Empezamos el nuevo curso (la Rentree), como la llama nuestro colaborador Pablo R. Guy en la sección Arte, editando el número 12 de la revista Terral de otoño. Esperamos que no os defraude. También comienza para los escolares, el Parlamento, la judicatura y otras instituciones culturales… ¿Por qué digo esto? Hojeo la prensa, escucho los medios informativos…y el desaliento se apodera de mí. Nada nuevo, lamentablemente. Una vez acabado el verano, con su paréntesis artificioso y repetitivo de sol, baños, turismo, cervecitas, famosillos en Marbella, macro botellones… –seguramente me dejo algo–, comienza la misma letanía de los últimos años: corrupción, partidos irreconciliables, discursos de tertulias que no aportan nada, salvo empecinarse en sus ideas partidistas y rancias, sin pocas o ninguna idea nueva que ayude al triste presente en que nos encontramos los ciudadanos. Estos, entre los que me incluyo, deberíamos sacudirnos el ropaje de resignación o cabreo y hacer algo más que protestar. Cada uno en su casa, en el barrio, en la ciudad, entre sus amigos…puede compartir alguna idea, hacer propuestas, llevarlas a Instancias superiores, usar su talento para que las cosas que hasta ahora hemos consentido en nuestro país no vuelvan a ocurrir. Otra forma de pensar y actuar es posible y necesario para avanzar. Con las colaboraciones de este número de Terral pretendemos aportar la creatividad y el trabajo de hombres y mujeres que de manera desinteresada usan su talento y su voluntad para aportar su granito de arena a la sociedad. La revista es trimestral. La fotografía de portada es de Enrique Bodero. Para el envío de nuevos trabajos avisaremos con un mes de antelación. Seguimos ofreciendo un servicio de publicidad para difusión de libros, eventos, exposiciones..., del que pueden informarse en los correos que aparecen en portada de la web www.revistaterral.com Lola Buendía – Directora de la Revista Terral – ISSN 2253-9018 Revista Terral Número 12 ©Todos los derechos reservados ISSN 2253-9018 Colaboradores en este número: Edición: Lola Buendía López – Enrique Bodero Moral Equipo de redacción: Enrique Bodero – Lola Buendía – Ramón Alcaraz – Erena Burattini Cuadro de portada: Enrique Bodero Diseño de portada: Enrique Bodero Editorial: Lola Buendía López Cine: Ramón Alcaraz – Ángel Silvelo – José Luis Casado Opinión: Erena B. Burattini Crítica literaria: Ricardo Guadalupe – Fuensanta Martín Quero Poesía: Erena B. Burattini – Mónica López Bordón – Gustavo M. Galliano – Saturnino Rodríguez Riverón Relatos: Esperanza Liñán – Carlos Gutiérrez – Ángeles Bosch – Milagros Arranz – Lola Buendía Ser escritora: Lola Buendía – Mar Solana Flamenco: Rafael Silva Martínez – Lola Buendía Arte: José Manuel Velasco – Pablo Rodríguez Guy – José Antonio Martín Santos – Lola Buendía El viajero: Lola Buendía – Pepa J. Calero La otra realidad: Mariano Vázquez Alonso Diseño digital : Lola Buendía – Carmen Guerrero – M. José Moreno Maquetación: Lola Buendía López Diseño Web: Ana García – 644 262 880 – [email protected] CINEXPLICABLE (Ramón Alcaraz García. www.tallerliterario.net) ¿Sabías que la mítica Casablanca supuso un cúmulo de casualidades? Durante la Segunda Guerra Mundial fueron muchas las películas que se crearon para propaganda de Estados Unidos en el conflicto bélico, y para animar la moral de la población y de su ejército. Una de ellas fue Casablanca, basta ver su guion: una historia inmersa en la labor de la resistencia y la oposición al nazismo dominador. Para empezar, el actor principal iba a ser Ronald Reagan. ¿Hubiera sido lo mismo esta película sin Bogart en el papel de Rick? Aunque la historia está basada en una obra de teatro escrita pocos años antes, el guion se iba improvisando, nadie sabía cómo continuaba la historia ni (lo más importante) cuál sería su final. Ni el director ni los actores; tres guionistas trabajaban día a día al tiempo que se rodaba, con la consiguiente desorientación y enfado de los actores. Cualquiera que entienda un poco sobre la planificación de una película, sabe la dificultad de rodar sobre la marcha, sin un guion completo. Para Ingrid Bergman la gran preocupación era saber de quién estaba realmente enamorada, si de Rick o de Lazlo; a lo que el director Michael Curtiz respondía: “Bueno, no se sabe todavía, intenta encontrar un intermedio”. Pero en principio tampoco Ingrid Bergman iba a ser la protagonista femenina, sino una tal Hedy Lamarr, y también se propuso a Ann Sheridan. Ni se iba a ambientar en Marruecos, sino en Lisboa. Por lo que cabe pensar que no se habría titulado Casablanca, sino con el título de la obra de teatro en la que se inspiró: Todo el mundo viene a Rick's. Fue el éxito (tres años antes) de una película llamada Argel lo que influyó en ponerle el definitivo. Por problemas de incorporación de algunos actores, la primera escena que se rodó fue la de la famosa canción: “As time goes by”. Esa canción no fue creada para la película, sino que ya existía diez años antes y era casi desconocida. Sin embargo, posteriormente se quiso cambiar y rodar de nuevo la escena pero con otra canción. El problema fue que Ingrid Bergman se había cortado el pelo y eso habría supuesto un error de rácord. Gracias a esa casualidad, no se perdió la que ahora es una de las canciones más famosas de la historia del cine. Es cierto que la película ha dejado muchas frases inolvidables, como el “siempre nos quedará París”, “el mundo se desmorona y nosotros nos enamoramos” o “el principio de una gran amistad”. Sin embargo, la frase “Tócala otra vez, Sam” nunca se dijo así en la película (se dicen algunas similares, pero no exactamente ésa), ni en el original ni en las versiones dobladas. Fue Woody Allen quien la hizo famosa en una de sus películas, titulada así y traducida como Sueños de un seductor. La incertidumbre del desenlace se mantuvo hasta final, hasta el rodaje de la última escena. Pero todo iba a ser más complicado porque se escribieron dos finales posibles. Cuando se filmó el primero, al productor se le ocurrió la idea de añadir la escena de Rick y el comisario en el aeropuerto. Ya no se rodó el segundo, y ese mismo Hal B. Wallis fue el que aportó también una de las mejores frases como final de una obra cinematográfica: “Louis, creo que éste es el principio de una hermosa amistad”. Pero igual que iba a ocurrir con la canción, más tarde se quiso añadir algo más, una escena con Rick y Renault alistándose para la invasión de África del Norte en 1942. Por suerte, no se pudo conseguir de nuevo al actor Claude Rains y la idea no se llevó a cabo, lo cual habría sido un gran error. La película se rodó íntegramente en estudios, en Estados Unidos, aunque muchos espectadores dieron por hecho que fue en Casablanca. Ante los numerosos turistas que querían visitar allí el bar de Rick, acabaron construyéndose dos en una de sus plazas: el Rick's Bar y el Blue Parrot Bar. Por improvisación, por imprevistos y por un cúmulo de casualidades, Casablanca pasó de haber sido una película entre muchas, más bien mediocre, a convertirse en una de las más conocidas y mejor valoradas de la cinematografía. Sección Cine BLUE VALENTINE: LA VALENTÍA DEL FRACASO Reseña de Ángel Silvelo Gabriel No hace falta ser un samurái para caer prendido por la derrota que la muerte conlleva en sí misma, porque a veces, en el amor, también somos capaces de comportarnos como samuráis que muestran el arrojo suficiente de iniciar una huida hacia adelante a través de ese último impulso que nos mueve el corazón. Ryan Gosling, el protagonista masculino de este retrato de sueños rotos lo tiene claro cuando dice que: "creo que los hombres son más románticos que las mujeres. Cuando nos casamos, nos casamos con una chica porque aguantamos todo el camino hasta que encontramos a la adecuada y pensamos “sería idiota si no me casara con esta chica, es genial”. Pero parece que las chicas llegan a un punto en el que solo eligen la mejor opción… “Oh, éste tiene un buen trabajo”. Quiero decir que se pasan toda la vida buscando a su príncipe, y luego se casan con el tío formal que tiene un buen trabajo. Y al visionar la película, concluimos que se refiere a esa innata necesidad de dar rienda suelta a ese otro sentimiento final que nos atrapa en mitad de la noche cuando debemos hacer frente a nuestro instinto más íntimo, ese que no entiende de realidades, sino de deseos. En este sentido, la valentía del fracaso que esgrime Ryan Gosling es terrible, por el mensaje suicida que lleva en sí mismo... y en el fondo enamorarse es tan fácil (como dice Paddy McAloond en su canción Falling in love), pues cuando uno tropieza con la mujer de sus sueños, no duda en ofrecerle todo aquello con lo que ella ha soñado, aunque para ello, renuncie a una parte de sí mismo. El Gosling de Blue Valentine es el James Dean del siglo XXI o el nuevo Montgomery Cliff de Hollywood, con unas dotes interpretativas muy cercanas a los dos astros del celuloide anteriormente citados, pues Gosling sabe expresar como nadie esa pose de frialdad extrema ante la adversidad y la cercanía del acantilado. Aunque, en este caso, renunciar a saltar por el precipicio es la mejor forma de mostrar una generosidad tan infinita que conmueve. El amor sale herido de muerte en esta geografía plagada de fracasos existenciales. Atravesar la adolescencia es lo que tiene, que puede suponer saltar al vacío sin una red que te proteja del salto, aunque en ocasiones, seamos más que conscientes que merece la pena saltar sólo por disfrutar un segundo de la sensación de libertad que te recorre por todo el cuerpo hasta que llegas al suelo. La valentía del director Derek Cianfrance es dejar que tanto Gosling como Michelle Williams muestren sus mejores artimañas interpretativas a la hora de retratar su particular descenso a los infiernos, a lo que sin duda, contribuye el más que acertado movimiento de la historia en forma de flashback que se nos va desgranando a lo largo del film, pues aparte de protegernos contra un relato lineal más previsible, podemos comparar las dos caras de la moneda en las que se dividen sus vidas. El brillo se torna oscuridad y el amor rencor, pues todos somos víctimas a la hora de ir en busca del Edén, y cuando la aventura se convierte en rutina, el amor desaparece de nuestras vidas sin necesidad de ir a buscarlo a otro lugar, porque muchas veces excava su propio agujero en nuestro interior, rebuscando en el fondo más profundo de nuestras decepciones. Blue Valentine es el relato que supone asumir la valentía del fracaso, porque cuando se pierde, también hay que saber hacerlo con dignidad. Sección Cine EN BUSCA DE LA COMEDIA “PERDIDA” José Luis Casado Toro En el libro de los gustos debe haber escasas páginas escritas. Nadie duda que cada persona tiene sus propias preferencias, en todas las categorías y realidades de nuestra existencia. Pero este breve artículo se centra en el ámbito de la cinematografía. Por este motivo, el autor de las palabras ha de definirse en cuanto al género fílmico que prioriza, entre todas las opciones posibles. Partimos de la base de que el cine nos regala, para nuestro placer y formación, muchos y variados valores. Personalmente quiero destacar, sobre otros que también son muy importantes, su irrenunciable capacidad de distracción. Y, en este campo de sus heterogéneas virtudes, cada uno es muy libre de distraerse con el género que se esté proyectando en pantalla. En mi caso prefiero, sobre otros, la fuerza gratificante de la comedia, especialmente cuando ésta contiene una enriquecedora lectura, explícita e implícita, sustentada en la credibilidad interpretativa de los actores. Admiro el cine clásico y, dentro del mismo, aquellas inolvidables comedias, tan primorosamente narradas por la diestra acción ejecutiva de sus míticos directores. Lamentablemente, en las pantallas actuales ya no resulta tan fácil encontrar cintas de este género, que sabe reflejar, con puntual fidelidad, la realidad de la vida. Acabasen “bien” o “menos bien” en las apetencias de ese espectador que, con ilusión, intentaba y podía introducirse entre los bastidores de la trama argumental. Imaginemos un domingo, en agosto. No todo va a ser el incentivo de la playa o la feria, para el mejor empleo del tiempo vacacional. O ese tapeo, al que nunca se le ve el minutero de su finalización. Somos muchos a quienes nos apetece ir al cine, frente a otras opciones interesantes y, por supuesto, legítimas. Y echamos manos de la cartelera. Una primera evidencia: van quedando pocas salas, por la zona céntrica de las ciudades. Ya es bastante usual que tengamos que coger el coche, a fin de desplazarnos a una de esas multisalas que se han ubicado en los arrabales o en la periferia, a varios kilómetros de la city urbana. Y para nuestro desconsuelo, otra clamorosa realidad: observamos que, en casi todos los complejos cinematográficos, se proyectan, de forma repetitiva, los mismos títulos y géneros fílmicos. Veamos un par de ejemplos, entre otros posibles, tomando como base la cartelera publicitaria que nos ofrece la prensa. Yelmo Cines, Plaza Mayor (a unos cuantos kilómetros del centro de Málaga; el tren de cercanías tiene una parada en este importante complejo comercial y lúdico). En este momento, es la empresa que tiene un mayor número de salas en funcionamiento: 20. En ellas están siendo hoy proyectadas 31 películas (algunas de las mismas, tienen una sólo pase). De esos 31 films, 10 corresponden al género de la animación; 8, a la ciencia ficción: 7, a la acción; 3, al terror; 2, al thriller; y 1, a la comedia (Niños grandes 2 ……). Ahora, nos desplazamos a otro entorno, también malagueño, densamente poblado en estas fechas del estío por la afluencia turística: Fuengirola. En esta conocida y bella localidad (a 30 kms de la capital) hay dos cines que suman entre ellos 20 salas, proyectandose 26 películas: Animación, 10; Ciencia ficción, 6; Acción, 5; Terror, 3; Thriller, 1; Comedia, 1 (Niños grandes, 2) . Sufrimos, es una incuestionable evidencia, la aculturación, empresarial e ideológica, por parte de Hollywood. Para visionar en Málaga cine europeo, asiático, africano, americano (independiente de esa gran multinacional con sede en la ciudad de los Ángeles, California) o con versiones subtituladas, tenemos la suerte de contar con las cuatro salas del municipal Cine Albéniz, que está realizando una inestimable labor, frente al empuje avasallador del “gigante” estadounidense. Para paliar la carencia en la ciudad malacitana de una buena filmoteca, para el estudio y deleite del mejor cine, en una de sus salas se proyecta, todo los jueves, una famosa película inserta en el mejor género clásico. Buen gesto, pero insuficiente, pues el concepto de filmoteca debe ser algo más: biblioteca, ciclos, aulas, exposiciones, conferencias, etc). Desde los organismos públicos, alguna que otra vez se ha hablado de establecer en nuestra ciudad este necesario centro para el estudio del cine. Pero las expectativas que esas informaciones periodísticas despiertan (se hablaba incluso de lugares concretos, para su establecimiento) se han visto defraudadas, una y otra vez, ante la desidia de los responsables culturales, regionales y municipales. Hay que destacar que el Ámbito Cultural de El Corte Inglés proyecta algunos ciclos del cine clásico. Pero la dura realidad es que las salas comerciales descuidan o ignoran esta oferta cultural que reclama una parte cualificada del público espectador. Si en un complejo cinematográfico hay quince o más salas en funcionamiento ¿tan difícil sería el dedicar una de ellas a este tipo de cine alternativo, clásico o realizado en geografías ajenas a la poderosa multinacional americana? A pesar de este rutinaria cartelera, hoy voy a volver a visitar una sala de cine. Será, a no dudar, la más eficaz decisión. Las películas del cine Albéniz, ya las he disfrutado. Me agradaron, bastante: Una casa en Córcega (drama, vida rural) o Lo que el día debe a la noche (romance). También, La Mejor oferta (intriga, romance). Ante otras carencias, trataremos de encontrar, en el mundo de las multisalas, algún género que nos motive para su mejor visionado. Optaremos por algún thriller, intriga que estimula y promueve el proceso imaginativo. En definitiva, playa, lectura, tapeo, feria pero, sobre todo, cine. Y si es una buena comedia, como aquéllas que antes se rodaban y deleitaban, pues mucho mejor para la grata ilusión de compartir otras muchas vidas en pantalla. PROGRAMACIÓN DE OTOÑO SEPTIEMBRE 26 ANTES DE AMANECER (v.o.s.e) Dirección: Richard Linklater Interpretación: Ethan Hawke, Julie Delpy USA. 1995. 101min. Céline es una estudiante francesa que va a visitar a su abuela en Budapest. Jesse es un joven estadounidense que realiza un viaje a través de Europa luego de ser abandonado por su novia a quien realmente fue a visitar a España. Ambos se encuentran en un tren, en el trayecto entre Budapest y Viena. Llegados a Viena, Jesse debe descender, sin embargo, logra convencer a Céline para que pase una noche con él en la capital austríaca. En el curso de esa noche, se conocen a fondo, discuten y revelan cuestiones diversas como la vida, la muerte, el sexo. OCTUBRE 3 A PUERTA FRÍA (v.o.) Dirección: Xavi Puebla. Interpretación: Antonio Dechent , María Valverde, Nick Nolte España. 2012. 80 min. «¿Cuándo empezó a joderse todo?», se pregunta Salva en la barra del bar del hotel donde se celebra la feria más importante del sector. De vendedor estrella a un paso del despido si en dos días no cierra al menos doscientas unidades. «¿Qué coño ha cambiado, Carmelo, que yo no me he enterado?». Sentado junto a él, Carmelo, su antiguo jefe. Ambos contemplan atónitos el relevo generacional y la deslealtad de un sector que se muestra indiferente con aquellos que fueron imprescindibles. 3 NOCHES (Cortomeraje) Dirección y guión: Jaime Santa Olalla Interpretación: Gema Zelarayán, Daniel Torres Serralvo Dos personas solitarias y un chat. Una atractiva abogada, un argentino sin papeles. Cada uno busca algo distinto. Ambos tienen algo que ocultar. Una historia sobre la necesidad de comunicarnos, aunque sea con un desconocido. 10 DE OXIDO Y HUESO (v.o.s.e.) Dirección: Jacques Audiard. Interpretación: Marion Cotillard, Matthias Schoenaerts Francia y Bélgica. 2012. 120 min. Todo comienza en el norte. Alain se encuentra con Sam, de 5 años, en los brazos. Es su hijo, al que apenas conoce. Sin domicilio, sin dinero y sin amigos, Alain encuentra refugio en casa de su hermana. Allí todo mejora, ella les aloja en el garaje, se ocupa del pequeño y el clima es agradable. Pero tras una pelea en una discoteca, su destino se cruzará con el de Stéphanie. Alain la lleva a su casa y le deja su número de teléfono. Él es pobre, ella es hermosa y rebosa confianza. Son totalmente opuestos. Una tragedia volverá a reunirlos. 17 VERDADES VERDADERAS (v.o.) Dirección: Nicolás Gil Lavedra. Interpretación: Susú Pecoraro, Alejandro Awada. Argentina 2011. 96 min. “Verdades verdaderas, la vida de Estela” narra la vida de la presidenta de las Abuelas de la Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, desde la desaparición de su hija hasta la actualidad. Cuenta la transformación a lo largo de su vida, la búsqueda de una esposa, de una madre, de una abuela, la lucha por los ideales de justicia, por la reconciliación, por los reencuentros. Su lucha incansable pone de manifiesto su historia y la de su familia, que es el reflejo de miles de historias que vivieron esa realidad y luchan desde hace más de 30 años por el derecho a la identidad. 24 VIOLETA, SE FUE A LOS CIELOS (v.o.) Dirección: Andrés Wood. Interpretación: Francisca Gavilán, Thomas Durand, Chile. 2011. 110 min. Desde la carpa que ella construyó en Santiago de Chile, Violeta Parra es visitada por los recuerdos de los hombres que dieron forma a su vida: su humilde padre, su marido y su último amante. Poco a poco descubrirá sus secretos, miedos, frustraciones y alegrías. Desde sus inicios como cantante de feria junto a su hermana, hasta su consagración internacional como compositora y artista en París, sus logros son mostrados en un recorrido apasionante junto con los personajes que marcaron sus sueños, sus risas y sus llantos. 31 LA CAZA (v.o.s.e.) Dirección: Thomas Vinterberg. Interpretación: Mads Mikkelsen, Thomas Bo Larsen. Dinamarca. 2012. 111 min. Tras un divorcio difícil, Lucas, de cuarenta años, ha conocido a otra mujer, tiene un nuevo trabajo y se dispone a reconstruir la relación con Marcus, su hijo adolescente. Pero algo va mal. Un detalle. Un comentario inocente. Una mentira fortuita. La nieve comienza a caer, las luces navideñas se encienden y la mentira se propaga como un virus. La sorpresa y la desconfianza crecen hasta alcanzar proporciones inimaginables, y la pequeña comunidad se sume en un estado de histeria colectiva. Lucas no tendrá más remedio que luchar en solitario para defender su dignidad y su vida. NOVIEMBRE 7 TURISTAS (v.o.s.e.) Dirección: Ben Wheatley. Interpretación: Alice Lowe, Steve Oram. Reino Unido. 2012. 89 min. Chris quiere mostrar a su introvertida novia, Tina, su mundo, y quiere hacerlo a su manera; en un viaje por las islas británicas en su amada caravana. Pero, lo que empiezan siendo unas idílicas vacaciones, acaban convirtiéndose en una divertida y perturbadora odisea. 14 ¿Y AHORA ADÓNDE VAMOS? Dirección: Nadine Labaki. Interpretación: Claude Bazz Mossawbaa, Layla Hakim. Líbano, Francia. 2011 102 min En el camino que lleva al cementerio del pueblo, una procesión de mujeres de negro afronta estoicamente el calor del sol estrechando contra ellas las fotos de sus maridos, de sus padres o de sus hijos. Algunas llevan velo, otras una cruz, pero todas comparten el mismo duelo, consecuencia de una guerra funesta e inútil. Al llegar a la entrada del cementerio, el cortejo se divide en dos: uno musulmán, el otro cristiano… 21 DÍAZ, NO LIMPIÉIS ESTA SANGRE (v.o.s.e.) Dirección: Daniele Vicari. Interpretación: Claudio Santamaria, Jennifer Ulrich Italia. 2012. 127 min. En 2001, el último día de la reunión del G8 en Génova, justo antes de medianoche, más de 300 policías asaltaron la escuela Diaz buscando manifestantes. Dentro de la escuela se encontraban 90 activistas, la mayoría estudiantes europeos, y un grupo de periodistas extranjeros, todos ellos preparándose para pasar allí la noche. Cuando la policía irrumpió, los jóvenes manifestantes levantaron las manos en señal de rendición… 28 LA PEQUEÑA VENECIA (v.o.s.e.) Dirección: Andrea Segre. Interpretación: Rade Serbedzija , Zhao Tao. Italia 2011. 100 min Shun Li trabaja en una fábrica textil en las afueras de Roma. De pronto, la mandan a Chioggia, una pequeña ciudad situada en una isla en la laguna veneciana, para trabajar como camarera en un bar. Bepi, un pescador eslavo al que sus amigos apodan El Poeta, es un cliente habitual del pequeño bar desde hace años. El encuentro entre ambos se convertirá en una escapada poética de la soledad, un diálogo silencioso entre dos culturas que, aunque diferentes, no están tan distantes. DICIEMBRE 5 ALACRÁN ENAMORADO (v.o) Dirección: Santiago A. Zannou. Interpretación: Álex González , Miguel Ángel Silvestre, España. 2013. 100 min. “Alacrán enamorado” nos cuenta la historia de Julián, un chico de barrio que junto con su mejor amigo, Luis, integra un grupo de violentos neo-nazis liderado por Solís. Julián empieza a entrenar en un gimnasio y se ve transformado por la disciplina del boxeo, la nobleza de su entrenador, Carlomonte, y el amor de una joven mulata, Alyssa. Julián intenta alejarse de su antiguo grupo, pero Luis no puede permitir que abandone “la manada”. 12 LA MEJOR OFERTA (v.o.s.e.) Dirección y guion: Giuseppe Tornatore. Interpretación: Geoffrey Rush, Jim Sturgess, Italia. 2013. 124 min Virgil Oldman es un hombre solitario; un excéntrico experto en arte y agente de subastas, muy apreciado y conocido en todo el mundo. Su vida transcurre al margen de cualquier sentimiento afectivo hasta que conoce a una hermosa y misteriosa joven que le encarga tasar y vender las obras de arte heredadas de sus padres. La aparición de esta joven, que sufre de una extraña enfermedad psicológica que la mantiene aislada del mundo, transformará para siempre la vida de Virgil. Todas las proyecciones se realizarán en la Casa de la Cultura de Arroyo de la Miel a las 21:00h Sección Opinión De sorpresa en sorpresa Erena B. Burattini Hoy puedo agregar a mi lista de sorpresas -o de indignaciones- una diferencia más. Sí, una diferencia más en negativo para nosotros los ciudadanos españoles que formamos parte de la Comunidad Europea. Hemos tenido a países europeos de primera línea, entre ellos Alemania, como parámetro para adecuarnos a lo que se espera de un socio comunitario. Medidas lógicas que no cuestionables. Sin embargo contamos con ciertas diferencias en negativo que no se pretenden igualar a las de nuestros socios europeos, tan emulados en otros aspectos, al contrario. Voy a enumerar algunas de estas diferencias tan solo como ejemplo. Entre éstas se encuentran los sueldos mínimos interprofesionales que en España asciende a € 645, que considerados en 12 meses serían € 752. En los países más consolidados rondan los € 1.500. Luxemburgo destaca con sus € 1.874. Y Rumanía, de reciente adhesión ofrece un sueldo mínimo de € 157. Ojalá un día todos seamos Europa. Ah, por cierto que las remuneraciones de altos cargos españoles se encuentran en la media o por encima de los países más desarrollados, las que además son compensadas con unos golosos flequillos. A estas diferencias hay que sumarles las tarifas de telecomunicaciones que siguen siendo de las más altas de la CE., así como el precio de la energía eléctrica. Y eso que la renta per cápita se encuentra entre el segmento bajo de los países comunitarios. Agrego a estos ejemplos uno bastante sangrante: las nuevas tasas de impuestos. El IVA de tipo general en la CE fluctúa entre el 17 al 21, a excepción de Dinamarca y Suecia que es del 25%. Ahora bien, donde se marca la gran diferencia es en la tasa de la cultura. En España se subieron 13 puntos para fijarse en un 21%. En cambio en Alemania y Francia es de solo 7 puntos, y en otros países va desde el 6,5 hasta porcentajes similares al de España. Y como dato curioso, este verano en Holanda, la fruta española se vendía más barata que en España. Me pregunto ¿somos tan ineptos los españoles que hasta para cubrir nuestro propio mercado no sabemos manejar los costes? No deja de sorprender que para el mercado exterior seamos capaces de ser tan competitivos. ¿Qué es lo que sucede entonces en nuestro país? Volviendo a lo que decía al inicio de estas líneas -eso de una nueva sorpresa-, hace poco me enteré de otra diferencia más en negativo para los ciudadanos españoles: los franqueos postales. El hecho es que las tarifas de Correos cuestan el doble o más que en Alemania. Un ejemplo muy elocuente: Envío certificado hasta 2 K desde Alemania a Sudamérica-: € 11,00 Envío certificado hasta 2 K desde España a Alemania-: € 22,35 Es cierto que los franqueos de cartas normalizadas son algo superiores en Alemania. En vista de lo expuesto, hasta que no encuentre una respuesta cabal a tantas sorpresas, me seguiré sintiendo como un limón estrujado…, cuyo zumo se diluye quién sabe en qué profundidades. Crítica Literaria Últimas tardes con Teresa, de Juan Marsé Ricardo Guadalupe “¿Y en qué parte del mundo, entre qué gente no alcanza estimación, manda y domina un joven de alma enérgica y valiente, clara razón y fuerza diamantina?”. Con esta cita de Espronceda arranca la novela de Juan Marsé y se presenta a uno de los personajes más destacados del autor y por tanto de la literatura española, alguien que no deja indiferente a nadie, que provoca rechazo, adhesión o ambas cosas a la vez: el Pijoaparte. Verano del 56. Un murciano de un barrio deprimido de Barcelona llamado Manolo Reyes, alias el Pijoaparte, va a la caza de alguna jovencita de familia bien para promocionar socialmente. Se apoya en su aire altivo, en su más que agraciado físico y en ciertos modales adquiridos de niño en el palacio de un marqués donde sirvió su madre. Mientras, se dedica al robo, principalmente de motos, para ir tirando. No es en absoluto enamoradizo. Muy al contrario, ve al sexo femenino como un poder oscuro capaz de someter al hombre: “Siempre supo que aquellos inmensos pechos redondos y ciegos, pintados con dos flores moradas y casi metálicas que le miraban a uno fijamente como unas gafas de sol, poseían algún secreto y terrible poder de destrucción”. Pero algo cambia cuando el sexo femenino viene revestido de dinero: “El amor es irracional y ciego, dicen, pero él sospechaba que eso era otro cochino embuste inventado para engañar a las almas simples: porque si hubiese conocido a Hortensia al volante de un coche sport, por ejemplo, como en el caso de Teresa, enamorarse de ella habría sido muy fácil. ¿Qué eso ya no habría sido amor? Amor y del grande”. Así que se enamora, y claro, le entran los miedos, sobre todo de que su amor le venga demasiado grande: “¿Qué haces tú aquí, chaval, qué esperas de esa amistad fugaz y caprichosa entre dos estaciones, como de compartimiento de tren, sino veleidades de niña rica y mimada y luego adiós si te he visto no me acuerdo?”. La trama principal está lanzada, con subtramas igualmente interesantes, como la política, en la que el autor aplica su tono más mordaz y descreído. ¿La idea de la libertad para el Pijoaparte?: “Un coche sport. Un veloz y fulgurante descapotable”. Trama y subtramas no hacen sino redondear la personalidad del protagonista. Sólo le pondría un pero a la construcción del personaje, y es la excesiva comprensión de todo el mundo hacia la actitud violenta e insolente del Pijoaparte. Se diría que hasta les atrae su mal carácter. Teniendo en cuenta que entre ellos está el padre de Teresa, es difícil encontrar una explicación, a no ser una fisonomía privilegiada que haga pasar por alto lo demás. Luego se corrige, el amor mejora a Pijoaparte, atempera su agresividad. No olvidemos que Últimas tardes con Teresa es una historia romántica, escrita en pleno boom de las novelas rosa de Corín Tellado y con la revista Hola marcando los inicios de la prensa del corazón. Una influencia a la que no es ajena la novela. Pero tampoco olvidemos que Marsé es uno de los mejores narradores vivos de este país, para muchos el mejor, y que tiene una especial habilidad para escribir en el momento adecuado acertadas metáforas que terminan de hundir el puñal de lo que está contando. Ahora, como despedida, volvamos al Pijoaparte. Veámosle, por ejemplo, la noche que conoció a Teresa, con un cuba-libre en la mano, sentado en el sofábalancín de un jardín donde se celebraba la fiesta en que se había colado. Se acercaba el amanecer, la oscuridad iba a dejar de protegerlo, era hora de marcharse. Su estampa se perfiló contra la claridad rojiza del cielo, “donde las estrellas se fundían apaciblemente como trozos de hielo en un vaso de campari olvidado en la hierba”. Crítica Literaria ANTOLOGÍA, de AURORA GÁMEZ ENRÍQUEZ (COLECCIÓN DE POESÍA ALAS) Por Fuensanta Martín Quero Formada por poemas de diez obras que constituyen poemarios o cuadernillos de Aurora Gámez, lo primero que llama la atención es la disposición de los mismos en el libro, obviando el hábito que normalmente encontramos en la mayoría de las antologías de seguir un orden cronológico. La autora, así, ha querido utilizar, a mi juicio, una regla incuestionable que debe regir en cada creación literaria, como es la libertad formal, probablemente, en este caso, buscando la efectividad del texto al engarzar cada pieza en el todo pero, al mismo tiempo, intercalando diferentes modos en cuanto a las formas y los contenidos. Empezaremos por el primero de los poemarios que aparecen en el libro: Cinco continentes y un género. El tema principal es la mujer, contemplada ésta desde dos vertientes. Por un lado, la mujer vista en su evolución individual de la vida desde el nacimiento hasta la muerte, por otro, la mujer con peculiaridades propias de las distintas zonas del mundo que en el libro se sintetizan en cinco continentes. Son dimensiones diferentes las que se proyectan. El trayecto vital como perspectiva común a todas las mujeres que es parte integrada en el conjunto de la Humanidad, y la consideración de las particularidades que rigen la vida de las mismas en cada lugar del mundo. Ambas dimensiones se unifican para expresar un concepto de mujer universal y peculiar al mismo tiempo, con sus dones -“ébano, miel, nieve/seducen por igual al universo”, son los dos primeros versos con los que abre el libro- y con sus sometimientos -“tiempo que nace para el no ser/dolor, silencio, pobreza extrema”, dirá en el mismo poemario-. Cinco continentes y un génerodescansa en una permanente antítesis. Se contraponen las ideas del nacimiento y de la muerte, de los goces y de los sufrimientos, de las luces y de las sombras, de la libertad y del sometimiento, del norte y del sur, de la posesión y de la pobreza, etc. Este continuo contraste es escenario en el que se evidencia con desgarro las servidumbres, la violencia y las desigualdades de las que son objeto millones de mujeres del Planeta. Pero, al mismo tiempo, la autora abre su mirada y se aferra a la esperanza y al horizonte futuro a través de versos como los siguientes: “lo que engendró perdura/crece entre sus iguales/en los queridos seres/senderos donde sus pies hollasen”. La temática de género es recurrente en Aurora Gámez, como también lo es el amor y el desamor. Así, en Paréntesis, la segunda parte del libro, dirá: “en cada encuentro se despide/viviendo un para siempre que se engarza en su ojal”. Y, como siempre, fruto de su personalidad luchadora, vuelve de nuevo a la esperanza y a la vida tras la sanación imprescindible de la ruptura que deja paso al amor renovado, expresado en la quinta parte del libro bajo el título Palabra de honor. El amor por la vida, eje imprescindible del discurso que se desarrolla en esta obra, emerge sin esfuerzo a lo largo de la misma, pero especialmente en Improvisado espejo y en Monólogos desde mi balcón, poemarios en los que cobra especial relevancia lo sensitivo y el goce ante los elementos de la naturaleza como la presencia cercana del mar, las palomas o las flores a las que nombra con nombre propio como si fueran personas que le acompañaran en su vida cotidiana. Y, si bien, en ocasiones dedica una leve mirada a la nostalgia de un pasado reciente, inmediatamente retoma su discurso de exaltación de la belleza y de refugio en la esperanza. Pero, si los poemarios anteriores brotan fundamentalmente de las emociones, los versos de Haikus blancos y de Seguidillas castellanas, cuarta y sexta parte respectivamente del libro, lo hacen desde la reflexión. Sorprende comprobar cómo desde la brevedad de las estrofas aquí plasmadas y desde la transparencia de sus versos se hilvanan pensamientos profundos que en alguna estrofa traen a la memoria los Proverbios y Cantares de Antonio Machado. Por otra parte, el componente autobiográfico es otro pilar sustentador de la obra de Aurora Gámez, aflorando con mayor vigor en algunos de sus poemarios. Se percibe especialmente en El nogal y el cielo donde subyace un deseo de atrapar para sí los momentos de la niñez en la que transitaban “sin frontera/los recuerdos felices” en un contexto familiar recordado con añoranza. En esta línea, la tercera parte del libro titulada María y Sebastián sondos poemas escritos a dos sobrinos que viven lejos de ella en EEUU. Por último, en el poemario Del azahar era el valle la autora desvela su nostalgia por su tierra natal en donde se autenticidad ubican sus con raíces, describiendo mediante el verso popular -como el romance-, que se emplea conscientemente acorde con el de forma contenido, lugares, rincones y personas pertenecientes todos ellos a su historia vivida e interior. Descripciones que se desgranan una a una desde lo sensitivo, desde la exaltación de la belleza exterior como vehículo de expresión de sus propias emociones, traducidas en gozo ante realidades vividas que la autora recupera del pasado para incorporarlas a su mundo presente. Una vez más, la presencia de las flores, que nombra mediante su denominación científica, lo que permite un contraste singular con la versificación popular empleada aquí, incide en la importancia de lo sensorial. Destaca, sobre todo, la flor del azahar, que se repite en diferentes versos de este poemario formando parte, incluso, de su título, como flor donde concentra con gran carga simbólica todas las emociones suscitadas por la recuperación de sus raíces a través de la palabra y de la imagen. La variedad formal es otra característica de esta obra antológica. Desde el poema breve o extenso, desde el verso medido o libre, desde el haikus o el romance, se refunden la musicalidad de la palabra con su propia transparencia para indagar en las emociones y en lo sensorial, a veces también en la reflexión, mediante epítetos, metáforas, prosopopeyas o simbolismos que, en su conjunto, nacen de lo positivo, de la esperanza, de un optimismo vital -al que yo calificaría además de necesario-, y que Aurora Gámez Enríquez, tanto en su vida como en su obra, sabe transmitir. *** Aurora Gámez Enríquez, poeta y escritora de Málaga, es socia fundadora de la Asociación de Mujeres por la Literatura y las Artes (ALAS), y presidenta de la misma desde sus inicios hasta la actualidad. Sección Poesía Camino del norte voy Erena B. Burattini Vengo del sur, de lo más austral del sur donde el este y el oeste se confunden con el sur. Norte, sur, este, oeste, todo es igual, todo converge. Mi meta es el norte, camino del norte voy. Sección Poesía LA CIUDAD, LA TARDE Y TÚ Mónica López Bordón “Escribo para que la muerte no tenga la última palabra” OctaveUzanne Se despierta la tarde y me detengo en tus ojos. Estoy sentada a la orilla de un río, abrazo tu cintura. Era noviembre, con la patria entre mis manos supe que tenía un futuro y miles de cosas por empezar. Caminaba como una gacela de pies ligeros y desnudos pasos, con las heridas todavía abiertas cuando en la ciudad anochecía lentamente. Simplemente nos dijimos adiós. A veces me hubiese gustado acariciarte, miraba las flores, la noche, el sueño de las estrellas… con los ojos cerrados viajaba en barco, a la orilla del mar. Supe que en algún momento me ahogaba la tristeza, entonces decidí escribir para que la muerte no tuviese la última palabra (“Una mujer escribe este poema”. Ed. Playa de Ákaba) Papeles de existir Saturnino Rodríguez Riverón (Cuba) Ningún mapa contempla su accidentado relieve, sus colinas dulces, el oscuro bosquecillo que a las miradas se esconde. Ni los sismógrafos informan de temblores formados alrededor de su epicentro. Tampoco los partes meteorológicos indican las lluvias que provoca, vientos huracanados, casi devastadores por su ternura. Los manuales de cocina no mencionan los platos que la magia de sus manos aportan. Ningún catálogo ha reproducido sus irreproducibles ojos de hembra joven. Y aún más lamentable: la única bibliografía que la incluye son mis poemas, papeles donde a diario trazo sus contornos y temblores, informo de las lluvias y vientos y reproduzco sus ojos. Con la prisa de reparar tanta injusticia, porque alguien pudiera pensar que esta mujer no existe. Sección Poesía ALGUIEN OBSERVANDO GUSTAVO MARCELO GALLIANO Te he observado espiar tras las cortinas, con la mirada perdida en algún horizonte, devorando a otras gentes tan indiferentes que machacan veredas sólo por costumbre. He notado la inquietud de tus pupilas, con manos crispadas por tanta impotencia, y un suspiro profundo empaño los cristales, sin poder destruirlos como hubieras deseado. Te he visto observar desde tu fortaleza, con frente sudorosa y aspecto cansino, bebiendo la brisa que obsequia la noche, sin penas ni glorias, solo por destino. He descifrado de pronto tus dudas y temores, náufrago del llanto que abraza la impaciencia, soñando una isla sin tesoros ni puertos, y miles de gaviotas de incesante vuelo. Te he visto observar hacia mi ventana, papel y lápiz en mano, escribiéndome algo, y dudé entonces si en verdad existías o un gigantesco espejo pendía del cielo. Gustavo M. Galliano es poeta, escritor, narrador y docente universitario. Nacido en 1965 en la localidad de Gödeken, República Argentina. Vive en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, República Argentina, donde centro sus estudios en Economía, Derecho e Integración (Mercosur). Sección Relato Injusticia escolar Lola Buendía Canales de lágrimas manaban de los ojos del niño. Sus puños golpeaban el aire, ciegamente, en un intento de tocar carne. Un grupo de alumnos jaleaba la pelea tanteando sus apuestas. Escupían estruendosas risotadas y palabras hirientes, que iban a clavarse en el corazón del acomplejado escolar. Acudió el profesor, y los gallitos del corral plegaron espolones y se retiraron, marcha atrás. ¿Quién ha empezado, Juanito…Iván…? ¿No vais a contestar?... ¡Basta ya! ¡Ahora…os estrecháis la mano, y aquí no ha pasado nada…! Esparcidos en el suelo, se veían los pedazos de cristal de las gafas de Iván, que de un puñetazo de Juanito habían aterrizado en las chinas del patio. Iván no dejaba de mirar aquellos trozos que multiplicaban los dedos gordos y sucios de aquel monstruo del recreo. Humillando la cabeza, extendió su mano mientras aplastaba con el pie los vidrios hasta que no fueron sino polvo. (Publicado en la Sección Cultural del Diario SUR, día 8 septiembre) Sección Relato Chucho el Toro Carlos Gutiérrez Le falla mucho la memoria, cada vez más, pero en los espacios de lucidez nos engaña y nos torea, se refocila como niño cuando triunfa en su travesura. Mi madre mueve la cuchara dentro del frasco de papilla, el tintineo del metal sobre el vidrio es ya una constante como las campanadas de las iglesias en los pueblos para la asistencia puntual de los feligreses. A mi abuelo le pasa lo mismo, él no asiste, la papilla viene a su boca de la cuchara y la mano de mi madre. Se queda boquiabierto sin prestar atención ni a mi madre ni a mi abuela, su esposa, sólo se fija en mí, los ojos se le iluminan. Me pregunta si me acuerdo cuando me llevaba a ver los toros al matadero de Ferrería. Cómo no acordarme del olor de las mangas, de los bufidos, del hedor a estiércol, a sangre, a miedo, a muerte. Cómo no acordarme de las anécdotas, de lo que mi padre me contaba, de cómo mi abuelo los mandó siendo aún muy chamacos a él y a mi tío Felipe a que fueran a recoger un toro al establo, en apariencia noble, pues de noble nada, estaba hecho un basilisco de 600 kilos. Músculo y nervio puro. No se puede, está muy encabronado, vamos y le decimos que nos ayude. Par de pendejos, cómo va poder más un pinche toro que ustedes dos juntos; vamos, cabrones, para que vean cómo dobla los cuernos. Mi abuelo simplemente fue incapaz; la sonrisa de victoria y complicidad con el animal les vencía a mi padre y a mi tío. Pasaron muchos años para que los volviera a mandar, cuando ya eran más fuertes y diestros que él. También me acuerdo de cómo le rebanó las nalgas a uno que correteaba porque le había chocado el carro. Dddzummm, así suenan las nalgas cuando las rebanas a toda velocidad con una charrasca bien filosa; el caimán, como le decía él a su cuchillo, también tenía la cócona, el perro, el guajiro y otros más que escapan a mi memoria. Tengo el escalofriante filo de todos en mi pulgar. Mi abuelo era matarife del rastro que estaba al lado del Río del Consulado, antes de que se lo llevaran a Ferrería. Le decían Chucho el Toro, cargaba medias reses de 200 kilos o más, silbando. Dicen que a más de un toro noqueó en la manga con el puño cerrado y bien asestado el golpe en la testuz. Se queda dormido y mi madre lo vuelve a despertar con el tintineo de la cuchara sobre el frasco para darle la papilla. Mi abuela mira detrás de mi madre, ya se acostumbró, más bien, ya se resignó al paso implacable y la lenta invasión del tiempo que todo conquista. Abre la boca pero la desvía del alimento, se queda pensando, como mirando y buscando algo o alguien ¿Y mi nieto, dónde está mi nieto? Le estaba platicando de los toros, del rastro. ¡Pero Chucho! dice mi abuela, si tu nieto ya no vive aquí, está del otro lado del charco, en España, ¿No te acuerdas? acabas de hablar por teléfono con él hace dos horas. Sección Relato AMOR A LAS TABLAS Esperanza Liñán Gálvez Todo quedó en silencio después de la última representación. El bullicioso trajín entre bambalinas que unas horas antes ensordecía hasta el patio de butacas se amortiguó cuando escucharon «abajo el telón». Los focos que daban luz y vida a cada rincón del teatro se apagaron. Ya no alumbrarían la soberbia interpretación de los primeros actores, ni los titubeos de los meritorios, y se dispusieron a dormir un largo sueño junto a un puñado de sogas enroscadas, como presagiando un trágico final. Los camerinos parecían el resto de un naufragio. Sus espejos ya no reflejarían el maquillaje de nuevas esperanzas. Las tablas del escenario quedaron huérfanas. No se escuchaban sus crujidos bajo los pies de los actores. No había lágrimas de fracaso que enjugar en las cortinas de terciopelo ni se oía repetir cientos de veces una frase hasta conseguir la dicción perfecta. Las risas y canciones que alegraron el vetusto mobiliario de los palcos también habían hecho mutis por el foro. Los aplausos y abucheos quedaron impregnados en los frescos del techo, colgados en las arañas de cristal, o en los recovecos del paraíso. La vida inventada por la genialidad de los mejores escritores se escapaba entre las rendijas de la realidad, quedando suspendida para siempre en un pudo ser y no fue. Desde hacía dos meses el elenco al completo del Ateneo se afanaba cada día por hacer la mejor representación de «La vida es sueño», y despertaron aquella mañana con el peor guión de una realidad llamada «Orden de desahucio», que debían interpretar ese día después de la última función. Al terminar esa noche todos abandonaron la escena con su dignidad a salvo, llevándose en la mochila, junto a sus pocas pertenencias, trocitos de cada uno de los personajes que, como vidas reencarnadas, ya eran parte de ellos. Adrián observó desde la acera la imponente imagen de esa sala que había alojado las vivencias de tres generaciones. No pudo evitar detener su mirada en el espacio donde el público hacía cola delante de la taquilla, y a la que el director siempre echaba un vistazo antes de cada función. Caminó hasta el hostal con ese pesado equipaje pegado a su cuerpo como una sombra, mientras hacía un repaso mental a su trayectoria sobre las tablas. ¿Cuánto tiempo y cuántos sinsabores le había costado esa bendita profesión? Sus años jóvenes en la escuela de arte dramático. Muchas horas de sueño perdidas entre ensayos interminables, carreteras secundarias y pensiones de mala muerte. Incontables tardes de sesiones dobles con ingresos simples. Otros tantos amores perdidos en puertos, que como marineros de agua dulce, iban dejando una larga estela de desencanto. Pero esos tristes pensamientos, que formaban parte de su bagaje personal, se desvanecían por completo cuando miraba a los espectadores y sabía que la forma de identificarse con su papel en cada obra les llegaba, y el premio de los aplausos era la certeza de que merecía la pena su entrega. Algunas veces su interpretación llevaba implícita una misión: la responsabilidad de un embajador ideológico o cultural que transmitía a los lugareños de aldeas recónditas y geográficamente perdidas, lo que de otra forma quizá nunca hubieran conocido. Era un placer añadido observar la atención de sus ojos, la sorpresa dibujada en aquellos rostros surcados por el tiempo, y la innegable sensación de que algo se movía en su interior mientras desgranaba sus personajes encima de las improvisadas tarimas. Les hacía descubrir otras realidades, olvidando aunque fuera por un rato, las largas jornadas rompiendo terruños bajo un sol abrasador, como única rutina de sus despertares al alba. Esa noche durmió más acompañado que nunca con sus recuerdos. En medio de esos sueños una vocecita conocida le dijo que no se rindiera, y le descubrió el medio para seguir actuando por y para el respetable. A la mañana siguiente convocó al director, a los actores, attrezzistas, técnicos, y a todos los que podían ayudar para sacar adelante su proyecto, aunque fuera sustituyendo las tablas por el parqué de un caserón cerrado desde hacía varios años, cerca de la Gran Vía. La herencia de su tía materna, de quién también había heredado el profundo amor por el teatro. En su juventud fue una actriz importante. Nunca se casó y quizá por afinidad, o por razones que él desconocía, le había legado su única fortuna. Algunos permisos después, mucho trabajo de amigos incondicionales y compañeros de profesión, hicieron posible que «El caserón-teatro» escuchara la frase: «Arriba el telón», abriendo sus puertas a un público entregado que cada noche llenaba el gran salón con sus aplausos, y a veces se perdía curioseando por los rincones. La vida volvió a latir entre los brocados de las cortinas y el artesonado del mobiliario. La sobriedad y el silencio, hasta entonces personajes principales de ese entorno, fueron relegados con otros cachivaches al baúl del sótano. Como embajadora y presidiendo el vestíbulo, encontró su merecido lugar el cuadro de una dama vestida con etérea túnica griega. Una desconocida para muchos, aunque bella para todos, que demostró su amor a las tablas más allá de los escenarios de este mundo. Una musa cuyo timbre de voz Adrián aún recordaba porque le ayudó a repasar la mayoría de sus guiones cuando empezaba su carrera, y a quien dedicó a modo de homenaje el primer aplauso de cada noche, su generosa tía Thalía. Sección Relato ESTÁBAMOS BAILANDO Ángeles Bosch María, sentada en el reposabrazos del sofá en actitud cariñosa, cogiéndole las manos, miraba fijamente a los ojos a su marido. Nunca lo había observado tan intensamente y descubrió con sorpresa que sus ojos no eran totalmente marrones, tenían una fina línea azul oscura envolviendo su retina.― ¡Pero qué bonitos tienes los ojos! ¿Cómo es posible que no me haya dado cuenta?―Le dijo alegremente. La mirada que Carlos le devolvía, profunda, tierna, dulce, no pasó desapercibida a María. —¿Qué me estás diciendo con esta mirada?—Absortos uno en el otro, pasaron unos segundos como hipnotizados. Eran dos buceadores, cada uno con su escafandra, en el profundo océano de su ser, donde se gestan las palabras y los silencios, buscando desesperadamente aquella palabra, aquel silencio, aquel gesto que les uniese un poco más en la gran aventura de su odisea. Soltó sus manos y sin hablar, respetando el mudo diálogo que se estableció entre ellos, y comenzó a besarlo suavemente, muy suavemente por el lado derecho del cuello. María iba rozando con sus labios aquella piel tan delicada y subió por la mejilla besando cada centímetro, como si esparciese la más exquisita de las cremas y reseguía las todavía tiernas cicatrices a uno y otro lado de la cara, cual maestro restaurador valora los daños de un valioso cuadro. Carlos, con los ojos cerrados se dejaba querer. María lentamente pasó a su labio superior, un labio muy inflamado todavía desde la reciente operación y que, hubieron de estirar tanto que estaba deformado, y la piel era tan sumamente fina que, al contacto con sus labios, creía estar besando un trocito de delicada seda. La inflamación bajará y podremos restaurar el labio inferior en cuanto se recupere, había dicho el cirujano. Sus ojos se humedecieron al punto del llanto pero rápidamente se rehizo. Una sonrisa de esperanza iluminó su semblante y siguió besando aquel trocito de seda liliácea, de una comisura a la otra, una vez, dos, tres, de pronto tuvo una idea. —¿Bailamos? —¿Ahora? No tengo ganas, ¿qué cosas se te ocurren? 1 Sus miradas volvieron a reencontrarse con redoblada intensidad. —Sí, por favor…—Respondió ella con su mejor sonrisa—bailaremos muy juntos y despacito ¡no nos saldremos de una baldosa, te lo prometo, así nos abrazaremos mejor! Buscó entre sus CD’s y rápidamente sonó la melodía más maravillosa, según María, que existía y que tantas veces habían bailado: Unchained melody. Carlos, a pesar de la sutil negativa, ya la esperaba de pié con los brazos abiertos y una deliciosa sonrisa. Abrazados y muy juntos bailaban al compás de la música, uniendo sus cuerpos con la suave presión de sus manos que, suavemente se deslizaban reconociendo cada curva y reviviendo agradables sensaciones. Al oír el timbre de la puerta, María se levantó del sofá y secándose las lágrimas y moviendo la cabeza con un gesto de desagrado musitó: ―Qué llamada tan inoportuna. Abrió la puerta―Hola.―Dijo secamente a su mejor amiga, dejando translucir su estado de ánimo. Cerró la puerta y sin hacer ademán de darle paso, continuó de pié en silencio. ―¿Cómo estás María, te sientes muy sola? ¿Qué haces? Desconcertada y violenta por el frío recibimiento, Julia, tras soltar una retahíla de frases hechas, optó por esperar en silencio. ―Estábamos bailando―respondió en tono ácido María ―¿Qué estábais bailando?―Julia miró atónita a su amiga―¿Quiénes? María estaba pálida. Toda la tensión acumulada en los últimos días, toda la fortaleza mantenida durante tanto tiempo, se desmoronó como un castillo de naipes y un llanto compulsivo hacía temblar su frágil cuerpo. Julia la abrazó con inmensa ternura y así se mantuvieron, abrazadas, llorando, todo el tiempo que María necesitó hasta que separándose un poquito de su amiga y mirándola fijamente respondió temblándole los labios: ―Carlos y yo. Todavía siento el calor de sus manos en mi cuerpo. 2 Sección Relato PERDONEN QUE NO ME LEVANTE MILAGROS ARRANZ Apenas tengo ya fuerzas para pensar; me cuesta abrir los ojos para ver esta habitación blanca de hospital, y los vuelvo a cerrar de golpe. Noto que la vida se me está escapando a raudales. Solo recuerdo mi moto escurrirse en el asfalto y resbalar hacia el quitamiedos de la carretera que me golpeó, sin piedad, todo el cuerpo. Gritos, llantos, carreras, luces naranjas girando en una sirena; aparatos médicos trabajando a destajo… y más carreras. El traqueteo que llevaban las ruedas de la camilla rozando contra el asfalto, y luego en la ambulancia, me hacían contener la pausada respiración que era capaz de mantener. Intenté agarrarme, como pude, a la barra de la superficie donde me habían tumbado; tenía miedo, mucho miedo y me sentía solo, muy solo. Cerré los ojos vencido por el vertiginoso ritmo que llevaba la vida en esos momentos, que ahora apenas podía retener para mí. Al rato quise abrirlos de nuevo; para ello empleé las pocas fuerzas que me quedaban. Aún era capaz de distinguir el color blanco que predominaba en aquella habitación, y que contrastaba con los cachivaches médicos, que eran más oscuros. El personal que allí trabajaba a una velocidad frenética también vestía de ese color. Un olor muy fuerte, que no reconocí, me obligó a cerrarlos de nuevo, para no poder volver a abrirlos nunca más. Ya apenas notaba que me hurgaban por todas partes, taponando la sangre que huía, marcando el ritmo del corazón cada vez más castigado, insuflándome ese oxígeno que ya no me correspondía. De repente, la calma me invadió por completo y un espasmo brusco de despedida me obligó a mover el cuerpo una vez más, sin voluntad. Y me sumergí en el más absoluto vacío de los sentidos: ya no notaba ni la vista, ni el oído, ni el olfato… todo se anuló para mí. Me sentía muy lejos de todo y no pude despedirme de nadie; ni decirle a mi madre lo que nunca sé cómo decirle, aunque ella lo suponga; ni devolverle esos treinta euros a mi amigo que me dejó para comprarle un regalo a mi novia por nuestro “cumple meses”. Bueno, no nos pongamos dramáticos: yo ya no estoy aquí, pero fue bonito mientras duró. Así que…¡perdonen que no me levante! Ah, por cierto… lo de la luz blanca al fondo del pasillo es pura leyenda urbana. Sección Cómo ser escritora y perseverar en el intento. Lola Buendía Capítulo 3 …Y lo que recibimos como compensación (2) “Sobre todo disfrutar, disfrutar, y disfrutar…en el proceso de escribir”. ¿De qué forma? Como escritora he atravesado por varias etapas que considero gratificantes, pero con altibajos. Al comenzar los talleres de literatura, disfruté bastante con el aprendizaje y las distintas formas de mejorar mi incipiente escritura. A medida que avanzaban las lecciones y ejercicios prácticos, obligándome a escribir siguiendo unas pautas, me planteaba cómo podía meter todo aquel cúmulo de técnicas narrativas en mis textos. Mis relatos se hicieron forzados, faltos del estilo espontáneo de mis comienzos. Era como un rompecabezas compuesto por un párvulo. Después de concluir esta etapa, llegó la fase de aplicar con coherencia todo lo que había aprendido en esos talleres, y conseguí disfrutar con mi escritura creativa. Olvidando las reglas del aprendizaje el cerebro tiene el don de sintetizar. Y comenzaron a llegar los primeros frutos en forma de premios a algunos relatos y el reconocimiento entre mis amigos, que me animaron a seguir escribiendo. Pronto me di cuenta de que los relatos con los que más disfrutaba escribiendo eran con los de mis vivencias personales. En la escuela primaria donde trabajaba había un aula de integración para niños discapacitados. Entre los alumnos solía ver a una niña negra, procedente de África, que no podía hablar y a duras penas se mantenía erguida. Con frecuencia la veía llegar acompañada por su madre adoptiva, que ya tenía dos hijos propios. ¡Qué coraje había que tener, o cuanto amor en esa madre para hacerse cargo de una niña con tantos problemas! Durante la fiesta de fin de curso la vi en el escenario, formando parte de una coreografía. No podía apartar los ojos de ella, sus movimientos, antes torpes al andar, se habían vuelto coordinados y ágiles con la música. Sonreía y disfrutaba tanto que la sala llena de niños, estaba emocionada. Cuando terminó la danza, aplaudieron a rabiar. Supe que tenía que escribir la historia de Edurne. Magia de mujer, consiguió el primer premio en un certamen literario de Benalmádena. En el acto de entrega del galardón se repartió el librito con el relato. Observé que a algunas mujeres se les saltaban las lágrimas mientras lo leían. Y me sentí feliz. Había conseguido conectar con los lectores; uno de los requisitos que todo escritor debe perseguir. A los pocos días vino a mi clase la madre adoptiva de Edurne. Una amiga le había dado a leer el relato y ella se sintió aludida, aunque los nombres y lugares no coincidieran con los suyos. -Edurne es mi hija ¿verdad?... ¿Cómo pudo saber tantas cosas de nuestras vidas si ni siquiera había hablado con mi familia? -Una escritora debe meterse en la sala de estar y en el corazón de sus personajes -respondí. Otra satisfacción de la creación literaria es la energía que nos aporta. El mundo se ve con más intensidad, y las personas ya no son seres anónimos, porque muchas de ellas pueden ser protagonistas de algunas de nuestras creaciones. Considero un privilegio escribir. Dotar de vida a un personaje, y conducirlo hacia la gloria o hacia el precipicio, es un ejercicio apasionante. ¿Quién no se ha identificado o emocionado con personajes como la Regenta, Miguel Strogoff, Madame Bovary…y muchos otros que nos acompañan desde la infancia? Coincido con algunos escritores, en que después de una entrega de premios o la presentación de un libro nuevo, ya estás pensando en escribir el siguiente, porque el anterior ya sientes que no te pertenece; ahora está en las manos de los lectores. Volver a la soledad que requiere el hecho de escribir, es el precio que pide la escritura. En ese terreno es donde verdaderamente comienza de nuevo el gozo y el reto inherente a la creación literaria; en la dulce pelea con las palabras es donde se encuentra la mejor recompensa. ¿Quién puede renunciar a escribir ese libro con mayúscula? ¿Y si fuera el próximo? Escribir, escribir…aunque el siguiente libro no llegue siquiera a publicarse. “Deberíamos recordar que la fama y el dinero son dones que se nos otorgan solo “después” de que hayamos brindado al mundo nuestros dones mejores, nuestras verdades solitarias e individuales” –nos recomienda Ray Bradbury en su libro: Zen en el arte de escribir. Sección: Cómo ser escritora y perseverar en el intento (2) Mar Solana. SANDI « ¡Claro! … ¡Sandi! Eso es.» —La «Shandy»…, en el estante de la izquierda, al lado de la «San Miguel cero-cero»—me dice una cajera servicial y sonriente. — Ay qué ver, siempre olvidamos algo cuando ya nos toca la vez, ¿verdad? —Se le escapa una risita que pretende conquistar una complicidad lejana como una estación espacial en órbita. — ¡Ah, sí, es verdad! —Intento sonreír, cordial, amable, pero ella intuye que «no estoy allí». —Entonces… ¿va a cogerla? Venga, la espero. Aproveche ahora que no hay mucha cola. —¿A coger el qué? —soy una estrella enana perdida en un firmamento repleto de mostradores, latas de conserva y bebidas. —¡Mujer! ¿Qué va a ser? ¡La cerveza «sin»! ¡La Shandy! —¿La Sandi? —entonces recuerdo que «Sandi» es un nombre que he inventado para mi novela. Con esa costumbre que ostento de hablar en alto cuando tengo una ocurrencia que a mí se me antoja de las buenas, esté dónde esté y creyendo que vuelo lejos de la tierra. Claro, por eso la cajera ha pensado que mi «Sandi» era la cerveza que olvidaba y así se ha formado el mal entendido. Me percato de que la cosa tiene su gracia y prorrumpo en carcajadas. — ¡Ah… sí, no se preocupe! Cóbreme. La dejo para otro día, creo que aún me queda alguna en casa… La chica cambia la sonrisa por un rictus de incuria y espeta un «cómo usted quiera». Me dedica una mirada indolente y después rasga de la caja mi ticket como si me estuviera quitando una venda de los ojos. Con tres bolsas en cada mano aterrizo en casa al estilo de un obús sin trayectoria, rápida y epatante, pero con la cabeza elucubrando otros impactos. «Sandi… Sandi… Sandi. Sí, es genial; desde aquel suceso que tanto marcó su infancia… Compañeros inseparables: Sandi y Marcial». Sonrío al recordar que Julián se encargaría hoy de recoger a los críos; eso me confiere un poco de ventaja para ensamblar el segundo capítulo mientras preparo el almuerzo. Algo sencillo, el verano aún colea: crema de patatas y filetes de pollo a la plancha; de postre: sandía. Esbozo una gran sonrisa. «Sí, aquel postre fue el detonante de tanto malaje, el tapón que se descorchó solito. Algunos individuos (creo que no son personas) ya nacen con ello, solo hace falta un estímulo especial a modo de pistoletazo de salida…». Observo el cuchillo patatero. Está afilado, saca las tiras de una vez y rompe el almidón con presteza, como debe ser. El de Marcial es para cortar carne, incisivo igual que los colmillos de un jabalí… «Aquel día, en la feria, el padre de Marcial compró una sandía gigante. Después de una comida campestre, tajó la refrescante pieza con el único cuchillo que llevaba en el morral. Una pieza relumbrante y con el filo bien puesto, en casa daba servicio para rebanar la pata del puerco que se curtía en la despensa. Marcial tenía diecisiete años. Su madre y sus dos hermanas pequeñas miraban la ceremonia con la boca abierta y un hilillo de saliva columpiándose en sus comisuras. Traspasó la verde corteza y de un solo golpe partió la badea en dos. Apartó una mitad y con la otra comenzó a separar rajas para todos. Marcial observaba la que quedó entera e imaginó una cabeza. “¿Sería así la sesera por dentro? Algo tendría de roja, seguro, como esa sandía…” Vio como a una de sus hermanas le chorreaba el líquido encarnado por la barbilla y a su madre escupiendo las negras pepitas igual que balas sin pistolero. Y en ese preciso instante, un deseo perverso atravesó la voluntad del joven. Se vio a él mismo hendiendo idéntico cuchillo sobre carne humana. La visión de la sangre a borbotones lo excitó. Sí, esa hoja impoluta y tajante sería un cómplice perfecto e inseparable. Su «Sandi», preciso rebanador de sandias de feria y de…» «Decidido. Un recuerdo tan crucial como ese “jamonero” en la biografía de mi protagonista merece una personificación, un nombre propio.» —Y «Sandi» es perfecto. —exclama Nuria al tiempo que deposita las rajas recién cortadas en el frutero. —¿Sandy, cariño?, ¿te refieres a la de «Grease»?—me pregunta de repente Julián, mi marido, sin dejar de sonreír y mientras mordisquea un trozo de la sandía que acabo de llevar a la mesa. — ¡Ay que ver qué peliculón! ¡Mira que estaba buena la Olivia Newton! «Aicanchú demon de player…»—canturrea con la boca llena— Para chuparse los dedos, lo mismo que esta sandía, uhmm… —Julián, «Sandi» puede ser muchas cosas. —le espeté, un poco molesta por esa comparación. — La marca de una sangría, un huracán, una cerveza sin alcohol… y el nombre del cuchillo de Marcial, el psicópata protagonista de mi novela. Que no todo el universo gira alrededor de una tía buena. Además, la Olivia ya es un poco carcamal, ¿no? Mi marido me mira boquiabierto con las comisuras manchadas de la polémica y refrescante fruta. Imagino que escuchar «cuchillo», «psicópata» y «novela», por ese orden, le ayuda a olvidar de repente a la Sandy de Grease. Sección Flamenco PRIMERAS REFERENCIAS ESCRITAS: LOS COSTUMBRISTAS (I) Rafael Silva Martínez Vamos a comentar en este artículo y los siguientes la aportación que los escritores costumbristas, nacionales y extranjeros de la época, realizaron a nuestro Arte Flamenco, aportación que puede ser considerada la primera fuente de información sobre el mismo. Se trataba de escritores viajeros, de la época romántica, por supuesto no especializados en el tema flamenco, sino que fueron atraídos por nuestro arte gitano-andaluz de forma especial, y bajo tal prisma nos descubrieron en sus escritos el maravilloso mundo del que ellos fueron testigos de primera línea. Gracias al testimonio de escritores de aquélla primera época, diríamos incluso preflamenca, y a las ilustraciones de algunos pintores y dibujantes que los acompañaban, como Doré, nos ha llegado información valiosísima para poder hacernos una primera impresión sobre aquéllos ambientes, los cantes, los bailes, las costumbres, y todo lo que rodeaba a los albores de nuestro arte andaluz. Lo primero que tenemos que decir sobre la relación entre los escritores y el flamenco es que ha sido muy variable en el tiempo. Es más, dicha relación está muy lejos de haber tenido un discurrir lógico, o al menos coherente, a través de los tiempos, como por otra parte, parece obligado que ocurra en todo lo relacionado con lo jondo. De momento vamos a tratar sólo a los escritores viajeros de la época romántica y costumbrista, para dar preponderancia a la continuidad histórica, pero en su momento, llegaremos a las generaciones del 98 y del 27, y al trato que le dieron sus plumas al flamenco, comprobando, como decíamos más arriba, que desde el antiflamenquismo más feroz hasta los más arrebatados amores, de todo podemos dar testimonio en esta parcela del trabajo de los intelectuales de cada época. Pero comencemos por los costumbristas… ¿en qué consiste, o cómo podemos definir, esa corriente literaria que se ha definido como el costumbrismo español del siglo XIX? Pues tomando las palabras de Pérez Bowie: “…se trata de la primera avanzadilla de la reacción realista que se desencadenó a partir de la segunda mitad de la centuria, frente a los excesos del idealismo romántico: Mesonero Romanos, Estébanez Calderón y Fernán Caballero, entre otros, se presentan, pues, como los cultivadores de un tipo de literatura que tiene por misión hacer pisar tierra firme y conocida a un público lector habituado por los escritores románticos a transitar por geografías muy distanciadas de su hábitat natural, y a enfrentarse con nuevos personajes y situaciones, raramente frecuentes en él”. Los costumbristas, pues, representan una corriente nueva, donde la minuciosa descripción de la propia realidad, y el detallismo, incluso en exceso, representan sus mejores banderas. Tenemos en primer lugar al que puede ser considerado el primer gran memorialista del Flamenco, como es el malagueño Serafín Estébanez Calderón, conocido bajo el sobrenombre de “El Solitario”. Nació en Málaga en 1799, y falleció en Madrid en 1876. Él puede ser considerado como el primer gran intelectual que comenzó a descorrer el velo de ignorancia que mantenía oculto el nuevo, y sin duda alguna, enigmático arte. Estébanez comienza a ocuparse del Flamenco en 1831, fecha en que publica “Un baile en Triana”, y entonces, nuestro arte era ya viejo de, por lo menos, dos o tres cuartos de siglo. Evidentemente, nuestro ilustre malagueño, cuando escribía sus impresiones del mundo flamenco que él conocía y vivía en primera fila, no pretendía hacer Flamencología ni escribió como gran especialista en tal materia. Pero salvo muy esporádicas y poco significativas alusiones registradas con anterioridad, que iremos comentando en su momento, él fue quien primero reveló con cierto detalle determinadas peculiaridades del Arte Flamenco, transmitiéndonos los nombres de algunos artistas pioneros (Planeta, Fillo, Juan de Dios, María de las Nieves…), de varios estilos de la época (el polo, la caña, la serrana, los romances…), de la forma de vestir, de los protocolos de las reuniones, de la jerga del lenguaje usado, del contexto del ambiente y del auditorio, y de otras singulares circunstancias que se daban en el mismo. Su trabajo fundamental nos lo dejó en sus célebres “Escenas Andaluzas”, recogidas y publicadas originalmente en 1847, y singularmente, en las dos tantas veces citadas en diferentes textos que las aluden, como son “Un baile en Triana”, y “Asamblea General”, aunque también son muy significativas las tituladas “El Roque y el Bronquis”, “Pulpete y Balbeja”, o “La rifa andaluza”. Según José Antonio Pérez Bowie, “a veces amanerado y aún artificioso, con una evidente preocupación purista y arcaizante, Estébanez Calderón es un delicioso y pintoresco escritor, cuya lectura, muy de su época, nos retrotrae gratamente al costumbrismo romántico”. Pero El Solitario no sólo destacó por su faceta de escritor, sino que fue considerado además un gran humanista, jurista, político, pintor y bibliófilo. Pero gracias a su faceta costumbrista, nos ha sido posible recibir impresiones y sacar conclusiones sobre el mundo flamenco de su época, y aún recuperar letras completas que se cantaban, como las de algunos romances. Y todo ello lo hizo desde ese prisma del costumbrismo, género en el que Estébanez Calderón brilló con luz propia. No siendo, como hemos dicho, un especialista en los temas que abordaba, sin embargo se nos antoja que tuvo un conocimiento del hecho y del tema flamenco bastante próximo. Él mismo se consideraba cantaor, y sus biógrafos dejaron constancia de cómo a veces cantaba “por lo bajini” en diversas e íntimas reuniones con sus amistades. En El Solitario encontramos ya algunas percepciones que las investigaciones posteriores, ya con más rigor, vinieron a confirmar. Por ejemplo, la vigencia en la época descrita de los corridos o romances gitanos, de los que actualmente se admite generalizadamente su faceta como nexo de unión entre los romances castellano-andaluces de tiempos preflamencos, y las primitivas tonás consideradas ya flamencas. Por ejemplo, Estébanez relata en “Un baile en Triana” que oyó cantar al Planeta el Romance del Conde Sol (del que incluye su letra completa), haciendo referencias concretas a la antigüedad de dichas composiciones, y a la presencia de versos de los antiguos romances. De hecho, de este gran cantaor de la época, apodado El Planeta, poco o nada sabríamos si Estébanez no nos lo hubiera presentado como auténtico patriarca del cante trianero de antaño, dejándonos de él un completo retrato, vivísimo y enormemente sugestivo. Como también nos presenta a un Fillo jovencísimo, o nos habla y nos describe muchas singularidades del ambiente flamenco de su tiempo, conformando un corpus informativo de primer orden, al que necesariamente han de recurrir quienes pretendan historiar los primeros capítulos de nuestro arte gitano-andaluz. En el siguiente número continuaremos nuestra exposición, con algunos otros escritores costumbristas de la época. Sección Flamenco EL FATAL CLARO - OSCURO DEL AMOR EN LA COPLA FLAMENCA (3) Lola Buendía “Letras que expresan un fuerte sentimiento masoquista” Abordemos ahora el segundo grupo de aquellas letras antiguas, que expresan, en mi opinión, un sentir marcadamente masoquista. Algunas mujeres creían que su deber era el sufrimiento, a través del cual daban sentido a su vida. Éste se convertía en una fórmula que, de alguna manera, era recompensada en la sociedad de aquella época, y quizás en la actual, porque mueve a la piedad de los demás, y a menudo se confunde con el sacrificio, con la entrega personal, y esto sigue siendo aún muy valorado. Es lo que se espera en una cultura que siempre ensalza a las mujeres hasta los altares, si lo da todo por su familia: qué buena esposa, qué buena hija, qué excelente ama de casa, qué incansable enfermera... Impresionan estas coplas donde parece que si no era a base de “palos”, las mujeres no concebían su existencia. Malos tratos vengan de donde vengan: del padre, de la madre, del compañero o del esposo. Mi padre me pega palos Te quiero y no sé porqué Y mi madre me pellizca no me explico ni comprendo Y yo le digo que sarna el que tú a mí me desprecies Con gusto a mí no me pica. Y yo te siga queriendo. De noche me salgo al patio Estoy viviendo en el mundo Y me harto de llorar con la esperanza perdía; Por ver que tanto te quiero Y tú no me quieres na. no es menester que me entierren Porque estoy enterrá en vía. Y en la letra que viene a continuación, hasta el autor varón parece quedar perplejo ante el componente sadomasoquista de las relaciones amorosas: Ya ves tú si me quería Que me besaba llorando La mano con que la hería. (Narciso Díaz de Escovar) Aunque escasas, no todas las mujeres se resignaron a ser tratadas como bestias. También en aquella época hubo algunas que se rebelaron contra esta situación injusta y humillante, a pesar de que el castigo por ello suponía consecuencias durísimas de aislamiento social, tanto por parte de los hombres como de las mujeres. La gente, la sociedad, jugaba un importante papel para aquellos cuya única riqueza era la honra y el buen nombre. ¡Cuántos amores se destruyeron con su maledicencia! Más tarde comienzan a surgir nuevas letristas que van a responder valientemente al machismo imperante en las coplas. Mujeres que empiezan a liberarse o al menos a desahogarse del yugo que le impone esa sociedad. En estas coplas del cancionero popular se advierte que algunas mujeres ya no temen al qué dirán de los hombres y hasta se permiten una gran carga de ironía en sus réplicas: Dicen que no tengo novio Cuando yo te quise a ti Cuando tengo en la estación estaba ciega y no veía Maquinista, fogonero, ya se me quitó la venda Guardagujas y revisor. que tan ciega me tenía. Soy mujer y me atermino Yo no quiero más pan tuyo Al hombre que dé mal pago, que me amarga la corteza Desafiarlo en el camino ni más amores contigo Y con palabras matarlo. Que los que he tenío me pesan. Si piensas que por quererte Maldita sea la leche Voy a perder la salud que mamaron los mocitos Estoy dando con el pie en apartando a mi hermano A otros mejor que tú. Y también mi morenito. Pelea vienes buscando Si piensas que voy a usar Y te las vas a encontrar, luto porque me has dejao, Te ofendo porque te ofendo, un vestido tengo negro Y ahora te vas a enterar y lo pinto colorao. Pa que vayas aprendiendo. Como conclusión me hago estas reflexiones: ¿ Donde está la pasión, el amor, la ternura en estos hombres y mujeres de aquella España oscura, dura y trágica, de la que aún creo quedan coletazos, a tenor de las tragedias que se cuecen en algunos hogares españoles? ¿Son algunos maltratadores actuales producto de una herencia educativa anclada en el pasado de una sociedad machista, mezquina y mal encauzada? Volver a nuestras raíces nos pueden ofrecer pistas para comprender de dónde proceden nuestros comportamientos y, a continuación, corregir los que sean equivocados. Sección El Viajero Siguiendo la Ruta de los Cátaros (I) Lola Buendía López Montségur, Peyrepertuse, Quéribus, Carcassonne, Puylarens… Son algunas de las fortalezas que sirvieron de refugio a los Cátaros, y después bárbaramente asediadas hasta el exterminio de los llamados “Buenos hombres”, durante la primera mitad del siglo XIII. Recorrí estas tierras del Sur de Francia, el Languedoc, con un equipaje concienzudamente preparado: la lectura de algunos libros (hay bastantes sobre el tema) y la mente abierta a seguir el rastro de sus espíritus, que aún rondan por allí – según me dijeron los escasos turistas con los que coincidimos. Fue un movimiento religioso gestado muchos siglos atrás, antes de que apareciera en Europa, con unas doctrinas consideradas heréticas. Nacido de antiguas creencias paganas orientales, sus creencias se basaban en dos principios: el Bien y el Mal.Los cátaros consideraban que la Iglesia de Roma había perdido su primitiva esencia, aquella con la que los primeros cristianos vivían su Fe, con sencillez, pobreza y humanismo. Según los cátaros, la Iglesia se había convertido en una religión, prepotente e intransigente. Partimos en coche desde Málaga y atravesamos los Pirineos por Andorra. Al traspasar la montaña, el cielo se abrió entre las negras nubes, y nos cayó una lluvia tan oportuna, que alivió el sofoco del ardiente día de Julio. Nos internamos por una preciosa carretera rural bordeada de árboles, y nuestro GPS se despistó. Preguntamos a unos paisanos, en español, que cuánto faltaba para llegar a Francia. Ellos contestaron, en francés, que ya nos encontrábamos en ella. El concepto de frontera de hace unos años, cuando había que acreditar tu identidad mediante el pasaporte, desapareció ¿Qué diferencia había con respecto a unos minutos y unos metros atrás? La misma lluvia, el mismo paisaje, las mismas faenas… ¿Dónde había empezado la frontera? – nos preguntamos. ¡Qué pena, qué insensatez, que otras, en la actualidad, sigan costando tanta sangre! ¿Pero, acaso las tierras por donde nos adentrábamos no fueron arrasadas y exterminadas unos siglos atrás por la intolerancia de la Iglesia y los intereses del poder? El viaje puede ser un buen momento para la reflexión. Aún teníamos que recorrer unos kilómetros más para llegar a Foix, donde nos quedaríamos unos días para preparar nuestra ruta cátara. En Ia oficina de información nos orientaron debidamente y llenaron mi mochila de folletos. Foix en francés y en catalán, Fois en occitano, es una localidad y comuna francesa situada en la región Mediodía-Pirineos, en la confluencia del Arget con el Ariège, en el llamado Pays de Foix, comarca que se corresponde aproximadamente con el núcleo del antiguo condado de Foix. Foix es una tierra de suaves pendientes verdes, por estar próxima a los Pirineos. La ciudad tiene un trazado medieval de calles y callejuelas, con los típicos entramados de madera en las fachadas de sus casas, que podemos encontrar en otras ciudades de la ruta cátara. Desayunábamos deliciosos croissants en la calle de los Oficios. Por la noche acompañábamos la cena con una frasca de vino, de los excelentes caldos de sus espléndidos y extensos viñedos, al borde de río Tarn. La casa de Foix procedía del condado de Carcassonne, y dominaban la parte oeste del Languedoc. Durante la Edad Media permaneció alejada de los crueles asedios y matanzas que sufrieron otras ciudades vecinas, por donde se extendió la doctrina albigense o cátara. Las noches de Foix son deliciosas. El silencio es el protagonista, o un murmullo sosegado de las gentes que cenan en los restaurantes, a pesar de ser verano. Sobre las mesas de los pequeños restaurantes, las velas encendidas se alinean como luciérnagas. Sólo el bello castillo cátaro emerge resplandeciente elevado sobre una altura de 60 metros, con sus tres torres bien visibles: dos cuadradas, del siglo X y XI, y la central, redonda, más tardía. Desde una de las torres: la “Torre del Argot”, se vigilaba el valle del río del mismo nombre, a fin de prevenir la llegada del enemigo. En el año 1034, el castillo se convierte en sede del condado de Foix, jugando un importante papel en la historia militar medieval. Durante los dos siglos siguientes, el castillo protege no sólo a los condes, sino también a las personalidades inspiradoras de la resistencia occitana durante la Cruzadacontra los cátaros –también llamada Albigense–, y el condado se convierte en refugio privilegiado de los cátaros. Después de varios asedios, entre ellos el de Simón IV de Montfort, el perseguidor obsesivo de los llamados herejes, se rindió al rey de Francia. Las mujeres tuvieron una gran influencia en la sociedad de los cátaros, sobre todo porque en la Edad Media lo femenino era un elemento de perturbación para el hombre, al considerarla un ser pecaminoso e inferior. Sin embargo la mujer cátara era valorada en igualdad con sus compañeros varones. Es de destacar el gran papel que jugó Esclaramunda de Foix, hermana del conde Ramón Roger I de Foix. Esta dama procedía de la nobleza más antigua, que llegó a ser reina al casarse con el futuro rey Jaime II de Mallorca. La influencia de Esclaramunda se hizo patente entre los cátaros, al ser nombrada “Perfecta” por el obispo cátaro Gilabert de Castres en el año 1204. En Fanjeaux organizaba reuniones con otras relevantes cátaras: Ermesenda de Castellbó, Helis de Masseroles, Endia de Fanjeaux, Ramona de Durfort, Saura d'Amiel y muchos otros personajes cátaros. En uno de los coloquios y debates religiosos entre valdesos, cátaros y católicos, dirigidos por Esclaramunda en Fanjeaux, un abate lanzó una de las primeras frases machistas contra ella: “señora idos a hilar con vuestra rueca, no os toca a vos tomar la palabra sobre estas cuestiones”. Ya en tiempos de Esclaramunda, se buscó un lugar idóneo para establecer el cuartel general de los cátaros, eligiéndose el inexpugnable castillo de Montsegur, cuando ya las persecuciones de los cruzados se hicieron bien patentes. Al parecer, esta dama cátara, ocupó dicho castillo, según el testamento del Conde de Foix, reflejado en el manuscrito anónimo de “La Canción de la Cruzada”. Y para terminar nuestro recorrido por el país de Foix, os invito a degustar sus inigualables embutidos, exquisitos quesos, miel, castañas, espárragos…tal y cómo eran elaborados por los antiguos cátaros. Y para los amantes de los buenos vinos, son excelentes los de la Montaña Negra: Corbieres, Fitou, Minervois, o un Saint Chinian. Pero si tu poder adquisitivo no es muy alto, puedes beber otros más económicos, los llamados del Pays que se sirven en frascas de cristal, y son también excelentes. (En la próxima entrega os hablaré de la cruel persecución que sufrieron los llamados “Hombres buenos”. Nuestro viaje acaba de empezar). El Viajero RONCESVALLES Pepa J. Calero “Roncesvalles era una llanura de forma elíptica, cuyo eje mayor tiene cinco kilómetros y el menor, tres, y que rodean cumbres cespedinas y silvosas praderas”. Joseph Bédier Llovía. Un agua suave y continua caía sin descanso en el emblemático enclave. El nombre de Roncesvalles, con sus connotaciones mágicas entre bosques de abetos y leyendas, flotaba en el aire como una cálida morada entre todos los que allí nos dirigíamos para comenzar el camino de Santiago. Poco a poco el autobús, cargado de almas inquietas, fue vaciándose de mochilas, ilusiones, palos, bicicletas plegadas y asombro ante la cortina mojada que caía sin cesar. El corazón me latía intranquilo y tibio ante la novedad contemplando la explanada con la casa prioral y los inmensos bosques de alrededor. Su arquitectura, eminentemente funcional, acoge por igual a caminantes, curiosos, montañeros, peregrinos y visitantes. Un entramado de pueblos celtas, romanos, visigodos, musulmanes y cristianos han cruzado este mítico lugar poblado de tritones pirenaicos, ciervos, jabalíes e intrépidos humanos. Levanto los ojos a los montes pensando en si las piedras hablaran. Aquí tuvo lugar una importante batalla, glosada en el poema épico medieval de La “Chanson de Roland” en la cual el sobrino de Carlomagno, llamado Roland y los doce pares, perecieron. “A Roncesvalles habré de conducir a mis mesnadas: son veinte mil hombres armados de escudos y lanzas”. La canción de Roland Un reguero de almas nos dirigimos a mostrar la credencial y solicitar cama en el albergue. Pasé junto a la colegiata. Al atravesar un pequeño túnel de piedra de bóveda rebajada, un señor alto, de edad indefinida, con cofia, capa, zurrón, sandalias y bastón, mesa su barba blanca al tiempo que recibe a los peregrinos sonriendo y hablando la lengua de Shakespeare. Me recuerda a Merlín el mago. Dócil, se dejó fotografiar sin descanso en la gran plaza empedrada rectangular. Hacía frio. Poco a poco la luz comenzó a retirarse despacio tras las montañas mientras un suelo brillante de piedras y adoquines resbaladizos me obligó a caminar despacio. "La puerta se abre a todos, enfermos y sanos; no sólo a católicos, sino a paganos, a judíos, herejes, ociosos, y vanos; y más brevemente, a buenos profanos”. Diario de Peregrinación de GeoffroyLeroi (1381) En el albergue de piedra sin ventanas Itzandegia, una dama alta de pelo corto blanco, pregunta a un grupo de peregrinos ya instalados si han podido visitar el museo y ver el ajedrez de Carlo Magno y la esmeralda Miramolin, el califa derrotado en la batalla de Las Navas de Tolosa. Los dejo hablando y salgo al exterior. La lluvia ha cesado. Entré en la pequeña capilla aún silenciosa y allí, a golpes de bastón, un hombre bajito, con la cabeza rapada y una enorme mochila naranja marcaba un ritmo musical en un banco de la iglesia de Santa María, réplica del coro de Notre-Dame de París. Ya habían cerrado el lugar donde se halla la tumba del rey navarro Sancho VII el Fuerte, un gigante de más de dos metros que amaba estos bosques de hayas y robles. En la calle, la luna iluminaba los adoquines cuando salí de escuchar la misa de peregrinos, con su bendición ancestral en varios idiomas y el canto gregoriano de tres sacerdotes vestidos de blanco. Ya en la cama, dentro del saco de dormir, recordé la bellísima talla gótica de madera, la Virgen de Roncesvalles, mirando a los cientos de almas allí congregadas listas para partir. Como soldados ante una gesta heroica, la más heroica de todas, la batalla que uno libra consigo mismo todos los días entre continuar y avanzar, o detenerse y abandonar. “He de ir a Roncesvalles, a jugar mi vida”. La canción de Roldán Sección el viajero LAS TUMBAS DE JOHN KEATS Y JOSEPH SEVERN EN EL CEMENTERIO PROTESTANTE DE CAMPO CERTIO DE LA CIUDAD DE ROMA Ángel Silvelo Gabriel Ya no crecen margaritas sobre su tumba, tal y como era su deseo, ni tampoco se ha convertido en alguien cuyo nombre fue escrito en el agua, por mucho que en su lápida no figure su nombre, y todo se resuma a un poema y a una lira a la que le faltan la mitad de las cuerdas. Sólo hace falta rendir una visita al Cimetero Acattolico de la ciudad de Roma en Campo Certio, para darnos cuenta del halo que desprende la obra de este joven poeta (fallecido a los veinticinco años el veinticuatro de febrero de mil ochocientos veintiuno) en el espíritu de todos aquellos que necesitan de la belleza para sobrevivir. Sus poemas, aunque escasos, con el paso del tiempo se han convertido en una especie de maná con el que muchos alimentan su alma, pues no son pocos los que buscan la verdad y la belleza más allá de su anodina existencia, y cuando encuentran los poemas de Keats, ya no pueden dejar de leerlos para alimentar a su maltrecho espíritu. En este sentido, el caminito enlosado que nos lleva hasta su tumba así lo atestigua, pues es pisado una y otra vez por un buen número de penitentes que quieren cumplir con la liturgia de visitar el lugar donde descansan los restos de su poeta entrañable o favorito. No hace falta sino permanecer unos minutos a su lado, para comprender que John Keats forma parte del Olimpo de los elegidos, y no sólo por parte de la crítica literaria inglesa, que le considera como el más destacado de sus poetas de la parte final del Romanticismo, sino porque sus odas son ya patrimonio de la humanidad. Si su maltrecha salud no fue capaz de sobreponerse al paso del tiempo, sus versos y poemas sí lo han hecho, y se han erigido en el máximo estandarte de una forma de sentir y vivir la vida que no conoce de fronteras, salvo la de los sentimientos. La verdad, la belleza o la transformación en ruiseñor a través de lo que él llamaba como capacidad negativa son algunos de los signos de identidad del poeta que quedarán por los siglos de los siglos, y que nos llevarán hacia ese otro territorio donde sólo le está permitido a las mariposas posarse sobre las flores. Y a su lado, el fiel Joseph Severn, amigo accidental que en un principio le acompañó en su viaje hacia la muerte, y que después se convirtió en el gran apoyo y albacea de sus últimos días en este mundo. Gracias a Severn conocemos la cronología de unos días teñidos de sufrimiento y duermevela que no han hecho sino acrecentar la gloria del poeta a través del hombre que aguantó todo lo que pudo hasta que sus ojos se cerraron en el sueño más profundo. Menos mal, que tras de sí quedará la gloria de aquellos que con su presencia hicieron del mundo un lugar diferente, en este caso, un lugar donde la contemplación de la naturaleza, o la necesidad de amar son el primer y último hálito de una forma de entender la vida. Sección Arte Tránsitos. La obra reciente de Salvador Palomo José Antonio Martín Santos Imágenes que formulan preguntas. ¿Sabemos quiénes somos? ¿A dónde vamos? ¿A qué hemos venido? Así presentaba Salvador Palomo la obra de su proyecto Efímeros en Estampa en el año 2012. Añadía como reflexión que nuestra idea del planeta es fruto de la relación, efímera con frecuencia, entre los individuos y los lugares que ellos habitan. Toda esa obra que fue vista y comentada por él en el número 8 de TERRAL conformaban un proyecto que en sus imágenes se mostraba sugerente, hermoso, elegante y austero. Austero en color. Elegante en la distribución de los personajes sobre la superficie cerrada de la imagen. Sugerente porque cada unos de esos personajes, las personas que deambulaban, los grafitis de las paredes, los ojos bellos que nos miran, están para nosotros sin que ellos lo sepan. Hermosos en fin porque son austeros, elegantes, sugerentes y están armoniosamente dispuestos. El siguiente proyecto de Salvador Palomo, Programados, que presentó en La Sala de Blas en el pasado mes de julio volvió a hablar sobre lugares de tránsito y personas en tránsito. La Sala de Blas es un espacio expositivo independiente situado en Archidona en la calle Santo Domingo, 8 que dirige de Francisco Javier Toro, Blas para sus vecinos de Archidona. La Sala de Blas es la sala de estar de la casa de Francisco Javier y en ella cada mes recrea un universo diferente. En Julio Salvador Palomo en la pared de la sala de estar de Blas creó el itinerario vital de un arquetipo. Para ello desarrolló imágenes concretas de lugares e imágenes difusas de personas. Imágenes, códigos y objetos. Y los presentó distribuidos como un mapa que debíamos seguir y descifrar. El mapa que conduce a entender el camino por el que transcurrimos los humanos. Nos exponía la mano de un neonato, la naturaleza, el campo, la huerta, una casa tras las rejas, una abertura. Bullicio, manifestación, gente hablando, grupos de personas, amor, confusión, ruido. Gregarismo, desmadejamiento, (seis imágenes, corazón y aliento primero de esta obra, tomadas desde un dispositivo móvil de una persona sola, ensimismada, con movimientos confusos, una marioneta con los hilos rotos). Mujer mirando al horizonte, que brazos en alto se expone al sol en su caída. Un fragmento de lápida. El crucifijo, una instantánea tomada en un cementerio. Y al final el código QR. El código QR es un módulo para almacenar información en una matriz de puntos. Con los códigos QR accederemos a los mensajes que iluminan nuestra existencia. Un itinerario vital arquetípico hecho imagen y conceptualizado y por tanto empaquetado para consumo cultural. Los códigos QR como acceso a las historias por las que podríamos pasar. Dice Salvador Palomo: “Programados está compuesto de imágenes, códigos y objetos. Se instaura la previsión de un camino que guía al espectador y provoca la meditación sobre la finalidad temporal del humano y de su paso por la tierra”. Y a eso nos convocó Salvador en su último proyecto, a ir y ver, leer y oír. Si en Efímeros la obra está presentada de manera hermosa, elegante y es la meta del camino, en Programados, no se ha preocupado por el producto final y su perfección técnica. Aquí las imágenes son de producción rápida, casi inmediata, incluso algunas no son de elaboración propia. Todas ellas están compuestas pensando en una creación artística como proceso. Salvador Palomo que empezó como pintor figurativo, siguió por los caminos de la abstracción pictórica, paso a la fotografía con abordajes expresionistas parece haber concluido en una obra conceptual. ¿Hasta cuándo? Hasta la sus próximas obras. Nos veremos. ARTE PARA RECOMENDAR JOSE MANUEL VELASCO. SEPTIEMBRE 2013 Después de un magnífico verano turístico en nuestro país y a pesar del palo que nos han dado al no concedernos los juegos olímpicos, que por otro lado no entendemos pues Madrid es una ciudad desde mi punto de vista muy preparada, con una buena infraestructura ya creada muy por encima del nivel de otros países. Pero claro, los intereses creados que decía Benavente y con la política hemos topado…bueno, por lo menos, la prima de riesgo ha bajado y parece que la economía se va estabilizando, ojala empecemos a tener un poco más de optimismo, baje el paro y por la parte que me toca que es el arte quiten esa subida del IVA tan disparatada por el bien de la cultura de este país. Bueno por eso empezaremos con optimismo dando la enhorabuena a esa magnífica exposición de Salvador Dalí en el Museo Reina Sofía, ya recién clausurada, y que ha estado organizada por el Museo Reina Sofía y el Centre Pompidou de París, siendo hasta este momento una de las más visitadas de la historia del centro. En total han sido 732.339 personas las que han podido disfrutar por las salas de esta gran muestra, con unas 7000 personas diarias de media para entrar a verla. Sin lugar a duda ha sido una de las exposiciones más completas realizadas hasta el momento sobre el genial artista ampurdanés. Ya que hemos hablado de Dalí, me da pie para hablar de una próxima exposición que se inaugurara el 8 de Octubre en el Museo Thyssen de Madrid cuyo título es “El surrealismo y el sueño”, que no se deben perder ya que el Surrealismo no fue un movimiento artístico más, sino una actitud ante la vida que ha dejado una marcada huella en todo el arte posterior. Esta exposición mostrará, por vez primera, como esa huella, esa transformación de la sensibilidad contemporánea, tiene su raíz más profunda en la vinculación surrealista entre sueño e imagen. Pinturas, dibujos, collages, esculturas y fotografías de artistas como André Breton, Salvador Dalí, Paul Delvaux, Yves Tanguy, Renée Magritte, André Masson, Max Ernst, Jean Arp, Claude Cahun y Paul Nougé, entre otros. Se podrá visitar hasta el 12 de enero de 2014. Continuamos en Madrid, hasta el 24 de Noviembre se puede visitar una curiosa exposición en la sala La Fragua de Tabacalera cuyo título es “Escultura de luz”, de la artista peruana Grimanesa Amorós y que está inspirada en la propia historia del edificio de Tabacalera y su antiguo uso como fábrica de tabacos. Grimanesa Amorós es una artista interdisciplinar, fascinada por las posibilidades de la luz y con intereses diversos en los campos de historia social, investigación científica y teoría crítica. Se podrá ver hasta el 24 de noviembre de 2013. De Madrid nos vamos a Barcelona para recomendar a dos de las instituciones culturales más importantes de Barcelona: el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona y la Fundación La Caixa. Que en esta ocasión se unen para celebrar una exposición conjunta que aglutina las mejores obras de arte contemporáneo de sus respectivas colecciones. La muestra tiene como objetivo principal que se asocie Barcelona con las capitales europeas del arte contemporáneo gracias al acuerdo de 2010 para la unión de las colecciones del MACBA y de la Fundación La Caixa. Su característica principal es la exploración del concepto de modernidad y su relación con la vanguardia. Se podrá ver hasta el 6 de Enero de 2014. Bajamos por la costa mediterránea y, en Valencia, el Instituto Valenciano de Arte Moderno expone una amplia panorámica de la creación artística de Fernando Almela en la Sala de la Muralla desde el 10 de septiembre de 2013 hasta el 10 de noviembre de 2013. Con esta exposición la ciudad de Valencia y el Instituto Valenciano de Arte Moderno IVAM recuperan un legado artístico de primer orden y profundamente vinculado a su cultura. Fernando Almela (Valencia, 1943-2009), nos describe paisajes de rincones discretos y olvidados que evocan silenciosos jardines con estructuras arquitectónicas clasicistas, y masas boscosas que interpreta con gestos cercanos a la abstracción. Pintura en la que se puede apreciar un contrapunto narrativo donde la forma, la luz y el espacio son decisivos, al captarlos por observación directa y combinarlos por la memoria del artista, en un proceso que separa a esta pintura de la simple representación mimética. Con su estética sosegada y su extraordinario respeto a la pintura, plasmó un intenso elogio de lo visible. Pintor de lo diáfano, de la vida silente, describe una naturaleza que se torna íntima tanto si aborda el paisaje como el bodegón. Nos vamos ahora a Cuenca. En la Fundación Antonio Pérez-Museo Arte Contemporáneo recomiendo la exposición “PEPE ESPAÑA, VUELTA AL ORIGEN”. Pepe España (José Luis Jiménez España, Málaga, 1930-Biel, Suiza, 2007) inició su trayectoria artística vinculada a los primeros intentos de renovación de lenguajes en nuestro país en los años cincuenta. A comienzos de los sesenta llega a Cuenca, ciudad en la que se instalará, definitivamente, entre 1967 y 1973. Lugar capital en su trayectoria, epicentro de los nuevos lenguajes artísticos, este creador se convierte así en uno de los primeros "descubridores" de lo que, en esa década, se llamó la Cuenca abstracta, la ciudad que poblarán los artistas de llamado "grupo de Cuenca" que impulsarán el Museo de Arte Abstracto Español inaugurado en 1966. Vecino y amigo de artistas como Antonio Saura, Antonio Pérez, Gerardo Rueda o Bonifacio Alfonso, próxima su casa a la de José Guerrero, subrayado su dibujo por Fernando Zóbel, su obra, en esos años sesenta, es mostrada regularmente en las numerosas galerías que surgen en Cuenca, al amparo del Museo citado, convirtiéndose también en artista de una de las grandes galerías del Madrid de ese tiempo: la galería Seiquer, y exponiendo en el Pabellón Español de la Feria de Nueva York de 1968. Pepe España aborda una singular síntesis en su trabajo creativo, donde dominará siempre su extraordinario dominio del dibujo y un personalísimo uso del color. Reconocido en Suiza, en donde su obra obtuvo una extraordinaria difusión, pero su reconocimiento no alcanzó nuestro país, posiblemente por su temprana marcha y su alejamiento durante más de tres décadas. Se podrá ver hasta el 1 de diciembre de 2013. Y volvemos a bajar por la costa mediterránea hasta Málaga. Aquí tengo que destacar el esfuerzo de la asociación de artistas plásticos (APLAMA) por ese gran acierto de abrir galería en este barrio denominado ya “El Soho” de Málaga, en donde se concentran cada vez más actividades artísticas en cada uno de los espacios y galerías que están proliferando cada vez más, consiguiéndose así, poco a poco, el convertir esta zona en un barrio de y para los artistas plásticos. La Galería Manuel Barbadillo, perteneciente a APLAMA, es un claro ejemplo de seriedad, rigor, calidad y buen hacer como hemos visto desde su inauguración hasta esta última exposición que ha terminado de los magníficos artistas Adolfo Soto Satarem y J. Doña, y que se corrobora con la actual exposición de los grandes artistas Pepe Bornoy y Fernando Núñez .Se podrá ver hasta el 7 de Octubre. . Y para terminar no dejar de visitar en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga la primera exposición individual en España de Subodh Gupta “The imaginary order of things”. La exposición, comisariada por Fernando Francés, incluye tres piezas inéditas que han viajado desde la India para esta exposición. Sus esculturas, instalaciones, vídeos y pinturas se caracterizan por mostrar elementos cotidianos, empleados en el día a día de una familia, en un contexto y con uso diferentes, lejos de los estereotipos convencionales de la India. Su obra representa la unión entre el mundo urbano y el rural, el mundo espiritual y el material, al evocar, por un lado, la idea de la emigración de las familias hacia las áreas de mayor desarrollo, y por otro lado, la tradición y los rituales religiosos. Emplea una gran variedad de elementos y materiales en su trabajo y destaca el enorme tamaño de sus obras. Subodh Gupta vive y trabaja en Nueva Delhi desde 1990. En total se expondrán 19 piezas. Esta exposición se suma a los actos programados con motivo del décimo aniversario del CAC Málaga (2003-2013). Se podrá ver hasta el 13 de Octubre. Estas son mis recomendaciones para este otoño que comienza. Espero que os gusten y que disfrutéis, como lo hago yo, viendo todo este arte, que, en las circunstancias de la crisis actual, es de las pocas cosas que nos ayudan a animarnos y a olvidar, aunque sea por unos momentos, esta realidad tan dura que estamos viviendo. Sección Arte LA RENTREE (1) Siempre he considerado la Reentré, como la llamamos nosotros, un acontecimiento ilusionante y prometedor.Es el inicio de un nuevo periodo de actividades, de una nueva época donde ponemos en marcha toda nuestra capacidad e ilusión en nuevos proyectos y nuevos propósitos. Hasta hace mucho, en no nuestro mundo agrario, todos los nuevos contratos y arriendos se hacían en septiembre, una vez recogida y celebrada la cosecha, se empezaba un ciclo natural. A pesar de la división del calendario, que pone el inicio del año en enero. La Reentré es Natural y Cultural. Después de los ditirambos veraniegos y de los horarios desmedidos 1969 por las largas horas de sol, llega el reencuentro con la Cultura y el Trabajo, con el curso escolar, con las actividades lúdicas formativas, las exposiciones, los conciertos, hasta el Año Judicial empieza en otoño. En mí, personalmente, se ha quedado grabada la Reentré de mi época de estudiante. Cuando regresaba de mi barrio periférico al centro de Barcelona para hacer las matrículas de la Escuela Massana o luego en Bellas Artes o en el popular Círculo Artístico SantLluch en el Barrio Gótico, cerca de la Plaza del Pí y de la calle Petritxol. reencontrarme Era con un la tiempo cultura, para con los compañeros de estudios y profesores, para ver exposiciones y, sobre todo, emprender los estudios de la ilusión de mi vida. Además, muchos hechos importantes en mi vida, se han producido en el noveno mes del calendario. Y casi cincuenta años después, aún tengo más ilusión en esta época del año y me embarco en exposiciones, ideas y proyectos con gran entusiasmo. Invariablemente para mí, el nuevo año 1971 empieza concretamente ahora, en en otoño septiembre. y Y más para celebrarlo recibí un mail con un vídeo de YouTube de un joven y virtuoso pianista, que además de ciego tiene síndrome de Down. 1972 Pablo Rodríguez Guy Sección La otra realidad HABLEMOS DE LA ASTROLOGÍA (I) Sin duda es la astrología una de las artes esotéricas más antiguas, pues si bien no es descartable que tenga sus orígenes en épocas prehistóricas se sabe con certeza que era practicada por la civilización sumeria en el quinto milenio antes de nuestra Era. Del año 2600 a.C., durante el reinado de Sargón I, fundador del reino semita de Akkad, se conservan tablillas de arcilla en las que se relacionan aspectos vinculados a la astrología. Contemporáneamente a la astrología caldea se practicaba este arte en China y en Egipto, si bien en este último país se reservaba para predicciones de tipo político. La práctica de la astrología era, en la Antigüedad, privilegio de sacerdotes, y se la consideraba una ciencia oculta. La astrología china constituía una síntesis de taoismo y de las teorías astrológicas babilónicas, persas e indias. En la biblioteca de Asurbanipal, s. VII a.C., se encontraron una serie de tablillas en caracteres cuneiformes, en las que se establecían comparaciones detalladas de los fenómenos cósmicos con otros de tipo terrenal, haciéndose valoraciones que servían para previsiones posteriores. En el siglo V a.C. los astrólogos griegos, basándose en sus colegas babilonios, empezaron a relacionar el destino personal del ser humano con los astros, Posteriormente, quizás tres siglos más tarde, se establecieron nuevas relaciones entre los planetas, el sol y la luna, los minerales y las plantas. Tuvieron que pasar otros trescientos años hasta que Claudio Ptolomeo escribió el "Tetrabiblos", uno de los primeros códices de astrología. Durante el imperio romano la astrología se difundió preferentemente entre el pueblo, ya que varios emperadores - Augusto, Domiciano y Adriano, entre otros expulsaron a los astrólogos de Roma, a pesar de lo cual la astrología siguió extendiéndose. Para los árabes existía una conexión indudable entre la Medicina, la Alquimia y la Astrología. Esta última penetró en Europa, en gran parte a través de la península Ibérica- También en Italia, y más especialmente en la escuela médica de Salerno, ejerció su predicamento este arte esotérico, contando entre sus más ilustres propulsores a Federico II, quien poseía sus propios astrólogos en la corte. A partir de los siglos XIV y XV, la astrología va tomando mayor auge, y tanto monarcas como papas poseen sus propios astrólogos, quienes les aconsejaban las fechas más favorables para llevar a cabo campañas militares y coronaciones regias. Figura sobresaliente de la astrología renacentista fue Nostradamus, cuyas "Centurias" marcaron un auténtico hito en la historia de las profecías astrológicas. Y aunque a partir de la Edad Moderna la astronomía fue descartando a la astrología, ésta sigue constituyendo una de las paraciencias más extendidas en el mundo del ocultismo. Dentro de lo que podríamos llamar metodología astrológica, y si bien se identifica este arte con una observación de las estrellas, la astrología se ocupa básicamente de interpretar la influencia de los planetas en las actividades humanas. A fin de lograrlo, los astrólogos adoptan los procedimientos que saben que son inexactos. Clasifican al Sol y a la Luna como planetas, y efectúan sus cálculos siguiendo el viejo sistema heliocéntrico, es decir, considerando a la Tierra como centro del sistema solar. (En un próximo trabajo continuaremos hablando de este arte esotérico tan extendido incluso en nuestros días).