Balsa, A.I. 2009 “Popularity and Alcohol Use: Some Ideas for

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Uso de Alcohol y Popularidad entre Adolescentes Uruguayos
Ana Inés Balsa
Universidad de Montevideo
Diciembre 2010
Resumen
El siguiente trabajo investiga la relación entre el uso normativo de alcohol y la
popularidad de los adolescentes en centros educativos privados uruguayos. El trabajo
replica la metodología y encuentra resultados similares a los de un estudio realizado
para Estados Unidos (Balsa, French, Homer and Norton, 2010) también aplicado a
adolescentes en ese país. Se analiza el efecto que tiene sobre la popularidad de cada
estudiante el acercarse/distanciarse del consumo normativo de alcohol de su grupo de
referencia. La estimación utilizando efectos fijos por clase y colegio minimiza los
problemas de sesgo de selección y sesgo de variable omitida. Encontramos que los
adolescentes premian socialmente la decisión de consumir alcohol por parte de sus
pares, más allá de la frecuencia de consumo. En los varones, se acepta y premia
consumir alcohol hasta el nivel promedio de la clase, pero se penaliza socialmente el
consumo por encima de la media. En las mujeres, los signos sugieren una penalización
marginal por aumentar el consumo, incluso cuando se está por debajo de la media, pero
esta penalización no es estadísticamente significativa.
Abstract
1
1. Introducción
El alcohol es la droga más consumida por los adolescentes uruguayos. De
acuerdo a datos de la última encuesta publicada sobre uso de sustancias en la educación
media en Uruguay (Suarez et al 2007), un 75% de los estudiantes uruguayos cursando
6to año de liceo reporta haber consumido alcohol en los últimos 30 días. Esta tasa es 25
puntos porcentuales más alta que la tasa de consumo para la misma franja etárea en
Estados Unidos. Los niveles de consumo de alcohol entre adolescentes uruguayos son
también altos para los estándares de América del Sur. En Uruguay uno de cada dos
estudiantes de enseñanza secundaria reporta haber consumido alcohol en los últimos 30
días, una cifra solo equiparada en América del Sur por colombianos y brasileños, pero
bastante más alta que la tasa de consumos en Argentina y Paraguay (con una
prevalencia cercana al 40%) o en Ecuador, Perú y Bolivia (cuya tasa es menor al 30%)
(CICAD/OEA 2006).
El uso de alcohol en la adolescencia ha sido asociado a muertes por accidentes
de tránsito, suicidio y homicidio, a un mayor riesgo de lesiones (heridas, quemaduras), a
efectos neurológicos y disminución del rendimiento académico, a un mayor riesgo de
uso de otras drogas ilícitas, de adicción y de conductas sexuales riesgosas, a mayores
niveles de violencia y actividad delictiva, y a un mayor gasto en salud por uso de
emergencias y hospitalizaciones (Steinberg, 2007; Renna, 2007).
Existe una vasta literatura sobre la influencia de los pares en el consumo de alcohol,
aunque son relativamente pocos los trabajos que analizan el problema con métodos
adecuados. De todas maneras, aún los trabajos más rigurosos encuentran una relación
estrecha entre el consumo de alcohol de un individuo y el consumo en su grupo de
2
referencia (Urberg 1992, Ennet y Bauman, 1994, Kremer y Levy, 2003), por lo que
existe un consenso multidisciplinario acerca de la importancia empírica del fenómeno.
Teóricamente, la influencia de los pares ha recibido distintas explicaciones. Las
teorías de aprendizaje social sostienen que los individuos tienden a ser más
conformistas con aquellos comportamientos que les van a generar mayor estatus entre
sus pares (Bandura, 1973). La teoría de la identidad social, por su parte, argumenta que
los individuos se adaptan a aquellos comportamientos que son centrales a la identidad
del grupo con el cual sienten mayor apego (Kobus 2003). Economistas como Becker y
Akerlof también han desarrollado teorías en las que los individuos forman sus
preferencias endógenamente y sus acciones responden no solamente a la utilidad
intrínseca que les genera el bien sino también al grado de aceptación que las mismas
generan entre sus pares (Becker, 1996; Akerlof, 1997).
Los trabajos empíricos sobre influencia social se han enfocado principalemente
en estudiar la asociación entre el consumo de un individuo y el consumo en su grupo de
referencia. Hay, sin embargo, pocas investigaciones que analicen directamente los
beneficios sociales que los individuos derivan de adaptarse a las normas grupales. Uno
de estos precedentes es la investigación realizada por Balsa et al (2010) para los Estados
Unidos, la cual sugiere que los adolescentes premian la conducta conformista de sus
pares a través de una mayor popularidad.
El presente trabajo replica este estudio y estima la asociación entre consumo de
alcohol y popularidad en adolescentes uruguayos. Al igual que en el trabajo referido, se
analiza la hipótesis de que los adolescentes son premiados por consumir en niveles
cercanos a los promedios de la clase y castigados en la medida que se alejan del
consumo medio. El premio o castigo se mide en términos de la aceptación social o
3
popularidad que tiene el individuo entre los estudiantes de su misma clase. En Uruguay,
el estudio se realizó entre 1000 estudiantes de 3ero y 4to de liceo asistiendo a colegios
privados de Montevideo durante el 2009. Y como en la investigación para los Estados
Unidos, se encuentra que el uso de alcohol se asocia a una mayor popularidad tanto en
los varones como en las mujeres. En el caso de las mujeres, el incentivo social
promueve el consumo de alcohol, aunque no necesariamente el consumo frecuente. En
los varones, en cambio, se penaliza consumir alcohol cuando la frecuencia excede la
media de sus pares.
2. Datos
Los datos para este trabajo fueron originalmente recabados para un estudio sobre el
impacto de las tecnologías de la información en la salud de los adolescentes (ver Balsa,
Gandelman y Porzecanski, 2010 para más detalles). La población objetivo son los
adolescentes cursando tercer o cuarto año de secundaria en colegios privados en
Montevideo durante el 2009. La mayoría de estos estudiantes tenía entre 14 y 16 años
de edad a la fecha de la encuesta. En comparación con el joven uruguayo promedio, los
estudiantes que asisten a colegios privados tienen un nivel socioeconómico
significativamente mayor, lo que indica un perfil particular de la muestra sobre la que se
basa este trabajo.1
Un total de diez colegios privados participaron en el proyecto. Se recolectaron datos
sobre 1,044 estudiantes correspondientes a 47 clases de 3ero y 4to de liceo (516 varones
y 528 mujeres). La encuesta incluyó preguntas sobre características demográficas, nivel
socioeconómico, conductas riesgosas (incluyendo consumo de alcohol, drogas y
1
Antes de iniciar el estudio, todos los padres recibieron cartas informativas del colegio solicitando su
consentimiento por escrito. El estudio fue aprobado por un comité de ética en la Universidad ORT
Uruguay.
4
actividad sexual), violencia y actividades de tiempo libre. Además se pidió a cada
estudiante que nominara a sus cinco mejores amigos varones y cinco mejores amigas
mujeres entre sus compañeros de clase, permitiendo la construcción de un indicador de
popularidad. Las encuestas fueron auto-administradas a los estudiantes con la
supervisión y la ayuda del personal de investigación y tomaron alrededor de una hora en
completarse.
En este trabajo la variable a explicar es la popularidad de cada adolescente, medida
en términos del número total de nominaciones de amistad recibidas de sus compañeros
de clase. Porque nos interesa la variación de la popularidad de cada adolescente con
respecto a su grupo de referencia, estandarizamos esta variable restándole la
popularidad media de los compañeros de clase y dividiendo la diferencia por la
desviación estándar de esta variable en la clase. La popularidad queda entonces
expresada en desviaciones estándar respecto a la media de la clase.
La principal variable explicativa es el desvío en la frecuencia de consumo de
alcohol de cada individuo respecto al consumo promedio de su clase. Dividimos esta
variable en dos: desvíos por encima de la media y desvíos por debajo de la media. La
primera variable refleja la diferencia entre la frecuencia de consumo del estudiante y la
media de su clase si el estudiante consume alcohol en forma más frecuente que el
promedio de su clase, y ceros en caso contrario. La segunda variable refleja la diferencia
respecto al promedio si el individuo consume menos frecuentemente que la media de su
clase e incluye ceros en caso contrario. Además, se construye una variable dicotómica
que refleja si el individuo consume alcohol o no (más allá de la cantidad).
Como variables sociodemográficas se considera la edad del adolescente, la
estructura familiar (si vive con uno solo de sus padres únicamente o con uno de sus
padres y padrastro o madrastra, versus familia intacta), la relación con el padre si no
5
vive con él, el número de hermanos, la cantidad de personas que vive en el hogar, la
educación del padre (secundaria completa o educación terciaria versus menos que
secundaria completa), el trabajo de padre y madre (si trabajan, si son trabajos de cuello
blanco o de cuello azul), si tiene seguro médico (en mutualista o seguro privado, versus
sector público) y un índice de activos fijos del hogar, el cual es una media ponderada de
una serie de variables dicotómicas que indican la disponibilidad en el hogar de heladera,
lavavajillas, lavadora, televisión convencional, televisión de pantalla plana, reproductor
de DVD, conexión a Internet, computadora, automóvil, y servicio doméstico. Cada
indicador es ponderado por la escasez relativa del item en el conjunto de la muestra: los
activos más escasos reciben mayor peso.
Se consideran además variables representativas de las actividades del adolescente en
su tiempo libre: si realizó actividades deportivas, artísticas o de ayuda comunitaria en la
última semana, si recibe apoyo académico extracurricular y si asistió al cine o a bailes
en los últimos 30 días. Para capturar las características particulares de la clase a la que
pertenece el adolescente, se consideran la edad promedio en la clase, el porcentaje de
mujeres, el porcentaje de familias intactas y el nivel socioeconómico medio de la clase
según el índice de activos fijos. Finalmente, se incluyen efectos fijos de colegio
(indicadores de 9 colegios) y año liceal cursado (variable dicotómica igual a 1 para los
que cursan 4to año).
La Tabla 1 describe los valores promedio y las desviaciones estándar de las
variables bajo análisis para varones y para mujeres. La popularidad promedio es de 6.2
amigos tanto para varones como para mujeres. Un 68% de varones y un 67% de mujeres
reporta haber consumido alcohol en los últimos 3 meses. La frecuencia promedio de
consumo en dicho período (incluyendo los que reportan no consumir) es de 9 días para
los varones y 8 días para las mujeres. La distribución de la frecuencia muestra una
6
dispersión importante, con un modo en torno al 0.
Tabla 1. Medias
Varones
Media
Variable
Popularidad (número de nominaciones)
Popularidad (en desvíos estándar respecto a la media de
la clase)
Consumió alcohol en los últimos 3 meses
Frecuencia de uso de alcohol últimos 3 meses (días)
Desvíos en frecuencia de uso de alcohol por debajo de la
media de la clase
Desvíos en frecuencia de uso de alcohol por encima de
la media de la clase
Edad
Vive con uno solo de los padres
Vive con uno de los padres y padrastro/madrastra
Ve poco al padre
Cantidad de hermanos
Cantidad de personas en el hogar
Padre completó secundaria
Padre con educación terciaria
No sabe educación del padre
Padre trabaja
No sabe si padre trabaja
Madre trabaja
No sabe si madre trabaja
Seguro médico: mutualista
Seguro médico: privado
Seguro médico: no sabe
Indice de activos del hogar
Realizó actividades deportivas última semana
Realizó actividades artísticas última semana
Realizó actividades de ayuda comunitaria última semana
Recibe apoyo académico extracurricular
Vio TV 10 o más horas la semana pasada
Asistió al cine últimos 30 días
Asistió a bailes últimos 30 días
Edad promedio de la clase
% mujeres en la clase
Indice promedio de activos fijos en la clase
% de familias intactas en la clase
4to de liceo
N
7
Mujeres
Desv. Est Media
Desv. Est.
6.171
-0.025
4.404
1.053
6.233
0.024
3.699
0.899
0.678
9.244
0.468
10.671
0.665
8.131
0.472
8.332
-0.424
0.448
-0.410
0.403
0.460
0.708
0.375
0.591
15.395
0.221
0.068
0.041
1.166
4.141
0.360
0.444
0.035
0.953
0.023
0.847
0.019
0.713
0.209
0.017
0.326
0.841
0.223
0.324
0.279
0.467
0.548
0.758
15.364
0.480
0.315
0.690
0.533
516
0.636
0.415
0.252
0.198
0.850
1.056
0.481
0.497
0.184
0.211
0.151
0.360
0.138
0.453
0.407
0.131
0.301
0.366
0.417
0.468
0.449
0.499
0.498
0.429
0.493
0.108
0.133
0.120
0.499
15.280
0.244
0.087
0.089
1.149
4.097
0.392
0.394
0.045
0.928
0.036
0.837
0.011
0.729
0.218
0.004
0.296
0.674
0.288
0.422
0.290
0.366
0.644
0.818
15.309
0.531
0.307
0.689
0.481
528
0.658
0.430
0.282
0.286
0.836
1.056
0.489
0.489
0.208
0.259
0.186
0.370
0.106
0.445
0.413
0.061
0.289
0.469
0.453
0.494
0.454
0.482
0.479
0.386
0.491
0.113
0.132
0.111
0.500
El 29% de los varones y el 33% de las mujeres tiene una familia no intacta y un 4%
de los varones y un 9% de las mujeres manifiesta ver poco al padre. En promedio los
jóvenes encuestados tienen un hermano. Aproximadamente el 16% de los padres no
completó secundaria, un 36% de los padres de varones (39% de los padres de mujeres)
tiene secundaria completa y el resto tiene educación terciaria. Alrededor del 4%
desconoce la educación de sus padres. El 95% de los varones y el 93% de las mujeres
reportan que su padre trabaja, aunque entre las mujeres hay un porcentaje mayor de
desconocimiento acerca del trabajo del padre que entre los varones (4% vs 2%). Cerca
del 85% de los jóvenes reportan que la madre trabaja. Alrededor del 72% tiene seguro
médico en una mutualista y el 21% tiene seguro médico privado. El resto se atiende
mayoritariamente en salud pública (entre los varones un 2% no sabe qué seguro tiene).
El índice de activos toma valores entre 0 y 1, siendo el promedio de 0.3 para varones y
mujeres.
El 84% de los varones y el 67% de las mujeres reporta haber realizado actividades
deportivas en la última semana, 22% de los varones y 29% de las mujeres reportan
involucramiento en actividades artísticas. El 32% de los varones y el 42% de las
mujeres declara haber realizado actividades de ayuda comunitaria en la última semana y
cerca del 30% recibe apoyo académico extracurricular. Prácticamente la mitad de los
varones y poco más de una de cada tres mujeres ve 10 horas de televisión o más en la
semana. En cuanto a las actividades de esparcimiento, el 55% de los varones y el 64%
de las mujeres asistieron al cine en los últimos 30 días y el 76% de varones y el 82% de
mujeres frecuentaron bailes.
3. Metodología
8
El análisis empírico de la influencia de los pares en el comportamiento de los
individuos presenta varios desafíos. Un primer desafío es la definición del grupo de
referencia correcto. A diferencia de otros trabajos que usan grupos de referencia
demasiado amplios (como el barrio o el Estado), la base de datos con la que trabajamos
permite enfocarse en el grupo de referencia más importante para los adolescentes: el de
sus compañeros de clase. Un segundo desafío es el de distinguir procesos de selección
de procesos de influencia. Si bien se espera que los compañeros de clase ejerzan una
influencia sobre cada estudiante, también es cierto que las familias eligen los colegios
por afinidad, y que los comportamientos de los estudiantes están correlacionados a raíz
de este proceso de selección. Como forma de aislar selección de influencia, el análisis se
centra en el estudio de variaciones al interior de los colegios y de los cohortes dentro de
los colegios (3ero y 4to) a través del uso de efectos fijos por colegio y cohorte.
Siguiendo la metodología en Balsa et al. (2010) definimos la popularidad
estandarizada como:
Zpopigs = [Popigs – E(Pop-igs)] / pop gs
(1)
donde Popigs es el número de nominaciones de amistad recibidas por el estudiante i
en el grupo g y colegio/cohorte s; E(Pop-igs) es el valor esperado de la popularidad entre
los compañeros de i en el grupo g y colegio/cohorte s (excluyendo i) y pop gs es la
desviación estándar de la popularidad en la misma clase y colegio/cohorte.
De la misma manera, se define ZAigs como una medida estandarizada de la
frecuencia de uso de alcohol definida en términos de la distribución de consumo de los
estudiantes en el mismo grado y colegio/año que i:
ZAigs = [Aigs – E(A-igs)]/ A gs
(2)
9
donde Aigs es el número de días en que el estudiante i consumió alcohol en los
últimos 3 meses, E(A-igs) es el valor esperado del consumo entre los compañeros de i en
el grupo g y colegio/cohorte s, y A gs es la desviación estándar del consumo de alcohol
en esa misma clase. Como comentamos anteriormente, definimos dos variables en base
a la frecuencia de consumo de alcohol estandarizada: una primer variable mide los
desvíos respecto de la media para aquellos que consumen más que el promedio y toma
el valor de cero para los otros casos (Z+Aigs=ZAigs si Aigs >E(A-igs) y Z+Aigs= 0 en caso
contrario). La otra variable mide los desvíos respecto de la media para aquellos que
consumen menos que el promedio y toma el valor de cero para los otros casos
(Z-Aigs=ZAigs si Aigs <E(A-igs) y Z-Aigs= 0 en caso contrario). La inclusión de estas dos
variables permite distinguir efectos asimétricos en el desvío del consumo respecto de la
norma en el grupo de referencia. Adicionalmente, incluimos una variable dicotómica
(DAigs) igual a 1 si el joven reporta consumo positivo de alcohol y cero en caso
contrario.
El modelo a estimar es de la forma:
Pop
Zigs
  0  1 DAigs   2 Z Aigs   3Z Aigs  Xigs ' 4  Xigs ' 5  Fs ' 6  i
(3)
donde Xigs es un conjunto de variables de control individuales que incluyen factores
socioeconómicos (la edad del joven, la estructura familiar del hogar, la educación y
ocupación de los padres, los activos físicos del hogar, el seguro de salud) y
características que describen el uso del tiempo libre del joven y que pueden vincularse
tanto a la popularidad del individuo como al consumo de sustancias. Por otra parte, X igs
describe las características de la clase en la que se ubica i, como edad promedio,
porcentaje de mujeres, estructura familiar promedio e índice medio de activos físicos
del hogar. Finalmente, Fs es un vector de dummies indicativas del colegio y cohorte (19
10
dummies correspondientes a 10 colegios y 2 cohortes). El modelo se estima por
mínimos cuadrados ordinarios. Debido al tamaño reducido de la muestra, en particular
para las regresiones por sexo, se estiman los errores estándar en forma convencional y
robusta para asegurar que la inferencia no está basada en estimaciones sesgadas de los
errores.
4. Resultados
La Tabla 2 reporta los resultados de la estimación para el total de la muestra y para
varones y mujeres por separado. En todos los casos se observa un efecto positivo y
significativo de la variable dicotómica de consumo en la popularidad. Consumir
alcohol, más allá de la frecuencia, está asociado a un incremento de la popularidad de
0.3 desviaciones estándar para los varones y 0.38 desviaciones estándar para las
mujeres. Este resultado es estadísticamente significativo al 5% para las mujeres y al
10% para los varones y representa un incremento de la popularidad de
aproximadamente 6% en ambos casos.
Tabla 2. Efectos del consumo de alcohol y la frecuencia de consumo en la popularidad
de los estudiantes
Total
Varones
Mujeres
Consumió alcohol en últimos 3 meses
0.333***
(0.120)
0.350*
(0.195)
0.376**
(0.160)
Desvíos en frecuencia de uso de alcohol por debajo
de la media de la clase
-0.062
0.097
-0.285
(0.143)
(0.212)
(0.202)
-0.124**
-0.169**
-0.070
(0.058)
-0.172**
(0.068)
0.007
(0.068)
-0.014
(0.092)
(0.076)
-0.196
(0.120)
(0.082)
-0.143*
(0.080)
-0.050
(0.146)
0.023
(0.118)
Desvíos en frecuencia de uso de alcohol por encima
de la media de la clase
Edad
Mujer
Vive con un solo padre
11
Vive con uno de los padres y padrastro/madrastra
0.120
(0.121)
0.112*
(0.060)
-0.025
(0.048)
-0.277**
(0.133)
0.122
(0.087)
0.088
(0.090)
-0.082
(0.199)
0.308*
(0.179)
0.530**
(0.269)
0.113
(0.081)
0.097
(0.267)
-0.126
(0.127)
-0.120
(0.148)
0.018
(0.171)
-0.008
(0.319)
0.153**
(0.072)
-0.007
(0.070)
0.196***
(0.074)
-0.190***
(0.069)
0.015
(0.063)
0.021
(0.064)
0.344***
(0.074)
-0.064
(0.504)
-0.204
(0.539)
-0.260
Cantidad de hermanos
Cantidad de personas en el hogar
Ve poco al padre
Padre completó secundaria
Padre realizó educación terciaria
No sabe educación del padre
Padre trabaja
No sabe si padre trabaja
Madre trabaja
No sabe si madre trabaja
Indice de activos del hogar
Seguro médico: mutualista
Seguro médico: privado
Seguro médico: no sabe
Realiza actividades deportivas
Realiza actividades artísticas
Realiza actividades religiosas/de ayuda social
Recibe apoyo académico extracurricular
Vio TV 10 o más horas la semana pasada
Asistió al cine últimos 30 días
Asistió a bailes últimos 30 días
Edad promedio de la clase
% de mujeres en la clase
Indice promedio de activos fijos en la clase
12
0.107
(0.193)
0.149
(0.109)
0.006
(0.088)
-0.249
(0.261)
0.179
(0.139)
0.137
(0.136)
-0.140
(0.334)
-0.159
(0.305)
0.175
(0.442)
0.014
(0.133)
-0.066
(0.340)
-0.275
(0.196)
-0.037
(0.221)
0.112
(0.260)
0.242
(0.376)
0.331**
(0.130)
-0.015
(0.117)
0.407***
(0.129)
-0.091
(0.108)
0.009
(0.096)
-0.062
(0.100)
0.288**
(0.114)
-0.588
(0.811)
-0.147
(0.910)
0.961
0.216
(0.141)
0.050
(0.071)
-0.018
(0.055)
-0.251*
(0.148)
0.081
(0.111)
0.117
(0.121)
-0.106
(0.250)
0.623***
(0.195)
0.753**
(0.332)
0.168
(0.106)
0.382
(0.452)
-0.056
(0.172)
-0.147
(0.192)
-0.033
(0.223)
-1.030***
(0.331)
0.075
(0.084)
-0.058
(0.088)
0.080
(0.088)
-0.290***
(0.091)
0.038
(0.084)
0.132
(0.083)
0.411***
(0.104)
0.535
(0.624)
-0.061
(0.632)
-1.877**
(0.599)
0.262
(0.357)
2.537
(7.330)
1017
0.101
3080.241
% de familias intactas en la clase
Constante
N
r2
BIC
(0.894)
0.031
(0.508)
10.202
(11.693)
499
0.159
1690.677
(0.733)
0.546
(0.506)
-6.305
(9.945)
518
0.187
1560.984
* p<.10, ** p<.05, *** p<.01
Regresiones binomiales negativas controlando por efectos fijos de colegio y año lineal.
Para los varones, el aumento de la frecuencia de consumo de alcohol hasta el nivel
promedio de la clase se asocia con un aumento de la popularidad, aunque este
coeficiente no es estadísticamente significativo. En cambio, incrementos del consumo
por encima de la media se asocian con caídas en la popularidad. En concreto, una
frecuencia de consumo de alcohol de una desviación estándar por encima de la media de
la clase se asocia con una popularidad 0.17 desviaciones estándar menor (en un
promedio de 6 amigos, significa una caída de 3%). En el caso de las mujeres, todo
incremento del consumo (desde niveles por debajo o por encima de la media) se asocia
a una caída en la popularidad, aunque estos efectos no son estadísticamente
significativos. En cuanto a las otras variables, la edad se asocia negativamente con la
popularidad. Jóvenes con mayor cantidad de hermanos tienden a ser más populares,
aunque el efecto es solo significativo para la muestra en su conjunto y a un p<0.10. Ver
poco al padre o tener un padre que no trabaja se asocia negativamente con la
popularidad, en particular para las mujeres. La popularidad se asocia positivamente con
realizar actividades deportivas, actividades religiosas o de ayuda social, en particular en
los varones, y se asocia negativamente con la recepción de apoyo académico
extracurricular, un efecto que predomina para las mujeres. También para las mujeres
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hay una asociación positiva entre popularidad y asistencia a bailes y una asociación
negativa con el nivel de riqueza medido en base a un índice de activos fijos del hogar.
5. Conclusiones
Al igual que en el estudio que lo antecede para los Estados Unidos, este trabajo
encuentra una asociación entre el consumo de alcohol y la popularidad de los
adolescentes, medida como el número de nominaciones de amistad recibidas por cada
estudiante de sus compañeros de clase. Se observa, además, que los varones que
consumen con mayor frecuencia que el promedio de la clase sufren penalizaciones en
términos de popularidad. En otros términos, volvemos a encontrar evidencia, ahora para
el caso Uruguay, de los incentivos que mueven al individuo a tener un comportamiento
conformista. Más allá de las satisfacciones que el consumo de alcohol pueda generar en
sí mismo, el análisis sugiere que la necesidad de sentirse aceptado socialmente
constituye un móvil importante.
Resulta interesante analizar las diferencias observadas en los resultados a nivel de
género. Las mujeres reciben una retribución social similar a la de los varones al tomar la
decisión de consumir alcohol. A partir de ahí, aumentos en la frecuencia del consumo se
asocian con caídas en su popularidad, aunque estos efectos no son estadísticamente
significativos. En cambio, para los varones, la popularidad continúa aumentando con la
frecuencia hasta el nivel de consumo medio de la clase y luego comienza a bajar. Esto
sugiere que los pares aprecian que las mujeres consuman alcohol, pero no aprecian su
consumo en forma frecuente. En los varones, el consumo se considera excesivo (y digno
de penalización) solamente cuando supera la media del grupo. El análisis reviste de
particular interés cuando se considera que esta media de consumo grupal varía
notoriamente entre los distintos grupos analizados, con un mínimo de 3 días y un
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máximo de 13 días en los grupos estudiados. En otros términos, no hay un estándar
absoluto que defina cuán adecuado o inadecuado es consumir alcohol; el estándar está
asociado al consumo promedio del grupo de referencia.
Metodológicamente, la principal limitación que presenta el análisis es que los
resultados no reflejan necesariamente una relación causal que va de desviaciones en el
consumo de alcohol a popularidad. Es posible pensar también en la relación causal
opuesta, en la cual los estudiantes más populares tienen mayor injerencia en la fijación
de normas. En segundo término, podría pensarse que los resultados están sesgados por
la omisión de variables correlacionadas con la popularidad y con las desviaciones en el
consumo de alcohol. Creemos que esta es una limitación menos importante debido a la
cantidad interesante de variables de control incluidas en el análisis.
Desde el punto de vista de las políticas públicas, el análisis de los efectos de pares y
sus motivaciones interesa por dos motivos. En primer lugar, porque los efectos de pares
generan efectos de política multiplicadores. Si un individuo reacciona ante un aumento
en los impuestos al alcohol reduciendo su consumo y su consumo influencia al de sus
pares, el efecto del aumento impositivo va a tener no solo un impacto directo sino un
impacto indirecto y multiplicado en la medida que los pares reducen su consumo porque
su referente lo ha reducido. Cuanto mayor el incentivo social a consumir, mayor va a ser
el efecto multiplicador. Por otra parte, el estudio directo de estos incentivos sociales
interesa puntualmente para el diseño de políticas. Si, en un caso extremo, los
adolescentes responden puramente a incentivos sociales y no responden a incentivos
financieros o a medidas represivas (como prohibir la venta de alcohol a menores), las
políticas de prevención deberán centrarse en la promoción de campañas del tipo
“Aprende a decir No” o en la modelación de normas. El estudio de los mecanismos que
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llevan al consumo de alcohol en los adolescentes es clave para definir campañas
preventivas adecuadas.
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