VI Congreso Agrimensura, La Habana 2013 Título: “Las siete ecuaciones esenciales de la Topografía Aplicada” Autor: Dr. Ing. Ricardo Olivera Rodríguez Institución: GEOCUBA VC-SS. Ciudad: Santa Clara, Villa Clara. País: Cuba. Teléfono: 042-202625 ext. 120 Correo electrónico: [email protected] Resumen: El número siete es una cifra muy enigmática –mística diría– desde la antigüedad. Siguiendo esta tradición hemos querido definir las siete ecuaciones imprescindibles, las principales, de la Topografía Aplicada, y en torno a ellas, caracterizar su importancia y el porqué de su inclusión dentro de una lista de cientos de formulaciones. La Topografía Aplicada tiene un amplio registro en la diversidad de trabajos, que parten de los estudios ingeniero-geodésicos de factibilidad o prospección, la creación de las redes geodésicas plano-altimétricas de apoyo a la construcción, redes de simetría y especiales, el replanteo, la certificación As-Built y los estudios geodésicos 4D (deformaciones). Cada una de estas aplicaciones posee diversidad de tareas y métodos caracterizados por disimiles de ecuaciones para definir el marco de referencia geodésico (global-local, geoide-elipsoide-plano), caracterizar la precisión en el plano y altura, el aseguramiento metrológico, y la garantía de la métrica de la construcción de obras y elementos aislados. De esta colosal base de datos que caracterizan a la Topografía Aplicada, escogemos solo siete ecuaciones: las más relevantes, lo que nos propiciará entablar un rico debate sobre la quintaesencia de esta especialidad. Palabras claves: Topografía Aplicada, posicionamiento, distancia, ángulo, desnivel, altura, redes geodésicas, replanteo, deformación, levantamiento topográfico, certificación geométrica. I. Introducción El número siete es un valor preferido desde antaño. Siete fueron las obras maravillas de la arquitectura antigua seleccionadas por los griegos del período helenístico. Igualmente, siete son los días de la creación bíblica; en Génesis, Dios creó al mundo en seis días y descansó el séptimo. Son siete los sacerdotes elegidos y siete las vueltas a la ciudad sagrada según la Biblia [1]. Siete son los vicios y siete las virtudes, y siete son las palabras dichas por Jesucristo en la cruz. El faraón de Egipto sueña con siete vacas gordas y siete vacas flacas, y en un segundo sueño ve siete espigas de trigo llenas y hermosas y otras tantas, secas y delgadas. José interpreta los sueños y predice los siete años de abundancia y los siete de escasez. Siete es el número de mensajes a las siete Iglesias en el Apocalipsis como siete son los sellos, siete las trompetas y siete los ángeles del cielo que derramaron las siete copas de la ira de Dios. Siete eran las cabezas del dragón rojo que apareció en el cielo. Siete, y muchos otros siete se hallarán en la Biblia… En la Epopeya de Gilgamés (siglo VIII antes de nuestra era) la diosa de la fecundidad Aururu crea –tras ruego de todos– a Enjidu, hombre salvaje y melenudo, algo más que un animal, pues se complace en liberar a los animales caídos en la trampa de los cazadores; éstos para verse libres de él, le envían una sacerdotisa del templo de Ishtar para que, en siete días y en siete noches, lo inicie en la civilización [2]. Siete días duró el diluvio de la Epopeya de Gilgamés [3]. En el Corán y en general en la tradición musulmana se hace uso abundante del número siete. Según ésta, el profeta Mahoma dormía cerca de la Kaaba cuando apareció el arcángel Gabriel que le ordenó levantarse, lo montó sobre Al Buraq –bestia entre caballo y mulo, con cara de mujer y muy rápida– y partieron. Mahoma rezó una oración, y tomado de la mano de Gabriel, desde la roca donde estuvo el templo de Salomón ascendió a los siete cielos [4]. En el año 633 de nuestra era el profeta se puso al frente de la peregrinación de la despedida. La tradición insiste en que el profeta se sabía atacado por una enfermedad incurable. Por eso, nos muestra al fundador del Islam montado en una camella para dar las siete vueltas a la Kaaba (el tawaf) y tocar la piedra negra con su bastón al final de cada una; luego hacer las siete carreras entre ambas, y al final de ellas descabalgar y pronunciar siete veces la nueva fórmula sagrada: ¡Al-lajú Akbar! [5] Todo musulmán está obligado una vez en la vida a ir en peregrinación a la Meca. Ya en la Meca, el mújrim, o sea, el aspirante a peregrino, entra en la gran mezquita dando el primer paso con el pie derecho, continúa hacia la Kaaba y le da siete vueltas prescritas en sentido contrario al de las agujas del reloj. Después del tawaf, es decir, las siete vueltas, viene el sayy, la carrera entre dos colinas de poca elevación llamadas Safa y Marwa. Deben ser recorridas siete veces, variando el paso en sitios determinados, y recitando las fórmulas prescritas [6]. En la ceremonia de la “lapidación de Iblis” (el demonio), que es parte de la peregrinación a la Meca, el peregrino debe lanzar siete piedras a cada uno de los tres pilares. En el Popol Vuh el rey prodigioso Gucumatz en siete días subía al cielo y siete días caminaba para descender a Xibalbú; siete días se convertía en culebra y verdaderamente se volvía serpiente; siete días se convertía en águila, siete días se convertía en tigre: verdaderamente su apariencia era de águila y de tigre. Otros siete días se convertía en sangre coagulada y solamente era sangre en reposo [7]. Según una de las diferentes fases de la geografía completamente sistemática conservada por los Puranas, el disco terrestre se componía de siete zonas o círculos concéntricos (Dwipas) con siete climas correspondientes y entre los indios las siete zonas terrestres estaban separadas por siete mares [8]. Ya mucho antes el profeta judío Esdras había dicho y lo repitió en uno de sus libros que Jehová en el tercer día de la creación del mundo mandó que las aguas se reunieran en la séptima parte de la Tierra [9]. Siete eran las terrazas de la torre de Babel [10]. Siete eran los sabios en la Grecia antigua [11]. Siete son los colores visibles del arco iris, y siete son las notas musicales siete son los días de la semana; siete son los orificios naturales del hombre y otros mamíferos; y siete son las primeras villas fundadas por los españoles en su conquista de Cuba... ¿Y cuáles serán las siete ecuaciones esenciales de la Topografía Aplicada? II. Desarrollo Seleccionar solo siete de cientos de ecuaciones que hace uso la Topografía Aplicada es bastante complicado y polémico. Intentaremos un listado que se basa en la lógica, el propósito y la esencia de cada fórmula. II.1. Fórmula 1 La primera fórmula tiene que estar relacionada con la posición, es decir, con el “dónde” está espacialmente ubicado el punto con el que a partir del cual se han de realizar las diferentes operaciones de la Topografía Aplicada. Su fórmula es una expresión funcional plano-altimétrica del tipo: f (X, Y, Z) En Topografía Aplicada –a diferencia de la Geodesia que trabaja en un marco global, elipsoidal, extenso– las operaciones se ejecutan como regla general en el plano, en áreas relativamente pequeñas, a distancias cortas, que no rebasan, digamos, los 5 Km. Si se trata del aseguramiento ingeniero-geodésico a industrias y obras megalíticas estas distancias incluso no superan unos escasos cientos de metros. Por tanto, el sistema de coordenadas casi siempre es cartesiano local, plano-rectangular, que puede o no estar asociado a la red estatal: la componente planimétrica XY al elipsoide de referencia, que en Cuba es el de Clarke de 1866, y la altura al sistema de alturas definidos en el país dado, que en el nuestro es el de alturas normales Siboney. Es muy común que las precisiones requeridas en la Topografía Aplicada sean muy elevadas (del orden de milímetros a escasos centímetros) por lo que la red estatal no satisface esas exigencias, y por ende, sea necesario crear una red local arbitraria. Surge entonces la necesidad de transformar de manera rigurosa las coordenadas de este sistema local al estatal y viceversa. II.2. Fórmula 2 La segunda fórmula es la transformación de las coordenadas del sistema local al estatal y viceversa, que en realidad son varias, pero en su conjunto la llamaremos fórmulas de transformación de coordenadas. y B θ A M x a B y b x A Figura 1. Relación entre el sistema de coordenadas estatal planimétrico y el local. El traslado del sistema de coordenadas local arbitrario a la red plano-rectangular estatal se realiza por: x = a + Bsenθ + A cosθ y = b + B cosθ − Asenθ La trasformación del sistema de coordenadas plano-rectangular estatal al local se realiza por: A = ( y − b) senθ − ( x − a ) cosθ B = ( x − b) cosθ − ( x − a ) senθ donde: x y y – son las coordenadas del punto M en el sistema plano-rectangular estatal; A y B – son las coordenadas del punto M en el sistema de la red local arbitraria; a y b – son las coordenadas de origen de la red local arbitraria en el sistema planorectangular estatal; Θ – ángulo de giro de la red local arbitraria con relación al sistema plano-rectangular estatal. Con los valores de coordenadas planimétricas en el sistema plano-rectangular estatal puede incluso transformarse al sistema elipsoidal asumido en el país, u otros, como el WGS-84, de uso común en los GPS. La transformación de alturas es fácil de obtener. Simplemente se ha de conocer la altura de un punto de la red estatal de nivelación y la del sistema local asumido. Su diferencia algebraica constituye el valor de transformación. II.3. Fórmula 3 Una vez definida la posición de un punto y su posibilidad de transformación hacia otros sistemas se ha de tener la posibilidad de operar con las coordenadas, por lo que al definirse dos puntos con coordenadas planimétricas se puede hallar su distancia euclidiana: 𝑆 = �(𝑋2 − 𝑋1 )2 + (𝑌2 − 𝑌1 )2 II.4. Fórmula 4 La cuarta fórmula es el desnivel entre estos dos puntos, o sea: ∆h12 = H2 - H1 H2 ∆h12 H1 Figura 2. Desnivel entre dos puntos con alturas conocidas. II.5. Fórmula 5 La quinta está asociada al ángulo, siendo el más importante de los que se puedan definir el acimut directo de la línea existente entre el punto 1 y 2. 12 Pto. 2 X2Y2 ∆Y Pto. 1 X1Y1 ∆X Figura 3. Acimut directo entre dos puntos. El acimut coincide aquí con el rumbo y se halla por: 𝜎12 = 𝑎𝑟𝑐𝑡𝑎𝑛 𝑋2 − 𝑋1 ∆𝑋 = 𝑎𝑟𝑐𝑡𝑎𝑛 ∆𝑌 𝑌2 − 𝑌1 Una vez calculadas el acimut y las distancias de enlace entre los diferentes puntos del terreno u objeto de obra se pueden determinar los incrementos de coordenadas y hallar sus coordenadas. II.6. Fórmula 6 La fórmula sexta debe estar asociada al monitoreo de las deformaciones de obras por métodos geodésicos, siendo la más representativa la que relaciona los asentamientos y los desplazamientos horizontales en el tiempo, que se puede representar mediante el gráfico siguiente: Z Pi ri+1 ri Pi+1 Y X Figura 4. Representación gráfica de la deformación. La fórmula en cuestión es la siguiente: r i +1 = [X (ti +1 ) − X (t0 )]2 + [Y (ti +1 ) − Y (t0 )]2 + [Z (ti +1 ) − Z (t0 )]2 donde: ri+1 - vector deformación en el ciclo o tiempo i+1; ti+1 - tiempo i+1; t0 - ciclo o tiempo inicial o cero; X, Y, Z - componentes espaciales de las coordenadas. Igualmente la deformación se puede expresar en base al modelo dinámico siguiente: 2 m 0 x x y = y z i z i .. . x x .. ∆t m2 . + y ∆t m + y .. 2 . z z i i donde: T . . . x y z i T .. .. .. , x y z i - son las velocidades y aceleraciones convencionales, respectivamente. ∆t - es el intervalo de tiempo entre ciclo o tiempo cero (to) y el ciclo o tiempo dado tm. II.7. Fórmula 7 La fórmula siete, y no por ser la última es la de menor importancia, es la que evalúa la calidad del dato, la precisión de cada una de las operaciones anteriores, y es la fórmula del error medio cuadrático de una función de argumentos no correlacionados, tal y como se trata que sean las magnitudes medidas en Topografía Aplicada [12]. 𝑛 𝜕𝐹 2 2 𝑚𝐹 = �� �� � 𝑚𝑥𝑖 � 𝜕𝑥𝑖 𝑖=1 Es decir, que el error medio cuadrático de una función de n argumentos no correlacionados es igual a la raíz cuadrada de la suma cuadrática de las derivadas parciales de cada una de las variables de la función por el error medio cuadrático del argumento como tal. Demos un ejemplo: Si deseamos determinar el error medio cuadrático del desnivel obtenido por la fórmula: h = S . tan α Con una longitud horizontal de S = 143,5 m, y el ángulo α = 2°30`00”, resulta que h = 6.27 m. Si la distancia se midió con un error medio cuadrático de ms= � 5 mm y el ángulo con mα = � 2”, tenemos que: 𝑚ℎ = �𝑚𝑠2 𝑡𝑎𝑛2 𝛼 + 𝑆 2 𝑚𝛼2 𝑐𝑜𝑠 4 𝛼 𝜌2 Al sustituir, obtenemos que mh= � 1.94 mm, lo cual nos resulta un indicador importante de la calidad de esa determinación. No obstante, aclaramos que existe una serie de términos relacionados con la incertidumbre de medida como son error, precisión, exactitud, repetibilidad, reproducibilidad, etc., que deben tratarse con cuidado, evitando su confusión y usándolos de manera consistente a como se definen en lo s documentos internacionales. La definición de todos ellos viene recogida en el Vocabulario internacional de Metrología – Conceptos fundamentales y generales y términos asociados (3ª edición) (ISO, 2007; CEM, 2008), comúnmente conocido como VIM. El VIM debe acompañar siempre a la Guía para la expresión de la incertidumbre de medida, comúnmente denominada GUM (ISO, 2008), elaborada conjuntamente por diversas organizaciones internacionales (Oficina Internacional de Pesas y Medidas BIPM, Organización Internacional de Metrología OIML, Organización Internacional de Normalización ISO) y adoptada, en la actualidad, por un gran número de prestigiosas sociedades científicas internacionales. Los dos documentos, el VIM y la GUM, son complementarios y han sido publicados por la ISO en consenso con otras muchas organizaciones internacionales. III. Conclusión Con estas siete fórmulas sencillas de la Topografía Aplicada puede realizarse cualquier trabajo de esta especialidad. Solo resta derivar de ellas para obtener las otras deseadas. Así, el levantamiento de certificación ejecutiva o As Built no es más que un caso particular de la fórmula de deformaciones, ya que en el tiempo establece una comparación entre lo real existente y lo deseado en el proyecto, lo que puede asumirse este último como tiempo o ciclo cero. Algo similar sucede con la certificación periódica del avance de la obra: es una comparación de geometrías en el tiempo transcurrido. Conocida la ecuación espacial de posición de varios puntos y su precisión, se derivan la distancia plana e inclinada entre ellos, el desnivel, la inclinación, el rumbo, el acimut, la dirección, la altura, el asentamiento, el desplazamiento horizontal. Se hallan los elementos de replanteo: ángulos de inflexión y distancias de enlace. Este razonamiento puede servir para explicar de una manera didáctica y diáfana el porqué de las formulaciones de la Topografía Aplicada. IV. Referencias 1. Aunque en cualquier edición de la Biblia puede comprobarse lo referido al número siete, debemos decir que en el presente artículo hemos consultado a La Biblia de estudio, impresa por Sociedades bíblicas unidas. Brasil. 1997. 2. Contenau, Georges. La vida cotidiana en Babilonia y Asiria. Editorial Pueblos. La Habana. p. 101. 3. La Biblia de estudio. Obra citada. p. 35. 4. Díaz García, Waldo. Mahoma y los árabes. Editorial Ciencias Sociales. La Habana. 1990. p. 154. 5. Ibídem. p. 185. 6. Ibídem. p. 197. 7. Popol Vuh. Las antiguas historias del Quiché. Editorial Gente Nueva. La Habana. 1986. p. 161. 8. Humboldt, Alejandro de. Cristóbal Colón y el descubrimiento de América. Tomo 2. Librería de los sucesores de Hernando. Madrid. España, pp. 347-348. 9. Cadalso, Alejandro Ruiz. Historia general de las ciencias geodésicas. Editorial Cultural S.A. La Habana. 1941. p. 235. A su vez Cadalso hace referencia a que este dato lo tomó de Biblia saca vulgatae editionis, cum annotationibus J.B. DuHamel, Matriti, 1790, Pars altera (3er volumen), Liber [] Esdras quarius, cap. VI, versículos 42,47. También Alejandro de Humboldt en su obra citada, p. 345, así lo recoge: “Y el tercer día ordenaste a las aguas reunirse en la séptima parte de la tierra”. 10. Contenau, Georges. Obra citada. p.132. En esta misma página Contenau afirma que Herodoto en Los nueve libros de la Historia, libro primero, Clío, Capítulo CLXXXI, (Edición Revolucionaria. La Habana, 1978, pp. 50-51) se equivoca y dice que la torre en vez de siete, tiene ocho terrazas ya que cuenta el terraplén de basamento como tal; dice Herodoto “(…) En medio de él [se refiere al templo de Júpiter Belo] se ve fabricada una torre maciza que tiene un estadio de altura y otro de espesor. Sobre ésta se levanta otra segunda, después otra tercera, y así sucesivamente hasta llegar al número de ocho torres”. 11. Junto a la primera chispa de la filosofía en la cosmología del mito y en los misterios encontramos la primera presencia de la reflexión moral en la leyenda de los siete sabios. Los escritores antiguos los enumeran variadamente, pero cuatro de estos sabios, Tales, Biantes, Pitarlo y Solón figuran en todas las listas. Platón, que fue quien primero los enumeró, añadió a dichos cuatro Clóbulo, Misón y Quilón. Se les atribuían dichos y sentencias morales que pertenecen todavía al saber popular, pero que preludian, sin embargo, la verdadera y propia indagación sobre la conducta del hombre. Tomado de Nicolás Abbagnano. Historia de la filosofía, Tomo I Edición Revolucionaria. 1996. p. 6. 12. Bolshakov, V.D. Teoría de la elaboración matemática de las mediciones geodésicas. Editorial Nedra. Moscú. 1977. P. 117. V. Bibliografía consultada 1. Bolshakov, V.D. Manual de Geodesia Ingeniera. Editorial Nedra. Moscú. 1985. 2. Olivera, R.R. Keops: Enciclopedia electrónica de Topografía Aplicada. Santa Clara 2012.