Nº 24 06/02/07 Apdo 52137 28080 Madrid Movimiento Punk & Skin: SOBRE DROGAS Y APOLITICISMO De un tiempo a esta parte estamos asistiendo a un espectáculo demasiado desagradable y “normalizado” dentro de la escena punk y Skin. Hablamos de las drogas por una parte y del apoliticismo por otra. Drogas: podemos comenzar diciendo que se han convertido en una rutina de vida y diversión para mucha gente del rollo, en lugar de aprovechar sus fuerzas para organizarse y luchar contra toda la mierda que nos rodea que es mucha y muy variada: represión del estado, vivienda a precios impagables, trabajo precario, etc... Toman el camino más sencillo y el más peligroso, el de la ociosidad, el adormecimiento y la contribución al capitalismo más asqueroso y retorcido: el control de la persona. Esta forma de control la podemos dividir en varias partes: -Control mental: Distorsionando, alejando y dificultando la percepción de la realidad a la persona modificando sus pensamientos e ideas. También creando adicción y necesidad hacia el consumo de drogas. -Control físico: Mermando las capacidades físicas del individuo. También se incluye la adicción como necesidad física. -Destrucción del entorno de la persona: Empeoramiento de las relaciones familiares, laborales, con los amigos por los cambios de carácter. -Control económico: Sometimiento del bolsillo de la persona para poder seguir consumiendo. http://www.nodo50.org/rashmadrid En definitiva, una lenta (o rápida) destrucción de los valores y la vida del consumidor. La gravedad del asunto se incrementa ya que no solo se destruye la persona que consume drogas, sino que detrás se encuentran los largos tentáculos del capital, que a la vista condena y penaliza su uso, y por la espalda contribuye al crecimiento del negocio manejado por gobernantes, fuerzas de “seguridad” y demás cómplices. Decimos que no solo destruye a la persona ya que normalmente los capos del narcotráfico no sólo se dedican a la venta de drogas, sino a la trata de blancas, al tráfico de armas, etc. en las que se esclaviza y se tortura a mucha gente. [email protected] Hoy en día la heroína la podemos sustituir por el speed, las pastillas o la cocaína. Habrá quien diga que no tiene los mismos efectos, ni engancha igual y en parte tendrá razón. Lo que no se puede negar es que la expansión que tiene es muy grande y que todos tenemos un colega o conocido que se pone, así que estamos condenados a ver como otra generación de gente combativa termina con la cabeza y el cuerpo destrozados. Aparte, se le hace el juego al estado, que quiere a los rebeldes dormidos, impasibles y consumistas para poder seguir sustentándose en ellos. Claros ejemplos de utilización de las drogas para frenar movimientos combativos son los barrios negros de EE.UU. con los Panteras Negras como objetivo, los cuales fueron bombardeados por multitud de drogas, llevadas hasta allí por mafias controladas por el sistema. El resultado no podía ser mejor para el gobierno yanqui: esos antisistema fueron convertidos en drogadictos y, por tanto, encarcelados, destruidos y eliminados como posible enemigo. Pero no hay que irse tan lejos, ya que si nos situamos en el estado español de los 80, en los barrios obreros de todas las grandes ciudades surgió una ofensiva en forma de heroína que segó la vida a toda una generación de jóvenes. Un caso especialmente llamativo fue el de Euskadi con su plan Z.E.N. (Zona Especial Norte) impulsado por el gobierno de Felipe González para frenar los movimientos de lucha que existían y en el que la utilización de la droga por parte del estado quedó patente. Muerte, cárcel y exclusión son el legado de una juventud que prometía ser un fuerte enemigo del capitalismo. Otro asunto es el tráfico de drogas dentro de los CSOs, que en demasiadas ocasiones se asemejan a la discoteca de moda con sus camellos, sus clientes y demás actores del circo, quedando relegadas a un segundo plano las actividades y la gran labor que realizan (y que tanta gente currando desinteresadamente implica). En definitiva, no queremos ir de moralistas que digan qué hacer con este asunto, ya que cada persona es responsable de sus actos, pero nuestra actitud como militantes antifascistas es clara y aquí queda reflejada. No queremos tampoco generalizar, pero observar el entorno es necesario y lo que por desgracia más abunda hoy en día es esto. Si queremos cambiar las cosas no nos podemos quedar en un bar y escondernos de la realidad, debemos observarla, comprenderla y hacer lo que esté en nuestra mano para cambiarla. Diversión sí y lucha también. LA POLÍTICA ES INSEPARABLE DEL MOVIMIENTO Desde hace tiempo llevamos advirtiendo que ha surgido un tipo de Skinheads "ambiguos", mal denominados apolíticos. Es interesante que nos planteemos cuáles son sus actitudes y sus ideas ante la vida y ante el movimiento Skinhead. Nosotros comprendemos que hay más opciones ideológicas que la de ser comunista o anarquista, puesto que lo importante es tener claro quién es nuestro enemigo común, los fascistas, y tener un único lema "al enemigo ni agua" Pero esta gente ayuda a financiar a distribuidoras de dudosa tendencia política comprando su material, escudándose en la calidad musical de ciertos grupos (aunque la letra no sea más que propaganda derechista y racista). Por eso no tienen ningún remordimiento en juntarse con nazis, ya que ellos "no se miran los parches". Otra característica a tener en cuenta es su repulsa al movimiento RedSkin, debido a que "la política se la suda", y decimos nosotros, total, qué más da que aumente la represión policial hacia los colectivos de izquierdas y hacia los ciudadanos en general, que los sueldos sean una mierda, y que por eso tengamos que vivir en casa de nuestros padres hasta los 40, ¿verdad? Si lo que importa únicamente es “la escena”, ir bien guapos/as con nuestras mejores galas, ponernos lo más borrachos/as posible y ser los más malos. También tienen un odio feroz a gente que no tiene sus pintas y todo debido a que es muy fácil meterse con los débiles. Si son apolíticos les tendría que dar igual qué postura política defienden, que además, da la casualidad que coincide con la suya, el inmovilismo y la apatía… Ante este tipo de personajes, sólo nos queda un camino, meter caña a todos estos cobardes que adoptan esta postura tan cómoda, para asegurarse que los nazis no les hagan daño y así librarse de problemas. Estar contra el racismo y contra el fascismo no es ser apolítico. Si la cultura Skinhead es de origen proletario y multirracial: ¿Qué es eso de ser apolítico? Ser apolítico significaría que te da lo mismo estar con un nazi, con un RedSkin o con un Sharp. Los que ahora critican a rojos y anarquistas, no se dan cuenta que no fueron estos los que jodieron la escena Skinhead, fueron los nazis y su partido: el Frente Nacional. En un principio los Skinheads eran blancos, negros, asiáticos, homosexuales, heterosexuales, Comunistas, etc., pero no había nazis. La verdad, es que a nosotros nos da lo mismo revivir lo que pasó en el 69. Eso ya fue hace más de treinta años y ahora los que van de auténticos Skinheads no son más que gente que trata de aferrarse a un culto para remplazar la falta de un dios o cualquier icono que dé sentido a sus vidas. Estamos en el 2007 y la situación ha cambiado bastante. Vivimos en una sociedad donde el capitalismo se ha impuesto en todos los rincones del planeta, vivimos rodeados de una miseria que nunca antes se había visto, donde vacían de sentido nuestras vidas convirtiéndonos en autómatas. Pero mientras unos pocos, se visten de Skinheads (como se podrían vestir de bakalas, o de poperos, o de ejecutivos…) y actúan exactamente igual que el resto de la gente bajo un supuesto “espíritu de rebeldía” que no se ve por ninguna parte. El apoliticismo es un invento para que dejemos de ser una contracultura peligrosa para el sistema, pretendiendo así que seamos cabezas rapadas que no piensan y que siguen el ritmo de vida que el resto de borregos. Lo mismo que intentaron hacer a principios de los 90 con el punk, quisieron que fuese una moda promovida por la MTV. Ya en los 80, por culpa de los nazis casi muere toda la movida Skin y de esto aún hoy en día no nos podemos recuperar. A la mierda con las ambigüedades! Somos Skinheads, antifascistas, anticapitalistas y antirracistas, luchamos contra el sexismo y la homofobia, y luchamos por cambiar esta sociedad. No creemos que sea necesario ser comunista, anarquista o socialista para tener una postura política, aunque nosotros si hemos optado por tenerla; es más, los que van de apolíticos realmente tienen una postura política: la de no querer ver, ni hablar, ni escuchar lo que pasa en esta sociedad. La postura de la cobardía y la pasividad. Lo dicho, veamos la situación actual del mundo, la sociedad y todo lo que nos rodea y decidamos entre apalancarnos en unas pintas y pasar de todo o concienciarnos, instruirnos y comenzar a luchar por cambiarlo. Salud y victoria antifascista!