Cursillos de Cristiandad celebraron la «Ultreya» diocesana de fin de curso en Los Navalucillos 14 chicos asistieron al curso de ingreso en el Seminario Menor PÁGINA 10 PÁGINA 8 Padre nuestro Donativo: 0’30 euros AÑO XXVII. NÚMERO 1.136 10/11 de julio de 2010 Publicación semanal del Arzobispado de Toledo EL SR. ARZOBISPO EN LA ORDENACIÓN DE 6 SACERDOTES Y 15 DIÁCONOS «Ser sacerdote produce una alegría y unas ganas increíbles de vivir» El pasado domingo, 4 de julio, el Sr. Arzobispo, don Braulio Rodríguez Plaza, ordenó en la catedral primada a seis nuevos sacerdotes y a quince diáconos. Al finalizar su homilía, pidió a los nuevos sacerdotes que celebren siempre la Eucaristía, «con amor, temblor y alegría profunda». Concelebraron con el Sr. Arzobispo cinco obispos y dos abades mitrados, así como cerca de dos centenares de sacerdotes. «Ser sacerdote –dijo también don Braulio en la homilía– produce una alegría y unas ganas increíbles de vivir». PÁGINA 9 Yepes recupera la iglesia parroquial, tras su completa restauración PÁGINAS 6-7 El Sr. Arzobispo impone las manos sobre uno de los nuevos sacerdotes. 10/11 DE JULIO DE 2010 PADRE NUESTRO 2 z PALABRA DEL SEÑOR XV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO PRIMERA LECTURA: Deuteronomio 30,10-14 Habló Moises al pueblo diciendo: «Escucha la voz del Señor tu Dios, guardando sus preceptos y mandatos, lo que está escrito en el código de esta ley; conviértete al Señor tu Dios con todo el corazón y con toda el alma. Porque el precepto que yo te mando hoy no es cosa que te exceda ni inalcanzable; no está en el cielo; no vale decir: ¿Quien de nosotros subirá al cielo y nos lo traerá y nos lo proclamará, para que lo cumplamos? Ni está más allá del mar. No vale decir: ¿Quién de nosotros cruzará el mar y nos lo traerá y nos lo proclamará, para que lo cumplamos? El mandamiento está muy cerca de ti: en tu corazón y en tu boca. Cúmplelo». SALMO 68 Mi oración se dirige a ti, Dios mío, el día de tu favor; que me escuche tu gran bondad, que tu fidelidad me ayude. Respóndeme, Señor, con la bondad de tu gracia, por tu gran compasión vuélvete hacia mí. Yo soy un pobre malherido, Dios mío; tu salvación me levante. Alabaré el nombre de Dios con cantos, proclamaré su grandeza con acción de gracias. SEGUNDA LECTURA: Colosenses 1,15-20 Cristo Jesús es imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura, porque por medio de él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles. Tronos, dominaciones, principados, potestades, todo fue creado por él y para él. El es anterior a todo, y todo se mantiene en él. El es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia. El es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo. Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud. Y por él quiso reconciliar consigo todos los seres: los del cielo y los de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz. EVANGELIO: Lucas 10,25-37 En aquel tiempo se presentó un letrado y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?» Él le dijo: «¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?» El letrado contestó: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo». Él le dijo: «Bien dicho. Haz esto y tendrás la vida». Pero el letrado, queriendo aparecer como justo, preguntó a Jesús: «¿Y quién es mi prójimo?» Jesús dijo: «Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo. Pero un samaritano que iba de viaje, llegó adonde estaba él y, al verlo, le dio lástima, se le acercó, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente sacó dos denarios y, dándoselos al posadero, le dijo: ‘Cuida de él y lo que gastes de más yo te lo pagaré a la vuelta’. ¿Cuál de estos tres hombres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos?» El letrado contestó: «El que practicó la misericordia con él». Díjole Jesús: «Anda, haz tú lo mismo». PADRE NUESTRO 10/11 DE JULIO DE 2010 HACER EL BIEN A LOS HERMANOS ? CARMELO BOROBIA ISASA Obispo auxiliar de Toledo U n maestro de la Ley le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba: «¿Qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?... Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo… Pero el maestro de la Ley preguntó a Jesús: ¿Y quien es mi prójimo?» Jesús comenzó a explicarle la parábola del buen samaritano. La parábola tiene tanta fuerza que es imposible no destacarla como centro de las actitudes que el Maestro pide a los hombres. En ella se condensa perfectamente el pensamiento de Jesús, el Maestro de Galilea, acerca de cuál deba ser la actitud de los hombres. Ella inspira también la práctica caritativa de los cristianos. Sin excusas y sin rebaja alguna. En medio de un ambiente que muchos hemos recorrido en el viaje de Jerusalén a Jericó nos hace revivir con emoción la escena llena de humanidad del buen samaritano. Jesús es el buen samaritano y nos invita a tener sus mismos sentimientos haciendo el bien a los hermanos. La centralidad y la hondura del mensaje nos deja estupefactos. Más la Liturgia de la Misa lo enmarca en las dos lecturas que lo acompañan. En la Primera Moisés habló al pueblo y le dijo que el mandamiento principal de la Ley «está muy cerca de tí: en tu corazón y en tu boca: cúmplelo» La segunda lectura es un himno de alabanza a Cristo compuesto por San Pablo. Primero a Cristo Creador «Imagen de Dios Invisible… todo fue creado por Él y para Él». Segundo canta a Cristo Redentor: «Él es el Primogénito de entre los muertos y así es el primero en todo». Tercero, Cristo es el Reconciliador: «Por Él quiso reconciliar consigo todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, haciendo la paz por la Sangre de su Cruz». El marco de la buena conducta de los cristianos ha sido impreso en el corazón de los hombres por Dios Creador y se fundamenta en Cristo Redentor y Reconciliador. LECTURAS DE LA SEMANA.- Lunes, 12: Isaías 1, 10-17; Mateo 10, 34-11,1. Martes, 13: San Enrique. Isaías 7, 1-9; Mateo 11, 20-24. Miércoles, 14: San Camilo de Lelis. Isaías 10, 5-7.1316; Mateo 11, 25-27. Jueves, 15: San Buenaventura. Isaías 26, 79.12.16-19; Mateo 11, 28-30. Viernes, 16: Ntra. Señora del Carmen. Isaías 38, 1-6.21-22.7-8; Mateo 12, 1-8. Sábado, 17: Miqueas 2, 1-5; Mateo 12, 14-21. Misa vespetina del XVI Domingo del Tiempo Ordinario. TERCERA PÁGINA z 3 SR. ARZOBISPO VIDA CRISTIANA V a avanzando el mes de julio. Parecería que la intensidad de la vida cristiana habría de entrar en un periodo de tranquilidad y relajación. Sería un error. El tiempo de los meses de julio y agosto, por el contrario, son decisivos para muchos cristianos, pues hay más espacio para leer, reflexionar, orar. Muchos aprovechan para unos días de retiro o ejercicios espirituales, para curso de formación más intensiva o, en el caso de niños, adolescentes y jóvenes, para hacer campamentos, peregrinaciones y otras experiencias espirituales. Ahí está el Camino de Santiago, que tantos recorren con enormes ventajas de todo tipo. La peregrinación diocesana de jóvenes partirá en los días finales de julio hasta el 8 de agosto. Siempre hay sitio, si alguien lo desea. Todo esto nos está diciendo que la vida cristiana no es una realidad que llevamos de mala manera; siempre tiende a lo más grande. En este tiempo de cierta mediocridad, de hacer lo que todo el mundo hace, sea o no bueno, creo que debemos animarnos a dar testimonio de Cristo, que no nos ama para una época del año, sino siempre, y nos pide un «más», que da el tono de nuestro seguimiento y de la capacidad así de ahondar en la maravilla que lleva consigo «la vida escondida en Cristo», a la que todos los cristianos estamos llamados: laicos o sacerdotes; religiosos u otros consagrados; jóvenes o mayores. El Papa Benedicto XVI está subrayando con mucha fuerza en la necesidad de que los miembros de la Iglesia de ser testigos del amor de Cristo, pues el peligro más grande para la Iglesia es la falta de santidad de sus miembros. En los veinte siglos de historia de la Iglesia, no han faltado pruebas y persecuciones a los cristianos. Pero eso no constituye – dice el Papa– el peligro más grande para la Iglesia. El daño mayor lo recibe ella de lo que contamina la fe y la vida cristiana de sus miembros y de sus comunidades, cortando la integridad del Cuerpo místico, debilitando su capacidad de profecía y de testimonio y empañando la belleza de su rostro. Todo lo cual supone una gran responsabilidad para todos nosotros, de modo que hemos de valorar lo que nos sucede. ¡Cuántas vidas cristianas rotas por no estar atentos al Espíritu Santo, por bajar la guardia! En ocasiones, toda la labor que hemos hecho con un grupo de jóvenes y de adultos desaparece en unos días de insensatez o por no prever qué puede ocurrir con motivo de este o aquel suceso, fiesta, riesgo, etc. ¡Es tan delicada la amistad con Jesucristo o tan frágil, si no estamos dispuestos a luchar o a organizar el tiempo de ocio más prolongado del verano! Pido al Señor que nos dé capacidad de lucha, de fortaleza. Con frecuencia se piensa que la vida cristiana es fácil y que basta con no hacer el mal. ¿Y el bien que dejamos de hacer? Sólo los arriesgados se lanzan hacia delante, porque saben de quién se fían: de Cristo. Es necesario, pues, cambiar un poco nuestra manera de pensar y llenar la vida con los ideales que nacen del encuentro con Cristo y su Evangelio. La vida de Cristo se vuelve a realizar en el tiempo de la Iglesia y cada generación de cristianos tenemos el reto de ofrecer al mundo la vida nueva del Señor, que llena de alegría a hombres y mujeres y da un sentido muy grande a nuestra existencia. Nada conseguiremos sin pedir ayuda a Jesucristo, y vivir la vida de gracia en los sacramentos, la oración, la caridad de Cristo. En estos días peregrino a Tierra Santa con un grupo numeroso de toledanos. Ya sé cuánto tengo que orar por todas las comunidades parroquiales, por todos los movimientos y grupos cristianos, por los enfermos y los abatidos, por los niños y los grandes. Lo haré, sin duda. Y lo haré con gusto, pues vosotros no me sois indiferentes: estáis siempre en mi mente y mi corazón. ? BRAULIO RODRÍGUEZ PLAZA Arzobispo de Toledo Primado de España «El daño mayor lo recibe la Iglesia de lo que contamina la fe y la vida cristiana de sus miembros y de sus comunidades». 10/11 DE JULIO DE 2010 PADRE NUESTRO 4 z OPINIÓN COLABORACIONES JOSEMARÍA JOSÉ CARLOS VIZUETE La figura de san Josemaría (así, todo junto) Escrivá ha sido una de las más controvertidas en la España de la segunda mitad del último siglo. Signo de contradicción, se puede decir que no ha dejado a nadie indiferente: venerado filialmente por unos, denostado acerbamente por otros. Ni siquiera su canonización, en 2002, puso fin a las calumnias sobre su persona y su obra. Nació en Barbastro, en 1902, en el seno de una familia cristiana que, entre 1910 y 1913, vio morir a tres de sus hijas. En 1914, los Escribá se trasladaron a Logroño y es allí donde Josemaría, estudiante de bachillerato, siente la vocación sacerdotal. Comienza los estudios eclesiásticos en Logroño, en 1918, y dos años más tarde se traslada al seminario de Zaragoza. Fue ordenado el 28 marzo de 1925, pocos meses después de fallecer su padre. Tras una breve estancia en la parroquia del pueblo de Pedriguera, desempeñó su tarea pastoral en Zaragoza, mientras estudiaba Derecho. Concluida en Zaragoza la licenciatura, en 1927 se traslada a Madrid para realizar el doctorado en la Universidad Central. Comenzó a colaborar en el Patronato de Enfermos, una obra de las Damas Apostólicas del Corazón de Jesús destinada a proporcionar asistencia sanitaria a los muchos pobres del extrarradio. Estaba dedicado a aquella misión cuando, el 2 de octubre de 1928, recibió la inspiración de la que habría de ser la obra de su vida. Él mismo ha contado lo que «vio» mientras celebraba misa y se puede resumir sencillamente en pocas palabras: un camino de santidad y de apostolado para servir a la Iglesia. La llamada a la santidad en la vida ordinaria, dirigida a todos, fuera cual fuera su estado o su clase social. Cristianos corrientes que vivirían con plenitud la vocación recibida en el bautismo. Apóstoles de Cristo, que hablarían de Él con sencillez y naturalidad, esforzándose por ponerlo en el centro de todas las actividades humanas, viviendo gozosamente su participación en el sacerdocio de Cristo y ofreciendo a Dios cada día el sacrificio santificante de su propia existencia. PADRE NUESTRO 10/11 DE JULIO DE 2010 ¿QUIÉN ES BUEN CRISTIANO? JOSÉ DÍAZ RINCÓN S encillamente, buen cristiano es el que ama a Dios y al prójimo. Parece algo muy conocido y sabido, elemental, demasiado sencillo. Y así es. Pero por otro lado es algo muy profundo, exigente y fundamental, que a muchos les cuesta llevar a la práctica, y se ve que siempre ha sido así, porque cuesta entender y asumir este doble precepto divino. Narra el evangelio de san Mateo (22, 34-40), que en un momento fuerte de la predicación de Jesús, los fariseos, observantes y custodios de la Ley, se enfrentan al Maestro porque no quieren entender al doble mandato, quedándose sólo en el plano espiritual. Para tentar al Señor le hacen esta pregunta envenenada: «¿Cuál es el mandamiento más grande de la Ley?», porque pensaban que Jesús era un hereje por enseñar el doble precepto del amor. Jesús, con suma seriedad y seguridad contesta: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más grande y el principal mandamiento. El segundo, semejante a éste, es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas». ¡Qué excepcional maestro es Jesús! Sólo le preguntan por el primer mandamiento y Él contesta con los dos primeros, porque son uno sólo, como una moneda con dos caras. El amor a Dios sin el amor al prójimo no lo entiende Jesús, porque el amor al prójimo, si es auténtico, tiene sus raices en el amor a Dios. La fe en su conjunto se reduce a este único acto de amor, que incluye a Dios y al prójimo. A la luz de este sublime doble precepto del Decálogo que Jesucristo subraya, por ser vertebral para el cristianismo, todos los seguidores suyos debemos exigirnos el compromiso prioritario de amar a Dios, fundamento y razón de nuestra fe, cuajando este amor en el prójimo. Nuestra primera y fundamental obligación es conocer nuestra fe, fortalecerla, alimentarla, desarrollarla, ejercitarla y vivirla toda nuestra vida. Dice el maravilloso prólogo del evangelio de san Juan que «Jesucristo es la luz verdadera que viniendo a este mundo, ilu- mina a todo hombre... A cuantos le reciben les da poder para ser Hijos de Dios, es decir, aquellos que creen en su nombre». Esta fe en el Dios de Jesucristo da sentido a todo en la vida, al trabajo, a la familia, a las relaciones sociales, a las penas y a las alegrías. Es decir, todo tiene unas razones, un sentido, unas formas, una luz, unas motivaciones y finalidad colosales y en plenitud. Por lo tanto, lo prioritario y esencial aquí en la tierra, es amar con todas nuestras fuerzas a Dios, adorarle, darle gloria, alabanza y acción de gracias, haciendo coherente nuestra vida con su voluntad divina, ejercitándonos en la oración, en la lectura y reflexión de la Biblia y frecuentando los sacramentos que son los cauces de su Gracia. Y como consecuencia de esta vivencia de la fe por el amor de Dios, la ejercitamos en el amor al prójimo, que es el mandamiento predilecto de Jesús, «este es mi mandamiento» (Jn 15, 12). Por eso la caridad es la regla de oro del cristianismo, su distintivo, su peculiaridad propia, señal enequívoca del seguidor de Cristo, garantía de nuestra fe, vínculo de perfección, resumen de toda la ley de Dios. El que ejercita la caridad cristiana tiene asegurada la vida eterna en el Reino de los Cielos (Mt 25, 31-46). Todas las manifestaciones de la caridad son buenas y necesarias, pero existe una que es la más importante, por ser el mayor bien que es posible hacer a cualquiera. Se trata del apostolado de la evangelización, porque dar a conocer a Dios y a su Unigénito Jesucristo con su evangelio es el bien supremo y en eso consiste la vida eterna, según afirma Jesús. Ningún cristiano puede inhibirse de esta responsabilidad personal de ser apóstol. «Si el no comprometerse ha sido siempre algo inaceptable, el tiempo presente lo hace aún más culpable. A nadie le es lícito permanecer ocioso». La palabra y la vida de cada uno de los cristianos puede y debe hacer resonar este anuncio: Dios existe. SANTA SEDE IGLESIA EN EL MUNDO z 5 BENEDICTO XVI EN LA MISA DE LOS SANTOS APÓSTOLES PEDRO Y PABLO La comunión con Pedro, frente a los poderes del mundo, garantía de libertad para la Iglesia La comunión con Pedro y sus sucesores «es garantía de libertad para los pastores de la Iglesia y para las propias comunidades confiadas a ellos», afirmó el Papa Benedicto XVI. El Pontífice presidió el pasado 29 de junio la misa solemne con motivo de la solemnidad de san Pedro y san Pablo, patronos de Roma, en la que, como es tradición desde siglos, impuso el palio a los arzobispos metropolitanos nombrados por él durante el pasado año, entre ellos los arzobispos de Sevilla, Oviedo y Valladolid, don Juan José Asenjo Pelegrina, don Jesús Sanz Montes y don Ricardo Blázquez, respectivamente. «Dios está cerca de sus fieles servidores –afirmó– y los libera de todo mal, así como libera a la Iglesia de las potencias negativas. Es el tema de la libertad de la Iglesia, que presenta un aspecto histórico y otro profundamente espiritual». Palabras de esperanza cristiana, afianzada en la promesa de Cristo a Pedro de que las potencias de los infiernos no prevalecerán sobre su Iglesia. La comunión con el Papa, explicó, es garantía de libertad para la Iglesia en dos sentidos: el histórico y el espiritual. En el plano histórico, afirmó, «la unión con la Sede Apostólica asegura a las Iglesias particulares y a las Conferencias Episcopales la libertad respecto a poderes locales, nacionales o supranacionales, que pueden en ciertos casos obstaculizar la misión de la Iglesia». Esto es muy importante «en el caso de Iglesias marcadas por persecuciones, o también sometidas a injerencias políticas o a otras duras pruebas». Sin embargo, subrayó el Papa, las per- que, cada año, los nuevos metropolitanos vengan a Roma a recibir el Palio de manos del Papa va incluido en su significado propio, como gesto de comunión». «Hay por tanto una garantía de libertad asegurada por Dios a la Iglesia, libertad tanto de los lazos materiales que buscan impedir o coartar su misión, como de los males espirituales y morales, que pueden erosionar la autenticidad y la credibilidad». Ecumenismo Benedicto XVI imparte la bendición con el libro de los Evangelios. secuciones, «a pesar de los sufrimientos que provocan, no constituyen el peligro más grave para la Iglesia». «El mayor daño, de hecho, lo padece ésta de lo que contamina la fe y la vida cristiana de sus miembros y de sus comunidades, erosionando la integridad del Cuerpo místico, debilitando su capacidad de profecía y de testimonio, empañando la belleza de su rostro». Por ello, afirmó el Papa, el segundo significado del palio es más profundo: que «el ministerio petrino es garantía de libertad en el sentido de la plena adhesión a la verdad, a la auténtica tradición, para que el Pueblo de Dios sea preservado de errores referidos a la fe y a la moral». Es el caso de comunidades «que sufren la influencia de doctrinas engañosas, o de tendencias ideológicas y prácticas contrarias al Evangelio». Estos «peligros espirituales», señaló, pueden ser «algunos problemas de divisiones, de incoherencias, de infidelidades al Evangelio que amenazan seriamente a la Iglesia», pero también los peligros de los «últimos tiempos», las «actitudes negativas que pertenecen al mundo y que pueden contagiar a la comunidad cristiana: egoísmo, vanidad, orgullo, apego al dinero, etc.» Yugo suave Este signo del palio, explicó el Papa, es «prenda de libertad, de forma análoga al ‘yugo’ de Jesús, que Él invita a tomar, cada uno sobre sus hombros». «Como el mandamiento de Cristo –aún exigente– es ‘dulce y ligero’ y, en lugar de pesar sobre quien lo lleva, lo levanta, así el vínculo con la Sede Apostólica –aún comprometido– sostiene al Pastor y a la porción de Iglesia confiada a sus cuidados, haciéndoles más libres y más fuertes». En referencia al rito de la imposición del palio, Benedicto XVI explicó que «el hecho de El Papa se dirigió también a la Delegación Fraterna del Patriarcado de Constantinopla presente en la celebración, recordando la promesa de Cristo de que «las potencias del infierno no prevalecerán sobre su Iglesia». «Estas palabras pueden tener también un significativo valor ecuménico, desde el momento en que, como señalaba hace poco, uno de los efectos típicos de la acción del Maligno es precisamente la división dentro de la Comunidad eclesial», afirmó. Pero, subrayó, «la palabra de Cristo es clara: no prevalecerán. La unidad de la Iglesia está arraigada en su unión con Cristo, y su causa de la plena unidad de los cristianos –que siempre hay que buscar y renovar, de generación en generación– está también sostenida por su oración y por su promesa». Concluyó la homilía reconociendo «los progresos en las relaciones ecuménicas entre católicos y ortodoxos», y invitando a éstos a «renovar el compromiso de corresponder generosamente a la gracia de Dios, que nos lleva a la comunión plena». 10/11 DE JULIO DE 2010 PADRE NUESTRO 6/7 z IGLESIA EN TOLEDO ACTUALIDAD JORNADA HISTÓRICA EN UN INTENSO CURSO PASTORAL Yepes celebra la restauración del templo parroquial de San Benito Uno día histórico para esta Villa de Yepes fue el del pasado 25 de mayo, día que tuvo lugar la inauguraron de las obras de restauración de la iglesia parroquial San Benito Abad. El acto fue presidido por el Arzobispo de Toledo, don Braulio Rodríguez. Con la solemnidad del patrono San Benito Abad, el domingo 11 de julio, y el concierto en la plaza Mayor a beneficio de las obras parroquiales, ha concluido un año pastoral lleno de acontecimientos relevantes para la parroquia de Yepes. A lo largo de este Año Sacerdotal, recién clausurado por el Santo Padre, la parroquia de Yepes ha vivido Primera Misa de un hijo del pueblo, franciscano conventual, el ingreso de dos jóvenes en nuestros seminarios, la visita Pastoral de nuestros obispos durante tres días y la celebración comunitaria de clausura de la visita al Arciprestazgo de Ocaña. Se ha cuidado mucho la oración por las vocaciones y la santificación de los sacerdotes; se han realizado diferentes actos religiosos y homenajes a los sacerdotes hijos del pueblo y a los sacerdotes que han desempeñado su tarea pastoral en esta parroquia, singularizado en don José Ignacio Martínez Ávila durante la Semana de Cáritas. También durante los días de la visita pastoral tuvo lugar un acto presidido por el obispo auxiliar, don Carmelo Borobia, por los sacerdotes difuntos y se visitó restos mortales de varios que descansan en el cementerio municipal. Durante este año sacerdotal especialmente emotiva fue la celebración por los cinco sacerdotes asesinados en la guerra civil, a esta misa acudieron también los familiares de don Ricardo Marín, natural de Los Yébenes y párroco de Yepes, que murió el 24 de octubre de 1936, día de Cristo Rey. Muy emotiva ha sido también la presencia de don Juan García Santacruz, obispo emérito de Guadix, que presidió la misa solemne de la Santa Reliquia de la Sangre de Cristo, ya que comenzó hace más de 50 años su ministerio sacerdotal en Yepes con don José Rivadeneira. Especial mención, en este año también eucarístico, debemos hacer a los primeros viernes con la Exposición del Santísimo todo el día, así como el triduo de preparación para la solemnidad del Corpus y el Viernes Triste (fiesta Eucarística local), que vivieron precedidos por los tradicionales concierto y auto sacramental. Destacamos también la participación de más de cien niños y adolescentes, además de jóvenes y adultos de esta parroquia en los diferentes actos del Congreso Eucarístico Nacional, durante el cual también se habló de la Santa Reliquia de la Sangre de Cristo, milagro eucarístico, que se venera en esta parroquia. Una jornada histórica Uno de los días históricos de este curso es el 25 de mayo, día que tuvo lugar la inauguración oficial de las obras de restaura- PADRE NUESTRO 10/11 DE JULIO DE 2010 ción de la iglesia parroquial San Benito Abad. Al acto acudieron el arzobispo de Toledo, don Braulio Rodríguez, y el presidente de Castilla-La Mancha, don José María Barreda, así como el alcalde de la localidad, don Antonio Rodríguez, y toda la corporación municipal junto con numerosas autoridades regionales y de localidades vecinas. Tras sus intervenciones, tuvo lugar la celebración solemne de la misa de acción de gracias, presidida por don Braulio y en la que participaron cientos de fieles. Durante la semana previa tuvieron lugar actos culturales como conferencias sobre los cuadros de Luis Tristán, una de ellas impartida por don Pablo Delclaux y de Muller, delegado de Patrimonio Cultural de la Archidiócesis de Toledo, etc...; el concierto a cargo de la Escolanía de la Catedral de Toledo, dirigida por Don Ángel Redondo Segovia; o la Presentación del libro «Yepes. Guía histórico-artística de la iglesia parroquial San Benito Abad» de José Enrique González Martín-Fuertes. CONVICTORIO SACERDOTAL Los sacerdotes jóvenes terminaron el curso peregrinando a Roma DAVID MANUEL RODRÍGUEZ Dentro de la formación específica para los sacerdotes ordenados en los últimos dos años, nuestro anterior pastor, don Antonio Cañizares, ideó la prolongación de la formación académica, y aún espiritual, pastoral y humana, a través de la experiencia del convictorio sacerdotal. Con don Juan Pedro Sánchez Gamero como sacerdote responsable, este ha sido el segundo año de convictorio. De lunes miércoles, a lo largo del curso pastoral, tertulias, formación enfocada hacia la pastoral y posibilidad de continuar los estudios de licenciatura u otros similares han sido las ocupaciones de los sacerdotes de nuestra diócesis ordenados más recientemente. Como clausura de este año especial, dedicado a los sacerdotes, se propuso hacer una peregrinación a Roma o a Ars, en Francia. Al final, salió adelante el viaje a Roma, una peregrinación formidable, en la La rehabilitación del templo parroquial ha supuesto más de 447.000 euros a cargo de la Comisión mixta; a lo que se añaden los 431.963 euros de los fieles a través de las cuotas mensuales, rifas, etc. Y los 32.000 del Ayuntamiento para la restauración de los cuadros de Luís Tristán que se encuentran en el retablo. que participamos en la audiencia de los miércoles con el Santo Padre desde un lugar privilegiado. También visitamos los Scavi, una ruta subterránea bajo la Basílica de San Pedro, para visitar la necrópolis romana y el lugar de martirio y enterramiento del primer Papa. Fuimos a las catacumbas de Priscila, donde tuvimos una celebración entrañable, como también lo fue la eucaristía que tuvimos en la cripta de los Papas, en la que renovamos nuestra comunión inquebrantable con la fe apostólica. Una visita a los jardines y museos vaticanos puso la nota cultural a la peregrinación. Nos hospedamos en el Colegio Español «San José», y tuvimos también ocasión de conversar y convivir con los sacerdotes toledanos que residen actualmente en Roma por estudios u otras misiones pastorales. Días gozosos que nos hicieron palpar la vitalidad de nuestra Iglesia de hoy, que requiere nuestra entrega y fidelidad sacerdotal. En este momento la parroquia continúa de obras para realizar el Centro Parroquial. Durante la visita pastoral también tuvo lugar el acto simbólico de bendición de los terrenos y colocación de la primera piedra por parte de nuestro arzobispo; el presupuesto previsto para el nuevo Centro Parroquial es de 1.202.533,47 euros. 10/11 DE JULIO DE 2010 PADRE NUESTRO 8 z IGLESIA EN TOLEDO CRÓNICA PARTICIPARON SESENTA PERSONAS Jornada de Teología desde el Corazón de Jesús El pasado 25 de Junio tuvo lugar en la sede del Instituto Teológico de «San Ildefonso» la II Jornada de Teología desde el Corazón de Jesús. A la misma asistieron alrededor de 60 personas, sacerdotes, religiosas y laicos Durante la jornada se pudieron escuchar las intervenciones del Director del Instituto Teológico, don José Rico Pavés, de los sacerdotes responsables del Centro de Espiritualidad del Corazón de Jesús en Valladolid, don Ricardo Vargas y don Víctor Castaño y del obispo de San Sebastián, don José Ignacio Munilla Aguirre. El profesor José Rico después de hacer un recorrido histórico sobre el modo de «hacer teología desde el Corazón de Cristo» pasó a aclarar el significado de ésta expresión. «Ante todo –señaló– con esta fórmula se quiere indicar una manera de ejercer la labor teológica en perspectiva, es decir, con aquella orientación que el mismo Cristo pide a los que llama a su seguimiento: aprended de mí (Mt 11, 29)». Rico Pavés, concluyó su reflexión desarrollando la siguiente afirmación: «se puede afirmar que el Corazón de Cristo es para el teólogo hogar, pasión, alegría, obediencia y celo» Por su parte don Ricardo Vargas y don Víctor Castaño presentaron el trabajo realizado en el Congreso Internacional del Corazón de Jesús, así como en la beatificación del P. Bernardo de Hoyos que tuvo lugar el pasado 19 de Abril en la ciudad de Valladolid. «Ambos acontecimientos, señalaron los responsables del Centro de Espiritualidad, ha marcado sin duda un hito en la difusión del mensaje, lleno de actualidad para nuestros tiempos, de la espiritualidad del Corazón de Cristo». Después del descanso de la comida, tuvo lugar la conferen- El obispo de San Sebastián, en su intervención en la jornada. cia de clausura de la Jornada a cargo de don José Ignacio Munilla. El prelado guipuzcoano, que curso sus estudios en nuestro Seminario Diocesano, comenzó su intervención con un emotivo recuerdo al Cardenal don Marcelo, del que destacó su «concepción de la Iglesia Universal» que ha dado tantos frutos en los últimos años. Ante el más de medio centenar de asistentes, don José Ignacio, destacó que el Sumo Pontífice comenzó y finalizó el Año Jubilar con la emblemática frase «el sacerdocio es el amor del Corazón de Jesús», queriendo enmarcar con la misma el contenido teológico y espiritual del ministerio ordenado. En un tono más personal concluyó su intervención respondiendo a la pregunta que en repetidas ocasiones le han formulado sobre ¿qué es lo que es lo que más le cuesta de ser sacerdote, el celibato o la obediencia a Cristo? Don José Ignacio, confesó que lo más le cuesta es «esta desproporción de llevar este tesoro en una vasija de barro». nosotros. Los candidatos recibirán una carta, dentro de unos días, en la que se les anunciará su posible admisión para comenzar con nosotros el próximo curso 2010-2011. Si en algún momento sientes la inquietud de formar parte del grupo de los predilectos de Jesús no dudes en ponerte en contacto con nosotros a través de tu párroco. SEMINARIO MENOR Catorce chicos asistieron al cursillo de ingreso para el curso que viene Como cada año, al finalizar el curso, el Seminario Menor de Toledo organiza un cursillo de ingreso para los nuevos candidatos que desean entrar en nuestro Seminario en el curso siguiente. El cursillo empezó el pasado jueves 24 de junio con una presentación y oración en la Capilla Mayor. A continuación, los candidatos se juntaron en grupos por edades con los formadores y un grupo de seminaristas de los distintos PADRE NUESTRO 10/11 DE JULIO DE 2010 cursos para conocerse. Durante el cursillo los candidatos tuvieron diversas actividades encaminadas a conocer el Seminario, los seminaristas y formadores, a conocerse entre ellos y a que el Seminario les conozca a ellos. El cursillo finalizo el sábado 26. Este año han sido 14 los chicos que han estado haciendo las pruebas y se espera al menos a otros 2 en el campamento de monaguillos pues no pudieron estar estos días con CRÓNICA IGLESIA EN TOLEDO z 9 ORDENACIÓN DE 6 SACERDOTES Y 15 DIÁCONOS EN LA CATEDRAL Don Braulio: «Celebrad la Eucaristía con amor, temblor y alegría profunda» El pasado domingo, 4 de julio, el Sr. Arzobispo, don Braulio Rodríguez Plaza, ordenó en la catedral primada a seis nuevos sacerdotes y a quince diáconos. Al finalizar su homilía, pidió a los nuevos sacerdotes que celebren siempre la Eucaristía, «con amor, temblor y alegría profunda». El Sr. Arzobispo, con quien concelebraron cinco obispos y dos abades mitrados, quiso comenzar su homilía dando las gracias a los Seminarios Mayor y Menor, «por cuanto habéis hecho en la formación de estos jóvenes», así como felicitar a las familias y parroquias de los ordenandos, «de las que salieron ellos y en las que ellos han trabajado». Don Braulio reconoció que «en este año como Arzobispo de Toledo he comprobado cómo es un orgullo para un pueblo que uno de sus hijos sea sacerdote», y quiso felicitar a dos jóvenes de Burundi, César e Inocente, que recibieron el diaconado y que, cuando finalicen sus estudios, regresarán al país africano para recibir la ordenación sacerdotal. Seguidamente, don Braulio explicó que «se han quedado grabadas» en él «las bellas palabras» del Papa Benedicto en la clausura del Año Sacerdotal: «el sacerdocio no es un simple ‘oficio’, sino un sacramento: Dios se vale de un hombre con sus limitaciones para estar, a través de él, presente entre los hombres y actuar en su favor. Esta audacia de Dios, que se abandona en las manos de seres humanos; que, aun conociendo nuestras debilidades, considera a los hombres capaces de actuar y presentarse en Los nuevos sacerdotes y diáconocos, con el Sr. Arzobispo, tras su ordenación. su lugar, esta audacia de Dios es realmente la mayor grandeza que se oculta en la palabra sacerdocio». «También yo –añadió– quisiera enseñar de nuevo a los jóvenes que esta vocación, esta comunión de servicio por Dios y con Dios, existe; más aún, que Dios está esperando nuestro ‘Sí’». «Junto con la Iglesia, tenemos que pedir a Dios esta vocación, tal y como lo quiso Jesucristo, fundada en la debilidad de nuestra carne, por tanto siempre como un riesgo, y la fuerza de Cristo», prosiguió. Después, don Braulio constató que «otro tipo de sacerdocio sería bien acogido por muchos en nuestra sociedad de débil pensamiento, pero sería un fracaso y una infidelidad a lo que nos dice Cristo, a la audacia de Dios que confía en nuestra limitación y pequeñez». Seguidamente, dirigiéndose directamente a los nuevos presbíteros y diáconos, les explicó: «No quiero yo dorar ninguna píldora. Ser sacerdote es un riesgo y una responsabilidad. Pero es posible y da una ale- gría y unas ganas de vivir increíbles. Dios es siempre mayor y no nos dejará solos». Por ello, «como obispo de esta Diócesis –añadió– estoy particularmente contento de acoger en el seno del presbiterio toledano a estos seis nuevos sacerdotes y de ordenar a los nuevos diáconos». «Estáis hoy en el centro de la atención del Pueblo de Dios, – les dijo–, un pueblo simbólicamente representado por las personas que llenan nuestra catedral; vuestros padres, vuestros amigos, los formadores del Seminario, el Cabildo, las diferentes comunidades parroquiales, pero también las religiosas de clausura y los enfermos que ofrecen su vida por vosotros». Así pues, don Braulio quiso manifestarles que «la Iglesia cuenta mucho con vosotros. Tiene necesidad de cada uno de vosotros, porque es consciente de los dones que Dios os ofrece y, al mismo tiempo, de la necesidad absoluta del corazón de cada hombre y mujer de encontrarse con Cristo, Salvador único y universal del mundo, para recibir de Él la vida nueva y eterna, la verdadera libertad y la plena alegría». Después, don Braulio advirtió a los sacerdotes para no correr el peligro de «quedaros en lo que no es esencial». Por eso antes explicó que «una de las características más llamativas del seguimiento de Jesús es el carácter absoluto de sus exigencias conforme al mensaje del Reino». «Jesús –dijo– no quiere discípulos con el corazón dividido. Los quiere convencidos de la absoluta novedad del Reino, y entregados a él con todas las fuerzas de su corazón. Nada de llevar de todo para el camino o de detenerse a saludar a nadie por el camino. Lo primero es lo primero. No corráis el peligro de quedaros en lo que no es esencial, peligro cierto en la Iglesia de Dios». El Sr. Arzobispo se preguntó después si «pide Jesús unas exigencias que sobrepasan lo que humanamente puede pedirse». «Estoy seguro –respondió– que no es así. Lo que sí parece es que al Señor no le gustan los indecisos o la blandura de una fe ‘light’, al estilo de nuestro mundo». Y finalmente, don Braulio se dirigió otra vez a los nuevos sacerdotes, para pedirles «que no se os olvide que cuando celebréis la Misa, tenemos en nuestras manos el pan del cielo, el pan de Dios, que es Cristo, el grano de trigo roto para la vida del mundo, verdadero alimento. Celebrad siempre con amor, temblor y alegría profunda la Eucaristía. Ahí estará la alegría viva para vosotros, ese profundo asombro y admiración por el amor de Cristo. Es, sin duda, una nueva y maravillosa experiencia saber que a través de mi voz, mis manos, mi corazón el Señor cumple el misterio de su presencia». 10/11 DE JULIO DE 2010 PADRE NUESTRO 10 z IGLESIA EN TOLEDO CRÓNICA CURSILLOS DE CRISTIANDAD Ultreya diocesana de fin de curso en Los Navalucillos El pasado domingo 20 de junio pudimos celebrar la Ultreya diocesana que cierra el curso 2009-2010, a falta del último cursillo que se llevara a cabo en Toledo del 8 al 11 de julio. Como no podía ser de otra manera fue una jornada muy bonita desde todos los ángulos, puesto que los cursillistas y los sacerdotes de Los Navalucillos prepararon con esmero la acogida de los asistentes. En el salón de actos les recibió don José Anaya y con unas palabras de bienvenida, cedió la palabra a Eulogio, de todos conocido por sus crónicas desde Moyobamba para «Padre Nuestro». Todos escucharon con atención su charla, en la que les habló de vida, de fe, de su propio testimonio, enriquecida con numerosas de citas de la Sagrada Escritura. La mañana avanzaba y llegó la hora de celebrar la Eucaristía junto con los hermanos de Navalucillos, una celebración, que dio paso al posterior almuerzo, de nuevo en el salón de actos, dispuestos a compartir con todo aquel que se acercara a la mesa. Durante la comida llegaron don Vicente Do- mínguez, consiliario de Cursillos, y Carlos del Valle, su presidente, quienes, después de comer expresaron sus impresiones sobre el encuentro del que venían con el resto de consiliarios y presidentes de España. Explicaba don Vicente con satisfacción, que el Movimiento de Cursillos de la Diócesis de Toledo, es de los más activos y vivos, pero que «no podemos dormirnos en los laureles. La perseverancia es la madre de todo, y eso es lo que nos hace estar vivos como comunidad». Hay que apoyar al movimiento en todo, tan importante es el rector de un cursillo, como el que se queda en su casa rezando el Rosario en cadena, o el que asiste a una clausura. A todos los asistentes emocionó en su momento ver la sala llena de gente. «Cuántas veces hacemos cientos de kilómetros por ir a un concierto y no somos capaces de ir a una clausura», constata una de las participantes. «Todos somos movimiento, piñones de un engranaje que no se puede parar, y como decía el evangelio de ese domingo ‘el que quiera seguirme, cargue con su cruz y venga conmigo’». Eulogio Calvo Navarro durante su intervención en la Ultreya diocesana. PADRE NUESTRO 10/11 DE JULIO DE 2010 UNA RELIGIOSA TOLEDANA RECIBE EL RECONOCIMIENTO AL MÉRITO REGIONAL.- La dominica contemplativa sor María Jesús Galán Vera recibió de manos del Presidente de Castilla-La Mancha, una placa de reconocimiento al mérito regional, por su labor de desarrollo de las nuevas tecnologías y difusión del patrimonio documental del archivo de su monasterio, Santo Domingo el Real, en Toledo. Esta veterana archivera de su monasterio, que cuenta con algunas publicaciones sobre el arte y la historia de su cenobio, ha trabajado recientemente en la digitalización de los fondos de su archivo. MOVIMIENTO FAMILIAR CRISTIANO CRÓNICA IGLESIA EN TOLEDO z 11 Convivencia en «el Santo Niño» de La Guardia El día 20 de junioen el Santuario del Santo Niño de La Guardia, tuvo lugar la convivencia final de curso del Movimiento Familiar Cristiano, con el lema «claves para la santidad de la familia». La convivencia fue intensa y participativa, con más de 70 personas procedentes de diversas parroquias de la diócesis: Toledo, Burujón, Quintanar de la Órden, La Guardía, Villatobas, Yepes, etc. Durante la mañana, tras la oración, la charla-coloquio dirigida por don Gonzalo Fernández, franciscano conventual, situó a los congregados en la contemplación de la santidad para la familia, inspirada en la figura de san Maximiliano María Kolbe. Los talleres por grupos profundizaron en el tema y permitieron la revisión del curso. Tras la comida compartida, la velada de sobremesa estuvo dinamizada con un video, que recogía los momentos más importantes del año y la música y voz de matrimonios del MFC. La jornada se concluyó con la Eucaristía, presidida por el Consiliario, don Amadeo Galán, y concelebrada por otros tres sacerdotes. Al final, los presidentes diocesanos agradecieron el esfuerzo de todos los asistentes y propusieron la invitación de testimoniar lo allí vivido. EL QUID DE LA CUESTIÓN EUTRAPELIA CLERICAL (III): OSADÍA DE DON JUSTO JUAN MARTÍN-MAESTRO Seguimos el rastro del párroco que, pese a llevar el nombre de Justo no daba excesivas pruebas de equidad en el comportamiento con sus auxiliares en las tareas pastorales. Don Justo Paragüero era hombre terne y bragado, áspero y violento, ordenancista y arbitrista, amaba los tiempos idos y las costumbres vetustas. No sé por qué la lectura de estas crónicas me trae el recuerdo del Padre Isla y de su célebre fray Gerundio de Campazas, alias Zotes, que amaba las frases rebuscadas y sin sentido como tenía por costumbre nuestro susodicho personaje. Un día de Cuaresma acudió muy poca gente a la iglesia a rezar Completas y los pocos que acudieron, desanimados al ver «el enorme gentío», poco a poco, se salían de la iglesia. Don Justo percibe el rurún del movimiento y lebantándose en buelo de la silla, sube a la tribuna (entiéndase el púlpito) y sulfurado, con voz retumbadora, exclamó: ¡Iros con once mil demoniooooooos!» (sic). La altivez y las ínfulas de don Justo no conocían límites y se las apostaba al lucero del alba y al sursum corda. En cierta ocasión, recibió un mandamiento del Provisor que, sabedor de que don Justo había cambiado de sitio algunas laudas de la iglesia, mandó que la iglesia fuera embaldosada con ladrillos de barro. Terminada la lectura del requerimiento, como don Justo, hombre más orgulloso que don Rodrigo en la horca, dio una palmada sobre la mesa del cuarto «i dijo con voz mui encendida: Juro y voto que en lo que fuese este Provisor, no se a de envaldosar la Yglesia». Pero pese a esta osadía que demostraba bien a las claras que don Justo no estaba en sus cabales, el vicario no se rinde, y aduce ahora hechos que rayan en lo tétrico y macabro. Don Mastroniano afirma que «e visto hazares en ella; –se refiere a la iglesia, claro está–, pues en el año pasado de cincuenta y tres, un perrón (sic) de don Justo sacó un pedazo de un hombro con quasi todo el brazo de un difunto... Otro día poco después, un cerdo sacó de la sepultura a un niño entero». Así mismo incluye en su defensa las auténticas gamberradas, «excesos y tropelías». «Yrrisión causó el tercer día de Pasqua de Resurrección, pues mandó a Bernabé Crespo que se hiciera el muerto y le cantó el responso como si de tal se tratase». Durante la Cuaresma sólo fue a Completas diez noches: «Las noches que iba de sobrepelliz, a los monacillos i acólitos que llebaban los ciriales, a unos los lebantaba en quajo de las orejas, a otros les llenaba las narices de tabaco. Las noches que iba de capa y bastón a unos daba garrotes en las costillas y hombros, a otros les daba unos coscorrones tan recios, que o lloraban o arrancaban a correr». Sus modales y ademanes, como tendremos ocasión de ver, eran poco cortesanos y no nada finos. Quiso predicar a los hermanos de disciplina de la Cofradía de la Vera Cruz, y como sólo había seis o siete en la iglesia, de los casi ochenta que eran, le pidieron que esperase. Se puso a la puerta, y al primero que llegó «le dio tan fuerte pescozón, que le hizo ir trompicando i caíendo, que a no ser mozo tan fuerte y robusto ubiera dado de ozicos»; y a otro que estaba de rodillas en medio de la iglesia «le quitó el capuchón i le dio un capuchonazo». Por fin, comenzó a predicar, pero al poco tiempo dijo: «Dénse, que me e perdido». CODA: Estos episodios aunque parecen novelescos, no lo son. Son trozos de la vida, pues tal es la condición humana. Con frecuencia ocurre que perdemos el sentido común y nos convertimos en verdaderos orates. Pero también de los errores se aprende. 10/11 DE JULIO DE 2010 PADRE NUESTRO Padre nuestro Publicación semanal del Arzobispado de Toledo Director: Juan Díaz-Bernardo Navarro. Adjunto a la dirección: José María Díaz Alejo. Redacción: Marga G. Heras. Toledo: Jesús Javier Merchán. Talavera de la Reina: Jorge López Teulón. La Mancha: Juan García Martín. Edita: Secretariado Diocesano de Medios de Comunicación Social C/ Trinidad 12. 45002 Toledo (España). Teléfono: 925 250012. Fax: 925 253288 E-mail: [email protected]. http: www.architoledo.org Impresión: Ediciones Toledo S. L. Depósito legal: TO.1641/1983 NUESTROS MÁRTIRES (145) Antonio Obeo López-Delgado (y 5) JORGE LÓPEZ TEULÓN Es curioso que cuando en muchos lugares se critica a los curas porque se dice que estaban junto a los explotadores y alejados del pueblo, nuestro don Antonio termina su extenso artículo del día 10 de septiembre de 1935 afirmando lo siguiente: «Así, pues, los que por nuestra profesión estamos en íntimo contacto con el humilde pueblo de los campos, y percibimos los latidos del corazón en la vida de los labradores de la tierra, de esta tierra, madre de la humanidad en todos sus aspectos, no podemos menos de observar sus lamentos ante el abandono de que se creen víctimas cuando los poderes públicos no les amparan en sus derechos, o no encuentran remedio oportunamente a sus necesidades; y nos damos cuenta con honda tristeza de cómo se va atrofiando esa arteria tan indispensable a la vida social». Hombre entregado por completo a sus feligreses llega la hora de su martirio tras el estallido bélico antes de cumplirse el primer mes de guerra. Según narra don Juan Francisco Rivera en sus notas recogidas nada más terminar la guerra: «El día 24 de julio de 1936 le fue arrebatada la sotana por los marxistas, dejándole en un principio en la casa rectoral, donde estaba en calidad de prisionero, recibiendo continuamente los insultos y las burlas de sus verdugos. A los pocos días el Comité Local le ordenó que desalojase la casa y que saliese del pueblo, marchándose entonces a vivir al campo, pernoctando en casa de un feligrés. PADRE NUESTRO 10/11 DE JULIO DE 2010 Esto era todavía poco. Como en su penuria no pudiese dar al Comité el dinero que le exigía, hubo de retirarse al monte ante su mandato, y estando en la finca denominada «El Bercial», fue de nuevo apresado por individuos pertenecientes al comité rojo local, quienes obligándole a subir a un camión le llevaron entre insultos y calumnias al Puente del Arzobispo, dirigiéndose a La Estrella, y siendo fusilado el 14 de agosto de ese mismo año cerca de Aldeanueva de San Bartolomé». Sepultura en la que reposan sus restos mortales . Jóvenes toledanos peregrinarán a Santiago en el Año Jubilar Del 31 de julio al 8 de agosto tendrá lugar la Peregrinación Diocesana de Jóvenes a Santiago de Compostela, organizada por el Secretariado de Pastoral de Juventud de nuestra diócesis con ocasión del Año Jubilar. Los participantes partirán en autobús el día 31 para llegar a Cangas de Onís y, desde allí, iniciarán la peregrinación a pie, en cinco etapas, con una media de 20 km. diarios. Está prevista su llegada al Monte del Gozo el día 5. Permanenerán en Santiago de Compostela durante dos días, donde podrán participar en la misa de peregrinos.