Exposición Orellana (1511-1546): El Amazonas en la prensa gráfica

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Exposición
Orellana (1511-1546):
El Amazonas
en la prensa gráfica del siglo XX
www.mcu.es
www.060.es
Ministerio de Cultura
edita:
©seCretaría general téCniCa
subdirección general
de Publicaciones, información y documentación
niPo: 551-11-057-9
Ministerio
de Cultura
Ángeles González-Sinde
Ministra de Cultura
Mercedes E. del Palacio Tascón
subsecretaria de Cultura
Rogelio Blanco Martínez
director general del libro, archivos y Bibliotecas
4
El Archivo General de la Administración (AGA) resalta con la muestra
Orellana (1511-1546): El Amazonas en la prensa gráfica del siglo XX, el nacimiento hace quinientos años de Francisco de Orellana; que con su expedición, aventura, gesta y descubrimiento nos abrió el concepto de cuenca
amazónica. Una cuenca que sigue siendo noticia de portada en prensa, al
ser el pulmón que permite respirar a la humanidad. El viaje de Orellana, que
llevó al descubrimiento del río más largo del planeta, el Amazonas; es el
hilo conductor de una exposición que reúne medio centenar de fotografías
tomadas en la cuenca amazónica y publicadas en prensa entre 1931 y 1978
y que forman parte de otro caudaloso cauce, los fondos gráficos del AGA.
El AGA custodia los denominados Archivos de prensa gráfica del siglo XX,
formados por una pequeña parte de lo que fueron los fondos gráficos de
prensa de la Segunda República y , sobre todo, de la prensa que surge en
el periodo franquista, denominada en la Transición, Medios de Comunicación Social del Estado.
La exposición, de la que este catálogo electrónico hace las veces de versión
virtual, facilitando una visita desde cualquier punto del planeta o el tiempo,
está dividida en cuatro apartados.
El primero, se dedica a Trujillo, situado en la provincia española de Cáceres y ciudad de origen de Orellana y otros personajes de la primera expedición por el Amazonas. Imágenes de sus murallas, entre las que se criaron
los hermanos Pizarro y Orellana, con una magnífica fotografía del estudio
Arranz y de la Vega. Del Palacio del Marqués de la Conquista, o Palacio de
5
Orellana, como recoge el pie; o de la
iglesia de San Martín, fotografiada
por Joaquín del Palacio, de seudónimo Kindel (España, 1905-1989). Y
una serie de imágenes del fotógrafo
austriaco Jost Kurtz Heischel (Alemania, 1881-1948), representante
del movimiento de la fotografía social, refugiado en España durante la
Primera Guerra Mundial, que reflejan lo que fue Trujillo en el siglo XVI.
El segundo núcleo expositivo,
acompaña un panel con la biografía
de Orellana; con fotografías que
bien podrían documentar el paso del
trujillano por Perú o Nueva Castilla,
antes de su recorrido por el Gran
Río. Entre ellas, las de Ángel Alcázar de Velasco (España, 1909-2011),
torero, falangista, espía y periodista,
que recorrió Perú y la cuenca amazónica para la agencia Pyresa, dejándonos magníficas imágenes del
Templo del Sol, el Curaca o alcalde,
o de un petroglifo, que parece recoger la órbita del cometa Halley en el
Sistema solar en 1531, anuncio de
la conquista del Perú por los espa6
ñoles. También, la de la tumba de
Francisco Pizarro. Durante la expedición al Amazonas, los partidarios
de su rival, Diego de Almagro, aprovecharon para rebelarse y darle
muerte. Hay historiadores que sospechan que fueron los almagristas
los que difundieron los rumores
sobre el valle de la canela y el mito
de El Dorado, en cuya busca partieron Orellana y el menor de los Pizarro, Gonzalo; para debilitar las tropas
de los llamados pizarristas.
Otra imagen, del fotógrafo José
Pastor (Jaen, 1919-Madrid, 2010),
muestra la armadura de un “hombre blanco”, la vestimenta de plata
con la que recorría el imperio Inca un
representante de su realeza, antes
de la llegada de los españoles.
Un tercer apartado recrea la expedición a partir de reportajes periodísticos del pasado siglo XX realizados
en la cuenca del Amazonas, acompañados por fragmentos de la narración de la misma de Fray Gaspar
de Carvajal , uno de los tripulantes
de Orellana.
Comienza con una imagen del periódico Nuevo Mundo, fechada en
1931, del vuelo de Francisco Iglesias, el Capitán Iglesias (La Coruña,
1900-¿? 1973) sobre el Amazonas,
que impulsó el último intento de las
expediciones de descubrimiento en
la cuenca amazónica, expedición
que nunca llegó a realizarse, porque
la opinión pública de los países amazónicos, sobre todo la de la sociedad brasileña, consiguió eliminar el
concepto de descubrimiento y que
fuesen los propios países ribereños
los que iniciasen los estudios sobre
la cuenca amazónica y estableciesen su mantenimiento integral.
Las imágenes nos muestran la explotación del río en busca de madera, oro o piedras preciosas.
Veremos el río que describe Carvajal, amable y acogedor, despensa de
frutos y pesca; y el río hostil, bravo,
solitario, habitado por las tribus amazonas o por las tribus caribes, que
pintaban su cuerpo de negro.
La exposición acoge, además de
sueltos, varios reportajes, como el
de Diego Carcedo (Cangas de
Onís, 1940) sobre los chocoes; o el
de las misiones carismáticas sobre
las tribus amazónicas, que conoció
el Premio Nobel Mario Vargas
Llosa (Arequipa, Perú, 1936) en su
juventud en su viaje con el antropólogo español Juan Comas por el
Amazonas y recoge en su diario El
pez en el agua o El hablador y que
inspiró sus novelas La casa verde y
Pantaleón y las visitadoras. O el del
periodista Alberto Vázquez Figueroa (Santa Cruz de Tenerife, 1936) sobre el mercado de Belém do Para,
en la desembocadura. Figueroa voló
en los años setenta a América, tratando de reconstruir la ruta de Orellana, escribiendo reportajes en el
diario Arriba, y, posteriormente, un
libro de viajes.
Las últimas imágenes, reflejan la
embocadura al mar y la soledad del
río, a la que Orellana volverá a enfrentarse en su segunda expedición,
durante la que perdió la vida cuando
retornaba con su heroína, Ana de
Ayala, para ser enterrado bajo un
7
castaño en un lugar ignorado de la
orilla izquierda del Amazonas.
Un cuarto apartado, situado a la salida de la exposición, permite que el
visitante observe los documentos
de los descendientes de la gesta:
los títulos de propiedad de censos,
juros y alcabalas sobre las rentas de
España, que la Corona fue otorgando a los familiares de los descubridores y formaron el archivo del
Marqués de la Conquista. Y a través
de ellos, desbrozar un árbol genealógico que mezcla sangre de los
emperadores y princesas incas con
la de los conquistadores trujillanos.
El archivo del Marqués de la Conquista sufrió el expolio de las tropas
francesas durante la Guerra de la Independencia. Al ocupar la ciudad de
Trujillo, dieron con su cámara secreta, dentro del palacio, y lo desmembraron. En 1837 la partida
carlista de Peco y Jara utilizó parte
de sus documentos para fabricar las
municiones de sus escopetas.
Los documentos ingresaron en el
8
AGA en el proceso normal de las
transferencias documentales, porque en el siglo XIX las disposiciones
de reforma de la Hacienda pública
española, obligaron a permutar los
títulos de rentas antiguas, por el moderno concepto de títulos de la
Deuda pública. Así, los títulos originales expedidos por los monarcas
españoles eran entregados a la Hacienda Pública para su amortización
definitiva, los privilegios en pergamino eran despojados de sus sellos
de plomo y se anulaban poniendo el
sello de “Cancelado”. Estos documentos se conservan actualmente
en el AGA y pronto serán transferidos al Archivo Histórico Nacional.
Carta de privilegio del Rey de España, Felipe II, concediendo a D. Rodrigo de Orellana y Silva los Juros sobre las aduanas de Portugal
en los puertos de Badajoz y Villa de Valverde, que había otorgado a sus padres, Vasco Fernández de Silva y Doña Beatriz de Figueroa
y Orellana, el 23 de mayo de 1566. 30 de enero de 1597.Pergamino. Iníciales miniadas. Hilo de seda. Sello de plomo cortado.
Ministerio de Cultura. Archivo General de la Administración. AGA 31289,05.
9
10
Francisco Orellana (1511-1546),
el descubridor del Gran Río
Francisco de Orellana nace en Trujillo, ciudad extremeña de la provincia de
Cáceres, en España, en el año 1511. Trujillo es también la cuna de otros
personajes históricos que rodearon su vida y su expedición a la cuenca
amazónica. La ciudad es casi un protagonista más. De Trujillo fueron naturales los hermano Pizarro: Francisco, Hernando, Juan y Gonzalo y el narrador de la gesta del Amazonas Fray Gaspar de Carvajal en su memorial
Relación del nuevo descubrimiento del famoso río Grande que descubrió
por muy gran ventura el capitán Francisco de Orellana, escrito en 1542, y
que dará a conocer el erudito chileno José Toribio de Medina en 1895.
Si bien la obra de Gaspar de Carvajal se editó en las postrimerías del siglo
XIX, ya era conocida por el gran público, debido a la reseña que de la misma
hizo Gonzalo Fernández de Oviedo en su Historia General y Natural de las
Indias en 1542, desde la que se difundió masivamente la existencia de una
tribu de amazonas, que daría nombre definitivo al Amazonas, conocido
hasta entonces como Río Grande o Marañón.
El niño Francisco de Orellana, se formará en Trujillo junto a sus abuelos y
primos los Pizarro, bajo el amparo de la alcaldía de la fortaleza de la población y de los aprovechamientos de las dehesas extremeñas, bañadas por
11
Castillo de Trujillo. Positivo fotográfico.
Abril 1959. Autores: Arranz y de la
Vega.
Ministerio de Cultura. Archivo General de la Administración. Archivo fotográfico Dirección General de Turismo.AGA,00079,sobre 005.
12
los caudales de los ríos Guadiana y
Tajo, este último, el más largo de
España. Sin duda Francisco de Orellana es el más íntimo de Gonzalo
Pizarro, un año mayor que él, con el
que siguió las noticias de su primo
mayor Francisco Pizarro y Orellana, tanto en las guerras de Nápoles como en la conquista de los
territorios americanos bajo las órdenes de Nicolás de Ovando,
donde participa en las exploraciones de América Central y Colombia
alcanzando el Océano Pacífico, en
la expedición de Núñez de Balboa
en 1513, pasando a ser hombre de
confianza y fiel del Virrey Don Pedro
Arias Dávila. En 1519, Francisco Pizarro, fue nombrado Alcalde de la
ciudad de Panamá, donde se refugiarán al final los supervivientes de
la última expedición amazónica de
Orellana.
En 1524, Diego de Almagro, José de Busto y
Francisco Pizarro, inician la conquista del
Perú. En 1527 Francisco
de Orellana se incorpora a las tropas de su
primo. En 1530 lo harán
sus primos Gonzalo y
Hernando Pizarro y en
1534 llegará a Perú el
padre Fray Gaspar de
Carvajal desde Trujillo.
Orellana resume su
vida en el continente
americano, en un memorial 1 en la ciudad de
Santiago de la Nueva Castilla llamada del Perú 2, el 4 de enero de
1541, donde ejerce el cargo de Teniente de Gobernador; poco antes
de iniciar con su primo Gonzalo la
expedición del Alto Amazonas en
busca de los árboles de la canela y
de el Dorado. En su petición a la ciudad Orellana resume sus hechos de
armas: “Todo el tiempo que a que
resido en él asi aviendome hallado
en las conquistas de Lima, e Cugullo e Cusco e seguimiento del Inga
e conquista de Puerto Viejo e sus
términos…”. Continua mencionando que posteriormente acudió
al socorro de Hernando y Francisco
1
Iglesia de San Martín, en Trujillo. Positivo fotográfico sobre cartoné. Diciembre de 1954. Autor: Joaquín del
Palacio (Kindel).
Ministerio de Cultura. Archivo General de la Administración. Archivo fotográfico Dirección General de Turismo.AGA,00079,sobre 005.
España. Ministerio de Cultura. Archivo General de Indias. Signatura: Patronato, 185, R.23. El documento original puede consultarse en la página Web
del Ministerio de Cultura http://pares.mcu.es/.
2
En el documento memorial de petición del cargo de gobernador para Francisco de Orellana, que se cita en la siguiente nota, la Nueva Castilla se denomina la “Castilla del Oro”.
13
Pizarro a las ciudades de Cuzco y
Lima, consiguiendo levantar el
cerco a que las habían sometido la
sublevación de los indios, después
se le encomendó la conquista de la
provincia de la Culata, provincia de
ciénagas y ríos caudalosos donde
fundo y pobló la ciudad de Santiago,
nombrándole Francisco Pizarro capitán general y teniente de gobernador de Santiago y de la Villa
Nueva de Puerto Viejo. Y finaliza su
petición al título de Gobernación
alegando además su condición de
hijodalgo y de persona de honra,
para recibir dicho cargo. Las autoridades de la ciudad añadieron a sus
méritos la pérdida de un ojo y el que
Palacio de Orellana, en Trujillo. Sin
fecha. Autor desconocido.
Ministerio de Cultura. Archivo General de la Administración. Fondo Prensa Gráfica. AGA, F,01767,sobre
002.
su casa fuera el refugio y hospital
para la cura de las enfermedades
que afectaban a los pobladores de la
ciudad de Santiago.
Al año siguiente de solicitar el cargo
de Gobernador, iniciaría junto a Gonzalo Pizarro, la mayor aventura de su
historia, que relata el propio Gonzalo
Pizarro en memorial3 a su majestad
el emperador, el 3 de septiembre de
1542.
Una calle de Trujillo. Fotografía sobre
papel a la albúmina. Sin fecha. Autor:
Jost Kurt Hielscher.
Ministerio de Cultura. Archivo General de la Administración. Fondo Prensa Gráfica. AGA,F,01767,sobre
002.
“Asy mismo hize saber a vuestra
majestad como por las grandes noticias que en Quito y fue a saber Yotuve, Angipor, caciques prençipales
y muy antiguos como por españoles que conformaban ser la provinçia de la canela y laguna del
Dorado tierra muy poblada y muy
rica por cuya cabsa yo me deter-
miné de la yr a conquistar y descubrir y por servir a vuestra Magestad
y por la enganchar y abmentar sus
3
España. Ministerio de Cultura. Archivo General de Indias. Signatura: Patronato, 90B,
N.2,R.11. El documento original puede consultarse en la página Web del Ministerio de Cultura http://pares.mcu.es/.
15
Tumba de Francisco Pizarro en Lima,
en la que fueron depositados sus restos el 28 de junio de 1895. Positivo
sobre papel. Sin fecha. La imagen pertenece a un reportaje sobre Perú realizado por el fotógrafo de la agencia
PYRESA, Ángel Alcázar de Velasco.
Ministerio de Cultura. Archivo General de la Administración. Archivo fotográfico Prensa Gráfica. AGA,F,01591,sobre 25.
16
reynos y patrimonio real y por que
me certyficaron que destas provincias se abrian grandes tesoros
de donde vuestra Magestad fuese
servido y socorrido para los grandes
gastos que de cada dia a vuestra
Magestad se le ofreçen …”
Gonzalo Pizarro inició su expedición con más de 200 hombres de
pie y a caballo. En el recorrido por
los ríos y sierras del alto Amazonas,
encontraron unos indios que le dijeron que conocían la situación de
la tierra de la canela, a la que decidió
ir con 80 soldados de a pie, porque
el lugar impedía la marcha de los caballos. En busca de esta tierra pasó
más de 60 días, en el transcurso de
los cuales los guías iban cambiando
“Dos airosas llamas ante la puerta del
Templo del Sol”, se lee en el cartón de
esta imagen. Positivo sobre papel. Sin
fecha. Forma parte de un reportaje fotográfico sobre Perú, realizado por el
reportero de la agencia PYRESA,
Ángel Alcázar de Velasco.
Ministerio de Cultura. Archivo General de la Administración. Archivo fotográfico Prensa Gráfica.AGA, F,01591, sobre 25.
y varios españoles murieron de
hambre o de fatiga. Al cabo de ese
tiempo alcanzaron los árboles de la
canela, en una montaña áspera,
despoblada e inhabitable. Siendo árboles pequeños y de poco aprovechamiento, decidió seguir en busca
de unas tierras más fértiles, llegando a la provincia de Guema,
donde le informan los caciques, que
las grandes poblaciones y la buena
tierra se encontraba más abajo. Siguiendo las indicaciones de Orellana llegó a la provincia de Omagua
a un río muy grande, donde vivían
en cabañas unos indios vestidos y
muy cultos, en principio de paz, que
en seguida se rebelaron. Gonzalo
Pizarro se hizo con unas 15 canoas,
decidiendo construir un bergantín
17
EL HOMBRE BLANCO. “Obsequio al
jefe del Estado”, titula el diario Arriba,
el 1 de mayo de 1951. El texto:”Esta
hermosa armadura de plata, perteneciente a un miembro de la familia real
de los Incas, es el obsequio que hace
al jefe del Estado el vicario general del
Obispado de Santa Cruz (Bolivia).
Monseñor Avelino Costas”. Otro texto
añade que se usaba en las fiestas en
tiempos próximos a “la Conquista” y
que quien la portaba era llamado “el
hombre blanco”. Sin fecha. Autor: José
Pastor.
Ministerio de Cultura. Archivo General de la
Administración. Archivo fotográfico Prensa
Gráfica. AGA,F,01591,sobre 25.
18
con el fin de que toda su gente pudiese atravesar o seguir el río abajo:
“…el capitán Francisco de Orellana:
me dixo que por servir a vuestra
majestad y por amor de mi quel
quería tomar trabajo de yr a buscar
la comida donde los yndios dezian río abajo donde el río se abrazaba a
otro río-, porquel estaba çierto que
allí la abía y que dandole el bergantín y las canoas a mas de 60 hom-
bres quel yria a buscar la comida y
la tierra por socorro del Real [campamento] y que como yo caminase
hazia abajo y el viniese con la comida con el socorro seria breve y
dentro de diez y ochos dias tornaría
al Real...”
Francisco de Orellana partió, llevando los arcabuces, ballestas, municiones y herrajes de que disponía
la expedición. Gonzalo Pizarro al no
Vuelo del capitán Iglesias sobre el
Amazonas. “El aeroplano de Iglesias
vuela sobre el macizo arbóreo que circunda el Amazonas. La belleza del paisaje, su salvaje fecundidad y el
misterio de sus selvas pobladas de feroces animales, hicieron germinar en
el aviador el deseo de explorarlas”, se
lee en el recorte de prensa que acompaña la imagen, publicada en el periódico Nuevo Mundo, el 31 de octubre
de 1931. Autor desconocido.
Ministerio de Cultura. Archivo General de la Administración. Fondo MCSE.AGA,F,0343,sobre 25.
“Una factoría vista desde un avión. Pabellones, barcos. Estampa de Julio
Verne, evocación de las viejas novelas
de aventuras en las tierras misteriosas
y hóstiles”, dice el pie de esta imagen,
publicada en la revista Nuevo Mundo,
el 31 de octubre de 1931. Autor desconocido.
Ministerio de Cultura. Archivo General de la Administración. Archivo Prensa Gráfica. AGA,
F,01330,sobre 2.
20
tener noticias y haber acabado con
todas las existencias de comida,
empezando a comer los perros y
los caballos, inicia el descenso del
río alcanzando el lugar de unión de
los ríos donde debería encontrarse
con Orellana. Al no encontrarle decide remontar río arriba y trata de
salir de las cuencas a tierras más
benévolas. A su llegada a Quito,
después de andar más de 270 leguas en las que murieron varios españoles, algunos de hambre; se
encontró, con las revueltas de los
españoles y de los indios de la provincia de la Culata, habiendo
muerto más de 100 españoles y el
obispo de Lima, junto con su hermano Francisco Pizarro, por lo que
solicita se haga justicia en Don
Diego de Almagro y sus partidarios
que han dejado de obedecer las órdenes de su Majestad, pero no solicita justicia contra Francisco de
Orellana y sus hombres a los que
debe dar por muertos, después de
las penalidades que él mismo ha
pasado para regresar.
Las noticias y crónicas del viaje de
Orellana por el Amazonas, las proporcionan tres fuentes de primera
mano. La primera, la crónica o relación del viaje de Fray Gaspar de Carvajal. La segunda, los documentos
originales de Orellana y sus hombre en el Amazonas, que se conservan en el Archivo General de
Indias junto al memorial resumido
de Gonzalo Pizarro, junto a una sola
hoja de descargo de acusaciones,
redactada por el propio Orellana3. Y
la tercera, las propias declaraciones
de Orellana a Gonzalo Fernández
de Oviedo, recogidas por él junto
con fragmentos de la crónica de
Gaspar de Carvajal en la Historia
General y Natural de las Indias.
El relato del viaje lo inicia Gaspar de
Carvajal, narrando la forma en que
Francisco de Orellana decide integrarse en la expedición de Gonzalo
Pizarro con 23 hombres, cuyos gastos sufragó el propio Orellana. Una
vez ordenados los asuntos de gobierno de Santiago y de Puerto
Viejo, llegó a Quito cuando ya había
partido Gonzalo Pizarro con su
gente, alcanzando al mismo cuando
había perdido sus pertrechos, conservando sólo su espada y su rodela. Según Carvajal fue Orellana
quien organizó la construcción del
bergantín por el que descendería el
Amazonas. Iniciado el viaje, se encontraron con fuertes corrientes en
el río, que les hicieron superar el
lugar de encuentro en el que se
había quedado con el gobernador
21
“Típico poblado amazónico”, se lee en
el pie de esta imagen fechada el 9 de
diciembre de 1958 y firmada por Foto
Cifra. Positivo fotográfico..
Ministerio de Cultura. Archivo General de la Administración. Archivo fotográfico Arriba. AGA, F, 01108,
sobre 11.
22
que acompañan a Orellana:
“Un cortijo en la provincia de San Pablo, en
Brasil”, se lee escrito a mano en el cartón
de esta fotografía. A máquina y en francés:
“La vida en las colonias brasileñas. Una
mujer en la provincia de San Pablo en Brasil”.Positivo sobre papel a la albúmina.
Ministerio de Cultura. Archivo General de la Administración. Archivo fotográfico Prensa Gráfica extranjero. AGA, F, 01692, sobre 18.
Gonzalo Pizarro, motivo por el cual
ante la imposibilidad de volver por
la falta de alimento, el 4 de enero
de 1542 el escribano Francisco de
Ysasaga, da fe3 de cómo comparecen todos los caballeros e hidalgos
“Nos los caualleros y hidalgos y sacerdotes que queste Real nos hallamos con Vuestra Merçed su
determinación para caminar el rio
arriba por donde vajamos con Vuestra Merçed e visto ser cosa imposible sobre a donde Vuestra Merçed
dexo el Sr. Gonçalo Pizarro nuestro
gobernador sin peligro de las vidas
de todos nosotros y que es cosa
que cumple la fin de Dios ni del Rey
nuestro señor. Requerimos y pedimos de parte de Dios e del rey a
Vuestra Merçed que no empieze
esta real jornada tan cuesta arriba
en la qual se pone a riesgo la vidas
de tantos buenos por que somos
çertificados de los hombres de la
mar que aquí vienen con el barco e
como as que aquí nos han traydo
que estamos del real del señor Gobernador Gonçalo Pizarro duzientas
23
Una canoa en medio del río “que mil e
doscientas leguas ante que allegue la
mar trae de anchura dos o tres leguas
en partes”, esto es, dos o tres jornadas
a caballo, según relató Orellana. Positivo fotográfico. Sin fecha. Autor desconocido.
Ministerio de Cultura. Archivo General de la Administración. Archivo fotográfico Prensa Gráfica. AGA,F,01192,sobre 5.
24
leguas e más por la tierra sin camino ni poblado antes muy bravas
montañas las quales emos visto
por esperiencia e vista de ojos veniendo por el agua baxo quel dicho
barco y canoas padeçiendo grandes
trabajos e hambre en el qual camino e viaje agua abaxo emos tenido temor de perder todas las
vidas por la neçesidad e hambre
que padeçimos en el dicho despo-
blado quanto mas peligro de
muerte temiamos subiendo con
vuestra merced rio arriba por tanto
suplicamos a Vuestra Merçed e le
pedimos e requerimos no nos llebe
consigo el rio arriba por lo que dicho
tenemos y representado a Vuestra
Merçed ni se ponga en nos lo mandar porque será dar ocasión a desobedeçer a Vuestra Merçed y al
desacato que tales personas no an
de tener si no fuese con temor de la
muerte la qual se nos representa
muy descubiertamente si Vuestra
Merçed quiere volver Río arriba
donde esta el señor Gobernador y
si neçesario es otra y otra vez le requerimos lo sobre dicho protestando a Vuestra Merçed todas las
vidas de todos y con esto nos descargamos de alenes ni menos desobedientes al fin del Rey sino le
siguieremos en este viaje todo lo
qual todos a voz de uno lo pedimos
e firmos de nuestros nombres
como por ellos abajo paresçerá y
pedimos a Francisco Ysasaga nos
la de por testimonio como escribano ques de Vuestra Merçed y dezimos que estamos prestos para le
seguir por otro camino por el qual
salvemos las vidas”.
La primera firma es la de Fray Gaspar de Carvajal, seguida de 48 firmas más, sólo falta la firma de
Francisco de Orellana, quien el 5 de
enero de 15423, visto el requerimiento acepta por escrito ser justo,
por cuanto es imposible volver río
arriba, mandando construir otro bergantín con el fin de proseguir la navegación río abajo. El documento
porta la firma original de Francisco
de Orellana siendo testigos de su
redacción el padre Carvajal, el comendador Rebolledo, Alonso de
Robles y Antonio de Carranza,
dando fe de verdad con su signo el
escribano Ysasaga.
La primera orden de Francisco de
Orellana es del mismo día 5 de
enero y la dará en nombre del Gobernador y Capitán General D. Gonzalo Pizarro, descubridor de las
provincias de la Canela y Río Grande
de Santa Ana, con el fin de que todos
entreguen las ropas o pertrechos
que pudiesen ser de los hombres
que quedaron con el gobernador,
25
para inventariarlos y devolverlos a
sus propietarios si logran alcanzar la
salida del gran Río. El pregón de la
misma lo realizó Ysasaga en la
plaza del pueblo de Aparia3.
El 9 de enero rinden pleitesía a Orellana 11 caciques (Carvajal habla de
la cifra de XIII, pero Ysasaga sólo recoge 11): hirimara, parayta, dimara,
aquare, piriata, aymiana, hurumara,
aparia, macuyana, guaricota y mapiare. Pueblos de los que el día 16
de enero, en Aparia tomó posesión
en nombre de Su Magestad y el
Señor Gobernador Don Gonzalo Pizarro3.
Fue aquí, mientras los expedicionarios reponían fuerzas y construían
un segundo bergantín, donde Carvajal relata, que un indio viejo llamado Aparia, les habló de las
amazonas y de las riquezas que
más abajo del río existían. También
26
les comentó las noticias de otro
señor apartado del río, tierra adentro, llamado Ica, que poseía gran riqueza de oro.
El 2 de febrero, día de la Candelaria,
abandonan el poblado, llegan a Irimay, de allí prosiguen por tierras de
Aparia, en ellas siguen recibiendo
advertencias de que si prosiguen su
viaje encontrarán a las grandes señoras llamadas coniu puraya o amurrianos.
En estas tierras amables se convierten en Los hijos del Sol, porque
Orellana al tratar de explicar al cacique llamado Aparian el concepto de
Dios y del Rey de España, terminó
por compararse como los hijos de
Chise o el Sol.
En estas jornadas apacibles entre
las tribus tributarias de Aparia, los
hombres vuelven a solicitar un
nuevo testimonio al escribano
“Tariri entregando una cerbatana al
autor del reportaje. Al fondo, su choza.
A la izquierda el cesto que guardaba la
Biblia”, dice el pie original de esta imagen. El Tariri, jefe de la tribu fue protagonista durante el siglo XX al convertirse
al cristianismo, años después volvió a
su religión primitiva, en 1973 sacrificó
al misionero y volvió a fundirse en la
selva amazónica. La imagen forma
parte de un reportaje sobre la selva
amazónica publicado el 9 de diciembre
de 1973 en el diario Arriba. Las fotos
procedían del diario La Crónica. Positivo sobre papel. Autor desconocido.
Ministerio de Cultura. Archivo General de la Administración. AGA, F, 01591, sobre 25.
Ysasaga, de cómo el Sr. Gobernador y descubridor de la canela, les
había mandado ir río abajo en busca
de maíz, de cómo no habían podido
retornar por las corrientes y falta de
alimento, prestando juramento de
haberse negado a volver y pedir a
su capitán que les guiase río abajo.
Todos ellos lo juraron ante un libro
misal, jurando Orellana la aceptación y guía requerida por sus hombres4 .
Entre abril y mayo al abandonar las
tierras de Aparia navegan por aguas
4
Este será el último testimonio que fue remitido por los expedicionarios al Consejo de Indias,
sobre el tránsito por el río. A partir del 1 de marzo las noticias son las que proporciona Carvajal.
27
Vista aérea de la Amazonía. Foto de la
agencia de información Pyresa. Sin
fecha.
Ministerio de Cultura. Archivo General de la Administración. Archivo de Prensa Gráfica. AGA,F,01330,
sobre 2.
poco pobladas y faltas de alimentos, pero los expedicionarios ya han
aprendido a sobrevivir en la cuenca,
comen hierbas, raíces, proporcionándoles las proteínas la carne de
las iguanas y el pescado del río. En
mayo entran en las tierras de Machiparro, con grandes poblados y
guerreros, población que hubieron
de conquistar por las armas, muriendo en los combates Pedro de
Ampudia. Es en estas tierras de
Machiparo densamente pobladas
donde Carvajal sitúa tierra adentro
la existencia del Ica y de sus grandes riquezas de oro.
Pasado el pueblo de Machiparro,
entran en el área de la zona de influencia tributaria de las Amazonas,
las tierras de los Omaguas y de los
Paguanas, quienes elaboraban unas
vasijas vidriadas y esmaltadas de
vivos colores, que Carvajal compara
como mejores que las que se fabri-
caban en la provincia de Málaga en
España, comentándoles los indios,
que tierra adentro las vasijas eran
de oro y plata. En el solsticio de verano, el 24 de junio en la tierra bautizada como San Juan, sostuvieron
la batalla en la que 10 o 12 mujeres
capitaneaban a los hombres, mujeres a las que Carvajal describe
como blancas y altas, vestidas sólo
con sus arcos y flechas. En estos
enfrentamientos fue donde fray
Gaspar de Carvajal perdió un ojo.
Tras sobrepasar a las Amazonas, llegaron a la provincia que llamaron de
los Negros, porque los indios iban
pintados de negro, donde murió el
burgalés Antonio de Carranza. Son
las tierras de los caníbales y las que
anuncian la proximidad al mar, que
alcanzan el 26 de agosto de 1542.
Durante la travesía por el mar los
dos bergantines se separaron, saliendo el grande capitaneado por
29
Orellana por la llamada boca del Dragón, llegando a la isla de Cubagua o
Nueva Cádiz el día 9 de Septiembre.
dad de Valladolid, lugar de residencia del príncipe Felipe :
Rápido va Orellana a informar al rey
del descubrimiento del Gran Río. En
su viaje a la Corte recala en Santo
Domingo, donde el 22 de noviembre de 1542, se entrevista con Gonzalo Fernández de Oviedo a quien le
relata su exploración. Acompañan a
Orellana el comendador Cristóbal
Manrique, Cristóbal de Cáceres,
Alonso Gutiérrez y Fernando Gutierrez de Celis. Esta entrevista se publica junto a partes del relato de
Fray Gaspar de Carvajal en la obra
Historia General y Natural de las Indias, que se edita ese mismo año.
El capitán Francisco de Orellana
digo a que a mi notiçia es venido
que por parte de Gonzalo Pizarro se
an presentado cartas informaciones
diziendo que yo me fui del Real
donde el estava y que me alçe con
un bergantín y canoas de gente y
hazienda suya y que por venirme
alçado murieron algunos de hanbre
y porque cualquier información y
petición que en esto se aya hecho y
dado os conte la verdad suplico a
Vuestra Alteza mande ver unos testimonios que yo traigo de toda la
gente que conmigo bino por donde
constara lo que en ello paso porque
atenta la calidad de mi persona o
del negoçio no fuera justo quel
dicho Gonzalo Pizarro ynformara lo
que ynforma con testigos tomados
Desconocemos los informes directos de Orellana a Su Majestad, pero
conservamos la escueta petición,
escrita parece del propio Orellana,
a los señores del Consejo en la ciu30
“Muy poderosos señores
“Viéndola desde arriba, la selva parece
una pradera inmensa recién segada”,
decía el pie de esta imagen, publicado
el 9 de diciembre de 1973 en el diario
Arriba. El reportaje era sobre el Amazonas y las misiones carismáticas de
la Universidad de Oklahoma e incluía
una entrevista al Tariri o jefe de la tribu
Shapra de indios cortadores de cabezas. Las fotos proceden del diario La
Crónica. Positivo sobre papel. Autor
desconocido.
Ministerio de Cultura. Archivo General de la Administración. AGA,F,01591,sobre 25.
por el como gobernador que según
la calidad del negocio avian de dezir
para disculparse asi todo lo que se
les pidiesen, e suplico que en esto
se consideren çinco cosas; la una el
testimonio que yo traigo de la gente
que son tantos en numero asi religiosos como seglares y que eran
de los honrrados del real y que en lo
qual dizen no po (agujero falta el
texto) fes (agujero) diga que yo lo
per(agujero)la segunda que el
mismo Gonçalo Pizarro me dio
(agujero) yo oviera pensado tal maldad no de para mis criados e negoçios (agujero)hazienda que tenía
en el Real; la tercera que no habia
causa para que [yo me] alçase pues
era el principal del Real y no aventuraba ynteres ninguno en yr por
notorio peligro por un rio muerto de
hambre por tierra que no sabia lo
qual a mostrado la esperiençia y paresçe por la relaçion que he dado la
quarta la dificultad que notoriamente pareçe que podia aver en la
vuelta desde el lugar donde se hallo
la comida, la quinta que las mismas
corrientes nos llevaron y sobre todo
de mi se quan poca necesidad ay
de inponer a mi estas cosas por
quererse asi salvar aviendo Dios
oydo e vido que por medio de los
31
podran suceder tanto bien a estos
reynos y ansi suplico a Vuestra Alteza mande luego despacharme
como fuera servido y en ello resçebire merçédes “.
En el vuelto ( reverso del escrito):
“Que se junte esta petición con los
testimonio se vea.
En Valladolid a VII de junio de 1543”
El enviado especial de prensa Diego
Carcedo con un grupo de mujeres y
niños Chocoes. 27 de julio de 1975.
Positivo fotográfico sobre papel Valca.
Autor: Diego Carcedo.
Ministerio de Cultura. Archivo General de la Administración. Archivo Prensa del Movimiento.
AGA, F, 01192, sobre 5.
32
que alli veniamos se descubriesen
sin pensar con tanto riesgo y ventura tantas gentes que podran venir
al conoçimiento de Dios y de que
6
El 17 de Febrero de 1544 se le otorgaron a Francisco de Orellana las
Capitulaciones para el descubrimiento y población de las tierras y
provincias del río Marañón, que se
llamarán la “Nueva Andalucía”. El
borrador o minuta de las capitulaciones aparecen expedidas por el
príncipe Felipe6 y el original aparece
encabezado por el Emperador Carlos V y su madre Doña Juana como
España. Ministerio de Cultura. Archivo General de Indias. Signatura:, 28 R 16. El documento original
puede consultarse en la página Web del Ministerio de Cultura http://pares.mcu.es/.
reina de Castilla, según la copia
asentada en el Registro de Indiferente general que se conserva
igualmente en el Archivo de Indias7 .Estas capitulaciones según la
obra de La influencia lacasiana en el
siglo XVI8 son un nuevo modelo establecido por la monarquía, posiblemente debido a la influencia del
Padre Las Casas y la publicación de
las Leyes Nuevas.
En las capitulaciones expedidas se
nombra a Orellana Gobernador, Capitán General y Adelantado de las
nuevas tierras que se descubran en
la orilla izquierda del río y provincia
que se llamará Nueva Andalucía. Se
le concede las funciones de justicia
y las de poder edificar fortalezas,
pero se le niega el comercio y contacto con los indios, excepto para el
aprovisionamiento de comida. Además se le prohíbe acceder al río con
los barcos, debe iniciar la exploración del mismo por el mar con dos
pequeñas embarcaciones, de tal
forma que una lleve las noticias a la
flota de la expedición. Igualmente
se le encomienda que cumpla las
negociaciones de la Corona con el
Reino de Portugal, según y como se
le ha explicado por el propio monarca o príncipe y de acuerdo a las
negociaciones que a tal fin se han
7
Ministerio de Cultura. Archivo General de Indias. Indiferente, 416 , L.2. El documento puede
consultarse en imagen digital en la Web del Ministerio de Cultura http://pares.mcu.es/.
8
José Luis Burguet, José Barrado Barquilla, Bernardo Fueyo Suárez: Influencia lacasiana en el
siglo XVI. VIII Congreso de historiadores dominicanos. 2006.
33
establecido entre las dos coronas.
Se le permite el paso de ocho esclavos negros9 y se le obliga a llevar
8 religiosos que son quienes deben
establecer las negociaciones con
los indios, de tal forma que a la llegada a las poblaciones son estos religiosos los que deben establecer el
primer encuentro, sin que Orellana
y sus hombres puedan intervenir,
hasta que se halla autorizado por las
tribus la población y erección de fortalezas si se estimase.
El monarca pone toda la expedición
bajo la supervisión del Veedor Ge-
neral de la futura provincia, el dominico Fray Pablo de Torres. El príncipe
Felipe10, le comunica al propio Orellana el 7 de mayo de 1544, que Fray
Pablo de Torres tiene la orden de ver
como guarda y cumple lo que debe
hacer. Además, debe aprobar o dar
su consentimiento a las disposiciones que se hagan y es la persona
que debe dictaminar las discrepancias que pudieran surgir entre los
expedicionarios.
Fray Pablo además es el portador
de un cofre secreto11 , donde lleva
las instrucciones del monarca en el
9
Orellana en la expedición del río, ya había llevado dos esclavos negros de su propiedad, que sólo
una vez aparecen mencionados en todo el relato.
10
España. Ministerio de Cultura. Archivo General de Indias. Signatura: INDIFERENTE,416,L.2,F.38R38V. El documento puede consultarse en imagen digital en la Web del Ministerio de Cultura
http://pares.mcu.es/
11
El documento es de 8 de mayo de 1544. España. Ministerio de Cultura. Archivo General de Indias. Signatura: INDIFERENTE,416,L.2,F.37V-38R. El documento puede consultarse en imagen digital en la Web del Ministerio de Cultura http://pares.mcu.es/
34
lleciese Orellana el cofre debería
abrirse públicamente en el ayuntamiento y seguirse las disposiciones
que el monarca hubiese dispuesto
para la sucesión de la Gobernación.
Las últimas instrucciones del príncipe Felipe son la encomienda a los
ochos franciscanos que deben ir en
la expedición de las nuevas leyes
impresas, que deben hacer extender entre los indios.
“El río comienza a hacerse concurrido
al llegar a Manaos”, escribe Alberto
Vázquez Figueroa al pie de esta foto
en su libro La ruta de Orellana, seis mil
kilómetros de selva.
Ministerio de Cultura. Archivo General de la Administración. Archivo Prensa del Movimiento.
AGA, F,01108, sobre 11
caso de que Orellana falleciese en
la expedición. El cofre tiene tres llaves, una en poder del propio Orellana, la segunda llave en poder de
fray Pablo y la tercera en poder del
tesorero Francisco de Ulloa. Si fa-
El aprovisionamiento de la flota se
muestra complicado, en principio
por los oficiales de la Casa de la
Contratación, a los que el príncipe
ordena el 22 de octubre de 1544
despachar como al resto de las flotas. El 5 de noviembre de 1544, el
príncipe reprocha a Orellana que
haya llegado a ciertos acuerdos con
algunos mercaderes, para el aprovisionamiento de la flota, y le recuerda que esas facultades son del
35
Imágenes del mercado en Belém do
Para, que acompañaron un reportaje
de Alberto Vázquez Figueroa. El reportero recorrió la ruta de Orellana y sus
hombres y la revivió además de en
sus artículos en el diario Arriba, en el
libro La ruta de Orellana. El reportaje
se publicó el 3 de enero de 1968 en
Arriba y las fotos son del propio Vázquez Figueroa.
Ministerio de Cultura. Archivo General de la Administración. Archivo General Prensa del Movimiento. AGA, F, 01108, sobre 11.
36
monarca.
El aprovisionamiento de la flota se
volvió costoso para Orellana. Las
informaciones parten de la correspondencia de fray Pablo de Torres
con el príncipe Felipe12 y de las visitas de inspección de los oficiales de
la Casa de Contratación en el
puerto de San Lúcar de Barrameda.
En esta visita la flota ya recibe el
nombre de “La flota del Amazonas”.
El 5 de mayo de 1545 Fray Pablo se
queja al príncipe de que Orellana no
presenta cuentas y de que acusa al
fraile de no poner los fletes en los
barcos. El 15 de mayo los oficiales
de la Casa de la Contratación inspeccionan los 4 navíos por orden de
fray Pablo de Torres y levantan acta
de que a las seis de la tarde se hicieron a la vela sin la licencia de los
jueces de la Casa de la Contratación.
El precario aprovisionamiento de la
flota se hizo entre diciembre de
1544 y enero de 1545, gracias al
préstamo de 3.000 ducados de los
comerciantes genoveses. La flota
carecía de maestres de navegación
y pilotos experimentados, entre
otras cosas porque no se permitió
la contratación de los portugueses
quienes eran los conocedores de la
mar de la costa de la Nueva Andalucía. El rey según cuenta fray Pablo
autorizaba la salida el 18 de abril si la
flota estaba aparejada.
Fray Pablo explica al príncipe desde
12
España. Ministerio de Cultura. Archivo General de Indias. Signatura: Patronato,258,N.2,G.1,R.3 El
documento puede consultarse en imagen digital en la Web del Ministerio de Cultura
http://pares.mcu.es/.
37
Sevilla, como Orellana ha contraído,
en contra de su voluntad, matrimonio con Ana de Ayala, una mujer
sin dote ni fortuna, con la que Orellana se casaba porque no quería
llevarla amancebada en la expedición. Que aunque le había pedido
que le embarcase él se había negado, que había partido sin él, que
se quedó en Sevilla. “Lleba la mujer
que tenía por amiga en el navio gallego, ni tomaron pilotos examinados ni maestres… sin sacar los
portugueses y gente prohibida que
no puede ir…” Según sus cartas de
19 y 20 de mayo de 1545.
El resto y fin del viaje son conocidos por el memorial de su capitán
Juan de Peñalosa y su mujer Ana
de Ayala13. El primero solicitando la
13
restitución de su cargo de contador
de hacienda.La segunda prestando
declaración como testigo, sobre los
méritos de Juan de Peñalosa en el
año 1572 en la ciudad de Panamá.
Según narra Juan de Peñalosa, la
flota salió con cuatrocientos hombres y cuatro capitanes, al llegar a
la isla de Cabo Verde los navíos estaban muy maltrechos y las tripulaciones muy enfermas, posiblemente
por el agua corrompida y la falta de
provisiones, y en Cabo Verde se
quedaron en tierra la mayor parte
de los hombres, entre ellos tres capitanes, partiendo Orellana con el
capitán Juan de Peñalosa.
Embocaron el río como mandaban
las capitulaciones con dos lanchas,
Fundamentalmente son dos escritos de Juan de Peñalosa, solicitando la restitución de su cargo
de contador de Hacienda en el año 1572. Archivo General de Indias, Indiferente General, 1093, R
3, fol. 60 y Patronato, 151, Nº8, R 1.
38
“No es la vista de un brazo de mar o
de un lago, es la vista del río Amazonas en la parte más ancha de su
curso”, dice, en francés, el pie original
de esta imagen. Positivo sobre papel.
Publicada en la revista Fotos, el 7 de
diciembre de 1940. Censurada 22 de
junio de 1950. Autor desconocido.
Ministerio de Cultura. Archivo General de la Administración. Archivo Prensa Gráfica. AGA,F,
01678,sobre 01
andando perdidos durante 11
meses, falleciendo la mayor parte
de los hombres entre ellos Orellana. Consiguieron regresar sólo
44 hombres, entre ellos Juan de
Peñalosa y Ana de Ayala, quienes
habían cuidado de Orellana hasta su
fin, enterrándolo en la orilla iz-
quierda del Río.
El 15 de marzo de 1572, en la
declaración de Ana de Ayala a favor
de Juan de Peñalosa, reconoce que
es viuda de Francisco de Orellana,
por lo que no parece haber vuelto a
contraer matrimonio, que su marido
y ella fueron auxiliados por miles de
39
hombres como Juan de Peñalosa y
que su marido había fallecido “por
quanto S. M. no dio al dicho Adelantado ningún socorro ni ayuda de
costa”.
El 5 de mayo de 1545 se comunica
al Papa14 la renuncia de Fray Tomás
de Berlanga del Obispado de Tierra
Firme, y el nombramiento como su
sucesor de Fray Pablo de Torres,
quien desde el obispado en Lima
sigue informando a su majestad en
contra de Gonzalo Pizarro y de los
denominados pizarristas.
Juan de Peñalosa sobrevivió al
Amazonas. Fue a residir a Panamá,
14
40
donde ejerció el cargo de contador
de hacienda. Condenado a la pérdida del cargo por malversación de
caudales de la flota, interpuso recurso a la sentencia en 1572, consiguiendo el perdón real y la
restitución de su cargo el 30 de
marzo de 1579, debiendo pagar una
multa de 3.000 ducados.
De Ana de Ayala no hay más noticias que su declaración del 15 de
marzo de 1572, debió sobrevivir en
Panamá con la ayuda de Juan de
Peñalosa y del movimiento de españoles considerados pizarristas.
Archivo General de Indias, 16403.8.20//Panamá, 235, L8 F 103 R 103V.
“Puesta de Sol en el Río Gigante”, se
lee en el cartón que acompaña esta
imagen. Imagen publicada en la revista Fotos el 7 de diciembre de 1940.
Autor desconocido.
Ministerio de Cultura. Archivo General de la Administración. Archivo Prensa Gráfica. AGA, F,
01678, sobre 01.
41
Imagen satélite del río Amazonas realizada por la NASA
Exposición:
Orellana (1511-1546):
El Amazonas en la prensa gráfica del siglo XX
Septiembre-diciembre 2011
Lugar:
Agradecimientos :
Archivo General de la Administración
Biblioteca del Congreso EEUU
Paseo de Aguadores, 2
Jardín Botánico de Missouri
Alcalá de Henares
Sociedad estatal Correos y Telégrafos S.A.
Horario:
Más información:
De lunes a viernes, de 9 a 14 horas.
www.mcu.es/archivos/MC/AGA/
Entrada libre, previo control de identidad.
Archivo General de la Administración
Comisario:
Teléfono: 91 889 29 50
Alfonso Dávila
Correo electrónico: [email protected]
Producción técnica :
Para visitas guiadas de grupos, mandar la petición
Asa y Píxel S.L.
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Fotografía: Javier Álvarez
Diseño: Alejandro Decinti
© de los textos : Alfonso Dávila
Coordinación: Arantxa García de Sola
© de las fotografías: Ministerio de Cultura excepto
imagen de satélite.
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