser consecuente, parecía
dar una cierta preferencia a lasrelacionos EE.UU— URSS. Habiendo aprendido, a cos
fa de algún ricsoo durante la crisis do Cuba, que no había ningún atajo en el largo ca
mino para sobrepascira EE.UU como la potencia mús preponderante del mundo, Krushev
estaba dispuesto ctpcirentementea sentar las bases para un período m& largo de silendo
ruso—americanoo incluso de acomodaci6n, al menos hasta que el desarrollo de las ar
mas rusas hubiesen borrado el desequilibrio revelado en 1962.
—
En la prosocuci6n de la prioridad ruso—norteamericanase mostr6 dispuesto has
ta a sacrificar sus relaciones con los dcmcisestados comunistas militantes. En vísperas
de su caída, Krushev estaba preparando evidentemente la base para una ruptura final
con China, y unos mesesantes casi ropudi6 a los vietnamitas del Norte, despus de ha
ber tenido aquIlos su primera experiencia de los bombardeosareos estadounidenses.
Los nuevos jefes soviticos llegaron al poder con un juego diferente de priori
dades, según se royo16 por sus discursos y actividades. Aunque preocupados por monte
ner las relaciones ruso—norteamericanasen el mismo derrotero (e hicieron un gran esfucr
zo para comunicar aquel intento a Washington) estuvieron ms interesados en restable
cer la unidad del mundo comunista y apuntalar la autoridad dom&tica de la burocracia
dirigente comunista, a la misma burocracia de los tiempos de Stalin (la mayoría de los
cuales habían obtenido su primer ascenso importante en los penososdías de la “gran
purgo”). Se mostraban inclinados a cultivar los partidos m6s radicales de Vietnam del
Norte y de Coreo dci Norte, no estaban dispuestos a empujar a China a una stuaci6n
de ruptura y veían en el restablecimiento de la bnidad ideol6gica consecuencias mmc
diataa favorables para la estabilida pal ítica interna de su país.
—
—3Estas preferencias del nuevo equipo, dada la marcha de los acontecimientos,
cristalizaron en una nueva actitud hacia Washington, durante un período de dos aflos.
En primer lugar, se continu6 apoyando, en un inteligente reconocimiento de la ganan
cia que para ellos suponía, el mantenimiento de relaciones activas con Washington.:
Es interesante que, a pesar de la guerra cii ci Vietnam, se llevaron a cabo mcs acuer
dos EE.UU —URSS
con éxito durante esta Spoca, que en la anterior d6cada. Sin embar
go, hay que aclarar que se trata principalmente de convenios encaminados a mejorar
interesos especicamente bilaterales (como el de no proliferaci6n), sin llegar a un
acuerdo en los problemas de mayor fricci6n, como la carrera de armamentos, Berlín,
etc. Almismo ticr.lpo, los nuevos dirigentes rusos, convencidos de que EE.UU estaban
dispuestos a retirarse del Vietnam se opusieron a la presencia rusa en Hanoi. Evidente
mente esperaban ayudas a llegar a un acuerdo que formalizase la retirada norteameri
cana, y permitiese a MoscG obtener un “r&Uto revolucionario”, sin poner en peligro
sus relaciones con Y’/ashington. De esta forma, Mosci esperaba “cocer y cornerse tam—
bien su pastel”, a! igual que Washington esperaba continuar “mejorando sus relacio
nes con Mosc,
mientras bombardeabaun estado comunista.
—
——
—
En el l(rcml in maduraba la convicci6n de que ios EE.UU, especialmente ba
¡o la drcci6n
de Johnson, estaban persiguiendo una política dogmcítica, bssada en
sus capacidades recin adquiridas de transporte areo y naval a grandes distancias. Se
gn esto los nuevos dirigentes rusos estabanpredispuestosa desoir iniciativas como la
del discurso de Johnson, el 7 de octubre de 1966, calificcndolas de “ventana disfraza
da” para realizar una política anticomunista ns activa. Esta fue la interpretaci6n of i
cial compartida por Moscó y sus ciliados europeos, algunos de los cuales habían inten
tado responder m6s positivamente a la llamada norteamericana para una reconciUaCi6n
Este—Oeste.
—
En 1967 los dirigentes rusos llegaron a la conclusi6n (compartida entonces por
muchos otros ¡efes comunistas no rusos), de que el mundo comunista se encontraba fíen
te a una nueva ofensiva inperialista, dirigida por EE.UU. Los jerarcas rusos arguyeron
Breshnev en ci 50 aniversario y Suslov en la Conferencia internacional comunista de
Budapest en marzo de 1968, que hechos como la muerte de Lumumba, la caída de Gou
lort, la destituci6n de Sukaino, la ¡ntervencin norteamericana en la RepGblica Domi
nicana, el golpe de estado en Grecia e incluso el ataque israelí por sorpresa contra —
Egipto, formaban todos ellos parte de una ofensiva política muy deliberada por parte
de Washington. Estasopiniones fueron repetidas por Tito despus de sus conferencias
en Moscó. Fueron igualmente expuestas dichas ideas por el &gano to6rico del partido
comunista italiano (Rinasciata, 4 de agosto 1967), que afirmaba:
—
—
“En lugar do la política de “Status quo” y del intento de dividir al mundo en
dos zonas de influencia entre las dos superpotencias, al imperialismo de EE.
UU esta utilizando gradualmente una nueva edici6n aumentada y corregida
de su vieja política de agresividad, dando origen, dentro del marco de coe
xistencia nuclear con la URSSdebido a razones de fuerza mayor a una serie
de intervenciones locales ccon6micas, políticas y militares, encaminadas a
—
A
modificar el equilibrio del mundo, estableciendo rogrmencs reaccionarios,
ayudcndoles y liquidando a kis fuerzas o. movimientos progresivos en los dis
tintos países”
—
—
La prcocupacin rusa se exciccrb al comprender que no cre posible una cfi
caz contcnci6nU do EE.UU basada s6lo en la garantía del apocalíptico poder de la
mquina militar rusa. Los dirigentes rusos reconocieron que EE.UU, al desarrollar sus
posibilidades militares convencionales para operaciones de largo alcance, habían ce
sado de ser exclusivamente una potencia de caracter nuclear, para sorio tambin con—
vencioñalmente, pudiendo actuar en cualquier punto del globo sin recurrir a medios
nucleares. La confianza de Krushev en la amenaza de los misiles (muy semelante a la
deDulles en Ici “represalia rnarinaU) era demasiado aterradora para cipoyarse en ella
frente a situaciones que necesitan presiones militares moderadas pero eficaces1 Hosti
lidad, frustaci6n y pcupaci6n fueron importantes ingredientes del nuevo anlisis y
reforzaron los preluicios ideol6gicos que constituían la visin de conjunto sovtica
sobre los problemas mundiales.
—
—
—
Estas consideraciones trazan ci marco general dentro del cual los dirigentes
rusos reaccionaron ante los dilemas específicos. Respecto a China mostraron especial
preocupaci6n ante ¡ci posibilidad de una confabulacin chino—americana. La preocupa
cion rusa sobro un nuevo cerco es comprensible historicamente; pero los nuevos dirigen
•tes rusos, precisamente por estar monos inclinados a romper con China y menos preocu
pados por mejorar las relaciones EE.UU URSS
fueron mcispropensosque Krushchev a
temer la colaborcicin chino—norteamericcinci. Durante los últimos tres años, los diplo
mticos rusosen EE.UU. hcin hecho repetidas pruebas para averiguar si en los círcu——
los oficiales se pensaba seriamente en tal colaboracin. Á mayor abundamiento, pu
dieron obtener seguridades de lo infundado do sus temores al oir las declaraciones de
funcionarios norteamericanos de alto rango que calificaban a China como “la amenaza
nGmero uno para la paz”. Estas declaraciones surtieron ci efecto de anmar ci los diri
gentes rusosa ser pacientes con Nao, en espera de poder resolver las diferencias a
su muerte.
—
Al pasar el tiempo la guerra del Vietnam lleg6 a constituir ci hecho central
en las relaciones rusonorteamoriCaflaS. En principio, la preocupación rusa era la de
que EE.UU. no debían realizar una escakdci demasiado rpida que enfrentare a la
URSS con un difícil dilema. EE.UU. no lo hicieron y ci Kremlin fue indudablemente
tranquilizado por ci moderado nivel de escalada practicado por EE.UJ Sintindosc
seguro por una parto y preocupado por otra en rneiorar sus relaciones con los partidos
ms radicales, el gobierno ruso fue ciumcntcindo gradualmente su propio compromiso y
así con el tiempo, llega ci ser el elemento clave en apoyar los esfuerzos de la guerra
en el Vietnam.
——
—
El compromiso ruso cred6 paralelamente con la revalorcici6n sovitica de
las implicaciones internacionales de guerra. La preocupaci6n inicial del Kremlin —qu
zc fuese incluso contrcidictorici— 0i6 el paso a una creciente aprecicici6n de los bene
—
ficios polfticos relativos de esta guerra para la URSSy de su coste polflico para EE.UU.
En 1967 los diricjcntcs rusos llegaron a la conclusi6n de que la guerra estaba desgastan
do los lazos de amistciclentro EE.UU y susaliciclos europeos occidentales; paralizaba fo
iii
II
/r.
i
do progreso en ci itamaco compromiso pCICITICO entre el Este y el Oeste, lo que hacia
ms fcil para la UES ci mantener su posicin en Europa Oriental; intensificaba los
problemas financieros internos de EE.UU; consurnra casi ci equivalente a la ventaja
anual que la renta nacional ncta do EEUU lleva sobre la de la URSS, y ue desviaba
la hostilidad china fuera de la URSS.
.
•
——
—
Por supuesto que los dirigentes rusos eran conscientes de que la guerra tam
bi& implicaba cilgurios riesgos para dios. Ecsultaba embarazoso el ver un estado comu
nista bombardeado día tras día sin una eficaz respuesta rusa. Al fin y al cabo los mili
tares estadounidenses astaban consiguiendo experiencia y ensayando ntodos. La gue
rrci tambin posaba ccon6micarnentc sobro la
reduciendo las posbilidades del co
mercio Este—Oeste. Poro a fin de cuentas, ya que no era posible una dorrota de EE.UU
era preferible la continuaci6n do la guarra a una victoria de EE.UU. Ho es necesario
decir que los dirigontos rusos, como rccilistcis que son, sabían que una verdadera solu
ci6n de compromiso era tan irrealizable como en la Españade 1938, y que entonces a
apenas habría sido otra cosa que una ligorci mciscaracon la que encubrir la victoria de
un bando y la derroto de! otro.
—
—
uRss;
La estrategia sovitiCa estaba proocupcida en limitar los riesgos de una gue
rra, mientras explotciba políticamento su continuacin,
un aspecto que fue puestode re
lieve por U Thant en su discurso de febrero do 1968 y por Lord Avon en marzo de 1968
en Cerne!1. Noturcilmonte, el Kremlin no pudo contener a Hanoi en sus propias decisio
nos sobre la paz y so dispuso a servir do mediador diplortico
para un arreglo favora
ble a Hanoi. Pero aparte de oste fin, el mayor esfuerzo do la diplomacia rusa en los
dos últimos años ha sido contener los riesgos do la guerra mientras expiotciba asta polít!
camente contra los EE.UU. (Es interesante observar que los ¡ntentos rusos, ocasionales
y de corta duracliSn, en prorovcr negociaciones han correspondido generalmente a po
cas en las que aumentabala expectaci&i de una escalada por parte de EE.UlJ. Estas
considcracionc5 deberían frenar todo optimismo excesivo referente al posible papel ruH
so en las negocicicionos do paz comenzadas Ci UITImOS de marzo de 196v por el presiden
fe Johnson.
—
—
La posturci oficial do EE.UU facilita a la URSSel mantener su actitud. Por
una parte, algunos portavoces nortoamcicanos hablaban del Vietnam como de un “cri
sol global” —queabarcaba tambin portanto los intereses rusos—mientras que al mismo
tiempo exoneraban a la URSSde lo continucicin de la guerra y la tranquilizaban sobre
los riesgos implicados. El resultado fue que los rusos llegaron a estar cada vez ms en
vueltos sin haber tenido tiempo para meditar y sopesar las consecuencias de transformar
un problema puramente regional en una confrontaci6n directa ruso—norteamericana.
En cualquier lugar del mundo so observa en el comportamiento sovifico (en
contraste con ci de Krushchcv) la falta de una norma fija de conducta, como no sea ur
rpda
dllsposcin ci explotar oportunidades específicas. La polca
rusa en Europa pci
rece estar a la expectativa. Los dirigentes rusosno han dcc ¡dido ci. parecer si modifi
car su constante hostilidad hacia Bonny tratar de sacar partido de la creciente frusta
c6n de la Alemania Federal. Una polrticci de cicomodacin podrra contener algunos
riesgaspara lo pOsicon rusa en Europa Oriental. Parece que una mayorra de los dirH
gentes soviéticos aconseja una postura conservadora, señalando una “creciente influen
cia alemanaII en Iwmania /y Checoeslovciquia y advierte que una suavzcicion de las ro
lacones con Bonn podrra tener graves repercusiones en ci pacto de Varsovici y en Be
iT’n Esto. La ambivalencia rusa y el conservadurismo se han puesto de mcinifiesto en el
caso de Checoeslovaquia. Temerososdo lo domocratizacin actuaron loc rusos, pero
su operacin militcir no estuvo acompaadci de una concepci5n política claramente de—
fin ida.
.
En 1-lispanoamericala política rusci presenta una sorprendente semcjanza
con la norteamericcuici en Europa Oriental: una regin donde hay que pisar suavemente,
hablar con modorcicon y no llevar una gran csrcica ¡ sino solo donaciones. Hungria
en 1956 y la RcpGblica Dominicana en 1965 reafirmaron para cacle una do las suporpo
tencias e! principio del “fatalismo geogrcfco”: los cambios demasiado bruscos en rccs
muy pr6ximas a una do las grandes superpotonciCisprovocan una reacci6ri aplastante.
Por ello no hay r.is remedio que contar con cortejar a las “lites”
estciblocidas, pro
ver un cambio progresivo y evitar violentcis resoluciones, mientras se desarrollan !azos
economicos y cuiruralas masestrechos con los circulos gooernantes. Lo prosocucion de
esta política cnfri las relciciones rusas con Fidel Castro en una forma muy semejante
ci lo ocurrido con id actitud de Kennedy hacia Europa Oriental y sus relacionas con
Konrcicl Adenauer.
—
—
•
Aunque los acontecimientos del Pr6xirno Oriente en junio do 1967 represan
toban en principio un importante contratiempo para la URSS, susdirigentes explotaron
la ambigUedad nortocimerica a e israelita respecto a las condiciones específicas de un
acuerdo eventual, tratando al mismo tiempo de mantener sus relaciones con ¡os gobicr
nos en cuestin. Esto ha permitido a Mosc5 civcinzar en dos sentidos; primero en su vio
ja aspiracin a mantener una presencia directa en el Mcditorrcnco y segundo en su as
piraci6n comunista do radicalizcir ci las “lites”
y ci las masasarabes. Puede calcular
se que la tactica ruso basica es evircir unci nueva gucrrci, que solo poaria llevcir a otra
derroto &abe, y ci una verdadera conclusi6n definitiva que rcqucrirrcisin dudo activa
participaci6n dip!omtica de EE.UU.
El resto de Africa y Asia, con Ici importante cxccpcin de la india, parece
interesar a los actuales dirigentes menosque a Krushchev. Su pol ítica de indiferencia
da ofensiva polfticoeconmicci
ha sido sustituida por la de un acercamiento mucho
ris selectivo, concentrando los rusos sus recursos en s6lo unos pocos oblotivos. A! pa
recer, la conclusi6n aceptada hci sido que estos países requieren un !argo proceso de
cvolucin
antes de que “esten maduros pcirdlal socialismo’. El abortado cspciso rovolu
cionario del comunismo indonesio tiene que haber sido estudiado detenidamente por la
URSS. Aun cuando la ayuda militar rusa siguo oxtcndindose y permite explotar ccnfl!c
—
-7-
tos como el do Nicria, se tiene la cncicin en goneralde que la URSSmantiene hoy
úna oxpectacin e interesesmenoresen el Tercer Mundo
La única cxcopci6n es la India. La actitud de la URSSpara con este país
os función con toda probabilidad de las relacioneschino—rusas.La asistencia rusa es—
t6 aumentandoy quizcí sea el único país importantedel mundoen el que actualmente
existe una cooperacin tacita ruso—nortocimericana
para conseguirla ostabiUdadpolí
tica y el desarrollo ocon6mico.
—
Finalmente, para concluir esta rpida visin de conjunto do la posturaso—
vitica en el conjunto de.las relaciones EE.UU—URSS,los dirigentes rusos han hecho
el primer esfuerzo iriportante en aíos para intentar de nuevo la unidad comunistaso
bre Ici basodel “anti—imperialismo”. El Itimo de tales esfuerzosse hizo en 1957. La
subsiguiente conferencia de la internacional Comunistade 1960fue m& ambivalente
y dominada por la disputa chino—comunista.La reuni6n de Budapestci principios de
1960 so caractoriz6 por temasantinorteancricanos y aunque el nuevo Frente“anti—im—
penalista es todavia masverbal que real, soria un error considcrcirlcicomoalgo pura
mente semntico. Visto en un mancomayorrepresentaotro síntomadel actual talante
sovi6tico.
—
ji
Cambiosenelbalanceestrcit6gico
El cambio político es acompciiado por un giro gradual en el balance ostra—
tgico ruso—norteamericano.
Haceapenassois aios (o sea durante la Crisisde Cuba en
1962). La URSSdisponía ya de la segundacapacidadde choque para infringir a EE.UU.
la p6rdidc de varias decenasde millones de vidas, pero a costade su existencia nacio
nal. Hoy, si bien EE.UU. es capaz do proporcionara la URSSel m6ximocastigo de su
cxtinci6n naciolial,, 6sta puede aniquilar a r.icísdo cien millones de norteamericanos.
Por ello, ya existo casi paridad en cuanto a su supervivencia, y tan pronto la URSS
consiga el nivel de EE.UU. en misiles, so alcanzara pronto dicha paridad.
—
Esta situacSn supondr un importante cambio. Esengcfiosoargüir que la
prdida potoncial, hace media docenade años, de 20 6 30 millones do vidas nortea
mericanas era ya ontoncesinaceptable para EE.UU. Naturalmenteque desdeel pun—
todo vista de la moral y do los norteamericanosesasí ciertamente. Pero mirando la
confrontaci6n rusonorteamcriCCfladesdeMoscó la asimetría existente entoncestiene
.1
i
un efecto politico crucial: proporciono ciertas credenciales al podcrao do EE.Uu. y
restringi6 las balandronadasrusas.Los dirigentes sovi6ticos conocíanque el coste de
una equivocaci6n era cualitativamente diferente para la URSSque para EE.UU. y que
&stos se retiraríail muy preocupadossi la situaci6n cambiase.
—
•
•
——
El dosplieue de los misiles intercontinentales rusosa un nivel equiparable
‘al de los de EE.UU., la ¡ntroduccitn del FOL3S(Sistemado bombardeodo 6rbita frac
cionada), la posibilidad de que algunos recientes experimentos espacidlos rusos.est6n
dirigidos a desarrollar un MOBS (sistemado bombardeoorbital múltiplo), el intor&s ro
—8—
so en la defensacivil y en la defensado misilesantimisiles y el esperadodesarrollo
rpdo de lós M1RVs(Multiplo—indivdually4argetedRe’entry Vehicks) (vehículos —
mGltiples de reentrada individualmente cipuntados)la ¡nstalaci6n de algunos misiles
antibalísticos, quiz6s ci desarrollo de la llar,,ada “bomba espectro”, todo contribuir
a una posturacada voz m& compleja provocadorade maquinacionesdesoladorasy
enemiga de toda sensaci6nde seguridad Si esta condici6n llevar a una mayordisuci
si6n mtua o por el contrario dar lugar a mayoresmaniobrasy balandronadas,esal
go que no puede contestarsecon certeza, pero hay razonespara inclincirse ms bien
por el pesimismo.
—
—
——
—
Las relaciones ruso—norteamericanas
previsibies ¡mpiican fatal mente incorn
patibilidad entro ci equilibrio de fuerzas y la estructuradel sistemainternacional.
Durante los últimos veinte años hubouna armoníade clases. Dos bloquesm& bien ho
mog6neos el uno con un vinci at6mico superior y el otro antagonistacte Sstecon un
poder at6mico inferior, lo que era aceptado prcíctcamentepor todo el mundo. Actual
mente estamosllegando a una situcicin en la que los dos bloquesestcíncomenzandoa
disolverse y en la que durante la pr6ximcidccda, ci podernuclear, esencialmente
apocalíptico, llegue a sor militarmente (aunqueno en otros aspectos)un poder exton
dido a todo el globo y en la que el Tercer Mundo amenazadesaparecerdentro de la
violencia espordica y de la anarquía ¡nternc;áionoi.
—
—
Hasta ahora la paz estuvo salvaguardadapor la disuasi6nasir,i6trica. La
auto—contenciSndo EE.UU y la disuasi6nurdlateral (“nosotrospodemoshacerle mucho
ms daño que vd a nosotros”)surtían su efecto juntamentecon el instinto de conserva
chSn de los rusosy la deliberada ambigUedadde Moscaque exagerabasu propio poder.
Esto, que funcion6 durante veinte años cst siendo sustituido por otra situaci6n de di
suasi6n simtricci en la que el instinto de conscrvac6n de EE.UU (“podamoshacerle a
vd el mismodañoque vd a nosotros”)y el buen sentido interactuan con los mismosele
mentos rusos.Quiz 1.iucdaestoser suficiente para ciar lugar a la contcnciSn, pero el
hecho os que hastaahora la disuasi6nestuvo desequilibrada y que EE.UU nunca tuvo
que hacer frente a una crisis con la URSSen situaci6n cteparidad nuclear.
—
En el pasadose hicieron muchasadvertencias contra lo que habr llegado—
a ser obsesi6ndo fijarse exclusivamenteen las alegadasmalasintencionesde la URSS,
y recomendandoprestar mayoratenci6n a la capadidad rusade aumentode poderío.
Ahora la tendencia esfiarso ms dci alegado caricter paciico de las intencionesru
sas y subvalorar la importancia do la creciente capacidadrusa. Con todo, la contcm—
placin de las capacidadeses hoy en c!ía diferente, seancualesquieralas causas.
se sabecomo habríancictuadolos rusoscuando la crisis de Cuba, si entonceshubiese
habido una disuasi6nsmtrica, pero ellos puedenpreguntarseahora, si los EE.UU
no habríanobradodo forma distinta en tal cciso. Leyendolos hechossí cabe preguntar
seio. E ¡gualrpentoso puede especularcon la diferente actitud rusa, caso de haber
existido paridad nuclear. Durante la citada crisis EE.UUdefendían susinteresesno s
lo en Cuba sino tanbin en Berlín, donde cran t&ticarnente inferiores, pero a quien
defendían con su superioridadnuclear. Al establecersela igualdad disuasoria, un con
trabloqueo de Berlín pudiera haber sido la respuestarusa.
-
—
5r
—
Puesto que desde que s ha alcanzado la paridad disuasoria no se ha hecho
frente ci ninguna crisis, no pqclomospensar seriamente en la ¡nvaldcicin de la di——
suasi6n. Por ello admitimos que stci continüari surtidndo efecto, porque lo ha he
cho hasta ahora, Pero este impercitivo de contoncin so imponía ms fuertemente en
e II oando mas doau cionro1 de la ecuocion nuclear. Por ollo, en el ruturo podria suce
der que la disuasi6n no continuase funcionando tan bien. Decir esto no os pronosti
ccir una guerra nucioar total, sino obarvar que, dada la ¡nestabiiidcicl del Tercer Mun
do, la ciisuasin simtricci pudiera tnnor uno menor eficacia en evitar ici guerra.
—
Puedo cirirse que la nueva situcicin tondr ci efecto positivo de crear
en Washington y en Mosc6 un sentido do destino compartido, de reducir el temor del
m& dbil y el cauto afianzamiento del mc’zfuerte. En cierta mcddci, tciri&n es cier
to. Poro o arumc:to sería mc’spositivo si en todos los otros aspectos —actitud, ambi
cin,
intereses—las des potencias fuerai verdaderamente similares y si el contexto in
tornacional y la carrera de armamentos fuesen estables relativamente.
Hay otro imponderable a considerar. En la dcada do los afios setenta se
vera por primera voz en la historia la presencia de dos potencias mundiales superpues
tas. Las armas intercontinentales de EE.UU y URSS, quiz las espacidies, así como
las fuerzas de intorvonci6n navales y aerotransportadas se entrccruzarn mStuamente
es necesario asionar proyectos agresivos a los rusos e intenciones puramente pací
ficas a EE.UU para prcgntarse si la paz mundial puede ser preservada, existiendo
dos potencias miltciros mundiales que rocilizcin una poiítka conflictiva a escalci glo
bal y contando igualmente la inestabilidad dci Tercer Mundo. Anteriormente los sis
temas imperiales ostciban confinados torritorialmente. El poderío imperial superpuesto
fluido o mdvii, es aleo nuevo. El actual sistema internacional parece mcii preparado
para contenerle.
—
—
—
Con seguridad, en los prximos años contir.uar habiendo diferencias consi
dora bies en cuanto ci las posibilidades de trcinsporte naval y a&eo a cjrcindesdistan
cicis. Pero ciquí tcinbin aparece la URSSdispuesta a superar su actual debilidad. El
civn de transporto /tonov—22, los tres portchelicpteros en construccin y la ex
pansi&1 de los efectivos de infantería de marina, proporcionan evidentcs pruebas del
esfuerzo de la progrcimaci6n militar rusa, y del papel que la URSSpionsci ¡ugar en el
mundo.
—
—
a
Es improba!3io que los cambios en ci clima internacional modifiquen el
norama. Puede decirse con alguna segurklcid que la expansi6n dol poderío militar s
viatico dependo do sí mismo, estando suloto ci las restricciones tocnoiicas
y fisca
les pero no ci oscilaciones de la citrnsforci internacional. Los períodos ocasionales de
dtcnte”
no disr.inuyeron ci desarrollo niitcr ruso y algunas decisiones que pudie
ran calificcirso cono agresivas o implicar consocuencicis desequilibrcidoras (como por
ejemplo el programa ruso ÁBM son realizadas en período -Jo “cltento.
Ademcs, da
do ci tradicional encono de las relaciones internacionales, los dirigentes rusoscstn
dispuestos a igualar o quizcís superar lo que EE.UU desarrollen y desplkguen.
10
Una mayor capacidad para verse implicado en problemas mundiales esti
mu1ar .cón toda probabilidad la tentaci6n de. intervenir er oqullos. La URSSha sida
generólmente excusada de intervenir directamente en el coñflicto del Vietnam, ya que
los .militntés comunistd sobran que no podía. Habrá sido mucho m& difícil para la
URSS el no verse prisionera de su propio poder, si hubiese dispuesto de los medios nece.
sanos para una ¡ntervenci6n a larga distancia. No existe púes ninguna raz6n fundamen
tal para éZcluir la posibilidad de que dentro do dicz año la infantería do marino.ub
pueda déseníbarcor, por ejemplo, en N.geria o ón Cciln.
Por tanto, o medida que.
crezca la capacidad dp trqnspórte marítimo y a6roo ruso, aumenta la probabilidad de
un nuevo tipo do conÇronacin, la lucha directa entre las fuerzas de ,mervencl6n rusas
y nortearnedcanas. Ciertamente que la comprenin de esta posibilidad podría aumentar
la inclinación de cada üna de estas grandes potencias a llegar el primero, esperando
que si alcón,za un objetivo importante con antcriordd,
desanimar al otro de alcandr
lo. Poro el premio inplíCito en lo adquisición del derecho de prioridád, significaría
una espiral d.c intcrvcnci6n
—
—
—
—
La precedente teoría da por sentadb un permanente poder ruso en continua
rivalidad con EE.UU, lo que implica tambin un constante poder de EE.UU. Una crisis
domstica en Nortoar.iric.a y en espacial un peligroso desentendimiento do lós asuntos
mundiales, debido a la frustaci6n creada por la guerra del Vietnam, tendría efectos cc
tastr6ficosen la estabilidad del mundó. So producirfo una oleada de trastornos que po
drían no slo estimular una.peligrósa sensación de optimismo en MoscG,. sino precita.r
a la URSSen acciones que hasta ahora se ha cuidado mucho de realizar. Una read.cin
tardía de la extrema dcrcchó en EE.UU tendría entonces el efócto de polarizar un múñ
do ms inesoble y co6ticc.
El firme poder ruSo podría verse minado por la creciente contradici& en
tre el sistema político ruso y su sociedad. Hoy, aquello sociedad tiene con qu incre
mentar un desarrollo y se rebelo contra muchas do las imposiciones dogmticas do la
‘lite”
dirigente. Algunos preocupados por el rpido desarrollo económico piden impor
tantcs reformas ccon6micas rpidas; otros desean mayor libertad intelectual; hasta.hay—
quienes abogan por una mayor autonomía para la poblaci6n no rusa, que supone un 50%
de los habitantes de la URSS. Esobvio, por las recientes experiencias de Europa Orien
tal, que las reformas socioecon6micas no pueden compartimentarse a la larga y al en
trar en las reformas econSmicas, se abren las puertas peligrosamente a reformas en otras
esferas.
—
—
Pero el no abrir las puertas en absoluto tiene sus peligros. El inmovilismo
en la economía rusa incklría gravemente en las relaciones ruso—norteamericanas. Para
1985, suponiendo un incromentó del 3 al 5%, el producto nacional bruto do EE.UU ak
canzar6 un valor de corco de 1,5 trillones de dlares (i!.T, en EE.UU un trill6n es un
rnill6n de millones); la URSS, aun suponi6ndole un crecimiento del 5%, para dicha fe
cha lograre 800 billones (800.000.000.000) de dlares. La diferencia os muy considera
ble. Si el ritmo de crecimiento ruso declinase, el contraste sería aun mayor, con graves
implicaciones para la olci6n
rusa en el relativo equilibrio de poder.
e
—
11
—
La necesidad de reformas—noimplica que astas so realicen. Dadas las realida
des polrticas, en la URSSno puede ignorarse la posibilidad do que en lugar de evolucio
nar hacia una postura ms moderada, el sistema polrtico ruso podrra pasar a-manos de
una dirccci6n chauvinistu rns dogmcítica, basadaen una alianza entre los partidos ms
extremistas y los militares1 Y esto tendfa tambin un efeto polarizador en la escena
mundial
—
Elproblemachino
China aporta un factor cidicional de incertidumbre respecto al futuro de la orien
taclin rusa. Una ruptura completo en las relaciones chino—sovicticas, sin necesidad de
llegar a abierta hosflhidad, pudiera impulsar a los dirigentes rusos a un mayoracuerdo
con Occidente. Igualmente, una China moderada que respondiera a la apertura de coo
pcraci& con Washington pudiera hacer a Mosca ms consciente de la conveniencia do
unas mejores relaciones Este—Oeste, Por el contrario, China tiende a inducir al Kramlin
a una postura m& rrgida. La China do Mao, verbalmente combativa, prosiona sobre
Mosci para demostrar su propia ortodóxia, creandoel “nuevo frente anfiimperialista”
y apoyando al Vietnam del Norte y ci Corea. Con un sucesor do Mao algo ms moderado
Mosci podrra sentir mayor tentcicin do buscar un acuerdo con Pekrn, lo que envolverra
un nuevo endurecimiento en su postura hacia Occidente. Finalmente, una China inter
namente desintegrada-’podr provocar esfuerzos de rusos y norteamericanos para favore
cer los intereses de los grupos convenientes a sus fines, croando con ello otro foco de
fricchSn.
—
—
So puede asegurar que en algunas reas puede crecer la cooperacicSn. La India,
como ya so ha dicho, puede sor un ejemplo. La carrera espacial, una vez, que se con
siga llegar a la luna, puede ser otro ejemplo quiz. Los dos paTes continuaran amplien
do aquellos lazos que redunden en beneficios directos para cada uno. Es posible que Eu
ropa, reaccionando contra las dos “hogemonras” (sentimiento exacerbado por la pasivi
dad de EE.UU respecto a la invasn checa), pudiera sustraerse a la guerra frra y llegar
a ser realmente una zona neutral.
Todo esto sin embargo cstcímuy alejado de la realidad internacional. Es impro
bable que la URSSen un plazo inmediato quiera aliarse con los EE.UU para crear esta—
bil idad internacional.
La mediacin rusa en Tashkent entre la India y el Paquistan, tuvo un propSsito
muy espccilico, dada la preocupaciSn rusa sobre la posici6n do China. Antes de genero
lizar talos casos para descubrir alguna nueva actitud rusa hacia la estabilidad del Tercer
Mundo, debe tenerse en cuenta el reciente comportamiento ruso en Oriente Medio.
/ctualmente,
la actitud rusa permanece esencialriicntc basada en principios
—
tdcticos que pueden resumirso en “rcducci&i de riesgos y cxplotaci6n de oportunidades”.
Es la actitud que ha mantenido en Cdcnte Medio, en el Vietnam y en el incidente del
barco Pueblo.
—
12
—
En cadacaso la URSSintenf6 sacarla mxima ventaja pplftica a costa de EE.—
UU, mientrasse afanabá en contener los posibleseligros La preocupaci6nrusa por re
ducir riesgoses en s un saludable y pósifivo elemeñto, peró no debe olvidarse la segun
da parte de su tctica, que no puedeonsiderarse precisamentecomo una amplia identi
dad de interesescon EEUU
Podrran llégar a ser ms frecuenteslos conflictos abiertos en las relaciones ruso—
norteamericanas, s algunos pal’sesdel Tercer Mundodegonercinen anaraura, debida a
la fragmcnta:ci6nsocial, nacida de fracasosen el desarrollo ccon6mico, y a la continua
ineficacia de la direci6h polrtica Estónerd perspectivaparece probableen el caso
do varios do los paísesen desdrollo La viblencia espordica puede tener efectósde
atraccicSnde f.ierzas de iñtérvcnci6nrusaso norteamericanaspara lograr el premioque
supone ci derecho de prioridad. Todoesto puedesucederen la dcada de los añossoten
ta con una frecuencia sin precedentes. Puedeesperarseen este caso una situaci6n sorne
jante a las luchas coloniales entre Inglaterra y Francia en 1093sobreAfrica. El verdade
ro problemaesta en sabsi larivalidad rusa—norteamericana
so solventarc tan paciica
mente cor,o la anglofrancesadci siglo XIX.
-
—
—
—
El problemaes mcisurgente, ya que la ecuaci6n nuc!oar es sumamentedinmi—
ca. Esirriprobabieque Lleguea acordarseun sistemade control de armasruso—norteame
ricano, o una congelecicSnde las mismas,en un futuro previsible. A vecessuele decirse
que la paridad pudiera hacer ms realizable el acuerdo. Pero el probierna esta en defi—
nir la paridad, dadaslas diferencias existentesen necesidades,compromisos,distribu
ci6n industrial y de poblacin, y perspectivashish5ricas.Tambin podría argumentarse
que un acuerdo concertadosobre una paridad artificial podría fomentar un falso sentido
de seguridadcalculable y estimular una rSpidaaceptaci6n do riesgos.
Ambas potenciasostn en condiciones de continuar sintiendo que es útil, desde
el punto do vista de la paz, el mantenerla presenteventaja sobreotros aspirdntesnucl
res, comoChina por ejemplo, y esto s6lo pueden hacerlo mediante la igualacin del po
derío dci otro rival. Ademas, puestoque la paridad parece poco probable, se esperaque
la URSSprocurar deshacerla superioridadestratgica que aun conservanlos EE.UU. Al
hacerlo as(y cualquiera que scan las intenciones del Kremlin, inevitablemente parecr
que lo que Sstebuscaes la superioridad. Estoexigir su precio en los aspectospsicolúgi
cos o idooligicos, haciendo m& difícil el arreglo pacTko do los interesesen conflicto.
Reduciendoriesgos
¿C6mo construir un sistemainternacional encaminadoa reducir estosriesgos?
Esta ser la cuesti6n central do Ici pr6;ima década. La definici6n del nuevoobjetivo re—
querirc viskSn creadora, capacidadde movilizar mentesy espíritus de personasque sien
ten la inquietud, pero que no puedendefinir la necesariarespuesta.Lospasadosconflic
tos y Icispresentessuspicaciasharn esta tarea ms comliccida todavía de lo que ya es.
Ni siqukra ostcíclaro cual debo serel objetivo específiço, ni quin debeasumir la di
rccci6n en su búsqueda.Europaso mantiene en una actitud do retirada, a pesarde las—
—
—
13
—
reacdoncs producidaspor la ocupacitSnde Checoeslovaquici.La URSS,muy hostil a Es
tados Unidos, preocupadapor su situaci6n en EuropaOriental, puede buscarrefugio en
aumentar su poderío militar. Lo EstadosUnidosfrustradosen Ásia, absorbidospor suspro—
bkmas internos y cada vez menoscapacesde decir algo atractive a los europeos, pue
den optar simplementepor pura inercia; por seguir el mismocciminoen su política inter
nacional. Peroconviene aclarar ahora que un merocontinuar en la mismadkecci6n que
hasta ahora, no darc resultado.
—
La necesariarespuestadeberíasuponerun esfuerzo para forjar una comunidad
—
de nacionesdesarrolladas,abarcandolas nacionesatlnticas, los paísescomunistascuro
pees ms avanzados(incluida la URSS)y Jan. Estono necesita ser —ypor muchotiem
po pudiera serlo—una comunidadhomognea del tipo de la ComunidadEcon6micaEuro
pca o lo que se esperabade Ici Comunidad Atlntica”.Pcro si so buscadeliberadamente
el definir ciertos objetivos comunesen los camposdel desarrollo, de la ayuda tecnol6g
ca y acuerdosEste—Oeste,
podría ayudar a estimular un sentidodo participacicSncomún
y al crecimiento de algún marco institucional, aunque rudimentario (por ejemplo entre la
OECD, Orrjanizaci6n para la Cooporaci6n Econ6micay el Desarrollo y el CEMA, por lo
que so refiere a la esferaccon6mica y entre la NATO y el Pactode Varsoviaen el cam
po de la sccjuridad;o bien Ici crcacin de un cuerpo consultivo informal en materia de po
lítica).
—
—
Un avance en esta clirecci6n tendría el importanteefecto de ayudar a terminar
la guerracivil entre las nacionesdesarrolladasque han dominadola.esfera internacional
durante los últimos ciento cincuenta años. Las disputasnacionalistas e ideol6gicas entre
estos paísestienen cada vez menosimportancia ante los problemasrealesde la humani
dad, porosu persistenciaha impedido una respuestaconstructiva a los dilemasque sta
tiene plcintcados. Estasituaci& os reconocida, cada vez en mayor grado, lo mismopor—
los estadosdomocr&icosque por los comunistas,como el problemaclave de nuestro-tiern
po. La fal;a do un procesounificador ha mantenidovivas las viajas disputasy oscurecido
las perspectivasde cooperaci6n estatal.
—
El postular la necesidaddo tal comunidady definir su creacin como la tarea
de la pr6xir.a dcadct, no es una utopía. La humanidadse cstcl moviendocontinuafltc
hacia una cooperacin a gran escala, bajo las presionesccon&’licas, científicas y tecno
LSgicas. Toda la historia de la humanidad,pesea algunos períodosde regresión, indica
clararnenc un progresoen dicho sentido, El problemaes si.bcistar un movimiento espon—
tnco parcicontrarrestar los pclirjros ya observados.Y puestoque la respuestaprobable
mente os no, se deduceque los esfuerzospara acelerar ci procesode la cooperaciún in
ternacioncil entre los pueblosavanzadosson necesariosy representanuna respuestareauis
te a la actual situaCn.
—
—
—
El movimiento hacia una mayorcomunidadentre Icisnacionesmúsadelantadas
tendr que sor forzosamentefraccionario y no impedir relaciones mú homo,gneasden
tro de una entidad mayor. La URSSy los países de la EuropaOriental, o los países de
la OECD, por no hablar del Mercado ComúnEuropeo, continucirn manteniendodurante
—
—
—
-
14
mucho ticripo unas relacionc5 mcs íntimas entre ellos mismos. La URSSse encuentra en—
una coyuntura conservadora y en principio no es probable que quiera parflcpar. Pero lo
importante es desarrollar una amplia estructura, que enlace lo dicho en distintas formas
de cooporaci&i, ya regional o funcionalmento. Semejinte estructura no desharía la rea
hdad basica de la confrontacin nuclear ruso—norteamerica:ici,que permanecería siendo
el eje del poder mundial, pero en un marco riós amplio de coopcraci6n; los conflictos
entre EE.UU y URSSpodrían somejarse a los coloniales anglofrancescs de finales del si
910 XIX, que no perjudicaron a la naciente enfente europea.
—
La URSSestarfaprobablementedispuesta a verse implicada dentro de un marco
mayor ci causa de la inherente citraccn ejercida por Occidente sobre la Europa Orien
tal, atracci6n a la que la URSStendré que ceder, a no ser que se arriesgue a perderles
a todos ci la vez, y tambin poro1 sentimiento propio de los rusos de necesitar mcs cola—
boracin en la rcvolucin científica y tecnol6gica.
—
Que los estados do la Europa Oriental se estn apro;zimando hacia Occidente—
es cierto. Los recientes acontecimientos de Checoeslovaquia son un mero augurio de lo
que sucodorcí. El poderío sovitico salo puede retrasar, pero no impedir el proceso. Es
salo cuosticn de tiempo el que cada uno de los estados comunistas e incluso Mosca vayan
a clamar a tas puertas de EEC o do la OECD. Mosc6 por unos acuerdos Este—Oestemós—
amplios pueden llegar a ser una forma de mantener algunos lazos efectivos con las capi
tales do Europa Oriental. Ademcís, la amenazci de China pudiera producir el deseable
efecto de inducir a los dirigentes rusosci una visn menosdoctrinaria.
—
Tamhn es muy importanto la consideraci6n do que una amplia comunidad de
naciones desarrolladas,
impUcando unavariedad de lazos entro diversas potencias y sub—
comunidades (tales como el Mercado Comon Europeo y el CEMA), evitcin
queaparezca
como un asunto bilateral exclusivo do EE.UU y la URSS. Tal acción bilateral desagrada
ría a lo mayoría de los europeos, tanto del Este como del Oeste, que actuarían contra
ella. Adencís es poco probci ble que la URSSse deje llevar a un acuerdo directo con EE
UU, mientras se sienta móspobt y dóbil que óstos. Pero una Rusia que llegue a ser mós
fuerte que EstadosUnidos estaría menos inclinada a llegar ci semejante acuerdo y por ello
!a actitud de EE.UU tambión pudiera hacerse móscimbivalento.
—
Lci proc lamación do un objetivo mósamplio podría tenor otros efectos beneficio
sos. Por uno parte, es probableque al principio la URSS se mostrciseindecisa e incluso
hostil.Unaciproximación
basadaenun convenio bilateral tropezaría con muchos críticas
por partocialosenemigosdo la política norteamericana, que Podrían estrangular esa —
aproxirnclcion
rópidamente
y cornoconsecuencia
se produciría
una mayortensión. Los es
fuerzos para crear una mayor comunidad de cooperación
tienenlaventajade queno Ile
varón forzosamente a una reticencia rusa inicial, ni pueden ser explotados por Moscó f
cilmente para perpetuar la guerra fría. Por el contrario, la resistencia soviótica sólo re—
dundaríci en un mayor y costoso aislamiento poro la misma Rusia. En 1985, el producto—
nacionaLneio combinado de EE.UU,Europa Occidenta! y Jcip6n seró aproximadamente de
3 trillones (un trillón un millón cia millones) de dólares, o sea cuatro veces el de la URSS
15
—
(suponiendo un ritmo de crecimiento favorable para este país). Con algunos estados de
Europa Oriental girando gradualmente hacia una mayor cóopercicin con l Mercado Co
mGn y con la OECD, la abstcnci6n de la URSSs6lo le reportaría un gran costo, compro
metiendo su propio desarrollo y su posicin mundial.
—
¿YcicaminodeEstadosUnidos?
Muchas de las inicicitivci c impulsos paraun entendimientó a gran escala ten—
drn que proceder de EE.UU. Dada las viejas divisiones en el mundo de ios países
zados y la debilidad y banderías de las naciones no désarollcidas, la falta de una inicia
tiva constructiva por parte de Nórfearnérica significaría muy probablemente la perpetua
ci6n de la actual situacin mubdial. Esta situacin no variaría si EE.UU estuviesen dis
puestos a seguir el camino que al parecer comienza o estar allí de moda: el aislacionis
mo, incluso aunque EE.UU pudieran hacerlo, a pesar del peso de su propio poder, hay
algo extraíjamente fuera de lugar en que se pretendan denunciar los compromisos contraí
cies por EEi.UU a escala mundial; especialmente si las quejas proceden de los europeos,
cuya hoja ciaservicios a favor del rx,ntenimiento de la paz mundial no es precisamente
admirable. Ademas las rn6s brillantes, aunque uriilateralcs diatribas contra la política de
EE.IJU, como por ejemplo la obra de Stanley Hoffman “Los problemas de Gullivcr
(1%,
no pueden negar el hecho dt que EE.UU, a pesar de sus supuestoslargos memoriales de
errores y equivocaciones, han llegado a ser la única potencia que piensa en trminos de
escala mundial y busca activamente acuerdos constructivos universales. Con relaci6n a
esto resulta revelador observar que iniciativas como la del Tratado de Prohibici6ci de Prue
bas y la del Pacto de No—proliferacliSn, encontraron la oposicn precisamente de aque
lbs gobiernos que rras suelen acusar a EE.UU de haberse comprometido en el mundo ente
ro El que los EE.UU se hallan ahora implicados en todo el globo ha sido decidido por
la Historia y esto es inevitable. La cuestin es saber cmo cu.mplirc este país su cometi
do y cuais ser6n los objetivos.
Una de los funciones importantes de EE.UU en el proceso de formar una nueva
estructura sor6 convencer a la URSSde la futilidad de su estrategia de conflictos en po—
lítica internacional. Los dirigentes rusos tienen que aprender que el enipeñorse en recons
truir “una comunidad comunista antUmperialist&’ (que en cualquier caso, los actuales
europeos orientales tienden a despreciar, o el confiar excesivamente en el desarro
Ile militar no servr6, a la larga, a los propios intereses de la URSS. Esto significa,quc
en ei proceso de esforzarse por crear un marco m6samplio, del que la URSSs6lo podría
abstenerse a costa de su propia clesventala, y hasta que se llegue a un mutuo acuerdo so
bre el control de armamento, ser6 necesario para EE.UU el procurar mantener lo que pu
diera llamarse la anbigedac1 asir,i&trica en las relaciones nucleares, o sea una ventaja
cualitativa en armas disponibles si bien no se trate de una clara superioridad calculable
en supervivencia); así como desarrollar nuevas armas para que los dirigentes rusos no pue
cian verse tentados a arrostrar riesgos calculados, basadosen el nuevo equilibrio.
—
—
En general, los esfuerzos para inducir a cooperaci6n y limitar la hostilidad,
requerir6n un complicado equilibrio de galanteo y reciprocidad. Lo ultimo, hay que de
cirio francamente, es un componente necesario, a no ser que se quiera favórecor actitu
—
des anticoopcrativas, reforzando con ello a los elementos mcs dogmticos de entre los
dirigentes rusos, partidarios de que la política unilateral implica pocos, si alguno, res
gos. Esta reciprocidad para ser positiva y no llevar a una escalada, debe ser cclihrad
con mucha precisi6n. La forma mcisconstructiva que puede tonar es la de aumentar, tan
exactamene como sea posible1 la ciccin a la que respondo, bien se trate de una canco
lacin unilateral de intercambios previamente concertados; o de abrazos en privilegio
diplomaticos. Incluso entonces, talos pasos no deben darse con el espíritu de la guerra
fría, sino como reacciones a las acciones unilaterales.
Finalmente, sérn necesarios persistentes esfuerzos para “expulsar a los c!emo’
nios” de las relaciones ruso—norteamericanas. Mucho se ha progresado por ambas partes
desde la dúcadado los años cincuenta, pero fuertes sospechas lo retrasan. Una practica
util, tanvo smoolica como realisTa, seria comenzar a celebrar anualmente informa!os
encuentros do uno o dos días de duraci6n entre ¡efes de gobierno rusosy norteamorica
nos, ademáisdo las normales reuniones con gobiernos amigos o aliados. Estas confcren
cias no nocesitcin tener siempre una agenda formal y no implicarían visitas oficiales a
otros estados. Lo mejor sería celebrarlas en lugares que disminuyan los riesgos de la ex
cesiva publicidad: un año en Alaska, otro en el Extremo Oriente ruso, etc. Su finali
dad sería dar oportunidad a los jefes de estado de dos potencias nucleares convecinas pa
el mantenimiento de cntactos personales e ¡ntcrcimbiar sus puntos de vista. Si se cc
lebrasen con regularidad, aun en el caso de que las dos potonckis estuviesen en ‘Josa
cuerdo art los puntos ms imporicintos, se evitaría la produccin de falsos expectaciones
y equívocas impresknes cori1o ocurri con el presidente Johnson en 1968 y su aparTen
cia de impaciencia), al mismo tiempo se estimularía un sentido gradual de mutua respon
sabilicicid en los asuntos mundiales y se desarrollaría un nuevo Hpo de relaciones entre
ambas potencias.
—
Vivimos en una época en la que esta apareciendo una conciencia mundial. Es
ta conciencia, an tímida e insegura, choca con las perspectivas constituidas por los
úlHmos ciento cincuenta años de conflictos ¡deolgcos y nacionales.
La política de la primera potencia del globo ticno que estar de acuerdo con
esa tendencia hacia una conciencia universal. Tiene que reflejar la decisiva necesidad
cia la humanidad de renunciar a conflictos cuyas raíces histricas y objetivas pertenecen
ya a otra úpoca. Pór tanto, con independencia de la respuesta inicial rusa, los EE.UU
deben ir r.icisalk de las doctrinas formadas por la reciente conf rontaciún y buscar solu
ciones mcs amplias y objetivas, ms ambiciosas que las que han dominado la políticci ex
tenor norteamericana durante los ltmos veinte años. A corto plazo sería una buena
tctica
—
La mayoría de ls europeos (y japoneses) recibirían con satisfacción un amplio
esfuerzo por crear una nueva estructura, y cato en sí mismo, supondría un paso hacia la
formcici6n de un nuevo núcleo parci la política internacional. A la larga representa ci
imperativo do la estrategia de la paz en la poca de total supcrposiciúfl de las poten—
cias.
91t4i
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37
¡uei4u/;t
LCi
TECHItAS
(llES
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EL
CARRO DE COMBATE (1)
•
—
EL CARRO DE COMBATE EN EVOLUCION
EL CARRO DE COMBATE EN LA CIJERRAMODERNA
CAPACIDAD COMBATiVA DE LOS CARROS DE COMBATE
Y DE TERMINACIONDE LA MISMA
EL CARRO DE COMBATE ‘LEOPARO”
EL CARRO 06 COMBATE 70
—OUE
HAY SOBRE LOS CARROS DE COMBATE RUSOS EN REALIDAD?
EL CARRO DE COMBATE PARA /975-80
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MIS/LES PARA ENTRENAM/EN ro y RECONOCIMIENTO
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CARRO
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BOLETINDE iNFOR!vVCIONNUM. 37 IX
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ELCÁRRO)ECOMBÁTE
EN’EVOLUCION’
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ELCARRODECOMBATEEN LA GUERRA
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CAPACIDADCOMBATIVADELOSCARROS
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EL CARRO DE CO!vBATE “LEOPARD”.
ELCARRODECOMBATE
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. . . . .
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•
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..
HAY SOBRE LOS CARROS DE COMBATE RUSOS EN REALIDAD?
EL CARRO DE COMBATE PARA 1975—8045
38
EL CARRODECOMBAtE EN EVLUClON
Por R.M. Ogorkiowicz
(Military Review, nm2,febrero
Edición híspanoamoricana..
1966)’
Las noticias de una colaboraciSn ontreEstadosUnidosy Alemania Occiden
tal en el desarrollo de un carro de combatepara los años 1970vuelven a dirigir la aten
ci6n hacia cal. Específicamente,se suscitanpreguntasén cuanto al estadodel diseñode
los carrosy el papel que éstosjuegan en el panoramamilitar. Tambiénse trae a cola
ci6n las implicaciones econ6micasdel desarrollo de los carros, las cualesquedan demos
fradas por el ingresode m6sde 200 millones que Gran Bretañaha recibido por pedi
dos del Centurion.
—
—
Durante muchosañosse conceptu que la importancia militar de los corrosde
combate estribaba principalmente en su funci6n de proteccin de blindaje. Todavía se
escuchan algunosecos de esto, expresadosCii la forma de dudasen cuanto al futuro va
lor de los carros a base de que su blindao puedeser perforado por armascoritrcicdrró,
punto de vista este que pasapor alto el hechode que aquéllos jam6shan sido invulne
rables.
Desde la SegundaGuerra Mundial han prevalecido, sin embargo, puntos de
vista rncsracionales. Ahora generalmentese reconoceque el valor de los carros no es
triba Gnicamcntc, ni siquiera aun principalmente, en su protecci6n de blindaje. En carn
bio, ahora se consideraque el atributo principal del carro es su aptitud para proveer a
las armaspesadasmcsmovilidad y, por ende, rnts eficacia.
Como transportesde armaspesados,los carros estn destinadosa enfrentarse
contra una gran variedad do blancoseh el campode acci6n. No obtante los blancos
ms difíciles son los carrosenemigos
Porconsiguiente, la aptitud para destruir otros
carros osahora el parang6n de su efectividad tcctica y la principcil considerachSnensu
diseño. A su vez, el papel principal de las unidadesde carros y de la &ganizáCiones
blindadas qúc se basanen ellos, es proveer una fuerza contra las unidadesblindódcis
enemigas, las cuales son el ms probable instrumentode agresi&nen muchasregionesgeo
gráficas y son mantenidasa raya m& eficazmente por instrumentosde defensaequivalen
tes. De ahí, la ¡mportanciaque contTnian teniendo las fuerzas blindadasy los carrosen
la era nuclear.
—
Para poder destruir otros carros precisa contar con un armamentoque sal4sfa
go tres requisitossucesivamente. Primero, tiene que dar contra ci otro carro. Segundo,
una vez acierte a dar contra el carro adversarioprecisa perforar el blindaje de ¿ste. Ter
cero, supuestoel hechode que haya perforaclin, el dañoque causedentro del enemi
go tendr que ser mortífero.
—
—2—
Desde el advenmiento del ccirro de combatecincuenta añosatrs, hastólas
postrimeríasdo la SegundaGuerra Mundial, los nicos mediosdisponibles para satisfa
cer esostres reqUisitoseran los proyectiles perfórahtesnormales,de pleno calibre, dis
parados desdecañonesrayados.
Por consiguiente, durante los primerostreinta años las únicascaracterísfi
cas variables eran el calibre de los cañones y la velocidad inicial de los proyectiles,
las cuales salo aumentabanlentamente. No obstante, en los Gltimosveinte años los
proyectiles normaleshan sido reemplazadospor proyectiles perforantesde blindaje con
envuelta “sabot” désprendible
(APDS)muchom& eficaces. Estosconsistenen un pro
yectil subcalibrado, de un metal muy denso, con una envuelta de un metal ligcro,que
puede dispararsecon una velocidad inicial mucho m& elevada, y mojórandoasí la pro
habilidad de dar contra carros y perforar su blindaje. De hecho, los proyecfllesAPDS
se disparana velocidades de 1.400 m por segundoo mayores,a diferencia de unos900
segundo de los proyectiles perforantesnormales.
El perfeccionamientode municionesms eficaces ha venido acompañadode
un aumentoadicional en los calibres de las piezas contracarro, Esteroquirimiento pro
venía de la necesidadde destruir carrosenemigosa distancias progresivamentemayo
res. En un tiempo se conceptuabaque 2.000 m era la distancia mxima, pero ahorase
ha extendidoa los 3.000 m o mss, a pesarde que es dudable cuan frecuentementepo—
dr6n los carros destruir otros a esaslargasdistanças.
—
Un buen ejemplo de la tendencia hacia cañonescada vez mayoreses el Cen
turion brit6nico. En suversi6n original introducida en 1945, tenía un cañ6n de 76, 2
mm, luego reemplazadopor uno de 83,4 mmy ms tarde por el actual cañiSn de 105
mm. Adem&s,durante varios años el Centurion estuvoapoyado por el carro pesado
Conqueror, armadocon cañ6n de 120 mm. Este, a su vez, esta siendosustituidopor el
Chieftain, carro de combatearmadocon cañ6nde 120 mmrns poderosoain.
—
Otro ejemplo son los carrosde combatesoviticos. El medioT—34/85de
1945, qúo tenía entoncesun cañan de 85 mm, ha sido sustituido por los T—54y T—55
con cañ6n de 100mm,y éstos, a su vez,sern reemplazadospor el reci& anunciado
T—62, con cañ6nde 115 mm, Ademcs, los carros mediosestSnapoyadospor los ms
sados lS—3y T—10 armados
con cañones
de 122mm.
Los aumentosprogresivosen el calibre de los cañonesde carros, de alta ve
locidad inicial, han acreceçitadosu alcance efectivo, pero tambkSnexponena stos
al efécto de retrocesosms poderosos. Porconsiguiente, a mediadosde la década de
1950, cuando aumenhSla demandapor carros mcs ligeros y mSviles, el Ej&rcito fran
CS opt6 por no usarproyectiles que dependierande la energía cin6tica para perforar
el blindaje. En cambio, se diseñ6 un nuevo carro de combatebasndo1o en un cañ&n
de 105 mm que dispararía proyectiles de carga hueca. Estosperforan ci blindaje me
diante la energía concentradade su carga exp’osivo y es posible reducir así el pesodel
carro para cualquier calibre dado. Porconsiguiente, el AMX3O, que se produciren
-
—3—
Francia, pesa s6lo 32 toneladas, en contraste con el Chieftatn que pesa 51 tonelodas
La menor velocidad de los proyecffles de carga huéca sin embargo tómbin impUca
alguna prdida de precisi6n y, aunque ptieden pérforar blindaje de muchó espesor, exis
te cierta dudo en cuanto a su aptitud mórtrfera
—
Los proyectiles de carga hueco fueron adoptados a6n mucho antes por el E1r
cito de EE UU , pero salo como complemento de los perforantes Como tal, se empln
en el actual M60 de EE.UU. y también en el Leopdrd alem&i, que ya estien produc
ci6n. Ambós carros llevan cañones de 105 mm. de origen britnico —dehecho, el mis.
mó cañan que lleva el Centurion. Este cañ6n también constituir el armamento paró ‘el
‘de 37 toneladas desarrollado por Vickers—Armstrong, que eventualmente será producido
para la India.
El perfeccionamiento de proyectiles de carga hueco, con sus velocidades ini
ciales ms balas, acrecenta la importancia de los sistemas de control de fuego y, en
particular, de los telémetros. El Ejército de EE.UU. comenzcSaperfeccionar telmefros
6pticos poco después de la Guerra Mundial Ii y los instal en los M47 y M48 con ca—
ñ6n de 90 mm., los cuales precedieron al M60. !‘As recientemente, los telémetros ¿p
ficas han sido adoptados para los AMX 30 francas y Leopard alemán, asr como también
para el M60. Los carros Centurion y Chieftain están dotados con una ametralladora ca
libre 0,50 de pulgada para correccicn del tiro, la cual provee un sistema de reglaje
ms poderoso, aunque no tan refinado. Sin embargo, ninguno de losdosmtodosprovee
una soluci6n enteramente satisfactoria para el tiro y, con toda probabilidad la prcxima
generaci6n de carros armados con cañones estarn dotados con telémetros de Laser.
—
—
Sistemasdearmasteledirigidos
El desarrollo de los teImetros de laser comenz6 en Estados Unidos, pero Glti—
mamante Gran Bretaña, Alemania y otros países han demostrado mayor intercs en ellos,
mientras que el Ejército de EE.UU. ha concentrado su atencin en los sistemas de armas
teledirigidos.
En su forma original, los misiles teledirigidos no constituyen un sustituto prc
fico de los cañones de carros, y lo primera gereraci6n de misiles han sido empleados sc
lo en vehicu los para fines especiales. Los misiles de segunda generackn, sm’ embargo,
presentan ms atractivos por su menor tamaño, mayor velocidad de vuelo y, sobre todo,
sus sistemas semiautomáticoS de direcci&i que los hacen grandemente independientes de
las reacciónes de los hombres que los manejan. Adéms, al menos én el caso de uno de
los misiles, el lanzador también puede disparar proyectiles normales, lo cual aumenta
notablemente la adaptabilidad del sistema de armas. El misil a que nos referimos es el
Shillelagh, que se lanzo desde un cañcSn/lanzador de 152 mm. Este sistema constituye
ya el armamento principal del carro ligero, transportable por aire, General Sheridan,
y también ha sido seleccionado como armamento para el carro de combate que Estados
Unidos y Alemania estn perfeccionando paro reemplazar al M60 y al Leopard en el
pr6ximo decenio.
-
-4-
En teoría, los sistemasde misiles teledirigidos, como el Shillelagh, ofrecen
una gran probabilidad de dar en el blanco y la posibilidad de que se pueda construir ca
rros de combate mucho mcs ligeros y m6viles. No obstante, esos sistemasde armas son
complicados y, por consiguiente, existen dudas en cuanto a su confiabilidad en condi
ciones de combate real. Ádems, el concentrar en este tipo de armamento da lugar a
la objeci6n básica de que, al igual que los cañones que no disparen nada ms que pro
yectiles dé carga hueco, libra al adversario dé la amenaz dé los proyectiles de alta
velocidad, los cuales son ms difíciles de neutralizar. De hecho, si el átaque se limi
tora s6lo a cabezas de guerra de carga hueco, a los carros podría dcrseles un mayor g’a
do de inmunidad de la que poseen actualmente.
—
—
Las armas teledirigidos, por lo tanto, no son un sustituto enteramente satisfac
torso para los cañones de alta velocidad. Los cañones también tienen margen para con
tinIar perfeccion&dose, particularmente en el ámbito de velocidades iniciales oin ma
yors.
Cañones de&‘iima lisa empleados en Estados Unidos para investigaci6n a gran
des pl tifudes, así como otrosexperimentos,
demuestran
que ya es factible
alcanzarve
locidades de 2.000 a 3.000 metros por segundo.
Defectqprincipal
l printipal
defectodel continuado
empleo de cañones de alta velocidad es
que loscarrospermanecerán relativamente pesados. Empero, no precisaran ser tan pe—
sado omo lo son en la actualidad,
ya que el pesode losmodelosactuales
excededel
que es menester para proveer afustes de cañones suficientemente estables.
peso adicional se debe al blindaje. Los pareceres en cuanto ¿i las ventajas
del blindaje grueso varían considerablemente. En Gran Bretañá la protecci6n se con—
çeptta ptincipalmente en lo concerniente al combate de carro contra carro, por lo cual
so çonsidera deseable ún blindaje grueso. Por consguiente, el nuevo Chieftain toda
vía tiene un blindaje pesado y, con sus 51 toneladas, es el mcSspesado de la nueva ge
neraci& dç carros de combate. En Francia, por otra parte, lo protecci&i se considera
en el ms amplio concepto de la supervivencia en combate y ya no se le adscribe tanto
valor al blindaje pesado. En consecuencia, el AM)(30 francas es el rns ligero de los
carros de combate. Los T—62soviético, Leopard alemán y M60 americano se catalogo
rían entre esosdos extremos.
Otraopciçn.
El carro de combate S que se desarrolla en Suecia trata do combinar un relati
vamente alto grado de proteccn de blindaje con unpeso moderado de 37 toneladas,
y elimina la torre tradicional.
En cambio lleva su cañ6n de 105 mm montadodirecta
mente en el casco. Paraapuntar el cañanse gira el carro, y la elevaci& se controlo
cambiando la inclinacin del casco por medio de un sistema hidroneumtico de suspen
si& vadgble. Por consiguiente, el corro S no puede disparar miéntras avanzo, a me
nos que el bLan:coestuviera directamente en línea hacia el frente. La eficacia del ti—
ro mientras se avanza es muy discutible, y si convenimos en que pára disparar con efica
cia cualquier carro deber6 detenerse, entonces el S esultar un sustituto muy atracttv
del carro comGn.
Otros esfuerzos por reducir el peso de los carros sin sacriflcar su blindaje no
han producido resultados muy haldgeños todavra. El blinddje de aleacc5n de dluminio
se ha empleado por algtñ tiempo en Ios’trdsorte blindados de personal de EE.UU.., y
también se emplea en el Sherklcin acrotransportable pero sus ventajas son principcllmente
estructurales.
—
Alguna reducci6n en pesó pódrra efectuarse mediante el desarrollo de rnotbres
ms ligeros y reducidos. En los últimos años la atenci6n se ha concentrado en los llama
dos “iiiátores de combustibles m6lttples”. Estos, en efecto, son motores de compresi6n—
ignición que han sido adaptados para operar, sin necesidad de ajustarlos, lo mismo con
gasolina que con diesel oil.
—
El cambio de motores de ignici& por bir
a los ms eficacés de compresi6n-ig
nicin ha aumentado el radio de acci6n de muchos carros de combate. Por ejemplo, el
Chieftain con motor diesel L.60 tiene casi dos veces el radio de acci6n del Centuron con
motor de gasolina; y el radio de accin del M.60 y del Leopcrd es maycrai.5n. Asf tam
bn
tienen mayor radio de acci6n los carros medios soviéticos que vienen operando des
de 94 con motores diesel.
—
Desde luego, existe una necesidad de motores con mayor potencia por peso.
Por lo tanto, se ha considerado el uso de turbinas de gas corno un posible sustituto de los
motores de pist6n y en Gran Bretaña se prob6, hace m6s de doce años, un motor Parsonde
turbino de gas, de 1 .000 cdf, especialmente construido, montado en el chasis de un Con
queror. Sin embargo, esta prueba especrfica resulta muy prematura. Ms recientemente,
en EstadosUnidos se ha dado considerable aten ci6n al posible uso de turbinas de gas en
los carros, pero hasta la fecha el tnico que usa la turbino de gas -combinada con motor
diesel— es el S sueco.
—
—
el tipo de motor que se ha tomado en consideracn mcs recientemente ha sido
el motor rotativo Wankel, que será desarrollado para el ejército británico por Rolls-Roy
ce Ltd. An resto conocer sus verdaderas ventajas.
No importa de qu tipo de motor se trate, los proyectistas militares exigen de—
stos un mayor coeficiente de potencia a peso. El Leopard y el AM)(30 ya cuentan con
un coeficiente sobre 20 cdf por tonelada. Susdiseñadores, sin embargo, ai3n no han re—
suelto el problema de aprovechar toda la potencia disponible, fuera de las carreteras, pa
ra aumentar su velocidad a campo través, que es lo que se desea en primer lugar.
Entre otras cosas, la velocidad de los carros de combate a campo través esta se
riamente limitada por ci grado de cabeceo, tumbos y sacudidas que pueden soportar los
tripulantes.
-6-
Se realizan esfuerzos por aminorar esos movimientos mediante el desarrollo de
sistemas do suspensi6n hidroneum6ticos, pero no se abrigan muchas esperanzas de que es
to en realidad produzca un aumento sustancial de la velocidad a campo travs.
Por otra parte, la aptitud de los carros para llegar donde y cuando se necesiten
es princpalmente un asunto de su propio peso. Entre otras cosas, su peso determina qu
puentes y otros medios de transporte pueden utilizar los carros y que probabilidades exis
ten de que queden atascados o inmovUzados en terreno blando. Por lo tanto, existen
buenas razones pare tratar de reducir su peso El peso mínimo lo determinan, sin embar
go, los armamentos que llevan. Cualquier progreso ue se logre en la produccin de ca
rros ms ligeros y m6vi les depender, desde luegó, del desarrollo de nuevos tipos de ar
mamento principal. De hecho, el armamento constituye el asunto esencial en el proble
ma del diseño de carros.
—
—————
—7-
EL CARRODECOMBATEEN LA GUERRAMODERNA
Por Paul Rechin
(Military
Roview, septiembre1966)
Edici6n i-lispanoamericana
El futuro del cai:ro de combateen la guerra modernaha sido tratado çonfre
cuenCió. Muchospersonascreen que el carro ya no es un instrumeñtode valor pr6ctico
en el campo de batalla porque los adelantostecnol’Sgkos lo .hari hechoanticuado.
Antes de uno decidir si es o nó esun instrumentoeficaz de Laguerra moder
no, convendría primerodefinir el término “guerra modern&’. Hachoestosi el carro nosa
tisface los requisitos, o si el obtener uno adecuadóresultara demasiadocostoso, énton
ces debería eliminarse el mismodel arsenal de armamentos. De otra suerte, el desistir
del carro bien pudiera resultar un irreparable error.
Una guerra modernapodría presentardiferentes posiblesformas; ninguna
puede menospreciarse
como una posibilidad. Un acto de agresi6n podría tener s6lo una
finalidad limitada. El agresorpodría apoderarsede un 6rea para su propia seguridad, o
tomar un territorio en disputa y luego usar el chantaje nuclear para asegurarsela acep—
taci6n dci hechoconsumado.
—
El agresorpodría evitar cometer actos abiertos que innegablementeseríanoc
tos de agrcsicSn,bastndo1e para ello el instigar; promovery apoyar la guerra de guerri
lbs. En estocaso, una amenazade parte del agresor, en el senfidodo que usaríafuer
zas regularesen apoyo de lo accliSnguerrillera, pódría contibuft al x1to dé los guehl
lleros.
En cada una de estassituaciones, el defensorprecisar6 contar con fuerzas
que seanadecuadaspara una guerra “rel6mpago” del tipo cl6sico, y que seancompara
bles con las mejoresunidadesblindadasde la Guerra Mundial II.
DestruccicSnNuclaer
Un ataque de tipo m6smodernoso efectuaría haciendo pleno usode la po
tencia, e incluiría armasnuclearesy probablementequímicas. Aun podrían emplearse
hasta armas biobogicas. Varios lideres sovieticos han anunciado, a veces de un modo
estent6reó, que cualquier agresi6n imperialista sería aplastada por una ofensiva terrestre
lo m6samplia, profunday r6pida posible mediante el caos de la destrucci6nnuclear. Es
ta amenazadebor6considerarseaunquesea 6lo en car6cter de imagen.
Es factible una defensaque aplaste la zona de despliegueenemigocon el
efecto de varios cientos de kilotoneladas de armamentonuclear. El arsenal de Estados
Unidos tiene estaaptitud, pero debe tomarseen consideraci6n la suerteque correríanlos
habitantes de esa zona. Losalemanesde Alemania Oriental son compatriotasde nues
—
—
—8—
tros óflados en la RepúblicaFederal de Alemaniai y los polacos son nuestrosantiguos
dliaços tradicionales. Porlo tonto, el empleo de bombardeosnuclearesmasivosen un
esfuerzo por evitar el combatequeda fuera do toda dscusin.
Planeamknto
El primer deber de.un comandan+emilitar y su estadómayores planear el em
pIco do los mediosdisponiblesde tal modoque sea posible vencer con el mínimodep
ddas posible. Karl von Clausewits ha demostradoque esta preócupaCi6flpodría llevar,
localmente, al mxtmo de brutalidad, pero l nunca arguy en favor de la destrucci6fl
general o la devastaci& a basede ello. La proporcin de fuerzas en Europaniega a
las fuerzas de la OrganizacicSndel Tratadodel Atltntico Norte toda esperanzade pó—
der blóquear un ataque sin recUrrir al usodo armasnucleares. Aclcrns, existen ejem’
plos hist6ricosque demuestranque nunca sodebe presumirque un agresorno hayade ser
el primero en emplear el arma fri& eficaz.
Por consiguiente, cualquier noci6n de sostenerun frente sería tan anticuada
como la de las falanges macedóniasi No importa qu forma tomeuna guerra futura, la
amenaza nuclear obligar a ambosbandosa dispersarsusfuerzasde combate.
El carro proporcionala mejor protccct6n en el campode batalla contra las
explosiones nucleares. La superioridadde un hombreprotegido por blindaje, sobre un
hombre cuyas manosy cara quedaian expuestas,es tal, que las bajasdo las dotaciones
de careoserían de cuatro a diez veces menoresque las de las fuerzasde infantería, Si
fuese menestermoverseu ocupar zonascontaminadaspor radiaciSn residual, el carro
proporcionaría protecci’n con su blindaje, la masade su carrocería, la altura sobrela
tierra y suvelocidad. Porlo tanto, el carro aventója en todos los aspectos.
Tambin sería convenienteconsiderar las condiciones de guerraquímica.Con
tra trapasque estuvierwl expuestasy fueran atacadaspor sorpresa, las armasquímicasse
rían tan eficaces como las armasnucleares, poro a muchomeno costo y sin la desven
tala de la destrucciSn. Si se buscauna contaminaCi& de car&ter persistente, los efec
tos de estasarmasresultan muysuperioresa los de la radiaci6n residual. Paraobtener
protecci6n contra líquidos txicos capacesde penetrar tanto la ropa como la piel, esme
nester no sio que las tropas usenla mtscaraantigs y ropa protectora, sino también
que se las pongana tiempo.
—
Abrigoscerrados
-
Esta limitaci6n podría evitarse por medio de abrigos cerrados, dotadosde aL
re filtrado a una presin un poco m& alta que la atmosfrica. Estasoluclin no requie
re estructurascompletamentehermticas al aire y permite la expulsli5nautómtiCa de
cualesquieratrazosde elementost6xicos que accidento1mente pud¡eranentrar. Losforti
—9—
flcacioncs francesasfueron construidasdespu& de 1918bas6ndoseen oste rincfpio, y
esto mismosería igualmente aplicable a los carros. Sin duda, a ningGncomandantede
carros le gusta maniobrarsin asomarsepor su torreta, pero, a difercncia dél combatierj
te que ¡levarc la mscara puesta, su eféfivdad no se reduciri ni sería
por la fatiga. Apenasexiste algo que proporcionemeÍor proteccin que Un carró de
combate.
Poco podía hacer el soldadoa pie de 1940contra un carro. El tratar de des
truirlo “a mano” con bombasMolótov, granadasincendiarias o mediosimprovisados
siem
pre costabanumerosasvidas. Lasarmascontracarroeran pesadasy por lo comúnno eran
adecuadas para otras misionesde combate, por consiguiente, eran necesariamentearmas
de acompañamiento.
A partir de aquellos tiempos, las mejorashan hechoa las armas contracarro
mcísligeras y permiten emplearlasen gran ntmero. Losmisiles filodirgidos del tipo
SS—lO
y susnumerososdescendientes,sin embargo, no han alterado los fundamentos
del
duelo. Aunque son armasde un alcance igual o superior al del cañcíndel corro, toda
vía son armasdo acompañamiento. Una ventaja de estossistemasesque el hombreque
dispara los misiles puedesituarsea alguna distancia del lugar del lanzamiento, y por
consiguiente no revela su posicicínal hacer fuego.
—
—
—
El infante moderno, no estcídesarmadoni mucho monos, Si el terrenolefa
vorece, puedeevitar que un carro entre en sudominio. Estoes, cuando el terrenosea
de tal naturaleza que evite que los corrosaprovechensuvelocidad superior, y su topo
grafía limite el apoyo de fuego mutuo entre ellos. En estascondiciones, el infante pue
de pelear desde desenfiladaso bloqueara su adversarioen una línea establecida deari
temano. Perolos carrosde combate son los que dominanel terreno abierto.
El carro de combate, ahora mejor blindado que nunca, estc en sus“glorias”,
mientras que el soldadoa pie tropieza con las desventajasde su lentitud. Cierto esque
el progresotecnolcSgicoproporcionar6los mediospara que al infante so le transporteen
vehículos blindadós, camionesy helTcpteros —elementos
adecuadospara la carga y des
carga repetida. Peroel soldadoa pie estarcíneutralizado, sin dudo, hasta el momento
en que pueda desmontar y colocarse en posicicín.
Vulnerabilidades
Los transportesblindadosde personalson mcísvulnerablesque los carros. S6—
lo sirven para cruzar espaciosabiertos, despus de lo cual tos infantesvuelven a mover
se a pie con los mismosmediosy desventajasde antes.
El soldadoa pie superaal carro salo cuando císteno puedeverlo. Cada vez
que cambia de posicion corre el peligro de atraer el fuego de aquel. Un carro cuando
estcí inm6vil no atrae rncísfuego que un hombre; pero cuandoso muevegoza de las ven
tajas de su blindaje. Ademcís,el enemigoque trata de destruir un carro en movimiento
-10tiene que cubrir con su fuego un ced extensapara tener la seguridadde acertar.
Es cierto que él sóldadoa pie tiene la posibilidad de organizar su terreno;no
obstañte, cualquier posici& que l ocupe dar6 ciertos indicios de ello. Riraser eficaz,
su.posicfndeber dóminar todas las vías de accesopeligrosas, y esto es muydifícil en
LInO guerrd terrestre, y para que no sea demasiadovulnerable, su inscripcli5nen el terre
no ha de scr tal que el enemigono pueda descubrir muy rpidamcnte los puntosdbiles
y los puntosms fuertes de la defensa.
Necesidaddecarros
En una atm&fera de Hestabil;zacinhI, en una guerra de desgastey de trinche
ras, el carro desempePía
un papel similar al do las reservasde caballería en la Guerra
—
Mundial
1.
El carro moderno ha de poseerlas siguientescaracterÍticas:
—
—
—
Una dotacin de cuatro hombres.
Protecci&i de blindaje de 20 a 25 mmcomo mínimo, en suspartes superiores
y croos menosprotegidas.
Hasta que lo reemplaceun sistemade misilescontracarro, un cañcn de 105mm
por lo menos, con velocidad inicial de ms de 975 metros por segundo, o un
arma capaz de disparar un proyectil de carga hueco.
—
M6s de 20 caballos de fuerza por tonelada de peso.
—
Un radio de acckn de varios cientos de kil6metros.
La dotacin deber hallarse confortable en su nterior y tener aptitud para pe
lear sin necesidadde abrir las escotillas. Todo ello exige un mínimo de volumen y peso
y se refleja directamente en los materiales requeridospara la construcci6n del carro. In
directamente, proporciona un menor consumo de combustible, una m6s f6cil conserva
ci6n, menores exigencias para los puentes y sus equipos de tendido y una mayor viabili
dad.
—
EF volumen del compartimnto de la dotaci6n es un factor limitativo que no
puede reducirse. Francia ha realizado numerososesfuerzos por reducir este’éspacio. En
condiciones de combate real, la dotackSn de tres hombresde un AMX 13 estaría sobre
cargada en operaciones de larga duracicSn. Para reunir características generales equiva
lentes con una dotaciSnde cuatro hombresso requeriría blindaje para una superficie un
—
20 por ciento mayor. Esto originaría un aumentosimilar en el pesototal del carro.
Blindaje
Áun suponiendoque los adelantosde la ciencia y tecnologíapermitanreern
plazar ci cañ6ndel AMX 13 con otro sistemade armasque no fuera tan pesado—diga
mos como ci sistemaShillelagh de EE.UU.—no podría esperarse.
que el. pesobajasede
18 tm El blindaj,edel AMX 3 no excedo do los 20 mmen el frente, s6lo tiene 15mm
en la parto de atr6s y 10 mmen la parte superior. La construcci6n del carro con los
deseables “mínirnos” espesores
de blinda1e producir(a un pesode alrededor do 25 tm y
sería menesterun aumentoen la potencia, a menos tic ñoscoñform6emos
conobtener
tina relaci6ri potencia—peso,de s6lo 17 caballos de ftjérzo por tonelada.
Por consiguiente, no es sorprendentequá el AMX 30 de32 fm —conceptuado
por algunos cornopesadoy prohibitivo—sea el m6sligero de los carrosde combate en
uso actual. El nico equivalente —elLoopardalém6n—peso 40 tm. Suscompetidores
menospófontes y no tan bien armados, pesande 35 a36 fm. Desdeluego, en todoslos
6mbitos se rcalizar6n mejoras. La coraza de aluminio soldado permite una reducci6n
en el peso estructural del carro. Le potencia del motor aumentar6en rolaci6n al volu
man y pesodel mismo, pero los logrosde este tipo siempreson lentos. Continuamente
se mejorar6 la aptitud do las armascon rolaci6n a su alcance, prccisi6n, cadencia de
fuego y tiempo necesariopare apuntar.
El posodel blindaje, sea cual fuere su material, siempreser6 un factor de
terminativo del gradode protecci6n que proporcionar6el mismocontra la radiaci6n.
Por lo tanto, el carro de combatedo! futuro oscilar6 en pesoentre las 25 y
50 tm. Sin embargo, en vista de que varios problemasque afectan a los carros m6spe
sados tienen que ver con la infraestructurade las vías de comurlicaci6ny de la indus
tria, los carros que pesanm6sde 40 tm probablementese volvor6n cada vez m6sesca
sos.
Estudios
Si alguien buscarafabricar el carro de combate m6sligero posible severía
obligado a admitir un aumento del peso total en estado del mayorrendimiento. Esto, a
su vez, haría probable un límite de menosde 25 tm s6lo a basede importantesadelan
tos t6cnicos, como el Shillelagh y suscompetidores, la turbino, o nuevosmaterialesde
construcci6n. En consecuencia, el carro de combatetipo continuar6 siendo un carro
medio.
—
Esto no quiere decir que todos los carros ligeros deban pasara la pila de cha
farra. Escierto que un carro Ugero no puede esperardestruir uno medioo pesadoexce’
to en una acc6n de sorpresayen terreno favorable, pero su blindaje ligero protege al
personal de los efectos hrmicos de una explosi6n nuclear, aunque proporcionapoca pro
tecci6n contra la radiaci6n inicial. Estecarro, al igual que el pesado,s.eprestaparala
instalaci6n de un sistemaque proporcionoaire filtrado y a presi6ny,por consiguiente,
brinda el mismogradode protecci6n contra las armasquímicasy biol6gicas. No obs—
12
tente, apenaspodríci soportar el choquedo una exp!osn nuclear mejor que otros tipos
de vehrculos del mismopeso.
El carro ligero aventajo a la infantería porque puede cruzar un terreno bati
do poro! fuego de armasde pequef’o calibro. Por lo tanto, es menester hallar una f6r
mulo oconmica para obteñer carros que puedan desempeór todas las misionesy que no
requieran e! arma del carro pesadoo medio Estoscarros d’ebern sor ms rpidos, me
nos visibles y,ms barotos en costo y mantenimientoque lós mediosy pesados,cuyo orn
pleo, respondiendo al principio de economÍa, salo deber hacersecuando sea absoluta
mente necesario..
A la investigactn operacional rodría conf irsele el estudio y anlisis de
ese probkma, ya que no se puede fijar a prióri mas reg!a que la de gran velocidad y.
baja-silueta. Al completar el estudio sería posible eliminár modelósque fueran dema
siado costososo que no fueran capacesde sobrevivr en el campodo batalla4 Tambin
serra posible establecer la coit-ecta proporciSndo vehículosoruga y de rueda, siendo
estos últimos siempre.rns econmicos, mdsrpidos y relativamente ms silenciosos. Enplazo prximó, pódría establecersela capacidad ptirna de transportey las pobilidd
des de empleo de ciértos vehículos de combate de infantería en misiones como las que
,
se confían ahora a los carros ligeros.
Conviene tener presente que no sería juicioso adoptar un único tipo de carro
y renunciar a todos los dems. La soluci6n ideal radica entre los dos óxtremos: una ma
sa de carros pesados y medios con carros ligeros para reconocimiento, y una masa de
estos últimos en que los pesados y mediosse emplean sólo cuando las probabilidadesde
vencer sean suficientes.
Lo primero seríaaplicable en un terreno en que predominaranlas llanuras
abiertas, y lo segundo donde abunde el terreno boscosoy las carreteras sean general
—
—
mente buenas.
Es en tiempos de paz cuando se deben considerar las combinaciones de armas.
Cualquier negligencia en este sentido traeró por resultado el no podercontar con las ar
mas requeridasen el momento preciso o, do contar con ellas, e! no saber qu combina
ciones do ollas emplear. El arte de la guerra podría compararseal juego de ajedrez
pero con la facilidad de poder mejorar las piezas entre un juego y otro. La evolucin
tecnolgica es un fenmeno continuo que no os posible pasarpor alto en nuestrasref le
xiones sobre el arte militar,
—13CAPACIDADCOMBATIVADELOSCARROSDECOMBATEYDETERMINACIONDE
LAMISMA
Por el Mojor Hcns—Jocichim
Jung
‘SoIdat und Technik’, diciembre 1967)
L.os carrosde combatepuedenconstituir el núcleo principal de la capacidad
combativa de un jrcito.
—
A la hora de valorar su capacidad combativa existen dificultades explicables,
ya que no todos los paísestienen las mismasconcepcionestácticas, ni los mismoscano—
nes de medida.
El carro de combatees el elemento portadorde las unidadesacorazadasen to
dos los tipos de combate. Con susarmas, coraza y movilidad desarrolla una fuerte po
tencia de choque. La coraza aten5a los efectos de las armasenemigas. La frpulaci6n
puede, mejor que la de ningtn otro vehículo de combate:
—
subsistir pesea la radiación trrnica y ondasexplosivas,
—
atravesar terrenos contaminadosy permanecertemporalmenteen ellos,
—
recorrer territorios devastadosy destruidos.
El valor combativode un carro se determina por su:
—
potencia de fuego,
—
movilidad y
—
protecci6n.
Pero junto a estosfactoreshay otros dos de gran importancia:
-
eficada técnica y
—manejabilidad.
Por otra parte nunca debe olvidarse al combatiente, al sirviente del carro. To
do sirviente debe conocerperfectamentesu cometido y la tripulaci6n trabajar coordina
damente y sin fallos, estandopreparadapara combatir permanentemente.
Vemos que la valoraci6n de la capacidad combativade un carro no puede redu
cirse al estudio comparativode una serie de datos técnicos pero srpuedeesto servimos
de basede partida., si bien admfiendo ampliosmargenesde error.
Lapotenciadefuego
A un modernocarro se le pide de su potencia de fuego que pueda aniquilar ob
jetivos tanto de dimensionesreducidas, piezasaisladas, nidos, comoblancos de cierta
extensi6n. Igualmentecomo arma ofensiva ha de estar dispuestoa abrir fuego rcpida——
mente y en cualquier momento. La potencia de fuegodel cañ6n no dependeexclusiva
mente del calibre del mismo, sino también de otros factores ¿orno:la posibilidad de ob
tener un tiro preciso, la rapidez de coptaci6n de objetivos, la velocidad de tiro y las
características de la munici6n.
—
A su vez, la mayor o menorprecisin del tiro dependede la velocidad inicial
del proyectil, dispersi6ndel arma, si el carro esta inm6vil ono, de los telmetros y cal
culadores de Hro.
La rapidez en la captacicn de objetivos es funci6n en gran medida del rendi
miento de los aparatos¿pticos.
En cuanto a la velocidad de tiro se ve influida por el sistemade cierre de los
cañones, ms o menosautom&icos, y por Lamayor o menorvelocidad permitida por los
sistemasde giro del cañ6n.
Por lo que se refiere al alcance, éste se ve favorecido por una mayor velocidad
inicial, pero asta a su vez,, si bien conviene a la precisin perjudica, a mayor carga,
la observacin del tiro, debido a las nubesde humoy polvo que se producen, haciendo
difícil el batir un objetivo a distancias lejanas y aGn medias.
—
En cuanto a los mediosde observaci6ndebe procurarseque su alcance sea ma
yor que el de las armas.
Quien consiguereconocer al enemigoantes de que seo descubiertopor l, tic
nc una gran ventola. De aquí la conveniencia de unossistemas¿pticos lo ms perfec——
tos posibles, pero que se solapen.,de formaque por un fallo de alguno de ellos no que
de interrumpida la visibilidad.
—
En cuanto a la utilizaci6n de diversostipos de munici6n, perforante, cargas
huecas, rompedor,etc., dificulta el aprovisionamientopero fuerza al enemigoa consi
derar todas las posibilidades.
—
Por lo que se refiere al armamentosecundario, en el carro tienen preferencia
las ametralladorascoaXiales. En cuanto a la importancia de la defensaanticrea del
carro debe dotrsele de calibres comprendidosentre 20 y 25 mm y con una gran caden
cia, que le permta abrir fuego a distancias mayorestanto contra avknes como contra
helic6pteros. El enemigooreo continia siendo el ms serio enemigodel carro. Estas
armas, por otra parte, son muyeficaces contra objetivos terrestresno protegidos. Cuan
do los carros luchen íntimamenteconfundidoscon los transportesorugasacorazados, en
tonces la misi6n de defensacontra el enemigo aéreocorrn5nse encomendarea las ametra
lladoras de éstos. Igualmente para la valoraci6n de la potencia de fuego de un carro
hay que considerarsusarmas contra la lucha prcxima contracarro.
—
—
15
-
Movilidad
En su ms reciente sentido, movilidad es la capacidad para moverse rcpidamen
te sobre un terreno con obst6culos. La movilidad permite el cambio rpido y oportuno
dél lugar y la forma dd combate, flexibilidad en el mando, combinar fuçgos y movimien
to y utilizar la sorpresa. Un carro tiene que poder entrar en combate e interrumpir el
mismo con suma rapidez, poseyendo una gran capacidad de maniobra y movilidad todo
terreno. La mayor movilidad puede llegar a equilibrar la inferioridad de los factores de
terminantes de la potencia de fuego.
—
El radio de acci6n es un importante elemento de la movilidad, Cuanto mayores
sean losplazos de tiempo que un carro puede permanecer sin ser abastecido tanto mayor
seré su capacidad de ¡ntervenci6n y de combate. Un aumento en la dotacin de muni
ci6n y combustible puede ser a veces ms importante que el incremento de potencia. Se
considera que un carro de combate invierte en marchar aproximadamente el 60% de sus
actividades combativas. S6lo el 40% son de puro combate.
-
Tambi& es importante una elevada capacidad de aceleraci&i al objeto de po
der realizar rpdos cambios de posicicSno atravesar velozmente espacios no cubiertos.
Otro aspecto interesante para la movilidad es el de los trenes de rodaje.
Por ultimo, la movilidad puede aumentarse con la capacidad devcdeo o posib
lidad de ser anfibios. Otro aspecto muy importante en la misma línea es el de la posibi
lidad de transporte por ferrocarril, mar o aire.
ProtecciSn
En realidad una mayor movilidad supone un incremento de la protecci6n, ya
que realmente hoy puede atravesarse cualquier bUndaje. El grado de proteccin del ar
ma y tripulacicSn contra los efectos de los disparos, cohetes, napaim y medios ABQ esta
determinado en parte por la bondad y fortaleza, tenacidad y dureza superficial del ma
ferial del carro, pero tambin por la forma y ngulo presentados por sus superficies. Una
menor elevacbSn favorece la protecci6n. No todas las partes necesitan de la misma pro
tecci6n.
El redimiento,de los dispositivos de defensaABQ depende en gran parte del
tiempo de funcionamiento de los filtros de gases o de partículas en suspenslin. La posi
bilidad de una descontaminaci6n ligera aumenta el tiempo de ¡ntervenci6n de un carro.
—
—
Hay que pensar igualmente en la seguridad de los sirvientes contra ios gases que
se producenen el interior
al hacerfuego,anteel del enemigo, las radiaciones térmicas
atc5micas,loslanzallamas,
etc.,y contraloselementosmeteorolgcosextremos.Otros
factores que prestan protecci6n al carro son las posibilidades de enmascaramiento, me
dionte dispositivos lanza humos y colores adecuados.
—
—16-
Mediosdemandoeinformacin
Es evidente que entre los factores determinantes de la capacidad combativa de
un carro pueden incluirse los medios de ¡nformocin y de mando ya que sin ellos no se
puede combatir ni individualmente ni dentro de las unidades acorazadas. Las transmi
siones son fundamentales para el mando y la direcci6n del fuego. Los tripulantes han
de poder entenderse entre ellos, igualmente es necesario con el exterior. Hay que uti
lizar simult&,ecmente radios que trabajen con distintas frecuencias. Contar con disposi
tivos para favorecer la conduccicn del carro en condiciones de mala visibilidad como =
brtjulas y otros medios auxiliares para la conducci&i del carro. Lo instalacin de ele
mentos radar y televisi6n crean problemas de cabida. Es imprescindible la existencia de
dispositivos para el reconocimiento amgo—enemigo ya que a distancias medias hoy en
d(a no es fccfl distinguir por su aspecto externo, si se trata de un carro propio o no.
—
—
—
Eficaciatécnica
Como es sabido para todo material militar es imprescindible que a un mínimo
de cuidado y entretenimiento se unan un m6ximo de robustez y seguridad de funcionamien
to. Por ello la eficacia técnica es un factor importantisimo en la valoracicSn de la capa
cidad combativa de un carro. De aqu(se desprende la enorme importancia que hay que
dar a la normalizaci6n de los distintos mecanismosy a la “intercambiabilidad
de sus di
versas piezas, pero no slo en la puesta en servicio de los distintos modelos, sino en la
realidad del combafe. Si los bloques constitutivos de los diversos mecanismosno son de
masiado pesados y se pueden cambiar fcilmente, esta operacicSnsorcSrealizable en ple
no combate, quedando el empleo de los carros—gn5as
reservado para los casos de verda
dera urgencia, evitando la evacuaci6n del carro averiado no gravemente.
—
—
El ideal es tender a un minimo de entretenimiento y cuidados, lo que requiere
un elevado nivel de técnica. Si se puede lograr aumentar la dotacicSndel carro en car
burantes, munici6n,agua,etc.,debidoa un mejoraprovechamiento
delespacioo me
diante dispositivos que permitan el autoabastecimiento de combustible por ejemplo, en
tonces habremos aumentado la capacidad combativa de un carro. Tambin interesan dis
positivos que favorezcan la ayuda mutua en combate y la posibilidad de recuperacin de
las tripulaciones de carros averiados en combate, sin necesidad de abandonarlos. Igual
mente es conveniente dotar a los carros de materiales de reserva que permitan una pues
ta en funcionamiento rpida y sin evacuaci6n, previa, evitando las concentraciones de
carros averiados y ganando considerable tiempo.
—
No debe olvidarse que, cuanto mcs clavado es el grado de confianza que ios
sirvientes de un arma tienen depositado en su buen funcionamiento, tanto ms favorables
ser&i susefectos en la capacidad combativa de la misma.
—
—17—
Manejabilidad
Tiene un gran valor este factor principalmente en la moral de los tripulantes.
No solamenteesnecesarioque se cumplael consabidolema de un espacio para cada co
sa y cada cosa en su sitio, sino que el carrsta ha de tener la mayor sensack5nposible
de libertad de movimientosdentro del carro. Lam6quinahadeestaraiservicodeI hombree
y no inversamente. El ntmero de hombresde la dotaci& tiene gran importancia. No
se puedever a un carro como a un avi6n. En éste la permanenciaen combateo vuelo
es m(nima, posteriormentelos trabajós de entretenimiento del aparatoy del piloto se
realizan en un ambiente generalmentede seguridady confortobilidad. El carro para el
carrsta es tambkn un poco su propio hogary la permanenciaen el mismomucho ms
duradera. Toda reducci6n en el n5merode sirvientes redundoen aumentode fatiga en
cometidos. Pequeñascomodidadescomoenchufespara las mc5quinas
de afeitar, plan
chas donde calentar las conservas,etc., puedentener inestimablevalor. Algunos dis
positivos de seguridadcomo luces de alarma, señalesacústicasque actten en casosde
ataques ABQ, fuego, o reconocimientosrealizados con rayos infrarrojos par el enemigo
o simplementela existencia de escotillas de emergenciay de armaspara la lucha inme—
diata contra equiposcazacarros, despiertan la sensaci6nen los carristasde que no exis
te situaci6n alguna para la que no estn preparadoslos carros.
—
—
—
—
Otro aspecto importante a tener en cuenta es la capacidad de aprendizaje de
los sirvientes. El grado de instrucci6n de un carrista exige un automatismoy una rapi
dez de decisi6n que no esta al alcance de todos los reclutas. Un largo perrodode ms—
trucciSn cuesta muchosesfuerzosy dinero. Todo lo que seasimplificar las actividades
y aprendizajesde los cometidosde los sirvientes redundar en beneficio de la caçxcidad
combativa del carro.
—
A la hora de valorar la capacidad combativareal de un carro hay que tener
en cuenta la preskSnpsicol6gica del combate, el follo humano, que haré que incluso
una tripulaci&i bien instruida rinda menosbajo esta circunstancia.
—
Determinaci6ndelacapacidadcombativa
Como hemosvisto, las característicasa consideraren un carro son de las ms
diversas clasesy se influyen mutuamente.
Todo jefe tcfico debe conocer las posibilidadesde susmedios, pero también
sus límites. StSloas(evitar el pedir demasiado.
Los ensayosde material hechospor tas tropas tienen por finalidad el comprobar
si un material determinadoes adecuadopara ser usadopor las unidades. ¿Pero se obtie
ne siempreun resultado precisoen lo que respectoa su capacidad combativa?.
—18—
Para estosensayosnormalmenteno sedisponede ilimitado tiempo, dinero, es
pacio o personal. Porotra parte tampocodebe pasarsepor alto que en la planificaci6n
y ejocuc6n de estosensayostamblin existen deficiencias que influyen en el juicio fi
nal.
Ademas se suelen ensayarvarios materiales a la vez para conocersus¡nfluen
cias sobre los principios t6cticos y de mando, pero es problem6ticoel saberhasta qu
punto losejercicios
se asemelan
a larealidad.
—
Para mediruna magnitud
hay que buscar
una unidad.Estapuedebuscarso
o en
las característicasde los carrosexistentes previamenteo en lcsde los del enemigoprevi
sible
La valoraci6n en tantos por ciento es muy difícil dada la interaccicSnde
factores. Por ejemplo, si teníamos un carro cuya velocklad todo terreno era de
20 kikr,ictros/hora y ahora estamos ensayandootro de 40 kilcSmetros
/ hora , no
se puede admitir que su movilidad sea realmente doble. Tambiénresulta problemtico
el suponer
que esposible en uno de estosensayosestudiar todos y cada uno de los facto
res en todas las situaciones previsibles. Porotra parte, el problemaempieza en la va
loraci6n del orden de importancia de los factores determinantesde las necesidadesa cu
brir que puedenvariar en las opiniones de quieneshan de emitir el juicio final.
Por
ejemplo, lo que es deseablea las característicasorogrfricas y climatol6gicas, de una
naci6n, no lo es en la mismacuantía para la organizaci6n, y concepci6n tctica, ade—
ms de para los citados factoresde otras fuerzas armadas. Pedir puesque juzgadores
con distintos puntosde vista den una valoraci6n unitaria es muy difícil.
—
—
Sin embargo, síes posible el estudio objetivo de cada uno de los factores par
ciales determinantes. Resultadosque despuéssern modificados por los factoresde co—
rrecci6n derivadosde las necesidadeso concepcionestcticas de las distintas fuerzas
armadas.
—
Ejerciciosdepruebas
Junto a otros muchostipos de ensayoslos carros han de sufrir pruebasde tiro y
de su comportamiento-en diversassituacionesde combateal objeto de determinar su ca
pacidad combativa. Si, por ejemplo, se ha establecido el rendimientode una determi
nada arma con cartuchosde guerra, habría que repetir la prueba bajo las mismascondi
ciones con la nueva arma ci ensayar para ver sus ventajas o inconvenientes relativos.
Una elevaciSn del valor combativose puede conseguiral aumentar la preciskn, la poten
cia de fuego o la velocidad de tiro. Las posibilidadespara lograr estasmejoraspueden
ser diversas(mejora de los telmetros, de los calculadoresde tiro, superior velocidad
inicial, etc.).
——
La validez de los resultadosobtenidosen las pruebaspuede sermayor cuanto
m6s grandesea el rn5merode carrosy tripulaciones ensayados. Lo que suponemuchod
-
-19-
nero y tiempo, por lo que generalmenteno suele realizarse en los ensayosde material
por las tropas.
Las posibilidadessobre el enemigode nuevostipos de carrosequipadoscon in
novaciones técnicas puedenvatorarsehoy en día con modernosmedidoresautom6ticcZ
Estosaparatospermiten, por ejemplo, darnosexactamenteel tiempo que tardaría un ca
rro propio en ser capfadoy apuntadopor otro enemigo. Así es posible, sin especiales
medidas de seguridad, el reproducir situacionesmuy semejantesa las del combatepara
uno unidad acorazada.
Dada la diversidad de cometidqsde los carrosy por ello de los enemigosque
tienen, seríanecesario reaUzar una multitud de pruebascon diversidad de armasy ba—
¡o las ms distintas circunstancias. De ellas se deducir&i tas modificaciones, si proce
diesen, de los principios hcticos y de mandovclidos hasta entohcesy, sobretodo, los
programasde instrucçiSn. Estosensayosrealizadosa lo largo de días o semanasnos pro
porcionar& igualment datos sobreel rendimientotcnko y la manejabilidad de los ca
rros. Desdeluego, si bien no se podrn reproducir exactamentelas circunstanciasmo
rales y psicol6gicas, hay que intentarlo.
Hay que reconocerque una limitaci&i en los ejercicios de tiro y en los mate
riales a ensayarda como resultadounas conclusionesmal fundamentadas. Porello, s
tos han de realizarse son el suficiente nimero de pruebasy ensayos,asistidospor el me
jor material tcnco para la comprobaciSny valoraci6n de las mismas.
Lacapacidadcombativatienelapreferencia
Resumiendo,vemosque muchascaracterísticasa la hora de su valoraci6n son
determinantes para el valor combativode un carro. El valor relativo de cada factor
ha de sopesarsecuidadosamente,si queremosllegar a un resultado cierto. Precisamen
te, para una equilibrada armoníade todos los factores, a veces contrapuestos,y que
determinan la capacidad combativade un carro, no se puedenevitar ciertos compromi
sos en su construCCi6n.
-
—
Sin embargo, se equivoca quien da preferencia a las consideracionesde índo
leecon6mico, puts, si bien deben tenerseen cuenta los factoresde coste, hay que
la primacía a la capacidad combativadel carro sobrecualquier otra consideracliSn.
Como resumen,sintetizamosen un cuadro los diversosfactoresque puedencon
siderarse al valorár un carro en su vertiente material..
—
¿el tiro
de observacicn
coaxial
antiareas
—
Capacidad de poder
ser transportado
Capacidad de vadeo
1
—
en la puesta en
—
en el campo de
Intercambiabilidad
Solidez
Eficacia
tcnica
visibilidad
Condiciones
de
Distnbucion
de
Cuantía
Tripulacin
Mane1abilidad
Elementos auxiliares
para situaciones de
emergencia
Facilidad en el
aprendizaje de
los cometidos
——
Entretenimiento
Espacio
para mo—
Capacidad de carga
verse
1
Garantia de funciona Comod ¡dad
miento de cada gru
Tiempo de pernio
po de mecanismos
nencia en combate
Enmascaramiento
servicio
Descontaminaci&i
:
—
proyectiles
Seguridad
contra
Proteccicn
Telfonó de a bordo
Radio
Dispositivos para conducci6n vehículo sin visibilidad
Señales amigo—enemigo
MediosdeMandoeInformad&i
Medios combate pr6ximo
—
—
Armamentosecundario
____________________
Ametralladoras
W.unici6n
Calibre
Wedis
Obseryckn
Posibilidad acole
raci6n
Radio
acci6n
Velocidad de tiro
Alcance
Movilidad
todo
maniobra
Capacidad
de
Movilidad
CaptacicSn blancos
Pro zisin
Armamentoprincipal
Potencia de fuego
CAPACIDAD COMBATIVA MATERIAL DE UN CARRO DE COMBATE
—
21
—
EL CARRODECOMBATE*ILEOPARDII
(Soidat und Technik, abril 1967)
En los años 1956—57el Ejército deTierra alemn fue equipado con un gran
ruméro de carrós de combate del tipo M 47, posteriormente e áómpktS cor diversos
tipos M 48’A 1, Nt48 A 2 y M48 A 2 C. Aunque en dicha ¿poca estos carros eran
adecuados, el mando militar olem& pidi6 un nuevo modelo por las siguientes razones:
—
Los modelos norteamericanos no se corresporidíánéri. todos los aspectos a
las necesidades y concepciones alemanas. Su peso, alrededor de 50 Tm,
era excesivo.
—
Al tratarse de ünas armas ya ea uso., ha.bra que tener en cuenta el lrmRe
de desgaste,
esdecir,
a partir
de que momento su entretenimiento posaba
a ser no rentable.
—
La industria pesada alemana debfa ser puesta. en condiciones de capacidad
t&nica como para poder estar a la altura de las ms adelantadas naciones
industriales.
—
Estos conceptos llevaron el 23 de noviembre de 1956 a la formuiaci6n de lo
necesidad de un carro de combate de un peso aproximado a 30 Trny de caractertiCas
lo m6s modernas posi bies. Esto petici6n fue acordada en presencio de representante. de
la NATO.
Entre las caracteriticas
que se pidieron para éste carro destacan:
-
Péso; 30 Tm
—
Relaci6n potencia peso: 30 HP/Trn
—
Policarburante.con refrigeraci6n por aire
—
Radio de acci6n: 350 km
—
Sistemasde suspensi6n
muytecnificado (de barras e hidr&iiico)
—Anchura máxima: 3,15rn
—
Presi6n sobre el suelo basta 0,8 k/cm2
pl’
193$ 1940
—1-
PI
1943-1945
1•
1941—1943
1944—194S
Leopod;1]
¼
¿
-
-;0] -
-23En cuanto al alcance de su cañ6n se cifr6 entre 2 y 2,5 km; la capacidad de
pcrforaci6n, 150 mmde acero con un ngulo de incidencia de 30°. En cuanto a dota —
ci6n de munici6n debería ser igual aproximadamentea la de los carros norteamericanos.
Respectoa la protecci6n del blindaje debía garantizar la seguridadde la tripu
laci6n frente a los impactosdirectos de ametralladoraspesadasde 20 mma distanciasc
tas. Igualmentese pens6en la protecci6n ABQ mediantesistemasde sobrepresn y filtros
adecuados. Igualmentese dio gran importancia a la evitaci6n del incendio del carro,sc—
leccionando los combustiblesy colocando varios extintores de incendios, autom6ticosen
distintos 6rgcrnosdel carro. Se buscú, al mismotiempo, la mayorcomodidadposible pa
ra la tripukcin del carro.
Todas estasnecesidadesso estudiarony discutieron en íntimo acuerdo con Fran
cia, ya que se pens6en desarrollar un carro conjuntamentecon la RepúblicaFederal yque
pudiere ser el carro tipo europeo.
Desarrolloypruebas
Se comenz6en Alemania con la acoptaci6n de la fabricaci6n de dos prototipos
por cada dos gruposde firmas A y B. En enerode 1961el grupoA comenz a probar sus
prototipos. Estemontabaun caíin de 105 mm(las torresdo los carros fueron encargadas
a otra firmo alemana). Tanto la caja como el tren do rodaje ya secorrespondíanen suas
pecto externo con la forma actual de los carros de serie.
El prototipo IB se comenz6a probar en septiembrede 196L La caja era pr6cti
camente igual, y el tren do rodaje algo m6scorto que el dci otro prototipo A.
Estos carros eran ensayadosen los diversosCentrosde Pruebas. Comoconsecun
cia de estaspruebasse modificcron algunasde las primitivas exigencias militares. En el
marco de dicho períodode pruebasse probaron 26 vehículosdel protoflpo ¡lA y 4 del lIB.
El tipo A era superioral B, por lo que se ¡nterrumpi6el desarrollo de éste. Losmotores—
elegidos fueron de la casa Mercedes—Benz—Diesel.
En 1962se compraron1500cañones
ingleses dql tipo L 7 A 3, previstospara la fabriccckSndel carro ingl6s Centurin, así có
mo para el norteamericanoM-60. De esta forma la República Federal daba un importante
paso para la normalizackÇnde la munici6n de los carrosen EuropaOccidental. Francia ,
sin embargo,decidic desarrollar su propio caii6n.
Ensayoporlasunidades
Se cre6 una unidad de ensayo, un batall6n para probr t6cticamente los prototi
pos A II. Como consecuenciade estaspruebassurgieronalgunasvariaciones,principal—
mente en la torre del carro, a la que se le exigi6, entre otras cosas, un tel6mctro pcrfec
donado a la altura del apuntadortirador. Estaspruebasse reálizaron en otoño de 1962.
Fabricaci6nenserie
En el verano do 1963se decidi6 llegar a un acuerdo para compararel prototipo
franc6s con el alcm6n. La comparac6n tuvo lugar en 1963en ¡vlailly le Camp, con asis
tencia de numerosos
observadoresbajo la direcci6n italiana. Por razonespresupuestarias,
ci prototipo franc6s no iba a serfabricado en serie hasta 1965, sin embargola República
COMPARACION
CONEL INGLES CENTURION
COMPARACIONCON EL NORTEAMERICANO
M-6O
z’
COMPARACIONCON EL RUSO T-IO
a
COMPARACIONCON EL RUSO T-54
Comparaci6n de siluetasdel Leopczrdcon otros carros.
—
25
—
Federal tenfa que sustituir a los M 47. Poresto raz& la cornparacin con el AMX—30fran—
cs tiene scSlo
un interés técnico. La fabricaci6ni serie comcnz6en 1965, previa una
larga preserieque fue concienzudamenteonsaydda.prirncr carro con ci nombreoficial
de “Lcopard que dej6 las bandasdo fabricacin en serie de la empresaKrauss—Maffcide
Munich, lo hizo ci 9 de septiembrede 1965.
En el verano de 1964, se realizaron pruebasen !a isla de Cerdeña y en el invier
no enCanad6para ver su rendimiento en condiciones de tcmpóraturasextremas.Estasprue
bas no determinaronvariacian alguna.
En la preparaclin de su material participan unas500 firmas. El Loopardconsta de
unas 11.000 piezas. Uno do estoscarros so monta en 17 fasesy semanalmentelos trenes Ile
van 9 do ellos a las unidadesacorazadas.
Elprogresofcnico
Despu&sde casi 9 añosde estudiosy maduraci6n, cabo ahora preguntarsesi esteca
rro cubre las exigencias militares y cual os su estadode desarrollo t&nico.
-
Los objetivos de sustituir el material norteamericanopor otro alemn perfecciona
do y de proporcionar una fuente de progresotecnol’5gicoa la industridalemanasehanlogrado.
Las experienciasadquiridassern de granutilidad parael PKz70 germano—norteamericano.
Para luzgor el rendimiento do un modelode carro no hay otra soluci6n que comp&
rano con otro, cuya fobricaci6n estd basadaen los mismosprincipiosy necesidades.Otro siste
ma puedeserla comparaci6ncon el modeloqueva a relevarso.Peroen estecasosetrataba del M
47, ya demasiadoanticuado,y algo parecidopodrádecirse dci M48A 2 C, Gitimaversión nor
teamericana entregadaa la Bundeswchr.Pore1iola base comparativa no era v6lida.
Con respectoa la mvilidad la rclaci6n potencia—peso
esmuy buena,ciertamentcno
se ha conseguidoel valor ideal,30 HP/ m,porono sehabiaconseguidonuncasobrepasar
20 HP/
Tm.La velocidad m6ximaescasi ci doble que la del M48A2c, lo mismopuededecirse de
su radio de acci6n. En cuanto asu movilidad tctica es del 15 al 20 % superior.
La potencia de fuego se ha mejoradoal aumentarci calibre. La silueta os ms baja
al habersesuprimido la torre del jefe dci carro que tiene el M 40. Lasposibilidadesde va
deo y anfibias no son comparablesya que el M 48 no tenra ninguna. Lasposibilidadesdoob
servcici6n son mayores, tanto en el jefe dci carro como en los dcms sirvientes. Puededecir
se puesque el Leopardsuperaa las seriesuPattonu.
La comparaci6ncon el AMX 30 tiene que dar otro resultado naturalmenteya que
se trata de un desarrollo paralelo basadoen las mismasexigencias. Los ejercicios compara
tivos realizadosen Mailly le Camphan proporcionadolos siguientesdatos: ci “LeopardM po
sa 6 Tm m& pero tiene una velocidad cÍci 10% superior; su capacidad de aceleraci6n esun
18% mayor, puede ir marchaatrs 3 veces ms de prisa; su velocidad de crucero en 100km
es de 62 km/h., mientrasque ei AMX 30, s6lo alcanz6 50 km/h. La potencia do fuego no
puede comparaseya que el francas s6Io dispara una única clase de granadasde carga huoca
(Vo 1.000 m/s.), mientrasque el alemcinpuede utilizar tres clasesdistintas degranadas.Vc
mos pues que ci Leopardalcanza mejorasvalores en general que Ci AMX 30.
—
26
-
Comparemos¡gualmenteal Leopardcon otros carros que entraron en servi
cio casi al mismotiempo que l; &tos son el M 60 y el T—62.
La movilidad frente a ambostipos essuperior en ci carro alcm6n. Larda—
ci6n potencia—peso
queda por debajo, al alcanzar 17 PS/t. La potencia de fuego es
igual que la del M 60, la dél ruso es mayor, al tener un calibre de 115 mm, pero por
lo que se refiere a distancias mediasy largasadolece de falta de procisin, ya quelos
aparatos 6pticos son de iríférior calidad tcnica. La prdtecci&i os tal vez mayoren el
T.2 ysu silúcta escxtraordinariaménteparccidá ¿i la del 1..éopcird.El balance con
estós.dos carros puestosen serviciocasisimultneamentc es.tambin favorable al Leo—
pard.
.
Finalmente, puededecirsequé la dferencia que séritirfa qúien se balasede
un M 4o A 2 C para subirsea un Leopard, seria la mismasensacionque el 1,nete que
bajndosc de un caballo de tandamontaseun purasangre.
..
-...
4.
CarroLeoparddeserie
Obs&rvese
la ametralladora antiaérea, situada en el sitio del cargador;
reflectorala
izquierda;
la caja cuadrada del teléfono exterior; igual
mente
en la parte posterior de la torre se ve otro reflector.
-
27
-
Sus motorespotentesy silenciosos, su magnica visibilidad y amplitud pro
porconan una gran confianza al carrista.
Igualmente, hayque hacer constar que en el Loopardse handesechadoto
das aquellas extravaganciastécnicas, logradaste6ricamente, pero que en la pr6ctica
carecen de utilidad viable.
En oste carro se ha conseguidotodo lo mejor que han podidoconseguir los
dcms.
28
—
—
EL CARRO DE COMBATE 70
(Interavia,
noviembre 1967)
El 9 de octubre de 1967, washington y Augsburg compartieron el privilegio de
presentar en pGblico por vez primero tos dos prototipos del carro de combate 70, lo cual
era perfectamente natural, dado que la direcci6n del proyecto germano—estadounidense
MBT. 70 se halta ubicada en la capital Federal de EstadosUnidos y que casi todos los es
tudios preliminares fueron efectuados en dicha ciudad alemana. Fue el 12 de agosto de
1963 cuando se firma el acuerdo de coopercicin entre EstadosUnidos y la Repblica Fe
deral de Alemania para la creaci6n de un carro de batalla y la financiaci6n comGn del
proyecto. Hasta hoy, se han concedido 138 millones de d6lares para la ejecuci6n del
programa MBT. 70, incluidas las pruebas técnicas que conducirn a la fabricaci5n en se
rie del nuevo carro; ambos países han convenido ya dedicar en total 150 millónes de d
lares, aunque dicho acuerdo verbal habré de ser completado por otro escrito, que ser
firmado durante la prxima visita a Bonn del Secretario norteamericano de DeFensa. Re
cordemos sucintamente las ç!usu las del acuerdo de 1 963, por el que los gobiernos de
Estados Unidos y de la Repiblica Federal de Alemania manifestaban su voluntad comtn
de desarrollar un carro de combate:
—
-
—
—
—
—
que satisfaga ias especificaciones elaboradas conjuntamente por ias autorida
des militares de ambos países;
cuya fabricacTn en serie pueda comenzar en 1970;
que, a partir de esa fecha, llegue o ser el principal sistema de arma de las di
visiones blindadas de ambas naciones.
Los trabalos de construcci&i son confiados al “Joint Desing Team” (JDT), cons
ttu ido por especialistas de la General Motors Corporation y de la firma Deutsche Ent—
wicklungsgesellschaft mbH (DEG), fundada en Alemania especialmente para ejecutares
te programa. La responsabilidad técnica incumbe al organismo llamado por los alema
nes 3emeinsame Amtliche Technische FJhrungsgruppe” (GATF) y por los estodouniden
ses “Joint Engineering Agency” (JEA); finalmente, el GAFT esta subordinado al Program
Man agement Board (PMB).
*
*
*
—
30
—
La suspensi6n del MBT.70, que puede ser regulada, permite reducir ldis
tancia
respecto al suelo; obsrvese
en la figura la silueta encogida11
que presenta el tanque.
El armamento secundario escamotable (un cañ6n
autom&tico
de 20 mm) puede ser dirigido independientemente
de la posid6n
de la torreta sobre objetivos terrestres o aéreos. En la parte traseracb
la torreta los dos lanzadores fumígenos y de cargas explosivas.
-
El carro de combate 70 se diferencia en muchos puntos de los carros cl6sicos;
es el primero cuya torreta alberga simultáneamente a los tres tripulantes, lo cual mejoro
la protecci6n contra las armas ABQ (otcSmicas, bacteriol6gi cas y químicas). El cuarto
hombre (o sea, el cargador) ha sido reemplazado por un mecanismo autom&ico de cargo.
Su armamento principal es el obús norteamericano de calibre 155 que, adem6s de las mu
ncones normales de artillería, puede disparar misiles tipo Shillelagh. No obstante, ros
alemanes hkieron objecdoneso ese tipo de armo, debido a su com1ejidad, su fragilidad
y su elevado coste, por lo que se decidi6 diseñar otro tipo de torreta que, con su coñcSn
de 120 mm, parece ms adaptada a las condiciones de combate en Europa (un estudio de
la OTAN demostr6 efectivamente que, el 50% de los combates entre blindados se produ
cen a uno distancia de tiro de unos 1 .000 metros). Así, gracias a la ¡ntercambiabilidad
de las torretas, una divsin blindada que disponga de los dos modelos, poseerá la alta
precisi6n o gran distancio propia del Shillelogh, y lo rápida cadencia de disparo del co—
ñSn automctico, necesaria o corto y media distancia.
—
—
31
-
El armamentode ambostipos de torreta ser completadocon un cañ6n outom—
tico de 20 mm, con.apunte independientedel cañ6n principal y que servir para dispa
rar contra blancos terrestresy aéreos; habr6 adem6suna ametralladora de 7,62 mm. y
una rampapara lanzar bombasfumrgenasy cargasexplosivas. Como las especificado—
nes exigen que el disparodeber6 efectuarse durañfe la marcha, ci carro lievarc dos sis
temas de.estabiIizacicn: una huevasuspensi& hidroneumdtica para el veh(culo, y un me
cansmo estabilizador para las armas; esenuevo equipo de suspensi6npermite ajustar la
incflnaci6n del carro (delantera/trasera; derecha/izquierda); as pues, el MBT. 70 po—
dr disparar sobreel flanco de colinas o en pendientes; comosu altura sobreel suelo es
graduable, su altura total oscila entre 1,98 y 2,29 m. Losequipos¿pticosde que dispo
nc el jefe del carro comprendenespejosangularespara observarlas cercanks del blincJ
do, un visor panormico estabilizado para los objetivos terretres y aéreos, y un visor de
IR para combatesnocturnos. El artillero puedeutilizar el visor principal con telémetro
laser, o un visor auxiliar apto para el dra y la noche. El artillero y el conductor pue
den observarlos alrededoresdel carro gracias a espejosangulares, aunqueel conductor
dispone ademasde un equipo especial que le permite conducir durante la noche, forma
do por un dispositivo clsico de infrarrojos y amplificadores de brillo para observaci&
pasiva del terreno.
—
El prototipo alemán puede disparar en declive.
Su parte delantera seen
coge,de
manera que presente una superficie frontal muy reducida al ene
migo.
—
32
—
Por lo que respecta a sumovilidad, el carro MBT. 70 aventajar al actual ca
rrq blindado de la Bundeswehr—elLeopard—,graciasa su potencia específica de 24 HP/to
nelada (potencia disponible en el eje de salida), la cual le confiere brillantes acelera
ciones. El MBT.70 podrc alcanzar su velocidad m6ximade 7Okm/h tanto en marchaha
cia adelante como hacia atrcs, tal como lo demostraronlas pruebas efectuadasen Trs
con un chasisde carro 70, lastradode maneraque su pesoalcanzase las 47 toneladas.
Para el grupo motor hay dos soluciones, una alemanay otra norteamericana, lo que per
mitir la elecciSn en la fasede producckSnde serie. En EstadosUnidosse prev un mo
tor policombustibleContinental de 1.475 HPrefrigerado por aire pero los germanoste:
men que la puestaa punto de esemotor de tmbolos paralelosy de elevado índice de
compresi6nencuentre difiçultades tcnicas, por lo que dan referencia al motor policom
bustible de 1 .500 HPque desanollóDaimler—Bénz,pesea que ese motorsea ms pesadó
por seriefrigerado por agua.
—
—
Gracias a su blindaje bien estudiado, la torreta protejer ms eficazmente a los
tripulantes contra los proyectiles enemigosy contra las lluvias radiactivas. La btsqueda
de un equilibrio sat4sfactorioentre la profecci& y el pesoha incitado a los hcnicos a
dar alcarroequipado, un pesode unas50 toneladas,pesoque será disminuido 3 tonela
das antes de que comience la fabricacin en serie. Lasdimensionesdel MBT. 70 han s—
do calculadasen funci6n del volumen de carga de los ferrocarriles; la altura normal del
carro es de 2,29 m. y su anchuraes de 3,51 m.
Los ocho prototiposalemanesy los ocho norteamericanosse diferenciar6ri por
las características tcnicas de los motoresy de las torretas, así como por los perfiles de
engranaje y los fileteados, métricos en Alemania, y calculados en pulgadasen Estados
Unidos, por lo menospor lo que se refiere a los elementosde construcci6n; pero para el
emsamblese ha impuestoel uso exclusivo del sistemamtrco parafacilitar
elintercam
bio de los bloquesestructuralesentre carrosestadounidenses
y germanos.
—
Pese a la utilizaci6n del método PERT,se ha tenido que aceptar un retraso de
diez mesessobreel proyecto inicial, pero como la Bundeswehrno pondré en servicio
ese tipo de carro antes de 1972 (dos años después que los norteamericanos), el principio
del cambio fraccionado de generacron podraseguir en vigor. Lasdos seriesde prue
bas tendrtn lugar simultneamente en los dos países, y en la fabricacin en serie se ten
drn en cuenta todos los resultadosobtenidos por ambaspartes. El grupode fabricaci&
JDT no podr aportar ninguna modificaci6n ulterior sin el acuerdo del GTAF/JEA.
—
Como el car’ro70 es el primero que poseeun equipo electr6nico integrado al sis
tema de arma, con calculadoresde navegaci6n y de control de tiro, su empleooperacic
nol planteare diversosproblemas:adiestramientOde los tripulantes y de los meciSnicos,
logística, etc. Segúnun portavoz de la Bundeswehr,la condicn sine qua non para la
introducci6n del MBT.70 es que se resuelvanesosproblemasy que la formaci6ndel por
sonal no requiera m6stiempo con ese carro que con e! Leopard. Otro criterio determi
nante es el precio de’coste;
calculadosobreuna serie de 1 .500 carrosha sido estimado
en 2,2 millones de marcospara la versi6n armadacon el cañ6n de 120 mmyen 2,4 mi—
33
-
llones para el tanque con torreta Shillelagh. Pero esa evaluaci6n es quiz& algo optims
fa dado los riesgos que presentan las innovaciones tçncas que caracterizan al carro 70
yel hecho de que no se han logrado satisfacer todavfa todas las especificaciones milita
res.
Sin embargo, la Bundeswehrdesmiente categ&icamente los rumores segn los
cuales abandonarfa el M8T. 70 en favor de una versn del Leopardactual. Loslfmitos
—
fecnicos y ecoromucosen que se podria proyectar una nueva versiondel Leopardson de
masiado estrechosy el resultadoserra un carro tcnkamente inferior a las necesidades
del momentoantesde ser operadonal. Paraevitarlo serra necesariocrear un nuevo tipo
de carro que es precisamentelo que se ha hecho con el MBT. 70.
Recordemosque KraussMaffei recibi6 encargospor ‘1.500 Leopard, de los cuales
se han entregado1.1 00 y que en el mesde septiembrela comisi6npresupuestariade la
Bundeswehrautorz el encargo de 345 carros súplementarios.
-34-
EL CARRODECOMBATE 70
(Soldat und Technik, agosto 1968)
El KP 70 es un próyectó conjunto germcinó—norteamcricanoEn octubre
de 1967se hicieron las primeraspruéExisdel rótótipo,tántc en Akmcinia como en
EE.UU. A partir de entoncesy en ambosparsesse han probadootros prototiposcon
diversas variantes tcnícas.
—
Elhechó deque pór prinlerá voz en AIenániasedícrá üncigran publicidad
al procesode fobricacion de este prototipo dio lugar a muchosdebatesy a una publi
cidad excesiva.
Subiendo
una fuerte pendiente
—
Loø
dos carros
35
—
tihermanosli el
KPz
(izquierda)
y el
Leopard
Las opiniones sobre las caractorrsticasy rendimiento del nuevo modelo fue
ron ampliamentedóbatidas. ParQunosse trataba de una magnica arma vc5lidapara
satisfacer las néesidádes tcnicas en estecampé, vlda para la dcada de los 1970.
Ofrós opinan que se trata dé ún caro proyecté y queén nada o en muy poco supera
lás pósibiliçadcs. dál ya consagrado como rnagnflico carro de cómbate en el ej5rcito
alemn,
ci Loopard.
nuacn
Dódala abundanciade argumentosen pro yen contra, ofrécemés a conti—
un cuadro resumencon las caractorrsticascomparadasdo ambasarmas.
—
30
—
COMPARACIONDELOSDATOSTECNICOSDELCARRODECOMBATE70YDEL
LE O PARD
KPz70
Leopard
Jefede carro
)
Apuntador—tirador) 3 hombros
Conductor
).
pulackSn
•
Dimensiones
Longitudtotál9,
Longittid coja
de carro
Jefe
)
Apuntador—tirador)4 hombres
Cargador
)
Çonductor
)
10 m
.6;99 m
..
9,50
m
670
m
3,25
m (borde
2,40 superior
torre)
420
m 0,55
0,46m
60
%
m 1,15
2,90
m
Anchura:.3,51
ni
AltúranormaL.
..2,29m
Ltu6d
adba4;65
m
Ancho de cadena_0,64
m
Alturasobreelsuelo04,44m
Pendientes
que escala.0 %
Altura que salva1,10
m
Zanjas que salva2,30
m
Presin especrficasobre
çl suelo0,78kg/cm2
ni
...
.
.,
..
Armamento
0,86
kg/cm2
Principal: a) TorreconcoñSn152mm.
(posibilidades) b) Torre cañones120 mm
Principal:
Cañn 105mm
Secundario:
Secundario:
Ametralladoras cañan (para objetivos
aéreos y terrestres) con movimientoin
dependiente de la torre
—
—
Ametralladora de 7,62 mm (coaxial
con elarmaprincipal)
—
Ametralladora de 7,62 mm
-
—
Ametraliadora AA 7,62 mm
Dispositivo para lanzar ex
plosuvos
y nieblas
—
.
•
.
Disposiflvc lanzanieblas y lanzaex—
plosivos
•
—
Direcci&idetiro
—
—
Aparatos activos y pasivospara visn
nocturna
Estabilizaci6n
—
Aparatos activos
vsi6nnocturna
—
-
37
-
(contiriuac i6n)
co pa r ci
KPz70
Movilidad
Dispositivo de navegaci6fl
Velocidad m6xima: 70 km/h.
Va marchaatrs tan r6pido. como
hacia adelante
Blindaje
Protecc!6n balística pcrfecciona
dci frontalmente y en los bordes
Motor
Puede ser
-.
Continental, enfriamiento por
ire,12citíndosenV,
4ticm
pos, policarburante (1495 HPy
2800 r.p.m.)
—
Total:
fn46
Motor (seco): unas 1,85 tn (Conti
nental)
unas 2I35 tn (Dciimlcr—
Benz)
Mecanismo propulsorcompleto:
unas 4,7 tri (Conti
nontal
unas 17 tn
Torre:
Radioacci6n
—
Daimlcr—BcñzMB—838
de
830HP, 2200 r.p.m., 10
cilindros en V,cuatráticrn
pos, policombustible, en—
frkirniento por agua
Daimler—BenzMB—873,enfria
miento por agua, 12 cilindros en
V, policarburante (1500 HP y
2600 r.p.m.)
—
Pesos
65 krn/h.
Total:
tn40
Motor (seco):2 tn
Mecanismo propulsor
completo:
4,96 tn
—
Unos 650 kn,
(carreteras y terreno favorable)
Posibilidades
Atraviesa corrientes de agua por ele
anfibias
vacien de la caja, sin otra prcparcl
ci6n espeçial, de 2,55.m (vadeo)
Por ¡nmersi6ncon tubo rcspiradcro
5,50m
Torre:
9,3
tn
Unos 550 km
(carreteras
y terreno
favo
rable)
Atraviesacursosde agua,sin
peparaci6nespecial,
de
1,20 m.(vadeo)
Con ún6próparaci6n
quedu
ra 5 minutos
(inmerorhi
drulico), profundidades2,25m.
Con preparacliSnmedia hora
(inmersor hidrulico y dispo
sitivo especial para la torre),
profundidadesde 4
ULTIMASINFORMACIONESSOBREELCARIODECOMBATE70
El boletín mensualde inforrnaci6n militar exterior del EstadoMayor Central
dci Ej6rcito, publica en su número77 de mayo uultimola siguiente informoci6n fecha
da en Alemania el 19 de dicho mes:
Los grupos de planeamientodel carro de combate70 decidieron en diciembre
dci pasadoaño construir el “ prototipo 2”, una vez que el “prototipo 1” había supera
do las pruebasprevistas.
—
Todos los vehículos de la serie de prueba montaranel motoralemn policar—
buranto de Daimler—Benz,que puedeutilizar gasolina, diesel y, en caso necesario
carburante de reactores.
En relaci6n con el pesose ha impuestotambi&nla teoría alemana de reducir
su pesode 50 a 48 toneladas.
Cuando en octubre de 1967so present6el prototipo no tuvo gran aceptaci6n
a causade su complejidad t&nica que, entre otros inconvenientes, presentael que no
os suficiente el tiempo de servicio dci soldadopara lograr de 61 un eficaz sirvientedel
sistema.
Corno alternativa se rccomcnd6seguir desarrollandoci “Leopord”, que sats—
facía plenamente, y cuyo precio os aproximadamentela mitad do aquel desarrollocon
junto germano—americano.
El carro 70 puede reducir a voluntad sualtura de 2,29 m (Leopard 2,40) ci
1,99; desarrolla una velocidad de 70 km/h. (5 km/h. m6sque el Loopard) y puede
con Schr.orchelsumergirsehasta 5,50 m (Leopard4 m).
La tripulaci6n se componede 3 hombresque se alojan todos en torreta fuerte
monto acorazada, que les ofrece mayor protocci&i.. La potencia de fuego —cañ6ndo
120 mmo un arma combinadaque puede lanzar tambi&nmisiles—se refuerza mediante
un sistemade estabilizaci6n que garantiza buena precisi6n en ci tiro marchando.
Sus instalacionesolectr6nicas permitenque la prosi6n sobreun solo bot6n sus
tituya el accionamiento de varias palancaso volantes. Estoexige la mayorseguridad
en su funcionamiento, que osa lo que tienden las actuales oxporionçias.
—
38
—
¿QUE HAY SOBRE LOS VEHICULOS ACORAZADOS RUSOSEN REALIDAD?
Por John W. Prow
(Órdnance,
marzo—abril de 1967)
A pesar del advenimiento de la bomba atSmica continu6 el desarrollo del carro
de combate.
En occdénte éste culmin6 con el M60 norteamericano, el Chieftain ¡ngls, el
AMX—30 francés y el Leopard aIemn. Todos fueron dseñados para contrarrestar a los
carros rusos.
—
Pero, ¿cmo son realmente los carros rusos?, ¿son iguales o superiores a los
nuestros?.
Aun cuando el origen del desarrollo de los carros rusosse remonta a la época
zarista, los primeros esfuerzos soviéticos puede decirse comenzaron en 1927 con el pri
mer plan quinquenal, copiando técnicas de occidente, de diversos países y firmas con el
prop sito de hacer un carro nacional, así nacieron el T—26, T—37y T—38(el primer carro
aerotransportoble). El T—40fue el ultimo de los carros ligeros utilizado en la segunda
guerra mundial.
—
—
A partir del Vickers ¡ngts desarrollaron una serie de carros medios y pesados.
En 1931 comenz la serie de los BT continuando hasta 1941. Se trataba de excelentes
carros. El. famoso T—34fue descendiente directo de los BT.
El cañ6n de 75 mm del T—34no era eficaz frente a los blindajes alemanes. Des
pus, al ser equipado con un cañ6n de 85 mm, tambin antiareo fue superior a los nor
teamericanos e ingleses, pero inferior al Pcnther alemn.
Debe destacarse sin embargo
su sencillez y robustez.
Lo que no pudierón bgrar con la calidad, lo consiguieron con
la cantidad y los T—34en la proporci6n de 4 a 1 arrollaron prccticamente el camino ha
cia la devastada Alemania.
En cuanto a carros pesados los rusosdesarrollaron la serie KV sin éxito. Sin em
bargo, el carro JS (Joseph Stalin) con el mismo chasis de los KV, se mostr6 eficaz frente
a los mermadosTiger alemanes.
Hoy en día el ejército ruso dispone de un gran rn5merode tipos de carros. De
sus 175 divisiones, 160 han sidomecanizadas.Loscarros
no sclopertenecen
a lasunida
—
—
El
39
T—34 ruso con cañón de 85 mm
—
fue uno de los carros
de más éxito
des acorazadas sino también a los regimientos de fusileros. Como potencia Continental
Rusia pone gran énfasis en desarrollar este medio de combate terrestre.
De acuerdo con la doctrina rusa una guerra supondría la neutralizaci& de EE.
UU., la interceptaci6n de las rutas aéreas y marítimas enemigas y la derrota y ocupa
ci6n de Eurasia y Africa. En esta líneo, los 50.000 carros rusosse utilizarían en arro
llar Europa.
-
Los carros son la columna vertebral;del ejrcito ruso y son menos vulnerables a
sus efectos que los ataques con infantería. Un carro tendría que estar dentro de un ra
dio de 250 yardas, a partir del punto cero, para ser destruido por una explosi6n at6mica
de2O kilotones. El ejemplo de armas nucleares mcs potentes carecería de eficacia en
el campo de la tcci1ca; por ellq para los rusos,la coraza es un elemento besico tanto en
güerra atSmica como convencional.
—
En el pasado el sistema ruso de combate se basaba en una primera oleada de ca
rros pesados seguidas de otras de carros medios y fusileros y,
finalmente, carros lige
ros. Ensaybanse cúidadoscmente los ataques, buscaban estrecha cooperacin entre ca
rros y fusileros y utilizaban potentes reservas, que s6Io comprometían cuando la ventaja
estaba claramente de su parte.
40
—
En operaciones en tiempo frío y nocturnas los rusoseran verdaderos maestros,
sin embargo no arriesgaban profundas penetraciones con sus carros al estilo de Patton,
Montgomery o Rommel. Los rusosfueron incapaces de explotaciones rpidos y de gran
profundidad, pero la excelente calidad de sus carros y la enorme cantidad (mas que
ningtn otro pars) les dieron magnrficos resultados.
—
Para apreciar la capacidad de los carros rusosnada mejor que hacer un estu
dio de los tipos en uso actualmente.
Carrosligeros
El PT—76aparecido en 1955, de 15,4 Tm, gran movilidad, velocidad y poten
cia de fuego, continta actualmente en servicio. Sú potencia es de 220 HP, velocidad
30 millas por hora en carretera y 7 en agua. Su blindaje s de 30 mm y monta un ca
ñ&1 de 76 mm. Posterior a éste esta el PT—85,versin mejorada del anterior; su cañ6n
es de 85 mm y es aerotransportcible, perteneciendo a la plantillo de esta clase de uni
dades.
-
Carrosmedios
El carro medio es la pieza clave de la potencia acorazada rusa. El famoso
o
T—34 esta aun en servicio en los e1ercitos ce los paises satelites rusos. Su velocidad
mxima de 30 milLas por hora, sus45 mm de blindaje, su potencia de 500 HP, su cañ6n
de 85 mm y una ametralladora mas, le permiten sér todavra una excelente arma. La
producci6n masiva de carros durante la segunda guerra mundial no permiti6 demasiada
preocupaCicSflen el perfeccionamiento de los detalles (con frecuencia algunas piezas,
como escotillas, no podran intercambiarse entre los carros). Esto crea un cierto habito
que an se mantuvo después de la guerra con el T-44, que montaba un cañ6n de lOOmm
pero que no dio resultado.
—
fr
fr
.
•
1
fr.
—
—
En vista de ello comenzaron e cuidcirse los detalles y asiapareci6 el T—54en
1 955, como digno sucesor del T—34, de quien conserva multitud de elementos. De 40
Tm, 512 HP y una velocidad de 35 millas por hora, Su radio de acci& es de 310 mi
has. Se construyeron diversas versines y miles de ellos están en servicio, tanto en el
ejército ruso como en los de los países satlites.
No obstante, han seguido perfeccio
nando modelos y evidentes mejoras se han observado en el T-54, T—55y T—62.
-
A principios de la década de 1960 los carros rusos comenzaron a recibir una —
serie de accesorios que los transformaron en un arma formidable. Los carros actualmen
te estn en condiciones de realizar operaciones nocturnas; cuentan con sistemas de pro
tecci6n ABQ, precisi&i de tiro, gran movilidad y velocidad.
Tanto el T—55comoel T—62tienen un radio de accicSnde310 a 320 millas. El
T—62, de 352 Tm, pesaalgo menosque el T—55y cuenta con un co?16n
de 100 mm de
alta velocidad inicial
Llevan dispositivos “Snorkel” y puedenvadear profundidades
de 18 pies. Su tripulaci6n esde 4 hombres Los paísessatlitos no han recibido nin
gtn T—55ni T—62 A diferencia de lo ocurrido con elT—34
estoscarrosestn bien cons
truidos y sú enttefcnimentó y necesidádeslogísticas, debidatnériteconsideradós.
—
—
En el futuro los rusosconstruir6n carros poro cometidosospecíficós Se pres
tor6 especial
aten
ci6no la movilidad. Tambin se prestar especial atenci6n a las ii
mitaciones de póso, entre 35 y 40 Tn,, para su aerotransporte. Paraeste fin se utiliza
rn aleaciones especialese incluso plcsticos, como en occidente. Se tncrementar la
velocidad, obtentndose hasta50 millas por hora La enormeextensin del país ha in
fluidosiempre
en laconcepcl&i
delradio
de acci6nde suscarrosElespionaje indus
trialha permitidoa los rusosmejorar la economfade los motores. En especial han có—
piado al uTigerUalem6n.
—
En cuanto a la potencia de ftiego se cree que los rusostrctarcin de introducir
calibres m6spotentes para superar a loscarros
occidentales.
Igualmente
sedesarrolla
rn cohetescontracarro, como armamentode los carros.
El
T—lO dotado de cañ6n de 122 mm
—42
Tampocc ha escapadoa los rúsosla eficacia del posible empleo de armasnu
cleares tcticos, utilizadas desdecarros de combatey es posible que en lós pr6ximoscm
có aÓs se d especial atenci6ri á estascuestiones.
—
En cuanto a los mecanismos
de direcci6n de tiro los rusoshan conseguidoen los
últimos aÍíosgran capacidad de precisi6n.
En lo referente a operacionesnocturnasy en extremascondiciones meteorol6gi
cas, los rusosmantendránsu capacidad tradicional de operar hábilmente en especial ba
jo temperaturasmuy bajas.
Sus equiposde transmisioneshan sido mejoradosen todas las amplitudesde ban
da, permitiendo un buen control sobreunidadesdispersas.
En cuanto a la protecci6n antirradiactiva, los carros rusosestán provistosde
los necesariosdispositivos flsnorkelU,que les permitirran introducirse y permanecerbalo
el agua durante un tiempo dilatado, igualmente cuentan con sistemascontra la lluvia
radiactiva, durante 72 horas.
Para atender al abastecimientode combustibleen un pais tan inmenso, han
montado los rusosgrandesdep6sitosen lagos, rros y otros lugares protegidos.
——
Carrospesados
Han quedadorelegadosa misionesde apoyo. Se esperabaal final de la segun
da guerramundial que aparecieseuna versi6n mejoradadel JosephStalin, pero no apa
recicShasta finales de la discadade los l950. El T—1
0, de 55,5 Tm, con un cañcSnde
122 mm, un radio de accin de 150 millas, una potencia de 680 HP y velocidad de 28
millas por hora. Su longitud es de 12 pies, su tripulaci6n de 4 hombresy su aspectose
mejante a su predecesorel JS—3,conservandoel cañande 12,7 mm de la torre. Este
puede ser el ultimo de (os carros pesados.
Resumen
Comparandocon lasfuerzasacorozadasoccidentoles,la URSSha prestadoespe
cial interés a la cantidad de carros, (osque ha diseñadoespecialmentepara operaciones
en las inmensasextensionesrusasy bajo extremascondicionesmeteorokSgiccis
de frío,
nieve y de noche.
—
—
Un carro occidental en lucha contra otro ruso, lo encontrar6 r6pido, 6gil y
evasivo. Su baja silueta y la redondeadaestructura de suscorazasle proporcionanuna
buena protecccn adiconcl.
—.
—43
-
Junto con los fusileros, la tripulaci6n de los carros rusostiene una rara habili
dad para enterrarseen el suelo, escamotearseen el terreno, sobresaliendo¡nicamente
su redondeadatorre, lo que representauna gran ventaja en las posicionesdefensivas.
Los carrosnorteamericanos,con una silueta demasiadoalta, asr comoel ¡ngls
Chieftain ofrecen fScil blanco. Fu precisamentela disconformidadcon la silueta, el
alto consumoy las formasdemasiadocuadradasde los carrosnorteamericanos,lo que im
puls6 a Alemania.Occidental a construir el carro tipo y el Leopard.
—
Los alemanesnecesitabancarros capacesde desafiar con xito a los rusos. Los
carros alemanesson tan semejantesactualmente a ios rusosque resulta difrcil distinguir
los desdeel aire,
El llamado carro tipo alemn, superpotente, era antiecon6mico y tenfa algunas
deficiencias en susmotores.
En cambioel Leopardes muchomcseficiente, siendo uno de los carrosocciden
tales superioresa los de los rusos.
El francas AMX—30es rápido, pero parecehaber sido construido para oponer
se a los carros alemanesde la segundaguerramundial. A pesarde su municicn perforan
te, el carro francasno puede competir con el ruso T—62. No debe creerseque el arma
acorazado rusaesta influida atn por posturasde la segundaguerra mundial. En la ofen
siva los rusospuedenhaberaprendido a explotar el éxito de las f.jerzasm6viles.
Un entretenimiento ms complicado, un mejor equipo, junto con las posbilida
des de guerranuclear, han hecho de los carros rusosalgo muy diferente de aquellos que
actuaban por oleadasen los primerosañosde la década del 40.
Las ventajas de los carrosoccidentales son mayor precisin y mayor velocidad
de tiro en movimiento. Igualmente, los calibres algo superioresproporcionanmayor al
cance y poderperforante.
‘Se nos aparece con evidencia la necesidadde mejorar los carrosoccidentales;
hay que crear un carro ms nSpido, con un cañ6nde mayor alcance; en una palabra su
perior. Ya que Occidente no tiene intención de superara los rusosen númerode carros,
tiene que oventajarlos en calidad individual.
El actual equipo germano-norteamericano,que trabaja actualmente en un nue
yo carro conjunto, puede proporcionar la solucn a ésta necesidad.
700
830
720
680
512
566
570
56,2
42,9
35,8
53,5
4OO
36,1
35,2
Inglaterra
Alemania
Occidental
Francia
URSS
URSS
URSS
URSS
Chieftain
StandardpanZer
T—10
T 54
T—55
T -62
AMX-30
750
Potencia
52,0
Peso
(tons)
EE.UU.
Pas
M 60
Nombre
320
310
265
150
297
340
200
250
Radoacci6n
HP
(millas)
38
35
30
28
40
25
33
lOO
(mejorado)
100
100
122
105
105
120
1 05
Velocidad Calibrecañan
(mm)
(millas
p.h.)
CUADRO COMPARATIVO uE CARACTERISTICAS
DECARROSRUSOSY OCCIDENTALES
1
-.45-
EL
CARRO
DÉCOMBATÉPA•RA 1975-8b
Por el coronel P.H. Hordern
(Interavia,
noviembre 1966)
En 1as’esas redondas” que tan a la modaesf hoy, es frecuente la repetici&
del mismoincidente por lo que se refiere ci las de nuestros expertos en carros de comba
te: uno de ellos se levanta bruscamente y pregunta con gran irritaci6n si habré que es
perar un siglo para hallar una soIucin al problema del carro blindado. No es preciso:
ser muy sagaz para deducir que no estamos satisfechos con lo que tenemos, y que no te
nemos lo que deseamos. ¿La causa de esa ¡nsatisfacci6n?
Digamos que con los carros
ocurre lo mismo que en los demos dominios: la realidad se queda muy corta con respec
to a donde llega la imaginacicn.
—
El carro ideal, con el que sueñan los Estados mayores, no “deja escapar”anin
gn adversario; tanto parado como en marcha, es verdaderamente temible, se mantiene
en servicio las 24 horas del dra y opera en las peores condkionos atmosf&ricas; despla
zandose casi sin ruido, no de1a traza alguna de su paso en el suelo ni ci aire. Tiene
una regularidad de funcionamiento digna de elogio, apenas exige reparaciones y le bas
tan espor6dicamente algunas horas de manutcncin.
Su silueta es suficientemente baja
para ser confundido con los accidentes del terreno, y se desplazo muy deprisa, sea cual
fuere ci estado del terreno, para desconcertar cii enemigo y no dejarle ninguna probabi
lidad de contraatacar.
Su gran radio de acci6n y su enorme carga de municiones redu
cen al mínimoel tiempo muerto de abastecimiento;
est6 fuertemente blindado paro gozar
de una relativa invulnerabilidad,
ofreciendo sin embargo,a sus tripulantes cierta comodi
dad y excelente disposici6n de los mondos y armas. Naturalmente,
los tripulantes tienen
posibilidad de establecer enlaces ci gran distancia, muy seguros, rpidos, exentos de per
turbaciones sea cual fuere el terreno, y estén en contacto permanente con los dem6s vehí
culos de la brigada y con las instalaciones de tratamiento de datos y los calculadores t.
ticos.
Por otra parte, la trpulacin
se halla protegido de toda sorpresa: los detectores
automtcos
lo previenen de toda clase de vigilancia por parte del enemigo y la advier
ten contra los ataques ABC (bombardeo at6mico bactereol6gico y químico).
La posi
cian del carro y la del superior ¡er&quico inmediato son calculadas
de modo automti—
co y permanente.
Este carro ideal, f6cilmente transportado por aire, tierra o mar, debe
prestarse a todo perfeccionamiento sin cambios importantes en su estructura; así, no se
r6 retirado del servicio sino después de una vida razonablamente prolongada.
—
—
—
—
Evidentemente,
podrían añadirse algunos toques a la imagen que acabamos de
esbozar; pero volvamos o la realidad: los actuales carros de combate est6n muy lelos de
asemejarse a este carro ideal y fabuloso.
En primer lugar, los carros de combate actualmente en servicio parecen ir re
pletos de equipos diversos. Y sin embargo, se derrocha mucho espacio. El blindaje y
los mecanismos, que son pesos muertos e improductivos, devoran la mayor parte del espa
-
-
cio disponible. Incluso en las actuales condiciones, ¿no sería posible modificar ligera
mente las ideas preconcebidas en el acondicionamiento del interior y adoptar una dis
ci6n m6scompactopero ms eficaz de los elementos bsicos?. Los equipos eléctricos
y electrSnicos hoy en uso en los blindados, no han seguido, forzoso es reconocerlo, la
marcha del progresoregistrada en otros campos, en los’que se ha impuestonetamentela
miniaturizaci6fl. Ademas, ¿es necesarioconstruir con un acero tan macizo todosesos—
soportes exteriores e interiores, esascajas, esasfijaciones y todos esos disposifivosde pro
tecci& o enganche, de utilidad tan discutible?. El pesode todo eso no es muy grande
comparadocon el de los motores,el combustibley los dep6sitos; pero los constructores
de avioneso de coches de carreras saben bien que es rentable reducir al máximo esos
pesos muertos. En el campode la evolucicn mccnica, el corro ocupa un lugar compa—
roble al del dinosaurio en la evoluci6n zool6gtca. Esteretrasoevolutivo tiene mGltipies
razones, que no todasson de orden tcnico.
Lo que es precio incriminar ante todoesel
sistema de desarrollo del que nadie quiere declararse responsabley que ha adquirido ya,
por desgracia, el valor de un dogma.
Pero esto nosaleja del objeto de nuestroartículo, que os el estudiode un nue
yo carro de combateadaptadoa una nueva era militar, marcada por el advenimiento del
aerodeslizador y del satélite de reconocimiento. No obstante, la gamade misionesse—
guir siendocosi la misma, ya que es probable que en el pr6xirno decenio no se modifi
quen sensiblemente los aspectos de la estrategia terrestre. Cabe cspc-rarsiempre innovo
clones tccnicas fundamentales, a condici6n do poner en las investigaciones mucha inte
ligencia, espíritu de progreso y voluntad de continuidad. Por ejemplo, podría atacarse
el problema comenzando por la eleccin del armamento principal, ya que de esta elec—
cian depende el número, la forma, las dimensiones y disposiciones de los demás elemen
tos que hallar& su puesto dentro o fuera del carro, el cual para comenzar, essolamen
te una plataforma movil de tiro.
En su excelente artículo titulado “El cañan para corro de combate; realiza
ciones actuales y perspectivas futuras”, el Sr. Chaddock demuestra que el coñ6n que dis
para obuses de gran velocidad inicial debe constituir el armamento principal del carro.
La gran eficacia del obGs, su polivalencia, la precisin del tiro (aumentada aGn por los
modernos tclmetros laser) relegan el misil guiado a la categoría de arma de complemen
to, incapaz de reemplazar al cañcn; es preciso evitar a toda costa el montar ambos ti
pos de armas en el mismo vehículo, cosa que ocasionaría considerables complicaciones
de orden mocniCO por una parte, y por otra, contradicciones motivadaspor las exigen
cias tcticas de ambas armas, que podríamos calificar de incompatibles. Querer combi
nar a cualquier precio el obi5sy el misil guiado equivaldría a plagiar inútilmente el si
tema “Shillelagh” y pagar muy cara una soluckSnde compromiso, sin gran inters.
Otros problemas que se plantean: ¿es necesario montar el cañ6n sobre torre
ta m6vil?. ¿Se adoptar la operacifl automctica de carga?. El montaje en torreta m6
vil es m6svoluminoso que, por ejemplo, el montajedel can fijo que caracteriza el ca
rro sueco “S”. En cuanto a la carga automática, ocupa mucho espacio y exige un me
cariismo complicado, aunque pueda prescindirse de un sirviente en la tripulacicn. Supon
—
.
47
-
El corro de combate propuesto por el
autor para los oflos 1975/80,posee
una torreta achatada y olørgada,con
muy reducido wperfcie froital. Gro
cias o sugruesoblindaje,el carroes
muy poco vulnerable en los interven
cones a la distancia óptimo de tiro;
loe paneles laterales delblindaje son
desmofltables. Los motoressehallan
en lo traseradel cario. Los8 ruedos
no son accionadasmecónicamente,
rJno por mediode un conjunto
de
bombas y motoreshidruflCos, o in
cluso, por motoreselóctricosolirnen
todos por ungrupo turbogenerador.
Loe viraless efectGonmediantefre
nado diferencialentre las rueda, da
ambos lados.
gamos cdems que el obGsque introduce el mecanismo de carga os un obGs rompedor HE—
SH, cuando las circunstancias exigen un proyectil perforador APDS; para evitar esa re
duccliSn en la eficacia del disparo o el derroche de municiones, deberra incluirse un me
cenismo de cambio de la munici6n.
—
El montaje fijo del cañ6n en los carros del tipo casamata no permite apuntaren
..
azimut sino haciendo girar al vehiculo sobro si
mismo, como ocurro con el carro sueco S ,
siendo imposible entonces disparar en marcha. Puede suceder asimismo que, en carreteras
encajonadas, los bordes de! camino formen una barrera ante la boca do! caPi6n, reducien
do el carro a la impotencia, siendo posible incluso que el carro no disponga de sitio para
bascular y apuntar su cañcn. Reconozcamossin embargo que pueden oliminarse esos in
convenientes dando al tubo cierta libertad con respecto a la caja. Poro queda el hecho
de que, en ci caso del tiro con alza negativa (tubo hacia abajo y carro inclinado longi
tudinalmente), su caja ofrece mdsfdcil objetivo al adversario que la torreta c!sica, que
emerge sobre una barrera natural que oculta al carro. Una desventaja de la torreta, ro
obstante, estriba en el hecho de que ocupa mayor volumen cuando debe alojar al tirador
y al cargador, siendo ademas mucho ms pesada.
•
—
La solucin reside quizá en el cañ6n montado sobre una corona girotoria,capaz
de efectuar un giro completo y de ser cargado por dotr6s. El ¡efe del carro y sus hombres
estarían sentados bajo la boca de fuego, en una plataforma que gira junto con ella y per
maneciendo sus cabezas por debajo de la arista superior de la caja. Una camilla do car
ga y un extractor accionado a mano facilitarían el aprovisionamiento del cañn,
El ¡efe
-
48
-
Cuatro
perspectivas del carro de combate concebido para los años 1975/80
Este
carro se caracteriza por su silueta extraordinariamente
baja, ya
que se halla á 46 cm sobre el suelo; su caja mide i,04 m de altura y la
torreta
s6lo mide 60 cm de altura. La secci6n longitudinal muestra las
trampillas
del piloto y del cargador, las cuales se abren lateralmente.
Nótese
que los salientes de las paredes exteriores son poco numerosos.
Las dimensioneS aproximadas dél carro son: longitud de la caja, 5,2 m;
lóngitud
total, 9,1. m; altura total, 2,1 m; anchura, 3,2m.
Acondicionamiento
de la caja: A-puesto de pilotaje; B -equipo de radio,
aparatos
electr6niCOS y grupo auxiliar; C -sistema de puntería y esta
bilización
del cañ6n; D —puesto del tirador; E -puesto del jefe de ca
rro; F -sistema aprovisionador del cañ6n y soporte de la torreta; G
puesto
del sirviente; H —almacén de municiones; J -dep6sitOS de combu
tibie;
K compartimefltO del motor.
——
-49
-
de carro dispondríade periscopiosque girasen3600, así como el tirador, para observar
los objetivos. De este modo, el espacio exigido por la tripulaci6ri do cuatro homixes
incluido el conductor, no sería mayor que el interior de un pequeño autom6vil Morris
850 “Minor”. Un carro blindado de este tipo conservaríatoda su movilidad para el ata
que y la osquiva, pudiendo disparar en plena marcha. Las incidencias desfavorablesde
la naturaleza del terreno para la puntería serían eliminadascasi completamente.Adem6s,
ofrecería muy poca superficie vulnerable en el caso m6sdesfavorable, el del tiro con a!
za negativa. Como las dimensionesde la torreta estaríandeterminadassolamentepor la
oscilaci6n vertical del coñ6n, su silueta sería m6sestrecha, alargada en ci sentidoante
ro—posterior, lo cual permitiría reducir el peso. Admitiendo que la caja esta ci 45 cm so
bre el suelo y que la altura de un hombresentadoseade unos90 cm, ci techo de la ca
lo estaríaa 1,5 m del suelo y la silueta del carro sería muchom6sachatada, incluso te
niendo en cuenta la altura de la torreta—corona,de 60 cm.
—
Veamos ahora el problemade la propuisi6n. Espreciso que el carro se despla:
ce sobrotodos los terrenos, sin dejar huella.. Actualmente, no se visiumbra ninguna so
luci6n eficaz; no puederecurrirse al cojín do aire ni ci los chorrosde sustentaci6n, ya
que ambassolucionesexigen motoresultrapotcntcs a los que debemosrenunciar, no s6lo
a causade su poso, sino ms bien debido a su excesivo const.imodo combustible, al enor
me ruido ongondradoya la extraordinario cantidad de calor, la cual haría del carro una
fuente do infrarrojos muy fcicil de detectar. Porañadidura, estosdos modosde propulsi5n
levantan grandesnubesde polvo, que descubrir(in desdelejos su presencia.. Uno y otro
sistema permiten franquearsin duda accidentes del terreno de altura media, pero, paraes
La torreta, montadasobreuno corona
dentada,puede&rar36.
Los asien
tos del jefe del carro, del cargador
ydel tirador von instalodossobreuno
plotofenTo grotoria mo’tado bajo la
corono dentado, lacual lleva tom—
bin el sistemade punterray estabi
lizoci6n del ca?16n. El disefo mues
fra odem6s, los oberturas para lavi
sibilidad procticodas en el panel
frontal de la cojo, los orificios para
lenor loe dep6sitosen lo parte tcuse
ro lel carro, y el gran tuba deesco
pe de gases.
-
Carro 1975/80
AMX.30
Carro sueco «S»
50
-
Leopard
54
T.
Pz.61
Chieftain
Torretas
de los actuales carro,s de combate, comparadas con las del blm
dado propuesto para 1975—80.
Como puede comprobarse, la torreta de &s—
te tiene reducida superficie frontal.
calar colinas, es menester recurrir a los chorros dirigidos. En este caso, el carro flota
rfa literalmente en el aire, lo cual anula toda precisi6n en el pilotaje. El principio del
cojín de aire no conduce a unas dimensiones comparablés a las de un autobs de dos pi
sos, en el caso de:lapropúlsi6n por hlices a6reas. Por otra parte, la utilizacicSn del cm
puje dirigido conduce a un vehículo de dimonsionés casi anlogcs.
¿QuS hacer enton
ces?. Sería poco racional adoptar dos distemas de propulsi6n ¡untos, uno clsico
para
los desplazamientos horizontales y un sistema “evolucionado” para franquear obstculos;
esta sokici6n-mixta reuniría los inconvenientes de ambos sistemas por su complejdad me
canica ¡ sin poseer las respectivas ventajas.
—
—
Así pues, nos vemos obligados a volver a los sistemas cksicos de rodamiento y
suspensi6n, csforzndonos naturalmente en mejorarlos. Todas las esperanzas son lícitas en
-
51
-
una época en la que la tcnica aeron6uticc ha permitido reducir los trebosde ateirizaje
capaces do posar sobre terreno llano y duro unasmasasque son triples o cudruples qúe
las de un arró pesado,y a velocidades tres o cuatro vecessuperioras. Al estudiaruna
suspensi&noleoncumtica para los blindados, podríanaprovecharsepara estoslos enor
mes progresostcnicos que se han logrado en los últimos diez añosen las suspensiones.
Paralelamente a la mejorade la süspcnsi6n,convendría conservarel princi
pio de las cadenasu orugas, con diversosperfecciónamentos, puesla ruedasola no con
fiere al carro vsobreel terreno abrupto la seguridaddel avance que le dan las cadenas,y
que necc5ita. La olecci&n del tipo de cadena esdelicada; la cadena continua tiene sus
inconvenientes, sin duda, pero una cadena do eslabones,denominada9igera, resulta
aún a menudo demasiado pesada. Lo que sería precisocombinar en definitiva es una
suspensionoleoneumaticay cadenasde ba1apresion , con un tren do ruedasmotricesin
dependientes y de gran dimetro, equipadasquiz con neumticos para el avance sobre
carreteras; así, se explotaría al mcximo la potencia motriz disponible. El sistemade sus
pensi6n oleoncum&ica permitiría adaptarsea todos los regímenesde avance.
—
Para accionar las ruedas, hay que renunciar a las cajas de velocidades, úrbo
les de transmiskSn,¡untas cardan, piñonescnicos y todo aquello que constituye un peso
muerto y ocupa un volumen precioso , considerando únicamenteuna transm’isi6nelctrica
o hidrulica. 1-laceveinte años, una de las principales firmas estadounidenses
producto
ra de vehículos para movimientode tierras, concibi y fabric6 un buildozor do 500 HP,
1975—80 posee una suspensi&n
oleoneumttica,
cade—
nas que ejercen poca presi6n sobre el suelo y ruedas de caucho,de gran
diámetro,
accionadas por separado. Si es necesario, puede avanzar sin
cadenas,
gracias a las anchas bandas de caucho’ y al accionamiento
de
sus ruedas. El tren de rodaje está concebido para franquear fácilmen
te todos los obstáculos.
El
carro
ideal
para
-
52
-
cuyas evoluciones sobreel terreno se conseguíanpor frenado diferencial de ruedasinde
pendientes, cada una de las cualesera movida por un motoreléctrico acoplado al buj
de la rueda. Estesistemade tronsmisi6nfue probadoen Inglaterra; para las pruebcis,se
utiliz6 una caja de carro de combate medio convenientementemodificada; los resulta
dos registradosfueron satisfactorios para largosrecorridos o gran velocidad. Existentum
bin sistemasde transmisin hidr6ulica, ya muy perfeccionadosy que permitenalojar el
motor enun lugar accesible, sin preocuparsedel mecanismode transmisión,dadoquese
suprimen las conexionesmec6nicas. El principio de ambassolucionesdata de hace 50
años, ya que Lasprimeras
pruebas
—ylos primerosfracasos—
realizadoscon carros tuvie
ron lugar en 1915. Losprogresostcnicos logradosdesdeéntoncospermitirían eliminar
ciertos puntosdbiles de estossistemas,como el poco satisfáctorio reparto de fuerzas en
trelaentrada y la salida, el volumen yei pesoconsiderablede los elementos,asícomo
ciertasinsuficiencias
de latécnica
metalGrgica.
En elcasode una transmisi6n
indirecta, es rn& f6cil
laolecci6n
delmotor
adecuado, ya que soloseleexigefuncionar
a regimen
constante
y a lamaximapoten
ció. La supresi6nde las variaciones de velocidades permite aumentarel intervalo entre
revisiones
yregular el consumode combustible. Obvio es decir que no podr igualarse
el exageradoconsumodelas turbinasde gascon la de un motor policombustible. No obs
tante, en los Itimos diez añosse han conseguidoen ci sector civil resultadosalentado
res con la turbina de gas de ciclo regenerador, no habiendoduda alguna de que podre
lograrse m6san en esteaspecto.
—
—
La turbino de gas ocupa salo la mitad del volumen que exige un motorde ex—
plosi6n de la mismapotencia, pesandoadem6ssiete veces menos; la turbina no vibra ,
tiene 80 % menosde piezas en movimientoy su funcionamiento no es cíclico, sino con
tinuo. Porañadidura, la turbino no precisa protecci6n contra las heladas, no se ahoga
al arrancara plena carga y es insensiblea las impurezasdel combustible, aparte de que
sus mandosson sencillos. Todasestasnotablesventajas justifican la prosccuci6nde los
trabajos efectuadospara resolver el problemadel consumode combustibley el de la ex
cesivadisipa’ci6nde calor. Podríaseconsiderarasimismoel empleo del motor rotatorio
Wankel, cuyo consumo es muy inferior, pero no se ha resuelto
an porcompleto
ladifi
cultad del hermetismodinmico entre el rotor y la c6mara de combusti6n, por lo que res
pecta a la eficacia y duraci6n de las juntas. Tampocoexisten motoresWcinkel con po
tencia suficiente para propulsarun carro blindqdo. Antes de decidirse por este motor ,
ser menesteraguardar hastaque se conozcan mejor susposibilidades.
Estudiemosahora el problemade la protecci6n del carro de combate, el cual
deberesistir, por lo menos,los peligros “normales” que le acechan en la zona de com
bate, a saber: proyectiles de morterode gran potencia destructiva, misiles balísticosde
corto alcance, obusesde artillería de campaña (hasta de 155 mmdc calibre), obuses
perforadoressubcaiibradosAPHE, municionesAP de ametralladora pesada, etc. Un blm
daje que resista la pruebacori estasarmasconstituye un nivel mínimo de protocci6n, ya
que si un carro de combateno puedesalir relativamente indemnede un combatea descu
53
—
bierto contra la infantería,acrib!llado por un nutrido tiro de obusesHE, es que no mere
ce ose nombre. Admitimos indudablementeque los estallidos y ondasdo choque de los
impactos dañan los equiposexteriores, os dispositivos6pticc.sy el&tricos, así como las
antenas, poro stos son elementosfciles do reemplazar; podemosadmitir asimismo que
resulte dañada la mismaboca de fuego, aunqueesto ocurra con muy poca frecucpcia,pe
ro, ¿hastad6ndc llegar en estacuesti&dc la protecci6n mínima? Digamosque lasopi
niones divergen a este respecto.
Es indiscutible que !cs modernosmisilesguiadosy los obusesanticarro APDSy
HESH podr6naniquilar en un futuro prximo a los carros mejor blindados. Entoncés,,por
qii hacer tan pesadala protecci6n? La respuestadependede las posibilidadesque se
atribuyan al enemigo. Si e! carro tiene !o una proteccin “normal”, o) adversario uti
lizar solamente armas contracaro de moderadapotencia; si, dado el caso, e! carro pu
diera mantenersefuera del alcance do! fuego enemigo, i mismo debería utilizar sus pr
pias armas a una distancia que disminuyesu eficacia. Si se ve obligado por el corto al
cance de suarmamento a entrar en el campo do tiro del enemigo, so convierte en objeti
yo fcil para cualquier pieza de artillería quc dispare proyectiles pcrforantes. Normat—
mente, el carro debe aproximarse sufcienjemonte para explotar al mximo las posibilida
des de su cañ& de gran potencia, siendo entonces cuando resulta “rentable” el aumento
de blindale; por otra parte, es preciso que eso aumento de peso no dfsmiruya la veloci—
dad, acelcraci6n y manejabilidad del vehículo. Al aumentarlas propias probabilidades
de supervivencia, se obliga al enemigo a incrementarsusesfuerzost&nfcos, tcticos y
logfsticos para su defensa contra los carrcs, ¿Por qu ahorrárle tales esfuerzos?.
En definitiva, al decidir el peso mixmo admisible del carro se resolver la
cuesti6n del peso concedido al blindaje, sin olvidar que una tonelada suplementaria ex!
ge 30 HP m& de potencia a! motor. Si no fuese posible reservar rns peso para el blinda
¡e, sería preciso entonces uti!izar otros materiales distintos del acero para la protecci6ri,
pero oso conduciría a un carro mucho mayor y su fabricacin sería ms complicada. El
costo seria asimismo mucho mas elevado.
Existen hoy carros armados con cañones de gran potencia, dotados de excepcio
nc1 movilidad y con blindaje suficier,te, Vienen despus los carros provistos de un ca
ñ6n excelente y que combinanuna movilidad 5uficiente con un elevado grado do protec
ci6n. Finalmente, existen “medianías” en todo: armamento medio, movilidad aceptable,
protecc.i6ri moderada. N inguna de estas categorías nos ofrece ¡nter6s. Teniendo en cuen
ta que las mayores dimensiones implican mayor tonelaje, y que los cañones do gran poten
cia deseadospucd9n ir montados perfectamente en un carro me’Jio, la f6rmula del porve
nir es el carro compacto, lo ms compacto posible; no habr que escatimarle potencia ,
porque el carro de combate habr de conservar una gran movilidad, pose al refuerzo ¡e
dispensable del blindaje para aumentar sus probabilidades de supervivencia tras un comba
te a la distancia 6ptima de fuego de su cañ6n..
—
C ESU) EN
LCS ¡vUSILESP/:JA ENTRENAJvIEN
TC Y RECCNCC1MN TO
(“SoidcitundTechntk febrero1969)
Junio-Julio,
1969
BOLETIN
DE INFIORMACtONNUM.. 37 IX
-
La sirnulaci6n de objetivos aréos constituye uno de los medios auxiUares m6s
importantes en la instrucci6n de las unidades de la defensa area, sin lo cual no se pue
de concebir una preparaci6n eficaz. Los llamados misiles han do adquiriendo una imp
tancia cada vez mayor. Los misiles de reconocimiento y los simuladores de blancos pu
den incluirse en un mismo grupo, ya que en el fondo solo difieren enelequipo con el
ue se ls doto4 En cuanto a las plataformas de observaci6n, dados sus características,
pueden considerorse como misiles, si. bien el hecho de estar ancladas a tierra les priva
en cierto modó de libertad de movimiento.
——
Simulc6ndeobjetivosaéreos
La simulacin de un objetivo terrestre es comparativamente sencilla y puede
realizarse con gasto bajo, tanto de material, como de dinero. En los tltimos años se ha
pasado de los b’cincos fijos (para e3rCCiO5 de tiro) a otros artificiales ms alustadosa
la realidad, abatibles y mviles. De esto forma, ademcs de un mayor realismo, se ha
conseguido no cumentar el riesgode los sirvientes, ni el desgaste del material. La simu
laci6n de un objetivo areo (en el aire) exige un esfuerzo mucho mayor, tanto econcmi
co como en otros aspectos. Este gasto sert tanto mayor, cuanto m6s grande sea el realf
mo con que se pretendo instruir a los sirvientes. La constante elevacitSn de velocidades
en los aviones de ataque ha llevado al desarrollo de misiles que pueden simular totalmen
te a los modernos aviones de ataque, en los parcmetros de sus características, de sus di
mensiones, tácticas de vuelo e incluso contramedidas electr6nicas. Estos misiles pudie
ron incluso ser superiores en sus características a los aviones, pues así se probarían las
armas de la defensa orea hasta sus límites mcximos de posibilidades, lo que resulta de
un valor imprescindible para su valoraci6n..
—
—.
Parece evidente que la simulaci6n de un objetivo aéreo habría de hacerse Fo
los propios aviones. Así ocurre en realidad y tiene una gran importancia, ya que de es
fa forma los sirvientes de las baterías antiocreas, tanto convencionales corno de misiles,
adquieren una idea muy realista de los ataques aéreos. El aviSn tripulado tiende a reti—
rarse, por rcones de índole psicol6gica, tan pronto se producen impactos con cartuchos
de guerra, que en muchos casos suponen daños o destrucci6n del blanco aéreo, aunque
se trate de disparar con munici6n de instruccicSno misiles sin carga de combate.
Blancos remolcados
Una solucicn lcgica es el empleo de los blancos remolcados, transportados por
aviones a una distancia de seguridad suficiente. Este sistema se utilizo ya en la primera
guerra mundial, comenz6ndose por reriolcar discos detrás de los aviones y se hacía fue
go sobre ellos. Los impactos podían contarse después sobre los mismosdiscos, igualmen
te se utilizaron banderas y mangas. Estas 6ltimas son 6tiles cuando la velocidad del
avi6n remolcador es inferior a lOOmts/s, pero debido a ic resistencia que ofrecen al
——
——
—2—
aire son inutilizables a mayores veIocidades Modernamente, se utilizan cuerpos rrgidos
remolcables con los que se soportan velocidades supersnicas, pudiendo odem& equipar—
se con elem?ntoS auxiflaros electr6nicos, que permiten una shiulaci6n muy realista de
blancos reales A estos elementos pertenecen los amplificadores de ecos de rodar (lentos
de Luncberg), antorchas infrarrojas, que en sus efectos sobre las armas dirigidas por rayos
infrarrojos se corresponden con los de ls ondas calorífi cas de los gases proyectados por
un blcrico real, y finalmente aparatos que permiten una exactá valoracin de los impactos,
como por ejemplo cmarás cón feleóbjetivo de gran abertura angular que filman el vueló
de un arma dirigida, o medidores olectr6nicos de distcncias sin olvidar estelas de humó
que permtten uná me1orobservcicin del blanco romolcadó Pór todo lo dicho, los blah
¿os.remocados són valiosísimos medios auxiliares, pero de efecto lImitado en cudnto al
realismo do la smulaci6n. Casi siempre son poco aptos paro maniobrar y por ello no pue
den realizar los csperaciónes de desvio de lds oÜthticos objetivos4 Igualmente existen di
ficúlfados s se emplod municin de uerrd,. yd que tarnbin en esto caso existe peligro pa
ro ci avi6n remolcador, sobre todo si so utilizan rni les tierra—airo
—
Msflesparasir,ikindeobjetivos
De cuanto llevamos dicho se deduce evidentemente la conveniencia de emplear
misiles para simular o los blancos areos. Los misiles presentan las ventolas de estar eqüi—
pedos con su propia propuisi6n, disponen de un piloto automtico y pueden ser dirigidos,
desde tierra o desde aire, según la Finalidad de su empleo, o bien siguen un programa de
vuelo predeterminado. Tambin pueden equiparso con blancos remolcados. Según su fama
ño pueden llevar costosas instalaciones elcctr6nicos.
El misil simulador de blancos es desdeluego mucho ms caroque el blanco remol—
codo, pero frente a éste tiene la gran ventaja de ser totalmente aut6nomo, os deck susti
tuye al avi6n y al blanco remolcado. La razn principal de su empleo es su elevado fac
tor de seguridad.
Estos misiles simuladores de blancos presentan problemas especiales do empleo,
puesto que han do ser lanzados, dirigidos y, una vez terminado su cometido, rea.i perados
para ser utilizados de nuevo (caso que los daños producidos lo permitan). En la prcctica
se utilizan diversos métodos de lanzamiento. Entre ellos el realizado por medio de un trén
de la rueda de morro totalmente retractil, con ayuda de un vehículo de lanzomientc ca
tapultas; sobre campos con cohetes de combustible salido, e incluso desde un avi&1. El
iitimo sistema de lanzamiento es normal en los misiles simuladores que actualmente se uti
tizan y que al igual que los aviones reales deben volar a gran velocidad y altura. En el
lanzamiento desde tierra pueden emplearse misiles cuyos grupos motopropulsores disponen
de un tiempo de combusti6n relativamente corto, simulando vuelos en picado. El sistema
de lanzamiento ms sencillo y econ6mico es el llamado “proceso de lanzamiento cero”.
En steel misil esta situado sobre una rampa y con los motores propulsores en marcha (siem
pro que se trate de una turbino de chorro o de motor de émbolo) y recibe una fuerte acole
raci6n inicial, mediante un cohete lanzador de combustible s6lido, que despus se separa
—
-
—3—
siendo perfectamente teledirigible
poco tiempo después.
Eltipó de propulsi6h del misil simulador esta déterminodo por la velocidad
maxirna requertdo
—
Generalmente se trata de motorés de pistcSn,de cóhete o de estafórreactores.
El aterrizaje de los misiles se realiza bien sobre su propio tren de aterrizaje, patines o
paracaídas. Para esta opercci6ri se utilizan dispositivos especiales de seguridad, por
ejemplo cohetes frenadores o sacos de aire hinchables para proteger al misil de los da
ños causadospor el choque con tierra.
—
-
Misiles de reconocimiento
Estos misiles debido a sus menores demensiones y por tanto a su menor capaci
dad de carga útil con respecto a los aviones de reconocimiento, estuvieron un tanto des
cuidados en el pasado. Por otra parte, eran utilizados exdusivamente en reconodmien
to diurno dot&tdoles de una cmara fotogrFica. Sin embargo, nunca se ha renunciado
tgtalmente a su desarrollo y puesta en servicio, ya que hay determinados cometjdos que
scSloellos pueden realizar con éxito. Ertre éstos tenernos ci reconocimiento en territo
rios donde existe una fuerte defensa antiarea, cómo suele ocurrir en la propia zona de
combate, o bien cuando ci mando necesita urgentemente dgtos sobre un determinado ob
¡etvo. Pero, por regla general, los datos obtendos:por estos misiles de reconocimiento
son menos completos que los proporcionados por los aviones dotados de todos los medios
imaginables. Pero ci desarrollo de estos medios de reconocimiento ha favorecido a los
misiles. Estosser& siempre m& ligeros y pequeños y requerirn menoresexigencias
energéticas. Por ello, no parece star lejos ci día en que se dispondrá de misiles retati
vamente pequeños, dotados de dispositivos infrarrojos y de c6maras de televisi6n con
amplificadores de luz que permitan reconocimientos nocturnos. Dotados, como fuente
do energía, con una batería de plcstico con fibras de vidrio, para asegurarse la rnencr
reflexi6n posible de radar, pudieran construirse pequeños y rniltiples misiles de rocono
cimiento que complementarían el “gran reconocimiento” a cargo de la Aviaci6n. Por
otra parte no puede olvidirse que los misiles de reconocimiento pueden utilizarse para
la emsn de cortinas de humo y como señuelos para atraerse a las armas de la defensa
antiaérea enemiga.
—
—
Plataformas de observaci6n
Las plataformas de observacin vólantes, unidas a tierra por un cable, actual
monte en desarróllo en Francia y Alornania, nó son otra cosa, pese a las objeciones do
algunos críticos, que una resurrecci&i de los viejos globos cautivos con todos los incon
venientes que hoy tendrían aquilos sobre el campo de batalla. Sin embargo no se pue
de pasar por alto que estos aparatos pueden efectuar rpidos traslados. l-lay otros aspeo
tos que dan especial importancia a las plataformas; así, por ejemplo se piensa en la po
sbilidad de localizar por radar aviones en vuelo bajo, desde plataformas situadas a re
taguardia a varios metros de altura.
igualmente serían 5tiIes en el reconocimiento
radar de terrenos difíciles.
Asimismo, grandes plataformas estarían en con d ¡
ciones de transportar adecuados radares así como los dems aparatos electrnicos
—
-4-
complementariosrequeridospara la defensacontra los aviones en vuelo bajo, si bien al
gunos de ellos, cornolos dispositivospara la supresi6ndo ecosfijos, podrían
iralojcd
en un vehículo
todoterreno.
Tambiénpareceposible
un futuroempleo de estasplata
formas “como botonas volantes
deproyectiles dirigidos”. En principio,
unad tales
ba
ferras no seríams vulnerable que otra estacionadaen tierra, ofreciendo en cambiomG—
chas ventajas respectoa susposibilidadesde empleo contra aviones en vuelo bajo. Sin
embargo, para hacerlas realidad seríanecesario proyectar y desarrollar un arma dirigi
ble adecuadaa estamodalidad de empleo
Blancosremolcados
FUght Refuellng RushtonTarget/. La caza inglesa Flight Refuelling obtuvo en
1963 una licenca nortemaericanadel blanco remolcadoHayesTA 7, queun hoy en día
se utiliza cornoblanco remolcado normalizado en EE.UU. por las fuerzas aéreas, la ovia
c6n naval y la infantería de marina. De la adaptaci& de este sistemaa los especiales
.exigencias de las fuerzasarmadasinglesassurgi6 el blanco remolcadoRushton.
El sistemanormalizado constade una especie do cabestrante, de un recipiente
aerodin&nico y convenientementeestructuradopara aquel, de un cable remolcadory
del blanco remolcadopropiamentedicho. Estoiltirno puedeempleorsetanto como un
simple blanco de tiro, por ejemplo para ametralladorasantiaéreas, c6rno para la prueba
de armasm6scomplicadas. En este caso se le puedeequipar, entre otras cosas, con an
torçhas infrarrojas y con lentes Luneberg, que simulan respectivamenteun avi&1 atacan
te o las armasdirigidas de &te. Un indicador de impactospermite la inmediata valoro
ci6n y jiicio de la precisi& del tiro, bien desdeel propio avión de remolqueo desde
tierra.Paralasimulaci6n 6ptica de objetivos se puedenutilizar dispositivosluminosos
o do hornos. El blanco rernolqueRushtonpuede llevar hasta ocho de estosdispositivos,
que funcionan
aisladamente
o en salvas,
de formaque en cada vuelo son posiblesvarios
disparos, con la posibilidad de que el blanco—rernolque
permanezcasin ser dañado.
—
—
—
El tomo donde secnrrolla el cable del blanco—remolque
Ruhstones accionado
—
por una turbino situado en el extremo del recipiente que le contiene.
El blanco—remolquepuede volar con velocidades de hasta17 m/s. La longitud
del çable del cabestrantepermite una distancia de remolque de hasta 1 8 km. Son posi
bIes velocidades de rernolque
queen susvalores
rnxirnos
oscilan
entre330 km/h y 1,7
Mach. Estodependede laaltura de vuélo y de la longitud del cableremolcador,
ya
que laresistencia
de éstey delcableaumentan
con el cuadrado de Lavelocidad. Una
velocidad de remolquede 1 ,8 Mach s6lo
os posiblea granaltura y conun cable rolafl
vamenfe corto. El blanco remolque Rushstones adecuado para el entrenamientocon
——
gran rn3mero
de armas diversas. Entre ellas los misiles aire—aire Sidewinder y Sparrow;
los tierra— aire Rapier y Seacat, adcrn6s de otros cohetes no dirigidos aire—aire de pe
queños calibres y para cañones de la defensa antiorea con calibres superiores a 20 mm.
Igualmente es posible una adaaci& del sistema al Lockheed F—1
04 G—Starfighter.
-5-
Foto
1.— Blanco remolque Flight-Refuelling
Rushton remolcado por un
avión Canberra. Pueden distinguirse el recipiente, que contiene al ca
bestrante,
en la parte inferior izquierda del ala; una turbina de aire
comprimido
permite el aumento o disminución de la longitud del cable
de remolque. El blanco remolcado Rushton, sujeto por el cable un poco
adelantado
con respecto a su centro de gravedad, permite, segúnlas
condiciones
de vuelo, longitudes de cable de hasta 18 Km.
Foto 2.—
Con una propulsión a chorro Viper MK 201 de 1134 Kp de empuje est& equi
pado
el australiano Jindivik, un avión no tripulado para representación
de blancos., que tambin
puede remolcarles. Dotado de costosas instala——
clones
electrónicas puede servir para la simulación de toda clase de
misiles.
Actualmente e construye la versión Mk 3A, Su altura de vue——
lo puede ser superior a los 20 Km. La velocidad de crucero es de 908
Km/h.
La fotografía nos muestra el momento en el que el Jindivik se
desprende
del tren de lanzamiento, que queda frenado automóticamente.
Foto
3.- Misil simulador de blancos Nord Aviation CT-20 sobre una ram
pa de lanzamiento. Propulsado, previa puesta en marcha de su motor pro
pulsor,
por sus cohetes
auxiliares
de lanzamiento,
adquiere
una veloci
dad
de 950 Km/h. La posible
duración
del vuelo
es de 60 minutos.
——
—
——
—
—
——
Foto
lo
po
4.— Misil
blanco
Nord
Aviation
transporta. Puede alcanzar
de combustión de sus cohetes
C-30
bajo
las
alas
del
avión
una velocidad móxima de 2,5 Mach;
propulsores
es 100 segundos.
que
—
el tiew
-6-
Foto 5.— El misilblanco
Beeehcraft 1001, en servicio en el ejórcito —
de tierra de EE.UU con el nombre de Cardinal. Tiene un propulsor de ti
po pistón y se lanza con cohetes auxiliares JATO.
Foto 6.- El Beech
craft
Sandpiper9 aquí aún con la aparición externa de su predecesor el
Beech
AQM—37A, durante unas pruebas. El Sandpiper puede simular perfec
tamente
el ataque de aviones supersónicos y misiles.
Foto 7.— El mi
sil blanco, supersónico, North American Roadrunner. Se 1-nza mediante
unos cohetes auxiliares de combustible sólido, entrando despuós en fun
cionamiento
el motor propulsor propiamente dicho, situado en la parte
superior
del misil. Puede alcanzar una velocidad de 2,4 mach 11 Km de
altura.
•Foto 8.— El Northrop NY-105 Chucar, misil a reacción, simula
dor de blancos, utilizado principalmente para el entrenamiento de las
baterías
antiareas
contra avione.s en vuelo bajo. La altura y la velo
cidad
de vuelo son sumamente variables.
-7-
Foto 9 -El Philco/Ford LOCAT,equipado con un motor cohete de combusti
ble s6lido, su cuerpo esencialmente se compone de fibras articiciales
de crista1 y de papel endurecido. Simula ataques en vuelo bajo. En la
proximidad
del suelo alcanza velocidades de 800 Km/h.
Foto 10.-. Lan
zamiento
del Ryan Firebee
aqui se trata de la versi6n MQM-.43D del ejeL
cito
de tierra norteamericano. En los extremos de las alas lleva das
blancos
remolcados Towbee. Alcanza los 1000 Km/h. a 15 Km de altura.
Foto
ll- El misil supers6nico Ryan Friebee II sobre la plataforma de
lanzamiento.
Puede alcanzar a 15 Km de altura una velocidad de 1,5 Mach,
El tiempo
máximo de duraci6n de vuelo es de 75 minutos.
Foto 12.El misil belga de reconocimiento MBLE Epervier X-3; en la foto, poco
después
del lanzamiento. .Ecuipado con un motor de pist6n Hirth, que cc
tcia sobre una hlice,
tiene una duracin
de vuelo de una hora.
—
—
—
Foto
13.— El nuevo MBLE X—I
dotado de un motor turb’L’e&;tor Rover,
tambin
de reconocimiento.
Foto 14.- El misil de reconocimiento Ca—
nadair
AN/USD5O1.
preparndose
para su lanzamiento. En la foto un ca
bo del ejército alemn
actuando sobre l.
Foto 15.- El misil de re
conocimiento
Canadair AN/USD—591 dispuesto para su lanzamiento desde
un chasis. El misil de estructra
relativamente sencilla cuenta con
una propulSifl a reacci6n, verificndoSø
zu lanzamiento mediante un
cohete
auxiliar de combustible sólido.
Feto 16.- El misil de recono
cimiento
Nord Aviation R—20. El sistema total consta de tres vehícu——
los, de los que dos estn
destinados a la dirección del vuelo del mi
sil y llevan las antenas necesarias, el tercero, que se ve en la foto
est& destinado al transporte y lanzamiento.
-
—
Foto
17.— El misil de reconocimiento Fairchild Hiller/RepubliC
Bikini
sobre
la catapulta
de aire comprimido,
para
lanzamiento.
El Bikini es
U equipado con cfmaras y ale:.nza
con su motor de dos tiempos una ve
locidad
de 160 Km/ii. Sú autonomía es de 16 Km.
Foto 18.— Sistema de
observaci6fl estacionario Dornier Kiebitz, Consta de una
p1ataforma-r
tor”
anclada y de un vehculo
de transporte.
La plataforma
puede
alean
zar una altura de hasta 250m.
Misiles
Áustrc!UanDepartmentof SupplyJndivik —Los Jindivik
en servicio
en las
ejerzas aéreas de Inglaterra y Australia,
entreotrosvarios
países,
sonavionesno tri
pulados, que comenzaron ci desarr0llarse en 1948, junto con otro tripulado (Pika) Has
ta la fecha se han encargado 400 de ellos. La .octualversi6n tiene el nombre de Jindi
vik Mk 3A.
—
Se prepara e1 Mk 3D cira ser empleado como blanco simulador a baja altura
y con velocidades superiores a los 925 Km/h. El Mk 3A tiene tres versicaes que se dife
rendan en la envergadura. tvediante un dispositivo que permite variar la longitud de
las alas, segin la altura de vuelo, se obtenen ¿ptmCs posibilidades. Dcbisk;
su gran
tamaño el Jndivk
seen
primer lagar para remolcar bIcncos La longitud mxirna de
remolque es de 3 Km. El misil salo se utilizC para simular armas dirigbJes, lleva cama
ras con objetivos de gran ng.uio, lo que permite determinar Ici precisin del tiro que
contra l so rcaUzc. Se lanzci sin c;ohete accesorios. mediante
propio turbopropuk
sor desde un vehcuIo de lcnzamento. El iterrizcje se realiza cori un pairn neumctico
retractil. La carrera pera lanzamiento necesitaser de unos 305 m y la de aterrizaje de
457. El techo alcanzado por a versi& de mayor envergadura se cifra en 20 Km.
-10-
Nord Aviation CT—20.- Se trata de un misil a reacci6n de tamaño medio, adecuado pa
ro remolcar blancos. Se utiliza fundamentalmente para ejercicios de tiro con misiles =
aire—aire y tierra—aire, por cj0mpbelHcwk. La NATO encarg6 a Nord Aviation unos
400 para utilizarlos en el polígono de tiro que dicha organizaci6n tiene en Creta. Allí
se emplea con el blanco—remolque SK—3L, que es suministrado por la casa Domier—Sys—
tem. El CT—20es lanzado con ayuda de cohetes auxiliares instalados en la rampa de
lanzamiento, doñde se quedan. El misil esta equipado con un motor de reacci6n Turbo—
mca 1varboi
l,que despus de subir a 10.000 metros en 6 minutos, con una velocidad
mcxirna do 900 Km/h. La altura mínimade vuelo que áctualrnente puede conguirse es
de 1 00 metros. La ‘dirocci6n por radio del CT—20pormite nueve señales distintas, con
las que es posible una smulacin de aviones muy realista.
—
—
Con la seFíalde “recogida” se paran los motores, simultneamente se abre un
paracaidas y poco despus el paracaidas principal, con el que desciendo el CT—20en
posici6n horizontal. El choque en tierra se amortiguo mediante sacosde aire. Tambi6n
es posible la recuperacn del misil sobre el agua, ya que es anfibio y su equipo es im
permeable. Estos son transportados y se los prepara para otros ejercicios de tiro. Los ele
montos que se hayan estropeado pueden facilmente sustituirse por otros.
—
Nord Aviation C—30.- Derivado del AS—3D,arma táctica dirigida aire—tierra, con pro—
pulsi6n cohete de dos fases, se trata de una vorsn como misil con el nombre de C—30
y que, al igual que el AS—30, puede lanzarse desde un avin; pues aunque se utiliza
tambicn desde tierra, en estos condiciones sc$loson posibles vuelos a baja altura, en
los que el C—30puede alcanzar velocidades de 0,95 Mach. A 15 Km de altura el misil
adquiere velocidades de 2,5 Mach. La direcci6n se consigue mediante un mando progra
ma. El piloto autorn&ico permite mantener con gran exactitud la trayectoria prevista.
Utilizando un altímetro radioelctrico do gran precisiSn es también posible el vuólo ba
jo. El. C—30esta considerado logísticamente como elemento de consumo ripido, si bien
va provisto en su morro de un dispositivo electr6nico que, junto con un paracaidas,
permite su recogida y recL;peraci6n.
—
—
—
Beechcraft 1001 De este tipo, en servicio en la marina norteamericanacon el nombro
de IvQM—39A yen el cjrcito de tierra con el d0.MQM—61ACardinal, se han construi
do mcsde 2.000 ejemplares. El misil, equipado con un motor Mc Culloch de 125 HP,
so dispara con un cohete auxiliar JATO, adquiriendo en dos segundos una velocidad de
330 Km/h. El Cardinal se emplea o bien salo o remolcando cuatro blancos, de los que
algunos pueden llevar antorchas infrarrojas que servr& de blancos para proyectiles di
rigidos por sistemas infrarrojos.
. —
Beechcraft Scndpiper. Es el ms reciente desarrollo de la industria norteamericana. Se
trata de un misil supers&Íico lanzable desde avin y equipado con una propulsi6n cohe
te de la marca Hybrid, en el que se quema una mezcla de un combustible s6lido con un
líquido rico en oxígeno. Esta propulsi6n, ideada por el Unitod Technology Centor, pro
porciona un impulso de 135 Kp. Con ella el Sandpiper puede alcanzar una velocidad rn
xima de 4 Mach a 22,5 Km de altura. Ya en la fase de ensayo se lograron velocidades
de 2,5 Mach. La duraci6n de vuelo esde 7 minutos. El propulsor Hybrid, perfetamenfe
-
—11
—
y
7
k.
-
19
-
1
Foto
19.— Plataforma
rotor Do.232.—
i) Servomotor
de ajuste,
2) Genera
dor
de gas, 3) Dep6sito
de paso, 4) Espacio
para carga,
5) Apertura pa
ra
la ctrnara, 6) Cable de sujeción,
7) Cuaderna, 8) Regulador
de vuelo,
9) Dispositivo
de guiado a distancia,
10) Cono de aterrizaje.
regulable, fue elegido para poder adaptar al m&imo las caracteriticas de vuelo del Sand
piper a las condiciones deseadasen la sirnulacicSnde vuelos. La velocidad de 4 Mach se
alcanza al minuto y medio del lanzamiento y a 74 Km de distancia del avi&i lanzador.
Por ello puede mantener dicha velocidad aun durante seis minutos mas, siendo así posible
uno realista simulaci6n de aviones supersSnicoso misiles.
Nord American Roadwnner.
La Columbus Division de North American Rockwell desarro
II6 un misil supers6nico con el nombre de Roadrunner MCM—42A, empleado principalmen
te en los ejercicios de tiro con misiles antia6reos contra vuelo bajo, del tipo del Flawk
por ejemplo. El Roadrunner puede simular a diversos aviones de ataque, así como misiles.
En los ataques en vuelo bajo, puede alcanzar velocidades de 1100 Km/h. 090 m de altu
ra; a 11 Km de altura alcanza los 2,4 Mach. El Roadruñner puede ser lanzado desde ti
—
rra con un propulsor s61ido, y en ese caso, si se prefiere, tambi6n puede ser dirigido des=
de tierra. El propulsor. auxiliar va alojado en la parte inferior del misil y se desprende
despu6s de su combust6n. El estatorreactor va sitúado’en la porte superior del misil. Su
equipo de aparatos se compone, entre otros, de brt julo, piloto autom6tco, receptor de
sedales de guiado y do codificador de las mismas, sstóma de control de vuelo, emisor te—
lom6trico, balizo de radar, suninistrador de corriente, y otros elementos electr6nicos pa
ro la simulaci6n de blancos. Para la siriiulacicSnde aviones o misiles mayores que 61 Ile
va dos lentes do Luneberg alojadas en la cabeza y cola del misil.
—
NT (Lentes de Luneborg son aqu6llas cuyo índice de refracci6n varío a lo largo de un ra
dio).
—12
—
Lo recogida dei Roadruriner se consigue mediante una señal radio, que hace
abrirso en primor lugar un pequeño paracaidc para disminuir velocidad, entrar luego
en funcionamiento el paracaidas de recogida propiamente dicho. Este sistema entra
autom&icamento en funcionamiepto,
Ui5OrO
coriont3, ozi so ¡ntorru.pe
el guiado a distancia El misil va hacia el suelo en poscn horizoptal y poco antes
del choque gira, colocdose verticalmente, :1 tiempo que so pone en funcionamiento
uñ cohete freno que aminoro la caida y garantiza un mínimo dciño. Esto nos sirve de
ejemplo para ver los compliccidos mtodos que se utilizan en la recogida de los misiles.
—
—
Northrop NV—105Chukar. Lo /cntura Dv!sion do Northrop se ocupa desde haca tiem
po en el desarrollo y construccin de misiles simuladores de blancos. El m6s reciente
producto de la firma es el NV—105, un misil medio, adecuado a los ontronamkntos de
baterias antiareas, tanto do tubo, como de misiles. El Chukar es dirigido por radio
propulsado en vuelo por
motor de reacci6n, y que puede recuperarse, una vez curn
plida su misi6n, mediante un paracaidas. Simula las caracterticas de ataque de un
miSil o do un avn,
un los realizados con ¿ngulos do 100. Lcs pequeñas aletas puo—
den clesmontarsopara el transporte. La altura de vuelo, regulable a voluntad, tiene un
techo de 12 Krn, Le velocklad mxirna es de 740 Km/h. El lanzamiento se efectta me
diante un tren de lanzamiento ydos cohetes auxiliares JATO. Entre los diversos aparo
simuladores, el Chukar va dotado, con lentes de Luneborg, antorchas infrarrojas y
pirotecnicas, as como emisoras da ‘urna.
—
.-
Philco/Ford LOCAT.— La Philco/Ford Corporation cIesarroll con el nombre de LOCAT
(Low CostAir Taret,biancos a&eos do bajo coste) un misil, que se distingue por su
bajo costo do producci6n, poro que al tratarso de un material irrecuperable supone fo
davÍa un elevado precio. El cuerpo es do papoi expocialmente preparado. A los pocos
segundos de ser disparado desde.el suelo, alcanza una velocidad superior a los 800 Km
h., el tiempo de vuelo relativamente pequeño permite, en primor lugar, simuloel
ataque de aviones y misiles en vuelo bajo. En 17segundosalcanza una altura de vuelo
de 305 m a una distancia de 3.000 m aproximadamente. La punta del misil es de fibra
do cristal. El propulsor va incrustado en el misil; como lanzadores iniciales se emplean
tres cohetes aire—aire de los que se utilizan como armamento en distintos modelos de
aviones. El cuerpo va forrado con aluminio para asegurar una adecuada roflex6n radar
Igualmente puedo utiUzarse una antorcho do infrarrojos. El LGCAT sf acfuolnente
en periodo de pruebas en el ejército de tierra norteamericano.
—
—
—
Ryan Firebee. Hay dos tipos de estos misiles norteamericanos. Su desarrollo se remen
te al año 195i. La actual versin cuenta con cerca de 3.200 unidades. El Firebe dis
pone de un propulsor Continental J69—T29 de 272 Kp do fuerza impulsora. Esdirigible
por radio, pudiendo dispararse desde tierra con ayuda do un cohete auxiliar JATO o
desde un avin. Existo una vorsin do roconocirniento para vuelos no tripulados que
usan los norteamericanos en ci Vietnam del Norte y en China, siendo disparados desde
aviones do transporto Lockheed C—13)1-lercules, estacionados en Viotn::..idel Sur.
—
—
——
Ryan Frebee U.- Supers6nico, actualmente en desarrollo Por la firma Ryab. Debe po
dor alcanzar en unos 10 minutos los 15 Km de altura y una velocidad do 1,5 Mach. La
13
duraci6n del vuelo, al rnximo de sdepsitos, es de 75minutos. Va equipado con un
motor de reacci& modificado Continental J 69T 29, que recibi6 el nombrede J 69
T6 y que en las proxmidades del suelo proporcionaun impulso de 835 Kp. Partedel
combustible va aiojdo en un recipiente situado en la parte inferior do su cuerpo, des
prendindose al vaciarse, a partir de entoncesci misil puedealcanzar velocidadess
persnicas.
Misiles de reconocimiento
MBLE-Epervier. La firmabelgaManufactureBeigede Lampescf de Matriel Electro
nique (MBLE)de Bruselas ha desarrollado varias versiones del misil Epervier, la u5ltima
de las cuates, el X4, ?quipado con un motor de reacción TJ125 Roveri Esta versi6n
debe ser mucho ms veloz que su predecesora. No se dispone de datos respecto al equi
io de reconocimiento
instalado
en l. La versi&1 >(—3va equipada con n motor de
32 HPHirth que impulso un motor de hlicc de túnel.El misilpropiamente
cUcholleva
en ambas versiones unas peqúñas aletas,
—
Canadciti AN/USD—501 Anteriormente se la conocía como CL89, misil de roconoci
miento a corto alcance, producido por la firma Canadair y financiado conjuntamente
por Ccinad, Inglaterra y la Rcptblica r-odcral. Esta última partcipa desde 1965.
.—
El AN/USD-501 es muy maniobrero y de gran ¡ndependencia, puede recilizar reconoci
miontos sobre ei campo de batalla, tanto de día como do noche. El misil os impulsado
por una turbina
de rcacci6n“William”con laque consigueuna volocidadde crucero
pr6xima a un Mach. Se dispara con una carga lanzadora desde una rampa; vuela sogGn
un programa preestablecido y una vez cumplida su misin, regresa al lugar de lanzamiento, donde aterriza con ayuda do un paracaídas. Las películas tomadasse revelan
autom&icamcnte en vuelo. Puede ir dotado de un sistema de reconocimiento infrarrojo.
La fabricacin en serie comenz en 1961. En dicho año fue sometido c: unaserie de
pruebas’ por las fuerzas armadosdel Canada, Inglaterra y la República Federal., pruebas
que supera con ¿xito.
——
Nord Aviation R20.
La Nord Aviation desarrolla a partir del CT.2O la versin de ro
conocimiento R—20.Ambos misiles son muy semejantes, diferencindose salo en el equi
po. El R—20lleva en ci morro y en las atetas cámaras fotogrficas y otros elementos do
reconocimiento. Inmediatamente dospus do su lanzamiento es dirigido por radio.
Al mismo tiempo el misil se guía automcticarnentepor medio de una platafor
ma de inercki y de un dispositivo olectrnico
programador, es decir, que sigue un rum
bo preestablecido. Seg6n datos de sus constructores tiene una procisi6n de objetivo de
300 m a una distancia de 1Ó0 Km. La altura de vuelo normal es 1 000 m, pero puede
alcanzar alturas mayoreso menores, si es preciso. En un salo vuelo puede fotografiar
un &ca do 200 Km2. Otros datos pueden ser transmitidos a tierra por radio; por ejem—
pb, losrelativos
a la rcdiactivTdcd
delterritorio
sobrevolado.
Durantelanoche se
utiUzan sensores
infrarrojos.
-,
-
TECNICOS
re
m
¡
m
FIighl Rebuellivg
36
2,43
0,71
0,71
0,19
(1)Lo-roamiento
desdepisrode aniones; carrera de despegue305 re,
carrera de aterrizaje457 iv.
(2) Con depósitos
accesorias
de carburante
8,1
hasta
1320(2)
908
1(5)
(3)
hasta 12000(4)
670
0,66
3,60
5,45
—
bOa 18000
rnóuimo 70(7)
120 s
0,85 Mach
100
2,3 Mach (6)
450
60a 100
0,34
4,55
1,00
560
254
4,60
3,95
1,02
0,45
hasta 13100
3)1imnpo deelevacióne 10km de altura, 6 minutas
(4; Con propulsorMorboró IV 15000
(5) En 10330 o de altura decuelo
1630
10,68
830 (EAS)
315
1315
2,08
7,030
8,76
Roodrcnver
North Atnnrjcon
Rochwel 1
BLANCOS
Direcciónpr radio
135 kp
90 hasta 11
0,9 Mach
90
2 MacIs
344 8)
7,56
1,78
1,43
0,32
(6)
o 1,8 Mach y
NVIO5 Chckor
a,qu.
nudo
35,6
harto 12200
300(l
o
815
6100
390(9)
61
150
89
3.45
1,69
0,70
0,36
Rompo, JATO
Dirección parmdi
55 kp
WilliarnsReseorch
WR24-6
Northrap
Roel lanzamientodesdeel anión que tu rrr
12000re altura
(7) Lanzadodesdeel sceln, 28 Em
bosta 22500
rnónimo 460km
432 s
4 Pc’ocIs
27500
287
4,56
0,92
0,38
0,25
pruyecc ion
Rampao cargode
Dirección por rodio
UTC - Ilybrid Cohetes Motor a reocc ion
Morqcordt
Vehículo de lanza—
miento (1)
Dirección por radio Dirección por radio
o Programo
McCulloch
FC 6150—J—3
125 HP
Rampa
de loncamientoRampao desdeav6n Rampade lanzamientoDesdeavión
JATO
y
430 kp
Propulsión cohete
de dasfoses
Beechcroft
Dirección
pat radio
Ip
C-30
Nord Aviotion
DE
Sandpiper
SIMULADORES
Beeuh 1001
Cardinal
Beechctaft
MISILES
Dirección par radio
1134
Torbutnóca
Morbor&II
Australian DeptsrtmenlNord Aviotion
of Supply
Blancoremolcad-u
sin RS Viper MI’
MI’ 201
propulsión puopia
Jind iv 1k MI’ 3A
CT-20
Y DE RECONOCIMIENTO
RushionTarget
Blancos remolcadas
DE LOS MISILES.BLANCO
hasta1,7 Mach
Velocidad nróoinraen Kn’b
Alturade
- arr
Velocidodde crucero rrVh
Altura de
ni
Velocidad ascensional snJs
I,s,sto15000
Altura de emplea
iv
Alconce
Km
depende dtl
avión remolcador
Autur.omíc
Pero vacío
kg
Corga ótil
kg
Cargo adicionalEg
Pesoen ncclo l,g
Lon3itcd
Enne,gcduro
Altura
Diórnetro del foselojere
Formode lanzamiento
Tipo de dirección
Potencio
Impulso
Motor
Constructor
Mude lo
DATOS
-
II
835 kp
Continental
69-7-6
Ryon
Firebee
1,25
1138
2000
1015
15000
81,0
15 hasta18000
454
1134
680
1,01
3,91
2,83
Rorpo y Carga
proyectora
1,4
15 lasto 15000
1,5 MacIs
18300
394
964
570
8,61
2,71
1,46
Rampay carga
proyectora
Dirección porsodio Dirección par radio
772 kp
Continental
J-69—T-29
Ryac
Firebee
Congaproyectoraadicionalde 165kg (paravuelo sopemsovico
(9) Velocidad mónirro cela procinridad del suelo760 kWh
(
Ford
P0haste 610
hasta3,3
24 s
o
800
71
0,24
4.57
Rompe
Propulsión
cohete
Philce
LOCAT
1
<
1 Mssh
100
0,33
3,70(1
0,94
Rompoy carga
p(oyeoto,o
Programa
Willierrro Reseach
Motor de neac ion
4,5 HP
400 Isp
320 (13)
0r65 Mach
850(12)
150
5,71
3,72
Rampa y Carga
proyectora
Motor de
dr,. tIempos
Turboinóce
?rlorboró II
-
-
200
24
-
180 (14)
60
del roto.
7,5
1,50
0,75
Diónsetra
6012 L 3
110 HP
MAN -Turbo
Darni.r
I0.bite
Plataformas
P.a vacie
CargoótiI
Cargaadicional
Ptta ea vusbo
-
k es/h V.Iacidad mróxinre
re
Alturo
keb/h V,locidad de crocino
—
Altano
2,0 nVs Velocidad,ssc.ns,onel
nr
Alturadeempleo
km Alcance
Is
Asrtonomie
kg
kg
Ig
kg
ro Longitud
te Erma.gedrrm
re Altura
es Dióeretrodulfu.kje
Poemadelanzamiento
Tipo da dirección
Potencia
Impulso
Motor
Constructor
Modelo
(12) Cay carga proyectora 1100Kg
(13) En la pzcnintidoddel suelo
(14) 220kg incluidoel cabled. anclaje
5,1
hasta 3000
>16
0,5
130
160
1,93
2,44
comido
Catapulte d. aire
Dirección por radio
Feirchild Hill.,
‘-Mc
Bikini
Noed Aviation
R20
E CONOCIMIENTO
Conadoir
AN/USDS
DE
Envuelo con velocidad rnsr,inso-n las ptOX,sn,aOøeSCe, suero;
glconce erócimc611Em
(11) Sincargoproyectora2,60 so
(1
150 hasta4000
114
2,00
1,70
Ronrpay JATO
32 PS
HirthMoton
MLBB
Epernier X-3
MISILES
-15
-
Fairchild Hiller Republic Bikini. Construido en forma semejante a un avión, lleva ún
pequeño motor de dos tiempos y alcañza una velocidad m&dma de 150 Km/h. Es diri
gido por radio, esta equipado con ccmaras y aterriza con paracaidas. El cuerpo es de
fibra de cristal artificial, para disminuir ic reflexi6n radar. El Bikini es lanzado con
una catapulto de aire comprimido.
-
—
Plataformas de reconocimiento
Domier Kie’bitz. Se trata de un sistema portadorrnvil,
que consta de una “platafor—
ma—rotor” anclada y de un vehi’culo cia tran.porte. Lo “plataforma—rotor” puede esta—
cionorso en cinco minutos a uno altura de 200 a ¿00 rn y pemianecor allí 24 horas. La
recuperccion dura unos 5 minutos y pucIe ser transportc&: rpidcmentc a otro lugar.
—
La “plctaormc—rotor” es mantenida en el aire por un rotor do dos hojc:s, neu
rncticcmonte propulsado. El aire comprimido es conducido desde un compresor o los ex
tramos de ¡as holas, donde se produce uno reduccicn de presi& sobre unas tobaras, cu
ya salida impulso el rotor. La cabina es do duraluminio, en forma de boyo, encertrni
dose en su tercio superior elementos para su direcci6n y estabilizoci6n, miontraquc
en su parte ¡nforior se encuentra ci turbo—compresorcon combustible. La parte central
queda libro parc carga. La regulacin de la stuacin de la plataforma se consigue con
un regulador triaxici. En caso de fallo de fo propulsin entra en funcionamiento auto—
mticcmente el rotor, descendiendo la plataforma en paracaidas. El combustible es
bombeado desde tierra, o través de una conduccin flexible, hasta un depsitointcr—
medio situado sobre la propia plataforma. Mediante este sistema se consigue un tiempo
de empleo practcclmento ¡Umitac!o. Los ensayos de vuelo han demostrado que la plata
forma tiene una oran estabilidad aun con fuertes vientos. Según ci equipo con que se
le dote puede utilizarse corno emisor do un sistema de radio—rels, como emisor de on
do larga, para la localizacn
radar de objetos en vuelo bajo, parc: mediciones meteJ
rolSgicas, para mediciones de emisiones y como portador de ccrnaras Fotogrcficas y de
toievisin.
Todo ello tanto en el campo militar como en el cvil.
—
Domier Do.232. Esta firma proyecta una plataforma-rotor Do 232 como unc; versi6n
aumentadci d0 la Kibitz, pudiendo llevar mcs carga y olcanzardturas superiores. El sis
tema rotor para la Do 232 se diferencia de ios sistemas rotores d.c aire comprimido frio
vistos hasta ahora, por el empico de gases calientes de un potente mecanismo propulsor
Para su empleo sobra territorio habitado esta en desarrollo una versi& provista de dos
generadores independientes de gases. Conserva todas las caracteríti cas esenciales de
lo versi&i do inferior tamaño descrita.
—
—
:c9t
¡ueii3ua/ ¡v
VA $IS
—
it/VES 7764 ClON Y D/RECC/ON
PROBLEMAS ADM/N/S TRATIVO-INDUSTRIALES DE LA
MILITAR Y SU DESARROLLO
INVESTIGA O/QN
x
CES ED’EN
PRQBLEM ADMINISTRATIVO INULISTRIALES•DE LA
INVESTJGACiON MIUTAR‘(SU DESAROL.LO
—
or Johannes
Gerber—
(“WehrwissenschaftI1che Rundschau”,
marzo 969)
—.
Junio—JuIo,
1%9
BOLETI:NDE .INFORMACION NiM. ?7—X
Han pasado los tiemposen que si uno afirmaba que las fuerzas armadasson algo
asf como una industria provocaba ¡ncomprensicn, gestos de desaprobacicSn
y hastaalgo
peor. Esasituaci6n ha cambiado, Las palabras “econ6mico” y “economía”, en relaci6n
con las fuerzas armados, se han puesto muy de moda.
—
Ya nó hoy que buscar subterfugios para estudiar el tema “Fuerzasarmados”desde
e1 punto do vista de la ciencia econmica.
1. Lasfuerzasarmadosjpindustriaconespecialesobletivos
Las fuerzis armados son 6rganos creados por i.jno o varios estados para la seguri
dad de su orden vital. Su finalidad es hacer posible a uno o a varios d ellos la lucha
por su existencia. Lasfuerzas arr1adosson organismosen el scnfldo de una totalidad dina
micamento ordenada para la contfnua actividad dentro del marco de una uni6n organiza
da y jurrdicamente asegurada do hombresy bienes. A la yista do su fijaci6n de ¿bletivos
son por tanto las fuerzas armadas una clase especial de industria.
—
Todo organismo industrial es un todo cerrado, una figura individual cori sus pro
pias caracterrsticas. Como todo organismo, puede existir y llevar a cabo .alguno activi
dad si se clan determinadas condiciones bsicas. En stós, que no pueden descomponerse
en otras ms simples, representan los cuatro elementos de. la industria, y son: “bienes11
(armamento y material), “capital”, “hombres”y ‘.‘orgariizaci6n”. Los tres primeros se ——
combinan r,cdiante la organizaci6n do tal modo que puedan cumplir las funciones funda
mentoles en el sentido de las distintas esferas de cometidos.
—
¿ Qu& diferencia a la “rama” industrial de la seguridad y de la defensade las
otros? La esencia de las fuerzas armadas hay que encontrarle en:
—
Misi6n
—
Condiciones de empleo
—
—
—
—
—
SituaciSn geogr6fica
Potencial econ6mico
Estructuróde la poblaci6n
Prop6sitos del enemigo y susposibilidades
Car&ter especial de su trabajo.
Para alcanzar su finalidad tienen que reconsiderar continuamente la misi6n en
cón las variaciones que experimenten los factores antes citados. Por elemplo,
si el potencial ecori6mico no es suficiente hay que comenzar por plantear las siguientes
relocin
cuestiones:
—2—
Qu puede separarso del producto social para la seguridad?
Qu podríamos obtener con ollo en cuanto a seguridad?
Es suficiente esta cuantía para lo que queremosobtener?
O es esta cantidad tan pcqueía que debo ahorrarso u inversi6n en las fuer
—
¿
¿
¿
¿
—
¿ Puedeencontrarseun aliado, cuyos problemasde seguridadsean!emejantes
—
—
—
zas armados?
—
—
y que estadispuestoa cooperar con nosotros?
¿ O hay que invertir previamenteuna cantidad para conseguir interesar al posi
bíe aliado?
Y si l accede finalmente ¿ quiere tener tanta influencia sobrela hlcajaU coman
cono para determinar o al menosparticipar en la fijcici6n del empleode nuestra
contribucí6n?
Todas estascuestionesson de naturaleza política; influencian al cometidode
las fuerzas armadosy su economía. Esnecesariocomplementariassimultneamente con re
flexiones estrctgicas. La estrategia no se puedesepararde la economíani de la tecnolo
gía. Estrategiasignifica utilizar las comunicaciones,mediosecon6micosy recursospara
alinzar objo1vos militares. La tecnología condiciono tambin las posiblessoluciones.
—
—
El procesoque determina el cometido de los fuerzas armadosno es f6cil de esta
blecer. El poder de decisin esta repartido en muchoslugaresdentro y fuera de la orgoni
zaci6n. El cometidode,las fuerzas armadoses siempreun procesode actividad. Los inte
reses contrapuestosde los participantes tienen que ser equilibrados. La misi6n encomenda
da a las fuerzas armados es casi siempre un compromiso;es decir, ninguno de los partici
pantes puedellevar a cabo plenamentepor sí solo suspropiosobjetivos. El poder de los
grupos que cict6ansobrela dcc56n oste repartido desigualmente. Unospocos detentan
la capacidadde la decisin, mientrasque los dem& intentan directa o indirectamentein
fluir en la docisi6n de aquéllos.
La misi6n o el objetivo industrial, para expresarloen t&minos economicoodmi
nistrativos, deberíaabarcar tres factores:
—
el contenido de la misma
su etension
su circunstancia de tiempo.
En oste esquemade valores1 tomadode la doctrina sobreeconomíade empresas,
el tercer punto es ci de ms fci! explicaci6n. El objetivo deseadohay que formularlo pa
ro un tiempo determinadoms o menoslargo. Puedeser un objetivo a largo o a corto pIe
zo, permanenteo provisional.
En cuanto a la extensi6nde la misi6n hay que decir si os limitada o ilimitada,
pero para hacer esta diferenciaci6n es necesarioque ci hechosea mensurable.El conte
nido puedeabarcar las distintas clasesde la actividad defensiva como territorial, nucler,
convencional, etc.
Corno elemplo de una posible rnisi6n de las fuerzas armados, podría decirse:
Incrementar en un l/o al potencial de seguridad convencional anual con res
pecto a otros fuerzas armados.
El contenido de la misi6n es al fortalecimiento del potencial de seguridad con
vencioncil; su extensin,un 10%respecto de otras fuerzas armados; el condicionamiento
de tiempo anual.
Semejante forma de presentar una misi6n a las fuerzas armados es hasta ahora
extraña, poro en ci futuro quiz& tendremos que usarla.
2. Fijoci6ndeobjetivosparalainvestigacinmilitaryeldesarrollo
La misi6n a ias fuerzas armadasse traduce tambin en cometidos para la inves—
tigaci6n y el desarrollo. En una misi6n hay que medir todos los elementos. Esta constato
cicn econcSr,iico—industrialsuena de manera no muy grata a los oidos de los pertenecien
tes a otros campos de actividades, porque con esta frase se ¡nvoca el principio besico de
la economía industrial1 es decir la eficacia econ6mica. Este principio hay que diferen
ciarlo del concepto de io econcSmicoy del concepto t&cnico do rendimiento. La efica—
cia econ6mica es la relaci6n entre costos y resultódos, mientrcis que lo econ6mico rela
ciona entradas y gastos. El cociente entre bienes y capital es la cuota de ¡nversin. Lo
econ6mico puede llevar a una rentabilidad negativa y a su vez la eficacia econmica —
puede perjudicar
a la economía.
Lo ccon6mico y la eficacia aconmica estén en contrapoici6n
¿ A cual de
ellos hay quedar preferencia? )cpcnclc do la liquidez del rnor.iento
o del futuro. Lo eco
n6mico en alpresente
puede llevar a una inmediata o futura faltade eficacia.
Peropor
otra parte no siempre lo ms caro oslo mejor.
—
La eficacia econcmica os inversa a la cuota de invors6n, que es la relaci6n en
tre bienes y capital, o utilizando terminología militar, el cociente entre armamento y
materialy el capital disponible.
—
Los esfuerzos de los t6cnicos, en la esfera de las fuerzas armados, se encaminan
a invertir el todo o la mayor parto en armamento.y material. El técnico quisiera lograr
el aparatoms perfecto
desdeel punto de vista técnico; el que ose aparatoseao no la
mejor soluci&econ6mica,aunque tambn es problemasuyo,noes el ms importante
para ¿1.
—
—
Al problemade laeficacia
ocon6micade un aparatoo arma, no saloafectan
sus costes
do fabricaci6n,
sinotambin lasdificultades
de entretenimiento
y manejo.Des
de estepuntode vista puede influir en kiduraci6ndeltiempodo servicio.
Si el mando
es tandifícil
que requiere
prolongar
ei tiempo de servicio o croar un Arma especial plan
tea comoconsecuencia unos problemas
que afectan a lasfuerzas
armados,dentrodel mar
code la organización estatal. Su soluci6n puede ser difícil o hastaimposible para los po
liticos.
—
-
4.
Resolver tales cuestiones hace necesario el planteamiento de la eficacia econ6
mica desde todos los puntos de vista. De esta necesidad naci6 el mtodo de fa Investi
gaci6n Operativa. La soluci6n ms rentable hay que encontrcirla teniendo en cuenta to
dos los factores posibles.
Los esfuerzos sobre eficacia econ6mica en las fuerzas armadas distan mucho de
ser algo limitado a los países occidentales.
La economía de fuerzas es uno de los principios de mando de las fuerzas arma—
das rusas. La utilización del principio do la economía se refiere tanto a los mtodos, co
mo a la t6cnica y empleo de las unidades. Con respecto a los ri6todos, el mariscal de
la URSSSokolowski dice en el libro “Estrategia militar”, que no basta poseer los moder
nos medios de combate, sino que es necesario elaborar y dominar magistralmente los mcs
modernos m&odos de mando en ci combate.
—
Con respecto a la t&cnica y por raz6n de economía do fuerzas, se la pide:
—
—
elevada capacidad funcional y seguridad
alto rendimiento
el mi,imo volumen y poso posibles
sencillez de manejo
rcpida sustituci6n.
Con relaci6n al empleo de los medios se preconiza el empleo masivo en los lu
gares decisivos y la economía de ellos en misiones secundarias.
Como se sabe, en el principio de economía de fuerzas se distinguen dos partes:
—
—
obtener el mximo rendimiento con unos medios dados
alcanzar un determinado rendimiento con el menor empleo de los medios dispo
nibles.
En las discusiones parlamentarias, allí donde es posible, se invocan principios
econ6micos por ambas partes a la hora do dilucidar la porci6n presupuestaria que ha de
asignarse ci las fuerzas armados. Respecto a esta cuest6n conviene destacar que existe
un límite mínimo en relaci6n con los ahorros en gastos militares; por debajo de ese lími
te todos los çjastosque so realicen son totalmente inútiles, ya que no se conseguiría al
canzar ninGn rendimiento militar.
—
Con arreglo a las concepciones ideol6gicas de los países socialistas o comunis
tas: “La economíaen las fuerzas arrriodcisno consiste simplemente en ahorrar medios en
sentido estricto, sino mucho ms en emplear los medios financieros y materiales a disp
sici6n de las fuerzas armados con el mcíximo efecto militar util”.
—
Se ,odr(a citar muchaliteratura sobre los esfuerzos de las administracionesde
todos los estados hacia la eficacia ccon6mica. Casosextremoslos encontramossobrefo
do en los pci(sesde constituci6n socialista o comunista, en los que una conducta antie
conmica es juzgcida como antisocial. (El artrculo 131 de la Constituci6n rusadice que
todo ciudadano de la URSSestcíobligado a utilizar y fortalecer la propiedad socialista
econmicamonte. Quienes no act6on asf son enemigos del puob!o.
La equilibrada relaci6n entre eficacia econ6mica, liquidez e inversin es hoy
el problema central de toda empresa e industria. El concepto de uOkonomittU (1) ha
sustituido a! de eficacia econ6mica. El mantenimiento a largo plazo de una empresa es
preferible a la obtenci6n de superiores rSditos a corto plazo. En las fuerzas armadas se
encuentra en primer plano la concordancia a largo plazo entro ¡nversin y liquidez, si
quieren conservar su capacidad do rendimiento. Con esta idea do rentabilidad a largo
plazo hemos encontrado la concxi6n da la invostivacin militar y su desarrollo con el
toma de los problemas econ6mico—administrativos.
En la misi6n a las fuerzas armadosdebiera inclursc tambi&n el cometido de
permanecer en condiciones competitivas en el futuro. Esto debe ser vcílido tanto freñtc
a fuerzas cirmadasaijadas y neutrales como potenciales enenigcis. Para permanecer com
petitivo se necesita constante perfeccionamiento y prosucin
de la producci6n del es
fuerzo defensivo, cisi como la ¡nvostigacn do nuevasposibilidades en todos los campos.
—
Do la precisi6n con que se defino la misin de las fuerzas armadas en general
depende la ciarkkclde los cometidosasignadosa lo investigaci6n yal desarrollo. Lo
mismo puede decirse respecto ci los plazos de tiempo. Una misi&i para un mayor iapso
de tiempo permite tambin una investigacin y desarrollo a mcíslargo plazo.
Una actividad de investigaci6n y desarrollo s’Sloes posible en el marco de una
pianificaci6n de conjunto de las fuerzas armadas. En ningún otro lugar de la misi6n es
ms necesaria la claridad que en esto punto. De no ser asi, solo dificilmente merecerra
la pena el correr tan alto riesgo econ6mico. Esteelevado riesgoy el hecho de que en
¡nvestgacin
no hay ning Gnsector que puede decirse que paga por
mismosus costes,
son dos factores extraordinamamente importantes desde el punto de vista administrarivo
economico.
5r
Por ello, una actividad sistemtca do ¡nvesttgacin es salo posible si pueden
invortirse considerables medios a largo plazo., Puedeocurrir que no se obtengan éxitos
espectaculares e incluso que sea preferible obtener unosresultcidoscontinuos ms mode
rodos.
A una clara form u lacin de la misi6n correspondetambin el conocimiento
del estadoy cometidosasignadosci la investigacin para ayudar a las fuerzas armadas,
asr comode susposibilidades personalesy materiales.
—
(1).— NT. La traducci&
ms aproximadaserra lo ccon6mico, tomadaen el sentido
de algo que no tiene porque dar r&litos metlicos inmediatos.
—
-6—
3 Conceptoyesénciadela¡nvestigací6nydesarrollo
El completo total de la investigaci6n y desarrollo se divide, en cuanto al tiem
po, en tres etapas:
—
—
la investgacin bsica
la investigaci& aplicada
el desarrollo.
La invesfigacin bsica suelo definirse como el intento para llegar a una tec
nologra a ;rcvÇsde una finaldcid indeterminada. lnvestigaci& aplicada la que intenta
alcanzar una tecnologra para un fin determinado;y finalmente el desarrllo serra la ufl
lizaci6n de la tecnokgra conocida para el cumplimientode un cometido preestablecido.
En las tres definiciones se utiliza el concepto de tecnologra. Peroel uso de
—
los conceptos investigacin y desarrollo s6lo para la esfera tecnolgica, me parece de
masiado estricto; pues, comoya veremos, tambin en otros camposhay que investigar
y desarrollar.
Pero no scloexistenimprecisiones
enesto. Tambin ocurre que los conceptos
tienen diferentes sentidosen distintos camposde actividades, no siendofácil siempre
su unificccliSn.
—
Por ¡nvestigaci6n
y desarrollo
debeentendersela total actividad impulsora
encaminada a proporcionara las fuerzasarmadasnuevosy perfeccionados
conocimien
tos, materiales
y procedimientos
en todos los camposde suactividad.
—
Los conceptosde invostigaciSn
y desarrollo
debensDpararse
delde planifico—
ci6n. Planificaci6n
es previsliSn
ordenada.El objetode la plcinificacin
es el transcur
so probableenel marco deltiempo.Si se pretendeun determinadodesarrollo, median
te dichapknfficacinse lograun procesoactivoy úna esfructuraci&i.
“Planificacin
es el proyecto
sistemático
de un ordenracional
sobrela basedo todoslosconocimien
tos disponibles
al respecto”
A mi me pareceque ladiferencia
decisiva
estaen lafrase“sobrelabasede
los mediosdisponibles”.
La planificaci6n do la investigacicSri
y el desarrollo
es por lo
tanto un proyecto sistem&icosobro un determinadoobjetivo y el empleode los medios
de personal, material y finanzas, bas&doseen los conocimientoshabidoshasta enton—
c e.
En ci marcode una planificcic i n para fuerzas
armadossogtn las esferasdo
cometidos tondr que habar junto a planesde adquisici6n, almacenamientoy entreten1
miento, repartición, preparaci6ny empleo, otros de ¡nvestigaci6n, desarrolloy forma
—
clon.
Las dos características mcísimportantesda la ¡nvostigocin y el desarrollo son
como ya se ha dicho, el riesgoy la falta de un sector concreto que corra con los gastos
de la misria. Las inversionespara invostigccin y desarrolo son ciertamente conocidas,
pero lo que se desconoce,o al monosno es mensurable,es el valor del trabo¡o. Así
puede llegarse a pensarque la invostigaci6n y ci desarrollo no constituyen un valor in
dependiente, sino que suvalor es una parte integrante del valor total.
El valor total de las fuerzasarmadosno se expresas6lo en gastospara arma—
monto, material, personaly provisiones. Hay que tener en cuenta tambin una serie
de otros factores, como ocurre en la valoraci6n de la totalidad do una empresa.
Supone un riesgo especial el hechode que el valor noso puede determinaran
tos de la realizaci6n. Dependedel momentode la realizaci6n y de la situaci6n de las
fuerzas armadosenemigasen aquel tiempo. El capítulo de gastospara ¡nvestigacn y
desarrollo es salo ficticio. Podríancargorsedentro de los costesde material o del sec
tor para el que trabajen dicha investigacin y desarrollo. Pero no puededeterminarse
exactamente de antemano. En una cuenta presupuestariapor inQresosy gastos, y en su
subdivisi& por títulos y capítulos so presentanespecialesproblemasde contaduría, in
troducidos precisamentepor esta met6dica.
4. Camposdelainvestigaci6nydcidesarrollo
Parci responder a una pregunta respectoal objeto donde a qu deben aplicar—
se la invostigacin y el desarrollo, habría que sistematizar en forma general, aunque
entre los propios elementos de la empresa que nos ocupa: bienes, capital, personal y
organizacliSn o bien en las distintas esferas de sometidos: adquisicin, consorvaci6n y
mantonimionto, distribuci6n, preparacin y empleo. Las csfcrcis de cometidos son una
combinacion de los elementos con disnnas cuantias de los.mismos.
Esta sisternatizacin es de especial significado, porque esta muy extendida la
idea de que la investigacin y el desarrollo es algo que salo focta a los cientíicos de
las ciencias empíricas. Cuando aquellos son igualmente prcticcdos en otras ciencias.
Con la menci& de otras ciencias nos encontramos otra sistemtico distinta de
la doctrina do la pura administraci6n empresarial. La sistcni6tica dominante en el carn
po cientmco os de suma importancia para cualquier responsable de una industria o em
presa si ha de encargar fuera do la empresa la investigackSn y desarrollo o si ha de con
tratar.personal investigador. Así encontramos en muchasesferas de cometidos de las
—
fuerzas armados colaboradores de distintas especialidades cientiicas. La coordinaci6n
de estos especialistas, segGri la misi6ngeneral de la empresa, constituye una actividad
especial econ6mico—empresarial.
En cuanto aqu
sistern6ticadebe preferirse, si a la de los elementas o a la
de las esferas de cometidos, no es &tc el lugar de decidirlo. Porotra parte no essen
cillo l establecer una clara scparacin.
—
Al elemento personal u hombro en las fuerzas armados hay que fijarle las di
recciones ospccfficas en que se piensa impulsar la investigaci& y el desarrollo. En es
te caso, el concepto nis usual os, on voz de desarrollo, al do ¡nstruccin.
Consideremos por ejemplo las posibilidades tcnicas del viaje espacial. Uno
investigaci6n en el campo de lo contico—tcnico,
sin ir acompañada de otra sobro
las posibflklados corporales y espirituciles del hombre no nos l.lovarra nunca a un viaja
tripulado por seres humanos a la 1una.
Lo que se ha dicho para esto caso concreto, es valido tambin para el desa
rrotlo e introducci6n de cualquier nuevo aparato en las fuerzas c,rmadas. Prescindion
do de los afectos sanitarios hay que investigar los p5cok9o5, sociolgicos y pedad—
gicos.
En esto sentido conviene llamar la atencin sobro la automatizaci6n. Hay que es
tablecor que al progreso t6cnico tambion tiene que ser referido o! hombre.
a) lnvostigaci6npsicolgica
La realidad psrquica del hombro tiene que ser objeto ininterrumpido de las iii
vestigciciones de la psicologra. El objetivo de la ¡nvestigaci6n psicológica del tra
bajo os la elevaci6n del ronc!imionto del trabajo, separando todos los estorbes ov
tablas para éste y favoreciendo todas las influencias estimulantes con el maxmo
ahorro de componentes de las fuerzas armados. La psicologki profasionol tiene
que aportar su contribuci6n a la cuesti6n de las condiciones de trabajo y do las
exigencias espirituales do la profosi6n de soldado encaminciclaa obtener pruebas
de aptitud. También deben ostucliarse las conexiones entro hombro y profesi6n, fa
los como el sollo y aumento do prostgio que impriman en aquel. La psico!ogra in
dustricil observa, igual que en cualquier empresa, en las fuerzas armados las rda
ciones humanas entre subordinados y superiores, las formas da cooperaci6n,, la so
lidciridad profesional, la cuantfci de personal procedente do! campo, la formacin
do grupos, el clima de trabajo y las influencias que ejercen la edad, origen y se
xo en ici vida en comón y en ci rendimiento del trabajo.
——
—
E! objetivo do la investicici6n es crear las bases para las mejores relaciones
entro el hombre y el mundo del ircibcijo y señalar todos los sintomcisque evidencian lo
falta de armonra y que estorba el trabajo en conjunto. Entro 6stos pueden citorse los
accidentes, cambios do destino, deficultades para alejarso rio los puntos de destino, lo
disciplina y dltimamonte l número.creciento de los que se nicocln a hacer el servicio
militar. Estasestorsiones psicol6gicas tionen tambi6n sus afectos sobro la rentabilidad
de las fuerzas armados.
—
Do las modificaciones condicionadas económica, tcnica y socialmente en el
mundo del trabajo, tales como: sopciracin entre familia y iralxilo, comcrcializaci6n
del mismo, distribuci6n, mecanizaci6n y evoluc6n, se dorivcin una serie de problemas
-,
psicolgico
y socio—psicM6gicos. Debamos ser conscientes do que tambin el servicio
en las fuerzas armadas scguirc cvolucionando Las tendencias evolutivas generales
ms importantps son:
—
1) coñiinucrdisminuyendo lci fatiga física exgida, pero sercícada vez mayor la in
tensidcid del trabajo intelectual y la carga psíquica y nerviosa exigida al hombre;
2rccionto
especializacinr dci trabajo y con ello mayor prolifaraci6n
por profesiones y actividadesj
de equipos
3) con la mayor profesionalidad so harcin necesarios períodos riis largos de formaci6n
y entreiicimiento,
-
4 una mayor productividad del trabajo. Permitir al hombre, cn la sociedad alta——
mente industrializada, producir en menos tiempo los bienes necesarios para su
mantenimiento.
——
Una IDartede los problemas de la psicología industrial se rcsolver cuando
el tiempo libre llegue a ser el verdadero contenido de la vida y esta realidad sea te
nida en cuenta en la vida industrial. La dstrib cTn entre tiempo libre y de trabajo
exige distints ritmos. La recuperacin despus de un trabajo c! tipo nervioso—intelec
tual no so realiza tan rpdamento como despus de otro corporal. Aumentaran los pla
zos de tiempo libre obligatorio (fiestas y fines de semana).
También la adecuaci6n do las concepciones en bogci, tanto colectivas como
individuales, a la realidad del trabajo os uno de los problemas esenckiles, y ms difí
ciles de Ici investigacin psicolgicci. La falsa opini6n pública sobre la actividad de
un soldado de un moderno ej&cito os la que lleva a los distintos reemplazos, una vez
1
1
terminado ci1 periodo de instruccion casrca a tamentahies
apreciaciones.
..
•
Todo hombre necesita perfeccionar la iriagen de sí mismo y ci sentido de su
propio valor. Esta imagen de sí mismo cst determinada b&icamonte por la apreci——
ci6n y valoraci6n del mundo que lo rodead
Para la mayor parte do los miembros de las fuerzas amadas las posibilidades
de ascenso, desde el punto cia vista cia la escala do empleos, so agotan pronto. El
componente cia las fuerzas armadas tiene generalmente ‘jn rpido despegar y un len
to acabar. Al comienzo es ascondido rpiciamente; cuando so ha acostumbrado a es
to, a una ociad de unos 25 años, se encuentra con que para el siguiente ascenso ha de
esperar mucho ms tiempo. Prccc:onte a una edad en que para el hombre, como re
presentante do una familia, el lograr una buena posici6n y un 9rado de compensacin
es su ms importante cometido vital, Un fracaso temprano en esta aspiracin es base
de descontento consigo msmo y con el trabajo.
—
—
-
lo
-
Los conocimientospsicotcSgicos
industrialesno se puedenaplicar en la prcti
ca tan cSmoclamente,como es ci caso con los logros te6ricos en el campode la orga
nizaci6n y de la economraindustrial, No puedenutilizarse simplementedando 6rde—
nes, comucicacionese intruccones a los colaboradores. Una pran parte de los cono
cimientos do la psicologra prcctica se basanen que ci hombrecambia de opini&i,
cultiva y adquiere nuevosconocimientosde forma permanente. El trajo psicol6gicb
esta unido a tos esfuerzosde la podagogia.
b) tnvcstigaci6nsoclol6gica
Estrechamenteunidosci los problemasde la psicolog1 industrial se encuen
tra la sociologra, especialmentela industrial.
Nuestras estrucfJra sockilc, ocónmca, culturales y polrticas puedencon
sideratso en su mayorpaite como una herencia cultural del pasado. El presentese pre
senta cot-io un conflicto entre el pcisadcy el futuro. Porconsiguientecorrespondea
la sociedaddci presente el desarrollar aptitudes para adaptar las distintas estructuras,
acon es o instituciones a las modificaciones que a través del desarrollo tcnico, de
terminan la vida del individuo.
La invostigacicn socioltgica ha proporcionado los conocimientos para ver el
presente en funcin del futuro y no simplemente como una emancici6n del pasado. Un
retroceso en la adciptaci6n al desarrollo t&cnico lleva a situaciones d conflicto, co—
c recientemente ha ocurrido con al problema de los mineros.
La ¡nvosflgaci6n y elc!csarrollo en el campo de la sociologra general es im
portante desde dos puntos de vrsta:
—
Ls fuerzas armadas tienen que conocer a la poblac6n, de la que proceden
sus soldados, cspeciakcnte cuando se trata de ej&citos de reclutamiento
—
•
—
oblicjatorio.
Las modificaciones de las estructuras sociales y en especial de los grupos
que aspiran a llegar a los puestos de mxima responsabilidad de las fuerzas
armadas pueden aportarnos importantes datos.
—
En toda empresa y tambin en las Fuerzas Armadas os muy interesante inves
tigar la cone;d6n con estructuras sociales m& amplias. Las modificaciones de las es——
tructuras sociales tienen sus efectos sobre los ejércitos y la rccproca es igualmente
cierta.
—
Los rltadosde
la invosticjaci6n y el desarroJlo en el camposocol6gico
proporcionan no tanto una herramienta de trabajo de exclusiva utilidad para dichc.
ciencia, ccSmo
una mayor agudeza visual para interpretar las causas de determinadas
—
—
fcn6menos.
11
ln’kstigacioncs sociol6gicas do inters son por ejemplo: la formaci6n de
grupos, formasde mondo, normasde trabajo no prescrLtasespocificomente, compren
sicSnsocicil distintos Statusy astnicturassemejantes.
—
Un problema actual, por ejemplo, es el de la formaci6n de gruposinforma
dos deñtro de las fuerzasarmados y Ici medida en que puede exigirse su interrupci6n.
Todo esto es debido ci que dcsde comienzosdel siglo XIX el llamado “orden
natural” fue puestoen dudas De dondesu.rgi6la duda sobre la tradicional concepd6n
de que los sistemasde dominio y ci orden social, y con ello la diferencia entre ricos
y pobres, secialgo natural. Los conflictos sociales son una cotlsccuenciade estadu—
da.
Junto a las tendenciassociale existen en ci hombre otras tendenias deopo
sicin contra los dems. Losconflictos y solucionesno son enfoirniedades
de las insti
tucionos socictlcs ni significan clesviacioiies or el contrario proporcionanvida y
futuro. Y esta conclusi6nes vUda tanto patd un batall6n comopara todas las fuerzas
armados.
¿ I?cro, cuando llegan a sor poligrósospara la existencia de las fuerzas ar—
modas iaforncici6n de grupos informales, y los conflictos? ¿Cucílesson las formasde
expresi6n de dichos conflictos? ¿C’ut normas pueden o tienen que ser establecidas
para regular los conflictos?. Estos son problemasde la investiacin
sociol6giCa.
-
c) lnvestgacioneshist6ricas
Una parte de los esfuerzos y gastos de las’fuerzas armados deben invertirse
en la invostiÜacin del origen y pasadode los eIrcitos, do las formas orgnicas miii
tares y del transcurso de las guerras pasadasy de sus problemas de mando. En estos
campos la moderna ¡nvestigacin hishSrico—miiitar es mucho ms severa que antes en
—
el planteariiiento de la probler1iitica conducente a explicarnos los problemas del pa
sado:, Se analizan las causasy las consecuencias,y se establecen comparaciones
La valoracin del pasado ya no conduce 6 lo a proporcionarmateria ckntX
fica hustoncci,sino tambiena la formacon de una capacidad do en1uuciamiento.
Hay que investigar si el incremento o la prdida del poder militar estaba ba
sado en el desarrollo ciontifico—t6cnico o era una consecuencia de profundasmodifi
caciones en la estructura de los 6rdcnos. sociales. Hay que valorar igualmente Las
ideas latentes en todo acontecer hist6r!co. Tras la evoiucin do los &denes sociales
existen ideas que impulsan a buscar el podery también la fuerza militar.
Para al confrontamionto de las propiasfuerzas armados con otras, en el pro
sente y en el futuro, es necesarioci conocimiento hist6rico do las evoluciones pol(
ficas, econ&iico—culturales y militares. Los resultados de la ovolucin histrico-mi—
—
12—
litar sobro problemasde las COflCCpCiOneS defensivaspuedenservir al mandomilitar
como fuente de conocimientos. La ¡nvcstigacin his1rica no so debe asustarde des
cubrir y explicar las debilidades y erroresdel propio estado, pueblo y fuerzas arma—
das Lasvisiones parciales de la.historia hay que desterrarlas. E! estudio de la ms re
ciente historia militar nos perrnitir descubrir la influencia decisiva que ha apotado ‘
la tccnTcaal ojercick del mandoen las fuerzas armados.Una r.rada retrospectiva
sobre éxitos y fracasos pasadoscia ¡ci t&nica tctica y finanzas puede ser de utilL..
dad parci la e!occi6n de armamentoconformea! punto de vista de la eficacia de cos
tes para decisionescctuales y futurc
—
ci) Investirjaci6ndebscienciasnaturales
Es probableque ustedesestn esperandocon espectaci6nque se llegue a es
a parte, ya que in empresariove cor.o punto clave aquel en el que gasta la mayor
parte del dinero, o sea la ¡nvestgacicn y desarrollo de ias ciencias naturales. Pero
el válor ocon6mico—industrial
no hay que medirlo s6lo en costoso gastos, sino en sus
efectos. S las esferasparciales antes citadas se encuentranen desesperado
atraso
cientflico, entoncespoco ti!es puedenser los desembolsoshechospara las ciencias
naturales, al menosen lo referente al especial rendimientode las fuerzasarmados.
——
Por otra parte es indiscutible que la ¡nvestigacicSn
y el desarrollo de ias
ciencias naturales en la era at6r.iica esde importancia decisiva. Todafuerza armada
quevaya renqueandoen el desarrollo da la tcnica militar dotr& de otros parses, es
tc necesitadade otras. Una irrupci6n simplementeen el sector tecnol6gico no consti
tuya en sí mismagarantía de seguridad. Lo importante es transformarlos progresos
nicos en carros y aviones, y utilizarlos hbil e inteligentemente.
—
•
Pero a suvez ninguna procluccicSn
por grandeque sea, ni un inteligente em
pleo, n una excelente fabricacin puedensustituir la inferiorklad en el terreno de
la investigaci6n y del desarrollo.
—
Del hechodeque la 1nvostigacin yel desarrollo cuesto mSsdinero en las
ciencias naturales que en los otros campossederivan una serio de problemaspara es
tos cometidos.
¿Es deseableseguir un solo camino hacia un determinadoresultadoo deben
escogersevarios?.
Si so elige un camino único puede ser que falle el procesoo que requiera
demasiado tiempo. Si se recorren varios caminossurge la preOunta, ¿cuantos?
Puescuanto mayorsea el nómerode caminos, menorser el marocnde utilidad.
—
——
No lejos de esta cuetin surge la pregunta de la competencia, competenda
entre compradoresy ejeutpos. La co’mpetencia crea ún estímuloque sIo puede
darse en la investigacin mediante la ambician del investigador. Nada puede tener
efectos ms estimulántesquo al temorde que otra firma o equipollegue a resultados
prcticos ms rpidamente y mejor.
—
Una gran parte de la competenciapuede lirnitcirsca los primerosplanes de
un proyecto. Esusual exigir a la industria la claboraci6n de propuestaspara nuevas
armás y luego de entre ellas elegir ua o dos De esta forma socoilsigue uha propues
ta ptima. Poroa veces existo el peligro dó que la firma vencedorafije un precio do
n,asiado alto.
Otro problemase plantea çuand cada una de las armadospresentasusexi
gencias a la investigac n y ciosartollodemçisiadopronto, con excesivo çptimisrno
y pidiendo domasiaddodetalles. Estudiossobre la garantia da e achtud en los clcu—
los previos do costes del tlemo de dosarrollo.y de otras cdractcrísticas hah demos——
trado errores por defecto de hdstcila d&ima parte en ios costosy en cuanto al tiempo
de desarrollo en cinco añosdo retraso. Tambin con respectoa las características y
rendimientos el resultado difiere bastantede lo previsto.
Una especificacSn demasiadotemprana hace inevitable que se presenten
en el transcursodel desarrollo muchasmodificaciones. Un optimismo exagerado en la
—
formuIacin do las cualidades exigidas a un aparato puede hacer tan diffil el desa
rrollo que le haga durar m& tiempo de lo planeado, costar ms dinero, llegar a una
solucion falsa u obligar a reba1arlas condictones pretendidas.
La necesidad de aceptar modiFicacionesen los detalles no sería mala cosa,
si esto pudiera hacerse rpidamente, poro en la formulaci6n do estos proyectos milito
res, dada su gran amplitud, se pierde mucho tiempo en la soleccin y en su sustitu——
cuon por otros.
Como problema econamco—industrial hay que contemplar la oportuna distri
bucin de los mediospuestosa disposici6n. A causade la incertidumbre y de la ¡nse
guridaci implícita en el desarrollo tccnico, respecto a si el desarrollo en cuesti6n se
r finalmente itil tambin militarmente, es siemprenecesariauna cierta flexibilidad
en el calculo de los costesy de los tiori-pos:.
Taribin una exageradacentralizcci6n de las decisiones sobre los programas
de investigackSny desarrollo puede tener efectos perjudiciales. Hay desdeluego bue
nos razonespara hacer tomar las decisionesal mayor nivel posible. Así es ms amplia
la visi6n do conjunto sobre la situacin global. Desde luego puede partirse con segu—
ridad de que las personasde mayor nivel son ms capaces, pero las de inferior nivel
tienen mejor informackSn y pueden actuar m& rpidamente. Demasiadas decisiones a
mcxrno nivel pueden obstruir la organizaci6n total.
14
—
Esto problema no salo os vlido para las fuerzas armados y el gobierno,
la industria y las universidades tienen su burocracia.
fambin
—
Es difícil determinar si so gasta poco o mucho en la invcstigaci& y el desa
rrollo muRar en comparackSn con lo obtenido, o si igualmente son elevados o no los
gastos de mantenimiento de las tropas existentes. Pero es de suponer que dada la ten
dencia, ¡nnacl en tóda burocracia, a subvalorar los futuros xitos y a evitar todo
riesgo se gcistar6 ms bien demasiado poco que -mucho. Por otra parte tambin suele
ocurrir que so gasta m& pensando en la fase final de un desurroflo que en su comien
zo. Tambi&- resulta mucho ms sencillo recibir medios para un arma determinada,
cuyo valor militar se pueda conocer previamente, que para procesos cuyo resultado
seo dudoso.
—
Do las citadas consideraciones se deducen problemas como los siguientes:
—
¿CSmo puede descenrcil ¡zcirse eficazmente?
¿C5mo pueden valororse y seleccionarse los contratos y sus instalaciones
cia ¡nvestigacin?
¿C6mo debe planearso lo ¡nvestigacTn y el desarrollo?
Estos y otros problemasnumerosos hacen nacer el deseo de una teoría de la
investigaci6n y del desarrollo.
La solucicSnde la probleraicíticciexpuesta se haceaun mcs difícil cuando se
reunen varias fuerzas armadas pciraun trabajo conlunto, o en un paísdonde un parti
do controla lo investigacicn y el desarrollo.
Sobre estas cuestiones sigcirnoslas manifestaciones del científico atcSmico
Minz en la “Gaceta Literaria” rusa, donde dice que la centralizacin
de la investi
gcici6n y el desarrollo en la URSSpermite movilizar toda la economía hacia ese fin,
pero que para actuar hay que vencer una serie de rsistencias desconocidas en otros
estados de distinta organizclc in.
—
e) lnves1jaci6nsobreorgontzac
¡6n
De los distintos campos cia investigaci6n que aquí hornos tratado, y de otros
muchos m&, se desprende que los problemas de direcci6n y orjanizacn
son cada
vez mcisimportantes. La raz6n ost6 en el hecho de que los conocimientos del hombre
sobre el universo se van multiplicando de manero progresiva. En los prximos Cien
años el hombro aprenderá m& que todo lo que pudo aprender en la totalidad del pa
sado. Para los inmediatos venticinco años obtendremos tantos nuevos conocimientos
como en todo el siglo pasado.
—
La cuestiones decisivas derivadas de tal hecho son:
15
¿Nos encontramos realmente en condiciones de sistematizar y dirigir sa—
ttsfactoriamente tales procesos de evoluci6n con nuestras organizaciones
sociales?
¿El incremento cientrfico en el campo de la organizaci6n y de la direccian de los procesos sociales corren paralelos con el aumento del saber o
so presentan despropordonos en el desarrollo que podr(an llevar a situa——
ciones conflictivas de resultados catastr6ficos entre hombre y hombre o
entre &ste y la fcnicci?
—
1
Quiza— estemos en condiciones de ciaoorar y dirigir organizaciones
a la
altura de las actuales exigencias. Esto puede afirmarse tanto para las fuerzar arma
das como para la adminisftacin de este pcirs.
Ambasinstituciones estn cargadas
con sglos de experiencia, pero cii mismo tiempo cuentan con medios para utilizar
conocimientos cienticos y te&kos. Todo ci mundo se cree capacitado para opinar
y decidir sobre organizaci6n, Por esto no es de extrañar que se apliquen principios
orgnicos comb el de “divide et impera”, ci del poder personal, ci de la experien
cia personal
y el del azar. Pero ya Clausewitz dijo que puede surgir el abusoen
la reparticin de cometidos, “si para satisfacer alguna ambici6n y por debilidad an
te miramientos personales se realizan malas distribuciones”.
—
—
Nuestros actuales m&ocios de organizaci6n y direcc6n falIarn si aumen
tan ios ritmos evolutivos y no nos adaptamos a ellos Los investigadores en el cam
pode ici orgcinizaci.Sn son escepticos sobre la posibilidad de lograr un mismo paso
en el dosarrollocientiico
general y en el de la direcci6n de los sistemas sociales.
La consecuencia es un importante fallo orgnico.
Tonemos cuatro problemas que señalar, igualmente agudos en ci campo de
la administrac6n
la economia y las fuerzas armadas, y que por tanto pueden inves
tigarse conluntamente. Estosson:
—
—
—
el proceso dela decisin;
la organizacion de Ici cuenta economica;
la ¡nformaci& interna y los sistemas de trcinsmiskSn;
la búsqueda de nuevas formas org6nicas.
Sobre los dos primeros temas no vamos a tratar aqur. Respectoa nuevos
sistemas de organizaci6n debe hacerse notar que ya no son suficientes los conoci
,
—
II
II
dos sistemas organices de yuxtciposicion lineai, ni el de organos staff en linea,
ni el de funciones, ademcs se ha reconocido que la decishSn, incluso con ayuda de
un rgano asesor, en muchos sitios no puede o no debe realizarso por uno solo. Fren
te al pleno poder de un individuo y una sola responsabilidad va adoptndose, inclu
so en la esfera militar, la deciskSn colegiada o del Consejo do direccin.
Puede
ser incluso que se haya llegado a esta solucin de una forma inconsciente. QuizS
en este aspecto se puedan citar los esfuerzos del Ministerio Federal del interior pa
ra llegar ci una nueva orgunizaci6n apartada del sistema de ponencias.
•
‘•
—
—
16
Un par de consideracionesmcissobre la ¡nformaci6n interna y las comuni—
caciones
Frente al esquemaorgnico ¡er6rquico existe otra forma completamente
distinta de estructura de comunicaciones.
—
junto a la ¡nformaci6n controlada y a sucomunicaci5n coexiste la ¡nfor—
maci6n informal, sobretodo en las grandesempresas.Hay que diferenciar entre
las corrientes internas ¡nformaks y las procedentesdel exterior.
——
La co.rriente informal puedo presentarla ventaja de que la ¡nformaci6n Ile
ga antes al ‘ugar donde se necesita. Poroesto dependede muchosazares; si el in——
formante y el informado se conoceno bien si ambos, por raz6n de su tiempo o traba
¡o, puedencomunicarse.Casi siemprese requiere para esto la formaci6n de grupos
informales. Las leyes de su forricici6n son de naturaleza humanay por ello se modi
fican rpidcmonte, casi siemprepor motivos personales.A voces mantienenunidos
grupos do personaspara así permitir a cada miembroel logro do objetivos persona
les. Alcanzados stos, vuelven ci repcirarso.La cciusade la constitucin de estos
grupos informales puedo ser ici propia informaci6n. A veces, la corriente de infor—
maci6n puedoretenerseen beneficio propio para aparecer durante el mayor tiempo
posible como Gnicoportador do la misma. Otras veces el portadorde aquella la
lleva por cancilesinformales. Dadci susexcepcionalescondicionesde empleo en
las fuerzas armadas, la corriente informal de informacin tanto interna como exter
no suponeun gran peligro. Hasta ahora se presta poca atcncin en economíay ac
minisfraci6n cii flujo externo de las informacionesinformales. Respectoa estasin——
fluencicis exteriores las fuerzas armadosestn especialmenteexpuestas.En la lucha
por el espíritu y el alma de los hombrosrespectoa los grandesconflictos poirticos
internos y externos, quedcinlas fuerzas cirmadasa mercedde estasinfluencias. Los
modernosmodiosde informaci6n masiva, cuyos efectos van mcíscilla de las fronte
ras de un estado, lo hn permitido.
—
—
¿En que medida,1oao que condiciones y con que argumentosocurre esto?—
Depende de varios factores y no s6lo se daen las fuerzas armaclas,sino fambn en
otros &ganos estatales, como la administracicSn
y la economía.
•
5.
.
Financkci6ndelainvesfigacinydesarrollo
Toda actividad de una empresa, así como la de las fuerzasarmadas, re
quiere la invorsi6n de un ¿apital. Y para ello es indiferente el que esta acti’idad
ocurra en o! seno de. las fuerzas ornadas, sea un encargo dado por ellas o que de
seen comprar el resultado conocido de una invesfigaci6n para su aplicaci6n militar.
En la industria es norma, según los principios econmico—administrativos,
el que no hay ninguna otra financicici&i que la de! capital propio. El riesgo y la
-17
duraci6n del proceso ¡nvestigcitivo es algo demasiado indeterminado, como para
pretender ayudas financkras alencis. Por tanto, el que pueda hacerse depende del
volumen do los medios propios y de la situaci6n de la competencia. En el último
punto coinciden estos criterios con los de las fuerzas ormadas. Poro la cosa es dis
tinta al hablar de la formaci6n del ccipifal. Las fuerzas armadas carecen normalmen
te de capital propio. Esel estado quien lo aporta. En poca do paz, al menos, y
en un estado de economra libre so consigue mediante impuestos y subvenciones.
Los impuestos son la basefundarncntcilde la financiacin do unas modernasfuerzas
armacias. Poro no s6lo os importante para la invostigaci6n y el desarrollo milflcr la
fuerza fircnciera de un estado a innodiato y corto plazo. Pue5toque la investiga—
ci6n hay que trazarlci a largo plazo, anuales y decenales, nadie puede estar ms
interesado en ci ritmo de crecimiento cconmioo equilibrado y futuro de un pueblo
que los responsablesde la investicjacin y desarrollo militcir.
—
——
ipters
Tciriihin puede ocurrir que las fuerzas armadas no scan las únicasen tener
en un proyecto que puede ser compartido por otras esferas estatales.
Para los problemas de la financiacin os relativamente poco importante el
que la invostigacion y el desarrollo sea realizado por las mismasfuerzas armadas o
fuera de ellas. SegGn muchos, est0 ltirno resulta ms barato• La decisi6n por una
u otra forma hay que basarla fundamentalmente en problemas de personal y organi—
zacin,
asícomo de mercado.
Existo an una diferencia esencial respecto a la financiacin de la ¡nves
tigaci6n y al desarrollo entre los empresasprivadas y las fuerzas armadas. Las pri
meras, al f!cir los precios tienen en cuenta que sus gastos sern compensados. Pue
clon conseguir esta compensacin encareciendo los precios de los productos existen
tes, o esperando a que estén los nuevos productos en condiciones de venderse en
los mercados, incromentndolos en sus costes para cubrir los gastos de ¡nvestigaci6n.
Esta forma do Financiaci6n no puede aplicarse en general a los ej&citos, a no ser
que éstos vendan material o cobren los servicios prestados a otros paes. Lo que
significa que , en este caso, son otros 1xiísoslos que de algún modo pagan una espe
cie de prima do seguro. La cuantía de esta prima dependería del estado de la inves
tigaci6n y del desarrollo de estas fuerzas armadas. Las discusiones de las últimas se
manas sobre los costos de estacionamientode las fuerzas aliados en Alemania adqui
rirían esta imagen econmico—adriinistrativa, si se las despojcc :!e su matiz políti
co.
—
——
Puesto que los gastos para la invcstigaci6n ye1 desarrollo noroviori-onen—
el mercado y vrecuentemento su ransrormacion en un increriemo de la eficacia mi
litar salo so consigue con dificultad, adquiero especial importancia la elecci6n do
los objetivos de la ¡nvestigacin y cid desarrollo. Son necesarios determinados pro
cesos parcila decisin y gastos do inversin. En teoría hay multitud de mtodos pa
ra ello. Pero los calculos de coscs en la investigacion son mas dificiles que de or
dinario. En cualquier caso estos gcistossobre futuros inventos deberían consderarsc
como inversiones. Un control sobra progresosy presupuestosresulta imprescindible
por razonas financieras.
El comprar armas y material al oxtranlero, en cuyo prcio ya va incluido
un incremento por la ¡nvestigaci6n, y sin que ei omprador hayo participado en
ella, qsun negocio dudoso, si se tiene en cuenta que cn ello tendemos a hacer—
mayor k “tochnological gap11(N.T referencia usual a la diferencia tocnolgica
entre EE.UU y la Europa Occklontcil).
—
6. Distribuci6norgnicadélasosforasdecometidosdeIci¡nvostigacinydelde
sarrollo
-
Esta distribuci6n en el seno de las fuerzas armadas no es tarea fcil.
Las
organizaciones lineales o do &ganos 11staff” ya no son suficientes. Todos los auto—
res que se ocupan de estos problemas señilan la clara separaci6n existente en las
empresas entre los cometidos principales. Lo que tambin me parece vlido para
las fuerzas armadas.
Respecto a lacuestin de los modios puestos a disposici6n os importante
el volumen de las fuerzas armados en cuesti6n. ST el mando de las mismastiene a
su disposici6n un amplio ostado niayor para cuestiones administrativas, jurídicas,
de personal, etc, entonces debo darso a la investTgcicn el mismo rango.
Tambin se puede conceder dicho rango a la ¡nvesticjcici6n b&ica o pura,
sepcrndose al desarrollo, que so realizaría en 1asdistintas esferas de competencia.
En este caso los estados mayores do ICTinvestTgacin actuorkin como auténticos 6r—
ganos stan de planificac ion parci el mando supremo. Esrasformas organicas son
vclidas tambin en el caso de que las investigaciones se realicen total o parcial
mente en centros financieramente independientes de las fuerzas armados.
—
—
Frecuentementó, Icis llcir1adas formas orgcinicas so encuentran muy mczck
das por diversas razones, unas de índole practico y otros personales. Otra variónte
consist en dirigir o realizar la invosfiaacin lxsica en forma centralizada, doscon
tralizando el desarrollo.
Si el mando supremo de una fuerza armada est convencido
dinaria importancia de la investigaci6n y del desarrollo, se rcflejar
te en el sistema funcional. Los especialistas en investigacin podrn
rectamente desde arriba en cada unó de los ¿rganos. La coordinaci6n
tividados esta subordinada a los ¡efes de dichos rganos.
de la extraor
necesariamen
intervenir di
con otras cio
¿C&no puelon coordinarse la invostigacin y al desarrollo con las clems
actividades’?. En este campo se tratci menosde rdencs y directivas, que de inter
cambio de informacin, asesoramiento, dialogo y realizacTn da trabajos auxilici
res. El medio de coordinaci6n ms importante es el de proporcionar acceso sin obs
19
tculos CI los colabóradorosde !ci investigación y el desarrollo ci las derncsseccio
nes. Estas,a su vez, deben estar dispuestasa aceptar las cxperionc!as a ideasde
los dems. Otro medio consistoen crear comisionescon funcionas asesorcis,Debe
evitarse toda falta de precisi6n en materia de competencia y en as potestades de
decisin,
yci que entonces se corre al riesgo de que se rehuyo la responsabilidad
personal. Para la coordinacin
es tambin ¿onvenient
astablacor la totalidad de
los cometidos y fases necesarias hasta llegar al fii propuesto mediante las llama
dos diagrar.cis de funciones. A5iÇ
el dilbgo da mayor rendimiento. La institucio
nalizcctn
do la invdstigacn
en las fuerzas armados, habituados a pensar y oc
tuar jer&’quiccimente, es contrapuestao la mentalidad de las personas encargadas
de realizar aqulla,
ya que el investigador acepto de mcii grado los cometidos que
se ie imponen. Est ms interesado en su xito investigativo, en su reconocimiefl
to cientíico que en seguir la línea r,iarcada. La característico de su propia activi
dad es Ici necesidad de ¡ndeperdencia y la lIbertad de decTsin, De todas formas
suele desenvolverse mejor dentro do una organizaci6n lineal con 6rganos “sfaff
si sussuperioresno son colegas.
—
Aquí no nos ocuparemos
de los problemas derivados de la política de suel
dos.
7. Elmantenimientodelsecretodesdeelpuntodevistaeconmicoindustricl
En el mundo industrial so considero la garantía legal como rocompensci
al trabajo en la ¡nvestigaci6n y el descirrollo. So debe no 56k a consijeraciones
jurídicas sino tambin a problemas do polflica empresarial.. Con lo protecci6n ie
gal de una pcitente se obtiene el privilegio de invencin.
Pero surgeel problema
de si debe osporarse a la terminacin do todo el trabajo da desarrollo para paten
ter. La economía ha de contar cada vez en mayor medida con la presencia de mo
dios ilegales de informaci6n por parte de la competencia, come pone en eviden—
cia diariamente
la prensa.
El espionaje acelera principalmente el proceso de la transmisión de los
conocimientos obtenidos en lo invest?gccin de las ciencias naturales. La expcrien
cia ha demostrado que sobre un mismo problema se suele trabacir en varios lugares
a la vez. El resultado de una investigaci6n, al aparecer como prototipo, puede
ser espiado sin dificultad. Mediante anuncios y propaganda puede ser dado a cono
cer en los países óccidentciles con anterioridad suficiente.
—
Sin embargo, algunos años pueden ser decisivos parci mantener la superio
ridad. Esta ventaja puede ser suficiente para impedir la derroto en caso de guano
o de un ataque enemigo.
Otras veces, sin embargo, interesa que el resultado do una investigaci6n
y desarrollo sea conocido premcituromonte. La eficiencia do ici investigacin
puo
de ser un medio de disuasion.
-
20
-
La cuesti6ndel manonimicnto del secreto hay que o;ciminarla tambn
desde el punto de vista de los costos. Las6rdenesde mantenimientodel secreto—
exigen medidasque necesitanuna administraci6n suplementariay que producen
ciertos retrasos. El sello de “socroto croo dilaciones y e1 hombrede empresade
be buscarurgentementela simpfflicaci6n.
—
CESEDEN
NVESTIGACION
Y DIRECCION
(WehrwissenschaftIiche Rundschcu”, mcrzo 1969
Junk—JuUo, 1969
BOLETIN
DE INFORMACION NUM.37
—)(
-
dada por Joachim Pretsch
el 2 de octubre de 1968 ante el “Cír
culo
de trabajo para la investigaci6n
la
de defensas’
Cuando el Sr. Ministro Federal Dr. Stolteriberg me enccrg6 que tes hablara
y que mo hiciera
cargode laconferencia
en esteaniversario,
me sentr
cohibdo.
El tomade lapresente.conferencia “l’nvestgaccSn y direccin” es muy ambi
coso. Aunquemi superior
mc concodi6
cambiar
eltema por el de “lnvestigaciSn
y
plan ificaci6n”,
he querido
corresponder
aldeseodel presidente
del“Círculo
de trabo
¡o para la invostigaciSn de la Defensa”, si bien bajo la limitaci&i
del proceso profesional de mi persona.
bsica,
derivada
—
Ciertamente he trabajado. durante doce años corno científico en el Centro do
Ensayos Mreos de la Kaiser—WiIhe Im—Gere1lschaft (Sociedad—Empcrador—Gui
1lermo),
y durante mi servicio militar, que como yoluntario presta antes del III Reich, no alcan
c una graduacin tal que me capacito para hablar sobre direcciSn estrattgca milita
Entre 1931 y 1932 he realizado ejercicios en el Batall&i de Cazadores n2 17, de gucir
nicin en G&tingen.El ¡efedelbatall6n
eraelinolvidable
teniente
coronel
Erwin
Rommcl. Por tanto me limitará aquí, en lo que a direcci6n se refiere, por unaparte a
la vida científica en la Escuela Superior y en el Instituto de lnvestigaclin, y por otra
a la economía y a la adminstraci6n, ya que en esto campo puedo hablar de mis casi
veinteañosdeexperiencias al servicio del gobierno, primero como asesor de investigo
ci6n en el Ministerio de Economía y ms tarde en el’ Ministerio Federal para cuestiones
atmicas, que hace seis años vio ampliado su cometido como Ministerio Federal de ln—
vestigaciones Científicas.
—
Antes de presentarlos un bosqueo de la marcha a seguir
en mi exposiciSn,
quisiera hacer una breve observacin etimol6gica de las palabras “Forschung” (Tnvesti
gacin) y “Fhrung” (direcci&i).
La palabra “Forchen” procede del antiguo alemn
“forskon” y significa “pre
guntaralgo”.
La palabra “Fhren” viene de “fuoren” y su sentido es “conducir”; en el sen
tido en que un cochero, por ejemplo, conducía un coche. Tan s6lo m& tarde se apli—
c6 el sentido de “rhren” a las personas, conducir personas. El “FJhrer” (cáudillo, di
rigente) militar croen la cntigedad el que llevaba tras de síun ejrcito.
—
•
Portanto, el tema do esta conferencia, “Forschung und Fhrung” (investiga—
c6n y direcci6n), significa “preguntar
y conducir”.
El interrogar es una reflcxi6n contemplativa, en busca de una r3spuesta,el con
ducir os una actividad viva de puesta en movimiento.,
‘
—2—
En ci campo do tensi6n entro ambos polos: el del pensamiento profúndo que
busca una respuesta y el del actua rosponsablemente en funci& de la respuesta dada;
quisiera encajar el tema de “investigaci&i y direccin”,
que ha llegadó a ser un pró
blema central do nuestro tiempo.
No so trata aquí do considerar la actitud do cada hombre como individuo con
rclaci6n al preguntarse y al conducirse. Sobre este punto volveré a ocuparme al final.
El temabesicoesel intercambio
entrela¡nvestigaci6n
científica
y la direc—
ci6n de unaempresa;
iadirccci6n
de un equipo mayor o menorde hombres,
de un esta
do deuna alianza de estados
o incluso
de todaiahumanidad,
siempre
buscando
elma
yor éxito
con elmenoresfuerzo.
Dividir iaconferencia
entrospartos.
Primero
quiero
hablar
sobreinvesfga
ci6n y direcci6n
deempresa; en olla me refiero en primer
lugar
a lasempresas
econ6—
micas, perotambién
aotras organizaciones, incluida la propia
investigaci6n.
En lasegundaparte
quiero ocuparme de algunos problemas de la investigaci6n
y la enseñanza, en loque yo entiendo
porenseñanza:la•direccn del estudiante, su
formaci6n en las escuelas superiores. En esta parte quiero ocuparme de las llamadas
ciencias proyectivas en los grandes centros de investigackn, que plantean problemas
dr.
especificos de direccion de los ciontiricos, y finalmente bosqueare la problematica de
una nueva reestructuraci6n de nuestra enseñanza en general, de la direcci6n docente
de toda nuestra juventud, donde una nueva rama de la investigaci6n, la investigacicSn
pedag6gica, debe proporcionamos propuestas de soluci6n.
—
•
•
•
.
La tercera parte estar dedicada a las relaciones entre investigacicn y direc—
cian administrativa. Aquí no se trata s6lo de acuerdos, selecci6n con junta y dotaci6n
de medios, sino de la ¡ntroducci6n y desarrollo de métodos científicos de trabajo que
ayuden a las altas administraciones, a los gobiernos, en las decisiones de gran alcance
y responsabilidad. Como ejemplos podríamos citar los procesos a seguir para los contro
les de seguridad que ser necesario aplicar despus del pacto do no proliferaci6n at6—
mca, o ia ayuda a proporcionar a los países subdesarrollados.
Señores míos, desde hace mucho tiempo viene hablndoso en la prensa diaria,
en la especializada y en los debates ptblicos, do la gran fallo tecnol6gca que separa
a Europa de EE.UU., y muchos creen que esta diferencia, que amenaza a ia economía’
europea, se basa en un mayor adelanto tcnico—científico,
en un trabajo investigati
yo superior, sino mucho ms en una superior direcci6n do empresa. El “siogan” del
“tecnologiccl gap” y “management gap’ (folia tecnolgica,
falla administrativa) es co
nocidó por todos ustedes.
—
—
influencia tiene ia investigaci6n y la direccicn de empresassobre nues
fra fuerza econ&’lica? ¿Hasta qu punto se ocupa la invesfigac6n de estos problemas?
¿Qué
-3En prinçipio se piensa en Iciir’vestigaci6h tcnca y de las ciencias naturales,
en lós láboratorios o insffutós de iñvesflgacin d una gran emresa ¡ndustrial, como las
de Smér5én Erlangen; AEG—Telefuhken en Ulm y Constancia, de las fabricas de coloran
tes Bayer en Leverkusen, de los tintes lWchst o de las fabricas de anilinas y soda en Lud
wigshafen, Baviera. En estos laboratorios de investigacSn se desarrollan no s6lo nuevos
productos electr6nicos, químicos y formacei5ticos, sino también procesos de produccin
ms econ6micos; ademas, a veces, se abren nuevos mundos de investigaciones b&icas,
que proporcionan todo un conunto de insospechadasposibilidades.
—
No he tomado casualmente el ejemplo de la industria quiiiica y electrSnica co
mo prototipos de ¡nvestigaci6n industriál, pues ambas ramas de ia industria fueron cons
cientes de la importancia ¡nvestigativa
desde su nacimiento, hace cien años; cuando se
empez6 a comprender la estructura de la molécula y la naturaleza de los campos electro
magnéticos. Ambas se basaron en la ¡nvestigaci6n científica y los propios directores de
empresa estaban persuadidos de que prevalecerían y se afianzarían sus industrias, s6loen
ia medida con que contaran con el apoyo de la ¡nvesfigacicSn.
Pero, ¿qué hizo la industria, que no se basaba en la investigackSn científica
sino en la tradicin artesana secular, como la alimenticia, la de vestuario, consfrucci6n
y de utensilios domésticos?
La direcci6n de las empresasen estas ramas industriales, procedentes de los gre
mios artesanos medievales, tuvieron que convencerse de que tarnbin ellas mejorarían en
su produccin y procesos, mediante la producci6n masiva y en serie, aplicando los siste
mas industriales derivados de la investiacin,
o que de otra forma no podrían sobrevivir
a la competencia. La industria pequeña y media se vio obligada a realizar alianzas eco
nmicas para hacer frente a las nuevas necesidades, ya que una pequeña industria aisla
da no se podíapermitir montar un laboratorio de investigaclin para ella sola. Así nade
ron algunas alianzas econmicas industriales para fines investigativos. Estas alianzas de
investigaci6n o bien mantenían un laboratorio propio, que aveces se han llegado a trans
formar en escuelas superiores técnicas, o Ln encargaban trabajos de investigaci6n a ms
tituciones existentes. Mediante la colaboraci6n de las direcciones de empresa en esta
industria media, que a la postre aportaba dinero para la investigacicSn com5n y a quien
también el propio estado ayudaba, se han fundado en el territorio de la RepbIica Fede
ral y Berlín, y atn existen, unas sesenta de estas uniones para ¡nvestigaci6n. En 1954
se agruparon en la llamada Comunidad de Trabajo de las Alianzas de lnvestigaci6n Indus
trial.
En sus reuniones anuales se ofrecen siempre posibilidades de di6logo entre las di
recciones de las empresasy los investigadores, y muchas sugerencias se han aprovecha
do en estos intercambios de experiencias entre las diversas ramas científicas investigati
vas. La direcci&i de empresa de esta industria procedente de la artesanía, es conscietTe
de la necesidad de investigaci6n. Incluso algunas grandes empresashan montado sus pro
pios laboratorios para explotar intensamente determinados aspectos específicos proceden
tes de las investigaciones generales realizadas por las alianzas de investigacicn para va
rias firmas.
—
¿t
—
Pudiera ser que Europa —eneste campo econmico derivado, por así decr, de
la antigiedad— haya hecho por la investigcin
ms que Norteamcrica.
Los primeros
fueron los ingleses con sus “rosecirch associations”, anteriores a la primera guerra mun—
dial; también en Francia, en los estados del Benelux, en Suiza y Suecia se realizan con
éxito esfuerzos semejantes.
-
No parece pues que la faMa entre Europa y Nortcamrica se encuentre en ios
esfuerzos realizados en la ¡nvestigaci6n tecnol6gica y de las ciencias empíricas. El que
fue ministro de defensa, McNamara ha expr ado su conviccn de que la famosa expre
si&i “faMa tecnológica” entre EE.UU. y Europa esta equivocada y que la diferencia hay
que buscarla en la direcci6n de empresa.
Yo entiendo por direcci6n de empresa no s6lo la direcci6n (management) a su
mximo nivel, sino también la direcci6n interna de la totalidad de los procesos desde
la entrada de los encargos hasta su entrega: almacenaje, automatizaci6n de las fases
de fcbricaci6n —incluidos los controles de calidad— empacado, envío y Fiquidaci6n de
cuentas con [os clientes. Para mejorar esta direcci6n de empresa, en su sentido m& am
plio, los norteamericanos han creado, aplicando mtodos científicos, la llamada “inves
tigaci6n empresarial”.
Esta “investigackn
empresarial”, conocida en inglés casi siempre corno “ope—
rations research”, es ya, hoy en día, una ciencia indopendiente, una rama de la mate—
m&ica aplicada con matices de economía, psicología, sociología y aplicac6n de la cia
boraci6n de datos mediante la utilizaci6n de calculadores electr6nicos de empleo m6lti
pIe y gran rapidez.
Cualquier misin de programaci6n de la investigaci6n empresarial puede tradu
ciie en Itimo caso a un sistema de desigualdades, basadas a su vez en ecuadonas sen
cillas, en donde pueden variarse dentro de ciertos límites algunos factores influyentes.
Mediante variaciones de los citados factores se busca el valor 6ptirno de la llamada fun
ci6n final.
Y aquí he de hacer alto en lo referente a los rntodos de esta ¡nvestigacitn orn
presarial. Muchos de ustedes estcn familiarizados con esta ciencia: conocen los mato—
dos Simplex, los programas de transporte, la programaci6n dinmica por los procedimien
tos de Mcirkov, la teoría de las redes, la de los juegos estrahgicos y la de ios circuitos
de espera.
La investigaci6n empresarial se ha abierto paso en los mcs altos niveles de la
direcci6n de epresas para la planificcci5n de desarrollos a largo plazo, plcnificaci6n
de producciSn y problemas de personal; dicha investigacin sirve para dar la solucli5n
6ptima de fabricaci6n mediante las correspondientes soluciones cptimas parciales de to
das las fases, comb: compra, transporte, fabrcacin en serie, mtodos de olaboraci6n
y planificaci5n masiva, No necesito enumerar aquí todas las ramas de la economía, de
la transmisicSny explotaci6n de noticias yde las cuestiones militares, en las que se apli
ca hoy en día la invesflgacin ernprocirioi. que. en el futuro, se aplicar en forma cre—
—
-5
ciente en la administración p5blica, en la planificici6n
dados y en problemas educativos.
de ospacios interiores, de ciu
El Consejo Cientmco, 6rgano supremo de autoadministraci6n de la ciencia
alemana, ha recomendádo en el marco de su lista de iniciativas el instalar en la uni
versidad de Bonn, para el pr6ximo mes de junio, un campo especializado de investiga
ciSn empresarial.
—
Cujz daba aclararles en dos sencillos ejemplos los resultados y xitos alcan
zados por esta investigacin empresarial en la solucin de problemas de empresas. Am
bos ejemplos proceden de la vida econaSmica.
En siete fabricas custr’acas de azúcar se producen siete distintas cantidades
do aztcar por mes. En trescientos lugares de Austria se consumentrescientas cantida—
des distintas de aztcar. Hay que encontrar un sistema de transporte de camiones cuyos
costes sean los ms bajos, es decir, cuyos itinerarios sean lo m& cortos posibles. El
problema lleva a una matriz con 300+7 filas y 300 x 7 = 2.100 columnas.
Con ia aplicacin de esto método se consigui6 un ahorro deI 1 0% en los gas
tos de transporte, comparado con los resultados obtenidos por otros sistemas anteriores.
Los gastos producidos por la aplicacicSn de este sistema, para el calculo de tiempos,
con un dispositivo de eloboraci6n de datos, fueron amortizados en diez çlÇas.
—
El otro ejemplo lo tomo do la industria lactea holandesa. La leche para el
consumo interior puada elaborarse y expenderse como leche natural, mantequilla, que
so graso o no graso. Desde 1960 existe un estadó do equilibrio en el consumo de estos
çuatro productos, cuyos precios van siendo filados poro1 gobierno. Esta estructura
precio—consumose determina corno una norma Siguiendo los rn&odos de la investiga
cian ornprosarial se puede calcular cmo intervienen las pequecis desviaciones de .l
“precios norma” en la demanda y en el consumo, para lo que habr sido necesario es
tudiar durante un cierto tiempo el comportamiento dci consumidor y determinar con
ello los necesarios coeficientes para ia solucicSn¿ptirnc d este diffcil problema. La
direcci&i de empresa, en este caso la economra lactea de Holanda, resuelto este pro
blema, se encuentra en situaci6n de controlar la elaboracliSn de la leche tambi& en
el caso de modificaciones de los precios, de manera que esta asegurado el.consumo de
los cuatro distintos productos lcScteos, lo que supone una soluci6n ¿ptimc.
—
—
Con este i5ltimo ejemplo hcr,os llegado al tercer campo de investigaciSn, des
pus de la investigaciSn tScnica y de las ckncics emprricas y de la investigacin eipre
sana1, que ha de dar gran i;vpulso e la direccin de empresa, se trata de la investigo
cian de mercados para la que el Consejo Centíico ha solicirado la creaci6n de una:ra
.ie especializada en la Escuela Superior de Eçonomía de Manheim.
—
ÁlImo
En Estados Unidos se orienta, ms que en Europa, la venta hacia el mercado.
so elabora un producto para tener despus que esforzarse por lograr su consumo
y conquistarmercados,sino que se investigan de antemanolas necesidadesde un cam
po de mercados,se calculan meticulosamentelas oportunidadesdo venta y tan solo des
pus se fija el volumende una produccin que se consumir con bastanteprobabflidaf.
Esto exige naturalmente un tipo especial de vendedorque no se limite a serun mero
distribuidor de la mercancíaelaborada, sino que al mismotiempo sea investigador de
morcados para futuros productos. Estanvestigaclin de morccdo extiende susintentos
tambin a la publicidad, para cuya eficacia esnecesaria también una investigaci6n
publicitaria en la que intervienen factores psicol6gicos e inteligentes clculos. La pu
blicidad. debo no s6lo aumentarla demandado los productosconocidos, sinó despertar
en el cliente la subconscientenecesidadde otros productosai5ndesconocidos.
—
—
Es esta agresividad, que siempreincido sobro lo nuevo, lo no explorado, co
mo en la época de los antiguos poeros, la,que aspira continuamentea mayoresofica
das, mayoresgananciasy ahorrosde costes;tambien lo que puedoexplicamos el por
qu do.la ¡nnovacin, do Latransformaci6nde la investigaci6n y del desarrollo tecno
lgico en productosvendibles en el mercadoye1 motivo que hace que EE.UU. vaya
por delante de Europaa un ritmo dos o tres veces mayor. La clave parcinivelar esa fa
Ita, para cerrar esa brecha tecnol5gica hay que buscarla por una parte en la direccf
de empresay por otra en su capaddad creadora, en el licreative rnanagement norte
americano y en sus amplias corrientes informativas, que no fluyen rpidarnente encarri
ladas de abajo a arriba, sino en todas las direcciones posibles. Estos¿qu posde Ufla_
—
—
—
/
nagementII estan
en contraposi clon
con la dureccuon
empresarialeuropea, todavia
muy
jerarquizada y en la que permanecen muchasempresas. Und formade apartarsedel
verdadero caminoes el permanecerdemasiadotiempo sobreci mhmo, segin cifirmaba
—
.
.
.
.
.
—
recientemente un cientrfico alemn.
Par.ciacabar esta primera parto sobre invesfigaciSn y direcciSn de empresa qui
siera insistir a3n sobreesta importante cuestin de la personaUdadcreadora en la inves
tigaci6n yen la direcci6n empresarial. Permítanme que cito las sarcsticas definicio—
nos del investigador especialista y del director de empresa, que circulan por ahí con
cierta profusin.
Un especklista sabemuchosobre poco y finalmente no sabenada sobro todo.
Un director de empresa, por el contrario, sabe poco de muchas cosasy, final
mente, no sabe nada sobre todo.
En ambas frases se i ntroducen maliciosas exageraciones, primero en la exce
siva simplificaci6n del campo visual de un especialista demasiado compartimentado y
luego en una exagerada ampUacin del campo del director do empresa, que no puede
llegar a conocer excesivos detalles.
Señores míos, casi cada uno de ustedes, estoy seguro, ha sentido en su propic
vida profesional una evoiucin semejante en su propia persona. Períodos que unos re—
cordar& con alegría y otros con horror, pero cada uno alborga dentro de sí ambos de—
-7-
sarrollos’de la personalidad, como invesHgador especializado y corno director con vi—
sicSnde conjunto y puede sustraerse a los peligros que encierra una-excesiva dedica
cicSn unilateral, si se saben alternar los métodos y estilosde trabajo del investigador
y del director, dentro de un ritmo sano,
—
El investigador sabe, en el sector de trabajo especializado, que un problema
profundo, incluso antes de haberle encontrado respuesta,, plantea otros nuevos y ms
sutiles. El profundizar en las ramificaciones de muchas galerías secundarias, en un
trabajo hbil, consciente y coronado con la monte, puede llevamos a un rico Fii&i,—
en el que se encuentre un tesoro científico, que alumbre respuestaspara todo el pro
blema y sus ramificaciones. Pero el investigador tiene que salir fijera de su trabcjo
de galería de mino, en un período do pausa creadora, durante la cual pueda contem
piar y componer us resultados con los de otros especialistas en materias afines, desde
una plataforma de visi6n superior y do conjunto. Por esta razn, en los EE.UU.
adoptado para los científicos importantes el llamado año sabcflco en virtud del cual
cada siote años se ven libres, durante uno, de sus obligaciones y continGan percibien
do sus emolumentos.
—
—
La palabra “sab5tico” se deriva del hebreo “Sabbath” que significa dejar de
hacer algo, cesar. Pero naturalmente ci investigador realiza algo en su pausa creado
ro. Escribe un libro, hace un viaje de estudios, da o escucha conferencias, realiza
crfcas o propuestas, descansa y rccopila energías para proseguir su trabajo de invosti
gador.
El director de una empresa que, dosdo su central do mando —dondele llegan
continuamente informaciones de multitud de canales do noticias— toma decisiones do
tas m& variadas clases, hace bien en consagrarse durante aigtn tiempo a su especial;
dad. Así, por ejemplo, en el instituto ¡Viollon de EE.UU., dedicado a investigacio—
nos químicas, trabajan regularmente en sus laboratorios, algunos miembros directivos
de grandes empresasquímicas subordinadas. Así aprenden allí nuevos problemas y mo-O
demos mtodós científicos, se conocen mutuamente, conviven con los j6venes invosti
gadores, ven por sí mismossusnecesidades diarias; cuestiones para los que no dtspon&
de tiempo en sus empresas. Todas estas experiencias recientes do trabajo en frente
científico, de contactos humanos y de trabajo, vienen niuybion a los directores de es
tas grandes empresasde investigaci6n para cuando regresen a sus despachos.
—
Refrescar los viejos conocimientos y conocer nuevos resultados o métodos de
investigaci6n es fundamental para los graduados que permanecen an activo, cualquiera
que sea su especialidad y debe podersellevar a cabo en el futuro; asícomo los llarna—
dos estudios de contacto, en escuelas superiores tcnTcas.
Señores
míos: con la mcnci6n de la palabra “estudiosde contacto”, que debe
abrir paso a las fuentes de la ¡nvestigaci6n cicntífica,a las personas que ocupan pues
tos de responsabilidad con espíritu renovado, al “alma mater”, inicio la segunda parto
do mi conferencia sobre “invostigaci6n y dirección”, que he designado, ta voz de
masiado constreñidamente,como “lnvcsfigacion y enseñanza”0
•
—8-
.•
r
— e
Lo direccuonde nuestrosiovenes
estudiantesdurante una ormacion
ocadomicci
de considerabledurad6n, la combinoci6nde la actividad ¡nvestigafivo de los profesores
de las escuelassuperiorescon su actividad docente, que no s6lo debe impartir ciencia
sino formar la personalidad,debiendo preparar para puestosdirectivos en nuestrasocie
dad, son cuestionescandentesdo la reforma de estudios, de la reformade las escuelas
superiores, que en realidad s6lo son una parte de la reforma total de todo nuestrosiste
ma do enseñanza.
.‘
e
.‘
—
-
Permítanmouna mircida retrospectivaa lo historio doAlemania, desdehace
160 años. Despuésde que Ncpole6n, en 1c07; había desplazadode su posici6n do gran
potencia a la Prusiade Federicoel Grande, comenz6una reformadel estado a trav& de
los baronesvon Stoin y von Hardenborg, como exigenciasde la deshonrosaderroto. Una
de las 5ltimas actividades oficiales de Stein fue recomendara Federico Guillermo III el
colocar a lo cabezadel Ministerio do Cultura y Enseñanzaal entoncesembajadorde Pru
sia en el Vaticano Guillermo de Humbolt. Este roform6 la escuela p5blica scgin el pro
totipo del pedagogosuizo Johann Heinrich Pestalozzi, cre6 los institutos humanísticos,
ftsnd en 1810 la universidadde Berlín con la idea fundamentalde que tas universidades
deberían sor al mismotiempo lugaresde investigaci6n y d enseñanza,centrosde trabo
jo científico, así como de direcci6n de la juventud estudiante.
—
Allí enseñaronFriedrich Schleiermacher,seg5nlas concepcionesdel idealismo,
y Johann Gottlieb Fichte, el prirnerioctor de la universidad do Berlín, en sus“Discursos
a la ncici6n alemana”, abogandopor una nueva concepci6ridel estado. Cuando la ciu
dad prusianade Halle fue incluida en el nuevo reino de Westfalia, del que era rey Je—
r6nimo, el hermanoms j6ven de Napole6n, y los profesoresde la universidad pidieron
su admsi6n dentro del estadoprusianorestante, les respondi6el rey, con vistas a la fun
daci6n de la universidad de Berlín, “El Estadotiene que compensarcon fuerzasespiritua
les lo que ha perdido materialmente”.
La uni6n de la nvostigaci6n y la enseñanza,del trabajo científicamente crea
dor y de la dirocci6n de las nuevasgeneracionesacadémicas, debía de surtir efecto, en
vez de la tradicional y unilateral inculcaci6n do una ciencia escolarautoritaria, coor
dinando el cambio de relaciones entre el mundode tas personasmaduras,con su obliga—
ci6n de dar respuestaa todo y la urgentenecesidadde preguntardo los j6venes. El pro
fesor de las escuelassuperiorestenía que esforzarsepor hacersevaler en dos vertientes
como investigador, en el ahondamientoy ampliaci6n do conocimientoscientíficos, y co
mo director ejemplar de los estudiantes.
Este ideal de Humboldt, la uni6n entre la investigaci6n y la enseñanza,pernio.
nece indiscutido tambiénhoy en nuestrosaltos centrosde enseñanza.
Pero, ¿qu6 ha cambiadoen realidad y qu debe ocurrir, bolo las condiciones
modificadas, para volver a acercamosa esto ideal de la ¡nvostigad6n y de la direcci6n
acad6mica?. Ninguno entre nosotrosha olvidado el hundimiento total de
en
1945. Esocioso recordar nuestrosdesvelosy lo fatigosa que rcsutt6 la reconstrucci6ndo
nuestras universidades o institutos de enseñanza. ¿Con cuanta miseria fue nuestra in
dustria a la reconstrucclin? pues nosotros habiamos sido un estado industrial, con las
ms modernas instalaciones fabriles, en las que se alcanzaban niveles t6cnicos iguales
a los de los paíes mcs avanzados. Nos fue y nos va,ocormicamentc hablando, bien.
Poro las escuelas superiore que mientras tanto tambi& fueron restauradas y bien pertrc
chadas, no fueron simultnea y oportunamente reformadas en su cabeza y miembros, si
no restauradas en el mismo “status” que habran tenido antes de 1943. Estoresulta bien
patente en la insatisfacci6n do los estudiantes nacidos después de 1945.
—
Si nosotros en 1 945 no hubiesernos continuado cn nuestro sistema de enseñanza,
como s en los doce años anteriores no hubiese ocurrido nada, diez años rn& tardo po—
drramos haber teconocido errores y reflexionado. De muchos lugares llegan hoy buenas
propuestas para poner en marcha las transformaciones estructurales de las escuelas supe
riores, pero yo s6lo pienso en la adopci6n del sistema do departamentos en lugar del de
ctedras separadas, y considero necesario una estrecha cooperaci6n de profesores, ayu
dantes y alumnos en un senado. Un problema urgente es el del nimero de plazas para
ei creciente nGmerode bachilleres que aspiran a las escuelas superiores. Se tendré que
pensar en la creaci6n de nuevos profesores y especialidades en las citadas escuelas,
—
——
pues a pesar de la acelerada construcci6n de escuelas superiores, ya que en 1976 se ha
br duplicado el nimero do bachilleres respecto al pasado año, no se podr continuar
admitiendo al 90% de ellos, como ocurre actualmente.
En primer lugar, corresponde a las escuelas superiores dirigir a aquella porcin
de la juventud que desea una formaci&i cionti’fica y para ello ha do encontrar adecua
das soluciones
parael futuro.
El papelde la ¡nvestigaci6n
en laescuela superior cientffica ha variado mucho
en los pasadoscincuenta
años, ya que. la investigaci6ntecnohgica—emp&icase
ha desa
rrollado tanto en algunos campos que mcs bien semea una oxplosin.
La investigacin
ha tenido que romper al marco de la escuela superior en algunas disciplinas. Esto dosa
rrollo, naturalmente, necest6 nuevas formas de intcraccin entre la iniestigaci6n y la
enseñanza.
Ya Humboldt habia considerado necesarios los llamados “institutos auxiliares”,
¡unto a universidades y academias, dedicados exclusivamente a Ici investigacin.
Pero
tan soto en 1909 se profundiz6 este Pensamiento en un famoso memorandumdel telogo
berlins Adolf von Hamack, en el queproponra al omperador la fundacin de un centro
cienti fico con motivo de un aniversario de la creacion de la universidad berlinesa. Se
tratabade la Wilhelm—Gesellschaft (Sociedad omperador Guillermo) para el fomento
de las ciencias. En 1948 cambi6su nombrepor el deMax—Planck Gesellschaft. La idea
bsica era crear un instituto para investigadores extraordinarios, en ci que éstos, aparte
de sus obligaciones docentes, pudiesen profundizar en ios estudios do especialidades li
bremente elegidas por ellos. El estatuto del centro les debrapermitir la obtención de
los netesarios aparatos cieritflicos y ocupar a un suficiente numero de j6venes investiga
dores. También se observaba la norma, pese a no existir nada oficialmente legislado a1
—
—
-lo
-
respecto, de que los ms ¡avenes, después de pocos años, en los que habían sido caui
ficados con las máximas puntuaciones, deberían continuar trabajando en otro lugar.
En lo practica se creía que no sSlo el director del instituto, sino tamblin sus expertos
colaboradores buscaban a menudo el contacto con una escuela superior científica ved
no para aumentar los conocimientos do sus alumnos mediante conferencias. Por tanto
la unidad de la investigacicSn y de la enseñanza, conformo a la ¡dcci de l-lumboldt, se
practicaba también en este instituto, creado inicialmento para fines de investigacli5n.
Semejante unin de invcstigaci6n y enseñanza se produjo en algunas instituciones inves
tigativas de competencia ministerial como: economía, agricultura y alimentaci6n, y
tr6fico.
Incluso lleg6 a considerarse como un principio básico en los nuevos centros
de investigacin nuclear de Karlsruhe y Jlich.
La cooperacin entre estos tres mfl
investigadores de los centros nucleares y de las escuelas superiores vecinas llega hasta
el punto do que algunas convocatorias para ocupar ctedras libres en una escuela supe
rior, llevar anejas ia direccliSn do uno de estos centros de estudios nucleares.
Recíprocamente, el titular de una c&edra en 1a escuela superior pr6xima, que
no depende orgnicamentc del centro de investigacn,
puede uflUzor las costosas ms
talaciones de cÇste,instalaciones que no pueden permiHrse las escuelas tcnicas.
Por
tanto, en Alemania, se ha llevado a cabo desde hace ciento cincuenta años la idea
de Humboldt, pose a que en ciertas ocasiones se hayan producido algunos desvíos.
—
La situacin de la investigacin en las escuelas superiores científicas ha cam
biado mucho debido a la fundaci6n de muchos institutos de investigaci& fuera de aqu
has; así ha ocurrido, por cemplo, en lat’cix—Pianck—Gesellschaft, en centros y orga
nismos pi.blicos y en la industria. Por una parte so desviaban de ia escuela superior
aquellos campos de la investigaci6n demasiado especializados, que rebasaban los lí
mites de competencia de varias facultades o requerían instrumentos demasiado costosos;
por otra parte talos investigaciones estaban ms unidas a una inmediata aplicaci6n tc
nico en ci campo de crcaci6n do bienes de consumo o de producci6n.
—
—
Si bien en las últimas dcadas se ha hecho mucho para equipar nuestras escue
las superiores, en el futuro no se puede continuar impulsando la investigaci6n en la
misma cuantía en todas las escuelas superiores y en todas las discipflnas. Por ello el
Consejo Científico, buscando una coordinaci6n supraregional, ha recomendado a cada
escuela superior ci cultivo de determinados campos especiales de la ¡nvestigaci6n, las
llamadas esferas especiales de invostigaci&i.
Ya he mencionado la econometría y la
•investigaci6n empresarial para la universidád de Bonn y la psicología socio—econ6mica,
asi como la investigacion de consumo y mercado para la Escuela Superior de Economia
en Mannheim. Tambin bede hablar en esta parte de la conferencia de la investiga—
cian podag6gica en la nueva universidad de Kostanz. En una primera visi6n encontra
mos que las facultades fomentan sesenta y cuatro do estas esferas de investigacion espe
cial, cuyo impulso comenz6 en parte el presente año. Si se consideran los institutos
de investigacin existentes dentro y fuera de las universidades, excluyendo los laboro
torios ¡nvestigatvos do las empresas privadas, observamosuna nueva red de investigo
ci& fomentada por los fondos pibIicos, que domina los puntos clave.
11
—
La organizaci6n y direcci6n del trabajo en estas esferas de invosflgaci6n,pra
santa en lasescuelas
superiores
muchosproblemasque para nosotrossonnuevos En
este bspectopodemosaprenderdel sistemanorteamericanode departamentos,de las
experiencias
intordisciplinarias
o interfacultativas
delinstituto
Battolle,
porejemplo,
que roL5nc,
a igual
nivel,
a un qumicoespecialista
en alimentaci6n,
a un ingeniero
eñ construcciones
subterrnoas
y a un olectr6nico,
cuardosetrata de estudiar
y prove
nir lascausas
porlasqueseestropean
losalimentos
en una bodegade hormig6n
blinda
do porla que pasaun cablechctrico.Tcimbicn
podemosaprender
dolas llamadassc
cionosde invcstigacin,
“rosearchc{ivisions”, de lasuniversidades
norteamericanas,
para simplificar los procesosadministrativos, descargandode estascuestionesal que
quiere dedicarseexclusivamentea la investigacin.
—
La direccin ¡nvcstigativa dentro y fuera de la universidad implica problemas
de personal que quiero tambi&i tratar, si bien brevemente.
Unproblemamuy debatido es un factor 6ptimo en un instituto ded codo a la
investigaci6n. Esevidente que la posibilidad de contactosinmediatosentre ios cola
boradores científicos y un director do ¡nstituto, que debo ser el investigador dirigen
te, disminuye cuanto mayor os el nimero de aquéllos. Cuizs se puedadecir que el
grado do mayor eficacia científica empieza a disminuir cuandoel director del institu
to se ve forzado, por el volumen del msmo, a delegar su direcci& científica en diver
sos subordinadosy ciñe suscontactos científicos a los tenidos con estos representantes
suyos. La gran personalidadde un director do investigacionescientíficas so ponede
manifiesto
alescuchar
y aconsejar
a todos
suscolaboradores,
especialmente
a losj6vo
n es.
•
El trabajoinvostigativo.,
en cualquier
estudio,
lleva
a una participaci6n
de
diversos
especialistas,
debidoa lamultitud
do subdivisiones
que entraña,
dandolugar
al equipo
do invostigaci6n.
Al final,
lamedida,elpesoy lacontribuci6n
do cada
uno en el posible
6xitoesdifícil
de precisar.
Laspatentes,
esasirrefutables
pruebas
dc.5xito,llevan
unaserie
de nombrescomoautores,
poroci lector
no puedosaber
ni
compararen qu medidaa contribuido
cadaunode llos. Esteobligado
anonimato
por
judicaprincipalmente
al investigador
joven,paraquienes imprescindible
lapruebade
buenos resultados
parapoderseguir
adelante.
Esde muchamayorimportancia,
aveces
decisivo,
eneste caso, el dictamenpersonal
deljefe del equipo investigativo o del
propio director del instituto que en el caso de la ¡nvestigackSnllevada a cabo por una
sola persona,donde los resultadoshablan por sí solosen pro o en contra. Todoartesa
no se da a conoçer por su obra, en estatarea el joven investigadorde equipo permane
cecasi an6nimo. Sudisgustono es compensadopor la satisfacci6n interna de haber
participado en el éxito final; necesita ademcsel reconocimiento personaly el apoyo
de sudirector
científico.
—
-
—
gacn
An es ms difícil la situaci6n del loven invstiqador en la llamada 1pvesti—
de proyectos, que sirve menosa la divulgacion cVelconocimiento cientifico
—
—12—
que al logro de un importante progreso econ6mico y que casi siempre se realiza con me
dios considerables. Se entiende por ciencia de los proyectos exclusivamente lo que
norteamericanos califican en el aspecto puramente cuantitativo como “big science” o
gran investigacin.
Dicha ciencia no es ia investigacin para lograr un gran aparato,
como la que so realiza en Ginebra por los frsicos europeos en alta energra sobre un gran
acelerador de part(culcs; tampoco es investigaci6n pura, que se Caracteriza por los enor
mes desembolsos. “La invesHgoci& do proyectos” es la realizadadentro do un rígido
e interligado plan de plazos para muchoscometidos parciales, cuya meta final es fun——
ci6n de los resultados
alcanzados
en lbsobjetivos
parciales.
Algo asresladeflniciSn
dada al respecto por el profesor Wolf Hafele, director del proyecto “Reactor ¡ncubador
con neutrones rpidos” en Karlsruhe. Con este proyecto se pretende calcular, proyectar
y construir un reactor nuclear que proporcione energ(a ms barata que la actual genera
ci6n de reactores de enfriamiento por agua y que pueda ser ofrecido al mercadomundial
oportunamente por la industria alemana, compitiendo en reñida carrera con EE.UU.,
Francia e Inglaterra. En un proyecto de este tipo, en el que actualmente lleva la indus
tria el pesoprincipal, tienen que imponerse duras exigencias a los investigadores que
elaboran los aspectos ffsicos, metahrgicas y de seguridad tcnica, a su capacidad de
trabajo, a su voluntad para dedicarse ¡nmdiatamente a trabajar en otro cometido mcs
urgente, a su preparaci6n para entregar a veces soluciones a medias, que no les satisfa
gan plenamente desde el punto do vista cien tffico. Estas son exigencias que limitan con
siderablemente la libertad de ccci6n y do descanso y que ¡ncluso llegan a anularlodurari
te un tiempo prolongado. El trabajo en estos tipos de proyectos exige al laven investi
gador un alto sacrificio personal st tenemos en cuenta que permanece en el anonimato
como en el trabajo en equipo, en el que al menos no es sometido a presi6n de tiempo,
ni plazos. Porello,se necesita
en estetipo de proyectoslapresencia
de cientrfcos
de
primera filay con una grancapacidadde direcciSn.
—
—
—
—
Señores míos:he habladoen la segundapartedemi conferencia del intercam
bio cientffico entre la investigaci6n y fo direcci6n en la vida académica. Considero —
que la reforma de las escuelas superiores y de los estudios s6lo constituira una parte de
la reformab&ica en la formacin; que tendr que cudarse de la direcci& de nuestra —
juventud tanto en el aspecto do su proteccin ABQ, comoen susactividades profesiona
les yen la promociSnde sus experiencias a lo largo de su vida activa. Se tendr que:
preparar una reestructuraci&i do toda la enseñanza medianteensayospedag6gicos
a Icir
go plazo. Habrc que revisar la funci6n del bachillerato, y coordinar cursos de diversos
tipos realizados en lasescuelas superiores. Quiero hacer constar que tódos estos come
tidos de ia reforma de la formacin en general y de la cducaci6n de la juventud, han da
do lugar en su planificaci6n a una nueva rama investigativa: la llamada “investigaci6n
de la formacin”.
Ha recibido la categorra de “esfera investigativa especial” y realiza
sus actividades en la universidad recin fundada de Constanza; la Max—Planck—Gese
lIs
chaft cuenta tambkn con un instituto para este fin en Berlrn, bajo la direcckSn del so—
ci6logo Hellmut Becker, hijo del clebre orientalista Carl Heinrich Becker, ministro de
la República de Weimar y famoso por las fundaciones de las primeras academias pedag6—
gicas en Bonn, Elbingy Kel.
—13—
Realmente, la “investigaci6n formativa” o pedag6gicano constituye una nue
va disciplina investigativa, sino la cooperacic3ninterprofesional entre psicólogos, so—
ciclogos y “polit6logos” en determinadosproblemasde la enseñanza. Setrata de edu
car o los j6venesmejor y de formadistinta para renovarnuestrasociedady nuestroesta
do; se pretende producir hombresaut6nomos,que obedezcana suspropias conviccion
y puntosde vista. Mientras que los psiclogos y socilogos octon empíricamentey es
tudian al hombreconcebidoen su procesode formaci6n —esdecir, trabajan ola manga
del investigador en Ciencias Naturales—el “polit6logo” se ocupa de la confecci&i de
programasdo formaci6n, relacionandó datos científicos obtenidosno por observaci&, y
valoracicSnpropia, sino por la ¡nvestigaci6n do los otros. El soci6logo toma su proble—
m&ica de los acontecimientos de la realidad social, mientrasque el psic6logo elige al
individuo que le interesa. Con métodosde trabajo tan distintos lo cooperocin en un
grupo es imposibley tan solo la reflexicn conjunta sobre los resultadosobtenidosseparo
demente en principio puede aportar una respuestaa un problema.
—
Por ejemplo, en Constanzase realizan investigacionesque se refieren a la oc
titud frente a la formaci6n; es decir, al problemade c6moaprendenlos hombresa orga
nizar su vida y conocerel mundoque les rodea. Otro grupoestudie el éxito en los es
tudios y otro la did6ctica en las escuelassuperiores.
En el ejemplo de esta reciente ramade la investigaci6n —queseba5aen el in
tercambio de ideasentre gruposque trabajan segi5ndiversosm&odos: unosde ciencias
empíricas, otros espirituales—se ve lo difdl que resulta ya el formularcomelidos inves
tigativos de maneraque seanadecuadosa los métodosy enfoquesespecíficos pára alcan
zar una coherenciaen los resultadosparciales respectoa un nuevo horizonte total, que
nos permita sacar conclusionespolivalentes poro la direcci6n de nuestraenseñanza,en
tendida en su ms amplio sentido. La importan da de una soluci6n válida para todonues
tro sistemade formacicSnla ha expresadoel premioNobel de fíica Mcx Borncon las
siguientes palabras:
“Un gigantescosaberde conjunto —yeste sáberaumentemediante la investigaciSn cien
tífica— puededesembocaren trivialidad y necedad, si el hombreaislado, como indivi
duo, portidpa cada vez menosen ese saber”.
Mex Bom, entre cuyos alumnosen G&tingen se cuentan los famososinvestigo
dores cit6micosEnrico Fermi, RobertOppenheimery EdwardTeller, ha subrayado, al
final de su vida, la responsabilidaddel profesoren la direcci6n personalde susalumnos,
con palabrasque no perdonabanni a cSlmismo.
—
II
°
Mi
—
error ha sido el que hayan aprendidode mi metodos
de investigacton y nada mas _fl
•
.
.—
Así como la dreccin de empresasecon6micasexige la investigac6n de distin
tos discipUnastécnicas, científicas y econ6micospara, en la 5poca de la técnica no
salo satisfacer el consumode masassino tambi&i llevar al mercadonuevosdescubrimen
tos; así comoel director de empresase sometea las exigencias de la investigaci6n cm—
—
-14-
presarial para superar mejor aGn sus propios cometidos do direcc6n; así como las tareas
y mfodos de los responsables de la direcci6n de la juventud deben renovarse con ayu
da do la investigacn
científica; así también se incremento en la administraci6n, en
el gobierno, en la lcgislacin,
no s6lo la responsabilidad del fomento de la investigo—
ci6n, base de nuestra vida social y econ6mica, sino tambitn la necesidad de servirse
ellos mismosde métodos científicos para preparar, coordinar e impulsar los procesos in
vestigativos ms importantes del futuro. Cada vez se impone m6sen la administraci6n
la conviccin do que se necesita un nuevo esti lo de trabajo respaldado por ¡a tcnica
y los m&todos cien tíficos, para poder desempeñarmejor sus cometidos; entre éstos no
s6lo se encuentra la utilizaci5n do computadores, sino el “circuito de informaci6n” en
tre la investigaciSn y la diroccicn del estado y su administraci6n, entre el investigador
y el miembro del gobierno, como comisionado del pueblo, y entre el investigador y el
funcionario, como servidor del estado.
—
El parlamento alemcn tiene comisiones permanentes para ciencia, cultura y
propaganda; el Consejo Federal cuenta con la comisi6n permanente para asuntos de cul
tura. En ambos grupos de comisiones, en casosespeciales, hay puestos reservados pa
ra científicos que expongan sus púntos de vista y asesoren a los políticos. Pero estos
contactos son relativamente raros.
—
—
La Sociedad Interpalamentaria se ha propuesto ci objetivo de ser un lugar de
encuentro entre políticos e investigadores. Igualmente la “Fundacn lnvestigacin
y
Política”,
dirigida por el general Speidel, fomento esta cooperaci6n entre políticos y
científicos.
En SIlos
seestudio
lainterrclaci6n de la política y la ciencia. ¿Puede
Iimitcirse
cimargendeljuegode decisiones
de un político
porel pesode losresultado
de la invcstigaci6n
científica?
¿En qu medida puede garantizarse la libertad
de in
vestigacinen
un objetivo condicionado políticarnente?.
En losEE.UU. seha ¡nsfitui
—
do, en 1946,con laleydo energía
atmica,elComitéConjunto
de Energía
At6mica,
al que pertenecen nueve miembros del Senadoy do laCrnarade Representantes.
Los
parlamentarios escuchan frecuentemente informes del estado y objetivos de la invosti—
gaci6n nuclear.
En Inglaterra se form6 un Cornit Parlamentario y Científico del que son miem
bros muchos científicos. Los diputados son invitados en este centro a conocer los pro
blemas de la investgacin y a ser asesorados. Recíprocamente, el dontífico conoce
por el di6l.ogo con los parlamentarios la importancia de su trabajo en relaci6n con la po
lítica nacional e internacional.
—
El encuentro de la direcci6n política y de la investigaci6n científica puede
contribuir a hacer m& científico el trabajo del político y a liberarle de un encasillo——
miento ideoltSgico.
—
Quisiera descubrirlos la forma en que se intent6 poner en marcha esta corrien
te entro ¡nvestigaci6n y gobierno; que conozco personalmente por mi propia cxperien
cia en el Dundcsminisferium.
Cuando hace trece años se estableckS el germen para las llamadas Cuestiones
At6rnicas dentro del Bundesministerium, se excluy6 de antemano la invosflgaci6n at6mi
ca alemana, para emprender la creaci6n de una industria at&nica alemana sin la partT.
cipaci6n de los pocos especialistas que entonces hebraen ci país. Por tanto, el gobier
no federal decidi6, en diciembre de 1 955, la creaci6n de la Comisin Atmica Alema
na, con el cometido de asesorarel ministro federal en asuntos at6micos de importancia
relacionados con la ¡nvestigacin y empleo de la energía nuclear para fines pacíficos.
Fue algo revolucionario el poner al lado de una unidad rninisterial pequeña un organis
mo asesor bien nutrido.
La Cornisi6n At6mica Alemana, que actualmente preside el Dr. Stoltenberg,
so subcflvide en comisiones especiales y &tas a su vez se articulan en otros grupos espe
dalizados.
En estos organismos, que cuentan con unos ciento ochenta miembros, seen
cuentran investigadores do escuelas superiores o de centros de investigaci6n nuclear ¡un
fo a ingenieros industriales y electr&kos.
Para conseguir los mejores resultados cada
tres años se producen renovaciones en los componentes. Este sistema de asesoramiento,
por el coñstante contacto entre investigcici6n, desarrollo y administraci6n ha produciçlo
frutos ¡nsltos hasta hace poco; por ejemplo, nos ha ayudado a ahorrar dinero y en vis
ta de su xito se ha extendido a la ¡nvestigaci6n espacial, naval y de elaborac6n de
datos.
—
La Comisin Át&nica Alemana ha tenido decisiva participaci& en la confec—
cian del Programa Quinquenal Atmico para el periodo 1968—1972, promulgado por el
Gabinete Federal. Rcsolvi las discusiones sobre ci empleo de diversos tipos de reacto
res todavía en uso, que debían utilzarse en la llamada “estrcitcgía de los reactores”.
El profesor Hfcle y sus colaboradores han prestado al gobierno federal un gran servicio,
especialmente al Ministerio de ¡AsuntosExteriores, en la crítica objetiva y detallada
del primer proyecto del pacto de no proliFcracin nuclear; han propuesto un control ba
sado en conceptos científicos que se ¡imita al llamado “Flujo de materiales fisibles” den
tro de un centro fcnico nuclear, pero que renuncie ci que se publiquen datos de produc
cian que no son necesarios en aboluto para el control del ctado flujo. En la Organiza
cian Internacional de Energía At6micc de Viena, conla que la Comunidad At6mica Eu
ropea quiere fh-mar un convenio, con objeto de convertir en realidad el control nuclear
preconizado desde hace tiempo, la República Federal ha presentado can éxito planes
elaborados con los científicos de Karlsruhe, para analizar de los sistemas de control y
aparatos correspondientes, que simplificarían y abaratarían el costoso sistema de inspec
cion.
—
En cuanto a la elaboraci&i de datos desde abril de 1967, se ha puesto en mar
cha un primer programa para el fomento do la invcstigaci6n y desarrollo de la industri
alemana; adem& se impulsan proyectos para el empleo de la elaboracin de datos en la
adrninistraci6n p6blica, en la oficina de prensa e informaci6n, en lade registrode peten
-16
-
tes y en la de asuntoscriminales. Ultinimentc, el ConsejoTécnico ha recomendadola
adopd&i de un nuevo cursoen la escuela superior: el do ¡nformtica, ya que careccmbs
do personasdedicadasa esta rama tan ttil a las industriasb6sicasen general . No ne
cesito decir que la elaboraci6n de datos sustituir a la inteligencia humanaal igual que
las m6quinashan sustituidoa la fuerza musculardel hombre. El Club de Ajedrez del
Instituto Tecnolgico do Massachussott,la escuela superior técnica rn& avanzadade los
EE.UU., consideracomomiembrode honor, no a una personalidad,sino a un computa
dor capaz de jugar una partida do ajedrez.
—
Sobre el deseode sor asesorado en cuestionesdo investigaci6n especializada,
el ministro federal Dr. Stoltenberg y el canciller han fundado, en noviembrede 1967,
la Comisi6nAsesorade Política Investigativa, a la que pertenecenprestigiososcientífi
cos. Su cometidoes ocuparsode problemasfundamentalesdel fonento y cooperaci6n
tanto nacional como extranjera, en la investigacin y greduacin del orden de impor
tancia de los problemas,en funci6n de su urgencia, intercambio de opiniones, críticas
y experienciassobre rnitodos tccnol6gicos.
A corto plazo seestn iratando cuestionesque afectan a los camposdel desa
rrollo tcnco en transportesy trcfico. En los línites entre la biología y la tcnica, la
llamada bi6nica se esperan soluciones para cuestionesde interés pi5blico: para el mun
do de la hgiene, la srntesisde productosalimenticios, y la medicina y la informaci6n.
A mayor plazo, se trata de lograr lo que ya en 1943 ci profesorFlechthoimdo
fini6 como la investigacin del futuro.
Quizás alguno de ustcdesha leido o cil menosdado un vistazo al libro de Ro
bert Jungk y HansJosof Mundt, “Nuestro mundoen 1985”. En este libro los autoresro
cogen cien colaboracionesde científicos y fcnicos do todo el mundo;so trata do una—
traducci6n al alemn de lo publicado en 1969 por la revista inglesa “New Scientist”.
En ella los científicos interrogados, dejan coryersu fantasíasobre los progresosque en
sus respectivasespecialidadescreen que se logrardn en los pnSximosveinte años. En es
to debía omplearsela fantasíaen.el sentido preconizado por Goethe, “marchar hacia
las cosassupuestas,sospechadas,con la escala do lo conocido y do lo real”; es decir,
algo asi como ciencia ficcion 1
—
En Francia, inmediatamentesubordinadoal ministro presidente, trabaja el
“Grupo 1985”. Inglaterra ha constituido “El Consejo para los prSximostreinta años”.
—
.—
1
—
El gobierno lapones
impulsatombienla
futurologia
practica
y no lelos de Tokio.coris—
truye una gigantesca ciudad investigativa de apficaci6n industrial y bsica. En EE.UU.
se ¡mpulsaigualmente la “futurología”.
—
La industria japonesaha comprendidoque lo melor formade evitar el retraso
tccnoi6gico frente a las otrasnaciones industrialesno puede bascirseya en el procedi
miento de comprarpatentesextranjeras, componeruha solucin comparadadel estudio
de estaslicencias y lanzar así despus, como propio, al mercadomundial, un producto
—
que ya había sido suficientemente probado lo que indudablementesuponíaun ahorro
considerable. Ahora que susproductosllegan ya al mercadoen condicionescompetiti
vas, no s6Io de precio sino tambi&i de calidad, la industria japonesatiene que profu
dizar ms en la ¡nvestgaci&i científica pura, para lograr productostotalmente nucv
y propios. Los japonesesambicionan situarse, para 1980, a la cabezadel nueve’rnun—
do tecnol6gico.
—
En nuestropaís,cn.Duisburg, existe la “Sociedad de Futurología”, en que par
ticipa el profesorWerner Holste, con la finalidad de analizar, en principio los datos
del futuro comprendidodesdenuestrosdías hasta 1975 ¿1 980.
—
Igualmente contamoscon el”Centro Berlin& para lnvestigacicSndel Futuro”,en
el que figura el profesor KoeIlo, director del, “Instituto Técnico de Viajes Espaciales”
de Berlín. Su divisa es “ayudar a construir un mundomejor para hombresmejores”.
o
El r’.risico y i losopro Carl Friedrich
von Weizsackeren su conferericia—aniversci
rio de “La Liga de Amigosde la Ciencia Alemana” ha.explicado por qu prefiere la
expresi&i “Arte de los pron&ticos” en lugar de “lnvostigac6n del futuro”, y define c
mo el arte de lo verosiíiiil, al igual que la política, lo es de lo posible. Anteriormen
te expuso que la capacidad do predecir con acierto significa fuerzci, una fuerza de la
que se derivaba suerte o dosgrack!en la Antigfiedad y en la EdadMedia, segin las
predicciones de astr6logosy augures.
—
Veizs&kor ha expuestoen otro trabajo anterior sobrediversosteniasde la tc
nico, sus pensamientossobre Ici evoluci6n del mundoa largo plazo. Citaremosalgunos
de ellos: Por ejemplo, considera que los problemas de trco
encontraran una solu çin
definitiva el díci en que la técnica consiga la utilizaci6n de toda la superficie torres
tre. Por lo que se refiere a las fuentes de energías, croe que la funci&i del hidrgeno,
•
1
1
la llamada 1 ¿lomesticacion
de la oomba
do hidrogeno podria
resolver para siempre el pro
bloma de la provisi5n de energía. A las técnicas de toledirecci6n, elboraci6n de datos
y automatizacSn las ca4Fica Weizsckcr como de segunda potoncki, porque en oste ca
so no sSlo se trata de maquinas, sino de maquinas que se autodirigen, la llamada “mci—
quina—direcci6n”. Así entendido, en el marco de mi conferencia, la ¡nvestigacin so
bre elaboraci&i de datos sería al mismo tiempo, “1nvestigaci& sobre tcnicas de direc—
ci6n”, abarcando tambin ior ejemplo ci papel del computador como ayudante del in
vestigador, corno compañero de dialogo, que fuerza al hombre a formular cada vez rns
sutilmente sus ideas. En el probioma dal tr&ico, la tcnica de teledirecci6n, segtn
Wc,zscickor, proporcionarla invisibles carriles radar ¡ con lo que la carretera podria
llegar a sor algo tan rígido comoel carril. En general, nuestro mundo llegaría a ser,
con la aplucactonde estas tecnicas de toiedircccion un mundo mucho mas previsible de
lo que hoy es. La biología aumentarc la edad del hombro. Hacia finales del actual
milenio tendremosquizs seis mil millones do habitantes sobre la tierra y un siglo m&
tarde ser&i veinte mii millones. Portanto, hay que frenar el crecimiento de la huma
nidad, si no queremosllegar a una cat&trofe.
La investigacin y la direcci6n científi
•
—
—
ca con un sentidode responsabilidadsocial tendrcn que abrir nuevoscaminosque favo
rezcan la valiosa sucesin generacioñal. Scgn la opini&i de Weizscker y otros mu
chos, es imposibledejar estosproblemassin resolver.
Enrclaci& con los problemasmundialespermítanmoseñalar cuan ¡mporlahto
es el proporcionaruna ayuda eficaz y racional a los paisessubdesarrolladossLa pala
bra Biafra es suficiento para evocar en nosótrosterribles limitaciones hurnariasi Se ten
dr que aplicar algin trabajo de investigacliSnpara roaRzar con éxito esta polítka en
concordoncia con la ayuda prestadapor otros países. Dada la gran importancia de es
te problemase ha previsto en la nueva universidad de Bochumuna ramaespecial para
política y desarrollode la ayudae los paísessubdesarrollados. No ser suficiente. Nc
cositaremos una especie de estadomayor civil a nivel internacional, para traducir los
resultados do la investgacin en soluciones pr&ticas, para que dicha ayuda no llegue
demasiado tarde y para que en ltirno término consisteen una ayuda para “ayudarseasí
mismos”.
—
.—
•
II
•
.—
II
Llego auno observacionfinal sobreel toma Investigacion y direccion , en el
que tambin he consideradolos problemasde la direccin de la investigaci6n y los pro
blemas do ¡nvestigaci6nde la direccin. Al comienzode mi conferencia ya ct6 esf
observaci6n. Se trata de una advertencia dirigida a la personalidaddel individuo. La
¡nvestigaci&i del hombresobresí mismo, las preguntasque l mismose hace, lo llevan
a su autoconocirnionto, lo que os necesariopara que se conduzca responsablemente.Pc1
ra defender la libertad personalen un mundoen el que a menudola ¡nvestigaciGncien
tífica ontraa desviacionesy peligros en su aplicacin, cada uno tiene que aspirar a un
grado tal de conciencia, a tal visi&i de conjunto científico, que pueda gobernarel coni
portamiento del propio yo incluso contra las seduccionesdel poder.
La totalidad del saberen el individuo, que por sí mismase basaen la honra
dez de preguntasy respuestas,es la conciencia. Y esta conciencia personaldebiera
caracterizar especialmenteal investigadory al director, en oste riiundode investiga——
ci6n científica y de su aplicaci6n, constituyendosu ms íntima directriz, su cortejo por
sonal.
StewDa.1i1üOtMFit
1
CESEDEN
flIBLIOGRAFIA
(Libros y revistas ingresadosen la Biblioteca-de
este Centro desde la pblicaci6fl del Boletín
de lnformaci6fl nirn. 36)
—
Junp-JsliO,
1969
BOLETR’ DE INFORMACION NUM. 37
LIBROS
AUTOR
TITULO
En bromay en serio
Luis Cano Portal
Temas militares
Federico Engels
Obras completas, tomo 1
Albert Camus
La Monarquía en el siglo XX
Sir Charles Petrie
El españoly su complejo de inferioridad
Juan J05 L6pezlbor
El poder político y la libertad
Angel L6pezAmo
Textos sobre España
M. Menndez Pelayo
Obras completas. Ocho tornos
Jaime Balmes
Los mil díasde Kennedy
Arthur Schelesinger
Don Quilote. Cuatro tomos
Mguel de Cervantes
No ftie posible la paz
Josa M. Gil Robles
España, 1808—1939
RaymondCarr
Deustschland, Allemagne, Gerrnany
La realidad alemana
l-elmut Amtz
Stratogiç Terminology
Urs Schwarzand L. Hadik
La campañade Andalucía
J.M, Martínez Bande
Estadística de transporte. Dos tomos (Mreo y
Marítimo)
Instituto Nacional Estadística
REV1STA5
ESPAÑA
Africa, ntm, 329, mayo 1969.— Los peligros de la nueva Africa.— El Monasterio de
Santa Clara, en Tordesillas. Un valioso muestrariode arte arabe enquistadoen el co—
raz6n de la viola Castilla. Los confines: III: seis oass marroquíesy uno argelino.
1 2 de abril: Treinta añosdo paz.— La rctrocesi6nde Ifni, aprobadapor el Plenode las
Cortes. En la provincia españoladel desierto.— La política exterior de España,biso
gra euroafricana. La visita ofidal de Castiella a Argelia.— Actucci6n de la Guardia
Civil, de la Marina españolay de las fuerzasaireas.— Tampocohubo acuerdo en Mon
rovia sobre la guerra de Nigeria.- Ghana: El relevo y la espera.—Españay Argelia.La cooperaci6nargolo—sovitica.— Rcgres Caetano.. El vaje del ‘1premior por las
provincias africanas °iueapoteosico.— Una manoprovocadoraen Lflano.— El vicie del
rey Husseincomo portavoz de todos los rabos.— Crisis iraquí—persaen el Golfo Parsi—
co.— Nasseramenaza con arrendar el Canal de Suez a la URSS.—Peligro rojo y aman
lb en la PenínsulaArbiga.— La riqueza hidroekctrica africana.
—
—
—
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íevistaAeronuticcyAsfroncutica,
ni3m. 3411 abril 1969.— Mosaico mundial.—Mi
sliSn: Apoyo areo antisubmarino,—“OVNI” ¿sí?, “OVNI” ¿no?.— Tema:Círculac6n
area”. Problema:“Saturaci6n do aeropuertos”. El Junke JU—87“Stuka”.— Ayer,
hoy, mañana.—lnformcci6n nacional.— lnformaci6n del extranjero.— El futuro de la
OTAN.— La creciente amenazaal flanco meridional de la OTAN.— Algunas conside
raciones sobreel avi6n de apoyo tctico ideal.— La ciencia y el “Concorde”.
—
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RevistaAeronáuticayAstronutica,
mayo1969, nim. 342.— Mosaico mundial.—¿Re
quiere la lucha antisubmarinanuevosconceptos?.—Lospilotos de líneas aireas se rei—
nen.— La vida secreta de Waltér Mtty.— Guerro electrnica (1).— De la Rbida a
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cional.— lnformaci6ndel extranlero.—Las fuerzasestratégicasy aéreasde la China Po
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deral Aler1ianay Holanda.— La RepúblicaFederalAlemana elige el sistemaMafra de
frenado para bombas.—“Concrete Dibber’8omb (Aire—Superficie). Informaci6ngeneral:
EE.UU.: El Departamentode Defensa.—El Ministro italiano de Defensaconfirma en el
Senado la necesidadde reforzar las FuerzasArmadas.—El General Beaufreopina sobre
la eventualidad de una guerra entre China y la URSS.
Ejército, núm. 352, mayol9ó9.Ladefenscoperativadel
territorio (D.O.T.).— Po
lítica de personal.— Artillería cohete.— El misil en lo lucha C.C.— Sistema de asce
sos en el Ejército.— El carro de combate “Leopard”.— Her6tdica de las Os, Us.
Ef
Jap6n.
España, la apestada.— La tenaz oxpansin rusa hacia occidente.— La OTAN:
Evoluci6ny futuro de una alianza.
Terminología, denominccin y catalogacin de la
cartucheria metalica.
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lnformacinComercialEspañola,
nGm. 1155, 22mayo 1969.— La situacicn del Franco.
E! comercio exterior en abril.— Strauss en el Reino Unido.— La inflaci6n, los-,pobres y
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lnformacicSnComercialEspañola, ntm. 1156, 29 mayo 1969.— Incentivos a las exporto
ciones industriales.— Dificultades en el Reino Unido-y Dinamarca.— Las Naciones Uni
das ye1 problema de la poblackn.— Rl Bundesbank, guardin del morco.— Noticias
econSmcas y financieras.— lnformacbn de mercados extranjeros.
lnforrnacicnComercialEspañola1
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ciones industriales (II).. Discurso del Ministro de Hacienda en la inauguraci6n de la
XXXVII Feria Irternacional de Muestras de Barcelona.— Carli propone tipos de cambio
internacional mas flexibles.
Reino Unido: La economia britanica cara a 1 970.— Fran
cia: Incremento de las reservas monetarias.— Noticias econ6micas y financieras.— In—
formaci6n de mercados extranjeros.
—
—
lnformaci6nComercialEspañola,
ni5m. 1158, 12 junio 1969.—Un examen de la econo
mía española.— Discurso del iVinistro de Comercio en el acto de apertura del II Corigre
so Hispano—Africanode Cooperacin y Comercio. Las exportaciones de la CEE en 1968
Francia: Urge la reforma de las industrias estatales.— Canad6: Señales de alerta, segin
la OCDE. Notcias econcmicas y financeras.— lnformaci& de mercados extranjeros.
—
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lnforrncici6nComercialEspañola,
núm. 1159, 19 junio 1969.— Lo balanza de pagos de
1968,— Francia: Elevack5n del tipo de descuento.— Reino Unido: Mejora de la balan
za de pagos.— Noflcias econ&nicas y financieras.— lnformacTn de mercados extranj
ros.
lnformacinComercialEspañola(mensual),
ntm. 428, abril 1969.— Un modelo para la
economía española. El problema de lo sociedad moderna. La política econ6mica y
financiera en los países miembros ye1 papel de la OCDE.— El problema do las preferen
cias arancelarias en favor de los países subdesarrollados.— Política de precios agríco
las en los países de la OCDE.- La OCDE y los problemas de la energía.
La coopera—
ci6n europea en el campo de la energía nuclear.— La expansi6n del turismo en los paí
ses de la OCDE. La OCDE y la economía española, diez años después.
La agricul
tura a travs de los infórmes de la OCDE.— La OCDE y la industria.— Los informes de
la OCDE y la política monetaria.— El sector público y la economía española.— El co
mercio exterior español en los informes anuales de la OCDE.— Informe de la OCDE so
bre España.
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ALEMANIA
SoldatundTechnik,
mayo 1969’.— La política alemana de armamentos y tccnica de
defensa.
Las maniobras de invierno del ejército ruso.— El avi6n de transporte a la
zona de combate del futuro.— Las propulsiones de los vehrcu los acorazados actualmen
te yen e1 futuro.— La ametralladora anfarea gemela MK2O Rh202.— El rogmento
italiano Serenissima”.
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SoldcitundTechnk,
junio 1969.— El oficial en nuestra poca.— La organizacn
ra—
diomtrica de la segunda guerra moridial— Los carros grua rusos.— La construcci6n
naval mflitar rusa entre 1958—69.— Los mótóresde gas caliente.— Las armas de cañan
rn5ltiple de gran rendirniento
—
Wehrv6ssenschaftlkheRundschau, ma4o 1969..— La Wehrmacht y las SS.— Seeckt en
la crítica.— La empresa “Schlusstein”.
ESTADOS
UNIDOS
AirUniversityReview
(edic. hispanoamerkana), Vol. XIX 4, 1969.— Conceptos filo—
sficos bsicos de la Academia de la Fuerza Mrea de los EstadosUnidos.— El progra—
mci accidniico de la Academia de la USAF.— El programa de formaci6n de Mandos y
entrenamiento militar.— Laboratorio de ¡nvestigacin Sam J. Seilor.— El mando de en
trenamiento ci&eo mira al futuro.
Programa de entrenamiento de ayuda m ¡litar.— Co
mentarios sobre la fuerza aérea: Las técnicas de reclutamiento moderno.— Defensa ae—
rospacial y seguridad nacional.— Defensa arca global mediante movilidad.— El aspo
cio: La Irnea de frente de defensa hoy en dia.
—
Aerospcicelntemational,
mayo—junio1969.— El jaguar.— Se levanta el tel6n de la
,,VllI
Feria Internacional Acrea de Paris. El ave fenix con futuro.
Se busca un
sistema equitativo para la adjudicacin de rutas areas internacionales.
La Guardia
Nacional: La milick volante de EE.UU.
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TheLogisticsReview (pub.norteamericana),rnarzoabril,
1969.— Anlisis
de fa estructura de costos de una empresa de transportes por camiones.
estadrstico
—
!vlitaryReviaw,
(edc. hispanoamericana), mayo 1969.— Proponiendo una posible Or
ganización Regional USA de actividades extranjeras.— Ayuda militar para América Lo
tina.
1-lagamoscaso a los avisos.— El Pacto de Varsovia.— Tuchachevsky: Un revolu
cionario dinmico.— El fracaso de la estrategia global de EE.UU.—Fortificaciones en
el teatro de operaciones.— Jap6n...
para 1970.— Precursoresdel Blitzkrieg.- Caba
lbs parci
Vietnam.- ElEjrcitoRojoen la frontera bvara.— La bayonetai. Foro del
lector.— Notasmilitares.—Libros
de actualidad.
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—5-
U.S.NavalInstitutoProceedings,
abril 1969.—El ilusorio objetivo do la no—prolifera
ci&i.— El instructor navaldelVietnam.— El servicio militar universal ruso. Un pas6
hacia el S.O.— Vktoria al ms fuerte.
U.S.NewsandWorldReport, 12 mayoi9ó9. Francia
después
de DeGaulle.—El fu
turo del crecimiento
económico
europeo.—
El podercrecientede Rusia.—
La iltima bs
quedade únarutaporl noroeste.
U.S,NewsandWorldReport,19mayo1969.—La “nuevaizquierda”en acci6n.- La
crisis recilsobrolos‘1campus”—
Regreso
del hombre
blancoa lasantiguascolonias.
U.S.NwsandWorldReport, 26mayo1969.—
C6moNixonestaintentando
terminar
la guerra.—El planparanuevosimpuestos.—
Otro objetivode la “nuevaizquierda”e
las fuerzasarmcidas.—
Losproyectos
parala pazen el Vietnam.—El proyectode de —
fensaanti—misiles:
susprosy contras.
U.S.NewsandWorldReport,2 ¡unio1969.—Lasactuales
oportunidades
parala paz.—
Despus del Apollo10: unamiradaal futurodel espacio.—
Porqu losestudiantes
cc—
tt5ancomolo hacen.—
Aumentan
losataques
contraiainvestigacin do armamentos
en
las universidades
de EE.UU.—Dondeel FiscalGcnerdlexponela relaci6nentreios—
SDS(estudiantes
prounasociedad
democrctiça)
y la violenciauniversitaria.
—Inconve
nientesde realizarcomercioconunanaci6ncomunista.—
Furorsobrerazae fndi-cede
inteligencia.—Salarios,precios,huelgas.—Lascambiantes
EE.UU.—Lafilosofra
del juez Burger
sobrela justiciaen EEUUL—Lóscnsorcios,formadovidaen el Ja —
pon,
tJ.S.NewsandWorldReport,9 junio 1969.—Señales
de recesinen losnegocios.—
Losproblemas
de la guerradel Vietnamseahondan
cuandoNixonsodirigea Midway.Lo queencontrarel Apollo11.—Loquenosmuestra
la victoriade Yortysobrelospro
blemasdo LosAngeles.—
LosobjetivospolíticosdeWallçicopara1972.—La poluci6n
una crecienteamenaza.Loquesoestahaciendosobroolla.— La conducci6n
en esta
do do embriaguez
en Inglaterrci.—
Cómoresolverlosproblemas
de trdfico.—Ahorason
los turcosquienes
no esténcontentos
conEE.UU.
U.S.NewsandWorldReport16 junio 969.—LosplanesUSAdespués
del encuentro
en id:y.— El dilemavietnamita:unainterpretaci6n
de primeramano.—Nuevos—
desSrdenes
en beroamrica.—El porqu do lasrevueltas
en todaslaspartesdel mundo.
—
C?u eslo querealmente
marchamalen losColegios.Unarespuesta
do unestudiante
activista.— Laestrategia
de RusiacontraUSA.—Frenarloscrditos: quienresuli per
judicado.—ParaunaAmrica conproblemas:
Conferencia
del Presidente
Nixon.—Un
balancede la guerracivil de Nigeria.
FRANCIA
L’Arme, núm. 85, marzo 1969. El ejrcito de tierra en el aparato mlitar franc&.
El tiro nocturno de los blindados.— El regimiento de carros de combate.— Combate y
vida en los carros cerrados. Jerarquía y ascenso.— Un cuerpo militar.— El seguro en
los transportes por aeronaves militares.
Las operaciones militares en el Vie•tnam. No
ticico brevos, Ecos
—
—
cbrfl 1969.— La especialidad alpina.— La Escuela do ApUcad& de Infante—
rk,
Los C.ficiaies de Reserva (Complemento): efectivos y nccosdades, instrucci& y
porftccioncimiento, eficacia y rejuvocimiento de sus cuadros.— Creaci6n de las Unida
!o: do chcjuo.
A -opsito de los Suboficiales.— RefLexiones sobro su roclutamiont
y futuro. El problemado su formcicin y oriontacin.
La Escuela Militar de Estrasbur
jo: Misi6n, organizacin,
plan do estudios.— El sistema de arma MILÁN (arma contr—
ccirro pori-&i!, conjunte franco—germana).— OrganizacTn do las reservas en USA: Los
dos componentes do las reservas (Guardia Nacional y Ejrcito de Reserva).—Las dos ca
togorías do reservas. Las Unidades do la Reserva Activa.
Lh/..rre,
—
—
L’Armée, mayo 1969.— Mando y Transmisiones: evoluci6n y perspectivas.
Las transmi
dl ALAT,— El servicio de escucha.— El cifrado.— El servicio de Transmisiones
del Ministerio del Interior.— Lo estaci& Hertziana ligera “Ecureuil.— El T.RA.P.
1 3,. Material de transmisiones.
—
—
BuHetin TechniqueduGaneMilitaire,
lcr. trimestre 1969.— C6lcuIo de las conduc—
oiRe
los acuartelamientos.— La onda de choque nuclear y su sirnulackSn.
Revue de DfeiseNationale,
mayo 1969.
Empleo de los diferentes sistemas de fuerzas
en el cuadro de !a estrategia de dtsuasi6n.
Las masasde granito: Napolean y lo heren
cia institucional de la Revoluci6n.
La administracin en las Fuerzas Armadas.— La u
tuaci6n jurídica del medio marítimo.— Progreso y vicisitudes de la India.— Algunas ob
servccioneS sobre la revoluCfl cultural china.
El grado de avance tcnico de China
en 1968,
Para una gestin moderna de los aprovisionamientos.— Europa en transici6n.—
Ac;uaLidad econmica; El oro y los cambios.— El 10 de mayo de 1940: La preparaci6n
de une derroto.
—
Rovue de Dfer.se Nationale,
juniol969.— La política francesa do ¡nmigraci6n. Refle
la JTca
cultural.— el Ejrcito del Aire: realidades y perspectivas.— Poli
fico ndustfial de ceronutica.
Armamento, estrategia y táctica.— La geometría varia
una ro.’iIidad tcnica al servicio de la Defensa Nacional
El motor de avi6n fran
c& ¿ha encontrado su ocasi6n en el mundo?.— La revoluci’5n tunecina.— El IX Corigre
so de Partido comunista chino. Sombras y luces sobre Laos. Napole6n y la retaguar
r
dic.
ohnca y Diplomacia: Los EstadosUnidos y lo Union ovietica.
Actualidad
Econrnica:
La situacin do el Reino Unido. Ciencia y Tcnica: Los comienzos de la ex
plotocin minera de los océanos. Victoria francesa en Waterloo.
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ForcasMriennes, abril 1969.
La operaci6n Point Blank” contra la industria alema
na (1943—1944).— Algunos recúerdos y leccIones sobre los problemas de material a&eo.
Para una escuela preparatoria de suboficiales del Ejército del Aire.— Pjoros de abril.
(Errores de la inforrnoci5n).— El servicio de alerto del E.A.— Las fuerzas aéreas de la
China Popular.
ForcasMriennesFranaises,
258, mayo 1 969.— El rearmamento de los aviones de
bombardeo medios franceses sobre el B—26“Maranders (1943—45).— Partidpacin del
Ejército del Aire en un problema nacional: los transportes urgentes mdico—quin5rgicos.
Aviones militares sobre las autorutas francesas, como pistas de ensayo.— La Oficina Nc
cional de Estudios de lnvesflgaciones /Aerospaciales.
Forcas Ariennes Françaises, nrn. 259, junio 1969.— Industrias aeronuticas francesas.
Los grandes constructores: Las actividades de Sud—Aviation. Las actividades de A.M.D.
de los “Mirago” a los ‘Mcrcure”. Nord—Aviation: una producci6n bien equilibrada. La
produccitn de Brguet—Aviatión.— El sistema de navegaci&1 y de punterra del Jaguar.—
Las actividades acrospaciales francesas. Aspectos técnicos del vuelo hipers6nico.
—
Cp—
LaRevueMaritirne, núm. 265, mayo 1969.— La evoIucin del material naval.—
niones respecto a la Conferencia Internacional sobre el arqueo.— Pequeñas unidades
navales lanza—ingenios ¿por qu no?.
Determinaci6n de la velocidad de navros en
el mar. Estudio de las cualidades marineras de un helic6ptero.— La radio y el radar
desde sus orrgenes hasta 1945.
—
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—
RevueMilitaireGnraIe,
mayol969.— El general Eisenhower primer Jefe Supremo
de las Fuerzas Aliadas en Europa.— El tercer mundo de China.— Hacia uno Europa uni
da.— Una amenaza para las Fuerzas Navales de la NATO.— El fracaso del pacto de
Locamo.— El papel potencial de las Fuerzas Armadasen la poli’tico exterior.— Estrote
gia naval en el MediterrSneo.— La campaña de Libia.
INGLATERRA
AdelphiPapers, marzo 1969.— El problema atico de la estrategia moderna.— El control
de armamentos: incremento y perspectivas. Tecnologra, polflica y estrategia.
La in
tervencin de las grandes potencias en el mundo moderno. Las normas estrahgicos de
la guerra revolucionaria.
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—
Survival, junio 1 969.— Seguridad a través de limitaciones.
Oriente Medio: Israel y
los 6rabes. La retirada de Gran Bretaña.— Un cambio para Europa.— Las fronteras que
nosotros defendemos. La Conferencia del Consejo del Atlntico Norte.
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—
RivistaMarittima,
nim. 5, mayo 1969.
Esencia operativa de la guerra.— Aligeramien
to de la Artillería.
Examen de problemas navales.— El ordenamiento marítimo y portua
rio francas. — La batcla naval anglo—holandesa en las agucs de Livomo (14 marzo 1653)
Las ‘Bcndras de Conveniencia” en el traficó mercántil mundial y en el italiano.— La
runin
del comt de los 18 paraoi desarme.— E[royocfo
americano para el sistema
antimisil.— Los incidentes de la frontera chino—rusa.— Waliops Station.— Notas del
mes: El riiorcado do los flotes. A) Cargameitos secos. B) Cargamentos líq udos.— Acti
vidad hidrográfica operativa en el Vietnam.— Nave petrolera con plataforma de oteril
zae para holic6pteros.— Un nuevo astfllero naval en construcci&i en USA.— Tubos a
prosicnes ininflamables para naves.
Relieves del planeta “Venus”.
Ri’,dstaMcirtttima, nim.6, ¡unio 1969.— Gran Bretaña: El Libro Blanco de la Defensa
1 969. — Los proyectos para la transformaci6n de unidad del tipo “Gusano” en bu
ques de guarra y del “Bolzano” en buque con catapulto lanza—aviones y transporte ve
loz.— La marina italiana en el lago de Gorda 191 5—13.—Dimensin humana del mar.—
M6todo y Lógica.— El XX aniversario de la firma del Pacto Atlntico.—
Avi6n de reco
nocimion to estadounidense derribado por Ios nortcoreanos. — La Conferencia cuatri par —
tito sobre el Oriente Medio.La aeronutica
militar soviética.— El mercado de los —
flotes,— Cargamentos secos.— Cargamentos líquidos.— Medios de propulsi6n para ciero—
deslizadoros. — Una interesante tcnica constructiva en las canteras de Avondale.— In
vestigaci6ri de procedimientos de elaboraciones industriales en el espacio.— Antenas
gigantes extensibles para satélites de comunicaciones.
RivistadiPoliticaEconomica,
marzo 1969.— Productividad y progreso tecnol6gico en
la industria chilena. — Observaciones sobre la inflac6n monetaria en las economías po
co desarrolladas.— Algo ms respecto ci la evasn
del impuesto de riqueza mobiliaria.—
RvistciMilitare,
marzo 1969.— Lci artillería en el combate.— Las reservas en el com
bato defensivo.— La acci6n de frenado en Zo. Fr. yen ZS.— Correlaciones entre fue
go y movimiento y entre las diversas especies de fuego en el mbito del Grupo Tctico
de Infantería a nivel del Batall6n. — Posibilidad de exteñsi&i al tercer grado de la ca
dono logística do un 6rgano ejecutivo del tipo secci6n RRR.— La formaci6n de cuatro
oicialcs
en spe de las diferentes Armas a la luz de nuevos programas de instrucci6ri. —
Dci método.— Funcin militar y conciencia civil.— Una antigua y memorable batalla.—
TCol, del genio, Celestino Scchero “El arsenal”.— Los astronautas: “Invitados de la humanidad en el espacio”.
PORTUGAL
RevistaMilitar,
abril 1969.— Recordando: A prop&ito de la D.C.T.—
rra de los Sois Días.— Los Hospitales Reales Militares.
Sobre la gue —
-9-
RUSIA
RevueMilitairoSovietique, mayo 1969.— Audacia, perfecci6n, tiro, en al combate
arao.— Loshombrosdo T primerahora do la aviacin sovitica.— Despeguevertical.
“Dnos’ina organizac6nde revolucionarios”.— Ia Vigilancia, precepto de Lonin.
La UniversidaddeKdzan.— Vigilcirido la paz en el Mediterr&eo.— Elementosesendc
los del sorvicio on’.dmpaña. El’ Grupo de Artillería en Ici Defensade Costas.— En
intcrs de la seguridadeuropea.— La experiencia de la guerra ci 756 Regimientodo
infantería Acorazada en,Berlín— G.M. !t: La ruta de! Mar del Nórte (1944).— Ero
i1igo personaldel Fhrer.— El EstadoMayor General ruso durante la G.M.ll.—
Los
avntu’reros de Pekín
se.desenmascaran.—
Siemprecon ‘los soldados.—El portero del
cielo.
SUIZA
Intoravia, abril 1969.— Brillantes perspectivaspara la aviaci6n general.- Sal6n Ao
ronutico de Lausana.—El SIAI—Marchctti/FFA202 Bravo.— La serie SKYWAGON
de Cessnapára 1969.— Concepcin de sistemaselectr6nicos de a bordo.— Ultimas no
vedados en electrónica.— Expansi6ndel transportea la demandade EstadosUnidos.—
Pruebas en vuelo del’ Concorde.— El GrummanF—14.—Apolo IX: Experlientaci6n del
vehículo lunar.— Aviquipo: Una firma de exportaci6n al servicio do la aviaci&i mun
dial.
RovueMilitciireSu’isse, junio 1969.—Exportaci6n de material de guerray neutralidad.
S.S.N.A. (Soldadosanitario no armado),— La defensacontraccirro.—Di6logo sobre
—
el u Pretuicio nuclear ‘II Las perdidas
y el consumodo municionesdo ¡as fuerzasblm—
dadas en la batalla de Koursh,
•
o
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