-33con nombramiento de gobernador y capitan general de dicha peninsula. Conquistado que Ja hubo, Iundo y poblo en ella a Santa Maria de la Victoua, Campeche, San Francisco, Merida, Valladohd. Salamanca y Sevilla. En 1539 fue nombrado gobernador de Honduras, en cuya provincia, -profundamente perturbada por la mala adrninistracion de Alvarado y sus subalternos,-habia batallado en 153 \, fundando entre otras las villas de San Jorge y Comayagua y reformando las de Trujillo y San Pedro . ••• FRANCISCO DE ORELLANA,de Trujillo. Con aquella falange de trujillanos que tomaron rumbo hacia las Indias cuando el gran Pizarro Iue autorizado para conquistar los territorios bafiados por el mar del Sur, partie Francisco de Orellana, que no tardo en acreditarse de soldado tactico y valiente. Mientras lIegaba ocasion de adquirir. mayor renornbre, no perdio seguramente el tiernpo, pues trabajando al par que por la patria PIO domo s"a, logro hacerse rico lpero muy rico! De orden de Pizarro, fundo en I 537 la ciudad de Santigo de Guayaquil. Fue despues de los expedicionarios que acornpariaron a Gonzalo PIZarro al pais de la canela, participando de las penaJidades sufridas por todos al atravesar la formidable y casi inaccesible barrera de los Andes Mermadas considerablemente las tropas por el hambre y las enfermedades, agotadas sus fuerzas 3 -34Y extenuadas de fatiga, lIegaron al ancho Napo, ric tributario del gran Amazonas, cuyas estrepitosas catarat~s dejaron at6nitos a los aventureros. Como de dla en dla la conducci6n de los bagajes se hacia mas dificil, Gonzalo resolvio construii un barco suficientemente capaz de trasportar pOI via fluvial a los mas debiles y a los enfermos, l todo el mundo puso manos a la obra. Los arboles les proporcionaron madera; las he. rraduras de los caballos rnuertos y cornidos por h tropa, se convirtieron en clavos: la goma que destilaban los arboles sirvi6 de brea; y los andrajosos trajes de la soldadesca se utilizaron como estopa. quedando II los dos meses concluido un bergantir tosco pcro fuerte, (A quien encomendar su dlreccion> A nadie mejor que a su amigo Francisco d~ Orellana. de quien habla recibido para la expedi cion mas de 40,000 pesos de oro, sin plazo pars su devoluci6n, ni reditos, ni resguardo. Con Orellana mand6 pasar II bordo cincuents soldados, y noticioso de que a algunos dias de ca mino habia ciudades con abundancia de viveres 10 mand6 bogar en busca de ellos. Los tripulantes batieron rernos, el bergantln se apart6 de la orilla, y bien pronto impehdo por II corriente, se perdio de vista a la mermada y escualida falange que a su retorno encomendaba solamente Ia conservaci6n de su existencia, A los tres dlas desernboco la improvisada nave en el Amazonas, siendo Orellana el primer europec que surco su inmensa corriente; mas aunque tocc en varios puntos de sus orillas y libro muchos combates con las tribus que las poblaban, en los que perdi6 un ojo, logro pocos vlveres ... tan pecos que -~5apenas SI basta ban a la manutenci6n de sus soIdados. En dichos combatcs peleaban las mujeres con el mismo denuedo que los hombres, cuya novedad d16 ocasi6n a que dicho capitanv--cen la relaci6n de este viaje,-afirmase que este pais estaba gobernado por amazonas, bordando su descripci6n con cuanto refiere la mitologia de las que moraban a orillas del Thermodonte, por 10 que en 10 sucesivo se di6 a este rio el nombre de Amazonas. Viendo el capitan 10 infructuoso de sus esfuerzos con relacion a las necesidades del ejercito de Pizarro, se ha1l6 perplejo acerea del partido que debia tomar. Volver a ellos sin vituallas cera decoroso> Ademas, dada Ia impetuosidad del rio cera posible navegar contra corriente> cY por tierra? .. Por tierra el retorno se presentaba bajo un aspecto no menos formidable. En este estado de incertidurnbre Ie asalto una idea; bajar basta la desembocadura del magno rio, visitar las islas inmediatas, no exploradas por ninguno otro hasta entonces, y enfilar la proa hacia Espana a reclamar la giona y galardon de aquel descubrimiento. iVolver aver la patria! Esta soja idea enloquecio a los navegantes, que in continenti, sin esperar orden para ello, hicieron rumbo hacia Ia peninsula, sin curarse de los desgraciados compaiieros que en vano aguardaban su vuelta, gran parte de los cuales sucumbian al hambre y a la peste, quedando insepultos en aquellas Iragosidades, para pasto de los enormes sarcoranfos y voraces caimanes de aquellas latitudes. En Espana todo el mundo se admir6 de 10 arriesgado de la empresa de Orellana y de los pe Jigros que habra arrostracio en su aventurado pe riplo, Los reyes. en 1;43, Ie confirieron la cornisio de conq uistar y colonizar los estados que existie sen en la orilla izq uierda del citado rio en una e, tension de doscientas leguas, confiriendole el norr brarniento de gobernador y capitan general d ellos, adelantado y alguacil mayor, con 50,000 di cados de salario, y otras prerrogativas, dignidade y emolumcntos, unos personales y otros heredita rios para sus sucesores. Con el regocijo natural de un porvenir tan br: lIante como el que se Ie ofrecia, alist6 500 solda dos y partie para la Argentina. pero Ja parca E encarg6 de segar en 110r tanta grandeza, cortand durante la travesia el hilo de su existencia . • •• de Caceres. Soldado ernprendedor, avido de 10 extraordina rio y desconocido, Iue uno de los dos cacerefios qu acompanaron a Colon en su primer viaje al N uev continente. Testigo y coparticipe de los temores y alegria del exirnio genoves, su peregnnaci6n sobre las on das del Oceano. marchando a un terrnino qu cada dia parecia mas lejano y mas pavoroso, er mil veces mas meritoria que Ja de tantos precon. zados por valientes, como despues surcaron aque 1I0s derroteros que conduclan a un mundo virge y lIeno de atractivos Mas Sl a su nom bre cupo la gloria de q ueda inscrito entre los de los primeros descubridores PEDRO CORVACHO.