Lengua española Profr. Erick Camarillo Reyes Sesión 3.4 · El naturalismo en España Objetivo: Identificar los orígenes de esta corriente literaria europea, así como sus máximos representantes en España. Asimismo, reconocer los títulos españoles que mejor ejemplifican esta versión exagerada del movimiento realista. * Definición, características y representantes españoles El Naturalismo: definición y características El naturalismo es una versión exagerada del realismo literario. Se trata de un moviento que surge en Francia, en la segunda mitad del siglo XIX, encabezado por la figura del parisino Emile Zolá (1840-1902) y que, bajo los ideales del método experimental científico —concebido por Claude Bernard—, pretende lograr una novela experimental —científica, basada no sólo en la obsevación sino en la experimentación rigurosa—, en la que aparezcan documentados todos los aspectos de la vida y del comportamiento humano —su naturaleza— y con esto logre un fin moral y terapéutico en la sociedad. Representantes españoles: Leopoldo Alas Leopoldo Alas (Zamora, 1852-Oviedo, 1901), que hizo popular y temible su pseudónimo Clarín, es el representante más claro del naturalismo español, a través de su escasa obra novelesca, reducida a dos títulos: La Regenta y Su único hijo. El resto de su esfuerzo como escritor lo dedicó a la narrativa breve y, sobre todo, a la crítica literaria, actividad que le proporcionó un justo renombre de censor duro e imparcial. Sus Paliques, solos, folletos, ensayos, etc., publicados en periódicos y revistas, y posteriormente recopilados en libros, fueron los vehículos de esta tarea crítica. Pese a lo reducido de su creación novelesca, Clarín ha logrado en la apreciación posterior de su obra un puesto privilegiado dentro de la narrativa decimonónica española. Representantes españoles: Emilia Pardo Bazán Ademá del anterior, la gran seguidora y autora española del naturalismo fue Emilia Pardo Bazán. Nació en La Coruña en 1852, en el seno de una familia de la nobleza. Recibió los estudios elementales propios de una mujer de su condición social, pero su avidez por saber y una disciplina autodidacta y sistemática hicieron que se convirtiera en una mujer culta y experta en diferentes disciplinas humanísticas. En 1876 publicó su primer libro, Estudio crítico de Feijoó. Su primera novela, Pascual López. Autobiografía de un estudiante de medici1 na, la publica el año de nacimiento de su hija Blanca, en 1879. Viaje de novios (1881) —según la crítica, la primera novela naturalista española aunque la autora lo negara— vio la luz el año en que nació su tercera y última hija, Carmen. En 1896 viaja a París y allí conoce a Emile Zolá, Alphonse Daudet y los hermanos Goncourt; fue también por esa época cuando leyó a los novelistas rusos, que tanto influirían en su obra. Después de La tribuna (1883), novela que tiene como protagonista a una obrera de la Fábrica de Tabacos de La Coruña, encontró el medio más apropiado para su naturalismo en el campo gallego, donde sitúa la acción de su obra más típica y estimada, Los pazos de Ulloa (1886), en el que los amores y desamores son el centro de una historia con final trágico, y de otras como La madre naturaleza (1887) o Insolación y Morriña (ambas de 1899). La influencia de la novelística rusa planteada teóricamente en su ensayo La revolución y la novela en Rusia (1887) queda patente en sus novelas La quimera (1905) y La sirena negra (1908). Su labor como crítica también fue importante. La cuestión palpitante (1882-1883), una colección de artículos en los que trata de explicar su posición ante el naturalismo, provocó un gran escándalo: era una mujer noble, católica y casada, y la sociedad puritana de la época no entendía ni aprobaba que defendiera los planteamientos de Emile Zolá, pues, aunque criticara las posturas antirreligiosas del naturalismo, sí admitía las bases ideológicas del determinismo social y darwinista. También fue autora de unos 500 relatos breves. 2