E N C U E S T A D E D E S A R R O L L O S O C I A L Nº 2 Condiciones de Vida en dos grupos de riesgo Documento 1: Madres adolescentes Documento 2: Niños de 0 a 4 años Abril 2001 Presidencia de la Nación Dr. Fernando de la Rúa Ministro de Salud a cargo Del Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente Dr. Héctor José Lombardo Secretario de Tercera Edad y Acción Social Dr. Ernesto Aldo Isuani Coordinador Siempro Lic. Gustavo Gamallo Elaboración de contenidos: Procesamiento: Edición: Diagramación: Diseño: Mabel Ariño. Gustavo Noriega, María Ana Lugo. Vilma Paura. Sebastián Rimedio. Zky&Sky. Esta serie tiene como objetivo difundir los principales resultados de la Encuesta de Desarrollo Social y Condiciones de Vida (EDS) realizada por el SIEMPRO. La EDS, relevada en agosto de 1997, es representativa de la población urbana residente en localidades de 5 mil y más habitantes, es decir la información refiere al 96% de la población urbana nacional. Elaboración del informe: Abril 2001 Encuesta de Desarrollo Social – N° 2 Condiciones de Vida en dos grupos de riesgo Las Condiciones de Vida en dos grupos de riesgo: Documento 1: Madres adolescentes Documento 2: Niños de 0 a 4 años Resumen ejecutivo Esta publicación reúne dos documentos donde se describen las condiciones de vida de las madres adolescentes y de los niños en la primera infancia. Las características más destacadas de estos dos grupos de riesgo son: Las madres adolescentes suman el 10% de las jóvenes de 15 a 19 años residentes en áreas urbanas. Alrededor del 80 % de ellas provienen de hogares de los dos quintiles de menores ingresos per capita. El 16 % de las adolescentes que ya han tenido hijos -unas 19 mil jóvenes- tienen 2 o más hijos en su corta vida reproductiva. Alrededor del 85 % de las jóvenes que han atravesado la experiencia de la maternidad no han completado la escuela secundaria, pero el 9% ni siquiera ha concluido la escuela elemental. Poco más del 30% de las madres adolescentes trabajan o buscan trabajo. Las ocupaciones laborales en las que se insertan son de escasa calificación: la mitad de ellas trabaja como empleada doméstica, lo que condice con el escaso capital educativo del que se han logrado apropiar. Los niños y niñas en la primera infancia suman 2.721.790 y representan el 9% de la población urbana. Las madres adolescentes suman 156.926 mujeres de entre 15 y 19 años de edad. Casi la mitad de estos niños y niñas residen en hábitat urbanos precarios, es decir en viviendas ubicadas en villas, asentamientos o barrios sin infraestructura adecuada. Uno de cada cinco niños atraviesa su primera infancia viviendo en condiciones de hacinamiento crítico, es decir en viviendas que registran una ocupación de más de 3 personas por cuarto Alrededor de un tercio de los niños de 0 a 4 años pertenecientes a hogares de los dos quintiles de menores ingresos residen en viviendas que no cuentan con provisión de agua en su interior. Encuesta de Desarrollo Social – N° 2 Condiciones de Vida en dos grupos de riesgo El 7% de los niños y niñas de 0 a 4 años viven en hogares donde la responsable es su madre. Cuatro de cada cinco niños cuya madre es jefa de hogar pertenece a los estratos de menores ingresos. El 79 % de los niños y niñas de 0 a 4 años viven con sus dos padres, dos tercios tienen padres unidos en matrimonio legal y un tercio tienen padres unidos de hecho. El 19% de los niños transcurre su primera infancia solo con la presencia de su madre, poco más de la mitad de estos niños provienen de hogares donde se ha disuelto la unión de sus padres en tanto que el resto es hijo de una mujer soltera. El 20 % de los niños y niñas menores de 4 años que viven sólo con su mamá tienen a su madre desempleada. La mitad de los niños y niñas menores de 4 años no cuentan con cobertura de salud de Obra Social o Medicina Prepaga. Encuesta de Desarrollo Social – N° 2 Condiciones de Vida en dos grupos de riesgo Documento 1: Madres adolescentes Introducción De acuerdo a los resultados de la EDS la maternidad adolescente, fenómeno que en las últimas décadas ha asumido el carácter de un problema social, involucra al 10% de las jóvenes de 15 a 19 en las áreas urbanas de nuestro país . Tanto la encuesta sobre condiciones de vida como las estadísticas continuas1 dan cuenta que la incidencia es baja en comparación con otros países latinoamericanos, pero relativamente alta en relación con el nivel general de fecundidad de nuestro país, puesto que 1 de cada 6 niños que nace por año en la Argentina tiene por madre a una adolescente. Esta cifra indica que la problemática de la maternidad adolescente constituye un aspecto que no puede obviarse en el diseño de políticas sociales. Como todo fenómeno social presenta múltiples aristas, en el que confluyen factores sociales y culturales, familiares y psicológicos. Cabe advertir, por otra parte, que en el mismo concepto se encuentran comprendidas situaciones de vida muy diferentes: niñas-madres, “madres solteras”, adolescentes en unión conyugal. La fecundidad adolescente total refiere a las niñas entre 10 y 19 años, considerándose maternidad adolescente precoz aquélla que involucra a las niñas de 14 años y menos y maternidad adolescente tardía la que refiere a las jóvenes de 15 a 19 años. El presente documento considera únicamente la maternidad adolescente tardía2. El problema del embarazo adolescente es abordado con mayor frecuencia desde la óptica de la salud, ya que constituye un factor de alto riesgo, tanto para el recién nacido como para la madre. Diversos estudios internacionales dan cuenta de la fuerte asociación entre la edad de la madre y el posible daño del niño - asociación verificada empíricamente en el país3-. Además , si bien la mortalidad materna presenta en Argentina una tendencia descendente continua, en 1997 se registraron 3,8 muertes por 10 mil nacidos vivos, con amplias diferencias por regiones y por edades4. En las investigaciones más recientes se destaca que los riesgos de salud se deben más a la pobreza que a la edad de la madre, ya que la nutrición deficiente y la falta de control médico adecuado durante la gestación, que se registran con mayor frecuencia entre las adolescentes pobres, explican gran parte de los riesgos de salud tanto de la madre como del niño. También 1 Indicador: Mujeres de 20 a 24 que tuvieron hijos antes de los 20 años. Argentina (15%) se ubica en orden creciente en el 2° lugar después de Uruguay (12%) entre doce países de América Latina . El valor más alto del indicador corresponde a Bolivia (24% ). Panorama Social de América Latina 1997-Pág. 116. CEPAL -Santiago de Chile- 1998 2 Este universo de mujeres es el que responde las preguntas sobre fecundidad en el relevamiento de la EDS. La maternidad adolescente precoz se puede inferir indirectamente a partir de relacionar la edad de las mujeres con la edad de sus hijos, pero la baja frecuencia y el alto nivel de error muestral que implica indica la conveniencia de centrar el análisis en el grupo de 15 a 19 años. Conviene tener presente que solo una pequeña proporción de los nacimientos anuales tiene como protagonista a una madre menor de 15 años: 3292 nacimientos sobre 692 mil en 1997, según indican las cifras de Estadísticas Vitales para el total del país. 3 “Situación Sanitaria de los Menores de 1 año” Serie 10-N°5-Ministerio de Salud y Acción Social- Programa Nacional de Estadísticas de Salud - Buenos Aires-1992 4 Se considera alta entre 5 y 10 muertes por diez mil nacidos vivos y muy alta en los casos de más de 10 muertes por 10 mil nacidos vivos. Tasa de Mortalidad materna - período 1990-93: Total del país 48,7 por cien mil; Capital Federal: 31,3, NEA: 88,9, NOA: 84,7. La mortalidad es más alta entre las madres adolescentes ( total del país 61 por cien mil), también se registra en NEA y NOA las cifras más elevadas. El aborto continua siendo la causa reconocida en un tercio de las muertes maternas. “La mortalidad materna por regiones geográficas- Argentina – 1990/1993” -Ministerio de Salud y Acción Social – Bs.As.-1996. Encuesta de Desarrollo Social – N° 2 Condiciones de Vida en dos grupos de riesgo debe tenerse en cuenta que entre las principales causas de la mortalidad materna en la adolescencia se encuentra el aborto inducido.5 Generalmente son las jóvenes de menores recursos las que sufren estas intervenciones sin atención médica y en pésimas condiciones de asepsia. Al mismo tiempo el embarazo adolescente coadyuva a la reproducción intergeneracional de la pobreza, ya que estas jóvenes madres se ven compelidas a abandonar la escuela y a incorporarse al mercado de trabajo con un escaso capital cultural y un pesado bagaje de responsabilidades domésticas . Por ende, recrean la circularidad de bajos recursos, escasa formación cultural, baja calificación ocupacional, precocidad en la descendencia, etc. Solamente una acción externa puede generar las condiciones que posibiliten el cese de este ciclo, favoreciendo la movilidad ascendente. Otro enfoque sobre el embarazo adolescente toma como eje central el “riesgo psico-social” que el mismo conlleva. Si se trata de un embarazo indeseado provoca una ruptura biográfica que enfrenta a la adolescente con el desafío de asumir el rol materno para el cual está inmadura tanto psicológica como socialmente. Y si el embarazo constituye “el proyecto” único y visible dada su situación social y familiar también cabe esperar que acentúe la condiciones ya difíciles en las que se desenvuelve y en las que crecerá el bebé.6 1. Perfil de las condiciones de vida de las madres adolescentes El 10% de las jóvenes de 15 a 19 años son madres o están embarazadas. Son alrededor de 157.000 jovencitas las que iniciaron su descendencia con precocidad. Algo más del 80% de estas jóvenes provienen de hogares pertenecientes a los dos primeros quintiles de ingreso per capita familiar (IPCF), que refiere al 40% de hogares más pobres. Casi el 80% de ellas ya tienen hijos y el resto está atravesando su primer embarazo. La mayor frecuencia de embarazos se registra entre las jóvenes de 17 y 18 años, edades que, según indican distintos estudios cualitativos, son las más frecuentes para el inicio de la vida sexual de los jóvenes. A pesar de su corta vida reproductiva el 16 % de las madres adolescentes que ya tienen hijos nacidos vivos tienen 2 o más hijos. Suman alrededor de 19 mil jóvenes. Casi la mitad de las madres adolescentes son solteras . 5 El aborto inducido es una de las principales causas de defunción entre las adolescentes de 15 a 19 años en América Latina. Se estima que entre el 10 y el 50% de los embarazos adolescentes terminan en abortos, muchos de los cuales desembocan en la muerte (Red Mundial por los Derechos Reproductivos. 1992). En nuestro país, sobre 38 defunciones maternas de mujeres de 15 a 19 años registradas en 1997, 13 correspondían a embarazo terminado en aborto , es decir el 34% de las defunciones(Estadísticas Vitales). 6 Gogna Mónica: “El embarazo adolescente: diagnóstico de situación y lineamientos para la intervención”. Documento de trabajo (mimeo). Secretaria de Desarrollo Social, con apoyo del Fondo de Población de Naciones Unidas. Buenos Aires. Febrero 1996. Encuesta de Desarrollo Social – N° 2 Condiciones de Vida en dos grupos de riesgo El 60% de las madres adolescentes declaran ser hijas del jefe/a de hogar en el que residen. El 53 % de las adolescentes que ya han tenido hijos viven en pareja; en cambio entre las que están embarazadas el porcentaje desciende a 13 puntos. La información estaría indicando que el nacimiento del niño induce al inicio de la unión conyugal. Esta hipótesis se reafirma al considerar el estado conyugal del total de mujeres de 15 a 19 años: sólo el 6,7% de ellas declara convivir en pareja, legal o consensual, pero 3 de cada 4 de las unidas o casadas han tenido hijos vivos o están embarazadas. Alrededor del 85 % de las jóvenes que han atravesado la experiencia de la maternidad no han completado la escuela secundaria, pero el 9% ni siquiera ha concluido la escuela elemental. Medidos en años de educación formal, se perciben más claramente los diferenciales en logros educativos alcanzados por las mujeres de 15 a 19 años según tengan o no hijos: el 83% de las que son madres tienen menos de 12 años de educación en contraposición al 68% de las que no han tenido hijos ni están embarazadas. La experiencia de la maternidad precoz también induce a una temprana inserción laboral: mientras que un 27% de las jovencitas que no han tenido hijos está trabajando o buscando trabajo, el porcentaje sube al 32% entre las que tienen hijos vivos. Las ocupaciones laborales en las que se insertan las jóvenes madres son de escasa calificación: la mitad de ellas trabaja como empleada doméstica, lo que condice con el escaso capital educativo del que se han logrado apropiar. Dos tercios de las jóvenes que declararon haber tenido un hijo vivo en el último año anterior a la encuesta atendieron su parto en un hospital público. Encuesta de Desarrollo Social – N° 2 Condiciones de Vida en dos grupos de riesgo Perfil de las adolescentes (15 a 19 años) según embarazos e hijos nacidos vivos Total país en porcentajes. Principales características Total Edad 15 16 17 18 19 Total 1.541.734 Sin hijos Total (a+ b) Embarazadas(a) Con hijos (b) ni embarazo 156.926 34.850 122.076 1.380.076 21,0 18,5 20,1 19,8 20,6 2,2 8,2 19,2 28,3 42,1 0,5 18,5 32,2 33,7 15,0 2,7 5,2 15,5 26,8 49,9 23,2 19,7 20,3 18,6 18,2 Quintiles de IPCH 1 y2 3 a5 57,1 42,3 85,7 13,8 84,1 15,9 86,1 13,2 53,9 45,6 Número de hijos 0 1 2 3 y más 92,2 6,6 1,1 0,1 22,4 65,2 11,0 1,3 100,0 Posición en el hogar Jefe Cónyuge Hija Nuera Otro 0,9 2,4 87,0 1,7 8,0 1,0 18,1 60,0 13,7 7,2 0,4 8,8 75,3 7,9 7,7 1,2 20,7 55,7 15,3 7,1 0,9 0,6 90,0 0,4 8,1 Estado conyugal unida casada en pareja (unida + casada) separ o div. soltera 4,6 2,1 6,7 0,7 92,4 34,3 15,8 50,1 4,3 45,5 24,9 14,8 39,8 4,1 56,1 37,0 16,1 53,1 4,4 42,5 1,3 0,5 1,8 0,3 97,7 Nivel de Instrucción nunca asistió y primario incompleto 3,7 8,9 5,7 9,8 Fuente: EDS, Siempro, agosto 1997. 100,0 84,1 14,2 1,7 Encuesta de Desarrollo Social – N° 2 Condiciones de Vida en dos grupos de riesgo 2. A modo de conclusión Las implicancias sociales de este fenómeno indican que las acciones políticas deberían considerar al menos dos objetivos prioritarios: a) prevención del embarazo adolescente y b) asistencia materno infantil una vez ocurrido. La labor preventiva debería pivotar en el derecho a la procreación responsable y a la educación sexual de los adolescentes de ambos sexos. La escuela aparece como la institución que está en mejores condiciones para efectuar desde el Estado una acción preventiva, siempre que se refuerce con acciones desde el área de atención primaria de salud, ya que el simple conocimiento de la existencia de medios anticonceptivos no implica su uso , y en caso de hacerlo, no siempre significa que se usen correctamente. Parecería conveniente instalar el tema de las conductas preventivas entre los jóvenes, asociándolo al cuidado integral de la salud, dado la creciente incidencia que, entre los mismos, están adquiriendo las enfermedades de transmisión sexual. En cuanto a la asistencia a la dupla madre- niño debería proponerse en primera instancia retener a la madre adolescente en la escuela, al tiempo que se le asegura una adecuada asistencia médica durante embarazo y parto, así como durante el período de la primera infancia del niño. También debería evaluarse la oportunidad y pertinencia de legislar el derecho de la madre adolescente a recibir asistencia económica y la obligación de permanecer en el ámbito educativo hasta concluir la escuela media así como de llevar a cabo los cuidado preventivos de salud, tanto del niño como de ella misma (controles médicos, vacunación, etc.). Encuesta de Desarrollo Social – N° 2 Condiciones de Vida en dos grupos de riesgo Documento 2: Niños de 0 a 4 años Introducción La niñez es la etapa de la vida en la que se definen las oportunidades de integración a la sociedad. Los hábitos y valores que condicionarán en las etapas subsiguientes la apropiación de los conocimientos y habilidades requeridos para integrarse a la esfera productiva y social se incorporan en los primeros años de vida. La gran fragilidad del ser humano impone que el cuidado físico y psíquico se constituya en una necesidad imprescindible en los primeros momentos de la vida. Tampoco puede ser postergada porque no hay una segunda oportunidad para paliar las carencias sufridas por un niño o niña durante su gestación y primeros años. Por eso es necesario garantizar que los niños accedan a la alimentación, la salud, la vivienda y los cuidados necesarios para su adecuado desarrollo. La Convención sobre los Derechos del Niño aprobada en 1989 por la Naciones Unidas constituye el marco jurídico que consagra un conjunto de compromisos relacionados con la sobrevivencia, el desarrollo y la protección de la infancia7. La Argentina incorpora los principios éticos, jurídicos y políticos allí establecidos a la Constitución Nacional de 1994, dándoles carácter de derecho constitucional. Las disposiciones nacionales que ratifican la Convención apuntan a: reafirmar que los niños tienen iguales derechos que las demás personas, especificar estos derechos para las particularidades de la vida y el estado de desarrollo de los niños, establecer derechos propios de los niños (como el derecho al esparcimiento, o el derecho a la educación de calidad), orientar las políticas públicas en relación a la infancia, y limitar las actuaciones de las autoridades. Continuando la tradición de la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Convención, es respetuosa de la relación entre los niños y sus familias y destaca el papel de las políticas sociales básicas y de protección de la familia, limitando la intervención tutelar del Estado a la última instancia en la que ya han fallado los esfuerzos de la unidad familiar y los programas sociales generales. 1. Principales características de las condiciones de vida En el marco ético, político y jurídico establecido por la Convención y confirmado por la Constitución Argentina, el diseño de políticas que permitan alcanzar las metas implícitas es una urgencia 7 CEPAL. Panorama Social de América Latina 1997. “La perspectiva de los Derechos Humanos de la Infancia y la generación de una cultura de derechos”. Santiago de Chile. 1997. Encuesta de Desarrollo Social – N° 2 Condiciones de Vida en dos grupos de riesgo insoslayable ya que las posibilidades de acceso al bienestar para niños y niñas dependen de su situación nutricional y de salud, de las condiciones sanitarias de sus viviendas, del acceso a la educación y a la estimulación temprana, de la capacidad económica de sus hogares y de las características de sus familias y del ambiente educativo en el que crecen. Y, como es evidente, para encarar tal diseño es crucial contar con elementos que permitan un buen diagnóstico. A partir de la información relevada por el Encuesta de Desarrollo Social (EDS) ha sido posible trazar un perfil de las condiciones de vida de los niños de 0 a 4 años que permite identificar y cuantificar los principales problemas que los afectan. 1.1. Volumen de la población de primera infancia Los niños y niñas de 0 a 4 años suman 2.721.790, es decir representan el 9% de la población total del país. El 70 % de estos niños pertenecen a hogares de los dos quintiles de menores ingresos, lo que equivale a decir que están por debajo de la línea de pobreza o apenas por encima de ella. El ingreso per cápita medio de estos hogares es de 65 $ en el primer quintil y de 150$ en el segundo.8 1.2. Situación habitacional Casi la mitad de los niños y niñas de 0 a 4 años residen en hábitat urbanos precarios, es decir, habitan en viviendas ubicadas en villas, asentamientos o barrios sin infraestructura adecuada. El 87 % de los niños que viven en un hábitat degradado pertenece a hogares de los dos primeros quintiles. El 10% de los niños y niñas atraviesan las primeras etapas de vida habitando viviendas precarias. Se han contabilizado como tal a ranchos, casillas, cuartos de inquilinato o pensiones, es decir que no se ha considerado a aquéllos que viven en casas o departamentos que pudieran estar deteriorados o construidos con materiales de muy baja calidad. El 93 % de los niños que habitan una vivienda inadecuada pertenecen a los hogares de los dos primeros quintiles. Otro dato a considerar es que el tamaño medio de estos hogares es de seis personas en el primer quintil y de cinco personas, en el segundo. Uno de cada cinco niños atraviesa su primera infancia viviendo en condiciones de hacinamiento crítico, es decir que reside en viviendas ocupadas por más de tres personas por cuarto. En los dos quintiles de menores ingresos, el 28% de los niños y niñas padecen hacinamiento crítico. Uno de cada cuatro niños de 0 a 4 años habita en viviendas que no cuentan con provisión de agua en su interior. En el caso de los niños de los dos quintiles más bajos, la privación de este 8 Ver “Resultados definitivos del nivel nacional” – Serie Encuesta de Desarrollo Social N°1, SIEMPRO, Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente. Cuadro 2 de Ingresos de los hogares. Pag. 27 Encuesta de Desarrollo Social – N° 2 Condiciones de Vida en dos grupos de riesgo servicio vital afecta a algo más de un tercio. Estos niños representan el 94% del total de aquéllos que carecen de este servicio. El 30% de los niños y niñas que transitan las primeras etapas de la infancia carecen de baños con desagüe adecuado. Si se focaliza en los hogares con menores ingresos, el 93 % de la población infantil sufre esta privación. 1.3. Situación familiar El 79 % de los niños y niñas de la primera infancia vive en hogares donde sus dos padres están presentes, el 19% vive sólo con su madre, casi un 1% vive sólo con su padre, en tanto que el resto ( 1%) vive sin ninguno de sus progenitores. El 7% de los niños y niñas de 0 a 4 años viven en hogares donde la responsable es su madre. Cuatro de cada cinco niños cuya madre es jefa de hogar pertenece a los estratos de menores ingresos. El 5% de los niñas y niños de menos de 4 años tiene una madre adolescente. El 88 % de los niños con madre adolescente provienen de los hogares de menores de ingresos. Encuesta de Desarrollo Social – N° 2 Condiciones de Vida en dos grupos de riesgo 1.3.1. Los niños que viven con ambos padres Con respecto a la situación conyugal de los padres, dos tercios de estos niños y niñas tienen padres unidos en matrimonio legal, el resto tienen padres que conforman una pareja de hecho. La presencia de padres convivientes en uniones consensuales es más acentuada en los quintiles de menores ingresos, por cuanto el 82% de los niños cuyos padres se encuentran en esa situación pertenecen a los estratos de menores ingresos. 9 El 42 % de estos menores tienen padres que no han completado los 12 años de escolaridad, lo que implica, en el mejor de los casos que no concluyeron el ciclo secundario. El número promedio de años de educación formal de los padres es considerado un buen indicador del clima educativo del hogar. El clima educativo constituye un elemento fundamental en la conformación del capital social al que accederá el niño y que determina la calidad de su vida, tanto en el momento presente como en el futuro. El ingreso de la familia y el clima educativo muestran una fuerte asociación: el 54% de los niños de hogares con bajos ingresos también tienen padres con bajo nivel de educación. Casi el 13% de estos niños tiene a alguno de sus padres desocupado y el 1% a ambos. El desempleo es el problema laboral más grave que afecta a la apropiación de ingreso en los hogares y por ende incide seriamente en el despliegue de la vida cotidiana de aquellas familias que tienen algún miembro en esta condición. La situación es más grave cuando los ingresos del hogar son escasos y se tienen niños pequeños a cargo. Los datos dan cuenta que tres de cada 4 niños de los dos quintiles de menores ingresos, tienen a alguno de sus padres desempleado. 1.3.2. Los niños que viven solo con su madre Como ya se ha señalado el 19% de los niños y niñas de 0 a 4 años vive en hogares donde sólo está su madre, o dicho de otro modo, no cuentan con la presencia del padre. Con respecto a la situación conyugal de la madre poco más de la mitad de estos niños provienen de hogares donde se ha disuelto la unión de sus padres, en tanto que el resto es hijo de una mujer soltera. La proporción de madres solteras con niños pequeños es similar en los hogares de los distintos estratos de ingreso y se condice con el marcado aumento de los nacimientos extramatrimoniales que indican las estadísticas vitales. Es conveniente tener en Un aspecto interesante captado por la Encuesta es que cuanto más pequeños son los niños mayor es la incidencia de las uniones de hecho en la pareja paterna, ya que entre los de 0 a 2 años esta situación es más frecuente que entre los de 3 y 4. El cambio en el comportamiento respecto a la conformación de uniones también ha sido captado a través de las estadísticas continuas: año a año disminuye el número de matrimonios y aumenta el número de nacimientos extramatrimoniales. Los grupos más jóvenes retrasan la entrada al matrimonio o más precisamente eligen conformar uniones de hecho que sólo legalizan más tarde cuando estiman que la pareja constituida es sólida, frecuentemente frente a la posibilidad de la procreación o luego del nacimiento del primer hijo. Esta nueva postura frente a la institución matrimonial, ligada principalmente al cambio del rol de la mujer, ya no refiere a los sectores de menores ingresos, donde las uniones de hecho fueron significativas desde siempre , sino que se incrementan entre aquellos jóvenes de los sectores medios. Los cambios de pautas señalados se reflejan en la situación familiar de los niños y niñas en las primeras etapas de su vida, ya que en todos los sectores tiene una incidencia considerable la presencia de parejas unidas de hecho. 9 Encuesta de Desarrollo Social – N° 2 Condiciones de Vida en dos grupos de riesgo cuenta que en las estadísticas vitales, sin embargo, se consideran extramatrimoniales tanto los hijos de parejas unidas consensualmente como los niños que sólo tienen filiación materna. El 84% de estos niños crece en un clima educativo bajo10. Este aspecto presenta marcadas diferencias al considerar el ingreso per capita del hogar: el 90% de los niños de hogares con ingresos bajos tienen una mamá con nivel educativo también bajo, mientras que sólo el 55% de los niños de los hogares más pudientes está en tal situación. También es de destacar que la proporción de los niños que se ven afectados por un ambiente educativo poco favorable es considerablemente mayor entre los que viven solo con su mamá que entre aquéllos que conviven con sus dos progenitores. El 20 % de los niños y niñas de menos de 4 años que viven sólo con su mamá tienen a su madre desempleada. El fenómeno cobra mayor intensidad en los quintiles de menores ingresos. El desempleo, como ya se ha señalado, es un factor que torna muy vulnerable el bienestar de los integrantes de los hogares pobres ya que la privación de los ingresos de un perceptor es un déficit importante, en particular cuando se trata de grupos familiares con niños de corta edad a cargo. 1.4. Situación de salud Los cuidados durante el embarazo y el parto juegan un papel fundamental en la primera etapa de vida del bebe. La información disponible da cuenta que entre los niños y niñas de 0 a 2 años, el 15 % no tuvo la cantidad de controles suficientes durante el período prenatal y casi el 8% tuvo bajo peso al nacer y ambos constituyen indicadores de riesgo para la salud del recién nacido. La mitad de los niños y niñas menores de 4 años no cuentan con cobertura de salud de Obra Social o Medicina Prepaga, pero entre los que viven en los hogares de menores ingresos la proporción trepa al 61%. Focalizando en los niños sin cobertura de salud, el 83% de ellos pertenecen a hogares de los dos quintiles más bajos. El 1% de los niños tiene algún tipo de discapacidad física o mental que requiere tratamiento. No se observan mayores diferencias por nivel de ingresos. De todos modos, es conveniente tomar en cuenta que las dificultades existentes para la captación de este tipo de fenómeno disminuye la confiabilidad de la información. 1.5. Situación educativa temprana 10 Solamente el 18.5% de los niños y niñas de 0 a 4 años concurren a guarderías y jardines. Se registra un porcentaje de asistencia más alto entre los niños de 3 y 4 años, etapa más próxima a la entrada a la educación elemental. Si bien las opiniones respecto a los beneficios de una asistencia temprana a guarderías no son coincidentes, sí hay consenso en la necesidad de En el caso de los niños que viven sólo con su madre, el clima educativo se ha estimado a partir de los años de educación formal de la madre Encuesta de Desarrollo Social – N° 2 Condiciones de Vida en dos grupos de riesgo estimulación y socialización precoz ya que facilita el aprendizaje. Ambos procesos se ven facilitados siempre que las guarderías cuenten con los recursos económicos y humanos adecuados. La concurrencia a guarderías es claramente diferencial por ingresos: concurre sólo el 13% de los niños de menores ingresos mientras lo hace el 31% de los que pertenecen a hogares de mayor poder adquisitivo. La concurrencia de los niños de menores ingresos es más baja cuanto menor es su edad. Asimismo, se observa que la mayoría de ellos asisten a guarderías del sector estatal. Entre los niños de hogares pobres que concurren a guarderías del sector privado se observa una sesgo hacia aquellas que brindan servicios en forma gratuita o les ofrecen becas. La mayor parte de los niños y niñas (84.7%) que concurren a guardería permanecen en ella durante 4 horas (o menos) diarias; casi la totalidad son atendidos por maestras o personal docente capacitado para la tarea y algo más de la mitad recibe alguna prestación alimentaria mientras permanece en la institución. Entre los niños de menores ingresos , trepa al 70% la proporción de los que recibe algún alimento durante su permanencia en la guardería. Encuesta de Desarrollo Social – N° 2 Condiciones de Vida en dos grupos de riesgo Condiciones de vida en la primera infancia según estrato de ingreso per capita del hogar. Total del país en porcentajes. TOTAL 1.1. VOLUMEN Población total 1.2. SI TUACI ON HABI TACI ONAL En hábitat precario En vivienda precaria Hacinamiento crítico (1) Sin provisión de agua dentro de la vivienda Baño con desagüe inadecuado 1.3. SI TUACI ON FAMI LI AR Madre Jefa de Hogar Madre adolescente (19 años y menos) 1.3.1. Con ambos padres en el hogar Tipo de unión conyugal de los padres unión consensual matrimonio legal Nivel educativo de los padres hasta 12 años de escolaridad más de 12 años de escolaridad Situación laboral de los padres ambos padres desocupados padre o madre desocupado 1.3.2. Sólo con madre en el hogar Situación conyugal de la madre soltera nunca unida sin cónyuge presente Nivel educativo de la madre hasta 12 años de escolaridad más de 12 años de escolaridad Situación laboral de la madre madre desocupada 1.4. SI TUACI ON DE SALUD Sin cobertura de O.Social o Prepaga Con discapacidad sensorial o mental Cuidado prenatal y parto(2) Controles de embarazo insuficientes Parto asistido por médico Bajo peso al nacer 1.5. SI TUACI ON EDUCATI VA TEMPRANA Asiste a guardería 0 a 2 años 3 y 4 años estatal privada otro tipo Atención gratuita (3) Atención de personal especializado quintil 1 y 2 (4) quintil 3 a 5 I ncidencia del quintil 1 y 2 2721790 1917830 793011 70,5 47,6 10,4 21,7 26,4 30,2 58,4 13,7 28,3 35,1 39,5 21,0 2,4 5,1 4,9 6,4 86,7 93,2 89,5 94,4 93,5 7,0 5,0 79,4 8,0 6,3 76,5 4,7 1,9 87,1 80,2 88,4 67,4 32,2 67,8 38,9 61,0 17,4 82,6 82,2 60,4 41,7 55,6 53,8 43,4 14,9 82,6 88,2 52,1 0,9 12,8 18,8 0,9 14,7 21,6 0,7 7,7 11,3 74,5 79,9 81,8 46,4 53,6 46,8 53,2 46,0 54,0 82,0 81,5 84,3 14,4 90,5 7,9 55,7 44,1 87,9 44,6 20,6 21,6 17,5 82,7 50,6 0,7 61,0 0,8 23,1 0,5 82,7 78,8 15,4 79,0 7,8 19,3 74,7 8,3 5,2 90,3 6,3 87,5 65,9 74,6 18,5 6,2 36,5 13,0 3,1 27,6 31,1 13,4 57,1 48,4 34,3 51,8 46,5 41,9 11,2 64,7 24,5 10,2 27,5 59,7 12,5 68,9 27,2 44,0 21,2 96,3 36,5 94,8 15,4 98,4 48,6 47,6 Encuesta de Desarrollo Social – N° 2 Condiciones de Vida en dos grupos de riesgo 2. A modo de conclusión Los datos muestran con claridad que las familias que se concentran en los dos quintiles de menores ingresos tienen severas restricciones para afrontar la crianza de sus niños, conforme a los parámetros de bienestar aceptables para nuestra sociedad y nuestro tiempo. La comprobación empírica que el 70% de los niños y niñas de las áreas urbanas del país nace y crece en hogares que no cuentan con los bienes básicos que aseguren su desarrollo personal es un dato fundamental para quienes tienen la responsabilidad de garantizar sus derechos económicos, culturales y sociales. Asimismo, si se tiene presente que el aumento poblacional de nuestro país se explica casi en su totalidad por el crecimiento vegetativo, ya el saldo migratorio es neutro, la comprobación de que el mayor número de nacimientos se registran en el 40% de los hogares más pobres evidencia que el segmento de la sociedad argentina que es afectado por estas condiciones de vida negativas no hará sino incrementarse en el futuro . Y tanto el momento presente, como el largo plazo, apremian exigiendo respuestas desde el Estado que aseguren el acceso de estas familias a condiciones de vida dignas, atento al imperativo ético y moral de alcanzar el desarrollo con el menor costo posible en términos humanos. Encuesta de Desarrollo Social – N° 2 Condiciones de Vida en dos grupos de riesgo Publicaciones del SIEMPRO Serie de Informes de Políticas y Programas Sociales Informe Nº 1 - Análisis del gasto social de la Administración Pública Nacional. Serie de Informes de Situación Social Informe Nº 1 - La evolución reciente de la pobreza en el Gran Buenos Aires. Octubre 1998 – 1999. Informe Nº 2 - La evolución reciente del mercado de trabajo urbano. Octubre 1998 – 1999. Informe Nº 3 - La situación de la infancia : Análisis de los últimos diez años. Informe Nº 4 - Situación de los jefes de hogar en las regiones geográficas del país. Informe Nº 5 - Evolución reciente de la pobreza por ingresos en el Gran Buenos Aires. Mayo de 1999 – Mayo de 2000. Informe Nº 6 - Evolución reciente del mercado de trabajo. Octubre de 1999 y octubre de 2000. Serie Encuesta de Desarrollo Social y Condiciones de Vida Informe Nº 1 - Encuesta de Desarrollo Social – Resultados definitivos del nivel nacional. Informe Nº 2 - Encuesta de Desarrollo Social – Condiciones de Vida en dos grupos de riesgo. Documento 1: Madres adolescentes. Documento 2: Niños de 0 a 4 años. Informe Nº 3 - Encuesta de Desarrollo Social – Panorama de la situación habitacional. Informe Nº 4 - Encuesta de Desarrollo Social – a) Las familias – b) Los núcleos conyugales secundarios. Informe Nº 5 - Encuesta de Desarrollo Social – Juventud: educación y trabajo. Informe Nº 6 - Encuesta de Desarrollo Social – Tercera edad. Datos nacionales. Informe Nº 7 - Encuesta de Desarrollo Social – Educación y desigualdad: la distribución de los recursos educativos en hogares y población. Informe Nº 8 - Encuesta de Desarrollo Social – La afiliación a sistemas de salud. Informe Nº 9 - Encuesta de Desarrollo Social – Prescripción y consumo de medicamentos. Informe Nº 10 - Encuesta de Desarrollo Social – La utilización de servicios de atención de la salud. Informe Nº 11 - Encuesta de Desarrollo Social – Trabajadores informales. Informe Nº 12 - Encuesta de Desarrollo Social – El desempleo urbano.